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Jorge Schwartz

LA VANGUARDIA EN
AMERICA LATINA:
UNA ESTÉTICA COMPARADA

1. Introducción valho! con respecto a Daría unas d écadas a nte s ) tend i ó un


más sólido puente cultural durante la época de las vangua r-
Diálogo entre islas. Se trata de atar nudos entre procesos
dias, sobre todo con el grupo argentino .\ farlÍT/ F/(" II.
culturales que, aunque vecinos, se han dado sistemática- En los últimos años notamos algunos esfuerzos críticos,
mente las espaldas : me refiero a los movimientos de van- bastante diversificados, que tratan de en samblar 1.. vanguar-
guardia en el Brasil y en Hispanoamérica durante los años dia en un mismo contexto continental. Sin qu errr ent ra r en
veinte. Fenómenos simultáneos en el tiempo, se han alimen- su descripción o evaluación, y mucho men os discutir el m ér i-
tado de sus propias raíces , así como de las raíces estéticas eu- to de cada uno de los trabajos, dest acamos. entre e-llos. a los
ropeas, no sólo en lo que hace a la producción textual, sino
de Stefan Baciu, Osear Collazos, H aroldo de Call1pll\ , ~ Irr .
también para explicar su legitimidad : evoluciones e influen-
lin H. Forster, Emir Rodríguez M on gal y R'll·'I :\ lllr lo '
cias que , mentadas por las propias vanguardias, habrá que A sesenta años de los 'isrnos ' brasileños e hisp'lIlllol mr n l"ó"
recorrer ahora para postular una hipótesis de investigación. nos plenamente realizados, digeridos y est udia do» en S il r s-
Pero una verdadera barrera cultural se ha alzado entre el pecificidad, creo que es posibl e emprender un tr..IIoI Jo dr vln-
Brasil y los países de habla hispana. Es como si el Tratado tesis, dentro de la línea de la literatura compa rad a ( }pl.,rr -
de Tordesillas se erigiese aún como muralla pocas veces mas ahora por sugerir hipótesis de tra bajo m¡h '1IIIpll.1S
transpuesta en razón de diferencias ya lingüísticas, ya histó-
ricas, aún no lo suficientemente examinadas. Pero antes de
establecer una génesis de las diferencias, pretendemos suge- 2. Los vínculos programáticos
rir ciertas alteridades :
Uno de los primeros puntos en com ún en tre las lorrirntrs h-
a. Antes que nada, deseo apuntar un error común, de or- terarias de vanguardia es la polltica ult ural e slm/ó"!;' ( 0 " '0
den conceptual : cuando los críticos hispanoamericanos movimiento de ruptura. El gesto pragmát i o se mll( rrl .1 a
mencionan la mágica palabra Latinoamérica o Améri- través de los manifiestos, punta de lanza de los d in- rsos p ro·
ca Latina , hay una tendencia a excluir de ese mapa al yectos. Destinados a actuar en el m om nt o de su (re .\( u'1Il y
Brasil. Por su lado, cuando los brasileños hablan de divulgación, han pasado a hacer part e de la m e m o r ra van-
América Latina, lo hacen refiriéndose a la América guardista, de la institución literaria , de lo " consngra do " por
Hispánica solamente. Y esto es válido no sólo para el á- el tiempo -y nos sirven, más que nada , como ba stidor y rr -
rea de la literatura, sino también para el de la historia, .fuerzo teórico de los diferentes •ismos'.
