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INDICE

CAPITULO!
¿Por qué una ideología?...... . . . . . . . . . . . . . . . . 1

CAPITULO 11
¿E XIS . "1"IZaCIOn
. t e una ClVl . ' IS
. 1'armca.
. ? . ........... . 5

CAPITULO 111
Medio humano y geográfico . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

CAPITULO IV
¿Quién fue Mujamad? 12

CAPITULO V
Versión marxista de Mujamad ................ 16

CAPITULO VI
10 e 1 eoran.
¿Qm·,en e sen·b·, - ? . .................. . 21
CAPITULO VII
Teología y esjatología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24

CAPITULO VIII
El Corán y el Cristianismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27

CAPITULO IX
Sobre el término musulmán . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

CAPITULO X
El Islam y la ideología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31

Esta obra, compuesta, diagramada e impresa por PRODUCCIONES GRAFICAS, Servicio Editorial,
Venezuela 1181 (1095), Capital Federal, Telefax 383-3366 se terminó de imprimir el dfa 25 de julio de 1994,
Fiesta de Santiago Apóstol, Patrono de España.
El Islam: Una Ideología Religiosa

¿POR QUÉ UNA IDEOLOGÍA?

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El término ideología aplicado a la religión de misma, la religión es un don de Dios, y se tiene que
Mujamad no es una ocurrencia nuestra. En su haber perdido todo contacto con el fundamento crea-
oportunidad fue usado por Maxime Rodinson para dor del universo para pensar de una manera distin-
dar cuenta y razón de la religión islámica cuando se ta y buscar la fuente de un proceso en donde no hay
ocupó del asunto en su libro sobre Mujamad. ninguna realidad fontal sino los dones gratuitos de
No obstante, detrás del uso de una misma pala- la creación y la revelación.
bra, hay en Rodinson un trasfondo, llamémoslo filo- Hecha esta primera advertencia que considera-
sófico, que difiere totalmente de éste que constituye mos fundamental, admitimos que, indudablemente,
el fundamento de nuestra personal posición. Para las ideologías son creaciones del espíritu humano
Rodinson la ideología nace de los cambios introduci- con el deliberado propósito de dar una explicación
dos en el pueblo árabe por la fuerza de una econo- justificativa del poder que asume un determinado
mía comercial que impone, a la antigua organiza- grupo de hombres, para conducir a los otros en una
ción tribal comunitaria, otra de tipo individualista dirección distinta de aquélla que la Providencia ha
sugerida por el auge de los nuevos criterios econó- fijado. Esta substitución de los designios divinos
micos. Indudablemente, para Rodinson no existe la por otros de humana apariencia es lo que suele te-
religión como una realidad independiente de un es- ner de común la ideología con la religión y lo que
tado particular de conciencia determinado por una conduce a muchos hombres a confundirlas, pasando
relación específica entre el hombre y los medios de por alto sus claras diferencias.
producción. La religión se convierte así en un ingre- Cualquiera sea el origen del libro que nosotros
diente de la compleja respuesta que damos a las ne- conocemos con el nombre reduplicativo de "El Co-
cesidades prácticas de la vida y que constituye algo rán", la intención de su autor fue, en un primer mo-
así como la salsa poética en la dura prosa del proce- mento, la de enseñar a los árabes el contenido del
so económico. Pentateuco. Hay a lo largo del Corán referencias
Menos racionalista que el Profesor Rodinson, muy claras a este respecto, y solamente un fuerte
creo que la religión es un conocimiento rodeado de deseo de ver en él una manifestación religiosa origi-
una serie de prácticas cultuales que el hombre ha nal ha impedido advertirlo. La religión predicada
recibido del propio Dios, con las características de por Mujamad está íntimamente ligada al monoteís-
un contrato de adhesión, cuyas cláusulas debe res- mo israelita según la forma que éste tomó cuando se
petar si quiere organizar su vida de acuerdo con los produjo la escisión provocada por el advenimiento
designios de la Divina Providencia. de Cristo. Es pues un judaísmo por su inspiración
Se suele hablar también de religión natural con fundamental, pero un judaísmo ideológico, en tanto
'·f el propósito de señalar el conocimiento que el hom- su decisión religiosa es de rechazo a la cuenca viva
bre adquiere de Dios a través del mundo físico y las de la revelación para encerrarse en la clausura de
experiencias de su realidad anímica. Pero así como un propósito humano.
no existe un estado de naturaleza absolutamente No es faena fácil para los historiadores de oficio
puro de todo compromiso sobrenatural con Dios, no examinar el origen de este libro y poner alguna co-
existe tampoco una religión natural que no se en- herencia en la sucesión de los "suras" que constitu-
cuentre efectivamente complicada con las revelacio- yen su contenido. Si bien la tradición islámica es
nes de la proto-tradición o de las tradiciones históri- unánime en atribuir su autoría al profeta Mujamad,
cas conservadas por los distintos pueblos que com- la forma en que fue recogido su mensaje y el ordena-
ponen el abigarrado mosaico de nuestro curso terre- miento del texto da lugar a tantas contradicciones y
nal. divergencias que resulta casi imposible aceptar to-
La religión no es, en mi perspectiva, un fenóme- das las leyendas que circulan en tomo a la manera
no de conciencia condicionado por todas las inciden- en que fue escrito.
cias de nuestra trayectoria temporal y mucho menos Lo que ha llegado hasta nosotros tiene, al pare-
la consecuencia inevitable de una situación social cer, su apoyo en la predicación de Mujamad, pero no
cualquiera, por mucho que se multipliquen los in- se puede decir con rigor que sea la obra de un solo
gredientes de su composición. Así como la creación autor, sino más bien de una legión de copistas, in-
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Rubén Calderón Bouchet

térpretes y compiladores, que tuvo por resultado la Para los verdaderos creyentes, y los musulmanes
"vulgata" llamada de Osmán, unos sesenta años lo son por antonomasia, es el libro sagrado y punto
después de la muerte del Profeta. La clasificación de partida de una disciplina religiosa que se impuso
realizada en .el texto tradicional es, como afirma a la anarquía de su temperamento y los lanzó a la
Gastón Wiet, de una singular arbitrariedad: conquista del mundo, con una fuerza, una fe y un fa-
natismo pocas veces igualado en el curso de la histo-
"Los di.~tintos cap(tulos (sura), ciento catorce en ria. Decir que es un libro religioso, sin añadir una
total, están ordenados según su longitud: los más serie de explicaciones que permitan distinguirlo de
largos a la cabeza y los más cortos al final, sin to- otros de la misma especie, es un abuso de confianza.
mar en consideración la cronolog(a de las revelacio- Sin dudas, hay en el Corán una serie de verdades
nes hechas al profeta. Ahora bien, como el libro san- que pertenecen al elenco tradicional de la religión
to tiene partes que se contradicen, los musulmanes revelada y, como es fácil de advertir, esas nociones
se han visto en la necesidad de buscar una relación son de procedencia bíblica, y ha sido con mucha pos-
cronológica entre los suras para saber, en caso de terioridad a la prédica de Mujamad cuando surgió la
prescripciones contrarias, cuál es la que abroga y idea de reclamar para el Corán una originalidad
cuál la que permanece" (WIET, G. L'Islam, Histoire que la simple lectura de sus- textos hacía completa-
Universelle de "La Pléiade", T. 11, p. 54, Gallimard, mente innecesaria y que el más simple cotejo dejaba
París, 1957). ver sin ninguna dificultad.
Hay verdades religiosas pero no una nueva reve-
lación; apenas un amaño discreto para poner esos
La faena historiográfica, si bien se piensa, cons- principios al alcance de la imaginación árabe sin
pira decididamente contra la atmósfera de seguri- que se advierta, en lo más mínimo, un esfuerzo por
dad y firmeza que los verdaderos fieles querían im- elevar las mentes a un encuentro con Dios que per-
poner al Corán. Para ellos, lo que Mujamad escuchó mita hablar de un itinerario perfectivo. Todo lo con-
del Angel Gabriel y lo que contiene la vulgata de Os- trario, el Corán parece destinado a despertar una
mán son una misma y única cosa, una copia fiel del afluencia pasional incontenible que lance el alma
libro que existe desde toda la eternidad en el cielo y del creyente en una empresa de conquista político
que junto al trono de Allah, está custodiado por los militar y de ninguna manera en la faena de la con-
Santos Angeles. templación mística.
Esta versión paradigmática del libro no coincide La disciplina impuesta a los fieles no tiene desig-
para nada con lo que está a la vista y hace falta la fe nios de enmienda ascética, a no ser los impuestos
rotunda de un auténtico musulmán para aceptarla por la vida militar y la exaltación del valor frente a
sin atender los reclamos de la crítica histórica. Así la muerte, sostenido por una visión del más allá en
como no hay seguridad en el origen de los textos, perfecta correspondencia con las inclinaciones más
tampoco la hay acerca de la lengua en que fueron salaces del erotismo. La salvación no es la obra de
primitivamente escritos y aunque sus más apasio- una purificación espiritual, sino de la obediencia pa-
nados defensores consideran que fue "el árabe elo- siva a los jefes religiosos y políticos de la comunidad
cuente y puro", los censores dictaminan que esa len- islámica. La guerra santa es el sacramento único
gua todavía no existía y nace a la vida precisamente que abre para el creyente las puertas del cielo. Esto
con el Corán propagado con la vulgata de Osmán. explica por qué razón la paz enmohece el espíritu
Nada arredra a un verdadero creyente cuando se del musulmán y termina lanzándolo a las querellas
trata del libro sagrado: ni los datos filológicos sobre inútiles, a la pereza y el abandono.
la evolución del idioma árabe, ni los conocimientos El Corán inspira un acto de fe del que ha desapa-
aportados por las ciencias en torno a la3 formas lite- recido todo movimiento de reflexión inteligente y
rarias y su difusión en el mundo antiguo. El Corán por eso mismo no se conoce, entre los musulmanes,
es un poema, un código legislativo, un libro religioso algo semejante a la teología cri~tiana. Se niega el
y una narración de los sucesos relacionados con la trinitarismo cristiano con los argumentos más rudos
prédica de Mujamad. Es todas estas cosas y algu- y la ofuscación más absoluta; y aun cuando se dice
nas otras que se pueden descubrir cuando se lo exa- por ahí que Jesús fue el Verbo de Dios, sólo se quie-
mina con el debido celo. Un lector desapasionado y re afirmar que se trata de un profeta en nada dife-
objetivo, a la manera de nuestros hombres de cien- rente de los otros por cuya boca Dios ha hecho sentir
cia, puede no descubrir ninguno de estos géneros. su voluntad. El misterio de la Encamación está ne-
Renan, que titubeó mucho tiempo en clasificarlo con gado por principio y cualquier discusión en tomo al
certeza, terminó diciendo que constituía una colec- mismo despierta la cólera del musulmán que ve en
ción de discursos de índole diversa, sin que esta de- peligro la consistencia de su monoteísmo. Si se exa-
claración lo dejara demasiado contento. minan los deberes religiosos prescriptos por el Co-

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El Islam: U na Ideología Religiosa

rán y los actos del culto que los encuadran, se verá alianzas con los grupos familiares más poderosos.
sin esfuerzos su perfecta simplicidad y la absoluta Mujamad no dejó de rendir cálido tributo a esta cos-
prescindencia de cualquier movimiento interior des- tumbre solidaria, pero fue ampliamente superado
tinado a poner la conducción del alma en las facul- por sus sucesores en cuanto la extensión del Islam
tades más nobles del espíritu. impuso numerosas alianzas.
Cinco son las obligaciones que el musulmán debe Se ha exagerado un poco la actitud despectiva
practicar para tener su alma en buenas relaciones del árabe con respecto a la mujer. El Corán reco-
con Dios: confesar que Allah es el único Dios y Mu- mienda la dulzura y el buen trato para con las mu-
jamad su profeta. Esto cuantas veces fuese necesa- jeres, los niños y los ancianos. No obstante, su ética
• '¡ rio y especialmente en las circunstancias solemnes es esencialmente masculina, y son los hombres váli-
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de la vida y cuando se prevé la hora de la muerte. dos los que llevan sobre sus espaldas tanto el peso
Cuatro plegarias son de observancia: al alba, al me- como el honor de la guerra que santifica y salva. La
diodía, a la oración y a la noche. El creyente tiene mujer pertenece al mundo secreto y privado del
que colocarse orientado hacia la Meca para no olvi- hombre, al "harem", cuyo significado apunta a esa
darse jamás del centro de donde partió su conquista. situación de secreta privacidad.
Las plegarias pueden hacerse solitariamente o en Mujamad, luego de la muerte de su primera mu-
conjunto. Cuando son varios los que se congregan jer, que tuvo el extraño privilegio de ser única, con-
para orar, uno de ellos dirige la ceremonia con las certó trece matrimonios según los analistas más in-
prosternaciones y saludos correspondientes. La pre- clinados a dejar constancia de los hechos bien fun-
paración previa a la plegaria exige un acto de purifi- dados. Otros anuncian que tuvo quince mujeres.
cación que consiste en lavarse el rostro, las manos, De cualquier modo es un número que muchos ima-
los antebrazos y los pies. Conviene que se haga con nes hubieran tenido como cantidad desdeñable y en
agua pura o en su defecto con arena. Respecto a la absoluto indigna de un hombre de su alcurnia.
posibilidad de una purificación interior no se dice Por supuesto, los simples soldados podían practi-
nada. car libremente el onanismo, la pederastia o la bes-
Existe entre los musulmanes una práctica del tialidad, sin que ninguno de estos vicios fuera espe-
ayuno aparentemente muy riguroso. Durante los cialmente condenado o cerrara para siempre las
treinta días del mes de Ramadán, noveno del año puertas del Paraíso para quienes morían en comba-
lunar musulmáa, el creyente no puede comer, ni be- te. Mujamad comprendió muchos de los inconve-
ber, ni fumar, ni tener relaciones sexuales durante nientes que traía la poligamia y escribió, no sin
el día, entre la salida y la puesta del sol. mostrar un cierto desengaño: "que nunca llegaréis a
Todo buen musulmán debe dar a su comunidad hacer reinar la concordia entre vuestras mujeres,
religiosa el décimo de sus entradas y tiene la obliga- cualesquiera fuera vuestra buena voluntad". Aña-
ción de un viaje ritual a la Meca, cuya ejecución im- dió, a continuación, con el propósito de evitar algún
plica un repertorio bastante complicado de actos pu- intempestivo intento de subversión mujeril:
ramente externos pero que condicionan las predis-
posiciones de obediencia y sumisión a la ley del Pro- "Los hombres son los pastores de las mujeres,
feta. porque Dios los prefirió a ellas y, además, porque las
El Corán fija la constitución de la familia islámi- sustentan de su peculio. Las buenas esposas deben
ca sobre la poligamia. Se entiende que un buen mu- ser tímidas, conservar su pudor en ausencia del es-
sulmán no puede tener más de cuatro mujeres. La poso, porque Dios las vigila. En cuanto aquellas de

1' apología de esta forma matrimonial podemos leerla quienes sospecháis deslealtad, exhortadlas y dejad-
en la introducción al libro sagrado en su reciente las solas en sus lechos; si persisten castigadlas, pero
edición argentina. N o es necesario estar dotado de si os obedecen no las provoquéis, porque Dios es ex-
un exagerado pudor para comprender el grado de celso, grande" (Sura 4, aleya 34). (*)
sometimiento a los sentidos que semejante unión
significa. Se entiende que el privilegio de tener un
serrallo, por modesto que sea, supone, para los cre- Por supuesto, este régimen, lejos de aplacar, au-
yentes menos favorecidos por la fortuna, tener que menta la lujuria del temperamento árabe y suele
resignarse a la poliandria o, en el mejor de los casos, provocar algunos desmanes de la concupiscencia,
a una monogamia aceptada sin entusiasmo. eso que Mujamad, con gran amplitud de espíritu,
En una organización social dominada por la pre- llamó obscenidades: copular con la madre, con la hi-
sencia vigilante de los clanes el matrimonio es, ante ja, con las hermanas, con las nodrizas, hermanas de
todo, un acto político y tiene por propósito funda- leche, nueras, suegras o hijastras bajo tutela. El
mental la unión de las familias. De aquí la impor- consejo coránico es evitar tales atropellos, pero ante
tancia que tiene para los jefes contraer fructuosas el hecho consumado se debe confiar en Dios que es
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Rubén Calderón Bouchet

indulgentísimo y misericordioso (S.4-A1.23). puso de relieve la universalidad del mensaje religio-


La indulgencia de Allah para con las debilidades so y colocó al primogénito a la misma altura de los
humanas es tan generosa que no hace falta ningún gentiles. Esto hirió profundamente el orgullo judío,
esfuerzo ascético para conquistar la plenitud para- se resintió y se cerró para siempre en la clausura de
disíaca. Diríamos, forzando un poco las líneas de una esperanza carnal orientada con preferencia a la
una reflexión, que no pretende entrar en dificulta- destrucción del cristianismo o a su corrupción en un
des teológicas, que así como no existe una teología mesianismo del aquende.
ascética, no hay en el Corán ni la sombra de un es- Los árabes admitieron del judaísmo un esquema
fuerzo para alcanzar una cierta perfección espiri- de simplificación activista y violenta y rechazaron
tual. con desprecio todo cuanto en el cristianismo podía
Esto nos obliga a considerar con atención el ca- haber de profundo y misterioso. Consideraron blas-
rácter religioso de este libro, porque si bien se ad- femo hablar de Trinidad, porque no existía para
vierte en él una preocupación constante por confir- ellos ni el más leve interés en tomar la naturaleza
mar el legalismo de la "Torah" judía, existen tam- de Dios como objeto de una meditación. Eso era
bién otras dos intenciones que conviene destacar: en griego para ellos. Lo esencial es conocer la voluntad
primer lugar, refutar los principios cristianos refun- divina, que se expresa en la ley, y poner en ejecu-
diendo la prédica de Cristo en el ámbito del legalis- ción sus mandatos, que consisten en conquistar las
mo talmúdico y, en segundo lugar, provocar una naciones por Allah. Si los otros no "desisten de
exaltación agresiva de la fe para servir un objetivo cuanto dicen, un severo castigo azotará a los blasfe-
de conquista político militar. mos entre ellos". (Sura 5, Aleya 73).
El Antiguo Testamento es un libro religioso y Estos esquemas favorecen la acción y desconcier-
aunque narra las peripecias del pueblo elegido en tan a los preguntones que complican la fe con sus
sus relaciones con Dios, el protagonista del drama problemas. A lo largo del Sura 5, el autor del Corán
es siempre Yavé, y hasta tal punto que el pueblo se empeña en advertir que Cristo y María enseña-
que recibe la revelación tiene valor en tanto mues- ron la obediencia a la ley y en ningún momento se
tra fidelidad a las verdades propuestas para su con- consideraron a sí mismos como divinidades, ni se
servación y su difusión entre los hombres. El pue- compararon con Dios. Por esas razones la prédica
blo israelita es una comunidad sacrificial que Yavé de Jesús debe inscribirse en una línea de absoluta
ha tomado para sí, como vehículo de una finalidad fidelidad a la "Torah" y no eri la de esa falsa ruptura
esencialmente religiosa. que alegan los cristianos.
La relación del Corán con el pueblo árabe, apa- No hay misterio trinitario, ni encarnación, ni
rentemente, obedece a una disposición semejante gracia santificante, y por eso se puede decir con
pero tiende a transformarse, a poco andar, en un tranquilidad que el Islamismo rechaza formalmente
instrumento de agresión conquistadora. Todo cuan- la religión, pero acepta reemplazar la voluntad de
to podía haber de negativo en la transformación del Dios con los designios de su fiereza conquistadora.
pueblo de Israel cuando rechazó al Cristo, aparece No existe el pecado original, ni la naturaleza caída;
en el Islamismo sin ninguno de los atenuantes que la mayor parte de las faltas se borran con una sim-
hacen tan complicada la situación espiritual del ju- ple penitencia exterior, porque en el fondo no consti-
dío moderno. En este último persiste siempre el tuyen agravios a Dios, sino delitos disciplinarios que
sentimiento de su dependencia de un juicio divino deben ser corregidos con la férula del gobernante.
que lo obliga a un examen cuidadoso en la justifica- En sentido estricto y formal, el Islam no es una reli-
ción de sus actos. En una perspectiva histórica pu- gión, ni constituye un brote privilegiado de la tradi-
ramente humana, el advenimiento de Cristo decep- ción primordial. Es una ideología, como afirma Ro-
cionó la expectativa mesiánica del judío. Esperaban dinson, pero totalmente apoyada en el judaísmo y
que el enviado de Yavé los pusiera a la cabeza de to- sin otra complicación mesiánica que la imposición
das las naciones como pueblo sacerdotal, pero Jesús del Islam por la fuerza de las armas.

