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II.

ANTIGUO TESTAMENTO
“Los cristianos veneran el Antiguo Testamento como verdadera Palabra de Dios:
todos sus libros están divinamente inspirados y conservan un valor permanente,
dan testimonio de la pedagogía divina del amor salvífico de Dios, y han sido
escritos sobre todo para preparar la venida de Cristo Salvador del mundo”.
Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica 21
En el Antiguo Testamento ha habido un largo proceso de redacción y de
supervisión hasta que los libros han quedado como los tenemos ahora.
Se conocen por lo menos cuatro grandes redactores de toda la tradición anterior a
ellos, también llamados “fuentes” o “tradiciones” (a parte de estos cuatro hubo
muchos otros autores que participaron en la redacción de cada libro):

Tradición yavista - Se denomina yavista porque usa siempre el nombre de


(J) Yavé para referirse a Dios.
- Parece ser que alguien del sur de Palestina, alrededor del
año 850 a.C., revisó y completó todas las tradiciones
sagradas existentes del pueblo de Israel.
- Se describe a Dios con características humanas.
Tradición eloista - Se llama elohista porque usa siempre el nombre de Elohim
(E) para referirse a Dios.
- Se atribuye a alguien del norte de Palestina, que alrededor
del año 722 a.C. revisó y completó las tradiciones
anteriores.
- Este autor espiritualiza a Dios; por eso en él, a Dios no se le
puede ver, y se revela por medio de sus sueños.
Tradición - La deuteronomista toma su nombre porque su autor es
deuteronomista probabalemente el redactor del libro Deuteronomio.
(D) - Este libro fue redactado alrededor del año 623 a.C. en el
Reino del norte y llevado posteriormente a Jerusalén.
- Este autor subraya sobretodo la trascendencia de Dios.
Tradición - La tradición sacerdotal está escrita por el círculo sacerdotal
sacerdotal (P) de Israel alrededor del final del destierro de Israel en
Babilonia.
- Contiene la mayor parte de los textos lesgislativos o
jurídicos.
- Pretende organizar las tradiciones antiguas para alentar la
fe y la esperanza del pueblo.

Los libros del Antiguo Testamento tienen que ver con la historia del pueblo de
Israel, una historia en la que pueden distinguirse cuatro grandes épocas: desde los
orígenes hasta la monarquía, la monarquía, el exilio y las dominaciones
extranjeras.
En esas épocas podemos destacar cinco acontecimientos fundamentales, entorno
a los cuales se fueron estructurando los diversos libros del Antiguo Testamento:
 El nacimiento del pueblo.
 La memoria del pueblo.
 La conciencia del pueblo.
 El momento de la crisis.
 La maduración del pueblo.

1. La experiencia fundacional: el pueblo de Dios nace de la libertad


El éxodo fue para Israel la experiencia fundacional: la experiencia de ser liberado y
convocado a formar un pueblo salvado de la esclavitud de Egipto y al que Dios
regala una patria.
En el largo camino del éxodo, Dios hace alianza con su pueblo y le entrega el
Decálogo que sella esta alianza.
El libro del Éxodo relata los tres momentos principales de esta experiencia:

La salida de Egipto En Egipto, los israelitas eran extranjeros (Dt 26,5) que vivían
(Éx 13,17-22) como esclavos, realizando trabajos forzados (Éx 1, 13-14).
Salir de Egipto significa, por tanto, abandonar esta situación
de esclavitud, en un auténtico proceso de liberación.
El largo camino del El camino por el desierto resulta más duro y largo de lo que
desierto (Dt 8,2-6) el pueblo pensaba, por lo que se convierte en una dura
prueba de fe, pero también en un encuentro profundo con
ese Dios que los ha sacado de Egipto y le ha hecho una
promesa.
La entrada en la La entrada en la tierra de Canaán supone el final del camino
tierra de Canaán y el cumplimiento de la promesa, hecha por Dios al pueblo,
(Dt 26,1-11) de una tierra que mana leche y miel.

