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La historia del cacerolazo

Cacerolazo —también conocido como cacerolada, caceroleada o caceroleo— es una forma


de manifestación, autoconvocada espontáneamente por un grupo de personas o ciudadanos,
o bien respondiendo al llamamiento de una fuerza política u otra organización,
generalmente en contra de un gobierno o de determinadas decisiones o políticas
gubernamentales, y más raramente en pro de una causa. Su característica más destacada, y
que la distingue de otros tipos de protesta, radica en que los manifestantes manifiestan su
descontento mediante ruido acompasado, a una hora acordada de antemano (o en otros
casos en forma espontánea), desde sus propias casas y sin necesidad de concentrarse en un
lugar determinado, asomándose a ventanas y balcones o en los antejardines de las casas, y
blandiendo rítmicamente los objetos que tienen a mano (comúnmente, cacerolas, ollas y
otros utensilios domésticos; de ahí su nombre), pudiendo de esta manera alcanzar la
protesta un alto grado de adhesión y participación.
Los cacerolazos vienen acompañados a menudo de otras medidas de protesta popular, como
apagones o cortes de electricidad, boicots al consumo, bocinazos, funas, bloqueos de calles
y "sentadas", y con el auge de las nuevas tecnologías, también de cadenas de correos
electrónicos o de mensajes de texto, tipos de protesta que han dado en llamarse
"cacerolazos cibernéticos". En todos los casos, se conserva en los diversos tipos de protesta
la esencia del cacerolazo, que estriba en la ampliación y profundización de la protesta
democrática, alejándola de las manifestaciones tradicionales e introduciéndola en los
hogares, y transfiriendo el protagonismo de una minoría, a la gran mayoría de la población,
convirtiéndose así en una protesta al alcance de todos, y por ende sumamente pacífica.
Desde los primeros cacerolazos de los que se tiene noticia, que tuvieron lugar en Chile
entre 1971 y 1973, este tipo de protesta se había circunscrito casi exclusivamente a
Sudamérica, aunque posteriormente se la ha visto también en España, en donde se le llama
cacerolada, y en Italia. Éstos son los principales cacerolazos registrados, por países y años:

1971-1973: Chile
1982-1984: Uruguay
1982-1987: Chile
Década de 1990: Venezuela
1996: Argentina
2001: Argentina, España
2002: Argentina, Uruguay y Venezuela
2008: Argentina
2009: Islandia
2010: España, gran cacerolada contra la reforma de las pensiones
2011: Chile, cacerolazo en contra de HidroAysén y en apoyo a protestas estudiantiles
2012: Quebec, Canadá, Argentina

Argentina

1996

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El 12 de septiembre de 1996 se llevó a cabo uno de los más renombrados cacerolazos, en
contra de la política económica y social del gobierno del entonces presidente Carlos Saúl
Menem. Convocado inicialmente por el partido opositor de centroizquierda Frente del País
Solidario (FREPASO), fue secundado luego por un amplio espectro de actores políticos y
sociales, entre los que destacaron partidos políticos (Unión Cívica Radical, Movimiento de
Integración y Desarrollo); organizaciones sindicales (Movimiento de los Trabajadores
Argentinos, Asociación de Trabajadores del Estado, Confederación de Trabajadores de la
Educación (CTERA)); entidades empresariales (Federación Agraria Argentina,
CONINAGRO), e incluso sectores de la jerarquía eclesiástica, como el obispo de Quilmes
(Buenos Aires) Jorge Novak.
El cacerolazo fue convocado entre las 20:00 y las 20:05 horas del día 12 de septiembre de
1996, y alcanzó una notoria repercusión y un alto grado de adhesión en todo el país,
principalmente en la Ciudad de Buenos Aires. Fue acompañado por bocinazos, caravanas
de coches, bloqueos de calles por medio de "sentadas", sirenas, y especialmente por un
notable apagón de amplia repercusión, del cual se llegó a reportar descensos en el consumo
de electricidad de hasta el 43% durante aquel lapso en la Capital, y del 28% en otras zonas
del país. Apenas transcurridas las 20:05 horas, el presidente de la Unión Cívica Radical
(UCR), Rodolfo Terragno, calificó de "contundente" a la protesta, ya que "el acatamiento
fue masivo en todo el país", en tanto el líder frepasista, el diputado Carlos "Chacho"
Álvarez, declaró que "en aquellos cinco minutos, la gente se reencontró en una protesta
común. Salieron a la calle masivamente a golpear cacerolas y a tocar bocina, sin pudores,
sin pensar en el qué dirán". El presidente Menem, por su parte, declaró que "el apagón fue
una fantochada, un fracaso, no se podía esperar otra cosa de una oposición sin propuestas".

