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ASOCIACIÓN DE INGENIERÍA Y DISEÑO ASISTIDO

REPRESENTACIÓN DEL TERRENO

Manuel
Domínguez

AIDA – I4
PUBLICACIONES
representación del terreno
REPRESENTACIÓN DEL TERRENO

Manuel Domínguez

ASOCIACIÓN DE INGENIERÍA Y DISEÑO ASISTIDO


Título original:
Representación del terreno

Autor:
© Manuel Domínguez

© Asociación de Ingeniería y Diseño Asistido


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ISBN: 978-84-614-1458-1

1ª edición 1ª impresión: mayo de 2010

Impreso en España
CONTENIDO

CONTENIDO ....................................................................................................................7
REPRESENTACIÓN DEL TERRENO .............................................................................9
1.- GENERALIDADES .............................................................................................. 10
2.- SISTEMAS DE REPRESENTACIÓN DEL TERRENO ................................................... 11
2.1.- Geodesia .............................................................................................. 12
2.2.- Dimensiones de la Tierra...................................................................... 13
3.- SISTEMA DE PLANOS ACOTADOS ........................................................................ 14
3.1.- Sistema de planos acotados apoyado en el ordenador ....................... 15
3.2.- Sistema de planos acotados aplicado a la representación del relieve. 16
3.2.1.- Formas características del relieve ..............................................................17
3.2.2.- Utilización de las curvas de nivel ................................................................21
4.- PROYECCIONES CARTOGRÁFICAS ...................................................................... 22
4.1.- Proyecciones acimutales ...................................................................... 24
4.1.1.- Proyección ortogonal ..................................................................................24
4.1.2.- Proyecciones estereográficas.....................................................................25
4.1.3.- Proyecciones gnomónicas ..........................................................................25
4.2.- Proyecciones sobre superficie cónica .................................................. 26
4.3.- Proyecciones sobre superficie cilíndrica .............................................. 27
4.3.1.- Proyección UTM .........................................................................................27
ANEXOS........................................................................................................................ 33
5.- ÍNDICE ANALÍTICO.............................................................................................. 35
REPRESENTACIÓN DEL
TERRENO

En este capítulo se recogen los principios


fundamentales que se deben tener en
cuenta a la hora de representar y definir
dimensionalmente el terreno de cara a un Sistemas de Dimensiones de la
posterior levantamiento topográfico o a la representación Tierra
realización de una construcción en el ám- Representación del Curvas de nivel
bito de la ingeniería. terreno Proyecciones
Acotación Perfiles
1.- GENERALIDADES
Una de las mayores dificultades que se plantea en un proyecto industrial de envergadura es el
problema de la comunicación entre los técnicos que trabajan en él. Cada vez es más común que
en un mismo proyecto concurran técnicos de diversas nacionalidades, hablando cada uno su
propio idioma.
Desde el punto de vista de la representación de las piezas o de los elementos constructivos, una
forma idónea de representación, y con ello de transmisión de datos geométricos, podría ser el
sistema fotográfico. Si se desea comunicar a un técnico la geometría de un equipo de bombeo,
por ejemplo, se podría aportar una serie de fotografías del equipo, acompañadas de una memo-
ria, que en conjunto sería el sistema de transmisión de las especificaciones técnicas del equipo.
Incluso si se desease dar información de las partes internas del equipo de bombeo se podría
desmontar el equipo y tomar las fotografías de las piezas desmontadas.
Pero una fotografía presenta un grave problema, y es que se hace muy complejo medir sobre
ella (figura 1), y uno de los puntos cruciales en la transmisión de datos técnicos es la comunica-
ción fiable de dimensiones. No cabe duda de que una solución podría ser acotar sobre las foto-
grafías, pero debería realizarse una acotación exhaustiva, ya que de otro modo no quedarían
bien definidas las partes de la pieza que no estuviesen en el mismo plano focal de la cota indica-
da.

Y toda nuestra metodología basada en


fotografías se viene abajo definitiva-
mente cuando lo que se quiere comu-
nicar no existe todavía excepto en la
mente del diseñador.
Para resolver estas dificultades, ya
hace mucho que los técnicos utilizan
sistemas de representación muy espe-
cíficos, que han ido evolucionando con
el tiempo, lógicamente, y que constitu-
yen la actual expresión gráfica en la in-
geniería o, más comúnmente, la
ingeniería gráfica.
Antes de entrar de lleno en la materia
de los sistemas de representación se
debe hacer la advertencia de que, co-
FIGURA 1.- FOTOGRAFÍA DE UNA PIEZA INDUSTRIAL
mo tantas otras utilidades de la ingenie-
ría, los sistemas de representación no
son un fin en sí mismo, sino una herramienta, una herramienta que permite representar una rea-
lidad. Si no existiese esa realidad, un sistema de representación nunca dejaría de ser una ente-
lequia matemática sin utilidad práctica. Por ello es importante concretar primero qué se desea
representar para, a continuación, analizar las diferentes alternativas.
Desde este punto de vista, en el entorno industrial existen diversos ámbitos muy diferenciados
sobre los que se trabaja. El primero es el ámbito electromecánico, con piezas de dimensiones
reducidas si se comparan con las dimensiones de una persona. El segundo es el ámbito de la
construcción y la arquitectura, con dimensiones bastante superiores a las de una persona, y el
Representación del terreno 11

tercero es el de la representación del terreno y la cartografía, con dimensiones que pueden llegar
a abarcar la totalidad del globo terrestre.
El sistema de representación idóneo en el ámbito de la representación del terreno es el sistema
de planos acotados aunque, como veremos, existen muchas otras alternativas. El sistema de re-
presentación idóneo en el ámbito electromecánico es el diédrico, aunque actualmente, gracias a
la capacidad de los sistemas informáticos, cada vez se están utilizando más sistemas tridimen-
sionales como el axonométrico o el cónico.
En el ámbito de la construcción y de la arquitectura el sistema de representación más utilizado
es sin duda el cónico, aunque no por ello se prescinde de otros sistemas como el diédrico o los
planos acotados.