la música, el cine y otros campos. Conclusión: parece Podemos afirmar desde ya que exi ste una ru ntura mlltll/" -
haber un acuerdo recíproco y tácito en excluir del con- taria posible de ser comparada.' Si la anal izarn o d iacr ónic..-
tinente cultural al Brasil. mente, será posible detectar las ~iversas patern idad es :. los
b. En contraposición al intercambio cultural que existió manifiestos de Marinetti, los manifiesto s dada istas, los Ins-
entre los países de habla hispana, las relaciones litera- piradores textos de Apollinaire (" L'a nti. lra dition futuri •
rias entre el Brasil e Hispanoamérica durante los años te", "L'esprit nouveau et les poétes " , .. Let~re.Océa n .:). o i~­
veinte fueron siempre esporádicas, sino nulas. cluso un clásico de los años veinte : el estudio de Jea n Ep srein
c. La crítica de la vanguardia ha optado en general por La poésie d'aujourd'hui. 5 Por fin, también textos d ivulgad os en
hacer una relectura de sus propios pro cesos " desde los años diez, y que han servido incuestionablementc como
adentro ", o sea , desde la historia literaria "local ", y las fuentes de la producción manifestaría latinoamerican a de
veces que salió de ello tendió a buscar sus fuentes en la los.veinte,
tradicional matriz europea. Péro antes que nada, ¿qué es y qué no es un manifi esto en
nuestras.vanguardias? Existen textos poético~. ca rtdes. mu-
Salvo raras excepcione s, son pocos los críticos que han cru- rales; cartas abiertas, poemas, prefacios e int roduccionc
zado la " mu ra lla de Tordesillas ". En primer lugar, fue Má- que, aunque no se presenten bajo el rót~lo es~ec ~fi co de m~ ­
rio de Andrade quien procuró, hacia fines de los años veinte, nifiestos, presentan una' escritura manifestaría inconfu ndi-
abrir un diálogo con la producción literaria de América del ble:un proyecto teórico que se postula como reno vad or . una
Sur al escribir sobre Huidobro, Borges, Girando y Güiraldes voz -autoritaria, reflexiva o paródica- que se alza cont ra el
en especial. I Ronald de Carvalho (así como Elysio de Car- pasado "un intento por introducir una nueva sintaxis poét i-
ca en fln,'un"grito revolucionario " . " Non serviarn " de Vi-
Conferencia pr onunciad a e n el Décim o Congreso de la Asociación Intem aao -
nal de L iteratura Comparada, en la Universidad de Nueva York, el2 3 de agos to
ce~téHuidobro, el artículo "Ultraísmo" publicado en -,"Oj O-
de 1982. trás'de Buenos Aires, el manifiesto de Marl(n Fiara. el rnan i-

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fiesta de la Poesia Pau Brasil de Oswald de Andrade, el " Pre- deo, Voces de Colombia, Revista de Avancede C uba , Amauta del
fácio Interessantíssimo " de Mário de Andrade, la "intro- Perú o Contemporáneos de México. Un sinnúmero de publica-
du cción " a la revista Klaxon - y otros tantos- permiten en - ciones debe aún estar sepultado en bibliotecas o colecciones
tr etej er comparac iones tanto respecto de su retórica como de particulares. Aunque ya existan índi ces de las revistas más
su " mensaj e". Con respecto a las hojas murales : allí se de- representativas," la superproducción de revistas de vanguar-
tect an estra teg ias idénticas: tanto Manuel Maples Arce dia en América Hispánica durante los años veinte, vuelve ti-
(Hoja Actual No. 1, "comprimido estridentista " ), como el tánico emprender un estudio comparativo de dichas publi-
pro p io Bor ges (las do s hoj as de Prisma. Revista Mural), se de- caciones. En nuestro proyecto, el interés recae más en el in-
di caron a la prácti ca de fijar ca rteles. Las hojas rioplanten- tercambio que hubo entre el Brasil e Hispanoamérica du-
ses confronta n text os programáti cos en prosa con textos de rante esa década, que en un estudio detenido de cada publi-
la nueva poesía ult raí st a . H ay ad emás "Ca rtas Abiertas " , cación. Antes que influencias directas (salvo el caso excep-
como aq ué lla enviada a . La Púa ' por Oliverio Girando, in- cional de Mário de Andrade/Huidobro, pero que se dio a
c1uída más tarde como introducción a sus Veinte poemaspara través de la revista francesa L 'Esprit Nouoeau, y no a través de
su lridos en t'l trancia. T anto los poem as " Art e poética" de fuentes directas hispanoamericanas), 10 nuestro enfoque pro-
H uid ob ro, co mo " Ia lac áo " , de O swald de Andrade, se insta- curará detectar un intercambio a veces inusitado de infor-
lan en los límit es de lo poéti co co n lo argumental, y son maciones entre una revista y otra.
