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Remana.
¿/ievtíta iüoticioéa, iutetaúa. t Ciewtirtc».

REDACTADA POR

Justo i Domingo Aríeaga Alemparte.

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MEOINFNsis

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A

TOMO PRIMERO.

/9

SANTIAGO.

del Correo, Pasaje Bulnes, núm. 14,


Imprenta
1S50.
índice del primer tomo.

=s^£Sa£^s=

paj. puj.
NUM. 1. NUM. 7.
A nuestros futuros lectores 1 Presente i porvenir 97
Todos tienen razón 3 Un homicida ...» 99
Ayer i hoi, (poesía) 5 Algunos matrimonios. . »•;' 102
Zigzags i paradojas (traducción) 5 Amor, (poesia) 105
Magdalena 8 Deseo, (poesia) 105
La verdad después del baile ". 10 Los recuerdos

106
El hombre propone i Dios dispone, (romance) 11 A mi suerte, (poesia), 107
Bajo el castaño de las Tullerías, (traducción). 13 Los cuentos, etc. (continuación) 107
Ecos de la semana 1 'j La pastorcilla, (poesia) 110
NUM. 2. Ecos de la semana 110
Los reformadores, 1 17 NUM. 8.
A un rizo de pelo de mi madre, (poesia) .... 19 Enervamiento social 113
Apariencia i realidad 20 La colonia i la república 11-5
Traducido de las Comtemplaciones de Victor Un drama en el campo 116
Hugo, (poesia) 22 Adela, (traducción) 120
Un matrimonio encantador 23 Un homicida, .(continuación) 120
Los cuentos de la reina de Navarra, (comedia) 25 Remordimiento (poesia) 122
Ecos de la semana •

27 Los cuentos, etc. (continuación) 124


Despedida 30 Luz i calor 125
Crónica de la quincena 31 Ecos de la semana 126
NUM. 3. NUM. 9.
La Sociedad de Instrucción primaria 33 Plaza al progreso 129
Los quijotes del amor, (poesia) 35 Un drama en el campo, (conclusión.) 131
Verdad que parece paradoja 36 Los placeres de Santiago 136
. El suelo natal, (poesia) 38 Un homicida, (continuación) 138
Los cuentos, etc. (continuación) 38 Un cuento de flores, (poesia) —
141
Una venganza 43 A tí, ¡soneto) 141
Una distinguida artista 45 Europa 142
Ecos de la semana ."" 45 Ecos de la semana 142
NUM. k- NUM. 10.
Juicios europeos de un escritor americano. . .
49 La fuerza i el derecho 145
.x De los trabajos literarios en Chile 51 D. Bernardo Vera LPintado 147 >
La brisa, (poesia)
• •

. . 52 Las baraturas. .V .
150
La sarjenta Candelaria 53 Un homicida, (continuación) '. 153
En un entreacto 56 A las niñas 154
Los cuentos, etc. (continuación) 59 Los cuentos, etc. (continuación) 156
Crónica de la quincena 61 Ecos de la semana 158
Ecos de la semana 62 NUM. 11,
NUM.. 5. Las reformas 164
Los reformadores, II 65 Los padres i los padrinos. ". .
163
Exposición industrial de España i Sud-América* 67 Un homicida, (continuación) 166
En un álbum, (poesia) 69 A mi pluma, (poesia) 169
Sin mas auto ni mas traslado. 70 FÍ3Íolojía del cronista 169-
A la señorita A. ....... 76 A la vejez viruelas, (poesia) 17!.
La cuestión italiana
'

Lo que vale un emperador 77 172


Soneto. 77 Al mar, (soneto) 173
Ecos de la semana 77 Mosaico 174
Entusiasmo italiano 80 Egos de la semana 174
NUM.. 6. NUM. 12.
La cuestión de libertad 81 Poesias de D. Guillermo Matta 177 x
Mnazile i Cloé, (traducción) 83 Los banquetes patrióticos 18C
A un pasajero, (traducción) 83 La poesia de un nombre 183-
La# mujeres i el corazón 84 Un homicida, (conclusión) 185
El monje de Kremsmünster,. (traducción) 85 Las dichas de este mundo 188
Toilette, estilo i gramática.. 88 Consejo, (soneto). 1S9
A las estrellas,, (poesia) 89 Ecos de la Semana. 190
Mosaico 90 NUM. 13
Crónica de la quincena 92 Los que sueñan 193
"

Ecos de la semana 93 Poesías de don Gui'lermo Matta, (conclusión.) 195 x


páj. páj.
La poesía de un nombre,
(conclusión.) 198 NUM. 20.
Las elecciones / .
201 Las sociedades hispano-americanas, I. . .
, . 305
A la naturaleza del Oriente de Bolivia, 203 El dolor i el alma. 307
(poesía)
Crónica de la quincena 205 A mi madre' al partir, (poesía.) 310
A. C. J. 206 Un hombre ala moda, (continuación.) 311
(canción.)
Ecos déla Semana 206 El relojero i los relojes, (fábula.) 315
NUM. 14. La mentira, (fábula.) 315
*
Cuatro novelas de Alberto Blest Gana 209 Loscuentos, etc. (continuación.) 316
Poesia i familia. /. 211 Ecosde laSemana 318
¡Gloria! (poesía) 213 NUM. 21.
Plácemes i pesares 214 Dictamen del Jurado en el certamen abierto
Los cuentos, etc. (continuación) x
218 por el Círculo de amigos de las letras. . . 321
Ecos de la Semana 222 La revolución de las colonias hispano-ameri
NUM. 15. canas ¿fué un hecho necesario o accidental. 323
Estabilidad /. . 225 A la Independencia de América, (poesía.) . . . 327
Contrastes. Lo de antes i lo de ahora, y.

• 227 Se despide para el otro mundo 329
Algo sobre la libertad 229 Un hombre ala moda, (continuación.) 331
A mi madre, (poesía) 231 La prensafrancesajuzgadaporelseñorMontt. 332
Influencia social de las ideas sobre lo bello. . 232 Fany, (poesía.) 335
El recuerdo, (poesía). . 235 Ecosde la Semana. 335
Los Cuentos, etc. (continuación) 235 NUM. 22.
Crónica de la quincena 237 La Independencia de la América ¿fué un hecho
Ecos déla Semana. 238 necesario o accidental? 337
NUM. 16. Oda a la Independencia de América. ..... 339
Sociabilidad i progreso 241 A la independencia de América, (poesía.) . . .
340
La vida. Estudio primero: El hombre.

. . . 243 Poesías de Juan León Mera 341
Las desgracias de don César I .
245 Se despide para el otro mundo, (conclusión.) 344
El ideal deSchiher, (poesía) 248 Un hombre ala moda, (continuación.) ....
348
Un error judicial 249 Ecos de la Semana 3§1
Los cuentos, etc. (continuación) 252 NUM. 23.
Ecos de la Semana, 254 Las sociedades hispano-americanas, II. . . . 353
NUM. 17. Poesías de Juan León Mera, (conclusión.) . . 355
Un nuevo texto de Economía política (artículo Al céfiro, (poesía.) 358
primero.) 257 Influencia de las estaciones sobre las faculta
Delirios de Safo, (poesía.) 261 des del hombre. .
358
Los novios. 1 . 262 Un hombre a la moda, (conclusión.) 361
Las desgracios de don César, (conclusión.). . 265 Ayer i hoi, ¡poesía.) 365
Un error judicial, (continuación.) 268 Los cuentos, etc.
(continuación.) 366
Al amor, (poesía.) . 270 Círculo literarario 368
Ecos de la Semana 271 Semana teatral. , . . . 368
NUM. 18. NUM. '24.
Un nuevo texto de Economía política, (artícu Las sociedades hispano-americanas, III. . . . 369
lo segundo 273 De la literatura Chilena 371*
La utilidad en su carácter subjetivo 276 Poesías: A 377
A Rosa, (poesía.) , 278 —
En el álbum de la señorita doña A. E. 378
Mentira i verdad «278 Escenas de aquel tiempo : velorio de
unanjelito 378
En la muerte de una niña de quince años. . . . 280 Soneto 3$2
Un error judicial, (continuación) 281 Ecos de la Semana 382
A! sol delBieziocho de Setiembre, (poesía.) 283 NUM. 25.
Los cuentos, etc. (continuación.) 283 Las sociedades hispano-americanas. IV. . . .- 385
El Diez i ocho de Setiembre 286 Don José Fernandez Madrid, Poesías 387
Crónica de la Semana 288 Soneto, , 3$2
NUM. 19. Algo sobre la palabra palabra 393
Un nuevo texto de Economía política (conclu De la literatura chilena, (continuación.) . .. 395 y
sión.) 289 Una palabra al informe del jurado . 396 x
Al sol de Setiembre, (poesía) 292 Al indulto del 14 de Octubre,
(soneto.) .... 399
Un hombre a la moda 294 Ecos de la Semana 399
Un error (conclusión.)
judicial, 297 SUPLEMENTO AL NUM. 25.
Pobreza i riqueza 300 Los cuentos de la Reina de Navarra, (comedia)
Esperanzas íntegras, (soneto.) 302 (conclusión.) , 401
Ecos de la Semana 302

FIN DEL ÍNDICE.


"■'-.

<*•

PERIÓDICO NOÍICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO.

JíeSactoie* ; ■•■•- -
iuétó i Jjomiwío Jwtedáct JhleMoáXti.

Año I. Santiago, mayo Sfl tic S859, M'ikMa. S.

las diversas esferas de la existencia; mo


LA SEMANA.
tivos pasajeros pueden acelerarlo en
'


SÁNTUÓÓ, MAYO 21 DÉ 18S9.
'"
unas, retardarlo i hasta adormecerlo en
*-
:\ -'■ •
-.

otras; pero tarde o temprano, ha de res


■ ■■ . ■ . ...
i . .

A nuestros futuros tactores»


tablecerse el equilibrio i la armonía do
Comencemos por ser sinceros.—Al ini ■

minar sobre el desacuerdo. Ahora nos


ciar la présente publicación, no estamos
preguntamos si no hemos progresado en
libres de temores i desconfianza. La suer el orden material de un modo rápido i
te que 4ia cabido a los periódicos de este
positivo, i si deberemos- .desesperar de
jénero, dados a luz en anteriores ocasio igual fortuna erí el .campo'de la inteli jen-
nes, no espor cierto tal que pueda in cia! Nos -atrevemos a creer que nóí Ver
fundirnos tranquilidad i aliento-; Por el dad e,s que ésta se ha quedado mui. atras
:
contrario, su corta existencia nos ofrece en la cabrera; pero así debiá ser, porque
a primera vista una triste sus exijeñcias admitían espera, al paso
disyuntiva: o
la tarea que se impusieron fué demasia que las necesidades de la condición física
do ímproba i anonadó sus esfuerzos, o el no pueden ser aplazadas; es fuerza lle

público los secundó mal, negándoles su narlas o perecer. Laintelijencia, falta de


imprescindible favor. Por otra parte, no acción, llegará a
aletargarse, pero jamas
nos alucinamos
respecto a la protección a morir .—No creemos, pues, dar pábulo
i ayuda que podamos esperar; conocemos a vanas
quimeras, cuando esperamos que
que en Chile el gusto de la lectura em una feliz e indefectible reacción vendrá a

pieza apenas a formarse, que son mui po poner en fiel los dos platillos de la balan
cos los que acojen con
agrado los ensa za, la materia i el espíritu.
yos que se hagan para propagarlo, que Hasta aquí nuestros temores i especla-
la mayoría se muestra indiferente a tales tivas. Ved ahora lo que será nuestra tarea
propósitos i que no faltan tampoco quie i el pensamiento que ha promovido i debe
nes los condenen como estériles i frivolos, animar esta publicación.
descargando de paso sobre sus autores un Hemos pensado desde luego que la
absurdo desprecio. Pretendemos a la coo primera condición que ha de satisfacer
peración de los primeros, desearíamos un periódico, si quiere ser leido, consiste
mucho tener de nuestra parte a los se en el interés actual
que despierta, cual
gundos, i en cuanto a los últimos, nada quiera que sea por otro lado el objeto
mejor podemos hacer que respetar sus capital de sus trabajos. No puede ais
opiniones, pagándoles en tolerancia su larse de la sociedad a quien se dirije sin
esclusivismo. frustrar ese interés, i para despertarlo i
Ya lo veis; hacemos cuentasno nos conservarlo es preciso que tome parle
alegres, como vulgarmente se dice.
Pero en su vida cotidiana, que se mueva, se
este es el presente, que por lo que hace
repose con ella, que sienta, piense, ra
al porvenir no pensamos de igual ma ciocine i calcule bajo sus inspiraciones
nera. Acaso nos mecemos en una cuna mas justas i jeuerales, que ria cuando
de ilusiones falaces, mas permitidnos de elia rie, bostece cuando se permita ella
todos modos la espresión de nuestros con tal libertad i aun llore con su llantq,
vencimientos. Bien sabido es que el pro bien que con estricta moderación; es
greso de un pueblo no es sino el aumento menester que frecuente con ella sus pa
constante e indefinido de su actividad en seos, se divierta o aburra en su teatro.
1
o
LA SEMANA. , ..
.
Mayo 21.

hk}-.: en sus soirées, haga baza- en ésas ! "■


3Ias, "ti bienlesfetaiíaaa condición de
platicas noeturrias Henas de encantaáw existeftciaxrue d«Mfle«atr,todo periódico,
fastidio, que el invierno promueve al no es por eso el objeto primordial de
amor de la lumbre de una "cbiBasesBea ¡ njHísteoÉeesfu^^íB^iai*! fin que especial
en nuestros salones
elegantes, o a la mente perseguiremos. Nuestras aspira
orilla del monumental bracero en, cír ciones van mas allá; i sin pretender loca
culos mas modestos, mientras que la mente justificarlas, haremos cuanto nos
lluvia con su eterno i monótono chas sea dable para hacérnoslas perdonar. Am

quido azota el suelo i regaña sin pa bicionamos a constituir nuestro periódico


rar. Es fuerza, ante lodo, que sea cu en el órgano del arte i la ciencia, que al

rioso, sin dejar de ser discreto, que tra borean en nuestro horizonte; a convertir
te de sorprender sin traicionar el se estas columnas en los anales de su incre
creto de tantas pasiones, que diaria mento i progresos. ¡El arfe* i la ciencia!
mente se despiertan i van a chocar unas es decir, eL sentimiento, por una parte,

con otras, de tantos caracteres diversos, que despierta ala imajinacion guiada i
que se cruzan i atrepellan, de tantas vo enfrenada por la razón austera; i esta, por
luntades opuestas, que se ajitan i luchan. otra, alanzada por ese mismo, sentimien
El movimiento incesante de estos elemen to i armada del raciocinio; el uno que bus
tos, el juego sin tregua de tales resortes, ca, sin tregua ja espresión de la belleza;
es lo que forma la vida de una sociedad, Ja otra que ensancha sin .descanso, el cam
produciendo un drama de colosales pro po de la verdad; en una palabra, las flo
porciones repetido i diversificado hasta res i los. frutos ;de la intelijencia huma7
el infinito. Los actores de fcse drama es na. Pretencioso es sin duda nuestro pro

tán en todas partes, san todos los que pósito, encumbrada nuestra aspiración;
respiran i se
ajitan en el círculo social:
pero también son,fuertes los apoyos que
el ídolo inclemente que, bajo las for hemos buscado.,: poderosa la cooperacioa
mas hechiceras de una graciosa niña, con que contamos .
Muchos notables inje-
fulmina con el rayo de sus desdenes a .nie-s, entre los que han ilustrado nuestra
sus postrados adoradores; la linda viu literatura en este último tiempo, npsase-
da que suspira por un muerto cuando .gfujandesde luego un, firme sosten pres
los vivos suspiran por ella; la joven tándose bondadosamente a, ser nuestros
fuerte con sus cuarenta inviernos que colaboradores. No por esto circunscribi
mos a ellos su número; antes bien, soli
pasa su tiempo deliciosamente en ha
cer sustracciones aritméticas i empie citamos desde ahora un continjenle de
,

za
ya a
esperar poco de este desesperado trabajos de todos los que ,en Chüe pagan
recurso; el viejo de diez i ocho años que tributo alas letras,. Deseamos que nuestro
se ejercita en una operación inversa i cree periódico sea una liza abierta a todos los
seriamente haber apurado en una copa talentos, así a; los que empiezan a mani
vacía la hiél de los desengaños; el políti festarse como alos que la edadi el estudio
co que quema sus naves i el que aguar lian madurado, donde todas las opiniones
da todavía las suyas , aquel César que pu tengan cabida, todas las ideas encuentren
do ser Bruto, i este bruto que quiere ser la espresión de la publicidad, sin sujeción
César, i otras mil variedades i matices que ni reticencias, ocon independencia i|bue-
fatigarían la mas perseverante clasifica nafé.
ción. Asistentes asiduos a este inmenso Nuestros gustos i costumbres nos en
teatro, en que nadie se escapa de repre lazan intimamente con el movimiento
sentar, quien como protagonista, quien europeo i nos fuerzan a seguir con in
como segundo papel, como comparsas el terés sus complicadas i rápidas evolucio
buscaremos él las nes. De tal suerte que ,no; creeríamos
mayor número;
en no

vedades i con fidelidad i discreción las cumplir de un modo completo con nues
contaremos en nuestras revistas. Este es tro propósito, si no hiciéramos entrar en
el camino por donde creemos
llegar a ese nuestro programa una revista destinada
al cual ! a este
interés de actualidad, aspiramos objeto.
La forma i ostensión tipográficas de
j,.-uTi mies'ia publicación.
Mayo .2>k: .LA' SEMANA. 8

esta vemos vivir,,


publicación1 noquedan irrevocable la
¿Cuándo moverse, ajilarse a

mente reguladas por las que ofrece el prensa?


Cuando las cosas políticas entran en calor.
presente número'. Sin estrechar en nin
Cuando los partidos se diseñan. Cuando se
gún caso sus actuales proporciones se irán acerca una revolución o una elección.
éstas por el contrario ensanchando im El resto del tiempo la prensa permanece
muda o casi muda : casi no se piensa, no se
pulsadas por te protección del público. habla ni se escribe.
Seguros una vez de ella, organizare
.

Pero llegue el momento de la lucha i los


mos una escojida biblioteca de novelas,
diarios aparecen : i aparecen ¿para qué?
historia, viajes, etc.; destinada esclusiva- Para azuzar las pasiones, para poner en tela
mente a nuestros suscritores, quienes re de juicio las mas trascendentales cuestiones
cibirán gratis cada seis meses uno o dos de la vida de los pueblos, para reco rdarles su
volúmenes de ella. atraso, su postración, lo que pueden ser i lo
que son; para abrirles un camino casi siempre
.,Nó queremos
ser mas
pródigos de er* ado i funesto, porque no es inspirado pol

promesas, de las que nunca llegará a la fria razón sino por el espíritu preocupado,
con bastante sobriedad, i ter acalorado por el combate, ofuscado por su
'

usarse
minamos aquí él prospecto de La Se humo, exacerbado por los resentimientos, por
los odios que siempre trae aparejados la polé
mana. LOS REDACTORES.
mica.
Entonces solo se conocen i pueden acon
Toctos tienen razón.
sejarse medios estreñios, solo se sabe cortar el
INTRODUCCIÓN A ÜN ESTUDIO SOBRE LA PRENSA. nudo gordiano con la espada.
Ya la prensa no es la espresión de la socie

ÉS UN
dad, sino de los diversos partidos que se dis
LA PRENSA MAX:,, .";, :
putan el poder : se limita su esfera de acción,
LA PRENSA ES 1¡N BIES-.:'' su. misión se bastardea, su influencia se mina
La prensa es el ; venenó de nuestras so
ra, su prestijio vacila.
ciedades: :,:...,, .
La parte ilustrada de la sociedad, que siem
La prensa es su fuente de salud i vida :
..
pre es reducida, se pone en guardia, mira con
La prensa es la revolución en permanencia :
desconfianza los cuadros ora tristes, ora risue
La prensa es el.pararayos de las tempesta ños, que de la publica situación se le hacen;
des políticas :; ..........
pero no así la mayoría, es decir, el artesano.
¡ GUERRA A. LA PRENSA ! : el labrador, el soldado de la industria i del
¡PASO !'"
A LA PRENSA trabajo.
Estos son, en resumen, los diversos juicios, constantemente disgustado del pre
Este,
las diversas opiniones que sobre la prensa se sente que nada para él tiene de halagüeño,
emiten. aguijoneado por el deseo de mudar de condi
-

Es cierto que hai en el dia pocos que a cara ción i prefiriendo, como todo desgraciado, lo
descubierta Combatan esa gran tribuna de los desconocido a la ingrata realidad, se siente
■■

pueblos modernos, que unida al vapor, ría-: atraído, dominado, se hace el esclavo de todo
electricidad, lleva de un polo a otro, con la el que le tiende la mano para ayudarle a mar
rapidez del rayo i la fuerza déla locomotiva, char; de todo el que le promete descorrerle el
las grandes verdades,. los grandes descubri velo del porvenir, que es para él muchas uti
mientos, las grandes ideas; hace vivir a los lidades i poco trabajo, muchas satisfacciones
i poca fatiga.
pueblos de una propia i misma vida; prepara,
Mecido en un mundo de ilusiones color de
por la comunidad de pensamientos, la comu
nidad de costumbres, de creencias, de gus rosa, creyendoapié juntillasa su Mentor, deja
tos, de inclinaciones i tendencias sociales; a un lado el cepillo, o la horma i toma el pe
acercando mas cada vez la realización de ese riódico, iempapa en sus declamaciones, i
se

hecho, mirado como un sueño, como una qui trunca con él por los males reales o mentidos,
mera, como un delirio : la confraternidad de pero siempre exajsrados, que aflijón a la
todos los pueblos, la destrucción de toda fron patria.
tera, la refundición de todas las sociedades 1 aquí tenemos al industrial convertido en
en una sola sociedad, de todos los estados en hombre político, dejando por la política su tra
un solo estado, de todas las razas en una sola bajo, perdiendo su tiempoen estragarse aban
raza. donando la pacífica i fructuosa vida del taller
Sin embargo, preciso es confesar que todos por la turbulenta i envenenada déla plaza pú
los que atacan como todos los que defienden blica i de los clubs; donde vá a aprender no a
ser buen ciudadano, buen padre, biren esposo,
a la
prensa tienen justicia i razón.
Sofrre todo, entre los pueblos de Hispano- buen hijo i hombre laborioso, sino a ser parti
América sobran, por desgracia, los motivos dario rabioso, conspirador, ciudadano peligro
para maldecir, para mirar de reojo, por ¡o so, hombre de tumulto i de revolución.
menos, la prensa i sus frutos. Los que esto observan con ojo imparcial,
'i LA SEMANA. Mayo 21.

