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Capı́tulo 1

Postulados

En este capı́tulo vamos a enunciar los axiomas y definiciones básicas de


la geometrı́a Euclı́dea.

1.1. Axiomas de existencia


Axioma 1.1 Existe un conjunto llamado plano que contiene infinitos ele-
mentos.

Definición 1.1 A los elementos del plano los llamaremos puntos.

Definición 1.2 Si C es un subconjunto1 del plano diremos que C es una


figura.

Axioma 1.2 Existe un conjunto infinito de figuras en el plano llamadas rec-


tas y cada una de estas rectas contiene infinitos puntos.

Notación: Denotaremos con letras minúsculas a las rectas y con letras


mayúsculas a los puntos.

Definición 1.3 Sea a una recta y C un subconjunto del plano. Si C ⇢ a


diremos que los puntos del conjunto C son colineales o que dichos puntos
están alineados.
1
Salvo que se diga lo contrario se entenderá que los subconjuntos del plano son propios

1
2 CAPÍTULO 1. POSTULADOS

Definición 1.4 Sea r una recta y A un punto del plano. Si A 2 r diremos


que el punto A está sobre la recta r y que la recta r incide en el punto A. Si
A 62 r diremos que A es exterior a la recta r.

Axioma 1.3 Dados dos puntos A y


B del plano, existe una única recta
B que los contiene.
r Denotemos con r dicha recta.

C A Definición 1.5 Diremos que la recta


s r pasa por los puntos A y B y que
dichos puntos determinan la recta r.
fig. 1.1 Notación: A veces diremos recta AB
para referirnos a la recta r.

Teorema 1.1 Sean A y B dos puntos del plano y r la recta determinada por
ellos. Sean C un punto exterior a r y s la recta que pasa por los puntos A y
C. La intersección de las rectas r y s es el conjunto {A}.
Demostración: En efecto, si existiera otro punto D en la intersección de r
y s, ambas rectas pasarı́an por los puntos A y D y por el axioma 1.3 serı́an
una y la misma recta. En particular, C que pertenece a s, pertenecerı́a a r,
contrario a lo supuesto. ⇤

Definición 1.6 Diremos que dos rectas son secantes si su intersección es un


punto. También diremos que dichas rectas son secantes en dicho punto.

1.2. Axiomas de orden


Para poder enunciar los axiomas de orden, vamos a introducir la noción
de relación en un conjunto

1.2.1. Relaciones definidas en un conjunto


Definición 1.7 Sea C un conjunto. Al conjunto de todos los pares ordenados
(a, b), con a y b en el conjunto C, lo llamaremos el producto cartesiano de C
por C y lo denotaremos por C ⇥ C
1.2. AXIOMAS DE ORDEN 3

Sean C un conjunto y R una función cuyo dominio es el producto cartesiano


C ⇥ C y cuyo rango es el conjunto de los enteros {0, 1}. Esto lo escribiremos
abreviadamente de la siguiente manera

R : C ⇥ C ! {0, 1}.

Diremos que R define una relación en el cunjunto C. Sea (a, b) 2 C ⇥ C. Si


R(a, b) = 1 diremos que a está relacionado con b. Si R(a, b) = 0 diremos que
a no está relacionado con b.

Definición 1.8 Sea R : C ⇥ C ! {0, 1} una relación. Diremos que R es una


relación reflexiva si para todo a 2 C se tiene R(a, a) = 1. Si para todo par
ordenado (a, b) 2 C ⇥C con a 6= b, siempre que R(a, b) = 1 también se cumple
R(b, a) = 1, entonces diremos que la relación R es simétrica. Supongamos
que para todo trı́o de elementos a, b y c 2 C, siempre que R(a, b) = 1 y
R(b, c) = 1, entonces también se verifica R(a, c) = 1. Diremos que R es una
relación transitiva.

Definición 1.9 Sean C un conjunto y R una relación en C. Si

1. para todo a 2 C se cumple R(a, a) = 0;

2. para todo (a, b) 2 C ⇥ C con a 6= b, entonces R(a, b) = 1 si y sólo si


R(b, a) = 0;

3. R es transitiva,

entonces diremos que R es una relación de orden lineal.

Definición 1.10 Si una relación R es reflexiva, simétrica y transitiva dire-


mos que es una relación de equivalencia.

Teorema 1.2 Sea C un conjunto y sea S un orden lineal en C. Sea P la


relación dada por

8a 2 C, P (a, a) = 0; 8a, b 2 C, a 6= b, P (a, b) = 1 S(a, b);

entonces, P es un orden lineal.


4 CAPÍTULO 1. POSTULADOS

Demostración: Tenemos que verificar que se cumplen las tres condiciones


que definen un orden lineal. La primera es inmediata de la definición de P .
Se deduce de la definición de P que si a y b en C son distintos, entonces
P (a, b) = S(b, a). En particular, si P (a, b) = 1 entonces S(b, a) = 1 por lo
que P (b, a) = 0. Recı́procamente, si P (a, b) = 0 entonces S(b, a) = 0 por lo
que P (b, a) = 1.
Para verificar la última condición, tomemos tres elementos a, b y c en C
que verifiquen S(c, b) = 1 y S(b, a) = 1. Entonces P (a, b) = 1, P (b, c) = 1 y
como S(c, a) = 1 se deduce que P (a, c) = 1. ⇤

1.2.2. Semirrectas y segmentos


Axioma 1.4 Sea r una recta. Existe una relación de orden lineal S en el
conjunto de puntos que pertenecen a r que cumple con

1. Si A pertenece a r, entonces existe otro punto B tal que S(A, B) = 1.

2. Si A pertenece a r, entonces existe otro punto C tal que S(C, A) = 1.

3. Si A y C pertenecen a r, y S(A, C) = 1 entonces existe un punto B,


distinto de A y C tal que S(A, B) = 1 y S(B, C) = 1.

Se deduce del teorema 1.2 que existe otra relación de orden P , que cumple
con estas mismas propiedades. Diremos que elegir una de estas relaciones de
orden lineal es darle una orientación a la recta r.
Sea r una recta y elijamos arbi-
trariamente, una de las dos relacio-
C  
nes de orden predicha por el axioma.
Sea S dicha relación de orden. Sean
B  
A y C puntos de la recta r tales que
D   S(A, C) = 1. Diremos que C suce-
A   de al punto A. También diremos que
A precede a C. Si B pertenece a r y
cumple S(A, B) = 1 y S(B, C) = 1
fig. 1.2 (esto es, B sucede al punto A y C su-
cede al punto B) diremos que B está entre los puntos A y C. También
diremos que B separa a los puntos A y C. Se deduce del axioma 1.4 que
dado un punto en la recta, siempre existe otro que le precede. Diremos que
1.2. AXIOMAS DE ORDEN 5

una recta no tiene un primer punto. De la misma manera, dado un punto en


la recta real, existe otro que le sucede. Diremos que una recta no tiene un
último punto.
Por otra parte, dados dos puntos A y C distintos en una recta, existe
otro, distinto de A y C que los separa. Sea B dicho punto. Puesto que B es
distinto de A, existe un punto D, distinto de A y B que los separa. D sucede
al punto A y precede al punto B. Como B precede al punto C, D también
precede a C, por lo que D separa a los puntos A y C. Concluimos que, dados
dos puntos distintos de la recta real, existe una infinidad de puntos entre
ambos. Diremos que una recta es un conjunto denso.

Definición 1.11 Sea r una recta y elijamos una orientación en r. Sea O un


punto de r. Al conjunto formado por O y todos los puntos que le suceden lo
llamaremos semirrecta. Al conjunto
formado por O y todos los puntos que
le preceden lo llamaremos semirrecta.
Diremos que una de estas semirrectas
es opuesta a la otra y diremos que el
punto O es origen de ambas semirrec-
tas. Para referirnos a una de las semi-
rrectas determinada por O elegiremos
un punto A en dicha semirrecta y la
llamaremos la semirrecta OA. fig. 1.3

Definición 1.12 Sea r una recta y


supongamos que le hemos dado una
orientación. Sean A y B dos puntos en
B  
r. Al conjunto formado por los pun-
tos A, B y los que se encuentran entre r  
A y B lo llamaremos el segmento de
recta (o simplemente segmento) de-
terminado por los puntos A y B. A A  
los puntos A y B los llamaremos ex-
tremos del segmento.
fig. 1.4
Usaremos la notación AB para denotar el segmento determinado por los
puntos A y B. A los puntos del segmento AB distintos de los extremos los
llamaremos puntos interiores del segmento AB.
6 CAPÍTULO 1. POSTULADOS

Definición 1.13 Sea a una recta y AB un segmento. Diremos que el seg-


mento AB corta la recta a si la recta que pasa por los puntos A y B es
secante a la recta a y el punto común a ambas rectas es interior al segmento
AB.

1.2.3. Semiplanos y ángulos


Axioma 1.5 Dada una recta r en el plano, la misma divide al conjunto de
puntos exteriores a ella en dos subconjuntos disjuntos S1 y S2 .

Definición 1.14 A los conjuntos ↵1 = S1 [ r y ↵2 = S2 [ r los llamaremos


semiplanos determinados por la recta r. También diremos que los semiplanos
↵1 y ↵2 son los lados de la recta r.

Axioma 1.6 : Sean A y B dos puntos exteriores a una recta r y a distinto


lado de dicha recta. Entonces, las rectas AB y r tienen un punto en común,
digamos C. C es interior al segmento AB. La semirrecta CA está contenida
en el mismo semiplano que contiene al punto A y la semirrecta CB se halla
en el semiplano que contiene al punto B.

Teorema 1.3 : Sea r una recta y sean A y D dos puntos distintos exte-
riores a la recta r que se hallan sobre un mismo semiplano, ↵ por ejemplo,
determinado por la recta r. Entonces el segmento AD está contendido en el
semiplano ↵.
Supongamos que la recta AD cor-
ta a la recta r en un punto C. Puesto
que C está sobre la recta r, C es dis-
tinto de A y de D. Todos los puntos
de la semirrecta CA se hallan a un
mismo lado respecto de la recta r. En
particular, el punto D se halla sobre
dicha semirrecta. Supongamos que en
la orientación de la recta AD en la
que A sucede al punto C, D sucede al
fig. 1.5 punto A. Entonces el segemento AD
está contenido en la semirrecta AD y la semirrecta AD está contenida en la
semirrecta CD. Finalmente, la semirrecta CD está contenida en el semiplano
↵. Se sigue que el segmento AD está contenido en el plano ↵.
1.2. AXIOMAS DE ORDEN 7

Si la recta AD no corta a la recta r, entonces necesariamente, todos los


puntos de la recta AD tienen que hallarse sobre un mismo semiplano respecto
de la recta r (¿Por qué?). En particular, el segmento AD contenido en la recta
AD tiene todos sus puntos del mismo lado respecto de la recta r.

Definición 1.15 Diremos que una


figura es convexa si para todo par de B
P
puntos contenidos en ella el segmento s
que determinan también esta conte- Q
nido en ella. Diremos que una figura O r A
es cóncava si no es convexa.
Sean r y s dos semirrectas de origen
común O no opuestas. Sean A y B
puntos sobre r y s respectivamente y fig. 1.6
consideremos la intersección ↵ de los semiplanos rB y sA. Sean P y Q dos
puntos en ↵. P y Q se encuentran en el semiplano rB (sA) y por tanto el
segmento que determinan también. Concluimos que el segmento P Q se halla
sobre la intersección ↵. Puesto que P y Q son puntos arbitrarios de ↵, se
deduce que la figura ↵ es un conjunto convexo.

Definición 1.16 Llamaremos ángulo convexo formado por las semirrectas r


y s a la intersección de los semiplanos rB y sA.
Notación: Al ángulo lo denotaremos con ^rs o bien con ^AOB. A las
semirrectas r y s las llamaremos lados del ángulo y a su origen común
lo llamaremos el vértice del ángulo. Finalmente, a los puntos del ángulo
distinto de los de sus lados los llamaremos puntos interiores del ángulo.
Consideremos dos rectas secantes.
Denotamos con ↵ y ↵0 , y 0 res-
pectivamente, los semiplanos deter- a b' ab
minados por cada una de estas rec-
tas. Los cuatro ángulos, interseccio-
nes de estos semiplanos los denotare-
mos con ↵ , ↵0 , ↵0 0 , ↵ 0 respectiva- a'b' a' b
mente (véase la figura 1.7). Los pares
de ángulos que yacen sobre un mismo
semiplano los llamaremos ángulos ad- fig. 1.7
yacentes y a aquellos ángulos que yacen sobre semiplanos distintos los lla-
8 CAPÍTULO 1. POSTULADOS

maremos ángulos opuestos por el vértice. Ası́, el ángulo ↵ tiene dos ángulos
adyacentes ↵0 y ↵ 0 y el ángulo ↵0 0 opuesto por el vértice. La unión de
estos tres ángulos se llama ángulo cóncavo y sus lados son los mismos que el
ángulo convexo ↵ . Si las semirrectas son opuestas, llamaremos ángulo llano
a cualquiera de los dos semiplanos determinados por ellas.

1.2.4. Orientación en el plano


Sean r y s dos semirrectas con origen común el punto O y sean A y B dos
puntos sobre las semirrectas r y s respectivamente. Sea P un punto interior
al ángulo convexo ^rs y t la semirrecta OP . Cada punto de la semirrecta
t es interior al ángulo ^rs puesto que cada uno de dichos puntos está si-
multáneamente sobre los dos semiplanos cuya intersección es justamente el
ángulo ^rs. Por esta razón, diremos que la semirrecta t es interior al ángu-
lo ^rs. Lo mismo puede decirse para un ángulo cóncavo pues la semirrecta
considerada estará sobre alguno de los tres ángulos convexos que determinan
al ángulo cóncavo.

Teorema 1.4 Sean A y B puntos sobre lados distintos de un ángulo convexo


^rOs con vértice en O. Sea t una semirrecta interior al ángulo convexo. El
segmento AB corta a la recta t.

Demostración: Veamos que la recta t separa los puntos A y B. Sea A0 un


punto en la semirrecta opuesta a la semirrecta r. El segmento A0 B no corta
la semirrecta t por estar en distintos
semiplanos con respecto de la recta s.
B   s   t   Tampoco corta a la semirrecta opues-
P   ta a t por estar en distintos semipla-
nos con respecto a la recta r. De mo-
A’   A   do que los puntos A0 y B están en
O   r   el mismo semiplano con respecto a la
recta t. A y A0 están en semirrectas
opuestas por el punto O y por tanto
fig. 1.8 en semiplanos distintos con respecto
a la recta t. Concluimos que los puntos A y B están en semiplanos distintos
con respecto a t y el segmento AB corta dicha recta. ⇤
Puesto que las semirrectas que determinan un ángulo cóncavo son las mis-
mas que determinan el ángulo convexo, diremos que toda semirrecta interior
1.2. AXIOMAS DE ORDEN 9

a un ángulo separa los lados del ángulo. Toda semirrecta interior a un ángulo
lo divide en dos ángulos situados en semiplanos distintos respecto a la recta
que contiene a la semirrecta en cuestión.

Orientación en haces de rectas


Para enunciar la orientación en el plano, vamos a requerir del concepto
de haz de semirrectas, concepto que aparece en distintos contextos de la
geometrı́a

Definición 1.17 Sea O un punto en el plano. Al conjunto de semirrectas con


origen en O lo llamaremos el haz de semirrectas de vértice O o sencillamente,
el haz del punto O. A las semirrectas del haz también las llamaremos rayos.

Sea O un punto del plano y consideremos el haz del punto O. Elijamos


una semirrecta arbitraria r en este haz. Al haz con esta semirrecta elimi-
nada lo llamaremos haz abierto con la semirrecta r suprimida. Sea a una
semirrecta del haz abierto. A esta semirrecta la consideraremos origen del
haz abierto. De esta manera, se forman dos ángulos y las restantes semirrec-
tas del haz abierto caen sobre uno u otro ángulo. Interior a uno de estos
ángulos, elijamos una semirrecta b. Convengamos en que todas las semirrec-
tas interiores al ángulo que contiene a la semirrecta b suceden a la semi-
rrecta a y las que se hallan en el otro ángulo preceden a la semirrecta a.
Sea c, como en la figura 1.9 una se-
mirrecta interior al ángulo rOb que no
contiene a la semirrecta a. Entonces
diremos que c sucede a la semirrecta
b y que b precede a la semirrecta c y
que b está entre a y c. Si la semirrecta
d precede a la semirrecta a entonces
diremos que precede a la semirrecta
b (y a la semirrecta c.) Ası́, susesiva-
mente, podemos establecer un orden fig. 1.9
lineal en el haz abierto con la remirrecta r suprimida.
Concluimos que en cada haz abierto existen dos sentidos opuestos, como
en la recta. Para fijar un sentido en el haz abierto hace falta dar en un orden
dos semirrectas del mismo, la primera se considera como origen y la segunda,
para escoger uno de los ángulos determinados por la semirrecta suprimida y
10 CAPÍTULO 1. POSTULADOS

la semirrecta orı́gen y ası́ determinar cuales semirrectas suceden al origen y


cuales las preceden.
Dada la orientación de un haz O en el plano, orientemos el haz O0 de la
siguiente manera. Sea Oc una semirrecta del haz O que suceda a la semirrecta
OO0 . Sea O0 r la semirrecta en el haz O0 opuesta a la semirrecta O0 O. En el
haz con vértice en O0 elijamos una semirrecta O0 a que se halle del mismo
lado que la semirrecta Oc respecto de la recta OO0 y una semirrecta O0 b,
interior al ángulo ^aO0 r. Suprimiendo la semirrecta O0 r y considerando la
semirrecta O0 a origen del haz abierto, convengamos en que la semirrecta O0 b
precede a la semirrecta O0 a.
Observamos que ahora que el haz O0 está orientado, una construcción
similar para orientar el haz O otorga a dicho haz de la misma orientación
que ya tiene. Ası́, dada una orientación para un haz en el plano podemos
orientar a todos los demás mediante esta construcción.
Otorgarle la misma orientación a
b r todos los haces del plano es dar una
a orientación al plano. Diremos que la
c orientación es positiva si al escoger un
O' haz el paso de las semirrectas que se
suceden ocurre en el sentido contra-
rio a las manecillas de un reloj. Por
O ejemplo, en la figura, los haces están
orientados positivamente. A la otra
fig. 1.10 orientación del plano la llamaremos
negativa
Supongamos que hemos orientado al plano con la orientación positiva.
Sean O un punto en el plano, Or y Oc rayos no opuestos del haz O. Su-
pongamos que el ángulo determinado por los rayos que suceden al rayo r y
preceden a c determinan un ángulo convexo. Diremos entonces que el rayo
c se encuentra a la izquierda de r. También diremos que el semiplano de-
terminado por la recta r donde yace la semirrecta c está a la izquierda de
la semirrecta r. Diremos que el semiplano opuesto está a la derecha de la
semirrecta r. Por ejemplo, en la figura 1.10 la semirrecta c está a la izquierda
de la semirrecta r.
1.3. TRANSFORMACIONES EN EL PLANO 11

1.3. Transformaciones en el plano


En las secciones anteriores, hemos estudiado las relaciones de orden, se-
paración y sentido que se suscitan entre los elementos que componen algunas
figuras en el plano. Vamos a establecer una nueva relación que es clave en la
teorı́a de la medida: la relación de igualdad entre figuras.
Para fundamentar esta nueva relación nos basaremos de nuevo en axiomas
y uno de estos necesita el concepto de grupo que es lo que a continuación
vamos a tratar.

1.3.1. Grupos
Sea G un conjunto. Supongamos que para cada par de elementos A y B en
G tenemos una manera de asignarle otro (único) elemento C de G. Diremos
que tenemos una función o correspondencia P definida en G por G y sus
imágenes están en G. Esto lo escribiremos con

P :G⇥G !G

Ejemplos:

1. Consideremos el conjunto R de los números reales y la función P que a


cada par de números reales A y B le asigna la suma P (A, B) = A + B.

2. Consideremos el conjunto R+ de los números reales positivos y la fun-


ción P que a cada par de números reales positivos A y B le asigna el
producto P (A, B) = A B.

3. Consideremos el conjunto M 2⇥2 de los matrices de números reales 2 ⇥ 2


y la función P que a cada par de matrices A y B le asigna el producto
de matrices P (A, B) = A B.

Definición 1.18 Sea G un conjunto. Sea P : G ⇥ G ! G una función y


supongamos que P satisface las siguientes condiciones:

1. Existe un elemento I 2 G tal que para cualquier elemento H 2 G es


P (I, H) = P (H, I) = H;

2. dado un elemento H 2 G existe un elemento K 2 G tal que P (H, K) =


P (K, H) = I;
12 CAPÍTULO 1. POSTULADOS

3. para cualesquiera elementos G, H y K 2 G,


P (P (G, H)K) = P (G, P (H, K)).

Entonces se dice que G, junto con la función P es un grupo.


Al mapa P se le llama el producto en el grupo. Al elemento I del grupo se le
llama identidad. Se dice que H y K son recı́procos el uno del otro. La tercera
condición establece que el producto en un grupo debe ser asociativo.
Los ejemplos 1 y 2 son ejemplos de grupos. En efecto, los números reales
junto con la adición forman un grupo (se llama el grupo aditivo de los núme-
ros reales). El número cero es la identidad en el grupo y el recı́proco de un
número en este grupo es su negativo. La asociatividad está garantizada. Otro
tanto sucede con el conjunto de los números reales positivos que junto con
el producto de la multiplicación forman un grupo (el grupo multiplicativo
de los números reales positivos). El número uno es la identidad en este gru-
po y el recı́proco de un número es su inverso multiplicativo. De nuevo, la
asociatividad está garantizada.
El ejemplo 3 no constituye un grupo. Si bien es cierto que el producto
de matrices 2 ⇥ 2 cuenta con una identidad y es asociativo, en general no
es cierto que dada una matriz A exista otra B tal que A B es la identidad.
Pero si nos restringimos al conjunto M de matrices 2 ⇥ 2 con determinante
distinto de cero, entonces este conjunto, junto con el producto de matrices
es un grupo.
En los ejemplos 1 y 2 ocurre que P (A, B) = P (B, A). En este caso se
dice que el grupo es conmutativo o abeliano. En el ejemplo 3 del grupo de
las matrices inversibles 2 ⇥ 2 se tiene que, en general P (A, B) 6= P (B, A) y
en este caso se dice que el grupo no es conmutativo.
Para nuestros fines, vamos a considerar al conjunto G cuyos elementos
son las transformaciones del plano en sı́ mismo. Dado un punto A del plano,
una de estas transformaciones T lo que hace es asignarle un único punto B
del plano. Esto vale para todo punto del plano y lo escribiremos como
B = T (A).
Diremos que B es la imagen de A en la transformación T . Más adelante
veremos ejemplos de estas transformaciones.
Si T1 y T2 son dos transformaciones, podemos considerar la composición
de estas dos transformaciones T1 T2 , definida de la siguiente manera:
1.3. TRANSFORMACIONES EN EL PLANO 13

Para todo punto A del plano

T1 T2 (A) = T1 (T2 (A)).

Puesto que esta es otra manera de asignarle al punto A otro punto del plano,
la composición de transformaciones es una transformación. De modo que
la composición de transformaciones define un producto en G: P (T1 , T2 ) =
T1 T2 .
Existe una transformación del plano en sı́ mismo que a cada punto A le
hace corresponder el mismo punto A. Denotaremos esta transformación con
la letra I. Tenemos
8A en el plano I(A) = A.
Si T es una transformación tenemos

T I(A) = T (I(A)) = T (A) = I(T (A)) = I T (A).

Ası́, la transformación I juega el papel de la identidad en el producto de


transformaciones. En la notación de producto tenemos P (T, I) = P (I, T ) =
T.
La composición de transformaciones es asociativa. En efecto, si T1 , T2 , T3
son tres transformaciones del plano en sı́ mismo tenemos, para cada punto
A del plano

T1 (T2 T3 )(A) = T1 (T2 T3 (A)) = T1 (T2 (T3 (A)))

y por otra parte

(T1 T2 ) T3 (A) = T1 T2 (T3 (A)) = T1 (T2 (T3 (A))).

De modo que la transformación T1 (T2 T3 ) coincide con (T1 T2 ) T3 . En


términos de P esto lo escribimos como

P (T1 , P (T2 , T3 )) = P (P (T1 , T2 ), T3 )

y el producto de transformaciones es asociativo.


Igual que en el ejemplo 3, en general no es cierto que, dada una trans-
formación H del plano en si mismo, exista otra K tal que H K = I.
Supongamos sin embargo, que la transformación H es tal que

1. Todo punto del plano es la imagen de algún punto del plano.


14 CAPÍTULO 1. POSTULADOS

2. A todo par de puntos distintos A y B del plano, H le asigna puntos


distintos A0 y B 0 .

En este caso se dice que H es una biyección del plano en sı́ mismo. Existe
entonces una transformación K que deshace lo que hizo H. Si H le asigna
al punto A el (único) punto A0 podemos definir K(A0 ) = A. Si B 0 es un
punto distinto de A0 y puesto que H es una biyección, tendremos la certeza
de que existe un punto B distinto de A que cumple B 0 = H(B). Definiremos
K(B 0 ) = B. De esta manera, K no sólo le asigna a cada punto del plano un
único punto sino que también cumple con la condición de que todo punto
del plano es la imagen de algun punto del plano y admás, a pares de puntos
distintos le asigna puntos distintos del plano. K también es una biyección y
tenemos

H K(A0 ) = H(K(A0 )) = H(A) = A0 = I(A0 ),


K H(A) = K(H(A)) = K(A0 ) = A = I(A).

Esto vale para cualquier par de puntos A y A0 del plano. Hemos demostrado
el siguiente

Teorema 1.5 El conjunto G de las transformaciones biyectivas del plano en


sı́ mismo, junto con la composición de transformaciones como producto es
un grupo.

Más adelante demostraremos que este grupo no es abeliano. Por lo pronto


damos por terminada la discusión sobre grupos.

1.3.2. Movimientos en el plano


Axioma 1.7 En el conjunto G de biyecciones del plano en sı́ mismo, existe
un subconjunto E que es a su vez un grupo con la composición de mapas como
producto, llamado el grupo euclı́deo.

Notación A los elementos de E los llamaremos movimientos de plano.

Axioma 1.8 Todo movimiento T preserva las relaciones de orden e inci-


dencia.
1.3. TRANSFORMACIONES EN EL PLANO 15

Esto significa que por ejemplo, si tres puntos son colineales, sus transformados
también y aquel que separe a los otros dos es transformado en otro que
separa las imágenes de aquellos. Un movimiento transforma rectas en rectas,
y semirrectas en semirrectas. Como los conceptos de semiplano y ángulo
dependen de las nociones de orden e incidencia, se deduce que semiplanos
son transformados en semiplanos y ángulos convexos en ángulos convexos.
Diremos que dos puntos o figuras son homólogos, si son uno es imagen
del otro en un movimiento.

Axioma 1.9 (de rigidez) Ningún movimiento transforma un segmento o


ángulo en parte del mismo.

Dicho de otro modo, si C es un B


punto interior del segmento AB, en- b
tonces no hay movimiento que trans- C c
forme el segmento AB en BC. De la
a
misma forma, si c una semirrecta con
el mismo origen que las semirrectas a A
y b y es interior al ángulo ab entonces
ningún movimiento transforma ab en
bc. fig. 1.11

Definición 1.19 Diremos que dos figuras son congruentes o iguales si existe
un movimiento que transforme una en la otra.

Finalmente,

Axioma 1.10 Existe una único movimiento que transforma una semirrecta
en otra y un determinado semiplano limitado por la primera en un determi-
nado semiplano limitado por la segunda.

En la figura 1.12 aparecen dos movimientos. El primero transforma la semi-


rrecta OB en O0 B 0 y el semiplano a la izquierda de OB en el semiplano a la
16 CAPÍTULO 1. POSTULADOS

T
 


1
 

 T
 


2
 


O'
 

 B'
 



O
 

 B
 

 O'
 

 B'
 



fig. 1.12
0 0
izquierda de O B . Esta transformación preserva la orientación del plano. El
segundo movimiento en la figura 1.12 transforma el semiplano izquierdo de la
semirrecta OB en el derecho de la semirrecta O0 B 0 . Esta transformación cam-
bia la orientación del plano. A las transformaciones que preservan la orien-
tación en el plano las llamaremos transformaciones o movimientos directos.
Aquellas que cambian la orientación del plano las llamaremos transformacio-
nes o movimientos inversos.
Sea F una figura en el plano. Puesto que F se transforma sobre si mis-
ma en el movimiento identidad, se deduce de la definición 1.19 que F es
congruente consigo misma.
Si F 0 es la figura transformada de F en un movimiento T, entonces F
será la imagen de F 0 en el movimiento recı́proco que deshaga lo que hizo T .
Se deduce que la congruencia de figuras es una relación simétrica.
Puesto que la composición de movimientos es un movimiento, se deduce
que la relación de congruencia de figuras es transitiva.
En resumen, la congruencia de figuras es una relación de equivalencia.
Dado un segmento AB y una semirrecta A0 r, el axioma 1.10 garantiza la
existencia de un segmento A0 B 0 sobre la semirrecta A0 r, congruente con el
segmento AB. Existen dos transformaciones, una directa y la otra inversa,
que llevan la semirrecta AB sobre la semirrecta a transformando A en A0 y
B en B 0 . Para ejecutar alguna de estas transformaciones con regla y compás,
1.3. TRANSFORMACIONES EN EL PLANO 17

basta colocar la punta del compás en


B el punto A y abrir el compás hasta
que la otra punta alcance el punto B.
Con esta abertura del compás lleva-
A mos la punta sobre A0 y marcamos
r con la otra punta sobre la semirrecta
A' B' a el punto B 0 .
De manera semejante, dado el
ángulo ^bc y la semirrecta b0 el axio-
fig. 1.13 ma 1.10 garantiza la existencia de una
recta c0 tal que los ángulos ^bc y ^b0 c0
son congruentes. Si las semirrecta c y
c
B b c0 quedan del mismo lado respecto de
c' b y b0 el movimiento es directo. Para
A B' ejecutar este movimiento tomamos el
compás, con la punta en O marcamos
O
los puntos A y B sobre las semirrectas
O' A' b' b y c. Con la misma abertura, marca-
mos el punto A0 sobre las semirrecta
fig. 1.14 b0 , prolongando el trazo sobre el semi-
plano correspondiente a la semirrecta c0 . Colocando la punta del compás
sobre el punto A, lo abrimos hasta alcanzar el punto B y con esa abertura,
llevamos la punta del compás sobre el punto A0 y marcamos el punto B 0 sobre
el trazo previamente realizado, determinando de esta manera la semirrecta
c0 . Esta construcción descansa en el siguiente teorema que aceptaremos a los
efectos de construcciones geométricas pero que demostraremos más adelante.

Teorema 1.6 Sean ABC y A0 B 0 C 0 dos triángulos. Los triángulos son con-
gruentes si los segmentos AB, A0 B 0 , BC, B 0 C 0 , CA y C 0 A0 son, respectiva-
mente, congruentes.

Esto concluye la introducción de los axiomas básicos de la geometrı́a euclı́dea.


A partir de estos (y algunos más que se anunciarán oportunamente) se cons-
truye toda la teorı́a que permite el estudio de las figuras en el plano y sus
relaciones.
18 CAPÍTULO 1. POSTULADOS
Capı́tulo 2

Simetrı́as

2.1. Identidad
Sea Or una semirrecta. Consideremos el movimiento I que lleva dicha
semirrecta sobre sı́ misma y el semiplano a su izquierda sobre sı́ mismo. En
particular, el punto O es enviado so-
bre sı́ mismo. Sea M un punto sobre
la semirrecta Or. La imagen M 0 del b A'' b'
punto M también se haya sobre di-
cha semirrecta. Si M 0 fuera distinto A A'
de M el movimiento I transformarı́a
el segmento OM en OM 0 , transfor- r' O M' r M
mando uno en parte de otro, contrario
al axioma 1.9. Este movimiento envı́a
a la recta r sobre sı́ misma puesto que, fig. 2.1
en todo movimiento, las imágenes de puntos colineales son puntos colineales.
Puesto que todo movimiento preserva el orden, la semirrecta opuesta a Or,
Or0 se transforma en sı́ misma.

