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UNIVERSIDAD INCA GARCILASO DE LA VEGA

FACULTAD DE CIENCIAS FARMACÉUTICAS Y BIOQUÍMICA

TRABAJO MONOGRÁFICO

TEMA:
AVANCES CIENTÍFICOS EN LA MEDICINA EN LOS ULTIMOS
AÑOS Y PERSPECTIVAS DEL FUTURO

CURSO : LÓGICA

PROFESOR : MIGUEL BARDALES CÁRDENAS

INTEGRANTES:
VANESSA CÁRDENAS MOGOLLÓN
LUZ GABRIEL ROMERO
MILAGROS NOA ATAYPOMA
LEONARDO DEL CARPIO
MARILYN HUACHO RAMOS

LIMA – PERÚ
2016
ÍNDICE

INTRODUCCION ........................................................................................... 4

CAPITULO I: PLANTEAMIENTO DEL ESTUDIO .......................................... 1

1.1 Descripción del problema.................................................................. 1

1.2 Definición del problema..................................................................... 2

CAPITULO II: MARCO TEÓRICO .................................................................. 3

2.1 Marco histórico .................................................................................. 3

2.2 Bases teóricas .................................................................................. 5

2.2.1 Avances en biología celular aplicado a medicina .............................. 5

2.2.1.1 El microscopio electrónico ....................................................... 5

2.2.1.2 Técnicas de ultracentrifugación diferencial ............................. 5

2.2.1.3 Métodos de cultivo .................................................................. 6

2.2.1.4 Avances en neurología celular ............................................... 8

2.2.1.5 Avances científicos sobre la división celular ........................... 8

2.2.1.6 Avances científicos en la reproducción y diferenciación celular


.......................................................................................................... 10

2.2.2 Avances científicos en Genética ..................................................... 12

2.2.2.1 Clonación .............................................................................. 12

2.2.3.1 La TBC .................................................................................. 25

2.2.8.2 Imagen por Resonancia Magnética (IRM) ......................................... 43

2.2.9 Cirugía robótica con láser no invasiva ............................................. 45

2.2.10 Pruebas de ADN y mapeo del genoma humano.............................. 46

2.3 Marco normativo ................................................................................ 60

2.4 Marco conceptual .............................................................................. 60

CAPITULO III: Conclusiones y recomendaciones ........................................ 63

Conclusiones ............................................................................................ 63

2
Recomendaciones .................................................................................... 64

REFERENCIAS............................................................................................ 65

3
INTRODUCCION

El propósito de este trabajo es describir los principales avances científicos en


la medicina en los últimos 50 años y las perspectivas del futuro. Con este
objetivo se han revisado diversas fuentes bibliográficas y hemerográficas de
las que se han extraídos la información pertinente.

 Mecanismos y procedimientos empleados.

El tema comprende los avances en medicina en los últimos 50 años a partir


de 1966 hasta la actualidad y hace referencia principalmente a los avances
científicos en el diagnóstico, tratamiento y control de las principales
enfermedades que constituyen la principal preocupación de la OMS y de todos
los países del mundo como son el cáncer, la hepatitis, la gripe, la TBC, el
SIDA, así como las enfermedades cardiovasculares y las enfermedades
neurológicas.

Una de las principales limitaciones en el estudio ha sido la recopilación de la


información que se halla muy dispersa en diferentes medios tanto impresos
como digitales y el trabajo de sistematizarlo y tratarlo y resumirlo.

El tema se eligió debido a que el desarrollo de las ciencias aplicado a la


medicina registró un rápido y notable avance a partir de la segunda mitad de
la década de los 60 del siglo pasado. Lo que se tradujo en una mejora en el
estado de salud y bienestar de la población de todos los países del mundo,
empezando en los países desarrollados quienes hicieron grandes inversiones
en la investigación científica.

De las profesiones ejercidas por el ser humano durante siglos, ninguna ha


evolucionado tan profundamente en el siglo XX como la del médico. Así, del
total de los casi 25,000 títulos de publicaciones científicas periódicas
mundiales, 6,900 corresponden al área de la salud.

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CAPITULO I: PLANTEAMIENTO DEL ESTUDIO

1.1 Descripción del problema


El avance de la medicina a lo largo de su historia, siempre ha estado muy
asociada a los avances de otras ciencias como la biología, la bioquímica,
la electrónica, la informática entre otras ciencias puras y aplicadas.

Sin embargo, no han sido sino solo hasta los últimos 50 años en que la
medicina ha avanzado significativamente mucho más que todos los
periodos históricos juntos. Esto se explica porque en estas últimas
décadas, las diversas ciencias, la tecnología y la biotecnología han
registrado saltos trascendentales junto a la electrónica y las ciencias de la
computación.

Muchos de los avances científicos que han tenido grandes impactos en la


medicina provienen de la biología molecular, de las ciencias de los genes,
la genética, y de la ingeniería genética que ha logrado manipular con éxito
el código genético humano lo que ha llevado a entender mejor como se
producen muchas enfermedades y avanzar en su tratamiento.

Aunque se acepta que la medicina ha registrado notables avances


científicos, sin embargo, no existe una sistematización de los principales
avances científicos reconocidos por todos por lo que para muchos
estudiantes y docentes se hace difícil reconocer e identificar cuáles son
estos principales avances científicos.

Todo avance científico en medicina ha tenido lugar como saltos


cualitativos generalmente bruscos en la que la medicina da un gran salto
hacia adelante.

El siglo xx y lo que va del siglo xxi han sido testigos del desarrollo de una
tecnología médica diagnóstica y terapéutica realmente fantástica, la cual
actualmente nos permite hacer en beneficio de nuestros enfermos (17).
La presente investigación tiene como propósito analizar y describir cada
una de los principales avances que han tenido lugar en los últimos 50
años.

1.2 Definición del problema

¿Cuáles son los principales avances científicos en la medicina que han


tenido lugar en los últimos 50 años?

¿En qué campos de la medicina se han logrado mayores avances


científicos?

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CAPITULO II: MARCO TEÓRICO

2.1 Marco histórico


Los avances científicos que han tenido gran impacto en la medicina en
los últimos 50 años han quedado registrados en hitos históricos que a
continuación se mencionan:

1958. Marcapasos cardíacos

1961. Válvulas cardíacas artificiales

1964: Howard Temin muestra, utilizando virus de ARN, que la dirección


de transcripción ADN-ARN puede revertirse.

1964: primera vacuna para el sarampión.

1967. Trasplantes de corazón con éxito en seres humanos

1967: primera vacuna para la parotiditis.

1970: se descubren las enzimas de transcripción, lo que permite a los


científicos cortar y pegar fragmentos de ADN.

1970: primera vacuna para la rubéola.

1972 Tomografía computarizada (G.N. Hounsfield)

1973 Angiografía por substracción digital

(C. Mistretta)

1975 Tomografía por emisión de positrones

(M. Ter-Pogossian)

1975 Oncogenes. Harold Varmus and Michael Bishop descubren los


oncogenes -genes normales que controlan el crecimiento en todas las
células vivas, pero que pueden contribuir a la conversión de células
normales en células cancerosas, si mutan o se presentan en altas
cantidades anormales. Las células cancerosas son células que se
multiplican sin control. Varmus y Bishop trabajaron a partir de la teoría de
que el crecimiento de células cancerosas no se produce como resultado

3
de una invasión desde el exterior de la célula, sino como resultado de las
mutaciones que puede empeorar por las toxinas ambientales como la
radiación o el humo.

1976 Single Photon Emission Computed Tomography SPECT (J. Keyes)

1980. El Retrovirus Humano del VIH. L

Los científicos Robert Gallo y Luc Montagnier que compiten por separado
descubren un nuevo retrovirus, más tarde llamado VIH (virus de
inmunodeficiencia humana), y lo identifican como el agente causante del
sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

1981: primera vacuna para la Hepatitis B

1982. Desarrollo de tratamientos para la lepra

1982. Corazón artificial. El primer corazón artificial permanente, diseñado


por Robert Jarvik, se implanta a un paciente, el cual sobrevive algo más
de tres meses.

1987. AZT - el primer fármaco para el tratamiento del VIH

1990. Proyecto Genoma Humano

Se inicia el Proyecto Genoma Humano, un programa internacional de


colaboración científica cuyo objetivo es obtener un conocimiento básico
de la dotación genética humana completa.

1992. Vacuna para la meningitis por Hib

1996. La clonación de la oveja Dolly. Un grupo de científicos británicos


anuncian que han clonado una oveja, llamada Dolly, a partir del núcleo de
una célula de una glándula mamaria obtenida de una oveja adulta. Dolly
es el primer mamífero clonado de una célula adulta.

2002. Secuenciación y análisis del genoma de ratón

2008. Primer trasplante de un órgano completo cultivado

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2.2 Bases teóricas
2.2.1 Avances en biología celular aplicado a medicina
2.2.1.1 El microscopio electrónico
Como nunca antes en la historia de la medicina, en los últimos 50
años los científicos han llegado a comprender la unidad de la vida
y de los seres orgánicos como es el hombre. Conocimiento que
ha servido para el notable avance en la medicina.

Justamente hace 50 años, se publicaron las primeras fotos de una


célula intacta obtenidas mediante un microscopio electrónico uno
de los inventos científicos que abrió el micro-universo del interior
de las células y de los tejidos.

Años más tarde, en 1974, Albert Claude, George Palade y


Christian de Duve recibían el Premio Nobel de Medicina por haber
hecho posible la mirada cercana a ese mundo en miniatura que
es la célula con sus estructuras subcelulares y organelos.

2.2.1.2 Técnicas de ultracentrifugación diferencial

Junto a la descripción de las micro-estructuras celulares se hacía


necesario, para conocer su función, determinar su composición
bioquímica, cosa que fue posible mediante las técnicas de
ultracentrifugación diferencial que permitían separar físicamente
y estudiar con técnicas bioquímicas cada una de esas
estructuras.

La comunicación entre bioquímicos y microscopistas produjo una


avalancha de descubrimientos acerca del mundo celular y el
desarrollo de un nuevo vocabulario sobre lo que el microscopio y
la ultracentrífuga estaban revelando. Esta convergencia de las
técnicas de microscopía y bioquímica, constituyó la base de la
moderna Biología Celular. Así se ha ido conociendo que
el núcleo, además de su función crucial en la reproducción celular
es el director de la síntesis de proteínas en el citoplasma,
fabricadas por los ribosomas, procesadas por el retículo

5
endoplasmático y “clasificadas” por el aparato de Golgi. Que
los lisosomas y peroxisomas son como el sistema digestivo de
la célula, que las mitocondrias son las suministradoras de
energía y que la membrana celular no es una mera cubierta o
manto sino un complejo órgano celular con importantísimas
funciones.

En la actualidad, la altísima resolución lograda por los


microscopios electrónicos de barrido ha facultado la localización
de características químicas de las superficies mediante la
inmunolocalización con anticuerpos marcados con esferas de oro
de menos de 10 nm de diámetro (1)

2.2.1.3 Métodos de cultivo

Ya en los años 60 se encontraron métodos para mantener vivas


las células mediante cultivos y facilitar su multiplicación en el
laboratorio. Con ello se pudieron estudiar y comparar los procesos
bioquímicos en distintos tipos de células y determinar, a nivel
molecular, detalles de muchas actividades celulares. Para separar
e identificar diversas proteínas y ácidos nucleicos fueron
fundamentales otras técnicas bioquímicas, como la cromatografía
de columna o la electroforesis en geles.

Las células tienen capacidad de sintetizar muchos tipos de


proteínas, cada una de ellas dotada de funciones importantes y
altamente específicas. Las proteínas una vez sintetizadas, se
dirigen mediante señales intrínsecas a los organelos
intracelulares (p.e. al órgano de Golgi o al retículo
endoplasmático) donde deben cumplir dichas funciones. Estas
señales fueron estudiadas por Günter Blobel, biólogo celular y
molecular de la Rockefeller University en New York que recibió
por ello el Premio Nobel en 1999. Se ha podido demostrar que un
número importante de enfermedades se producen por errores en
la función de estas señales y mecanismos de transporte.

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Cada célula viva está rodeada por una membrana que separa el
“universo” de la célula del mundo exterior. En esta membrana
citoplasmática existen canales a través de los cuales la célula se
comunica con su entorno. Estos canales son moléculas o
complejos de moléculas de muy diverso tipo, que tienen la
capacidad de permitir o no el paso de átomos provistos de carga
eléctrica (iones). La regulación de estos canales iónicos
condiciona la vida de la célula y sus funciones, tanto en
condiciones normales como patológicas. Erwin Neher y Bert
Sakmann (Premios Nobel de 1991) han desarrollado una técnica
que permite registrar las corrientes eléctricas increíblemente
pequeñas que atraviesan un canal iónico y mediante estos
registros determinar sus funciones.

Como decimos, cada célula es un pequeño mundo, con su vida


propia y con una gran capacidad de relación con otras células,
vecinas o distantes, en el organismo. La comunicación de unas
células con otras se realiza por medio de hormonas y otras
substancias “mediadoras” liberadas por las propias células, por
las terminaciones nerviosas o por otros tejidos cuya función
principal es precisamente la de liberar o segregar estas
sustancias activas.

Las señales, químicas o de otro tipo, son captadas por moléculas


específicas situadas en la membrana celular, los receptores.
Estos receptores desempeñan funciones esenciales manejando
la información exterior y convirtiéndola en mensajes que circulan
hacia el interior de la propia célula. Para esta comunicación
utilizan una serie de mediadores entre los cuales se encuentran
las llamadas proteínas G, descubiertas por Alfred G. Gilman y
Martin Rodbell (Premios Nobel en1994), que actúan como
intermediarios en el interior de las células, y que por ello reciben
el nombre de segundos o terceros mensajeros. (2)

7
Algunos tipos celulares tienen como misión específica la
comunicación e interrelación con los otros tejidos, cuya actividad
regulan y coordinan. Es lo que ocurre con las células
nerviosas. En el cerebro humano normal existen más de 100.000
millones de células nerviosas conectadas entre sí por una
complejísima red de terminaciones nerviosas que emanan del
“cuerpo” de las células. Los mensajes entre una célula y otra se
transmiten mediante diferentes transmisores químicos que se
liberan en los puntos de contactos o sinapsis. Una sola célula
nerviosa puede tener miles de tales contactos con otras células.

