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Anexo Prevencion de Lesiones PDF
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Versión Preliminar
Guillermo de Hoyos
Médico de Familia, Hospital Bouquet Roldán
Cátedra de Atención Primaria de la Salud, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad
Nacional del Comahue
Qué es el Trauma
Cuando se produce un choque de automóvil contra un poste, parte de la energía que desplazaba
el vehículo (energía mecánica o cinética) se transforma repentinamente en daños materiales (al
vehículo, al poste) y a las personas, y otra parte se disipa en calor. De igual modo, cuando se
nos cae la pava del mate y se derrama agua caliente sobre nosotros, es la energía térmica la que
súbitamente sale de control y nos produce daño (la quemadura). Ese daño a las personas que
habitualmente reconocemos como heridas, hemorragias, fracturas, contusiones, quemaduras,
etc. constituye el trauma.
b) Modelo de Abordaje
Una dificultad que se observa al momento de trabajar en la prevención es que mucha gente
no sabe cómo hacerlo o descree de las intervenciones habituales porque considera que
no son efectivas. Si tomamos como ejemplo el tránsito tendremos que concluir que se trata de
un problema complejo difícil de abordar desde una sola disciplina o sector. Actualmente
predomina un modelo conocido como el de Causalidad Prevalente, fuertemente arraigado en
nuestra cultura y reproducido por sectores como Seguridad, Policía, Seguros y el Poder Judicial.
Puede resumirse en 2 premisas:
Cada “accidente” vial, incidente, siniestro o colisión se debe a una sola causa importante,
que está presente y debe buscarse inmediatamente antes del hecho.
El factor humano tiene un rol determinante. (se dice: 90% de las veces)
Otra forma de ver el problema es desde el modelo epidemiológico, cuyas premisas básicas
son las siguientes:
Los acontecimientos que originan lesiones (traumáticos) responden a una red de factores.
Este modelo no intenta buscar causas sino “factores de riesgo” que aumentan la
probabilidad de que el hecho ocurra. Se busca asociación entre la presencia o ausencia de
estos factores y la frecuencia con que los acontecimientos ocurren.
Si bien el modelo descripto está basado en la Historia Natural de la Enfermedad y es muy útil
para comprender los factores de riesgo y organizar las medidas de prevención, debe tenerse en
cuenta que hay modelos más complejos para explicar la producción de las lesiones, como el de
los Determinantes Sociales de la Salud. Estos son factores sociales, económicos, culturales,
étnicos, psicológicos y de comportamiento que influencian la ocurrencia de problemas de salud
y sus factores de riesgo en la población.
Como ya se ha dicho, las lesiones constituyen la primera causa de muerte en niños y niñas a
partir del año de edad y uno de los principales motivos de internación y consulta. Entre los
lactantes hasta el año de edad, otras causas de muerte relegan a las lesiones a un lugar
secundario. Sin embargo, las defunciones registradas entre los menores de 1 año por lesiones no
intencionales son más numerosas que a cualquier otra edad entre la población de 0 a 6 años de
edad. En el período 1998 a 2008 se registraron en nuestra provincia 44 fallecimientos por
lesiones no intencionales en la población menor de 1 año de edad; de los mismos 2/3 fueron
varones. Más del 50% de las muertes tienen como mecanismo productor a la asfixia, la mayoría
de las cuales se atribuye a aspiración de vómito, de leche o alimentos. Cerca de un 20% de los
fallecimientos ocurrieron en incendios o exposición al fuego y otro 20% por lesiones de
tránsito.
Gráfico 1
Las tablas 1 y 2 muestran la distribución de las muertes por edad según mecanismos de lesión
en niños y en niñas. Pueden observarse algunas diferencias por género y grupo de edad
Mientras que en los varones los principales mecanismos de lesión no intencional fatal son las
quemaduras y electrocuciones seguido del ahogamiento, en las niñas predomina el tránsito y en
2º lugar las quemaduras y electrocuciones. A su vez, se observa que más del 80% de los casos
de asfixia por inmersión ocurrió en niños y niñas de 1 y 2 años de edad, mientras que el tránsito
y las quemaduras se distribuyen en todas las edades de ambos grupos.
