Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Z2*£±.
Remana.
¿/ievtíta iüoticioéa, iutetaúa. t Ciewtirtc».
REDACTADA POR
':
MEOINFNsis
__
A
TOMO PRIMERO.
/9
SANTIAGO.
=s^£Sa£^s=
paj. puj.
NUM. 1. NUM. 7.
A nuestros futuros lectores 1 Presente i porvenir 97
Todos tienen razón 3 Un homicida ...» 99
Ayer i hoi, (poesía) 5 Algunos matrimonios. . »•;' 102
Zigzags i paradojas (traducción) 5 Amor, (poesia) 105
Magdalena 8 Deseo, (poesia) 105
La verdad después del baile ". 10 Los recuerdos
•
106
El hombre propone i Dios dispone, (romance) 11 A mi suerte, (poesia), 107
Bajo el castaño de las Tullerías, (traducción). 13 Los cuentos, etc. (continuación) 107
Ecos de la semana 1 'j La pastorcilla, (poesia) 110
NUM. 2. Ecos de la semana 110
Los reformadores, 1 17 NUM. 8.
A un rizo de pelo de mi madre, (poesia) .... 19 Enervamiento social 113
Apariencia i realidad 20 La colonia i la república 11-5
Traducido de las Comtemplaciones de Victor Un drama en el campo 116
Hugo, (poesia) 22 Adela, (traducción) 120
Un matrimonio encantador 23 Un homicida, .(continuación) 120
Los cuentos de la reina de Navarra, (comedia) 25 Remordimiento (poesia) 122
Ecos de la semana •
. . 52 Las baraturas. .V .
150
La sarjenta Candelaria 53 Un homicida, (continuación) '. 153
En un entreacto 56 A las niñas 154
Los cuentos, etc. (continuación) 59 Los cuentos, etc. (continuación) 156
Crónica de la quincena 61 Ecos de la semana 158
Ecos de la semana 62 NUM. 11,
NUM.. 5. Las reformas 164
Los reformadores, II 65 Los padres i los padrinos. ". .
163
Exposición industrial de España i Sud-América* 67 Un homicida, (continuación) 166
En un álbum, (poesia) 69 A mi pluma, (poesia) 169
Sin mas auto ni mas traslado. 70 FÍ3Íolojía del cronista 169-
A la señorita A. ....... 76 A la vejez viruelas, (poesia) 17!.
La cuestión italiana
'
<*•
JíeSactoie* ; ■•■•- -
iuétó i Jjomiwío Jwtedáct JhleMoáXti.
•
SÁNTUÓÓ, MAYO 21 DÉ 18S9.
'"
unas, retardarlo i hasta adormecerlo en
*-
:\ -'■ •
-.
pieza apenas a formarse, que son mui po poner en fiel los dos platillos de la balan
cos los que acojen con
agrado los ensa za, la materia i el espíritu.
yos que se hagan para propagarlo, que Hasta aquí nuestros temores i especla-
la mayoría se muestra indiferente a tales tivas. Ved ahora lo que será nuestra tarea
propósitos i que no faltan tampoco quie i el pensamiento que ha promovido i debe
nes los condenen como estériles i frivolos, animar esta publicación.
descargando de paso sobre sus autores un Hemos pensado desde luego que la
absurdo desprecio. Pretendemos a la coo primera condición que ha de satisfacer
peración de los primeros, desearíamos un periódico, si quiere ser leido, consiste
mucho tener de nuestra parte a los se en el interés actual
que despierta, cual
gundos, i en cuanto a los últimos, nada quiera que sea por otro lado el objeto
mejor podemos hacer que respetar sus capital de sus trabajos. No puede ais
opiniones, pagándoles en tolerancia su larse de la sociedad a quien se dirije sin
esclusivismo. frustrar ese interés, i para despertarlo i
Ya lo veis; hacemos cuentasno nos conservarlo es preciso que tome parle
alegres, como vulgarmente se dice.
Pero en su vida cotidiana, que se mueva, se
este es el presente, que por lo que hace
repose con ella, que sienta, piense, ra
al porvenir no pensamos de igual ma ciocine i calcule bajo sus inspiraciones
nera. Acaso nos mecemos en una cuna mas justas i jeuerales, que ria cuando
de ilusiones falaces, mas permitidnos de elia rie, bostece cuando se permita ella
todos modos la espresión de nuestros con tal libertad i aun llore con su llantq,
vencimientos. Bien sabido es que el pro bien que con estricta moderación; es
greso de un pueblo no es sino el aumento menester que frecuente con ella sus pa
constante e indefinido de su actividad en seos, se divierta o aburra en su teatro.
1
o
LA SEMANA. , ..
.
Mayo 21.
rioso, sin dejar de ser discreto, que tra borean en nuestro horizonte; a convertir
te de sorprender sin traicionar el se estas columnas en los anales de su incre
creto de tantas pasiones, que diaria mento i progresos. ¡El arfe* i la ciencia!
mente se despiertan i van a chocar unas es decir, eL sentimiento, por una parte,
con otras, de tantos caracteres diversos, que despierta ala imajinacion guiada i
que se cruzan i atrepellan, de tantas vo enfrenada por la razón austera; i esta, por
luntades opuestas, que se ajitan i luchan. otra, alanzada por ese mismo, sentimien
El movimiento incesante de estos elemen to i armada del raciocinio; el uno que bus
tos, el juego sin tregua de tales resortes, ca, sin tregua ja espresión de la belleza;
es lo que forma la vida de una sociedad, Ja otra que ensancha sin .descanso, el cam
produciendo un drama de colosales pro po de la verdad; en una palabra, las flo
porciones repetido i diversificado hasta res i los. frutos ;de la intelijencia huma7
el infinito. Los actores de fcse drama es na. Pretencioso es sin duda nuestro pro
tán en todas partes, san todos los que pósito, encumbrada nuestra aspiración;
respiran i se
ajitan en el círculo social:
pero también son,fuertes los apoyos que
el ídolo inclemente que, bajo las for hemos buscado.,: poderosa la cooperacioa
mas hechiceras de una graciosa niña, con que contamos .
Muchos notables inje-
fulmina con el rayo de sus desdenes a .nie-s, entre los que han ilustrado nuestra
sus postrados adoradores; la linda viu literatura en este último tiempo, npsase-
da que suspira por un muerto cuando .gfujandesde luego un, firme sosten pres
los vivos suspiran por ella; la joven tándose bondadosamente a, ser nuestros
fuerte con sus cuarenta inviernos que colaboradores. No por esto circunscribi
mos a ellos su número; antes bien, soli
pasa su tiempo deliciosamente en ha
cer sustracciones aritméticas i empie citamos desde ahora un continjenle de
,
za
ya a
esperar poco de este desesperado trabajos de todos los que ,en Chüe pagan
recurso; el viejo de diez i ocho años que tributo alas letras,. Deseamos que nuestro
se ejercita en una operación inversa i cree periódico sea una liza abierta a todos los
seriamente haber apurado en una copa talentos, así a; los que empiezan a mani
vacía la hiél de los desengaños; el políti festarse como alos que la edadi el estudio
co que quema sus naves i el que aguar lian madurado, donde todas las opiniones
da todavía las suyas , aquel César que pu tengan cabida, todas las ideas encuentren
do ser Bruto, i este bruto que quiere ser la espresión de la publicidad, sin sujeción
César, i otras mil variedades i matices que ni reticencias, ocon independencia i|bue-
fatigarían la mas perseverante clasifica nafé.
ción. Asistentes asiduos a este inmenso Nuestros gustos i costumbres nos en
teatro, en que nadie se escapa de repre lazan intimamente con el movimiento
sentar, quien como protagonista, quien europeo i nos fuerzan a seguir con in
como segundo papel, como comparsas el terés sus complicadas i rápidas evolucio
buscaremos él las nes. De tal suerte que ,no; creeríamos
mayor número;
en no
vedades i con fidelidad i discreción las cumplir de un modo completo con nues
contaremos en nuestras revistas. Este es tro propósito, si no hiciéramos entrar en
el camino por donde creemos
llegar a ese nuestro programa una revista destinada
al cual ! a este
interés de actualidad, aspiramos objeto.
La forma i ostensión tipográficas de
j,.-uTi mies'ia publicación.
Mayo .2>k: .LA' SEMANA. 8
promesas, de las que nunca llegará a la fria razón sino por el espíritu preocupado,
con bastante sobriedad, i ter acalorado por el combate, ofuscado por su
'
usarse
minamos aquí él prospecto de La Se humo, exacerbado por los resentimientos, por
los odios que siempre trae aparejados la polé
mana. LOS REDACTORES.
mica.
Entonces solo se conocen i pueden acon
Toctos tienen razón.
sejarse medios estreñios, solo se sabe cortar el
INTRODUCCIÓN A ÜN ESTUDIO SOBRE LA PRENSA. nudo gordiano con la espada.
Ya la prensa no es la espresión de la socie
ÉS UN
dad, sino de los diversos partidos que se dis
LA PRENSA MAX:,, .";, :
putan el poder : se limita su esfera de acción,
LA PRENSA ES 1¡N BIES-.:'' su. misión se bastardea, su influencia se mina
La prensa es el ; venenó de nuestras so
ra, su prestijio vacila.
ciedades: :,:...,, .
La parte ilustrada de la sociedad, que siem
La prensa es su fuente de salud i vida :
..
pre es reducida, se pone en guardia, mira con
La prensa es la revolución en permanencia :
desconfianza los cuadros ora tristes, ora risue
La prensa es el.pararayos de las tempesta ños, que de la publica situación se le hacen;
des políticas :; ..........
pero no así la mayoría, es decir, el artesano.
¡ GUERRA A. LA PRENSA ! : el labrador, el soldado de la industria i del
¡PASO !'"
A LA PRENSA trabajo.
Estos son, en resumen, los diversos juicios, constantemente disgustado del pre
Este,
las diversas opiniones que sobre la prensa se sente que nada para él tiene de halagüeño,
emiten. aguijoneado por el deseo de mudar de condi
-
Es cierto que hai en el dia pocos que a cara ción i prefiriendo, como todo desgraciado, lo
descubierta Combatan esa gran tribuna de los desconocido a la ingrata realidad, se siente
■■
pueblos modernos, que unida al vapor, ría-: atraído, dominado, se hace el esclavo de todo
electricidad, lleva de un polo a otro, con la el que le tiende la mano para ayudarle a mar
rapidez del rayo i la fuerza déla locomotiva, char; de todo el que le promete descorrerle el
las grandes verdades,. los grandes descubri velo del porvenir, que es para él muchas uti
mientos, las grandes ideas; hace vivir a los lidades i poco trabajo, muchas satisfacciones
i poca fatiga.
pueblos de una propia i misma vida; prepara,
Mecido en un mundo de ilusiones color de
por la comunidad de pensamientos, la comu
nidad de costumbres, de creencias, de gus rosa, creyendoapié juntillasa su Mentor, deja
tos, de inclinaciones i tendencias sociales; a un lado el cepillo, o la horma i toma el pe
acercando mas cada vez la realización de ese riódico, iempapa en sus declamaciones, i
se
hecho, mirado como un sueño, como una qui trunca con él por los males reales o mentidos,
mera, como un delirio : la confraternidad de pero siempre exajsrados, que aflijón a la
todos los pueblos, la destrucción de toda fron patria.
tera, la refundición de todas las sociedades 1 aquí tenemos al industrial convertido en
en una sola sociedad, de todos los estados en hombre político, dejando por la política su tra
un solo estado, de todas las razas en una sola bajo, perdiendo su tiempoen estragarse aban
raza. donando la pacífica i fructuosa vida del taller
Sin embargo, preciso es confesar que todos por la turbulenta i envenenada déla plaza pú
los que atacan como todos los que defienden blica i de los clubs; donde vá a aprender no a
ser buen ciudadano, buen padre, biren esposo,
a la
prensa tienen justicia i razón.
Sofrre todo, entre los pueblos de Hispano- buen hijo i hombre laborioso, sino a ser parti
América sobran, por desgracia, los motivos dario rabioso, conspirador, ciudadano peligro
para maldecir, para mirar de reojo, por ¡o so, hombre de tumulto i de revolución.
menos, la prensa i sus frutos. Los que esto observan con ojo imparcial,
'i LA SEMANA. Mayo 21.
condenan como funestas para la paz i el orden misión está falseada : esas
publicaciones tienen
las
publico, la prensa i los clubs, la publicidad i que ver, que tratar, que resolver todas
la asociación, cuestiones que se susciten bajo una luz esclu-
porque ven en ambas una abun
dante simiente de trastornos. siva i siempre la misma.
I ya tenemos miradas de reojo, con temor, Entonces ¡adiós misión de la prensa, adiós
con sobresalto esas dos poderosas locomotivas imparcialidad, adiós independencia, adiós ra
del progreso social; i no sin razón por cierto. zón, adiós justicia, adiós discusión, adiós con
Por eso no falta motivo para decir que el ciliación!
diarismo no ha sido hasta ahora entre no Todo lo que se opone a esas ideas, que sir
sotros sino el prólogo del drama revolucio ven de punto de mira, de criterio a la publi
nario. cación, es malo; solo esbueno lo que con ellas
¡Sin embargo, cuan distinta no es su mi armoniza.
sión! El bien social, los intereses bien entendidos
La prensa no ha estado jamas llamada a délos pueblos tienen que hacerse a un lado;
traer ni preparar las revoluciones por la no hai mas bien social ni mas intereses bien
via de las armas. Al contrario : la prensa ha entendidos, que los que ayuden a esas ideas
venido a hacer esas revoluciones imposibles, a marchar, a
propagarse, a triunfar i domi
innecesarias; ha venido a hacer que la discu nar.
sión ganando la delantera a las bayonetas, La prensa echa entonces en olvido la socie
reemplace las balas por las ideas, las espadas dad para acordarse del partido; la discusión
por las plumas, el ruido de los trenes de ar reposada, madura i razonable, cede el paso a
tillería por el de las prensas de vapor, i que la polémica fogoza, inmoderada, acre, perso
ea vez de
sangre corra a torrentes, si se quie nal i ciega.
re, la tinta. I no puede ser de otro modo.
Su misión es, pues, eminentemente pací El hombre, el círculo o el partido que sos
fica i conciliadora. tienen una publicación, lo hacen para que re
Desde que abandona esa senda se traiciona presente i defienda sus intereses ante todo.
a sí mis na i también traiciona a la sociedad. Por lo tanto tiene que defender esos intereses,
¿Qué discusión es posible, cuando los parti aun cuando-esten en ocasiones, como no pue
dos se han lanzado al campo de batalla para de menos de suceder, en pugna con los inte
dirimir sus diferencias? reses sociales. Porque, si el hombre está sujeto
¿Podrá dejar oír su voz la prensa entre el a error, mucho mas lo están los partidos polí
redoble del tambor i el atronador estrépito del ticos siempre en lucha, siempre acalorados,
cañón? siempre preocupados, siempre viéndolo todo
De cierto que nó. al travez de las neblinas del odio o por lo me
Por eso, cuando la prensa grita : —
dad, i no los haga mas intensos; que lleve con la prensa, i sostenga a su partido hasta en el
suelos al que padece, esperanzas al que deses mal camino, i abogue contra la sociedad si él
pera, vigor al débil, ilustración al ignorante, así Jo quiere, i llame colorado lo que es negro
creencias al que duda, verdades al que vive i verde lo que es azul, i en vez de buscarla
en el error, realidades al que sueña; es nece luz busque las tinieblas, i en vez de sostener
sario, en una palabra, que empapada, pene la verdad sostenga la mentira, i en vez de sal
trada por su alta misión jamas se deje influen var la
patria la lanze al precipicio; i que,
ciar por los hombres, sus miserias i sus egoís en fin, en vez de ser el eco de las
necesidades,
mos i diga a todos la verdad tanto a los que esperanzas i aspiraciones sociales, sea, en in
están abajo como a los que están arriba, pue- finidad de casos, la puerta por donde salen a
ulo i poder, oposiciones i gobiernos. desparramarse entre las masas las ambicio
Para que esto suceda, es indispensable que nes, las pasiones i los odios de algunos espe
la prensa no sea sostenida por un hombre o culadores políticos.
la sociedad. I he Lo volvemos a repetir, pedir a un diario,
por un partido, sino por
—
aquí, lo que entre nosotros no sucede, aparte i al que hadado vida un partido, que abogue en
de mui cortas excepciones. j toda ocasión por los intereses sociales, es pe
En jeneral todos los diarios i periódicos que dir imposibles.
traen su bandera, vienen a sostener Si queremos que la prensa sea la
aparecen espresión
tales o cuales ideas. —
Desde este momento su I de la sociedad, el representante de sus inte-
Mayo 2i. LA SEMANA. f>
Un dia lleva a otro dia tado una máquina bastante bonita con cua
tro pies, la cual se llamaba caballo. Esta má
Hojas secas, cuerpos yertos;
I al tocar a su agonía. quina viviente, que se reproducía por sí mis
El de ayer al de hoi se fia ma, se enganchaba a los carruajes, se deja
Para que entierre sus muertos. ba poner sillas sobre el lomo, i nos traspor
taba de uno a otro punto con una rapidez
I en el calvario, que .sella que habia parecido suficiente hasta ahora ;
Las puertas de la existencia, pero hai hombres que con nada se contentan
Desparece toda huella, i sienten, como aquel rei de España, no ha-
'
porque le habrían dado excelentes consejos. rán; acaso está ya encontrado. Entre tanto, —
:
Esos tales, a fuerza de indagaciones, combina voi a contaros una historieta. Un Ingles- (po —
ciones i esfuerzos, han parado por fabricar dría ser también un Escoses), habiá inventa- -
ruidos, arrastraenormes pésós-mas- veloz que profusión: tras lo cual bajaron al. patio para
el viento! Elvientó:dije? qué comparación hacer él esperimento. El gentleman, al tiem
tan añeja! el viento 'se
queda múi atrás-' del po de partir, alegó que habia comido mucho,
vapor. Esta bestia no se fatiga, 'aunque se
—
tado de vida, i confieso qüe;páríjcfpa un-tan- graciosamente !tal facilidad; hasta las águilas
to del sentir del se la otorgan, i se lanzan en el aire desde
pueblo. ¿No ha? descubierto
—
hace poco un sabio químico que el hombre era alguna roca ó desdé; álgun pico. Situado en
un aparato consumidor del- carbono? En los el borde ¡del fechó,' trató1 el. gentleman. de vo^-
procesos que han sejido promover los desas lar dos o tres veces, sin abandonar por eso' •
Si, señor.
-
ras. —
zate
detenido con demasiadafrecúéncia; qíié sehan —
despedido gloriosamente.
taclos como dentro de una criba. Se me ocu Aqui se presenta una cuestión de derecho
rrió esta reflexión, i mi cólera se apaciguó. de las mas interesantes: ¿Un amo inventor
Otra reflexión se me viene, al espíritu: Un puede exijir de su criado, como servicio, que
vértigo de rapidez se ha apoderado de las po ensaye sus mecánicas i tomé- parte en sus' es-
blaciones modernas; todas las ideas converjen periencias?
hacia este punto. Ya no es,bastante el vapor: Decia hace poco que la rapidez -era una de
búscanse en el aire comprimido, en el fluido las necesidades de la época.. ¡Debe sin duda —
eléctrico, motores aun mas poderosos. Cruisk- de haberse descubierto hace poco parajes mui
shanck, el caricaturista, representa algunos deliciosos, mui atractivos, para que sea nece
viajeros que parten para Bengala, los cuales sario llegar tan presto! A qué Otahiti, a
qué
se colocan en una enorme bomba que un Eldorado, a
qué paraiso llevan esos
terrestre
mortero va a despedir a su destino. En 1959, caminos, railsways inflexibles? Jamas
esos
esta chanza será de pésimo gusto. La via del la tierra fué mas enojosa; todas las diferen
aire va a abrirse bien pronto. En Francia, en cias desaparecen , es casi imposible
distinguir
Inglaterra, muchos de esos locos que se lla una ciudad de otra; la calle de Rivuli nos
man jemos cuando realizan su pensamiento, amenaza con estender indefinidamente sus
!'.-.is-ji:i los medios de tlirij irse por entre las1 arquerías; los paletocs i los malkmtoch han
Mayo, 2*. LA SEMANA:- .7
hecho que desaparescan todos los trajes pin- que pertenece la saipbra q.a.3 acabo de divisar.
íorescosí-fl por otra parte, llegar es .siempre —
Acaso alli es por donde mi felicidad aguar
triste aut) cuando se llega a una eosjv buena. da que pase: mañana,' esa ventana se abrirá a
Queríia que un nuevo trastorno jeolójico vi los perfumes del alba, una cabeza rubia i en
niese a atormentar la faz del.globo, convirtiese carnada,' como un ,melocqton en su peluza su-
«n abismos los -valles, levantase -hasta tas •til, aparecer'áren medio de un marco de folla
cielos las montañas ¡destruyese todos los ca je formado por las guirnaldas de la parra.—
minos. ¡Cuánta prisa se darían" entonces a .¡Qué alegre, no seria. ver sobre las gradas un
•reinyeíitar los. caballos, los asnos i las muías! grupo de niños -jugando con las orejas de un
—
¡Qué hermoso viaje seria. ir a Rouen! . soberbio. mastin!-rJ)e qu£. color seriael amue
Algunos años hace, Meimos jimios el viaje blado de su cuarto?— Celeste i blanco
de Rouen, en una pequeña barca, tresno cua ■fresco;! suave como :ella.í...'Hél corazón), te
dro amigos (no ér¡,mos muchos pero iranios Jiinchasi. todavía tan propenso a las quime
mui jóvenes,) ora ala vela, ora a fuerza de re ras?......,;. Qué cosa tan estraña es el mundo!
mos, a laderiyalas mas yepes. Abordábamos a Hé ¡CQijsumiclQ:grandes fragmentos de mi vida
islas desconocidas* llenas de sauces i mimbré:, al lado de personas, que no podia sufrir, i que
'mas,orgullo303 con nuestros descubrimientos el acaso de rtas.circiinstaaGiasliabia puesto en
que si fuéramos aventureros españolasen mar mi ^camino, ,j en esa casa, por delante de la
cha para/laí-conquista .de América. Sorpren cual paso pacano- volver, en que probablemen-
díamos a las arvelas en. su intimidad. De _te jamás entraré, puede encontrarse el alma
■tieuip.o en tiempo se daba vuelta la barca. más adecuada a la una, la forma mas grata a
Qué lindos naufrajios! nos zabuUíatnos;e:iba- mis oj qs.^-;E1 camino forma un recodo, ai!
mcjs a.recpjej' nuestro cargamento suavemen tengo ihúmedoslos párpados Éa ! soña
—
te es tendido en el fondo del rio, sobré un dor-, consuélate; era una vieja que, las gafas
lecho de fina arena.— Una sola cosa me con sobre la nariz, rezaba, entre dientes antes de
'
Qué es eso? se marcha Ud? No quiere fué desagradable, i a medida que lo observa
Ud. participar de nuestra alegría, de nuestra ba, este desagrado iba tomando las proporcio
felicidad, dijo. nes de una marcada
me
antipatía.
No sé que le contesté. Me saludó con cortesía ; le respondí fría
Viejo sin corazón! se gozaba en la venta de mente.
su hija! El marido de Magdalena es un hombre co
17 de de cuarenta años, de corta estatura, car
agosto. mo
gruesos. Sin embargo, él conjunto no es malo: un sueño de ánjel; su boca entreabierta como
¡Sobre todo tiene quinientos mil pesos! que buscaba una sonrisa. A su lado i contem
Magdalena ha sido separada de su madre. el resto de la habitación todo era desorden. Las
—
Qué irá a ser de esa pobre avecilla a quien cortinas de la ventana caidas, hacian que una
tan cruelmente se le arrebata su madre i su luz indecisa bañara ese cuadro indescriptible.
nido? Quedé, como clavado en el dintel de la
puerta. No sé lo que por mí pasaba en ese
He divisado a Magdalena en el paseo, su momento. No era el cadáver de una joven lo
andar era lánguido, su palidez cada vez mas que sobre ese Jecho veia, no era a una madre
pronunciada, sus saludos parecían un último desconsolada lo que observaba a sus pies: nó.
adiós! Lo que ahí veia, lo que ahí observaba era
Esto me ha entristecido ; pero aun mas la como una visión anticipada de ese mas allá que
entró a mi habitación con una carta para mí. no parece una joven muerta sino un ánjel
Cuando llegué a casa de Magdalena, todo letear en torno de su lecho, cuando su imaji-
estaba en silencio. Como era la primera vez nacion, su alma i sn corazón empiezan a des
que entraba en su casa, traté de buscar un pertarse a las armonías de la belleza, de la
criado que m,e orientará; pero no di con nin grandeza, de la pureza i del arte.
guno. Después de un largo silencio, agregó la ma
Me introduje entonces por la primera puerta dre de Madaglena, como quien recuerda algo
que encontré abierta, daba entrada a los salo que habia olvidado a su pesar:
nes, que estaban desiertos.
—
una pieza contigua al salón donde me encon ayer sin presumir la desgracia que se nos ha
traba. venido encima, mi marido hacen dias que es
Inmediatamente conocí la voz de la madre tá en el campo, así es que me tiene Ud. sola.
de Magdalena, i sin contestarme dirijíala Espero de su buena amistad me ayudará Ud.
habitación de donde saliera. en el penoso trabajo de rendir a Magdalena
de los dolores sin el hábito de la desdicha. No hai un mas fiel reflejo de la vida i del
mundo, de su ruido, su pompa, su oropel i
su nada, que un baile.
Ya está todo arreglado. Mañana conducire Todo en él, al principiar, es esperanzas,
mos a su última morada el inanimado cuerpo ilusiones, sueños, hermosas perspectivas, dul
de la desventurada Magdalena. ces pero, a medida que las ho
palpitaciones;
No hai duda: hai seres que nacen solo para ras pasan, las desilusiones, las esperanzas
sufrir. La fatalidad! frustradas, el cansancio del alma i del cuerpo,
la realidad, en fin, empiezan a apoderarse de
los concurrentes. Cuando el baile termina, el
hastío se ha apropiado mas de la mitad de las
16 de setiembre. almas, la desesperación de no pocas, i la es
Una multitud indiferente ha acompañado peranza cuando más1 ha quedado reinando en
hoi al cementerio el cadáver de Magdalena. uno que otro corazón.
Qué iba a hacer toda esa jente en torno de Todos, al un salón de baile, van
entrar en
esa tumba? Iba a rendir un postrer homena enbusca de algo; todos, al salir, notan con
je a la desgracia? Iba a derramar una lágri tristeza i con disgusto, que en vez de ese algo
ma, a dedicar un suspiro a esa flor prematu que buscaban han dejado talvez mucho: la
ramente marchita? belleza alguno de sus atractivos; el enamora
Nada de eso. En todos los rostros se pinta do quizá el mejof de sus sueños, de sus en
ba ora el disgusto, ora el tedio, en algunos gaños; i cuántas ai! la tranquilidad del espí
hasta la alegría, en ninguno el pesar. ritu i del corazón, robada por algún seductor
Es que toda esa turba iba no por la muer avieso, que les ha modulado al oido, entre
ta sino por los vivos. Es que toda esa turba las vueltas de un vals o de una polka, en me
iba porque Magdalena tenia un padre, un ma dio de esa atmósfera cargada de sonrisas, de
rido i parientes de influencia. Esa turba iúa suspiros, de miradas de fuego.de murmullos,
al cementerio no a orar sobre la tumba del de luces i de mentira, palabras de amor, que
muerto, sino a adular a los vivos. han durado el espacio de una noche, i las han
Miserias de la vida, dice el vulgo. preparado al desengaño, i las han hecho gus
Triste lote de una sociedad sin alma i sin tar las primeras i amargas gotas de la hiél de
Amaba, i se la mandó olvidar ese amor. Nada de exajerado tendría decir que un bai
La realidad lejana de ese amor era la savia le se parece a un entierro mas de lo que mu
de su vida: enlazándola a un hombre a quien chos creen. —Al cementerio vamos a depositar
apenas conocia, esa savia se agotó : el árbol el cuerpo ya cadáver, cuando el alma, la sen
tenia que marchitarse i morir! sibilidad, el movimiento; todo eso que se les
I todo por unas cuantas monedas. ha antojado llamar vida a los mortales, lo
Ese ánjel fué vendido, i la sociedad i ha abandonado. Ahora bien: si al cementerio
vamos a dejar el cuerpo, al baile vamos a de
lejitimaron, santificaron esa muerte que era
uu asesinato. Pero la herida no ha goteado jar lo que formadla mejor parte déla vida, lo
sangre, ha sido silenciosa, hipócrita; én este que hace que sea algo, que la amemos, que la
caso la justicia de los hombres nada tiene que llevemos en paciencia: a un baile vamos a
hacer ni que decir. dejar la felicidad. 1 no hai que tacharnos de
¡Funesta pasión, funesto frenesí el del oro! exajerados.
Por oro el padre vende a su hija, el marido a Si posible fuera leer en el fondo del corazón
su esposa, el hermano a su hermana, el ami de cada uno de los concurrentes a un baile, en
el momento que se da señal de retirada,
go a su amigo, el ciudadano
a su patria.
Oro! Oro! pasión tres veces funesta: tu eres cuántos poemas llenosde amargura, dedeses-
la verdadera fatalidad de los tiempo? moder peracion, de rabia, de lágrimas silenciosas, i
nos: tu eres e; mal jénic del siglo! por ser mas amargas, de ayes, de blasfemias, de
maldiciones i anatemas al placer que se bus-
J. Arteaga Alemfarte.
cabai que se ha escapado, no se sorprenderían.
Del placer al dolor no hai mas que un paso!
Entrad a un salón en el momento en
que el último de los asistentes lo abando-
1
na. ¿Oaé aspecto os presenta todo? El de
Mayo 21. LA SEMANA. 11
a desolación. Por todas partes no se di la adulación, para atar a su carro, para hacer
visan sino bujías que dan su último resplan enmudecer la severidad del mundo!
dor, flores prematuramente marchitas que se El dilema es fatal, solo la hipocresía o la ri
doblan sobre su tallo i ven desprenderse sus queza valen, tienen carta de ciudadanía ante el
hojas una auna, jirones de tul, encajes despe mundo.
dazados, cadenas i piedras desprendidas a los Golpeaos el pecho con frecuencia, sois vir
tocados; en fin, todos los despojos de las des tuoso.
truidas armas de la belleza, la elegancia i la Haced grandes aspavientos cuando se os
seducción. habla del menor desliz del prójimo, sois moral.
Todo parece manifestar que en ese salón aca Tened dinero aunque sea a costa del sudor
ba de librarse una batalla. I esto es cierto. del pobre, de la honra, de la tranquilidad de
Ahí, acaban de estar en lucha la realidad i la una familia, sois honorable.
Quién sabe si esos restos de una bella guir Si arrastráis una vida entregada al vicio, se
nalda han dado frente de ánjel a una mujer sin dice que sois hombre de vida alegre.
corazón. Si profanáis el hogar de una familia honra
Ah! si uno de esos despojos pudiera hablar, da, si seducís a la joven inocente, si arruináis
pudiera contarnos cuanto ha visto, cuanto ha a un padre incauto, se dice
que sois calavera
oido, qué de virtudes que el mundo cree rea de buen tono.
les, sin sombra de impureza, que hasta la I las madres os sonríen, i las hijas suspiran
idea del vicio desconocen, no se convertirían por vos, i todas a una voz dicen: es un sober
en la última
palabra de la corrupción de los bio partido! I todos os buscan para saludaros,
sentidos i de los estravíos del corazón. En —
almas que comprendiendo su nada lo despre La primera: porque mas vale la paz que la
cian; pero a quienes con todo mata su fallo. guerra.
Quién es el que ha vivido tan poco que no La s^unda: porque la inconsecuencia es el
haya encontrado en su camino a mas de un triste lote de todos los humanos.
ser a quien el mundo rechaza, calumnia, ana La tercera : porque
tema tiza, i que encerraba en su corazón ina Pero mas vale nos guardemos las demás en
el tintero, como hemos hecho con buena parte
gotables tesoros de amor, de caridad, de gran
deza, de nobleza, de resignación i de humil de las reflexiones que han venido a nuestra
dad. Dio un traspié en el resbaladizo camino pluma escribiendo este capricho.
de la vida, no guardó las apariencias, no vis —
Abur, lector!
tió la careta de la hipocresía; i esto bastó para —
Felices noclies, encantadora lectora!
J. Arteaga Alemparte.
que la maldición cayera sobre él, para que to
dos lo huyeran, para que fuese el blanco de
todos los desprecios, para que la madre le se ES !303?a9»a»«* ys'íípffiSM; i IMos dispone,
ñalara a la hija, el marido a la esposa, el (Romance)
amante a su prometida como un alerta vivien I.
te contra el vicio, cuando en el fondo no era Tras larga, enojosa calma
sino un argumento en favor de la hipocresía. Apiadóse al fin la brisa
Ai! desgraciado del que no guarda las apa 1 al paciente marinero
riencias, o no tiene bastante oro para comprar Volvióle la faz propicia.
12 LA SEMANA. Mayo 2f.
Esconder el movimiento
los latidos reaviva III.
Que
1 acelera dentro el pecho. Súbito, inmenso rujido
La atmósfera conturbó,
Qué voz despierta su espíritu? De humo denso i rojas ilamas
Es la voz de fiel recuerdo, Desprendióse un pabellón ,
O de amables esperanzas
I subió hasta las alturas
Los armoniosos acentos? Solemne, angustiosa voz,
Mayo 21. LA SEMANA. ia
mi querido jeneral. .
cir por Ud., padre Matías. El jen.— A propósito ¿qué te parece? ¿es
Prim. ald. Estoi triste, compadre, porque
—
Nancy. Absolutamente.
—
to no ha sido capaz de sumar dos i dos ni de El jen. r Si es cosa mui graciosa! Pero no
distinguir la seda del cotón? Pues me lo acaba creo que me sea permitido contártelo.
de decir su patrón. Nancy.— ¿Cómo queríais entonces, que lo
Seg. ald.—Én cuanto al mió ha puesto los hubiese yo sabido por otro conducto?
pies en polvorosa en la, primera escaramuza. El jen. Tienes r.azon.-Te lo diré en dos
—
Prim ald.—\ sin embargo a mi chico no le palabras— Tu sabes, Nancy, que las historias
falta caletre, u de los ayudantes seductores son tan conocidas
Seg. ald.—Lo que a mi no me admira, pa como las del robo a la americana.— Pues bien!
dre Matías, pues al mió no le falta empuje. al bueno de Beaudoin se le antojó presentar su
Adiós. (Se alejan.) ayudante a su mujer, i le dio entrada en su
casa, i le sentó a su mesa, i. . .
nuevos i está echando flores, en verdad que es los mejores amigos de Beaudoin, a cuyo nú
mero pertenezco, no hallan a qué santo enco
un árbol maravilloso.
ses.
que dio
aquel célebre hachazo a un jefe Rabila. por este camino, si vuestra paciencia, lectores, no
estuviese de por medio. No sé si semejante or
—
Nancy.— Si mal no me acuerdo, creo que den será bueno o malo, o mas bien no puede ser
me dijisteis
que habia muerto. ni bueno ni malo desde que no hai otro que opo
El jen.—Pues ahí lo tienes tan vivo como
nerle; pero es una realidad que existe, i acaso su
cualquiera otro. existencia es la única realidad. Inflexible como
Nancy.—¿Cuáles? aquel joven de chaleco una leí natural (que en cuanto a las civiles sobrado
blanco? bien han probado su flexibilidad), ciego como los
El jen. Nó, ese nó; allí, cerca déla esta
—
golpes de la fortuna, está en todas partes para
tua, una cabeza hermosa, avasallarlo todo. Quizá no convendrá el lector
bigotes retorcidos.
enteramente en mi opinión, pero a lo menos no
Nancy.—Pues no tiene porte militar.
El jen. Pues son mui engañadoras sus
— dejará de, reconocer conmigo que, sin tal antítesis,
estaríamos defraudados dé una gran suma de es
apariencias. Si lo oyeses hablar, parece una
pectáculos interesantes e inocentes distracciones.
jovencita. Te lo he de presentar, si lo permi No habría, por ejemplo, batallas, ni pujilatos, ni
tes.
discusiones lejislatívas, ni personajes políticos, ni
Nancy.— Como gustéis. Solo sí que en poco hombres necesarios, ni chismografía, ni no sé
tiempo mas me habréis presentado todo el Te cuantas buenas cosas mas. La vida llegaría a ser
jimiento. entonces prodijiosamente insípida i uniforme; por
El jen.— Uno maso menos es poca cosa. que partiendo todos de un mismo lado, la lucha
de los intereses que se encuentran en un mismo
Naticy.— Es un principio que nos puede con
ducir demasiado lejos. camino, de los deseos que se disputan el paso,
El jen. Te lo voi a buscar.
—
Te acom
...
dejaría de existir; este manantial inagotable de
alegrías i decepciones quedaría cegado;, i marcha
pañará mientras voi al castillo. ¿No te parece? ríamos cada cual al lado de nuestro vecino sin.
Nancy. Como os parezca jeneral. (El je
—
(El jen. se
aleja.) un momento al delicado placer de filosofar, darjdo.
un pequeño rodeo, describiendo una curbá, páYá:
ESCENA CUARTA. hablarla lengua de las ciencias exactas. Por otra
■i NANCY, LESPARS parte, haciéndolo así, pienso que he seguido lá
Nancy. ¿Porqué no habéis venido esta
—
no práctica mas jeneral, que da la preferencia a las
curbas sobre la línea recta. I a decir verdad, no )
che, querido amigo, i sobre todo ¿porqué me
veo que ésta tenga mas ventaja que ser el camino
habéis dado cita bajo este castaño?
mas corto; mas en cambio, qué monotonía! qué
Octavio Feuillut. despotismo! En esta gloriosa época de indepen
dencia i versatilidad, el gusto se ha pronunciado
irrevocablemente por las curbag. Preguntadlo sino
lieos de la semana.
a las mujeres bonitas, a los artistas, a los oradores
ca, otra realidad que una constante comparación honrosa.— Pero os habia prometido una historia,
entre dos términos opuestos, un antagonismo in que iba echando en olvido i que viene mui a tiem
cesante entre dos estreñios, en una palabra, una po para confirmar mis teorías. Leedla:
eterna i múltiple antítesis. En efecto, si suprimi
mos los tontos
¿quiénes son los cuerdos? si quita Mercedes S esuno de los modelos mas se
mos del medio la mentira ¿qué es la verdad? si ductores del jénero femenino. Coronad un
cuerpo
acu'amoj ti mal :"X¿ es el bien? si desterrara js proporcionado i esyelto, delicado i flexible, con
rMayo 21. LA SEMANA. 15
una cabeza que desesperaría a mas de un pintor, lignamente graciosa que la amabilidad consiste
—
un
tener la tercera parte de la idea, que forma mi —
Aun no, la tenia en este punto, señorita, res
heroína, porque los otros dos tercios son para su pondió el interrogado, mas ya que es Vd. tan
—
corazón, que es, de oro, ¡ para su jenio, despierto i buena que me da la suya, poca cordura sería no
alegre como una golondrina al salir el sol. No es abrazarla.
difícil concebir ahora que la tertulia de la señora Sobretodo, cuando Vd. la seguía antes de
—
charla mucho, se escucha mui poco i no hai nada Dos dias después, un casamiento quedaba defi
nitivamente arreglado. Este exabrupto matrimo
que oir.
—
digo a Vd. que estoi por la amabilidad. Una per priano. No corre tanta prisa....
—
sona hermosa no es muchas veces amable; pero, 1¡ cuál es el nombre del agraciado?— volvió a
—
una persona amable dejará rara vez de parecer preguntar el primer interlocutor, que no era otro
cronistas de vidas
hermosa. que uno de esos incorrejibles
Pienso que da Vd. a esa cualidad mas virtu
—
ajenas, que no parece que tuvieran una propia de
de ésta i tanto de
que ocuparse, tan poco se
curan
des que las que tiene.
Es que acaso Vd. la entiende de otra manera
—
aquellas. .
—
Don Fortun Calvo, un vecino de Ranca
que yo.
—
Podría ser mas me parece que es simple gua....
mente el constante deseo de agradar. —Cuál de ellos?
—
Esa no es sino una parte de ella Hai mu —Qué! hai otro que se llame así?
—Para mí,— saltó un muchacho alegre i despa Rancagua que tienen este mismo nombre i apellido;
bilado que estaba impaciente por hacerse oir, el
—
i para distinguirlos, llaman a uno Calvo el rico i
mas amable es el mas amado. a otro Calvo el pobre. Vd. echará de ver la razón
—
Pero eso es tomar el efecto por la causa,— ale de estos diversos calificativos...
Ya! ya! Pero entiendo que mi futuro yerno es
gó un cuasi-abogado, cuasi-imberbe, que empe
—
zaba a entablar una litis con el cuello de su camisa, el primero, el.... el rico....
—No ser de otra suerte. Un hombre de
podia
plegado ¡legalmente sobre la garganta, que ama
cardenal. buen Sentido como Vd....
gaba con un
—A lo menos, él me ha hablado de proyectos
Nó, nó!— esclamó un nuevo interlocutor—
—
el mas amable es el que ama un poco a todos i no mui estensos que piensa realizar, de especulasiones
ama mucho a nadie. considerables i Vd. concibe que sin ca
—
Ah! i a propósito de qué, si no es indiscreta francés.
mi pregunta, dijo el recien llegado Hasta ahora esta esperanza teatral es la ünica
Es que este caballero me contaba la identidad
—
terminación de esta semana i verá en el mismo niña se despertó sobresaltada i fué a refujiarse llo
estado la de muchas otras.— Don Fortun, por su rosa en el dormitorio de su mamá:— se habia
parte, no habia justificado esta vez su nombre de soñado casada con un nieto de Caupolicán.
pila. En cuanto a don Cipriano, si huáese sido
mas fuerte en historia, no habría dejado de re Domingo Arteaga Aiemparte.
cordar qué los gansos salvaron el Capitolio.
Prevención.
La guerra a los indios en la primavera próxima,
se ha dado esta semana por cosa hecha. Si así Aunque hemos tenido especial CUid ido de no
fuese, los sables i bayonetas del ejército no tendrán remitir nuestro periódico sino a aquellas personas
mucho tiempo para dormir dentro de la vaina, ni de cuya cooperación no podemos dudar, rogamos
correrán peligro de enmohecerse.—Pero vale mas a los que ño deseen suscribirse a él, que devuel
oir lo se dice, que decir lo que se oye. Acer
que van en esta imprenta la esquela que le acompaña,
quémonos, si os place, complacientes lectores, a Los que así no lo hicieren, hasta el jueves de la
aquel corrillo i escuchemos. semana entrante, serán contados entre nuestros
Es positivo, decia un señor entrado en años.
—
—
suscritores;
Me lo ha asegurado mi sobrino Estevan, que aca El segundo número de La Semana aparecerá el
ba de hablar con don Pedro, a quien le dio la no sábado 28 del presente mes, empezando con el
ticia persona bien informada. los trabajos de nuestros ilustrados colaboradores.
—
Yo también kvsé a noquedar duda i -aplaudo Hemos escri'o anticipadamente a Francia para
el pensamiento. Es una -determinación que tiem procurarnos un corresponsal que nos envié quin
uno del. círculo.
po ha debió -tomarse— contestó cenalmente un Correo de París, que vendrá a
—
Por cierto!— agregó im marido sumiso que jeiiiia enriquecer nuestras columnas. Figurará también
hacia quince años bajo el yugo de una despótica en ellas un sucinto boletín de noticias, relativa a
consorte.— Es una condición de nuestra indepen lasque de Europa i América nos traiga cada
dencia nacional. Vapor.
—I una de la integridad del
exijencia premiosa
-
territorio— observó un cuarto, cuya integridad per
Condiciones de la suscripción.
sonal cojeaba visiblemente.
—Nuestra jeografia.... nuestra civilización.... La Semana aparecerá todos los sá
todo en fin....— añadió un quinto tratando de for
mular frase de efecto.
una
bados i constará por ahora de diez i seis
—
verdad es,— notó a su turno un amateur
La pajinas en folio. La protección del públi
de la homeopatía,— que la idea me gusta i la creo co decidirá de su incremento sucesivo.
el mejor remedio de la situación Similiasi-
milibuscuran'ur—agregó en seguida completando Reunido un número regular de sus-
su pensamiento con mal disfrazado placer. criplores empezaremos formar la Bi
a
Estas i otras muchas discusiones, deliciosas to blioteca de la Semana, a
das i graves a porfía, han ilustrado, en la presente
que se refiere
i según todas las nuestro prospecto, dando lugar en eila
semana, la cuestión— indios,
aoariencias continuarán ilustrándola, hasta que a lo mas nuevo e interesante
que se es
la primavera venga a locar la campanilla i dar por cribe sobre novelas, historia, viajes, etc.
cerrado el debate.
Precio de la suscripción: 3 pesos por
va a ser comunicado trimestre adelantados.
Se anuncia que el teatro
el a no ser que el público se niegue,
con publico, con el teatro.
Se reciben suscripciones únicamente
cnnv-i tras ocasiones, a comunicarse
,
Jie3acto<c.eé : ——
.
í<u*to t Jjpmmao Jtateaaa ¿hwwvcíúe.
quinas de vapor, ni ese ruido confuso, tengo hambre, solo consigue hacer apre
inmenso, formidable que llena el espacio tar el paso a quien le oye.
en las grandes capitales, en los
grandes Aquí la miseria es posible de evitar:
centros déla industria i el comercio: él ahí la miseria es inevitable.
vence a todos esos ruidos, se cierne por ¿Qué puede la caridad pública ni la ca
cima de ellos i váa llevar a las almas, ridad privada en favor de dos, de tres, de
a unas espanto, a otras repugnancia, a cuatro mil obreros que quedan sin traba
l
policía; que todo lo que puede contra
riar, limitar, restrinjir en un ápice la li
bertad del hombre, sea destruido, desa
parezca.
Es necesario, en una palabra, hacer
del mundo un paraiso i del hombre un
ánjel.
Grande i bella empresa por cierto, i
mas grande i bella a ser hacedera!
Que andando el tiempo hemos de ver
Conventos i nada mas que conventos. Sobre todo es necesario recordar que
salvar al esos
utopistas contra quienes se truena
Queriendo hombre de sus ma
de la tiranía al por la prensa, en la cátedra, en las con
les, que presente pesa so
bre él, se le envuelve en las redes de versaciones del hogar, van en persecución
una tiranía aun mas vasta, mas constan de una grande i notable idea : la ruina
te i mas insoportable. del mal i el triunfo del bien en toda
la faz de la tierra.
¿Qué diriamos de un gobierno que nos
reglamentara hasta el mas inocente de Si yerran, si toman un falso camino,
nuestros pasos, que nos obligara a vestir si pierden rumbo en ese penoso viaje,
dejtal o cual manera, a comer a tal o cual acordémonos que es santa su tarea, i
hora, que nos determinara el tiempo de que si se estravian no es por falta de
nuestro trabajo, etc., etc.? buena voluntad.
De cierto que no habría ni se ha imaji Respeto aljénio!
nado tiranía mas espantosa, despotismo Compasión para los que le burlan!
mas estenso. Justo Arteaga Alamparte.
Pues ahí va a parar buena parte de
los reformadores modernos.
libertad, cuando
I todos creen salvar la A un rizo de pelo de mi madre.
no hacen mas que lanzarla al precipi
Cabellos de mi madre idolatrada,
cio ; labrar la felicidad social, cuando
no hacen mas que agravar la infelicidad
Por qué en mis tristes manos os contemplo?
del hombre; haber encontrado la última Porque cual otro dia, en libres ondas
No os estremece el bullicioso viento?
palabra del progreso, cuando no harían
sino retardarlo. Por al mis lágrimas resbalan,
qué veros
Sin embargo, las meditaciones, los tra I silencioso, en ellas os anego?
bajos de los reformadores no han sido Por qué mis labios con amor ardiente
infructíferos para las sociedades. De en vosotros tierno beso?
Imprimen en
medio de sus errores, de sus estravíos, de
sus sueños, casi siempre ha despuntado Por qué allucir la candida mañana,
mas de una verdad de importancia i Después de orar agradecido, al cielo
trascendencia. Os miro acongojado i pensativo
¿Cuánto no debe la economía política I os oprimo amoroso contra el pecho?
i aun la filosofía a Saint-Simón i sus
discípulos? qué yacéis aquí desordenados?
Por
La primera de estas
ciencias, que va Por qué así os abandona vuestro dueño?
O acaso os dejó libres una noche
caminando, según todas las apariencias,
a convertirse en la gran ciencia de las Al dormirse tranquila sobre el lecho?
Aun el pálido "tinte de las canas hombre; a quien, apesar. de todas .las defini
No anuncia de la tarde los ciones délos filósofos,' i apesar delriesgo de
reflejos. -ser -tachados ele -paradojales, definiremos a
nuestra vez: la mentira en permanencia.,;. .
Que brota de las tumbas de los muertos! Tomemos al hombre en el estado de natu
raleza, en ese estado en que aun no se habia
Cual conserva este rizo idolatrado
inventado lo mió i lo tuyo, es decir, los ricos
i los pobres,- las apoplejías i las hambrunas.
Su primitivo lustre, así en mi pecho Pues bien: en'esa época que se ha conveni
Brilla por siempre puro, madre mia, do en llamar la mas 'feliz, inocente i candorosa
De tus fugaces anos el recuerdo! de la ya bien larga vida del humano linaje, la
mentira imperaba de un polo a 'otro de éste
El es la única flor que he consagrado bajo mundo.
No diga que nó.
se nos
Para adornar tu funerario lecho.;
¿Habianhombres i mujeres i por consiguien
Color le presta el sol de mi existencia te amantes i maridos?; Por cierto que sí:'-*
— *-
la mistificación que se les ha hecho sufrir, i padres con hojas de higuera? para hacer triun
pedirán los unps la abolición de la propiedad, far la apariencia sobre la realidad.
los otros la de los códigos, los de mas acá la ¿Para qué nos cubrimos nosotros en- el dia
de los gobiernos. con hojas mas perfeccionadas, i, sobre todo,
I aquí tenemos de nuevo en campaña la mas compactas? para conseguir el mismo ob
ción de las propiedades; en la realidad aboga ra que habia de ser, para alcanzar el propio
El de mas acá que en la apariencia habla, la crinolina? para conseguir ni mas ni menos
perora, clama por la- ruina :de los gobiernos; en el mismo fin. .'••'
ia realidad aloque aspira, con lo que sueña ¿Para qué se compone una fea, suspira una
parece una hermosa; a un orador lo que pare ¿Para qué se han inventado las cortes i los
ce otro orador; a un cómico lo que le parece cortesanos, las embajadas i los embajadores,
otro cómico: aun ministro, a un periodista, a los pueblos i los congresos, los diputados ha
un hombre de partido lo que le parecen sus bladores i los diputados pensadores, las elec
colegas. ciones i los intendentes, las constituciones i
dirá la verdad, ni la fea, ni el ora las leyes que reglan su ejercicio, las rectas i
Ninguno
dor, ni el cómico, ni el ministro, ni el perio las curbas, las secantes i las tanjentes, los ca
dista, ni el partidario, ni siquiera el necio. minos reales i los vecinales? demás está con
Sin embargo, todos creerán haberla dicho, i testar.
se fincha i formaliza i se mete en
en la apariencia acaso así ha sucedido; pero ¿Para qué
en la realidad por nunca.
nunca su levita un ministro, i tiraniza a su mujer i a
Cuando se observan con estension todos todo el que bajo su férula cae, el aspirante que
los trabajos del hombre, sus deseos, esperan se arrastra en presencia del poderoso,, que se
zas i aspiraciones, pronto se descubre en cuan humilla, que se cuelga a su casaca, que barre
to piensa, dice, hace, una marcada tendencia sus antesalas? redundancia imperdonable se
a ocultar la realidad. ,
ria contestar: buscad un ministro que se finche
Por eso, ya que de definiciones estamos, i un aspirante que se arrastre, miradlos al
definirse podria el progreso humano: el triun rostro, i en el encontrareis una respuesta clara
fo de la apariencia sobre la realidad. i terminante, un triunfo espléndido de la apa
riencia sobre la realidad.
¿Qué es el vapor i la electricidad acortando
las distancias, sino un triunfo de la apariencia ¿Para qué se dividió el año en doce meses,
sobre la realidad? las estaciones en cuatro, los dias en veinte i
En la apariencia por medio de .la máquina cuatro lloras? para mayor gloria ni mas ni
de vapor el espacio se acorta, con el favor de menos de la apariencia; porque en la realidad
la electricidad este espacio casi no existe para el año para nadie tiene doce meses,, ni las es
la emisión del pensamiento, a que ella sirve taciones para nadie son cuatro, ni las horas
de alas; realizándose así en toda su aparente del dia veinte i cuatro.
verdad las palabras del latino: verba volant. ¿Cuántos meses tiene un año para el hom
Pero si en la apariencia el espacio se ha bre feliz?
abreviado parala marcha del hombre, i es ¿Cuántas estaciones tiene ese mismo año
casi nulo para su pensamiento; en la realidad para un enamorado?
el espacio es siempre el espacio. ¿Cuántas horas tiene un dia para el que lo
Lo propio que con el vapor i la electricidad, pasa al lado de la mujer que ama, para el que
sucede con todos los inventos, con los mas vé en él la realidad de sus sueños, de sus ilu
siones?
grandes descubrimientos del hombre.
¿Para qué se cubrieron nuestros primeros Ahora ¿cuántos siglos tiene un año, cuántos
22 LA SEMANA. Mayo 28.
TRADUCIDO
Ella, mujer al fin, encuentra luego
DE LAS Fácil salida a
posición tan dura,
I me muestra de un árbol la hermosura
Contemplaciones de Víctor Hugo.
Lleno con frutas de color de fuego.
I.
«Comamos guindas, coqueteando esclama
LA SAXSAMTA. «Voi subir para
a comer mejor.»
Ella i I el brazo apoya en la flexible rama
inquieta enojosa
Me dijo al verme a su lado Con porte airoso i sin igual primor.
«Siento en la espalda una cosa')
I vi en su cuello nevado Pone en el tronco su lijera planta
Un insecto color rosa. I comienza a subir; 'pero el vestido
Mayo 28. LA SEMANA. 23
Entre tanto follaje i rama tanta No habia mas que mirar a nuestro hombre
Se quedó entre las hojas suspendido. para ver en su fisonomía, en sus movimientos,
el tedio, el cansancio i el disgusto de que es
taba poseída su alma.
Yo la miraba desde el pié del árbol Su compañera no le iba en zaga. A cada
1 una pierna le vi, —
Lo que su boca celestial me calla, Carlos debe tardar poco en llegar. La hora de
la cita se acerca.
Ella una guinda con sus labios toma Dichas estas palabras, clavó sus dos gran
¡^volviendo la cara me la ofrece, des ojos negros sobre el reloj con tanta per
Yo me acerco a cojerla, i me enloquece sistencia, como si quisiera detener la aguja,
De flor tan pura el delicado aroma.
que ya iba a marcar las ocho de la noche.
El marido por su parte, porque ya nuestros
—
Dejé la guinda por tomar un beso. Que despacio caminan las horas; pero
—
to i el de Delfina aumentaban. Ya
desasociego
jalousie, si toutefois ilssont
Leur
no clavaba la vista en el
jaloux, est, á lout prendre, de bonne reloj sino en la puer
ta que servia de principal entrada al salón.
composition, non pareille a celle de
cenoir dcniond'Othello, qui étoufíe En esto su marido se acercó a ella i le
dijo:
les femmes dans un lit de plumes, Delfina,
mais plus digne de ees joyeux com-
—
un negocio urjente me obliga a
abandonarte. No te incomodes : pronto estaré
pagnons qui, lorsque le jc-ug matri de vuelta.
monial les fatigue, au lieu de se
tourmenter le cerveau pour une Delfina suspiró con fuerza. Su rostro iba a
fennne, en prennent sur-le-chaiap traicionar su alegría; pero conteniéndose, le
une autre— ou celle d'un autre.
contestó con un finjido jesto de desagrado que
Br¡¡ox(Beppo, historia veneciana.) le hubiera envidiado la mejor actriz.
I. _
Vaya Ud. vaya Ud. Siempre tiene nego
—
esa edad en que el mundo empieza a verse por I dejó caer tranquilamente su bella cabeza
su lado real, en que el hombre se hace calcu contra el respaldo de la poltrona.
lador, frió, indiferente, i la mujer méjros es- Aprovechando de la postura de Delfina no
pansiva, menos sentimental i por ^consiguiente tomarán a mal nuestros lectores el que trate
.-íí"-
'
rente, a su talle que era esvelto; pero nada compasión, i rodando su poltrona hacia él,
de eso era lo que formaba la belleza, el en que se habia sentado a alguna distancia, le
canto de esta mujer; era un no sé qué que ha dijo:
el i el
bia en sus ojos, en su sonrisa, en cada uno de —
sus ademanes; un no sé qué, que las palabras reloj el que anda mal desde anoche?
i hasta el pincel serian impotentes para tras —
Uno i otro, Delfina, respondió Carlos con
mitir. resolución.
Los que creen los ojos la facción decisi —
Me gustan a mas no poder los hombres
va, los batidores de la belleza, irían a buscarla francos: son tan raros, yo siempre he sido
solución del enigma, en la lánguida anima apasionada por todo lo fuera de lo común ;la
ción de sus grandes ojos negros velados por trivialidad me da dolor de corazón, me enfer
ma de los nervios.
largas i sedosas pestañas.
Los que creen que la sonrisa es la que
■—
decide de los atractivos de la mujer, irian a tono de broma, que en este momento viene
buscar la solución de ese enigma en las pala mui mal, i escúcheme Ud.
bras que asomaban a sus labios cada vez que -—¿Se enfada Ud. Carlos? Vaya, le escu ,
se entreabrían. cho.
Otros irian a buscar la palabra de esa be
—
—
Delfina? se acuerda Ud. de la primera
lleza en su nariz, en los oyuelos de sus meji vez que nos vimos? Fué en casa de la señora
llas o quien sabe donde. deT**
Pero, después de una madura observación, —
¿1 a qué viene todo esto, caballero?
todos verían burlados en sus investigacio
se —Escuche Ud. Delfina i lo sabrá. ,
nes; pues a nadie se le ocurriría que todo el —-Ya le he dicho a Ud. que todo lo vulgar
atractivo de esa mujer, lo que decidía de su me enferma,
belleza era su color: Delfina era morena; pero - —
Como iba a Ud. diciendo o recordando,
de un moreno que llamaríamos el tormento de continuó Carlos, como un hombre resuelto a
los pintores. ¡Qué moreno, Dios mió! Un mo hacerse escuchar, la primera vez que nos
reno mas trasparente, mas diáfano que el blan conocimos íué en. casa de la señora de T***
co porcelana de lasladies inglesas de pura ra Apesar de hacer dos meses escasos a que se
za; un moreno en que la sangre se veia circu habia casado Ud. ya su marido habia sido
lar por las venas; un moreno que Delacroix reemplazado en su corazón por. . . ,
cuando un joven vestido con una elegancia sin Está Ud, perdonado,
—
-
reproche,
neras corteses i desenvueltas vino a reempla cuerde el pasado, no lo haré; está bien.
zarle. Ni el presente tampoco, amigo Carlos.
—
Cuando entró, Delfina estaba de veras impa Yo pertenezco a la nueva esguela, soi mujer
ciente: se habia levantado seis u ocho veces de del porvenir.
Pero. Delfina. es necesario.
su poltrona, habia mirado quinientas el reloj,
—
. .
. . , ,
habia bostezado i hasta habia dado unas cuan que hable a Ud. sobre lo ocurrido anoche en
pié el. baile. Pretende Ud. que sea ciego, so
tas pataditas encantadoras, con un mas . .
Carlos, "le dijo, cuando lo tuvo al alcance de Con qué esas teníamos? Con que está Ud.
—
algunos dias a esta parte. Bien, sea toda la noche, con mi primo
—
Mayo 28. LA SEMANA. 25
***
porque Carlos de está disgustado de verte
a mi lado?
Contedla en cinco actos (1).
—
Comprendo, señora, dijo Carlos, mor ta a Toledo como la señal de mi dssgracia, recibo
diéndose el labio inferior hasta hacer brotarla de mi señor, del el título i el
poderoso Carlos V,
sangre, comprendo, señora, comprendo. Me empleo de ministro del palacio?
arroja Ud. de su casa, donde no soi ya sino un CARLOS v.
estorbo. Gracias, señora, gracias. Es Ud. un
Para que el humo del poder no se te suba a la ca
ánjel tenemos que decirte cuales son las razones
Malo, ¿no verdad? Delfina beza,
—
esagregó son
¡Es un necio!
III. (I) Señor D. Fernando Zegers,
Pocos momentos después llegó el marido. Santiago, mayo ík de 1859.
Querido amigo i : Al publicarse esta traduc
maestro
Delfina, al verlo, le dijo con un tonito de ción de una de las mas bellas producciones del injenio
reprensión que daba deseos de cometer mu de Scribe, he querido que su nombre de Vd. vaya al
frente de ella. jM a quién pudiera yo mas justamente
chas faltas para ser reprendido a cada minuto.
dedicar mi trabajo?
¿Ya volvió Ud,? Creí no se vendría en
- —
^-¿Pnes no
SI en algunas ocasiones me lie separado del orijina!,
-^-Es verdad. Esta mujer me adora, dijo
he creído encontrar razones para ello. Los que, como
para sí el marido. Vd., poseen con perfección ambos idiomas, se hacen
—
¡Qué bueno es mi marido! se dijo para su cargo de la dificultad que ofrece la traducción de las
obras dramáticas, trabajo ingrato por demás i que no
capote Delfina. tiene entre nosotros ninguna especie de remuneración.
¡Qué matrimonio tan encantador! deci
—
estado son las mujeres; por ellas se perdió el rei ¡Pues!.... Noble proceder. Difícil seria rehusar-
de Francia, el caballero Francisco I, en otro tiem de el tal permiso si se le diese audiencia. (Con len
po mi rival i hoi mi prisionero aquí, en Madrid. titud). I por esto.
Por ellas el duque Felipe de
Austria, mi padre, es . . gattinara.
puso un trono i ¡su vida quizás! i yo mismo, (¡es ¿Le concede V. M. esa audiencia?
to debe estar la
sangre) casi he comprometido
en CARLOS v.
veinte veces los planes mas hábilmente concebidos Componte como puedas, Gattinara, para apla
por un antojo, un capricho del momento.... amo zarla indefinidamente A otra cosa.
entre un deseo i un pesar mientras que tu Gat I este es el asunto mas importante i mas grave.
tinara yo te he observado impasible i frío. ¿Qué conducta deberé observar con el rei Fran
GATTINARA. cisco I, vuestro cautivo? Tres meses hace que está
¿Lo cree V. M.? prisionero en Madrid, sin que haya podido, apesar
CARLOS V. de todas sus instancias, obtener una entrevista de
ahí porque te he nombrado ministro.
Sí, i lié su hermano el emperador Carlos V. ¿Cuáles son las
Ahora hablemos de negocios. ¿Qué tenemos esta intenciones de V. M.?
mañana? Carlos v, con aire distraído.
GATTINARA. ¿Mis intenciones?
Desde luego, señor, que V. M. fije el dia de su GATTINARA.
CARLOS v.
Entonces, señor, qué queréis hacer?
I mui a menudo, según dicen. CARLOS v.
cuya hija aun existia, la Infanta Isabel vivía en la Casi Creo, 'si se me
permite decirlo, que Y.
soledad, ordinaria herencia de príncipes sin crédi M. trabaja en este momento en no hacer nada, i
to; se le encontraba también mui poco mérito; cuenta conmigo para que le ayude a fin de obtener
pero después, i gracias a las circunstancias, ha ad por la impaciencia i el fastidio de la cautividad .
CARLOS v. GATTINAnA.
Pide participar de la cautividad del rei Francis que entraba en su capital. Los espa-
¡ un monarca
co I. su señor. I ñoles gustan de los valientes, señor; i un rei que,
L 'JMá
Mayo 28. LA SEMANA.
ei último momento contra un ejército entero, ese los caminos, i la luz del gaz es por lo menos tan
rei caballero, que habiendo recibido ya tres heri dudosa como la de las estrellas (verdad que si fue
das rehusaba rendirse al condestable de Borbon, a se bien apreciada, decidiría a nuestra Municipali
un traidor, i escojia a un leal oficial, a un español, dad suprimir un gasto que solo tiene lucimiento
a
para entregarle su espada que este recibía arroda durante el dia) En cuanto a los aguijones noctur
.
liado todo esto habia exaltado las cabezas; las nos de la imajinacion, en ninguna parte son tan
casas estaban empa vezadas con las armas de Fran poderosos como en una ciudad populosa, sobre
cia; ramos i flores alfombraban las calles i todos todo en Santiago, reunión confusa de elegantes
los balcones estaban guarnecidos de lindas damas casas, modestas habitaciones i pobrísimos asilos,
que ajitando sus pañuelos esclamaban: ¡Viva el rei que se levantan caprichosamente las unas junto
a
dia noche. El silencio universal de esa hora deja paternal.— Tres visitas en una semana! tres horas
cada una! loque hace en todo nueve horas
ocioso el oído, la oscuridad menoscaba la vista, el
bien empleadas por cierto! No se ha desprendido
frío entorpece el tacto, el polvo absorbido por las
narices falsea el i la botella de un momento del lado de Carolina.... Siesta mu
olfato, aguardiente
chacha cometiese la locura Voto a! casar a mi
que se esconde en las alforjas no permite al pala
figurín No ha de ser mientras
dar sino mui de tarde en tarde un pasajero ejer hija con un
cicio; pero, en medio de esta inacción de los senti yo viva!— i preparándose a pasar de la vijilia al
dos, ia imajinacion retoza a sus anchas. El sueño sueño, persigna, bosteza i entre la señal de la
se
mejante hora todo parece verosímil; hai fascina pollo, festiva criatura rubia como una ¡espiga de
ciones como las de un opositor i pavores como los trigo, ha entrado en su dormitorio, se ha mirado
de un ministerial en dias de revolución. Un cami al espejo i ha comenzado también a pensar consi
sueño vendrá mas tarde a sus
nante, por prosaico i escéptico que sea en la vida go misma; pero el
sedentaria, cuando viaja solo por un camino en párpados i el mouólogo será mas largo i mas...,.
medio de la noche, seguro está que no se haga ¡Qué miserable aspecto el de la casa siguiente!
poeta i rime fantásticas estrofas, mecido por el
Es uno de los escasos vestijios inmuebles de la re
vaivén de su caballo puesto al trote corto, verda pública del año 10. Aquellos hombres estaban
mui atrasados, no sabían edificar, ni andar en co
dero símbolo de la resignación perseverante.
Ahora, entre un viajero que atraviesa los campos che, ni comer bien, ni vestirse con gracia, ni tan
Verdad es
i un honrado vecino de Santiago que se recoje a tas otras que ahora sabemos
cosas
i conservar la indepen
su casa
bajo idénticas condiciones de tiempo, no que supieron conquistar
encuentro otra diferencia notable que los medios dencia de nuestra tierra, las franquicias desús hi-
¡os i unas cuantas mas; pero todo eso
pamplinas
de locomoción; el uno se sirve de cuatro i el otro l
generalmente dedos pies. Por lo demás, el silen I no tenia realidad ni aplicación útil; era pura me-
28 LA SEMANA. Mayo 28.
Las torres que desprecio al aire fueron que en alta mar, habia ido a encallar su cabeza,
risueños semblantes, llenos de do del cuerno de Rui Gómez ¡de Silva.— Dios os
rente sobre sus
sus facciones la palidez de la fatiga. Qué intere Dos cosas, cuando menos, dan los amigos gracio
samente: cigarro iun consejo. Sin tomaren
sante cuadro! qué feliz conjunto! juventud, belle un
za i trabajo!
cuenta que los consejos gratuitos son una de las
En este momento se cierra la puerta de la casa catorce obras de misericordia, constituyen ademas
vecina. Es esta construcción indefinible. Se
una entre nosotros una práctica administrativa; nues
ha tros consejeros de estado, como sabéis, no son re
gún todas las conjeturas esteriores que puedo
tribuidos.
cer, parece datar del año 23, haber sido refaccio
nada después del 29,:remendadael 41, repintada Esto tuvo presente sin duda don Honorato cuan
diez años mas farde i estucada no ha mucho. Es do en dias pasados entraba en casa de su amigo
don Fructuoso Gavilán, en busca, no de un cigarro,
tejas i maderas. Quién
charada de barro, —
una
Si sino de un consejo.
vive en personaje político
ella? —
Un
Es don Honorato hombre que podría decirse
lencio.l no interrumpamos las combinaciones de su un
fantasmagoría.
de buen sentido, sin el candor de su buena fé, i
Estoi enfrente de la casa de P. . .—Es proba de provecho, sin la irresolución de su jénio. Pero,
ble que algunos de mis lectores hayan asistido aho ■
ni parece que tenga mucho sueño. Sentada delan para la prensa i tiene dinero.
en deshacerse el tocado El señor Gavilán es otra cosa; es todo un honir
te de un espejo, se ocupa
contrariada im bre vivo, quien la fortuna
a hace tiempo le ha
pausadamente para engañar su
nes volvió a las once, anoche a las doce, esta no —Buenos dias, don Fructuoso, —comenzó don
claro que será mas tarde. La luna — Honorato alargándole la mano.
che. . . .es
respondió Gavilán; i
—
casa?
pulso tampoco habrá estado malo, i las carambo
las habrán sido abundantes. Es una pasión desor —
vor!
—
Mui bien! Es decir que anda Vd. en 'dares i
mi ambulante monólo tomares. Pero hasta aquí no veo......
•A este punto llegaba en
—
Sobre qué?" sobre el préstamo o sobre el ca Qué hace Ud? —
le pregunté.
samiento? Estoi pensando si entraré en aquella joyería pa
—
Sobre ambas cosas. ra ver de vender por cualquiera cosa estas zaran
Entonces partes. A quién quiere Vd. dajas que, como Ud. sabrá, ya sirven, si
—
vamos por no me o
como
—
Si le inspira a Vd. confianza los Salomones i los Sanchos empuñan el cetro i se
Sí, sí; la opinión de Vd. me decide; haré que dan la mano; los siendo caballeros
Quijotes siguen
—
—Todavía nó; pero pienso, si a Ud. le parece, pronunciado o leido oportunamente. A primera
pedirla. vista la cuestión es gramatical i estrictamente aca
—Si Vd. cree que han de dársela, pídala. démica, aunque hai quienes piensan que es atmos
I si me la niegan
—
Entonces, es cosa resuelta: sigojel consejo de llones universitarios. Pero, como veis, si la con
Ud., la pido i me caso. I ahora mismo voi a com troversia tiene algún interés, no es para las cien
prar para regalarla Qué le parece a Ud. cias o las letras, que no tocan en el asunto pito ni
que compro? caja, perdonándome esta vulgaridad poco acadé
Ah! quiere Ud. desde luego pensar en las
—
mica.
arras? Me parece bien i le aconsejo a Ud. que com Entretanto, os estoi hablando de la Universidad
pre un aderezo de perlas que he visto en la joye como si la conocierais, lo que bien podría no ser,
ría de K. es bonito i barato. Dígale Ud. al
... sino sois bachilleres o licenciados en alguna facul
joyero que va de mi parte, para que no le suba el tad o compiladores de testos didácticos, aproba
precio. dos por supuesto. De aquí en fuera, la influencia
—
Perfectamente! es Ud. incomparable, amigo de esta corporación en nuestra vida intelectual es
mió, i jamas podré pagarle a Ud. tanta bondad. casi nula. I sin embargo, la preside un venerable
Adiós, hasta luego. injenio, que muestra en su cabeza blanca, no tan
—
Hasta mas ver. to las huellas de los años, como los vestijios de
Don Honorato, víctima siempre de su indeci una laboriosidad constante, inmensa i fecunda; i
sión, procedió desacordadamente al poner en obra en sus honoríficos asientos es- fácifdistinguir la
los consejos de su amigo. Compró el aderezo pri flor i nata de nuestros talentos e ilustraciones.
esquina me encontré con don Honorato, que es- progresiva, como las sujeciones i trabas el orijen
taba parado como esperando a alguno. de su inanición.
30 LA SEMANA. 28.
Mayo
-
En cuanto a los discursos académicos de que distas i no seria discresion sacarlos de su escon
hablábamos, han promovido diversas apreciacio dite; lo cual significa que las soh'ics aun no
nes, no de
mérito que es indisputable, sino do
su han comenzado. —
su oportunidad. No habréis dejado de oirías, que los únicos que se prestan a la observación. Está
ridos lectores, i acaso
pensaréis como yo, que nun resuelto que el vestido no lleve mas que una
ca está de mas leer el Almanaque. falda, se toleran sin embargo hasta dos, pero tres
de ningún modo; i es casi indispensable que en
devantales, que
enormes bocados con envidiable apetito i se dan
también dominaron el invierno pasado, están hoi proscritas
do trompiscones con su tutor, A veces se
nuestros vestidos de lana. Si en algo son para oir alguna triste historia o llorar desgracias
tales, a
íntimas. Hablábase ayer, en el salón de la señora
aquellas superiores a nosotros, es en la simplici H de un matrimonio reciente i ya mal aveni
dad de su traje, que les cae del cielo, como el ma
do. Muchas lástimas se habian prodigado a la es
ná a los nietos de Jacob. Mientras tanto, nada re
se
estaciones, a las volubilidades de esta vieja co ñora H.....
queta .
• —
■o>ée, que están todavía en la mente de las mo- ! miembro de la Asamblea Constituyente roma-
I
na, el doctor J. B. Luciaui llegó a Chile hace de un congreso de las cinco grandes
potencias eu
aüo i medio i se estableció en esta capital, ropeas para que resuelvan por sí i ante sí la cues
donde ha practicado su profesión de médico tión pendiente. Sin embargo, como las bases que
con la intelijencia el celo i el desprendimiento el Austria propone, como punto de partida para
mas recomendables. las discusiones de ese congreso son inadmisibles,
Santiago, 'no lo dudamos, sentirá vivamen por mas que lo contrario digan la Inglaterra i la
te la do este caballero que a sus vas
pérdida
tos conocimientos, a la dignidad de su carác
Francia, es mui de temer que tras largas i fatigo
sas discusiones, la
ter i a la rectitud de sus juicios, une los mas diplomacia tenga que darse por
bellos dotes de la intelijencia i del corazón. impotente i ceda el paso a las armas, esa última ra-
tio regum.
Quien ganará con todo esto es el Austria, que
Cs'óislca de la qfuineena. decidida como está por la guerra, solo quiere ga
EUROPA.
nar tiempo para prepararse a ella con espacio.
La
espectativa es lo que caracteriza la situación Si las hostilidades
se rompen, la guerra será,
del viejo mundo en estos momentos. Todos los mal que pese a los optimistas, jeneral. Ni una so
ojos están fijos en la Italia donde parece que está la de las grandes potencias europeas, dejará de
el nudo gordiano de la política europea.
tener comprometido en ella algún interés de vital
¿Cómo so desatará eso nudo? Hé aquí la cues —
verdadero volcan.
a Cuba, parecen terminados. Los sentimientos ma
<a duerme. La Italia toda es un
nifestados poriel nuevo enviado de la Union cerca
De todos sus estados, sobretodo de Lombardía i los
del gobierno español son sobrado pacíficos i tran
ducados, la corriente de emigración al Piamonte,
se hace cada dia mayor. Se asegura que la lejion quilizadores.
La Inglaterra por su parte está de parabién. La
italiana que forma i mandará Garibaldi monta ya
hombres- insurrección de la India ha sido completamente
a mas de 6,000
i sofocada. Los rebeldes batidos en todas partes,
La guerra, es pues, la esperanza de la oprimi
han visto agotarse sus tesoros, dispersarse sus
da Italia. Ojalá no sea falaz como toda bella espe
ranza!
fuerzas, i han tenido que tomar la fuga. Los prin
Entro tanto la diplomacia ajila se como es de cipales jefes de la rebelión, entre los que se cuen
ta Nana Saliib, Begum i muchos otros, eran acti-
regla, hai unnutrido[fucgo graneado denotas diplo
por las tropas
Inglaterra parece que quiere a todo | perseguidos
vamente inglesas.
máticas. La
trance evitar la guerra. Lord Cowley, trabajaba Ahora de la Inglaterra depende el que la insu-
francés muestra,
se a lo que
traspirarse puede, se ; sorda a la lección que acaba de recibir continua
mas accesible de lo que se aguardaba, a resolver ! tratando al Indos tan como pais conquistado, la
lodas las dificultades a punta de diplomacia. insureccion volverá a estallar de nuevo, i antes de
A este propósito se habla de la próxima reunión | mucho, mas estensa, mas pujants i terrible que
32 LA SEMANA. Mayo 28.
la primera vez. ¿I quién puede decir de quien Los estados centro-americanos siguen también
seria entonces la victoria? Si se quiere, pues, en paz, i dando cada dia nuevo empuje a sus
pro
retardar la independencia de ese pais, es nece gresos materiales.
sario tratar ante todo de hacerlo olvidar su tris Venezuela empieza a batir en todas partes a la
lejos. En la mitad del siglo XIX, no hai con que alimenta las revoluciones. Esa revolución,
quista, no hai dominación posible sino es la que obra esclusiva de los moderados, de esos Tartufos
ata a los pueblos por medio de la identidad de de la política, que la paz i el orden
predican
ideas, de costumbres, de creencias, de intereses, cuando están arriba i solo viven de conspiraciones
tendencias i aspiraciones sociales. Todo otro sis i motines cuando están abajo, ha sido ultimada
tema es infructífero,
absurdo, funesto e por el pueblo.
Fuera de la terminación de la insurrección- ín La Nueva-Granada está llamada a dar a sus her
dica i de la crisis ministerial, que parece inevi manas, las de
Hispano- América, nobles
repúblicas
table, la vida de la Gran Bretaña nada de nota ejemplos i elocuentes lecciones de lo que puede la
ble ofrece en esta quincena, libertad para el progreso de los pueblos. Ella es
un argumento viviente contra los
AMERICA, pesimistas que
creen que solo látigo en mano se puede llevar
de alta importancia, a no ser la por
Ningún suceso
buen camino a la raza latina en América!
revolución del estado de Santander en la repú
La guerra entre el Ecuador i el Peni no habia
blica neo-granadina, ha tenido lugar en ambas
dado un solo paso. Guayaquil continuaba bloquea
américas durante la pasada quincena,
in do, pero nada mas.
Méjico sigue como siempre envuelto en su
En el Perú se temía por momentos una revolu
terminable guerra civil, Desde que la anarquía
hará ya la miseria de ción, Los ánimos sobre todo en Lima estaban aji
disparó su primer fusilazo,
lados,
dos años, vapor tras vapor se aguarda ver ter
Castilla sin embargo se sostiene i so sostendrá
minada la guerra-, sin embargo ese término no
aun por mucho tiempo, mal que pese a sus ene
viene i la anarquía reina i gobierna, si la anarquía
toda la estension de la repú migos,
puede gobernar, en
blica mejicana, J, Arteaga Alemparte.
Con el orden i la paz que han huido, parece que
ha
para siempre de esa desventurada república ,
Para el
siguiente número empezare
huido también la riqueza pública i privada, el co
mercio se ha. visto completamente paralizado, la mos publicar la lista ya bien larga de
a
nuestros suscriptores,
agricultura ha corrido la propia suerte por falta
de brazos; caminando todo a una ruina tan com
sus grandes intereses comerciales. IMPRENTA DEL CORREO, Pasaje Bulnes, núm. Itt.
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITES ARIO I CIENTÍFICO
de los primeros su absoluta 'falta de ini Los hechos apoyo de lo que deci
en
Por eso, cuanto paso damos en la via aquí no pasamos-.es preciso que todos
esos bienes nos
vengan del cielo,
como
del progreso es obra casi siempre, esclu-
siva de la fuerza de los sucesos, que tienen el maná a los hijos de Israel.
mas o menos de tan funesta inacción. mejor que todos los argumentos, que
Cuántos pensamientos, cuántas ideas habla mas alto que todas las lamenta
fáciles de realizar con un grano de fé i ciones, que da la mas exacta idea de la
yacen olvi- inmovilidad en que vivimos, de nues
un
poco de constancia no
tra absoluta falta de acción.
dados, cuando no despreciados como
Hacen tres años escasos a que varios
quimeras, cpmo sueños.
Sin embargo, pocas sociedades mas jóvenes ilustrados concibieron el pensa
hambrientas que las, americanas, i sobre miento de fundar en Santiago una so
todo la nuestra, de adelantos en todo ciedad para la instrucción del pueblo.
concebido este pensamiento se
orden, de llegar a la última palabra del Apenas
vio realizado, con la creación de la So
perfeccipnamiento en las artes, en las
ciedad de Instrucción Primaria.
ciencias, en la industria i en las letras.
Los bienes que esa Sociedad lleva
¿Quién no pide de voz en grito alien
tos para] el arte i la ciencia? Quién no hechos a la instrucción en su corta i
nada holgada existencia son incalcula-
es el primero en deplorar amargamente
5
34 LA SEMANA. Junio 4.
a la obra! «
Aunque mi propio corazón los diga,
« Que en esta sociedad seca i gastada
Justo Akteaga Alemparte. n El oro es todo, el corazón es nada.
('¡Queme importa tu amor! Vaya en buena Oh! lo que. contra el egoísmo se ha escrito1
,
Que llene la barriga; i no de estopa pentimos mui de veras de todo ¡o que pode
Hizo Dios la mujer. Cosa sabida mos haber dicho, i aprovecharemos la primera
Es que aquí, como en Asia i en Europa oportunidad para reparar nuestro tuerto,
I en todas partes donde el hombre anida En contrario al común sentir opinamos,
Se necesita trajinar la sopa, que los males que a la flaca i achacosa huma
Por mas que algún doctor en su bufete nidad allí jen tienen su fuente, no en el egoís
Arroje despechado su bonete. mo del hombre, sino en su falta de
egoísmo.
Grande es el número de los errores que
Quijotes del amor, tiernos Cupidos corren el mundo con carta de ciudadanía en
Que predicáis a la
mujer constancia, el pais de la verdad, i ese no es de los menos
¿Pensáis por vuestra cara ser queridos? gruesos.
¿Acaso vuestro porte i elegancia Cuanto existe se dice: existe para mayor
Os dá derecho para ser maridos? honra i gloria de Dios i felicidad del hombre.
¡Vive Dios que es sobrada petulancia Sin entrar a discutir la exactitud, i verdad
De la dicha buscar la dulce meta de la primera parte de ese dicho, discusión
Sin tener en la bolsa una peseta. que dejamos a la iglesia i sus doctores, vamos
a poner en tela de.
juicio la de la segunda, de
Que los pesares de la vida aumento la que depende talvez la mala opinión que el
Diráme algún romántico en embrión; hombre tiene de si. mismo, o, con mas propie
Que la lei condenar del sentimiento dad, de sus semejantes.
Es quitar a los hombres la ilusión; Desde luego empezamos por negar que
Mas no vale un comino el argumento cuanto existe sea para
mayor felicidad del
Si escuchamos la voz de la razón; hombre. Mui al contrario, creemos que cuan
I el supremo hacedor, si bien me fundo, to en este mundo tiene entrada la tiene
para
No fué romántico al crear el mundo. su mayor tormento.
El hombre no es mas que,un
Eche lastre i dore el
pobre engaña
a su
buque casco
do que anda, corre, vuela, se fatiga i muere
Quien quiera navegar hasta la orilla, tras la pista de la felicidad sin darle caza
I hacerlo presente
ja
en complazco
me
mas.
Que así se boga con
quilla;
segura Desde la cuna emprende esa escursion: así
El que tiene cían quibus no hace fiasco es que desde la cuna comienzan para él las
Pese a la romántica cuadrilla,
vPues tiene mucha fuerza un «yo te
desasones,_ les disgustos, las contrariedades,
quiero» las desilusiones i desengaños.
Cuando vá acompañado del dinero. I nada hai mas natural. —
Todos corremos
en busca de la felicidad
Ni hai que juzgar del corazón amigo, ¿pero, sabe alguno
Cual lo pinta en sus dramas Víctor Hago,
qué realidad se significa con esa palabra?
Sinos fuera posible preguntara cada una
Que el amor sin la plata vale un higo de las personas que pasan por muestro lado
I es el dinero de la vida el jugo;
durante un dia, durante una hora
Que el matrimonio, como yo lo digo, siquiera, en
lo que consiste para eUas la felicidad,
Tiene de cierto, pues a Dios le plugo, seguros
estamos no habria dos que la
En Chile como en Francia iguales trabas persiguieran por
el propio1 camino.
Que aquí como en París se cuecen habas. Un comerciante nos diría: —
la felicidad pa
Santiago, junio de 1859. ra mí estriba en realizar un buen
negocio "que
Camilo H. Cobo. llevo entre manos.
Un enamorado nos diría: —
la felicidad se ci
fra para mí en una tierna mirada de la hermo
Verdad «jiae parece paradoja.
sa a quien adoro.
yendo aquí, levantando allá, volviendo a caer cío, la displicencia, el tedio. I sin embargo
unos cuantos pasos mas adelante, i así cuanto no se ha hablado, i se habla, i hai por
cayen
do i levantando, riendo i llorando, creyendo i hablar del amor.
dudando hasta ese término de toda humana Lo que decimos del amor, se puede decir
carrera, hasta esa última jornada de su viaje, también de la amistad, esa esclavitud con ca
hasta esa última palabra del problema de la denas doradas; de la ambición, esc fuelle de
vida humana : la tumba? la humana intelijencia, que cesa de soplar
¿I ha encontrado en alguna parte esa felici cuando debía soplar mas fuerte i que nos ha
dad de todos los instantes, inmensa, sin lími ce ir a traspiés el camino ele la vicia; del odio
tes como su anhelo, como su aspiración, como i demás malas pasiones; de la clemencia i de
el ideal que vivía en su alma, que la acaricia más buenos sentimientos.
ba, que la mecia suavemente, que la alagaba, Pero dejemos esas altas rej iones en que sin
que ¡a bañaba en ¡a perfumada atmósfera de la pensarlo ni quererlo hemos de ser cojidos a
ilusión? En ninguna. lo mejor del camino por la metafísica, esa
Cada uno al ir a asir eso que creia o imaji ciencia que trabaja i está en via de alcanzar
naba la felicidad se ha encontrado con un en el alto fin de que el hombre no se entienda
a sí propio ni sea entendido de los demás, i
gaño de mas, una esperanza de menos i deseos
i aspiraciones nuevas que tornar a perseguir. volvamos al mundo ele los hechos, a la reali
¡Desgraciado del hombre que siempre tu dad, a lo que se vé, se siente i se palpa.
viera en memoria la realidad de la existen Las sociedades modernas, i por consiguien
cia! Nada habría mas pesado e insoportable. te el hombre, corren a toda brida en la época
Pero, por una felicidad, i esta es talvez o que alcanzamos el camino del progreso. Esta
sin talvez la única verdadera que alcanza el es una verdad. Pero hai otra verdad en que
ser humano, hai en todos los corazones un fon pocos han parado mientes, i es que el pro
do de indiferiencia, de distracción que los greso tiende a minorarla felicidad del hombre.
salva. Paradoja i paradoja insostenible, seguro
No hai duda, i quien la abrigue concéntre estoi vá a esclamar mas de uno de mis lecto
se en sí mismo, la felicidad es cuando mas res al llegar a este punto.
una ilusión en este bajo mundo, todo nace, Convenimos desde luego con nuestros lec
vive, respira para mantenerla. tores en que esa verdad parece paradoja; pe
ro si convenimos con ellos en que tal es su
Luego, si en alguna parte está la felicidad
es en la ilusión, es decir, en lo mas fugaz, aire, es preciso que a su vez convengan con
en lo mas tenue, en lo mas delicado i vapo nosotros en oírnos probarles que es verdad i
roso que hai en la vida. Así, si la felicidad mui verdadera.
es algo, es algo como la gota de roció -que ¿ Qué es lo que pretende el progreso i que
muere con el primer rayo del sol. es lo que ya tiene obtenido?
Pero es lo peor del caso que el hombre no No te vayas a reír, lector amigo. Pues, el
solo no da jamas caza a la felicidad, sino progreso pretende nada menos que todos
nos
i
que siempre la anda espantando, por decir pongamos pantalones, que todos sepamos leer
lo así. escribir, distinguir lo bueno ele lo malo, lo
Desde que el mundo es mundo i el hom mejor de lo peor, lo bello de lo feo, que to-
bre hombre, cuanto paso ha dado éste, cuanto I dos sepamos, en una palabra, darnos cuenta
ha inventado, cuanto ha descubierto, sus usos, I de nuestra situación, que nadie atraviese por
1
sus costumbres, sus hábitos, sus tendencias e este picaro mundo como un autómata, es de-
38 LA SEMANA. Junio 4.
cir, i para abreviar, que todos seamos des Entonces; los recuerdos de la cuna i ía tumba,
graciados. —Cual huyen, las palomas del árbol, que abrigó
Tu dirás que lo que el progreso pretende Su nido allá en las selvas, cuando el hacha lo, tumba ,
Sin le.ier ya otro asilo* huirán así a su voz. ...
—
pretende es una crueldad, es una abomina Ahí Señor, no permitas tal duelo, tanta afrenta!;
ción, i me fundo: ¡No toleres, Dios mió, que humilde heredad
esa
Primero; en que obligarle a ponerse pan De una a otra mano pase en ominosa venta,
talones al que nunca los ha llevado, es so Cual campo de proscritos o albergue de maldad!
meterle a un tormento que nada puede jus
tificar. Que codicioso estraño huelle con pié insolente
un
De nuestra cuna el sulco en medio del verdor,
Segundo; en que nada hai mas triste, nada
hace al hombre mas desgraciado que el tener Al huérfano despoje, duplique i su oro cuente.
Do la indijenoia sola opulenta, se halló,
conciencia de su situación.
I tercero; en que valiendo mas la vida auto
I tu nombre blasfeme donde nuestros acentos
mática que la racional, por cuanto sus do Mi madre en tu, alabanza nos hizo modular!
lores son mucho mas reducidos i menos per Ah! prefiero mil veces que, prosa de los vientos^
sistentes, se hace un mal mui real al que de Cuelgue el techo en jirones, del muro al vacilar;
ella se le saca.
en las hendidas lozas, las malvas, los espinos,
¿Te han convencido mis razones, lector Que
Las flores de la tumba levanten su cerviz;
amigo?
Para hablarte con sinceridad, lo dudo i mu Que alce allí Filomena en la noche sus trinos
I se mire el lagarto al crudo, sol dormir!
cho.
Otra pregunta i concluimos:
Que bajo el ala abriguen sin miedo sus hijuelos
¿Me has entendido? Quién sabe. pue
—
—
, .
LOS,
Paredes denegridas, laderas, clara fuente,
Do gota a gota vía tu manantial caer Cuentos de la Reina de Navarra
En su ánfora el labriego, mientras pacientemente o
Los otros platicando esperaban su vez,
EL DESQUITE DE PAVÍA.
Choza donde chispeaba la llama de almo fuego, Cojnedia en cinco actos (1).
Techos, que el peregrino ansiaba ver humear, Continuación.
Seres inanimados, ¿tenéis una alma, luego,
Que a la nuestra se enlaza i que la fuerza a amar? CARLOS v.
A la madre i los hijos del campo paternal, Pero palacio aun todavía hubo
en el mas. Qué
I el dulce hogar semeja el nido, de do huida
recepción jgran Dios! tertulias, bailes. . . . fies
La golondrina, yace en larga soledad!
tas. ..
, Nuestras marquesas, nuestras duquesas,
Los senderos domésticos comienza a deshacer; zando por la princesa Leonor, vuestra hermana,
I la hiedra, flotandocomo un manto de duelo, venia todos los dias a rendir homenaje al vencido
Cubre a medias la puerta i se abraza al dintel. de Pavía que tenia corte plena i se entronizaba en
vuestro lugar! Todo esto me ha parecido un Cri
Talvez no dista el dia— ¡presajio tal evita, Sin contar que se
men de lesa majestad!. ...
para los avenimientos. Yo me dije: puesto que V. cion, parapetada por una alta coquetería; nada co
M. me habia dejado pleno poder con respecto a nozco tan difícil de vencer como esa prudencia
ese asunto, que era necesario quebrantar su fuerza que siempre está de trisca. (Con aire descuidado).
i debilitar su valor por el abandono, la soledad, i Sabes, Gattinara, que yo debí casarme con ella?
substituir a una dorada cárcel, una verdadera cau gattinara.
verla.
de Francisco 1, la princesa Margarita, está en Ma
drid. CARLOS v.
rona que no haya conseguido interesar en su fa ¿a quién destinaba aquella obra maestra?. ... Al
vor. A los unos les cuenta las fatigas i los peli mas leal de los caballeros, respondió con frial
dad. I la ofreció!
gros de su viaje, hecho en el rigor del invierno,
. . . no me . . .
presidente de la audiencia de Castilla, de versos carlos v, que lia permanecido absorvido en sus
con vuestro secretario, de teolojía con el gran
In
refecciones.
quisidor, i si por casualidad encuentra algunos
se
¿Quién está ahí?
veros e impasibles hidalgos, para quienes
sus se
GATTINARA.
se difije entonces
ducciones sean impotentes. .. .
CARLOS y,
i cuya posesión pudiera alinearlos, o redondearlos; ¡Cáspitá! pues, por la rareza de la petición, con-.
semejante idea absurda o no, me ocupa i me ab cedido.....
sorbe hasta el momento en que la provincia, cueste BABIEZA
lo que costase, me pertenece. Después ya no.vuel. Como de
gabinete de V. M. me hace via
correo
vo a pensar en ella, sino en otra. Pues bien, vien jar de Madrid a los, Paises Bajos, de Francia a Ale
do ayer a esa atrevida princesa avanzar asi en
mania i de Ñapóles a Cádiz. Esto no importaba na.
mis dominios ,f una. idea me ha sonreído de re
da cuando yo era soltero..... pero ahora que soi
pente, casado, i bien, señor, puede decirlo. Gattinara, ca
gattinara.
sado con la mas bonita i coqueta niña ele vuestros
¡Oh cielo!'. , , , ¡una nueva provincia que con
estados
quistar! carlos v, sonriéndose.
garlos v, con calor.
Que son bastante latos, gracias a Diost
¡Tu lo has dicho! ,
. . La batalla está empeñada
BABIEZA.
desde mucho tiempo entre Margarita i yo. Ella se
invencible para arrebatar Demasiado que lo son! i se asegura que no pen
haaparecido aquí como
sáis sino en acrecentarlos mas. ¿Qué será de mí
nos nuestro prisionero cpn las armas, de sus en^
sin conceder entonces porque yo no puedo ocultar a V. M,...,
cantos. , .. .. Qué triunfo. , si,
. .
,
CARLOS v.
Madrid su orgullo i a su hermano prisionero, se
'
Como, un
árabe,
volviese sin poder decir como él: Todo se ha per
BABIEZA,
menos. (con viveza.) Veamos. tu .
dido., . . .
. ... .
CARLOS v.
V. M. cuenta con concederle
carlos v, del mismo modo.
¡Cierto! ¡lo habia olvidado!
BABIEZA. ¡Yo! ¡Dios me libre! ¡Un correo de gabinete
I V. M. para mí. celoso es un tesoro! siempre estará rabian
luego pedir a . . .
CARLOS v.
do por volverse..... nadie podria reemplazarlol
babieza, próximo a entrar al cuarto del rei vuel
Para tí! Por Santiago! ¡i que se diga que yo soi
ve sobre sus_ pasos.
el insaciable! Pueshé aquí uno aquicp yo con todo
mi poder, jamas he podido dejar satisfecho. Cuan Ah, señor, se me olvidaba. I esto no es-co
do era aun muchacho tuvo en una partida sa que a mí me atañe esta vez es de parte de
yo
de i por desgracia para mí la princesa Margarita
pelota
BABIEZA. CARLOS v.
La ventaja de que V. M. me sacase un ojo. Eh, habla pronto Por ahí debiste empezar.
CARLOS V. BABIEZA.
¡La ventaja! i dices bien! porque con ese pre Prefcríjcomenzar por mí; (presentándole una car
testo, no hai pretensión por exajerada que sea que ta) no porque esta noble señora no sea tan gracio
no parezca natural..... Precisoserá
te ¡Dios me sa, que apenas se sonríe cuando ya uno se siente
Junio k. LA SEMANA. 41
GATTINARA. cuando un trono le estaba destinado, i ¡pretendéis
Cuando yo os decia, señor, que a todos los ha que debo renunciar a él, i para siempre, sinprévias
embrujado, hasta a los ayudas de cámara. indemnizaciones! No, no, por mas que digáis; por
BABIEZA. las mujeres, por la vuestra me elevaré, i llegaré,
¡Si le debo tanto! Me dijo el otro dia echan sin que lo sospechéis, a una fortuna que vos me
do una mirada al capitán de alabarderos, mi ínti labrareis i que ella me habrá proporcionado. [Se
mo amigo: ¿Cómo es que Babieza no repara en que abre la puerta del fondo). Ella es i la princesa
se le hace la corte a su mujer?.... Margarita la acompaña ¿Qué tendrán que de
gattinara, vivamente. cirse?
¡El capitán de alabarderos!.... ESCENA IV.
.
BABIEZA.
I era cierto. ...
GATTINARA, ISABEL, MARGARITA, UN PAJE.
carlos v, que acaba de recorrer la carta. (Isabel entra seguida de sus damas i hablando con
O cielo!.... Margarita.)
gattinara.
margarita, a. Isabel.
¿Qué hai, señor?
CARLOS v.
Sí, señora, V. M. debe de ser denuestra opinión,
Me i no titubear mas Ah! es terrible, es atrevi
pide salvo conducto para volverse, es de
un
cir,
do será una gran revolución qué importa.
para trastornar todas mis combinaciones. (Pa
GATTINARA.
seándose con
ajitacion) ¿Cómo se concibe que quie
ra salir de España, si yo no le dejo vera su her ¡AíDiosmiol ...
. MARGARITA.
mano, si hoi no resuelvo su rescate i su libertad?
Solo a vos os estaba reservado semejante golpe
gattinara, con intención.
Razón tenia yo para 'decir que la princesa Mar de estado.
GATTINARA.
garita turbaría no solamente a toda la corle
¿Pues de qué se trata?
sino también al mismo emperador.
MARGARITA.
carlos v, con calor.
consiento
Délos cuellos subidos, de las golillas encanuta
Que "parta que se Vaya en
Europa, ¡cuan poco sabéis de lo que pasa en vues Comenzando por vos, señor Gattinara, i por el
tra casa, isobre todo aquí!.... (señalando el cora mismo emperador que según he creido notar,
zón). Ah! ¿con qué estáis en que yo no pienso en I no gusta del disimulo, en ese jénero al menos!....
ninguna mujer? yo que de buena gana las amara isabel, mirando el libro de oraciones que Margari
a todas. Ah! ¿con qué creéis que ellas conducen a ta tiene en la mano.
un hombre de Estado a su perdición?.... ¡Yo que ¡Ah! que devocionario tan bonito! (tomándolo i
espero deberles mi elevación! A tí, primero, divi mirándolo.) ¡Con las armas de Francia, (Abrién
na Sanchica, mi primer amor, a quien he casado dolo i hojeándolo) i con tan lindas láminas!....
con el señor Babieza, i colocado cerca de la futu Margarita.
ra reina de España; i a tí también a quien no me Pintadas por mí!.... se me figura que la prince
atrevo nombrar, flor desconocida que sombría
a sa Leonor que todo el dia está en oración tendría
ra todos, menos
para mí noble princesa del agrado de V. M.
tan insignificante como bella, tan simple como im isabf.l, vivamente.
prudente porque ya cartas i juramentos se ha Gracias, princesa, gracias!.... quiero mostrárse
bian cambiado entre nosotros i entonces, oh! lo al emperador!....
potente emperador, fué que no contento con todas gattinara, acercándose.
yuestras conquistas, vinisteis a robarme la mia, Acaba de encargarme un importante mensaje
6
42 LA MMNA, JuílÍ0'' r
para su augusta novia*..... para ella sola..... (toáss difícil divertirlo que apero oVm cualquiera
las damas se retiirm al foro a algunos pa¡sosde dis empeñándose el amor propio,
que es imposifeto
tancia. Margarita vá a sentarse cerca de te mesa, no salgamos airosas; le daremos rmísiea'..,..i si
a la derecha, i Gattinara desciendo con Isetbei al queréis, yo misma leeré un cuento que acabo
lo-
estremo del teatro a la izquierda!).. de terminan.... i cuyo titulo piGará quizas la c¡u-
gattinara,. a media voz.. riosidad de S* M. i de nuestros jóvenes caballe
El
emperador aguarda, a; Vuestra, Alteza" en mi- ros
Esa es la única ocupación de una reina de Es Me he salvado!... Ahí que buena sois, (locamen
paña. por masque digan....
te)
ISABEL» margarita mirando a Gattinara que hace un jesto¡
Sólo laq>rinceaai Margarita rae divierte.™.. para impedir que siga hablando Isabel..
GATTINARA.. , Por mas que diganl... Héaquí, señor Gattinara,.
¡<0h cielo !. la queréis! una declaración de guerra.™, que debe ser v.ues^
ISABEL... tra , ,
me hace tan bonito&r.egalos! pnirad' qué lindo Mal me juzga V. A.;, no tiene V. A. cerca del
es este oratorio!.... quó*elegantes son sus adoraos! emperador un servidor mas solícito por sus inte
GATTINARA. reses.
troqueha producido el mejor efecto. V. A. podría V. A. habia encaminado esta mañana por con*- •
añadir qee ha recibido cartas del rei Manuel,, suido. ducto de Babieza una petición, que S-. M. parecía:
E3AJBEL.. hajlarse. poco, dispuesto a conceder i yo fui
margarita, acercándose prontamente* Ayer tarde, san embargo, cuando me retiné sin
¿Qué cosa, señora, causa la turbaoianea que os. responder al emperador i sin mirarlo.... pareció
veo?1 me ver en, sus ój os un despechot una cólePí . . . . . ..
ISABES. .
que me daba buena esperanza.. (Con un suspiró)
¿Cómo? ¿no oís? el emperador nos pide- para Vamos!, todos se engañan, hasta las. mujeres. ;. i
mañana una tertulia [privada!.... ¿qué diversión yo puedo haberme engañado! (fon dolor).* fuerana.
pudiéramos?..... no mió,..., amado. hermano mío.... yo que alder
MARGARITA. jar pais juré libertarte i llevarte conmigpi; par-
mi
La verdad, es que en calidad de rei.,... es.mas to!... ¡sin verte,, sin abrazartey aró híJaerte habia-
Junio 4. LA SEMANA. 43
do déla Francia! Ah! que no me han faltado líi mujer de Un cobarde?—De un cobarde? di
audacia, ni valor;... ¡cuántas veces con la sonrisa ces... Guando ha empalidecido Pérez ante un
los labios i la el corazón-, he peligro , rehusado
a la debilidad su bra
en
desesperación en
zo... puesto ala vida un precio que no debe
pensado en tí, para tener el valor de ser coqueta,
i conseguir agradar. ¿Pero ahora qué puedo? sola asignarle un hombre? Cobarde, tres veces
—
(Histórico.)
alegría Muijóven entonces, no comprendí
sino vagamente la estensioo de la desgracia
Sin
I. que acababa de caer sobre mi familia
'A la falda de una montaña de la Sierra- embargo quise conocer su causa ; interrogué
Morena, sobre las risueñas orillas del Guadal con calor a mi madre; contentóse ella con
bría podido contemplar un cuadro encantador. mez, tengo veinte años ahora : debo saberlo
Una cabeza de mujer, suave i graciosa, estaba todo!
apoyada sobre el hombro de un hermoso joven Julieta estaba temblando ; se echó sobre el
de fisonomía varonil i apasionada. Viéndo anciano, como para retener las palabras que
los estrecharse la mano en silencio, mirarse pendían desús labios: Silencio, padre mió,
largo tiempo, hablarse en ese mudo lenguaje silencio, si me amaisl—-Nó, dijo el pescador,
del corazón, tan lleno de atractivos, de elo- , el momento ha llegado. Acércate, Gil, i
cuéhcla, de poesia, se habría adivinado sin escúchame : Hace diez anos, habitaba la
—
"Sevilla el oficio de "zapatero, i mas de una reputación, i el porvenir le prometía- una for
noble señora, al ir por la mañana ala catedral, tuna bien adquirida, honradamente acumula
volvía furtivamente la vista ;a la tiendecilla da... Por este tiempo, vino a establecerse en
del artesano. Sevilla el canónigo Henríquez Vastago de
La joven se llamaba Julieta; era sin /luda ! una casa ilustre, pariente de Albuquerque,
la criatura mas linda, la niña mas deliciosa dotado de todos los méritos de un cumplido
rei
que jamas trensó las mallas de una red. cortesano, figuraba entre los favoritos del
■Mientras que estaban allí, solos, sin testigos ¡ don Pedro. Sin embargo, esa posición tan co^-
importunos que espiasen su felicidad, que diciada i brillante nole hacia feliz ; una defor
intimidasen su amor, se abrióla cabana re midad atormentaba su existencia... Era cojo.
Instruido de la habilidad de Pérez, recurrió a
pentinamente, i un hombre entró. Llevaba los
ella ; pero toda la maestría de Antonio fracazó
pantalones arremangados i el pobre traje de
un pescador. Su estatura era elevada i flaca ; i contra una deformidad tan pronunciada. «Tu
el canó
su fisonomía ruda i tostada. Pareció descon torpeza merecería la horca!» esclamó
tento de encontrar en su casa una visita que tirándole a la cara. Aunque artesano, te
nigo
no deseaba ; adelantándose en seguida hasta nia tu padre dignidad, tanto como si hubiera
J>erez i Julieta, desprendió bruscamente sus cargado una sotana o una espada. «No debéis
a lana-
manos enlazadas. acusar de tal falta, le respondió, sino
A este movimiento- inesperado, dio Gil al turaleza.» Con esta respuesta, la cólera de
gunos pasos atrás, i lanzando al pescador una Henríquez se trocó en furor. Levantóse, tomó
un bastón, i tan terrible sobre
golpe
mirada inquieta : Qué tienes hoi, Gómez?
—
aplicó
un
ie dijo con sorpresa dolorosa. No sabes que la cabeza de Antonio, que tu padre cayó para
amo a tu hija pon todas las fuerzas de mi alma? no volverse a levantar.
No bas visto hace dos años crecer dia por dia Las manos de Gil 'Pérez se crisparon convul
ese sentimiento, convertirse én el blanco cons sivamente.
tante de mis esfuerzos, en mi mas cara espe —Qué te diré! Cuando vio tu madre que
ranza? Por qué separar nuestras manos, si el traían el cadáver de Antonio, un delirio furio
so se apoderó de su espíritu
i ele su corazón;
amor las enlaza i Dios las- unirá bien pronto?
i en la sangre
^-Wó., Gil, replicó el viejo con voz breve, Ju cojió un puñal, quiso vengar
lieta no puede perteneeerte, jamas será la ' del canónigo el asesinato de su esposo ; penj
44 LA SEMANA. Junio 4<
acordóse entonces deque tenia un hijo, un Ocho dias hace que te acecho cuando pasas,
pobre huérfano, para quien debía vivir : creyó para encontrarte por fin a. solas i decirte : Me
que la justicia le ayudaria a castigar al asesi matastes a mi padre ; has condenado a mi ma
no ;
depuso sus lágrimas i su dolor a los pies dre a diez lentos años de desesperación....'.,...
del capítulo. Bien sabe Dios qué patéticos Tu memoria se ha atravesado como un obstá
ruegos no dirijió a esos intérpretes de la lei, culo sangriento entre la felicidad i mi desti
que humildes palabras no la inspiró para en rio!... Reconcilíate con Dios, asesino! ha llega
ternecerlos su desesperación. Los jueces no do el momento de la espiacion... tus gritos
dejaron de escucharla sin interés i emoción ; no hallarán eco a esta hora ; tu sangre no se
historia de dolores en el resplandor sombrío donó a sus verdugos... Olvidarás mi falta para
de sus ojos, en la vivacidad convulsiva ele sus ver solo mi arrepentimiento! Oh! no, no, es
—
movimientos, en la mezcla de cansancio i odio clamó Gil Pérez, no rescatarás con lágrimas
que su fisonomía respiraba. tu crimen, aunque hubieses de pasar tu vida
Permaneció así largo tiempo, fija la vista en entera vertiéndolas. . Tu oro ha podido co
.
descendía hasta los talones del monje, no en mó, cuánto valor no es necesario para vengar
cubriendo sino a medias unas elegantes sanda a su padre asesinando!
cerrada para todos los que amaban al desgra Una distinguida artista.
ciado. En vano su madre vagó dia i noche por
delante de las sombrías murallas de su cala Se corre que la simpática pareja Thierry-
bozo; en vano intentó Julieta ablandar con su Bernardelli no formará parte, como lo aguar
lloro el corazón de hierro de los carceleros; dábamos, de la nueva compañía cjue debe en
en vano quiso Gómez verse con Pérez, para pocos dias mas empezar a funcionar en nues
solicitar el perdón del infeliz a quien habian tro teatro.
Si esto llegara suceder perderíamos, sin
empujado al abismo; todo íracazó contra una a
consigna bárbara, i Gil tuvo que sacar de sí duda, la mejor pareja de baile que hemos te
mismo fuerzas para soportar esa horrible sole nido i acaso tendremos por estos teatros.
dad de que solo el verdugo debia arrancarle. Grandes son, según se nos asegura, los sa
Entre tanto no tardó la sentencia de muer crificios que los nuevos empresarios, están dis
te en divulgarse por Sevilla. Instruido de este puestos a hacer para satisfacer las exijencias
asunto, el rei curioso por conocer sus parti de nuestra descontentadiza i difícil sociedad,
cularidades, ordenó que trajesen al condena esto ha sido parte para que no demos entero
do a su presencia. Don Pedro, joven enton
—
crédito a la voz que ha circulado sobre la
ces, en el primer período de su reinado puro partida de la señora Thierry.
todavía de los excesos i crueldades crae, mas Cuando se trabaja por formar una nueva
tarde, llegaron a deshonrar su memoria, se compañía completa, nadie dudará crue una
artista como la señora Thierry no solo no está
preciaba de gran veneración a la justicia.
Se presentó Gil a don Pedro, sereno i frió, de mas en ella, sino que contribuirá no poco a
sin jactancia como sin debilidad. Estás acu —
emoción ninguna, no
muestra de ínteres, ninguna señal de simpa El cementerio del otoño.— Puertas cerradas, ideas
abiertas.— De la instrucción primaria en Cliile,
tía; pero volviéndose al primer assermente:
—
—
ni reconocer privilijiados. Revocamos la sen no figuran en mi memoria entre las prendas mas
tencia del capítulo, i condenamos al hijo del queridas que el pasado nos deja transformadas en
a que se abstenga de hacer zapatos recuerdos. No tengo sino razones mui ambiguas
xapatero virtudes do mi sino;
por un año. para creer en las benéficas
así es que pienso que, en este punto, no ha per
Al oir estas palabras tan poco aguardadas, dido la fortuna su nivel ordinario en obsequio mió,
e inesperado, la fisono
este perdón repentino i que vosotros, como yo, al subir la colina habréis
mía de Gil palideció; sus piernas se doblega
encontrado muchos que de ella bajaban, i apre
ron, i cayó sin sentido a los pies del rei. tando su mano, la simpatía habrá dilatado vuestro
El gozo mata como el dolor; pero Gil, a lo corazón. Es grato, en verdad, i sobre todo prove
morir. Cuando volvió a choso mirar es»s cabezas canas que han dado la
que parece, no quiso
la vida después de un desmayo de muchas vuelta a la existenecia i leen con reposada aten
horas, se halló trasportado a la sombra de las ción las últimas pajinas de su propia historia, tra
tando así de retardar el temible desenlace. ¡Cuán
poéticas montañas de la Sierra-Morena,
so
tas alegrías, cuántos sinsabores, qué de aventuras
bre las riveras floridas del Guadalquivir, jun
i contrastes en cada capítulo de ese libro, reim
to a la casita de Gómez, delante del cielo i de Lectores bisónos,
preso i leido cotidianamente!
las olas que no esperaba volver a ver. Oyó la hemos hojeado con presurosa indiferencia la pri
voz áspera del pescador, que decía:—Eres
un
mera parte del nuestro i comenzamos la segunda
valiente mozo, Gil! con interés codicioso: la heroína aparece en la
—
ft6 LA Junio 4.
impresa en el rostro varonil de un hombre a los tado en ocasiones para trastornar un imperio,
veinticinco años; a su izquierda el májico sem cuánto mas una república. En efecto, los correctos
illante de una mujer joven, envuelta en ese pres- perfiles de la belleza tienen cierta severidad que
tijioso velo que la belleza, la debilidad i el pudor rara vez es graciosa, por su parte la gracia es
echan sobre las cabezas femeninas, i a su derecha menos bella que risueña i bonita, i la frescura, con
Un veterano déla Vida, arrugada torrente, canos su injénuo candor, quita a aquella los encantos de
los cabellos, afable la mirada. ¿No es cierto que -su misterio i a ésta los secretos de su inocente
tal cuadro simboliza la historia del alma humana? malicia. La madre naturaleza, no obstante, habia
Razonador mas activo que profundo, poeta mas constituido con feliz acuerdo, en las dos creacio
que razonador, el hombre joven Hevaen su ser dos nes de que os hablo, esos tres poderes femeninos,
elementos que luchan de continuo i rara vez armo tan formidables, al menos, i tan-bien avenidos, on
nizan : la razón queguía,el sentimiento que empu el caso presante, como los tres poderes del Estado
ja. Dócil un momento a las inspiraciones de aquella, (que aunque son seis, tres de ellos, como es sa
arrastrado con mas frecuencia por los alhagos de bido, son nominales i puramente científicos).
éste, el espíritu creador de la juventud se per Sentadas cerca de la ventana, sostenían, según
vierte i esteriliza en las'fatigas de la ineeftidum- todas las apariencias, una conversación tan grave
;bre, cuando está obligado a andar su camino sin ■como pueden permitírsela a una niña sus diez i
práctico ni compañero. Realizad, por el contrario, ofiho años, ün airecito de seriedad, la mas cómi
mi cuadro, colocad a mi héroe entre la mujer ca i deliciosa, jugueteaba en sus semblantes casi
apasionada i el discreto anciano, haced que oiga infantiles. Hubieran ellas querido, de buena gana,
alternativamente el espansivo acento del corazón parecerse a Siéyes, pero nadie habría reconocido
i la voz cautelosa del juicio esperimentado, dad el fac-simile.
un móvil i una no'ma a su acción poderosa, i lo —I tú también, Inés? decia a este tiempo Ja
veréis tomar sin vacilaciones, recorrer sintropiezo una.
la senda déla felicidad. —
(si esta es alguna vez posible), láíeliciuad no exis Me vas a contar ese sueño tan poco matrimo
—
con
—
Sin duda.... Pero estoi esperando que prin-
titile et dulce de Horacio Flacco, i que sin embargo
suelen hacerse fastidiosas a la larga. Llevado de \ tipies.
éste temor, levanto mi bloqueo psicolójico i voi Soñé que me hallaba en un inmenso jardín.
—
acontaros una historia flamante i poco conocida, Guantas flores conozco ¡ muchas que jamas habia
asilándome así en mi primera intención, estricta i visto estaban allí, engastadas en el_ verde esmalte
mente narrativa, os lo juro. ¡ de innumerables plantas; fucsias, jacintos, mag-
\ nolias, margaritas, dalias, camelias, azucenas, ro-
No hace muchas tardes ni, de consiguiente, ; sas, juncos, violetas a millares.
Era un mundo
Julio estaba a mi lado,
hace mas dias que, pasando cualquiera de mis , entero de aromas i colores.
la mano eorriamos locamente por un
lectores por cierta calle, habría divisado sin tra , i asidos de
laberinto de calles infinitas. Aquella atmósfera
bajo, al través de los vidrios de una ventana, |
abierta en la fachada de una casa, modesta i ale 1 perfumada, en que marchábamos envueltos, nos
gre mas que vistosa
en su aspecto.... habría di emhriagaba deliciosamente, i nuestros ojos seguían
deslumhrados las primorosas fantasías, los jnde-
visado, digo, muchas cosas; pero entre todas ellas
i
habría distinguido i mirado, con peculiar atención oíbles caprichos de aquel diluvio de matices. Nues-
■
no parecía que hiciese memoria de tal circunstanv. I don Prudencio Con el raciocinio i el cálculo.
—
cia; su. ardor, lejos de desmayar, cobraba por ins -rr-Las novelas i¡ los; versos lo cautivan de un mo
tantes nuevo aliento, i aquel paseo alado lo ena do exclusivo i temible.
jenaba. No así yo, que principiaba a ceder al can —Como, al m¡o las viñas ilasovejas.
sancio i a sentirme desazonada. Me hostigaba ya Tiene mucho corazón Julio, pero poca ca
—
■™-
Qué tontería! no te parece? Diciéodole, cuando venga esta noche, que
—
—
Quién sabe! dijo María, que luchaba visible quiero, una vez casados, que. arrendemos una cha
mente con un pensamiento tenaz. cra, para poner una lechería. I en consecuencia,
A-I tu sueño? Me lias prometido.... le rogaré que me lea El arte de hacer quesos.
—
Sí, sí; —
i como hablando consigo misma, —Ai! no me queda a mí tal recurso.
añadió luego : —
Es estaña, la coincidencia! —
-Por qué no?
■—
Viajábamos yo i don
Prudencio, el que de ese aprendizaje.
aquí, a poco, será mi marido, por un .camino des —
Pero no. querría leerte una. novela-
conocido i desierto. A uno i otro lado de la cal —
Es cierto! i podría mas no tengo ningún
zada se estendia una llanura sin árboles, sin ver libro
en casa; a mi tio no le
gusta que yo lea.
dor ni vejetacion alguna, que prolongaba su es- Creo que mi hermano trajo-uno endias
—
pasados.
tension hasta perderse dé vista. Íbamos dentro de Mi mamá me ha prohibido el leerlo, no el
prestar
un coche cómodo, arrastrado por cuatro caballos lo; va a servirte, a las mil maravillas. Debe de es
que trotaban con uniforme cadencia. De tiempo tar sobre aquella mesa.
en tiempo me asomaba a la puertee-illa del carrua Ah! sí, aquí está; La Dama de las
—
es came
pultarme en el fondo del coche. Una que otra vez Al (ha siguiente, la madre de Inés recibia una
^k me dirijia la palabra don Prudencio, mas empe- carta ele Julio, i el tutor de María otra de don Pru
* nado en la lectura de El perfecto vinícola, que en dencio; renunciaban entrambos al matrimonio ,
dar pábulo a nuestra conversación insustancial i aquel por no hacer quesos, éste por no. leer La
pasajera. Los caballos continuaban trotando con Dama de lps caMeíias.
desesperante igualdad, sin fatiga ni afán ski prisa ni ,
lentitud; i las ruedas daban vuelta sobre el suelo sin En último análisis el orijen de toda existencia
-
hallar ol mas leve obstáculo a su jiro maquinal. Poco animal no es quizá sino el movimiento, i en todo
^ poco me fui haciendo insensible al suave movi- caso es este el medio
obligado por donde la vida
mifinto cV*l carruaje i me. adormecí en la inacción. se dá a conocer. Se engañaría mucho, sin embar
Corría entretanto el tiempo i el camino no cam go, el que dominado por esta creencia declarase a
biaba de aspecto ni me prometía, aunque remoto, nuestra sociedad materia inerte,
porque penetrada
el fin del viaje. Cuándo llegaremos, amigo mío?
—
de frió i de reposo, se mantiene en sedentaria
apa
pregunté a don Prudencio^—J^ujic-a,
me e.ontesr i
tía no se deja ver en la Alameda. Le acontece a
tó con 1.a mag. perfecta. tranquilidad. Creí en —
crudo, —
deciá anteayer un
optimista aficionado al Un militar. Descuide Vd, doctor, Pasado el
—
comfort, envuelto en una ancha capa,con que en invierno, tendrá V. bastantes, sujetos para sus au
cubría el scotchman, superpuesto a un paletot den topsias; le ofrezco, por mi parte, quinientos arau
tro del cual se escondía una levita. canos.
El otoño tiene para mí un encanto inconce Un Lo que bien podria no ser así.
—
escéptico. —
la
Un abogado (a media voz).— Poco importa; a lo mas nuevo e interesante que se es
no influye en los pleitos.
temperatura cribe s^bre novelas, historia, viajes, etc.
Vd. tal! Si las
Un agricultor (alto).— lio diga Precio de la suscripción: 3 pesos por
no se hacen mas jenerosas, las cosechas se
nubes
trimestre adelantados.
rán malísimas.
ahora el estado del Se reciben suscripciones únicamente
Un comerciante.— Como es
en la Imprenta del Correo, pasaje Bulnes.
comercio, que está postrado.
se muestra únicamen
Un médico.—-La estación
te propicia al desarrollo
de unas pocas enferme IMPUESTA DEL CORREO, Pasaje; Bulnes, núm. 14.
dades sin persistencia.
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO
ponsal después desde Europa, i colabo mente en dos grandes secciones : los
rador de varias publicaciones periódicas Latinos i los Anglosajones, Personifi
antes de ser redactor i corresponsal. ca la
Inglaterra de un modo esclusivo
Fruto parece que es. el libro citado de la influencia anglo-sajona i la Francia
las detenidas observaciones que ha te representa hoi la influencia latina, que
nido su autor ocasión i voluntad de empieza a sentirse débil i fatigada i vé
acopiar, en cinco afios de viajes por un rival poderoso, i usurpador en la
Europa i de residencia en sus centros enérjica acción de la primera, mucho
mas populosos i activos. mas joven i de consiguiente mucho mas
rosos, que no tengan flaquezas, defectos porotra parte, que sea esta
creencia
una
poco que la raza latina adolezca de vi para la desgracia, que se preserva con ella
cios mas capitales que los anglo-sajones déla depravación, i es verdadera
por mas
i fuese menos favorecida de la suerte en | argumentos que se la opongan. No hai
Junio H. LA SEMANA. 51
toria para conocer que anda. Sin tenerla apenas merecen mencionarse, donde el soplo
del materialismo o de la envida ha apagado la
fé de Galileo, se puede responder a los llama divina del espíritu. Entonces hemos
que la condenan al reposo : E pur as' creido de nuevo en la eficacia de los esfuerzos
mitove. secundarios, hemos encontrado muestras de
iQuién negará que la práctica i la es aprobación donde, solo creímos cosechar indi-
lerenciai desprecio i seguirnos adelante nues
periencia son útiles i positivas, asibles i tra humilde tarea, confiados en ei porvenir i
provechosos sus resultados? pero no lle apoyados en el noble deseo de arrojar tina
van en su seno toda la existencia ni, mu
piedra siquiera en los cimientos del inmenso
cho menos, son todo el código de sus edificio del progreso común.
A las inquietas declamaciones de los que,
leyes. La costumbre ha sido proscrita de sintiéndose con fuerza, abandonan latarea cul
la lejislacion moderna mas perfecciona
pando a la indiferencia de la sociedad, noso
da, los hechos son fugaces i transitorios tros responderemos diciéndoles que busquen
i el mundo moderno por fortuna no tiene en su voluntad la enerjía que su propia indi
que sufrir el yugo de una nueva lei, que ferencia les roba i hallarán en el trabajo i la
seria tan ciega, tan absurda como la del perseverancia su propio desengaño. Chile se
mundo pagano cuando dijo (mis lectores encuentra ahora como esos campos que solo
esperan la mano del cultivador para rendir
me
perdonarán esta nueva cita latina: ) frutos abundantes i sazonados ; la civilización
Fata volentcm ducunt, nolcntem trahunt. ha arrojado ya los cimientos que preparan la
Domingo Arteaga Alemparte, intelijencia : tened constancia i veréis conver
tirse en flores las que creiais zarzas i malezas.
No es el aprecio por los trabajos literarios lo
J>e los trabajos literarios en Chile. de
que falta, es la constancia i el entusiasmo
Tiempo es ya de establecer los que pueden cultivarlo.
en este mundo la dignidad de los El viejo mundo se nos dirá, nos envia las
talentos secundarios.
Ecjesio
producciones de su mas cultivado espíritu i las
Pelletas, Horas de tra fuerzas desmayan a la sola idea de luchar con
bajo. su inmensa superioridad. Nuestras conviccio
Las bellas palabras que por epígrafo de este nes a este respecto, sin apoyarse en una pre
artículo bernos tomado, deben ser la divisa de sunción pueril o desmedida, nos alejan de
todos en la difícil carrera de las letras. Sí, ya semejante temor. Nosotros creemos que la li
es tiempo de reconocer que es digno de teratura no es un palenque donde cada cam
apre
cio para todo el que aspira al bien de la hu peón, para obtener los aplausos de los espec
manidad i de su patria,' esta hermana predi tadores, necesita sobrepujar a los demás i te-r
lecta de cada cual en la gran familia humana, rrasar al adversario con el bote de su lanza.
el puesto de talento secundario. No es solo la En el campo pacífico del estudio, negamos que
luz de los planetas la que alumbra i fecundiza deba haber contendores i rivales : las inteli-
nuestro globo ; sus satélites le envían también jencias, por el contrario, se dan la mano para
sus resplandores, su calor i su luz, contribu
ayudarse en la empresa i el público acoje los
yendo al desarrollo magnífico de la creación. ensayos de cada cual, apreciándolos tarde o
El orgullo debe, pues, dejarse aun lado cuan temprano en lo que valen i animado las mas
tío se trata de entrar como labrador en eí fe veces de induljencia por todo lo que es obra
cundo i elevado campo de la intelijencia, por de los que han nacido en el mismo suelo. La
que todo esfuerzo, toda tentativa hecha para desdeñosa apreciación de alguno que solo se
enriquecer la mas brillante herencia del ser precie de leer libros de allende los mares,
nacional, recibe las nías veces del mundo su ademas de ser un juicio que por su peso a na
merecida recompensa. die arredra, merece mirarse como una opi
También nosotros, como muchos, hemos arro nión aislada i no como la fórmula del senti
jado a veces la pluma con el invencible desa miento social, A menos de ser un libro cuya
liento del desengaño ; también, en medio del comprensión demande conocimientos previos
trabajo, hemos creido divisar la sardónica i especiales, las producciones de amena litera
sonrisa de una sociedad a quien egoista i tura encuentran en nuestros círculos ilustrados
apática se ha hecho casi una costumbre el una acojida benévola i cordial.
apellidar ; pero después hemos querido pro En el dominio de las letras, sobre todo,
fundizar las causas que helaban nuestro entu nunca las sociedades han tenido que buscar a.
siasmo, nos hemos acercado para divisar esa sus trovadores o novelistas, sino que éstos
sonrisa i percibir mejor la bielde su sarcasmo : han debido inspirarles, por sus trabajos, el gus
nuestra indagación,
lejos de traernos desalien to por tan hermosa ocupación del espíritu.
to, ha vigorizado nuevamente nuestra fé i, Desde los cantos informes de algún oscuro
tratando de palpar mas de cerca, el bardo del Ejipto, que buscara su inspiración
egoísmo
tan decantado de la
sociedad, lo hemos visto en las misteriosas leyendas de la civilización
52 LA SEMANA.' Junio. 11.
primitiva, hasta los que en nuestros dias han marcha progresiva de la civilización a travez
marcado jénio una época en el catálogo
con su de los tiempos i de las naciones, nos manifiesta
grandioso de los siglos, no creemos que nin que cada pueblo ha recibido de otro las pri
guno haya esperado que la sociedad a quien meras bases de su futuro progreso i que esa
ihaa dirijirse, fuese un
juez competente para civilización en su paso ha ido enriqueciéndo
apreciar las obras de su injenio. Todos ellos, se con lo que cada raza ha podido legarle des
por el contrario, han hecho resonar su voz en pués de recibirla de otros climas.. Enesa
-mar
medio de sociedades que no se hallaban cha colosal emprendida desde la India (la' pri
pre
paradas para oirías, salvando las épocas mo mera cuna de las ideas puestas al servicio del
dernas solamente, i esas sociedades, las mas
progreso) a las ardientes i ejiones del Ejipto,
veces, han escuchado su voz, alentando sus de allí a Fenicia, de ésta ala Grecia, i de la
empeños. Grecia a la Italia, que envió sus irradiaciones
Entre nosotros, ademas, la crítica ha perdi a todos los
puntos de la Europa, ningún pue
do sus mordaces i punzantes sarcasmos, que blo ha desdeñado los beneficios de las luces
tiempos no lejanos, despleglara contra todo por no haber tenido orijen en su seno. Lo que
en
el que pretendía dar un paso en la via litera se observa de la civilización en jeneral, puede
ria : los escasos juicios que en los últimos
aplicarse a la literatura, esta espresión mas
tiempos ha producido nuestra prensa, en aná avanzada de la cultura social. Nosotros, al re
lisis de obras nacionales,' han llevado el sello cibirla de Europa, no debemos desmayar por
de la jenerosidad i del buen criterio recono
que parezca haber llegado a su apojeo ; talvez
ciendo el mérito ¡^ atenuando con induljencia la América está llamada a enriquecerla, si
los defectos. guiendo la lei que la historia puede atribuir a
Nada se opone, pues, a que todos los que la naturaleza. La orijinalidad, ademas, no es
sienten el noble deseo de emplear su pluma al obra de unos cuantos años ni de una sola jene-
servicio del porvenir literario de Chile, ensa racion; siendo una espresión del perfecciona
yen sus fuerzas en favor del cultivo social al miento jeneral, debe formarse delosadelantos
que todos deben su parte en la esfera de sus progresivos de las jeneraciones que van suce-
alcances, sin retraerse jamas por la modestia diéudose, las que buscarán su inspiración en
de la ofrenda, o la pequenez del impulso que su clima, sus costumbres i su suelo, dándole
sean capaces de dar a las conquistas de la ci necesariamente la nueva forma que ha de
vilización, por medio de la poderosa palanca constituir su ser con la marchadelos tiempos.
de las letras. Siendo nueva, ademas, nuestra Volveremos a repetirlo : lo que se opone,
sociedad, la misión délos escritores del dia es entre nosotros al desarrollo literario, es prin
echar los cimientos de un edificio que mas cipalmente la propia apatía de los que pueden
diestros artífices, después, vendrán a enrique ayudarlo. Si le falta el impulso de estraños
cer i a completar. Las sociedades americanas auxilios que pudieran vigorizarla en su mar
en ¡enera], i la chilena entre ellas, no han lle cha, punto que aquí no tocaremos, esos auxi
gado aun, en punto a cultura literaria i cientí lios pueden conquistarse, estamos ciertos, con
fica, a esa especie de saciedad que parece al la perseverancia i el estudio délos queinician
presente aquejar a los grandes mundos euro la obra, animados de desprendimiento i buena
peos. El espíritu délos pueblos jóvenes se ali voluntad. Si la vida material está ceñida a los
menta con mas sencillas producciones que el estrechos límites fijados por la naturaleza, la
ya gastado de las naciones que han vivido vida intelectual no reconoce término ni valla,
mucho de la vida intelectual ; entre nosotros por que no pertenece al hombre aislado sino a
puede ser nuevo lo que solo arrancaría al re la humanidad, su savia es la herencia de los
finamiento de aquellos pueblos, una fria mi pueblos. Qué importa que después del traba
rada de compasiva indiferencia. En América, jo los resultados sean modestos i oscuros :
pues, suelo pobre- aun de notabilidades litera valdrán al menos una ofrenda que habremos
rias, puede reclamarse mejor que en cualquie depositado en el altar de la civilización i que
ra punto de Europa la consideración i el apo será recojida por todos los que crean con
yo para los talentos secundarios : de ese mo sinceridad en la grandeza del porvenir!
desto círculo, bien podría mas tarde adelan de 1859.
tarse el hombre en cuya frente el dedo de Dios
Mayo
hubiese estampado el sello resplandeciente del Alberto Blest Gana.
jénio.