Definición 2.1 Dado un movimiento en el plano, diremos que una figura es


invariante si ella coincide con su homóloga en dicho movimiento.
Luego de esta definición, diremos que el movimiento I deja invariante a la
recta r.
Se deduce que todo punto sobre la semirrecta Or es invariante y un análi-
sis similar muestra que todo punto en la semirrecta opuesta también es in-

19
20 CAPÍTULO 2. SIMETRÍAS

variante. Consideremos un punto A exterior a la recta r en el semiplano a


la izquierda de la semirrecta Or. Sea A0 su homólogo en el movimiento I.
A0 también es un punto exterior a la recta r y queda en el mismo semiplano
respecto de r que el punto A. Puesto que el punto O es invariante, la semi-
rrecta OA0 es homóloga de la semirrecta OA. Si A0 no se encontrase sobre la
semirrecta OA, resultarı́a que el ángulo ^M OA es transformado en el ángu-
lo ^M OA0 , pero uno de ellos es parte del otro, contrario al axioma 1.9. Se
deduce que el homólogo al punto A se haya sobre la semirrecta OA y debe
coincidir con A mismo porque en caso contrario I transformarı́a un segmento
en parte de otro.
Como la discusión que se acaba de presentar es válida para cualquier
punto exterior a la recta r en el semiplano a la izquierda de la semirrecta
Or concluimos que todos los puntos en este conjunto son invariantes en el
movimiento I.
De aquı́ también se concluye, que el semiplano a la derecha de la semi-
rrecta Or tiene por imagen el mismo semiplano y todo punto sobre dicho
semiplano es invariante.
Por lo anteriormente expuesto, el movimiento I deja invariante a todos
los puntos del plano. El movimiento ası́ descrito corresponde al movimiento
identidad predicho en el axioma 1.7. Hemos demostrado el siguiente

Teorema 2.1 Todo movimiento que mande una semirrecta en sı́ misma y
cualquiera de los semiplanos determinados por esta en sı́ mismo, es el movi-
miento identidad.

2.2. Simetrı́a Central


Consideremos el movimiento T que transforma una semirrecta Or y uno
de los semiplanos ↵ que su recta limita, en la semirrecta y el semiplano
opuestos Or0 y ↵0 . A este movimiento lo llamaremos simetrı́a central con
respecto al punto O. Esta transformación es un movimiento directo puesto
que transforma por ejemplo, el semiplano izquierdo de la semirrecta Or ↵,
en el izquierdo de la semirrecta Or0 , ↵0 . La imagen de la semirrecta opuesta
a Or en este movimiento es la semirrecta opuesta a Or0 , es decir Or misma.
Se deduce que la recta r es invariante en este movimiento. Puesto que T
intercambia los semiplanos que limitan a la recta r tenemos el siguiente
2.2. SIMETRÍA CENTRAL 21
Teorema 2.2 La composición de
una simetrı́a central T consigo
misma es el movimiento identidad I. a

Demostración: En efecto, tenemos


que
r' O r
0
Or = T (Or ) = T T (Or)
y
a'
↵ = T (↵0 ) = T T (↵).
fig. 2.2
La composición de T con sigo misma deja a la semirrecta Or y al semiplano
que le queda a su izquierda invariantes. El teorema 2.1 nos asegura que este
movimiento coincide entonces con el movimiento identidad I. ⇤
Notación Escribiremos T T = I o T 2 = I y diremos que el movimiento T
es una involución.
En la simetrı́a central con respec-
to a O, consideremos un punto A ex- b a
terior a la recta r. Para fijar ideas, A
supongamos que A está sobre el se-
miplano ↵. Sea Ob la semirrecta que
r' O r
pasa por el punto A. Puesto que O es
invariante, la imagen de la semirrecta A'
Ob es otra semirrecta con origen en el a' b'' b'
punto O y que se encuentra sobre el
semiplano ↵0 . Denotemos esta fig. 2.3
semirrecta con Ob0 .

Teorema 2.3 La semirrecta Ob se transforma en su opuesta Ob0 .


Demostración: Supongamos lo contrario y que la semirrecta Ob se trans-
forma en Ob00 . Observemos que el ángulo ^bOr0 se transforma en el ángulo
^b00 Or y ^r0 Ob00 en ^rOb. Por tanto, el ángulo convexo ^bOb00 se transforma
en el ángulo cóncavo ^bOb00 . Por el axioma 1.9 esto es una contradicción. ⇤
Puesto que T es una involución, la semirrecta Ob0 se transforma en su
opuesta Ob. Se deduce que toda recta que pase por el punto O es invariante
en la simetrı́a central con respecto a O. Al punto O lo llamaremos centro de
simetrı́a. También diremos que dos figuras homólogas en una simetrı́a central
son simétricas (con respecto al centro de simetrı́a).
22 CAPÍTULO 2. SIMETRÍAS

De la discusión anterior, concluimos el siguiente

Corolario 2.1 Dadas dos rectas secantes, los ángulos opuestos por el vértice
son congruentes.

En efecto, dichos ángulos son simétricos con respecto su vértice.

Rectas paralelas.
Sea Ab una semirrecta y O un punto exterior a la recta b. Consideremos
la simetrı́a central con respecto a O. El simétrico A0 del punto A se encuentra
sobre la semirrecta opuesta a OA
y de forma tal que los segmentos
OA y OA0 son congruentes. La se-
mirrecta Ab se transforma en otra
semirrecta con origen en A0 diga-
mos A0 b0 . Por ser la simetrı́a cen-
tral un movimiento directo, el semi-
plano a la derecha de la semirrecta
OA se transforma en el semiplano de
fig. 2.4 la derecha de la semirrecta OA0 . Se
0 0
deduce que las semirrectas Ab y A b están en distintos semiplanos respecto
de la recta AA0 . En particular, el ángulo ^OAb se transforma en el ángulo
^OA0 b0 y estos ángulos son congruentes. Podemos demostrar el siguiente

Teorema 2.4 La recta b0 ası́ construida no es secante a la recta b.

Demostración: Supongamos lo contrario, que las rectas b y b0 son secantes


en un punto C. Sea C 0 el simétrico de C. Por los axiomas de los movimientos,
las rectas b y b0 son también comparten el punto C 0 y por tanto son una y la
misma recta. Pero las rectas que quedan determinadas por puntos homólogos
en una simetrı́a central, pasan por el centro de simetrı́a. En particular, el
punto O pertenece a la recta b y esto es una contradicción, puesto que en la
construcción, se supuso que O era exterior a la recta b. ⇤
Hemos demostrado la existencia de rectas en el plano que no se cortan.
En virtud de esto hacemos la siguiente

Definición 2.2 Diremos que dos rectas que no son secantes son paralelas.
2.2. SIMETRÍA CENTRAL 23

Analicemos con más detalle esta definición. Decir que dos rectas son secantes
significa que ambas tienen uno y sólo un punto en común. Decir que dos
rectas no son secantes significa pues que, o las dos rectas tienen más de un
punto en común, o que no comparten ningún punto. Dos rectas son paralelas
si son una y la misma recta o por el contrario no tienen ningún punto en
común.

Punto medio de un segmento


Consideremos el movimiento directo que transforma la semirrecta AA0 en
la semirrecta A0 A. Este movimiento transforma el punto A en A0 . También
transforma el punto A0 en A. En efecto, si no fuera este el caso, supongamos
como en la figura 2.5 que el homólogo de A0 es A00 distinto de A. En este caso
los segmentos AA0 y A0 A00 serı́an homólogos siendo uno parte del otro y esto
es contrario al axioma de rigidez.
En este movimiento, la recta AA0 C b
es invariante. Como se trata de un A''
movimiento directo, los semiplanos A
que esta recta determina son inter- O
cambiados y el movimiento es una in- A'
volución. Sea C un punto exterior a
la recta AA0 y C 0 su homólogo en este b' C'
movimiento. Por lo que acabamos de
decir, C y C 0 están de distinto lado fig. 2.5
respecto de la recta AA0 y el segmento CC 0 corta a dicha recta en un punto
O. Puesto que C 0 se transforma en C el segmento CC 0 es invariante en
este movimiento. Como la recta AA0 también es invariante, el punto O de
intersección con el segmento es invariante.
Este movimiento no es otro que la simetrı́a central con respecto a O. Dicho
movimiento invierte los extremos del segmento AA0 y los segmentos OA y
OA0 son congruentes. Diremos que el punto O es punto medio del segmento
AA0 .
Puesto que existe un único movimiento directo que invierte los extremos
del segmento AA0 , el punto medio de dicho segmento es único.
24 CAPÍTULO 2. SIMETRÍAS

2.3. Simetrı́a axial


Consideremos la semirrecta Or y el movimiento T , que transforma dicha
semirrecta en sı́ misma, intercambiando los semiplanos ↵ y ↵0 determinados
por ella.
Observamos que

↵ = T (↵0 ) = T T (↵)
y
Or = T T (Or).

Este movimiento es por tanto, una in-


volución.
Como la semirrecta Or es inva-
fig. 2.6 riante y T intercambia los semiplanos
por ella determinados, T es, por definición, un movimiento inverso. En par-
ticular, la recta r es invariante. Al movimiento ası́ descrito lo llamaremos
simetrı́a axial con respecto a la recta r. A dicha recta la llamaremos eje de
simetrı́a. Dos figuras que sean homólogas en este movimientos diremos que
son simétricas respecto de la recta r.
Todo punto M en la recta r es invariante. Este hecho se demuestra usan-
do argumentos análogos a los que se dieron en la discusión del movimiento
identidad.
Sea A un punto exterior a la recta r y para fijar ideas, supongamos que
A se encuentra en el semiplano ↵. Su homólogo A0 se encuentra entonces
en el semiplano ↵0 . El segmento AA0 corta la recta r en un punto, digamos
P (que supondremos distinto de M ). Puesto que el punto M es invariante,
el segmento AM es transformado en el segmento A0 M y por tanto, ambos
segmentos son congruentes. También son congruentes los ángulos ^AM P y
^A0 M P y la semirrecta M P divide al ángulo ^AM A0 en dos partes iguales.
Puesto que T es una involución, tenemos que A = T T (A) = T (A0 ).
Se deduce que la recta AA0 es invariante en este movimiento. Puesto que los
segmentos P A y P A0 son iguales, P es punto medio del segmento AA0 .
Por otra parte, los ángulo ^M P A y ^M P A0 no sólo son congruentes,
sino que también son ángulos adyacentes en la intersección de las rectas AA0
y r. Damos por tanto la siguiente

Definición 2.3 Diremos que un ángulo determinado por dos rectas secantes
2.3. SIMETRÍA AXIAL 25

es recto, si es igual a alguno de su adyacentes. Diremos que dos rectas secantes


son perpendiculares, si alguno de los ángulos determinados por ellas es un
ángulo recto.

Es claro que si un ángulo es recto, también los son sus adyacentes y el que
le es opuesto por el vértice.

Definición 2.4 Toda perpendicular que corte a un segmento en su punto


medio, la llamaremos mediatriz del segmento.

Definición 2.5 Toda semirrecta que divida a un ángulo en partes iguales,


la llamaremos bisectriz del ángulo.

Con estas definiciones, podemos enunciar que en una simetrı́a axial:

1. Todos los puntos del eje y sólo ellos son invariantes

2. El eje y todas las rectas perpendiculares a él son las únicas rectas in-
variantes.

3. El eje es mediatriz del segmento que determinan dos puntos simétricos


cualesquiera exteriores a él.

4. Si una recta corta al eje, su simétrica lo corta en el mismo punto y este


eje es bisectriz de los ángulos que forman las semirrectas simétricas que
contienen al eje de simetrı́a.

En la figura 2.6, la recta r es mediatriz del segmento AA0 y la semirrecta


M P es bisectriz del ángulo ^AM A0 .
Observemos que toda perpendicular a una recta r que pase por un punto
exterior A pasa por su simétrico A0 , que es único. Ası́ (por el axioma 1.3):
Por un punto exterior Q a una recta no pasa más que una perpendicular
a ella.
Mediatriz de un segmento. Dada la semirrecta AA0 , consideremos el mo-
vimiento inverso que la transforma en la semirrecta A0 A. Como la derecha de
AA0 coincide con la izquierda de A0 A, los semiplanos limitados por la recta
AA0 se transforman en sı́ mismos. Por el axioma 1.10, sabemos que existe un
26 CAPÍTULO 2. SIMETRÍAS

sólo movimiento que efectúa esta transformación.


En particular la simetrı́a que tiene
por eje la mediatriz del segmento
AA0 , cumple con este requisito y es
por tanto el movimiento pedido. Po-
demos parafrasear lo anteriormente
A
 

 O
 

 A
 



 


dicho de la siguiente manera: dado un
segmento, existe un único movimien-
to inverso en el plano, que invierte sus
extremos. Es la simetrı́a axial cuyo eje
fig. 2.6 es la mediatriz del segmento.
Inversión del ángulo. Análogamente a lo dicho para el segmento, dado una
ángulo ^AOA0 , consideremos el movimiento inverso que lleva la semirrecta
OA sobre OA0 transformando el semiplano a la derecha de OA en el de la
izquierda de OA0 . Este movimiento
deja al punto O invariante y trans-
A
 

 forma el ángulo ^AOA0 en otro que
tiene a O por vértice y uno de los la-
dos es la semirrecta OA0 . Como la se-
O
 

 mirrecta OA0 queda del lado derecho
A
 



 

 de la semirrecta OA, su imagen que-
dará a la izquierda de la semirrecta
OA0 . Se deduce que la imagen de la
fig. 2.7 semirrecta OA0 es la semirrecta OA
(de lo contrario se corresponderı́an dos ángulos, uno parte del otro en con-
tradicción con el axioma 1.9). El ángulo ^AOA0 es invariante en este movi-
miento.
Supongamos que A0 es homólogo de A. Entonces los segmentos OA y OA0
son iguales, y este movimiento también llevará al punto A0 sobre A. En par-
ticular, este movimiento invierte el segmento AA0 . Por la discusión anterior,
este movimiento no es otro que la simetrı́a axial cuyo eje es mediatriz del
segmento AA0 . Puesto que en una simetrı́a axial los únicos puntos invarian-
tes están sobre el eje de simetrı́a, la mediatriz del segmento AA0 pasa por el
punto O y es bisectriz del ángulo dado ^AOA0 .
En resumen, dado un ángulo, existe un movimiento y sólo uno, que in-
vierte sus lados. Es la simetrı́a axial respecto a su bisectriz.
Construcción de la bisectriz de un ángulo. Para construir la bisectriz
2.3. SIMETRÍA AXIAL 27

de un ángulo ^O, bastará hallar el eje de la simetrı́a que lo invierte. Con


una apertura del compás pueden trazarse los puntos A, A0 , y con otra, los
puntos B y B 0 sobre los lados del ángulo, tal como se muestra en la figura
2.9. En esta figura, los puntos A y A0 son interiores a los segmentos OB y
OB 0 respectivamente.
Con los puntos A, A0 , B y B 0 ası́ elegidos, observamos que los segmentos
AB 0 y A0 B se cortan. Para ver que esto es ası́, observamos que A separa los
puntos O y B y por tanto, ambos yacen en lados distintos con respecto a la
recta AB 0 . Puesto que A0 es interior al segmento OB 0 , los puntos O y A0 que-
dan del mismo lado con respecto a la
recta AB 0 . Se deduce que A0 y B están
de distinto lado respecto de la recta B'
AB 0 y los segmentos AB 0 y A0 B se r
A'
cortan. P
Ahora bien, los puntos A, A0
son homólogos respecto al movimien-
to que invierte el ángulo, lo mismo O A B
que los puntos B y B 0 . También son
homólogos los segmentos AB 0 y A0 B fig. 2.8
que se cortan en el punto, digamos P . Los puntos O y P son invariantes bajo
el movimiento que invierte el ángulo y determinan el eje de simetrı́a r de
dicha inversión.

Ejercicios.

1. Construir la perpendicular a una recta que pase por un punto P exterior


a dicha recta.

2. Muestre que dos rectas perpendiculares a una tercera, son paralelas.

3. Sean a y b dos rectas perpendiculares. Construir la bisectriz de uno de


los ángulos determinados por estas rectas.

4. Sean a y b dos rectas paralelas y c una recta secante a la recta a. Sean T1


y T2 las simetrı́as axiales con respecto a a y b y T = T2 T1 . Determine
T (c).

5. Demostrar que el producto de dos simetrı́as respecto de dos ejes perpen-


diculares es la simetrı́a central con respecto del punto de intersección.
28 CAPÍTULO 2. SIMETRÍAS

6. Demostrar que el producto de una simetrı́a central por otra axial con
respecto de un eje que pasa por el centro, es la simetrı́a axial respecto
del eje perpendicular por dicho centro.

7. Construir la perpendicular a una recta que pase por un punto P de


dicha recta.
Capı́tulo 3

Triángulos

Luego de las rectas y los ángulos, las figuras más sencillas en el plano son
los triángulos, que pasamos a estudiar a continuación.
Sean A, B y C tres puntos no coli-
neales en el plano, a la recta determi- N
 

 C
 


nada por los puntos B y C, b deter-
minada por C y A y c por A y B. A
la intersección de los semiplanos aA, b
 

 a
 


bB y cC lo llamaremos el triángulo
determinado por los puntos A, B y M
 


C y lo denotaremos con 4ABC. A A
 

 c
 

 B
 


los puntos que determinan el triángu-
lo los llamaremos vértices del trián- fig. 3.1
gulo. A los segmentos determinados por pares de vértices los llamaremos
los lados del triángulo. A los ángulos ^cAb, ^aBc y ^bCa, los llamaremos
ángulos internos del triángulo, mientras que a los adyacentes a estos los
llamaremos ángulos externos del triángulo. Ası́ los ángulos ^M AC, ^N CA
son externos.

3.1. Criterios de igualdad de triángulos


Si dos triángulos 4ABC y 4A0 B 0 C 0 son congruentes, esto es, si existe
un movimiento que transforma los vértices del 4ABC en 4A0 B 0 C 0 entonces,
en este movimiento serán congruentes los lados y los ángulos homólogos, de

29
30 CAPÍTULO 3. TRIÁNGULOS

modo que

AB = A0 B 0 , AC = A0 C 0 , BC = B 0 C 0 ,
^A = ^A0 , ^B = ^B 0 , ^C = ^C 0 .

No hace falta verificar todas las congruencias anteriores para verificar que
dos triángulos son congruentes.

Criterio 1
Si dos triángulos tienen respectivamente iguales dos lados y el ángulo que
forman, son congruentes
Supongamos, por ejemplo que,
C B' AB = A0 B 0 AC = A0 C 0 y ^A = ^A0 .
El movimiento que lleva AB sobre
0 0
A' A B y el semiplano que contiene a C0
sobre el semiplano que contiene a C ,
transformará también el ángulo ^A
A B en su congruente ^A0 y el segmen-
to AC en su congruente A0 C 0 , con lo
C' que los tres vértices ABC se habrán
fig. 3.1 transformado en A0 B 0 C 0 .

Criterio 2
Si dos triángulos tienen, respectivamente, iguales un lado y los dos ángulos
contiguos (AB = A0 B 0 , ^A = ^A0 .^B = ^B 0 ), son congruentes.
Basta llevar AB sobre A0 B 0 y el semiplano que contiene a C sobre el semiplano
que contiene a C 0 .

3.2. Triángulo isósceles y sus propiedades


Diremos que un triángulo es isósceles si tiene dos lados iguales. Al tercer
lado lo llamaremos base. En la figura 3.2, el triángulo isósceles ABC tiene
los lados CA y CB iguales y desigual la base AB.
3.3. EQUIDISTANCIA ENTRE PUNTOS Y LUGAR GEOMÉTRICO 31

La simetrı́a respecto de la bisec-


triz del ángulo ^C, transforma el C
segmento CA en CB, transforman-
do el segmento AB en si mismo y el
triángulo ABC en si mismo. Diremos
que esta bisectriz es eje de simetrı́a
del triángulo. Se deduce que la bisec-
triz del ángulo opuesto a la base de
A B
un triángulo isósceles es mediatriz de
dicha base. Los ángulos en la base de fig. 3.2
un triángulos isósceles son iguales. Recı́procamente: Si dos ángulos ^A y
^B de un triángulo ABC son iguales (y de sentidos contrarios), los lados
opuestos a aquellos son también iguales. En efecto, la mediatriz del lado AB
será eje de simetrı́a de la figura.

3.2.1. Triángulo equilátero

Llamaremos triángulo equilátero


a todo aquel que tenga sus tres la-
dos iguales. De las propiedades del
triángulo isósceles resulta
Los tres ángulos de un triángulo
equilátero son iguales.
Recı́procamente Si los tres ángu-
los de un triángulo son iguales enton-
ces es equilátero. fig. 3.3

3.3. Equidistancia entre puntos y lugar geo-


métrico
Si un punto P determina con otros dos A y B dos segmentos iguales P A
y P B diremos que el punto P es equidistante de A y B.
Por otra parte, si una figura contiene todos los puntos que cumplen con
una cierta propiedad y recı́procamente, sólo contiene aquellos puntos que
32 CAPÍTULO 3. TRIÁNGULOS

cumplen dicha propiedad, entonces diremos que la figura es el lugar geométri-


co de dichos puntos.
Por ejemplo: Todo punto P que equidista de otros dos A y B se halla
sobre la mediatriz del segmento AB que estos determinan. Recı́procamente:
Todo punto P de la mediatriz de un segmento AB equidista de sus extremos.
Por tanto, la mediatriz de un segmento es el lugar geométrico de los puntos
equidistantes de sus extremos.

3.4. Equidistancia de un punto a un par de


rectas
Si al trazar las perpendiculares P A y P B desde un punto P a dos rectas
a y b, este punto equidista de las de intersección obtenidas A y B, diremos
que P equidista de las rectas a y b o que el punto P es equidistante a las
rectas a y b.
Todo punto P de la bisectriz de un
ángulo equidista de las rectas de sus
lados. En efecto, tracemos la perpen-
dicular que pasa por P al lado a del
ángulo y sea A el punto de intersec-
ción de la perpendicular con el lado.
En la simetrı́a con respecto a la bi-
sectriz, el simétrico de A está sobre el
lado b del ángulo, las rectas b y P B
fig. 3.3 son perpendiculares y el segmento
P B es congruente con P A. Se sigue que P equidista de a y b. El recı́proco
lo debemos enunciar de una manera ligeramente distinta.
Todo punto interior a un ángulo que equidista de las rectas de sus lados
está sobre la bisectriz del mismo. Pues si P A = P B, en la simetrı́a que invier-
te el ángulo ^AP B serán simétricos los puntos A y B y las perpendiculares
respectivas a y b, que forman los lados del ángulo. El punto O pertenece al
eje de simetrı́a por cortarse las rectas simétricas a y b en este punto. Como
el eje P O es interior al ángulo lo divide en partes iguales.
Si no agregamos la condición de que P sea interior al ángulo, resultan
también equidistantes los puntos de las bisectrices de los ángulos adyacentes
y del opuesto por el vértice, de donde:
3.5. POLÍGONOS CONVEXOS 33

El lugar geométrico de los puntos del plano equidistantes a dos rectas


secantes es el conjunto formado por las bisectrices de dos de los ángulos
adyacentes que aquellas determinan.

Tercer criterio de igualdad de triángulos

Si dos triángulos tienen respectiva-


mente iguales los tres lados son con- C
gruentes1 . C' B'
Sean ABC y A0 B 0 C 0 dos triángu-
los y supongamos que AB = A0 B 0 , A B
AC = A0 C 0 y BC = B 0 C 0 . Apli-
quemos al triángulo A0 B 0 C 0 un mo-
vimiento que lleve A0 B 0 sobre AB de A'
forma tal que el homólogo C de C00 0 C'
'
quede en distinto semiplano que C fig. 3.4
con respecto a la recta AB. En vista de las hipótesis tenemos que AC =
A0 C 0 = AC 00 , y por tanto, A equidista de C y de C 00 .
De manera similar B equidista de C y de C 00 . La recta AB es pues, la
mediatriz del segmento CC 00 y en la simetrı́a con respecto a dicha recta, son
simétricos los triángulos ABC y ABC 00 . Esto termina la demostración.⇤

3.5. Polı́gonos convexos


Supongamos que podemos ordenar n puntos A, B, . . . , F del plano, de
forma tal que tres consecutivos no estén alineados y las rectas determinadas
por dos consecutivos dejan los restantes puntos de un mismo semiplano. En
este caso diremos que la intersección de todos estos semiplanos es un polı́gono
convexo.

1
Este criterio justifica el copiado de ángulos §1. El uso del compás para su ejecución
quedará justificado más adelante.
34 CAPÍTULO 3. TRIÁNGULOS

D   D   D  
E   E   E  
C   C   C  

F   F   F  
A   B   A   B   A   B  

fig. 3.5
Los puntos A, B, . . . , F se llaman vértices del polı́gono y los segmentos
determinados por dos consecutivos, lados del polı́gono.
La existencia de polı́gonos conve-
A   xos puede demostrarse usando induc-
ción a partir de triángulos. Dados tres
P   puntos no alineados, un de ellos de-
B   termina un semiplano limitado por la
Q   recta que pasa por los otros dos. Su-
C   pongamos que hemos construido un
polı́gono convexo de n 1 lados. To-
memos puntos P y Q sobre los lados
fig. 3.5 AB y BC respectivamente. La recta
determinada por este par de puntos,
corta al polı́gono sólo en dichos pun-
tos, pues si lo cortara en otro punto,
dos de ellos quedarı́an de distinto la-
do respecto de la recta que contiene
al segmento sobre el cual se encuen-
tra el tercer punto. Se deduce que,
exceptuando el punto B, todos los
demás puntos del polı́gono quedan en
fig. 3.5 un mismo semiplano de la recta P Q
y por tanto esta limita, con los lados del polı́gono, uno nuevo que tiene n
lados.
Todas las figuras que se definen como la intersección de semiplanos, como
los ángulos convexos, triángulos y polı́gonos convexos satisfacen la siguiente
propiedad:
Los puntos del segmento determinado por un par de puntos que pertenecen
3.5. POLÍGONOS CONVEXOS 35

a una figura convexa también pertenecen a ella. Esto es ası́ por pertenecer a
cada uno de los semiplanos que la definen.

Ejercicios.

1. Muestre que una recta que no pasa por ninguno de los vértices de un
triángulo, pero que corta a uno de sus lados, necesariamente corta otro
de los lados del triángulo.

2. Muestre que las bisectrices de dos ángulos adyacentes, determinados


por dos rectas secantes, son perpendiculares.
36 CAPÍTULO 3. TRIÁNGULOS
Capı́tulo 4

Traslaciones
Sean A y A0 dos puntos del plano
y a la semirrecta AA0 . Sea a0 la se-
mirrecta con origen en A0 y del mis- R
mo sentido que a. El movimiento que Q'
transforma una semirrecta en la otra, r' P'' a' P'
conservando los semiplanos del mis- A'
mo lado se llama traslación. Q
Una traslación queda definida, en r a P
Q
consecuencia, por un par de puntos A
homólogos A y A0 dados en un orden,
o lo que es lo mismo por un vector fig. 4.1
~ 0 0 ~ 0 . Un
AA . La recta AA es invariante en la traslación que define el vector AA
punto Q que se halle sobre dicha recta y que preceda (suceda) al punto A se
transformará en el punto Q0 que precederá (sucederá) al punto A0 de modo
que los segmentos AQ y A0 Q0 sean iguales.

4.1. Rectas homólogas


Consideremos la traslación determinada por el vector AA ~ 0 . Sean r y r0
dos rectas homólogas, secantes en puntos homólogos Q y Q0 a la recta AA0 .
Sean P un punto sobre r, P 0 su homólogo en la traslación y P 00 simétrico de
P 0 respecto de Q0 . Los ángulos \P QQ0 , \P 0 Q0 R y \QQ0 P 00 son congruentes,
por ser los dos primeros homólogos en la traslación y el tercero opuesto por el
vértice al segundo. Se deduce que las semirrectas QP y Q0 P 00 son simétricas
con respecto al punto medio del segmento QQ0 . Por tanto,

37
38 CAPÍTULO 4. TRASLACIONES

Dos rectas homólogas, secantes a la recta que queda determinada por el


vector de traslación son paralelas.
Esta observación, justifica el uso de regla y escuadra para trazar rectas
paralelas. La experiencia nos muestra que no importa cual es el vector de
traslación que se use para trazar una recta paralela a otra. Sin embargo este
es un hecho que no puede demostrarse mediante los axiomas establecidos y
que admitiremos como un axioma nuevo:

Axioma 4.1 Por un punto exterior a una recta, pasa una y sólo una paralela
a ella.

De este axioma se concluye que Dos rectas paralelas r y r0 son


homólogas en una traslación determi-
A' r'
nada por dos puntos cualesquiera A
sobre r y A0 sobre r0
A r
Estas rectas son simétricas con
respecto al punto medio del segmento
b AA0 .
a Dos rectas paralelas a una terce-
c ra son paralelas entre sı́. (Propiedad
transitiva del paralelismo.) Si se cor-
fig. 4.2 taran, por el punto de intersección
pasarı́an dos rectas paralelas a una tercera. También diremos que una recta
es paralela a sı́ misma, con lo que la relación de paralelismo entre rectas es
una relación de equivalencia.
Si una recta a corta a otra recta b, entonces corta a todas sus paralelas.
Pues sino, por el punto de intersección pasarı́an las rectas a y b paralelas a c
(paralela a b).

4.2. Puntos homólogos


Consideremos la traslación dada por el vector AA~ 0 . Sea P un punto exterior
a la recta AA0 . Para determinar la imagen de P en esta traslación, trazamos
por A0 la recta paralela a AP y elegimos el punto P 0 del mismo lado que P con
respecto a AA0 de forma tal que los segmentos AP y A0 P 0 sean congruentes.
Sea O punto medio del segmento AP 0 . En la simetrı́a con respecto a O, son
4.2. PUNTOS HOMÓLOGOS 39

simétricas las semirrectas AP y P 0 A0 ,


ası́ como también los puntos A y P 0 ,
P y A0 respectivamente. Se deduce P''
0 0
que los segmentos AA y P P son
simétricos y por tanto, AA0 = P P 0 . A' P'
En esta simetrı́a las rectas AA0 y P P 0
O
son simétricas y por tanto paralelas.
Sea P 00 homólogo a P 0 en esta tras- A P
lación. Por los argumentos anterior-
mente expuestos la recta P 0 P 00 es pa- fig. 4.3
ralela a la recta AA0 . Puesto que las rectas P P 0 y P 0 P 00 son ambas paralelas
a AA0 y comparten un punto, ambas son la misma y una sola. Los puntos
P , P 0 y P 00 son colineales. Si Q es un punto sobre la recta P P 0 su homólogo
también. Esto muestra que la recta P P 0 es invariante en esta traslación.
Concluimos que
Rectas paralelas a la recta determinada por el vector de traslación son
invariantes en dicha traslación.
Se deduce de esta discusión que las traslaciones determinadas por los
vectores AA ~ 0 y P~P 0 son la misma.
Sean A1 , A2 , A3 tres puntos no
colineales. Sean T1 la traslación da-
da por el vector A1~A2 y T2 la tras- A2 A4
~
lación dada por el vector A1 A3 . De
lo dicho hasta aquı́, se deduce que
T1 (T2 (A1 )) = T2 (T1 (A1 )) = A4 . Se
puede demostrar, que la composición A1 A3
de dos traslaciones es conmutativa y
que la transformación que resulta de
su composición es otra traslación. En fig. 4.4
el ejemplo, la traslación resultante es la determinada por el vector A1~A4 . De
aquı́ que
El conjunto de traslaciones en el plano es un grupo conmutativo (abeliano)
Otros resultados que se desprenden de la discusión anterior son:
Los segmentos AP y A0 P 0 de rectas paralelas, comprendidas entre pa-
ralelas son iguales. Basta observar que se corresponden en la traslación AA0 ,
en la que P se transforma en P 0 . Análogamente, AA0 = P P 0 .
40 CAPÍTULO 4. TRASLACIONES

Del hecho de existir una sola per-


pendicular por un punto a una rec-
A' P' ta se desprende: Dos rectas distintas,
perpendiculares a una tercera, son pa-
A P ralelas entre sı́. Pues si se cortarán,
por su punto de intersección habrı́a
dos perpendiculares. Recı́procamen-
te: Si una recta es perpendicular a
otra, lo es a todas sus paralelas. Basta
fig. 4.5 observar que el ángulo que aquella
forma con una de estas, es congruente a las otras usando una traslación
adecuada. Finalmente,
Dos rectas respectivamente perpendiculares a dos rectas paralelas también
son paralelas entre sı́.
Si dos rectas se cortan, sus perpendiculares respectivas también se cortan.

4.3. Franja y paralela media


Dadas dos rectas paralelas a y b, a
la intersección del semiplano determi-
a
 

 nado por a que contiene a b y el semi-
plano determinado por b que contiene
c
 

 a a, lo llamaremos la franja del plano
con bordes a y b. La recta c paralela a
ambas y que corte en el punto medio
b
 


a un segmento perpendicular común
a ellas, la llamaremos la paralela me-
fig. 4.6 dia de la franja. La paralela media de
una franja es eje de simetrı́a del par de rectas que la limitan, por ser eje
de simetrı́a de cualquier segmento perpendicular a ellas y cuyos extremos se
hallen sobre dichas rectas.
También podemos afirmar que el lugar geométrico de los puntos que equi-
distan a los lados de una franja, es su paralela media.
4.3. FRANJA Y PARALELA MEDIA 41

Ejercicios.

