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Fija tus ojos en Cristo

Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio


voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la
mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
Mateo 14:22-31

El propósito del enemigo es hacer cualquier cosa para que usted quite sus ojos
de la Palabra de Dios. Por ejemplo, causará problemas en su vida, agitará las
cosas de tal manera que su situación sea como un bote de remos en una
tempestad, hará lo que pueda para que usted ponga sus ojos en el mundo
físico y en la situación que lo rodea y no en las promesas de Dios. Él sabe que
si no logra ese cometido, usted podrá valerse de las promesas de Dios para
derrotarlo.
Esa táctica fue la que Satanás utilizó contra Pedro. Cuando Pedro saltó de la
barca en obediencia a la palabra de Jesús, ¿qué sucedió después?: él anduvo
sobre las aguas sin ningún problema. Cuando Jesús le dijo “ven”, él se aferró a
esa palabra y saltó al agua. Pero cuando quitó sus ojos de esa palabra y los
volvió a la tempestad, se puso a pensar que lo que él estaba haciendo no podía
ser posible. Todos sus conocimientos y toda su experiencia le decían que
cuando las olas y el viento eran tan fuertes, él sería arrastrado por ellas. Él
empezó a fijarse en lo que sabía del mundo natural en lugar de lo que Jesús le
había dicho, entonces su fe le faltó y él empezó a hundirse.
No permita que eso le suceda a usted. Una vez que reciba alguna revelación
de la Palabra de Dios, aférrese a ella y no se fije en nada más porque el diablo
hará cualquier cosa para que usted desista de ella: agitará las cosas a su
alrededor, tratará de infundirle temor y traerá a su memoria cosas del pasado
para hacerle pensar como lo hacía antes en la vida vieja.
Pero no ceda. Fije su mira en la Palabra de Dios hasta que sea más real que
cualquier otra cosa, y podrá andar sobre las aguas sin ningún problema.

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