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Brexit, impacto y efectos inminentes

El Brexit se traduce en la salida del Reino Unido de la unión europea (UE) después de pertenecer a
la integración económica durante más de 43 años.
El Reino Unido está conformado por Inglaterra, el norte de Irlanda, Gales y Escocia.
Los estados miembros de la Unión Europea son Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre,
Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría,
Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido,
República Checa, Rumanía y Suecia.
Existen argumentos en contra y a favor del Brexit, los principales temas a debatir son las políticas de
migración, el control de fronteras, la economía en los mercados de bienes y servicios, capital y
financiero y la soberanía.
No permanecer en la UE
 Recuperar el control de las fronteras, reducir la inflación y volver a ser un país soberano
 Una vez liberados de las regulaciones de la UE, el Reino Unido podrá negociar sus propios
acuerdos en términos que los favorezcan a gran escala
 Recuperar el control nacional sin condiciones impuestas o políticas deliberada de la
integración económica de la zona euro
Permanecer en la UE
 Vender fácilmente bienes y servicios y beneficiarse de un mercado único de más de 500
millones de personas
 Contribuye al crecimiento económico, mientras que retirarse de la UE podría frenar el
crecimiento e impactar negativamente al mercado y el sistema económico
 Influenciar en las decisiones políticas que se establezcan en la UE para dirimir los
desacuerdos que puedan presentarse por parte de UK.

