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En Vivo Desde Jerusalén - Original
En Vivo Desde Jerusalén - Original
ESCENOGRAFÍA
Este drama, basado en el arresto y juicio de Jesús, vistos a través del lente
de un noticiero de televisión, puede desarrollarse en un escenario casi
vacío, iluminado por una sola luz. Limitar el número de actores en la
escena, también va encaminado a presentar la realidad que Jesús fue
abandonado por todos en este momento crucial de su vida. Que sufrió,
sangró y, finalmente, murió solo. El vestuario debe ser típico de los
tiempos de Jesús, excepto los reporteros, que vestirán ropas modernas.
PERSONAJES
JORGE MOLINA
LAURA COLLINS (Reportera)
CAMARÓGRAFO 1
MARÍA TERESA RAMOS (Reportera)
CAMARÓGRAFO 2
JESÚS
PEDRO
SANTIAGO
JUAN
GUARDIA 1
GUARDIA 2
GUARDIA 3
GUARDIA 4
JUDAS
CAIFÁS
PILATO
LADRÓN 1
LADRÓN 2
MARÍA
MARÍA MAGDALENA
VOCES
SINOPSIS:
ESCENA I
(El arresto)
(Luces sobre Laura Collins, que está sentada en una mesa a la derecha del
escenario; ella tiene la vista fija en una cámara de televisión.)
(Se apagan las luces sobre Laura Collins. Se ilumina la parte izquierda del
escenario, donde María Teresa Ramos está de pie, en frente a una cámara
de televisión, con un micrófono en la mano.)
(Se apagan las luces sobre María Teresa Ramos y se encienden sobre el
centro del escenario. Pedro, Juan y Santiago están acostados en el suelo
durmiendo; Jesús se acerca y se agacha entre ellos.)
JESÚS. ¿Por qué están durmiendo? Levántense y oren para que no caigan
en tentación. (Sonidos de gente acercándose por el lado derecho del
escenario, el ruido aumenta gradualmente; se escuchan gritos individuales
muy airados. Jesús y sus discípulos miran en la dirección del ruido y los
gritos.)
VOCES. ¡Sabemos que estás ahí! ¡Te tenemos rodeado! ¡Ríndete! ¡Sal
ahora! ¡No tienes escape! ¡Sal pacíficamente!
JESÚS. ¡Les dije que Yo soy! Si me buscan a Mí, dejen a éstos irse. (Señala
a sus discípulos.)
JESÚS. ¡Pedro, guarda tu espada! Todos los que viven por la espada, por
la espada morirán ¿Tú no crees que Yo puedo clamar a mi Padre y Él me
enviaría más de doce legiones de ángeles? (El Guardia 1 sigue arrodillado,
mostrando dolor. Jesús se acerca, pone la mano sobre la herida y lo sana.
Ambos guardias quedan sorprendidos y el Guardia 1 no sabe cómo
agradecerle su curación, mira a Jesús con reverencia y respeto.)
(Jesús tropieza mientras los tres salen por la izquierda del escenario. El
ruido de fondo de la multitud que se ha escuchado durante todo el arresto,
se desvanece mientras Jesús y sus capturadores salen de la escena. Se
escucha el canto de las aves, simbolizando el alba. Los tres discípulos
contemplan a Jesús salir desde la derecha del escenario y el Guardia 1
está de rodillas otra vez. Los discípulos notan al Guardia 1, le ayudan a
ponerse de pie y los cuatro huyen corriendo por la derecha del escenario.
Los sonidos cesan y las luces al centro del escenario se apagan. Se
enciende una luz sobre María Teresa Ramos, a la izquierda del escenario.)
MARÍA TERESA. Acaban de ver nuestro video exclusivo del arresto del
galileo llamado Jesús. Aparentemente ha sido llevado por los guardias del
Sanedrín a la casa de Anás, quien fuera antes el Sumo Sacerdote, a fin de
determinar si hay suficiente evidencia para ser juzgado por Caifás, el
Sumo Sacerdote actual. Si el Sanedrín encuentra a este hombre culpable,
es casi seguro que tendrá que enfrentar una corte romana.
Les habla María Teresa Ramos, Canal 31, en vivo, desde Jerusalén.