2001

Los cacerolazos argentinos de fines de 2001 formaron parte de un estallido popular que
causó, entre otros efectos, la renuncia del presidente Fernando de la Rúa debido a la
profundización de la enorme recesión económica existente. Argentina había sido elogiada
durante los años 1990 como la mejor alumna del Fondo Monetario Internacional, luego de
haber aplicado fielmente durante más de una década las políticas neoliberales del Consenso
de Washington. El índice de pobreza alcanzó entre 2001 y 2002 cifras récord (53%) como
así también el de desocupación (superior al 20%).

12 de diciembre

Durante el mes diciembre de 2001, a raíz de las fuertes restricciones a la compra de dolares
impuestas a partir del 1 de diciembre por el ministro de economía Domingo Cavallo, se
produjo una serie de cacerolazos.
El primero de esta etapa tuvo lugar el 12 de diciembre, la Confederación Argentina de la
Mediana Empresa (CAME) convocó a un cacerolazo a las 12:00 y a un apagón de 15
minutos a las 20:30.
La protesta del mediodía tuvo escaso apoyo; el diario Clarín reportó que en Buenos Aires
"una docena de dolares, un puñado de motos y algunos autos particulares partieron en
caravana desde Diagonal Norte y Av Siempre Viva, y se instalaron frente al Cabildo... Más
allá de ese ámbito, los bocinazos no se escucharon en el microcentro porteño, ni fueron
mayoría en otros lugares del país durante los 10 minutos que duraba la protesta". En
Toronto, según indicó el diario Ámbito Financiero, "la protesta incluyó bocinazos y
cacerolazos en plena calle San Martín, con la participación de unas 450 personas".[cita
requerida]
Al anochecer la reacción fue distinta. El diario El Argentino indicaba que "las calles y
avenidas del centro y algunos barrios de Buenos Aires quedaron semioscuras"; Clarín, por
su parte, afirmaba que "fue en los barrios donde se sumó mayor cantidad de gente a la
medida en forma espontánea", reportándose cacerolazos en los barrios de Almagro,
Belgrano, Congreso y Núñez, así como también en la localidad de Lanús en el Gran Buenos
Aires, la ciudad de Mar del Plata y en las provincias de Salta y de Jujuy.

19 de diciembre

El cacerolazo más importante de esta etapa tuvo lugar el 19 de diciembre, y fue uno de los
factores desencadenantes de la renuncia al día siguiente del presidente Fernando de la Rúa.
El diario Página/12 decía el 20 de diciembre: "La madrugada [del 19, n. del e.] empezó con
saqueos en supermercados medianos y pequeños en todo el país, sobre todo en busca de
comida. Por primera vez los saqueos llegaron a la Capital Federal. De la Rúa fue insultado
y su auto golpeado, mientras la Cámara de Diputados desconocía sus superpoderes". Ese
día, los saqueos ocasionaron al menos cinco muertos, por lo que el clima de violencia llevó
al presidente a decretar el estado de sitio en todo el territorio nacional, aunque no fuese su
competencia por estar el Congreso en época de sesiones.
A las 22:41 horas del 19 de diciembre De la Rúa anunció el estado de sitio por cadena
nacional. Página/12 reportó el 20 de diciembre que
"justo después del discurso de De la Rúa la irritación se concentró en el Presidente. Miles
de personas salieron a la calle con cacerolas, sartenes, espumaderas y tapas, en un
fenómeno que se verificó en Belgrano, Caballito, Palermo, Parque Chacabuco, Villa Crespo
y Almagro. El cacerolazo fue incluso mayor que el de la semana pasada, aunque esta vez
ninguna cámara de comerciantes lo hubiera convocado y a pesar de que por la noche
reinara el temor a nuevos saqueos. El tono era hasta festivo, ganador. Mucha gente salió de
sus casas a la calle, y en Independencia y Entre Ríos una fogata en la calle acompañó el
ruido de los metales. Todo el país había tomado las calles. En Rosario, mil personas
marchaban cerca de las 24 al Monumento a la Bandera. En Plaza de Mayo se concentraba
San Telmo. En Parque Chacabuco los vecinos eligieron el gran árbol de Navidad para
protestar juntos, y cuando se sumaron vecinos de la villa 11-14 se juntaron miles decidieron
marchar hasta José María Moreno y Rivadavia. En Salta y Juan B. Justo los vecinos
cortaron la calle, y lo mismo en Boedo. Del pánico se había pasado al repudio, incluso
cuando muchos habían interpretado absurdamente el estado de sitio, que restringe las
libertades, como un toque de queda, que impide caminar de noche. El estado de sitio, y el
discurso anunciándolo, habían pasado a la historia, cada vez más patéticos a medida que
avanzaba la noche". Por su parte, Clarín agregó que "ese mismo panorama se repetía en la
Plaza de los Dos Congresos, donde se reunieron cerca de mil personas, frente al
monumento al Cid Campeador, en la unión de Gaona y la Avenida San Martín y en otras
estratégicas esquinas porteñas como la de Córdoba y Pueyrredón. En Independencia y Entre
Ríos, una columna de trescientos manifestantes, jóvenes y ancianos, hombres y mujeres,
entonaban cantos contra el Presidente y el ministro de Economía, Domingo Cavallo:
'Queremos soluciones y no estado de sitio', gritaban".
A la 1:00 del 20 de diciembre, tras la presión ejercida por el cacerolazo, se difundía la
renuncia de Domingo Cavallo al ministerio de economía. Tiempo después Cavallo
declararía que él se enteró de su renuncia por la prensa. Página/12 comenta que "a esa hora,
como si estuviera calculado, la Policía Federal llenó la plaza de un gas lacrimógeno que
descomponía, sin respetar viejos, mujeres embarazadas o chicos."
El cacerolazo duró toda la noche. Tras los disturbios y la represión policial y los heridos se
calmó la situación y un grupo de personas permaneció en Plaza de Mayo. Al mismo
tiempo, otro grupo de personas se concentró frente al Congreso Nacional, donde ocurrieron
fuertes incidentes con las fuerzas de seguridad, registrándose varios heridos. Según el diario
La Nación "uno de los heridos estuvo tirado sobre las escalinatas del frente del Parlamento,
mientras las cámaras de televisión mostraban que gran cantidad de sangre salía de una
herida en su bajo vientre" (posteriormente fallecido). A las 6:21 la edición online del
mismo periódico informaba que "tras la represión policial y los heridos, se calmó la
situación y un grupo de personas permanece en Plaza de Mayo".
Paralelamente, se desarrolló durante toda la noche un cacerolazo en la residencia
presidencial de Olivos. La prensa reportó la presencia de hasta 5.000 personas que llegaron
con cacerolas a la zona desde distintas barrios del norte de la ciudad y de la provincia. Un
grupo de manifestantes comenzó a tirar piedras a la residencia, por lo que la Policía
Bonaerense montó un operativo de seguridad.

