Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Con la particularidad que el sondeo pre-electoral compulsivo de las PASO del 13.8
pasado ya permitió adelantar el conocimiento de las intenciones de voto de la ciudadanía
y, consecuentemente, posibilitar los demagógicos intentos partidarios – fundamentalmente
del oficialismo – para tratar de revertir situaciones puntuales en distritos donde los
resultados electorales se les presentaban desfavorables.
En síntesis: un cuadro ideal para que la administración Macri logre el objetivo – atribuido
como recomendación del consultor de Cambiemos Durán Barba – de soslayar la agenda
económica en la campaña; característica ésta que notablemente fue también cumplida por
toda la clase política: oficialismo y oposición.
Es decir, que la ciudadanía argentina va a las elecciones del domingo 22 con absoluta
ignorancia de las posiciones de los partidos y candidatos que van a votar y, por ende, con
total incertidumbre sobre qué van a decidir después con su voto esos candidatos cuando
el gobierno macrista envíe el Congreso los proyectos de leyes (PL) sobre cambios
estructurales que viene anunciando pero que no publicita.
Es algo que – por otra parte - constituye un contrasentido frente a los comicios porque se
trata precisamente de los principales temas que debieran haber estado en la discusión
pública previa de las fuerzas políticas que tienen que decidir luego sobre tales asuntos en
el Parlamento.
Y todo esto reviste especial importancia en momentos que la realidad argentina es mucho
más grave de lo que se dice y que ello se la soslaya con la complicidad de toda la clase
política, los medios de comunicación y la clase dirigente en general.
Después de dos años de gestión política inoperante el presidente Macri, a falta de poder
mostrar resultados, sigue tratando de vender expectativas a la gente.
Con un enorme esfuerzo propagandístico – bancado por las autoridades y apoyado por
los voceros y la prensa del establishment – la administración Macri pretende mostrar
mínimas mejoras de indicadores estadísticos como signos de proyecciones halagüeñas y
tendencias positivas mientras los datos de la realidad muestran un grave panorama en
contrario.
1
Y estos hechos son determinantes en tres aspectos clave y relacionados entre sí: 1. La
Política de Gobernar con Deuda, 2. El desequilibrio estructural de las Finanzas Públicas, y
3. La Política Macro-financiera del Banco Central (BCRA).
La última información oficial disponible del Ministerio de Finanzas (MF) muestra que el
saldo de la Deuda Pública al 31.3.2017 es de 298.000 MD. 1
Ésta es sólo la deuda en cabeza del Estado Central, es decir, que no figuran aquí las
deudas de Provincias, Municipios, Empresas del Estado, Organismos Nacionales y
Fondos Fiduciarios ni Juicios contra el Estado con Sentencia en Firme.
Ello significa que la actual administración – como todas las anteriores – mantiene en
secreto los montos totales de la Deuda Pública Nacional y no presenta demostración
alguna de la capacidad de repago sobre dichas deudas, que siguen creciendo en forma
extraordinaria.
La administración Macri heredó del Kirchnerismo un stock de Deuda de 254.000 MD. Esta
deuda – pese al discurso del des-endeudamiento K - venía de haberla incrementado en
unos 100.000 MD durante sus 12 años de gestión dado que la había recibido en 151.000
MD a mediados del 2003.
El nuevo gobierno Macri aumentó la Deuda en unos 35.000 MD en el 2016, tiene previsto
por Presupuesto un aumento adicional de la misma en más de 38.000 MD este año 2017
y propone para el Ejercicio 2018 otro aumento ulterior de unos 47.000 MD más (46.400):
un total de 120.000 MD de nueva deuda en 3 años (más de la que tomó el Kirchnerismo
durante su larga década de gestión).
La estructura de la Deuda Macri empeora hoy no sólo el quantum de las obligaciones (los
casi 300.000 MD del último stock) sino también su composición, debido a la proporción
creciente de Deuda Externa sobre Deuda Total (más del 35 %), las mayores tasas de
interés (del orden de un 6-7 % anual), la menor vida promedio (7.2 años) y el monto
rápida y fuertemente creciente de los intereses a pagar).
Esto significa que el MF Caputo estará firmando emisiones de Deuda del Estado el año
que viene a un promedio de 6.000 M$ por día.
Las abreviaturas MD/M$ significan Millones de Dólares/Pesos respectivamente y se expresan siempre con
redondeo, por lo que pueden darse mínimas diferencias entre totales y sumatoria de términos.
2
Pero mientras estos vencimientos de capital se refinancian íntegramente, los intereses
correspondientes – en cambio - se pagan y son parte del Gasto Público Corriente; y para
el año 2018 esos pagos están previstos en 406.000 M$ (equivalentes a 21.000 MD).