también utili zad os co mo " ma nifiestos "." Más audaz aún,
M ário de Andrad e a bre su Paulicéia Desoairada con el poema 4. Vínculos temáticos: la poesía urbana
" Prefacio Int er essantíssim o" , qu e fun cion a como introduc-
ción teóri ca en verso libre. Asimi smo , textos como el" Mani-
festo Antropófago " de O swa ld de Andrade huyen del ámbi- Si por un lado las vanguardias se caracterizan por una prác-
tica de terrorismo cultural a través de manifiestos y revistas ,
to especí fica me nte liter ario par a lan zarse a un proyecto re-
voluciona rio "a nt ropofá gico " -del cua l hablaremos más por otro es en el lenguaje donde la nueva poesía fincó sus
pretensiones de renovación estética. Una posibilidad de
larde. Se tr ata de un co nj unto de texto s programáticos que,
comparación surge a partir de un tema común a las vanguar-
a na lizados com pa ra tiva mente, pu eden cond ucirn os al abor-
dias en Latinoamérica : la poesía urbana. Sin pretender de-
daj e de un a esc ritura especí fica de la vanguardia, a la lectura
sentrañar aquí las influencias (Baudelaire, Whitman, Ver-
de los manifiestos como sistema, en el sentido apuntado por
haeren, Eliot , Cendrars, Apollinaire), podemos puntualizar
R on ald Barthcs.
algunas instancias de esta confluencia. Borges vuelve de Eu-
ropa para redescubrir su ciudad natal en Fervor de Buenos Ai-
3. Las revistas res; Girondo se vuelca hacia la cosmópolis de sus Veinte poe-
mas; Mário de Andrade retrata en Paulicéia Desuairada , la
En un a rtículo sobre las vanguardias en América Latina, misma Sao Paulo que Oswald de Andrade sintetiza en la vi-
Merl ín H . Forster afirma que " las fuentes más importantes sión mínima de la Poesia PauBrasil, especialmente " Postes da
pa ra la historia de la vanguardia son tal vez los manifiestos, Light". Desde México, Maples Arce aborda en Urbe la ciu-
la s a ntología s, y sobre todo las revistas literarias que apare- dad moderna .
ciero n con gra n abundancia durante esos años " . 7 De hecho, Un análisis somero de los textos de Borges , Girondo, Má-
sólo sobre el va ngua rd ismo brasileño existen más de quince rio y Oswald de Andrade , permite percibir algunos ra sgos
periódicos que están siendo investigados. Hoyes posible co- reveladores. Borges y Mário de Andrade, más " mod erados "
nocer a lgunos de ellos gracias a ediciones facsimilares : Revis- desde el punto de vista de una retórica vanguardista, hac en
ta de Antropofagia, Klaxon , Verde, Terra Roxa e outrasterras, Revis- uso del verso libre para reescribir una tradición. Borges en
ta de Estética, A Revista y otras. También la editorial mexicana particular ha de recuperar el discurso histórico, a trav és de
Fondo de Cultura Económica se ha dedicado a la publica- temas que pertenecen a la tradición de Buen os Aires , como
ción de edificaciones facsimilares de las Revistas Literarias los cementerios, estatuas, héroes, dictadores, tr adiciones
M exicanas M odernas (desde 1906 hasta 1960), con las edicio- gauchas, en una tentativa de llevar la historia al mito . Por su
nes más representativas de la época. Además, un gran nú- parte, Paulicéia Desoairada de Mário de Andrade parte de un
mero de estudios publicados, o aún en forma de tesis inéditas epígrafe de Verhaeren, para reflexionar, en un verso alta-
sobre las diversas revistas, permiten abrirse paso en esa pro- mente coloquial y discursivo, sobre problemas de estét ica y
fusión vanguardista.! Así , es posible consultar revistas como tradición literaria. Su paisaje urbano reconstituye una Sao
Proa y Martin Fierro de Buenos Aires, La Pluma de Montevi- Paulo llena de contradicciones, carnavalesca en su composi-

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cion humana y su arquitectura sincrética. El lenguaj e México. Pese a lo rema nido de la d i put a . e Ve lido, rnpe ro,
irónico-paródico resalta en poe mas como " As enfibraturas intenta r mo strar ciertas a na logía n la n ra ción de la
