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Argumentos a favor del aborto Científicos

y Jurídicos
El núcleo de los argumentos a favor del aborto dice que el resultado de la concepción
no sería de inmediato un ser humano, sino sólo a partir de un momento determinado
posterior. ¿Qué momento sublime y misterioso es aquél?

Parece algo que sólo la ley —curiosamente— está en condiciones de resolver, justificada por
ciertos veredictos “científicos” altamente cuestionables. El punto es que, cualquiera sea la
fecha en que “surge” un ser humano —diríamos que por una inexplicable “generación
espontánea”—, la frontera entre lo “humano” y lo “prehumano” —sin saber en definitiva qué es
esto último— resulta una arbitrariedad absoluta e indesmentible. A este respecto surgen dos
problemas.

El primero de los argumentos a favor del aborto es el fundamento de la fecha fronteriza, sea
tal o cual. Recalcando nuevamente que siempre se trata de una arbitrariedad, pareciera
imponerse la idea de que sería a partir del día 14° que el producto de la concepción se
transformaría en un ser humano, debido a tener ya visible o identificable el sistema nervioso.
Pero tal como esta “justificación”, cabe cualquier otra, igualmente removible. Pendería así de
un elemento muy frágil y cambiante el momento en que se empieza a ser sujeto de derechos:
el acuerdo manifestado a través de la ley. Curioso que sea precisamente la ley la que
graciosamente “con- ceda” la calidad de persona, siendo que los Derechos Humanos
justamente pretenden imponerse o estar por encima de ella con el fin de evitar sus posibles
arbitrariedades. Es decir, nos encontramos frente a una situación circular, en que aquello que
existe y se invoca para proteger de la ley abusiva —los Derechos Humanos— tiene su punto
de nacimiento en esa misma ley. Así, entonces, ¿quién está realmente a un nivel más alto? El
asunto es importante porque, con igual facilidad, podría esa misma ley convertirse en el
“certificado de defunción” de los Derechos Humanos, como en el caso de la eutanasia.

Pero la segunda cuestión es la que constituye el fondo del problema: si sólo a partir —por
poner cualquier fecha— del día 14° el producto de la concepción es un hombre, ¿qué
eraantes de ese instante misterioso y de transformación radical? La pregunta no es nada de
absurda y, por el contrario, es una valla ineludible si se pretende justificar “racionalmente” al
aborto, en vez de reconocer abiertamente y sin piruetas semánticas, que obedece a una
decisión arbitraria e inhumana.

En efecto, siguiendo con el planteamiento dado, habría que concluir que como antes del día
no era un ser humano, estábamos en presencia de otra cosa: una planta, una piedra, un
gusano, simplemente células, etc. ¿Parece aceptable? Francamente no, porque es obvio que
en todo su proceso de desarrollo existe algo que inequívocamente lo dirige, cual es que se
trata de un ser humano y no de otra cosa. Y esto se confirma incluso con el mismo argumento
de los que ponen el día 14° como el de la aparición de un hombre.

En efecto, si resulta —por decir algo— que es el sistema nervioso lo que haría surgir a un
hombre, ¿por qué aparece o se desarrolla ese sistema nervioso? No puede deberse a un
azar, porque, en caso contrario, ello podría ocurrir en cualquier otro ser vivo, como por
ejemplo un perro. ¿Podría decirse, en consecuencia, que en un lapso cualquiera, un embrión
de perro pueda convenirse en hombre por aparecer un sistema nervioso, no cualquiera sino
que específicamente humano? La respuesta es, obviamente, negativa. ¿Por qué? Porque era
un perro, con padres caninos y, por tanto, con una naturaleza de perro que tiene desde el
instante mismo de su concepción y que guía su desarrollo, haciéndola —aunque parezca una
perogrullada— ser lo que es.

Con el hombre ocurre lo mismo: desde su concepción es un ser humano, porque todo su
desarrollo posee ya una esencia que lo dirige. Negar esta naturaleza implicaría introducir el
caos en todo lo que existe, cosa que precisamente la ciencia ha tratado de desmentir. Por eso,
ella se traiciona a sí misma si pretende usar argumentos a favor del aborto “científicos” para
demostrar la justificación del aborto, porque negaría ese orden lógico.

