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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD DE INGENIERIA
ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA CIVIL

CURSO: MECANICA DE SUELOS II

TEMA:

SUELOS EXPANSIVOS Y COLAPSABLES

AUTORES:

- VALENCIA CIPRA SAUL DANIEL

2017- 20
Suelos expansivos y colapsables
SUELOS EXPANSIVOS:

Se conocen como suelos expansivos aquellos que presentan expansiones ocontracciones, ósea cambios de
volumen cuando varía su humedad o contenido de agua. Los materiales de arcilla, tienen la capacidad de
absorber una gran cantidad de agua y retenerla debido a su estructura, el agua produce el incremento del
volumen en el material mencionado anteriormente y también una drástica reducción del volumen cuando
el agua que retenía se seca. Los suelos expansivos resultan ser un gran problema para la construcción,
porque los incrementos del volumen no se presentan de una manera uniforme, sino todo
lo contrarioal producirse incrementos en distintas zonas y al momento de contraerse generan
asentamientos, que pueden dañar severamente las estructuras.

SUELOS COLAPSABLES:

5uchos de los fenómenos que determinan el comportamiento de los suelos son complejos y no pueden
siempre reducirse a causas puramente mecánicas, sino
quemuchas veces intervienen factores de otra índole (químicos, ambientales, etc.), provocando un
comportamiento singular del terreno. En algunos suelos, estos factores6no mecánicos6 tienen una
importancia capital y son objeto de un estudio particular.

Dicho grupo de suelos es conocido genéricamente como suelos estructuralmente inestables. Uno de los
principales fenómenos que afectan a algunos de estos suelos es el colapso brusco de su estructura
intergranular, denominándose a los suelos que presentan estas
características: suelos colapsables. En estas notas se analizarán exclusivamente aquellos suelos en los
cuales el colapso es provocado por humedecimiento.

ENSAYO PARA SUELOS EXPANSIVOS:

Un test específico similar a la determinación de la presión máxima de hinchamiento es el popular ensayo de


Lambe, consistente en la preparación de una probeta de suelo recompactada en unas condiciones
estandarizadas de humedad inicial. En este caso a la probeta también se la impide una expansión lateral,
confinándola en un anillo. Una vez que se procede a la inundación de la célula se determina la tensión
máxima de expansión mediante un anillo dinamométrico solidario con el bastidor que ejerce de reacción
ante la fuerza de expansión que manifiesta la muestra al hinchar. El valor de esta tensión máxima de
hinchamiento permite una clasificación cualitativa del material en función de unos ciertos grados de
expansividad potencial.

Tanto dicho ensayo como la clasificación que el método lleva aparejada fueron ideados por T.W. Lambe
como resultado (parece ser) de un encargo que recibió por parte de cierta compañía de seguros americana,
con el fin de concebir un método sencillo y rápido de determinar la peligrosidad de una arcilla respecto a su
potencial expansivo.

El test de Lambe es un ensayo de identificación, y bajo ningún concepto el valor de la tensión máxima de
hinchamiento que se obtiene del mismo puede ser utilizado para predecir cuantitativamente la tensión
máxima real que puede solicitar una cimentación por efecto de la expansión del suelo la sustenta, para lo
cual deberán realizarse ensayos específicos sobre muestras inalteradas, tales como la determinación de la
presión máxima de hinchamiento (recordemos que el ensayo Lambe parte de una muestra que se disgrega
y se recompacta en condiciones preestablecidas.)

Algunos ensayos de identificación, y en especial la valoración de la plasticidad, permiten también una


aproximación cualitativa al potencial expansivo del suelo, pudiéndose, por ejemplo, descartar que en caso
de arcillas exista un riesgo de expansividad para valores inferiores a un rango determinado del límite
líquido, o considerando muy posible que el suelo sea expansivo para valores del límite líquido superiores a
un valor de referencia. En cualquier caso, y al igual que lo expuesto para el ensayo Lambe, estas
aproximaciones deben tomarse también como indicativas, y ser manejadas con prevención.

ENSAYO PARA SUELOS EXPANSIVOS

Los aparatos serán de acuerdo a los requerimientos del ensayo de consolidación unidimensional ASTM
D2435. Los discos porosos y papel filtro que cumpla el requerimiento del ensayo de consolidación. La
muestra debe ser relativamente inalterada. Para determinar el potencial de colapso (Ic), las muestras
deben ser tomadas utilizando método seco como son: el barreno de doble y bloques extraídos
manualmente.
Se procede a cortar el suelo de acuerdo con las dimensiones del anillo del ensayo de consolidación
unidimensional. Determinar sus propiedades físicas, tales como humedad natural, peso, volumen, gravedad
específica de sólidos, límites de consistencia, distribución granulométrica, según las normas.

Se instala la muestra en el anillo del consolidómetro después de haber determinado el peso inicial de la
masa húmeda y altura de la muestra y fijar el conjunto anillo-muestra en el consolidómetro. Aplicar una
carga de contacto 0.05 kg/cm2 (5 Kpa), después de 5 min tomar lectura del deformímetro, aplicar
incrementos de carga a cada hora, hasta que se aplique la presión vertical apropiada. Los incrementos de
carga serán 0.12, 0.25, 0.50, 1.00, 2.00, etc. Kg/cm2. (12, 25, 50, 100, 200, etc.) o cargas de acuerdo al
método de ensayo ASTM D2435, registrar la deformación antes de incrementar una nueva carga.

El esfuerzo que se aplicará al suelo para evaluar el colapso dependerá de que si el potencial de colapso (Ic)
o índice de colapso (Ie) determinado es apropiado para el caso estudiado.

El potencial de colapso (Ic) es la magnitud de colapso relativa del suelo, determinado para cualquier presión
vertical. El índice de colapso (Ie) es la magnitud de colapso relativa del suelo determinado bajo una presión
de 2 kg/cm2 (200 Kpa). Después de aplicar la carga vertical apropiada, por el tiempo de 1 hora, inundar la
muestra con agua desairada y destilada, registrar las deformaciones vs tiempo para un ciclo de lecturas de
0.1, 0.25, 0.50, 1, 2, 4, 8, 15 y 30 min, 1, 2, 4, 8, 24 h. o según el ensayo ASTM D2435.

Se continúa el ensayo según procedimiento del método de ensayo de consolidación unidimensional. La


duración de cada incremento de carga en el estado inundado será de 24 h o hasta que la consolidación
primaria sea completa.

Soluciones para suelos expansivos


Pre-humectación del suelo

La teoría de pre-humectar el suelo antes de la construcción está basada en el hecho de que si al suelo se le
permite que se expanda antes de la construcción y si luego la humedad del suelo es mantenida, no es de
esperar cambios volumétricos y por lo tanto no es esperable daños sobre la estructura.