La Organización Panamericana de la Salud calculó que en América Latina, por cada niño/a
fallecido por lesiones no intencionales se internan otros 45. En nuestra provincia, en el período
comprendido entre 1998 y 2006, esa relación fue de 1 fallecido por cada 41 internados en el
subsector público. Las lesiones son una de las dos causas principales de internación en la
población infantil en la Provincia de Neuquén. En la tabla 3 se observa que ocupa el 2º lugar
entre las niñas de 1 a 9 años después de las enfermedades del sistema respiratorio. En cambio
en los varones pasa a ser la primera causa de egreso a partir de los 6 años de edad.
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Niñas Niños
Sistema
1 Sistema respiratorio Sistema respiratorio Trauma
respiratorio
Infecciosas y Infecciosas y
3 Sistema digestivo Sistema digestivo
parasitarias parasitarias
En el período comprendido entre 1998 y 2006 se registraron un total de 5657 egresos de niños
y niñas de 0 a 6 años de edad en los hospitales públicos de la provincia, es decir un promedio
de 629 egresos por año. El 59% correspondió a niños y el 41% restante a las niñas. El promedio
de días de estada fue de 2,7 días. La principal causa de internación fueron las caídas, seguidas
por las lesiones de tránsito, quemaduras e intoxicaciones (en las niñas, las quemaduras
desplazan al tránsito al tercer lugar).
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Fuente: Adaptado de Sistema de Vigilancia de Lesiones de Causa Externa, Unidad Centinela Hospital
Castro Rendón, disponible en https://www.snvs.msal.gov.ar/lesiones/consultas
La distribución por intencionalidad y por mecanismo puede verse en la tabla 5. Las caídas son
el mecanismo más frecuente de lesión hasta los 10 años de edad. Las lesiones de tránsito se
incrementan progresivamente hasta ocupar el lugar preeminente a partir de los 10 años. Los
golpes son otro de los mecanismos más comunes de lesiones en la población infantil y abarcan
un amplio espectro y variedad de circunstancias. Siguiendo la definición del SIVILE son
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La OMS ha calculado que por cada lesionado fallecido hay 3 a 5 personas que quedan con
secuelas permanentes. Desconocemos datos locales por lo que las estimaciones internacionales
podrían ser una guía para orientarnos acerca de la magnitud de las consecuencias. Entre los
niños/ as menores de 12 años que sufrieron quemaduras, 8% queda con secuelas permanentes.
En este grupo, el 17% de los asistidos en guardias de emergencia por lesiones de tránsito o
quemaduras y el 8% de quienes sufrieron intoxicaciones o caídas presentaron discapacidad
temporal mayor de 6 semanas. Por otra parte los trastornos de ansiedad, stress post traumático
y fobias son frecuentes luego de sobrevivir a un acontecimiento traumático. Estudios mostraron
que un año después de una colisión de tránsito, 44% de los niños/as aún mostraban trastornos
de sueño, desórdenes de conducta, cambios de humor y miedo extremo a sufrir lesiones.
