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José Gervasio Artigas

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Para otros usos de este término, véase Artigas.José Gervasio Artigas Arnal

Jefe de los Orientales


General
Apodo Karay Guazú1
Mandos Ejército Artiguista
Participó en
Lucha contra los realistas
Batalla de las Piedras

Invasión portuguesa de 1811 Invasión Luso-Brasileña


Batalla de Carumbé
Batalla de Arapey
Batalla de Queguay Chico
Batalla de Santa María

Nacimiento 19 de junio de 1764


Montevideo, Banda Oriental, Virreinato del Río de la Plata
Fallecimiento 23 de septiembre de 1850
Ybyray, Paraguay

José Gervasio Artigas Arnal (Montevideo, Gobernación de Montevideo, Virreinato del Río de la
Plata, 19 de junio de 1764 - Ybyray, Paraguay, 23 de septiembre de 1850) fue un militar, estadista y
máximo prócer uruguayo.2 3 Recibió los títulos de «Jefe de los Orientales» y de «Protector de los
Pueblos Libres». Fue uno de los más importantes estadistas de la Revolución del Río de la Plata,
por lo que es honrado también en la Argentina por su contribución a la independencia y, con
vicisitudes, la federalización del país.

Perfil

Artigas tuvo una actuación destacada en las luchas independentistas y en el predominio de las ideas
republicanas y democráticas sobre las monárquicas. Luchó sucesivamente contra el Imperio español
y el Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve y contra los unitarios instalados en Buenos Aires y
Montevideo.

Artigas era oriental, entendiéndose como tal al nacido en la Banda Oriental, compuesta por lo que
actualmente es Uruguay y por parte del actual estado brasileño de Río Grande del Sur. De manera
directa, sus luchas se orientaron a la conformación de la Liga Federal, organizada estrictamente
sobre los principios del federalismo y la república. A la Liga Federal se unieron, además de la
Provincia Oriental, las provincias de Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe y los pueblos de
Misiones bajo el control de Andrés Guazurary, todas ellas parte actual de la República Argentina,
por entonces Provincias Unidas del Río de la Plata.

Su férrea defensa de la autonomía federal de las provincias contribuyó de manera indirecta a la


independencia de España de los territorios que conformaron la Liga Federal. La Provincia Oriental
se terminaría independizando de España en 1815. En 1828, al concluir la Guerra del Brasil, parte de
la Provincia Oriental - el norte se mantuvo en poder brasileño - se transformó en un Estado
autónomo separado del resto de las provincias y luego independiente, el Estado Oriental del
Uruguay, cuando Artigas ya se encontraba en su largo exilio en Paraguay, país donde murió. Es
decir que Artigas jamás consideró a la Banda Oriental como país independiente, ni nunca la llamó
Uruguay.

El éxodo del pueblo oriental


Artículo principal: Éxodo oriental.

José Artigas. Dibujo de J.M. Blanes

Como consecuencia del armisticio firmado con el virrey Elío por la Junta de Buenos Aires, las
tropas enviadas a la Banda Oriental debieron abandonar dicho territorio, levantando el sitio de
Montevideo. Artigas fue nombrado «teniente gobernador, justicia mayor y capitán del
Departamento de Yapeyú», entonces en las Misiones argentinas.

Artigas, disgustado por el armisticio y ante la evacuación de las tropas porteñas, cumplió con su
nuevo cargo trasladándose al territorio misionero, por lo que decidió pasar con sus seguidores a la
orilla occidental del río Uruguay, hecho conocido como el éxodo oriental. Cruzó el río Uruguay con
mil carretas y unas 16.000 personas con sus ganados y pertenencias, en la primera semana de enero
de 1812, instalando su campamento cerca del arroyo Ayuí Grande, pocos kilómetros al norte de la
actual ciudad entrerriana de Concordia, entonces perteneciente a la jurisdicción de Misiones.12

Allí se estableció en un enorme campamento, desde el cual organizó un gobierno sui generis sobre
el territorio que sus hombres alcanzaban a controlar. Mantuvo correspondencia con pequeños
caudillos locales de las provincias de Entre Ríos y Corrientes, con lo que aumentó el círculo de los
que compartían sus ideas y que serían base de su futura influencia en el Litoral argentino.