Pedir, por otra parte, a nuestra naciente La brisa.
literatura una completa orijinalidad, es exijir
la ajilidad del adulto al niño que empieza a Nuestra vida se desliza
dar sus primeros pasos apoyado en el brazode Cual la brisa
su madre. Aspirar a obtener esa orijinalidad Sobre las olas del mar,
antes que el estudio haya madurado las dotes Pues que siempre va corriendo
naturales de la intelijencia, es presumir mui Removiendo
alto, sin razones para ello, i olvidarse de que Nuestra dicha sin cesar.
todo ha menester de un principio para alcan
zar después al perfeccionamiento deseado. La I cual ella no nos deja
Junio 11. .LA SEMANA.- 53
Porque el aura grata i queda ella misma la historia de las gloriosas proezas
Le remeda con que ilustró su nombre, durante la segun
Cuanto dice el corazón. da campaña restauradora del Perú.
Desde las primeras palabras que se cruza
I ya espresa el sentimiento ron sobre este tema, pude conocer que esta
Cuando de verde se reviste el campo en valor i en entusiasmo a los mas bravos, se-
Ese instinto aventurero que caracteriza a actiya comunicación con la escuadra. Enten
nuestro pueblo i que ha poblado de chilenos dióse para el efecto con el capitán de un bu
casi toda la costa del Pacífico, la indujo a se que norte-americano que secundó sus miras a
guir a sus
patrones, aceptando propuestas de medida del deseo, conduciéndola abordo i vol
una mediana conveniencia. viéndola a tierra diariamente. Fácil es medir
Poco tiempo habia trascurrido después de las ventajas que de esta comunicación podían
su llegada al Perú i ya un digusto con aque reportar los jefes chilenos; pero como la em
llos la privaba de los únicos recursos, de la presa tenia sus peligros, ellas no fueron mui
única relación con que podia contar. Fué en duraderas. Una esclava de ¡a misma CandelaT
vano que intentara volverse a Chile; sabido es ria instruyó a la autoridad de lo que ocurría i
unos cuantos soldados hicieron lo demás. Po
que por lo que hace a estar quemadas las na
ves, todo pobre en pais estraño se llama cas horas después nuestra heroína se encon
tor, habia sido nombrado por éste gobernador ocupándola en asuntos del servicio.
Junio 11. LA SEMANA. 55
Como su larga residencia en el Callao le el hecho es que la noche sobrevino, sin que el
habia dado el conocimiento práctico de las lo combate se hubiese decidido.
calidades, confiésele desde luego la comisión Un indio desertor llegó entonces por fortu
de dirijir avanzadas que pusieran en alarma na a la
posición de los chilenos. La coyuntura
a los del castillo. Unida no podia ser mas ventajosa para éstos, que
para el efecto a una
compañía del Carampangue, no dejó pasar una desconociendo absolutamente las localidades,
sola noche sin hostilizarlos, matándoles jente, mal podían tentar una escapada al amparo de
echando salitre en los pozos de donde bebían la oscuridad. Asi pues, arriesgando el todo
los soldados i esparciendo proclamas en los por el todo i resueltos a morir si la fatalidad
contornos mismos de la fortaleza. Durante los o la traición los contrariaba en su tentativa,
treinta o mas dias que duraron estas escursio- dejaron su puesto i se entregaron a la discre
nes manifestó por su bravura, ni una vez des ción del indio para que los condujera a Re-
mentida, i por el acierto de sus movimientos euai.
que era digna de la confianza con que la ha La suerte les fué propicia. Después de liar
bian distinguido sus jefes. ber marchado toda la noche por caminos es-
Mientras esto ocurría, llegaba Santa Cruz traviados, llegaron a ese pueblo a las siete de
con su brillante
ejército a las puertas de Lima. la mañana.
Esta posición eradesventajosa para el núes- \ El jeneral Torrico, que tenia fundados moti
tro; así esque obligado a desalojarla,tomó vos para no esperara la Candalaria i a. los
dos grandes divisiones, encaminóse primero misma luera a Huaraz a dar cuenta de lo ocu
una de ellas hacia la provincia de Huailas, rrido al jeneral en jefe. Data desde entonces
siguiéndole los pasos no mucho después la su grado de Sárjente
otra al mando del jeneral Torrico. La Cande No pasaron muchos dias sin que las dos di
laria iba incorporada en esta última. visiones del ejército formaron un solo cuerpo,
YTo la dejaría llegar silenciosamente hasta el ni pasaron mucho tampoco sin que Santa
pueblo.de Hüaraz, capital de aquella provin- Cruz llegara en su busca.
eia, si durante la penosa travesía que conduce Mientras los restauradores mantenían su
a él, no hubiera hecho otra cosa que partici cuartel jeneral en Caraz, el protector estable
par de las fatigas del ejército. Pero es el caso cía el suyo en Ancach. Preciso fué buscarlo
en esta excelente
que en Chiquian, aldea intermedia, tuvo lu posición, i ya el 19 de enero
gar un suceso digno de especial mención. de 1839 solo dos jornadas escasas mediaban
Cansados los nuestros, después de una lar entre ambos campamentos.
—
Lo mismo fe iba a hacer observar, Fran Una verdadera falanje de adoradores la cer
cisco, contestó Andrés. caba. Cada noche recibía diez protestas de
—¿Quesera? amor i por lo menos cinco declaraciones en
■
--
—Quien sabe. Dicen qne la señorita Maria toda regla. Pero todas las banalidades del
suele tener frecuentes indisposiciones desde mundo, todas esas protestas mentidas, todas
hace algún tiempo, i esas necias declaraciones pasaban por su alma
En este momento la puerta del palco soli como la luz por el cristal, sin quitarle nada de
tario abriéndose, vino a cortar la conversación su pureza.
délos dos jóvenes. Libresu corazón, pura su alma ¿porqué
La primera persona que entró eu él fué habia de sufrir? qué nube podia empañar el
Maria. Un murmullo de admiración acojió su i cielo de su existencia?
llegada. d Ahora, volvamos a nuestros conocidos del
Cincuenta anteojos, pov lo menos, le fueron patio.
apuntados. II.
Un suave carmín invadió sus mejillas. Dudó llegada de Maria vino a cambiar
La com
—
Anjel mió! Cierto que está divina. hacia adelante la cabeza como si tratara de
Razón tenia el aneiano. Pocas bellezas mas oir el sonido de su voz, la armonía de su son
acabadas, mas simpáticas, mas dulces i puras risa.
que la de Maria. Era imposible mirar a esa Palabras inarticuladas se escapaban de sus
pina sin amarla; pero con un amor lleno de labios, suspiros comprimidos levantaban su
respeto i santidad. Parecia que la atmósfera pecho, relámpagos de pasión brotaban de sus
que la circundaba, que ella perfumaba con su ojos, sus mejillas, pálidas de suyo, se cubrían
aliento, alumbraba con su mirada, estaba car de un subido encarnado.
gada de emanaciones purificadoras. —
Sí, tú.
tendréis una pobre idea de la belleza de Maria. ,
—
Te has engañado.
Pero habia algo de mui estraño en esa jó- I —
Talvez.
ven : no se la podia contemplar, admirar sin
¡ Francisco tornó a sumirse en su contempla
sentir a poco andar el corazón oprimido, hú ción.
medos los párpados, sin que algo como un Andrés por su parte, no queriendo darse
por derrotado, se entregó a observarlo.
'
fatal presentimiento viniese a llamaralapuer-
ta de nuestra sensibilidad. j No le fué, por cierto, difícil adivinar lo que
¿Qué produciaesta impresión? Quién sabe, —
colejio por el mundo, donde hasta aquel dia ¡ mejillas i bajó la vista.
su vida corriera en
perpetuos triunfos. i Pero un instante después sin quererlo, i sin
58 M SEMANA. Junio 11.
saberlo, sus mirada cayeron de nuevo sobre —Cuando* uno es feliz na se sabe hacer otra
felici
Francisco, que so cesaba de contemplar]* cosa que gozar, que embriagarse en la
Algo, como un poder estraño, llevaba su dad. Pasa tan pronto! Tu querrías que te es-
vista en la dirección del joven.. plieaí* peí qpé tóago miedo!, por qué tiemblo!
sé. na pue
A poeo andar sintió apresurarse los lMdbs jpor qué'tienabto, Andrés! pewnO
de su corazón, acelerarse su
respiración, amon do comprender, ni uno .aolQ'devlbS'senjámiea'r
tonarse en su pedio impresiones nuevas- i des» tos quese agolpan a- mi- corazón, uno sololde
conocidas hasta entonces para ella., lospresentiniientos que asaltan mi imajinaoiom
Una melancólica alegría se apoderé de su i están al trocar mi alegría en llanto, mi pía*
alma, i creyó verse rodeada, penetrada de una cer en; dolor. La amo, Andrés, la amo! pero
a de
atmósfera cargada con todas las armonías de me parece, que. yo no sé lo que iba
la felicidad, la esperanza i la ilusión., cir tengo miedo, Andrés, tengo miedo;!.
Parecíala ver la risa en todos los labios, la —
Pero, esestrafio,
Yo sé que habla en mi corazón i
alegría en todos los semblantes, bondad en —
no voz.
Escusado nos parece decir, después de todo culo azulejo, tenian ese brillo enfermizo Lar-
lo que en este hemos observado i sorprendido, diente que procura el dolor...
que también amaba i con todas, las fuerzas. dé
—
esa noche se despertaron, .se animaron, echa Su madre palideció, don Manuel arrugó -las-
;
ron raices i flores. cejas, Francisco que también la oyó, sintió*
—
Pero
—
si nada te habia dicho,,... si es pusieron de pié.
te amor que es para mí la existencia, masque En este mismo momento se dejaban oir las
la existencia, la felicidad en el presente i en el primeras armonías de la orquesta i el telón se
acaba de nacer, ha sido |la obra>de levantaba,.
porvenir, Todos los corredores i el salón, del teatro
un segundo.
—
Si no me lo habías dicho, lo habia adivi estaban solitarios, solo en uno délos arcos del;
nado. peristilo se mantenía apoyado un hombre que
Ah! Andrés, la
—
amo, la adoro! parecía presa de mil encontrados sentimientos.
Vamos: echarte |a sus pies.
ven a Cuando Maria asomó perla puerta de sali
í\ó, Andrés, nó La amo i sin da, nuestro hombre se enderezó, hizo ademar»:
tengo.... miedo de este amor. de acercársele, pero se contuvo, i un suspiro.
embargo,
Vava: te juro que no entiendo. Lo que no menos estrepitoso por ser comprimido, se*
Dejemos esta conversación, que encierran todo un.mundo.de amor Lde es?
—Sea. peranza...
Jdnío 14. LA SEMANA» 59
tro, las profundas ojeras que rodeaban sus ojos, jÁh! pobre D'Albret.... cuando nada
puedo pa
su dificultosa respiración, los
suspiros que se_ ra mí misma... cuando ni siquiera he
podido acer
escapaban de su pecho, las lágrimas que hu carme al rei!... que si vos tuvierais protecciones,
medecían sus mejillas, todo indicaba
que un decídmelo luego, no soi orgullosa, me aprovecha
punzante i profundo dolor poseía el alma de
ese hombre.
ré de ellas.
Una vez en el patio se detuvo, miró hacia a HENRIQUE.
guerra con el rei de Francia.» Entonces, esa noche Mentis, porque os avergonzáis. Así que está
escribí a mi madre al Bearne, para que me en convenido, os amaba.... i vos también sin duda?...
viase bendición, i al siguiente dia vine, antes
su henrique, con calor.
V. A. que no
¡Oh por lo que hace a mí, juro
de partir, a pedir órdenes a V. A... a
¡Ah! tantas desgracias, tantos sufrimientos han Si, señora!..,. lia principal de todas es que
HENRIQUE.
■
Es que yo no quisiera dirljirme a Sanchica
Cuando el rei fué trasportadoEspaña, quise a MARGARITA.
SEONOR.
ñola..... pero confiad en Dios i en vuestros ami Es verdaií, princesa, yo no sé mentir. Se os
gos; yo os obtendré una audiencia del emperador, dice tan espiritual.... i de un mérito; tan supe
en esta mañaúa,
después de misa.» rior..... que eso asusta!...
margarita. margarita.
l\ quién tendrá semejante influjo?.... Desde lejos!... así como esos temidos castillos
henrique. donde se pretende que penan las ánimas! ¡se
Lo ignoro. Era una joven vestida de blanco, de acerca uno a ellos.... íque encuentra...... nada! Esto
triste i suave continente. Se diría que acababa sucede conmigo ¿no. es verdad?
de llorar, porque aun tenia los ojos colorados..... LEONOR..
i mirad hela aquí!.... Ah! nó, i loque estáis diciendo lo
prueba. Ade
ESCENA Vlí.
mas... yo soi española í devota! Mi confesor me
Si
margarita,
se tratara de
con
prontliud. vinníi-fn0!^56 conSre?Vn
vinculan los amigos de la
q^ tantas esperanzas
paz, lo mas que puede
una felicidad!... yo seria dis
creta; pero cuando se trata de un sentimiento!..
por qué no se me ha de permitir que yo participe La guerra es
ya un hecho. Lo único que queda
de él? ¿por qué, desde por saberes si se realizará pronto, i si de ella
que llegué a Madrid, la única sal
ara la salud i la
persona a quien yo hubiera querido amar, parece libertad de la Italia.
Esta continúa
queme huye i me teme?... Yo lo he visto!... preparándose ella con ardor ' fé
a
i constancia cada vez
mayores. El entusiasmo ha
6Ü LA SEMANA: Jüriio 11.
deramente italiano contribuyen ala santa cruzada autorice a los golosos á dejarse llevar de sus ilu
de independencia ¡libertad, que creen alborea pa siones en este punto.»
El Senado se habia declarado incompetente pa
ra su patria. uno de sus
La iumigracíon al Piamonte se ha hecho jene ra juzgar en la causa entablada contra
miembros, el señor San taella, por malversación
o
ral. Los voluntarios incorporados en el ejército a las
sardo montan ya a 12,000 hombres, i la corriente sustracción de fuertes sumas pertenecientes
de inmigración no se detiene. bulas de cruzada. La decisión del Senado español
no deja de tener sus ribetes de peregrina:
desde
Sin embargo, es mui de temer que la desgra
ciada Italia no saque sino nuevos desengaños de luego queda reconocido no hai en España tribunal
al señor Santaella,
la guerra que se prepara. Ninguno délos campeo que pueda juzgar
nes que en ella tomarán parte combatirá por sus
\ Nuestro enviado cerca del gobierno español es
sus creden
intereses, todos son empujados, todos llevan por taba en Madrid i habja presentado ya
divisa el propio engrandecimiento, ninguno el de ciales.
la Italia.
América.
La situación americana es casi la misma que en
¿Será Napoleón, será el czar Alejandro los que anterior.
la darán libertad, los que gasten millones por su la quincena Was
La mala intelijencia entre el gabinete de
independencia? iba en aumen
Es triste, pero es cierto; la Italia sacara de la hington i el gobierno
de Nicaragua
sacrificios, de toda su abne to i con propensiones a tomar
un mal sesgo. El
guerra, de todos sus
un cambio de domi gabinete de Washington quiere la ratificación pura
gación, de todo su heroísmo
nación': dejará de ser austríaca para ser francesa! i simple del tratado Cass-Irisarri, mientras Nica
él sustanciales reformas. Se
¡Jamas la rejeneracion, la independencia,
ni la li ragua quiere hacer en
de las cree difícil un arreglo, i aun se
hablaba de la pró
bertad de un pueblo ha venido en la punta
xima salida de una escuadra para las costas nica
bayonetas estranjeras! Si la Italia quiere rejene- Esto prueba que el yankee es siempre
ser libre como lo puede
i lo merece, con ragüenses.
rarse
quiste la libertad, busque la rejeneracion por su yanlcee, i nó puede ser otra cosa.
Fuera de las repúblicas centro-americanas que
propia cuenta i riezgo. i dan cada dia
Todo, fuera de lo que con la cuestión
italiana se gozan de perfecta tranquilidad
toca, pasa desapercibido
en estos momentos en el un nuevo'ernpuje a sus progresos materiales, f[e
mundo europeo. .
California que camina de adelanto en adelanto i
la popa el viento de la fortu-
La disolución del Parlamento inglés que
en otras siempre llevando póY
de
circunstancias habría tenido un inmenso eco,
ha tuna, del Perú iBolivia, que realizan el milagro
casi desapercibida; estaren paz, el resto de las repúblicas americanas
pasado en estos momentos
ha provocado ha sido la son presa en estos momentos de la guerra civil.
Lo que esta disolución
derrota del gabinete en la
cuestión de la reforma Méjico, que se creía en via de salir pronto de
de su anárquica situación, vé enmarañada ésta de
electoral A pesar de la fogosa impugnación
se han opuesto nuevo por la derrota de Degollado i la ocupación
lord Palmerston i Mr. Bright, que
ésta tendrá lugar mal de la ciudad de Méjico por Miramon.
tenazmente ala disolución,
estadista i a sus partidarios; Venezuela, siempre en persecución de la rebe
oue pese al veterano
Disraeli en una de las ulti lión sin ultimarla/tiene que contemplar agotados
asi lo ha anunciado Mr.
o por lo menos retardados los frutos de su revolu
mas sesiones del parlamento.
ción.
Por lo que a los otros estados europeos respec
olrecede notable. La Nueva Granada alcanza una situación muí
ta su vida interior poco
'En Baviera habia tenido lugar una crisis minis- parecida. Sin embargo, todo lleva a augurar sal
drá de ella triunfante i dará un nuevo argumento
inanimado que exista bajo una sota forma i sin entre todas las chicas donosas de Santiago, con —
mutaciones de tiempo i lugar,— dificultad por testó el segundo interlocutor. No he tenido como
—
tanto para la concretacioa. Cuando nos Vd., la fortuna de soñar con ella previamente,
empeña
mos en la amenísima tarea de
abstraer, el uni pero la he encontrado, que era el punto de la di
verso nos echa de cabeza en el abismo de susinpx- ficultad; i desatado este nudo gordiano, estoi en
tricables relaciones, como en. un canasto colosal, vísperas, como Vd., de atar el nudo matrimonial.
tejido de sutiles einnumerables mimbres. Cuando, Si Vd..la viese, aprobaría mi elección..
por el contrario, nos afanamos en el trabajo, m- —
La apruebo i la celebro desde ahora. Acaso
v¡ers% en la cooeretacion, una mano inv;¡sjbte, ar Vd~ haría lo mismo, si éonociese a Carolina. Es
mada de un panecito de goma, elástica, borra los un ánjel L
perfiles, pasa el esfumino sobre los contomos, —
Ya me la figuro Será joven, por supuesto?
que se envuelven así en una incertidumbre cre —
Está en la edad de la vida que me gusta :
puscular, i desleídos i mezclados todos los colores treinta años mas o menos.
sin plan ni armonía, na queda a la vista mas que —
Treinta años,, dice Vd..?
olla inmensa Sí, la edad en que- el corazón;, deja de ser
naranja bañada en uu mar de liquida —
Sí, pero....,
Entrando en un círculo mas estrecho i menos am —
Por eso se dice
vulgarmente que nadie tiene
bicioso, las definiciones forman el Laberinto de mas edad de la que representa. 1 es bonita, no
—
hablaba en prosa. Monsieur Jourdain (era este su tura i está por losdibujantes en desprecio de los
apellido) tuvo la suerte de que su maestro de idio coloristas, no puede ser de otro modo.. Por eso
ma lo sacase de ignorancia; pero no todos tienen no ha. dado Vd. atención a la.
encarnadura, cauti
maestro de idioma, ahora sobre todo que el idio vado exclusivamente d.e- los puros perfiles, de las
ma se aprende sin maestro, cuando se aprende, líneas delicadas, délas curbas suaves.... Qué
tipo
O se toma maestro para no aprenderlo. De aquí tiene?
procede que la mitad de los hombres coi templa —No sé a ciencia cierta su tipo ni me afano
por
encerrada toda la poesía en los moldes de la mé saber ..
atractivos morales..,
—
Es la mujer eon quien estoi soñando liace —
Cree Vd. seriamente en tales atractivos?
veinte años!— decia el uno; que verosímilmente —
comparado con su alma. Qué alma! amigo mió, tírpe en aquellos robustos caciques. Piensan, al
qué alma! mismo tiempo, que no osla posesión titulo tan in
—Asi es -que su belleza, digo la que se vé, disputable i sagrado en manos de los bárbaros i
la que salta al ojo, es un problema, i la otra, la jentiles, cuando no fué parte para impedir al pue
que no se vé, o mejor, la que Vd. vé, es
un blo de Israel que entrase a sangre i fuego en la
axioma. tierra de Canaan. Argumento poco ortodojo pro
—
Pues! bablemente i quién sabe si impío.
—La opinión de Vd. es mui filantrópica. Si lle He repetido lo que se dice i creo a mi vez que
es una buena cosa, también lo es la
ga a propagarse i entrar en moda, se casarán
to si la justicia
das las feas. reciprocidad, i que sin faltar a la primera conven
—Con tal que no lo sean sino en la forma.... dría poner en obra algún medio que hiciese enten
—El fondo es siempre inescrutable. der a los ciudadanos de la República araucana la
—De suerte que Vd. no cree sino en la belleza moral del adajio ; no obres mal que esperes bien.
física?
—
qué en
—
tos, es mala; luego es necesario destruir Cosa rara, no hai uno solo de los
cuanto existe i sentar el edificio social reformadores que no crea i venere el
sobre nuevas bases. progreso, i sin embargo, jamas ha te
Partiendo de este supuesto se echan nido el progreso
amigos mas perjudi
a caza de una fórmula social sin tener ciales, enemigos mas encarnizados sin
para nada en cuenta el presente ni el quererlo i sin saberlo tal vez.
pasado, los deseos ni las aspiraciones Uno de ios primeros ajentes del
progre
del hombre. Miran el mundo por su so, la gran fuerza de impulsión, por de
lado sombrío, por el lado de sus debi cirlo así, de las sociedades, es esa
aspi-
9
G6 LA SEMANA. Junio 18.
todas las ambiciones grandes i pequeñas, principios mas republicanos, se han puesto
nobles i ruines; que si hoi sostiene la en tela de juicio todos los errados principios
las
que sirven de base a la monarquía; pero
justicia i el derecho, mañana saldrá a oleadas de la revolución han ido a morir al
romper lanzas por el absolutismo i la pié del trono de Isabel, como la roca del mar
de la tormenta.
esclavitud; que es alternativamente bien que lamen las olas después
i mal, democracia i aristocracia, repú ¿Porqué esta inconsecuencia en la nación es
blica e imperio; pero nunca jamás li pañola? ¿Porqué los mismos que han procla
mado igualdad i libertad son los primeros en
bertad ni progreso. tomar en sus brazos a esa reina para salvarla
Dejémonos de andar buscando la reje del naufrajio? ¿Será acaso por un ciego fana
neracion social a cuchilladas, que ya tismo por la monarquía o porque todavía
bastante la hemos perseguido por ese creen allí en el orijen divino de los reyes?
camino, eduquemos a las sociedades Quien quiera juzgar a la España por lo que
es i no por lo que ha sido; quien vea i conozca
para la libertad i dejémoslas que mar en su historia parlamentaria los principios de
chen.
López, Olózaga i otros brillantes oradores (si
vía es errada, no ha es que se permite que la España tenga orado
Cualquiera otra
rá mas
que llevarnos de caida en caida, res); quien quiera juzgar a la España de Isa
de bel II i no a la España de Felipe II, compren
precipicio en precipicio. derá que no es la monarquía la que han que
Lo que no hace el hombre colectivo,
rido salvar, no al trono sino a la mujer que
la sociedad, mucho ménos¡puede hacer en ese trono se sienta; porque Isabel es para
lo el hombre individual. ellos juventud, talento, entusiasmo, amor a
El bien vive de espontaneidad. las artes i a las gloriosas tradiciones de su
historia.
Cesemos de pedir protección i amparo
Los esprits forts que salen del colejio cria
a la fuerza,
esperémoslo lodo de la li dos con la mamadera de Rousseau, no com
bertad. prenderán todo lo que hai de hermoso i poé
La fuerza es inmovilidad, estagnación, tico en ese culto de los españoles por una
cuando no retroceso. ■•* mujer; como liberales i despreocupados se es
candalizarán talvez de oir en boca de un repu
La libertad es movimiento, vida, vi
blicano elojios de una reina; pero la jente des
gor i progreso. preocupada nos permitirá que tengamos el va
La gran fórmula social de las socieda lor de nuestras propias convicciones, para no
des modernas debe reasumirse en una dejarnos arrastrar por una preocupación hija
de la ignorancia i de un falso patriotismo. Las
palabra :—Libertad! doctrinas hermosas
Justo Arteaga Alemparte.
íormas políticas i las mas
la aristocracia del talento a la aristocracia de tra alianza, en la que fundan, con sobrado mo
la sangre; es esa reina liberal i patriota, entu tivo, una esperanza de salvación para las re
siasta por todo lo que es grande i bello, i que públicas de Sud-América, amenazadas por los
lleva en su pecho un corazón de artista con anexadores del Norte. Es preciso que no sea
mas orgullo que la diadema que ciñe su fren mos injustos para con ella. Los jóvenes ame
te. Mas de una vez se han desencadenado en ricanos que la lian recorrido, prefiriendo visi
España las tempestades políticas; se han pues»- tar sus monumentos históricos a pasearse en
to en conmoción todos los elementos de la los boulevards de Paris, vienen llenos de satis
sociedad, se han proclamado en las cortes los facción por el cariño con que se les lia trata-
68 LA SEMANA. Junio 1&
lo de académico? El distinguido escritor ame tica," la que hai que resolver para salvarsinoa
ricano don José María Baralt es igualmente estas repúblicas, porque no es el presente
miembro de la Academia de Historia, i cuando el porvenir el que debe alarmarnos; el porve
de som
las Constituyentes de 1854 estuvo a punto de nir! en cuyos horizontes recargados
Norte
ser
diputado, faltándole apenas unos pocos bras i temores se destaca el águila del
votos para obtener mayoría, sin que nadie le atraída por el olor del cadáver-
echase en cara su nacionalidad. Era hombre La causa de nuestros males está en nuestra.
un obs
de talento, hablaba el castellano, i esto les organización social, que será siempre No es
bastaba para darle un asiento en las cortes. táculo para la organización política.
los pue
Ya que no por gratitud, es preciso que por posible la república democrática en de caba
conveniencia tratemos de fomentar entre nos blos en que solo hai dos clases, una
i otra
otros esta simpatía. lleros i otra de plebe, una dominante
Conocidos son los tristes pronósticos que se dominada, una que es depositaría del saber,,
de la riqueza i los honores, i otra ignorante
i
hacen sobre las repúblicas de orijen español,
que encierran en su seno tantos elementos de pobre, condenada a lar mas completadeabyectodo»
desorganización, hasta el punto que muchos ción. Para que haya democracia es
necesaria la tercera entidad de la clase
desesperan de su porvenir. Estos vicios pro punto
vienen en parte de la violenta transición por media, que ocupe el lugar que le corresponde,
de contac
la cual pasaron estos pueblos del estado de que síiva de intermedio, de punto
i la última,
colonias alde repúblicas libres i democráticas, to, para que se toquen la primera
i caballeros-
poniéndose en contradicción con todos los para que se den la mano plebeyos
i los hábitos de la sociedad. Cos i formen el gran todo que se llama pneblo. En
principios
tumbres aristocráticas i formas republicanas, Chile, toda persona que se cree decente, tiene-
el
son un contrasentido, un absurdo. Verdad es a mengua ejercer un arte u oficio, porque
no ser abogado, agrimensor o clérigo, se
con
dias hemos
que desde 1810 hasta nuestros
sidera un desdoro para los cuarteles de noble
progresado en este sentido, pero todavía que
da mucho que hacer. ¿Cómo queréis estable za que cada uno pretende tener, sin acordar
hacer primero la reforma social, siguen una níos i fabricas: Este es el elemento que falta a
vía errada, porque quieren el efecto sin lacau- las repúblicas de Sud- América para ser libres
sin la base. En se escribe en el interior, respetadas en el estertor, i po
sa, el edificio vano
I en medio de los males que aquejan a todas conflicto de raza a raza. Porque sin duda al
las repúblicas hispano-americanas, del desa guna i en tiempos no mui lejanos, la cuestión
del se llevará a ese terreno; que fascinados por
liento moral, del desmayo patriotismo que
el brillo de su'fortuna, i puestos en adoración de
producen los desengaños ¿debemos entregar
fuerzas en brazos del des su propio nombre, los hijos de Norte-América
nos sin aliento i sin
la voluntad i la conciencia del creen que hai para ellos un destino providen
tino, abdicando
la del cial. No hace mucho que su gobierno ha pro
deber? La vida de los pueblos, como
sinp por medio del oró, como si pudiera po todas partes el mismo dolor, el mismo grito,
nerse precio a la existencia de un caminando de un abismo a otro abismo, de
pueblo. Pe
ro nuestra raza, que én los tiempos de la edad la anarquía al despotismo i del despotismo a
media dio la lei a los vencedores de Europa, la anarquía, sin hallar la solución de tan san
que les impuso su relijion, susleyes, su civili griento dilema. ¿I tan amarga ha de ser nues
zación en una palabra, no cambiará éstas glo tra suerte, que hayamos de caminar con la
riosas tradiciones por un puñado de monedas frente abatida bajo el peso de la desgracia, de
de oro «Si Isabel I, -ha dicho. la reina de Espa- jando pedazos del corazón en las zarzas del
ñ&, empeñó todas sos joyas para el descubri camino, regado con nuestras lágrimas? Nó, las
miento de Cuba, yo empeñaré las: mías para naciones caen, pero las naciones se levantan.
conservarla.» El cóndor puede fatigarse én sn vuelo, pero
La exposición industrial que esa reina trata vuelve a remontarse con mas valor, basta per
de realizar, será un estímulo para nuestra in derse en las nubes. Las naciones, eomo los
dustria, i una base segura, par* estrechar hombres tienen una misión que llenar en el
muestras relaciones de amistad i comercio con mundo moral, como la tienen en el mundo fí
la Península, que debe ser el fundamento, el sico el sol¿ las estrenas, i cuanto encierra la
punto de partidajde la alianza política, de nías creación. Ya no hai profetas que nos digan
utilidad para. nosotros que las que celebramos los misteriosos designios de la Providencia,
con otras naciones de distinto
orijen, única-: pero tenemos en la naturaleza la traducción
mente interesadas en espío tar las riquezas de de la palabra divina. En la majestad de los
nuestro suelo i nuestras disenciones políticas. Andes está escrita por la mano de Dios la ma
Conocidas son las innumerables historias de
jestad del pueblo.
-
cuya desguarnecida costa está espoesta a su de la madre patria, que nos dirije una mirada
frir esos bloqueos, que han solido imponerse de amor. Ojalá que nuestras palabras no sean
conlos mas fútiles pretestos. recibidas con indiferencia, para que los hom
Tiempo es ya de que todos los pueblos de bres influyentes en la sociedad fomenten en
orijen español reconozcan sus fuerzas, cuen
Santiago i en las provincias este jeneroso pen
ten su número, i pongan en común sus inte samiento. 1 si falta autoridad a nuestra pala
reses i esperanzas, ; para alcanzar un porvenir bra i luces a nuestra intelijencia, que sirva
mas alhagüeño que las tristes decepciones que nuestro empeño para que traten la materia
producen las luchas fratricidas. El fértil suelo hombres mas entendidos i plumas de mas pe
de América solo ha sido trabajado por el in so. No olvidemos que es española la sangre
fortunio i regado con la sangre i las lágrimas que corre por nuestras venas, sangre que nos
de sus hijos. ¿Qué hemos hecho, qué frutos hace solidarios de las glorias de España, he
hemos' sacado de esta naturaleza vírjen i gran rencia de virtudes i de heroísmo que vale mas
diosa, en la cua] es cada flor un aroma, cada que las monedas de los mercaderes. Nuestra
ruido una armonía; en la que los bosques con bandera está ya enarbolada en las calles de
sus misteriosos rumores, con sus corrientes Madrid, ies preciso que Chile esté represen
rios, los campos con sus flores i el mar con tado en la exposición i que se pronuncie su
sus huracanes, parecentener una voz, poten nombre. Si la idea viene a estrellarse con la
te como Dios, para decir al hombre:
la de apatía que nos caracteriza, no nos faltará por
engrandécete] ¿Qué es de la joven América, nuestra parte una flor (de nuestros campos,
de este Edén en que los jugos de la tierra, no para mandarla como una ofrenda de cariño.
solo alimentan ¡la planta, sino que hinchan
a
Camilo H. Cobo.
sus venas, si hubiera en sus entrañas
como
un exceso de vida; cuya naturaleza parece que
licidad! se dice el maridó, mezándose los ca distancia del objeto que me habia puesto la
bellos, o golpeándosela frente, o aluzándose el pluma en la mano.
bigote, si lo tiene, o recorriendo a pasos pre Mui lejos de mí estaba, caros lectores, el
cipitados la estancia, si no tiene bigotes -que bosquejaros una escena matrimonial. Mas ya
atuzarse, cabellos que mezarse i el golpearse que contra mi voluntad i mi intención así ha
la frente puede traer peligros para la mano. sucedido, dejemos lo dicho por vía de intro
Se trata entonces de enmendar lo hecho, de ducción, i entremos en materia.
Correjir las inclinaciones «demasiado pronun II.
ciadas de la esposa. Se le prohibe el qUe pa Un inmenso jentío llenaba los Salones de la
see, baile, vaya al teatro, frecuente tales o señora de X.... cierta noche de cierto mes,
cuales tertulias. La cara mitad se incomoda, cosa que nos importa bien poco.
i apoco andar se insurrecciona: habla, grita, El ruido de las conversaciones, de las risas,
chilla; llama a su marido tirano, monstruo; i el resplandor de las bujías llegaban hasta la
agota el" diccionario de los epítetos galantes: calle, que estaba llena de curiosos, como es de
si es sentimental, concluye llorando: si és va precisión. «
truena, cual nuevo Demóstenes, contra" el es Todos los curiosos habian hecho el mismo
poso; movimiento; asi es que en pocos segundos la
Las hermanas lloran la lágrima viva; puerta estaba de veras barricada por una mu
Los hermanos muestran los puños al pobre ralla humana. Entonces empezaron los gritos,
marido; las maldiciones, los juramentos i los insultos.
El pobre marido agacha la cabeza i deja ve —
Ai! que me ahoga, decia la una.
nir con una resignación, que es patrimonio es- —
Ai! que me rompe el pañuelo, decialaotra.
clusivo de las jentes de su oficio, el aguacero —
No me pise Ud. caballero, decia una mas
de insultos, de gritos, de juramentos i de ame prudente.
nazas
quecae sobre él.—
De cuanto corazonno —
infructuosos, iban a poner en juego argumen —Si lo hubiera hecho, decia un tercero, se
tos mas contundentes, cuando se les dio la or habria quitado tanto brillante i tanta perla
como trae, i con los que solo logra hacer
re^
den de cerrar la puerta. Los curiosos al oir es
ta óiden, quedaron un momento inmóviles i saltar lo moreno de su color i lo arrugado de
'•''
silenciosos. Pero en el mismo instante que los sus mejillas. .
criados movian la puerta sobre sus quicios, —Qué avechucho, decia un cuarto, flechan»
dolé el lente,
para darles coa ella en las narices, unaola mas
fuerte que todas ks anteriores cayó sobre ellos —Dios debe haber dejado escaparse estas
de improviso. Buena parte de los curiosos fue momias de stts tumbas, para desilusionarnos,
ron a dar al patio: unos andando con la cabe agregaba el primero.
ra; otros con la nariz; otros con las costillas;
—
Dicen que fué mujer hermosa, en sus
ninguno con sus pies. Doña Josefa se rompió quince, replicó el tercero de los murmura-»''-'
un codo-, su sobrina se magulló las manos, i dores.
salieron de las mejor libradas. —Así será, dijo el del lente; pero lo que
Doña Josefa «na vez en salvo, empezó a exa son sus cincuenta los tiene de un feo mui su
de donde poder dominar completamente el sa Una cuadrilla que empezaba vino a cortare
lón. Esto no le fué difícil: la forma de este, mld a tiempo, para la venerable señora, la
hacia que por cualquiera de sus entradas se conversación de los inurmuradoresv -
dedora tia en esponérse a riesgos tantos tida con una riqueza i una elegancia asom
i observarlo todo brosa». Su traje era de una finísima gaza
para penetrar en la casa
de cerca. blanca i oro. De bu hermosa i rubia cabellera
El golpe de vista que presentaba el salón caía casi hasta el suelo un velo de blondas,
que se sostenía en la parte inferior de
su pei*
era magnífico, soberbio. Quinientas bujías
luz en un es nado con cuatro alfileres de brillantes. Unos
por lo inénos, derramaban su
pacio de treinta i tantas varas. Esos torren pendientes de brillantes, tambien,;-i que figu
tes de luz cayendo sobre las piedras de los raban tres grandes gotas de roció desprendí-'
tocados, producían luces nuevas i de mil co das de la corola de una trinitaria-, adornaban
lores sobre el cuello, sobre las manos, sobre sus delicadas orejas. Su pura i modelada gar
las cabezas de las damas, haciendo de cada ganta estaba rodeada de tres hileras de perlas
«na de ellas el centro de un sin fin de estre del mas bello oriente, i que luchaban en blan
cura con, el seno sobre que caiam
llas, de rayos, de manojos de luz ora blan
cos, ora rojos, ora' verdes, ora amarillos,
ora Pero la mujer valia mas que todos sus ador^-
de un color indefinible, de un color que tenia nos. Un rayo de sus verdes, rasgados i me¿
de todos los colores. La vístase perdía, se lancólicos ojos valia por todas las-luces de sus
ofuscaba de tanto ver. Parecía todo aquello brillantes. Las dos hileras de perlas que aso
la realización de un sueño oriental. El idioma maban a sus labios, un poco gruesos, pero de
es pobre, es impotente para dar una idea si una gracia sin par, nno solo de esos dientes
tro del salón, para recibir las felicitaciones do con llena de finjida conmoción: sí
una voz
varios que les salieron al paso. Después fué a I quiero! La fisonomía de Andrés irradió de .
pero, a las primeras palabras, me convencí Carlos lo observaba con interés, i con cierto
temor concentrado, por lo que leía o creía
que nada iba a obtener sino era perder un
amigo sincero, i desistí de mi propósito. leer en su alma.
—
Bien dice el proverbio que: mujer i mor Después de un momento da silencio, Alfredo
taja del cielo baja, agregó Alfredo. tomándose del brazo de Carlos, le dijo:
—
Sin embargo, Carlos, lo que es la mujer Aquí pueden oírnos; vamos al jardín. Esta
no le ha bajado a nuestro auúgo Andrés del atmósfera me ahoga; necesito aire Vamos
cielo. al jardín.
—
Ya lo creo, contestó Carlos. Corno se bailaba en el salón, el jardín es
—
Pobre Andrés, añadió Alfredo, que cree taba completamente desierto. Solo de cuando
todavía en las mujeres por su esterior; que en cuando pasaba algún criado.
cree que lo aman, porque le dicen: sí; que Nuestros dos jóvenes fueron a sentarse en
cree que son puras, porque ellas se lo asegu un rústico sofá, que colocado perfectamente
ran; que cree que un rostro sin reproche, nn en su centro los ponia a .salvo de oidos impor
Algo nías, amigo Carlos, me ha curado. Adela algo mas serio i de mas trascenden
cia que un amorcillo pasajero. El porvenir de
—
—
Sabes porque me he presentado en estos Cómo puede ser.... Había por Dios... la
—
salones, que hace un ir es habia jurado no incertidumbre me mata. Creo adivinar algo
volver a pisar jamas, respondió Alfredo a ! mui infame en la conducta deesa mujer
media voz, pero con una entonación que te Habla, pues, Alfredo, habla: en nombre de tu
nia algo de siniestro i amargo, sabes porque \ amistad por Andrés, de su felicidad, de su por-
me he presentado, porque quería ver por mis l venir, te lo ruego, lo exijo de tí...!. Mira que
aun es tiempo de reparar en parte el mal.
propios ojos hasta donde puede llevar una
mujer su perversidad, su falta de corazón.
—
Aun es tiempo, digo Alfredo con voz
Creí que ini presencia, en semejante dia, hu ajitada i como maquinalmente... Ven, pues....
biera causado a Adela algún disgusto, que ¡ corramos.... Que Andrés sepa, ya que aun es
alguno de los mil aguijones del remordimien ! tiempo, que la mujer a quien va a dar su
que iba_a palidecer, que ¡a vista de una ele ¡ mujer ele Andrés. No dice él que es pura como
sus víctimas la contendric, la haría un ánjel, que reconcilia con la virtud, que-
siquiera
dudar de hacer otra nueva. Pero nada de eso: . hace 'c -ecr en la felicidad... Oh! Adela será
me miró con una sonrisa biubna, i una buena esposa, una madre virtuosa; \n-
pronunció ¡
10
a»
las desgracias, de los pesares, de los desen solo para ser mujer a la moda. Cuando tú,
gaños, del deshonor de Andrés.... mira, Al ahora ocho dias, presentaste a Andrés en su
fredo que puedes ser un amigo traidor. salón, Julio era el hombre de la casa : en las _
Quieres que hable, contestó Alfredo como tertulias, en los paseos, en el teatro siempre
vacilando. se veia a Julio al lado de Adela Las ma . . .
—
Sí quiero! replicó con firmeza Carlos. máes decían : aquí hai matrimonio Los . . .
—
Pues bien, dijo Alfredo, después de cer murmuradores guiñaban el ojo i se son
_
ciorarse que nadie los escuchaba: Adela está reían Tres dias después de la presentación
. . .
Un rayo cayendo a los pies de Carlos habria ron que habia sido despedido con cajas des
producido en éste menos impresión que las templadas, i yo mismo participé del engaño.
palabras de Alfredo. Sin embargo para adquirir una completa cer
—
Adela está deshonrada! ¿Gon qué . . . tidumbre fui ayer en busca de uno de los ínti
está deshonrada, Alfredo? ¿Te he oído . . . mos de Julio A poco andar cayó la con
...
bien? .
No, no es posible
. . Pobre An . . . versación en el próximo matrimonio de Adela.
drés! el tan noble, tan jeneroso, tan franco, Entonces dije yo:
tan leal, tan digno de ser dichoso . . . verse «Vaya : al fin nuestro irresistible Julio ha
—
apurar hasta las haces la copa del dolor i la creer que no amaba a Adela.
deshonra No, Alfredo, no
. . lo que tú
. . . . «Con que el mundo dice que Adela lo ha
—
dices es imposible, volvió a repetir Carlos ca despreciado. Siempre el mundo anda errando.
si delirante. Las últimas palabras del amigo de Julio,
—Ojalá que así fuese, respondió Alfredo me hicieron comprender que era tan lijero co
con una calma sombría. mo él.
Un prolongado silencio, solo interrumpido «Como el mundojuzga por loquevé, nada
—
por la entrecortada respiración de Garlos, se de estraño tiene que crea a Julio despreciado,
siguió a estas palabras. porque esto es lo que se vé Ahora : si lo . . .
Mil ideas cruzaban la cabeza de éste : ya que no se vé es otra cosa, bien puede ....
el correr al salón i arrancar delante de todos a «Puedo asegurar a Vd. que el mundo an
—
ya hacer saber la verdad a Andrés por medio ha logrado dar en tierra con los encantos de
de un billete. Pero todos estos proyectos se nuestro amigo Julio.
marchaban con la misma rapidez que habian —
¿Estás dispuesto a hacer un sacrificio por «Miente Vd. le dijo con colera, i, volvién
—
—
Erami resolución ayer ; pero hoi mi
esa mentos antes de venir al baile he recibido por
partida en nada podría remediar las desgracias contestación este billete de Adela a Julio. .
de Andrés. No soi yo el único que tiene en sus Léelo, Alfredo, léelo, dijo Carlos con an
—
Junio 18. LA SE 75
«que todo cuanto hai de mas sagrado i precio- ' Una angustia dolorosa e inesplicable se ha
» cioso
para una mujer lo he sacrificado en aras bia apoderado de Andrés al recibir la carta.
»de mi amor por tí. Cuando llegó a su habitación el corazón le
«¿Que quieres de mí Julio? Quieres acaso palpitaba con fuerza, un sudor frió empapaba
«que rompa mi matrimonio? Lo haré, sin em- su frente, tenia miedo, i no sabia deque. . . .
«bargo de que como tu bien lo sabes, este ma- El sobre escrito de la carta decía : Al señor
»trimonio es una necesidad en la situación na- don Andrés de S. en propia mano.
. . . . . .
» da
lisonjera en que se encuentra la fortuna i mas abajo : urjentísima.
» de mi Andrés creyó conocer la letra del sobre ;
padre.
«Pero no : tu haz convenido en que este ma pero eso no hizo sino aumentar su inquietud.
trimonio se realice. De este uiodo nuestro Cuando abrió la carta i reconoció las pocas
«amor tendrá menos obstáculos : a Andrés doi
palabras que contenía, palideció.
»mi mano ; pero mi corazón es tuyo. La carta decia :
«Deja, pues esas tristezas sin motivo. «Se os engaña infamemente. Ahí va la
«Hasta la noche, tu Adela» —
prueba»
—I ha venido ese hombre, preguntó Carlos —¡Imposible! imposible! esclamó Andrés
con ira. con desesperación.
era un sí o un nó mui acentuado ; ya un sus amarguras, todos los dolores, todas las des
piro comprimido; ya una lágrima furtiva; ilusiones, los celos son todos sus tormentos,
porque en los bailes también se llora ; porque el honor ultrajado con todas sus inspiraciones
el dolor busca en todas partes sus víctimas i de venganza, todas las angustias de un cora
encuentra corazones que herir tanto por en zón sorprendido por la desgracia en medio de
tre los arapos como por entre las blondas. la felicidad, se habian dado cita para ator
Después de dar algunas vueltas por el salón mentar a ese hombre.
Carlos i Alfredo se marcharon. Guando concluyó de leer la carta de Adela,
Cuando dejaban la casa de la señora deX.. esclamó con un rechinamiento de dientes es
daban las doce de la noche. pantoso:
Un cuarto de hora después un hombre en —
Maldición! maldición! . . .
sangre! ....
No señor
—
Mas si mi acento perdido guos como modernos, desde los Hicsos basta los
Va a tu oído Ingleses, hoi los mas entendidos en ganadería, ape
A murmurar mi canción, nas se lograría
por este medio tener una idea me
Ventura para mí fuera diocre de las multiplicadas condiciones de forma
Si un breve instante siquiera que se dejan ver en los rediles de seres raciona
La guarda tu corazón. les, carneros pensantes, provistos de dos pies en
vez de cuatro i apacentados por la costumbre, vie
Junio de Í859
jo pastor que se apoya en el cayado de las preo
Rafael Santos.
cupaciones. Fuera de este punto de semejanza en
tre los hombres i las
ovejas, es incapaz la compa
Lo que vale ración de ayudarnos a apreciar, por la índole i
un emperador.
tendencias de las segundas las complicadas evolu
Detúvose, en dias'pasados, un oficial Aus ciones, las inclinaciones e instintos contradictorios
tríaco, junto a la vidriera de un comerciante de los
de Placencia, i al ver en ella un pequeño re primeros. Colocados en este terreno, nece
sitamos un guia mas avisado que los carneros pa
trato de Gavour, entró a preguntar cual era
ra darnos cuenta de lo que nos rodea i no caer en
su preeió.
—
Cinco
francos, respondió el comer lastimosos errores. Se engañaría mucho,
por ejem
ciante, nada, nada menos. plo, el que identificase la causa que precipita unos
Parecióle mui caro al oficial, i preguntó en pos de otros a aquellos mansos cuadrúpedos
si tenia algún otro mas barato i también de en la dirección del primero que se movió, con los
mayor dimensión. motivos que arrastran a veces hacia un mismo
—Si deseáis, dijo el comerciante, una cosa
punto multitudes bípedas mas o menos considera
bien grande i barata, puedo satisfaceros in
bles. Qué notoria injusticia no seria negar un mó
mediatamente; i abriendo un cajón sacó de él-
vil de acción mas elevado a las
algunos retratos grandes i de todo lujo, del congregaciones
humanas, llámense estas eomo se quiera, pueblos,
emperador de Austria, añadiendo en seguida :
Este os lo daré por un centavo.
—
ejércitos, congresos, etc., etc. Ademas, no siem
Ved lo que vale el emperador en Italia. pre son dóciles los pueblos, subordinados los
ejér
citos, ni disciplinados loscongresos, i allí donde
(Nueva-Yorck. —
Del Eco de Italia.) aun
que puede haber entre los hombres i los carneros observación podríamos llegar a peinar canas sin
sacando de ella una
comparación tan usual como verla completada.
poco galante. Nada es mas necesario i difícil que Hai, sin embargo, en el conjunto de hombres
proporciones i alcance. En la creación, donde la incidir en un punto los caracteres mas opuestos.
esencia de las misterio im i Son estas afinidades mas o menos felices el su
cosas es un penetrable
el saber humano que relaciones,
no conoce mas es premo lejislador de sus costumbres. Observando
mui frecuente éstas en un pueblo, fácil conocer aquellas. En
capr en la red de tal fascinación. es
Aquí, todo se toca, se encadena i se parece, sin que Santiago, para no ir mas lejos, tenemos costum
por ello carezca cada cual de notables diferencias bres que todos conocen, ino obstante muchos ig
los otros i funde noran el orijen de donde vienen. Brota este sin
con en ellas su propia existencia.
El hombre tiene el ímpetu i no la fuerza del caba duda de las propensiones mas declaradas de sus
llo, la astucia i ñola presteza de la zorra, la hipo- habitantes, entre las que descuell a esa inclinación
crecía del lobo sin sus garras, las altanerías del capital, esa vocación decidida que tenemos a los
león sin melena, las infatuaciones del pavo sin
su prospectos. No es preciso afanarse mucho para
su graznido; como ellos a su turno tienen mucho leerlos, la vista los distingue en todas partes, así
del hombre sin alcanzar a
poseer la fuerza, velo en los hombres las cosas, porque hai en
como en
son, en último análisis, los ajenies que producen i do la tiene, el grave porte de
personaje no un
resuelven sus intrincadas complicaciones. Créala table, el ceño meditabundo de algún diputado,
intelijencia las necesidades del hombre i con los el armonioso traje de un fashionable, el aire de
medios de satisfacerlas le presenta una larga esca matamoros de subteniente, son otros tantos
un
la de goces i deleites, por la cual trepa la volun prospectos de una inédita, impresos en tipos
obra
tad encendida en codiciosos deseos, que acaban mas o menos gordos. Hasta la opulencia, acaso la
por convertirse en pasiones. Recordad ahora que mas positiva adquisición que han hecho hasta hoi
cada hombre tiene una intelijencia (a lo menos es nuestros progresos, todavía no ha dado a luz para
ta es la creencia mas común) i una voluntad, con nosotros sino su prospecto. Es bien sabido que la
las que conoce i desea de un modo distinto de los verdadera opulencia se compone del lujo, que al-
demás hombres i se forma de esta suerte placeres haga la vanidad i deslumhra la vista, i del bien
i anhelos singulares; i habréis descubierto el orijen estar, del comfort, como diria un anglomano, que
de la infinita variedad de gustos i aliciones, que, penetra en las intimidades del hogar i lo siembra
diversificando los caracteres, marca un rumbo es de pequeñas cuanto multiplicadas satisfacciones,
cada todos la vez, ocupación i encanto de la mitad de nuestras ho
pecial a uno. Navegan a mas
fuese menos cómica. Pero vais a juzgar por voso Entrado que hubo en ella, mandó venir a su
tros mismos de su verdadero carácter, si os to hijo Agamenón, refirióle lo acaecido i lo determinó
máis el trabajo de leerla. a escribir a la madre de Deidamia una carta en
embargo agradable en medio de su vejez, gracioso Abrióla la madre de Deidam ia sin poder domi
sutraje aunque serio, elegante su toilette a pesar nar un receloso temor i te rminó su lectura dando
de su sencillez. Se echaba de ver que había renun muestras visibles de pesadumbre.
ciado hacia tuda La señora C... habia errado en sus sospechas i
tiempo a pretensión primaveral.
Pertenecía evidentemente al corto número de ma caido en el lazo de una pérfida apariencia. La ver
tronas razonables que, dotadas de perpicaz cordu dad del caso era ésta.
ra, abandonan a tiempo la milicia i se entregan a Cuando anunciaron su visita a Deidamia i su ma
ladiplomacia. No habia mucho trabajo en simpati dre, estaban ambas, como estaba la criada, en
zar con la afable sagacidad de su mirada i el pri completo deshabillé, desechos los tocados, los ves
mor i urbanidad de sus modales. tidos en espantosa anarquía. No era posible que
Era la madre de Agamenón Q. que venia a vi
.. la linda niña se presentase en tan deplorable gui
sitar a la madre de su futura nuera, la graciosa sa a su futura suegra. Es fuerza restablecer a to
—
pero no bien divisó éste a la señora C... cuando ciona en dos partes la peineta que iba a introdu
se puso en retirada sin oponer la menor resisten cir en los cabellos, rompe i echa por tierra cua
cia, sindisparar un tiro, quiero decir, sin saludar tro frascos de esencias que la embarazan en sus
la ni decir palabra. movimientos, baña la alfombra en el cristalino rau
Creyendo la señora C... que no fuese aquella si dal que contenía un jarro de porcelana i conti
no una falsa retirada, esperó en paciencia algunos núa en devastaciones tales hasta terminar su
minutos, pero en vano. Apeló por segunda vez a tarea. Vestida Deidamia por su ma má, entran una
los golpes i apareció un nuevo interlocutor. Era i otraen el salón; pero ya estaba vacío. El tiem
una criada, puesta en el mas lastimoso deshabillé: po, poco observador de los hechizos femeninos,
Las señoras están én casa? la no se habia detenido un p unto
— —
i dejar el campo, cuando se abrió Muchos de mis lectores habrán estado creyendo
se preparaba a
una puerta, la eclipsada sirvienta volvió a presen como yo, que lo que hacia falta al Teatro Munici
era solamente una compañía dramática o lírica,
tarse, siempre de trapillo, i murmuró entre dien pal
tes : mientras que habia en realidad otra cuestión pre
—
Dicela señorita que pase a sentarse.... que via por resolver, la de ha llar empresarios que to
sale al momento. masen a su cargo el primero i contratasen la
La condición local de la señora C... mejoraba segunda. La empresa del Teatro está todavía
nueva
notablemente. Podia ya cambiar la posición verti por constituirse. Asilo han declarado esta semana,
cal que tenia en el patio, por otra mas cómoda, bajo sus iniciales, las dos personas a quienes se
si menos matemática. Sentóse en una poltrona i atribuyen los propósitos de formarla.
aguardó. Ha sido hecha esta decl aracion con motivo de
80 LA SEMANA. Junio 18.
una discusión sobre horlicullura promovida por de sus caballeros esas mayúsculas colosales con.
el cronista del diario de esta
capital. que principia, en algunos libros, cada capítulo,
Sostiene éste que la empresa del Teatro, bajo mientras que las segundas no parecía sino que
las condiciones aceptadas fuesen lá puntuación do Sus parejas masculinas.
por la Municipalidad,' es
unaespeculación ventajosa que podría compararse Llegó el caso de hacer la poule, i entóneos el cua
con unabreva madura. No se la imajinan tal, sin dro adquirió nuevo interés i Viveza poria agrupa-*.
embargo, los futuros empresarios, que temen que cion de los contrastes. Extasióme en tan peregrino
la breva no esté Acaso andan muí i tardó sentir mí cabeza presa
en sazón. no
espectáculo no en
equivocados, pues en la presente estación es di de las mas fantásticas reminiscencias. Los Titanes»
fícil hacer madurar esa fruta. los el reí profeta i los Filisteos hio
Esquimales,
Sea comoquiera, evidente que hemos ade
es
ocuparon simultáneamente la imajinacion.
lantado mui poco hasta ahora en Ib
que hace a ver «He dormido poco i estoi fatigado. Hasta la
al fin abiertas las puertas del Teatro. Si en vista. Tu affmo»
algo ***
hemos ganado es en esperanzas; tenemos para en Miércoles 15.
adelante dos, en vez de una que tuvimos al princi Domingo Arteaga Alemparte.
pio. Hai, pues, la esperanza-empresa i la esperan- I
za-teatro. ESnitisíasmo íísslsasio.
La Italia es en estos momentos un verda->
Nopuedo aseguraros de un modo positivo que dero volcan. El entusiasmo por la libertad dé
nuestra sociedad so haya reido esta semana, sibien la oprimida patria sé deja notar por entre las
mismas .bayonetas del austríaco. Se aprove
tengo vehementes sospechas para creerlo asi; pero
sí puedo deciros con plena certeza que una chan las ocasiones mas insignificantes para
parte hacer las mas ruidosas manifestaciones,
de ella, i no la peor, ha bailado con entusiasmo. El
A este propósito un periódico italiano refie
calendario ha dado ocasión a una soirée, trayendo re el suceso siguiente que tuvo Tugar en Ve-
el dia de un santo tan milagroso como conocido. necia.
Aunque no tuve el gusto de contarme entre sus Presentóse en uno de los principales teatros
L-oncurrentes, estoi en posesión de curiosos por de esa ciudad, una bailarina cuyo traje 'b'lahéó
menores, merced a la oficiosa cooperación de un estaba adornado con cintas verdes i lacres,
amigo mió, que asistió a ella i me los ha trasmi Los concurrentes ál ver los colores queridos
tido én la carta que vais a leer: prorrumpieron en una verdadera salva de
<(Te prometí noticias de la tertulia de anoche j aplausos i bravos. Un ájente austríaco sobre
ya que no puedo ir a dártelas verbales, te las man vino i arrancó sus adornos. Pero ésta no se
do por escrito. dio por vencida i a la noche siguiente se pre
sentó vestida siempre de blanco i Completa
«He pasado una noche deliciosa. Sobrado cono
mente cubierta de camelias lacres. El públi
ces campechana jovialidad del dueño de casa,
tu la
co después de saludarla con redoblado entu
la injénua sencillez de su señora i la amabilidad siasmo arrojó a sus pies un sinnúmero dé Co
de sus hijas; de suerte que por este lado poco
ronas verdes que recojidas por ella formaron
habia que desear. No lo hubo tampoco por lo que el querido tricolor.
respecta al personal de la concurrencia, sobre to A esto se siguió una tempestad de aplausoá
do, al personal femenino. Lo integraban la adora que duró mas de un cuarto de hora.
ble A...-, la graciosa B..., la linda C, la hechicera
E..; habia enfin todo un abecedario de bellezas. Las 'C©radieí®i»®s dé ia'suserijMíBon.
combinaron letras tan
palabras que se con
preciosas La aparecerá lodos ios sá
Semana
fueron, como puedes imajinar, cuadrillas, polkas, bados i constará por ahora de diez i seis
redowas, etc.
en folio. La protección del públi
«Fué en una de estas artístic as combinaciones pajinas
codecidirá de su incremente/sucesivo.
donde tuve la fortuna, i todos los presentes con
Reunido un número regular de sus
migo, de contemplar una escena mímica que des
pertó todos mis recuerdos históricos i romanescos. criptores empezaremos a formar la Bi
Tocó la música una cuadrilla i cuatro parejas sa" blioteca de la Semana, a
que se refiere
fieren al mismo tiempo a bailarla i fueron a colocar nuestro prospecto, dando lugar en ella
se por mitad las unas en frente de las otras. La do a lo mas nuevo e interesante que se es
tación femenina de estas dos f.-acciones formaba el cribe sobre novelas, historia-, viajes, etc.
contraste mas encantador. Eran dos gallardas i ro- Precio de la suscripción: 2 pesos por
j
sadas niñas, reproducción sorprendente del bíblico trimestre adelantados.
Golialh, las que ocupaban un estremo, i se distin
Se reciben suscripciones únicamente
guian en el opuesto dos mujercitas microscópicas en la Imprenta del Correo, pasaje Bulnes.
que realizaban las mas delicadas
creaciones del !
ku primaras a! lado I IMPiíKYI'A DEL CORREO, Pasaje Búhícs, núm. íh.
capitán Gullivjr. S3mijaba:i
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO;
Jiedtxc.o'ceA :
Jrwto t kjJovnmao tAsúcaaa, Jbtéuipai.te.
Lo que esta
cia en el campo de batalla, librando sus mos viendo: desborde de las
multitudes,
destinos a todas las volubilidades de la triunfo de bastardas ambiciones, los nom
suerte. bres propios usurpando su puesto a las
Cuando lleva vida semejante, el
se ideas, el patriotismo escarnecido u olvi
presente ingrato, i se corre sin tregua
es dado, la lei, la justicia i el derecho ce
tras el porvenir, sin escasear los sacri diendo el paso a las bayonetas, los hom
ficios ni tampoco, por desgracia, los bres de espada creyéndose los arbitros
errores. lejí timos i obligados de la sociedad, la
Esto, ni mas ni menos, es lo que» va sublevación de un cuerpo de guardia
sucediendo a las sociedades hispano-ame precipitando en plena guerra civil a mi
ricanas. llares de hombres, república en las
pa
Maltratadas por el presente solo tra labras, despotismo en los hechos.
tan de salvar sus límites cuanto antes. Los que esto observan con ojo preocu
Todo lo vinculan en el cambio. Todo lo pado sostienen que nuestra raza no ha
que es cambio les parece bueno, acep nacido parala libertad. ¡Error
estúpido,
table. mayúscula falla de sentido común! La li
Desde este momento su existencia tie bertad es la vida normal délos
pueblos,
ne
que ser una constante fluctuación. la única posible, estable i fructuosa.
Pero hai algo mas: quieren realizar I ahora ¿con qué derecho hacer res
todo lo bueno, sin tomarse el trabajo de ponsable a la libertad de la dolorosa via
prepararse para ello. porque marchan los pueblos américo-
Este es, a no dudarlo, el primer hispanos? ¿Dónde está la libertad sem
ájente que el mal tiene en nuestra orga brando la zizaña, desparramando
espi
nización social. nas i
abrojos en su camino? ¿O se cree que
11
82 LA SEMANA. Junio 25.
¿Es esto siquiera una sombra de li f odos los bienes asi como los males de
una sociedad son
bertad? Tampoco. por lo jeneral su obra.
—
tad es necesario que tenga ilustración. Qué! Mnazile aquí! mis pasos
Buscando el fresco del aura
La sociedad hispano-americana liene,
Sola, al bosque me han traido
pues, una gran campaña que abrir:
—
A mei
pasajero.
Sfnazilc i Cloe.
(Traducción de Víctor Hugo.)
(Traducción de A. Chenicr.)
Viajero que en la noche sobro el desnudo suelo
ClOE.
Caminas, afanoso, seguido de tu can,
Flores, bullicioso bosque
A qué después del dia marchar con loco anhei:
Blandas i flexibles cañas
En donde murmura el céfiro Dónde tan tarde llevas tu dócil alazán?
Al dulce compás del agua;
Hablad, mi Mnazile hernioso No temes ver acaso entre la sombra oscura
8/t LA SE5 ANA. Junio 25.
El plácido lucir,
I te haga ¡ai! fascinado mirar, cual otros dias jer.
Tras límpidos cristales luminosas bujías ¿Quién lo sostiene en sus primeros pasos?
—
La mujer.
Que ante tus pasos, rápidas veraslas siempre huir?
¿De quién recibe el hombre las primeras ca
ricias, los primeros consejos? De la mujer.
—
hasta el hombre de ciencia que dá la mitad dística de tocios los pueblos manifiesta la es
de sus dias a la meditación i al estudio, todos pantosa mayoría en que están las mujeres
ven o creen ver algún rostro de vírjen que los sobre los hombres: hai cuando menos dos
alienta, alguna boca de rosados labios que les mujeres para un hombre.
sonríe, alguii aliento cargado de puros i sua ¿I esto no nos asusta? Mui al contrarío,
—
ves perfumes que los penetra, alguna blanca nos hace reír :
prueba sin contra prueba de
i modelada mano que peina sus cabellos i que el poder hace ciego, sordo i hasta necio al
enjuga el sudor que empapa sus frentes. que lo posee.
Así, la mujer, o por lo menos su imájen, Vamonos con tiento : no seria raro
que la
acompaña al hombre de la cuna a la tumba. mañana menos esperada nos
despertásemos
Junio 25. LA SEMANA. 85
algo
¿Por la persuacion? ¿Qué elocuencia igua que los hombres jamas han alcanzado a ser:
—
¿Quién manda i quién obedece? con una sonrisa; de esa mentira que es alter
presión de tristeza que habia quedado en sus Me acerqué, me descubrí la cabeza i dije
rosados semblantes llenos de frescura. Todas con ellas:
cuatro eran lindas, i aunque no podia decirse «Gran Dios, ten piedad de nuestros queri
que se parecían, se las habria reconocido por dos muertos» .
Ved, amigo mió, me decia, esta alegre Hacia ocho años, habia visto cuatro niñitas
verdura i estos numerosos pétalos, de tan pre vestidas de negro junto a ese mismo sepulcro.
ciosa tela que la púrpura de los reyes a su lado No me engañaba.
casi no es mas fina que la lana de nuestro vesti —
Algunos dias después, tomaba leche en casa i ordinariamente se trata a todas las mujeres;
de una vieja, cuando entró Marthalena
seguida me ha
parecido que un joven no podia estar
de su aya. Al verla sin su hermana, sentí que junto a una linda niña como vos sin hacerle la
Se apoderaba de mi cueqjo un ftio mortal. corte; pero, aunque poséis cuanto puede tras
Dios mió! pensé, si estará ya sola? tornar la cabeza i cautivar el corazón, aunque
Pero no tardé en tranquilizarme; lejos de me sois
querida por mil motivos, os haré una
tener que deplorar una nueva pérdida, el confesión que a ninguna otra mujer me atre
tiempo de su duelo habia terminado, estaba vería a hacer: no os amo como enamorado;
vestida de blanco. No la acompañaba su her quiero ser su amigo, vuestro amigo. Oh! —
mana, porque era esta quien se encargaba, tanto mejor, dijo ella.
todas las tardes, de ciertos pormenores do I me tendió la mano.
mésticos. En cuanto a ella, hacia algún tiem —
I qué hacéis aquí? Espero, dije, una
—
po que se le habia prescrito tomar leche, i carta que acaso me hará mui feliz. También
obedecia de buena gana a una prescripción se trata para mí de un matrimonio i, a no ser
un accidente
que le daba pretesto i ocasión para un paseo que nada parece anunciar, estaré
a la hora mas hermosa del dia, al
ponerse casado el primero de diciembre. Cuánto me
—
vieja; saludábame con una sonrisa amistosa Oh! amaréis a VVilhelm, i "Wilhelm os amará!
i parecía que se alegraba de verme. Es tan bello, tan bueno, tan valiente, tan je-
Sentia yo hacia ella una viva amistad, mez neroso!
clada de un sentimiento de tristeza indefini Me mostró muchas veces el retrato de su
ble. En el espacio de un mes sus mejillas se prometido: era, en efecto, una fisonomía dulce
habian hundido; a sus frescos colores habian i agraciada.
sucedido otros mas duros i mas sombríos. También le hablaba yo de la mujer que
Me complacia en procurarle algún entrete amaba; menos feliz que ella, no tenia retrato,
nimiento con mis cuentos, con todos los me pero me escuchaba ella tan atenta, le hablaba
dios que podia imajiuar. Quería yo apresurar yo tan largo, que la conocía i aseguraba que
los placeres en el corto espacio de tiempo que la reconocería si la casualidad se la hicie
acaso le quedaba
para vivir. Pronto me dejé se ver.
dominar de una idea perfectamente necia; fi Venia a veces su hermana con ella, i no me
gúreme que seria ridículo a los ojos de todos, fué difícil conocer que de mis in
participaba
a los de Marthalena misma, que un hombre quietudes. Observaba a Marthalena en los mo
tan joven como yo pasase todas las noches en mentos que esta no podia verla i multiplicaba
el campo, solo con una niña joven i linda, sin para ella sus caricias i sentimientos afectuo
hacerle la corte; tanto que un dia le hice una sos, evitándola, bajo los pretesíos mas inje-
declaración de amor en lugares comunes. Se niosos, hasta la mas lijera íatiga.
mostró asombrada, i habia tristeza en su sor En ocho dias, no vino Marthalena al huerto
presa; bajó la vista, caviló un momento, i me de la vieja; cuando de nuevo la vi, me dijo
dijo: que habia estado enferma; estaba horrible
II. mente pálida i enflaquecida, i sus o:os brilla
—
Lo siento, porque yo no os amo, no os ban fantásticamente dentro de las órbitas. Me
amo como enamorada. Amaba a otro antes de mostró una carta de Wilhelm, su regreso se
conoceros; espero a mi prometido, vendrá de aplazaba por un mes mas.
aquí a dos meses.
—
Un mes, dijo, es mucho tiempo!
Me puse un poco colorado i me mordí los Calló algunos instantes, se puso la mano
labios; pero ella añadió con una naturalidad sobre el pecho, que le doiia, i dijo:
encantadora i en el tono mas amistoso, sa —
Un mes, es mucho tiempo! Qué no
. . .
Marthalena, le dije, os he hablado como vez de la que aguardaba, era una carta triste
un loco; perdonadme que os hayo tratado como i amenazadora. Me prevenía un amigo que se
88 LA SEMANA. Jujiíq 2#
presentaban obstáculos insuperables; partí. la llorará, aella, la postrera?
Marthalna me dijo al decirle adiós: Añadí en mi oraciou la promesa
la noche a
—
Volved cuando hayáis triunfado de los de quedarme para rezar a lo menos una vez
obstáculos, Vilhelm estará aquí. Ahora estoi sobre la tumba de la última de las cuatro her
buena; el cielo ha escuchado los ruegos de mi manas, pues está ya estaba contajiada, i en
hermana, los i los mios; ahora puedo
vuestros alto grado, del mal hereditario que tan ho
esperar a Wilhelm; la
muerte se ha cernido rribles estragos habia hecho en su fáini^
un momento sobre mi cabeza, he sentido la lia.
sombra fria de sus alas negras; ha segnido Al dia siguiente fui al convento, aun preo
adelante. cupado enteramente de estas impresiones i de
La miré; jamas la habia visto tan pálida, mi propia desgracia.
jamas ojos habían brillado con fuego
sus tan Me recibió el monje con sonrisa benévola.
sombrío; partí con el corazón oprimido. —
I bien! dijo, qué nombre le ponemos al
Por lo que respecta a mí, no encontré sino clavel?
motivos de lágrimas i desesperación. Todo Padre mió, le dije, sus pétalos están man*
—
estaba perdido; creí que iba a volverme loco diados de lágrimas color de sangre; llamadlo
de rabia i dolor; caí en la postración luego, Felicidad del hombre.
i en un entorpecimiento mil- veces mas triste ' Sin duda muchos viajeros, al admirar la ri
que la desesperación. Estuve enfermo algún ca colección del monje de Kremsmunster, han
tiempo; después fué pretesto el cuidado de visto este nombre sin sospechar qué tristes- re
algunos asuntos para emviarme a la Suiza cuerdos tiene para alguien que está hoi mui
austríaca. lejos de allí.
Nada me dio tanta prisa como ir a ver a mi Alfonso Karr.
amigo el monje en el convento deRremsmuns-
ter, a-no ser sin embargo el ver a Marthalena,
contarla mis desdichas i llorar con ella. Pero Toilette, estilo i gramática.
la vieja del huerto ya no estaba en él, i diferí Leía en dias pasados un libro singular p-0r
para el dia siguiente mi visita a las dos her su estilo i por su dicción. Rivalizaban en su,s
manas.
pajinas las concepciones mas exhorbitantes
Me dirijí pues al convento i apuré el paso, con las frases mas increíbles. En cada perío
porque teinia no poder llegar antes de las ora do se encendía un reñido combate de ideas i
ciones. En efecto, como me acercase, a cau
espresiones, que metían un ruido atronador:
sa de los dias mas cortos, distinguía con difi
fuegos de guerrilla, descargas cerradas, caño
cultad los costados del edificio. Pero 'pi sonar neo, redobles i dianas, un estrépito en fin, in
la campana. terminable, desesperante, imposible. No hai
—
Vaya, dije, será fuerza que aguarde para qué decir que la lójica i la gramática ra
hasta que hayan rezado las oraciones, pues los ra vez salían ilesas de tales encuentros; pero
padres no tienen costumbre de admitir a los sí os diré que mi cabeza no quedó mejor para
estranjeros durante el tiempo consagrado a da, víctima como lué de un intenso desvane
los ejercicios relijiosos. cimiento intelectual, al concluir la lectura de
La tarde estaba hermosa, no quedaba en tan curioso libro. Dejólo sobre una mesa, to
el horizonte mas que un resplandor purpuri mé mi sombrero i me lancé en .la calle, empe
no que se disipaba; todo el resto del cielo se ñado en apagar, mirando a los que pasaban ;i
estrellaba magníficamente. moviéndome con ellos, las tenaces vibraciones
Contemplaba andando este imponente ^es de aquella sinfonía literaria, que aun resonaba
pectáculo, cuando oí una voz que decia: dentro del espíritu. En efecto, sus ecos fueron
Grosser Gott, erbarme, etc. disipándose paulatinamente i pronto iban a
«Gran Dios! ten piedad de nuestros queri estinguirse del todo, cuando distinguí a poca
dos muertos.» distancia el traje de una dama i en seguida a
Aquella voz me hizo palpitar. la dama que lo llevaba.
Acerquéine, i arrodillada junto a una tum Un vestido amarillo, cortado diagonalmente
ba, vi a una joven vestida de negro. por una quilla azul, i un pañolón del encarna
Una vieja estaba detras de ella. do mas vivo i sangriento que se puede imaji
Me acerqué mas, era la hermana de Martha nar, reasumían la toilette que se presentó a
lena. mis ojos. Era un prendido. anárquico, dema
Me reconoció i, echándose en mis brazos gogo, socialista, si los hai. Observándolo a
llorando, me señaló el sepulcro i me dijo: primera vista, pensé que la desgracia me de
—
Wilhelm no llegará hasta mañana. paraba una edición en folio del libro encuar
Piezamos juntos sin decirnos nada. to que acababa de leer. Pero no tardó en con-
La luna entretanto se levantaba detras de ¡ vertirse esta inquietud en grata satisfacción,
grandes tilos; alumbró el sepulcro i también cuando llegué a contemplar el agraciado sem
el semblante de la niña. Su semblante estaba blante que coronaba aquella toilette tan des
pálido i enflaquecido como el de Marthalena graciada. Tenia delante de mí a una mujer
el dia de mi partida. i joven i hermosa, despejada en sus movimirn-
!'
Ai! me dije, cuando la hube dejado, quién tos, irreprochable en sus modales. Se me fi-
JüSio 25. LA SEMANA. 89
guró una excelente idea femenina espresada jios déla urbanidad española, para nuestra
en un demasiado colorido.
lenguaje vida social.
De esta suerte, la lectura de un libro i el Variable, como es el estilo, sin fin ni me
encuentro de una dama dieron al dida, tiene sin embargo un elemento constan
peusamiento
motivo para una comparación,
que le hizo en te e inalterable,
representado por la gramá
hebrar una larga serie de raciocinios e induc tica, en los libros, por la educación, en los
ciones de la mas perfecta exactitud. Voi a ha modales. I si no hai en. estos mas que una
cer
por espresaros compendiosamente sus educación que sea buena, tampoco hai |en
conclusiones mas capitales e importantes. aquellos mas que una gramática, que sea acep
No puede negarse, desde luego, la mani table, la del idioma en que se escribe.
fiesta analojía que existe entre la toilette de Por eso es que los hombres sin educación i
una persona i el los libros sin gramática se parecen tanto. Los
lenguaje de un libro; entre
los modalesde la primera i las concepciones del unos son mal criados i los otros mal escritos.
segundo. Asi es que los hombres i los libros Domingo Arteaga AlemrabteV
tienen una condición común que es el estilo.
Nace el estilo, en estos como en aquellos,
del conjunto formado por la toilette i los mo A. tas Estrellas.
dales o, si se quiere, por ellenguaje i las con Ocultas lenguas del destino, oh estrellas,
cepciones. La moda i los gustos influyen en la No os llamaré, ni de la raza humana
primera, la educación i el carácter en los se Vijías, ni de reinos i tiranos
gundos. De aquí procede la infinita diversidad Sangrientos, luces hórridas; si es cierto
de estilos que se nota en uno i otro orden de Que ignorando la suerte de los hombres,
creaciones. Sobre nuestra desgracia, eternamente
Hai individuos bien vestidos i mal criados, Con simpática fuerza entrelazadas,
como hai libros mal
pensados i bien escritos. Tranquilas discurrís en vuestras órbitas.
Este es un estilo fácil i elegante, que divierte, Pero quiero que este himno, engalanándose
pero no cautiva. Es ademas, bastante común. Con vuestra luminosa alma sonrisa.
Hai, por el contrario, sujetos corteses i aten Un rayo robe a la eterna! belleza.
tos para todos, menos para su Que cabellera titilante
traje, que ten en vuestra
drían un estilo incomparable sin el desaliño de La mano del Poderoso
reflejó
su espresión. Que el seros dio. ¡Yo os contaré los bellos
Entre estos dos estreñios se coloca el mayor Fantásticos misterios que del hombre
número de los hombres i de los libros, Infiltráis en el pecho, yo que aun niño
porque
las medianías, aquí como en todas partes, I lejos de mi suelo, una
por una
forman la mayoría i, lo que es peor, deciden Tanto os preguntaba, i mis
pupilas
de la victoria. En vuestro aparecer i en vuestro tardo
Tarea siu término seria, de consiguiente, la Ocultaros, suave apacentaba!
de clasificar los variadísimos matices que se
ostentan en los innumerables volúmenes da Ya en las ondas
turquíes de los mares,
dos a luz cotidianamente por la prensa i los Sobre la vírjen tierra enguirnaldada
matrimonios; pero es digna de observarse la De plantas i de yerbas i de flores
marcada tendencia poliglota que descubren Que las auras de Dios nacer hicieron,
las producciones contemporáneas. Se estendian los cíelos azulados;
Trajes i literatura, entre nosotros, no son I vosotras aun no
componíais
sino copias mas o menos felices de otros Su
pue enjoyada corona, hijas inquietas,
blos, que nos presentan en su estado actual el I espléndidas del éter. Pero al mundo
fruto de muchos siglos de vida i esfuerzos. No eternas las tinieblas lo cubrían,
¿Es un bien o un mal esta imitación? es pro Que cuanto fué criado fulguraba
vechosa o estéril? debe ser censurada o con En vivaces colores,
salpicados
vendría alentarla? Creo seriamente que el |
—
ínfemia, comprendió la negrura de sus proyectos, sus labios han tocado el vaso, cuando esclama
rtomando sin vacilar la carta maldita, la quemó con horrible disgusto: Ahí qué es esto? « Se exa
—
delante del retrato de su abuelo. mina la botella, se interroga el perfume: era aceite
de- castor! El duque habia bebido esta detestable
£7 caballo de palo* —
Una mujer,céfebre por su
droga sin pestañar Esto era llevar la política hasta
valor, acababa de recibir una noticia espantosa,
el heroísmo.
esperimentaba una de esas desesperaciones sin li
mites que hacen divisar solo ua porvenir sin re- Todos duermen menos un sordo.-. Se leía en casa —
fujio; en el vértigo de su dolor, resolvió morir; de una marisabidilla un drama mui fastidioso en
porque la muerte era para ella la fuga; cerrar cinco actos. A poco andar todos, todos dormían. ..
mordimiento le oprime el corazón. No tu^o valor preguntaba una vez al señor Martínez de la Rosa,
de separar el caballo i abrir la ventana; cayó de embajador de España en Francia:
rodillas i se desmayó. Cuando se la levantó de los —¿Cuántos años ha estado Vd., señor embaja
pies del caballo, la crin estaba bañada con sus lá dor, en presidio?
—Seis años, príncipe mió, respondió el
grimas. embajador.
¿1 en que parte?
—
permanecido
amargamente de la irregularidad de los verbos en ellos desde los veinte i cinco años hasta los
franceses que aprendía; el verbo ir, decia, es im treinta i uno.
quería que todos se lo oyeran conjugar. Un joven —Como es que habláis de ella tan sin rencor?
quién os
Tu vienes —
El mismo rei.
El va habia hecho encerrar?
—¿I por qué os
Nosotros partimos —
Jamás lo he sabido.
Vosotros entráis
—¿1 por qué os ha hecho salir.
Ellos duermen. —
Lo ignoro todavía.
—
¡Que espantosa irregularidad! esclamaba el —¿Poro cómo habéis podido sopcrlar esa es
ingles. I volvía a
empezar su trabajosa conjuga pantosa cautividad?
ción sin que nadie tratara de desengañarlo. —
Era poeta.
92 LA SEMANA. Junio 25.
barcar en Jénova. La
posición asumida por la mado.
Francia es decidida. «Tal esr señor conde, el objeto de esta carta.
Tengo el honor de rogar a V. E. que se sirva
No sucede lo mismo la to
con Inglaterra, que hasta
este momento se mantiene a la espectativa. mar en seria consideración su contenido,, i me
deje las marchas i contramarchas en la estratéjia «Si a la espiración de este plazo no reci
diplomática que senos despide con
, las dos últi biese contestación o esta no fuese completamente
mas notas cruzadas entre el Conde Buol i el conde satisfactoria, la responsabilidad de las graves
Cavour. fié esas notas: consecuencias que orijinara esta negativa recaería
—
aquí
« Viena, 13 de abril: enteramente sobre el gobierno de Su Majestad
((Señor conde: Sarda. Después de haber agotado en vano todos
«El gobierno imperial, V. E. lo sabe se ha apre los medios conciliadores para procurar a sus pue
surado a acceder a la proposición ;del gabinete de blos la garantía de paz, en la que tiene el em
Sau Petersburgo para la reunión de un congreso perador derecho de insistir, Su Masj estad se verá
de las cinco potencias para tratar de allanar, las en la precisión, con gran sentimiento, de recurrir a
pié de paz del ejército sardo i la disolución de los «Respuesta del conde de Cavour.
en el desarme inmediato de la Cerdeña i a ofrecer gobierno imperial que responda por un sí o por
en cambio contra todo ataque de nuestra parte un nó a ia invitación que se nos hace do reducir
colectiva, la que por supuesto el el ejército al pié de. paz i do licenciar los cuerpos
una garantía
Austria hubiera respetado. formados de voluntarios italianos, agregando, que
i-Paijce que el gabinete de Turiu ha contestado si en el t-éruiin > de tres dias no recibiese V. E.
Junio 25. LA SEMANA. 93
parar en una proposición formulada por la Ingla nos duradera ni menos fecunda en desgracias que
terra, a la q,ue han adherido la Francia, la Prusia las anteriores. Laajitacion que en todo el sur de la
i la Rusia. república peruana reinaba, hace presumir que el
aLa Cerdeña la ha aceptado sin reserva ni alzamiento cuzqueño tendrás eco í prssélitos én al
ulteriores pensamientos. Como V,. E. no- puede gunos otros depart amentos. Puede que nuestra
ignorar ni la proposición de Inglaterra ni la presunción salga fallida i que las acertadas me
respuesta de Cerdeña, yo nada tendré que añadir didas del gobierno, i la actividad que parece está,
para hacer conocer las intenciones del gobierno desplegando logrará contener en tiempo la anar
del reí al respecto dé las dificultades que se opo quía. La empresa es difícil, pero es santa.
el rei, mi augusto señar, está convencido de que que alcanzan las repúblicas hispano-americanas, el
la responsaíalidad recaerá sobre los que se arma desaliento gana todos los corazones : por todas par
ron primero, sobre los que han rechazado las pro tes anarquía, por todas partes guerra, sangre, odíbr
posiciones formuladas por una gran potencia que rivalidades, egoísmo, especulación, desenfreno
Sart reeonocado por justas i nacionales, las otras político, inmoralidad social, postración intelectual,
sobre las que ahora sustituyen una intimación buenas ideas condenadas al olvido o a la burla,
amenazante. salvación de la patria i de la sociedad entregada
«Aprovecho esta ocasión, efe la casualidad, el presente sien do un constante
.
«Firmado —
C. Cavour.»
desengaño i el porvenir solo temores.
«Esta respuesta fué remitida al enviado aus
Sin embargo, es necesario tener fé. La América
tríaco el 26 a las cinco i media de la tarde.))
«A. Fronhet.» española- se salvará mal que pese a sus médicos
de espada, que en todas sus dolencias siempre se
La guerra, es, pues, la gran preocupación de
han ocupado la cabecera para curarla como la es
todos los centros de la vida europea. Ya no se
tán curando en Méjico, como la van curando en
habla, no se piensa ni llama la atención otra cosa
el Perú i como han pretendido curarla en la Nue
que los movimientos de tropas, que las conjeturas
va-Granada. Pierdan los pueblos americanos su
—
Las simpatías de la Italia por la guerra han ga señoritas no tienen apetito. Los poetas i Ir. Univer
—
nado hasta la pacífica Roma. Habíanse hecho en sidad..— Elección académica.— Elocuencia simbólica.
pendió la vida que ha llevado i los placeres.de monólogo, ha comenzado el diálogo de la vida
que ha disfrutado nuestra culta capital en la pre otorgando su blanca mano al señor L....
sente semana. Sí ha habido ruido, no ha tenido Me es fuerza deciros, aunque lo sepáis, que la
eco, si ha habido desposada no desmintió esa noche la fama de su
movimiento, ha carecido de in-
'eres. En cambio, se ha bostezado en todos los to hermosura, de su donaire i esquisita elegancia*
nos i mas de un
elegante se ha desperezado es Su hermana, la señora de V..., llevaba también
pontáneamente en pleno salón. Asustados de tan con gracia un vestido de fantasía felizmente ele-
desoladora apatía i temerosos de sus resultados, jido, i la parte femenina de la concurrencia satis
han llegado muchos a opinar que debe proscri fizo, én jeneral, con sus toilettes las exijéncik-
birse el uso de las corbatas; largas, que podrían del buen gusto mas acendrado. Las solteras ha
dar tentaciones bían ido casi todas a los Andes el color-
a un
fashionable, enfermo de a pedir
spleen, de convertir la suya en cuerda para ahoi* de su manto de invierno ; estaban vestidas uni
carse. No creo, sin forme mente de blanco, matizado tan solo por ej
embargo mui fundado este
temor de las personas piadosas. El color mas o menos enérjico de los adornos. Entre
spleen no es
tanto una enfermedad como una moda de este estas constelaciones brillaban dos hermosos pla
invierno. No hai un hombre de buen gusto, a netas; el uno mui conocido en nuestro cielo i mas
quien preguntéis lo que hace, que no os respon admirado que conocido, la señoritaA.;.. L.... ief
da : Aburrirme,
—
i con esto no os ha dicho mas otro que empieza apenas a aparecer i ya tiene en
que a medias la verdad, pues que también aburre ejercicio muchos telescopios i deslumhrados a
distracciones inocentes í sencillas, que resucitan tuvieron bajo el brazo toda la noche sus sombre
la verdad mui útiles tal sitio ni
los buenos tiempos de la edad primitiva í patriaf^ as, que a no son en
i los zagales a las zagalas. Pastores i pastora fumables mas abonados, se hacia notar el sim
han muerto i las ovejas han descendido déla poe pático — O;. ...o, lleno de esa cortesía de buena
sia la prosa. Si la bucólica fuese de vuestro gus
a lei, de esa amabilidad sin esfuerzo que tanto lo
digo, i tan bien como yo sabéis vosotros, perspi avanzada i esperada con impaciencia de los gas
caces lectores, que la soirée del 14, pasada en trónomos.- Dorila i su mamá ocuparon, pues, sen*-
autoridad do cosa juzgada, no es el baíle,del 16- de dos asientos junto a una mesa bien provista, i la
que voi a hablaros. candorosa niña se entregó sin reserva a las pérfi
das inspiraciones de
su apetito. Comia con una
sinceridad tan admirable que llegó a alarmar a su
Ilumináronse en esa noche los solones del se
mamá. Inclinóseleésta al oido i la dijo :
ñor S... para recibir una brillante asamblea de
convidados, brillante 'sin hipérbole, pues hubo en
—
Las señoritas no tienen apetito.
ella piedras preciosas con profusión i algo mas —Sí, mamá,— replicóla Dorila un poco- contra
precioso todavía, lindas solteras i lindas casa riada.
das. A este tiempo, el caballero que la servia pre
Se trataba de celebrar bailando (cuestión que sentó a la niña un cuarto
plato de jamón di-
quedó resuelta) un matrimonio que habia tenido ciéndola :
señor Beza, discurso br ¡liante, gato de mal humor, que penetrando brusca
no pronunció un no un
otros tantos suscritores a la^Sociedad,. Habian sido enla calle tuvieron a su ¡vez tres pensamientos müi
reclinados en el espacio de una semana. semejantes i tomaron también tres resoluciones
Cuando se hacen tan laudables como provecho mui semejantes. Huyeron, como habéis vistoV del
sos esfuerzos, para desesperar de que
no hai razón teatro del combate.
de la. noche i camináis por una. de las muchas ca suelta en el spleen de un gato. La enfermedad de
lles de Santiago. En tal dia, a tal hora i por tal si moda se ha estendido hasta la raza felina.
tio caminaba yo realmente, cuando sentí venir pri üfl qué -fastidio!
mero i luego llegué a distinguir la marcial figura Domingo Arteaga Alemparte.
de un sereno, caballero en un rocin que espoleaba
desapiadado, lanzándolo en la carrera mas exajera-
qué, para tomar lenguas, al que creí mas leido Reunido un número regular de sus
juzgándolo por la ropa (que no es siempre la mas criptores empezaremos a formar la Bi
segura prenda de erudición). blioteca de la Semana, a que se refiere
—
Son ladrones —
decia uno.
—
Es un asesinato —
agregaba otro.
nuestro prospecto, dando lugar en ella
a lo mas nuevo e interesante que se es
—
Nó; si es un incendio replicaba un tercero.
—
Los segundos, la fatigan sin fruto. "nrque ¿qué es lo que hasta el dia he-
El desenvolvimiento de los pueblo: aílanzado ni que tampoco lo que
como el de los individuos, está subo iamos afianzar?
dinado a ciertas leyes fatales, que bdo estaba desquiciado, cierto.
es
es
posible violar impunemente. Siem *L"bs elementos sociales sin unaesfera
pre que se quiere pasar por encima de moverse se hallaban en
propia en que
ellas, el dolor, la enfermedad tocan a tregados a la casualidad, a continuos
nuestra puerta. choques. Era necesario volverlo todo a
De todas partes vemos ía fé vacilando su estado normal. Pero, para conse
en los corazones,
menguando las espe guirlo, debióse ante todas cosas prepa
ranzas, ganadas las almas por el desa rar el terreno, limpiarlo de las ruinas
liento; i esto es" mui natural: todos vie i escombros del pasado; i solo entonces
nen encontrando el
desengaño a la vuel emprender la grande obra de recons
ta de la esperanza, desde que viven de trucción i reorganización. No lo hicimos,
ilusiones i no de realidades, desde que i sin lomar en cuenta el pasado, ni las
quieren el fin sin los medios,- la conse necesidades de la nueva forma que íba
cuencia sin las premisas. mos a imprimir a la sociedad, nos echa
mensas
aspiraciones; pero su corazón tiranía;
recalentado por el fuego del entusiasmo, Que buscando la libertad caimos en
hinchado por el orgullo de la victoria, la anarquía;
dominaba sobre su cabeza abombada por Que buscando la república caimos en
el estrépito de las armas, ofuscada, per la dictadura;
13
98 LA SEMANA. Julio 2.
morales i felices por el trabajo, a lat callejón de las Lajuelas hacia el norte de Chillan.
Sujeta la rienda del animal con poderosa mano, el
asociación un poder la verdadera fuer
,
"
mal que pese a sus pilotos traidores i1 (1) El asunto de este artículo es histórico: el autor no
ha hecho mas que variar el apellido de los personajes
cobardes.
que describe porque así lo exijia el respeto debido
a
¡Dios i la fortuna van con ella! la desgracia de uno de ellos, que aun existe. En
cuanto a la forma, ha preferido a las interesantes
Justo Arteaga Alemparte. i animadas creaciones del romance fantástico, la nar
ración sencilla i fiel de un diálogo verídico, i no lo
siente: lo que siente es que su memoria haya retenido
tan pocos fragmentos del diálogo orijinal i que su plu
ma no sea capaz de reproducir con todo su brillante
el descanso de los trabajos del dia, el aire sur que [ Palacios i ya fuesen falsos o ciertos los accidentes
traia a la ciudad el fresco ambiente del agua i que se le atribuían, la causa que debia seguirse
con el olor embalsamado de los árboles i las fío-
i para su averiguación era sin duda una causa difícil;
res silvestres, el
transparente azul del cielo mas era la resolución de una cuestión ardua, delicada
hermoso i mas puro del mundo i las mil bellezas '■ i cuya importancia solo es dado calcular al que,
que engalanan a Concepción en el estío: cada una de ¡ en medio de la vida, se siente arrastrar a la muer
estascosasi todas ellas juntas]ensanchaban elalma, te por una fuerza superior e irresistible. En el
-
arrastraban los ojos i el pensamiento a contemplar éxito de esta cuestión nada menos se. jugaba que
las preciosidades de una naturaleza tan favorecida la existencia de un hombre, la vida terrenal i
del cielo, i traian sin quererlo a la memoria, los quizá la salvación eterna de un ser que siente i
heroicos recuerdos que con su primitiva belleza i que ama,. de un ser que con su muerte presentada
poesía conserva intactos hasta ahora aquel pueblo : al pueblo en espectáculo realizará talvez el estra-
encantador. vagante dogma de la venganza social o dará un
,
Extasiados estábamos dos amigos en la contem desmentido, después de tantos otros, a la ineficaz
plación de tan brillante espectáculo, cuando un i ridicula teoría de el ejemplo, pero que viviendo
hombre llegó a preguntar por el que escribe estas podría purgar su delito, mejorar su condición i
líneas i puso en sus manos una carta cuyo rótulo pagar con usura a la sociedad el daño que le cau
decia: «Al señor M. G. con toda prisa.» Para mí sara en un rapto fatal de enajenación o de estravio.
era; abríla al instante i al claro do la luna lei lo ¿Qué hacer en tal caso? Un instante de medita
—
nombre de quien la escribía i su crimen (:pie él al reo,» me dijo. I tomando un manojo de llaves,
—
llamaba con estudio su desgracia) acababan por la caminó con lento paso hasta la puerta de un cala
primera vez de llegar a mis oidos. El nombre de bozo, vijilado por dos centinelas. Abrió, entré i se
Santiago Palacios era en aquellos dias el nombre retiró, dejándome solo con el preso, después de
de un asesino, pero de un asesino famoso, célebre, hablar en secreto dos palabras comino de los sol
extraordinario. Su crimen, envuelto todavía en el dados.
misterio i la oscuridad, pero adornado por el vul Hallábase Santiago Palacios recostado sobre su ca
ma i mirando torvamente hacia la
go con porción de accidentes fabulosos i raros, puerta. Al abrir
ante los ojos del pueblo fascinado i crédulo apare se ésta se
incorporó i luego que me vio quiso po
cía como un hecho atroz i rodeado de mil cir nerse en pié, mas no le
dejó hacerlo el peso i la
cunstancias agravantes i sobrenaturales incomodidad embarazosa de sus grillos: quedóse
Tres dias hacian que Palacios se bailaba en la ! sentado, acerquémele yo i sin decirme palabra es
cárcel i otros tantos que la curiosa muchedumbre tiró su nerviosa mano i la estrechó fuertemente
j
con la mia.
obstruía a todas horas la entrada de ese lugar de
miseria. Como buitres sobre un -cadáver se apiña- El cuarto en que nos hallábamos estaba alum
hombres i mujeres, unos I brado por una negra vela de sebo, i tendría hasta
qan allí niños i ancianos,
a! reo cual a bestia feroz, otros seis varas de largo sobre cinco de ancho, una ma
para examinar '
acaso con la esperanza de leer en su fisonomía la ciza puerta que daba al corredor i en el centro de
verdad de las voces que a su respecto circulaban. íj es!a una ventanilla con dos fierros atravesados en
Pronto veremos el hecho de que se acus::';aal .< forma de X. En uno de los rincones fronterizos a
Julio 2. LA SEMANA. 101
la puerta estaba, portodo menaje, la cama de Pala los rumores que sobre la naturaleza i circunstan
cios compuesta de un colchón, una cobija i una al cias de este hecho circulan en el pueblo?
mohada. —
Incomunicado como estoi, ignoro, señor, qué
El preso permanecía sentado. Su talla, mas que rumores sean esos, contestó; pero el hecho que
alta, parecía proporcionada a sus robustos miem les produce es cierto i yo jamas he pensado ne
bros. Sus ojos de fuego i su poblada i negra barba garlo. ¿Me acusan de asesino? Es verdad, soi ase
daban a su fisonomía un aspecto imponente. Cono sino si, maté aun hombre poseído portadas
cíase que el sol i la intemperie habian quemado su las furias del infierno; a un frenético que aparecía
rostro, pero su frente espaciosa conservaba su blan ante mis ojos, armado de una daga, con las fuer
cura, que era mas resaltante al ver sobre ella zas de un león i la cólera de un caníbal; aun
unos cuántos cadejos de pelo caídos en desorden. hombre medio loco i medio ebrio, que no habien
Individualmente consideradas las facciones de do podido apagar su sed con el vino, quería sa
Palacios nada tenian de notable, pero en su con ciarla con sangre; a un hombre, señor, que no
junto se advertía a primera vista cierta cosa que admitía por su estado convencimientos ni refle
escapa a la penetración déla multitud, algo que xiones i cuyo furor era imposible que se calmase
exita la sorpresa i la admiración, porque revela un sin una víctima.
corazón vehementísimo, una voluntad incontrasta Eu tales circunstancias i durante el primer mo
ble! decidida. Estamos ciertos que en la cabeza de mento, créamelo V., una especie de vértigo se
este hombre un discípulo de Gall habria descubier apoderó de mi cuerpo i de mi espíritu: me acome
to, a la primera mirada, el órgano de la magnani- tió ese tumulto de sensaciones, esa confusión de
dad desarrollado en todos sus sentimientos, en ideas en que se agota la fuerza, en que se pierde
todas sus 'afecciones,- en todas las situaciones de la voluntad i en que parece que el hombre está
su vida moral e intelectual; porque llevaba en su ligado a la vida por un solo punto. Pero hacién
frente i éh sus cejas, en sus arqueados labios i en dome superior a mí mismo i sacando fuerzas de
sus ojos de fuego, ese sello que marca de! modo mi accidenlal debilidad, tuve valor bastante para
mas pronunciado la capacidad para todo lo gran formar una seria resolución i para cumplir un de
de, para los grandes sacrificios i las grandes pa ber que me parecía impuesto por Dios. La casua
siones, para las grandes virtudes i los grandes crí lidad me presentaba también una justa venganza
menes. i la acepté. Aceptándola, creí cumplir con una
Tal era Palacios. —
Desde mi llegada habia per obligación sagrada- i perfecta; creí satisfacer una
manecido meditabundo i en silencio; pero repen acción noble por el sentimiento que me la inspi
tinamente alzó lá cabezal con voz entrecortada i raba; creí que arriesgando mi vida salvaba la vida
débil prorrumpió: de una criatura inocente i ponia un término a su
—
tes de tiempo: todavía no puede saberse cuál será mi aima Eran las doce de la noche cuando-
el resultado del proceso de V. Pero, dígame V., llegamos junios yo i Barraza a la casa que este
¿es cierto el hecho que se le imputa? son efectivos ocupaba con su mujer. En su estado ordinario
102 LA SEMANA. Julio 2.
Barraza era un hombre
provocador i pendenciero: razón, dejando llevarse a la corriente su siem
la riña era su elemento natural asi como la crá fardo de enojosos recuerdos.
pre pesado
pula i la disipación eran su vida. Por una incon
secuencia inexplicable
—
que
El matrimonio es entonces para ellas una es va a salir del
gremio de las devotas de San
pecie de Letéo, en cuyas aguas se baña el co Antonio. El brillo de los presentes
aleja, por
Julia 2. LA SEMANA. 103
supuesto, la i majen del futuro marido, así co pidencuando ya creen haberlo visto todo, de
mo
después de una Victoria todos olvidan
se jando las de la casa en la tarea de guardar
a
de las victimas' i doblar cuanto han mostrado.
para gozar de las [riquezas del
botín i de los placeres del triunfo. I en ver
—
Al salir, doña Ciprianita dice a su hija o a
dad que el matrimonio es una notable victoria la persona con quien ha venido:
alcanzada por la mujer en la guerra de la vi —
Tanta bulla que hacen con los regalos i
da. Rendir a discreción a un ricacho con el no sirven para nada.
sonrisas; hacerlo- despreciar so libertad, el nadita, dice la otra, debajo del portal hai mu
mas precioso de los bienes cho mejoresque esa por tres onzas.
que de tejas abajo
le es dado disfrutar a un viviente; obligarlo a —
I ellas quieren hacer creer que ha impor
desatar los eóráones del boísiHo, infundiéndole tado cinco, replica la caritativa doña Cipria
un
desprecio arrogante por el vil metal tan nita.
desdeñado en las teorías de los filósofos i tan —
para exhibirlos a la curiosa observación de las^r -Mira, dice apenas han pasado la puerta
—
visitas. Estas llegan atraídas por la natural de calle una de las visitas a la otra ¿es ese el
curiosidad de ver los regalos i la conversación novio?
es traída a este terreno tanto Sí, pues, ¿que no lo conocías? responde
por ellas cuanto
—
íiprianita ese cuello con Valenciennes que te gusto a la Panchita, ese hombre debe ser be
mando tu tia Críspula. bedor.
—
¿Cuál, pues, mamá? contesta la niña ha Con ese color tan zollamado que tiene;
—
rra. güenza.
Un instante despuesla novia aparece carga —
Pero ya sabes que tiene cien mil pesos.
da no solo con los dos cuellos
pedidos, sino — bien lo decia yo, si las mujeres
Ay hijita,
que con un alto de cajas de formas variadas i por casarse son capaces de
dimensiones diversas. I esta conversación continua animándose
Los cuellos son examinados con prolijidad i también como la primera, mientras que el in
alabados con amable complacencia. feliz novio siente que es el mas dichoso de los
—
igual escrupulosidad por todas i cada una de tes la confusión i el desorden, las lámparas se
las visitas son observadas, orijinándose de ello taiman i no quieren prenderse, la caja de fós
prolijas disertaciones sobre lo que en tal o foros se pierde a cada momento: todos los
cual tienda se ha visto. Al fin las visitas se des contratiempos parecen haberse acumulado so-
— ffli
vestido cuando estaba tan bien! ¡Niño, deja Ábrese entretanto la puerta i: la cara del pa
ese florero, esclama interrumpiéndose la ma dre asoma con ceño inquieto i resuelto a la vez,
má para contener los desmanes de uno de sus —Acabarán esta noche, dice, el padre, está
vastagos, que todo quiere tocarlo. -
, ,
aquí cuanto há i quiere irse luego. VamosPan-
En ése instante llega el papá que se¡ha pues chita, déjate de .'.-;
sonseras. ,.¡
En fin, la modista llega, las lámparas se en Vamos, vamos, acabemos de'upa vez, di
—
cienden, los niños son enviados al interior, ce el dueño de casa, con la misma prisa con
de
entre gritos descomunales, i el orden se res que trataría un, comerciante de deshacerse
tablece calmándolos cuidados de la señora. un artículo calificado de hueso.
Esta con una hermana i sus hijas, ayudadas Colócanse los novios, luego los padrinos, i
por alguna amiga antigua, que ya se conside el sacerdote con mui breves palabras consa
ra como
pariente, pasan a la ardua tarea de gra una unión que ha de durar todo.la vida,
vestir a la novia, a la que de antemano el pe al paso que los espectadores ponen atento el
luquero ha prodigado los primores de su arte. oido para escuchar el sí de la novia.
—
El vestido' te sienta perfectamente,; dice Este es el instante solemnísimo de la fami
la tia acomodando los pliegues de la falda. lia. La novia dice sí i suelta el llanto, la ma
Está lindísimo, dice la amiga casi parien
—
má lo suelta también sin decir nada, arrójanse,
te ¿dónde está el velo? .
. - los unos en brazos de los otros, agolpándpse
A estas -palabras la mamá siente un. hielo todos sobre este grupo, i comienzan los comen
mortal discurrirle por todas las venas: no se tarios, las bromas, las felicitaciones i las risas.
ha acordado del velo! . La orquesta preludia entonces unas cuadri-
—El velo poco importa, dice la tia; soloA ¿las i el novio se adelanta hacia su mujer, las
necesita para casarse en la iglesia. Tsn Ttarejas se ponen, en movimiento idos, mozos
—No ínjita, replica con porfía la antiguípl Batallan por hacerse oir por ; sus compañeras,
amiga; el velo es indispensable, cuando yo me las que tienen sus ojos .fijos,en la recién ca
casé me acuerdo que sada, ,
. .
..... ,.. i ■
■ '
;.
'
•■■' '■
<-\i-
—
Pues yo me casé sin velo, replica la tia. t-
que V. dijo:sí, despacio, c-ice el; nue
Vaya
I yo también, añade la mamá.
— vo marido a su esposa, tratando, de. entrar. en
za: ¿No les parece mejor, dice, que les pongan Ai! si estaba tan asustada, responde la
—
zarla con numerosos ejemplos tomados de la En los corrillos que pueblan el salón, las
crónica social, que en esto de aconsejar suce conversaciones se han animado también a fa
de lo mismo que cuando a un infeliz le ataca vor del ruido de la música.
un dolor de muelas: a todos los que lo rodean —-¡Jesús! dice una señora a la que liene al
les lian dolido también, pero se la han sacado lado, la novia parece que está enfundada con
sin sentir. ese vestido tan mal hecho.
ajita al hombre de aparentar una malicia que Que antes sufría tímida la mente,
hombre I ha divisado nítidos sonrojos
lo haga a lo menos pasar por agudo.
En una pura i candorosa frente,
Nadie. Sin conocer que el corazón se ajita
* I éb un
placer sin fin se precipita?
'• ha sentido el inefable fuego
Amor. ¿Quién
De mirada lánguida de amor,
una
¿Dónde está el consuelo en todos esos re que se iba a ultimar a una víctima indefensa,
cuerdos? o los dados con que se iba a arruinar o a ser
Necesario se va haciendo convenir en que arruinado!— Pero el patético nos gana.
el peor enemigo del hombre es el hombre Bajemos a otras situaciones de la vida me
mismo. Nada lo prueba mejor que su pasión nos solemnes. Encontraremos en ellas al re
tro, a entumecer sus miembros, a nevar sus haberse cerciorado antes que la sombra de ese
cabellos. nuevo Banquo no ha de venir a dejarlo parali
sonrisa i palidecer un rostro en lo mejor de su Por poco que se baya corrido nuestros sa
irradacio.n! Qué de veces no se lia marchitado lones, no se habrá dejado de notar en ellos
totlavia en botón mas de una bella flor! Cuán ciertos individuos que sin haber llegado a re
tas existencias no se han sentido agotadas solver el problema de la humanidad racional,
cuando e! so! de la juventud, la esperanza i el son sin embargo atendidos, festejados i hasta
amor las vivificaba con sus mas espléndidos respetados.— Nada hai en ellos que no seari-
Julio 2. LA SEMANA. 107
lo suspenden, no cae sino que lo bajan. I siempre en vano asestarás tus golpes
Mientras el primero lucha i sufre. Al pecho firme.
El segundo come, duerme i ronca.
Mientras el primero solo tiene quien lo en I en tanto, en tanto pediré a los cielos
Junio de 1859.
eres?
Al segundo se le abre paso. Rafael Santos.
¡Bienaventurada relijion de los recuerdos!
¿qué vienes tú a ser en resumidas cuentas sino LOS
un pedestal para los necios?
Hace creído jeneralmente que solo los go Cuentos de la fleáisa de Navarra
biernos tenian el estraño talento de dar ocu o
He aquí una cuestión nada fácil de resolver. Cuando les oprimía. Siempre pertenezco al
se
Ya los venios apagando una sonrisa, hacien partido de los que lloran. (Con calor i amistosa
mente). Veamos confiadme vuestros pesa
do huir una esperanza, cerrando con doble
res.... yo os contaré los mios; porque tengo mu
vuelta la ferrada puerta de la felicidad; o ya
chos!...
trayendo al hombre al deber, sacándolo del LEONOR.
atolladero, siendo un viento propicio para la No tantos como yo. Diez años tenia apenas cuan
pesada nave de los bienaventurados. do el emperador Carlos V, mi hermano, me casó.
¿Qué son, pues, los recuerdos? Recuerdos!—
MARGARITA.
Justo Arteaga Alemparte. A los diez años?...
LA SEMANA. Julio 2.
LEONOR. LEONOR.
Para perfeccionar un tratado de comercio con ¡Oh, Sí!
un
principe valetudinario a quien yo nunca vi... MARGARITA.
I bien, lo que hoi terrible to-
me pasa aun es mas ¡No iréis
al convento... os casereis con él!....
daví.d Para saldar sus cuentas con el condesta leonor, asustada.
ble de Borbon, que ha contribuido poderosamente ¡Callaos, callaos!... Que ni las paredes os oi
a hacernos
ganar la batalla de Pavía.... le ha pro- gan!... obstáculos eternos, invencibles!... i en los
molido mi mano. cuales ni aun debe un momento pensarse...
MARGARITA. MARGARITA.
A un traidor a la Francia, a su patria! Pues por eso mismo debe pensarse en ello
LEONOR. No estoi mui segura de que no exista por ahí al
¡A Francisco I, su soberano! gún joven caballero que todo lo separa de Mar
MARGARITA. garita... ¡Pero quién se atreverá a decir que una
I obedeceríais?... cosa es imposible... con fé, con esperanza.... i
LEONOR. con un poco de caridad
para con aquellos qué...
t? Nunca! jamas será
mi mano et premio de] una amamos!...
traición. —
Me dijo mi
hermano «os casareis con LEONOR.
él o entrareis a un convento.» I yo le respondí: yo que estaba creyendo, que solo amabais
¡I en
Entraré al convento. el mundo a vuestro hermano!
MARGARITA. margarita, alegremente.
Oh! noble i jenerosa joven! Para todo hai tiempo (con seriedad). Pero decis
LEONOR. bien: A él primero! su libertad i su gloria... an
I como me viese anegada en llanto, díjome : tes que mi felicidad i mi vida... i tiemblo en este
((Acabemos; estoi do prisa. Os concedo hasta ma momento de verme obligada a dejar a Madrid!
ñana para reíleccionar i decidiros. I fuese espan LEONOR.
tosamente encolerizado a oir misa!... Qué bien ¿Qué me decis?... eso no es posible... es preci
le habrá aprovechado!... Pero no tenia necesidad quedaros, cueste lo que costase....
so ¡Pues qué!
desesperar... lo mismo será mañana que hoi... no sabéis que hace dos meses que el rei de Fran
MARGARITA. cia, separado de todos sus servidores, está ence
MARGARITA.
vengo, bajóla relijion del secreto... ¡i por la salva
Tened cuidado... si lo negáis con tanta vivaci ción de mi alma!... a deciros a vos,' Margarita, que
dad... voi a creer que he dado en el blanco. no digáis que por mí lo sabéis, que no me bagáis
LEONOR. traición... ¡pero que salvéis a vuestro hermano que
¿I qué? ¿podríais suponer?. . .
se muere!... ¿Me creéis ahora?
Margarita, suspirando. margarita, besándola.
Yo siempre supongo con las viudasjóvenes co
hermana mia!...
mo i aunque no hubiera otra causa.
¡Gracias, gracias,
yo...
leonor, turbada.
leonor, precipitadamente.
Que! vos amáis también?... ¡Hermana mia!... Ah! semejante nombre!...
margarita, sonriendo. margarita.
aliadas naturales, dos oprimidas que debemos ha- El momento no es a propósito... no obtendréis
ar causa con.un... Veamos... (son sonrisa inte nada de él; porque ayer a la tarde estaba furioso
con vos!
rrogatoria). ¿Es buen mozn.... (Leonor hace señal J
de as::n>iri\¡.ut:i). ¿Valiente? 'La mismo, demostra- MARGARITA.
sonriéndose, lo que en él es señal de grande enco- Es lo que sucedió... porque el cerrojo estaba
lerizamiento. corrido i Sanchica escribía.
margarita, con alegría. margarita, con viveza.
¿De veras? Yo sé a quién!
LEONOR. babieza, del mismo modo.
I cuando los enviados de los Paises-Bajos vinie De veras?
ron a anunciarle la revolución de la ciudad de margarita, levantándose.
Gante... ni siquiera los escuchó... i se contentó ¡Oslo diré mas tarde.... el emperador aguar
con murmurar entre dientes vuestro nombre.... da!... Pero tú le llevas ahí una escarcela.
esclamando : «¡que nunca espere nada de mí!» . babieza.
margarita, sonriendoesperanza. con Que le gusta mucho.... porque hace largo tiem
Ah! ahora creo que puedo pedir... que el mo po que le sirve.
mento es excelente... llevadme a su presencia!... margarita.
■^ LEONOR. I que no es digna de un monarca tan poderoso
A estas horas es imposible.... El rei ha entrado como él.... cambio ésta (tomando la
Le darás en
hace mucho tiempo ala sala del consejo... la
que lleva), i le dirás (poniendo en la escarcela
margarita. carta que acaba de escribir) que es un regalo da
Mejor que mejor : es en el consejo donde quiero una dama.
hablarle! babieza.
LEONOR. I añadiré : de una noble i linda dama.
Vos! MARGARITA.
margarita, Como Anda pronto.
quieras.....
¡Como enviada de mi madre, Luisa de Savoya, BABIEZA. í-:"i3«'.-
rejente de Francia!... Si señora, pero V. A. pie dirá....
LEONOR.
margarita, siguiéndolo eon la vista.
•- ■
¡Nadie puede entrar allí, i menos Una mujer! Sin duda (Babieza sale). Llévete el cielo i apre
margarita, asustada. tu vuelta!
decis?
sura
¡^
¿Qué es lo que me
.¿Sí ESCENA X.
ESCENA IX.
mSeGARITA, LEONOR.
Los precedentes. BABIEZA, saliendo de la puerta
margarita.
de la izquierda lleva en el brazo un porta-plie
Si mi escarcela llega a manos del emperador,
gos, i en la mano un pañuelo, guantes i una li si él la rejistra... ¡raro seria que no lo hiciese!
mosnera.
el emperador es tan curioso como una mujer.,..
barieza, acercándose Margarita. si solo en eso se pareciesen ciertos grandes hom-
prontamente a .
¡Pedirme una audiencia a mí eme no las puedo Digo que no solo en eso se parecen. También
obtener!... (A Babieza) Luego, Babieza, soi con se nos parecen en la vanidad. Soi franca. ¿Por
tigo. (Leonor.) ¿1 qué, si el consejo se prolonga qué no confesarlo? Son ellos acaso menos paga
hasta la noche, nadie podrá entrar en la sala de la dos de sí mismos que nosotras. No será el empe
sesión? rador quien pueda desmentirme, ni Gattinara tam
LEONOR. poco. A propósito ¿ved si soi curiosa? Gattinara
Solo los grandes de España. debe estar redactando el salvo conducto con que
babieza, adelantándose. me amenazó. Parece
que me profesa un desafecto
bastante regular.
¡I yo!...
margarita, mirándole con aire
lisonjero. LEONOR.
Apuntes de viaje
por el fondo i Gattinara queda inmóvil, de pié, i de un Norte-Americano. —
Dias de sol i dias nubla
como aterrado. Cae el telón.
dos. —
Historia de una constipación. Incendio de
—
pastoril.
H. de Irisakri.
Si los vecinos de Santiago no gozamos, como
{Continuará.) los de París, del fúnebre placer de pasearnos por
una ciudad de vivos que sirve de techo a otra
Lia B*astorci!la. ciudad de muertos, tenemos sin embargo bastante
semejanza con los Parisienses, alo menos con los
Parisienses difuntos, i nuestra capital se parece
Dulce zagala mia, hasta dar miedo a sus famosas Catacumbas, pobla
Desciende a la pradera das de esqueletos. Para hacer de Santiago una nue
I alegre i placentera .&» va Necrópolis, no habria sino colocarla debajo de
Escucha mi canción; tierra, tan profundo es, por lo demás, el silencio,
Aquí en la verde sé tan perfecta la inmovilidad de sus habitantes,
Coronada de flores,
aparentemente próximos a convertirse en momias.
Cantando sus primores
lamas se mostró la ciudad de Pedro Valdivia con
Endulza mi aflicción.
un aire mas i solemne que en estos mo
sepulcral
mentos, en que apura con la resignación heroica
Aquí apartados, solos,
Pastando los ganados, del filósofo griego, no la copa de cicuta, pero sí
Sin pena ni cuidados, una fuerte dosis de aire frió ¡constipante, sin exha
Mi dicha encontraré; lar una queja, sin hacer el maslijero movimiento.
Alegres i serenos Inmovilidad i silencio son, pues, la síntesis de
Iremos por el prado, esta semana; silencio excepcional, inaudito e
—
vimiento. El camino de la hace cada bres i de las cosas. Ha dicho León Gozlan, no re
gloria se
¿Quiénes son aquí los hombres mas nota oportuno i razonable, pero siempre motivado. Ya
debéis esta semana el miedo a
bles? sospechar que en
—
Los que no hacen nada, —
le contestó. las constipaciones ha de haber sido el mas común
viven los muertos, i el Teatro, donde mueren los Tomad por la derecha i apretad el paso. Dete
vivos, i descubriendo en todas partes pocos que neos ahora i mirad hacia arriba. Estáis delante de'
muchos que nada hacían, con
hiciesen algo i un balcónocupado por dos figuras humanas.
signó en su cartera del modo siguiente el resulta Acercaos algo mas i haced por distinguir sus sem
do de sus observaciones, terminado que hubo su
blantes a favor de la espirante claridad del dia.
veloz escursion: Son dos personas de distinto sexo, pero jóvenes
((Santiago, capital de la república de Chile, po entrambas i entrambas dignas de Ser miradas.
blada por cien mil i mas habitantes que no ha También ellos se miran en este momento i prosi
blan en ingles, i formada por la reunión de muchas a media voz una conversación que va ani
guen
casas, levantadas sobre cimientos. -En Chile se —
preg|pPSesclanra la donosa
mas notables son mayor parte los que no
en su niña.
hacen nada, i los que no hacen nada forman la —Te disgusta»
mayor parte.» —
Acaso.
serás sincera.
Secuestradas la voz i la acción, aun ha quedado Di que tjPrBbaraza i mas
notar, alumbra i no calienta en esta estación; de —Cuánta poesía! querido Temístocles. Seamos
cuerdos si queremos ser felices. Demos gracias
a
suerte que la aristocracia formada por sus rayos,
nos depara: viva
seria de color, pero estaria falta de calor vital. Dios de la ventura presente que
i no las dudas de
mos con la certeza de hoi
Por Dn, los hombres independientes esperan, antes con
4 12 .A SEMANA. Julio 2.
—
I
me amarás
siempre? Los anales de esta sino des
semana no rejistran
—
ideas tan caprichosas te han asaltado esta tarde! a alojar a la intemperie. Es un inmenso cuadro dé
—
I si las intrigas de un enemigo o la alevosía consternación i tristeza.
<ffe una calumnia lograsen cambiar las disposicio Tamaña desgracia ha despertado naturalmente
nes^ tu familia, poner obstáculos a nuestra unión, los sentimientos filantrópicos de la parte mas es-
me amarías todavía? de nuestra sociedad. Ha comenzado a for
cojida
—
Todavía! marse una lista de suscriciones en favor de los
—Me amarías a pesar de las contrariedades de incendiados que ya asciende a una suma de
guidos.
cas exijencias, mis delirios dice Temístocles be —
Lecciones dé canto.
ñana siguiente
vio^Hgsu,. persona habia sufrido
durante el sueño un áBhíeiito notable, visible e
En el Ferrocarril he Visto hace poco una
irregular: tenia inflamada una mejilla. Tampoco invitación que se me hace para dar lecciones
tardó en pronunciarse un dolor de muelas agudo de canto. Profundamente reconocida a lá ma--
i tenaz. -afct infestación de tal deseo, me es demasiado sa
Este lastimoso contratiempo lo t%o encerrado tisfactorio ofrecer mis servicios artísticos a las
señoritas de Santiago, que pueden descansaí
en casa todo aquel dia. Al siguiente, empero^ no
en ia- confianza de que no omitiré esfuerzo al
sobrellevar su reclusión; envolvióse el cuer
pudo
guno para complacerlas de la mejor manera
po en una
capa, la mitad de la cara en un pa
ñuelo, i de novia, consumando
posible.
se dirijió a casa su
Clorinda C. de Pantanelli.
de esta suerte el mayor sacrificio de amor propio
que puede hacerse a los veinticinco años.
Condiciones de la suscripción.
Poco satisfactoria fué la sorpresa que al verlo
en tan deplorable guisa esperinientó Gabriela. La Semana aparecerá todos los sá
Sofocó no obstante la maligna sonrisa con que bados i constará por ahora de diez i seis
iban a traicionarla sus labios i recibió a Temísto
cles con graciosa amabilidad.
pajinas en folio. La protección del públi
co decidirá de su incremento sucesivo»
El dolor físico i el ridículo se dan la mano i se
Reunido un número regular de sus
asemejan. Uno i otro son ciegos e irresistibles.
Terminada su visita, se retiró Termístocies a su criptores empezaremos a formar la Bi
casa, a donde no tardó en llegar la siguiente es
blioteca de la Semana, a
que se refiere
quela:
nuestro prospecto, dando lugar, en ella
«Mi buen Temístocles: Tenia V. razón cuando a lo mas nuevo e interesante que se es
temia anteayer por el porvenir; mas en su previ cribe sobre novelas, historia, viajes; etc.
sión de las continjencias futuras, olvidó V. la Precio de la suscripción: 3 pesos por
eventualidad que hoi lo aqueja. Por mi parte, me trimestre adelantados.
sentía capaz de amarlo a V. pobre, calumniado o Se reciben suscripciones únicamente
ausente, pero nó enfermo de las muelas.)) en la Impuesta del Correo,
Gabriela. pasaje Bulnes.
IMPUESTA DEL CORREO, Pasaje ¿úTñes, núm. líi.
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I GIERTIFICO,
Jiéclacíoief) :
Jatóto i ^Doitúuqo Jütteaaa ./bteitH>a-iU.
LA SEMANA.
Entonces nos despertamos, abrimos
nuestra ventana, cerramos con dobíe
vuelta nuestra puerta, i si el peligro no
SANTIAGO, JULIO 9 DE 1859. está" cercano solemos aventuramos en la
calle para ir a tomar lenguas, i saber lo
Enervamiento social. que sucede. Casi nadie se acuerda que
la patria está en peligro i que pide i exije
Hai en nuestras sociedades un espan de sus hijos proieceion i ayuda.
toso fondo de inmovilidad i resistencia. De aquí nace que con un poco de au
Miramos de] reojo todo ,1o nuevo por el dacia i unos cuantos soldados sj puede
solo hecho de serlo, i pocas veces o nun cambiar de ia noche a la mañana eí,go-
ca nos tomamos el
trabajo de meditar bienio de un- pueblo, cimentar toda in
sobre los bienes que puede entrañar. justicia i toda tiranía, conculcar toda tei
Sale a luz una idea, un pensamien i todo derecho, hacer del. poder un cebo
to fecundo i transcendental: se char constante para las- revueltas, i a bs cons
la, se lee de prisa lo que en su apoyo piradores mas avisados sus lejítimos-
se escribe, se ríe de sus inventores i dueños.
sostenedores , se enumeran los obstá ■
Cuando esto sucede la sociedad ha ab
culos que encontrará su realización, la dicado su personalidad, la opinión pú
palabra- imposiblel asoma a todos los la blica, ese moderador i consejero de pue
bios, i el pensamiento o la idea quedan blos i gobiernos, es tan solo un fantas
condenados a la oscuridad, al silencio, que se espanta a los tímidos,
ma con una
rán, no hai que dudarlo, los siglos. des hispano-americanas casi sin escep-
De esta suerte nuestra vida es un per cion. Son sociedades
amilanadas, que
petuo sueño solo de cuando en cuando parecen resignadas a vivir siempre en
interrumpido por las farsas electorales tutela, que no se mueven aguardando
con sus tumultos, sus inmoralidades, su que las muevan, que no caminan aguar
compra i venía de votos, sus correteadas dando que las lleven, que carecen, en
i hachazos al
pobre pueblo soberano; una de iniciativa, de esponta
palabra,
cuando no por la fatídica trompeta de la neidad, de vida propia.
civil. Ilui un mal que remediar, un bien
guerra
13
lia LA SEMANA. Julio 9.
que obrar, un conflicto que superar: to biernos que imperen sobre sociedades
dos fijan sus ojos en el gobierno i si él sin vigor, sin amor i orgullo por su per
no se mueve nadie lo hace tampoco; i, sonalidad.
lo que es peor, ni por las mientes de la Esperar de un gobierno que de su
sociedad se pasa que ella podría i debe propio motivo abandone sus conquistas,
ría meter manos a la obra. ceda en el camino de las usurpaciones,
Así vemos los gobiernos siéndolo
a es la mas triste de las ilusiones i el mas
iodo i a la sociedad completamente anu falaz de los sueños!
lada, no siendo nada. Funesta situación Sin embargo, no es otra cosa lo que
de que es necesario salir a todo trance, pretendemos. Nada lo prueba mejor
si se quiere entrar en el camino de un que la completa absorción que en to
progreso verdadero, real i constante. das épocas i circunstancias ejerce la
Los gobiernos por su naturaleza tien cuestión política, la constante tendencia
den constantemente a la inmovilidad i a llevarlo todo a su resbaladizo terreno,
ciativa son un milagro, una rareza en la tipatías, preocupaciones i odios. -No hai
historia. El principio egoista los domina. cuestión que surja, pensamiento que
Lo primero en que piensan i trabajan aparezca, que no se le haga ir de grado
es en su afianzamiento. Todo lo subor o
por fuerza a dar la mano, a confra
dinan a ese fin. Jamas, por lo jeneral, ternizar con la política. Si se habla de
acometen nada que pueda hacer peligrar caminos, de ferro-carriles, de telégrafos,
.su estabilidad. Si se lanzan en la reforma de comercio, de industria, de instruc
es a medias, sin valor, sin intrepidez i ción, de relijion, de moralidad, de
con esa
perniciosa prudencia que vive sociabilidad, ahí está la política mes-
•de transacciones con los elementos, con clándose para dividir los pareceres, para
los jérmenes todos, buenos i malos, de la traer las rivalidades, para desvirtuar,
sociedad. Para que un gobierno realice para entumecer la acción social.