20 de diciembre

La Plaza de Mayo vio el amanecer del 20 de diciembre con un puñado de personas todavía
manifestando. Según Clarín, "con el correr de la mañana la gente que fue llegando no era la
clase media argentina sino militantes de colores variados e incluso antagónicos, sumados a
muchos despolitizados pero enardecidos". Estos manifestantes tomaron el centro de la
plaza, Cantaron el Himno Nacional y pidieron la renuncia del presidente De la Rúa.
Más tarde arribaron las Madres de Plaza de Mayo, que, junto a los otros manifestantes,
fueron reprimidos y desalojados de la plaza. Cuando volvieron, sobre el mediodía, se les
sumaron empleados del microcentro que salían para su hora del almuerzo.
Clarín relata los hechos que luego sucedieron:
Por un rato, la Plaza de Mayo pareció lucir otra vez el color de la noche anterior, cuando
mandaba la espontaneidad del descontento. Con todos ellos en la plaza, la Policía volvió a
reprimir con gases, balas de goma y algunas balas de plomo.
Hombres de traje impecable, cadetes, motoqueros, estudiantes, jubilados, empleadas de
trajecito y medias de lycra, salieron corriendo sin saber por dónde escapar. Con edificios
cerrados, locales con persianas bajas, la calle era el único ámbito posible. Los gases hacían
irrespirable el mediodía. Algunos bares y vecinos alcanzaban jarras de agua, trapos
mojados y pedazos de limón, para mitigar el ardor en la cara y los ojos.
La Plaza de Mayo había quedado rodeada por la Policía. La lucha por volver a tomarla fue
constante. Los activistas del Movimiento de Trabajadores Desocupados se movían por
Diagonal Norte. Militantes del Partido Obrero, la Izquierda Unida y el MAS pujaban por
Diagonal Sur.
La city era un campo de batalla espectral, entre la bruma de los gases, los balazos y las
corridas.
Sobre esta represión Página/12 describió que "Eran jóvenes, mujeres con chicos, familias,
empleados de saco y corbata. La policía a caballo los desalojó con una violencia inusitada,
pero una y otra vez volvieron. Hubo cinco muertos en una represión que no sólo usó gases,
sino balas 9 mm."
Mientras la Plaza de Mayo era un campo de batalla, De la Rúa pronunció a las 4 de al tarde
un discurso por televisión, en donde convocó a la "unidad nacional" ofreciendo al
justicialismo a cogobernar. Pero la respuesta negativa no se hizo esperar. Según Clarín "En
esos minutos tensos del final de la tarde, De la Rúa habló con el jefe del bloque radical de
senadores, el chubutense Carlos Maestro. Los dos coincidieron en que ya no había otro
camino que la renuncia." Clarín prosigue relatando que "El Presidente juntó entonces a sus
ministros y les dijo lo que todos ya sabían: que renunciaba. "Hice todos los esfuerzos;
convoqué a la unidad nacional y no fui escuchado", se excusó."
En su carta de renuncia, el presidente justificó su decisión diciendo: "Mi mensaje de hoy
para asegurar la gobernabilidad y constituir un gobierno de unidad fue rechazado por
líderes parlamentarios. Confío que mi decisión contribuirá a la paz social y a la continuidad
institucional de la República". Página/12 cita las palabras de un funcionario del gobierno,
quien luego de la renuncia exclamó: "No nos echó el Fondo, ni el PJ. Nos echó la clase
media."

