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1A Escobedo Castillo Andrea Ariana Titulo Profesional 2017
1A Escobedo Castillo Andrea Ariana Titulo Profesional 2017
FACULTAD PSICOLOGÍA
LIMA-PERÚ
2017
Dedicatoria:
A mi abuela Irma
por su amor y cuidado,
a mi madre Sussy Castillo
por darme el ejemplo de persistencia y
superación, a mi hijo Gabriel por su amor y
comprensión y a mis verdaderos maestros
quienes me ayudan y motivan a seguir aprendiendo y
compartir lo aprendido.
ii
Índice
Portada i
Dedicatoria ii
Índice iii
Lista de Tablas vi
Lista de Figuras viii
Resumen ix
Abstract x
Introducción xi
Capítulo I: Problema
1.1. Planteamiento y Formulación del Problema 14
1.2. Hipótesis 18
iii
2.1.2. Antecedentes Internacionales 29
2.2. Bases teóricas 32
2.2.1. Resiliencia 32
d. Enfoque Sistémico 46
3.2. Participantes 68
3.3. Variables 69
3.5. Procedimiento 75
iv
Capítulo IV: Resultados 77
Discusión 89
Conclusiones 93
Recomendaciones 95
Referencias 97
Anexos 105
Anexo 1: Escala de Resiliencia 106
v
Lista de Tablas
Número Página
1.Factores de resiliencia según Grotberg 40
resiliencia 57
según Brañas 60
la Escala de Resiliencia 72
Crianza 77
Estilos de Crianza 78
vi
12. Estilos de Crianza en los alumnos del 4º y 5º de Secundaria de una Institución
Pública de Lima 80
13. Asociación de los niveles de Resiliencia según sexo 81
la Escala de Resiliencia 82
de procedencia 86
familia de procedencia 86
Estilos de Crianza 88
vii
Lista de Figuras
Número Página
1. Cronograma Conceptual de la resiliencia 36
viii
Resumen
ix
Abstract
The main objective was to determine which of the sub-scales of Parenting Styles is the one
that has the greatest correlation with the resilience in students of a Public Educational
Institution of Lima. Other objectives were to identify the levels of Resilience and Parenting
Styles perceived by adolescents and to identify the association of Resilience and Parenting
Styles by gender, respectively. The research is descriptive, correlational and comparative.
The sample consisted of 209 fourth and fifth year high school students. The Wagnild and
Young Resilience Scale (1993) and the Steinberg Parenting Styles Scale (1993) were used.
The Parenting Style sub-scale that has the greatest correlation with resilience was found to
be the sub-scale of Commitment. 98.6% of the sample reaches a high level of resilience and
45.5% is identified in an authoritative style of breeding, there are no significant differences
according to sex. The male gender obtained a mean of 22.00 and the female sex 20.13,
respectively, which would indicate that the male gender perceives greater behavioral control
of their parents. It is also shown that teenagers who come from a nuclear family, living with
both parents perceive a greater commitment in their upbringing because the means for those
living with both parents is 30.74 and living alone with mother or father, under caregivers or
other relatives gets 26.00.
x
Introducción
En la casuística, vemos que los estilos de crianza que se ejerce en la familia pueden
ocasionar consecuencias en la personalidad de sus integrantes. En este sentido, la familia
como unidad social y en especial los padres constituyen un factor muy importante que
influye decisivamente en el desarrollo del niño o adolescente, de manera positiva o
negativa, es por ello que se hace necesario estudiar a la familia en su función de
xi
prevención. Las prácticas de crianza implican una forma específica de trato al hijo. Los
padres o cuidadores interaccionan con el niño para ayudarlos en su socialización de esta
manera el menor asimilará los valores, formas de comportamiento, actitudes,
sentimientos que lo caracterizarán a lo largo de toda su vida.
xii
Luego se presenta la discusión que confronta y compara con los resultados
obtenidos en anteriores investigaciones, asimismo, permite realizar ciertas críticas y
observaciones a la investigación realizada.
xiii
Capítulo I:
Problema
14
hogar, el 17.4% son nietas o nietos y el 3.4% son otros parientes, es decir en su mayoría
los adolescentes viven con sus padres.
15
del proceso del desarrollo. Y se presenta esencialmente en la dinámica e interacción de
factores como: el soporte social, habilidades y fortaleza interna. Asimismo Luthar y
otros (2000) definen la resiliencia como un proceso dinámico que tiene como resultado
la adaptación positiva en contextos de gran adversidad, el término adversidad puede ser
usado como sinónimo de riesgo tales como vivir en pobreza o una situación de vida
específica como la muerte de un familiar (Infante, 2002).
16
En la etapa adolescente existe una reorganización y una reunificación del sí
mismo, del entorno, que favorece la generación de adversidad, presentándose nuevos
riesgos y confrontaciones. Krauskopt (2011), indica que la resiliencia no puede existir si
no existe adversidad y la etapa de la adolescencia implica una fuente de grandes riesgos.
La familia puede ser tomada en cuenta como un factor de riesgo o un factor protector
según como sea su dinámica, el clima social que se da dentro de ella o el estilo de
crianza que se imparte entre otras características que involucran su término.
¿Existe relación significativa entre Resiliencia y las sub- escalas de los Estilos
de Crianza en adolescentes de una Institución Educativa Pública de Lima?
17
1.2 Hipótesis
H1. Existe relación significativa entre Resiliencia y las sub-escalas de los Estilos
de Crianza en alumnos de 4º y 5º de Secundaria de una Institución Educativa Pública de
Lima.
18
H0. No existen diferencias significativas al comparar los Estilos de Crianza en
los alumnos de 4º y 5º de Secundaria de una Institución Educativa Pública de Lima
según sexo.
H6. Existe correlación entre las sub-escalas de los Estilos de Crianza en los
alumnos de 4º y 5º de Secundaria de una Institución Educativa Pública de Lima y la
variable sexo.
H0. No existe correlación entre las sub-escalas de los Estilos de Crianza en los
alumnos de 4º y 5º de Secundaria de una Institución Educativa Pública de Lima y la
variable sexo.
19
1.3 Objetivos
- Establecer la correlación entre las sub escalas de los Estilos de Crianza en los
alumnos de 4º y 5º de Secundaria de una Institución Educativa Pública de Lima y la
variable sexo.
20
una influencia para el adolescente en el manejo de obstáculos, sea de manera directa o
indirecta. El presente trabajo está enfocado principalmente a informar a profesionales
afines acerca de la relación que se halla entre resiliencia y estilos de crianza.