1. Demuestre que la composición de una traslación y una simetrı́a central


es otra simetrı́a central

2. Demuestre que la composición de dos simetrı́as centrales o es el movi-


miento identidad o bien es una traslación.

3. Demuestre que la composición de dos simetrı́as axiales respecto de rec-


tas paralelas, o es el movimiento identidad o bien es una traslación.

4. Sean O1 , O2 y O3 tres puntos no colineales, T1 , T2 y T3 las simetrı́as


centrales respecto a dichos puntos, respectivamente. Demuestre que la
composición de las tres simetrı́as centrales es otra simetrı́a central.
42 CAPÍTULO 4. TRASLACIONES
Capı́tulo 5

Rotaciones

A continuación vamos a estudiar los movimientos directos del plano que


dejan un punto O fijo. A estos movimientos los llamaremos giros de centro
O. Entre estos figuran las simetrı́as centrales ya estudiadas.
Consideremos por ejemplo, el giro
'  
r  
que transforma la semirrecta Or en la
semirrecta Or0 , no opuesta a Or y al '      
a   α a  
0  
  A  
'   A    
semiplano ↵ en ↵ . Llamaremos ángu-
     
lo de giro al ángulo convexo orientado r  
\rOr0 que forma una semirrecta y su O  
 
homóloga. α'  
Sea a una semirrecta cuyo ori-  
gen coincide con el centro de giro O.
Para determinar su imagen, copiamos fig. 5.1
el ángulo \rOa en el semiplano homólogo del de la semirrecta a.
Llamar ángulo de giro al ángulo convexo orientado \rOr0 queda justifi-
cado por el siguiente

Teorema 5.1 Los ángulos convexos orientados que forman dos pares de se-
mirrectas OrOr0 y OaOa0 , homólogas en un giro son iguales y del mismo
sentido

Demostración: Consideremos la bisectriz del ángulo \aOr0 . Por ser iguales


los ángulos \rOa y \r0 Oa0 dicha bisectriz también lo será del ángulo \rOa0 .
En la simetrı́a con respecto a esta bisectriz, las semirrectas a y r0 ası́ como r

43
44 CAPÍTULO 5. ROTACIONES

y a0 son simétricas. De modo que el ángulo \a0 Oa es simétrico y de sentido


contrario al ángulo \rOr0 . ⇤
Para determinar el homólogo A0 de un punto A, basta con trazar la se-
mirrecta homóloga de OA y determinar sobre ella el punto A0 de manera tal
que los segmentos OA y OA0 sean iguales.
Se deduce que puntos homólogos en un giro equidistan del centro de giro.
Consideremos una semirrecta s cuyo origen A no coincide con el centro de
giro. Para hallar la semirrecta homóloga, podemos trazar la semirrecta OP
perpendicular a la recta s por el cen-
tro O. Sea OP 0 la semirrecta homólo-
ga de OP . La recta s0 , perpendicular
s'
A a la semirrecta OP 0 , será la imagen
de la recta s en el giro con centro
P' P en O. De aquı́ se deduce que rectas
A' O homólogas en un giro (distinto a una
s
simetrı́a central) se cortan (por cor-
tarse sus perpendiculares). Además,
fig. 5.2 dos rectas homólogas en un giro equi-
distan del centro de giro y por tanto, dicho centro se halla sobre una de las
bisectrices de los ángulos determinados por dichas rectas. Por ser el centro
invariante y el giro un movimiento directo, dicho centro se encuentra del
mismo lado con respecto a las semirrectas homólogas.
En un giro, el ángulo que resul-
ta de la intersección de un lado de
una semirrecta con el opuesto de su
homóloga, coincide con el ángulo de
giro. Consideremos el giro determi-
nado por las semirrectas Or y Or0 .
Sea P B la semirrecta homóloga de
P A donde P el punto de intersección
de estas rectas. Queremos ver que el
fig. 5.3 ángulo orientado \AP B es igual al
ángulo \rOr0 . Para ello, consideremos la traslación que lleva el punto P en el
punto O y en la cual las semirrectas OA0 y OB 0 son homólogas de P A y P B 0
respectivamente. Por ser las rectas P A y OA0 paralelas, estas determinan
ángulos congruentes con la recta r. Lo mismo ocurre con las rectas P B y
OB 0 . Por esta razón la semirrecta OB 0 es homóloga de la semirrecta OA0
en el giro que lleva Or en Or0 . Por el teorema 5.0.1, el ángulo \A0 OB 0 es
5.1. DETERMINACIÓN DEL CENTRO 45

congruente con el ángulo de giro \rOr0 .

5.1. Determinación del centro

b
B
O

C A a

fig 5.4 fig 5.5

Dados los segmentos homólogos en un


giro AB y A0 B 0 , para determinar el a
centro de giro, basta hallar la inter- O
sección de las mediatrices de los seg-
mentos AA0 y BB 0 . En el caso de que A
las mediatrices coincidan, véase los
ejercicios.
Dados las semirrectas homólogas B C b
(no opuestas) Aa y Bb, determinamos
el centro de giro, intersecando la me- fig. 5.6
diatriz del segmento AB con las bisectrices de los ángulos determinados por
rectas homólogas. De las dos intersecciones el centro de giro O es aquel que
queda del mismo lado con respecto a los semiplanos homólogos. Esta cons-
trucción falla cuando la mediatriz y la bisectriz coinciden. Si las semirrectas
a y b o sus opuestas se cortan en un punto C equidistante de A y B, entonces
este es el centro de giro. Si por el contrario, la semirrecta opuesta de a corta a
la semirrecta b, las perpendiculares a las rectas a y b se cortan en el punto O,
centro de giro. En efecto, A y B equidistan de O, puesto que en la simetrı́a
con respecto de la bisectriz del ángulo ACB la perpendicular por el punto A
a la recta a se transforma en la perpendicular por B de la recta b cortándose
ambas perpendiculares en el punto O. O se halla en el eje de simetrı́a y por
tanto los segmentos OA y OB son congruentes.
46 CAPÍTULO 5. ROTACIONES

5.2. Grupo de giros concéntricos


Es evidente que el recı́proco de un giro es aquel que tiene el mismo ángulo
pero con la orientación contraria. El producto de dos giros concéntricos es
otro giro de mismo centro. Por tanto:
El conjunto de los giros con un mismo centro forman un grupo. Este grupo
es abeliano Esto es, no importa el orden en que se compongan dos giros de
mismo centro que el resultado es el mismo.
Si a este conjunto de transformaciones (directas), agregamos el conjunto
de simetrı́as inversas que dejan al punto O invariante obtenemos un grupo
más amplio llamado el grupo del punto O. Este grupo no es abeliano. Por
ejemplo considérese la composición de una simetrı́a axial con respecto a una
recta que pase por O y un giro de ángulo recto.

5.3. La circunferencia
Sea O un punto del plano y GO el
A''A' grupo del punto O. Sea A un punto
distinto de O y consideremos el con-
A junto c dado por

c = {X 2 el plano |X = T (A),
O
T 2 GO }.
B
Si B 2 c entonces B = T1 (A), donde
T1 2 GO . Se deduce que A y B equi-
fig. 5.7 distan de O. Recı́procamente, si B y
A equidistan de O, existe un movimiento T1 2 O que transforma A en B
(considere por ejemplo, el giro que lleva A sobre B o la simetrı́a central
respecto de O si A, O y B, son colineales). Si D es otro punto que pertenece
a c entonces, igual que antes, hay un movimiento T2 2 GO tal que D = T2 (A).
De modo que
D = T2 (A) = T2 T1 1 (B) = T3 (B),
donde, naturalmente, T3 2 GO . Se deduce que el conjunto c no depende de la
elección de A y que para su definición basta dar algún punto que equidiste
con A del punto O. A este conjunto lo llamaremos la circunferencia de centro
O. Dado un punto A0 cualquiera sobre esta circunferencia, al segmento OA0
5.3. LA CIRCUNFERENCIA 47

lo llamaremos radio de la circunferencia. Dos radios simétricos con respecto


al centro, OA y OB constituyen un diámetro AB.
De la discusión anterior se deduce que:
Toda circunferencia de centro O se transforma en sı́ misma en todo mo-
vimiento que deja fijo al punto O. En particular,
Toda circunferencia es simétrica respecto de su centro y respecto de cual-
quier recta que pasa por él.

5.3.1. Determinación de la circunferencia


Por tres puntos no colineales pasa
una y sólo una circunferencia. Sean
A, B y C dichos puntos y conside-
remos la mediatrices de los segmen-
tos AB y BC. Dichas mediatrices se
cortan por cortarse las rectas AB y
BC. Las mediatrices son los lugares
geométricos de los puntos que equi-
distan de los extremos de los segmen-
tos que las determinan (§ 3.3). Su fig. 5.8
intersección O determina entonces, tres segmentos congruentes OA, OB y
OC. Uno cualquiera de ellos es radio de la circunferencia. Si los puntos A,
B y C estuvieran alineados, las mediatrices correspondientes serı́an rectas
paralelas sin posibilidad de intersección. De modo que tres puntos colineales
no pueden estar sobre una circunferencia.

5.3.2. Recta tangente a una circunferencia


Tracemos por el punto A de una
circunferencia una recta perpendicu- A  
lar al radio OA. Esta recta no pue-
de tener otro punto B en común
con la circunferencia, pues el triángu- O  
lo isósceles AOB tendrı́a iguales los
ángulos A y B y tendrı́amos por el
punto O dos perpendiculares a la rec-
ta AB.
Una recta que tiene un punto y fig. 5.9
48 CAPÍTULO 5. ROTACIONES

sólo uno en común con una circunferencia se llama tangente a la circunferen-


cia en el punto en cuestión.

Teorema 5.2 Sea c una circunferencia con centro en O y sea t una recta
tangente a c en el punto A. Entonces la recta OA es perpendicular a t.

Demostración: Supongamos lo contrario. Sea P el pie de la perpendicular


a la recta t por el punto O. Puesto que t no es perpendicular a la recta
OA, P es distinto de A. En la simetrı́a axial respecto de OP , la recta t y la
circunferencia c son invariantes y el punto A0 , simétrico de A se halla sobre
la circunferencia c y la recta t. Esto contradice el supuesto de que la recta t
es tangente a c. ⇤
Usando la definición de equidistancia tenemos que: si dos rectas equidistan
de un punto O son tangentes a una misma circunferencia de centro O.

5.3.3. Ángulos centrales y arcos


Un ángulo cuyo vértice coincide con el centro de una circunferencia lo llama-
remos ángulo central de la misma. El conjunto de puntos de la circunferencia
interior al ángulo se llama arco correspondiente al ángulo. Si el ángulo es
llano el arco se llama semicircunferencia y si el ángulo es recto el arco co-
rrespondiente se llama cuadrante. Dos ángulos centrales congruentes en una
misma circunferencia o en circunferencias iguales, se corresponden en un mo-
vimiento que hará coincidir los arcos correspondientes, y recı́procamente.
En una misma circunferencia o
circunferencias iguales, a ángulos
centrales iguales corresponden arcos
iguales, y a arcos iguales correspon-
den ángulos centrales iguales.
O  

5.3.4. Cuerdas
Llamaremos cuerda de una cir-
fig. 5.10 cunferencia al segmento de recta que
5.4. TRIÁNGULOS RECTÁNGULOS 49

una dos de sus puntos. En particular,


el diámetro es una cuerda. Al ángu-
B  
lo central convexo cuyos lados pasan
por los extremos de la cuerda y al ar-
O  
co correspondiente a este ángulo, les
llamaremos también correspondientes A  
a la cuerda. Si dos arcos coinciden,
coinciden sus extremos y por tanto las
cuerdas. fig. 5.11
A arcos o ángulos congruentes corresponden cuerdas iguales. Recı́proca-
mente, a cuerdas congruentes corresponden ángulos convexos congruentes y
arcos correspondientes iguales.
Dados los puntos A y B extremos de una cuerda, el triángulo AOB es
isósceles, siendo AB su base. La bisectriz del ángulo correspondiente corta
por tanto al segmento AB en ángulo recto. Tenemos:
La recta perpendicular a una cuerda que pasa por el centro de la circunfe-
rencia es mediatriz de dicha cuerda y bisectriz del ángulo correspondiente y
divide al arco correspondiente en partes iguales.

5.4. Triángulos rectángulos


Llamaremos triángulo rectángulo
a todo triángulo que tenga uno de sus
ángulos recto. El lado opuesto a dicho C
ángulo se llama hipotenusa y los lados
que lo forman catetos. O
Teorema 5.3 Un triángulo es rec-
B
tángulo si y sólo si uno de sus lados
es diámetro de la circunferencia que A
pasa por sus vértices1 .
fig. 5.12
Demostración: Consideremos el triángulo rectángulo ABC. En la simetrı́a
con respecto a la mediatriz del segmento AB el punto A se transforma en
1
Tales de Mileto siglo VI AD.
50 CAPÍTULO 5. ROTACIONES

B y en la simetrı́a con respecto a la mediatriz del segmento BC, el punto


B se transforma en el punto C. Es inmediato que en la composición de
estas dos simetrı́as, el punto A se transforma en el punto C. Las mediatrices
mencionadas son perpendiculares y se intersectan, digamos en el punto O. La
composición de estas dos simetrı́as axiales, resulta ser la simetrı́a central con
respecto a su intersección O (ejercicio 5, página 27 cap. 2). Se deduce que el
punto O está sobre la recta AC por ser estos puntos simétricos. O es punto
medio de la hipotenusa AC. Finalmente, los puntos A, B y C equidistan de
O y la circunferencia que pasa por estos tres puntos tiene su centro en O.⇤
Probemos el recı́proco. Supongamos que ABC es un triángulo cuyo lado
AC es diámetro de la circunferencia que pasa por sus vértices. Por ser AB
cuerda de este cı́rculo, su mediatriz pasa por el centro O de la circunferencia,
cortando al diámetro AC en su punto medio. En la simetrı́a con respecto a
esta mediatriz, A es homólogo de B y en la simetrı́a con respecto al punto O,
C es homólogo de A. En el producto de estas dos simetrı́as C es homólogo de
B. Por el ejercicio 6 del capı́tulo 2, este producto es la simetrı́a con respecto a
la perpendicular de la mediatriz del segmento AB por el punto O. Se deduce
que las rectas AB y BC son perpendiculares y el triángulo es rectángulo. ⇤
De modo que podemos decir: la circunferencia que tiene por diámetro la
hipotenusa de un triángulo rectángulo pasa por el vértices del ángulo recto
También, Todo punto B de una circunferencia de diámetro AC es vérti-
ce de un ángulo recto \ABC cuyos lados pasan por los extremos de dicho
diámetro.
Finalmente, el lugar geométrico de los vértices de un ángulo recto cuyos
lados pasan por dos puntos fijos A y C es la circunferencia de diámetro AC.

5.5. Haces homólogos


Consideremos el giro (distinto a una simetrı́a central) con centro en G
que transforma la recta GA en la recta GB (como en la figura 5.13), donde
B es el homólogo del punto A en el giro. Sea C (distinto del punto G) el
punto de intersección de una recta que pasa por el punto A y de su homóloga
en dicho giro. Las bisectrices de los ángulos determinados por las rectas AC
y BC cortan a la mediatriz del segmento AB una en G y la otra en G0 , que
llamaremos punto suplementario a G con respecto al segmento AB. G0 es el
centro de giro en el que el punto B es homólogo del punto A y la imagen de
5.5. HACES HOMÓLOGOS 51

la semirrecta AC es BC 0 con C 0 a dis-


tinto lado que C respecto de B. Dado
que las bisectrices de ángulos, gene-
radas por rectas secantes son ortogo-
nales, el triángulo G0 CG es rectángu-
lo. La circunferencia que estos vérti-
ces determinan tiene al segmento G0 G
como diámetro.
Como la recta AC en esta discu-
sión es arbitraria, concluimos que fig. 5.13
Los puntos de intersección de las rectas de un haz y sus homólogas en un
giro que no es una simetrı́a central, yacen sobre una circunferencia en donde
el segmento determinado por el centro de giro G y su suplementario G0 es
diámetro de dicha circunferencia.
El punto B se halla sobre dicha circunferencia puesto que la semirrecta
AB comparte con su homloga dicho punto. El punto A es simétrico del punto
B respecto de la recta GG0 y la circunferencia de diámetro GG0 invariante
en dicha simetrı́a. Se sigue que el punto A también se haya sobre dicha
circunferencia.
Recı́procamente: Uniendo un punto cualquiera C de dicha circunferencia
con A y B se obtienen dos rectas homólogas AC y BC. De lo contrario, la
recta homóloga de AC la cortarı́a en otro punto C 00 perteneciente a dicha cir-
cunferencia que tendrı́a tres puntos
A, C y C 00 en lı́nea recta.
Sea s la semirrecta homóloga a la
semirrecta AB. En los ejercicios se pi-
de demostrar que la recta que contie-
ne a dicha semirrecta es tangente a la
circunferencia de diámetro GG0 .
El haz de semirrectas con vértice
en A situadas en el ángulo sAB cor-
tan a sus homólogas del haz con vér- fig. 5.14
tice en B en una arco de circunferencia comprendido en dicho ángulo. Re-
cordando las propiedades de giro resulta:
El ángulo ACB es constante e igual al ángulo de giro AGB.
52 CAPÍTULO 5. ROTACIONES

Finalmente: El lugar geométrico


de los vértices de todos los ángulos di-
A   rectamente congruentes entre sı́ cuyos
lados pasan por dos puntos fijos A y
B, es un arco de circunferencia de ex-
tremos A y B, llamado arco capaz del
B   ángulo sobre el segmento AB.
En cada semiplano limitado por
la recta AB existe un arco capaz,
fig. 5.15 los ángulos en uno son inversamente i-
guales (simétricos) a los del otro.

Ejercicios.

1. Sean r y s dos rectas secantes. Sean Tr y Ts las simetrı́as axiales respecto


a r y s respectivamente.

a) Muestre que la composición T = Ts Tr es una rotación.


b) Muestre que Ts T = Tr .

Muestre que la composición

2. Sea 4ABC un triángulo rectángulo, O el punto medio de su hipotenusa


AB. Muestre que los triángulos ACO y BCO son isósceles.

3. Sea r una recta, A un punto sobre ella y B un punto exterior a r.


Trazar una circunferencia que sea tangente a r en el punto A y pase
por el punto B.

4. Demuestre que la recta s en la figura 5.14 es tangente a la circunferencia.

5. Refiriéndonos a la misma figura, demuestre que la imagen de la semi-


rrecta Ar es la semirrecta BA

6. Sea As una semirrecta tal que la recta a es tangente a la circunferencia


en A. Muestre que la semirrecta BA es su homóloga.

7. Demuestre que en la figura 5.14, los ángulos GAC y GBC son con-
gruentes.
5.5. HACES HOMÓLOGOS 53

8. Sea 4ABG un triángulo isósceles. Sean m y n las perpendiculares por


el punto G a los lados a y b, res-
pectivamente. Sean D y E ta-
les que la recta DE es parale-
la a la mediatriz del segmento
AB. Sea C la intersección de las
rectas AD y BE. Muestre que
el ángulo ^ACB es congruente
con el ángulo ^AGB

fig. 5.16
54 CAPÍTULO 5. ROTACIONES
Capı́tulo 6

Propiedades métricas

Diremos que un segmento (ángu-


lo) es suma de dos, cuando existe un
punto (rayo) interior que le divide en c
B
dos segmentos (ángulos) congruentes, d
C l
respectivamente, con aquellos dos.
n
Esto lo escribiremos A D
m
a
M N = AB + CD, M L N
^mn = ^ab + ^cd. b
Podemos obtener un segmento (ángu- fig. 6.1
lo) suma de los dos dados transportándolos sobre una recta (un haz), de
modo que tengan un extremo (lado) común y queden a distinto lado de él.
A esta operación la llamaremos yuxtaposición de los segmentos (ángulos).
De la definición de suma y las propiedades de la congruencia se tiene

Uniformidad. Todos los segmentos (ángulos) que resultan de sumar dos


dados son congruentes entre sı́.

Conmutatividad. Al alterar el orden de los sumandos se obtienen sumas


congruentes.

Repitiendo este proceso, podemos obtener la suma de varios segmentos o


ángulos, sumando los dos primeros, agregando a la suma el tercero, luego el
cuarto y ası́ sucesivamente hasta agotarlos todos.

55
56 CAPÍTULO 6. PROPIEDADES MÉTRICAS

Para hablar con propiedad de un ángulo suma de dos o más es necesario


generalizar el concepto que hasta ahora tenemos de ángulo, conviniendo en
seguir designando con tal nombre una yuxtaposición de ángulos que llene el
plano (ángulo completo) y aun que lo vuelva a cubrir total o parcialmente
una o varias veces.
Asociatividad. Una suma no se altera sustituyendo dos o más sumandos
consecutivos por su suma efectuada.
Observamos que la suma de segmentos o ángulos tiene las mismas propieda-
des que la suma de números. Conviniendo en llamar segmento (ángulo) nulo
a un punto (rayo) y representarlo por 0, encontramos al elemento neutro en
la suma que expresamos ası́: ↵ + 0 = ↵.

6.1. Ángulos complementarios y suplementa-


rios
Dos ángulos se llaman complementarios si su suma es uno recto y suple-
mentarios cuando su suma sea uno llano.
Dos ángulos adyacentes son pues, suplementarios.
Dos ángulos de lados paralelos son iguales o suplementarios.
Dos ángulos suplementarios e iguales son rectos.

6.2. Desigualdad de segmentos o ángulos


En lugar de yuxtaponer dos seg-
B b mentos o ángulos superpongámosles,
es decir transportémosles sobre una
A recta (haz) de modo que coincidan
d a dos de sus extremos y que los otros
B' b' dos queden a un mismo lado de los
C D que coinciden. Si los extremos libres
c
también coinciden, ambos segmentos
(ángulos) son iguales; si no coinciden,
fig. 6.2 en virtud de las propiedades de orden-
ación, uno de los extremos (lados) libres precederá al otro en el sentido que
6.3. DIFERENCIA DE SEGMENTOS O ÁNGULOS 57

se han colocado. Si en esta construcción, un segmento (ángulo) es interior a


otro, entonces diremos que este es menor que aquel y también diremos que
aquel es mayor que este. Ası́, para los segmentos y ángulos de la figura 6.2
escribiremos
AB < CD CD > AB ^ab < ^cd ^cd > ^ab.
Dados dos segmentos o ángulos ↵ y las desigualdades que pueden esta-
blecerse entre ambos satisfacen
Si ↵ > y > , entonces ↵ > (transitividad).
Si ↵ > , entonces ↵ + > + .
Si ↵ > y ↵0 > 0
, entonces
↵ + ↵0 > + ↵0 > + 0
,
de donde ↵ + ↵0 > + 0
.
Si ↵ > entonces existe tal que ↵ = + .
Los ángulos convexos se llaman agudos u obtusos, según sean menores o
mayores que uno recto. El suplementario de un ángulo agudo es obtuso y
viceversa.

6.3. Diferencia de segmentos o ángulos


Si ↵ llamaremos diferencia ↵ al segmento (ángulo) que sumado
a da ↵. Esto lo escribiremos ↵ = .
La diferencia de segmentos (ángulos) tiene las mismas propiedades de la
suma, que son idénticas por segmentos y números.
En particular, si ↵ > se sigue que ↵ > .

6.4. Múltiplos y submúltiplos


Si el segmento (ángulo) ↵ es suma de n sumandos iguales a escribiremos
↵ = n o = ↵ : n, diciendo que el segmento (ángulo) ↵ es n–múltiplo de
y la n–ésima parte de ↵.
Tenemos
58 CAPÍTULO 6. PROPIEDADES MÉTRICAS

↵> si y sólo si n↵ > n .

n(↵ ± ) = n↵ ± n (propiedad distributiva para n natural).

6.5. Forma euclı́dea del postulado de parale-


lismo
En la formulación clásica del pa-
a ralelismo, era de especial interés rela-
b A cionar entre sı́ los ocho ángulos deter-
a g d minados por dos rectas a y b cortada
a' por otra c en puntos distintos A y B.
'
b B d ' Ángulos internos y externos. La
g' recta a determina dos semiplanos: los
b c ángulos de vértice A contenidos en el
semiplano que contiene a B se llaman
fig. 6.3 internos y lo mismo los ángulos de
vértice B contenidos en el semiplano bA. Los demás se llaman externos.
Ángulos colaterales y alternos. Llamaremos colaterales a los ángulos
de distinto vértice situados a un mismo lado de la secante y alternos los
situados a distinto lado.
En la figura 6.3, son alternos internos los ángulos y ↵0 , y 0 . Los
colaterales internos o externos también se llaman conjugados, por ejemplo
y ↵0 , ↵ y 0 .
Llámense finalmente correspondientes los colaterales uno interno y otro
externo como por ejemplo ↵ y ↵0 , y 0 , etc.
Si las rectas a y b son paralelas se siguen, de las propiedades de parale-
lismo, los siguientes teoremas:

1. Los ángulos correspondientes y los alternos internos o externos son


iguales entre sı́.
~ o en la
Estos ángulos se corresponden bien sea en la traslación AB
simetrı́a alrededor del punto medio del segmento AB.

2. Los ángulos conjugados son suplementarios.


Pues uno de ellos es adyacente del correspondiente al otro.
6.6. SUMA DE LOS ÁNGULOS DE UN TRIÁNGULO 59

Recı́procamente: Si se verifica cualquiera de estas igualdades las rectas


a y b son paralelas.
Pues se corresponden estas rectas en la traslación o simetrı́a antedichas.
Al ser ciertas las propiedades 1 y 2 y sus recı́procas, son también cierta
sus negadas. El quinto postulado de euclides viene a constituir uno de estas
negaciones y dice ası́: Si una lı́nea recta, cortando otras dos, forma ángulos
internos de un mismo lado cuya suma sea menor que dos ángulos rectos,
estas dos rectas prolongadas por dicho lado se cortan.

6.6. Suma de los ángulos de un triángulo

Teorema 6.1 La suma de los ángu-


los de todo triángulo es un ángulo C
llano.
Tracemos por B la semirrecta BD g g
opuesta a la semirrecta BA y la semi-
a b a
rrecta paralela al segmento AC que
A B D
queda del mismo lado que esta con
respecto a la recta AB. De las propie-
dades anteriores resulta la igualdad fig. 6.4
de los ángulos correspondientes ↵, y la igualdad de los ángulos internos
(ver la figura 6.4). De donde el ángulo llano ABD es igual a la suma de los
tres ángulos ↵, y del triángulo.
La misma figura indica que
Un ángulo exterior (CBD) de un triángulo es igual a la suma de los
internos no adyacentes a él.

Corolario 6.1 Los ángulos de un triángulo son: o los tres agudos, o, si existe
un ángulo recto u obtuso, los otros dos son agudos.
Los triángulos se llaman, respectivamente, acutángulo, rectángulo y ob-
tusángulo. En un triángulo rectángulo, los ángulos agudos son complemen-
tarios.
Convención: En lo que sigue, usaremos la letra griega ⇡ para designar un
ángulo llano.
60 CAPÍTULO 6. PROPIEDADES MÉTRICAS

6.7. Suma de ángulos de un polı́gono convexo


Los segmentos que unen un punto interno O de un polı́gono convexo con
sus vértices le dividen en tantos triángulos como lados tiene el polı́gono.
Sumando los ángulos de todos es-
tos triángulos se obtiene la suma de
los ángulos del polı́gono más los del
vértice O que suman dos llanos. Con-
O cluimos que:
La suma de los ángulos de un
polı́gono es igual a tantos ángulos lla-
nos como lados tiene menos dos.
La suma de ángulos exteriores de
fig. 6.5 un polı́gono convexo es igual a dos
llanos.

6.8. Desigualdad de lados y ángulos


Teorema 6.2 En todo triángulo, a
mayor lado se opone mayor ángulo y
C
viceversa.
En efecto, supongamos, como en la
figura, que AC > CB. Sea B 0 sobre
B'
AC tal que CB 0 = CB. Como el ^A
pertenece al triángulo ABB 0 es menor
A B
que el exterior ^CB 0 B. Como B 0 es
interior al segmento AC la semirrecta
fig. 6.6 BB 0 es interior al ^B. Tenemos

^B > ^CBB 0 = ^CB 0 B > ^A.

Para mostrar el recı́proco, supongamos que ^B > ^A. Supongamos que


es falso que AC > BC. Tendrı́amos que AC  BC. En el caso de igualdad, el
triángulo ABC serı́a isósceles y los ángulos ^A y ^B serı́an iguales, contrario
a lo supuesto. Si AC < BC la demostración previa nos dirı́a que ^A > ^B
contrario a lo supuesto.
6.9. DISTANCIA ENTRE PUNTOS 61

Corolario 6.2 La hipotenusa de un triángulo rectángulo es mayor que los


catetos.

6.9. Distancia entre puntos

Teorema 6.3 Todo lado de un


triángulo es menor que la suma de B'
los otros dos.
C
Basta demostrarlo para el lado ma-
yor. Sea B 0 sobre la semirrecta opues-
ta a CA tal que CB = CB 0 . En
el triángulo isósceles CB 0 B tenemos A B
^AB 0 B = ^CBB 0 < ^ABB 0 por ser
C interior a AB 0 . Por consiguiente: fig. 6.7

AB < AB 0 , o sea, AB < AC + CB.

Corolario 6.3 Todo lado de un triángulo es mayor que la diferencia de los


otros dos.
CB > AB AC, puesto que, AC + CB > AB.
Teorema 6.4 Todo segmento AB es menor que cualquier quebrada que ten-
ga los mismos extremos.

Sea, por ejemplo, AEDCB la que-


brada. Uniendo el extremo B con
los vértices intermedios EDC, se ob- E
tendrá, AB < AE + EB; EB < C
ED + DB; DB < DC + CB. Susti-
tuyendo sucesivamente resulta en de- B A
finitiva la desigualdad: D

AB < AE + ED + DC + CB
fig. 6.8

Definición 6.1 El segmento AB se llama por esta razón distancia entre los
puntos A y B.
62 CAPÍTULO 6. PROPIEDADES MÉTRICAS

6.10. Distancia de un punto a una recta


Teorema 6.5 De todos los segmen-
tos que unen un punto P con una rec-
ta r que no lo contiene, el menor es
el segmento de perpendicular P O P
En efecto, en el triángulo P OM el ca-
teto P O es menor que la hipotenusa
PM. r O M
Definición 6.2 Los restantes seg-
mentos los llamaremos oblicuos.
fig. 6.9
Estos segmentos satisfacen las siguientes propiedades:

Teorema 6.6 Los segmentos obli-


cuos son iguales si y sólo si sus ex- P
tremos son equidistantes del extremo
de la perpendicular.

Teorema 6.7 De los segmentos obli-


cuos es mayor el que tenga su extre- M O M' N
mo a mayor distancia del extremo de
la perpendicular y recı́procamente.
fig. 6.10
En efecto, en el triángulo P M 0 N que forman la recta y las dos oblicuas (tra-
zadas ambas del mismo lado que la perpendicular), la mayor se opone a un
ángulo obtuso (suplementario de uno agudo) y la menor se opone a uno agu-
do.
La intersección A0 de la perpendi-
cular de un punto A a una recta r B
también se llama proyección ortogo-
nal o simplemente proyección de A
sobre r. Se llama proyección de un A B''
segmento AB al segmento A0 B 0 de-
terminado por las proyecciones A0 y r
0
B de sus extremos. (Esta proyección A' B'
se reduce a un punto si A y B están
en una perpendicular a la recta r.) fig. 6.11
Trazando la paralela por A a r se obtiene AB = A B y como AB 00  AB
00 0 0

resulta:
La proyección ortogonal de un segmento es menor o igual que el segmento.
6.10. DISTANCIA DE UN PUNTO A UNA RECTA 63

Teorema 6.8 Si dos triángulos tie-


C nen dos pares de lados respectivamen-
te iguales y el ángulo comprendido
D C'' C' desigual, los lados opuestos a estos
ángulos verifican la misma relación
de desigualdad.
A B A' B'
Supongamos, como en la fig. 12 que
AB = A0 B 0 , AC = A0 C 0 y que ^A0 <
fig. 6.12 ^A. Entonces B 0 C 0 < BC.
Demostración: Transportemos el triángulo 4A0 B 0 C 0 de forma tal que A0 B 0
coincida con AB y que C 0 transportado sobre C 00 quede del mismo lado que
C con respecto a la recta AB. Puesto que AC = A0 C 0 = AC 00 el triángulo
4CAC 00 es isósceles. Como el ^A > ^A0 , la bisectriz del ángulo ^CAC 00
corta al segmento BC en pongamos el punto D. En el triángulo 4C 00 BD
tenemos
BC 00 < BD + DC 00 = BD + DC = BC.
Como BC 00 = B 0 C 0 el teorema queda demostrado. ⇤
El recı́proco también es cierto.
Si dos triángulos tienen dos pares de lados respectivamente iguales y el
tercer lado desigual, los ángulos opuestos a estos lados están en la misma
relación de desigualdad
Esto es, si AB = A0 B 0 , AC = A0 C 0 y BC > B 0 C 0 entonces ^A > ^A0 .
Supongamos lo contrario, que ^A  ^A0 . En el caso de igualdad, los dos
triángulos serı́an congruentes y tendrı́amos BC = B 0 C 0 . Si ^A < ^A0 por la
demostración anterior tendrı́amos BC < B 0 C 0 . En ambos casos llegamos a
una contradicción. De modo que el recı́proco es cierto.
64 CAPÍTULO 6. PROPIEDADES MÉTRICAS

6.11. Distancia de un punto a una circunfe-


rencia
Sea d la distancia de un punto B
al centro O de una circunferencia de
radio r. El punto B es exterior o in-
A A terior a la circunferencia según sea
r r
d > r o d < r respectivamente.
M O NB M O BN
d d Teorema 6.9 El mayor de los seg-
mentos AB que une el punto A una
circunferencia con un punto B del
fig. 6.13 plano, distinto del centro O, está
sobre la recta BO y es igual a d + r. El menor BN de ellos está en la misma
recta y es igual a d r o r d, según que sea B exterior o interior.

