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LACELESTINA

UN MOTIVO MAS PARA ENAMORASE

ACTO I (pecado)

ESCENA I

NARRADOR: ¡Esta es la historia de un par de enamorados!


Puedes ser tú, puedo ser yo, pero no.
Son Calixto y Melibea dos amantes furtivos
Que para llegar a estos amoríos,
Necesitaran de una ayuda extra ¡la bruja!
Claro después de Calixto caer a los pies de Melibea.

NARRADOR: Y así comienza la historia con un hermoso paisaje, Calixto se encuentra


buscando un halcón, cuando de pronto se encuentra en el jardín de una gran mansión.

CALIXTO: ¡Oh! Nunca mis ojos han visto tanta belleza junta en un solo ser. Que hermosura que
dios a creado.

MELIBEA: Como se atreve, tanta insolencia, irrumpe en mi patio y aun así se atreve a cortejarme
jaaa... que descaro y que desfachatez. Vete, vete de mi patio pues nos haz sido invitado.

NARRADOR: Calixto asiente la cabeza y lanza un gran suspiro lamentándose de su desventura y


se va.

ESCENA II (la ayuda)

NARRADOR: Estando en su casa, su criado sempronio lo ve afligido y le dice:

SEMPRONIO: Que le acongoja a mi amo.

CALIXTO: El amor de una hermosa mujer que acabo de conocer.

SEMPRONIO: Tranquilo mi amo le tengo la cura para su mal.

CALIXTO: Dime, dime pronto que puedo hacer.

NARRADOR: Sempronio conocía a una vieja bruja llamada Celestina, a la cual el frecuentaba pues
tenia amoríos con su criada Elicia.

SEMPRONIO: Es Celestina una vieja hechicera que sabe cuanta maña se pueda imaginar.

CALIXTO: Ve, ve y tráela, pronto, pronto.

NARRADOR: Entonces Sempronio se dirige hacia casa de Celestina le cuenta todo el enredo y
allí se ponen de acuerdo con la bruja para sacar su buen provecho.
CELESTINA: Tu me traes a tu amo, yo le doy a su amor y recibimos a cambio unas cuantas
monedas de oro, ah pero eso si yo tendré la parte mas grande, 80 monedas de oro y a ti te
corresponderá 20.

SEMPRONIO: Bueno esta bien, no parece justo pero a un así lo haré.

NARRADOR: Pero Parmeno otro criado de Calixto, no estaba de acuerdo con su amo y le puso en
sobre aviso de aquella bruja.

PARMENO: Señor, señor no, hagas trato con esta astuta bruja, no os conviene. Ten mucho
cuidado.

CALIXTO: Tranquilo, no os preocupéis estaré bien, mi fiel criado.

NARRADOR: Pero aun así continua con su plan Calixto.

ESCENA III (el trato)

NARRADOR: A la mañana siguiente Calixto visita a Celestina y llegan a un trato.

CALIXTO: Celestina os me seguras que podrás traer hacia mi el amor de Melibea.

CELESTINA: Claro para mi nada me es imposible, en menos de lo que crees tendrás en cuerpo y
alma a Melibea muriendo de amor por ti, ah pero necesito un adelanto para comenzar mi trabajo.

CALIXTO: Esta bien te daré ahora ochenta monedas de oro y cuando tenga el amor de Melibea te
daré el resto.

ESCENA IV (el hechizo)

NARRADOR: Al día siguiente Celestina pide a sus ayudantas que trajesen una serie de cosas
para comenzar su hechizo.

CELESTINA: Elisa pasadme el aceite de serpentino, Areusa el papel escrito con sangre de
murciélago, y la madeja de hilado.

NARRADOR: Ya estando hecha la poción, invoca a los espíritus lanzando algunas frases y al final
un relámpago lo sella.

CELESTINA: Ya esta hecho, abra cadabra, patas de cabra, que estas madejas de hilo lleguen a
manos de Melibea y caiga rendida de amor por Calixto.

ESCENA V (en casa de Melibea)

NARRADOR: Pero celestina necesitaba para su plan, algo que amase mucho Melibea, un cordón
especial de la joven y entonces se dirigió a su casa.