21
Capítulo II:
Marco Teórico
2.1 Antecedentes
22
autores en el 2000. Los resultados que se obtuvieron con respecto al género, es
que no hubo diferencias significativas en las puntuaciones totales de resiliencia,
no obstante, si se halló diferencias significativas en el área de interacción a favor
del género femenino. En el nivel socioeconómico no se encontró diferencias
significativas en las puntuaciones totales, sin embargo, si se hallaron diferencias
significativas en las áreas de interacción y creatividad correspondientes al nivel
bajo y de iniciativa en el nivel alto.
23
favorables a sus necesidades básicas, reconociendo y estimulando actividades
para su desarrollo.
24
existe relación entre los estilos de crianza y el desarrollo de la indefensión
aprendida planteada al inicio de la investigación.
Por otro lado, la investigación realizada por Aponte (2009) tuvo por objetivo
principal comprobar que los estilos parentales indulgente, negligente y autoritario
en adolescentes con una alta resiliencia darán lugar a conductas en menos grado de
violencia que la presentada por adolescentes expuestos a estos mismos estilos
parentales pero con una baja resiliencia. La muestra estuvo compuesta por 312
estudiantes de educación secundaria de la ciudad de Lima. Los instrumentos
utilizados fueron el Cuestionario de estilos parentales de Musitu y
25
García y el cuestionario de conductas violentas adolescente. Además se halló
una alta validez y confiabilidad de los instrumentos. Se pudo demostrar el grado
de correlación entre la conducta violenta y la resiliencia.
Ruiz (2012) elaboró una tesis cuyo objetivo principal fue determinar la
relación entre los Estilos de Crianza e Inteligencia Emocional en alumnos del
Primer Grado Secundaria pertenecientes a una Institución Educativa Nacional de
la ciudad de Piura. Siendo esta investigación de tipo descriptiva correlacional
empleando una muestra de 138 alumnos. Se utilizó como instrumento la Escala
de Estilos de Crianza de Steinberg, adaptado por Merino (2004) y el Inventario
de Baron ICE. Al término de esta investigación se llegó a la conclusión que no
existe relación significativa entre las variables estilos de crianza e inteligencia
emocional.
Por otro lado, Huamán (2012) realizó el estudio que tuvo como objetivo
principal conocer la relación que existe entre el malestar asociado a la
sintomatología Obsesivo Compulsiva y los componentes de la crianza percibidos
por adolescentes de una institución educativa escolar. La muestra estuvo
representada por 181 alumnos, 83 varones y 98 mujeres, de 4º y 5º de secundaria
de una Institución Educativa de Lima. Se utilizaron dos instrumentos, la Escala
de Estilos de Crianza de Steinberg (Lamborn, Mounts, Steinberg & Dornbusch,
1991) adaptada por Merino (2004), que mide la percepción que tienen los hijos
sobre el Compromiso, Control conductual y Autonomía psicológica de sus
padres; estas subescalas cuentan con una adecuada consistencia interna: .82, .67
y .60, respectivamente; asimismo explican 35.49% de la varianza, con cargas
superiores a .30. El Inventario de obsesiones y compulsiones (Foa, 2002)
adaptada por Fullana (2005) y Malpica (2009) evalúa el malestar asociado a los
síntomas obsesivos compulsivos presentando una consistencia interna de .72,
explicando 18.21% de la varianza, con cargas que oscilan entre .30 y .55.
Controlando por las variables sexo, grado escolar y edad, se encontró que existe
correlación positiva significativa (r = .27, p < .001) entre las sub escalas
Compromiso y Control Conductual, mientras que la escala de Obsesiones y
Compulsiones presenta una correlación negativa significativa (r = - .20, p < .01)
con la sub escala Autonomía Psicológica.
26
García, Puente y Yupanqui (2013) realizaron un estudio cuyo objetivo fue
determinar la relación existente entre resiliencia y funcionamiento familiar en una
muestra de 231 estudiantes del tercer año del nivel secundario de nueve secciones,
en una institución educativa pública de Lima. Para evaluar la variable resiliencia se
utilizó la Escala de Resiliencia de Young y para la variable funcionamiento familiar
el Cuestionario de Evaluación de Funcionamiento Familiar (CEFF) elaborado por
Atri (2006), que está elaborado basado en el Funcionamiento Familiar McMaster
(MMFF). Los resultados muestran una relación significativa entre las dimensiones
de resiliencia y funcionamiento familiar. También se determinó que los estudiantes
que provienen de hogares con padres casados califican su familia como funcional y
presentan un alto nivel de resiliencia.
Pineda (2014) llevó a cabo el estudio, cuyo objetivo fue determinar los
Estilos de Crianza que tenían los niños con TDAH de una Institución de Salud
desde la perspectiva de ellos mismos, para este estudio, se adaptó, la Escala de
Estilos de Crianza de Steinberg, la cual obtuvo un Alfa de Cronbach de 0.76 y una
27
validez de análisis de ítem-test, presentando niveles muy significativos (p <. 01) y
significativos (p < .05) con correlaciones de .382 a .839 a excepción de 4 ítems. La
muestra estuvo conformada por 30 niños, 17 varones y 13 mujeres entre 7 a 11 años.
Los resultados evidencian que el estilo de crianza desde la perspectiva de los niños
con TDAH que prevalece es el permisivo con un 26.7%. Al comparar los estilos de
crianza en función al sexo, edad y procedencia no existen diferencias significativas,
sin embargo, al analizarlo por sub-escalas existen diferencias significativas en
autonomía psicológica entre los grupos de 9 a 11 años de edad; en procedencia se
distingue entre los grupos de los distritos del Callao y Cono Sur.
28
estudiantes de 6º de primaria de los distritos de Independencia y San Martín de
Porres, de ambos sexos, cuyas edades fluctúan entre los 10 y 12 años; a quienes
se le aplicó el Inventario de Factores Personales de Resiliencia propuesto por
Salgado (2005) y la Lista de Chequeo de Habilidades Sociales de Goldstein
adaptada al Perú por Ambrosio (1995). El tipo de estudio es básico de nivel
descriptivo correlacional, de diseño no experimental, tipo transversal. Los
resultados mostraron que no existe relación significativa entre resiliencia y las
habilidades sociales; sin embargo, si se encontraron relaciones significativas
entre el factor empatía y cinco de las dimensiones de las habilidades sociales,
excepto la dimensión de habilidades de planificación, así como una relación
estadísticamente significativa con las habilidades sociales global.