;o acometa siquiera algo bueno, entre en Si la sociedad no lo esperara todo
el camino de las innovaciones, es nece del gobierno , si no lo hiciera a él
sario compelerlo a ello i para conseguir responsable de cuanto sucede, si com
lo es necesario que la sociedad en masa prendiera sus deberes i derechos i se
Jo inste, lo aconseje, le imponga su vo penetrara de su fuerza, la cuestión po
luntad. lítica no seria la cuestión esclusiva, la
La iniciativa cuando viene de arriba gran cuestión a la que dedica todos
es infecunda i tímida. sus instantes, todos sus
pensamientos i
Solo la iniciativa que viene de abajo trabajos.
es fecunda i valiente. Mas no son estos los únicos males
La sociedad debe dar la orden: del enervamiento en que las sociedades
Los gobiernos deben ejecutarla. américo-hispanas viven, con mas pro
Pero en nuestras sociedades los pa piedad, vejetan al presente.
peles están* completamente trocados: La América española quiere la repú
Los gobiernos mandan! blica democrática, es decir, el gobierno
La sociedad obedece! de todos por la via de la discusión.
¿Qué resulta de esto? Que los go
—
Desde que la sociedad no tiene per
biernos mandan mal i la sociedad obe sonalidad, vida propia, esa forma gu
dece peor. bernativa es imposible, será cuando
Pero se dice: la acción de la sociedad mas una hermosa mentira, un edificio
no tiene en que ejercerse desde que la de naipes que el primer soplo tumba
acción gubernamental todo lo absorbe, por tierra. ¿.,
todo lo concentra, no permite ni sufre No es otra cosa la que estamos pre- '■'*?
de otra fuente, tenga otro senciando.
que nada parta
el Todos los estados hispano-américanos
orijen que suyo.
Estoes, por desgracia, tan cierto cuan se titulan
pomposamente republicanos.
to natural, i lo será mientras haya gen Sus cartas constitucionales no hai liber-
Julio 9. LA SEMANA. 115
que sale, i si no es el bien i la felicidad, Con todo, el espíritu tiene una afición in
vencible a la novedad; i los peligros i espesu
desesperemos de encontrarlos en parte ras de un bosque poco transitado nos sirven
alguna. de aliciente i de estímulo para seguir adelante
¡Sean las sociedades lo que deben ser i penetrar en el fondo. En el orden moral i
i losgobiernos serán] lo que ellas quie metafísica esta tendencia es mas pronunciada;
i por nuestra parte confesaremos a Vds. , seüo-
ran
que sean!
res redactores, que es tal nuestra predilección
No es en la cuestión política en la
por lo desconocido, que a6Í como Voltaire se
que están vinculados los destinos de los esforzó en probar que la virtud era inferior al
pueblos, es en ?[la cuestión social que crimen , nosotros desearíamos demostraros
las abraza i las reasume todas. matemáticamente, i con lápiz i papel, que tres
i tres eran siete i a la verdad que si lo consi
—
mente que Viles, nos mirarían con sumo res Lo nuevo es alarmante, agradable i poético
peto i admiración. como la infancia, como la salida del sol, como
La verdad misma necesita llevar un ropaje una rosa que recien se abre, como el primer
nuevo para ser aplaudida—pues cuando se sentimiento de amor, como el despertar de
nos presenta con los atavíos de costumbre, le un profundo sueño, comola' llegada de un via
dejamos el paso franco, pero, ni le movemos jero al seno de su familia después de una lar
«1 sombrero. ga separación, como el prólogo de un matri
Sépanse Vtls. que la mayor parte de mies- monio, como el momento en que se alza el
tres hombres cultos de hoi dia son mas fi telón en un drama que no se conoce. Ya veis
lósofos que Platón i que Sócrates—mejores que tiene muchas ventajas. Un escritor puede
■matemáticos que Arquíinedes, e historiadores decir lindezas, i mas verdades que las que
mas noticiosos i universales que Jenefonte i
profirió el verídico i sentencioso Sancho Panza;
a que le
que Tácito. --El que estas líneas escribe sabe pero Dios nos libre de que dé márjen
mas jeografia que Cristóbal Colon— i si Vds. digan «esas son vejeces» porque el escritor,
quieren una prueba de ello, recuerden que el caerá por tierra, i no se levantará hasta que
célebre navegante apenas logró saludarlas cos su mollera no produzca algo desconocido, algo
ías -del continente americano. Sin embargo, de inaudito, aunque sea una patraña.
•entre nosotros nadie conseguida, desplegan Un saltimbanqui hizo lortuna en Parismosr-
do sus labios, llamar la atención ni obtener trando al público una cosa fea i repelente, que
uno solo de los mil aplausos que resonaron al no tenia por de contado ni el mérito de la be
dad nueva, la verdad antes oculta, i nosotros mas largas i mas pobladas que las de Mustáfá,
no haríamos otra cesa que repetir una vejez i con unos bigotes tan marciales como los de
insípida, una sentencia arrugada i con canas. Víctor Emanuel.
La mas apetecida joya para los escritores Otro quiso burlar la curiosidad del público,
es la novedad. La verdad, no hai duda que es i con grande aparato presentó un hombre con
la base ; pero si no es nueva, nada se ha con nariz, boca, frente, cabeza i con todos los de
seguido.—Asi -vemos que los novelistas, los más enseres de un varón; inmediatamente vo
periodistas, los filósofos mismos i hasta los laron las .piedras sobre su cabeza: pero no
teólogos ¡los historiadores andan desvelados a faltó quienes lo aplaudieran, porque la -ocur
"caza de principios nuevos, de sensaciones no rencia les pareció orijinal.
■esperiinentadas, de hechos ocultos i desaper .Pero ahora recordamos 'SS. ItR. que prome
cibidos, de relaciones no observadas, de luga timos a ustedes cuatro palabras sobre política
res distantes, de costumbres estrañas e inau i sociabilidad i cuyo sentido talvez se encon
ditas. traría erróneo por cuanto se habia escrito mu~
Esta no es solo la manía del siglo, es la cho para probar lo contrario. El tema que nos
manía de los siglos. proponíamos desarrollar sobre nuestros ante:»
Mu ho -podría deciros sobre el papel que cedentes sociales lo creimosal principio, nuevo
este razgo de la especie humana ha desempe i desusado. Sin embargo, cuando dejábamos
ñado en el progreso de la sociedad, ya por el correr la pluma en esta digresión sobre lo nue
lado material, ya por el aspecto moral: pero vo, recapacitábamos al mismo tiempo que el
una disertación de esta especie no seria nue tal tema político no podría menos de ser una
va. Abran Vds. cualesquier tratado sobre de esas mil repeticiones viejísimas con que
filosofía, i verán lo que es el sentimiento de lo nos abruman los diarios opositores i ministe
nuevo. AHi se convencerán que tratar Je la riales, i asi creemos mejor no tratar la mate
novedad en ese sentido es cosa vieja i repe —
ser que incurramos en ellas; pero no será Estraño modo de concluir, dirán ustedes,
voluntariamente por este lado conocemos
—
tic-mas,
'
puso a escribir lo siguiente:
Julio 9, LA SEMANA. 147
cuáles habria sido mui difícil conocer una di hacienda, esclamó Pablo levantándose radian
ferencia en la edad; pues ambos aparentaban te de felicidad: le manda un abrazo, mamá,
.tener de veinticinco a veintiséis años cuando añadió, i otro a tí, Antonio.
mas. —
dolor es un huésped sombrío que las mas ve bitaba la casa de campo, a la que hemos in
ces gusta de aposentarse en el alma, sin reve troducido al lector.
lar al exterior su devastadora existencia. El padre de estos jóvenes, muerto cuando
Entre los dos jóvenes sentados junto a la el mayor de ellos contaba apenas diez i nueve
•señora se sentían notables i mui marcadas di años, habia legado por toda fortuna a su la-mi-
ferencias. lia una hijuela de trescientas cuadras en el
El uno, bien que vestido con el desaliüo departamento de San Fernando. En aquellos
-natural a la vida del campo, revelaba en su i tiempos, esa ostensión de terreno estaba mui
porte, en la gracia i finura de sus movimien- , lejos de tener el valor que en el dia han al
los, al hombre que en medio de las sociedades jj canzado los fundos rústicos, con el progresivo
i por una educación esmerada, lia recibido la aumento de la riqueza del pais. Así es que la
gracia que sabe conquistarse irresistiblemen- j familia de don Pedro Reina, el padre de los
te las simpatías de todos. Veíase ademas en jóvenes, quedó a su muerte reducida a un es
sus cabellos negros desarreglados con gracia, \) tillo de
jj
pobreza, vecino de la indijoncia.
"
■^=a^-— i -■ ■—
g i-.. — — -— ■ m
■■ ■
r_
_
fluyen sin duda contra el bienestar de la so venirse i creo que Vd. debe escribirle también,
ciedad en jeneral. eomo yo lo hago, manifestándole la necesidad
Antonio veía llegar a su hermano todos los de esta medida.
años en la época de las vacaciones, vestido Tras estas palabras, Antonio salió del cuar
con la elegancia del joven santiaguino que ya to de su madre, dejándola entregada a sa
pasea en la Alameda i gusta pasar en los dias dolor i a sus lágrimas.
festivos por las puertas de calle, donde las Doña Manuela pasó toda la noche de aquel
niñas que aspiran a ser grandes establecen con dia entregada al mas intenso sentimiento.
los que pasan un fuego de ojeadas, que no po Cortar la edueacion de Pablo, sobre quien se
cas veces acaba por rendir a ambos comba hallaban cifradas sus únieas esperanzas, era
tientes. Ademas, Pablo era festejado por los para ella una resolución casi superior a sus
padres con aquella ternura que resuena dolo- fuerzas; pero al propio tiempo conocía la in
rosamente en el corazón de los hijos abando domable voluntad de su hijo mayor i, bien que
nados i mientras él los estasiaba con el franco un tanto cegadaeon su preferencia por el otroy
i afable cariño del hijo preferido, Antonio sen sentía en el fondo de su conciencia la amarga
tía aumentarse en su pecho la honda i cons justicia de las pocas obserracianesque acababa
tante melancolía que infunde la conciencia i de hacerla.
acaso la previsión de un porvenir sin amor ni Al dia siguiente, como Antonio lo había
alegría. anunciado, un inquilino de la hacienda salió
A la muerte de don Pedro, Antonio sintió para Santiago llevando cartas para Pablo i
que la naturaleza, privándole del cariño de caballos para hacer el viaje.
sus
padres, lo habia revestido de la suprema Ocbo dias después la madre se encontraba
autoridad en la familia. Su voluntad, hasta con sus dos hijos en su
pequeña hijuela i Pa
entonces reprimida por el respeto a su padre, blo, abandonando los hábitos de la vida estu
se revistió con la dureza que le era propia i diosa i sedentaria que hasta entonces habia
resolvió hacer triunfar sus deseos, ya que su llevado, se entregaba, con el ardor de la ju
cariño habia sido injustamente desdeñado. ventud, a los trabajos que representaban su
Un dia, cuando el dolor habia calmado en único porvenir.
su madre la fuerza de sus primeros ataques, IV.
Antonio entró en su cuarto i comenzó a pa Desde entóaces se estableció entre los dos
searse, con el aire concentrado de un hombre hermanos una serie continua de parciales de
a
quien preocupa una idea única, haciéndolo savenencias, que debia convertir en abismo
indiferente a todo lo que pasa en derredor profundo la distancia que desde la niñez los
suyo. separaba. Esas dos opuestas naturalezas, en
Doña Manuela notó al instante la preocupa tregadas al choque incesante de la vida de
ción de su hijo i pareció adivinar la idea que familia, fueron encontrándose poco a poco por
se ajitaba en su mente. todos los puntos salientes de su. carácter ha
—
Me he ocupado ayer todo el dia, dijo el ciendo estallar el rencor por una parte i la im
joven continuando sus paseos, de arreglar las paciencia por otra; diverjiende por los gustos
cuentas de mi padre i vengo a decirla que, i por las antipatías i depositando, en el alma
lejos de poseer algo, nos hallamos debiendo de cada uno cierta hiél, que desarrollada ert
seis mil pesos. •
la estrecha esfera de una vida monótona co»-
Doña Manuela bajóla vista sin contestar bra al fin proporciones increíbles..
Julio 9. LA SEMANA. 119
a
Doña Manuela siguió la marcha del odio Imposible ¿i por qué? No me obligues
—
que animaba a los dos hermanos, con el sen decirte que no tendrías que pensar en gastos.
timiento i previsión profundos de la madre, —
cuando llegó a la casa Emilio Reina, el joven serás admitido como candidato.
que dirijió a Pablo la carta con que dimos
—
Pero eso no quita que pueda ser amado.
principios a nuestra narración. —
Es cierto. A ver, cuéntame esos amores,
ya que por mi parte ninguna confidencia ten
V.
go que hacerte.
Corría, dijimos, uno de los últimos
como —
Conocí a Paulina el año pasado, dijo Pa
meses del año de 1834. blo, cuando el padre compró la hacienda i vino
Emilio fué recibido con la cordialidad digna a establecerse aquí con la lamilia. Antonio i yo
de aquellos tiempos de hospitalaria memoria, lucimos nuestra primera visita a título de veci
tiempos en que la civilización no habia esta nos i las continuamos después en calidad de
blecido aun esa política reserva que aun entre vecinos i de amigos. Tú conoces el carácter de
miembros de la misma familia se va haciendo Antonio. En esas visitas poco hablaba, de ma
común en nuestros dias de progreso. nera que yo tenia que hacer todo el gasto de la
Pero la acojida de cada uno de los herma conversación; mas poco a poco la intimidad fué
nos se resintió naturalmente del carácter i estableciéndose a tal punto que la noche que
sentimientos de cada uno: Pablo se arrojó en no íbamos, yo me sentía triste i aun inquieto.
los brazos de su primo eon el placer del que Desde entonces abandoné mi idea favorita de
estrecha en un abrazo al hermano largo tiem volver a Santiago, i Paulina, en diversas con
po ausente i Antonio se limitó a pasarle su versaciones, ine manifestó igual gusto por la
mano, pero con una sonrisa que revelaba vida del campo, que en los primeros meses
que en su alma la amistad era todavía una parecía desesperarla. Esta simpatía de gustos,
creencia. como bien adivinarás, hizo mas frecuentes i
Tras esto siguiéronse las sabrosas conversa mas íntimas nuestras conversaciones, hasta
ciones de los recuerdos, campo en que el alma que llegamos a esas confidencias del corazón
del hombre se esplaya siempre con placer, con que los amantes principian por decirse in
sima en los campos i en aquellos tiempos so bre nuestros juramentos, como si guardásemos
bre todo, Pablo condujo a Emilio a su propio el secreto de una dicha perfecta e inalterable:
cuarto, en donde le habia hecho preparar una ¡tú sabes que los horizontes del amor platónico
cama. son inmensos!
—
Sabes, dijo Emilio, que me dá pena verte Nada de mas espansivo, ademas, ni tan dis
así en el campo, abandonando tus antiguas es puesto a tiernos sentimientos como un enamo
peranzas. rado feliz. Así me sentía yo despuesde la con
Pablo dio un suspiro. fesión de Paulina, de modo que quise borrar
—
Cierto que al principio he sufrido mucho, con una prueba de cariño, la distancia que el
contestó, pero te aseguro que si ahora no soi carácter de Antonio ha puesto entre nosotros.
enteramente feliz, no me encuentro a lo me Lleno de confianza i olvidando nuestros repeti
nos desgraciado. dos disgustos, quise anudar ellazo de nuestro
—
No importa, la conformidad es una vir cariño, roto tantas veces, i establecer con él
tud, pero no
constituye la dicha: tú has na esa intimidad de hermano, que el mismo amor
cido para otra vida mas intelectual que ésta, no puede reemplazar en ciertas ocasiones.
vente conmigo a
Santiago. In dia que nos hallábamos solos, después
—
Imposible. >
de comer, quise realizar mi propósito.
120 LA SEMANA. Julio ft
—
Sabes, le dije con el acento mas cariñoso Como niño que era me |_
que pude encontrar en mi voz, que tengo una En el trompo- mostrarle mi destreza,
confidencia que hacerte. I lo hacía bailar i se lo daba
Al oir mis palabras se levantó del sofá so Recostando en sus hombros mi cabeza;
bre el que se habia recostado a fumar i me mi 1 su brazo talvez se estremecía
ró con una espresión de cariño, que nunca I el trompo de la mano se caía»
habia visto pintarse en su rostro. Hnbiérase
creído que su alma despertaba de repente de Yo- estudiaba latín i pretensioso1
un sueño
fatigoso i sonreía ante una halagüe Con mi infantil saber me envanecía,
ña realidad. I ufano le mostraba i orgulloso
—
¿Por qué no a tí que eres mi hermano? le Mis ojos con susojo6 se encontraban,.
dije ¿puedo mejor amigo que tú?
tener Sus manos con mis- manos- se tocaban.
—
¿Te has fijado en mis conversaciones- con Entonces me acercaba por servirla
Paulina? le pregunté. Los salmos de David a traducirla.
Su semblante se puso lívido i toda su san
grepareció agolparse a sus ojos. Ella de mí decía «¡Si es un niño!»
—
En mí, señor, toda determinación es rápida yo adoro a esa mujer Estas palabras, pro
como el pensamiento que me la sujiere. Redoblan fanadas continuamente por las almas vulgares,
do mis esfuerzos i haciéndome superior a mí mis dichas por mí probarán que, tratándose de su fe
mo, trabamos entonces una lucha cuerpo a cuer licidad, no ha podido imajinarse un solo sacrifici-
po i en un ímpetu vigoroso logro echar al suelo que me arredre. Oh! Mejor que esas palabras, se
a mi feroz adversario. Asido del
suyo mi brazo ñor, la enerjia de mi alma para soportarlo todo
derecho para impedirle que me hiriese con su demostrará al mundo el ardor de mi ternura.
daga, le oprimo el cuello con mi brazo izquierdo, Mi mano conserva todavía una mancha de san
mi
forcejo i a un impulso desesperado caigo sobre él gre que jamás se borrará; pero en medio de
con todo mi
cuerpo, póngole la rodilla sobre el arrepentimiento por un hecho fatal que las leyes
suyo, suelta entonces el arma con que intentaba califican de delito, quédame la satisfacción de
ha
traspasar dos corazones, tomóla yo i dóile con ella que esa sangre es la de un despota cruel i que
un golpe en el cuello
que le mata en el acto. sido derramada por salvar a la que amo harto
¿Hai, señor, en esto traición ni alevosía? Ya lo
—
mas que mi vida. No importa que yo cargue con
vé V., soi asesino; pero he muerto a una fiera a la tacha de asesino: no importa que el crimen de
quien no bastaba arrancar el puñal parricida, a Cain se haya grabado sobre mi frente con caracte
un hombre res indelebles: seguro está que nunca habrá sa
que me habria infaliblemente muerto
a mi si
yo no me le hubiera anticipado, i que bido amar ni ser amado aquel que se apresure a
habria ido después a consumar su obra en su pro condenarme. —
Esa mujer me amaba i yo debía ser
su vengador!— Ella me pertenecía por
el corazón,
pia mujer, la mujer mas amante i mas desgra
ciada que Vd. puede imajinarse. —única cosa que la tiranía no ha podido someter
i llegado a tiempo de salvarla, yo di por ella
V. todo lo que pude dar:—di la muerte a su feroz ver
Preciso es que Vd. lo sepa todo, señor. Yo ama dugo!
ba i amo inmensamente a esa mujer i sentía i justicia humana no reconoce
Sé mui bien que la
siento por ella una atracción inexplicable; yo ha una escepcion semejante i que el juez de mi cau
bria dado mi sangre por librar la suya del peligro sa no puede darse cuenta de la muerte
de mi ad
que la amenazaba; mi vida habría dado, señor, versario sino mirándola al travez de un crimen
por cambiar su triste suerte i hacerla feliz. Pero horrendo i considerándola ¡el insensible! no como
no hubo arbitrio: la fiera de su esposo quería la consecuencia natural de un sentimiento jenero-
acabar conmigo para después concluir con ella so i noble sino como el resultado
bastardo de una
i cerrar asi una amistad i un matrimonio que no premeditada i atroz. Oh, el asesino!., sí,
venganza
han sido otra cosa que una fuente perenne de su el asesino 1 Pero ¿qué me importan a mí las
frimiento i de dolores. I esa mujer es tan simpá calificaciones ridiculas de! vulgo? ¿el cumplimiento
mas precioso
tica como apasionada, tan interesante como her de un deber de amor, no es harto
su bárbaro marido mirábame a mí como a su solo mano i ante mis ojos la sangre de ese hombre: yo
amigo, como su protector mas decidido, como el le veo en su agonia salvaje provocar contra mí la
único amparo de su triste i atormentada existencia. cólera del cielo: véole con su voz ronca por la
El destino con fuerza irresistible me imponía, pues, beodez i la furia del hidrófobo pedir venganza:
el deber de velar por su vida, de protejerla, abre ante su voz impia por que
pero el cielo no se
de ampararla i de salvarla; porque, haciéndolo así, la iniquidad ni la venganza no encuentran eco allí
como en el mundo. Sin embargo, si la
salvaba con ella lo que hai para mí de mas caro eterna jus
en el mundo, el único
objeto terrenal que me liga ticia no venga su fin trájico pero merecido, los
a la vida i por el
que en verdad siento la muerte. hombres le vengarán: la justicia divina me absol
verá, pero la justicia terrenal sancionará mi
Sí: yo te amo, Rosario mia, i yo no te olvidaré ni muer
aun en la tumba.—
¡Ah! ¿i sabe Vd. señor, lo que es te con su lei horrible del talion. Bien lo conozco,
amar verdaderamente a una vo moriré, por que mi muerte está
escrita en cuan
mujer? Nq: Vd. es
—
¡Oh,
Dios mió! Vos que sabéis él secreto de todos los puedo morir! Si he cometido un crimen contra la
corazones sabéis también sociedad, es a ella a quien corresponde castigar
que yo no he vivido ni
vivo sino por esa mujer i que no la podré dejar me el destierro, la cárcel, los carros...! Pero
de amar mientras exista! A ella se lo juré i a no!!! morir mas bien que vivir privado de todo lo
su madre moribunda i
que la dejaba huérfana, queamo venga la muerte antes de tener que
maltratada por su indigno esposo i sumida en la atravesar una vida de sufrimiento i de dolores, sin
una ilusión, sin un sentimiento, sin
una sola de
desgracia, le prometí también velar por su honor i
aliviar su infortunio. I no obstante su virtud i sus las alegrías risueñas del mundo. ¿A qué vivir cuan
sufrimientos i apesar de su resignación i de las do la memoria no ha de ser para mí sino la tumba
dotes bellísimas de su alma, su celoso marido iba de una felicidad perdida? Sí.... venga la muerte mil
talvez a ultimarla cuando la infeliz entregada al veces antes que verme alejado de lo único que
amo i condenado a pasar el resto do mis dias
entre
sueño daba una corta tregua a su prolongado i
acerbo infortunio!! los muros de un calabozo, confundido con la hez
Pues bien : yo he creido
cumplir, señor, con un de los criminales, enjaulado como bestia feroz i
deber sagrado librando a esta mujer desgraciada condenado a sufrir el punzante aguijón del remor
de la furia del bárbaro que pretendía inmolarla : dimiento o el martirio continuo de una dolorosa i
he satisfecho un voto de mi corazón, he cumplido acerva meditación.
una obligación providencial, i sean cuales fueren
sus resultados, nada me importan. Yo amo
1G
122 LA SEMANA. Julio 9.
ya estremidad es sangrienta.
presente ha interpuesto la fatalidad un chapeo de
El viento entre los árboles murmura,
sangre i esa sangre es la de un hombre a quien
—
Julio 9. LA SEMANA. 12&
Ven a gozar su dulce melodía — I Mas esa edad pasó, también con ella
—
-Ai! solo anhelo en mi mortal quebranto J El dulce bien de mi árida existencia. —
'
—
Ah! nunca hai. esperanza de inocencia!
—
La noche coronada de diamantes I
Sobre el mundo se estiende silenciosa, | Por siempre la perdí! recuerdo un dia... .:
Cuando en la tarde embravecido el viento Por eso para mí tan solo abrojos
Las ramas de los árboles tronchaba, Presenta por do quier naturaleza:
Tras una hoja con ímpetu violento A travez de las lágrimas, los ojos
Corría hasta que, ufano, la alcanzaba. Ai solo. alcanzan cuadros de tristeza!
Siempre os vea lucir! I al cielo de mi pobre madre, doña Juana de Castilla, que
plegué
Que el sol la inmensa bóveda al cruzar siempre quena tenerlo en el palacio; i por esta
torre i esta escalera....
De ini vida infeliz no aumente el duelo
gattinara.
Viniéndoos en mis ojos a secar! Entiendo....
carlos v, poniéndose el dedo en los labios.
Martin José Lira. Secreto de familia.
gattinara.
CARLOS v.
el ¡Ah, señor!.. ■
;
emperador* ¡Margarita a quien acabo de con
CARLOS V.
ducir al lado de su hermano! Ah! por mas ele
vado que uno esté, siempre es preciso preveer i Tratamiento que yo mismo ignoraba i contra
temerlos caprichos del amo! el cual he debido protestar.... correspondía a mi
deber, a mi honor, acojer las quejas con que ella
ESCENA II. hubiera asordado a todas, las cortes de Europa,
CARLOS V, GATTINARA. quejas que valia mas escuchar.... entre nosotros...
en el consejo —
i:
po entero de San Pacomio, que está colocado ¿Luego ella habló en el consejo?
sobre el ángulo a la derecha, entra por la tapi CARLOS v.
cería. Carlos V pasa por él caminando lenta un calor, una elocuencia
¡I con una habilidad,
mente i se detiene detras de Gattinara a
quien que tú jamas te la hubieras esperado.... ni yo tam
escucha.
poco. ¡Por Santiago! ha defendido la libertad de
GATTINARA. su hermano i la paz con la Francia, de modo. que
ticipando de aquel jeneroso entusiasmo, a prome Porque ella me lo pidió, escribí al provincial de
ter una deliberación decisiva los dominicanos para que me enviase un fraile de
para la próxima se
sión del consejo, que yo me guardaré bien de su orden.
reunir. CARLOS v.
GATTINARA. I dos si se necesitan... nada omitas.
¡Eso sí! GATTINARA
peligro del rei.. por mí mismo.... Adiós, adiós! (Sale por el cua
GATTINARA. dro de San Pacomio que se cierra tras él.)
El peligro es efectivo. gattinara, solo i mirando al cuadro que se ciei-ra.
CARLOS V.
Oh bienaventurado San Pacomio!... puede suce
Tu eres víctima de un ardid! der que yo también te invoque!...
GATTINARA.
H. de Irisariu.
V. M. se engaña!.... Cuando la princesa llegó
aquí conmigo, lanzóse al cuarto de su hermano.... {Continuará).
estaba pálido i sin conocimiento no respondía
ni a sus gritos ni a sus lágrimas ni a sus caricias;
entró ella entonces en una desesperación que hu L,uz i calor.
biera conmovido a su mas cruel enemigo
CARLOS v.
Empieza el alba a despuntar medrosa
¿Con que es cierto? Tiñendo de arreboles el oriente,
GATTINARA.
La oscuridad se aparta silenciosa,
Elgobernador de la torre os dirá que el rei no
La atmósfera se vuelve transparente,
puede estar peor,
CARLOS v.
Color i forma imprime en toda cosa
¿Pues qué tiene? La luz que se propaga en el ambiente,
GATTINARA. I desgarrando de una nube el velo
No se sabe. el confín del cielo.
El sol irradia en
CARLOS V.
GATTINARA.
En los rayos del dia disipada,
Los ha rechazado. I ese sol que a la tierra entumecida
CARLOS v. Lanza fecunda, cálida mirada:
¡Era preciso hacerle vivir por fuerzal
Albores de la infancia son aquellos,
CATTINARA.
Estos de ardiente juventud destellos.
¿Porque el rei lo manda?
CARLOS v.
rir, ¡lindo mérito.... que si así fuera ¿quién podría La humana juventud brilla naciente,
desbaratar ese complot? Inunda en clara luz la intelijencia,
GATTINARA. En grato ardor el corazón latiente,
una sola persona, i esa por desgracia es Mar Luz i calor derrama en la conciencia,
garita. Fuego de aspiración dentro la mente,
CARLOS v.
hasta que haya hecho ese servicio. La virtud, la verdad i los amores.
120 LA SEMANA. Julio 9.
Mil voces pueblan las etéreas salas, 1 tunería, simas menos espiritual. Hai
dijestiva,
—
Visiones mil divagaD por el cielo muchos que notan un parecido sorprendente en
Leves batiendo sus doradas alas, tre los fiscales i los traidores de comedia, i por
Flotau al viento en Licesante vuelo cierto que en ocasiones se parecen como dos cara
Pendones mil i deslumbrantes galas, neros do la casta Gallaway, que, como sabéis, no
Ese calor se estinguirá, Dios mió, lores permutables. Por lo demás; unos i otros a-
1 en cenizas el fuego que ahora arde la par hacen abundante consumo de eslratéjia i'
Será mi crepúsculo sombrio!
ser
diplomacia en el ejercicio de su filantrópica pro
¡Haz que instante desgraciado tarde
ese fesión i la victoria el fallo de varia for~
piden a su
I mi espíritu pueda, en su alto brio, tuna. Galanes hai mas arteros i maravillosos que
Alumbrar con tu luz el pensamiento, el enamorado Padre Jove, trasmutado sucesiva
Rañar en tu calor el sentimiento! mente en sátiro illuvia de oro, en toro i en<
en
mina —
Santiago.
capitales aquellos que se cometen hablando. En
nuestra especie, losuipios son tan frecuentes co
■
La multiplicada variedad de profesiones mas o mo los tontos, frases sin sentido que solo sirven pa
menos honestas que se fracciona la especie hu
en ra llenar la medida en las estrofas de la poesía ra
mana, mas es nominal que positiva. Se ha con cional. Los ripios se ostentan en todas partes i
venido llamar por nombres distintos a perso
en acompañan al hombre desde la cuna hasta la hue
nas que ejercen oficios mui semejantes, i esto es sa. Las orejas de un sordo, la lengua de un mudo,
todo. Así es que jeneralmente se cree, a pesar la conciencia de los hombres de estado, la bibüor-
de losengaños de la nomenclatura, que los sol teca de- ciertos eruditos, la cabeza de algunos jene-
dados i los médicos desempeñan una comisión aná rales, la libertad de muchos pueblos, constituyen
loga cerca de la humanidad. doliente :. los hijos de otros tontos ripios del gusto mas detestable. Hai.
Galeno alivian de sus achaques al hombre indivi quien pretende que tas crinolinas tampoco son
dual i los ejércitos al hombre colectivo llamado mas que un ripio.. Error lastimoso!' Los ampulosos
nación. No es menos común la opinión que iden miriñaques son el. símbolo de nuestro orgullo na
tifica a los poetas con los devotos : éstos con el cional:, henchido deaíreí se arrastra por el suelo
salterio, aquellos con- la lira, salmodian obstina esperando el gaz bienhechor que tarde o tempra
damente en honor de la Musa o de algún santo, mi no ha de elevarlo a las rejiones de la luz. ¡I habrá
i \ivendel frugal alimento que propor todavía necios que maldigan de las crinolinas!'
lagroso
ciona a los unos la inspiración de la fé i a los Pero, comenzaba a deciros que esta semana ha-
otros b. fé de la inspiración. que tam-
—
Verdad es ¡ hia sido víctima del azote de una plaga, lo que en
i devotos avezados a una clo- verdad no es estrictamcnle exacto, atendido que
■
empero, puede sorprender cuando se sabe que Han quedado tan solo las cenizas de aquel in
hasta las personas de bien han cometido esta se cendio : —
una oración parlamentaria mutilada i
mana el crimen de hurto. Se cuenta a este transformada eu el patrón de unas mangas femc-
respec
te una ocurrencia que ha estado a
punto de ser
desastrosa:
Se bailaba hace dos noches en casa de la se
•amiga suya habia mandado a pedirla el molde de reeordó entonces que no habia saludado todavía
las mangas adoptadas últimamente. No hallando a Jertrudis. Acercóse
a a ella, quien a poco rato
mano papel en
que cortarlo, fué en busca de él a observó con intención:
las habitaciones de su marido i, como ya sospe Cuánto me. gustan los cabellos rubios!... I
—
cháis, inmoló la elocuencia a las tijeras. qué bien sabe Adela llevar los suyos!.... No es Vd.
Poco tardó Z... en adivinar la culpabilidad de de mi Alcibíades?
opinión,
su mujer, traicionada por su visible embarazo i la —
Si Vd. los tuviese adoraría cuellos; pero
.- 428 LA SEMANA. Julio 9.
—
Pero como no los tengo en sus varios círculos todos se ocupan de algo i
—
Adoro los cabellos negros.
en encuentran el medio de pasar el tiempo con mas o
—
Por Dios! qué mal gusto el de Vd.! menos amenidad.
—No piensan así los que saben Las niñas sueñan sonriéndose.
—
Que vano so casa Vd. conmigo. Los jóvenes fuman soñando.
—
Como! Los hombres maduros hablan pensando.
No permitió decir mas a Alcibíades un joven ca Los viejos recuerdan hablando.
ballero que, ofreciendo a este tiempo su brazo a Las viudas lloran riéndose.
Jertrudis, se lanzó con ella en los rítmicos jiros Los casados i las casadas menester seria,
de una mazurka. para saberlo, conocer la fecha del contrato matri
monial.
A. la mañana siguiente, Jertrudis escribia a una
Domingo Arteaga Alemparte.
amiga pidiéndole el romance de Saint-Pierre:
Pablo i Virjinía; i Alcibíades iba a tomar un ba
ño tibio a casa de Bouquet. A nuestros sMScriptores.
Ya lo veis robo i criminal
principal anhelo al
: un nuevo un nuevo
Gomo nuestro
femenino. Adela habia hurtado un matrimonio.
emprender la publicación de La Sema
La denegación de la Cámara de Diputados a la na ha sido darle toda la variedad, ame
ra vencer
cader.
ra se nos han opuesto para la ilustra
—
Diez mil, —
contestóle sin vacilar el compra
ción de nuestro periódico. Una vez —
lo realizar un poco de
que que se pudo con
mer término a esos dos ajentes de la Inmo Los innovadores son los únicos culpables.
vilidad, a esos dos caballeros del pasado Si un gobierno tiene que echar mano para
gritando a la sociedad: —
detente! atrave mantenerse, como de su solo sosten, de la
sando mil obstáculos en su camino. fuerza bruta, Culpa es de los innovadores.
—
Cada
traspié que dá una sociedad es la Error i ealumnia!
obra casi esclusiva de los cobardes i los Esas turbas que se entregan al pillaje,
incrédulos. carecen de moralidad.
Las sociedades han nacido para marchar Esos soldados que se insubordinan, se
Fuerza, fuerza i siempre fuerza! ha de suceder sucede, sin que sea parte
¿Cuál de estos dos sistemas está llamado para estorbarlo la compresión con todos
a obrar el bien i la felicidad?
El que coar —
sus recursos.
conocimiento de las leyes del desenvolvi a inferir un ultraje a las leyes del desenvol
miento humano, de la negación del progreso. vimiento humano. ■:. ; ? :¡ ■
.-.
El siglo XIX es una prueba palpitante de No es otra cosa lo que con sobrada fre
lo que asentamos. Todas las revoluciones cuencia sucede en las sociedades hispano-
por que va pasando i le quedan aun por american as.
soportar, tienen su razón de ser, son los Unos tratan de detenerlo, de inmovilizar
lejítimos enjendros de esa negación. lo todo:
Si Carlos X retira sus ordenanzas sobre la Otros tratan de que todo marche a rienda
prensa, si Luis Felipe nombra un ministerio tendida. ■ -••
•
de sangre, i sin embargo el progreso se obra; estudiar la sociedad sobre que venían a pro
i sin embargo se realiza una inmensa re ducir el bien, rompieron desde el primer dia
volución! lanzas con ella. En vez de enseñarla a mar
Lo que decimos de la Francia puede de char i de decirle: caminemos, le ordena
—
Para mantener una vida en constante puedo mas! aquí me detengo! se la obli
con las leyes sociales ha sido nece gaba a ir adelante: se la tiranizaba; para
pugna
sario emplear la coacción, echar mano de la obrar el bien «es verdad, pero se la tirani
fuerza. Se ha hecho de la tuerza un poder zaba!
cuando no debia ser i no es mas que un ájente. Por eso, si nos queremos ver libres de
toda tiranía, tanto en bien como en
Todo pecado trae su penitencia: la América mal,
española está purgando su culpa. huyamos de la cobardía, la incredulidad i la
de las exajeracion, demos plaza al progreso.
Si se quiere romper con la era
Julio 16. LA SEMANA. 131
i alzaba por casualidad la vista, encontraba la Hace pocos dias noté en su correspondencia
mirada de mi hermano fija sobre nosotros, una tristeza que rayaba en reserva, i conjurán
brillando con ese fulgor sombrío, que me dola, en nombre de sus juramentos, a que me
mostró al querer hacerle la confidencia de hiciese saber la causa de aquel cambio, me con
mi amor. fesó que Antonio la había declarado su amor i-
Varias semanas pasaron de este modo. habládola de mí con menosprecio i desden.
Paulina habia notado también la estraña espre Luego después, me anunció que mi hermano
sión de Antonio, que casi nunca la dirijia la se había retirado de su casa, cuando ella le
palabra: esa espresión, me decía a veces, la había dicho que me amaba, jurando que nun
causaba un indecible terror. ca me
pertenecería. Este juramento, me decía
Por otra parte, en nuestro amor, tras los Paulina, fue hecho con una espresión de rabia,
juramentos vinieron los proyectos: entre estos que a todas horas se presentaba a su memoria
se deslizó la palabra matrimonio, como el recuerdo de una pasadilla horrorosa-.
que nunca
me había atrevido a Desde aquel día nuestros disgustos i renci
pronunciar, i que Paulina
acojió con un placer franco i sincero que me llas con Antonio han sido cada vez mas agrias
probó la realidad de su amor. Venciendo la i frecuentes, hasta el punto de no vernos nun
timidez que me inspiraba mi pobreza i la gran ca, sino a la hora de almorzar i comer en-
fortuna del padre de Paulina, me dirijí resuel presencia de mi madre.
tamente a él i le impase de nuestro amor i Pero hace tres días, este jénero de vida
mis proyectos, solicitando la mano de su hija. cercado de contrariedades i pesares domés
La respuesta que obtuve, fué también de una ticos, sin mas placer que lascarías de Paulina
íranqueza desesperante : i la esperanza de verla, ha cambiado repenti
—
Amigo, me dijo este hombre, haciéndome namente. Paulina me anunció que su padre,
bajar la vista con la insolencia cíe sn mirada, i sintiéndose enfermo, acababa de arrendar la
mi hija aunque será rica no lo es todavía, por '■
hacienda i que había ordenado hacer los
consiguiente necesita un marido de fortuna :
aprestos para marcharse a Santiago. Bien
para no descender de la posición que por mi pensarás que ese golpe inesperado fué para
trabajo la he dado. La hijuela que Vds. culti j mí terrible: la idea de perder a- Paulina, hizo
van, apenas daría para comer a uno solo i i cruzar por mi cerebro mil siniestros proyectos,
mucho menos a su madre de Vd. , a su hermano, | en los que imperaba el mas profundo despre-
i a la familia que V. tendría. Siga un buen ! ció de la vida. Parecíame que en Paulina todos
consejo, que le doi por amistad: no piense en mis afectos se habían concentrado i sentía que
casarse hasta que no sea rico. perderla, era el principio de una agonía atroz
Ante la fría lójica de aquella redonda nega- i
que en breve cortaría mi vida.
132 LA SEMANA. Julio 16.
Mi respuesta a la carta de Paulina fué —¿Si? i sobre qué? contestó Antonio, como
naturalmente en ese sentido: en ella apuré los sacudiendo alguna idea que paréete domi
colores mas sombríos de mi desesperación, narlo.
sin ocultarla mis fatales presentimientos, ni —
Sobre varias cosas, replicó Emilio, que
las probabilidades de que pudieran realizarse. pueden reasumirse en una sola: desearía ver
Paulina me escribió entregada a la mas deses en sus relaciones con Pablo ese amor de herma
nuestra fuga estáconvenidapara mañana en la tiernos sentimientos, que solo podían endulzar
noche. la soledad a que me lie visto condenado desde
el mi infancia. Ahora ya es tarde. He querido
—
¿I qué
resolverme a todo, menos a dejarla partir, también a Pablo; ya vé Vd. que entre nosotros
Pero tienes que abandonar a tu madre.
— toda reconciliación es imposible, porque yo
Será por poco tiempo; cuando me haya
-— también amo a Paulina i he jurado que si no
casado volveré con Paulina. llega a ser mía no será de nadie. ¡Alguna vez
—¿I su padre? siquiera me he de dar el placer de realizar
mi deseo!
—¡Queme importa! El arreglará sus cálcu hablar coa
los como pueda i sufrirá las consecuencias de Antonio, que habia principiado a
sonas que hablan preocupadas de ideas dis lio, prueba solo que Vds. no se han entendido
tintas a las que van emitiendo con distrac hasta ahora, pero que pueden amarse ....
ción.
—
cualquie
ra, irás conmigo. dicho se hallaba la puerta que daba entrada a
—
dirijiéndose detras de la casa, en donde habia pia, lo vio detenerse algunos instantes i per
tres caballos ensillados, derse después tras de la puerta, que se abrió i
que un hombre suje
taba por las riendas. cerró sin hacer el menor ruido.
—
Bien está, déjanos los caballos, dijo Pa En esa espectativa trascurrieron diez mi
blo a este hombre. nutos, durante los cuales Emilio sintió pal
Los dos jóvenes montaron i tomando Pablo pitar su corazón i llenársele el espíritu de mil
la brida del tercer caballo, se pusieron a galo funestos presentimientos. A cada instante
par con dirección a la casa que habitaba Pau creía oir ruido de voces en el interior de la
lina. casa i el lejano
mujido de las vacas resonaba
en sus oidos como el lamento de una voz aho
VIH.
gada por el dolor.
Eran ya las dos de la mañana. —
Si lo sorprenden, se decía temblando,
La noche, sin ser de luna, tenia bastante tendría talvez que habérselas con los criados
claridad para distinguir los objetos a una dis de la casa, que lo tomarán por un ladrón.
tancia considerable. Entretanto sus ojos se fijaban obstinada
El silencio de los campos era profundo i so mente sobre la puerta, mientras esta reflexión
lo interrumpido de cuando en cuando, por tomaba .cada vez mas alarmantes proporciones.
el lejano mujido de los toros, que los ecos de Su vista, acostumbrada ya a la oscuridad,
los montes repetían. divisó por fin abrirse la puerta i aparecer un
Por lo demás, todos los ruidos nocturnos bulto que, proyectándose sobre ella, podía
que se oyen en los campos en las primeras apenas distinguirse. Pero el bulto continuó
horas de la noche habían cesado ya, dando avanzando haciaéliempezóa dibujarse mejor,
lugar a ese silencio solemne que predispone a medida
que se aproximaba. En la mitad de
el ánimo a la superstición i a los temores. la distancia, Emilio percibió distintamente dos
Los dos jóvenes galoparon durante un cuar personas: un hombre i una mujer.
to de hora sin dirijirse la palabra: ambos iban Entonces sintió desvanecerse, como por en
engolfados en sus propias meditaciones, que canto, sus temores i dilatársele el pecho con la
la calma de aquella hora favorecía. Al cabo vuelta de la tranquilidad. Pero no bien esperi-
de este tiempo, Pablo pasó del galope al trote mentaba esta consoladora sensación, cuando
i de este al paso poco después. Emilio dismi resonó en el aire el estampido de un tiro i sus
nuyó también la velocidad de su marcha, en ojos, que seguían el movimiento de las dos
la misma proporción que su primo. personas que avanzaban, vieron caerá una de
"-Ya vamcs a llegar, dijo Pablo rompiendo ellas i oyó un jemido que fué a confundirse en
el silencio, i es preciso caminar mas despacio los cerros con los ecos de la detonación.
para que el ruido no llame la atención de los
IX.
inquilinos que viven en los alrededores de
las casas con sus pandillas de perros, los que Emilio se lanzó del puesto que ocupaba i
esparcirían la alarma a mas de una legua a corrió cuan lijero le fué posible, hasta el punto
la redonda. en que uno de las dos personas acababa de
Ambos se detuvieron después de estas pala caer: Pablo se hallaba sin sentido en el suelo
bras. Hallábanse delante de una de esas ta i una mujer joven i bella hacía esfuerzos para
pias bajas de adobones, tan pintorescas en los sostenerlo.
campos por Jas hendiduras que a guisa de Emilio, sin decir una palabra, se puso a re
troneras se dejan al construirlas i por las conocer el cuerpo de su
primo: la bala habia
cuales pasan sus ramas caprichosas, el quilo i pasado a algunas líneas sobre la sien izquier
otras silvestres enredaderas. da, abriendo una herida que la sangre hacia
Allí los dos jóvenes echaron pié a tierra i parecer mas grave. —
Señorita, dijo a la niña
Pablo se alzó apoyando un pié en una de las que fijaba en él sus ojos llenos de inquietud,
hendiduras de la pared. Delante de su vista yo lie venid 3 con Pablo i me hallaba espe-
*34 LA SE Julio 16.
__^
rándolo cuando he sentido el tiro i lo he visto del caballo habian aumentado, lo privaba cas
caer: soi su de todo movimiento.
primo.
—
El me lo venia diciendo, contestó ella; Emilio i Paulina ayudaron al joven i lo
pero que haremos por Dios! ¿cree Vd. que la condujeron a su cuarto. Luego Emilio se diri
herida sea de gravedad? jió a la habitación de Antonio, después de
Imposible ine será decirlo ahora; pero es despertar a doña Manuela i de ponerla al co
—
preciso que Vd. vuelva a su casa antes que rriente de lo que sucedía.
noten su ausencia: de otro modo Vd. i él se La madre de los jóvenes llegó al cuarto de
pierden para siempre. Pablo un instante después i encontró a Pau
—
No, dijo la niña con resolución,
yo no lina que sostenia entre sus brazos la cabeza
puedo abandonarlo así. de su hijo. Después de darla las gracias con
—
En nombre de él- i de su amor; vuélvase lágrimas en los ojos, sepusieron ambas alavar
Vd. yo voi a conducirlo a su casa i la tendré i vendar cuidadosamente la herida. Hecho
a Vd. al corriente de su salud: si Vd. se esto se arrojaron en brazos la una de la ol^a i
queda, todo se descubre i están perdidos. confundieron sus lágrimas i sus ahogados
—
No importa, dijo ella, ya he resuelto sa suspiros, como si se hubiesen amado desde
lir de mi casa, i si pensaba seguirlo estando largo tiempo.
bueno, con mas razón lo haré ahora que su Doña Manuela, viendo que Pablo parecia
vida se halla en peligro. haberse dormido, se puso a contemplar coro
Emilio inclinó la cabeza ante aquella enér- curiosidad i cariño a aquella niña por la que
jica resolución i pasando sus brazos bajo el su hijo se hallaba al borde de la tumba.
cuerpo de Pablo, se enderezó con él i anduvo Paulina era una hermosa joven de diez i
hasta la tapia, en donde momentos antes lo ocho años, de regular estatura i facciones de
esperaba. una irreprochable delicadeza. En toda su
Allí el herido alzó la cabeza i fijó la vista persona brillaba ese aire de perfecta salud
sobre Paulina i su primo. que añade brillo i frescura a los ojos i al sem
—
¿Vd. no está herida?, dijo tomando las blante de la mujer, i su cuerpo, sin perder
manos de la niña. nada de su aristocrática elegancia cou urea
—
No, respondió esta, cuyo rostro se halla moderada gordura, hacia resaltar la gracia
ba bañado en lágrimas ¿qué siente V? i perfección de sus artísticas ondulaciones. Su
—
-Creo que la bala solo me ha rozado la rostro, tenia la dulce palidez del sentimiento
cabeza, dijo Pablo llevando una de sus manos i sus ojos pardos, animados por los resplando
a la herida; esto no será nada. res de un amor vivamente sentido, la presta
•— Pero me parece que lo mas prudente es ban un encanto indecible. Por un gracioso
dirijirnos a casa de tu madrj, dijo Emilio, i movimiento, maquinal en ella, alzaba sus se
que esta señorita vuelva a la suya antes que dosos cabellos cuándo cubrían la parte supe
hayan notado su ausencia. rior de su frente, dejándola asi despejada i-
—
Tienes razón, elijo Pablo, a menos que majestuosa con su franca pureza.
ella quiera ponerse bajo la protección de mi Doña Manuela hizo todas estas observacio
madre. nes de un solo golpe de vista i sintió una es
—
Mi resolución está tomada dijo Paulina, pecie de maternal orgullo al contemplar la
yo iré a donde Vd. vaya. belleza de la niña, que arrostraba por su hijo
Pablo estrechó con amor las manos de su querido los fallos severos de la sociedad i
querida por toda respuesta. acaso la cólera i maldición de strs padres.
—
Entonces, dijo Emilio, vamos pasando. —•¿I a qué han atribuido Vds. esta desgra
la tapia i a caballo, el tiempo urje, pues ese cia? dijo dirijiéndose a Paulina, que seguía
maldito tiro ha despertado todos los perros con inquieta solicitud la febril respiración del
de esta hacienda i creo notar en la casa un herido.
movimiento de luces, que manifiesta que se —
Pablo ha dicho que deben ser algunos -la
han puesto en movimiento los que la habitan. drones de los que no faltan en estos campo» i
Hasta entonces aquellas tres personas pa que tiraron creyendo sin duda que estábamos
recían querer evitar la conversación sobre el solos i han huido cuando han visto a su
orijen del tiro. primo. Pero la herida no es grave, añadió
Pablo, entre tanto, recobraba todas sus fuer con los
ojos llenos de lágrimas.
zas, porque después de pasar la tapia insistió —
pueblo. Ambos entraron al cuarto del enfer algunos instantes de muda contemplación, des
mo, después que doña Manuela i Paulina sa pués de echar sobre Paulina i su madre una
lieron, dejando a Emilio en la habitación. mirada de indefinible tristeza.
Antonio se acercó con el médico i éste des -
Media hora después, el encargado de llevar
pues de reconocer la herida, escribió una re la carta al padre de Paulina, volvió trayéndola
ceta i pidió un cuarto para retirarse. la siguiente lacónica contestación.
—
¿Qué piensa yd. del enfermo? le pregnn- «El paso que has dado te perjudica a tí úni
tó Emilio. camente, pues desde ahora quedas privada
—
La herida no es de mucha gravedad, de toda herencia.»
pero la fiebre puede hacerla mui seria, con- Palabras que retratan perfectamente el ca
íestó el médico. rácter del hombre que ha refundido todos los
Cuando Emilio i Antonio quedaron solos, sentimientos humanos en uno solo : la avaricia.
se arrojó a los pies del lecho de Pablo i pro Paulina pasó la carta sonriéndose a Da Ma
rrumpió en sollozos desesperados. nuela i estrechó con amor las manos de Pablo,
—
Cálmate, le dijo Emilio, arrepintiéndose fuera de aquella pieza por un sil viente de la
ante aquel violento dolor, de haber juzgado casa, le entregaba una carta:
temerariamente de Antonio; cálmate, este no El señor don Antonio, dijo el criado, me
—
Los placeres de Santiago. pió fulgor, al mezclar sus rayos con los veci
nos resplandores de la que el espacio le dis
ESTUDIO DE COSTUMBRE. puta.
En esa mezcla de etereojéneas nacionalida
Diójenes, buscandohombre con su fa
a su des que han venido formando el carácter san
mosa linterna, habria ciertamente fracasado
tiaguino, han ido escollando uno a uno los
en su intento si se hubiese echado a buscar, intentos de los qué han querido, con laudable
no nn hombre, sino un solo entusiasmo, dar mas vida i espansion a este
placer, algo que
se
parezca a un pasatiempo, siquiera, en nues cuerpo sui jeneris llamado sociedad de San
tra soñolienta cuanto apática capital. En San tiago: el tal cuerpo se ha sacudido un instante
tiago, el clima que tan benigno se muestra con i ha vuelto a caer en el letargo sin fin de su
sus buenos habitantes, es de mortífera influen acostumbrada indiferencia.
cia para todo lo que semeje a una diversión. De aquí, por consiguiente, las causas qué
Aquí la ópera, los bailes, los paseos i cuanto hacen que nuestra sociabilidad se encuentre
contribuye a formar las delicias de la vida reducida, en último término, a los estrechos
civilizada, son plantas exóticas que ningún es límites de las visitas i de éstas, la mayor par
fuerzo consigue aclimatar o como esas má te de cumplo i miento, como decia el caste
quinas que la moderna agricultura, con tan llano viejo de Fígaro.
buen éxito emplea en Europa i que, introdu Una familia manda poner el coche (en San
cidas en nuestro bendito suelo, se deterioran tiago todas tienen coche, porque todo otro an
e inutilizan al cabo de muí corto servicio. Lo dar es andar a gatas, según el parecer de San
que dura por acá son los bostezos, porque cho). La familia se dírije a casa de la Fulana
nadie los da cortos; los frios i los calores son i llega después de atravesar nuestras calles,
también de larga duración; duran las antipa calculadas admirablemente para el lucro dé
tías i los odios, las esperanzas, porque rara los carroceros i la mortificación de todos los
vez se cumplen i los pleitos, en fin, que
gozan demás. En el medio del patio, sé encuentra
de una proverbial lonjevidad. Cualquiera di con un criado de
cualquier sexo, al que se dí
ría que la proximidad de los Andes nos aplas rije la pregunta siguiente: ¿Está laFulanita?
—
ta, apagando el hielo de sus nieves perennes, El doméstico, mira, titubea i acaba por res
ese calor vital que en otros pueblos hace a las ponder:
jentes mas espansivas i joviales. —
No sé, señorita, iré a ver,
El santiaguino, sin tener nada de oriental, I penetrando al interior, introduce la con
remos déla inculta, por que esavive como tal, I esto diciendo, desbándanse las niñas qué
i peculiaridades asustan mas que intere
sus la acompañan, porque aun no se han peinado,
san, al corre la criada a abrir la puerta i doña Fula
que se pica de .observador.
na sale arreglándose su desaliñado traje.
Principia el año en verano i entonces hace
demasiado calor para divertirse; llega la cua —
Ai hijita, dice a las recien llegadas, me
resma i necesario rezar i ajusfar las cuen
es han pillado sin vestirme, las niñas tienen la
tas atrasadas; viene el invierno i el frió hace culpa, que se les puso sacar unos moldes i me
cerrar las puertas de las casas, i así da vuelta han tenido hasta ahora.
el año i dan vuelta los proyectos lejislativos i --¿Qué moldes? Como está don Fulano i
municipales, quedando muchos de ellos pen tus niños.
dientes, como esperanza de minero, i dan vuel —
Todos buenos, hijita. Son unos moldes de
ta las modas, las golondrinas i todo lo que una chaqueta de la Clarita Q.
al reunirse en Chüe, han perdido muchas de j Si no puedo llegar tarde a casa, por que
—
sus peculiares ventajas, como dos luces de de otro modo la cocinera nos deja sin comer,
¡
'
su amo en un aprieto.
manden poner rejas, añade una de las seño —
No importa, replica obstinada la señora,
ras, repitiendo como descubrimiento de su es mui caro; mira, Dominguita, añade diri-
■cosecha, lo que nos han dicho ya las pasadas jiéndose a una de las hijas ¿a cómo se lo dieron
a la
jeneraciones. Pepita en la otra tienda?
De paso advertiremos aquí que esta con Pero Dominguita no atina con la respuesta,
versación tenia lugar antes de la reciente por que se ha lanzado a vogar en el rio Tierno
aprobación de la ordenanza municipal, que de amorosa memoria.
tiende a atajar los tacos i con ellos los males I como son tan pocas las madres que re
que acarrean. cuerdan la viveza que los ojos i las pasiones
Después de este aforismo sobre las rejas tienen a la edad de Dominguita, la señora
las visitas se despiden por fin, para continuar vuelve a su discusión diciendo:
de este modo tan locas diversiones i las de la —
que recordé que en nuestra tierra hai un ho munican un nuevo hielo que el termómetro no
rror instintivo a la tontera, parecido al que marca; i, por fin, en un salón contiguo juga
todo hombre pobre tiene por el aumento de la ban malilla los padres de familia i los que han
familia. dado ya valerosamente su dimisión de Love-
Bien nos fijamos al decir que en los paseos laces. El aspecto de la tertulia era en jeneral
por el Portal los enamorados solo pueden ha animado i me hacia pensar que son de esta
llar algo de recreativo, i ai hablar aquí de ena clase los únicos pasatiempos que nos quedan
morados, especie talvez la mas variada del en Santiago; porque, si bien la señora niani-
18
133 LA SEMANA. Julio' 16.
festaba cierto sospechoso saludo que la
con recordar las peripecias de su destino i al dis
cuestión de temperatura no alcanzaba ,1 des-ve currir principalmente sobre una cuestión como
lada completamente, a lo menos, como la de su proceso en que se jugaban su vida o
dicen,
mataba la noche, i no mata el
tiempo quien su muerte.
quiere sino quien puede, lo que bien pensado Pero, por vaga que fuese en algunos mo
no e3
poco, ya que el tiempo a tantos mata ia mentos sumirarla i por mas que su palabra-
alegría. Por otra parte las niñas amenizaban pareciese de vez en cuando indiferente, el he
con sus risas, los intervalos en que la conver cho es que, al ver o escuchar a este hoinb''S*
sación se cortaba, i en todo reinaba ese aire
cualquiera se habria sentido vivamente: im
de felicidad que ciertos pintores flamencos presionado, porque en su jesto i sus ideas,
dan a sus cuadros de interior. en sus movimientos i su estilo se reco*
Di súbito ss alza en la vecina pieza un rui nocia al instante ese poder misterioso de
do atronador de voces, que en esGala ascen las almas superiores, ese encanto que nos
dente, iba alcanzando a los mas estrepitosos hace interesarnos por todo cuanto les concier
sonidos que al gaznate humano le es dado ne, ese ascendiente que no puede esplicarse,
producir. Lo ¡distintos tonos que se mezclaban pero que se siente i que subyuga a los seres
a la vez formando
aquel concierto descomunal, de corazón.
paralizaron las conversaciones de nuestro sa Así como los p'ijaros jimen aterrorizados i
lón i llevaron hacia el de la malilla todas las sin embargo no pueden huir de la serpiente
miradas. que los atrae con su aliento, o bien como el
—
Válgame Dios, dijo la señora, ya están gavilán que perturba i envuelve en sus círcu
disputando de política. los májicos a las palomas débiles, así debió ser
—
I sobre qué lei disputan, pregunté auno para sus relaciones queridas la mirada de este
que parecía salir, huyendo de tan poco parla hombre, porque habia en ella algo de irresis
mentaria discusión. tible para toda persona a quien él quisiese in
—
pensé para mis adentros, sin duda que la dis chanza contra la grandeza o el infortunio, la
puta remeda perfectamente el ruido de la ba malevolencia o la injusticia de los hombres.
talla; pero mucho me temo que tratada de ese Sus grandes ojos negros movíanse rápidos
modo la cuestión política, acabe con la poca como su pensamiento, para quedar inmediata
sociabilidad que nos queda, como relujio úni mente inmóviles, como si el desden o la duda.
co de tan insípido pueblo. le privasen de cambiar su adusto ceño. Inves
I vi en efecto, al cabo de un cuarto de hora, tigando en sus facciones los instintos de su
que las visitas saliau huyendo de aquel pací alma, distinguíase fácilmente un aire de no->
fico salón convertido en campo de Agramante. bleza en su siniestra fisonomía, porque el vi
Vuelto a mi casa escribí lo que precede, cio i el crimen, debian ser ocasionales en su
echando a rodar el siguiente certificado que existencia i no habrían degradado aun su espí
nadie se negará a suscribir : Conste por el ritu altanero. El vulgo no percibe sino las ex
presente que en julio de 1859, Santiago es la terioridades de un culpable perseguido por la
ciudad mas estúpida del globo. desgracia o el remordimiento, pero un obser
vador sagaz, estamos seguros, habria recono
Julio de 1859.
cido a la primera vista en el hombre de que
Nadie. hablamos una alma de ilustre orijen.
No obstante, ¿de qué le servían esos dones
preciosos, una bella figura i uii carácter no
tl'sí ÍJOaíllciíla. ble, estilo i maneras insinuantes, talento e
ilustración poco comunes aun en los espíritus
Continuación. cultivados, cuando el crimen i la disipación
los habian manchado todos llegando hasta el
VIL
estremo de hacerlos inconocibles? Sin duda
Al terminar estas palabras con la unción i que no era una vil criatura aquella a quien
elocuencia que le eran naturales, Palacios el cielo los habia otorgado, i no obstante, ella
conmovido. no inspiraba en su situación sino terror al
pareció quedar profundamente
Los movimientos acompasados de su bella mayor número e interés i compasión a unos
cabeza i los rayos que lanzaban sus ojos, pocos. Así es como el viajero desdeña las rui
decían bien claro i sin que él lo asegurase, j nas de un pobre rancho que encuentra en su
cuánto impresionaba su espíritu el rudo con- i camino, mientras que los restos de un antiguo
i i sólido edificio, una piedra, una columna, un
traste que formaban su pasado su
presente.
Hablando de todo con entusiasmo i con una
'-
'
chapitel derruido imponen respeto a todo el
facilidad de elocución verdaderamente asom- que los mira en nombre de su primitiva belle
brío i sus pen za i
brosa, su estilo cobraba mas esplendor.
de lo que
samientos mavor fuerza al tratar
de Rosario, al ■■
Después de varias entrevistas con el reo clusión del proceso i en que se impusiese al
i pasadas las
pruebas, careos i confrontaciones reo cuanto antes un castigo tremendo i
ejem
de estilo, fué preciso
consagrarse a escribir su plar.
defensa. Su causa,
aunque grave, era clara
IX.
para todo el que quisiera juzgarla alta i desa
pasionadamente; pero las declaraciones de Pa Aunque el término fué angustiado, la defen
lacios le habian comprometido i sn crimen, sa no
pecó por fria ni diminuta. Las pruebas
confesado desde el principio paladinamente, indirectas, únicas posiblesensemejaiitecausa,
aparecía injustificable a los ojos de la lei i ro se rindieron en gran número. Todo cuanto
deado además de una muchedumbre de cir permitieron las circunstancias, otro tanto se
cunstancias agravantes i estañas. En el rejis- hizo por salvar la existencia del procesado, o
tro que se hizo de su
persona al momento de su al menos por librar su nombre del vilipendio i
aprehensión, el mismo entregó la daga que, con de la infamia. I al hacerlo así no servímos a
el hallazgo del cadáver i su reconocimiento pe la simpatía que nos inspiraba un hombre inte
ricial, vino a constituir el cuerpo de su delito; resante i desgraciado : servímos mas bien a
i luego, én una los dictados de la "razón i de la conveniencia
inquisición ulterior, se le en
contró sobre el corazón i
bajo la pechera de su pública: servímos a la causa del sentido co
camisa un medallón con el retrato de Rosario,
munique, entonces como ahora, nos hacia de
un
cadejo de su pelo i un curioso I lacónico sear
que se suprimiese de nuestro código
documento en que, después de jurarse un criminal la palabra castigo, pbr que revela
amor eterno impio, «ambos una idea inmoral de
pero se obligaban, parte déla sociedad, i que
ante Dios, contraer matrimonio el dia en cambio se sustituyese
por la palabra colec
a en que
uno i otro
pudieran ser libres.» ción, que sería mas filosófica i humana. Las
Aparte de esta especie de amuleto, cuya pasiones se dominan mas bien por la dulzura
sola posesión le bastaba i el amor que porelrigori la crueldad: por eso
para creerse feliz e
invencible, Palacios traía también consigo i la diabólica doctrina del Talion nuucaha hecho
pegados a su cuerpo dos cuadernos, uno de tantas conquistas para la moral como las sua
los cuales contenía en copia todas las cartas ves i caritativas máximas del
Evanjelio.
que él i Rosario se habian escrito durante el En efecto, no solo la filosofía sino que has
año feliz de sus amores, así como letrillas i ta el simple buen sentido basta
para no su
décimas, trovas, idilios i poesías eróticas ins poner la existencia de un crimen allí donde el
piradas por ella, siendo muchas de estas últi hombre que lo ejecuta no haya sido bajo todos
mas escritas con
lápiz mientras el procesado, aspectos intelijente i libre. Cuando no hai in
huyendo de las persecuciones de la autoridad, telijencia ni libertad moral, ya sea por caren
peregrinaba por los bosques de Aranco i cia absoluta o por enfermedad transitoria de
Concepción. Figuraban en el otro cuaderno, las facultades mentales, el crimen se reduce a
con todos sus
detalles, hasta los mas pequeños una desgracia
mayor o menor, cuya repetición
incidentes de la vida privada de entrambos,. debe la sociedad evitar a toda costa pero que
sus dulces i clandestinos
coloquios, sus secre en rigor no
puede justamente castigarse. Ni
tas entrevistas, los celos del furibundo marido el perro que muerde ni el niño
que mata son
i su mala conducta, las
quejas de la mujer, delincuentes: ambos cometen un mal, pero no
las protestas del amante i, en simia, todos ¡os cometen un crimen: la conciencia los absuelve,
incidentes i peripecias de ese drama que se aunque la razón i el ínteres social deban coar
abrió por un matrimonio sin inclinación, con tarles la facultad de causar en adelante iguales
tinuó por las visitas de amistad, se desarrolló daños.
mediante la licencia i el desenfreno de una Donde la voluntad no impera, no hai verda
mala vida conyugal i vino a terminar
por la dera responsabilidad. Por consiguiente, todo
muerte de ese infeliz, a
quien la justicia tra castigo es injusto para el demente o el idiota,
taba de vengar despachando a su asesino al i aun lo es para el hombre de razón
pero cuya
otro mundo como si con ello
pensase resus- intelijencia se encuentre cegada por pasiones
citar al occiso. absolutas e irresistibles. Enestecomoen
aque
Todas estas cosas i muchas otras que el vul llos la voluntad, en la mayor parte de los ac-
go repetía i adornaba con porción de acciden ! tos criminosos, no tiene fuerza bastante
para
tes fabulosos i raros, traían
predispuesto el sobreponerse a los deseos ; i parécenosquehai
ánimo del juez de la causa i hacíanle creer que ■
que, de lo contrario, el hombre será siempre instintos. Asi como centenares de chilenos han
arrebatado i demente i entonces sucumbirá no muerto con gloria en los campos de batalla
por quererlo, sino porque no puede dejar de reclinando su frente de héroes sobre el seno
querer lo que le aconsejen su naturaleza in de su patria agradecida, así un hombre como
culta o su espíritu depravado i pervertido, ya Palacios u otro de los muchos de su linaje,
que no perverso. dará su vida gustoso por haber salvado al
La primera de las prescripciones de la mo ídolo de su amor de los peligros i sufrimientos
ral que se haga siempre i en todas partes
es que amargaban su existencia. I su muerte
el bien. Sin embargo, no siempre hai crimen decretada por la justicia o la lei humana no
cuando se causa un mal, i asi es que no solo servirá ni siquiera de escarmiento para. los
no debe caer la pena sobre el que no sabe o no que se sintiesen tentados a imitarle, porque
puede hacer el bien, sino que tampoco debe los críme nes, en vez de atenuar, parece como
imponerse al que hace un mal pero sin desear que inflaman los instintos de destrucción in
hacerlo. Los seres dotados de intelijencia te herentes a la naturaleza del hombre no edu
nemos completo poder sobre muchos de nues cado.
tros actos; pero algunos hai que, apesar XI.
nuestro, se hallan solo sujetos a la lei de un El ejercicio, no hai una duda, refina i vigo
organismo desgraciado; i de ahí procede que, riza las pasiones i asi es que no pudiendo servir
muchas veces, el crimen no es mas que la ac de ejemplo, las ejecuciones capitales quedan re
ción de algún afecto a quien la razón no pudo ducidas, parala filosofía i el buen sentido, auna
reprimir, ya por debilidad, ya por ignorancia, simple venganza legal. Por eso la lei que castiga
ya por que los instintos de la materia fueron al asesino, (sea cual fuese, no siendo involunta
superiores a los deseos de la voluntad i a los rio) la lei cruel que lo castiga con la pena de
preceptos de la razón. muerte es tan irracional, como la
que autori
Nada hai mas vario que la acepción de la zase la devastación de un
pueblo por la sola
palabra crimen. Por eso es que el juez nunca razón de qne este pueblo hubiese caído en la
debe olvidarse de que no siempre existe un debilidad de destruir a otro pueblo.
crimen cuando se quebranta una lei, porque Con el cristianismo concluyó la idolatría i
hai leyes cuya observancia no pende muchas acabaron los Dioses; la república concluyó
veces de la voluntad del hombre, como hai con los Reyes; la civilización a su vez, no
otras tan inobservables que su sola existencia, dudamos, también acabará con el Verdugo. «I
en tiempos de ilustración i cultura, el orden, ha dicho un poeta, no por eso desapa
importa
una especie de criminalidad social. Mientras recerá con el verdugo. £1 crimen se mirará co
tanto, es un hecho incuestionable que el ver mo una enfermedad i ella tendrá sus médicos
dadero crimen solo existe cuando se hace que reemplazarán a la horca i al banquillo de
voluntariamente un mal; porque, dígaselo los ajusticiados. La libertad i la caridad se aso
que se solo la obra de la razón i la
quiera, ciarán para verter el bálsamo i el aceite allí
aquiescencia de la voluntad pueden revelar donde antes se aplicaban el hierro i el fuego.
la verdadera existencia del crimen. Donde Asi un gran mal se habrá remediado solo con
ellas no se encuentran, solo se advierte el mal curar
por medio de la caridad lo que antes se
i la necesidad de reprimirlo, pero la crimina curaba por la cólera.»
Julio 16. LA SEMANA. 144
ción haya sido ineficaz, opónganse a sus accio La madre selva esclama:
nes fuerzas impeditivas i El hombre obedeciendo a su capricho
después de prever el
crimen, trátese tan solo de evitarlo. No mas Por injusto baldón talvez me llama
ejecuciones capitales i mucho menos por cau- Inspiradora de pasión impura;
saspolíticas, aun cuando ellas se ejerciten con I juzga solamente
tra los reos a pretesto de homicidio u de incen Por aquello que mira esterionnente
dio voluntario. A los violentos hai que repri I jamás de lo interno se asegura.
mirlos, a los ignorantes que ilustrarlos, a los
enfermos que curarlos. Pero lo que importa, Vio se alzaba una rosa
sobretodo, es difundir i jeneralizar la educa I hallándola de espinas circundada,
ción, porque ella es la fuente principal de la La llamó pudorosa:
moderación i de la virtud, de la riqueza i del Hacia mí tendió luego su mirada
honor. Oiga estos votos el cielo i haga que I no viendo asperezas en mí el hombre,
Chile los realice cuanto antes! Los que ama Me dio distinto nombre:
mos de corazón el progreso social i los La virtud, la pureza siempre es suave,
que
tenemos fé en el adelantamiento providencial I-el mortal si lo sabe
de los pueblos, confiamos i esperamos! No la dá ni el respeto que merece
I acata lo contrario i la escarnece.»
A <í.
I su aroma purísimo esparcía
( Soneto. )
Díjola con ternura:
—
«No creyera en verdad que tan ingrata
¡Feliz quien puede contemplar tus ojos
Fueras tú, madre-selva, cuando el hombre
I a contigo respirar la brisa!
par
Varesa.
es politeísta i el bien monoteísta.
El conde Buol habia la cartera de rela
Pero mal de mi grado me veo comprometido en
dejado de la
una peligrosa ascención a las altas réjiones
ciones esteriores. —
El rei de Ñapóles habia
filosofía moral; el aire principia a ser rarefacto
muerto.
i yo también principio a temer por vuestra pacien
Todos los puertos de la confederación Jermá-
cia i mis pulmones. La cordura me aconseja
nica quedaban bloqueados por la escuadra fran
descender.
cesa, que habia capturado veinte i seis buques
Os decia que el ser animado no puede estar
austriacos.
sino bueno o malo. —
La tendencia de la creación a
La Francia estaba tranquila.
En reproducirse en sus diversas manifestaciones,
Inglaterra habian tenido lugar algunos mee-
hace que esta lei de los animales impere asimis
tings pidiendo la estricta neutralidad de esa na
blemente delicioso
secha de esta semana.
movimiento i la alegría. Como nada es mas fe
En dos condiciones diversas puede hallarse todo cundo en ingratos que la felicidad, no había uno
S2ranimado, incluso el racional llamado hombre, que no mirase con el mas compasivo desprecio
que vosotros i yo, benévolos lectores, tenemos el las reminiscencias de invierno que tenia a la vista:
honor de representar con nuestras respectivas el paraguas protector, los zapatos impermeables,
personalidades. Toda criatura que siente i se la discreta capa, el menchicoff tártaro, el scotch-
muévese halla sometida a una disyuntiva fatal: j man septentrional, i el execrable cache-nez, bozal
no puede estar sino buena o mala. Pero es digno poco gracioso adoptado por ambos sexos. Empero,
de observarse si posee el hombre muchos
que, esta usurpación primaveral no ha durado mas que
modos de estar n.a'o, no tiene mas que una ma cualquiera otra dicha, i mucho menos que cualquie
de estar bueno: no estar enfermo. Este carác ra usurpación. El frió i las nubes se han dado
nera prisa
a restablecer el orden de la estación, lo
ter de unidad esdusiva, que se manifiesta en la que no se
salud, es coman a todos les beneficios de que goza ha conseguido sin grave daño de la libertad indi
L creación animada i en particular nuestra espe vidual, entorpecida de nuevo en sus movimientos.
Juh'o 16. LA SEMANA. 141
No hai dada que el matrimonio órden-libertad es 1 ha hecho hasta ahora lastimosa
una
excepción
el peor avenido entre nosotros, favor suyo: le ha sido constantemente adversa.
que contamos tan en
tos matrimonios tan mal avenidos. No por eso desespera. Ha renunciado, es verdad,
Así pues, el carbón ha vuelto a arder en el bra a entender los Tristes de Ovidio en latín, pero
cero, la leña en las chimeneas, i nuestros mejores nó a
practicar las máximas de otro libro de este
círculos, describiendo en tomo de éstas la mitad clásico, que ha leido vertidas al romance. Se
de uno, se han puesto a conversar. La conversa halla la edad del hombre, los
en mas ambigua —
ción hoi en dia, absorve todos los ocios de nuestra diez i siete años, en que el bozo apunta, la voz
sociedad i constituye su pasatiempo esclusivo. Po cambia, la fisonomía se transforma, las preten
co o nada se hace, pero todo se conversa: política, siones la vanidad la
se hiperbolizan, preludia a
relijion, costumbres, moralidad, progreso, cien ambición, i la cordura aguarda los contrastes para
cias, artes, revoluciones, conspiraciones, lealtad, nacer. Casi no es niño i es casi joven. Pasa lista,
buena fé, justicia, todo eso se conversa en Santiago. de el i la
como es rigor, en colejio en guardia
Hai ademas unos cuantos corrillos, devorados de nacional i a veces lleva mas de un par de guantes,
un mezquino despecho, en que se prodigan ala no todos comprados en la Villa de París.
banzas en voz alta i falsete, i difamaciones En soiréeáe la tuvo el pre
en a una semana pasada
media voz. En ellos, comonatural, han ido a
es maturo galán motivo de ver a la señora **, casada
hacer su nido los necios i los cobardes; no es es no ha mucho, i celebrada hace tiempo por su be
treno de consiguiente afanen lleza i discreción. Yerla i
que se quitar a
en quedar prendido en la
los otros lo que ellos no
poseen: honradez i digni red de sus hechizos solo fué cuestión de algunos
dad. segundos. No tardó en hallar medio de bailar con
Por lo demás, los temas que con mayor frecuen ella i decirla que era adorable.
cia ha ejecutado la conversación de esta semana Dos dias después tuvo otra oportunidad para
son: decirla que habia soñado con ella. „
—
La libertad de la
Italia; en menoscabo del
— En una tercera ocasión se mostró mas esplícito
adajioque dice: la caridad bien ordenada, etc. e insinuante i,
por último, creyendo llegado el
La cortés amonestación que será posible nos
— momento propicio de decidir el combate, formuló
haga nuestra hermana mayor, la del Norte, por sus pretensiones i pidió una cita.
ciertos pecadillos recientes. La señora **, que hasta entonces no habia
Un futuro concierto en el Teatro creído en la seria intención de tan tierna galante
Municipal,
—
en que la filantropía femenina cantará con entu ría, pudo asi desengañarse i quiso pagar en ma
tuvo que entregar al prisionero, sin que llegase a inútiles i las orejas molestosas.
dar cima a su obra. En tan larga velada no habia Ya podéis calcular que llegamos a los Linderos
atinado a formar sino cuatro carreras, que no sin gastar mucho tiempo, pero acaso no sospe
hacian, eu verdad, mucho honor a sus disposicio cháis que el regreso no se efectuó así como quie
ra. La locomotiva, 'mal avenida con los rieles,
tuvo
nes fabriles.
una veleidad de dos horas, en que se negaba a
hable de la abrazarse con ellos. La desabrida monotonía del
Pero ya es tiempo de que os
el progreso
de esta se halló de esta suerte interrumpida por un
novedad mas positiva semana: paseo
reciente del Ferrocarril del Sur, que ha alcan episodio, que no es una novedad, pero sí la re
zado ayer con sus trenes hasta los Linderos. petición de una novedad.
Restablecida la armonía, nos fué dado volver a
Embarcarse en él no es una cuestión que pueda
Santiago i oir llover.
resolverse a priori. Antes de conseguirlo, es a ver
de un billete encaminarse a la fila de coches que vestidas de blanco i penetradas de frió, gritar
en un momento mas van a ser arrastrados por la con una sinceridad lastimosa:
locomotiva. Libre al fin i triunfante se vé.
poderosa
Satisfechas estas formalidades indeclinables,
Bien considerado todo, la semana que termina
voi a buscar un asiento entre la numerosa concu
nota aguda,
tir un breve sacudimiento i el tren empieza a mo Copiapó. Libreria del «Mercurio.»
—
verse. La tierra desfila a uno i otro lado de los Caldera. Editores del «Tren.»
—
casi
siempre i el bien por casualidad. la sociedad, la desatiende, la olvida. -El —
Esta proposición está mui lejos de ser todio de la sociedad i ejecutor de sus volun
aventurada. —
No hai un solo hecho del tades lejítimamente espresadas, viste la ar
común de los gobiernos que no acuse una madura, entra en liza i rompe
lanzas a
lamentable carencia de memoria i buen nombre i por el engrandecimiento de una
sentido. fracción mas o menos reducida de la socie
Tómese al acaso cualquier gobierno amé- dad. —
Una vez abandonado su solio, su
rico-hispano, con mui limitadas
excepciones, prestijio vacila, su responsabilidad es puesta
i se dará con una
prueba de la realidad de en duda. —
Una
descendido al rango de
vez
cueste lo que cueste. Todo lo demás es para vencedor. Su vida se precaria. Con
hace
ellos secundario, lo colocan en segundo tér virtiéndose en luchador deja de ser admi
mino. Por eso no es nada raro ver nistrador: solo piensa, trabaja i obra por su
—
pos
puestos los mas trascendentales intereses de la ; sostenimiento.
19
146 LA SEMANA. Julio 23.
Incalculables son los males que de aquí pestad; en que gobernar es luchar, es vivir
resultan : al borde de un abismo; en que los hombres
El descontento social se hace perma se fatigan, se estenúan, se gastan sin arribar
pública se
Falto el poder del apoyo moral de la opi que una idea surja es necesario que un
con esta situación?—No ganan para sustos. aquí lo que la jeneralidad de nuestros go
Pero si en lugar de hacerse el gobierno biernos no comprende.
el representante i el caballero de una frac- Engañados por la apariencia van a bus
fuerza en la inmovilidad, en la com
oion de ia, sociedad, deja la bandera del car esa
-sus hombres hábiles; si en lugar de con -un gobierno de los diarios esco
represión,
cebir i reduce a ejecutar i
deja llos que encuentra en su camino, lo perni
ejecutar se
a la sociedad que conciba ¿cuál será enton cioso de su existencia para la felicidad i el
ces su situación? progreso social, la admiración, el asombro
No cabe duda que bien distinta. ganan al pensador. —
Un gobierno de re-
El primer trabajo de todo gobierno es bus manifestación de una sociedad a ese absurdo
carse un partido, un círculo de su devoción yugo sometida, se pregunta ¿por qué abra
al que festeja, halaga i eleva. Es decir, se zan los gobiernos este camino? ¿por qué se
estrena restrinjiendo su esfera de acción, aferran al mal cuando el bien les está ten
debilitando sus puntos de apoyo, bastar diendo la mano? ¿por qué toman el rumbo
deando su misión. —
De manera que se crea de la tempestad, cuando el de la bonanza
se les ofrece ancho i espléndido? Todo no
vigor ficticio una vida de continuos de
—
un ,
la calma los temo es obra sino del error que cree, no tiene un
sasosiegos, en que huye,
res sobran; en que los horizontes siempre poder mas medio d-- -'mentarse qu,e H in-
están cargados de nubes mensajeras de tem ;! movilidad ib
Julio' 23. LA SEMANA. 147
Es preciso que este error reciba su carta Así como don Bernardo Vera se distinguía
de retiro del pais de la ciencia política, que de sus contemporáneos en lo físico por un
color albino, que llamábala atención de cuan
no debe tener otros
consejeros que el buen tos le miraban en una comarca donde tal color
sentido i la buena fé. era desconocido, así se distinguía también de
Es preciso que los gobiernos se 'conven ellos en lo moral por la escelencia i cultivo
zan una vez
por todas que es indispensable, de su entendimiento, que eran singulares.
Habia principiado su educación en la uni
imprescindible respetar las leyes sociales,
versidad de Córdoba,1 esa Salamanca de la.
que no es
comprimiendo como se encami América española durante el coloniaje, donde
na i que la inmovilidad no es fuerza, sino la habia merecido ser llamado en estilo escolás
última manifestación de la impotencia. tico el Fénix del ergatismo cordobés, i habia
Para concluir con tanto absurdo político venido a concluirla en la de San Felipe con no-
no hai mas que una justicia que obrar: menor brillo hasta graduarse de doctor en teo-
Justo Arteaga Alemparte. que fué el doctor Vera, capaz de hacer oposi
ción a todas ellas, teolojía, leyes, cánones L
artes, i lo que es mas, de arrancar unánimes
aplausos en los diversos actos que tuvo que,
D. Bernardo Vera i Pintado.
desempeñar con dicho objeto,
Pero lo que conviene saber es que don Ber
El personaje refiere la corta
a quien se nardo Vera, junto con ser un consumado
noticia biográfica que va a leerse fué uno de doctor in utroque, tan sabio como los mas
los que mas activamente
prepararon e impul sabios de sus colegas, era ademas un literato
saron el movimiento revolucionario
que prin que habia leído, releído i aprendido de memo
cipió en 1810, i que trajo por resultado la ria los clásicos latinos, i ademas todavía un,
independencia de Chile. poeta que componía versos de amor a las da
En esa época, tan famosa en la historia
mas, e improvisaba en los convites brindis.
hispano-ámericana, Vera cumplió treinta años sobre toda especie de materias, talento espe-^
de edad, esto es, llegaba al
período de la vida cialísimo i mui raro entonces que daba una.
humana en que el hombre alcanza de ordi fisonomía particular a aquel docto miembro
nario la plenitud de sus facultades. La casua de la grave universidad de San Felipe. .
pagarle, dice don Joaquín Campino en una i de abogado «-edito i clientes por la suer
con
davia, mantenía con ellos unacorrespondencia amo, e imito en la prisión no merecida! ausin
sostenida i les servia de intermediario' con los liadme i confortad mi espíritu para que no de
patriotas chilenos. Al mismo tiempo, aunque sespere o piérdala razón! .
por lo bajo, atizaba el descontento, i procu «Me contentaré con lina providencia que
raba sacar provecho en favor de su causa de salve mi honor, i la nota a mi hija de serlo de
ras circunstancias difíciles en un reo de estado ¡Oh Dios! ¡reo de estado! Ha
que la invasión
francesa colocaba a la metrópoli. Dando rienda ced, señor, que conozcan mi inocencia, i que
a sus inclinaciones satíricas, no no me consuma la
desperdiciaba contemplación de ser sin
oportunidad de ridiculizar al arrogante virrei culpa el ohjeto de los juicios arbitrarios del
del Perú don Fernando Abáscal i al menguado vulgo, i ele la posteridad que me confundirá
presidente de Chile clon Francisco García con los delincuentes. v -
Carrasco, propagando asi entre, burlas i chis oSeñor, yo.no sé lo que escribo; mi cabeza
tes Contra los mandatarios españoles las ideas sé desvanece!' son1 ya las tres de la mañana;.
revolucionarias que tan serias consecuencias acuérdese Vd.de quien es, de quien soi; i des
debian producir. pués de tener la gloria de salvar a un inocen
El gobierno no tardó en notar el papel de te tendrá én él un esclavo de su agradeci
ajitador' que habia tomado Vera, yendo de miento, o un amigo sin la infamia>
qué hoi' le ■
esparcir noticias i promover discusiones des Qué lección tan provechosa corítieñeri ios,
favorables a las autoridades reales; i natural pasajes que acaban de leerse!
mente le colocó uno de los primeros en la lista Lo que Vera encerrado éii lirio de los cala
'
de" los díscolos a quienes era menester vijilár. bozos deljcastilló de Valparaíso juzgaba una
Es sabido que en mayo de 1810, el presi infamia ha llegado a ser su gloria.
dente Carrasco se lisonjeó de poner fin a la El no haber sido fiel vasallo, i sí buen ciu
ajitacion pública con la prisión de los vecinos dadano es lo "que le ha válido que su memoria
:t quienes consideraba ■como'' los principales' séá 'venerada, i que su nombre sea inscrito en
fautores de ella. Como podia esperarse, don los trofeos de las fiestas nacionales.
Bernardo Vera fué contado en ese numero, i Su hija, en véz'clé tener a mengua el deber-'
trasladado junto con otros dossujetos'respeta- la existencia a tal reo de estado, esto és,' á uno
bles a uno de los castillos de Valparaíso. de los fundadores de la república Chilena, Tía
Cuando Vera se vio encerrado en un cala querría cambiar ese bejlo título por el de hija1
bozo, guardado de vista por un centinela i de -un cortesano1, aunque fuera conde o ''mar
acusado de traidor al soberano, tuvo miedo, ques.
El mismo- don Bernardo Vera ha: contradi-
'
da por las visiones pavorosas que habitan en chó los falsos ConcteptóSen 'que. se calúnjniaba
la oscuridad délas cárceles, desplegó ante asi' mismo: dé sú carta de 13 de junio dé1 1'810
sus ojos el mas triste i sombrío porvenir. por estos ciertamente mas verdaderos délhim-:
'
políticas era mil veces mas peligrosa que hoi j Cuando a1 nuestro esfuerzo
'
El mismo cuya mano no temblaba al escri Vera volvió entóuces a la capital donde fué
bir el nombre del rei Fernando Vil inmedia recibido en triunfo.
tamente después del de Dios era quien algu La revolución siguió su marcha sin que
nos años mas tarde debia
componer nuestra nada pudiera contenerla. El 18 de setiembre
canción nacional donde se leen estos dos de 1810 un gobierno nacional sucedia al esta
versos. blecido por la Metrópoli. Vera, con un des
de la independencia ha costado tanto, como este empleo hicieron concebir a los gober
nos cuesta en la/ actualidad la consecución de nantes bonarenses una idea tan elevada de
las reformas que los buenos ciudadanos tra Vera, que le instaron para que se trasladara
bajan por plantear en Chile. El presente sirve a Buenos Aires;
pero él rehusó por los moti
también para esplicarnos el pasado, asi como vos que espone en la siguiente carta escrita
fijo, si he de verme
obligado a volver al bufete, cia del comercio, alcanzasen a imajinílrse
sería imprudencia dejar el país donde soi siquiera, no obstante su culto por esta bené-*
conocido i buscado como fica divinidad, que con el trascurso de los si
abogado; a menos
que pudiese en tal caso retirarme a Santa Fe glos habría de inspirar a los mortales tan inje-
en donde me ha tocado un
pedazo de tierra 1 niosos medios de sacar honradamente e} dinero
por muerte de mis padres, que hoi se hallará del bolsillo del prójimo. Las celebres ferias
pro derelicto. Hé aquí la relación sincera que de los antiguos pueblos de Europa a las que
V. desea. Diré mas: soi honrado, amo la jus acudían mercaderes de todos los puntos de
ticia, i mi corazón solo deja de ser benigno, esa parte del mundo; las modernas espósi-
cuando ve que se le ataca. Los derechos de ciones donde los magníficos inventos del huma
los pueblos i la libertad bien reglada son mi no injenio se acumulan; las espléndidas-; i
manía.»
espaciosas tiendas que reciben un suspiro de
Este proyecto de pasar a las provincias del cada mujer que pasa sin poder entrar a ellas;
Plata quedó sin efecto. Vera continuó desem los suntuosos bazares que ostentan reunidos
peñando el cargo de diputado del gobierno de tantos objetos de una superfluidad necesaria;
Buenos Aires, escribiendo prosa i versos para todo esto, i mucho mas aun, son .miserables
los periódicos de la época i prestando a la pamplinas, comparadas con el moderno i es
causa de la
independencia cuantos servicios pantable descubrimiento de nuestra- era de
pudo» ,hasta que la pérdida de la batalla de progreso: ¡la baratura! la imponderable bara-»
Rancagua en octubre de 1814 le obligó como tura! Diríase que no contento nuestro glorioso
a tantos otros de los
patriotas chilenos mas siglo con el vapor, los telégrafos, el dague-
comprometidos a poner los Andes entre él i rreotipo i las carabinas Minié, quiso rematar
las encarnizadas persecuciones de los realistas. su obra dejando la baratura para asombro i
Don Bernardo Vera volvió a Chile de secre embeleso de las venideras jeneraciones. Hecho
tario i auditor jeneral de guerra en el ejército esto puede ya, sin duda, reposarse el tiempo.
dé dpn José de San Martin, habiendo Conser quéle queda de: vida:, su misión» quees.ei
vado este empleo hasta después de labatalla
* progreso de la prole quejumbrosa de Adán,
de Maipo. .
, .
■ .
. ":-...• parece tocar los límites de su resplandeciente
Desde esta época, Vera se dedicó esclusi- carrera,! sin duda que Galiléo tuvo un confuso
vámente a la enseñanza, al foro i a la prensa. presentimiento de las baraturas cuando pro
Aunque fué diputado al congreso de 1824, i nunció su famoso <ie pur si muove.»
su presidente, tomó
siempre una parte poco La baratura es, ano dudarlo, Ja última, i ,
actisra en las contiendas civiles que siguieron mas refinada espresión de los adelantos de un
a la lucha contra
España. Semejante en esto a pueblo, i bien que' esa manía de innovación1
su amigo i colega en la prensa el padre, de la que perpetuamente nos trabaja, haya querido
bnena muerte Camilo Henríquez, el único inventar después otros nombres para- signifi
partido por el cual se acaloró i comprometió car la misma cosa, ; los -grandes, rótulos de;
cuanto valia fué el de la independencia; miró «Verdadera realización» «Verdadera ganga»,
,
todos los demascon frialdad. «La calidad mas i otros que en estupendas banderas vemos
notable del carácter del doctor Vera, dice el flamear por las calles delante de las tiendas»
señor Campino, era un espíritu conciliador i palidecen todos i pasan desapercibidos, ante
de complacencia, i esto, en tiempo de revolu el primitivo i fascinante letrero de ¡baratura!
ción en que las facciones i partidos se hallan que hiere como un golpe eléctrico a los. habi
tan exaltados, lo esponia a ser tenido por débil tantes de Santiago de un confín a otro de la,
o tejedor (como sedice en el idioma del tiempo) , estensa población. '■■.■■
i a que ninguno de los partidos o facciones le La baratura alhaga uno de los mas pronun
tuviese por un decidido o acérrimo suyo. Pero ciados instintos del hombre: la-:; economía,,
esta circunstancia también le ha libertado de este ideal de los viejos, i acaricia cariñosa-,
tener enemigos encarnizados.» mente los ensueños de la; mujer a, quien sus
Vera es el autor de la canción nacional medios no la dan lo bastante para satisfacer
Ghilena antigua. sus dispendiosos i adorables caprichos. A todos
Este eminente patriota murió el 27 de agos ataca la fiebre-baratura, como antes la de la
to de 1827 tan falto de recursos que con fre lotería pública, en la que las viejas jemian
cuencia tuvo que recurrir en sus últimos dias sobre sus malogrados cuaternos, después de
a la jenerosidad de sus
amigos. Su muerte llevarse calentándolos durante un mes. La
dio lugar a un duelo jeneral i produjo mani madre de familia divisa en los grandes car
festaciones de dolor público que hasta entona teles Con que la baratura se anuncia una infi
ees nadie habia obtenido. nidad de vestidos para sus niños, de artículos
Miguel Luis Amckátegui. para ella i toda la casa, hasta corbatas para el
marido, i el elegante pobre que lucha con las
exijencias de la moda, encuentra a veces en
un pobre padrede familia, para dar abasto baratura tenia lugar en la calle Ahumada i
a las necesidades de la
casa, necesitaría trans una enorme bandera que ostentaba en gordas
formarse en la máquina de acuñar de la mo letras la palabra irresistible, atrajo al buen
neda.
pariente como el imán al acero. Al llegar a
—
Bien acuñados estamos así, pariente, le la puerta hallóse que una masa compacta de
dije i es preciso considerar que el progreso individuos de ambos sexos, le obstruía com
del pais pletamente el paso.
A mí poco me importa que el pais
—
grese, replicó él, lo que yo quiero es tener con idea que yo, pensó él, tratando al mismo tiem
qué vestir a mi familia. po de divisar por encima de las cabezas.
Pero con el incremento de la
—
Que llamen al vijilante, vociferaban las Mientras él, con el rostro encendido, hacia
mujeres. esfuerzos inauditos para sacar el brazo de
I entretanto, mi empeñoso proyinciano, sin aquella nueva tortura i daba terribles voces
atender a tantas voces, no contento ya con para intimidar a los de adentro.
. . ,
los codos i los hombros empleaba, a la par, Por fin, el de la puerta pareció apiadarse
las rodillas i los pies, introduciendo una te de su situación i abriéndola con gran cautela
rrible confusión en aquella apiñada muche lo introdujo en el recinto de la baratura., :¡ . .,
dumbre, que a su vez lo apretaba i repelía, Las tres de la tarde sonaban en el reloj de
haciéndolo sudar arroyos i lanzar ahogados la plaza cuando mi. pariente se halló en el. in,-r
suspiros de impaciencia i sofocación. En tan terior de la tienda. Su primer cuidado alli
ajustado trance, consolábale solo la idea de fué de tomar aliento en un .rincón i sacar ,
haber ganado ya algún terreno i de hallarse del bolsillo la lista que en casa habia forma-
próximo a la puerta, aunque no le bastó esta do. Delante de él una cuádruple hilera;:de
esperanza para quitarle por un momento el hombres i mujeres, la mayor; parte- del pueblo,
deseo de retroceder ; pero parecióle al mismo le impedían el acceso al mostrador. Sin em
tiempo que las dificultades eran casi iguales bargo, aquel obstáculo era insignificante para
para la contramarcha, pues el camino se ha quien habia vencido el primero, así es. que , ;
bia cerrado tras él, de modo que apelando de mi pariente emprendió su, nuevo ataque con
nuevo a su por segunda vez
enerjía, empezó la intrepidez desesperada, que le conocemos i
su ataque viva fuerza, levantando mas atro
a
aquel mar de cuerpos humanos comenzó sus
nadora grita que al principio. Las voces de oleadas, arrojando por tierra a los mas débiles
«atajen ese burro» i demás lindezas que su i haciendo estrellarse a muchos contra las.
arrojo impertérrito le valiah, no parecieron ya paredes de la tienda. Los gritos i las impre
suficientes a los vecinos de la puerta para , caciones no fueron menores allí que. en M;:
contrarrestar el ardor de tan denodado agre parte de afuera, pero al fin la victoria fué
sor i principió sobre el infeliz una lluvia de completa, pues mi pariente tocó coíi las mar,.
mojicones i golpes, de pellizcos i bollazos que nos al deseado mostrador. > ¡:-i ■
.
devueltos por él con shrigual intrepidez, pro Una docena de botines para niño, dijo
—
ducían la mas feroz batalla que en puerta de al primer ¡dependiente que'se paró junto a él, ,
tienda se haya dado' i el mas alegre golpe de Pero el dependiente parecia sordo i solo se ;
vista para los que desde lejos presenciaban ocupaba de mostrarunos pañuelos a otro com
esta escena. prador. Mi pariente repitió su pregunta dos i
Por fin, el pariente consiguió tocar los um tres veces, hasta que por fin consiguió llamar
brales de la pnerta i ya iba a entonar en su la atención. -
ta en los hocicos, haciéndolo casi caer de es Trajéronle las medias i no bien tomaba una
para examinarla, cuando todos los que
esta
paldas sobre sus vencidos contendores.
—Nadie entra hasta que no salgan algunos, ban a su lado hicieron otro tanto, sin dejarle
dijo el. que cerraba la puerta. tiempo para pagarlas. .
I mi pariente, cambiando por aquel con Páseme otra docena, dijo mi pariente con
—
brazo de mi pariente quedó tomado entre las rraron del mantón de una mujer que por de
— a su celda con up
do el mantón, gritaba ella. disgusto visible.
El juez me ha dicho,
Aquí lo tengo señora, gritaba un hombre prorrumpió a su lle
—
—
tomando por la cintura a mi pariente. gada, «que no será él sino la lei quien me con
I éste, sacado ya de los últimos límites de dene; que mi muerte talvez será inmerecida i
su paciencia, dio un feroz bofetón al que que que él la sentirá profundamente, pero que no
ría estrecharlo entre sus brazos i el apresador estará en su poder el evitarla.» Con esto lo he
de ladrones fué a rodar a los pies de la mu sabido todo: ¿qué esperanza alimentar enton
ces? ¿No valdría lo mismo
chedumbre, lanzando la mas enérjica de las que me hubiese
anunciado llanamente mi condenación? ¿i no
imprecaciones, la que se confundió con el chi habría sido este un proceder mas humano i
llido de un muchacho a quien en su caida ha
mas lójico,
bia aplastado i que por librarse de aquel peso pero sobre todo mas [franco i mas
enterraba sus uñas en las piernas de uña mu digno del majistrado i del hombre? A esa pro
testa imbécil, al parecer nacida del miedo mas
jer, que atronaba a su vez la tienda con espan
tosos alaridos. Mi pariente no pensó ya mas que de un verdadero interés por mi causa,
infierno abreviado, i solo le he contestado: «que lavarse las manos
que en huir de aquel
la jeneral confusión, sé como Pilatos no será malo,
aprovechándose de pero que impedir
escurrió como pudo hasta la puerta que no le que corra la sangre sin necesidad seria sin
fué difícil abrir i lanzóse a la calle, en donde duda mucho mejor.»
tuvo que emplear el último resto de sus fuer Este juez, por otra parte, ha sido desde
zas para abrirse paso por entre la apiñada que nos conocemos un objeto curioso para mí:
es un hombre
turba. que parece que solo puede ga
A las siete de la noche llegaba a casa, nar su vida mandando a los otros al cadalso..
cuando nos habíamos sentado a la mesa can Por todo lo demás, él es ud caballero bien ha
sados de esperarlo. Su levita, pantalones i blado, que sabe de memoria el testo de la Par
sombrero se hallaban en el mas lamentable tida 7." asi como el formulario de las sen
estado. Quiso sacar el pañuelo para secar el tencias criminales, que cita sin equivocarse i
sudor de su frente i una ahogada esclaraa- relata por orden cronolójico los decretos su
clon nos anunció que su bolsillo estaba vacío. premos sobre heridas i riñas, así como la
Sentóse entonces haciendo un ademan de re lei de don Alfonso que condena el homicidio
signación i después de referirnos sus percan voluntario, i que interesa finalmente su amor
ces, atacó la comida con devorador apetito, propio de juzgador i de abogado en todo
jurando que jamás volvería a encontrarse
en
aquello que de cualquiera manera compro
baraturas. mete la vida de los otros.
Ciertamente que yo no puedo quejarme del
Julio de 1859.
modo como me trata, porque, aparte de las
Nadie. crueldades obligadas de su oficio, confieso
que seha conducido conmigo caballerosamen
te i me ha guardado i hecho guardar toda la
Un homicida. consideración compatible con mi causa. Pero
así él como el fiscal parecen estar siempre del
Continuación. lado del patíbulo i con sus palabras almibara
das i su lenguaje culto, ambos a dos creo que
XII. solo cifran su empeño en sacrificar al proce
Presentada al juzgado la defensa de Pala sado so pretesto de la dureza de la lei. Yo me
cios dióse al fiscal la vista de estilo i una vez los imajino, al uno poniendo en prensa su ce
evacuada ésta el proceso quedó concluido para rebro a fin de idear cargos i reconvenciones
sentencia. Desde ese momento no se hizo mas para sacarme, como dicen vulgarmente, de
que disponer el ánimo del reo i aguardar el mentira verdad, o bien elaborando tranquila
fallo, que, improvisado durante una semana, mente en sn bufete la sentencia que ha de
no tardó sino el tiempo necesario para que el cortar con una lei mal hecha mi cabeza, i al
amanuense lo copiara en limpio. Mientras esto otro sudando sangre i agua para convencer a
se hacía el juez mandó llamar al reo a su pre su compañero, convencido ya mucho antes
que
sencia, i cuando le hubo oido que no deseaba él, de la incuestionable justicia con que debe
alterar ni suprimir un ápice de sus declaracio mandar que caigan sobre mi cuello las dispo
nes, le dirijió algunas estériles palabras de siciones bárbaras de un código vetusto e ine
consnelo i le devolvió en seguida al calabozo xorable. Mui probable me parece que mien
donde habíamos quedado aguardándole. tras uno i otro escriben o
piensan sobre mi
La curiosidad que despertaba la vista de causa, ambos tengan ante su vista la imájen
Palacios entre sus compañeros de prisión i las del verdugo que se alegra con ellos de ver
jentes del pueblo, el peso de sus enormes gri acercársele su presa.
llos que apenas le permitían moverse, pero
mas que todo, la presencia i el palabreo de
XIII.
dos centinelas que marchaban a sa lado cual Al decir estas palabras, una sonrisa sarcás-
|
si temieran que se les escapase por el aire, ticaieveló en las facciones del reo su despe-
20
ob» i su cólera.
Después de calmarse' én un
■
Ño
i mil véceShó! El' de "log espectáculo
corto momento de silencio., prosiguió: no Qorrije" ni
suplicios mejora sino qué poi"
Poíloque a mi toca, confieso que jamas el contrarió desmoraliza i pervierte, Lejos dq ¡
habiapensado en la curiosa misión que la so:- morijeraf. a los pueblos, las ejecueiónes ca- ,
nunca me había ocurrido tampoco la idea dé raleza i malear sus instintos, destruyendo- su
reflexionar sobre las ventajas o inconvenien sensibilidad. que es el jérmfiri.de toda virtud,.
tes i la justicia o injusticia de la pena capital, Eii lugar del patíbulo. toda lejis'jacioh. debería
Sea como fuere, yo me Sorprendo' dé qüeháya establecer la prisión más ó. menos larga, 'tal-j
individuos que acepten voluntariamente el vez: perpetua p'ai'a los reincicléntes, i entonces
oficio de verdugos, porque mi verdad .no 'son el escándalo, de las ejecuciones dejará ele ser
especie de llaga' social.
'
"Diíáse talvez que estas son reflexiones de siifré por mi 'causa cuando yo solo q^iísíérá
¿puro -sentimiento,' 'nacidas ho de un Criterio v'érfá-feliz a costa de mi: sangré!
desapasionado1 sino de mi situación; pero ten
go en mi apoyo la lójica i el ínteres social
'
,
■
+ -,
(iCoiítvnawá.). f.'. ■'■"■;•'; . '■■■>
fuetfe.de qué yo -he preferido siempre las 're
flexiones del sentimiento a las 'razones déla
razón. La pena de muerte, aplicada coñforott Debemos a la pluma de qfia. ,-señ.orifa,dé
'
a que el que la lia dañado pueda volver a por que. rJreo conoceros i comprenderos; si óá
dañarla. El castigo es superior a ella, pero dirijo estos renglones,' "es
pórque'sé que sois
la venganza es también indigna de sa piiinír capaces desbandes cosas, i que si pasáis vues
tra vida en la inaccipn no esculpa vuestra. Sé.
potencia. Ella no debe castigar para vengarse;
sino que debe pura i simplemente -correjir que si permanecéis indiferentésá todq' lo qué
de ésta suerte la os rodea tanto a la. ruina como ál engrande
para mejorar. Transformada
teoría de nuestra lejislacion criminal todo el cimiento de vuestra patria, como a todos los .
sofía dejarían de ser holladas i escarnecidas Si perdéis el tiempode vues mas preciosa
en nombre de disposiciones vetustas i bár tra vida, el vestido, 'en arreglar
en
pensar en
desconocido que en nada se parece a todo ío ocupar su tiempo en trabajos mas serios sin
que antes habéis esperimentado, por que este
*
creciente? ¿I cuando os encontraisdomiñádas qué pesan sobré una mujer, de cualquier jé-
por esas impresiones que revelan toda la ri néro que sean, traen sú orijéh principalmente
queza de la organización, no inclináis la cabe del ocio i de la ignorancia.
za sobre fel Fáciles comprender los cambios de trascen
peehó i se desprende una lágrima
de vuestros ojos? . .
dencia: que se operarían en la sociedad i hasta
Si todoestó feentis, si gozáis i sufrís de este en los altos destinos del pais, si á las mujeres
modo, creedi&e; sois capaces de grandes co seles educase, no para adornar su estérior i su ,
sas, i no tenéis vosotras la cnlpadevefos con fantasía, sino para que fuesen útileshációndose
denadas a] martirio dé un sórdó-mudo que, tan intelijentes i necesarias, como los ham
con sentimientos elevados, i conociendo todo bres, para todo lo que es importante i serio, .
da, i que al esparcir' el : sol desde el cénit Sus éstos no los olvidarán jamás.
De esto resultaría que la mujer, tomando la
J'ajos vivificantes, se marchita i desaparece: '
La uiujei joven, es decir la soltera, debería Costumbre de ocupar una parte de su tiempo
156 LA SEMANA. Juho 23.
en algo que no sea la moda i la adoración de si los
misma, iria insensiblemente desarrollándose
(nonios do la Reina de Navarra
cada dia i enriqueciéndose con un caudal de
facultades tales que, sin notarlo ella misma, o
GATTINARA.
tades en favor de la desgracia, procurán
dole el pan benéfico que dá vida i salud al al
Está hacia ese lado.... (señalando a la derecha.)
HENRIQUE.
ma, el alimento que los ponga a cubierto des
¿I la princesa Margarita?
de la cuna del infortunio i la miseria? . GATTINARA. - ,
Por ejemplo ¿por qué no os interesáis por Hela aquí (dirijiéndose a Margarita). El empe
el progreso de la instrucción primaria? voso rador me manda deciros, señora, que V- A. puede
tras podríais prestar numerosos e importantes permanecer con su hermano todo el tiempo qué
servicios a esta institución, ya frecuentando juzgue necesario i conveniente.
HENRIQUE.
las escuelas, ya alentando a los alumnos con
vuestra presencia i estímulos, ya haciendo tra
Qué felicidad!... (Gattinara saluda ala princesa
i sale por la puerta del foro )
ducciones de libros útiles para lecturas popula
res, o para facilitar el aprendizaje de aquellos,
-
ESCENA IV.
influen
ya interesando, por medio de vuestra MARGARITA, HENRIQUE.
cia, a vuestros parientes i amigos en favor de
una institución que contiene en jermen el
henrique, que Gattinara haya salido.
esperando
Heme aquí, señora... si he tardado ha sido para
progreso moral de este joven pais. cumplir mejor vuestras órdenes, i ya habréis po
Así pues, creedme, sois capaces de grandes dido saber por el reverendo padre dominicano que
i mui importantes acciones. ¡Sacudid yavues- todo caminaba a medida de nuestros deseos.
tra soñolienta indiferencia, i dad mas valor MARGARITA.
al tiempo que pasa sin provecho; distribuid No se trata ya de nuestros proyectos; nó pen
vuestras horas quitando una parte de ellas a semos mas en ellos, Henrique; antes de que mi
todolo que es vano i superficial, para utilizar hermano recobre la libertad, es preciso volverle
a la vida.
las de una manera mas digna de vosotras!
HENRIQUE.
Adquirid el gusto por el estudio de la lec ¿Qué decis? Gran Dios!...
tura, que si esta es bien dirijida, no tardará MARGARITA.
en llegar el dia en que vuestras delicadas
ma
Que lo lie encontrado en un oslado de abati
nos den un fuerte i saludable impulso
a nues
miento que nadie puede esplicárselo. Está sin fie
tra naciente civilización. —
gría, no podia sin embargo distraerlo.... de un nebleau, i aquel palacio que por mis cuidados em
pensamiento tenaz que lo preocupa.... (con deses bellecieron las maravillas del arte. (Vmlveel ros
peración) en el alma tiene un designio secreto que tro i se enjuga una lágrima. )
quiere ocultar a los ojos de todos. margarita, alegremente.
HENRIQUE. La verdad es, señnr, que allá nos. recibíais me
¿También a los vuestros?... jor que aquí.... Lo primero allí nos dabais de ce
MARGARITA. nar!. i yo tengo una hambre que.
. . ...
pretenden que desde algunos dias, no ha tomado No he tomado nada desde esta mañana.
ningún alimento.... me ha asaltado un horrible francisco ¡.
¡Me habíais dejado?.... este cuarto es tan som Ni solo instante. Mientras que mi-hijó -viva
un
brío i tan triste.... como la España! mientras que me decía, "no temo a nada. Su nombre solo vale
¡D'Albret,.. hermana mia!... a vuestro lado ami ¡Oh, madre mia!... mi buena madre!
gos mios, no hai destierro!... margarita.
MARGARITA. ¡Que Dios nos la conserve! (sirviendo en el vaso
¡Destierro!... se suavizará al menos. Pues el se que está delante del rei). A su salud, hermano,
ñor d'Albret ha obtenido permiso (Fmncisco titubea). ¿No queréis beber por ella con
HENRIQUE. migo?
Para ver algunas horas a V. M. francisco i. -
MARGARITA. FRANCISCO I. . ¡
«Para que me enseñe a manejar la espada i a ¿Tú eres déspota siempre, Maegarita?
montara caballo!» ,, MARGARITA, ...- '.-
cisco). I él no es el único..;, muchos otros tam una mujer joven i bella inclinándose hacia míi
bién.... lindas damas! MARGARITA.; ., .,,,-; ,
;. '-.
EBANCISCO i. Siempre mi hermano Francisco ha .tenido, esa
para <Jue vos me encargaron tan' tiernas me Era una realidad!... porque al despertar encoi>
morias. .
tré cerca de mí un guante de mujer.... ¡i la manó
FRANCISCO I. mas linda.... la mas preciosa!... -.- :■ .
'-, MARGARITA. V , i.-.., ....,- diga consuelos, ya cant.qs franceses que oigo* al
¡Si supieíais como las', habéis vuelta devotas i pié déla torre p al otro lado del Manzanares,-.. -ya;
asistentes a la iglesia! (sirve conservas de frutas flores! (mostrando el azafate de la, derecha) ;p%%-
al rei), cómo van allí a. rogar por el rejl,... i cuan lásl... éstoi sogiíro' qué eílainé las envía para éflár
do supieron que yo Venia a veros ¡>qué de encar bellece'r mi prisión! .
.,.
gos! (pone una cuchara en el plato -del rei) i, rosas MARGARITA... .„.
■
,
-. 'i.
de cintas!... ¡cabellos!..:. ¡bandas!... ;,; ¡Lindo asunto paracuentb-í.íí úh Pero- éri fin¡
FRANCISCO U . ..;
•
-.
i- ella,,.la descpnocidfí,?'.., ..,.'.' '..
"
FRANCÍSCÓ'i..
-
hai ni bonitas mujeres... ni aventuras tan a vos ni a nadie, sin perderme. Yo soi, yo soi la
aquí no
picantes.'.'...- :■-.- .,-.- mujer que os. arria! Silencio,.! dormidl»-n:Ei'fi; tam
vivamente i dejando- su vaso.
/francisco i, -
bién déspota cómo tú. Puso sil maño" sobré ;mj¡
,
Pues bien, Margarita, estás muí engañada! frente i, ya fuese influencia de aquella rñanp, ya
JllARGARITAí fuese debilidad, yo trié dór'rní; i'al 'despertar todo -,
,;,:.-il
■
.;„..-.:: •-.: ,,
-_,
MARGARITA »
FRANCISCO.!.,
"
m¡ cautiverio.
Que aquí hai un misterio
en ... [Es raro! ¿I ella era jóv'éríi' hermosa-?, .
... . >.
francisco, i..
inaudito... ün. secreto de que yo no- podía ha
blar.... porque aquella a quien todo, se lo cuento, ■.- .¡Si era hermosa! Téñia ú.na gracia-i un ademan
mi hermana, estaba lejos de mí. i a
pesarle llevar meiTio velado él semblante, ojos;
.
ticas nocturnas.... nuestras cenas a dúo. ¡rbien, aunque mujer (levantando-'su vaso) Üebo
francisco i, encarándose vivamente a por la bella desconocida,, i por todos sus encantos):
Margarita. ,,..
franc.iscó.í.
Como en Chenonsó! ¿te acuerdas, pichona?... ¡Cáspital ¡Pues ya. tendríamos harto por, quf
MARGARITA.
beber!
Vais a fatigaros. JA. de, Irisarri.
FRANCISCO I. (Continuara). .
Es inútil. .
el curso déla narración ni estraiíos lances, ni este libro, se siente en verdad conmovido i des
peripecias inesperadas, ni acontecimientos extra alentado; pero, por qué?-^porque su lectura le ha
ordinarios; siaó la vida: real, la vida cotidiana, hecho conocer que la induljencia de. una madre
avara- de poesía, de risas i Aeres, abundante en puede ser excesiva, la severidad de ún padre e'xa-
prosa, en lágrimas i espinas, eterna para el que jerada, i entrambas funestas; que lá Venganza de
liií amor despechado es a menudo atroz, i no siem
espera, ;breve para el que goza, querida de todos,
.
ora les
pague su amor en desdenes o los" obligue inspiraciones dé la-prime
pre leales i buenas las
con sus codiciados .favores. íaojpócb eran los ra juventud, encendida en voraz ambición;1 i que
la virtud de una mujer joven es una planta deli
•
lie esta pemana, que no es otra, como es fácil sos Domingo Arteaga AlempJuí'e.
pechar.'. que 'a" apertura del Teatro irrevocable
mente1 fijada para el 28 dpi presente mes.
Entre las muchas dotes, mas o menos estima poesías
bles,, q^e forman el patrimonio de la humanidad, DE
figuran ,en .primera línea las manías, en parte pe
culiares .detestado, o profesión de cada individuo,
en parte casi toda nuestra especie. Ma
.comunes a 11.- BLANCO' vCUARTÍ^.;
nidos hai que estasían mirándolos crecientes
se ;'
LA PRIMERA ENTREGA
de la luna i abpgados que adoran en el busto de -^
Témis. Aunque rio. sean maridos, ni abogados, ni de ésta obra acaba de darse a luz póf
cosa equivalente, tos hombres por lo jeneral anhe
lan por todo jénero de ficciones, sin hacer memo esta i se encuentra a la dis-
Imprenta,
ria .dé que su vida entera no está tejida con tie del en la misma Im
pocicion público
sas mas consistentes. Bostezan a menudo eni cola único
prenta, donde se venderá.
punto
jppmediareal, deque son actores cotidianos,
rren a divertirse en. la comedia oficial, .desempe
ñada por cómicos de oficio. Merced a esta singular
manía, no es difícil esplicarse el orijen de la afi
POESIAST
ción al Teatro i de los maniáticos teatrales. Exis DE
ten estos aquí como, en todas partes i ya han em
pezado a preludiar a la inauguración de la D. GUILLERMO MATTA.
nueva
que saben los crecidos gastos que ha exijido aja Se reciben suscripciones
en Santiago,
nueva empresa la organización de una compañía en la Imprenta del Correo, pasaje Bulnes;
compuesta de cuarenta personas, contratadas por Imprenta i Libreriv del
sueldos subidos. Asi es que el mayor número
en Valparaíso,
piensa que debe fiarse mas en los intelijentes
em Mercurio.
no olvi D. José Cortez.
Domingo
presarios encargados del Teatro, quienes Serena. —
darán que la propia conveniencia debe conciliarse Copiapó. Libreria —del aMercurio.»
con la del público. En este caso, esperar es
cor
Caldera. Editores del «Tren.»
—
dura.
Concepción— Libreria del «Mercurio.»
Antes he tenido el gusto de hablaros de los osos Talca. —
Sres. E. í S. Uondanelli.
norte-americanos domesticados, a los que ahora Chillan.—Abraban Siredcy.
han venido a agregarse las culebras norte-america
domesticadas. Estas dos conquistas de la do
nas
IMPRENTA DLL COUULO, Pasaje Bulnes, ruin, -k-
mesticación han inducido a algunos a creer que
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO,
uíedactouó ; ——
«El Media de hacer las revolu De hecho adquieren i alimentan los pueblos
ciones meaos frecuentes se la convicción de quees indispensable derro
ria hacer las reformas mas
fáciles.» car gobiernos para conquistar reformas. —
fuerza humana que ante ella iio se doblegue. de los gobiernos el haCer imposibles las re
—Todo obstáculo que a su cumplimiento se voluciones armadas, rio se anda fuera de ca
-Las reformas bien entendidas, bien torbar la aparición de esa causa debiera ser
concebidas, i
a tiempo ejecutadas, son a la el primordial trabajo de todo gobierno.
máquina gubernativa lo que la válvula de Pero al indicar a los poderes públicos como
salvamento es a la máquina de vapor. verdadera fuente de estabilidad, dé orden i
Sin embargo, por una.: lamentable abe felicidad social, la. reforma, estamos mui le
rración, nadie siente por las reformas miedo jos de sustentar las innovaciones a diestro i
mas cerval que los gobiernos. Para la —
cuidamos nada o bien poco del terreno don Pidamos en vez de nuevas constituciones,
de vamos a construirlo. leyes saludables sobre instrucción pública;
¡Triste carencia de
lójica i buen sentido! —
Es necesario rom Hagamos en vez de decretos i leyes que a
per con ella. Esta es la primera de las re nada arriban, cartillas i catones;
formas que las sociedades americanas tie Enseñemos a los pueblos a pensar, en vez
nen
que emprender i realizar. Esto de — de enseñarlos a gritar;
querer la república i la libertad por obra i Llevemos al artesano a la escuela, en vez
gracia de decretos, de leyes i constitucio de llevarlo al club ;
nes es una ilusión como cualquiera otra, es Hagámoslo ciudadano digno, buen pa
de los engaños el mas pernicioso: «lo que —
dre, hombre laborioso i económico, en vez
está escrito nada,» dice de Maistre.
no es de esclavo o energúmeno.
Es preciso que nos dejemos de reformar Que el arado rompa la tierra antes de
en ella la semilla.
por solo reformar. arrojar
Antes de ponerse en camino es cordura Si desde que entramos en la vida de na
avituallarse de todo lo que ha menester una ciones independientes hubiéramos marcha
larga travesía: saber de donde se parte i a do de esta suerte, cuan diverso no seria
donde No obrando así hai mil pro
se va. —
nuestropresente i con cuanta tranquilidad i
babilidades de quedarse a media jornada confianza no pondríamos la proa de la nave
contra una de llegar al término del viaje. de nuestros destinos hacia el puerto del
Tiempo ha que nos venimos afanando por porvenir.
tener cartas fundamentales que sean la úl Tendríamos libertad i anarquía ;
no
Ayer como hoi, antes como después de la Con poco de menos egoismo de parte
un
son
declarar por nuestra la razón.
tiene que salir de ellos o perecer. Sin averiguar las causas de tan marcada .
Salgamos, pues, del pantano de sangre, tendencia en los habitantes de nuestro suelo,
el hecho con la mira
lágrimas, corrupción i miseria en que nos nosotros solo apuntamos
vemos encenagados en este momento; pero de estudiar algunas de sus variadas conse
cuencias.
salgamos pronto, mañana puede ser dema —Hombre ¿i cuándo te casas? es una pre
siado tarde. los varones
habernos gunta qnea menudo se dirijen
Para conseguirlo solo dos cosas
chilenos? sustituyéndole esta variante cuando
menester : el que se interroga se halla ya en su elemento,
los es decir casado:
De valor en gobiernos;
De calma en las sociedades. jl. .
¿ya tenemos familia?
. .
¿Las obtendremos?
ropa con una naturalidad inimitable,
aun
ma
diez meses de marido. I con
Justo Arteaga Alemparte. que solo cuente
no poca frecuencia i sin que el que pregunta
contentaba con hablar constantemente de po todos los que tan fausta noticia reciben, no
blación i estadística. Entre nosotros, en efec dejan de preguntar :
to, el celibatario es una planta exótica, un
—
himeneo. Bajo este punto de vista pocos hom también cuesta caro, replica otra.
bres se consideran tan incompletos como los Esta conversación es interrumpida por una
chilenos, bien que no es la humildad por lo turba de niños de ambos sexos, que invaden
la pieza en que tiene lugar, i prueba por el
que brillan, pues desde niños anclan
a caza
de la cara mitad que ha de ser su comple crecido número que la forma, que los que asi
mento. I si muchos se alzaran para decirnos discuten tienen razón sobrada para ocuparse
tanto en estos de la materia.
que nuestra regla ha fallado un
últimos años, podemos contestarles con el En la tarde todos los parientes de doña Fu
victorioso argumento de que también los tri lanita se reúnen en casa de la paciente. El
gos se apolvillan, sin que deje Chile por
esto padre de la nueva criatura los recibe con la
de ser un pais esencialmente productor de afabilidad i paciencia digna de su estado i
ese grano. Al decir esto parécenos ver las ca todos van colocándose en derredor del bra
bezas de todos los hacendados de nuestra pa cero o chimenea si es infierno, o al lado de
16ft LA SEMANA. J«tíovT30.
las ventanas abiertas si es verano. Después de - —
A mí
Rosa, no hai como los nombres (
examinarse respetuosamente sus trajes las se de (lores, dice una de esas que aplican el ro
ñoras con una i certera ojeada i de ha manticismo a la botánica.
rápida
berse ofrecido un I siguen de este uiodo apurando' el calen
cigarrillo los hombres, la
conversación principia por grados a animarse. dario i todos hablando' ala vez, hasta que poi'
I a que 'horas nació la nuiita, pregunta
—
fin suspenden la conversación sin haberse* po-* .
casa,
hija, preguntan al padre, que en los diez que la sangre fria del hombre aguerrido en ese
tiene ya ha podido curarse de tales emociones. jénero de campañas. : ;-■■! ■
Que quiere Vd., Dios los manda. Asi parece, contesta con frialdad ePfe-
—
1
todo esto pregunta una voz ¿han pen
—
a liz multiplicador de la especie humana.
sado ya en el nombre ¿I qué ha sido?
que han de poner a la
—
niña? - -
.
-—Una mujercita.
Yo les dejo ese cuidado a los padrinos,
— —
—
Mi dice una señora re
primer marido, Mejor será que no vayas, quien sabe si es¡-
—
mas los nombres franceses, pero éste prefiere Deja tu pañuelo, entonces, porque tiene
—
¡Jesús! dice otra: Ca-ta-Ii-na. Es mui largo, A mí nunca me ha sucedido nada, dice la
—
a mí me gustan los nombres cortos: como viuda dé dos maridos i casada en terceras nup
Luisa. cias.
—
dice otra.
une que se precia de conciliador.
—
A mi me parece que deben ponerle An- El dueño de casa entre tanto no se atreve
jela. a
impedir que vayan al cuarto desumujeri
tras la que ha dejado la capa i el
—
A mí Críspula. pañuelo en
—
A mí Estefanía. tran otras que no dejan nada.
