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LA EUTANASIA

TERY PAULINA BARRIGA AGUDELO

ENSAYO

JOHN JAIRO BENJUMEA BOTERO

COORPORACION UNIVERSITARIA REMINGTON

MEDICINA VETERINARIA

COPETENCIAS COMUTICATIVAS

MEDELLIN

2018

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Tabla de contenido

INTRODUCCION ...................................................................................................................................3

EUTANASIA ..........................................................................................................................................4

EL PACIENTE .........................................................................................................................................4

EL PROPIETARIO ..................................................................................................................................5

LA DECISION.........................................................................................................................................5

RAZONES PARA LA EUTANASIA ..........................................................................................................6

¿CUAL ES EL PROCESO PARA REALIZAR UNA EUTANASIA? ...............................................................7

CONFIRMACION DE LA MUERTE .........................................................................................................8

ULTIMA DESPEDIDA ............................................................................................................................8

LUEGO DE LA MUERTE.........................................................................................................................9

OPINION DE LA EUTANASIA ................................................................................................................9

CONCLUSIONES................................................................................................................................. 10

BIBLIOGRAFIA ................................................................................................................................... 11

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INTRODUCCION

La muerte no es lo contrario a la vida, sino que forma parte de ella, le pertenece; es un


proceso natural y una característica que compartimos con todos los seres vivientes, y aunque
no parece ofrecer ninguna ventaja para los organismos en particular, es necesaria para que
la vida en general, pueda continuar y evolucionar.

La eutanasia (eu-tanatos, buena muerte) es un método humanitario de sacrificio, que debe


de producir el menor sufrimiento posible (dolor, angustia y miedo). Se emplea en animales
de laboratorio cuando finaliza el experimento. Otros supuestos en los que se aplican técnicas
de eutanasia incluyen 1) situaciones donde los efectos adversos para el animal se mantienen
después del experimento, provocando en él un grado de sufrimiento, superior al previsto y
siendo imposible mantener sus condiciones adecuadas de salud y bienestar 2) cuando se
tiene que hacer un sangrado total u obtener tejidos para su estudio, 3) Métodos de
anestesia, analgesia y eutanasia cuando los animales ya no son aptos para la producción o
cría o 4) animales de compañía o de “casa” en donde una enfermedad atenta con su vida.

Toda técnica eutanásica ha de garantizar la ausencia de dolor o angustia; el método debe ser
indoloro y libre de estrés facilitando una inconsciencia y muerte rápidas. Para ello, el método
será apropiado para la edad, especie y estado de salud del animal. Por otra parte, para el
operador el método ha de ser fiable, reproducible, irreversible, sencillo de administrar y
seguro, facilitando una inmovilización mínima del animal.

Es importante tener en cuenta que los propietarios tienen autonomía moral y legal sobre la
vida de sus mascotas y debería permitírsele acceder a los medios necesarios para ponerle
fin, incluyendo la asistencia para que el proceso se realice de forma eficaz e indolora.

Este ensayo pretende abrir un horizonte nuevo más allá del que conocemos actualmente,
en la Medicina Veterinaria, y ponerlo en un contexto más razonable el tema de la eutanasia
y no verlo como forma simple de muerte de un animal, provocando así indiferencia en las
personas.

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EUTANASIA

Médicamente la eutanasia es considerada como la interrupción de la vida por medio de un


método indoloro, que produce una rápida inconsciencia seguida de la muerte. También se
ha definido como: “la administración médica de un agente letal con el propósito de aliviar al
paciente de un sufrimiento intolerable e incurable”. Cuando nos referimos al acto de quitarle
la vida a un animal, comúnmente se emplean términos como: “sacrificio” o “poner a dormir”;
sin embargo, estos eufemismos no deben utilizarse, ya que son incorrectos y no
corresponden a la realidad. Sin embargo, la decisión de cuándo realizar la eutanasia está
llena de consideraciones médicas, financieras, éticas, religiosas, morales y a veces legales. La
eutanasia es por lo tanto, un procedimiento médico que necesita ser discutido (por muy
dolorosa que la discusión pueda ser) y que se considere completamente antes de tomar una
decisión final.

 En nuestro país la Ley 576/2000 artículo 19, parágrafo 2, define eutanasia en el


ámbito veterinario como: “la muerte sin dolor” y podrá realizarse con la voluntad y
previa autorización del usuario de los servicios o responsable del animal.
Considerándose la eutanasia en Medicina Veterinaria como un recurso terapéutico y
como una medida sanitaria, en cuyo caso será obligatorio. El método aplicado deberá
ser farmacológicamente aceptado, humanitario e indoloro.