Demostración:

En ambas figuras BA < d + r = BM ;


en la primera, d < r + BA, de donde BA > d r = BN ;
en la segunda, r < d + BA, de donde BA > r d = BN.


Tenemos pues la siguiente

Definición 6.3 Al segmento BN (= d ror d) lo llamaremos distancia


del punto B a la circunferencia.

Ejercicios.

1. Sean A y B dos puntos exteriores a una recta r y del mismo lado


respecto de dicha recta. Hallar un punto c sobre la recta r tal que la
suma AC + CB sea mı́nima.

2. Demostrar que la distancia de un punto P a otro M interior a un


segmento AB es menor que P A o P B.
6.11. DISTANCIA DE UN PUNTO A UNA CIRCUNFERENCIA 65

3. Demostrar que todo segmento interior a un triángulo es menor que su


lado mayor.

4. Demostrar que de dos cuerdas desiguales, la mayor es la que dista menos


del centro.

5. Demostrar que la altura sobre el lado mayor de un triángulo es interior


a él y menor que las otras dos

6. Demostrar que la suma de las distancias de los puntos de la base de un


triángulo isósceles a los lados es constante.

7. Demostrar que la suma de las distancias de un punto cualquiera interior


de un triángulo equilátero a sus tres lados es constante1 .

8. Sean c una circunferencia y t una recta tangente a dicha circunferencia.


Muestre que c queda, toda ella, a un mismo lado respecto de la recta t.

1
Vincenzo Viviani, 1622-1703.
66 CAPÍTULO 6. PROPIEDADES MÉTRICAS
Capı́tulo 7

Cuadriláteros

Cuadriláteros son polı́gonos que tienen cuatro vértices y cuatro lados. En


lo que sigue consideraremos cuadriláteros convexos (§ 3.5).

7.1. Clasificación de cuadriláteros

Definición 7.1 Diremos que un cua-


drilátero es un trapecio si sólo un par
de lados no consecutivos son parale-
los. Los lados paralelos de un trapecio
los llamaremos bases.
Definición 7.2 Diremos que un cua-
drilátero es un paralelogramo si los
dos pares de lados no consecutivos
son paralelos. Los segmentos que u- fig. 7.1
nen los vértices no consecutivos de cualquier cuadrilátero los llamaremos
diagonales.

7.2. Simetrı́as del paralelogramo


Consideremos el paralelogramo ABCD. Sea O el punto medio de la diagonal
AC. En la simetrı́a central con respecto a este punto, los segmentos AB y
CB son llevados sobre las rectas CD y AD respectivamente y el punto B,

67
68 CAPÍTULO 7. CUADRILÁTEROS

intersección de aquellos segmentos, sobre D, intersección de estos . Se sigue


que los puntos D y B son simétricos. Por lo tanto, el punto O también es
punto medio del segmento DB. Resumiendo, las diagonales en un paralelo-
gramo se cortan en su punto medio.
D C Este punto es centro de simetrı́a del
paralelogramo. Los lados opuestos son
iguales entre sı́ y los ángulos opues-
O tos también (por ser homólogos en
la simetrı́a). Los ángulos consecutivos
son suplementarios (por ser conjuga-
A B dos con respecto de los lados opuestos
cortados por el lado común).
fig. 7.2 También tenemos

Teorema 7.1 Si dos lados opuestos de un cuadrilátero son iguales y parale-


los, el cuadrilátero es un paralelogramo.

Demostración: Si AB y CD son iguales y paralelos, son homólogos en la


!
traslación AD. El segmento que une los puntos homólogos B y C es igual y
paralelo al segmento AD, de modo que los pares de lados opuestos son todos
paralelos. ⇤
De este teorema se desprende: El segmento que une los puntos medios de
dos lados opuestos es medios de dos lados opuestos es igual y paralelo a los
otros dos lados. Se llama paralela
media. Como los puntos medios son
homólogos en la simetrı́a antes men-
cionada estas rectas pasan por su cen-
O tro.

Teorema 7.2 Si los dos pares de la-


dos opuestos de un cuadriláteros son
iguales, el cuadrilátero es un parale-
logramo.
fig. 7.3

Demostración: Los dos triángulos ADB y BCD son iguales, puesto que
AB = CD, AD = CB, DB = BD. Se sigue que \CDB = \DBA y por
tanto, el paralelismo de los lados. ⇤
7.3. SIMETRÍAS DEL RECTÁNGULO 69

Finalmente, tenemos el siguiente teorema relacionado con paralelogramos

D C D C

A B A B

fig 7.4 fig 7.5

Teorema 7.3 Si los dos pares de ángulos opuestos de un cuadrilátero son


iguales, el cuadrilátero es paralelogramo.
En efecto, la suma de los cuatro ángulos vale dos llanos. Por consiguiente
dos de ellos consecutivos, por ejemplo \A y \B, suman la mitad, esto es
uno llano. Como estos ángulos son conjugados respecto de las rectas AD y
BC cortadas por AB, entonces los lados opuesto AD y BC son paralelos. Lo
mismo vale para el otro par.

7.3. Simetrı́as del rectángulo


Si uno de los ángulos de un paralelogramo es recto, lo son los otros tres.
Los ángulos contiguos son rectos por ser suplementarios y el opuesto también
por ser igual. Diremos que un paralelogramo es un rectángulo si uno de sus
ángulos es recto.

Los rectángulos comparten todas


D C
las propiedades de los paralelogra-
mos. Propiedades especı́ficas son:
Las paralelas medias son mediatri- O
ces de los lados. Esto es ası́ puesto
que son perpendiculares de sus pun-
tos medios. Se sigue entonces: A B
Las paralelas medias son ejes de
simetrı́a del rectángulo. fig. 7.6
70 CAPÍTULO 7. CUADRILÁTEROS

Por ser homólogas en estas simetrı́as, las diagonales de un rectángulo son


iguales. Recı́procamente: Si las diagonales de un paralelogramo son iguales y
se cortan en su punto medio, el paralelogramo es rectángulo. En efecto, los
triángulos ABD y BAC son iguales (considérese la simetrı́a respecto de la
bisectriz del ángulo \DOA). En particular, los ángulos \DAB y \CBA son
iguales y suplementarios, cada uno de ellos vale uno recto.

7.4. Simetrı́as del rombo


Diremos que un cuadrilátero que
D tiene sus cuatro lados iguales es un
rombo. Los lados opuestos son iguales
y todo rombo es un paralelogramo.
A C Todo rombo comparte las propieda-
des de un paralelogramo y además:
Las diagonales de un rombo son
B perpendiculares entre sı́ y son ejes de
simetrı́a del rombo. En efecto, cada
fig. 7.7 par de vértices opuestos equidistan
del otro par, y por tanto, la diagonal que pasa por un par de vértices opuestos
está contenida en la mediatriz del otro par de vertices.

7.5. Simetrı́as del cuadrado


D

A C

fig 7.8 fig 7.9


Un rectángulo con cuatro lados iguales lo llamaremos cuadrado. Todo cua-
drado es rombo y comparte las propiedades de estas figuras. En particular,
las paralelas medias y diagonales son ejes de simetrı́a de un cuadrado.
7.6. SIMETRÍAS DEL ROMBOIDE Y DEL TRAPECIO ISÓSCELES 71

7.6. Simetrı́as del romboide y del trapecio


isósceles
Llamaremos romboide a todo cuadrilátero ABCD con dos pares de lados
consecutivos iguales. En la figura 7.9, por ejemplo, AB = AD y CB = CD.
Por ser B y D equidistantes de A y C, el segmento AC es mediatriz de
BD. Por tanto:
El romboide es simétrico respecto de la diagonal que une los vértices en
que concurren los lados iguales. Esta diagonal es bisectriz de los ángulos
cuyos vértices une. Los ángulos de los otros dos vértices son iguales entre sı́.
Consideremos un cuadrilátero con
pares de ángulos consecutivos iguales M
(distintos de uno recto). En la figura
10, ↵ = y = y por ser cua-
drilátero convexo, ↵ + = + = ⇡.
De modo, que los ángulos ↵ y son D C
d g
suplementarios y además son conju-
A a b B
gados con respecto a las rectas AB y
DC cortadas por la recta AD. Se si-
gue que los segmentos AB y DC son fig. 7.10
paralelos. El cuadrilátero es por tanto un trapecio. Prolongando los lados
no paralelos AD y BD, se forman dos triángulos isósceles ABM y DCM
y la bisectriz del ángulo común es eje de simetrı́a de la figura, con lo que
AD = BC. A estos trapecios cuyos lados distintos de las bases son iguales
se les llama trapecios isósceles.

7.7. Paralela media de un trapecio y de un


triángulo
El segmento M N que une los puntos medios de los lados no paralelos de
un trapecio, se llama paralela media debido a que
Teorema 7.4 La paralela media de un trapecio es paralela a las bases e igual
a la mitad de su suma.
En efecto, consideremos la simetrı́a central con respecto al punto N . En esta
simetrı́a C es simétrico de B y los segmentos AB y A0 C también. Por tanto,
72 CAPÍTULO 7. CUADRILÁTEROS
los puntos A0 , C y D son colineales
y en consecuencia, sus simétricos A,
B y D0 también. La figura AD0 A0 D
D C A' es un paralelogramo. Los puntos M y
su simétrico M 0 son puntos medios de
M N M' los segmentos AD y D0 A0 y por tan-
to, determinan una paralela media de
misma longitud que el lado AD0 . Pero
A B D'
AD0 = AB + BD0 = AB + CD. Pues-
to que N es punto medio del segmento
fig. 7.11 M M 0 el teorema queda demostrado.
Como ejercicio, demuestre que el
segmento que une los puntos medios
C de dos lados de un triángulo es para-
lelo al tercer lado e igual a su mitad.
En un triángulo existen tres para-
lelas medias, correspondientes a cada
B uno de los tres lados.
A
Como por un punto no hay más
que una paralela a una recta, ni existe
fig. 7.12 más que un punto medio de un seg-
mento dado, podemos afirmar: Lo mismo en un triángulo que en un trapecio,
la paralela a una base por el punto medio de un lado corta también al otro
lado en su punto medio.

7.8. División de un segmento en partes igua-


les
La propiedad anterior sirve para demostrar la clásica división de un seg-
mento en partes iguales. Para dividir, por ejemplo, el segmento AB en cinco
partes iguales, llevamos sobre una semirrecta de origen A y no situada en
la recta AB, cinco segmentos consecutivos iguales AM 0 = M 0 N 0 = N 0 P 0 =
P 0 Q0 = Q0 B 0 ; y por los puntos de división, trazamos paralelas a la recta
7.8. DIVISIÓN DE UN SEGMENTO EN PARTES IGUALES 73
B 0 B, que une el último extremo B 0
con el extremo B del segmento dado.
Los puntos M , N , P y Q de inter- B'
sección de dichas paralelas con el seg- Q'
mento dado le dividen en cinco igua- P'
les. N'
En efecto, observamos que en el M'
triángulo 4AN N 0 , la recta M 0 M
es paralela media correspondien- A M N P Q B
te al lado N N 0 , luego M es
punto medio de AN , esto es, AM = fig. 7.13
M N . Análogamente, N N 0 es paralela media del trapecio M 0 M P P 0 , de donde
M N = N P . Y ası́ sucesivamente, N P = P Q y P Q = QB. Es decir, el
segmento AB ha quedado dividido en cinco segmentos iguales entre sı́.

Ejercicios.
1. Demostrar que el producto de cuatro simetrı́as respecto de los vértices
consecutivos de un paralelogramo es la identidad.
2. ¿Qué figuras limitan las bisectrices de los ángulos de un paralelogramo
(no rombo)?
3. Lo mismo para un rectángulo
4. Demostrar que los puntos medios de los lados de un cuadrilátero cual-
quiera son vértices de un paralelogramo.
5. Trazar por un punto P interior a un ángulo un segmento limitado por
los lados del ángulo y bisecado por P .
6. Dadas dos franjas de plano secantes (ver el capı́tulo de traslaciones)
trazar por un punto una recta que intercepte en ellas dos segmentos
iguales
7. Expresar en función de las bases de un trapecio la distancia entre los
puntos medios de las diagonales.
8. Sea ABCD un paralelogramo, E y F los puntos medios de los lados
opuestos AB y CD. Demostrar que DE y F B dividen en tres partes
iguales la diagonal AC.
74 CAPÍTULO 7. CUADRILÁTEROS
Capı́tulo 8

Posiciones relativas a
circunferencias

8.1. Posiciones relativas de un punto y una


circunferencia
En lecciones anteriores (§ 6.11) ya hemos dicho que si la distancia de un
punto al centro de una circunferencia es menor, igual, o mayor, que el radio
de la circunferencia, el punto en cuestión es interior, está sobre o es exterior
a la circunferencia respectivamente.

8.2. Posiciones relativas de una recta y una


circunferencia
Teorema 8.1 Si una recta tiene un punto A interior a una circunferencia,
tiene otro punto interior A0 a mayor distancia del centro que A. De manera
similar, si dicha recta tiene un punto B exterior a la circunferencia entonces
tiene otro exterior a la circunferencia a menor distancia del centro que B

Demostración: Sea P el pie de la perpendicular a la recta por el punto O.


Sobre la semirrecta P A, sea AA0 el segmento igual a r OA dispuesto de
forma tal que A quede entre P y A0 . Por la propiedad de las oblicuas, se tiene

75
76 CAPÍTULO 8. POSICIONES RELATIVAS A CIRCUNFERENCIAS

que OA0 > OA. Por otra parte OA0 <


P   OA + AA0 = r. De manera similar se
B  
’   B  
A  A  
’   construye el punto B 0 con lo que la
demostración queda terminada. ⇤
El teorema 8.1 permite dividir a la
O  
semirrecta P A en dos clases de pun-
tos, aquellos que son interiores a la
circunferencia y aquellos que no son
interiores. Todo punto de la primera
fig. 8.1 clase precede a todo punto de la se-
gunda clase. Admitamos el siguiente

Axioma 8.1 Axioma de continuidad. Existe un punto, y sólo uno, M , de la


semirrecta tal que todos los puntos que le preceden pertenecen a la primera
clase y todos lo que le siguen pertenecen a la segunda clase.

Este axioma es el último que vamos a enunciar y con los ya admitidos edifi-
camos la geometrı́a plana.

Teorema 8.2 Toda recta que tiene un punto interior a una circunferencia
tiene dos puntos comunes a ella.

El teorema 8.1 junto con el comentario que le sigue y el axioma precedente


garantizan la existencia de un punto M en la semirrecta P A tal que todos
los puntos interiores a la circunferencia le preceden y todos les exteriores le
suceden. Este punto M cumple con OM = r. La simetrı́a con respecto a la
recta OP garantiza la existencia del otro punto en común.
Una recta que tiene dos puntos en común con una circunferencia se llama
secante de la misma. Si tiene un sólo punto, ya dijimos que se llama tangente.
Si no tiene ningún punto en común, es decir, si todos los puntos son exteriores,
la recta se llama exterior .
Si la distancia de una recta al centro de una circunferencia es menor,
igual o mayor que el radio, la recta es, respectivamente, secante, tangente, o
exterior.
El tercer caso es consecuencia de las propiedades de las oblicuas, pues
cualquier punto de la recta distará del centro más que la de la perpendicular.
8.3. POSICIONES DE DOS CIRCUNFERENCIAS 77

8.3. Posiciones de dos circunferencias


De manera similar se puede demostrar el siguiente

Teorema 8.3 Si una circunferencia tiene un punto A interior y otro B ex-


terior a otra circunferencia tiene con ella dos puntos comunes.

P
r r' r M r' M O
O O' O O' O O' O'
Q

fig 8.2 fig 8.3


Comparando la distancia d entre los centros con la suma y diferencia de los
radios r y r0 , supuestos distintos, r < r0 caben los siguientes casos:

1) d > r + r0 2) d = r + r0
3) r + r0 > d > r0 r 4) d = r0 r
5) d < r0 r

En el primer caso las circunferencias se llaman exteriores entre sı́.


En el segundo caso, las circunferencias comparten un punto M y los
centros son exteriores a la otra circunferencia. Las circunferencias se llaman
tangentes exteriores.
En el tercer caso ambas circunferencias tienen dos puntos comunes que son
simétricos con respecto a la recta que une a los centros. Las circunferencias
se llaman secantes entre sı́.
En el cuarto caso, las circunferencias comparten un punto, pero la de centro
O es interior a la otra. Se dice que la circunferencia de centro O es tangente
interior a la O0 .
En el quinto caso todos los puntos de la circunferencia con centro en O son
interiores a la de centro O0 . Se dice que la circunferencia O es interior a la O0
78 CAPÍTULO 8. POSICIONES RELATIVAS A CIRCUNFERENCIAS
Capı́tulo 9

Construcciones Elementales

Ahora estamos en posición de justificar algunas de las construcciones que


aparecen con frecuencia en la geometrı́a euclı́dea.
Trazado de la mediatriz de un
segmento. Se construyen los puntos M P
M y N a distinto lado con respec-
to a la recta AB marcando dos ar-
cos de igual radio con centro en los A B A B
extremos A y B. Los puntos M y
N ası́ construidos, equidistan de los
extremos del segmento y determinan N
por tanto la mediatriz (definición 2.4)
de dicho segmento. fig. 9.1
Trazado de la perpendicular
a por un punto P a una recta r.
Se reduce al problema anterior cons-
truyendo previamente sobre la recta M
B
dos puntos A y B equidistantes del r
punto dado P . A P B
Trazado de la bisectriz de un
O A
ángulo. Se toman sobre sus lados dos
segmentos OA = OB, y con el mismo
radio y centro en A y en B dos arcos fig. 9.2
que se cortarán en el punto M . OM es bisectriz del ángulo AOB por ser
diagonal del rombo OAM B (§ 7.4).

79
80 CAPÍTULO 9. CONSTRUCCIONES ELEMENTALES

Trazado de la paralela por un


punto a una recta. Se toma un pun-
B P to arbitrario A en la recta dada r y se
Traza la transversal P A. Se copia el
r ángulo P AC en AP B. La recta P A
A C es secante a la recta dada y a la cons-
truida. Los ángulos alternos internos
son congruentes y de aquı́ el parale-
fig. 9.3 lismo (§ 6.5).
Construcción de triángulos.
Construir un triángulo dados los la-
A dos a y b y el ángulo comprendido C.
Trazamos una semirrecta y sobre ella
a b C b c copiamos el segmento a. Copiamos el
ángulo C con el vértice en el origen
C a B de dicha semirrecta y uno de los la-
dos sobre la semirrecta. Sobre el otro
lado del ángulo ası́ construido copia-
fig. 9.4 mos el segmento b. El segmento c que
une los extremos libres completa la construcción del triángulo.
Tangentes a circunferencias
Para trazar la tangente a una cir-
cunferencia en uno de sus puntos P ,
basta trazar la perpendicular al radio
que pasa por él.
Si el punto P es un punto exterior,
observamos que el punto de contacto
ha de ser vértice de un ángulo rec-
to cuyos lados radio y tangente pasan
por el centro O de la circunferencia y
fig. 9.5 por dicho punto, respectivamente
81

(§ 5.4). Como el lugar geométrico de M


dichos vértices es la circunferencia de
diámetro OP , bastará trazarla y unir
con P sus intersecciones con la cir- O P
cunferencia dada.
Puesto que las dos circunferencias
se cortan en dos puntos simétricos M N
y N respecto de la recta que une los
centros, resutla: fig. 9.6
Desde un punto exterior a una circunferencia se pueden trazar dos tangentes
a ella, que son simétricas respecto de la recta que une el punto con el centro.
Por tanto, son iguales los dos segmentos P M y P N de tangente comprendidos
entre el punto P y los de contacto.
Si se trata de tangentes a dos cir-
cunferencias supongamos como en la A
figura que la distancia entre las dos rM B
circunferencias de radios distintos es r'
mayor que su suma r + r0 . Puesto que O O'
la recta AB es tangente a ambas cir-
M'
cunferencia la misma es perpendicu- B'
lar a los radios OA y O0 B. Se sigue A'
que las rectas OA y O0 B son parale-
las. Trasladando la recta AB con el fig. 9.7
vector BO0 encontramos que la recta
M O0 es tangente a la circunferencia
con centro en O y radio r r0 . Estas
tangentes se llaman exteriores pues
dejan a ambas circunferencias en un
mismo semiplano.
De manera similar tenemos las
tangentes interiores que dejan las cir-
cunferencias a distinto semiplano. Un
análisis similar al de las tangentes fig. 9.8
exteriores permite su construcción.
82 CAPÍTULO 9. CONSTRUCCIONES ELEMENTALES

Ejercicios.

1. Construir los triángulos rectángulos dados

a) los dos catetos;


b) un cateto y un ángulo;
c) la hipotenusa y un ángulo
d ) la hipotenusa y un cateto.

2. Construir un triángulo isósceles conocidos

a) un lado y un ángulo;
b) la base y un ángulo;
c) la base y un lado.

3. Trazar una circunferencia tangente en A a una circunferencia c que


pase por un punto B.

4. Trazar una circunferencia que sea tangente a dos rectas paralelas y que
pase por un punto.

5. Trazar una circunferencia de radio dado que pase por un punto y sea
tangente a una circunferencia dada. Considerar por separado los casos
en que el punto es exterior, parte o interior a la circunferencia.

6. Trazar una circunferencia de radio dado que sea tangente a dos rectas
dadas.

7. Hallar la bisectriz de un ángulo cuyo vértice sea inaccesible.

8. Trazar una circunferencia de radio dado que sea tangente a una recta
y una circunferencia dadas.

9. Trazar una circunferencia de radio dado que sea tangente a dos circun-
ferencias dadas.

10. Dados tres radios, trazar tres circunferencias tangentes exteriores, dos
a dos y cuyos radios sean congruentes con los dados, respectivamente.
83

11. Trazar por un punto A de intersección de dos circunferencias c y c0 ,


una cuerda de c que sea bisecada por c0 .

12. Trazar una recta tangente a una circunferencia dada y que intercepte
en otra, una cuerda dada.

13. Trazar una recta que intercepte en dos circunferencias dadas, cuerdas
dadas.

14. Sea c00 una circunferencia tangente a las circunferencias c y c0 en los


puntos A y B respectivamene. Sea A0 la otra intersección de la recta
AB con la circunferencia c. Si O y O0 son los centros de c y c0 , muestre
que las rectas OA0 y O0 B son paralelas.

15. Considere dos circunferencias tangentes exteriormente. Aquella circun-


ferencia que tiene por diámetro
la porción de tangente común
exterior comprendida entre los
puntos de contacto de las cir-
cunferencias dadas, es tangente
a la recta de centros en el pun-
to de contacto de las circunfe-
rencias dadas. Demuéstrelo. Su-
gerencia: considere la tangente
común a las circunferencias da- fig. 9.9
das en su punto de contacto.
84 CAPÍTULO 9. CONSTRUCCIONES ELEMENTALES
Capı́tulo 10

Ángulos inscritos

Los ángulos que tienen sus vértices sobre una circunferencia, merecen ser
considerados por las múltiples propiedades que estos tienen. Estas propieda-
des se usarán mas adelante y en situaciones muy diversas.
Cuando el vértice A de una ángu- N
lo M AN se encuentra sobre un ar-
co y sus lados pasan por los extre-
mos del mismo, se dice que el ángulo
está inscrito en el arco M AN y tam-
M
bién en la circunferencia que lo con-
tiene. En cuanto al arco M N diremos
que está contenido o abarcado por el A
ángulo.
Tenemos el siguiente fig. 10.1

Teorema 10.1 Todo ángulo inscrito en una circunferencia es igual a la mi-


tad del central que contiene al mismo arco.

El teorema es inmediato si una de los lados del ángulo inscrito M AN pasa


por el centro O de la circunferencia (figura 2I). En este caso, el ángulo M ON
es la suma de los ángulos ^A y ^N por ser exterior al triángulo AON . Pero
este triángulo es isósceles y los ángulos ^A y ^N son adyacentes a la base
del triángulo y por tanto iguales. Se sigue que el ángulo central M ON es el
doble del ángulo A.

85
86 CAPÍTULO 10. ÁNGULOS INSCRITOS

N N M
P N P
M

O O O

A A M A
I II III

fig. 10.2
En el caso en que el centro de la circunferencia O sea interior al ángulo
^A (2II), podemos reducir este caso al anterior trazando la recta AO que
interseca al arco M N en el punto P . El ángulo A es la mitad del ángulo
M ON pues es la suma de los ángulos ^M AP y ^P AN que a su vez son
mitades de los ángulos centrales M OP y P ON , ángulos estos que suman
^M ON .
Si el centro de la circunferencia es exterior al ángulo ^A (2III) igual
trazamos la recta AO y llamando P al punto de intersección con la circunfe-
rencia. En este caso, P es exterior al arco M N . El ángulo ^A es la diferencia
de los ángulos ^P AN y ^P AM que son mitades de los centrales ^P ON y
^P OM y cuya diferencia es el ángulo ^M ON .

N 10.1. Ángulos semi-


A
P inscritos
M
N' Llámese ángulo semiinscrito en
O una circunferencia a todo aquel cu-
yo vértice está en ella y cuyos lados
son uno tangente y otro secante. El
Q
arco cuyos puntos son interiores a di-
fig. 10.3 cho ángulo se dice contenido por él.
Por ejemplo en la figura 10.3, el ángulo semiinscrito ^M AN contiene al arco
M P A, mientras el semiinscrito adyacente ^M AN 0 contiene al arco AQM .
Ambos arcos completan la circunferencia.

Teorema 10.2 Todo ángulo semiinscrito vale la mitad del central que con-
tiene al mismo arco.
Demostración: En efecto, trazando la mediatriz P Q de la cuerda AM
10.2. ÁNGULO INTERIOR Y ÁNGULO EXTERIOR 87

encontramos que justamente, las rectas secantes AM y AN son perpendicu-


lares a P Q y AO respectivamente, por lo que el ángulo semiinscrito es igual
a ^AOP (que es mitad del ángulo central ^AOM ). ⇤

10.2. Ángulo interior y ángulo exterior


Llámese ángulo interior o exterior de una circunferencia, todo aquel cuyo
vértice es un punto interior o exterior
a la misma, respectivamente. N

Teorema 10.3 Todo ángulo interior


es igual a la semisuma de los centra- M' A
les correspondientes a los arcos con-
M
tenidos por dicho ángulo y por su
opuesto por el vértice. N'

fig. 10.4
Demostración: El ángulo interno ^M AN es exterior al triángulo 4M N 0 A
(ver la figura 10.4) y por tanto, igual a la suma de los internos no adyacentes
^N N 0 M y ^N 0 M M 0 que son los inscritos que contienen los mismos arcos
que el ángulo dado y su opuesto. ⇤

Teorema 10.4 Todo ángulo exterior cuyos lados cortan o son tangentes a
una circunferencia es igual a la semidiferencia de los centrales correspon-
dientes a los arcos contenidos por sus lados.

N
N N N'
N'
N'
A
A A
M' M'
M'
M M M

fig. 10.5
Demostración: (ver la figura 10.5). El ángulo ^A es interior al triángulo
M AN . Dicho ángulo es la diferencia de los ángulos ^M N 0 N y ^M 0 M N 0 . Los
88 CAPÍTULO 10. ÁNGULOS INSCRITOS

ángulos ^M N 0 N y ^M 0 M N 0 están inscritos o semiinscritos a la circunferen-


cia (según los lados del triángulo sean secantes o tangentes a la circunferencia)
y contienen los mismos arcos M N y M 0 N 0 abarcado por el ángulo ^A.⇤
De los teoremas 10.3 y 10.4 se sigue que todo ángulo no inscrito no es
igual a la mitad del central correspondiente a ninguno de los arcos contenidos
por sus lados. Junto con los teoremas 10.1 y 10.2 esto proporciona una nueva
demostración del lugar geométrico llamado arco capaz, establecido anterior-
mente (§ 5.15).

10.3. Construcción del arco capaz

N Para construir el arco capaz del


ángulo ↵ sobre el segmento AB co-
menzamos trazando la mediatriz M N
del segmento AB. Determinamos la
O semirrecta AP de forma tal que el
a' a ángulo BAP coincida con el ángulo
a' ↵. Trazamos la perpendicular a la rec-
A a B ta AP por el punto A. El punto de
P M intersección O de esta perpendicular
fig. 10.6 con la mediatriz M N determina el
centro de una circunferencia que tiene al segmento AB por cuerda y el arco
que queda de distinto lado que el ángulo BAP es el arco buscado.
El concepto de arco capaz tiene
A múltiples aplicaciones en construccio-
nes geométricas. Por ejemplo, cons-
truir un triángulo, conocidos el lado
ha a, el ángulo opuesto a dicho lado y la
altura del vértice A. Para hallarlo, co-
menzamos trazando el arco capaz del
A a ángulo dado. Sobre dicho arco, halla-
mos el punto A, cuya distancia al lado
a coincida con la altura dada.
fig. 10.7
10.4. CUADRILÁTEROS INSCRITOS 89

10.4. Cuadriláteros inscritos

Definición 10.1 Si los vértices de


un cuadrilátero se hallan sobre una
circunferencia, diremos que el mismo
está inscrito en dicha circunferencia.
También diremos que los vértices de
dicho cuadrilátero son concı́clicos.

Teorema 10.5 Si un cuadrilátero


está inscrito en una circunferencia fig. 10.8
sus ángulos opuestos son suplementarios.
Demostración: Consideremos el cuadrilátero ABCD de la figura 10.8. Los
ángulos ^BAD y ^DCB se hallan a distinto lado de la diagonal AC. Por las
propiedades del arco capaz respecto del segmento AC concluimos que dichos
ángulos son suplementarios. ⇤
El recı́proco también es cierto: si los ángulos opuestos de un cuadrilátero
son suplementarios, entonces dicho cuadrilátero es inscriptible en una cir-
cunferencia. En efecto, al ser suplementarios, los arcos capaces de dichos
ángulos respecto de la diagonal que pasa por los extremos de sus lados, se
completan en la circunferencia que pasa por sus cuatro vértices.
Finalmente, y de nuevo, por las propiedades del arco capaz tenemos

Teorema 10.6 Cuatro puntos ABCD son concı́clicos si y sólo si los ángulos
^DAC y ^DBC se hallan a un mismo lado de la recta DC y son congruen-
tes.

