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5º encuentro
Lenguaje, razón y realidad.
I
Lenguaje y razón.
1
Para evitar las continuas citas, se deja constancia que este apartado ha sido hecho en base del diálogo “De Magistro”
2
Por esta razón Agustín plantea la cuestión que parece irrelevante y es si lo importante es el signo como objeto –
deteniéndose en su musicalidad o belleza- o lo que refiere ese signo. Sin embargo esta observación no está de más,
frente al excesiva importancia de algunos lingüistas modernos por el enfoque inaugurado por Dionisio.
2
1.3. Para determinar cuales son las condiciones en las que la razón humana
puede operar para conocer y signar, Agustín se remite a las doctrinas
platónicas, pero dándole un sesgo particular.
Para Agustin los sentidos no son meramente pasivos, que son llevados
de aquí para allí por los estímulos externos, sino que se vuelcan en la
“comunicación” con el mundo.3 Por eso el sentir debe ser interpretado, lo que no
puede lograrse si no es por un rastreo en el origen de las condiciones del
conocimiento y obrar sensibles. Para Agustín el alma humana contiene en sí
las reglas y normas que guían la sensibilidad, prescribiendo a ésta de cierta ley
y medida, como p.e. en la idea de unidad, de la que siempre debe echar mano
la experiencia sensible.
Esta idea prescriptiva de ningún modo es abstraída de la experiencia
sensible: no podemos pensar en lo múltiple, si no tenemos conocimiento de lo
uno, lo cual no puede provenir de la pura experiencia sensible. 4 No queda pues
otra solución que reconocer que en las cosas materiales existe algo que
permita ser recogido por los sentidos y, a su vez, que éstos, de algún modo,
toman parte activa en lo racional. De lo contrario no existiría ningún puente
entre los sentidos, las cosas y la mente. Estos nexos son los “vestigios” o
“huellas” que indican la presencia de una racionalidad –la Razón divina
creadora- que posible la inteligibilidad de la realidad toda. 5
Será gracias a las ideas que la razón podrá descubrir la trama interior lo
que determinara su verdadero ser de los entes sensibles, en lo que tienen de
primariamente y en lo que tienen de cambiante. En efecto, muestran por una
parte, la verdad del ser en cuanto determinación a ser esto o aquello, es decir
en su finitud, sea por ocupar un lugar en la escala de los seres, sea por estar
limitado por la individualidad a un espacio y tiempo definidos. Por la otra, la
razón descubre la presencia de algo eterno en ellas, algo que las trasciende a
sí mismas. 8
1.4. La razón “habla” sobre todo en el lenguaje de las ciencias, las artes y la
sabiduría. Para determinar con precisión sus raíces, Agustín distingue, dentro
de la razón, la razón superior y la inferior, no como dos razones distintas, sino
como dos aplicaciones distintas en el campo teórico de la razón: una, referida a
las cosas temporales y la otra, a las eternas. En ambos casos la razón, en
calidad de juez, juzga lo que se le presenta. 9
A la razón inferior le compete a la ciencia, que le corresponde juzgar y
dirigir las acciones de lo existente en el espacio y tiempo, tanto de los entes
naturales como artificiales. A la razón superior, por el contrario, le cabe la
sabiduría que consiste en el conocimiento de aquello que posibilita todo juicio
último, o sea, las ideas y reglas eternas y a su vez, ascender a la fuente de las
mismas. La ciencia se ordena a la sabiduría que es esencialmente
contemplación, no acción; es un dirigirse hacia lo eterno, no hacia lo temporal. 10
II
Idea y realidad.
2.1. Hasta ahora se ha visto que las cosas son conocidas en la mente y como
tales son comunicadas a través de signos. Quedaba en pié la duda de si existe
un correlato entre la idea y la realidad. Es facil advertir que se trata de un
problema crucial. Para ello es menester trascender a la mente 11 y recurrir a
otra instancia para ello y es determinando el origen del ser de las cosas.
6
De vera rel. Cap.29
7
De Ord.L.II, cap. 11
8
De Trin.X,l
9
De vera rel. Cap.XXX (54)
10
De Trin. XII, 15 (25) Cf. De quant.an. cap. 23, (cuarto y sexto grado de perfeccion); De diversis quaet..83,1,2; De
trin.XV, 12, 1.- Mas adelante se retomará este tema.
11
De vera rel. Cap.39
4
12
Confesiones X, cap. 6
13
Cf. Contra Acad. L.II, cap.6
5
5º encuentro
Textos
2. La razón no sólo juzga de los objetos sensibles, sino también de los sentidos;
porqué, por ejemplo, en el agua puede parecer quebrado el remo recto y
porqué los sentido han de percibir necesariamente así. “ 15
4. “Al elevarnos interiormente sobre cuanto nos es común con los animales,
antes de arribar a las al conocimiento de las realidades inteligibles y supremas,
que son eternas, nos encontramos con el conocimiento racional de las cosas
temporales” 17
5. “ Cuando oigo decir que son tres los géneros de cuestiones – que la cosa es,
qué es y cual es- retengo las imágenes acústicas que componen estas
palabras, y sé que pasaron por el aire con sonoridad y que ya no existen. Pero
las cosas mismas significadas por estos sonidos, ni las ha tocado jamás ningún
sentido del cuerpo, ni las he visto en ninguna parte fuera de mi alma, ni lo
depositado en mi memoria son sus imágenes sino las cosas mismas.“ 18
uno y son mudas para con el otro, o por mejor decir, a entrambos y a todos
hablan; pero solamente las entienden los que saben cotejar aquella voz que
perciben por los sentidos exteriores, con la verdad que reside en su interior”. 20
21
evidencias empíricas tienen el mismo valor que las ideales.
20
Confesiones X, cap. 6
21
Conf.X, cap. 10