EL PACIENTE

La eutanasia afecta a tres sujetos directamente. En mayor medida, sin duda, al propio animal
y en segundo término al propietario y al veterinario que la lleva a cabo. Es el propietario
quien debe tomar la última decisión y el profesional quien la llevará a cabo y aconsejará sobre
su conveniencia. Sin embargo, la repercusión de este acto clínico llega más allá; como al
propio colectivo veterinario y sus pautas deontológicas, legislación, laboratorios y sociedad
en general.
El padecimiento de enfermedades degenerativas, graves e incurables; la falta de respuesta
al tratamiento específico; la presencia de problemas multifactoriales y cambiantes; un
pronóstico de vida inferior a 6 meses, entre otros, son el motivo principal para tomar la
decisión de realizar cuidados paliativos; aunque estos deben tener un límite, el cual termina
cuando la calidad de vida del paciente empieza a deteriorarse. No se debe olvidar que más

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medicina, no es sinónimo de mejor medicina y que la suma algebraica de las funciones
vitales, no siempre, es claramente, la vida que debemos defender (Garavito, 2011).

EL PROPIETARIO

Hemos de tener siempre en cuenta que muchos propietarios llegan a tener una relación muy
estrecha con sus mascotas, hasta el punto de considerarlos y tratarlos como otro ser
humano, por lo que su pérdida provocará un sufrimiento similar al que provocaría la muerte
de un miembro de la familia.
Entre los profesionales existe el dilema de saber cuál es el momento ideal para abordar el
tema con el dueño. Algunos optan por comentarlo cuando el animal ya está próximo a la
muerte, mientras que otros prefieren adelantarse a los acontecimientos y hablarlo con ellos
cuando se ha diagnosticado una enfermedad terminal, aun cuando en ese momento el final
o los síntomas no sean tan inminentes. Ninguna de estas opciones es buena ni mala. Lo
correcto es individualizar cada caso y analizar la relación que tenemos con el cliente y la
propia vinculación del mismo con su mascota. En cualquier caso, a medida que se acerque el
momento final es recomendable comentar con el propietario los signos de deterioro que
podrán aparecer en el animal y administrar terapia paliativa para asegurar su bienestar. Esta
medida aliviará la ansiedad de los propietarios al comprender y asumir la situación y las
consecuencias que sobrevendrán en caso de negarse o posponer indefinidamente la decisión
de practicar una eutanasia y ofrecer un final digno a su animal de compañía.

LA DECISION

La responsabilidad del Médico Veterinario va más allá de pretender curar, ella tiene implícita
el papel de mejorar la calidad de vida, en este caso, de las mascotas y por ende la de sus
propietarios; esto no quiere decir que se prive de posibilidades de curación y recuperación,
siempre que exista la alternativa.
Las razones más frecuentes para realizar eutanasia en mascotas están relacionadas
principalmente con la edad (geriátricos) y con patologías oncológicas; aunque otras
enfermedades también son motivo de consulta del propietario para realizar eutanasia, es el
caso de las enfermedades renales, infecciones y accidentes; mientras que la eutanasia por
problemas de conducta (agresividad) representa apenas el 2%.

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Por descorazonadora que pueda parecer, en ciertas circunstancias la eutanasia es
frecuentemente la consideración más bondadosa.
Siempre se debe realizar una cuidada evaluación médica que tenga en cuenta:
• Examen físico
• Historial clínico
• Diagnóstico preciso
• Pruebas confirmatorias
• Pronóstico
• Evaluación de posibles tratamientos (curativos o paliativos)
• Costes y disposición del propietario.
La negación u omisión de la eutanasia como alternativa final puede complicar la situación y
provocar enfado y decepción en el cliente que espera que el tratamiento o nuestra
intervención sane o alivie a su mascota.
Está claro que, aunque la decisión final es la del dueño, la opinión del profesional veterinario
tendrá enorme influencia, por lo que es responsabilidad suya realizar un cuidadoso análisis
del equilibrio entre el bienestar del animal y las expectativas o deseos del propietario (sin
olvidar los aspectos o repercusiones económicas, tratando este último tema con suma
delicadeza).

RAZONES PARA LA EUTANASIA

La decisión de eutanizar animales es un tema ético complejo que involucra muchos factores
y una discusión detallada del tema trasciende el ámbito de este documento. La Sociedad
Mundial para la Protección de los Animales (de su sigla en inglés WSPA, World Society for
the Protection of Animals) cree que la eutanasia es aceptable y necesaria cuando un animal
está sufriendo debido a una enfermedad o herida incurable, o cuando un animal presenta
un riesgo significativo para la salud y seguridad humana o de otros animales, a causa de
enfermedad o comportamiento agresivo.
Se recomienda a la sociedad miembro de la Sociedad Mundial para la Protección de los
Animales (WSPA), que puedan tener motivos para eutanizar a los animales a su cuidado,

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adoptar un protocolo de eutanasia acordado que define claramente las razones para la
eutanasia y los métodos aceptables.
Aún en los mejores de los casos, la Sociedad Mundial para la Protección de los Animales
(WSPA) acepta a disgusto la existencia de circunstancias en las que la eutanasia de animales
saludables sea necesaria, por ejemplo en el caso de animales que no pueden ser reubicados
en otros hogares, o para evitar el hacinamiento en refugios que comprometería el bienestar
de los animales que se encuentran en ellos.