La experiencia indica que en las áreas cubiertas por una losa, contrapiso, pavimento, etc., el contenido de
humedad del suelo rara vez decrece. Si uno inunda el suelo, una vez que el suelo se hinche hasta su máximo
potencial, la migración del contenido de humedad hacia la parte de suelo subyacente que se encuentra
menos húmeda induce nuevas expansiones del suelo diferidas en el tiempo. Este proceso puede continuar
durante cerca de 10 años.

El tiempo requerido para lograr una adecuada humectación del suelo, aunque no sea necesario llegar a la
saturación, es de al menos uno o dos meses, lo que puede ser considerado como demasiado largo.

Además es muy cuestionable el hecho de que se obtenga una variación uniforme en el contenido de humedad
del suelo en las áreas pre-humectadas.

Los suelos arcillosos, que son los potencialmente expansivos, son muy difíciles de pre-humectar siendo lo
más factible que el agua penetre a través de fisuras, etc., no lográndose una humectación pareja del suelo.
Este método de inundación previa puede resultar útil para la cimentación mediante losas, construcción de
pavimentos, canales, etc., pero no es adecuado para cimentaciones aisladas (tipo patín).

La razón es que el pre-humectar el suelo conlleva a reducir en una forma muy significativa los parámetros
resistentes del suelo, lo que lo hace inadecuado para el apoyo de cimientos aislados.

Control de humedad

El suelo debe ser excavado a la misma profundidad que el peso del suelo contrarreste el levantamiento del
mismo, se pondrá un material plástico sobre toda la superficie de la excavación. La humedad alojada a una
profundidad igual al cambio de volumen es controlada por el peso del material sobre puesto y el peso de la
construcción. La humedad superficial podrá controlarse por medio de una capa de arena graduada de 0.30 a
1 m o tal vez un poco más gruesa que permita el flujo de agua en forma capilar, y mantendrá una uniformidad
del contenido de agua en la arcilla.

Si bien es relativamente sencillo sacar el agua libre que se ha introducido en la obra para la construcción de
una fundación, realizando los drenajes adecuados ya sean superficiales o subterráneos a tales efectos, pero
sin embargo no es tan sencillo el impedir la migración de la humedad desde el exterior de un local hacia el
interior de un área cubierta.

Para impedir la infiltración de aguas superficiales se puede disponer de:

 Barreras horizontales contra la humectación del suelo alrededor de la construcción a través de:
membranas, construcción de veredas perimetrales, pavimentos asfálticos, drenaje adecuado.
 Barreras verticales alrededor de la construcción para impedir las variaciones estacionales en el
contenido de humedad del suelo también mediante el uso de membranas, hormigón, etc.

Las barreras verticales usualmente están unidas a una horizontal para prevenir la humectación del suelo
entre la barrera vertical y la construcción, ya que las barreras verticales deben construirse al menos 70 a 100
cm alejadas del perímetro de la construcción.

Si bien las barreras verticales son más efectivas que las horizontales, las mismas resultan mucho más
costosas.

Para evitar la variación del contenido de humedad por variación del nivel de agua subterránea la alternativa
más adecuada la constituye la construcción de drenajes subterráneos.

El proyecto de drenes deberá tener presente el tipo de acuífero de que se trate, si es confinado o no, el caudal
de agua que escurre por el mismo, profundidad a la que se instala el dren, capacidad del sistema de drenaje,
etc.

Sustitución del suelo expansivo

Una alternativa simple de cimentar una losa o un patín en un material expansivo es remplazar el material
expansivo por otro que no lo sea.

La experiencia indica que si el suelo natural sobre el que estamos apoyando nuestro cimiento consiste en
más de 5 pies (aprox. 1.50 mts) de suelo granular del tipo (SC-SP), que a su vez se apoya en un suelo altamente
expansivo no existe riesgo de movimiento en la fundación cuando apoyamos la misma sobre este material
granular.

El primer requerimiento es, obviamente, que el material no sea expansivo, eso lo cumplen los suelos cuya
clasificación varía desde los materiales del tipo GW a los del tipo SC.

Los materiales granulares que podemos considerarlos “limpios”, es decir con escasa cantidad de finos,
aquellos cuya clasificación de acuerdo al S.U.C.S. varía del tipo GW a SP, tiene una permeabilidad tal que el
agua podría llegar hasta los materiales subyacentes arcillosos y expansibles.

Desde el punto de vista antes señalado sería preferible que los materiales del relleno sean menos
permeables, con cierto contenido de finos (del tipo SM o SC), aunque estos tiene la contra de que los finos
de estos materiales pueden a su vez presentar cierto grado de expansión.

Uno de los criterios usuales es el planteo de la siguiente condición:

Límite líquido % de Material que pasa el 200


Mayor a 50 15 – 30
Entre 30 a 50 10 – 40
Menor a 30 5 - 50

No es tan fácil que un suelo cumple con las condiciones antes planteadas. En caso de dudas razonables, para
poder determinar realmente el potencial expansivo del suelo hay que proceder a las metodologías habituales
a tales efectos.

Una alternativa para mejorar el potencial expansivo del suelo sería el poder mezclar el material granular con
el suelo emplazado en sitio. Si bien dicho método es teóricamente razonable, en la práctica se hace muy
dificultoso la mezcla de material granular con arcillas de bajo contenido de humedad. Se necesita maquinaria
especial, sobre todo por la dificultad de disgregar los terrones de arcilla a tamaños adecuados, lo que lleva a
costos tan caros como otros procedimientos en los que se obtienen mejores resultados como la estabilización
con suelo cal o suelo cemento.

La principal razón por la cual un relleno artificial de un material seleccionado no es tan efectivo como el
apoyar sobre una masa de suelo granular en estado natural, es por la extensión del mismo debajo de la
fundación en uno y otro caso. Cuanto mayor sea el área en que efectuamos el reemplazo, más efectivo resulta
el relleno.

Control de expansión
Permitiendo que el suelo se expanda dentro de las cavidades de la cimentación, los movimientos de una
cimentación pueden ser reducidos a un nivel tolerable. Un tipo de cimentación comúnmente usado es el
llamado “waffle”, denominado en el sistema de E.E.U.U., nosotros lo conocemos como losa de cimentación
con contratrabes, donde las contratrabes soportan la construcción y las cavidades permiten la expansión del
suelo.

Modificación de propiedades expansivas del


suelo

La Estabilización por Inyección es un método in situ de


tratamiento de arcillas expansivas por inyección de
presión de una solución acuosa de agua, lechada de
cal, o cloruro de potasio.

Las profundidades típicas de inyección son de 7 a 12 pies de


profundidad bajo cimientos de construcción y de hasta 40 pies
de profundidad o más bajo subsuelos de vías férreas y rellenos
sanitarios.