condenan como funestas para la paz i el orden misión está falseada : esas
publicaciones tienen
las
publico, la prensa i los clubs, la publicidad i que ver, que tratar, que resolver todas
la asociación, cuestiones que se susciten bajo una luz esclu-
porque ven en ambas una abun
dante simiente de trastornos. siva i siempre la misma.
I ya tenemos miradas de reojo, con temor, Entonces ¡adiós misión de la prensa, adiós
con sobresalto esas dos poderosas locomotivas imparcialidad, adiós independencia, adiós ra
del progreso social; i no sin razón por cierto. zón, adiós justicia, adiós discusión, adiós con
Por eso no falta motivo para decir que el ciliación!
diarismo no ha sido hasta ahora entre no Todo lo que se opone a esas ideas, que sir
sotros sino el prólogo del drama revolucio ven de punto de mira, de criterio a la publi
nario. cación, es malo; solo esbueno lo que con ellas
¡Sin embargo, cuan distinta no es su mi armoniza.
sión! El bien social, los intereses bien entendidos
La prensa no ha estado jamas llamada a délos pueblos tienen que hacerse a un lado;
traer ni preparar las revoluciones por la no hai mas bien social ni mas intereses bien
via de las armas. Al contrario : la prensa ha entendidos, que los que ayuden a esas ideas
venido a hacer esas revoluciones imposibles, a marchar, a
propagarse, a triunfar i domi
innecesarias; ha venido a hacer que la discu nar.
sión ganando la delantera a las bayonetas, La prensa echa entonces en olvido la socie
reemplace las balas por las ideas, las espadas dad para acordarse del partido; la discusión
por las plumas, el ruido de los trenes de ar reposada, madura i razonable, cede el paso a
tillería por el de las prensas de vapor, i que la polémica fogoza, inmoderada, acre, perso
ea vez de
sangre corra a torrentes, si se quie nal i ciega.
re, la tinta. I no puede ser de otro modo.
Su misión es, pues, eminentemente pací El hombre, el círculo o el partido que sos
fica i conciliadora. tienen una publicación, lo hacen para que re
Desde que abandona esa senda se traiciona presente i defienda sus intereses ante todo.
a sí mis na i también traiciona a la sociedad. Por lo tanto tiene que defender esos intereses,
¿Qué discusión es posible, cuando los parti aun cuando-esten en ocasiones, como no pue
dos se han lanzado al campo de batalla para de menos de suceder, en pugna con los inte
dirimir sus diferencias? reses sociales. Porque, si el hombre está sujeto

¿Podrá dejar oír su voz la prensa entre el a error, mucho mas lo están los partidos polí

redoble del tambor i el atronador estrépito del ticos siempre en lucha, siempre acalorados,
cañón? siempre preocupados, siempre viéndolo todo
De cierto que nó. al travez de las neblinas del odio o por lo me
Por eso, cuando la prensa grita : —

guerra! nos del resentimiento.


firma su sentencia de muerte, se pone con su Pedir, pues, al diario que representa a un
propia mano una mordaza. partido, que cuando este partido pierda rum
Pero para que la prensa sealo que debe, es bo, vaya en desacuerdo con el bien i la feli
necesario que sea superior a todos los intere cidad públicos, se lo advierta, le censure su
ses, pasiones, odios i ambiciones del momento; estravíb, sería, no cabe duda, pedir impo
es necesario que no se haga el eco de éste o sibles.
el otro partido, de ésta o la otra bandería, de Ese diario nació para sostener a todo trance
éste o el otro hombre, sino de los grandes in a quien le dio vida. Desde que abandona, le
tereses sociales eu jeneral; es necesario que abandonan, i tiene que morir. Es fuerza que,
busque remedio a todos los males de la socie si no quiere suicidarse, traicione la misión de
-

dad, i no los haga mas intensos; que lleve con la prensa, i sostenga a su partido hasta en el
suelos al que padece, esperanzas al que deses mal camino, i abogue contra la sociedad si él
pera, vigor al débil, ilustración al ignorante, así Jo quiere, i llame colorado lo que es negro
creencias al que duda, verdades al que vive i verde lo que es azul, i en vez de buscarla
en el error, realidades al que sueña; es nece luz busque las tinieblas, i en vez de sostener
sario, en una palabra, que empapada, pene la verdad sostenga la mentira, i en vez de sal
trada por su alta misión jamas se deje influen var la
patria la lanze al precipicio; i que,
ciar por los hombres, sus miserias i sus egoís en fin, en vez de ser el eco de las
necesidades,
mos i diga a todos la verdad tanto a los que esperanzas i aspiraciones sociales, sea, en in
están abajo como a los que están arriba, pue- finidad de casos, la puerta por donde salen a
ulo i poder, oposiciones i gobiernos. desparramarse entre las masas las ambicio
Para que esto suceda, es indispensable que nes, las pasiones i los odios de algunos espe
la prensa no sea sostenida por un hombre o culadores políticos.
la sociedad. I he Lo volvemos a repetir, pedir a un diario,
por un partido, sino por

aquí, lo que entre nosotros no sucede, aparte i al que hadado vida un partido, que abogue en
de mui cortas excepciones. j toda ocasión por los intereses sociales, es pe
En jeneral todos los diarios i periódicos que dir imposibles.
traen su bandera, vienen a sostener Si queremos que la prensa sea la
aparecen espresión
tales o cuales ideas. —
Desde este momento su I de la sociedad, el representante de sus inte-
Mayo 2i. LA SEMANA. f>

reses, el defensor de sus libertades i prerro Apágase toda estrella,


gativas, el faro que le muestre constantemen Estínguese toda ciencia.
te el puerto de su salud i su
progreso, sostén
gala la sociedad. En taciturna tristeza
Mientras así no suceda las cosas marcharán Se envuelve así el pensamiento,
como hasta hoi. La prensa no será el inter

Cuando mide con certeza
prete de los deseos, necesidades i aspiraciones Lo que dura la belleza,
de la sociedad, sino de las buenas o malas Lo que vive el sentimiento.
pasiones, de las buenas o malas intenciones
de un círculo. Cual tenue idea que en vano
No será siempre luz sino muchas veces ti Pide a la lengua espresión ;
nieblas. Como en el aire liviano
No será discusión sino polémica; El hálito del verano
No será conciliación sino división; Disipa alegre canción.
No será amor sino odio;
No será paz sino guerra. Así perece la infancia
Que esta situación concluya, que la prensa I la blanca juventud.
sea entre nosotros la poderosa locomotiva del Del patricio la arrogancia,,
progreso social en la industria, en las artes, Del patriota la constancia
en las ciencias, de la fraternidad i la concor I la voz de la virtud-,
dia en política, de la felicidad pública, en una
palabra; hé aquí a lo que todos debemos ten Así se van los amores-,
der con fé i perseverancia. Así se van las caricias.
Que cada uno traiga su continjente a esta De la pasión los ardores,
grande obra i ella se llevará a término, no le I sus fugaces delicias,
dudemos: Creamos i esperemos!

I sus cálidos dolores.
J. Arteaga Alemparte.
Mas ese raudo turbión,
Que abisma en un cementen»
Ayer i hoi. Toda forma i toda acción,
No arrastra todo el misterio
(POESÍA.)
Del hombre i de su misión.
ayer, cuando las flores
Quizá
Mirabas de tu ventana, Alma cobarde, que estrellas
Pensaste que sus colores, i En la materia tu vuelo
Su perfume i sus primores 1 solo hallas en el suelo
No vivirían mañana^ De tu camino las huellas,
La causa de tu desvelo,
Mas no pensaste, confiada!
Que túuna flor también,
eras
Aspira mas pura esencia,
I que a la nueva alborada Alienta ambición mas noble;
No latiría tu sien, I cernerse en la eminencia
Ni ardería tu mirada. Verás una luz inmoble,
Blanca, eterna; Es la conciencia!

Tocadla! tan solo acaso


Domingo Arteaga Alemparte.


Duerme un sueño pasajero,
I ese ánjel es el lucero,
Zigzags i paradojas.
Que desparece en su ocaso

I a lucir vuelve altanero. (Traducción de La Semana.)

Ai! no! Cual humo sutil


— I.
IDEAS RETRÓGRADAS.
Que el ardido aroma exhala,
Fuese la niña jentíl! ¿Qué dirá allá arriba o allá abajo (porque

¡Ayer tanta risa i gala, esta es solo cuestión de antípodas) el Creador


Hoi blanco, helado marfil! de todas las cosas de la conducta que obser
vamos en este globo terrácueo? Habia inven

Un dia lleva a otro dia tado una máquina bastante bonita con cua
tro pies, la cual se llamaba caballo. Esta má
Hojas secas, cuerpos yertos;
I al tocar a su agonía. quina viviente, que se reproducía por sí mis
El de ayer al de hoi se fia ma, se enganchaba a los carruajes, se deja
Para que entierre sus muertos. ba poner sillas sobre el lomo, i nos traspor
taba de uno a otro punto con una rapidez
I en el calvario, que .sella que habia parecido suficiente hasta ahora ;
Las puertas de la existencia, pero hai hombres que con nada se contentan
Desparece toda huella, i sienten, como aquel rei de España, no ha-
'

6 LA SEMANA. Mayo 21.

ber estado con Dios cuando hizo él mundo, Esteinedio, lo encontra


capas atmosféricas.

porque le habrían dado excelentes consejos. rán; acaso está ya encontrado. Entre tanto, —
:

Esos tales, a fuerza de indagaciones, combina voi a contaros una historieta. Un Ingles- (po —

ciones i esfuerzos, han parado por fabricar dría ser también un Escoses), habiá inventa- -

un animal de do una máquina para volar; acabada 'la


hierro, cobre i acero, que bebe
agua hirviente i come fuego, tiene ruedas por máquina, el Dédalo británico quiso- ensayar
piernas, i no puede andar sino sobré rieles. la solemnemente; invitó mucha j ente a «al
Esta bestia monstruosa, morzar; el almuerzo fue largo i magnífico-, los
que reftmfuBa, gañe
eructa i produce todo vinos de Francia i España se virtieron con
jénero de singulares ■

ruidos, arrastraenormes pésós-mas- veloz que profusión: tras lo cual bajaron al. patio para
el viento! Elvientó:dije? qué comparación hacer él esperimento. El gentleman, al tiem
tan añeja! el viento 'se
queda múi atrás-' del po de partir, alegó que habia comido mucho,
vapor. Esta bestia no se fatiga, 'aunque se

bebido mas que comido, que' estaba un poco


cubra de sudor; no obstante, tiene dé común
pesado, que le seria difícil elevarse desde el
con el ex-caballo,
que muerde el freno si se le suelo, i que reclamaba de la respetable so
estropea, estalla éemó una gran'ádW i hace ciedad el favor de subir con la. máquina a
pagar mui caro su velocidad.- En el ánimo del la orilla de un techo, desde cuya altura (to
pueblo, una locdfaotiva pasa por un ser do maría vuelo mas a. sus. anchas. ConcedióSiele ■

tado de vida, i confieso qüe;páríjcfpa un-tan- graciosamente !tal facilidad; hasta las águilas
to del sentir del se la otorgan, i se lanzan en el aire desde
pueblo. ¿No ha? descubierto

hace poco un sabio químico que el hombre era alguna roca ó desdé; álgun pico. Situado en
un aparato consumidor del- carbono? En los el borde ¡del fechó,' trató1 el. gentleman. de vo^-
procesos que han sejido promover los desas lar dos o tres veces, sin abandonar por eso' •

trosos accidéntasele ios ferrocarriles el elemento sólido. La concurrencia esperaba


-¿no ha
béis notado en las* deposiciones 'de PosHes- i con ansiedad; pero nuestro hombre, dete
tigos frases como esta : la locomotiva tal' era niéndose repentinamente, se puso a, gri (an
una máquina caprichosa, tenia sus dias bue cón voz de Stentor: John! —

nos i malos?— Unamáquina caprichosa! qué Presentóse John.


espantosa palabra! qué abismo tan profundo! —
Eres criado mió?
'• "'
El capricho, es decirla voluntad, ía vida; —

Si, señor.
-

habrá pues de aquí a algunos años, máquinas —


Te pago para que me sirvas i hagas-
que vivan! cuanto te mande.
Por medio de tal invención, acabo de andar —
Si señor.' ■■■'■•'''.'■
treinta leguas largas en- meros 'defouátro ho —
Está bien!, entra en esa máquina i lán
Estoi furioso',' me' parece que se ; han
'

ras. —

zate
detenido con demasiadafrecúéncia; qíié sehan —

Señor, dispénseme Ud. ; no sé yolaiv


perdido veinte minutos.' Tanto. valdría' Viajar

El amo se encolerizó; el criado se mantuvo


en simón, o sentarse sobré un Caracoli En firme, i con. grande entretenimiento, de los
otro tiempo, cuando se andaba cuatro leguas trabó disputa en"
espectadores, se una
regla.
por hora, era aquella una carrera infernal i se —

Señor, yo le limpiaré las' botas,


a Ud.
pagaban cinco francos de .gajes. Verdad es iré a traerle agua caliente, cepillaré la ropa,
que teníamos bastante ruido en cambio dé pero no quiero romperme el cuello por obe
'-'-
nuestro, dinero: los postillorfés haeián crujir decer a Ud. ■ •

sus látigos, los caballos sacudían racimos —


Pero yo respondo de todo, mis cálculos
de cascabeles.! arrancaban al pavimento mi son exactos; i' por otra parte,
pónle precio a
llares de centellas, -las ruedas.. imitaban, el tu esqueleto, te lo pagaré.
fragor del trueno,.eramos zangoloteados; lan John no pareció convencido, resistió, i fue
zados de un ángulo aVotro cFél caruaje, ají -

despedido gloriosamente.
taclos como dentro de una criba. Se me ocu Aqui se presenta una cuestión de derecho
rrió esta reflexión, i mi cólera se apaciguó. de las mas interesantes: ¿Un amo inventor
Otra reflexión se me viene, al espíritu: Un puede exijir de su criado, como servicio, que
vértigo de rapidez se ha apoderado de las po ensaye sus mecánicas i tomé- parte en sus' es-
blaciones modernas; todas las ideas converjen periencias?
hacia este punto. Ya no es,bastante el vapor: Decia hace poco que la rapidez -era una de
búscanse en el aire comprimido, en el fluido las necesidades de la época.. ¡Debe sin duda —

eléctrico, motores aun mas poderosos. Cruisk- de haberse descubierto hace poco parajes mui
shanck, el caricaturista, representa algunos deliciosos, mui atractivos, para que sea nece
viajeros que parten para Bengala, los cuales sario llegar tan presto! A qué Otahiti, a
qué
se colocan en una enorme bomba que un Eldorado, a
qué paraiso llevan esos
terrestre
mortero va a despedir a su destino. En 1959, caminos, railsways inflexibles? Jamas
esos

esta chanza será de pésimo gusto. La via del la tierra fué mas enojosa; todas las diferen
aire va a abrirse bien pronto. En Francia, en cias desaparecen , es casi imposible
distinguir
Inglaterra, muchos de esos locos que se lla una ciudad de otra; la calle de Rivuli nos

man jemos cuando realizan su pensamiento, amenaza con estender indefinidamente sus
!'.-.is-ji:i los medios de tlirij irse por entre las1 arquerías; los paletocs i los malkmtoch han
Mayo, 2*. LA SEMANA:- .7

hecho que desaparescan todos los trajes pin- que pertenece la saipbra q.a.3 acabo de divisar.
íorescosí-fl por otra parte, llegar es .siempre —
Acaso alli es por donde mi felicidad aguar
triste aut) cuando se llega a una eosjv buena. da que pase: mañana,' esa ventana se abrirá a
Queríia que un nuevo trastorno jeolójico vi los perfumes del alba, una cabeza rubia i en
niese a atormentar la faz del.globo, convirtiese carnada,' como un ,melocqton en su peluza su-
«n abismos los -valles, levantase -hasta tas •til, aparecer'áren medio de un marco de folla
cielos las montañas ¡destruyese todos los ca je formado por las guirnaldas de la parra.—
minos. ¡Cuánta prisa se darían" entonces a .¡Qué alegre, no seria. ver sobre las gradas un
•reinyeíitar los. caballos, los asnos i las muías! grupo de niños -jugando con las orejas de un

¡Qué hermoso viaje seria. ir a Rouen! . soberbio. mastin!-rJ)e qu£. color seriael amue
Algunos años hace, Meimos jimios el viaje blado de su cuarto?— Celeste i blanco
de Rouen, en una pequeña barca, tresno cua ■fresco;! suave como :ella.í...'Hél corazón), te
dro amigos (no ér¡,mos muchos pero iranios Jiinchasi. todavía tan propenso a las quime
mui jóvenes,) ora ala vela, ora a fuerza de re ras?......,;. Qué cosa tan estraña es el mundo!
mos, a laderiyalas mas yepes. Abordábamos a Hé ¡CQijsumiclQ:grandes fragmentos de mi vida
islas desconocidas* llenas de sauces i mimbré:, al lado de personas, que no podia sufrir, i que
'mas,orgullo303 con nuestros descubrimientos el acaso de rtas.circiinstaaGiasliabia puesto en
que si fuéramos aventureros españolasen mar mi ^camino, ,j en esa casa, por delante de la
cha para/laí-conquista .de América. Sorpren cual paso pacano- volver, en que probablemen-
díamos a las arvelas en. su intimidad. De _te jamás entraré, puede encontrarse el alma
■tieuip.o en tiempo se daba vuelta la barca. más adecuada a la una, la forma mas grata a
Qué lindos naufrajios! nos zabuUíatnos;e:iba- mis oj qs.^-;E1 camino forma un recodo, ai!
mcjs a.recpjej' nuestro cargamento suavemen tengo ihúmedoslos párpados Éa ! soña

te es tendido en el fondo del rio, sobré un dor-, consuélate; era una vieja que, las gafas
lecho de fina arena.— Una sola cosa me con sobre la nariz, rezaba, entre dientes antes de
'

trarió durante ¡aquella deliciosa, navegación: acostarse. . ,


..-,;,
uno de nosotros tenia una escopeta itiraba a Ala .izquierda, en el fondo de un valle ba
las golondrinas Confieso que jamás he al ñado de [yapores, el rio brilla i espejea bajo
canzado a comprender el placerque pu:eda.Jia- los rayos de la luna, que parece como que lava
be.r- en enviar un grafio de plomo a un pobre jan,, el agua la orla desu túnica de plata; todo
pajarito que goza inocentemente de la vida duerme, excepto .un faro que.con.su ojo abier-
que Dios le dio, que nada-en el aire ,i la luz, :tp¡i rojizo mira en. las tinieblas. .,

dando-lindos grititos isin.hacer anadie■mal: -., ¿Porquélos pintores, que


han .hecho tantas
Eeiizmente la pólvora, se mojó, i las golondri escenas de dia,, han representado tan pocas
nas pudieron voltijear sin peligro en torno de veces la noche? Es este un lado nuevo quepo-

n;u eátro bote. Aquel viaje memorable duró


,
dria copiarse: la noche no están negra como
tres, dias. AI poner el pié en el muelle,.; decía: lo parece i comunmente lo creen los mortales
Tan- pronto! —
Hace pocos dias, en, la estación virtuosos que. se acuestan i se duermen a las
del ferrocarril, deaia: Por, -fin! : Es cierto nueve. Hai pocas noches completamente os
que curas, 'aun en los climas del norte.; Ademas
de la,.lu>na? especie de solblanco, están los ra
1L yos de las. estrellas, mil vagos reflejos del dia
paisaje i sentimiento..-' que há desaparecido o va a renacer, no sé
El, tiempo está- sereno. Algunas nubes, que qué 'fosfprecencia de los objetos. Un gran co
empañaban la pureza del cielo han sido barri lorista que- estudiase la noche coa amore des
das por la brisa de. la noche. El camino sube cubriría escalas de matices de una armonía,
i baja, caprichoso como una- mujer bonita. i hasta de. una variedad sorprendentes, efectos
Grandes árboles proyectan sobre él sombras verdaderamente maravillosos i nuevos; to
fantásticas, en que entran los caballos tiritan das, las menudencias, todas las misarías, trai
do. La luna, se ha levantado circundada de un cionadas, sin piedad por el dia, desaparecen.
círculo dé vapores. Los caballos humean, i El dia es grosero, cínico, nada perdona; en la
marchamos en medio de una nube como los noche, no se distinguen sino las masas, los
Dioses de Virjilio. grandes claros i las grandes sombras: es de
Acabamos de pasar cerca de una casita me cir, la poesía, la melancolía, el misterio. I ade
dio enterrada en masas de vejetacion. Una so mas,, si es fuerza confesarlo, uno de los gran
la ventana brilla en la fachada oscura. Una des encantos de la noche, a mi ver, es que los
lámpara puesta al laclo de una cortina de mu vecinos, estáu acostados, i dejan libre el puesto
selina dibuja Una vaga silueta,- como la de al a la naturaleza i a Dios.

guien que Iée.o trabaja. ¿Será un hombre o


,
Preciso es decir también que no se puede
una mu¡er? es una niña, estoi seguro.

Sin pintar sin ver claro, i que los electos da noche
duda es linda. Me dan no sé qué deseos de ba se ejecutan en .el dia; i ademas, quiéa juzga
ría de la verdad de tales cuadros? Los gatos,
jarme del carruaje, golpear ala puerta deesa
casa i establecerme en ella por el resto de mis los amantes i los poetas, animales inquietos,
dias. Qué bien que estaré allí! El sitio es en furtivos, amigos de las tinieblas, que salen
i ya. estoi enamorado del cuerpo cuando todos se recojen. Teófilo Gautier.
cantador, a
•irr«i n,
—■ m*-. T-r -uní- »-» n" '■'■
_
:

LA se:MANA. Mayo 2l>


nTÍ

Magdalena. Cuando entré al salón, estaba medio redi"


(Kragtaentos del diario de un hombre de bien.) nada sobre un diván de terciopelo lacre, lo
que hacia resaltar mas su palidez. Su mirar
15 de agosto de 1850 resignado, las hondas ojeras que rodeaban
por la noche.
El sacrificio está consumado.
¡Pobre Mag sus
ojos, la palidez marmórea de su frente,
dalena! He aquí una nueva víctima del poder su Cabeza medio inclinada en Un lánguido
del oro. escorso, sus labios entreabiertos i como al ir
¡Qué bella estabas la primera vez que te a proferir un
suspiro o una aqueja, hacian dé
Vi! Qué dulce era tu sonrisa! Cómo sé retra ella la mas verdadera imájen del sufrimiento
taban en tu rostro todas las felicidades de una i la resignación.
conciencia tranquila! Su madres sentada en una poltrona a su lado,
Cuan diferente era tu aire hacen algunas k contemplaba en silencio. De cuando en
horas! A cada momento las lágrimas asoma cuando una íurtiva lágrima rodaba por sus
ban a tus párpados. Tú pura frente habia mejillass arrugadas mas bien por el sufrimien
perdido su irradiación. Parecías mas bien to que por la edad, i llevaba la mano a su
una víctima que una desposada. frente como para disipar alguna triste idea
Sí eras una
, víctima sacrificada én el que la tiranizaba.— Ai! es que el corazón de
altar del Becerro de Oro, de ese dios ante esa madre todo lo
presentía,
quien todos se humillan, i a quien todos los Quise retirarme para no despertarlas de su
mortales, todos los hijos de éste siglo del po*- arrobamiento ; pero ya era tarde.
sitivismó, de la hipocresía, del egoísmo i del Magdalena fué la primera que me vio, i co
cálculo tienen erijido un altar én su corazón. mo adivinase mí intención me dijo :
Oh! cómo sufrias cuando el sacerdote te —Qué! se marcha Ud? Le ha dado a Ud,
hizo dar la mano al que iba a ser tu marido! miedo nuestra tristeza? Dicen que la tristeza
Cómo temblabas! ¿No es cierto que ha sido es contajiosa? habrá Ud. temido el Contajio?
ese el minuto mas amargo de tu vida? —

No, Magdalena, no, le respondí.