29
Barrios (2005) realiza una investigación sobre el Autoconcepto y
características familiares de niños resilientes con discapacidad, en una población
colombiana. Este estudio buscó explicar el autoconcepto de niños con
discapacidad para la comunicación por deficiencia de la audición y las
características del funcionamiento de sus familias, en el marco de un estilo de
vida resiliente. Se utilizó un método de estudio de caso, con las técnicas de
entrevista a profundidad y aplicación de pruebas proyectivas. Los resultados
demostraron que los niños participantes presentaron un autoconcepto y unas
características familiares fundamentalmente positivas. Finalmente se concluye
que la interrelación de dichos elementos les ha permitido a los niños desarrollar
un estilo de vida resiliente.
30
muestra estuvo compuesta por 46 familias en las que se incluye padre, madre e
hijo/a preadolescente de entre 11 y 13 años de edad que cursan sexto o séptimo
año básico en un colegio particular subvencionado de la comuna de Chillán-
Chile ubicado dentro de la zona urbana. De ello, se concluye, que el estilo de
crianza predominante en los padres es el estilo de crianza con autoridad esto
tanto en la percepción de los hijos como en la de los propios padres. Por otro
lado, se encontró una correlación positiva y significativa entre estilo de crianza
con autoridad y calidad de vida familiar tanto en su nivel de importancia como
en su nivel de satisfacción.
31
2.2 Bases teóricas
2.2.1. Resiliencia
Muchos autores definen la resiliencia como un proceso, es así que Rutter (1993)
afirma que la resiliencia es un conjunto de procesos sociales e intrapsíquicos que
posibilitan tener una vida sana en un medio insano. Estos procesos se realizan a través
del tiempo, dando afortunadas combinaciones entre los atributos del niño y su ambiente
32
familiar social y cultural. Así la resiliencia no puede ser pensada como atributo con que
los niños nacen o que los niños adquieren durante su desarrollo, sino que se trata de un
proceso que caracteriza un complejo sistema social, en un momento determinado del
tiempo.
Grotberg (1996) entiende la resiliencia como una capacidad para hacer frente a
las adversidades, superarlas o incluso ser trasformado por ellas. Al ser parte del proceso
evolutivo, debe ser promovida desde la niñez.
Otro enfoque define la resiliencia como una respuesta, es así que Garmenzy
(citado por Becoña, 2006), la define como: “la capacidad para recuperarse y mantener
una conducta adaptativa después del abandono o incapacidad inicial al iniciarse un
evento estresante” (p.459).
Así también, la resiliencia es definida por Wagnild & Young (citado por García,
Yupanqui y Puente, 2013) como la capacidad para resistir, tolerar la presión de los
obstáculos y pese a ellos hacer las cosas correctas, bien hechas, cuando todo parece
actuar en contra. Puede entenderse, aplicada a la psicología, como la capacidad de una
persona de hacer las cosas bien pese a las condiciones de vida adversas, superándolas y
saliendo de ellas fortalecido o incluso transformado.
33
De manera más reflexiva Quiñones (2007) nos brinda la siguiente definición de
que la resiliencia es la capacidad del sujeto, que a partir de situaciones adversas,
construye o reconstruye alternativas tanto de sí mismo como sujeto, como de los
procesos relacionales y de las condiciones de los entornos particulares de convivencia
en que se desenvuelve. Por la resiliencia, el sujeto es capaz de replantear nuevas
miradas y posibilidades a sus actuaciones, elaboración que logra mediante una fluidez
de pensamientos y acciones de manera creativa. Es poder llegar a generar otras maneras
de percibir y actuar en el mundo que ha sido trasformado o destruido por eventos
traumáticos y/o adversos que afronta.
34
la enfermedad mental pero conforme pasaron los años surgen los esfuerzos por entender
la etiología y evolución de la psicopatología. En el desarrollo histórico del concepto de
resiliencia según el trabajo de Infante (2002) se distingue dos generaciones.
A mediados de los años 90, surge la segunda generación, que sigue considerando la
perspectiva de la generación anterior, es decir, el estudio de los factores presentes en los
individuos de alto riesgo social que se adaptan positivamente a la sociedad pero agrega el
aspecto dinámico de los factores que están en la base de la adaptación resiliente, en
consecuencia, es decir, esta generación de investigadores considera la resiliencia como un
proceso que puede ser promovido. Por tanto, las investigaciones se preocupan más en
dilucidar cuáles son las dinámicas presentes en el proceso resiliente, con el objetivo
fundamental de ser replicadas en intervenciones o contextos similares, estudiando la
elaboración de modelos que permitan promover la resiliencia de forma efectiva mediante
programas de intervención. Este grupo se centra en responder a la interrogante de ¿cuáles
son los procesos asociados a una adaptación positiva dado que la persona ha vivido o viven
en condición de adversidad?, siendo exponentes de esta generación Grotberg, Luthar y
Cushing, Masten , Kaplan y Bernar. Para entender mejor como los estudios sobre
35
la resiliencia han ido evolucionando, abarcando diversas áreas y enfoques según cada
década, Infante (2002) realiza un cronograma conceptual de Resiliencia (véase Figura 1).
Interferencia de factores de protección a partir del
36
persona: trabajo del padre o madre) y microsistema (consiste en el conjunto de
creencias, actitudes, tradiciones, valores, leyes, etc.).
Hoy en día, como lo afirma Pereira (2009) a pesar de que en sus inicios
las investigaciones alrededor de las personas resilientes se dirigieron a estudiar
una infancia marcada por situaciones traumáticas, ahora el estudio de la
resiliencia se ha extendido y entendido como una cualidad que pues ser
desarrollada a lo largo del ciclo de la vida. La resiliencia se ha convertido en una
categoría susceptible de ser aplicada a todo el ciclo vital. Asimismo afirma que
en la actualidad se sostiene un tercer enfoque, el latinoamericano. En
Latinoamérica, los primeros planteamientos sobre resiliencia surgen alrededor
de 1995. Para estos investigadores, la resiliencia es vista a nivel comunitario y
puede obtenerse como un producto de la solidaridad social, que se hace evidente
en los esfuerzos colectivos de algunos pueblos a la hora de enfrentar situaciones
de emergencia. Este enfoque se enraíza en la epidemiología social que entiende
el proceso salud-enfermedad como una situación colectiva causada por la
estructura de la sociedad y por los atributos del proceso social. Particularmente
el enfoque colectivo y comunitario ha sido un aporte latinoamericano.
