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COMERCIO E INVERSIONES.
TRIBUTARIO
ASPECTOS GENERALES DEL CÓDIGO ORGÁNICO DE LA PRODUCCIÓN,
COMERCIO E INVERSIONES.
¨Art. 1.- Ámbito.-Se rigen por la presente normativa todas las personas naturales y
jurídicas y demás formas asociativas que desarrollen una actividad productiva, en
cualquier parte del territorio nacional.
Considerando como Actividad Productiva como el proceso a través del cual el hombre
emplea su ingenio, talento, destrezas y habilidades con el fin transforma las materias
primas, Recursos Naturales y otros insumos, con el objeto de producir Bienes y
servicios que se requieren para satisfacer las necesidades, involucrando todas las
actividades como actividades comerciales, de servicios, financieras, y otras.
¨Art. 3.- Objeto.-El presente Código tiene por objeto regular el proceso productivo en
las etapas de producción, distribución, intercambio, comercio, consumo, manejo de
externalidades e inversiones productivas orientadas a la realización del Buen Vivir. Esta
normativa busca también generar y consolidar las regulaciones que potencien, impulsen
e incentiven la producción de mayor valor agregado, que establezcan las condiciones
para incrementar productividad y promuevan la transformación de la matriz productiva,
facilitando la aplicación de instrumentos de desarrollo productivo, que permitan generar
empleo de calidad y un desarrollo equilibrado, equitativo, eco-eficiente y sostenible con
el cuidado de la naturaleza.¨[3]
¨Art. 4.- Fines.-La presente legislación tiene, como principales, los siguientes fines:
a. Transformar la Matriz Productiva, para que esta sea de mayor valor agregado,
potenciadora de servicios, basada en el conocimiento y la innovación; así como
ambientalmente sostenible y eco-eficiente;
d. Generar trabajo y empleo de calidad y dignos, que contribuyan a valorar todas las
formas de trabajo y cumplan con los derechos laborales;
Otro de los principales incentivos generales son las deducciones para mejoras de
productividad de pymes (conjunto de pequeñas y medianas empresas que de acuerdo a
su volumen de ventas, capital social, cantidad de trabajadores, y su nivel de producción
o activos presentan características propias de este tipo de entidades económicas),
producción limpia, eliminación de ISD ( impuesto que se carga sobre el valor de todas
las operaciones y transacciones monetarias que se realicen al exterior, con o sin
intervención de las instituciones que integran el sistema financiero. La tarifa del
Impuesto a la Salida de Divisas, también denominado ISD, es del 2%.) para
financiamiento, entre otros.
1. Generales: De aplicación para las inversiones que se ejecuten en cualquier parte del
territorio nacional. Consisten en los siguientes:
2. Sectoriales y para el desarrollo regional equitativo: Para los sectores que contribuyan
al cambio a la matriz energética, a la sustitución estratégica de importaciones, al
fomento de las exportaciones, así como para el desarrollo rural de todo el país, y las
zonas urbanas según se especifican en la disposición reformatoria segunda (2.2), se
reconoce la exoneración total del impuesto a la renta por cinco años a las inversiones
nuevas que se desarrollen en estos sectores.
3. Para zonas deprimidas: Además de que estas inversiones podrán beneficiarse de los
incentivos generales y sectoriales antes descritos, en estas zonas se priorizará la nueva
inversión otorgándole un beneficio fiscal mediante la deducción adicional del 100% del
costo de contratación de nuevos trabajadores, por cinco años…".
Debemos recordar que la reforma a la Ley de Régimen Tributario Interno aprobada por
la Asamblea Nacional el 3 de diciembre del 2009 y que por lo tanto se empezó a aplicar
desde el año 2010, cambió la naturaleza del "anticipo" del impuesto a la renta,
convirtiéndolo en un "impuesto mínimo", por aquello de que todas las empresas debían
pagar un mínimo de tributo por los servicios que reciben del Estado. Lamentablemente,
la fórmula planteada por el Servicio de Rentas Internas para que se aplique este
"impuesto mínimo" resultó anti-técnica e inequitativa.
