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Capítulo 6: Inseguridad y gobernanza global.

Algunas consideraciones finales


La gente común en cualquier país del mundo siente que los peligros acechan, crisis económicas, violencia,
sea esta generada dentro de la misma sociedad en la que viven o producida por terroristas del exterior. Los
cambios climáticos, son vividos como riesgos inmediatos. La globalización le impide a la sociedad brindar
una de las cosas que más valoran los individuos: la seguridad.

Existe un eje que vincula dos términos: la inseguridad que perciben las personas como consecuencia
de vivir y conocer lo que sucede es uno de ellos, y el otro, la gobernanza global.
Una visión crítica y realista deja constancia de que la crisis económica mundial de 2008 hizo decaer un 30%
el comercio internacional y, como consecuencia, en algunos países casi el 50% de su población joven ha
quedado sin empleo. Miles de inmigrantes buscan salvación en una Europa que los rechaza y el resto
del mundo puede observar cómo muchos mueren ahogados en el mar Mediterráneo, se muestran
personas degolladas por los miembros del Estado Islámico, bandas de narcotraficantes reclutan a
niños y jóvenes, matan por motivos raciales, abuso policíaco en distintos países, Los inviernos son
crudos, los deshielos provocan inundaciones devastadoras y lugares con temperaturas insoportables
y sequías que hacen peligrar los cultivos. Todos estos hechos dan cuenta de una inseguridad global
creciente, producto de la acción humana.

Las personas, ciudadanos de una aldea global, son conscientes de los problemas y amenazas que las
afectan, las soluciones requiere de instancias superiores a nivel mundial para llevar a cabo acciones
colectivas, las cuales involucran a muchos más actores que los respectivos Estados nacionales. Estos
espacios no existen o no pueden identificarse claramente. los problemas son urgentes, graves y concretos,
no se ven los liderazgos ni las colaboraciones que la situación requiere; todavía parece lento el proceso de
su construcción.

Causas de inseguridad y el concepto de riesgo global


A nivel global se pueden identificar 3 grandes causas que hacen sentir inseguras a las personas:
1. las de tipo material, o sea las vinculadas al bienestar económico
2. las de tipo físico, que se refieren a la integridad de las personas y la protección de los bienes personales
(y cuya amenaza es la violencia ejercida por terceros)
3. las ambientales: que se conectan con los sucesos climáticos y con las posibilidades de adaptación o
mitigación.

Riesgo no es amenaza porque se refiere a peligros que se analizan en relación con posibilidades
futuras. El Estado moderno establece mecanismos para dar mayor seguridad y bajar el nivel de exposición a
los riesgos, además, tiene la responsabilidad de asegurar la integridad física y defender a la población de las
amenazas producidas por potenciales agresores, ya sean estos externos o internos. El monopolio de
violencia legítima en un determinado territorio es lo que caracteriza al Estado moderno. La
globalización ha erosionado ese monopolio de la violencia. Sostienen que solo unos pocos países
(los más grandes, como EE. UU., Rusia, China, India) podrían usar su poderío militar de forma
unilateral, considerando que están sujetos a la Carta de la ONU que prohíbe el uso de la fuerza, salvo
para la autodefensa o con el consentimiento del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. A
medida que se fue formando el Estado nación, la responsabilidad de la protección social se trasladó a
él, y con razón. Pero los países pequeños se sienten a merced de acontecimientos que escapan a su
control, además, sus recursos son limitados.
Beck denomina a las sociedades actuales como sociedad del riesgo global. Se trata de riesgos
estudiados como fuentes de inseguridad derivados de sentirse miembro de la sociedad global, Cualquier
sacudida, en cualquier punto del planeta, se difunde con velocidad extraordinaria a toda la población mundial.