Por tanto, forzoso es concluir que los padres humanos engendran un ser humanodesde
el primer momento, lo que es una regla lógica de cada género. Así, entonces, en caso de que
el aborto tuviera argumentos argumentos a favor del aborto razonables —y racionales—, se
daría el absurdo de que el hombre sería el único ser que no podría dar origen a una
descendencia de su misma especie. Más aún, todos estos casos nos pondrían en presencia
de un ente indeterminado, si cabe la expresión; una materia sin forma, siguiendo a Aristóteles;
pura potencialidad de ser, pero sin la especificidad necesaria para que realmente sea; una
especie de “materia prima”, nadie sabe exactamente de qué.

Lo anterior también puede abordarse desde otro ángulo: si se llegara a aceptar que antes de
algún momento el producto de la concepción no es un ser determinado en el caso del hombre,
lo mismo debiera aplicarse a todo animal. De esta manera, si bien los plazos serían diferentes
según el tipo de embarazo, cada especie tendría un momento de preespecie o de
preexistencia en que no era lo que actualmente es, pero que, pese a ello, por algún motivo
resultó ser lo que ahora es (?).

Pero el absurdo podría llegar aún más lejos. Supóngase, por ejemplo, que en el campo de la
ingeniería genética se consiguiera el máximo avance posible y se pudieran introducir muchos
cambios en el embrión, cualquiera que fuese. Si se tomaran de esta manera —para seguir con
el ejemplo— dos embriones, uno de un futuro hombre y otro de un futuro pero antes de que se
“conviertan” en hombre y en perro (?) —si es que así las cosas se los
pudiera diferenciar según esta teoría—, ¿cabría, mediante la genética, transformar el embrión
“prehumano” en perro y el “preperro” en un ser humano? Nuevamente respondemos que no;
porque, por mucho avance que se consiga en este campo, no se puede convertir una cosa en
algo que no es.

Y ello debido a que no existe un momento en que el feto no sea un hombre o un perro, y, por
el contrario, siempre lo ha sido. Por tanto, el producto de la concepción es desde su primer
instante un ser humano; y lo anterior se confirma incluso con su nombre: “producto de la
concepción”.

En efecto, si “concebir” quiere decir dar origen a algo nuevo, cabría preguntarse: concepción,
sí; pero, ¿de qué? Las bases y límites del Consenso Quizás una de las características más
llamativas dentro del amplio espectro de doctrinas englobadas bajo el rótulo “positivismo
jurídico” es la neta y tajante división entre el mundo del ser y del deber ser, entre el ámbito
del Sein y del So/len, siendo sólo posible desde su perspectiva arribar a datos racionales o
“científicos” en el primero de ellos. Por el contrario, a su juicio, el mundo de los valores
pertenece al ámbito de lo ¡rracional, motivo por el cual queda sujeto a los pareceres y
sentimientos más dispares que debe ‘asumir’ cada cual a su manera.

Lo anterior se une además a otra premisa fundamental, como es sabido: una marcada
autonomía moral del sujeto, esto es, que cada individuo, dentro de su más amplia esfera de
libertad, es quien determina su propia moralidad, siendo así absolutamente soberano para dar
la orientación que estime conveniente a sus propias acciones, supuestamente —así suele
decirse— de un modo responsable. De esta manera, respecto del ámbito moral, se
unen irracionalidad y autonomía, lo que en verdad resulta bastante llamativo, si se toma en
cuenta la importancia fundamental de este orden de cosas para la vida humana.

Ahora bien, el problema se presenta de inmediato debido al carácter social del ser humano; o,
si se prefiere, razones mínimas de convivencia hacen aconsejable al menos proporcionar
algún marco normativo para la interacción mutua, a fin de evitar una especie de “estado de
naturaleza” al estilo hobbesiano. Mas, este mecanismo es sólo formal, no sustancial,
hablándose en no pocas oportunidades de meras “reglas del juego”, sobre todo a propósito del
sistema democrático.

Es por este motivo que aun cuando se hayan planteado algunos caminos para intentar dotar
de ciertas ‘reglas mínimas’ a la discusión ética, por lo general, se las concibe como
meras pautas procedimentales, que a lo sumo pretenden impedir el uso de la violencia —al
menos de manera no regulada—, pero que en ningún caso dan alguna pista sobre el fondo de
dicha discusión o, si se prefiere, que no arriban a contenido material alguno a este respecto.
Sin embargo, todas estas “reglas” se justifican, aún sin saberlo, en un dato bastante más real
y “objetivo” o, si se prefiere, bastante menos “irracional” o meramente “asumido” de lo que se
cree. Este dato no es otro que la consideración de la persona como un ser digno, que merece
respeto y, por tanto, que no puede ser tratado de cualquier manera.

