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*La “Estética trascendental”: posibilidad de la certidumbre temática.

La Estética trascendental constituye el análisis de las condiciones a priori de nuestro


conocimiento sensible. Estas condiciones son dos: las intuiciones de espacio y tiempo.
Cuando Kant habla de espacio y tiempo no se refiere a los entes reales a los que solemos
darle ese nombre sino que él no se preocupa de su existencia en sí sino como nosotros los
percibimos. Kant se refiere al espacio y tiempo como las formas en que tanto el uno como
el otro se presentan en el espíritu. Y en este sentido Kant establece que para el
conocimiento el espacio y el tiempo son intuiciones a priori.

Según Kant podemos decir que el espacio es una intuición a priori ya que el espacio es
necesario y lo es universalmente, para que el espíritu pueda concebir objetos, es decir que
el espacio no es sólo una intuición sino una intuición a priori.

En relación al tiempo sucede casi lo mismo, sin el tiempo es imposible concebir sucesiones,
movimientos, cambios, sin la sucesión previa de éste. El tiempo como el espacio es
necesario y lo es universalmente por eso también es una intuición a priori.

Ahora bien al establecer que el tiempo y el espacio son intuiciones a priori, Kant establece:

1) que toda nuestra sensibilidad tiene fundamentos universales y necesarios


2) que las ciencias basadas en las nociones de espacio y tiempo tienen, igualmente,
fundamentos y bases universales y necesarias y sus razonamientos están fundados
en principios verdaderos.

Entre el espacio y el tiempo, existe esta diferencia: la intuición de espacio se limita a una
región relativamente escasa de fenómenos. La intuición de tiempo, en cambio, se refiere a
todos los fenómenos, puesto que está presente no sólo como sentido interno, como sentido
de nuestro propio pensar en el tiempo, sino también en nuestros pensamientos acerca de los
fenómenos espaciales mismos. Existe pues, una cierta preeminencia del tiempo sobre el
espacio, o por lo menos una presencia constante del tiempo en todas nuestras experiencias y
en todos nuestros pensamientos tanto si se refieren al espacio como si no se refieren a él.
*La “Lógica trascendental”.

A) Juicios y categorías.

Kant entiende por “lógica trascendental” aquella parte de la teoría de los conceptos que
consideran a éstos en toda su pureza, sin mezcla de sensibilidad. “Nuestro conocimiento
emana de dos fuentes principales del espíritu: la primera consiste en la capacidad de recibir
las representaciones y la segunda en la facultad de reconocer un objeto por medio de esas
representaciones. La capacidad a la que se refiere Kant es la sensibilidad a la cual se
aplican las intuiciones de espacio y tiempo y la “facultad de conocer” es, en la lógica
trascendental el entendimiento o la facultad para formar juicios a priori basados en
conceptos.

Nuestros razonamientos conceptuales se expresan en juicio. El procedimiento de Kant en la


“Analítica trascendental” es similar a la de la “Estética”, en ambos casos Kant parte de
realidades para mostrar que existen fundamentos a priori para ambas esferas del
conocimiento. Estos fundamentos son en la Estética las intuiciones de espacio y tiempo;
son el la Analítica las categorías del entendimiento.

Kant establece la tabla completa de los juicios, en esta es posible poner las formas de
juicio, los juicios son de: cantidad, cualidad, relación y modalidad.

b) El “yo pienso y el esquematismo de la razón pura”

Kant piensa que no podría haber representaciones –sensaciones, intuiciones o categorías-


sino existiera en el pensamiento o en cualquier conciencia en general, un centro que pudiera
ordenarlas o sintetizarlas. Este centro es el yo pienso sin éste no podría existir conciencia de
algo, es decir, el yo pienso es necesario y universal, a priori.

El yo pienso kantiano no es una noción de existencia sino que se limita al conocimiento


puro.

Kant se interesa básicamente en el conocimiento del mundo físico y de la ciencia física que
lo estudia, quiere establecer una relación entre las categorías abstractas y la experiencia
concreta. Esta relación se establece mediante los esquemas del tiempo este en sí es por una
parte una intuición de orden general y abstracto, pero es también una sucesión que se
encuentra en nuestra experiencia o sensaciones o desde el punto de vista de Kant en los
fenómenos. El tiempo sirve así como el intermedio entre la abstracción del pensamiento y
la experiencia concreta fenoménica.