Cuando el sacerdote te preguntó con voz Quizo sonreii'í pero la sonrisa se heló en
solemne : Quiere Ud¿ por esposo a.

tus . . , sus labios.
labios iban a decir la verdad, ibas a decir; —
Sufre Ud. 4 Magdalena, la pregunté, fi
No! Pero tus ojos se encontraron con la seve jando sobre ella una mirada escudriñadora.
ra mirada de tu padre, i entonces pronun- —No, amigo mió, nada, me contestó con
ciastes un débil sí i caíste desvanecida en los la precipitación de una persona que creyendo
brazos de tu pobre madre. ¡Cuántos dolores, haber cometido una falta trata de repararla-.
cuántos tormentos en esos pocos segundos! Esto me bastó para hacer de mis presen
Las fibras mas delicadas de tu corazón habían timientos, de mis conjeturas una realidad.
estallado! La armonía de tu alma se apagó! Magdalena süfria, Magdalena era
desgraciada,
La felicidad, la esperanza, el placer i la ale era una ave a la cual se la habían cortado las
gría te dieron su último i triste adiós! Solo te alas, un cristalino i manso arroyo' cuya fuen
quedó la resignación i la paciencia! te habia sido enturbiada i detenida.
Magda
Terminada la ceremonia, es decir, inmola lena debia morir de dolor. Esto era también
da la víctima, la música dejó oir sus acordes, lo que habia adivinado su madre. El corazón
la alegría empezó a desparramarse por los de una madre es tan leal!
salones. Cuando me levantaba para despedirme, en
Yo no pude soportar mas tiempo una bur tró el padre de Magdalena i tras él su marido.
la tan impía, tan cruel, tan atroz a la des Habia visto a este hombre varias veces en
gracia i me retiré. sociedad, pero jamas hasta hoi había parado
Al ir a abandonar el salón me encontré con en él mi atención.
el padre de Magdalena. La primera impresión que su vista me hizo

Qué es eso? se marcha Ud? No quiere fué desagradable, i a medida que lo observa
Ud. participar de nuestra alegría, de nuestra ba, este desagrado iba tomando las proporcio
felicidad, dijo. nes de una marcada
me
antipatía.
No sé que le contesté. Me saludó con cortesía ; le respondí fría
Viejo sin corazón! se gozaba en la venta de mente.
su hija! El marido de Magdalena es un hombre co
17 de de cuarenta años, de corta estatura, car
agosto. mo

gado de espaldas i algo gordo. Sus ojos pe


queños i vivos manifiestan la penetración i la
astucia. Su frente aplastada i angosta
deja
Hoi he visto por la primera veza ladesven- adivinar un hombre vulgar, Su andar i sus
turada Magdalena después de su matrimonio. maneras son sin nobleza, sin esa
gracia que
¡Qué cambio en dos dias! Cuánto debe su hace presentir al hombre de buena sociedad.
frir! Sus ojos habían perdido su brillo; sus I A pesar de lo regoid-ote de su rostro, sus me
|
mejillas estaban cubiertas con un rosado en- jillas están cubiertas de una palidez biliosa
{ermizo ; su respiración era difícil ; cada uno ! que no da mui buen testimonio de la modera-
de sus movimientos una fatiga. i i cion de sus
apetitos. Su nariz i sus labios son
21. LA SEMANA. 9

gruesos. Sin embargo, él conjunto no es malo: un sueño de ánjel; su boca entreabierta como
¡Sobre todo tiene quinientos mil pesos! que buscaba una sonrisa. A su lado i contem

o mejor adorándola, una anciana


Después de algunos minutos de charla in plándola,
sustancial me retiré. vestida de negro, de mirar resignado.
A la cabecera del lecho, sobre una mesa de
noche, una rosa blanca prematuramente mar- ^
chita, i cuyas hojas iban cayendo una tras
i." de setiembre. otra sobre el mármol negro de la cubierta. En

Magdalena ha sido separada de su madre. el resto de la habitación todo era desorden. Las

Qué irá a ser de esa pobre avecilla a quien cortinas de la ventana caidas, hacian que una
tan cruelmente se le arrebata su madre i su luz indecisa bañara ese cuadro indescriptible.
nido? Quedé, como clavado en el dintel de la
puerta. No sé lo que por mí pasaba en ese
He divisado a Magdalena en el paseo, su momento. No era el cadáver de una joven lo
andar era lánguido, su palidez cada vez mas que sobre ese Jecho veia, no era a una madre
pronunciada, sus saludos parecían un último desconsolada lo que observaba a sus pies: nó.
adiós! Lo que ahí veia, lo que ahí observaba era
Esto me ha entristecido ; pero aun mas la como una visión anticipada de ese mas allá que

indiferencia, la frialdad de su marido. En el todos anhelamos. Solo Tintoreto hubiera com


largo rato que los seguí no le dirijió una sola prendido este cuadro, hubiera adivinado el
vez la palabra. A todos miraba, a todos salu santo, el inmenso dolor de que estaba poseída
daba, con todos se sonreía menos con su es el alma de esa madre, que se gozaba en el
posa, con la que era de apostar se fastidiaba aserbo placer de contemplar a su hija dur
a mas no
poder. miendo el último sueño.
La voz de la madre vino a sacarme de mi
15 de setiembre. arrobamiento.
Me he despertado a las primeras claridades —

¿Qué hace Ud. ahí? entre Ud., me dije.


de la mañana. Pero viendo que yo no cesaba de contemplar
Mi sueño era tranquilo. Vagos ensueños me a Madaglena;
han asaltado en todo el curso de la noche. -—¿No es cierto que era hermosa? agregó
Me acababa de levantar cuando mi criado en tono dulce i resignado. ¿No es cierto que

entró a mi habitación con una carta para mí. no parece una joven muerta sino un ánjel

Por el sobrescrito conocí era de la madre de dormido? Pobre hija mía!


Magdalena. Un estremecimiento nervioso se
.
Esa madre tenia razón. .lamas habia yisto
un perfil mas delicado, una frente mas pura i
apoderó de mis manos al abrirla.
La carta decía estas palabras : mas bella. Esa mujer cuyo corazón no
palpi
«Mi mejor amigo: taba ya, cuyo pecho estaba en calma tenia
«Magdalena, raí adorada Magdalena, acaba algo de sobre humano, algo de divino, algo
de morir. Venga Ud. que la hacia ofrecerse a mis ojos no como un
«DeUd. ser como los demás, no como un cadáver, si
JebtuudIs. ***" no como un ensueño, como una ficción de la
Me vestí precipitadamente, para acudir al fantasía endelirio. Necesité tocar su frente
llamado de esa madre desventurada, cuyo do yerta para convencermetenia delante de mi
lor i cuyo abandono habia adivinado por su una mujer i una mujer ya cadáver, i no una de

carta. esas visiones que los poetas creen ver revo

Cuando llegué a casa de Magdalena, todo letear en torno de su lecho, cuando su imaji-
estaba en silencio. Como era la primera vez nacion, su alma i sn corazón empiezan a des
que entraba en su casa, traté de buscar un pertarse a las armonías de la belleza, de la
criado que m,e orientará; pero no di con nin grandeza, de la pureza i del arte.
guno. Después de un largo silencio, agregó la ma
Me introduje entonces por la primera puerta dre de Madaglena, como quien recuerda algo
que encontré abierta, daba entrada a los salo que habia olvidado a su pesar:
nes, que estaban desiertos.

Amigo mío, lo habia mandado llamar a


Al cabo de un cuarto de hora, viendo que Ud. ¿no es verdad?
nadie se presentaba, hice ruido.

1 aquí me tiene Ud., le respondí.
El esposo de Madaglena se ha marchado
¿Quién es? preguntó una voz débil, desde

una pieza contigua al salón donde me encon ayer sin presumir la desgracia que se nos ha
traba. venido encima, mi marido hacen dias que es
Inmediatamente conocí la voz de la madre tá en el campo, así es que me tiene Ud. sola.
de Magdalena, i sin contestarme dirijíala Espero de su buena amistad me ayudará Ud.
habitación de donde saliera. en el penoso trabajo de rendir a Magdalena

Qué espectáculo, Dios mió, el que se ofreció los últimos deberes.


a mi vista al abrir la puerta! Descanse Ud., la contesté, tan admirado de
En el centro de un ancho i elegante lecho su presencia de ánimo como compadecido de

una mujer joven i pálida parecia dormir con su aislamiento.


*

10 LA SEMANA, Mayo ái.


Qué desgraciada debe ser esa mujer! No se La verdad de baile.
tiene su fortaleza de espíritu en el mas cruel después un

de los dolores sin el hábito de la desdicha. No hai un mas fiel reflejo de la vida i del
mundo, de su ruido, su pompa, su oropel i
su nada, que un baile.
Ya está todo arreglado. Mañana conducire Todo en él, al principiar, es esperanzas,
mos a su última morada el inanimado cuerpo ilusiones, sueños, hermosas perspectivas, dul
de la desventurada Magdalena. ces pero, a medida que las ho
palpitaciones;
No hai duda: hai seres que nacen solo para ras pasan, las desilusiones, las esperanzas
sufrir. La fatalidad! frustradas, el cansancio del alma i del cuerpo,
la realidad, en fin, empiezan a apoderarse de
los concurrentes. Cuando el baile termina, el
hastío se ha apropiado mas de la mitad de las
16 de setiembre. almas, la desesperación de no pocas, i la es
Una multitud indiferente ha acompañado peranza cuando más1 ha quedado reinando en
hoi al cementerio el cadáver de Magdalena. uno que otro corazón.

Qué iba a hacer toda esa jente en torno de Todos, al un salón de baile, van
entrar en
esa tumba? Iba a rendir un postrer homena enbusca de algo; todos, al salir, notan con
je a la desgracia? Iba a derramar una lágri tristeza i con disgusto, que en vez de ese algo
ma, a dedicar un suspiro a esa flor prematu que buscaban han dejado talvez mucho: la
ramente marchita? belleza alguno de sus atractivos; el enamora
Nada de eso. En todos los rostros se pinta do quizá el mejof de sus sueños, de sus en
ba ora el disgusto, ora el tedio, en algunos gaños; i cuántas ai! la tranquilidad del espí
hasta la alegría, en ninguno el pesar. ritu i del corazón, robada por algún seductor
Es que toda esa turba iba no por la muer avieso, que les ha modulado al oido, entre
ta sino por los vivos. Es que toda esa turba las vueltas de un vals o de una polka, en me
iba porque Magdalena tenia un padre, un ma dio de esa atmósfera cargada de sonrisas, de
rido i parientes de influencia. Esa turba iúa suspiros, de miradas de fuego.de murmullos,
al cementerio no a orar sobre la tumba del de luces i de mentira, palabras de amor, que
muerto, sino a adular a los vivos. han durado el espacio de una noche, i las han
Miserias de la vida, dice el vulgo. preparado al desengaño, i las han hecho gus
Triste lote de una sociedad sin alma i sin tar las primeras i amargas gotas de la hiél de

corazón, decimos nosotros. las desilusiones.


Pero no solo la belleza, el amor i la inocen
Muchas conjeturas se hacen sobre la muer cia ven entristecerse, marchitarse i caer una de
te de Magdalena. Los médicos dicen que ha las flores, pocas horas antes inas hermosa i
muerto de tisis. El mayor número es de su lozana de su ramillete; todos, todos los concu
opinión. rrentes, escepto los necios, al ir a beber el pla
Solo madre sabe la verdad i yo la pre
su cer, la felicidad, la alegría, se han encontrado
siento: ha muerto de dolor.
Magdalena con la nada cuando no con el tedio.

Amaba, i se la mandó olvidar ese amor. Nada de exajerado tendría decir que un bai
La realidad lejana de ese amor era la savia le se parece a un entierro mas de lo que mu
de su vida: enlazándola a un hombre a quien chos creen. —Al cementerio vamos a depositar
apenas conocia, esa savia se agotó : el árbol el cuerpo ya cadáver, cuando el alma, la sen
tenia que marchitarse i morir! sibilidad, el movimiento; todo eso que se les
I todo por unas cuantas monedas. ha antojado llamar vida a los mortales, lo
Ese ánjel fué vendido, i la sociedad i ha abandonado. Ahora bien: si al cementerio
vamos a dejar el cuerpo, al baile vamos a de
lejitimaron, santificaron esa muerte que era
uu asesinato. Pero la herida no ha goteado jar lo que formadla mejor parte déla vida, lo
sangre, ha sido silenciosa, hipócrita; én este que hace que sea algo, que la amemos, que la
caso la justicia de los hombres nada tiene que llevemos en paciencia: a un baile vamos a
hacer ni que decir. dejar la felicidad. 1 no hai que tacharnos de
¡Funesta pasión, funesto frenesí el del oro! exajerados.
Por oro el padre vende a su hija, el marido a Si posible fuera leer en el fondo del corazón
su esposa, el hermano a su hermana, el ami de cada uno de los concurrentes a un baile, en
el momento que se da señal de retirada,
go a su amigo, el ciudadano
a su patria.

Oro! Oro! pasión tres veces funesta: tu eres cuántos poemas llenosde amargura, dedeses-
la verdadera fatalidad de los tiempo? moder peracion, de rabia, de lágrimas silenciosas, i
nos: tu eres e; mal jénic del siglo! por ser mas amargas, de ayes, de blasfemias, de
maldiciones i anatemas al placer que se bus-
J. Arteaga Alemfarte.
cabai que se ha escapado, no se sorprenderían.
Del placer al dolor no hai mas que un paso!
Entrad a un salón en el momento en
que el último de los asistentes lo abando-
1
na. ¿Oaé aspecto os presenta todo? El de
Mayo 21. LA SEMANA. 11

a desolación. Por todas partes no se di la adulación, para atar a su carro, para hacer
visan sino bujías que dan su último resplan enmudecer la severidad del mundo!
dor, flores prematuramente marchitas que se El dilema es fatal, solo la hipocresía o la ri
doblan sobre su tallo i ven desprenderse sus queza valen, tienen carta de ciudadanía ante el
hojas una auna, jirones de tul, encajes despe mundo.
dazados, cadenas i piedras desprendidas a los Golpeaos el pecho con frecuencia, sois vir
tocados; en fin, todos los despojos de las des tuoso.
truidas armas de la belleza, la elegancia i la Haced grandes aspavientos cuando se os
seducción. habla del menor desliz del prójimo, sois moral.
Todo parece manifestar que en ese salón aca Tened dinero aunque sea a costa del sudor
ba de librarse una batalla. I esto es cierto. del pobre, de la honra, de la tranquilidad de
Ahí, acaban de estar en lucha la realidad i la una familia, sois honorable.

ilusión, la verdad descarnada i la mentira do Rodad coche, sois hombre de importancia.


rada; i esos restos que yacen por tierra, esos Lanzaos ahora en todos los estravíos, en to
encajes,esos tules, esas guirnaldas pisoteadas, dos los vicios, en todos los crímenes, sin te
esos guantes despedazados, han sido las armas mor.

del combate, los servidores de la ilusión i la Vuestros estravíos se llamarán debilidades.


mentira. Vuestros vicios, pasatiempos.
Quién sabe si ese guante que yace ignorado, Vuestros crímenes, estravagancías.
despreciado, ajado, ha evitado se sorprenda De este modo, lo que a otro conduciría ca
un secreto, que pudo haberse adivinado por el mino recto a la deshonra, al presidio, os lleva
marmóreo hielo de la mano. a la celebridad.

Quién sabe si esos restos de una bella guir Si arrastráis una vida entregada al vicio, se
nalda han dado frente de ánjel a una mujer sin dice que sois hombre de vida alegre.
corazón. Si profanáis el hogar de una familia honra
Ah! si uno de esos despojos pudiera hablar, da, si seducís a la joven inocente, si arruináis
pudiera contarnos cuanto ha visto, cuanto ha a un padre incauto, se dice
que sois calavera
oido, qué de virtudes que el mundo cree rea de buen tono.
les, sin sombra de impureza, que hasta la I las madres os sonríen, i las hijas suspiran
idea del vicio desconocen, no se convertirían por vos, i todas a una voz dicen: es un sober
en la última
palabra de la corrupción de los bio partido! I todos os buscan para saludaros,
sentidos i de los estravíos del corazón. En —

para cortejaros, para el ojiar vuestras neceda


tonces descubriríamos quizá en el ánjel a la des, para llamaros hombre de chispa cuando
no sois mas
prostituta; en la madre sin reproche ala adúl que un cínico. Todo esto, bien en
tera sin conciencia. Entonces descubriríamos tendido, sin renunciar al derecho de decir de
talvez que aquellas- a quien el mundo persigue vos, cuando ya os vean lejos, lo que merecéis.
con su crítica, no tienen mas culpa que ser I todavía habrá quien crea en el mundo i en
francas, que dejan hablar a sus corazones, que- susgoces, quese sienta alhagado por su apro
bación i tema sus sentencias? preguntarás aca
no
quieren usar-a toda hora la careta de la hi
so querido lector o bella lectora, si has tenido
pocresía. Así es siempre el mundo: a la fran
la amabilidad de seguirme hasta este punto.
queza la llama vicio, a, la hipocresía virtud.
I sin embargo es necesario someterse a sus Sin duda qué hai muchos que tal necedad
fallos. I sin embargo es necesario conformarse cometan; i talvez entre los primeros el autor
con sus caprichos, perseguir, escarnecer, des de lo que leído llevas. 1 esto por varias ra
preciar, herir en su fibra mas delicada a esas zones.

almas que comprendiendo su nada lo despre La primera: porque mas vale la paz que la
cian; pero a quienes con todo mata su fallo. guerra.
Quién es el que ha vivido tan poco que no La s^unda: porque la inconsecuencia es el
haya encontrado en su camino a mas de un triste lote de todos los humanos.
ser a quien el mundo rechaza, calumnia, ana La tercera : porque
tema tiza, i que encerraba en su corazón ina Pero mas vale nos guardemos las demás en
el tintero, como hemos hecho con buena parte
gotables tesoros de amor, de caridad, de gran
deza, de nobleza, de resignación i de humil de las reflexiones que han venido a nuestra
dad. Dio un traspié en el resbaladizo camino pluma escribiendo este capricho.
de la vida, no guardó las apariencias, no vis —

Abur, lector!
tió la careta de la hipocresía; i esto bastó para —
Felices noclies, encantadora lectora!
J. Arteaga Alemparte.
que la maldición cayera sobre él, para que to
dos lo huyeran, para que fuese el blanco de
todos los desprecios, para que la madre le se ES !303?a9»a»«* ys'íípffiSM; i IMos dispone,
ñalara a la hija, el marido a la esposa, el (Romance)
amante a su prometida como un alerta vivien I.
te contra el vicio, cuando en el fondo no era Tras larga, enojosa calma
sino un argumento en favor de la hipocresía. Apiadóse al fin la brisa
Ai! desgraciado del que no guarda las apa 1 al paciente marinero
riencias, o no tiene bastante oro para comprar Volvióle la faz propicia.
12 LA SEMANA. Mayo 2f.

A su soplo cariñoso O acaso el uno i las otras


La tur-jen te lona se hincha, Reúnen sus blandos ecos,
Desperezase la nave, I en fantástico desorden
1 el mar en ondas se riza. Divagan por su cerebro!

Polvo de perlas levanta —

Lejos de su hermosa patria,


En su carrera la quilla, Del campo paterno lejos,
1 va dejando a su espalda Piensa en él, en ella piensa
De luz i plata una cinta. Con amoroso desvelo-,

Los cielos de azul vestidos, I dibuja en su memoria,


De azul el océano pintan, Con el lápiz del deseo,
I solo miran los ojos Los paisajes de otros dias
Celeste monotonía; Que mirar cree de nuevo.

1 en vano del horizonte —


Al pié de verde colina,
Los contornos escudriñan, Allá, del valle al estremo,
Que niaún viene a consolarlos De una casita risueña
Embustera nubeeilla. Distingue el candido aspecto?

I ya la vista se cansas Un círculo en torno trazan


I el ánimo se fatiga, Los álamos corpulentos,
I el perezoso fastidio 1 un arroyo entre las florea
Poco a nos conquista. Eses forma con su sesgo.
poco

No quiere la voluntad, El sol fatigado espira


La esperanza no respira, Falto de luz i de fuego,
El pensamiento reposa, I una cinta de celajes
Bosteza la fantasía: Pone límite a los cielos.

Grato intermedio sin goces —


-La grave melancolía
Entre el no ser i la vida, Semeja diáfano velo
En que la indolente calma Sobre la faz de la niña
Placer i pena aniquila. Que allí divisa el mancebo.

II Es una rosada vírjen,


,:
Del barco en el ancha popa De la aurora fiel remedo,
Pensativo está un mancebo, El sueño de sus vijíliasy
Mientras juguetea el aura El buen ánjel de sus sueños;
Con sus rizados cabellos.
La graciosa compañera
Varonil es su figura, De infancia, a quien bien presto
su

Vivo su rostro i abierto, Esposa podrá decir


I espresiva la mirada I estrechar contra su pecho.
Que anima sus ojos negros;
Ella también, le parece
Graciosa curba modela Que medita en el secreto
Su frente, do sin esfuerzo, Del alma, i que su semblante
Como en plácida laguna, La reflexión vuelve serio:
Se refleja el pensamiento.
Piensa en él, sin duda, i cuenta
labios De la ausencia los momentos,
Sobre sus delgados
Con afán infatigable,
Vagar parece un momento
Una tímida sonrisa, Con impaciente desvelo.
Cual ave que ensaya el vuelo;
1 una lágrima, un suspiro
I mal pueden sus vestidos Que ajita su blanco seno. .....

Esconder el movimiento
los latidos reaviva III.
Que
1 acelera dentro el pecho. Súbito, inmenso rujido
La atmósfera conturbó,
Qué voz despierta su espíritu? De humo denso i rojas ilamas
Es la voz de fiel recuerdo, Desprendióse un pabellón ,

O de amables esperanzas
I subió hasta las alturas
Los armoniosos acentos? Solemne, angustiosa voz,
Mayo 21. LA SEMANA. ia

Breve-lamento infinito, ESCENA TERCERA.


Ronco ¡ai! de la aflicción, Uff jeneral con su mujer.
Súplica, grito o blasfemia: El jen. —

Nancy, sentémonos aquí si te pa


Misericordia, Señor! 1 ! rece.

Nancy. —Creo haberos oido decir que te


níais que tomar órdenes en el castillo.
-
Domingo Arteaga Alemparte.
El jen, —
Precisamente:— Voi a ir inmedia
tamente, i mientras vuelvo me esperarás aquí.
Bajo el cjis t;»ñ;> dé tas Tullerías.
de LA Semana.)
(Se sientan junto al castaño.) Estos primeros
(Traducción dias de primavera son insufribles.

ESCENA PRIMERA. Nancy. No son de esa opinión los poetas,


mi querido jeneral. .