Un sistema de estabilización económico in situ con una historia de 40 años de tratamiento de suelos
cohesivos. Los métodos de inyección varían de acuerdo con el tipo de material que está siendo inyectado.

Inyección de agua, una técnica pre-inflamiento, es un método de introducir agua en la arcilla expansiva
con el fin de inflar la arcilla tanto como sea posible antes de la construcción

Se inyecta agua y surfactante (agente activo de la superficie) en la arcilla expansiva para pre-inflar la arcilla.
Cada “pase” de inyección es realizado en centros de 5 pies. Se requieren varios pases para pre-inflar
efectivamente un sitio. El pre-inflamiento se usa típicamente para grandes construcciones (50K+) y grandes
áreas de pavimento. La inyección de área es poco costosa, rápida y fácil de usar.

Se agrega un surfactante al agua para reducir la tensión del agua e incrementar el índice de absorción del
agua por la arcilla.

Metodología
Diversas condiciones se combinan para hacer de la inyección de agua una técnica efectiva.

A medida que se agrega agua a la arcilla por medio del proceso de inyección, esta es absorbida por las
partículas de la arcilla debido a la presencia de iones hidratantes localizados en el espaciamiento entre las
partículas de arcilla.

Eventualmente, la arcilla absorberá una cantidad de agua que satisfaga la carga de partículas de la arcilla,
punto en el que el proceso de inflamiento estará completado.

Un plano de esfuerzo cortante se desarrolla en las cubiertas exteriores del sistema de arcilla/agua que
corresponde a una reducción total en la fuerza de corte de la arcilla. Por esta razón, las mediciones de fuerza
de corte, como aquellas obtenidas con un penetrómetro de bolsillo, pueden ser una manera rápida y efectiva
para determinar el éxito de la inyección.

La Inyección de Cal es la inyección de lechada de cal a altas presiones (50 a 200 psi) resultando en una
cobertura del patrón de desecación de la arcilla con lechada.

Adicionalmente, la superficie del relleno de construcción será cubierta con la lechada de cal como resultado
del proceso. Este material es mezclado con el suelo para formar una plataforma de trabajo después de la
inyección.

La inyección de cal usualmente es seguida por la inyección de agua para pre-inflar la arcilla y distribuir
después la cal en el suelo.

La cal es inyectada para llenar el patrón de desecación de


la arcilla expansiva con lechada y estabilizar la superficie
del relleno para facilidad de operación.

La inyección de cal se usa para rellenos de construcción,


así como para calles, estacionamientos y carreteras.

Metodología

Cuando el hidróxido de calcio está en contacto con la


superficie de arcilla en el patrón de desecación del suelo,
este reacciona con la sílice y alúmina en la arcilla para
formar hidratos de sílice de calcio y alúminas de sílice de
calcio. Estos compuestos cementosos representan nuevas
moléculas y no son expansivas.

La Inyección de Cloruro de Potasio (CIS) es la mezcla junto con el cloruro de potasio y lignosulfonato de
amoníaco en una solución acuosa que es inyectada para limitar enormemente la elevación futura de un
suelo de arcilla expansiva.

A diferencia del pre-inflamiento, la inyección de potasio limita la cantidad de agua que absorbe la arcilla. Por
esta razón, la inyección de potasio también es un método para contener la elevación que ocurre en
estructuras existentes.

Usualmente, la inyección de potasio está limitada para usarse en estructuras existentes, así como en aquellas
que son altamente sensibles al movimiento, tales como las residencias.

Es mezclado con lignosulfonato de amoníaco e inyectado en arcillas expansivas para tratar químicamente la
arcilla y reducir dramáticamente su afinidad por el agua.

Usualmente es inyectado antes de la construcción de estructuras altamente sensibles, así como a través de
los pisos de estructuras existentes para reducir la elevación en curso.

Metodología
Diversas condiciones se combinan para hacer de la inyección de agua una técnica efectiva.
La cantidad de agua que absorbe la arcilla se dicta por el ion predominante localizado en el espaciamiento
entre las partículas de arcilla.

Al cambiar el ion predominante, el comportamiento del sistema de arcilla/agua puede ser alterado.

El potasio y el amoníaco son iones que pueden satisfacer la energía potencial de las partículas de arcilla y no
tienen una hidratación excesiva.

La Inyección de Cal/Ceniza Suelta es la mezcla de cal y ceniza suelta en una lechada y su inyección en suelos
de poca fuerza para mejorar la capacidad de soporte y transitabilidad.

En suelos menos reactivos, también se usa Geocem para mejorar la fortaleza del suelo.

Geocem es una mezcla de 80% de piedra caliza de base fina y 20% de clínker de cemento Portland. Estos dos
materiales son inyectados para mejorar las condiciones debajo de los subsuelos de las vías férreas,
pavimentos y rellenos sanitarios.

Se usa para tratar arcillas y cienos de menor fortaleza para mejorar la capacidad de soporte disminuyendo el
contenido de humedad e incrementando la densidad seca y la fortaleza de corte.

Se usa para tratar problemas de subsuelos de vías férreas en rellenos altos. También se usa para mejorar las
condiciones de subsuelos en estructuras de pavimento tales como carreteras y puentes.

Metodología

Cuando la cal/ceniza suelta es inyectada en una arcilla o cieno de baja fortaleza, esta desplaza el agua que
está atrapada en el suelo.

Después, el material reaccionará químicamente con el suelo, resultando en mayores incrementos en la fuerza
de corte.

Al inyectar cal/ceniza suelta o Geocem, es posible disminuir el contenido de humedad del suelo y mejorar la
densidad seca, lo que contribuirá con la fortaleza de corte.

Estabilización con cal por método de perforaciones

Esta técnica consiste básicamente en perforar huecos en la subrasante y llenarlos con una lechada de cal o
una mezcla de cal y arena. Una vez se llenan los huecos, la cal emigra o se difunde en el estrato de suelo
iniciándose las reacciones suelo-cal.

La experiencia ha demostrado que las reacciones se producen en la periferia del hueco y en el fondo del
mismo, pero se logra una reducción en el potencial expansivo debido al efecto de pre-humedecimiento y a
la liberación de esfuerzos alrededor de la perforación.
Lechadas de cal inyectadas a presión

Con el objeto de lograr una mayor distribución de la cal en las


subrasantes expansivas, se ha desarrollado la técnica de inyecciones a
presión. La técnica consiste en inyectar las lechadas con cal a presiones
del orden de 14.0 Kg/cm2r dependiendo de las condiciones del suelo la
tubería de inyección se penetra en éste, aproximadamente, 30 cms y la
lechada se prepara con 1 a 5 kgs de cal por galán de agua, la inyección
se hace hasta que el suelo rechace la lechada.