Sólo este sustrato implícito explica por qué se considera ilegítimo el uso de la fuerza —al
menos de una manera no regulada— o, también, la imposición de unos sobre otros o, si se
prefiere, por qué son defendidos el diálogo y la tolerancia, tenidos como valores absolutos.
Dicho de otro modo: el contenido de la moral, sea individual o social, puede ser cualquiera —
en virtud de su supuesta irracionalidad y la autonomía de los sujetos—,con excepción de la
tolerancia y del consenso.

En estos aspectos se impone, por así decir, un curioso dogmatismo o, si se prefiere, un


llamativo “objetivismo moral”: todo es discutible, excepto que tenemos que discutir(debido a lo
cual resulta inaceptable que unos intenten imponerse a otros por la fuerza) para llegar a
determinar lo que se considera bueno o malo.

Mas aún cuando se trata de un objetivismo moral meramente procedimental, a fin de cuentas
descansa sobre la misma convicción —no importa si es más ‘racional’ o ‘sentimental’—: la
consideración del sujeto (o al menos de algunos sujetos) como dignos de respeto o, si se
prefiere, se manifiesta en un curioso consenso (que incluso podría asimilarse a un ‘dogma’,
desde estas mismas premisas) en cuanto a la condena del uso de la violencia.

Se podrá decir que esta conclusión (preferir el acuerdo a la violencia) resulta evidente, y así
es. Mas, el problema de su ‘evidencia’, desde la perspectiva que se está comentando, radica
en que para ella esta conclusión arranca o de valores ‘preasumidos’ (motivo por el cual resulta
impropio hablar de ‘evidencias’, porque lo ‘evidente’ no sólo alude a un dato real y objetivo,
sino, además, indubitable), o de los hechos, esto es, de las consecuencias o resultados —
también evidentes— que origina acudir al consenso por un lado, y a la violencia por otro.

En este último evento, no cabe duda de que es mejor el primer resultado que el segundo; mas,
de ser coherentes con estas premisas, se estarían desprendiendo valores a partir de meros
hechos, o si se prefiere, se estaría concluyendo lo positivo o benéfico del consenso en vez de
la violencia, por los resultados a los que conduce una y otra forma de proceder.
Mas, esos resultados son simples hechos, datos, un Sein; comprobables, pero absolutamente
independientes del mundo de los valores, un Sollen. En consecuencia, y de acuerdo a la
llamada ‘falacia naturalista’ —otro lugar común de la epistemología positivista—, se estaría
dando un salto lógico, a partir—se insiste nuevamente— de las premisas manejadas por estas
corrientes (y no de la realidad de las cosas, evidentemente).

También existe otra premisa más fundamental todavía, sobre la cual se ha construido este
sistema de acuerdos procedimentales que parte del ‘dogma’ según el cual, el acuerdo es
mejor que la violencia (‘dogma’, se insiste, porque no se puede demostrar racionalmente en el
plano de los valores, ni desprenderse de los meros hechos, de acuerdo a estas premisas).
Este ‘dato’ es absolutamente obvio, pero por lo mismo, muchas veces es pasado por alto.
Consiste en que los sujetos que actúan en el acuerdo,son capaces de ponerse de acuerdo.

O, si se prefiere, se está partiendo de la base de que los sujetos intervinientes


sonracionales, motivo por el cual pueden intercambiar ideas, visiones del mundo. Lo anterior
no deja de tener su importancia.

En efecto, puesto que el carácter de ‘persona’ es un atributo que de acuerdo al positivismo


jurídico kelseniano es ‘dado’ u ‘otorgado’ a los sujetos por el ordenamiento jurídico (al punto
que aquellos a los que no se les atribuya este carácter, no serían ‘personas’), da la impresión
de que es la ley positiva la que determina con absoluta autonomía quiénes son y quiénes no
son ‘persona’.

Mas, de existir realmente esta autonomía, esto es, si en verdad la ley positiva pudiera
determinar quiénes son o no ‘persona’, no sólo podría quitarle dicho carácter a ciertos
miembros de la especie humana (como ocurre, por ejemplo, muchas veces con los no
nacidos), sino que, además, podría otorgárselo a otras clases de seres de tipo no humano,
como animales, plantas o incluso cosas. Es decir, de ser coherentes con este planteamiento,
la calidad de persona sería algo absolutamente accidental o artificial (creado por el hombre) y,
por lo mismo, no dependiente de calidad ontológica alguna: cualquier cosa, cualquier ente
podría ser ‘persona’, calidad que sería, en definitiva, otorgada o quitada libérrimamente por
medio de la ley positiva. Con todo, debe recordarse que esta ley positiva emana, a su vez, de
otras ‘personas’, cuya calidad de tal también tendría el mismo origen. Así las cosas, y como
puede verse sin mucha dificultad, el círculo vicioso resulta manifiesto.

