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MATERIAL INTRODUCCIÓN
Reumatología
EL LÍQUIDO SINOVIAL.
Los huesos están unidos unos a otros por estructuras de tejido conjuntivo, que son las articulaciones, que
permiten grados variables de movimiento entre ellos. Hay varios tipos de articulaciones en función del mo-
vimiento que desarrollan. Las que facilitan un movimiento libre de los huesos se llaman diartrosis y lo son las
articulaciones de la rodilla, el codo o la cadera. A su vez éstas se pueden clasificar en función de las superfi-
cies articulares que presentan, como enartrosis, condíleas, etc., pero no vamos a centrar el estudio en ésto.
Supongamos una articulación típica, como es la rodilla, que básicamente fun-
ciona como una bisagra. Está formada por dos huesos que se articulan entre
sí (extremo distal del fémur y proximal de la tibia), que principalmente permiten
movimientos de flexión y de extensión. Para disminuir el roce y su desgaste,
ambas superficies articulares se revisten de una capa de cartílago hialino y se
envuelven en una cápsula articular que contiene el líquido sinovial. Este líquido
está presente en pequeña cantidad y su función es lubricar ambas superficies,
como lo hace el aceite en el motor de un coche, disminuyendo la fricción y me-
jorando el movimiento.
El objetivo principal de este tema no es el de hacer un estudio exhaustivo de todas las patologías (ya
tendrás tiempo para ello), sino el de servir de introducción para su estudio. En general, casi todas las
artropatías son muy similares, pero hay pequeños detalles que las hacen fácilmente distinguibles unas
de otras y que pueden ayudarte a la hora de iniciar su estudio.
• La artritis reumatoide (AR) y la espondilitis anquilosante (EA) son prácticamente opuestas. En
la AR el origen del problema está en la sinovial. Es simétrica, afecta más a mujeres, es poliarticular
y factor reumatoide (FR) positiva. Por el contrario, en la EA el problema está en los ligamentos y
discos intervertebrales. Es asimétrica, afecta más a varones, es FR negativo y se asocia a el HLA-
B27. Por otro lado, la AR suele afectar a pequeñas y grandes articulaciones, tanto de miembros su-
periores como inferiores y la afectación de la columna vertebral es alta, localizándose en la mayoría
de los casos en la articulación atloaxoidea. La EA afecta más a grandes articulaciones, sobre todo
de miembros inferiores y su afectación principal es ascendente, iniciándose en el polo opuesto de
la columna, es decir, en la articulación sacroilíaca. Finalmente, la AR es una sinovitis y la EA es una
entesitis, es decir, una inflamación de las inserciones ligamentosas y no de la membrana sinovial,
como ocurre en la AR.
• La gota y la condrocalcinosis son dos enfermedades de fácil diagnóstico diferencial. Ambas son
artropatías cristalinas en las que la lesión articular es producida por la respuesta del organismo a la
presencia de cristales en el líquido articular. La gota afecta más a la 1ª metatarsofalángica, tiene cris-
tales en forma de aguja y de birrefringencia negativa. La condrocalcinosis afecta más a la rodilla, sus
cristales, de pirofosfato cálcico dihidratado (PPCD), son romboidales y de birrefringencia débilmente
positiva. En la radiografía, la gota destaca por sus grandes deformidades (manos), tofos (depósitos
de calcio) y por erosiones en resalte o tejadillo junto al espacio articular.
• La artrosis es la artropatía más frecuente de la humanidad y su incidencia aumenta con la edad. Se
produce por una degeneración del cartílago articular. Las localizaciones más frecuentes son la ca-
dera, rodilla y la base del pulgar (rizartrosis). Tiene características típicas que la diferencian de la AR,
como es que el dolor aumenta con el movimiento y mejora con el reposo (en la AR el dolor mejora
con la actividad). Puede afectar a las interfalángicas proximales (nódulos de Bouchard) y a las dista-
les (nódulos de Heberden). Recuerda que la afectación de las interfalángicas distales (IFD) no ocu-
rre en la AR. En la radiología son típicas la disminución de la interlínea articular, con pinzamientos,
geodas (cavidades subcondrales), esclerosis y osteofitos marginales. En la AR lo característico son
las erosiones subcondrales y la osteoporosis en banda, que no aparecen en la artrosis. En la EA son
típicos los sindesmofitos. No se deben confundir con los osteofitos o “picos de loro” de la artrosis