A modo de ejemplo, tenemos el si-


guiente teorema

Teorema 10.7 Sea s una circunfe-


rencia de centro O y sea AB una se-
cante cualquiera. Sea C un punto so-
bre la cirunferencia y C 0 su simétrico
respecto de AB. Si D es la segunda
intersección de la recta AC 0 con la
fig. 10.9
90 CAPÍTULO 10. ÁNGULOS INSCRITOS

circunferencia s entonces la recta CD es paralela a la tangente a s por el


punto B.
Demostración: Por construcción, los ángulos ^CAB y ^BAD son con-
gruentes. Se sigue que los arcos de circunferencia CB y BD son congruentes,
el radio OB es bisectriz del ángulo ^COD y por siguinente, la cuerda CD
es perpendicular al radio OB. En consecuencia las rectas CD y la tangente
a s por el punto B a la circunferencia son paralelas.⇤

Ejercicios.
1. Sean a y b dos semirrectas de origen comun O. Sean A y B dos puntos
sobre las semirrectas a y b, respectivamente. Sean A0 y B 0 los puntos
simétricos de A y B respecto a la bisectriz del ángulo ^aOb. Muestre
que los puntos A, A0 , B, B 0 son concı́clicos1 .
2. Sean a y b dos semirrectas de origen común O. Trace un cı́rculo c que
pase por O y sea secante a las semirrectas a y b en A y B respectiva-
mente. Sea P la intersección de c con la mediatriz del segmento AB,
interior al ángulo ^AOB. Muestre que la recta OP es bisectriz de dicho
ángulo.
3. Sea 4ABC un triángulo. Sea s la circunferencia tangente al lado a
en el punto B que pasa por el vértice A. Sean b0 la paralela al lado b
por el vértice B y M su otra intersección con la circunferencia s. Sea
finalmente ⌦ la otra intersección de la circunferencia s con la recta CM .
Muestre que los ángulos ^⌦AB, ^⌦BC y ^⌦CA son congruentes. Al
punto ⌦ se le llama primer punto de Brocard del triángulo2 .
4. Sea 4ABC un triángulo y sean A0 , B 0 y C 0 sobre los lados a, b y
c, respectivamente. Mostrar que las circunferencias que pasan por los
puntos AC 0 B 0 , A0 BC 0 y A0 B 0 C concurren en un mismo punto P .
5. * Dados cuatro puntos en el plano, hallar un cuadrado que pase por
dichos puntos.
6. * Dados cuatro puntos en el plano y un ángulo, hallar un rombo que
pase por dichos puntos y tal que el ángulo formado por dos de sus lados
coincida con el ángulo dado.
1
Se dice que las rectas AB y A0 B 0 son antiparalelas de las rectas a y b.
2
Henri Brocard, 1845–1922.
10.4. CUADRILÁTEROS INSCRITOS 91

7. Sea s una circunferencia de diámetro AB. Sea ABCD un cuadrilátero


inscrito en dicha circunferencia.
Sean E y F las intersecciones
de los lados AB CD y AD BC,
respectivamente. Sea O la inter-
sección de las diagonales. Mues-
tre que los ángulos ^BDC y
^OF C son congruentes. Mues-
tre que la recta OF es perpen-
dicular a la recta AB.
fig. 10.10

8. Refiriéndonos a la figura 10.9, sea K la intersección de la recta OF y


la recta AB. Muestre que la recta CB es bisectriz del ángulo ^KCE.
(Sugerencia: use la última parte del ejercicio anterior.)
92 CAPÍTULO 10. ÁNGULOS INSCRITOS
Capı́tulo 11

Puntos y rectas notables

En este capı́tulo nos proponemos estudiar algunos puntos y rectas nota-


bles en el triángulo.

A  
A   A  
H    
  b   b     V  
  b   b  
  M  
 
c   h   M  c   m  
b       b  
b    
C  
a  
    c   v  
a   v  
b  
  a    
a   B        c       m  
H             C  
  b   C    
        h   c         B   V   a    
H  c       B   a   M   a  
 
 
a  
 
         
     

fig. 11.1

Definición 11.1 Al segmento determinado por un vértice de un triángulo y


el pie de la perpendicular al lado opuesto lo llamaremos la altura del vértice
del triángulo

Definición 11.2 Al segmento determinado por el punto medio de un lado


de un triángulo y el vértice opuesto a dicho lado, lo llamaremos mediana del
triángulo

Finalmente, denotaremos con va , vb y vc , a los segmentos de bisectriz de


los ángulos \A \B \C comprendidos entre dichos vértices y su respectivas
intersecciones Va , Vb y Vc con los respectivos lados opuestos.

93
94 CAPÍTULO 11. PUNTOS Y RECTAS NOTABLES

11.1. Circuncentro y ortocentro


En todo triángulo, las mediatri-
A ces de sus lados concurren en un mis-
mo punto. En efecto, hemos visto en
§ 5.3.1 (página 47) que dicho punto
Mc determina el centro de la circunfe-
Mb
rencia que pasa por los vértices del
O
triángulo. A dicho punto lo llamare-
C mos el ortocentro del triángulo y a la
B circunferencia que pasa por los vérti-
ces del triángulo la circunferencia cir-
fig. 11.2 cunscrita al triángulo
Sea el triángulo 4ABC. Por los
vértices de dicho triángulo tracemos
C' A
B' las paralelas a los lados opuestos
respectivos, para ası́ determinar el
H triángulo 4A0 B 0 C 0 .
B C Teorema 11.1 Los lados del
triángulo 4A0 B 0 C 0 son el doble
A' de los lados paralelos del triángulo
original.
fig. 11.3
Demostración: En el lado C 0 B 0 , el segmento AB 0 es uno de los lados del
paralelogramo AB 0 CB y es por tanto congruente con el segmento BC. Otro
tanto ocurre con el segmento C 0 A, él es congruente con el segmento AC ⇤
Se sigue que los vértices del triángulo original 4ABC son los puntos
medios de los lados del nuevo triángulo 4A0 B 0 C 0 . Las perpendiculares a los
lados de este triángulo por los puntos A, B y C son por tanto las mediatrices
de sus lados y concurren en un mismo punto H, el circuncentro del triángulo
4A0 B 0 C 0 . Ahora bien, las mediatrices del triángulo 4A0 B 0 C 0 son las alturas
del triángulo original 4ABC. Hemos demostrado el siguiente

Teorema 11.2 En todo triángulo, las alturas concurren en un mismo punto.

A este punto, lo llamaremos el ortocentro del triángulo.


11.2. INCENTRO Y EXINCENTROS 95

11.2. Incentro y exincentros

Teorema 11.3 En todo triángulo las A


bisectrices de sus ángulos internos
concurren en un mismo punto
En efecto, consideremos el triángulo
I
4ABC y las bisectrices de los ángu-
los con vértice en A y B. Los pun-
tos de dichas bisectrices equidistan de
los los lados de los ángulos correspon- B C
dientes. El punto de intersección I de fig. 11.4
estas bisectrices equidista por tanto de los tres lados y en particular se halla
sobre la bisectriz del tercer ángulo.
Al punto I, intersección de las bisectrices de los ángulos internos del
triángulo lo llamaremos el incentro del triángulo.
Puesto que I equidista de los lados del triángulo, él es centro de una
circunferencia que es tangente a los tres lados del triángulo. A esta circunfe-
rencia la llamaremos la circunferencia inscrita en al triángulo.
Consideremos las bisectrices de P
los ángulos externos de un triángulo. Ib Q
Por ejemplo, en la figura 11.5, consi- A b C
deremos las bisectrices de los ángulos I
^P AC y ^ACQ. Dichas bisectrices Ic c
se cortan, por cortarse sus perpendi- a
culares. El punto Ib , intersección de B
ambas, equidista de las rectas, AB, Ia
CB y AC y en particular, se halla so-
bre la bisectriz del ángulo ^ABC. fig. 11.5
Ası́, tenemos el siguiente

Teorema 11.4 Cada dos bisectrices exteriores de un triángulo y la bisectriz


interior del tercer vértice concurren en un mismo punto. Este punto es centro
de una circunferencia tangente a uno de los lados y las prolongaciones de los
otros dos.

La circunferencia mencionada se llama exinscrita al triángulo y su centro es


96 CAPÍTULO 11. PUNTOS Y RECTAS NOTABLES

un de los exincentros del triángulo. Existen pues, tres circunferencias exins-


critas y tres exincentros.
Consideremos el triángulo formado por los exincentros. Los lados de este
triángulo son bisectrices exteriores del triángulo dado y las bisectrices inte-
riores de este son las alturas de aquel (por ser perpendiculares las bisectrices
de ángulos adyacentes). En particular, el triángulo Ia AIb es recto, por lo que
el ángulo \Ib es agudo. El triángulo Ia Ib Ic es acutángulo.

11.3. Triángulo órtico

A Teorema 11.5 Las alturas de to-


Hc do triángulo acutángulo ABC son
bisectrices interiores del triángulo
B d H Hb Ha Hb Hc , cuyos vértices son los pies
ab de dichas alturas.

Ha g Demostración: Veamos por ejem-


plo que los ángulos AHa Hc y AHa Hb
C (marcados como ↵ y en la figura)
fig. 11.6 son congruentes.
Observemos que los triángulos BCHb y BCHc son rectángulos y comparten
la hipotenusa BC. Los cuatro puntos BCHb Hc son concı́clicos y los ángulos
inscritos y son congruentes (§ 5.15). Igualmente los triángulos 4CHa H y
4CHb H son rectángulos y comparten la hipotenusa HC. Los cuatro puntos
CHb HHa son concı́clicos y los ángulos y son congruentes. De manera
similar se prueba que los ángulos y ↵ son congruentes. ⇤
El triángulo 4Ha Hb Hc se llama el triángulo órtico del triángulo ABC.

Corolario 11.1 Los lados de un


triángulo acutángulo son las bisectri-
ces exteriores de su triángulo órtico.
Los vértices de aquel son los exincen-
tros de este.
Si el triángulo es obtuso, se puede de-
mostrar que dos de los lados son bi-
sectrices interiores y el tercero es bi-
fig. 11.7 sectriz exterior del triángulo órtico.
11.4. PUNTOS NOTABLES DE LA CIRCUNFERENCIA CIRCUNSCRITA97

La altura del vértice obtuso es la bisectriz interior restante. Si el triángulo es


rectángulo no existe triángulo órtico.

11.4. Puntos notables de la circunferencia cir-


cunscrita
Recordando los razonamientos G'a
que se dieron en la discusión de haces A B
homólogos en una rotación podemos
enunciar sin más, el siguiente

Teorema 11.6 La circunferencia


circunscrita a un triángulo ABC
contiene los puntos de intersección C Ga
de la mediatriz de cada lado con las
bisectrices que pasan por el vértice fig. 11.8
opuesto. A
Ic Ga Ib
Consideremos el triángulo ABC y el G' G'
c b
triángulo Ia Ib Ic formado por los exin-
O
centros de aquel. Hemos visto que I C
las alturas del triángulo de exincen- Gb
B Gc
tros pasan por los puntos A, B y C.
Ası́ por ejemplo los triángulos AIa Ib G'a
y BIa Ib son rectángulos y comparten
la hipotenusa Ia Ib . A y B están por Ia
tanto en una circunferencia cuyo fig. 11.9
centro es la intersección de esta hipotenusa con la mediatriz del segmento
AB, esto es, con el punto Gc . Por otra parte, el segmento IIc es hipotenusa
compartida de los triángulos rectángulos AIIc y BIIc . Los puntos A y B están
sobre una circunferencia de diámetro IIc cuyo punto medio es su intersección
con la mediatriz del segmento AB, o sea el punto G0c . Hemos demostrado el
siguiente
Teorema 11.7 La circunferencia circunscrita a un triángulo cualquiera, con-
tiene los puntos medios de los lados del triángulo de los exincentros, ası́ como
los puntos medios de los segmentos que unen a estos con el incentro.
Aplicando lo anterior al triángulo órtico de uno no rectángulo tenemos
98 CAPÍTULO 11. PUNTOS Y RECTAS NOTABLES

Teorema 11.8 La circunferencia que pasa por los extremos de las alturas
de un triángulo acutángulo contiene los puntos medios de sus lados ası́ como
los puntos medios de los segmentos de altura comprendidos entre cada vértice
y el ortocentro.1

Esta circunferencia se llama circunferencia de Feuerbach 2 (también lla-


mada de Euler).

11.5. Baricentro de un triángulo


Teorema 11.9 las medianas de un triángulo concurren en un mismo punto.

Demostración: Sea 4ABC un


triángulo. Sean BMb y CMc dos de
las medianas del triángulo y denote-
mos con G la intersección de dichas
medianas. Sea H el simétrico de G
respecto del punto Mb . Las rectas CG
y AH son paralelas y los segmentos
AH y GC congruentes. En el triángu-
lo 4AHB, la recta GMc es paralela
fig. 11.10 media y el punto G es punto medio
del segmento HB. Concluimos que el segmento Mb G es la mitad del segmento
GB. Por otra parte, GMc es la mitad del segmento AH que es congruente
con el segmento GC. G determina en cada mediana dos segmentos tales que,
el que contiene al vértice como extremo es el doble del que contiene al punto
medio del lado opuesto. Finalmente la otra mediana debe pasar por G puesto
que debe dividir a las otras dos de la misma manera. ⇤
Al punto G lo llamaremos baricentro del triángulo.
En el siglo XVIII, el matemático suizo Leonhard Euler3 descubrió una
notable propiedad satisfecha por el ortocentro, el circuncentro y el baricentro
de un triángulo: estos tres puntos son colineales.

1
Si bien este teorema sólo ha sido demostrado en el caso de triángulos acutángulos, el
mismo es válido para cualquier triángulo. Véase el final de este capı́tulo.
2
Karl Wilhem Feuerbach, 1800 – 1834.
3
Leonhard Euler, 1707 – 1783.
11.5. BARICENTRO DE UN TRIÁNGULO 99

11.5.1. Recta de Euler


Consideremos el triángulo ABC. A
Sean Ma y Mb los puntos medios de
los lados BC y AC respectivamente.
P
Sean G el baricentro del triángulo y
H el ortocentro del triángulo. Por el Mb
punto medio P del segmento AG tra- G
cemos la paralela de la altura ha . Por H M M'
ser paralela media del triángulo AHG Q Ma
dicha recta corta al lado HG en su B C
punto medio M . Lo mismo ocurre si fig. 11.11
trazamos la paralela de la altura hb por el punto medio Q del segmento BG.
En la simetrı́a con respecto al punto G, los puntos Ma y Mb son simétricos de
P y Q respectivamente y M 0 simétrico de M . M 0 resulta ser el circuncentro
del triángulo porque se halla sobre la intersección de dos de las mediatrices
de los lados del triángulo. Con esto, hemos demostrado el siguiente

Teorema 11.10 El baricentro, el circuncentro y el ortocentro de un triángu-


lo son puntos colineales. La distancia del baricentro al circuncentro es la
mitad de la distancia del entre el ortocentro y el baricentro.

La recta que contiene a estos tres puntos se llama recta de Euler .


Las consideraciones anteriores,
nos permiten hacer otra demostración
de las propiedades de la circunferen-
cia de Feuerbach. Sean O el circun-
centro del triángulo 4ABC, H el or-
tocentro del triángulo (véase la figura
11.12). Sea Ah el punto medio del seg-
mento AH. Se desprende, de la dis-
cusión anterior que si Ma es el punto
medio del segmento BC, entonces los fig. 11.12
segmentos AAh y OMa son congruentes. Sea N el punto medio del segmento
OH. En la simetrı́a central con respecto a N , el segmento HAh se transforma
en el segmento OMa , y por tanto N es también el punto medio del segmento
Ah Ma . Como el triángulo 4Ah Ha Ma es rectángulo en Ha y N es el punto
medio de la hipotenusa, entonces N es el centro de la circunferencia que pasa
100 CAPÍTULO 11. PUNTOS Y RECTAS NOTABLES

por los vértices de este triángulo. De manera similar se muestra que dicha
circunferencia pasa por los puntos medios y las alturas de los otros lados del
triángulo.
Esta es la circunferencia de Feuerbach del triángulo, su centro se halla
sobre la recta de Euler del triángulo.

Ejercicios.

1. Sean A el vértice de un ángulo agudo ^A y H un punto interior a


dicho ángulo. Determine el triángulo ABC que tiene al punto H como
ortocentro.
2. Sean Ha y Hb dos puntos distintos, exteriores una recta r. Construir
un triángulo 4ABC cuyos vértices A y B se hallan sobre la recta r y
donde Ha y Hb son los pies de las alturas de dichos vértices.
3. La circunferencia que tiene a uno de los lados de un triángulo como
diámetro, pasa por las alturas de los vértices de dicho lado. Demostra-
ción.
4. Sea 4ABC un triángulo y H su ortocentro. Muestre que la circunfe-
rencia de diámetro AH corta a los lados del vértice A en los pies de las
alturas de los vértices B y C.
5. Sea s la circunferencia circunscrita a un triángulo. Considere los arcos
de circunferencia determinados por s y los vértices del triángulo. Mues-
tre que los simétricos de dichos arcos, respecto a los lados respectivos
del triángulo, se intersectan en el ortocentro del triángulo.
6. Sea 4ABC un triángulo y O el circuncentro del triángulo. Sean Oa ,
Ob y Oc , los simétricos del punto O respecto de los lados a, b y c,
respectivamente. Muestre que el triángulo 4Oa Ob Oc es congruente al
triángulo 4ABC.
7. Demostrar que el radio de la circunferencia de Feuerbach de un triángu-
lo es la mitad de la de la circunferencia circunscrita al triángulo (véase
la figura 11.12).
8. Demostrar que las paralelas a dos lados de un triángulo por el baricentro
cortan al tercer lado en tres segmentos iguales.
11.5. BARICENTRO DE UN TRIÁNGULO 101

9. Demostrar que la recta que une al vértice A de un triángulo ABC


con el incentro, corta a la circunferencia circunscrita en un punto P
equidistante de B, I y C.

10. Sea 4ABC un triángulo rectángulo en A. Sea Ha el pie de la altura


del vértice A. Muestre que la circunferencia que pasa por los puntos
medios de los lados del triángulo pasa por el punto A y por Ha .

11. Condición necesaria y suficiente para que un trapecio sea inscriptible.

12. Dados tres puntos no colineales trazar tres circunferencias tangentes


dos a dos en los puntos dados.

13. * Sea 4ABC un triángulo acutángulo. Hallar el triángulo 4A0 B 0 C 0


inscrito en aquél tal que la suma p = A0 B 0 + B 0 C 0 + C 0 A0 sea mı́nima.
(p es el perı́metro del triángulo).

14. * Dadas dos rectas fijas secantes m y n y en ellas, dos puntos fijos M y
N , consideremos dos circunferencias s1 y s2 respectivamente tangentes
a m en M y a n en N y además tangentes entre sı́ en P . Hallar el lugar
geométrico de P .
102 CAPÍTULO 11. PUNTOS Y RECTAS NOTABLES
Capı́tulo 12

Continuidad

Este capı́tulo está dedicado a algunas consideraciones del análisis necesa-


rio para el estudio de las homotecias. Recordemos el

Axioma 12.1 De continuidad (Dedekin)


Supongamos que existe algún criterio que nos permite clasificar los puntos de
una recta en dos clases C1 y C2 tales que

1. existen puntos en ambas clases;

2. todo punto de la recta está en una u otra clase;

3. todo punto de C1 precede a todo punto de C2 .

Entonces, existe un punto y sólo uno P de la recta tal que todos los puntos
de la clase C1 le preceden y todos los puntos de la clase C2 le suceden.

El punto P o bien pertenece a C1 en cuyo caso será su último elemento o


bien pertenece a C2 , en cuyo caso será su primer elemento. Al punto P lo
llamaremos punto frontera de ambas clases.
Admitido este axioma, es claro que podemos cambiar en él la palabra
recta por semirrecta o segmento. Podemos agregar tantos puntos como sea
necesario en cada caso para completar una recta sin alterar la ordenación de
las clases.

103
104 CAPÍTULO 12. CONTINUIDAD

Sea \AOB un ángulo convexo.


Tracemos el segmento AB cuyos ex-
tremos se hallan sobre lados distin- B
tos del ángulo. Consideremos una se-
mirrecta del haz de semirrectas con O P
vértice en O contenida en el ángulo
convexo. Al punto que resulte de la
intersección de esta semirrecta con el A
segmento AB lo llamaremos la pro-
yección de dicha semirrecta sobre di- fig. 12.1
cho segmento.
Esta proyección es una biyección entre el haz de semirrectas contenida
en el ángulo \AOB y los puntos de la semirrecta AB puesto que a cada
semirrecta le corresponde uno y sólo un punto del segmento (teorema 1.4)
y recı́procamente, a cada punto del segmento le corresponde una y sólo una
semirrecta en el haz (contenida en el ángulo). Dada una orientación en el haz
la proyección establece una ordenación en el segmento.
Supongamos que podemos dar algún criterio que permita dividir el haz
de semirrectas con vértice en O contenidas en el ángulo AOB en dos clases.
Supongamos que las proyecciones de estas semirrectas clasifican a los puntos
del segmento AB en dos clases de forma tal que se satisfacen las tres condi-
ciones del axioma. Entonces existe una semirrecta frontera de ambas clases
que corresponde al punto frontera P , enunciado en el axioma.
Añadiendo semirrectas a una y otra clase, fuera del ángulo convexo, es
decir, sin alterar la ordenación de las mismas, se puede pasar de un ángulo
convexo a otro cualquiera.
Finalmente, el axioma de Dedekin, al ser válido para un ángulo llano, lo
es también para los puntos de una semicircunferencia supuestos ordenados
los radios correspondientes.

12.1. Magnitud y cantidad


Definición 12.1 Sea C un conjunto.
1. Supongamos que está dada una relación de equivalencia en dicho con-
junto que llamaremos relación de igualdad. Para denotar que dos ele-
mentos de C, ↵ y son equivalentes escribiremos ↵ =
12.1. MAGNITUD Y CANTIDAD 105

2. Supongamos que existe una operación asociativa y conmutativa s :


C ⇥ C ! C que llamaremos suma y que junto a la relación de igualdad
satisface

a) ↵ = ↵0 y = 0
entonces s(↵, ↵0 ) = s( , 0
).
b) Existe un elemento en C denotado por 0 y llamado elemento nulo
de la suma que cumple s(↵, 0) = s(0, ↵) = ↵.

Entonces diremos que el conjunto C define una magnitud , entendiendo por


tal, la cualidad común de los elementos del conjunto que los hace igualables y
sumables. Diremos que todos los elementos iguales en dicho conjunto tienen
la misma cantidad de esa magnitud. Finalmente, en vez de escribir s(↵, )
para representar la suma de dos elementos, escribiremos ↵ + .

Ası́ pues, cantidad es lo que tienen en común todos los elementos del conjunto
que son iguales mientras que la magnitud es el carácter común a todos los
elementos del conjunto.
Ejemplos

1. La magnitud común que tienen todos los segmentos del plano es su


longitud, si bien diremos que dos segmentos iguales tienen la misma
longitud (en lugar de cantidad de longitud).

2. Diremos que la magnitud que tienen todos los ángulos es su amplitud


y que dos ángulos iguales tienen la misma amplitud

Múltiplos y submúltiplos
Si es la suma de n elementos todos iguales a ↵ diremos que es n–
múltiplo de ↵ o sencillamente que es múltiplo de ↵ y escribiremos = n↵.
También diremos que ↵ es la n–ésima parte (alı́cuota) de y escribiremos
↵ = /n.

Magnitudes escalares
Sea C un conjunto y supongamos que dicho conjunto satisface las condi-
ciones 1 y 2 de la definición 1. Supongamos que adicionalmente el conjunto C
106 CAPÍTULO 12. CONTINUIDAD

cuenta con una relación de orden. Usaremos la notación ↵ < (menor que)
para denotar que ↵ precede a y > ↵ (mayor que) para denotar que
sucede a ↵. Supongamos que

1. siempre que ↵ y son desiguales ocurre que

↵< o < ↵;

2. si ↵ < entonces
↵+ < + .

Diremos que la magnitud ası́ definida es escalar .

Cantidades negativas
Si en la definición 1 sucede que para cada ↵ 2 C existe otro elemento ↵0
tal que
↵ + ↵0 = 0
entonces diremos que ↵0 es el negativo de ↵ y escribiremos ↵0 = ↵. Supo-
niendo que los elementos de C definen una magnitud escalar tenemos que si
0 < ↵ entonces 0 + ↵0 < ↵ + ↵0 = 0 y ↵0 < 0.
Ejemplo
3. Segmentos Orientados Consideremos una recta en el
plano y consideremos el conjunto C de
segmentos orientados (vectores) defi-
nidos sobre ella. Diremos que dos vec-
tores son iguales si los segmentos que
los definen son congruentes y si tie-
nen la misma orientación. Dos de es-
tos vectores definen una traslación en
el plano (que deja a la recta invarian-
te) y diremos que la suma de estos dos
fig. 12.2 es un vector que reproduzca la misma
traslación que se obtiene del producto de las traslaciones de los vectores
dados. Ası́ tenemos, por ejemplo
! ! !
AB + BC = AC.
12.1. MAGNITUD Y CANTIDAD 107

Denotando con 0 la transformación identidad del plano en sı́ mismo tenemos


! !
AB + BA = 0,
! !
de modo que BA = AB.
Para establecer una relación de orden en C elijamos un punto arbitrario
O en la recta y elijamos, arbitrariamente también, una de las semirrectas
definidas por O (por ejemplo en la figura 12.2, aquella que contiene al punto
A). La orientación natural de esta semirrecta provee una orientación a todos
los puntos de la recta. En la figura 12.2, A0 precede a O y B sucede a A, etc.
Transportemos a todos los vectores del conjunto C de modo que sus orı́genes
coincidan con el punto O preservando sus orientaciones respectivas. Aquellos
vectores que hemos declarado iguales definirán un mismo punto sobre dicha
recta. Dados ahora dos vectores desiguales diremos que es menor aquel cuyo
extremo precede al del otro en la orientación de la recta.
De manera semejante se define la igualdad, suma y desigualdad de ángulos
orientados.

Magnitudes escalares continuas


Asociar segmentos orientados de una recta con puntos de la misma, nos
permite enunciar la siguiente generalización del axioma de continuidad:
Dada una clasificación de las cantidades de una misma magnitud escalar
C en dos clases C1 y C2 tales que
1. existen cantidades en una y otra clase;
2. toda cantidad de C pertenece a uno u otra clase;
3. toda cantidad de la clase C1 es menor que toda otra de la clase C2 ;
existe una cantidad y sólo una ↵, tal que: toda cantidad menor que ↵ perte-
nece a la clase C1 y toda cantidad mayor que ↵ pertenece a la clase C2 .
A ↵ la llamaremos frontera de las dos clases y como por 2 ha de estar en
una u otra clase, será la menor de la clase C2 o la mayor de la clase C2 según
sea el caso.
Toda magnitud escalar que cumpla con esta propiedad se llamará con-
tinua. Son pues cantidades escalares continuas la longitud absoluta si nos
referimos a la suma y comparación de segmentos y relativa si nos referimos
a la suma y comparación de segmentos orientados. También son magnitudes
escalares continuas las amplitudes absolutas y relativas.
108 CAPÍTULO 12. CONTINUIDAD

Análisis
Sea C una magnitud escalar continua.
1.– (Weierstrass) Toda sucesión infinita de cantidades ↵1 , ↵2 , . . . monóto-
na creciente y acotada, esto es ↵1  ↵2  . . . < A tiene un lı́mite ↵ < A.
En otras palabras, para toda cantidad < ↵ existe un m tal que si n m
entonces  ↵n  ↵.
Demostración: Definamos la clase C1 como aquella que contenga a todas
las magnitudes menores o iguales que algún término de la sucesión. Definamos
la clase C2 como aquella que contiene a todas las magnitudes que sean mayores
que todos los términos de la sucesión. La clase C1 es no vacı́a porque, por
ejemplo, contiene a la sucesión completa. La clase C2 tampoco es vacı́a porque
contiene a A y a todas las magnitudes mayores que A. Es claro que toda
cantidad de C está en uno u otra clase y toda cantidad de la clase C1 es
menor que cualquier elemento de la clase C1 . Existe por tanto un elemento
↵ frontera de ambas clases. Si < ↵, entonces necesariamente 2 C1 y por
tanto es menor o igual a alguno de los elementos de la sucesión, pongamos
↵m y para todo n mayor que m se tendrá que  ↵n  ↵. Además, no puede
ocurrir que ↵ > A puesto que A pertenece a C2 .
Una propiedad análoga puede enunciarse para las sucesiones monótona
decreciente y acotada.
2.–(Arquı́medes) Dadas dos cantidades ↵ y con 0 < ↵ < , existe un
número natural n tal que n↵ >
Demostración: Supongamos lo contrario, esto es para todo número na-
tural m m↵ < . Consideremos la sucesión infinita ↵, 2↵, 3↵, . . . . Esta
sucesión es monótona estrictamente creciente y acotada (por ) y tiene, en
consecuencia, un lı́mite . Para todo < , entonces existe un natural k tal
que si m k entonces
< m↵ < (12.1)
Supongamos que elegimos de modo que < ↵. Se sigue que

↵+ > . (12.2)

Por 12.1 sabemos que m↵ > , de modo que (m + 1)↵ > ↵ + y usando 12.2
concluimos que

(m + 1)↵ > (12.3)


12.1. MAGNITUD Y CANTIDAD 109

y esto es una contradicción.


3.– (Cantor) Dadas dos sucesiones infinitas de cantidades que cumplen
con
↵1  ↵2  ↵3  · · ·  3  2  1 ,
y tales que para toda cantidad existen dos naturales n y m tales que si j n
ei m entonces i ↵j  , entonces ambas secuencias tienen un lı́mite
común .
Supongamos lo contrario, que la sucesión {↵j } tiene a ↵ por lı́mite, que
la sucesión { i } tiene a por lı́mite y que ↵ es distinto de . Entonces
tendremos para todo i y j naturales,
↵j  ↵ <  i.

y en consecuencia
i ↵j ↵j ↵ =
contrario a lo supuesto.

División de ángulos
No siempre es posible dividir un ángulo en n partes iguales usando sólo
regla y compás. Por ejemplo, para el ángulo completo (dos llanos) si n admite
una descomposición en factores primos de la forma
k1 ) k2 ) ks )
n = 2p (2(2 + 1)(2(2 + 1) · · · (2(2 + 1)
en la que k1 , k2 , . . . , ks son enteros distintos entre sı́, es posible dicha cons-
trucción1 .
Demostraremos sin embargo, la existencia de la n-ésima parte de un ángu-
lo. Sea ↵ un ángulo y n un número natural. Entonces existe un ángulo tal
que n < ↵. Para ver que esto es ası́, sea p un natural tal que 2p > n. Bise-
cando ↵ p veces hallamos un ángulo = ↵/2p con n < ↵. Sea = ↵ n .
Igual que antes, es posible hallar un ángulo ✏ tal que n✏ < , con lo que
n( + ✏) < ↵. Esto lo que demuestra es que dado cualquier ángulo que
cumpla n < ↵ existe otro mayor que que cumple con la misma desigual-
dad. De manera semejante, se puede demostrar la existencia de un ángulo ⌘
con n⌘ > ↵ y la existencia de otro menor < ⌘ con n > ↵. Si no existiera un
ángulo ↵0 que cumpla con n↵0 = ↵ podrı́amos clasificar a todos los ángulos
en
1
Carl Friedrich Gauss (1777 – 1855), matemático alemán.
110 CAPÍTULO 12. CONTINUIDAD

1. ángulos tales que n < ↵,

2. ángulos ⌘ tales que n⌘ > ↵,

de donde < ⌘. Por lo demostrado, estas clases cumplirı́an las condiciones


1., 2. y 3. que garantizan la existencia de un ángulo frontera, contrario a lo
supuesto.
En resumen, dado un ángulo existe su n-ésima parte.
El razonamiento que ha permitido demostrar la n-ésima parte de un ángu-
lo puede repetirse para toda magnitud continua cuyas cantidades pueden
bisecarse. Diremos que una magnitud es medible si dada una cantidad cual-
quiera de la magnitud, existe su mitad.

Producto de una cantidad por un número


Sea C un conjunto que define una magnitud escalar continua y medible.
Sea ↵ una cantidad de C y µ un número irracional. Sea {ri } una sucesión
monótona de números racionales que tiene a µ como lı́mite. Definimos el
producto µ↵ como el lı́mite de la sucesión {ri ↵}. Se puede demostrar que
esta definición no depende de la sucesión monótona {ri } que se elija, cuyo
lı́mite sea µ.
Si m y n son enteros, la propiedad distributiva (m + n)↵ = m↵ + n↵ es
evidente. Si se trata de dos números racionales m/n y p/q tenemos
m p mq + np m p
( + )↵ = ↵ = (mq + np) = mq + np = ↵ + ↵,
n q nq n q
donde = 1/(nq) ↵.
Usando una lı́nea de razonamiento parecida, si m/n < p/q entonces
m/n ↵ < p/q ↵.
Finalmente, si µ y ⌫ son dos números irracionales. Sean {ri } y {ri0 } dos
sucesiones monótonas de números racionales que convergen a µ, la primera
creciente y la segunda decreciente. Igualmente, sean {si } {s0i } dos sucesiones
monótonas la primera creciente y la segunda decreciente de números racio-
nales que convergen a ⌫. Entonces

(ri + si )↵ = ri ↵ + si ↵ < ⌫ ↵ + µ ↵ < ri0 ↵ + s0i ↵ = (ri0 + s0i )↵.

Tomando lı́mites se sigue que (µ + ⌫)↵ = µ ↵ + ⌫ ↵.