Lo anterior es, evidentemente, imposible: la calidad de persona depende de algo previoa la


mera calificación jurídica: o si se prefiere, hay que tener cierta calidad ontológicapara poder
ser persona, porque como es sabido, ‘nadie puede dar lo que no tiene’. Mas, con esto se está
reconociendo que el normativismo (esto es, la capacidad, en teoría omnímoda de la norma
jurídica para determinar qué es Derecho y qué no, para el positivismo) posee límites, que no
es absolutamente arbitraria y autónoma.

Significa, en suma, que la calidad de persona no es algo a otorgar o quitar arbitrariamente,


sino un atributo que debe reconocerse, porque en caso contrario —se insiste— podría ser
otorgada a cualquier ente. De este modo, pareciera que el mundo del ser y del deber ser no
resultan tan independientes el uno del otro, porque lo establecido por la norma
(un Sollen) depende de un dato previo (un Sein). En consecuencia, reconociendo que es a
partir de una calidad ontológica que deriva a su vez la calidad de persona, de ser coherentes,
también es necesario concluir que es el voto (la base del consenso) lo que depende de la
persona, y no lo contrario. Esto es, que para que haya votos, medio a través del cual se
posibilita el consenso, se requiere de ¡aexistencia previa de personas, puesto que son los
votos los que dependen de la persona, y no la persona de los votos. Esto no deja de tener
nuevamente su importancia, porque si el voto (un accidente) es sólo un efecto de algo previo
(una sustancia, la persona), dicho efecto no puede desentenderse de o ir contra su causa. De
esta manera, los votos, como manifestaciones de la persona, no pueden quitarle dicho
carácter (el de persona) a nadie, a ningún ser humano, como tampoco dárselo a un ente
distinto del hombre mismo

Aborto: 10 Razones a favor


1- Se trata de una ley por la vida.

2-Descriminalizar la interrupción voluntaria del


embarazo es diluir hasta sustraer esa culpa
oscura y disciplinadora que cae sobre las mujeres
devenidas ¡asesinas!, e incrementa la
responsabilidad acerca de lo que está decidiendo.

3-Disminuir la inseguridad en tanto las


mujeres tendrán legalizado el acceso a la salud y
a una interrupción en condiciones idóneas para su
vida. Habrá menos muertes, hasta llegar a 0
muerte. Es una ley por la vida de las mujeres.

4-Resolvería la discriminación y la
desigualdad entre las mujeresque pueden
pagar un aborto seguro y aquellas, muy pobres,
que en general mueren en el intento.

5-Esta lucha está sostenida por una filosofía


de liberación de los mandatos patriarcales que
aún lavan el cerebro de muchas mujeres y logran
captarlas para contribuir a su mentalidad machista
de poder y control sobre la fecundidad femenina.

6-La penalización del aborto encubre


feminicidios indirectos. Las mujeres mueren
porque no tienen a quién recurrir en la salud
pública. Porque no tienen dinero para pagar un
profesional. Porque no consiguen misoprostol
para hacer un aborto seguro. Están abandonadas
y a la intemperie. Excluidas de todo cuidado.

7-Blanquea e iguala. El aborto existe, lo


sabemos por las mujeres que mueren, no por las
que pagan en silencio y se van a sus casas en
puntas de pie.

8-Erradica la clandestinidad. Legitima la


voluntad, la decisión y el deseo de la mujer. La
fortalece y la cuida. La saca de esa oscuridad
hipócrita en la que debe esconderse culpable y
donde es posible morir con un cabo de perejil.

9-Las mujeres sabemos que necesitamos


educación sexual/información acerca de
nosotras mismas y también de los varones (y
viceversa). Necesitamos consejerías psicológicas
para revisar nuestra propia voluntad, nuestra
decisión.
Consejerías que nos acompañen y nos ayuden a
comprender el significado de lo que estamos
viviendo. Necesitamos acceso gratuito y
sostenido deanticonceptivos para varones y
mujeres. Necesitamos aprender a planificar con
responsabilidad un hijo. Juntas.

10- Educación sexual para decidir.


