La ética y la moral son dos términos que están íntimamente relacionados; siempre

ha existido la necesidad de saber qué acciones son buenas y cuales son malas,
que es lo correcto y que no está correcto, sobre todo cuando interactuamos en
una sociedad donde existen otras personas que son capaces de juzgar de manera
positiva o negativa dichas acciones. Nuestras costumbres las aprendemos en el
núcleo familiar, son nuestros padres quienes forjan nuestra personalidad desde
que nacemos, nuestra manera de convivir y ser con los demás, pero a medida que
vamos creciendo y desarrollándonos, nos desenvolvemos en otros círculos
sociales como la escuela, el trabajo, matrimonio, lo cual nos exige a comportarnos
de cierta manera. Como seremos humanos formamos parte de distintos círculos
sociales, pero no basta con solo formar parte, sino también de vivir en armonía
con los demás.

Por un lado la moral es un conjunto de normas de conducta y convivencia,

íntimamente ligada a la ética. La moral nos hace actuar de una determinada
manera y nos permite saber que debemos de hacer ante situaciones concretas. La
moral nos orienta como si fuera una brújula, nos dice cuál es el camino a seguir,
dirige nuestras acciones en una determina dirección. Mientras que la ética es una
rama de la filosofía, que estudia la moral (también llamada teoría o ciencia del
comportamiento moral) y determina que es lo bueno y como se debe actuar. La
ética se encarga de discutir y fundamentar ese conjunto de principios o normas
que constituyen nuestra moral. Se puede decir que la moral tiene que ver con la
práctica de principios y la ética es teórica y reflexiva, y responde a preguntas como
¿Qué es la moral? ¿Cómo se puede aplicar?. Otro punto donde difieren la ética y
la moral es que en la moral las normas actúan desde el exterior o del inconsciente
y la ética influye en la conducta desde la consciencia y voluntad.

Podemos mencionar que la relación entre la ética y la moral, es que la ética

intenta dar explicación sobre las normas morales, su origen social e histórico, su
validez y fundamentación dentro de un sistema filosófico o religioso y la moral son
las normas que regulan el comportamiento dentro de una sociedad.
Un aspecto a considerar es que cada sociedad establece normas y principios que
se van transmitiendo de generación a generación y ofrecen diferencias con
respecto a otras sociedades. Quizás algunas normas son extrañas, inexplicables o
con un rigor estricto pero éstas deben cumplirse en la sociedad donde fueron
impuestas ya que de esto depende la aceptación de los integrantes y garantiza la
armonía y felicidad entre los mismos.

Los principios aprendidos desde pequeños, llamados valores, son enseñados por
nuestros padres y no se cuestionan, pues forman parte de la esencia misma del
criterio y de la consciencia individual, por lo tanto se puede establecer que la moral
y la ética, son disciplinas normativas que definen el bien y el mal, y que encaminan
al individuo hacia los valores. Los valores han estado presentes desde los inicios
de la humanidad, para nosotros siempre han existido cosas valiosas como el
amor, la felicidad, la virtud, entre otras, y esto orienta nuestro comportamiento y a
realizarnos como personas. Son valores la dignidad, lealtad, excelencia,
responsabilidad, honestidad, respeto, empatía, etc. Un aspecto a destacar es que
los valores y la moral se relacionan íntimamente, más no son lo mismo, ya que la
primera es más personal y parte de las enseñanzas de los hábitos en el hogar; y la
segunda está estrechamente ligada a las leyes o reglas que regulan el
comportamiento de las personas dentro de una sociedad.

Los valores están ligados a los sentimientos y emociones puesto que nuestras
acciones influyen en los diferentes círculos donde convivimos, por ejemplo, si un
profesor de clase no cumple con su horario e incluso falta a la mayoría de clases,
está siendo irresponsable y esto influirá directamente en los alumnos,
primeramente los alumnos no aprenderán lo que deben aprender y por otra parte
provocara un malestar general, decepción y desánimo, aspectos que tienen que
ver directamente con las emociones y sentimientos de los alumnos. Es importante
que evaluemos como es nuestro comportamiento y como afecta a los demás tanto
positiva como negativamente.

De igual forma los valores, las conductas y actitudes también se encuentran

relacionados, puesto que nuestro comportamiento depende de lo que creemos,
nuestros sentimientos y los aspectos que consideramos valiosos; quizás lo que
haga feliz a una persona no hace feliz a otra y ésto se debe precisamente por las
convicciones personales de cada persona.

Uno de los mayores problemas que tenemos en nuestra sociedad es la pérdida de

los valores, que representan una guía para la mejor convivencia entre las
personas. Al existir la carencia de los valores se derivan acciones y conductas
poco éticas que día a día vemos en nuestro entorno, tanto en el ámbito económico
como en el político así como en las organizaciones públicas y privadas y lo más
lamentable es que se adoptan como forma de vida sin medir los resultados de
tales acciones. Vivimos, sin duda, una crisis de valores que genera una crisis
social. Es necesario rediseñar y reeducar a la sociedad partiendo desde los niños
que representan el futuro, introduciendo valores sociales en las primeras etapas
de la educación lo cual hará renacer las conductas morales y éticas las cuales día
a día van desapareciendo. De igual forma se deben incentivar a los padres por
medio de charlas y actividades sociales para tener una mejor orientación hacia sus
hijos, que los niños se sientan queridos y protegidos.