12.1. MAGNITUD Y CANTIDAD 111

Medida de cantidades de una magnitud


Sean ↵ y u dos cantidades de una magnitud escalar continua y medible.
Pueden ocurrir tres casos
1. Supongamos que existe un entero m tal que ↵ = m u. Diremos que m
es la medida de ↵ con respecto a la unidad u.
2. Supongamos que existe un racional m/n tal que ↵ = m/n u. Igual que
antes, diremos que la medida de ↵ respecto de u es m/n.
3. En los casos anteriores, se dice que las cantidades ↵ y u son conmensu-
rables. Supongamos ahora, que ↵ y u no son conmensurables. Podemos
considerar las cantidades conmensurables con u y clasificarlas en dos
clases según sean mayores o menores que ↵. A cada elemento de ca-
da una de las clases le corresponde el número racional de su medida
con respecto de u. Puesto que la ordenación se conserva en esta corres-
pondencia, se genera una clasificación entre el campo de los racionales
separándolos y a la cortadura correspondiente µ la llamaremos la me-
dida de ↵ respecto de u.
De la discusión del producto de números por escalares se sigue que si ↵
y tienen medidas µ y ⌫ con respecto de la unidad u entonces ↵ + tiene
por medida µ + ⌫.
Podemos resumir la discusión anterior de la siguiente manera. Escoger una
unidad en un conjunto que define una magnitud escalar continua y medible,
permite establecer una correspondencia entre los elementos de dicho conjun-
to y los números reales llamados sus medidas. En dicha correspondencia, a
cantidades iguales le corresponden medidas iguales, a cantidades ordenadas
corresponden medidas ordenadas y la medida de la suma de cantidades es
igual a la suma de sus medidas.
A la medida µ de una cantidad ↵ con respecto a otra u, también la
llamaremos la razón entre estas cantidades y escribiremos

µ=
u

Proporcionalidad entre magnitudes


Consideremos dos magnitudes escalares continuas y medibles C1 y C2 .
Supongamos que existe una biyección B : C1 ! C2 . Sean ↵0 = B(↵), 0 =
B( ), 0 = B( ). Supongamos que en esta biyección
112 CAPÍTULO 12. CONTINUIDAD

1. si ↵ = entonces ↵0 = 0
, esto es, se preserva la igualdad;

2. si ↵ < < entonces, ↵0 < 0


< 0
, esto es, se preserva el orden;
0
3. si =↵+ entonces, = ↵0 + 0
, esto es, se preserva la suma,

entonces diremos que las magnitudes C1 y C2 son proporcionales.


Sea u una unidad de medida en C1 y definamos u0 = B(u) 2 C2 . Sea µ la
razón entre ↵ 2 C1 y ⌫ la razón entre ↵0 = B(↵) y u0 , esto es

↵ = µ u ↵ 0 = ⌫ u0 .

Si µ es un entero m (positivo por ejemplo) tendremos

B(↵) = B(m u) = B((m 1 + 1) u) = B((m 1) u + u)


= B((m 1)u) + B(u) = B((m 1)u) + u0
= B(m 2)u) + 2u0 = · · · = m u0 = ↵0

y en este caso, ⌫ coincide con m.


Si µ es un racional de la forma 1/n entonces n ↵ = u y por tanto

u0 = B(u) = B(n ↵) = n ↵0

de modo que ↵0 = 1/n u0 y en este caso, también ⌫ = µ.


Si µ es un número irracional, tomemos una sucesión monótona (creciente
por ejemplo) de numeros racionales {ri } cuyo lı́mite sea µ. La sucesión ri u
tiene por lı́mite a µ u y también por definición, la correspondiente ri u0 tiene
a µ u0 como lı́mite. Puesto que B preserva el orden se sigue que B(↵) =
B(µ u) = µ B(u) = µ u0 = ↵0 .
Hemos probado que
Si dos magnitudes son proporcionales, las medidas de cantidades corres-
pondientes ↵ y ↵0 con unidades correspondientes u y u0 son iguales.
↵ ↵0
= 0
u u
En particular, la correspondencia entre cantidades y sus medidas con
respecto a una unidad u cumple las condiciones de la proporcionalidad y por
tanto: La razón de dos cantidades es igual a la de sus medidas con respecto
12.1. MAGNITUD Y CANTIDAD 113

a u. Esto es, si ↵ y son cantidades de una misma magnitud C y u es una


unidad, se tendrá
↵ ↵/u
= .
/u
De aquı́ se desprenden varias consecuencias. Si ↵/ = ↵0 / 0
entonces
0
1. /↵ = /↵0 ;

2.
↵± ↵0 ± 0
↵+ ↵0 + 0
= 0
; = ;
↵ ↵0 0

3. ↵/↵0 = / 0 ;
0
4. si 6= ;
↵ ± ↵0 ↵
= .
± 0
114 CAPÍTULO 12. CONTINUIDAD
Capı́tulo 13

Proporción

Teorema 13.1 (Tales) Sean r y r0 dos rectas distintas. Consideremos un


conjunto de rectas paralelas que cortan dichas rectas. Los segmentos determi-
nados por los puntos de intersección de sobre una de ellas son proporcionales
a los determinados por los puntos correspondientes en la otra.

A' A'
A A' A A
M M' B'
B' B
B B' B A'
'
A'
' C'
C C' C C' C

D D' D B'
' D' ' D
B' D'

fig. 13.1
Demostración: A segmentos iguales AB = CD en una recta, le corresponden
segmentos iguales en la otra. Si r y r0 son paralelas, entonces AB = A0 B 0 y
CD = C 0 D0 y como AB = CD tendremos igualmente A0 B 0 = C 0 D0 . Si las
rectas no son paralelas podemos trasladar el trapecio ABB 0 A0 (o triángulo
si A y A0 coinciden) de forma tal que el segmento AB coincida con CD. El
segmento A0 B 0 se transforma en el segmento A00 B 00 comprendido entre las
paralelas CC 0 y DD0 . Entonces A0 B 0 = A00 B 00 por traslación y A00 B 00 = C 0 D0
por ser segmentos sobre rectas paralelas comprendidos entre paralelas.
Si M sobre r es interior al segmento AB la paralela por M está sobre la
franja determinada por las paralelas AA0 y BB 0 por lo que corta a la recta

115
116 CAPÍTULO 13. PROPORCIÓN

r0 en M 0 interior al segmento A0 B 0 De modo que si AM < AB entonces


A0 M 0 < A0 B 0 .
Finalmente, si AB = AM + M B, entonces A0 B 0 = A0 M 0 + M 0 B 0 .
Hemos demostrado ası́ la proporcionalidad del conjunto de segmentos
determinados por el conjunto de paralelas. En particular,
AB A0 B 0 AC A0 C 0
= 0 0, = 0 0,···
AC AC BD BD
Corolario 13.1 Toda paralela a un lado de un triángulo determina sobre los
otros dos o sus prolongaciones segmentos proporcionales a ellos.

Ası́, si B 0 y C 0 son las interseccio-


C' B' nes de una paralela al lado BC del
A triángulo ABC con las rectas AB y
A
AC tenemos
B' C' AB AC
= (13.1)
AB 0 AC 0
B C B C
Recı́procamente, si una recta corta
dos lados de un triángulo (o sus pro-
fig. 13.2 longaciones) determinando segmen-
tos proporcionales a dichos lados, entonces dicha recta es paralela al tercer
lado del triángulo.
En efecto, dados los segmentos AB, AB 0 y AC existe un único segmento
AC 0 tal que cumple con 13.1 y la paralela al tercer lado que pasa por B 0 tam-
bién pasa por C 0 coincidiendo esta con la secante mencionada en el teorema.
Teorema 13.2 El lado BC y el seg-
mento B 0 C 0 de paralela son propor-
A cionales a AB y AB 0 .
En efecto, tracemos la paralela al lado
B' C'
AC por el punto B 0 . Se sigue que

B D C AB CB
0
=
AB CD
fig. 13.3 pero como CD = C 0 B 0 concluimos
que AB/AB = CB/CB 0 .
0
117

Cuarto proporcional
Dados tres segmentos a, b y c, el segmento x que verifica la proporción
a/b = c/x se llama el cuarto (segmento) proporcional y su construcción es
sencilla en términos de los teoremas anteriores. Tomemos un ángulo cual-
quiera de vértice O. Sobre uno de sus lados llevamos los segmentos a y b de
forma tal que uno de los extremos de estos segmentos coincida con el vértice.
Sean A y B los otros dos extremos. De
a
manera similar, llevamos al segmento
c
c sobre el otro lado del ángulo y sea
b C
C el extremo distinto de O. Traza-
mos la recta AC y paralela a esta por c X
el punto B. La intersección X de es- x
ta paralela con el otro lado del ángu- b B A
lo determina el segmento buscado x. O a
Puesto que el cuarto proporcional es
único, la longitud del segmento OX fig. 13.4
no depende del ángulo elegido.

Determinación de puntos de una recta por su razón de


distancias a dos de ellos
Consideremos una recta y dos puntos A y B sobre ella. Dados los seg-
mentos m y n queremos hallar un punto X que divida al segmento AB en
segmentos proporcionales x y y tales que x/y = m/n. Podemos resolver es-
te problema fácilmente, como se aprecia en la construcción de la derecha
de la fig. 5. De la proposición que se establece entre los segmentos tenemos
n/m = y/x.

N
M n M
N
m m
A X B A B n X'
x y n a y
a N' x

fig. 13.5
118 CAPÍTULO 13. PROPORCIÓN

Si se trata de hallar un punto X 0 exterior al intervalo AB tal que x/y =


m/n podemos tomar una recta secante en A y determinar M de forma que
AM = m. Sobre B trazamos la paralela BN a AM con BN = n, como en
la construcción de la izquierda en la fig 5. Suponiendo que m > n también
tenemos que
AX 0 BX 0 AB m n
0
= 0
= ,
AX AX m
en valor absoluto y en signo. Si fuese m < n, X 0 estarı́a del lado opuesto a
B con respecto a A.

Signo de la razón de distancias


La discusión anterior sugiere la conveniencia en ocasiones de tomar en
cuenta la orientación de los segmentos cuando de razones se trata. Con-
vendremos que la razón de segmentos orientados XA/XB de un punto de
una recta a otros dos será positiva cuando X no separe los puntos A y B y
negativa en caso contrario

Definición 13.1 Cuaterna armónica. Sean A, B, X y X 0 cuatro puntos


sobre una misma recta. Diremos que los puntos X y X 0 están armónicamente
separados por A y B si se cumple1

XA X 0A
= .
XB X 0B

M Se sigue que

m AX BX
N = ,
AX 0 BX 0
n
por lo que los puntos A y B están
A X n B X' también armónicamente separados
N' por X y X 0 , esto es, la separación
armónica de dos pares de puntos es
fig. 13.6 una relación recı́proca.
1
Si se toma una unidad de medida, no es difı́cil mostrar que 1/AB = (1/AX +1/AX 0 )/2.
El segmento AB es media harmónica de los segmentos AX y AX 0
13.1. PROYECCIÓN CENTRAL DE SEGMENTOS 119

En la figura 13.6, se puede observar la construcción del cuarto armónico


0
X dados A, B y X. En dicha construcción trazamos una secante m a la
recta AB y una paralela a dicha secante por el punto B. Sobre dicha secante,
elegimos un punto M arbitrario y trazamos la recta M X que cortará a la
paralela a m por B en un punto N 0 . Sobre la semirrecta opuesta a BN 0 ,
trazamos el punto N tal que los segmentosBN 0 y BN sean congruentes. La
intersección X 0 de la recta M N con la recta AB está armónicamente separado
del punto X con respecto de A y B. De manera análoga, se puede construir
el punto X, dados A, B y X 0 .

13.1. Proyección central de segmentos


Sean r y r0 dos rectas paralelas y
O un punto exterior a ellas. Diremos r r'
que el punto A 2 r se proyecta en C'
0 0 0
C
A 2 r desde el vértice O si A es
la intersección de la recta OA con r0 . O P P'
Si los extremos del segmento AB 2 r B
se proyectan en los extremos A B 20 0
A B'
0
r desde el vértice O diremos que el A'
segmento A0 B 0 es proyección central
del segmento AB. fig. 13.7
Del triángulo OA B se sigue que OA /OA = A B /AB = OB 0 /OB. Del
0 0 0 0 0

triángulo OB 0 P 0 se sigue que OB 0 /OB = B 0 P 0 /BP = OP 0 /OP de donde


AB BP PC
= = = ...
A0 B 0 B0P 0 P 0C 0

Ejercicios.

1. Construir dos segmentos, conocidas su razón y su suma o su diferencia

2. Trazar por un punto una recta cuya razón de distancias a dos puntos
dados sea conocida.

3. Demostrar que la distancia del baricentro de un triángulo a cualquier


recta es la media aritmética de las distancias de esta a los vértices.
120 CAPÍTULO 13. PROPORCIÓN

4. Sea 4ABC un triángulo de lados a, b y c. Sea v la bisectriz del ángulo


^A. Muestre que dicha bisectriz devide al lado a en segmentos m y
n que son proporcionales a los lados b y c del triángulo. Sugerencia:
considere las proyecciones M y N de los vértices B y C sobre la otra
bisectriz del ángulo ^A.

5. Calcular la longitud del segmento interceptado en un trapecio de bases


a y b por una paralela a ellos, sabiendo que divide a los lados en la
razón m/n. Aplicación al triángulo.

6. Demostrar que las diagonales de un trapecio se dividen mutuamente en


partes proporcionales a las bases

7. El segmento interior de la paralela a las bases de un trapecio por el


punto de intersección de las diagonales es bisecado por dicho punto.
Demostrar esta afirmación y calcular la longitud de un tal segmento en
función de las bases.

8. El punto de intersección de las prolongaciones de los lados de un tra-


pecio y el de las diagonales están alineados con los puntos medios de
las bases y están armónicamente separados por ellos. Demostración.

9. Lugar geométrico de los puntos medios de los segmentos interceptados


en un triángulo por un sistema de paralelas. Caso en que los sean a uno
de los lados.

10. Sean AXBX 0 cuatro puntos separados armónicamente. Suponga que


AB/AX 0 = 1/2. Muestre que BX/AX 0 = 1/6.

11. Trazar por un punto una recta que concurra con otras dos cuyo punto
de intersección sea inaccesible.
Capı́tulo 14

Homotecias

Vamos a considerar un conjunto de transformaciones del plano en si mis-


mo que a diferencia de los movimientos del plano, en general, no conservan
la congruencia de segmentos.

Definición 14.1 Una homotecia es una transformación del plano en sı́ mis-
mo tal que

1. una recta y su imagen son paralelas.

2. las relaciones de incidencia se preservan.

Si una figura G es la imagen de una figura F en una homotecia, entonces


diremos que G es homotética a F.
Es inmediato de la definición que, en una homotecia, si dos rectas son
secantes, sus homotéticas también son rectas secantes y el punto común de
estas, es la imagen del punto común de aquellas.
Ejemplos de homotecias son

1. El movimiento identidad.

2. Las traslaciones.

3. Las simetrı́as centrales.

Se verifica, fácilmente, que estas transformaciones satisfacen las dos propie-


dades que definen una homotecia.

121
122 CAPÍTULO 14. HOMOTECIAS

fig 14.1 fig 14.2


0
Sean T una homotecia, A un punto en el plano y A , distinto de A, su imagen
en la homotecia T . Sea r la recta AA0 . Puesto que r contiene al punto A su
imagen en la homotecia es una recta paralela a la recta r que pasa por el punto
A0 . La recta r se transforma sobre sı́ misma y, de nuevo, como las relaciones
de incidencia se conservan, todo punto sobre la recta r se transforma en un
punto sobre dicha recta. En una homotecia, una recta que pase por un punto
y por su homólogo es invariante.
Sean B un punto exterior a la recta r, y t la recta AB. La imagen B 0 , del
punto B se halla sobre la paralela a la recta t por el punto A0 . Sea t0 dicha
paralela. Las rectas t y t0 no tienen puntos en común, porque son paralelas y
porque A0 es distinto de A. Todo punto sobra la recta t tendrá su homotético
sobre la recta t0 . Puede ocurrir que en la homotecia T , el segmento AB sea
congruente con el segmento A0 B 0 . Si B 0 se halla del mismo lado que B respecto
de la recta r, la homotecia es la traslación determinada por el vector AA0 .
Si B 0 se halla a distinto lado que B respecto de la recta AA0 la homotecia es
una simetrı́a central.
Supongamos que los segmentos AB y A0 B 0 no son congruentes. Entonces
las rectas r y s se cortan en digamos el punto O. O es exterior (interior) a
los segmentos AA0 y BB 0 si los puntos B y B 0 se hallan a un mismo lado
(a distinto lado) de la recta AA0 . En ningún caso, O coincide con A, A0 , B
o B 0 . Por ser las rectas r y s invariantes en la homotecia T , el punto O se
transforma sobre sı́ mismo. Por ser O invariante en la homotecia, toda recta
que pase por el punto O se transforma sobre si misma (se transforma en
su paralela por el punto O). El punto O es el único punto invariante en la
homotecia T . Si C es un punto distinto de O, su imagen C 0 se halla sobre
la recta paralela a la recta AC, por el punto A0 . De nuevo, estas rectas no
tienen punto en común, de modo que C y su imagen son puntos distintos.
Para hallar C 0 , basta determinar la intersección de la recta OC con la paralela
123

a la recta AC por el punto A0 .


Diremos que el punto O es el centro de la homotecia T y que T es una
homotecia de centro O.
Todo punto del plano es imagen de algún punto del plano en una homote-
cia y dos puntos distintos tienen imágenes distintas. Por tanto las homotecias
son biyecciones del plano en sı́ mismo.
Por lo visto en el capı́tulo c de proporciones, la razón entre los segmentos
OA0 y OA, OB 0 y OB A0 B 0 y AB son todos iguales. Esto es, existe una
constante k tal que
OA0 OB 0 A0 B 0
k= = =
OA OB AB
En una homotecia de centro O, la razón entre un segmento a0 homotético del
segmento a es constante.
A esta razón la llamaremos la razón de la homotecia.
En el caso en que un segmento y su homotético son congruentes, k = 1.
En este caso, la homotecia puede coincidir con la transformación identidad
o bien, como se mencionó antes, puede ser una traslación. Convendremos en
que si la homotecia es tal, que el centro de homotecia separa a un punto y a
su homotético, entonces la razón k es negativa1 .
Se sigue de esta discusión, que, en las figuras 14.1 y 14.2, las rectas BC
y B 0 C 0 necesariamente, son paralelas (corolario 13.1). Por las propiedades
de las proporciones, una homotecia con un punto invariante, preserva las
relaciones de orden.
Consideremos una homotecia de
centro O y razón k positiva. Sea A
un punto distinto de O y A0 su ho-
motético. O no separa a los puntos A
y A0 . Sea B un punto exterior a la
recta OA y B 0 su imagen. B’ se halla
sobre la paralela a la recta AB por el
punto A0 y por tanto del mismo la-
do que B respecto del punto O. La
semirrecta OB es invariante. fig. 14.3
Se sigue que todo punto en el semiplano determinado por la recta OA que
1
La posibilidad de k = 0, queda excluida en tanto que en este caso, la imagen de una
recta no es una recta y la transformación no es una homotecia.
124 CAPÍTULO 14. HOMOTECIAS

contiene al punto B se transforma en un punto que se halla en el mismo


semiplano. En particular, el semiplano determinado por la recta OA que
contiene al punto B es invariante.
Por otra parte y puesto que las homotecias con un punto invariante pre-
servan la noción de orden, si, como en la figura 14.3, el segmento OD es
menor que el segmento OC entonces sus homotéticos guardan la misma re-
lación de desigualdad. En la figura, C se halla a la derecha de la semirrecta
AB y su imagen se halla sobre el semiplano a la derecha de la semirrecta
imagen A0 B 0 .
Otro tanto ocurre con las homo-
tecias de razón negativa. En este ca-
so, un punto A y su homotético A0
se hallan a distinto lado del centro
de homotecia O. La semirrecta OA se
transforma en su opuesta. Un punto
como B, en la figura 1.4, distinto de
O en el semiplano a la izquierda de
la semirrecta OA se transforma en B 0
fig. 14.4 en la semirrecta opuesta a OB,
quedando ası́ de lado izquierdo de la semirrecta OA0 . En resumen, la semi-
rrecta OA se transforma en su opuesta y un semiplano que la acompaña en
el semiplano opuesto.
De nuevo, una homotecia con punto invariante preserva las relaciones de
orden. Si un punto es interior a un segmento, su homotético es interior al
segmento transformado. En particular si el punto C en la figura 1.4 está a la
derecha de la semirrecta AB su homólogo es un punto en el semiplano de la
semirrecta A0 B 0
Las homotecias con un punto invariante preservan la orientación del
plano.
Pasemos a considerar las homotecias en la cual un segmento, AB por e-
14.1. COMPOSICIÓN DE HOMOTECIAS 125

jemplo, y su homólogo A0 B 0 son con-


gruentes. Supongamos, que las rectas
AB y A0 B 0 , siendo paralelas, son dis-
tintas. El cuadrilátero AA0 B 0 B tie-
ne dos lados opuestos iguales y con-
gruentes. Es por tanto un paralelogra-
mo (teorema 7.1). Las rectas AA0 y
BB 0 son paralelas. B 0 se halla sobre
la paralela a la recta AB por el punto fig. 14.5
A0 . B 0 es el trasladado de B por el vector AA0 . Sea C un punto exterior a
ambas rectas. Para hallar su homólogo trazamos las rectas AC, BC y sus
paralelas respectivas por A0 y B 0 . El punto de intersección de estas paralelas
determina el punto C 0 . Puesto que las rectas A0 C 0 y B 0 C 0 son las trasladadas
de las rectas AC y BC por el vector AA0 , C 0 es el trasladado de C por dicho
vector. Esto ocurre para todo punto C del plano. La homotecia en cuestión
es la traslación determinada por el vector AA0 .
Puesto que en una homotecia una recta y su imagen son paralelas, los
ángulos determinados por un par de rectas secantes son congruentes con sus
homotéticos.

Definición 14.2 Si una transformación del plano en sı́ mismo preserva ángu-
los, diremos que es una transformación conforme

Los movimientos y las homotecias son transformaciones conformes.

14.1. Composición de homotecias


Si T1 y T2 son dos homotecias, su composición T transforma rectas en
sus paralelas y la noción de incidencia se preserva. La composición de dos
homotecias es una homotecia.

Conjunto de homotecias de centro O


Sea O un punto del plano. Consideremos el conjunto HO de homotecias
de centro O y razón k. Si la razón es 1 la homotecia es la transformación
identidad.
126 CAPÍTULO 14. HOMOTECIAS

Denotemos con Tk y Tk0 dos homotecias en HO de razones k y k 0 respec-


tivamente. Como el punto O es invariante en ambas transformaciones, lo es
en su composición. La composición de las homotecias es otra homotecia con
centro en O y razón kk 0 . Ası́, que el conjunto de homotecias HO es un grupo
abeliano.

Homotecias de distinto centro


Consideremos dos homotecias T1 y T2 de centros O y P , respectivamente.
Sean k1 y k2 , ambas distintas de uno, las razones de ambas homotecias.
Denotemos con T la composición T2 T1 .
Sea A, un punto exterior a la rec-
ta OP y B su imagen en la homo-
tecia T1 , OB/OA = k1 . Sea C el
homólogo de B en la homotecia T2 ,
P C/P B = k2 . La recta OP es inva-
riante en las homotecias T1 y T2 y por
tanto en su composición T . Suponga-
mos, como en la figura 14.6 que la rec-
ta CA corta a la recta OP en, diga-
fig. 14.6 mos, el punto Q. Como T es una
homotecia, la recta AC es invariante en dicha homotecia, por lo que el punto
Q también es invariante. Q es el centro de la homotecia T . Sea BR la recta
paralela a la recta AC por el punto B. En la homotecia T1 , R es la imagen
de Q, el segmento BR es la imagen del segmento AQ y BR/AQ = k1 . En la
homotecia T2 , la recta AC es la imagen de la recta BR, Q la imagen de R y el
segmento CQ es la imagen del segmento BR. Ası́, CQ/BR = k2 . Concluimos
que
CQ CQ/BR k2
k= = = = k1 k2 ,
AQ AQ/BR 1/k1
es la razón de la homotecia T . Como C es distinto de A, los segmentos QA
y QC son distintos y k 6= 1.
14.2. SEMEJANZA 127

Supongamos, como en la figura


14.7 que la recta AC no corta la recta
OP . Entonces
BO BP 1
k1 = = = ,
AO CP k2
Por lo que el producto k1 k2 = 1 y la
homotecia es la traslación determina-
da por el vector AC.
fig. 14.7
Se deja al lector analizar la composición de una traslación y una homotecia
que no sea una traslación.

Corolario 14.1 El conjunto de las homotecias es un grupo (no abeliano).

14.2. Semejanza
Definición 14.3 A la composición de un movimiento del plano, distinto de
una homotecia, y una homotecia la llamaremos semejanza.

De las propiedades de los movimientos del plano y las homotecias se despren-


de que

1. Las semejanzas respetan las propiedades orden y la incidencia.

2. Segmentos homólogos son proporcionales.

3. Ángulos homólogos son iguales.

Diremos que figuras homólogas en una semejanza son semejantes. También


diremos que una semejanza es directa si preserva la orientación del plano
e inversa en caso contrario. La razón de proporcionalidad entre segmentos
semejantes la llamaremos la razón de la semejanza.
Convenido esto, se sigue que los movimientos del plano son casos particu-
lares de semejanzas de razón unidad. El producto de dos semejanzas es otra
semejanza y el conjunto de semejanzas forman grupo.
128 CAPÍTULO 14. HOMOTECIAS

14.2.1. Triángulos homotéticos


Dos triángulos desiguales de lados respectivamente paralelos son homotéti-
cos.

fig. 14.8
Sean ABC y A B C dichos triángulos. Las rectas AA0 y BB 0 se cortan (de
0 0 0

lo contrario, serı́a AB = A0 B 0 contrario lo supuesto) en un punto O. La ho-


motecia de centro O y razón OA0 /OA transforma el vértice B en B 0 y las
rectas AC y BC en sus paralelas A0 B 0 y A0 C 0 , transformando ası́ el punto C
en C 0 . Los triángulos son homotéticos.

14.2.2. Triángulos semejantes


Dos triángulos semejantes ABC y A0 B 0 C 0 tienen por lo dicho anterior-
mente ángulos homólogos iguales

^A = ^A0 ^B = ^B 0 ^C = ^C 0 (14.1)

y lados homólogos proporcionales


AB AC BC
0 0
= 0 0 = 0 0. (14.2)
AB AC BC
Llevemos, por ejemplo, sobre la semirrecta AB el segmento AB 00 = A0 B 0 y
tracemos por B 00 la paralela B 00 C 00 al lado BC. El triángulo AB 00 C 00 ası́ ob-
tenido es homotético al triángulo ABC. Por ser sus ángulos iguales a los de
14.2. SEMEJANZA 129

este, son también iguales a los del


triángulo A0 B 0 C 0 y como AB 00 = A0 B 0
los triángulos AB 00 C 00 y A0 B 0 C 0 son
congruentes, esto es, homólogos en un
movimiento, lo que demuestra la se-
mejanza.
Para establecer la semejanza en-
tre dos triángulo no hace falta verifi-
car todas las condiciones dadas por la
relaciones 14.1 y 14.2. fig. 14.9

1. Si son iguales los ángulos ^A y ^A0 y proporcionales los lados que lo


forman, AB/A0 B 0 = AC/A0 C 0 los triángulos son semejantes
Igual que antes, llevemos el segmento A0 B 0 sobre el segmento AB para
determinar el punto B 00 y tracemos por él la paralela a BC. El movi-
miento que lleva al segmento A0 B 0 sobre AB llevará el segmento A0 C 0
sobre AC porque los ángulos ^A y ^A0 son iguales. Por construcción,
el segmento AC 00 es cuarto proporcional de los segmentos AB AB 00 y
AC, esto es
AB AC
=
AB 00 AC 00
También, AB/AB = AB/A B = AC/A0 C 0 de donde se sigue que AC 0
00 0 0

y AC 00 son congruentes.

Corolario 14.2 Dos triángulos rectángulos con catetos proporcionales


son semejantes.

2. Si son iguales los ángulos ^A = ^A0 ^B = ^B 0 los triángulos son


semejantes.
Repitiendo la construcción anterior tendremos en los triángulos A0 B 0 C 0
y AB 00 C 00 ^A = ^A0 ^B 00 = ^B 0 (= ^B) y AB 00 = A0 B 0 , lo que prueba
su congruencia.

Corolario 14.3 Dos triángulos rectángulos con un ángulo agudo igual


son semejantes.

3. Si los tres lados AB, AC y BC de uno de los triángulos son proporcio-


nales a los del otro A0 B 0 , A0 C 0 , B 0 C 0 , los triángulos son semejantes.
130 CAPÍTULO 14. HOMOTECIAS

En efecto, construyendo el triángulo AB 00 C 00 tendremos


AB AC BC AB AC BC
0 0
= 0 0 = 0 0 y por construcción 00
= 0 00 = 00 00 .
AB AC BC AB AC B C
Puesto que A0 B 0 = AB 00 se sigue que A0 C 0 = A0 C 00 y que B 0 C 0 = B 00 C 00
y los triángulos A0 B 0 C 0 y AB 00 C 00 son congruentes.

Cualquiera de estos criterios per-


B'
mite construir sobre un segmentos da-
C' do A0 B 0 un triángulo semejante a otro
C dado ABC de manera que A0 B 0 y AB
sean homólogos. El segundo criterio
A' C' es el más sencillo, pues según este,
basta transportar los ángulos ^A y
A B ^B sobre A0 y B 0 . Estos ángulos se
llevarán sobre un semiplano u otro
fig. 14.10 según se desee conservar o no el sen-
tido del plano. Fijada la clase de semejanza que se desea, la solución es única.

14.2.3. Centro de giro y de homotecia.

Sean AB y A0 B 0 dos segmentos


desiguales sobre rectas no paralelas.
Se desea hallar una semejanza con-
sistente en la composición de un gi-
ro y una homotecia de mismo centro
que transforme AB en A0 B 0 . El giro
lleva el segmento AB en un segmen-
to CD sobre una recta paralela a la
recta A0 B 0 . La homotecia, con mismo
fig. 14.11 centro, lleva el segmento CD sobre
0 0
A B . El centro común de giro y homotecia O debe ser tal que los triángulos
4OAB y 4OA0 B 0 tengan sus ángulos ^BAO, ^B 0 A0 O y ^ABO, ^A0 B 0 O,
respectivamente, congruentes. Sea E el punto de intersección de las rectas AB
y A0 B 0 . En la figura, los ángulos ^OA0 E y ^OAE deben ser suplementarios,
por lo que los puntos OAEA0 deben ser concı́clicos. De manera análoga en
la figura, los ángulos ^OBE y ^OB 0 E han de ser congruentes, por lo que
14.2. SEMEJANZA 131

los cuatro puntos OBEB 0 deben ser concı́clicos. El centro O se halla sobre
la otra intersección de las circunferencias que pasan por los puntos AEA0 y
BEB 0 . Al punto O se le llama centro de similitud .

Ejercicios.

1. Sean O un punto en el plano, k una constante distinta de cero y ~v


un vector. La composición T~v Tk de la homotecia con centro en O y
razón k con la traslación determinada por el vector ~v es una homotecia.
Determine su centro.

2. Determinar gráficamente los lados de un triángulo de perı́metro dado,


semejante a un triángulo dado.

3. Sean O un punto en el plano, k una constante distinta de cero y ~v un


1/k
vector en el plano. Hallar el centro de homotecia O0 tal que TOk TO0
coincida con la traslación determinada por ~v .

4. Inscribir un cuadrado en un triángulo de forma tal que uno de los lados


del cuadrado esté contenido en el lado mayor del triángulo.

5. Demostrar que el paralelogramo obtenido de unir los puntos medios de


un cuadrilátero cualquiera es homotético a aquel que se obtiene de tra-
zar por los extremos de las diagonales, paralelas a la otra. Determinar
el centro de la homotecia.
132 CAPÍTULO 14. HOMOTECIAS
Capı́tulo 15

Homotecia entre
circunferencias

La figura homotética a una circunferencia es otra circunferencia puesto


que a puntos equidistantes de un centro le corresponden puntos equidistantes
al centro correspondiente. Recı́procamente,

Teorema 15.1 Dadas dos circunferencias cualesquiera, existen dos homo-


tecias que transforma una en la otra.