Anticonceptivos para no abortar. Aborto legal para
no morir. Esta es la consigna de la Campaña
Nacional por la Despenalización y legalización del
aborto y por eso vamos, por la vida.
Paises relacionados con el aborto

Anguilla (territorio de Gran Bretaña)


El aborto se reglamenta en la Ley de Crímenes contra las personas, y contempla las siguientes
excepciones: si se realiza de buena fe, en un hospital y por personal médico, con la
recomendación de otros dos médicos cuando de seguir el embarazo hubiera un riesgo para la
vida de la mujer embarazada, o un daño para la salud física de la mujer, o un daño grave y
prolongado para la salud mental de la mujer embarazada. También se contempla una excepción
en casos de graves malformaciones físicas o mentales en el infante, de modo que, de nacer,
tuviera serias discapacidades.

Antigua y Barbuda
En este país se permite el aborto para preservar la vida de la madre (Ley de la Protección de la
Vida del Infante -1929-) cuestión que se amplió a partir de una jurisprudencia de 1938, para
incluir “la calidad de vida de la madre”, que se describe como la salud tanto física como mental
(Pheterson y Azize Vargas,2005). Para practicar un aborto se requiere de la autorización de un
comité de médicos y se debe realizar en las primeras 16 semanas de gestación.

Argentina
Actualmente en Argentina se permite el aborto sólo en los mismos casos contemplados desde
1921: violación de mujer incapacitada mentalmente y cuando está en peligro la vida de la
mujer. Sin embargo no hay regulaciones que garanticen el acceso al mismo.

Bahamas
El actual Código Penal de Bahamas permite el aborto por motivos de salud física y cuando está
en peligro la vida de la mujer. Este Código no hace ninguna mención sobre el aborto cuando el
embarazo es resultado de una violación. La sanción para el aborto inducido es prisión por diez
años.

Belice
El Código Penal de Belice, del 18 de diciembre de 1980, sanciona el delito de aborto con prisión
de catorce años tanto para la mujer como para quien lo practica. No lo sanciona cuando está en
peligro la vida o la salud de la mujer embarazada y es provocado por un medico registrado y
autorizado por dos colegas, o cuando existe un riesgo sustancial de que el producto pueda nacer
con anomalías físicas o mentales que le provoque serias desventajas.

Bolivia
La nueva Constitución (Enero de 2009) fortalece los derechos de las mujeres, aunque aun no se
ha cambiado la restricción al aborto. El Artículo 14 prohibe la discriminación basada en el sexo,
la identidad de género o la preferencia sexual. El Artículo 15 se refiere a la violencia familiar y de
género y el 48 garantiza igual remuneración para hombres y mujeres con el mismo trabajo. La
Constitución también requiere igual participación de hombres y mujeres en el Congreso.
Vagamente garantiza a hombres y mujeres el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos
pero no se refiere específicamente al aborto, que continúa siendo ilegal en Bolivia.

Brasil
El aborto está regulado en el Código Penal, expedido en 1940. En él se permite el aborto
solamente cuando el embarazo es resultado de una violación y cuando el embarazo pone en
riesgo la vida de la mujer gestante (aborto necesario). Uno de los momentos recientes más
importantes de esa discusión fue la presentación de un nuevo proyecto de ley en torno a la
despenalización del aborto, presentado en septiembre del 2005 por el Poder Ejecutivo. La nueva
propuesta sugiere que el Sistema Unificado de Salud Pública (SUS) y los planes de salud
privados cubran los costos de los abortos contemplados en la propuesta. Aunque el proyecto se
empezó a discutir en 2005, la gran tensión que generó provocó tanto un cambio de estrategia en
cuanto a su contenido como provocó una parálisis en el proceso de discusión.

En Julio de 2008 una comisión de la Cámara de Diputados de Brasil votó abrumadoramente en


contra de un proyecto de ley para legalizar el aborto.

Chile
El aborto es primera causa de muerte materna. En Chile hasta el año 2007 estaba penalizado en
todas sus formas, sin excepciones legales a esta prohibición. Es considerado un problema de
salud pública que afecta principalmente a las mujeres. Las leyes contra el aborto se encuentran
en el Código Penal, Artículos 342 A y 245, bajo el título de “Crímenes y Delitos contra el Orden
Familiar y la Moralidad Pública, caracterizándose como una de las más restrictivas del mundo. El
Aborto Terapéutico fue permitido por el Código de Salud entre 1931 a 1989; en ese período toda
mujer cuya vida estuviera en peligro podía solicitar un aborto si contaba con la aprobación de
dos médicos. En 1989, la dictadura militar elimina la excepción del aborto terapéutico,
provocando la molestia de diversas organizaciones feministas y de mujeres, quienes se
pronunciaron en contra de esta medida por considerar que dicha acción vulnera los derechos
humanos de las mujeres. Actualmente la regulación penal en Chile "considera a la mujer y el
valor de su vida como un bien jurídico, subordinado al feto en gestación". Esta consideración es
reforzada por la Constitución de 1980, en el Artículo sobre las Garantías y Derechos de las
Personas, en el párrafo que garantiza la protección de "la vida del que está por nacer",
separando esta vida de quien la concibe y de su libertad para decidir respecto del embarazo.