Julio 30k LA SEMANA. 165
Sígnela charla en el salón durante la. au zozobra, pues de una ojeada se asegura que el
sencia de las señoras. Hablase allí de trigos i local está desierto i se felicita de la hora que
de política, de la crónica social i de las últi ha elejido para librarse de las asechanzas de
mas- quiebras, sin
que ninguna de estas mate los pihuelos del barrio.
rias alcance a distraer el ánimo del dueño de Entra la comitiva a la iglesia, se avisa al
easa, hasta borrar de su semblante la preocu cura de su llegada, enriéndense las luces i el
pación que lo domina, mientras que: «n sus sacristán se insinúa a los padrinos por medio
adentros maldice a las visitas qué su han obs de atenciones i amabilidades, para que no se
tinado a entrar al cuarto de su mujer. En olviden de su propina. El padrino siente con
medio de su inquietud cree oir el ruido dé ri esto renovarse sus temores i al lado del bau
sas sofocadas hacia el lado tisterio viene a asaltarlo la idea que las ojea
por donde las
señoras han desaparecido i abandona su asien das del sacristán han despertado en su espíri
to como movido
por un resorte. Asómase a la tu. Termínase en esto la ceremonia i la comi
puerta del cuarto nupcial, donde se debate de tiva vuelve a desfilar en sentido inverso al que
nuevo la cuestión del nombre i se
esplica la ha traído. El sacristán los precede i en la
forma de unas nuevas gorritas de niño llega puerta de la salida se recomienda a la jenerosi-
das a la modista en voga. El infeliz marido dad del padrino. Allí principia para éste la
pa .
lidece i desespera, mira a los del salonc;on aire realización de sus temores, porque apenas
aterrado, vuelve a la puerta, se rasca, en salva los umbrales de la- puerta se halla rodea
tra al cuarto de la mujer i hace do por una turba de muchachos que con su
por fin tantos
ademanes, que consigue ahuyentar a las visitas, acostumbrada perspicacia han adivinado lo
las que se despiden de la que el- coche parado delante de la puerta
paciente, encargán
dola sobre todo que hable mui
poco i no con significa.
sienta bulla en el cuarto, hecho lo cual salen —
-Viva el padrino, grita con agudo tiple
del aposento, formando con el roce de sus tra uno de ellos i repiten esta voz los demás en-
jes de seda un ruido que produce nerviosas diferentes i prolongados tonos.
crispaciones al atribulado dueño de casa. El héroe victoreado siente que se encuenn
-
que la criatura está mora i esperan por otra i para abrirlas el paso lanza al aire algunas
parte tocar algo de las larguezas del padrino. monedas, que los del soberano pueblo recojen
Esta ceremonia sacramental varía según la con extraordinaria velocidad i vuelven a ro
fortuna i carácter de los padres i va perdiendo dearlo antes que haya podido subir al car
de dia en dia la pompa i solemnidad que nues ruaje. Nuevos vivas vibran entonces por los
tros abuelos la daban, como van aires i algunos de los mas osados se cuelgan
perdiendo
también tantas de nuestras costumbres el de los faldones de su levita, amenazando con
sello nacional que las amenizaba i distin vertirla en chaqueta. El padrino se debate i
guía. Mas lo que hasta ahora no ha caido en defiende como puede, hasta que consigue su
desuso son los percances que casi siempre bir al coche, el que parte con velocidad al rui
aguardan al padrino en el desempeño de sus do de la puerta cerrada con la fuerza de la
funciones, pues si bien las leyes sociales no le desesperación.
imponen forzosamente la obligación de regalar Con esto terminan los azares del padrino;
algo a los parientes, amen de las naranjitas pero no los de los padres del nuevo cristiano,
compuestas, arbolitos i pájaros de mostacilla, que desde ese dia comienzan una eterna i
i las lozitas de las monjas, con su escudo de
fatigosa lucha con la nodriza del hijo. Hablad
oro o plata
colgado de una cinta, que antes con uno que se encuentre en este caso i lo
era de rigorosa observancia oiréis formular mas quejas sobre ese asunto
repartir en tales
casos, el pueblo i los chiquillos de la calle que un padre que ha errado el capítulo o un
sobre todo, no se dan aun por notificados de
poeta que ensaya sus primeras rimas contra
Jas nuevas costumbres i reclaman a grandes las veleidosas bijas de Eva. No bien ha encen
voces el
cumplimiento del pacto, que un uso dido su cigarro en el vuestro, a la vuelta de
inveterado ajustara entre ellos i los padrinos una esquina, cuando os dirá que tener
hijos es
del oleo. una desgracia por las
inquietudes i cuidados
La hora de las oraciones es muchas veces
que las amas acarrean; que mas vale criar a
la señalada para llevar al niño a la los niños con leche de cabra, porque tener en
pila bau
tismal i hacerlo entrar en el gremio de los su casa una ama es entronizar una nueva i
cristianos. El padrino i la madrina sacan a la despótica potencia en el hogar doméstico. Os
eriatura envuelta en su larga capa i suben a hablará de la tos del chiquillo i de sus clien
un coche
que en la puerta los espera, acom tes i concluirá luciéndoos como antes
que
pañados por alguno de 'o; de la casa. Desde casi es mejor no tener familia.—
El casi es de
ese instante el
padrino observa con inquietud una injenuidad envidiable,
porque no alcanza
el movimiento de la calle,
creyendo que todos a disfrazar
completamente la tendencia del
sospechan el objeto de su vespertina escursion. chileno hacia la reproducción infinita de su
Al llegar a la parroquia cálmase un tanto su individuo. Acerca do esta tendencia se hallan
166 LA Julio 30.
contestes las opiniones de nuestros estadistas, pre i que sus desgracias eran comunes i la
pues todas ellas dicen que partiendo de la lloraban ambos a la vez. .
capital hacia el sur la tendencia crece en pro No era estraño, pues, que no sabiendo nada
porción al cuadrado de las distancias i decrece de Rosario i creyéndola talvez envuelta en
al norte en una insensible progresión. I sobre unproceso criminal comoelsuyo, elbombre que
este dato científico se apoyan muchos de los había ofrecido su vida en holocausto por la felici
que pretenden que en ningún pais como en el dad de su amada se sintiese poseído por la de
nuestro han tenido tanto eco las palabras del sesperación i la cóleraal imajinarse que su, sa
divino Redentor : Creced i multiplicaos. crificio había siáo totalmente estéril. Las an>-
Julio de 1859.
gustiasdeldolorserían placeres en comparación
de este vacio espantoso, de esta árida soledad
Nadie. de un corazón cuyos sentimientos todos se han
desvanecido. No solo en Ja oscuridad i
los rigores de una cárcel, aun en medio, de la
Un homicida. sociedad i del mundo, ¿de qué serviría la vida
no teniendo un objeto a quien1 amar? ¿quiéiil
-I
■ I I I I I I - - I I
recia escrito en su ceño i sus facciones, en su antiguo amorsino que tus atractivos por una
pecho ien sus ojos, pero principalmente ensu parte i por otra el
espectáculo de tus desgra
labio superior, un poco grueso i lijeramente cias domésticas, han hecho estallar en mí,
sombreado como el de las mujeres del norte como
por el sacudimiento de un golpe eléc
de Chile. trico, todos los instintos buenos i malos, vi
Para Palacios, que la había querido con el ciosos i nobles, materiales i elevados que al
amor inocente de un niño i
que después de berga mi corazón. Pero sí animado de una
ser hombre parecía como organizado para ins voluntad firme logré tener en los principios
pirar i sentir las pasiones ardientes, Rosario un cierto ascendiente sobre mí, pronto la
debió ser mucho mas que una mujer, debió —
de sus líneas i el encanto que su rica estruc las aras de tu amor mi libertad i mi albedrio
tura prometía a. su pasión, debieron ser tanto i me siento ¡te lo juro! totalmente subyugado
mas poderosos cuanto que ella sabia como ve
por el poder de tus encantos.»
larlos por una constante reserva i por una mo En otra carta datada a principios de Enero
destia rara, que contrastaban con la espresión de 39 le decia: «Yo no sé bien lo que el vul
de toda su persona. Como complemento de go llama amor; pero el sentimiento que tu
estas dotes corporales ella poseia, ademas, las me has
inspirado jamás lo he visto pintado ni
dotes inapreciables de la intelijencia i del es espresado en parte alguna. Nada en el len
píritu, unidas a una alma bellísima, cuyas guaje humano, ninguna traducción del pen
emanaciones comunicaban a su fisonomía ese samiento hecha por las palabras o el sonido,
encanto que fascina i subyuga, ese ascendiente por los colores i el mármol, nada bastaría a
moral tanto mas interesante cuanto que se ar espresar la espontaneidad i la grandeza de
moniza tan bien con las simpatías del deseo. este sentimiento de mi alma. Por transforma
Ah! maldición sobre mí! esclamaba el
—
ciones infinitas ha debido pasar este amor an
preso en medio de su desesperación i desu cóle tes de mezclarse para siempre con mi vida i
ra. Cuando pienso en lo teñirla con el color de su llama inextinguible.
que me sucede, ¿cómo
podré resignarme con mi suerte? El amor, lo he leido no sé donde, es una fuen
¿cómo dejaré
de protestar mil i mil veces contra la incon te que cambia a menudo de naturaleza i de
secuencia i crueldad de mi destino? Feliz V. aspecto, para venir a arrojarse al fin en el océa
señor, continuaba: sí, bendiga Vd. al cielo por no de la realidad eterna, donde los
espíritus
haber apartado hasta ahora de su vida la incompletos solo ven la monotonía, pero don
tempestad de las pasiones. Por mi parte, de las almas grandes se abisman en perpe
yo he vivido poco, pero he apurado la copa tuas contemplaciones.»
del placer i muchas veces también la del su Pocos dias después decíale en otra carta:
frimiento i del dolor. El ardor de mi sangre —
«Anoche, en la tertulia de M. estuviste be
,
me ha hecho buscar en todo los estremos. He llísima, admirable, encantadora! Al fin pude
sufrido i he gozado a Ja vez i, gracias a esos verte, hablarte i estar a tu lado sin temor;
momentos de satisfacción i de
peligros, he pude estasiarme contemplándote i es inútil
procedido conforme a mi naturaleza i me he decirte cuánto gozéen losbreves instantes que
librado asi del fastidio de una vida monótona. pasamos juntos. ¿Cómo describirte tampoco
Mas hoi que no me resta ya nada mil faces transitorias del sentimiento, esas
que amar ni esas
aborrecer, hoi que nada despierta mis esperan pequeneces que tienen para mí tanto precio,
zas ni mi orgullo,
quiero morir, quiero ser un esas palabras tuyas cuyo acento
agota los te
vil insecto como los que se arrastran por este soros del lenguaje i esas miradas mas fecun
calabozo antes que tener que vivir solo, das que los mas bellos i elocuentes poemas?
torturado por el remordimiento i condenado a Créemelo, vida mia, en cada una de las esce
una incesante i mortal meditación. Desde nas que desplega ante mis ojos tu cariño,
que yo
veo la proximidad de mi fin, fuera de descubro un abismo capaz de tragarse todas
Rosario,
no hai mas en mi corazón
que un deseo secreto las poesías humanas juntas. ¿I cómo podia en
de reposo, pero de un reposo que yo solo com tonces con palabras reproducirte aquí las vivas
prendo; i el cielo que tan cruel ha sido con ajitaciones de mi alma cuando la palabra es
migo en este último tiempo escuchará siquiera insuficiente aun para pintar los simples miste
ese deseo, inocente, el último de los deseos del rios de la naturaleza visible?
hombre, haciéndome dormir un sueño eterno Después de un paseo al campo, escribíale
en que me olvide de lo que soi i lo que fui. otra vez: «¡Qué de fascinaciones! ¡Cuántas
—
tus frescas mejillas. "Pero, aunque asustado mala estrella i sin embargo te adoró; Estando
yo mismo por verte tan demudada, eThecho a tu lado pero en presencia de otros, espío
tus
es que mas te amaba entonces, ,cada menores movimientos, sigo sobre tu frente
porque
faz de tu belleza te daba nuevo encanto a mis hasta la sombra de tus meditaciones: i eré-'
i
ojos revelábame en tí gracias desconocidas yendo alguna vez qué se contraen a un objeto
antes a mi corazón. Yo leía un temor i una estraño a nosotros dos, tiemblo, temo, quiero
esperanza en cada cambio de tu fisonomía; huirte i no obstante me siento como encla
vado delante de tí por un poder irresistible,
-
Por do quiera que mire, pero sin lástima, esos hombres que se atre
Donde quiera que voi, ven -a hablarme de otra cosa que de tí causan
a mi alma un fastidio insoportable i un dojor
Siempre tuimájen veo,
Siempre Contigo estoi. mortal. Huyo de ellos, pero inútilmente bus*'
¡
Porque, realmente, tu preciosa imájen está co un aire que ensanche mi pecho oprimido.-
como grabada en mi mente i en mis ojos; yo Arrojóme al suelo i coloco mi cabeza sobre las
la veo en todos los objetos, pero mas que en piedras frías que debieran calmar la fiebre
parte alguna en inis sentidos i en mi corazón. que me devora. Vana esperanza! Mis ardiera-
Estando cerca de tí el mundo es para mí tes deseos no se calman i mis esfuerzos por
como si no existiera i a la manera de los an alcanzar la felicidad única a que aspiro son
cada dia mas dolorosos i estériles.
tiguos estáticos, o de ciertos individuos po
seídos por un magnetismo superior a sus «Privado de verte i perseguido en esos mo
mentos por el spleen, recorro las calles i subo
fuerzas, paréceme que en presencia tuya po
dría yo tener en mi mano un carbón encen muchas veces a la torre de la parroquia, des
dido sin quemarme. í cuando no te veo con de cuyas ventanas diviso tu casa por entre
mis ojos, véote sin embargo en el mundo de los árboles de la vecindad, i quedóme allí lar
las apariciones, te saludo como la mas bella gos ratos pensando en tí, clavados los ojos en
de mis esperanzas, pídote que me hagas oir tu la puerta de tu habitación por ver si sales, o
voz arjentina i después de soñar contigo por iinajinándome cuan felices seríamos si el des
medio del espíritu, despierto ala vida real tino cruel nos hubiera reunido en vez de se
triste o alegre, riendo o llorando según el pararnos al uno del otro. Ah! maldición! Dios
viento que sopla i el aspecto que presenta no es ni puede ser el autor de estas desgra
duda maleado sus inclinaciones i sus costum El célebre M. de Buffon lia clasificado en su his
toria natural las diferentes especies de animales
bres, pero que su corazón estaba lejos de ser
el corazón de un liombre depravado: que su que, mediante el inapreciable favor del Criador de
todas las cosas, habitan nuestro globo terrestre.
alma era pervertida mas no perversa i que su
Balzac, el fecundo e inmortal autor de la Comedia
crimen no fué tanto la obra de la volun
Humana, ha trazado con su inspirado i escéptico
tad cuanto de las circunstancias: su crimen fué pincel los verídicos retratos de muchas variedades
el resultado lójieo de un afecto inmoral pero de bípedos masculinos i femeninos; otros escrito
dominante i espontáneo: fué talvez, en resu res no menos célebres han
seguido sus huellas i
men, la consecuencia forzosa de ese organis diseñado también infinitas
fisíolojías; pero nin
guno de éstos se ha dignado escribir ¡a de un cro
mo desventurado
que determina el destino de
nista entre nosotros, tal vez
los individuos i del que en rigor solo puede por que nunca ha pi
sado las hospitalarias plavas de Chile, o tal vez
hacerse responsable al Cielo.
por que el sujeto no les ha" parecido digno de su
G. atención.
Se comprenderá fácilmente que no pretendemos
(Concluirá.) codearnos con los distinguidos jéiiios que acabamos
de citar; mas como no tenemos los mismos moti
vos que ellos para guardar silencio i
disponemos
*>2
170 LA SEMANA. Julio 30»,
de un rato de ocio, procuraremos, eu pocas líneas, l fatal; de un concierto en que lucirán sus hermosos
dar a conocer a los lectores lo que es realmente tocados, i de un desastroso incendio que ha devo-
ese ser considerado por muchos como asaz insig rado la fortuna de un centenar de familias.
nificante, pero que no obstante tiene su importan Nada hai que se pueda comparar a ese grató
cia i no pequeña en la máquina periodística. Dicho entretenimiento que ayuda tan maravillosamente
esto a manera de prefacio, empezamos. a ladijestion ,..
A pesar de no ser la sección de crónica, o hu Pero desgraciado del pobre cronista si su cose
ellos locales, de un diario, su parte mas impor cha de noticias se limita al cuadro de la mortalidad,
a un coche volcado, a un taco de acequia o a la
tante, las -columnas que llevan este título gozan
enton
del innegable i dulce privilejio de ser leidas en pri imposición de multas .municipales, porque
ces las lindas manos que, con
tanta complacencia
mer lugar, o por lo menos recorridas por todos
los suscriptores i aun por los que, bien sea por han tomado el diario lo arrugarán con despecho;
costumbre, bien sea por economía, jamás se sus i en tan triste estado lo pasarán al papá quien ló
criben a publicación alguna. leerá a su turno para saber si no le ha cabido en
o ins
El diario se distribuye liabitualmente,- en San suerte algún nombramiento de subdelegado
desde las ocho hasta las diez de la mañana. pector (ambición mui lejítima por cierto), i el que
tiago,
Dícese jeneralmente que el cuarto de hora que al ver defraudada su esperanza se unirá con sus
precede a la comida es mal escojido por los pre amadas hijas i su cara mitad, para esclamar en
coro:— qué tonto es el tal cronista!
El criado llevará
tendientes. Este axioma no es aplicable al diario
a la ca
sin do de ese calificativo a la cocina, de .ella pasará
que, embargo no carecer pretcnsiones, la ca
es siempre bien recibido. lle: i héteme aquí, juzgada sin apelación,
a veces
exajeradas, en todo el barrio. Así se escri
Es natural que se reserve la lectura de los edito pacidad del cronista
riales, artículos de fondo, si bien escritos, poco be la historia i se establecen las reputaciones!
divertidos para la muchedumbre, lo mismo que la Creemos en verdad que, para cierta clase de
cometiese al
de las revistas estranjeras i folletín (cuando salen jentes, seria preciso que el cronista
el dia en que no tuviera
a luz), para otro momento mas oportuno, del dia, gún crimen espantoso
la
en que la cabeza de los interesados se halle mas nada de interesante que publicar, a (in de cebar
de los lectores, nunGa satisfecha.
dispuesta a recibir la nutrición intelectual que se curiosidad
les proporciona por un precio tan módico; i que Uno de nuestros amigos, que desempeñó largo
de Valpa
la crónica tenga el eminente honor de interesar tiempo ese cargo en uno de los diarios
cronista
a todos, desdo el jefe de la familia hasta el úl raíso, estampó en letras de molde que el
timo doméstico, desde que todos ansian por sa era un semi-Dios! Cuan distante estamos de su
al contrario el Ahasve-
ber si ha ocurrido la víspera algún hecho im parecer. El cronista es mui
rus cristiano al cual la voz de su deber grita
sin
a fin de tener el gusto de difundir su
portante, El cronista modelo tiene
cesar:— Anda! andal
conocimiento entre los vecinos i amigos. Por este
—
al amanecer i asegurarse
motivo, tan presto como se recibe la deseada hoja, que saltar de la cama
la plaza está siempre
las niñas la desdoblan con impaciencia, i sus por sus ojos que la pila de
han
lindos ojos (cuando los tienen lindos) recorren en su puesto, que las carretas de legumbres
con avidez los distintos epígrafes de la sección su llegado sin estorbo a la recoba i que los vecinos
sodicha. Entonces, la tasa de té en una mano i el de tal o cual punto no tienen motivos de queja por
esto o por aquello. Aunque suele agregársele
un
diario en la otra, en presencia de su auditorio,
corredor de noticias, no debe fiarse de las que és
compuesto de la familia que asiste al almuerzo,
leen en alta voz los pasajes que merecen su ama te le suministra, porque se espone a que salgan
ble atención. ¡Feliz el cronista cuando las cir falsas o erróneas, i de consiguiente a los desmen
cunstancias le han permitido escribir en gruesos tidos que algún cólegMe otro diario no dejara,
a título de amigo, de echarle en cara
al día si
caracteres estos títulos alhagüeños: Robo escanda
veces la
guiente, cuando no a repetir dos mas
o
loso,—
¡ntelectu?les i físicos par» descubrir algunas nove próximo una fulminante acusación contra el servi
dades, pone rumbo hacía la imprenta. A su lle cio doméstico.
gada, el director del diario i los demás redactores Aun todo no está terminado: en las noches de
que, sin contradicción, tienen derecho a los función, el cronista va al teatro para confeccionar
primores noticiosos que ha recojido, le dirijen la su artículo crítico sobre los actores que represen
misma e inevitable tan en él. Elojia a los que. a su juicio, lo merecen,.
pregunta:— Qué trae lid. de
nuevo? Si el dia ha sido favorable, el cronista to habla poco o nada de los insignificantes i critica a
ma asiento con gravedad, i cigarro en mano i los que son acreedores a este bocado. Pero,
cartera sobre la mesa, comunica sus apuntes con cuántos disturbios no causa entrebastidores! cuán
majestuoso despacio. Pero, apenas ha empezado tos odios i desprecios no se acarrea! Los descon
a referir tal o cual caso, se le contesta un —
Vá lo tentos lo acusan de ignorancia, el corista estrena
—
sabiamos, o bien:— Eso no sirve, i algunas otras que no haya distinguido su horrible voz, que tiene
eosas- que conáernan al la pretensión de creer
pobre cronista, a quien le justa i afinada, entre las de
ha costado sudores conseguir lo sus compañeros i no
que suponía haga de él una mención hon
iguorado o capaz de interesar a los lectores. rosa; —
los artistas a quienes prodigad incienso de
Si su paseo ha sido poco productivo oh! enton los elojios no ¡eagradecen sus lisonjas por quetie-
ces es mui distinto: hace su entrada en el nen la convicción de merecérselo todo; i la pri
gabinete —
nes i parte de la
guardia. De los austríacos decia que no habia otro modo de alejar las
han entrado los Croatas (antiguos Hunos) i los bombas que dar la libertad a la Italia. Hé.
cazadores del Tirol que matan un picaflor al ahí una sangre fecunda, si es verdad, cómo
vuelo. Se ban despedazado dos divisiones de algunos creen, que esa carta lo ha hecho todo.
15,000 hombres cada unaén «ioco horas de Tenemos en América una idea mui exagera
carnicería. Es preciso, amigo, ver lo que son da del poder de la marina inglesa. Aqui se
estas tropas i el estado a que ha llegado sn asegura que antes de lanzarse Napoleón a ta
disciplina i la calidad del armamento. Los fu presente guerra ha reconocido bien que podiá
siles que se llaman de precisión, tiran a 500 por sí solo tener cabeza a la marina inglesa
toesas i la puntería es casi fija. por el número i la calidad de sus iiaríos."~La.
El emperador Napoleón acaba de quitar las Francia, admírese Vd. , tiene embarcados
divisas a sus oficiales en el campo de batalla. 150,000 marineros. La Inglaterra Ilarnando
He visto uno i otro ejército i puedo asegu batallones de voluntariosapénas cuenta 60, 0O0j
rar a Vd.
que los franceses son superiores en con la diferencia que los franceses por la.nue-
todo a los austríacos, el individuo i el soldado. va táctica son marineros i soldados, i ips in
Hai cierta cosa en la tenue de los austríacos, ó' marineros soldados, lo que dismi
gleses o
que les hace parecer máquinas. El manejo del nuye un poco su, fuerza.
arma i las evoluciones
parece que las hicieran Ahora.-'pnés, agregue Vd. el peso- de la
por mecánica. El soldado no piensa i se fatiga Rusia, que después dé 'Sebastopol bar levan
estraordi nanamente. tado todos sus navios i á mas 60 grandes fra-
¿Ahora pues, el objeto de esta guerra es la ¡ vapor. Lo que mas que todo convences
gatas a
libertad de la Italia? Nadie lo cree. El Times de la inferioridad de la Inglaterra, es su mo
.
de Londres de ayer contaba esta historia. deración actual, las medidas defensivas en sus
nEstandq Napoleón emigrado en esta ciudad, costas i sobre todo, la prensa misma, que
'habitaba el quinto piso de la casa tal, calle cómo se sabe, lo habla todo. En dias pasa —
Napoleón, son tres mis sueños; el primero es 50 presas austríacas i aun rejistrado un Correo
el imperio; el segundo, los Tratados de 1815; de Malta con la bandera inglesa.»
el tercero, la conquista de Inglaterra.—Estáis
loco? le repuso Mr. tal.—Nó, contestó Na
poleón, lo primero es un poco difícil, lo de- Al 3Iar.
mas viene
por sí solo.»
El Times cita las dos personas que viven
Yo te saludo, majestuoso océano,
aun en Londres i se
corresponden con Napo Aunqne distantejle tu hermosa orilla,
león.
I me gozo en llamarte maravilla
Lo que puedo decir a Vd. es que la
Europa 1 obra grandiosa de la excelsa mano.
Será dividida aun otra vez al placer del ven
cedor. ¿Quién será éste? Hé ahí los cálculos.—
Por tu cerúleo i estendído llano
Napoleón I decia en Santa-Helena, que si Do la luz de los cielos siempre brilla,
hubiese dado a ios rusos la Turquía Europea,
Yo quisiera llevarla navecilla
no se encontraría en
aquel peñón. Ahora se De mi vida que ajita hado tirano.
dice que todo está acordado, que los rusos
tomarán a Constantinopla i las provincias del
Fuérame grato el escuchar tu acento
Danubio. Que los franceses pondrán los an
—
''
incomoda sino al que con él se siente herido, devorados, han sido abundantes en diversiones
divierte a los amigos de la víctima que cono pasatiempos de incontestable variedad.
cen mejor
que nadie sus defectos i ridículos, Haced sino memoria del primer dia de la sema
i regocija a todos sus enemigos. Un elojio por na, el domingo, en que habéis asistido simultá
el contrario, tiene suerte menos feliz : ave neamente al de la Merced i a la resurrec
Corpus
ces disgusta al que se quiere lisonjear, hiere ción de la Guardia Nacional, o a lo menos a la re
a los
amigos envidiosos'^ irrita a los enemigos. surrección de su batallón 5,°, que salió a campaña
Un elojio bien hecho i merecido no se perdo
aquel dia de invierno después de largos meses de
na. Por eso no deben olvidarse estas
palabras reclusión en cuarteles de verano.
de un viejo cortesano:
Poseídos de la esperanza de ver antes de mucho
Tengo setenta i ocho años, decia, i he
- —
llegado a esta edad sin haber tenido jamas un el renacimiento completo de nuestra milicia cívi
solo enemigo. ca, os habéis dirijido en seguida, por el ramal de
—
¿Jamas habrá Vd. triunfado? se le pre sangre, a la estación del Ferrocarril del Sur i en
guntó. contrado ahí pábulo para la vista, estrépito para
—
He obtenido grandes triunfos. el oido, aguijones para la curiosidad i motivos para
—
¿Entonces nunca ha sido Vd. amado? la admiración. Porque era en tal punto donde se
—
Al contrario he sido mui amado.
—
I bien! cuál es la receta de Vd.?
habian dado cita el domingo las dos variedades de
—
Jamas he hecho el elojio de nadie.
nuestra especie, los dos fluidos de la electricidad
humana, los dos rieles por los que se desliza nues
tra vida, los corpinos i las levitas, las descendien
Navegación entretenida. Un hombre de —
¿Cómo pasa Vd. su tiempo? Se divierte Antecristo. La prole de Adán ostentaba allí toda ,1a
Vd. en este picaro mundo? riqueza de sus matices i la pródiga multiplicidad
—Yo, sí, rne he formado una existencia de sus formas en una numerosa concurrencia, áyi;
aparte; vogo en un esquife tripulado con jente da de vapor i locomoción. Las rosadas tintas de
de talento por un océano de imbéciles, una cara infantil, los graciosos perfiles de una mu
,- Cuidado, le replicó el que preguntaba, las
—
—
Es digno de lástima!
bles tipos, que contrastadas i agrupadas de mil
—
Es nauseabundo! maneras formaban un cuadro lleno de movimiento,
Uno se aventuró a preguntar a los críticos : de capricho i novedad. El interés del curioso i el
—
¿I Vd., señora? agregó ditijiéndose a una nidos, de colores i formas animad as, palpitanle de
dama cuya crítica rayaba en frenesí. vida i expresión.
—
Nó, no he podido conseguir palco. Entretanto, han sonado las dos i media, el sil
—
¿Cómo, pues, lia sabido Vd. que era tan bato del conductor dá la nota preventiva i el tren
espantoso? Ya de partido
—
Lo he leido en mi diario....
va a partir. —
es tiempo tomar un
de los dos que ofrecen. Desde luego podéis,
se os
tanto mas os
de conversación. Elementos variables Poesías de
— —
cáis en ella distracciones para el ánimo i pasatiem- sion de la Alameda. No tendréis por que arropen-
Julio 30. LA SEMANA. 175
tiros de tal determinación, envueltos como vais en sido penoso ademas renunciar un momento a admi
una concurrencia de jente bien vestida i mejor rar al
poeta para constituirme en su crítico.
parecida, la flor i nata de la belleza i buen gusto El fango de las calles i los amagos de las nubes
femeninos, de la fashion i juventud varoniles. Un os impidieron probablemente ser espectadores do
cielo despejado os sirve de techo, el sol os pro una ocurrencia de anteayer: la entrada del 7.° de
diga luz i calor con sus rayos i quizá habéis creido línea. Agolpábanse a su paso numerosos grupos
un momento
respirar en un día de primavera. Pero de hombres, mujeres i niños del pueblo, que
esta ilusión os ha durado poco; ahí estaban para devoraban con sus miradas las filas del batallón
desvanecerla los Andes, al frente, cubiertos de su buscando entre ellas un rostro querido i honda-
-blanco ropaje, los álamos sin hojas a uno i otro i mente impreso én la memoria. La esperanza de
lado del paseo, i los caballos de algunas festivas II los unos se convertía bien pronto en una dichosa
cabalgatas que dejaban notar la felpa de su piel realidad; la esperanza de los otros espiraba ane
empañada i crecida. gada en un torrente de lágrimas. Era aquel un
■
Consumido de esta suerte el dia, acaso no fué cuadro de emoción profunda i desgarradora
•la noche mas avara de atractivos pasatiempos i tristeza.
os dio ocasión de medir bailando los compases de Mientras tanto, la novedad que prometía ser
Una mazurka, o de jugar una partida de malilla. la mas interesante de esta semana, la
apertura
0 a lo menos de charlar en buena compañía i al del Teatro, ha sido postergada, aunque solo hasta
amor de la lumbre sobre el futuro paseo a los Lin mañana, según se asegura. Ya que os hablo de —
deros, que amaga a este apacible lugar con una apertura de Teatro, os hablaré también de un
irrupción de fashionables de ambos sexos, alumnos artículo de Teatro que casi tiene relación con él.
todos de Terpsícore. De seguro que al meteros
—
en cama
aquella noche, el primer dia de la sema Quiero gastar algunos min utos en responder a
na habia dejado de existir. un Comunicado, Teatro Municipal, inserto eu el
No por eso quedada cegado el manantial de las Ferrocarril de ayer i suscrito por Así sea, que
distracciones para los dias siguientes, en cuyas tantohabria valido no suscribirlo o suscribirlo
noches han tenido lugar muchas soirées mas o por Un quídam.
menos íntimas, debidas a motivos mas o menos Ahora bien, el señor Así sea pretende que es de
plausibles. La conversación, por su parte, ha su deber entenderse con «La Semana» i empieza
continuado encendida merced a tres cuestiones por confesar que no ha entendido claramente lo
capitales que la sirven de tópico: que decia yo relativo a Teatro en los Ecos de
La cuestión italiana que,como toda cuestión, número anterior. Por mi parte, no convengo con
aún está por resolverse, este señor en el deber, que cree suyo, de enten.
La cuestión norte-américana, que estrictamente derse con «La Semana» ni jamas se me habria
hablando no es una cuestión, sino mejor un manda ocurrido tan estraña idea, a no haber venido al
miento de prisión i embargo, sorprenderme con sn brusco e inmotivado ataque.
I por
último, la cuestión teatral, que tampoco En lo que sí estamos conformes, es en lo de no
es una cuestión, atendido que el público tiene por entender mis Ecos, pues yo he tropezado con la
un axioma
que los precios de entrada son exor misma dificultad leyendo su Comunicado. Traba-
bitantes i los empresarios tienen por otro axioma he tenido para
jillo comprender a medías, no el
que tales precios son los que mas les convienen. lodo, sino una parte de sus
párrafos,
numerosos
El tiempo ha contribuido también a la amena envueltos en la anar quía gramatical mas
variedad de estos seis dias rociándonos con un
deplo
rable. A fuerza de leerlos i releerlos, he venido
chaparrón, que ha desleído lastimosamente el a descubrir unas cuantas verdades de Pero
Grullo,
fango de nuestras calles i desesperado a los hom unas cuantas inexactitudes i unos cuantos chistes,
bres activos i a los oficinistas. La lluvia ha sido
que se asientan en el fondo de su Comunicado,
pasajera, pero las nubes se han mostrado mas como otros tantos guijarros en el fondo de una
tenaces i continúan escondiendo el cielo i amena
laguna:
zándonos con una nueva rociada. En lo que hace a las verdades de Pero Grullo,
Así es que muchos, recelosos de estas inten las mas capitales son estas:
ciones, se han confinado en el
hogar doméstico Que considerado el Teatro como una escuela de
j
abreviado sus largas veladas con la lectura de Ias costumbres, es necesario indispensable (lo indis
e
poesías de Matta. I al nombrar a nuestro poeta, no pensable incluye lo necesario ) que la empresa nos
creáis que he olvidado mi promesa de hablaros dé piezas en este sentido.
detenidamente sobre la última edición de sus can Que dé comedias
no nos en un acto en las que
tos. Solo que no seré yo quien llenará esta difícil i ridiculas
aparecen feas figuras,
tarea, sino uno de nuestros colaboradores. El cam Que un actor bueno no se vale de tales recursos
bio es tan ventajoso que no podréis menos que (como enormes narices, anteojos, tiznes, pelo ala
felicitaros de él como yo me felicito. Me habria i
zán piernas delgadas) para sacar
partido, por
-■ ■ ■*
ti contrario, los desprecia, porque don esas ridicu En segundo lugar, le pide Vd. raronés a IA
leces í MUESCAS
(sic), solo consigue divertir a la Semana. —
Razones sobre qué? sobre los precios
jente alta dé gatería, etc., etc. de entrada al Teatro? Pero esta cuestión- no es
Por lo que respecta a las inexactitudes, escojo suceptible de razonamientos; está formulada i re
rebaja en los precios exhorbitaÁtéS anunciamos con sarios? no se va al Teatro. Bajan los empresarios
anticipación él rtial éxito de ib iímpreict.—Lti Se al verse solos? se vuelve a ir al Teatro-.— ¿O quie
re Vd. que entremos a juzgar de una compañía
'
cho; antes bien cree corrió Vd., i asilo détia éíilós lírico i dra
que no conocemos i de un repertorio,
Ecos del número anterior, que la cuestión de pre mático que tampoco conocemos?
Por último, desea Vd. qué La Semana
'
tud de ser breves i poder contarse.- Por lo demás, le confieso a Vd. con franqueza
Él primef chiste, con que principia el Comuni- eme su artículo me ha gustado. Verdad es que
eado, es Amen, chiste ascético a todas luces. cada uno de sus chistes aisladamente nü me há
El segundo chiste, es llamar cuaderno a La hecho reir gran cosa, pero en cambio el conjuntó
Séiiíaná. Este chisté está tomado del Diccionario.
—
del Comunicado me ha producido una hilaridad
-El tercer Chiste es la repetición del primero. tan poco frecuente, que a duras penas he podido
con Vd. de un modo serio.
'
El sétimo chiste és la repetición del sesto. ticulista crítico ¡—Renuncie Vd. a entenderse coíi
I por último el octavo chiste es la traducción es La Semana i déjela dueña de su santa inde
pañola del' chisté hebreo primero, tercero, cuarto, pendencia. El redactor de los Ecos (pierda Vd.
áéstóí sétimo : Asi éea. cuidado!) rte doblará su voluntad para decir a to»
El Señor Así sea nos amenaza con hacer un aná do^-Amen. Está habituado a tomar consejo solo
lisis de cdda de las obras que noche a noche se
una de la opinión pública i decir su pensamiento todo
exhiban. Efeta promesa qué, sea dicho sin ofen entero, sin mas sujeciones que su propia dignidad,
der su modestia, tiene un -si es no es de preten el respeto a los otrosí la buena crianza.
ciosa, despierta naturalmente algunas inquietudes. Domingo Arteaga Alemparte.
—¿Será buen Crítico él que' se ha acordado del
moderno teatro español para citar La rueda dé Condiciones de la suscripción.
la Fortuna, creación de las mas defectuosas, i ha
Precio de la suscripción: 3 pesos por
olvidado sus obras maestras? Será una crítica fun
trimestre adelantados.
dada, útil i provechosa para el actor la del que ha I
Se reciben suscripciones en Santiago,
escrito el chiste quinto (que no hé mencionado) ¡
en la Imprenta del Correo,
taostrádose así ignorante de la pulcritud i decoro pasaje Bulnes;
del lenguaje? Ademas, el señor Así sea confiesa
— en Valparaíso, Imprenta i Libreru del
Veamos, para concluir, lo que Vd., señor Asi sea, Concepción Librería del «Mercurio.» —
9íedactoteó : —-
litóte- i Jjonmiqo jbiteaaa, Jbtéuwat-tc.
Poesías de D. Guillermo Matta. gurarle una gloriosa carrera que comenzó con
rara felicidad, había dejado caer su lira en
A mediados del año de S53 la «Imprenta el letargo de una pereza tamo menos discul
Chilena» dio a luz un libro que con el mo pable cuanto que el público retribuía sus ver
desto títnlo de Cuentos en verso, se lanzaba sos con abundante aprecio. Como los pájaros
en la arena de la
publicidad para formar un de las repones equinociales que cantan solo
acontecimiento, una revolución casi, que en la maña na para dormirse durante los ar
nuestra historia literaria habrá de consignar dores del sol, Lillo festejado por los amigos,
como uno de los hechos mas notables de sus mirado por el bello sexo' concierta simpatía
fastos. El libro aquel era tan orijinal en la que no alcanzan los mas afortunados galanes,
concepción, tan raro en la espresión, tan mimado por la gloria apenas se lanzó en su es
poco chileno en todo, en pugna declarada cabrosa senda, se cansó en los primeros pasos
con el carácter nacional, que debia
provo recostándose en sus palmas como el guerrero
car la atención cuyos fáciles triunfos no fueron bastante a es
publica; pero en tan di
verso sentido, en tan vario
concepto, me timularle para mas arduas empresas. Otros
reciendo tan distintos juicios i despenando poetas habian p-obado sus iuerzas en diversos
tan diferentes semiiiiienios cuanta era la ¡eneros de composición con mas o menos acier
diversidad de opiniones, de ideas I de educa to, pero ninguno con la voga universal, con el
ción de los lectores. La juventud entusiasta éxito inmenso, fenomenal entre nosotros que
siempre por lo nuevo e independiente, qoe no obtuvo Maiia. Deprimidos o ensalzados, los
poca.-, veces anda divorciado do lo bueno i Cuentos ev caso consiguieron lo que pocas o-
prudente, leyó el lib>'o con el ansia que excita bras consiguen; ser leídos, i leídos con la aten
un manjar estimulante, i encontrando en él ción del admirador que paladea cada belleza,
revelados con vivo colorido los mas simpáti con p1 microscopio de la rivalidad, de la envi
cos alectos del corazón, rasgarlo con osada dia o de, contrarias opiniones, que de cada pe
franqueza el velo qne cubre los mas ardoro queña mancha hace un feo lunar i de cada de
sos sentimientos, atacadas ¡as creencias re.li- fecto una deformidad; i cosa inaudita en Chile,
jiosas de que muchos prescinden por egoís la edición de la obrase agotó en breve; bien
mo, por comodidad, '■ no pocos po'- ignorante que no faltase quien lo atribuyera no tanto al
imitación, proclamó a su autor como el jiri- entusiasmo de los amigos, cuanto a la piadosa
mero délos jinetas nacionales, admiró sus be solicitud do ot'-as ¡entes, que. daban pábulo a
llas estrofas que aprendía de rr/emor'a como ;us braseros con esas
pajinas que en su con
él traslado de sus propias ¡deas i emociones, cepto encerraban un veneno de fatal contajio.
confiriéndole e! laurel de una popularidad Mientras la juventud aplaudía con frenesí, la
que hasta entonces no había alcanzado nin [larte timorata i i-clijiosa do la sociedad, mi
guno de nuestros vates. Saofneoi.es el mas rábalos Cuentos en verso como un brulote
culto, el mas clásico do. nuestros poetas, que incendiario arrojado a' campo de la moral i de
ha tenido sin embargóla desgracia de desleír las creencias, i alzando una voz de reproba
su inspiración en lai-gnísimos
poemas, de ver ción, fulminó contra el poela el anatema de he
sificar demasiado para no oscurece'- las belle reje i panieisía, cuyas doctrinas erannna nue
zas] que es necesario 'Chusca' en un océano va
agresión nova lora qu? justificaba los rigo
de estrofas, logro con su justamente famoso res con qu-° se
quiso poner atajo a esa per
«Campanario» elevarse a una altura descono niciosa íeudpnria, cuando en años anteriores
cida en la poesia chilena; peo el carácter do la o.jioioo I e' jurado impusieron severo cas
su estro calmado, de ciclo jico antiguo, falto tigo a Francisco Bilbao por su voceada So
del fuego que vivifica e1 sentimiento, regular ciabilidad Chilena. Los Cuentos en verso,
i tranquilo en su curso, granjeándole el con como tintes fueron un verdadero
dijimos ,
' ^^que la amistad sea parte a inclinarnos a la in- Bello le haya hecho despreciar las bellezas de
Y\?-V'vdujWcia, ni la diversidad de opiniones nos la literatura moderna; pero entre ellos (sin
lY^ „.í.*fiagaVquivar la franca espresión de la jus-' pretender compararlos, como que mal se colo
¿?'~' caría en línea de parangón al sacerdote cono
JÜ0-J
r«flIermo Matta sin duda está dotado de cedor de los misterios, con el neófito que co
organización moral e intelectual poco co mienza a descifrarlos,) nose divísala mas pe
mún i no solo orijinal por lo
que mira al tipo queña relación que pudiera indicar el vínculo
dominante en el carácter nacional, sino mas de maestro i discípulo. Matta, colocado en una
rara todavía por la ninguna influencia
que so situación que solo él ocupa en la literatura
,
bre ella han ejercido su nacimiento i educa sud-aniericana, sin antecesor en su camino,
ción. Nuestro poeta cuenta apenas treinta no ha debido el carácter de sn poesía ni a su
años, i es hijo de una estimable familia que educación moral, ni a la instrucción, que reci
con la pureza de las antiguas costumbres, con bió en las aulas; débelo a su organizado!) en
serva en todo su primitivo vigor el profundo que no es dado adivinar los elementos chilenos
sentimiento relijioso que las modernas jenera- i a los estudios que después emprendió dé pro
ciones hacen gala de despreciar. Destinado a pia cuenta, sin otro guia que la natural incli
la carrera del foro en el Instituto Nacional, no nación; i así como en sus obras desaparece .el
fué mui aventajado en las clases, sea que su recuerdo de los principios relijiosos i sociales
natural independiente no supiera avenirse a que dirijieron su primera edad, así también se
las obligatorias trabas del estudio escolar, o pierde la influencia de la instrucción literaria
-que no despertase todavía su poderosa inteli que recibió de tan esclarecido maestro. ,
.
jencia que como la de Lillo i otros de nuestros No era de esperarse que nuestro poeta co4-
escritores, se veía oscurecida i torpe delante brase a Justiniano el afecto que no supieron
de la mui mediana de otros estudiantes que, inspirarle los clásicos latinos. Apenas saludó
siendo el portento del colejio, desaparecieron de lejos la instituía, cuando volviéndole es
mas tarde entre el ignorado vulgo. No fué paldas con descortesía propia de los sectarios
Matta mui aficionado a Cicerón o Salustio, ni de las musas, desistió de seguir la profesión i
llamaba la atención de sus profesores o condis se dedicó a otras ocupaciones. Es de creer
cípulos, sino era por su simpática i hasta her que en ellas no manifestase mejores aptitudes
mosa figura, llena de frezca robustez, por la que lo jeneral de los poetas ; pero a lo menos
bondad que revelaba su risueño semblante, pudo de esta manera entregarse con profunda
por la sincera amabilidad de su carácter, en el consagración al estudio de la literatura, le
que habría sido imposible rastrear el jérmen yendo centenares de volúmenes, escudriñan
cíe la nerviosa inspiración, de la osada valen do los autores de las lenguas estranjeras,
tía, del metafísico atrevimiento que distinguen aprovechando una feliz memoria que le ha
su numen. Concluido el curso de humanidades permitido reunir una inmensa copia de cono
en que nuestro poeta no habia dado mucha cimientos literarios, en grado tal que pode
ocupación a la fama escolar, pasó a continuar mos asegurar que ninguno de nuestros litera
sus estudios bajo la dirección de don Andrés tos si tío es Diego Barros Arana puede compa
Bello con el cual estudió filosofía, literatura i rársele en lo universal i variado de su instruc
creemos que también los
primeros rudimentos ción. Pero por la peculiaridad de su índole
del derecho, i sin duda entonces debió ser dada a lo nuevo i desusado, mientras Matta
cuando principió a desarrollarse en él su gusto leía cuanto encontraba digno de leer, se dedi
por las bellas letras que se ha convertido des caba con particular esmero al estudio de la
pués en la entusiasta pasión del artista. Pero poesía i de la filosolía alemanas, las menos
cualquiera que lea las obras de Matta, tratará adaptables sin duda al jénio chileno, las me
en vano de vislumbrar la mas tenue reminis nos conformes al fondo i forma de la literatu
el idioma de Castilla, i es de los pocos que en breve iba a tomar el poeta, era sin embargo-
tre nosotros conocen la literatura inglesa en la de notarse el acertado tino con que huía la
que, por la peculiaridad que acabamos de no viciosa tendencia de la jeneracion precedente,
tar, Matta parece preferirá Shelley, el poeta qne si eseeptuamos a Sanfuentes, Irisarri i na
,
flujo decisivo, harto notable en el desarrollo Hugo, sino del de mui baja lei que nos habian
del jénio del poeta, dándole un tinte pronun
importado las malas traducciones. Por otra
ciado i característico, que en mucha parte no
parte, Matta parecía desear enaltecer la mi
creemos digno del
aplauso que se le ha tri sión de la poesía, que la postiza inspiración
butado. La poesía i la literatura alemanas, i de la mayor parte de nuestros vates habia cir
aun la
poesía de Byron i Shelley que no con cunscrito a llorar las cuitas del amor quejum
fundiremos con aquellas, son en nuestro con broso, martillando siempre en el mismo yun
cepto las fuentes menos fecundas de imita que, entonando siempre idéntica cantinela,
ción, los modelos menos suceptibles de dar que sobre no dar una idea- mui favorable de la
provechosas lecciones ; porque aunque admi fecundidad de la musa nacional-, era por de-
rables como esfuerzos del
espíritu humano, la mas vulgar i de falso sentimiento.
misma orijinalidad
que las caracteriza mues Pero por mui lisonjeros que hubieran sido
tra que, apartándose de la vía ordinaria del los pronósticos que se fundaron sobre las pri
desenvolvimiento intelectual, de lo que natu meras composiciones de Matta, nadie se ha- -
ralmente debe esperarse del corazón i del ra bria aventurado a designarle el papel que con
ciocinio, no es lícito seguirla sin poseer cier sus Cuentos en verso entró a
desempeñar de
tas cualidades
especiales,, sobre las que no es- lleno en nuestra literatura. Como un viajero
posible formar una escuela desde que ellas que llegando de ignotas tierras, maravilla a
constituyen raras escepciones. Sobre todo, si las jentes con estrañas narraciones, el poeta
queréis la poesía filosófica, dadle una filosofía arrojó su libro a la sociedad pasmada con la
clara i comprensible, i
dejaos de aquellos con revelación de un mundo ignorado, en que se
ceptos que a fuerza de remontarse se pierden confundian lo bello i lo grotezco, la amarga
de vista ; porque la
poesía no es una loza sátira i el delicado sentimiento, el dolor i la
ejipciaca llena de jeroglíficos, ni una fracma- alegría, la creencia i el escepticismo, las mas
sonería cuyos signos saben solo los iniciados. elevadas creaciones, i las mas bajas realidades r
Si pretendéis cantar lo
que únicamente vos esfuerzo desesperado déla iniajinacion, que
comprendéis, habréis logrado escitar la ad rompiendo toda rienda, vagaba como una ba
miración de los necios, para quienes tanto es cante embriagada saltando
por diversas rejio-
mejor producción cuanto menos la entien
una
nes, o como la pitoniza griega poseída del
den; pero el buen gusto os
compadecerá como fuego sobrenatural que admiraba a los oyen
una víctima del
espíritu de novedad i la pos tes con la estrañeza de sus
conceptos.
teridad os reservará una condenación, de Ante todo, preguntábanse los lectores
que ¿a
no
podrán rescataros los irreflexivos aplau qué escuela pertenece el autor de los Cuentos
sos de la
preocupación a
que sacrificasteis en verso,
porque entre nosotros concibe se
vuestro, jénio. difícilmente que pueda crearse algo
de bueno
Las primeras composiciones de Matta que en el terreno
llamaron la atención fueron
orijinal; i no era mui
hacedero
publicadas en la comprender que Matta^se hubiera avanzado
Revista de Santiago de los años de 49 a con tal atrevimiento en tan- resbaladiza senda
51,
cuando su malogrado hermano don Francisco sin seguir la huella trazada por mas
de Paula tomó la dirección ele espertes
aquel periódico caminantes. El poeta tuvo cuidado de decirnos
que don Victorino Lastarria fundó en 848, pro pretendía no seguir modelo
moviendo la asociación de varios de sus discí
que alguno.
«Yo escribo lo que quiero; i a mis anchas
pulos, quepor mucho tiempo fueron los únicos Me burlo de la crítica envidiosa.»
campeones de la literatura nacional deudora a
Lastarria no solo de sus hábiles esfuerzos
per «Copiad, necios, copiad, ya que no alcanza
sonales, sino del estímulo que supo infundir A crear vuestra corta
intelijencia.»
a casi todos los
que hoi cultivan las letras. i así en varios lugares en que hace os
otros
Desorganizada la primera redacción de la tentación de selvática independencia. Pero
su
«Revista» con la crisis política
que principió a nuestro juicio
(con perdón del poeta i de
a
ajilarse en 8¿9, los Matta continuaron la pu los que creen en su absoluta
blicación, i desde luego losleetores acojieron orijinalidad) si en
el fondo de su obra, en el carácter de su con
con
simpatía los primeros ensayos de nuestro cepción es de notarse mas de una reminiscen
poeta, que comenzó a ejercitarse eon felices cia de la filosofía panteista de la escuela ale
imitaciones del italiano i del francés i unas
mana, la forma de la narración, trae a la me
cuantas
composiciones orijinales éntrelas cua moria el Child-Harold i el clon Juan de
les Los últimos cantos de By
Safo revelaba dotes ron, con la acción desnuda de incidentes, sem
poéticas nada comunes. Si entonces no habria brada de digresiones que dan ocasión al
sido posible presentir el alto vuelo poeta
que mui en para soltar la rienda a la fantasía. Ya había
< 80 LA SEMANA. 6.
Agosto
Lillo notado esta circunstancia, cuando a la
¡ men que iba a llenar con prodigalidad aquel
aparición de los Cuentos en verso pagó a su \i vacío. I aun en la escasez de acontecimientos
compañero de armas el justo tributo desús i¡ de que adolece la historia, el poeta ha ¡un
tado los pocos que componen su narración,
proezas; i a esa observación añadiremos que
el sistema narrativo adoptado por Malla, ni es i, con un colorido que solo el jénio inspirado
mui ele aplaudirse en los introductores ni 1 puede prestar a las creaciones artísticas. Léase
la última escena del Cuento endemoniado
'
su talento, ha Gaido en las tentaciones consi- ¡i «Cada vez lo estrecha mas, lo enlaza
guien tes a ese sistema. Nos habla por ejemplo ¡¡ I en sus brazos coléricos lo abraza.»
en bellísimos versos del amor, i a renglón se- [ la lucha
i que entre ambos se traba al borde
guido lanza una tremenda sátira contra la del abismo, todo forma una escena en estremo
,
otros vicios, mezclando en estraña incoheren- i a esta la cena de los amantes, cuadro
■
párese
cía, mil diversos asuntos en
que posible ; lleno de sensual molicie, de inefables deleites,
no es
encontrar otra relación que el antojo del poeta. i; i se verá con sorpresa que el poeta cuya ima-
El jenio puede reclamar lamas amplia líber- ; jinacion parece gustar con predilección de te?
:
tad; pero' ella tiene los límites del buen gusto : rribles impresiones, derrama los tintes mas
que en una composición poética,
como en
i suaves, la mas delicada voluptuosidad, la mas
toda obra de arte, prescribe ciertas propor esquisita ternura en escenas hasta diversas de
ciones, cierto vínculo entre los detalles, sin la que antes citamos. La poesía de Matta sin
el cual la mas feliz creación seria un cuerpo sujetarse a un círculo esclusivo, canta mil
informe. Preciso sin embargo se hace a la crí impresiones diversas, se adopta a mui dife
tica reconocer que si es Matta reo de ese pe rentes tonos, i siempre vigorosa, siempre fe
cado, debe calificársele de venial, en conside cunda en una inspiración que brota a rauda
ración a las numerosas bellezas de su obra, les. Ceguera o envidia sería no confesar que
bástanles para resarcir con usura no ya la el poeta tiene lo que pocas veces so encuen
falta que indicamos sino mayores, si el poeta tra; jénio, jénio como nunca habíamos visto
las hubiera cometido? Qué importa tampoco desplegarse en la poesía chilena, aun en la
averiguar si ha seguido tal o cual modelo, si sud-americana; pero jénio que ha sufrido
ha sabido desenterrar riquezas desconocidas, también sus errores, que por mas pronun
si en víijen o en trillado campo ha logrado ciada simpatía que le profesemos no debemos
acopiar tan abundante cosecha? silenciar
No busquemos en los Cuentos en verso un
argumente, ni pidamos
al poeta las emociones Joaquín Blest Gana.
un acontecimiento dramático
que nacen de (Concluirá.)
desarrollado en sus peripecias. Matta dejando
caminar tardadamente su narración, olvidán
dose de ella muchas veces, busca las impre Los banquetes patrióticos.
siones en los diversos cuadros, que sin curar
con admira
se del principal, va bosquejando ESTUDIO DE COSTUMBRES.
su madre invocando su
e nombre se salva del tiembre es llamar a los labios de los viejos la
aquí todo el argumento, que no
He sonrisa de los recuerdos felices, en los jóvenes
suplicio. hacer brillar un rayo de alegría i tocar al oido
ni mucho que
sorprende por lo nuevo ha dado de los niños las melodías de la esperanza, a cu-
a la imajinacion que lo forjó; pero
trabajar
Matta necesitaba argumento cualquiera, i yo suave com paz palpitan con tanta felicidad
un
de primavera.la gracia i novedad de sus ves ya su brindis i toma la copa dándose aires de
tiduras i tocados.
recapacitar profundamente.
Sin entrar nosotros en la los que
descripción de las —
Don Pirro es de los que han improvisado fraternidad de los hombres con un calor digno
182 '
jerar sus fraternales ímpetus hasta brindar que no han podido formular su brindis patrió-
por un cosmopolitismo que jamas habian so tero i que se obstinan en pronunciarlo, aunque
ñado. sea delante
dejos mozos del café que les'rien
En ninguna de estas reuniones faltan indi a las nariees.
viduos de aquellos a quienes incesantemente En el teatro los patriotas van a seguir dan
preocupa alguna idea política i que creen que do las manifestaciones de su entusiasmo con
los gobiernos pueden derrocarse a banqueta- perjuicio del público i de los actores, que no
ios. Eslos conocen que el momento es oportu aciertan a esplicarse ciertas voces afoogad-as
no'
para esplotar el entusiasmo patriótico de los que salen del fondo de la platea, eu donde
convidados en favor de sus ideas i uno de ellos varios banquetistas se han reunido.
álzala copa con el ojo encendido, la nariz osa Al dia siguiente algunos de los que juntos
damente hacia el cielo, el cabello desgreñado han brindado la noche anterior por la cons
i 'temblorosa' la mano, mientras que los demás tancia i valor republicanos, por el bienestar
con el jesto i la voz reclaman silencio i aten i felicidad de los pueblos, se encuentran en la;
ción. calle o en el paseo. El entusiasmo se ha eva
—
Señores, dice el Robespierre de sobreme porado con los humos del licor: encienden su'
sa, hasta aquí hemos brindado por los padres cigarrillo, se ríen de los brindis que oyeron
de la patria, por su' valor i virtudes; yo brin i pronunciaron, critican a los que pasan i se
do ahora porque nosotros cumplamos el sa burlan de los oficiales cívicos que vuelven del
grado testamento de esos héroes i trabajemos campo de marte, después de batir simulada
de consuno, con abnegación i fé por realizar mente a los godos.
la verdadera república. Las flores del patriotismo principian, a mar
Esto de la verdadera república, a que se chitarse; pero como el entusiasmo es una
apela al fin de todo banquete patriótico, es planta que no fructifica en nuestro suelo, esas
algo como el Huemul de nuestro escudo de flores caen sin dejar fruto ninguno i solo que
armas, que "casi nadie ha visto i cuya existen da el árbol para engalanarse al año siguiente
con la pompa estéril de un amor
cia ponen en duda la mayor parte. No obs patrio de
tante, a esa voz, todos se sienten electrizados, circunstancias.
Hai también otra clase de banquetes patrio
porque cuando se bebe no hai necesidad de
-
saber porqué se grita, i muchos toman la pa ticos cuyos insidentes varían algo de los que
labra a la vez. hemos querido describir, por la categoría de
—
La verdadera república, señores, dice los convidados que lo componen. En ellos la
uno que ha conseguido hacerse oír, es la reu animación es parecida, menos los brindis
nión unísona de las fraternidades de los pue contra la tiranía, que se cambian en felicita
blos, enlazados por los inmarcesibles vínculos ciones por la prosperidad del pais; pero los
del Evanjelio i yo resultados son análogos a los del primero, lo
—
-Bravo, bravo! gritan todos frenéticos. que prueba, en último término," que todos so
mos buenos chilenos.
¡Qué lindoel brindis! dice uno alborozado.
-Eso si que es bueno! grita otro llorando de 1859.
Agosto
de júbilo.
Señores, esclama otro, no puede reali Nadie.
zarseel verbo que encierra la felicidad de los
buenos sin arrojar a los tiranos del
patriotas,
6. LA SEMANA. 183
Agosto
I.5i «te nombre. I Luego que estuvo con José, le preguntó: —
poesía un
¿Eres feliz?
I. ---Si soi feliz! esclamó José entusiasmado;
El don
fatal que pudo darle al hombre
mas soi dichosísimo. Rodeado de consideraciones,
'la naturaleza, fué la imajinacion. Sin ella nos mujer buena irozá i plata, ¿qué mas, puede
contentaríamos con esa felicidad. que está al desear un hombre? Con esto se come i se diier-
alcance de todos i que. a cada paso encontra .
me bien. 1 tú? ..'...-. .-,-..,. "-
mos sin darnos mas trabajo que el de vivir. —
"Yo contestó solo Marcelo.
Pero el hnmhre marchando siempre en senti —
-Ti-Esniui hermosa.
guientes : —Es preciso casarse, amigo Marcelo., En
«Mi amigo querido : R muchas veces me acordé ( de tí. Hai
'
allá una niña. que. te --convendría mucho; es
«Hoi solo he llegado deK. ; sabrás que
. . .
buena moza i tiene una regular fortuna.
vengo casado con una buena moza. Espero —-Tú estás loco.
que pronto pasarás a darme los parabienes, —
I Marcelo fué cayendo poco a poco en una tanto entusiasmo i con tan vivos colores le
especie de somnolencia que le era habitual, hicieron el retrato.de la bella i para él desco
resultado de la concentración del pensamien nocida niña, que pronto en su imajinacion
to i que hace abstracción completa del mundo tomó una forma anjelical.
esterior. Después de la comida varió el asunto de la
Algunos dias
se vistió después
para ir a ver conversación, considerando todo lo que se
a cuidado especial en peinar
José; puso un habia dicho antes como una de las muchas
sus cabellos i acomodar el nudo de su corba futilezas que sirven para llenar el tiempo i dar
ta: sin duda tendría que encontrarse con la
ocupación a la lengua. Marcelo se retiró a las
mujer de su amigo, i era preciso en ese caso j ocho. —
Esta noche me han dado ustedes ñor
producir efecto. Producir efecto es la regla via i no me han dicho siquiera su nombre, di
del hombre de mundo. jo en tono de broma al despedirse.
Numerosa concurrencia encontró en casa —
Se llama Margarita.
del amigo José, lo que no dejó de admirarle, De casa de José, Marcelo se dirijió al teatro.
pues siendo soltero habia sido un poco tu Durante el camino se decia para sí:— Dichoso
nante i la jente formal i de peso raras veces es mi amigo José de tener
por mujer tan be
pasaba el umbral de su habitación. Pero ahora lla i amable niña. Cuándo se realizará tam
estaba casado, i lo que es mas, era rico. Con bién mi sueño dorado! Cada vez que
pienso
esto un hombre puede estar
seguro de tener en esta
esperanza, hasta aquí falaz, mi imaji
por amigo al mundo entero. Marcelo se en nacion reviste con formas tan celestes a ia
contró como un
gallo en corral ajeno, como mujer de cuyo corazón sea yo absoluto due
una letra torcida en medio de una
palabra ño, que al mirarme i al ver que soi un ser
impresa; se sentó en un rincón todo aver
_
como los demás
que ruedan en este bajo mun
gonzado i se
ocupó en jugar con la cadena de do, que he de hacer consistir toda mi felicidad
su reloj. Felizmente en el salón no se encon en una
palabra cariñosa, en una mirada
traba la dueña de casa. Pero bah! Mi amigo José que es sin duda uno
184 LA SEMANA. Agosto 6.
de los mas
pesados i terrestres
personajes que , elegante postura que toman cuando de rodi
conozco, no se contenta, estoi seguro, con una llas en la iglesia adoran o parecen adorar a
mirada i mas de su Dios. El tierno enamorado que contempla a su
no
mujer, que es cierta
mente belleza como puede desearla un
una
querida i que adora en ella al mismo Dios por
hombre. considerarla como una de sus mas bellas crea
_
Hai mementos en que el alma está mas pre- ciones, es imposible que deje a veces de mi
dipuesta al amor, como hai dias mas hermo rarla como un ánjel qno ruega por el que es
sos en que las aves trinan con mas contento. dueño de su corazón. Marcelo no era sil aman
Esa noche- daban Julieta i Romeo. Nunca te ni estaba enamorado ; pero tanta hermo
Marcelo habia sido impresionado por la músi sura le pareció imposible, en un rostro- huma
ca de una manera tan dulce como esta vez.
no, i a no ser por la realidad de las cosas que
Cada nota respondía a una palpitación de su echa por tierra los encantos que le presta la
corazón i su alma se bañaba con deleite en fantasía, habria dicho también que era un án
la suave meledía con que el jénio del maestro jel desprendido del coco celeste qué rodea el
inmortalizó su obra. trono de la vírjen, o á lo menos que un es
Todavía bajo tan agradable impresión i píritu distinto del que anima a los deinas se
mucho tiempo después de haberse retirado del res habitaba tan
preciosa morada.
teatro, se encontraba en su cuarto con la ca Hermosa era sin duda la joven devota. Sus
beza caida sobre el pecho i los brazos cruza abundantes cabellos que dejó ver en un mo
dos, entregado al dulce encanto de la revene. mento en que desprendido el manto de su ca
Al fin fué interrumpido por una voz que gri beza cayó sobré sus hombros, eran negros i
tó en la calle: Margarita!
—
puesto a recibir aquellas dulces impresiones noche, era tan voluptuosa i atractiva que solo
que ablandan el corazón como un pedazo de allí parecía encontrarse el placer ; por ella
cera a los rayos del sol. pasaba su fresco i puro aliento que embriaga
Luego que concluyó de vestirse abrió el al ba de amor al que cerca de ella se encontra
manaque para ver la fecha; era el trece de ba, como la brisa de la tarde que nos llega
abril. —
El trece de abril esclamó ; hoi cum preñada de perfumes después que ha pasado
plo veinticinco años. Dia trece! fecha de mal por entre las flores de un jardin. Sin duda era
agüero para nacimiento. Después salió a la un ánjel de hermosura, i en sus brazos los
puerta de calle. Allí estuvo un largo rato pa terrenos goces debian cambiarse en celestia-
rado sin saber que dirección tomar. De repen les deleites.
te pasaron por delante de él dos mujeres en Pero Marcelo que todo esto adivinaba, o
traje de iglesia, una de ellas como de cuaren mas bien que creaba en su viva fantasía, ni
ta años, i la otra joven, fresca i hermosísima.' por un momento paró mientes en que podían
Un instante solamente demoraron en pasar ser falsas todas sus
suposiciones. Bastaba el
por delante de él, i en ese instante Marcelo hecho mui natural de que fuera casada para
tuvo tiempo suficiente para admirar la mas que el ánjel se convirtiera ay! en mujer con
hermosa criatura que hasta entonces hubiera vestidos de seda i corsé. Toda flor pierde su
visto. Trabajo inútil seria describir las per pureza desde el momento que otra mano que
fecciones de un rostro hechicero cuyo blanco la nuestra la ha ajado ya. La belleza de una
color resaltaba mas en el cuadro oscuro del mujer es un accidente de la naturaleza, i él no
manto que descendia desde la cabeza. Sus ojos sabia si esa hermosa forma encerraba un es
que sombreaban largas pestañas negras se píritu pesado, o si estaba en armonía con el
fijaron un momento en el joven que estaba rayo de divina luz que la animaba.
parado en la puerta, i en esa mirada llena de Terminada la misa, que no fué larga, Mar
suavidad i a la que se mezclaba cierto tinte de celo las siguió siempre para conocer la casa
vaga tristeza o melancolía, Marcelo creyó ver que habitaban ; pero al llegar a Ja Plaza toma
revelarse toda el alma de la niña. El traje ron un coche i se alejaron con toda la
rapi
iban a misa; como dez de que son susceptibles los cuadrúpedos
que llevaban indicaba que
nada tenia que hacer las siguió a la iglesia. de alquiler. Allí quedó plantado como el aman
La gracia fascinadora con que las mujeres te que desde la orilla del mar vé
alejarse la
llevan el manto i la basquina, realza la vela que lleva la mitad de su alma. Una ma-
fcASJBMANAi 185
4go«o6.
no cayendo sobre su hombro lo despertó de nía&a nn;¡M5tO).ÍOT'9luntariC' o por lo ménps
su letargo.
"
nacido no del interés sino djela pasión, i que»
¡¿Qué haces aquí? le dijo una voz.
*— . caUficá;ndp¡ne;j4e asesjnp'itraidor ialeve, acaba
^AhL mi amigó José!. -Miraba ese . . por condenarme ,a<Ja pena, .cje-inuer^eicomo lo
i
-eodhe que se aleja.- i -.,<-. pjdjó.el Seaor ¡Fiscal; ¡Miserables hombres
or Bribón! siempre detras de las mujeres, ii
—
miseraüle§.:^yeg!l ; :■/■..:
...-,.. Vi;; c.--.
■
<, .
—¿No no : :
la ¡hermo-r
ilátc^íoíñubierapagadoporque; ,
Amai'J-. ■« ,-i los que entienden en esta mat me ináigWjjviyesRiogL^Ja fórmula con que
'"lefia tíiceñiqué siu el amor no hai felicidad teriflUia; *aa SeirteQcia;i.rohécil. Tan solo de
posible. '■■■■.•:¿.k:--: -'::n<y.¡ n:. :■- -■:-'■■-,-- -
'- ■
■
-a" ''•-;
\: .-■-.,:
-
.-i
José J(AisTomo
-,. .
,-,- -:",,, Dososq. cien veces, ,pe;rfir;}io,i]je ultrajarán impune
tCoaelienS.} mente: Jiadüs; echasí sobre mí un oprobio
'
-==
a:. ■■■■
■; -.:; ■'-.,■- ;
.- i
■
:•-■■ ,/?■:••• ruí^Kibojii^cf'da. infemift? ... .í-y : j.jí co/.;;. .", ,'.;
, .-■ .
: -' '
casclusíon. ";■ 'i -.:-'h i Al .decir .esjtag paíafeas, una espeqie. ; de
,
■...>&■.... . .- "..,, -
convulsión' Begviosa'.aie;uapqdeiróp de Palacios,
XVIII. -..:■'.- <k fijárQnse-.;.sus.¡íOJOS,: sus /Jábiog.' se apartaron,
'
:,,.:.. ■
f'.:<£tiando en da. tarde de aquel, dia volvimos sus arterias, pareció coijio quehubieran cesado
a Vc*aF!r^v' eneontrámoslecbarto mas preo delatir.^spuesáealguftc^fljomentosdemuda
cupado i adusto qué de ordinario. Al ino- concentracÍQft,ylpgcó jcalíaarse un tanto iprpsi,-
iBéüto conociínos qne algo.inuevo ocuctía
en' so situación: en; e&Gtai ,su causa estaba , Mí ha.pregun.tadOi,fsl escribano si apelo
—
afinada i él acababaide esperimentar esa .sen^ ieh electo lebi respoijdido con cólera que si,
sacion horrible que produce la notifieacion.de pQi^ue.¿cónaQisqnieterme, a una resolución tan
una sentencia de pena- capital en. temeraria? .¿bónio consentir en que ge .haga
cualquier
hoióbre, pero priBcipalmente en, aquellos qae, sobre: -..nu' Un asesinato jurídico, i, lo que es
como Pálacies, creyéndose felices! encontraos todavía más ;hor,rihIe, -en semejante -;forma?
¡dosei-obnstos, sanca Ljen. la. mitad de.su iexisr Nada sintímbargo-se obtendrá en la apelación:
teneia, se sienten- ala sinenabargó arrastrar todos. los jueces son iguales para mí: sucederá
muerte por una fuerza superior
irresistible. e en la segunda .instancia Jo propio
que en la
de algunos momentos de muda primera, no lo dudo! Ah! ¿cómo pudiera yo
Despugs
concentración el reoprorámpó: -. íugarmie?,Pero .¡oh jrabia! Neeesitaria meses
:^- El escribano acabade.venir a notificarme
para cohechar .a ; mis guardianes- o,jim,ar mis
ai' sentencia i «l bárbaro ¡ha empezado por ,
■■'
—
VeaVd., señor, Ib qde es-él- destino,1 lo muerte! .uvin.-.r..:. id ,<;! .-..- ';-¡: ■■•.- 1
'•■--
que es una pasión predestinada i podré decir ..AJÓÜk "fid"--,
también providencial. No recuerdos'!-' se<ló he Palacios decia la verdad: pocos, bieftpocos
dicho a Vd. antes de ahora; pero iyoeonocí a eraniíos dias: que le quedaban- de vida— Su
la mujer que adoro siendo ¡niaoi.i hoiratpefl- sentencia fué confirmada por. da ¡Corte. -Su-
sar en ella i al saber
qué siempre -me finia-, prema.de' SantiagoV» devueltos ldsiáutostíles-
vuelvo a creerme tal i a imajinát*m&, como pues desnegado el indulto íique,, se: p,idi¿ al
entonces, rlsueño-i juguetón, alegre i vivoj Consejo.de Estado, dl.juez de ¡Goiicepcipíbes.-
triscando i retozando con miscon'discíptílosde táwpó: en. ellos elieúmpjasel de .estilo** i^.Ho
escuela i decolejió en las calles i en'elJcampoi breve: perón irreviocablfe colino los 4e¡ PJOSiiiel
en el rio i en el cerro, en las -¡-arboledas! ;en reo fué puesto en capilla inmediatamentei,-- ..-■:
lá' casa donde pasé mis primeros años, tneeídio YEsfinútil háblanacjuí .-idel sufritniento: moral
por les sueños dorados de la juventud i alen •réet las lideas' .horribles ,qu éi dtaFante; sus. tres
tado por la esperanza i por ' el sol- vivificante dias de-; agonía, a.todáhqraiía'n todo instante
déla patria. La pequeña ROsaRd con Su- piel asediaron a este hombré,rsin iabaftdoflarie.n,{i
tostada por los calores! sus -Ojos negros i sus solo monjento i cada vezpias espantosas I mas
rosados labios, era mi vecina i muchas veces crueles' a'mérjítfá- que su término se acercaba.
también la compañera de mis' juegos infantil ¿Para que referir tampoco las vióle'ratas i Jss-
les. Nuestras madres se -querían 'i nosotros ju trañas^euiociqnes que tuvo que esperimentar
gábamos ensupresencia, pase^thpíni§s rearriaí en terrible situación v encerrado" én un
tan
mos juntos, contábamos cuentos, nos ocupaba-* i sombrío calabozo, rodeado de guardias, abru
mos en mil entréterisíones i habláb'ambsde tóelo, mado por consuelos ;que-£l creía estériles i
como niños déla misma-edad péfOno del' mis asediado constantemente por una sola idea,
ino sexo.
.Después, ya notJorríamossinoqNe lu la idea del crimen LdéTíastigo, del asesinato
chábamos unO con otre. Yo dispiítábaa-Rosa- ifdel éadalsb? Baste¡decir.que¡eKfSu;oora2on,
rio el triunfo en'- ia carrera, la fuerza-para le-^ eomo en >el de iodos los condenado»! dfesa es-
vantar- bultos de peso, la destreza, ©n ¡los mo^ peciev-hu&óen ésos aciagos dias u tiat ¡terda-
vimientos, la ajuiciad para saltar o para na- derai tempestad,i una lucha incesante éntrela
dar en el rio ert las tardes de véráitoi Cuando vida -i la muerte, una frajedia:qué empezó con
ella' se veia vencida, enfadábase' á veéek, i yó la conclusión dé suiprócesó i vino atQEOjiríW
toe enfadaba también! la replicaba: .'.«mejor! cóuel patíbulo." Y ni. y ¡ ''''-'■'' ! ím':.¡:,-
-■
tanto mejor!» i luego íbamos a daría queja á Cierto es- que la ¡historia de sus sufrimien
nuestras madres, que nos reprendían ¡en alta tos ihorai por hora, minuto por minuto, supli
voz para darnos inmediatamente la' razan en cio por su-plicioi- envolveriajtalvez: una'grave i
voz baja, a cada cual de nosotros. Mas tarde, profunda enseñanza. Su lectura habri&jíalyez
en nuestros
paseos, ella se apoyaba:, sobre mí hiecho menos- lijera-la mano de los que- arro
brazo i yo me sentia orgiillósode'íilevarla i jaron con su conciencia,' en la balanza ; de la
como enmudecido por su contacto. Marchá justicia;5 la cabeza dehese ser intelijenteque
bamos entonces lentamente i hablábamos des pensaba i aunaba, la capeza de ese hombre de
corazón quedeseabala vida i que nunca pudo
pacio i sin que nos oyesen. Una tarde ¡la re
—
entonces corremos jútltos i al- llegar al término eriminalés,:iii¡ distinguen ál que delinque por
me le adelanto i con aires de vencedor la tomo ínteres de aquel que obra solo arrastradopor
una pasión espontáneaiardiehte o movido como
por la cintura i la obligo a sentarse conmigo
bajo un manzano. Pero una vez sentados, i por una fuerza orgánica irresistible; i final
mientras mirábamos la marca bordada con su mente, porque ni nosotros ni nadie logrará
pelo en el pañuelo con que enjugaba sií fren jamas convencer a; los pesimistas de que el
te, nuestras mejillas se tocaren, confundióse crimen solo impera allí donde ;sé causa volun-r
nuestro aliento i un casto beso vino -a ser el tariamente un daño, pues que solo la obra de
la razón i el ■■■ consentimiento de la volun
premio de mi yictoria i el principio de -un
amor tan desventurado como eterna!. tad pueden1 revelar su verdadera existencia.
Ah! en aquella tarde yo tuve el paraíso en Donde ellas uo imperan soto se advierte el
«nicorazoii pero despueslos contratiempos han
,
! mal i la necesidad de evitarlo en adelante.
.
187
Agosto 6, UCSEIMANA. '_
aias tei criminalidad verdadera! laí-ju¿ticia de críínen digno de castigarse con la muerte es
JS sanción penal no existen a los ojos de la fii- un demente o por lo menos un maniático-, i es
ensu ifl&ncia o queei sacerdote les üiítóde, principio todos:; los. oficiales de la guarni
-
de ahí procede que la horca o el banco de los ción se, p-etestaron enfermos i ninguno quiso
ajusticiados no' soopai-a ello» otra cosa ¡que
'
salir. al mando del piquete que debia fusilar
la escala del cielo;». •;•(:; -oí icncq lo: el horror primitivo despueblo-, por su crí-
'--
Vanas,jperoque: vanasv?rklt<tnlas: qw-
mas men vino,así a convertirse en una compasión
ilimitada ien,un interés
vivísimo por la sal
■sepas L; ¿fronde
estáai k>s. cristianos: de .estos
tiempos que querrían cambiar su mísera exis vación del condenado* Díjgsea éste, i aun se
tencia terrenal spnr ese suavísimo escalón1: ce denunció a la intendencia, que el dia de la eje
leste? Si ehia cuasi totalidad de los casos está. cución, 'habría un movimiento popular para
probado que el ejemplo de las ejecuciones ca escaparlo. En efecto, porción de individuos,
pitales es ineficaz para retraer ál verdadero arabos suyos o que simpatizaban con su
yor parte de esos casos los consuelos rélij i q-h del;pórtico déla cárcel.—Pero nada: la auto-
sos son estériles para-individuos que,; por una . ridad toinó Sus medidas, i un sárjente coman
tei de propia- naturaleza, no pueden ¡prepa
su dóla tropa encargada del fusilamiento, que se
rarse a morir en medio de la; vida i alumbra hizo en larfmadnigadá del cuarto dia i siu mas
dos aunpor la luz delaesperanza. 1 luego ¿por que un corto número de espectadores.
qué razón castigarla; muerte: con., la muerte? El réO:Salió,: de la capilla por sus pies i, así
¿acaso:se resucitaal decusa ultimando asu< ase* llegó hasta, el patíbulo, alta la vista, enteroel
sin»? ¿i con qué derecho acortar voluntaria-^ semblante,; sin manifestar ia-menor emoción
mente la vida: Cuando la mortalidad natnral^ ensus: p.alaiiras ni en sus acciones desde que
se hubo convencido de que su muerte era ine
por-sí sola,' es entre nosotros tan espantosa de
swyo? ¿Por qué suprimir los irazoá trabajadoj- vitable. Llegado al lugar fatal elevó al cielo
pueblos cuya primera necesidad es la una. mirada de
inspiración, la vista de la es
'
ros en
inmigración i donde se gastan caudales para cena qué sé presentaba a sus ojos inflamó su
traer individuos qué cultiven nuestros de cerebro, el torrente contenido de la pasión pa
siertos campos o que vengan a fomentaren reció cornóT qiie devoraba su alma; pero un
nuestras ciudades la industria i las áftes?.¿por momento.de reflexión provocada por las pa
qué eliminar al hombre ea un pais donde, ia ci vi- labras dei sacerdote que le acompañaba vino
Kzacion i la riqueza, la educación i la produce a calmarle;
pidió a los que le rodeaban que
cion i todo se encuentra estacionado i restrisi- rogasenpór sü almái dijo ün adiós mudo pero
jido por -falta de hombres? 1 én fin, ¿por qué elocuente al ídolo de sú amor i luego se arro
desesperar del arrepentimiento? ¿no demuestra dilló i una descárgale tendió en el acto por
nuestra propia esperiencia que el trabajo i, la tierra hecho cadáver! La sociedad esta,
prisión solitaria bastan para dulcificar el fes» ba vengada.... lá justicia humana quedaba
píritu i para correjir hasta los caracteres mas satisfecha.,.. ;péro, aparte delosinocentes hi
depravados i perversos? ■•-'■■''-:. jos huérfanos, dos víctimas propiciatorias dé
. Parécenos por todo esto que la aplieacíon la incorrupta Témis quedaban también sa
de la pena de muerte ei* casos como el.de qué crificadas en aras de una venganza inhumana
venirnos hablando, pero mucbo>mas todavía
—
i estéril!.
én causas políticas aun cuando- sean por -in
cendio u homicidio voluntarios ,'■ es ún absurdo
—
estraviadas buscan peW nada encuentran: Fija ranzas No sediga^u* no és 4^1. El^ue Id du
ios1 ojos' eü -sf-uSfemU- i¡ al insíanté los cierra da pon^lamano'sohiie'su(0oilatzoüii( procure
/•orno pnrá-escapar del v$*íO
espantoso qué lai comprender lo que espesan sua latidos. c ,
6ircunda¡ LO ííriice"ique-'ó^e
s*n -sus propióa i La espdranz&.ds eLprindpiodé-vidactetcída
alma, es-síi aire^ .so hja l s'uealoft Cuantío!
'
pectativaii ¡.r.oir. -i -
iv ;¡¡ - "ir;
;iSinl' 'homfo»'aoííenebastante,vigor,páráiso;-r.
a
poner espantó e'fl 'e^'ánluifo déteítonbhei'bs
que Stráviéiáair-fctlifek '¡-^lura-.q
W "d :■; :«!
portar los abrojos i espinas del-.cftroioOu sinoi
cae rendwlcííeii ¡la-mitad -de sit¡ si
-!: Sin embárgb/uño dé-égfósr' nambíes q«« jornada,/
sé hahíá llevado^ consigo1 'ét cHdá'vei- 4<A-ffflb desafía, dolores; i malaá fortunaájt^r€&. pOKq-Hfi;
le ■tenfa!déiitr,or'd^sti<fer^a'rt;á¿íí)*í- pbt enca*y ■■'■■b: k up '-^.':aaiJ
■
; ;■'■ ¡- ¡.¡sin
espera/: .., ....
,:-
a la misisa queisé-maréhitai muere!,¡Y'
l: i¡
Desde entontes; todos' los diais^
:
•' ;' &' ¡¡
libra 'én que las ' tdmjJátttó- 'ÜtéTSafl- FilaH(eigee> Pero la éspenañza tieáé suq ingíaíosiLsúS
•■
- ¡
jíafiíá; que sus rp.énsáníiéi!!*o.s: -ni Otrd tíéíisúeto jadearrtesy; aniquilados, damos ef almaia Dios;
éh-sus desgraciáis' cjiie lá-míseriookíia'de Bio§ i !ei cuenrrio á iúriat sepultuba, -n-Sin' éllaj sin los;
i el récüerdó'dé -su: irifálistoái»cJW,r^ ocml süeñoá etn quenas¡¡ínecei, sin:la3ÍLuíranesidq
'
: .
■■'-•; ...
.
i. ;.;; ¡¡.
Pero nadie se ha aventurado todavía; a Id pletámtente deteonoeidol- < '.¡¡--.i.;;:. ;•;. .'-.■■ '..-..' ;
-a. eso
que sepamos,
licidad.— Sin embargo: ¿cóxao comprended el desgraciado del, que en¡ olla érée; i.a ducha •
amor que se la: profésáy las congojas i feíhoí- e'ff-algbde ítah vaporoso como una ilusion:ide
res qnc al hombre asaltáis cuando^Ve llegar sü tan¡ mentido coriip nn;súeño. Lá dicha noee
desenlace? .' . -
ffl>as:quénn engaiño de la apariencia.- i ; . ... ,
Para' amar la vida é.inecesatio qudalgoá Siempre binies resanar ái nuestro. lado ; la
pila nos amarre. es Nadie,
posible creer, ame palabríi dicha i el adjetivo- dichoso: Nos vol«
instantes á defender i ali- vemos—*¿i que>es lo qiie encontramos? Algdri
j entregue todos sus
írieniar el sufrimiento;-— Entonces ¿la felici hombre a quien todos sonríen i saludan .o al
dad, «1 placer -existen?. Paréceno's qué nó: lo galia mujer a quien asedian necios énmon-
qtie'existe es la esperanza de encontrarlos. -
tórtj' a cuyos piessfe postran mil corazones de
, Por eso lo que a la vida, nos ata, loqué nos estopa, i que está obligada a escuchar coii 1»
hace, llevarla en paciencia i abandonarla con risa eri los labi^ i éfl- tedio, el aseé en el co -
la esperanza i ñadainas que la espe razón, las lamentaciones del uno, los suspiros
pénales
Agosto fu L4 /SEMANA, m
del obro, los chistes impertinentes de este, las j I estos son los- seres que el mundo llama
mentiras groseras de aquel. dichosos! Se vé la risa que pliega los labios;
^Qilé mn|er tán'dichosa! se ésclansia por pero no se vé la arruga que surca la frente ni
—
"'
todas partes. ;'r:
''; Y. menos la espina que hiere el corazón.
I
algunos, áifegMí) el nudo de la corba Por todas partes se pye¡¡ ¡
los prétehdientesr que han hecho fiasco, era-, que el matrimonrorMSoíéasai—Al cabo de un
prendéheh su contra una campaña en regla. mes, de dos, cuando no al dia siguiente, se
¡Vaf ¿, vaya! dice una fea,^—que sonTas
—
sinónimos.
lá crédula, pobreeita! Segura éstóí quese inla:-/
"
'
—
remordimiento.
Por el centro:— Es riña descocada!' ; En todas partes -tireemos encontrar la di
Por la izquiércfet:-^-Es una perdida! cha: vamos a asirla ¿i qué nos queda—Piada!
Por la dérecháí— Se necesita mucha des El hombre que ama es dichoso: amadnos; i-
vergüenza! i ■■-■"..'■'■ ■■'■' :::.'- -;í'¡
en vez déla dicha damoscon los : celos que ;
■ '
- -
- - ;
pugnante. ,. ,,¡
¿A dónde está entonces la dicha? sé nos
Tiene dinero."
preguntará.— -En la esperanza!
—
, r .,..,.; •-.- 1 , ■■.,■'. '■■ -.- r ;.!. .-.'!;•,,, i las calles, Hemos:oido primeramente!»!» zaratea
i-i ; Martjn José Lira. .<; ¡ española,: ejecutada porcantantes españoles, :un
la
¡drama español, desempeñado por actores espa
'
,:.i YG.íSkntülgcb
,
credulidad.— Semana teatral., ;;,,r,.,, y,,, ,'.;-. r ta a nuestra capital i ¡arrastrado ,eh su cursó 'hasta
las piedras de nuestras vías públicas, que la auto
Lo qiie es hasta 'ahora, 'á decir 'verdad, rió' ridad local se afana, tíacé algunos años, por 'dejar
hemos manifestado grande a ficjori a las cosas de,
transitables, a
ejemplo'-de' kv España i Otras na-,
España ni conservado muí, relíjiosámente ¿ijftpia- tiempo, con1
ciorié's!ctúétrab^án;'rnohace
,
rnénos
ternales tradiciones, salvo una que Otra reminis
cencia del reinado de
igual propósito éli/lps caminos' de su política.
piadoso
Felipe IL Asi qus de Nuestra autoridad local, poseída .de una perseve
jamos las andaderas, antes, de tiempo según se' ase- rancia enteramente ha vuelto la obra
española, a -.
gura,,perdíihosIos hábitos i costumbres' i' 'hasta la ardor i cerrado entreunto la! entrada de
con nuevo
memoria de la''dMnad<m-'eSpa-9cil&1&ic^'^imi- ¡muchas calles a cuantos no tienen h : fortuna de
tiva'por suJhórtesto reposó- i oscuridad", épócáciá-' andaj.en dosipiés..Sii¡iel:fln justifica 'jo* atedies,
sica por latinidad dé siimoiiotoniai época romáji-'
como creen algunos hombres: deiestádó^es'de es
tica por siis duendes, brujas i aparecidos, qué eran;
perarse qiief. éstos' médioá' tan' poco' lffi>éralé§i!qrie-
la cuestión, italiana 'dé entonces, es decir, un ...tema; cfárfin tarde o temprano justificados éoii 'sil' jln. No
de conversación inagotable, yá que no, como aho-; Iraj razón para desconfiar ; de "cjíle,', andando" los,
ra, el manantial mas fecundo para las colamnaSr: ; tíempos,:~ tenga la España1 Buenos' gobiernos i riOso-,
de loso diarios í revistas: Departe denn. todo,\ >que '"•
tros buenos empedrados, ...,,. ,, ¡. '.-,'-, -r.
éramos,: paramos: a ser un todo con sus partes, Por último, Já patria .del'Ciíha querido, tatnbien
transición ¡rfluií'iácibde conciebirsíe pói* ibedío del recordarnos qué np,;ha perdido ^(¡memoria de sus-
calcule infíniffesimaly e inen¥rímóVén la ingratitud'1 Velasquez i Murilíos. Las bellas «antea y españolas
filial mas lastimosa.' Olvidados de' nuestra antigua acaban de enviarnos a uno de sus adeptos, el-se-
madre, hemos buscado' dondequiera fuesé^ que no'
ñoriMarüñez, distinguida pintor i grabador espa
la Península modelos que, imitar, elem.eutosrdé cul ñol^ de quien tendré mas tarde ocasión dé ha
tura,nuevos órganos para, nuestra vida. ¿É?..és,ta- '<
blaros. r
- '
culpa de.la España, que no ha podido, procurarnos Ya podéis sóspecbar que merced a esta irrup
lo que pediapapSi ocle nogptíos, qge -ñola hemosi ción española se lia dejado ,en paz a la guerra eu
lo que podia próciaramos? ''No es. dado re
pedido ropea corí sus 'Franceses, ¿Jardos. í Austriacós i a
solver a priori esta cuestión,
que. me contento con los Norte-americanos con sus -cuatr o vapores,
que
enunciar, pero es innegable que nuestras inclina- ya hacen esperar deiJiasia.íiov;N1 ha íogradojd.is-
se
eiones i carácter son tan poco españoles como pa traer mas la atención pública de; su, -preocupación
;
co orijinales. La actividad inglesa se ha apoderado
española, la: ¡formal ^declaración ique- ha. hecho de
«le nuestra industria, él Injenio. francés de nuestros :
nuestra aéutcalidad ¡;en:la:-.cuestAon ¡¡italiana el-mi-
gustos, la música italiana de nuestros oidos, el nistro de Relaciones Exteriores,; contestando a una?
realismo norte-americano de nuestras jerarquías nota del E. dé N. del imperio francés. Flijalmen-t-
sociales, i la España se ha quedado sin lote en la te, para que la; señiaria no fuese sino española;'
rifa. Bien cierto que no falta quien^crea que la
es el enemigo mas encarnizado del vino i de las fies
vieja metrópoli nos domina todavía con" su políti- tas, el águá, sé cernió el domingo sobre Santiago
ca. ¿Con cuál de las dos? porque hai Sin duda dos i dejó desierta la Estación del Ferrocarril. Apenas-
políticas: la política de la jente española i la polí sí tal cual soirée,' mas o menos concurrida pudo r
tica de losgabinetes españoles, como hái cometas realizarse en la noche de aquel dia, aniversario
celestes i cometas de papel.— Bien mirado todo, del padre de los- hijos de Loyola, que no es! otro,
bo
poseemos mas títulos a la herencia española como sabéis, queel fundador San Ignado;i esto
que el idi.jcia castellano, que creemos hablar, atención a que el santo era español.
'
en en - -
"
Una nueva conquista de la moda femenina, que novedades -esi-, fuerza. trasladarnos al -Teatro Muni
en otras ocasiones habria
esparcido- el pánico en la cipal, quei ha alcanzada; esta semana el aura po
numerosa falanje de los maridos i papas, ha pasa pular de las conversaciones* .
do esta semana sin despertar .mas que raras que Qué le ha parecido a Vd- -.la zarzuela?"
...— . ,¡
jas i lamentos, sofocados sin trabajo. Quiero ha,- —Me ha gustado ¡mucho la Mur.
blar de la reciente innovación introducida.en los ■
^Qué le ha pareddo a \'cL el drama?
vestidos del bello sexo, que ha-,sostítujdo,el-antÍ7- —
La Mur me ha gustado macho?
guo corte diagonal por el corte al sesgq o al tra rQué le Ife parecido a Vd., Maruja?
—
..-
'
vés, alteración mui oportuna i en estremp propi- Mucho me ha gustadola.Mur,
—
cia al consumo. De. treinta, a treinta i cinco me Qujájle ha parecido a Vd., la canción anda
—
tros; se calcula que sea la cantidad media de tela luza' , ,: ;.-, ;..-:.
exijida por un vestido de la nueva forma,, dado
■—
tomaren cuéntala quilla, adorno marítimo, que como cantante por su vgz simpática i estensa, es
contrato matrimonial, que estaba a punto de per- I condesa Maruja i en la buena muchacha Juana!
feccionarse. Acaso os interese su relación, que qué jentil desenfado para hacer palpitar. las notas ,
—
Pardiez! —
le replica con ira el Sr. H. Sin correr igual peligro habéis tenido
. . .
—
.
oportu
yo he tenido no ha mucho la dignación de creerle nidad de celebrar la reaparición de otros antiguos
a su criado
¿i Vd. no tiene la cortesía de creer conocidos ; de Gáitan, por ejemplo, actor cómico
me a mí? de merecida nombradla, de la señora López de
Reñidas asi las partes contratantes, Gaitán, la aplaudida característica, de Corby, el
que no son
las mas veces los contrayentes, del matrimonio, | popular bailarín, i sobretodo de la pareja Thierry-
Lesbia i Aristoméno continúan solteros.
j! Bernardelli. Vosotras, adorables lectoras, habréis
Para entrar en el dominio de las verdaderas '' recordado los diáfanos círculos en eleva el
qué se
192 ■'LÁ 'SEMÁfÍA. •Agostó 6.
—
Entre las
novedades, la mas flamante es sin to dé
—
disputa la zarzuela, de que aun no pueden darse Coldé pronuneió eri riiala hora el hombre de la
cuenta nuestros oídos, monopolizados largO tiem ciudad dél:;Prdfetá, i mr'vecíiio," viendo el éntu-
po por la música italiana. -En lo que hace a 'va siasmó0i regocijo' 'dé "los ¡espectadores, me pre
—
' ■■"■"■■"
riedades, hai por lo menos en campaña cinco de guntó sobresaltólo:
las Nueve Hermanas. jAsi es que, sin" contar la —
Por qué! serien? "
:
música i el baile, hemos- asistido, entres repre —Es Un recuerdo... Ji '■/'
sentaciones, a una caricatura exorbitante : MaL fiientbfén! un rétuerdó histórico..::.
—
sirio '..;';
'
'"
",' '
•-
'.
—Ahí -., .
ahpr^Üej
simiente del drama es lánguido i su' Ínteres se
papuas eri tollo. Xja protección,
adormece de cuando en cuando. Formado eí en
dico decidirá de,. su .incremento suce-
#0;,,,
'
madre desventurada, si lasftai, que está sóriiétida Talca.— Sres.E. i,S. Ilondanelli.
cruel disyuntiva: renunciara hijo o de
ChiUañ.—Sr. D. Afeaban Sirédey.
a una su
-
'£'
ülédactoiei) : litólo i oí/ouiiuao <X)iicaqa <.bleu.pa.u-'.
—
Pero esto es io que no ven :ii comprenden
LA SEMANA. hasta donde debieran los que se echan sobre
sí el pesado i difícil encargo de dar rumbo
SANTIAGO , AGOSTO 13 DE 1859. a la nave de una sociedad. —
Si acatan a la
libertad no es por amor, porque tengan en
sino la gran necesidad, el constante deseo, donde quiera que un desquieiamento se obra
¡a perenne esperanza de las sociedades. la libertad ha desaparecido o está aherrojada.
Verdad es esta que -encuentra sus
pruebas Este hecho tiene su comprobante en cada
cada manifestación de la vida de un pue
en
estrepitosa manifestación de la vida ele u.¡
blo. Lo que el hombre busca individual
pueblo. Asi vemos: siempre que la oía
—
t—
como colectivamente es -
en
la picota.
lagro sino un hecho, la libertad no es una
—
¡Paso a la sociedades! —
Todo lo demás tencia no la liberta de la tentación, que bajo
es soñar. la apariencia de un apuesto mancebo, Love-
lace de oficio, se apodera de su inesperto co
hace que la fuerza manda i opri
Siglos
me al mundo. La sangre ha corrido a torren
razón
entregándola indefensa en brazos del li
bertino. Natural es naciera entre ambos jóve
tes. No se ha quedado arbitrio
por inventar nes una
pasión cuyos resultados puede sin
para afianzar su dominación, desde los ver esforzarse preveer el lector; pero lo que talvez
dugos hasta los ejércitos permanentes; i sin
no adivina es
que el galán, verdadero tipo de
desalmado sibarita, con notable mal gusto,
embargo no ha tenido un dia tranquilo, abandona a la nueva Ariadna por bellezas de
siempre ha vivido temiendo i desconfiando, baja estraccion i licenciosas costumbres, con
sobresaltada por el mas leve ruido, viendo las que consume las noches en impúdicas or-
enemigos por todas partes, cuando no en jías. La pobre Magdalena cansada de esperar al
infiel durante seisdias, se dirije encaminada por
guerra, en paz armada eon la sociedad.
secreto instinto a la ciudad, (cuya existencia
Es preciso ceder a la evidencia. No hai —
edificio
jeográfica también ignoramos) i vagando por las
gubernamental alguno estable si la calles llega por fin atraída por el ruido de bá
sociedad no pone su hombro para soste quica francachela al lugar en que se encuen
nerlo. Todo debe de la sociedad i tra su Arturo compartiendo sus románticos
—
partir
venir a ella. pesares con unas cuantas mujeres perdidas.
Artnro con poca edificación de los lectores ni
El pasado ha sido de la fuerza; pero el mucha pro del poeta, pronuncia un brindis,
porvenir es de la libertad. que de paso diremos es una pieza bien pobre,
El pasado ha sido lucha. en que
después de algunas estrofas en que re
El presente es desconfianza. pite lo que muchos han dicho sobre los place
res i el vino,
El porvenir será armonía. concluye con estos versos :
Ciego de quien no lo crea. «Goza tú mientras vivas» ,£
Los incrédulos de la libertad son los ver
Del vino i las mujeres
I si mañana mueres
daderos soñadores del siglo diez i nueve.
Te reirás de Dios.»
Justo Arteaga Alemparte.
No tanto nosestraiía que Matta escribiera
tan estravagante concepto, cuanto que le con
Poesías de O. Guillermo Matta.
cediera los honores de la reproducción en la
(Conclusión.) segunda edición de sus poesías : parece que la
estrofa fuera la burla de un mal enemigo del
No es
injenioso el argumento de La
mas
poeta! La infeliz Magdalena que esto escucha
mujer misteriosa que el del Cuento ende comprende que el suicidio es el único reme
moniado, aunque tiene el último siquiera dio posible de su desgracia, i como toda he-
la máquina sobrenatural que reanima la na roina romántica apura un tósigo después de
rración entrecortada con frecuentes digresio escribir a su amante una carta perdonándole
nes. La mujer misteriosa es la historia de sus desvíos i perfidia. Viejo asunto, trama
todos los dias, sin incidente alguno de la in vulgar, desenlace preciso i que sobre no ser
ventiva del poeta, sin una sola circunstan nada moral, recuerda involuntariamente las
cia que despierte el ínteres en sucesos cuya pinceladas con que otros maestros han sabido
marcha i catástrofe adivina el lector desde dar vida á la vetustez de estas escenas. Sin
que
comienzan a relatarse ; i si en el Cuento en detenernos a comparar la carta de Magdalena
demoniado estamos dispuestos en obsequio con la de Elvira, deEspronceda,
¿cómo encon
de lo fantástico del asunto, a olvidar su inve trar en el héroe, en la heroína o en los suce
hijas de la ncglijcncia o del flrurito de llenar prendiendo las nociones déla relijion, se niega
vibiiüones que ;-on ¡os títulos de la reputación rebelde a respetarlas, como él presuntuoso
de las iY.-a'ij-.'iicias mediocres. Nuestro poeta navegante que abandona su segura barca por
lab 'ion lia ¡agrado amenizar con mas de una echarse a nadar en un océano sin playas, en
belleza la leyenda que analizamos; i la in que se ahoga invocando en vano el ausilio que
troducción, ia descripción del bosque, los la- despreció orgullo. ¿No comprendéis por
en. su
i.rentcs de .Magdalena, son
pasajes dignos de otra parte que ese panteísmo, parodia poco
so numen. injeniosa de la mitolojía pagana, no puede
Después cié la publicación de los Cítenlos jamás servir de base a ninguna sociedad, ni
e,.' re, Matta ha dado a luz en los periódi
.¡-,9, menos ofrecer a la intelijencia i a la imajina
cos varias
composiciones i últimamente ha cion la fuente inmensa de inagotable inspira
nido .oes obras en dos tornos impresos en ción que el cristianismo i el catolisismo, sobre
-!,-:,l Desde los Cuento'; eu verso ha sido
todo, abrió a las artes, a la arquitectura, a la
el mas popular, el mas aplaudido de nuestros poesía, a la pintura? Arrancad al alma sus
poetas, gozando siempre de Creciente favor. creencias, i habréis cegado el manantial de la
Permítasenos sobre este hecho una observa verdadera poesía i el canto del poeta será el
ción que no envuelve crítica. ¿Por qué pre graznido del cisne llevado de su laguna a la
go otare mos ha logrado Matta esa voga jene aridez del desierto. Para nosotros, la tenden
ral, cuando el carácter ele su poesía es el mas cia escéptica o panteista de la poesía debe
contrario a nuestras costumbres i creencias, combatirse como un contajio dañoso a la so
cuando el vuelo melalísico de su musa es el ciedad i perjudicial para el mismo desarrollo
menos comprensible a ¡o jeneral de los lecto dolarte; porque de otra manera tendríamos
res, cuandapnra saborear las bellezas de sus que aceptar la lei de Platón que, admitiendo
versos, se requere un grado de cultura inte a los poetas en el recinto de su líepública,
lectual no mui común de hallarse en todos los les paseaba por ella sin permitir el contacto
que admiran sos obras? inconsecuencia es es con los demás ciudadanos i los conducía des
ciencia de! buen gusto, las leyes eternas de la bles do la moral, parece querer rehabilitar
sociedad a la pasajera voga de toda innovación. aqueila hermosa parte del linaje humano, de
Lejos de nosotros el pensamiento de sujetar la la humillación en que erróneamente la divi
intelijencia en el círculo tradicional de añejas san sus paladines. De aquí ciertas declamacio
ideas; pero si la poesía asumo como lo creen nes sobre la esclavitud de la mujer, sobre su
o
oía misión social civilizadora, postración intelectual, sobre su libertad que
es
que la cumpla eu bien de sí propia no se cuida el poeta de decirnos a
que leyes
ib e-.eion en cuyas filas combate sin se
sujetaría, i de aquí en fin una doctrina no
I misino edificio que debiera con sos mui nueva tampoco i hasta funesta, lo diremos
robustecer. ¿(cuno aplaudir ia teñ sin rebozo, a cuyo término se tropieza con el
óle. ni'1, el espíritu deao ;auizador desconocimiento del matrimonio, que si nues
o 0.3 Illü- tra relijion consagra con un bello sacramento,
cbos bao celebre-do la victoria de la in-
c o, ¡o la sociedad acata como la piedra angular del
Y'i'eoela qae ;\e. ¡pe i, s grillos remachados al edificio social. Ya que los novadores olvidan
:ijr.--peiis-ami-:¡LO por i.i preocupación de la el divino orijen del matrimonio ¿con qué ins
lee-.-: anead? ¿'Jet pee! -.-:...: a ti poeta darnos en titución humana podrían remplazarle? Dígase
ieee .e de ese críYionisnao que sodnz-a i quiere lo que so quiera; ios instintos morales del co
r -fe e, tierra, qaé eos carian ios campeones razón se rebelan contra una teoría
cuyas con-
se dilatarían hasta la
sscuencias^ prostitución,
hasta las últimas relajaciones del vicio, i
e „-.o i:¡.'e;*.ua;b con funesto eutu-iasmo,
que
envuélvela desteeeciou de! santuario de la fa-
197
A&osto I3i LA SEMANA.
albe-
tiernos vínculos, ha sido para entregarla a su caprichoso
niilia, la ruptura de los mas
olvide su propia
el trastorno de las relaciones que constituyen drio, hasta permitiile que
naturaleza descendiendo indignamente del alto
la felicidad terrenal. Ciegos soñadores que ven Sin pre
la esclava en la compañera, la repugnante puesto que a las artes corresponde. de la
ciarse de clásico ¿qué pensará el lector
obligación en el recíproco afecto, í un contrato única en su es
leonino en esa santa unión de dos existencias siguiente estrofa, que no es la
enlazadas para la dicha común! pecie en los Cuentos en verso.
Por desgracia no son los errores que aca «La mujer es un fuelle que se hincha
bamos de apuntar los únicos en que ha incu A. voluntad del hombre, esclava en todo,
rrido el poeta. Sin embargo de su afición al I el honor es a veces una cincha
Para apretarla bien i de otro modo.
esplritualismo, se complace con frecuencia
en
sumir que será su obra leida por mui diversas blico podia haber perdonado este i otros des
ad
clases de lectores, cuanto porque dando a la lices; pero repetidos en la segunda, no es
ese jiro materialista se la aleja de su mirable que se formule sentencia contra el reo
poesía
verdadero terreno. ¡Estraña inconsecuencia del contumaz i reincidente.
fanático por lo bello i que busca su Por otra parte, en la absoluta libertad que
poeta,
ideal eu la impura fuente del sensuaüsmo! ha querido conquistar el poeta falseando el
Rara, tendencia la de aquella poesía que ago carácter peculiar de la poesía, i muchas veces
tando por una parte con el escepticismo el violando los mas usuales preceptos del buen
i pensa
manantial de las mas hermosas creencias, gusto, si por lo que hace al fondo
hallar en el materialismo la inspira miento ha llegado a arrastrarse hasta humil
procura
ción cuya verdadera fuente se ha empeñado des, cuando no chocantes objetos, no ha da
ella misma en esterilizar. ñado menos la espresión, el lenguaje poético,
Anteriormente observamos que el autor de ! empleando locuciones que si el purismo con
los Cuentos en verso, siguiendo la escuela de dena, tampoco ha consagrado el uso en el vo
j
Bvron, se habia dejado arrastrar lejos del cabulario de las musas. Parece que Matta no
asunto por continuas digresiones, i ahora j se diera gran trabajo para arreglar
sus estro
añadiremos que ese falso jiro dado a su musa ¡ fas, ni que se empeñara en pulir la espresión
con ilimitada licencia, le ha hecho resbalar en j de sus ideas, para ias cuales acepta las pri
meras voces que halla, con tal que sean signi
mas de una pendiente. De aquí la desi- j
gualdad en la forma i pensamiento, la brusca
j ficativas, aunque no brillen por lo pulcro o
transición de una idea a otra mui diversa, la castizo, i ese descuido que no es quizá mas que
asimilación de conceptos do contradictorio j un abuso de la amplia libertad con que desea
carácter i de mui distinta -esfera, que se ha- j manifestar su concepción, introduce en sus
ciñan i confunden en un mismo pasaje, tal- j obras una apariencia de desaliño i neglijencia
vez en una misma estrofa, sin que pueda el que el poeta podría fácilmente evitar, pues
en
lector allegarlos en una unión comprensible, mas de un pasaje se nota que conoce como el
sin que pueda formarse una impresión pro- j quemas la índole del idioma i el encanto de
funda i duradera destruida la primera emo- una fluida versificación. La historia de Clari
j
munda i alguos trozos de La Mujer endemo
cion con otras mil que le suceden, hasta que
el espíritu se fatiga en aquel incesante revol- niada contienen muchas estrofas cadenciosas
-
ver. Con ese método que hace imposible el de bella armonía; bien que creemos que el
interés dramático en la narración, que con- autor de los Cuentos en verso nunca podrá
vierte la poesía en la espresión egoísta de los distinguirse como versificador de nota; porque
sentimientos individuales del poeta, se vicia el mismo jénero de su talento, le aleja de ese
también la inspiración arrastrándola de la mérito que cuando no se funda en un don de
cúspide del idealismo, a los sarcasmos del la naturaleza, solo un estudio paciente i una
panfleto, arrancando la deidad de su empíreo, minuciosa prolijidad suele suplir.
para hundirla en las bajas rejiones de una sá Pero para la verdadera crítica, al juzgar las
tira que no es la de Horacio o Beaumarchais. producciones de Guillermo Matta hai otras con
Por cierto que no queremos condenar la poe sideraciones con mucho preferentes a los deta
sia a ia inmutable gravedad que le imponía lles que acaban de ocuparnos; porque si con
el rigoroso clacicismo; pero creemos que si la cedemos ala poesía una misión i una influen
civilización moderna ha roto muchas trabas cia social; si ese bello desarrollo del espíritu
que la agobiaban en la antigua severidad, no humano, importa algo mas que el frivolo pro-
198 LA SEMANA. Agosto 13.
pósito de halagar el oido con la estructura mu diablo i otro pudo ocnrrírsele perder tan
no a
sical del lenguaje, preciso será convenir en anjelical criatura.
que con la sociedad contrae la obligación de Ah! el amor de una mujer como Margarita,
servirla en sus verdaderos intereses, de con cuando mas no sea por una hora, es sufícien -
tribuir a su bienestar con la pequeña o grande te para perfumar el resto de uaia vida de te
poesía en instrumento de sus pasiones, de nos impresiona tanto, que llegamos a tomar
sus sentimientos o deseos
particulares i mu por realidades lo que no es mas que sueños
cho menos de sus creencias i opiniones si estas de poetas ; pero en Marcelo fué tan profunda
no andan acordes con la felicidad social; i de esta impresión, que le pareció haber conocido'
aquí el deber de rechazar, de combatir como el ya a la humilde víctima de Mefistófeles.
primer enemigo, el espíritu escéptico i des Al entrar a una calle atravesada, Marcelo
tructor que ha querido dominar en la poesía vio una niña parada en la puerta de una casa
moderna. Matta i los demás poetas que se han de modesta apariencia. Al momento conoció a,
dejado contajiar por ese espíritu, han creido la hermosa devota de la mañana. Ella lo miró.
talvez labrarse un camino orijinal cuando no i se sonrojó. Entonces apresuró el paso teme
han hecho mas que obedecer al impulso de roso de que se entrara antes de llegar enfren
Margarita!
los poetas prefieren la faina de Byron que des —
se dijo Marcelo; este es el
Margarita!
truye la morada que la relijion i la moral ha nombre de la niña de que tanto me habló José-..
construido para el refujio de -la humanidad Margarita! el nombre de la víctima de Faus
que ellos dejan a la interperie del desier to!. ¿Qué májica influencia tiene para mí
. . .
solo abren su capullo en el silencio i oscuri tertulia, Marcelo hablo mui poco o nada; en
dad de la noche i cierran sus hojas a los rayos su defecto los demás hablaron por ciento. Es
del sol. Por esto es que pasaba entre muchos taba triste i ansiaba la soledad. Un estraño
por un ser sin intelijencia, por una de esas sentimiento ajitaba su alma. Temprano se re
criaturas que viven de la vida de los pólipos, tiró. Distraídamente tomó su sombrero i al sa
es decir sin alma, sin sensaciones. lir de la cuadra, después de haberse despedi
¡Hai tan-
ios individuos que no comprenden la delica do con una fria i seca inclinación de cabeza,
deza del sentimiento! Cuántos hai que a todo caminó sobre los pies de una persona que a
el mundo hacen confidentes de sus amores, ese
tiempo entraba. Volvió precipitadamente
por ejemplo, i están inquietos cuando no en la cara i se encontró frente a frente de Marga
cuentran a quien mostrar una prenda o una rita, sus rostros tocándose casi. Ni una pala
carta de sus queridas! I cuántos que revelan bra de escusas profirió, ni an movimiento hizo
los mas misteriosos encantos del amor! Estos para dejar libre la entrada. Hubiérase dicho
hombres se asemejan a una mujer que a todo que estaba clavado en el dintel de la puerta.
el mundo dijera: Ved mi seno, qué hermoso
—
Ella turbada, con el rostro encendido, no dio
es.... Nuestros deseos, nuestros mas muestras del dolor que le causara el
pensamientos peso
i nuestros gustos también tienen su pudor. del tosco pié del joven, que una sonrisa anje-
también se ruborizan de ver la luz del dia. lical que vagaba por entre sus rosados labios.
Una de las niñas de la tertulia se sentó en —
Al momento, Marcelo cerró los ojos i evocó capaces de hacer concebir la dicha del paraí
la imájen de Margarita. No la veía ahora en el so. Natural es entonces
que, si en brazos de la
traje de iglesia, ni con el modesto vestido con mujer encontramos celestiales deleites, crea
que en la tarde estaba en la puerta de su ca mos que
participa en algo su naturaleza de
sa. Lujosamente adornada, eclipsaba a todas la naturaleza del ánjel.
las mujeres por su belleza i la elegancia de Marcelo creyó que Margarita era un ánjel, i
sus maneras. la adoró.
Mientras tanto la niña cantaba : La adoró con todas las fuerzas de su alma,
«Cuando reclinada esta noche en tu lecho como la cercana
esperanza de un bien inmen
virjinal los sueños alados ajiten tu corazón, si so, como el símbolo de una felicidad celeste,
ves en la sombra un como.... se adora, en una palabra, a una mu
espíritu que vela cerca de
tí, O Margarita, no te asustes. jer hermosa, i como tú, lector, habrás adora
nSi cuando el sueño cierra tu bellos do alguna
ojos, vez.
como el ruido Marcelo
que hace la brisa al despertar, era una de esas cabezas estrava-
un tierno i blando
suspiro viene a ajitar tu co gantes que admiten sin reflexión cuanta
qui
razón, O Margarita, no te asustes. mera nace cerebro. Se sintió dichosísi
en su
«Porque el espíritu que ves en la oscuridad, mo; le pareció que todas sus potencias habian
es ini alma
que vela cerca de tí, i ese suspiro desplegado nuevas fuerzas para sentir, i que
es la voz de mi corazón sus sentidos aumentando de
que te dice: yo te amo! vigor, le habian
i de mi amor, O Margarita, no te asustes.» dado a sualma mas enerjía para gozar con
La voz de la niña era bastante suave aun mas ansia de la vida.
Margarita con su rostro
que no de las de mayor alcance; pero la espre macilento, con sus
grandes ojos negros i su
sión i el sentimiento con que cantaba, abundante cabellera, era no solo una hermosa
suplian
la falta de su voz. Marcelo hubiera criatura; sino la mujer dichosa en cuyos bra
gustado del
recojimiento para no ser
interrumpido en las cos podia gozar de todos los encantos i place
meditaciones que la música i el canto desper res de la existencia.
taron en él. Pero en un salón de tertulia des —
la herencia de mi madre i a mi
trabajo.
(.reo pues que estoi enteramente libre pa
j
Enamorado! No es cstraño. ¿Quien no
—
relación con ella, lo que mas me plazca sin te mujer tan bella i de carácter tan anjelical,
que desde la primera vez que la .vi la amé con
ner
que guardarle consideraciones a nadie.
Según todas las probabilidades, tarde o tem la misma fuerza de sentimiento, con la misma
prano tendré que casarme, i teniendo una re vehemencia con que se ama cuando una pa
gular fortuna, he de buscar una mujer a mi sión ha llegado a su completo desarrollo.
gusto a quien yo ame sin tener en considera* Ya se sabe. La mujer querida es siempre
—
garita es la primera que me inspira tan dulce Sin embargo hasta ahora no le he cíiri-
—
Ay! que me ha roto Vd. las narices, dijo la naturaleza para mis sentidos, cuya alma
el francés. puede unirse solo a la mia. Cuando encontra
—
Dispense Vd., caballero; el mal ha sido mos esta mujer, el amor nace espontáneamente
para los dos, contestó Marcelo. i oímos como una voz interior que nos dice:
El autor hace aquí una observación. Los ena es!
esa
morados que no piensan en casarse, se afanan Pobre visionario! I como se llama esta
—
Tengo que hablarte, le dijo. mas frescos i puros cuadros de una. dicha
jslá-
—
Ya escucho, le contestó José. cida i tranquila, dicha que antes soñé como
Después de un momento de silencio. imposible i que ahora me parece ver cerca de
—
—
Grave cuestión es. El matrimonio fué tirte que hai muchas Margaritas; i sin ir mas
instituido por el mismo Dios en el paraíso. lejos, mi cocinera....,, :.,
Compañera te doi i no siereva, le dijo al pri Es una niña a quien tú conoces, la
—
que
mer hombre. San Pablo en su epístola a los ayer miraba en la plaza alejarse. en un coche,
Calatas.... la hija del jugador Marialva, en fin.
—
To no quiero la opinión de San Pablo ni Alabo tu gusto. Es en efecto una donosa
—
la del ])adre eterno, sino la tuya. muchacha, i mas de un elegante suspira por
—
Mi opinión es que si Pluto no preside el ella.
matrimonio, hai peligro inminente de naufrajio •
Quiero todavía una respuesta mas pre cerme dueño del mas puro i tierno corazón
como quien tiene que hacer una confesión- Quiero casarme con
Margarita.
—
penosa, le dijo.
'
José volvió la vista admirado-, fácil era leer
Agosto 13. LA SEMANA. 201
en sus ojos lo que en su interior pensaba. ¿S labios purpurinos de Margarita han besado
se habrá vuelto loco mi amigo Marcelo? sin embargo esa boca cavernosa.
—
Gasarte, dices? —
¿I Margarita?
con si lo persiguiera una espantosa visión. En la
—
Con Margarita, puerta de ealle lo sujetó José.
—
talvez impuro e indigno de adoración i amor. amor no resistela miseria ni a las flaquezas
a
¡O caballero andante! O nuevo Don Qui la mujer tal como la naturaleza la formó.
jote! ¿Estamos o no en el siglo XIX? eselamó De estas dos clases de amores, el primero
José. dura solo un instante.
—
La vita senza amore e un
sogno amaro, £1 segundo dura toda la vida.
dijo máquinalmente Marcela
—
Es una verdad a cierta edad del hombre, Jóse Antonio Donoso.
mentira diez años después.
I quién es el dichoso mortal que
—
¿I como pudo hombre tan feo llegar hasta especulador; pero todo eso puede mirarse' co
el corazón de Margarita? le preguntó en voz mo males pequeños en la gran familia huma
baja Marcelo a José. na, como desgracias parciales que solo afectan
—
tando una
carcajada de risa en la que mostró ! tes los partidarios del
progreso a los que te
cuatro dientes amarillos que le quedaban, i ¡a nemos también la honra de
mitad de otros cuatro
pertenecer,
negros va por la po re ! —
Los bienes son inmensos i
dundare. reconocidos,
j les contestaremos i por eso nosotros vamos a
El amigo José se acercó al oido de Marcelo hablar de sus males,
i le dijo con una sonrisa mefistofélica:—Los j
I dejando a un lado el o mas
vapor, bien
26
202 LA S 5MANA. Agosto 13.
dejándonos élnosotros por sérmenos denso,
a cias del mejor amigo nunca dejan de causar
nosocuparemos solo del azote de las presentas nos un secreto
placer;» máxima queaplicada a
i venideras jeneraciones,
aplicando nuestro un caso particular, podía enunciarse diciendo
estudio, a lo que pasa en nuestra buena tierra que: la maledicencia es la clave de la armonía
republicana. social.
Si la soberanía se midiese por la ignorancia, Para tales contiendas, los campeones de la
ningún pueblo mas soberano queel nuestro: prensa política inventan un vocabulario espe
' cada proletario debia ser una testa coronada, cial, en el que cada palabra es una zaeta des
en vez de ser, como lo son en el dia, una testa tinada a rasgar la reputación del adversario
mui cerrada. Aquí apelamos a las reminiscen en cuantos jirones sea posible, mientras que se
cias del lector sobre todo lo que se ha escrito acuerdan tanto de los principios i convicciones
i escribe en materia de instrucción popular, le de los candidatos, como el hombre de decir re
damos un segundo de tiempo para el cálculo quiebros a su consorte después de la luna de
del efecto que tales esfuerzos han producido i miel.
seguimos adelante, si mal no le place, saltan —Don Fulano no puede ser buen diputado
do, junto con él lo escabroso de la materia, porque su abuelo tuvo un bodegón i su bis
para entrar al terreno llano de las observacio abuelo vendia pellones en la plaza.
nes jenerales. Don Sutano, es igualmente inapto para el
—
Apunta el almanaque el dia que nuestras cargo, porque es calvo i se ha puesto peluca
leyes han señalado para que el voto popular para engañar a los pueblos.
envié a las cámaras a los representantes de Don Mengano debe ser un hombre despre
—
su soberanía. Esta es la única circunstancia, ciado por la nación entera, porque anda con
entre paréntesis, en que los ricos consienten un levita mui
largo con el fin de alucinar a las
i desean ser mandados por los pobres: cada pobres provincias, que seguirán inocentes la
aspirante a la diputación es entonces una es moda i tendrán que consumir muchísimo jiaño
pecie de Mario con bastón i levita, que aspira del que él ha hecho un considerable abarrote
al aura popular, invocando las mas exajeradas en su tienda.
doctrinas republicanas en favor de sus her Los candidatos se consideran como mui fe
manos del pueblo, salvo a mirarlos
después lices cuando los periódicos jiolíticos se encie
de pasada la pasajera influencia de estos con el rran en tan razonada i prudente discusión, i
desprecio característico de todo buen caballero. se restregan las manos de contento, recordan
Ya de antemano los periódicos han publi do que a clon Pedro, a don Diego i a don Juan,
cado a son de trompa los nombres de los que losa-tacaron en su vida privada en las anteriores
deben improvisarse lejisladores, porque es re elecciones, poniéndolos no solo a ellos en la
cibido entre nosotros que para lejislar no es picota, sino que también a sus mujeres, a sus
menester mas que ser elejido: en cuanto a co madres i hasta a sus abuelas, los que en tales
nocimientos especiales, estudio de las mate casos no gozan jamas del uso perfecto de sus
tación como saber bien el latín para decir políticas i administrativas: cado partido cuenta
misa. Lo principal es ganar las elecciones, el triunfo de su parte i los comisionados salen
que para eso de lejislar no faltará algún deso bien provistos ele numerario a la compra de
cupado que formule proyectos. Luego para dar votos, mientras que los periódicos lanzan furi
en ellos el voto no hai mas cjue estarse un bundos anatemas contra los que tengan la in- /
poco despierto ¿quién no sabe decir si una famia de vender el mas sacrosanto cíe los de
cosa es buena o mala? únicamente los tontos, i rechos. El pueblo, entre tanto, sube la cotiza
nadie se cree con derecho de reputarse tal, ción de ese derecho a medida que el dia su
por miedo de ofender a su modesto amor premo se aproxima, i los políticos de cada bando
propio. vaticinan el resultado de las elecciones según
Conviniendo pues en que ninguno tenemos los datos privados que tienen de las sumas
impedimentos dirimentes para ser diputados, gastadas en azuzar el patriotismo de los ciu
reúnense los partidos, fórmanse las listas i dadanos.
Yo creo que los opositores se la llevan
publícanse como dijimos en los periódicos.
—
Los que mas se ocupan de esto son ordinaria dicen en un círculo de hombres de pro.
mente diarios creados adhoc, especies de an- —No lo crea, amigo, le contesta un pesi
damios donde cada partido trepa para lanzar mista, los ministeriales principiaron a comprar
con mas holgura denuestos e improperios al calificaciones mucho tiempo antes.
contrario. El público se aficiona entonces Pero yo sé que los opositores llevan gas
—
trarla un sabor que despierta el mas vivo ins- | algo en estos casos ¡I no será mucho que
tinto del hombre, que Larochefoucault ha for- i quieran ser diputados sin gastar nada! bonitos
'
inulado con esta terrible máxima olas desgra- políticos!
Agosto 13. LA SEMANA. 203
En estas conversaciones se habla tanto del ¡ rales, mui pocas variaciones. Los comisio-
con
estado de la opinión como de lo que pasa en ¡ nados, que son los héroes de la jornada, condu-
la luna; pero todos, sin embargo, se creen en | cen al
pueblo de un punto a otro, lo animan i
el desempeño de sus altas funciones de ciuda entusiasman con diuero i discursos, inflamán
danos i tacharán de nula, mas tarde, la vic dose el sagrado amor a la patria de los ciu
toria del opuesto bando. dadanos con mucha mayor enerjía i prontitud
Llega por fin el dia en que el soberano pue por medio del primer espediente que por el
blo debe, según la espresión consagrada, de segundo.
positar en las urnas el mandato de su sobera Así pasan las horas del dia en medio de la
nía, cuando ya muchos de los que lo componen ajitacion i el tumulto, leyéndose proclamas i
han reducido a licor su sagrado derecho i de- comentándose los incidentes que tienen lugar
positádolo en la urna de sus estómagos. Desde en cada mesa, hasta
que llega la hora del es
las primeras horas de la mañana los lugares crutinio. Al dia siguiente repítense las mismas
inmediatos al recinto de las mesas receptoras escenas i resultan por fin nombrados los lejis-
se hallan ladores del pais, llamados por el voto del pue
ocupados por grupos de ciudadanos
de poncho i chaqueta que esperan a los comi blo a dirijir sus destinos.
sionados de cada partido, para ver el que ofrece Evitamos mayores detalles de tan delieado
mas por la calificación. Allí se habla de los asunto, porque no queremos herir las sucep-
puntos donde las están pagando mejor, se dan tibilidades de nadie i creemos que sin mas
las señas de los encargados de la comentarios dejamos probado lo que al prin
compra i se
muestran las listas que las comisiones direc
cipio dijimos, para todo el que quiera sacar las
tivas han hecho repartir anticipadamente. consecuencias de la pintura que con fidelidad
A la hora fijada establécense las mesas i da hemos tratado de hacer.
principio el combate electoral. Una turba de Agosto de 1859.
individuos las rodea, levantándose en ese ins
tante una grita
capaz de hacer llorar a un Nadie.
sordo.
—
Debajo de mi planta:
Mejor será que declaren haber ganado,
—
» den
comprender la época en que viven, yo no que nadie se aüeveria a La estrella de
asegurar.
—
»
pertenezco a ese número. A los ojos de la opi- la fortuna palidece o se eclipsa en el momento
» nion
pública los hombres llegan hoi dia a ser menos esperado. El mundo por mas que en con
i) mas
grandes por la influencia moral que ejercen trario se diga va llegando a una época en que la
»
que por medio de estériles conquistas. Trato sin
espansion, la jenerosidad i la abnegación son solo
11
orgullo de alcanzar esa influencia moral contri-
capaces de gobernarlo i dominarlo. El egoismo va
«
huyendo a libertar el mas hermoso pais de la Eu- en fuga.
»
ropa.»
Mucho se hablaba de bases para A11ÉEJCA,
un arreglo en
tre el Austria i los aliados, presentadas por la Ru Poco de notable ofrece la vida de los estados
sia, i que el emperador Napoleón no estaba distante americanos en la
pasada quincena.
de aceptar. Sin embargo, tales bases no
pasaban Los Estados-Unidos
compran i venden, i sueñan
de un rnmor, obra de las presunciones de la
diplo con protectorados i anexaciones.
macia. Si Napoleón III, entrará en arreglos en este
Méjico sigue buscando una salida a su situa
momento perdería la mas bella ocasión de conso ción anárquica.
lidar su poder, de dar a su dinastía el de
prestijio California prospera.
la justicia i del bien. Luis Napoleón necesita hacer Las repúblicas de la América central van cami
olvidar el dos de diciembre, i que mejor medio no del progreso.
que dar la libertad i la independencia a un pueblo Venezuela cobra cada dia mas fé en la demo
tan simpático i grande desgraciado.
como cracia i la libertad.
Sea lo que quiera de estos ruidos, lo que hai de La Nueva-Granada vive alerta contra los coias-
206 LA SEMANA. 13.
Agosto
piradores del poder, (¡ue no cesan de tramar el Pues asi sobre el
alma, i mas grato,
menoscabo de sus libertades. El placer delicioso se anida,
El Ecuador so prepara a la guerra. Siempre al alma llevando mecida
El Perú continua sofocando pronunciamientos i Como en alas de bella ilusión;
mostrando el puño cerrado al Ecuador. I rayo de amor que la abrasa
esc
I dejemos
A. C. J.
Do ol amor no derrama su esencia
Canción. Nunca asoma siquiera algún bien,
Paguen otros allá con su llanto
¿Es verdad, verdad quo on tu
os pecho
Al sufrir abundantes primicias,
El amor ha encendido su llama,
I los dos, entre finas caricias,
I la intensa pasión que me inflama
Transformemos el mundo en Edén.
Sabrás Liorna i constante pagar?
¿O tus labios, acaso, me dicen .
Agosto 9 de 1859.
Lo que tu alma jamás ha sentido,
Rafael Santos.
I to gozas en verme rendido
Sin quo premio a mi amor pienses dar?
Ee«s de ia semana.