Resumamos, Kant piensa que el conocimiento es posible siempre que exista una
experiencia y que ésta no sea considerada como una cosa sino como un fenómeno. La
experiencia pura, sin embargo sería “ciega” así que hay que formarla mediante la aplicación
de categorías y de intuiciones de tiempo y espacio aplicables precisamente a esta
experiencia.

Los juicios sintéticos de la ciencia son posibles a priori porque están garantizados por el
carácter universal de las intuiciones de tiempo y espacio, por las doce categorías y más allá
de ambas, por el a priori supremo: el yo pienso.

c) Imposibilidad de la metafísica.

La metafísica es imposible como conocimiento, sin embargo, las cuestiones metafísicas


existen en nuestra conciencia y nos atosigan y angustian. Pero es imposible dar respuesta
científica a cuestiones metafísicas, aquellas preguntas en las cuales va de veras nuestro ser.
Ello no quiere decir que ni que las preguntas dejen de existir, ni que, por otro camino, el de
la moral, Kant no llegue a establecer principios metafísicos como bases del
comportamiento humano. Tal es el tema central de la Crítica de la razón práctica.

*Crítica de la razón práctica y el problema de la fe y la razón.

Kant llama morales heterónomas a aquellas morales dependientes de algo que no es moral.
Esta dependencia, además de ser moralmente falsa, está basada en una deducción lógica
falaz. Kant afirma que en efecto, no es posible deducir un juicio de valor de existencia que
no es posible decir lo que debe hacerse a partir de lo que se hace de hecho. De lo que es
podemos deducir lo que es, pero no lo que debe ser.

Por ello Kant opone a las morales heterónomas la moral autónoma, la moral que se basa
solamente en los juicios propiamente morales. Por decirlo con Kant “la autonomía de la
voluntad es el único principio de todas las leyes morales y de los deberes conforme a ella”.
La moral de Kant se basa únicamente en los principios morales de la voluntad y del deber.

Kant nos da razones lógicas y morales para rechazar del terreno de la moral los imperativos
hipotéticos y aceptar únicamente los imperativos categóricos.

Un imperativo hipotético es aquel que depende de una hipótesis primera para llegar a una
obligación como resultado. Los imperativos hipotéticos son moralmente dudosos, puesto
que no se basan en la moral sino en la práctica más inmediata.

El imperativo categórico es en el cual se anuncia la moral autónoma fundada en la libertad


de la voluntad y en la ley del deber moral puro.

La fe, que es parte de los imperativos morales, nos conduce a Dios, pero esta fe kantiana no
es un acto ciego, Kant quiere ver en ella una “fe racional pura”, en conjunto la filosofía
kantiana se inclina al fideísmo, a enaltecer la fe por encima de la razón pura, si bien su
fideísmo pretende ser al mismo tiempo racional y ser una respuesta al orden racional dentro
del dominio y la esfera de acción de los hombres.

*La historia y la paz perpetua.

Para Kant la noción básica para entender la historia es el progreso.

La filosofía de la historia de Kant es una reflexión sobre el progreso de la legalidad y el


derecho para llegar a concebir, a través de las luchas que acabarán a reunir a los hombres,
una comunidad humana de tipo federal en la cual se habrá de realizar, hasta donde ello es
posible en términos humanos, la felicidad unida a la legalidad. Kant es optimista en cuanto
a la evolución de la especie humana. Y si el ideal es total y muchas veces irrealizable, el
ideal práctico de la sociedad es realizable en el curso de la historia. Su fin es la “paz
perpetua”. Si por otra parte, la moral, que es absoluta no admite ya progreso, la historia es
relativa, admite un progreso que para Kant es mejor en cuanto es más ilustración y mayor
realización de la libertad de los hombres. Escribe Kant: En los hombres aquellas
disposiciones naturales que apuntan al uso de la razón, se deben desarrollar completamente
en la especie y no en los individuos.
*La síntesis Kantiana

En la filosofía de Kant, por lo pronto vienen a desembocar las ideas fundamentales tanto
del empirismo como del racionalismo, tanto las ideas del Estado del siglo XVIII , como las
ideas morales que apuntaban ya a Rousseau

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