En Noviembre de 2006 fue rechazada la propuesta de ley de los diputados Alinco y Enríquez-
Ominami, que propone la despenalización del aborto inducido hasta la 12ª semana de gestación,
y posteriormente según causales. Este proyecto constituia un intento por abordar y ofrecer
respuestas frente a este grave problema de salud pública, de derechos humanos y de justicia
social.

Posteriormente el Ministerio de Salud de Chile aprobó las Normas de Regulación de la Fertilidad


lo que oonstituye un un avance relevante por cuanto ofrece respuestas técnicas y respetuosas
de los derechos humanos. Dicha normativa incluye el acceso de la población a una amplia gama
de opciones anticonceptivas, incluyendo la anticoncepción de emergencia, AE. Esta norma fue
resistida ante el Tribunal Constitucional por sectores religiosos y políticos, en Diciembre de
2006.

En Enero de 2007 la Presidenta Michelle Bachelet firmó un decreto aprobando el suministro -


entre los 14 y 18 años- de la píldora anticonceptiva del día después sin que sea necesario el
consentimiento de los padres. En cambio, en abril de 2008 el Tribunal Constitucional prohibiría
el acceso a métodos anticonceptivos, aunque el fallo sólo se conocerá íntegramente el 22 de
abril próximo.

Colombia
El aborto es la egunda causa de muerte materna. En el año 2006 la Corte Constitucional de
Colombia despenalizó el aborto en tres casos especiales: cuando un embarazo amenaza la vida o
la salud de la mujer, en casos de violación, y/o cuando se presenten malformaciones del feto
incompatibles con la vida extrauterina.

El 13 de Diciembre de 2006 el gobierno expidió el Decreto 4444, el que es considerado un paso


fundamental para garantizar con normativa clara el acceso a servicios de aborto. El decreto
servirá para asegurar la disponibilidad de servicios de interrupción voluntaria del Embarazo –
IVE- en todo el territorio nacional, en aquellos casos y condiciones establecidos por la Sentencia
y aplicará a todos los regímenes, incluyendo la población no afiliada y regímenes de excepción
quienes tendrán que garantizar la financiación de los mismos. Adicionalmente, el decreto
expresa que no se podrán imponer barreras administrativas que posterguen innecesariamente la
prestación, ni utilizar la objeción de conciencia institucionalmente o realizar prácticas
discriminatorias en relación con la IVE. Como parte de la regulación el decreto contempla la
adopción de una norma técnica que defina estándares de calidad para la prestación de los
servicios.

Costa Rica
En Costa Rica el aborto es considerado un delito, situación que es consistente con la Constitución
donde se establece que la religión del Estado es la católica, apostólica y romana, y se estipula
que la jerarquía católica puede participar en todos los asuntos relativos a la sexualidad y la
reproducción (artículo 75). No obstante lo anterior, el artículo 121 del Código Penal permite el
aborto terapéutico, es decir, lo autoriza cuando está en riesgo la vida y la salud de la mujer.

Dominica
Esta pequeña isla, ubicada al sur de Puerto Rico, permite el aborto únicamente para salvar la
vida de la mujer

Ecuador
Con una nueva legislación en salud se busca el libre acceso a los anticonceptivos y la posibilidad
de que los médicos puedan interrumpir embarazos, reforma que obliga a los médicos a
interrumpir un embarazo cuando peligre la vida de la madre, en casos de aborto en curso y
cuando una mujer con problemas mentales fuera violada. El acceso a los diferentes métodos
anticonceptivos no dependerá del consentimiento de los padres (en los menores de edad) o de
los cónyuges. "El Estado reconoce a la mortalidad materna, al embarazo en adolescentes y al
aborto en condiciones de riesgo, como problemas de salud pública, garantiza el acceso a los
servicios públicos de salud sin costo para las usuarias como dispone la Ley de Maternidad
Gratuita". Setiembre de 2006.

Granada
La legislación de aborto en Granada es exactamente igual a la de Bahamas, por tanto se
penaliza con los mismos diez años de cárcel y se permite por los mismos motivos, para salvar la
vida o la salud de la mujer embarazada

Guatemala
En Guatemala el aborto sólo se permite para salvar la vida de la mujer.