Pero no: creer no puedo que intentos
Engañarme con dulces promesas, Santiago, agosto lá de 1859,
Que no pueden finjirse ternezas
Que inspirar solo sabe el amor, Sumario. —
I nos unan al fin esos lazos zón para llamarlas pérfidas. Nada es tan profundo,
De feliz i perpetua pasión? en verdad, como la perfidia del océano, espejo de
Si probaras tan solo una gota los cielos i sepulcro de los mortales, i la perfidia
De la hiél que en la duda yo apuro, de la atmósfera, que ya matiza la túnica celeste
No sabrías decir, te aseguro, con la púrpura i topacio do sus celajes, o batiendo
Si vivir puede así el corazón. la tierra con violento chaparrón disuelve i amasa
Falsas sombras de un triste delirio; encubre sus miserias, disculpa sus flaquezas i los
1 el inundo la copa de un lirio
os consuela de sus reveses. Esta cómoda palabra es
Quo se entreabre, la aurora al brillar. la clave universal de que se sirven para traducir
los misterios de la pasión i justificar las traiciones
¿I no has visto en la flor perfumada de La vanidad masculina
su amor propio. se cree
Como terso se posa el rocío, lo menos, dice
o, a siempre engañada, pero ja
se
1 prendido en el suave atavío mas so confesará vencida. El pretensioso galán que
La regala existencia mejor; hace su provisión de ternezas en la retórica i vé
I al nacer la hechicera mañana contrariado la ineficacia de los tropos; el importu
Ese rayo fugaz que la envía, no amador que cree candorosamente en la infali
De cáliz, en dulce ambffisía,
su bilidad deladajio: quien persevera alcanza; i el
Convirliendo el oscuro licor? seductor avieso cojido en la red de sus propios ar
dides, son otras tantas víctimas, no del gusto acá-
Agosto 13. LA SEMANA. 207
lo, sino de la perfidia de otras tantas mujeres. i capital a la monotonía de los pasatiempos seden
Para los enamorados la perfidia es como la falta de tarios. A la cabeza de éstos han figurado la con-
1
municiones para losjenerales en jefe, que con este versación, como es de costumbre, i la lectura, quo
argumento esplican satisfactoriamente cuanto hi I no es la mas jeneral de nuestras costumbres.
cieron a medias i cuanto dejaron de hacer. Los 1 Pero la lectura ha encontrado un aguijón eficaz
'
gobiernos también poseen otras dos frases pare en los Recuerdos de California, por Pedi-o Isidoro
cidas, aunque un tanto desprestijiadas : la salud Combet-, que bajo esto título acaba de publicar
del estado i el bien del pais. Imparcialmente ana ,
la primera entrega de un libro interesante, cuya
lizada, la perfidia del bello sexo no es mas que 1
edición está ya agotada. Difícil seria darse cuen-
una ilusión que se crea la vanidad del hombre pa 1
ta déla circulación fenomenal de esta publicación,'
ra satisfacer su
despecho, i si la perfidia del tiem ; si no se recordase que su autor la ha repartido
po no fuese mas verdadera, seguro está que hu ¡ graciosamente. M. Combet ha querido que su
biésemos tenido en la semana dias nublados, noches ■
libro fuese
ameno a la par que económico, i su-
oscuras, sol de i agua de mas, con todas péríluoesdecir que ha realizado su propósito. Los
-
menos
sus lastimosas consecuencias. Pero la perfidia at . Recuerdos de California se adquieren sin gravá-
mosférica mui
positiva i muí real, principal
es i men ileen con agrado. Escritos con gracia i
se
po es el mas crudo despotismo. Nada hai que no la sed, i restituido a nuestra capital, se consagró
esté sometido a la caprichosa lei de los aguaceros desde entonces al servicio de la humanidad ham
i las nubes, inclusos los tres poderes vijentes del brienta i sedienta. El almacén de M. Combet es.
estado. A ellos ¡a los aguaceros, no a los tres po como sabéis, uno de los órganos mas acreditados
deres) obedecen sin murmurar gobernantes i go del arte de Brillat-Savarin.
bernados, i si las ranas no se conformaron con En cuanto a la
conversación, no hai que darse
tener por rei una viga, nosotros con mas cordura mucho para adivinar las materias com
trabajo
vivimos contentos de tenor la lluvia por dictador. bustibles que ha hecho arder. Los recientes lan
En esta época, los vecinos de Santiago lo pasa ces del drama italiano lian sido, como ora de ri
inmolan a su insaciable codicia plantas i árboles el público, de quien es ya la favorita. Acaso Cla
frutales. Parece que estos laboriosos insectos, pro pera alcanzaría igual fortuna si se prestase a hacer
puestos tantas veces por modelo a las naciones, los papeles de galán i aliviase así a Millan de una
desconocen una de las bases fundamentales de la carga demasiada pesada para sus débiles hombros.
sociedad civil : —
el derecho de propiedad. Vero A las tres funciones de esta semana el baile ha
símilmente es deudora la humanidad a las abejas dadosucontinjente de armoniosos jiros i vaporosas
de algunos modernos sistemas de organización vueltas. La Thierry no se cansa de bailar ni el pú
social. Ellas inspiraron sin duda a Fourrier los fa- blico de aplaudirla. El domingo en La Madrileña,
'lansterios, que tantas analojías tienen con las el martes en La Araña, ayer en la Noche de Boda,
colmenas, i a Proudhon su famosa máxima : La la ha acojido siempre con entusiasmo perseverante.
propiedad es el robo. Esto no debe sorprender, Tomados en cuenta el gusto de nuestro público
si recuerda que una manzana enseñó antes a
se i el personal de la compañía que hoi funciona, es
Newton la lei de la fuerza centrífuga. Así es co de desear que la empresa prefiera en sus exhi
mo la naturaleza se complace en abatir nuestro biciones la comedia al drama. Poco gustado, como
orgullo dándonos por maestros, ora los insectos, es este último, cuando no pertenece a lo obras
ora las frutas. Empero, algunos vecinos de Yun maestras del Teatro moderno, la comedia ofrece
gai, que no hallan
dispuestos a recibir tales
se ademas menos escollos én su ejecución a los ac
que nosotros, han elevado sus quejas a la autori cómico de Bretón de los Herreros, alternado con
dad, pidiendo la reforma de la constitución de los Dramas de Dumas (padre e hijo) i algunos otros
:tan industriosos insectos. del Teatro 'francés i del español, satisfarían bien
De aquí «n fuera, preciso es buscar nuevamen nuestras predilecciones dramáticas.— La empresa,
te el ínteres de las novedades en la semana teatral, tan dispuesta como está a complacer al público,
<jue también ha sufrido la contajiosa influencia de no pasará por alto esta opinión, bastante esparcida
la temperatura. entre los aficionados al Teatro.
variaciones del barómetro. El domingo, un público nimar la actividad de nuestra población, devol
■numeroso llenaba el teatro para oir una lindísima viendo a las calles la facultad de transitarse, a
el interés de una -feliz combinación dramática, pectadoras, i las novedades a los periodistas, que
no podemos, como el comandante de un cuerpo
sembrada de escenas cómicas i oportunos lances.
Bien ejecutada, fué aplaudida estrepitosamente. de guardia, redactar nuestros partes diciendo : sin
música,
El Duende, inferior
a lo
el argumento.menos en
a la primera, si
Jk
Puntos de suscripción.
falto de movimiento i naturalidad. Finalmente —
pa
mojados i mohínos, se ha representado un drama
en cuatro actos: La gracia de Dios, que maldita
—
saje Bulnes.
Valparaíso.— Imprenta i librería cM
la gracia que le hizo al público. Tampoco su au
Mercurio.
tor cuando lo compuso debia de estar en gracia de
Serena. D. José Domingo Cortez.
—
hiciese también reir mucho a los Españoles vein Concepción Libreria del Mercurio.
—
Merced a las tres zarzuelas cantadas hasta hoi, Chillan. Sr. D. Abrahan
Siredey,
—
nuestros oidos e mpiezan a gustar de la música es Lima. Establecimiento del Sr. Ri-
—
pañola, creación naciente, sin carácter propio al cordi, calle de las Mantas
gunas veces, pero siempre animada, lijera i sim Ariquipa. Sr. D. Manuel G. de Cas-
—
pática. tresana.
La Mur i Clapera, a quienes debemos los me
jores ratos que nos procura la zarzuela, siguen IMPRENTA DEL CORREO, Pasaje BúTncs, núm. 1/,.
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO
Uledactoteó : 'któto t
Jjoimuqo .
Jhiteaqa JuteHipatU.
Año I. Santiago, Agosto S© de 1859. ftíúni. 14.
prestijio, para que sea mirada de reojo i con banqueros, ni millonarios, ni escribanos a lo
denada sin apelación. Preocupación! A ella de Ferrand, ni hipócritas ambiciosos a lo Piodin,
bemos —la esterilidad en el pasado, el desa —
ni malvados como el Maestro de Escuela, ni
liento en el presente, las dudas en el por
—
monstruos como la Lechuza, ni niños defor
mes de alma i
venir. cuerpo como eIR.engo, ni caba
Asistidos de fé ciega en nuestra impotencia lleros de industria como San-Remy; pero eso
literaria nos echamos a despreciar cuanta crea no quita que entren en campaña grandes pa
ción no viene garantida por un nombre estran siones, que. haya cruda lucha de encontrados
jero. afectos, que haya drama, eu una palabra. Lo—
Pero entre todos losjéneros literarios a nin que puede ser que nos falte son las esteriori-
guno ha cabido suerte peor que a la novela. dades déla novela, el fondo nó; ese no falta en
Época ha habido eu que se la consideraba parte alguna.
parto de irnaj ¡naciones enfermas, i en que el Pero ya esta cuestión ha pasado en autori
vulgo de las jeates no tenia empacho para reir dad de cosa juzgada desde la aparición de las
a las narices del que de tan lastimosa manera cuatro novelas de Alberto Blest Gana. Elias
¿Qué di
mos?— Leer las mal traducidas i muchas ve rán ahora los pesimistas de la literatura si se
ces insípidas novelas que, por conducto del toman el trabajo de hojear esos dos volúmenes
Correo de Ultramar, nos envían los traditores que nosotros hemos devorado?
españoles. Esas novelas vienen firmadas Du
—
Las novelas de Blest Gana parecen escritas
mas, Sue, Jorje Sand, Feval, Emmanuel Gon de propósito para vindicar a nuestra sociedad
zález, i esto nos basta. Sobretodo su acción pa de su tan gritada i compadecida esterilidad. —
sa en Paris, en Londres o cu Marruecos, i no Todas las figuras que dibuja en sus cuadros
en Chile. Porque hai otra creencia i es que no tienen un
pié, ni una pulgada mos que cual
—
nuestra sociedad es la mas prosaica del mun quiera ele los vecinos de nuestra buena capi
do, como si todas las sociedades no lo fueran: tal: cuanto les rodea es prosa. El mundo eu
27
210 LA SEMANA. Agosto 20.
que viven, los círculos que frecuentan son los ciones del arte ; es una prueba de que el sen
mismos que frecuentas, tú. lector, i yo: mundo timiento es la mitad del jénio.
En desacuerdo andan las opiniones de los
insípido, círculos donde la vulgaridad está a la
orden del dia, donde se bosteza mucho, se hombres de gusto i de crítica en lo que al
Aria respecta. Quien la
juega malilla i cada uno se ocupa en martirizar mérito de Juan de
a los demás. En una palabra, cada uno de juzga, como nosotros, la creación mas oriji-
esos cuadros es un daguerreótipo de nuestra
-
de las
cen todo el gasto. I qué delicadeza de observa garidad.— Esto, que es sin duda una
de adivinación cualidades de su talento, es lo que
ción, qué maravillosa facultad grandes En
en algunas escenas, qué pinceladas tan maes mas daño ha hecho a su Juan de Aria.
tras i felices para comunicar cuerpo, vida i novelas de ese jénero es necesario que la
lo
movimiento al personaje que retrata! —
Cuando imajinacion tome la delantera a la razón,
imposible a lo posible, la mentira la verno
a
se termina la lectura de una novela de Blest
Gana, uno cree haber conocido a sus persona dad, el corazón a la cabeza. Se necesita
haber vivido en su intimidad. La ilusión del estilo reposado del anatomista del corazón,
jes,
—
empleo siempre feliz i a veces maravilloso de mó él, al ver el brusco ataque del diario hostil
la luz i la sombra. —
No hai una escena en El a sus narices; pero ¿qué dirán en Europa?
Prüner Amor que no sea la realidad; pero la Se-Hos figura que la posteridad se ocupará
realidad evocada, llamada al movimiento, a la tanto de nosotros, como el viejo mundo de la
vida por la májica varilla del estilo. —
ras de la
preocupación, que no dudemos de la mayor parte de nuestra jente de pluma, que
amplitud a que puede i debe llegar nuestro los favorecidos de la suerte tienen hartas co
horizonte literario i tengamos buena voluntad sas de mas provecho en que pensar.
para acojer, protejer i animar a los talentos Hallábame en dias pasados bajo la melan
que se alcen. cólica impresión que las tardes de invierno
¡Qué la intelijencia sea una felicidad i no arrojan en el espíritu, si este no es, sobre
una desgracia! —
Qué de hoi mas solo quede todo como el mió, muí propenso a risueñas
encomendado a los imbéciles el armarse con ideas, cuando veo dé golpe abrirse con es
tra ella! truendo la puerta de mi cuarto i penetrar a
Lo que nos falta para conseguirlo, es fé en Pedro como una flecha, cerrándola tras él con
el talento. una precipitación febril, que desmentía sus
encender.
dia de hoi me hallarás razón i acaso me com —
Dice así :
padecerás.
—
A a te escucho. -
¿
«AnTimo. •
¡Qué idea! apenas son las doce. Mira, ven dor de voces de niños me anunció que la fami'-
a ver los vestiditos
que compré anoche para lia llegaba de misa con las criadas, i antes que
los niños.
yo hubiese tenido tiempo de pararme a cerrar
Resignóme i asistí a la exibicion que ella la puerta, invaden los cinco chiquillos el cuar
fué haciendo de cada pieza, mientras que en
mi imajinacion volvía i revolvía la interrumpi to, apoderándose de mis plumas, rompiendo
el papel, sacando los cigarros de la cigarre
da escena de mi drama, mirando maquinal-
ra i luchando todos por subirse sobre mis ro
menle lo que mi mujer me mostraba.
Tras los vestiditos de los niños vinieron dillas, para lo cual los mas fuertes lanzaban a
los otros a rodar por la alfombra entre llantos
unos encajes i después unos vuelos bordados,
i desesperados chillidos.
i unas manguillas, i una cinta, i dos pañuelos,
i que se yo cuantas cosas mas, mostradas con
■—
¡Matarse por desdenes de amor! esclamé taba escribiendo, pero no bien llegaba al últi
interrumpiéndole, hombre, vas a falsear las mo verso, cuando un espantoso grito de la ve
costumbres.
cina pieza me hace saltar de mi silla i correr a
—
Bueno; Arturo está solo con Clorinda. Te «Vitriolo agostador, fuego volcánico
k-eiti un pedazo. «Que hierve en lo interior del pecho mió
I ¿Ick'.k.o e~*o sacó un manuscrito del bol «Como »
Agosto 20. LA SEMANA. 213
ella.
«Como hierve en la grasa algún pescado.» En instante llegó mi mujer, arregló el
ese
me pareció una comparación vulgar aunque asunto i volvió a mi cuarto cuando yo termi
osada i verdadera. No obstante, en vano bus naba la cuarteta. Pero ya era hora de comer
caba : nada se me ocurría sino la misma com i en vano quise continuar.
,^
paración que retumbaba cadenciosa en mi ce Tuve que ir a la mesa i doblar mi cuer
rebro. Ibame a decidir por ella para pasar a no, con el desconsuelo de haber empleado un
otra estrofa, cuando otro de los niños abre la dia para una sola cuarteta.»
puerta i se me presenta con una manzana en Consolé a Pedro como pude i se despidió
la mano. ¡Una manzana, para un niño que lle de mí, prometiéndose concluir el acto en esa
va un mes de
empacho! Figúrate la desespe misma noche i dejándome maravillado de su
ración que se apoderaría de mí! pues no de perseverancia literaria.
jó de ocurrírseme que por una manzana esta
mos todos penando en este lacrimoso valle. Al Agosto de 1859.
instante dejé la pluma, olvidé mi verso i salí Nadie.
colérico a buscar a la criada, a la que prodigué
las mas amargas e irritadas reconvenciones,
decidido ya a dejar mi drama i a quedarme
; Gloria !
con los niños el resto del dia. Pero el
pilluelo
a
quien acababa de quitar la malhadada fruta Al eco gloria despierta el alma mía
de la
dejó de gritar, los otros estaban jugando con I se arde
ígnea llama de noble inspiración:
en
tentísimos i mi estrofa se puso a bailarme en
Yo quiero gloria inmensa! i acaso vendrá un dia
la memoria, hasta que maquinalmente volví a
En que se embriague en ella mi ardiente corazón.
encontrarme delante de mi escritorio. Relella
«Es un amor que quema la existencia, ¿Qué importa, si a mi muerte, fecunda mi ceniza
Hace brotar la palma del fúnebre atahud?
«Vitriolo agostador, fuego volcánico
«Que hierve en lo interior del pecho mió
«Como lava que un cráter ha arrojado,» Honores i riquezas que el vulgo necio anhela
De mi alma no despiertan la mísera ambición.
Pero no creas que tuve tiempo de estampar
Su estrépito brillante arrulla, no desvela
en el papel mi feliz idea, porque al entintar
la pluma se me presentó una de las criadas. El sueño funerario del lúgubre panteón!
—
Bueno, recibe la ropa i que se vaya. Jamas, ni espuma que juzgo tan amarga
con su
—
Es quequiere llevar la puerca. Salpiquen mi memoria las olas de ese mar!
—
ración se terminó por fin i volví a mi cuarto j El tiempo, siempre el tiempo rijiendo los destinos!
felicitándome de haber terminado la estrofa. I 1 al tiempo, el hombre, haráse superior?
nunca
Mas yo creía- haber escrito el último verso i al
: ¿Jamas podra a su marcha cerrarle los caminos
leer vi que ni lo había escrito, ni lo recordaba
Dictándole, imperioso, sus leyes de señor?
tampoco. Nueva lectura i nuevo afán para re
cordar el verso que vino a sorprenderme en |
El tiempo! siempre el tiempo! océano infinito!
una de las molduras del techo, cuando alzaba i
los ojos en busca de la inspiración. Mas no te El hombre te consulta! obedece a su voz.
presentó de nuevo.
—
¿Qué hai todavía? grité saliendo de qui En vano! el eco solo repite mis acentos
cio i sintiendo agotada la paciencia. Burlando desdeñoso, mi loca vanidad:
214 LA SEMANA. 20.
Agosto
Lo verdadero existe? o son los elementos Tú no eres mas
que lodo justicia terrenall
I el mundo i aun el hombre ruinas de la verdad? Ahí gracias! una losa detiene mi carrera:
Sus letras ígneas dicen: ¡El hombre es inmortal!
Ohl si así, del jénio dadme la luz radiante,
es
Con ella los espacios veloz recorreré, Es Sócrates magnánimo, el jénio de la gloría,
I nuevo Prometeo, del cielo rutilante El rayo de los cíelos que al mundo iluminó:
El velo misterioso quizá desgarrarél Aquel que al hombre dijo: Eterna es mi memoria!
Para que la veneres, eterno te hago yol
Sino, ¿de qué me vale la mísera existencia
Ni a qué admirar mi mente la vasta creación; Es Sócrates! su noaibre el alma refrijera;
Si no he de hallar un dia su animadora esencia, Hai algo de divino en esta excelsa voz!
Si no ha de comprenderla mezquina mi razón? Si el Dios que concebiste, mentira, sueño fuera
Tú, Sócrates, del hombre debías ser el Dios!
Si esta sed de grandeza, si esta ansiedad de gloria
Nunca, ¡terrible idea! satisfecha he de ver, Postrado ante tu losa, tu sombra veneranda
Apagúese en buen hora la luz de mi memoria Revéleme el misterio que anhelo descubrir!
Que ¡imbécill solo sabe que nada he de saber! ¿Cómo de las tinieblas la oscuridad infanda
Se razga, i cómo llega la mente a concebir?
¿En dónde de la gloria se ocultan los misterios?
I cómo de los grandes se llega a la mansión? I tú que en paz reposas, teniendo tu cabeza
Dejadme ir recorriendo en tristes cementerios Por almohada el mundo que un dia sustentó;
Sepulcros de jigantes que alumbren mi razón! Del astro que en la senda te guió de lagrandeza,.
Colon! tu muerte acaso, los rayos apagó?
Aquí una gloria se alza! la funeraria loza
Ostenta en líneas trémulas su nombre: ¡Napoléonl Espíritu sublime! Orijen de la ideal
Parece que el artífice con mano temblorosa Con la liaraa del jénio ilumina mi ser!
De miedo horrible víctima, grabara la inscripcionl I al asombrado mundo en cada estrella lea
Verdades que hasta ahora no supo comprender!
Ohl cómo hasta la tierra su gloria fertiliza!
Miradl ya al Cielo alcanzan las hojas del laurel! Si es gloria que exije sacrificios
ídolo la
No le toquéis! el mundo sus ramas diviniza! Bien!cúmplase en buen hora en mí su adusta lei,
I sangre, sangre humana! a arroyos vierte de él! Desgarren mi existencia los bárbaros suplicios;
¿Qué importa vivir mártir si se ha de morir rei?
Mas ¿dónde las verdades están que al mundo diera?
Oídlas! Esterminio! Muerte! Desolación! Gloria! sin fin mi nombre repita el llano estenso,
I el mundo, ¡mundo imbécil! su azote en él venera
Repítanlo los montes, repítalo la mar!
I besa a su verdugo con cínica abyección! I ondeando en los espacios cual estandarte inmenso
La noche de los siglos le vea fulgurar!
Oh! no, no es gloria la que desea mi alma
esta
con las manos sobre el corazón o con las ma Subiendo al orijen de las cosas, no seria
nos en los bolsillos, que para el caso da lo talvez desatinado creer que nosotros, republi
mismo, todos a una han de confesarme que canos como somos, hemos ido a rastrear las
en orden a plácemes 1 pésames el mundo es prácticas de los príncipes para calcar sobre
una traji-comedia, alternativa de llanto i ellas nuestros usos de simples ciudadanos o,
risa i de risa i llanto, en la que actores i es sea si se
quiere, de ciudadanos simples. Sa
pectadores concurren con igual empeño al bido es que para que se case una princesa, no
éxito de la farsa. basta que el cura o el obispo le eche las ben
Figurémonos sino algunos de los muchos ca diciones, ni que haga vida conyugal con su
sos que ocurren en el mundo i ellos harán re esposo, ni que tenga mas hijos que Artajerjes,
saltar esta verdad. pues si la cosa se limita a esto i no corren no
Don Roque, hombre de juicio, no solo a to tasen opuestas direcciones, avisando el enlace,
das luces, que así pocos hai que no lo sean, soltera se ha de quedar su alteza en el con
sino también a oscuras, completa las setenta cepto de todos los monarcas i ministros de
primaveras, sufriendo los rigores de una se relaciones esteriores de ambos mundos. Dado
gunda viudedad. Cuando menos se lo imajina, el aviso con la oportunidad debida, ¡ay de los
un
par de ojos traviesos le pican el deseo de que no se alegren ni manifiesten complacen
prender nuevamente esa maldita antorcha del 1 cia! que mui luego han de venir cañones a
himeneo, a cuya luz importuna tienen tantas despertar su adormecida sensibilidad; pero si
veces de que sonreírse los profanos; i enamo la nota se perdió en el viaje, si hubo por ven
rado nuestro viudo en grado heroico i emi tura un traspapelamiento o un olvido, todo
nente, cásase al fin en forma con la Dulcinea o deber de complacencia cesa i el primer diplo
con la Agreda que su suerte le tenia deparada. mático del mundo podrá salir ala palestra con
El caso es de parabienes. Los parientes i su archivo, probando i extraprobando que la
amigos de Don Roque están en el deber de tal princesa es tan vírjen como las once mil
celebrar este suceso i de significarle la grata del calendario.
complacencia que produce en ellos su feliz Estas prácticas de las altas rejiones venidas
reincorporación al gremio de los cónyujes. hasta nosotros (profanum vulgus) por la via
Durante cinco i seis semanas, el enlace da de la imitación o por la via de Panamá, que
tema a todas las conversaciones. La notable da lo mismo, deben haber sido seguramente,
desproporción entre la edad de los novios, el como arriba dijimos, las que han quitado a
jenio díscolo i movedizo de la niña i el incon nuestras costumbres esa sencilla simplicidad
movible aplomo del esposo acaban por impri que tanto echan de menos los patriotas del
mir en él todos los signos de la predestinación. año X.
Las aves de rapiña celebran el augurio i las Verdad es sin embargo que llevando la ob
beatas divisan místicamente tras del matrimo servación a otros casos de parabienes, no
nio ciertas conveniencias sociales que lo han siempre se ha de hallar testas coronadas o
acelerado. usos internacionales a quienes
culpar de las
Apesar de todo, los amigos i parientes es- formalidades importunas eu que estamos en
tan, como antes dijimos, en la obligación de vueltos.
celebrar tan fausto acontecimiento. Para proce El mismo Don Roque, cuyo matrimonio
der a regocijarse i a cumplimentar a la víc acaba de servirme de verbi-gracia, tiene ya
tima no falta sino que ella misma les dé parte un año mas que legar a sus
biógrafos. Mui
de su nuevo estado, porque regocijarse antes apesar suyo, el almanak anuncia el dia de su
de este trámite sería invertir el orden de las santo, que es también el aniversario de su
cosas i faltar a las reglas que la sociedad ha bautismo.
prescrito. Decentemente, ellos no pueden ha Quien quiera" que sepa lo que esto signi
cer nada mas que posponer el
regocijo a la fica en el último tercio de la vida, compren
tarjeta o a la visita, i esperar a que llegue una derá hasta qué punto debe estar nuestro
de ambas para alegrarse entonces como se amigo satisfecho de su cumple años. Añádase
alegra el sacerdote que resa el aleluya cuando a sus poco alegres reflecciones una jaqueca
el maestro de ceremonias se lo apunta. impertinente que lo molesta i se tendrá en re
La etiqueta es inflexible a este respecto: yo sumen la idea de su situación en la mañana
sé, vosotros sabéis, todos saben que el museo del dia de San Roque.
de novios ha agregado un nuevo bípedo a su Los amigos i parientes, de quienes he te
colección; pero todos, vosotros i yo hemos nido ya el honor de hacer mención, salen
jurado por la pierna de Mahoma no tener noti nuevamente a nuestro paso,
respirando re
cia alguna del suceso mientras no venga Don gocijo por todos los poros de su propiedad.
Roque mui peripuesto a referírnoslo. 1 para Con la mayor impertinencia del mundo, se
llenar esta e.xijencia social, forzoso le ha de han encaprichado en creer que el anciano está
ser salir con sus setenta navidades a cuestas, de parabienes, i mientras uno se introduce de
pregonando su locura i evocando la tormenta rondón en su gabinete disparando una salva
de parabienes que está de Dios que caiga so de felicitaciones, dos resuelven sin apelación
bre su casa para no dejarlo gozar tranquilo de acompañarlo a comer para beber una copa a
los encantos de la luna de miel. su salud, tres mas contratan una banda de
216 LA SEMANA. Agosto 20.
música para ir a tocarleserenata, cuatro
una ,
dad será siempre igualmente imperiosa i na
se quedan agraviados porque los sirvientes les die podría eximirse de desempeñar al natu
dijeron que el señor no estaba en casa, i todos ral el papel que le toque en esa comedia de
en fin los
que por sí o apoderado no han po sonrisas.
dido solemnizar el acto con su presencia se Los espectáculos de llanto están también
apresuran a remitir tarjetas para hacer enten- sujetos a reglas inflexibles, de cuya observan
der a don Roque que están mui al cabo de que cia ninguno puede prescindir impunemente.
pesa un año mas sobre sus hombros. Supóngase que muere doña Bríjida, a la
La tortura es horrible. Cualquier hombre temprana edad de noventa años, después de
de buena crianza que encuentra una mujer o haber pasado cinco o seis en completo entre
una cabeza blanca eu su camino evita, como dicho con sus facultades intelectuales. Solo a
importuna, toda conversación que por nefas o un olvido de la muerte puede atribuirse que
por fas tenga relación con la edad de sus la honrada matrona no hubiese ido tiempo ha
oyentes. Sabido es que en orden a fechas, la a rendir la cuenta de su juiciosa vida.
del temblor grande es el máximun a que la
urbanidad nos permite estendernos cada vez
Llegado al fin el trance duro, pásalo ella. _
tercero o
Sin embargo, i a despecho de estas pru niza de haciendas, de casas i de minas.
dentes consideraciones, no hai hijo de vecino
que, llevándose la cuestión al terreno del al-
Figúrense ustedes cual deberá ser la pena
de esos buenos afines i consanguíneos que ves
manak, como diría un diputado, no se con
tidos de punta en negro se instalan a media
sidere perfectamente autorizado para abo
luz en los salones de sus respectivas casas i
carse al mismo Matusalén en persona i darle
reciben con admirable seriedad el pésame de
cordiales parabienes por su cumple-años.
sus amigos i vecinos. Uno de ellos, pobre has
I es todavía lo mas orijinal que ese mismo
ta entonces de solemnidad, si es que puede
individuo a quien habrían sobrado razones
haber solemnidad en la pobreza, lamenta con
para calificar de indiscreta toda alusión a la
tales muestras de ternura el fallecimiento de
fecha de su bautismo, se siente i se amostaza
la anciana, que cualquiera creería que hablaba
si alguna de las personas que conoce falta al
la verdad. Otro, usurero de primera fuerza,
precepto social de echársela bruscamente en cara de tres por ciento que acaba de inventa
cara el dia de su santo ¿Cuántas amistades no
riar hasta las sábanas del lecho mortuorio,
se han cortado cuántas antipatías no han
—
ha sido sostituida por trabas importunas que Sin embargo de todo esto, i de lo demás
han de acabar con ellos. Determinados están que pudiera decirse contra la poca sinceridad
los casos en que es forzoso alegrarse o sufrir, de ciertos duelos, preciso es convenir en que
i así como se anuncian con fijeza los eclipses no
siempre las apariencias del dolor son en
del sol o de la luna, así también cada uno co gañosas. Casos hai i por desgracia demasiado
noce al empezar el año los dias en que
debe frecuentes, en que la muerte del padre, del
felicitar a los demás i aquellos en que el mis hermano, o del amigo esparce sobre el alma
mo debe recibir felicitaciones. Por
mas
que cir negras sombras i lleva amargo desconsuelo al
cunstancias adversas, dolencias o contratiem corazón.
ha respetado tampoco esas circunstancias so- 1 el tino de elejir partes nobles en donde estam
lemnes de la vida. par la muestra de la pena. Un lazo negro sobre
'
Quiera que no quiera, el doliente se ha de el corazón pudiera talvez tener algún signifi
vír importunado por una turba de compun- \ cado para los análogo-maniáticos; pero, poner
jidos, tan sinceros en sus manifestaciones de ! mostacilla oscura en el pescuezo del sacerdo
pesar como aquellas plañideras de la antigua te, crespón en la sangradura del militar i, lo
Roma a quienes se pagaba para que llorasen que es todávia mayor abuso, crespón también
j
en los cortejos fúnebres. en el sombrero del ciudadano, es lo mas ridí
Ni
es en buena ; culo i detestable que lleva sobre sí, eso es ya
justicia exijible que seme-
jantes manifestaciones sean menos falsas. | a no dudarlo, el último de los caprichos o el
¿Qué hemos de hacer todos los prójimos sino i primero de los desatinos. Para que un indivi
mentir groseramente ya que se nos pone en la duo represente la triste figura, basta por si
obligación de protestar sentimiento cada vez solo el sombrero, sin que sea necesario profa
que tiene difunto en casa la señora tal o el ca nar el dolor, simbolizándolo solemnemente en
ballero cual con quien nos ligan someras re tan risible i feo cucurucho.
laciones?. Que el muerto haya sido un su
.. . Pero está escrito que todo ha de marchar
jeto apreciable, o bien un quídam bueno para fuera de camino tratándose de dolores o de
el Limbo i nada mas; que gozos. Los acompañamientos al panteón, con
deje en el corazón
de su viuda el vacio del caso, o que el verda los cuales pondremos término a nuestra re
dero vacío fuera él para ella, todo da lo mis vista de plácemes i pésames, vienen a dar La
mo. Tras de la jeremiada del -cronista
que I última confirmación a esa verdad.
acompaña a la familia en su Ved una turba de carruajes que en pos
justo dolor, pre- i
ciso que se lance la turba de profanos i
es ! unos de otros se dirijen al cementerio, a íin
cada haga présente a la citada viuda de que los enlutados que van dentro hagan
que uno
i al hijo i al hermano
j ! alli la última farsa en obsequio de Doña Nie
que están sufriendo una
equivocación, pues es cosa
averiguada que la ! ves i de su inconsolable esposo.
muerte es mucho mejor que la vida; que así i Tras un momento de muda contemplación,
lo aseguran los santos padres i otros varios ! uno de los dolientes, reclinado en la testera
escritores de nota, i que como el finado era tan I de su coche, pone en tabla la siguiente cues
bneno i tan.... i lo deinas, Dios lo ha de tener ¡ tión:
en su santa
gloria, por lo cual deben consolar- ¡ —
se algo de la
pérdida que ellos mismos les ¡ pués de ocho meses de matrimonio!!
acompañan a lamentar; todo sin perjuicio de í —Dice Vd. bien; ha sido un hombre-cuer
reservarse in pectore I vo, a quien nunca pillará la muerte de sorpre
para no acordarse mas
de los parientes ni del muerto uiia vez ¡ sa porque alcanza a olería desde lejos.
que el
duelo se despida en el zaguán. —
Pero que, como comerciante, arriesga el
Los parientes por su parte, tristes i i todo por el todo. En virtud de la mutua ins
afliji- '
dos como están, -tienen también titución de heredero que arregló con su mujer,
reglas fijas a
que amoldar su dolor. Entre otras cosas, exí- i la buena señora habria asegurado su porvenir
jeseles como indispensable el rigoroso traje si él se hubiese despachado primero.
!
negro con su correspondiente acompañamien- —
A lo menos habiendo muerto de enfer
to de crespones, aderezos sin los cuales todo 1 medad algo larga, no habrían faltado frascos
sentimiento es imposible. ¡Infeliz ele ! que inventariar.
aquel
que en lo mas rigoroso del estío deplora la I —I qué dicen ustedes de la función de ano
muerte de su padre bajo una bluza color cas- i che? esclama en otro carruaje un doliente me
cara, o metidas las piernas en blancos panta- j nos mordaz. Parece que el barítono estaba con
Iones! Sin hacer justicia a la sofocación ¡ catarro.
que
lo acosa, todos hallarán argumentos en los —
I el bajo con gota: no he visto un pararse
mismos pantalones i en la bluza contra su re- desairado. Mañana veremos como se sa
| mas —
del dolor, exibiéndolas por mas o menos tiem- i probable, la maldita madrugada de hoi me de
po, según la proximidad del parentesco que I ja constipado, con notable perjuicio mío i nin
lo ligaba al difunto. La muerte del
padre de- i gún provecho del difunto.
berá sentirse por seis meses, la del hermano En medio de estas i otras conversaciones
•
por tres i la de la mujer o del marido hasta ¡ por él estilo, nuestro cortejo llega al cemente
nuevas bendiciones. Durante estos rio con el pesar en el traje i la indiferencia en
plazos fi
jados al pesar, o por io menos a su manifesta- el corazón. Unos cuantos bostezos mas, algu
¡
favorables conceptos sobre su actual felicidad. hace señal a los carceleros que quiten la mesa. Los
dos carceleros se llevan la mesa por la puerta del
Véase pues como la mano sacrilega de la
mentira ha entrado a profanar hastael asilo de foro i desaparecen.)
los muertos, después de ejercitar sobre los
margarita, bajo a Henrique.
Ni ufía palabra a mi hermano sobre sus desig
vivos Su acción desoladora. Cuan diversa no nios. Se avergonzaría quizas a nuestra vista,
seria nuestra condición si la verdad hubiese mientras que ya los lia renunciado. (Mirando a su
conservado su imperio! alrededor i viendo que los carceleras se han ido.)
Sabido es que entre los hechos que revelan En fin, señor, estamos solos.... ¡ha sonado la hora
el instinto de sociabilidad con que la natura- de la libertad!...
francsico i.
leía ha dotado al hombre, pocos hai tan sig
¿Qué quieres decir?
nificativos i elocuentes como ese anhelo de co
margarita.
municación que siente el alma, cada vez que del
Que hai un proyecto concebido por nosotros
la oprimen los pesares o que el placer le ofre- no nos atrevíamos a hablar a V. M., antes de
que
-ce sus encantos. estar seguros ele que 'podría secundarnos.... ¿Os
Anhelo es este tan pronunciado i cierto que sentís con bastante valor.... no.... quiero decir,
mas que los desengaños hayaii minado con bastante fuerza, para caminar una 0 dos le
por
nuestra fé, por mas que la misantropía haya guas a caballo?...
FRANCISCO í.
echado raices en nosotros, siempre hallare
I aun mas!... aunque me costara la vida... Mo
mos un suave lenitivo a nuestras penas en la
rir libre!... (con sentimiento). ¡Pero os lisonjeáis
voz consoladora del amigo, i un aliciente po
con una vana esperanza!... ¿Ignoráis que dia i
deroso a nuestros goces en la participación sin noche hai soldados que velan al pié de esta torre?
cera que le quepa en ellos.
HENRIQUE.
Sucede empero según se deja ver por las ¡I hoi a las órdenes del conde de Villareall
prácticas sociales, materia de este artículo, MARGARITA.
que mientras mas interesados estamos en con La de Medina responde de él.... Nada
duquesa
servar la sencilla injenuidad de aquellas ma oirá... nada verá... está convenido!...
nifestaciones simpáticas, mas hacemos por co HENRIQUE.
Dos caballos nos esperan en la ribera del Manza
rromperlas, mas nos empeñamos en desvir nares," i mas lejos un carruaje i caballos apostados.
tuarlas.
francisco i.
Parece que los hombres se hubiesen dicho
¿Por quién?
rnnos a otros: «puesto que nuestros pesares se margarita.
atenúan i que nuestros placeres se aumentan ¡Por el marques de Santa-Fé,el gran escuderol
siempre que encontramos una alma que goza FRANCISCO I.
i siente con nuestras propias emociones, pre Un enemigo miol... a quien habrás suplicado.
ciso es que ideemos el medio de que esa lei margarita, atrevidamente.
Un esclavo a quien he dado órdenes.
benévola de la naturaleza quede completa
FRANCISCO I.
mente sin efecto. La voz sincera del amigo
deberá perderse, de hoi mas, entre las finji-
Comprendo... pero una vez en carruaje... ¿para
atravesar le
España?...
das protestas de una turba indiferente, i será HENRIQUE.
en vano que pretendamos distinguir la verdad Ya ha dado, bajo nombre
senos supuesto, un pa
de la mentira, la realidad de la farsa, el cora saporte hasta la frontera!
zón de la lengua. Haremos de los plácemes i francisco i.
¿I si esa jugarreta se descubriese, sise me arres carruaje, a los caballos apostados, al salvo-con
tase? ¡Esponerme yo a las burlas de estos orgu ducto, (a Henrique). ¿I bien?
llosos españoles, con semejante uniforme!.... en- henrique, saliendo del balcón.
cogullado!. Mas valdría que me raparan, me
.. La reja está abierta!
tonsuraran i me pusieran de patitas en un con francisco i, abrazando a su hermana i
vento... .
Nó, un puede ser venci
rei de Francia dirijiéndose al balcón.
do i hecho prisionero, pero ridículo... nunca! ¡Adiós, adiós, pichona mia,... mi querida Mar»
henrique, con viveza. garita!
S. M. tiene razón. margarita, siguiéndolo-.
francisco i. Tened mucho cuidado, señorl...
así? sí que francisco i, ya en el balcón i dirijiéndose
¿No es ¡Tú me comprendes!
MARGARITA.. a d'Albret.
Hé aquí que se nos atraviesa el pun
¡Vamos! Desenvuelve la escala para que yo pueda ama
tillo caballeresco. Oh maldito orgullo masculino. rrarla.
¡Por tan frivolo, por tan absurdo motivo, hacer fra margarita.
casar un
proyecto tan soberbio! ¡una evasión tan ¡Bien fuerte!
bien combinada! (acercándose al azafate de la de FRA-NdSCO U
recha i cojiendo muchas flores.) ¡Buscad vosotros i ¡No tengas cuidado!
hallad otro medio mejor. (Arrojándose en un si margarita.
¡Faltas!... Señor!...
CARLOS V. francisco i, del mismo modo.
I aun hai ingratitud ...
porque en fin, en la ba Vuestra Majestad!
talla de Pavia, V.
me
dijo que él le habia salvado la CARLOS
francisco i, empujando con fuerza la ven francisco i, mirando las paredes de su cárcel
tana i apareciendo sobre el umbral del i sonriendo.
balcón. En vuestro palacio!... sea! (Siéntase i Carlos V
Pues ha mentido! (Movimiento jeneral.) después de él. Momento de silencio.) Primero, her
CARLOS v. mano, i para no tratar otra vez del asunto, quie
¡Cielos! ¡el rei de Francia! ro daros una queja : ¿cómo habéis tardado tanto
francisco i. en concederme esta entrevista? ¿Cómo habéis po
¡El mismo! i aunque sea en medio de nuestros dido añadir al horror de mi cautiverio, la espe
ranza tantas veces fallida de veros.... de quejar
enemigos nos gusta presentarnos!
carlos v, con cólera. me a vos mismo, de las privaciones que me impo
Esa reja abierta.... ¡una evasión!... (Mirando a nían, sin que vos lo supieseis, vuestros criados?
Margarita) cuando yo me conüaba en vuestra Dispensad, no tengo intención de incomodar a
lealtad!.... (mirando a Francisco 1) en vuestro V. M.,..
honor! carlos v, con franqueza.
francisco i, ¿Incomodarme? al contrario! todo lo que me
¿Estaba yo preso bajo mi palabra.... os la he decis, señor, a menudo yo mismo me lo he echa
dado alguna vez? ¡Nó! ¡que he conservado todos do en cara, mas amargamente aun que vos pudie
los derechos del oprimido contra el opresor, i del rais hacerlo.... pero la culpa no es mia.
cautivo contra su carcelero! francisco i.
CARLOS v. ¿I de quién, pues?...
Sea! i puesto que lo habéis querido, conserve CARLOS v.
mos nuestros papóles (dando un
paso para salir). Entonces cuan celoso de sus derechos
ignoráis
Adiós!... iprivílejios el consejo de Castilla? Siendo em
es
Francisco/....) i su prudencia exajerada.... Aun no puedo por desgracia, sin la última con
FRANCISCO I. dición.
Mal debia acordarse con vuestra franqueza.... francisco I, con impaciencia.
No hablemos de eso. Vuestras condiciones, se Todavía otra?...
ñor?... CARLOS v.
CARLOS v.
I esta es la justicia misma!... vuestra lealtad no
CARLOS v.
tro reino; pero ¿olvidáis que os encontráis en Ma
por la traición, por la corrupción.... que ese es pero cuya mano vano puede firmar tratado al
vuestro valor. guno; Francisco I puede todavía exclamar desde
CARLOS v. el íondo de su prisión : ¡Qué Dios salve a la Fran
¡Ah! no puedo soportar semejante ultraje! cia! (El rei está de pié, Henrique i Margarita de
francisco i.
rodillas.)
¡Probadlo
pues, cargáis una espada, d'Albret FIN DEL ACTO SEGUNDO.
me prestará la
suya, i con las armas en la mano,
terminaremos aquí nuestra querella, como caba H. de Irisarri.
lleros, con Dios por juez, (enseñando a d'Albret.,.) (Continuará).
i un jentil-hombre por testigo.
carlos v, con frialdad.
Concibo efecto que semejante partido os aco
en
Elees «le la ssessiana.
modaría; pero aunque se me asegurase la victoria,
yo le pediría a V. M. permiso para no privarlo de Santiago, agosto 20 de 1859.
una existencia
que me es tan cara como útil; que
en cuanto a la mia Sumario. La guardia nacional constipada.
—
Placeres. —
Señor, ¿qué queréis hacer? tros grupos mas modestos i menos fervientes.. Por
HENRIQUE. que es este primer dia de la semana en el que se
¿Qué designio es el vuestro? (Escuc/iando cerca despierta nuestra facultad de locomoción, embar
del cuadro de San Pacomio) Es estraño.... tras gada en los seis restantes. Entre nosotros, el do
de ese cuadro he creido oir.. Nó, nó! .
volubilidades del tiempo se movieron aquel dia gas. Espera confundir con él a su sobrino i a los
cuanto han dejado de moverse los siguientes. empresarios del alumbrado.
A la verdad habría sido poca cordura salir de Escrito estaba en el almanaque del destino que
casa esta semana después que el grito de ladro •
esta semana habia de ser fecunda para las armas
nes! habia dado la señal de alarma, corrido todos i los descubrimientos. A la resurrección de la guar
los cerrojos, dado vuelta a todas las llaves, dia nacional, a las proezas de la policía, es decir,
atrancado todas las puertas i difundido la tribu de los ladrones vijilados por ella, i a la aplica-
lación i el espanto en nuestro honrado vecindario. cacion del gas a los coches, es menester añadir la
El grito de Annibal ad portas! no fué mas formida comunicación que ha dirijido el príncipe de Tou-
ble para los Romanos que este grito de ladrones! nens al diario de esta capital. Con ella queda re
para los Santiaguinos, si bien no habia para éstos suelta en cuatro palabras la cuestión-indios, que
iguales motivos de susto i congoja que para aquellos. ha sido orijen de tan largas discusiones para la
De seguro que los nietos de Eneas no se habrían prensa. Asegura dicho príncipe que podrá darse
consternado de tal suerte, a haber tenido para de feliz cima a la conquista de Arauco mediante el
fender su libertad i sus muros una Brigada de Po empleo de cuatro mil hombres i algunas máquinas
licía como la nuestra. A ella, después del cielo, de guerra adecuadas a la ignorancia i sencillez de
debemos la seguridad i aseo de nuestra población; aquellos bárbaros. Si el gobierno acepta, como po
i digo después del cielo, porque la Providencia ha dría suceder, el plan de campaña del mencionado
tomado a su cargo de algún tiempo a esta parte príncipe, los aficionados a la pezca i a la caza po
ciertas funciones peculiares de la policía. Con sus drán proporcionarse mui buenos ratos con solo ha
aguaceros se ocupa de lavar las calles, que vijila cer un viajecito al teatro de la guerra. Curioso ha
en las noches serenas con sus estrellas innumera de ser el espectáculo de aquellos candorosos indí-
bles. Acaso no tardará tampoco en llover piedras jenas que picarán en el anzuelo como pescados, o
sobre nosotros i aliviará asi a la policía de la ím» se pegarán en la liga como jilgueros, o caerán en
proba tarea de los empedrados, suplicio mui se la trampa como ratones. Las tiampas de ratones
mejante al tonel de las Danaides. Esta mancomu especialmente son las que han de dar mejores re
nidad del cielo con la policía aparece de manifies sultados contra los golosos habitantes de Arauco.
to en la organización de la segunda,
que sin embar ¡No sospechan ellos la que se les espera!
go aún no ha logrado realizar por entero el sistema
planetario. Los serenos, por ejemplo, no son has Tampoco sospechaba Térsites H.... el trájico
ta hoi sino estrellas fijas en cada
esquina, i seria desenlace del enlace que iba a contraer con Creu-
de desear que se convirtiesen en planetas i pudie sa B.... Es una triste ocurrencia
que lo ha colo
sen jirar rápidamente en torno de su órbita. Dia cado entre el ridículo i el suicidio; i de dos par
vendrá, no lo dudemos, en que nacerán para tidos tan lisonjeros ha optado por el último. Pero
nuestra policía los Copérnicos i los Newtones no debo anticiparme a mi narración,
que que vais a
han de someter a nuevas leyes las evoluciones de leer, si os acomoda.
su esfera. Térsites H.... tiene veinticinco años, honrados
sentimientos, intelijencia despejada, figura i fortu
Pero los progresos no pueden llegar a término na modestas, i una timidez cerval. Sin este último
sino paulatinamente i el tiempo les marca siempre habria
achaque, gozar de los beneficios que
podido
las jornadas de su viaje. En la marcha de las co otorga el mundo al de los hombres;
común el —
sas es él quien traza el itinerario, que en vano sosiego de la vida i la benevolencia de sus seme
pretenderíamos alterar locamente. No por eso fal jantes. No era tan superior a ellos que pudiese
tan personas que tal intenten. Sin ir mas allá de ser envidiado, ni tan inferior
que pudiese servir
esta semana puedo contaros una ocurrencia de inerme víctima al engaño i la doblez; de
que
justifica mi aseveración. suerte que estaba a salvo de dos
plagas ruines:
Un rico propietario de nuestra capital, el S. X, los envidiosos i los malvados. Pero dotado de
que tiene mas afición a la luz del gas que a otra un espíritu encojido i pusilánime, ha figurado
cualquiera, inclusa la luz de la intelijencia, envió hasta hoi entre los mas desventurados
hijos de
el martes mui de mañana a llamar a su sobrino Adam. Jamas ha entrado en un salón sin
que
con urjencia suma. le hayan venido las colores a la cara, i la tur
—
Temístocles,— le dijo luego que hubo llegado, bación al ánimo; i rara vez ha
—
te he hecho venir para comunicarte una idea
dejado, en tan
lastimosa situación, de trastornar un
ha ocurrido anoche.
me
mueble, des
que garrar un traje, o verter en el suelo el contenido
—
Una idea! le replicó el sobrino un poco alar
—
Sí; i una idea que quiero realizar hoi mismo. ja olvidaba el compromiso contraído con él, que
—
I es
—
La de ponerle gas a mi coche.
por su paite no se atrevía a recordárselo; si'asis-
tia al teatro, su asiento de platea estaba
Pero, tio, ocupado
eso es imposible!
—
desempeño de sus actores i amenas por su varie jer de bnen tono, la candorosa niña o la mucha-'
dad, no pueden preciarse de igual fortuna en la cha alegre i maliciosa no desmienten jamás su ca
elección dramática. Nada hai que decir de la pre
—
rácter personificadas por nuestra simpática artista.
ciosa zarzuela; —
El Valle de Andorra, mal apre Sabe inspirarse maravillosamente en cada situa^
ciada la primera vez i justificada plenamente en clon, siente de veras i jamás falsea la naturalidad,
su repetición a los oídos del público; pero una co triunfo supremo del arte sobre el arte.
media de Rodríguez Rubí seguida de un drama de Clapera, que a la par de la Mur es el alma de la
Gil i Zarate, son dos punibles traiciones a Melpó- zarzuela, solo una vez se ha dejado oir esta se
mene i Talía. mana. Canta bien i representa
mejor. Su voz en
tera se insinúa agradablemente al oido i su decla
Mejor es creer, título de aquella comedia, es un
aforismo que, sí se tomase en un sentido absoluto, mación es irreprochable.
nos sometería al yugo de la mas despótica cre La aparición do Alonzo hizo creer un instante
dulidad. Pienso que hai cosas en que es mejor en la desaparición de Millan; pero no fué sino un
creer i otras en que es mejor no creer. Así, por eclipse parcial. Don Enrique se tomó el jueves el
ejemplo, mejor es creer en las dotes líricas de D. trabajo de desengañarnos.
Tomas Rodríguez Rubí i mejor es no creer en sus Gaitán.... Millan.... decididamente, la compañía
dramática está apurando el consonante de galán.
disposiciones dramáticas. Nada lo prueba mos que 1
la cemedis üe que os hablo. Domingo Arteaga Alemparte.
Imprenta del COR FILO, Tasaje Bülncs.
PERIÓDICO NOTICIOSO, Í.5TEBARIG 1 CEIÍTÍFIGO
vista. Si la razón
para probarlo faltara, so
razón; a la ilusión el de
—
nada.
gran preocupación de todo gobierno es la Muchos siglos hace que se viene traba
estabilidad: nace, vive i muere asegurán jando por cimentar i engrandecer los de
dola. rechos gubernamentales sobre el aniquila
¿Qué enjendra esa
preocupación? —
La ca miento i hasta la ruina de los
rencia de observación i de respeto a las
derechos so
leyes ciales. ¿Que se ha
conseguido?— Sangrientas
del desenvolvimiento social. Años hace crac
revoluciones de mas,
venimos espléndidos progresos
trabajando por descarrilar a las so de menos.
ciedades en lugar de ponerlas en camino. Nada mas natural :— La tendencia del
No es oíra cosa esío de querer i
organizar individuo como de las sociedades no es a la
cimentar de un modo ficticio lo que tiene
compresión sino a ia espanjion, no es a la
su organización i cimiento natural. disminución de esfuerzos i
personalidades
22G LA SEMANA. Agosto 27.
sino a su aumento, es a la rapidez i cons que si buscan un idéntico fin lo hacen con
tancia de la marcha por la armónica profu menos franqueza i valor?
sión de los rodajes. Si la época de la lucha Hacer responsable a la fuerza de todos
-no ha pasado, ha los desquiciamientos sociales no es mas
pasado sí la de la destruc que
ción. Nada de lo que existe es inútil, todo creer en la historia. Ni una sola de las re
■tiene su empleo, su fecunda esfera de acción voluciones que han venido marcando con
en que moverse. El reconocimiento de esta sangre cada paso de las sociedades hacia el
verdad es el mas grandioso paso que puede progreso ha dejado de ser su obra.
darse en la via del progreso. En tanto no Nada es mas cierto que esto. Todos los —
lecer, es segunda.
Toda traba puesta a la primera es , una combatidos, hacer de la sociedad un cam
es lucha tras
dificultad para la segunda. po de Agramante en que todo
La primera es a la segunda lo que el va- lucha, batalla tras batalla, ruina sobre rui
■
Penetrando en la existencia íntima del tos dolores vienen aquejando a las socieda
despotismo se comprende mejor cuanto de des, es necesario eliminarla de la dirección
ilusorio tiene su preconizada solidez. ¿Qué de sus destinos, despedirla pronto i para
solidez csesadela que es necesario vivir en
siempre del puesto que usurpa.
perpetua desconfianza, que el menor em Esto es lo mas lójico. Si queremos es-
—
para el despotismo. Verdad es esta que na que la producen. Si donde la fuerza entra a
die puede poner en duda. ¿I hai apoyo mas obrar aparece a su lado la subversión, es
para el porvenir
la estabilidad es un enga donemos el absurdo sistema de combatir el
ño, no existe. mal con el mal ; combatamos el mal con el
Si la última espresión del sistema de usur bien, la mentira con la verdad, la fuerza
pación sobre los derechos de la sociedad a con la libertad. Mientras asi no proceda
—
nada arriba ¿a qué arribarán otros sistemas mos, estaremos haciendo dar vueltas a las
Agosto 27. LA SEMANA. 227
sociedades en un círculo sin salida, en que esta escena mundanal nos han precedido, de
los sacrificios quedarán estériles i el movi jándonos las que los pensadores de Europa
nos envían confeccionadas i elaboradas, sin
miento no vigorizará sino que debilitará.
que nosotros tengamos mas trabajo que el de
El primer precepto de toda atinada cien
dijerirlas en nuestro cerebro, con lo cual diz
cia política, es ahorrar cuanto mas se pueda que mas de una conjestion- se ocasiona por
los trances difíciles. Para estos mundos de Dios. Esta evolución social,
—
conseguirlo es
tra coaligados.
regala con la adquisición de algún uso civili
zado, que nos hace crecer algunos codos
Oponer la fuerza a la fuerza es no tener fé en nuestra propia estimación. I siendo
progre
ni esperanza en el triunfo del derecho. Ai! sar la lei del siglo, es fuerza conformarse al
de los que dudan o se desalientan! fin de cuentas, que lo demás seria mostrarse
asaz retrógrado i recalcitrante con exceso. Si
Oponer la fuerza a la fuerza es buscar el
con lijeras observaciones consignamos
orden el algu
en desorden, la vida en el seno de nos de los rasgos sociales
que las anteriores
la muerte. reflexiones nos han sujerido, al propio tiempo
Oponer la fuerza a la fuerza es no sacu que nos darán el placer de los recuerdos, que
dir nunca su
tanto los poetas encarecen, no dejarán de ser
yugo.
vir de punto de comparación a los venideros
Creamos en el poder de la discusión. —
¿Qué es lo que tiene tu patrón? pregun ha nacido en una época incapaz de compren
taba la señora. derlo; mas no tardaría en reconocer su tierra
—
Si creo señorita que está con cólico, decia al ver las miradas de desprecio que casi
la mulata. todos arrojan sobre él i al oir las conversa
—
Bueno, bueno: dile a la fulanita que no tible, flamante de pies a cabeza, arreglado al
les haga caso a los médicos, que yo le iré a último figurín de Paris, que va mirando a
hacer a don fulano un remedio que lo ha de cada mujer que pasa como el sultán a la oda
aliviar. lisca, con aire triunfador i coqueton, mirada
I la señora, abandonaba su casa por la de amorosa i garbo seductor; pero su memoria
la amiga, en donde ponía en práctica los co lo orientaría al instante, viendo cruzar la ca
nocimientos de la terapéutica casera. lle, con un legajo de papeles bajo el brazo, a
Inoficioso creemos, por supuesto, presentar ciertos ministriles de laboriosa i ajitada exis
a los
ojos del lector un cuadro análogo de tencia, que conservan i perpetúan el tipo in
nuestras actuales costumbres, en las que la variable de los de su clase i que tanto se cui
civilización ha destruido la amistosa confianza dan de seguir la moda como aquellos de no
de aquellos tiempos, reemplazándola por una perderle la pista. Vería en seguida al comer
etiqueta llevada casi hasta los límites en que ciante moderno: rápido en el andar, afanoso,
cesan la cordialidad i la franqueza. De los años lijero, intrépido parala transacción, leyendo
aquellos quedan mui pocos vestijios así en siempre alguna carta de negocios i luego cae
personas como en costumbres, las que han ido ría en que se hallaba en Chile, viendo que hai
a refujiarse eu algunas familias, que mal de muchos que conservan los antiguos métodos
su grado también, sienten introducirse en su de comercio, guardándose de emplear en
recinto las nuevas usanzas con mui corto mi sus personas i en sus tratos otros usos que los
ramiento de las antiguas. La sencilla fraterni conocidos ya de larga fecha i pasados en auto
dad que aquellas lijeras escenas acusan, se en ridad de cosa juzgada. Su vista hallaría un
cuentra al presente limitada a mandar pedir a recreativo momento al ver bajar de algún co
casa de las amigas los moldes de algún nuevo che a una de las elegantes del dia, calzada
vestido, la última pieza musical en voga, o al con un botin delicioso ele los que jamas so
gunas flores para adornar las mesas en un dia ñara, llenando media calle con su gracioso
de dias. traje, perfumada i bella como el ensueño de
Tratábase en otros tiempos de una fiesía de un poeta i al volver la vista reconocería que
confianza i para eilo no había menester mas que de las que han hecho del mantón una paite
dar en el misino dia el aviso a los amigos i a- integrante de su persona i encuentran a toda
niigas, con lo cual todos acudían ala cita para iior; ¡go que rezar en !-,
la iglesia.
divertirse con una alegría parca i natural. Cualquiera que sea, en suma, el lado por
Ahora las reuniones improvisadas se han he donde se considere nuestra vida, siempre na
cho imposibles, porque los e\ijencias del lujo cerá en la mente del observador la idea que
señera presentarse ai principiar estas líneas emitimos. Su vista
no permiten a una con i::¡
de una casadonde lo han recibido entre bro- como se hallaba Qtievedo en el espacio: sin
catos i muebles de Boule, tropezará con un subir, ni bajar, ni estarse quedas.
ejército de pordioseros, unos con placa de per Felizmente no ha desaparecido de entre los
miso i otros sin ella; pero todos con andrajos, hombres la raza de los Marco- Curdo i no fal
que lo hirán dudar de la riqueza del pais; al tarán quienes hagan completa abnegación ría
pasar por una puerta oirá salir del interior su persona
por inclinar la balanza de nuestro
alguna de las mas hermosas melodías de los destino hacia el lado del progreso.
modernos maestros i dos pasos mas allá el
son de la vihuela i la voz nazal de alguna Agosto de 1850.
pri
ma donna de baja esfera, que entona la zama
de los Nadie.
cueca entre las avinadas voces que rin
den a Baco su tributo cuotidiano. Por todas
partes hallará contrastes, propios del suelo
americano, curiosos sino instructivos, i el Algo sobre libertad.
que bien observa, si encuentra en lo nue
vo mucho que por la felicidad común de
Toda persona de buen sentido habrá obser
bería modificarse, no podrá dejar de convenir vado que el hombre es una contradicción vi
viente. Tiembla por ejemplo delaute de una
que buscando en algunos de ellos el sentido
moral que representan, hai algo que no causa fiebre, i marcha cantando a una batalla.
desconsuelo i hace formar lisonjeros pronós Entre las infinitas aberraciones del espíritu
ticos para los que vendrán después de noso humano, hai una observada desde muchos si
fin, que no hai entre nosotros idea nueva a la por la libertad, no sea al mismo tiempo entu
siasta de corazón por la esclavitud. Porque
que deje de salude al encuentro alguna añe
ja preocupación, como en el juego de la barra ¿es acaso libertad solo la libertad civil o polí
de los muchachos, no podemos menos que tica?
convencernos deque Libertad es la facultad que tiene todo hom
atravesamos una época
de fluctuación incertidumbre i que bre de hacer lo que se le antoje.
sociedades se
e
encuentran ni
nuestras
ni menos
;j!l dice
mas Eso no puede ser, un hombre chiquito
230 LA SEMANA. Agosto. 27.
i débil, cualquiera puede entóneos tirarme |
—
cualquiera seduciría nuestras mujeres. necesidad de ella. A no ser así, nunca podría
Eso no puede ser, dice un ciudadano que lee entronizarse el despotismo. En Francia millo
los periódicos, cualquier escritor tendría de nes de individuos viven contentos i felices ba
¿I quien le prohibe a Vd. pensar lo en los tiempos modernos; cuando mas es una
Quiero la libertad de escribir. Nulne veut le bien •onblic que quand il s'ac-
—Para qué quiere Vd. esa libertad si no corde avec le sien, dice Rousseau. Esta verdad
sabe ni escribir una carta? es entre nosotros una
injuria. No es permitido
amar a la
—
—
Mi patria es Chile! A ¡mí KsaJre.
Pues la mia, contesta el propietario, es
—
mi bolsillo i mi familia, i donde yo pueda Ah! qué dolor iguala al que sentimos
ganar plata i vivir tranquilo i contento con mi Cuando venios cadáver macilento
El cuerpo de la madre que quisimos,
mujer i mis hijos, está mi patria. Árido el seno que nos dio alimento,
¡Hombre egoísta! esclama el proletario, i
—
Tres, cuatro o mas hombres ele que se com ¡Qué tiempo tan feliz, cuando bebia
pone un gobierno, no pueden hacer una revo El néctar puro de tu puro seno,
lución, por mas avanzada, liberal o progresista I me daba tu labio de amor Heno
que sea, sin caer en la tiranía. I lo que digo Un inocente beso maternal!
de un gobierno se aplica lo mismo a los hom
¡Cuándo talvez sentado en tus rodillas
bres de un partido. Por consiguiente: Te llenaba de encanto mi sonrisa,
Los pueblos solos hacen las revoluciones Tierna como el aliento de la brisa,
sin gritos ni algazara, sin disparar un solo ti
Lijera como el aura matinal!
ro de fusil ni derramar una
gota de sangre,
i sin que ellos se aperciban siquiera. «Toda Ah! yo vivía plácido a tu lado
guerra civil, dice Chateaubriand, que no pro Respirando mi alma la fragancia
duce alteraciones notables en una sociedad, De la edad perfumada de la infancia,
cualquier movimiento parcial de una nación Que como el viento rápida pasó.
momentáneamente insurreccionada, no son I tú sentías revivir en tu alma
para mi revoluciones. En efecto, si no cambia El amor maternal, luz de consuelo,
el espíritu de los pueblos, qué importa que se Nítida i pura emanación del cielo,
hayan ajitado algunos instantes por misera Que la muerte cruel me arrebató.
bles intereses, i que su nombre o el de sus
mandatarios haya cambiado?» Yo niño entonces ¡ai! no comprendía
¡Hombres ciegos! ¿Vale por ventura la cau Que es una madre el dulce complemento
sa de nuestras revoluciones el sacrificio de De la vida de su hijo, i ni un tormento
una vida? Nada
pesan las lágrimas de nna Al perderte sintió mi corazón.
viudao de un huérfano?.... Apenas dura un Pero ¿cómo sentir? aun en mi mente
instante nuestra vida, i no contentos con los La luz de la razón no penetraba
males que nos aflijen, andamos buscando me I en mi pecho de niño no alcanzaba
dios de destrozarnos mutuamente! ¿La historia A esparcirse la hiél de la aflicción!
de Cain i Abel ha de durar hasta la consuma
ción de los siglos? No sé si alguna lágrima de duelo
Hai una lucha constante entre gobiernos i
Por tu muerte mis ojos derramaron
pueblos, i aunque aquellos emanen de éstos, O si mis voces tristes te llamaron
no por eso la lucha
deja de existir. Estos cla Porque entonces no sé lo que sentí.
mando por libertad i aquellos respondiéndoles Ni sé si tuve algún dolor al verme
que son libres. ¿Cuando llegará el dia en que De las caricias de tu amor privado;
nos entendamos?
Perolioi en cambio, madre, he derramado
Lo que en América se ha llamado hasta A torrentes las lágrimas por tí!
aqui revoluciones, no han sido sino insurrec
ciones. Esta clase de movimientos traen siem Hoi que ya empiezo a conocer el mundo
pre la tiranía. Que nunca da felicidad ni
Solo la paz dá la libertad.
calma,
Hoi he sentido renacer en mi alma
La memoria querida de tu amor;
José Amonio Donoso.
I un dolor i un recuerdo solo guardo
Mientra en el mundo sin saber me pierdo;
La mente llena está de ese recuerdo
I Heno el corazón de ese dolor,
J-2 LA S aiANA. Agosto 27.
Nunca he sabido, madre idolatrada, i cer bella lo mas que puede a la verosi-
se acerca
Como fué tu existencia con la mia ; militud. El espíritu humano trata, en casi todas
Ni si te di pesares o
alegría sus operaciones, de
producir la belleza ; pero ja
El corto tiempo que tu amor me vio.
mas llegará a su verdadero
No tengo ni un recuerdo de mi infancia objeto, si no consigue
Mientras viviste tú, madre querida; comprender la naturaleza do las cosas. Un hecho
físico no es mas que la traducción de una idea, la
Solo he sabido que al concluir tu vida
Otra mui triste para mí empezó. cual es casi siempre representada por un objeto
de arte, objeto tanto mas bello cuanto mas verda
I ahora lloro por tí, porque conozco dero es, es docir, cuanto mas justas i naturales
Oue todo sin tu amor es amargura, sean las relaciones que lo ligan con la idea que re
Que unamadre es purísima ternura, presenta. Quien llegue al conocimiento do esa ín
Infinito raudal de adoración. tima relación, i obre en tal virtud, llegará a lo per
I siempre, siempre te amo; aqui en mi
pedio fecto en materia artística, porque habrá imitado a
Te he formado un recóndito santuario la naturaleza, la cual jamás hace cosas supérfluas
Do guardo tu memoria, relicario
i sin relación. Ella es la verdadera maestra en
Que idolatra con -fé mi corazón. materia de belleza : nunca se contradice, i esla
bonando estrecha i sencillamente los medios de
Si, yo te adoro, madre, i mientras marcho
De puras dichas en mi loco anhelo, que vale para conseguir sus finos
se es como
Elevo siempre el pensamiento al cielo muestra el camino que debe seguir todo que aquel
Do tal vez ruegas al Señor por mí. quiera imitarla. Separarse de ella separarse de la
es
tre sí.
Pero lo quiso el cielo; me dejaste El hombre busca la belleza por instinto ; tiene
Abandonado sin sosten ni guia; en el fondo de su alma cierta idea, cierto tipo
allá
I talvez no has sabido, madre mia
de belleza mas o menos
perfecto : asi os que se le
Las mil desgracias que he sufrido yo;
ve dar a los diversas formas que casi nun
objetos
•Que he marchado infeliz por un camino
Sembrado de miserias i pesares, ca le contentan. Su espíritu no queda satisfecho
Espuesto mui temprano a los azares porque no halla en dichos objetos aquella armonía
Del destino fatal que me tocó. sencilla que debe existir para que agraden. Mi
voces se separa del camino del buen gusto para
Mucho he sufrido i todavia sufro volver otra vez a él, creyendo jeneralmente que
Sin poder saber nada de tu vida ; el buen gusto consisto en el capricho i desordena -
Si fué triste o feliz; madre querida, da variedad de las formas. Poro entonces es cuan
Oue eres un ánjel solamente sé. do se le ve fuera de su centro; i como
Mas siempre, mientras viva en este mundo embriagado
Ya sea en la miseria o en la gloria, por la misma variedad de ideas, trata aunde intro
ducir otras nuevas, semejante al infeliz que se
Conservará mi mente tu memoria,
I el corazón conservará su fé. diento de felicidad , busca con ahinco aquellos ob
das de Boileau en donde enseña que la capricho, deseo por verlo de otro modo;
un nuevo
palabras
verdad es la base de la belleza : i tan cierto ea i lo cambia, i lo torna a cambiar do mi! modos di-
esto, que la mentira misma coando quiero parc- verses. Su espíritu, corrompido ya, ¡lega a
apote-
LA 233
Agosto 27.
SEMANA^
cer, no lo bello sino lo que es nuevo solamente. negocio se empobrecerá el pais que es víctima,
Eu la única cosa que no le gusta cambiar es en la -
enriqueciéndose el otro que lo esplota. No hai
manía de cambiarlo todo, i verlo todo de otro mo- , para que citar ejemplos de esto.
do. ¿Cuándo le cansará esta manía? ¿Yerémosle Cada pais para su enriquecimiento i para el de
cura de querer siempre vestir, comer, dormir i verdadera necesidad en el que la cultiva: tie
pais
respirar a la moderna. Tiene horror a todo lo an ne que ser una verdadera necesidad repito, to
tiguo, no importa que mil cosas antiguas sean bus i mando en consideración los elementos con que
-
ñas ¡Si veremos algún dia a estos hom- ¡ puede contar i las diversas circunstancias en que
bres enemigos de todo lo antiguo, hastiados de! puede hallarse. Mas si por un efecto de nuestro
calor del sol, de la frescura de los bosques, del descamino, i solamente por querer vivir de una
canto de los pájaros, del ruido encantador de las manera diferente a como debemos vivir, despre-'
cascadas i torrentes i en fia 'de todos los ciamos dichos elementos, ¿no obramos en contra
encantos de la naturaleza por solo ser demasiado de nuestro propio progreso? Cada territorio tiene
quienes tenemos costumbre de imitar. Aun mas : siertos de arena; Laponia los tiene de nieve, i en
creemos mui de buena fé que amoldar nuestros los paises templados se ven praderías cubiertas de
guno) creemos, digo, que esto es estar a una gran ¡apon que por vivir o. la africana se le antojase
altura en civilización. Porque hai basta quien juz cabalgar en un camello? Diríamos lo mismo que de
ga de la civilización de un pais par el modo como un español que despreciase sus caballos por ser
se calzan las botas sus habitantes. ¿Es allá racio cosa del pais, i tuviese el raro capricho de reco
nal unamoda i aquí no? No importa i nuestro de rrer susbellos campos en un hermoso trienio, solo
ber seguirla, si queremos parecer hombres ci
es porque ya era moda andar en tan incómodas lo
vilizados. ¿Hai algún hombre cuerdo que nos echa comotivas. ¿De dónde tal contrasentido? De hacer
en cara nuestra necedad en andar de esta o de uso de un objeto que no cumple con el ün para
aquella manera ridicula? Es un tonto les contesta se le destina, es decir de encontrar bello
que a
mos nosotros, los copiadores de otras costumbres; este porque si no se le hallase tal, se en
objeto:
es un tonto que no comprende la verdadera civi contraría necio su uso i se despreciaría. En abe
lización. —
Asi hablamos nosotros, los de la civi rraciones parecidas cae el hombre cuando no se
lización de las modas, los poseedores i estricta acostumbra a reflexionar sobre el verdadero ña
mente observadores de las costumbres de imi de los objetos, es decir, sobre las relaciones que
tación. deben ligar a estos con los fines a que se les des
Esta falta do dignidad en los pueblos es causa tina.— He aquí el orijen de las modas necias i sin
del atraso que suelsn yacer; porque no miran
ea sentido, modas que nada significan i que solo do-
la mejor manera de satisfacer sus necesidades, si muestran nuestra flaqueza de espíritu i poca re
no que tratan de inventar otras nuevas para tener flexión.
el placer do satisfacerlas al modo i manera da otros Al decir modas digo maneras, modas de ser o
pueblos. La costumbre de imitarlo todo del estran costumbres del pais. Toda nación digna tiene sus
jero (haya o no razón para ello), so suele hacer un modas especiales, que son como la base de las
hábito tan pernicioso quo es causa de la pobreza costumbres fijas o inalterables. Ellas le dan el ca
real i efectiva de muchas naciones. Algunas de és rácter propio, i es donde debe estudiársela. Por
tas podrían vivir bien i adquirirse comodidades,
que hablar de un pais por las costumbres de im
atendidas sus necesidades i los elementos que po
portación es hablar de la nación a quien se imita
seen para satisfacerlas; pero haciendo a un lado i estudiar la influencia social sobre- sus imitadoras.
estas necesidades, se crean otras nuevas i des Quien emplea su razón en reflexionar sobre la
precian dichos elementos coma innecesarios i a manera de vivir de otro para vivir él mismo doí
veces coma resulta de
perjudiciales. ¿I qué aqui? ; mejor modo posible, emplea su razón mui digna
quo tienen por precisión que comprar a ose pue mente: tomar lo bueno que se vea en los demás
blo cuyas necesidades
plajian, caro i mui caro los '
para imitarlo, i despreciar lo malo, he aquí el
nuJi-os de satisfacerlas. I no ini duda quo en tal Virdadero camino del que trata de progresar
30
254 LA S ¡MANA. Agosto 27.
■
— -; ■-- ' ■
.... ■ - - I Ti
Pero tomarlo todo sin discernimiento alguno, i lo, atendido el fin que iba a cumplir. Estas re
con
ansiar por saber de flexiones solamente puede hacerlas quien com
que modo se vivirá mañana
£lra cambiarlo por la manera de vivir de hoi, es prende la verdadera belleza, es decir la relación
fío «tar jamas contentos con nuestra costumbre que un ser creado o inventado tiene con su destino,
'ad|pl:ÍB
"
p BífclesJPnitadores en todo i por todo de quienes esencialmente esta relación no progresará jamas
:
V .
espéfculan con nosotros. De este modo un pueblo en artes ni en industria; su gusto se refinará sin
*
pic|Ere su carácter propio i su fisonomía especial, educarse convenientemente para la verdadera ci
■*1 llegando a veces a no tener ninguna, porque no vilización, i solo marchará a la retaguardia de a-
siempre un pueblo es buen copista de otro. Ca quellos otros que mira como a sus maestros.
yendo sus habitantes de aberración en aberración, Cuando el hombre posea verdaderas ideas sobre
corromperáso su criterio; se enjendrará la molicie la belleza física estará en disposición de tenerlas
i el lujo con la pasión por las cosas superfluas; i también sobre la belleza moral, i sóbrelo bueno ¡
no buscando ya la verdad en los objetos, que es lo útil para la sociedad: porque nada hai útil sin
lo que constituye su belleza, se llegarán a usar ser bueno al mismo tiempo. Jamas será útil lo
cosas contradictorias i opuestas a su verdadero fin. malo, considerada la utilidad tal como debe oca
En este estado nada le falta al buen gusto para sionalmente considerarse, esto es, en su relación
corromperse enteramente; cada dia se hará este con el mayor número de societarios. La herma-
mas complejo, separándose de aquella sencillez nacion de estas ideas no puede menos que hacer
con la cual debe siempre conformarse. Cuando la nacer acciones rectas i loables, pues la rectitud
variedad i multiplicidad de los objetos tienen em en el creer enjendra la rectitud en el obrar. En
briagados los sentidos, estos ya no buscan la ver tonces, digo, mirará el hombre lo principal como
La belleza de los discursos solo consiste en la sea el conocimiento que se tenga sobre dichos fun
bambollosa palabrería antes que en la profundi damentos. He aquí el pensamiento, cuya jerinina-
dad, sencillez i elegancia que el verdadero gusto cion es necesaria para que la humanidad alcance
demanda. Así mismo, una casa, un vestido, una la verdadera civilización. Pero en apartándonos de
obra de arte cualquiera no son ya objetos bellos, este camino, ya nuestros sentidos dominarán a
sino están recargados de adornos inútiles i sin re nuestra razón; seremos difíciles de contentar,
mas
lación alguna con el fin para que son aquellos des ino se sabrá como hacerlo, desde que, siendo
tinados. He aquí el estremo adonde pueden lle
—
nuestro capricho la base de nuestros razonamien^
gar esos pueblos que se acostumbran poco a poco tos, no se reglas seguras i positivas para
tendrán
a mirarlo todo sin discernimiento alguno, esos ello. —
leyes mismas tendrán su principal es
Las
pueblos que solo tratan de recrear sus ojos ya co collo en el pueblo que las va a cumplir, i un tira
rrompidos por los malos ejemplos, sin querer no hábil podrá hacer seguir otras, con tal que sean
agradar al buen sentido i a la razón; como si la buenas en la apariencia. Una mala acción será loa
belleza fuera -una cosa contraria al buen sentido i da, si es brillante, i mui pocos alabaran el fondo
a la razón de los hombres! antes que la forma de los hechos hermosos. Será
De resulta también otro mal para la prác
aqui entonces mui fácil seducir a la multitud, pues bas
tica misma de la vida. Ya se ba indicado que acos tará para ello tener un poco de atrevimiento para
tumbrándose el hombre a buscar la belleza en presentarla dorado el embustero sofisma: i la mul
donde no existe, mira estasiado objetos físicos que titud creerá a quien sepa engañarla; i la lijera in
nada tienen de bello; i despreciando la sencillez en constancia i volubilidad que al fin obtendrán por
la forma tipo objetos, solo'-busca con los o-
de ios este medio serán las principales causas de sus ver
jos el recargo en los adornos. Esta especie de apa daderas desgracias. Una imajinacion -brillante es
rente belleza no despertará en su alma ninguna capaz de adornar el absurdo de los mas bellos co
idea : su pensamiento duerme por que solo admi lores; i seducida nuestra intelijencia, ella doblará
ran sus sentidos; para nada se acuerda de su razón, la cabeza ante la mentira: porque no estando el
si no es para admirar la destreza de la mano en la hombre acostumbrado a buscar la belleza en las
ejecución i no de la intelijencia la
concepción
en formas jenerales de los objetos, i fijándose solo en
de las obras artísticas. El verdadero objeto pasará los detalles que los adornan i que los hacen desa
desapercibido para él, pues si lo vé sin adornos no parecer para el ojo que no escudriña hasta el fon
lo mirará siquiera, ni reflexionará sobre su forma do, tampoco tratará de sondar las ideas, cstudian-
actaal o s.ii re la q le mas !e habria convenid i da. -
seducir por los brillantes accesorios que los acom Solo quiero vivir en el presente,
pañan. Seducido el espíritu por esta brillantez, Ya sumido me vea en desventura,
bebe la mentira, i O resbale mi vida dulcemente
a veces no llega a conocer su
error, sino por los malos efectos de des En brazos de una dicha siempre p
su propio
camino, i cuando le es mas difícil el volver atrás. Qne el recuerdo al sarjir allá en la
Un cáliz me presenta de amargura
De aquí las aberraciones sociales en relijion i en
Que el acíbar, aumenta, que reboza,
política, que tantas desgracias han causado i ten O entristece la dicha que se goza.
drán que causar a la humanidad, mientras no sepa
reflexionar. El recuerdo! el recuerdo! que en su nil
Para siempre el olvido lo sepulte;
Dasiel Babeos Grez.
Cuando contemple mi fatal quebranto
No quiero que sarcástico me insulte.
Ni que en mis horas de placer i encanto
EU Recuerdo.
Negro i cruel en mi memoria abulte,
eCn recuerdo es casi siempre Una pajina oscura de la vida
un pesar, un desengaño i bien Que al alma deje en el pesar sumida!
pocas veces una satisfacción.»
(Justo A. Aleitpárib, Los re
cuerdos.) Agosto 17 de 1859.
El recuerdo! el recuerdo! cruel
memoria, Rafael Santos.
Nunca le traigas a la mente mia.
Que él me presenta la pasada historia
LOS
Como fantasma que amenaza
impia:
Si es una bella de Cuentos de la Reina de Xavarra
pajina gloria,
Tristísimo es leerla en la
agonía;
I si es sombría i de
amargura llena, EL DESQUITE DE PAVÍA.
En medio del placer nos envenena.
Comedia en cineo actos.
.No quiero recordar que
ayer dichoso Continuación.
De dulce realidad feliz gezaba,
Cuando hoi me dice un ACTO TERCERO.
desengaño odioso
Mentira ser lo que verdad juzgaba.
No quiero ver el cuadro delicioso
Una sala del palacio; dos puertas a la izquierda; dos
puertas la derecha; una en el foro. A la izquierda,
a
De cuando una beldad me acariciaba, en el primer plan, una mesa, centelleros, ¡recado de
Cuando otra a quien adoro mas constante escribir. Un juego de Ajedrez. A la derecha, un ve
lador sobre el que hai obras de costura i una escri
Se muestra desdeñosa al
pecho amante. banía de mujer.
ISABEL. gattinara.
¡Ks tan fastidiosa!... Intriga puramente diplomática i mui embrollada!
• LEONOR. ¿Desea V. A. precisamente conocerla?
concibo!
¿.i'.... ¡poro contal que una aparente ocu ISABEL.
pen* Nó, nada! solo por sabor (encontrando
ora una
* '
anunciando.
un paje, Basta, basta!
Su excelencia el conde Gattinara. gattinara.
leonor,media voz i con prontitud a
a Entóneos no diré mas sobre el asunto!
Isabel. leonor, aparte.
Cuando se está con un ministro, se indaga, se le ¡No mas! (alto i Tomo que mi pre
levantándose).
pregunta lo quo sucede, so hace una dar cuen sencia incomodo a V. A. i yo que nada comprendo
ta.... en fin, es preciso que la reina desee saber! de los negocios de estado i que jamas mo mezclo
(Leonor vuelve a ponerse a trabajar). en ellos, os pediría, señora, permiso para retirar
Será posible! (alto). Se trata de un asunto de Es- Tenia la cara mas amable, mas graciosa que do
lado, de un grave complot que se ha descubierto. costumbre.
ISABEL. GATTINARA .
ISABEL. ISABEL.
Pcr.mc ini^ba.
Agosto 27. LA SEMANA. 237
ISABEL.
gattinara, aparte. -i
gloria... olvidada un desgraciado es decir, nó, I cena. La espulsion de los dominadores estranjeros
no me olvidéis... al contrario! Pero sed reina!.... hecho.
j de la Italia empieza ya a ser un
reina todo poderosa para vos.... i para vuestros I '
La batalla de Solferino será de inmensas con
amigos. :
secuencias para el desenlace final de la presente
ISABEL.
olla supremos
Eso fué lo que me dije! guerra. El Austria ha hecho en
gattinara, aparte. esfuerzos de valor i de táctica que de nada han
¡Sanchica, mi único amor, Sanchica al menos me servido ante la intrepidez de los aliados. De boj
quedará! mas es necesario reconocer en los franceses los
ISABEL. 1
I para probaros mi confianza.... primeros soldados del mundo i en sus ejércitos
gattinara. sus jenerales los hijos mimados de la fortuna.
Hablad pronto. La rápida marcha que llevan los acontecimien
ISABEL. maravillosa i se toda conjetura.
a
tos es escapa
Sabréis que esa joven camarera, tan bonita, tan ¡
viva, tan
Cuando se esperaba una larga guerra para arrojar
alegre.... que habéis colocado a mi ser
Italia han
vicio.... los últimos soldados del Austria de
cuantas batallas para conseguirlo.
—
gattinara.
bastado unas
La niña Sanchica.... la señora de Babieza! Magenta pone en manos de los aliados a Milán; —
ISABEL.
Melegnano hace encerrarse a los austríacos en su
Os prevengo que tiene su inclinación.... viene Solíerino
célebre cuadrilátero del Mincio; —
ses i tres banderas. Entre los muertos hai 300 ofi En los Estados-Unidos el filibusterismo volvien
ciales de todas graduaciones. do a levantar cabeza con Walker i amenazando la
El desaliento que
ante una tan completa derrota i tranquilidad de los pueblos débiles e indefensos; —
se haapoderado de los soldados del Austria es \ el gabinete de Washington tomando medidas con
inconcebible. Las deserciones son numerosas, so tra Nicaragua ¡Méjico i los Mormones apareciendo
bre todo en los cuerpos italianos, en los qué de nuevo.
los síntomas de insurrección son mui marcados. En Méjico la anarquía reinando i gobernando.
Mientras tanto el entusiasmo de todos los pueblos En Venezuela la guerra de partidarios tomando
de Italia aumenta espantosa progresión. Roma
en mayores proporciones i manteniendo en constante
misma no está
paz sino aífavor de las tropas
en alarma al gobierno i la sociedad.
francesas. Ciudades, villas, aldeas sacuden el yugo En la Nueva-Granada dando malos frutos la fe
i proclaman a Victor Emnianuel deración.
por dictador. To
das las provincias desde Bolonia, que dio la se En el Ecuador preparándose a rechazar la in
ñal, hasta los Apeninos están pronunciadas contra vasión peruana.
sus dominadores. En el Perú disponiendo esta invasión haciendo
La a Castilla cada dia mas omnipotente, gracias a los
política romana corre, por desgracia, cada
dia mas en desacuerdo con los dictados de la ra desaciertos de los especuladores i los calaveras
zón, la justicia i la humanidad. Las tropas envia políticos. —
¡Qué situación!
das por el pontífice para sofocar los levantamien
Justo Arteaga Alemparte.
tos habidos en sus
legaciones, han cometido toda
clase de depredaciones i actos de crueldad. En
tradas en Peruza, una de las ciudades rebeladas, Ecos de la semana»
Huéspedes
rece no van a volver la obediencia sino del otro mundo. El campo de Marte. Círculo lite—
pueblos
—
a esterminarlos. rario. —
Conversaciones extraordinarias. Semana —
Jrg ¡r con
fuego.
indignación que ha despertado
la barbara conducta de las tropas pontificias, Pasado, presente i porvenir son tres palabras
que
la confederación Helvética ha declarado que los mui socorridas, quo se prestan a millares de com
dos mil suizos que formaban parte de esa división binaciones mas o menos injeniosas. Esta trinidad
no eran tales suizos sino austríacos i alemanes. de vocablos es para el escritor una verdadera al
¡Pero la hora de la justicia ha sonado ya para le máciga de bonitas fraces i felices conceptos. Un
Italia! historiador escudriña el pasado para esplicar el
Mucho se habla de la parte activa quo se cree presente i adivinar el porvenir; un poeta ilumina
tomará la Prusia en pro del Austria. Si esto llega con las claridades del porvenir las brumas del
se a suceder, lo que los círculos diplomáticos po presente i las tinieblas del pasado; un reformador,
nen en duda, después de las terminantes indica arquitecto del presente, levanta el edificio del
ciones hechas por la Inglaterra al gabinete de Ber porvenir sobre las ruinas del pasado; un moralis
lín, la Rusia cojeria también cartas en la partida, i ta echa de menos la perdida fé del pasado, deplo
los intereses del Austria quedarían- tan complica ra la impiedad del presente i presajia las expia
dos como al presente i quien sabe si mas. La Hun ciones del porvenir; i así todos los demás. Pocos
—
gría daría entonces el grito de libertad i las sim escritores hai que resistan a la tentación de a-
patías de los aliados por su causa se convertirían grupar donosamente esas tres palabras. I aunque
a nada se opondría. El teatro aura popular, es fuerza conve
en hechos i la Rusia no gozasen de esta
de la guerra se haría mas estenso, nuevos ejér nir en
que siempre serian tres voces mui estima
citos entrarían en campaña, las batallas serian bles, que nos permiten clasificar la especie huma
mas frecuentes, mas numerosas i mas sangrientas, na de un modo exacto i completo. Los viejos, —
mas intereses, acaso los de la Europa entera, se que viven de memorias, pertenecen al pasado; los
verían comprometidos; poro ol Austria no por eso hombres a medio camino, que viven de realidades,
habia de reconquistar un palmo del terreno que pertenecen al presente, i los jóvenes, que viven
las bayonetas aliadas lo lnn hecho abandonar mal de esperanzas, pertenecen al porvenir. Las muje
de su agrado. res no tienen edad (a lo menos así lo creen algu
El Austria ha perdido sus posesiones en Italia i nos amigos mios), pero pueden tomar estado; i en
ya nada será parto para hacérselas recuperar. atención a esto so dividen también
por en tres
AMÉRICA.
son casadas, las esperanzas son solteras, Merced
La América continua la misma situa a tal clasificación es fácil darso cuenta de los cis-
siempre en
herética desavenencia que hoi desordena sus filas. let; i si así fuese, deberíamos creer que los ajusti
Tampoco es mas gramatical la concordancia en ciados del sábado no hacen ahora otra cosa que
las opiniones de la otra mitad, sometida a las in los perezosos i los enamorados: duermen i sueñan.
fluencias de lacronolojía. En este acelerado trán Pero aquellos infelices no habian leido a Shakes
sito de la al sepulcro, que forma la vida
cuna peare i se dijeron simplemente: morir es ser fusi
humana, el hombre empieza su viaje riendo i lo lado. I qué hombre, pregunto yo, pudo tener de
—
termina llorando. En las primeras jornadas mira recho para decretar la muerte de otro hombre? —
siempre hacia adelante animoso i contento; en las El juez, dirá, apoyado en la lei. I la lei en
se me —
últimas echa la vista hacia atrás agobiado de fa qué se apoyaba? En el pacto social, de que es
—
tiga i amargas decepciones. El mundo le ha reve espresión. Mas ese pacto social no tiene factil-
—
lado sus misterios, ya no tiene la existencia secre tad de quitar alos asociados lo que no puede dar
tos para él. Pero los
abrojos del camino han
en les: la existencia. Si no hai un derecho que no co
entusiasmo i la imajinacion. Desnudo i triste se impotente para crear debe serlo también para
siente desfallecer, cree que el universo participa destruir el ser humano. No
pudiendo satisfacer
de su propia decadencia i esclama entonces como aquella obligación, tampoco ha podido arrogarse
Hora tio: este derecho, de que Dios es único dueño. Ah ! se
£tas parentum, pejor avis, tulit, etc. ñores lejisladores que habéis estatuido en vues
lo que traducido en mal romance significa poco tros códigos la pena de muerte, os desafio a que
-mas o menos: infiltréis en las arterias de un cadáver una sola
Peores los padres gota de esa sangre que derramáis sin economía en
que se nos acerca con el mes de setiembre. Marte a tener un encuentro pacífico con la guardia
—
La celebración del 18, dice un viejo, se pa nacional. De parte de ésta no habia que temer un
rece mucho a la muestra de café que ya no
un exis nuevo fusilamiento, vacías como estaban sus car
te. Su dueño, al abandonarlo, se olvidó de supri tucheras. Los de Belona mostraban aquel
hijos
mir el rótulo. De la misma manera, hemos deso dia un carácter
inofensivo, que disipaba todo te.
cupado nosotros el pais de patriotismo i virtudes mor i permitía mirarlos de cerca. Sus evoluciones
cívicas i conservamos no obstante las festivida se confundían con las de los coches i alegres ca
■compasivamente, montan a caballo i se lanzan al talle o la donosa cara de alguna notabilidad feme
campo de Marte esclamando como Pelletan: El nina. La señorita A C...., transformada en
Entretanto, los que han dejado de ser jóvenes numeroso de caballeros, tributarios do su perfecta
i aún no son que el mundo es hoi
viejos piensan belleza.
tan bueno como lo era ayer i lo será mañana, i el
18 de setiembre de este año ni peor ni mejor que Fue también el domingo cuando tuvo lugar la
vincia, nuestros círculos-han hablado a mas i mejor acertada, encierra una provechosa lección para las
de un combate extraordinario empeñado el mar tiernas solteras i los solteros tiernos.
Buines, en que la policía
i tiempo al
tes entre Jendarmes Frescos pimpollos que jugáis a un
observó la mas estricta neutralidad; de las victo amor i a las muñecas, id a ver Jugar con fuego.
rias extraordinarias obtenidas por los aliados sobre Imberbes tan en el mundo i
galanes, precoces
los Austríacos; de un baile extraordinario que ten tan tardíos en las aulas, id a ver Jugar con fuego.
drá lugar en el Teatro; de una gratificación ex
Domingo Arteaga Alemparte.
traordinaria de 600 pesos al año con que premíala
República los servicios de un jeneral de división;
i por último, de las facultades extraordinarias del
Condiciones de Sí& sií9cpi|>cifflíí.
gobierno;— no tiene, sino de las que
de las que
pide.— Esta cuestión, como era de estilo, no La «Semana» aparece todos los sá
tan
solo ha provocado las conversaciones, sino tam bados i consta por ahora de diez i seis
La Cámara
bién las discusiones parlamentarias.
de le ha consagrado una parte de sus pajinas en íolio. La protección del pú
Diputados blico decidirá de su iincremento suce-
dos últimas sesiones i ha hecho de la cuestión .ún
Precio de la suscripción: 3 pesos por
punto incuestionable. Para orientarnos mas en este
trimestre adelantado.
asunto podemos, si os place, benévolos lectoras,
penetraren el recinto de -la legislatura. . Se reciben suscripciones én
Pero no Estoi mirando el semblante
IPwmíes «le sssscri¡>ei©Bí.
compu njido de mi edi tor responsable que,
me ,
exhor
ta a desistir de mi empeño parlamentario, extraor Santiago. Imprenta del Correo, pa
—
quien- se trabajo
ve como fácil de contarse. Caldera. Editores del Tren.
—
LA SEMANA.
imperando como absoluto soberano i dis
pensador de todo goce, beneficio i prero-
SANTIAGO, SETIEMBRE 3 DE 1859. gativa; el capricho siendo lei, la esclavitud
siendo justicia, la debilidad delito, el cri
Sociabilidad i
men poder.
progreso.
Mas no es necesario ir a rastrear hechos
La sociabilidad es un poderoso ájente de que comprueben laparticipación de la so
progreso. Donde ella no existe el progreso ciabilidad en el progreso en las épocas pri
lleva una marcha dificultosa, intermitente, mitivas ni en el corazón de la barbarie.
casi nula. Basta investigar lo que retarda o acelera la
Para penetrarse de esta verdad, no hai vida de cualquier pueblo civilizado del
mas que pasar en revista la respectiva si presente para encontrar espléndidas mues
tuación de los pueblos de la gran familia tras de la fecundante i vivificadora influen
humana. Cada uno de ellos es mas o menos cia de la sociabilidad.
adelantado, según es mas o menos efectiva ¿Qué naciones llevan en este momento
su sociabilidad. la palabra, cuales son los nautas que mues
Esto se comprende bien. La sociabilidad tran a la humanidad los derroteros que con
acercando a los miembros de una sociedad, ducen al porvenir? No dudamos en afir
—
En parte alguna es mas real el indivi ahi están los Estados-Unidos i la Inglaterra
dualismo que en el seno de las tribus sal aprovechando de ella, desenvolviéndola,
<> i
ol
Hll'2 LA SEMANA. Setiembre 3.
no venzan, barrera que no salven, elemento ello ¡cuántos males no se nos han venido en
que no aprovechen. cima! cuántos jérmenes de ruina no hemos
Por donde quiera que el individualismo sembrado!
impera, vemos alentado el egoísmo, rei Si en lugar de la débil, de la casi nula so
nando el miedo, las vacilaciones, la incre ciabilidad que poseemos hubiéramos tenido
dulidad siendo los de una sociabilidad efectiva, es fuera de duda
consejeros obligados
la sociedad. sola de las contrariedades que
que ni una
alguno que acuse vida, poder social. De es den aguardar sociedades cjue caminan a la
un fin cierto hacia
ta manera el respeto a la sociedad no exis ventura, que no tienen qué
te. Sus derechos se ven constantemente ho tender, que cada dia varían de rumbo i tan
llados, intereses sirven de biombo para
sus
pronto se hacen la vela camino del porve
a
el fomento de los intereses de la ambición nir como vuelven proa i navegan viento en
o de la especulación política. Todos se dan popa a los bancos del pasado?
por sus representantes, i ella a todos los a- Para que una sociedad prospere, esté li
cepta, siempre que vengan premunidos por bre de constantes descarrilamientos, es nece
un salvo-conducto de la buena fortuna. sario que sepa de donde viene i a donde vá,
¿De qué otra mmeraesplicaí ni menos com cuales son los vicios que desea estirpar i
prender, esa serie no
interrumpida de cam los bienes qcte quiere realizar ¿i cómo con
bios que casi dia a dia están obrándose en los seguirlo sin una sociabilidad real i efectiva,
paises hispano-americanos? constante i poderosa?
Hoi trepa las gradas del poder un partido Lo que en la esfera política acontece, a-
que busca la libertad hasta en la anarquía : contece con mas o menos fuerza en todas las
Mañana se vé reemplazado por otro otras esferas de la vida i de la actividad de
que
busca el orden hasta en el despotismo. una sociedad. En todas ellas es preciso reu
La sociedad acepta a ambos, i vive lo mis nir, concentrar, armonizar la acción. Cuanto
mo con los liberales que con los despotiza- la divide la debilita.
Setiembre 3> LA SEMANA. 243
Sí queremos, pues, romper con el atraso su camino; el que lleva una luz en un
mas como
i entrar con un abundante bagaje de espe paraje oscuro el que tal vez se aprovecha
es
to. Todo adelanto que si las ambiciones que mas tarde se irán desarro
no es jeneral, o no es
llando en su pecho. Entre tanto, lo mas apre
fatal, poco provechoso.
es
miante i necesario es buscar un amorcillo que
La gran necesidad que trabaja a los pue
corresponda al suyo. El camino que casi todos
blos es la necesidad de libertad. Esta no toman en semejantes casos es el de la casa de
pue
de echar raices, dar frutos ni ser una verdad, las primas. La prima es la piedra de toque en
donde el equilibrio, es decir, la igualdad fal la que el hombre ensaya sus primeras facul
pide de su alma al divisar el bozo que apunta deja por esto de darle por la prima i es con
sobre sus labios i a los que la conservan mas frecuencia el terror de las tias que aborrecen
allá se les convierte mui pronto en
pobreza de los enlaces entre parientes, a menos que el
espíritu, o como vulgarmente se dice : en bo- sobrino tenga un argumento de cincuenta o
beria; lo ataca después la ambición, la codi sesenta mil pesos para convencerla de su
cia, la jenerosidad, el patriotismo, la envidia, error. En este caso los niños han nacido el
el desprendimiento, la
misantropía i la filan uno para el otro, porque un mozo a quien sus
tropía, la emulación noble i también la mez padres tienen el buen sentido de dejar aquella
quina, el entusiasmo i el desaliento, todo, en suma" de patrimonio, encuentra con facilici-
fin, lo que del hombre hace un ente multifor dad niñas que hayan nacido para él, así como
me, grande i pequeño, sublime i ridículo, no para los pobres no nacen mas que percances
ble i mezquino; pero en cualquier
período de i tribulaciones.
su vida,
cualquiera que sea la influencia de Sea la falta de primas, lo que es raro en
la pasión a que se halle sometido,
siempre nuestra tierra, sea afición a la variedad i mu
tendrá necesidad de amor, nunca
podrá faltar danza, lo que en todas partes es común, otros
le la esperanza i
jamás dejará de considerarse 1 se dedican al bello sexo en jeneral, dirijiendo
como un ser
escepcional a consecuencia de su | sus ataques por do quiera que existan crino-
infatigable vanidad.— A la edad de las ilusio I linas. Cada uno de sus paseos por calles, tien-
nes, a la de los desengaños i a la del catarro,
¡ das o alameda, es un fuego graneado de ojea-
siempre hai amor, esperanza i vanidad. Di | das lánguidas i amorosas, de declaraciones
—
rado novel conoce a las niñas que recien se , obstante, en sus primeros amores hai todavía
han bajado el vestido i hecho moño, está pa la suficiente injenuidad i frescura para que su
tente que dan las madres a sus hijas para in corazón palpite al oir un dulce juramento, para
dicar que ya puede enamorárselas; él sabe la que guarde con ardiente' veneración una flor,
hora en que las mamáes se descuidan i en un cadejo de pelo o un guante' roto de su que
que las niñas salen a la puerta de ealle; co rida i hasta para llorar sinceramente por un
noce desde
lejos los caballos i el coche de la engaño-, esta especie de letra de cambio que
familia i lleva su arrojo a las veces hasta las mujeres firman a la vista i al portador, con
emplear el cohecho con los criados* los mas tanta frecuencia, i que en realidad puede lla
cohechables de los seres racionales,- para ha marse así, pues según un" modisno chileno esto
cer llegar a manos de su
prenda alguna epís es mandarnos cambiar, tomando, no las de
tola en la que por las cuatro caras palpitan Villadiego de veloz remembranza, sino liís de
sus juveniles ardores. Villatriste o de cualquiera otro que se retire a
Mas como en este mundo todo es fugaz i llorar les desdenes de la pérfida que se la ha
efímero, la edad de esos amores pasa con la jugado.
huida de los años alegres, o mas bien con la En este de su vida, el hombre sien
período
llegada de los mas serios que tras ellos se te' las demás pasiones dormidas
despertarse
presentan. El niño, convertido en hombre, se hasta entonces en el fondo de su pecho i se
lanza a la sociedad, es decir para él, a los lu sirve de muchas de ellas como un recurso
gares en donde hallará mujeres; porque aun contra las borrascas amorosas: uno bebe para
está lejos de haber perdido en sus primeras ahogar sus pesares, bien que muchos beban
campañas su afición a los lances de amor, ni por amor a Baco, lo que al fin i al cabo es
su incansable necesidad de ser amado. Allí también un amor; otro se hace jugador o ga
visita por amar, baila por amar, habla por lo llero; otro se toma a brazo partido con la po
mismo, muestra los dientes por igual motivo, lítica; esotro practica la usura, este se dedica
se acicala i perfuma con esa intención, se a sabio i aquel a escritor; fulano se hace es-
hace festivo con ese fin, sentimental por ese céptico i mengano beato; machos buscan el
objeto i pone a contribuciou todas las gracias olvido empleando el principio de los semejan
con que el cielo lo ha dotado por hallar una tes, es decir buscando otro amor, í no pocos
alma de mujer que responda a la suya, pues ¡quién lo creyera! terminan la comedia casán
es cosa averiguada que la del hombre está dose por igual motivo. Durante eada una de
siempre llamando i no és su culpa si a to estas crisis, el amor, o la necesidad de amar,
das horas no le contestan eu esa alegre mú ha ido modificándose en el paciente a medida
sica que llaman correspondencia, Esto hace que los años lo van empujando hacia el que
pensar que el hombre es como esos órganos llega: pero siemprejesa necesidad subsiste en él,
de Barbarie que tocan en todas las calles has perenne, tenaz i exijente como cara de acree
ta que alguien los llame, se entretenga un dor, para quien no puede pagar. Esa idea- lo
rato con su música, i los despida a continuar persigue cuando reposa su cabeza sobre la
la misma tarea ¡Ah, las mujeres que envidian almohada; entre loS renglones del íibro que
la suerte de los del sexo feo, no se figuran el lee; se intercala entre las cifras de la cuenta
chasco que se llevarían si la naturaleza escu corriente del comerciante; acompaña en sus
chase sus votos, trasformándolas en seres de jiros la tijera del sastre i la del que no lo
pantalón i levita! Bajo ese engañoso aspecto es, porque no es indispensable ser sastre
de fuerza i majestad alienta un ente mas débil para ser cortador; baila sobre la visual del
que ellas, mas inquieto, mas descontentadizo agrimensor; zapatea sobre las cartas de una
mas esclavo que la mujer mas mujer de am mesa de juego; aparece como fuego fatuo al
bos hemisferios. Su fuerza consiste en la debi hombre que siempre es fatuo sin ser fuego, en
lidad con que cede a sus pasiones i caprichos; el paseo, en el teatro, en la iglesia, en el cam
por esto es que el hombre es un débil de pri po i en la ciudad, por todas partes, en fin,
mera
fuerza; su majestad no es mas que la donde sus necesidades o su destino lo arras
del pavo real que está pelechando: nosotros tren, donde quiera que pasee su fatidio, su
nacemos un si es no es brillantes i vistosos, alegría o su constante tristeza. En esta lucha,
—
i somos calvos de corazón así como encalve ha llegado al invierno desús años en estado
cemos de la cabeza. de soltería o de viudez ¿Se ba apagado el fue
El hombre, como dijimos, llega al segundo go? Una inmensidad de voces nos responde
con la negativa. Nó, el hombre se halla siem
período de su vida con tanta o mayor necesi
dad de amar que en el primero. Solamente pre espoleado por esa necesidad de amar; es
hai una dilerencia en el segundo i es que ha la cruz que ha de llevar a cuestas en su trán
perdido ya la candida pureza de sus senti sito sobre la tierra, amen de muchas otras en
mientos i sensaciones, así como en su rostro que los achaques físicos no forman la menor
la barba i el uso de la navaja han hecho desa parte; pero aquella es la gran cruz, la cruz
parecer lo aterciopelado de su mejilla. 1N0 alta que todos cargan i de la que solo se ven
Setiembre 3. LA SEMANA. 245
libres algunos hombres escepcionales, que na ! menteiguales, ocultan el fondo del alma a
na influyen en contra de nuestras observa cualquiera que no sea unprofundo observa
ciones. dor! Si fuese dado, al pasar por delante de
Sabéis que don Crispido acaba de enviudar nosotros, abrazarlos a todos con una mirada
después de cuarenta años de vida matrimo i leer en sus corazones como en un libro, se
nial, i bueno i compasivo como eres, lector conocería el secreto de los goces i miserias
amigo, esclamas compadeciéndolo: de un pueblo grande.
—
¡Pobre don Crispulo! enviudar a los se I cuando dejamos nuestro puesto de obser
senta i cinco, qué desgracia! vadores para confundirnos con la muchedum
I recordáis con los amigos o amigas que el bre ¿no es curiosísimo prestar oidos a las
buen caballero pasaba una vida tan feliz con conversaciones de los que encontramos? En
su esposa, pues salia después de almuerzo tonces, una sola frase retrata al que la pro
para llegar a la hora de comer i volvía a salir nuncia; una sola palabra revela el secreto de
hasta las once de la noche , hora en que su una miseria o de un sufrimiento. ¡Cuántas
mujer se hallaba en el segundo sueño. Con —
necedades no se escuchan ! cuántas maldades
este método de vida, don Crispulo i la consor no se adivinan!
te se veian cerca de tres horas diarias. ¡Qué No sé porqué me llamó una vez la atención
mas, para cuarenta años de matrimonio! cierto personaje que a pasos lentos i con mi
rar distraído cruzó
Algunos meses después, vais una noche al por delante de la ventana
teatro i recorriendo los palcos con vuestro an de una habitación en que me encontraba. Un
teojo, veis al lado de una joven de diez i seis amigo mió, a quién le pregunté si lo conocía,
años a un anciano rejuvenecido, Icón guantes me dijo: —
Ese caballero esD. César.... ex-in-
i ropa a la moda. tendente de la provincia de.. ...,1o que los Es
—
¡Don Crispulo! ¿el viudo? esclamais en hombre caido; antes bien habia en él la beati
tonces. tud del hombre rico que vive de su renta i no
El mismo, os contestan los amigos. se
preocupa del dia dé mañana. Informándo
—
-¡A. casarse! esclamais otra vez estupefacto lector, i espero que le será de algún provecho
¿i con quién ! por la esperiencia que con su lectura puede
—
Con esa niña que está a su lado. adquirir.
—
¡Jesús! Jesús! decis en el colmo del ho-- La relación sencilla i desnuda de un hecho
rror i de la admiración, como no se les cae a es a veces mas elocuente que esa misma rela
los dos la cara de vergüenza! ción comentada ¡analizada, así como en oca
—
Eh, a nadie se le cáela cara por tan siones la vista de un cuadro produce mas efecto
poco , os dice vuestro amigo. Si vas a averi que la lectura del mas bello poema. De consi
guar la clase de amor que don Crispulo puede guiente, evitaré en cuanto sea posible todo
tener a esa niña, talvez no hallarás que es el comentario e inútiles digresiones.
amor casto i puro de los veinte años, ni el im La escena pasa, o mejor pasó, en un
lugar
perioso i venerador de los treinta; pero es de cuyo nombre no quiero acordarme ahora,
también un amor i don Crispulo, a la vez que i por los años de mil ochocientos i tantos,
ama, tiene la esperanza de ser correspondido dejando al lector cincuenta i nueve proba
i quiere satisfacer su vanidad teniendo familia. bilidades para que adivine la fecha precisa
No lo dudes: el amor, la esperanza i la vani de este acontecimiento.
dad acompañan al hombre toda la vida! Séame permitido dar a conocer a mis
perso
de 1859. najes antes de ponerlos en escena, i los ante
Agosto cedentes de esta historia para su mejor inte
Ñame. lijencia
Nombraron intendente de una provincia a
D. César hombre pacífico por
,
carácter,
suave en sus maneras i conciliador en su
Las desgracias de D. Cesar. tra
to. Creia, como el doctor
Panglors, que todo
I. está bien en este mundo
perfecto, i nunca
Cuando puestos al balcón en una ciudad encontró malo nada de lo
que estaba organi
populosa, echamos la vista sobre las personas zado, mirando a los innovadores como seres
que cruzan sus calles en diversos sentidos, i maléficos que quieren destruir la armonía
que nos son desconocidas en su mayor parte universal. Hai muchos hombres de esta natu
¿no sentimos a veces tentaciones de tomar al raleza. La duda para sus entendimientos li
acaso una de ellas, seguirla i averiguar su vi mitados es no solo desconocida, sino también
da, con la probabilidad de encontrar un dra inconcebible, como que jamas se toman el
ma mas o menos interesante? ¡ A cuántas ca
trabajo de pensar sobre nada; de donde re
vilaciones no da lugar el aspecto de los tran sulta naturalmente que todo lo reciben hecho
seúntes, que con sus
figuras, todas aparente- de manos ajenas, i sus acciones todas son
¡2/io LA SEMANA. Setiembre 3.
dirijidas por una voluntad que no es la suya. | mui ufano de haber sido toda su vida conse
Las criaturas de esta condición son esce- cuente con las suyas. En efecto, nunca habia
lentes padres de familias; tienen mui desarro
dejado de ser opositor; lo que en él era tanto
llado el órgano de la filojenitura. Así es
que una
especie de tema, como incapacidad de
D. César, adquirido
que hubo una decente comprender la bondad o malicia de las medi
fortuna, buscó mujer i se casó, sin que el das de un gobierno. Ademas, el que es oposi
amor entrase
para nada en su elección. Era tor, con solo serlo se coloca a los ojos ,de los
un hombre organizado como un
reloj, i su necios auna altura mui conspicua, que al-
matrimonio no formó época en su historia ni haga su vanidad.
siquiera logró alterar los hábitos de su vida. El nombramiento de D. César era un su
Siguió durmiéndose i despertándose a las ceso de mucha consideración para los habi
mismas horas i no faltó a su oficina (era en tantes de la provincia. Amigo i pariente por
tonces empleado) ni el dia que sucedió a la su mujer con D. Cornelio i otros vecinos no
noche nupcial. De él podia decirse
que era el tables del pueblo, venia precisamente a ser el
hombre-planta por excelecia. apoyo de un partido, o mas bien el centro de
En Chile, los intendentes de provincia son un círculo que se titulaba
progresista i del
como los vizires
que el sultán envía a los pai que era jefe, o cosa parecida, el mismo D.
ses conquistados. No se
esplica de otro modo Cornelio. Asi es que las habladurías i los
el odio de los provincianos, que se creen es- chismes estuvieron a la orden del dia. En
plotados por la capital i esperan la hora de la aquellos que con el nuevo mandatario no te
redención con la misma impaciencia que los nían relación de ninguna especie, i en otros
pueblos sometidos a estranjero yugo. Invadi que se avenían, mal con D. Cornelio, este
dos umversalmente los empleos por hombres acontecimiento despertó el odio i la envidia,
de afuera, cuando no por santiaguinos, el amor' que se lanzaron a desahogar su furor, no solo
propio i el orgullo provincianos se sienten he empleando la calumnia, sino valiéndose de la
ridos, i burladas las muchas esperanzas que prensa, resumidero de anónimos denuestos i
esos mismos empleos hicieron nacer. Agré malas pasiones en épocas de ajitacion po
gase a esto el desprecio innato del santiaguino lítica. Pero sucedió que el nuevo intendente
al provinciano; desprecio tanto mas punzante en vez de plegarse al círculo de I). Cornelio,
cuanto que a menudo viene del primer men se inclinó al lado opuesto, dejando fallidas to
drugo a quién cupo en suerte ser enjendrado das las esperanzas de los cornelistas, como
en la capital i que llega a la provincia vomi los llamaban , de donde resultó una declaración
tando humos de gran señor. Mas para dicha del de guerra cuyos resultados debian de serle fa
pueblo en que pasó esta historia, les llegó con tales a D. César.
D. César un intendente incapaz de cometer Al salir de Santiago para su nuevo destino,
tropelías i arbitrariedades fuera del caso D. César trajo de secretario, por recomen
en que los intereses de su partido lo exi- dación del ministro, a un joven empleado en
jian. el mismo ministerio i cuyo nombre era Martin
Entre las notabilidades de aquel pueblo se A.... La vida de este joven ha sido bastante
contaba un caballero llamado don Cornelio trajediosa; habria con ella materia para un
Conejero. Dueño de una fortuna mas que mo volumen. En el dia es uno de los que figuran
desta i de una manía mas que común de hacer en la política i es prohable que con el
tiempo
oposición a toda clase de gobiernos, servía de sea todo un personaje. Entonces era solamen
cabeza a un partido i era el primero a quien te un joven como de veinte i seis años, lleno
cada nuevo mandatario de la provincia trataba de ambición i de esperanzas. Habiendo em
de atraer i reducir. De esta suerte, no tardó pezado a vivir mui temprano, adquirió pronto
en formarse de sí propio una alta idea, atri una triste esperiencia de las cosas del mundo,
buyendo a sus principios liberales el no haber i su alma, a la que no eran estraños los no
ocupado hasta entonces un puesto distinguido bles sentimientos, se corrompió con el roce de
en la administración; ilusión confirmada por las jentes de mala vida con quienes su escasa
la prensa, que lo pintó muchas veces como fortuna lo obligó a mezclarse. Su figura no
un furioso demagogo. Pero tan lejos estaba era la de un bonito mozo,
pero sus ojos, que
de serlo el tímido i pacato D. Cornelio, que revelaban mucha viveza, ciaban animación a
acaso jamás pensó siquiera en los principios su rostro escuálido i macilento en el
que ya
se podia leer una vejez
que le suponían. Su carácter medroso i sus prematura. Su cuerpo
achaques nobiliarios lo eximían de derecho flaco i pequeño estaba dotado de una ajilidad
de las ideas democráticas que toda oposición estrema; habríase dicho que era un mono al
proclama hoi en dia. No por eso dejaba de verlo a veces subir a los árboles o hacer cual
estar, como jefe de partido, en todas las intri quiera otro ejercicio. Sin embargo era tímido
gas i movimientos del pueblo i desplegar en i pusilánime como una mujer, i talvez por
ocasiones un ardor i constancia sin iguales; esto mismo se encontraba a menudo mezclado
salvo los casos de revolución armada, porque i en asuntos de peligao, de los que no siempre
ahí estaba la salia airoso. Si hubiese nacido hombre de
para hacerse matar, pensaba él, j
canalla. En medio de los vaivenes que sufren ¡ fortuna, habría sido jeneroso i pródigo; po -
las ideas políticasde los hombres, se sentía ! bre i sin mas recurso que su intelijencia, se
Setiembre 3. LA SEMANA. 247
agarró de la vida
como
pudo sin atender a ■> esa oposición,seguro estoi que no es el bien
otra que a pasarla lo mejor posible.
cosa estar del paislo que lo lleva a ser tan ene
He aquí pues los personajes que intervienen migo del gobierno. No hai duda que algún in
en este episodio de la vida de un hombre pú terés oculto es el móvil principal de su pa
migos del intendente a cuya cabeza estaba Qué! no sabe Vd. que ya vacila el poder
—
la autoridad, i herido en lo mas vivo su amor es solo un ruido esparcido por sus enemigos.
propio, trabajaban con ardor en echar por Ademas el intendente no dá ningún motivo de
tierra al inocente D. César. Tenian altos per queja.
sonajes en Santiago que los ayudaban en su —
Esolo que desespera al partido liberal.
es
tarea, i esperaban conseguir su objeto median Síb hai muchos aqui en el pueblo
embargo
te ciertas intrigas en las que era preciso tu
que nos preciamos de ser profundos políticos,
viera parte el secretario. i nos hemos dicho : puesto que el intendente
no dá ningún motivo de queja, será necesario
II.
hacer nacer circunstancias que lo hagan con
Un dia que Martin estaba solo en' el despa ducirse mal.
cho de la intendencia, sentado en el escritorio Sin duda esa propuesta lué de algún Ma-
—
Piensan, i con razón, que ese bando coarta la didas ocultas que se toman por la intendencia,
libertad del pueblo. si tuviésemos por nuestra parte al secreta
—
Libertad del pueblo! Con esas pala rio.... digo, si convencido de la justicia de
bras se llenan la boca todos los partidos i han nuestra causa....
bargo la mayor parte de los que así hablan para entendemos. Lo único que yo quiero es
no ven mas allá de la punta de sus narices. su propio bien, la felicidad de Vd....
Repiten mui ufanos las frases huecas que han Martin se sentó. En este momento entró D.
aprendido en los periódicos, encargados de César. Tan luego como vio a D. Cornelio se
pensar por ellos, i se creen con esto grandes dirijió a él con la sonrisa en los labios a estre
políticos. Aquel que talvez no sabe ni gober charle la maco como a una potencia enemiga
nar su casa, desde su asiento i con un cigarro de quien se quiere conquistar la voluntad. D.
en la boca cree que es mui fácil gobernar un Cornelio lo miró como un ciudadano romano
estado. Pero examine Vd. a esos libe ales habría mirado a un decemviro i respondió fría
compañeros suyos, i verá que son piezas va mente a su saludo. Pronto se retiró para pre
cias en que hace eco la voz del que grita. I servarse del contajio de los tiranos, i hacien
hablando claro, D. Cornelio, la patria es un do alarde de su valentía, se fué a dar cuenta
objeto que. tiene solamente valor nominal i la a los suyos de la conversación tenida con el
amamos mientras ella nos dá algo i no nos secretario i de la lección que acababa de darle
pide nada. El patriotismo fué palabra que in al intendente.
ventó-la ambición para deslumhrar a los ne
cios. El bien del pueblo! ¿De qué pueblo? de José Axtoxio Doloso.
ese que se arrastra por las calles sucio i he
de Schiller.
Segunda edición de las obras
Setiembre 3. LA SEMANA. 249
Mas
cuando se hallaba
¡ai! men i dos caballeros mas. En el del compañe
Apenas mitad de su carrera,
en rovenían el comandante de policía i otros ofi
Le abandonan crueles ciales del cuerpo.
Sus amigos mas fieles, ¡Pobre doñaGabriela! dijo con timidez
—
De la ciencia la sed mui mas ardiente rostro i poco tersa cutiz, lo que indicaba alas
Le devoraba aun, i las oscuras claras su intemperancia, ella tiene la culpa.
Nieblas horribles de la negra duda, ¿Porqué ha asesinada a su marido?
De la augusta verdad las luces puras Oh! eso no se sabe todavía, esclamó la
—
Dime, Pedro, preguntó un hombre del hablado, habian bajado uno de los jueces del
pueblo a uno de los cocheros, ¿será cierto crimen de Santiago, el comandante cíe
que policía,
ha venido el Señor Intendente? un escribano con su amanuense i des
ajenies
—
No b conozco, contestó el interpelado. subalternos.
He traído en mi coche al señor Juez del crí- La comitiva judicial entró en el
patio, cau
sando no poco estupor en el ánimo de varias
(I)Los hechos principales' que- forman e! fondo de
señoras i caballeros
nuestra narración son escrupulosamente históricos, que se encontraban en él,
como se verá mas adelante. Memos cambiado tan so
atraídos por el bullicio esterior. .Veto continuo
lamente el lugar de la escena i el nombre (le los acto penetró en el salón principa!. En él se ia es
res que fiVuran en este real i verídico drama. peraba un
espectáculo imponente.
253 LA SEMANA. Setiembre 3.
En una
pieza contigua al salón se veia un 1 Después que se hubo estendido por el es
féretro alumbrado por colocados
cuatro cirios cribano el auto cabeza del proceso, el majis-
en sus ángulos. Cerca del féretro, oraba un trado "encargado de la pesquiza recibió las
sacerdote de venerable aspecto. declaraciones de los sirvientes, mientras que
En rico paño cubría el cajón mortuorio, los oficiales de policía ejecutaban un minucio
so rejistro en los muebles de las piezas de ha
espléndido i obligado atavio de la muerte; pero
que en aquella circunstancia contrastaba dolo- bitación.
rosamente con la absoluta desnudez de la ha En el momenio'en que se encendieron lu
bitación. Parecía que todo lo mundano habia ces, se anunció la" llegada de los tres médicos
mandado llamar,
huido de ella espantado por la última i talvez que de oficio, el juez habia
la única realidad de este inundo, la muerte. Díjoles en breves palabras el servicio que la j us-
Movidos por un invencible sentimiento de ticia esperaba de ellos. Los facultativos entra
respeto, el juez i su comitiva se descu ron en el aposento fúnebre i procedieron a la
brieron. Pasada esta primera impresión el autopsia del cadáver. Mientras tanto el juez
representante de la humana justicia entró en examinaba los papeles pertenecientes tanto a
el pleno ejercicio de sus deberes. Hizo poner la víctima como a su viuda.
en estricta incomunicación a toda la servidum Durante media hora, todo fué en esa casa
bre i no esceptuó de ella a la señora, a quién silencio i misterio. El mas leve ruido se perci
la ordenó de la manera mas cortes que le fue bía claro i distinto. Los médicos fueron los
posible. Las visitas fueron despedidas.
—
En la tarde de ese mismo día, la primera bido víctima de una fuerte dosis de veneno,
autoridad administrativa de la provincia habia tomada, según cálculo aproximativo, veinte
recibido por escrito el denuncio de un crimen horas antes. Los estragos del cloroformo, cu
no les
espantoso (1). Según lo aseveraba la comuni yos vestijios estaban palpables, deja-
cación anónima que habia llegado a manos t barí la menor duda a este respecto.
del Intendente, una mujer habia envenenado Firmado el correspondiente certificado, se
a su esposo, teniendo por cómplice en la perpe retiraron.
tración del atentado a un joven que se asegu La ciencia habia cumplido su augusta mi
raba ser su amante. La víctimahabia fallecido sión; correspondía a la justicia terminar ahora
la víspera. Se revelaba el nombre de los culpa la suya.
bles, i ciertas particularidades que tendían a El majistrado habia quedado absorto i pen
afianzar la verosimilitud del denuncio. No obs sativo. En esto un oficial de policia vino a de-
tante esos datos casi positivos la autoridad no depositar en la mesa que servia de escritorio un
podia obrar sino con la mayor prudencia i trasquilo conteniendo algunas gotas de líqui
cautela; las personas que se designaban como do, i un pequeño bulto formado por algu
autores del crimen eran respetables por sus an nas cartas atadas con un lazo de cintas celes
hubiese precedido a su fallecimiento. Existia, ! habia leido algunos renglones, una súbita
nas
dándole cuenta del denuncio, i encomendando ble de austeridad que se nota en los altos em-
'1
a este funcionario diese los pasos necesarias empero, un observador
picados judiciales;
hubiera podido conocer que un violento com-
para obrar cual convenia al asunto. Esas di-
!
'
lijencias fueron las que causaron tanta conmo- bate se trababa en su corazón Con efecto, dos
.
cion en el solitario barrio de Yungai a lascin- ', elementos bien distintos se habian deslizado
,
co de la tarde del (lia en que empieza nuestra , en él, la consoladora duda i la inexorable
—
: convicción!
decirlo cu honor de la ciudad de Santiago, por Sin dar crédito a sus ojos, volvió a leer
..
la rareza de los crímenes que en ella se co aquella carta que debia arrojar una sinies-
! tra
meten. evidencia sobre el misterioso drama en
que esempeñaba un rol de tan alta im-
.
f! r.ccoruarún nu':--t"ss lectores, que de e=!a mane- j portancia. Se levantó de su asiento i empezó
i -
¿e 'descubrieron los
asesinatos cometidos por la -
biosse
escapaban confusas estas palabras : — —
Han osado profanar el cadáver de mi es
Desgraciada! desgraciada! ,
poso, interrumpió la desgraciada levantán
Pagado ese lejíti mo tributo a la naturaleza, se dose de su asiento, i con .un jesto soberbio.
aterrorizó de sn debilidad. El inflexible deber —
Cálmese Vd. , señora. La justicia no debe
alzó ante su imajinacion rendir cuenta de sus actos sino a Dios.
para recordarle
se
que antes de ser hombre era el mandatario Gabriela volvió acaecen su sillón, intimi
de la lei i de la sociedad; dada por el tono severo del juez.
que ambas tenian
derecho de pedirle cuenta de sus acciones en —
Del denuncio que este juzgado lia reci
un caso tan
grave. Ese combate moral fué de bido, de las declaraciones indagatorias que
poca duración, pronto desapareció el hombre; se han tomado i de las pesquisas que se han
solo quídó el majistrado. Preguntó entonces hecho, resulta que dos personas sou culpa
al oficial : bles del crimen,
—
Bajo del catre del difunto, señor, con exaltación. ¿Cuáles son? para aborrecer sus de
testó éste. testables nombres, para llamar sobre su ca
I las cartas?
—
mana!
señora doña Gabriela. —
Se acusa a Vd., señora, i también a don
Despuésde haber radiado «ún algunos Federico Varnela, dijo el juez con voz casi
minutos el juez ordenó que S3 hiciera com imperceptible.
parecer a su presencia a la dueña de la casa. Un grito espantoso i desgarrador se escapó
de la garganta de Gabriela. Federico!....
—
ción de un horrendo crimen que en ella se riencias, pero, lo juro en presencia del cadá
ha perpetrado. ver del que fué mi esposo, i estendió el brazo
Mi esposo!
—
esclamó Gabriela. i hacia la liabitacion mortuoria; lo juro sobre la
—
Ha muerto envenenado por una mano ¡ sagrada memoria de mi madre, Federico i yo
homicida, continuó el juez con frialdad. somos inocentes del crimen
que se nos imputa!
Envenenado!
—
acaban de practicar la
autopsia no permite | juez, pero lo repito, somos inocentes!...
"
GATTiN.vaA. dando un
poso pora salir. j CARLOS V.
Pues yo voi a saoer.... ¿Por qué tal?
CARLOS v. MARGARITA.
O YHiY, C'ítinnra, tengo q:i5 hablarlo (Isabel Vengo, señor, a pediros permiso para dejar a
/, k- u.i i o-jrteiac ol rei i sale prr el fmio:. 1 ;
Madrid.
Setiembre 3. LA SEMANA. 253
\. n. »v
CARLOS v. nen m 111 capaciuau puiuica....
enerjia,
¿Por qué, decidme, tanto apresuraros?., quien os es de esas. Ella hubiera sido un ministro plenipo
ha dicho que el rei, vuestro hermano no reflexio tenciario precioso.
nará, sobretodo si vos permanecéis con él, si cal margarita.
máis con vuestra presencia i vuestras palabras, un ¿Por el talento?
primer movimiento de irritación i de cólera^ CARLOS v.
HENRIQUE. I
sus paseos i fiestas a cielo raso. Mas antiguo quo
¿Pero cómo?... ¿ni qué instinto hubiera podido el hombre, de quien es padre, i tan antiguo como
encaminarlo? el mundo, en que es. omnipresente, ofusca como
MARGARITA.
I luego.... ¿no sabéis Henrique? hasta el empe la gloria- i ciega como la pasión. A ningún vecino
rador no quiere que me vaya, pretende detenerme de Santiago es dado desde hoi hasta el invierno
en Madridl caminar exento de su asidua compañía, que ha ve
HENRIQUE. nido a hacer juego con la del ánjel de nuestra
¿Es posible? Como la mancha de sangre de la blanca
MARGARITA. guarda.
Porlo menos.... ocho dias.... lo ha exijido! manecila de Lady Macbeth, es inseparable de
henrique, asustado. nuestro lado i seria empeño vano que tratásemos
O cielo!... se ha enojado.... de habria perseverancia ni cepi
ahuyentarle: no
MARGARITA. Ya
a realizar tamaño propósito.
—
llos bastantes
Nó... he sido yo!... benévolos lectores, que se trata de
HENRIQUE. comprendéis,
1 él ha ordenado?... la reciente aparición del polvo, sucesor del fango
margarita, reflexionando. i nuncio de la primavera. Las flores están todavía
Nó... fui yo.... él al contrario, me rogó.... con han madurado las
espigas, pero
en botón, aún no
tal instancia.... tal ardor.... que es preciso que se llo
le haya metido alguna idea en la cabezal
el polvo, mas prematuroque las espigas i las
con viveza. res, se ostenta ya triunfante en paseos, calles i
henrique,
Ah! esas no son ideas políticas.... plazas. Caprichoso i festifo, ora nos envuelve en
MARGARITA. una nube como al piadoso hijo de Anquises, ora
¿Qué decis? el nimbo de las di
circunda nuestras cabezas con
henrique.
Oirás... que es bien fácil.... adivinar.... ñoqui- vinidades antiguas, haciendo de cada Santiaguino
zá por vos... pero si por mí. un héroe de epopeya o ufl dios de la mitolojía. Si
margarita, dando nn grito de alegría. a ser mas difícil, en cam
la respiración empieza
Ahí si fuera cierto!... bio la animación i morimionto se aspiran de dia
henrique, resentido*
en dia con mayor facilidad. Como la traspiración
O cielo!
el polvo para una ciu.
margarita, con alegría. para el cuerpo humano,
i
¡Eli! qué no?... sí... si...
¿por todo es posible!.. dad representa una condición necesaria de vida
Gracias, Henrique!... porque si no fuera por vos, I i dia domingo es ade
desarrollo. en Santiago en
riedad). Pero seria una insensatez pensarlo o fun resigne a solo andar en dos pies. ¡Ai de su
fama
dar en ella menor esperanza de salvación. (Re
i buen nombre si no solicita la cooperación de los
sueltamente). Es preciso ver a Sanchica.
henrique, con disgusto. cuadrúpedos!— Dominada por esta convicción,
La he visto. nuestrasociedad anduvo poco el domingo, galopó
margarita, mirándolo i sonriendo.
mucho i rodó con entusiasmo.
veras!.... ¡i no Jo decíais.... caballero
¡De re
cosido!