37
(como la muerte de un familiar). Puede ser definida objetivamente, o bien
subjetivamente, a través de la percepción de cada individuo. Terremotos,
abusos sexuales, secuestros, robos o enfermedades terminales son otros
ejemplos. Pero también existen aquellas situaciones cotidianas que ciertas
personas las viven con mayor liviandad y otras como el auténtico fin del
mundo: La adversidad es subjetiva. Lo que tal vez para algunos es una
simpleza, a otros los hace sentir que todo se les viene abajo.
38
Características
genéticas Fuerzas
Adquisiòn de Intrapsiquicas
- Atención - Confianza
39
Tabla 1.
Factores de resiliencia según Grotberg
expresarlo.
40
implicancias, de manera significativa en él y que lo ayuden en su actuar y
desenvolvimiento ante las situaciones adversas.
adulto
resiliencias
resiliencias
Figura 1. Modelo de desafìo de Wolin y Wolin( 1992; vèase Puerta de Klinkl
resiliencias
Nota. Recuperado de “Resiliencia. La estimulación del niño para enfrentar desafíos”, Puerta de Klinkert ,
2002, Buenos Aires, Lumen .
41
centra en un diagnóstico lo más cercano posible a como se percibe en la
realidad, llevando a cabo un plan de intervención. Este modelo parte de
los problemas familiares, exigiendo proteger al niño desde afuera,
desarrollando programas que combatan a los factores que puedan
interferir en su proceso de desarrollo (véase figura 4).
Adolescente
Daño
Sucumbe
Adulto
Problemas infantiles
Problemas familiares
Patologías infantiles
Patologías
Patologías
Nota. Recuperado de “Resiliencia. La estimulación del niño para enfrentar desafíos”, Puerta de Klinkert
2002, Buenos Aires, Lumen .
42
- Independencia: Es la capacidad de establecer límites entre uno mismo y el
entorno adverso, manteniendo una distancia emocional y física, sin llegar al
aislamiento. En la niñez se manifiesta a través del “alejarse”, es decir toma
distancia de las situaciones de conflicto en la familia. En la adolescencia
consiste en no identificarse ni involucrarse, con la situación problemática,
ya en la adultez es la “separación”, que consiste en ser capaz de vivir
separado del problema sin que este afecte su libre decisión.
43
diferenciación de lo bueno y lo malo, en la adolescencia se manifiesta a
través de los “valores” propios, donde se desarrollan juicios
independientemente de los padres y en la adultez se expresa a través de
la “capacidad de servicio”.
Alejamiento
YO
Nota. Recuperado de “Estado del arte en resiliencia” ,Kotliarenco, Cáceres, & Fontecilla, 1997, Oficina
Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud. Recuperado de
http://www.uai.edu.ar/transferenciauniversitaria/aprendizajeyservicio/ESTADO%20DE%20ARTE%20N
%RESILIENCIA%20%20Organizaciòn%20PanamericanaOrganizacion%20Mundial%20de%20la%2Sal
ud.pdf.
44
c) Teoría de la Salutogénesis de Aarón Antonovsky
45
d) Enfoque sistémico
Tiene en cuenta que los niños que han sido criados solos,
demuestran un desarrollo social muy pobre; mientras que otros,
criados en ambientes estimulantes desarrollan sus habilidades
humanas más extensa y de forma efectiva.
46
promoviéndose en cada uno de sus miembros el hecho de aceptar que
el individuo es independiente y único, y que por lo tanto cada uno ve
el mundo de acuerdo a su visión personal.
Aprecio de diferentes e
individualidades
Priorizan comunicaciòn
Reglas flexibles y mutua diaia
humanas
Manejar la vida
Respeto
Nota. Recuperado de “Guía para la familia con problemas de alcoholismo y drogas”, Amaya , 1992,
Florida, Estados Unidos, Editorial América.
47
2.4.1.4. Características de la persona resiliente
Por otro lado, Vanistendael (citado por Guimaray, 2014) afirma que el
sentido del humor es una clave importante para el desarrollo de la resiliencia y
expresa al respecto que quien ejerza la difícil virtud de reírse de sí mismo ganará
en libertad interior y en fuerza. Este autor propone el modelo de “La casita de la
resiliencia” (véase figura 7), donde explica, define y permite potencializar las
habilidades resilientes en las personas, para contribuir a una mejor comprensión
es que compara su explicación a la construcción de una casa.
48
con las que debemos contar para que la construcción de la resiliencia pueda
comenzar. Son los mínimos sin los cuáles no se puede avanzar, pero como es
evidente, techo y comida no bastan.
49
Techo
Apertura a nuevas experiencias
Cimient Familia
o
Escuela Comunid
Aceptaciòn de ad
la persona
Suelo
Necesidades fìsicas bàsicas
50
introducción de componentes emocionales optimistas que favorecen a la
solución de problemas. A través de la identidad cultural el niño o el adolescente
consolidan su identidad personal, mejora su autoestima, promueve la autonomía
y lo impulsa a sí mismo y al grupo.
Es así que, Zabalo (citado por Melillo, Soriano, Méndez y Pinto, 2004)
encontró como característica de los adolescentes resilientes el optimismo: en
general, son sujetos difíciles de quebrar. El optimismo del resiliente, vinculado
con la esperanza, tiene que ver con no estar demasiado inmersos en la realidad;
es decir, con no ser hiperrealistas el hecho de estar empapados en exceso de los
aspectos trágicos de la sociedad en que vivimos impide poder creer que somos
capaces de superar los problemas. Resilir, en realidad, viene del latín, que es
pasar por encima de, saltar.
51
Otras características comunes a los adolescentes resilientes son la
autoestima –al juzgarse a ellos mismos, se sienten valiosos y merecedores de
atención–, la exoestima (ponen esfuerzo en la construcción de redes sociales que
funcionarán como sostén ante la adversidad), la autoconfianza (cuentan con la
convicción de que sus acciones pueden cambiar las cosas), la introspección
(reconocen tanto sus propios errores como sus aciertos), la independencia, el
sentido del humor (a través de éste y riéndose de ellos mismos, logran
desdramatizar hasta las peores situaciones), la creatividad, la curiosidad, las
aptitudes resolutivas y sociales, la moralidad), el compromiso en las tareas que
emprenden, la flexibilidad ante los cambios y la presencia de un ser humano,
alguien que cree en sus capacidades de superación.