2.2.1.4 Avances en neurología celular

Bernard Katz, Ulf von Euler y Julius Axelrod, obtuvieron el Premio


Nobel en 1970 por sus trabajos sobre los transmisores
químicos de las terminaciones nerviosas y sus mecanismos de
almacenamiento, liberación e inactivación. Estos descubrimientos
han sido cruciales para comprender la función normal del cerebro
y la aparición de enfermedades neurológicas y psiquiátricas
cuando existen trastornos en la transmisión de las señales, al
tiempo que han permitido el desarrollo de fármacos específicos
para su tratamiento. (3)

Treinta años más tarde, en el 2000, Arvid Carlsson, Paul


Greengard y Eric Kandel obtuvieron también el Premio Nobel por
sus trabajos sobre un transmisor concreto, la dopamina, que
actúa en el cerebro produciendo la fosforilación de ciertas
proteínas y tiene un papel fundamental en múltiples funciones y
propiedades del sistema nervioso central.

2.2.1.5 Avances científicos sobre la división celular

Una de las propiedades esenciales de las células vivas es la de


multiplicarse, mediante el proceso llamado división celular. Un
ser humano adulto consta de unos 100 billones de células que se
originan todas ellas a partir de una sola, el óvulo fecundado. En

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los seres ya adultos hay también una enorme cantidad de células
dividiéndose para originar nuevas células que repongan aquellas
que mueren, también de forma continua. Antes de dividirse la
célula debe aumentar de tamaño y duplicar sus cromosomas que
se han de separar de manera exacta entre las dos células hijas.
Todos estos procesos se realizan coordinadamente en el proceso
que se denomina ciclo celular. Leland H. Hartwell, R. Timothy
Hunt y Paul M. Nurse, premios Nobel en 2001, identificaron las
moléculas clave en la regulación de este ciclo que se produce en
todos los organismos eucarióticos (levaduras, plantas, animales y
en el hombre).

La investigación básica acerca del ciclo celular se ha movido


también hacia la búsqueda de aplicaciones prácticas. Muchos
detalles de los mecanismos bioquímicos que intervienen han
servido a la Biología celular para determinar las interacciones que
ocurren durante el ciclo celular entre pares de proteínas. Esto ha
permitido conocer mejor el proceso normal de multiplicación y
desarrollo celular y ayudará a conocer cómo se alteran estos
procesos en determinadas enfermedades y cuáles pueden ser los
medios para tratarlas. Pero la aplicación clínica de los
descubrimientos de la Biología celular se concentra
fundamentalmente en dos áreas de la Medicina actual.

Una de las áreas de mayor interés médico es la del cáncer, que


se puede considerar como una enfermedad del ciclo
celular. Los defectos en el control del ciclo pueden conducir a una
proliferación celular anormal o a alteraciones cromosómicas como
las que se observan en las células cancerosas.

Se están estudiando las relaciones entre la regulación del ciclo


celular y el cáncer, así como el papel específico de dos tipos de
genes, los oncogenes y los genes supresores de tumores,

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presentes en las células normales, y cuyas alteraciones pueden
conducir precisamente a la aparición del cáncer.

Michael Bishop y Harold Varmus, Premios Nobel en 1989,


consiguieron identificar los oncogenes que controlan la
proliferación en células normales. Para ello, infectaban células
con un tipo de virus en cuyo interior localizaban un determinado
oncogen. Su descubrimiento crucial fue que ese oncogen
retroviral no era propiamente un gen del virus sino que éste lo
adquiría de la célula al infectarla y multiplicarse en ella.

En los últimos 25 años se han encontrado más de 40 oncogenes


diferentes. Aunque la base del desarrollo de cualquier cáncer es
una alteración del material genético, no puede hablarse
estrictamente de “genes del cáncer” ya que existen oncogenes en
las células normales. Lo importante en el cáncer son los cambios
que alteran la cadena de señales del ciclo celular que pueden ser
estudiados comparando los oncogenes de las celular tumorales
con los de las células normales, para intentar comprender los
mecanismos de la multiplicación celular anormal que tiene
lugar en el cáncer. (4)

2.2.1.6 Avances científicos en la reproducción y


diferenciación celular

La otra gran aplicación actual de la Biología celular se centra en


el campo de la reproducción y diferenciación celular. Sus
aplicaciones se refieren, de una parte, a la llamada “reproducción
asistida” y al controvertido tema de la clonación y, de otra, a
la Medicina Regenerativa en la que, a partir de células madre o
troncales, se forman o reconstruyen tejidos que sustituyen a otros
dañados por diversos procesos patológicos.

Se llama fecundación asistida o fecundación in vitro a la unión


del óvulo y el espermatozoide que se realiza en el laboratorio en

10
un medio de cultivo idóneo y en adecuadas condiciones
ambientales.

Desde 1978 las indicaciones de la fecundación asistida humana


han ido en aumento, siendo considerada actualmente como una
técnica más para el tratamiento de la esterilidad matrimonial.

Las técnicas que se emplean son análogas a las que desde


tiempo atrás se utilizaban en veterinaria, para mejorar la raza y la
reproductividad del ganado, y varían según la procedencia y modo
de obtención de espermatozoides y óvulos, según el modo de
inseminación y según el modo y momento de la transferencia
embrionaria. Estas técnicas pueden utilizar ambos gametos
procedentes de los cónyuges (FIV homóloga) o bien, uno de los
gametos proceder de un donante distinto de los
cónyuges (FIV heteróloga).

Tras la transferencia se obtienen un 15% de embarazos. Hay que


decir que, en los casos más favorables y en los centros más
eficientes, sólo el 45% de las parejas de entre 20-34 años,
terminan con un hijo en casa, siempre que acepten someterse a
5 transferencias de embriones. Esta cifra desciende al 28,9 %
para la parejas entre 35 y 39 años y al 14,4% para las mayores
de 40 años. Se puede decir que, en término medio, es necesario
implantar 24 embriones para lograr un embarazo, lo que supone
un 4% de efectividad.

Por otra parte, en los procesos de selección, implantación, etc.,


más del 90% de los embriones creados se pierden, en franco
contraste con lo que ocurre en el proceso natural de la
fecundación en el que se implantan entre el 25 y el 65 % de los
óvulos fecundados. Hay que señalar también la posibilidad, no
rara, de embarazos ectópicos y de prematuridad por gestación
múltiple.

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2.2.2 Avances científicos en Genética
Un descubrimiento fundamental del siglo XX ha sido el
conocimiento de la transmisión de los caracteres hereditarios. El
bioquímico estadounidense Har Gobind Khorana, hindù, de la
Universidad de Winscosin fue el primero en emplear estos
hallazgos para sintetizar en forma artificial un gen en 1970. (5)
Durante los últimos años de la década de 1970, los científicos
desarrollaron métodos para alterar los genes, y a mediados de
la década de 1980 algunas de estas técnicas se comenzaron a
utilizar con fines médicos. Ciertos procedimientos, conocidos
como ingeniería genética o clonación génica, se han aplicado en
la producción de grandes cantidades de sustancias puras como
son las hormonas y el interferón.
En la década de 1990 se inició el Proyecto Genoma Humano que
tiene como finalidad identificar todos los genes presentes en el
cuerpo humano y tratar de conocer sus posibles funciones

2.2.2.1 Clonación
Los últimos años del siglo XX y los primeros del XXI se han
conmocionado por los experimentos realizados en el campo de
la clonación. Durante la reproducción normal, un
espermatozoide fertiliza un óvulo para formar un cigoto que, tras
varias divisiones, se convierte en embrión blastocistario que se
implanta en el útero donde se desarrolla hasta el nacimiento.
En la clonación se genera un embrión clónico mediante la
introducción del núcleo de una célula de donante adulto en un
óvulo enucleado. Esta posibilidad, enunciada ya en 1938
por Hans Spemann en Alemania, tiene dos variedades
diferentes.
La llamada clonación reproductiva se funda en la producción
de un blastocisto o embrión primitivo clónico mediante la
introducción del núcleo de una célula de donante adulto en un

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óvulo previamente enucleado. Este embrión es transferido
posteriormente a un útero “de acogida” donde se desarrolla
hasta el nacimiento de un individuo clónico.(6)
La clonación terapéutica (llamada por algunos destructiva)
utiliza los blastocistos clónicos para obtener y cultivar las células
de su masa celular interna que son células troncales
embrionarias. Estas células se pueden diferenciar in vitro para
obtener diversos tipos de células, potencialmente útiles para
aplicaciones terapéuticas.
A partir de algunos intentos iniciales en la década de los 60, se
realizaron experimentos en los que se desarrollaron y perfilaron
los distintos tipos de clonación.
En 1970 John B. Gurdon, en el Reino Unido, realizó la clonación
de una rana trasplantando el núcleo de una célula intestinal de
un renacuajo al óvulo enucleado de una rana. En 1984 se realizó
la clonación de un cordero, y en 1993, utilizando material
congelado de una clínica de fertilización en Estados Unidos, se
realizó la primera clonación humana que se mantuvo en cultivo
hasta el estadío de 32 células que posteriormente fueron
destruídas.
En 1994 se realizó una clonación de terneras y en 1996 Ian
Wilmut y su grupo clonaron la primera oveja, a partir de células
adultas. En 1997 se publicó una nueva clonación de primates y
en 2000 un grupo japonés realizó el primer caso de re-clonación
al clonar una ternera a partir de células de otra que también
había sido clonada. En 2001 un equipo italiano logró la
clonación y supervivencia de un muflon, especie protegida en
vías de extinción.
En febrero de 2004, un equipo de la Universidad Nacional de
Seúl, en Corea del Sur, anunció la clonación de un embrión
humano. El anuncio ha causado una importante agitación y
polémica, tanto a nivel científico como a nivel de los medios de

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comunicación. Posteriormente, el Gobierno inglés ha autorizado
este tipo de clonación a la Universidad de Newcastle.
Para algunos científicos con autoridad en este campo, el
blastocisto clónico podría no ser un auténtico embrión, sino "un
conjunto celular clónico que simplemente se parece a un
blastocisto" (7).
Pero, dejando a un lado este tipo de distinciones, lo que está
claro desde el punto de vista ético, es que no resulta moralmente
justificable recolectar células madre procedentes del sacrificio y
manipulación de embriones humanos sea cual sea la finalidad a
la que se destinen.
Una de las aplicaciones más actuales y populares de la Biología
celular es la llamada Medicina regenerativa, que pretende
conseguir la regeneración, total o parcial, de los tejidos que han
perdido masa celular, utilizando técnicas de trasplante celular
para implantar células troncales o células madre.
Los billones de células que integran los tejidos del organismo
son, en su inmensa mayoría, células diferenciadas, con las
características específicas de forma y función correspondientes
al tejido u órgano del que forman parte.
Todas estas células proceden de una primera,
el cigoto, resultado de la fusión de un óvulo y un
espermatozoide, que es la única realidad unicelular toti
potente, completamente indiferenciada, que se divide
progresivamente, primero en dos, cada una de éstas en otras
dos y así sucesivamente hasta producir un organismo completo.
Las dos primeras células son desiguales entre sí, como lo son
también respecto al cigoto del que proceden. De una de las
células se originarán tejidos que servirán para que el embrión se
una a la madre y reciba de ella el alimento, después de la
implantación. De la otra se formarán, de manera precisa, todos
los tejidos y los órganos del cuerpo. Si nada se interpone en su

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camino, el mensaje genómico que contiene “irá, paso a paso,
produciendo una biología que es ya, desde ese instante, fuente
también de una biografía”. Las células procedentes de las
primeras divisiones del cigoto forman el blastocisto.
El blastocisto contiene una masa de células indiferenciadas,
denominada masa celular interna. De la masa celular interna
derivan todas las células del embrión, del feto y del individuo
adulto, por eso se dice que esta células son pluripotentes. Cada
una de las células de la masa celular interna recibe el nombre
de célula troncal ó célula madre pluripotencial.
Las células troncales han sido definidas como células
clonogénicas, lo que quiere decir que tienen la capacidad ya
sea de autorenovarse ilimitadamente – sin envejecer –
mediante división simétrica (originando dos células hijas
idénticas a la célula troncal y entre sí), ya de diferenciarse
mediante división asimétrica (dando origen a una célula hija
semejante a su madre y a otra de la que derivan múltiples tipos
de células diferenciadas de las tres capas germinales del
embrión –ectodermo, mesodermo y endodermo – que pueden
ser progenitoras de tejidos funcionalmente diferenciados).
2.2.2.2 Terapia celular

La regeneración terapéutica pretende compensar la excesiva


destrucción tisular que se produce en ciertas enfermedades,
congénitas o adquiridas.
Los procedimientos utilizados, que emplean células madre, se
designan genéricamente con el nombre de terapia celular. La
terapia celular tiene como objetivo la sustitución de células
dañadas por otras nuevas. (8)
Lo que se propone la regeneración tisular no es simplemente la
recuperación de un tipo celular concreto, sino más bien la
reconstrucción de los componentes principales del órgano en

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cuestión cuya compleja integración es fundamental para el
restablecimiento o mejora de su función.
Tanto las células madre embrionarias como las células madre
adultas tienen la capacidad de diferenciarse hacia células
específicas derivadas de las tres capas que forman el embrión
inicial. Por tanto, al menos desde el punto de vista teórico,
ambos tipos de células troncales pueden utilizarse para el
trasplante en los diversos procedimientos de regeneración
tisular.
Uno de los problemas fundamentales del empleo de células
embrionarias humanas, además de la elevada posibilidad de
rechazo del trasplante y de su potencial capacidad de originar
tumores, radica en las profundas implicaciones éticas que
presenta su obtención, ya que, en principio, exige la destrucción
de un embrión humano.
Es una simplificación ilegítima considerar el blastocisto pre-
implantación como “un acúmulo de células indiferenciadas”, que
algunos designan impropiamente con el nombre de “pre-
embrión” ya que sabemos hoy que, desde la primera división del
cigoto, cada una de las dos células resultantes contiene su
mensaje y tiene su misión en la formación del nuevo ser. La
identidad y el destino como individuo de un embrión de una o
dos células están ya marcados “desde el día uno”, lo mismo que
ocurre en el embrión ya implantado, en el feto o en el individuo
adulto,
La regeneración tisular con células madre adultas utiliza dos
posibles estrategias. Una de ellas es la de identificar y multiplicar
en el laboratorio, células progenitoras adultas pluripotentes que
son capaces de diferenciarse y generar tejido mesodérmico,
ectodérmico o endodérmico. La otra se basa en la disponibilidad
en el ser humano vivo, de células troncales adultas que circulan