A principios de 1812, roto el armisticio con la retirada de Elío, las tropas de Buenos Aires
reanudaron el sitio de Montevideo. Pero el jefe político de las mismas, Manuel de Sarratea, hizo
todo lo posible para debilitar las fuerzas de Artigas, lo que llevó a un enojoso conflicto con el
caudillo. Sólo después de la retirada de Sarratea, Artigas se unió al sitio de Montevideo con sus
tropas.
Las instrucciones para la Asamblea del año 1813
Artículo principal: Instrucciones del año XIII.

Bandera de Artigas

En el campamento de Artigas fueron electos los diputados orientales que debían concurrir a la
Asamblea General Constituyente del año 1813 a celebrarse en Buenos Aires. Artigas le dio
instrucciones13 a sus diputados, las que fueron dictadas el 13 de abril de 1813.

Básicamente, Artigas reclamaba:


Independencia de las provincias del poder español.
Igualdad de las provincias a través de un pacto recíproco.
Libertad civil y religiosa.
Organización de los poderes como un gobierno republicano.
Federalismo, con un gobierno supremo que entendendiera solamente en los negocios generales del
Estado, y confederación referida a la protección que se debían las provincias entre sí.
Soberanía de la Provincia Oriental sobre los siete pueblos de las Misiones Orientales.
Ubicación del gobierno federal fuera de Buenos Aires.

Los diplomas de los diputados orientales fueron rechazados por la Asamblea, usando como
argumento legal la nulidad de su elección porque se realizó en un campamento militar y además
porque Artigas les había impartido instrucciones, a pesar de que la Asamblea se había declarado
soberana.

A continuación, el general José Rondeau hizo reunir un segundo congreso, que eligió nuevos
diputados a la Asamblea, en una capilla junto a su propio campamento, cuidando de elegir a
diputados contrarios a la influencia de Artigas.

Ante este atropello a la voluntad popular, Artigas abandonó el sitio de Montevideo a mediados de
enero de 1814. Se dirigió a la costa del río Uruguay, desde donde sus partidarios lanzaron una serie
de campañas para controlar el interior de la Banda Oriental y la Provincia de Entre Ríos. La
expedición enviada desde Paraná para enfrentarlo fue derrotada en Entre Ríos por su lugarteniente
Eusebio Hereñú.

Tras el retiro de Artigas del sitio de Montevideo, el unitario Director Supremo de las Provincias
Unidas del Río de la Plata, Gervasio Antonio Posadas, firmó un decreto el 11 de febrero de 1814,
declarando a Artigas «traidor a la Patria».

Art.1 - Se declara a don José Artigas infame, privado de sus empleos, fuera de la Ley y enemigo de
la Patria.
Art. 2 - Como traidor a la Patria será perseguido y muerto en caso de resistencia.
Art. 3 - Es un deber de todos los pueblos y las justicias, de los comandantes militares y de los
ciudadanos de las Provincias Unidas perseguir al traidor por todos los medios posibles. Cualquier
auxilio que se le dé voluntariamente será considerado como crimen de alta traición. Se
recompensará con seis mil pesos a los que entreguen la persona de don José Artigas vivo o
muerto.14

En cuanto a su vida personal, en 1813, Artigas procrea otros dos hijos naturales: una niña, María
Escolástica (nacida el 10 de febrero de 1813), cuya madre fue una misionera guaraní, y un niño,
Roberto (nacido a fines de 1813), hijo de María Matilda Borda, viuda de Antonio Altacho (muerto
en 1808) y dueña de una pulpería y almacén de ramos generales.6 Mientras que María Escolástica
fue adoptada por el matrimonio Lorenzo Centurión y Francisca Basualdo y toma su apellido,6
Roberto es reconocido por Artigas, como consta en su acta de bautismo en Las Piedras.6
La Liga Federal
Artículo principal: Liga Federal.