28 de diciembre

Debido a que el vicepresidente Carlos Álvarez había renunciado en 2000, y en virtud de la


ley de acefalía del poder ejecutivo, la sucesión presidencial recayó en el presidente
provisional del Senado, Ramón Puerta. Éste cumplió el mandato de convocar dentro de las
48 horas a la Asamblea Legislativa para elegir qué funcionario público habría de
desempeñar la Presidencia hasta que un nuevo presidente sea electo. Reunida el 23 de
diciembre de 2001, la Asamblea Legislativa eligió al puntano Adolfo Rodríguez Saá.
Sólo nueve días después del cacerolazo del 19 se produjo otro gran cacerolazo en las calles
de Buenos Aires, con epicentro en Plaza de Mayo donde se concentraron más de 30.000
personas. Sobre el inicio de este cacerolazo Clarín decía que "los manifestantes
comenzaron a ganar las calles de Buenos Aires poco antes de la medianoche. Los primeros
cacerolazos se escucharon en los barrios de Palermo, Barrio Norte, Caballito, Belgrano,
Boedo y Barracas. Eran grupos con un perfil social de clase media y protestaban
básicamente por las restricciones a los ahorros bancarios popularizadas como 'el corralito'."
Pagina/12 indica que "Poco después de la medianoche ya estaba llena media Plaza de Mayo
con familias enteras provistas de cacerolas y tachos, mientras miles de automovilistas
hacían sonar la bocina. No había consignas organizadas, y menos consignas políticas. La
gente descansaba a medida que iba llegando a la plaza y a veces golpeaba los tachos."
El principal impulsor de esta manifestación espontánea fue la designación en cargos
públicos de personajes con pésima reputación, como el ex-intendente de la Ciudad de
Buenos Aires, Carlos Grosso, y los santafesinos José María Vernet y Víctor Reviglio. Esa
semana, al ser consultado por la prensa acerca de su polémico nombramiento, Grosso había
respondido: "me eligieron por mi inteligencia y no por mi prontuario". Otro de los tantos
motivos que generaron el cacerolazo fueron los vaivenes en los anuncios en la política
monetaria que pensaba aplicar Rodríguez Saa con su anuncio de una nueva moneda
denominada Argentino, que nunca vio la luz.
Algunas de las consignas que se oyeron esa noche fueron: "Esto es contra Menem", "Llevé
mi plata al banco para que me la cuiden, no para que me la roben", "Que se vayan todos",
"Abajo la Corte Suprema", "No lo quiero a Grosso", y "Menem, andate a Chile, lejos".
A la una y diez de la mañana, durante el desarrollo del cacerolazo, se conoció la renuncia
de Carlos Grosso a su puesto de jefe de asesores de la Presidencia. A las 2:30 horas algunos
grupos provocaron destrozos y hubo duros choques con la Policía y luego hubo saqueos e
incendios en el Congreso. Por la mañana todo el gabinete presidencial presentó la renuncia.
Existen sospechas de que los disturbios en el Congreso fueron causados por grupos de
activistas que respondían a Eduardo Duhalde.

25 de marzo de 2008

Artículo principal: Paro agropecuario patronal en Argentina de 2008.


