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ACTIVIDADES DE INVESTIGACION COMPLEMENTARIA

Realiza en tu cuaderno las actividades que aquí te planteamos. El


cumplimiento de esta tarea puede ser evaluado como quiz de entrada a cada práctico.
De esta forma estarás reforzando tus conocimientos de neuroanatomía y neurología
clínica:

I.- CUESTIONARIO DE TERMINOS SEMIOLOGICOS


1.- Apraxia/Dispraxia 30.- Reflejos vivos
2.- Afasia 31.- Hiporreflexia
3.- Afasia 32.- Parestesia
4.- Disartria 33.- Disestesia
5.- Disprosodia 34.- Anestesia
6.- Dislalia 35.- Analgesia
7.- Disfonía 36.- Hiperestesia
8.- Disfagia 37.- Hiperalgesia
9.- Ataxia 38.- Alodinia
10.- Disimetría 39.- Hiperpatia
11.- Diadococinesia 40.- Dolor central
12.- Corea 41.-Neuralgia
13.- Atetosis 42.- Defensividad Táctil
14.- Balismo 43.- Sensación/Dolor fantasma
15.- Fasciculación 44.- Reacciones asociadas
16.- Paresia 45.- Anosmia/Ageusia
17.- Plejia 46.- Estrabismo
18.- Atrofia 47.- Oftalmoplejia
19.- Hipertrofia 48.- Enoftalmos
20.- Pseudohipertrifia 49.- Exoftalmos
21.- Hipertonía 50.- Anisocoria
22.- Espatsicidad 51- Midriasis
23.- Rigidez extrapiramidal 52.- Miosis
24.- Rigidez de descerebración 53.- Amaurosis
25.- Rigidez de decorticación 54.- Diplopia
26.- Hipotonía 55.- Ambliopia
27.- Distonía 56.- Hipoacusia
28.- Clonus 57.- Esterotipias/Mov. estereotipado
METODOLOGÍA PARA ELABORAR UN CUESTIONARIO FRUCTIFERO
(Extraído de “Diagnóstico Fisioterapéutico de Eric Viel”)

Entrevista con el paciente: sacándole partido al relato

El primer contacto con el paciente comienza por una entrevista realizada


directamente a él o a sus familiares en caso de que sea un niño o un adulto
imposibilitado para relatar lo que le sucede. El fin de esta entrevista es obtener el
máximo de información y para ello hay que darle confianza. El paciente y sus
familiares deben ser tratados con respeto pero sin “lástima”.
Se debe considerar utilizar su apellido o nombre de pila antecedido por “Don..”
ó “Señora….”, Cualquier familiaridad o sobrenombre está fuera de lugar: “Lalo”, “Mari”
Dentro de sus posibilidades, el paciente debe expresar con sus propias
palabras lo que le pasa y lo que le llevó a consultar. La forma de expresarse tanto de
la familia como del paciente, suministra importantes informaciones. ¿Considera su
patología de forma racional?, ¿Tiene tendencia a exagerar o tendencia a decir que
todo esta mal?, que todo va bien?. Es importante escuchar sin interrumpir o hacerlo
de forma mínima, sin embargo recuerde que es usted quien conduce el interrogatorio y
no el paciente.
No contradiga al paciente aunque se percate que ciertos conceptos pueden
estar errados. Al finalizar el relato, usted podrá hacerle comprender que algunas de
sus ideas o costumbres pueden ser perjudiciales para su salud. La primera entrevista
debe ser neutra. Las reglas de ética de la profesión prohíben un juicio moral ahora o
más tarde. Con el tiempo algunos pacientes confían secretos de comportamiento
como adicciones, actividades violentas o ilegales, comportamiento sexual anormal,
etc. Es apropiado responder “entiendo, “ o “comprendo”, sin dar la impresión de que
aprueba o rechaza ese comportamiento. La práctica de la neutralidad condescendiente
es siempre la mejor actitud.

¿Dónde Cuándo y Cómo?

Las preguntas clásicas que cubren las exigencias de calidad de cualquier


experto son ¿Quién, qué, dónde, cuándo, cómo y por qué?. En nuestro caso el
“¿quién?” es inútil y el “¿por qué?” no se debe recordar ya que puede poner a la
defensiva al paciente. Nos queda entonces “Dónde, cómo y cuándo” que son de mayor
importancia. Una vez que el paciente ha hecho la descripción con sus propias
palabras, es posible pedirle precisiones:
 Muéstreme con el dedo dónde le duele
 ¿Cuándo apareció este dolor por primera vez?
 ¿Cómo (por que mecanismo) se produjo esto?

En el caso de los pacientes infantiles se deberá indagar acerca de los aspectos


más relevantes de la historia del niño y de la madre, como por ejemplo como fue el
embarazo y parto, como fue el desarrollo del niño (en el caso en que llegue a
nosotros ya más grande), cuándo (en que momento) reconoció algo anormal en el
niño, cuándo manifiesta las mayores alteraciones, dónde observa que tiene el mayor
problema, etc.
Todas estas precisiones, tanto en el paciente adulto como infantil deben formar
parte de la palpación y evaluación inicial y no de una entrevista en reposo que puede
parecer un interrogatorio. De esta forma estaremos haciendo al mismo tiempo el
examen físico.
Precisión de las preguntas y respuestas

Para pedir al paciente o a la familia precisiones, hay que abstenerse de dictarle


las respuestas. Primero se deben suprimir todos los equívocos rechazando las
respuestas ambiguas. No son aceptables las expresiones “un poco”, “no mucho”, “casi
nunca”, “algunas veces”. El paciente debe precisar lo que entiende por “algunas
veces”. Se trata de ¿una vez al día?, ¿una vez por semana?, etc.
El interrogador debe reformular la pregunta al paciente si no está seguro de
que este ha comprendido la frecuencia o intensidad del fenómeno. En este sentido las
preguntas deben ser concisas y fácilmente comprensibles. Dependiendo del nivel
cultural del paciente o su familia se podrá utilizar terminología médica, asegurándose
de que el paciente le otorgue el valor correcto a las palabras o bien, utilizar elementos
para cuantificar síntomas como la escala verbal o visual análoga (EVA), etc.

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