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en la sangre y que se pueden manipular para dirigir su
diferenciación para generar o reparar tejidos de órganos sólidos.
Si como parece demostrado, las células troncales adultas son
tan maleables como las embrionarias, y por tanto utilizables sin
restricciones en Medicina regenerativa, el horizonte de la terapia
celular con este tipo de células aparece prometedor. Las células
adultas cuentan, entre otras ventajas, con la posibilidad de
poderse utilizar sin problemas de rechazo ya que son células
autólogas, es decir, proceden del propio individuo.
La efectividad de la implantación experimental de células madre
adultas, y los resultados iniciales que se están obteniendo en
sus primeras aplicaciones en el hombre, ha conducido a la
puesta en marcha de estudios de regeneración tisular en
prácticamente todos los órganos y sistemas humanos.
2.2.2.3 Genética molecular y enfermedades genéticas

Las modificaciones en el enfoque preferente de la nueva


medicina han sido posibles gracias al desarrollo, durante los
últimos treinta años, de la Biología Molecular y la Ingeniería
Genética que han permitido identificar y manipular
adecuadamente al ADN como la molécula responsable del
material hereditario, determinando su estructura y función en los
organismos vivos. Fruto de ese desarrollo ha sido la culminación
de la secuenciación del Genoma Humano, que ha permitido
identificar los más de treinta mil genes de los que estamos
constituidos los humanos (9).
Uno de los misterios que el hombre quiso desentrañar desde
tiempo inmemorial es el de la herencia, el por qué y cómo se
heredan las características físicas. Con otras palabras, cómo
explicar la semejanza entre un ser vivo y su descendencia. Para
ello hubo que poner en juego muchas disciplinas: la botánica, la
zoología, la microbiología, la bioquímica…y junto a ellas muchas
y nuevas técnicas de análisis y síntesis. Así surgió una nueva

17
área de la Ciencia, la Biología molecular, basada en la
bioquímica, la genética molecular, y en la propia Biología celular.
El inicio de esta aventura habría que situarlo muy atrás, en la
segunda mitad del siglo XIX, cuando Gregorio Mendel (1822-
1884) comenzó a trabajar en la huerta de su convento en Brno
(Checoslovaquia) con varias plantas de guisantes. Después de
analizar más de 21.000 plantas híbridas emitió la hipótesis de
que existían unidades individuales discretas de herencia.
Cualquier característica observable en una planta provenía de la
combinación de una de esas unidades proveniente del padre con
otra unidad proveniente de la madre. Así nació el concepto de
“unidad de herencia”, una entidad transmisible a la que, más
tarde, se llamaría gen. Y este concepto ha sido el punto de
partida sobre el que se ha edificado la moderna Biología
molecular permitiendo a los biólogos identificar el ADN (ácido
desoxirribonucleico) como el material del que están hechos los
genes, descubrir cómo era la estructura bioquímica de estos
genes, comprender cómo el ADN almacena y regula el flujo del
material genético y desarrollar finalmente las técnicas que
permiten su manipulación.
Antes del desarrollo de la Biología celular, cuando el microscopio
óptico permitió ver células teñidas con diversos colorantes, pudo
descubrirse en ellas la existencia de una estructura, el núcleo,
en el que ciertos colorantes permitían distinguir unos
corpúsculos que estaban siempre presentes y a los que por su
especial afinidad por esos colorantes se les dio el nombre
de cromosomas (“cuerpos coloreados”). Pronto surgió el
interrogante sobre si las “unidades de herencia”, los genes, se
podrían localizar en dichos cromosomas y ser “transmitidas” de
alguna forma a las células de la siguiente generación, tras la
división celular.

18
La respuesta llegó ya en el comienzo de 1900. Morgan,
estudiando parejas de cromosomas de la mosca del vinagre
encontró dos tipos de parejas algo especiales. En algunos
animales, las hembras, la pareja estaba formada por dos
cromosomas idénticos (XX), en otros, los machos, los dos
cromosomas eran diferentes (XY). Observó también que ciertos
caracteres (y por tanto, sus genes) se transmitían solo con el
cromosoma X. A partir de estas observaciones, el interés de los
biólogos que estudiaban la herencia comenzó a centrarse en los
cromosomas del núcleo cuya naturaleza molecular trataban de
definir para descifrar la estructura bioquímica de los genes.
Los cromosomas constaban de dos componentes: un ácido
nucleico, concretamente el desoxirribonucleico (ADN) y unas
proteínas llamadas histonas. Durante un cierto tiempo se
planteó el interrogante acerca de cuál de estos componentes era
el sustrato bioquímico de los genes. En 1952, Alfred Hershey
and Martha Chase pudieron marcar con radioisótopos los dos
componentes y resolvieron el dilema: los genes estaban
constituidos por ADN. La estructura química del ácido nucleico
constaba esencialmente de dos cadenas de nucleótidos
enlazadas entre sí.
Un nucleótido es una molécula compleja formada por un
grupo fosfato unido a un azúcar (ribosa) y a una molécula en
forma de anillo llamada comúnmente una base. Sólo existen
cinco tipos de bases naturales: la guanina (G), la adenina (A), la
citosina (C), la timina (T), y el uracilo (U). Cada una de estas
bases solo es capaz de enlazarse con otra de ellas: la guanina
se une solo a la citosina (G-C) mientras que la adenina se une
solo a la timina (A-T) en las moléculas de ADN y al uracilo (A-U)
en las cadenas de ARN que es el otro ácido nucleico existente.
¿Cuál era la estructura química del ADN? ¿Cómo se podía
explicar a partir de esa estructura la transmisión de la herencia?

19
Ante este interrogante, Rosalind Franklin y Maurice Wilkins
realizaron estudios de difracción de rayos X en las moléculas de
ADN y mostraron que las moléculas de este ácido adoptaban
una precisa estructura helicoidal.
Fue entonces, en 1953, cuando Watson and Crick unieron todos
los datos disponibles y dedujeron que el ADN tenía que estar
constituido por un doble helicoide de dos cadenas paralelas y
complementarias de nucleótidos enlazadas entre sí a nivel de las
bases.
La posibilidad de separar las dos cadenas, en presencia de un
enzima llamado ADN-polimerasa (descubierto por Kornberg en
1957) y la complementaridad en el apareamiento de los enlaces
entre las bases, proporciona al ADN la posibilidad de
reproducirse con gran precisión. Una cadena, de las dos que
forman la molécula de ADN, separada de la otra, toma del medio
los elementos necesarios para reconstruir exactamente la otra
cadena complementaria. El resultado es una copia idéntica del
ADN original. De esta manera tan simple se puede explicar la
duplicación de los genes (que no son sino fragmentos de ADN)
en el proceso de la división celular.
El Premio Nobel de 1959 fue concedido a Severo Ochoa y
Arthur Kornberg por su descubrimiento de la síntesis biológica
de los ácidos nucleicos ARN y ADN y en 1962 recibieron este
premio Crick, Watson y Wilkins. Sus hallazgos fueron el
detonante de la “revolución molecular” que permitió nuestra
comprensión actual acerca de la función de los genes.

Una vez explicada la duplicación de los genes y la transmisión


de las copias a las células hijas, faltaba por saber cómo con esos
fragmentos de ADN que son los genes se fabrican las proteínas
responsables de la estructura y de todas las funciones
bioquímicas del organismo. Sobre este punto se asumía una
regla que indicaba que a cada gen le corresponde (codifica) una

20
proteína. Se conocía que las proteínas están compuestas de
cadenas de aminoácidos (polipéptidos) y que el número de
aminoácidos naturales es de 20. Si los genes dictan la
producción de proteínas del organismo ¿cómo unas estructuras
de ADN, con cuatro posibles variantes, las bases, podían
especificar, a partir de 20 posibilidades, los aminoácidos que
habían de formar una proteína. En este caso, el estudio
matemático señaló que eran necesarios al menos tres
nucleótidos para especificar – codificar – cada uno de los
aminoácidos que formarían la proteína.
En 1961, Francis Crick y Sydney Brenner propusieron que el
ADN transporta la información genética mediante un código de
tres bases que especifica el orden en el que se engarzan los
aminoácidos para formar las proteínas. Y en 1966, Marshall
Nirenberg, Heinrich Matthaei, Har Khorana y Severo Ochoa, con
sus respectivos equipos, establecieron, una tabla que indicaba
el triplete de nucleótidos correspondiente a cada aminoácido en
lo que se denominó el Código genético.
Así, por ejemplo, un triplete de uracilos (UUU) codifica el
aminoácido fenilalanina, cuya deficiencia se había reconocido en
1956 como causa de la primera enfermedad genética descrita,
la alcaptonuria. El triplete GCA codifica el aminoácido alanina,
y así todos las demás posibles combinaciones de tres. En el
código genético existen 64 posibles combinaciones de
nucleótidos, 61 de ellas codifican los 20 aminoácidos y las tres
restantes combinaciones, sirven como señales de parada (stop)
para indicar al “sistema de producción” el final de una proteína.
Con esto llegamos al dogma central de la Biología molecular: el
ADN, en fragmentos que son los diversos genes, transporta los
mensajes genéticos y éstos son convertidos en proteínas
responsables de las funciones bioquímicas del organismo. Esta
conversión o expresión genética se realiza mediante un

21
complejo proceso, mediado por multitud de enzimas y
compuestos intermediarios, entre los que sobresale el otro ácido
nucleico ARN, que actúa como intermediario o mensajero en el
proceso de transcripción, y los ribosomas, responsables del
proceso de translación en el que se van formando las proteínas.
En los años siguientes aparecen otros hitos importantes en la
revolución molecular: el conjunto de lo que se conoce como
técnicas de la Biología molecular.
Entre 1970 y 1973 se desarrollan y purifican los
llamados enzimas de restricción que permiten “cortar” las
cadenas de ADN en sitios específicos. Mediante ellos, se
pudieron producir en 1972 las primeras moléculas de ADN
recombinante. (10)
Otra contribución notable fue la de E.M. Southern, en 1975, que
permite analizar fragmentos de ADN (genes) mediante la técnica
que lleva su nombre (Southern blotting) en la que se hacen
copias complementarias de los fragmentos de cadenas de ADN,
marcadas con sondas radioactivas en un gel de agarosa para su
identificación. De forma análoga, el análisis de fragmentos de
ARN se realiza mediante la técnica Northern blotting, llamada
así por contraposición a la de Southern.
En 1977 Fred Sanger desarrolló una técnica que permite leer el
código genético del ADN letra a letra. Basada en ella, se ha
construido una sofisticada tecnología que es la que ha servido
para secuenciar el genoma humano con sus tres mil millones de
letras.
En 1987 tiene lugar otro desarrollo importante: un método
original de amplificación del ADN conocido como PCR (reacción
en cadena de la polimerasa) que permite obtener grandes
cantidades de ADN a partir de una cantidad mínima. Con la PCR
se consiguen realizar todas las determinaciones que se deseen
a partir de una muestra mínima. (11)

22
La aplicación de estas y otras técnicas fue permitiendo, de una
manera hasta cierto punto paralela al conocimiento del
genoma, identificar genes defectuosos, responsables de
algunas enfermedades genéticas. Desde la alcaptonuria
descrita en 1956, y la anemia de células falciformes descrita
por Vernon Ingram en el mismo año, al descubrimiento del gen
de la fibrosis quística por Francis Collins y Lap-Chee Tsui en
1989. (12)

A partir de 1990, fecha del lanzamiento oficial del Proyecto del


Genoma Humano podemos hablar de la era genómica de la
Medicina. En 1995 Craig Venter, Claire Fraser y Hamilton
Smith completaron la secuencia genética del primer organismo
vivo, la bacteria Hemophilus influenzae. En 1998 John Sulston
y Sydney Brenner describen por primera vez todos los detalles
del genoma de un organismo multicelular, el
gusano Caernohabditis elegans. En 1999 se consigue
secuenciar el cromosoma 22 humano y, tras el anuncio del
borrador un año antes, en 2001 se publica la secuencia
prácticamente completa del Genoma Humano por los dos
grupos que, de manera independiente, la habían desarrollado:
el equipo de la empresa privada Celera Genomics y un
Consorcio Internacional de financiación pública.

Habían sido necesarios más de 20 años de trabajo de miles de


científicos que formaban los dos grupos de investigación para
pasar de una idea original hasta la redacción del borrador de
62 páginas, con más del 90 % del Genoma Humano, que
publicó la revista Nature en febrero de 2001.

2.2.3 Avances científicos en Medicina Clínica

Junto a los avances de la Ciencia biomédica, los últimos 50 años han


sido testigos de tales cambios en las enfermedades y en los

23
aspectos prácticos de su diagnóstico y tratamiento que, tanto desde
un enfoque individual como social, bien puede hablarse de
revolución de la Medicina.

El cambiante mundo de la Enfermedad

En la segunda mitad del siglo XX hemos asistido al retroceso


y práctica desaparición de muchas de las enfermedades que
marcaron su primera mitad y los siglos anteriores. Esto se ha debido
sobre todo al control de las principales enfermedades infecciosas,
tanto mediante métodos de prevención (mejoras en la sanidad
pública, vacunas, etc.) como gracias al desarrollo de tratamientos
eficaces. En la primera mitad del siglo, las enfermedades
infecciosas, la tuberculosis, la sífilis, la malaria, la polio, la fiebre
reumática… constituían una temible plaga. Su control se fue
produciendo tras el conocimiento de los agentes infecciosos que las
provocaban y de los mecanismos inmunológicos que se ponían en
marcha, ya que permitió el desarrollo de antibióticos específicos e
hizo posible el desarrollo de métodos eficaces de inmunización.
Junto a ello hay que situar la expansión de la sanidad pública
(purificación de las aguas, saneamiento y alcantarillado, tratamiento
de las aguas residuales) y de los métodos de información y control
de las enfermedades más comunes.

Los últimos 50 años han supuesto un cambio en el “catálogo” de


enfermedades en el que han sido elemento esencial la nueva
manera de estudiarlas, tratarlas y prevenirlas. A la práctica
desaparición de algunas infecciones se ha añadido la aparición o
exacerbación de otras con características distintas, muchas veces
debidas a las resistencias a los antibióticos de los gérmenes
causantes.

24
2.2.3.1 La TBC

Entre las enfermedades infecciosas que entraron en


regresión tenemos, en primer lugar, la tuberculosis. Esta
enfermedad llegó a ser en la primera mitad del siglo XX una
temible plaga que en pocos años segaba las vidas de
multitud de personas, jóvenes en su mayoría.