do lpiranga" . Podríamos afir mar que ta nto Borges como tensiones ideológicas de estos gru po . T al t n ion re ul-
Mário de And rade son ba udelerianos en sus intentos de re- taría n del des cubrimiento de un nu va I n u. j . ele la im-
hacer la tra dició n urban a, en la que lo moderno se mezcla portación de un vocabular io y d forma ' 1 xtual pe 11i·
con la nostálgica mirada retrospectiva. cas , y de la tentati va de hacerlas oin idir on una xpre sión
Girondo y Oswald de Andrade -r tal vez más emparenta- de lo nacional. " Sin forma revolu io na ri: no h' . art revolu-
dos con la herencia cubo-futurista - diseñan un discurso de cionario " , afirma ba M aiakovski n 1922." l os v r o d
la ciudad en que preva lece lo fragmentario, lo sintético, la H a roldo de Ca mpos sirven . a mod o d Intcsi
apología de lo moderno. La modernolatría metonímica de representa ción de esa tensión d ial ti a :l ~
estos últimos se contrapondría a la modernidad metafórica
de Borges y Mário de Andrade. Girondo se regodea en un
cosmopolitismo irónico y caricatural, y sus poemas, como a po ia pur ?
los de Oswald, llevan la marca de lo visual. Girondo ilustra a po i. é P r.
con caricaturas coloreadas sus propios poemas, mientras
que Tarsila do Amaral , que ya había ilustrado Feuilles de
.Route de Blaise Cendrars, ilustra con trazo rápido la Poesia
Pau Brasil de Oswald de Andrade.
A pesar de haber sido intentado por diversos poetas - co-
mo Borges en sus renegados poemas maximalistas - , es tal
vez en Urbe, de Maples Arce , donde la preocupación revolu -
cionaria tiñe la cosmópolis futurista. Urbe, ded icado " a los
obreros de México " , pr etend e estar asistido de resonancias
épicas : " Super-poema bolcheviqu e en 5 cantos".
Ya se trate de Buenos Aires , Sao Pau lo, R ío de J ane iro o
ciuda d de México, se percibe una voluntad común: tran sfor -
ma r la ciuda d en metáfora , t ransfigur ar la ca rtografía en
poesía, el ma pa en símb olo, la función refere ncial en función
poética.' !

5. Polémicas comunes

El binomio nacionalismo/cosmopolitismo , sin ser necesaria-


mente un ' ismo' en particular, resulta, paradójicamente, el
más importante de los ' ismos' de nuestra literatura. " Si fue-
se posible establecer una ley de la evolución de nuestra vida
espiritual, podríamos tal vez decir que ella se rige totalmente
por la dialéctica del local ismo y del cosmopolitismo" , afirma 6 . La definición étn ica
Antonio C ándido .' ! La influencia, o asimilación, de lo ex-
tranjero, aunque ine vitable, siempre ha dado lugar a encen- Aun sin otorgarle a la cuest ión un t rat amiento polémi o, 1
didas polémicas en torno a una literatura que, tildada de vanguardias también se encamina ron hacia el pi nteo , 1
" extranjeriza nte " y/o estetizante, era acusada de no estar expresión de cuestiones étn icas : el criollo, el n ro, 1 u-
comprometida con las realidades nacionales ni contener un ch o, el indio. Macunaíma, " el hé roe in nin ú n ca r cter " d
" mensaje social " . Mário de Andra de, representa la sín tesis d I " bá rb ro mo-
Aunque las tradicionales controversias se presten a inter- derno " p ropuesta por l a antro pofagia - su aventura i l ~ ­
pretaciones maniqueístas, a veces injustificadas , I! podemos tran el pasaj e del mundo mítico de la nat ura l za a m zóm
men cionar casos clásicos como la pugna Boedo vs, Florida al universo tec nológico de la cultura urbana e pit li t
en la Argentina, Ant ropofagia vs. Verdeamarelismo en el También en la vanguardia rioplaten e, como en la cub n ,
Bra sil, el Estridentismo vs, la literatura de la revolució n en hubo un a reva loraci ón del elemento nativo, en pecia l d 1

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negro. Si para el europeo éste no pasaba de ser un elemento colonizado, y sobre la condena de hablar la lengua que le en-
exótico, para nosotro s, y como lo afirmó Oswald de Andrade señaron. Por eso, su reacción -o solución - es maldecir a
en una conferencia pronunciada en la Sorbona en 1923, " e! Próspero, su colonizador, en el único lenguaje que posee.