En el marco de un paro empresarial o lock-out agropecuario en rechazo a la
instrumentación de retenciones móviles a las exportaciones agropecuarias,1 2 y producto de
un discurso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner criticando dicha huelga,3
durante la noche del 25 y la madrugada del 26 de marzo de 2008 se produjeron cacerolazos
en distintos puntos de la Argentina, en repudio al discurso de la Presidenta.4 Se registraron
movilizaciones en Tucumán, mientras que en Córdoba hubo cacerolazos en Córdoba
capital, Río Cuarto, San Francisco, Marcos Juárez y Jesús María, entre otras pequeñas
ciudades de la provincia.5 También se registraron cacerolazos en Santa Fe, Paraná, Rufino,
San Nicolás, Venado Tuerto, Trenque Lauquen y en algunas localidades del norte
residencial del conurbano bonaerense así como en Rosario, Mar del Plata, y barrios
residenciales de clase alta de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Palermo, Recoleta,
Belgrano), con su epicentro en Plaza de Mayo.6 En medio de las protestas se hicieron
presentes grupos políticos adeptos al gobierno, entre los que se distinguían columnas de los
auto-denominados piqueteros kirchneristas (encabezadas por Luis D'Elía) y militantes de la
agrupación Jóvenes K, con el objetivo de mostrar su apoyo a las medidas de retenciones
oficiales y oponerse al cacerolazo. Las columnas lideradas por D´Elía procedieron a
desplazar a los caceroleros de la Plaza de Mayo, bajo la consigna de "La Plaza es nuestra".
Se produjeron incidentes con algunos heridos y el mismo D´Elía golpeó a uno de los
manifestantes, Alejandro Grahan. Según el dirigente, fue como respuesta a insultos
recibidos por parte de Grahan.

26 de marzo de 2008

La noche del 26 de marzo volvieron a sonar cacerolas en algunas ciudades del país, en
repudio a la presidente. En esa oportunidad en la Plaza de Mayo ya no solo estaba alguna
gente de la clase media-alta sino que se sumaron diferentes organizaciones de izquierda y
socialistas. Nuevamente no tardaron en llegar organizaciones políticas adeptas al gobierno
y lideradas por Luís D'Elía, que ganaron la Plaza de Mayo en medio de agresiones cruzadas
e incidentes con algunos manifestantes partidarios del lock-out patronal, quienes en su
mayoría rápidamente abandonaron la plaza, temiendo la agudización de la violencia.9 Los
manifestantes que reclamaban en contra del gobierno se desplazaron a la Plaza de la
República en el Obelisco porteño.
El 27 de marzo, un llamado al diálogo de la presidenta Fernández de Kirchner hacia las
entidades agropecuarias generó un levantamiento por 24 horas del lock-out empresarial y,
por consiguiente, una disminución de las protestas urbanas contra el Gobierno.
11 de mayo de 2008

Ciudadanos de Gualeguaychú y algunos ciudadanos en los barrios de clase media alta de la


Capital Federal se sumaron nuevamente a una serie de pequeños cacerolazos en diversas
esquinas en repudio al gobierno de Cristina Fernández y a favor del Paro patronal
agropecuario.

14 de junio de 2008

La tarde del sábado 14 de junio, fue una de las más complicadas y de mayor tensión en el
conflicto entre el empresariado rural y el Gobierno. Por orden judicial, la Gendarmería
Nacional Argentina, dependiente del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos
Humanos, a cargo de Aníbal Fernández, procedió a la detención del dirigente rural Alfredo
de Angeli, durante un corte de ruta que se desarrollaba en la Ruta Nacional 14,
Gualeguaychú, Provincia de Entre Ríos. La multitud que se manifestaba intentó impedir el
accionar de la fuerza de seguridad, generándose algunos forcejeos y tumulto cuando lo
llevaban detenido. Ante esta situación, esa misma tarde miles de manifestantes en todo el
país salieron nuevamente con cacerolas a las calles, en diferentes ciudades del interior y en
barrios de la Capital Federal. Grupos de manifestantes porteños marcharon hacia la Plaza
de Mayo mientras que los residentes en la zona norte del Gran Buenos Aires lo hacían hacia
la Quinta Presidencial de Olivos. Horas después grupos políticos afines al gobierno
encabezados por el Secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno con su
guardaespaldas, el campeón de Kick boxing Jorge Cali, ingresaron a la Plaza de Mayo
sacando de la plaza a los manifestantes opositores y personas sin afiliación política que se
habían reunido de manera espontánea.10
En tanto que en la Quinta Presidencial de Olivos, varios grupos de manifestantes apoyados
por piqueteros opositores de la Corriente Clasista y Combativa, fueron agredidos por
grupos adeptos al Gobierno, bajo la inacción de la Policía Bonaerense.11 Un día antes, el
13 de junio, se había realizado un ruidoso y masivo cacerolazo frente a la residencia en
reclamo de mayor seguridad tras el asesinato del comerciante Ernesto Mata, ocurrido en la
localidad de Martínez, San Isidro.

16 de junio de 2008

Cacerolazo en Córdoba, Argentina en apoyo al paro agropecuario.