Haití
En este país, antigua colonia francesa, se permite el aborto solamente para salvar la vida de la
mujer y se sanciona con cárcel tanto a la mujer como al que lo practica.

Honduras
Desde 1997 se derogaron por decreto los artículos aprobados por el parlamento que
despenalizaban el aborto por razones terapéuticas, eugenésicas y jurídicas. Pero en Mayo de
2009 el Presidente de la República de Honduras, José Manuel Zelaya Rosales, finalmente vetó el
decreto de Prohibición y Penalización de las Píldoras de Anticoncepción de Emergencia (PAE).

Islas Caimán
Las Islas Caimán forman parte del Reino Unido. En este caso, la enmienda al código penal (Act
No.12, de 1975) permite el aborto cuando se pruebe que el acto fue realizado de buena fe, con
el único propósito de preservar la vida de la madre, siempre y cuando el aborto sea realizado
por un profesional o personal de salud autorizado y registrado.

Jamaica
En este país se permite el aborto para salvar la vida de la mujer y para preservar su salud física
y mental.

México
El 16 de noviembre de 2009, la legislatura del estado costero mexicano de Veracruz aprobó una
ley que declara que la vida se inicia en el momento de la concepción y termina con la muerte
natural. Veracruz se convierte ahora en el 17º estado en México que criminaliza el aborto en una
serie de medidas reactivas y ardientemente disputadas, desencadenada por la legalización del
aborto en el Distrito Federal (que abarca a la Ciudad de México) en abril de 2007.

Nicaragua
A partir del 19 de Octubre de 2006 el aborto está penado en todos los casos. El Estado laico está
instituido en Nicaragua a partir de la Revolución Liberal de Zelaya (1893), pero aun desde antes
el aborto estaba legalizado por razones terapéuticas. Hasta octubre de 2006, el Código Penal
permitía la práctica del aborto terapéutico en su artículo 143.3:"la necesidad de interrupción del
embarazo por motivos terapéuticos será determinada científicamente, con el dictamen de tres
facultativos por lo menos. El aborto terapéutico no será punible" y estaba previsto en los casos
en que el embarazo ponga en serio peligro la vida de la futura madre. Cualquier otro tipo de
aborto estaba prohibido y severamente sancionado. En Octubre de 2006, el arzobispado e
integrantes de iglesias evangélicas reclamaron que fuera eliminada la figura del aborto
terapéutico del nuevo Código Penal, buscando su penalización total.

El 19 de Octubre de 2006 la Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional cedió a la presiones y


modificó el Código Penal, lo que fue aprobado en Setiembre de 2007.

La prohibición total del aborto en Nicaragua, la cual penaliza la provisión de tratamiento que
puede salvar vidas, ha tenido un impacto devastador en la salud y las vidas de las mujeres,
declaró Human Rights Watch en el primer informe sobre las consecuencias que para los derechos
humanos tiene dicha prohibición.

Panamá
El Código Penal de Panamá, expedido en 1982, establece tres causales en que se no se sanciona
el aborto inducido: ética, en caso de violación o incesto; terapéutica, para salvar la vida de la
mujer embarazada, y eugenésica, por daño fetal (Cumbrera Díaz, 1997).

Paraguay
La legislación de Paraguay únicamente permite el aborto cuando está en peligro la vida de la
mujer embarazada, restricción que ya estaba contemplada desde 1937, por lo que se puede
asegurar que desde principios del Siglo XX la situación jurídica del aborto no ha cambiado en
este país.

Perú
En Perú, el aborto es legal cuando un embarazo pone en peligro la vida de la mujer y cuando es
necesario para proteger su salud. Sin embargo, el hecho de que el gobierno peruano no
garantice el acceso al aborto terapéutico legal constituye una violación de los derechos humanos
fundamentales. En el informe de Human Rights watch de Julio de 2008 “Tengo derechos, y tengo
derecho a saber: La falta de acceso al aborto terapéutico en el Perú”” (pdf) documenta las
dificultades que las mujeres enfrentan en su acceso al aborto terapéutico en el sistema de salud
pública peruano.

Saint Kitts y Nevis


La legislación de aborto en este país, de 46,000 personas, compuesto por dos islas, es idéntica a
la de Antigua y Barbuda (Pheterson, 2005). Se permite el aborto para salvaguardar la vida de la
mujer, así como su salud física y mental.

