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INTRODUCCION:

Conocerás formas de aplicar conocimientos en casos reales que requieren solución en distintas
situaciones de su cotidianidad, empleando el lenguaje como elemento básico de la comunicación.

Adquirirán nuevas informaciones, además movilizarán constantemente los saberes que ya poseen
(conocimientos, habilidades, actitudes y valores), los cuales aplicarán en situaciones específicas y
condiciones particulares.

El objetivo central de esta asignatura es que ustedes desarrollen la competencia comunicativa con
base en las competencias lingüísticas. Manejarán formas de expresión de la lengua: reales,
informales, coloquiales y folclóricos; comprenderán y producirán diversos tipos de textos y analizarán
las formas expresivas de diversos medios de comunicación.
FUNCIONES COMUNICATIVAS:
Función referencial

Es la predominante en los mensajes corrientes, se centra en el referente y define las relaciones entre
el mensaje y el objeto al que se refiere. Cuando el principal propósito del texto es hacer conocer
algún dato de la realidad, la función que predomina es la referencial. Es usual encontrar ciertas
marcas lingüísticas características: oraciones enunciativas, 3º persona gramatical, verbos en modo
indicativo.

Función emotiva

Está centrada en el emisor y manifiesta lo que este siente. Ha de proporcionar datos sobre, por
ejemplo, los sentimientos, prejuicios o preferencias del emisor. En estos mensajes predominan por lo
común las oraciones exclamativas, las interjecciones, la 1º persona y el modo subjuntivo.

Función apelativa o conativa

Está centrada en el receptor y su finalidad es llamar su atención por parte del emisor de modo de
influenciarlo. Cuando el mensaje intenta influir en el destinatario para que responda de alguna
manera hay predominio de la función apelativa. Es usual encontrar oraciones exhortativas (orden,
pedido, consejo, etc.), un predominio de la 2º persona, vocativos y verbos en modo imperativo e
infinitivo.

Función fática

Está centrada en el canal y apunta a establecer, prolongar o interrumpir la comunicación. Hay


mensajes que sirven para cerciorarse de que el canal de comunicación funciona (por ejemplo, ¿Me
escuchás?), para llamar la atención del interlocutor o confirmar si su atención se mantiene. Esta
orientación hacia el canal o contacto puede manifestarse también a través de un intercambio de
fórmulas ritualizadas con el fin de prolongar la comunicación (por ejemplo, «Como te venía
diciendo...»).

Función metalingüística

Está centrada en el código: emisor y receptor reflexionan y hablan sobre el lenguaje mismo, es decir,
utilizan un metalenguaje. Por ejemplo, qué significa tal o cual palabra, qué función sintáctica cumple
determinada palabra o sintagma en la oración,
cuándo se distingue un prefijo dentro de una
palabra, etc.

Función poética

Está centrada en el mensaje mismo. La atención


del emisor se centra en el mensaje por el mensaje
mismo (no por lo que se dice sino por cómo se lo
dice). La función poética, dice Jakobson, está
presente en la literatura y también en el lenguaje
coloquial, corriente.
VICIOS DE LENGUAJE.