En 1943, Selman A. Waksman que llevaba décadas


buscando un antibiótico eficaz contra el Mycobacterium
tuberculosis, consiguió por fin su objetivo, purificando la
Estreptomicina que se aplicó por primera vez a un paciente
a finales de 1944, con resultado espectacular.

En los años siguientes fueron desarrollándose nuevas


sustancias antituberculosas, lo que permitió resolver el
problema de las resistencias a la estreptomicina que se
había presentado muy poco después de sus primeras
aplicaciones. Así surgieron el ácido p-aminosalicílico (1949),
la isoniazida (1952), la pirazinamida (1954) la cicloserina
(1955), el etambutol (1962) y la rifampicina (1963), que,
además de atacar los gérmenes resistentes, permitieron el
tratamiento domiciliario de la tuberculosis y acabaron con
una multitud de sanatorios creados con fines de tratamiento
específico de la enfermedad.
A partir de entonces, la tuberculosis dejó de ser un problema
en los países desarrollados, aunque aún persiste como tal
en naciones en desarrollo de Africa, Asia o América Latina.
La OMS estima que cada año mueren por tuberculosis 3
millones de personas y 8 millones están infectadas por el
bacilo (95 % en países en desarrollo). En la actualidad, la
presencia de deficiencias del sistema inmune (SIDA) y de
cepas resistentes a los antibióticos, ha producido la
reaparición de esta infección con una incidencia que
comienza a ser inquietante.

2.2.3.2 La sífilis

25
Una de las más frecuentes enfermedades de transmisión
sexual, la sífilis fue durante siglos un problema sanitario de
primer orden. El descubrimiento y posterior producción
industrial de la penicilina permitió, a partir de 1945, su
empleo en el tratamiento de la sífilis. Una vez que, en 1960,
se consiguió determinar la dosificación adecuada para tratar
las formas terciarias, este antibiótico consiguió la práctica
desaparición del problema de la sífilis que, sin embargo,
parece que rebrota en la actualidad con nuevas fuerzas.

2.2.3.3 La fiebre reumática


La fiebre reumática debida a la infección por un
esterptococo beta-hemolítico era, en la primera mitad del
siglo XX, la causa más frecuente del daño estructural
progresivo del corazón y de sus válvulas, junto a la
característica artritis, los nódulos subcutáneos y el síndrome
coreico que Sydenham había descrito a mediados del siglo
XVII. Hasta 1960, la fiebre reumática fue una de las
principales causas de mortalidad infantil. A principios de los
años 50, la aparición de la penicilina, eficaz en el tratamiento
de la enfermedad estreptocócica, marcó el inicio de
estrategias de prevención que consiguieron una dramática
disminución de los casos de fiebre reumática, hasta su
práctica desaparición en la década de los 80. Como ejemplo
se puede citar que en Baltimore, la incidencia entre 1960 y
1964 fue de 24 casos por cada 100.000 habitantes, entre
1977 y 1981 bajó hasta el 0,5 por 100.000 habitantes y luego
desapareció. En países en desarrollo, la fiebre reumática
continúa siendo aún un serio problema.

2.2.3.4 Paludismo
En los comienzos de la segunda mitad del siglo XX se dio
una importante batalla para la erradicación del paludismo o
malaria en países del centro y sur de Europa y del norte de
América, de modo que antes de 1970 se había logrado
plenamente dicho objetivo.

26
La reducción del Plasmodium vivax había sido menor que la
del Plasmodium falciparum, aunque éste retornó con mayor
fuerza cuando, por razones de índole económica, se
redujeron nuevamente las medidas de control, entre 1970 y
1976, con lo que hubo un notable incremento de casos.
Por otra parte, en muchos países de Africa, Sudeste de Asia
y Sudamérica, donde se había reducido notablemente la
mortalidad, aunque sin erradicarse, la malaria se ha
convertido en endémica con una prevalencia de más de 500
millones de enfermos y dos millones y medio de
fallecimientos, un millón de ellos, niños.
También en el sur de Europa se han presentado varios
brotes alrededor de los años 80, por lo que la OMS ha
recomendado que, incluso en los países en los que se logró
la erradicación, exista una unidad de vigilancia, dada la
importación de casos, debido al turismo hacia países
endémicos.

2.2.3.5 Avances en la prevención de enfermedades: Las


vacunas
La disminución o desaparición de muchas otras
enfermedades ha sido debida, más que al tratamiento, a la
prevención mediante vacunaciones. Aunque su práctica se
ha generalizado, aún existen déficits importantes en países
menos desarrollados.
En Abril de 1955 se confirmó, en una reunión histórica, que
la vacuna contra la poliomielitis desarrollada por Jonas
Salk en la Universidad de Michigan y probada en más de
1.800.000 niños era “segura, eficaz y potente”.
En 1961, Sabin presentó otra vacuna que, al contrario de la
de Salk, se había preparado con virus vivos modificados.
Con uno u otro tipo de vacuna se ha conseguido eliminar en
una gran parte del mundo esta terrible enfermedad que
afectaba a cientos de miles de personas, especialmente
niños. Sin embargo aún existen zonas en las que persiste la
polio de forma endémica con algunos brotes epidémicos. Por
la omisión de las vacunaciones en África central y

27
occidental, casi el 90% de los casos mundiales de
poliomielitis, se encuentran en dicha zona y ahora hay niños
paralíticos en 10 países de ese continente, anteriormente
libre de esta enfermedad.
Las vacunas contra el sarampión, las paperas, y
la rubéola (triple vacuna) introducidas en 1966 han reducido
de manera notable dichas enfermedades. En 1977 se
erradicó, también globalmente, la viruela mediante la
correspondiente vacuna. La varicela, producida por el
virus Varicella zoster, es una enfermedad generalmente
benigna aunque puede ser grave en niños pequeños o
personas inmunodeprimidas, en los que pueden aparecer
neumonias y encefalitis. Por otra parte, su reactivación
produce el herpes zoster. Una vacuna efectiva contra la
varicela se ha desarrollado en Japon en 1990 y está siendo
aprobada y empleada en muchos otros países.
También se ha generalizado la vacunación contra la difteria,
la tos ferina y el tétanos, con la práctica erradicación de
estas enfermedades. Las hepatitis A y B fueron
descubiertas en los años 60 y 70. Posteriormente se han
descrito la D y la E y otros nuevos tipos, en pacientes con
hepatitis no-ABCDE. La vacunación contra la hepatitis B,
mediante una vacuna recombinante, se desarrolló en los
años 90 y actualmente se ha aprobado la vacuna contra la
hepatitis A.
En la última parte del siglo XX, los científicos descubrieron
un área diferente del sistema inmune, el denominado
sistema inmunológico celular, cuyo protagonista es el
linfocito. Estos descubrimientos permiten la comprensión de
muchas enfermedades debidas a defectos hereditarios de
una o más subclases de linfocitos. Los intentos para corregir
estas deficiencias se centran en inyectar al paciente células
sanguíneas procedentes de la médula de un familiar cercano
y sano. Las investigaciones actuales se centran en identificar
las hormonas que provocan que los linfocitos del embrión se
hagan funcionales.

28
2.2.4 Las “nuevas” enfermedades
Los agentes responsables de las nuevas
infecciones surgidas en los últimos 50 años son, en primer
lugar, algunos virus de nueva aparición o, al menos,
reactivados recientemente, y otros agentes infecciosos no
virales conocidos como priones.

2.2.4.1 El SIDA

En 1978 tuvieron lugar las primeras observaciones de SIDA,


en homosexuales con actividad sexual promiscua o
consumidores de droga por vía intravenosa. Este Síndrome
de Inmunodeficiencia Adquirida, fue bautizado así en
1982, porque las pruebas realizadas indicaban que el agente
causal destruía completamente el sistema inmunitario del
paciente. En los primeros casos (1980-81), el resultado de
esta inmunosupresión fue la aparición de un tipo raro de
cáncer cutáneo (sarcoma de Kaposi) o de una neumonía
atípica (por Pneumocystis carinii) con una elevadísima
mortalidad.

En 1983 Luc Montagnier, del Instituto Pasteur de París,


encuentra el virus causante, hallazgo que en 1984 es
confirmado por Robert Gallo en Estados Unidos. (13)

Al parecer, este virus de la inmunodeficiencia humana (HIV)


se originó en África y posteriormente se extendió por todo el
mundo. La primera prueba para detectar los anticuerpos del
HIV se aprobó en 1985, y, en 1987, Glaxo Wellcome
presentó el primer fármaco anti-HIV, el AZT o zidovudina.
Posteriormente han ido surgiendo nuevos fármacos y en
1995 se demostró que el empleo de dos de ellos juntos era
mejor que el uso de uno solo. Poco después se ha visto que
el empleo de tres fármacos, que interrumpen el ciclo vital del
virus en puntos distintos, es el tratamiento más eficaz con lo
que esta asociación se ha convertido en norma terapéutica
en los países desarrollados.

29
Para hacerse una idea de la índole epidémica de tan
devastadora enfermedad basta considerar que, si en 1981
fallecieron por ella 128 pacientes, en 1999 lo hicieron
alrededor de 2,8 millones, de los cuales casi la mitad eran
mujeres o niños. La forma de transmisión se amplía a
nuevas vías y circunstancias (relaciones heterosexuales,
transfusiones, contagio accidental del personal sanitario,
etc.) que incluso superan en número a las formas de
contagio iniciales. La organización que dentro de Naciones
Unidas se ocupa del SIDA estima que en la actualidad, unos
40 millones de personas padecen la infección por HIV en el
mundo.

2.2.4.2 Dengue

Otras enfermedades virales que han aparecido o


reaparecido en los últimos 50 años son el dengue,
transmitido por un mosquito, prevalente en América Central,
que se presenta ya sea como un síndrome viral inespecífico,
ya como una fiebre hemorrágica fatal, la fiebre del
Nilo también transmitida por un mosquito y causada por un
virus del género Flavivirus que produce cuadros de
encefalitis, muchos de ellos graves.

Desde su aislamiento original en 1937 en Uganda, se han


producido brotes epidémicos en Israel (1951, 1954 y 1957)
y África del Sur (1974). En 1990, sin embargo se ha visto
una tendencia epidémica creciente con brotes en
Rumanía 1996, Marruecos 1996, Túnez 1997, Italia 1998,
Rusia, Estados Unidos, Francia e Israel en 1999 y 2000.

2.2.4.3 Ebola

Especialmente grave es la infección debida al virus Ebola, llamado así por


un río de la República Democrática del Congo donde apareció una
infección causada por este virus que, al parecer, pasó en 1976 desde

30
algunos primates no humanos al hombre. Se caracteriza por un cuadro
hemorrágico, con una mortalidad que oscila entre el 50 y el 90 %.
Precisamente, esa elevada mortalidad ha impedido hasta la fecha el
desarrollo de epidemias extensas.

2.2.4.4 Hantavirus

El Síndrome Pulmonar por Hantavirus es una infección


producida por un virus transmitido por roedores reaparecido
en Asia y aislado en el año 1978 cerca del río Hantaan, en
Corea del Sur, en un ratón de campo, que produce severas
infecciones pulmonares hemorrágicas con elevada
mortalidad.

2.2.4.6 El SRAS

En febrero de 2003 apareció en Asia el primer caso


del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS)
enfermedad respiratoria viral causada por un coronavirus. A
los pocos meses, la enfermedad se propagó en más de dos
docenas de países en Norteamérica, Suramérica, Europa y
Asia, antes de que se pudiera contener el brote global de
2003. Se trata de un virus aviar que, procedente de ocas,
produjo infección cruzada en cerdos y de ellos pasó al
hombre. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS),
durante el brote de 2003 enfermaron del SRAS un total de
8.098 personas en todo el mundo, de los que murieron 774.

De etiología distinta es la llamada Enfermedad de


Lyme que apareció en forma de artritis en un grupo de niños,
cerca de Lyme (Connecticut) en 1975. Los síntomas y las
circunstancias ambientales hicieron pensar que se trataba
de una enfermedad infecciosa transmitida probablemente
por un artrópodo. Investigaciones posteriores mostraron que
la enfermedad estaba causada por una bacteria (la
espiroqueta Borrelia burgdorferi) inoculada por la picadura

31
de una garrapata. En 2002 se describieron, solo en Estados
Unidos, más de 23.000 casos. Existe ya una vacuna y el
tratamiento antibiótico es eficaz.

Aunque se conocían desde mucho antes En los años 60, se


atribuyó la posible transmisión de ciertas encefalopatías a
hipotéticos “virus lentos”, denominados así por el largo
período de latencia o de incubación. Hoy se conoce bien que
no se trata de un virus sino de una proteína
denominada prion. El término prion fue acuñado
por Stanley B. Prusiner, Premio Nobel de Medicina 1997.
Los priones son unos nuevos agentes infecciosos, diferentes
de todos los agentes patógenos conocidos hasta ahora, que
tienen la peculiaridad de que carecen de genoma. Se trata
de simples proteínas, mucho más pequeñas que los virus y
que no se multiplican como éstos sino que sufren una
alteración en su conformación espacial. Las llamadas
proteínas priónicas normales se pueden transformar, por
contacto, en una reacción en cadena, en proteínas priónicas
patógenas.

Las encefalopatías transmisibles por priones se denominan


espongiformes por el aspecto que presenta el cerebro de los
animales infectados. Las descritas en el hombre son el kuru,
la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, el síndrome de
Gerstmann-Sträussler-Scheinker y el insomnio familiar fatal
o grave.

2.2.4.7 La enfermedad de las “vacas locas”

La enfermedad de las “vacas locas”, diagnosticada por


primera vez en Gran Bretaña en 1986, fue provocada por la
ingestión por parte del ganado bovino, de harinas cárnicas,
elaboradas con restos o vísceras de ovejas enfermas
de scrapie, enfermedad priónica conocida desde hace tres
siglos, que ataca el cerebro de ovejas y cabras.

32
Se ha dado por tanto un salto de especie, de la oveja a la
vaca. La nueva variante humana de la Enfermedad de
Creutzfeldt-Jakob, provocada por la ingestión de carnes de
vacas afectadas por la encefalopatia espongiforme bovina,
se caracteriza por unas manifestaciones clínicas diferentes
a la enfermedad clásica. Se dio a conocer oficialmente en
Gran Bretaña en el año 1996, a raíz de la observación de
casos en granjeros y personal joven. Parece ser, por lo tanto,
que se ha dado otro nuevo salto de especie: de la vaca al
humano. En España, el primer caso de encefalopatía
espongiforme bovina se declaró el 22 de noviembre de
2000. Actualmente no existe tratamiento alguno para las
enfermedades por priones.