52
sociales partiendo de la familia, las distintas instituciones y los gobiernos de
cada país.
53
b) Vulnerabilidad: Ciertos investigadores han propuesto que la resiliencia y la
vulnerabilidad son polos opuestos del mismo continuo. Es así que, Becoña
expresa que la vulnerabilidad se refiere a incrementar la probabilidad de un
resultado negativo, principalmente como resultado de encontrarse expuesto
al riesgo. Teniendo en cuenta, que la resiliencia tendría que ver con el hecho
de evitar las adversidades asociados con ser vulnerable. Por otro lado,
Kotliarenco et al. (1997) refiere que la vulnerabilidad se entiende como una
intensificación de la reacción frente a estímulos que en circunstancias
normales conduce a una inadaptación; lo contrario sucede en circunstancias
en las cuales actúa un factor de atenuación que es considerado como
mecanismo protector. Al tratar el término de vulnerabilidad, resulta
inevitable hacer referencia a su término opuesto la invulnerabilidad.
54
e) Locus de control y estilo atribucional: Se tienen en cuenta entre los
factores que promueven la resiliencia en los niños, los cuales resultan del
desarrollo de un sentido de autoeficacia y maestría en la persona durante
edades tempranas de su vida. De esta manera, se plantea que es clave que los
niños se vean a sí mismos como capaces de superar sus problemas, sus
dificultades o de que otras personas pueden ayudarle, teniendo ya como
resilientes una mayor autoestima, establecimiento de sentimientos de
autovalía, seguridad en su capacidad para afrontar las situaciones
exitosamente a pesar de la adversidad, habilidad para encontrar significado a
las experiencias que producen malestar, percepción de que los errores son
consecuencia de factores que son modificables, entre otras (Brooks, 1994;
Polk, 1997; Wolf, 1995; citado por Becoña, 2007).
a) Factores protectores
Para Barudy y Pascale (2005), abarcan a las influencias que
modifican, mejoran o alteran la respuesta de una persona a algún peligro
que predispone a un resultado no adaptativo.
Por otro lado, Raffo y Rammsy (1997; véase Salgado et al., 2001)
plantean que los factores protectores intervienen para aplacar los efectos
del riesgo. También, se establecen como fuerzas internas y externas que
colaboran con la persona en su interacción con el riesgo, por lo que
55
disminuye la probabilidad de disfunción y los inconvenientes que se
presentan en estas situaciones.
Otro definición es la señalada por Silva (1999) quien señala que los
factores protectores son todas aquellas características o situaciones
propias del niño o de su entorno que elevan la capacidad del niño para
hacer frente a las dificultades o disminuyen la posibilidad de desarrollar
desajuste psicosocial frente a la presencia de factores de riesgo.
56
Tabla 2.
Clasificación de los factores protectores para el establecimiento de la resiliencia
Nota. Recuperado de “Estado del arte en resiliencia” ,Kotliarenco, Cáceres, & Fontecilla, 1997, Oficina
Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud. Recuperado de
http://www.uai.edu.ar/transferenciauniversitaria/aprendizajeyservicio/ESTADO%20DE%20ARTE%20N
%RESILIENCIA%20%20Organizaciòn%20PanamericanaOrganizacion%20Mundial%20de%20la%2Sal
ud.pdf.
b) Factores de riesgo
En el 2001, Salgado, Gonzales y Aguinaga, refieren que son factores
adversos que representan un riesgo para la integridad física y psicológica
de las personas y que aparecen como provocadores de problemas
57
psicológicos y desajustes sociales que determinan una interacción
particular del individuo con el entorno.
58
Tabla 3.
Factores de riesgo y resiliencia según Blum
Nota. Recuperado de “Resiliencia invisible: infancia, inclusión social y tutores de vida”, Martínez &
Vásquez, 2006, Barcelona, España, Gedisa.
59
Asimismo Brañas (véase Martinez y Vásquez, 2006) encasilla los factores
de riesgo y protección en dos grandes grupos. El primero se denomina específicas,
orientadas a ciertas conductas de riesgo para un daño como el consumo de drogas,
accidentes de tránsito, infección de enfermedades de trasmisión sexual, entre
otras. En segundo grupo es llamado de amplio espectro, donde se involucran
diversos comportamientos de riesgo (véase Tabla 4).
Tabla 4.
Factores de riesgo y factores protectores que permiten desarrollar la resiliencia según
Brañas
Nota. Recuperado de “Resiliencia invisible: infancia, inclusión social y tutores de vida”, Martínez &
Vásquez, 2006, Barcelona, España, Gedisa.
60
prácticas educativas de los padres son el control y exigencias; existencia
o no de normas y disciplina; grado de exigencia a los hijos. Otras
dimensiones son el afecto y la comunicación que es el grado de apoyo y
afecto explícito hacia los hijos; mayor o menor comunicación entre
padres e hijos (Vega, 2006).
61
emociones de acuerdo con el contexto. Según la teoría ecológica
desarrollada por Brofenbrenner en 1986, la familia, es el eje principal del
proceso de desarrollo infantil, es el entorno más inmediato al niño y al
mismo tiempo es mediadora ante lo demás entornos sociales y educativos
en los que se desenvuelve, menciona también que la familia es el
microcosmos donde se desarrolla el niño es la primera etapa evolutiva,
donde recibe las primeras lecciones acerca de las normas sociales, de lo
que puede hacer o no y sobre su valía y la importancia que tienen sus
acciones.
62
a. Estilo con autoridad o autoritativo
b. Estilo autoritario
63
no consideran la opinión o punto de vista de ellos, establecen pautas de
comportamiento y reglas muy restrictivas y muy exigentes. Por otro lado,
los hijos manifiestan descontento retraimiento y desconfianza. En los
hogares autoritarios el control es tan estricto que los niños no pueden
elegir su propio comportamiento, más bien deben responder a lo que los
padres exigen volcándose en niños muy dependientes de los adultos.
c. Estilo permisivo
64
redefine los estilos parentales y agrega un cuarto estilo, denominado el
negligente o no involucrado.
65
a disputas entre padres e hijos, ya que los hijos se quieren sentir autónomos
en la forma de controlar sus conductas, por otra parte los padres hacen un
esfuerzo para que los hijos se adapten a las reglas sociales. Si bien, en ésta
etapa de la vida no resulta tan regular la conducta de los hijos como en
épocas anteriores, los conflictos se resuelven dando una satisfacción mutua,
donde los padres seguirán ejerciendo una influencia importante en los
valores básicos de los adolescentes.
