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Pero el debate se inició cuando un usuario de esa red –Twitter– hizo una
pregunta sugerente: “¿Pueden explicar el porqué del costo de US$ 6.15 millones
por km? Esto es 5 veces el promedio del costo por km en Latinoamérica y 35
veces el costo por lo mismo en Europa”, escribió, dejando frío al ministro, quien
no alcanzó a precisar si la cifra que él daba para la citada autopista era en soles o
en dólares.
Sea lo que fuere, el debate continuó en otros foros. Por eso es que cuando se
observan los pagos realizados en la ejecución de cada uno de los tramos II, III y
IV del Corredor Vial Interoceánico Perú-Brasil (IIRSA-Sur) y de IIRSA Norte,
de las carreteras interoceánicas Perú-Brasil, nos damos con la sorpresa que desde
el año 2006 al 2015 los promedios del costo por kilómetro de carretera están
entre 3’470,450 dólares para el tramo II de IIRSA Sur a 1’170,582 en IIRSA
Norte, es decir se ubican entre los más caros del mundo.
Estos precios están muy por encima de los cálculos que en junio de 2011 hizo el
entonces ministro de Transportes y Comunicaciones, Enrique Cornejo, en la
segunda administración aprista, al considerar que el costo de un kilómetro de
carretera pavimentada en el Perú estaba entre 800 mil y 1 millón de dólares, vale
decir un promedio de 900 mil dólares, aunque esta cifra podía ser más elevada en
los terrenos difíciles de la sierra o la selva.
Los citados cálculos en las IIRSA Sur e IIRSA Norte están en la página 81 del
llamado “Informe Pari” de la primera comisión Lava Jato, que el mismo
excongresista Juan Pari lo reafirmó en conversación con EXPRESO.
Antes, hizo el agregado de que sus cálculos están con cifras oficiales hasta
diciembre de 2015, cuando las Interoceánicas en su conjunto le habían costado al
erario público la friolera de 4,233 millones 504 mil dólares.
Sin embargo, según Pari Choquecota, este monto debe haber aumentado, al igual
que el gasto por kilómetro de carretera, porque después del 2015 se confirmaron
otros desembolsos por alrededor de 500 millones de dólares a favor de Odebrecht
y sus consorciadas (Graña y Montero, JCC Contratistas Generales) y en menor
medida para otras constructoras brasileñas como Andrade y Gutierrez, Camargo
Correa y Queiroz Galvao.
Para redondear, el cuadro del informe en mención indica que los 955 km del
tramo de la vía IIRSA Norte costaron 1,118’022,000 dólares, lo que equivale a
un valor de inversión de 1’118,000 de la divisa norteamericana.
OTROS PARÁMETROS
Al margen de los cálculos hechos por Enrique Cornejo, la prensa especializada,
como el portal Infobae de Argentina, hizo un trabajo de investigación tomando
como referentes algunas carreteras simples realizadas en cuatro países de
América latina –México, Bolivia, Perú y Argentina–.
Es así que en septiembre de 2013 dicho portal concluye que “el valor medio de
los mil metros en estos cuatro países latinoamericanos es de 1.2 millones de
dólares [por km de carretera]”, como se puede leer
en https://www.infobae.com/2013/09/29/1512287-el-kilometro-carretera-
america-latina-cuesta-7-veces-mas-que-europa/.
En México fue de 2 millones de dólares por km de pista sobre la base de la
carretera Campeche-Mérida; en Bolivia la construcción del tramo Cuchu Ingenio
– San Lorenzo de la carretera Potosí – Tarija fue calculado en 700 mil dólares
por km, y la ruta Santa Bárbara – Caranavi – Río Alto Beni, fue de 1.3 millones
de dólares por km, lo que hace que el promedio por km sea de “un millón de
dólares en el país altiplánico”.
ALEMANIA
Las comparaciones con Europa sí son letales para la praxis peruana y
latinoamericana. Sobre la base de una auditoría del Tribunal de Cuentas Europeo
(TCE) se compararon 24 proyectos viales ejecutados en España, Polonia, Grecia
y Alemania entre los años 2000 y 2013, esto sin tomar en cuenta las diferencias
de precios en obras complejas de ingeniería como túneles y viaductos.
El caso alemán es el más llamativo porque las licitaciones las gana casi siempre
la oferta más económica porque cualquiera puede participar, lo que no ocurre en
otros países como España, donde solo compiten las empresas previamente
autorizadas por el Ministerio de Economía. Es más, en Alemania, el ganador de
las buenas pros debe efectuar la obra con sus propios recursos.
Allí no hay pago de recursos públicos para adelanto de obra, como sucede en el
Perú, Argentina y otros países latinoamericanos donde además se han instituido
las famosas “adendas”, como se ha visto en el caso Lava Jato.
Torres lo acepta ahora por la presencia de “delatores” sobre el tema, lo que abre
la posibilidad de conocer lo ocurrido en licitaciones de carreteras nacionales
sobre un tema sujeto a sospechas hace mucho tiempo.
“El suscrito, director por diez años [de Provías], declara encontrarse limpio de
prácticas ilegales y que hará todo lo que esté a su alcance para que las
investigaciones sean exitosas. Pido que se me investigue completamente”,
declaró según información que circula en la red.
Ante este tema, EXPRESO conversó con el experto en contrataciones del Estado,
Alex Starost, quien a mediados de 2013 hizo la primera denuncia sobre el Club
de Constructores en el diario La República y que ahora es materia de
investigación fiscal a raíz de las delaciones de un colaborador eficaz ligado a la
constructora Odebrecht.
El mismo consorcio antes citado del Tramo 2 fue beneficiado con la concesión
del Tramo 3 para la IIRSA Sur y en el tramo 4 participaron Andrade Gutierrez,
Camargo Correa y Queiroz Galvao.
Mientras el año pasado, por estas mismas fechas, ya se hablaba
de la cancelación del gasoducto del sur y las consecuencias
negativas que dicha decisión supondría para nuestra economía,
apenas unos días después de haberse iniciado el 2018, el
protagonismo de importantes megaproyectos vuelve a saltar
a la palestra.
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