Los vicios del lenguaje son usos o formas incorrectas de hablar o escribir. A continuación mostramos
una lista detallada de dichos vicios del lenguaje:
Anfibología o Ambigüedad: consiste en emplear frases que tienen varias interpretaciones. La frase
"Estaré solo este fin de semana" puede significar:
 estaré sin compañía este fin de semana
 estaré solamente este fin de semana
Arcaísmo: consiste en el ejemplo de palabras o expresiones que resultan anticuadas o cuyo uso
está en declive:
 Nos convidó al banquete → "convidar" es un arcaísmo de "invitar"
 Nos dimos al placer del buen yantar con exquisitos manjares... → comer
 Se pone los anteojos para leer → gafas, lentes
 Desfacer entuertos → deshacer agravios
Algunos vocablos más en desuso: ansí, agora, endenantes, estonce, escuro, mesmo, facer,
deprender, haiga, abajar, emprestar, trompezar, recebir...
Barbarismo: consiste en escribir o pronunciar mal las palabras debido a:
 faltas ortográficas: zanaoria (zanahoria), proivido (prohibido)...
 errores de acentuación: cancion (canción), tabernaculo (tabernáculo)...
 cambios en las letras: mounstro (monstruo)...
 vocablos impropios: el equipo gana de cinco puntos (por)...
 palabras extranjeras innecesarias: tiene una decoración muy chic (elegante)...
Cacofonía: consiste en repetir sonidos o sílabas en palabras próximas provocando un efecto sonoro
desagradable:
 Parece que ya aparece la Luna por el horizonte
 Tómate el té y se te pasará el resfriado
 Trataron de traer a los tres hermanos a la cena
Extranjerismo: consiste en emplear palabras de otro idioma de manera excesiva o innecesaria:
 ¡Eres el number one! (número uno)
 Arrivederci (hasta la vista)
 Bye, bye (adios)
 Saque de corner (esquina)
Modismos: consisten en expresiones invariables o frases hechas cuya significación no se puede
deducir de las palabras que las conforman:
 Está en la luna → este modismo significa que está despistado
 Tener los pantalones
 A perro flaco, todo son pulgas
 Tirar la toalla
Muletillas o Bastoncillos: son palabras o expresiones innecesarias que se repiten mucho por
costumbre pero no aportan información relevante:
 Pues qué quieres que te diga, yo no creo que esa sea la mejor solución
 Esto... ¿qué te iba a decir?, ah sí, el otro día me encontré a Julia y...
 Colón descubrió América en mmm... digo... osea 1492 ¿no?
 ¡Sí claro! ¿Pero cómo esperas que me lo pueda creer?
Neologismo: consiste en emplear palabras de otros idiomas de forma excesiva o innecesaria.
 El actor ha hecho su debut (se ha mostrado en público por primera vez)
 Disfrutar de su confort (comodidad)
 Se ausentó para ir al toilette (aseo)
Vino un clown al cumpleaños de Marta (payaso)
Solecismo: consiste en construir una oración incorrectamente con errores sintácticos. Se puede
originar por:
 Errores de concordancia: hacen años que no lo hago (hace)
 Mal empleo de preposiciones: de conformidad a lo establecido (con)
Hipercorrección: consiste en deformar una palabra creyendo equivocadamente que se obtiene una
variante más culta:
 Bilbado (Bilbao)
 Inflacción económica (inflación)
 Me bañé en el rido (río)
 Bacalado (bacalao)
Vulgarismo: consiste en una forma de hablar descuidada o propia de personas poco cultas:
 Medecina (medicina)
 ¿Onde está? (dónde)
 Agolpear (golpear)
 Istrumento (instrumento)
TIPOS DE NARRACIÓN
Se le denomina como narración a los eventos, hechos y sucesos (que pueden ser reales o ficticios),
y que se suceden lógicamente en un tiempo definido, relatados por una voz narrativa. Esta puede ser
hablada (como por ejemplo en las narraciones tradicionales de los pueblos que se transmiten de
generación en generación) o escritas, pudiendo ser leyendas, novelas, cuentos, narraciones
periodísticas, históricas, deportivas, etc. Para que se dé la narración se necesita que exista una “voz”
narrativa, que relate o narre, voz a la que se le denomina narrador, que bien puede ser en primera,
segunda, o tercera persona
Narraciones escritas.- Se trata de todas las narraciones que se escriben, son la evolución de la
narración tradicional hablada u oral. Esta se divide a su vez en narraciones reales, ficticias, literarias,
etc.
Narración real.- Es la que se hace sobre una situación o suceso real, ya se trate de algo pasado
como historias personales vividas por quien narra, por alguien a quien le sucedieron los hechos o
sobre de hechos históricos, entre otros
Narraciones en 1ª persona.- Es la narración que se hace a manera de que uno de los personajes
es quien narra la historia. Puede ser un personaje secundario o el principal, describiendo los hechos
y sucesos acontecidos durante la narración, como si se hubieran vivido o estuvieran viviendo.
Narraciones en 2ª persona.- Se trata de las narraciones que se realizan de forma que pareciera
que el narrador se contara a sí mismo, a otro yo o a un tercero. Es muy utilizada por ejemplo en los
cuentos, en donde se relatan los hechos como si se contara a otra persona que actuara de receptor.
Narraciones en 3ª persona.- Es la que se hace de forma ajena a los personajes de la trama, siendo
descritos los hechos y sucesos sin que la voz narrativa intervenga directamente en los sucesos.
Narración en cuentos.- Se trata de relatos breves de ficción, que bien pueden ser orales o escritos,
siendo en ambos casos relatados mediante la narración de una voz que guíe al espectador en la
trama. Se pueden dividir en cuentos literarios (escritos), e infantiles que pueden ser escritos o
simplemente orales.
Narración en Leyendas.- Se trata de narraciones generalmente breves, sobre hechos y sucesos
que suelen ser imaginarios, o en su caso reales pero con tintes fantásticos y exagerados, que se les
agregan con el pasar de los años, que se trasmiten tradicionalmente de forma oral.
Narración deportiva.- Se trata de las crónicas relacionada con los acontecimientos deportivos, en
donde se van diciendo en forma de narración, las cosas que van sucediendo durante el evento. Es el
caso de narraciones deportivas en estadios (dirigidas hacia el público), o en las que se realizan por
escrito, por ejemplo para un diario o publicación deportiva.
HUGO, PACO Y LUIS EL POLLITO FELIZ.