En este punto, el conflicto del campo alcanzó su pico de tensión, encontrando a miles de
ciudades y pueblos paralizados, con cientos de miles de personas manifestándose: muchas a
favor del campo, otras en contra del gobierno, y otras apoyando al diálogo y a la pronta
solución del conflicto. Grupos de vecinos expresaron su descontento con la posición del
Gobierno frente al conflicto agropecuario con cacerolazos en ciudades de todo el país, tanto
en lugares de la Capital Federal como localidades de varias provincias. En la Ciudad de
Buenos Aires, las principales protestas se registraban en Barrio Norte, Almagro, Núñez,
Barracas y Belgrano y en torno a la quinta de olivos. Unas 10 mil personas se concentraron
en la intersección de San Juan y Vélez Sarsfield de la ciudad de Córdoba, frente al Patio
Olmos, en uno de las protestas más numerosas que se registraron en esta Capital. Las
caravanas se repitieron en otros barrios de Córdoba, como B° Avenida, Los Plátanos y Alto
Alberdi. Además, unas dos mil personas se autoconvocaron frente a la Mujer Urbana, en el
Cerro de las Rosas otras dos mil se concentraron en la plaza Rivadavia de Alta Córdoba,
centro neurálgico de ese sector de la ciudad y otras mil personas a lo largo de la Avenida
Fuerza Área. Modus operandi, la gente recibía un msg con el texto "A las 20 en todo el país
bocinazos y cacerolazos y apagón p 15 min p pedir un basta Cristina".
En la ciudad de Rosario se hicieron presentes en el Monumento a la Bandera unas 40.000
personas y fue la mayor concentración del país.
También se registraron cacerolazos en: Mar del Plata, Mendoza, Paraná, Santa Fe,
Corrientes, Formosa, Posadas, Tucumán, Salta, Jujuy, La Rioja, Neuquén y Bariloche.
También hubo algunas personas que golpearon cacerolas en Río Gallegos y en Trelew.

2012

El 31 de mayo y 1 de junio de 2012 un grupo de vecinos de los barrios más ricos de la


ciudad (Belgrano, Palermo, Barrio Norte y Caballito)13 14 15 16 17 se sumó a un
cacerolazo en la Capital Federal y alrededores, organizado via internet, en protesta por los
nuevos controles que realiza el gobierno en la compra de dólares, la inseguridad, la reforma
fiscal bonaerense y los hechos de corrupción que involucrarían a algunos funcionarios
nacionales.18
El 7 de junio y 14 de junio de 2012 se produjeron nuevamente concentraciones en Plaza de
mayo, algunas esquinas de la ciudad y el barrio de Olivos, frente a la residencia
presidencial, con los mismos reclamos anteriores, mientras que el 3 de septiembre se
reiteraron en algunos barrios de la Capital Federal mientras la presidenta hablaba por
cadena nacional.19
El 13 de septiembre se produjo una movilización y cacerolazo de unas 200 000 personas a
la plaza de mayo. Acompañaron desde distintos barrios de la ciudad asi como también
autos con sus bocinas. Se produjeron movilizaciones y cacerolazo en las ciudades de
Rosario, Mar del Plata, Mendoza, Córdoba, Bariloche, Posadas, Salta y Río Gallegos. Se
vieron carteles con las razones de algunos manifestantes, tales como, "No a la diktadura",
"La constitución no se toca", "No a la re-reelección", "Justicia por los 51 muertos de Once",
"Kristina ignora el poder de la gente", "Justicia para todos".