NARRADOR: Ya estando en casa de Melibea, celestina solicita una entrevista con la madre de
Melibea, Alisa. La ingenua mujer la recibe.
NARRADOR: Celestina se hace pasar por una vieja vecina, que vive de la venta de hilos, pero
Alisa no puede atenderla, pues su hermana acaba de enfermar, entonces llama a Melibea para que
atendiese a la pobre anciana, que buena ocasión para Celestina, para hablarle a la joven de
Calixto.

CELESTINA: Oh! hermosa niña conozco a un joven que sufre por tu amor, se llama Calixto.

MELIBEA: ¿Calixto?, ¿el loco del jardín?, no, no me hable de ese hombre, que se a creído,
retírese, retírese por favor, usted es una cómplice de él.

CELESTINA: No mi niña el joven se aqueja de un dolor de muela nada más y tú eres la única que
lo puede ayudar.

MELIBEA: yo, ¿acaso en que puedo ayudar a ese loco?

CELESTINA: si mi niña, solo necesita que hagas una oración que solo tu te sabes y le regales un
cordón que llevas puesto, con esto el podrá ser curado.

MELIBEA: ¿Esta segura?, está bien, pero no me volverán a molestar más nunca.

NARRADOR. La ingenua joven le entrega el cordón y le escribe la oración.

ESCENA VI (en casa de Melibea)

NARRADOR: En la mañana siguiente, Melibea manda a llamar a Celestina con gra apuro, de
inmediato su criada la trae.

MELIBEA: Celestina, donde esta, donde está Calixto, siento un enorme deseo de verle, por favor
ayúdame para poder verlo.

CELESTINA. Está bien, hermosa niña a las doce sal al jardín y allí estará esperándote Calixto.

MELIBEA: Esta bien allí estaré sin falta.

ESCENA VII (en el jardín)

NARRADOR: A la hora pactada llego Calixto a casa de Melibea. Allí se entregan en las mieles del
amor, con grandes besos como si el mundo se fuese acabar.

NARRADOR: Al rato tuvo que partir, pero no sin antes acordar reunirse de nuevo al día siguiente.

ESCENA VIII (en casa de celestina)

NARRADOR: En otro lado, sempronio y Parmeno se dirigen a casa de Celestina muy contentos,
para recibir la parte acordada, pero.

PARMENO Y SEMPRONIO: Venimos por nuestra parte.

CELESTINA: Cual parte, si ustedes no hicieron nada, a caso creen que les daré algo, jajajajajaaja
pobres ilusos.

NARRADOR: Parmeno y sempronio llenos de ira, se lanza contra la vieja bruja y la matan a
golpes. Entre tanto Elicia los ve y empieza a gritar.
ELICIA: Auxilio, auxilio, ayúdenla, es Celestina.

NARRADOR: En ese momento llega la justicia, ellos tratan de huir, pero no pueden, pues los
capturan y a la mañana siguiente son decapitados.

ESCENA IX (en el jardín de Melibea)

NARRADOR: Estaban juntos otra vez Melibea y Calixto cuando de pronto oyen una algarabía,
entonces Calixto se despide de Melibea y sale corriendo. Pero con tan mala suerte que al saltar la
tapia del jardín resbala y muere.

NARRADOR: Se entero entonces Melibea de tan trágica muerte de su amado y sale a la terraza y
a voz fuerte llora y grita una palabras de dolor.

MELIBEA: ¡Oh amor, amor, que no pensé que tenías fuerza ni poder en mi alma y mi corazón!
Bien pensé que de tus lazos me había librado, herida fue de ti mi juventud, por que por medio de
tus brasas de amor pasé. ¿Por qué me soltaste a ahora al vació? Ahora, ahora cuando más te
amo, cuando sin ti no se vivir, ay dolor, dolor que lastima el corazón hasta lo más profundo de la
cimiente.

NARRADOR: Terminando estas palabras se lanza al vació y también muere. Sus padres
desconsolados la abrazan y lloran tanta desventura.

NARRADOR: y con un triste final se marcha este servidor, no sin antes decirle la moraleja de esta
historia. No todo lo que deseas se puede tener y no todo lo que tienes se puede despreciar.

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