JORGE. Este ha sido un reportaje especial del Canal 31, gracias por su
sintonía. El Noticiero 31 seguirá de cerca esta situación y estará
informándole con reportajes en vivo y en exclusivo del juicio “Jesús ante el
Sanedrín”; mañana a las 9:00 a.m. tiempo oriental, 8:00 a.m. tiempo de
México, así que no le cambie vamos a comerciales.
ESCENA II
(El juicio ante el Sanedrín)
JORGE. Esta es una nota exclusiva del Canal 31, sobre el juicio “Jesús
ante el Sanedrín”. Escuchemos a nuestra corresponsal en el Medio
Oriente, María Teresa Ramos, directamente desde el lugar de los hechos...
María Teresa Ramos...
(Se apaga la luz sobre ella y continúa hablando, se ilumina el centro del
escenario, a la vez se escuchan conversaciones simulando el ruido de una
sala de juicio.)
CAIFÁS. (En voz alta, sobre el ruido de la gente y los gritos.) ¡Silencio!
¡Vengan a orden! ¡Silencio! (Los ruidos de la multitud se vuelven susurros.)
El prisionero se pondrá de pie. (Jesús se esfuerza para levantarse, pero cae
otra vez; los guardias se burlan de Él.) ¡Ponte de pie prisionero, para que
oigas tus cargos!, ¡levántate!
JESÚS. (Con calma y firmemente.) Si he hablado mal, testifica del mal (el
Guardia 3 le da la espalda haciendo un gesto de desprecio con la mano y
vuelve a la oscuridad en la derecha del escenario) y si bien, ¿por qué me
golpeas? (Jesús baja otra vez la mirada.)
CAIFÁS. ¿No respondes a los cargos contra ti? ¡¿A lo que testifican estos
contra ti?! (Jesús mantiene la mirada baja y no responde.) Te conjuro por
el Dios viviente, que nos digas si eres Tú el Cristo, el Hijo de Dios.
CAIFÁS. (Se para enérgicamente y con ira grita a voz en cuello, apuntando
a Jesús y mirando a la multitud.) ¡Ha blasfemado! ¡¿Qué necesidad
tenemos de testigos?! ¡Han oído su blasfemia! ¿Qué les parece? ¿Cuál es
su veredicto?
(Pedro sale de la derecha del escenario, deja ver que tiene mucha prisa y
quiere pasar desapercibido. La Reportera se da cuenta de su presencia y lo
confronta, cortándole el paso. Pedro trata de evitarla, sin conseguirlo.)
MARÍA TERESA. ¡Seguro que usted tiene una opinión! ¿Piensa que Él es
culpable?
PEDRO. Otra vez le digo que no tengo comentarios. Por favor... con su
permiso. (Pedro trata de alejarse y sale de la luz dirigiéndose hacia la
izquierda del escenario, pero la Reportera lo jala por un hombro hacia la
luz, obligándolo a voltearse y mirarla.)
ESCENA III
(El juicio ante Pilato)
Personas cercanas al Gobernador, nos han dicho que los cargos contra el
nazareno fueron hallados válidos. El gobernante descubrió que Jesús era
galileo y estaba bajo la jurisdicción de Herodes, así es que lo envió a éste.
Hemos sabido que Herodes no recibió respuesta alguna de Jesús, por
tanto, humilló al líder carismático, vistiéndolo como un rey, con un manto
regio, antes de devolverlo a Pilato... (Mano en el oído...)
PILATO. Pues nos encontramos otra vez, Jesús. (Pilato se inclina y ayuda a
Jesús a levantarse. Jesús se queda de frente a la audiencia. Pilato
comienza a caminar alrededor de Jesús sin quitarle la vista.) Jesús, Jesús,
Jesús… ¿Qué voy a hacer contigo? Dime, ahora que estamos solos... sólo
entre Tú y yo... (Pilato se detiene brevemente.) ¿Eres Tú el Rey de los
judíos?
JESÚS. ¿Tú dices esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?
VOZ. (Se destaca sobre los otros gritos.) ¡Si lo sueltas, no eres amigo del
César! ¡Todo el que se proclama rey, a César se opone!
