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Algunos consejos y detalles para mis amigas

Lorena Guevara

Entonces es cuando me arrodillo al lado de la

cama, como dispuesta a rezar y acerco la

entrepierna de mi chico a la orilla de la cama.

Hola a todas mis amigas

Quisiera compartir con todas ustedes mi forma de

lleva mi vida sexual con mi actual hombre…

Muchas de nuestras cosas están en nuestra mente

y me he tomado la molestia de leer artículos

sobre las cosas que tanto les gusta a nuestro

queridos, renunciado al pensar solamente en

coser y cocinar, para ver mas a mi marido como

un hombre con muchas ganas en la cama (y no

solamente en la cama).

Siempre en las mañanas un hombre amanece muy

ardiente, quizás el descanso de la noche lo

llena de energías, y yo al sentir sus manos en

mis hombros y el roce de su miembro erecto, le

entiendo el mensaje y enseguida tomo mi actitud

de mujer complaciente, claro por parte de él no

faltara sus besos aunque pequeños, pero son

suficientes para saber que mi trabajo debo

empezarlo en la zona que mas a él le gusta que

le consientan, su pene, con una mano lo saco de

la pijama y mis dedos empieza a tomar las


medidas de su tamaño (claro siempre lo mido, por

costumbre, es un rito), cuando me cercioro, que

está todo afuera, mi cuerpo se acomoda,

arqueándose hacia abajo y acercarme a esa cosa

que revienta. Con mi mano que queda libre lo

sujeto y recibo en mi boca, lo primero del día,

mi primer bocado es un pedazo de carne viva,

pero cuidado amigas, los dientes son el

principal enemigo de mi juguete y por muchas

ganas que me da morderlo, trabajo mejor con

fuerza mi lengua, para darle su merecido masaje

bucal, es allí cuando él se pone a millón, y

escucho desde abajo sus pequeños quejidos y

empieza a acariciarme el pelo, al minuto, mi

boca siente, el saborcito, amargo y salado de su

góticas iniciales, mi boca se vuelve mas húmeda

y me facilita la acción del mamado.

Mi hombre por supuesto, por naturaleza, quiere

empujar, pero le recuerdo que esta su pene en mi

boca y no en la vagina, así que cambio de

posición para que entre mas sin que me ahogue,

claro, todo eso es parte del pequeño esfuerzo

que como hembra me toca resistir, entonces es

cuando me arrodillo al lado de la cama, como

dispuesta a rezar y acerco la entrepierna de mi

chico a la orilla de la cama, así el tendrá mas


libertad en la cama y yo también el la parte de

afuera. Se saco nuevamente el pene de mi boca y

respiro profundamente porque, así mejor

acomodada logro una penetración mas profunda,

vale decir que esto también es de practica, las

primeras veces me quedaba la sensación de algo

adentro después de una sesión de mamada, pero

poco a poco mi garganta se fue acostumbrando,

así actúo durante 5 o 6 minutos, logrando que

toda la sangre que entra al pene este al máximo,

y mi marido con ganas de acabar.

Muchas veces me ha pedido que en ese instante

quiere acabar y yo lo complazco, pero hay que

estar preparada para la llegada del semen, yo me

doy cuenta cuando el semen viene a mi boca

porque él pone su abdomen un poco tenso y su

respiración se detiene por un pequeño periodo de

tiempo, justo allí dejo de chupar y abro un poco

mas mi boca para dejarle espacio al semen.

Cuando te llega el semen a la boca, lo primero

que hay que hacer es quedarse tranquila y tratar

de recoger con las paredes de la boca la porción

de regalito que recibiste. Con esa porción en tu

boca (y en la mía muchas veces), decides que vas

hacer si tragártela o escupirla –cada hombre es

diferente y tiene un sabor de su semen


diferente, depende si fuma o tales alimentos

consumidos en las últimas 24 horas-, si no

conoces bien a tu macho, pero te gusta mucho y

quieres seguir con él, te recomiendo que te lo

tragues, así él sentirá que algo de él esta

dentro de ti, por el contrario si es una

aventura y algo que hasta allí, dile

decentemente que iras un momento al baño y allí

botas el producto de tu ordeño. Pero si decides

tragártelo, te quedara por un rato su saborcito

de semen, que por lo demás a mi me parece que es

como si tuviera al macho dentro de mi. Lastima

que la mayoría de los hombre no vuelven a

ponerse activos, después de su primera

eyaculación.

Pero muchas otras veces tu hombre no quiere

acabar en tu boca, si no seguir la fiesta con tu

vagina, -aquí le puedes pedir a él que te de su

probadita vaginal, no todo es para él-, te

puedes subir de nuevo a la cama y colocarte a

horcajadas en sus cadera, el pene debe estar al

máximo, así que prepárate amiga, porque, te va

entrar con todo, por eso comentaba que sería

bueno, la chupadita al clítoris, para lubricar

tu canal vaginal.

De todos modos cuando lo logres introducir


concentrare en mover esa cadera, así como cuando

veías a shakira por la TV o en sus conciertos, a

darle con fuerza y rapidez, a eso le encanta a

tu macho, acércate y bésalo mucho que eso lo

pone a millón y a llevar embestidas –es decir a

recibir palo adentro por un rato-, para eso soy

buena, para ser penetrada, especialmente a mi me

encanta sentir todo mi peso sobre el pene, me

duele un poco muchas veces, pero no puedo negar

que es relajante una vez hecho el amor.

También déjalo que trabaje y ponte en un

misionero, así le servirá a el para que trabaje

su abdomen y deja que te empuje su miembro, abre

tus piernas al máximo y si es posible coloca una

almohada debajo de tus glúteos para que la

penetración sea mas profunda. Una penetración

profunda es exquisita, sobre todo en alguna que

llega hasta la entrada de la matriz, las que

tenemos el canal corto, de vez en cunado dile a

tu macho que se detenga un poquito para sentir

el latido de su corazón dentro de la vulva.

Y así, una vez saboteado los órganos del placer,

debes estar pendiente para cuando el se ponga a

punto de clímax, tu te puedes concentrar en ese

instante también, para sentir lo mas rico de

todo –esas ganas de mear, de gritar, de que


saquen el pene pero no, bueno la locura que se

llama orgasmo-

Mi relato es corto, pero espero que halla sido

de aprendizaje para las chicas, sobre todo a las

mas jóvenes que deben aprender a revolcarse en

la cama con su macho… besos

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