',.'-.. DOS ALDEANOS. ;


El jen.—S/le, gustaría que les ablandasen la
Primer aldeano. ¿Gómová, compadre? Lo

cabeza a tus poetas, mi querida, para ense


veo niedio tristón* .
ñarles a juzgar las cosas.
Segundo aldeano. Lo mismo se puede de —

Nancy. Una medida mui útil, señor..


cir por Ud., padre Matías. El jen.— A propósito ¿qué te parece? ¿es
Prim. ald. Estoi triste, compadre, porque

cierto, como me han dicho, que me han tosta


conozco que me he
engañado acerca de la vo do el rostro los soles de África? ¿Es verdad que
cación de mi hijo. estoi ahora mui moreno?
Seg. aíd.—Ni mas ni menos que lo que a Nancy.- -¿Vos, moreno?
mí me pasa. El jen.— Sin duda alguna: ayer no mas me
Prim. ald. Pues es cosa singular. Mi hijo,

han dado por ello el parabién, i te aseguro que


desde chiquito, era un delirio el que tenia por no me desagrada.
contar con los dedos i doblar los pañuelos de
Nancy.— ¿I porqué?
su madre; motivo por el cual lo destiné al co El jen. Porque es cosa.queaun
— hombre le
mercio. sienta bien; sobre todo cuando es militar i
Seg. ald. Igual cosa —
me ha pasado con el tiene una barba negra. ¿No eres de la misma
mió, padre Matías, como que parece que a la opinión?
caza je salia su vocación. Era una pasión la aquel
Nancy.— Sí jeneral. ¿Quién es que
que tenia por .vestirse de artillero, a la edad
i nos saluda?
de ocho años tocaba la caja que daba gusto. Beaudoííi. ¡Pobre diablo! ¿Sa
Eljen.~l>$
Lo dediqué a la milicia. bes lo que ha hecho con él su mujer?
Prim. ald. ¿I quién creería que el diabli-

Nancy. Absolutamente.

to no ha sido capaz de sumar dos i dos ni de El jen. r Si es cosa mui graciosa! Pero no

distinguir la seda del cotón? Pues me lo acaba creo que me sea permitido contártelo.
de decir su patrón. Nancy.— ¿Cómo queríais entonces, que lo
Seg. ald.—Én cuanto al mió ha puesto los hubiese yo sabido por otro conducto?
pies en polvorosa en la, primera escaramuza. El jen. Tienes r.azon.-Te lo diré en dos

Prim ald.—\ sin embargo a mi chico no le palabras— Tu sabes, Nancy, que las historias
falta caletre, u de los ayudantes seductores son tan conocidas
Seg. ald.—Lo que a mi no me admira, pa como las del robo a la americana.— Pues bien!
dre Matías, pues al mió no le falta empuje. al bueno de Beaudoin se le antojó presentar su
Adiós. (Se alejan.) ayudante a su mujer, i le dio entrada en su
casa, i le sentó a su mesa, i. . .

ESCENA SEGUNDA. Nancy. -Jeneral, es una historia de bivac,


dos Estranjeros que llegan por diversos lados la que me estáis contando.
ponen a contemplar los
se brotes del castaño | El jen.—-En conclusión, querida,, el desen-
tan orijinales, que
Primer estranjero. [Aparte.) Tiene brotes í lace contiene circunstancias

nuevos i está echando flores, en verdad que es los mejores amigos de Beaudoin, a cuyo nú
mero pertenezco, no hallan a qué santo enco
un árbol maravilloso.

estranjero. (Aparte.) Estos fran mendarse, para no reírle a la cara.


Segundo

ceses son bien fanfarrones; así hai ñores en


el Nancy.— No comprendo como pueden reír
la se de un marido engañado, a menos que sea
árbol, como en mano.

Prim. estranj.— (Aparte.) Pues yo tenia idea también hombre de aventuras.


de que no era tan alto. Eljen.—S\, sin duda alguna. Pero Beau
Es un arbolillo co doin, querida, es una excepción. Te digo que
Seg. estranj.— (Aparte.) hai detalles capaces de desarrugar la frente
mo cualquiera otro. de un podestá. Si es mui gracioso! (Se rie)
Prim estranj. (Aparte.) No me pesa haberlo
visto. Mira, Nancy, aquí tienes a Lespars, del cual te
No lo pondría yo hablé el otro dia.
Seg. estranj.— (Aparte.)
en mi jardin aun cuando el rei meló ofreciese. Nancy.—¿Quién ese Lespars?
El jen. Ese era mi ayudante
— hace dos me
(Se alejan) .

ses.

Nancy.— Ah! puede ser.


14 LA SEMANA. Mayo 21.
El jen.— Cómo,puede ser! Si el otro dia

la muerte ¿qué la vida? si proscribimos la ve
es
he sudado, mujer, contándote la historia de jez ¿qué es la i sin la fealdad ¿qué es la
juventud?
su herida cerca de Ouchda! El fué el belleza? Comprendereis que podría ir mui lejos

que dio
aquel célebre hachazo a un jefe Rabila. por este camino, si vuestra paciencia, lectores, no
estuviese de por medio. No sé si semejante or

Nancy.— Si mal no me acuerdo, creo que den será bueno o malo, o mas bien no puede ser
me dijisteis
que habia muerto. ni bueno ni malo desde que no hai otro que opo
El jen.—Pues ahí lo tienes tan vivo como
nerle; pero es una realidad que existe, i acaso su
cualquiera otro. existencia es la única realidad. Inflexible como
Nancy.—¿Cuáles? aquel joven de chaleco una leí natural (que en cuanto a las civiles sobrado
blanco? bien han probado su flexibilidad), ciego como los
El jen. Nó, ese nó; allí, cerca déla esta

golpes de la fortuna, está en todas partes para
tua, una cabeza hermosa, avasallarlo todo. Quizá no convendrá el lector
bigotes retorcidos.
enteramente en mi opinión, pero a lo menos no
Nancy.—Pues no tiene porte militar.
El jen. Pues son mui engañadoras sus
— dejará de, reconocer conmigo que, sin tal antítesis,
estaríamos defraudados dé una gran suma de es
apariencias. Si lo oyeses hablar, parece una
pectáculos interesantes e inocentes distracciones.
jovencita. Te lo he de presentar, si lo permi No habría, por ejemplo, batallas, ni pujilatos, ni
tes.
discusiones lejislatívas, ni personajes políticos, ni
Nancy.— Como gustéis. Solo sí que en poco hombres necesarios, ni chismografía, ni no sé
tiempo mas me habréis presentado todo el Te cuantas buenas cosas mas. La vida llegaría a ser
jimiento. entonces prodijiosamente insípida i uniforme; por
El jen.— Uno maso menos es poca cosa. que partiendo todos de un mismo lado, la lucha
de los intereses que se encuentran en un mismo
Naticy.— Es un principio que nos puede con
ducir demasiado lejos. camino, de los deseos que se disputan el paso,
El jen. Te lo voi a buscar.

Te acom
...
dejaría de existir; este manantial inagotable de
alegrías i decepciones quedaría cegado;, i marcha
pañará mientras voi al castillo. ¿No te parece? ríamos cada cual al lado de nuestro vecino sin.
Nancy. Como os parezca jeneral. (El je

contemplarnos mas quede perfil, sin jamas cru


neral se vá i vuelve con Lespars.) zarnos, ni mas ni menos que si fuésemos laásímp-
El jen.— Este es Lespars, de quien te habia tota i la hipérbola de los matemáticos.
hablado. Estas reflexiones i otras muchas mas, no menos
amenas i profundas, enhebraba yo en mi cabeza
Nancy. Señor!— Tened la bondad de sen

taros. cuando tomé la pluma para contaros una curiosa


El jen. No hai que historia, que ha sido esta semana el tópico de con

(Envoz baja a Lespars) versación en muchos círculos. En vez de entrar


intimidaros: ella tiene buen fondo.— (Alto.)
un
incontinenti en el fondo de la cuestión, como diría
Voi al castillo, Nancy. El señor te hará com
i no haría un miembro de la cámara, preferí, por
pañía. Escusadme, Lespars, vuelvo al instante. prolongar vuestra honrosa compañía, entregarme ,

(El jen. se
aleja.) un momento al delicado placer de filosofar, darjdo.
un pequeño rodeo, describiendo una curbá, páYá:
ESCENA CUARTA. hablarla lengua de las ciencias exactas. Por otra
■i NANCY, LESPARS parte, haciéndolo así, pienso que he seguido lá
Nancy. ¿Porqué no habéis venido esta

no práctica mas jeneral, que da la preferencia a las
curbas sobre la línea recta. I a decir verdad, no )
che, querido amigo, i sobre todo ¿porqué me
veo que ésta tenga mas ventaja que ser el camino
habéis dado cita bajo este castaño?
mas corto; mas en cambio, qué monotonía! qué
Octavio Feuillut. despotismo! En esta gloriosa época de indepen
dencia i versatilidad, el gusto se ha pronunciado
irrevocablemente por las curbag. Preguntadlo sino
lieos de la semana.
a las mujeres bonitas, a los artistas, a los oradores

Santiago, mayo 20 de 1859. parlamentarios, a los gobiernos, a los buques que


Sumario.— Antítesis i curbas.— Rrueba de un sistema navegan contra el viento i a tantos otros que con
denan sin remisión la línea recta. Un hombre,

confirmado por un proverbio. Una historia en dos


uno de mis lectores, por ejemplo, está enamorado


preguntas— Los descendientes de nuestros abuelos. de una preciosa niña, i ésta, según todas las apa
—Zarzuela, spleen, pesadilla.
riencias, lo está también de aquel. Deseáis sin
Ciertos entes raros, doblemente raros por su embargo, como es natural, tener en este puntouna
escasez i orijinalidad, llamados filósofos, han tra certidumbre completa, i para adquirirla, hai dos
tado de espiiear i definir et universo considerán sendas queescojer: la recta i la curba. Si adoptáis
dolo únicamente como un conjunto de relaciones, la primera, fracasáis de seguro; mas tomad por
fuera de las cuales desaparece la existencia. Sin la segunda i alcanzareis fácilmente la certeza ape
tener, queridos lectores, mas que una afición mui tecida. Es esta favorable? coronáis vuestra dicha:
mediocre a la lilosofía, no dejo de participar de Por el contrario es un desengaño? os queda el re
tal opinión, ni alcanzo a asir, en cuanto nos cer curso de poder hacer cómodamente una retirada

ca, otra realidad que una constante comparación honrosa.— Pero os habia prometido una historia,
entre dos términos opuestos, un antagonismo in que iba echando en olvido i que viene mui a tiem
cesante entre dos estreñios, en una palabra, una po para confirmar mis teorías. Leedla:
eterna i múltiple antítesis. En efecto, si suprimi
mos los tontos
¿quiénes son los cuerdos? si quita Mercedes S esuno de los modelos mas se
mos del medio la mentira ¿qué es la verdad? si ductores del jénero femenino. Coronad un
cuerpo
acu'amoj ti mal :"X¿ es el bien? si desterrara js proporcionado i esyelto, delicado i flexible, con
rMayo 21. LA SEMANA. 15

una cabeza que desesperaría a mas de un pintor, lignamente graciosa que la amabilidad consiste

si quisiese copiarla, que nadie dejaría de admirar, en poco lo que se pretende,


tres pocos; solicitar
si tuviese la fortuna de verla. Completad en segui esperar poco el conseguirlo i fiar poco en sí mismo
da este conjunto agregándole unas manos, que en para alcanzarlo. I luego añadió con intención,
conciencia no podrían llamarse sino manecitas, dirijiéndose a uno de los tertulios que se mantenía
sirviendo de remate a dos brazos torneados en la a un lado i charlaba tranquilamente con una soltera

nieve, i unos pies mas concisos que la harenga de de treinta, años.


Por este procedimiento, llegareis a No es Vd. de mi opinión Sr. F ?
Espartano.

un
tener la tercera parte de la idea, que forma mi —
Aun no, la tenia en este punto, señorita, res
heroína, porque los otros dos tercios son para su pondió el interrogado, mas ya que es Vd. tan

corazón, que es, de oro, ¡ para su jenio, despierto i buena que me da la suya, poca cordura sería no
alegre como una golondrina al salir el sol. No es abrazarla.
difícil concebir ahora que la tertulia de la señora Sobretodo, cuando Vd. la seguía antes de

de S es de las mas numerosas i un centro mui conocerh—articuló Mercedes con un embarazo


principal de nuestra juventud fashionable; que lleno de emoción.
los admiradores de Mercedes forman una falanje Un pánico mortal se apoderó del coro al oir
crecida, que sus tributarios tampoco no son esca tales palabras. Esta curva tan inesperada, esta
sos, ni menos asiduos sus pretendientes. Pero es frase tan decisiva, los desconcertó enteramente.
tos están hoi de duelo; de esos eventos impre
uno La derrota no podia ser, mas completa i vergonzo
vistos en toda lucha acaba de desordenar sus filas sa. El afortunado vencedor era un pretendiente de

i ponerlos en derrota. fresca data, que no había muchos días frecuentaba


Voi a contaros el caso tal como, ha sido, pues la casa i a nadie entraba en cuidados; un hombre
lo tengo de buen orijen. de veintiocho años escasos, de fisonomía agradable
Era una noche de las primeras de esta semana. sin ser hermosa, de modales desembarazados sin

Un corro de caballeros, mas o menos jóvenes, brusquedad, civil sin afectación, digno sin terque
mas o menos elegantes, mas o menos verbosos i dad, qué hablaba poco pero a tiempo, esprefaba
decidores, pero sin duda toda jente de buena lei —
sus ideas sin imponerlas i no se acordaba de su
vestido después de habérselo puesto. Vio a Mer —

guantes amarillos, calzado de charol i camisa irre


prochable estacionaba en torno de la señorita de

cedes i la admiró, habló con ella i quedó enamo
la casa, manteniendo encendida una de esas inter rado.— Cómo procedió para llegar al feliz término
minables conversaciones de salón, que se anudan que hemos visto? Bien claro está, describió una
fácilmente i se desanudan sin trabajo, en que se curva.

charla mucho, se escucha mui poco i no hai nada Dos dias después, un casamiento quedaba defi
nitivamente arreglado. Este exabrupto matrimo
que oir.

Qué prefiere Ud., Merceditas? preguntaba a


— — nial ha provocado durante la semana mil versiones
ésta un joven de figura insinuante ¡simpática, que i prestádose a otros tantos comentarios. Yo lo miro
como una triunfante prueba de la ventaja de las
no parecía ignorarlo, i no habría tenido que en
mendar nada en su vestido, a no ser unas desdi curbas i una confirmación del proverbio: casamien
chadas flores rojas, que invadían, sin justifica to i mortaja.... sabéis lo demás.
ción ninguna, el campo de su chaleco, con grave
daño en la armonía de los matices.— Qué prefiere —Me dicen que está Vd. de plácemes, don Ci
Ud.? la amabilidad o la hermosura? priano; que se establece Panchita.

Si, amigo mió; asiesen efecto Las hijas


Porqué esa pregunta?


es preciso que se casen

Porqué?...... Yo mismo no losé a punto fijo. mujeres,


Pero si es embarazosa.,... .— I también los hombres....

No tal! i en prueba de ello sin vacilación le No, eso es ya otra cosa interrumpió don Ci

digo a Vd. que estoi por la amabilidad. Una per priano. No corre tanta prisa....

sona hermosa no es muchas veces amable; pero, 1¡ cuál es el nombre del agraciado?— volvió a

una persona amable dejará rara vez de parecer preguntar el primer interlocutor, que no era otro
cronistas de vidas
hermosa. que uno de esos incorrejibles
Pienso que da Vd. a esa cualidad mas virtu

ajenas, que no parece que tuvieran una propia de
de ésta i tanto de
que ocuparse, tan poco se
curan
des que las que tiene.
Es que acaso Vd. la entiende de otra manera

aquellas. .


Don Fortun Calvo, un vecino de Ranca
que yo.

Podría ser mas me parece que es simple gua....
mente el constante deseo de agradar. —Cuál de ellos?

Esa no es sino una parte de ella Hai mu —Qué! hai otro que se llame así?

chos que desean i no saben agradar. Como que sí,



yo conozco dos vecinos de
...

—Para mí,— saltó un muchacho alegre i despa Rancagua que tienen este mismo nombre i apellido;
bilado que estaba impaciente por hacerse oir, el

i para distinguirlos, llaman a uno Calvo el rico i
mas amable es el mas amado. a otro Calvo el pobre. Vd. echará de ver la razón


Pero eso es tomar el efecto por la causa,— ale de estos diversos calificativos...
Ya! ya! Pero entiendo que mi futuro yerno es
gó un cuasi-abogado, cuasi-imberbe, que empe

zaba a entablar una litis con el cuello de su camisa, el primero, el.... el rico....
—No ser de otra suerte. Un hombre de
podia
plegado ¡legalmente sobre la garganta, que ama
cardenal. buen Sentido como Vd....
gaba con un
—A lo menos, él me ha hablado de proyectos
Nó, nó!— esclamó un nuevo interlocutor—

el mas amable es el que ama un poco a todos i no mui estensos que piensa realizar, de especulasiones
ama mucho a nadie. considerables i Vd. concibe que sin ca

—Eso no puede tener otro nombre que diplo pital


macia.

Oh! no hai duda
—I aunque no he llegado a esplicarme con él en
—Yo creo— dijo Mercedes con una sonrisa ma

i"— iH

18 LA SEMANA. Mayo 21.


el particular, espero no sufrir un desengaño bable que no sea ni lírica ni dramática lá -compa^

Soi de la opinión de Vd. nía que funcionará desde luego;— la iniciativa le



Sin embargo, buscaré la ocasión de hacerlo. . . .
tocará, según se dice, a una compañía de zarzuela.
pero ella misma me sale al encuentro.— I
dirijiendo Este es un jénero, casi desconocido entre nosotros
la palabra a un sujeto bastante espectable que en- i ensayado mui recientemente en España, la cual
'
traba a la sazón: Cree seriamente en suorijinalidadino sufre Se diga
De Vd. hablábamos , don Fortun.... que es hijo de la Opera cómica í del VaúdeviHe


Ah! i a propósito de qué, si no es indiscreta francés.
mi pregunta, dijo el recien llegado Hasta ahora esta esperanza teatral es la ünica
Es que este caballero me contaba la identidad

precaución quesehá pensado tomar, para comba


de nom re i apellido entre Vd. i otro vecino de tir el fastidio de las largas veladas i forzosas re
Rancagua, que para distinguirlo llamaban...... clusiones que él invierno trae consigo. Las recien

En efecto, hai uno...... tes calamidades públicas tienen desazonada a nues

Calvo el pobre tra sociedad que, harta de llorar, incapaz de rei'í

Así suelen decirme algunos majaderos,—«-dijo i poco dispuesta a divertirse, se siente presa del
el futuro yerno visiblemente embarazado. . ....
splecn, enfermedad británica, como sabéis. El crudo

Ah !.,... otoño en que estamos, con su palidez i sus hojas
—Mas...... secas, copia fielmente la situación. Es este, entre
Habia en esos dos monosílabos todo úii mundo tanto, un estado que influye penosamente en el
de transformaciones. 'La perspicacia del lector nos ánimo i del Cual es preciso hacer por salir. Sobre
exime de desentrañarlas. todo es peligroso para las personas jóvenes e im
Inútil seria deciros que Panchita vio soltera la presionables.- No ha muchas noches una linda

terminación de esta semana i verá en el mismo niña se despertó sobresaltada i fué a refujiarse llo
estado la de muchas otras.— Don Fortun, por su rosa en el dormitorio de su mamá:— se habia

parte, no habia justificado esta vez su nombre de soñado casada con un nieto de Caupolicán.
pila. En cuanto a don Cipriano, si huáese sido
mas fuerte en historia, no habría dejado de re Domingo Arteaga Aiemparte.
cordar qué los gansos salvaron el Capitolio.
Prevención.
La guerra a los indios en la primavera próxima,
se ha dado esta semana por cosa hecha. Si así Aunque hemos tenido especial CUid ido de no
fuese, los sables i bayonetas del ejército no tendrán remitir nuestro periódico sino a aquellas personas
mucho tiempo para dormir dentro de la vaina, ni de cuya cooperación no podemos dudar, rogamos
correrán peligro de enmohecerse.—Pero vale mas a los que ño deseen suscribirse a él, que devuel
oir lo se dice, que decir lo que se oye. Acer
que van en esta imprenta la esquela que le acompaña,

quémonos, si os place, complacientes lectores, a Los que así no lo hicieren, hasta el jueves de la
aquel corrillo i escuchemos. semana entrante, serán contados entre nuestros
Es positivo, decia un señor entrado en años.


suscritores;
Me lo ha asegurado mi sobrino Estevan, que aca El segundo número de La Semana aparecerá el
ba de hablar con don Pedro, a quien le dio la no sábado 28 del presente mes, empezando con el
ticia persona bien informada. los trabajos de nuestros ilustrados colaboradores.

Yo también kvsé a noquedar duda i -aplaudo Hemos escri'o anticipadamente a Francia para
el pensamiento. Es una -determinación que tiem procurarnos un corresponsal que nos envié quin
uno del. círculo.
po ha debió -tomarse— contestó cenalmente un Correo de París, que vendrá a

Por cierto!— agregó im marido sumiso que jeiiiia enriquecer nuestras columnas. Figurará también
hacia quince años bajo el yugo de una despótica en ellas un sucinto boletín de noticias, relativa a
consorte.— Es una condición de nuestra indepen lasque de Europa i América nos traiga cada
dencia nacional. Vapor.
—I una de la integridad del
exijencia premiosa
-
territorio— observó un cuarto, cuya integridad per
Condiciones de la suscripción.
sonal cojeaba visiblemente.
—Nuestra jeografia.... nuestra civilización.... La Semana aparecerá todos los sá
todo en fin....— añadió un quinto tratando de for
mular frase de efecto.
una
bados i constará por ahora de diez i seis

verdad es,— notó a su turno un amateur
La pajinas en folio. La protección del públi
de la homeopatía,— que la idea me gusta i la creo co decidirá de su incremento sucesivo.
el mejor remedio de la situación Similiasi-
milibuscuran'ur—agregó en seguida completando Reunido un número regular de sus-
su pensamiento con mal disfrazado placer. criplores empezaremos formar la Bi
a
Estas i otras muchas discusiones, deliciosas to blioteca de la Semana, a
das i graves a porfía, han ilustrado, en la presente
que se refiere
i según todas las nuestro prospecto, dando lugar en eila
semana, la cuestión— indios,
aoariencias continuarán ilustrándola, hasta que a lo mas nuevo e interesante
que se es
la primavera venga a locar la campanilla i dar por cribe sobre novelas, historia, viajes, etc.
cerrado el debate.
Precio de la suscripción: 3 pesos por
va a ser comunicado trimestre adelantados.
Se anuncia que el teatro
el a no ser que el público se niegue,
con publico, con el teatro.
Se reciben suscripciones únicamente
cnnv-i tras ocasiones, a comunicarse
,

en la Imprenta del Correo,


U '
>.evo empresario, cuyo nombrecelebrar
es una garan
con la
pasaje Bulnes.
tía de aoiprlo, esta en vísperas de
Municipalidad un contrato con este fin.— Es pro IMPRENTA DEL CORREO, Pasaje Búhíes, núm. üi.
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO

Jie3acto<c.eé : ——
.
í<u*to t Jjpmmao Jtateaaa ¿hwwvcíúe.