El alcance global de los medios masivos muestra las problemáticas y catástrofes mundiales. Las
personas se enteran inmediatamente de un atentado terrorista, huracán o una inundación, como de
las quejas de personas que ven peligrar su trabajo, propiedad y sus derechos básicos. La posibilidad
de estar al tanto, casi instantánea y directamente, de estos hechos tiene consecuencias en la
conducta humana y agrava ese sentimiento de inseguridad. Según las culturas, los riesgos se pueden
percibir de manera diferente, por lo tanto, no se puede plantear una suerte de índice objetivo de
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peligrosidad, de amenaza o de riesgo. También, hay eventos que impactan en las percepciones, como las
crisis económicas o los atentados terroristas. Estas diferencias de percepción complican la coordinación
entre los gobiernos nacionales para concretar políticas globales. Hay ciertas sociedades donde tienen
costumbres consideradas naturales (la caza de ballenas en Japón,), mientras que para otras implican un daño
irreversible para la biodiversidad del planeta.

Los actuales riesgos globales (económicos, ecológicos y de seguridad) generan la oportunidad de


configurar una agenda de temas y desafíos a nivel mundial. Esto permite hacer políticas públicas
globales que respondan a las amenazas concretas percibidas por los ciudadanos. Beck dice: Los riesgos
son siempre acontecimientos futuros que es posible que se presenten, que nos amenazan y, puesto
que esta amenaza permanente determina nuestras expectativas, invade nuestras mentes y guía
nuestros actos, resulta ser una fuerza política transformadora.

Bienes públicos y gobernanza global

Bienes públicos: Los bienes públicos son aquellos cuyo consumo es no rival (su uso por parte de un
agente no disminuye las posibilidades de uso por parte de otro agente) y no excluyente (una vez que
el bien se produce, no se puede evitar que otros puedan consumirlo. Los bienes públicos son
globales cuando sus beneficios son universales, es decir, alcanzan a todos los actores del sistema
internacional y no solo a los habitantes de cierto país o región, y se extienden a las futuras
generaciones. El ejemplo más típico de un bien público es el alumbrado de las calles en una ciudad.
También existen los bienes públicos globales ya que la seguridad global en sentido amplio, material,
físico y medioambiental requiere mecanismos de gobernanza y políticas nacionales para la protección
ciudadana. Un caso concreto que se puede analizar es la necesidad de evitar, o al menos disminuir, los
efectos sobre el empleo y los ingresos de las personas que produjeron las crisis financieras globales.
Se trata de generar mayores niveles de seguridad material en la ciudadanía mundial. En este sentido,
la llamada Tasa Tobin, (ITC, en inglés) un pequeño impuesto global que se aplicaría sobre las
transacciones financieras internacionales. Busca desincentivar los movimientos especulativos y dotar
a los fiscos de recursos para enfrentar los momentos de crisis. El motivo es: las crisis financieras que
provocan los mercados fuera de control son un elemento de injusticia económica y una fuente de
desestabilización de las democracias, que debe ser atacado en el plano supranacional. Así y todo es muy
complicado demostrar que medidas como la Tasa Tobin alcanzarán el objetivo buscado. Es difícil lograr los
niveles óptimos de coordinación entre múltiples actores internacionales; los trabajadores invierten los
ahorros para sus futuras pensiones en activos financieros y que, por lo tanto, terminarían también pagando
este impuesto. Ramonet dice: El impuesto sobre las rentas financieras es una exigencia democrática
mínima. Estos beneficios deberían ser sometidos exactamente a la misma fiscalidad a la que se
somete a las rentas del trabajo.

La libertad total de circulación de capitales desestabiliza a la democracia. Es importante poner en


marcha estos mecanismos, uno de ellos es la Tasa Tobin, se trata de gravar, de forma módica, todas las
transacciones sobre los mercados de cambios para estabilizarlos y al mismo tiempo para procurar
ingresos a la comunidad internacional. Con un nivel del 0,1%, la Tasa Tobin lograría anualmente unos 166
mil millones de dólares, dos veces más que la suma anual necesaria para erradicar la pobreza extremada de
aquí al comienzo del próximo siglo.