66
salud mental (Gray y Steinberg, 1999, p. 584, citado en Papalia et al.
2011). Cuando los adolescentes pensaban que sus padres estaban tratando
de dominar su experiencia psicológica, su salud emocional sufría más
que cuando pensaban que sus padres estaban tratando de dominar su
conducta. Los adolescentes cuyos padres eran firmes al aplicar las reglas
conductuales tenían una mayor autodisciplina y menos problemas
conductuales que aquellos con padres más permisivos. Aquellos cuyos
padres les otorgaban autonomía psicológica tendían a volverse confiados
y competentes tanto en el terreno de lo académico como de lo social.
67
Capítulo III:
Método
3.2. Participantes
La población de este estudio está conformada por los alumnos que cursan el 4º y
5º de Secundaria de las secciones “A”, “B”, “C” y “D”, respectivamente de una
Institución Pública de Lima, del distrito de Carabayllo, cuyas edades fluctúan entre 14 a
19 años. Para esta investigación se incluyó a la población en su totalidad, conformada
por 209 alumnos, escogida bajo un modelo de tipo no probabilístico y por conveniencia.
Se contó con la participación de 103 mujeres y 106 varones, así mismo se consideró
importante para este estudio conocer con quienes vivían los adolescentes y se les pidió
que marquen entre las siguientes alternativas: ambos padres, solo madre, solo padre u
otros como tíos, primos, padrinos o cuidadores. (ver Tabla 5).
68
Tabla 5
Frecuencia de los adolescentes según con quienes viven
Frecuencia Porcentaje
Ambos padres 121 57.9
Solo madre 54 25.8
Solo padre 14 6.7
Otros 20 9.6
3.3. Variables
a) Resiliencia
b) Estilos de Crianza
69
Definición operacional: Los puntajes obtenidos en la escala de estilos
de crianza de Steinberg.
Variables de control:
70
el distrito de Jesús María de la ciudad de Lima. Utilizando la misma técnica de
factorización y de rotación halla 2 factores (el primero, con 20 ítems, y el segundo, con
5), y obtiene con el coeficiente alfa una consistencia interna global de 0.875, y
correlaciones ítem-test que fluctúan entre 0.18 a 0.63, siendo todos los coeficientes
estadísticamente significativos al nivel del 0.01 (p < 0.01), pero con uno de ellos (ítem
11) con un coeficiente inferior a 0.20, valor estipulado, indicó en este caso, el cual no fue
eliminado porque su impacto sobre el incremento del valor alfa era muy pobre. Asimismo,
Del Águila (2003) halló la validez y la confiabilidad para la Escala de Resiliencia. La
validez del contenido de la Escala de Resiliencia se efectuó por análisis de correlación de
ítem-test, utilizando el coeficiente producto-momento de Pearson corregido efectuado en la
muestra de estandarización, donde se observa que los ítems evaluados contribuyen al
constructo para la medición de la Resiliencia, excepto los ítems 7 (-0.0524), 11 (0.0435), 20
(-0.0484) y 22 (0.1675), se procedió a hacer un análisis factorial para explorar el análisis de
la validez del instrumento, obteniéndose un puntaje Kaiser-Meyer-Oklin (KMO) de .639 y
resultados en el Test de Bartlett altamente significativo (p < .001). La confiabilidad de la
Escala fue determinada por consistencia interna, del método Alpha de Cronbach,
obteniendo un coeficiente de 0.7622, y un coeficiente Spearman Brown de 0.5825, en la
prueba total, lo cual indica un moderado grado de confiabilidad.
71
Tabla 6.
Estimaciones de confiabilidad mediante el coeficiente de Alfa de Cronbach para
la Escala de Resiliencia
Alfa de
Cronbach
basada en los
Alfa de elementos
Resiliencia Cronbach tipificados Nº de elementos
Total .868 .872 25
Factor I 0.846 0.851 17
Factor II 0.603 0.609 8
72
igualmente, se suman las respuestas de los ítems.
Tabla 7.
Obtención de Estilos de Crianza por puntuación categórica (Merino, 2004)
73
et al.(1991), los factores fueron etiquetados como Aceptación/Compromiso,
Estrictez/Supervisión y Autonomía Psicológica. Esta solución fue idéntica en los
grupos de diferentes clases sociales, raza y estructura familiar (Steinberg et al.,
1991). Los resultados factoriales ponderaron favorablemente la validez de
contenido, pues los ítems que teóricamente captaban el contenido de los
constructos se ajustaron bien.
74
Tabla 8.
Estimaciones de confiabilidad mediante el coeficiente de Alfa de Cronbach para la
Escala de Estilos de Crianza
Alfa de
Cronbach
basa en los
Estilos de Alfa de elementos Nº de
Crianza Cronbach tipificados elementos
Total .083 .67 26
Compromiso .365 .656 9
Autonomía .051 .582 9
Control
Conductual .554 .742 8
3.5. Procedimiento
75
base de datos del programa estadístico IBM SPSS Statistics 21.
e. Finalmente, se procedió al análisis de los datos con la ayuda del programa para
realizar las comparaciones respectivas y cumplir con los objetivos planteados
para esta investigación.
76
Capítulo IV:
Resultados
Tabla 9
Análisis de Normalidad de La Escala de Resiliencia de Wagnild & Young y la Escala de
Estilos de Crianza
Control Autonomía
RP Total Compromiso Conductual Psicológica
N 209 209 209 209
Parámetros Media 132.33 28.74 21.08 22.450
a,b
Desviación 18.423 8.651 4.440 7.4845
normales
típica
Diferencias Absoluta .072 .172 .079 .119
más Positiva .041 .172 .079 .119
extremas
Negativa -.072 -.122 -.079 -.102
Z de Kolmogorov- 1.039 2.487 1.143 1.720
Smirnov
Sig. asintót. (bilateral) .230 .000 .147 .005
a. La distribución de contraste es la Normal.
b. Se han calculado a partir de los datos.
77
Los resultados que se muestran en la Tabla 10, nos indican que la Sub-Escala de
Estilo de Crianza que tiene mayor correlación con la resiliencia sería la Escala de
Compromiso r .234, n 209, p .01 .