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La perspectiva de género
Los modos de lesionarse y morir así como los factores de riesgo y protectores presentes son
distintos para hombres y mujeres, comprendidos en el contexto histórico y social en que se
desarrollan. Existe una exposición al riesgo muy incrementada tanto cuantitativa como
cualitativamente en los varones a partir de la edad escolar, que alcanza su mayor expresión en la
adolescencia y juventud. Sin embargo, ya se ha visto que incluso en el grupo de 0 a 6 años la
morbimortalidad es mayor en los niños. No será posible comprender los acontecimientos que
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Se entiende por seguridad un estado en el cual los riesgos y las condiciones que llevan a
lesiones físicas, o daño psicológico o material, se controlan con el objetivo de preservar
la salud y el bienestar de los individuos y la comunidad. Es un prerrequisito para el
mantenimiento y la mejora de la salud y el bienestar de la población. (Declaración de Montreal
2002). Llamamos circunstancias a la combinación de distintos factores que caracterizan el
riesgo, tipo y gravedad de lesión. Siguiendo lo definido por el SIVILE, las circunstancias
incluyen: mecanismo, lugar, actividad e intencionalidad
Convencidos que se debe enfatizar la promoción de la seguridad, se analizarán a continuación
los riesgos y mecanismos en los dos principales ámbitos donde se producen las lesiones de este
grupo: el hogar y el tránsito. La división por mecanismos sigue al análisis epidemiológico y tiene
sólo fines didácticos. Muchas de las recomendaciones sugeridas para determinadas
circunstancias son pertinentes también para otras. No se pretende hacer un listado exhaustivo
ni de los mecanismos ni de las recomendaciones, sino sólo apuntar a aquellas que son
prioritarias en función del análisis epidemiológico y evidencia de efectividad. El propio análisis
local deberá determinar la pertinencia de las mismas.
A) La seguridad en el hogar
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Caídas:
En los bebés menores de un año, todos los casos ingresados a la UCL del Hospital Castro
Rendón en el período analizado fueron caídas de altura de mesas, cambiadores, camas y sillitas
para bebés. En los casos de niños y niñas más grandes se producen muchas caídas a nivel, la
mayoría de ellas no tienen consecuencias y son parte del desarrollo, aunque habrá que estar
atento a reiteraciones, factores predisponentes y superficies. En cambio las más graves
consignadas también son de altura desde cuchetas, ventanas y escaleras. Obviamente esto
dependerá mucho del barrio y/o localidad analizados.
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Quemaduras:
En el 85% de los casos, las muertes han estado relacionadas a incendios o a acción directa del
fuego. La mayoría de estos incendios se ha producido en viviendas precarias ubicadas en tomas
de terrenos y barrios periféricos de localidades del valle y a veces han causado víctimas
múltiples. Las quemaduras fatales por agua hirviendo ocurrieron en niños de 1 a 2 años que
entraron en contacto con las ollas. En cambio, cuando analizamos los egresos por quemaduras,
las proporciones se invierten: el 85% se produjeron por contacto con líquidos y sustancia
calientes. Los lugares más habituales son la cocina y la sala/comedor. En el caso de los lactantes
menores de un año uno de los mecanismos consignados es la manipulación o transporte de
sustancias calientes por parte de adultos con el bebé en brazos, En el caso de niños y niñas
deambuladoras la caída de ollas, pavas, jarras u otros contenedores de sustancias calientes
dejados a su alcance en mesas o cocinas. Existen casos de quemaduras en el baño y otros con
radiadores. A partir de los 5 años, son frecuentes las quemaduras por artefactos pirotécnicos
durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Recomendaciones
No fumar en el hogar (No sólo por riesgo de quemaduras e incendios, sino también por
muerte súbita y otros daños a la salud). En lo posible, no fumar. Jamás hacerlo en el
dormitorio o en la cama.
Regular termostatos en calefones y termo tanques en no más de 60ºC.
Instalación de detectores de humo en lugares apropiados con controles periódicos
(Obviamente esto es sólo posible en determinado tipo de hogares).
No cocinar, cebar mate, o beber líquidos calientes con el bebé en brazos. Avisar a las
personas cercanas cuando se transportan elementos calientes.
Controlar la temperatura del agua antes y durante el baño.
Proteger al niño/a de estufas, calefactores, cocinas, hornos.
Evitar que el niño juegue o esté en la cocina en horario de preparación de la comida.
Utilizar las hornallas posteriores para cocinar y colocar los mangos de sartén hacia atrás.