En rojo, la Unión de los Pueblos Libres en 1815, parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Bandera diseñada por Artigas para la Liga Federal en 1815

En 1814 organizó la Unión de los Pueblos Libres, de la que fue declarado Protector. Al año
siguiente liberó Montevideo del control de los unitarios aliados de Buenos Aires.

Tras varios meses de enfrentamientos militares entre el Directorio, en una guerra civil desarrollada
en Corrientes, Entre Ríos y la Provincia Oriental, la victoria de Fructuoso Rivera en la batalla de
Guayabos en enero de 1815, obligó al Director Carlos María de Alvear a evacuar Montevideo,
entregándola al segundo de Artigas, Fernando Otorgués.

Alvear, decidido a gobernar sobre las provincias argentinas sin oposición, ofreció a Artigas la
independencia de la Provincia Oriental. Artigas la rechazó y ayudó a los federales de Corrientes y
Santa Fe a sacudirse la tutela del Directorio.

Las victorias de Artigas facilitaron la revolución que determinó la caída de Alvear en abril de ese
año. Pero las relaciones con su sucesor, Ignacio Álvarez Thomas, siguieron siendo tirantes y
violentas. No obstante, éste no intentó volver a someter a su gobierno a la Provincia Oriental.

En mayo de 1815, Artigas instaló su campamento en Purificación, unos cien kilómetros al norte de
la ciudad de Paysandú, cerca de la desembocadura del arroyo Hervidero, que desagua en el río
Uruguay, y a unos siete kilómetros de la llamada Meseta de Artigas. Purificación habría de
transformarse en la capital de hecho de la Liga Federal. El comerciante escocés John Parish
Robertson, que lo visitara en aquel entonces, describió así el sitio:

Tenía alrededor de 1.500 seguidores andrajosos en su campamento que actuaban en la doble


capacidad de infantes y jinetes. Eran indios principalmente sacados de los decaídos
establecimientos jesuíticos, admirables jinetes y endurecidos en toda clase de privaciones y fatigas.
Las lomas y fértiles llanuras de la Banda Oriental y Entre Ríos suministraban abundante pasto para
sus caballos, y numerosos ganados para alimentarse. Poco más necesitaban. Chaquetilla y un
poncho ceñido en la cintura a modo de kilt escocés, mientras otro colgaba de sus hombros,
completaban con el gorro de fajina y un par de botas de potro, grandes espuelas, sable, trabuco y
cuchillo, el atavío artigueño. Su campamento lo formaban filas de toldos de cuero y ranchos de
barro; y éstos, con una media docena de casuchas de mejor aspecto, constituían lo que se llamaba
Villa de la Purificación.15

Fue además en el campamento de Purificación donde Artigas contrae su segundo matrimonio en


diciembre de 1815 (su primer enlace con Rosalía Villagrán había sido anulado a causa de su
demencia) con Melchora Cuenca, una lancera paraguaya. Esta mujer, mucho menor que Artigas,
conoció al Prócer pues su padre traía víveres a Artigas enviados por la Junta del Paraguay. Fruto de
la unión nacieron dos hijos: Santiago (nacido en 1816) y María (nacida en 1819).6

El 29 de junio de 1815 se reunió en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, el «Congreso de los
Pueblos Libres» llamado Congreso de Oriente. Fue convocado por Artigas para «tratar la
organización política de los Pueblos Libres, el comercio interprovincial y con el extranjero, el papel
de las comunidades indígenas en la economía de la confederación, la política agraria y la
posibilidad de extender la Confederación al resto del ex-Virreinato del Río de la Plata». En este
congreso, las provincias de Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Misiones, Santa Fe y la Provincia
Oriental se declararon independientes «de todo poder extranjero», al tiempo que se invitó a las
demás Provincias Unidas del Río de la Plata a sumarse a un sistema federal, ya que dicha
declaración de independencia no era una declaración separatista del Río de la Plata. A la Liga
Federal liderada por José Gervasio Artigas estuvieron a punto de sumarse las provincias de Santiago
del Estero y La Rioja aunque en ambas al final vencieron las tropas directoriales.