negro es un elemento realista . " 19 " Asumir nuestra condición de Calibán implica repensar
De la misma manera que Pedro Figari -que justamente se nuestra historia desde e! otro lado, desde el otro protagonis-
insta la en París en la segunda mitad de los años veinte- re- ta ", afirma Fernández Retamar." Pero Oswald de Andrade
valoriza la image n del negro en su pintura de las costumbres no se conforma con esta conciencia de la alteridad. Ante la inevi-
criollas uru guayas, lldefonso Pereda Valdés , participante de tabil idad de lo otro , la única alternativa es asimilarlo, deglu-
la revista de vangua rd ia La Pluma de Montevideo (y asiduo tirlo, devorarlo. " La vida es devoración pura " .22 Para Os-
colaborador de varias publicaciones del Brasil), da a cono- wald de Andrade el dilema se resolvería a través de una gran
cer, además de una serie de estudios teóricos, algunos libros revolución : la Revolución Caraíba (atención : Caribe <: Ca-
de poesía negra: La guitarradelos negros, Rara negra. Pero tam- níbal <: Ca libán). Una revolución social, estética, culinaria
poco él escapa a la influencia europea. En un reciente estu- y sexual, que propone derrumbar la estructura capitalista
dio sobre dicha revista , afirm a Glori a Videla ;" de! patriarcado, para llegar , a través de la utopía del ma-
triarcado de Pindorama, a una sociedad sin clases, de dere-
Aunq ue Pereda Valdés no tenía sangre negra, sintió y es- cho natural , donde prevalezca e! ocio por sobre la produc-
cribió esa poesía primitiva y sonora. Seguramente influyó ción : " Contra e! sacerdocio , que es el ocio sagrado, surgen
en él la revalorizació n que la vanguardia parisiense hizo en su virulencia e! negocio, que es la negación del ocio"." La
del arte negro -música , danzas, cantos, dibujos- bus- alianza de lo natural con lo moderno se realizaría a través de
ca ndo en sus ritm os primitivos y mágicos una corriente de tres momentos : "Tesis: e! hombre natural ; Antítesis : e!
vita lida d. Pero lo que en París eraexótico, era nativo en M ontevi- hombre civilizado ; Síntesis : el hombre natural tecnifica-
deo, y desp iert a la emoc ión del poeta. do " .24 La tens ión dialéctica de la formulación aparece con-
densada en e! famoso aforismo de! manifiesto antropofágico:
(El subrayado es mío) " T upi or not tupi that is the question ".25
Imposible, en estas pocas líneas, trazar un análisis de
U na situación semejante se da en el Brasil, y lleva a Antonio Arie! y Calibán, o explicar la teoría de la Antropofagia. Pero
Cá ndido en 1963 a simila res conclusiones : uno y otra ya han sido tratados separadamente."

En el Brasil las culturas primitivas se mezclan con la vida Para terminar, deseo reproducir algunas palabras de Os-
cotidia na, o son reminiscencias aún vivas de un pasado re- wald de Andrade, en un sorprendente encuentro con Olive-
ciente. Las terribles osadías de un Picasso, un Brancusi, un Max rio Girondo en Sao Paulo , y que me han servido de estímulo
Jacob, un Tri stan Trara, eran, en el fondo, más coherentes con durante mis investigaciones : " O tro sería e! panorama ame-
nuestra herencia cultural, que con la de ellos. ricano si conociéramos mejor las letras que producimos, en
una misma expresión de virilidad nueva y de tierra despier-
(art. cit., p. 121, el subrayado es mío) ta, y en un ansia secular de liberación ". 27

7. Sólo me interesa lo que no es mío. Ley del hombre. Notas


Ley de antropófago . (Oswald de Andrade)
I Se trata de cua tro art iculos de Mário de Andrade sobre literatura argenti-
Una última hipótesis de comparación se presenta a partir na, publ icados en el Diario Nacional de Sao Paulo, entre octubre de 1927 y
de dos polémicas que han mantenido viva hasta hoy la cues- mayo de 1928, reprodu cidos en el texto de Emir Rodríguez Monegal , Mário
tión de la identidad cultural latinoamericana. Puesta en cir- de AndradefBorges, Sao Paulo : Perspectiva, 1978, Pags. 69-126. Fragmentos
culación a partir del famoso ensayo de Rodó (Ariel) , la metá- traducidos al español de estos textos pueden hallarse en : Mário de Andra-
de, Et Pautista de ta calle Florida (org. y trad . por Raúl Antelo), Buenos Aires:
fora shakesperiana de Ariel y Ca libán (The Tempesti ha sus- Botella al M ar , 1979.