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Electrocución
Algunos incendios y algunas quemaduras están relacionados con la electricidad. En 11 años se
produjeron 5 fallecimientos de niños/as entre 1 y 5 años de edad por esta causa. También se
consignan cerca de 30 internaciones. El contacto directo con un cable es el único mecanismo
informado.
Recomendaciones
Tener instalaciones eléctricas seguras y protegidas. No dejar cables, conexiones,
prolongadores, conectores “zapatillas” ni adaptadores al alcance de niños y niñas.
En lo posible, instalar disyuntores de electricidad. Se sugiere plantear la posibilidad y no dar
por descontado que es imposible.
Proteger los tomacorrientes.
No abrir la heladera con los pies descalzos o mojados.
Intoxicaciones
En el período considerado se produjeron 3 fallecimientos por intoxicaciones por monóxido de
carbono y uno por té de payco en la población menor de 6 años. Las internaciones, en cambio,
se debieron a ingesta de medicamentos psicotrópicos y otras drogas en primer lugar seguido por
hidrocarburos, plaguicidas y otros productos químicos.
Recomendaciones
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Asfixia
Como ya se ha mencionado, la asfixia por aspiración de alimentos, vómitos o contenido
gástrico aparece como el mecanismo de lesión más importante entre los lactantes menores de
un año. No parece coincidir con lo encontrado en la bibliografía. No sabemos si algunos de
estos casos corresponden a muerte súbita del lactante u otras enfermedades. Hay al menos un
caso de asfixia por sofocación en la cama. Hay 3 fallecimientos reportados por aspiración de
alimento o cuerpo extraño en niños de 1 a 6 años. En este grupo el ahogamiento por sumersión
es uno de los mecanismos fatales más frecuentes en el domicilio y peri domicilio, donde puede
haber arroyos, ríos o canales. En el hogar existen casos registrados en la bañera, fuentón, pileta
de lona y tacho de pintura de 20 litros. La gran mayoría eran niños de 1 y 2 años.
Recomendaciones
No dejar objetos pequeños como botones, bolitas o monedas al alcance de los niños y niñas
menores de 4 años. Asegurarse que los juguetes no tengan partes pequeñas que se puedan
desprender o separar.
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Otros mecanismos
Mordeduras de perro
Entre 2007 y 2009, se registraron en el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica
(SINAVE) más de 9700 denuncias por mordeduras de perro en la población general en la
Provincia. Se calcula que sólo consulta 1 de cada 5 personas mordidas. En el período 1998 a
2006 se internaron 99 niños y niñas entre 1 y 6 años por mordeduras de perros. Más de la mitad
de ellas sucedieron en la casa de la víctima. Las recomendaciones acerca de la prevención de las
mordeduras del perro de la casa son controversiales pero hay acuerdo en que las mascotas
tienen que estar a distancia segura de los bebés y niños pequeños y nunca a solas con ellos/ellas.
La elección del perro (tamaño, raza, género), su entrenamiento y educación y su modalidad de
crianza debiera ser consultada con anterioridad a su adquisición con veterinarios y/o expertos
para reducir riesgos de conductas agresivas.
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B) La seguridad en el tránsito
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El 61% de las muertes de sexo conocido corresponde a niños y el 30 a niñas. Entre aquellos
registros en que dispone mayor completitud de datos obtenemos la siguiente información:
Todas las muertes de los lactantes menores de un año se produjeron en rutas por choque
y/o vuelco del automóvil en que viajaban, excepto una (ocupante de ómnibus).
Todos los peatones fueron atropellados en calles en ámbitos urbanos.
95% de las colisiones de vehículo de motor se produjeron en rutas de la provincia, en más
de la mitad de ellos el mecanismo consignado es el vuelco.
