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los que no esttin a la mesa, para que, dicen cSlos, mente a esta pasion la mayor parte de su fortuna i aun-
todo e1 mundo toque su parte. Cuando los criollos que demasiado avaros para Iodemas, son jenerosos sin
venian a comer en nuestros navíos, se les seirvia a la medida con las mujeres. Para agregar a sus placeresla
francesa, en grandes platos dispuestos con arte i sime- libertad i para no verse en la dura necesidadde estar
tala, pues eIIos los quitaban descaradamente para dar- unidos a una misma persona para siempre, rara vez
les a sus esclavos, algunas veces ántes de probarlos; se casan por la iglesia, pero-para usar sus palabras
pero cuando los capitanes no se atrevian a repro- -se casan jeneralmente todos por detmsde?d IgJe-
charIes su mala educacion, nuestros cocineros, celo- sid, es decir, que todos viven en honrado concubina-
sos de su trabajo, no dejaban de hacerlo reprochin- je, que entre ellos no tiene nada de escandaloso; 1é-
doles que echaban a perder la armonía del festin. jos de eso, es una vergüenza no estar dmgnccbado,
Coino no usan tenedores, se ven obligados a lavarse cé;decir, unido a una querida, que ellos mantienen a
al fin de la comida i todos lo hacen en la misma taza. corndicion de que sea únicamente de ellos: están obli-
Con esta agua jeneral i desagradable no tienen rc- gadas a guardar fidelidad exactamente como las es-
pugnancia de lavarse despues 10s labios. LOSguisos posas a sus maridos en Europa. Es mui frecuente
que comen estan alifiados con buena cantidad de aji- ver a personas casadas que abandonan a sus esposas
esta especia de que ya he hablado-mui picante, i para unirse con mulatas i aun negras, lo que a m c -
ea imposible que los europeos puedan probar; pero nudo da orijen a desórden en las familias, Se ve,
lo que hace mas malos sus guisos es el gusto a sebo pues, subsistir en ese pais las dos antiguas maneras
que la grasa da asus potajes,.. Comen dos veces: a, de casarse: la del nnsnircebnnziebzta equivale mui bien
las diez de la mañana i a las cuatro de la tarde, i a la que se llamaba z m , i en la otra se vé un resto
una coiacion a media noche. Durante el dla usan en la ceremonia de su matrimonio. EI esposo ponc
hierba del Paraguai.» en l a mano de la esposa trece monedas que entrega
La descripcion del vzaznte no hai necesidad de men- despues al cura i en el matrimonio pcv Caciiz$~ioi;lcm
cionarla: hai muchas iguales. el esposo i la esposa se dan una pieza de plata, 10
«Si los espafíoles son sobrios en el vino, se con- que se llama c.om~c&c iii mmim. El divorcio es cosa
tienen mui poco en la continencia, E n lo referentc corriente. Fkai una casa fundada por Loribio, arzo-
al amor no ceden a ninguna inacion; sacrificara libre- bispo de Lima, pare las mujeres divorciadas. Es in-

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