2.- SISTEMAS DE REPRESENTACIÓN DEL TERRENO


Los sistemas de representación constituyen por tanto un campo del conocimiento que tiene por
objetivo la introducción de la información de realidades geométricas espaciales, y por lo tanto tri-
dimensionales, en soportes bidimensionales como el plano, ya sea en papel o en la pantalla del
ordenador. Esta información debe ser la necesaria y suficiente para que la realidad geométrica
que se desea representar quede correctamente definida.
Los sistemas de representación más utilizados en entornos topográficos y cartográficos son, sin
lugar a dudas:
¾ Planos acotados.
¾ La proyección estereográ-
fica.
¾ La proyección gnomómica.
¾ Proyecciones sobre super-
ficie cónica.
¾ Proyecciones sobre super-
ficie cilíndrica.
¾ Proyección UTM.
El sistema de planos acotados se ba-
sa en la proyección ortogonal sobre
un plano horizontal denominado pla-
no de comparación. La altura de cada
punto puede quedar definida numéri-
camente mediante una cifra entre pa-
FIGURA 2.- REPRESENTACIÓN MEDIANTE PLANOS ACOTADOS
réntesis al lado de cada punto o
mediante las denominadas curvas de
nivel. Es el sistema idóneo para realizar levantamientos topográficos y al que se dedicará la ma-
yor parte del presente epígrafe.
El sistema de proyección estereográfica es la proyección de superficies que, situadas sobre una
esfera, se proyectan sobre un plano que, generalmente, contiene al centro de la esfera. Muy uti-
lizada en cartografía terrestre como se verá más adelante.
Se entiende por sistema de proyección gnomónica la proyección central de superficies que, si-
tuadas sobre una esfera, se proyectan sobre un plano tangente a la esfera, siendo el centro de la
esfera el centro de proyección. Al igual que el anterior, muy utilizado en el campo de la cartogra-
fía.
FIGURA 3.- PROYECCIÓN ESTEREOGRÁFICA (IZDA.) Y GNOMÓNICA (DCHA.)

De los sistemas de representación enunciados, algunos se adaptan mejor que otros a la solución
del problema de la representación de la superficie terrestre o simplemente a la representación de
terrenos. La representación plana tiene el inconveniente de no poder ser una réplica exacta de la
situación relativa de los elementos de la superficie terrestre debido a que tanto una esfera como
un elipsoide son superficies no desarrollables. Con este planteamiento, la cartografía es la cien-
cia encargada de estudiar los distintos métodos y sistemas para obtener la representación plana
de una parte o de la totalidad de la superficie terrestre, de manera que las deformaciones que se
produzcan sean conocidas y se mantengan dentro de los límites fijados por las necesidades y
aplicaciones a que el mapa se destine. Por el contrario, la topografía abarca la generación de
planos en los que la curvatura de la Tierra es despreciable o, dicho de otro modo, los errores que
se producen al despreciar esa curvatura son inferiores al grado de precisión deseado para el
plano. A continuación se abordaran los sistemas de representación específicos utilizados en to-
pografía con algo más de detalle.

2.1.- Geodesia
Al igual que ocurre con la topografía, la geodesia tiene diferentes acepciones, como son:
¾ Ciencia matemática que tiene por objeto determinar la forma y dimensiones del globo
terrestre, o de gran parte de él, y construir los mapas correspondientes.
¾ Ciencia que estudia la topografía trigonométrica de una región teniendo en cuenta la
curvatura de la Tierra.
La escuela pitagórica fue la primera en reconocer la esfericidad de la Tierra, por lo demás acep-
tada generalmente por los filósofos de la época de Aristóteles. De tal concepción surgió la posibi-
lidad de determinar el tamaño del globo terráqueo midiendo la distancia entre dos puntos de
latitud conocida. Los primeros intentos documentados de mediciones basadas en este principio
corrieron a cargo de Diquearco (siglo IV a.C.) y de Erastótenes (siglo III a.C.). Con el auxilio de
un gnomon, Erastótenes determinó que en Alejandría el sol se hallaba 1/50 de circunferencia
alejado del cénit en el momento en que en Siena (pequeña ciudad griega cerca de la actual
Asuán) pasaba por dicho punto. Este dato y el cálculo de la distancia entre ambos puntos le
permitió determinar en “estadios” el tamaño aproximado de la Tierra. Los cálculos no fueron muy
precisos, pues Erastótenes calculó las dimensiones de la Tierra en algo menos de la mitad de
los valores reales. Por otro lado, el achatamiento del globo terrestre fue desconocido hasta los
tiempos de Newton y Huygens.
La afirmación formulada por Copérnico de que la Tierra gira alrededor de un eje, hizo pensar
que, a causa de la fuerza centrífuga, la tierra pudiera ser muy bien un esferoide. En 1615 el
holandés Snell y más tarde Picard (1669-79) descubrieron por medio de triangulaciones las pri-
meras anomalías de la esfericidad.
Representación del terreno 13

En línea con estas investigaciones Richer, en 1672, comprobó ciertas irregularidades en las osci-
laciones de un péndulo analítico, que no se producían en Cayena (Guayana Francesa) con el
mismo periodo que se producían en París. Sobre la base de estos datos y de las leyes de New-
ton, Huygens demostró matemáticamente que Cayena se hallaba más lejos del centro de la Tie-
rra que París, es decir, que existía un abultamiento ecuatorial y un consiguiente achatamiento
polar.

2.2.- Dimensiones de la Tierra


Aceptada la teoría de que la Tierra es un esferoide achatado, era lógico sostener que los grados
de latitud son mayores al aproximarse a los polos. Los Cassinis, después de medir dos arcos de
meridiano, uno con base en Perpiñán y otro en Dunquerque, descubrieron que las longitudes pa-
recían acortarse hacia el norte. Comisionados por la Academia francesa, Bouger, La Condamine,
Jorge Juan, Antonio de Ulloa y Godin midieron un arco en lo que hoy es Ecuador (entonces Pe-
rú), mientras Maupertius, Clairault y Celsius realizaban la misma operación en Laponia. Una vez
hechos los cálculos pudo deducirse que el eje ecuatorial rebasaba al polar en 1/213, lo que con-
firmaba las teorías de Newton y Huygens.
Para definir el aplanamiento de los polos, tradicionalmente se ha definido el denominado acha-
tamiento (α), que viene definido por la relación:
a−b
α=
a
Siendo: a, semieje mayor del elipsoide
b, semieje menor del elipsoide
Bessel, en 1841, asignó al globo terráqueo un radio de 6.377,397 Km y una fracción de achata-
miento de 1/299,15. Clarke (1866) dio valores más exactos y John Hayford (1909) estableció el
elipsoide internacional, adoptado en 1924, que mide en el Ecuador 6.378,387 Km y cuyo acha-
tamiento es de 1/279. Los satélites geodésicos permitirán en breve medir la Tierra con una pre-
cisión del orden del metro y revelarán así lo irregular de su forma.
En 1976, la Unión Astronómica Internacional atribuyó al radio ecuatorial el valor de 6.378,14 Km
y al achatamiento polar el de 1/298,257.