Año I. Santiago, mayo 98 de 1859. Núm. ».

cuentran todos los dias i cuyos miembros


LA SEMANA. van a morir en la acera de
alguna calle,
santiago, mayo 28 de 1859. a la
puerta de la taberna o del palacio,
ateridos de frió, estenuados por el ham
Los reformadores. bre i la fatiga.
I.
Aquí basta ser laborioso para pensar
Un ai! doloroso i desgarrador se esca sin miedo en el dia siguiente: ahí el dia
pa de lo mas íntimo del corazón de las so siguiente es el espanto del hombre traba
ciedades humanas. jador.
A medida que progresan, ese grito de Aquí nadie muere por falta de trabajo:
angustia se deja oir mas claro i distinto, ahí se muere
por falta i por esceso.
i acusa un malestar que los adelantos mis Aquí el hombre que dice: tengo

mos sociales parecen hambre, encuentra casi siempre quien


agravar. Nada pue
de ahogarlo, ni el bramido de la locomo se detenga a oir su reclamo, a satisfacer

tiva, ni el estridente estrépito de las má su necesidad: ahí el hombre que dice: —

quinas de vapor, ni ese ruido confuso, tengo hambre, solo consigue hacer apre
inmenso, formidable que llena el espacio tar el paso a quien le oye.
en las grandes capitales, en los
grandes Aquí la miseria es posible de evitar:
centros déla industria i el comercio: él ahí la miseria es inevitable.

vence a todos esos ruidos, se cierne por ¿Qué puede la caridad pública ni la ca
cima de ellos i váa llevar a las almas, ridad privada en favor de dos, de tres, de
a unas espanto, a otras repugnancia, a cuatro mil obreros que quedan sin traba

algunas compasión. jo por la invención de una máquina, por


¿Qué es lo que produce ese grito? —
La la paralización de una fábrica? Nada o
miseria. casi nada.
En nosotros no despierta esta palabra Pero, aun dado caso que a costa de al
todas las tristes ideas, todas las lúgubres gunos sacrificios se pudiera dar alimento
imájenes que en un hijo del viejo mundo. a esas inmensas
falanjes ¿no seria triste
Sin que la miseria deje de existir i ver convertidos en
mendigos, es decir,
mui real, mui verdadera i mui punzante humillados, degradados, a hombres en
entre nosotros, como algunos acaso lo toda la plenitud de su fuerza? Qué se
pretenden, sin embargo no ha alcanza dirá de una sociedad en que tienen que
do el espantoso grado de desenvolvimien mendigar o morir hombres jóvenes i vi
to que en el continente europeo. gorosos?
Aquí hai mas pobreza, mas mendici Esto manifiesta una falta de equilibrio
dad que miseria: ahí la miseria casi ca en la manera de ser, en la constitución
rece completamente de esos grados. orgánica de las sociedades, que pide un
Aquí tenemos hombres que visten ha pronto remedio.
rapos, que no tienen mas que un escaso Es necesario marchar a la estincionde
alimento para recuperar su cuerpo fatiga la miseria, peligro efectivo i permanente
do por el esceso del trabajo, que están parala armónica i tranquila vida de los
faltos de una luz para alumbrar sus vela pueblos.
das i de un lecho para reposarse: ahí te Todo paso, toda conquista de la socie
nemos familias,
poblaciones enteras que dad debe tener por fin primordial un au
a veces ni harapos visten, ni alimento en mento de bienestar en la masa de los
3
18 LA SEMANA. Mayo 28.
=

l
policía; que todo lo que puede contra
riar, limitar, restrinjir en un ápice la li
bertad del hombre, sea destruido, desa
parezca.
Es necesario, en una palabra, hacer
del mundo un paraiso i del hombre un
ánjel.
Grande i bella empresa por cierto, i
mas grande i bella a ser hacedera!
Que andando el tiempo hemos de ver

a lapropiedad desprendida de sus abu


sos, a la pobreza curada de sus dolores,
estendido el imperio de la moralidad, pu
rificadas las leyes de sus reminiscencias
bárbaras, es casi fuera de duda. Estas
son las tendencias del progreso. Pero que
todo esto i algo mas lo hemos de poner
en obra de la noche a la mañana: hé aquí

el sueño, la quimera, la utopía.


¿Cómo destruir la propiedad? ]\ o hai —

mas medio que la fuerza.

¿Cómo estinguir la pobreza? El solo


medio es la comunidad.
¿Cómo estender el imperio de la mo
ralidad? Cómo hacer moral a una socie
dad? ¿Será a fuerza de decretos, de le

yes, de órdeneá? Bastará decir al vicio, al


crimen: vade retro! como a Satanás, pa
ra
que tome la fuga? Soñadores, desper
tad!
Clamamos contra el reinado de la fuer
za, queenjendra los abusos, las desigual
dades, los privilejios, i sin embargo" es
siempre a la fuerza a la que pedimos su
apoyo para derrocar a la fuerza.
Solo la libertad puede salvar, llevar
a buen puerto a las sociedades. Todo

sistema que no la tome por bandera,


leal i noblemente, no hará sino retardar,
hacer mas difícil, mas largo i peligroso
el camino del progreso.
Por aquí es por donde falsean todos los
sistemas de los reformadores modernos.
Se apellidan apóstoles de la libertad , i no
son sino la fuerza con
gorro frijio.
¿Dónde está la libertad en el comunis
mo?
¿Donde está la libertad en el furieris
mo?
¿Donde está libertad en el sansimo-
nismo?
¿Qué vendría a hacer de las socieda
des cualquiera de estos sistemas?
Mayo 28. LA SEMANA. 19

Conventos i nada mas que conventos. Sobre todo es necesario recordar que
salvar al esos
utopistas contra quienes se truena
Queriendo hombre de sus ma
de la tiranía al por la prensa, en la cátedra, en las con
les, que presente pesa so
bre él, se le envuelve en las redes de versaciones del hogar, van en persecución
una tiranía aun mas vasta, mas constan de una grande i notable idea : la ruina
te i mas insoportable. del mal i el triunfo del bien en toda
la faz de la tierra.
¿Qué diriamos de un gobierno que nos
reglamentara hasta el mas inocente de Si yerran, si toman un falso camino,
nuestros pasos, que nos obligara a vestir si pierden rumbo en ese penoso viaje,
dejtal o cual manera, a comer a tal o cual acordémonos que es santa su tarea, i
hora, que nos determinara el tiempo de que si se estravian no es por falta de
nuestro trabajo, etc., etc.? buena voluntad.
De cierto que no habría ni se ha imaji Respeto aljénio!
nado tiranía mas espantosa, despotismo Compasión para los que le burlan!
mas estenso. Justo Arteaga Alamparte.
Pues ahí va a parar buena parte de
los reformadores modernos.
libertad, cuando
I todos creen salvar la A un rizo de pelo de mi madre.
no hacen mas que lanzarla al precipi
Cabellos de mi madre idolatrada,
cio ; labrar la felicidad social, cuando
no hacen mas que agravar la infelicidad
Por qué en mis tristes manos os contemplo?
del hombre; haber encontrado la última Porque cual otro dia, en libres ondas
No os estremece el bullicioso viento?
palabra del progreso, cuando no harían
sino retardarlo. Por al mis lágrimas resbalan,
qué veros
Sin embargo, las meditaciones, los tra I silencioso, en ellas os anego?
bajos de los reformadores no han sido Por qué mis labios con amor ardiente
infructíferos para las sociedades. De en vosotros tierno beso?
Imprimen en
medio de sus errores, de sus estravíos, de
sus sueños, casi siempre ha despuntado Por qué allucir la candida mañana,
mas de una verdad de importancia i Después de orar agradecido, al cielo
trascendencia. Os miro acongojado i pensativo
¿Cuánto no debe la economía política I os oprimo amoroso contra el pecho?
i aun la filosofía a Saint-Simón i sus
discípulos? qué yacéis aquí desordenados?
Por

La primera de estas
ciencias, que va Por qué así os abandona vuestro dueño?
O acaso os dejó libres una noche
caminando, según todas las apariencias,
a convertirse en la gran ciencia de las Al dormirse tranquila sobre el lecho?

sociedades, debe mas que ninguna otra


Ah! si, una noche en que amorosa i tierna,
a los reformadores modernos: su desen
Al entregarse adormecida al sueño,
volvimiento, las nuevas conquistas que Tendióme con tristeza aquella mano
hace cada dia, la inmensa influencia que
Que me mostró, al nacer, la luz del cielo.
ha tomado en la marcha de las socieda
des la obra casi esclusiva de esos so
son La que en las horas de mi infancia
mano

ñadores. Me guió de la vida en el sendero;


Por eso los anatemas que contra ellos Mano que ahora busco en mi camino
se lanzan diariamente, la perpetua alar Pero que nunca en mi camino encuentro!
ma en que se pretende tener a la socie
dad a su respecto, los odios, las malas Solo vio de mi vida los albores,
pasiones que se despiertan para hacerles Cual de la aurora el diáfano lucero
matinales
(a guerra, acusan de parte de sus ene Que entre las blancas brumas

migos injusticia i mala fé. Lanza benigno su fugaz destello!


No hai hombres menos peligrosos que
mui corta mi existencia
los que viven de sueños. Talvez preñó
20 LA SEMANA. 28.
Muyo
I al contemplarme prójimo a su término, ni verdad de tantas definiciones cómo se lian
Ofreció a Dios la suya en sacrificio dado i sin tratar de echarlas tampoco por tie
rra de una sola
I el Criador la récibtáen su seno! • plumada;' tamos a nuestra '

vez á definittambien ál.ahihiaí Sombre, a "ése


aninüal lláitoaido el fei déla creacio-ü porípie
De vida tan rápida en memoria
sn
bablíH i nada mas que porque haWa;. que si [

Guardo siempre constante éstos cabellos-: ■


; por eso no fuera, podría i debería apelli
Cuando anegado en lágrimas líos miro dársele, con mas propiedad, el, 'esclavo, el ju
,J

I su primera lucidez contemplo, guete, de lá creación'. '.'.''


Larga, entretenida i sabrosa drseítaéiqft po
dría entablarse '•sobre 'este, téirtavpéUd; como

Me digo alucinado, aun es mui joven-, ,


ella no [viene -a, nuestro.- propósito Ja dejaihos
La noche de su vida está mui lejos, : a un lado i volveremos a nuestra definición dfll

Aun el pálido "tinte de las canas hombre; a quien, apesar. de todas .las defini
No anuncia de la tarde los ciones délos filósofos,' i apesar delriesgo de
reflejos. -ser -tachados ele -paradojales, definiremos a
nuestra vez: la mentira en permanencia.,;. .

Mas al volver de mi delirio amante


I no hai que asustarse, lector amigo, de; mi
Desengañado ííii ilusión advierto, definición. Sigúeme hastael fin, i verás si ten
Ah! el pelo es la dorada
siempreviva go o no razón.

Que brota de las tumbas de los muertos! Tomemos al hombre en el estado de natu
raleza, en ese estado en que aun no se habia
Cual conserva este rizo idolatrado
inventado lo mió i lo tuyo, es decir, los ricos
i los pobres,- las apoplejías i las hambrunas.
Su primitivo lustre, así en mi pecho Pues bien: en'esa época que se ha conveni
Brilla por siempre puro, madre mia, do en llamar la mas 'feliz, inocente i candorosa
De tus fugaces anos el recuerdo! de la ya bien larga vida del humano linaje, la
mentira imperaba de un polo a 'otro de éste
El es la única flor que he consagrado bajo mundo.
No diga que nó.
se nos
Para adornar tu funerario lecho.;
¿Habianhombres i mujeres i por consiguien
Color le presta el sol de mi existencia te amantes i maridos?; Por cierto que sí:'-*
— *-

Icon mis tiernas


lágrimas la riego. Luego habian mentiras a diestro i siniestro..
Pero esa época duró poco i tanpoco que hai
Ella es al par que hermosa, melancólica muchos que, sin embargo de tener una alta
idea de Rousseau i de don Quijote, dé su ve
Como del sol los últimos destellos
racidad i erudición histórica, ponen en du
Cuando entre negras nubes, desde ocaso ,
da no tsolo sus bondades sino hasta su exis
Baña con luz opaca el monte opuesto. tencia.
¿Como salió: el, hombre de ella? Por la —

O flor abiertas mentira.


querida, tus hojas Se le dijo era mucho mejor lá propiedad
Siempre a mi corazón presten consuelo
que laposesion, la división que la comunidad,
í perfumen el resto de mis años vivir i obrar según ciertos preceptos cf dé según
Con el aroma de pasados tiempos. el capricho de cada uno, ser mandado que ■

mandar, ser defendido que defender: i tienen


I sólo cuando el árbol de mi vida ustedes que el hombre se hizo propietario i
Incline subdito,
su
ramaje macilento, Verdad la
Cuando mi corazón, sensible ahora
es que en apariencia ganó: énvez
de no 'nada, -tuvo ;algó; en vez de estar
tener
Xo pueda con su llanto darte
riego, constantemente espuesto a sufrir la lei del ve
cino mas fuerte, se sometió a una lei igual
pa
Entonces, sí, marchítense tus hojas, ra ambos; en vez de ser el incesante custodio
Mas al rodar de su vida i la de los suyos, encontró quién se
a
impulso' de los vientos
La mas fresca de todas encargara de reemplazarlo: pero en la reali
quede presa, dad ya fué otra cosa.
Como memoria mia, en este pelo.
Preguntadlo de no, al que hace dos dias que
no come, al
que viste 'harapos, al que trabaja
Martin José Lira. de sol a sol, al que tiene que hacer con la
jus
ticia, es decir, con jueces, escribanos i aboga
Apariencia i realidad. dos, al que está abajo por haber querido estar
demasiado arriba, i al que estando arriba se
Cada uno ha definido al hombre a su ma ha visto, por uno de esos rápidos
nera.
golpes de la
fortuna, abajo, mui abajo.
Sin entrar a averiguar la exactitud, precisión Todos estos, hai
no duda, gritarán contra
Mayo 28. LA SEMANA. 21

la mistificación que se les ha hecho sufrir, i padres con hojas de higuera? para hacer triun
pedirán los unps la abolición de la propiedad, far la apariencia sobre la realidad.
los otros la de los códigos, los de mas acá la ¿Para qué nos cubrimos nosotros en- el dia
de los gobiernos. con hojas mas perfeccionadas, i, sobre todo,
I aquí tenemos de nuevo en campaña la mas compactas? para conseguir el mismo ob

apariencia i la realidad, tenérnosla mentira jeto.


en permanencia. ¿Para qué se inventaron las pantorrillas
Ése que en apariencia aboga por la aboli postizas, cuando usaba el calzón corto? pa
se

ción de las propiedades; en la realidad aboga ra que habia de ser, para alcanzar el propio

por ser él propietario. fin.


El otro que en la apariencia pide la estin- ¿Para qué se ha inventado el corsee, ese
cion de los códigos; en la realidad quiere que tormento voluntario que las mujeres se impo
los códigos siempre lo protejan nen diariamente, i ese otro mas moderno de

El de mas acá que en la apariencia habla, la crinolina? para conseguir ni mas ni menos

perora, clama por la- ruina :de los gobiernos; en el mismo fin. .'••'
ia realidad aloque aspira, con lo que sueña ¿Para qué se compone una fea, suspira una

es con ser él gobierno. coqueta, miente un enamorado, llora un poe


Si no me creéis, haced al proletario pro ta, habla de desengaños un engañado, de mi
llones pobre, de suntuosos banquetes un
pietario, al pleiteante; desgraciado, pleiteante un

feliz, gobierno al enemigo del gobierno, i pe hambriento, de honor un infame, de virtud


didles en seguida su opinión sobre la propie un' vicioso, de franqueza un hipócrita:, de je-
dad, sobre los códigos i sobre el gobierno. nerosidadün avaro, de sinceridad un hombre
Piegla jeneral: el hombre no dice nunca la doble, de sobriedad un ebrio, de lealtad un
verdad, es primero mártir que confesor. traidor? con .el mismo, con él mismísimo fin.
Pero hai algo mas raro todavía, i es que ¿Para qué se han inventado las visitas, los
miente sin intención, que dice mentira cre pésames, los. plácemes, losapretones de mano,
yendo decir verdad. los saludos, las sonrisas de intelijencia, las
Preguntad a un necio loque juzga de un protestas de amistad? para;,lograr un idénti
hombre de talento; a una mujer fea. lo que le co fin.

parece una hermosa; a un orador lo que pare ¿Para qué se han inventado las cortes i los
ce otro orador; a un cómico lo que le parece cortesanos, las embajadas i los embajadores,
otro cómico: aun ministro, a un periodista, a los pueblos i los congresos, los diputados ha
un hombre de partido lo que le parecen sus bladores i los diputados pensadores, las elec
colegas. ciones i los intendentes, las constituciones i
dirá la verdad, ni la fea, ni el ora las leyes que reglan su ejercicio, las rectas i
Ninguno
dor, ni el cómico, ni el ministro, ni el perio las curbas, las secantes i las tanjentes, los ca
dista, ni el partidario, ni siquiera el necio. minos reales i los vecinales? demás está con
Sin embargo, todos creerán haberla dicho, i testar.
se fincha i formaliza i se mete en
en la apariencia acaso así ha sucedido; pero ¿Para qué
en la realidad por nunca.
nunca su levita un ministro, i tiraniza a su mujer i a
Cuando se observan con estension todos todo el que bajo su férula cae, el aspirante que
los trabajos del hombre, sus deseos, esperan se arrastra en presencia del poderoso,, que se

zas i aspiraciones, pronto se descubre en cuan humilla, que se cuelga a su casaca, que barre
to piensa, dice, hace, una marcada tendencia sus antesalas? redundancia imperdonable se

a ocultar la realidad. ,
ria contestar: buscad un ministro que se finche
Por eso, ya que de definiciones estamos, i un aspirante que se arrastre, miradlos al
definirse podria el progreso humano: el triun rostro, i en el encontrareis una respuesta clara
fo de la apariencia sobre la realidad. i terminante, un triunfo espléndido de la apa
riencia sobre la realidad.
¿Qué es el vapor i la electricidad acortando
las distancias, sino un triunfo de la apariencia ¿Para qué se dividió el año en doce meses,
sobre la realidad? las estaciones en cuatro, los dias en veinte i
En la apariencia por medio de .la máquina cuatro lloras? para mayor gloria ni mas ni
de vapor el espacio se acorta, con el favor de menos de la apariencia; porque en la realidad
la electricidad este espacio casi no existe para el año para nadie tiene doce meses,, ni las es
la emisión del pensamiento, a que ella sirve taciones para nadie son cuatro, ni las horas
de alas; realizándose así en toda su aparente del dia veinte i cuatro.
verdad las palabras del latino: verba volant. ¿Cuántos meses tiene un año para el hom
Pero si en la apariencia el espacio se ha bre feliz?
abreviado parala marcha del hombre, i es ¿Cuántas estaciones tiene ese mismo año
casi nulo para su pensamiento; en la realidad para un enamorado?
el espacio es siempre el espacio. ¿Cuántas horas tiene un dia para el que lo
Lo propio que con el vapor i la electricidad, pasa al lado de la mujer que ama, para el que
sucede con todos los inventos, con los mas vé en él la realidad de sus sueños, de sus ilu
siones?
grandes descubrimientos del hombre.
¿Para qué se cubrieron nuestros primeros Ahora ¿cuántos siglos tiene un año, cuántos
22 LA SEMANA. Mayo 28.

inviernos, cuántas horas un dia para el que Cobarde amante no vi


padece, para el que espera sin esperanza, pa En vez de insecto dañoso
ra el que ha visto huirse la última ilusionen
Que tan solo para mí
compañía de la última peseta, su último amor Estaba
en compañía de su último rival, su último
en su labio, allí,
El beso tierno, amoroso.
amigo en compañía de su última casaca?
¿Para qué ha inventado la aritmética, esa
se
ciencia que se cree la exactitud, la realidad Las aves cuando me vieron
en persona? ni mas ni menos que con el Que estaba
junto ella, con

propio objeto que todas las invenciones del De ramaje salieron


su
hombre. I alegres todas batieron
Dos i dos en la apariencia son cuatro; pero Sus alas sobre la bella.
en la realidad nó.

¿Cuántos son para el que nada tiene?


cuatro Era la niña bonita,
Cuántos son cuatropara el que tiene ese mis Fresco su labio i se
mo cuatro elevado al cuadrado?
rió,
Su blanco seno palpita
ciencia
I tenemos
que la aritmética, esa

que, todos imajinan realidad, verdad, no loes


sino en la apariencia. Yo cojí la sansanita
Podríamos recorrer aun todas las demás Pero el beso se escapó,
ciencias, todas las artes, todas las industrias,
cuanto el hombre ha inventado o está por in
IL
ventar, i no veríamos en todo sino un triunfo
de la apariencia sobre la realidad,
es cierto que nada
LA GUINDA.
Ahora, amigo lector, ¿no
de aventurado han tenido nuestras definicio
nes del hombre ni del progreso? ¡Un dia de verano, el sol de enero!
Por eso si quisiéramos definir a su vez la ¡Quién aguanta el calor! Fuera locura
vida humana diríamos: —
Es una lucha cons Cuando hai en el jardín fresco sendero
tante entre la apariencia i la realidad, Con su techo de ramas i verdura,
La última palahra del progreso será, no hai
que dudarlo, el triunfo completo i sin vuelta ¡I el parrón es tan bello! ¡Hai tantas flores,
de la apariencia, Tan grata sombra i delicioso ambiente!
Cuando se ha dicho que el mundo es una 1 se escucha el murmullo de la fuente
mascarada se ha dicho una verdad incontes
Con que dice al arroyo sus amores.
table: El mundo es una mascarada en qqe

la apariencia es siempre la careta de la rea


Elisa me convida i yo la sigo
lidad,
Caminando tras ella silencioso,
Reasumiendo:
I ni tan solo una palabra digo
El hombre, es la mentira en permanencia.
El progreso, el triunfo de la apariencia so
De aquel propio silencio temeroso.
bre la realidad.
Ella al yerme callado se reía
La vida una incesante ilusión,
Con esa risa que al amor provoca,
Justo Arteaga Alemparte. I en su rosada i deliciosa boca
Su labio de carmín se estremecía,

TRADUCIDO
Ella, mujer al fin, encuentra luego
DE LAS Fácil salida a
posición tan dura,
I me muestra de un árbol la hermosura
Contemplaciones de Víctor Hugo.
Lleno con frutas de color de fuego.

I.
«Comamos guindas, coqueteando esclama
LA SAXSAMTA. «Voi subir para
a comer mejor.»
Ella i I el brazo apoya en la flexible rama
inquieta enojosa
Me dijo al verme a su lado Con porte airoso i sin igual primor.
«Siento en la espalda una cosa')
I vi en su cuello nevado Pone en el tronco su lijera planta
Un insecto color rosa. I comienza a subir; 'pero el vestido
Mayo 28. LA SEMANA. 23

Entre tanto follaje i rama tanta No habia mas que mirar a nuestro hombre
Se quedó entre las hojas suspendido. para ver en su fisonomía, en sus movimientos,
el tedio, el cansancio i el disgusto de que es
taba poseída su alma.
Yo la miraba desde el pié del árbol Su compañera no le iba en zaga. A cada
1 una pierna le vi, —

pierna torneada, instante echaba la vista sobre un reloj coloca


De tan suave perfil, tan delicada, do enfrente de ella, i lanzaba un débil suspiro
Cual el de Paros cincelado mármol. o hacia una mueca de disgusto.

Después observaba a nuestro hombre por


Rompe el amor la temerosa valla bajo los párpados, con esa maestría que solo
las mujeres poseen, i esclamaba a media voz
I me pongo a subir con devaneo,
con una mezcla de despecho i de desasociego:
Que en el desmayo de sus ojos leo
¿Si se -marchará alguna vez, Dios mió?