2. Los orígenes: la memoria de un Pueblo


De la época de la dinastía de David (siglo X a.C.) proceden bastantes relatos acerca
de los orígenes; pero en la redacción actual se encuentran mezclados con otros,
compuestos cuatro siglos después por la escuela sacerdotal.
Fue entonces, en contacto con la cultura de Babilonia, cuando los israelitas
sintieron la necesidad de ordenar todos sus recuerdos acerca de sus orígenes.
Estos recuerdos se dividen en dos grandes bloques: los orígenes y la historia de los
patriarcas.

o Los orígenes (Gn 1 a 11)


En los relatos de los acontecimientos originales se entremezclan dos
tradiciones, la yavista y la sacerdotal, con distintas versiones sobre cómo
fue creado el hombre. Ello se debe a que cada tradición tiene una
intención muy distinta y que no se circunscribe a la mera narración de
unos hechos que no sabemos realmente cómo ocurrieron.
 El relato yavista (Gn 2,4b-3,24) es el más antiguo de los dos. Se trata de
una reflexión sapiencial que parte de dos preguntas
- ¿Cuál es el origen del hombre?
- ¿Por qué existe el mal en el mundo?
 La respuesta es clara: el origen del hombre está en Dios y fue creado para
la felicidad. A través del contraste entre la situación inicial de felicidad
querida por Dios y la ruptura de esta armonía por parte del hombre, el
relato trata de dar respuesta al problema del mal, del sufrimiento y la
muerte.
 En el relato sacerdotal (Gn 1,1-2,4a) el centro de interés está en afirmar
que el origen de todo está en Dios y la importancia de las relaciones del
hombre con Dios, con los otros hombres y con el resto de lo creado.
 No se habla de la caída del hombre, sin embargo, se insiste mucho en el
descanso sabático para reforzar una costumbre apreciada por la clase
sacerdotal.
 El resto de relatos ahondan, desde diversos ángulos, en el origen del mal
y de la división humana:
- La historia de Caín y Abel (Gn 4), que representa el fratricidio original.
- El relato del diluvio (Gn 6,5-9,29), en el que Dios vuelve a hacer una
Alianza con el pueblo que sobrevive.
- La Torre de Babel (Gn 11,1-9), que remite a la experiencia del mal
colectivo, lo que ocurre en Babel es el símbolo de la soberbia humana
que lleva a querer ser como Dios, prescindiendo de Él. Esto es lo que
produce la confusión y la división.
 La historia de los Patriarcas (Gn 12 a 50)
Y llegamos a la historia de los Patriarcas (Abraham, Isaac, Jacob, José), esto
es, de los antepasados de Israel, cuyo núcleo central es la presencia
constante de Dios en medio de ellos.
 En su situación nómada descubren la provisionalidad de la tierra, la
dependencia de Dios mediante la promesa y el sentido de elección.
 La elección y la promesa hechas por Dios a estos líderes del pueblo son los
motores que ponen en movimiento a Israel, ayudándole a tomar
conciencia de que tiene que construir el gran pueblo prometido.
 Centrándonos en Abraham, contemplamos cómo Dios lo llama y le
promete una tierra, una descendencia y una bendición. Abraham es fiel y
Dios le concede todo lo que le había prometido. Pero su promesa es una
promesa abierta que se va cumpliendo, con mayor plenitud cada vez, en el
pueblo de Israel y finalmente en la Iglesia.

El mensaje que se puede extraer de estas historias de dificultad por la


conquista de una tierra es que la vida de las personas siempre es una tare
inacabada.