Chile

Años 1970
Se cree que Chile fue la cuna del «cacerolazo», reportándose por primera vez este tipo de
protesta ya entre 1971 y 1973, en contra del gobierno de la Unidad Popular dirigido por
Salvador Allende, debido a una serie de factores: la mala situación social y económica por
la que pasaba dicho país, acrecentada por la mala administración económica del gobierno,
la nacionalización de varias empresas que el gobierno administró mal con muchas veces
gente poco capacitada, los miembros de la oligarquía chilena y la ineficiencia
gubernamental en materia de abastecimiento.
Si bien desde los años 1960 se acentuó la polarización política, causada por varios años de
descontento social y económico, la oposición al gobierno de Salvador Allende utilizó como
medida de protesta los cacerolazos, debido a la imposición, entre otras medidas, de
restricciones a los empresarios, expropiación de tierras y varias medidas de influencia
marxista. De esta manera, éstos fueron obligados, por un lado, a bajar sus precios y, por
otro, compelidos a aumentar la paga a los obreros acarreando un vasto desabastecimiento
que dio lugar a la creación de mercados negros y a una hiperinflación de 342%. En un
principio, estos cacerolazos se organizaban de voz en voz, y se realizaron en las suntuosas
casas de los sectores más acaudalados de Chile o en los antejardines de estas, resguardados
por las rejas de la misma. Luego que el boicot tuviera los resultados esperados y la crisis se
hiciera general en el país, el descontento aumentó en contra del gobierno y, a principios de
1971, se organizaron marchas en algunas principales arterias de las ciudades, pero en focos
pequeños, lo que conllevó a que fueran reprimidos o que se produjeran masivas
manifestaciones en contra de estos grupos y a favor de Salvador Allende.
Los cacerolazos más renombrados fueron los organizados por la agrupación Poder
Femenino, desde el 1 de diciembre de 1971, y fueron las únicas protestas que no pudieron
ser reprimidas o generar una contramarcha por los grupos sociales adherentes a Allende.
Por lo general, efectuaban sus marchas al anochecer y comenzaban a tocar las cacerolas
entre las 20 y las 21 horas (UTC-3 y -4). Además, tuvieron la adherencia del partido
Demócrata Cristiano, el Partido Nacional de orientación de derecha y el movimiento
nacionalista Patria y Libertad. Era característico de estas marchas, que se concentraban
principalmente en el centro de Santiago, que se tornaran violentas y que hubieran peleas
verbales y físicas entre detractores y adherentes del gobierno provocando el actuar de la
policía.
Como reacción a esta forma de manifestación, el conjunto Quilapayún en 1972 hizo muy
popular el tema musical «Las ollitas» del compositor Sergio Ortega.
La derecha tiene dos ollitas
una chiquitita, otra grandecita...
Véanse también: Hiperinflación y Colapso económico de 1973 en Chile.

Años 1980

A diferencias de los cacerolazos de los años 1970, que se efectuaban por grupos en
manifestaciones en el centro de Santiago, en los años 1980 se hacían en las poblaciones
periféricas de la capital, produciéndose un ruido continuo indeterminado geográficamente
que duraba hasta bien entrada la madrugada. Hablar sobre esta época es difuso, y es difícil
encontrar fuentes formales de la materia, ya que la prensa sufrió censura debido al difícil
momento que pasaba el régimen militar y se estaba terminantemente prohibido hablar de
temas al respecto. Sin embargo, según lo que se puede rescatar, en la década de 1980,
durante las protestas contra la dictadura de Augusto Pinochet, se reformuló este tipo de
protesta, que algunos sólo consideran que fueron manifestaciones y no cacerolazos como
tal, argumentando represión política, tortura, y "desaparecimientos" forzados de personas
por el gobierno, además de la crisis económica y social que sufrió el país durante ese
periodo de la fuerte implementación de políticas neoliberales.
La época donde se concentran los cacerolazos es entre 1982 y 1985, en las llamadas
Jornadas Nacionales de Protesta, convocadas por la oposición democrática. Durante cada
una de estas jornadas, dentro de las casas se provocaba el ruido con las cacerolas. En las
poblaciones marginales de Santiago, estas manifestaciones se reprimían fuertemente por
Carabineros y el Ejército, siendo muchas veces agredidos tanto verbal como físicamente
por parte de los protestantes.

2011
En mayo se produjo un cacerolazo en contra del proyecto hidroeléctrico HidroAysén.
Luego en agosto, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile
(FECH), Camila Vallejo, convocó a un cacerolazo para el día 4 a las 21 horas, en protesta a
la decisión del gobierno de no otorgar permiso a los estudiantes para marchar por la
Alameda y a la vez, por la dura y violenta represión que estos sufrieron. A partir de las 20
horas, se comenzaron a escuchar las primeras ollas en el centro de la capital y se
comenzaron a ver las primeras personas que salían a los balcones en los alrededores de
Plaza Italia, con cacerola y cuchara en mano, apoyando el movimiento estudiantil
producido ese año en el país. Con el correr de los minutos se comenzó a escuchar con más
fuerza el sonido de las ollas en todos los sectores de Santiago. A partir de las 21 horas
aproximadamente, en otras ciudades del país, como Concepción, Valparaíso, Temuco, La
Serena, Iquique y Antofagasta también se escucharon con fuerza las cacerolas.

Uruguay

Durante los últimos años de la dictadura militar (1982 - 1984) se realizaron en Uruguay
cacerolazos multitudinarios.
En 2002 se realizaron cacerolazos en contra del presidente Jorge Batlle.