Dimensiones de la Tierra

Edad estimada 5.000 millones de años


Superficie total 510.000.000 Km2
Superficie cubierta por tierra 149.000.000 Km2
2
Superficie cubierta por agua 361.000.000 Km
Volumen 1.083.000.000.000 Km3
Masa 5,973 ⋅ 1024 Kg
Densidad media 5,514 g/cm3
Distancia entre polos 12.713.550 m
Diámetro en el Ecuador 12.756.320 m
Circunferencia del meridiano 40.007.818 m
Circunferencia en el Ecuador 40.075.161 m
1º en el Ecuador 111.320 m
1´ en el Ecuador 1.852 m (una milla marina)
TABLA I.- DATOS NUMÉRICOS DE LA TIERRA
Aunque no es muy relevante, quizá sea interesante apuntar las conclusiones de algunos estu-
diosos que han detectado una diferencia del radio de la Tierra en el polo Norte frente al polo Sur
de unos 100 metros. El polo Norte se eleva sobre el elipsoide unos 50 metros, mientras el polo
Sur tiene una depresión de dimensión similar. Por esta razón, alguna vez se habla de la Tierra
afirmando que tiene “forma de pera”.

3.- SISTEMA DE PLANOS ACOTADOS


Como ya se ha indicado, el sistema de planos acotados se basa en la proyección ortogonal so-
bre un plano horizontal denominado plano de comparación. En este sistema la coordenada Z
que corresponde a la altura de cada punto sobre el plano de proyección se introduce como una
cota numérica en la representación.
La representación obtenida recibe el nombre de plano acotado y, por extensión, de este concep-
to se deriva el nombre del sistema de representación. La trascripción de la denominación podría
ser “planos con nivel” o “planos nivelados”, esto es, planos del terreno en los que se representa
de una u otra forma la altura sobre el nivel del mar.
Para estudiar la forma de representación mediante este sistema supongamos que es necesario
representar dos puntos A y B situados sobre el terreno tal como los indicados en la figura 4.
Respecto de estos puntos y su situación relativa es posible definir una serie de términos como:
Distancia natural: es la longitud de la línea más corta que los une sobre el terreno, incluyendo
sus irregularidades. Esta longitud es difícil de medir exactamente por lo que se recurre a una
aproximación como es la distancia geométrica.
Distancia geométrica: es la longitud del segmento de recta espacial que los une. Esta es la dis-
tancia que normalmente se mide con los instrumentos topográficos, especialmente cuando se
trata de grandes distancias.
Distancia reducida: es la longitud del segmento de la recta que une sus proyecciones acotadas
sobre el plano de proyección.
Desnivel de un punto respecto de otro: es la diferencia entre sus cotas o alturas.
B
desnivelAB = cotaB – cotaA = ZA
Normalmente el desnivel debe medirse en valor absoluto. No tiene mucho sentido el concepto de
desnivel negativo. Bajo esta perspectiva, quizá una ecuación más válida para esta magnitud sea:
ZAB = │cotaB – cotaA│

FIGURA 4.- REPRESENTACIÓN DE UNA RECTA POR PLANOS ACOTADOS


Representación del terreno 15

A partir de las definiciones anteriores y aplicando simples conceptos de trigonometría se puede


expresar una fórmula ampliamente utilizada en topografía como es:
d r = d g cos α

Donde: dr, es la distancia reducida.


dg, es la distancia geométrica.
α, es el ángulo formado por la distancia geométrica y su proyección sobre el plano de
comparación.
De forma similar, en el caso de las superficies se definen las superficies natural, geométrica y
reducida. Debe tenerse en cuenta que tanto en aplicaciones agronómicas como en la construc-
ción la superficie que se considera es la reducida, también denominada superficie agraria. El mo-
tivo obedece a que tanto plantas como árboles tienen un crecimiento vertical por lo que a la hora
de planificar una nueva plantación es necesario tener en cuenta la separación horizontal entre
troncos y copas, y no la distancia natural sobre el terreno. De forma análoga, los edificios y cons-
trucciones también son verticales. En consecuencia, su situación sobre el terreno se establece
con respecto al plano horizontal, que no es otro que la proyección del terreno materializada fre-
cuentemente mediante aterrazamientos horizontales de los terrenos en ladera.
Por último, introduciremos el concepto de pendiente de una recta como la tangente del ángulo
que forman la recta en cuestión y el plano de comparación y se expresa como:

desnivel AB
p = tg α =
dr

Donde A y B son los puntos inicial y final de la recta y dr es la distancia reducida entre esos mis-
mos puntos. Sobre la utilidad de este concepto se trabajará más adelante al abordar las curvas
de nivel.
Este sistema de representación, fundamental en el campo de la construcción, es una variante del
sistema diédrico en el que todo el conjunto se proyecta sobre la planta.
Como ventajas importantes en la utilización de este sistema se pueden destacar:
¾ Es un sistema idóneo para representaciones del terreno.
¾ Permite medir directamente dimensiones agrarias.
¾ La acotación es sencilla.
¾ Se mantienen tangencias y paralelismos.
¾ En una sola proyección (una sola vista) se recoge la totalidad de la información.
Como posibles inconvenientes, se pueden destacar:
¾ No es fácil percibir la idea de volumen.
¾ La obtención de las curvas de nivel sólo da una idea aproximada de la realidad, ya
que no se pueden representar alturas intermedias entre estas curvas de nivel.
¾ Las dimensiones reales de las pendientes no se obtienen directamente.

3.1.- Sistema de planos acotados apoyado en el ordenador


El sistema basado en los planos acotados entra, dentro de los sistemas informatizados, en el
campo de los sistemas de información geográfica y los modelos digitales del terreno, en los que
la georreferenciación y la referencia a una base de datos alfanumérica conlleva unos plantea-
mientos especiales.
El planteamiento conceptual es relativamente sencillo, pero su utilización se puede complicar
cuanto se desee desde el punto de vista del usuario. Puede ser interesante apuntar, en este
campo, el gran abanico de posibilidades que se abren con la incorporación de los modelos digi-
tales del terreno en el campo industrial que van desde una sencilla elaboración de un perfil para
un trazado lineal (una carretera o una línea de ferrocarril) al cálculo del movimiento de tierras ne-
cesario para una obra, por poner sólo dos de las muchas posibilidades de estos sistemas.