3. La conciencia de Pueblo: los Profetas


o La monarquía
 Por el año 1000 a.C. el deseo de hacer realidad la promesa de
poseer la tierra y constituir un gran pueblo lleva a los israelitas a
buscar una fuerte organización social que los defienda de las
amenazas del entorno. De este modo surge la monarquía (1 Sm 8).
 Con el rey David y su hijo Salomón se erige Jerusalén en centro
donde Dios habita. Es el tiempo del esplendor del Templo.
 La conquista progresiva de otros pueblos lleva a Israel a cierta
autosuficiencia frente a Dios y a la asimilación de elementos de
otras culturas como, por ejemplo, la idolatría (1 Re 11).
 Comienza la crisis de Israel ya en tiempos de Salomón y se agudiza
a su muerte. La injusticia social interna es profunda. Se divide el
territorio en Reino del Norte que llevará el nombre de Israel y en el
Reino del Sur, que se denominará Judá. Las amenazas de invasión
por parte de Asiria son cada vez más serias.
o Los profetas
 Ante todo esto se hace oír una voz de alerta, la de los profetas. La
predicación oral del profeta se guarda entre sus seguidores en
pequeños escritos, oráculos, canciones, relatos de la vida del
profeta, acciones de gracias, etc. Estos escritos forman escuelas de
seguidores a través de los siglos, que a veces los revisan y al final
los editan.
 Podemos situar el profetismo israelita en tres grandes periodos:
- Antes del exilio:
 Reino del Norte: Amós y Oseas.
 Reino del Sur: Isaías, Miqueas, Sofonías, Nahum y
Habacuc.
- En el exilio: Ezequiel, Isaías II y Abdías.
- Después del exilio: Ageo, Zacarías, Malaquías, Isaías III y Joel.
 El profetismo no es un fenómeno exclusivo del pueblo judío. En
otras culturas antiguas (Babilonia, Egipto) es bastante frecuente
encontrarse esta institución con unos rasgos muy parecidos a los
primeros profetas de Israel. A pesar de todo, el profetismo tiene en
Israel una historia y unas características propias que lo distinguen
claramente de los otros países vecinos.
 Como ideas clave que podemos extraer en general de los profetas
destacamos:
- La infidelidad de la Alianza lleva al pueblo de Israel y al género
humano en general a la desgracia (Os 4,1-6).
- Los profetas son la voz de un Dios justo y misericordioso (Am
8,4-7; Jr 8,10-13; Am 5,4-6).

El profeta de Israel es alguien…


Llamado - Elegido por Dios para dar testimonio de
Él y para despertar la conciencia del
pueblo.
- En la experiencia profética, Dios
irrumpe inesperadamente en la vida de
alguien y cambia su vida.
Alterado, - “los que le conocían de toda la vida le
transformado vieron profetizando con los profetas, y
todos los del pueblo se decían entre sí:
¿qué le ha pasado al hijo de Quis?” (1
Sm 10,11)
- Lo que le ha pasado es que le ha
invadido el Espíritu y ha cambiado, se
ha descentrado. Ahora siente, oye, se
comunica desde Otro, con otra mirada,
otro oído, otra voz.
- Es capaz de percibir signos que los
demás no ven (Jr 1,12).
- Capta el clamor de la realidad
violentada por la injusticia (Hab 2,9-11).
- Habla del conocimiento de Dios en
términos que a nosotros nos resultan
sorprendentes.
- Lo hace no para ilustrar
teológicamente, ni siquiera para
conseguir una unión más íntima con Él,
sino para alterar y transformar la vida
eterna.
Enviado y - Su misión consiste, fundamentalmente,
necesariamente en hablar en nombre de Dios, con un
conflictivo lenguaje que incluye la interpelación, la
denuncia y el anuncio.
- Es enviado a hablar a reyes y a
sacerdotes, a otros profetas que se le
oponen y al pueblo mismo. No habla
desde el poder de la institución, sino
desde la debilidad del que tiene una
misión mayor que sus solas fuerzas.
- Solo cuenta con un instrumento: la
palabra. Y el secreto de su eficacia está
en la debilidad del instrumento que es
convertido por Dios en “plaza fuerte, en
columna de hierro, en muralla de
bronce” (Jr 1,18a).
- De su enfrentamiento con el poder, de
su defensa de los débiles, de su
negativa a aceptar otro absoluto que
Dios, de su denuncia de la injusticia y
de un culto engañoso, no puede venir
más que la persecución y el conflicto
(Am 7,10-17; Os 9,7-8; Jr 38,1-6). A
pesar de ello aguantan y no escapan
del conflicto.
- La historia se repite y los Profetas
siguen muriendo a manos de los
poderes que, como en Jerusalén, no
toleran la voz de su denuncia.

 La vocación profética
Lee los siguientes relatos de la vocación profética (Is 6; Jr 1,2-19; Ez 2-3) y
responde en cada caso a lo que se indica.