CAIFÁS. (Se adelanta de entre la multitud.) ¡No tenemos más rey que
César! ¡Crucifícalo! (La gritería sube de tono una vez más. Pilato se acerca
a uno de los guardias y le habla en voz baja. El Guardia 2 sale y regresa
trayendo una vasija con agua y un paño. Pilato se sube las mangas de su
toga. La gritería se convierte en murmullo curioso.)
ESCENA IV
(La ejecución de Jesús)
JORGE. Buenos días tengan todos, les habla Jorge Molina, desde el Canal
31, llevándoles a ustedes las últimas noticias ocurridas en el Medio
Oriente, escenario actual de grandes revueltas relacionadas con el líder
judío Jesús, quien en el día de ayer fue llevado a juicio y condenado a
crucifixión por la multitud y los principales líderes religiosos. Ahora, tal y
como lo habíamos anunciado en el día de ayer, tenemos un contacto en
vivo, desde Jerusalén, con nuestra corresponsal María Teresa Ramos.
(Luz sobre María Teresa Ramos, de pie a la izquierda del escenario,
micrófono en mano.)
Desde aquí nuestra cámara ha logrado captar esta imagen, en lo más alto
del Calvario, que muestra la escena más impactante que jamás se haya
visto, donde este hombre, al parecer inocente y condenado injustamente
según muchos entrevistados, y cuyo rostro no inspira maldad alguna,
sufre las terribles consecuencias de esta muerte tenebrosa. Pero a pesar de
ello, en el tiempo que hemos estado observando desde acá abajo, no hemos
notado que se ha alterado ni que ha pronunciado palabra alguna de
venganza a sus torturadores; por el contrario, algo le ha dicho a los
ladrones que los rodean, que ha servido de bálsamo para ellos, pues hace
un rato estaban muy desesperados y ahora los vemos serenos y a uno de
ellos, como si albergara una esperanza más allá de su muerte.
No sabemos cuánto tiempo pueda soportar con vida el galileo en esa cruz,
luchando contra la misma muerte, pero cuando ésta lo venza, de seguro
habrán acabado estos disturbio en Jerusalén, que han ocupado las
noticias en la última semana. Seguimos reportando y trataremos de
llevarle toda la información, soy María Teresa Ramos, y esto ha sido un
reporte en vivo, desde Jerusalén, para el Canal 31, volvemos contigo Jorge.
JORGE. Gracias por tu reporte María Teresa, pues es impactante ver
alguna de las pocas imágenes que nos pudieron mostrar de la muerte en
una cruz del quien dijo ser el “Rey de los judíos”. Recuerde, esta noche, a
las 11:00 p.m. nuestro programa de participación “100 Mexicanos dijeron”
y mañana sábado, a la misma hora “Sábado Gigante”, con Don Francisco,
que lo espera para hacerle pasar un fin de semana estupendo, los
esperamos, por este, el Canal 31, yo soy Jorge Molina, quien ha tenido el
gusto de compartir estas horas con ustedes. Tengan buenas tardes.
ESCENA V
(La gran noticia)
ESCENA VI
(Se acerca a Juan, quien está rodeado por otros discípulos y las Marías; la
Reportera le extiende el micrófono y pregunta.) ¿Su nombre por favor?
JUAN. Realmente no, pero soy uno de los discípulos que anduvo con Jesús
a los largo de Sus tres años de ministerio. Aprendí mucho del Maestro, es
alguien sin comparación y por nuestra relación, encomendó a mi cuidado
a su madre.
MARÍA TERESA. Dice usted “es”… ¿acaso es de los que piensa que ha
resucitado?
MARÍA TERESA. ¿No cree que pudiera ser causa de su pasión desmedida
por… su “Maestro”, como le llaman, lo que haga que imaginen tal
acontecimiento irreal? (Es interrumpida por María Magdalena.)
MARÍA MAGDALENA. Sí, mi nombre es María Magdalena, fui con mis otras
amigas y al llegar allí y ver la piedra removida, nos asustamos, pero el
ángel nos dijo: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está
aquí, sino que ha resucitado”.
PEDRO. Sí, ella lo vio y nos contó, fue cuando comprendimos que era
cierto lo que Él nos había dicho, que al tercer día resucitaría y las tantas
formas en que nos lo dijo.