En cuanto a las internaciones, se observa una distribución predominante y pareja entre ciclistas
y peatones, seguido por ocupantes de autos y camionetas. Las internaciones de los que se
trasladaban a caballo fueron más frecuentes que la de ocupantes de motos, camiones o
colectivos.
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Con relación a las consultas ambulatorias, se analizaron 122 casos registrados en la UCL del
HCR entre 2005 y 2007. Casi todas son lesiones leves y moderadas, la mayoría de las víctimas
era pasajera de auto o camioneta (51%) y conductor o pasajero de bicicleta (30%). La
descripción de las circunstancias apunta preferentemente a colisiones de vehículos a motor a
baja velocidad, niños/as en asientos delanteros y/o en brazos de adultos, casi todos sin
sujeción. Sólo en 2 casos se consigna asiento protector en automóvil. En el caso de los ciclistas,
la mayoría son pasajeros que engancharon su pie entre los rayos de la rueda, cayeron de o con la
bicicleta. Los conductores son todos niños de 4 a 6 años que caen de su bicicleta. No se
consigna uso de casco en vehículos de 2 ruedas. La distribución es bastante pareja durante los
días de la semana, pero el 70% de las lesiones ocurrieron entre las 12 y las 21 hrs.
Recomendaciones
Las recomendaciones acerca de la seguridad vial están destinadas sobre todo al uso de
implementos de seguridad. Son las que más ampliamente se encuentran difundidas en la
bibliografía, pues las medidas han probado su alta efectividad en todos los contextos estudiados.
En los autos y camionetas:
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El uso adecuado del cinturón de seguridad mixto (banda transversal y diagonal) ha mostrado
reducir la mortalidad en más del 50%. También reduce en porcentaje similar las lesiones graves,
tiempos de internación y costos de la atención. El asiento trasero es el más seguro. La ubicación
reduce un 36% del riesgo de muerte y alcanza el 75% con el uso correcto de los medios de
sujeción. La ubicación de niños en el asiento delantero es más peligrosa aún en los vehículos
que cuentan con airbag, ya que éste por sí sólo puede producir lesiones graves o fatales en niños
pequeños o no sujetos. El factor que mejor predice el uso de sistemas de sujeción para
niños es el uso de dichos sistemas por el conductor del vehículo La importancia de que
todos los ocupantes del vehículo utilicen el cinturón de seguridad está dada también porque el
no hacerlo aumenta la probabilidad de muerte de los restantes ocupantes en un 20%. Un niño
o niña no sujeto/a adecuadamente tiene 10 veces más posibilidades de morir en un
acontecimiento de tránsito. Los asientos de seguridad han demostrado una reducción de
hasta el 70% de mortalidad en menores de 4 años y cerca del 65% entre 4 y 7 años
Existen 4 sistemas de sujeción para infantes, dependiendo del peso:
Asientos de seguridad que miren hacia atrás para los niños de hasta 10 kg
(aproximadamente 1 año). Esta posición protege mejor la columna cervical y es segura
siempre que haya apoyo para la cabeza.
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Uso del cinturón de seguridad en el asiento trasero del automóvil para niños de más peso.
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Como peatones
Los niños y niñas deben estar siempre acompañados de un adulto responsable apto
psicofísicamente en la vía pública.
Bicicleta
Uso permanente de casco, ya sea como conductor o como pasajero.
Utilizar ropa reflectiva y/o luces al circular en condiciones de baja luminosidad.
Transportar a los niños/as en asientitos con correas de seguridad y apoyo para pies y
colocar protectores en los rayos de bicicleta.
Entrenamiento para andar en bicicleta.
Circular en áreas y vías alejadas del tránsito automotor.