Is 6 Jr 1, 2-19 Ez 2-3
Quién tiene la
iniciativa.
Rasgos de
receptividad,
disponibilidad.
Aspectos de temor,
resistencia.
Palabras de
asistencia por parte
de Dios.
Elige entre todos a dos personas de nuestro tiempo que consideréis
auténticos profetas y justificad por qué.

4. El momento de la crisis: El exilio


En el año 721, el Reino del norte (Israel) es conquistado por los asirios y los
principales del pueblo fueron deportados. Un siglo y medio más tarde, las tropas
babilónicas toman Jerusalén (Reino del sur). Comienza la gran crisis y la amarga
experiencia del destierro.
La importancia del exilio para la vida del pueblo, para sus experiencias de Dios y
para la redacción del Antiguo Testamento está en la seriedad con que se hizo y
respondió esta pregunta: ¿por qué nos sucede todo esto?
Y estas fueron sus consecuencias más importantes:
 Desde la experiencia de fracaso, vuelven la vista a la historia pasada y la
entienden en una clave distinta: el fracaso ha venido porque el pueblo ha
desobedecido la voluntad de Dios expresada en la ley. Desde esta
perspectiva se hace la redacción final de la historia deuteronomista: (Jos,
Jue, 1-2 y 1-2 Re).
 Ante la ausencia de las instituciones políticas (monarquía) y religiosas
(templo) tradicionales, la clase sacerdotal toma un auge impresionante. Su
función principal no es ya la de hacer sacrificios, sino la de enseñar y
conservar la tradición. Nace entonces la revisión sacerdotal del
Pentateuco (P) y los códigos legales más importantes.
 Los profetas con su mensaje de esperanza mantuvieron despierto el ánimo
del pueblo y lograron colocar su mirada en el futuro, donde Dios actuará
en su favor (Is 40,1-11).
 El pueblo entero experimentó el fracaso y tuvo que reflexionar. Fue para
todos un momento de profunda conversión, de volver la mirada hacia Dios
para buscar sus caminos y, como sus caminos estaban ya escritos en la
historia pasada del pueblo, la preocupación más importante a la vuelta del
exilio fue la de recordar el pasado y escribirlo para todos.
Fruto de todo ello comienza un movimiento de reconversión:
 Ya no es “pueblo de Dios” el de la raza y el de la tierra, sino el resto
humilde que, perdida la autosuficiencia, solo confía en su Dios. Estos
humildes son los “pobres de Yavé”.
 Ya no son las instituciones sociales (el templo y el rey) las que amparan la
Alianza, sino que ahora se trata de una alianza inscrita en el corazón (Jr
31,31-34).
 Ya no puede ser un Dios familiar en competencia con los dioses de otros
pueblos, sino el Dios de la creación y de todos los pueblos. Los otros
dioses son ídolos, no son nada.
 Ya ha llegado la hora de reconstruirse en pequeñez, pero en santidad. El
movimiento sacerdotal es impulsor de estas actitudes.
 Ya es el momento de recoger y reformular toda la tradición anterior.
5. La maduración del Pueblo: dominaciones extranjeras
El periodo histórico comprendido entre los siglos V y I a.C. fue poco floreciente. En
él se vivió una situación parecida a la etapa del exilio.
El comienzo fue muy eufórico: Esdras y Nehemías iniciaron una especie de
restauración nacional en lo político y en lo religioso. Pero resultó ser una ficción,
pues al final acabaron dependiendo de la potencia dominadora.
Esta situación difícil hizo de este periodo una etapa de maduración en la que se
recordaron y escribieron tradiciones antiguas y reflexiones más recientes. También
entonces, aunque de forma escondida, Dios estaba presente en medio de su
pueblo.
Como claves de fe en esta etapa podemos señalar:
 La fuerza de un pueblo sin poder ni tierra.
 La palabra como fundamento del pueblo (Neh 10,29-32).
 La fe supera el martirio. Intuición de otra vida (1 Mac 1,55-64; 2 Mac 7,14)
 El fracaso del mesianismo político y guerrero (1 Mac 2,15-22).
 Durante este periodo se escribieron muchos de los libros del Antiguo
Testamento: la redacción definitiva del Pentateuco, los libros del las
Crónicas, de Nehemías y de los Macabeos, Proféticos, Sapienciales,
Salmos, etc.

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