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CIENCIA / ENTREVISTA A STEFANO MANCUSO

«No hay diferencia entre la inteligencia


de los animales y la de las plantas»
PILAR QUIJADA / MADRID

Día 20/03/2015 - 15.58h


Las plantas duermen, tienen nuestros cinco sentidos y otros diez más, una importante vida
social e incluso cuidan de sus hijos, según Stefano Mancuso, de la Universidad de Florencia

Stefano Mancuso es profesor asociado de la Universidad de Florencia y dirige el laboratorio


internacional de Neurobiología Vegetal. Estuvo en España hace unas semanas para presentar su libro
“Sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal”

-Defiende que las plantas tienen inteligencia, ¿cómo define esa inteligencia vegetal?

-No hay diferencias entre la inteligencia de animales y plantas. Yo la defino como la capacidad de
resolver problemas. Si vemos así la inteligencia, todos los seres vivos han de solucionar problemas. Y si
no, la evolución hace que desaparezcan. La inteligencia es una propiedad de la vida que todos los seres
vivos deben tener para sobrevivir.

-Asegura que las plantas duermen. ¿Cómo lo hacen?

-Las plantas duermen de forma muy parecida a los animales. Tienen un ciclo diurno, activo, y otro
nocturno, de descanso. También hay plantas que son nocturnas, como algunos animales, y los ciclos
van al revés. La fase de descanso de las plantas tiene las mismas características que en los animales.
Por ejemplo, no tienen sensibilidad del entorno. Incluso las posiciones de descanso son parecidas.
Muchas plantas cierran sus hojas o las colocan en una posición distinta. Y, como los animales, a
medida que cumplen años necesitan menos sueño. Hay diferencia en la cantidad de sueño que
necesitan las plantas jóvenes y las más mayores. Y también es un tema de genes que se activan de
forma diferente, igual que ocurre con los animales.

-Pero no sueñan, que sepamos...

-No, eso no (ríe).

-¿Qué función cumple el sueño en las plantas?

-Por qué dormimos no lo sabemos con certeza. Tampoco en las plantas. A menudo lo relacionamos con
la actividad cerebral pero no hay ninguna prueba científica y suelen ser teorías. Las plantas no tienen
cerebros, pero sus procesos son similares a los de los animales.

-Hay mucha gente que toca las plantas porque cree que transmiten energía positiva, ¿es
cierto?

-Si se toca una planta pequeña, de las de casa, a la planta no le gusta nada. Un experimento sencillo
puede servir para demostrarlo. Se ponen un par de habas en agua, para que germinen. A una la
tocamos un minuto al día y a la otra no. Al cabo de dos semanas podemos observar que la que hemos
tocado ha crecido menos. Respecto a tocar o abrazar los árboles, no hay ninguna prueba científica, pero
sí entiendo que puede ser positivo para la psique ese contacto con la naturaleza.

-¿Sirve de algo hablar a las plantas?

-No. Se hizo un experimento en el que se leían libros a una serie de plantas y a otras no y se comparaba
su crecimiento. No había diferencias significativas entre ambos grupos. Y eso que los autores eran
buenos [bromea]. Sólo hubo una pequeña diferencia cuando les leyeron un fragmento de Darwin.
Crecieron más deprisa. Pero no era significativo. [De nuevo bromea]

-¿Y ponerles música?

-Las plantas no pueden apreciar ningún tipo de música. Perciben solo vibraciones y frecuencias. Y
prefieren las más bajas, las más comunes en la naturaleza, entre los 100 y 400 hertzios, que sonaría
como la sirena de un barco. Cuando hablo de preferencias, me refiero a que al poner una fuente de
sonido de 300 hertzios, las raíces de las plantas tenderán hacia esa fuente de sonido.

-¿Tienen sentimientos, sienten miedo, por ejemplo?

-Depende. Sentimientos en términos humano, no. Pero como forma de comportamientos de las
plantas, en este caso sí. Por ejemplo, si ponemos plantas de la misma familia a crecer juntas vemos
unos comportamientos diferentes que si no pertenecen a la misma familia. Pero si hablamos de
sentimientos como miedo, antipatía, odio, en ese caso, no.

-¿Sienten dolor?

-Las plantas están diseñadas para ser comidas y el dolor es un mecanismo de defensa de los animales
para huir del peligro. Las plantas no pueden moverse. No creo que sientan dolor, pero no hay
evidencias en un sentido u otro.

-Habla de vida social de las plantas y cuidados de padres a hijos, ¿cómo es posible esto?

-La vida social de las plantas es muy activa. Como no pueden moverse, tienen que tejer unas relaciones
sociales útiles con las plantas vecinas. Hablamos de colaboración o avisos de amenazas. Por ejemplo,
hablando de los hijos, se ha visto que les proporcionan cuidados muy largos en el tiempo. Si
imaginamos una semilla que cae en un bosque, que puede ser un lugar muy oscuro, antes de que pueda
crecer y llegar a la luz del sol para hacer la fotosíntesis. Puede pasar un periodo de 10 a 20 años, en los
que la planta necesita cuidados, porque no tiene autonomía, y esos cuidados se los proporcionan las
plantas de su mismo clan que están cercanas, a través de las raíces, hasta que pueda hacerlo por sí
misma.

-¿Si he entendido bien, otros miembros de su clan, alimentan a las plantas jóvenes?

-Sí. Les pasan savia. Hay un ejemplo muy bonito. Hace algunos años en un bosque Canadá se protegió
el sistema radical de un abeto, pero la planta no podía alcanzar el agua y los nutrientes y se creía que
iba a morir en poco tiempo. Sin embargo, vivió cerca de 5 años, y eso fue por los nutrientes que le
pasaban las plantas que tenía alrededor. Y esto es algo excepcional que es muy difícil encontrar en el
mundo animal.

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