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Como hemos visto, las lesiones graves de los ciclistas se producen por colisión de vehículo de
motor y por caída con traumatismo de cráneo, muchas de ellas por roce, contacto, desvío o
cercanía de un automotor. Las mismas consideraciones acerca de la supervisión de los infantes
como peatones deben ser tenidas en cuenta aquí. La habilidad para andar en bicicleta se
adquiere progresivamente y es bueno estimularla, pero en condiciones de seguridad máxima,
alejadas del tránsito automotor. La misma recomendación es extensiva a la circulación de
adultos, y más cuando trasladan niños/as. La bicicleta es un vehículo de transporte diseñado
para una sola persona. Sin embargo es posible trasladar niños/as pequeños/as en condiciones
relativamente seguras en asientitos con apoyo para pies y correas de seguridad y colocando
protectores en los rayos de bicicleta. Ello impide las caídas desde el vehículo y los frecuentes
esguinces de tobillo y lesiones asociadas (“pie de bicicleta”). El uso del casco reduce la
probabilidad de TEC grave entre el 68% y 88% a todas las edades. Si bien la recomendación
debería ser hecha a todos los ciclistas, parece razonable que el énfasis sea puesto en los niños y
niñas desde que comienzan a usarlas, debido a su mayor vulnerabilidad, falta de habilidad y
experiencia. Entre los 5 y 15 años está comprendido el grupo que más utiliza bicicletas y más
padece las lesiones fatales y no fatales. Un beneficio adicional sería la presunción de que
aquellos que utilicen el casco de niños, probablemente lo sigan haciendo de adultos. No hay
obligatoriedad de su utilización por lo que la recomendación desde el sector salud debería ser
muy clara y categórica como mensaje de protección
Motos
Evitar el traslado de niños y niñas pequeños en motocicleta.
Uso de casco adecuado a la edad, en caso de hacerlo.
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Por otra parte, hay que reconocer que muchas familias humildes tienen este medio como único
disponible para su traslado. En la medida que el transporte público colectivo y/o la
infraestructura y condiciones de seguridad vial para ciclistas no mejore en muchas de nuestras
localidades, proponer alternativas puede resultar impropio. Por ello muchas de las acciones que
se requieren para mejorar la seguridad de la comunidad requieren que asumamos también otros
papeles como se verá a continuación.
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g) Conclusiones
Las lesiones no intencionales son una de las principales causas de enfermedad, discapacidad y
muerte de la población que atendemos. Nos estamos refiriendo no sólo a la población de niños
y niñas de 0 a 6 años de edad sino también a sus padres, hermanos, hermanas y otros familiares
y cuidadores. Contribuir a la prevención aprovechando las oportunidades que se nos presentan
en la consulta es nuestra responsabilidad..
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35,00
31,61
30,00
25,00
20,17
20,00
15,00
10,00
5,00
0,00
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Fuente: Elaboración del Programa de Prevención y Control del Trauma en base a datos de la Dirección de
Epidemiología y Estadística, Subsecretaría de Salud
El mayor peso de la reducción se debe a las lesiones no intencionales. Es probable que las
acciones impulsadas y/o realizadas por el sector sanitario en los últimos años hayan hecho una
gran contribución a esta reducción. Es probable también que intensificar algunas de estas
acciones como la promoción de la seguridad y prevención de lesiones en nuestras prácticas
clínicas pueda resultar en aporte aún mayor.
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1. Almeida Filho Naomar y Jairnilson Silva Palm. La crisis de la salud pública y el movimiento
de la salud colectiva en Latinoamérica. Cuadernos médico sociales. CESS N. 75. Mayo 1999.
Pág.15
2. Bosque L.; Neira J. Prevención de Lesiones sección 2 en Prioridades en Trauma. Editorial
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http://www.canadiantaskforce.ca/
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Disponible en http://www.cdc.gov/InjuryViolenceSafety/
5. Center for Disease Control and Prevention, Injury prevention and control, Home and
recreational safety, disponible en
http://www.cdc.gov/HomeandRecreationalSafety/index.html
6. Clamp M, Kendrick D, A randomised controlled trial of general practitioner safety advice
for families with children under 5 years, BMJ (Clinical research ed.), 1998 May, vol 316,
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7. de Hoyos G Prevención de lesiones no intencionales, Capítulo 22 del Libro Medicina
Familiar y Práctica ambulatoria A. Rubinstein , S.Terrasa,, 2ª Ed Buenos Aires, Medica
Panamericana, 2006, 198-206
8. de Hoyos G Prevención de accidentes en la práctica clínica, Material del Curso de
capacitación continua para médicos generalistas de la Zona Metropolitana, Neuquén, 2000
9. de Hoyos GH. De los Accidentes a los acontecimientos traumáticos. En: Geldstein R.