FIGURA 5.- PANTALLA DE UN SISTEMA DE TRABAJO CON MODELOS DIGITALES DEL TERRENO

El sistema de planos acotados es, como se ha comentado, un sistema de representación bidi-


mensional, pero cuando la información del terreno está gestionada de forma informática y los da-
tos vienen definidos tridimensionalmente, un sistema informático puede generar los ya
comentados modelos digitales del terreno como el representado en la figura 5.

3.2.- Sistema de planos acotados aplicado a la representación del relieve


Con el sistema de planos acotados se resuelve el problema de la representación topográfica de
un terreno ya que, como se ha indicado, a cada proyección horizontal del terreno sobre el plano
de comparación le corresponde una cota.
Aunque este sistema resuelve el problema de la representación del terreno, no es lo suficiente-
mente intuitivo, por lo que frecuentemente se recurre a la representación en los planos con cur-
vas de nivel entendiendo como tales a las líneas que unen en un mismo plano todos los puntos
de igual cota o altura sobre el nivel del mar.
Representación del terreno 17

De esta forma, si se proyecta sobre un plano


cada una de las curvas de nivel que corres-
ponden a una superficie agraria, tal como se
indica en la figura 6, se obtendrá una repre-
sentación como la presentada en la parte infe-
rior de la figura en la que cada línea va
acompañada de su correspondiente cota y
separada una cantidad constante de la línea
que la precede.
Para simplificar las representaciones se sue-
len trazar las curvas de nivel a una distancia
constante entre los planos a que correspon-
den, denominada equidistancia. La equidis-
tancia suele ser un múltiplo o divisor de 10 y
su elección se hace teniendo en cuenta la es-
cala del mapa y, si es posible, la naturaleza
del terreno. También se recurre a rotular más
gruesas algunas curvas que aparecen cada FIGURA 6.- PROYECCIÓN DE UNA SUPERFICIE
cuatro o cinco de las corrientes. Estas curvas
son las denominadas curvas directoras o maestras. Así, en el caso del mapa topográfico nacio-
nal a escala 1/50.000, la equidistancia de curvas de nivel es de 20 m y las curvas maestras co-
rresponden a cotas de centenas de metros (100, 200, 300).

FIGURA 7.- FRAGMENTO DE UN MAPA TOPOGRÁFICO A ESCALA 1:50.000. EQUIDISTANCIA ENTRE CURVAS DE
NIVEL 20 M, CURVAS MAESTRAS CADA 100 M

3.2.1.- Formas características del relieve


La utilización y conocimiento de las curvas de nivel es interesante ya que sirve para dos propósi-
tos diferentes. Por un lado, interesa saber cómo se representan las distintas formas elementales
que es posible encontrar en el terreno. Por otro es importante que, a la vista de un plano y con la
representación de las curvas de nivel, se pueda deducir la forma del relieve del terreno que re-
presentan.
Se pueden asimilar cada una de las particu-
laridades del relieve a figuras poliédricas
que representarán con mayor fidelidad el te-
rreno cuanto mayor sea el número de caras
que presenten.
Cada una de estas superficies o la intersec-
ción de dos de ellas dan lugar a las formas
elementales que se indican a continuación:
¾ Cuestas y laderas.
¾ Divisorias: salientes y entrantes.
¾ Elevaciones y depresiones.
Cuestas y laderas
Las cuestas son terrenos asimilables a pla- FIGURA 8.- REPRESENTACIÓN DE UNA VERTIENTE O
nos inclinados con una cierta pendiente. De LADERA
cara a su representación gráfica se distin-
guen porque sus curvas de nivel se aproximan a líneas rectas paralelas y equidistantes entre sí
(figura 8).
Se define como línea de máxima pendiente a una línea que es perpendicular a las curvas de ni-
vel y se denomina pendiente de una cuesta a la de su línea de máxima pendiente.
Dos o más cuestas pueden unirse entre sí en dos formas diferentes: por una línea horizontal o
por una línea oblicua. En el primer caso la línea de intersección constituye una línea de cambio
de pendiente y la unión de las dos cuestas constituye una vertiente o ladera.
Uno de los métodos para conocer la forma geométrica de un terreno consiste en realizar la ope-
ración inversa a la obtención de las curvas de nivel. En este caso y a partir del plano topográfico
es posible reconstruir el perfil del terreno en una determinada dirección, tal como se ha represen-
tado en la figura 9. El perfil es un reflejo, mediante un corte transversal al plano topográfico, de
cada uno de los detalles de manera lineal pero reflejando la altura o tercera dimensión.
En la figura se observa que la pendiente de todas las laderas no es la misma. Puede suceder
que a medida que nos desplazamos desde la base del perfil hacia arriba la pendiente de las dife-
rentes laderas disminuya por lo que el perfil abatido se corresponde con una línea cóncava hacia
el exterior, lo que se corresponde con un terreno que forma una ladera cóncava.
En el caso contrario, es decir, aumenta la pendiente a medida que vamos de la base a la cima,
se habla de una ladera convexa.
Divisorias: salientes y entrantes
Puede suceder que las cuestas se unan a través de una línea oblicua, es decir una línea que
presenta una cierta pendiente respecto de la horizontal. En este caso la línea recibe el nombre
de divisoria o línea divisoria entre dos laderas.
Esta divisoria puede corresponder a dos situaciones geográficas diferentes (figura 10):
Las curvas de menor cota envuelven a las de mayor cota. Al unir con una recta dos puntos de
una misma curva de nivel, uno de cada cuesta, la recta resultante atraviesa el terreno lo que sig-
nifica que la línea de intersección representa un saliente del terreno.
Las curvas de mayor cota envuelven a las de menor cota. Al unir con una recta dos puntos de
una misma curva de nivel, uno de cada cuesta, la recta resultante salta por encima del terreno lo
que significa que la línea de intersección representa un entrante en el terreno.
Representación del terreno 19

Linea de Rasante
ESCALAS
H= 1:1000 Terreno
V= 1:100

FIGURA 9.- OBTENCIÓN DE UN PERFIL

Aún es posible establecer una división más tanto para las entrantes como para las salientes. La
saliente puede cortar a las curvas de nivel formando con sus ramas (figura 11):
¾ Dos ángulos obtusos o dos ángulos agudos.
¾ Un ángulo obtuso y un ángulo agudo.
En el primer caso, el agua que caiga en un punto de la intersección de las dos cuestas seguirá la
línea de máxima pendiente de cada una de ellas. Aleatoriamente recorrerá una u otra parte de
cada ladera que en este caso se denominan vertientes, siendo la línea de partición la divisoria.