(*)Todas las citas del Corán que aparecen en esta obra han sido tomadas de: El Sagrado Corán, Traducción literal,
íntegra y directa del arábigo al español, con comentarios y compendios de las suras por Ahmed Abboud y Rafael Caste-
llanos, 3ª edición, Editorial Arábigo Argentina "El Nilo", Buenos Aires, Argentina, 1980.
Cabe aclarar que la palabra "sura" es sustantivo masculino, a pesar del uso femenino que se le da en el texto antes cita-
do, y por ese motivo el lector encontrará "el sura", etc. a lo largo de la obra.
Nota de la Editorial

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El Islam: Una Ideología Religiosa
,
¿EXISTE UNA CIVILIZACION
ISLAMICA?
La dificultad para responder con alguna exacti- Como ya lo hemos dicho, no existe ningún progreso
tud a esta pregunta reside en la extensión que ha religioso en el mensaje de Mujamad; se nota en
tomado el vocablo árabe como consecuencia de la cambio un marcado retroceso hacia las formas más
conquista. Todas las naciones que hoy se dicen ára- materiales del judaísmo talmúdico.
bes porque hablan la lengua de sus conquistadores, Esto tiene una gran importancia cuando se exa- .
no lo son ni por su origen ni por los restos de las ci- mina el contenido espiritual de una civilización, por-
vilizaciones que perduran todavía en ellas. Si el Is- que no hay ningún ascenso en orden al conocimiento
lam fuera una civilización fundada sobre la roca vi- que sostiene la ciencia, el arte, la política y la econo-
va de un auténtico contrato religioso, sus justos títu- mía que no sea, al mismo tiempo, respuesta positiva
los aparecerían por poco que consideráramos su del hombre a su misterio metañsico. El profeta ára-
ciencia, su arte, su economía, su política y su ideal be no tiene la menor idea de un proceso perfectivo
del hombre. de una espiritualidad deificante como aquélla que
Si nos detenemos en la apreciación más inmedia- sostiene el cristianismo. Todo lo contrario, se nota
ta de la fisonomía islámica, salta a la vista su preo- fácilmente un afán de reducir y simplificar la rela-
cupación esencial que se manifiesta en dos dimen- ción del hombre con Dios hasta convertirla en una
siones fundamentales: conquistar adeptos para el coyunda que fortalezca la sumisión, debilitando el
Islam y combatir duramente a todos cuantos no es- trabajo sobre la propia alma. El paraíso está a la
tén dispuestos a reconocer la supremacía de Allah y sombra de las espadas y se llega tanto más rápida-
su profeta Mujamad. mente a gozar de sus delicias, cuanto menos nos de-
Mujamad afirmó haber sido elegido directamente tengamos a examinar el fruto de nuestros actos.
por Allah Es muy simple decir que los cristianos tomaron
los principios establecidos por los filósofos griegos y
"... para restaurar la religión pura de Abraham, los pusieron instrumentalmente al servicio del sa-
alterada tanto por los judíos, como por los cristianos ber religioso, para crear esa extraña mezcla de cien-
y sabeos. Esto significa luchar para restablecer el cia griega y superstición semítica que llamaron teo-
verdadero culto y continuar, perfeccionándola, la logía. Digo simple, porque en esta afirmación sin
obra de los grandes profetas: Moisés, David, Isaías y matices se escapan muchas verdades que, conocidas
Jesús". · por la Revelación, pasaron a integrar el contexto de
la sabiduría cristiana en una síntesis cuya fuerza y
originalidad garantizan los nombres de Agustín, To-
El Islam ha reconocido siempre que Dios dio a más, Buenaventura para no designar sino a los más
cada pueblo y en cada época una religión adaptada egregios y pasar en silencio sobre muchas figuras
a sus necesidades, pero a Mujamad lo envió para que, hasta hoy, acreditan una originalidad filosófica
reunir a toda la humanidad en torno a los principios muy difícil de negar para quien no cierra los ojos an-
substanciales sostenidos en el Corán y, de esta ma- te el poder de la evidencia.
nera, poner fin a la discordia entre judíos y cristia- Si comparamos con el cristianismo la actitud del
nos, dirigiendo al hombre por el camino de la felici- Islam frente a la ciencia griega, se podrá decir (sin
dad en éste y en el otro mundo. tomar demasiado en cuenta que Averroes se limitó a
La felicidad se incoa aquí, en la obra misma de la comentar las obras de Aristóteles sin proponerse la
carne, y culmina en el Paraíso con una intensifica- ardua faena de iluminar esa ciencia con los princi-
ción de los goces sensuales. El itinerario del alma pios extraídos de su fe, ni conciliar la fe con las ver-
hacia Dios no es el camino de una espiritualización dades de la filosofía aristotélica) que Averroes y Avi-
progresiva y en donde el mismo cuerpo recibe el in- cena realizaron un trabajo, con respecto a Aristóte-
flujo transfigurador de las virtudes teologales; es les, comparable al de Santo Tomás y otros teólogos
más bien la conquista de una carnalidad invulnera- cristianos. Su doctrina de la doble verdad fue un re-
ble. No es el Reino de Dios y su justicia, sino el curso para eludir una faena que consideró imposible
Edén, tal como lo podía soñar un beduino en los mo- desde su comienzo. Renán y Louis Bertrand dije-
mentos más fatigosos de sus viajes por el desierto. ron, en alguna oportunidad, que fue una protesta
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Rubén Calderón Bouchet

escrita en árabe, contra lo que había en el Corán de tada por los árabes, porque fue en esa lengua que se
ininteligible. conocieron en Occidente los libros griegos que trata-
No podemos olvidar tampoco que Averroes era ban de problemas algebraicos. Diofante de Alejan-
andaluz y de ascendencia cristiana y que sus doctri- dría, que pasa por ser el primero que se ocupó cien-
nas no tuvieron ningún efecto en la formación inte- tíficamente del álgebra, vivió en el siglo IV de nues-
lectual de los musulmanes. Hubo que esperar la in- tra era y habiendo nacido en Egipto, pertenecía a la
troducción de sus Comentarios en el mundo cristia- civilización helénica. Lo mismo puede decirse del
no para que sus ideas entraran con todo derecho en número cero, tan poderosamente atribuido a la civi-
el seno de la filosofía. lización mágica del Islam por Osvaldo Spengler.
Es muy cierto que algunos musulmanes, como el Era una noción matemátíca que los hindúes pasa-
Caliü Ya'Qoub, de paso por Córdoba en 1195, vie- ron a los persas y éstos a los árabes, después de ha-
ron con simpatía la labor de Averroes; ésta repugna- berlo usado profusamente en sus operaciones mate-
ba al movimiento Almohade, cuyo fanatismo, con- máticas.
trario a los filósofos y a los doctores de la ley, estaba Se ha contado al revés la influencia que la sedi-
en la línea del coranismo más decididamente ortodo- cente civilización árabe pudo tener en tierras anda-
xo. luzas. En primer lugar porque no fueron los árabes
Averroes murió tranquilamente en su cama ellO sino bereberes los que penetraron en el sur de Espa-
de diciembre de 1198, pero sus libros fueron públi- ña y recibieron allí la impronta de una cultura ro-
camente quemados por orden del Califa que no te- mano visigótica en estado floreciente. Oliveira Mar-
mió pecar contra la filosofía si de esta manera se tín lo dijo con la suficiente claridad: "un puñado de
salvaba su gobierno de un levantamiento Almohade. árabes a la cabeza de un ejército de bereberes".
lbn'Shina, conocido entre los latinos por Avicena, Lo que se llamó civilización árabe hispánica fue
nació cerca de Bukara en el año 980 y murió cin- ciertamente española, pero no árabe como suele de-
cuenta y siete años más tarde, después de un estu- cirse. Los árabes -según la autorizada opinión de
dioso periplo por la filosofía griega que tradujo al Dozy- no aportaron nada. Es el pueblo menos in-
árabe con algunos comentarios de su propia cosecha. ventivo del mundo y cuando hallamos en su lengua
Decir que era de cultura árabe porque hablaba y es- un poema brillante es la traducción de un original
cribía el árabe es un poco exagerado. Su gusto por hindú, persa, sirio o griego, o, en el caso del mismo
el pensamiento griego venía de sus raíces helenísti- Corán, decididamente judío.
cas y si bien admitía la existencia de un Dios Crea- El propio Spengler, con su poderosa imaginación,
dor, principio que trató de conciliar con la doctrina ha difundido en exceso la idea de una original cultu-
de Aristóteles, compartía esa fe con judíos y cristia- ra mágica que tendría por centro religioso el Islam.
nos, sin que en ningún momento se descubra en él Sería absurdo negar que la impulsión unificadora
la intención de hacer entrar la ciencia griega en vín- desatada por la prédica de Mujamad y sus secuaces,
culo sinérgico con la doctrina de Mujamad. y que encarnó en una fuerte conquista militar, no
. Si el uso de la lengua árabe fuera la marca segu- hubiera tenido efectos favorables en la convergencia
ra de una indiscutible pertenencia a la civilización de las distintas corrientes culturales que transita-
islámica, el judío Maimónides, hubiera sido también ban el ámbito geográfico dominado por las huestes
musulmán porque en árabe escribió su famosa del Profeta. Esto es lo que ocurrió efectivamente
"Guia de los extraviados" donde trata de establecer con la arquitectura y las artes plásticas. Los ára-
un acuerdo entre la razón y la religión judía. Era bes, como buenos nómades, carecían de tradición ar-
una hazaña intelectual que a los verdaderos cora- quitectónica y si se elimina por su pesadez y absolu-
nistas no interesaba, toda vez que la ciencia estaba ta falta de estilo el templo principal de la Meca, no
contenida en el Corán y resultaba completamente existe ningún monumento auténticamente árabe
inútil pretender ponerla de acuerdo con lo que hu- que dé testimonio de su genio edilicio. No obstante,
bieran podido pensar los griegos sobre cualquier co- cuando por razones de la conquista militar tuvieron
sa. que establecer sus propios templos en los países
Cuando las huestes del profeta ocuparon los bor- conquistados, se limitaron a ocupar los edificios que
des asiáticos y africanos de la cuenca del Mediterrá- ya existían y, en algunos casos, a compartir con los
neo fue toda la civilización greco romana la que cayó cristianos el recinto de sus iglesias.
bajo su dominio. No es nada extraño que los habi- Nadie puede negar la erección de mezquitas en
tantes de esas tierras tuvieran una cultura helenís- todos los territorios ocupados, ni la presencia de los
tica metida en sus hábitos intelectuales y artísticos altos minaretes desde los cuales el "muezin" convo-
y que conservándola trataran de expresarla en la caba a los fieles a la oración, pero atribuir a la in-
lengua impuesta por sus conquistadores. Se ha ha- ventiva árabe el estilo de sus templos y la decora-
blado mucho del álgebra como de una ciencia inven- ción figurativa que los adorna es otro asunto. Las

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El Islam: Una Ideología Religiosa

columnas del famoso patio de Córdoba son paganas son fieles al libro atribuido a Mujamad.
y en su mayoría fueron traídas del Africa romana, La sociedad islámica ha sido forjada con criterios
cuando no de la misma España. Las arcadas super- exclusivamente masculinos y se siente, a través de
puestas tienen su origen en la arquitectura visigóti- todas sus expresiones espirituales, la ausencia de la
ca, como que eran españoles nativos tanto los arqui- mujer. Un orden de convivencia que no combine con
tectos como los albañiles empleados en esas faenas. armónico equilibrio la espiritualidad del varón con
Los trabajos de sostén están imitados del acueducto la delicadeza de la mujer, constituye una sociedad
romano de Mérida con sus alternativas de piedras y defectuosa y con una manifiesta tendencia al desa-
ladrillos. juste psicológico de sus miembros.
La escultura que se llamó árabe fue helenística y Un problema largamente debatido es el de la
las torres cuadrangulares de los minaretes son si- condición de la mujer en el mundo islámico, porque
ríacas y un calco, apenas diferente, de los campana- si se toma en cuenta lo que surge directamente de la
rios que abundaban en esas regiones. Se ha querido enseñanza del Corán, suele ser algo distinto a eso
ver en la decoración floral del arte musulmán, espe- que los usos y las costumbres impuestos por los en-
cialmente en las hojas de parra y el racimo de uvas, trecambios culturales ha logrado introducir en las
un rasgo original de su genio plástico, sin advertir modas de los árabes modernos. Ninguna persona
que se trata de viejos símbolos paganos usados con que estudie hoy la condición que tiene la mujer occi-
profusión en toda la cuenca del Mediterráneo y que dental podría sostener que es una consecuencia di-
los cristianos egipcios hicieron suyos en su oportuni- recta de la enseñanza de la Iglesia Católica.
dad. Por lo demás, existen datos fehacientes de que El Corán, dentro del mundo árabe, significó para
los califas de Córdoba hicieron llegar de Constanti- la mujer algunos cambio'S que moderaban, ventajo-
nopla artistas e imagineros que trajeron consigo to- samente para ella, las prácticas abominables que
dos los conocimientos que tenían acerca del arte y padecía bajo el régimen del animismo idólatra. Esto
de la literatura bizantina. Muchas obras de genio explica, en alguna medida, que las mujeres árabes
atribuidas a la inspiración islámica son originarias aceptaron el Corán como un alivio de su esclavitud.
de la Europa Oriental. La antigua ley hebrea admitió la poligamia en
Era muy lógico que así fuera porque la religión algunas circunstancias excepcionales, pero puso cla-
de Mujamad, para hablar conforme con una conven- ramente de manifiesto, en toda su enseñanza y en el
ción impuesta por el uso, carece de fuerza transfigu- ejemplo de los primeros padres, que el matrimonio
radora. Acepta al hombre y a sus obras tal como lo monogámico era lo que Dios quería que fuera la
produce la naturaleza caída y no ejerce sobre él una unión del hombre y de la mujer, porque era lo que
presión capaz de elevarlo a una nueva situación con mejor respondía a las exigencias más nobles de
Dios. La sumisión a la carne y a la impulsividad de nuestra naturaleza. El autor del Corán vio en las
las pasiones es apenas disciplinada por la obedien- costumbres sexuales de los árabes una dificultad
cia a los jefes religiosos, intérpretes autorizados del muy grande para poder llevarlos, sin otras precau-
Corán y por la aceptación de algunas prescripciones ciones, a abrazar un ideal conyugal que contrariaba
culturales que, sin corregir los excesos del erotismo tan fuertemente sus instintos y sus prácticas. La
y la cólera, los ponen al servicio de la expansión is- concesión, bien fundada en la Biblia y en la antigua
lámica. codificación legal de Hammurabi, de no exceder las
La ausencia de eso que los cristianos llamaron la cuatro mujeres que Yavé otorgó a Jacob fue acepta-
gracia santificante se hace sentir en todas las di- da como una limitación ejemplar, pero generosa-
mensiones de la actividad espiritual, razón por la mente superada por todos los musulmanes que po-
dían darse el lujo de un "harem" bien surtido.
1r cual no se puede esperar que los movimientos más
importantes de su cultura estén influidos por una
energía distinta de aquélla que impulsa a los hom-
Lo grave, en el caso de la mujer musulmana, era
la situación de su alma después de la muerte. ¿Par-
bres hundidos en la profundidad del pecado. No ticipa también de todos los placeres que esperan al
existe ningún motivo para aceptar la presencia de verdadero creyente, especialmente si ha muerto en
un esfuerzo teológico, que la simplicidad dogmática guerra santa? Ninguna de las descripciones que ha-
del islamismo no autoriza, ni de un impulso místico ce el Corán del Paraíso autoriza a pensar que las
espiritual, que la naturaleza del Paraíso coránico mujeres tengan alguna participación de sus goces, y
con su versión puramente carnal de los goces eter- habría que pensar en una desviación muy grande de
nos hace imposible. No niego que existan en idioma la natural orientación del sexo femenino para que
árabe obras de pensamiento religioso, tanto místi- éstas hallaran en las "huríes" una modesta compen-
cas como teológicas, dignas de ser comparadas con sación de sus fatigas terrenas. Dejamos expresa-
las similares de otras familias religiosas, pero con- mente de lado a los jóvenes gitones "como perlas"
vendría determinar, en cada caso, hasta qué punto que escancian las copas de los guerreros y se ofrecen
7
Rubén Calderón Bouchet

generosos a su concupiscencia inextinguible, porque éxito en el Parnaso de otras lenguas, pero resulta
·no parecen especialmente adecuados para alimentar algo difícil hallar su fuente de inspiración en el libro
las ilusiones eróticas del serrallo. atribuido a Mujamad, a no ser que los su~ños antici-
No negamos que existe en el Islam una poesía pados sobre el Paraíso constituya la quinta esencia
amatoria de lengua árabe capaz de concurrir con de este erotismo trascendente.