citado reinterpretaciones (o redevoraciones , como diría Os- 2 Elysio de Carvalho. Principes del Espíritu Americano. (trad. César Comer ).
wald de Andrade) que, -alegoría de la situación coloniza- Madr id: América, s/ f.
dor/colonizado mediante- pretenden responder al proble- 3 Stefa n Baciu, " O surrealismo, a 'Semana de Arte Moderna ' no Brasil e
a ' Van guardia ' hispano-americana ", en M ovimientos Literarios de Vanguardia
ma de la presencia y asimilación de lo "otro ". La situación en lberoamérica, México: Universidad de Texas , 1965, pgs. 125-134. Osear
de Calibán, nativo monstruoso que aprende e! lenguaje del Collazos (org.) Los Vanguardismos en América Latina. Barcelona : Península ,
amo, significa una toma de conciencia sobre su condición de 1977 (la. ed. 1970). Har oldo de Campos, " Superación de los lenguajes ex-

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elu sivos", en Amh ira Latina en su literatura (coord . César F. Moreno), Méxi- Salvador, en " M ito y Real idad de un a pol émica lirera ri : Boedo-Fl orid ",
co: Siglo XXI/Unesco, 1972, pgs. 279-300. Mer lin H. Forster, " Latí n Ame- en rev. Sur. n. 2S3, Buenos Aires : Sur, julio-/\ o lO 1963, I)g~, (¡ -72 .
rican Vanguardismo: Chronology and Terminology" , en Tradition and Rene- 14 apud , Ha roldo de Campos, en .•A poe ia concreta e rea lidade n, jo-
u -al, Ch icago : Univ. of lIIinois Press, 1975, pgs. 12-50. Emir Rodríguez Mo- na l" (or ig. 1962), en Art, m, Rrrista- }, ilo P ulo : K iró • 19 7'1. p. ' )U,
negal , O/l. rit.. y Thr Bor~oi Antholog.r 01Latin Am,ricanLiterature (2 vols. en co- gún el crít ico, la frase pe rtenece a la corre ponden ia d, luz on l. pu -
laboración con Thomas Colchie), New York: Knopf, 1977. Raúl Antelo, .Va bl icación de un volumen de inéditos ( ~ Iai. ko v ki) por I • derni d ~I o -
i1ha ti, .lIara/lfltá. .lIário de Andrade li oshispanoamericanos. Sao Pau lo: Hu citec cú, en 1955 " . Art . tra d ucido a l españ ol por Lidi a , " Ech v r ria . R v, f~ o n,
(en prensa ; orig. 1978) . También mi trabajo Vanguardia)' cosmopolitismoen la 229, nov. 1980, pgs. 66· 7S.