La experiencia ha demostrado que con este sistema se logran buenos resultados si el suelo expansivo tiene
un extenso sistema de fisuras y grietas a través del cual la lechada pueda ser inyectada eficientemente. El
mayor beneficio de este tipo de tratamiento se obtiene también por el pre-humedecimiento producido, la
barrera de humedad formada por el suelo cal y a las limitadas cantidades del suelo que ha reaccionado
produciéndose la estabilización.

Estabilización con cal por el Método Deep-plow

La técnica consiste en remover un espesor aproximado de un pie antes de regar la cal, posteriormente se
riega la cal necesaria para la estabilización, se mezcla la cal con el suelo con tres pasadas del plow hasta una
profundidad de dos pies, se esparce agua sobre la mezcla seca en la vía, se hace un mezclado final con un
ripper profundo, se efectúa una compactación inicial del espesor de dos pies del material estabilizado en una
sola capa, utilizando un equipo de compactación pata de cabra o un rodillo pata de cabra vibratorio, la
compactación final se efectúa utilizando 6 pasadas con un rodillo de 70 toneladas de peso.

Esta técnica permite estabilizar con cal y compactar en forma adecuada espesores de 60 a 90
cms. Experiencias sobre la utilización de este método indican que se logran densidades superiores al 95% del
AASHTO-99 y que la distribución de la cal es homogénea en los primeros 40 cms y menos en los restantes 20
cms.

Columnas de grava o arena

Vibrosustitución (Vibroflotación por vía húmeda)

Este procedimiento es aplicable en


el caso de suelos blando cohesivos
en los que las paredes laterales del
hueco practicado por el vibrador no
resultarían auto-estables, o en el
caso de que el nivel freático de
encuentre alto y sea preciso
penetrar bajo él. El rango habitual
de resistencias al corte sin drenaje
del terreno para que este tipo de
tratamiento sea aplicable oscila
entre 20 y 50 kPa, llegando
ocasionalmente a 15 kPa.
El vibrador penetra en el suelo por efecto de su peso propio y la vibración, ayudando por unas lanzas de agua
situada en la punta y en la parte superior del aparato. El flujo continuo de agua facilita el mantenimiento de
la estabilidad del hueco practicado en el suelo y el arrastre y evacuación del detritus generado.
Adicionalmente el agua permite refrigerar el motor, lo que puede ser un factor relevante en el caso de
motores eléctricos.

Vibrodesplazamiento (Vibroflotación por vía seca)

Cuando los suelos (cohesivos) a tratar son estables, no sensitivos, y cuando el nivel freático se encuentra
suficientemente bajo, se puede emplear este método para la formación de columnas de grava compactada.
La ventaja fundamental de este procedimiento con respecto al de vía húmeda deriva de que el empleo de las
lanzas de agua para ayudar en la penetración y estabilización del agujero practicado no es necesario.

Para ello es preciso lógicamente


que el hueco abierto con el
vibrador sea auto-estable, lo que
a su vez obliga a contar con una
suficiente resistencia al corte sin
drenaje del suelo natural, que ha
de sustituirse al menos entre 30
y 60 kPa. En este mismo sentido,
el nivel freático ha de
encontrarse suficientemente
profundo, por debajo de la
máxima profundidad de
tratamiento.

Empleo de vibroflotadores especiales

Con el fin de paliar los inconvenientes asociados al empleo de grandes cantidades de agua, varias empresas
especializadas han desarrollado vibroflotadores especiales con los que se pueden ejecutar columnas por vía
seca (o con muy poca adición de agua) en terrenos muy blandos, no auto-estables, o en zonas de nivel freático
elevado.

Lo que distingue a este tipo de vibroflotadores especiales es el


hecho de poder efectuar el vertido de la grava directamente por la
punta del aparato, bien sea a través de un hueco central en el
mismo, bien a través de un tubo adicional abosado lateralmente al
vibroflotador.
El proceso a seguir es análogo al vibrodesplazamiento. Así, el vibrador penetra en el terreno por su propio
peso, ayudando por la vibración y por lanzas de aire comprimido situadas en la punta. El mismo vibrador,
que no se retira, sirve de revestimiento de la perforación, con lo que el hueco practicado se puede mantener
estable.

Otros procedimientos

Si bien las técnicas específicas de Vibroflotación hacen uso de vibradores


o vibroflotadores especiales, obviamente es posible construir columnas
de grava (o de arena) mediante otros procedimientos más o menos
convencionales.

Resulta interesante destacar en cualquier caso que en Japón se ha


desarrollado y empleado con enorme profusión el procedimiento
basado en la hinca de una tubería mediante un vibrador pesado en
cabeza. En este caso el relleno por el interior del tubo se efectúa
empleando arena en lugar de grava, que se densifica y se imbrica con el
terreno natural mediante sucesivos descensos y elevaciones de la
tubería de revestimiento manteniendo la vibración.

Fundaciones superficiales en suelos expansivos

Las cimentaciones superficiales son aquellas que se apoyan en las capas superficiales o poco profundas del
suelo, por tener éste suficiente capacidad portante o por tratarse de construcciones de importancia
secundaria y relativamente livianas.

En resumen las Cimentaciones Superficiales reparten la fuerza que le transmite la estructura a través de sus
elementos de apoyo sobre una superficie de terreno bastante grande que admite esas cargas.

Se considera cimentación superficial cuando tienen entre 0,50 m. y 4 m. de profundidad, y cuando las
tensiones admisibles de las diferentes capas del terreno que se hallan hasta esa cota permiten apoyar el
edificio en forma directa sin provocar asientos excesivos de la estructura que puedan afectar la funcionalidad
de la estructura; de no ser así, se harán Cimentaciones Profunda.
Esta clase de fundaciones, más comúnmente denominadas como zapatas o patines, pueden ser
implementadas con éxito sobre subsuelos conformados por materiales expansivos, siempre que se cumpla
al menos uno de los siguientes requisitos:

- La presión aplicada, debido a las cargas permanentes, resulte suficiente como para contrarrestar la presión
de expansión.

- La superestructura tenga el grado de rigidez necesario como para que una expansión diferencial no cause
fisuras o grietas en los elementos resistentes.

- El efecto expansivo pueda ser eliminado o al menos reducido de manera de evitar o mitigar los desórdenes
(ya sean éstos de carácter resistente, funcional o ambos).

Zapatas corridas

Como se sabe, es la tipología más común de fundación


superficial para estructuras livianas. Es claro, en
consecuencia, que para prevenir el efecto de la
expansión se vuelve necesario concentrar la presión
aplicada, lo que deriva en minimizar el ancho de la
zapata.

Por lo tanto el uso de zapatas corridas debería limitarse


a suelos de bajo grado de expansión, por ejemplo en
general inferior al 1%, medido en el ensayo de expansión
libre.