La fórmula para calcular el anticipo mínimo es inequitativa, porque produce una
afectación mayor a un sector específico de la economía, en relación con los demás
sectores que resultan menos afectados; nos referimos al sector terciario en el que se
encuentra comprendido el comercio y específicamente los canales de distribución. Y
claro está, hay que mencionar el sector que sufre una afectación mínima por no decir
nula, es el sector del servicio intelectual, que sin tener mayores activos y sin hacer
mayores inversiones puede obtener grandes márgenes en sus ventas, siendo que, un
compañía de abogados, puede cobrar una factura de US$ 50.000 por un honorario
profesional y haber efectuado una inversión mínima en personal y gastos de oficina,
teniendo un margen que puede superar el 60% de sus costos y gastos; a diferencia del
distribuidor de gasolina, gas, cerveza, colas, cigarrillos o tarjetas de teléfonos celulares,
donde los márgenes de intermediación entre la compra y la venta oscilan entre el 1,5%
hasta ese 10%; así pues, los distribuidores de cerveza tienen un margen del 7,42%, los
distribuidores de gas tienen un margen del 5%, los distribuidores de tarjetas de celular
tienen un margen del 8%; etc, por lo tanto es muy posible que alguno de estos sectores
al aplicar la inequitativa fórmula del Servicio de Rentas Internas resulte pagando un
impuesto mínimo hasta tres veces superior a su real impuesto causado.
Diferentes negocios tienen diferentes enfoques en función del producto o servicio que
ofrecen o de su posición dentro de la cadena de distribución (fabricante, importador,
mayorista, distribuidor, minorista, etc.); en consecuencia, hay productos de alta rotación
y bajos márgenes brutos y viceversa. Hay negocios que requieren fuertes inversiones en
activos fijos y otros no tanto. Otros requieren un gran apalancamiento; siendo las
opciones tan variadas como las alternativas de negocios que existen.
Entonces, está claro que el fabricante y las grandes industrias para mantenerse como
tales, buscan su punto de equilibrio en las ventas, cuyo precio final, si bien es cierto, en
parte depende de la competencia, en gran medida, depende de las decisiones que toman
los administradores, de tal suerte, que son capaces sin limitación alguna, de proponer el
precio final y por lo tanto, de controlar el margen que deben arrojar sus ventas. También
ocurre lo mismo con algunos importadores, que importan el producto a un valor y lo
pueden vender hasta el triple, sin ningún control, por lo tanto al triplicarse su margen la
fórmula del anticipo mínimo no los afecta. Tampoco le afecta la fórmula del anticipo
mínimo cuando el sector de la distribución es el más fuerte en la relación comercial y le
impone el precio de venta al productor como es el caso de las dos grandes cadenas de
supermercados existentes, por lo tanto, a ellos tampoco les afecta la fórmula, porque
imponen el precio de compra y porque el volumen de ventas es tal que suple la
estrechez del margen de comercialización.
Está claro, que para que funcione el sector productivo, se requiere que el sector terciario
funcione adecuadamente, pues si no lo hace, la industria puede sucumbir o al menos, se
verá obligada a asumir directamente las funciones de este sector, eliminando uno de los
elementos de la cadena, al distribuidor. Un distribuidor mediano o pequeño,
simplemente no podría sobrevivir con un impuesto mínimo que está fundamentado en
las ventas y en los activos.
Y es evidente que el sector más golpeado es aquel que tiene los precios controlados ya
sea por el productor o por el propio Estado, como los distribuidores de gasolina o los
distribuidores de cerveza, ambos productos de alta rotación y bajos márgenes brutos.
Respecto de la fórmula empleada debemos simplemente mencionar:
0.4% de las Ventas: Como sabemos, es imposible establecer si un negocio es
rentable o no en base a la utilidad sobre las ventas. Este indicador no es eficaz ni
para comparar empresas dentro de un mismo sector, como el de la
comercialización de combustible; ya que existen diversos tipos de modelo de
negocio implementado, así pues, la fórmula afecta significativamente más, a
aquellas comercializadoras que se dedican exclusivamente a la comercialización,
que aquellas que hacen concomitantemente la comercialización y la distribución.
Los productos de consumo masivo generalmente tienen una altísima rotación
que genera ventas voluminosas pero que tienen un bajísimo margen; un producto
suntuario será exactamente lo opuesto. Si dada una misma inversión, ambos
negocios generasen la misma cantidad de dólares de utilidad, entonces ¿sería
justo castigar al primero y beneficiar al último?; pues esto es lo que sucede con
el sector de los comercializadores de precios controlados.
0.2% de los Costos y Gastos: Este cálculo viene a ser como la antítesis del
impuesto a la renta. Si a mayores egresos se genera una menor utilidad, entonces
es absurdo gravar los costos y gastos. Negocios que tienen mayor porcentaje de
utilidad sobre las ventas como suelen ser los servicios, por su baja o nula carga
de costos y gastos, serían favorecidos en comparación con otros que en
comparación manejen menores márgenes como suelen ser las empresas de
comercio.
