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Sistema inmunológico

El sistema inmunológico es la defensa natural del cuerpo contra las


infecciones. Por medio de una serie de pasos, su cuerpo combate y destruye
organismos infecciosos invasores antes de que causen daño. Cuando
su sistema inmunológico está funcionando adecuadamente, le protege de infecciones que
le causan enfermedad.
Los ganglios linfáticos, nódulos linfáticos, nodos linfáticos o linfonodos son unas estructuras ovaladas o
reniformes (con forma de riñón), encapsuladas, que forman parte estructuralmente del sistema linfático y
funcionalmente del sistema inmunitario. Se ubican a lo largo del trayecto de los vasos linfáticos formando
cadenas o racimos. Su tamaño es variable desde milímetros hasta un par de centímetros. Se distribuyen por
todo el cuerpo, encontrándose en forma más abundante en las axilas, en las ingles, en el cuello, en
el abdomen (principalmente en el mesenterio) y en torno a los grandes vasos sanguíneos.

El apéndice cecal es un órgano linfoide (parecido a las amígdalas de la faringe), tiene la forma de un “dedo” ,
esta localizado en el ciego que es la parte inicial del colon, su función no es clara, y se comportaría como una
estación de defensa ante las infecciones, es un pequeño tubo que mide 10 cm. de largo por menos de 1 cm. de
ancho.

La médula ósea es un tejido esponjoso que se encuentra en el interior de algunos de los huesos del cuerpo
como las crestas ilíacas (hueso de la cadera), el esternón o los huesos del cráneo. En el lenguaje coloquial se le
llama tuétano. Muchas veces se confunde con la médula espinal. Sin embargo, no tienen absolutamente nada
que ver. Sus funciones son totalmente distintas. La médula espinal se encuentra en la columna vertebral y
transmite los impulsos nerviosos desde el cerebro hacia todo el cuerpo y viceversa.

Las amígdalas y los adenoides son masas de tejido que se parecen a los ganglios linfáticos o las glándulas del
cuello, del ingle o de las axilas. Las amígdalas son las dos masas de la parte posterior de la garganta. Las
adenoides se encuentran en la parte superior de la garganta detrás de la nariz y el techo de la boca (paladar
blando) y no se ven por la boca sin instrumentos especiales. Las amígdalas y adenoides están cerca de la entrada
de la vía respiratoria donde pueden filtrar el aire que inspiramos y atrapar los gérmenes que causan las
infecciones. Atrapan "muestras" de las bacterias y de los virus procesándolos con ayuda del sistema inmune, y
permitiéndole al organismo crear defensas en contra de esos organismos específicos. Entonces funcionan como
parte del sistema inmunológico del cuerpo humano que filtrar los gérmenes que tratan de invadir el cuerpo y
que ayudan a desarrollar los anticuerpos contra los mismos.

El timo es un órgano linfático e inmunitario situado detrás del esternón, A pesar de su pequeño
tamaño (aproximadamente: 5-6 cm de longitud, 4-5 cm de ancho, 6-8 mm de espesor y 30-40 g de peso),
esta glándula cumple una función primordial en el sistema inmunitario, tanto que su ausencia por accidente o
defecto genético provoca una inmunodeficiencia severa y una alta propensión a las infecciones.
Concretamente, la función del timo es la de madurar y diferenciar los linfocitos T provenientes de la médula
ósea (estas células son un tipo de leucocito o glóbulo blanco, cuya cometido general es reconocer y destruir
sustancias extrañas o agentes infecciosos).
El bazo nos ayuda a filtrar la sangre y a depurar los desechos, a la vez que almacena plaquetas para hacer frente
a posibles infecciones. Nuestro bazo tiene una función esencial en la digestión y en el sistema inmunitario. Tiene
el tamaño de un puño y se encuentra en el lado izquierdo del abdomen, justo debajo de las costillas. Puede que
alguna vez se te haya inflamado, o puede que nunca hayas notado su existencia. Sea como sea, siempre es
adecuado saber un poco más sobre nuestro cuerpo y cómo cuidarnos.
Seguramente hayas oído alguna vez que a determinadas personas les han extirpado el bazo. Ya sea por algún
accidente o por alguna enfermedad. ¿Qué ocurre entonces, es este órgano tan indispensable? La verdad es que
sí. Las personas que viven sin él son más proclives a las infecciones y a determinadas enfermedades, debido a su
íntima relación con el sistema inmunológico, de ahí que sea indispensable mantenerlo sano y
fuerte. Conozcamos pues un poco más sobre él.

Las placas de Peyer son grandes agrupaciones de folículos linfáticos aislados de estructura similar a
las amígdalas que están distribuidas en la parte distal del intestino delgado(íleon). En esa ubicación las placas de
Peyer están en un lugar ideal para combatir las grandes cantidades de bacterias presentes en el intestino
evitando así que puedan atravesar sus paredes, y además generan muchos linfocitos "pre-calibrados" capaces
de conocer de antemano los diferentes tipos de patógenos y dotar al cuerpo de inmunidad a largo plazo contra
ellos.

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