HENRIQUE. Aún no se habian disipado las nubes de polvo,
Alcáncela a divisar en la antecámara de la rei levantadas por los coches i cabalgatas, i ya otras
na... i le hablé de ese salvo conducto que le ro-
nubes mas densas se esparcían por nuestra atmós
gué quo me obtuviese.... imposible.... no quiso... fera i turbaban su claridad. A poco andar nos vi
H. de Irisarri. mos envueltos en las tinieblas de la duda i las
(Continuará).
conjeturas; mas la oscuridad no fué tanta que im
pidiese a la policía distinguir i aprehender a dos
Ecos de la seEiíasss». de com
personas de esta población, sospechadas
2 de 1859, el motin frustrado de la Artillería. Don
Santiago, setiembre plicidad en
jarse de mala salud, hablar de matrimonios des gos de las letras acuden a la sociedad literaria-,
hechos i contrastes domésticos, lamentar la des que ha inaugurado sus tareas como os lo anunciaba
en mi revista anterior. Pocos son los hombres es
graciada realización de un proyecto, deplorar los
de la de tudiosos que no han simpatizado con este pensa
contratiempos mi paseo o suspensión un
baile, o llorar alguna otra desventura mas o me miento i entrado a formar parte de la naciente a-
nos real, i habréis dicho como —
Cosas de sociacion. Ella no ha
promovido en verdad ese
yo:
agosto! caloroso hijo de la novedad que, tan
entusiasmo
Por fortuna empezamos a septembrizarnos-, si
fácil de arder como de apagarse, emprende animo
so la primera jornada, llega jadeante al término
me espermitido tan execrable galicismo. Los
de la segunda i va a caer rendido poco mas allá;
franceses se degollaron i nosotros nos emancipa
mos en este glorioso mes de setiembre, mes de pero el convencimiento de su utilidad principia a
comilonas i ropa nueva, de salvas i blanqueos. En infundir en los afiliados del nuevo círculo ese espí
efecto, ¿quién no pronuncia un speach, quién no ritu de tranquila perseverancia que camina paso a
estrena un vestido, quién no quema un cartucho paso elidiendo sus fuerzas i evitando los escollos,
si es guardia nacional, o repinta la fachada de su progresivo sin impaciencia, cauteloso sin miedo i
casa si es propietario, sn justo firme en sus propósitos. Estos ya los conocéis: fe
homenaje de gra
titud i admiración a los prohombres del año 10? cundar los esfuerzos intelectuales entablando un
sus semejantes el premio de la carrera, mientras que darán ocasión a un certamen fijado para el 30
del presente mes. Como se encargase a la suerte
que los toros ensayan sus mejores cornadas para j
obtener la prez del triunfo en la próxima lucha i de nombrar los jueces que han de presidir este
torneo, hizo una de las suyas designando para
que deben sostener contra los osos. Este inusi
tado combate encierra elocuente i de secretario del jurado a un distinguido i honorable
una
alegoría
injenio i para presidente a vuestro interlocutor se
seguro va a dividir las opiniones i los votos en
dos opuestas facciones. Los maridos se contarán manal. Merced a la oficiosa cuanto galante indi
la una, ien la otra los solteros cación de no sé cuál de mis amigos presentes, que
en que hacen el
fue mi ausencia un alter ego,
oso a las casadas. Sí la Edad-Media tuvo el juicio en
quedó^ndicado
de Dios, nosotros vamos a tener el juicio del toro. sin dilación aquel agravio de la ciega *& -ma. ü^
trances tales es donde se prueban los a_ gos. De-
Apenas si preocupados de tamañas novedades ; bo a mi Pflades de aquella noche los mas sinceros
nuestros círculos han dado importancia a los ru ¡ agradecimientos.
mores inciertos de un cambio
en el personal del Terminada la elección, uno de nuestros escrito-
gabinete. Estas cuatroparedes del ejecutivo en ¡ res mas disortos hizo la lectura de un trabajo crí-
cuentran siempre arquitectos que las derriben i 1 tico, que podréis en breve juzgar por vosotros
vuelvan a levantar en su fecunda imajinacion. Es | mismos. Es esle un análisis del curso do Econo-
'
este un agradable pasatiempo de la fantasía, que mía Política de M. Courcelle Seneui!, escrito por
fatigada de soñar en brujas sueña en ministros. A : don Marcial González, que aparecerá en el próxi-
no ser así, habría motivo para alarmarse de las ¡ mo número de La Semana.
increíbles combinaciones ministeriales que se pro ; Esta lectura, promoviendo una discusión rela-
palan de algún tiempo a esta parte. Cada una do | tiva a la utilidad, dio motivo a una disertación so-
ellas es un verdadero traje de Polichinela i los : bre estepunto que el señor Miquel ha leido esta
nombres que entran en su composición mau i noche. No habiendo oido ni esta disertación ni
. ,
"
-T-T-i-T-nVI
, ,
aquel análisis, me veo obligado a callar su mérito Este acontecimiento astronómico, tan estraordi-
ideplorar mi mala fortuna. nario como es, no ha logrado sorprendernos. Las
No ha sido esta sin tan completa que facultades estraordinarias le habian tomado la de
embargo
lantera i alcanzaron ponernos sobre aviso.
gozar de los lindísimos ver
alcanzado a
no haya a
Dice, i las aguas en murmurio leve la anterior ni tan afortunada como ella-. El poeta —
-Crespas ondinas conmovidas tiemblan es de mediocre efecto. Este fué anoche casi nulo
Trémulos circos delineando en torno,
I el mans» viento su
mediante laimpetuosa recitación de Gaitán, qué
postrer suspiro
absorvió en su carrera todas las maravillas del
Blando remeda.
diálogo. En desquite, la Thierry no se hizo, co
—
D.Joaquín Blest Gana i el Sr. Vockmann se han mo el domingo, sostituir por la Matilde, i la zar
encargado de hablarnos, para la próxima reunión, zuela: Buenas noches, seriar don Simón fué gusta
«1 primero sobre la naturaleza equinoccial i la cor da i aplaudida a mas i mejor.
dillera ecuatorial, i el segundo sobre los docu Domingo Arteaga Alemparte¿
mentos mas antiguos de la humanidad.
muchos de sus concurrentes, charlábamos tan solo Vencidas las dificultades que hasta ahora hemos
unos cuantos remisos en abandonar el campo, encontrado para la ilustración de nuestra publica
ción, empezaremos desde el siguiente número a
cuaíldo presentó a nuestros ojos sorprendidos
se
dar a nuestros suscriptores una ¡evista cómica
el corresponsal del Mercurio. Habia sido puesto en mensual en caricaturas.
libertad esta tarde i dejaba ver en Su semblante
descolorido i preocupado las huellas de sus recien la
Coiidíeioncs süe suscripción»
tes padecimientos. A primera vista creí contem
la sombra de Silvio Pellico, i el aire frío i mor La «Semana» aparece todos los sá
plar
tífero de los Plomos de Venecia heló un momento bados i consta por ahora de diez i seis
mi frente. Por fortuna no tardé en abandonar tan pajinas en folio. La protección del pún
lóbrega ilusión; mas por desgracia' tampoco
tardé Mico decidirá de su incremento suce-^
un senti
en acojer una mala idea, inspirada por Precio de la suscripción: 3 pesos por
miento puramente literario. Si Garmoña, pensé, trimestre adelantado.
se hubiese quedado por algunos meses en
el cuarte
Se reciben suscripciones en
de policía, habríamos tenido, como los italianos;
Plintos de suscripción.
un libro interesante: Mis prisiones.
De la historia verbal que nos hizo de sus infor Santiago. imprenta del Correo,
—
pa
tunios íY-alta que el orijen de su aprehensión no saje Bulnes.
Parece que
__^<ié sino 'ef haberse vendado la cara. Valparaíso. imprenta i librería
—
del
esta medida, estimada por la mas prudente con
Mercurio.
tra el dolor de muelas, no lo es tanto para cons
Serena. D. José Domingo Cortez.
—
el corresponsal conspirador i
del Mercurio fuese
hubiese vecinos de Santiago despiertos alas dos Talca. Sres. E. iS. Rondanelli.
—
que
de la mañana. Pero no podían dejar de estarlo Chillan.---Sr. D. Abrahan Siredey.
los que anoche fueron tesligos de un fenómeno Lima. Establecimiento del Sr. Ri-
—
hemisferio fre
celeste tan raro en nuestro como
cordi, calle de las Manías
cuente en las rejiones hiperbóreas. Larojiza cla Arequipa. Sr. D. Manuel G. de Cas-
—
Manual de las empresas industriales, comer absurdos i equivocaciones, que largo tiempo
ciales i agrícolas i después por su excelente han embarazado su marcha i dejado la incer-
Tratado teórico i práctico de las tidumbre en sus conceptos. Este mal ha que
operaciones rido remediarlo el señor Courcelle poniendo
de Banco, pero mas hoi por la publicación del
estimable libro de que damos cuenta. Al es un particular cuidado en las definiciones i en
La propiedad de las definiciones i -el justo pulsan i reúnen las verdades comprobadas
de los términos en mi opinión, otro por los primeros para venir a deducir de ellas
empleo es,
de los méritos que recomiendan altamente el verdades nuevas i mas fecundas. Así es como,
libro de que me ocupo. Todas las ciencias ne por la cooperación sucesiva de los unos i los
cesitan determinar el verdadero sentido de otros, se realiza el progreso de las ciencias; i
las palabras de que se sirven: el acuerdo so ciertamente que un progreso positivo i verda
bre el valor real de los términos es indispen dero importa, para su especialidad, la publi
sable a su progreso; pero esta condición es cación del Tratado económico de Courcelle.
tanto mas difícil de obtener cuanto que las El autor ha hecho lo que otros recorriendo
ciencias se forman con lentitud i tardan en un
campo ya esplorado; pero sus miras han
sido mas altas i su trabajo ha tenido mayor
perfeccionarse. Los primeros economistas to
maron sin duda del lenguaje vulgar espresio alcance; porque, dejando frecuentemente las
nes cuya acepción no
tenia nada de preciso, cuestiones de nomenclatura, ha hecho escur-
en las cuales se ocultaban
aun ideas siones atrevidas en el dominio de la economía
palabras 1 social i ha estudiado i revelado con claridad
diferentes; i de ahí nacieron, por necesidad
Setiembre 10. LA SEMANA. 259
social, reservándose para hacerlo mas esten- negar que el ínteres personal, desarrollándo
samcnte en el segundo volumen de su obra; se libremente, es el
mejor juez i el indicador
pero desde luego nos ha esplicado sabiamente mas seguro de lo
que a todos nos conviene?
los elementos constitutivos de la riqueza i del Pero el mayor de los inconvenientes de es
capital, de la propiedad en oposición al comu tos sistemas i la mas grave objeción que pue
nismo i sobre todo de la competencia bajo los de hacerse contra ellos, es la falta de prepa
dos sistemas, únicos reconocidos, de autori ración de la especie humana en jeneral i de
dad i de libertad. De modo que puede decirse las clases pobres en particular, i su estrema
que la ciencia entera está comprendida en ese incapacidad, al menos hasta lo presente, para
breve catálogo, cuyas partes las ha encadena fundar i desarrollar un orden de cosas que
do de tal suerte que cada una de ellas es una exijiría en los pueblos una suma considerable
consecuencia natural de la que la precede i co de intelijencia i de virtud. Los amantes del
mo que prepara las doctrinas de la
¿pie la si verdadero progreso, según opinión de Stuard
gue. Nosotros damos, sin embargo, mayor Mili, deben propender únicamente a que la
importancia a la parte que se refiere a la or especie humana vay a acomodándose aun es
ganización social, a la constitución del crédito tado social en que se combine la mayor liber
i a la solución de los problemas económicos tad individual con la mas justa distribución
que hoi preocupan a la Europa i al mundo, de los productos del trabajo i en que los ca
por cuanto ella contiene trabajos de aplica pitales i el salario guarden la debida propor
ción i bellísimos estudios sobre la situación ción. Cuando este estado de cultura moral
económica de los Estados Sud- Americanos. i material se haya alcanzado, la propiedad
Nadie desconoce al presente la gravedad individual, bajo cualquiera forma, o bien la
de estas cuestiones, apesar de que la resolu comunidad de derechos en cuanto a los ins
ción de algunas de ellas no tiene ni tendrá trumentos de producción i a la igual reparti
en mucho tiempo para nosotros el interés
que ción de los productos, crearán las condiciones.
para los pueblos del viejo mundo. En efecto, mas favorables
para hacer llegar la naturale
¿han de considerarse como violaciones de las za humana a su
mayor perfección.
leyes de la naturaleza i como contradicción de Pero esta es una cuestión cuya solución co
las miras de la Providencia la desigualdad rresponde solo al porvenir: ni a nosotros nos
de las fortunas i jerarquías, los derechos del afecta gravemente, ni nuestros contemporá
propietario, la privación de estos derechos en neos europeos son tampoco competentes para
el que no loes, i todos los demás resortes cons fallarla. Un hecho solo conquistado por la es
titutivos de este vasto mecanismo que llama periencia de estos últimos tiempos, i el único
mos sociedad?. —
Yo creo desde luego que nó, realmente importante en materia de organiza
porque, dígase lo que se quiera, este mecanis ción social, es el excelente resultado de las
mo encierra un fenómeno admirable en
que asociaciones obreras i los prcdijios que en la
no se ha
fijado bastante la atención, i es que economía de los pueblos está llamado a produ
cada hombre consume en un solo dia harto cir el principio de asociación. Mr. Courcelle,
mas de lo
que podría producir talvez en mu atribuyendo a este principio toda la impor
chos años. Yo tengo para mi que semejante tancia que merece, ha indicado justamente
ventaja, mayor en sí misma que todos los en su
Plutolojia las tendencias i resultados de
inconvenientes insinuados, sería imposible en la transformación social que él ha de traer
cualquier otro orden social distinto del pre tarde. o temprano; pero al mismo tiempo ha
sente, esto es, en una organización en que separado la causa del trabajo común de las
no hubiera declamaciones exajeradas i erróneas contra la
pobres i ricos, capitalistas i jorna
leros, productores í consumidores, gobernantes concurrencia a que sus defensores se han en
i gobernados, tregado con tan poca reserva como justicia.
Por mi parte, yo pienso que los reformado Nadie ignora que los cambios que la indus
res, jeneralmente hablando, exajeran los ma tria i los progresos de la civilización
operan
les así como las injusticias que emanan de constantemente en la existencia de los indi
este orden de cosas. Si la especie humana no viduos, han provocado i provocan cada dia
adelanta, ¿cómo se combina este aserto con tristes censuras i protestas elocuentes en fa
la 'perfectibilidad indefinida que proclaman vor de las clases menesterosas i
perjudicadas.
ellos mismos? ¿No es el interés personal el «Mas todo lo que prueban estas quejas, dice
móvil único que los impulsa a cambiar lo que mui cuerdamente el sabio profesor, es que en,
existe por lo que a ellos les parece mejor? nuestro estado actual, como en todos los
que
Pues este móvil no puede obrar sino de una le han precedido, hai abusos que necesitan
de las dos maneras reconocidas por la ciencia reformarse, í que en el desenvolvimiento e;n-
260 LA SEMANA. Setiembre 10.
cuerpo social i los de cada nación con los del con todas las' artes i las instituciones sociales.
se, por fin, que los fenómenos de la produc tas leyes materiales i físicas. Así, si el réji
ción i del consumo están sujetos a leyes fijas men industrial no crea la libertad por sí solo,
como las de la mecánica o ¡a astronomía, i que no por eso deja de ser cierto
que él es indis
el poder público ha de someterse en la direc pensable al establecimiento de esta libertad,
ción de la riqueza no ya a las eventualidades, sobretodo desde que Se trate de Ta clase so
nacidas de. la imprudencia o la prodigalidad, cial mas numerosa, del gañan i del proletario,
sino a los oráculos infalibles del saber i a los del artesano i del roto; porque solo apoyán
resultados demostrables del cálculo i la ob dose en la industria es como la jeneralidad de
servación. Ejemplo de la veracidad i utilidad los hombres dá un empleo útil a sus faculta
de estoslprincipios, que dilucida perfectamente das i puede aspirar al grado de fuerza i dig
el profesor, son los pueblos vivificados por una nidad a que debe llegar la especie humana.
circulación activa, i por las maravillas del cré tomada en su conjunto. Por eso es que si la in
dito público afianzado por la moralidad i de dustria, desarrollada por la ciencia, llama hoi
fendido por una recta administración de jus la atención de todos los estadistas i si sus
pro
ticia; i el reverso de lame-dalla es la perspec gresos ensanchan los corazones animadas de
tiva de las naciones sordas al lenguaje de la simpatías populares, no es tanto porque ella
sabiduría, i ¡sensibles alas lecciones de la es- sea poderosa i benéfica: es porque el arte, que
periencia i '■ntorpecidas en la carrera de! pro- la estimula i la mejora i perfecciona, tiene el
•}-■ iV-,
greso previo por motivos dignos mas poder de subministrar a la clase social mas
uien de compasión que de respeto. numerosa le sustancia de la libertad i los ele
.No hai una duela. Por mas que algunos nie- mentos naturales de todo progreso así- en lo
Erue.n que la ecoeomío política sea una ciencia, moral como en lo físico: es, en suma,
porque
la verdad es que ¡a ciencia está 'i"; i si no todos los amigos de la democracia vemos en
porción de escr
i. ilcera una la una i el otro los ajenies
ce
indispensables de
prueban. tcr.soelsolo lib que :Y¡za- la buena política, que nos obliga a mirar a los
para dor.coYrarl hombres como nuestros i de la
semejantes,
Setiembre 10; LA SEMANA. 261
Trémulo el pecho, respirando apenas, diar la de algunos locos, que los hace vivir en
Turbios los ojos i la lengua inmóvil, un mundo
imajinario, mui distinto del nues
Dulce desmayo, languidez lasciva tro, donde respiran libres de las miserias que
Túrbame el alma! acibaran nuestra vida de hombres cuerdos.
Mas para llegar a la luna de miel es indispen
Cuanta es mi dicha cuando al pecho amante sable pasar antes por la bendición nupcial, ni
¡Creo estrecharte i respirar tu aliento! mas ni menos que para ser Presidente de una
¡Hasta los dioses de la exeelsa cumbre República es preciso jurar la Constitución del
Tiénenme envidia! estado, que allá se va un estado con otro,—
No está sembrado de rosas el camino déla victy
Hijo querido de la diva Venus, i para alcanzar las pocas que en él florecen es
Único dueño de sus gracias todas, fuerza resignarse a ser clavado por algunas
Otras resistan tus encantos, otras. espinas. No que por esto queramos dar a en*
¡Yo no lo puedo! tender que es clavarse aquello de pasar por
la bendición nupcial, sino que atendiendo al
IV. espíritu independiente del hombre, lo conside
ramos como una dura condición de sn felici
Dice, i la nube que su vista empaña dad en esta tierra. Ni con ello pretendemos
Densa al principio se disipa al punto;
atacar el matrimonio, institución tan domes-
Tristes verdades, ilusiones rotas
tieacbora, puesto que al fin i al cabo concluye
Solo contempla.
por domar a los mas selváticos, sometiéndo
los resignados a la única coyunda contra la
Pasa el delirio que su mente abruma,
cual nadie se atreve a rebelarse a lo menos en
I hondo suspiro de su pecho exhala;
voz. alta. Estudiando ademas la época mas
Lágrimas tristes, de sus negros ojos. florida del estado conyugal, mui poco senta
Trémulas ruedan. ría buscarla defectos cuando es la fuente de
muchas felicidades parciales que casi alcanzan
Rompe las cuerdas de la Eolia lita,.
acomponer una dicha perfecta.
Ultimo lazo que la liga al mundo,
En esas circunstancias de la vida, los no
Grato recuerdo de sus verdes años
vios semejan mas a los locos que a los cuer
Llenos de dicha.
dos; porque todos los dias amanecen con la
luna, i por ser esta de miel, como dijimos, ella
Callan los vientos i las auras callan;. les descubre las dulzuras de la existencia, de
Mansas las olas levemente ondean-,
I ella entre tanto la cabeza alzando.
jando allá en la penumbra el acíbar con que
Súbito esclama:
siempre van mezcladas. Gracias a sus máji-
cos fulgores los novios penetran en un mundo
Voi a morir, perdóneme la Grecia..., avanza con planta firme i con la ciega fé del
Vivir sin él, vivir así no quiero, carbonero: de ellos es el reino del amor, en
de i de muero!» el qae todos nacen de sangre real, puesto que
¡Muero amor despecho
todos pueden ser soberanos si alguna vez les
toca ser amados, aunque en rigor bastaría ser
VI.
casados. Esta sola reflexión debe convencer
—
ha podido basta ahora sentar reglas fijas para que habia en aquella tienda del pasaje i esos
determinar tal duración, pues no -es muchas aros de brillantes que vimos la otra noche en
prolonga el plenilunio, ni los que mas jura ese que la Mengana tenia el año pasado en el
mentos se hacen antes de casarse, los que se teatro.
empeñan mas en cumplirlos después. De mo — —
la madre?
.¿I
do qne puede, en vista de esto, decirse que la —
Tenia ese vestido verde que se puso ahora
duración déla luna de miel, en -el orden social, dos años para la filarmónica, con el canesú
está sujeta a leyes tan desconocidas i variables que tenia la modista de la calle de...., igual
como el fenómeno físico del al de la sotana, etc. , etc.
flujo i reflujo de
los mares. Los eme hablan contra la versati Mientras los parientes i amigos de los no
lidad femenina, dirán que la causa de esto es vios se ocupan así de lo poco que hai de que
mediar eu dicha duración la veleidad de la ocuparse en sociedad, para la novia han lle
mujer; mas la mayoría de las jentes vive gado talvez los mas hermosos, dias del matri-
convencida de que el hombre no es tampoco monio, puesto que en ellos puede concurrir
lo que podría tomarse por modelo de la cons a los
paseos, bailes i teatro si los hai, lo que
tancia en amor, pues en lo único que la tiene, no siempre sucede en la populosa capital de
i mui reconocida, es para atesorar dinero, así Chile i menos en las provincias. La mujer,
como la bella mitad del entonces, ha completado su vida, porque ha
jénero humano se dis
tingue por su gusto para gastarlo, lo que se tomado estado, lo que no es poco tomar, por
halla en perfecta armonía con el carácter de que ya es libre, aspiración mui lejítima en
cada uno. todo ser racional i porque puede ya usar en
Sentado ya que los primeros dias del ma su traje i adornos muchas prendas que las le
trimonio forman una de las épocas mas felices yes sociales destierran de los atavíos de la ni
de la vida, podemos examinarlos en su rela ña soltera: sin contar, ademas, que no es poca
ción social, puesto que los novios van a pasar satisfacción ia de mostrarse a las amigas que
sus dias sometidos a las viven en la espectativa, gozando ya de sus
exijencias de la socie
dad en que viven. nuevos privilejios i pudiendo salir sola adonde
Los padres de la novia han avisado ya de mejor le plazca.
antemano a los parientes i conocidos que su En el paseo, la novia baja del coche dando
hija va a contraer matrimonio con Fulano «a el brazo a su marido i ostenta sus galas a los
quien se servirá Vd. contar en el número de ojos de los observadores de ambos sexos, pa-
sus
amigos;» el enlace se ha efectuado como seándose a la largo de nuestra Alameda i atra
en nuestro artículo sobre
Algunos matrimo yendo sobre ella todas las miradas,
nios lo describimos, i los nGvios se hallan vi —
Mira a la novia, dice uno ¡qué bien está!
sibles para el público, que durante estos dias —Parece que estaba ansiosa ele que la vie
ha conversado poco mas o menos lo siguiente: sen, porque sale después de cinco dias de ca
—
Anoche se casó la Fulanita. sada, dice una de esas personas que atóelo en
—
¿Qué no lloró la novia? —Sí, pero muí corto i enfundado, dice una
—
¡Si huaso!
es tan
—
¿Por qué? —
¡Ai, hijita, si vieras lo fea que se ha criticarlos: son jóvenes i enamorados, dos
puesto! cualidades que equivalen cada una a una ben-
'
—
pero en un baile la escena cambia Completa ¡Un hombre casado! eso está bueno para
—
mente, perdiendo el marido en razón directa los solteros: a Vds. ya no les pegan estas
de lo que gana su mujer, pues ésta entra en cosas.
tonces en la época brillante de su vida, mien -
trarse enamorado ele su mujer, sino que debe de esta polka, estol compro
—Después '
estas leyes, promulgadas i sancionadas por la Mira, siéntate mientras en mi lugar para
—
nos iremos.
voluntad de los demás: menos ridículo sería que no lo tomen indespues
que se pintase monos en la cara!
—
le está diciendo su marido señorita?
¿Qué
Si el novio es de alegre, carácter i cree que dice llega en ese momentos : ■
un
amigo que
!'
aun tiene derecho de divertirse en los bailes,
—
suele pagar bien caro sü inesperiencia e in- —¡Jesús! estos maridos son insufribles: lid
jenuidad. Oye que la orquesta pueludia unas le haga caso. Como él se ha cansado ya de di*
cuadrillas i Sé dirije a una de sus antiguas vertirse. ">
....
'
Señorita, Vd. estaba en baile conmigo. loca a su lado. Como han pasado juntos 'él
—Como no, responde la niña, para las otras día, cada uno se entretiene en mirar la con
cuadrillas. currencia i en lo que menos piensa es en lía-»
Vd. me dijo para las segundas i las Se
-■— blar ; pero el público no lo entiende así i. prin
gundas son éstas. cipia al instante a formar sus comentarios.
—
Vd. no me entendió bien o yo me espli- Mira, que callados están los tjWtóSi di
—
pliqué mal, pues quise decirle para las ter cen unos.
ceras.
—
En toda la
noche no lian hablado Una
£1 novio abandona el campo a su feliz rival palabra, añade Otro. ■■■
¡Pobrecita! se ca
que él trabaja por entablar conversación con san se ponen tan tercos.
Solo son amables antes de casarse.
compañera.
—
su
Setiembre iO. LA SEMANA. 2§5
-— I las mujeres que nunca escarmientan. i los arranques impetuosos de las pasiones,
De esta i otras maneras formula cada cual cosas por ella desconocidas :o cuando mas pre
su opinión sobre los novios,
que no sospechan sentidas, se le ofrecieron a la .imajinacion,
que para parecer felices es necesario conver enardecida por la lectura, con brillantes colo
sar mucho en presencia del público. La so —
res i la
despertaron a una nueva vida, Creyó
ciedad, que siempre se erije en juez, quiere que hasta aquel momento habia sido -desgra
que cada cual viva esclavo de sus estrafias ciada, porque sospechó otra felicidad distinta
exijencias. Felizmente los novios se hallan
—
de la que en realidad habia gozado, i toda su
■
nn tanto libres dé la jurisdicción social a me- ambición, todos sus. deseos /?$; cifraron en la
clida que van pasando los dias i cuando vie- esperanza de beber «¡n este cepa,; encantada
nen otros a ocupar -el puesto, para quelosana- que su fantasía le presentaba colmada de de
licee i desmenucen conio a ellos. leites. ■-■•
-_;,:,
tranquilo, i el mismo intendente renacía a la can que necesitaba espansion, dijo Martin,
confianza contemplando el pacífico
aspecto acercándose a Julia, con acento apasionado,
de la jente que cruzaba las calles. Sí, Julia, yo la amo a Vd. como jamás en la
Martin estaba solo en el despacho, »na ca tierra mujer ninguna fué amada. Este amor
sualidad fatal hizo qne Julia, como digna des es un delirio que me roba él sueño, que ha
cendiente de Eva, tuviese que informarse del ce el tormento de mi vida i que me matará,
secretario desiertos chismes matrimoniales sí, estoi seguro, si las palpitaciones de su co
que circulaban en el pueblo. De aquí a hablar razón no responden a las del mió.
de amor no habia mas que-wn paso, i de este * Olvida Vd. que eséWnOres orimteal?
—
menos
que un paso al objeto que se proponía Criminal? cuándo la dicha fué un crimen?
—
Martin. La conversación no tardó en procu Todos en esta vida corren tras ella, i cuando
rarle ocasión propicia. yo la encuentro, por una vana preocupación
Está Vd. enamorado? le preguntó Julia.
—
ya visto, los de Vd. por ejemplo.... íulia. Con cuanta facilidad adivinaíel hombre
Qué comparación !
—
•el camino de nuestro corazón! Pero, ai! ló
Es también la única con que podria pintar que él ni calcula siquiera, es la horrible lucha
—
la mañana- su 'voz dulce i melancólica como desear en esta vida? dijo Martin arrojándose
una música
que se apaga; en fin, sus infinitas sobre la mano de Julia i estampando en ella
perfecciones, sus innumerables hechizos un "beso apasionado.
vivamente su mano.
aún mui lejos déla realidad. En este momento se oyeron pasos en el pa
¿I podria saberse, sin indiscreción, quién tio de la casa.
—
es tan rara beldad.... o,-^ lo menos, si corres Retírese Vd. alguien viene.
—
Auno losé
—
habrán -dicho alguna vez lo qne siente mi co No podré hablar con Vd. a solas, Julia?
—
cia del corazón: amar es un imperioso anhelo muerte de una persona querida en medio de
de felicidad que la naturaleza puso en el fon- .
la alegría de un festin. D. Cesar al entrar
do de nuestra alma, i no hai valla ni vínculo oyó el sonido de un beso i sus ojos vieron el
tan sagrados que puedan detenerlo. vestido de su mujer que en ese instante sa
Jesús! qué ideas tan estrañas las de Vd! lía; el secretario, sereno, estaba ele pié junto
Pero, mas que estrañas, verdaderas. Fi- al escritorio. El ruido de un beso es en rea
gúreseVd. que dos almas hermanas, aleja lidad una cosa mui insignificante ; poro para
das por la ciega casualidad , perdidas en el algur.es puede ser una música celeste i para
Setiembre. 10. LA SEMANA. 267
oíros una puñalada que llega al corazón; tal La conversación, al principio, rodó sobre
fué para D. Cesar. cosas indiferentes. Como los dos tenianun pen
■
¿Eran celos los que sintió? Sí, i de la peor samiento fijo, era interrumpida a cada instan
clase. En realidad nada vio, pero stas oidos te por
largos silencios. En uno de estos le dijo
no lo engañaron; habia
pues lugar a la duda, Martin: —
usted estará talvez enojada conmigo?
i esta duda es la mas horrible en casos seme —
Le preguntó a Martin si era su mujer la que abandonar una de sus manos cjue el dichoso
salia, i nose atrevió a indagar siquiera el ob Martin cubrió con ardientes i respetuosos be
jeto de su presencia en el despacho temeroso sos. Por fin,
poniéndose de rodillas delante
de descubrir la horrible verdad. Se fué a casa de ella, le dijo: —
■
No hai bombroy por mas valiente? c|oe sea, Máñítí- se inclinó i por debajo echó1 una
qaémstieíftb'k delante detin maiidotiltrajado, mirada a D. ''CSrííéflid? ©ti la ; que decíate
Martín guardó sijefieíoi, ■
r- ¡
ttiitfifamoy! :•' ''■>''■<'■'> >'-'- d ■
Qiteliaco Vdí <ahi, caballero? Volvió a Julia /miéiitrasi tanto refleilóaaba proflrn":'
repetir Di César, dataente sobre lo que át&ba'de'SucWlei'i $»'
-^-Yoí.v,. natía..,.. me pafeeb. ;'
habla itdq&Mdó'imá dspeu.,
'
Estai respaesta sublime del .miedo', qaétíií: Herida de mas db diéü !tiñó9''.';'. --.-•*■ v-» Vi ¿
cualquiera otra circunstancia habria>< béChó
reii?a D. Oéeár, no hteo otra coas que exaspe
rarlo mas. Tomé 'de ún brazo'.' a Manirillo1 D, César abandonó lá. ¿artera1 dé loa 6is.
puso en medio de laipieza. o-"..-.
-
-. ._i
pieos i se Vino a vivir a Santiago dónde -p«t8a
El ruido elél tesó qué' oyó e«! él flcispáchó i el'fliá leyendo los periódicos i recorriendo lasY1
qtoe siompre le andabatrotando en la cabezas calles, i lá noche jugando malilla.
le 'espllcó: todé.-Echó sobi'e sü mujer una Julia se ha hecho- beata. El resitltíido de
rfliradK capaz de Conmover a un corazón de reflexiones fué a/quel
sns adájió español; nó
mármóí,:i se conté r»tó solo con decuria:' In -
lágrimas A3l
"■-.-'..;
ai'repgntimiento'ródaroncjjof-
sus
•'
La moral cié esta historia' es propiedad fléj
mejillas. . "■■■
lector.
♦^-Miserable!, w., de rodillas! lé: elijo con ttf¿ <
desprecio, D, César en ése momentecestaba Las malas nuevas sé esparcen eon la velen
los ojos de mas alto cidad del rayo, i no se estrañará que el tema
a su
mujer, un
cuerpo
obligado de todas las conversaciones fuese,
'
que el secretario;
■'■ -<c
..Durante esta escena.se habia sentido a lo al dia siguiente, el suceso que acabamos d©
narrar. Empero, i obedeciendo a ese eterno
lejos un ruido, que pocó.iapoeo habia ldtf'AU-i
mentándose i apro^imádose. Eran pasos i vo impulso de movimiento perpetuo que arrastra
ces de muchos hombres, conko en eliasde fes consigo el torbellino de la vida, la pública
tividades o de revolución, en lb's qne sobresa curiosidad se satisfizo al cabo ele pocos dias.
len Ibs gritos de: viva la: libertad! Una criada- El teatro, los bailes, las tertulias, todos los
vino corriendo a la puerta a anunciar que mu placeres de este bajo mundo recibieran en Su
chos caballeros preguntaban pot- el señor in seno el mismo número de aficionados é hickn
tendente, ■
-. ron casi olvidar el crimen que poco antes
—Levántese Vd.! le dijo D, César a¡Martm,
-
causara tanto pavor, 4sí vá el mundos la cu
i oai'gue con el remordimiento de su villanía. riosidad febril que se apodera de la sociedad
Engañar a un hombre honrado es una proeza con motivo de tal o cual suceso reciente, des*
digna solo de un miserable, Serénese Vd., aparece pronto para dejar lugar a Otro de
añadió; no castigaré su traición por no dar distinta naturaleza, El tiempo que todo lo en-.
que hablar en el público. No quiero que se vuelve en sus alas \ borra con ellas hasta las
sospeche siquiera de mi mujer. mas imperceptibles huellas de los.recne'rdbd-
En esto 1). César, coincidía sin saberlo, con dulces o terribles desempeñó su obra de dés^.
su ilustre homónimo. truccion. Gabriela i Federico permanecían pre
Abrió la puerta i se encontró en la antesala sos. ™Para los dichosos el tiempo vuela; solo
có'u varios sujetos notables del pueblo eiiea- para los desgraciados permanece estacionario.
bozados por 1). Cornelio. Una persona desco El celo desplegado por la justicia en esa
nocida para él salió de entre ellos i le entre ocasión, hizo que fueran pronto conocidos
gó mi pliego cerrado. Después de haberlo lei los antecedentes que motivaron la acusación
do, le dijo con calma i serenidad: El Co- del crimen atroz cjue se imputaba a los reos.
—
bierno !¡a tenido a bien admitirme la renun Los referiremos desnudos de todo comentario,
StJfeabUe 10. LA SEMANA.. 269
i dejando a un lado las aerea i apasionadas el triste sentimiento que la tiranizaba erad
reflexiones, que algunos no temieron hacer en vanos. Comprendió que, si bien profesaba a -
incestad de 1» desgracia, hace de la impaif- cimiento, que inujinaba tan ilimitado como
cialidad un deber, por lo que jamás se .debe perdurable, no se sentía hacia él atraída por
prejuzgar; sobre todo^, cuando, se ignoran las ese po sié.
qué que une a Jas almas, en las tpie
circunstancias ocultas que impulsan al estraH ha brotado esa chispa ¡celeste que se llama
\k> desús deberes a la débilhumáiRidacL; ./. -, amor, y ■'-,-■■
tinguid», a k que malas especulaciones habian sicion, frecuentaba, distinguió Gabriela eutre
reducido a un estado próximo de la miseria. los jóvenes que la cercaban a uno al cuál las
El carácter de su padre, antes rico comercian mundanas conversaciones atribuían muchasY
te, se había modificada de tal suerte después aventuras galantes* que batían de él unaaspes- •'
de su ruina que, involuntariamente, su desa cié de Lovelaee.. Su-nombre era Federico Va»»-.,
liento i misantropía hacían sufrir un martirio nélát—
Sin. embargo, las sombrasque laca-.
continuo a su esposa i a su hija única. PriY totuma azuzada por Ja. envidiaii por di .odio,
vada de las dulzuras del amor fraternal, le tratabade; echar sobre; la reputación, de Fe
faltaba a Gabriela un corazón que correspon derico no tenían nada que las justificara. -Era
diese afe ternura del suyo,.i éri el :ctíal pu al contrario tm hombre notable bajo muchos
diera depositar las amargas lágrimas arranca respectos i digno-de ser amado.
das por su triste existencia. Sobrellevó con Gabriela.-cón esa facultad de adivinación
■•'
valor este estado de cosas hasta la únierte de qHe presta la pasión al corazón de la mujei^
su madre, que acaeció cuando Gabriela ape vio en Federico no un seductor avieso, no ua
nas
cumplía veinte iños. Un año después, calavera sin corazón i sin cabeza, sino lo que
quiso la casualidad, que entre su padre i un realmente era, un Joven azotado poc las des
acaudalado minero se volviesen a anudar re gracias desde demasiado temprano i cuya :
laciones q«e habian sido interrumpidas solo alma desgarrada por el dolor habia caido en
por la diferencia deposiciones, :. las. oscuridades de la duda. -¡-Federico era
D. Jervasio A. era dueño da una inmensa
...
pobre habiendo nacido rico, vivia descono
fortuna i no obstante sos canas,—contaba se cido i olvidado, cuando cria una voz interior
senta otoños,— la dulzura i beldad simpática que murmuraba a su oido quejas contra la
de Gabriela hicieron en él una profunda im fortuna,
presión. La amó, i creyendo como muchos Gabriela supo o adivinó todo esto: amó i
otros qué el amor se compra con dinero, pi fué amada.— Nada mas natural Gabriela i
dió la mano de Gabriela. Ella se negó al prin Federico eran desgraciados; el dolor hace
cipio a cumplir tamaño sacrificio; pero cuan hermanos a los corazones.
do conoció qaé éste era el único medio de de Después de esas manifestaciones si mudas
volver a su padre la quietud, proporcionán elocuentes, con que siempre principia todo .
borrar de su semblante ya que no de su alma nado sobre manera. Mil encontrados senti-
270 LA SEMANA.! Setiembre :!&'
cha, que es una falta i puede sor uivcrinaen, Félix, siempre eu aceebo, logró por fin in
i renuncio a ella; Mucho' me cuesta;, pero
terceptar laúlti día carta que ios amantes sev
nada; hai-imposible escribieron i¡- que- tanta turbación causó en el;
para qnién. va' a busca*
-
.
fuerzas para su voluntad en las fuentes del ániiuo del juezi—Después de leería lá: entrégóií
deber. Ahí heicJoiá'bascáriiii resolución i la a Bt-. Jervasio,- quien; instruido- de< siKconteni-
he encontrado. Haga Vd. otro tanto Federico. do, la láz» llegan ¡secretamente -.ataanós de-sai<
:a.) ;-.::: /i
'■
transforme eii 1111» f«mca i sincera amistad, Paralaintelijehcia de las escenas quevam-
que nada sea parte a alterar. Confió en la no a seguir, forzoso es que la reproduzcamosi
bleza cte sus sentimientos, i estoi segura qtíe aquí. La carta decía : iv">
Vd. comprenderá i apreciará mi proceder. Es* (¡Gabriela mia i: :■>'■<■'■
pero que tendrá bastante jenerosidad para «He interrogado mi corazón. Ya no puedo»
perdonara ia que tanto sufre con los pesares vivir sin el achócele Vd. Apenas si la confusión»;
que a Yá. tiene que ocasionar. demis ideas me permite traza*- estas lineas;....
: «Creamos en el deber i
respetémoslo.» El obstáculo que impide nuestra felicidad es;
^G....» .» el esposo de Vd.; brisquemos la libertad en la»
El alma de Federico no fué sorda al lla fuga. Sí, huyamos ; pues de lo contrario eso
mado que le hacia la desventurada Gabriela: hombre o yo debemos morir. .-» ....... ..-. ..
comprendió que- era necesario olvidar, tra Las lágrimas habían borrado los dos ren~
bajó por conseguirlo; pero ya era demasiado glanos siguieníes:—¿Quién las habia vertido,
tarde. el marido, la mujer o el amante? ...;.,- . . -.-
sión i darle toda, la paz, quietud i pureza de si salgo victorioso, pero antes habré satis--
los fraternales sentimientos. Gabriela lo creyó, fecho mi venganza! Huyamos Gabriela! aun es;
i ambos se imajinaron haber salvado los es tiempo, no sea Vd. la esóinplioe voluntaria de
collos áe la sttriacion cuando no bacian sino un espantoso crimen. '. .¡. ..'.
Esperaré tres. .
correr al
precipicio. Desgraciados!
—
dias la respuesta de Vd. Vencido este térmi
Dosauos se pasaron. —Durante ellos Fede no, pondré en ejecución mi irrevocable pro
rico frecuento con gran asiduidad la casa de yecto. Caiga entonces sobre Vd., todo su ho
Gabriela. rror!!! Oh! perdón, amor mió, per-
.
D. Jervasio tenia cerca de sí a un tal Fé don Estoi loco! tenga Vd.¡piedad? ....
lix, hombre que jamas habia sentido latir su de mí. Visiones sangrientas abruman
.....
penetración que dá la
Coa esa fatal .... . . . . . .
sino amor el sentimiento que predominaba en Esa estravagante cuanto apasionada carta
las relaciones de Gabriela i Federico. escrita en el paroxismo de un desenfrenado
amor fué la señal precursora de la muerte do
Despreciado en otro tiempo por Gabriela,
creyó llegado el momento ele vengarse. Ha D. Jervasio.
ciendo ele sus conjeturas una realidad, clavó Tres dias: después habia dejado de existir;....
en el
pecho de D. Jervasio los mil puñales del
Eítghuo Móíticüy,
desengaño i láscelos. El anciano le ordenó
—
(Continuarán),
guardar el mas completo silencio, resuelto co
mo estaba a 110
proferir ni un jemido ni una
una queja por sus muertas
esperanzas, por AI anior..
sus disipadas ilusiones, por su desvanecida
No me presentes en sueños
SOM&rto.— Kl patriotismo de fuerza de dos mi) caba
La imájen de mis delicias
llos. —
La* Mercedes. Güpidos dormidos.— Contra
—
Altiva, porqne mis labios danzas históricas.—El frió i la.paz 4e. Villa/ranea.—
Mi ardiente afecto la pintan;
Circulo de amigos -de las letras.—Semana teatral. —
Presente en mi fantasía
Está aquel sueño terrible ■La cifra nacional se cierne ya sobre nuestras
I calla mi lengua tímida, cabezas i principia a descomponer seis dieciocho
I por temor de perderla .
unidades en otras tantas decenas de alegres fies
Nada me atrevo a decirla. tas i bulliciosos paseos. —
Los coches han rodado
esta semana mas numerosos que de COstumfefé;
Dime un instante siquiera tos caballos han escandido en tropel el famoso
Que en su corazón aviva
verso de la Eneida; en el teatro í eí campe» de
Tu.llaina, i que por mí siente
Marte se ha jugado con fuegv; i en la Alameda i
Pasión cual la que me inspira.
Dime que ella también me ama ias soiréesno han faltado tampoco galanas niñas
Quiero mas que un desengaño damas no habrían recelado de tomar en las faldas
Venga a aniquilar mi vida si no hubiesen llevado el espantajo del frac. A las
Que adorar, i a la que adoro
once de la noche todos ellos dormían envidiable
Nunca mi pasión decirla....
mente en sus asientos, i desde aquel momento
Pero nó : quiero callar
quedó interrumpido el baile. Las niñas podian
Que así al menos mientras viva no
con la segunda, que acaba de servir deinesperado que la Mur i Clapera han dejactó ver nuevamente
desenlace sangrientas peripecias de la cues
a las que incombustibles.—No hái niotivo para
eran
tión italiana. La Italia organizada en una confede abrigar igual .certera respc^to.de.lo^ptrps.cantan-'
ración de estados que tendrá al papa por presidente tes, que acaso habrán ai,rapa(to algunas Gjaamus-
honorario, la Lombardía hasta el Mincio adjudica -
cadurás precursoras de. las -del purgatorio.— El
da al tei del Piamonte, i Venecia retenida por el público convino anoche en tomar tos s iwwloá ji
emperador de Austria i «o obstante incluida en la ros de la Thierry por hs flaties mimadas Üe que
federación; tales son las bases de aquella paz, po hablaba el cartel. •■'■'■
co fecunda en Tesultadosi. mal recibida de, losita-
baaos, que creian.a .pié juntiñas ea laí3 aptitudes Aun no ha espirado la semana teatral, í está
de L»is Napoleón para hacer §1 papel de liberta destinada sobrevivir ala semana del; almanaque,
a
dor. -Empiezan a comprender que¡pensaron con H- mediante el baile de má^aiás qué debe tenner lu
'
sino la.patoma quien llevó a Moé encerrado en el ; entre nosotros de un atractivo que ,po alcanza en
Arca laoliva de paz. otros pueblos. Nos sucede constantemente que
conocemos el disfraz, pero po al disfrazado 5» lleSa
El eú'eulo de amigos de
las tetras ha celebrado a descubrirse. La careta es un verdadero pleonas
de pasoalgunas fechas importantes rela Da. Micaela Armstrong de Hüneus, 4fetima4e una
recojido
tivas a los tiempos ante-históricos de la especie violenta enfermedad. El duelo i consternaron de
-humana, sus deudos han sido contajiosos i participadps por
Atraídos luego por el hermoso estilo de D. Joa una porción considerable de, nuestra sociedad," ¡Es
quín Blest ,Gana bp tardamos m bajar a la. tierra tan triste ver cómo marchitan -. te? flores i se
se
-i trasladarnos al Ecuador para admirar tos pro- estingue, con la vida, JajuveníiMlí l?i beJteya! La
dijios de su lujosa vejetacion, el tesoro inago memoria entonces ayuda a babter aL«¿w¡8>iÍ¡
table de variadas producciones i los caprichos
sus i-;,.'1 ■■■"-.•:'} k\-
¡Pobre rosa! lío has vivido .
¡ •
testo de Economía bia que profesa tal creencia i que yace, dea*
Un nuevo
(punto en que también han disertado larga para que constituya una riqueza, es necesario"
mente los economistas sin llegar a ponerse de que ella'pueda poseerse porrino o por varios
acuerdo), ha reconocido testualmente, que con individuos; i es evidente que lo que la natu
la nomenclatura ele las fuerzas productivas raleza subministra a todos los hombres en
propuesta por el señor Courcelle Seneuil, no cantidad ilimitada, como el aire respirable
habrá ya que discutir a propósito de riquezas por ejemplo, no podría nunca,,..- apesar de su
materiales o inmateriales, lo cual prueba que el reconociera utilidad, formal-' una" propiedad
crítico mismo se encuentra satisfecho i con ni constituir valor objetiva ni subjetiva
un
vencido de lajusticia de aquella división. .... mente. Hai no obstante cosas útiles cuja,;Canr
Otro ]}u'nto importante en la Plutolojia eco tictacl és limitada i que sin embargo no tienen
nómica es el que trata ele la utilidad de las co- valoren cambio, tal es y. g. el calor, del sol.
,
ías.qúeel señor Courcelle define: «la.propieelad J. 'lí."Say fuiícla también la utilidad sobre el
de servir, manifestada por un deseo i medida valor cambiable i los costos de producción. El
por él, sin otro juicio que el de la persona que entiende por utilidad «aquello qáe hace a un
espérímenta la necesidad.» «La utilidad, según objeto propio para satisfacer nuestras necesi
el ilustrado profesor, es una relación entre la dades o que motiva su demanda.» Compren
cosa dotada ele esta propiedad i el hombre; i dida así la utilidad, yopreguntaría al sabio se
como esa relación (dice) puede ser modificada ñor Courcelle Seneuil, ¿si el valor en cambio
no solo por los cambios que se manifiestan eola puede o noexistir, de una manera absoluta, en
cosa o el objeto sino también por los que so un objeto provisto de utilidad meramente s«¿-
brevienen al hombre o sea al sujeto, dedúcese jetiva? O bien querría me dijera si el valor en
de aquí que hai utilidades objetivas i subjeti cambio podria o no existir en un objeto útil,
vas, de las cuales estas últimas, por mas im pero cuya producción no exijiese ningún gas
portantes que sean, escapan a todo cálculo.» to, ni presentase ninguna dificultad, sino.
Es indudable, en efecto, que la relación de que se obtuviese inmediatamente, a discreción
utilidad está constituida por dos términos: el i por "la sola obr-a del deseo o de la voluntad?
hombre que es el sujeto i la cosa que es el ob Si a estas cuestiones no puede responderse si
jeto; i también es cierto que la utilidad puede no negativamente, yo creo que por el mismo
aumentar o disminuir sea por un cambio en el hecho se reconocerá que la utilidad subjetiva,,
estado del hombre, en cuyo caso el aumento o si se quiere las creces o diminuciones sub
o la disminución sería subjetiva, sea por un jetivas de la ittilidad, no pueden existir abso
cambio en el estado de la cosa i entonces po lutamente sino cuando ésta se halle represen
dría calificarse de objetiva. Pero, con todo el tada por los gastos ele producción o por el va
respeto que me merecen las opiniones del dis lor cambiable, pues que la ausencia de una u
tinguido profesor, yo creo sin embargo que el otra fie estas circunstancias hace desaparecer
carácter subjetivo de la utilidad, por lo mismo toda utilidad absoluta, en el sentido recto dado
que es inmensurable e incapaz de calcularse, por la ciencia a esta palabra.
constituye, rigorosamente hablando, *Tina dis Para concluir cou esta cuestión de mera no
tinción vana, metafísica i ajena a la ciencia menclatura, yo avanzaré todavia que las varia
económica; porque la utilidad, sea cual fuere, ciones subjetivas de la utilidad, aun cuando
es una propiedad absoluta de la riqueza i del implican Ja existencia ele un hecho incontes
valor, ni mas ni menos como la estension es table, como ellas no pueden medirse, calcularse
una propiedad de la materia. Yo creo con Gar- ni apreciarse, ni admiten una fórmula com
nier que la utilidad es«la cualidad que hace a pleta, ni están sujetas a reglas ni a soluciones
los objetos propios para satisfacer nuestras ne positivas, so deben por consiguiente teneren-"
cesidades o nuestros gustos, pero no manifesta tracla en el cuadro de la ciencia económica.
da solo por un deseo'j medida por él, sino por su Vulgarizando los términos, talvez podriadecir-
importancia verdadera o su valor en cambio.» se
que esas variaciones subjetivas de la utili
La utilidad subjetiva no existe, pues, sino con dad constituyen solo utilidades afectivas o lo
referencia al valor, o si existe en algún caso que llamamos valores de afección, al revez de
escepcional, que no puede comprobarse por el las objetivas, sujetas a la lei económica de la
análisis, ni medirse, ni calcularse, ni aprove oferta i la demanda i que podrían apellidarse
charse por la ciencia, no podrá nunca ser ab utilidades reales o valores positivos i cambia
soluta, sino meramente relativa a la persona bles. «Las ciencias, ha dicho el mismo señor
que siente la necesidad. Así la riqueza, en je Courcelle-Seneuil, deben definirse siempre
neral, no es otra cosa que el conjunto de uti por los hechos que ellas estudian para sacar
lidades consideradas indistintamente, al paso sus deducciones.» ¿I qué consecuencias lóji-
que la riqueza social o particular solo se cons cas i seguras podrán sacarse de hechos que
tituye por las utilidades provistas de valor escapan a toda probabilidad i a todo cálculo?
cambiable. ¿No lo ha creido así el sabio profesor cuando
Yo creía qiíe el sabio profesor habia signi compara las variaciones subjetivas de la utili
ficado esto mismo cuando asienta, en el Lib. 1 ." dad con la variable independiente de los ma
can. 1." de su obra, que «mas o menos rique temáticos? «La utilidad, dice el autor de un
zas, equivale a decir maso menos utilidades.» apreciable Tratado de economía social (1),
Para que una cosa ulil tenga valor, esto es, (l) "(I. A. Ott. Uut de la Production. Car., 1.* § ••}».
LA SEMANA. 275
Setiembre 17.
del capricho individual, sino II i definido de una manera evidente i satisfac ■
nunca depende
que se funda en la naturaleza de las cosas i | toria; porque solo los pensadores profundos
el autor del libro que analizamos, saben
puede siempre determinarse científicamente.» I| como
<(Lo útil, dice en otra parte, es todo lo que cuánto poder filosófico se ha menester para
tiende al fin que la sociedad -se propone, todo formular i vulgarizar esas verdades primor
lo que contribuye a la conservación social o diales i fecundas, que existen latentes aunque
individual, todo lo que constituye «na mejora indefinidas en todos los espíritus. Es innega
real i un progreso efectivo.» Pero esta es, lo ble, entre tanto, quecuando la distribución de
las riquezas sociales se efectúa por la autori
repito, una cuestión de mera nomenclatura a
la que yo no. doi la menor importancia; i el dad o es influida por ella poderosamente,
este
mismo señor Courcelle parece haberla conside aparte de los mil inconvenientes anexos a
rado de igual suerte cuando dice: «que las va sistema, la observación i el estudio no pueden
riaciones subjetivas de la utilidad son estrañas ni aun siquiera establecer deducciones cientí
al cuadro verdadero de la ciencia, i que las ficas sobre los hechos nacidos del fenómeno
señala solo como causas de perturbación i de económico; al paso que en el sistema contra
error, por la sencilla razón de que el conoci rio, es decir, en la hipótesis de una distribu
miento de los límites e imperfecciones ele la ción donde nada obste a la libertad de los con
ciencia hace parte de la ciencia misma.» tratantes, todo se hace normal i racionalmen
Parte i mui principal de la obra del eminen te, las aptitudes i los esfuerzos se encadenan i
te economista es aquella en que espone cómo armonizan como por encanto, la lucha entre
las cosas producidas i aplicadas a las necesi los que cambian se hace menos funesta en sus
dades del hombre llegan hasta los consumido efectos, está menos influenciada por instintos
res. Esta sección es la mas nueva i orijinal, egoístas i se acerca mas i mas cada dia a la
pero al propio tiempo la mas característica i justicia i a la igualdad que son como la meta
talvez kj, mas fecunda del libro que examina de la ciencia social.
mos. El fenómeno de la producción de las ri En economía, como en política, el principio
de autoridad encuentra sin duda la razón de
quezas está dominado por las leyes esenciales
e invariables espuestas en la Plutolojia, mas su existencia en las diversas faces que presen
no sucede otro tanto con su distribución, por ta la actividad humana en su desarrollo histó
que este segundo íenómeno varia incesante- rico; pero es innegable que, sacado de sus
uiente en virtud de causas fortuitas i de los justos límites, él atrasa la industria i difi
culta los cambios, i es entonces cuando la ne
reglamentos arbitrarios o sistemáticos de c&áa.
cesidad de libertad se hace sentir para reavi
pueblo. Pero ¿dedúcese de aquí que los ac
—
cidentes de la distribución sean casuales i es- var las fuerzas sociales que la arbitrariedad
saltan a la vista desde las primeraspájinas del mente el progreso, tiene por objeto restablecer
al hombre social en la plenitud de su actividad
capítulo, i después de leerlo ya no puede po
nerse en duda el rol simultáneo de la liber asi como de su responsabilidad personal; por
tad i la autoridad en la distribución de los que si la libertad crea la riqueza, ésta, a su
turno, como medio de educación pública, se
productos del trabajo. De hoi mas es forzoso,
axiomas convierte en una garantía de moralidad, en
pues, clasificar este hecho entre esos
científicos tan sencillos i tan evidentes que un baluarte sólido del orden; i asi se encuen
admira ver a un escritor distinguido tomarse tra siempre, en definitiva, que el grado do
tante ramo del saber humano; pero hasta hoi tado su aplicación en los paises europeos i
no se conoce un solo tratado anterior al del aun entre nosotros, prueba que los trabajos he
señor Courcelle donde estos sistemas ele chos hasta aquí en esta ciencia han carecido
mentales de distribución se havan establecido de conjunto i aun de autoridad. Eu efecto, sus
276 LA SEMANA. Setiembre 17.
intérpretes mas famosos no habían logrado de la ciencia, sino para el estudio de los he
hasta ahora establecer su lejitimidatl, ni rea chos económicos i para la aplicación de sus
sumir sus
principios dé una manera clara i doctrinas, sea en el manejo délos negocios
comprensible para todas las intelijencias; pero privados; sea en el gobierno de la fortuna so
esa obra de compilación i de análisis filosófico, cial.
esa obra de
dificultosa facilidad i para la cual (Concluirá),
hubiera debido reunirse un Congreso de eco
nomistas, es la que ha ejecutado por sí solo i
con un éxito admirable el señor Courcelle Se
JLa utilidad en su carácter sub-
neuil. A falta de un trabajo semejante, mu
chos que no han querido ciarse cuenta de lo jeíivo.
que ven, habian creido mas sencillo empezar Contestación al juicio critico de D. Marciax
por negar la ciencia i decir que la actividad González sobre el Tratado de Economía Po
humana no está sometida a leyes de ninguna lítica de i\I. CoimcELLE Seneuil.
especie én su desenvolvimiento i desarrollo. leída en el
Pero, después de la publicación de este libro,
negar la efectividad déla ciencia económica Círculo de amigos de las Letras.
es como negar lá existencia de la luz que nos
En la reunión anterior la Sociedad tuvo la
alumbra, i desconocer los importantes servi
cios que los economistas han hecho a la so satisfacción de apreciar en todo su mérito el
ciedad con sus escritos, sería como cerrar los estensó i erudito juicio crítico que D. Marcial
oídos a la voz elocuente de la historia de to González ha hecho de la primera parte del
dos los pueblos cultos. En poco mas de me Tratado de Economía Política de M. Courcelle
dio siglo esa escuela, tomada en sucon.uiito, Seneuil, recien publicado en Francia. Por mi
la es
ha disipado infinitas preocupaciones, ha re parte, me complazco en manifestar que
mediado males inmensos', ha mejorado bajo cuché con un placer que iba en aumento a "me
todos aspectos la condición del individuo, ha dida que su autor avanzaba en la lectura. Pon
como estol
curado el estado social de las injusticias que que, en verdad señores, convencido
de la importancia de la Econo*
lo aquejabani ha lanzado en sus discursos i profundamente
obras hasta en artículos de perió-
i mía política, era para mí mas que satisfacto
Sus
ilicós todo un tesoro de ideas útiles i fe rio oir al Sr. González espresarse en su juiciq
cundas. crítico con la fé i el entusiasmo que le iiíspU
Sin mezclarse en esta polémica de opinio raban las verdades i principios de esta ciencia
cuenta en Chile, i que
nes i sin dirijír la mas lijera crítica a ninguno que tan pocos adeptos
de sus predecesores en la ciencia, el sabio desconocida en su verdadera naturaleza i ob
profesor,con una gravedad i una reserva ja jeto es mirada por algunos con una indiferen
más desmentidas i sin inquietarse nunca pol cia que raya en el menosprecio. NO creáis que
este aserto es exajerado; jóvenes hai de los
las preocupaciones populares, no ha pensado
sino en coordinar los elementos científicos que seprecian de mas ilustrados, que nie^
ha encontrado ya formados; i aplicando gah toda importancia a la Economía política,
que
otros solo la creen de estudio esclusivo para
el método recomendado por los filósofos para
la investigación de las verdades naturales o los que aspiran a ser ministros de hacienda, i
no falta entre ellos quien en su ilustrada igno-.
abstractas, reasumiendo los trabajos de sus
antecesores, comprobándolos en el criterio de
rancia haya llegado a decir que se ha preten
dido hacer una ciencia de los principios eco^
su
propia observación i juntándolos a los cia nómicos, como se ha pretendido hacer otra de
tos primordiales de la filosofía i de la historia,
ha logrado constituir realmente una verdadera
los principiosque deben seguirse en las lidias '
de toros. '_
síntesis de la ciencia. Las dos partes de su
obra relativas a la teoría i a la práctica valen
Mas mi objeto po- ahora no es probar la im-¡
portancia de la Economía política que por otra
mucho separadamente, pero juntas componen
un libro precioso que todas las jentes instrui parte bien de manifiesto se presentó eii'el juW
das consultarán con fruto, i cuyas luminosas ció crítico del Sr. González. Discípulo de M.
doctrinas habrán de 'ser útiles no solo a los Courcelle Seneuil, penetrado con toda la fuer
de una convicción arraigada de los princi-»
hombres ele Estado sino a los negociantes i za
mercaderes, r. los padres de familia todos i nios económicos que con brillante claridad i
aun a las intelijencias que juzgan de las cosas
sutil i severa lójica sentó, desarolló i consoli-
solo por las luces del simple sentido común. d i el hábil profesor en las luminosas lecciones
La solida ligazón de sus argumentos, la exac- del curso que ha publicado, vengo a sostener
una de sus definiciones controvertida por el
titud de sus observaciones, ajustadas todas al
Sr. González en uno de sus términos, i creo que
método racional, la novedad de muchas ele
i en esto no hago mas que cumplir con el deber
sus demostraciones prácticas i la lucidez
Suponed que a alguien se le ocurriera venir plos mismos del botón, de la pluma
sus cos
a vendernos dos fraques, uno de magnífico ¿qué relación podria establecerse entre
cortado a la uzansa del año 1810 tos de producción i su relación de utilidad pura
paño, pero
mente subjetiva? de que modo estaba ésta
re
i otro de paño mas inferior pero hecho según
opina el señor
el último figurín. No necesitamos decir que presentada para aquellos según
arrojaríais lejos el frac que cargaron nuestros González?
abuelos a pesar de ser un objeto de mejor ca I no se nos diga que la relación de utilidad
lidad i tener mas paño en las colas, preferi i subjetiva nace solo en las necesidades creadas
la admiración i ej
ríais, encontraríais únicamente útil el frac mo por la afección; el aprecio,
derno. ¿I por qué? Acaso por que este era me refinamiento de la civilización; la encontramos
ademas en las necesidades que deben satisfa
jor en la calidad material que el anterior? i
cerse con las cualidades físicas de los objetos,
Nada de eso; la razón no seria otra que el
lo con un ejemplo.
hombre, el sujeto, daba mas utilidad a uno que probaremos
a otro, por que el hombre, el sujeto, considera
Un comerciante creyó que siendo útiles los
en 1859 inútil loque pudo ser mui útil en el patines i las pieles en Rusia debian serlo tam
ano de 1810. I lo que decimos del frac deci
bién en Rio-Janeiro; mirando pues, solo la re
mos de todas las modas i caprichos del lujo lación de utilidad objetiva de estos artículos,
poeta, viene
be i comprende la belleza; el amor que.puebla
Donde no hai resignación no hai felicidad.
al acaso los horizontes de la existencia de encantados
¿Se quiere una prueba?—Tómese su
panoramas, que rodea, que empapa, que un
cualquiera desventura del desventurado
ser
me, que ahoga, el
alma i el corazón en
racional.
lo aman; océano de armonías, no es sino la mas sober
Ama, i loque es mas frecuente, no
bia de todas las mentiras.
—no ame i lo am\aránt
de enga Donde la ilusión desaparece el amor estaen
Lo engañan; —
tíra.
mas allá.
,
estrella,trina el ave,
280 LA SEMANA. Setiembre 17,
a todo el mundo que especula con uno cuando Los que queráis se¡\dÍcliosos¡ amados, res
pueblo
un momento un Del ciliz de la vida ..." -,-s. \
Supongamos por Y
No probaron sus labios la amargural
-
Cual corriente
límpida
la verdad es tomada como un reto, como una
Que desliza en calma.
se
injuria, como una calumnia, Resbaló de la vida en la pendiente.
Si Vd. dice a un necio que lo es, —se inco
•
moda.
Ella amó la existencia,
Si Vd. dice a una fea que no'es hermosa¡
- —
hermano!
elevando altares a la consecuencia i la verdad! ¡Tanto al ser se ama en la desgracia
El mundo es una mascarada i el hombre
un máscara forzado que maldice perpetua
En la postrer rtiáííaha
ojos a la luz del dia
mente ele antifaz. ¡Ai! del que la aban
su Que abrió sus
Buscó para dormirse el dulce abrazo seía habia dado lugar á que el odio contra el
I en él se entregó al sueño en que hoi reposa. hombre que consideraba como un obstáculo a
mi dicha, jerminase én mi corazón, jamás
Murió! feliz su suerte! abrigué la detestable idea de un cobarde ase
sinato. No, señor; los términos mismos en que
¡Es dujce el morir de la inocencia!
tan
está concebida mi carta demuestran evidente
La vida duradera ¡dolor fuerte!
mente que solo esperaba obtener el consenti
Del temor de morir nos da la ciencia:
miento de Gabriela para emprender con ella la
Para quien no la teme ¿qué es la muerte?
fuga. Si su respuesta no hubiera sido cuál la
Martin José Lira. anhelaba, confieso que mi intención era pro
vocar én duelo a clon Jervasio; lo habria
muerto tal vez, si asi lo quería la suerte; pero
lo habria muerto lealmente i cual cumple a
Uu error judteial; hambres de honor. La hora de ini victoria
hubiera sido también la de mi muerte. El sui
Continuación. cidio era mi único reíujio: comprendía que- el
honor me impediría por siempre salvar la san
IV;
grienta barrera que de Gabriela me separaba.
El contenido de la carta que hemos repro Aun cuando aseguró ademas que desde el dia
ducido en el capítulo anterior formaba, en que había escrito la carta fatal hasta el de
sola, —
—
la base de la tremenda acusación que pe su aprehensión, no habia vuelto a casa ele don
saba sobre los reos, pues las declaraciones Jervasio, ni visto a Gabriela en ningún otro
de los testigos oidos en la prosecución del. lugar, Federico no pudo convencer ál repre
proceso nada agregaban a las circunstancias sentante dé la lei de la inocencia de la pobre
conocidas por ei lector. La vindicta publica se mujer.
hallaba gravemente ofendida, era menester Tuvieron lugar los careos entre los acusa
una
pronta i estrepitosa reparación. Este mo dos que, fieles a su sistema de denegación,
tivo hizo que los trámites legales marcharan guardaron maravillosa impasibilidad al con
testar las
con rapidez musitada.
preguntas capciosas que se les diri-
Llamados varias Gabriela i Federico
veces jian, con el fin de arrancarles una confesión
ante el juez de su
negaron ambos su
causa, que cortase el hilo de su vida i echase un bo
rrón sobré su honor. El candor i simplicidad
—
La prisión preventiva con todo su cortejo ¡aciones, amistosas que en otro tiempo más
dichoso les ligaban con Federico i Gabriela, -
considera como una irrisión amarga, como poner un término a la incertidunihre i oscu
ridad que reinaba en ios ánimos. Durante las-
Úná insultante burla a la justicia. Un reo
siempre miente para la justicia cuando dice largas noches de insomnio, que aumentaban
los dolores físicos- i morales de Gabriela, veía
algo que pueda atenuar su crimen: a un reo
ésta pasar
no se le cree.
un
lúgubre cortejo ante su dolorida
Asi el juez oyó con la duda en el alma i la
imajinacion, su existencia toda
sus dia con
rias desventuras, con sus
incredulidad en el semblante las siguientes perdidas esperanzas,
con sus disipadas ilusiones, su
palabras de tina declaración de Federico, en fin, tronchado en la
porvenir, eu
primavera cíe su vida.
que trataba de justificar, de probar la inocen Ella que también ambicionara refrescar su
cia de Gabriela, Federico decía:
I corazón en la copa nunca alcanzada de la d¡'_
—En el acto de escribir esa fatal misiva, i :' cha, había solo
'! apurado hasta las heces el cá-
una fiebre violenta habia
embargado las lá- liz de las amarguras. Su esnsranza muriendo
06
282 LA SEMANA. Setiembre l1.
habia apagado toda luz en los horizontes del n traron, algo estraordinario pasó por sus almas.
Consuelo. Habia llegado para ella el momento i Esas almas hermanas se habian compren
supremo eu qtie la Criatura empieza a dudar | dido. ¿Qué les importábala vida? qui
ele la divina clemencia. Lá duda sino perdo- ¡ sieron morir, morir juntos i quedar unido»
nable a lo menos disculpable a nuestra fra-
para siempre en la eternidad ya que no po
jílidad, empezaba & aposentarse én su llagado dían esperar esta felicidad en la tierra. De co
corazón. mún acuerdo variaron nuevamente sus dichos,
—Soi inocente! pensaba la infeliz, pero ja i confesaron que ambos eran cómplices i ha-'
más persuadiré a mi juez ni a la opinión. bian preparado de consuno- -la ejecución del
Federico sufre i sufre por ini causa. Qué me crimen....... .. -
tiempo para usos medicinales. El majistrado cerse de cuanto pudiera embarazar sus pro
quedó estupefacto al oir tan estraña declara yectos de entrarlos a saco.
ción. Hizo a Gabriela varias preguntas a las -La Corte Suprema ele Justicia confirmó la
que respondió con sangre fria é impasibilidad sentencia de primera instancia no obstante
admirables. los laudables esfuerzos de los .abogados en
Esta nueva faz del proceso produjo en el cargados de la defensa de los reos. Solo falta
una dolorosu impresión. Pero Gabrie del
público ba para rematar la trajedia la decisión
la no desmayaba en su propósito. Interrogado Consejo de Estado, llamado a desempeñar
Vd, bien, señor juez, soi '-el único culpable. negativa presentaron sus abogados. La resolu
I suministró a su vez algunos detalles casi ción del consejo no se hizo esperar. Mantuvo
idénticos sobre la perpetración del envene la sentencia impuesta a Federico i conmutó
namiento. —
Hasta ahora ini cobardía me habia la de Gabriela en quince años de reclusión en
impedido asumir la responsabilidad del cri celda solitaria.
men porque esperaba engañar a la justicia; El dolor-no mata instantáneamente. Gabrie
pero conozco que ha llegado para
mí la hora la resistió el nuevo i último golpe que la de
de la expiación i no quiero sacrificar dos vícti cisión del consejo le procuraba. Federico iba
mas. Tomad mi vida, señor, la ofrezco como a morir; i ella, que tenia valor suficiente pa
la confusión del juez i estorbaban la acción de entonces su sacrificio? Pedia la muerte, i esa
la lei. Puestos en presencia ambos reos, sos sociedad que ya la habia rechazado de su se
no por un refinamiento de crueldad, se la ne
tuvieron con enerjía ese nuevo sistema afir
mativo. Mas en una segunda audiencia, estre gaba. Según ella no podia tener tal derecho.
los raciocinios del majistra i Lo que la sociedad apellidaba u esc caso cle-
chados por lójicos .
do, titubearon un instante sus ojos se encon mencia la parecía una burla a esc santo sen-
-
Setiembre 17. LA SEMANA. 283
exijencia de su defendida, mas fueron tantas i tan I ya que nuestra fé prohibe altares
repetidas las instancias de esta última, que al fin
vencido i deseoso de saber hasta donde llegaría Alzarte en nuestros templos a porfía
el estraordinario temple de alma de esa mujer, I titularte Dios en los cantares;
dictó esa solicitud que la infeliz firmó de su puño
i letra con sin igual serenidad i entereza. Conser Al menos pueda el entusiasmo hoi dia
vamos en nuestro poder ese auténtico documento A par de bendiciones a millares
i lo copiamos a continuación por no creerlo desti
Consagrarte en la lira una armonía.
tuido de interés. Dice así:
«Exmo. señor. Fidel Palacios,
Eloisa Quevedo prosternada a los pies de V. E.
con el mas profundo respeto, digo: que se me ha
hecho saber la resolución de Vuestro Consejo de los
Estado por la cual, ejerciendo el acto mas augusto
de Vuestra Soberanía, me ha conmutado la pena Cuentos de la Reina de navarra
de muerte eu la de quince años de encierro en la o
iienrioue, dando un
grito. ¿El emperador Carlos V?
¡Ah! HENRIQUE.
MARGARITA. ¿Pero en fin, si sucediera?
¡Cuántas veces ha sido necesario que cierre yo margarita, riendo.
losojos para no ver imprudencias que deberían Andad, Henrique,,.. andad pronto....
perderos.... ¡Cuántas ocasiones no me habéis dado HENRIQUE.
motivo para retiraros mi privanza.... i despedi Pero sin embargo, señora!...
ros. ¿Me he aprovechado de ellas?... 1 sin em
... margarita, del mismo modo.
bargo ¿qué os pedia?... que callaseis, nada mas! No Os digo que os vayáis?... ya calen de ese gar
henrique. binóte!...
¡Callaré... 1 callaré! HENRIQUE.
MARGARITA. Pues bien, sí. Tan luego como Babieza se haya
¡.Y tiempo! i ¿en qué situación me colocáis? i ido, iré a su casa, a la de Sanchica; os obedeceré.
buen
¡Obligarme a despediros.... cuando mo erais tan MARGARITA.
LA SEMANA. 285
MARGARITA.
I tú ESCENA IX.
también, tú hablando de política?
BABIEZA. Los mismos, CARLOS V, saliendo del gabinete de la
El rei me habia prometido esta mañana que ya izquierda. Ha oido las idtimas palabras de Mar
no me
emplearía como correo de gabinete.... i en
garita.
este instante lile manda decir que esté pronto a
salir dentro de un cuarto de hora para Francia, careos v, adelantándose a la orilla del
teatro.
MARGARITA.
de ello?... ¿para Francia? Qué cosa, señora? (A la voz del rei Margarita
¿Estás seguro ha vuelto a colocar en su escarcela el papel que
BABIEZA.
habia sacado de ella i Babieza se ha retirado apar
¿I qué importa terrible
el es tener
lugar?. Lo te en el fondo del teatro). Con qué comisión honra
que marcharse en momento como éste... Imajinaos, bais a nuestro correo Babieza, i con'tan vivas re-
señora, que ahora... en casa. coniendciones?
margarita, aparte sin escucharlo. MARGARITA.
a Francia! Con menos que nada, señor, con un cuento com
a mi madre, la
puesto aquí por mí i que remitia
BABIEZA. a
CARLOS V.
MARGARITA,
Pero daríais el deel primero que admi
ser
Qué visión! { me
el papel de su escarcela
BABIEZA. rara..,. (Margarita saca
Una visión.... ¡Precisamente!... eso es lo que i lo presenta al rei que lo abre i lee.) Lo cpie agrada
me ha sostenido Sanchica.... i a falta de poder pro a las damas. Hé aquí un lindo título.... Loqué
barle lo contrario, (cosa que nunca he podido con a las damas, mucho trabajo me costana
agrada
seguir i es lo que mas me desespera), me habia decirlo!
MARGARITA.
quedado solo i a toda carrera meA'eslia de pies a
cabeza para acudir al llamado del reí. Puestas tenia vos, señor?... pero a nosotrasl
¿A
V.
mis botas, mis espuelas, i ya tomaba mi sombre CARLOS
lo....
ro pera salir I digo!..., i espero que ésta no ¡I. bien, por favor, que es
me hallo en la mano (sacando un sombrero de de sea esa casa una cabana o un palacio!
CARLOS v.
bajo de lacapa) con éste que no es el mío! ¿Es esto
claro? ¿es evidente? Dios, que es cierto!... I en efecto....
Por (reco
MARGARITA. rriendo el cuento). Está desarrollado de mía mane,
i ¿No asi?
es (conteniéndose) ¿en el jénero
margarita, viveza i a media voz.
con '
no al menos?
Pues bien, yo todo io sabré, le hablaré de ello MARGARITA.
al emperador, en secreto si fuese, preciso.... con la reina que
I también en el femenino!... dígalo
una condición... que partirás al momento sin decir
está aquí!
nada!... porque el ruido i el escándalo alarmarían
e impedirían saber. . . . ESCENA X.
BABIEZA.
Es justo!... ¡Cuánto os agradezco!... i Los mismos, ISABEL, entrando por la puerta del
i-
foro, con uno. carta en ¡amano.
.MARGARITA.
aquí vuestra carta para madama Luisa de Sabo- toma i lo junta a sus otras cartas, todo lo que cie
ya rra
boj o una sola cubierta).
ISABEL. CARLOS v.
Si," señor. Doi las gracias a V. A.... (al tiempo que pone el
CARLOS V. último sello ala idtima cubierta). ¿Tú Babieza esta
¡Mui bien! (Siéntase elrei cerca de la mesa a ¡a rás do vuelta dentro de diez dias..., ¿no es así?
izquierda, un ujier de la sala trae dos centelleros BABIEZA,
encendidos. El rei hace un solo cierro i dentro I aun antes, si puedo, señor.
de él pone las cartas que ha escrito i la que acaba CARLOS v.
(acercándose al rei) pero antes me- permitiréis, que ¡Soberbio, en efecto!.,.. En! ¡por Santiago,, si. ea
haga una sola correcciona mi obra.... la que V,. M. el mió!
acaba de indicarme con tanto, tino como gusto! margarita, alegremente.
rebosando i dando el El vuestro!...
carlos v, alegría,
a salir, deteniéndose
papel a la reina quien lo pasa a babieza, próximo
cerca de la puerta.
Margarita.
Por Dios, señora!... que hacía mucho tiempoque ¡Oh cielo].
margarita, bajo, al rei.
no se me lisonjeaba do una manera tanesquisita.. Silencio..,, señor,,.
llevando el papel i dirijiéndose
margarita, carlos v, del mismo modo.
.
ro
¡Márchate!
babieza, acercándose. retrocediendo asustado i repitiendo:
babieza,
V, M. me prometió esta mañana.... diversas veces.
CARLOS v.
rei!...
¡El rei!... ¡el
¡Cállate!... "demasiado necesario....
me eres tu margarita,
calidad de hombre casado es una garantía....
BABIECA.
¡Márchate! .
BABIEZA,.
No para mí, señor! .,
CARLOS v.
¡El rei!
margarita.
Para el servicio del rei i del Estado. ¡que te va la cabeza!
¡Márchate....
BABIEZA. babieza.
¡Anda
CARLOS v.
H, de Irisarri.
Está bien habrá indemnizaciones proporcio
nadas.... (Continuará.)
babieza, moviendo la cabeza,
bas
Proporcionadas!... las minas de América no
LA SEMANA.,
tarían!
CARLOS v.
santiago, setiembre 17 be 1859.
Digo que está bien!...
margarita, aparte.
Oh hermano mió! (Durante el diálogo preceden El Diez i ocho de Setiembre.
te entre Carlos V i Babieza, Margari'.a se ha acer
cado a la mesito.de lo. derecha volviendo la es .
fece cincuenta años, el diez i ocho de
palda al rei que está sentado al frente de la mesa setiembre no tenia para nosotros mas im
de la izquierda. Guarda en su cscaivela el papel
portancia que cualquiera otra fecha de otro
en donde está escrito el cuento, i saca de ella el acta
del joven i lisonjea la vanidad del hombre, j gurada la independencia de nuestro "suelo,
Los padres la cuentan a sus hijos en las ve- i emancipada la industria i el comercio, libres
ladas de invierno, al amor de la lumbre, los | nuestros puertos de un monopolio ruinoso,
maestros la enseñan con placer a sus discí- j desencadenado el pensamiento i proclamada
los historiadores se encargan de con= i la soberanía popular.
pulos,
servarla fielmente i trasmitirla a nuestros ! Tal fué la herencia que aquellos hombres
nietos, los poetas la cantan i glorifican, esforzados legaron al espirar a sus descen
¡
i ios campos de nuestro suelo la recuerdan al dientes. Dueños éstos de tan rico patrimo
caminante mostrándole aun frescas las hue- nio, un porvenir espléndido les estaba de
lias impresas por la planta de tantos héroes. | parado. La civilización i el progreso les
¡Cuántos de entre éstos apenas alcanzaron
■
cido culto a los sanios del patriotismo! poder, también es cierto que no pocos se
I para hacerlo dignamente, reconozca ven detenidos o embarazados en su marcha,
mos i acatemos la lei providencial de que i que de consiguiente falta a todos el con
•ellos fueron gloriosos instrumentos, el ele cierto que acarrea la unidad i aleja funes
tas perturbaciones.
vado impulso a que obedecieron sus es- i
es fuerza confesar
humana, forma una cadena infinita de con- i suceda, que nuestro pro
soladoras esperanzas, i enlaza el dia de hoi greso será lento e incompleto. No puede ser
con el de mañana, la vida del hombre con más acelerado ni cabal todo el que no pro
la del hombre, los' destinos de las naciones ceda de la armonía i se regule por la jus
entre sí, i la creación con su Creador. Mer- :j ticia.
ccd a esa lei, nuestra especie camina sin :
Nuestros padres nos legaron la indepen-
288
f
LA SEMANA. Sctipmbre 17.
ciencia La Batelera, de. Pasajes, no. qjyde- las. mejores,
c^el suelo i la soberanía de la nación.
A nosotros toca, ahora levantar sobre estos creaciones de Bretón, poro lia sido si imada las' mas
cimientos el edificio de la democracia. Para gustadas por el público. I con razón: la Mur tuvo
momentos espléndidos-, GlaperS: gustó mucho,
realizar tan grande obra, inspirémonos en Gaitán hizo reir no poco. Solo el. capitán, masco.
la historia de nuestraemancipación i pida un. si es no es su-papel: ¡que Dios le haya perdo
mos a sus héroes la fé que nos abandona. nado su. falta de memorial
Todo ayudó al éxito de la Batelera de Pasajes,
Creamos como ellos:
los actores con su buen desempeño i los empre
En el poder del patriotismo, sarios regalándonos la visLa con mi soberbio bos
En el poder de la intelijencia, que del joven artista español señor Martínez
He- .
en verdad.
pintar.
"
Pero, no todas son felicidades, en este miníelo.:
■
Domingo Arteaga Alemparte.
Para rematar la buena noche del jueves la Thie
,
(Conclusión.) i
tudiemos, conozcamos sus imperfecciones
de haber el i." tomo de acción los medios indicados para
en
Después fijado en pongamos
su obra los
principios consiliativos de la cien mejorarlo: he aqui, en esquicio, la segunda
Courcelle
cia, el autor se contrae en el 2." a su aplica par-e de la excelente obra del, Sr.
ción tomando como punto de partida el estado Seneuil. I ciertamente que- esto es haber tra
actual de las sociedades cristianas; mas corno tado i resuelto, en un solo libro, ias cuestio
todas ellas se encuentran en distintas circuns nes económicas mas vitales a que antes se ha
tancias i como exijiría un trabajo especial el bian consagrado docenas de volúmenes; cues
determinar ios medios de mejorar la situación tiones que nunca pueden ventilarse demasia
de cada una, ha querido consagrarse a aplicar do, porque para Chile, como para todos los
en
jeneral las teorías científicas antes que a pueblos, son de caca dia i de cada momento.
resolver tales o cuales problemas económicos. Esto ha sido como concentrar en un foco lumi
Por eso es que, después de algunas observa noso los innumerables rayos de verdad que
ciones preliminares, detalla solo en el libro 1.° brillan en los diversos sistemas económicos, i
de este volumen las atribuciones de los gobier reunir en un centro común todas las teorías,
a Las verda
nos, que divide en dos clases: atribuciones le- para estudiarlas todas i sosiituir
des meramente ideales los conocimientos po
jislativas o reglamentarias i atribuciones ejecu
tivas i administrativas; trata en el libro 2.° de sitivos i prácticos de la ciencia de hoi dia.
las atribuciones de los particulares i en el 3.° Aunque solo se trate en este volumen da
de-
de la locomoción de los hombres, de las inmi puras aplicaciones, el sabio autor, después
haber demostrado que cualesquiera que_ sean
graciones i emigraciones, cíela colonización en
las condiciones en que se ejerce la actividad
jeneral, de la fundación de las colonias espa
ñolas en América, del réjimen administrativo productiva de los pueblos distínguense siem
de
i de los medios que deben emplearse para me pre ciertos fenómenos que se reproducen
una manera constante, universal, i ciertos re
jorar el estado económico de las sociedades
sultados que cambian incesantemente a cansa
hispano-americanas,
Esta última pacte de laobra del Sr. Courcelle de las circunstancias locales o de ios regla
Seneuil es para nosotros la mas interesante i mentos arbitrarios, ha continuad;) separando
la mas útil, porque en ella se ventilan, a la luz la lei permanente de! hecho accidental; i des
de la práctica i en el terreno de los hechos, to pués de reconocer i
determinar" la existencia
das las altas cuestiones a cuya solución está de esos fenómenos, que se manifiestan siempre
en todos los paises como que previenen de
vinculado nuestro porvenir, pero mas aun,
los instintos de la humanidad; después de in
porque lo que hai de verdaderamente grande
en la ciencia política son sus resultados, asi
dicar las causas que los producen o las necesi
como lo que hai verdaderamente útil en las
dades providenciales que están llamados a sa
ciencias de aplicación son sus aplicaciones. Es tisfacer: i después de haber investigado por
tudiar en este sentido las bases de lalejislacion medio del análisis cómo esos fenómenos esen
los dos sistemas de au ciales se modifican por los arregles variables
económica, i comparar
de ios o las sociedades, ha conclui-
toridad i de libertad confrontando en cada uno gobiernos
de ellos las teorías con los hechos; fijar las re ! do por establecer las combinaciones prácticas
I que pueden elevar a estas ultimas a la riqueza
gias jenerales de la propiedad i de las leyes
sobre los contratos; investigar i detallar el j i al progreso que son el objeto de las teorías
sistema de impuestos menos desfavorable al I económicas.
desenvolvimiento del poder productivo; deter A ia luz de eaas teorías, tan bien comproL-a-
37
2íT0 LA SEMANA. Setiembre 24.
das por el análisis lójico del señor Courcelle un mayor número de pobladores. ¿Pero cómo' i
como acreditadas por la práctica i la observa con quienes colonizar? ¿De qué manera i coi!
ción, el hombre de Estado que quiera entre qué clase de hombres establecer una coloni
nosotros hacer un bien a su pais; que trate- zación positiva i no quimérica, provechosa ken
vez de inútil, durable i no problemática ni
por ejemplo, de la conversión de nuestra deu,
da estertor, de extinguir la mendicidad, de eventual como la que tenemos?
establecer el crédito público chileno fundando Cuestiones son éstas que podrían resolver
un Banco Nacional, de mejorar la condición se fácilmente conforme a las doctrinas i ob-
del inquinilaje o áelproletariado,etc. tendrá servaciones prácticas del libro del seiíofCour-
•
forzosamente que estudiar el mal en sus cau celle; pero ellas son materia de un trabajo
sas i el remedio en sus relaciones con la nece que publicaré mas tarde i cuyas ideas no po-
sidad que trate de satisfacer. Entonces será cirian contenerse en este lijero análisis. Báste
cuando conozca toda la importancia de esos me por ahora decir que el autor, reconociendo
en primer término la necesidad de una autori
principios jenerales i de esas fórmulas que
constituyen la ciencia pura ; entonces será dad vigorosa para el progreso ele toda colonia,
cuando estime todo el valor de esas observa demuestra sin embargo con la historia, que los
ciones, así como la posibilidad de reducirlas pueblos militares i autoritarios han sido en to
a la
práctica. Las nociones abstractas sobre do tiempo mediocres colonizadores, mientras
las fuerzas productivas, el trabajo de ahorro, que aquellos donde las atribuciones indivi
el arte industrial, los diversos sistemas ele dis duales son mas estensas han colonizado mejor
tribución de la riqueza, los cambios, las leyes i con mas facilidad. Los primeros no han po
de la población i las subsistencias, de la renta dido formar colonias sino con sus desterrados
i los salarios, obrarán sobre su espíritu i ven o
presidarios, al paso que los segundos han
drán en su ayuda, así como para un injeniero colonizado directamente con comerciantes e
la ciencia de los números o la vista de un industriales, do donde ha resultado que aque
llas colonias han sido siempre pobres i nulas
plano vienen a ser, sin que él se lo imajine,
el instrumento de una grande obra. mientras que estas últimas lian rendido de
He dicho que la última parte del Tratado ordinario excelentes frutos.
del señor Courcelle contiene algunos estudios Pero ¿cuáles son entonces los mejores colo
nuestra situa nos? Antes de responder a esta pregunta el
particularmente aplicables a
ción; i ciertamente que la reconocida compe señor Courcelle ha creido necesario desvanecer
tencia del autor en cuestiones de este linaje un error
jeneralmente admitido i es el que
bastaba para hacerla a mis ojos doblemente atribuye a la diferencia de raza esa diferencia
interesantes. Permitidme hablaros un momen en la
prosperidad o decadencia de las colonias.
to de la colonización i llamar vuestra atención Nada hai en verdad menos racional que seme
sobre un hecho de importancia no pequeña jante preocupación, nacida de la pereza, al de*
cir del autor del Tratado, o, como dice J. Stuard
para nuestro pais.
Todos conocen aquí las ventajas de la colo Mili, «de la manera vulgar con que algunos
nización, así como la grande influencia que quieren librarse del estudio de las influencias
ella está llamada a ejercer en el desarrollo de sociales i morales sobre el hombre, atribuyendo
la población i la industria, en el incremento las diferencias de conducta i de carácter a di
del comercio i de la producción, pero sobre ferencias orgánicas, indestructibles e inevita
todo en la mejora de los hábitos i costumbres bles.» Nada hai menos cierto en materia de co
de nuestros inhábiles i perezosos rotos, por lonización, como en todas materias, que esta
curiosa i por demás absurda teoría de las razas:
que el mas poderoso estímulo para el trabajo
es el ejemplo i porque un artesano europeo la observación de cualquier pais donde indivi
honrado i laborioso es el mejor i el mas duos de todas nacionalidades trabajen libre
elocuente catecismo. Considerada bajo estos mente, por su propia cuentai en concurrencia,
i otros aspectos, la colonización es, pues, basta para probar que las cualidades requeri
lo es das en todo colono, paciencia, enerjia, espí
para nosotros una cuestión vital, pero
—
vicio ose adhieren a él inmediatamente, i asi ción colectiva i no los otros; o en otros tér
es
que todos los esfuerzos que tengan por minos, que el que sale de una sociedad libre
tiene un sentimiento mas justo déla autori
objeto operar en ellas una mejora económica,
seria i durable, deben propender principal dad que el que viene de un pueblo donde se
mente a que él desaparezca. Ya que no es gobierne demasiado. El primero sabe mejor
en qué consiste la autoridad i cómo nace i se
posible aglomerar nuestras poblaciones sobre
ú n espacio menos vasto, i puesto que no es consolida, en tanto que el segundo no «abe
dable reducir los cuadros, debemos tratar a i sino aprovecharse de ella cuando la vé bien
loda costa de llenarlos por la introducción ele. l! constituida i obedecerla,!)
Setiembre .24. LA SEMANA. 291
Tan cierta es esta observación del profesor, ¡I para los propietarios que quieran contratarlo
que diariamente i a todas horas la estamos i a su llegada. Piensa también el señor Cour-
viendo comprobada en nosotros mismos. Aquí j "celle que convendría mas emplear a los inmi-
donde se gobierna damasiado, o por lo menos ! grantes en talleres que mezclarlos con la po
donde toda manifestación déla actividad que li blacion indíjena, i que importa traerla pobla-
toca al interés colectivo entra en las atribu j cion no solo a los centros principales sino a
ciones del gobierno, nadie o casi nadie se | las estremidades, de manera, que su enseñanza
siente dispuesto a obrar por sí propio i bajo i irradie sobre todo el pais. Opina, en suma,
su sola responsabilidad en todo lo que con
j que para provocar las grandes inmigraciones
cerne al ínteres aquel. Por el contrario, los i no hai sino un medio, i es que los inmigran-
que vienen de un pueblo en que las atribu j tes escriban a su
patria en términosque sus
ciones de la autoridad son menos estensas ino
j parientes i amigos se estimulen a seguirlos.
abarcan toda la esfera de los intereses colec- | En efecto, así i no de otra suerte es como se
tivos,^saben poco mas o menos cómo los par j mantiene la corriente inmigradora de Europa
ticulares, combinando sus esfuerzos, pueden j en los Estados-Unidos. Toda inmigración atrai-
proveer al servicio de esos intereses, i con ! da de esta manera aumenta naturalmente
mayor razón nada piden ni esperan de nin | con el número de los inmigrantes, i adquiere
guna autoridad en todo lo que toca al servi i fuerzas mayores en razón de su mismo
pro-
cio de sus intereses privados. Fuera de esta | greso, al paso que la inmigración
que no es
condición de ser educados en paises libres i fomentada por ese medio es estéril i sin por
sin tomar para nada en cuenta la raza a que venir.
pertenezcan, paréceme como al profesor que Como un arbitrio fácil para* mejorar nues
los mejores colonos deben ser aquellos que tra condición económica, el autor recomienda
posean mayor instrucción industrial i social i también la introducción de industrias caseras,
que traigan consigo el mayor poder produc que ocuparían al proletario todo el tiempo que
tivo, que posean algún capital propio o pres malgasta en la vagancia, le librarían de la
tado i que tengan mayores analojías con los mendicidad, le darian necesidades que le
ciudadanos del pais colonizado; que, por lo faltan i fortificarían en él la vida de fami
tocante a su prosperidad i a la de las colonias, lia. Sobretodo, i sin desconocer laexcesiva es-
lo que principalmente se requiere es que cuen tension de la autoridad entre nosotros, pide
ten con un territorio fértil, dotado de comu que la acción del gobierno sobre la industria
nicaciones fáciles i accesible sobretodo al co no sea sino indirecta, i clama
porque los pro
mercio de la madre patria. Por lo demás, pietarios i jefes de esa industria tomen mayor
como esta parte del libro del señor Courcelle parte en los arreglos sociales i guien a la ad
contiene un verdadero tratado de coloni ministración en la via de las reformas. Permi
zación, basta con que remitamos a él a todos tidme en este punto trascribiros testualmente
los que quieran estudiar i conocer a fondo la sus mismas
palabras. «Conviene al menos
materia. (dice) que la clase ilustrada de la socie
Otro tanto decimos de la parte relativa a la dad tome la iniciativa del progreso indus-
situación económica de los paises sud-ameri- ! tria], particularmente en la agricultura, i
canos. En este punto el autor emite suscinta- | que sostenga i eleve a la clase inferior no por
mente las ideas que le han sujerido sus estu ! limosnas humillantes sino por la enseñanza,
dios sobre la condición física, intelectual i mo i por buenos
consejos i buenos ejemplos i sobre
ral de estos paises, i ellas son tan adelantadas, I todo por el honor discernido al trabajo i a la
tan oportunas i tan prácticas, que ,*aun en
j economía. Importa que ella inicie los trabajos
aquellas que parecen contestables, siempre de interés colectivo, i no solicite siempre una
■
vención del gobierno en el negocio será siem con la rapidez cíe la electricidad i
j parece que
pre una garantía para el inmigrante, así el ideal de los pueblos cuites no es otro que
como
■!■•'
LA SEMANA, Setiembre 24.
clavar mas ¡ mas su
poder predr.Yivo. Para brada a manejarlas. La
prensa europea le ha
real zarie en Chile sobran elementos: lo hecho justicia diciendo
que cpie nunca los princi
lalta ca celo, inferes
por la cosa pública, res pios de la economía política han sido estudia
peto a la opinión, pero mas que todo volun das, ni espuestos, niaplicados con mayor inje
tad romper con las tradiciones de la ru nio i lucidez que lo que lo ha hecho nuestro
para_
tina, de la inercia i del egoísmo. Tengámosla! acreditado profesor del Instituto. El mérito re
Si yo hubiese de seguir en todos sus intere- levante de su obra será confesado por todos
santes detalles el libro de que doi cuenta, el los amigos del saber modesto i sólido, siendo
análisis que he bosquejado se haría intermina
parte principal a constituirlo la jenerosidad
ble, i voi viendo que importa concluirlo. Pero de sus sentimientos, la constante elevación el»
lo que mas importa, i me complazco en consig sus ideas, la
simpatía de sus opiniones i su
narlo aquí, es que el Tratado de Economía ardiente amor al arte i la libertad, que nos ha
po
lítica- del señor Courcelle Seneuil, dónde la cen admirar en él no solo al escritor
moral i el buen sentido se asocian a la ciencia,
distingui
do sino también al amigo i al hombre.
es el mas completo de los
publicados hasta
ahora i es per consiguiente el mejor testo que Marcial González.
puede recomendarse a los que tengan amor
por este estudio i a cuya vista quieran a-
brirse los vastos horizontes que él enseña ;.
AS Sol de Setiembre (1).
descubrir. Su lectura es tan alhagüeña como
instructiva i las sanas teorías contenidas en
él, así como la claridad con que esplica los fe ¡Sol de setiembre! el mas hermoso dia
nómenos de la ciencia i supere la aplicación De ios fastos de Chile en tu carrera
de sus principios, bastan para convencer a to Para siempre alumbraste! ¡Tu luz pura,
dos de que la economía política es el auxiliar Tu vivífica luz, allá en la sierra,
mas poderoso de la filosofía i de la moral so-
Se difunde en oleadas portentosas,
ciad. El hábil profesor no solo ha comprendido I esparciendo tu rubia caballera,
Tines en rosa i nácar de los Andes
perfectamente esta íntima relaciónele las cien Las blanquísimas moles i altas crestas;
cias entre sí, sino que la patentiza i la enseña
i la practica en cuasi todos loscapítuloscle su I, al cénit avanzando, en vivo fuego
Areles el cielo i la espaciosa tierral
preciosa obra. Al tratar cíe cada una de las
cuestiones sociales que se ligan con la econo
La estación invernal huye i se esconde,
mía, ello ha hecho siempre poniendo sus prin
I bajan de la helada cordillera,
cipios teóricos i su vasta ciencia práctica al En musicales i espumantes saltos,
servicio de la causa liberal. Como prueba de
esta, verdad citaré por la última vez sus doc
Cien riachuelos que hasta el mar serpean.
trinas acerca de la producción i del consumo; La campiña, recobra su verdura,
su justísima fórmuladela población, en la cpie,
La flor galana su perfume suelta,
¡Hoi puede, con orgullo, alzar ufano ¡El armiñado manto que ha cubierto
Su pendón tricolor, i de esa enseña, A la hija de Colon i de Isabela,
Recibir en la sien el puro lampo No en jirones los fuertes lo arrebaten,....
De la preciosa i celestial estrella! No en la lanza del bárbaro se prenda!....
¡Contra ella se conjuran en secreto
¡Esa es ¡a misma que al combate rudo Las sitibundas hordas flibusteras
Le ha guiado en los mares i en la tierra; Que, para horror del mundo, han abortado .
Derramasteis en campos que hora muestran, Si, pueblo de valientes ¡Goza en la obra
No ya de aquella luclia de jiganíes De tus ínclitos padres! ¡Brille eterna
Las tristes descarnadas osamentas; Tu gloria sin mancilla! ¡Luzca siempre
Mas sí la espiga del dorado grano, Sobre tu frente altiva, de tu estrella
La riquísima en frutos arboleda, El rayo rutilante! ¡En los altares
La vid enamorada que se enlaza De la patria también caiga la ofrenda
Para dar mas opima la cosecha. Que deba de inmolarse en sacrificio,
Campos que solo ayer estaban yermos, I el holocausto las pasiones sean!
Hoi caseríos por do quier ostentan; ¡El corazón ardiendo en fuego sacro,
I ele las minas manantial perenne Palabras sonorosas dé a la lengua,
Saca a brillar metálicas riquezas. Que entre vapores incensados, se alcen
Al trono de la Suma Omnipotencia!
La playa solitaria que de chozas
Harto infelices salpicada apenas, ¡Sol de setiembre! el coro de mil vírjenes
Sustento escaso al morador desnudo Que para tu alabanza se concierta
Que Chile dio una vez un grito santo, tesías, las falaces sonrisas de la sociedad, se
nosas i engrietadas; i tienen por campo las periodista la sentiría conmovida hasta en sus
tabernas en lugar de retretes elegantes, es cimientos, i derramaría gruesas lágrimas sobre
diverso: la sociedad se indigna, pone el grito la muerta inviolabilidad del hogar domés
en el cielo, perora en favor de las buenas cos tico.
tumbres, i pide a la justicia su espada ven Pero esto es atroz, dirá alguno que solo ha
gadora. divisado el inundo por un prisma dorado, por
Oro! Oro! pues, dicen todos: i todos se el prisma de la ilusión i el engaño Pero es
lanzan en su busca; sin pararse en medios, ta es la verdad, i verdad amarga, como bue
con la de que si son llevados por el
seguridad na verdad.
rápido wagón ele la fortuna, i lo alcanzan, La deshonra, la cárcel, los códigos, con to
todo les será perdonado por la sociedad, (¡ue das sus penas infi mentes i crueles, se han
jamas pregunta: ¿de dónde os viene esa for
—
hecho para el pobre, para el ratero que hurte
tuna? Le basta saber que la tenéis, para que un pañuelo o
algunas monedas, para el ban
os cuente en el número de sus escojidos. dolero que asalta al caminante i juega con él-
—
Entonces ¿porqué detenerse? Los cami su vida; pero no para esos rateros, para esos
—
ra arruinar al padre, para seducir a la hija, ! vivos i penetrantes se fijaban en un alto ele
para introducir en el hogar hasta entonces papeles de diversas formas, tamaños i colores,
honrado tras la miseria, la deshonra, la co tirados en desorden en una mesa de escribir
j
'
rrupción i el vicio ¡ colocada junto a él.
Esta mesa era, sin duda, el mueble mas ele
¡El mundo marcha, señores, el mundo gante del salón. Sus patas de un tallado ad
marcha! mirable con incrustaciones de nácar, soste
Pero basta de reflexiones i entremos en ma nían una cubierta de forma caprichosa, i de
teria. un gusto sin igual. Estaba rodeada de cajones,
las ilusiones, esas mentiras del alma, que nos j terior, un verdadero dédalo de pequeños ea-
mecen en brillantes i encantadas esferas, que jencitos, que se abrían en. diverso sentido.
evocan ante nuestra vista, como por la virtud ¡ Aun forzada la cerradura principal nada se ha-
ele un golpe de majía, mundos de luz, de be :
bria conseguido: quedaba por alcanzar lo mas
lleza, de-poesía, de goces sin fin ni medida. i difícil, i era abri r los cajones interiores. Por
¿Quién mirando el cielo sin una nube, los I todas partes se divisaban botones de oro, que
árboles que empiezan a ataviarse con todas formaban las mas estrambóticas figuras, i
sus galas, teniendo por tocador cristalinas i parecían como los resortes década uno de esos
mansas aguas, los campos matizados de flores i
pequeños; cajones; pero desgraciada la mano
de mil caprichosos i variados colores, la na ¡ que hubiera apenas oprimido cualesquiera de
turaleza toda ostentando llena ele orgullo i de ellos, una corba, afilada i delgadísima cuchi-
|
placer su poder i su grandeza; quién, volve lía, saliendo de uno de los estreñios del botón
■
remos a repetir, no se siente feliz, no olvida ¡ oprimido, cortaría esa mano en menos tiempo
los dolores, angustias i contrariedades, las a- \ que el necesario para exhalar un:
—
ay!
marguras de cada hora, para entregarse a la Para abreviar: la mesa esta tenia mas se-
contemplación de tan hermosa i galana rea i cretos que una mala conciencia; pero secretos
lidad? | a salvo de todo
riesgo. Su dueño podia dormir
Parece imposible que ese sol, bajo cuyos i I tranquilo.
rayos templados i dulces, todo nace a la vida; jjh En uno délos estremos de la habitación i
que esa brisa suave i perfumada, como el a- entredós elegantes i muelles divanes, habia
Heuto de una vírjen, que azota blandamente j | una mesa de arrimo adornada con dos floreros
las hojas del árbol i hace inclinarse la flor so de china i tres pequeñas estatuas en bronce,
bre su tallo; que esa brisa que es como la son-
jj
r representando una de ellas el
gladiador herido,
riza de alegría de la naturaleza, no disipe el ¡I otra a Napoleón sobre las rocas de Santa He-
pesar del alma que padece, no seque las lá . lena i la tercera el hermoso grupo de Diana i
grimas en los ojos que lloran. Parece imposi !| Endimion.
ble que ese sol i esa brisa, que traen la vida, De las paredes, tapizadas de tisú rojo i oro,
el movimiento, la armonía al árbol, a la planta, colgaban unos cuantos cuadros de bastante
|
a la flor, al ave i al
arroyo, no lo lleven tam 1 1 mérito, i que habian sido colocados con un
bién al corazón que sufre, al alma que se eva i | esquísito conocimiento de la
perspectiva i de
pora, a.l cuerpo que se aniquila. ¡ la luz.
Por eso, en estos dias, nuestra creencia en Los claros que dejaban los cuadros estaban
la desgracia es menos firme. —
Si somos felices ; cubiertos con panoplias de armas antiguas i
creemos en la felicidad. Si somos desgracia
—
i el hombre no es ni mas feliz ni mas desgra i mismo tiempo; pues, las cortinas de la venta
ciado; i rie en la niñez, espera en la ju na, de un rojo subido como los muebles i el
— —
en él. Su rostro
Enrique de Cumba, porque tal es su nom ojos de Enrique se detuvieron
bre, era un hombre de treinta i cinco años, cambió súbitamente ele espresión.
i cinco. Tomó el billete con supersticioso respeto;
pero que apenas representaba veinte
Para héroe de novela no tenia precio. Sus Le imprimió un beso estrepitoso i ardiente
i una lágrima silenciosa rodó por sus mejillas.
perfecciones físicas parecían casi imposibles.
Sus ojos i sus cabellos eran negros. Su ca Lo abrió, lo leyó i releyó, i volviéndolo a do
beza, de un corte bellísimo, se encontraba blar, fué a guardarlo en una cajita de nácar
realzada por una frente ancha, preñada i ter colocada en uno de los estreñios de la mesa,
sa. Su nariz, de una línea firme i delicada, i donde habia otros del mismo color.
era perfecta. Su boca pequeña, adornada por —Mientras he sido feliz, dijo con-voz con
un sedoso bigote negro, hacia resaltar la movida i mirando con ternura la cajita, mien
blancura sin igual de sus dientes. El corte de tras llevado por el torbellino de las pasiones,
su barba era tan fino como el de una mujer. esclavizado por ellas mi vida ha sido cons
Con todo, el conjunto de esa fisonomía en tantemente azotada por la tempestad del
vicio cuando tu recuerdo me ha asaltado, ánjel
que todo era pureza de lineas, perfección,
delicadeza, tenia un no sé que de varonil, ele de bondad i de pureza, no he tenido para tí,
i mi primero, mi único amor, ni un pensamien
imperioso que subyugaba, que imponía-
Perdó
hasta atemorizaba. to, ni un suspiro, ni una lágrima...
A pesar de estar envuelto con una ancha name.
distinguir por entre los duros pliegues de ese por sus mejillas.
Pero el momento es poco a propósito
desgraciado vestido, la esbeltez de su talle i
—
ban, una sonrisa nerviosa contraía sus labios felicidades que fueron, cuando... cuando... la
a ini
i como una nube pasaba por su frente en la desgracia, la ruina, el deshonor toca
no debe imperar
que se notaban dos imperceptibles arrugas. puerta... No., en mi corazón
asiento, sino el odio... Fuera, recuerdos de me
repente se enderezó
De en su como
el medio de
_
Tomó una pluma i trazó con rapidez febril Enrique rompió el sello con precipitación.
Mientras leia o mejor devoraba el contenido
algunas palabras.
En seguida se levantó i fué a tirar ■con mal de la carta, una respiración dificultosa levan
humor del cordón de la campanilla. taba su pecho. r■
■
pronto esta carta a don José de Ayala, miserable, dijo dientes, i arro
apretándolos
le' dijo Enrique entregándole el pliego. jando ia carta lejos de sí.
El criado salió después de hacer una cor La carta decia lo siguiente:
tesía. «.Mi buen amigo:
empezó abrir (¡Siento infinito no poder acceder a su deseo.
Enrique volvió a sentarse i a
'
rabia los de la mesa, i a sacar (Tene-o compromisos de honer que ncce-
con cajones
Setiembre 24. Í*A SEMANA, 297
sito satisfacer ; hoi mismo. Sin esto lo espera- Abrió entonces uno, de los cajones eme aun
lia a Vd. el mes que me pide. Pero como así permanecía cerrado, i sacó de él ün paquete
no
puede ser, aguardo tener la suma que Vd. de poco volumen ligado con una cinta rosada.
me adeuda a las cuatro de la tarde ea
punto. Después de mirarlo ün rato con atención, di*
«Mande Ud. a su servidor, que desea serle jo, con tono sentencioso;
Útil. José de Ayala» —Vaya, vaya...., quien creyera que dees*
Setiembre 25 ■» —
tos miserables pajpeles depende el honor, la
—
Pues bien, agregó Enrique^ después Áe dicha, la tranquilidad de una mujer — ,,
pobre
Se presentó el criado. mujerl
-^Que, enganchen el coche, dijo Enrique 1 algo como ün sentimiento de compasión
sin mirarlo, se retrató en las facciones ele Enrique, que
El criado salió; Enrique pasó a una pieza añadió, como arrepentido de su impresión.
•contigua al salón. -—Pero no: no es este el momento de ser
Arrojó su bata sobre Una butaca colocada compasivo.... Si aun queda algún sentimien
„
enfrente de un espejo de cuerpo entero con to moble i digno ea este corazón es necesario
marco deja'carandá. Arregló sus caballos, pei que cade, que enmudezca) que muera, sí, qué
nó con cuidado su bigote i se puso una ele muera!. ;..q.ue miiera!
gante i bien cortada levita. Enrique estaba Guardó los papeles .en el bolsillo i salió con
de veras hermoso. Ya no era el mismo hombre precipitado.
paso ■.
que hemos visto hace un momento presa dé. En la puerta le 'aguardaba una elegante
mil encontrados sentimientos: su sonrisa, su berlina, tirada por dos briosos alazanes, que,
aire, su apostura todo parecía decir: Ese es —
digaban, volverían la esquina para no encon mentos que preceden al tránsito de esta vida
trarse conmigo, El dado está echado... .ya a la eternidad ; sobre todo- cuando el ser que
Señor, el coche está puesto, le dijo el alma Se levanta en alas de alguna elevada
criado. aspiración: i todo por obra de una lei absurda
—
Está bien, le contestó Enrique; i empezó i hasta impía, poruña invasión injustificable
a revolver los en -los dominios del que todo lo cree i todo lo
papeles amontonados sobre la
mesa. Pero, parece que no encontraba lo que destruye. Pero el hombre en su orgullo no te
buscaba, porque después de haber vuelto i me poner su mano, profanar, aniquilar la obra
se escapa i
agregó. juez cree haber cumplido con un alto deber:
Ah! ya sé
■—
hoi tengo perdida la ca ha hecho la aplicación literal de la lei: no
beza Hasta para tener memoria es necesa abriga remordimiento alguno. ¿Cómo imaji
ria la felicidad! narse responsable de los vicios cíe que adoíe-
38
298 LA SEMANA. Setiembre 24.
oen los códigos? Descansa en la sociedad que I mente por el lado del acierto i del prestíjio
los ha promulgado, i a fé que ella es la verda que nunca es malo acompañe a todas sus de
dera culpable. cisiones. Esto ele dejar al cargo de un solo
Leyes vetnstas, confeccionadas en tiempos hombre la vida, el honor de uno de sus seme
ele ignorancia i barbarie, subsisten aún, para jantes, dá de sí cierto desprecio por los fueros
mengua de la humanidad, en sociedades com de la humanidad mui contrario a la ilustración
pletamente rejcneradas por las ciencias, las i al progreso.
artes, la industria, es decir, por ese rayo vivi Hace pocos dias que nobles palabras se
ficador que todo lo transforma: la Civilización! hicieron oir en el recinto del congreso so
A-quién se puede reprochar ese defecto sustan bre la necesidad- de hacer revisar las sen
cial? —
Sin duda alguna, a la misma sociedad tencias fulminadas por los jueces letrados en
que, con apatía culpable i cobarde para ha locriminal, por otro de igual categoría (1).
cer el bien
ya que no para ejecutar el mal, no Todos los corazones leales i jenerosos par
se cura de remediar tamaños i tan funestos
ticipan de esa idea eminentementehtimanita-
contra-sentidos sociales. Esa indiferencia es rial liberal, pero de desear serta se tuviera el
vituperable i hasta criminal, porque importa valor de ir mas allá. Los majes no se reme
nada menos que un nuevo escollo puesto a la dian con términos medios. Los paliativos ve
rápida marcha del progreso. lan la injusticia sin quitarle por eso nada de
Toda la argumentación que suministra el los perniciosos jérmenes que entraña. El gran
raciocinio empapado en los mas nobles senti remedio a todos los males que se lamentan
mientos i envuelto con todos los esplendidos es la institución <lel jurado -en materia cri
Para alcanzar un fin tan moral i benéfico condenatoria, obrando, según lo ha creída
preciso e indispensable es reformar sin pér concienzudamente en justicia, por los indi
dida de tiempo la tramitación del proceso cios que el denuncio i las circunstancias le
criminal. Chile, esa república reina de todas han suministrado. Pero, habrá sabido apre
—
las demás de Sud-América no permanecerá ciar con la debida prudencia el justo valor
sorda al grito jeneroso de la ilustración! Chile de esos indicios?— La certeza moral que le
asistía no pudiera acaso atribuirse a algu
que ha sabido libertarse del yugo estranjero
sabrá también desembarazarse de las trabas na
predisposición física producida por el
vergonzosas que oprimen su lejislacionl temperamento mas o menos bilioso, sanguí
El momento es oportuno para emprender i neo o nervioso de ese juez; por su imajina
llevar a término grandes i útiles reformas en cion mas o menos impresionable?— De se
materia criminal, desde que un nuevo código guro que si entonces, aunque sea indisputable
que esa -convicción moral que arrastra
su
sobre ese ramo de la lejislacion se redacta en
este instante. conciencia es errónea, desde que puede estar
La mas trascendental de las reformas seria se moralmente cierto de un hecho destituido
para nosotros
ventilar en primera instancia las flujode esa misma convicción? No titubea —
jurado para
causas criminales. mos en decirlo; los procedimientos actua
con
imposible; i por consiguiente el acusado ten ciar la vertlad o la falsedad de una alegación
drá forzosamente que padecer las consecuen criminal, remitiría su información al jurado
cias de esa convicción que, aunque sea ais' para que éste declarase previamente si há o
latía, única, lo empujará tal vez al patíbulo. no lugar a la acusación. —
Llamado a presen-*
La opinión del majistrado suele nacer tam cia del tribunal que la suerte hubiera desig
bién de este o el otro incideute ocurrido en nado para decidir de su destino, el acusado
las confesiones del reo. Habrá pesado el juez gozaría ampliamente de todas las sagradas
con toda imparcialidad las circunstancias es-
prerrogativas de la defensa que la justicia i
cepcionajes en que se encuentra el acusado? la humanidad prescriben. Los debates serian
Habrá comprendido las angustias lejítimas ele públicos, el reo podria oirías declaraciones de
que es presa, las torturas que le procura una los testigos i confundirlos en caso de impos
estricta incomunicación, de la que no sale tura, como así mismo desvanecer presuncio
casi nunca sino cuando el juez ha arrancado nes que, a los ojos sobrado
penetrantes de la
de su boca una confesión que le condena? Se lei, son de un gravísimo peso, pero que a los
habrá hecho cargo del estado vecino a la im de hombres llamados a juzgar según su con
becilidad en que sume al reo el verse cargado ciencia pierden el carácter espantoso que el
de prisiones? Habrá comprendido la confusión juez de derecho les atribuye. También el ju
.
,-.', .
.Una multitud ansiosa de sangre i I*oba*oza i Etiqueta.
espectáculos ocupaba lá plaza de armas ies-
Regla jeneral? —
-el hombre no sabe ni lo,
peraba impaciente el condenado, .;:. Y
-
De repente, se v}ó salir a todo escape déla que piensa, ni loquedice.iii Joqueliace.
Por cierto que bo es necesario,- imponerse
portada, de la cárcel al ordenanza del juzgado
.
clel crínienque, montado en. ún 'brioso caballo mayores afanes para probar. Ia exactitud, de
esa regla, Basta con tomara la -casualidad a ,
cegado por la felicidad que he disfrutado has que en él figuran, damos aquí sus nombres; El
señor de Agamoule, distinguido militar retirado,
ta el dia en que conocí que no, era correspon^-
su esposa i el conde Aviz de Niebla. (Correspon
dielo. Perdóname pues los pesados deberes
dencia de Paris, Ferrocarril de 25 de enero de
que te he impuesto con una unión despropor 1859.)
cionada, cuyos lazos rompo ahora para devol hacemos alusión personal alguna: i sin
verte tu libertad....... No puedo vivir con este
(2) No
querer escuriñar los motivos que para ello tenia
pesar, pongo fina mis dias, seguro de amarte él hábil majistrado do igual clise que, en el año.
?.un mas allá de la tumba!! de 55 pronunció sus votos en un convento de
El que te adora. ! esta capilal, rejisíramos este hecho por ser vorí^
Jervasio.» dico.
Setiembre 2fi. LA SEMANA. SOI
todos los vieiós, todas las grandezas i todas las arrugas de su frente cuando piensa, las palpi
miserias idos prestaa un pedazo pava confec taciones ele su corazón cuando siente; corred
cionarlo. en todas direcciones su morada, encontrareis
Si lioi esperamos —
mañana desesperamos. el lujo en todo su desenfrenó, muebles de tisú
Si hoi creemos— mañana dudamos, de oro, soberbios espejos, magníficos tapices,
Siliói amamos mañana aborrecemos.
—
el oro que podia hacer la ventura de una fa
Si hoi' el placer nos penetra mañana él
—
desoiga i tenga en menos el aprovecharse de nias del enemigo, de las asechanzas del espe
Jos ajenos piereances, para gozar del equívoco culador;— el rico de todo tiembla, por todo se
placer de recibir por sí mismo las nuevas lec preocupa, empezando por el que dirán fantas
—
ciones que en cada paso que dá, en cada senda ma- que no se aparta un momento del hombre
en que se compromete, en cada deseo que que ha trepado a las altas esferas de la socie
alienta, en cada
esperanza que concibe, -en dad. Una palabra mal dicha, un paso en fal
cada ilusión que sé forja i en cada'necedad que so, una franqueza intempestiva
—
si hai alguna
hace, le reserva la vida. Por eso nada es mas que no lo sea- basta para haoerle el blanco
—
cierto que el rigor solo es parte para -meter ele las murmuraciones de los unos, del des
orden en los negocios del hombre. Este po
—
cacareada lei efel progreso, Lei es esta que hará de su alma i de su corazón un campo
tendrá mucho <be verdadera; pero que asegu abierto a todas las curiosidades, a todas las
ramos tiene también mucho de mentida, como conjeturas, a todas las presunciones, a todas
cuanto por estas terrestres rej iones se roza i las perspicacias, a todas las malas intelijen
codea con el hombre, animal que posee la cias, i donde hasta la necedad tendrá derecho
eminente cualidad de soñar demasiado i exa- de ir a manchar con sus salivas puros, nobles
jerar no poco.. Ahora bien: en este nuestro i elevados sentimientos,
—
siglo se cree a pié júntillas que la riqueza es Mientras el pobre sigue su camino bien que
él núcleo de la dicha, es la dicha hecha mo mal. sin curarse del que a su lado pasa, de
neda, la dicha sonante i contante, porque lo que habrá pensado o dejado de pensar,
con ella todo se obtiene; como si en obtener dicho o dejado de decir; —
el pobre rico ten-
lo todo estuviera la felicidad. Eríor! La felici drá que saludar al que le importuna, reir con
dad está en no desear, no poseer, ni esperar, el que le desespera, apretar la mano al que
ni lograr nada: si la dicha existe, la dicha es querría ahogar entre sus brazos.
Ja pobreza! I esto es solo en cuanto con las esteriorida-
¿Qué deseo ha visto jamas el hombre ple des de la vida se toca. guando se penetra en
—
namente satisfecho? —
que al célebre rei de qne_ nos hablan las his tramos en el fondo de todo vaso, un sarcasmo
torias? para la creencia, un poder, una fuerza que
Luego nada es mas funesto que Ja riqueza sin descanso, ni compasión, ni tregua nos em-
que es madre del deseo, de la posesión i de pellonea hacia las oscuridades, los tropiezos, las
la esperanza. —¡Vosotros los desheredados de desconfianzas i los martirios de la duela.
la fortuna golpead las manos, plaudite cives! ¿En qué puede creer el rico?
—
-. Cuando se os dice que sois desgraciados se ¿En el amor? No será su oro el amado? No
—
os miente! —
Cuando se trabaja por sacaros estrechará entre sus brazos en vez de una mu
de vuestra vida sin placeres ni dolores, sin jer amante una mujer vendida? Quién podria
ilusiones ni desencantos, sin aspiraciones ni decirle que esa hermosura que le trueca el
desengaños se conspira contra vuestra felici mundo en un paraíso, que hace de su existen
dad! —
Si queréis convenceros, soplad en los cia una cadena sin término de gratas i pene--
falsos dorados que cubren las existencias opu trantes armonías, que levanta su alma a las
lentas, descorred las cortinas del suntuoso le esferas de lo grande, de lo puro, cíe lo inmacu
cho cuando duerme su dueño, observad las lado: quién le diría que ese ser que al pasar su
302 LA SEMANA. Setiembre 2ft.
ga en la choza? En el de aquel que nada piensa,», i cohetes se ha disipado; las banderas han aban
ni espera, ni desea, o en el de aquel cuya vidala donado sus astas; las músicas han exhalado sus
dejará recuerdo
un o, fallida, una decepción. I
otra vez volveremos a esperar, a asir acaso una
j a
funciones en la sema
único objeto cosechar sonrisas agradecidas i pa- I tro Municipal, que cuenta seis
*■
na. Las novedades se han alternado eu ellas cou ínun, despertado desde luego por la lectura de don!
las repeticiones. Mareial Gónsálefc con que-icompletó su notable jui
Entre las primeras aparece la alocución pronun cio1 crítico del Tratado de Economía Política de
ciada el 18 por la Sra. Mur. Es una profesión de Coürc.elle Seneuil, i en seguida por otra lectura
fé chilena escrita en hermosos versos. Por ella de don Adolfo Valderrama, que bajo el. título des
sabemos cómo la Sra. Mur es hija de Asturias i El Dolor i el alma, ha escrito unas cuantas pajinas'
destinadas perseguir, con el tesón
alumna de Apolo, cómo fué arrebatada de sus sorprendentes a
-..-•' Y <i-
justo confesar que no elijió el momento mas DoMidGo Arteaga AíÉmpaSte. ;
rreros con su hermosa comedia en cuatro actos : Precio de la suscripción: 3 pesos por
Muérete i verás, cruelmente desollada por los ac "mestre adelantado.
tores encargados de suejecución I Puntos de suscripción.
El de la Rioja salió triunfante de la
postilion
repetición mercedal poderoso apoyo de la Mur Santiago.— Imprenta del Correo, pa^
iClapera, que lo negaron tampoco a El Valle
no
saje Bulnes.
de Andorra i Jugar con fuego, otras dos repeti Valparaíso. —
por ejemplo, es
La Thierry se reparte con la Mur de los me Lima.— Establecimiento del Sr-. Ri=
jores i mas dignos aplausos. La eminente bailarina cordi, calle de las Mantas
marcha de victoria en victoria. Arequipa. Sr. D. Manuel G. de Cas-
—
tresana.
La reunión del Círculo de amigos de las letras
que tuvo lugar anoche ofrece un interés poco co- 1 Imprenta drl CORREO, Pasaje Bulnes, núm. 14.
ift.&etm
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO
íJíetWtofceó :- —
Aiié.o t <J)oiwuiqo Jiotteaaa Jbtéiiipatte
Año I. Santiago, ©etobre 1.» «le 1850. rVúm. £©.
pasados i
I. dudas, desilusiones, fluctua
presentes, sus
sencia perpetua de todo noble deseo, de toda realidades las ficciones del deseo, por hechos
alta esperanza, de toda grande aspiración. consumados los mirajes de la esperanza.
■—
Esa raza vivía porque respiraba. Juicio es este inexacto a todas luces. —
Los años corrieron, las fuerzas se aumen Esas sociedades al constituirse como lo hi
taron, la sangre empezó a circular, las in cieron obedecían a las leyes do su desen
volvimiento. Cuando pueblo abnega,
telijencias a despertarse al calor de las ideas, un se
—
los horizontes del pensamiento se estendie se sacrifica, lo entrega todo a los azares de
Satisfecha necesidad,
esa probada en cien que fué sustentada, amparada i llevada a su
combates la virilidad de los pueblos ameri consumación en brazos de los pueblos, no
podia de ella otra forma gubernamen
creyeron eslos, no sin razón por
se nacer
canos,
cierto, en estado i con derecho de lanzarse tal ni social sino que tuviera por
aquella
cuerpo i alma en las esferas de la luz
i la base, trabazón i coronamiento la igualdad
de la i el bien, en la liber de todos en la libertad.
verdad, justicia
—
por la imperiosa orden de loa sucesos la tad?—De cierto que nó.— Ambas están lla
tierra americana. madas a levantar a los pueblos en vez de
Garrera rinde en el patíbulo la vida. humillarlos, a vigorizarlos no a debilitarlos,
Sucre es asesinado. a unir las fracciones todas de la sociedad en
Cuanto se elevaba un pié, una pulgada el bien i la verdad no a dividirlas en el odio
del nivel común atraía sobre sí la sospecha i el error. Su obra no es oscuridad, miseria,
luto i llanto, sino luz, bienestar, fraterni
i primera oportunidad era a ella inmo
la —
en
lado. Entonces podia decirse con razón que dad i felicidad. La nación que e3to no alcan
no habia mas que un paso del Capitolio a la za, que en esta atmósfera no vive está lejos,
Roca Tarpeya. mui lejos de la república i la libertail.
La República estuvo lejos de ser, apesar Es calumniar esa última palabra de la or
de cuanto se diga, prematura. Mui al con ganización presente de las sociedades el a-
trario: lanzándonos en ella, hemos ahorra
— tribuir a ella, el hacerla causa eficiente i
vida ha pasado, es el querer hacer respon por su causa que nos vemos atados al poste
sable a la república i la libertad de sus males de la ignorancia i la preocupación, es nuestra
i dolores. La culpa no es suya, es nuestra. falta de fé, nuestro miedo para confiarnos a
Nada lo manifiesta mejor que la situación ellas lo que nos lleva camino del abismo.
de los diversos estados de la Amé Nada es mas fácil de comprender i cer
presente
rica Española.—Por todas partes la instabili tificar. ¿Dónde está la libertad realizada, la
dad, portadas la lucha, laconfusion, el caos república hecha verdad abriendo las csclu~
es lo cure reina. Los destinos de los pueblos sas al torrente de la revuelta?
¿Será en Venezuela?
gubernamental. No hai ni conciencia ni opi ¿Será en Méjico?
i todo lo el ¿Será las repúblicas dé allende las
nión pública. Surje puede no en
categorías
hombre i del ciudadano son arrastrados i pulsos jenerosost
El capricho usurpa casi siem Los unos trabajando por- apagarlos ;
pisoteados. —
pre el solio de la lei. La justicia es bastar Los otros trabajando por exacerbarlos.
deada, adulterada i manchada por la pasión De esta hace de la sociedad
manera se
*es
reses se ven constantemente sacrificados a la que cuando la sociedad no es oprimida
de los unos, las ambiciones cuando no se la comprime se
especulación a
engañada, que
personales de los otros, a la ceguedad del la hace despedazarse, que tiene que ser
—
mavor número. —
Jamas nos detenemos en autómata o furioso.
la senda clel mal, —
siempre anclamos la del 1 para obrar tanto mal, para llevar a los
bien con el miedo eu el alma i el espanto en |; pueblos entre dos abismos a cual mas pro-
Octubre i." LA SEMANA. 307
de
grandes aspiraciones clel entendimiento huma- i ta
pregunta, yo creo que puede sacarse un
i
grupo de personas desconocidas al autor de
(1) Este interesante articulo eslá lomado fielmente un trabajo
cualquiera, si se ha leído con de
de la memoria que con el misino título leyó su aulpr
tención. Una persona que ha escrito un libro
en la penúltima reunión del Circulo de amigos de ta-s
letras.
i ha hecho su retrato, en osa obra está vaciado
sos LA SEMANA. Octubre 1."
todo el autor, allí cslá su carácter, su inlcli- llama i quiere que le curéis: su cabeza árele,
jencia, su individualidad entera, i si se pudie del fondo clel estómago se levanta una mano
ra desarrollarla obra en una personalidad, se de fierro que vá a apretarle el corazón, su voz
confundiría con su autor, pudiéndosela consi es temblona, su fisonomía contraída, su
pala
derar como una abstracción
jeneral del hombre bra desigual i hasta desordenada, 110 hai le
que la produjo. sión apreciable ele ningún órgano importante.