¿CUAL ES EL PROCESO PARA REALIZAR UNA EUTANASIA?

La mayoría de veterinarios practican la eutanasia en un animal doméstico utilizando una


solución concentrada de un barbitúrico, administrado como una inyección en una vena. El
medicamento entra en la circulación de inmediato, y por lo general detiene el corazón y la
función del cerebro muy rápidamente. La mayoría de animales caen tranquilamente
dormidos en pocos segundos, seguido rápidamente por la terminación de la función cardiaca
y cerebral. Sin embargo, algunos animales pueden experimentar una fase de excitación
cuando el medicamento comienza a afectar su cerebro. Durante este tiempo, el animal
puede vocalizar o exhibir otros comportamientos angustiantes. La fase de excitación no es
dolorosa de ninguna manera, es meramente una reacción del cerebro de la mascota a los
químicos en el medicamento. La fase de excitación por lo general dura sólo unos instantes,
después de lo cual el animal se calma y se duerme, el corazón y la función cerebral pronto
cesan, y el procedimiento de la eutanasia se ha completado.

Su veterinario puede ofrecer varias opciones, de acuerdo a sus preferencias, para llevar a
cabo la eutanasia de su mascota. Algunos veterinarios ofrecen la opción de estar presente,
o salir de la habitación cuando se pone la inyección. Algunos veterinarios pueden
recomendar la colocación de un catéter intravenoso para la administración de la inyección,
y algunos veterinarios también administran un tranquilizante para calmar a la mascota antes
de poner la inyección final. Algunos veterinarios pueden hacer una visita a domicilio para que
el procedimiento se pueda realizar en su casa cuando las mascotas están demasiado
enfermas como para viajar. Pregunte a su veterinario las opciones que ofrece. Su equipo
veterinario hará todo lo posible para cumplir sus deseos en este momento tan difícil.

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CONFIRMACION DE LA MUERTE

Todos los operadores que realicen actos de eutanasia deberán ser capaces de identificar el
momento del deceso del animal. Los indicadores de dicha circunstancia incluyen:
• Falta de movimiento del pecho/No existen signos de respiración. El pecho del animal ha
cesado de moverse hacia arriba y abajo indicando que ha dejado de respirar.
• No se observan latidos cardíacos. Compruebe esto por medio de un estetoscopio o
palpando la pared de la cavidad torácica del animal.
• No se observa pulso. Compruebe esto por medio de la palpitación sobre la cara medial del
miembro trasero del animal
• Pérdida del color de las membranas mucosas en la boca del animal. Las membranas
mucosas se tornan pálidas y no se observa relleno capilar si se aplica presión.
• Pérdida del reflejo corneal (reflejo de parpadeo). Se suscita el reflejo corneal al tocar el
globo ocular. Luego de la muerte, los ojos del animal permanecen abiertos y los párpados no
se mueven al ser tocados.
• Ojos vidriosos. Esto ocurre inmediatamente después de la muerte del animal. La cornea
pierde su apariencia húmeda, clara y se torna opaca, seca y rugosa.
• Rigor mortis (rigidez) Si un veterinario no pudiese confirmar la muerte, o existiese algún
tipo de duda, los operadores deberán esperar a que se produzca el rigor mortis (el cuerpo
adquiera rigidez) antes de eliminar el cadáver del animal.

ULTIMA DESPEDIDA

Los animales han compartido parte de nuestra vida, han cuidado de nosotros y de nuestra
casa, nos brindan su amor y su compañía, nos escuchan cuando es necesario, como lo hacen
los verdaderos amigos, por eso, lo menos que podemos hacer es acompañarlos en sus
últimos momentos. Se recomienda que los miembros de la familia le hablen y se despidan
de él o de ella, antes de que el médico veterinario lleve a cabo la eutanasia.
La mayoría de las veces se realiza en una clínica veterinaria, donde se cuenta con el equipo
médico necesario; sin embargo, lo más conveniente para el animal, es no sacarlo de su
territorio ni llevarlo a un lugar extraño para él, sino cuando sea posible, es mejor que la
procedimiento se lleve a cabo en su casa, rodeado de un ambiente familiar, con olores,

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objetos y personas conocidas, esto le dará seguridad y ayudará a disminuir su ansiedad antes
de morir.
Lo importante es no dejarlo sólo, se recomienda que la familia permanezca junto a él
mientras se realiza la eutanasia, ya que al sentirse acompañado estará más tranquilo y morirá
con la certeza de que sus amigos no lo han abandonado.