Envió una delegación a Buenos Aires con la premisa de mantener la unidad basándose en los
principios de: «La soberanía particular de los pueblos será precisamente declarada y ostentada,
como objeto único de nuestra revolución; la unidad federal de todos los pueblos e independencia no
solo de España sino de todo poder extranjero (...)». Los cuatro delegados fueron detenidos en
Buenos Aires, y el nuevo Director ordenó invadir Santa Fe.

Artigas ratificó entonces el uso de la bandera creada por Manuel Belgrano, añadiéndole un festón
diagonal punzó, siendo el rojo punzó desde entonces el signo del federalismo en Argentina. Artigas
la llamó «el Pabellón de la Libertad».

Este congreso sancionó el 10 de septiembre de 1815 un Reglamento para el fomento de la campaña,


que fue la primera reforma agraria de América Latina, ya que expropiaba las tierras y las repartía
entre los que la trabajaban «con la prevención que los más infelices sean los más privilegiados».16
La invasión luso-brasileña y la guerra contra los unitarios
Estatua de Artigas en Belo Horizonte, Brasil.
Artículo principal: Invasión Luso-brasileña.

El 9 de julio de 1816 se declaró en el Congreso de Tucumán la independencia de las Provincias


Unidas del Río de la Plata, pero en el mismo, con excepción de Córdoba, no fueron representadas
las provincias pertenecientes a la Liga de los Pueblos Libres.

El constante crecimiento de influencia y prestigio de la Liga Federal atemorizó tanto a los unitarios
de Buenos Aires y Montevideo como al Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve. En agosto de
1816 numerosas tropas luso-brasileñas invadieron la Provincia Oriental, con la complicidad tácita
de los unitarios que se habían fortalecido en Buenos Aires y del embajador porteño en Río de
Janeiro. Con la intención de destruir al caudillo y su revolución, las tropas luso-brasileñas atacaron
por tierra y mar. Junto a Artigas, participaron en la defensa de su provincia sus lugartenientes: Juan
Antonio Lavalleja, Fernando Otorgués, Andrés Latorre, Manuel Oribe, el misionero Andrés
Guazurary, apodado "el indio Andresito". En cuanto a Fructuoso Rivera, éste traicionó a Artigas
pasando a servir a los portugueses y brasileños. Poco tiempo después el mismo Fructuoso Rivera
entraría junto a los montevideanos del "Club del Barón" a conspirar para dar muerte a Artigas.

Debido a su superioridad numérica y material, las fuerzas luso-brasileñas al mando de Carlos


Federico Lecor vencieron a Artigas y sus lugartenientes y ocuparon Montevideo el 20 de enero de
1817, aunque la lucha continuó por tres años en el medio rural.

Indignado por la pasividad de los unitarios instalados en Buenos Aires, Artigas les declaró la guerra,
al tiempo que enfrentó a los luso-braileños con ejércitos que se vieron diezmados por sucesivas
derrotas.

Después de tres años y medio de resistencia, la batalla de Tacuarembó, de enero de 1820 significó la
derrota definitiva de Artigas, que debió abandonar el territorio oriental, al que ya no volvería. Varios
de sus lugartenientes cayeron prisioneros o abandonaron la lucha. Fructuoso Rivera, por su parte, se
pasó al ejército brasileño de ocupación.
Conflicto con Ramírez
Artículo principal: Guerra entre Artigas y Ramírez.

Casi al mismo tiempo, los integrantes de la Liga Federal, Francisco Ramírez, gobernador de Entre
Ríos, y Estanislao López, gobernador de Santa Fe, lograron finalmente la victoria sobre los
unitarios. La Batalla de Cepeda forzó la caída del Directorio. Pero la esperanza duró poco, ya que
ambos caudillos, al saber del casi aniquilamiento de las tropas de Artigas, entraron en acuerdos con
el nuevo gobernador porteño, Manuel de Sarratea, firmando con él el Tratado del Pilar. Aunque tal
tratado consideraba pedir su aprobación a Artigas, el héroe oriental se consideró afrentado al no
haber sido consultado por los suscriptores del tratado.