II. Recetad.
Es indudable que estas relaciones. entre los Pero 110 lo hagáis, veo que vais a mandar
fenómenos i las cosas existen; i ¿por qué con una porción de medicamentos que 110 curarán
el conocimiento ele esta verdad la medicina se al enfermo; dejadle abandonado a su dolor,
empeña en no ver que hai un hombre que cu eso os evitará un sonrojo. Si no tenéis en el
rar? por qué no se acuerda que el hombro es cerebro la fuerza suficiente para inspirar la
un todo
compuesto de órganos i de intelijen confianza i hasta la adhesión, si no podéis en
cia? por qué no velas relaciones íntimas del contrar entre vuestros recursos uno que des
cuerpo con el alma, de la materia con el es cargue esa alma angustiada, que determine la
píritu? ¿qué es este malestar, síntoma de to crisis de la angustia, 110 hagáis nada; el tiem
das las enfermedades mas que el grito de una po hará por sí solo lo que no habéis podido
alma que en el nauírajio clel organismo se hacer vosotros con vuestra ciencia venerada,
siente oprimida e imposibilitada para lanzar III.
al inundo esterior las señales -claras de su ma. Un gran observador ha visto en la cara do
ñera de existir? Francamente, no los niños enfermos ciertas líneas particulares
compren
do estaá inconsecuencias clel espíritu hu que anuncian el sistema que se encuentra
mano. afectado, o mas bien la cavidad que es el sitio
Las enfermedades atacan al hombre como de laaf'eccion. ¿Qué son estas líneas? Sin eluda
auna totalidad psicólogo-orgánica i no como alguna el resultado de la modificación de su
a materia solamente, por consiguiente hai alma trasplantada sobre el rostro, constitu
también en las enfermedades de la organiza yendo una fisonomía especial. Estos son da
ción una irradiación mórbida hacia el alma. tos preciosos en los niños que todavía 110 sa
Desconocer esta Influencia del cuerpo sobre ben hablar, pero en el hombre 110 nos pueden
gl espíritu es una blasfemia filosófica, es no servir estos signos; primero, porque para po
comprender las leyes ele la naturaleza. Mil derlos observar es preciso que se presenten
-
desgracia irreparaL'e, lia perdido su fortuna, tas de la confianza i entonces es fácil llegar a
su
hijo, lodo lo que amaba en la tierra; 03 -¡
ia confidencia, El médico debo conocer el te-
Octubre 1.» LA SEMANA. 309
rreno eu
que tiene que ajilarse, i marchar con , continua, vacilación entre la esperanza i
esa
calma la adquisición de los datos 1
en
que ne el desengaño, esos enérjicos latidos de un co-
cesita-, obrar de otro modo es perderse, inspi ! razón antes perezoso i lánguido, en fin, toda
rar la desconfianza '
que es el enemigo mas esa vida borrascosa del amante es la que
grande de la medicina. ] principalmente vá a obrar sobre su cerebro i
Vemos pues que i
querer considerar al Iioiiv- a
producir un movimiento perturbador en su
bre como una existencia intelectual. Pero hai también otros
organización, es no compren
derlo; la concentración de sus dos naturale mil medios de llenar esta indicación según el
zas en una totalidad, es absolutamente nece individuo que tenga que curarse; siempre es
saria para poder llenar conexactitud las in -
como materia, sino como una combinación ¡| ven en sus activas i francas manifestaciones
misteriosa de organismo e intelijencia. I; la idea de ias pasiones espansivas. Estos son,
Hecoiramos akera rápidamente algunos de ¡i pues, los elementos que entran comomedica-
los estados en que la vida intelectual se afecta |! mentos principales en la curación déla hipo
mas profundamente i estudiemos las
leyes de condría considerada bajo el punto de vista de
su tratamiento moral.
su curación
por un tratamiento moral apro i
piado. Tomemos otra afección cualquiera, tome-»
IV. mos un ejemplo de las neurosis o alecciones
Supongamos un hombre víctima de una [ de los nervios. Sea una mujer de la alta socie--
gran melancolía, que vive solo, que no tiene I dacl que tiene un temperamento nervioso»
mujer, ni padres, que se queja de malas di- ¡¡ mui pronunciado, envenenada con la lectura
jestiones, que acusa a su hígado de no tra de novelas i poesías románticas; no sabe decir
bajar con bastante enerjía; en una palabra, lo que siente, pero se vé en su fisonomía que
supongamos lo que se llama un hipocondría ¡
hai un desorden en su sistema nervioso, tieue
co.
¿Cuál seria el tratamiento de esie hombre ele cuando en cuando dolores en la cara, pal-
en el círculo de io
que llamaremos medicación j; pitaciones .del corazón, manías periódicas»
moral?- ¡i
bochornos; su palabra es viva, pero ondulosa,
El matrimonio contestan en coro todos los ¡I desigual Se trata de curarla i se quiere
prácticos; pero es preciso entenderse sobre el que el tratamiento sea moral. ¿Qué debe ha-
:
Recorrerá la esfera
.-' noi.ro Vai.derbama. La luna, de los tristes compañera,
I su fulgor dormido
Las cenizas aun tibias alumbrando
Del hogar bendecido,
Me encontrará callando,
De mi dicha las ruinas contemplando.
Octubre 1.° LA SEMANA. 311
Las alegrías ele hoi i los albores cargada de nauseabundos restos de polvillo,
De tanto ensueño amigo. que asomaba por entre los barrotes de una
De recuerdos traidores ventana clel tamaño í forma de una gatera.
Los escombros me quedan i dolores. La persona a quien se dirijia, era a una
vieja que frisaría en los sesenta i cinco abriles,
madre mia,
¡Pero tú, arrugada de cara, en cuyo centro tenia un
Tú olvidarás! Del patrio suelo,
no me botón entre azul i colorado que se daba los
Que mi alma tanto ansia, aires de nariz, i en.su parte superior dos ojos
Enviaráme tu amoroso anhelo redondos i pequeños, en cuyo fondo se divi
De una memoria el celestial consuelo! saban dos luces en continuo movimiento. Dos
1857. dedos mas arriba empezaba una cabellera de
color indefinible: por unas partes era negra,
Domingo Arteaga Alemparte.
por otras castaña, por otras roja como la san
gre i mas allá blanca como la nieve. Una pei
neta de búfalo, barnizada ele grasa, sostenia
L'n lioüihi'e a la inocSa. en la cima de la cabeza las dos tornasoladas
tores todas las hablillas, conjeturas, suposi cino.... Si alguien lo oyera.... capaz que fue
ciones a que se entregaba el vecindario, com- ; ran a creer... la jente es tan mala, i doña Cleta
puesto en su mayoría de viejos i ociosos, para j se lamia los labios i hacia unos pucheritos ca
penetrar el misterio que encerraba la casa si paces de hacer reir a un ingles.
lenciosa. La empresa sería sobrado larga, i \ —
¡Qué narices!
rostro apergaminado, última espresión de lo3 !! —
brió, con cierta precaución, i asomó por ella Estarías talvez mui entregado a tus pensa
el risueño i candido rostro de una milita, en mientos... Los hombres como el señor ele
cuadrado por largos bucles de cabellos casta Camba siempre tienen mucho de que ocu
ños, i cuyos verdes i razgados ojos se fijaron parse. . .
en
Enrique al mismo tiempo que en sus ro —
Parece que el humor está bueno hoi,
sados labios empezó a revolotear una sonrisa contestó Enrique con embarazo.
de sorpresa i alegría. Carmen sin prestar en apariencia atención
Todo esto fué tan rápido que Enrique nada a las palabras de Enrique añadió:
notó. —
Todo en esa mujer imponía respeto. Su an mismo tiempo que atravesaban el salón, el
dar lleno de nobleza i dignidad, la tranquili señor de Camba está absorvido por grandes
dad de su rostro bello a pesar de lo marchito pensamientos.
de su tez; la tristeza de sus grandes ojos par Enrique se dejó caer negüj entórnente sobre
forrado
dos, realzadas por largas i sedosas pestañas, , unapoltrona colocada junto a un sofá
como la poltrona i el resto de los muebles
i surcados de profundas i azuladas ojeras. en
Era imposible ver a esa mujer sin adivinar un damasco de un verde mui oscuro. Las corj
que mas de una horrible tempestad habia tinas que caían sobre las ventanas i el en%v
azotado su vida, que habia apurado hasta pelado eran clel mismo color.
las heces la copa clel placer i la clel dolor, que Todo era triste, sombrío en esta habitación.
habia gozado i sufrido, reido i llorado. Esa El sol que penetraba con dificultad por entre
mujer debia Comprender mui bien cuanta ver las cortinas, como que perdía algo de su bri _
dad encierran aquellos dos versos del poeta: llo, como se tornaba pálido i triste a la
que
lo rodeaban.
Junto a la horrible tempestad clel alma par de los objetos que
Nada se encontraba en esa habitación que
Las tempestades de la mar, qué son!
pudiera despertar la alegría.
Apenas tenia treinta i cuatro años, i áu En uno de sus costados habia una mesa
rostroempañado i su frente surcada por arru adornada con dos floreros de porcelana de co
gas casi profundas, la hacían representar se lor oscuro. En medio de ellos, un reloj de so
senta largos. Es que la edad no la hacen los bremesa de esfera de oro, figurando una pi
años sino la desgracia. rámide truncada.
Enri
Que un dolor verdadero i profundo os sor Después de un momento de silencio^
prenda empezando el camino de la vida, que como volviendo de un sueño i dirijiéndo
que,
ese dolor se aferré a vuestra alma, la nuble se a Carmen le dijo:
sus ilusiones, la destruya sus esperanzas, —I Laura, la linda Laura, mi buena amiga,
que penetre en vuestro corazsm i lo hiera i lo come está. Me había olvidado el preguntarte
destroce; i os veréis sorprendidos por la vejez por ella.
—Como! no la has visto; piles ella filé
a
en medio de la juventud, i viviendo como ella
Nó, nó!
Hai vejeces como hai dolores que el mundo —Pero ¿qué tienes Enrique? qué es lo que
de to
no
comprende, i son esas que tienen su asien te preocupa? Tú bien sabes que apesar
con
to en el alma i el corazón, i que sin
embargo do— Carinen pronunció estas palabras
me in
son las mas terribles i las nías reales. . cierta amargura,— siempre tus pesares
El mundo llama viejo al que peina canas, teresan.
tiene la tez arrugada, los ojos sin brillo i no —Nada, Carmen, nada.
ancla sino que se arrastra. Pero quizá es esa —
-
Carmen, que lo observaba de hito en hito, j mió, arrancar lo que tengo aquí, i apretaba
corno que tuvo miedo i echó sus delicadas i enflaquecidas manos contra su
maquinalmente
la vista al cordón de la
campanilla. corazón.
—
sario que me
que procures dominar por
oigas,
ce ser adorado de rodillas Ai! desgraciado i un momento tus tristes fantasías
de mí que I —
3Iis remordimientos, querrás decir, le in
—
Demasiado tardólo has conocido, le im- terrumpió Carmen. Ah ¡Enrique cuánto mal
¡
terrumpió Carinen, con un ¡esto de incredu- ¡ me has hecho Este era el porvenir que con
lidad que trataba de ser gracioso i era deses- j palabras de fuego me pintabas? E:-.ín estos los
pereció. ¡ goces sin fin ni medida que me reservaba tu
—
Perdón, Carmen, perdón.... He sido mui I amor?.... Era este el mundo encantado, esc
cruel para tí; pero siempre aun en medio ele mundo que habia de ser la realización de un
¡
mis estravios, cuando por mi causa el dolor cuento de las Mil i una noches, que tu me pre
¡
i los remordimientos i venían a destrozar parabas, i en el que habia de olvidar io que yo
j
tu noble corazón, siempre siempre I llamaba mi falta? Ah! Enrique, cómo me has
te lo juro, Carmen, te he a i mentido cómo te has burlado de mi credu
—
Cállate. Enrique, cállate, no me recuer- ; lidad — Eres un pero nó nó perdo
des un pasado que trabajo por olvidar I ■■
na ih! si tu supieras cuanto sufro te com
que sin embargo siempre tengo delanto de j padecerías, Enrique, de esta pobre mujer a
mí ''
quien has perdido....
'|0
31'. LA SEMANA. Octubre 4.*
—
Temes que vaya a turbar tu felicidad? no significaría ruina, miseria, indiferencia sino
es así, Enrique? Temes que mi tristeza, mis desprecio de parte del mundo. I tú bien sa-^ —
remordimientos vayan a contajiarte Pero bes lo que eso importa para los hombres como
nada temas, Enrique Los hombres feli yo... Todo, todo Carmen, todo estoi dispuesto*,
ces, los que como tú viven eu el torbellino decidido a arrostrarlo, a emprenderlo para
del mundo, nunca tienen tiempo de oir a so detener, sino conjurar la tempestad que ni jo
las a su corazón I porqué te habia de ga sobre mi cabeza... Nada hai en este instante
nar la tristeza a tí que corres de placer en pla que capaz de emprender sea bueno o
no sea
cer a tí que por donde quiera encuentras malo, digno o infame, virtud o crimen, con
bellos rostros que te sonríen, corazones que tal de que me lleve a mi fin; detener mi rui
por tí palpiten, senos liónos de amor i de pa na;... nó, ocultarla... Carmen necesito tu di
sión en que reposar tu cabeza cuando un nero, la dote de tu hija i lo tendré...
amargo pensamiento trate de turbarla. Oh! Carmen quedó un momento anonada. Pa
recíale un sueño lo que oia. Tras un corto si
Enrique, eres mui feliz!
—
Así lo crees, Carmen, la interrumpió En lencio, miró a Enrique como alelada, maqui-
rique. nalmente, casi sin poder darse cuenta de lo
En
—
No solólo creo, sino que lo sé Apesar que acababa de oir. Creia imposible que
ele mi aislamiento, los ruidos del inundo sue de el mas cruel de to
rique tratara imponerle
len llegar hasta mi puerta. Esos ruidos me dos los sacrificios, el que despedazara la fibra
han hecho saber debes casarte con una rica mas delicada de su corazón de mujer de ma
heredera, con una joven hermosa i pura, con dre, el esponer a su hija a la horfandad i la
un verdadero ánjel, capaz de volver al camino miseria, sacrificando el porvenir, la dicha ele
a Satanás mismo, ele hacer palpitar el corazón ese pedazo querido de sus entrañas a los vi
mas gastado ¿La amas, Enrique, la a- cios, a los cálculos, a los proyectos talvez in
mas?... Nádame contestas.... No creas Enri fames de un hombre sin alma.
Dejemos, Carmen, esta conversación.... sos i nobles; cuanta elocuencia, de esa elo
No es este el momento de pensar en ese ánjel, cuencia toda corazón, sentimiento i verdad;
como tu dices, la interrumpió Enrique.... Te cuantas suplicas también habian en él silencio
decia que estoi perdido i que necesito que me de esa mujer i de esa madre.
salves Me entiendes, Carmen, que me Enrique vaciló. Sus ojos se encontraron con
salves! la apagada mirada de Carmen, mirada sin
Cómo así, dijo Carmen con interés.
— brillo, sin persistencia; pero de esas que no es
lado. Por
Sí, Carmen. Hace tiempo que estoi casi
—
una casa de comercio de Santiago. —Qué decides, pues, Carmen ¿me salva
Pero lo que quieres rás?
—
Entiendo, Enrique.
Ese dinero es Te he dicho que es imposible, le contestó
imposible
—
es
no puede ser,
mundo.... Carmen Con resolución. Si quieres mi vida
el dote de Laura... Por nada en
este
—Entonces te niegas. Quieres que me eles- aquí la tienes... Todo: todo estoi dispuesto a
que confiese mi ruina,
sacrificarlo pór'tí... por que apesar de todo,
honre, que me pierda,
mis planes todos, que Dios mió, amo a este hombre.... Pero el por
que vea desbaratados
cuando voi a tocar a la cima, a enderezar
el venir, el pan. de Laura, de mi pobre hija ja
mas... Me has hecho esposa indigna,., ío se
edificio de mi fortuna tenga que dejarlo arrui
una miserable su ria otra i mil veces por tí... pero mala madre
narse... 1 todo por qué? por
ma... Tú, que no lias
dudado en sacrificarme jamas1..-,
tu honor, tu felicidad.....
tranquilidad, tu ¿Con que nada harás por mí? la interrum
^—
—
Basta Enrique, por Dios, no continúes. pió Enrique, con abismadora sangre fria i fi
en ella una mirada concentrado i escu
—Sí, sí, me oirás, es necesario que
te pene jando
mi situación, Carmen; es necesario que driñadora.... Pues bien: tu lo has querido
tres de
a uno ele esos ins- Desabotonó con calma su levita, sacó del
comprendas que he llegado "
cinta rosada que con tanta impaciencia re de Enrique que partía, esclamó dejándose
cordaron nuestros lectores buscará en su me caer sobre el sofá.
sa, i presentándole a Carmen agregó sin per —
I sin embargo, amo a este hombre, Dios
der nada de su sangre fria: mío!
—
—
Eres un
Fábula.
■—
Señora
—
Elije....
—
No tienes corazón! Dependen de que en nuestras condiciones
Somos tan desiguales!
—
Elije, volvió a
repetir Enrique.
Sálvese mi Carmen con resolu
—
Sil gritaron las ruedas interiores:
—
hija, dijo
ción.,.. Entrega esas caitasa mi cuñado. ¡Que viva la igualdad! ¡No haya señores!
Un memento después agregó: El artífice sabio;
—
Pero es necesario que entiendas que desde Pero cansado ya de tanta charla:
el momento qne nuestras relaciones, hasta Pobres pedazos de metal, les dijo,
ahora cubiertas con el velo de una amistad
¿A. qué conduce esa arrogancia vana?
desde la infancia, sean conocidas por el tutor
¿Podréis hacer lo que hacen la campana
de Laura... ésta será separada de tu lado,..,.
1 el puntero prolijo?
I el mundo todo le sabrá, i quedaras... sin...
—
-Nó! respondieron con sonoro labio.
honra... i... sin... hija!
—
Dios mió! Dios mío! esclamó la pobre
—
Pues entonces callad: sin la aparente
madre i ocultó el rostro entre sus manos. Desigualdad que veis, tan necesaria,
Siguióse un profundo silencio interrumpido No os podríais mover regularmente;
solo por los sollozos de Carmen. Que ella equilibrio da a la maquinaria.
—
Es necesario concluir, dijo Enrique a me
Dejad vuestro charlar -necio, importuno,
dia voz, i acercándose a Carmen, añadió: I sabed que lo justo, en vuestro estado,
—
De sofisma.
Margarita.
Una historia!
Desde entonces no fué estraño margarita.
Ver al cisma Que pobre Babieza.... (deteniéndose). I
ese esto
Divisor; engaño
ver al
bajo el mayor sijilo al menos....
Derramarse por el mundo, isabel, escuchando con curiosidad.
Que cubren de Ciertamente.
error profundo margarita.
Los que con facilidad
De mentira hacen verdad; Por otra parte, él mismo me ha autorizado para
LOS .
¡De veras!
ISABEL.
Cfisessícs «I© la IteÉEía «Se Ríavarra k un señor de la corte....
o MARGARITA.
¿Cuál es?
CARLOS V, sentado cerca déla mesa de la izquier MARGARITA.
da, MARGARITA de pié al otro lado de la me No fe sé.... ni Babieza tampoco. ¡El.no lo vio! \
aun dudara de la traición, si el galán, con la tur
sa, i a la izquierda ISABEL, cerca de la mesa de
la derecha. bación de una súbita retirada, no se hubiera lleva
do el sombrero del marido, dejando en cambio
ISABEL. otro de riqueza i elegancia réjias.
¿Qué significa esto?... yo no entiendo palabra... carlos v, aparte.
a sentarse. cerca del velador de la derecha i to
(vi ¡Ah ya caigo!
ma una obra de costura o de bordado. MARGARITA.
carlos v, aparte, complicar la situación de una
1 lo que viene a
perqué yo mismo.... ceda..... sin que se sepa cómo, que ese sombre
margarita, a media voz i alegremente. ro....
Oh vos, señor,... vos sabéis mui bien.... carlos v, alegremente.
carlos v, sentándose cerca de la mesa de Era el del emperador, quien de esa manera se
Quiero decir queyo no le creía con ninguna pa ¿Con qué es cierto, señor?
sión absolutamente ninguna ¡Icómo nos en- MARGARITA.
No tanto es
preciso induljencia. ha dicho?
v, sonriendo, a Isabel.
carlos margarita, riendo.
Así es, lo tomáis mui a pecho.... mientras
vos ¡El emperador!
que no tenga otra inclinación mas seria que
la de carlos x, riendo,
Sanchica.. yo perdono!
.. ¡La princesa!
gattinara, a
Margarita
ESCENA XII.
¡Ah! ¿queríais perderme? pues yo os perderé a
vos.... i vos, señor.... quizas me escuchareis cuan
CARLOS V, a la izquierda, cerca de la mesa, así
do se os diga que Francisco I vuestro cautivo....
como MARGARITA. ISABEL a la, derecha, UN
CARLOS v.
UJIER o .unciando.
¿I bien?
*
EL UJIER. GATTINARA.
Su excelencia el señor conde de Gattinara. (Ga Está próximo a escaparse.... si a estas horas ya
ttinara entra, i se adelanta por el lado del rei a no se llalla fuera de vuestro poder.
GATTINARA. en favor de su
Que el rei de Francia ha firmado
Desde que me separé de V. M.... no me he ocu Delfín una acta de abdicación en debida
hijo el
pado sino en probarle mi celo forma.... acta que ha confiado a su hermana Mar
carlos v, riendo. garita....
que también se ha puesto
En verdad.... el pobre Gattinara!... margarita,
gattinara, co;i orgullo. de pié.
¿V. M. lo dudaría? ¡A mí!...
carlos v, tratando de contener la risa. GATTINARA.
de sino Estoi seguro.... para encaminarla a Francia.
Nó, veras.... pero perdóname, querido,
puedo dejir de reírme.... ah... ah... ah... margarita, aparte.
gattinara .
¡Ah!...
hablar V. M. de los carlos v, bajo a Gattinara.
¡Cuando vengo a a peli
gros... Una acta de abdicación! ¡Todo se nos escaparía!
riendo.
margarita, ¡todo seria perdido!
Que habéis corrido.... ah, ah, ah. GATTINARA.
Ecos de la semana.
ritu que nos anima. Una nube tejida, un suspiro
de la brisa hilado, una idea risueña convertida en
Santiago, setiembre 30 de 1859,
La la naturaleza.— La prima
muselina, un pensamiento de amor reducido a
sumario. —
primavera en
vera en las manufacturas. La primavera en los sen
—
gasa de seda, tales son los modelos mas acabados,
tidos.— Prodijios del deshabillé.— Honores fúnebres. propuestos a los trajes.de primavera.
—
Al que fué.— Semana teatral. Circulo literario, —
da se anda poco i se mira mucho, i en donde quie provincia; el batallón Buiü desfila a continuación;
ra que hoi se congrega nuestra sociedad cuatro de los jefes i oficiales francos de la Guarnición i la
los Sentidos permanecen ociosos para dejar uno milicia cívica cabalgan detras del Buin; i el rej
solo en ejercicio :^-el (felá vista> jimiento de Granaderos a caballo completa i cie^
Sin contar los nuevos vestidos de la estación, rra el prolongado convoi. Entre tanto, habéis po
han tenido los ojos abundante pábulo a sus mira- dido distinguir, en el interior de los coches mez
radas el lunes i martes de la presente semana, con clados con la comitiva de infantes i caballeros, las
ocasión de los funerales del jeneral Vidaurre, muer comisiones del cuerpo lejislativo, el cuerpo de la
to valerosamente, como sabéis, en la última revo Municipalidad o sea la Municipalidad, en cuerpo,
lución de Valparaíso. La traslación de sus restos
— i los tres cuartos existentes de la unidad minis
de la capilla del Salvador, donde estaban deposi terial.
tados desde el domingo, a la iglesia de la Compa Coches i personajes, caballos i caballeros, fu
ñía, atraía el lunes un numeroso jentío i lo sem- siles i soldados, músicas i estruendo, han desapa
¡
braba en toda la es'tension de la alameda. La hora recido desembocando o, con mas verdad, embo
no podia ser mas propicia al incremento de la con cándose en la calle de la Bandera para detenerse
currencia : -a las doce del dia es lícito salir a la ca delante de la iglesia de la Compañía. La sed
lle -de trapillo i ocultar entre los pliegues del pia insaciable de bélico aparato i fúnebres pompas
doso manto la del talle i la ausencia del no tarda arrastrar por el mismo cauce la
gracia en
tocador. Ninguna razón de toilette podia a tal hora corriente de los espectadores, que corren a la
-detener en casa a nuestra población, que en conse plaza de Armas a ver dispersarse las tropas i es
hizo esperar i dio tiempo a la vista para descubrir i pletarse hasta el siguiente dia con las suntuosas
admirar los mas delicados tipos femininos en la exequias, celebradas en la Catedral, i los postre
condensada multitud. —
res de cabello rubio i cuántas mujeres adorables al confiar sas restos al Cementerio.
■de cabello negro, qué de frescos pimpollos de ojos Hecho esto, todo quedaba concluido para el
azules i qué de niñas pensativas de negros ojos, deber oficial i la curiosidad indiferente; mas nó
qué de pliros perfiles, qué de tiernas mejillas, qué para la aflijida familia i los amigos del muerto, que
de labios de púrpura, qué de sonrisas deliciosas i lo recuerdan con lágrimas i la lloran con justicia.
miradas trascendentes, no habia que ver i codi- El Jeneral Vidaurre fué un hombre honrado, un
que
recorrer, i el dia, aunque no despejado, ardiente; han pasado de dos, parca también en con
—
no
conviene, pues, darse prisa i salvar ala mayor bre currencia, que ha sido el jueves frugalmente es
—
instrumentos vivos i alegres sonidos, que des Carnaval de Sevilla, bailado por la Thierry, i un
miente el destemplado parche de los tambores, i criado para dos amos, desempeñado por Garces i
las negras corbatas de las banderas. El convoi secundado por Gaitán a las mil maravillas, fueron
camina con velocidad; ya se divisan los morrio felizmente aplaudidos.
nes i sables de la Brigada de Policía, que abre la La función del jueves" ha superado sin embar
marcha; la sigue el cuerpo de Artillería arrastran go, i con mucho, a la del domingo. Una linda co-
do trenes de pos de la
campaña; i en mediado Bretón : Un novio para la niño, dialo-
—
pesados i
para el espectador i justos aplausos para los acto ra, quedó sin leerse, ausente como estaba su
res. El público siempre previsor, reservó empe
—
nalmente, Clapera cantó con buena fortuna Las apreciar por sí mismos oslas composiciones, que
Ventas de Cárdenas. empezarán a publicarse desde el próximo .número .
elevada de su estro, i la difícil facilidad del diestro La «Semana» aparece todos los sá
versificador, como lo es él a todas luces.
bados i consta por ahora de diez i seis
Oyendo, en seguida a don Martin J. Lira leer las
folio. La protección del pú-1
calientes estrofas de su canto, era difícil escapar pajinas en
del entusiasmo i encumbrada inspiración que las buco decidirá de su incremento suce
ción, en ausencia de su autor, una oda bellísima Talca.— Sres. E. iS. Rondanelh\
de D. E. de la Barra, que obtuvo el accésit. Chillan.—Sr. D. Abrahan Siredey.
A su turno don Joaquín Blest Gana nos hizo la Lu¡a.— Establecimiento del Sr. Ri-
lectura de su memoria sobre el tema en prosa, que
cordi, calle de las Mantas
fué la que obtuvo el premio. La concepción bri
llante i el no menos brillante desempeño de este
Arequipa.— Sr. D. Manuel G. de Cas-
la merecida repu tresana.
trabajo justifican nuevamente
tación de su autor.
Círculo de amigos de las Letras. ban, a juicio clel autor, que tal levantamiento
no era sino fruto de la labor oculta que traba
Reunido el lunes de la presente semana el jaba, largos aüos habia, a pueblos colocados
jurado elejido a la suerte i encargado de juz bajo idénticas condiciones de vida, i el éxito
gar las composiciones que concurrieren al cer de tamaña lucha el único posible, porque no
tamen abierto por el Círculo, procedió a leer era sino el efecto
preciso de una causa fatal.
seis trabajos que se habian presentado. Tres
.
¿Dónde residia esta cansa? En el progreso in
de éstos cumplían con las Condiciones del te cesante clel espíritu humano, que levantó so
ma en verso, i los otros tres eran relativos al bre las ruinas clel mundo antiguo el edificio
tema en prosa. Todos ellos, salvo uno que ha de la civilización moderna i ha hecho recorrer
quedado exento de toda apreciación, son esti a ésta un
largo camino sembrado de trastornos
mables por mas de un motivo, i dan una prúe- i vicisitudes, que produjeron sucesivamente el
ia lisonjera de la actividad intelectual que se feudalismo de los primeros siglos, las monar
ajita i trabaja entre nosotros, a pesar de las quías absolutas de los siglos siguientes, la Re
perturbaciones nacidas de las luchas políticas forma i lá revolución de Inglaterra, la filosofía
i del desaliento inherente a ¡a falta de estímu i la revolución francesas del siglo décimo octa
los. vo, la independencia de la América clel Norte i
El llamamiento hecho por el Circulo ha te finalmente la nuestra. Este progreso indefinido,
nido, pues, eco en la intelijencia de los hom consignado en Ja historia, que es el itinerario
bres estudiosos i dado por fruto tres Cantos de la humanidad, arrastró en su cursóla eman
A la indejiendencia de América, de mérito cipación de ¡a América española; i si ésta pudo
poco común, i dos memorias en prosa, en que postergarse algunos años o frustrarse én la
se discute i resuelve, con marcado acierto, la
primera ocasión, habia de realizarse tarde o
cuestión propuesta: La revolución de las colo temprano, necesario, fatal como era su cum
nias
hispano-americanas ¿fué un hecho nece plimiento. El autor reconoce, pues, en la In
sario o accidental. —
Habiéndose apartado de dependencia de Sud-América un hecho nece
este tema la tercera de las composiciones en sario e inevitable.
prosa, ha quedado excluida del certamen. En el estenso desenvolvimiento que ha dado
En el compendioso juicio que se va a formu el autor al terna propuesto, ha podido el juran
lar de los cinco trabajos restantes, el Círculo do reconocer manifiestamente la abundante
tendrá facilidad de apreciar su importancia res copia de sus conocimientos, la sagacidad de
pectiva i el lugar que en consecuencia les ha sus investigaciones i Ja exactitud de sus
apre
¡asignado el jurado. Si es honroso para éste ciaciones i razonamientos, dotes realzadas por
pronunciar su fallo sobre producciones tan no las de un estilo correcto, elegante i colorido.
tables, no por eso es menos ardua i peligrosa De esta suerte, el fondo i la forma de la memo
su tarea. Así es
que solo después ele un dete ria han contribuido de consuno a inclinar de
nido examen i comparación ele los trabajos, se su laclo la balanza de nuestro juicio i atribuirle
ha decidido a colocarlos en el orden de prece el premio.
dencia que se espone a continuación. La segunda memoria en prosa, que lleva
De las composiciones en prosa, la que lleva por contraseña : Regna fluunt; series nova re-
por contraseña una estrella i por epígrafe esta rum
surget et ordo, se recomienda asimismo
cita de Monteagudo: «La Revolución de! Mun por la facilidad, pureza i brillantez de su es
do Americano ha sido el desarrollo de las tilo, a tal punto que el jurado no ha vacilado
Ideas del siglo XVIII» es la que el jurado cree
,
en declararla mui merecedora del accésit. En
—
mas acreedora al premio propuesto. la primera parte deella, consigna el autor que
El autor de esta memoria principia por es la emancipación hispano-americaua, fué con
tablecer que la independencia de América no secuencia de las leyes eternas de desenvolvi
fué un hecho accidental, provocado por una miento a que las naciones, como los individuos,
causa momentánea, sino el resultado inevita viven sujetas. Empero, al mismo tiempo
que
ble de la marcha de los sucesos humanos, so conviene en la necesidad de la independencia
metidos ala lei clel progreso, que es la lójica de Sud-América, no encuentra en el hecho de
-í-1
o'2-2 LA SEMANA. Octubre 8.
cidente casual. Hai pues, entre estos dos jui Sobre, su propio nombre: el nombre godo,
cios ele la memoria una contradicción, que por creíirros oír al duque de Frías cuando dice t\
fortuna es mas aparente que positiva, i acaso los ele esta América Española:
hijos
procede únicamente ele no haber formulado el
autor con bastante precisión sus convencimien
I yft del indio esclavos o señores,
'
;Es[>p¡ip)es seréis, no auiericaiTOs.
tos, ni definirlo con claridad la p^rte-que en la
revolución americana corresponde a la causa Porque recuerda con orgullo nuestro pocla
ocasional, a la oportunidad queda hizo estallar que desciende de aquella raza -de Corteses i
en un tiempo dado, i la que no fué sino efecto Pizarros i Valdivias, porque no puede menos
de una causa orijinaria i real. de ser mui española aquella tierra por quien
Cada -una de las tres composiciones en ver ha dicho el vate peninsular:
so
que se han presentado, es una obra digna
Qn™ ahora i siempre el argentadla osado
del teína propuesto.
Que del mar arrostrare los furores,
Cuando el jurado tomó sobre sf la ardua ta Al arrojar el áncora pesada
rea ele calificarlas, no En las playas antipodas distantes,
pensó ciertamente que Verá la cruz clel Colgóla plantada,
hubiera de serle tan penosa i arriesgada,
i escuchará la lengua de Cervantes.
puesto que todas ellas tienen dotes i cualida
des sobresalientes que embarazaron -tm mo ¡I cuan bellos no son aquellos versos coil
mento el fáílo. <qtre nuestro poeta canta la emancipación!
En la una brilla el ardor i el entusiasmo. Dejando atrás el pasado, contempla a la Amé-
'
Esta, que se ha presentado anónima, acaso rica que se despierta i levanta de su.sueuo, que
hubiera tenido otro lugar que el de ;la mención se lanza a la. guerra, que lucha i vence, i acom
honrosa que se le ha asignado, si hubiera es paña su triunfo con votos de eterna bienaven
tado escrita en otro metro mas difícil que. el turanza.
c[ue escojió su autor, i a no haber sido supe No hemos querido hacer estractos de :esta
rada por otras en el plan i en el desempeño. bellísima composición: debe apreciarse en su
La que. ha merecido el accésit. lex a. por con conjunto : seria defraudar a los lectores del
traseña Patria i Libertad ; es una oda en que placer que esperimentarán al leerla entera.
el autor se muestra colocado a la altura del Decimos lo "mismo por las demás. En cada
una ele las tresrcomposiciones en verso, halla
grandioso tema propuesto. La versificación es
correcta i fácil : ideas frescas i conceptos poé -
rán los aficionados -a esta clase de obras mu
ticos nuevos la engalanan, i quizá habria. he cho que tomar en cuenta para el arte, mucho
cho trepidar el juicio del jurado, si algunas que elojiar i bien poco que criticar, a no ser
descuidos en la elección de las rimas no la hi que la crítica quiera ejercerse con el rigprismo
cieran inferior, a nuestro entender, a la erue i la destemplanza que no gon propios tampoco
ha obtenido el premio. de este lugar.
Esta es la que solo tiene una señal por con No concluiremos sin notarqne por una rara
traseña. Su autor ha dividido su trabajo al pa coincidencia, en mas de una de las composi
recer en tres partes. La belleza de la inmensa ciones que hemos examinado, se ha exhalado
un quejido de dolor, al contemplar el triste
parte del globo que se llama América, lo ha
arrebatado; i ha descrito en preciosas estrofas cuadro que ofrece a la vista del americano es
ele relevante mérito poético, el privilej'iado pañol el inmenso territorio que puebla su ra
suelo que habia de ser descubierto por el in za. ¡Por todas partes la devastación, por todas
mortal jenovés. En esta linda descripción ha partes la guerra civil, por todaá partes la ven
lucido el autor la gala del decir, la facilidad ganza i el esterminio! ¡Infelices! ¿a dónele ca
la minamos? ¿A la muerte quizá?
para versificar-; i a la corrección lia unido
Los poetas lloran, los poetas piden paz para
galanura i el desahogo que son tan difíciles de
hermanarse. la patria i, cerno el autor ele que nos ocupa
No ha hecho menor justicia que al intrépi mos, levantan las manos al cielo para implo
do nauta, a la noble matrona, su protectora, :a rar del Supremo Hacedor que se apiade de
la insigne Isabel, modelo de soberanos i mo nuestra fortuna impia, que ahogue las pasio
delo de mujeres. El autor ha querido ajustarse nes
a la historia i sin apartarse de la senda que
€ón que sus hijos crueles
ella le tiene trazada, llega al coloniaje i en ro Atizan la anarquía
bustos versos, describe su importancia i nom En constantes, civiles disensiones,
bra sus defectos, salvándolos con el tino con Porque dé en su clemencia
la A la América toda
que el inmortal Quintana los descarta de Paz, unión, libertad, independencia.
hacerlos recaer sobre los
España para tiempos.
Pareciónos que el autor se habia empapado Santiago, setiembre 29 de 4859,
en la lectura de excelentes modelos: su ento
nación nos recordaba la de los maestros de la Herma jenes de Irisarri. Manuel Carvallo.
—
lengua en composiciones ele carácter semejan Gabriel Izquierdo. llené Moreno. —Do
— —
estar actual i la esperanza del futuro El carácter de la porfiada lucha que sostuvie
mejoramien ron las colonias con la
to. Casi todas las revoluciones tamb;en son el fru Metrópoli, manifiesta cla
to de una ramente que en ella forcejaba por triunfar, un
prolongada labor, imperceptible muchas
veces para la
época en que se verifica, i los suce principio aferrado con las raices de la convicción,
sos que
provocan su estallido solo sirven de pre- que no eran bastantes para anonadar ni los. des -
ti.sto al desarrollo de la causa remola, como la c ¡labros da las derrotas, ni las miserias de la
chispa que inflama el combustible largo tiempo proscripción, ni las hambrientas cuchillas de los
hacinado. La invasión de los Eárbaros, no hizo patíbulos, que en ella pugnaba una idea determi
mas que ultimar a Roma nada i consecuente, que solo es de hallarse en las
decrépita que agonizaba contiendas
en los brazos de sus eunucos i cortesanas
; Carlos I provocadas por un estímulo anterior a
los hechos casuales que las hacen, estallar. La te
pereciendo en el cadalso mas que el holocausto
exijido por el furor del Parlamento Puritano, fué naz obstinación, laño desmayada constancia,con
la víctima espiatoria de los errores que los americanos prosiguieron una empresa de
que el poder
tan incierto i dificultoso resultado,, mal
rea¡ venia cometiendo desde atrás; la revolución pudieran
francesa habia sido predicada por ios apósto avenirse con la suposición de una causa transito
les de la filosofía muchos años antes de abrir la ria o casual: los pueblos no derraman su sangre
con la
sangrienta campaña contra los tronos, i la hispano prodigalidad del heroísmo, no dejan incen
diar las ciudades", talar los campos, no sacrifican a
americana, fué el eco necesario del movimiento in
telectual i- político del viejo niunJo i la consecuen sus
mejores ciudadanos, ni sostienen un combate
cia precisa del mismo sistema colonial de catorce años, por alcanzar el devaneo de un
español. momento. Las revoluciones nacidas de accidentes,
(1) Esla memoria fué la que obtuvo el premio en que no se relacionan a un jérmen constante en su
el certamen abierto por el Círculo de anegos de las le acción, que no remontan su orijen a motivos arrai
tras, en setiembre de 18i9. gados en el corazón de las sociedades, están des-.
324 LA SEMANA. Octubre 8.
tinadas a morir sin eco con los sucesos acciden sombra en los llanos de Venezuela, sobrenadando
tales que las producen; porque solo a los trastor en el mar de sangre en que habia creido- ahogarla
nos
políticos o sociales que so derivan de un prin Morillo, para alzarse coa robusto cuerpo en Var^
cipio encamado de antemano, que tienen por | gas i Boyaca; i cómo el pueblo de Quito seatrevió
fuente una idea justa o verdadera, corresponde el a organizar la
segunda Junta, sobre los cadáveres
privilejio de dejar en su tránsito una huella lumi de los miembros de la primera, i renovó con sus,
nosa, que encienda el entusiasmo del heroís opresores el duelo a muerte en que no supo ce
mo, la abnegación del sacrificio , una semi jar, hasta que disparó su. ultimábala i pereció su
lla fecunda que brota bajo las plantas de los último héroe?
misinos que la oprimen, que jermina en el interior La América Española combatía por- un princi
para romper la corteza por mil partes. El terror, pio, luchaba defendiendo una conrtecion, i al aco
el rigoroso escarmiento, el desencanto de la pri meter la empresa obedecía a una lei lójica i fe
mera derrota, sofocan las mas veces en su cuna. tal, cuyas consecuencias tenian que desarrollarse
aquellos sacudimientos que nacen de un suceso mas tarde o mas temprano. La memorable revo
accidental sin ligarse a una idea jeneradora; mien lución social iniciada por la filosofía del preceden
tras las verdaderas revoluciones, cobran nueva te siglo, que halló en Francia una forma determi-.
vida en la desgracia, conquistan nuevos prosélitos nada, debía encontrar en las colonias Españolas un
en el martirio, cavan en el silencio una honda mi
rellejo simpático, vago i pequeño en los principios,
por la resistencia do la ignorancia, del hábito
na, cuya erupción es tanto mas tremenda, cuanto de
mas grandes han sido los esfuerzos para ahogarla. tres siglos, de una civilización amurallada en el
La historia de las colonias hispano-americanas nos polo opuesto a las nuevas ideas; pero que poco n
ofrece mas de un corolario de estas lójicas verda poco penetrando, con el estudio entre las clases mas,
des : la sublevación del pueblo de Quito, a media elevadas de, la sociedad, crecía i ge fortificaba has
dos del pasado, siglo, se cslinguió con el severo ta formar el jórmen. de un trastorne* radical.. En,
castigo inllijido a los principales perturbadores; vano la España, que habia pretendido salvara 1*
que si excitáronla compasión, no infundieron ei península del jeneral contajio, procuró cerrar la
ejemplo, i la sangre de Tupac-Amaru apagándola entrada en sus colonias a las ideas que dominaban.
revuelta que, con rapidez contajiosa, «india por en el antiguo continente, circunscribiendo la ilus
las provincias del Perú, borró hasta, el recuerdo de tración científica en los rudinaentosescolásticos de
aquel suceso, calificado de locura, cuando no ol las ciencias profesionales, i prohibiendo la intro
vidado como todo accidente que carece ele signi ducción de los nuevos libros como la de una peste
ficación social o política. Mui de otra suerte acon asoladora, Nuestros padres, con la avidez de los
teció en aquellos mismos pueblos con la revolución niños que devoran un manjar prohibido, se da-.
de la independencia : los primeros apóstoles fue ban maña para obtener los peligrosos volúmenes,
la medita
ron también los que encabezaron el martirolojio que leian en el silencio, saboreaban en
patriótico ; pero sus cenizas abonaron, la tierra ción i comentaban en la espansion de la íntima
revolucionaria, haciéndola fecunda en nuevos már amistad, empapándose en las atractivas doctrinas
de proselk
tires ansiosos de ocupar el puesto de los que caian; que contienen hasta formar el espíritu
i cada contraste, cada fusilamiento, no hacían mas tismo, la fé profunda que, con la convicción de la
(¡ue provocar una pronta represalia encarnando verdad, iba estendiéndose por la sijilosa propa
mas profundamente la idea de la revolución, hasta ganda. La filosofía de la historia no ha estudiado
tornarla en una pasión, con el descarrio de la ven todavía lo bastante entre nosotros, la relación que
ganza, con la grandeza délos nobles afectos, con une la revolución hispano-americana con la.aj.ita-
ia tesonera constancia i el despego de los intereses cion que en el continente europeo sembraron los
egoístas, que siempre se hermanan con los senti novadores del siglo XVI II; pero desde luego, sin,
mientos dominantes i esclusivos. Desde que, por recurrir ia prolijo escuadriñamiento, no parej
un empuje superior al impulso que recibía de los ee mui aventurado asentar que, si las doctrinas de
acontecimientos actuales, comenzó a moverse el los filósofos sirvieron de fuente a los principios
carro de la revolución, pudo alguna vez detenerse proclamados en la revolución francesa, estos i
en su carrera, vacilar quizá, exhaustas las fuerzas aquellas entraron en no pequeña parte para pre
ele los que lo dirijian; pero jamás intentó retro parar el levantamiento qu.a trajo la indepen
gradar, nunca estacionarse en su camino, ni menos, dencia de las colonias españolas. La tradición
intimidado con lo áspero ele la jornada, dar la refiere que Morales i Quiroga, los. principales co
vuelta al punto de la salida. La revolución se ama rifeos de la revolución quiteña, se reunían en el.
mantó con la sangre de sus hijos mas queridos, fondo de un profundo barranca para leer a Filan-
creció alimentándose con el sacrificio del bienes- geri que por acaso habia caido en sus manos; i en
lar, de la riqueza, de la posición social; i sin em todos los manifiestos con que las diversas seccio
bargo, las familias mas esclarecidas, pueblos en- nes americanas mostraron los motivos de la revo
ie-ros se disputaban el honor de tri utarle su ho lución, es, mui de notarse la similitud de ideas po
locausto; i en las épocas mas azarosas, cuando líticas i sociales, i mas que todo, la visible remi
todo se aunaba para helar el entusiasmo mas niscencia de los principios que sobre los derechos
ardiente, para matar la esperanza con mas predi del hombre, la soberanía popular i la igualdad,
lección acariciada, cuando todo presaiiaba el com habian predicado la fiiosofía i la revolución fran
cesa. Estudíese el carácter de los escritos de Ca
plot-) naufrajio de la causa da la independencia,
del seno del conflicto nacia uuevg aliento para milo Henrique?, Vera, Irrisarri, Martínez Rosas, los
sacudir la postración, inspirando nuevo brío, Si preámbulos de los (lecretos ele las Juntas, i no
fué la revolución únicamente parto de la casuali podrá menos de reconocerse, que la jeneracion re
dad, ¿como no sucumbió en Rancagua, cómo tras volucionaria se. habia impregnado de las teorías,
del desastre de Cancha Rayada cobró fijezas bas que tan grande conmoción causaron en el antiguo
tióles para descargar el golpe de Maipo; cómo inundo, produciendo en América un efecto menos
¡í directo talvez, pero no por eso menos derivado
pudo Icvan'arse en el Perú después de Tonda, ¡! de! mismo orijen. Monteagudo, e(
Moque-'iiaiel Desaguadero, asomar como una lejana político mas
8. LA SEMANA. 325
Qctubre
profundo de nuestra revolución, el injenio mas sa cia oportunidad para que acontecieran los mismos
gaz, mas filosófico entre nuestros pensadores, de hechos, cuya ocasión se halló tan adaptable en la
cia con el dogmatismo que sacaba del conocimien prisión del monarca i en la invasión de la penínsu
to de los hechos, en su notable folleto sobre la la por los ejércitos franceses. La América españo
Federación de los pueblos americanos: «La re- la, al levantarse contra sus dominadores, obedecía
« volucion del mundo americanoha sido el desarro- a la misma regla lójica que reconoció Santo Domin
revolución se distinguieron tantos jóvenes educa pañoles; porque estos no se engañaban ai traslucir
dos en la madre patria, o que habian tenido oca- en aquellas manifestaciones de entusiasmo monár
rion de observar la situación europea: don Carlos quico, la tendencia revolucionaria con los resulta
Montúfar i el Almirante Blanco asistieron a los cur dos que produjo. ¿Si la revolución no estaba pre-
sos del colejio de nobles de Madrid: San Martin parada, si en la sociedad no se ajitaba desde antes
i Carrera sirvieron en el ejército español; i Bolí mi elemento de revuelta, contrario a la existencia
var, i otros muchos visitaron la Europa, recojiendo del poder español; porqué temer los mismos me
involuntariamente el espíriturevolucionario. El pue dios que empleaba la madre patria para conser
varse en bien de su rei; por qué no permitir el sacri
blo, mientras tanto, no comprendía quizá la causa fi
losófica, el principio teórico del movimiento, deján ficio de amor i lealtad que querían ofrecerle sus
dose llevar por la corriente, con el instinto que eu subditos de América? 1 es de notar que asi como
las masas suple al convencimiento de las grandes la revolución encontró sus adeptos en los america
verdades. Las mismas autoridades peninsulares no nos mas ilustrados, del mismo modo la monarquía
llevaron su ceguera hasta no comprender que el orí- se apoyaba en las audiencias, en los empleados de
jen de la revolución debia rastrearse en el influjo categoría, en los españoles mas entendidos, lo que
de la civilización europea que, no alcanzando al a la verdad era bien racional; porque si los pri
La revolución hispano-americana habia sido, bria esta declarado por aquel único influjo, de-.
rivado de acontecimientos naturalmente transito
pues, preparada de antemano por un hecho estra-
ño a la manera de ser especial de las colonias, por rios, susceptibles de súbila variación, i en que a
pl curso natural de la civilización, por la crisis que los americanos no era dado cifrar fundadas espec-
abarcaba a casi todo el mundo, porla situación que ! tativas. Preciso es por otra parte confesar que los
atravesaba la humanidad. Verdad es que la influen i acaecimientos de Bayona, la renuncia de Carlos,
cia del estado de la Europa sobre las posesiones i la prisión de Fernando, i la invasión francesa, na
españolas no hubiera sido bastante inmediata, bas I eran de aquellos mativos tan directos en su efec-
tante poderosa por sí sola, para producir median I to, tan fuertes en su manera de obrar, para encen-
te su sola acción el movimiento unisono de las co |
der una revolución tan rápida en su nacimiento,
lonias; pero sí era un motivo mas que suficiente I tan semejante en todas las colonias i tan conse-
! cuente de_spues en su progresiva marcha. De los
para formar la causa remota de la revolución, pa
a que acabamos de aludir ni remotamente
ra dejar depositado, en el seno de los pueblos, un I sucesos
principio fecundo en consecuencias mas o menos se deducía que la América debia ser independien-
tardías, aunque siempre precisas, como el resultado l¡ te, ni ellos trastornaban las sociedades america-
de una lei fatal en el desarrollo de la civilización. i ñas, en términos que tuvieran que discurrir una
1
Lii decenio, veinte años antes o después, no im 1 nuera constitución para salvar del peligro. ¿Qué
el amado monarca jimiera en la
porta; en cualquiera ocasión; la insurrección cons j) importaba que
titucional de España contra el absolutismo de Fer^ i i cautividad, si ese acontecimiento no rompía los
nando Vil, las contiendas entre don Carlos i la ;|
vínculos de las colonias con la metrópoli; qué la
rejencia, la libertad de la Grecia, la separación del j" organización de Juntas cuando ellas no pretendían
Brasil, un pretesto cualquiera habria dado propi mas que formar núcleos de acción para a-legar los
326 LA SEMANA, Octubre 8.
elementos del patriotismo fiel a la monarquía? Si del derecho;: i fuerza era que a medida que en los
en
lugar de levantarse la España para rechazar la pueblos fuesen penetrando las lucos de la civiliza
oslraiyjera conquista, hubiera sido aquel hecho ción, cuyo reflejo puedo ofuscar la opresión, pera
una pugna entre la nación i el monarca, la lucha
jamás borrar del todo, surjiera en el pecho ame
de una revolución contra la autoridad lcjítima, se ricano, un sentimiento tan natural como el re
concibe fácilmente que acontecimiento tal, conta- chazo de injusta agresión, que paulatinamente
jiando las colonias, habria sido vigorosa palanca llevase a las colonias al deseo de modificar su
para mover la rebelión-, poro cuando la península triste suerte. Esperi mentado al principio como la
so alzo cabalmente vindicando la
integridad de su vaga conciencia de un malestar indefinible, for
territorio, amenazada por la invasión; cuando el mulado después en humilde queja, debia con el ,
encarnizado combate e|ue sostuvo, con el francés, tiempo, con el desprecio de los opresores, con
era la protesta mas elocuente de su
apego a su vertirse en el. odio de simpática bandería i formar
antigua existencia, mal puede buscarse en la si el programa de una revolución, en que se comba
tuación de la madre patria el orijen de la. revolu tía por el derecho, por la libertad, por la existen
ción americana. Fué sin dgda el pretesto, la oca cia social de toda una raza, la mas numerosa i la
sión hábilmente csplotada en beneficio de las que mejores títulos podia presentar en apoyo do
idoas de antemano alimentadas, el accidente im sus: pretensiones.. Recórrase la prensa de la época
previsto; pero de ninguna manera la causa, el mó de la. revolución, léanse las piezas en que los di
vil jenerador del movimiento que, a no tener ra ferentes estados consignaron sus amargos repro
dicado un principio anterior, no habria logrado ches, contra la España., manifestando a las demás;
desarrollarse con sucesos eme con él no guarda naciones los justificativos de sn conducta, i se
ban relación alguna de similitud o de causa i efecto. vendrá en cuenta que la emancipación- se deriva
Prescindiendo de las circunstancias que acaba estrechamente de los yerros i vicios del coloniaje,
mos de notar, existia también en las colonias una el hen
que hacían, necesario, fatal e indispensabje
causa mas próxima i directa, dió déla independencia.
que desde largo
tiempo venia preparando la revolución. No siem Las colonias, españolas llegaron a emanciparse-
pre acompaña al valor de los conquistadores el siguiendo un camino harto distinto, pero no me
liábil pulso que se requiere en los colonizadores: nos lójico qvve el que a igual término habia con
la España tan heroica en la conquista; la España ducido a la América del Norte. En esta, el des
que con pasmosos hechos manifestó que no eran ligamiento de la metrópoli, los hábitos de libertad
imposibles los prodijios de los semi-díoses de la i gobierno propio que arraigó una colonización,
fábula pagana; infatuada con las ideas de la-época, independíente,, aquella existencia individual que
preocupada con errores naturales en aquellas tiem cada colonia logró labrarse, llevaban derecha
pos; planteó el sistema de colonización menos a mente a la independencia,, con el pretesto del des
propósito para asegurarle la tranquila posesión de conocimiento ele cualquier derecho consagrado
sus dominios de América. Sin embargo que la por- la lei i la costumbre,, del mismo modo que
raza vencida habia casi completamente desapare la opresión i 1* injusta desigualdad que presi
cido, o perdido del todo su influencia, las colonias, dieron en las posesiones, empanólas, las arras-.
•
mas que como tales, eran miradas como conquis traba, con una fuerza constante en su impulso, a
tas, sometidas a estricto réjimen, a severa legisla buscar en la emancipación ol remedio de sus ma-,
ción, a desigualdades penosas que levantaban una les. Parala América del Norte,, era la indepen
valla insuperable entre americanos 'i españoles. dencia el reclamo del pupilo que, llegado a la:
En su egoísta codicia, la madre patria prohibió el edad varonil, exije la administración de los nego
comercio reservándose únicamente para ella los cios que el mismo tutor le ha. enseñado a dirijir;
deles-
tesoros de las colonias, imponía a cada una, si jé- para las colonias españolas, el esfuerzo
nero de industria a que tenia forzosamente cuie clavo sometido a arbitraria servidumbre, que pre
dedicarse en provecho de otro esclusivamente mo tende romper la opresora coyunda: para la pri-
nopolizado por la vecina, mantenía sistemática mera como parala segunda la sanción de una lei
mente la ignorancia i condenaba a los americanos, necesaria ea sus consecuencias, el desarrollo de
por el hecho solo de haber nacido aquende los un principio lójico como las eternas prescripcio
mares, a ocupar una posición social con mucho nes que regulan la marcha de la humanidad.
inferior a la de los. peninsulares. Rentas, honores, Sino debe la historia ajuslar sus fallos al ciege
no podria esplicar muchos de los
títulos, empleos, influencia, riqueza i mando,, todo fatalismo, que
se hallaba concentrado entre los españoles que, grandes hechos que constituyen las épocas huma
si
cuando mas permitían a los americanos el misera nas, escasa andaría su filosófica averiguación
ble privilejio de comprar una vara de rejidor, o con ella no. descubriese, que la mayor parte de
los
una plaza de juez de. abastos: españoles eran los acontecimientos, nacen de ciertos principios mas
Virreyes i Capitanes jenerales; españoles los que ornónos cercanos que tienen que producir resul
mandaban los tercios, los que ocupaban losasien tados positivos. La historia se funda también en la
tos de las audiencias, los que gozaban pingues lójka ; i si para ella, el descubrimiento de la Amé
sueldos sacados de los tributos i do las minas de rica no tuvo otra causa el incomparable in
que
los americanos. —
Imposible que dos razas colo jenio de Colon, su emancipación fué el resultado
cadas en tan diversa situación, pudieran jamas preciso ele ¡a influencia de la civilización europea
unirse con el afecto del nacionalismo; imposible fortalecida con los elementos especíales que le
que los americanos amparados por mas lejítimo. suministraba el estado social de las colonias.
derecho aceptasen sin murmurar la cspoüacion de
lo que debia pertenecerles, i mirasen sin celos el Joaquín Blest Gana,
desdeñoso desvio con que los trataba la metrópoli.
Por mas ignorantes i sumisas que fueran las colo
nias, no era dable aue la egoísta i mal calculada
organización que se les impuso dejara de desper
tar el instinto de la justicia, ya que no la noción
■Octubre 8. LA SEMANA. 327
Acaricia i abriga,
De ambición noble i de la fé guiados,
Entre valles cuajados de esmeralda,
Eu toscas naos, frájiles bajeles,
Inagotable espiga. A la mar se lanzaron arrojados
la catarata despeñada
Navegantes intrépidos i fieles.
Aquí Mas que de lona i jarcia, pertrechados
Abre profundos cauces;
De arcabuces, de espadasi broquele:-.
I no lejos la brisa embalsamada
Dios a Colon de conductor elije
Susurra entre los sauces.
El instrumento de Dios, él los dirije.
Brota de entre las peñas manso arroyo Del furor de encontrados elementos
I en sus cristales baña
Las pobres carabelas combatidas,
Plátano, cocotero, chirimoyo, A merced de los ímpetus violentos
I dulcísima caña.
De las soberbias olas, sacudidas;
Las cuerdas i las velas por los vientos
Su indomable altivez el potro aplaca En trozos i jirones desprendidas;
Cuando sus aguas bebe; Azares i peligros incesantes
Mientras que a la vicuña i a la alpaca Corrieron los osados navegantes.
Solaz presta la nieve.
Sin brújula, sin norte, sin mas guia
En tropel espesísimo agrupados
Que la sagrada inspiración que escuda
Circundan las colinas, Tanta temeridad, tanta osadía;
Los nogales, los robles, los granados, Colon ahoga la naciente duda,
Los cedros, las encinas. Sofoca la traición que ya surjia
Entre la jente acobardada i ruda;
De tupidas montañas el ramaje 1 con su fortaleza í su confianza
Sacuden de contino Vuelve -a los corazones la esperanza,.
Pájaros mil de espléndido plumaje,
I de armonioso trino. Mezclados de las ondas con la espuma
indicios son de tierra no remota.
Los árboles, las flores i los frutos Fruto desconocido, blanca pluma,
Que mas el hombre estima; Yerba que solo en las orillas brota;
Las pintorescas aves i los brutos Hasta la densa impenetrable bruma
Del mas contrario clima, La apetecida realidad denota;
Un nuevo sol con ansia se apetece
De América el inmenso continente I el nuevo sol el desengaño ofrece.
En sus espacios cierra,....
La mano del Señor Omnipotente Mancha tenaz que el horizonte empaña
Posó sobre la tierra. Una mañana al cabo se divisa;
Esplendoroso sol las naves baña
Red caprichosa de enredadas vetas I mas densa la sombra se precisa.
Revela su tesoro; No hai ya dudar, magnífica montana
Entre los rudos cortes de sus grietas Quiebra" del mar la superficie lisa;
Brilla la plata i oro. Dilatase en terreno ancho i fecundo;
Érala sombra aquella.... ¡El nuevo mundo!
(1) Canto premia-Jo por el Circulo de amigos de las
letras, en el certamen dj Setiembre de ÍSi'J.
328 LA SEMANA. Octubre 8.
La América española;
Ella sin tintes a su luz opuestos Nobles campeones que en la heroica lucha
Pudo sola brillar, i brilló sola. j Cual bravos sucumbisteis!
'
í
Vosotros que escribisteis
Su soberbia oabeza el Chimborazo ! Con vuestra propia sangre las hazañas
Eleva entre las grandes j De aquella empresa; los que dura suerte
Moles inaccesibles de los Andes, j Llevó a tierras estrañas;
Sin que nada revele en sus contornos, ¡ 1 los que a lenta muerte
Tétricos i severos, i Condenaron atroces desengaños.
Que guarda en sus entrañas 1 Oh sombras venerandas! Si el Eterno
De fuego eterno candesceñtes hornos. | Permitiera que alzarais la cabeza
Si a su aspecto tal vez electrizada j Desde la helada tumba!
Ardiente fantasía ;
Si vierais la belleza
A la del ideal se lanza
rejion ¡ De América marchita!
I a sus perfiles presta I Sobre su frente pura
Con Cormas conocidas semejanza; j Hondo sello de bárbara amargura!
! Av! como verteríais
Endecasílabo del insigne poeta español D. Ma- ¡ De vuestros ojos huecos
(1) dolor lágrimas tristes,
nuel Quintana. ¡ De profundo
Octubre 8. LA SEMANA. 329
la encar
Ay! como rogaríais que era rico, habriase dicho que -era
Al Supremo Hacedor que se apiadara _ nación clel hambre.
De su fortuna impía, Don Braulio lo encontró en la cuadra em
Ahogara las pasiones bebido en la contemplacaon del grabado-de la
Con que sus hijos crueles
toma de Maíakolí. .
íilVÜELAIS.
Una-impertinencia es siempre disculpada e.c
I. un rico.
Era una. máñaua. Dou Braulio aifa no se í ¿qué pensaba Ycl.? preguntó don Braulio»
—
fcabia levantado. En un ancho catre de made curiof o de conocer Jas ideas de don Salustio^
ra de Jacaranda dormía a pierna suelta al
—
Pensaba cu estos tontos europeos que se
lado de su cara esposa. ¡Qué cuadro tan iníe- hacen matar por una cosa que les importa
resante se ofrecía allí a los ojos del observador! tanto como a mí que el sultán turco tenga la
Roncando como un bienaventurado, su boca cabellera lisa o encrespada.
mas que abierta destilaba ua líquido transpa Don Braulio quedó pasmado de tanta pro
rente que cayendo sobre la almohada dibujaba fundidad.
cartas jecgráficas de paises desconocidos, ¡tie 1 a mi también se me ocurre lo mismo que
rno la naturaleza se ríe de las vanidades hu a don Salustio. De tocios los disparates, que
fe-provocó tan feroz estornudo que a su ruido ¿Qué clase de vino be-be Vd. , don Sahis^-
■—
¡Las nueve ya! esclamó su mujer, i don Don Braulio lo miró despavorido. Entonces
Salustio que quedó de venir a almorzar hoi solo se fijó en la palidez del semblante ele su
eon nosotros! amigo. Sobre todo eu su modo de mirar noto
Don Salustio esperaba ea la cuadra que los cierta estrañeza que nunca había observado
dueños de casa se levantaran. Estaba entrete en él.
nido contemplando un grabado que represen Estos hombres flacos, pensó don Braulio,
—
taba la toma de Malakoff. son los mas insulsos personajes cjue conozco-.
Don Salustio rayaba eu los treinta i cinco i I ahora se me ocurre aqui también lo mis
años. Era hombre, según la opinión jeneral, ¡ mo que a cion Braulio. Del hombre Caco al
notable bajo muchos aspectos: alma noble, i hombre gordo hai la misma diferencia que de
intelijencia cultivada i figura distinguida. un vino dulce a un vino agrio. Razón tenia Cé
Talvez había alguno que le negaba estas bri- : sar en desconfiar ele tales hombres. Regla jene
liantes elotes, pero ¡a qué estremo no condu ral, los c|Ue no son sensibles a los goces mate
ce la envidia! Tampoco faltaban otros (¡ue con riales de la vida, a la buena mesa, al vino, a
la mejor voluntad clel mundo no le encontra las mu ¡eres, etc., tienen unaahna estéril-. Pero
ban tan relevantes méritos, pero estos ignora- \ me callo: en esta cuestión yo soi parte inte
ban una cesa, i es que don Salustio era rico. resada.
Dije que s¡i figura era distinguida, i en .Muchacha, dijo don Braulio dirijiéndose
—
efecto por lo elevado de su estatura, io exiguo a una sirviente, t ráeme una botella de vino de
estimado a Vd. Creo también que no dudará con mas empeño trabajaba. Solo él, en medio
brasero de fuego i con un libro de viajes en la eirá visitar el pais de las sirenas? Ademas,
mano en el que el autor píntalas cosas que no habia leido cuanta novela han escrito los fran-
vio i que jamas existieron en pais alguno. ¡ ceses i conocía, sin haberlas visto, tan bien o
•■No hai como estar en su casa! dirá también ! mejor que los mismos parisienses las calles
mas de un viajero que la necesidad obliga a | ¡ de
Paris.
:i
andar lejos del hogar doméstico con el cuerpo ¿Por qué no lie de hacer ua viaje al otro
Octubre 8. LA SEMANA. 331
mundo? se dijo para sí. Dante Alighieri se ha Don Pedro Pablo le dijo un dia a su hija
hecho inmortal por un viaje semejante. 1 no Mercedes:— don Salustio, hija mia, solicita tu
se diga que fué una ficción; sus co ni mano. Es hombre rico, de una fortuna mas
temporá
neos, que debian saberlo mejor que nosotros, que regular; un ventajoso partido que todas
cuando pasaba por las calles decían: —
ved al i las mujeres envidian i que te hará feliz ¿Quién
hombre que vuelve de los Infiernos. mejor que él para marido?
Es evidente que el" gusto de viajar consiste La hija de don Pedro Pablo tenia uno do
en haber viajado.
¡Qué placer, a la vuelta, aquellos deseos cuya vehemencia hace que se
desengañar a los volterianos que no creen en pierda el sueño, i que en razón de su misma
el infierno! dejar pasmados a los católicos con intensidad quedan ocultos en el fondo del co
tándoles que un papa ardia en las llamas eter razón. Para, olla un marido era un terno de
nas! Goces son éstos que solo los conciben brillantes.
aquellos que saben mentir, —
La voluntad de mis padres as también la
—Pero; dijo don Salustio, deteniéndose en mía, le contestó bajando la vista,
el curso de susheflexiones, i mi novia?..... I el casamiento se hizo,
Se me habia olvidado que don Salustio, te I don Pedro Pabla corrió de casa en casa a
niendo la envidiable dicha de ser soltero, se dar parte del próximo enlace de au bija Mer-
le vino un dia a las mientes la singular idea des con don Salustio.
de casarse. En verdad que nada de raro tiene I todos dijeron que don Pedro Pablo casaba
que un bombre piense en casarse: es un fin a su lija por el vil interés del dinero,
al que casi todos llegan tarde o temprano, Pero don Pedro Pablo, se restregaba las ma
pero en don Salustio esta idea nació i cobró nos ele contento pensando en que todos los
cuerpo en un solo instante. que asi se espresaban eran movidos por ia mas
El matrimonio es talvez el paso mas serio baja de las pasiones, la. negra envidia.
que dáun hombre en su vida, i todos sin em En efecto. La pobre naturaleza humana en
bargo entran en él con una lijereza imperdo tre sus innumerables defectos tiene este de no
nable. Probablemente tiene esto su causa en perdonar que la felicidad golpee en la puerta
una especie de presentimiento, del vecino cuando piído golpear en la nuestra,
que hace tomar
el matrimonio como una lotería en la que solo —
lmi nowa!.....se dijo,don Salustio.
tiene suerte el que saca un buen número. Don Salustio era hombre ele honor. No po
La mujer, comerciahiiente hablando, es un dia emprender su v¡aje faltando a un compro
artículo siempre abundante. Pero el que bus miso sagrado. Las bodas estaban ya arregla
ca esta especie exije tres cualidades in das. Encomendóse a la casualidad i se dirijió
dispensables, a saber, hermosura, juventud i a casa de su futurajsuegro.
fortuna, cualidades lan difíciles ele encontrar
¿ose Antonio Donoso,
reuriidas[en una sol* persona como un ministe-.
río que concibe a todos los partidos. No quie (Concluirá.)..
ro decir que este sea un tesoro fantástico
que
no exista en nuestra sociedad; raro es, mas al
banquete político; noconociala retórica amoro luz indecisa sobre todos los objetos.
sa, ni nunca habia podido mirar a una mujer Enrique estaba pálido, las arrugas de su
sin ponerse colorado, pero sabia que el hombre frente como que se habían .ahondado, su mi
que se presenta con pretensiones matrimonia rada era estraviaela, sus labios se apretaban
les, si tiene una regular fortuna, es siempre maquinalniente, ei conjunto ele su fisonomía
mirado con ojos cariñosos por todos los ¡la dejaba ver sin dificultad que algún amargo
dres de familia i considerado por las niñas pensamiento, que algún doloroso i punzante
solteras como una persona interesante, califi recuerdo poseía, dominaba, el alma ele ese
cativo por demás espresivo. hombre.
Recorrió el repertorio ele niñas donosas quo De cuando en cuando palabras sin htlacion,
conocia para cscojer ele entre ellas la que ha sonidos sin significado, i que parecían, ora mi
bia de tener la dicha ele llegar a ser su esposa, suspiro, ora una blasfemia, salían de su boca.
i a satisfacción jeneral, le arrojo el pañuelo aja Entonces se golpeaba con fuerza la frente, sa
señorita Mercedes González, hija del mui cono cudía con rabia la cabeza i se detenía como
cido comerciante don Pedro Pablo González. tratando ele escuchar quién s;>be qué.
r>rv2 LA SEMANA. Octubre 8.
su quemante aliento en, su aliña, i- la sofo- asombrosas. No faltaba ni el rasgo mas imper
ceptible. Su dueño misino no líabria podido!
Después ele haberse pascado aun por largo
•
pirante... al marido ele Carmen revolcándose ÍL« prensa fn»»aí»c'Ra Jiazg-ada pos'
en su sangre con l'.s agonías de la muerto, o-I Sis*. Hfioutt.
lanzar contra mí una maldición horrible... Si
será una verdad la conciencia?.... Pero no... Cuandosc dice que la prensa es el termó
nó... qué conciencia... Esto no es mas que metro que señala los grados de civilización de
un resultado de la sóbroescitacion mental en mi pueblo, menester es distinguir mas de una
Procuremos olvidar. . .
es absolutamente un signo de civilización, si
greso de un pueblo en el jénero ele civiliza escándalos del vicio i del crimen? Cuándo han
ción relativo a la política, a la libertad. Esto dejado ele oponerse con arrojo a la corrupción
es tan verdadero que la prensa reproduce i a la licencia del teatro? I el señor Montt que
exactamente las vicisitudes de la libertad po ha leido ios Estudios literarios de M. de Sacy,
lítica i la sigue tan invariablemente como la redactor del Diaria de los Debates, no ha pues
sombra al cuerpo que la -produce. to atención en la admirable intolerancia con
cSi una catástrofe repentina, dice un dis que ese crítico eminente trata a Janin su ami
tinguido diarista francés (1) arrasase todos
, go de corazón, colaboradores del mismo dia
los monumentos de la civilización moderna i rio? Tampoco recuerda el señor Montt cómo,
no quedase de cada nación masque un solo dia el diarista Mirecourt, redactor de la Revista
rio; nos atrevemos a decir que bastaría pasar contemporánea, trata a Veulliot, Luis Blanc,
la vista por cada trozo de papel, comparar la Guizot i Thiers, o como Paulin Limayrac rer
loruia, los caracteres, i descifrar algunas lí dactor de la Patrie tiene la mano severa para
neas, para tener una idea exacta del grado de Salvandy, Montalembert i Cnusin? Nó; el dia
civilización política i por consiguiente ele la rista francés, como lo hemos dicho, tocante a la
libertad que habian alcanzado esos pueblos en crítica déla literatura i de las costumbres, a la
el momento de desaparecer de la faz de la tie filosofía, a las ciencias i a las artes, jamas es
rra.» débil, jamas se deja arrastrar por la mas mí
Esta Importante clasificación ha sido olvi nima ráfaga de prevención o de miedo. Ani
dada por el señor ilontt en su obra titulada: mado por el mas profundo amor de la verdad,
Ensayo sobre el gobierno en Europa, en la si alguna vez se engaña, se vé en ese engaño
parte que dedica a la prensa francesa. En el error de la intelijencia, no el del co
efecto, al tratar del Garáeter mas resalíante de razón!
esa prensa, el no ser anónima, el señor Montt El Sr. Montt no tiene en cuenta para juzgar
se esplica de la maneía siguiente : «Cómo es la prensa francesa mas que su carácter jeneral
de un escritor, dice, que vive en el mun ele no ser anónima. De allí resulta que sus
perar
do, es padre ele familia, acaso funcionario pú argumentos son poco variados i sus errores
blico del Estado, que se erija en censor des mui frecuentes. Vamos por nuestra parle
cubierto i conocido de la sociedad.» I poco —
a hacer un rápido examen de algunas parti
liibido el publicar. Esto es una razón pasajera del fondo de la cuestión : mira la forma, la
i secundaria; el gusto clel público es la razón gracia esterna i si se apasiona de una idea no
)iermanente i perentoria. El público francés es
porque la idea sea buena sino porque sabe
ajeno a esa idea de equilibrio Europeo, a esas esplotarla mejor que otro en beneficio de su
nociones de derecho internacional que son gloria personal. -Los partidos i las causas son
felizmente vulgares entre los
ingleses, con para él meros excesos. M. Girardin ha escoji-
templa los negocios estranjeroa con una fa do el teatro liberal, M. Veulliot el ultramon
tal simplicidad. La situación jeográíica de la tano, M. Cassagnac el imperial absolutista,
Francia, las largas guerras que ha sostenido así como Chateaubriand creyó hallar su tribu
na en el catolicismo, Cairel en la república,
contra la Europa, las consecuencias igualmen
teinauditas de sus victorias i sus derrotas han Luis Blanc en el socialismo,, Proudhon en la
habituado al francés a considerar al estranje incredulidad sin límites.»
ro como su subdito o como su amo, mas bien Hagamos antetodownocer al Sr. Montt que
que como su igual. Como si no hubiese para siendo como esla prensa francesa, una prensa
él otra alternativa que la de dominar la Eu de partido, sus corifeos no hacen mas que se
ropa o ser abrumado por ella, no vé en la guir los instintos de una -sociedad de que son
política estranjera mas que una ocasión de or el eco. Cada sistema tiene sus sectarios mas o
gullo o de desesperación. Cuando el diario menos numerosos que -quieren encontrar en el
quiere tenerlos de buen humor, les dice que el diario el eco de sus ideas i de sus votos,
estranjero les obedece; cuando por el contrario como motivos cotidianos para perseverar en
quiere irritarlos les dice que el estranjero los sus opinionesi en sus esperanzas. De allí la
domina. Si el diario sale de uno u otro tema, consecuencia rigurosa de ideas que se encuen
se desconfía de él o no se le comprende. Así, tra en el diario franees; de allí la perseve
no son las noticias mas seguras las que ne rante monotonía de sus doctrinas i de sus po
cesita ese público sino las mas agradables; no lémicas. La de agua que despedaza la
gota
las mas frescas i mejor probadas sino las mas piedra no es mas costante ni maseficaz que su
propias para adoctrinarlo corno él quiere- ser predicación incesante.
adoctrinado. El Si'. Montt conoce que la prensa francesa es
No se encuentran en los diarios franceses una prensa departido, pero no ve en esto la
esas quejas, esos recitados, esos llamados al fuente de su grandeza i ele su miseria. Hai gran
deza en efectúen permanecer indócil a los mo
público, esas reflexionesque hacen de la prensa
inglesa, tan justamente popular, el refujioco- vimientos de la fortuna i contra los ataques do
muii de los oprimidos. No es porque la pren la opinión. Hai grandeza al luchar por unaídea,
sa no es anónima, como diría el señor Montt, a veces conla opinión de la multitud, a veces
ni porque el diario sea tímido o neglijente, por solo, tanto ala corriente de los acontecimientos,
lo que tiene lugar tal fenómeno. Nó; es menes tanto contra su corriente. Hai grandeza en fin
ter buscar como causa el gusto del público, al esperarcontra la esperanza i luchar cada dia
fuerza i vigor. Desgraciadamente esa
que toma poco int3ies por las penurias ajenas. con nueva
El francés tiene ami r por la humanidad i sue es también la fuente de su debilidad, como ya lo
ña el mas bello porvenir para el mundo; pero hemos dicho. Es débil porque se encadena a
las injurias vulgares le conmueven poco. La i la suerte de los partidos i divide con ellos loa
prensa le parece mezquina e insípida si se triunfos bien escasos i las derrotas harto fre
rebaja hasta la defensa ele los individuos, ella, cuentes.
Si se hiciese la suposición de existir en Fran
que está encargada exclusivamente de salvar
el mundo i de hacer justicia de un solo golpe cia un diario independiente de todo partido
a la humanidad entera. Este sentimiento es como el Times, estrechamente ligado con el
ían natural al espíritu francés, que aquellos público, seria menester reconocer que tal
que han ocupado la prensa para contar sus
diario no podria sostener su libertad, ni mó^
nos asegurar su existencia contra los podero
propias desgracias, han recibido el desden o
la nías A'ía indiferencia. sos móviles de que dispone el gobierno. Cuál
Es únicamente en sus ideas políticas i en el puede ser la suerte de ésos diarios intimamen
desarrollo continuo de esas ideas en lo que la te apegados a sus paises i destinados como los
vencidos a encorbarse bajo el derecho de la
prensa francesa funda su fuerza i su autori
dad. Cada diario représenla en Francia un espada? En un pais como la Francia, donde el
sistema particular de gobierno. No son peque poder central ha llegado a una fuerza tan pro-
ñas diferencias las que dividen estos sistemas, dijiosa,no es estraño vera la prensa tan débil
son abismos lales como los que existen entre cuanto fuerte fué en otra (¿poca.
la libertad i la anarquía o la libertad i el ah-- La prensa francesa, como lo prueba el Sr.
solutismo. El señor Montt ataca a los corifeos Montt, no goza hoi dia de lamas mínima liber
de estos partidos como meros esplotadores sin tad, i
como hemos tratado de probarlo nosotros
conciencia ni convicción. Cuando analiza des al principio de este artículo, esa libertad es me
nester dividirla en libertad política para tratar
pués la prensa inglesa, llegan parecerle estos
a
me como nosotros despedazamos los animali- nes, se desmaya voluptuosamente la hija de Cuba;
los que nos disgustan.» i los vecinos de Santiago, si hombres con un ciga
Ixhala
i les latidos clel corazón. Bajo su imperio, se imaji
su perfume en el verjel. na mas que se medita, se sueña mas que se piensa,
se oye i no se escucha, so charla i no se conversa.
Escucha, pero no de Filomena
■Es paciente como la resignación, inactiva como el
'La tierna i regalada melodías
deshaliento, floja como la cobardía, confiada como
■Una historia mas grata todavía la imprevisión, cariñosa como una brisa de vera
En su cruda ansiedad espera oir. no i vaga como una vibración que espira a la dis
Al travez del follaje espeso suena tancia. En ella embotan sus tilos el dolor i la ale
tejero un paso, i Fany se estremece^ gría, i apágala voz de toda acción. La pereza,
se
Su rostro anjelical se
palidece; en una palabra, es una desgracia para los felices i
una felicidad para los desgraciados.
Siente veloz su corazón latir.
De consiguiente, Santiago debe de ser mui des
Pasa con rapidez aquese instante : voz alta, se charla a voz en grito, i este concierto
De dicha enajenado el tierno amante universal de gritos i voces forma un himno inmen
De su adorada bella está a los pies. so con que nuestra capital ensalza i glorifica a la
pereza, consuelo del despecho i asilo de la impo
Sucre, 1856. tencia.
Vosotros, benévolos lectores, no habréis de
Maklel José Cortés.
jado de poner el oido i acaso también de coope
rar a tamaña charla: seria, pues, peligroso echar
que sabéis. Cediendo al jeneral conlajio, mi pluma Primeramente! don Francisco Marin leyó algu
renuncia a tal empeño, i apenas si so atreve a de nas pajinas sobre el porvenir de Amét'ien impreg
teneros a vosotros i correr ella un momento mas nadas de calorosa elocuencia.
para ocuparse del Teatro i del Círculo de Amigos Én seguida, don Gabriel Izquierdo, que' .cuenta
de l«s Letras, únicos centros en que no ha pene como sabéis entre nuestros mas hábiles matemáti
trado la plaga de esta semana i de que os ha ale cos, leyó una memoria titulada: Influencia de las
jado quizá vuestra pereza. estaciones sobre las facultades del hombre. En es
te notable trabajo se esfuerza por mostrar, con el
Lá semana teatral ha sído mas fecunda eñ risas argumento contundente ele las cifras, el yugo que
que en lágrimas i acertado mejor a divertir que a
imponen a la naturaleza física i moral del hom
conmover. bre la temperatura Leí clima.
Borrascas del cor&ion, drama sentimental dé Ager i hoi, preciosa composición ert Verso que
del Sr. Cam-
D. Tonlas Rodríguez Rubí, puesto en escena el do se leyó después-, es debida a la pluma
mingo, altanzó produ
cuatro actos a pnzano, joven poeta poco conocido acaso, pero
-
no con sus
tan inverosímil. La situación patética, crea puestomi oido sobre su corazón i sentido el mo
pasión
da por la lucha de dos sentimientos encontrados, se vimiento vermicular del centro circulario, últimas
desvirtúa prolongándose i dejenera en monotonía; oscilaciones de un péndulo que va a pararse; -pero
al paso que la unidad de acción queda rota por los ojos de mi intelijencia quedaban siempre asom
los amores episódicos de la hermana de Blanca, brados delante del cadáver i no alcanzaba» a ver
Yo escribía en
contrariados momentáneamente i luego coronados jamas la necesidad del fenómeno.
tonces los síntomas de la enfermedad sobre el
eú estos el
por el matrimonio. Inútil seria buscar
caliente aún
lecho que reposaba el cadáver
,
encerraba i me preguntaba
i de lances. En cuanto a la ver corría a mi cuarto, me
flojo desprovisto hombre?
lírica a mí mismo : qué ha muerto ese
brillante qué natural, por
—
ia juventud. En el movimiento universal que ajita tre las naciones, le quitó su independencia i su
a la creación, elaborando i combinando los ele personalidad, no había de establecer como una
mentos orgánicos de nuevos seres o perfeccionan regla ni de sancionar como un principio de justi
do i destruyendo los que ya existen, las naciones cia el señorío perpetuo de una nación ni la escla
obedecen también a esa lei de mejoramiento i de vitud sin término de otra.
destrucción a que nace sujeto el hombre; i como Si son ciertos estos principios, la independencia
él, tienen su infancia, su juventud, su virilidad i de la América nunca ha podido ser problemática.
su vejez. Ella era tan necesaria como el desenvolvimiento de
Preguntar pues si una nación, sujeta hoi aun nuestra propia naturaleza, como el desarrollo de
nuestras propias fuerzas.
poder estranjero, ha de estar siempre bajo tutela,
o si ha de llegar una época en que suene para ella 1 si de aquí pasamos a analizar las crueldades
iahora de la edad madura i de su emancipación, de aquella avara i sangrienta conquista, la heroica
es preguntar si ella morirá en la juventud o vivirá e invencible resistencia de algunas tribus de este
uua vida mas larga. continente, los abusos de nuestros mandatarios,
En los tiempos antiguos, cuando la voluntad de las violencias del sistema restrictivo i opresor del
aquel pueblo que se llamó el soberano del univer antiguo gobierno i la imposibilidad de impedir para
so era el único derecho público que ligaba a las di siempre que la luz de ia civilización penetrara en
ferentes porciones de la humanidad; cuando los el hogar de este pueblo, dormido en la ignorancia
afortunados conquistadores del mundo desprecia i aletargado por los golpes de una tiranía lenta i
ban por bárbaro a lodo el eme no habia nacido ro tenaz: entonces ese sentimiento de justicia i de
mano; cuando se veia a este pueblo, temido i res confianza en la Providencia, que nos consuela de
petado en toda la estension de la tierra, próspero nuestras desgracias presentes con la esperanza de
en la paz, feliz en la guerra, insigne en las artes; felicidades futuras, nos dirá que esta hermosa por
celando se contemplaba con orgullo i con espanto ción del mundo, conquistada con tantas atrocida
el poder de ese brazo a que nada era capaz de re des, despoblada, empobrecida i mantenida por
sistir: entonces pudo creerse que habia en la tierra tres siglos en la esclavitud i en la ignorancia, ha
una voluntad suprema con el derecho de encade bia de alzar alguna vez su frente, i, rotas sus ca
nar para siempre a su capricho la suerte de las denas, adelantarse feliz a ocupar su asiento en el
naciones. Roma, embriagada con sus triunfos, banquete de las naciones.
ofuscada por el brillo de su gloria sin ejemplo, pudo Los que llenaron de desolación este vasto con
creerse inmortal i lisonjearse con la esperanza de tinente nos han negado el derecho de presentarnos
del Universo. entre los pueblos de la tierra como una nación de
perpetuar su grandeza i la esclavitud
Pero la luz apareció en el oriente; i el que era hombres libres, hermanos i no esclavos de los que
de
verdad i justicia trajo ala tierra una nueva doc nostrajeron las luces de esa relijion caridad,
trina, un nuevo derecho. El Dios de los cielos vi enemiga siempre"de la esclavitud.
no a consolar a la humanidad, ensenándola que
no El historiador de la «Revolución Hispano-Amé-
habia entre los pueblos de la tierra, ninguno que ricanan nos pregunta cuál de las diferentes clases
pudiera llamarse señor, ninguno que debiera
lla de subditos americanos era la que podia tener de
marse esclavo. La unidad -de su ser que
él predicó recho de declarar la guerra al lejítimo soberano,
i que se colocó pronto sobre las ruinas del poli al protector de la América, cuál la que debiera
teísmo pagano, reveló la unidad del jénero huma reconocer por estranjero el dominio de Fernando
no i la igualdad de las naciones. VIL ¡Cuál! ¡Quiénes! Todos los que habian visto
—
Ya sabemos, pues, que hai para éstas como para en América la luz del dia; todos aquellos a quie
los individuos leyes supremas que presiden a su nes decia por primera vez el Consejo de Rejencía
rabundancia de vida que e» el principio de la per la opinión pública. ¿Se quiere una prueba de este
fectibilidad de nuestro ser, los pobres americanos aserto? Ahí está la indecisión do sus primeros
—
de nuestros pa
vejetábamos sin sospechar que podíamos reclamar pasos, la tímida i prudente reserva
los mismos derechos que los demás hombres, sin dres políticos. Los primeros gobíern&s nacionales
atrevernos a preguntar siquiera quién era ese amo se instalaren aparentemente en nombre de Fer
cuya voz, de allende los mares, sentíamos entera nando Vil i a imitación <Ie la -Junta de Cádiz. La
resonar en nuestras playas. Si el ejemplo reciente independencia de k patria, el verdadero i único
de la patria de Washington exaltaba a nuestros objeto de su formación, solo se reveló cuando la
proceres políticos, si no faltaban en América co sangre de nuestros primeros mártires habia fecun
razones jenerosos que en el silencio de la servi dado en cien combates memorables el suelo que se
dumbre palpitaran a las emociones de la libertad, preparaba a la libertad. A diferencia de lo que su
todo el entusiasmo de quo se sentían animados cedió en nuestra hermana del Norte, la revolución
debia de convertirse en desconsuelo i desaliento, de la en la América española fué en
independencia
al considerar, que sus esfuerzos lenian que estre todas obra de unos pocos varones ilustres,
partes
llarse contre las costumbres del pueblo, contra en ningunadel pueblo (1).
sus hábitos inveterados, contra suspreocupaciones, No queremos acusar de precipitados a nuestros
cobijadas por laignorancia i consagradas por el padres. Reconocemos por el contrario en ese en
fanatismo reljjioso con. que se calumniaba al Evan tusiasme uno de sus primeros títulos a nuestra ve
gelio para mantener el fanatismo político. Si antes neración. Sin ese ardor jeneroso que la Providen
de encenderse la lucha gloriosa miraron nuestros cia acept-H coronó tan espléndidamente ¿qué seria
padres la apatía política de nuestros pueblos
i la hoi de nosotros, colonos, «vejados por la
pobres
dificultad casi insuperable ele arrancarles sus fal codicia i destruidos por la ignorancia?» La España,
sas creencias para inspirarles el entusiasmo que la porfiada metrópoli que agotó sus recursos en la
los llevara a la conquista de sus derechos ¿quién defensa de sos colonias .¿nos habria reconocido
ver entonces
podria dudar que ellos debieron de al alguna vez por un acto espontáneo de justicia nues
marchitarse la flor de sus esperanzas soplo de tro derecho de ser hombres libres e independientes?
una atmósfera sin vida?
La revolucióna que debemos nuestra indepen (d) Esta verdad resalta a la vista cuando se com
paran las fechas <Je los primeros pronunciamientos
en
dencia política no fué pues un efecto necesario del América con las de las respectivas declaraciones de la
estado de nuestra sociedad, en la que todo estaba la lüclia comenzó el 8 de
la domina independencia. Así en Méjico
preparado para manlener por siglos julio de 1808 i la declaración 'de la independencia
se
ción de la España. Fué preciso que acontecimien hizo el 20 de júliode 1820; -en Colombia la guerra co
tos inesperados e independientes de nosotros pre menzó en 1806, la independencia vino en julio de 1811;
el entusiasmo Buenos-Aires se dio un gobierno provisorio el 25 do
pararan aquella lucha i encendieran en julio de
de nuestros pueblos, haciéndolos instrumentos mayo efe 1810 i declaró su independencia
1816; i en Chile se formó la junta el 18 de setiembre
de una causa santa que desconocieron jeneralmen- su independencia en 12 de fe
te i por la que muchos combatieron
sin sospechar de 1810 i se proclamó
los reyes brero de 1818.
lo siquiera. La prisión i el cautiverio de I no que para dar ese último paso
se crea era nece
la metrópoli i la falta de
españoles, la ajitacion de sario que los gobiernos nacionales se encontraran ya
un "-obíenio firme i jeneralmente reconocido alen- firmes i seguros. Nó, cuando nuestros padres juzgaron
en secreto por la inde
laron a los que suspiraban llegada la hora de descubrir sus proyectos, los ejérci
de la América i les brindaron una oca tos españoles pisaban todavía poderosos el suelo ame
pendencia
sión de tentar sus esfuerzos. _
ricano, i la sangre de nuestros héroes no habia conclui
do aun de derramarse en los campos de batalla.
,..„.,,,,.
si "dado me fuera
¡Oh! Los ecos discurriendo por los vientos
Cantar cuál yo querría v
Jérmen llevaron de esperanza i vida;
Mi lira la primera
I hasta los héroes de Polonia i Grecia,
En celebrarte, América, serian
Los viejos béroes de la edad perdida,
En ella cantaría
En sus tumbas también se conmovieron;
Con acento robus ¡o i vigoroso
I las cadenas del francés coloso
Al gran Colon, al hijo de la gloria,
Hechas pedazos, destrozadas fueron!
Al hijo predilecto de la historia;
l al sol demandaría
Buenos Aires es libre. Entre sus soles,
Su diadema esplendente
En la alta Cordillera,
Para ceñirte ¡oh Washington! la frente.
Gallardo el joven tricolor ondea;
De libres la falanje
¿I tú, Vírjen del Sud, yaces postrada, Triunfante la rodea,
jimiendo bajo férrea tiranía?
f cuál peñasco enorme, desprendida
Mira cuál rompe la cadena impía Desde la cima irresistible rueda.
I libre se alza el águila del norte.
Llega, triunfa, i el mundo sorprendido,
América, despierta,
¡Victoria i Chacabuco! ha repelido.
Prepara tu cohorte,
Que luce para tí de gloria el dia; Cual fuerte encina de elevada copa
Nazca en tu pecho el entusiasmo ardiente,
I del polvo do yaces sepultada,
Que de improviso por el rayo herida
Sobre el humeante tronco se desploma,
Alza gallarda la abatida frente,
Así la tiranía
Mas ¡ai! mi voz no escuchas,
Que con su negro manto
Que de virtud i de valor escasa,
El sol de libertad nos encubría,
Eres juguete de opresora raza.
Maldita i execrada.
Fué por el fuego santo,
La lira del marcial Tirteo,
quiero Por el rayo de Maipo derribada.
inspirado siento.
■
I si ¡oh mengua! quisieras olvidarlo «Al fin están ya rotas tus férreas cadenas,
Así manchando el pabellón sagrado, Al fin señor estraño no te impondrá su lei;
Indigno seras Chile de ser Chile Mas oyel tu destino no es solo el de ser libre.
Por que no eres el Chile del pasado. Mi fallo poderoso te impone, reina serl
I entonces vengadoras
Cumplid vuestro deber, nobles montañas, Tus fértiles llanuras que flores mil traspiran.
Fieras lanzando a la nación perjura Tus montes seculares que abrigo dan al león,
Cataratas ardientes, destructoras. Tus rios caudalosos, tus bellas cataratas,
Del fuego que encerráis en las entrañas. Tu cielo de mil mundos constante ebullición;
¡Chile perezca!. ....pero nó; mentira,
¿Qué osó cantar mi delirante lira? Todo es en tí un lenguaje magnífico, elocuente
Siempre noble i valiente, Que dice donde quiera, aliento! vidal aceion!
¡Oh! patria de los héroes, Tú América lo entiendes! pues al trabajo apréstate;
líastantes pruebas de grandeza has dado; Tu perezosa noche pasó, ya viene el sol!
1 tu rico i espléndido pasado
Un porvenir te augura
Apréstate a la luchal magnánima es la empresa:
Coronado de gloria i de ventura. Tú sola, sola debes el camino cruzar;
Al peso de los siglos se dobla el viejo mundo,
Sus pasos vacilantes tú debes ayudar!
¡América, levántate! i escúchale de pié. Que mengua de los hombres rijieron hasta aquí.
en
Mas antes da el ejemplo: domine en tus hogares ¡s Invoca los derechos sagrados de los pueblos,
La sola lei eterna del hombre, la razón; Propon a sus discordias un santo tribunal
La fuerza... atrás la fuerza! los tigres la reclaman,
i, Eu donde la justicia pesando sus derechos
Pió el hombre que respira el hálito de Dios! La palma dé del triunfo a aquel que tiene mas!
Arranca de sus manos el látigo al verdugo, Desgarra la orgullosa librea del soldado,
Recuerdo de otra época de dura esclavitud: Arranca de sus manos la bala i el fusil;
No es tu misión esclavos formar, sino jigantes Fabrica con sü hierro arados penetrantes
A quienes nunca el Cielo se les presente azul! Que puedan de tu suelo la savia descubrir!
Arranca de sus manos el látigo al verdugo El sable que en la lucha segara mil cabezas
I afrentoso nombre deslié de su faz:
ese De fértiles cereales conviértase en la hoz;
La leí que infama al hombre, es también lei infame!! I el brazo que en un tiempo le fulminó mortífero,
Rechácela, orgullosa, la noble humanidadl En vértigo afanoso le ajite bienhechor!
Las leyes que castigan como la lei que premia América al trabajo! Al noble pensamiento
Por siempre venerandas, sagradas deben ser: De cerca, vigorosa, la acción debe seguir:
Del bien aquesta marca el término anhelado, Cobarde i perezoso es quien el bien concibe,
Aquellas el camino por do se llega al bien! I espera lo realice el tiempo por venir!
Abajo aquellas leyes feroces, sanguinarias, El jénio dice. Atentos su voz oian quedos
—
De salvaje ignorancia dignísimo padrón! Las fieras i las aves, los vientos i la mar!
La humanidad no es fiera que se harta en la matanza, Calló su voz! i al punto, a su mandato dócil,
Ni es idioma la sangre que entiende la razón! Natura por do quiera comienza a jerminar!
De muerte i sangre basta! los viles instrumentos; El viento entre los bosques murmura bullicioso,
Tú debes del suplicio, América, romper: En vértigo imponente columpiase la mar:
La muerte del patüiulo es muerte de venganza, La creación un punto su aliento ha contenido
I la venganza es crimen i el crimen no es la lei! I vuelve con mas fuerza la vida a respirar.
¿Oís? guerreras trompas al'áire dan sus ecos; I en medio de este coro grandioso de armonía,
Alarma! una voz suena temblante de rencor: Vivifico respiro del jérmen creador.
Los hombres se levantan! el sable i lanza empuñan, Los ecos de la gloria, cual raudos mensajeros,
"
I al campo precipítanse en loca^confusion! lI Del mundo a los confines dilatan esta voz :
Oh! qué aparato es ese? gran Dios, qué estraña fies- «¡Soi libre! en las montañas feraces de mi suelo
La seña allá a lo lejos tronando dá el cañón: ta? Lozano i fértil prende el árbol de verdad;
Los unos a los otros intrépidos se lanzan! ¡Escala ese árbol sea
para alcanzar al Cielo,
Miradlos cuál se estrechan con bárbaro furor! I antorcha de mis pasos el sol de libertad!»
¡Venganza! aquílos unos frenéticos esclaman, El poeta ecuatoriano D. Juan León Alera ha
I los otros ¡venganzal reponen mas allá, puesto al frente del volumen de poesías que
¡Venganza! en los espacios repite triste el eco; corre impreso bajo su nombre el
siguiente
¿I quién, o Dios eterno, ¡justicia! pedirá? dístico en que el poeta latino Marcial aprecia
sus epigramas;
El ruido cesa: el humo disípase en jirones-,
La calma restablécese, pasó la tempestad; AD DE SEIS EPIGRAMMATIS.
AVITC5I,
¿Mas dónde están los hombres, nó.digo mal, losti-
Murieron! muertos solo, los tigres tienen paz! gres? Sunt bona, suntquaedam mediocria.suntmalaplura
Quae legis híc: alicer non fit, Avite, líber.
América, levántate! la luz del pensamiento
Derrama sobre el mundo, la luz de la verdad!
A AVITO, SOBRE ESTOS EPIGRAMAS.
La guerra a tu voz cese! no loca i delirante De todos los epigramas que lees aquí, algunos
Consume su suicidio la pobre humanidad! buenos, otros son mediocres, los mas son ma-
son
I los: un libro, A vito, no se hace de otro modo.
342 LA SEMANA. Octubre 15*
D. Juan León Mera tiene razón en el juicio Del ánimo nacida, si se aparta
que ha dado acerca de sus producciones. Algo del cielo, se hunde hasta el abismo.
El fallo es tan justo como imparcial. Entre las Traducción de Burgos.
composiciones que ha publicado se encuentran
las tres categorías indicadas por Marcial. Es Las poesías de Mera no tienen un sello pe
verdad que esto sucede en todo libro de poe culiar que las caracterice i distinga; les falla
sías: lo bueno, lo regular, lo malo, i a veces lo orijinalidad: la mayor parte de ellas son sim-
pésimo, son los ingredientes que combinados 1 pies imitaciones de los poetas españoles. El
i
fectos, ele virtudes i de vicios. del clima o del suelo hace esperimentar a las
'
Tola Sepulcro.
—
Astrólogo.
He arrancado al español.
I es de mi gloria Si Mera ha buscado la orijinalidad emplean
La luz tan clara, do estos u otros términos análogos, no podrá
■Qne no cambiara menos de concederse que es una pobre ori
Con la del sol-
jinalidad la que consiste solo en las palabras.
La circunstancia de que el poeta ecuatoriano
Soi el hijo de las pampas;
se haya supuesto un poeta indiano al entonar
En la pampa está mi hogar;
los cantares en que aparecen esas voces exóti
Yo nací para la guerra
cas no justifica su uso; porque, si ha tomado
I es mi oficio batallar.
a los indíjenas de América algunas de sus es
Aun cuando el autor no lo diga, es evidente presiones, no ha sabido apropiarse Con la per
fección debida ni sus ideas, ni sus afectos, ni
que el Canto del llanero es una imitación ma
sus costumbres, ni Sus creencias, lo único que
nifiesta de la Canción delpirata de Espronce-
habria podido autorizar ese lenguaje. Hablar
da, que tedos saben de memoria. El asunto,
como un salvaje cuando se piensa i siente co
el modo "ele tratarlo i hasta la forma métrica
mo un hombre civilizado, es un absurdo tan
están revelando la procedencia de esta compo
sición, no obstante que el argumento sea es- grande como lo seria hablar como un pagano
elusivamente americano; pero tal particulari cuando se piensa i siente como un cristiano.
dad do alcanza a variar su naturaleza, ni -a No hai para qué cambiar el rótulo de una be>-
darle orijinalidad, bien que haga grata su lec tella> si no se ha variado el líquido que con^
tura. tiene. La mitolojía de los griegos, que con
Advertiré de paso que en castellano no se justicia ha sido rechazada de la poesía mo
dice imitación a Zorrilla, imitación a Frai derna como un anacronismo sin objeto, me
Jerundio, frases que usa Mera, sino imitación parece todavía mas aceptable que la mitolojía
de Zorrilla, imitación de Frai Jerundio. Pue de los indios; porque al cabo aquella tiene so*
de decirse, i efectivamente se dice, he imita bre esta la ventaja de ser nías conocida i ele
estar consagrada por las obras maestras quo
do, imitando, imitar a tal persona; pero no
nos ha dejado la antigüedad. No veo qué se
podría tolerarse imitación a tal persona, lo
que es algo peor que un estranjerismo, porque ganaría con llamar al sol Inti en lugar de
es un barbarismo. No todas las palabras que Febo, i a Dios Pachacamac en lugar ele Jú
proceden de un verbo gobiernan el mismo ré piter ; i prefiero naturalmente que se les de
jimen que ese verbo, sino solo las que D. An signe con el nombre que todos les conocemos
de Dios i sol, a no ser que la materia de que se
drés Bello denomina en su Gramática deriva
trate exija imperiosamente io. contrario.
dos verbales, esto es, el infinitivo, el jerundio
i el participio que se junta con un ausiliar. Gregorio Víctor AsrexÁTLcn.
Mera ha tratado de dar a sus producciones
métricas cierto aire de novedad intercalando (Concluirá.)
en ellas una multitud de palabras indianas;
innovación
pero dudo mucho que semejante
sea una belleza. Si los arcaísmos, cuando
abundan demasiado, afean una composición,
¿por qué, ni cómO, la hermosearían las
voces
Qu'uu fol euseigne bien un sage. oyéndolo espresarse de una manera tan estra
Rabelais. iía. ¿La echa Vd. de filósofo? También yo soi
(Conclusión.)
filósofo, pero filósofo práctico. En jeneral,
amigo mió, los hombres se casan por uno de
III. los tres motivos siguientes: por amor, por in
En el salón principal de una casa situada terés, o por tener mujer. Fuera de estos ttes
en la calle de las Monjitas, tres personas con casos, los demás son excepciones. La esperien
versaban tranquilamente. Don Pedro Pablo, cia demuestra que de cien matrimonios, hai:
una de ellas, le dijo a su mujer: Diez por el primero.
—
Manuelita, bueno seria ya ir pensando Quince por el segundo.
en las personas que deben convidarse el dia Setenta i cinco por el tercero.
de las bendiciones. Francamente, amigo, Vd. está mui distan
Para qué? aun no sabemos si se casarán
—
te de ser un lindo don Diego. No es, pues, un
en la iglesia o en la casa, contestó doña Ma
blanco a propósito para que Cupido dirija con
nuela. tra Vd. sus flechas. Su fortuna es mas que
Me parece.
—
.... regular, i no es hombre Vd. de sacrificar al
—
Cómo es. eso me parece! dijo doña Ma ínteres la tranquilidad de su vida. Si pensó,
nuela; lo que don Salustio diga eso se hará. pues, en casarse, era por el solo gusto de ca
—
Aquí viene don Salustio, él decidirá la que Vd. pudiera comprenderme era preciso
cuestión. que Vd. tuviera una revelación divina,- que
Don Salustio entró con su aire fatídico i sa su
intelijencia se iluminara súbitamente i pu
ludó como si pasara por delante de una tumba, diera leer en el fondo de mi corazón.
—
A tiempo llega Vd., querido yerno, dijo —Una de dos, dijo don Pedro Pablo, o Vd.
don Pedro Pablo. divaga o se burla de nosotros.
—
Pase Vd. al sofá, le dijo doña Manuela. La verdad es la que habla por ini boca.
—
Merceditas no dijo nada; pero le acercó el —En fin, amigo ¿qué es lo que Vd. pre
tende?
brasero con fuego.
Almorzó Vd.? le el dueño de Don Salustio tomó un aire triste, se acercó
—
preguntó
a don Pedro Pablo i le apretó las manos cari
casa.
ñosamente: Amigo mió, le dijo, soñé un
Sí; acabo de almorzar con mi amigo don
—
En uno de aquellos
mano de la
abandona, yo solicité la irritado.
razón nos
i mi reputación eran Si ella quiere seguirme?
—
Hombre! le
padre, la madre i la hija ésclamaron a un dijo, ¿no sabe Vd. lo que sucede?
tiempo:— Es cierto!.... Don Salustio soltó la —
¡Oh! entonces!
de limonada para refrescar sus ideas. Un ca Don Salustio tenia amistad con un boticario
ballero estranjero, de aspecto venerable, ancha italiano. (En esto de vender drogas es sabido
frente despojada de cabellos, barba canosa i que los italianos han sobresalido desde tiempo
patriarcal, como de cincuenta años de edad, inmemorial). Le esplicó fria i claramente el
bebia, en una mesita contigua a la en que él asunto en dos palabras. He mirado la vida
—
se sentó, un vaso de grog. Este es algún fi por todos sus lados i ninguno me ha sonreído,
—
lósofo, se dijo, para sí don Salustio. le dijo. He pesado los goces i las miserias de
—
Caballero, dijo dirijiéndole la palabra, este mundo i he visto que la balanza se incli
na al lado desfavorable. Además, estoi ínti
qué piensa Vd. dé la vida?
El estranjero lo miró, sorbió un trago, i mamente convencido de que solo la muerte
lío tener que llorar i alejamos por medio de volvió cuidadosamente el frasquitoque lo con^
tenia i al mismo tiempo de retirarse le dijo:
estratajemasla hora de morir.
—
¿1 dónde encontrar esos alivios de que Amigo, le dejo a Vd. el encargo de escribir
habla Vd.? minecrolojía.
—
Hai hombres dedicados al alivio ele la hu Luego que llegó a su casa, empezó a hacer
manidad doliente. Yo soi uno ele ellos. los preparativos de su último viaje. De un ca
—
En verdad! jón de su escritorio sacó un atado de tarjetas
'—Caballero, soi pedicuro, di ¡o él estranjero i al pié de cada una de ellas escribió: se des
haciendo una inclinación de Cabeza. pide para el otro mundo. Después las cerró en
—
Hombre! esclamó don Salustio; i yo que su sobre correspondiente i las dirijió a cada
¡Qué
•mó don Salustio. Las últimas palabras de un moribundo han
,
—Oh! la Francia! gritó entusiamado Mr. inspirado siempre mucho interés. Quizá los
hombres creen encontrar una revelación déla
Coropié, patria de Voltaire i también mia!....
otra vida. La vanidad, que es el último senti
Qué poder puede compararse al suyo? Ca
—
Salustio, díganos Vd. francamente si es opo el cuerpo i cierta languidez que no dejaha de
sitor o ministerial? tener suYa que la muerte es una co
encanto.
echarla de sabio; en mi vida he estudiado cómo ha ido por el otro, uní ndo? fe pre
—
¿I
la lengua de Horacio i de
Virjilio. Sé que guntó el boticario.
trata sobre la muerte, i esto basta a mi
pro
—
lágrimas se m» vienen a los ojos ces, proclamada en las reyes fundamentales del
Todo muerto es importuno. Sino fuera que cielo, no era observada con exactitud. Aque
estamos ligados por algún lazo de llos que en la tierra fueron canonizados goza
parentezco
o amistad con los ban de mas prerogativas que nosotros los sim
que nos sobreviven i que tie
nen cuidado ele nuestros
pobres cuerpos, nos ples inmortales, i aun entre ellos habia algu
echarian al carro como una inmundicia que nos cuya influencia, implorada en la tierra por
tres personas en su cuarto, dispensen Vds..; —Caballeros, dijo el italiano, puedo asegu-.
i raides
me habia quedado dormido.. que a la fecha nuestro amigo es otro
Don Braulio no hallaba que pensar clel pro- hombre. Veo que se ha operado en él un eam-
:
dijio operado por el boticario delante de sus i bio favorable. Lo que siento solamente ea que
ojos. Don Pedro Pablo creyó que el italiano ''I no haya alcanzado hasta los infiernos; tenia
era un nuevo Cagliostro. curiosidad de saber si existia todavía en la
t-\
*vJ3S&
LA SEMANA, Octubre 15.
>^>3,
gtff^ jjj^OiTa Ja inscripción que vio el Dante cuando respetable que estaba a su lado, lo que me
k
*.ív*\^ vj^ájrTjior esas rejiones. impresiona este trozo cada vez que se lo oigo
Amigos mios, elijo don Salustio, ya que tocar a Julia... Talvez no me creerá Vd. ; pera
la suerte hizo que naciéramos en este planeta, ha habido veces en que, a mi pesar, se me
quedemos en él hasta que naturalmente ten han escapado las lágrimas.
gamos que abandonarlo. La vida, es cierto, ¿I qué pieza es esta? le pregunto su com
—
no es cosa
alhague mucho; pero pudiendo
que pañera, que no parecía ele las mas impresio
comprenderla talvez no se haga tan odiosa. nables.
Señor clon Pedro Pablo, esta noche misma me Qué, no conoce Vd.? Es el Delirio de
—
espaciosa butaca, en uno ele los estreñios del que el corazón de esa joven temblaba de verse
sa'on... a nadie he oido tocar con mas maes- despedazado, que un ara or desgraciado bullia
t: ia i espresión que a Julia este trozo de Do- en él.
rizze'ti... Parece como que pone algo de su Cuando concluyó de tocar, un murmullo
cor".z"i¡ en é!... .No se puede Vd. figurar, ele admiración se dejó oir en todo el ámbito
continuó dirijiéndose a otra señora también del salón. Julia se ruborizó.
Octubre 15. ■.
LA «
EMANA. 349
v
—
Admirable, señorita, la dijo Enrique que Sustrajes imitados por todos esos<f¡&-_,
eran
se habia acercado res anfibios, que no son ni hombre ni mujer,
a
poco al piano, ofre ..';v_',
-■
poco *
ciéndole el brazo.
que aun esperan un entendido i paciente na--,.,
-
j¡
—Gracias, caballero, le contestó Julia tra turalista que venga a describirlos, i a hacernos'
"•
fk. •
Enrique lo conoció, i sus cejas se arrugaron teria ele que son formados.
'-
.
Vaya, vaya, le dijo una de ellas con petu Una verdadera falanje de necios iba siempre
lancia, apuesto a que te ha incomodado el que tras sus pasos, lo buscaba, lo halagaba, lo adu
el señor de Camba te ofrezca su brazo. De ve laba, i, como es ^mui natural, también lo hos
ras que eres mui rara, Julia, Yo lo digo como
, ,
tigaba.
lo siento, me habria paseado mui orgullosa Sin embargo, Enriqne los soportaba, por
■con él, i estoi necios hacian su poder i su fuerza,
segura que todas nuestras ami que esos
gas piensan ni mas ni menos Como yo. llevaban de salón en salón la fama de su her
Razón tiene Elena, Julia, agregó otra de mosura, de su riqueza, de su jenerosidad, de
—
cara picarezca i
que habia mirado mas de lo su lujo, de sus
prodigalidades, de sus buenas
necesario a Enrique,- que mejor puede una
—
interrumpió una tercera a la que hablaba. contener la rosa de su corbata que a cada ins
Julia nada contestó. A las primeras pala tante se le subía a la barba.
bras de sus amigas había caido en una pro —
gar ele su corazón ese amor que era su vida, bla de otra cosa, .
, ,
Pero Salvador ¿qué dice? qué hace? duda, un paraíso, mientras no se topa con la
—
Velo: ahí esta conversando con su amigo realidad, mientras el velo de la ilusión no se
Ayala... En toda la noche no se han movido rompe i deja al desnudo todas las miserias,
de ese rincón,.. Juraría que están tramando las pequeneces, las inhumas, amarguras, de
alguna contra don Enrique. Denantes los ob silusiones, mentiras L vicios de que está ama
servé mirándoles: al de Ayala con una sonrisa sada esta pobre vida humana..
mui mal intencionada, i al de Paredes con-ra^ Para Salvador ese triste momento estaba
bia i despecho. apunto de llegar.
—
Talvez tus no son erradas. El
conjeturas .
Un interés, mal entendido pugnaba por
uno deseará natural vengar a su her
como es arrebatarle la mujer que amaba con un amor
mana, i el otro el que no leescamotena.su verdadero,.,inmenso, inestinguible; que habia
amada prima. brotado, en, su corazón casi antes de que pur
—Si! sí! estoi seguro... i he de buscar una diera darse cuenta de sus impresiones.
coyuntura para advertirlo a don Enrique. Es Salvador Paredes amaba a su prima Julia
nn
amigo que me interesa i cuya felicidad de Paredes desde su niñez.
seo, Este amor, que los. padres de Julia habian
Mejor fuera, le dijo Carlos, tratando siem
—
advertido desde temprano, habia formado has
pre de volver al orden el rebelde nudo ele su ta hacia poco su alegría. Tenían confianza eu
corbata, que no tomaras cartas en el asunto. Salvador, conocían la nobleza de su alma, la
baria feliz.
Está bien, está bien, le contestó su amigo. pureza de su corazón, ^esperaban
—
cante morena, con quien varias veces durante Pero de repente sé presenta Enrique ele
la conversación, se habia hecho sus señales Camba, i todo cambia. ,
que ese hombre estaba absorvido, dominado lazando su. destino al suyo.
Los padres de Julia deciden hacerla que
por un. solo pensamiento.
Salvador ele Paredes, mucho mas joven, que olvide a Salvador i se upa a Enrique.
él, pues, apenas tenia veinte i seis años, era —Tendremos llantos, decia el padre, pero.
tras el llanto vendrá la alegría, cuando se
un hombre que
podia pasar por hermoso. Sin
embargo de que las líneas de su rostro eran calle la. pasión i hable la razón... No he co
incorrectas, habia en él algo de tan franco, nocida nada mas funesto que esos matrimo-v
nios por inclinación... Cuando se va a decidir
simpático, dulce, i resuelto al propia tiempo,
sobre el es necesario, oir a la cabeza..
que era imposible no sentirse atraído.. Salva porvenir,
dor era uno de esos jóvenes que tienen,, co Pero detalles a un lado,.
.
mo se dice, el corazón en la mano. Los padres ele Julia dieron a Enrique su,
lo
Habiendo llevado basta entonces una vida palabra, i el matrimonio, debia realizarse
antes posible-
tranquila, no habiendo encontrado tropiezos
en su camino, aun no conocia clel mundo sino Cuando Salvador lo supo, quedó abismado,
las esteríoridades. se creia presa ele un sueño.
Los cuadrú
—
tado un potro indómito que os triture elbrazo;
pedos i la ilusión en las máscaras.— Dos funciones si tal potro ha faltado, habréis sido -víctimas
teatralts. —Uno sesión literaria. ele alguna tos o de alguna fiebre de lasque
Vivimos en estos momentos bajo la pre hoi corren por Santiago; i si habéis sido bas
sión del terror. El miedo, con sus tante agraciados de la sitefte para evitar un
pálidas me
jillas, sus miradas recelosas, su lengua bal
encuentro con tantos enemigos combinados,
no habréis de oir hablar de ellos, ele
dejado
buciente, su semblante desencajado i su ali
sus conquistas i desvastaciones, i participado,
gar inseguro, oprime a nuestra
capital en un como todos, délas pavorosas alarmas que ta
abrazo convulsivo i apenas la permite respirar
mañas plagas han sembrado en el campo de
trabajosamente. Las ideas aias supersticiosas, esta semana.
las inquietudes mas negras, los temores mas
Taciturno i desolado es el aspecto que pre
punzantes se ajitan en todos los pechos i so
bresaltan el espíritu de todos. Nadie se mueve
senta nuestra gloriosa capital. Sus «abitan
de miedo de caer en un abismo, nadie mira
tes han perdido'toda alegría i toda tranquili
de miedo ele ver algún horrendo fantasma o dad; ^i duermen no reposan, si se ajitan no
caminan, desean sin esperanza, i esperan des
algún esqueleto amenazante, nadie escucha confiados. Ha largo tiempo que ha desapare
de miedo de oir ías imprecaciones de Ja de
cido el bullicio de las fiestas; pero la serena
sesperación o las blasfemias del crimen. El
sueño i el apetito se alejan esquivos de noso gravedad de la paz no ha vuelto todavía. En
la inquieta inacción en que todos yacen, fácil
tros. Las noches se prolongan en fatigosas
es sentir las palpitaciones ele mi
veladas, i cuando alguna vez logramos conci vago anhelo,
de una aspiración indefinida que cada cual
liar el sueño, no tardan en despertarnos des
lleva en el espíritu i de que nadie se da cuen
pavoridos las congojas i agonías de la pesa ta. ¿Qué queremos, qué
dilla. Si, solicitados de la sed, tomamos por pedimos, qué bus
camos? Acaso ninguno podria decirlo a punto
acaso un vaso de vino o una taza de té, o ce
diendo a las eiijencias del hambre, gustamos fijo; i sin embargo, todos conocen por instin
to que hai un vacio que Henar, una necesidad
ele tarde en tarde algún manjar, nos pregun
tamos luego temblorosos si no habremos apu
que satisfacer, un bien que alcanzar, dudas
rado incautamente ün tósigo infernal. Exal que desvanecer, temores que destruir, peli
tada la imajinacion por el pavor, damos aco^ gros que conjurar. Én la cabeza de todos zum
ba un pensamiento informe que aún no ha en
jida a los presentimientos mas desgarradores contrado su espresión; i ese pensamiento en
i formamos los mas siniestros vaticinios. La
cierra a la vez los murmullos del descontento,
pálida desconfianza nos aguijonea; recelamos las quejas del malestar, las congojas de la es-
de todo hasta de la fortuna, cuyos dones te
memos como Laocoon los de los Griegos;
pectativa, las impaciencias del cleseo i los sin
sabores del desaliento. En tan ingrata situa
timeo Dañaos etdona ferentes.
ción, las risas se hielan antes de dibujarse en
El pánico cerval tiraniza en este instan
mas los labios, i las lágrimas se secan antes de
te a desmintiendo el adajio vulgar
Santiago, humedecer los parpados. El fastidio mas ne
eiue dice: cada cual es dueño de su miedo. Hoi buloso, el spleen mas británico, semejante a
—
en dia el miedo es dueño de cada cual. la boa imperial, atrae i absorbe en el abismo
¿I por qué tememos? se preguntará. Por la de sus fauces, los destellos del regocijo i las
misma razón que teme el niño en una pieza a emanaciones clel buen humor, incautas aveci
en la víspera de
oscuras, que teme el jeneral
llas que revolotean en torno de la colosal ser
una batalla, teme el viajero solitario e piente.
que
inerme en el sombrío bosque que cruza a me Corramos al teatro, benévolos lectores, a
dia noche. Como el niño nos hallamos en disipartantos pavores e inquietudes, Mas,
vueltos en las tinieblas ele la incertidumbrc; para dar con él, es preciso que hagamos
352 LA SÉ&IANA. Octubre 15.
como cierto marido Cuya carft mitad se ha tuaciones! Como era de rigor, aplausos entu
bia echado al rio: la buscaba aguas abajo; siastas lé fueron tributados a ella i a Clapera,
seguro ele que el Capricho femenino habia so- 1 el simpático zarzuelista. Una nueva cantante,
—
llegar al sábado ele la semana pasada i en'trai't embargo, pudo ser mejor cantado, i es de es
en el baile de máscaras de
aquella rinche.- perar que', mejor ensayado én la segunda
ex
i
Un curioso espectáculo despierta desde liie hibición, sea también mejor apreciado i mas
vuestra atención: la metamorfosis de Corby
go aplaudido;
en príncipe hípico i la de sii comitiva en cua La función del jiiéves rió dejó nada que'
drúpedos. Pero, tened cuidado! hacen su pa desear al público; aunque mucho a la em
pel tan a lo vivo, que no seria imposible que ostensión de
presa, que veia nadar en la fasta
atrapaseis alguna coz. la platea unos Cuantos espectadores i recor
Satisfechos plenamente de las disposiciones daba acaso el nanfrajio de Eneas:
ecuestres de los comparsas, recorréis ahora el nantes in vasto.-
.-..:.. Aparent rari glirgite
vasto salón, sembrado de máscaras mas o me
Por él ipormíi comedia en tres actos de
nos silenciosos, mas o menos insípidos, mas O
Scribe arreglada al teatro español por Ventura
menos grotescos. Coino es natural, vuestras
entre las prime
miradas se dirijen de preferencia a los más
de la Vega, figura sin disputa
ras i inas hermosas Obras del fecundísimo dra
caras femeninos, i tratáis de adivinar, por loa
del
contornos de la figura i el aire de los movi maturgo. Bien se echa de ver la mano
maestro en el feliz enredo de esta pieza, salpi
mientos, las frescas mejillas de alguna donosa
cada de lances i escenas cómicas, en la verdad
muchacha o el semblante melancólico de al
i precisión de sus caracteres i en la viveza i pro
guna sensible beldad, mal escondidos bajo la
careta. Mas, si tal pretendéis, apartaos de esa piedad del diálogo; eri que jamás habla el au
tor i siempre el personaje.-— La Mur interpre
robusta encina que trae a la memoria el -ma
tó dignamente al maestro, i en la ejecución ele'
dero histórico de Caupolicán, ¡Qué talle tan
su papelhizo un excesivo de gracia i
gasto
inamovible, qué formas tan exorbitantes, qué
énfasis de buenas carnes i nial 'tono! No miréis arte, de que el público la reembolsó con pró
cuando no
deja tras sí conquista alguna en
LA SEMANA. el del bien i la verdad, cuando se
terreno
combate por combatir, como sucede en toda
SANTIAGO, OCTUBRE 22 DE 1 850.
| la América española.
Éntrese en la historia de los trastornos
•JLsas soeáeclsscles porque viene pasando, i cada uno de ellos
laíspimonattica*ií-
cssísas.
'
e influencia,
ánimos, nos hace ir a buscar en el extermi donde es posible los acontecimientos,' el en
Hacia jadonde quiera que se echa la vista busca casi todo el que en ella toina una
par
no se observa sino la mas espantosa confu te mas o menos activa i directa?
sión, el mas lastimoso desperdicio de tiem El ambicioso, la satisfacción de
, su am
Así,
e
impotencia, de juventud i vejez. los vaivenes por que pasamos son tan funes
Cosa natural: en ese batallar sin tregua tos como lójicos.
a
que nuestras sociedades viven entregadas Toma un partido la dirección de la socie
la decadencia es su desenlace preciso. Si —
dad: mil pretensiones cercan a los hombres
los pueblos han nacido para luchar con ira que forman el gobierno. Todo el mundo
el obstáculo, para aspirar perpetuamente a
quiere ser recompensado por imajinarios o
reales servicios hechos la causa triunfan
un porvenir mejor que su presente, si. el a
combate los robustece, también los debilita, te. A poco andar, la nueva administración
—
los anonada, los irrita cuando es incesante, encuentra cu su marcha tantos o mas obstá
is
354 LA SEMANA. Octubre 22.
bien del pais, si no hace alite todo el de los gobiernos impotentes, tendremos una far
—
jeradas pretensiones de los suyos vienen a la libertad, una burla cruel el derecho, un
colocarse las justas del pueblo, creando al verdadero juego de azar la dirección de la
poder la mas estraña de las situaciones. Tie sociedad; esta será el patrimonio no de la —
ne que decidir entre la nación i el partido, en intelijencia sino de la audacia, no del pa—
en hombros i aclamados i victoriados por la grandes gobiernos. Sin embargo, pocas ver
dades mas útiles en su aplicación i en sus
mayoría, ser al cabo de poco tiempo el
blanco del mas completo desprestijio, de consecuencias.
odios encarnizados?— Entráñese enel por Nada es mas estúrjtido que el antagonis
estarán siempre viven los pueblos i los
qué de tal cambio, i de seguro mo en que
obrándolo intereses personales desengaña gobiernos. Un constante recelo, una per
niciosa desconfianza, una mala fé punible es
dos, mezquinas ilusiones disipadas, bajas
lo que se nota en sus relaciones.
pasiones enfrenadas.
Hai hecho que pone al descubierto me
un ¿Cuándo terminará error, preocupación,
observaciones pudieran ha desconocimiento tan lastimoso de la respec
jor que cuantas
cerse las verdaderas causas de nuestras per
tiva situación de los pueblos i los delegados
turbaciones. Ese
—
hecho es la diversidad de su soberanía? Hai nada mas absurdo que
de miras i marcha de los gobiernos hispa- ir a buscar la fuerza i el poder secando los
no-americanos i la casi idéntica suerte que manantiales de donde parten?
sin Convenzámonos: no existe gobierno, so
embargo corren:
Enunos puntos se les ataca por demasia ciedad, orden ni libertad posibles sin buen
do liberales; sentido i buena fé.
En otros por demasiados retrógados; El buen sentido encamina al bien i la
En el de mas allá por tímidos para aco verdad.
La buena fé enjendra'la confianza i la
meter la reforma.
unión.
Haga lo que haga, diga, piensa i
acome
En tanto que ambos no sean los que dirijan
ta lo que quiera, todo gobierno tiene que
todos los pasos, trabajos, empresas, pensa
ser malo.
mientos, esperanzas i espectativas de las so
Estoprueba que existen en el fondo de la perturba
las sociedades jérmenes de perturbación su
ciedades hispano-americanas,
no se les ción será su vida i ía perturbación sin objeto,
periores a todo bien. En tanto que
sin motivo i sin fin cierto hacia que tender.
—
proclamamos la democracia: —
va
ees titulados Elvinia, el Proscrito i el Lute patrón principal, San Pedro. Siguiendo a la misma
rano, que son censurables por la insulsez de
jente, entró a la villa el primer dia déla fiesta en
sus que no se hacia otra, cosa que la misa cantada con
argumentos.
Elvinia es una joven que se desnuda para
panejírico en la iglesia principal. Confuso éntrela
multitud de forasteros, entró a la iglesia sin ser
bañarse en una fuente i que, apenas se ha conocido de ninguno, i se puso mui cerca del altar
deslizado en ella, oye la voz ele su amante, que mayor, donde se cantaba la misa con asistencia de
le canta una canción amorosa, lo que le obli gran concurso. Oyó el panejírico, i prosiguió oyen
ga a salir en el acto del agua donde se sola do la misa hasta el tiempo de la consagración. Le
zaba, i a retirarse presurosa i mal vestida. vantándose entonces ajilado de todas las inferna
Nada mas, nada menos. Este romance ha su les furias, se avalanzó de la hostia consagrada al
ministrado ocasión al poeta para hacer tres tiempo de elevarla el sacerdote i la hizo pedazos
con mas que diabólico atrevimiento.
descripciones bastantes frías e insípidas de la
«Apenas observaron los asistentes su sacrilego
mañana, del prado i clel baño, las cuales no atentado i la turbación de los sacerdotes del altar,
son notables mas
que por su trivialidad. cuando loscabildantesque tenían cercano su asiento
El Proscrito es un desterrado político que sacaron todos sus espadas i le dieron tantas heridas
se queja
amargamente, aunque en versos mui que cayó muerto mui cerca del mismo altar. El prodi-
poco enérjicos i sentidos, de los enemigos que jio grande que obró Dios en ese- caso, fué el no per
le han separado de su cara patria, a la que mitir que se manchase su iglesia con la sangre de
habia sacrificado su tranquilidad, sus bienes, aquella infernal furia, porque no arrojó ni una sola
su vida; i
que le han alejado de la mujer a gota con los centenares de estocadas con que esta
la atravesado de parte a parte. Sacaron el cadáver
quien amaba i por quien era correspondido. de la iglesia, i al mismo punto de estar fuera, arro
Aun cuando la pieza se prestaba a la espresión
de ciertos afectos, el autor no ha acertado a
jó tantas plumas de negra sangre, cuantas eran las
heridas. Atado i arrastrado a la cola de un caballo,
pintar la tristeza profunda del proscrito que, fué arrojado su cuerpo en un campo distante, i
según las palabras de Lammenais en una pa autenticado todo el suceso, el cabildo de la villa dio
jina sublime consagrada al mismo asunto, cuenta a la corte.
marcha errante de pueblo en pueblo como las «Era correjidor a la sazón don Martin de Aran-
nubes que arroja la tempestad, i en todas par da, nativo de la Imperial de Chile, quién, como
tes se encuentra solo. cabeza del cabildo, fué el primero en herir al lute
El argumento del Luterano, que es el mas rano. Lab-ándole a este caballero mas i mas por
momentos el prodijio de no haberse manchado la
largo de los tres romances, está tomado de nn
iglesia, se hizo devotísimo del sacramento i se con
pasaje de la Historia de Quito, escrita en 1789 virtió de buena a mejor vida, tan eficazmente que
por el presbítero don Juan de Velasco, que voi regresó a su patria solo por disponer desús bienes
acopiar al pié de la letra, no solo para dar una en obras pías i pidió con instancia ser admitido en
idea de la composición, sino también porque la Compañía de Jesús, cuyos estudios habia cursa
figura en el suceso un chileno cuyo nombre do con crédito i aplauso. Recibido en ella, i ordena
suena en nuestros anales. do dentro de breve de sacerdote, fué premiado de
Dios por su acción heroica i tierna devoción al sa
ALGUNOS SUCESOS NOTABLES RELATIVOS A LA VILLA
cramento, porque murió mártir ilustre a manos de
DE RIOBAMBA.
los bárbaros llicuras.»
uEl mas memorable de todos fué el de un lu
terano, acaecido hacia el año de 1620 con poca di ¿Hai en este suceso tema para una leyenda
ar>o •
la- seí ANA. .