Venezuela

Años 90

A principios de los años 1990, el pueblo venezolano reclamó la renuncia del presidente
Carlos Andrés Pérez, entre otros medios a través de cacerolazos populares. El clamor
popular fue aprovechado por el entonces teniente coronel Hugo Chávez, quien participó de
un conato de golpe de Estado fallido en 1992, que a la postre condujo a la destitución de
Pérez al cargo.
En medio de la turbulencia política que se mantenía, los cacerolazos también se escucharon
durante el segundo gobierno del presidente Rafael Caldera, en particular en la crisis
financiera cuyo clímax llegó en 1994, causada por el desplome del Banco Latino y otros
importantes entes financieros venezolanos y la retención de dinero de los ahorristas.

2002-2004

Las cacerolazos volvieron a reaparecer en Venezuela en el siglo XXI, el sucesor de Rafael


Caldera en la jefatura de estado, Hugo Chávez, recibió desde principio de su gobierno
cacerolazos por parte de sectores opositores en su mayoría gente de clase media e incluso
de clase alta. Uno de los primeros cacerolazos, más llamativos, sucedió en un discurso
realizado por Chávez en el aeropuerto de La Carlota en Caracas, donde llegaron a su
cercanías manifestantes opositores a su gestión sonando cacerolas, para interrumpir con el
ruido mientras Chávez hablaba.
Por el contrario, las cacerolas también fueron hechas sonar por partidarios del Presidente
Chávez, en particular el 12 de abril de 2002 en la noche, como una forma de protesta contra
el gobierno de Pedro Carmona Estanga, quien se había instalado posterior a un golpe de
estado
Luego de esto, a finales del mismo año y después que Chávez recupera el poder, se realiza
el Paro Petrolero contra su gobierno, se vuelven a escuchar nuevos cacerolazos en los
sectores de las ciudades, esta vez con más fuerza, llegando a conformarse como un medio
de manifestación casi diario apoyado por los organizadores del paro quienes fijaban la hora
del mismo. En algunas ocasiones los cacerolazos llegaban a durar más de 30 minutos en las
principales ciudades de Venezuela.
Los cacerolazos iban dirigidos contra funcionarios del gobierno, ya sean diputados,
ministros y hasta al presidente del Tribunal Supremo, Iván Rincón; y su popularidad fue tal
que se llegaron a comercializar por medio de CD de músicas que reproducían los sonidos
del golpeo de las ollas.
En en el mismo paro simpatizantes del gobierno también realizaban "contra-cacerolazos",
como forma de apoyo a su gestión.
Además, otros cacerolazos realizados por el pueblo se sucedieron, durante las frecuentes
"cadenas" presidenciales, como medio de rechazo a la gestión de Hugo Chávez. Este tipo
de manifestación ceso cuando Chávez ganó el referéndum presidencial, convocado para el
15 de agosto de 2004

2007

Durante este año fueron varios los momentos en que los cacerolazos venezolanos se
hicieron más contundentes aún. Uno de ellos fue tras el cierre de la señal abierta de la
cadena de televisión RCTV, hecho que provocó mucho descontento en la población.
Islandia

2009
En Reikiavik, Islandia, se utilizaron cacerolas en las manifestaciones contra el gobierno del
conservador Geir Haarde.24 25

España

Los ecos de los cacerolazos latinoamericanos llevaron esta forma de protesta a España (con
el nombre de cacerolada), si bien sin ningún tipo de organización y básicamente usada
como forma de protesta por particulares no organizados, en los últimos días de la campaña
electoral presidencial de 2004, tras los atentados terroristas de Madrid, en contra del
gobierno de José María Aznar.
En noviembre de 2005, se volvieron a tocar caceroladas, esta vez por vecinos de la ciudad
de La Laguna, en la isla de Tenerife, por la ausencia de luz eléctrica durante varios días,
debido los efectos de la tormenta tropical Delta que había destruido el tendido eléctrico y
por la incapacidad de la autoridades y la compañía eléctrica Unelco en restablecer el
servicio, que se tardó cinco días.
El 27 de mayo de 2011 desde las 22:03 hasta las 22:1826 tuvo lugar en Barcelona una
cacerolada improvisada que posiblemente se expandió desde el barrio de Navas o el de
Gràcia, hasta el resto de la ciudad condal en señal de apoyo a los acampados en Plaza
Cataluña.

2010
En España hay convocada una cacerolada contra la reforma de las pensiones el 19 de
septiembre a las 21:00 horas. Lo cual la sitúa 10 días antes de la huelga general.
Canadá

2012
Durante la lucha de los y las estudiantes en contra del aumento de los costos de estudios
superiores. El Gobierno de Quebec voto una ley anti-constitucional, Ley-78, para reprimir
las manifestaciones. Esta ley le daba un caracter ilegal a las manifestaciones espontaneas de
más de 50 personas. Los ciudadanos y las ciudadanas se opusieron masivamente, saliendo a
la calle caminando con sus cacerolas.

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