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Resumen El Discurso Del Rey PDF
Resumen El Discurso Del Rey PDF
Isabel vuelve a casa y le cuenta que ha encontrado un buen logopeda que podría superar su
problema con el habla. Alberto, harto ya de tantos intentos sin solución, le dice que ni hablar,
pero a pesar de esto acepta visitarle.
Se dirigen hasta el puesto de trabajo de Logue. Nada más entrar todo empieza mal. El duque
se sienta en el sofá y se enciende un cigarro. Logue se lo quita rápidamente y le dice que fumar
no es un buen camino para empezar con la terapia. Alberto empieza a estresarse. El logopeda
le hace varias preguntas incómodas y personales al duque y también se atreve a llamarle
Bertie, un claro incumplimiento del protocolo real. Logue, para persuadirle de que siga su
tratamiento, apuesta un chelín diciéndole que puede leer perfectamente en ese mismo
momento. El duque se enfada y procede a irse, pero el Logue le dice que todavía no ha
acabado. Le pone unos auriculares con música a todo volumen y le hace leer el soliloquio de
Hamlet "Ser o no ser" en voz alta. Logue registra la lectura con un gramófono, pero Bertie,
convencido de que no ha hecho más que tartamudear, se marcha en un arrebato, declarando
que "no hay esperanza". Logue le ofrece la grabación como un recuerdo diciéndole que es
gratuita. Alberto le cuenta a Isabel que la terapia ha sido un fracaso y que no volverá jamás.
El rey Jorge V se dispone a dar su discurso de Navidad en la radio para todo Reino Unido.
Después del discurso, el rey le explica a su hijo la importancia que tiene la radiodifusión en la
monarquía moderna. Le dice que su hermano David, el príncipe de Gales, traerá a la familia a
la ruina y al país como rey. Jorge V le exige que repita la lectura del discurso de su padre, pero
es un auténtico fracaso. Empieza a tartamudear y se va furioso.
Al día siguiente, y sin pensarlo acuden a Logue. Esta vez, le dicen que se ahorre las preguntas
personales y que se ciña al tratamiento. Empiezan con ejercicios físicos como saltar, rodar por
el suelo, gritar y decir palabrotas, relajación muscular y control de la respiración… y a pesar de
las reservas iniciales, Logue empieza a sondear suavemente las raíces psicológicas de su
tartamudez.
Van pasando los días y se ve una clara progresión del habla en los discursos del duque.
El príncipe de Gales, David, vuelve a casa en su avioneta. Alberto le pregunta por su ausencia y
éste dice que ha estado muy ocupado y le cuenta su “apasionante” historia de amor con su
querida Wallis Simpson, divorciada y duquesa de Windsor.
El rey, Jorge V está muy enfermo, se va a morir. Llega la noche y la familia se dispone a cenar.
Tras empezar con la cena se anuncia la muerte del Rey. Todos acuden muy tristes a verle, pero
ya no hay nada que hacer. David, como hijo mayor, accede al trono como Eduardo VIII.
Logue, apasionado del teatro, está en su casa ensayando piezas teatrales con sus hijos. Le
interrumpe la inesperada visita de Bertie. Éste le dice que ha estado todos los días ensayando
una hora. Antes de empezar con la terapia este mismo día, Logue le ofrece un poco de alcohol
a Bertie para así poder relajarse y expresarse mejor. El duque le dice que las últimas palabras
de su padre fueron que él tenía más agallas que todos los demás y que tendría que ser su
sucesor. El duque le confiesa que la coronación de su hermano es un alivio para él. Éste pronto
revela algunas de las presiones de su infancia: su padre es estricto, la represión de ser zurdo,
un tratamiento doloroso para las piernas, una niñera que favoreció a su hermano mayor, y la
temprana muerte de su hermano menor, el príncipe Juan debido a la epilepsia.