FIGURA 10.- DIVISORIA MARCANDO UNA SALIENTE (IZQUIERDA) O UNA ENTRANTE (DERECHA)

En el segundo caso, el agua que caiga en un punto de la línea intersección de las dos cuestas
seguirá la línea de máxima pendiente hasta llegar al punto P. A partir de él la línea de máxima
pendiente es PB. El agua cambiará de dirección al mismo tiempo que lo hace la pendiente. En
este caso la línea de intersección es una saliente con cambio de pendiente y de dirección.
De forma análoga es posible dividir las entrantes en vaguadas y entrantes con cambio de pen-
diente.
FIGURA 11.- IZQUIERDA: VERTIENTE, DERECHA: SALIENTE CON CAMBIO DE PENDIENTE

Elevaciones y depresiones
Un grupo diferente de accidentes geográficos es el constituido por elevaciones y depresiones.
Una elevación destaca sobre la superficie llana al constituir un punto o una zona de terreno más
alta que los circundantes. Este tipo de accidente se identifica observando que las curvas de nivel
son cerradas y cada una envuelve a otras de mayor cota. El punto de mayor cota se sitúa en el
centro y se le denomina cumbre o cima.
A la inversa, cuando las curvas de mayor cota envuelven a las de menor estamos ante una de-
presión.
Cuando la depresión es de gran amplitud se denomina valle mientras que si es muy profunda se
trata de una sima y si además es angosta y larga es un barranco.

FIGURA 12.- REPRESENTACIÓN DE UNA CUMBRE (IZQUIERDA) Y DE UNA DEPRESIÓN (DERECHA)

Habitualmente, por el fondo de los valles suele discurrir un río o un arroyo constituyendo así la
salida natural del valle en su parte más baja por lo que tradicionalmente se han utilizado para la
construcción de caminos y senderos. También es común la necesidad de pasar de un valle a su
opuesto a través de la parte alta de las montañas y para ello se utilizan los puertos y collados.
Son éstos los puntos más bajos entre las montañas que les rodean, como se puede apreciar en
la figura 13 en la que se presenta un puerto como la zona común entre dos divisorias y dos va-
guadas.
Representación del terreno 21

FIGURA 13.- COLLADO O PUERTO, ENCUENTRO DE DOS DIVISORIAS Y DE DOS VAGUADAS

3.2.2.- Utilización de las curvas de nivel


Ya se ha indicado que una de las aplicaciones de los planos topográficos es la ayuda al trazado
de obras civiles como carreteras, puentes, viaductos o vías ferroviarias. Como es sabido, el tra-
zado de muchas de estas obras presenta un condicionante muy fuerte en lo que respecta a las
pendientes máximas admisibles. A partir de un plano topográfico es posible determinar, de forma
provisional, el trazado del eje longitudinal de la obra.
Supongamos el caso representado en la figura 14 en el que se desea trazar una línea a partir de
A con la condición de que la pendiente máxima del trazado no exceda de un 4%.

B
30

25

b
20 a´

15 a

10
A

FIGURA 14.- DETERMINACIÓN DE LA LÍNEA DE UNIÓN ENTRE DOS PUNTOS LIMITANDO LA


PENDIENTE MÁXIMA EN EL RECORRIDO

En el epígrafe dedicado a la explicación del sistema de planos acotados se dijo que la pendiente
se define como la relación existente entre el desnivel entre dos puntos y su distancia reducida:

Z AB
p = tg α =
dr
A la vista del plano se sabe que el desnivel entre dos curvas consecutivas es de 5 metros por lo
que es fácil calcular la distancia reducida como:
desnivel 5
dr = = = 125 m
pendiente 0 ,04
Así pues, tomamos con un compás a la escala que figure en el plano la distancia calculada de
125 m. Con centro en A trazamos una circunferencia que corta a la siguiente curva de nivel (la
de nivel 15 m) por dos puntos; a y a´. Uniendo A con cualquiera de ellos obtenemos una recta
que cumple la condición pedida.
De esta primera operación surgen dos alternativas: tomar como origen del siguiente trazo el pun-
to de corte a o el a´. Esto dará lugar a dos trazados diferentes pero que cumplen la condición
impuesta: puntos b y b´. Siguiendo con este razonamiento avanzamos por las diferentes curvas
de nivel hasta alcanzar el punto B por el itinerario que más convenga teniendo en cuenta posi-
bles salientes y depresiones que dificulten o encarezcan el trazado.

B
30

25

20

15

10
A

FIGURA 15.- LÍNEA DE MÁXIMA PENDIENTE ENTRE DOS PUNTOS A Y B

Por el contrario, si queremos seguir la línea de máxima pendiente entre los puntos A y B, una
forma aproximada de obtenerla es unir mediante una recta ambos puntos. En este caso midien-
do directamente en el plano y conociendo su escala se obtiene que la distancia que los separa
es de 193,66 m. Como el desnivel es de 20 m, la pendiente que se obtendrá es del 10,3%.
Para obtener la línea de máxima pendiente entre dos curvas de nivel el procedimiento aproxima-
do es unir ambas curvas mediante una perpendicular. Por la línea de máxima pendiente (LMP)
es por donde discurrirán las aguas desde el punto P.

4.- PROYECCIONES CARTOGRÁFICAS


El primer problema con que se enfrenta todo aquel que intenta representar el globo terrestre so-
bre el plano es el hecho de que una superficie esférica no se puede desarrollar sobre un plano
de ninguna manera, aunque sí puede intentarse en pequeños sectores o segmentos esféricos
con ciertas aproximaciones.
Casi todos los métodos de proyección cartográfica se basan en transformar las coordenadas
geográficas o, lo que es lo mismo, longitud y latitud de un punto sobre el elipsoide de referencia,
en coordenadas cartesianas o en coordenadas polares que definen un punto homólogo del ante-
rior sobre el plano. Esta transformación cartográfica deja fuera la tercera dimensión, necesaria
para definir un punto en el espacio que, en el caso de la topografía, se denomina altitud o cota.
Como se ha indicado en los epígrafes precedentes, para representar la altitud se puede recurrir
al sistema de representación en planos acotados y a la utilización de las curvas de nivel.
Representación del terreno 23

Todos los sistemas de representación llevan aparejada una deformación de la realidad geométri-
ca. Por este motivo es importante conocer la problemática de cada uno de ellos para poder es-
coger, ante cada necesidad concreta del trabajo, el sistema de representación que mejor se
adapte.