Había una vez una familia que vivía en una granja y tenían de mascota
un pollito y un camaleón de nombre Luis y Paco, ellos eran muy
felices, jugaban a las escondidas, en eso siempre ganaba Paco el
camaleón, jugaban a las atrapadas y desde que llego un gato a la
granja llamado Hugo todo cambio…

Ellos querían jugar y Hugo llegaba a arruinar sus juegos decidió


ponerle un alto, entonces se pelearon, la familia se enteró e intervino y
los separo.

El camaleón al verla separación, hablo con loa dos para que


arreglaran sus problemas así que el gato se disculpó y se volvieron
amigos.

Moraleja: para tener una convivencia sana, no es necesario llegar a los


golpes, es más fácil dialogar.
ESTRUCTURA DE LA NARRACION:

NARRACION: Fábula.

TITULO: Hugo, Paco y Luis el pollito feliz.

ESPACIO: Una familia que vivía en una granja de clase media junto a un bosque pequeño lleno de
árboles y un pequeño arroyo.

TIEMPO: Pasado.

ESTRUCTURA:

INICIO: Había una vez, en una granja un pollito y un camaleón que eran felices hasta que llegó el
gato.

NUDO O CLIMAX: Con la llegada del gato hubo tensión entre el pollito y el camaleón.

FINAL: El camaleón hablo con los dos para solucionar sus problemas.

TIPO DE NARRADOR: Tercera persona.

PERSONAJES: Un pollo un gato y un camaleón.