Lo que su boca celestial me calla, Carlos debe tardar poco en llegar. La hora de
la cita se acerca.
Ella una guinda con sus labios toma Dichas estas palabras, clavó sus dos gran
¡^volviendo la cara me la ofrece, des ojos negros sobre el reloj con tanta per
Yo me acerco a cojerla, i me enloquece sistencia, como si quisiera detener la aguja,
De flor tan pura el delicado aroma.
que ya iba a marcar las ocho de la noche.
El marido por su parte, porque ya nuestros

lectores habrán adivinado que estos dos e.spli-


Era Elisa
un encanto, era una hada,
naticos, eran una pareja matrimonial,
pren

Era rayo de amor, un embeleso;


un día un otro, sacaba a cada mo
cigarrillo tras
Yo loco de placer con su mirada mento su muestra i decia:

Dejé la guinda por tomar un beso. Que despacio caminan las horas; pero

aun mas despacio el injenio cuando se quiere

Santiago, mayo de 1859. inventar una mentira pasable. ¿Qué le diré a


mi pobre Delfina para marcharme sin desper
Camilo H. Cobo. tar sus celos? porque es necesario que me
marche: Andrea debe estar impaciente de tan
larga espera.
Un matrimonio encantador. Faltaba
minuto pa.ra las ocho. El disgus
un

to i el de Delfina aumentaban. Ya
desasociego
jalousie, si toutefois ilssont
Leur
no clavaba la vista en el
jaloux, est, á lout prendre, de bonne reloj sino en la puer
ta que servia de principal entrada al salón.
composition, non pareille a celle de
cenoir dcniond'Othello, qui étoufíe En esto su marido se acercó a ella i le
dijo:
les femmes dans un lit de plumes, Delfina,
mais plus digne de ees joyeux com-

un negocio urjente me obliga a
abandonarte. No te incomodes : pronto estaré
pagnons qui, lorsque le jc-ug matri de vuelta.
monial les fatigue, au lieu de se
tourmenter le cerveau pour une Delfina suspiró con fuerza. Su rostro iba a
fennne, en prennent sur-le-chaiap traicionar su alegría; pero conteniéndose, le
une autre— ou celle d'un autre.
contestó con un finjido jesto de desagrado que
Br¡¡ox(Beppo, historia veneciana.) le hubiera envidiado la mejor actriz.
I. _
Vaya Ud. vaya Ud. Siempre tiene nego

cios urjentes que le impiden hacerme


compa
En un salón en que el
i el gusto, per lujo ñía.
sonajes que casi siempre andan de riña entre El marido sin responder la besó en la frente
nosotros, hacian ostentación de toda su in i partió.
ventiva, se encontraban muellemente reclina Al ir a salir echó una última mirada sobre
dos cada uno en su poltrona, i a respetable Delfina i se dijo para sí:
distancia, un hombre i una mujer. ¡Cómo me fastidia mi mujer! —

El hombre tendría treinta años; la mujer Delfina por su parte esclamó:


veinte. Es decir, que ambos habian llegado a ¡Qué pesado es mi marido! —

esa edad en que el mundo empieza a verse por I dejó caer tranquilamente su bella cabeza
su lado real, en que el hombre se hace calcu contra el respaldo de la poltrona.
lador, frió, indiferente, i la mujer méjros es- Aprovechando de la postura de Delfina no
pansiva, menos sentimental i por ^consiguiente tomarán a mal nuestros lectores el que trate
.-íí"-
'

menos apasionada. mos de hacer su retrato, sin


embargo de que
La belleza i elegancia del .salón, lo5 primo es una de esas hermosuras mas bien
para vis
res
que en él estaban como amontonados, le tas que para descritas.
daban un aspecto tan alegre, que cualquiera Hai ciertas fisonomías que nos llaman la
hubiera apostado que sus dueñogeran dicho atención, que nos encantan, que nos electri
sos. Sin embargo, no era así.. Prueba terrible zan si se
quiere; pero que sí tratamos de bus
contra los que creen, qué la riqueza i el lujo car el por qué de la impresión producida no
son el núcleo de la felicidad.
\ lo encontramos. De esas era Delfina. Un pintor
24 LA SEMANA. Mayo 28.

no habría tenido nada que reprochar a sufren- —

No, Delfina, nó, solo desde anoche ha


te que era magnífica, a su nariz que era de dado en marchar demasiado despacio, contestó
una
pureza asombrosa, sobre todo entre las Carlos con intención.
americanas, a su boca que era un botón de Delfina hizo un jesto de disgusto, sus ojos
rosa, a su barba que era fina i casi transpa se clavaron en Carlos con una mirada llena de

rente, a su talle que era esvelto; pero nada compasión, i rodando su poltrona hacia él,
de eso era lo que formaba la belleza, el en que se habia sentado a alguna distancia, le
canto de esta mujer; era un no sé qué que ha dijo:
el i el
bia en sus ojos, en su sonrisa, en cada uno de —

¿No será, amigo mió, corazón no

sus ademanes; un no sé qué, que las palabras reloj el que anda mal desde anoche?
i hasta el pincel serian impotentes para tras —
Uno i otro, Delfina, respondió Carlos con
mitir. resolución.
Los que creen los ojos la facción decisi —
Me gustan a mas no poder los hombres
va, los batidores de la belleza, irían a buscarla francos: son tan raros, yo siempre he sido
solución del enigma, en la lánguida anima apasionada por todo lo fuera de lo común ;la
ción de sus grandes ojos negros velados por trivialidad me da dolor de corazón, me enfer
ma de los nervios.
largas i sedosas pestañas.
Los que creen que la sonrisa es la que
■—

-—Vamos, Delfina, deje Ud. a un lado ese _

decide de los atractivos de la mujer, irian a tono de broma, que en este momento viene
buscar la solución de ese enigma en las pala mui mal, i escúcheme Ud.
bras que asomaban a sus labios cada vez que -—¿Se enfada Ud. Carlos? Vaya, le escu ,

se entreabrían. cho.
Otros irian a buscar la palabra de esa be


Delfina? se acuerda Ud. de la primera

lleza en su nariz, en los oyuelos de sus meji vez que nos vimos? Fué en casa de la señora
llas o quien sabe donde. deT**
Pero, después de una madura observación, —
¿1 a qué viene todo esto, caballero?
todos verían burlados en sus investigacio
se —Escuche Ud. Delfina i lo sabrá. ,

nes; pues a nadie se le ocurriría que todo el —-Ya le he dicho a Ud. que todo lo vulgar
atractivo de esa mujer, lo que decidía de su me enferma,
belleza era su color: Delfina era morena; pero - —
Como iba a Ud. diciendo o recordando,
de un moreno que llamaríamos el tormento de continuó Carlos, como un hombre resuelto a

los pintores. ¡Qué moreno, Dios mió! Un mo hacerse escuchar, la primera vez que nos
reno mas trasparente, mas diáfano que el blan conocimos íué en. casa de la señora de T***
co porcelana de lasladies inglesas de pura ra Apesar de hacer dos meses escasos a que se
za; un moreno en que la sangre se veia circu habia casado Ud. ya su marido habia sido
lar por las venas; un moreno que Delacroix reemplazado en su corazón por. . . ,

no sabría encontrar ni a medias apesar de la


A qué vienen todos estos detalles, Dios


-

riqueza, de la superabundancia de colores de mió! ¿Se ha propuesto Ud. aburrirme con la


su paleta. Un moreno, en fin, que vale por historia de mis amores? Carlos, si Ucl. quiere
todos los blancos posibles i quizá imposibles. que le siga escuchando, tenga entendido no
Delfina era en una palabra, i para abreviar quiero que se me hable del pasado; porque
su 'retrato, una belleza que con justicia puede para mí no existe; tampoco del presente, por
Samarse peregrina. Hé aquí el único adjetivo que empieza a fastidiarme. Si Ud. quiere ha
blarme del porvenir, le escucho, de no me
que la conviene.
Volvamos a nuestra narración, marcho,

Señora, es Ud. una mujer sin corazón!


II, Gracias mil, señor, es Ud. un hombre ga

hora, justo, hacia que el ma


Un cuarto de lante hasta no mas,
rido de Delfina habia abandonado el salón, Perdone, Ud., Delfina-, pero.

. , ,

cuando un joven vestido con una elegancia sin Está Ud, perdonado,

-

de rostro alegre i animado, de ma Ya que Úd. no quiere, Delfina, que le re


reproche,
neras corteses i desenvueltas vino a reempla cuerde el pasado, no lo haré; está bien.
zarle. Ni el presente tampoco, amigo Carlos.

Cuando entró, Delfina estaba de veras impa Yo pertenezco a la nueva esguela, soi mujer
ciente: se habia levantado seis u ocho veces de del porvenir.
Pero. Delfina. es necesario.
su poltrona, habia mirado quinientas el reloj,

. .
. . , ,

habia bostezado i hasta habia dado unas cuan que hable a Ud. sobre lo ocurrido anoche en
pié el. baile. Pretende Ud. que sea ciego, so
tas pataditas encantadoras, con un mas . .

encantador todavía. bre lo que he visto, sordo sobre lo que he oido,


hace Ud. aguardar, amigo i que me calle sobre lo que he adivinado.
—Vaya que se

Carlos, "le dijo, cuando lo tuvo al alcance de Con qué esas teníamos? Con que está Ud.

su voz, con un que el desagrado, el


tono en celoso porque anoche en el baile he char
i el se daban la mano, An lado largo rato.
despecho desprecio . . .

da atrasado su reloj de Ud. , a lo que veo, de Toda la noche, señora.


algunos dias a esta parte. Bien, sea toda la noche, con mi primo

Mayo 28. LA SEMANA. 25

Eduardo. Pero, que quiere Ud. es mi primo, LOS


es tan amable, acaba de llegar de un largo
Cuento» de la Reina de Navarra
viaje, narra tan bien sus aventuras, que a una
se la pasan sin sentir las horas escuchándolo. ó

¿Hubiera querido Ud. que le dijera: retírate, EL DESQUITE DE PAVÍA .

***
porque Carlos de está disgustado de verte
a mi lado?
Contedla en cinco actos (1).

Delfina, basta de burlas. Lo que hai de PKRSONAJES.


cierto es que Ud. jamas me ha amado ni
Cablos V, rei de España.
ha amado a nadie porque. ..."

Por qué se detiene Ud. a medio camino, Francisco f. rei de Francia.
Gattinará, ministro de la casa del rei de España.
concluya Ud. su frace, que no habia de care
cer de efecto. .
¿No la concluye Ud.? Pues
. . Henrique d'Albret, jentil-hombre bearnés.
bien: yo la concluiré por Ud., por que soi una Babieza,, correo de gabinete.
mujer sin corazón, iba a decir Ud. , Carlos, Margarita, hermana de Francisco I,
¿no es cierto? Isabel de Portugal, noyia.de Garlos V.
I Delfina lanzó una estrepitosa carcajada.
Leonor, hermana de Carlos V.
Carlos palideció, sus manos se crisparon, un
sudor frió empezó a empapar su frente, sus Damas, caballeros, pajes, oficiales i carceleros,
La escena pasa en Madrid.
ojos se estraviaron i dirijia miradas ora terri
bles, ora compasivas a Delfina, que se habia
ACTffl I.
arrellenado mui tranquilamente en su poltro
Un salón del Palacio.
na.
ESCENA I.
Ese hombre amaba de veras. Ese hombre
tenia celos. CARLOS V, sentado en un sillona la izquierda, en

desabillé de terciopelo; GATTINARÁ de pié a su


Después de un largo silencio, Delfina se
enderezó en su asiento i, mirando el reloj, di lado.
gattinará.
jo con intención:

Van a dar las diez, mi marido no debe ¡Cómo, señor! ¿yo que creia que se me habia in
tardar. dispuesto con V. M. yo que esperaba vuestra vuel
,

Comprendo, señora, dijo Carlos, mor ta a Toledo como la señal de mi dssgracia, recibo
diéndose el labio inferior hasta hacer brotarla de mi señor, del el título i el
poderoso Carlos V,
sangre, comprendo, señora, comprendo. Me empleo de ministro del palacio?
arroja Ud. de su casa, donde no soi ya sino un CARLOS v.
estorbo. Gracias, señora, gracias. Es Ud. un
Para que el humo del poder no se te suba a la ca
ánjel tenemos que decirte cuales son las razones
Malo, ¿no verdad? Delfina beza,

esagregó son

riendo. porque te hemos escojido a tí, simple segundón de


Carlos nada contestó. Hizo un saludo gla una casailustre, i dádote la preferencia sobre los
cial a Delfina i fué en busca de su sombrero. demás. Tuque eres joven i sin esperiencia, tu te de
Al tomarlo arrojó una última mirada a Delfi jarás guiar por mí como no.tienes fama de polí
na i dijo a media voz: tico, no te atribuirán a tí como lo hacian con el

-¡Es un demonio! viejo duque del Infantado, tu predecesor, todo lo


Delfina, por su parte, cuando lo vio salir que yo audaz o hábilmente emprenda. En fin,
tu
esclamó, soltando una carcajada: tienes una ambición, una ambición desenfrenada.

¡Es un necio!
III. (I) Señor D. Fernando Zegers,
Pocos momentos después llegó el marido. Santiago, mayo ík de 1859.
Querido amigo i : Al publicarse esta traduc
maestro
Delfina, al verlo, le dijo con un tonito de ción de una de las mas bellas producciones del injenio
reprensión que daba deseos de cometer mu de Scribe, he querido que su nombre de Vd. vaya al
frente de ella. jM a quién pudiera yo mas justamente
chas faltas para ser reprendido a cada minuto.
dedicar mi trabajo?
¿Ya volvió Ud,? Creí no se vendría en
- —

Vd. que pudo enseñarme lo que sé de las lenguas


toda la noche, española i francesa, Vd. que supo inspirarme el gusto
-.—
¿Anjel mió, me aguardabas? por las ricas literaturas de ambos pueblos, es el verda
lo hago todas las noches? dero autor de mi traducción.

^-¿Pnes no
SI en algunas ocasiones me lie separado del orijina!,
-^-Es verdad. Esta mujer me adora, dijo
he creído encontrar razones para ello. Los que, como
para sí el marido. Vd., poseen con perfección ambos idiomas, se hacen

¡Qué bueno es mi marido! se dijo para su cargo de la dificultad que ofrece la traducción de las
obras dramáticas, trabajo ingrato por demás i que no
capote Delfina. tiene entre nosotros ninguna especie de remuneración.
¡Qué matrimonio tan encantador! deci

Por lo mismo que nadie es mejor juez queVd., tam


mos nosotros i para nosotros, lector amigo.
poco habrá ninguno que sepa, con mayor prudencia,
disimular las faltas que contenga esta versión de su
Justo Arteaga Alemparte. siempre agradecido discípulo,
Hermojenes de Irisarri.
h
2G LA SEMANA. Mayo 28.

GATTINARA. Carlos v, con


frialdad.
¡Ah, señor! ¡Debe ser mui joven!...
CARLOS v. gattinara.

No te disculpes. principal mérito a mis


Es tu Mucho, señor, .

ojos. A mas, lo que perjudica a los hombres de .


carl'os v.

estado son las mujeres; por ellas se perdió el rei ¡Pues!.... Noble proceder. Difícil seria rehusar-
de Francia, el caballero Francisco I, en otro tiem de el tal permiso si se le diese audiencia. (Con len
po mi rival i hoi mi prisionero aquí, en Madrid. titud). I por esto.
Por ellas el duque Felipe de
Austria, mi padre, es . . gattinara.

puso un trono i ¡su vida quizás! i yo mismo, (¡es ¿Le concede V. M. esa audiencia?
to debe estar la
sangre) casi he comprometido
en CARLOS v.

veinte veces los planes mas hábilmente concebidos Componte como puedas, Gattinara, para apla
por un antojo, un capricho del momento.... amo zarla indefinidamente A otra cosa.

res que no duraban mas que el espacio que media GATTINARA.

entre un deseo i un pesar mientras que tu Gat I este es el asunto mas importante i mas grave.

tinara yo te he observado impasible i frío. ¿Qué conducta deberé observar con el rei Fran
GATTINARA. cisco I, vuestro cautivo? Tres meses hace que está
¿Lo cree V. M.? prisionero en Madrid, sin que haya podido, apesar
CARLOS V. de todas sus instancias, obtener una entrevista de
ahí porque te he nombrado ministro.
Sí, i lié su hermano el emperador Carlos V. ¿Cuáles son las
Ahora hablemos de negocios. ¿Qué tenemos esta intenciones de V. M.?
mañana? Carlos v, con aire distraído.
GATTINARA. ¿Mis intenciones?
Desde luego, señor, que V. M. fije el dia de su GATTINARA.

matrimonio con la Infanta doña Isabel de Portugal! ¿Consiente V. M. en verlo i en hablarle?


CARLOS v. garlos v.

Recien llego i apenas si he tenido tiempo de ¡No! .

mirarla; pero tu Gattinara que el año pasado es GATTINARA.

tuviste seis meses en Lisboa como enviado es- darle la libertad?


¿Luego pensáis en

traordinario, ¿tú veías ala princesa Isabel? CARLOS v.

gattinara, con embarazo. ¡No!


Sí, señor! GATTINARA.

CARLOS v.
Entonces, señor, qué queréis hacer?
I mui a menudo, según dicen. CARLOS v.

gattinara, lo mismo. ¿Tú no adivinas?


Algunas veces, señor! Sobrina del rei Manuel gattinara, tímidamente.

cuya hija aun existia, la Infanta Isabel vivía en la Casi Creo, 'si se me
permite decirlo, que Y.
soledad, ordinaria herencia de príncipes sin crédi M. trabaja en este momento en no hacer nada, i
to; se le encontraba también mui poco mérito; cuenta conmigo para que le ayude a fin de obtener
pero después, i gracias a las circunstancias, ha ad por la impaciencia i el fastidio de la cautividad .

quirido mucho. concesiones que jamas se hubieran hecho.


CARLOS v.
Carlos v, mirando a Gattinara con bondad.
Hoi la veré en misa i mañana a la tarde en su ha ■

Mucho tiempo hace que estás de pié, Gattinara.. .

bitacion, donde deseo que haya recepción; tu se siéntate


lo harás saber. En seguida ¿de qué tienes que ha
gattinara, rehusando.
blarme?
¿En presencia del Emperador?
gattinara, abriendo una cartera. carlos v, invitándole:
De una audiencia pedida a V. M. Emperador lo quiere (con bondad). A ti fué a
El
CARLOS v.
quien desde luego yo mismo propuse, hallándome
¿Por quién? en Toledo, para la custodia del rei Francisco I,
gattinara. nuestro hermano Qué ha pasado con él?
Por un francés, el conde Henrique d'Albret que quiero saberlo todo lo primero, su entrada en

ha sido herido en Pavía. Madrid.. ..

CARLOS v. GATTINAnA.

¿Qué viene a hacer a Madrid? Ha sido magnífica hubiérase dicho que no


gattinara.
| era la de un cautivo, sino la de un vencedor, la de

Pide participar de la cautividad del rei Francis que entraba en su capital. Los espa-
¡ un monarca
co I. su señor. I ñoles gustan de los valientes, señor; i un rei que,
L 'JMá
Mayo 28. LA SEMANA.

rodeado, de veinte bravos, habia combatido hasta j cio de las calles-


no es menos profundo que
eT'd^6/^ .

ei último momento contra un ejército entero, ese los caminos, i la luz del gaz es por lo menos tan
rei caballero, que habiendo recibido ya tres heri dudosa como la de las estrellas (verdad que si fue
das rehusaba rendirse al condestable de Borbon, a se bien apreciada, decidiría a nuestra Municipali

un traidor, i escojia a un leal oficial, a un español, dad suprimir un gasto que solo tiene lucimiento
a

para entregarle su espada que este recibía arroda durante el dia) En cuanto a los aguijones noctur
.

liado todo esto habia exaltado las cabezas; las nos de la imajinacion, en ninguna parte son tan

casas estaban empa vezadas con las armas de Fran poderosos como en una ciudad populosa, sobre
cia; ramos i flores alfombraban las calles i todos todo en Santiago, reunión confusa de elegantes
los balcones estaban guarnecidos de lindas damas casas, modestas habitaciones i pobrísimos asilos,
que ajitando sus pañuelos esclamaban: ¡Viva el rei que se levantan caprichosamente las unas junto
a

de Francia! los otros i realizan un delicioso Polichinela arqui


Carlos v, haciendo esfuerzos para sonreírse. tectural.
¿I el rei de España? Esto que ahora os digo u os escribo, benévolos
Gattinara. lectores, lo pensaba en noches pasadas, de las do
Poco en él se pensaba aquel momento; lo
en ce a la una, término medio entre los pocos relojes
que a mi no dejó de chocarme i disgustarme pro públicos que cuentan las horas a los vecinos de es
fundamente. ta capital. No tenia cita a
que acudir, sentía poco
{Continuará.) sueño i el temor de una constipación no inspira
serios cuidados antes de los cuarenta; seguía, de
Ecos de Ea sessaana.
consiguiente, distraído i sin darme prisa el camino
Santiago, mayo 27 de 1859, de mi A poco andar, entré en una de esas
casa.

calles en que la lei de los contrastes pesa con mas


Sumario. —
Efectos nocturnos de óptica i acústica,—Lo
que cuesta un consejo gratis. —
La universidad i el fuerza, en una calle del mas exajerado romanti
almanaque. Fraternidad

universal.— Eterna dicta cismo. No habia claridad ni ruido;— la oscuridad
dura.— Segunda vista. i el silencio conducen a la meditación.
De quién será esta bonita casa? me preguntaba
No hai nada como el miedo o el misterio para
al pasar por delante de un edificio de suntuosa a-
exaltar la imajinacion. Qué aprehensiones tan es- En este
trañas, qué ideas tan caprichosas, qué suposicio pariencia. Ah! ya recuerdo es de X
momento se mete sin duda en cama, i mientras su
nes tan exhorbitantes no acosan el ánimo del que
cruza a solas un camino a la hora en que el gallo
criado le saca las botas, un pensamiento ingrato
canta por segunda vez, es decir, después de me le preocupa ostensiblemente: es un pensamiento

dia noche. El silencio universal de esa hora deja paternal.— Tres visitas en una semana! tres horas
cada una! loque hace en todo nueve horas
ocioso el oído, la oscuridad menoscaba la vista, el
bien empleadas por cierto! No se ha desprendido
frío entorpece el tacto, el polvo absorbido por las
narices falsea el i la botella de un momento del lado de Carolina.... Siesta mu
olfato, aguardiente
chacha cometiese la locura Voto a! casar a mi
que se esconde en las alforjas no permite al pala
figurín No ha de ser mientras
dar sino mui de tarde en tarde un pasajero ejer hija con un

cicio; pero, en medio de esta inacción de los senti yo viva!— i preparándose a pasar de la vijilia al
dos, ia imajinacion retoza a sus anchas. El sueño sueño, persigna, bosteza i entre la señal de la
se

cruz i la espansion de la boca, murmura mas tran


del mundo real despierta los mil mundos de
nuestros sueños, mientras que las potencias cor quilo: yo pondré remedio.

dormitan medrosa incertidumbre. A Entretanto, la sospechada Carolina, fresco pim


porales en se

mejante hora todo parece verosímil; hai fascina pollo, festiva criatura rubia como una ¡espiga de
ciones como las de un opositor i pavores como los trigo, ha entrado en su dormitorio, se ha mirado
de un ministerial en dias de revolución. Un cami al espejo i ha comenzado también a pensar consi
sueño vendrá mas tarde a sus
nante, por prosaico i escéptico que sea en la vida go misma; pero el
sedentaria, cuando viaja solo por un camino en párpados i el mouólogo será mas largo i mas...,.
medio de la noche, seguro está que no se haga ¡Qué miserable aspecto el de la casa siguiente!
poeta i rime fantásticas estrofas, mecido por el
Es uno de los escasos vestijios inmuebles de la re
vaivén de su caballo puesto al trote corto, verda pública del año 10. Aquellos hombres estaban
mui atrasados, no sabían edificar, ni andar en co
dero símbolo de la resignación perseverante.
Ahora, entre un viajero que atraviesa los campos che, ni comer bien, ni vestirse con gracia, ni tan
Verdad es
i un honrado vecino de Santiago que se recoje a tas otras que ahora sabemos
cosas

i conservar la indepen
su casa
bajo idénticas condiciones de tiempo, no que supieron conquistar
encuentro otra diferencia notable que los medios dencia de nuestra tierra, las franquicias desús hi-
¡os i unas cuantas mas; pero todo eso
pamplinas
de locomoción; el uno se sirve de cuatro i el otro l

generalmente dedos pies. Por lo demás, el silen I no tenia realidad ni aplicación útil; era pura me-
28 LA SEMANA. Mayo 28.