Bertoncelo R. (coordinadores). Aspectos demográficos y sociales de los accidentes de
tránsito en áreas seleccionadas de la Argentina. Diagnóstico y aportes para el diseño de
políticas y programas de prevención. Ministerio de Salud y Ambiente, CONAPRIS, 2006,
Introducción p. 19-21. de Hoyos G. Acontecimientos traumáticos en el tránsito. Víctimas,
circunstancias y comportamientos de riesgo observados en la Ciudad de Neuquén. En ídem
anterior, Cap. 4 p. 55-66. de Hoyos GH. Ungaro JF. Development of a trauma prevention
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Marzo 2008.
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12. Glizer I. Prevención de accidentes y lesiones. Serie PALTEX Nº 29 Organización
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13. Greig A, Constantin E, Carsley S, Cummings C; Preventive health care visits for children
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2010;15(3):157-9
14. Jurzuc, Manuel, Prevención de lesiones no intencionales, Subsecretaría de Salud, dirección
General de Atención Primarias de la Salud, documento interno, 2009
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37
Las siguientes son recomendaciones generales aplicables a la gran mayoría de los casos. Pero se
enfatiza que se debe conocer la epidemiología local y el ámbito e historia familiar para
seleccionar y orientar las intervenciones y evitar así sugerir intervenciones fuera de contexto u
omitir aquellas importantes.
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Metas Provinciales:
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No siempre es posible determinar las circunstancias que ocasionaron lesiones y/o afirmar si
hubo intencionalidad en su producción. De hecho siempre es menester estar atento a la posible
intencionalidad y/o existencia de maltrato en cierto tipo de circunstancias y de lesiones que
presenten los niños y niñas, los más vulnerables por asimetría de poder. La descripción de
dichas circunstancias y tipos de lesiones y su abordaje exceden el propósito de este documento
pero sí queremos llamar la atención sobre la relación entre violencias y lesiones. El concepto de
violencia está asociado a la intencionalidad y su resultado excede a la sola producción de
lesiones. Las violencias son una construcción social e histórica de carácter complejo y
polisémico. Entre los factores que las originan, fomentan y facilitan en América Latina, según
Briceño León, se encuentran: el empobrecimiento y la desigualdad, el debilitamiento de los
controles sociales tradicionales, la estructura de las ciudades latinoamericanas, la ausencia de
mecanismos de resolución de conflictos de modo pacífico, la impunidad y el consumo de
alcohol. Varios de los factores arriba mencionados aparecen claramente relacionados con
muchos de los mecanismos y circunstancias que provocan lesiones no intencionales,
fundamentalmente los de tránsito. No se trata de negar especificidades entre lesiones
intencionales y no intencionales, sólo se destaca que estamos ante un problema complejo con
múltiples facetas y que su diferenciación actual sustentada en la intencionalidad parece
insuficiente. Esta visión, por otro lado, permite alentar expectativas acerca de que acciones
comunitarias en la prevención de lesiones no intencionales puede tener también un impacto
positivo en la reducción de indicadores de violencias, como algunas experiencias han
demostrado. Finalmente, en la práctica clínica, todas aquellas recomendaciones que favorezcan
la seguridad, el cuidado, el apego y las relaciones interpersonales saludables se orientan
simultáneamente a la prevención de lesiones, ciertas enfermedades y violencias.
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