Juan Rulfo (México, 1918-1986)
No oyes ladrar a los perros (El Llano en llamas, 1953)
—Tú que vas allá arriba, Ignacio, dime si no oyes alguna señal de algo o si ves alguna luz en
alguna parte.
—No se ve nada.
—Ya debemos estar cerca.
—Sí, pero no se oye nada.
—Mira bien.
—No se ve nada.
—Pobre de ti, Ignacio.
La sombra larga y negra de los hombres siguió moviéndose de arriba abajo, trepándose a las
piedras, disminuyendo y creciendo según avanzaba por la orilla del arroyo. Era una sola sombra,
tambaleante.
La luna venía saliendo de la tierra, como una llamarada redonda.
—Ya debemos estar llegando a ese pueblo, Ignacio. Tú que llevas las orejas de fuera, fíjate a
ver si no oyes ladrar los perros. Acuérdate que nos dijeron que Tonaya estaba detrasito del monte. Y
desde qué horas que hemos dejado el monte. Acuérdate, Ignacio.
—Sí, pero no veo rastro de nada.
—Me estoy cansando.
—Bájame.
El viejo se fue reculando hasta encontrarse con el paredón y se recargó allí, sin soltar la carga
de sus hombros. Aunque se le doblaban las piernas, no quería sentarse, porque después no hubiera
podido levantar el cuerpo de su hijo, al que allá atrás, horas antes, le habían ayudado a echárselo a
la espalda. Y así lo había traído desde entonces.
— ¿Cómo te sientes?
—Mal.
Hablaba poco. Cada vez menos. En ratos parecía dormir. En ratos parecía tener frío. Temblaba.
Sabía cuándo le agarraba a su hijo el temblor por las sacudidas que le daba, y porque los pies se le
encajaban en los ijares como espuelas. Luego las manos del hijo, que traía trabadas en su
pescuezo, le zarandeaban la cabeza como si fuera una sonaja. Él apretaba los dientes para no
morderse la lengua y cuando acababa aquello le preguntaba:
— ¿Te duele mucho?
—Algo —contestaba él.
Primero le había dicho: "Apéame aquí... Déjame aquí... Vete tú solo. Yo te alcanzaré mañana o
en cuanto me reponga un poco." Se lo había dicho como cincuenta veces. Ahora ni siquiera eso
decía. Allí estaba la luna. Enfrente de ellos. Una luna grande y colorada que les llenaba de luz los
ojos y que estiraba y oscurecía más su sombra sobre la tierra.
—No veo ya por dónde voy —decía él.
Pero nadie le contestaba.
E1 otro iba allá arriba, todo iluminado por la luna, con su cara descolorida, sin sangre, reflejando
una luz opaca. Y él acá abajo.
— ¿Me oíste, Ignacio? Te digo que no veo bien.
Y el otro se quedaba callado.
Siguió caminando, a tropezones. Encogía el cuerpo y luego se enderezaba para volver a
tropezar de nuevo.
—Este no es ningún camino. Nos dijeron que detrás del cerro estaba Tonaya. Ya hemos
pasado el cerro. Y Tonaya no se ve, ni se oye ningún ruido que nos diga que está cerca. ¿Por qué
no quieres decirme qué ves, tú que vas allá arriba, Ignacio?
—Bájame, padre.
— ¿Te sientes mal?
—Sí
—Te llevaré a Tonaya a como dé lugar. Allí encontraré quien te cuide. Dicen que allí hay un
doctor. Yo te llevaré con él. Te he traído cargando desde hace horas y no te dejaré tirado aquí para
que acaben contigo quienes sean.
Se tambaleó un poco. Dio dos o tres pasos de lado y volvió a enderezarse.
—Te llevaré a Tonaya.
—Bájame.
Su voz se hizo quedita, apenas murmurada:
—Quiero acostarme un rato.
—Duérmete allí arriba. Al cabo te llevo bien agarrado.
La luna iba subiendo, casi azul, sobre un cielo claro. La cara del viejo, mojada en sudor, se llenó
de luz. Escondió los ojos para no mirar de frente, ya que no podía agachar la cabeza agarrotada
entre las manos de su hijo.
—Todo esto que hago, no lo hago por usted. Lo hago por su difunta madre. Porque usted fue su
hijo. Por eso lo hago. Ella me reconvendría si yo lo hubiera dejado tirado allí, donde lo encontré, y no
lo hubiera recogido para llevarlo a que lo curen, como estoy haciéndolo. Es ella la que me da
ánimos, no usted. Comenzando porque a usted no le debo más que puras dificultades, puras
mortificaciones, puras vergüenzas.
Sudaba al hablar. Pero el viento de la noche le secaba el sudor. Y sobre el sudor seco, volvía a
sudar.
—Me derrengaré, pero llegaré con usted a Tonaya, para que le alivien esas heridas que le han
hecho. Y estoy seguro de que, en cuanto se sienta usted bien, volverá a sus malos pasos. Eso ya no