FIGURA 16.- LÍNEA DE MÁXIMA PENDIENTE ENTRE CURVAS DE NIVEL

La transformación de un sistema de representación a otro puede realizarse de forma matemática


o de forma geométrica. Las formas geométricas se basan en proyectar los puntos de la esfera
terrestre sobre un plano o sobre un cuerpo desarrollable tal como se observaría desde un punto
determinado. El punto “origen” de la proyección recibe el nombre de punto de vista.
Es posible agrupar los tipos de proyecciones de acuerdo con la deformación que producen en:
Proyecciones conformes u ortomorfas, que son aquellas que conservan los ángulos de los polí-
gonos utilizados para definir los terrenos. Cuando se trata de superficies pequeñas resultan figu-
ras semejantes en el terreno y en el plano.
Proyecciones equivalentes, que son aquellas que conservan en el mapa las áreas del terreno,
aunque las figuras dejen de ser semejantes. Es decir, las porciones de superficie en el terreno
quedan representadas por otras de igual área en la proyección.
Proyecciones automecoicas, que son aquellas que conservan las longitudes en determinadas di-
recciones o sentidos.
En cualquiera de los casos de proyección vistos, frecuentemente se producen grandes deforma-
ciones que alteran la representación efectuada, sobre todo cuando nos vamos separando de la
parte central de la proyección. Para resolver este problema, a lo largo de la historia de la Carto-
grafía se han desarrollado diversos sistemas de proyección. Entre los sistemas de proyección
más utilizados se encuentran los siguientes:
Proyecciones acimutales.
Proyecciones sobre superficie cónica, también denominadas por algunos autores proyecciones
cónicas.
Proyecciones sobre superficie cilíndrica, también denominadas por algunos autores proyeccio-
nes cilíndricas.
4.1.- Proyecciones acimutales
Se denominan proyecciones acimutales a aquellas que están realizadas sobre un plano desde
un punto de vista interior o exterior a la propia esfera. En función de la situación del punto de vis-
ta y del plano de proyección o cuadro, la proyección resultante recibe diferentes nombres:
Proyecciones ortogonales u ortográficas. Son aquellas en las que el punto de vista es exterior a
la esfera terrestre situándose en el infinito (punto impropio) y las líneas de proyección son per-
pendiculares al plano de proyección.
Proyecciones estereográficas. Son aquellas en las que el punto de vista está en la superficie de
la esfera terrestre.
Proyecciones gnomónicas o centrales. Son aquellas en las que el punto de vista está en el inter-
ior de la esfera, normalmente el centro de la esfera terrestre, situándose el plano de proyección
secante a la superficie.
En función de la situación del plano de proyección es posible distinguir para cada uno de los ti-
pos anteriores:
Proyección polar o ecuatorial: El plano de proyección es paralelo al Ecuador.
Proyección meridiana: El plano de proyección es paralelo a un meridiano.
Proyección cenital u horizontal: el plano de proyección es paralelo al plano tangente en el punto
central de la zona a representar.

4.1.1.- Proyección ortogonal


En la proyección ortogonal se representa siempre el hemisferio situado en el mismo lado que el
punto de vista. A causa de las grandes deformaciones que se producen en los límites del cuadro,
este tipo se utiliza casi exclusivamente para determinados estudios de carácter geográfico como
los relacionados con las zonas polares.

FIGURA 17.- PROYECCIÓN ORTOGRÁFICA DE UNA ZONA POLAR

En la proyección ortogonal polar, el plano del cuadro es paralelo al Ecuador. Los paralelos son
circunferencias de separación variable en función de la latitud, que conservan su verdadera
magnitud. Los meridianos son rectas cuya separación angular es igual a la diferencia de sus lon-
gitudes. La proyección de cualquier otro círculo de la esfera tiene como resultado una elipse.
Representación del terreno 25

Una adaptación de este tipo de proyección es la polié-


drica, que consiste en suponer la superficie de la Tierra
como un poliedro de caras tangentes a dicha superficie.
Cada cara, limitada por dos paralelos y dos meridianos
toma la forma de un trapecio esférico cuya parte central
se supone tangente a un plano sobre el que se proyec-
ta la superficie terrestre. Hay que señalar que hasta el
año 1970 la cartografía oficial del estado español esta-
ba basada en este sistema de proyección.

4.1.2.- Proyecciones estereográficas


Este tipo de proyecciones, utilizado también como base
para la realización de cartografía de las zonas polares,
se caracteriza porque el centro de proyección se sitúa
en la misma superficie de la esfera terrestre. El plano FIGURA 18.- PROYECCIÓN POLIÉDRICA
del cuadro aquí no pasa por el centro de la Tierra y es
paralelo a la tangente a la misma en un punto opuesto
al de vista (figura 19).
En la proyección estereográfica ecuatorial el plano del cuadro sí pasa por el centro de la Tierra y
la representación es análoga a la ortográfica polar. Los meridianos son rectas que pasan por el
centro de proyección formando entre sí ángulos iguales a la diferencia de sus longitudes y los
paralelos son circunferencias. Este sistema recibe la denominación de Estereografía polar uni-
versal.

FIGURA 19.- PROYECCIÓN ESTREREOGRÁFICA REALIZADA DESDE EL POLO SUR

4.1.3.- Proyecciones gnomónicas


En estos sistemas el punto de vista se encuentra en el centro de la esfera. Las líneas de proyec-
ción tienden a ser paralelas al plano del cuadro conforme el punto que se proyecta se aleja del
centro de proyección, por lo que no resulta apropiada para representar ni siquiera un hemisferio
completo.
Para soslayar este problema se suele recurrir a proyectar la superficie sobre un poliedro circuns-
crito a la esfera terrestre. Este poliedro se desarrollará posteriormente sobre un plano. En nume-
rosas ocasiones este poliedro ha sido un cubo, obteniéndose la representación que se recoge en
la figura 20.
Este sistema de proyección se utilizó en un principio para construir relojes solares y para indicar
sobre la superficie de la Tierra la marcha de los astros. Se le dio inicialmente el nombre de
horóscopo para pasar a denominarse más tarde “gnomon” en referencia a la varilla indicadora de
la hora propia de los relojes solares.