Santa Lucía
El Código Penal de Santa Lucía señala que si el aborto inducido se produce intencional o
accidentalmente por motivos de algún tratamiento médico o quirúrgico para preservar la salud
de la mujer embarazada o para salvar la vida de ésta, éste no se sanciona.

San Vicente y las Granadinas


En el Código Criminal de San Vicente y las Granadinas se sanciona a cualquier persona que
intente procurar o procure el aborto a una mujer con prisión de catorce años. A la mujer la
sanciona con siete años de prisión. Se permite el aborto por razones socioeconómicas y de salud
que afecten a los hijos ya nacidos. Tampoco sanciona el aborto inducido si el embarazo es
resultado de una violación o incesto.

Surinam
El aborto es ilegal en Surinam, sin embargo de acuerdo con la ley general de principios de
necesidad, se permite para salvar la vida de la mujer embarazada. Cualquier persona con la
intención de procurar el aborto a una mujer será penalizada entre seis meses y cuatro años de
prisión, y la mujer que se realice un aborto hasta con tres años

Trinidad y Tobago
El aborto es ilegal en Trinidad y Tobago, sin embargo de acuerdo con la ley general de principios
de necesidad, se permite para salvar la vida de la mujer embarazada y para preserva su salud
física y mental.

Uruguay
Desde 1938 el aborto se establece en el Código Penal como delito (fue despenalizado de 1934 a
1938). Abortos no punibles; indicación terapéutica, ética o social. En los 18 años que el debate
de aborto ha tenido en Uruguay, en su historia reciente, hubo importantes sectores y actores de
la sociedad que nunca tomaron posición pública sobre el asunto. Sin embrgo en el año 2002
fueron sustanciales los posicionamientos de dos instancias de incuestionable incidencia en el
país, el Consejo Directivo Central de la Universidad de la República y el Sindicato Médico del
Uruguay. En el año 2004 una encuesta realizada por Equipos Mori dio por resultado que el 63%
de la población apoya el proyecto de ley de Salud Reproductiva, el que continúa en discusión en
el Parlamento en 2006. Fue presentado nuevamente luego de ser rechazado en el Senado en el
año 2004.

En Diciembre de 2006 el Ministerio de Salud Pública establece que el único requisito para
acceder a los métodos de planificación familiar (incluyendo ligadura de trompas y vasctomía) es
la firma de un Consentimiento Informado donde no se requiere consentimiento de terceras
personas, salvo cuando se es menor de 21 años. Esta decisión, comunicada al Cuerpo Médico, es
un paso de gran importancia en el respeto a las decisiones personales y constituye un avance
para la garantía de los derechos reproductivos de todas las personas.
El 11 de Noviembre de 2008, el parlamento, en un acto histórico, aprobó la ley integral que
despenaliza el aborto. Pero, en un acto antidemocrático, el presidente Tabaré Vazquez -
contrario a su propia fuerza política (el Frente Amplio) y la opinión de la ciudadanía que está
60% a favor de la despenalización - la vetó. Los argumentos del veto presidencial se alinean casi
totalmente al ala más radical que ha peleado contra la aprobación de esta ley, integrada
fundamentalmente por grupos religiosos. Sin embargo, la mayoría de los puntos de la ley 18.426
fueron aprobados, pero aún está pendiente la implementación de esta ley de defensa del
derecho de la salud sexual y reproductiva a nivel nacional.

Según el doctor Leonel Brioso, profesor adjunto de la Clínica de Ginecología del Hospital Pereira
Rossell, para gozar de tales derechos es fundamental concienciar a las mujeres de que pueden y
deben decidir libremente sobre estos asuntos y que tienen derecho a una atención integral de
salud, sea o no legal el aborto. Es más, Uruguay es el único país del mundo que contempla “de
manera explícita la obligación de que, frente a un caso de embarazo no deseado, los centros
asistenciales públicos y privados brinden un servicio de asesoramiento para disminuir el riesgo
de un aborto inseguro”, pero que el Estado, obviando la ley de 2008, está omitiendo el indicador
más importante para valorar la calidad de la salud de una población, el de la mortalidad
materna.

Venezuela
En Venezuela el aborto se permite solamente para salvar la vida de la mujer preñada, en cuyo
caso debe contarse con el consentimiento por escrito de la mujer, su esposo o su representante
legal en caso de ser soltera o menor de edad. La sanción para la mujer que se practica su propio
aborto o consiente que otro se lo induzca es de prisión de seis meses a dos años, a quien lo
practica se le castiga con prisión de doce a treinta meses. Se señala que si el culpable del aborto
fuera el marido, las penas establecidas se aumentarán en una sexta parte.

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