MEDIO HUMANO Y GEOGRAFICO

El Islam, como realidad socio política, es el resul- filosofante puede acuñar nociones cuyo contenido
tado de una prédica inspirada en un libro: el Corán; objetivo sirvan de base a un saber universal funda-
que, como la Biblia, significa la Escritura, los libros. do en la razón. El Espíritu sopla donde quiere, pero
¿Cuáles son los orígenes, las fuentes y la calidad de también es cierto que la Divina Providencia prepara
ese libro? Es lo que trataremos de responder comen- con cuidado las bases humanas de su revelación, y
zando con un breve examen del medio geográfico y si nuestro Señor llegó al mundo en el preciso mo-
humano en donde fue escrito. mento en que la difusión de la civilización greco lati-
Cuando se habla de las grandes religiones uni- na creaba los instrumentos de un saber y de un de-
versales es habitual considerar al Isl~m como una recho ecuménicos, es porque así lo necesitaba para
de ellas, y no la menos importante si se toma en una inteligente propagación de una doctrina que ve-
cuenta el número de fieles que se dicen musulma- nía a coronar la tradición religiosa.
nes. Para justificar esta afirmación basta conside- La fe es un conocimiento fundado en el testimo-
rar la fuerza de su proselitismo tanto entre los ára- nio divino, y como tal conocimiento está formalmen-
bes, como posteriormente entre los persas, los hin- te dirigido a la inteligencia y no a una impulsividad
dúes, los bereberes, los turcos y todos los pueblos ciega alimentada en las oscuras cavernas del instin-
que se encontraban en la cuenca del Mediterráneo to, por eso convenía cuidar los instrumentos nocio-
hasta alcanzar Occidente a través de la península nales aptos para su difusión. El mundo donde nació
Ibérica. Una verdadera marca, para decirlo en tér- el Corán carecía de esos elementos intelectuales y se
minos de deporte, que iguala si no supera, la logra- propagó como una marejada de afirmaciones rotun-
da por el Imperio Romano en su momento más nota- das y tanto más agresivas, cuanto menos aptas para
ble. ser sostenidas por un aparato conceptual adecuado.
Si se toma en cuenta que esta difusión armada Esa lengua de pastores nómades recibió, no obstan-
propagó la lengua árabe sobre la base de un libro, te, en las "aleyas" del Corán, una suerte de depura-
"Qur'án", que pretendía reemplazar la Biblia y los ción sintáctica inspirada en la "Torah" y en los pro-
Evangelios con una versión más depurada de la au- fetas hebreos, libros que el Angel Gabriel debía co-
téntica revelación, se puede pensar que efectiva- nocer a la perfección y que transmitió a Mujamad
mente hay en la pretensión religiosa de los árabes junto con el ritmo habitual de los hagiógrafos bíbli-
contenidos teológicos suficientes para confirmar este cos.
propósito. Muy poco se sabe de la pre-historia árabe. La za-
La leyenda de procedencia árabe en torno al ori- pa de los arqueólogos no ha penetrado muy profun-
gen del libro, habla de una revelación hecha al pro- damente en el seno de esas tierras, y como no se
feta Mujamad por el Arcángel Gabriel en la lengua han hecho excavaciones de gran importancia, care-
de los beduinos trashumantes que solían cantar sus cemos de una estratografía bien establecida. Deja-
batallas y sus amores, sin preocuparse excesiva- mos expresamente de lado las conjeturas formula-
mente por los designios que tuviera Dios o los dioses das sobre las bases de algunos modestos encuentros
con respecto al destino del hombre. Era una lengua y entramos directamente en la situación mejor cono-
ruda y poco depurada y no precisamente el vehículo cida de la historia contemporánea al advenimiento
idiomático más adecuado para convertirse en ins- del Islam.
trumento de una cultura ecuménica. Con respecto al nombre que recibieron estos pue-
En primer lugar porque carecía de eso que los blos se supone que deriva del término hebreo "ara-
griegos, y en su seguimiento los latinos, llamaron fi- bab" con el que se señala el desierto y en particular
losofía. Es perfectamente sabido que sólo la razón la depresión que se extiende al sur del Mar Muerto.

8
El Islam: U na Ideología Religiosa

Aplicado a los habitantes de esa región, el significa- las largas veladas del desierto. De esta manera, la
do se extendió hacia los vecinos que guardaban con magia de un cielo transparente que inundaba con su
ellos un parentesco de hábitos y costumbres. El fulgor nocturno las dunas silenciosas colaboró en la
árabe era, fundamentalmente, el beduino. El hom- formación de ese temperamento tan capaz de man-
bre asentado en las orillas del desierto o en sus oa- tener prolongados silencios como de estallar en rápi-
sis y que cruzaba las arenas inhóspitas con sus lar- dos e inesperados furores.
gas caravanas de camellos. La Meca (en árabe Macea) se convirtió en una
Estos pueblos hablaban dialectos que parecían suerte de emporio comercial organizada en repúbli-
derivar de una lengua común de procedencia semíti- ca oligárquica. Los jefes de las tribus nobles forma-
ca como el acadio, el cananeo, el hebreo, el arameo, ron un Consejo junto con los notables de la ciudad y
el ugarítico y el etiópico. Cuando llegó hasta ellos el pronto se unieron a ellos todos los comerciantes que
contenido de las narraciones bíblicas se convencie- habían hecho fortuna. Al sur de La Meca se levan-
ron, con demasiada facilidad, de que su lengua ma- taba la ciudad de Medina donde se habían instalado
terna era la madre de todas las otras y el idioma muchos agricultores comerciantes judíos dando a es-
que los ángeles enseñaron a Adán. te centro político una pujanza que los mecanos
Era remontarse un poco lejos y navegar sin brú- veían crecer con gran recelo.
julas en el vasto mar de la prehistoria. Ningún ar- Maxime Rodinson, especialista en historia de
queólogo de oficio y ningún filólogo confirmaría se- Arabia, asegura que este mundo comercial, crecido a
mejante desatino, pero es un hecho que la imagina- la sombra del nomadismo tribal, pedía una nueva
ción musulmana no reconoce los límites propuestos organización política cuyo esbozo tomó incremento
por un saber que no tiene el aval del Profeta. bajo la influencia religiosa de judíos y cristianos.
Es dato cierto que la victoria militar del estado Para este autor ambas religiones son individualis-
árabe de Medina impuso el Corán a todas las otras tas y se imponen, precisamente, en el momento en
tribus y, con el libro, la lengua de los ''yemenitas", que el interés particular del comercio hace desfalle-
que se constituyó así en el idioma del Islam. cer las fuerzas colectivas del tribalismo.
La importancia política de la Arabia del Sud pro-
venía de su comercio centrado en la exportación de "Eran ideologías extranjeras -enseña el sabio pro-
la mirra, el incienso, el láudano y otras yerbas aro- fesor marxista haciendo un uso del término ideolo-
máticas muy apreciadas en los países de alta civili- gía en perfecta consonancia con su sistema- que es-
zación. Herodoto decía que toda la ''Arabia exhala- taban ligadas con las potencias que luchaban por el
ba un olor divino". Esto explica la afición que tuvie- control del mercado árabe" (L'Arabie avant l'Islam,
ran "el Padre de la historia" y sus compatriotas a to- Histoire Universelle de la Pléiade, t. II, p. 35).
do cuanto pudiera dar grato perfume a la vida.
El comercio y la cría de camellos y ganado menor
era la habitual ocupación de estos nómades que gus- Una situación de tal naturaleza dibuja un mo-
taban de hacer largos viajes en caravanas e inter- mento privilegiado y clásico para que un autor mar-
cambiar los productos provenientes de la Persia y de xista no vea en tales condiciones la oportunidad de
la India, con los manufacturados en las ciudades del formar una ideología. Necesariamente se imponía
Mediterráneo asiático.
Hasta el triunfo del Islam, los árabes no conocie- "... un estado árabe, guiado por una ideología ára-
ron una organización política estatal. El carácter be adaptada a las nuevas condiciones socio económi-
tribal de sus sociedades prolongaban una querella cas, pero lo bastante próxima al medio beduino como
endémica y hacía muy difícil la unidad entre tantos para encauzar to.das sus energías en una sola direc-
factores de discordia alimentados por los celos, las ción política. Las vías estaban abiertas para el hom-
suspicacias y los intereses. No obstante, hubo gru- bre de genio que sabría, mejor que otro, responder al
pos familiares que se impusieron sobre los otros y reclamo del momento histórico" (Ibíd.).
crearon una suerte de aristocracia con pujos hege-
mónicos que, en sus momentos más fuertes, auspi-
ciaron una efímera monarquía. La argumentación es relativamente sencilla: una
La necesidad de proteger el tráfico y combatir determinada situación económica donde comienza a
con las armas a quienes pretendían interferir en sus predominar el carácter individualista del comercio
negocios, los habituaron a constantes correrías béli- impone una conclusión ideológica que armonice ese
cas y a depender, en gran medida, de sus jefes mili- individualismo con las exigencias disciplinarias de
tares y, como suele suceder en casos semejantes, no la cohesión social. El genio de idearla saldrá de allí
faltaron los juglares que cantaron las hazañas de los como un colofón necesario.
caudillos y amenizaron con sus narraciones épicas Esta forma de pensar introduce en la compleji-

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Rubén Calderón Bouchet

dad de los hechos históricos la descansadora seguri- santes sobre el culto de las "piedras que han caído
dad de una explicación mecánica. Por desgracia, la del cielo" y hasta las relacionó, en una visión de sin-
realidad no suele ser tan simple y cuando nos arri- gular audacia, con la idea de la piedra viva sobre la
mamos a los datos concretos que proveen los sucesos .que Cristo edificó su Iglesia. Sin tratar de iluminar
salen a nuestro encuentro muchos testimonios que la oscuridad de este simbolismo religioso de univer-
no entran en el esquema. No parece del todo cierto sal extensión y que aparece también en el cristianis-
que los grandes empresarios árabes, que arriesga- mo pleno de asombrosa realidad, diremos que la pie-
ban sus capitales en la formación de extensas cara- dra existente en la Ka'ba atraía la curiosidad de los
vanas, encontraran problemas insalvables en una beduinos y, mediante la colaboración activa de algu-
religión popular hecha de supersticiosas incon- nos sacristanes bastante avispados, se convirtió en
gruencias y de una indiferencia casi brutal con res- un centro religioso de gran prestigio. Los discípulos
pecto al destino eterno, tanto de los ricos como de de Mujamad lo vincularán más tarde con el Angel
los pobres. N o existía en esa fe una esjatología que Gabriel y extenderán su antigüedad hasta Abra-
pidiera cuentas detalladas del buen o del mal uso ham, padre de los hombres.
del dinero. El polidaimonismo ancestral era perfec- En el siglo VI de nuestra era, el templo de la Ka-
tamente apto para que se pudiera gozar en la tierra 'ba era un emporio de fetiches líticos entreverados
de las fortunas adquiridas de cualquier manera y no sin orden y de acuerdo con el capricho de sus adora-
había un juicio final que echara a perder tales deli- dores. El culto consistía en un homenaje rendido a
quios con la preocupación de tener que dar cuenta a los ídolos y luego una fiestita en torno al edificio y
Dios de nuestros actos. Cristianos y judíos, eternos en donde se discutía también acerca de los respecti-
aguafiestas de las alegrías paganas, asediaban a vos méritos de las numerosas deidades. El Corán se
una buena parte de la población árabe tratando de burla de tales controversias con respecto al sexo de
conquistarla para sus cultos severos y sustraerla así los dioses y al uso que podían hacer de la pasión eró-
a la influencia de algunos demonios endémicos que tica: "¿Qué opináis del Lat, del Uzza y de la otra, de
hacían excelentes migas con el temperamento de la tercera diosa, Manat?" (Sura 53, aleyas 19-20).
esos hombres sensuales y despreocupados. Los profesionales de historia de las religiones
Los especialistas católicos en los orígenes de la suelen divertirse en extraer de las ideas de estos
religión islámica no creen que haya existido una cri- dioses conclusiones muy discutibles, si se tiene en
sis religiosa en la Arabia del siglo VI de nuestra era cuenta la base bastante frágil de su simbolismo.
y encuentran una simbiosis especialmente feliz en- Tor Andrae identifica la diosa Uzza con Venus y
tre la vitalidad económica de la Meca y el centro re- Afrodita y no se detiene hasta llegar a la Virgen
ligioso encamado por la Ka'ba, que existía desde el María sin poner mientes en las diferencias nada tri-
siglo II y atraía con su prestigio singular a los eter- viales de sus cultos.
nos vagabundos del desierto, ofreciéndoles la paz "Era la estrella matutina, uno de los nombres con
·del espíritu y las delicias materiales que podían col- que los cristianos designan a la Santfsima Virgen en
mar su concupiscencia. sus piadosas letanías". Y añade Tor Andrae con la
Tratar de conciliar ambas opiniones sería una seguridad que brota de una indiscutida certeza cien-
vana faena; dejemos que subsistan por el momento tífica:
una al lado de la otra y observemos la situación reli-
giosa de esa época para detectar los síntomas que "Uno ve cómo la graciosa y radiante reina del cie-
podían presagiar el advenimiento de la nueva fe. lo fue habitual a la devoción mediterránea y próxi-
La Ka'ba es uno de los templos más feos que el mo oriental y sobrevivió a la caída del mundo anti-
hombre ha levantado en honor de sus dioses, apenas guo conquistando un lugar de privilegio en el cris-
un galpón de doce metros de largo, diez de ancho y tianismo católico bajo el nombre de Virgen María,
quince de altura. Su único lujo es una suerte de zó- Reina de los Cielos" (Ver BERTUEL, J. L'Islam,
calo de mármol de unos veinticinco centímetros que N.E.L. París, 1981, p. 35).
sirve de basamento a todo el edificio. Como cual-
quier otro centro religioso levantado en pleno de-
sierto, fue construido en las cercanías de unos pozos No es ésta la oportunidad de hablar de la miste-
de agua, los de Xemzem, donde acostumbraban per- riosa relación que liga el cielo astronómico con las
noctar las caravanas y reponer sus provisiones. revelaciones religiosas, pero sí para señalar, de pa-
Una piedra negra caída del cielo, probablemente un so, la singular diversión intelectual que consiste en
meteorito, se había convertido en objeto de adora- confundir el símbolo físico con la realidad espiritual
ción para las tribus beduinas que veían en ella no significada y luego, invirtiendo el orden de las prela-
sabían qué misterioso designio divino. ciones, poner el acento de realidad sobre el símbolo
Guénon escribió algunas reflexiones muy intere- y no sobre aquello que simboliza.

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El Islam: Una Ideología Religiosa

El sura 71, fechado en La Meca, examina, a pro- inscripciones arameas y fenicias. La epigrafía de
pósito de Noé y el Diluvio, las divinidades adoradas esos dos pueblos es rica en el uso de los vocablos 11 o
por los árabes preislámicos y desata contra ellas Ilah, también El-Ela referidos siempre a un dios
una áspera polémica que debió ocurrir en los días principal.
contemporáneos al Profeta. Una cita de las aleyas Con más modestia, historiadores menos filólogos,
22-28 nos permitirá conocer esas deidades con sus enseñan que los árabes convertidos al cristianismo
características esenciales y advertir la rudeza del llamaron Allah al dios bíblico que los hebreos cono-
culto ancestral de los árabes. cían con las cuatro letras del "Tetragramma" y que
en nuestra propia lengua suena a algo así como Ya-
"Wadd, significa amante, ten(a forma de hombre, vé. El autor del Corán, quien quiera que fuere, se
adorada por la tribu de Kalb o Kalbtes. Se encontró apoderó del nombre de Allah y lo convirtió en la ex-
en Yadda y fue colocada en el santuario de Daumu- presión del Dios Unico para entregarlo a la adora-
tu Yandal". ción de los musulmanes o verdaderos creyentes.
Los árabes idólatras también conocieron el nom-
"Suwa, entrada de la noche, ten(a forma de mujer bre de Allah y estuvieron siempre bien dispuestos a
y era adorada por la tribu de Hudail o HudaiUes, concederle un lugarcito en su abigarrado panteón
era una divinidad de origen sud arábigo, cuyo san- sin hacer mucho caso de su inclinación a la exclusi-
tuario estaba en Ruhab, cerca de la Meca". vidad. En el sura 6, aleya 136, el Corán afirma que
"La Guz, el asistente, ten(a forma de León, adora-
da por la tribu de Murad o murad(es en Yemen". "... los idólatras destinan a Allah una porción de
cuanto Él creó, de sus cultivos y ganados y, presun-
"La Uc, el defensor, ten(a forma de caballo y era tuosamente dicen ¡Esto es para Allah y aquello para
adorada por la tribu de Hamdan o Hamdan(es". nuestros (dolos! Pero lo que destinan a sus (dolos ja-
más llegará hasta Allah, en cambio lo destinado a
"Nasr, el águila, ten(a la forma de esa ave y era Allah llegará a sus (dolos ¡Qué mal juzgan!"
adorada por la tribu de Duilkila o DulkiUes del Ye-
men".
Los que juzgan acerca de los hechos religiosos lo
hacen siempre en función de presupuestos que no
No mucho mejor instruidos que el erudito profe- suelen concordar demasiado con la auténtica tradi-
sor Tor Andrae, los árabes preislámicos confundían ción. Para los que ven el monoteísmo en la perspec-
la letra de las tradiciones religiosas con su espíritu tiva de una evolución progresista necesaria, obser-
y adoraban los signos porque habían perdido, en su van que el nombre de Allah había comenzado a ju-
torpe naturalismo, la noción de la espiritualidad di- gar el papel de un dios supremo con anterioridad a
vina. Para conservar su pureza, la tradición hebrea la influencia de judíos y cristianos y se convertirá en
rechazó siempre las imágenes religiosas como si el verdadero trampolín que facilitará el salto inevi-
desconfiara, con justa razón, de la fuerte tendencia table de la idolatría, al Dios único.
semítica a privilegiar la fantasía eq detrimento de Allah estaba disponible y también lo estaba, se-
la razón. ·" gún la sólida opinión de los escritores marxistas, la
Probablemente, bajo la doble influencia cristiana infra-estructura económica con todos los requisitos
y judía aparece en la Arabia de ese tiempo el nom- del caso: posesión de los medios de producción en
bre de Allah, que según toda probabilidad es idénti- manos de una oligarquía comercial de cuño indivi-
co al Yavé de Moisés de quien posee los principales dualista. Faltaba el profeta, el enviado de Dios que
atributos: único, creador y todopoderoso. Con res- debía poner la levadura en el espesor de la masa.
pecto al nombre que los árabes otorgaron a Dios, la Este fue Mujamad. Su historia nos ha llegado en-
exégesis filológica está en su propio juego y los espe- vuelta en la leyenda, y no es faena fácil para el his-
cialistas cobran todo su prestigio relacionando el toriador de oficio extraer lo que puede haber de ver-
término Allah con los dioses fundamentales de las dad en medio de tanta fantasía.

11
Rubén Calderón Bouchet

¿QUIEN FUE MUJAMAD?