tafísica; i sobre todo, el tiempo es un glotón insa imposible, sobrehumano, en un falsete-Mamoni,


ciable, i la herencia de nuestros padres no le hada vino a arrancarme exabrupto de tan deliciosa ocu
do mucho trabajo para engullírsela. —
El de pro- pación.
f unáis de aquella altisonante poesía lo habia en Era un retoño del patriarca Noé que, tratando
tonado Rioja anticipadamente: de reproducir en tierra firme los balances del bu

Las torres que desprecio al aire fueron que en alta mar, habia ido a encallar su cabeza,

A su gran pesadumbre se rindieron. a guisa de proa, en el abdomen de un sereno que,


a guisa de banco de arena, estaba durmiendo por
Los habitantes de esta casa-reliquia no son mas
casualidad.—Unos cuantos planazos, ajustados a
afortunados que su fachada. Es un trio femenino:
ordenanza, vengaron con usura al desvelado guar
una pobre viuda i sus dos hijas. La primera está
dián de la seguridad pública. . . .
pero nó a mí.
ya acostada si no dormida, las segundas cosen jun
to a una mesu. Que bonitas muchachas! un viso El eco de aquel desesperante falsete me persiguió
hasta mi casa i creí oírlo en sueños como el soni •

de seriedad i tristeza echa comovelo traspa un

risueños semblantes, llenos de do del cuerno de Rui Gómez ¡de Silva.— Dios os
rente sobre sus

libre, lectores, de semejantes ecos, sobretodo si


graciosa resignación. Trabajan despacio, porque
el frió entorpece sus manos i la tarea, prolonga salen de un cuerno.

da con exceso esta noche, comienza a marcar en

sus facciones la palidez de la fatiga. Qué intere Dos cosas, cuando menos, dan los amigos gracio
samente: cigarro iun consejo. Sin tomaren
sante cuadro! qué feliz conjunto! juventud, belle un

za i trabajo!
cuenta que los consejos gratuitos son una de las
En este momento se cierra la puerta de la casa catorce obras de misericordia, constituyen ademas
vecina. Es esta construcción indefinible. Se
una entre nosotros una práctica administrativa; nues
ha tros consejeros de estado, como sabéis, no son re
gún todas las conjeturas esteriores que puedo
tribuidos.
cer, parece datar del año 23, haber sido refaccio
nada después del 29,:remendadael 41, repintada Esto tuvo presente sin duda don Honorato cuan

diez años mas farde i estucada no ha mucho. Es do en dias pasados entraba en casa de su amigo
don Fructuoso Gavilán, en busca, no de un cigarro,
tejas i maderas. Quién
charada de barro, —

una

Si sino de un consejo.
vive en personaje político
ella? —
Un
Es don Honorato hombre que podría decirse
lencio.l no interrumpamos las combinaciones de su un

fantasmagoría.
de buen sentido, sin el candor de su buena fé, i
Estoi enfrente de la casa de P. . .—Es proba de provecho, sin la irresolución de su jénio. Pero,
ble que algunos de mis lectores hayan asistido aho ■

desgraciadamente, no conoce mas dobleces ni plie


ra dos meses a su matrimonio con Deidamia, Q...' gues que los de una carta; i antes.de emprender
un viaje cualquiera, hace i deshace cinco .veces
codiciable lote femenino, que le adjudicó su buena
estrella.— Pero Deidamia aun no se ha acostado lá maleta. Por lo demás es intachable; —
no escribe

ni parece que tenga mucho sueño. Sentada delan para la prensa i tiene dinero.
en deshacerse el tocado El señor Gavilán es otra cosa; es todo un honir
te de un espejo, se ocupa
contrariada im bre vivo, quien la fortuna
a hace tiempo le ha
pausadamente para engañar su

ha recojido todavía. El lu bría hipotecado sus fincas, si las tuviese.


paciencia. P. . . no se

nes volvió a las once, anoche a las doce, esta no —Buenos dias, don Fructuoso, —comenzó don
claro que será mas tarde. La luna — Honorato alargándole la mano.
che. . . .es

lie miel ha entrado en el segundo cuarto men Felices, amigo mió,


respondió Gavilán; i

entreviendo con espanto en la actitud de su visi


guante.
Si no me engaño aquel que se introduce en su tador deplorables tendencias a conversar largo,
casa silbando la romanza de Lucrecia, es mi ami se apresuró a agregar:
no cabe duda. El I qué vientos me lo traen a Ud. 'por esta su
go Favio. Va de buen humor,

casa?
pulso tampoco habrá estado malo, i las carambo
las habrán sido abundantes. Es una pasión desor —

Tengo dos asuntos entre manos que quisiera


denada la que tiene al billar i a la astronomía: los ver terminados; pero antes de resolverme, desea
ría mucho saber el parecer de Vd.
cuerpos esféricos lo fascinan, lo sacan de qui
vocación la —Mi parecer?.... i para qué?
cio. —

¡No permita el cielo que su a

ciencia de los Caldeos lo encumbre hasta Santa-



Va Vd. a oir.

Lucía i desde allí nos aseste el telescopio! Qué ho


■—
Ya escucho.

rror! volumen de observaciones sobre


un nuevo

Sabrá Vd. que pienso dar a interés unos po
reales i tomar una esposa.
nuestras costumbres! i en ingles! i en cuartoma-
cos

vor!

Mui bien! Es decir que anda Vd. en 'dares i
mi ambulante monólo tomares. Pero hasta aquí no veo......
•A este punto llegaba en

go, cuando un ai! estridente, dado en un falsete —Qué me aconseja Vd?


Mayo 28. LA SEMANA. 29


Sobre qué?" sobre el préstamo o sobre el ca Qué hace Ud? —
le pregunté.
samiento? Estoi pensando si entraré en aquella joyería pa

Sobre ambas cosas. ra ver de vender por cualquiera cosa estas zaran

Entonces partes. A quién quiere Vd. dajas que, como Ud. sabrá, ya sirven, si

vamos por no me o

prestarle su dinero? ¡ré antes al concurso de un tal Orestes Alegría



A un joven Alegría que, me dicen, es mui la que Qué me aconseja Ud?
borioso i tiene una
propiedad Vd. debe de —

Haga Ud. como mas le cuadre.


conocerlo. —

Entonces, sigo el consejo de Ud.



Sí, creo que hai algo de eso. I nos despedimos.
En tal caso, que le En de luces i cordura, la nuestra,
Vd., opina preste? una era

como

Si le inspira a Vd. confianza los Salomones i los Sanchos empuñan el cetro i se

Sí, sí; la opinión de Vd. me decide; haré que dan la mano; los siendo caballeros
Quijotes siguen

se estienda la escritura. I mi matrimonio, qué dice andantes.


Vd. de él?

Cuál es la novia, si se
puede saber? Se ha discutido no ha mucho i casi se ha re

Ah! no ha caído Vd
MariquitaB suelto en la universidad la cuestión siguiente: Si
I están allanados los preliminares, el consen

el discurso que un miembro de este sabio cuerpo
timiento de la novia aunque ese puede omitirse; debe pronunciar o leer al incorporarse en su seno,
pero el de la familia, el de los padres? leido o pronunciado seis años mas tarde, se ha

—Todavía nó; pero pienso, si a Ud. le parece, pronunciado o leido oportunamente. A primera
pedirla. vista la cuestión es gramatical i estrictamente aca

—Si Vd. cree que han de dársela, pídala. démica, aunque hai quienes piensan que es atmos
I si me la niegan

férica, i llevada al terreno de las aplicaciones, no



No la pida Ud. cabe duda que quitaría de un golpe a la Facultad

Pero deseo casarme. de Teolojía tres de sus. miembros, que están hace

Cásese Ud. largo tiempo en el pleno goce de otros tantos si

Entonces, es cosa resuelta: sigojel consejo de llones universitarios. Pero, como veis, si la con

Ud., la pido i me caso. I ahora mismo voi a com troversia tiene algún interés, no es para las cien
prar para regalarla Qué le parece a Ud. cias o las letras, que no tocan en el asunto pito ni
que compro? caja, perdonándome esta vulgaridad poco acadé
Ah! quiere Ud. desde luego pensar en las

mica.
arras? Me parece bien i le aconsejo a Ud. que com Entretanto, os estoi hablando de la Universidad
pre un aderezo de perlas que he visto en la joye como si la conocierais, lo que bien podría no ser,
ría de K. es bonito i barato. Dígale Ud. al
... sino sois bachilleres o licenciados en alguna facul
joyero que va de mi parte, para que no le suba el tad o compiladores de testos didácticos, aproba
precio. dos por supuesto. De aquí en fuera, la influencia

Perfectamente! es Ud. incomparable, amigo de esta corporación en nuestra vida intelectual es
mió, i jamas podré pagarle a Ud. tanta bondad. casi nula. I sin embargo, la preside un venerable
Adiós, hasta luego. injenio, que muestra en su cabeza blanca, no tan

Hasta mas ver. to las huellas de los años, como los vestijios de

Don Honorato, víctima siempre de su indeci una laboriosidad constante, inmensa i fecunda; i
sión, procedió desacordadamente al poner en obra en sus honoríficos asientos es- fácifdistinguir la

los consejos de su amigo. Compró el aderezo pri flor i nata de nuestros talentos e ilustraciones.

Asi, seria lamentable error, decir que la cien


mero i elevóseguida la solicitud matrimonial.
en un

siguiente, recibía una negativa a sus pre


Al dia cia no tiene voz entre nosotros, cuando lo que le
falta es eco. La sordera intelectual es mal endé
téndenos, i no sabia que hacerse con las perlas.
Pocashoras mas tarde, si hubieseis entrado en, él mico de nuestra tierra i hace que en el orden de
escritorio de Gavilán, le habríais visto asentar en la inteJijencia se reproduzca un fenómeno bastan
su libro de caja estas dos partidas: te frecuente entre los artilleros, a quienes el es
A dinero recibido del joyero W. K. . .
\ tampido del cañón vuelve a la larga tardos de
por realización de un aderezo de mi j oido.
finada esposa, que le tenia consigna- ¡
do ps. 517,50 ,
Tampoco seria justo negar que la organización
imperfecta de la docta corporación se presta a las
A id. id. de Orestes Alegría por can-
j mil maravillas para aislarla en su movimiento. En
celacion de su pagaré a m¡o. ...» 2.435
la esfera de la intelijencia, mas que en otra algu
la libertad es el ájente forzoso de su acción
El martes, si mal no me acuerdo, al doblar ima na,

esquina me encontré con don Honorato, que es- progresiva, como las sujeciones i trabas el orijen
taba parado como esperando a alguno. de su inanición.
30 LA SEMANA. 28.
Mayo
-

En cuanto a los discursos académicos de que distas i no seria discresion sacarlos de su escon

hablábamos, han promovido diversas apreciacio dite; lo cual significa que las soh'ics aun no

nes, no de
mérito que es indisputable, sino do
su han comenzado. —

Los trajes de paseo i visita son

su oportunidad. No habréis dejado de oirías, que los únicos que se prestan a la observación. Está
ridos lectores, i acaso
pensaréis como yo, que nun resuelto que el vestido no lleve mas que una

ca está de mas leer el Almanaque. falda, se toleran sin embargo hasta dos, pero tres
de ningún modo; i es casi indispensable que en

do mis lectores habrán tre en su composición la quilla, precaución marí


Supongo que algunos
tima mui acertada en mares tan borrascosos como
asistido a la reciente exhibición de osos, inaugu
los nuestros. Los reparos contra el frió que se han
rada esta semana; aunque no avanzaré igual supo
estimado mas poderosos i felices, son los burnous
sición hasta mis graciosas lectoras, que sin salir de
ademas pa i las levitas, notable usurpación de nuestra pro
casa ven satisfecha una novedad vieja
ellas. Pocas habrá que desde algún balcón o piedad, pero inofensiva si no va mas abajo. Entre
ra
mucho menos, desde la los colores decididos i enérjicos el negro azabache
ventana o, lo que se estila
es casiesclusivo, i en los medios colores manifies-
de calle no vean diariamente mas de un
puerta el gris-raton i
oso.
j tan igual propensión al monopolio
el café-puro o con mui poca leche. Los peinados
Esta curiosa exhibición no tiene, pues, atracti
se mantienen inalterables. El mayor número que

vos sino para el sexo masculino, que puede con


debe calzar un pié femenino es el
en ella una nueva fórmula del progreso.
templar En la sección masculina, los menchicoffs, scotch-
Es delicioso, en verdad, observar a aquellos ani-
man i demás abrigos tártaros i septentrionales
malitos, colocados casi a la altura de nuestra ci
prolongan mas i mas su lonjitud; las levitas, por
vilización, amaestrados en la danza, el pujilato i
el contrario, van acortando mucho sus pretensio
la gastronomía, que hacen lindas piruetas, tragan
nes en este orden. Las corbatas —

devantales, que
enormes bocados con envidiable apetito i se dan
también dominaron el invierno pasado, están hoi proscritas
do trompiscones con su tutor, A veces se

familiaridades mas íntimas i es-


en jeneral, prefiriendo los hombres de buen gusto
toman con él otras
su injenuidad e dejar a la vista o encubrir a medias con una cor
pansivas, pero propias todas de
bata larga el candor déla camisa. Nótase enj
infantil cultura. Tierno espectáculo es este sin du
tretanto, que los pantalones van tomando un ca
da para todo filántropo; i los amigos del progreso
rácter musulmán mui alarmante. El orientalismo,
no pueden menos que mirarlo como un gran paso
lo he temido siempre, parará por subyugarnos.
dado hacia la fraternidad universal.
ha Ninguna otra revolución puedo apuntar en los
Nuestra hermana del Norte es la que nos en
dominios de la moda. Los coches llevan siempre
viado esta nueva espedicion. La poderosa república cuatro ruedas i los vecinos de Santiago dos pies.
no deja por anexar pi los osos.

Nuestra sociedad continúa bostezando. Solo de


Con el invierno, las cordilleras dan nuevo espe
tarde en tardesuspende tan espontánea ocupación
sor a su manto de nieve i nosotros, pobres
mor

nuestros vestidos de lana. Si en algo son para oir alguna triste historia o llorar desgracias
tales, a
íntimas. Hablábase ayer, en el salón de la señora
aquellas superiores a nosotros, es en la simplici H de un matrimonio reciente i ya mal aveni
dad de su traje, que les cae del cielo, como el ma
do. Muchas lástimas se habian prodigado a la es
ná a los nietos de Jacob. Mientras tanto, nada re

posa poco afortunada, cuando la señorita de la


vela mas nuestra inconsistencia i pequenez que la
casa, la preciosa Lesbia atolondrada solterita de
necesidad de vestirnos por piezas i a compás. Para
diez i siete años, observó a su turno con chistosa
colmo de tribulaciones, la civilización nos ha traí
gravedad:
do la moda, el peor de los despotismos i el mejor
—Le aconsejé tanto que no se casase! Bien sa
medio de despotizar. ;La naturaleza, por su parte,
bia yo lo que esel matrimonio!
no parece sino que coopera, con el cambio
de sus
Qué dices niña? replicóla vivamente la
— —

se
estaciones, a las volubilidades de esta vieja co ñora H.....
queta .
• —

Nada, mama! Si es que


Como ya sospechado, lo dicho no es
habréis
Domlwio Arteaga Alempaute.
mas un preámbulo psicolójico, un exordio de
que
retórica, porque mi intención, (perded cuidado,
lectores,) es simplemente hablaros de las modas Despedida.
de invierno, Sabemos que en pocos dias mas el distin
Al Cesar lo que es del Cesar; las vuestras guido señor Luciani debe dejarnos para regre
primero, jentiles lectoras. Me es sensible desde sar a Europa.

luego no deciros nada de los trajes dé


poder Desterrado de su patria desde 1849 como
'

■o>ée, que están todavía en la mente de las mo- ! miembro de la Asamblea Constituyente roma-
I

Mayo 28. LA SEMANA. 31

na, el doctor J. B. Luciaui llegó a Chile hace de un congreso de las cinco grandes
potencias eu
aüo i medio i se estableció en esta capital, ropeas para que resuelvan por sí i ante sí la cues
donde ha practicado su profesión de médico tión pendiente. Sin embargo, como las bases que
con la intelijencia el celo i el desprendimiento el Austria propone, como punto de partida para
mas recomendables. las discusiones de ese congreso son inadmisibles,
Santiago, 'no lo dudamos, sentirá vivamen por mas que lo contrario digan la Inglaterra i la
te la do este caballero que a sus vas
pérdida
tos conocimientos, a la dignidad de su carác
Francia, es mui de temer que tras largas i fatigo
sas discusiones, la
ter i a la rectitud de sus juicios, une los mas diplomacia tenga que darse por
bellos dotes de la intelijencia i del corazón. impotente i ceda el paso a las armas, esa última ra-

tio regum.
Quien ganará con todo esto es el Austria, que
Cs'óislca de la qfuineena. decidida como está por la guerra, solo quiere ga
EUROPA.
nar tiempo para prepararse a ella con espacio.
La
espectativa es lo que caracteriza la situación Si las hostilidades
se rompen, la guerra será,
del viejo mundo en estos momentos. Todos los mal que pese a los optimistas, jeneral. Ni una so
ojos están fijos en la Italia donde parece que está la de las grandes potencias europeas, dejará de
el nudo gordiano de la política europea.
tener comprometido en ella algún interés de vital
¿Cómo so desatará eso nudo? Hé aquí la cues —

importancia para su ambición i su poder presentes.


tión que tiene en alarma a las esferas todas de. la
¿Saldrá de ella la libertad i la independencia de
sociedad europea: capitalistas, industriales, ajio- la Italia? Puede ser.
tistas, diplomáticos, hombres políticos, demócra
¿Saldrá de ellala ruina del Austria, la revolución
tas i aristócratas, rojos i moderados, hombres de de la Francia, el triunfo de la democracia en Eu
guerra i hombres de paz.
ropa? También puede ser.
Las simpatías por la Italia, esa cuna de la civi
Todo es, pues, dudas, temores, desconfianzas,
lización del occidente, esa madre del jénio en la
oscuridad, caos. Pocas veces de algunos años a
poesía i el arte, son jenerales; pero no así los
en
esta parte ha ofrecido la política europea un hori
deseos de ver encendida la guerra. Los hombres
zonte mas revuelto, mas rebelde a las conjeturas.
de bolsa, sobretodo, son los mas empeñados en
Por nuestra parte hacemos votos porque sea la
predicar la paz, en disipar de los ánimos todo
causa de la democracia i la libertadla que aprove
temor de guerra. Aun entre los partidarios. mas
che de todas estas emerjencias.
decídalos de la libertad italiana no faltan tampoco
La vida interior de los diversos estados euro
quienes prediquen la paz, por la desconfianza que
peos poco o nada ofrece de notable. La Francia,
les asiste de que el desenlace de la guerra no sea
siempre bajo la bota imperial, está muda. Su ve
para la Italia libertad, sino solo un cambio de do
minación.
cina, la España, ocupada en charlar en sus Cortes ¡
en acusar ministros por dilapidaciones escandalo
Sin embargo, mientras unos predican la paz,
sas hechas a su tesoro. El ministro O'Donnel soste
mientras otros tratan de probar la imposibilidad de
niéndose mal que mal a favor de la fatiga que pesa
la guerra, el Austria continúa haciendo sus apres
sobre los partidos. Los recelos del gabinete español
tos militares, artilla fortalezas, acordona rios, mi
con el de Washington por motivo de las pretencio-
na puentes, mueve nuevos cuerpos de tropas so

bre las fronteras del


nes que se suponían a este último de apropiarse
Piamonte, que por su parte no

verdadero volcan.
a Cuba, parecen terminados. Los sentimientos ma
<a duerme. La Italia toda es un
nifestados poriel nuevo enviado de la Union cerca
De todos sus estados, sobretodo de Lombardía i los
del gobierno español son sobrado pacíficos i tran
ducados, la corriente de emigración al Piamonte,
se hace cada dia mayor. Se asegura que la lejion quilizadores.
La Inglaterra por su parte está de parabién. La
italiana que forma i mandará Garibaldi monta ya
hombres- insurrección de la India ha sido completamente
a mas de 6,000
i sofocada. Los rebeldes batidos en todas partes,
La guerra, es pues, la esperanza de la oprimi
han visto agotarse sus tesoros, dispersarse sus
da Italia. Ojalá no sea falaz como toda bella espe
ranza!
fuerzas, i han tenido que tomar la fuga. Los prin

Entro tanto la diplomacia ajila se como es de cipales jefes de la rebelión, entre los que se cuen
ta Nana Saliib, Begum i muchos otros, eran acti-
regla, hai unnutrido[fucgo graneado denotas diplo
por las tropas
Inglaterra parece que quiere a todo | perseguidos
vamente inglesas.
máticas. La
trance evitar la guerra. Lord Cowley, trabajaba Ahora de la Inglaterra depende el que la insu-

activamente en Paris en este sentido. El ministerio


l rreccion índica haya dicho su última palabra. Si

francés muestra,
se a lo que
traspirarse puede, se ; sorda a la lección que acaba de recibir continua
mas accesible de lo que se aguardaba, a resolver ! tratando al Indos tan como pais conquistado, la
lodas las dificultades a punta de diplomacia. insureccion volverá a estallar de nuevo, i antes de
A este propósito se habla de la próxima reunión | mucho, mas estensa, mas pujants i terrible que
32 LA SEMANA. Mayo 28.

la primera vez. ¿I quién puede decir de quien Los estados centro-americanos siguen también
seria entonces la victoria? Si se quiere, pues, en paz, i dando cada dia nuevo empuje a sus
pro
retardar la independencia de ese pais, es nece gresos materiales.
sario tratar ante todo de hacerlo olvidar su tris Venezuela empieza a batir en todas partes a la

te situación de pais conquistado, de esclavo; en insurrección, el gobierno se afianza, el espíritu de


vezde humillarlo levantarlo, en vez de esplotarlo orden va ganando el terreno que pierde aquella.
ayudarlo a marchar; es necesario que la Ingla Otro tanto podemos decir de la Nueva-Granada.
terra deje de ser su carcelero i se haga su pro La revolución de Santander, sofocada a los pocos
tector. Ya la conquistas hechas i
época de las momentos de haber nacido, es una prueba esplén
mantenidas con el favor de la espada está mui dida de que no es la libertad ni la democracia la

lejos. En la mitad del siglo XIX, no hai con que alimenta las revoluciones. Esa revolución,
quista, no hai dominación posible sino es la que obra esclusiva de los moderados, de esos Tartufos
ata a los pueblos por medio de la identidad de de la política, que la paz i el orden
predican
ideas, de costumbres, de creencias, de intereses, cuando están arriba i solo viven de conspiraciones
tendencias i aspiraciones sociales. Todo otro sis i motines cuando están abajo, ha sido ultimada
tema es infructífero,
absurdo, funesto e por el pueblo.
Fuera de la terminación de la insurrección- ín La Nueva-Granada está llamada a dar a sus her
dica i de la crisis ministerial, que parece inevi manas, las de
Hispano- América, nobles
repúblicas
table, la vida de la Gran Bretaña nada de nota ejemplos i elocuentes lecciones de lo que puede la
ble ofrece en esta quincena, libertad para el progreso de los pueblos. Ella es
un argumento viviente contra los
AMERICA, pesimistas que
creen que solo látigo en mano se puede llevar
de alta importancia, a no ser la por
Ningún suceso
buen camino a la raza latina en América!
revolución del estado de Santander en la repú
La guerra entre el Ecuador i el Peni no habia
blica neo-granadina, ha tenido lugar en ambas
dado un solo paso. Guayaquil continuaba bloquea
américas durante la pasada quincena,
in do, pero nada mas.
Méjico sigue como siempre envuelto en su
En el Perú se temía por momentos una revolu
terminable guerra civil, Desde que la anarquía
hará ya la miseria de ción, Los ánimos sobre todo en Lima estaban aji
disparó su primer fusilazo,
lados,
dos años, vapor tras vapor se aguarda ver ter
Castilla sin embargo se sostiene i so sostendrá
minada la guerra-, sin embargo ese término no
aun por mucho tiempo, mal que pese a sus ene
viene i la anarquía reina i gobierna, si la anarquía
toda la estension de la repú migos,
puede gobernar, en
blica mejicana, J, Arteaga Alemparte.
Con el orden i la paz que han huido, parece que
ha
para siempre de esa desventurada república ,

Para el
siguiente número empezare
huido también la riqueza pública i privada, el co
mercio se ha. visto completamente paralizado, la mos publicar la lista ya bien larga de
a

nuestros suscriptores,
agricultura ha corrido la propia suerte por falta
de brazos; caminando todo a una ruina tan com

pleta como inevitable, Condiciones de la suscripción.