0.4% de los Activos: Hasta cierto punto es cierto que mayores activos deberían
generar una mayor renta pues de lo contrario serían improductivos; pero al
gravarlos directamente no se estaría tomando en cuenta otros factores como por
ejemplo los pasivos. Si una industria obtiene un crédito para instalar una planta
y adquirir maquinaria, es lógico que la rentabilidad que ese activo genere, será
destinada para el repago del préstamo; entonces gravar este activo con un
impuesto equivaldría a encarecer el financiamiento, así como hacer inversiones
para optimizar el servicio tendrían un costo adicional con la aplicación de la
fórmula.
0.2% del Patrimonio: En estricto rigor es la parte más sensata de la fórmula ya
que se da un período de cinco años para que las empresas sean rentables.
Esta reforma que nos da la razón en el análisis anterior que hicimos, inexplicablemente
se la limitó únicamente a favor de las comercializadoras y distribuidoras de
combustibles, cuando la misma afectación a la formula sufrían los distribuidores de gas,
de cerveza, de colas, de tarjetas de teléfonos celulares y en general todos aquellos que
tienen los precios de venta al público controlados por el Estado o por el productor, por
lo que, lo adecuado hubiese sido que el literal j) se extienda no solo a los
comercializadores y distribuidores de combustibles sino que sea en general a todos los
comercializadores y distribuidores de bienes o servicios cuyo precio de venta al
consumidor final está regulado por el Estado o por el Productor.
Las únicas reformas que existen a la fórmula del anticipo son en realidad excepciones
como la del literal j) de la norma ibídem antes mencionada; así como, la que establece el
literal K) en el sentido de que los contribuyentes cuya actividad sea exclusivamente la
relacionada con proyectos de agroforestería con etapas de crecimiento superiores a un
año, estarán exonerados del anticipo del impuesto mínimo durante los períodos que no
reciban ingresos fiscales. Entonces, más que un beneficio, encontramos algo lógico, si
voy a sembrar teca y durante 20 años no voy a recibir la rentabilidad es lógico que
durante todo este tiempo no pague anticipo por los costos y gastos en que incurro para
mantener el producto durante tanto tiempo.
Únicamente pueden solicitar que un espacio territorial se convierta en una ZEDE, una
institución del sector público o un gobierno autónomo descentralizado y quien las
autoriza es el Consejo Sectorial de la Producción (entidad creada por el Código de la
Producción y conformada en su mayoría por miembros del ejecutivo).
Entonces, podemos inferir que si el sector productivo desea conformar una ZEDE, debe
presentar el proyecto de acuerdo a las actividades mencionadas a una institución pública
u organismo autónomo descentralizado como la Municipalidad, para que, ésta a su vez,
solicite su aprobación al Consejo Sectorial de la Producción.
¿Cuáles son los beneficios fiscales de establecer una actividad productiva en una
ZEDE?
1. Una deducción adicional del 100% a las medianas empresas en el monto que
gasten en capacitación técnica, desarrollo e innovación tecnológica, que mejore
la productividad siempre que no supere el 1% de los gastos efectuados por
sueldos y salarios; los gastos en asistencia técnica en desarrollo de productos
mediante estudios y análisis de mercado, mientras no superen el 1% del total de
sus ventas; los gastos de viaje, estadía y promoción comercial para acceder a
mercados internacionales siempre que no supere el 50% del total de costos y
gastos en promoción y publicidad de la empresa (Art. 10 numeral 17 de la
LORTI); y,
2. La depreciación y amortización que correspondan a la adquisición de
maquinarias, equipos y tecnologías destinadas a la implementación de
producción más limpia o la reducción del impacto ambiental de la actividad
productiva y la emisión de gases de efecto invernadero, tienen una deducción
adicional del 100%, sin embargo, esta deducción no podrá superar el 5% de los
ingresos totales de la empresa (Art. 10,7 de la LORTI).
D) Los beneficios para la apertura del capital social de las empresas a favor de sus
trabajadores.-
El único beneficio en este aspecto es la introducción del Art. 39.1 a la LORTI, en el que
se establece que si una sociedad pone las acciones de ésta, en un monto no inferior al
5% para que sean compradas por sus trabajadores, quienes deben representar al menos
el 20% de la nómina, tendrán derecho en el ejercicio impositivo que realizan esta
acción, a obtener facilidades para el pago tanto para el pago del impuesto a la renta
como para el pago del impuesto mínimo, hasta por 5 años pagando los correspondientes
intereses. Este beneficio será aplicable siempre que tales acciones se mantengan en
propiedad de los trabajadores.
