Está en la página 1de 3

SEMINARIO MEDIOS DE COMUNICACIÓN

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN COMO AGENTES DE SOCIALIZACIÓN.

En los últimos años ha entrado a debate el papel de los medios de comunicación de


masas, es decir los instrumentos tecnológicos o sociales que se emplean para
transmitir una serie de mensajes a un gran conjunto de población, en los procesos de
socialización.

Es un hecho la influencia que estos ejercen en el conjunto de la sociedad y el motor de


cambio que suponen, pero quien cuestiona a los medios de comunicación como
agentes de socialización lo hace porque no interactúan con la población, es una
relación unidireccional.

Hay críticas en contra de los efectos que pueden tener los medios de comunicación de
masas en la sociedad (pasividad de la población, difusión de valores pobres,
trivialización y entretenimiento eterno, inversión de los valores estéticos y éticos,
valores comerciales, manipulación…) y a favor (aumento de la participación y
creatividad, mayor información y acceso al entretenimiento, debate público, fomenta
la diversidad, promueve la moralidad…). La cuestión es que en una sociedad capitalista
como la que vivimos, los medios de comunicación pueden acabar siendo utilizados
como un instrumento de manipulación y captación de votos, además del escaparate
principal del consumismo y la telebasura.
La presa, radio y televisión, los productos de los medios de comunicación de masas, se
están desarrollando como una empresa, donde la publicidad y conseguir audiencia es
la clave. En este ámbito el tema a debate es en qué lugar queda el derecho a una
información veraz. En ese marco aparecen las televisiones públicas.

La pluralidad de los medios de comunicación se ha ido reduciendo últimamente a


causa de la fusión en grandes grupos mediáticos dirigidos por magnates de la
comunicación con un gran peso económico y político. Esto provoca que la información
que se proporciona haya pasado por el filtro de sus intereses y modos de verlo. El
cambio lo proporciona Internet y la sociedad interactiva que todavía hoy consigue
escapar en menor o mayor medida de la censura y el control. Según Castells habría dos
tipos de individuos los INTERACTUANTES y los INTERACTUADOS.

Así hay dos posiciones respecto a la actitud de la población sobre la recepción de los
mensajes de los medios de comunicación. Por un lado la postura mecanicista que
considera que los mensajes influyen muy hondamente sobre las audiencias y por otro
lado la hipótesis del “espectador inteligente” en la que se produciría una
interpretación de los mensajes. Lo que sí que es cierto es que existe una mente
colectiva en la que sólo tiene cabida aquello que esté en los medios de comunicación.

Esto ha podido acabar afectando a la sociabilidad de los niños, que queda mermada en
tiempo ante la exposición a medios de comunicación como pueden ser la televisión o
internet. De esta forma se pueden percibir tres contextos sociales con diferentes
métodos de atención a esta problemática.
- Las clases medias. Los padres ejercen cierto control sobre los medios, pero los
niños acaban adoptando una vida menos austera merced a la influencia
consumista.
- Los suburbios urbanos. Hay dos perfiles ante la cultura consumista que se
emite a través de la televisión, los resentidos por ver diariamente cosas que no
pueden adquirir o los consumistas compulsivos obsesionados con manejar
dinero. No hay control paterno y puede provocar conductas desviadas como
robos.
- El medio rural. Se rompe el estilo de vida de solidaridad vecinal que se cambia
por una vida más individualista y privatizada, con el ideal de vida de la ciudad,
como adalid del consumo y las oportunidades.

LOS VIDEOJUEGOS Y LA VIOLENCIA

Según el reportaje de Abel Grau, no hay pruebas concluyentes de que los videojuegos
sean los generadores de violencia, como en los casos de los asesinatos de Oslo y Utoya
o diversos tiroteos y masacres cometidas en Estados Unidos por adolescentes. En eso
están de acuerdo los especialistas mencionados, tanto Enrique Echeburúa, Carles Feixa
y Tanya Byron las investigaciones realizadas a lo largo de estos años no son
concluyentes y es preciso invertir más tiempo en estudios pormenorizados para sacar
conclusiones.

Por el momento el sentimiento general es el de no culpar a los videojuegos como


causa única, hay muchos más factores que pueden desatar la violencia o una pérdida
de discernimiento entre la ficción del videojuego y la realidad entre los jugadores. Si
puede ser cierto que determinados individuos utilicen algunos juegos como método de
entrenamiento de prácticas violentas y que en cierta medida estos juegos refuercen
tendencias violentas.

Por el momento en Estados Unidos se deja bajo la responsabilidad de los padres el


acceso a este tipo de juegos por parte de los menores. En Europa no hay ningún tipo
de restricción al respecto, pero se ha implantado el sistema de clasificación PEGI, que
tiene carácter informativo.

Por otra parte, sí que es cierto que la televisión crea su propia versión de la realidad
provocando automáticamente la asunción de esa realidad por una gran parte de la
población, es lo que se considera hiperrealidad. La influencia de la televisión en el
conjunto de la sociedad es algo que no se debe desdeñar.

MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y ESCUELA.

Se puede llegar a producir un dualismo entre los modelos de comportamiento y


conceptos que difunden por un lado los medios de comunicación y por otro lado la
escuela o el ámbito educativo, que tienden a ser menos atractivo para niños y
adolescentes.
Así hay dos posturas, la del rechazo total a la cultura que se ofrece en los medios
frente a la cultura humanista de la escuela. Y la de los integrados que propugnan una
adaptación a la nueva realidad y abriendo la escuela a los medios de comunicación y
enseñando cómo son.

Pero se puede dar una vuelta de tuerca a estas dos posiciones, enseñando los medios
de comunicación, por un lado instruyendo en su maneo y uso y por otro lado haciendo
una lectura crítica de los mensajes que se proporcionan desde ellos. Precisamente uno
de los objetivos de la escuela pública debe ser el de desarrollar ciudadanos
autónomos, rompiendo la brecha de desigualdades entre élites y masas, consiguiendo
que no haya excluidos en la sociedad del conocimiento.

En conclusión, desde el punto de vista de la educación los medios de comunicación de


masas pueden ser un instrumento más en el proceso de la enseñanza, aportando
multitud de recursos, pero más allá de eso, quizá sea más importante desarrollar entre
nuestros futuros alumnos tanto un conocimiento de los propios medios como un
espíritu crítico para que sean capaces de entender y asimilar a sus propias opiniones
los mensajes que desde, la televisión y/o internet les lleguen.

Miriam Sánchez Villanueva.

También podría gustarte