Sin embargo, el uso de fundaciones alternativas, al caso pilotes, puede ser antieconómico y por ello en
muchas situaciones se aceptan daños menores (como fisuras en paredes y techos), cuyos costos de
reparación resultan inferiores a los de un sistema de fundación diferente.

Una variante, cuando no es factible cambiar el sistema de fundación, es implantar las zapatas a
profundidades mayores, esto es a salvo de la capa de suelo donde las variaciones en el contenido de humedad
son mayores (al menos 1,50 a 2,00 m por debajo del nivel del terreno natural). Esta ubicación reduce y limita
además los desplazamientos diferenciales.

En general, se sugiere a las zapatas corridas como una alternativa en principio válida cuando:

 El subsuelo no es altamente expansivo (básicamente illita en vez de montmorillonita)


 Es poco probable que se verifique un ascenso del nivel freático.
 No hay disponibilidad de fundar con pilotes.
 La superestructura está conformada por madera.

Una variante a veces empleada es la fundación en “cajón”, esto es una estructura de hormigón fuertemente
armada, cuya altura media es del orden de 2,00 m. Es notorio que este tipo de fundación protege a la
estructura de eventuales fisuraciones derivadas de expansiones diferenciales. En estos casos, no deben
existir discontinuidades a nivel de la superestructura, que introduzcan puntos débiles. En especial, en
estructuras complejas, se sugiere agregar juntas para separarlas en dos o más módulos. Cada módulo actuará
entonces en forma independiente y los desplazamientos diferenciales podrán absorberse en las juntas.

Zapatas aisladas

Como es sabido, este sistema consiste en una serie de zapatas apoyadas sobre las capas superiores del
subsuelo, conectadas entre sí por vigas de fundación. Como en el caso de las fundaciones indirectas o
profundas, la carga de la estructura es trasmitida al suelo en forma concentrada en diferentes puntos; la
diferencia es que naturalmente en este caso la descarga se realiza en las capas superiores del terreno y no
se involucra la resistencia lateral por fricción.

El uso de este sistema puede ser ventajoso cuando:

 El techo de roca o el estrato resistente es profundo


y no puede ser económicamente alcanzado por
pilotes.
 Las capas superiores del suelo poseen un potencial
expansivo moderado.
 La capacidad portante de las capas superiores es
relativamente alta.
 Existe nivel freático o capas blandas que impiden el
uso de pilotes trabajando por fricción.

En el caso de un suelo expansivo, si la presión aplicada es mayor que la presión de expansión (para cambio
de volumen nulo) no deberían observarse desplazamientos debidos a esta causa.

En general puede decirse que la magnitud de la presión aplicada está limitada por la capacidad portante del
suelo de fundación y es función del coeficiente de seguridad adoptado (usualmente entre 2 y 3). Por lo tanto,
considerando los valores habituales de tensiones admisibles para suelos arcillosos de Formación Libertad (1,0
a 2.0 kg/cm2), este sistema de fundación sólo podrá aplicarse en suelos con potenciales expansivos medios
(1 a 5% de expansión libre y presión de expansión en el rango de 1 a 2 kg/cm2).

Para permitir en estos casos la concentración de tensiones aplicadas en las zapatas individuales se requiere
descalzar las vigas de fundación, esto es dejar un espacio vacío bajo éstas.

De todas formas, algunos investigadores como Peck entre otros, han señalado además que la expansión del
suelo sólo se puede impedir en una zona localizada bajo la zapata donde se concentran las tensiones
inducidas por la fundación.

Soluciones para suelos colapsables


Prehumedecimiento

Significa que el suelo es humedecido antes de que la estructura sea construida, de tal manera que el
asentamiento debido al colapso sea pequeño o despreciable después de que la estructura se construya. El
agua puede introducirse cerca de la superficie por medio de estancamientos, trincheras o ambos. Los pozos
de infiltración pueden usarse para la aceleración de la distancia del agua hasta cierta profundidad y controlar
la zona con más presión. Esta técnica generalmente se emplea bajo el peso de sobrecarga solamente, pero
una sobrecarga puede ser usada y después retirada cuando ya se haya estabilizado la precarga.

Métodos de mejoramiento de las propiedades del suelo por compactación

Compactación dinámica

Este método es adecuado para compactar mantos de suelos colapsables superficiales con espesores
menores a 3,50 metros. El método consiste en dejar caer en caída libre desde una altura de 4 a 8 metros,
pilones de 3 a 8 Ton. sobre la superficie del terreno, a razón de 10 a 16 impactos en cada lugar (Abelev y
Abelev, 1979). El impacto genera una rotura de la estructura del suelo, un aumento de la presión de poros y
una compresión del aire presente en los poros, produciendo un reacomodamiento de las partículas, dando
como resultado una estructura más compacta. Según Malyshev et al (1983) el contenido de humedad del
suelo juega un papel importante, lográndose la máxima eficiencia con un contenido de humedad cercano al
Límite Plástico. Si el contenido de humedad es menor a éste, es necesario humedecer el espesor de suelo de
modo de alcanzar una mejor eficacia. Varios son los factores que controlan los resultados del método, así
por ejemplo el espesor compactado es función principalmente del peso y del diámetro del pilón. En tanto el
grado de compactación está controlado por el número de impactos y la humedad del suelo. El grado de
compactación no es uniforme a lo largo de todo el espesor compactado, lográndose la máxima densificación
a 1,2 a 1,5 veces el diámetro del pilón. Sin embargo, se pueden obtener Pesos Unitarios secos superiores a
3
1,6 t/m en espesores de 2,5 a 3,5 m., lo cual en la mayoría de los casos es suficiente para disminuir o anular
la susceptibilidad al colapso del suelo. Una variante a este método es realizar la compactación solamente en
los lugares donde actúan las cargas y no en toda el área de la construcción. Por ejemplo, en casos de
fundaciones de muros de carga o fundación de columnas, el mejoramiento del suelo se logra densificando la
zona de influencia del bulbo de presiones, o sea la zona donde los incrementos de presión pueden hacer
colapsar el suelo.

Compactación por medio de pequeños pilotes piramidales

En cierta forma este método es una variante del método anterior. Consiste en hincar un pilote piramidal de
3 a 4 metros de longitud, con una sección transversal superior de 60 x 60 a 70 x 70 cm., y una sección
transversal inferior de 10 x 10 cm. Una vez retirado el pilote la cavidad se rellena con hormigón. Este tipo de
metodología da excelentes resultados en áreas en donde existe un espesor de suelos potencialmente
colapsables (no autocolapsables) de 3,0 o 4,0 m de profundidad, pero que colapsarán si están sometidos a
los incrementos de carga transmitidos por las construcciones. Una de las ventajas del método es la completa
mecanización de todas las operaciones. Una variante a este método consiste en realizar la hinca sobre una
capa de piedra partida, dando como resultado un bulbo de suelo compactado alrededor de la capa de piedra,
mejorando la capacidad de carga por la punta del pilote así construido.