me importa. Con tal que se vaya lejos, donde yo no vuelva a saber de usted. Con tal de eso...
Porque para mí usted ya no es mi hijo. He maldecido la sangre que usted tiene de mí. La parte que a
mí me tocaba la he maldecido. He dicho: “¡Que se le pudra en los riñones la sangre que yo le di!” Lo
dije desde que supe que usted andaba trajinando por los caminos, viviendo del robo y matando
gente... Y gente buena. Y si no, allí está mi compadre Tranquilino. El que lo bautizó a usted. El que le
dio su nombre. A él también le tocó la mala suerte de encontrarse con usted. Desde entonces dije:
“Ese no puede ser mi hijo.”
—Mira a ver si ya ves algo. O si oyes algo. Tú que puedes hacerlo desde allá arriba, porque yo
me siento sordo.
—No veo nada.
—Peor para ti, Ignacio.
—Tengo sed.
— ¡Aguántate! Ya debemos estar cerca. Lo que pasa es que ya es muy noche y han de haber
apagado la luz en el pueblo. Pero al menos debías de oír si ladran los perros. Haz por oír.
—Dame agua.
—Aquí no hay agua. No hay más que piedras. Aguántate. Y aunque la hubiera, no te bajaría a
tomar agua. Nadie me ayudaría a subirte otra vez y yo solo no puedo.
—Tengo mucha sed y mucho sueño.
—Me acuerdo cuando naciste. Así eras entonces.
Despertabas con hambre y comías para volver a dormirte. Y tu madre te daba agua, porque ya
te habías acabado la leche de ella. No tenías llenadero. Y eras muy rabioso. Nunca pensé que con el
tiempo se te fuera a subir aquella rabia a la cabeza... Pero así fue. Tu madre, que descanse en paz,
quería que te criaras fuerte. Creía que cuando tú crecieras irías a ser su sostén. No te tuvo más que
a ti. El otro hijo que iba a tener la mató. Y tú la hubieras matado otra vez si ella estuviera viva a estas
alturas.
Sintió que el hombre aquel que llevaba sobre sus hombros dejó de apretar las rodillas y
comenzó a soltar los pies, balanceándolo de un lado para otro. Y le pareció que la cabeza; allá
arriba, se sacudía como si sollozara.
Sobre su cabello sintió que caían gruesas gotas, como de lágrimas.
— ¿Lloras, Ignacio? Lo hace llorar a usted el recuerdo de su madre, ¿verdad? Pero nunca hizo
usted nada por ella. Nos pagó siempre mal. Parece que en lugar de cariño, le hubiéramos retacado
el cuerpo de maldad. ¿Y ya ve? Ahora lo han herido. ¿Qué pasó con sus amigos? Los mataron a
todos. Pero ellos no tenían a nadie. Ellos bien hubieran podido decir: “No tenemos a quién darle
nuestra lástima”. ¿Pero usted, Ignacio?
Allí estaba ya el pueblo. Vio brillar los tejados bajo la luz de la luna. Tuvo la impresión de que lo
aplastaba el peso de su hijo al sentir que las corvas se le doblaban en el último esfuerzo. Al llegar al
primer tejaván, se recostó sobre el pretil de la acera y soltó el cuerpo, flojo, como si lo hubieran
descoyuntado.
Destrabó difícilmente los dedos con que su hijo había venido sosteniéndose de su cuello y, al
quedar libre, oyó cómo por todas partes ladraban los perros.
— ¿Y tú no los oías, Ignacio? —dijo—. No me ayudaste ni siquiera con esta esperanza
¿Cómo te das cuenta que la narración anterior en un cuento?
+Porque es un texto largo, hay un narrador y hay dialogo
Menciona por su forma de hablar en la historia ¿cómo son los personajes?
+Son de un pueblo
¿El vocabulario en la lectura es común?
+No
¿Qué palabras son desconocidas completamente en su entonces? Y ¿por qué
consideras que es así?
+
Menciona por párrafos, ¿Cuál es el orden cronológico de lo que fue sucediendo
en la historia?
+Van de viaje a Tonaya y el personaje Ignacio se empezaba a sentir mal mientras su
padre lo regañaba sin ningún motivo
¿Qué diferencia hay en este cuento a otros que has leído?
+En algunas palabras y no hay tanto dialogo como en ese entonces.
¿Qué tipo de narrador es el que participa en dicho cuento?
+Un narrador que describe lo que pasa en el viaje
¿Consideras que en este cuento hay indígenas? Si es así, menciónalos
+No
Este cuento tuvo un final abierto o cerrado y ¿Por qué?
+Abierto, porque no dice fin y porque termina en una incógnita
Describe como fue el lugar a donde se dio toda esta historia:
+Iban de viaje a Tonaya

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