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El encanto de la literatura española

Muchos escritores y escritoras se han dado a la tarea de publicar textos que captan la

atención de nosotros los lectores. De ahí que podamos sentir algún encanto por la literatura. En

mi aspecto personal, la literatura que más me apasiona es la española, pues he tenido la oportunidad

de realizar varias investigaciones y definitivamente ese tipo de literatura se ha convertido en mi

encanto. Son muchas las épocas que abarca la literatura Española, pero solo me dedico a realizar

investigaciones sobre el Siglo de Oro. El libro que me sirvió de inspiración en mis primeros pasos

de mis estudios de maestría fue sin duda, El Lazarillo de Tormes.

Como todos sabemos, este es un libro que pertenece al género picaresco y una de sus

principales características es que sirve de entretenimiento al público lector. Por lo tanto, estamos

enfrentados ante un texto que por poseer ciertas características picarescas, invita a ser leído y

analizado detenidamente. Cabe destacar, que existen tres versiones del Lazarillo. La primera se

publicó bajo anonimato en el año 1554 por ser escrita bajo el rigor de la Península Ibérica. La

segunda versión también se publicó bajo anonimato en el año 1555 y la tercera versión se publicó

en Francia en el año 1620 por Juan de Luna. De ahí que esta última versión haya disfrutado de

total libertad, pues fue escrita fuera de las garras inquisitoriales.

El encanto del Lazarillo se une ahora a otro texto que pasó a formar parte de la exquisita

literatura Española. Me refiero a La Celestina publicada en el año 1499 por Fernando de Rojas.

Ambos textos comparten rasgos en común, pues se podría decir con certeza que en ellos prevalecen

las características del género picaresco. Es importante destacar, que La Celestina se convierte en

la antesala del Lazarillo de Tormes, porque en ella vamos a encontrar rasgos que eventualmente

volverán a aparecer en el Lazarillo. Definitivamente, estos dos textos son mi encanto porque han

formado parte de mi aventura literaria. Son muchos los talentos que poseen los seres humanos,
pero siempre hay unos que se destacan más que otros. A muchos les apasiona el baile, el teatro,

el deporte, el canto, la lectura, entre otros talentos de gran relevancia. Sin embargo, yo opté por

el campo de la lectura, pues es ella la que me permite continuar creciendo en mi ámbito académico

y profesional. No hay nada mejor que dedicar horas enteras a la lectura de libros, pues quién sabe

si en algún momento tus sueños se convertirán en una realidad. No hay nada imposible. Lo

importante es aprender a creer en que lo podemos lograr y veremos excelentes resultados. Esto

nos ayuda a ser productivos en nuestras áreas de trabajo y así comenzaremos a marcar la diferencia

en medio de un mundo tan competitivo como es el nuestro. Ustedes se preguntarán: ¿por qué ella

siente pasión por una literatura lejana a la nuestra? Es obvio, que lo piensen y se lo pregunten, pues

siendo yo puertorriqueña, decidí conocer otro tipo de literatura como lo es la española porque ella

abrió mis horizontes en medio de la aventura lazarillesca y celestinesca. Esto no significa que la

literatura puertorriqueña sea menos importante, pues hay que reconocer que nuestra tierra se ha

dado a conocer por grandes escritores, deportistas, cantantes, periodistas, maestros, abogados,

entre otras carreras de gran interés. No podemos olvidar los famosos versos de Luis Palés Matos

en su famoso poema titulado Majestad negra cuando dice:

“Por la encendida calle antillana

Va tembandumba de la quimbamba”…

Sin duda alguna, sus versos reafirman la verdadera esencia de lo que comprende nuestras

raíces. No podemos olvidar quiénes somos, pues nuestra literatura hace hincapié en la importancia

que adquiere el ser puertorriqueño. Lo mismo que hace Palés en estos versos, lo reitera Miguel de

Unamuno con el pueblo español cuando dice en su libro titulado Niebla: ¡Pues sí, soy español,

español de nacimiento, de educación, de cuerpo, de espíritu, de lengua y hasta de profesión y

oficio; español sobre todo y ante todo, y el españolismo es mi religión, y el cielo en que quiero
creer es una España celestial y eterna, y mi Dios un Dios, el de Nuestro Señor Don Quijote, un

dios que piensa en español y en español dijo: ¡sea la luz!, y su verbo fue verbo español...!

En fin, no importa si somos puertorriqueños o somos españoles. Lo importante es

reconocer que si hoy día hablamos español es gracias a nuestra madre España, tierra de grandes

escritores que producen en nosotros un gran encanto por su exquisita literatura.

Obras citadas

Anónimo. Lazarillo de Tormes. Edición de Francisco Rico. 18ª ed. Madrid: Cátedra,
2005.

Rojas, Fernando de. La Celestina. Edición de Dorothy S. Severin. 9ª ed. Madrid: Cátedra,
1995.

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