Con el agravante que no todo este importe de intereses se paga sino que un 30 % de los
mismos no se puede pagar y se capitaliza entonces por anatocismo, que es el interés
devengado y no pagado que se transforma en capital y devenga nuevos intereses.
Por eso el anatocismo es el sinónimo de la Usura dado que cuando un deudor – como la
Argentina de hoy – no devuelve un centavo de capital ni puede abonar la totalidad de los
intereses de la Deuda, ello quiere decir que ese deudor – el gobierno Macri – se
encuentra en una crisis de Deuda en estado crítico.
Según el PL de Presupuesto 2018 los Intereses son el principal rubro neto del Gasto
Público: 28 de cada 100 $ que gasta la Administración Central – casi una tercera parte
(1:3) – se destinan al pago de estos servicios y, como dijimos, no todos se abonan.
Ergo, los Intereses son el principal rubro del Gasto del Estado y, consecuentemente, el
principal factor determinante del Déficit Fiscal.
Sin esta Política institucional de Gobernar con Deuda la administración Macri perdería
automáticamente tanto su estabilidad financiera como su estabilidad política.
Según el PL de Presupuesto – que es el que van a tener que votar o no los legisladores
electos el 22.10 – está previsto que se gaste más en Intereses de la Deuda (406.000 M$)
que en Educación (163.000 M$), que en Ciencia/Tecnología (19.000 M$), que en Salud
(57.000 M$), que en Defensa (117.000 M$) y que en Seguridad (121.000 M$).
Todos los medios y la prensa del establishment, el oficialismo macrista, gran parte de la
partidocracia del Sistema y la mayoría de los sectores empresariales privados y sus
opinólogos viven lamentándose del alto Gasto Público Argentino y del consiguiente Déficit
3
Fiscal que el mismo genera para el Estado pero todos soslayan mencionar siquiera que el
principal rubro de ese gasto oficial y la causa de ese Déficit que denostan es la Deuda
Pública y sus Intereses.
El BCRA es el principal sostén interno del Sistema de la Deuda Pública Perpetua del
Estado Argentino: un sistema organizado sobre la base de una Deuda Impagable, con un
crecimiento continuo de nuevas deudas sin capacidad de repago, con el aumento más
que proporcional de los Intereses a Pagar por dicha Deuda y con el consecuente Déficit
Fiscal creciente que se cubre con más Deuda.
Para mantener este atraso cambiario el BCRA sube las tasas de interés, a los efectos de
atraer capitales especulativos – que son transitorios o golondrina – con los que cubre tres
objetivos a la vez: 1. Consigue divisas – vía endeudamiento - para sostener niveles
artificiales de reservas internacionales, 2. Aguanta un stock de intervención para poder
atender las necesidades de pagos externos del Tesoro, y 3. Favorece los negocios
especulativos de los excedentes de capitales financieros privados existentes en el Mundo,
que logran así récords de ganancias a costa de los fondos de nuestro país.
El BCRA dice que sube y mantiene elevadas las Tasas de Interés como instrumento
contra la Inflación interna pero esta política se ha revelado inoperante hasta el presente
para bajar los precios mientras que, en cambio, ha servido para mantener controlada y
retrasada la cotización del dólar, que sería el verdadero objetivo concreto de la política de
retraso cambiario.
Porque, en los hechos, el BCRA no defiende el valor del Peso – carcomido por una
inflación que no cesa y del que las altas tasas de interés son también parte componente –
sino el valor del Dólar, que el gobierno necesita estable y retrasado para poder garantizar
a los acreedores de la Deuda su capacidad de sostener el pago de los intereses
crecientes.
La Deuda cuasi-fiscal de Lebacs que el BCRA usa para comprar reservas – una masa hoy
de 1.1 B$ (Billones de Pesos) que genera una mayúscula sangría financiera por intereses
superior a los 270.000 M$ anuales - y los déficits gemelos nuevamente existentes – Fiscal
y Externo – del Estado Central han metido a la administración Macri en un callejón sin
4
salida del que su administración, con total irresponsabilidad financiero-fiscal, pretende
salir con la receta de sortear la actual nueva Crisis de Deuda precisamente con más
Endeudamiento Público.
Los votantes que concurran a las urnas este domingo 22.10 van así a votar a ciegas
frente al silencio y/o la ignorancia de la clase política ante los grandes problemas
nacionales de la Argentina y, particularmente, frente al problema insoluble de la Deuda
Pública Perpetua que oficialismo y oposición les ocultan y de cuya complicidad se
retroalimenta el Sistema de la Deuda.
Con la desgracia adicional que no se trata ya de una patología exclusiva de los gobiernos
de turno sino de toda la clase política nacional (esencialmente de aquélla que tiene
representación parlamentaria significativa).