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Una Patria Robada

Los meses pasados para muchos mexicanos se celebró un año más de la independencia de
México y mientras las personas a mi alrededor entonaban el himno nacional yo comencé a
reflexionar y llegué a la conclusión que al pueblo mexicano le han robado la patria, ya no
gachupines ni extranjeros, se la han robado los malos gobernantes y no quieren regresarla,
es así como llegaron a mi mente algunas estrofas y las pensé de la siguiente manera:

Mexicanos al grito de guerra el acero a prestar y el bridón, y retiemble en sus


centros la tierra al sonoro rugir del cañón. Es así como nuestro querido himno nacional
inicia y a su vez narra hechos de los cuales no estamos tan lejos. Desde hace algunos años
muchos mexicanos siguen levantándose para ser escuchados ante las injusticias que los
aquejan, pero literalmente reciben puros palos. Nuestra querida tierra resuena en himnos de
libertad y justicia ante un gobierno tirano y sordo. El pueblo tiene como acero la razón y
quiere blandirlo en contra de quienes osan estropear la manera más pura de liberar el alma,
la educación.

Ciña ¡Oh patria! tus sienes de oliva de la paz el arcángel divino, que en el cielo tu
eterno destino por el dedo de Dios escribió. Más si osare un extraño enemigo profanar con
su planta tu suelo, piensa ¡Oh patria querida! que el cielo un soldado en cada hijo te dio.
Esta primera estrofa debería cambiar puesto que los enemigos ya no son extraños, ahora
son personas de nuestro país que profana nuestro suelo, nuestra constitución y cuanto se les
dé en gana. Lo único cierto es que un soldado en cada hijo da, lo lamentable es que estos
soldados nos golpean, tortura y matan. Y otros se levantan con este coraje para combatir,
pero combatimos entre nosotros mismo, pueblo y ejército. Ante marchas, protestas y
platones ¿Qué espera el gobierno para actuar y servir a su patria? pero un actuar prudente
no a base de violencia.

¡Guerra, guerra sin tregua al que intente de la patria manchar los blasones!
¡guerra, guerra! Los patrios pendones en las olas de sangre empapad. ¡Guerra, guerra!
En el monte, en el valle, los cañones horrísonos truenen y los ecos sonoros resuenen con
las voces de ¡Unión! ¡Libertad!. La segunda estrofa es contundente, cada vez es más
evidente el malestar del pueblo, se ha derramado sangre que afortunada mente no ha sido
causante de muerte para algún mexicano, que solo sale a marchar y cantar sus himnos de
libertad, libertad truncada, engañosa y sobre todo borrosa. Nuestro país no necesita una
guerra civil, necesita hombres que puedan dialogar que puedan preservar los valores de
convivencia en una nación. Necesitamos un gobierno que escuche a su pueblo y un pueblo
que trabaje hombro con hombro con su gobierno. Artículo 87. el presidente, al tomar posesión
de su cargo, prestara ante el congreso de la unión o ante la comisión permanente, en los recesos de
aquel, la siguiente protesta: "protesto guardar y hacer guardar la constitución política de los
estados unidos mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el
cargo de presidente de la republica que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y
prosperidad de la unión, y si así no lo hiciere que la nación me lo demande". El pueblo lo está
demandando, ¿qué esperan para cumplir con estas demandas? Es necesario que cumpla este
artículo ya que toda una nación lo está pidiendo a gritos.

El gobierno debe llevar a cabo su deber y ser valiente para enfrentar la situación con
inteligencia y no con violencia. Me quedo y grito al cielo las últimas palabras de esta
estrofa diciendo: Pueblo mexicano necesitamos ¡Unión! ¡Libertad!, con la razón que es lo
que los jóvenes sabemos hacer mejor, dejemos la violencia para las personas que solo saben
defenderse de esa manera. Nuestra revolución debe ser desde los libros hasta la acción.

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