Parece evidente, que este sería un verdadero beneficio para una empresa que por falta de
liquidez necesita facilidades para el pago, más allá del máximo de 2 años establecido en
el Código Tributario, para lo cual, sus accionistas tendrían que desprenderse de al
menos, el 5% de sus acciones para colocarlos en al menos el 20% del total de sus
trabajadores, con lo cual, extenderían las facilidades para el pago hasta por 5 años.
Esta misma ley, establece un beneficio adicional para las empresas que abren las
acciones a sus empleados y se las venden a plazos, estableciendo que los intereses que
paguen los trabajadores por concepto de la compra de estas acciones, se considere un
ingreso exento, de conformidad con el numeral 16 del Art. 9 de la LORTI.
H) La exoneración del anticipo del impuesto a la renta por cinco años para toda
inversión nueva.-
El último inciso del literal b) del Art. 41 de la LORTI efectivamente establece que las
inversiones nuevas reconocidas de acuerdo al Código de la Producción están exoneradas
por 5 años del pago del anticipo mínimo que como ya hemos dicho es un impuesto
mínimo. Pues bien, las empresas ya existentes, si hacen inversiones nuevas y desean
acogerse a este beneficio, deben estar registradas en el Consejo Sectorial de la
Producción y como establece el Art. 25 del Código de la Producción, es el que
establecerá los parámetros que deben cumplir los inversionistas para que sus inversiones
sean consideradas como inversiones nuevas.
El verdadero beneficio fiscal, establecido en el último inciso del literal b) del Art. 41 de
la LORTI, es el que dispone que las compañías recién constituidas están exoneradas del
impuesto mínimo durante los primeros cinco años de operación, ya que, no los sujeta a
ninguna condición. Por lo tanto, si una empresa quiere invertir dinero que tiene fuera del
país para realizar una actividad en el Ecuador, por ejemplo, comprando un negocio en
marcha, lo mejor es que constituya una compañía nueva que estará exonerada por 5
años del pago del impuesto mínimo. Tampoco cabe duda, que esta exoneración por 5
años para compañías recién constituidas es un verdadero escudo fiscal.
Para estos efectos se introdujo el Art. 9.1 en la LORTI, en la cual se establece que las
sociedades nuevas que se constituyeren o las inversiones nuevas que realicen las
sociedades ya existentes en el territorio nacional, con excepción de las jurisdicciones
urbanas de Quito y Guayaquil para realizar actividades taxativamente expuestas, quedan
exoneradas por 5 años del pago del impuesto a la renta y por ende del impuesto mínimo.
Para que una empresa pueda gozar además de los beneficios tributarios de carácter
general y sectorial, de un beneficio adicional, puede realizar sus nuevas inversiones en
zonas deprimidas, este beneficio es el establecido en el inciso cuarto del numeral 9 del
Art. 10 de la LORTI y que establece que el gasto en la contratación de trabajadores
residentes en dichas zonas deprimidas, permite una deducción adicional del 100% por
este concepto, con la diferencia de que, esta deducción adicional podrá efectuarse
durante cinco períodos fiscales consecutivos.
Deviene claro, que la norma del numeral 3 del Art. 24 del Código de la Producción,
permite que quien realice inversiones en estas zonas deprimidas goza de los beneficios
generales como las deducciones adicionales a las que hicimos mención anteriormente, la
exoneración del impuesto a la salida de divisas para las operaciones de financiamiento
externo destinadas a inversiones productivas, etc; goza también de los beneficios
sectoriales como la exoneración por 5 años del pago del impuesto a la renta y
finalmente el beneficio adicional que hemos mencionado en el párrafo anterior.
Cabe mencionar que para que una zona se considere económicamente deprimida, debe
ser declarada como tal de manera conjunta por la Secretaría Nacional de Planificación,
el Consejo Sectorial de la Producción y los Gobiernos Autónomos Descentralizados.
En Conclusión: Vistos como están las normas que crean beneficios tributarios
tendientes a mejorar la productividad en el país, habrá que evaluar dentro de los
próximos tres años si estas normas fueron realmente suficientes para crear un clima de
confianza y seguridad jurídica en los inversionistas nacionales y extranjeros o si por el
contrario, debemos hacer cambios aún más trascendentales para que estas normas se
vuelvan eficaces.
DR. CHRISTIAN VITERI LÓPEZ / PROFESOR TITULAR / UNIVERSIDAD
CATÓLICA DE SANTIAGO DE GUAYAQUI