Existe una tradición de origen árabe como base llaman sublimes que no esté dicha primero en nues-
de cualquier biografía que se intente sobre el Profe- tros sagrados libros con más nervio y hermosura".
ta, y una denodada resistencia por parte de los his-
toriadores a tomar con seriedad los datos aportados
por ella. No obstante, existe un acuerdo tácito en Savary, que conoció perfectamente el árabe, ase-
respetar algunos aspectos de la versión oficial. guró que
Acuerdo aceptado con demasiada ligereza por algu-
nos intelectuales franceses durante el tiempo en que "... la admiración que el Corán inspira a sus
se cultivó la amistad con el Islam y con mucho me- adeptos se debe al embeleso del estilo, al esmero con-
nos entusiasmo por quienes carecían del mismo in- que el falso profeta hermoseó su prosa con la caden-
terés político y mantenían una discreta objetividad cia y el ritmo de sus vers(culos".
frente al diluvio de las fantasías.
Hubo un lapso en el que se creyó que el Islam se
ponía al ritmo de la historia tal como es aceptada Renan, que no cedía fácilmente al prestigio de la
por los occidentales y serenaba sus ímpetus agresi- inspiración carismática, lo consideró un libro tedioso
vos en las pantanosas landas del liberalismo demo- y difícilmente aguantable para un occidental forma-
crático. Curados por lo que sucedió después de ese do en la lectura de los textos clásicos.
espejismo pacifista, hoy vemos, con bastante clari-
dad, el carácter expansionista y fanático de esa "Hay que tener presente -escribía- que los árabes
ideología religiosa a la que sólo faltan los instru- no tuvieron la menor idea de las artes plásticas, ni
mentos apropiados para incendiar el planeta a la de las grandes bellezas de la composición, virtudes
mayor gloria de Allah. que inciden positivamente en los detalles estiUsti-
Entonces se soñó con una amistad a nivel religio- cos".
so y se cultivó con obstinada simpatía todos los pa-
sajes en los que el Corán parecía aceptar el cristia-
nismo y abrir un ancho crédito al nacimiento virgi- En nuestro tiempo, la crítica católica se ha suavi-
nal de Cristo y al valor profético de su predicación. zado y el Dr. H.L. Gottschalk, colaborador de Mon-
Tal vez por esta razón, algunos historiadores de la señor Ki:inig en "Cristo y las Religiones de la Tierra"
religión provenientes del cristianismo abandonaron escribe que las revelaciones de Mujamad
los viejos prejuicios que la Iglesia había abrigado
contra Mujamad y comenzaron a buscar en la prédi- "... acusan desde el principio una falta de origina-
ca del Profeta una autenticidad religiosa que antes lidad; todas sus ideas han sido formuladas con ante-
habían negado. Este esfuerzo hermenéutico encon- rioridad en el juda(smo y en el cristianismo. Queda
tró en su camino el movimiento sincretista auspicia- sin resolver de quién recibió el Profeta su inspira-
do por la unión de las iglesias e iniciaron juntos el ción; en general la moderna investigación se inclina
camino de hermanar todas las religiones en una a aceptar, por lo menos en lo que hace a su época
suerte de escepticismo universal sostenido por las primitiva, un predominio de la influencia cristiana"
ciencias positivas, el humanismo existencialista y la ("Cristo y las Religiones de la Tierra", tomo 111, p. 9:
masonería internacional. El Islam, su origen, su evolución y su doctrina).
Los primeros católicos que pusieron sus ojos en
el Corán con algún sentido crítico no encontraron en
él ningún valor religioso que no fuera un eco de la Acepto el juicio de este eminente historiador tu-
revelación bíblica, de cuyo contenido parecía un desco con toda la humildad y la modestia que me es
"pastiche" absolutamente innecesario desde el punto posible reunir, pero no logro entender a qué llama
de vista teológico. Fray Manuel de Santo Tomás de "influencias cristianas" y de qué manera las encuen-
Aquino decía que no había en tra realizadas en ese libro violento, carnal y por mo-
mentos de una ferocidad difícil de encontrar en
"... el Alcorán cosa alguna de las llamas que se otros textos de inspiración religiosa. Si hay algo
12
El Islam: U na Ideología Religiosa

evidente en el Corán es su total ausencia de inspira- toriadores que Jadiya llevaba la voz cantante en el
ción cristiana. Parece hecho de propósito para ne- matrimonio e impuso las condiciones bajo las cuales
gar todo cuanto en el cristianismo tiene valor reli- Mujamad se vio obligado a vivir.
gioso y sobrenatural. Guiados siempre por la leyenda, fabricada con
Ahora nos interesa la figura y la personalidad de posterioridad a la muerte del profeta, sabemos que
Mujamad y para encuadrarla históricamente nada un día que caminaba por las tierras que rodean el
más juicioso que repetir lo que dicen de él los mu- monte Hirá, se metió, llevado por un oscuro presen-
sulmanes; luego habrá tiempo de corregir algún ex- timiento, en una de las cuevas que los pastores ca-
ceso interpretativo o disminuir el alcance de un diti- vaban en el flanco de la montaña. En ella tuvo una
rambo fuera de lugar. Sabemos que la antorcha que visión donde se le apareció un ser de refulgente be-
ilumina al mundo y la espada de Dios que extermi- lleza que le presentaba un libro diciéndole: ¡Lee!
nará a los infieles nació en los aledaños de la Meca Mujamad no sabía leer y respondió, con toda la
el 12 de rabí, 29 de abril, del año 570 de nuestra era fuerza que pudo juntar, que no podía, pero la voz in-
a las nueve de la mañana. La invocación con que se sistió instándole a que leyera ese libro por el amor
recuerda el nacimiento del profeta es de Kasidei Ba- del Señor que lo enviaba.
nat Suad y nos coloca suavemente en esa atmósfera De vuelta a su casa se sintió atacado por una fie-
de espiritualidad cristiana que según el sabio profe- bre extraña. Llamó a su mujer y le contó el sueño
sor Gottschalk baña la integridad de los escritos del que había tenido. Cito textualmente la contestación
Profeta. que ella le dio, según atestigua mi Corán en la pági-
La tradición árabe es sospechosamente precisa na 62 de su Introducción:
en cuanto a la fecha del nacimiento de Mujamad y a
todos los otros datos que hacen a su minuciosa filia- "Sí, es verdad, es el Santo Espíritu que ha venido
ción familiar. Los historiadores de oficio desconfían sobre ti, el que acostumbraba a venir sobre los profe-
de tanta exactitud en quienes tienen una bien gana- tas".
da fama de descuidados y fantasiosos en el asenta-
miento de sus genealogías. De cualquier manera,
mi Corán afirma que era hijo de Abdallah, de la fa- Ignoro absolutamente la autenticidad de esta re-
milia Hachim y nacido en la década que transcurre ferencia a mi coranólogo, pero indudablemente reco-
entre 570 y 580 de nuestra era. Con más precisión ge una tradición que pone Ém boca de Jadiya una
fija los datos suministrados más arriba asegurando respuesta de clara procedencia judía. ¿De dónde
que nació el año del Elefante una idólatra podía conocer el Santo Espíritu y los
profetas?
"... en la casa de Abu Talib, situada cerca de la El Corán afirma explícitamente el origen sobre-
Ka'ba, en el lado Este del Valle y bajo la protectora natural de la revelación recibida por Mujamad. Era
sombra del monte Abu Cubais, lugar donde fue ente- el propio Angel Gabriel quien garantizaba la proce-
rrado Adam". dencia divina del mensaje.

"Que vuestro camarada ¡Oh Curaichíes! Jamás


Da también los nombres de la madre, la partera, yerra ni se descamina, ni habla por capricho. Ello
la niñera y luego el de los parientes que lo criaron a no es sino inspiración que le fue revelada; que le
la muerte de sus padres. Un tío paterno, Abu Talib, transmitió el fortísimo Gabriel, el Sensato, quien se
concluyó su educación, si tal puede llamarse, y le apareció en su esencial estado, cuando estaba en
cuando Mujamad cumplió nueve años, lo puso a pas- el sublime horizonte: luego se le aproximó cerniéndo-
torear ovejas en los alrededores de La Meca. Más se lentamente hasta una distancia de dos arcos, me-
tarde, lo llevó consigo en algunos viajes que empren- nos aún, y reveló al Siervo de Dios, lo que Allah le
dió por el Yemen, Basara y Siria. reveló a Gabriel" (Sura 53, aleyas 2-10).
Tenía veinticuatro años cuando entró al servicio
de una rica viuda llamada Jadiya y con la cual se
casó un año más tarde a pesar de la diferencia de La leyenda menciona también los siete hijos que
edades. La leyenda quiere que Mujamad amaba in- Mujamad tuvo con Jadiya y la muerte de esta últi-
mensamente a su mujer Jadiya y que durante los ma cuando el Profeta frisaba los cuarenta y ocho
años que vivió con ella fue, contra las costumbres años. Por ese tiempo hizo un viaje místico de La
reveladas más tarde, de una fidelidad ejemplar. La Meca a Jerusalem y en el trayecto vio algunos pai-
diferencia de edad, la fidelidad ejemplar y la cir- sajes del mundo ultra terrestre.
cunstancia un poco sospechosa de que ella era muy La "Hégira" o emigración a Medina sucede tam-
rica y él muy pobre, ha hecho pensar a muchos his- bién el día 12 del mes de Rabi, aniversario de su na-

13
Rubén Calderón Bouchet

cimiento, pero se hace corresponder esta fecha con mero ideal para que los antiguos patriarcas expan-
el día 22 de septiembre del año 622 de nuestra era. dieran su simiente.
La leyenda asegura que después de haber fracasado Mujamad se casó trece veces porque su condición
en La Meca como predicador fue recibido jubilosa- de caudillo religioso lo obligaba muy especialmente
mente en Medina por una multitud de creyentes. a cuidar sus alianzas y consolidar relaciones con las
¿De qué prédica eran creyentes, cómo habían llega- familias más importantes de la comunidad árabe.
do a la nueva fe? No lo sabemos, pero allí estaban y Así podía mantener el prestigio de su apostolado y
nuestro coranólogo lo dice con la certidumbre de un hacer llegar hasta el profesor Gottschalk el aroma
dato indiscutido: de sus virtudes cristianas.
Una vez afianzado su poder en Medina, luego de
"Alrededor de un camello se agolparon los grupos los años triunfales de su predicación y sus guerras {
de habitantes conversos que se contaban por miles. victoriosas contra los infieles, Mujamad volvió a La
Mezclados con ellos, acá y allá, llenos de regocijo por Meca montando en su famosa camella "Al Cuswa" y \
volver a verlo, estaban los fugitivos de La Meca. entró en la ciudad santa aclamado por una muche-
Tampoco faltaron curiosos por parte de los paganos dumbre de casi ciento veinte mil musulmanes. Allí r
y de los judíos que naturalmente deseaban ver al ex- cumplió el ritual de dar siete vueltas a la Ka'ba y
tranjero, al glorificado enviado de Dios" (Sagrado repitió frente a la piedra negra la oración consagra-
Corán, ed. cit., p. 69). da: "¡Oh Dios mío! Danos el bien de este mundo y el
del otro y protéjenos contra las penas del Infierno".
Al pie del monte Arafat, donde según la versión
Ya viudo y responsable de un movimiento religio- musulmana se encontraron Adán y Eva cuando fue-
so multitudinario, el Profeta se siente obligado a ron expulsados del Paraíso, Mujamad improvisó un
contraer una serie de enlaces que, como muestran sermón que, en sus líneas principales, se encuentra
los usos árabes, eran un medio político para exten- contenido en el Corán. En él expuso los fundamen-
der su influencia e incorporar nuevas familias a la tos éticos de su prédica.
suerte de su predicación. El traductor al castellano Cumplida su misión en La Meca, retomó a Medí-
del Corán que tengo en las manos lo dice con senci- na· pero tres meses más tarde cayó enfermo y murió,
lla convicción: como era de esperar, un día lunes del mes de Rabi, a
las nueve de la mañana. Era el décimo año de la
"... dan más parentela, más hijos legales, más rea- "Hégira", según el calendario islámico y corresponde
leza, más fuerza, más armas, más grandeza y más al 632 de nuestra era. Tenía sesenta y tres años y
civilización". lo que más tarde se llamó "Alcorán" era un centón
desperdigado de aleyas escritas, sobre cualquier co-
sa, o celosamente guardadas en la memoria de sus
Esto último no parece una consecuencia inevita- más fieles seguidores.
ble, pero, si se tiene en cuenta que se trata de un ac- Esta es, muy sintéticamente bocetada, la historia
to político coh el valor moral de evitar el concubina- de Mujamad que los creyentes aceptan sin pesta-
to, debe pensarse que se hace para conservar en sus ñear y de la que no se puede dudar en presencia de
legítimos derechos la descendencia y la estirpe. Se uno de ellos, sin desatar 1una engorrosa querella.
evita también el adulterio, la corrupción y el liberti- ¿Tienen los historiadores motivos valederos para
naje entre la gente del pueblo y se mantienen incó- creerla verdadera?
lumes los reglamentos de la vida matrimonial, hace Los más entusiastas coranólogos, como entre no-
innecesarios los hijos adoptivos y permite el divor- sotros Rafael Cansinos Assens, reconocen que la bio-
cio, grafia de Mujamad

"...piedra angular de la felicidad humana, porque "... aparece envuelta en una atmósfera de confu-
los matrimonios divorciados pueden contraer nueva- sión y oscuridad, debida a la falta de documentación
mente casamiento legítimo" (lbíd., p. 79). escrita y también a la pasión contradictoria conque
fueron juzgados sus actos desde el primer momento"
(Mahoma y el Korán, Bell, Buenos Aires, 1954, p.
La poligamia no es, indudablemente, una de las 35).
influencias cristianas recibidas por Mujamad, pero
como éste la limitó, para los otros no para él, al nú-
mero de cuatro mujeres se atuvo a las prescripcio- Datos fehacientes tenemos muy pocos, apenas el
nes del Antiguo Testamento que, de acuerdo con el perfil· borroso de una personalidad de rasgos muy
Código de Hammurabi, convenía que este era el nú- indefinidos que aparece en el Corán como el desti-

14
-~

El Islam: Una Ideología Religiosa

natario de una enseñanza que otro personaje, aún dente, en la historia de la revelación, ni aún en los
menos conocido, le imparte. La leyenda quiere que más inspirados textos de la Biblia, en donde el ins-
ese otro sea el Angel Gabriel, y tal pudiese ser si al- trumento conjunto, el hombre que escribió bajo la
gunos rasgos demasiado humanos no aparecieran inspiración del Espíritu Santo, no haya puesto algo
aquí y allá mostrando una fisonomía mucho menos de su saber, de su temperamento y de su formación
angélica que aquella exigida por los fieles. La doc- literaria en el trabajo realizado.
trina no está mejor definida y se encuentra presen- No obstante hay un hecho seguro: la existencia
tada en un confuso de Mujamad y la del Corán que aparece como si fue-
ra su obra. Queda como un misterio inexplorado el
"... montón de apuntes que debieron ordenar sus carácter acentuadamente hebreo del libro adjudica-
sucesores, si eso se llama ordenar, y que llega hasta do a Mujamad y las constantes referencias a un Co-
nosotros después de haber pasado por las manos de rán que debía tener consistencia literaria cuando to-
muchos compiladores que los utilizaron como instru- davía no había sido redactada ni la décima parte del
mentos de sus ambiciones políticas o como argumen- texto que ha llegado hasta nosotros.
tos a favor de sus opiniones personales" (lbíd., p. La sospecha de que Mujamad tuvo un instructor
37). judío es muy vieja. Nació cuando todavía vivía el
profeta y estaba sometido a la fuerte administración
de Jadiya. Apoya la hipótesis el hecho de que los ju-
Cansinos Assens reconoce lo dificil que es reha- díos eran los únicos en La Meca que sabían leer y
cer una biografía de Mujamad sobre una base tan escribir y podían actuar como preceptores. Entre
poco consistente. Sus hagiógrafos parecen caminar los biógrafos musulmanes los hay que admiten la
sobre las nubes de una leyenda dorada, inventada existencia de un maestro hebreo experto en las Sa-
algunos años después de su muerte. Sus detracto- gradas Escrituras, pero niegan importancia a su in-
res se hicieron gustoso eco de la malevolencia y no fluencia sobre Mujamad. En cambio, los impugna-
tuvieron el menor deseo de aclarar las circunstan- dores· del Profeta sostuvieron que fue "un Rabino
cias reales de su vida y sí muchísimas ganas de au- quien sembró en su alma sugestionable las primeras
mentar el número de sus supuestas ignominias. Do- inquietudes y aspiraciones proféticas" (lbíd., pp. 48-
rada o negra, la leyenda en torno a Mujamad arroja 49).
sobre su nombre la bruma de sus fantasías y no deja Cansinos, que era un lector infatigable, examinó
a los historiadores otro recurso que el de las conjetu- con terca objetividad todo lo concerniente a Muja-
ras plausibles. En el tiempo de Mujamad y tanto en mad y advirtió, entre los allegados a Jadiya, la pre-
el mundo árabe como en el cristiano, las historias sencia de un pariente de nombre Uaraka que era,
piadosas pertenecían al género literario de las ha- según unos, un sabio rabino, y, según otros, un sa-
giografías, su propósito era edificar al creyente y bio árabe. Cualesquiera fuera su procedencia nacio-
fortalecer las razones de su fe tomando en préstamo nal, este sabio conocía a la perfección las Sagradas
episodios enteros de libros mejor conocidos. La vida Escrituras y es el primero que confirma la visión de
de Mujamad tiene muchas cosas de las ilustraciones Mujamad como inspirada por el ángel
piadosas
"... que se le apareció a Moisés, porque estaba co-
"... elaboradas por los talmudistas hebreos en tor- mo el gran legislador hebreo, llamado a ser el profe-
no a Moisés, David y Salomón y otras por los Evan- ta y el legislador de los árabes" (Ibíd., p. 58).
gelios apócrifos sobre Jesús" (Ibíd.).
Manuel de Santo Tomás atribuyó la formación
religiosa de Mujamad a la presencia de un monje
Como Jesús de Nazaret, fue de buena familia pe- nestoriano de Armenia, llamado Sergio, quien ex-
ro pobre. Careció de cultura literaria y sólo apren- pulsado de su monasterio por haber caído bajo la in-
dió por ciencia infusa. No supo leer ni escribir pero fluencia de Arrio llegó hasta la Meca, se puso en
tuvo, sin lugar a duda, excelentes conocimientos del contacto con Mujamad y lo instruyó en sus creen-
Antiguo Testamento, del Talmud y los Apócrifos. cias. Para aceptar esta hipótesis es necesario levan-
¿Cómo los obtuvo? ¿De qué modo llegó a escribir en tar muchas incógnitas y la primera y más seria de
árabe según el estilo literario de los hebreos? todas consiste en ver qué apoyo testimonial tiene la
La hipótesis de que fuera el Angel Gabriel el au- existencia del monje Sergio. ¿Quién es? Su nombre
tor de las aleyas no satisface a nadie y resulta bas- no aparece por ninguna parte y, si bien se observa,
tante extraño que un espíritu superior se limite a no hay rastros en el Corán ni de arrianismo ni de
repetir lo que ya estaba escrito en la Biblia y a imi- nestorianismo, como lógicamente tendría que haber-
tar la sintaxis de Isaías. N o existe ningún antece- los de aceptarse la presencia de Sergio.
15
Rubén Calderón Bouchet

Como advertimos al referirnos a la opinión del ginal.


profesor Gottschalk, no hemos encontrado nunca Sin lugar a duda, el Corán habla del parto virgi-
una intención cristiana en el Corán y aunque Ah- nal de María y este hecho milagroso, anunciado por
med Abboud, autor de una reciente edición castella- el Profeta Isaías, no es exactamente el dogma de la
na del libro árabe, afirma sin pestañear que el dog- Inmaculada Concepción que la Iglesia Católica tar-
ma de la Inmaculada Concepción fue conocido en el dó dieciocho siglos en formular como verdad de fe.
Islam antes que en la Iglesia Católica, aumenta A los musulmanes no hay que pedirles precisión en
nuestra perplejidad cuando pensamos que justa- materia teológica y muchas veces tenemos que con-
mente se preocupen por la inmaculada concepción formarnos con su buena voluntad para aceptar mis-
de María en una religión que nunca puso su aten- terios que su poderosa fantasía admite sin demasia-
ción ni en las causas ni en los efectos del pecado ori- dos recaudos. )
r
J

VERSION MARXISTA
DE MUJAMAD
Maxime Rodinson dedicó a la historia de Muja- de oficio. Con todo, no siempre lo que concluye es
ruad un libro que lleva el nombre del Profeta con el oro auténtico y el mismo autor lo confiesa en la "In-
añadido de que se trata de "una investigación sobre troducción" cuando escribe que una biografía de Mu-
el nacimiento del mundo islámico". La primera edi- jamad
ción francesa apareció en Seuil durante el año 1961.
Trece años más tarde, la editorial "Era" de Méjico la "... que sólo mencionara hechos indudables, de
hizo traducir al castellano por María Elena Vela de certidumbre matemática, se reduciría a unas pocas
Ríos bajo la supervisión de la profesora Celma páginas terriblemente secas. Sin embargo es posible
Agüero. dar una imagen verosímil de esta vida -y a veces
Rodinson, con esa calma que da la segura pose- muy verosímil-, aunque para hacerlo haya que utili-
sión de una doctrina infalible, afirma que ha segui- zar datos extraídos de fuentes sobre cuya veracidad
do con atención tenemos muy pocas garantías" (lbíd., p. 12).