LUEGO DE LA MUERTE

En este momento, el propietario no reparará en este tema pues, en la mayoría de lo casos,


su estado emocional se lo impedirá. Es responsabilidad nuestra sugerirle -en ese momento
o previamente- las alternativas que tiene, procedimientos y coste.
Han de ser los profesionales quienes reconforten al propietario y le guíen en sus decisiones,
sin tratar de influir sino apoyar o averiguar cuáles son sus deseos.
Es el momento de ofrecerle con delicadeza si desea o no quedarse con algún recuerdo del
animal (collar, cartilla, mechón de pelo, etc.) y qué desea hacer con el cuerpo. Si no lo hemos
hecho previamente, démosle opciones adecuadas y apoyemos su decisión.
En todo momento debemos acompañarle (bien nosotros, bien un auxiliar y hacerle partícipe
de que compartimos su dolor).
Si se opta por sugerir una necropsia para conocer la causa de la muerte o porque el propio
dueño la solicita, debemos explicar su utilidad, los datos y muestras que se van a tomar e
insistir en que se hará con el máximo respeto por el animal. Por otra parte, si se va a entregar
el cuerpo tras la misma, hacerlo en las mejores condiciones (proceder a coserlo y limpiarlo).
Si el dueño decide llevarse al animal, y la legislación local lo permite, debemos entregarlo
también en las mejores condiciones.

OPINION DE LA EUTANASIA

La sociedad mundial para la protección de los animales, ve viable y acepta, que la eutanasia
es necesaria cuando un animal está sufriendo debido a una enfermedad o herida incurable
o cuando un animal presenta un riesgo significativo para la salud y la seguridad humana o de
otros animales, a causa de enfermedad o de comportamientos aberrantes.

 La legislación colombiana, reglamenta los procedimientos de eutanasia en Medicina


Veterinaria, mediante la Ley 576/2000; la cual en su Artículo 19 establece que: “La

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cronicidad o incurabilidad de un caso no constituye motivo para privarlo de asistencia
profesional, sin embargo, tales circunstancias permiten al profesional aplicar la
eutanasia”, adicionalmente el parágrafo 1 de este mismo artículo, también establece
que: “igual procedimiento podría aplicarse como medida sanitaria en caso de
enfermedades zoonóticas, que comprometan la salud pública o constituya fuente de
propagación de enfermedades transmisibles o exóticas para animales”.
La decisión de realizar o no el procedimiento de eutanasia, es exclusiva del propietario de la
mascota, aunque debe ser consultada con el Médico Veterinario tratante. No obstante, este
puede negarse a realizar la eutanasia aduciendo un conflicto ético y moral; muy pocas veces
tenido en cuenta, pudiendo llevar a dificultades con el propietario, ya que se estaría violando
la autonomía del mismo.

CONCLUSIONES

 El profesional veterinario, siempre se ve enfrentado a una serie de interrogantes que


hacen más compleja la decisión de “eutanasiar”; tales como: es o no el proceso
conveniente; o más aun, solo le conviene al propietario. La premisa principal del
Médico Veterinario, no solamente es ofrecer cantidad de vida, sino una razonable
calidad de la misma.
 Aunque la eutanasia es una decisión muy personal y privada, quizás usted no tenga
que tomar esta difícil decisión solo. Quizás su veterinario pueda recomendar
tratamientos alternativos u opciones diagnósticas que puedan ayudar a su mascota.
 La decisión de la eutanasia es, literalmente, una elección de vida o muerte que no se
debe hacer con prisa o sin una cuidadosa reflexión. El consultar con sus amistades,
familiares y otras personas puede ser muy útil. Finalmente, como dueño que quiere
a su mascota, usted debe confiar en si mismo para tomar la mejor decisión para su
mascota.
 Programar el procedimiento, no solo, da tiempo para realizar bien las labores
inherentes al acto, además esto permite que el duelo sea más llevadero y se pueda
obtener el consentimiento informado por escrito.

“La vida terrena es un bien fundamental pero no absoluto, por ellos no se debe
caer en la obstinación medica”.

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BIBLIOGRAFIA

 http://www.4patas.com.co/perros/salud/articulo/cuando-darle-el-si-a-la-eutanasia/3373

 http://www.veterinaria.org/revistas/redvet/n070716/071605.pdf

 file:///D:/Downloads/guia-anestesia-eutanasia.pdf

 http://www.vetstreet.com/care/considerando-la-eutanasia

 https://asanda.org/documentos/animalesdomesticos/MethodsEuthanasiaDogsCatsSpanis
h.pdf

 http://reflexionesmarginales.com/3.0/muerte-y-eutanasia-en-los-animales-de-compania/

 http://argos.portalveterinaria.com/noticia/5308/articulos-archivo/del-sacrificio-a-la-
eutanasia.html

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