Tabla 10
Correlaciòn Rho de Spearman para La Escala de Resiliencia de Wagnild & Young y la
Escala de Estilos de Crianza
Control Autonomìa
0 RP Total Conductual Compromiso Psicològica
Rho de RP Total Coeficiente de 1.000 .043 ,234 ** .026
Spearman correlación .535 .001 .713
Sig. (bilateral)
N 209 209 209 209
Control Coeficiente de .043 1.000 ,159 * .016
Conductual correlación .021 .819
Sig. (bilateral) .535
N 209 209 209 209
Compromiso Coeficiente de ** ,159 * 1.000 -.023
correlación ,234
.021 .736
Sig. (bilateral) .001
N 209 209 209 209
Autonomìa Coeficiente de .026 .016 -.023 1.000
Psicològica correlación .819 .736
Sig. (bilateral) .713
N 209 209 209 209
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
*. La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).
2=
Esto es una correlación positiva baja pero con un tamaño del efecto r .055,
considerado como un efecto mediano, lo cual permite indicar que el 5.5% de la varianza
de resiliencia se explica por el compromiso y a su vez el compromiso explica el 5.5% de
la varianza de resiliencia.
78
Se observa que el 98.6% alcanzan un nivel alto de resiliencia. Entonces podemos
afirmar que es el nivel prevalente en esta población.
Tabla 11
Nivel de Resiliencia en alumnos de 4º y 5º de Secundaria de una Institución Pública
de Lima
250
206
200
150
Frecuencias
100
50
1 1 0 1
0
Bajo Inferior al Promedio Superior al Alto
promedio Promedio
Niveles de Resiliencia
79
4.3 Identificación de los Estilos de Crianza en los alumnos de 4° y 5° de Secundaria de
una Institución Educativa Pública de Lima
Tabla 12
Estilos de Crianza en los alumnos
Estilos de
Crianza Frecuencia Porcentaje
Autoritativo 95 45.5
Negligente 2 1.0
Autoritario 9 4.3
Permisivo 64 30.6
Mixto 39 18.7
Total 209 100.0
100 95
90
80
Frecuencias
70 64
60
40
50
39
30
20
9
10
2
0
Autoritativo Negligente Autoritario Permisivo Mixto
Estilos de Crianza
80
4.4. Asociación de los Niveles de Resiliencia en los alumnos de 4° y 5° de Secundaria
de una Institución Educativa Pública de Lima según sexo
Como se muestra en la Tabla 13, para ambos sexos, las frecuencias se cruzan en
la categoría Alta de resiliencia. Esta escasa dispersión impide una diferenciación entre
sexos, lo cual se reafirma con los valores del Chi-cuadrado mostradas en la Tabla 14.
Tabla 13
Asociación de los niveles de resiliencia según sexo
Categorías
Inferior al Superior al
Bajo promedio promedio Alto Total
Sexo del Femenino 1 0 0 102 103
participante Masculino 0 1 1 104 106
Total 1 1 1 206 209
120
104
102
100
Sexo del participante Femenino
80 Sexo del participante Masculino
Frecuencias
60
40
20
1 0 0 1 0 1
0
Bajo Inferior al promedio Superior al promedio Alto
Niveles de Resiliencia
81
Tabla 14
Valores de Chi Cuadrado para la asociación entre hombres y mujeres para la Escala
de Resiliencia
Sig.
asintótica
Valor gl (bilateral)
a
Chi-cuadrado 2.977 3 .395
de Pearson
Razón de 4.135 3 .247
verosimilitudes
Asociación .001 1 .982
lineal por
lineal
N de casos 209
válidos
a. 6 casillas (75.0%) tienen una frecuencia esperada
inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es .49.
Los valores del Chi cuadrado violan los supuestos básicos de frecuencia esperada
mínima (1) y frecuencia esperada inferior al 20%.Por lo cual no se puede establecer que
haya una asociación con un sexo en particular.
82
Tabla 15
Asociación según sexo para estilos de crianza
60
52
50
43 Femenino Masculino
40 36
Frecuencias
30 28
20 19
20
10 6
1 1 3
0
Autoritativo Negligente Autoritario Permisivo Mixto
Figura 11. Estilos de crianza según sexo
83
Tabla 16
Valores de Chi cuadrado para la asociación entre hombres y mujeres para la Escala de
Estilos de Crianza
Sig.
asintótica
Valor gl (bilateral)
a
Chi-cuadrado de 2.836 4 .586
Pearson
Razón de 2.859 4 .582
verosimilitudes
Asociación lineal por 1.256 1 .262
lineal
N de casos válidos 209
4.6. Correlación entre las sub escalas de los Estilos de Crianza en los alumnos de 4° y
5° de Secundaria de una Institución Educativa Pública de Lima y la variable sexo.
r MS u
p
M q
pb
En donde :
q = 1-p
84
En la Tabla 17 se muestra mediante la correlación Punto biserial que la sub-
escala de Control Conductual es la que se asocia significativamente con la variable sexo
rpb = .211.
Tabla 17
Correlación Punto biserial entre las sub- escalas de Estilos de Crianza y sexo
En la Tabla 18 se aprecia que el sexo masculino tiene una media de 22.00 y el sexo
femenino 20.13, respectivamente, lo que nos indicaría que el sexo masculino percibe mayor
control conductual de sus padres o cuidadores que el sexo femenino, es decir que los
varones se sentirían más controlados por sus padres o cuidadores que las mujeres.
Tabla 18
Medias según sexo para la sub- escala de Control Conductual
85
Tabla 19
Asociación de las sub-escalas de estilos de crianza y el tipo de familia de procedencia
Tabla 20
Prueba de normalidad para la sub- escala de Compromiso según tipo de familia de
procedencia
a Shapiro-Wilk
Kolmogorov-Smirnov
Grupos de familias Estadístico gl Sig. Estadístico gl Sig.
Ambos Compromiso .241 121 .000 .745 121 .000
Mono Compromiso .130 88 .001 .945 88 .001
86
Tabla 21
Rangos promedios en la comparación de la sub escala de Compromiso y el tipo
de familia de procedencia
Rango Suma de
Grupos de familias N promedio rangos
Compromiso Ambos 121 119.19 14421.50
Mono 88 85.49 7523.50
Total 209
Tabla 22
Pruebas de significación para la comparación de puntuaciones de la sub escala
de Compromiso y el tipo de familia de procedencia
Compromiso
U de Mann- 3607.500
Whitney
W de Wilcoxon 7523.500
Z -3.984
87
4.8 Correlación entre los factores de la Escala de Resiliencia de Wagnild & Young y
las subescalas de la Escala de Estilos de Crianza de Steinberg en los alumnos de 4° y 5°
de Secundaria de una Institución Educativa Pública de Lima.