"... las actuales controversias sobre la explicación


de una vida a través de la historia personal del hé- No se precisa ser hombre del oficio para com-
roe de su juventud y de su micro ambiente, explica- prender los riesgos de una aventura semejante, y de
ción que se trata de conciliar con el punto de mira manera especial cuando quien los corre piensa en
marxista sobre la causalidad social en las biografías función de principios ideológicos que, inevitable-
individuales" (RODINSON, M. Mahoma, Era, Méji- mente, hacen entrar los hechos en los moldes prefi-
co, 1974, p. 11). jados por las exigencias de la causa. Frente a un
problema religioso, la actitud de un observador que
se declara ateo está, desde el comienzo, destinada a
Nadie puede negar que la historia de un hombre dar una interpretación que tenderá a privilegiar los
fuera de su marco social es algo completamente inú- momentos subjetivos de la religiosidad y obrará bajo
til y no conozco ningún historiador serio que haya la sospecha de que los hombres de fe poseen una
emprendido una faena de ese tipo. Si la explicación disposición anímica muy especial y están dispuestos
marxista consistiera en devolver a un hombre el a considerar como reales las proyecciones de una
cuadro de la sociedad a que pertenece, no habría na- imaginación excesivamente excitable.
da que objetar. La dificultad comienza cuando todo Rodinson se declara ateo y nada lo induce a ad-
aquello que constituye la espiritualidad de un mun- mitir el origen sobrenatural de cualquier mensaje
do rico y variado en intereses de diversa índole, tie- religioso, pero se encuentra muy bien dispuesto pa-
ne que ser explicado sobre la base de unos sucintos ra conceder al Corán un valor excepcional y ver en
esquemas ideológicos provistos por las exigencias de él un esfuerzo notable para superar los límites de la
la dialéctica. Rodinson ha tratado de ser fiel a la condición humana. Con esta declaración, se coloca
inspiración marxista sin descuidar totalmente las en una perspectiva de gran amplitud y tolerancia.
cautelas que debe tomar en cuenta un historiador No cae, por supuesto, en explicaciones puramente

16
El Islam: Una Ideología Religiosa

psicológicas que le harían perder de vista los condi- dividuo, que en lugar de referirse al grupo étnico
cionamientos materiales capaces de dar cuenta y ra- tienden a asegurar la salvación de la persona huma-
zón del Corán en el contexto de una hermenéutica na en su incomparable unicidad" (lbíd., p. 50).
marxista. No obstante, admite "que puede haber
funciones todavía desconocidas en la psique huma-
na", y, con esta afirmación que no pretende probar, Ya tenemos el motivo económico que provoca el
da al misterio religioso un respaldo anímico que au- cambio. Ahora debemos considerar la personalidad
toriza su inserción en los límites de la normalidad. genial que encama el anhelo de todos y puede con-
Su vasto conocimiento del Oriente Antiguo le vertirlo en una ideología religiosa en condiciones de
permite hacer una rápida síntesis de la situación unir las fuerzas dispersas y hacerlas convergir en
política que rodeaba al mundo árabe, para ingresar una empresa política imperial.
poco después con paso seguro en la sociedad que vio Mujamad, según la adecuada fonética usada por
nacer a Mujamad. La caracteriza como a una comu- el autor, y aunque nada nos dice que no sepamos so-
nidad "brutal y móvil, donde las artes no tienen na- bre su nacimiento y desarrollo, hace hincapié, con-
da que hacer, salvo aquella de la palabra" (p. 30). tra la leyenda, en que aprendió a leer y a escribir.
Hace un somero examen de las creencias religio- La conjetura es perfectamente razonable. ¿Quién
sas y destaca, como un elemento digno de ser toma- escribió el Corán en un estilo que sugiere asiduas
do en consideración, que los árabes criados en las lecturas del Antiguo Testamento, el Talmud y los
zonas marginales del desierto Apócrifos? La leyenda de un Mujamad analfabeto
tropieza con este hecho indiscutible. Rodinson no
"... estaban profundamente aramizados y heleni- solamente insiste en la aptitud literaria del Profeta,
zados de tal modo que muchos de ellos se convirtie- sino que la sospecha vinculada a la prédica de algu-
ron al cristianismo y no faltaron árabes que fueron nos monjes sirios que encontró en sus viajes, cuando
obispos y sacerdotes" (p. 18). aún vivía Jadiya.
La curiosidad natural de este joven tan despierto
explica su afán de ilustrarse y adquirir conocimien-
Esta situación haría perfectamente explicable el tos que superan, con exceso, los que tenían sus com-
conocimiento que un árabe podía tener de las Sagra- patriotas. Cuando salimos del terreno de la forma-
das Escrituras y también de la proclividad de este ción personal y entramos en el más escabroso de las
pueblo a admitir la existencia de un Dios único. El visiones proféticas, comienzan nuestras dificultades
testimonio más elocuente de esta apertura hacia los y especialmente las de Rodinson, por su particular
semitas de origen judío está en la cantidad de pala- manera de observar hechos extraordinarios.
bras de procedencia aramea que los árabes incorpo- Rodinson es respetuoso con su héroe; no quiere
raron a su lengua. rubricar bajo el sello de una fabulación las demasías
Existe una tradición según la cual un rey árabe, de sus encuentros sobrenaturales y apela púdica-
Abkarid As'ad, se había convertido al judaísmo jun- mente a la existencia "de emociones que no se pue-
to con su pueblo. Muy recientemente, J. Ryckmans den explicar en el marco del comportamiento nor-
propuso serios argumentos en favor de este relato mal".
(lbíd., p. 45). Hacia el año 510 de la era cristiana, el Por supuesto que no quiere decir que fuera un lo-
judaísmo se anota otro triunfo con la conversión del co. Sabemos que la moderna psiquiatría ha hecho
joven príncipe Yusuf Ass'ar, conocido entre los suyos mucho para evitar una división tan tajante entre los
como "el hombre de los mechones caídos". cuerdos y los locos como la que se estiló en mejores
Todo esto sucede en el plano de las relaciones momentos. Mujamad tenía alucinaciones tanto au-
culturales y para un auténtico marxista no tendría ditivas como visuales. Rodinson advierte que tal he-
una influencia decisiva en los sucesos posteriores si cho es muy común entre los ascetas y no le cabe la
no viniera respaldado por una situación socio-econó- menor duda de que Mujamad se entregaba con pa-
mica capaz de favorecer el salto de una comunidad sión a tales prácticas, "porque ésta, en todos los mís-
idolátrica a una sociedad religiosa universal. ticos, es una etapa obligada para alcanzar el fin que
Es sabido que el comercio favorece el auge de los se asignan" (lbíd., p. 85).
individuos ricos y poderosos. Estos, necesariamen- A esta altura de la interpretación del maestro
te, se ven impelidos a favorecer una ideología que, marxista, conviene hacer una pequeña pausa y vol-
en alguna medida, pueda sostener su hegemonía po- ver por los fueros de algunos detalles de sentido co-
lítica sin divorciarlos totalmente del pueblo común. mún en torno al ascetismo y a eso que los místicos
llaman unión con Dios y que nuestro exégeta no
"En adelante -afirma Rodinson- se buscará apoyo considera con la debida precaución.
en las religiones universalistas, las religiones del in- El camino habitual de cualquier asceta, siempre

17
Rubén Calderón Bouchet

que pertenezca a una auténtica tradición religiosa, que escribió más tarde, no entendemos por qué se
es abstenerse de satisfacer sus apetitos sensibles y asombra Mujamad de las situaciones que van suce-
en especial los que se relacionan con la vida sexual, diendo conforme a lo que ha leído. ¿O era otro el li-
para ordenar esa energía en beneficio de la activi- bro que el Angel quería que leyera?
dad espiritual. La vivacidad de la sensualidad afec- Bajo la fuerte impresión de su terrible experien-
ta directamente la libertad de las funciones intelec- cia, el Profeta se refugió junto a su mujer, Jadiya, y
tuales, y el cuerpo, alentado por los deseos, se con- recibió de ella el consuelo que era de esperar en tan
vierte en un peso abrumador para el alma que aspi- dramáticas circunstancias. Rodinson menciona
ra a una perfección superior. Enseña Santo Tomás también al pariente de ella, Uaraca Ben Naufal, ex-
de Aquino que la lujuria se evita huyendo de las perto conocedor de las Sagradas Escrituras judías y
ocasiones que la suscitan y no enfrentándolas. cristianas y muy habituado al manejo del hebreo y
Todo cuanto sabemos de Mujamad no acredita del arameo. Este erudito escuchó las explicaciones
una suposición de esta naturaleza, y como supone- de Mujamad y de acuerdo con lo que escribe Rodin-
mos, en discreto uso de las fuentes tradicionales, son, habría dicho:
que Jadiya era una mujer de fuerte temperamento
camal, sospechamos también que no tenía por cos- "Es el Namus (Nomos) que fue revelado a Moisés
tumbre desdeñar el débito conyugal. N o en vano se ¡Ah si yo fuera joven! ¡Si yo pudiere estar vivo cuan-
había casado con un muchacho quince años menor do tu pueblo te expulse!"
que ella y con el que tuvo siete hijos, en una edad en
que la mayor parte de las mujeres ha perdido el vi- Mujamad le respondió:
gor de su fecundidad. Corroboramos esta opinión si
recordamos que Mujamad, mientras vivió con ella, "¿Me expulsarán? Sí -respondió Uaraca- Jamás
respetó las leyes de una estricta monogamia contra- alguien ha traído eso que tú traes sin despertar hos-
riando las inclinaciones nacionales y las propias de tilidad" (lbíd., p. 81).
las que dio muy buenas muestras al quedar viudo.
El Rabí Nathan aseguraba que los árabes eran
grandes fornicadores ante los ojos del Eterno y que ¿Se refería Uaraca al nomos de Moisés? ¿A laTo-
sobre las diez porciones que de esta locura inmoral rah? ¿Es que Mujamad recitó algunos trozos del
ha tocado a los hombres, nueve habían sido distri- Pentateuco y Uaraca, reconociéndolos, lo previno so-
buidas entre los árabes y con la otra décima bastaba bre el peligro de hablar de ello con los árabes? ¿Te-
para condenar al resto de los pueblos. nía conocimiento de algunos fracasos anteriores?
No creemos necesario, ni posible, probar las vi- Estas preguntas sólo pueden ser contestadas en
siones de Mujamad como una consecuencia de sus el inseguro terreno de las conjeturas. De cualquier
gustos ascéticos y no tenemos más remedio que bus- modo, es muy improbable que el Angel Gabriel, o en
car una causa menos casta si queremos tomar en su defecto esa proyección de la fantasía que señala
consideración lo que sabemos del Profeta. De otro Rodinson como la marca de su genio, le haya revela-
modo corremos el riesgo de separar demasiado nues- do el contenido de un libro que hacía más de dos mil
tras conjeturas de los hechos mejor conocidos. años que formaba parte del acervo religioso judío.
Rodinson, dando muestras de un espíritu am- ¿No sería el mismo Uaraca el que formó a Muja-
pliamente abierto al misterio religioso, apoya sus mad en el conocimiento de la Ley y el que puso a su
afirmaciones sobre la vida ascética en las experien- disposición una traducción al árabe de la Torah?
cias de Santa Teresa de Avila y de San Juan de la Una respuesta afirmativa está contenida en la
Cruz, y con esa generosidad que tienen los incrédu- hipótesis del P. Gabriel Théry contra la cual Rodin-
los para meter todas las creencias en un mismo saco son nos previene muy severamente en una nota bi-
sin hacer distingos, mezcla las visiones puramente bliográfica tratándola de simple lucubración, pero
espirituales de los santos católicos con las alucina- señalando al mismo tiempo, que el P. Jomier había
ciones sensibles del profeta. hecho un comentario favorable en la Revista «Etu-
Estaría fuera de lugar traer a colación algunas des", correspondiente al mes de enero de 1961.
opiniones de la teología mística para explicar la di- Dejo más adelante el comentario de la tesis que
ferencia. Aceptamos que Mujamad vio o creyó ver el P. Gabriel Théry, para evitar los inconvenientes
al Angel Gabriel obligándolo a leer un libro que to- que pudieren traer en la Orden de los Predicadores
davía no había sido escrito y una gran parte del cual una versión del Islam tan poco en consonancia con
pertenece a lo que le sucedió posteriormente en la los intereses políticos del momento, dio a conocer
Meca y otra a lo que acontecerá, Jl!UCho más tarde, bajo el seudónimo de Hanna Zacarías. No sólo la
en la ciudad de Medina. Si el libro que leyó Muja- República Francesa estaba interesada en mantener
mad por instigacjón del Angel Gabriel era el mism.o buenas relaciones con los musulmanes; la propia

18
El Islam: Una Ideología Religiosa

Iglesia Católica iniciaba su ofensiva ecumenista ani- comunidad hebrea de Medina debió ser, por lo me-
mando la posición de Luis Massignon y otros inte- nos en sus principios, muy estrecha. Constituyeron
lectuales más o menos cristianos, que descubrían en una agrupación social llamada "Umma" que los
el Islam una fuente inagotable de reservas religio- comprometía a sufragar gastos en común "mientras
sas. luchen unos junto a los otros".
Maxime Rodinson ha traído a colación la res- El parágrafo 37 de la "Zahifa" estipula:
puesta de Uaraca como un elemento más de las difi-
cultades con que tropieza una interpretación plausi- "Los judíos con sus gastos y los <<creyentes» con los
ble. El cree que lo que el Angel Gabriel le había da- suyos, se ayudarán entre sí contra cualquiera que
do a leer a Mujamad eran algunos fragmentos del atacara a la gente comprometida en este convenio.
futuro Corán. N o podemos olvidar que la palabra Entre ellos habrá amistad sincera, intercambio de
Corán significa también "El libro", la Escritura San- buenos consejos, conducta justa y ninguna desleal-
ta revelada por Allah y cuyos versículos Mujamad tad" (lbíd., cit., p. 148).
debía recitar en tono humilde "volviendo el rostro
hacia Jerusalem, como los judíos y los cristianos"
(Ibíd., p. 127). A renglón seguido, el autor, con loable propósito
¿Por qué hacia Jerusalem y no hacia La Meca co- de no caer en una flagrante corroboración de la tesis
mo se hizo más adelante? Rodinson no lo explica, del P. Théry afirma que ese mismo documento dis-
por lo menos no satisfactoriamente. Nos dice que el tingue, en otros artículos, a los creyentes de los "in-
primer Sura, la oración con que un verdadero mu- fieles" y que entre estos últimos se incluye a los ju-
sulmán debe comenzar sus predicaciones, es un rezo díos. No obstante conviene recordar que la palabra
típicamente hebreo y que aunque fue revelada en "musulmán", según la expr.esa determinación del
quinto lugar, según la tradición árabe, debe ser colo- Corán se aplica particularmente a Abraham y sus
cada al principio por su valor de admonición. descendientes. Señala Ahmed Abboud, en su intro-
En esta primera fase de la conversión de Muja- ducción a la versión castellana del Corán:
mad, el Angel denotaba una fuerte disposición ju-
daica y señaló la ciudad santa de Israel como el polo "Mujamad declaró expresamente que habfa sido
religioso por antonomasia. Los sucesos posteriores enviado por Allah para restaurar la religión pura de
y el éxito obtenido por Mujamad en la guerra santa Abraham, alterada por sus adeptos" (Sagrado Co-
llevada contra los infieles cambió la atención del rán, ed. cit., p. 88).
Angel que se volvió con más confianza hacia La Me-
ca donde yacían Adán y Eva y podía convertirse en
el norte de una nueva religión. ¿Estos adeptos o continuadores infieles son los
A pesar de sus prevenciones contra las "lucubra- israelitas o los cristianos?
ciones" de Hanna Zacarías, Rodinson aporta, en di- Reconozco que esto puede entenderse de cual-
versas oportunidades, una serie de datos que, bien quier manera, pero, cuando examinemos desde el
considerados, confirman la tesis del carácter judai- punto de mira islámico la pretensión cristiana de
zante de la predicación de Mujamad. Cuando el presentar a Jesús como el Hijo de Dios, observare-
Profeta llega por primera vez a Medina, ciudad inte- mos el tenor de la réplica dada por el Corán de Mu-
resante poblada por judíos, "un judío corrió a adver- jamad.
tir a los adeptos". Rodinson admite, a pesar de algunas acotaciones
¿Había muchos judíos entre esos adeptos o era inspiradas en hechos y situaciones diversas, que
simple cortesía por parte del avispado israelita? En
la página 14 7 del libro de Rodinson se transcribe un "Los adeptos de Mujamad, además de su adhe-
texto donde se puede leer: "los judíos formaban una sión a las ideas fundamentales del judaísmo y a los
sola comunidad con los creyentes". Si era una suer- preceptos noáquicos, observaban con buena voluntad
te de alianza defensiva-ofensiva contra los habitan- una parte de los ritos judíos" (Ibíd., p. 154).
tes de La Meca, hay que pensar que no hacían bro-
mas con respecto a sus creencias.
Los testimonios históricos en los que Rodinson Conviene recordar nuevamente lo que ya hemos
funda su opinión fueron traducidos por él mismo de dicho en más de una oportunidad, el Corán conocido
la "Zahifa", un folio escrito en árabe en el que cons- por nosotros, eso que actualmente se llama el Co-
ta un pacto entre los llamados "creyentes" por el Co- rán, apareció como obra escrita casi cincuenta años
rán y los judíos. Conviene advertir con claridad que después de la muerte de Mujamad. Esta circuns-
se trata de auténticos israelitas, no de cristianos. tancia, muy bien conocida por cualquiera que haya
Las relaciones antre los seguidores de Mujamad y la leído dos líneas sobre la historia de ese libro, no es

19
Rubén Calderón Bouchet

tenida en cuenta por Rodinson cuando se admira de guimiento, por Joseph Bertuel, veremos que se trata
la poca atención que habían puesto los judíos con- de una palabra, más o menos arabizada, del léxico
temporáneos al Profeta con respecto a ciertas defor- tradicional israelita y con la cual se designaba al
maciones y anacronismos del Antiguo Testamento verdadero creyente.
manifestadas en el mensaje árabe. ¿Por qué no se Rodinson, subyugado por la idea de proveer a los
dieron cuenta de tales errores y lo comunicaron de árabes con una ideología que fuera una respuesta
inmediato? plausible a las contradicciones de su economía indi-
La razón es simplísima: no lo conocían. El libro vidualista, olvida con excesiva facilidad lo que él
que servía de punto de unión a "creyentes" y judíos y mismo ha dicho acerca de las penurias sufridas por
que en árabe se llamaba también "Corán" era, casi los seguidores de Mujamad para encontrar, en con-
con seguridad, una traducción de la Torah hecha, diciones a veces deplorables, los restos de un Corán
probablemente, por ese misterioso instructor de Mu- todavía no redactado. A pesar de conocer perfecta-
jamad y que a lo largo del libro atribuido al Profeta mente esta situación, dice a propósito de la entrada
es mencionado en más de una oportunidad de mane- de Mujamad en Medina,
ra inequívoca. Recordemos las aleyas 129 y 130 del
Segundo Sura cuando dice: "... que ya no era Mujamad, el hijo de un pueblo
de bárbaros idólatras sin Escritura y sin Ley el que
"¡Oh, Señor Nuestro! Haz mugir entre ellos (los debía entrar en la comunidad de los poseedores de la
árabes) un apóstol (Mujamad) que les transmita tus Revelación mosaica" (lbíd., p. 175).
Leyes (la Torah) y les enseñe el Libro (el Corán, la
Sagrada Escritura), la sabiduría y los santifique,
porque eres poderoso y prudente". ¿Cuáles eran las escrituras y la ley que poseían
los árabes en vida de Mujamad? El Corán que la
"¿Y quién rehusa la religión de Abraham sino el tradición atribuye al Profeta no existía todavía ni
que se denigra a sí mismo? Ya la escogimos en este como ley, ni como escritura. No podía tener la vi-
mundo y en el otro se contará entre los bienaventura- gencia de una constitución establecida porque se iba
dos". configurando al compás de los hechos que jalonaban
la prédica del Profeta y se limitaba a narrar las con-
tingencias de su prédica.
La aleya 132 del mismo sura ratifica: Pero la realidad, por paradójica que parezca, es
que el libro que describe la lucha de Mujamad dice
"Abraham legó esta creencia a sus hijos y Jacob en varias oportunidades que entonces los creyentes
(no Israel) a los suyos, diciéndoles: ¡Oh, hijos míos! disponían de la Ley de Moisés y podían presentarla
Dios os ha dado esta religión, aferráos a ella para en una versión árabe que desterraba para siempre
que muráis musulmanes". la vergüenza de no tener escrituras. ¿Existió, efecti-
vamente, una versión árabe del Pentateuco?
Una respuesta afirmativa a esta pregunta no se
Nos preguntamos más arriba si el término mu- puede hacer de un modo satisfactorio, porque si bien
sulmán era extraño al judaísmo y si con él se seña- hay indicios que suponen su existencia y ellos apa-
laba una corriente religiosa distinta de la enseñada recen en el mismo Corán, no han quedado ni frag-
en el Antiguo Testamento. Cuando examinemos las mentos de un ejemplar capaz de arrojar luz sobre
hipótesis sostenidas por el Padre Théry y, en su se- este problema.