En relación con las causas físicas de la inseguridad, el terrorismo, el narcotráfico y todo tipo de
violencia global, existe cierta resignación y acostumbramiento de la ciudadanía. Las acciones de
gobernanza global están limitadas a cuestiones accesorias de las problemáticas centrales que son las
amenazas directas sobre la vida, la libertad y la integridad física de los ciudadanos.

Paraísos fiscales: Los paraísos fiscales son zonas en las que reina el secreto bancario, que no sirve
más que para camuflar malversaciones y otras actividades mafiosas. Miles de millones de dólares son
sustraídos de esta forma en beneficio de los poderosos y de los establecimientos financieros, porque
todos los grandes bancos del planeta tienen sucursales en los paraísos fiscales y extraen un gran
provecho de ello.

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La problemática medioambiental es otra de las fuentes globales que provocan sensación de
inseguridad en las sociedades. Para enfrentar el problema del cambio climático, igual que para las
fuentes de inseguridad material originadas por la inestabilidad de los mercados financieros
internacionales, existen propuestas similares a la Tasa Tobin. Esto es, imponer tasas o impuestos,
acordados globalmente, en función de la contaminación que cada país ha ido generando. La discusión
respecto a la forma de aplicar este tipo de incentivos económicos, de sus potenciales beneficios, y también la
coordinación supranacional que requieren, hace muy compleja su viabilidad. Es ahí donde se necesitan
espacios de gobernanza global, para poder coordinar y definir políticas públicas que los enfrenten en la
dimensión global que estos problemas tienen.

Gobernanza global. La gobernanza focaliza en un sentido general en procesos de cambio en las


funciones del Estado y su entorno. La aparición de este nuevo concepto está relacionada íntimamente con
las dificultades –producto de conflictos y nuevas amenazas– con las que se fue encontrando el Estado hacia
fines del siglo XX. A partir de los nuevos desafíos fue necesario sumar actores (estatales y no estatales). Lo
que se ponía entonces en tela de juicio era la gobernabilidad, es decir, la capacidad de solucionar problemas
que se generan en la sociedad por parte de los grupos que dirigen el Estado.

Por otra parte, también se hace necesario diferenciar gobierno de gobernanza; “gobierno” hace
referencia a la conducción política del Estado nación como:

El conjunto de personas que ejercen el poder político, o sea que determinan la orientación política
de una sociedad, el poder de gobierno estando ordinariamente institucionalizado, sobre todo en la
sociedad moderna, está asociado normalmente a la noción de Estado.

En cambio, el concepto de “gobernanza moderna” significa:

Una forma de gobernar más cooperativa, diferente del antiguo modelo jerárquico en el que las
autoridades estatales ejercían un poder soberano sobre los grupos y ciudadanos que constituían la sociedad
civil. En la gobernanza moderna las instituciones estatales y no estatales, los actores públicos y
privados, participan y a menudo cooperan en la formulación y la aplicación de políticas públicas.

La dimensión global de la gobernanza con el fin de alcanzar soluciones colectivas a los problemas
que afectan a un mundo globalizado. por ejemplo: “reducir el incremento sostenido de la temperatura de la
superficie terrestre en dos grados centígrados para 2025” requiere la intervención de muchos actores,
entre los que no solamente están los Estados nacionales y sus gobiernos, es más dificultoso el
alcance de acuerdos, pero una vez alcanzados, los vuelve más sólidos y duraderos. En este mundo
actual globalizado existe la necesidad cierta de anticipar catástrofes y proveer soluciones. Es
necesario un accionar político, que integre la mayor cantidad de países y actores globales posible. A
esto hace referencia el concepto de gobernanza global: el proceso complejo de construcción de
liderazgos globales que, al frente de organizaciones también globales, puedan –con el mayor nivel de
consenso actuar frente a estas amenazas que ponen en riesgo a las personas, las sociedades, las
especies y el planeta.

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