Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
2/9
28/2/2018
Los pacientes que desarrollan ascitis suelen presentar también edemas en las
extremidades inferiores. Si bien es verdad que los edemas mejoran al adoptar el
decúbito (por ejemplo, por la noche) y al seguir una dieta con poca sal, es
relativamente frecuente encontrar pacientes con edemas crónicos y formación de
ampollas a través de las cuales escapa líquido intersticial. La principal complicación
de los edemas es la pérdida de la función de barrera de la epidermis, lo que facilita la
penetración de gérmenes y la aparición de celulitis; por lo tanto, debe intentarse que
los edemas sean poco importantes o que no existan, así como mantener la piel en las
condiciones más higiénicas posibles.
Tratamiento de la ascitis
En algunos centros hospitalarios se aboga por tratar a los pacientes que no responden
a diuréticos mediante la colocación de un shunt peritoneovenoso o de una derivación
portosistémica percutánea intrahepática (DPPI). El primero es una prótesis equipada
con una válvula que permite el paso de líquido ascítico desde la cavidad peritoneal
hasta la aurícula derecha, pero no en sentido inverso, de manera que todo el líquido
ascítico pasa a la circulación sanguínea. A pesar de que este tratamiento ha
4/9
28/2/2018
La DPPI es una prótesis autoexpandible que se introduce por vía transyugular y que
crea una comunicación directa entre una rama portal, generalmente la derecha, y una
vena suprahepática. Esta derivación elimina o disminuye sensiblemente la
hipertensión portal, con lo que se consigue un mejor control de la ascitis y un
aumento de la excreción urinaria de sodio. Si bien la colocación de la DPPI está
prácticamente desprovista de morbimortalidad peroperatoria, los principales
inconvenientes de este tratamiento son, por un lado, la alta incidencia de obstrucción
ya en los primeros meses tras su colocación y, por otro lado, la alta incidencia de
encefalopatía tras el procedimiento. Además existen estudios que indican que la
supervivencia en pacientes con mala función hepática disminuye tras la colocación de
la prótesis. Por ello antes de recomedar el uso sistemático de esta prótesis en los
pacientes con ascitis de difícil control con diuréticos deben realizarse estudios
prospectivos comparando este tratamiento con la paracentesis.
El pronóstico de los pacientes con cirrosis y ascitis es malo, estando vivos a los dos
años de la primera descompensación ascítica menos del 50% de los pacientes. Los
pacientes con peor pronóstico son aquellos que presentan anomalías en la función
renal y marcadas alteraciones en la hemodinámica sistémica. El pronóstico puede
también estimarse observando la respuesta al tratamiento: el pronóstico es mucho
mejor si el paciente se controla bien con dieta asódica o con pocos diuréticos que si
necesita dosis altas de diuréticos. Debe recordarse que el trasplante hepático es el
único tratamiento que evita la aparición de ascitis y que, además, es capaz de alargar
la supervivencia en la cirrosis hepática. Por ello, los pacientes con ascitis y sin una
contraindicación obvia para el trasplante deberán ser remitidos a un centro donde esta
opción terapéutica pueda ser valorada.
Hiponatremia
Síndrome hepatorrenal
6/9
28/2/2018
Existen dos tipos de SHR: el SHR tipo I se caracteriza por un deterioro rápido y
progresivo de la función renal, definido como un aumento al doble de los valores
basales de creatinina sérica siempre y cuando se sobrepasen los 2,5 mg/dl, o como
una reducción del 50% del aclaramiento basal de creatinina hasta un nivel inferior a
20 ml/min en menos de dos semanas. Los pacientes con SHR tipo I suelen estar en
muy malas condiciones físicas y con signos de insuficiencia hepatocelular importante.
El SHR tipo I aparece espontáneamente en cerca de la mitad de los casos, mientras
que en el resto se encuentra algún factor precipitante, como una infección bacteriana,
7/9
28/2/2018
Bibliografía
0
Complications of diuretic therapy in hepatic cirrhosis. Lancet 1966; 1:1.049-1.053
0
Peripheral arterial vasodilation hypothesis: a proposal for the initiation of renal
sodium and water retention in cirrhosis. Hepatology 1988; 8:1.151-1.157.
0
Antidiuretic hormone and the pathogenesis of water retention in cirrhosis with ascites.
Sem Liv Dis 1994; 14:44-58.
0
Definition and diagnostic criteria of refractory ascites and hepatorrenal syndrome in
cirrhosis. Hepatology 1996; 23:164-176.
0
Ascites, renal failure, and electrolyte disorders in cirrhosis. Pathogenesis, diagnosis,
and treatment. En: McIntyre N, Benhamou JP, Bircher J, Rizetto M, Rod??s J, eds.
Textbook of clinical hepatology (1.a ed). Oxford: Oxford Medical Press, 1991; 429-
470.
0
Systemic and regional hemodynamics in patients with liver cirrhosis and ascites with
and without functional renal failure. Gastroenterology 1989; 97:1.304-1.312.
0
Comparison of paracentesis and diuretics in the treatment of cirrhotics with tense
ascites. Results of a randomized study. Gastroenterology 1987; 93:234-241.
8/9
28/2/2018
0
Incidence, predictive factors, and prognosis of the hepatorenal syndrome in cirrhosis
with ascites. Gastroenterology 1993; 105:229-236.
0
Randomized comparative study of therapeutic paracentesis with and without
intravenous albumin in cirrhosis. Gastroenterology 1988; 94:1.493-1.502.
0
Prognostic value of arterial pressure, endogenous vasoactive systems, and renal
function in cirrhotic patients admitted to the hospital for the treatment of ascites.
Gastroenterology 1988; 94:482-487.
0
The transjugular intrahepatic portosystemic stent-shunt procedure for refractory
ascites. N Engl J Med 1995; 332:1.192-1.197.
0
Randomized comparative study of efficacy of furosemide versus spironolactone in
non-azotemic cirrhosis with ascites. Relationship between the diuretic response and
the activity of the renin-angiotensin-aldosterone system. Gastroenterology 1983;
84:961-964.
0
Portosystemic encephalopathy after transjugular intrahepatic portosystemic shunt:
results of a prospective controlled study. Hepatology 1994; 20:46-65.
0
Hemodynamics and hormonal alterations in hepatic cirrhosis. En: Epstein M, ed. The
kidney in liver disease (3.a ed). Baltimore: Williams and Wilkins, 1988; 265-285.
0
Temporal relationship between hyperaldosteronism, sodium
9/9