20
El Islam: Una Ideología Religiosa

¿QUIEN ESCRIBIO EL CORAN?

No se puede saber con absoluta evidencia, pero con los libros atribuidos a Moisés. No dudan que
no cabe ninguna duda de que era un experto conoce- tanto J adiya como su pariente eran árabes puros y
dor de las Sagradas Escrituras, del Talmud y de al- de la más rancia estirpe. Con la seguridad que da
gunos Evangelios Apócrifos, cuyas referencias apa- la falta absoluta de testimonio histórico, hablan de
recen aquí y allá, a propósito de Juan el Bautista, la tribu a que ambos pertenecían, sin el más leve ti-
Jesús y la Virgen María. Podemos asegurar tam- tubeo.
bién que no sólo conocía las Sagradas Escrituras, si- Ante tanta seguridad y tan pobres fundamentos,
no que estaba hasta tal punto impregnado de su es- el padre Gabriel Théry, en uno de los libros que es-
tilo que muchos pasajes del Corán parecen glosas de cribió sobre el tema, hace el siguiente razonamiento
otros mejor conocidos del Antiguo Testamento. Los con respecto a la personalidad de Jadiya:
que han examinado con perspicacia crítica y en su "Supongamos que Jadiya haya sido idólatra y
lengua original el libro de los árabes, llaman la árabe. ¿Por qué tuvo que soportar a un marido rene-
atención sobre la frecuencia con que describe paisa- gado que rechazaba abiertamente las tradiciones an-
jes y menciona plantas y accidentes geográficos que cestrales para ponerse a rezar a la manera jud(a y
pertenecen naturalmente a las comarcas palestinas prosternarse como los jud(os al o(r el nombre deJa-
y no a la Arabia. vé? ¿Cómo no habr(a protestado al verlo consagrado
Destacamos especialmente estos detalles meno- al aprendizaje de las historias btblicas de la crea-
res porque no son los que un discípulo aprende de ción, de Noé, de Abraham y de Moisés para luego
su maestro y delatan, en cambio, los recursos espon- contarlas a sus compatriotas asombrados y burlones
táneos de la memoria personal. El sistema religio- ante las ingenuidades de ese gran necio, incapaz de
so, todo cuanto se refiere a los dogmas de fe: unidad hablar sin la ayuda de un jud(o, que nunca lo aban-
de Dios, mandamientos, esjatología y referencias donaba y le dictaba las respuestas que debta dar a
proféticas son cabalmente hebreas, y también usua- sus impugnadores".
les en los escritos teológicos de Israel las impreca-
ciones y los denuestos con que acompaña la predi- "Sin el consentimiento de su mujer -añade el pa-
cación de la doctrina. dre Théry- Mujamad no hubiera abandonado el
Tal vez convenga indicar, como elementos de dis- panteón árabe, ni arriesgado su honor convirtiéndo-
cutible originalidad, algunas concesiones hechas a se en apóstol de una religión extraña y maldita, ofre-
la ignorancia religiosa de los árabes o a su ineptitud ciéndose, con pleno conocimiento, al escarnio de to-
espiritual para comprender algunos aspectos muy dos sus parientes y amigos. Para desafiar tantos
delicados de la esjatología tradicional israelita. odios, Mujamad debió sentirse sostenido por su espo-
Los coranistas que rechazan la versión de un ra- sa; no solamente sostenido sino empujado por ella.
bino instructor de Mujamad como verdadero autor Incluso es probable que ella lo haya obligado a dar
del Corán toman en consideración algunos evidentes ese paso colocándolo ante la disyuntiva: la conver-
anacronismos que no pudieron ser cometidos por un sión al judatsmo o el divorcio. Mujamad que fue
versado profesional de la Sagrada Escritura. Ha- siempre temeroso ante su primera mujer de la que
bría que examinar en cada caso tales errores y ver depend(a en todo, obedeció" (ZACARIAS, Hanna.
si no obedecen a la intención de desviar la atención Vraie Mohamed et Faux Coran, N.E.L., Paris, 1960,
del discípulo sobre algún punto especialmente con- p. 34).
trovertido en la puja contra la herejía cristiana.
Se pudo observar también que los coranistas más
fervientes y mejor dispuestos a admitir la autoría de Cuando se lee el Corán, sin ninguna idea "a prio-
Mujamad en la redacción del Corán, aceptaban la ri" para explicarlo, se advierte en él la presencia de
existencia de un pariente de Jadiya, Uaraca Ben dos interlocutores: uno que habla y otro que escu-
Naufal, que habría sido un conocedor más trivial de cha. La tradición árabe quiere que el que habla sea
las Sagradas Escrituras y el primero en advertir las el Angel Gabriel y el que oye, Mujamad. Existen
coincidencias de lo dictado por el Angel a Mujamad muchos motivos para eliminar al Angel de este diá-

21
Rubén Calderón Bouchet

logo, y el primero de todos ellos, y quizá el más fuer- parte de los prosélitos; más Dios mide la noche y el
te, es pensar qué necesidad se tenía de un Angel pa- d(a, y bien sabe que no podéis precisar las horas, por
ra enseñar lo que estaba escrito en la Biblia. Por- lo que os absuelve. ¡Leed, pues, lo que podáis del Co-
que sin lugar a duda el que habla lo hace en nombre rán! Dios sabe que entre vosotros hay enfermos y
de una tradición que remonta su origen hasta Abra- otros viajan por la tierra para procurarse la bondad
ham y Moisés y aconseja al que escucha que lea la de Dios, y otros que combaten por la causa de Dios.
Biblia, el Corán según la expresión árabe, porque si ¡Leed, pues, de Él lo que podáis! Y observad la ora-
fuera el que posteriormente hemos conocido con ese ción, pagad el azaque y la ofrenda a Dios. Y de todo
nombre habría que admitir, contra la verosimilitud, el bien que hiciereis en favor de vuestras almas, ha-
que existía un ejemplar celeste, custodiado por los llaréis recompensa en Dios, lo cual es preferible y
ángeles, etc., etc. y al que tenía acceso Mujamad por más remunerativo. ¡Implorad, pues, el perdón de
la especial autorización de Gabriel. Una historia Dios, porque Dios es indulgent(simo, misericordioso"
para dormir parado y en la que nadie puede creer a (Sura 73, 1-20, ed. cit., pp. 701-2).
no ser que esté muy bien acorazado contra toda re-
flexión crítica. Rodinson, en uso de un irónico con-
cepto acerca de lo que llama "experiencias m(sticas", La lectura de este fragmento impone una disyun-
supone que los judíos y los cristianos tienen una tiva fácil de formular: o bien el Corán que debe leer
idea semejante con respecto a la Biblia y que acep- Mujamad es el Corán celeste que el Angel tiene en
tan la existencia de un ejemplar místico al que no sus manos y en donde está anticipado todo cuanto le
tiene acceso la "alta cr(tica" germana. habrá de acontecer, incluso la admonición del sura
Si admitimos que el que habla a Mujamad es un transcripto, o bien se trata de la Torah hebraica.
maestro, un gurú o un rabino como afirma Théry, Sería un poco obvio apelar a los buenos oficios del
cobran todo su sentido las repetidas admoniciones sentido común para resolver el dilema entre una sa-
que dirige a ese vergonzante discípulo que llega has- lida que es producto de la fantasía y otra que se im-
ta él a hurtadillas y como escondiéndose a la burlo- pone con el peso de su realidad.
na curiosidad de sus conocidos. Leemos en el Sura Existe además, entre las muchas tradiciones ára-
73, según el orden de la distribución por la longitud bes que han llegado al conocimiento de quienes es-
de sus tiradas que se hizo más tarde, pero que en tudian el Corán, una que afirma la procedencia ju-
verdad corresponde a la tercera según la revelación. daica de Jadiya y en donde se dice que hizo instruir
a Mujamad en su propia religión, por medio de un
"Oh, tú, encapuchado! ¡Levántate de noche para pariente suyo por esa época rabino de La Meca. A
rezar, pero no toda la noche! A medianoche o quita la luz de este dato adquiere todo su relieve la figura
un poco de ella o, auméntate, y salmodia fervorosa- de Uaraca y se confirma la hipótesis del P. Théry a
mente el Corán. Por cierto que vamos a revelarte un pesar de las celosas advertencias de M. Maxime Ro-
mensaje ponderable. Por cierto que la entrada de la dinson.
noche es para rezar lo más impresionante y adecua- Ese Rabino habría traducido, para uso de sus
do. Porque durante el d(a tienes muchos quehaceres. prosélitos árabes, una parte o todos los libros que
Pero acuérdate del nombre de tu Señor y conságrate constituyen el Pentateuco y a los cuales se refiere,
enteramente a Él". con toda seguridad, en las siguientes aleyas que ex-
traemos de nuestro Corán.
"Él es el Señor del Oriente y del Occidente. ¡No
hay más Dios que Él! ¡Tómalo pues por valedor! Y "Estas verdades están registradas en libros hono-
tolera cuanto te digan y aléjate dignamente de ellos rables, sublimes, inmaculados, por las manos de es-
y no me hables de los desmentidores opulentos y talé- cribas honorables y piadosos" (Sura 80, aleyas 13-
ralos transitoriamente; porque les tenemos reserva- 16).
dos grillos y la hoguera. Un alimento que atraganta
y un severo castigo: el d(a en que tiemble la tierra y "Por cierto que ésto se halla en los primeros li-
las montañas se conviertan en dunas aventadas. bros, en los libros de Abraham y de Moisés" (Sura
Por cierto ¡Oh, humanos! Os hemos enviado un 87, aleyas 18-19).
Apóstol por testigo contra vosotros, tal como envia-
mos a un Apóstol al Faraón". "Por cierto que revelamos el Corán (el libro, el Es-
crito) en la noche del destino".
"Pero el Faraón desobedeció al Apóstol, por lo que
le castigamos severamente... Por cierto que tu Señor
sabe que tú te levantas para rezar, ya los dos tercios ¿Se refiere a la revelación hecha a Moisés en el
de la noche, o sea la mitad, o ya un tercio con una Monte Sinaí, llamada en la tradición hebrea noche

22
El Islam: U na Ideología Religiosa 1
del destino o hay otra noche de Al Cadr, en el Monte nólogos profesionales, se sostiene en una argumen-
Hira? tación de una coherencia histórica irrebatible y que
El sura que en el Corán lleva el número 98 y que el Corán, llegado hasta nosotros, justifica en toda su
según la tradición conviene al número cien por or- latitud.
den de revelación, hace una referencia muy clara a
la existencia de adeptos al libro que es, sin vacila- "El Islam -escribía Théry- es la prolongación del
ciones, el Pentateuco, y, con algunas dudas de tra- juda(smo entre los árabes, concebido y tramado por
ducción árabe hecha por el maestro de Mujamad y, el Rabino de La Meca, quien fue secundado en su
al mismo tiempo, autor de esa crónica de la forma- plan de realización por un árabe, Mujamad, al que
ción y el apostolado del profeta durante su estadía su mujer, Jadiya, de raza jud(a, empujó hacia el ju-
en La Meca y más tarde en Medina. Leamos el Su- da(smo. Mujamad, en la edificación del Islam, no es
ra bajo la luz de esta aclaración y observemos cómo el arquitecto, es el primer albañil. Repite en alta voz
nos entrega un sentido que de otra manera desapa- lo que ha o(do en voz baja. No es más que un recep-
rece: tor, un lenguaraz, por donde pasan los mensajes ra-
bfnicos. Según los musulmanes, todo en estas Actas
"Los incrédulos, entre los adeptos del libro, y los del Islam, que ellos llaman Corán por ignorancia -
idólatras no desistieron de su religión hasta que les todo es absolutamente divino. As( como Yavé se re-
llegó la Evidencia. El Apóstol de Dios que les recita veló a Moisés en el Monte Sina( para mayor gloria
escrituras inmaculadas" (Sura 98, 1-2). de Israel, Allah se reveló a Mujamad en el Monte Hi-
ra, manifestando as( su predilección por el pueblo
Mujamad es el Apóstol encargado por el Angel árabe" (ZACARIAS, Hanna. Op. cit., p. 43).
Gabriel o por el Rabino, se llame o no Uaraca, de
predicar la Torah, cuya evidencia es su reciente tra-
ducción al árabe, pues muchos adeptos habían seña- Para los mahometanos el Corán es un libro inspi-
lado la necesidad de poseer un texto en su propia rado directamente por Dios, luego no puede ser un
lengua para apoyar su fe. ¿Qué es la Torah? Dice el centón de narraciones bíblicas mechadas, aquí y
Corán: libros que comprenden incontrovertibles le- allá, con referencias a la prédica de Mujamad, con
yes (Sura 98, aleya 3). exégesis talmúdicas y algunas citas de un Evangelio
Hemos anticipado algunas razones de buen sen- Apócrifo. No obstante, quien lo lee con alguna obje-
tido para mostrar que fue un rabino y no el Angel tividad no encuentra otra cosa y el problema que se
Gabriel el que instruyó a Mujamad en las verdades _le plantea es muy claro: o directamente inspirado
enseñadas por la Biblia hebraica. Otra razón, no por Dios y entonces perfectamente original en su
menos valedera, se funda en los errores con que el construcción y en su contenido, o dictado por un
libro hebreo fue transmitido al profeta árabe. Tales buen conocedor del Antiguo Testamento cuyo estilo
errores o son debidos a la ignorancia del transmisor, imita con un talento por momentos conmovedor.
y en ese caso hay que eliminar al Angel, o son come- Las acotaciones talmúdicas y apócrifas son recursos
tidos a designio para engañar a un oyente poco du- menesterosos y no pueden provenir de la abundan-
cho en el conocimiento de la historia sagrada, tra- cia divina.
moya con la que no podemos vincular la personali- El P. Gabriel Théry resume el contenido de su
dad de un ángel. Puede suceder que un auténtico crítica histórica en cuatro conclusiones que conside-
musulmán no hable de errores, sino de correcciones ramos de gran interés para la confirmación de su te-
impuestas al texto venerable por la intervención del sis:
revelador divino. En este caso habría que admitir 1!!. El Islam es el judaísmo explicado por un rabi-
que María, madre virginal de Jesús, fue hermana de no a los árabes. .
Moisés y Aarón lo que la hace nacer, más de mil 2!!. Ha sido escrito por un judío, no por un árabe.
años antes de su aparición en la historia del pueblo Mujamad no lo escribió y por lo tanto no se trata de
de Israel. una revelación hecha a los árabes.
No. Este error no es la obra de un ignorante, tie- 3!!. Hay en el Corán referencias a un Corán que
ne una finalidad claramente discernible y cuyo pro- se ha perdido. Lo que ha llegado hasta nosotros son
pósito es confundir al preguntón que ha recibido in- los hechos de formación del Islam, falsamente lla-
formación cristiana, aceptando las opiniones menos mado Corán y escrito también por un judío.
comprometedoras y dándoles una interpretación fir- 4!!. Las relaciones doctrinales entre el Islam y la
memente judaica. La conclusión de Gabriel Théry, Iglesia Católica son obligatoriamente las mismas
con todos los recelos que pueda inspirar a los cora- que ésta guarda con el judaísmo.

23
Rubén Calderón Bouchet

TEOLOGIA Y ESJATOLOGIA

Un cotejo entre la dogmática bíblica y la coránica cia de Dios. Para ligar la criatura al Creador esta-
nos induce a confirmar un primer punto de encuen- mos habituados a usar el principio de causalidad.
tro: en ambos el hecho de la existencia de Dios es Si existen creaturas hay un Creador. En la Teología
afirmado sin vacilaciones ni pruebas racionales. bíblica y rabínica no hay interferencias racionales.
Dios existe, ha hablado con los hombres y se ha ma- La naturaleza que para los espíritus aristotélicos es
nifestado a los profetas de Israel: Abraham, Isaac, la premisa menor de un silogismo, para los hebreos
Jacob, Moisés y también a otros de menor cuantía, es un signo, un llamado, un poder de evocación. Su
entre los que el Corán cuenta a Juan el Bautista y a papel no es procurar una conclusión, sino recordar
Jesús de Nazareth. Ya examinaremos la intención el poder y la misericordia del Ser absoluto". (BER-
del Rabino al añadir estos nombres a la pléyade de TUEL, J., L'Islam, ses veritables origines, N.E.L.,
profetas titulares. París, 1981, p. 165).
Allah es Dios:

"El creó con prudencia los cielos y la tierra y está El Corán acentúa esta disposición fideísta y es
por encima de cuanto se le atribuye. Creó al hombre esencialmente un llamado a tomar en consideración
de semen, a pesar de lo cual este último es un impug- la palabra divina, recordar sus mandatos y tener
nador declarado. Creó los ganados de los cuales ob- constantemente presente en la memoria sus adver-
tenéis abrigo, alimento y otros beneficios; y os pro- tencias amenazadoras. Escuchad, recordad... son
porcionan encanto cuando los conducfs al redil, así palabras que se repiten a través de las Sagradas Es-
como cuando de mañana los lleváis al pasturaje; y crituras y se encuentran también en el Corán acom-
llevan vuestras cargas hasta comarcas a las cuales pañados de admoniciones que hacen pensar en un
jamás llegaríais sino a costa de un gran esfuerzo. mismo estilo de enseñanza.
Por cierto que vuestro Señor es clemente, misericor- El sura XXX es pródigo en señalar signos por
dioso". Allah para su reconocimiento y el signo de los signos
será "la resurrección de la carne en el día señalado
"Y también os creó el caballo, el mulo y el asno por el Señor". Oigamos la aleya 25 de ese mismo
para cabalgarlos y para el lucimiento y, además, os Sura y observemos el sesgo ceñidamente hebreo de
creará cuanto ignoráis. A Dios compete indicar el su construcción y de su contenido:
verdadero camino, del cual tantos se desvían. Pero
si El quisiera os iluminaría a todos. El es quien en- "Entre sus signos está el de la estabilidad de los
vía agua del cielo, de la cual bebéis, y mediante ella cielos y la tierra que se mantienen por su voluntad y
brotan los pastos conque apacentáis el ganado ... " cuando El os llame, una sola vez, he aquí que sal-
(Sura 16, aleyas 3-10) dréis del seno de la tierra".