Compactación por pilotes de suelo

Este es uno de los métodos más usuales para compactar espesores importantes (18 a 20 m.) de suelos
loéssicos susceptibles al colapso. El procedimiento consta de dos partes: primero se realiza la perforación y
segundo se llena la cavidad con suelo compactado. La perforación se realiza usualmente mediante la hinca
de un pilote metálico con base ensanchada (1,5 veces). En otra metodología de reciente uso, la excavación
se hace de la siguiente forma: se perfora hasta la profundidad deseada un hoyo de 8 cm. de diámetro dentro
del cual se coloca una columna de explosivos, que luego de estallar crea una perforación de
aproximadamente 0,80 m de diámetro. Después de efectuada esta perforación dinámica" la cavidad se
rellena con suelo local, introducido en tongadas de 100 a 200 Kg, que luego son compactadas dinámicamente
por medio de un útil especial. Concluidas ambas etapas quedan formadas columnas de suelo compactado
con un diámetro aproximado igual a dos veces el de la perforación. El grado de compactación va decreciendo
a medida que se aleja del centro de la columna, por tal motivo es importante conocer esta ley de
decrecimiento para diseñar correctamente la cuadrícula de pilotes de suelo. Al igual que en los otros
métodos, la eficiencia del sistema aumenta en la medida que la humedad del suelo natural y compactado se
encuentre a una humedad cercana al Limite Plástico. Por tal motivo es usual que previo a la perforación se
realice una humectación del espesor de suelos a compactar. Las densidades alcanzadas son del orden de 1,70
3
a 1,80 t/m , que son suficientes para evitar el colapso por peso propio y permiten el use del espesor
compactado como manto de fundación.

Compactación por explosiones de gas

Esta relativamente nueva metodología de compactar espesores de suelos colapsables consiste en introducir,
a través de una lanza de agua a presión, una cámara de compresión que contiene una mezcla de gas propano
y oxígeno, la cual se va elevando a medida que se producen una serie de explosiones de la mezcla. De este
3
modo se va generando una columna 1,20 1,40 m de suelo compactado (Densidad de 1,50 t/cm )
(Martemyanov et al, 1979).

Compactación por humedecimiento (Hidrocompactación)

En este caso se utiliza la propia susceptibilidad del suelo a colapsar bajo peso propio. El método más
frecuente de realizar la humectación o saturación del terreno, es a través de infiltración del agua desde la
superficie del terreno, para lo cual se efectúan excavaciones poco profundas (0,40 a 0,80 m) o bien se
construyen grandes estanques. En muchos casos a efectos de acelerar el ingreso del agua al terreno se
construye dentro del estanque, drenes de arena convenientemente espaciados. Este sistema ha sido
empleado ampliamente en varias partes del mundo, por ejemplo en EE.UU. por Gibbs y Bara (1967) y
Clevenger (1956); en Rumania por Bally et al (1965,1969); en la URSS por Lomize (1968) y Mustafaef (1967);
en China por Lin y Liang (1982); y en Argentina por Moll et al (1979). A pesar de su amplia utilización y su bajo
costo, el método presenta una serie de inconvenientes: aparición de grietas de tracción en el contorno del
área inundada; existencia de importantes deformaciones posteriores al colapso; necesidad de recompactar
los 4 ó 5 primeros metros utilizando otro tipo de metodología. La efectividad de este método se mejora
sustancialmente si al mismo se lo combina con otro método de compactación dinámica.

Compactación por humedecimiento previo y por explosiones profundas

Este método fue desarrollado en la Unión Soviética por Livinov (1976) en la década de los 60. El espesor de
suelos a compactar es previamente humedecido a través de un sistema de drenes (cuadrícula de 3 x 3 a 5 x
5 m). Las cargas explosivas (5 a 7 Kg.) son colocadas en el fondo de los mismos drenes o bien en tubos
metálicos colocados en perforaciones adicionales. La cuadrícula con las cargas es aproximadamente de 4 x 4
m. En este procedimiento no es necesaria la completa saturación del suelo, que por ejemplo necesita el
método anterior. Posterior al humedecimiento se hacen estallar las cargas de toda un área (2.000 a 50.000
2
m ). La explosión genera una onda de choque que hace licuar la estructura del suelo, lo cual permite un
reacomodamiento de las partículas y un crecimiento de la densidad del suelo. En ciertos casos es aconsejable
la construcción de trincheras alrededor de la zona a compactar a efectos de evitar la propagación de grietas
fuera de ella. La explosión produce un importante a inmediato asentamiento de la superficie del terreno. Los
asentamientos en general se estabilizan al cabo de 3 ó 4 semanas. Este tipo de método es aconsejable cuando
se desea compactar grandes volúmenes de suelo, particularmente en grandes complejos industriales o bien
en obras hidroeléctricas.

Métodos de mejoramiento de las propiedades del suelo por modificación de su granulometría

En este apartado se incluyen aquellos métodos de estabilización consistentes en la mezcla y posterior


compactación de suelo colapsable con otros materiales (arena, gravas) a efectos de conseguir mayor
resistencia y mayor rigidez. Este tipo de estabilización es de amplio use en la ingeniería vial, en la construcción
de bases y de sub-bases.

Métodos de mejoramiento de las propiedades del suelo por la creación de nuevos contactos
cohesivos

Inyecciones de agentes químicos

Las investigaciones y las realizaciones en este tipo de estabilizaciones se han desarrollado principalmente en
la Unión Soviética. Según Mitchell (1981) la razón principal por la cual estos métodos no se han extendido
universalmente se debe principalmente a los altos costos, frente a otros tipos de estabilizaciones. Sin
embargo, Esvtatiev (1988) da cuenta de la existencia, en la URSS, de más de 800 proyectos en donde se han
utilizado satisfactoriamente p. ej. el método de silicatización). Esto ha permitido un continuo mejoramiento
de la tecnología, una reducción de los costos y una abundante normativa en la regulación de su uso. El agente
químico más utilizado, por su bajo costo frente a otros agentes químicos, es el Silicato de Sodio. El método
consiste en inyectar en todo el espesor de suelo a tratar, una solución de silicato de sodio diámetro con
perforaciones de 3 mm protegidas por un manguito de goma. La inyección se realiza a una presión de 2,0 a
4,0 Kg/cm2 y una descarga de 48 litros por minuto (Zvyagin et al, 1978). La silicatización del suelo es sólo
posible en un medio fuertemente alcalino. Según Sokolovic (1973) se logra una mejor eficiencia mediante
una pre y post gasificación con carbonato de calcio. Luego de la inyección, tres son los cambios que se
2
observan en el suelo: un aumento significativo de la resistencia a la compresión (superior a 20 Kg/cm ), una
eliminación de la susceptibilidad al colapso y una disminución de la permeabilidad. Otro de los tratamientos
con agentes químicos es la inyección de amoníaco. La mejora en el suelo es inferior al tratamiento por
silicatización, además presenta la desventaja de ser un elemento tóxico y su utilización requiere medidas
especiales de protección (Sokolovic, 1973).