FIGURA 20.- SISTEMA HEXAÉDRICO RECTO Y PROYECCIÓN GNOMÓNICA

4.2.- Proyecciones sobre superficie cónica


Las proyecciones sobre superficie cónica, junto con las realizadas sobre superficie cilíndrica,
pertenecen al grupo de proyecciones geométricas obtenidas al proyectar la superficie terrestre
sobre una superficie desarrollable, que en el primer caso es un cono, y en el segundo será un ci-
lindro. En la proyección sobre superficie cónica se supone la superficie terrestre rodeada por un
cono cuyo eje coincide con un diámetro de la esfera.
Cuando el eje del cono coincide con la línea que une los polos, la proyección se denomina direc-
ta. En ella, los meridianos son rectas que convergen en un punto, mientras que los paralelos son
círculos concéntricos cuyo centro es el punto de concurrencia de los meridianos.
Este sistema tiene el inconveniente de alterar considerablemente los ángulos y las distancias,
salvo para las medidas aplicadas en o muy cerca del paralelo de tangencia.

FIGURA 21.- PROYECCIÓN DIRECTA SOBRE CONO


Representación del terreno 27

4.3.- Proyecciones sobre superficie cilíndrica


Este tipo de sistema de proyección es similar al anterior salvo que ahora la superficie desarrolla-
ble que circunscribe la esfera terrestre es un cilindro cuyo eje coincide con un diámetro de la Tie-
rra.

FIGURA 22.- PROYECCIÓN DIRECTA SOBRE CILINDRO

Cuando el eje del cilindro coincide con la línea de los polos, la proyección se denomina directa.
En este tipo de proyección los meridianos que convergen sobre los polos en la esfera, se sepa-
ran pasando a ser rectas paralelas en el cilindro. Los paralelos aumentan de radio pasando a ser
todos iguales al del Ecuador. Con ello, paralelos y meridianos forman una cuadrícula rectangular
de rectas paralelas (figura 22).
El principal inconveniente de este sistema de proyección es que aumenta las dimensiones linea-
les a medida que nos alejamos del Ecuador, llegando al máximo en las regiones polares.
El cilindro utilizado para la proyección puede ser tangente, tal como aparece en la figura, o se-
cante recibiendo en estos casos la denominación de cilíndrica tangente o secante respectiva-
mente. Este sistema de proyección es de gran utilidad en el trazado de cartas marinas y en los
atlas geográficos en los que generalmente se tiende a representar las regiones ecuatoriales que,
como ya se ha indicado, son las que menor deformación lineal y angular sufren.

4.3.1.- Proyección UTM


Dentro del grupo de proyecciones sobre superficie cilíndrica merece especial mención la deno-
minada universal transversa de Mercator (UTM). Ello es debido a que constituye la proyección
base sobre la que se realiza la cartografía de casi todos los países. En España es oficial desde
el año 1970.
La proyección UTM utiliza como ba-
se de proyección un cilindro tangen-
te al globo terrestre, pero a
diferencia de la proyección conven-
cional sobre cilindro, que es tangen-
te al Ecuador, la UTM utiliza como
tangente dos meridianos opuestos.
En este caso el eje del cilindro se si-
túa en el plano del Ecuador en lugar
de coincidir con el eje de la Tierra.
Como resultado de esta proyección
la superficie de la Tierra queda divi-
dida en 60 zonas geográficas de-
nominadas husos, y cada uno de
ellos tiene 6 grados de longitud. El
huso número 1 está situado en el
antimeridiano cero. En cada huso la
proyección es tangente por su meri- FIGURA 23.- PROYECCIÓN UTM
diano central. Por tanto, los límites
Este-Oeste de un huso están comprendidos en una región que está 3° al Oeste y 3° al Este de
este meridiano central. El meridiano central se convertirá en el eje de las Y en el mapa, que
además es automecoico. El eje de las X en el mapa queda representado por la generatriz del ci-
lindro tangente al Ecuador. De esta forma se crea una red de paralelos y de meridianos que se
cortan ortogonalmente. La proyección es conforme.
Por otra parte, los límites Norte-Sur de cada huso están comprendidos entre la latitud 84° N, y la
latitud 80° S. Ello es debido a que en este tipo de proyección los polos quedan representados
por un punto. Por esta razón, para las zonas polares se utilizan proyecciones del tipo polar este-
reográfica universal.

FIGURA 24.- HUSOS CENTRALES DE LA FIGURA 25.- ESTATUA DE GERARD MERCATOR, EN


PROYECCIÓN UTM BRUSELAS

A su vez, cada huso se divide en 20 zonas, 10 en el hemisferio Sur y 10 en el Norte. Cada zona,
que abarca una amplitud de 8 grados, se corresponde con una letra, empezando por el Sur que
Representación del terreno 29

va desde la C hasta la X, exceptuando las I, Ñ y O. Así pues, la superficie terrestre ocupa un to-
tal de 60 husos dividido cada uno en 20 zonas, lo que da un total de1.200 cuadrículas.
España está incluida en los husos 28 (islas Canarias), 29 y 30 (España peninsular) y 31 (extre-
mo oriental de la península e islas Baleares). Todas las zonas, salvo la correspondiente a X, tie-
nen las mismas dimensiones angulares: 6º de longitud (los correspondientes al huso) y 8º de
latitud (los correspondientes a la zona).
Los límites lineales en el sentido del eje X son variables según la zona, la máxima dimensión se
encuentra en las zonas M y N, junto al Ecuador, y van disminuyendo progresivamente según nos
acercamos a los polos. Deducido de la longitud del Ecuador, la máxima dimensión X que puede
tener una zona es de aproximadamente 668 Km.
Por convenio, se considera el origen de un huso al punto donde se cruzan el meridiano central
de la zona con el Ecuador. A este origen se le define con un valor de 500.000 m Este y 0 m
Norte para cualquier punto situado en el hemisferio norte y con un valor de 500.000 m Este y
10.000 Km Norte cuando el punto esté situado en el hemisferio Sur. Esta medida evita la
utilización de números negativos en el uso de las coordenadas ya que ni siquiera en las zonas
del Ecuador la longitud de la cuadricula supera los 1.000.000 m dirección Este y los 10.000.000
m dirección Norte.
Así pues, todos los puntos situados en el meridiano central de cualquier huso tendrán por
coordenada X = 500.000, mientras que en el extremo izquierdo de la zona, a -3º, vendrá definida
por X = 500.000 - x, siendo x la distancia, en este caso variable en función de la latitud que
separa ambos meridianos. Su valor siempre será positivo porque la distancia máxima existente
entre los dos meridianos en ningún caso supera los 500.000 m.