2.2.4.7 EPOC

Junto a las nuevas infecciones también han cobrado


auge otras enfermedades no infecciosas. La enfermedad
pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es, en la actualidad, la
cuarta causa de mortalidad en los países desarrollados (tras
la cardiopatía isquémica, el cáncer pulmonar y la
enfermedad cerebrovascular) y, según la OMS, para el 2020
será la quinta causa en todo el mundo.

A la obstrucción de las vías respiratorias por acúmulo de


secreciones y broncoespasmo, se asocia la pérdida de
elasticidad y destrucción de las paredes alveolares con
aparición de enfisema pulmonar. El resultado es una
progresiva dificultad respiratoria, trastornos de la
oxigenación y afectación de la circulación pulmonar. La
causa más común es tabaquismo, aunque pueden también
causar o agravar la enfermedad otros irritantes pulmonares
(polución atmosférica, polvo ambiental o algunas sustancias
químicas).

2.2.4.8 Las enfermedades autoinmunes

33
Otro grupo de enfermedades cuyo descubrimiento como
tales data de los años 50 es el que engloba a
las enfermedades autoinmunes en las que el organismo
produce células y moléculas que atacan los propios tejidos y
órganos con severas consecuencias para la salud. En 1956
Roitt y Doniach describieron auto anticuerpos en una
enfermedad autoinmune, la tiroiditis de Hashimoto.

Entre otras enfermedades autoinmunes destaca la diabetes


mellitus tipo 1 en la que el organismo produce anticuerpos
que destruyen las propias células beta de los islotes
pancreáticos, productoras de insulina siendo ésta la causa
de este tipo de diabetes que, aunque representa solo el 5-
10 % de todos los casos de diabetes, afecta entre 5 y 10
millones de personas en todo el mundo.

Un caso análogo aunque menos frecuente ocurre con la artritis


reumatoide otra enfermedad autoinmune sobre la que, a lo largo de estos
50 años, se ha venido desarrollando una intensa investigación. Aunque no
se sabe con certeza cuál es la causa que desencadena las enfermedades
autoinmunes, el mejor conocimiento del mecanismo que las produce
contribuye a un tratamiento más adecuado del proceso inmunológico y a
mejorar notablemente la situación de estos pacientes.

2.2.5 Las modernas epidemias

En 1950 se conoció que las enfermedades cardiovasculares


representaban más del 50 % de la mortalidad en los Estados Unidos,
donde en 1948 se había creado el National Heart Institute, muy poco
después del final de la 2ª Guerra Mundial. Ante este alarmante dato, se
comenzó a considerar a estas enfermedades como una auténtica
“epidemia de la 2ª mitad del siglo XX”.

Los estudios epidemiológicos habían de decir cuáles eran las causas


predominantes de estas enfermedades y cómo y a quienes afectaban. Por
ello se comenzó en aquel país un estudio que se ha hecho clásico y ha
sido, durante los últimos 50 años, el referente mundial de la epidemiología

34
cardiovascular: el estudio Framingham, llamado así por la población
donde se ha desarrollado, cerca de Boston (Massachusetts). A lo largo de
estos 50 años, los investigadores han publicado más de 1.000 trabajos
científicos con datos obtenidos de los 5,209 sujetos de la primera recogida
y de los 5,124 hijos y consortes de la 1ª cohorte.

Entre 1959 y 1962 se identificaron los factores de mayor importancia


etiológica que, por aumentar la probabilidad de cardiopatía isquémica,
ictus cerebral y otras enfermedades, fueron bautizados como “factores de
riesgo”: los niveles de colesterol, el tabaquismo, la hipertensión arterial y
las alteraciones del electrocardiograma. En 1967 se demostró el papel
destacado que en el desarrollo de la cardiopatía isquémica tenía
la obesidad y, años más tarde, la OMS considera esta condición como
una epidemia global que va afectando a todo el mundo desarrollado y que
se presenta cada vez con mayor incidencia en la infancia. Por otra parte,
también en los años 60, se reconoció el papel negativo
del sedentarismo y el positivo de la actividad física en la prevención de
la cardiopatía isquémica y de sus complicaciones, hecho que
posteriormente se ha evidenciado en múltiples estudios.

A comienzos de la década de los 70, Brown y Goldstein, ganadores del


Premio Nobel de 1985, descubrieron que el colesterol LDL (de baja
densidad) se absorbía por las células a través de unos receptores
específicos de la membrana, que estaban ausentes en ciertas
enfermedades de tipo genético.(14) Con la comprobación de que estos
receptores eran capaces de controlar los niveles de colesterol en la sangre
circulante, establecieron un nuevo enfoque sobre la génesis de la
enfermedad arteriosclerótica y sobre el tratamiento de las
hipercolesterolemias.

En 1974 se pudo comprobar la relación de la diabetes con la aterosclerosis


y entre 1977 y 1988, se precisó el papel de las distintas fracciones del
colesterol y otros lípidos en su desarrollo, unas veces favoreciéndolo
(colesterol de baja densidad o LDL, triglicéridos elevados), otras
atenuándolo (colesterol de alta densidad o HDL).

35
Con todos los datos proporcionados por la investigación se llega a la
conclusión que la aterosclerosis y su principal manifestación, la cardiopatía
isquémica, tienen su origen en un determinado estilo de vida. Junto al
clásico estudio epidemiológico de Framingham, se han desarrollado, a uno
y otro lado del Atlántico, muchos otros que han permitido profundizar a lo
largo de estos años en las bases moleculares de las enfermedades
cardiovasculares, especialmente de la cardiopatía isquémica, y en el
desarrollo de las placas de ateroma y su ruptura en los síndromes agudos.

Los enormes avances en su estudio clínico y en el desarrollo de las


técnicas de diagnóstico, de intervencionismo o de tratamiento quirúrgico,
han supuesto hitos importantes en la lucha contra esta moderna epidemia.

Los grandes estudios clínicos multicéntricos, con decenas de miles de


pacientes, que se han desarrollado en el último decenio del siglo XX son
otro hito importante en el conocimiento de las enfermedades
cardiovasculares y de su tratamiento farmacológico, quirúrgico o
intervencionista. Resta, sin embargo, una ingente tarea en este campo: la
aplicación a la prevención de todo lo logrado en el conocimiento del origen,
factores de riesgo, desencadenantes y agravantes de esta masiva
epidemia.

Poco se conocía hace 25 años sobre las enfermedades


neurodegenerativas. Hoy sabemos que resultan de defectos en el
procesamiento de las proteínas del tejido nervioso, con acumulación de
una o más proteínas defectuosas que dañan la función neuronal. También
ha sido costoso asimilar el hecho de que una proteína defectuosa puede
actuar como un agente infeccioso y ser al mismo tiempo fruto de un
trastorno genético.

Entre las enfermedades neurodegenerativas se incluyen las


enfermedades de Huntington, Parkinson, Alzheimer, Pick y Lou Gehrig
(esclerosis lateral amiotrófica), la esclerosis múltiple y la enfermedad de
Creutzfeldt-Jakob, forma humana de la de las “vacas locas”. Algunas de
ellas son de baja incidencia (entre 1 y 15 casos por 100.000 habitantes en
Estados Unidos) otras, en cambio, presentan incidencias “epidémicas”
(desde el más de un millón de casos de Parkinson, a los cinco millones de

36
casos de enfermedad de Alzheimer que, en dicho país, se prevé que
llegarán a los 16 millones en el año 2050).

2.2.6 El cáncer

Resulta paradójico comprobar que, a pesar de los indudables avances de


la Medicina en los últimos 50 años, la incidencia del cáncer en los países
desarrollados no ha disminuido sino que globalmente ha aumentado hasta
un 60 %. Así como la incidencia del cáncer uterino, del de estómago y del
de pulmón en hombres ha decrecido, la del cáncer de mama casi se ha
duplicado, la del de próstata aumentó en un 200 %, y la del testicular en
varones jóvenes en casi el 300 %. También han aumentado las leucemias
y los tumores cerebrales en la infancia.

Se podría pensar que este hecho se debe a que en la actualidad existe


una mejor detección y que, por otra parte, el envejecimiento de la población
contribuye a una mayor incidencia. Sin embargo, ajustando la estadística
por la edad, se comprueba que un varón de 60 años de hoy tiene 200 %
más probabilidades de contraer cáncer de próstata que las que tenía un
varón de 60 años en 1950. Tampoco se trata de un efecto del mejor
diagnóstico ya que el aumento de incidencia continúa tras la introducción
de las técnicas de detección más actuales. Las razones son de índole
bastante compleja. No parece que la herencia juegue un papel decisivo en
este aumento ya que varios estudios en gemelos monozigóticos han
mostrado una coincidencia en la aparición del mismo tipo de cáncer solo
en un 10 % de las parejas.

El tabaco es la causa evitable más frecuente, directamente responsable de


un 30 % del aumento de los casos. ¿Y el otro 70 %? Para algunos parece
obvio que el medio ambiente juega un papel esencial. La producción de
sustancias químicas orgánicas sintéticas ha aumentado 600 veces desde
1940 exponiendo a nuestros organismos a una masiva sobrecarga tóxica.
Además, la exposición a los rayos solares, algunos virus, fármacos y
procedimientos médicos, etc., junto a lo que comemos y bebemos, el lugar
donde vivimos o trabajamos, nuestros hábitos buenos y malos, pueden
influir notablemente en la probabilidad de adquirir esta enfermedad. Así,
es indudable la relación del aumento del tabaquismo femenino y la mayor

37
incidencia del cáncer de pulmón en la mujer, o la del aumento de bebidas
carbonatadas con la mayor incidencia de cáncer de esófago, por no
mencionar la del aumento del melanoma – cuya probabilidad se duplica
cada diez años – con las intensas exposiciones solares hoy día tan en
boga.

Por otra parte, y a pesar de lo ya dicho, la propia edad es ya un importante


factor de riesgo de cáncer, con un crecimiento casi exponencial en el
hombre a partir de los 60 años y más paulatino en la mujer. La prolongación
de la expectación media de vida supone así una causa más del aumento.

Binner en 1936 descubrió los oncovirus RNA como causa del cáncer. En
la década del 80 ocurrieron tres descubrimientos que alteraron los
conceptos de oncovirus:
1. Se descubrió que los oncogenes eran celulares y que los retrovirus
eran meros vectores ocasionales de los mismos.
2. Se demostró que la interleukina 2 era el factor de crecimiento de los
linfocitos T, lo que permitió el aislamiento del primer oncovirus humano.
3. Se descubrió que el HIV era un lentivirus y la causa del SIDA. (15)

2.2.7 Los nuevos métodos de diagnóstico

La avalancha de avances científicos que ha permitido un conocimiento


más preciso de la estructura íntima de los seres vivos y de los mecanismos
que rigen los procesos vitales y sus alteraciones en la enfermedad, han
hecho posible también un notorio avance en los métodos que ayudan
al diagnóstico y, por supuesto, al tratamiento de las enfermedades. Así, los
métodos bioquímicos y las técnicas de Biología Molecular han hecho
posible o, al menos, facilitado el diagnóstico de la mayor parte de los
procesos que habitualmente ocupan a los clínicos.

2.2.7.1 La Patología Clínica

38
La Patología Clínica es hoy una disciplina fundamental que utiliza día a día
la Bioquímica, la Biología celular y la Biología molecular. La
histopatología se ha transformado en Patología molecular y
la Microbiología emplea también las técnicas moleculares para la
identificación de gérmenes y la determinación de su sensibilidad a los
antibióticos.

Esta revolución fue precedida, precisamente a comienzo de los años 50,


por la irrupción de la Fisiología – y de la Fisiopatología – en la Clínica.
Un ejemplo muy ilustrativo de esta fecunda interacción es el desarrollo
del cateterismo cardiaco, que no sólo logró transformar la Cardiología y
convertirla en una disciplina moderna, sino hacer posible la aparición de la
Cirugía cardíaca, de los Cuidados Intensivos y del Intervencionismo
radiológico.

A finales de la década de los 40 y comienzo de los 50 del pasado siglo,


Andre Cournand, Hilmert Ranges y Dickinson Richards, comenzaron la
utilización sistemática de una técnica de cateterización que había
experimentado sobre sí mismo Werner Forssmann en 1939 y repetida
después en pacientes por Jiménez Díaz y Sánchez Cuenca en 1930. Con
ella se pudo estudiar en el hombre, en vivo, la función cardíaca y sus
alteraciones, sobre todo cuando se pudo realizar simultáneamente en las
cavidades derechas e izquierdas del corazón. Además, el cateterismo
resultó ser el mejor método para confirmar el diagnóstico clínico y precisar
las características fisiopatológicas de algunas cardiopatías, con vistas a la
realización de las primeras intervenciones de cirugía cardíaca.

2.2.7.2 Los Rayos X

En la década de 1960 se publicaron los resultados de estudios de la


interferencia de rayos X usando cristales perfectos, lo cual marco la pauta
de las investigaciones que se retomarían en la década de 1990, gracias a
la disponibilidad de diversos componentes requeridos en los diseños
experimentales. Así, a partir de 1995 se reportan resultados de diferentes
aproximaciones que las instalaciones de radiación de sincrotron hacían
posibles.

39
En los últimos años se ha desarrollado diferentes técnicas de rayos X
sensibles a la fase (Fitzgerald, 2000). Dos de ellas, la radiografía por
contraste de fase y DEI (diffraction enhanced imaging), se describen de
manera muy breve a continuación.

Contraste de fase. introduce la utilización de cristales perfectos a manera


de filtros para la depuracion de los fotones desviados de su trayectoria
como resultado de las variaciones de fase. Dichos cristales, llamados
cristales analizadores, son sintonizados al ángulo de máxima reflectividad
–ángulo de Bragg– de acuerdo con la longitud de onda del haz de rayos X
incidente. Sin embargo, esta técnica se restringe a la visualización de
objetos fase que, de acuerdo con el concepto introducido por Zernike en el
desarrollo de la microscopia por contraste de fase, son objetos
básicamente transparentes, en este caso a los rayos X.