Estas técnicas se proyectan para aplicar cementación y resistencia a los suelos colapsables de tal forma que
se reduzca el colapso si se presenta un humedecimiento posterior, por supuesto, algo de humedecimiento
ocurre en el proceso mismo del inyectado del agente cementante. La extensión a la cual este
prehumedecimiento es efectivo en reducir asentamientos futuros depende de la minuciosidad con que se
llevó a cabo el humedecimiento y del porcentaje de esfuerzo total debido a la sobrecarga. La inyección de
una solución de silicato de sodio ha sido usada extensivamente en la antes Unión Soviética y en Bulgaria. Esta
técnica se usa tanto para suelos colapsables secos, como para suelos húmedos, que se espera se compriman
bajo el preso de estructuras que se colocarán sobre ellos. Aunque parece que han sido principalmente los
suelos que han sido humedecidos, los que mejor responden a esta técnica, han sido también usadas como
una medida de remedio cuando un humedecimiento parcial ha causado algo de daño.
Esta técnica consta de las siguientes fases:

Inyección de dióxido de carbono para remover parcialmente el contenido de agua presente, y también para
lograr una activación parcial del suelo.

Inyección de una lechada de silicato de sodio.

Inyección de dióxido de carbono para neutralizar el álcali.

Se logra con esto una modificación del equilibrio químico y la formación de un gel de sílice ácido. Un resultado
característico de la reacción, es el rápido endurecimiento del gel que envuelve a las partículas de suelo en la
forma de una película y logra cementarlos, convirtiendo así al suelo en una masa monolítica dura que tiene
una permeabilidad relativamente baja. La inyección de amonio ha sido también usada en los suelos húmedos;
sin embargo, el efecto de estabilización es mucho menor al efecto causado por el silicato de sodio, además
el uso de amonia es peligroso.

Estabilización térmica

Esta técnica comenzó a desarroIlarse en la URSS en la década de los años 50, y ha sido utilizada exitosamente
en un importante número de emprendimientos. Según Esvtatiev (1988) la aplicación de este método es
técnica y económicamente aconsejable en los siguientes casos: a) en la estabilización de fundaciones
existentes de estructuras altas como chimeneas, tanques de agua; b) en la paralización de los asentamientos
en construcciones existentes, provocados por el colapso del suelo. Las propiedades de los minerales arcillosos
cambian cuando éstos son sometidos a altas temperaturas, lo cual genera un aumento importante de la
resistencia y por ende la eliminación de la susceptibilidad al colapso del suelo. La tecnología ha ido variando
y mejorando su eficiencia a lo largo de estas décadas. No obstante la variedad de métodos, casi todos ellos
consisten en la introducción de un quemador de fuel o gas dentro de un pre pozo de 0,20 metros de diámetro,
2
con una presión de aire de 2,0 a 3,0 Kg/cm . De esta forma al cabo de 10 a 15 días se consigue una columna
estabilizada de suelo de 2,0 a 3,0 metros y una profundidad de 10 a 15 metros (Beles y Stanculescu, 1958).

Estabilización mediante mezclado mecánico con agentes cementantes

El objetivo de este tipo de estabilización es la creación de columnas o pilotes de suelo con alta resistencia y
rigidez, que permitan la transferencia de las cargas a mantos más profundos y estables. Varios son los
métodos constructivos que pueden agruparse dentro de este grupo. Los subdividiremos en los siguientes
subgrupos, dependiendo del lugar en donde se realiza la mezcla del suelo con el agente cementante.

1. La mezcla del suelo y el agente cementante se realiza en superficie. En este caso la excavación se puede
realizar bien utilizando la técnica constructiva empleada en los pilotes de suelo (hinca), o bien usar técnicas
usuales de perforación. La mezcla del suelo con el agente cementante (preferentemente Cemento Portland)
puede ser fluida (suelo cemento plástico) a introducirse dentro de la excavación en forma de pastones; o
bien mezclar el suelo y el cemento con porcentaje de humedad óptimo a introducirlos en la perforación en
tongadas (100 a 200 Kg) las cuales posteriormente son compactadas dentro de la misma excavación. Por lo
tanto existen cuatro variantes según sea el tipo de excavación y el tipo de mezcla.

2. La mezcla del suelo y el cemento se realiza en el mismo proceso de perforación. En este caso la mezcla del
agente cementante se realiza con el propio suelo. La mezcla puede realizarse mediante útiles especiales que
van mezclando el suelo con una lechada de cemento o bien usar la técnica del jet grouting mediante un
chorro de lechada a alta presión.

Métodos de mejoramiento por medio del reemplazo del suelo colapsable por suelo no colapsable

Este tipo de estabilización se realiza principalmente en terrenos con suelos potencialmente colapsables, en
los cuales la presencia de cargas adicionales en superficie puede generar asentamientos adicionales ante un
incremento de la humedad del suelo. Así, una parte del suelo colapsable superficial, ubicado directamente
debajo de las fundaciones, es excavado, extraído y reemplazado por otro material más competente. Los
materiales generalmente utilizados son los siguientes: el mismo suelo extraído, compactado y eventualmente
estabilizado granulométricamente; arena compactada o suelo cemento compactado. La elección del tipo de
material está condicionada generalmente por variables técnico económicas. Los espesores de estos mantos
son variables (1 a 4 m) dependiendo del tipo de cargas y de las características del proyecto. Por ejemplo en
algunos proyectos, los condicionantes pueden ser los asentamientos diferenciales (edificios), en cambio en
otros (canales), no sólo importa disminuir la probabilidad que se produzca el colapso, sino también lograr
una capa de suelo más impermeable. Este tipo de metodología ha sido utilizada con éxito en numerosos
países y en innumerables tipos de obras. También es frecuente el empleo de esta metodología en forma
conjunta con otro tipo de estabilización profunda, cuando se presentan mantos de suelos colapsables
profundos y con espesores muy dispares.

Medidas conducentes a evitar la iniciación del colapso

Arriba, se señalaron los tipos de humedecimientos, que según Goldstein (1969), pueden presentarse en una
masa de suelo:

a) humedecimiento localizado por rotura de conducciones hidráulicas o infiltraciones de aguas de lluvia;

b) humedecimiento extenso causado por roturas de canales o efluentes industriales;

c) ascenso del nivel freático;

d) aumento gradual y lento del contenido de humedad, por condensación del vapor de agua, provocados por
condiciones ambientales.