La nación abordó conocer la opinión pública a través de un referéndum donde las alternativas para
los votantes eran claras, permanecer o salir de la UE. Los resultados fueron polémicos, un 51,9% a
favor del “Brexit” y un 48,1% a favor del “Remain”, dando lugar a un nuevo escenario político y
económico que, contemplado en la normativa europea, no se había producido nunca desde los
orígenes del Tratado de Roma en 1957.
Existen tres posibles escenarios:
i) un modelo de integración del Reino Unido en el Espacio Económico Europeo, de manera que tal
como sucede con Islandia, Noruega o Liechtenstein, el Reino Unido seguiría formando parte de un
mercado común con los países de la UE, aunque con una capacidad muy limitada de influencia en la
aprobación de la normativa reguladora del mismo; ii) un modelo de relaciones con la UE basadas en
la celebración de convenios bilaterales preferentes que, tal como sucede por ejemplo con Suiza,
permitiría que el Reino Unido gozase de relaciones económicas y comerciales privilegiadas casi
equiparables, desde el punto de vista práctico, a la plena pertenencia al mercado interior, a la vez que,
a través de la negociación de dichos convenios bilaterales, mantendría la capacidad de controlar la
normativa que le es aplicable; iii) o un modelo basado en la pertenencia del Reino Unido a la
Organización Mundial del Comercio que supondría que, tal como sucede por ejemplo con Estados
Unidos, las relaciones del Reino Unido con la UE se rigiesen por el marco general previsto en dicha
organización, matizado, en su caso, por convenios bilaterales puntuales en aquellas cuestiones que
puedan resultar de interés para ambas partes.
La nueva postura del pueblo británico da comienzo a una trasformación progresiva del panorama
económico y político, una consecuente incertidumbre y alta volatilidad en los mercados financieros.
Este cambio a pesar de considerarse disruptivo, la transición debe ser regulada para evitar efectos
colaterales altamente negativos para las partes. Por consiguiente se establece un plazo de hasta dos
años desde la notificación de la intención d retirarse de la UE por parte del Reino Unido al Consejo
Europeo, plazo que puede ser prorrogado de mutuo acuerdo entre ambas partes. Sin embargo, la
separación requiere de amplias negociaciones que determinen el nuevo marco de relaciones del Reino
Unido con la UE tras la salida efectiva.
No hay antecedentes de que ningún país perteneciente a la UE se haya retirado, por la cual aún es una
paradoja que el nacionalismo predominara ante el comercio internacional y las ventajas que este
otorga a los países miembros de los acuerdos o tratados.
Esta separación conlleva grandes conflictos internacionales, ya que limita el movimiento de factores,
restringe la migración de personas, bienes y capital.
Entre los efectos colaterales más impactantes se encuentra el sector industrial y empresarial, lo que
se traduce en panoramas desalentadores para su comercio, fuga de capitales, de empresas y de
talentos. Incluso las acciones de Facebook cayeron tras el Brexit, esto pone sobre la mesa grandes
efectos negativos generalizados incluso a nivel digital.
El primer ministro de la UE, David Cameron, perteneciente al partido nacionalista de derecha; ofreció
un referéndum a pueblo británico para que se tomase la decisión de salir o no de la Unión Europea,
como promesa tras ganar la candidatura en el 2015, una apuesta política para demostrar a los
integrantes del UKIP que era imposible que la gente votara a favor del Brexit, sin embargo quedó
demostrado que perdió y la nación optó por el Brexit y finalmente el contraste de lo esperado con los
resultados, lleva al primer ministro a renunciar a su cargo. Pero quien realmente lidera todo este
movimiento político UKIP es Nigel Farage. UKIP atribuye todos los problemas que puedan existir
en UK a la UE:
En primer lugar se encuentra el inconformismo nacionalista de Reino Unido por entregar dinero a la
UE; UK transfiere dinero a la UE y como beneficio se obtienen políticas migratorias más sencillas,
mayor acceso a los mercados, entre otras, aunque cabe resaltar que esta justificación no es del todo
acertada, ya que el Reino Unido gozaba de éxito en el comercio internacional y las cifras expuestas
en la campaña política del Brexit se salían de contexto.
En segundo lugar, los ingleses no se sienten en control de las leyes, por lo cual decidieron incorporar
propaganda falsa para atraer mayor participación en contra del Remain; demagogia falsa para
controlar a las masas.
En tercer lugar, la falta de representación democrática real de los británicos en la UE, aunque
claramente esto se desliga de la realidad, las leyes que se ejecutan en la UE son votadas por los
representantes de parlamento de la Unión en Bruselas a pesar de que si existe en un parlamento que
intervenga en las votaciones. De hecho UK contaba con grandes beneficios decisorios, acuerdos
ventajosos que les permitía tener su propia moneda a diferencia de los demás miembros de la UE
además de un veto que les permitía aceptar o no una ley. Las únicas leyes que deben asumir eran las
relacionadas con bordes migratorios, importación y exportación de servicios cuando el consumidor
final fuese parte de la unión.
En cuarto lugar, la inmigración, muchos ingleses que no estaban conectados a los centros de poder y
actividad financiera, es decir poblaciones aisladas, se sentían vulnerables y abandonados, pero en
realidad esto recae en su fuerte nacionalismo.
Lo votantes son ciudadanos mayores de 18 años británicos, irlandeses y de otras 53 nacionalidades
que pertenezcan a la mancomunidad de reino unido o Gibraltar.
Lo más llamativo, es que entre los votantes quienes tenían niveles más altos de educación estaban a
favor de permanecer en la UE y estar interconectados con el resto del mundo, mientras quienes
estaban en contra del Remain tenían niveles de educación mucho más bajos y expandir su espíritu
nacionalista.
Para evidenciar esta ausencia de información de los mismos residentes de UK, Google demostró que
la mayor búsqueda tras los resultados oficiales del Brexit se relacionaba con el significado de la UE,
es decir que muchos ni siquiera entendían a que le estaban cerrando las puertas y se limitaban al
discurso político de mayor control, total soberanía y menos inmigrantes. Pero lo que desconocían tal
vez es que los inmigrantes refugiados no tenían relación alguna con la UE, por el contrario, la ONU
es el organismo encargado de amparar a los extranjeros.
Otro punto no menos importante a tratar son las relaciones interpersonales extranjeras, personas que
vivían en Francia podían decidir trabajar en Inglaterra y viceversa, o quienes querían estar una semana
en Suecia y la siguiente en Gales podían hacerlo sin límites ni controles migratorios, esto ya no podrá
ser así, los muros de la migración se han levantado y muchas familias se verán desarraigadas y en
algunos casos relaciones amorosas destruidas.
Existen demasiados movimientos separatistas en la zona euro; conflictos económicos, políticos y
sociales. La economía en Francia por primera vez logró superar al Reino Unido, un golpe bajo para
quienes estuvieron en contra de permanecer en la integración.
La Unión Europea tiene elementos a favor y en contra de su burocracia, pero la historia moderna
revela que Europa ha vivido en guerra y ha promulgado la violencia como vía de acceso total al
control y en contraparte la paz ha resurgido desde la vinculación de países a la UE, un mundo global
interconectado.
En lo que va corrido de la historia nunca se había presentado una caída de la moneda británica (GBP)
tan “espeluznante” y una volatilidad de los mercados completamente impredecible, el impacto a nivel
económico es negativo para todos, incluso para Japón que es un país que depende de la capacidad de
vender sus productos al mundo, venderá mucho menos tras la revalorización de su moneda frente a
la caída de divisas como la libra UK, el dólar AUS, el dólar NZ y el EURO. Esto se convierte en un
efecto domino, si cae uno caen todos, cae el valor de la moneda, caen los índices de empleo y menor
distribución de la riqueza. Por ende la demanda del consumidor se verá reducida significativamente,
el mundo entra en pánico ya que se perderá la confianza y los individuos pensarán en ahorrar más y
gastar menos, lo que conlleva a una economía estancada, una recesión inminente.

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