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Las alteraciones de las rocas, las partículas sólidas, el aire, el agua y el material orgánico
son aquellos elementos que se estando en el suelo, permiten el desarrollo de vegetación;
lo cual implica que debemos darle un uso racional y brindar protección para preservar el
mismo. Según la clasificación de suelos, el municipio de Facatativá tiene variedad
agrícola con presencia sectorial de suelos de clase II a clase IV, siendo así un municipio
con suelos actos para cultivos transitorios, con planes de manejo, uso de fertilizantes,
abonos verdes, control de erosión y aguas, aunque con algunas limitaciones hacia las
zonas de alta pendiente que cuentan con suelos totalmente diferentes y por ende
requieren prácticas más rigurosas para su conservación.
Según el estudio general de suelos de la Cuenca Alta del río Bogotá, realizado por el
Instituto Geográfico Agustín Codazzi corresponden al municipio las siguientes
asociaciones de suelos:
1. Asociación Facatativá - Cabrera: comprende un total de 33.510 hectáreas, por lo
general los suelos de la serie Facatativá son de relieve ondulado a ligeramente quebrado.
El material parental de estos suelos, se consideran provenientes de depósitos volcánicos,
sobre los cuales se forman mantos orgánicos que influyen en el desarrollo saludable del
mismo.
2. Asociación Tibaitata, Zipaquirá y Corzo: comprende un área superficial de 55.267
hectáreas. Los suelos de la Serie del Corzo se ubican en una zona de abanico deltaico,
con un relieve plano, con pendientes inferiores al 2%. Esta serie se encuentra reposando
sobre capas de arenas de color variable, son suelos con buen drenaje.
3. Asociación Bermeo: Ocupa una serie de 6.590 hectáreas, aquí se ve una leve inclusión
de la Serie Facatativá.
Cuentan con un relieve ondulado, manejando pendientes de 3 a 7% y 12 a 25%; su
textura es mediana y bien drenada.
4. Asociación Rio Bogotá - Nemocón: cubre un área de 37.306 hectáreas, estos suelos se
han formado bajo condiciones drenadas, contando con una acumulación de materia
orgánica sin descomponer en el subsuelo. El material parental está compuesto por arcillas
y material lacustre, sus pendientes por lo general no sobrepasan el 1%, es decir que su
topografía es plana.
Por otra parte, y hablando de procesos de degradación de suelos, en Facatativá aunque
su grado de erosión es casi nulo, aquellos suelos de pendientes inferiores al 7%, que
están ubicados en las zonas bajas; son los que han sido utilizador por décadas para las
diferentes actividades agropecuarias, sin embargo el uso excesivo de maquinaria y la
sobre carga de productos químicos están causando un deterioro silencioso, amenazando
de esterilización debido a la pérdida de su estructura física, compactación, salinización,
cambios en su composición química, y casi la desaparición de micro fauna y micro flora,
presentando también un grave problema en la capacidad de absorción.
Las zonas con pendientes entre 7 y 25%, es decir los cerros, también han sido afectadas
y llevan como problemática agregada que son superficies inclinadas aumentando así la
erosión de suelos.
De igual manera, las zonas con pendientes mayores de 25% presentan gran
susceptibilidad a la erosión, debido a la intensidad en el uso de maquinaria agrícola.
Las colinas bajas que anteceden a los cerros, presentan grados de erosión en aumento
debido a su fuerte pendiente y pobreza de sus suelos que usualmente sostienen
cobertura vegetal, en su gran mayoría pastos.
Bibliografía