Muchos de estos tipos de humedecimientos pueden ser prevenidos, principalmente los primeros, pues en
general éstos son debidos a fallas o roturas de las instalaciones de la misma construcción. En cambio los otros
tipos de humedecimientos están condicionados por factores externos al proyecto, como por ejemplo puede
ser el ascenso del nivel freático o la rotura de un canal cercano y ajeno al proyecto. La acción del proyectista
debe estar encaminada principalmente a impedir, dentro de los límites del proyecto, la generación de estos
humedecimientos provocados por elementos de la propia construcción. Robinson y Narkiewicz (1982)
sugieren las siguientes medidas de protección contra el humedecimiento de edificios:

a) Pendientes adecuadas en la superficie del terreno que rodea a la construcción, de modo que no se
produzcan embalsamientos de agua en las cercanías de las fundaciones y que cualquier pérdida de agua
pueda ser eliminada con rapidez.

b) Canalización de todos los desagües de techos y patios hacia el exterior de la construcción.


c) Instalación de membranas impermeables o pavimentación de la superase que rodea a la construcción, de
modo de limitar la infiltración de agua en el suelo adyacente a las construcciones.

d) Encerrar las conducciones de agua o efluentes cloacales dentro de conductos de fácil acceso, a efectos de
detectar posibles pérdidas.

Algunas de estas medidas requieren una serie de medidas de control y mantenimiento durante la vida útil de
la obra, de manera que periódicamente se realicen inspecciones a las instalaciones y puedan detectarse
pérdidas o daños en las mismas. También es aconsejable que los propietarios de la obra conozcan
perfectamente los riegos a que está expuesta la misma, de modo que su actividad y/o descuidos no inicie
procesos de humedecimiento del terreno.

Las medidas de protección, en otros tipos de obras civiles (canales o caminos), tienen la misma filosofía, es
decir, elementos de protección que impidan o dificulten la entrada del agua en el terreno de fundación. Así
por ejemplo, en las obras lineales se debe prestar una especial atención al diseño del sistema de
alcantarillado y de desagües. En algunos casos, estas obras suelen seguir parcialmente las curvas de nivel del
terreno, convirtiéndose en verdaderas presas que impiden el natural escurrimiento de las aguas, provocando
la acumulación de agua en su entorno, lo que genera un humedecimiento generalizado del terreno de
fundación con los consecuentes daños en la obra.

Es frecuente que en ciertos tipos de obras, como viviendas unifamiliares de una planta o incluso caminos y
canales, las únicas medidas a adoptar sean las presentadas en este apartado, ya que la utilización de técnicas
de mejoramiento o fundaciones profundas resultan prohibitivas. En realidad la mayoría de las obras aludidas
se construyen admitiendo el riesgo de un posible colapso del terreno. El buen comportamiento que han
tenido la mayoría de ellas se debe fundamentalmente a que no se ha producido ningún tipo de
humedecimiento. En contraste, los daños son serios en aquellas obras que los han sufrido. Por todo ello, es
un deber de los investigadores a ingenieros buscar nuevas soluciones económicas que permitan disminuir los
riesgos, y por ende los daños en este tipo de obras. Uno de los caminos en tal sentido, es el estudio de
estructuras que absorban o minimicen los posibles asentamientos diferenciales provocados por el
humedecimiento localizado del suelo sin un aumento excesivo de los costos.

Estructuras y/o fundaciones que admiten y resisten los fenómenos provocados por el colapso

El análisis de este apartado se centrará principalmente en el estudio de las fundaciones superficiales en


suelos potencialmente colapsables, ya que el otro gran grupo de soluciones: fundaciones profundas
mediante pilotes, será objeto de un examen detallado en los apartados siguientes.

La lista de estructuras que se asientan directamente sobre mantos de suelos potencialmente colapsables es
amplia, entre ellas pueden señalarse: viviendas unifamiliares, construcciones transitorias, galpones, ductos
enterrados, canales, caminos, etc.

Las fundaciones directas sobre suelos colapsables pueden ser divididas en dos grupos:

a) Fundaciones rígidas, utilizadas principalmente en estructuras livianas y con cargas puntuales, por ejemplo,
torres de líneas de alta tensión, columnas de naves industriales o depósitos. En general, este tipo de
estructuras tienen algunos rasgos comunes, como son por ejemplo: cargas verticales bajas, cargas
horizontales importantes, y en general suelen aceptar asentamientos admisibles mayores.
b) Fundaciones de baja rigidez longitudinal, en este caso se trata de estructuras con cargas lineales (muros
de carga, canales, etc.) con baja rigidez en el sentido de las cargas. Este tipo de estructuras son sensibles a
humedecimientos localizados del terreno que generan asientos diferenciales importantes. En general, las
medidas que suelen tomarse para disminuir los efectos de los asientos diferenciales son las siguientes: diseño
de elementos que rigidicen la estructura (Clemence Y Finbarr, 1981), y el diseño de elementos constructivos
que eviten la introducción del agua en el terreno, señalados anteriormente.

Vibroflotación

El uso de Vibroflotación para suelos colapsables es esencialmente el mismo que se emplea para suelos
arenosos sueltos, una sonda vibratoria es hincada a chorros en el lugar y después se introduce grava o arena
a lo largo del sitio. Se logra a través de prehumedecimiento, así como el reforzamiento y rigidez debido a las
columnas de roca que se forman.

Voladuras profundas combinadas con prehumedecimiento

El suelo colapsable es prehumedecido a un grado de saturación del orden del 80% o más, luego una voladura
profunda sencilla se emplea para romper la estructura del suelo, de tal manera que se densifique
completamente bajo su propio peso.

Otra forma difiere en que la perforación se usa para formar una zona compactada (alrededor de la
perforación) por medio de la acción de un conjunto de cargas de voladuras simultáneas, las cavidades
formadas son primeramente rellenadas con agua, después arena y grava.

Humedecimiento controlado

Difiere a la de prehumedecimiento en que es ejecutada con la estructura en el lugar. El humedecimiento

Debe ser cuidadosa y progresivamente con un monitoreo concurrente de la posición de la estructura para
asegurar que los movimientos diferenciales permanezcan dentro de los límites tolerables, als cantidades de
agua deben ser aproximadamente medidas y agregadas en incrementos. El humedecimiento deberá ser
hecho antes de que las conexiones estructurales sensitivas fueran instaladas y también antes de que los
componentes, tales como vidrios de ventana, mosaicos y azulejos sean colocados. Idealmente la primera
etapa del humedecimiento sería completada antes de que la estructura fuera construida, esta técnica podría
también ser usada como una medida de remedio o arreglo para renivelar la estructura que ha experimentado
humedecimiento diferencial y su consecuente asentamiento diferencial.

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