DEI. Es una técnica desarrollada en laboratorios de fuente sincrotronica;


de igual manera, aquí se utiliza un cristal analizador para el filtrado de
fotones desviados. Este método de adquisición de imágenes sensible a la
fase remueve la necesidad de restringir su aplicación a objetos fase,
mediante la utilización de la propiedad de los cristales perfectos, descrita
por su curva de reflectividad, y la cual se obtiene en el laboratorio con ayuda
de sensores que monitorean la intensidad del haz incidente y el haz
reflejado por el analizador.

La medida de la razón de sus lecturas, como función de la posición angular


del cristal analizador respecto a la dirección del haz monocromático a su
entrada al diseño experimental, representa lo que se conoce como rocking
curve, y es el elemento que explota esta aproximación de DEI para la
formación de imágenes con base en los efectos de diferencias de fase e
imágenes formadas con base en los efectos atribuibles a los efectos de
absorción. Estas líneas de trabajo representan los nuevos desafíos que la
radiología planteo antes de cerrar el siglo XX y que se pretende explotar

40
como herramientas de una nueva radiología que haga uso de toda la
información física que los rayos X transportan.

Sanmiguel, Rosa. Radiología: un siglo de desarrollo. En: Cinvestav. Enero-


marzo, 2007

2.2.7.4 Coronariografía

En 1956, Forssmann, Cournand y Richards compartieron el Premio Nobel


de Medicina. En 1958 Mason Sones comenzó el desarrollo de la
angiografía selectiva coronaria (coronariografía) aprovechando los
avances tecnológicos en el campo de la radiología (intensificador de
imágenes y cine-angiografía a alta velocidad). Esta técnica, perfeccionada
por Judkins en 1967, además de abrir la puerta a la cirugía coronaria,
permitiría la realización de la angioplastia coronaria que, tras algunos
precedentes, tuvo, en 1974, su primera aplicación clínica por Andreas
Gruentzig en Zürich. A partir de entonces comenzó una época de intenso
desarrollo del Intervencionismo cardíaco (intervenciones sin cirugía) que
registró un nuevo hito en 1987 a raíz de la implantación del
primer stent coronario para mantener abiertas las arterias dilatadas
mediante una fina malla metálica. Al compás del desarrollo del
intervencionismo coronario se han realizado también desde 1982,
intervenciones sobre las válvulas cardíacas o sobre lesiones congénitas
del corazón.

La mejora técnica de los materiales, la miniaturización del material


empleado y la universalización de las técnicas mediante cursos y
reuniones internacionales en los que se emplea toda la moderna
tecnología de las comunicaciones, han permitido que en 2001 se hayan
realizado en todo el mundo más de dos millones de angioplastias, la
mayoría con implantación de stents, con un crecimiento estimado del 8 %
cada año.

2.2.8 Nuevos métodos de imagen

41
Un elemento de primer orden en los cambios experimentados en el
diagnóstico clínico ha sido el espectacular avance representado por
los nuevos métodos de imagen tanto en el campo de la Radiología y la
Medicina Nuclear, como en el descubrimiento de los métodos de imagen
basados en la ultrasonografía, que constituyen el amplísimo campo de la
Ecografía.

La evolución de la Radiología convencional, vino marcada por el desarrollo


entre 1955 y 1960 del sistema de intensificación de imágenes que permitió
el empleo de una cadena de televisión y la filmación de las imágenes en
los procedimientos radiológicos con contraste (cineangiografías) con una
sustancial disminución de las dosis de radiación al paciente. También
facilitó la utilización de ordenadores para la digitalización de imágenes y
su tratamiento matemático (filtrado, refuerzo de bordes, etc.), mejoras que
han supuesto una decisiva ayuda en el desarrollo del intervencionismo
cardíaco y vascular.

2.2.8.1 Tomografía axial computarizada (TAC)

Otro avance revolucionario en el campo del diagnóstico ayudado por la


imagen ha sido la tomografía axial computarizada (TAC) desarrollada
en 1972 por Godfrey Hounsfield, que trabajaba para la empresa
fonográfica inglesa EMI, sobre la base de los estudios teóricos de Allan
Cormack en 1964. Ambos recibieron el Premio Nobel en 1979. Utilizando
un equipamiento radiológico especial (con un tubo emisor y varios
detectores de rayos X ambos giratorios) se obtenían imágenes desde
diversos ejes y ángulos que posteriormente eran procesadas en el
ordenador. Por medio de esta técnica, actualmente mucho más depurada,
los radiólogos pueden visualizar con gran facilidad las alteraciones debidas
a enfermedades como el cáncer, traumatismos, infecciones, trastornos
cardiovasculares o musculares, etc.

En 2003 fue concedido el Premio Nobel de Medicina a Paul


Lauterbur y Peter Mansfield por sus descubrimientos sobre la Resonancia
Magnética (RM), otro nuevo hito en el diagnóstico ayudado por la
imagen. Actualmente se realizan en el mundo más de 60 millones de
estudios diagnósticos con Resonancia Magnética. Aunque el fenómeno de

42
la resonancia había sido descubierto en 1946, no fue utilizado para generar
imágenes de los distintos órganos y tejidos del cuerpo hasta la década de
los 70. Las primeras aplicaciones se obtuvieron en el cerebro en donde
permitían no solo el diagnóstico preciso de los tumores, sino también
detectar la presencia de encefalitis o identificar las placas de esclerosis
múltiple. Posteriormente se ha aplicado a todos los sistemas del organismo
y, con sus perfeccionamientos, se han podido lograr, por ejemplo,
secuencias de imágenes que visualizan el movimiento, y por tanto la
función, del corazón.

2.2.8.2 Imagen por Resonancia Magnética (IRM)

Popularmente conocida como una tomografía de resonancia magnética, la


IRM es una máquina capaz de brindarnos imágenes precisas del interior de
nuestro cuerpo mediante el uso de imanes, sin la necesidad de hacer una
incisión. Esta máquina no invasiva, hoy perfeccionada al máximo, les permite a
los doctores escanear el cuerpo y detectar toda clase de problemas, desde una
esclerosis múltiple a un derrame cerebral, un tumor o cáncer.

2.2.8.3 Las gammagrafías

Otros métodos de obtención de imágenes utilizan la emisión de


radiaciones por determinadas sustancias unidas a isótopos radiactivos de
vida corta que, inyectadas en el organismo, son detectadas desde fuera
mediante una gammacámara que cuenta las partículas radiactivas
emitidas. Un ordenador convierte estas cuentas en imágenes.

Las gammagrafías informan especialmente acerca de la función de un


determinado órgano, por ejemplo el tiroides o el corazón, o señalan la
presencia de metástasis tumorales en los huesos. Aunque estas técnicas
de Medicina nuclear se iniciaron en los años 50, su aplicación comenzó a
extenderse cuando, en la década de los 60, mejoraron los sistemas de
detección (gammacámaras) y especialmente en los 70, con la
generalización de sistemas computarizados que permitieron rápidos
avances y nuevas aplicaciones.

43
2.2.8.4 La Tomografía de Emisión de Positrones

Desde entonces, el desarrollo de la Medicina nuclear ha sido explosivo,


especialmente tras la introducción de los sistemas de producción de
isótopos de vida muy corta mediante ciclotrones instalados en los propios
hospitales que han propiciado el desarrollo de la Tomografía de Emisión
de Positrones, más conocida por sus siglas en inglés (PET), cuyas
primeras aplicaciones datan de 1975. Para la obtención de las imágenes
se utilizan distintos radiofármacos en los que se une un isótopo de vida
ultracorta a alguna sustancia que interviene en el metabolismo de los
diversos órganos y tejidos.

De esta manera, además de las imágenes del órgano se estudia su


actividad metabólica. Por ejemplo, la fluorodeoxiglucosa (FDG) es una
molécula normal de glucosa, sustancia esencial en la producción de
energía durante el metabolismo cerebral, a la que se le ha unido
artificialmente un átomo de flúor radioactivo. Las neuronas más activas en
un momento dado tras la inyección absorberán más glucosa y, por tanto
emitirán más radiación con lo que se visualizan de forma predominante.

2.2.8.5 La ecografía.

La otra tecnología de imagen que ha supuesto una auténtica revolución en


el estudio diagnóstico de los pacientes es la que se engloba bajo el nombre
genérico de ecografía. Se trata de una técnica basada en la captación de
los ecos de haces de ultrasonidos reflejados en distintos tejidos y órganos
del cuerpo. Según la naturaleza de cada tejido la reflexión es más o menos
rápida e intensa. El procesamiento informático de estos ecos permite
reconstruir en forma de imágenes la estructura y movimiento de los tejidos
atravesados.

La ultrasonografía médica fue inventada en 1953 en Suecia por Inge Edler


y Carl Hellmuth Hertz utilizando un reflectoscopio para usos marinos
prestado por la firma Siemens con el que pudieron obtener en sus pantallas
ecos bien definidos de las estructuras cardíacas en movimiento,

44
especialmente del velo anterior de la válvula mitral, iniciandose así la
modalidad conocida como ecocardiografía.

Mediante transductores cada vez más sofisticados y con un tratamiento


informático más complejo de las señales se pudieron estudiar más
estructuras cardíacas y con ellas realizar o confirmar diagnósticos de un
número creciente de cardiopatías. Por tratarse de una técnica poco
costosa, no invasiva, sin radiación, inocua e indolora que proporciona una
gran calidad de las imágenes y une a la gran definición de las estructuras
la posibilidad de estudios funcionales, su popularidad ha ido creciendo al
paso de los avances en su perfeccionamiento. Además de las imágenes
en un solo plano (modo M), pronto se consiguió el modo bidimensional y,
más recientemente, el tridimensional que permiten una extraordinaria
precisión. Al eco convencional puede asociarse el estudio de la velocidad
del flujo sanguíneo intracardiaco e intravascular mediante la
técnica Doppler que añade al método nueva información y facilita los
estudios funcionales.

En 1955 Lann Donald aplicó la técnica al estudio de otras zonas del cuerpo,
sección por sección, en lo que se conoce como ecografía. Esta
exploración, por razones análogas a las referidas para el corazón, goza
actualmente de un amplio uso especialmente en la exploración abdominal,
urológica u obstétrica.

2.2.9 Cirugía robótica con láser no invasiva

En la década de los 80’s ocurrieron toda clase de avances y descubrimientos


en un campo de las ciencias tan fundamental y tan relevante para la humanidad
como lo es el de la medicina. Uno de esos grandes avances fue el de la cirugía
robótica con láser no invasiva; científicos descubrieron para entonces que con
láser era posible cortar tejido de forma extremadamente precisa. En 1987 se
realizó la primera cirugía robótica con láser y hoy, una cirugía de este tipo ofrece
un amplísimo porcentaje de probabilidades de que una cirugía resulte a la
perfección.

45
2.2.10 Pruebas de ADN y mapeo del genoma humano

Desde que en 1953 Watson y Crick descubrieron la estructura del ADN, el


estudio y los avances en el campo de la genética ha maravillado al mundo. Ya
en la década de los 70’s los científicos comenzaron a secuenciar varias
moléculas de ADN, pero no fue sino hasta el 2003 que los 25.000 genes
humanos se lograron identificar por completo. Hoy, el mapeo del genoma
humano y el desarrollo de la genética le permiten a las ciencias toda clase de
avances en todos los campos, en especial para el tratamiento de enfermedades
genéticas.

2.2.11 La función cerebral

El desarrollo de sofisticadas técnicas de imagen por los institutos de Salud


Nacional de Estados Unidos permitió a los investigadores demostrar, en la
década de 1970, las partes específicas del cerebro que controlan el oído,
el habla y el movimiento de las extremidades.

Relevantes fueron también los descubrimientos sobre el funcionamiento


de los nervios. La teoría de los neurotransmisores, desarrollada durante el
siglo XX, establece que los impulsos se transmiten de un nervio a otro por
una combinación de señales eléctricas y químicas.

46
Otro descubrimiento importante para la fisiología fue, en la década de
1970, el de que el cerebro regula funciones corporales mediante la
liberación de hormonas desde un área del cerebro —el hipotálamo— para
controlar la hipófisis. Este trabajo, llevado a cabo por los endocrinólogos
estadounidenses Roger Guillemin y Andrew Víctor Schally, estableció la
conexión entre las emociones y la bioquímica. Como aplicación médica, ha
sido posible obtener por primera vez tratamientos para trastornos
neurológicos como la epilepsia y la enfermedad de Parkinson

2.2.12 Avances en el tratamiento de las enfermedades

Lógicamente, uno de los factores que justifican el cambiante espectro de


la enfermedad en el medio siglo transcurrido, es el impacto de los nuevos
tratamientos que han ido surgiendo como respuesta a los problemas
médicos de cada momento y también como resultado de la imaginación, y
en muchos casos la audacia, de los pioneros.

La Farmacología, asentada ya sobre bases científicas y la Cirugía,


auxiliada por procedimientos anestésicos y de control fisiológico más
avanzados, han hecho posible estos cambios.

Aunque la búsqueda de los antibióticos comenzó ya a finales del siglo


XIX y los descubrimientos de la Penicilina y las sulfamidas datan de 1929
y 1932, la aplicación clínica de los antibióticos se puede cifrar en los años
finales de la década de los 40 y los primeros años de la de los 50. Para
entonces, además de la Penicilina, se habían descubierto ya la
estreptomicina (1943), las cefalosporinas (1945), el cloranfenicol (1947), y
la neomicina (1949).

En 1950 se descubrió la oxitetraciclina, en 1952, la eritromicina, en 1956,


la vancomicina, en 1957, la kanamicina, en 1963, la gentamicina y en 1971,
la tobramicina por citar los ejemplos más conocidos. Luego, desde el
comienzo de los 80, a los años finales de los 90, pasaron casi 20 años sin
que se introdujera en el uso clínico ningún antibiótico nuevo.

47
Después de medio siglo de completo control de las enfermedades
microbianas en los países desarrollados, la década de los 90 ha visto
aparecer un rebrote de las enfermedades bacterianas y virales.
Virtualmente todos los gérmenes patógenos más importantes has
adquirido genes de resistencia a los antibióticos. En algunos casos se
han visto incluso cepas con resistencias a todos los antibióticos utilizables.

La diseminación de tales gérmenes se ha hecho más rápida debido al gran


incremento de la movilidad de las poblaciones. Los hospitales, casas de
salud y demás centros asistenciales se han convertido en reservorios de
los agentes con mayores resistencias.