Después de la batalla de Tacuarembó, Artigas se instaló en Entre Ríos, donde entró en serios
conflictos con Francisco Ramírez, quien no aceptó la hegemonía del caudillo oriental en su
provincia. Con apoyo del gobierno porteño, Ramírez inició una campaña contra Artigas. Fue
derrotado en una pequeña batalla, pero logró derrotarlo en la batalla de Las Tunas, cerca de Paraná.

Ramírez persiguió a Artigas hacia Corrientes, donde éste contó aún con el apoyo del jefe guaraní
Francisco Javier Sití. Pero la victoria fue, en definitiva, para Ramírez.
De 1820 a 1850: el exilio en Paraguay

Rodeado por todos lados por los lugartenientes de Ramírez y viendo su causa definitivamente
perdida, el 5 de septiembre de 1820, Artigas cruzó el río Paraná hacia el exilio en Paraguay, dejando
atrás su patria y su familia. La separación dejó un profundo dolor en el alma de su esposa Melchora,
que se sintió traicionada y presa del deshonor, y seguramente vivió llena de amargura el resto de su
vida.

Artigas en su ancianidad, por Alfred Demersey. Es el único retrato auténtico del general, aunque
muy posterior a su actuación pública. Posiblemente en éste se inspiró Blanes para sus retratos de
Artigas.

El dictador paraguayo Gaspar Rodríguez de Francia le dio refugio, pero cuidó que no conservara
ninguna influencia política, ni mantuviera correspondencia con nadie fuera del Paraguay. Su único
acompañante durante el resto de su vida fue el Negro Ansina.

La campaña de los Treinta y Tres Orientales inició la liberación de su provincia del Imperio del
Brasil en 1825. Pero la complicada guerra del Brasil y las intromisiones diplomáticas de Gran
Bretaña, sumada a las sucesivas desilusiones de los orientales con los gobiernos porteños, llevaron a
la independencia del Estado Oriental del Uruguay en 1828, en la cual Artigas nunca participó.

Confinado a la lejana e inhóspita Villa de San Isidro Labrador de Curuguaty, allí vivió cultivando la
tierra hasta la muerte de Gaspar Rodríguez de Francia y no causó problema alguno a las autoridades
paraguayas. Fue en esta localidad donde Artigas conoció hacia el año 1825 a Clara Goméz Alonso,
quien sería su compañera hasta la muerte; de esta unión nacería en 1827 Juan Simeón, el último de
su larga prole y que llegaría a ser Teniente Coronel en Paraguay, hombre de confianza del Mariscal
Francisco Solano López.6

No obstante su pasividad en el exilio, por mera precaución, fue arrestado algunas semanas después
de la muerte del dictador, ocurrida el (20 de septiembre de 1840). El nuevo gobierno de Carlos
Antonio López, primer Presidente Constitucional del Paraguay lo trasladó a Asunción, donde
disfrutó de su plácida ancianidad en el barrio asunceño de Trinidad, residiendo en la propia quinta
del Presidente de la República, rodeado del afecto de los paraguayos. Allí falleció, diez años
después, el 23 de septiembre de 1850, a los 86 años de edad.
¡Mi caballo! ¡Tráiganme mi caballo!17
Últimas palabras de José Gervasio Artigas.

Los paraguayos y guaraníes misionenses lo llamaban Karay Guazú (gran señor), título que sólo le
dieron aparte de a Artigas, a Gaspar Rodríguez de Francia y Francisco Solano López. Por otra parte,
el historiador Gonzalo Abella recoge el apodo Oberavá Karay (señor que resplandece), título con
que los guaraníes de la zona de Curuguaty se referían a Artigas.1

Testimonio de su larga estadía en el Paraguay son una escuela pública y un árbol de ibirapitá.

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