Dios ha destinado a todos los hombres a compa-


Con carácter típicamente judaico de esta doctri- recer ante El el día del juicio final y, como ello supo-
na, el P. Joseph Bertuel señala el papel de impug- ne la resurrección de la carne, se sigue de allí la glo-
nador de Dios atribuido al hombre. Es un reflejo es- ria o la condenación eterna. En el libro árabe abun-
criturístico del libro de Job XI, 3 y ss.: "¿Aún preten- dan evocaciones que suponen en su autor una fre-
déis menoscabar mi justicia? ¿Me condenaréis a Mí cuentación intensa del Profeta Isaías. El tono, algu-
parajustificarte tú?" nas metáforas, la energía visionaria, están alimen-
Comenta Bertuel que en el libro árabe como en la tados con la fe profunda en la verdad de ese terrible
Biblia día.
A los hombres les ha sido siempre más fácil ima-
"... la existencia de Dios es un axioma, un dato ginar las penas del infierno que los deleites espiri-
primero e indiscutible. Para nosotros, occidentales, tuales de la divina visión del Paraíso. El Infierno
impregnados de la sabiduría griega y formados en está más cerca de la naturaleza caída y el dolor nos
la lógica, la naturaleza es una prueba de la existen- acompaña mucho más que el goce. Por lo demás, el
24
r
El Islam: Una Ideología Religiosa

dolor tiene su fundamento en nuestra corporalidad el que escape al terror caerá en la hoya y el que esca-
y el placer del espíritu no; es algo a lo que sólo se pe a la hoya se enredará en la red. Abrense las cata-
arriba luego de una intensa práctica ascética, que ratas en lo alto y tiemblan los fundamentos de la tie-
los árabes rehuían, y el Autor del Corán no conside- rra. La tierra se rompe con estrépito, la tierra re-
raba de buena política contrariar sus gustos habi- tiembla, salta en pedazos. Vacila como un borracho,
tuales. El Predicador conocía muy bien la catadura se mueve como una choza, pesan sobre ella sus peca-
de su clientela y cuando le tocó hablar de la biena- dos y caerá para no volverse a levantar".
venturanza eterna, lo hizo como podía ser entendido
por un pueblo idólatra, imaginativo y sensual. Los
deleites del espíritu no decían nada a la contextura Y ahora tomad el Corán y leed el sura 81 a partir
carnal del árabe y, como los castigos, debían tradu- de las primeras aleyas:
cirse en imágenes rudamente sensibles, so pena de
no ser comprendidos. El Edén es un lugar de deli-
cias físicas y especialmente de aquéllas que se rela- "Cuando el sol sea arrollado; cuando las estrellas
cionan con la concupiscencia sexual. se extingan; cuando las montañas sean aventadas;
Recordemos que no todos los judíos interpreta- cuando las camellas de diez meses sean abandona-
ban el Juicio Final a partir de la Resurrección de la das; cuando las fieras sean acorraladas; cuando los
Carne. Los Saduceos no creían en ese dogma y ale- mares ardan; cuando la hija sepultada viva, sea in-
gaban en su favor que ese suceso esjatológico no es- terrogada por el delito que cometió para ser asesina-
taba determinado con precisión en la "Torah". En da; cuando los registros sean expuestos; cuando el
cambio, los Fariseos hacían de la resurrección un cielo sea arrancado, cuando la hoguera sea atizada".
principio fundamental de su prédica y es uno de los
temas que entran en las 18 bendiciones que el cre-
yente debía recitar en sus oraciones diarias. Sin lugar a duda no es una copia, es una glosa, y
Admitimos que haya sido un rabino el que ins- no se precisa ser un experto para descubrir el pa-
truyó a Mujamad en la doctrina judaica y aunque rentesco, ni para saber cuál de los dos sirvió de mo-
ignoramos su verdadero nombre, podemos asegurar delo al otro.
que no era un saduceo. Se refiere constantemente a En el día de la ira se pronunciará el juicio defini-
la doctrina de la Resurrección de la Carne y lo hace tivo: los condenados entrarán para siempre en las
con tanto énfasis que le atribuye el valor de una se- tinieblas del Infierno y los elegidos bajo las frescas
gunda creación. Lo dicen con frase inequívoca en el sombras de los árboles del :Paraíso. El humo negro
Sura 53, aleya 4 7, donde escribe: "Y a El le corres- del Autor del Corán siente un regodeo especial en
ponde la segunda creación: la resurrección". evocar la dureza del castigo que espera a los conde-
Como asegura J oseph Bertuel en el libro citado nados, pero sabe también evocar con franca disposi-
más arriba, la gran novedad del Corán árabe es que ción de goce los deleites del Edén recobrado.
no tiene absolutamente ninguna. Todo cuanto afir-
ma ha sido ya dicho en la Biblia y, si nos atenemos "¡Guay! - advierte a los primeros- en ese día a los
al juicio de algunos exégetas, especialmente severos, que no dicen la verdad. Se les dirá: id ahora adonde
mucho mejor dicho. En materia de datos revelados creíais que era puro engaño. Id a la oscuridad de
no añade nada, y por esa razón ha parecido a sus las tres columnas del Infierno. Esa sombra no os
críticos que la intervención de un Arcángel en su protegerá de las llamas. ¡Por cierto que aquéllas
composición es algo completamente inútil. Resulta arrojarán chispas como castillos, como camellos
un poco obvio decir que cuando hablamos de nove- amarillentos! ¡Guay de los mentirosos, de los que
dades nos referimos especialmente a contenidos teo- niegan la verdad! En ese día no hablarán más ni se
lógicos y no a alguna situación circunstancial que el les permitirá excusarse" (Sura 77, aleyas 29-36).
Corán puede añadir sin que ello signifique, religio-
samente hablando, una revelación. Si leemos el Sura 52, aleya 13, en la traducción
Cuando se lee el Corán y en especial las páginas castellana del Corán, cuya edición he citado en va-
destinadas a evocar el día de la ira, la comparación rias oportunidades, encontramos lo siguiente: "el
con Isaías vuelve, inevitablemente, a nuestra inteli- día que (los condenados) sean impulsados al fuego
gencia, y nos cuesta creer que coranistas decididos infernal". Es opinión de algunos comentaristas que
no hayan podido percibir el aire de familia. Abrid el el original árabe de este versículo dice literalmente
libro de lsaías en el capítulo XXIV, versículos XVII "gehenna" y no fuego. Todos saben que la gehenna
y siguientes y leed: era el lugar donde se quemaba la basura en Jerusa-
lem y al que se refiere la Sagrada Escritura en más
"Terror, hoya, red sobre ti habitante de la tierra: de una oportunidad.

25
/

Rubén Calderón Bouchet

Blachére, ilustre coranólogo francés, asegura que Existen otras cuya presencia en los Evangelios,
esa aleya emplea ese término como resultado de una el Talmud y el Corán hacen pensar en idénticas
edición posterior. La razón le parece muy simple, fuentes de inspiración religiosa. El Sura 7, aleya 40
porquE) el vocablo "gehenna" no pertenece al reperto- del Corán, dice en mi versión castellana:
rio árabe de nociones esjatológicas. Habría que pre-
guntarse cuál puede ser la auténtica palabra árabe «Por cierto que a quienes desmienten nuestras
reemplazada por el término "gehenna" y que Blaché- aleyas y las denigran, jamás le serán abiertas las
re elimina sin satisfacer nuestra curiosidad. puertas del cielo, ni entrarán en el ParMso, hasta
De cualquier modo, la idea de la basura quemada que un cable pase por el ojo de una aguja; as(
en un lugar de oprobio está generosamente propaga- castigaremos a los pecadores".
da por el Corán y la noción de la "gehenna" no apa-
rece como un rebuscamiento lexicográfico completa- En la traducción francesa del mismo sura la lo-
mente fuera de curso en ese extenso diagrama de cución es la misma que aparece en el Evangelio, en
imprecaciones judaicas. un texto por todos conocidos y especialmente referi-
Bertuel, refiriéndose a las fuentes judías donde do a la dificultad que encontrarán los ricos para en-
puede haber tenido origen este vocablo, escribe: trar en el reino de los cielos: "Jusqu'a ce qu'un cha-
meau passe dans le trou d'une aiguille".
"Es verdad que la palabra 'gehenna' sólo se en- El Talmud de Babilonia con respecto a idéntica
cuentra en el Nuevo Testamento donde aparece como dificultad habla de que los infieles no entrarán en el
sinónimo de <horno ardiente' o (infierno'. ¿Puede Paraíso «hasta que un elefante pase por el ojo de una
concluirse que el autor del libro árabe del Islam se aguja". Un elefante no era difícil de ver en Babilo-
haya inspirado en los textos evangélicos? La concep- nia. En La Meca convenía hacer referencia al came-
ción de (infierno-gehenna' se encuentra también en el llo, como así mismo en Palestina, lugar donde co-
Talmud. Y si bien se examina puede hallarse ras- menzó la prédica de Cristo. El Señor Ahmed Ab-
tros en el Antiguo Testamento cuando se menciona el boud, nuestro traductor, habla de un cable para po-
valle de los hijos de Hinnoum al sur de Jerusalem. nernos de acuerdo con uno de los elementos más
En este valle y en un lugar llamado <tophet' cuenta usuales de nuestra civilización técnica o tal vez para
Isa(as que el rey de Judá, Achaz (744-728), consumó no alejar demasiado la posibilidad, ni ofender la
su impiedad haciendo fabricar (dolos y quemando sensibilidad ecuménica del hombre contemporáneo.
perfumes en su honor. Aún más le sacrificó su hijo Un cable siempre se puede afinar sin dejar de serlo.
Melek. Jerem(as lo recuerda estremecido de horror: El elefante y el camello tienen a este respecto un vo-
(los hijos de Judá han hecho algo que me repele ... lumen limitado por sus condiciones de existencia.
Han construido un altar en Tophet, en el valle de La descripción del Paraíso que hace el Corán de-
Ben Hinnoum para quemar sus hijos y sus hijas... pende también, literaria y conceptualmente, de una
As( vendrá el d(a -palabra de Yavé- donde no se ha- visión típicamente judaica salvo en la referencia,
blará más de Tophet, ni del valle de Ben Hinnoum, profusamente señalada, a los placeres sexuales, que
sino del Valle del Crimen' (Jerem. VII, 30-32. XIX, no entran en los cantos inspirados en la visión del
6) ... el recuerdo de este lugar de ignominia no se ol- Edén Bíblico. Los hebreos se conformaban con her-
vidó nunca en Israel y pasar por el fuego de 'gué ben mosos jardines a la sombra del árbol de la vida y
Hinnoum' fue para los jud(os sinónimo de los más con mullidos sillones donde los bienaventurados se
espantosos sufrimientos" (BERTUEL, J. Op. cit., pp. pudieran sentar para una conversación amable y
182-3). elevada. Los árabes querían algo más, y el autor
del Corán, que conocía sus gustos, les regaló con to-
«Gué ben Hinnoum" se contrajo simplemente en dos los deleites carnales que la vida provee con pro-
«Géhinnoum" y con este nombre fue recogido en el verbial escasez y como para habituarnos a un uso
Talmud. Por lo menos así lo dice A. Cohen en su li- provisorio. En el Paraíso coránico se dan todas esas
bro «Le Talmud", pp. 447-456, artículo correspon- condiciones que en la vida son imposibles, mante-
diente a «Gehinnom". niendo en vilo el entusiasmo de los elegidos. Como
Se puede añadir, a título de curiosidad, que tanto no todos los bienaventurados eran ortodoxos en ma-
el Evangelio como posteriormente el Corán pueden teria tan complicada como es el sexo, el Paraíso ten-
haber tomado la expresión «gehenna" del Talmud o dido a la sombra de las espadas del Profeta, obse-
de expresiones populares, esencialmente judaicas, quiaba a sus beneficiarios con la presencia «de efec-
que pudieron entrar en la redacción de todos esos li- tos inmortales que te parecerán perlas dispersas"
bros judíos, cristianos y át abes. (Sura 76, aleya 19).

26
El Islam: Una Ideología Religiosa

EL CORAN Y EL CRISTIANISMO
Vivimos un momento histórico en que los aspec- gelio según San Lucas I, 5-25. No obstante, los co-
tos positivos del universalismo cristiano se dejan ranistas advierten que ese Evangelio no puede ha-
envolver en las brumas de la confusión ecumenicista ber sido la fuente en la que se inspiró el autor del
de indudable origen masón. Este desmayo del ímpe- Corán.
tu apostólico de la Iglesia coincide con un fuerte re- Escrito originalmente en griego, San Lucas no
nacimiento de la conciencia islámica para auspiciar fue traducido al árabe para la fecha de la predica-
una peligrosa permeabilidad de cultura a los diver- ción de Mujamad. Si atendemos al contenido, el
sos impactos agresivos del Islam. A una profusa li- evangelio de San Lucas está totalmente dominado
teratura de acercamiento en la que figuraron los por un interés mesiánico. Juan Bautista es, funda-
nombres de Louis Massignon, Carlos Suarés, Mi- mentalmente, el Precursor.
guel Asín Palacios y René Guénon, para señalar los
más notables, sucedió el estupor por lo que se consi- "... el que prepara el camino del Señor y da a su
deró, en primer lugar, la terrible inmovilidad del pueblo el conocimiento de la -salvación para la remi-
odio islámico, esa pasión anti-cristiana alimentada sión de los pecados, con el fin de iluminar a los que
con las frustraciones del orgullo herido y que ante permanecen en las tinieblas a la sombra de la muer-
las manifestaciones evidentes de la debilidad euro- te" (Lucas, I, 76-79).
pea creció con violencia arrolladora.
Todavía entre nosotros es frecuente oír hablar de
la actitud respetuosa del Corán con respecto a la fi- Esta misión religiosa atribuida a Juan Bautista
gura de la Virgen María, de Juan el Bautista o de por Lucas, cambiaba completamente la perspectiva
Nuestro Señor Jesucristo. Son numerosos los escri- de la versión judaica del Mesías y el Corán la esca-
tos donde se habla de la influencia cristiana sobre el motea de un modo sistemático y firme. No se refiere
Corán o se busca, en algún desconocido monje nesto- para nada a la misión del Bautista y lo coloca sim-
riano, los resabios vergonzantes de un cristianismo plemente en la línea tradicional de los profetas he-
que no osó decir su nombre. breos. N o anuncia el advenimiento de Aquél de
Muy poco tentado por este acercamiento, que su- quien no es digno de atar las correas de sus sanda-
pone o bien una ignorancia supina de los textos, o lias y se presenta sí, como un buen observante de la
un deseo de ser amable que desafía cualquier insul- Ley, como confirma el Sura 19, en la aleya 12:
to, examinaré las noticias más importantes que da
el Corán sobre el cristianismo para desautorizar las "¡Oh, Iahia (Juan)! ¡Observa fervorosamente el
confusiones que nacen de un irenismo religioso sin libro! Y le agraciamos desde la infancia con la sabi-
fundamento. dur(a".
María, Miriam en árabe, es mencionada treinta y
dos veces en el Corán y según Ahmed Abboud los
musulmanes hablan de su pureza, de su virginidad El consejo supone un voto de fidelidad a la Torah
y de su nacimiento sin mancha con un respeto que en la línea más convencional seguida por los creyen-
haría avergonzar a muchos cristianos. Sostiene tes judíos. No tiene ninguna misión especial que
nuestro traductor que María fue concebida sin peca- cumplir. Su relación con Jesús, tema fundamental
do y que esta idea se encuentra perfectamente asen- del Evangelio de San Lucas, está rota. No pertenece
tada en el Corán y de tal modo, que el dogma de la a la revelación que culmina con la llegada de Cristo,
Inmaculada Concepción fue revelado a Mujamad sino a la vieja tradición israelita que se encierra en
por el Angel Gabriel, muchos siglos antes de ser la estricta observación de la Ley.
anunciado por la Cátedra de Pedro. En ese mismo sura se habla de María y se nos
De acuerdo con la tradición cristiana, el Corán hace saber que desde muy niña se retiró de su casa
nos introduce en la historia de María y de Jesús con para vivir en el templo, en el santuario, mencionado
una prolija referencia a Juan Bautista, hijo de Zaca- como el lugar oriental de la casa.
rías e Isabel. Los hechos mencionados en el Sura 19
son conocidos por nosotros de acuerdo con el Evan- "Y colocó una cortina para ocultarse de ellos, y le
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Rubén Calderón Bouchet

enviamos nuestro espíritu que se le apareció personi- Y, a renglón seguido, le recuerda que debía con-
ficado en un hombre perfecto... Le dijo tan solo: soy sagrarse, inclinarse y prosternarse con los orantes,
el mensajero de tu Señor, encargado de agraciarte es decir, con los verdaderos creyentes que adoran a
con un hijo inmaculado". Dios en su unicidad indiscutible.
La aleya 43 del mismo sura afirma, en la versión
María dio a luz a Jesús y este supo desde su más dada por nuestro traductor, que los ángeles dijeron
tierna infancia "que era el siervo de Dios, quien me también a María:
concederá el Libro y me designará profeta". (Sura
19, aleya 30). "¡Oh, María! Por cierto que el Señor te albricia
Esto está dicho para que lo adviertan los blasfe- con el Verbo, cuyo nombre será el Mesías, Jesús, hijo
mos que aseguran que se declaró el hijo de Dios, de María, noble en este mundo y en el otro y se con-
"porque es inadmisible que Dios tenga un hijo" tará entre los bienaventurados, y hablará a la gente
(lbíd., aleya 35). en su infancia y en la madurez y se contará entre los
Jesús, lo mismo que Abraham, Isaac, Jacob y virtuosos".
Moisés, pertenece al elenco más puro de los santos
de Israel. No se habla del Ungido del Señor, ni del
Nuevo Testamento de Dios con los hombres, sellado Hemos destacado el anacronismo que comete el
con la sangre del sacrificio de su Unigénito. Es el autor del Corán cuando hace de María Santísima
Antiguo Testamento que reivindica para sí al profe- una hermana de Moisés y Aarón. Era pasar sobre
ta de los cristianos y les quita a esos ilusos la pre- mil años de historia como la sombra de Yavé entre
tensión de inaugurar una etapa inédita en la rela- los árboles del Edén. Ningún judío instruido en la
ción de Dios con los hombres. Sagrada Escritura ignoraba que Inram tuvo con su
En el Sura 3, aleyas 33 y siguientes, se transcri- mujer Iokabed tres hijos: Myriam (María), Aarón y
be un nuevo relato sobre el nacimiento y la genealo- Moisés. La tradición católica y en especial el Evan-
gía de María. Ahora sabemos que fue hija de Inram gelio Apócrifo de la Infancia, atribuyen a Joaquín y
y hermana de Moisés y Aarón. Su madre la destinó Ana la paternidad de María. El autor del Corán no
a Dios desde el nacimiento, convencida de que sería ignoró la existencia de ese Evangelio porque usa,
un varón. Al descubrir su sexo no se desalentó y la para sus propios fines, algunos de los datos allí aco-
destinó igualmente al Señor "para que la pusiera tados y en él se funda cuando se refiere a los hechos
bajo su amparo a ella y a su descendencia y la libe- que marcan el nacimiento y la infancia de Cristo.
rara del maldito Satanás" (Sura 2, aleya 36). Cuando atribuye a María la inesperada genealogía
A esto es, probablemente, a lo que Ahmed Ab- que la convierte en hermana de Moisés, lo hace con
boud, con la mejor voluntad del mundo, considera el firme propósito de unirla para siempre a la histo-
un enunciado del dogma de la Inmaculada Concep- ria de Israel y negarle toda conexión con esa sedi-
ción de María. El Señor la aceptó con complacencia cente nueva alianza realizada con el Hijo de Dios
y la puso en el Templo bajo el cuidado de Zacarías, hecho hombre.
marido de Isabel y padre del Bautista y por otra
parte, sin mucha coherencia, contemporáneo de "Proclama la virginidad de María, el nacimiento
Moisés y Aarón. del hijo, engendrado por un soplo del Espíritu, cier-
Anacronismos históricos de este calibre han he- tamente, pero con todo esto no será más que un pro-
cho suspirar por la ignorancia inocente del autor del feta en los límites de sus predecesores. Son las bases
Corán. Existen detalles en esta pretendida ignoran- de la fe cristiana lo que trata de reducir a nada"
cia que suponen un conocimiento de los hechos his- (BERTUEL, J. Op. cit., p. 72).
tóricos nada trivial y permiten sospechar la existen-
cia de una decidida intención de confundir al inter- En el sura 43, aleya 81, dice con la claridad de-
locutor eventual sobre la auténtica personalidad de seable: "Si Dios tuviera un Hijo seré yo el primero en
María. adorarle".
Sin ilación con el relato donde se narra el naci- Con el firme deseo de dar más fuerza a su opi-
miento de Juan el Bautista, la aleya 42 inserta una nión, Bertuel la apoya en un corto paralelo entre lo
invocación hecha a María por los ángeles que trae el que dice el Corán y lo que está escrito en el Evange-
recuerdo de la "Salutación": lio de la Infancia, una de las fuentes usadas por el
instructor de Mujamad, junto con el Pseudo Mateo,
"¡Oh, María! Por cierto que Dios te eligió, te puri- para apoyar las noticias que aporta sobre la perso-
ficó sobre todas las mujeres del mundo". nalidad de Jesús.