Octubre 22.
ba,de¡abau algún campo para que la fantasía; mentable; la degradación a- que habria llega
pudiera desplegar susalas. con entera libertad.; do seria estrenada.. Es probable, sin embargo,
Tero también os menester convenir en que si que haya muchísima exajeracion en la crítica;
esa narración
puede suministrar los primeros a 1» que se agrega que, como el poeta no es
elementos, unjérmen, nn embrión para un; presa a qué ciudad se refiere, es lícito supo
cuento, está mui distante de ofrecer uñ todo, ner a la. distancia que no se trata de la capital
mar la pajina arriba trascrita.' Careciendo de vicios que en la sátira mencionada se vitupe
inventiva, o uo. queriendo- agregar nada a la ran son rastreros, ignobtes; porque
pequeños,
.tradición, ha compuesto una obra, insustancial hai también una escala, en el vicio, como la
en su parte in.trínsecaá prosaica en su. forma. hai en la virtud. La humildad del asunto ha
Era imposible, hiaíerialmente imposible, que dañado al buen desempeño de lá obra, resul
pudiera' hacfirse'una composición litorariade tado que era de esperarse. La llama de la ins
algún mérito con tan insulso argumento, piración solo alumbra lo. que es grande i ele
cónio es .imposible que se fabrique una esta vado por cualquier motivo que sea, como la
tua espléndida con piorno o barro vil. llama de los volcanes solo, en la
resplandece
Las composiciones festivas ele Mera tienen cima de los'' altos montes.
el gravísimo inconveniente cíe carecer da gra Mera ha compuesto un gran número de fá
cejo, ida producir .por lo tanto un electo di-, bulas que ha dividido en políticas, forenses i
verso, del que sn autor esperaba. Así como. las: diversas. Son mui poco injeniosas; no tienen
ligrimas i sollozo? «pujados por falta da ga'-¡ gracia ni naturalidad. Las mejor desempe
na.» según una-, espresión. ele Queved).. lejos ñadas las dos que copio a continuación.
son
de entristecernos," nos, hacen reír; así también Seriada desear que las eternas fuesen parecidas,
los chistes forzados, lejos ele alegrarnos, nos a éstas ;
I I ,->:: '-S I, _'-'., t ll'ilii r -.- -Ya. Aquí hai un tigre \uráz,
Que arredra hasta el mas audaz,
1 uo hai de miedo quien chiste.»
El cura de mi lugar
lie tal numera prc-.hca, A-sí pueblos conocemos
Donde un tirano opresor
Yie ap-nasie oye Marica
i .i;a;i.l-.i comieaz.t a r jurar: Silencio impone, i creemos
Vas de') al cu-"a agr.tdar
•
Que es paz loque en ellos vemos,
Cuando es tan solo terror.
Octubre 1% LA1 SEMANA. 357
A Mísifuf la suerte
De vil rastrera yerba, i adornado
.
Do la elección tocóle.
De míseros escombros, se veia
Al punto un mono en lo alto.
De fabricado
ricaspíedrasioro
Se encaramó de un roble, Tu magnífico templo,
I la elección publica
Va de la nada miserable ejemplo.
Desde allí en altas voces:
-.— «¡Viva el ilustre gato!
I ¡¡oh sol! acaso un dia ¡dia aciago! Influencia Je las estaciones sobro
Al despertar desde tu rojo oriente las facultades del hombre (1).
Verás ruina mayor, mayor estrago
I ¡ai Quito, Quitot un ferovaetor<ioliente Inclusivamente consagrado a los estudios
Cual yo, versos funestos- matemáticos, cuya aridez i aparente oscuridad
Vendrá a entonar sobre tus mustios restos. son harto conocidas, no poco he vacilado
D.. JEuan León Mera es un joven de pocos para escojer el tema de un trabajo que pudiese
leer ante vosotros. I de seguro que no me ha
años aejuíen está reservado sin duda un bri
bría decidido nunca, si éntrelos que cruzaron
llante porvenir. La composición que acabo no hubiese encontrado
de copiar es una garantía segura de lo que ha>- por mi imajinacion
uno que, no siendo una pura serie de abstrac
rá coa el tiempo.
ciones i cálculos matemáticos, sino que ofre
Gregorio Víctor Amunátlgui. ciendo un punto curioso ele enlace entre las
ciencias naturales i las ciencias filosóficas i,
sociales^ podrá en cierto modo llamar vuestra
AI Céfiro. atención-, ya que no despertar vuestro interés.
Uno de los principios mas fecundos en las.
Nuncio- divino de la fresca aurora,. ciencias ele observación es que los efectos son
Grato consuelo del estio ardiente, proporcionales a. las causas. Estemas principio
curio
Piiega¡ tus alas i benigno escucha tan simple presenta los resultados
Dulces cantares^ sos en todo lo que concierne al estudio
del
desarrollo- de las facultades del hombre.
no menos importante, i
Tú, qjie a la aerear blanquecina nube Hai otro principio
Formas variadas a tu antojo imprimes, mirarse como un
que podría por otra parte
I ella obediente tu capricho adora corolario del precedente, i es que las causas
Siempre sumisa: periódicas tienen igualmente efectos periódi
se puede
cos. Un ejemplo mui notable de esto
obran poderosamente en el jenio i costumbres algunos otros, pues poco de esto nos presentan
los datos estadísticos hechos hasta el día
de un pueblo, el clima i el aspecto jeneral de en
los
la naturaleza en que vive,- i si no es
posible de Chile. Para hacerlos sensibles, he reducido
terminar con caracteres mui fijos i precisos el hasta la fecha en el
que yo tengo recojidos
modo como influyen las estaciones sobre el cuadro siguiente que manifiesta la proporción
pensamiento i la sensibilidad del hombre, es de los nacimientos i de las muertes en los dife
por la naturaleza misma de esta influencia, i rentes meses del año.
porque la ideolojíai la estética no han hecho
aun los
progresos necesarios para arribar a este NACIMIENTOS. MUERTES^
punto de su estudio tan elevado i culminante.
« LA EN LOS
Pero no es por esto menos fácil de percibir los EN LA EN LOS |
CAMPOS «ICIDAD CAMPOS
efectos que esas alteraciones de la naturaleza CIUDAD.
bezas, entibia las brisas de la mañana i de la Junio..... w. 1122 1177 1096 1198
tarde, esas brisas que nos traen los ruidos Julio.,. ...... 1083 1137 1058 1192
misteriosos de las puras i estrelladas noches 1035 1-814 1010 1120
Agosto... w..
Así, pues, si las estaciones ejercen su influen son mas temibles los grandes
calores o los
cia sobre el pensamiento i el sentimiento, la he hecho
grandes frios. En el cuadro quea sigue
ejercen también sobre la voluntad, i por con esta distinción con respecto los meses ele
siguiente sobre las acciones del hombre, i so enero i julio, únicos que he
considerado pues
bre los hechos i fenómenos jenerales de la vida to que presentan los límites estreñios.
vejetativa i moral de la especie humana. Hé —
■
a este
aquí el resultado de mis investigaciones MUERTES DURANTE LOS
MESES DE
respecto.
El número de muertes tanto en las ciudades EDADES.
como en los campos es mucho mayor en invier ENERO. JULIO.
mas o me
no que en verano; la razón es poco
vital se desarrolla tan abundantemente, que Abril, 52.— Mayo, 37. Junio, 49. Julio,
— —
sobre las pasiones políticas de los hombres; físicos; que mientras mayor sea el número de
-Quizás en tiempos menos borrascosos cpie los individuos sobre que se observa, tanto mas la
que atravesamos pueda leerlo, i entonces ma libertad individual desaparece, i deja predo
nifestaré las grandes verdades científicas que, minar la serie de hechos jenerales que depen
sometiendo al cálculo infalible ele los números den de las causas en virtud de las cítales lá
i a las consecuencias seguras clel análisis ma sociedad existe i se conserva. Aquí debo hacer
temático, se deducen do los grandes trastornos sin embargo Una distinción que nO habia con
a que dá lugar el espíritu público cuando se siderado otras veces, i es, que si el sistema
despierta en la sociedad a causa de los abusos social esperimenta la influencia ele las causas
verdaderos o supuestos de los gobiernos. con la misma fidelidad que cualquier otro siste
Se puede considerar la influencia de las es ma, también tiene fuerzas morales capaces
taciones sobre las pasiones i la moral del de modificar esta influencia, sino de un modo
hombre en todo lo que se refiere al crimen. poderoso, por lo menos de un modo sensible.
En una memoria que leí en julio del presente Estas pocas observaciones, bastan para pro-;
año ante la facultad de matemáticas, sobre las bar de una madera segúrala poderosa influen^
causas que modifican la represión del crimen, cia que sobre nuestras facultades i sobre el
hizo ver 'también que la mayor parte cielos
crímenes contra las propiedades se ejecutaban (1) Memoria sobre la posibilidad de medirlas causas
en invierno i en la primavera, ¡
Octubre 22. LA SEMANA. .... 3jH
hombre ed jeneral tienen los cambios periódi Por toda la mesa se veian montones de oro,
cos de la naturaleza. Cuando la Solo el tallador casi nada tenia.
estadística sea
entré nosotros lo La respiración de ese hombre era angustio
que etebé ser, cuando se
haya récójidó mayor número de datos a esté sa, dri sudor frió, corría pofc- s'¿ calva Érente^
respecto, se aprovecharán de ellos con sobrada sus manos sudaban frío también i temblaban
con la materia, del alma sobre el cuerpo; las sobre la mesa, las revolvió; recojiólas i tras
ciencias políticas i sociales para calcular sa- esio tornó a barajarlas de lluevo..
biamente la eficacia délas leyes; i la ciencia Los jugadorescomerizabari a impacielitarse.
administrativa de esté modo.podrá sentar re El uno hacia un jesto de cansancio.
glas mas precisas en- el arte ele gobernar a los El otro renegaba entre dientes.
pueblos: . :-, Este tosia.
El de mas allá daba golpecitos sobre el ta
V'
V Gabkiei Izquierdo;
pete.
Todos, en fin, estaban contrariados por lá
tardanza del tallador.
'■'
l¿lft'~'|fr>lnbre ss la moda; Uno, que paresia él mas ganancioso de to
dos; a juzgar por el oro que tenia delante;
':■■'/ Conclusión, i, como era natural, el mas impaciente de apro
vechar el buen tiento cjue le soplaba, dijo, dU
i'k ■""' . .
Ví.
rijiéndoseal tallador:
l, Tí11 .eraIa situación ele Salvador cuando —
Iremos si Vd. quiere, señor don Ma
-Enrique se acercó a ellos.
nuel, aechar un sueño mientras Vd. baraja,
^
Vamos, señor don José, dijo Enrique diri
—
Sí, señor, sí, le contestó Ayala con En ese momento el montero colocó sobre
frialdad. el tapete nn caballo.
me dará Vd.
—¿I desquite, Jo espero? Ayala sin trepidar tiró sobre él uria tarjeta
—domo nó: coa' o nó: i desde
luego le voi con la cifra diez mil. .
Dios me guia! —
mías, en epje la pasión venciendo a la edu i cuya alma está libre de remordimientos i sa
cación, dejaba ver en toda su desnudez el fon corazón de dolorosos recuerdos.
do ele esos corazones. De repente se dejó oir en el silencio de la
Junto a une- que juraba 'i renegaba de su noche el ruido de un llamador. Uu momento
suerte— habia otro
que rein. después una puerta jiro sobre sus quicios.
Junto a este que contaba i arreglaba con —¿El señor ele Camba e^stá en casa? pre
amóre sus monedas, habia otro que rejistraba
—
preguntar:
que se ve, se reconoce i se mide, es hasta
—
i entre clientes:
agregó Momentos después volvió'el criado i con
Quién sabe si así será, no
—
Enrique que
alcanzó apercirbir algunas palabras rico desde la alfombra hasta los caprichosos 4
—Nada! liada! le contestó el de Ayala, fantásticos arabescos clel cielo raso, de cuyo
Ambos salieron. centro Colgaba taha araña ele cristales de mil
Casi a la misma hora que Enrique i Ayala colores, que producían los mas variados i fan
abandonaban el salón de juego, un joven en tásticos juegos de luz.
vuelto en un ancho paltó ele viaje i jinete en Los muebles de Jacaranda con incrustacio
nes de concha de perla, estaban forradosen un
un fogoso tordillo, salia a media rienda de
tisú del rosado mas tierno i amoroso-.
Santiago.
Este joven era Salvador Paredes. El empapelado era del propio color.
La carta ele Enrique habia surtido efecto. Las mesas, del gótico mas exajerado i ele
A las once de la mañana de este mismo dia gante, estaban cargados ele preciosidades en
cortesía, les indicó con desembarazado i de Vd. el que renuncie a la mano de Julia Pa
gra
cioso ademan un diván
cercano i fué a rodar redes...
una
poltrona, donde se sentó en cierta pos Enrique miró a Ayala de alto a bajo i una
tura que decia a las
claras quería desocu sonrisa de desprecio asomó a sus labios.
parse cuanto antes. Viendo que Ayala se detenía, le dijo con un
Siguióse un momento de silencio. tono aza.s insultante:
El de
Ayala-fué el primero que lo rompió. •—Continúe Vd., señor de Agala, continúe
Dirijiéndose a Enriqne le dijo: Vd... Ansio por saber todo lo que Vd. o Vds.
---Sin duda que ahseñcir de Camba le cs- exijen de mí... Desde luego la primera exijen-
cia es. la llamaremos peregrina, por no de
pero ella era ne
trañará algo nuestra visita; . .
cir ridicula.
cesaria.
—Sí, sí, señor, continuo, le replicó Ayala
Enrique nada contestó ele
pronto. Echó la
con voz levemente alterada
por la cólera... Pero-
_
—
Sí señor... ¿Pero como han llegado esas
ber dado un largo galope a juzgar por sus es letras a poder de Vd?,
puelas i por el lodo i el polvo que íocubrede —
Eso por ahora importa poco? .Tengo o no
pies a cabeza. tengo derecho para. exijir, para ordenara Vd.
La observación i el tono en .ciue fué hecho
cuanto quiera?- le, preguntó
eran soberanamente
Ayala con seve
impertinentes. ridad.-
Salvador se revolvió en su asiento como un
Después mudando de tono i como parodian
hombre que se siente desasonado, i replicó do el empleado poco antes por Camba, con
con embarazo: tinuó:
Sin duda... En otro caso.,.,.
—
—
incredulidad... Prometo a Vds. que no puedo -T-Pero esto es imposible!... Pero esto no
adivinar.... puede, no debe, no quiero que sea!
—
Ya lo creo, le contestó el de Ayala... Don José i Salvador lo miraban pasearse sin
—
Pera abreviemos, si gustan Vds... ¡va
pronunciar una palabra.
mos al motivo desn visita, le
interrumpió En Un momento después, vuelto Enrique de su
rique con una impaciencia que no pudo con primer aturdimiento, fué- a sentarse de nuevo
tener. i dijo a Ayala:
—
Pues bien, señor de Camba, dijo Ayala —
Pero señor lo. que hace Vd. es una villa
con tono brusco i clavando sus ojos en En nía... Pero es imposible que yo acceda a lo
rique con mirada escudriñadora... Yo tam que Vds. pretenden.
bién estoi con Vd. porque ahorremos las pa
Ayala después ele haberlo contemplado por
labras inútiles.... El objeto que aquí nos trae,
algunos segundos le contestó con flemática
añadió después, de una" corta pausa, es calma:
exijir
SGi LA SEMANA. Octubre 22.
—Lo que hacemos, señor de Camba, es un !!¡ hace mucho tiempo me son conocidos los mas
de justicia... i de nuestra parte ¡vive
acto
¡ insignificantes pasos de Vd. Sus criados i su
Dios! i levantóla voz, no hai vi. lanía... al | mayordomo me pertenecen. Por ellos supe la
contrario hai sobrada nobleza. Podemos hacer ! carta que Vd. finjiendo la firma del padre de
prender a Vd. como falsificador, porque estas Salvador habia enviado a este, llamándole
firmas son falsas, i le mostraba las letras, para apartarlo de Santiago i hacer correr, como
porque estos caballeros jamas han debido a ha -hecho correr Vd. estrañas ruidos respecto
Vd. nada, cómo lo prueban estas cartas, i a su
repentino viaje, viaje que no pude ¡impe
sacó dos cartas, que alargó a Enrique. dir porque el aviso me llegó demasiado tarde.
Léalas Vd., léalas Vd. por ellas se me
—
C.n alguna parte un destello siquiera dejené- olvidado" Vd cjiie estoi al corriente de todos
rosidad, ele hidalguía. Vd. no ha hecho sino los pasos de Vd? Esta casa con cuanto contiene
-manchar, degradar, corromper, matar cuanto muebles, 'objetos de lujo, coches, caballos,
'
•lia tocado.... A cuántas mujeres no ha lan etci nó es de Vfl. es ele sus acreedores o mejor
zado Vd. en el vicio, para después de haber mia... Con que así puede Vd. marcharse.,.
las perdido abandonarlas... A cuántos hom Anule quedan a Vd. diez mil pesos de las
bres no ha -atraído Vd. al borde del abismo? letras falsificadas. Esos diez mil pesos me
una vez ahí los ha
empujado traidoramenle a pertenecen; pero no los quiero, llévelos
sus Ah! señor ele Camba!
profundidades... Vd.... Vamos, pues, ¿se marchará Vd. in
«hántas. existencias ha envenenado Vd!... Pero mediatamente?
el momento espiacipn ha llegado... i la
dé la Después de un momento de silencio contes
tendrá Vd. como, toilosdosgrandes criminales! tó Enrique con despecho:
Tras una breve pausa prosiguió: —
Me marcharé!
—Juré arruinarlo a Vd. d lo. he arruinado... seguida agregó a media voz:
En
Si Vd. creyó que impunemente podia despe ¡Cuánta infamia, Dios mió!
—
dazar mi corazón arrebatándome el único ser Callad! le interrumpió Ayala con voz de,
—
¡a mi pobre Dolores!... I dos gruesas lágrimas dono la vida. Vamos! albergad alguna vez un
corrieron por las mejillas de Ayala... se equi sentimiento elevado!
vocaba Vd: sobre.su tumba juré vengarla-no Enrique se mordió lQsdábios.
•
he conseguido ¡Desventurada hermana mia!
Ah!' señor de Camba, Vd. no sabe cuanto A la misma hora que pasaba en casa dé
mal me ha hecho. Los hombres como Vd. son Camba la escena que'veiumos de referir, Car
men ele X entregaba su alma a Dios después
■ificápaces de comprender los grandes senti-
¡in je n tos! de una lenta i dulce agonía'.
sin decir palabra. Una nifiita-.de' ocho años i una anciana,
-
Enrique permanecía :
rique.
sin embargo, ahora ocho dias no ha dudado Las que, sobre este último su-
conjeturas
Vd. eu sumirla en la miseria, en arrancarle la , ceso, hacían eran mil i una.— Las ahorra-
se
el; íp ¡le su hija para hacer frente a sus deudas | remos en favor de la brevedad.
i vicios.
a r-tis Lo que habia de cierto en todas ellas era
'
Un nuevo suceso habia venido a llamar la suceder a la profunda oscuridad que todo lo
atención: el matrimonio de Salvador de Pare- envolvía una claridad rojiza.
,des con su
prii»a,Julia. Con el favor de- esta rápida luz vio Salvador
•
a un hombre de horrible
yin. aspecto, cubierto
IJOS AÑOS DESPUÉS. .con un pantalón i un paitó hecho jirones i
'Era el corazón del invierno i de uminvieroo chorreando agua dedos pies a la cabeza, que
ifrio i lluvioso como pocos. •tenia asidos los caballos por las bridas.
La noche -sé acercaba. El El hombre que también distinguió las fac
agua caia a to
ciones de Salvador, dio un- rujíelo que do
rrentes. 'Un fuerte viento sacudía como débil ,
¡caña los árboles mas corpulentos. minó los bramidos del viento i soltando las
Los pojaros asustados ¡atravesaban el es- bridas se abalanzó sobre él, esclamando-
papioccon sus alas ..estendielas j -dando gritos -¡El infierno ine lo envía: meiVengané!
—
un
agua, ¡temar.
A cada momeisío "los caballos se detenían iAdelaníe! en marcha! gritó al conductor.
—
4lel litigo i ¿js gritos del cochero los hacían Tres horas despuesentrába en Santiago ei
■•seguir su marcha jadeantes. coche de Salvador,
—
4 cariñosa, que iio podia ser sino de -aüa inu- jA-Mt AM4G0 A. VAL.©£RKA,VA.
ílíído'p«r el cochero ajos caballos; pero el co Todo hacia vibrar suaves! ;tiernas
Notas ■desconocidas en mi al nía..
che '
ae, movió!
no
Señor,. pronunció él-cochero como diri
I comido el suelo silenciosa tarde
jiéndose a Salvador.
Pero ya este habia abierto la portezuelas Con sus suaves aromas empapaba,
sin temor a la lluvia ni ál lodo, brincado.«I yo sentía bullir aquí en mi pecho
suelo. ¡Una ansia didee. mía delicia cstraña.
En esto un
relámpago cruzando el cielo ¡hizo
3GG LA- SEMANA. Octubre 22.
¡Cuan feliz era entonces! Divagando LOS
Como el ave jentil de rama en rama, Cncntos de In Reinn tic iVnvníro
Mi mente, presa de rosados sueños,
o
En cada jlor prendía una
esperanza.
EtcDESQUITE DE PAVÍA.
Era que habia en mí una fuerza oculta,
Comodín en cinco actas..
Alienta ele riquísima fragancia,
Que ele mi verde juventud el campo. Continuafíon.
Con .prósperos colores me pintaba*
ESCENA XttJ.
I yo, ignprante i pobre viajero, Los precedentes, BABIEZA entrando por >■
Llegué a dormirme en deliciosa calma. la puerta del foro.
Soñando dulcemente desvarios, TODOS.
Amor eterno i existencia larga.
¡Rabjezal,
babieza, hjileándose, a los pies del rei.
Contemplé a la divina poesia yo soi.... ypquevengoa entregarme a
Sí, vues
Allá a b lejos estender sus alas, tra cólera.... a vuestra justicia.... porque he podi
1 yo invoqué su^ misterioso espíritu, do un momento pensar que Y¡. M
Que en mar de luz resplandeciente vaga.
CARLOS -\.
¡Responde!...
Soiíó-ftambien que un átomo de fuego,. babieza, recio a todos-Ios que oyen.
Ella propicia al corazón me enviaba, ¡Estaba engañado.... estaba.... equivocado.......
lo séilo .recuerdo! El emperador no, ha salido do
I me sentí valiente- i¡ poderoso
Para volar veloz- como. las auras.
su gabinete desdemedio día....
CARLOS v.
¡Respóndeme!
babieza.
Hoi rota la ilusión i hecho pedazos, ¡Pero entonces era otro.... i los celos, la rabió
me han hecho volver!.-..
El cuadro, venturoso que soñara,
■ -
CARLOS v.
He tendido. la vista a otras rejiones
¿Donde estáa tus .despachos?...
.
señen de lo que es
capaz una mujer; ya podéis, CARLOS V.
señor, hacerla prueba conmigo -iio vereisi hílenos i mui
.
¡Sí, que nunca el rei ds Francia-fia sitio mas -dig- ¡Oh cielo! (leyendo
;rfo del trono, que el dia en que de esa manera
en vaz
baja) Cuya primera
condición-hubiera sido una alianza entre el rei de
baja sus gradas....... i si yo fuera Carlos V, no España...:, i la hermana de Francisco 1. •
carlos v, saludando*
que un ha de terier muchos lances
tejedor no
Hasta mañana. (Margarita vaciliinte se apoya en vida
el sillón de la izquierda* Carlos V: sale por la de-
en su
paira hacerla interesante
casera
a un
público entero. Así Rrittiq el Tejedor
recita). es, como su nombre lo.inmca, hastó —
donde;
Flix DEL ACTO TERCERO. pueden los nombres indicar algo,— una pobre':
figura cuyoforiclO'rcuyo marco no valen, mai
H. DE kíSARRI.
(Contimidfá:f que eHa. . ,
1(
,
:a primera parte ele un estenso, erudito i atina acción es pesada, iassítikiciones cómicas o dra
do trabajo sobre nuestra literatura-nacional, máticas faltanT tói va-rLos. personajes, mas no'
i las tendencias que cree¡ i creemos
íu presente hai ningún, carácter:
él, deben dominarla. li. gtotdmaydr i Gíírces hicieron
son
abundancia de
Gaytari,
Campean en ese trabajo una
cuanto estuvo de parte para sacar con bieií
su
ese
las opiniones del señor Peña. Pero el tiempo Glapera, el simpático! i popular coronel,
es
i el espacio nos faltan. Pedimos sí i aconseja tuvo en vena. Los que lo lían oido, saben lo
de las letras lean co:i medi
mos a los amigos que esto significa.
tación i asiento el trabajo clel señor Peña. El Herrera i la esposa Gaitán contribuyeron-
las éxito de Mis dos mujeres,
lo merece por su fondo i por s>tt forma, por por su parte al
ideas que contiene, por las teiHÍen'cias qu'e salieron' airosas a pesar de la batahola'
que
trata de desarrollar i por las útiles i
nada co de chillidos, notas' falsas, atraganta-
gritos.,
munes observaciones que encierra. ínientos de voz" que algunos padecieron.
Como la hora era mui avanzada, tuvimos El postillón déla Mioja, cantada el j.uéves,
un interesante i luminoso La Ba
que privarnos ds oír fué reida i aplaudida como siempre.
estudio médico filosófico clel señor don Manuel ronesa con sus temores, el postillón
con su»
Seranna teatral. de
Por fin, el baile' la Posadera del Ramo
i admi
Las novedades teatrales nos han compen Oro, en que la Thierry fué aplaudida
elfo
sado hasta cierto punto de la (monotonía,
del rada como se ha hedió de ordenanza.,
a la función?
dolec far niente en que ha corrido Ja vida de un remate todos
para agradable
En
nuestra sociedad en lá semana que espira. del jueves'.
su recinto siquiera ha
habido novedades, no Justo Arteaga At.emtarte.
novedades al fin.
grandes novedades; pero
°
El tuvimos
domingo la representación de ¡a
ai teatro Imprenta d'f.l' CORREO; Pasaje Bulnes, núm. 14'.'
comedia Bruno el Tejed ir, arreglada
esoañolpor Ventura de la Vega.— Por cierto
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO
éer la ciencia de las realidades. La ilusión tizar, a entregar a las maldiciones de la pos
'ts sti peor enemigo, la desnaturaliza, la es- teridad a esOs políticos del pasado que la
tfavía, la arrastra maniatada a los abismos. han hecho su gran ajenie, casi un medio
^-Desgraciadamente los hombres i los pue único de encaminar los destinos de las socie
blos i que ellos los gobiernos, cierran
mas dades.
•casi siempre los ojos a la realidad i se com Uño
se pregunta -¿en qué se ha podido
—
prometen cuefpó i alma en las neblinas del tal creencia? por qué ha nacido si
—
apoyar
engaño. quiera? 1—
la contestación no se encuentra;
grandeza de una raza, de un pueblo i de un hai tal traición; lo que hai es ilusión, es preo
hombre?— En el espanto del vecino, cupación, es superficialidad, es engaño. >
ser
—
en
haber hecho el mayor número de esas carni Comprendiendo mal la mañera de ser de los
cerías aj por mayor que se llaman batallas, pueblos, sus tendencias, los impulsos que
en haber hecho retemblaría tierra con las los dirijen, se lia tratado desde ün principio
vez de
descargas de sus cañones o ahogado el ruido de contrariar esos impulsos en apro
de la ola, turbado la sombría soledad de los vecharlos, de apagarlos en vez de alentarlos.
mares con las andanadas de sus bajeles. Eñ Se ha tenido miedo al porvenir, miedo a la
fin, la destrucción, el estrago, la ruina i la autonomía social, i se la ha violado. Para
muerte derramados a manos llenas, es lo cambiar el curso de uii rio son necesarios
apellidado
locura ha los diques: la fuerza el dique de lá cor
que el hombre
en su
—
es
vida con horrores sin cuerdo; temblar de i la realidad en todo i por todas partes, se
47
370 LA SEMANA. Octubre 29.
- ■ ■
za. —
En donde quiera que ella impera des i direcciones. Cuando el trastorno es la —
truye i no consolida; bastardea los mejores obra de la sociedad en masa todos los ejér
elementos de progreso sin dar por eso auje citos del orbe no son parte parai detenerlo.
alguno a los malos que impone; da el orgullo, El ej¿rcito francés es el primero del mun-
la altanería del mando sin dar su conciencia ¡ do. El soldado francés es el mas acabada
i su prestijío; lleva a todas partes la intran modelo de subordinación, disciplina, valor i
j
'
quilidad i lá desconfianza sin coíñüñicár a lealtad. ¿De qué ha valido esto a Carlos X
nada ni a nadie certidumbre ninguna en el i ni a Luis Felipe? Millares de bayonetas Jos
dia de mañana. 1 rodeaban: sin embargo cayeron.
Entre todas las manisfestaciones, entre
j Las naciones mas libres i tranquilas de la
todas las creaciones de la fuerza ninguna j época son los Estados-Unidos í la Inglaterra.
mas funesta que los
ejércitos permanentes. I, cosa notable, es en esos dos estados en
j
—
Esa institución es tan antigua como el ] donde menos poder tiene él militarismo. Los
mundo, se dice. Tan antiguo como el mun
—
Estados-Unidos i la Inglaterra son pobres
do también la guerra, el cadalso i el mal.
es en jente armada; pero ricos en verdadero
—
Cuando los pueblos no solo respiran i se orden, en verdadera libertad i verdadero
mueven, sino que andan, que crecen, que progreso,
se ilustran, que progresan, que cambian en Pero localizando la cuestión, confrayén-
su manera de ser i de existir, la antigüedad donos a la América-Española ¿dónde esta
nada lejitima ni justifica. el militarismo salvando la libertad o conso
¿Qué son los ejércitos permanentes? No —
lidando las grandes formas gubernamentales
otra cosa que un poder dentro del poder, que hacen la felicidad de los pueblos? No —
de una prenda de estabilidad son una pro- subteniente audaz puede prohacerse de su
no sabe», con toda certeza, loque defienden. llegar a donde debe i está llamada a trepar
Las
ejércitos perjudican a todo el mundo, haga de sus balas tipos de imprenta, de sus
a hombres de lanzas arados, de sus cañones rieles, de sus
abajo i hombres de arriba, a
pueblos i gobiernos, Exajerándose unos i
—
carros de artillería wagones, robustezca i no
otrossu valor, los
acarician, los alagan, los debilite, cree i no destruya.
adulan, los miman,-~los hacen sus favori Los ejércitos permanentes son o la de—
pano-américa que, tras cada guerra civil, De la Literatura Chilena, considerada en sus
queda una verdadera población flotante de fuentes, i en el carácter que debe revestir
su naciona
jentes de uniforme, con peligro o daño mui para llenar las condiciones de
lidad e influir en el progreso i felicidad del
real para la nación. Si se les licencia, con
—
mientras eran algo, i a ser algo en el re deras fuentes de inspiración de esa literatura
cuerdo i la gratitud ele los hombres, cuando esencialmente nacional que apetecemos, serán
llegasen a ser nada! .... fácilmente comprendidas i aun adivinadas, por
Asi debia ser en épocas en que pocos espí los claros talentos que me escuchan i que tan
ritus se preocupaban en investigar i consignar opimos frutos prometen al cultivo de las letras
las tradiciones de la humanidad, los recuerdos entre nosotros.
de tiempos pasados i el pensamiento i las as La literatura según la concibe mi espíritu i
piraciones ele los tiempos presentes. según la considero como base de este estudio,
, Eu el dia, ensanchado inmensamente el comprende todas las artes i las ciencias lo mis
campo de la instrucción, entrelazadas estre mo que todas las obras i producciones, que tie
chamente las ciencias, necesitando todas ellas nen por objeto la vida i el hombre mismo, pe
de la literatura como espresión del pensa ro
que sin tener por fin ningún acto estenio,
miento, invadidas todas ellas por el espíritu de no obran mas
que por el pensamiento i el len
mocrático cpie es el rasgo prominente e in guaje, i solo se manifiestan con el auxilio de
contrarrestable de nuestro siglo; obligados los la palabra hablada o escrita.
hombres a hacer valer i sostener sus títulos al Considerada la literatura, desde el punto de
saber i a la virtud, únicos valeables en el dia, vista en
que yo me coloco, claro es que uo
en la
plaza pública; tenemos el hermoso es puede haber pueblo, esto es, reunión de hom
pectáculo del cultivo jeneral, de la vulgariza bres de la misma raza, del mismo orijen, obe
ción de la ciencia antes misteriosa de las le deciendo a iguales leyes o influencias sociales
tras, en sus resultados al menos, cuando no en i climatéricas, que no tenga una literatura
sus procedimientos. propia i peculiar a ese pueblo; puesto que no
El cultivo de las letras, pues, en alas del es
puede concebirse hombres reunidos sin pensa
píritu democrático que todo lo i vivi
renueva miento i sin lenguaje: dotes divinos que comu
fica, al esparcirse, al vulgarizarse, se hizo a la nes a todo hombre, cultiva i desarrolla la ci
vez mas nacional, mas vigoroso, i vino a pres vilización: dotes naturales que imprimen en
tar en el concurso jeneral i armónico de sus sus variados matices a cada pueblo, un sello
fuerzas, un gránele apoyo a las investigacio indeleble que lo distingue i que tanto sirve en
nes filosóficas de la historia. el dia a las investigaciones de la historia.
La historia no buscó ya solo en la interro Es tan vasto, es tan inmenso el campo que
gación de la pintura, de la escultura, en los se abre a mi mente en este instante, Señores,
sepulcros i en los monumentos, el orijen i la que temo perder la cabeza i estraviarme. Solo
marcha déla humanidad, sino que buscó i ha una idea me sostiene i me guia i espero quo
lló en el lenguaje, como espresión del pensa me llevará a buen fin; i es el convencimiento
miento de los pueblos, tradicional i escrito, el profundo en que estoi, de que la literatura
en su esencia divina i filosófica, como el pen
orijen i marcha de esos pueblos, i hasta la hue
lla de sus emigraciones por los diversos puntos samiento, como la palabra, existe en todos los
del globo. pueblos para atestiguar su orijen, su civiliza
Interrogue el que quiera a los astros, o a la ción, su historia, sus necesidades, sus aspira
ciencia que enseña las leyes de sus movimien ciones, su pensamiento en fin.
tos, para averiguar la historia de este planeta El otro convencimiento que se deduce del
i la ele los seres que lo pueblan: el investiga anterior con la rijidez de un corolario preciso,
dor histórico filosófico, la buscará con mas es que Chile posee i ha poseído una literatura
acierto i preferencia, en lo que tenemos mu propia, indíjena, que debe revelarnos no solo su
cho mas cercano i ala mano; en la jeolojía pa orijen, su historia, su progreso, su civilización,
ra la historia clel globo que pisamos, en la li sino también sus actuales necesidades, sus as
palabra escrita: esto es, la literatura ha existi rio, marcha, se desarrolla, crece i se fortifica,
do sin letras, bien, si se me permite la
o mas
envejece i se marchita.»
espresión aparentemente contradictoria, han Según los principios a que obedece la nue
existido las letras sin la escritura. va ciencia, del mismo modo que un botánico
La palabra hablada las cordilleras de Atacama
fué, pues, el único i pri al encontrar en
mitivo medio de comunicación del pensamien una
planta desconocida, sabe como clasificar
to, i en la palabra se busca la primitiva fuente la, en que familia ele plantas colocarla i darla
de la literatura. a conocer de un modo intelijible, almundo en
Analizando la palabra, hallamos en los so tero; así la Filolojía comparada, a la vista ele
nidos primordiales, en lo que los modernos la Gramática Araucana que posemos, sabe co
llamamos las vocales, la inspiración divina, mo clasificar ese idioma, i determinar lafamilia
la parte musical, el principio del alma, el ele de lenguas a que pertenece, las trasformacio-
mento divino del espíritu: las combinaciones nes
que ha sufrido, su edad íel grado de ci
diversas de esos sonidos formando otros por vilización que representa.
movimientos de los labios, la lengua i las as Desde luego, fácilmente se comprende la
piraciones, son la parte del arte humano, son diferencia que existe entre el estudio antiquí
empleos diversos que hace el hombre de la simo de los lenguas, ensí o comparadas con
base divina del lenguaje, según sus necesida alguna lengua dada, de la Filolojía propia
des, según su civilización. mente dicha, i la ciencia moderna ele la Filo
Las raices constituyen, pues, lo que hai lojía comparada, cuyo plan i objetos trataré
po
sitivamente de divino en el lenguaje humano, de dar a conocer mui sucintamente i solo en
la fuente orijinal de la revelación natural, con cuanto juzgo indispensable a mi propósito.
fiada i espresada por palabras, como las des Una esposicion prolija ele esta doctrina inte
cubrió la intelijencia del primer hombre en resante, que tiene ya su cátedra de enseñan
una luz za en la Sorbo na, ciaría materia mui sobrada
orijinariamente pura-todavía. Las for
mas gramaticales del
lenguaje i toda su es a un estudio
especial que procuraré presentar
tructura artificial, son obras de la razón; las en otra oeasion.
figuras i los tropos, son los elementos de la La Filolojía comparada, cuya patria por
imajinacion, espresando en las ondulaciones ahora es la Alemania i que cultiva como plan
del ritmo i en el movimiento métrico, el flujo ta aun exótica la Francia, tiene por objeto esta
i reflujo del deseo i de la voluntad. blecer, por la comparación de las palabras i de
En el orijen del mundo, las sensaciones de los formas gramaticales, las leyes del desenvol
bian ocupar el primer lugar en la vida del miento de la palabra misma: i en los diversos
hombre, i el pensamiento era eminentemente modos de aplicación de esas leyes, llegar a
sintético. En tal situación del espíritu, las pa conocer el orijen, la edad de un idioma, i el
labras eran frases, se hablaba por frases mas grado de civilización que representa, arrivan-
bien que por palabras, i se suplía a la imper dopor el conocimiento de las lenguas, al orijen
fección de. aquellas, se les completaba por la i clasificación de las sociedades humanas.
actitud i el ¡esto. Cada espresión era un orga Lo que constituye el fundamento, a la vez
nismo completo cuyas partes se enlazaban es que el fin, de la Filolojía comparada, es la
trechamente; i a esto es a lo que los filólogos reconstrucción del trabajo mental eme ha da
han dado el nombre de polysintetismo. do orijen a las lenguas i que ha presidido a
sus variaciones. Esta ciencia,
Considerado así el lenguaje, aun sin el ausi- cuyos verdade
■
lio de la escritura, lleva en sí mismo la marca ros fundadores son Guillermo Humboldt, F.
de su orijen, su edad, i las huellas del progre Bopp, i Jacques Grimm, recorre dos órdenes
so, desarrollo igradodecivilizacion a que han ele estudios. El primero se reduce a retrazar
llegado los pueblos que se han servido de él la historia interior, interna de una lengua o
familia de lenguas. El segundo clasifica las
para la comunicación del pensamiento.
—
Hai* una ciencia, ramo importante ele la lenguas conocidas, cuenta las familias, i de
literatura, que en nuestros dias ha hecho ta termina a cual ele ellas pertenece cada lengua,
les progresos, que el público ha venido a i como en la botánica o la ornitolojía exami
conocer casi al mismo tiempo que su exis na i descubre las afinidades que ligan entre sí
Permítaseme intercalar aqui una anécdota perder del todo el sello de su individualidad.
curiosa que hallo consignada en uno de los Las cuatro grandes familias de lenguas eu
espositores mas entusiastas de esta doctrina, i ropeas, de orijen iiido-jernjiáñico; que clasifi
quedoi como la encuentro» Cuentan que Ale ca la ciencia moderna, son; - .
<
allá en Berlín, con sus compañeros lingüistas, latín. La primera de estas lenguas no es, co
les buscase forma i colocación científica. —
mo se ha creido por algunos, la madre ele la
Los de Berlín se pusieron al trabajo, cuyo re otra: son simplemente dos hermanas, i si fue
sultado fué el descubrimiento de un idioma se necesario asignarles edades diferentes, el
usado en aquellas comarcas, por la tribu ex latin tendría el derecho a ser considerada la
tinta de lo* Astarés, que al estinguirse dejó al mayor. El dialecto mas antiguo del idioma
loro único poseedor de su lengua. Es así,
—
Las
lenguas Europeas, según la Filolojía su vez comprendía otras tres ramas, el japy-
comparada, pertenecen todas a una gran fa jiano, el etrusco, el italiote; los que se sub-
milia, que dividió mui pronto en muchas
se dividian en otras que constituían, la primera
ramas, i cuya madre común es ignorada, pero el latin, la segunda comprendía los dialectos
que reconocen en el sánscrito, el jefe de una de los Ombrios, los Marsos, los Voleos i los
de las mas antiguas líneas colaterales. Samnitas.
Los idiomas persa i zéndico son hermanos Los límites de este estudio no permiten
del sánscrito: en el griego i lenguas eslavas, examinar separadamente los caracteres de
trasciende notablemente el sánscrito; mien cada una de las cuatro familias lingüisticas
tras que las lenguas jermánieas se aproximan que dominan la Europa, ligadas por tan gran
mas al persa i al zendico. des recuerdos a la historia déla humanidad;
La Filolojía comparada forma de todos los solo me permitiré descubrir brevemente, el
idiomas europeos cuatro grandes clases, corno hilo que nos liga por la parte española, con la
otras tantas hermanas hijas de una msdi;e co familia pelásgica. Mas adelante veremos de
—
mún; pero estas hermanas no han sido llama donde proviene la individualidad lingüistica
das a una igual participación en la herencia Araucana, que la ciencia conoce eon el nom
de la humanidad; i cuanto mas se avanza ha bre de chilena.
cia el Oriente, mas rica es la parte que ha ca De que la historia de las lenguas indo-euro
bido a las lenguas en esa herencia.— Es así peas sea la mejor guia para reconstruir la
como mientras que los idiomas eslavos i en marcha de las emigraciones que han invadido
particular la familia lituania, han conservado i poblado a la Europa, no se deduce que esas
casi sin alteración el molde sánscrito, las len emigraciones hayan poblado soledades i no
guas célticas, arrojadas hacia el occidente, solo hayan mas bien encontrado otros pueblos que
recuerdan mui lejanamente la lengua madre. han desalojado o conquistado, recibiendo el
Esta distribución de las lenguas en Europa, conquistador del conquistado, al mismo tiem
correlativa en su afinidad con los antiguos po que daba, influencias filolójicas.
idiomas hablados a orillas del mar Caspio i La ciencia nos muestra desde luego tres gru
del Canjes, es un indicio incontestable del pos de lenguas que salian al encuentro de las
orijen asiático de los pueblos Europeos. Es conquistadoras, influenciándolas en gran ma
claro que tribus salidas del Asia se han em nera: estos eran, la lengua vasca, ola euskaria,
gua chilena indíjena, acusa según se ha dicho, 4." Grado. —Lenguas africanas.
un desenvolvimiento gramatical bastante con 5." Grado. Dravidianasi negro japonesas.
—
siderable, i fué hablada en una vasta estension 6.° Grado. Lenguas semíticas.
—
jerarquía de ios idiomas americanos, vienen Quintana i de Cervantes, con las modificacio
Jasdos familias pampas, o moxa i caribe, de nes no
desventajosas que le presta nuestra be
escesiva simplicidad gramatical. llísima naturaleza.
Debo hacer notar aquí porque conviene mu Estudiada asi por las lenguas la etnolojia
cho a mi propósito, que en la parte relativa a chilena, la marcha de su civilización : exami
las lenguas de la América del Norte, la filo nando a Chile salvaje, en el espíritu indo-ame-
lojía comparada es deudora al concurso de las ,
icano que reflejaban sobre él las influencias
876 LA SEMANA, Octubre 29.
que habia recibido i continuaba recibiendo del el paralelo de Atacama marchemos hacia el
Asia por el Occidente i por .el intermedio de sud hasta Magallanes, hasta la Tierra del Fue-1
los lucas, esos romanos de este inundo igno go, interrogando a españoles, a mestizos en
rado: considerando a Chile invadido por el todos sus matices, a los indios mismos, sobre
espíritu i el lenguaje de paz i caridad, el evan- su orijen, su estado actual de civilización, su
estas comarcas, i a estos con el resto de la venga a reclamar a la literatura chilena el sello
claro e indeleble de su nacionalidad, a la úl
gran familia humana*
I este estudio no es de placer, no es de tima mitad del siglo XIX, en que ei alambre
elección; es de necesidad, Sin él, el porvenir
—
eléctrico i el vapor, echan por tierra los
será precario: no puede haber construcción límites mezquinos de las nacionalidades diplo
sólida, sin un conocimiento del terreno sobre máticas, i tienden cada dia mas, a unir a los
que se construye: nada
sólido puede hacerse pueblos en estrechos lazos de confraternidad.
en provecho de un pueblo, de una sociedad, Pero fácilmente se descubre que no es en
medio de la cual somos nombre de un interés mezquino i egoísta que
que no se conoce i en
estraños. Los ensayos que hasta aqui se han yo pido de los amigos de las Letras en Chile-,
hecho nos lo demuestran: el pueblo ha sido un chilenismo en sus estudios i el sello de su na
mito i los que en su nombre flan obrado, ni lo cionalidad, sino en el interés de la historia»
oven ni lo comprenden. El se hará
oir un dia, i del progreso de la humanidad, i del mejora
desde miento social i político del pueblo chileno.
para ponernos en guardia, oigámosle
En el ínteres ele la humanidad está que ei
ahora, estudiémosle i esta es la misión de la
literatura chilena. pensamiento de' Chile se encuentre represen
del monarca de la Gran- tado en su jenuina espresión, en el gran con
Una proclamación
Bretaña, ha declarado en estos dias, iguales greso de la humanidad, i que el investigador
sus subditos indios a sus subditos ingleses; i filosófico, el historiador, el político, el viaje
esa nación enseguida, aleccionada por
una ro, halle en nuestra literatura el pensamiento
dominios del Asia, ha en ele este pueblo, que ha sido i es gran cosa, i
guerra cruel en sus
trado con ardor en la tarea del estudio de las que vendrá a serlo mucho mas: de ese pue-
necesidades, las aspiraciones, las creencias, bloi señores, masa-animada de hombres bien
las costumbres, la etnolojía en fin de la India. organizados, que cada dia recupera una por
ción creciente de sus derechos; pueblo cuya
¿A. la luz de qué ciencia? de la literatura: ha
ido a buscar en las tradiciones riquísimas de aproximación temen con horror algunos, mi
ran con aversión los unos, tratan de repeler
la India, en la filolojía comparada, los medios
de asegurar su gobierno sobre la única base los otros; pero al que eS preciso dar el puesto
sólida de los gobiernos, el bienestar, la liber a que el
porvenir lo llama.
tad, la felicidad de los gobernados. ¿Quéimportaal mundo, alabistoria, aias Íea
Hagamos nosotros para con nuestro pueblo, tras¡ el gasto estéril de preciosas dotes en imi
lo que el previsor gobierno británico hace con taciones serviles del romance francés? ¿Qué im
el de la ludia; principiemos la obra del retra- porta al mundo i a las letras, que a orillas del
I Mapocho, cante Un poeta chileno como canta-
zamiento de la historia de ese pueblo, i desde
Octubre %{). JA -SEMANA. 877
fía orillas del Sinao del descubre al inunde*
a -•
que es la de la humanidad.
üaleaa estupenda i esencialmente Dickens hace mas de veinte años que ataca
poética que
nos rodea. Lo que el arte de la .humanidad
—
A....
'poco notable como obra de ingenio, de.Harriett
Beecher Stowe, La Cabana del Tio-Toml Hai un solemne instante en la; existencia:
Claro está que a sn carácter esencialmente En el que candorosa el alma siente
Americano. —Sin ese carácter, sin .eso sello de Un deseo de amar indefinible,
actualidad, de nacionalidad, de verdad, i de Vago, sin causa, dulce, tierno, ardiente.
alto interés social que le da la llaga ele la es
clavatura en los Estados-Unid.es-, ¿habria al Entonces clel mortal la fantasía
canzado reputación tan grande? Un ser tan puro i tan hermoso crea.
¿Qué ha hecho de Dickeus, pobre proto de Como es pura, de un ánjel en la mente,
una imprenta, uno de los escritores mas alta De Dios la excelsa, la divina idea.
mente situados, mas populares, mas ricos de
Ja Gran-Bretaña? La nacionalidad, la sociabi Esa ilusión dorada i misteriosa
lidad de. sus trabajos. Se convierte después en realidad, -
Eres el Dios a quien sumisa el alma copa esférica sobre su tronco recto i elegante'
Eterna adoración rendir debia. i todo el conjunto es animado aun por el canto
de mil clases de pájaros..,. Un esterillo se ve
Es tuya, solo tuya esta existencia casi siempre culebreando por el fondo del valle,
Ya la cerepien placeres o dolores; consus verdes márjenes cubiertas de maitenes,
Una fatal cadena a tí la liga sauces i arrayanes.... Ah! para un pobre cole
Ya cubierta de espinas, ya de flores. jial que pasa todo el año encerrado entre las
* * »
cuatro paredes de un eolejio ¡qué belleza no
se encuentra en cada una de estas cosas! Cada
uno de estos pormenores es un bellísimo epi
En el álbum de la Sriía. D. A. C. sodio del gran panorama, i el corazón del
Gual flor que el valle en primavera cria joven reboza de contento, respirando libre
mente el puro aire de las montañas. En cada
A orillas del arroyo transparente,
vallecito que pasa, en cada collado que sube,
Envuelta en densa nube de ambrosia,
reconoce una senda, un árbol, una quebrada,
Nunca secada por el sol ardiente;
Así se pase nn dia i otro dia que le indica la proximidad mayor i mayor de su
querido lugar. Renuévanse mil veces las esce
De tu preciosa vida eternamente,
nas del camino, principahnentecuando se via
Bajo las ilusiones que hoi a tu alma ja por el quebrado i variadísimo territorio del
Amor le dan i venturosa calma,
litoral, ino pocas veces sucede que uno se en
Santiago, abril de 1859. gañe creysndo encontrarse con los lugares que
desea ver, tras de este o aquel cerrito, subido
Z. Rodríguez.
el cual, se ve desde su cumbre lo que no se
esperaba. Entonces es cuando el caminante
Escenas de aquel tiempo. impaciente le pregunta a su guaso baqueano:
—
¿A qué horasjlegaremos?
—
Antes de horas de mediodía, señor.
VELORIO DE UN ATJJELITO.
—
que después de haber rendido satisfactoria mi fatigado caballo parecía pedir descanso, se
"Yo iba
mente sus exámenes, corre a disfrutar de la gún lo de mala gana que caminaba.
holgura que se leda. Allá, mui allá, ¿no veis?
—
muerto de sed, i deseando apagarla, torcí la
■tras;déíiquellos cerros azules le esperan con rienda hacia unacasita, j«nto a cuya puerta vi
los brazos abiertos seres queridos que desean una mesa cubierta con un pequeño mantel,
ardientemente estrecharle junto a su cora sobre el cual habrá puestos unos cuatro panes,
zón. El también lo desea: bien se echa de ver una sandía i un melca,
su impaciencia en el modo como
aguijonea su —
Buenos dias, señora, le dije a una mujer
cabalgadura, ya cansada de tanto trepar i ba que hilaba a la puerta.
jar colinas. Después de un cerro, a donde con —Mui buenos dias, señor, me contestó, de
dificultad se sube, la vista dá con montes em jando en el suelo su uso i su copo de lana,
pinados, cuyos precipicios hacen estremecer, mientras que huían para dentro del rancho
o con lomajes bajos, cubiertos de
vejetacion. dos o tres chiquillos que la acompañaban.
El boldo con «us granos de oro; el maqui de —
sandías, que partió i me puso delante. Invitado honrada i conocia en mi lugar, i nunca jamás
por el bello color de grana de la fruta, tomé habia sucedió en mi casa jénero e cosa; hasta
hasta apagar la sed que me maltrataba; i como
que vino esta mujer a echar bolas a la raya i
a
con refrescarme me viniese el hambre, que dar que hablar i naa mas.
en toda la mañana no me habia Me habria espetado la buena mujer toda la
acudido, le
pregunté si tenia algo que darme de comer. historia de su familia, sino hubiese sido inter
—No hai mas que unos
porotitos, me dijo, rumpida por la llegada de un hombre, que ea
bajando la cabeza i sonriendo. el momento de saludarnos conocí ser el dueño
—I pollos, no tiene Ud.7 de casa. Venia montado en un caballo tordillo,
—
Sí, señor; pero no hai grasa; i también ensillado con una montura de pieles de car
faltan las papas, i.... nero como las
que usan nuestros guasos; i
---I no habrá por aquí donde comprar todo cuyos estribos eran tan excesivamente grandes,
eso que falta?
que llamaron mi atención. Pero no me admi
-No hai mas que en el bodegón de ñor Pe
—
raron menos su sombrero de lana, tamaño
dro: sí, señor; allí está, en aquella casita onde como un paraguas; su gran
poncho que le cu
se ve aquel álamo bría hasta mas abajo de las rodillas, i sus no
grande.
I me mostraba con su mano un rancho de mui pequeñas espuelas de hierro, cuyo tem
no mejor parecer
que el suyo. Envié allí a mi plado sonido anunciaba desde lejos los des
mozo, quien me trajo todo lo necesario para compasados pasos del guaso. Saludóme cor-
una casuela. Hízola la buena
mujer; i en me tesmente, i sentóse junto a mí. Luego nos em
nos de dos horas ya mi inquieto
estómago es peñamos en una conversación que me confirmó
taba contento. Mientras tanto entablé con la
—
todo cuanto la mujer me habia dicho, con la
patrona el siguientediálogo: diferencia de que en el hombre se notaba mil
Ud., será casada, sin duda?
—
rico, nos queamos viviendo aquí; pero si nó, too cuando hai que mantener una mujer i cua
yo le hei dicho a mi mario que los vamos pa tro o seis chiquillos? Por eso es que uno se
Chile, pues halla siempre empeñao con los patrones; estoes
—
En Chile estamos, pues, señora, le inter cuando se da con patrones que le avien a uno.
rumpí con toda la irreflexión de un chiquillo. —Es verdad, amigo. ¿Pero no es mas que
Ah! si señor; los vamos pa la ciudá le un real el jornal del peón
por dia?
—
MfemrSs hablábamos esto, la mujer prepa lainsjéf: por ganar cofc'cíl chiquillo lo hoce i
'
raba a sn marido un
banquillo, sobre el cual naa mas.
¿Como ganar?
plato de barro negro Heno de IVejoles, i lo pre —SI señor; por gáriáf: 'por qub como efl.V
sentó a sn nutrido. No vi que la mujer comiese; tiene en su casa pan, éftfclia i oti'asf cosas de
pero cuando entró noté cpie se saboreaba de comia, i con el' velorio se junta lmrta jente „
Cuando en cuando, lo cual me hizo sospechar le córrela venta que da- gusto. Poi* esto anda
t(ue ya habia contentado su estómago en la pidiendo niños muertos que se los- preste1» p»
' ""
'
rocina. El hombre comia con una gana tal que velarlos ella.
abriera la mia, si' yo no hubiese hedió lo mis —Calla la boca, mujer, la dijo ibOtle'rada:
-' ! '
Sancho Panza cuando se halló en las pondera Con f|ue no conoceré yo a la tia Chepa? No té"
das bodas dé Camacho. Yo estaba ocupado de acordáis vos cuando Jé pidió pvestao a ta'Ci-
examinar la vivienda de mis huéspedes. Un priaiía el chiquillo (pié ste k? iñurió' él aña
fciuehito de paja de diez adoce varas de largo, pasao? 1 sigun la razón que corre-, dice*' aquí
id travez de cuya mal embarrada quincha pa en el lugar qhe'e! -ruño se murió ele lili daño
la-tia Chepa/
saba siíi dificultad el aire i la luz, contenía en que la- tia Chepa"fe Hizo;, por qué
su interior varias clases de granos, pieles de esbrujaza; esto no meló quiía unido -dte l;í
ovejas, yugos, hachas, barretas, látigos r de cabeza. Pa que vean no mas! Sí! no sabré yo lo
más aperos ele labranza: todo a granel, sin judia que es esta vieja bruja, ave María; Dios
me perdone: pero lo que es, se ha de ccir
i
órdelí, i tan lleno de vasura aquello, que mas
bien pareciá un corral que la morada de un naa mas. Pues, señor, como se lo cuento hu-
hombre. Como era un niño sin experiencia, cedió: que.se lo pasó toa la .¡ente bebiendo i
ine admiré de que pudiesen vivir aquellas ¡en remoliendo ei en su casa, que era horror; "hasta
la votaría sí
que el rico la amenazó deque
no
tes casi a la abierta intemperie, pero, anclando
el tiempo, he visto a la mayor parte de nues enterraban luego al anjelito, (pie ya estaba he
tro pueblo tan mal alojado, i viviendo con tan diondo.
en sus pobres ranchos, que Yo creia, interrumpí, que estos velorios
gran satisfacción
—
he llegado a creer que no hai animal como el eran solo en casa de la madre.
Vaya
lo votan a uno, i le qúea el rancho a otro, 3í señor: el negocio.es mui güeno, sobre
—.Pero, hombre, ¿por qué no les tapan- si too en el mes de mayo, porque como enton
ces és- cuando la jente mata sus chanchos pa
quiera los preservarse del aire
agujeros, para
i de la lluvia? venderlos, sale mas lucía la función, i se ven
No señor, si está güeno así! ¡Pa loque hei
— de too el chancho sin quedar ni pizca. Too
¡le dorar en esta estancia! eso que le ha icho ini mujer es cierto; pero yo
Hé aquí el carácter de nuestros guasos: por tengo mieo de e¡ue hable así por lo que puede
i el ham succderho's, pues la tia Chepa tiene mala lama;
la-pereza sufren con paciencia el frió i como dice el refrán: no hai que creer en bru
bre; i la pereza misma enjendra en ellos esa icho a
tispanlosa conformidad con la miseria. No me jos: pero no fiarse de ellos, yo le tengo
ncnerdo de las reflexiones que por entonces esta mujer que no sea tandesbocaa cuando ha
no de en frente, a tiempo pasaba una mul de los enojos i daños ele la tia Chepa? ¡Por lo
que la ña Claudia! Esa
titud de muchachos, despedazados i desgracia poco amigas que somos con
sí que sabe artel Es capaz dé arle una i las
dos, corriendo, saltando i gritando.— Seguialos
Una pandilla de diez o doce personas, com guachas a la meica.
Picóme todo esto la curiosidad, i quise ver
puesta en su mayor parte de mujeres. Pregún
tele a Pancho sobre que podia ser aquello, i pormisojos una cosa que solo conociade oídas.
me contestó que sin duela era el acompaña Prometióme el bueii Pancho que en cuanto
se desocupase de su trabajo en la tarde
volve
miento del velorio de un anjelito que iba a
haber en la casa de la ñu Chapita: ría para acompañarme al velorio. Como niño
la
—
1 quien es esa ña
Chepita? que era, no se me paso por la imajinacion
Es la meica del niño mala noche que me iba a dar, pues no habia
—
^y>y^.-»TJ-
todo el galope de su caballo. Encaminámonos
multitnd de milagros i apariciones cuyo héroe
entonces, seguidos de mi mozo hacia el el anjelit-ó en cuestión. Era dé ver la.áteñ,-
ele la
lugar era
función. Desde lejos se echaba de ver cion que todos poniaií en la narración dé ía
cual era la casa del
i
regocijo mortuorio, por la bruja, la cual era solo interrumpida por, las
sonaja gnta, tanto como por el ruido de los instancias de uno que otro hombre ebrio quo
voladores que se elevaban i corrían
por el aire venia con sus empeños de hacer beber a todas
como metéoros luminosos.
las mujeres clel corro. Hallábanse allí las pa
Cuando llegamos, estaban en lo
mejor de la cientas del difunto ánjel, pariéntas que por
remolienda. En frente del corredor de la casa deber no manifestaban dolor
habia una gran viga atravezada sobre dos hor alguno, pues sa
bían que su feliz
primita habia ya de ocupar
cones bajos, viga crujía a los recios em
que
"? ?sienío en el cielo. Asi es que aunquo-
-
muerto, como de seis o siete meses de edad igual ternura, le elijo entre sollozos, i en
sentado bajo el docel o nicho que las cortinas vueltas en un agudo jemido estas
palabras:
formaban. Unas cuantas mujeres rodeábanla A Dios, hijo mio\ ¡Ruega a la
vírjen por mí,
mesa, charlando, comiendo i bebiendo; i en por tu madre! Al tornar a sentarse, vi que
tre ellas, una cantora, rasqueando su gui algunas lágrimas corrian a lo largo do sus
tarra, cantaba de cuando en cuando algunos mejillas. Era aquello un grito de la naturaleza
yersos referentes a la actualidad, i compues que se^ anunciaba, a pesar de las preocupa
tos sin duda por los poetas del lugar. ciones i groserías humanas. Algunas
amigas
Una ele las recuerdo epie decia: de la madre, llegándose sucesivamente al
coplas le
niño, sacaban, ya una cinta, ya un pequeño
Mí señor don anjelito, trozo clel vestido; todo lo cual
guardaban con
Cogollito e peral; supersticiosa relijiosidad. Otros, arrancándose
Quo pareéis garza triste un mechón ele sus
Paraa en un pieiregal. propios cabellos, lo deposi
taban en las manecitas del inanimado infante,
Reímedel disparate; pero nri risa se duplicó para que (según me lo dijo Pancho) los ele
cuando la cantora volvia a su canto: vase hacia el cielo.—Estas
prácticas, aunque
supersticiosas, me parecieron demasiado tier
Que glorioso el anjelito nas; i formaban contraste singular con los
De divina majestá:
Pues sois la quinta persona grotescos i ridículos jestos ele algunos borra
chos que rodeaban la escena. Muchos
De la sesta triniá. que ya
no
podían tenerse de pié, caían al suelo, ce
I toda la concurrencia esclamó a una: diendo a la narcótica acción del vino; i mu
chos otros, marchaban para allá i
¡Que viva el anjelito! para acá a
medio sostenerse, pugnando aun
¡Viva, viva el anjelito! por estar
derechos.
Renuncio poner aquí los demás versos
a Como era demasiado tarde, traté de retirar
que oí; i tal cuando quisiera hacerlo,
vez aun me de allí, i mandé a mi mozo
que preparase
no podría, por no poder hacer memoria de los caballos. Rogóme el buen Pancho
que me
ellos. Mi atención se fijó bien pronto en una fuera a alojar a su casa, diciénelome: siento
vieja a quien por mal nombre llamaban la j
]
mucho señor, que no haiga comodidad en mi
bruja negra. Esta se encargó de contar la .casa; pero está a su
disposición lo que tengo.
382 LA SEMANA. Octubre 29.'
Acepté la oferta agradeciendo la buena vo agobiados bajo el peso de una conversación que
luntad que fué hecha, aun cuando tuve
con es siempre la misma,, uniforme, monótona, deses
que dormir en el corredor de la casa. perante. Edificar i hablar, tales son nuestras dos
Cuando al dia siguiente les pregunté a mis ocupaciones favoritas. Los que son propietarios le
huéspedes por el valor de su hospedaje, me vantan casas en nuestras calles, i los que no lo son
contestaron:
levantan castillos en el aire. Los capitales de les
—
Naa señor: dispense usté lo malo.
unos duermen a pierna suelta convertidos en la
—
Les agradezco a ustedes su buena volun-
drillos i estucos, mientras que la actividad de los
tud; mas espero que me digan cuanto les debo
otros duerme también sin cuidado, convertida en
por su trabajo en darme de comer ayer.
—
Lo que a usté le naciese de corazón, me frivola i estéril charla. I lodo duerme, loS hom
dijo la mujer, sonriélidose i bajando la vista. bres i las cosas, los muebles i los inmuebles, el
Saqué algunas monedas i se las di, las que espíritu i la materia, la esperanza i el deseo, la
recibió, dándome el mas agradecido Dios se lo intelijencia i la voluntad, la discusión i la acción.
pague. Subiendo en seguida a -mi caballo, En medio de esta universal modorra en que nos
proseguí mi viaje hacia donde varios amigos tiene sumidos el hijo de la Noche, si hai algo que
me esperaban. mirar i admirar es el aire de indolencia i beatitud
Daniel Barros Grez. de tanto dormilón, si hai algo que oir son sus ron
quidos, si hai alguna novedad son sus sueños i pe
sadillas.
¡Soneto. No vayáis, pues, curiosos lectores, a buscar
historias interesantes ni sucesos ruidosos en las
Bailando juntos la pisé el vestido
horas de la vijilia, en el bullicio del dia, en el mo
I quejoso de mí jimio al instante;
vimiento de la población despierta, en el campo
Yo incliné, avergonzado, mi semblante
I la di mil escusas sin sentido. de la vida real. Seria inútil vuestro afán, tiempo
perdido lastimosamente el que gastaseis en seme
Ella al verme confuso i aturdido jante tarea. En vano correríais en todas direccio
Murmuraron sus labios: «nada ha sido!» riáis todo momento para cojerlas al paso; por
a
octubre 29 de 1859.
vedad, el predominio creciente del color blanco
Santiago,
sobre las telas, que amaga destruir todo matiz. 1
sdjiario. —
La vida es «¡icho.— El mundo de la viji— en verdad que el número de los vestidos blancos
lia. —La Alameda 'de blanco.— Los boletos en blan-
co.-El tealro enblanco.— Las novedades en blanco. aumenta de un modo alarmante. ¡Qué candor, que
—
El mundo de los sueños -Una soltera que suena. pureza de colores, que
nevada de blancos trajes!
Un novio que sueña. Un fashionable que sue
imajina
—
Id después a
si hubieses
llegado sos de hallar ellos alguna novedad. ¡Pérfida
¡Ah! Calderón, Calderón! en
hasta nosotros, como tu fama imperecedera, i ilusión! Estaban blancos como los vestidos que
conocido a nuestra gloriosa capitaL, con cuánta acabáis de ver en la Alameda; i por segunda vez
mayor razón no habrías dicho entonces:— la vida sois víctimas del color blanco.
es sueño! Porque ¿qué otra cosa sino sueño es Id en seguida al teatro, pedidle novedades, i re
esta vida que llevamos los vecinos de Santiago, o cibiréis otro amargo desengaño. Los espectadores
mejor, que arrastramos, tan pesada es ella? Salid han dejado en blanco la función del martes, i la
a la calle, i no tardareis en quedar cegados por el neuraljia cefálica de la Mur ha dejado en blanco
polvo de las demoliciones; entrad en nuestros me a los espectadores de la función del jueves, I la
jores círculos, i tampoco tardaréis en sentiros Mur ha vengado a Clapera, i la concurrencia del
Octubre 219. LA SEMANA. 383
jueves i el beneficiado del mártes.han sido también do de esmeraldas, que me vibraban sus verdes
i
decidos de calor, iréis cambiando insensiblemente ponerse i perder su forma, hasta convertirse en
vuestraposición vertical por otra horizontal, jun un hombre. No sé si
aquel hombre era joven o
taréis paulatinamente los
párpados, comenzaréis a viejo, feo o hermoso; solo sé que estaba bien ves
pensar distraídamente i acabaréis por quedaros tido i me decia; Esposa mía! Pero yo no lo mi
—
ral, la distracción mas amena i la novedad mas menos que haya llegado a
desposarlo. Entretanto,
variada de la semana; i con el sueño han venido la Sta. X. ... su verdadera desposada, se ha can
los sueños, i todos i todas han soñado. sado de esperar que despierte, ha conocido toda
Matilde 2... la seductora la perfidia de un sueño pesado, prometido no vol
¿Conocéis a mas mo
como era de rigor, i contaba su sueño en noches Cruel Vireno, fujitivo Eneas,
pasadas a algunas amigas suyas: Barradas te acompañe, allá te avengas.
—
Me hallaba no sé donde,— las decía, i vi venir —
háciamí una berlina de color verde, fina, lijera i ¿Queréis oir todavía otro sueño? queréis saber
tirada por dos alazanes hermosísimos; i lo que ha soñado el gallardo Z. el niño mi
elegante, ...
acerté entonces a mirar al lado opuesto i vi que niado de las niñas. de sus ojos, el hijo pre
...
también venia hacia roí una casita preciosa, pinta dilecto de las buenas fortunas, el padre de la mo
da de verde; i volví la vista a otro punto i vi que da i la elegancia, el repertorio mas completo de
se adelantaba hacia mí una procesión de vestidos aventuras galantes? Soñaba en dias pasados que
—
innumerables, todos verdes; i finalmente vi acercár llovia, pero nó agua, sino billetes de banco, i nó
seme por otra dirección un lindo cofrecillo henchi a cántaros, sino a puñados. I las codiciadas tiras
384 LA SEMANA. Octubre 29:
de papel calan i caían i caían. I al caer, se Rabia
... res no
gustado eii su estreno;, los eSpfectado»
hegaban las unas a las otras c ¡han formando un res tienen poca afición á la bigamia, i condonaron
cuerpo esférico, coronado luego por otro mas pe la zarzuela, sin acordarse del beneficiado, eme no
queño, que remataba en otro mas pequeño toda fué en realidad sino beneficiable i ál día siguiente se
vía, hasta dibujar sucesivamente la crinolina, el convirtió benefactor de la Casa de Maria.
en
ro nó de hito en hito, porque un maldito billete ro ele serlo, abunda en mélodias graciosas, tiefiO
sado que habia entrado en la composición de los brillo i movimiento i se desliza con soltura.
ojos i la nariz, comunicaba a la cara de la visión El personal de. la compañía lírico-dramática aca
exclamando:— esposa inial Al ir a abrazarla des do la prensa últimamente. 1 si así no fuese, no por
pertó. .... . . .
eso sería la empresa digna dótales reproches. Ll
Pero ya tiempo de que nosotros despertemos
es
verdad es que si la actual compañía incompleta,
es
también, i
dejando el mundo dé los sueños i sus es también la única que pudo contratar, la empresa;
ficciones, vayamos a pedirle al teatro las suyas. que si cuenta en sú número cantantes bisónos i
Mui avarode ellas ha sido por cierto en la pre- también algunos
actores mediocres, cuenta exce
ísente semana. Sin el beneficio de Clapera, habría lentes artistas, i que si la empresa no hubiese
mos teñido que limitarnos a las Cuentas atrasadas abierto con ella el Teatro, cerrado se estaría hasta
i Ei Vizconde, qué compusieron la función del do hoi.
mingo. Antes de concluir, detengámonos Un momento,
'
Es sensible
que Bretón de los Herreros no ha ilustrados lectores, para oir, en. el Circulo de
ya nacido para la compañía dramática que hoi fun- Amigos de las letras, una hermosa lectura de don
'ciona, o lo que tanto vale, que esta compañía Manuel Blanco Cuarlin.
dramática no baya nacido para Bretón; pero es la Ya sabéis qué Blanco Cuártín es un distinguido
Verdad : verdad comprobada por cuarta o quinta literato, pero acaso no sabíais que es también un
vez con la ejecución de las Cuentas atrasadas, fe hombre de ciencia, cebado en ios estudios filosó
licísima creación del Moliere español i sin embar ficos i médicos, avezado a las investigaciones pro
go nial gustada del público. Esto no quiero decir fundas i armado de buena lójica. Después de sa
que la esposa Gaitán no fuese acertadísima i bri ber esto, noentrañaréis que en la lectura de ano
lla; te en el desempeño de su papel; que su mari che, principiada i no terminadla aún, siguiese el
do, aunque no estaba en su cuerda, .no hiciese curso histórico de la filosofía i la medicina con un
el suyo con habilidad, i los demás actores no lle tino i habilidad relevantes, con abundante copia
decir, verso por verso, palabra por palabra. os he dicho sino Una pequeña parte do su mérito.
Mas afortunada que las Cuentas atrasadas fué la Ün estudio sobro la prostitución do Santiago,
zarzuela El Vizconde; i era natural. Ahí esta
que clon Adolfo Valderrama leyó en seguida,
: —
nos
Olcóacioieó
ctoted : íuéto i Jjómmao Jlotteaqa Jtatéutpatte
Año I, Moiicmbre 5 de 1859. múni. «5.
Santiago,
el Corazón del hombre, i vigorizar i engran
LA SEMANA, decer a la sociedad.
Sucede es lójico. —
Si algo debería admirarnos tuación americana que cada dia deja al des
én la combatida existencia que arrastran, no nudo una nueva fealdad, una nueva llaga
es los vicios que las roen, las mas
repugnante i gangrenosa, Queremos
pasiones que
—
ciegan; es que esos vicios, pasiones i preocu Queremos descorrer todos los velos, .'Sondear
paciones, no las hayan precipitado ya en la todas las heridas, soplar én todos los oropeles
decadencia. esteriores, poner el oido a todos los latidos
Estudíenselos elemeiitos que Constituyen en del corazón social, comprender todos los mis
este momento el cuerpo social americano, i no terios de la actualidad, apuntar todas las do
se encontrará nada de lo lencias que nos aquejan, todas las infamias
que forma la gran
deza de los pueblos i la virilidad de las razas. que nos degradan, sin vergüenza ni miedo, sin
—
En cada paso que se avanza en ese reticencirS ni palabras dulces.
penoso
estudio, deja alguna aspiración, algún de
se Ya tiempo de hablar claro i alto.
es
seo, alguna creencia. Todo parece imposible siglo vá pronto a Correrse desde que
Medio
no solo de realizar sino aún de acometer. las sociedades americanas se conquistaron
Hacia donde quiera que se echa la vista se una vida propia i sUya, i nada han hecho sino
del atraso i la civilización; con todo el orgullo abriendo así anchas vias al mal, obstruyendo,
de la ignorancia i toda la debilidad de la pos haciendo intransitables las que ai bien condu
tración; Con pueblos esclavos del sable i la cen. Tan lastimoso desperdicio de tiempo i
degradación, i altas clases sin valor, sin patrio fuerzas es imperdonable. Estas sociedades ne-
tismo, sin dignidad, sin lealtad, sin alma, sin ,
cesitan oir la verdad entera, ser escarnecidas,
corazón, sin sin otra creencia que
intelijencia, azotadas en su nombre.
el oro, sin otro Dios que el oro, sin otra patria Vamos a esa verdad.
que el oro, sin otra aspiración que el oro, sin Las sociedades americanas no son una so
república! —
democracia! i por todas sociedad. —
Una sociedad es la consecuencia
partes esas dos verdades se ven vendidas o de ün verdadero comercio, una verdadera in
traicionadas, convertidas en farsa i mentira. dustria, una Verdadera ricpieza, un verdadero
El desaliento en presencia de esta triste gobierno, —
No es preciso un trabajo mui per
perspectiva es tan consiguiente cuanto natu severante para Convencerse de que esos pri
ral. Nohaifé, ni creencia, ni convicción que re mordiales ajentes detoda sociabilidad pode
sista ante la duda jeneral, ante la ausencia rosa i raal nos faltan. —
Su carencia hace quo
de cuanto es capaz de elevar la intelijencia i la civilización i el progreso, el bienestar i la
380 LA SEMANA. Noviembre 5.
cio con sus tentaciones, entre las adustas rea fesiones, estamos ciertos que las de conspira
lidades del buen camino i las provocativas dor i jugador tendrían la mayoría. ¿Quién no
ilusiones del estravío. juega i conspira en América?
Esta es tal vez la fuente mas principal i Espreciso convencerse: las sociedades amé-
efectiva de la revuelta vida que la América es rico-hispanas van haciendo un camino errado,
los que nacen bajo su espléndida protección, ciso que no miren la situación que alcanzan
con la indiferencia del idiota o del egoísta,
¿qué sendas en que perseguir la realización de
sus deseos i esperanzas, la satisfacción de sus por el vidrio délas pasiones ele bandería, sino
necesidades se ofrece al resto de a la clara luz del patriotismo.
losjniernbros
de la sociedad? El foro, la iglesia, fa espada o Cuanto hasta hoi llevamos acometido o rea
nos apellidamos pomposamente sociedades re orden del dia las propias dolencias e imperfec
ciones. Toda revolución suceso produ
publicanas, no hai añeja preocupación que no con
—
nos domine. Un hombre que cree tener cuarte ce un cambio de hombres, jamas un cambio ele
les de nobleza en su
pretendido escudo, se de ideas.
jaría matar antes que buscar la subsistencia en Esto que esas revoluciones no se
prueba
una de esas ocupaciones que se imajinan he hacen nombre i por el engrandecimiento
en
La verdad que no. Sobre todo, si es ción i su progreso. ¿Le dan algo de esto las
puerta?
—
si la sangre circula i quema las venas, revueltas por que pasa continuamente? Los —
joven,
si elcorazón late aprisa, si la intelijencia dice hechos, lo que se ve, se toca, se siente i la
algo, trabajará por conquistarse a viva fuerza menta, se encargan de contestar.
lo que no ha obtenido de grado: Se hará —
De cuanto en estas sociedades vá aconte
conspirador jugador!
o según las épocas. ciendo se desprende una gran verdad:— es que
avanzará mientras no se deje ele
¿Qué se orijina de aquí? Lo que estamos la América no
exclusivamente políticas.— Revoluciones so- j especie humana; encontraría pequeño para sus
merecimientos el epíteto de divino que los espa
cíales las que la América ha menester.
son
ñoles han aplicado a Herrera; i tendría que colo
Nada sacaremos con mudar todos los dias
carle al lado de Homero, Dante, Goethe, Byron, i
de gobierno, de los demás de igual jerarquía.
constituciones, de leyes, si
primero no mudamos de manera de ser, si no Con el propósito de no infrinjir la regla litera
ria de la graduación, que ordena pasar de lo me
creamos sociedades capaces de comprender i nos a lo mas, me
adoraren el derecho i la justicia, de usar de la
permitiré alterar el orden de las
fechas para hablar de la segunda de esas compo
libertad, ele trabajar siciones antes que de la primera.
por el imperio de la mo Don José María
ralidad, de levantar altares al honor, al pa Quijano dice que Fernandez Ma
drid era «una palma jigante entre palmeras mil;»
triotismo, a la abnegación i al heroísmo; de «un astro de relucientes
arreboles;» «un sol que
elevar la brillaba entre brillantes soles;» «un
intelijencia a las
grandes concep águila audaz
del Ande colombiano;» «un sol
ciones i arrastrar los brazos a las grandes ac que vino a alum
brar el suelo americano
para gloria del mundo.»
ciones. Agrega que «su pensamiento era tan inmenso
como el mar;»
Pero mientras tengamos en vez de que «el ánjel de la gloria recojió
pueblo, sus bélicas canciones;»
que «su renombre eterno
populacho; en vez ele hombres fuertes, pacien ha pasado las tempestades del olvido;» que «años
tes, industriosos i sensatos, masas raquíticas, sin fin, innúmeras edades
guardarán, sin manci
impacientes, ociosas i atrabiliarias; en vez de llar, su memoria.»
¿No parecería que era imposible llevar mas le
patriotas, demagogos; en vez de políticos de jos la hipérbole? Pues no es así; Don Santiago Pé
convicciones i principios, farsantes sin ideas i rez ha
dejado atrás al señor Quijano.
Pérez da desde luego a Fernandez Madrid el
especuladores sin conciencia, las constitu —
_
llo. —
Convenzámonos de que nada somos. Em Que rueda desgreñada en el vacío;
Del rayo en alas, huracán bravio,
pecemos por ser algo. Que truena i se desboca en el confín!
I
¡Qué medio siglo de dolores, de sangre de a veces mansa, juguetona brisa,
Cargada del perfume de las flores,
rramada sin fruto, de amargura i hiél, de mar
Quo rélrata de un ánjel la sonrisa,
tirio i desencanto, de lucha i destrucción, nos O el canto celestial de los amores!
equivocados de los señores Pérez i Quijano, presu jamas existieron i cuya falsedad se demuestra por
miendo que sus cantos a Fernandez Madrid son en los documentos mas irrefragables, por la conducta
sayos poco meditados, escritos en edad temprana. de su vida entera? ¿Tan ríjida es la moral del señor
¡.os escritores citados, particularmente el pri Restrepo, que no perdona a la víctima el crimen
mero, que es aquel de los dos que mas se ha se de engañar a su verdugo? ¡Cuántos de los patrio
parado de este plan, deberían haber admirado en tas que hoi se cuentan justamente er. el número
su ¡lustre compatriota al hombre mas que al poe de los mártires de la libertad hicieron lo mismo!
ta. Fernandez Madrid es una de las figuras mas ¡Cuántos documentos supuestos, cuántos falsos
simpáticas que aparecen en el drama revolucio servicios en favor de la causa de España no ale
nario de Colombia. Interesa i conmueve. Su hon garon los virtuosos ciudadanos sacrificados en
radez, el tierno afecto que profesaba a su esposa 1816!»
i a sus hijos, su amor a la libertad i al estudio, El proceder de Fernandez Madrid en aquella
sus dolencias físicas, aun ese momento de debili
apurada situación no es digno de elojio; pero sí de
dad seguido de tantos remordimientos, de que induljencia. Ciertamente la conducta que observó
luego hablaré, le recomiendan a la estimación de no habría sido la 'de aquel héroe de la fortaleza
la misma plaza, cuando las fuerzas españolas in Justum, el tenacem pioposili viruní
tentaron apoderarse de ella. Kan civium ardor prava jubenu'um,
Non vultus instantis tyranni
Elejido diputado al congreso jeneral de las pro Mente quatit solida; ñeque Auster,
vincias unidas de Nueva-Granada i Venezuela, se
Dux inquieti luibidus Adria;,
distinguió en esa asamblea, dice Restrepo en la Nee fulminanlis magna Jovis manus:
Historia de la revolución de Colombia, por sus Si fraclus illabatur orbis,
buenos talentos, su elocuencia i lo mucho que ha Impavidum ferient ruinai.
blaba sobre las grandes medidas revolucionarias
ejue era preciso tomar para salvar la patria. Bien De ciega plebe el yocear insano
pronto fué llamado a traducir sus discursos en ac No conmueve al varón constante i justo, -
ciones; pero en circunstancias tan aciagas, que es Ni tuerce sus propósitos adusto
El ceño del tirano;
taba condenado a salir deslucido. Habiendo sido
Ni el austro, que deí Adria remujenle
nombrado presidente de las provincias unidas en
Su rabia en la onda maestra;
1816 cuando el partido do la independencia se Ni de Jove potepte'
hallaba aniquilado por una serie de desastres, tuvo La fulminante vengadora diestra.
el sentimiento ele ver al terrible Morillo enseño Si los orbes.-se7 hundieran,
rearse de todo el pais. El infortunado Madrid no La's ruinas impertérrito le hirieran.
supo, según él lo dice, hacer el milagro de resu Traducción de Burgos.
citar un muerto..
Nuestro poeta anduvo entonces prófugo con su ¡Qué hacer! El hombre es débil; i el modelo de
familia i algunos amigos por las ásperas i desier firmeza que Horacio ha trazado con tanta maes
tas montañas de Barragan, huyendo de los espa tría queda reducido demasiado frecuentemente,
ñoles; pero no pudo lograrlo, i cayó prisionero. por desgracia, a una de esas visiones de otro mun
Es seguro que los realistas le habrían arrastrado do que los poetas contemplan en sus sueños. Esta
a un cadalso, como lo hicieron con tantos otros
reflexión debe inclinarnos a absolver a los que su
cumben en las pruebas difíciles ele la vida, i a
preclaros varones, si no hubic-ra dirijido a Morillo
una sumisa representación fecha 29 de julio de conceder, sin tasa, nuestra admiración a los que
1816, en forma de mea culpq^ en la que protestaba logran la victoria en la lucha.
se ha Fernandez Madrid fué condenado a salir de Nue
que no era amigo de la independencia; que
bia opuesto a la declaración ái ésta; que había va-Granada para España; pero consiguió, a causa
del mal estado de su salud, que le dejaran perma
aceptado el fatal destino de presidente solo por
evitar una sangrienta revolución que se preparaba necer en la Habana, donde se dedicó a las letras
contra los amantes del soberano, i por restablecer i al ejercicio de la medicina, que era su prof.-sion.
el orden jurando al rei-, i en la que seguía ha Mas tarde, cuando la causa de la independencia
ciendo valer otros méritos de lá misma especie. volvió a triunfar en Colombia, Madrid fué nom
«Por mas horrible que fuese mi posición, dice brado ministro plenipotenciario de esa república
Fernandez Madrid en uno de sus manifiestos, por en la corte de Londres, cargo que desempeñó
natural que fuese el deseo de conservar la vida, basta su muerte acaecida el año de 1830.
i-n el que también tenia mucha parte la esperanza La sucinta relación que precede manifiesta que
de poder servir i vengar a mi patria algún dia, si Fernandez Madrid no fué, según falsamente lo
confesaré, sin embargo, que nunca be podido per- pretenden los señores Pérez i Quijano, un poeta
dcinrm; aquella debilidad. Sin duda hubiera sido
■
de primer orden, fué en cambio, lo que vale mas,
Noviembre 5. LA SEMANA. 389
un buen
ciudadano, que en una época critica •
dé ser contradictorias, son efectos de un mismo
•presto servicios importantes a su
patria. Por este sentimiento, el candor. Fernandez Madrid abulta
motivo, si yo tratara de honrar su
encontraría dispuesto a
memoria, me | los objetos al pintarlos, pero lo hace, no por ar-
hablar, no de las produc j tificio, sino sinceramente. Los representa grandes,
ciones del escritor, sino de las acciones del hom-
nre.
aun cuando no lo sean tanto,
porque los vé así.
Colgaría su retrato en una de las oficinas pú Su exajeracion es nacida de inesperiencia, i no de
blicas del país a
cuya emancipación contribuyó; cálculo o de sistema. La hinchazón de Fernandez
]os es,antes menos visibles de
l001^-??-3™
lasbibliotecas
en
por mucho cpie admiremos a Bolívar, encontramos Mientras haya que haeer, nada hemos hecho,
ridiculas semejantes alabanzas; pero los contem
í los siguientes :
poráneos debian hallarlas mui exactas i oportunas.
Todos los pueblos jóvenes i medio civilizados no ¡Cuál se levanla
tienen ni una intelijencia bastante aguzada, ni la Colombia de sus ruinas, majestuosa,
instrucción suficiente para saber apreciar la dife Llena de heridas si, mas victoriosa;
rencia de los caracteres i ele las situaciones. El Pobre, pero vengada, independiente
griego Temístocles, el romano Cesar, el suizo Tell, ¡Europa esclavizada!
el yankee Washington eran para los americanos
Todo tus reyes, i tus pueblos nada.
de la revolución hombres parecidos entre sí i com
parables al gran Bolívar, según Fernandez Madrid, En el Ditirambo a la memoria de Portier i Lacy-.
del héroe clel siglo, cuya fama llenaba la inmensa
¿Do están Portier i Lacy?— ((Sepultados,*
ostensión de doj mímelos, i cuyos hechos excita Estas sus tumbas son, aquí reposan,
ban un concierto de aplausos tan prodijíoso, como Responde España; pero ya vengados.»
nadie los habia merecido jamas.»
Fernandez Madrid es tan exajera'do en su odio, Honor de la nación, esclarecidos
""'
obligarle a buscar un refujio en los montes. Sin zón recto que repruebe las ideas de Fernandez
embargo, eso no ha sucedjdo. Fernandez Madrid Madrid acerca de los españoles, que quedan es
se ha espresado en sus poesías categóricamente puestas?
sobre este particular, i hé aquí lo que ha escrito : Pero se dirá talvez: el poeta neogranadino abo
rrecía tanto a la nación cuya sangre circulaba por
Sangre española corre por mis venas; sus venas, cuya lengua hablaba, i cuyo Dios ado
Mío es su hablar, su relijion la mia,
raba, que ha ido hasta identificar su causa con la
Todo, menos su horrible tiranía. de los indíjenas, [primitivos poseedores del suelo
No aborrezco a la España; solamente
Abomino a los tigres de la Iberia, americano.
Que de sangre inocente, Es cierto; Fernandez Madrid ha llorado el cs-
De lágrimas, de luto i de miseria terminio de los incas, ha maldecido la crueldad,
Han llenado este nuevo continente. la codicia i el fanatismo ele los conquistadores.
¿Qué importa eso? francés, o enemigo
¿Sería mal
Fiel a estos principios, el poeta deja estallar su
contra los peninsulares opresores de la
ele este pueBlo, aquel reprobase la San Bar
que
indignación tolomé, o que mirase con indignación las turpitu-
América; mas solo tiene palabras de simpatía i de
des de Luis XV? Hai una cosa superior a toda
afecto para los españoles de alta intelijencia i de
mancomunidad de raza, a todo espíritu de nacio
noble corazón que trabajaban a fin de que en Es
nalidad: la justicia. La verdad debe obtener el
paña reinase la justicia, i no el estúpido capricho paso sobre el patriotismo. Cuando el pueblo a que
-
de un Fernando VIL Si ha cantado a Bolívar, a Ji
pertenecemos ha cometido un crimen, debemos
rardot, a Sucre, a Urdaneta i a Rivas, ha cantado lamentarlo; pero no ocultarlo, ni mucho menos
igualmente a Riego, a Porlier, a Lacy, a Quiroga, defenderlo. Fernandez Madrid, sin ser indio, ha
a Sardinó i Estrada. Se ha manifestado enemigo
a
podido i ha debido protestar contra los abusos del
implacable, no solo de los españoles, sino también pasado para que no se repitiesen en el porvenir.
de los americanos quo se empeñaban en encade .La acriminación quo los españoles europeos di
nar un mundo entero a una península de la Europa;
de todos los que rijen a Fernandez Madrid i a los republicanos de
pero se ha declarado hermano la América recae sobre el ilustre Quintana, el
defendían la libertad en uno i otro hemisferio,
poeta laureado de España. Leed las biografías de
cualquiera que fuese el cielo bajo el cual hubieran Las Casas i de Francisco Pizarro, escritas por este
nacido. Si ha tratado de estimular el ardor de la noble injenio, i su famosa oda A la espedicion
América para que combatiera sin descanso contra
los ajentes del despotismo, ha procurado inflamar
española para propagar la vacuna; i decidme
si en lo sustancial espresa otra cosa que los
también para el mismo objeto el entusiasmo de escritores liberales de la América. ¿Sostendréis
España. En la Oda a los pueblos de Europa en que Quintana abriga un odio infundado a sus com
1824, dice :
patriotas, quo escribe con hiél i con encono, que
¿Qué haces? ¡España, España! es un mal español?
' ■■ ■
■ ■ ■ ■-■■ » '■ I l«
No era posible, como dice Mora, calzar el coturno casi todas sus obras, una prenda sumamente re
a la vírjen de los primeros amores. Átala es un comendable, un tono de naturalidad i verdad, sin
argumento propio para una tierna e interesante esfuerzo, sin énfasis afectadas, sin trasportes vio
elejfa cuya escena se suponga en las selvas de lentos, sin estudiados adornos de dicción. Verdad
América, mas no para un drama que pueda repre es que tampoco en esta deja de entregarse con de
sentarse. Esa historia que no tiene por personajes masiada confianza a la facilidad de su injenio;
mas que dos jóvenes indíjenas i un anciano sa-s pero nada es mas raro que el acertar con aquel
cendote, i por comparsas dos tribus, una de indios punto preciso que está a distancia igual do la des
salvajes i otra de indios cristianos, no ofrece la nudez i del fasto, de la negligencia i de la présun^
complicación de elementos necesaria para una cion; i si se ha de pecar por uno de estos dos es
obra teatral. Pero prescindiendo de esto, la com treñios, el buen gusto será siempre mas induljen-
te con el primero.
posición dialogada de Fernandez Madrid (no me
rece otro nombre), es una copia infiel de su bello «El Guatimóc es mui superior a la Átala, (pro
Ciertamente se necesita mucha osadía, o
orijinal. ducción de la misma pluma que se ha represen
mucha inocencia, para atreverse a provocar la com tado, según creemos, en la Havana i en otras ciu
dades de América), i posee en mucho mas alto
paración con un gran talento. La Átala de Fer
nandez Madrid se asemeja a la de Chateaubriand gradólas cualidades necesarias para hacer efecto
como la hoja de lata se asemeja a la plata. El en el teatro.»
de Diré en conclusión que et autor no estaba con
poeta neogranadino, a ejemplo de la criada
tento ni de Átala, ni de Guatimozin o Guatimóc.
posada de que habla Iriarte, ha convertido en
«Si alguna vez cediese yo de nuevo, decia al fren
Un azador hecho i derecho
^
te de la edición de sus poesías, a la tentación de
Lo que una espada fué de honra i provecho. decirlo asi,
componer unatrajedia, trabajaría, por
Hé aquí ahora el da el Repertorio mas a mis anchas, i sobre un plan mili diferente
juicio que
americano acerca del segundo de los dramas men del de Átala i Guatimozin.»
cionados, juicio que no acepto en aquello de que
muchas veces énfasis afec
Miguel Luis AmpSa^égui. .
les, i en que después de las tentativas de Huerta, Nace la vida el inocente niño,
a
-^
Moratin, Cienfuegos, Quintana i otros excelentes I al mundo viene en lágrimas deshecho: ...
injeníos, no hai todavía una sola pieza castellana El lácteo jugo del turjente pecho
%
asunto de la pre
que pueda llamarse clásica. El
.
sente tiene el mérito de su celebridad histórica, Con llanto pide al maternal cariño.
i del grande interés que el nombre solo del héroe
basta para inspirar a los americanos; pero bajo
Mas blanca i pura su alma que el armiño,
otros respectos no lo juzgamos felizmente esco-
i los espa Grece al abrigo del paterno techo;
jido. La contienda entre los mejicanos bastante
ñoles pon la posesión de Un tesoro no es I a la burla del mundo, i al despecho
i a pesar del
digna de la gravedad del coturno; Su llanto brota en turbio desaliño,
arte con que el poeta ha sabido realzar la impor
tancia del objeto que se disputa ligándole con la la cuna!....
salud del imperio, un montón de oro i plata es ¡Llorar para existir, esa es
al fin un ser inanimado que no puede hablar al ¡I llorando vivir, esa es la suerte!....
corazón, como, por ejemplo, el hijo único que
una a los seres llorar que amamos tanto!,,..
¡1
madre tierna quiere sustraer a la crueldad de un
tirano; como la madre delincuente, pero llena de otra fortuna,
remordimientos, que un hijo respetuoso, instru
Si no es dado aspirar a
£.,- S9&
Np^fnfSre .
pí'SBifáNAi"
Algo sobro i a p«s ahva «Palabra,»
'
Pocas palacras hai de maís variado "senti'dof de, úiik yezhabsáSit^iidQ q»ed«c¡r>? : ,,
que ésta VOzí pocaS cpa¡e den irías elegancia, -ÍUs- .palalraa deijesQ §on' dichas prJr hom-,
precisión i movimiento al bien decir: pocas bres,tambien|ide¡;peisfl.. Np'q-uiero decir, cónias*
mas acomodaticias i más llenas de diversos to' .que Reatas j»l^asseW pesadas. Las pa*
significados, :E11^ ge-presta y^pa^íj, presar labras pesadas s,q¡o, son. ditihas pof: cíeiitoá)
una iclea,
ya para llenar un vacio del idioma, hombres francotes, .con. quienes -nca asolemos
3$para.-isigntfioar an objeto, un eaíiíteatrvo,; eijcpntrareu- sociedad, -hombres tan poco su
ün nao/vinjleptoi ,, .» , .;.■. ¿ En tatte partssise la fridos, ,q,ue a Ja; menor- cosa nos .espetan una
ve sirviendo de admirable recurso: en la sa ápriati&da,. que;iii;fa:bocade un cañón iguala
grada cátedra^ en la bonVei'sacion familiar ( en boca,
fea; acontecido quedar
a su ¿A-íiit^imo
elpqpular discúi'süi i hasta en el cansado li se chiquitito al recibir cíe -repente una cle;esas.
bró de algun'tétrico sabio se halla. .,'-'.. , ¿En rociadas de¡ calibre i medio? L de no. dígame'
,
dónde no está esta palabra? k'k'k'-' usted*, sgñorita, -si iciertas -palabras, i-tlichife
La voz palabra significa acción; Dios es la : cuand-a menos usted lo. espera* jio3a-hftn:hev-
palabra por excelencia; i al impulso' de su choarrepentirse de. haber entrado en, iconyeiv;
fecunda palabra, salió lá creación llena de sacion ppn- cierta clase de jente? Se- coneke: ■
vida; la nada obedeció- i fué algo; la.forma mui, bieii; que :no hafete «on aquellas; niñas que-
:
■■
ajafeció, .iluminada por la luz-v contó- el. tiem después, ele haber recibido. ; con gústela, pala-.
po rStts horas, i las estrellas i pjaneías rodaron. brería.íi veces, insultante 1 deseo niie.clida ele ■..un,
por Ia inmensidad tle Íos.: espacios. ... .,¿Np; ríipsaivfite sin yejlexionj yiyaiiaého¿ sequeda
.
es- esto, no es la. creación una bella i eioeuen-, tan ancha:, .agradeciendo- las-agradables ctern* .
te. palabra eeti que la divinidadJia significado zas ,i;e}ÍQÍeííidoles ;al pido a ;sus-ájnigasí ■qes-
§u poder, su sabiduría.i.sji atíior?,Iel cuítp: tnuchp.este fulano! iJ!an¡mak> que lo. hamúe-
que'en ncambiode tantos beneficios rinde ei- veri '$iempr.e-eori sus chistes. i sus. casas ¿aim
niorut -a
Improvidencia ¿no es también uiia, cuando u%a (míe. de ,e,noj,avse con. é//'<Lp ciar-;
humilde palabra que espresa nuestro rpcanfi-v to es que si -trata de enejarse-per dos ciisíenU
cimiento, grandeza, i nuestra debili
nuestra no s,e^nojan;unQ,a!.yo.lo.sé-,J>ien. -.-•>[ y'.'!'
dad? ', .-,., _
.,Ño-..;é.s inenestein espresa,rse,í)eí*-tó>»í^ííe pa-:
Pero ljajemosi pablemos j«.undana»ep}e.
.
ra decir una palabra, pues el silencio .o u'rajesK
Cnadé las inas, bellas significaciones detesta to: a -iiempp son casl-sieinpre fias palabras nias
Voz es \ii A^ Áomadez. ,Va l^mbrB qae tuerté elocuentes. *. -... --■-■--:
palabra es, «ri hombre honrado: qi^ien np res-; ,La8 palabras :amftrosas son Üamaeías asípor
peta su pabfca.rU) sB; reispeta, ire.nía!1j!i.spn dicjias: casi siempre: a media voz
'"En ün hombre tle honor.su palabra es su porlps q.ue,hace-ri eí¡ papel de pi-imeros.galat-
rirí^ai. Estas palabras -son las ,paiab ras de ho nes ,en las ¿oinedífs deestradoi Las niñas las
nor; porque también b¡ai palabras .que no son reciben taitibipUiaiinedia -OPej»; que no parece
de honor, s,in embargo de tenerlas por-íiiui
.
sino ,q.ue ufl^s i. otros estuviesen jngajido al:
honrosas .en la -soqiedapV El lector me, en-. jutíguecito dft'ua que tus-led no-xneengañffi'-!-
tienda '. .
Estas palabras cpmo dichas en: una tempera-;
(itíri hombre de palabra» suele significar . tura mui elevada, se evapQra)).,!Ípoco'de&.pues.
tamblen'un hombre ¿e-talento; al menos ,esí;a ya no se hace casO(de- ellas. Solo, cuajidoílas
esia opinión común, opinión que no vá al pa^ señoritíisqu.e.las reciben.se enoj;an, es.éuando-
recér ..indi .fuera, de camino, puesto que es, proelucen^íecto ¡pero qué;efectQ!".
mui natural creer que quien produce,pal abras Éíi: Cuanto alas
pal-abms .galantes, ya ;es
tiene ideas- A veces es verdad que no se yeri- , otra:eósaíjaniás he visto, por .ellas:; enojarse)
fioa. asi:, las palabras .suelen estar tan baratas nianiñasni a moza, ni a vieja. Por mas em
ni
que las emiten siii significar idea alguna, palagosa que sea la con-vei-sacíoh de uft.gajan
mas ni menos «amo un ¿aneo délos llamados \ ele profesión, que meló clavéhe.nla frente,,
de emisión emite billetes en blanco para lle si no es: bien recibido por todas. ¡Qué.palabras ,
nar .ciertos deíicites del negocio, Así, también tan -útílesson estas para .abrirse pago por en
)jss palabras en blanco &ón de gran utilidad tre las- ejnpip.fis"i zarzales -enredados': efe -este
dela-conversacion. Sin dichas palabras una Las palabras de amor también gen palabíiási "
de dura
constituye su sal i pimienta; i no pocas veces La palabra amor
modo. Otros tiempos, otras costumbres: i co lumna, por -.lo mAnoá-de-io, Síejh<i>ia£»8egüi)il«t
mo nuestro código civil no las considera ya' porque siempre es bne^o seguir U> .costumbre.
como
firmas que se pueden hacer valer .en
juicio dejando obrar en todo a la conciencia Daniel Barros G n r.z.
del individuo •i;d, !r. i-ifi ,íiiÍ7.i,u i -.'■■
que las'dá, no hai duda que ellas ~
'
solo tienen fuerza cuando ce trata de •-. ':•:■< l«íh-.--'.--. ■"• -."'.<
cer
que dan comba media voz los deja en.dis-1
de para llenar las condiciones de siu naciena-
posición poder decir después lo contrario
de lo que antes han dicho, sin .•lÍd^¡eMflvir.^i.el.pr.ogr'esai,/éíiindad
'" '
del
que por'estó paisi ¡' ,'
-r ■:. :-:o\v¡ -i
haya temor de que aparezca contradicción. .-. ¡
-Y:q ., .; ;,-. i •■ - ■-
,{~i ; .
simo espediente para que Saiga de 'Esufifi pee tiliarídáddél siglo dé' positivismo
apuros ún
sabio cualquiera. Dando'su Opinión á medias/
eTÍque'viVitoos^él'qué a todas las prodúcelo-'
i con un significado entre lo blanco' i lo ciohés del ar'Éé'o: del' injenio se léséxija íiná
négró;
él se quedará tan eábio cOmó utilidad social. .Nada' se. produce én' el'dfá sin
,
siempre T él
consultante tan. ignorante como antes /de la' qne :la fiíasófíá 'iíitéfpóngá s"u eter'rio por: qué,
consulta. Verdad esfe}úV para ser sabio dé i la sociedad su éterríb para qué- No basta qué
esta manera,' por lo niiskio' lá obra séa'biVena bajó el ás'pefcto'c?el-árté',;séíá
qué no sé' necesita
mucho saber, se ha menester ele" uíucfto ta bien acabada; í ñjéniósá'; es.' precisó que' séá
'
demás. Hé aquí porqué les falta el' tiempo los intereses' positivos de lá sociedád'éri qtre
para pensar lo que dicen; pero ¿cómo también vivimos,, ¿que estraño será que ella nos pierda
lo han de hacer todo ellos? ¿No basta qne-ha- de vista, tí nosotros, i iíí' pos 'escuche ni nos
blen por ciento? Eso ele tener ideas i reflexio cóiVi prenda?'
nar se queda para los menos locuaces. T'o'dó libro, tddó trabajo deí. espíritu, debe
Aquí no mas he venido a notar que me he enseñar algo; pues en la época efel ferrocarril
salido algunas veces del camino, quiero decir que atravesamos, nó estamos para perder tiem '
del asunto que me había propuesto. Confieso po. Si esto es así, 'toda producción del injé-
mi yerro i quien confiesa su pecado merece hio, clebéen'sefiár en términos que puedan ser
perdón. Bien podria borrar lo que estuviera comprendidos por aquellos a quienes es desti
de mas en mi pobre articulejo; pero no lo hago nada; esto es, toda producción ha dé ser na
por dos razones: primera, porque' éste me cional para ser popular. El escritor chileno eri
quedaría mui corto, i yo quiero llenar una co fin qne escribe jfera su pai3 i eu 3Ú provecho,
" "
,
oyiembrcT & LA MU APJA[.
debe., Juncar los- medios f}e :ser bien compren ,Y,€uand«, ¡invito, a nuestra literatura a ser so?
desdeñar. A la miserable presidencia colonial taron las pajinas i dieron tanta vida i senti
de otros tiempos, se quiere sostituir una na miento, en un lado del Atlántico, a los Cuadros
ción democrática, poderosa i feliz; al hacerlo, de negros déla Cabana del Tio Tom, han dic
no podemos, debemos romper tan comple
no tado, al otro Jado de ese Océano, pajinas i cua
tamente con el pasado, que junto con la bar dros distintos en el color i en la escena, pero
barie e. ignorancia en que ese pasado abunda, idénticos en su tendencia social i literaria.
perdamos también algunas influencias bienhe Hé aquí el plan de uno esos romances, que es
choras, algunos instintos de progreso moral mas bien un cuento filosófico, mui injenioso
ración debe ser la tarea fecunda de la litera que trabaja i que, merced a la índole de aquel
tura, chilena: ella, combatiendo errores i su pueblo libre i a la elasticidad de sus institu
persticiones, combatiendo a la barbarie i la ciones, se inocula ¡amalgama en aquella socie
ignorancia, sabrá conservar i trasmitir toda dad; plan que ademas esplica mui bien mi
influencia benéfica: ella hará que la sociedad pensamiento respecto del carácter i tendencias
chilena, estudiándose a s! misma, concilie su que deben marcar i dar impulso a nuestra li
jenio con las exijencias! de la civilización i de teratura. --...-:.
mas cada dia, es la que proviene clel pueblo los dos grupos se componía de hombres estre-
mismo, de sus recursos, de sus ideas, de su madamente cultos i corteses, con los cuales
La literatura chile era mui agradable vivir, verdaderos caballe
progreso moral i material.
na debe estudiar, ayudar, ilustrar, armonizar ros en sus maneras elegantes, en su vestido, en
de vida, en su lenguaje; pero de un jénero
esta doble impulsión, presentándose viva, ro su
su verdadero camino, sin trastornos ni zozo vos. Es inútil decir que la tal sociedad, —
la revolución verdadera i benéfica que se así compuesta i así dividida, marchaba mal.
bras,
dos grupos no tenían entre sí relación
dibuja en el porvenir de nuestra sociedad: no Los
esas revoluciones de lucha, sangre,i, estermi- alguna, si se esceptua la perniciosa del vi
nió, remedos hechos muchas vecespor mino cio; no se frecuentaban, i abrigaban la una
rías audaces en provecho de intereses peque por la otra, odio i el mas perfecto despre-
I ció. Aislados sin embargo, ninguno de los dos
ños i egoístas, sino esas revoluciones 'que Ler-
niinier, con tan propia vehemencia, define «las ] se bastaba a sí mismo, i llegó el dia en que
dos tenia bastante ascendiente
inspiraciones ele los pueblos» i como tales pa ' ninguno de los
,
cificáis, por sü ,naturajeza misma irresistible. sobre él otro para elevarse al poder i domína-r
S¿a- Z*s4
306 •É-aMÁNa, iWKtoítore 5J.
«ambos. Los unos representaban, por decirlo ñierósá i bien constituida pi'ojénitWá. La raiá
asi, formas sin- fealidadeá; los este: enlacé fué etí efecto Ja lla
representar .
proveniente' dé
oíros representaban-realidadessin formas. LbS mada a gobernar esa sociedad i a terminar esa
unos son rodo superficie con poco fondo; los
antagonismo por 'tarito tiempososíériido. unien
otros son elementos brutos sin do en el arte de gobernar, la flexibilidad i el tá'ci
superficie re
gular, trozos de granito mal cuadrados Hales to con el vigor i el
cónocinüerttó'práctiéo' délos
cuales: habian salido de las profundidades dé hechos. Entonces nnasociedad supellór se está-
la tierra; pedazos de hulla negros i polvoro 1
bleció, civilizada sin molicie, áCüva s¡in exceso,
sos, mineral bo' desemÉantzádo todavía de ideal sin sutileza, práctica shl s'ei'gí-oser'á.»'
sos escorias tierrosas, materias Hasta aqüíiel cueri^ i érilaejecucioii del
pfhheras'lDtJ ''
:i;f
piepajad&s, > - ■
plan: fnjenjoso que él encierra, se hallan i'énn'l-
:■ <iSe estableció desdé lüégíví pói'séntadé; éií ! ñidás' todas las condiciones que yó apetezco
esta sociedad, el mas
perfecto sMii^üo dé eu'elróinanée'Chiíeiió: hai Verdad i naciona
anarquía.—Era precisó sin embargo^ quieráS lidad én los caracteres1 i eri lká apreciaciones,
qne iiovqüterasi, elejir ün rei; i ninguno de los verdad en1a,s¡tuácion,Í un glande objeto sb-
dos grupos «céptaha el rei del otro.' Éii fin I cial, iltili'ihóral,
quese persigue, te dé'sarro-
nuestros caballeros élegántés.'viniérén'a serlas ! Ha
de:.niH: maneras i se' alcanza. Ouiteihos'lá
víctimas dé ais propias inclinaciones; cayendo persona dé la reiría tp^é'nádá en el
sígñlftcá
pí-esa~de 'uhd especié dé elegante o ddñd^miú gobierno; pongamos los elementos sociales dé
astuto", niitád italiano iimltád-'rusp,' quien de lá Grán^Bretaña eh luóhá párii llevar' sus 'Hoú.-
masiado sagaz para hacer- de éllod sWbditps; i bres al Ministerio, .atPafíáMiéntq,' i recordemos'
sabiendo que podria góbérh&rlOs asi, los atrae ijué úri Pee), hijo' dé un fabricáiité'db Lán-
eérca dé su persona, ipor medio de sühífsasi éástér; hnhijo del'ghipo dé las máquinas, del
de cariños i de albago*, pcfr medio dé* palabras carbón, del granito, ha gobernado desdé el .
suaves i api-opósito, los'' rédütté al estado dé mismo puesto qué lian ocupado altérriativa-
domesticidad.-^ÉHos' por nada eri el mundo mehte Palinérstón, RÜ'ssél, D'érby, miembros
habrían obedecido, si se'-léS Irufeíésé maridado del griipo:; daridy; pero después' de haber pa
en nombre de Ja justicia;
pero héaqüf qué con sado Péél, como' Palmerstó'h, como JRussel,
un jegto elegante i una frásé injémósá. Sé
por el matrimonio ele lá hija delréi daridy, la
agolpan a servirle, al grado que nada iguala al aristocracia, con el hijo vigoroso del réi bru
apresuramiento bufón1 con que descienden has to, la democracia.
ta relucir sus botas i arreglar los pliegues dé ¿I no habrá en está tela dé manufactura in
su manto. glesa, algo que merezéá. estudiar la manufac
«El otro grüpó', el de los brutos,- que no se tura chilena? Lá ihateria primera existe, la
deja llevar de bellas apariencias ni de buenas mano del artífice también existe, tenemos én
maneras, no acepta semejante rei, i elije para nuestro rico idioma instrumentos de trabajo
que lo gobierne un jiganté vigoroso, musculo inmejorables; adópteirips entonces el próce-
so e infatigable, que come mucho, bebé' mu dióiérito i produzcamos tepdos análogos á nues
cho, fuma sin CeSar, no duermé^rabája s'iéin- tra sociedad' i á los; diversos elementos quelá
pre i exije de todos que hagan otro tanto.— trabajan,' rriáá o menos oculta, mas o iriénoá
Estás costumbres' Yarikees reducen a l᧠po ostensiblemente.
bres jentes a la esclavitud, los tortura i- ésíé-
Demetrio Rodríguez PeSa.
núa pronta a tal grado, que los deja én la piel
i los huesos, —
Goahéad-^-adelante, les grita, (Continuará.)
i la maquilla humana estirada- como un resor
te1, se halla próxima a estallar.
«Los elegantes del grupo aristocrático ho Una paíaíira ál iíífortíiC del
sé encuentran mejor. Cada dia nuestros hom Jurado (1) ...
puerilidad, senectud, debilitación por ausen traron eri él i responder a lá contradicéión que
cia de actividad real. El pais sufre horrible descubrieron éri el modo de resolver la cues
mente, i podria creerse que iba a desaparecer tión propuesta.
en un término dado, si la Providencia no hu Sin pretensiones de ningún jéneró i^descon
biese venido én su socorro, como vino en efec fiando de mis opiniones propias con masjustíciá
to, terminando el cuento como todo cuento dé que de las ajenas, yó no vengo a sostener asfer-j
hadas. El elandy rei de los hombres pulidos,
—
gaz como su padre, no se deja seducir por las vengo acombatir sus doctrinas ni menos a im
apariencias, i toma por esposo al hijo del ji pugnar uh falló en que encuentro ilustración,
ganté bárbaro, hermoso mancebo, sólido i vi
el Cireute de de' tas- ktras.
'
acierto i-fusticiai Milis lejosde ésu^yo^quiérríar Axnótf ca.b enlos hechos estragos qtieiesténdia»
agrega*: el débil; eco deí mivozíaria.áuyá para iu.jniluencia.sióbre nuestro suele» habia algur»
ensalzar^eseijti'aiKijo ^célente; quéi supo; coiut jéraien fecundo r necesario de independencia,
binar.con la gracia: i- algún elementó de einancipacioiipara estesne-
l«GJmiénto eteganc-ia.de
nri.estdl.epinitaitahlé co»laprofiíHtlidftd.j¡gi'aji- ló avasallado por tres siglos a un amo desco
déTWi-tíel.pensamiejiíto.l'ero' aunque imBca ha nocido i lejano: se. preguntó si en la lójica de
sido mi intención otra Ja historia, en sus altas i profundas lecciones,
que la de .desvanecen
esa comridic¡sioii¿ yio-hévacfiladaantesdéHto- se'divisaba algún principio de ventura para
íhar- lá
pluma,, he meditado seriamente i me esta sociedad que Bobera feliz i que podía de
he-préguntadoi -muchas veces si podría expli sear meforarsu
suertej-rporque para el qué
carse ella-coino el
désáhogopuériide! una sus penetra en él fondo de las- cosas i mira en los
ceptibilidad ofendí da, como mía queja ar-ran-r
•-
jiechos. históricos algo- mas que.las apariencias.*
cada ae-Paluiapor el desvanecimiento de' una la; historia no eá la sucesión, ciega i fatal dé
espenatm inal fundada, como la- espresión de guerrasl estermhiio, no es el cuadro inudfl i: sin
una desconfianza injusta sobre lárintegridád i significado de las desgracias del hombre; es la
competencia de los ilustrattos. miembros del
■
maestraide la, sociedad, la depositaría de la
Jui-adó; yo ño habria escrito,; Señores, si mi esperiencia dé los siglos, lá indicación del ca
conciencia hubiera apoyado de, cualquier modo mino seguido; por la huaiantdad eri sudesen-r
alguna de estas suposiciones.: Pero oolníieso que volvimifento progresivos '
el eco de- esa voz augusta que sabe hacerse oir '. I ¿nó és cierto que desde que se trataba de
sobre el sordo mUnimllo.de nuestras pasiones, teyéaniorales; era preciso considerar én ellas
me ha
respondido siempre si» vacilar que no no .solóla naturaleza- de los objetos en que se
■
habia aquí nitiuejá injustani reproche amargo,: desarrollaban sino también las. modificaciones
que no habia falsedad ni hipocresía en el res que en este: desarrollo debia de' ejercer la vo-
peto eon que acato i apruebo el fallo delJurado, lun'iadilibl'e delhómbre?-r-Porque el serrariio-
i que acaso- pudiera no parecer mal el .volver ■
nal i libiretiene una parte mui efectiva en sri
sobre: la- cuestión propuesta,: manifestando en ventura i en: sü desgracia; qué le vienen las
este mismo empeño el interés'; con que se la mas veces desús actos Voluntarios; i porque
mira i la estimación enque sá tiene la opinion- lo que es moral puede ser en abstracto i de ua
quedá orijen a este trabajo;. modo jeneral í vago morataente necesario,.
Voi ahora a mi objeto-: : pero es precisamente continjente, accidental
Dice el informe qué podría encontrarse con en sü manifestación, en la época de su desar
bló?-^¿De la necesidad metafísica, es decir, siempre sin zozobras el fruto de sus perfidias i
de la imposibilidad de que exista ¡o contrarin de sus violencias? —Pero aquí tenéis a un ino
de lo qué ella indica, del absurdo que resulta cente calumniado i cargado con el peso ele un
ría-de negarla? Yo creó que nó, porque en
—
delito que no ha cometido; podéis asegurarle*
este sentido no podria preguntarse si puede talvez que algún dia se vindicará, i recobrará
concebirse la nóindependiehcia de la América; su honor i su felicidad: pero ¿le fijaríais la
porque en este sentido hada es mas continjente época precisa de esa reparación? Allá está un
—
que esa independencia, que puedo aniquilar malvado que cubre vicios horrendos eon un
en mi pensamiento, que puedo negar sin ab manto hipócrita de virtud; le conocéis; creéis-
surdo. ¿Se habló de la necesidad física, es talvez que su prosperidad aparente no podrá
decir de la imposibilidad de alterar los fenó ser mui duradera; pero ¿podríais decir hasta
menos de la naturaleza, del encadenamiento de cuándo la tendrá?:— Ah! ¡nadie podria fijar esa
las leyes del mundo físico?— Tampoco; porque época! Reconocemos la verdad de los princi
la independencia de la América no era un he pios jenerales, confiamos en ellos; pero aguar-:
dió de la categoría del Orden físico, no era un damos que acontecimientos inesperados i en
hecho del dominio délas leyes que rijen él gran parte casuales vengan a realizarlos i apli
mundo puramente material. Se habló, a mi jui carlos a nuestra suerte. El pueblo hebreo sa
cio, de la necesidad moral, es decir, del enca bia que habia de concluir su esclavitud en
denamiento de los fenómenos que llamamos Ejipto; pero Moisés era ya hombre i vivia des
morales, de esos en que el enlace de las cau conocido. El pueblo escojido de Dios sabia que
sas con sus electos es mas libre i menos ciego habia de tener un Redentor; pero necesitó de
la voz inspirada e infalible desús profetas para
que en los del inundo material: se preguntó si i
'
en losjiecbos que se habían desarrollado en conocer la época precisa ele su venida. Tal es
LA SEMANA,! N&vieríibre 5*'
el carácter de los hechos morales: las vóídé psepaeblo qac sé áliobami todas partes
eternas que dirijen su desarrdflo son moral rompiendo co» su pasaddi bollándolos dogmas
mente necesarias, táTde o temprano' han de veneradosdéias ti adiciones, d» Sus padres, nn
tener su cumplimiento-; pero ¿cuándo será? eía mas' qué élecw de «ha lei suprema i eterna
•cuándo vendrá su manifestacioo?—-nadie W queer&lpíediso reconocer, lavo* del que pedia
sabe, nadie lo:-sabrá, porqae estq no puede coii justicia importunidad lo que era forzoso
"''
menos de ser continjente^ i accidental.-" ; í k. concederle-. "
> ■
•"
■ ■ -^ |¡
;'1'" "'' ■"
'.-:--. il.: : i¡;:. ....... :■'■■■ Si es cierta ladoctrina que acabe* de esponer
-'.
.^
-
Teniendo en vista éstos principios! aplicán sobáe'-él carácter de los fenómenos 'rnóra¡les;. si
:
dolos a la- cuestión prepuesta, me- pregunté, si es cierto ¡ ciue en ellos es precisó .considerar
en las leyes morales ^ «fué dirijen el desarrollo; tauíbtai laiacaion del ser libre que tiette en ¡su
de las naciffnes.'cpmo el: -ele los individuos; desBnvedfirhnianws una parte tan principal que
había algún principio- consolador :q¡uaáuguri.rá puede acelerarlos «¡retardarlos;; i si!es vtrlad
a un
pueblo esclavo dias de-véntura i libertad^ cji'je la independencia de Aínéricáyde urna 'ae-
i encontré enfel movimiento jenei-al del miiver* césidadabsólutaeíiabsteaictti, 'habia de encon
so, én elóldenlíivariabló teterno délaiíatu- trarse enlapráetica objeto-de una lucha encar-
rateza, en ios principios dé igualdad i de jus^ hizáda-eiitre los, interesados en obtenerla i los
liria, que si para todassón tiociones dejvercíad; qíie'tuvierafc empeño en retardárki; es induda
para los pueblos cristianos son también pro ble que ni podiáinos'ya. aplicara ésta segunda
mesas divinas Lpprfft mismo necésaríasjijailéi eues-tión solo aquellos principios ieneíales, ni
'
garantía de sus: derechos» apoyados en3afpala>< Pues- bien, yo cae puse en ptíeserteiRi de esa
bra divitíáj' i exclamé entonces:; ¡¡Lá indepen sociedad que intentaba .vindicar ssós dereenos;'.
dencia de la ¡América Ora necesaria! .; ■_>
; - .-■ -
atrocidades de la conquista, las violencias del acierto los' destinos de un ¡ pueblo fue iba a
sistema que fundó, la tiranía de los mandata nacer a la libertad en un laberinto espantoso
rios que --trajo,- la ignorancia que pretendió de intereses opuestos, en el caos inevitable^de
mantener, poniendo una valla insegura a la pasiones violentas que iba adespertar. Vi que
marcha irresistible de lá civilización, se agol al iniciarse, prematuramente, esa lucha santa
im en su esencia, forzóza e inevitable, los ejérci
paron a mi mente para; gritarme: 'Nuestro
perio no puede ser eterno en este pueblo jene- tos que se levantaban para sostenerla por una
roso que ha sabido defender con tanto herois- parte carecían ele pericia i'de usonyiecion, los
Bío'süü.iiid'ependericia iosus' derechos, en este vipelear dichosamente engañados, sin saber
pneblo que hemos derrotado tantas vece6, que por qué peleaban" o -creyendo -que sostenían
no hemos vencido siempre, en este pueblo precisamente -la causa misma que combatían.
que solo domináremos! mientras conserve
el ¡Cuan pocos eran los que tenian conciencia de
alma de un niñb con su inocencia i su candor; su empresa, los que inspiraban: un ardor sen
Pero esto solo era resolverla cuestionen ción de ese bien, que alcanzaron sin duda a
abstracto; era preciso aplicar estos principios obtener, pero que cuan contados fueron los que
al hecho histórico ele la emancipación de la pudieron gozar tranquilos én el suelo querido
América, no solo porque así debia entenderse de la patria!— Mirando pues sus elementos, no
el espíritu de la cuestión propuesta, sino tam pude Creer no digo necesario, probable siquier
bién porque esta aplicación, esta materializa ra su triunfo; no pude creerlo el efecto preciso
ras abstracciones; i sies cierto que vamos con capaz de gobernarse por sí sola? Seguro que
tinuamente a buscar la verdad en el orden nó. La América logró su independencia porque
la arrebató a un poder que no tenía ya fuerzas
especulativo, también lo es qué bajamos al
punto al mundo real para examinar
en él su
para mantenerse por mas tiempo. Debilitada
práctica. Era preciso, analizar la España por sus desgracias domésticas! lu
aplicación pues
ese h?ebo de la emancipación i preguntar si la chando en dos mundos, llena, de conflictos,
Ifjov¿etir>t>re 5-i U*SBMWA.i
agof3ida,jpeEO:sieu>pfle decidieiai iMsíóica»' tuvo .
Y¡ ; Rispe;» en. -tanto, un femenil jeinido .....
que- dejar escapar S}ibdjjt(wrque no tenían, mas r¡, QofljlflSiíiiignasnoyíiFesi con deficia-r
-,
■■
rei? ¿por qué éstos coifibátian éh todas partes pronunciarse el fallo de clemencia Y.iY
I al
c^i^&as^cohViécíoW ejiW'ids'qué défeiHlián 8ii; ■/•.- Respiran :la: virtud' i lá; inocemciai-
libfel'tadr— Porqué la idé^dé sepa<ia*rsé'de*¡! Meróédés TMarki pie Soiaií.
nietrópofi pdra lanzarse- a una vida k)dépén-r ',,-
-
;'
: l" ''
'
■ :';^:: "
."'^
'' '
'-'
'';
'
'—■"
"
''—**
diente, no estaba todavkréncarnada-eñ la socie
dad,' noieraieBmpreudidasiquieFa por muchos ■
.-,!■■ :■-:;•, Ecos do |a semana» ..■-.■■:■
de los que la seiwian. ;y
■
'•'■'r- -
inctepeiidancia déla Awér¡ipa; acaso también flores); ellas tfUíippcp. tardarán.en. maíclutarse j
imain^linariun ciegai sincéra,al orden me ha^ morir,., i. .sus, ;graciejsas íorijaas, i sus mil-, colores.,
yan arredrado o estraviado, al considerar ca conver.tidps en pplvp .informe: i ciescolorido, irán ,
sual i prematurp.el oríjen de- nuestra indepen aíffiezcla.rse cen el pel.yo de. la (íum^idad. :,-;.l¡; ,..:
dencia presenté, En cualquiera de éstos casos, .
Nuestra,, socÍedad,..¡pc.upada de. tejer. ,guh;i)a¡daa
estoi dispuesto á ceder á(la opinióri mejor for
fúnebres i rezar a los difuntos, absorta. fin. sn pie- '
.
mejor prueba ele que apreciamos estas cuestio que lia empleado: .su tiempo-, podriamos. creer. que
nes i veneramos dignamente la memoria dé su inacción i silencio haasido obra, ele. Ja pereza; ]a
¡t.
pa«híe§ ¡políticos,* :- »■ •■■
■
nuestros
-
=« .; n
cual-, semejante al -pagano Júpiter en sus
empresas
amorosas, mil. .formas ..diversas para sedii-
.; vi&te,
.,'.:,-; s.-.i-.'.'-. •'<■: ¡ '.José Bi}RKA*Be: Lira. ¡fj
cirnps .i aprjsipna-naos en., sus redes;.- .Pero .^ó;
nuesti-a .pobiacien ha dejad'o de hablar j reír para
AI indulto deí 14 de ©cásalbre. rezar,- ha dejado de andar -i .pasear para rez;aF;i
spIp ha dejado ele rezar spara: dormir, .1 Al decir
'■'- '
■•
baile con Pepa la Valenciana, la Sandunga i la Las clós repeticiones : el Tio:Pq!¡joi Un iñhdo
Siljide. para dos-mm^e^p^.^afisiVirli^s mercedla
Mis dos mujeres quedó reconciliada el étómin ■
oo -
,
^iitíeB'empleaí nuestros actores. -Sia-ser una ©brá los encuentra en el campo de ¡a ebservaíjioni la
abajó él miriist©-
tidas p&rtemefft&rias hacer venir presión S él -estito>eb«ecto 'i etega»te;S(Í8l oséñor
«oi'aspi'Fa-lnfatüaéte areémplazaílo; la. mujer dé Bnseño'tontribiiyereñ, 'fdt s«-pake,::»híOCér<iattié¡
que'fctése'tjída interés esta'nótófelfeléfc'
«ste diputado, entrégala -fea
'cuenpo i amia aía-po;. hai a cen
"'
','
;
su marido; la twjá de este diputado; tan coejueta fío 1o; és'ménps' lá; ;de don, Manuel Blanco ÍCu'át-
cerifo; deseosa de casarse; un sobra» dé éstedi- tin^de,que yaos,,Jjéj,|i?,hlacl'pv la que, fué [termi
puSado, hastanté rústico i bastante ííeo,<tjUe pre nada aneche dejand» cpnfu'maffí.i3; primer^pinípri
tende la maño de la niñaí ®n -aimajarado ;sico- que (deeUa «e, foifinóí
fanta de la prosperidad; <¡ue tiene igual preten fiÓlttKGb'ABTEACA ACKkPARTÉ."'
'
dalogada en versus fáciles, graciosos i ppprtunps, guiente. Ceu el número de hoi se completa un