El día de Navidad, Bertie, su esposa y su madre acuden al castillo Balmoral donde están el rey
Eduardo y su querida Wallis. El duque se enfada con su hermano por su ceguera hacia Wallis,
al contarle éste que ha despedido a mucha gente de su entorno de trabajo. Eduardo intenta
consolarle diciéndole que Wallis se va a divorciar y que se van a casar, pero Bertie se va
furioso. El duque, en presencia del mismo Winston Churchill, señala que Eduardo no puede
casarse con una mujer divorciada y conservar el trono. Éste se burla de su hermano,
acusándole de querer usurparle el trono, y resucita a su burla de la infancia llamándole "B-b-b-
Bertie", dejándole sin ánimo para responder.
A los pocos días, el duque vuelve al logopeda y le cuenta lo sucedido en Escocia. Logue observa
que cuando maldice no tartamudea y le hace practicar, insultando en voz alta. Después de
hacerlo, Bertie y Logue salen a pasear para relajarse. El duque le informa de los planes de su
hermano con la señora Simpson, a los que el gobierno se opone, y Logue insiste en que él
podría ser rey. Indignado, le acusa de traición y en su ira, se burla de Logue por sus orígenes
humildes, provocando una fisura en su amistad. Bertie deja perplejo a Logue y se dirige hacia
el palacio del Primer Ministro, Stanley Baldwin. El duque le dice que Eduardo VIII no se puede
casar con una mujer divorciada y lo único que podría hacer es renunciar al trono. El Ministro
está de acuerdo con sus palabras.
Mientras tanto, Logue se dirige a su casa y le dice a su mujer que tiene problemas con un
paciente. Logue no desvela la identidad del mismo. Tras pasar varios días, éste decide ir en
busca del duque pero al llegar a su casa le dicen que está muy ocupado y el logopeda se
marcha triste.
Churchill mantiene una conversación con Alberto en la que le dice que el Parlamento no
apoyará el matrimonio de Eduardo con la señora Simpson.
Se anuncia la Segunda Guerra Mundial contra Alemania y el mismo Churchill le dice a Alberto
que necesitan a un rey serio y responsable para poder hacer frente al conflicto. En el mismo
momento les interrumpe Eduardo, el Rey, y les anuncia su abdicación. Les dice que se va a
casar con Wallis y que deja todo por ella.
El mismo Rey, anuncia su abdicación en la radio y explica a toda la nación su matrimonio con la
duquesa Simpson.
Alberto se convierte en Rey, con el nombre de Jorge VI. Se dispone a dar un discurso para
anunciar su reinado, pero otra vez vuelve a tartamudear. El Rey se da cuenta de que necesita
la ayuda de Logue y junto a la Reina Isabel visitan su hogar para pedir disculpas. Isabel se
queda en el comedor mientras Logue y Jorge VI dialogan en su habitación. En el mismo
momento entra la mujer de Logue a casa con los hijos y se queda asombrada al ver a la reina
en su casa. Es el momento en el que se entera de que el paciente tan problemático de su
marido es el mismo Rey de Inglaterra. El Rey le dice a Lionel que quiere que le acompañe a
todos sus actos y el primero de ellos será en la Abadía de Westminster donde tendrá lugar su
coronación.
Logue y Jorge VI empiezan a ensayar el discurso y la coronación y es todo un éxito. Desde este
momento, el rey no duda, en absoluto, del tratamiento de Lionel.
Pocos días después se anuncia la dimisión del primer ministro por miedo y temor a Hitler. Le
sucederá Churchill que será de gran apoyo al Rey.
Estamos ya en el año 1939.
Gran Bretaña declara la guerra a la Alemania nazi y Jorge VI cita a Lionel en el Palacio de
Buckingham para que le ayude en la preparación de su discurso, que será ofrecido en directo
tanto en el Reino Unido cómo en el Imperio. Como millones de personas escuchando, el Rey
pronuncia su discurso sin tartamudear, mientras Logue le guía en silencio. Finalizado el
discurso, el rey le agradece a Logue su ayuda y sale al balcón, junto a su familia, para saludar a
los miles de londinenses que se han reunido para escuchar, animar y aplaudir. En los créditos
se explica que Logue estuvo siempre presente en los discursos del rey Jorge VI durante la
Segunda Guerra Mundial. Así pues, se señala que en 1944 Logue fue nombrado Comandante
de la Real Orden Victoriana, en reconocimiento a su servicio personal al monarca y que
"Bertie" y Lionel fueron amigos por el resto de sus vidas.