De igual forma, los límites de la di-


mensión X en el meridiano situado en
el extremo derecho de una zona a +3º X
W
viene definido por la siguiente expre-
V
sión:
U
X = 500.000 + x T
A cada zona le S
Si para todas las zonas terrestres se corresponde un ángulo de R
repite este mismo proceso, algunos 8º, salvo la X que tiene una Q
latitud de 12º
de los valores de la coordenada X en P
UTM se repetirán para diferentes lu- N
gares. En efecto esto ocurre así, y por M
L
ello es muy importante que para defi-
K
nir las coordenadas UTM en un punto
J
cualquiera de la Tierra es necesario H
en primer lugar definir el huso en el G
que está situado dicho punto. F
E
Con la ordenada Y no ocurre lo mis- D
mo ya que tiene su origen en el C
Ecuador. Por tanto la dimensión Y re-
presenta la distancia que existe entre
un punto y el Ecuador.
FIGURA 26.- DENOMINACIÓN DE LAS ZONAS EN CADA HUSO
Resumiendo, la lectura de coordenadas en una zona UTM se realiza de izquierda a derecha y de
abajo a arriba. Estos valores se corresponden con las coordenadas X e Y de un determinado
punto. Por las razones expuestas en el párra-
fo anterior la abscisa X estará representada
por 6 dígitos, mientras que la ordenada la Huso 6º
componen 7 dígitos (aunque se admiten dígi-
tos decimales adicionales). Por definición, el
valor de X en el punto central (que coincide
con el meridiano central) de la retícula UTM
es siempre de 500.000 m. Cualquier punto a Zona 8º
la izquierda de este meridiano central tendrá
un valor inferior a 500.000. Cualquier punto si-
tuado a la derecha del meridiano central ten-
drá un valor superior a 500.000.
Entre las redes de coordenadas geodésicas
(longitud y latitud medida en grados) y la UTM
(medidas en metros) se establece una rela-
ción matemática que, mediante las corres-
pondientes ecuaciones, permite la conversión
FIGURA 27.- DIMENSIONES ANGULARES DE UNA
entre sistemas.
ZONA O HUSO
De acuerdo con lo establecido, la representa-
ción de la superficie terrestre sobre un plano de proyección UTM tomará la forma de 60 husos,
divididos a su vez cada uno de ellos en 20 zonas tal como se indica en la figura 29.

Meridiano central
de tangencia

Las coordenadas UTM del


Una cuadrícula punto P son:
queda definida por
el número de huso 3º 3º X = 500.000 + x m
y por la letra de la Y=y m
zona a la que per- P
tenece Siendo y la distancia des-
x de P al Ecuador
y

FIGURA 28.- ESQUEMA DE UNA CUADRICULA UTM CON INDICACIÓN DE LAS COORDENADAS DE UN PUNTO.
Representación del terreno 31

Números de zona UTM

Designaciones de zona UTM


FIGURA 29.- HUSOS Y ZONAS EN EL SISTEMA DE PROYECCIÓN UTM (AUTOR: PETER H. DANA)
ANEXOS
Anexos 35

5.- ÍNDICE ANALÍTICO

Gnomon, 18, 32
A
Achatamiento, 19 H
ASCII, 12
Hayford, 19
Automecoico, 34
Huso, 34
Huygens, 19
B
Barranco, 26 I
Ingeniería gráfica, 16
C
Cartografía, 29 L
Cassinis, 19
Línea de máxima pendiente, 24, 28
Celsius, 19
CEN, 12
CETOP, 12 M
Cima, 26 Maupertius, 19
Collado, 26 Modelo digital del terreno, 22
Comité Europeo de Normalización, 12 Movimiento de tierras, 22
Compresor, 54, 55
Copérnico, 19 N
Cuesta, 24
Cumbre, 26 Newton, 19
Curvas de nivel, 17, 22, 23
Curvas directoras, 23 P
Curvas maestras, 23 Pendiente, 21
Perfil, 24
D Picard, 19
Depresión, 26 Plano de comparación, 17, 20
Diario Oficial de las Comunidades Plano del cuadro, 30
Europeas, 12 Planos acotados, 20
Diquearco, 18 Proyección acimutal, 29
Divisoria, 24 Proyección automecoica, 29
Proyección cenital, 30
Proyección central, 30
E Proyección conforme, 29, 34
Elipsoide, 18 Proyección ecuatorial, 30
Elipsoide internacional, 19 Proyección equivalente, 29
Equidistancia, 23 Proyección estereográfica, 17, 30
Erastótenes, 18 Proyección gnomónica, 18, 30
Estereografía polar universal, 31 Proyección horizontal, 30
Proyección meridiana, 30
G Proyección ortogonal, 30
Proyección ortogonal polar, 30
Geodesia, 18
Proyección ortográfica, 30
Proyección ortomorfa, 29 S
Proyección polar, 30 Sima, 26
Proyección poliédrica, 31 Sistema de información geográfica, 22
Proyección sobre superficie cilíndrica, 29 Snell, 19
Proyección sobre superficie cónica, 29 Superficie agraria, 21
Proyección universal transversa de
Mercator, 33
U
Puerto, 26
Punto de vista, 29 UTM, 33, 36

R V
Relación de compresión, 13 Valle, 26
Richer, 19 VDMA, 14
Vertiente, 24
OTRAS PUBLICACIONES AIDA-I4

Ingeniería concurrente
Espinosa, M.M.
ISBN: 978-84-611-4395-5
Impresión electrónica en b/n
414 páginas (rústica)
(2007)

Fundamentos de topografía
Belda, M.
ISBN: 978-84-611-4394-8
Impresión electrónica en b/n
412 páginas (rústica)
(2007)

Neumática en entornos productivos


Domínguez, M.
ISBN: 978-84-609-3620-6
Impreso en cuatricromía
188 páginas (rústica)
(2005)

Desarrollo de productos e imagen comercial


Espinosa, M.M.
ISBN: 978-84-609-3037-2
Impreso en cuatricromía
465 páginas (rústica)
(2004)
www.sedeAIDA.org/publicaciones

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