·tlfrada del rnntr: Uliuerio Girondo}' Oswa/d de Andrade. Sao Paulo: Perspectiva, 15 Versos del poem a inclui doe n .vn ,idñ" d,/14 , ,,, mr.d I'JÓI . n'/ .f1I .. I' 1.
en prens a (orig. 1979) . 16 cf. Ca rlos R ipoll , La generarián tlel 2.J,n Cuba. , 'ew York : 1 I\ mt"ri
4 Concepto an alizado por Claude Abastado, en " In troduction a l'analy- Publi shing Co., I96S, p. 56.
se des ma nifestes ", en Les Manifestes, rev. Littimture n. 39, Oct ubre 1980, Pa- 17 cf. Lui s M ario Schneider, El Es tridrntum », u UIIII III"tI / II'4 J, la " 1111/"'0 .
rís : Larousse, pg s. 3-11. M éxico: Ed . de Bellas Artes. 1970, p. 124,
5 El texto de Epstein es de 1921. Nuestra referencia a la década del veinte IS Plini o Sa lgado, en "Arte Brasileir " , en () (U ,,,~,,tll o . tII;¡.. ti I'" ulo:
no puede ser un corte cronológico rígido . Por ejemplo, Serafim Ponte Grande, Hélios, 1927, P . 42.
de O swald de Andrade, reda ctado entre 1925 y 1929, recién es publicado en Deseamos insis tir en qu e las esci ione no n i
1933. tan , resp ondiendo más a un a necesid d er hi 3 d
6 Haroldo de Campos llama j ustamente la ate nció n sobre este aspecto un a vesda dera división . Val ga el ejemplo d U do/ fl idll. t onl rrne 1
de l poema "fa lacáo ", en nota al pie : " Este poema -programa .. . m uestra có- nota 13, En e l ca so de la Poesia Pa u Br 1 i1/ rd I
mo Oswald de An drade no distinguía ent re lenguaje de creación y lenguaje de sta car qu e la primera, an arquista , co mop lit y d
crítico - ent re lenguaje objeto y metalenguaje- en sus manifiestos moder- zante de los a ños veint e, deriva en la rnllh n i iz u ro., ni e,
nistas ", en Oswald de Andrade, Poesías Reunidas, ObrasCompletas, vol. 7, Río mente con la afiliación a l Partido Co muni I d w Id nd d . 'l'" d
de j aneiro: Cívilizacao Brasileira, 1974, pg. 76. gr upo Verdeam arc:1o, de un a po ición in i i 1m ni n i n Iil IA . 1 hl'
7 art, rit., pg. 14. anti-antropófa ga , termina en el con erv dori m 1I1r mo 1'lIn io I A'
S Ver de M árgaret Abdulmassik Wood Da Silva, "O projeto de estudos
de periódicos do Instituto de Estudos Brasileiros da Universidade de Sao
do , inspira d o en el Mo vimiento Inte gr li I , d onnol Ión lit ,i, nre,
Vemo s cómo los t ra yectos ideol ógico d cierto e rit re . I míenl
Pa ulo" , que transcribe una lista de tre inta y tres revistas, en Revista do Insti- rompen con las rígid as cate gorfa s ma ni q uel I , q u i n rh í . in I le n
tut» ti, Estudos Brasileims, Sao Paulo : Univer sidade de Sao Pa ulo, 1979, pg s. apli car .
117-122 . 19 Oswald de Andrade, " L 'effon intel lectu I d u lim il
9 Debemos llamar la atención sobre el libro de Boyd G. C arter, Historia conferencia proferida en la Sorbonne, el 11 de ma yo d 192
ti" la liteml ura hispanoamericana a través de sus revistas, (M éxico : Ediciones de la Rrtu « de F'Amerique Latine Pari s, ~l a yo- go to d 192 .
Andrea, 1968), que co nstituye u no de los trabajos más exha ustivos sobre la 20 Gloria Videla de Rivero, " Poesía d e van u rdi en I n mjri
materia en cuestión. Trabajos .más específicos, por ejemp lo, de C a rlos Ri- trav és de la revista La Pluma de Montevideo {1927. 19J I )" , cm N, iu« J"'torI.
poll , lndur dr la Revista de Al'ana. New York : Las Americas Publishing Co ., lIlairana nos. IIS-1 19, vol. XLVIII. enero-j u n io 19 2, Piu b ur h: ni ni·
1969 y de Héctor René Lafleu r, Serg io D. Provenzano y Fernando Pedro dad de Pitt sburgh, pp . 331-349 .
Alonso, La" reristas literarias argentinas (1893-1960). Bueno s Aires : Edi ciones 21 Roberto Fernández Retamar, ColiMn , Bueno de,
Cultural es Argentinas, 1962. 1973, p. 57. Ver también de Richard M . ~l ol'1C , " Ii"'n " , en ,ua,,1t4
10 cf, María Helena Grembecki , Mário de Andrade e " 1. 'Esprit Nouueau", (Montevideo), 8 de octubre de 1964.