Demostración: Si las circunferencias de radios r y r0 son concéntricas, las


homotecias que llevan una en la otra, tienen ambas su centro, en el centro
común de las circunferencias. Las razones de las homotecias son k = ±r/r0 .
Si las circunferencias no son concéntricas y sus radios son iguales, una
homotecia es la traslación que lleve una circunferencia en la otra. La segunda
homotecia es la simetrı́a central respecto al punto medio del segmento
determinado por los centros de las cir-
cunferencias.
Si los radios son desiguales, sean
OA y O0 A0 rectas paralelas por los
centros de las circunferencias con A
sobre una circunferencia y A0 sobre la
otra. La intersección H de las rectas
OO0 y AA0 determinan el centro de
homotecia que lleva una circunferen-
cia en la otra. Si se toma el punto B fig. 15.1

133
134 CAPÍTULO 15. HOMOTECIA ENTRE CIRCUNFERENCIAS

diametralmente opuesto al punto A


la intersección N de las rectas BA0
y OO0 determinan el otro centro de
homotecia. ⇤
Observando que
HO r NO
= = ,
HO0 r0 N O0
fig. 15.2
podemos enunciar

Teorema 15.2 Dos cı́rculos no concéntricos (de distintos radios) son ho-
motéticos respecto de dos centros de homotecia armónicamente separados por
los centros de las circunferencias.

Esto no sólo prueba que la cuaterna OO0 HN es armónica, sino también que
la posición de los puntos H y N sólo depende de los radios r y r0 y de las
posiciones de O y O0 , pero no del punto A elegido. La homotecia con centro
H es de razón positiva y la de centro N de razón negativa.

Como aplicación a la homotecia de circunferencias, tenemos el siguiente

Teorema 15.3 La circunferencia


que pasa por los puntos medios de un
triángulo y la circunferencia circuns-
crita al triángulo son homólogas en
la homotecia que tiene al baricentro
como centro de homotecia y de razón
1/2.
En efecto, recordemos que el segmen-
fig. 15.3 to de mediana comprendido entre el
baricentro y el punto medio del lado que interseca es un tercio de la longitud
de la mediana. Por tanto, la homotecia de razón 1/2 cuyo centro sea el
baricentro, transforma los vértices del triángulo en los puntos medios de los
lados opuestos y la circunferencia circunscrita en la que pasa por estos puntos
medios.
15.1. EJES DE HOMOTECIA 135

Dicha circunferencia es la circunferencia de Feuerbach (§ 11.9) relativa al


triángulo dado. Es inmediato que el centro de la circunferencia de Feuerbach
se halla sobre la recta de Euler del triángulo.

15.1. Ejes de Homotecia


Sean c1 , c2 y c3 tres circunferen-
cias dadas. El producto de las dos
homotecias que transforman sucesiva-
mente c1 en c2 y c2 en c3 será una
homotecia que transforma c1 en c3 y
tendrá su centro alineado con los de
aquellas. Como el producto de homo-
tecias de razón positiva (negativa) es
otra homotecia de razón positiva re-
sulta: fig. 15.4
Los tres centros de razón positiva están alineados y cada una de ellos alineado
además con dos centros de homotecia de razón negativa. En consecuencia: los
seis centros de homotecia de tres circunferencias están alineados tres a tres 1 .
A las cuatro rectas, cada una de las cuales contiene tres centros de ho-
motecia los llamaremos ejes de homotecia de las tres circunferencias.

Ejercicios.

1. Sean c una circunferencia de centro O y N un punto sobre c. Sea O0 un


punto sobre la recta ON , exterior a la circunferencia c. Construya la
circunferencia c0 homotética a c en la homotecia de centro N que lleva
el punto O en O0 .

2. Conocidos el centro O de una circunferencia c y los centros de homotecia


positiva y negativa H y N , determine el centro O0 de la circunferencia
homotética de c.

3. Considere dos circunferencias de radios desiguales, como en la figura


15.1. Construya el centro de homotecia H de razón positiva. Construya
1
D’Alambert, 1717-1783.
136 CAPÍTULO 15. HOMOTECIA ENTRE CIRCUNFERENCIAS

una tangente exterior a las circunferencias. Construya una tangente


interior a las circunferencias.

4. Sea 4ABC un triángulo y H su ortocentro. Sea s la circunferencia con


centro en H que pasa por el punto A. Muestre que la tangente a la
circunferencia s por el punto A es paralela al lado a del triángulo.

5. Muestre que el centro de la circunferencia de Feuerbach equidista del


ortocentro y del circuncentro.

6. Considere un triángulo cualquiera 4ABC. Sea Va la intersección de la


bisectriz del ángulo ^A con el lado BC. Muestre que la circunferencia
tangente a la recta BC en el punto Va que pasa por el punto A, es
tangente a la circunferencia circunscrita al triángulo en el punto A.

7. Muestre que la tangente a la circunferencia de Feuerbach en el punto


medio de un lado es paralela a la tangente a la circunferencia circuns-
crita en el vértice opuesto.

8. Sean a y b dos semirrectas de origen común O y sea P un punto interior


al ángulo ^aOb. Determine las circunferencias tangentes a las rectas a
y b que pasan por el punto O.

9. Sean c y c0 dos circunferencias exteriores de radios desiguales. Si s es


una circunferencia tangente exterior a c y c0 muestre que los dos puntos
de contacto de s con c y c0 están alineados con el centro de homotecia
positiva H que lleva c en c0 .

10. Sean c y c0 dos circunferencias exteriores. Sea s una circunferencia tal


que, c es tangente exterior a s y c0 es tangente interior a s. Muestre que
los puntos de contacto de las circunferencia s con c y c0 están alineados
con el centro de homotecia negativa N que envı́a a c en c0 .

11. Los ejercicios 9 y 10 permiten resolver el siguiente problema. Dadas dos


circunferencias exteriores, de radios desiguales, y un punto sobre una
de ellas, hallar las circunferencias que son tangentes a las dadas y que
pasen por el punto dado.
Capı́tulo 16

Teorema de Pitágoras

Hemos visto que la razón de segmentos es igual a la de sus medidas


tomadas con una misma unidad. Toda proporción entre segmentos puede
interpretarse como proporción entre sus medidas. Habiendo elegido (arbitra-
riamente) una unidad, a todo segmento le corresponde el número real de su
medida con respecto a dicha unidad. En lo que sigue, supondremos que hemos
fijado una unidad y entenderemos la expresión AB · CD como el producto
de las medidas de dichos segmento respecto a la unidad elegida.

16.1. Semejanza y productos


Consideremos un triángulo ABC rectángulo, con ángulo recto en C. Sea
H el pie de la altura del vértice C. Los triángulos rectángulos 4ABC y
4ACH comparten un ángulo y son semejantes. De la semejanza de dichos
triángulos se sigue por ejemplo que

AH/AC = AC/AB.

De aquı́ que podamos escribir

AH · AB = (AC)2 . (16.1)

Diremos que el segmento AC es me-


dia geométrica (o media proporcio-
nal) entre los segmentos AH y AB. fig. 16.1
Esta definición nos permite afirmar que

137
138 CAPÍTULO 16. TEOREMA DE PITÁGORAS

En un triángulo rectángulo, un cateto es media geométrica de la hipote-


nusa y su proyección sobre ella.
De modo que también se verifica

HB · AB = (BC)2 (16.2)

Teorema 16.1 (Pitágoras) El cuadrado de la longitud de la hipotenusa de


un triángulo rectángulo es igual a la de las longitudes al cuadrado de los
catetos sumadas1 .

Demostración: Sumando las dos ecuaciones anteriores obtenemos

AH · AB + HB · AB = (AH + HB) · AB = (AB)2 = (AC)2 + (BC)2 .


Por otra parte, se observa que los triángulos 4ACH y 4CBH son semejan-
tes. De la semejanza de estos triángulos se desprende el siguiente

Teorema 16.2 La altura sobre la hipotenusa de un triángulo rectángulo es


media proporcional entre los segmentos en que aquella divide a esta.

Demostración: Consideremos las razones que se dan entre los catetos de


ambos triángulos:
HA HC
= de donde HA · HB = (HC)2 . (16.3)
HC HB

El recı́proco también es cierto: Si la altura de un triángulo verifica la ecuación
(16.3) entonces el triángulo es rectángulo.
En efecto, (16.3) prueba que el los triángulos 4ACH y 4CBH son se-
mejantes y
\ACH = \CBH = ⇡/2 \HCB
de donde \ACB = \ACH + \HCB = ⇡/2.

1
Pitágoras de Samos 530 A.D.
16.2. CONSTRUCCIONES DE MEDIAS GEOMÉTRICAS 139

16.2. Construcciones de medias geométricas


Los teoremas anteriores permiten la construcción de la media geométrica
x proporcional a dos segmentos a y b dados. En la figura de la izquierda se
ha construido el segmento AB =
a + b, la semicircunferencia ACB de a  
diámetro AB y el punto H tal que C     b   C  
AH = a. La altura del triángulo es      
x  
x  
el segmento buscado. En la figura de   A    H   B  
la derecha, sea ha construido el seg- A   H   B  
    b    
mento AB = b, la semicircunferencia   a     b    
a    
   
con dicho diámetro y el punto H de  
forma tal que AH = a. El cateto AC,
cuya proyección es el segmento a, es fig. 16.2
el segmento buscado.

16.3. Generalización del teorema de Pitágo-


ras
Sea 4ABC un triángulo tal que la
altura H del vértice B se halle entre
los vértices A y C. El ángulo ^ABC
es mayor que el ángulo ^ABH y por
tanto el ángulo en C es agudo Sean n
y m las proyecciones de los lados a y c
sobre el lado b del triángulo, respecti-
vamente. b es entonces, la suma de n
y m. Usando el teorema de Pitágoras
repetidas veces, se tiene fig. 16.3
c2 = (HB)2 + m2 = a2 n2 + (b n)2 = a2 + b2 2 b n.

Supongamos ahora, por el contrario, que la altura H se halla a distinto


lado que el vértice A respecto de C. En esta caso, se tiene que b es la diferencia
entre m y n.
c2 = (HB)2 + m2 = a2 n2 + (b + n)2 = a2 + b2 + 2 b n.
140 CAPÍTULO 16. TEOREMA DE PITÁGORAS

Se concluye que, en todo triángu-


lo, cualquiera de sus ángulos internos
será menor, igual o mayor que uno
recto si el cuadrado del lado opuesto
a dicho ángulo, es menor, igual o ma-
yor que la suma de los cuadrados de
los otros dos lados.

fig. 16.4

16.3.1. Suma y diferencia de los cuadrados de los lados


de un triángulo
Apliquemos el teorema anterior para expresar los cuadrados de dos lados
a y b (a > b) de un triángulo ABC en función de la mitad del tercer lado y
de la mediana correspondiente mc . En
C   el triángulo M BC tendremos
 
a2 = (c/2)2 + m2c + 2 c/2 M H.
b   a  
m   Análogamente, en el triángulo AM C
  c    
    tendremos
A   H   M   c   B  
          b2 = (c/2)2 + m2c 2 c/2 M H.

fig. 16.5 Sumando obtenemos


⇣ c ⌘2
a2 + b 2 = 2 + 2 m2c (16.4)
2
y restando
c
a2 b2 = MH (16.5)
2
Las ecuaciones (16.4) y (16.5) nos permiten hacer el siguiente análisis. Su-
pongamos los puntos A y B fijos. Podemos

1. Hallar el lugar geométrico de puntos en el plano cuyas distancias al


cuadrado a los puntos A y B sumadas, es constante.
Apéndice. TOREMA DE PTOLOMEO 141

Puesto que la longitud AB = c es fija, la ecuación (16.4) nos dice


que dicho lugar geométrico es la circunferencia cuyo centro es el punto
medio del segmento AB y para que tal lugar exista es necesario y
suficiente que a2 + b2 > c2 /2 = (AB)2 /2

2. Hallar el lugar geométrico de puntos en el plano cuyas distancias al


cuadrado a los puntos A y B restadas, es constante.
En este caso la ecuación (16.5) nos dice que los puntos que satisfacen la
condición han de tener la misma proyección H sobre el segmento AC.
El lugar geométrico resulta ser una recta perpendicular a la recta AB.

Apéndice. Teorema de Ptolomeo


Teorema 16.3 Sea ABCD un cuadrilátero convexo inscrito en una circun-
ferencia. Entonces el producto de las diagonales es igual a la suma de los
productos de los lados opuestos del cuadrilátero2 .

Demostración:
Sea M sobre la diagonal AC tal
que el ángulo ^ABM sea congruen-
te con el ángulo ^DBC. Puesto que
los ángulos ^BAC y ^BDC son con-
gruentes, los triángulos 4BAM y
4BDC son semejantes. Por otra par-
te, el punto M es tal que los ángulos
^ABD y ^M BC son congruentes.
Como los ángulos ^BCA y ^BDA
son congruentes, los trián- fig. 16.6
gulos 4BCM y 4BDA son semejantes.
De la semejanza de los dos primeros triángulos, 4BAM y 4BDC, se
tiene
AM DC
= ;
AB DB
AM · BD = AB · DC. (16.6)
2
Claudius Ptolemy (85-165). Uno de los más influyentes matemáticos y astrónomos
griegos. Su teorı́a heliocéntrica prevaleció durante 1400 años.
142 CAPÍTULO 16. TEOREMA DE PITÁGORAS

De la semejanza del segundo par de triángulos, 4BCM y 4BDA,


MC AD
= ;
BC BD
M C · BD = BC · AD. (16.7)
Sumando las ecuaciones (1) y (2) se obtiene,
AC · BD = AB · DC + AD · BC,
que es lo que se querı́a demostrar. ⇤

Seno de un ángulo
Definición 16.1 Sean 4ABC un triángulo y s la circunferencia circunscrita
al triángulo. El seno3 de uno de los ángulos internos del triángulo es la medida
del lado opuesto a dicho ángulo respecto del diámetro de la circunferencia.
En la figura, sea s la circunferen-
cia circunscrita al 4ABC. Si el punto
D sobre s es tal que el segmento CD
es diámetro de s y denotamos con ↵
el ángulo ^BACentonces
BC
sen ↵ =
CD
Si convenimos en elegir como unidad
fig. 16.7 de medida al segmento CD, la expre-
sión anterior se simplifica en sen ↵ = BC 4 . Observamos que esta definición
no depende donde se halla el punto A sobre el arco BDC, puesto que dicho
arco está contenido en el arco capaz del ángulo ↵ respecto del segmento BC
(§ 5.5, § 10.3). Esta definición vale para ángulos comprendidos entre 0 y uno
llano (que denotaremos con ⇡).

Se sigue de la definición que los ángulos ↵ y su suplementario, tienen


el mismo seno, esto es
sen ↵ = sen(⇡ ↵).
3
Gerardo de Cremona (1114 – 1187) en el año de 1150 acuñó el uso de esta palabra.
4
En lo que sigue, seguiremos esta convención.
Apéndice. TOREMA DE PTOLOMEO 143

El seno de un ángulo recto (^DAC en la figura) es igual a la medida


del diámetro CD = 1. Por tanto,
sen(⇡/2) = 1.

Para complementar la definición del seno de un ángulo convendremos en


prestar atención a la orientación de los ángulos. Convendremos que el seno
de un ángulo sea una cantidad positiva o negativa según la orientación del
ángulo sea positiva o negativa, respectivamente. En otras palabras
sen( ↵) = sen(↵). (16.8)

Por ejemplo, en la figura 16.8, los


ángulos ^BAC y ^DAB tienen
orientación contraria. Si denotamos
con ↵ y este par de ángulos orienta-
dos y el sen(↵) es una cantidad positi-
va, entonces el sen( ) es una cantidad
negativa. En la figura 16.7, los ángu-
los ^BAC y ^DAB tienen la misma
orientación. Observamos que la orien-
tación del ^DAB depende de que el fig. 16.8
ángulo ↵ sea mayor o menor que uno recto (⇡/2).

Definición 16.2 Sea ↵ un ángulo y su complementario. Definimos el co-


seno de ↵ como el seno de
cos ↵ = sen(⇡/2 ↵). (16.9)
En las figuras 16.7 y 16.8, las cuerdas BD representan (con sus signos) el
coseno del ángulo ↵. Se sigue de la discusión anterior, que el coseno de un
ángulo será positivo o negativo según que el ángulo sea menor o mayor que
⇡/2.
Observamos que en las figuras 16.7 y 16.8, los triángulos 4BCD son
rectos. Por el teorema de Pitágoras,
(BC)2 + (DB)2 = (CD)2 = 1.
Equivalentemente,
sen2 ↵ + cos2 ↵ = 1
y esta relación es válida para cualquier ángulo ↵.
144 CAPÍTULO 16. TEOREMA DE PITÁGORAS

Seno de la suma de ángulos


Sea s una circunferencia de diáme-
tro CD, con CD la unidad de medida.
Sean A y B dos puntos sobre s, ↵ y
los ángulos ^ACD y ^DCB, respec-
tivamente. Las cuerdas AD y DB son
entonces los senos de ↵ y , respecti-
vamente. Como los triángulos 4ACD
y 4DCB son rectángulos, los ángulos
= ^CDA y = ^BDC son, res-
fig. 16.9 pectivamente, complementarios a los
ángulos ↵ y . Los senos CA y BC de los ángulos y son entonces los
cosenos de los ángulos ↵ y . La cuerda AB es el seno del ángulo ^ACB,
suma de los ángulos ↵ y .
El teorema de Ptolomeo nos dice que
AB · CD = AD · BC + DB · CA,
que, escrito en términos de senos y cosenos arroja
sen(↵ + ) = sen ↵ cos + sen cos ↵. (16.10)

Ejercicios.
1. Para el triángulo de la figura 16.5 muestre que si a = b entonces M H =
0
2. Refiriéndonos a la figura 16.5, si a2 + b2 > c2 , halle el radio de la
circunferencia cuya distancia a los puntos A y B es a2 + b2 .
3. Considere un triángulo de lados a, b y c. Sean ↵, y los ángulos
opuestos a dichos lados, respectivamente. Muestre que
a b c
= = = d,
sen ↵ sen sen
donde d es el diámetro de la circunferencia circunscrita al triángulo.
4. Use las ecuaciones (16.8), (16.9) y (16.10) para mostrar que
cos(↵ + ) = cos ↵ cos sin ↵ sin .
Sugerencia: escriba ⇡/2 (↵ + ) como (⇡/2 ↵) .
Capı́tulo 17

Potencia

17.1. Potencia de un punto respecto de una


circunferencia

Teorema 17.1 Si desde un punto


del plano se trazan secantes a una cir-
cunferencia, el producto de distancias
de dicho punto a los de intersección
de cada secante es una constante.
Demostración: Sea P el punto en
cuestión y sean A, A0 , B y B 0 los res-
pectivos puntos de intersección de dos
secantes por P . Los ángulos inscritos fig. 17.1
^BA P y ^P B A son iguales, los triángulos 4AB P y 4BA0 P son seme-
0 0 0

jantes. De la semejanza de dichos triángulos se sigue


PA PB
0
= , de donde P A · P A0 = P B · P B 0 . ⇤
PB P A0
Si el punto P es interior a la circunferencia, P separa a los puntos A A0 y B
B 0 . Convendremos, como de costumbre, que los productos de los segmentos
correspondientes es negativo.

145
146 CAPÍTULO 17. POTENCIA

A P Si P es exterior a la circunferencia y
la recta P B es tangente a la circun-
ferencia, entonces el ángulo semiins-
crito ^P BA es igual al ángulo ins-
A' B crito ^BA0 P (§ 10.1). Los triángulos
4AP B y 4BP A son semejantes
PA PB
= , (17.1)
PB P A0
fig. 17.2
de donde
P A · P A0 = P B 2 . (17.2)
El segmento P B media geométrica de los segmentos P A y P A0 y representa
pues, la raı́z cuadrada de su producto.
El recı́proco también es cierto. Si el segmento P B satisface la ecucación
17.2, entonces la ecuación 17.1 también es cierta y los triángulos 4P BA y
4BA0 P son semejantes. La recta P B es tangente a la circunferencia.

Definición 17.1 El producto constante (con su signo) de las distancias de


un punto P a los dos de intersección de toda secante que pasa por él a una
circunferencia, se llama potencia del punto P respecto a la circunferencia.

La potencia es positiva si P es
M P exterior a la circunferencia, nula si
A está sobre la circunferencia y negati-
r
d va si P es interior a la circunferencia.
Se puede obtener la potencia de un
B punto P respecto de una circunferen-
cia considerando la secante que pasa
por el centro de la circunferencia. Se
tiene
fig. 17.3

P = (d r)(d + r) = d2 r2 .

Dada una circunferencia, la potencia de un punto a dicha circunferencia per-


mite asociar a cada punto del plano, un número real.
17.2. EJE RADICAL DE DOS CIRCUNFERENCIAS 147

17.2. Eje radical de dos circunferencias

Supongamos dadas dos circunfe-


Q B rencias de radios r y r0 y un punto
A Q a distancia d y d0 de sus centros
d d'
respectivos. Si Q tiene igual poten-
O O' cia respecto de ambas circunferencias,
entonces

d2 r2 = d02 r02 (17.3)

fig. 17.4 o equivalentemente


d02 d2 = r02 r2 (17.4)
Se sigue que el lugar geométrico de los puntos del plano que tienen igual
potencia respecto de dos circunferencias es una recta perpendicular a la que
une a sus centros (§ 16.3.1). Se llama eje radical.
Si las circunferencias son exterio-
res, el eje radical pasa por los puntos B
A M
medios M y M 0 de los segmentos de
tangente común comprendidos entre
los puntos de contacto AB y A0 B 0 .
Si las circunferencias son secantes, el
eje radical es la recta que pasa por los A'
puntos de intersección A, B de poten- M'
B'
cia nula en ambos.
Si las circunferencias son tangen- fig. 17.5
tes (exterior o interiormente), su tan-
gente común es el eje radical, puesto Q
que la potencia de cualquiera de sus
puntos se medirá por el cuadrado del A
mismo segmento QA de tangente en A
ambas.
Supongamos ahora que una de las B
circunferencias es interior a la otra,
pero no concéntrica con ella. Trace-
mos una circunferencia c00 de centro fig. 17.6
148 CAPÍTULO 17. POTENCIA

O00 no alineado con los centros O y


O0 de las circunferencias dadas c y c0
y que sea secante a ambas. Los ejes
radicales AB (de c y c00 ) y DE (de c0
y c00 ) se cortan. Si fuesen paralelos,
la mediatriz de AB, lo serı́a también
de CD y pasarı́a a la por los puntos
O, O0 y O00 contrario a lo supuesto.
El punto R de intersección tiene la
fig. 17.7 misma potencia con respecto a las
circunferencias c y c0 (y también de c00 ) La perpendicular por R a la recta de
los centros OO0 es el eje radical buscado. Si las circunferencias son concéntri-
cas (con r 6= r0 ) para cualquier punto del plano tenemos que d = d0 y no
puede ocurrir que d2 d02 = r2 r02 . En este caso, no existe eje radical.

17.3. Centro radical de tres circunferencias


El punto R de la construcción an-
terior tiene igual potencia r respec-
to de c, c0 y c00 . El razonamiento que
ha servido para obtenerlo es general:
Dadas tres circunferencias cuyos cen-
tros no estén alineados, los ejes radi-
cales de c y c0 y de c y c00 se cortan
en un punto R que por pertenecer a
ambos ejes radicales está a igual po-
fig. 17.8 tencia respecto a las tres circunferen-
cias.
Si los centros de tres circunferencias no están alineados, los ejes radicales
de las mismas, tomadas dos a dos se cortan en un punto, único del plano que
tiene igual potencia respecto de las tres circunferencias y se llama centro
radical de las mismas.

17.4. Construcción de medias geométricas


La noción de potencia permite también la construcción sencilla de medias
geométricas.
17.5. POTENCIA EN PROBLEMAS DE TANGENCIA 149
Llevemos sobre una recta, a dis-
tinto lado de un punto P los segmen-
tos a y b y construyamos la circun-
ferencia cuyo diámetro es a + b. La
cuerda M N sobre la recta perpendi-
cular por P , queda dividida por dicho
punto en dos segmentos iguales y en
valor absoluto tendremos

(P M )2 = P M · P N = ab
fig. 17.9
Llevemos ahora los segmentos a un mismo lado de P y tracemos la tangen-
te P M a la circunferencia de diámetro b a (b > a). Se tendrá (P M )2 = ab.

17.5. Potencia en problemas de tangencia


Como aplicación al concepto de potencia, resolvamos el problema de cons-
truir una circunferencia tangente a una dada que pase por dos puntos dados.
Sean c la circunferencia dada, A y
B los puntos dados. Sea T el punto de
contacto de una de las circunferencias
buscadas y la circunferencia c. Sea R
el punto de intersección de la tangen-
te común que pasa por T con la recta
AB. R tiene la misma potencia res-
pecto de la circunferencia dada y la
buscada. Hallado el punto R, basta
trazar las tangentes a la circunferen- fig. 17.10
cia c por dicho punto puesto que los de contacto de estas tangentes con la
circunferencia c serán también los puntos de contacto con las circunferencias
buscadas. Para hallar el punto R podemos trazar una circunferencia cual-
quiera que pase por los puntos A y B y que sea secante a la circunferencia
dada en los puntos, pongamos, P y Q. El punto R de intersección de las rec-
tas AB y P Q es el punto buscado por ser centro radical de la circunferencia
dada, la construida y la buscada.
150 CAPÍTULO 17. POTENCIA

Ejercicios.

1. Considere dos circunferencias tangentes exteriores. Sea C su punto de


tangencia. Sea AB uno de los segmentos de tangente común comprendi-
dos entre los puntos de contacto A y B. Demuestre que la recta que une
el punto medio de este segmento con el de tangencia C es perpendicular
a la recta que une a los centros de las circunferencias dadas.

2. Usando el hecho que los ejes radicales de tres circunferencias toma-


das a pares se cortan en un mismo punto, trace el eje radical de dos
circunferencias exteriores.

3. Sean c y c0 dos circunferencias de centros O y O0 y sea r su eje radical.


Sea A un punto sobre c y AQ la recta tangente a c con Q sobre el eje
radical.

a) trace una recta que pase por Q y sea tangente a c0 . Sea B el punto
de tangencia; diga por qué los segmentos QA y QB son iguales.
b) Suponga que las rectas OA y O0 B se cortan en C. Demuestre que
los segmentos AC y BC son iguales.

4. Sean c y s dos circunferencias, A un punto sobre c y B un punto sobre


s. Considere la circunferencia
tangente a s y c en los puntos
dados y muestre que si las tan-
gentes comunes en dichos pun-
tos se cortan, lo hacen sobre el
eje radical r de las circunferen-
cias s y c.

fig. 17.11

5. Dadas dos circunferencias c y c0 y A un punto sobre c; halle una cir-


cunferencia tangente a c en A y tangente a c0 .

6. Dada una recta y dos puntos, trazar una circunferencia tangente a dicha
recta y que pase por dichos puntos.
Capı́tulo 18

Cuaternas armónicas

Vamos a considerar algunas propiedades de las bisectrices de un ángulo


y su relación con las cuaternas de puntos armónicas.

18.1. Propiedades de las bisectrices


Teorema 18.1 Sean a y b dos rectas secantes en M y sean c y d las bisec-
trices de los ángulos determinados por dichas rectas. Sea m una recta secante
en A, B, C y D a las rectas b, a, d y c, respectivamente. Los puntos ABCD
forman una cuaterna armónica.

Sea e la paralela a la recta c por


el punto C. Sean N y N 0 las intersec-
ciones de las rectas b e y a b, respec-
tivamente. El triángulo 4M N N 0 es
iscósceles y los segmentos CN y CN 0
congruentes. Entonces,

AC NC CN 0 BC
= = = ;
AD MD MD BD
fig. 18.1
de donde
AC AD
= .
BC BD
Los cuatro puntos ABCD forman una cuaterna armónica ⇤.
Como el triángulo CM D es rectángulo en M , este punto se halla sobre la

151
152 CAPÍTULO 18. CUATERNAS ARMÓNICAS

circunferencia de diámetro CD
Teorema 18.2 Recı́procamente, sean ABCD una cuaterna armónica y M
un punto tal que el ángulo ^CM D sea recto. Entonces, las rectas M C y M D
son bisectrices interior y exterior del ángulo ^AM B, respectivamente.
Demostración: Sea N el punto de intersección de la recta M A con la
paralela por el punto C a la recta M D y N 0 la intersección de dicha paralela
con la recta M B
NC AC BC CN 0
= = =
MD AD BD MD
y por tanto, CN = CN 0 , los segmentos CN y CN 0 son congruentes. La
recta M C es perpendicular a la recta N N 0 , los puntos N y N 0 son simétricos
respecto a la recta M C, por lo que dicha recta es bisectriz del ángulo ^AM B.
La recta M D es bisectriz exterior a dicho ángulo. ⇤
De estos dos teoremas se desprende que cuatro puntos ABCD forman
una cuaterna armónica si y sólo si al elegir un punto arbitrario M sobre la
circunferencia CD, las rectas M C y M D son las bisctrices de las rectas M A
y M B.
Corolario 18.1 En todo triángulo, las bisectrices de uno de sus ángulos cor-
tan al lado opuesto a dicho ángulo en puntos separados armónicamente por
el par de vértices sobre dicho lado.
Sea P la intersección de la paralela por el punto A al lado M B. Puesto que
los puntos ABCD forman una cuaterna armónica, la recta P C corta a la
recta M B en un punto M 0 simétrico de M respecto de B y se tiene
PA PA AC
= 0
= .
MB BM CB
Pero el triángulo 4P AM es isósceles,
con P A = M A, por lo cual
MA AC
= .
MB CB
En todo triángulo 4M AB la bisec-
triz interna del ángulo en M divide
al lado opuesto AB en dos segmentos
cuya razón es igual a la razón entre
fig. 18.2 los lados que forman dicho ángulo.
18.2. CONSTRUCCIÓN DE CUATERNAS ARMÓNICAS 153

Como AC/CB = AD/BD entonces

M A/M B = AD/BD,

por lo que también conluimos que


En todo triángulo 4M AB la bisectriz externa del ángulo en M divide
externamente al lado opuesto AB en dos segmentos cuya razón es igual a la
razón entre los lados que forman dicho ángulo.

Corolario 18.2 El lugar geométrico


de los puntos cuya razón de distan-
cias a dos puntos dados es constante,
es una circunferencia.
En efecto, sean C y D dos puntos fi-
jos y B un punto interior al segmento
CD tal que la razón CB/BD sea la
razón dada. Sea A el cuarto armónico
de los puntos C, B y D. Hemos visto fig. 18.3
que la circunferencia de diámetro AB es el lugar geométrico de los puntos
M tales que las rectas AM y BM son las bisectrices del ángulo ^CM D. La
razón de las distancias M C y M D es igual a la razón CB/BD.

18.2. Construcción de cuaternas armónicas


Estas consideraciones permiten
hacer la siguiente construcción. Da-
M
 


dos los puntos A, B y C sobre una
misma recta, tomemos un punto M
en el plano, tal que el triángulo A G’
 


G

4AM B es recto en M . Tracemos la
D B
recta CM y construyamos el punto D
como intersección de la recta simétri- A
 

 O
 

 C
 

 B
 

 D
 


ca a M C respecto a la recta M B. Los
puntos A, B, C y D forman una cua- fig. 18.4
terna armónica. De manera similar, si nos dan los puntos A, B y D podemos
construir el cuarto armónico C.
154 CAPÍTULO 18. CUATERNAS ARMÓNICAS

En esta construcción, sea O el punto medio del segmento AB. De los


triángulos 4OM B y 4OM D (véase la figura 18.3) se deduce que ^ =
^ +^ por ser ^ exterior al triángulo 4BM D. También ^↵+^ = ^ por
ser el triángulo 4OM B isósceles. Concluimos que ^↵ = ^ y los triángulos
4ODM y 4OM C son semejantes. Ası́
OC OM
= , OC · OD = (OM )2 = (OA)2 .
OM OD
El recı́proco también es cierto: Supongamos que los puntos A, O, C, B
y D están alineados en este orden, que O es punto medio del segmento AB
y supongamos que (OA)2 = OC · OD, entonces los puntos A, B, C y D
forman una cuaterna armónica. En efecto, sea M exterior a la recta AD
tal que el ángulo ^AM B es recto. Se sigue que OA/OC = OM/OC =
OD/OA = OD/OM y los triángulos 4OCM y 4ODM son semejantes, por
compartir el ángulo BOD. En particular, los ángulos ^↵ y ^ son iguales y
^ = ^↵+^ = ^ +^ 0 , por lo que ^ = ^ 0 de modo que las rectas M B
y M A son la bisectriz interior y exterior del ángulo ^CM D respectivamente.
Por todo esto, podemos enunciar:

Teorema 18.3 Dos puntos A y B están armónicamente separados por C y


D si y sólo si la mitad del segmento determinado por uno de estos pares es
media geométrica entre las distancias de este punto al otro par.