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1

El Islam: Una Ideología Religiosa

EVANGELIO DE LA INFANCIA. Cap.!!! CORAN. Sura 19, aleya 30-33

Palabras de Jesús en la cuna: Palabras de Jesús en la Cuna:

"Yo soy Jesús, el Hijo de Dios, el Verbo (o Logos) Les dijo: "Por cierto que soy el siervo de Dios
a quien tú has dado a luz de acuerdo con el anuncio quien me concederá el Libro (Corán) y me designará
del Angel Gabriel. Mi padre me ha enviado para la profeta. Me hará benefactor doquiera esté y me enco-
salvación del mundo". mendará la oración y el azaque mientras viva. Y me
hará piadoso con mi madre y jamás permitirá que
yo sea soberbio ni rebelde. La paz fue conmigo desde
el dfa que nac(, será conmigo el d(a que muera".

Como se puede advertir, sin exagerar los recau- das esas cosas que hacen a la paz de los orantes.
dos, nada más anodino, nada más ajeno a toda pre- Si alguien se preguntara: ¿Para qué toda esta
tensión de ruptura con la tradición israelita que es- discusión en torno a esas figuras del Nuevo Testa-
te Jesús a quien se encomienda el Libro, la oración y mento, cuando se trataba simplemente de predicar
el pago del impuesto correspondiente. No dice ser el a los árabes la Ley de Moisés y los Profetas? La res-
Hijo de Dios ni haber llegado al mundo para su sal- puesta tiene que venir, necesariamente, del medio
vación, no es un soberbio ni un rebelde, como pre- en que se movía Mujamad. Muchos árabes, bajo la
tenden hacer creer los cristianos cuando lo ponen presión proselitista de los cristianos deben de haber
frente al Libro (la Ley) en actitud de corregirlo o per- llegado hasta el Profeta para preguntarle quién era
feccionarlo. Fue un hombre que respetó a su madre Juan Bautista, María y Jesús. La respuesta del
y vivió en paz con los orantes del Antiguo Testamen- Instructor no puede ser más hábil. Sin negar la
to. Como el tiempo se borra en el uso arbitrario que existencia ni el valor de esas personas, los incorpora
hace de él el autor del Corán, no sabemos si vivió en sin más al legado de la tradición judía y los convier-
tiempo de Moisés o en el tiempo más cercado de Pon- te en verdaderos creyentes, para no dar tiempo a la
cio Pilatos. Ignoramos si murió en la cruz y tuvo al- imaginación semita a que se impregne con las extra-
guna dificultad con los israelitas con respecto de to- vagancias helenísticas de un supuesto Hijo de Dios.

SOBRE EL TERMINO
MUSULMAN
De acuerdo con la fórmula empleada en el Su- "¡Te vengas de nosotros sólo porque cre(amos en
ra 6, aleya 163, el autor del Corán proclama a Muja- los prodigios de Nuestro Señor cuando nos llegaron!
ruad el primero de los musulmanes. Esta afirma- ¡Oh, Señor Nuestro, concédenos paciencia y has que
ción de apariencia tan perentoria abrió a los críticos muramos musulmanes!"
y a los filólogos más o menos patentados la posibili-
dad de entablar una discusión en torno al vocablo. De acuerdo con esta tradición coránica "muslimi-
¿Fue introducido por el Corán en la lengua árabe na" o "musulmán" se djce en primer lugar de los pa-
para establecer con nitidez la originalidad de la triarcas hebreos: Noé, Abraham, Lot, Moisés, Aa-
nueva fe religiosa o era un término de procedencia rón, etc. pudiendo añadirse todos aquéllos que die-
israelita y con un uso tradicional más o menos dis- ron muestras cabales de su ejemplar sumisión a la
cernible en la Sagrada Escritura? voluntad del Dios Unías, Creador del Cielo y de la
Tierra y que se manifestó, en primer lugar al Pueblo
En el Sura 10, aleya 84, el Corán le hace decir a de Israel y que ahora se dirige a los árabes para
Moisés: "¡Oh, pueblo m(of Si realmente creéis en convertirlos en verdaderos musulmanes.
Dios, encomendáos a El, si sois musulmanes". Esta es la verdadera misión de Mujamad: hacer
Este término puesto en la boca del gran caudillo de los árabes "muslimina" o musulmanes a la mane-
religioso del Pueblo Hebreo, significa un verdadero ra de Moisés y los grandes profetas de Israel. Los
creyente y con el mismo sentido es empleado por árabes, politeístas e incrédulos, se burlan de Muja-
Aarón y Moisés cuando hablan con el Faraón: ruad y le preguntan con sorna si estuvo con Moisés

29
Rubén Calderón Bouchet

en el Monte Sinaí cuando Dios reveló a los judíos las nes se concedió el libro fueron los hebreos y de ellos
Tablas de la Ley. Mujamad, desconcertado, se diri- se dice, con todas las letras, que eran musulmanes
ge a su maestro para responder a estas burlas con antes que la Torah estuviera escrita y codificada.
razones adecuadas. Este lo instruye con paciencia y Fueron musulmanes con Abraham, Isaac, Jacob y
su respuesta surge con claridad en el Sura 28, ale- José, en virtud de la primogenitura en el conoci-
yas 44 y siguientes: miento y en la obediencia a la voluntad divina, por
esa razón
"Pero tú no estabas frente al flanco occidental del
monte Sinaí cuando decretamos a Moisés la comi- "... se les duplicará la remuneración por la perse-
sión, ni tampoco estabais entre los testigos. Después verancia, porque devuelven bien por mal y hacen ca-
de Moisés creamos nuevas generaciones que vivieron ridad con aquéllos que le hemos dado". (Sura 28,
largamente. Tú no vivisteis entre los medianíes pa- aleya 54).
ra recitarles nuestras aleyas, pero te enviamos para
toda la humanidad. Tampoco estuvisteis en la falda
del Monte Sinaí cuando llamamos a Moisés, pero te La caridad es, por antonomasia, la virtud del
enteramos de ello en virtud de la misericordia de tu Apóstol y para los hebreos consistió, esencialmente,
Señor para que amonestes a un pueblo que, antes en propagar el conocimiento de la Sagrada Escritu-
que tú, no tuvo nunca un amonestador, quizá así re- ra, para que aquéllos que no vivían en la Ley pudie-
flexionen. Y para cuando les azote una calamidad, ran hacerlo. El autor del Corán conocido por noso-
por sus malas acciones, no se excusen diciendo: '¡Oh tros se refiere a la "Torah" que él mismo parece ha-
Señor Nuestro! ¿Por qué no nos enviastes un apóstol ber traducido al árabe para que los creyentes de es-
para que siguiéramos tus leyes y nos contásemos en- ta nación tuvieran un libro en donde abrevar su sa-
tre los creyentes?' Pero cuando les llegó nuestra ver- biduría. Esta traducción fue el verdadero Corán, se-
dad se le dijo al Apóstol (Mujamad) ¿Por qué no le gún la interpretación tan ajustada al texto hecha
fue concedido lo mismo que le fue concedido a Moi- por el P. Gabriel Théry.
sés? ¿Acaso no negaron lo que antes había sido con- Los que no conocían las Escrituras eran verdade-
cedido a Moisés? Dijeron: son dos hechiceros que se ros ignorantes y los judíos, cuando los oían hablar
ayudan mutuamente. Y dijeron: por supuesto que de religión, se apartaban diciendo:
negamos a ambos! Diles: ¡Si sois sinceros presentad
un libro de parte de Dios que sea mejor guía que "Somos responsables de nue!i_tras acciones y voso-
cualquiera de los libros santos (Ta Biblá) y lo segui- tros de las vuestras. ¡Qué la paz sea con vosotros!
ré". No aspiramos a la amistad con los ignorantes" (Su-
ra 28, aleya 55).
"Y si no responden sabe pues que no siguen más
que su concupiscencia. ¿Habrá alguien más extra-
viado que aquél que sigue su concupiscencia sin guía En la traducción francesa del Corán, quizá más
alguna de Dios? Por cierto que Dios no ilumina a los ajustada al texto, dice "que no aspiran a la amistad
inicuos". de los sin ley". Añade esta frase, sin duda dirigida a
los habitantes de La Meca que acusaban a Mujamad
"De aquí que le hicimos llegar, sucesivamente de precisar el judaísmo: "Si siguiéramos la Guía (la
nuestra palabra para que reflexionaran. Aquellos a traducción de la Torah) seríamos desterrados".
quienes concedimos el Libro creen en él y cuando se En La Meca se sabía que Mujamad seguía las in-
les recita dicen: creemos en él porque es la verdad de dicaciones de un maestro judío y si se declaraba el
Nuestro Señor, por cierto que ya éramos musulma- primero de los musulmanes, debía entenderse que
nes antes de su revelación". esta prelacía le correspondía en relación con el pue-
blo árabe, no con respecto a Israel entre cuyos cre-
yentes se encontraba como uno más y, por supuesto,
No se precisa extremar demasiado las sutilezas no de los más importantes.
interpretativas para entender que aquéllos a quie-

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El Islam: Una Ideología Religiosa

EL ISLAM Y LA IDEOLOGIA

La pregunta que se nos ocurre, una vez concluida to inspirado en la gloria de Yavé, pero que traducía
nuestra hipótesis de carácter judaico de la predica- siempre las instancias concretas de una experiencia
ción de Mujamad es ¿por qué razón esta suerte de religiosa que tenía la contundencia de un contacto
predicación antiguo testamentaria entre los árabes sensible.
dio nacimiento a una nueva religión con tan amplia El hombre se universalizá por lo alto o por lo ba-
y efectiva proyección sobre todos los países que ca- jo. O bien se le habla de la inteligencia con las ideas
yeron bajo el dominio de las huestes del profeta? La claras y distintas acuñadas por la filosofía, o se des-
respuesta no es difícil de dar, si tomamos en consi- piertan en él las motivaciones instintivas que dispo-
deración lo que ya hemos anticipado. nen la voluntad con la violencia de las consignas in-
En primer lugar, el judaísmo coránico no quedó discutidas.
reducido al seno de una nación. En ningún momen-
to se trató de beneficiar con la bendición de Allah a "Los rasgos característicos de los creyentes tradi-
los descendientes carnales del patriarca Abraham, cionalistas y fieles a la <<sunna» son los siguientes:
ni siquiera a los árabes como nación determinada. creen en Allah, sus ángeles, sus espíritus, sus profe-
El carácter universal de la nueva prédica es así sal- tas; creen aquéllo que procede de Allah como revela-
vado de toda reducción a un grupo humano sellado ción y de aquello que acerca del profeta han narrado
por el nacimiento. los compañeros fidedignos sin rechazar nada de todo
La dificultad surge cuando enfrentamos el pro- ello. Creen que Allah es un dios único, eterno, junto
blema de la universalidad con los menguados ins- al que no hay ningún otro; que no tomó mujer ni tu-
trumentos nocionales del inmanentismo moderno. vo hijos, que Mujamad es su servidor y su profeta,
Así, se hace imposible distinguir un verdadero men- que el paraíso es verdad y que el infierno es verdad y
saje religioso de los remedios que surgen aquí y allá que llegará la hora en que Allah resucitará a los que
con la pretensión de ser la voz del Eterno. La pleni- están en las tumbas".
tud de los tiempos, según la expresión acuñada por
el cristianismo, suponía una serie de condiciones "Creen que Allah está sentado sobre su trono ... ;
históricas que permitieran la transmisión de las que tiene dos manos, sin preguntarse cómo; tiene dos
verdades religiosas en un idioma forjado en una de- ojos sin preguntarse cómo ... y que tiene un rostro".
purada ejercitación de la razón. Las lenguas dema-
siado adheridas al temperamento de un pueblo po- "Creen que los nombres de Allah no son otra cosa
dían ser vehículos honorables de sus pasiones, de que Allah ... , que Allah posee el saber. Ellos se atie-
sus instintos y de sus más íntimas experiencias his- nen a lo que ven y oyen ... , afirman que en la tierra
tóricas, pero mal podían expresar la obra de la inte- no hay nada bueno ni nada malo fuera de aquello
ligencia en tanto no se hubieran desprendido, me- que Allah quiere y que las cosas ocurren según lavo-
diante un esfuerzo metódico y constante, de las ad- luntad de Allah ... "
herencias a un contorno exclusivo.
Los griegos con su filosofía y los romanos con su "Afirman que nadie es capaz de hacer algo antes
derecho habían alcanzado un grado de madurez in- de haberlo hecho efectivamente y que nadie puede es-
telectual que permitía llegar a todos los hombres capar a la voluntad de Allah ... Afirman además
mediante conceptos que cualquier inteligencia, por que no hay ningún Creador más que Allah, que
poco que se entrenara, podía comprender sin gran- Allah crea las acciones malvadas de los hombres ... "
des dificultades. El hebreo, el arameo y el árabe no (GOTTSCHALK, H.L. El Islam, origen, evolución,
podían ser lenguas universales y convertirse, de la doctrina. Cristo y las Religiones de la Tierra, T. 111,
mañana a la noche, en portavoces de una revelación pp. 25-26).
que hablara a los hombres en términos de una per-
fección espiritual capaz de satisfacer las exigencias No hace falta exagerar las prevenciones contra el
de su dinamismo específico. Lenguas vernáculas simplismo islámico para advertir el carácter primi-
podían expresar las necesidades de la vida cotidiana tivo de su teología, en donde las afirmaciones de la
y levantarse hasta la sublime entonación de un can- fe se suceden sin que sea posible penetrar en el fun-
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Rubén Calderón Bouchet

damento espiritual de sus razones. Se trata de un lugar porque si existe eso que se llama "la salvación
voluntarismo que renuncia a toda inteligencia para del hombre", tal cosa no puede estar concebida en
no debilitar el temple de una adhesión sin titubeos a términos exclusivamente políticos y guerreros como
las consignas de los imanes. Esta actitud de entre- pretende el Islam sino, precisamente, como lo ense-
ga sumisa a la conducción del Islam se ve fortaleci- ña el cristianismo, en un encuentro esjatológico que
da por la absoluta ausencia de toda obligación de sea la consecuencia de una transfiguración espiri-
purificación espiritual. En el peor de los clericalis- tual en donde la Gracia de Dios sobreeleva a una
mos en que puede caer un cristiano siempre existe participación con su vida íntima el dinamismo mo-
el temor al pecado que pone límites a la desmesura ral del que ha sido personalmente elegido. No se
de la obediencia, y hasta el más infeliz de los cre- salvan los ejércitos, ni las diócesis, ni las parro-
yentes sabe que no puede obedecer a un sacerdote quias, sino los hombres que han sabido responder
contrariando el mandato expreso de Dios. En el Is- positivamente a la solicitud del Espíritu Santo.
lam la obediencia es absoluta, porque la razón de Porque no hay nada de eso en el Corán, podemos
pecado o la obligación de la pureza personal nunca considerar que todo su aparato nocional es un retor-
es obstáculo para el cumplimiento de la orden reci- no simplificado a las formas más arcaicas del judaís-
bida en nombre de Allah. mo y nos atrevemos a asegurar que no hay en su
Mujamad, dentro de lo que podemos conjeturar, teología ninguna novedad religiosa, no hay buena
enseñó la ley y llevó a los árabes a los umbrales de nueva y, por ende, no hay profecía propiamente di-
la "Torah". La lucha contra sus enemigos y la nece- cha. Es un anacronismo, un fósil que apela a las
sidad consiguiente de endurecer las motivaciones fuerzas genéricas de la impulsividad para ganar
religiosas de sus seguidores, lo indujeron a una sim- adeptos que sólo puede manifestarse con el signo
plificación de todo cuanto pudiera perturbar la obe- negativo de la agresión permanente.
diencia de los fieles en términos de pureza y salva- El Islam es una ideología. No nace como las mo-
ción personales. Puso en sus argumentos una vio- dernas de una concepción demiúrgica del universo,
lencia temperamentalmente árabe y no judía y no ni apela, en cada caso, a los aspectos utilizables de
concedió a la razón el menor resquicio para hacer las ciencias positivas o a transposiciones naturalis-
surgir una duda. Con este tratamiento, el aparato tas del cristianismo. Usa la ley y los profetas, pero
conceptual de lo que pudiera haber en su mensaje no para educar los impulsos sino para lanzarlos en
de auténtica religiosidad se plegó con docilidad a las una perspectiva de satisfacción utópica allende la
exigencias de la guerra santa y trató de que sus muerte física.
principios religiosos y morales coincidieran con esa Renunciar a la inteligencia para favorecer un
necesidad fundamental. compromiso de orden estrictamente carnal con una
Por todas estas razones, que se imponen al que doctrina como la islámica es, a mi criterio, religiosa-
ha seguido con alguna atención el desarrollo del is- mente absurdo; políticamente inútil, porque el Is-
lamismo, no podemos hablar de este movimiento co- lam tiene con el marxismo mucha más afinidad que
mo si fuera una de las así llamadas "religiones uni- con el cristianismo; y, desde un punto de mira que
versales". En primer lugar porque si Dios ha revela- atienda a la defensa del monoteísmo, una estrategia
do efectivamente sus designios a los hombres no inoportuna, confusa y condenada a fracasar irremi-
puede haber más que una sola religión; en segundo siblemente.

Rubén Calderón Bouchet


Mendoza, 1993

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