Por otra parte, existen patógenos de tipo comunitario que han adquirido
resistencias, en algunos casos, múltiples. Es el caso de la salmonela y
sobre todo del bacilo tuberculoso y del estreptococo pneumoniae que
además de elevar la mortalidad en la población general, lo hacen mucho
más en pacientes inmunodeprimidos. La pérdida de eficacia de los
antibióticos, asociada a la pérdida de vidas humanas, repercute además
en el aumento del coste sanitario de estos problemas.

Junto a la necesidad de un uso más prudente de los agentes


antibacterianos existe en la actualidad la urgencia de encontrar nuevas
sustancias antibacterianas activas. En este campo, una intensa
investigación ha deslindado ya una serie de compuestos activos entre los
que se encuentran las estreptograminas, las xazolidinonas, las
fluoroquinolonas y algunos derivados semisintéticos de las tetraciclinas y
de los macrólidos.

2.2.14 La nueva Farmacología

Otra línea de investigación utiliza la biología molecular para impedir el


desarrollo de resistencias en los gérmenes. La nueva Farmacología.

La nueva Farmacología que ha evolucionado de manera espectacular en


estos 50 años, no sólo en el campo de los antibióticos, sino también en el

48
de neurofarmacología y más recientemente en el área de los
psicofármacos, obtiene hoy día un importante empuje a partir de los
avances de la Bioquímica para el diseño de fármacos y ,sobre todo, de la
Biología molecular en lo que se conoce como Farmacogenómica que
pretende obtener del conocimiento de las decenas de miles de genes y de
los cientos de miles de variaciones del ADN (cambios de una sola letra en
los nucleótidos o polimorfismos) información para “personalizar” la
intervención farmacológica de acuerdo con aquellos genes y estas
variaciones, es decir, utilizar las variaciones genéticas para encontrar el
fármaco y la dosis más adecuada para un paciente determinado.

Una modalidad terapéutica que está siendo objeto de intenso estudio es


la terapia génica. Se trata de la introducción de material genético en las
células de un paciente para combatir una enfermedad de tipo genético en
la que un gen defectuoso puede ser sustituido o modificado para
normalizar su función y producir la proteína o el enzima correctos. De forma
muy esquemática podemos decir que, para conseguir estos efectos, hay
que aislar el ADN normal, “empaquetarlo” en un vector, generalmente un
virus inactivado, infectar con él las células diana y permitir que el vector
descargue el ADN para que empiece a producir la proteína ausente y
restaure la célula a su situación normal.

Recientemente, el año 2000, se ha realizado la aplicación en el hombre de


esta forma de terapia. Investigadores franceses trataron un paciente
de Deficiencia Inmune Combinada Severa (SCID) portador de un gen
defectuoso que impide la producción normal de un enzima esencial para
el sistema inmune. Para ello, aislaron una copia normal del gen y mediante
un vector apropiado lo introdujeron, en el Laboratorio, en las células de la
médula ósea aisladas del paciente. Cuando estas células fueron
reintroducidas en el enfermo en condiciones de aislamiento, se comprobó
cómo se había reconstruido un sistema inmune que funcionaba con
normalidad.

Aunque en este tipo de terapia existen aún multitud de problemas e


interrogantes, el empuje investigador conseguirá sin duda resolverlos y
facilitar con ello su aplicación en un número creciente de enfermedades
cuyos genes van siendo ya conocidos.

49
2.2.15 La cirugía

En la segunda mitad del siglo XX se han realizado intervenciones que


antes eran impensables. En 1962, se reimplantó por primera vez un brazo
completamente seccionado. Procedimientos menos espectaculares pero
más frecuentes incluían el reimplante de dedos amputados. La cirugía de
este tipo fue posible gracias a los microscopios quirúrgicos, a través de los
cuales el cirujano puede ver nervios finos y vasos sanguíneos que deben
anastomarse para hacer que funcione de nuevo la parte amputada. Las
prótesis, como la que se emplea en la reconstrucción de la articulación de
la cadera, han logrado que las personas incapacitadas por la artritis o por
accidentes puedan volver a andar. Asimismo, se han fabricado brazos
protésicos activados con baterías.

El fallo renal, antes fatal, se trata de forma rutinaria con trasplante o


mediante diálisis como un tratamiento a largo plazo.

En 1975, un amplio ensayo experimental mostró que los diabéticos con


daño en los vasos del ojo podían salvarse de la ceguera a base de un
tratamiento con rayos láser. Algunos casos graves de epilepsia tienen
tratamiento consistente en localizar el punto irritado en el cerebro que
causa las convulsiones y destruirlo mediante sondaje frío de nitrógeno
líquido.

Muchos de estos avances se deben a la tecnología o a la aparición de


nuevos fármacos. El trasplante de órganos se ha visto facilitado por el
desarrollo de nuevos medicamentos para prevenir el rechazo. Las
operaciones de bypass son posibles gracias al uso de corazones
artificiales que permiten parar el corazón mientras se realiza la operación.
La endoscopia ha hecho posible el desarrollo de una cirugía mínimamente
invasiva; esto ha permitido realizar, en una operación de apendicitis por
ejemplo, pequeñas incisiones, lo que, por otro lado, permite reducir la

50
cantidad de anestesia requerida en la operación, así como el tiempo de
recuperación del paciente.

2.2.15.1 La cirugía cardíaca

Al iniciarse la segunda mitad del siglo XX, la Cirugía constituía aún una
disciplina de tipo general, con un predominio importante de la cirugía
digestiva y algunos brotes de especialización en cirugía vascular,
ginecológica y ortopédica, además de la neurocirugía que llevaba años de
desarrollo en los países nórdicos y Estados Unidos. La anestesiología
estaba en sus inicios como especialidad independiente. En este momento,
pilotado por cirujanos generales con las inquietudes y la audacia suficiente,
comienza un desarrollo explosivo de algunas especialidades que, como la
cirugía pulmonar y la cirugía cardíaca iban a cambiar el panorama.

El desarrollo de la cirugía cardíaca es muy ilustrativo. En 1948, con días


de diferencia, dos cirujanos americanos Dwight Harken y Charles Bailey
realizaron de manera independiente una operación para corregir la
estenosis mitral.

Tras los primeros fracasos, se consiguieron resultados que abrían un


mundo de esperanzas pero que chocaban con la dificultad de que se
trataba de un órgano en movimiento cuya función de transporte de la
sangre solo podía interrumpirse durante breves momentos.

Tras los estudios de hipotermia del canadiense Wilfred G. Bigelow,


inspirado en la fisiología de los animales hibernantes de su país, Walton
Lillehei y John Lewis intentaron la primera operación a corazón abierto en
una niña en la que, tras haber hecho descender su temperatura a 27ºC,
pudieron mantener la circulación interrumpida durante unos 10 minutos y
cerrar con éxito una comunicación inter-auricular. Sin embargo, la mayoría
de las lesiones cardíacas, congénitas o adquiridas, al ser más complejas
necesitaban más tiempo para ser corregidas. Se trataba de diseñar una
máquina que fuese capaz de mantener la circulación y la oxigenación de
la sangre, sustituyendo y permitiendo aislar el corazón y los pulmones.

51
El primer prototipo, diseñado por John Gibbon fue aplicado por primera vez
en 1953 en el Jefferson Medical College de Filadelfia. Esta máquina
corazón-pulmón marcó un hito en la historia de la Cirugía y de la
Cardiología ya que con ella, y sus ulteriores variantes y mejoras, se hizo
posible el tratamiento quirúrgico de gran número de cardiopatías
congénitas, valvulares y coronarias, con lo que cambió el enfoque clínico
de las enfermedades del corazón.

2.2.15.2 La cirugía de los trasplantes de órganos

Dentro del campo quirúrgico el otro gran hito de los últimos 50 años ha sido
la cirugía de los trasplantes de órganos. A lo largo de estos años han
tenido lugar grandes avances en este campo en el que la moderna
medicina científica ha ido superando sucesivas barreras. En 1954, Joseph
Murray y David Hume realizaron en Boston el primer trasplante de riñón
procedente de un donante vivo, hermano gemelo del paciente. En esta
ocasión, dada la perfecta compatibilidad donante-receptor, no hubo que
realizar ningún tipo de inmunosupresión, aunque la posible aplicabilidad de
la técnica resultaba realmente limitada.

A finales de esta década se realizaron progresos en la tipificación


y adecuación de donantes y pacientes y en el desarrollo de agentes
inmunosupresores que ayudasen a prevenir o tratar el rechazo del órgano
extraño. En 1962 se realizó con éxito el primer trasplante renal con riñón
de cadáver. En 1963 se realizó el primer trasplante de pulmón y en 1967,
otro de los pioneros de este campo Thomas Starzl, realizó en Denver,
donde se encontraba antes de su traslado a Pittsburgh, el primer trasplante
hepático. A finales de ese mismo año, Christian Barnard realizó el primer
trasplante cardiaco en Ciudad del Cabo. A pesar de la espectacularidad de
algunos resultados, los problemas eran mayores y el tema de los
trasplantes cardiacos pareció quedar algo adormecido en su aplicación
clínica aunque la investigación continuaba.

En la década de los 70, Norman Shumway y su equipo, en California,


dedicaron sus esfuerzos a estudiar científicamente el rechazo utilizando el

52
método de las biopsias cardíacas que permitían conocer la anatomía
patológica y los primeros signos de rechazo para aplicar, solo entonces,
los peligrosos fármacos inmunosupresores de la época.

El descubrimiento, en el suelo de un fiordo noruego, de la ciclosporina,


fármaco inmunosupresor que, conservando poderosas propiedades
antirechazo, no eliminaba por completo la resistencia del organismo a las
infecciones, supuso un paso de gigante. La ciclosporina fue aprobada en
1983. Con su empleo, los pacientes comenzaron a sobrevivir y mejorar y
los hospitales volvieron a recuperar sus programas de trasplantes.

En 1989 se realiza el primer trasplante de un fragmento de hígado


procedente de un donante vivo, en 1990 algo análogo en un trasplante
pulmonar y en 1991 se realiza en Pittsburgh un trasplante de intestino
delgado.

En 1990 Murray autor del primer trasplante de riñón y uno de los pioneros
en el dominio del rechazo inmunológico y Donnall Thomas el padre del
trasplante de médula ósea, recibieron el Premio Nobel de Medicina.

Una alternativa al trasplante en casos de escasez o carencia de órganos o


en aquellos en los que la biocompatibilidad pudiera resultar problemática
podría ser, desde el punto de vista teórico, la sustitución del órgano dañado
por un órgano artificial. La aplicación de este principio no ha resultado,
sin embargo, tan fácil como su enunciado.

El riñón artificial supuso, ya antes del trasplante renal, y supone aún ahora,
una gran esperanza para muchos pacientes que sin él caminan a una
muerte segura. Por otra parte, como ya hemos visto, la sustitución del
corazón y los pulmones por una máquina durante el tiempo quirúrgico fue
resuelta a partir de 1953 con el corazón-pulmon de Gibbon y sus
posteriores versiones y variantes.

Pero se trata de sustituciones temporales, breves, capaces de funcionar


durante horas. En 1966 (De Bakey) y 1969 (Cooley) implantaron sendos
corazones artificiales con una breve supervivencia de ambos pacientes.
Entre 1982 y 1985, William De Vries realizó 5 implantes del corazón

53
artificial Jarvik con una supervivencia máxima de 620 días.
Posteriormente se han implantado otros modelos, p.e. el Novacor Plus,
aunque generalmente se utilizan temporalmente como puente de espera
hasta la aparición de un donante humano para trasplante definitivo. A
pesar de los grandes avances en diseño y tecnología, aún parece lejana
la posibilidad de una sustitución permanente de órganos como el corazón,
el hígado o los riñones.

En otro orden de cosas, hay un mayor desarrollo de miembros y


articulaciones artificiales y está ampliamente establecido el implante de un
sistema mixto, externo-interno para la recuperación de la audición en lo
que se conoce como implante coclear.

Un implante coclear es un dispositivo que estimula eléctricamente el nervio


auditivo en la cóclea (oído interno). Esta estimulación está diseñada para
permitir que una persona con sordera de severa a profunda perciba el
sonido. El sistema consta de un procesador del habla que filtra, analiza y
digitaliza en señales codificadas el sonido recogido por un micrófono. Las
señales procesadas son transmitidas a un receptor implantado bajo la piel
que, por medio de un cable, envía la energía eléctrica apropiada a las fibras
nerviosas del nervio acústico, en la cóclea, que a su vez las envía al
cerebro para su interpretación.

El primer implante coclear multicanal fue realizado por Graeme Clark en


1978. Un sistema análogo de visión artificial, con una cámara externa
cuyas señales ópticas son procesadas y convertidas en señales eléctricas
que posteriormente se envían al nervio óptico, está siendo ensayado en
Bélgica, aún a nivel muy experimental, por Claude Veraart.

2.2.16 La medicina en la actualidad

A principios del siglo XX las enfermedades responsables de la alta tasa


de mortalidad eran de origen infeccioso. Sin embargo, en la actualidad las
enfermedades de más prevalencia son las cardiovasculares, el cáncer y
los procesos inflamatorios crónicos, que tienen su origen en alteraciones
del material genético o ADN. Este cambio en el paradigma de los
agentes causantes de enfermedad ha hecho que la medicina actual centre

54
su atención no sólo en microorganismos patógenos sino
fundamentalmente en el ADN, que se ha convertido así en la molécula más
importante para el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades.
(Morata Martínez y Álvarez)

2.2.17 Perspectivas de la medicina en el futuro

La rápida deterioración y degradación del medio ambiente constituye,


además de tener otras múltiples implicaciones, una fuente de problemas
sanitarios. La calidad del agua, crítica para el mantenimiento de las
condiciones de salud, la polución atmosférica con su contribución creciente
a las enfermedades respiratorias y al cáncer o el calentamiento global que
transporta las enfermedades tropicales a latitudes nórdicas, son algunos
ejemplos bien conocidos.

La incapacidad de dominar las grandes epidemias como el SIDA,


la malaria, la tuberculosis, junto al impacto creciente de catástrofes,
guerras y desastres naturales que los medios de comunicación se
encargan de darnos a conocer con detalle, acentúan la demanda de un
mayor desarrollo de los conocimientos y, sobre todo, de los recursos
destinados a la salud.

Al lado de estos y otros problemas sanitarios, existe un problema ético más


profundo. Actualmente se considera correcto y “avanzado” asumir que la
vida de ciertos seres humanos carece de sentido y, bajo capa de una
presunta compasión o invocando unos derechos al propio cuerpo o al
propio bienestar, se promueve su eliminación para comodidad y beneficio
de los más fuertes. Tanto la ética como el derecho médicos tienen ante sí
un panorama inmenso para la reflexión y la acción.