Este teorema nos permite cons-


truir cuaternas armónicas, constru-
M
 

 yendo terceras proporcionales. En la
figura 18.4, el punto D, conjugado
armónico, puede determinarse como
se indica en dicha figura. Levantamos
A
 

 O
 

 C
 

 B
 

 D
 

 la perpendicular por C hasta cortar
con la circunferencia de diámetro AB
en M . El punto D queda determina-
fig. 18.5 do por la intersección de la tangente
en M y la recta AB. Por lo visto en el capı́tulo sobre el teorema de Pitágoras
(§ 16.1), se tiene
OC · OD = (OM )2 = (OA)2 .
Observamos que la potencia de O respecto de la circunferencia de diámetro
CD es OM 2 .
18.3. CIRCUNFERENCIAS ORTOGONALES 155

18.3. Circunferencias ortogonales


Definición 18.1 Dos circunferen-
cias se llaman ortogonales cuando se
cortan de tal modo que las tangentes
en cada uno de los puntos de in-
d tersección son perpendiculares entre
O O' sı́.
r r'
La simetrı́a de ambas circunferencias
respecto de la recta que une los cen-
tros indica que esta condición se veri-
fig. 18.6 fica simultáneamente para ambos
puntos de intersección. Dos circunferencias ortogonales cumplen las siguientes
condiciones, y recı́procamente, si las cumplen, son ortogonales:

1. Los radios de una y otra circunferencia correspondientes a cada punto


de intersección son perpendiculares entre sı́. Equivalentemente, la tan-
gente a cada circunferencia en cada punto de intersección pasa por el
el centro de la otra. El centro de cada una debe ser exterior a la otra.
2. Si d es la distancia entre los centros y r y r0 son los radios, se verifi-
ca d2 = r2 + r02 . Esta relación sólo se cumple cuando es rectángulo el
triángulo formado por los dos centros y uno de los puntos de intersec-
ción.
3. La potencia del centro de cada circunferencia respecto de la otra es el
cuadrado de su propio radio. Si d2 = r2 + r02 entonces d2 r02 = r2
y también, d2 r2 = r02 . Recı́procamente, si se verifica cualquiera de
estas dos últimas relaciones entonces también se cumple 2.

18.3.1. Cuaternas armónicas determinadas por dos cir-


cunferencias ortogonales
De la discusión previa se deduce que

Teorema 18.4 Si una recta corta a dos circunferencias ortogonales y pasa


por el centro O de una de el las, las intersecciones forman una cuaterna
armónica.
156 CAPÍTULO 18. CUATERNAS ARMÓNICAS

Demostración: En efecto, como


las circunferencias son ortogonales, la
potencia de dicho centro O respecto
M de la circunferencia O0 es (OM )2 =
A C B D OP · OQ. Como O es punto medio de
O O' M N se deduce que M , N , P y Q
P
N forman una cuaterna armónica (teo-
Q
rema 18.3). ⇤
.
fig. 18.7

Teorema 18.5 El recı́proco también es cierto. Toda circunferencia que pasa


por dos puntos P y Q, armónicamente separados por otros dos M y N es
ortogonal a la circunferencia de diámetro M N .

Corolario 18.3 Los diámetros alineados AB y CD de dos circunferencias


ortogonales se dividen armónicamente.

18.4. Haz de circunferencias


Hemos aprendido a determinar el eje radical de dos circunferencias da-
das. Nos proponemos a continuación encontrar todas las circunferencias que
comparten con una dada una recta como eje radical. A este conjunto de
circunferencias (incluyendo a la circunferencia dada) lo llamaremos haz de
circunferencias.
Sea c una circunferencia y r una recta. Sea d la recta perpendicular a r
por el centro de la circunferencia c.
Q r Q
A
c c
P
d d

B
r
fig 18.8 fig 18.9
Si r corta a c, todas las circunferencias que pasan por los puntos A y B de
18.4. HAZ DE CIRCUNFERENCIAS 157

intersección cumplirán la condición deseada. Todo punto de d es centro de


una de tales circunferencias. Por cada punto Q exterior a r pasa una y sólo
una circunferencia del haz, aquella que pasa por los puntos A, B y Q.
Si r es tangente a c en P , toda otra circunferencia tangente a r en dicho
punto es circunferencia del haz. Por tanto, todos los puntos de la recta d
perpendicular a r por el centro de c, salvo P , son centros de circunferencias
del haz. Por un punto Q exterior a r pasa una única circunferencia del haz,
aquella cuyo centro esta en la intersección de la mediatriz del segmento P Q
y la recta d.
Supongamos que r es exterior a c.
Igual que antes sea d la recta perpen-
dicular a r por el centro de c y P la
intersección de esta recta con r. Toda
circunferencia del haz tendrá su cen-
tro sobre la recta d y la potencia de
P con respecto dichas circunferencias
debe ser la misma que tiene P respec-
to de c. Para conseguir una de estas
circunferencias, tracemos la circunfe- fig. 18.10
rencia con centro en P y ortogonal a c. Toda otra circunferencia que tenga
centro en d y sea ortogonal a satisface la propiedad requerida. Recı́proca-
mente toda circunferencia del haz es ortogonal a s (véase 18.3.3). Los centros
de la circunferencias del haz son los puntos de la recta d exteriores al diáme-
tro M N de . Los puntos M y N se llaman polos del haz. Igualmente, por
cada punto Q exterior a r pasa una única circunferencia del haz. Para ob-
tenerla, se halla el punto Q0 armónicamente separado de Q respecto de los
extremos del diámetro alineado con P Q en s. El centro de la circunferencia
se halla en la intersección de la mediatriz del segmento QQ0 y la recta d.

18.4.1. Haces ortogonales


Observemos que todos los puntos del eje radical de un haz de circunferen-
cias tienen igual potencia respecto de todas las circunferencias. Si desde un
punto O de dicho eje exterior a todas ellas trazamos tangentes a las mismas,
todos los segmentos de dichas tangentes comprendidas entre O y los puntos
de contacto son iguales, esto es, son radios de una circunferencia con centro en
O ortogonal a todas las circunferencias del haz. Esto demuestra el siguiente
158 CAPÍTULO 18. CUATERNAS ARMÓNICAS

O O

d
d

r
r

fig 18.11 fig 18.12

Teorema 18.6 Sea H un haz de cir- O


cunferencias. Todo punto del eje ra-
dical de H, exterior a todas las cir-
cunferencias del haz, es centro de una
circunferencia ortogonal a todas ellas. d
A su vez, cada circunferencia de H es
ortogonal a todas las circunferencias r
ası́ construidas y, por consiguiente, la
potencia de su centro respecto de to- fig. 18.13
das ellas es la misma. La recta d de los centros de H es eje radical común a
todas las circunferencias ortogonales.

Ejercicios.

1. Construir un triángulo conocidos el ángulo ^A, el lado BC y la razón


de los lados AB/BC.

2. Sean c una circunferencia, P y Q dos puntos donde P no esta sobre c.


Hallar la circunferencia ortogonal a c que pasa por P y Q.

3. Dados dos puntos distintos, A y B ¿cuál es el lugar geométrico de los


punots cuya razón de distancias a los puntos A y B es igual a uno?
Capı́tulo 19

Inversión en el plano

Definición 19.1 Sea O un punto en el plano y p una constante distinta


de cero. Consideremos la transformación T que a cada punto A del plano,
distinto de O, le hace corresponder otro A0 = T (A), sobre la recta OA y que
verifique OA · OA0 = p. A T la llamaremos la inversión respecto de O y de
potencia p. Al punto O lo llamaremos el centro de la inversión.

fig 19.1 fig 19.2


0
Es inmediato de la definición que T (A ) = A, de modo que T es una involución
en el conjunto de puntos del plano diferentes de O y es una biyección en dicho
conjunto. Diremos que los puntos A y A0 son puntos inversamente simétricos.
Todo punto sobre la recta OA, distinto de O, tiene su imagen sobre dicha
recta. Se sigue que la recta OA es invariante en la inversión T y en conse-
cuencia, que toda recta que pasa por el centro de inversión es invariante en
dicha inversión.
p
Todo punto sobre la circunferencia k de centro en O y radio |p| se
transforma en un punto sobre dicha circunferencia. A la circunferencia k la

159
160 CAPÍTULO 19. INVERSIÓN EN EL PLANO

llamaremos la circunferencia de inversión. Todo punto interior (exterior) a


ella se transforma en otro que es interior (exterior) a la circunferencia de
inversión.
Sea B un punto exterior a la recta OA. Por lo visto en el capı́tulo 17,
para hallar su transformado B 0 es suficiente determinar dicho punto, sobre
la intersección de la recta OB y la circunferencia que pasa por los puntos A,
A0 y B.

fig 19.3 fig 19.4


En efecto, sea c una circunferencia que pasa por dichos puntos. La potencia
de O respecto a dicha circunferencia es p y se tendrá

p = OA · OA0 = OB · OB 0

y por tanto, B 0 es el simétrico de B en dicha inversión.


Todo punto que se halle sobre la circunferencia c tiene su imagen en dicha
circunferencia. Por lo que podemos enunciar

Teorema 19.1 Toda circunferencia que pase por dos puntos inversamente
simétricos es invariante en dicha inversión.

Si p es positivo, la circunferencia c es ortogonal a la circunferencia de inversión


k.
El radio de la circunferencia de inversión k es la media geométrica de los
segmentos OA y OB.
Se sigue que una inversión en el plano queda determinada por el centro
de inversión O, un punto A y su homólogo A0 . Si B es un punto, no colineal
con los anteriores, la circunferencia que pasa por los puntos A, A0 y B es
invariante en la inversión y el homólogo B 0 del punto B, se halla sobre la
otra intersección de la recta OB con la circunferencia en cuestión.
19.1. IMÁGENES DE RECTAS EN UNA INVERSIÓN 161

19.1. Imágenes de rectas en una inversión


Consideremos la inversión con
centro en O y de potencia p. Sea r
una recta que no pasa por O. Sea A
el pie de la perpendicular a r por el
punto O y A0 su imagen en la inver-
sión. Tomemos un punto B distinto
de A sobre la recta r y sea B 0 su ima-
gen. Los cuatro puntos A, A0 , B y B 0
son concı́clicos por lo que los ángulos
^OAB y ^OB 0 A0 son iguales (teore- fig. 19.5
ma 10.6). Se sigue que el triángulo 4OA B es recto en B 0 y B 0 se halla
0 0

sobre la circunferencia de diámetro OA0 . Como esto vale para todo punto B
de la recta r se concluye que la imagen de dicha recta en la inversión es la
circunferencia mencionada.
Toda recta que no pase por el centro de inversión es transformada en una
circunferencia que pasa por dicho centro
Como la inversión es una involución toda circunferencia que pase por el
centro de inversión se transforma en una recta que no pasa por dicho centro

19.2. Imágenes de circunferencias en una in-


versión
Sean H, A y A0 tres puntos coli-
neales y consideremos la inversión de
centro H en la cual A y A0 son inver-
samente simétricos. Sean s una cir-
cunferencia que pasa por el punto A
y D la otra intersección de la recta
HA con dicha circunferencia. Sea B
un punto arbitrario exterior a la recta
HA sobre la circunferencia s. Sea C la
otra intersección de la recta HB con
la circunferencia s. Sean finalmente, fig. 19.6
B 0 , C 0 y D0 los simétricos inversos de B, C y D, respectivamente. Usando
repetidas veces, el hecho de que los tres cuadriláteros ABCD, AA0 B 0 B y
162 CAPÍTULO 19. INVERSIÓN EN EL PLANO

CDD0 C 0 están inscritos en tres circunferencias (distintas), se sigue que los


ángulos ^DAB, ^A0 D0 C 0 son congruentes, como lo son también los ángulos
^DCB y ^A0 B 0 C 0 . El primer par de ángulos es cada uno suplementario del
segundo par. Esto muestra que el cuadrilátero A0 B 0 C 0 D0 está inscrito en una
circunferencia.
Más aun, las rectas AB, CD son
respectivamente paralelas a las rectas
C 0 D0 y B 0 A0 (§ 6.5). Se sigue que los
cuadriláteros ABCD y D0 C 0 B 0 A0 (en
este orden) son homotéticos, el segun-
do del primero en la homotecia con
centro en H en la cual A0 es la imagen
del punto D (definición 14.1). Se si-
gue que la circunferencia sobre la cual
fig. 19.7 se hallan los cuatro puntos A0 B 0 C 0 D0
es homotética a la circunferencia s (capı́tulo 15).
Como la discusión anterior vale para toda secante HB de la circunferencia
s, hemos demostrado el siguiente

Teorema 19.2 En una inversión, la imagen de una circunferencia que no


pase por el centro de inversión es otra circunferencia. Ambas circunferencias
son homotéticas y el centro de homotecia es el mismo que el de inversión.

Como dos circunferencias siempre pueden considerarse una homotética de la


otra, dos circunferencias son inversamente simétricas una de la otra, de dos
maneras distintas, salvo que las circunferencias sean tangentes.

19.3. Conservación de ángulos en la inversión


_
Sea AB un arco de circunferencia (véase la figura 19.8) y AB 0 la tangente
en A a la circunferencia que contiene a dicho arco. Si B 0 se halla del mismo
lado que B respecto del radio de la circunferencia con extremo en A, a la
_
semirrecta AB 0 la llamaremos semitangente al arco AB en el punto A. Sea
_
AC una semirrecta, del mismo lado que el arco AB respecto del mencionado
_
radio. Al ángulo \B 0 AC lo llamaremos el ángulo que forma el arco AB con
el segmento AC.
19.3. CONSERVACIÓN DE ÁNGULOS EN LA INVERSIÓN 163
_ _
Sean AB y AC dos arcos de cir-
cunferencia y AB 0 , AC 0 las semi-
tangentes respectivas en el punto A.
Al ángulo ^B 0 AC 0 lo llamaremos el
ángulo que forman dichos arcos.

Teorema 19.3 Los ángulos determi-


nados por arcos y segmentos o pa-
res de arcos son congruentes con sus
simétricos en una inversión
fig. 19.8
Para demostrar este teorema, son
varios los casos particulares que hay
que considerar. Sólo vamos a conside-
rar dos casos. Sea O un punto en el
plano, r una recta que no pasa por di-
cho punto y s, la circunferencia ima-
gen de r en una inversión con centro
en el punto O. Sea A un punto sobre
r y B su simétrico en la inversión. Sea
BD la tangente a s por el punto B y fig. 19.9
D la intersección de dicha tangente con la recta r. El ángulo ^OAD es com-
plementario del ángulo ^COB. Los ángulos ^COB y ^CBD son congruentes
(§ 10.1). Como el ángulo ^CBA es recto, el ángulo ^DBA es complementario
al ángulo ^COB. Por tanto, los ángulos ^DBA y ^DAB son congruentes.
Esto muestre que el ángulo determinado por las semirrectas AB y AD es
_
congruente con el ángulo determinado por la semirrecta BA y el arco BC.
Como segundo caso, consideremos las circunferencias s y s0 simétricas en
una inversión de potencia negativa y de centro O. Sean A y B simétricos
en esta inversión y sea D el punto homotético de B en la homotecia en la
que la circunferencia s es imagen de s0 . Las tangentes en B y en D a las
circunferencias s y s0 respectivamente son rectas paralelas por ser homólogas
en la homotecia. De aquı́ que los ángulos determinados por las tangentes en
A, B y D con la recta DB sean congruentes. Esto muestra que el ángulo
_
determinado por el arco BC con la semirrecta BO es congruente al determi-
_
nado por el arco AD (a distinto lado que C respecto de la recta OB) con la
semirrecta AD.
164 CAPÍTULO 19. INVERSIÓN EN EL PLANO

Las inversiones en el plano son transformaciones conformes.


Como una aplicación a lo anteriormente expuesto consideremos el si-
guiente problema. Sean s y s0 dos circunferencias de centros O y O0 res-
pectivamente. Sea I el centro de inversión de potencia positiva en la cual
s y s0 son simétricas. Sea A un punto sobre s y t la tangente a dicha
circunferencia en el punto A. Determinar la imagen t0 de dicha tangente.
La imagen de la recta t es una cir-
cunferencia que pasa por el punto I.
Puesto que las inversiones son trans-
formaciones conformes, dicha circun-
ferencia es tangente a la circunferen-
cia s0 en el punto A0 , simétrico de A en
la inversión. Para determinar la cir-
cunferencia t0 basta observar que su
centro se halla sobre la mediatriz del
fig. 19.10 segmento IA0 y sobre la recta O0 A0 .
En situaciones donde es menester analizar las relaciones que se dan entre una
o más circunferencias tangentes a una o más rectas y que pasan por uno o
más de un punto, el concepto de inversión en el plano resulta ser muy útil.

fig. 19.11
Sea c una circunferencia y r una recta. Sea O el centro de inversión de poten-
19.3. CONSERVACIÓN DE ÁNGULOS EN LA INVERSIÓN 165

cia positiva en la que la recta y la circunferencia son inversamente simétricas.


Un punto A en dicha recta tendrá su homólogo A0 sobre la circunferencia y
toda circunferencia que pase por dichos puntos será invariante en la inversión
mencionada. Consideremos por ejemplo, la circunferencia b1 tangente a r en
el punto A y que pase por el punto A0 . Puesto que las inversiones son trans-
formaciones conformes, b1 , necesariamente es tangente a la circunferencia c
en A0 .
Sea P un punto sobre la circunferencia b1 y P 0 el inverso de P respecto de
la circunferencia c. Se m la mediatriz del segmento P P 0 y H la intersección
de m con la recta r. La circunferencia i cuyo centro es H y que pasa por los
puntos P y P 0 es ortogonal a la circunferencia c y en la inversión respecto de
i, c es invariante.
En la inversión respecto de la circunferencia i, la recta r es invariante y
la circunferencia b1 se transforma en otra circunferencia, b2 , tangente a c y
tangente a r. La circunferencia b2 pasa por el punto P , puesto que este es
invariante. El punto de contacto de b2 con la circunferencia c es la imagen
del punto A0 y es colineal con el punto de contacto de b2 con la recta r y el
punto O.
El punto P es pues común a las circunferencias b1 y b2 y el eje radical de
ambas circunferencias pasa por él. El punto O tiene igual potencia respecto
de ambas circunferencias (¿por qué?) y por tanto, el eje radical e de ambas
circunferencias es la recta OP .
Este análisis es útil para resolver el siguiente problema: Dada una cir-
cunferencia c, una recta r y un punto p, hallar las circunferencias tangentes
a c y a r que pasen por P . En general son cuatro las soluciones y para po-
der resolver este problema es necesario el polo del eje radical respecto de la
circunferencia c. Polos y rectas polares es el tema del siguiente capı́tulo.

Ejercicios.

1. Considere la figura 19.6. Con la misma notación demuestre que las


rectas AB y A0 B 0 se cortan sobre un punto que se halla sobre el eje
radical de las circunferencias s y s0 .
2. Muestre que las tangentes a las circunferencias s y s0 por los puntos B
y B 0 se cortan sobre el eje radical de ambas circunferencias.
3. Sea c una circunferencia de centro O. Sean A y B dos puntos distintos
166 CAPÍTULO 19. INVERSIÓN EN EL PLANO

del plano, ninguno de ellos iguales a O. Muestre que existe una única
circunferencia ortogonal a c que pasa por los puntos A y B.

4. Sean c y s dos circunferencias no concéntricas, de centros O y P , res-


pectivamente. Sea A un punto distinto de O y P . Halle la circunferencia
ortogonal a c y s que pasa por el punto A. Considere el caso en que A
se halla sobre alguna de las dos circunferencias.

5. Sean c y s dos circunferencias no concéntricas. Sea s0 la circunferencia


simétrica de s respecto de la circunferencia c. Muestre que las tres
circunferencias comparten el eje radical.

6. Sean c y c0 dos circunferencias exteriores de radios desiguales. Sea T


la inversión de razón positiva en la que las circunferencias c y c0 son
simétricas. Muestre que toda circunferencia s tangente exterior a c y c0
es invariante en la inversión T .

7. Sean c y c0 dos circunferencias exteriores. Sea T la inversión de razón


negativa en la que las circunferencias c y c0 son simétricas. Muestre
que toda circunferencia s tangente exterior a c y tangente interior c0 es
invariante en la inversión T .

8. Dada una circunferencia y dos puntos exteriores a ella encuentre, usan-


do inversiones, las circunferencias que pasan por dichos puntos y son
tangentes a la circunferencia dada.

9. Dada una recta y dos puntos exteriores a ella encuentre, usando inver-
siones, las circunferencias que pasan por dichos puntos y son tangentes
a dicha recta.
Capı́tulo 20

Polaridad en el plano

En este capı́tulo vamos a introducir el concepto de polaridad en el plano.


Este concepto se desarrolla apropiadamente en el contexto de la geometrı́a
proyectiva.

Definición 20.1 Sea s una circunfe-


rencia en el plano, con centro en O.
Sean A y B dos puntos. Diremos que
B es un punto conjugado de A respec-
to de la circunferencia s si la circun-
ferencia de diámetro AB es ortogonal
a s.
Pueden ocurrir tres casos representa-
dos en la figura 20.1. Si A es interior fig. 20.1
a s, necesariamente su conjugado B es exterior a s puesto que A y B están
armónicamente separados por los puntos M y N de intersección de la recta
AB con la circunferencia s.
Si A está sobre s, su conjugado B se hallará sobre la recta tangente a
s en A y cualquier punto que se halle sobre esta recta, será conjugado de
A. Finalmente, puede ocurrir que ambos puntos, A y su conjugado B, sean
exteriores a la circunferencia s.
Se sigue de la definición que si B es conjugado de A respecto de s, en-
tonces A es conjugado de B respecto de s. La conjugación es una propiedad
recı́proca. Diremos que los puntos A y B son puntos conjugados respecto de
la circunferencia s.
De la discusión anterior es claro que para el punto O, centro de la cir-

167
168 CAPÍTULO 20. POLARIDAD EN EL PLANO

cunferencia s, no existe punto conjugado. En efecto, si A coincide con O,


enonces O y su conjugado estarán armónicamente separados por los puntos
M y N , pero en este caso, O es el punto medio del segmento M N y su cuarto
armónico no existe en el plano euclı́deo.

20.1. Recta Polar


Dada la circunferencia s y un punto A, estamos interesados en hallar el
lugar geométrico de los puntos conjugados de A. El lugar es inmediato en el
caso en que A está sobre c. Se trata de la recta tangente a c por el punto A.
Sea A un punto que no se halla
sobre s y es distinto de O. Sea B un
punto conjugado de A y k la circunfe-
rencia de diámetro AB. Como la cir-
cunferencia k es ortogonal a s, enton-
ces es invariante en la inversión res-
pecto de s. El punto C, simétrico del
punto A, es la otra intersección de la
circunferencia k con la recta OA. El
fig. 20.2 triángulo 4ABC es rectángulo en C
y el punto B se halla sobre la perpendicular a la recta OA por el punto C.
Recı́procamente, si B se halla sobre la perpendicular a la recta OA por
el punto C, entonces la circunferencia que pasa por los puntos A, B y C es
ortogonal a s porque pasa por A y su inverso C respecto de s (teorema 19.1).
El segmento AB es diámetro de la circunferncia porque el triángulo 4ABC
es rectángulo. B es conjugado de A.
Hemos demostrado el siguiente

Teorema 20.1 Sea s una circunferencia de centro en O y A un punto distin-


to de O y no situado sobre ella. El lugar geométrico de los puntos conjugados
al punto A es la perpendicular a la recta OA por el punto C, simétrico de A
en la inversión respecto de s.

Definición 20.2 Sean s una circunferencia de centro O y A un punto del


plano distinto de O. A la recta de puntos conjugados del punto A la llama-
remos recta polar del punto A. También diremos que el punto A es polo de
la recta s respecto de la circunferencia s.
20.2. PROPIEDADES RECÍPROCAS EN LA POLARIDAD 169

Observe que la recta polar del punto A no pasa por el centro O de la


circunferencia.
De este modo, dada una circunferencia de centro O, a cada punto del
plano distinto de O le corresponde una recta polar y a cada recta que no
pase por O le corresponde un polo. En particular, si el punto se halla sobre
la circunferencia, la recta polar es tangente a dicha circunferencia por dicho
punto.

20.2. Propiedades recı́procas en la polaridad

Sea s una circunferencia de centro


O. Sea a una recta y P el polo de la
recta a respecto de s (a no pasa por
O). Sea b una recta que pasa por P ,
distinta de OP . Enonces el polo de
la recta b se halla sobre la recta a.
En efecto, sea Q el polo de la recta b.
Todos los puntos de b son conjugados
de Q. En particular P , por estar sobre
dicha recta es conjugado de Q. En fig. 20.3
otras palabras, Q es conjugado de P y por tanto, se halla sobre su recta
polar, la recta a.
Si una recta b pasa por el polo P de una recta a entonces la recta a pasa
por el polo Q de la recta b. Diremos que las rectas a y b son conjugadas
respecto de la circunferencia s.
Supongamos que las rectas a y b se cortan en un punto R. R es punto
conjugado de P y Q, equivalentemente P y Q son conjugados de R y por
tanto la recta P Q es la recta polar del punto R respecto de s.
El triangulo 4P QR es tal que sus lados están contenidos en las rectas
polares de los vértices opuestos a dichos lados. Se dice que el triángulo 4P QR
es un triángulo autopolar respecto de la circunferencia s.
Podemos generalizar lo expuesto hasta aquı́ en el siguiente

Teorema 20.2 Un conjunto de n puntos es colineal si y sólo si el conjunto


de sus n rectas polares correspondientes concurren en un mismo punto.
170 CAPÍTULO 20. POLARIDAD EN EL PLANO

20.3. Aplicaciones
El concepto de polaridad puede ser usado para resolver problemas de
tangencia. Su uso suele dar soluciones elegantes a estos problemas.

Circunferencias tangentes a una dada que pasan por dos


puntos dados
Consideremos el problema de hallar las circunferencias que pasan por dos
puntos y son tangentes a una circunferencia dada.
Sean A y B dichos puntos y sea
c la circunferencia dada. Sea i la cir-
cunferencia de centro I, que pasa por
los puntos A y B y es ortogonal a la
circunferencia c. En la inversión res-
pecto de la circunferencia i, los pun-
tos A, B y la circunferencia c son
invariantes. Sea b1 una solución del
problema. En la inversión respecto de
fig. 20.4 la circunferencia i, esta solución se
transforma en otra circunferencia, b2 que pasa por los puntos en cuestión y
es tangente a la circunferencia dada c. Por tanto, la recta AB es eje radical
de las circunferencias buscadas.
Por otra parte, los puntos de contacto M y N , de las circunferencias
buscadas con la circunferencia c, están alineados con el centro de inversión
I. Para hallar esta recta, observemos que las tangentes a las circunferencias
b1 y b2 por dichos puntos, se cortan en un punto Q sobre el eje radical AB
(véase el ejericio 4 del capı́tulo de Potencia). El eje radical y la recta M N son
conjugadas respecto de la circunferencia c y por tanto la recta M N contiene
al polo P del eje radical de las soluciones buscadas. Se sigue que la recta IP
interseca a la circunferencia c en los puntos de contacto de las circunferencias
buscadas con la circunferencia dada.
Para resolver el problema, entonces, hallamos el centro I de la circunfe-
rencia i, que es ortogonal a la circunferencia dada y que pasa por los puntos
dados A y B. Hallamos el polo P de la recta que pasa por los puntos A y B
respecto de la circunferencia dada c y trazamos la recta IP . Las interseccio-
nes de esta recta con la circunferencia c determinan, junto con los puntos A
y B, cada una de las circunferencias buscadas.
20.3. APLICACIONES 171

Problema de Apolonio
Un problema clásico de la geometrı́a euclı́dea es el ası́ llamado, problema
de Apolonio1 : Dadas tres cricunferencias, hallar las circunferencias tengentes
a las dadas. La solución que se propne aquı́ es debida a Joseph Diaz Gergon-

ne2 . fig. 20.5


Sean s1 , s2 y s3 las circunferencias dadas. Sea I el centro radical de las tres
circunferencias (§ 17.8). Existe entonces, una circunferencia i que es orto-
gonal a las circunferencias dadas y en la inversión respecto de aquella, las
circunferencias dadas son invariantes.
Sea k1 una de las circunferencia buscadas, tangente exterior a las tres
dadas. En la inversión respecto del punto I, dicha cirunferencia se transforma
en otra, k2 tangente a las circunferencias dadas (§ 19.3). Las soluciones se
presentan a pares debido a la inversón respecto de I. Si denotamos con A1 ,
B1 y C1 , los puntos de contacto de la circunferencia buscada k1 con las
circunferencias s1 , s2 y s3 , respectivamente, entonces sus simétricos respecto
de la inversión de centro I, A2 , B2 y C2 , son los puntos de contacto de la
circunferencia buscada k2 .
1
Apolonio de Perga 262 A.D – 190 A.D, conocido mayormente por sus contribuciones
en el estudio de secciones cónicas.
2
Joseph Diaz Gergonne 1771 – 1859, matemático francés.
172 CAPÍTULO 20. POLARIDAD EN EL PLANO

Sean H1 , H2 y H3 los centros de homotecia positvas en las que s1 y s2 , s2 y


s3 , s3 y s1 son, respectivamente homotéticas. Estos tres puntos son colineales
(§ 15.1). Sea r el eje de homotecia positivo que contiene a los dichos centros.
El punto H1 también es el centro de inversión en el que las circunferencias
s1 y s2 son simétricas una de la otra. En la inversión respecto de H1 , las
circunferencias buscadas k1 y k2 son invariantes (véase el problema 6 del
capı́tulo anterior). Se sigue que el punto H1 tiene la misma potenica respecto
de las circunferencia k1 y k2 y por tanto, se halla sobre el eje radical de estas.
Iguales argumentos aplican para los otros dos centros de homotecia H2 y H3 .
La recta r es el eje radical de las circunferencia buscadas k1 y k2 .
Considénse los puntos A1 y A2 , donde las circunferencias buscadas son
tangentes a la circunferencia s1 . Si dichas tangentes se cortan, lo hacen en
un punto M , sobre el eje radical de las circunferencias buscadas (véase el
ejericio 4 del capı́tulo de Potencia). La recta A1 A2 (que pasa por el centro
de inversión I) es entonces, conjugada del eje radical r. Se sigue que si P es
el polo del eje radical r entonces la recta IP es la recta polar de M respecto
de s1 (ver el ejercicio 3 de este capı́tulo).
Las intersecciones de la recta IP con la circunferencia s1 determinan los
puntos de contacto A1 y A2 de las circunferencias buscadas.
Para encontrar dos soluciones al problema de Apolonio se comenzará ha-
llando el centro radical de las circunferencias dadas. Se halla el eje de ho-
motecia positivo de las circunferencis dadas. Dicha recta es el eje radical de
dos de las soluciones. Se hallarán los polos P , Q y R de dicho eje respecto
de las circunferencias s1 , s2 y s3 . Las intersecciones de las rectas IP , IQ e
IR con s1 , s2 y s3 , respectivamente, determinan los puntos de contacto de
las circunferencias buscadas con las dadas.
Haciendo estas mismas construcciones, pero considerando los otro tres
ejes de homotecia de las circunferencias dadas (§ 15.1) se pueden hallar las
otras seis soluciones del problema, que por lo tanto, en genreal tendrá ocho
soluciones.
Esta forma de resolver el problema fracasa si los centros de las circunfe-
rencias dadas son colineales.

Ejercicios.

1. Sea c una circunferencia y 4ABC un triángulo autopolar respecto de c.


Mustre que el centro de la circunferencia es el ortocentro del triángulo.
20.3. APLICACIONES 173

2. Sean s una circunferencia de centro O y A un punto en el plano. Muestre


que en la inversión respecto de s, la circunferencia de diámetro OA se
transforma en la recta polar de A respecto de s.

3. Sean s un circunferencia, r una recta exteriror a s e I un punto, exterior


a s y a r. Existe un punto sobre la recta r cuya recta polar p, pasa por
el punto I. Hallar la recta p. ¿Por qué las rectas p y r son conjugadas?.

4. En el ejercicio 4 del capı́tulo de Potencia, muestre que la polo de la


recta r respecto de la circunferencia k se halla sobre la recta AB.

5. Dados un punto, una recta y una circunferencia, hallar las circunferen-


cias que pasan por el punto, son tangentes a la recta y a la circunfe-
rencia. (Sugerencia: véase la figura 19.11 y la discusión de la misma.)

6. Dadas una recta y dos circunferencia, hallar las circunferencias tangen-


tes a la recta dada y a las circunferencias dadas.

7. Dados un punto y dos circunferencias, hallar las circunferencias que


pasan por dicho punto y son tangentes a dichas circunferencias.

8. Sean ABC un triángulo, c la circunferencia de Feuerbach del mismo


y s la circunferencia circunscrita al triángulo. Sea c0 la circunferencia
inversa de c respecto de s. Muestre que c0 pasa por los vértices del
triángulo formado por las tangentes a la circunferencia s por los vértices
A, B y C del triángulo.

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