Sao Pau lo: Instituto de Estu dos Bra sileiros da Univers idade de Sao Pa ulo, 22 Oswal d de Andrade, " A crise da filosofia mes il ni a ", n ObT/J.
1969, pletas, vol. VI, Río de j an eiro : Civiliza~¡1o Brasileira , 197 , P . 77.
11 Si bien es la poesía el ámbito pri vilegiado de la vangua rdia, es impor- 23 IIP, cit., p. 108.
tante men cionar los textos en prosa que, especialmente en el Brasil , revolu- 24 IIP. cit., p, 79.
ciona ron la tradicional narrativa decimonónica. Me refiero a Jlemórias Senti- 25 cf, " M a nifesto Antropófago" , op. eit., p. 13.
mmtaisdr J oao M iramar (1924) de O swa ld de Andrade, Path é-Boby (1926), de 26 Consultar de Benedito Nunes, " Antropofagia 30 . 1 nce de rod ",
Antonio de Alcántara Ma chado (una especie de equivalente en port ugués en el vol. VI de las Obras completas de Oswald de Andra de, ya menciona das,
de los l'eint' poemas de G irando), y Macunaíma (1928) de Mário de Andrade , y del mismo autor, OswaldCanibal, Sao Paulo: Pers pect iva. 1979. Tambi~n
Más radical aún, la prosa de SerafimPonteGrande (1933) d e Oswald de An- de Maria Eug enia Da Ga ma Alves Boa vent u ra , A 1'''''P"n/o ~lIII 014 uo
drade. Las tres gra ndes novelas producidas por el modernismo brasileño (tesis doctoral inédita ), Un iversidade de 5<10 Pa ulo, 19 , Es Impo nan le
(de O swald y Mário de Andrade ), ya han sido traducidas al español : Macu- destacar que la teoría de la antropofagia le h~ ~rvido a Harol~o ~ m~
naíma (trad. de Héc tor Olea ), Barcelon a : Seix Barral, 1977, y Obra Escogida como punta de lanza teórica para el establecimiento de una hlstona de la h-
de Oswald de Andrade, en traducción de Héctor Olea y Margara Russotto, teratura er. c:1 a rtícúlo mencionado ' y la " redevoraci6n" a l espa flol " Oc la
Ca raca s : Biblioteca Ayacucho, 1981. Rescatamos también, sin pretensión raz ón a~tropofágica " (t rad . Eduardo Milán)~ en rey. I'lIIlla .n. 68, j ulio
de ser excluyentes, otros textos transgresores en'la prosa va ngua rdista h is- 1982, México, pp . 12-19 (orig. port . rev. Coloqulo/útr4S~' 62. U boa , J ulho
panoamericana de la época: La señorita Etcéttra (1922)', primera novela estri- 1981). H ace poco tiempo Em ir Rod ríguez Monegal, qUien h c~do co n
dentista de Arqueles Vela , y Mío Cid Campeador (1929) , novela paródica de asiduidad la línea de T ordesillas, puso frente a frente esta s cuestlO en c:I
Vicente Hu idobro. artículo " T he metamorphoses of Caliban " , en Di«ritiu , Set iembre 1977,
12 Antonio Cándido , " Lite ratura e Cult ura de 1900 a 1945 (Pa nora ma pgs. 7S-81. Ver también del Autor, " Sob re el anti-impc ria li mo de Rodó" ,
para estrangeiros)" , en Littratura eSociedade. Sao Paulo: Companhia Edi tora en Revista Iberoamericana no. 80, j ulio-Se ptiemb re de 197 • pp . 49S-50 1.
Nacional , 1973, pg . 109, 27 Oswald de Andrade, " Sol da Meia-Noite" , en Pon14 " ÚIlffO- O ll:U
13 Consultar, por ejemplo, el lúcido balance crítico 'hecho por Nélida cllmpletas-5, Río de janeiro: Cívilizao;ao Brasileira, 1972. p. 6J ,

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