2.2.18 El futuro de la Medicina en los próximos 50 años

Después de este somero repaso de lo ocurrido en la Medicina en los


últimos 50 años, parece posible realizar una predicción razonable acerca
de lo que será el futuro en los próximos 20 años, o sea alrededor de 2025.

55
Adentrarse en un futuro más lejano, dentro de 50 años en el año 2054,
puede ser, en cambio, casi un ejercicio de ciencia ficción.
El desarrollo futuro tendrá muy probablemente como punto de partida todo
lo que hoy día sabemos sobre la Biología celular, molecular y genética
humana normal.

La Biología celular nos proporcionará la base para comprender la


actividad celular y las características que especifican los diversísimos tipos
celulares. En un horizonte próximo se encuentra el conocimiento profundo
de la diferenciación celular a partir de las células troncales, de las
señales internas que la desencadenan y dirigen y de los “mensajes” del
medio para condicionarla mediante factores de diferenciación. Este
conocimiento establecerá las bases para el manejo seguro de la
regeneración de tejidos y órganos como un arma terapéutica de primer
orden especialmente en las enfermedades que se caracterizan por la
disminución de tejidos funcionales por pérdida de masa celular. Así se
podrán reconstruir islotes pancreáticos en la diabetes, conglomerados de
células dopaminérgicas en la enfermedad de Parkinson, zonas de
miocardio contráctil en la insuficiencia cardíaca, etc. etc.

La Medicina Molecular basará su desarrollo en la identificación de los


defectos que, a nivel molecular, producen alteraciones de la actividad
celular y de la fisiología de órganos y sistemas y son por ello causantes de
un considerable número de enfermedades. Esta identificación servirá de
base a técnicas diagnósticas y de imagen, no invasivas, con una precisión
que permitirá el diseño racional de terapias farmacológicas o moleculares
que aseguren la prevención y/o el tratamiento eficaz de dichas
enfermedades. En esta línea ya se han comenzado a establecer los
campos de lucha contra las grandes epidemias con las que se enfrenta
nuestra época: las enfermedades cardiovasculares y el ictus cerebral, el
cáncer, la diabetes, la obesidad, las enfermedades neurodegenerativas
(especialmente la enfermedad de Alzheimer) o los nuevos agentes
infecciosos, como el virus del SIDA o los priones.

Muchas de estas amenazas exigen una detección precoz para instaurar el


empleo de moléculas que interrumpan en sus comienzos el proceso

56
patogénico, frenando, por ejemplo, la alteración de lípidos o proteínas que
van a formar el sustrato de enfermedades metabólicas, forzando el
aclaramiento de formas proteicas aberrantes o desarrollando nuevas
generaciones de vacunas o antibióticos.

La Genética, por su parte, está llamada a jugar un papel central en el


futuro de la Medicina. El conocimiento y la comprensión de la función
normal de las decenas de miles de genes descubiertos en el Proyecto de
Genoma Humano proporcionará nuevas y poderosas luces en el campo
de la Genómica Funcional y Fisiológica. Con ello aparecerán, con más
claridad y en mayor número, los genes implicados en las enfermedades
hereditarias ya sea por sus alteraciones, ya por su ausencia o exceso.

Uno de los aspectos llamativos que se ha destacado tras la descripción del


Genoma humano es el hecho de que el hombre posee un número de genes
codificantes de proteínas menor de lo esperado y no muy diferente del de
muchos animales. Junto a ello, las masivas cantidades de ADN no
codificante representan hasta un 98 % del genoma. Por esta razón se
supone que las extensas regiones no codificantes del genoma contienen,
con bastante probabilidad, mensajes importantes cuya función podría ser
la de coordinar la enorme complejidad de la expresión genética y de las
respuestas programadas que determinan la diferenciación y el desarrollo
humano y lo separan de los de otros animales.

Junto a las alteraciones genéticas monogénicas y a otras variaciones


causadas por mutaciones y polimorfismos en genes codificantes de
proteínas, muchas de las variaciones entre individuos se deben a
diferencias en dichas regiones no codificantes del genoma. Precisamente,
el llamado Mapa de Haplotipos, sucesor del Proyecto Internacional del
Genoma Humano, estudiará los bloques de variaciones en las cadenas de
ADN para identificar aquellas alteraciones que pueden estar implicadas en
la aparición de las enfermedades más importantes. Conocer el mecanismo
genético de estas enfermedades supondrá una base segura para su
detección precoz y para lograr, mediante la terapia génica, la terapia
celular o la combinación de ambas, una prevención y un tratamiento eficaz
de las mismas.

57
Un campo de la actual Medicina que puede adquirir un importante
desarrollo futuro es el conocido como Bioingeniería. La utilización de los
avances tecnológicos en el desarrollo de nuevos materiales sintéticos, las
técnicas de miniaturización, la microelectrónica y la bioinformática
facilitarán la producción de biochips y de órganos y prótesis
artificiales en los que se combinen diseños de sofisticada ingeniería con
el aprovechamiento de recursos biológicos fruto de cultivos celulares no
menos complejos.

Otra disciplina llamada a jugar un papel creciente es


la Farmacología. Sobre la base de los conocimientos de la Medicina
molecular, el empleo masivo de la informática para la búsqueda de
compuestos químicos teóricamente activos y el diseño de nuevas
sustancias terapéuticas, ha de permitir un ahorro de tiempo y esfuerzos
que redundará en la eficacia de los investigadores que podrán realizar los
primeros ensayos farmacológicos en el propio ordenador. Junto a ello, el
desarrollo de la Farmacogenómica logrará una terapéutica personalizada
basada en las características genéticas de cada paciente.

Ya al final de esta exposición, debemos considerar que una precipitada


apreciación de lo que será el futuro puede llevarnos a confiar de manera
ingenua y un tanto simplista en las promesas de la Ciencia y los avances
de la tecnología. Las bases del desarrollo de la Medicina siguen estando,
sin embargo, en el hombre, en la gran capacidad de la inteligencia humana
cuando está movida por fines elevados. Por eso me parece conveniente
insistir en los dos grandes pilares del progreso médico: investigación y
formación.

La investigación biomédica deberá replantearse los caminos de su


desarrollo para que no le impidan dirigirse hacia su fin esencial: la
conservación y mejora de la salud humana. Esto exigirá no sólo acrecentar
el caudal de conocimientos, sino una adecuada y razonablemente rápida
traslación de los nuevos hallazgos y técnicas a la práctica médica y al
cuidado de los pacientes. La presión para conseguir resultados aplicables
que ya se deja sentir de forma creciente, exigirá, entre otras cosas,
reacondicionar de manera imaginativa la estructura de los ensayos
clínicos para hacerlos manejables y eficaces. Para todo ello se precisarán

58
nuevos instrumentos de investigación y, especialmente, el trabajo
interdisciplinar de equipos con experiencia complementaria en Biología y
Medicina.

La nueva educación biomédica habrá de transmitir a los protagonistas de


la siguiente generación los principios, los contenidos y los valores
necesarios para una Medicina a la vez científica y humana. Esta Educación
Médica deberá extenderse desde el periodo de formación médica básica,
hasta el periodo de postgraduación, cada vez más importante y extenso.
En ambos, al lado de la adquisición de unas técnicas de complejidad
creciente, volverá a ser patente la importancia, el papel central de las
personas.

El médico en formación deberá aprender, como siempre se ha dicho, al


lado del enfermo, pero también junto al médico que lo atiende, que se
convierte para él en un modelo que no solo asume y proclama unos
principios de humanidad y compasión sino que los demuestra con su
conducta, afrontando los cotidianos dilemas éticos con un criterio fundado
en lo verdadero y lo justo y empapado en la idea de servicio al prójimo
doliente que ha sido y será la grandeza de la Medicina.

La solución de los acuciantes problemas que aún persisten, y hemos


mencionado más arriba, no es solo misión del médico, es también una
tarea de la sociedad entera que debe sensibilizarse para percibirlos y, a
través de sus representantes, conseguir que en su solución se empleen
tantos recursos como se malgastan hoy en inútiles contiendas.

En esta tarea, individual y colectiva, se presenta como un reto urgente el


de recuperar el respeto. Respeto por la vida humana que comienza,
respeto por la vida humana que termina, respeto por la sexualidad humana
como medio de expresión del amor y de perpetuación de la especie.
Respeto, en suma, por el ser humano, por todos los seres humanos. Los
más débiles – los pobres, los embriones, los niños, los discapacitados, los
ancianos – siguen siendo víctimas del utilitarismo de una sociedad egoísta
y, a veces, de la falta de escrúpulos de los investigadores. Al avance, que
se ha producido y sin duda proseguirá, de la Ciencia y de la Práctica de la

59
Medicina, se ha de añadir, en un esperanzado programa, el crecimiento de
unos valores que ni el tiempo ni el progreso pueden eclipsar.

2.3 Marco normativo

La investigación científica en medicina esta regidos por las siguientes


normas internacionales

1. Declaración Universal sobre Bioética y los Derechos Humanos de la


UNESCO.
2. Declaración Internacional sobre los Datos Genéticos Humanos de la
UNESCO
3. Declaración Universal sobre el Genoma y Derechos Humanos de la
UNESCO
4. El Código de Nuremberg del Tribunal Internacional de Nurembreg
5. La Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial

2.4 Marco conceptual

Anticuerpo.
Proteína producida por los linfocitos (las células) B en respuesta a un
antígeno. Los anticuerpos se unen a los antígenos y ayudan a destruirlos.

Antígeno
Cualquier sustancia que es extraña para el cuerpo y desencadena una
respuesta inmunitaria. Los antígenos incluyen bacterias, virus y alérgenos,
como el polen.

Antineoplásico
Medicamento empleado para inhibir el crecimiento o la propagación de células
precancerosas, cancerosas o tumores.

60
Cáncer
Tumor maligno en general. La peculiaridad específica de la malignidad
consiste en la capacidad para invadir y destruir tejidos sanos de su entorno
(proceso que denominamos infiltración), y de enviar células a zonas distantes
del organismo, donde pueden anidar o crecer originando nuevos tumores
denominados metástasis

Cáncer relacionado con el SIDA


Tipo de cáncer con más probabilidades de ocurrir en las personas con el
VIH/SIDA que en quienes tienen el sistema inmunitario sano. Entre estos tipos
de cáncer están el cáncer pulmonar, el cáncer anal y el linfoma de Hodgkin.

Cámara gamma
Dispositivo utilizado en medicina nuclear para explorar a pacientes a los que
se les han inyectado pequeñas cantidades de materiales radioactivos.

CT (tomografía computarizada) ultrarrápida


Un tipo de procedimiento radiológico de diagnóstico en el que un haz de rayos
X se mueve en círculo alrededor del cuerpo. Esto permite muchas vistas
diferentes del mismo órgano o estructura, y proporciona muchos más detalles.
La información de los rayos X es enviada a una computadora que interpreta
los datos de los rayos X y los presenta de forma bidimensional en un monitor.

Ecografía.
Técnica de diagnóstico que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para crear
imágenes de los órganos internos.

Ecografía intravascular
El uso de ultrasonido dentro de un vaso sanguíneo para visualizar mejor el
interior del vaso con el fin de detectar problemas dentro del vaso sanguíneo.

61
Gamma Knife
Tipo de radiocirugía que usa rayos gamma para tratar el cáncer de cerebro.

Imágenes por resonancia magnética (MRI)


Procedimiento de diagnóstico que utiliza una combinación de imanes grandes,
radiofrecuencias y una computadora para producir imágenes detalladas de los
órganos y las estructuras internas del cuerpo.

HTLV-I.
Oncovirus humano descubierto por Robert Gallo e identificado como el agente
causal de ciertos linfomas de células T que expresan cantidades masivas de
Rc de IL-2 en la membrana. Hoy se le asocia a: Linfomas crónicos, Leucemias
de células T del adulto, Paraparesis espástica tropical e inmunodeficiencia
(menor).
Retrovirus
Son virus que contienen una DNA polimerasa dirigida por RNA, transcriptasa
inversa o retrotranscriptasa (RT). En su mayor parte causan tumores en el
SRE y hematopoyético (leucemias, linfomas) o del tejido conjuntivo
(sarcomas).

62
CAPITULO III: Conclusiones y recomendaciones

Conclusiones

De todo lo expuesto en este estudio se han elaborado las siguientes


conclusiones:

1. El gran desarrollo en la segunda mitad del siglo XX de la biología


molecular y de la ingeniería genética, el desciframiento de los
genomas, la comprensión del desarrollo biológico y de sus alteraciones,
del ciclo celular y de los procesos de diferenciación celular, han
posibilitado nuevos tratamientos para infecciones virales y
enfermedades raras, han revelado que bajo la etiqueta de cáncer se
esconden centenares de enfermedades diferentes que requieren
diseños terapéuticos muy distintos, y han proyectado hacia el futuro el
trasplante de órganos en una nueva dimensión de medicina
regenerativa y de generación de órganos.
2. Los últimos 50 años en medicina han evidenciado que el tratamiento de
las principales enfermedades con alta prevalencia mundial como el
cáncer, el SIDA, la TBC entre otras enfermedades infecciosas y
sistémicas implica profundas investigaciones a nivel de biología y
genética molecular.

4. Los avances científicos y tecnológicos en medicina han dado lugar a la


llamada Medicina Molecular la que se orienta a la identificación de los
defectos que, a nivel molecular, producen alteraciones de la actividad
celular y de la fisiología de órganos y sistemas y causantes de muchas
enfermedades. El avance en permitirá el diseño racional de terapias
farmacológicas o moleculares que aseguren la prevención y/o el
tratamiento eficaz de dichas enfermedades.

5. La medicina en la actualidad pretende instaurar el empleo de moléculas


que interrumpan el comienzo de los procesos patogénicos que ocurren
e nivel celular o a nivel de tejidos u órganos.

63
Recomendaciones

De acuerdo a las conclusiones de este estudio se han formulado las siguientes


recomendaciones:

1. Investigar cuales son los avances científicos en el tratamiento de cada


una de las principales enfermedades que más prevalencia tienen en la
actualidad mundial.
2. Realizar investigaciones sobre las principales deficiencias y vacíos en
el diagnósticos de las enfermedades con el fin formular tratamientos
adecuados.

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REFERENCIAS

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