Tabla 23.
Correlación no paramétrica por Rho de Spearman para Determinación de la relación
entre los factores de la Escala de Resiliencia de Wagnild & Young y las subescalas de
la Escala de Estilos de Crianza de Steinberg
Sub.escalas de
Estilos de
Crianza Factor CP Factor AM
Control Coeficiente de .037 .045
Conductual correlación
Sig. (bilateral) .590 .519
N 209 209
** *
Compromiso Coeficiente de .225 .175
correlación
Sig. (bilateral) .001 .011
N 209 209
Autonomía Coeficiente de -.020 .108
Psicológica correlación
Sig. (bilateral) .772 .119
N 209 209
Como se indica en la Tabla 23, la sub escala que tiene una correlación
significativa con ambos factores de resiliencia es la de compromiso con un
r .225, n 209, p .01 en el factor I (Compromiso Personal) y
r .175, n 209, p .05 en el factor II. (Aceptación de uno mismo). En ambos casos las
2 2
variables tienen un tamaño del efecto mediano entre sí. Siendo r = .05 y r =.03
respectivamente. Esto significa que la sub escala de compromiso afecta en un 5% al
factor de compromiso personal y en un 3% al factor de Aceptación de uno mismo. Estos
efectos son recíprocos cuando se trata de los factores de resiliencia sobre la sub- escala
de compromiso. Con las sub escalas restantes Control Conductual y Autonomía
Psicológica la correlación es muy cercana a cero.
88
Discusión
89
porcentaje del estilo permisivo, pues es uno de los estilos que más prevalece en estudios
con poblaciones adolescentes como el que obtuvieron Merino y Arndt (2004) quienes
encontraron que el estilo autoritativo es el que más predomina, se caracteriza por ser el
estilo que dirige racionalmente las actividades de los hijos, se enmarcan en un clima de
confianza, calidez y hay un equilibrio entre la disciplina y la afectividad, donde el
compromiso de los padres o cuidadores viene a ser un factor importante para que se de
este estilo de crianza y fue la sub-escala que obtuvo una mayor correlación con la
resiliencia .De igual manera se asemeja en resultado a la investigación realizada por
Ruiz (2012), en cuanto al porcentaje del estilo permisivo quien en su estudio obtuvo un
34.25%, siendo el estilo permisivo uno de los estilos que más predominantes en altas
puntuaciones.
Para el objetivo específico 5, al asociar las sub escalas de los Estilos de Crianza en
los adolescentes con la variable sexo, se obtuvo que la sub-escala de Control Conductual es
la que se asocia significativamente con el sexo, siendo el sexo masculino el de mayor
correlación con la sub-escala de Control Conductual, en consecuencia se puede asegurar
que los varones perciben en su crianza un mayor control o se sienten más
90
controlados por sus padres o cuidadores que las mujeres, lo que no se asemeja a estudios
anteriores que en un mayor índice es el sexo femenino quien percibe mayor control
conductual por parte de sus padres, este resultado en la investigación quizá pueda explicarse
a que los padres o cuidadores ven más vulnerables o expuestos a los varones a problemas
sociales como el pandillaje, la delincuencia, drogadicción entre otros y es por ello que los
varones perciben un mayor control en su crianza. Como mencionan Darling y Steinberg
(1993) es probable que las interpretaciones de los adolescentes de las conductas parentales
tiendan a estar influenciadas por el contexto socio-ambiental en que estas conductas
ocurren, pues se ha demostrado que el ambiente social inmediato puede alterar el
significado y las metas de los procesos familiares, como ellos afirman, el nivel de riesgo
psicosocial proveniente del ambiente es un moderador importante de cómo son percibidas
las medidas disciplinarias de los padres por parte de los adolescentes.
91
compromiso y reafirmar que puede ser un factor protector para que los adolescentes
desarrollen la resiliencia. Este resultado en particular no se puede comparar con trabajos
previos ya que no existen publicaciones al respecto.
Por la facilidad e interés, que brindo la institución para hacer esta investigación,
es que fue viable que la población en su totalidad participara, puesto que, interesa a la
Institución conocer a los alumnos de 4º y 5º de Secundaria que están próximos a
culminar sus estudios y se van a desenvolver en la sociedad y resulto de interés las
variables trabajadas de resiliencia y estilos de crianza, debido a que la institución realiza
Escuela para Padres y promueve la educación técnica para evaluar de cierta manera que
tal se están dando los resultados en esta población de estudiantes.
92
Conclusiones
3. El estilo de crianza con más alto porcentaje fue el estilo de crianza de tipo
autoritativo con un 45.5% .En un 30.6 % se identifica en un estilo de crianza
de tipo permisivo .El 18.7 % se identifica en un estilo de crianza de tipo
mixto. Estos son los tres estilos con mayor frecuencia en esta población.
93
8. Se encontró una relación significativa entre el Factor I (Compromiso Personal)
y Factor II (Aceptación de uno mismo) de la Escala de Resiliencia de Wagnild
& Young con la sub-escala de Compromiso de la Escala de Estilos de Crianza
de Steinberg en los adolescentes de una Institución Educativa Pública de Lima,
con correlaciones r .225, n 209, p .01 y r .175, n 209, p .05 ,
respectivamente.
94
Recomendaciones
3 Para los futuros trabajos de investigación que quieran trabajar con estas
mismas variables, se recomienda que se pueda incluir la participación de los
padres de familia, para establecer comparaciones y complementar la
información que se ha obtenido en este estudio.
95
5. Propagar en las instituciones cercanas y responsables de la salud y educación,
la utilidad que puedan tener los programas de consejería, orientación e
intervención psicológica dirigida a trabajar con los adolescentes y padres de
familia de la comunidad, en caso de los adolescentes difundir el tema de la
resiliencia y proveerlos de fortalezas para que la desarrollen y contribuir con su
desarrollo integral. Asimismo aconsejar a los padres en cuanto a los estilos de
crianza que pueden estar impartiendo y que conozcan cuales pueden ser los
posibles efectos de seguir un estilo de crianza determinado.
96
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104
Anexos
105
ESCALA DE RESILIENCIA DE WAGNILD & YOUNG
Nombre:………………………………………Sexo:……………
Grado:………………………………………….Edad:…………………
10 Soy decidido(a). 1 2 3 4 5 6 7
106
107