Ahora dice que los constitucionales ganan
se
LaSemana aparecerá todos los sá-
terreno, que el gobierno de Juárez adquiere cada
dia nuevos partidarios, i empieza a levantar el es-
i bados i constará por ahora de diez i seis
tinguido crédito de la república. Pero hace tanto pajinas en folio. La protección del públi
está diciendo, ha co decidirá de su incremento sucesivo.
tiempo a que esto mismo se nos

que estamos esperando ver en


Reunido un número regular de sus
ce tanto tiempo a

trar a Méjico en el camino de la paz i de la lei, criptores empezaremos a formarla Bi


blioteca de la Semana, a
que tememos que
tan buen pronóstico no se que se refiere
realice. nuestro prospecto, dando lugar en ella
nuestro temor sea infundado, i se abra
Ojalá a lo mas nuevo e interesante
que se es
cuanto antes para la república mejicana, para su cribe sobre novelas, historia, viajes, etc.
propia honra i la de nuestra raza, una nueva era Precio de la suscripción: 3 pesos por
de tranquilidad i progreso. trimestre adelantados.
Estados-Unidos tampoco ha ocurrido su
En los
Se reciben suscripciones únicamente
ceso alguno de trascendencia: aparte de un in
en la Imprenta del Correo,
cendio en Nueva Orleans, la vida de la Union ha pasaje Bulnes.
corrido tranquila i completamente entregada a

sus grandes intereses comerciales. IMPRENTA DEL CORREO, Pasaje Bulnes, núm. Itt.
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITES ARIO I CIENTÍFICO

Jiedactoteó : íut>ko t Jjommac Jhúeaaa, Jbtawpcate.


Año I. Santiago, Junio 41 de 185®. Núm. 3.

la postración, el ningún apoyo que al


LA SEMANA. canzan?
JUNIO 4 DE 1859 i Existe un acuerdo, una unanimidad
SANTIAGO,
que maravilla para reconocer el mal ;
La Sociedad de Instrucción Pri pero ¿cuántos son los que ponen su hom
maria. bro para sostener a los que emprenden
atacarlo? Bien reducido número.

La Instrucción da un nivel a las


De esta manera todo va en nuestra
Inlelijencias, un suelo a las ideas.
Desde que un pueblo conoce sus sociedad como Dios i la fortuna quieren.
derechos, hai mas que
no un modo 1 todavía hai quien se queje de lo poco
de gobernarle, instruirle.
que se hace, cuando debería admirarse
(emilio de girardin, de ¡'instruc
de que se haga algo!
ción pttbliqwten France.)
Este no es un arranque de pesimismo,
Ent re los rasgos característicos de las mui lejos de eso, es la realidad i nada
sociedades hispano-americanas se cuenta mas. ,

de los primeros su absoluta 'falta de ini Los hechos apoyo de lo que deci
en

ciativa. mos abundan todos los campos de


en

Todos vemos, el mal, cla nuestra actividad. Nuestra sociedad pre


palpamos tende realizar un imposible; andar sin
mamos contra él, pedimos su
estirpa-
fiion, conocemos los medios de conse moverse, sin ponerse en camino.
llegar
nadie dice : pongámosnos De estremo a otro de la república
un
guirla; pero
a la obra, o si alguien lo dice, es para
se libertad! ilustración! progreso!
grita:
no ser oido. instrucción para el pueblo! Pero de —

Por eso, cuanto paso damos en la via aquí no pasamos-.es preciso que todos
esos bienes nos
vengan del cielo,
como
del progreso es obra casi siempre, esclu-

siva de la fuerza de los sucesos, que tienen el maná a los hijos de Israel.

que empellonear a nuestra


sociedad para FataJapatía, incomprensible falta de
marche. fé, cuyos dañados frutos empezamos
que
Ni una sola de las esferas de la vida ya a gustar.
i de la actividad social deja de resentirse Hai hecho palpitante que prueba
un

mas o menos de tan funesta inacción. mejor que todos los argumentos, que
Cuántos pensamientos, cuántas ideas habla mas alto que todas las lamenta
fáciles de realizar con un grano de fé i ciones, que da la mas exacta idea de la
yacen olvi- inmovilidad en que vivimos, de nues
un
poco de constancia no
tra absoluta falta de acción.
dados, cuando no despreciados como
Hacen tres años escasos a que varios
quimeras, cpmo sueños.
Sin embargo, pocas sociedades mas jóvenes ilustrados concibieron el pensa
hambrientas que las, americanas, i sobre miento de fundar en Santiago una so
todo la nuestra, de adelantos en todo ciedad para la instrucción del pueblo.
concebido este pensamiento se
orden, de llegar a la última palabra del Apenas
vio realizado, con la creación de la So
perfeccipnamiento en las artes, en las
ciedad de Instrucción Primaria.
ciencias, en la industria i en las letras.
Los bienes que esa Sociedad lleva
¿Quién no pide de voz en grito alien
tos para] el arte i la ciencia? Quién no hechos a la instrucción en su corta i
nada holgada existencia son incalcula-
es el primero en deplorar amargamente
5
34 LA SEMANA. Junio 4.

bles. Sus escuelas, sembradas en toda


dimiento es aníüójico i, por consiguien


i a ostensión déla
capital, han dado edu te, funestó.
cación a una inmensa cantidad de niños, Si queremos cerrar una vez por todas
adultos i hasta viejos. el período de sangre en que por tanta
Puede asegurarse sin temor que, des tiempo hemos vivido, instruyamos al
de la fundación de las escuelas de ésa
pueblo, démosle derechos, pero también
sociedad, se ha doblado i aun triplicado deberes i conciencia de ellos.
'

el número de niños que en Esto es lo que pídela felicidad social,


Santiago sa
ben leer ¡escribir. esto es lo que la época ordena.
Ahora : ¿cuánto mayores no hubieran El progreso es el triunfo de la inteli
sido los beneficios de ese noble i feliz jencia sobre la fuerza.
pensamiento a haberle prestado nuestra Todo el qué tiende a dar la suprema
sociedad la cooperación que debia i po cía a la segunda vá contra el progreso í
dia? dónde la fuerza impera la intelijencia¡
Pero no solólo ha ayudado mal, sino tiene que enmudecer.
que en este momento la Sociedad de Ins Por eso el santo i seña de todo hom
trucción Primaria, completamente olvi bre de progreso debe ser :
dada, marcha camino del cementerio. ¡Guerra a la fuerza!
¿I en qué momentos sucede esto? ¡Paso a la intelijencia!
Cuando grandes ideas de rejeneracion Ya no hai revolución alguna fecunda
i progreso bullen en todas las cabezas; si no es pacífica. Las bayonetas i los ca
cuando el pais parece mas dispuesto que ñones espantan el progreso.
nunca a echarse
El primer paso en esa fecunda e in
cuerpo i alma en el
mensa obra la instrucción del pueblo.
es
primer camino que se le abra, por mui
¡Amigos del progreso, soldados déla
largo i difícil que sea, siempre que lle
ve ala realidad de sus
esperanzas. intelijencia, apostóles de la libertad i la
Decididamente buscamos la rejenera república, unios para dar al pueblo ins
trucción i habréis desempeñado la mitad
cion por errada vía; al fin del viaje ve
de vuestra tarea, andado lo mas difícil
remos lo que sale.
del camino!
Años hace que venimos trabajando por
Pero no solo ciertas i determinadas
aclimatar entre nosotros la verdad re
entidades sociales deben llevar sucontin-
publicana, por hacer de nuestra tierra,
una tierra de libertad. jencia a esta obra, todas las clases, todas
las fortunas deben también llevarlo -%:
Para conseguirlo hemos hecho unas
cuantas guerras civiles : hemos tenido en El que algo tiene, parte de sus econo-

política muchos nombres propios i pocos mias;


El que nada tiene, su buena voluntad.

principios, muchas ambiciones i poco pa


triotismo, muchos odios i bien poca je- No nos equivoquemos, la instrucción
nerosidad. En una palabra : hemos ido del pueblo es un bien para el industrial,
a buscar la
república i la libertad, en el para el comerciante, para el agricultor,
seno de la
anarquía, en el Iodasaldelas para el capitalista \ no solo para el pobre
malas pasiones. sino también para el rico; no solo
para
La república es discusión ino guerra. el niño sino también para el hombre
..;
La libertad es armonía i no desorden. no solo páralos
gobernados sino también
Ilústrese al pueblo, llévese la luz i el para los gobernantes.
calor de la instrucción hasta las últimas Porque la instrucción del pueblo sig
capas sociales, i entonces veremos qué nifica libertad i progreso, es decir :
ideas imperan, quién manda a la socie Para el industrial, trabajo ;
dad si la verdad o el error. Para el comerciante, ventas ;
Es necesario que el arado abra la tie- [ Para el agricultor, buenas cosechas
;
rra antes de arrojar en ella la semilla; Para eljcapitalista, seguridad ;
es necesario echar los cimientos antes de Para los gobernados,
respetabilidad;
levantar las murallas. Todo otro proce Para los gobernantes, estabilidad.
Junio 4. LA SE 35

Sin la esperanza que cada uno abriga


Formemos, pues, el gran partido de
De dejar en la tierra quien le siga.
la instrucción. El momento ha llegado.
Una asociación que tiene por fin ese Al niño le revienta el bozo
apenas
gran 'pensamiento yace olvidada, vá a Que ya en su corazón secreto fuego
tener que paralizar su marcha por falta Le hace caer el infantil rebozo
I perder la inocencia i el sosiego;
de cooperación i ayuda, no la dejemos
I tanta es la inquietud i el alborozo
morir, sacudía nuestra capital su apatia, Que tan fatal pasión produce luego
apuntale ese edificio que se viene al sue Que el que solo ha aprendido a persignarse
lo, sople con su poderoso aliento en ese No piensa en otra cosa que en casarse.
casi estinguido hogar de ilustración, i
De reprobar en jeneral no trato
habrá cumplido con un noble e inmen
Del el amoroso cebo,
corazón
so deber, i echado los mas sólidos ci
Que no a todos conviene el clericato,
mientos para el adelanto i rejeneracion I quien pasa de mozo a ser mancebo
presente i futura de la patria. Bien puede abandonar el celibato;
Sea alguna vez Santiago, la capital, es Inclinación que condenar no debo

decir, la cabeza i el corazón de la repú Que es remedio eficaz el matrimonio


Contra mil tentaciones del demonio.
blica, no solo de palabra sino también
de hecho. ¿Pero quién puede tolerar la charla
Sea alguna vez Santiago cabeza i bra Del niño imberbe que al dejar la escuela
De amor i de pasión a todas parla
zo, palabra i acción. I de Inés a Isabel i a Marta vuela;
Mañana deben reunirse los pocos
I de Tenorio i Lovelás echarla
miembros con que aun cuenta la Socie Pretende luego, i la esperanza anhela
dad de Instrucción Primaria para de De ser en las tertulias i paseos
cidir sobre su porvenir. El blanco de amorosos devaneos?
Si nuestra sociedad les tiende la mano,
Si por ventura a una mujer prudente
esa sociedad se levantará mas erguida i
No le basta de amor tierna promesa,
fuerte que nunca. Si así no sucede, se Pronto esclama con ánimo doliente:
rá necesario pedir al cielo que la tierra « Que ya a su vida el desengaño pesa,
le ¡i Que no comprenden su pasión ardiente
sea
lijera. « Que está su corazón hecho paveza
Sacudamos alguna vez nuestra apatía, I que a alumbrar su porvenir no alcanza
«
esa
guillotina en que ya llevamos deca « El luciente fanal de la esperanza.
pitados tantos nobles i fecundos pensa
mientos. I le ya que dice en sus cantares
oigo
I horas devela i de fatiga:
en sus
¡Movámonos, por Dios, movámonos!
« En el mundo el amor no tiene altares
Dejemos de nada : seamos algo.
ser «la los poetas el dolor prodiga,
Hombres de buena voluntad : manos « I no hallarán un eco mis cantares

a la obra! «
Aunque mi propio corazón los diga,
« Que en esta sociedad seca i gastada
Justo Akteaga Alemparte. n El oro es todo, el corazón es nada.

« I siempre voi marchando año tras año


JLos quijotes del amor,
« En pos de la ilusión i no la encuentro;
Prestadme un par de rimas oh! poetas « I en la dicha que busco está mi daño
para tratar con melodioso acento « Que no halla en mi pesar seguro centro:
Del poder del amor i las pesetas « Por eso cuando toco el desengaño
j)e nuestro pobre corazón tormento; « En mi propio dolor yo me concentro,
Que a tan grave cuestión quedan sujetas, « I me gozo al pensar que es mi destino
1 es fuerza confesarlo, aunque lo siento, n Solo abrojos hallar en mi camino.
Cuantas la ciencia nos propone hoi dia
I discuten los sabios a porfía. « Talvez flor hermosa veo
alguna
« Que su al pasar despide acaso,
aroma

Es de todo hombre principal tarea <: I siguiendo mi loco devaneo


Buscar la dicha para ser feliz; « Tocarla quiero cuando cerca paso;
iya cargue en su pecho una presea « Mas me engaña mi amor i mi deseo,
Que sirva a la tontera de barniz, « 1 al estenderla cariñoso brazo
O bien vista de fraque o de librea, « La voz me dice que el destino evoca
No diera por la vida una perdiz « Marcha no mas, tu desengaño toca.
36 LA SI Junio -lt.

('¡Queme importa tu amor! Vaya en buena Oh! lo que. contra el egoísmo se ha escrito1
,

« En otro corazón a dominar baria algunos in-folios: filósofos, poetas, pe


[hora
« El mió, ya lo vés, ni cree ni adora riodistas, oradores sagrados i profanos todos
« Ni por penas de amor sabe llorar. han clamado, todos ban dado un ramalazo a.
« A a el desengaño al porvenir colora esa gangrena de las sociedades.
« Con los negros matices del pesar; Nosotros mismos, pobres diablos, para- : no
« Halle en la muerte mi ilusión perdida ser menos que ellos, no hemos dejado de en
«
Que es mentira el amor, corta la vida.» rostrar mas de una vez también, la pluma pa
ra lanzar nuestro brulote contra ese caballe
Mas no basta el amor, que no es comida ro. Sin embargo, en esté momento nos arre

Que llene la barriga; i no de estopa pentimos mui de veras de todo ¡o que pode
Hizo Dios la mujer. Cosa sabida mos haber dicho, i aprovecharemos la primera
Es que aquí, como en Asia i en Europa oportunidad para reparar nuestro tuerto,
I en todas partes donde el hombre anida En contrario al común sentir opinamos,
Se necesita trajinar la sopa, que los males que a la flaca i achacosa huma
Por mas que algún doctor en su bufete nidad allí jen tienen su fuente, no en el egoís
Arroje despechado su bonete. mo del hombre, sino en su falta de
egoísmo.
Grande es el número de los errores que
Quijotes del amor, tiernos Cupidos corren el mundo con carta de ciudadanía en
Que predicáis a la
mujer constancia, el pais de la verdad, i ese no es de los menos
¿Pensáis por vuestra cara ser queridos? gruesos.
¿Acaso vuestro porte i elegancia Cuanto existe se dice: existe para mayor
Os dá derecho para ser maridos? honra i gloria de Dios i felicidad del hombre.
¡Vive Dios que es sobrada petulancia Sin entrar a discutir la exactitud, i verdad
De la dicha buscar la dulce meta de la primera parte de ese dicho, discusión
Sin tener en la bolsa una peseta. que dejamos a la iglesia i sus doctores, vamos
a poner en tela de.
juicio la de la segunda, de
Que los pesares de la vida aumento la que depende talvez la mala opinión que el
Diráme algún romántico en embrión; hombre tiene de si. mismo, o, con mas propie
Que la lei condenar del sentimiento dad, de sus semejantes.
Es quitar a los hombres la ilusión; Desde luego empezamos por negar que
Mas no vale un comino el argumento cuanto existe sea para
mayor felicidad del
Si escuchamos la voz de la razón; hombre. Mui al contrario, creemos que cuan
I el supremo hacedor, si bien me fundo, to en este mundo tiene entrada la tiene
para
No fué romántico al crear el mundo. su mayor tormento.
El hombre no es mas que,un
Eche lastre i dore el
pobre engaña
a su
buque casco
do que anda, corre, vuela, se fatiga i muere
Quien quiera navegar hasta la orilla, tras la pista de la felicidad sin darle caza
I hacerlo presente
ja
en complazco
me
mas.
Que así se boga con
quilla;
segura Desde la cuna emprende esa escursion: así
El que tiene cían quibus no hace fiasco es que desde la cuna comienzan para él las
Pese a la romántica cuadrilla,
vPues tiene mucha fuerza un «yo te
desasones,_ les disgustos, las contrariedades,
quiero» las desilusiones i desengaños.
Cuando vá acompañado del dinero. I nada hai mas natural. —
Todos corremos
en busca de la felicidad
Ni hai que juzgar del corazón amigo, ¿pero, sabe alguno
Cual lo pinta en sus dramas Víctor Hago,
qué realidad se significa con esa palabra?
Sinos fuera posible preguntara cada una
Que el amor sin la plata vale un higo de las personas que pasan por muestro lado
I es el dinero de la vida el jugo;
durante un dia, durante una hora
Que el matrimonio, como yo lo digo, siquiera, en
lo que consiste para eUas la felicidad,
Tiene de cierto, pues a Dios le plugo, seguros
estamos no habria dos que la
En Chile como en Francia iguales trabas persiguieran por
el propio1 camino.
Que aquí como en París se cuecen habas. Un comerciante nos diría: —
la felicidad pa
Santiago, junio de 1859. ra mí estriba en realizar un buen
negocio "que
Camilo H. Cobo. llevo entre manos.
Un enamorado nos diría: —
la felicidad se ci
fra para mí en una tierna mirada de la hermo
Verdad «jiae parece paradoja.
sa a quien adoro.

La jeneralidad cree, i nosotros hemos sido Un acreedor nos diría: —que me


paguen mis
de su opinión, que hai en
por mucho tiempo deudores i soi feliz.
el hombre un inmenso fondo de egoísmo. Un deudor nos diría: —

que cesen de andar


Todos o casi todos gritan a una voz: guerra me pisando los talones mis
acreedores, i tiene
al egoísmo! Mientras el egoísmo sea la norma Ud. en mí la felicidad en carne i hueso.
de las acciones del hombre nada irá a dere Un ministro nos diria:
sosténgame yo en

chas en este bajo mundo. el ministerio i no pido ni deseo mas.


Junio 4'. LA 37

Un militar nos cufia: inclinaciones, todo va sin


atrape yo un grado quererlo i aun sin

mas, i mi felicidad es hecha. saberlo ahacer cruda guerra a la felicidad.


I como el comerciante, el enamorado, 'el I de no ¿a dónde está la felicidad, en el

acreedor, el deudor, el ministro i el militar amor, en la amistad, en la ambición, en el


piensan todos en un momento dado. Para to odio, en la venganza o el perdón, en la cruel
dos está la felicidad en aquello que mas de dad o en la clemencia; i en todo ese semillero
cerca, que con mayor fuerza les preocupa i mas de sentimientos, ele pasiones, de vicios gran
ahincadamente desean. , des i. pequeños, bellos i feos, simpáticos i re
Pero ¿disipada esa preocupación, satisfecho pugnantes que se dividen la existencia del
ese deseo el hombre es ya feliz?—Mui
lejos pobre ser racional?
de eso; una nueva preocupación, un nuevo Si la hai, es de esas felicidades que duran
deseo vienen a reemplazarlos, realizándose así una hora i sirven solo
para hacernos mas
para cada hombre en el largo camino de su amarga la realidad de todos los instantes.
vida el suplicio del Tántalo de la fábula. El amor es la savia de la vida, se dice: es el
Con cada dia que aparece, aparece también opio del corazón decimos nosotros: muchos
en el oriente de la existencia del hombre, una sueños, muchas ilusiones color azul cielo,
esperanza, una aspiración, un anhelo mas ha muchas bellas fantasmas, dulces palabras,
cia la felicidad, i torna a proseguir su camino tiernas protestas, mucho ruido i pocas nue
de risa i lágrimas, de fé i duda, ele sueño i ces, muchos castillos en el aire que la rea
realidad, de alegrías i tristezas, de suplicios lidad tumba por tierra al primer soplo. I des
i maldiciones, de constante espectativa: ca pués ¿qué es lo que queda?^ La nada, el va

yendo aquí, levantando allá, volviendo a caer cío, la displicencia, el tedio. I sin embargo
unos cuantos pasos mas adelante, i así cuanto no se ha hablado, i se habla, i hai por
cayen
do i levantando, riendo i llorando, creyendo i hablar del amor.
dudando hasta ese término de toda humana Lo que decimos del amor, se puede decir
carrera, hasta esa última jornada de su viaje, también de la amistad, esa esclavitud con ca
hasta esa última palabra del problema de la denas doradas; de la ambición, esc fuelle de
vida humana : la tumba? la humana intelijencia, que cesa de soplar
¿I ha encontrado en alguna parte esa felici cuando debía soplar mas fuerte i que nos ha
dad de todos los instantes, inmensa, sin lími ce ir a traspiés el camino ele la vicia; del odio

tes como su anhelo, como su aspiración, como i demás malas pasiones; de la clemencia i de
el ideal que vivía en su alma, que la acaricia más buenos sentimientos.

ba, que la mecia suavemente, que la alagaba, Pero dejemos esas altas rej iones en que sin
que ¡a bañaba en ¡a perfumada atmósfera de la pensarlo ni quererlo hemos de ser cojidos a
ilusión? En ninguna. lo mejor del camino por la metafísica, esa
Cada uno al ir a asir eso que creia o imaji ciencia que trabaja i está en via de alcanzar
naba la felicidad se ha encontrado con un en el alto fin de que el hombre no se entienda
a sí propio ni sea entendido de los demás, i
gaño de mas, una esperanza de menos i deseos
i aspiraciones nuevas que tornar a perseguir. volvamos al mundo ele los hechos, a la reali
¡Desgraciado del hombre que siempre tu dad, a lo que se vé, se siente i se palpa.
viera en memoria la realidad de la existen Las sociedades modernas, i por consiguien
cia! Nada habría mas pesado e insoportable. te el hombre, corren a toda brida en la época
Pero, por una felicidad, i esta es talvez o que alcanzamos el camino del progreso. Esta
sin talvez la única verdadera que alcanza el es una verdad. Pero hai otra verdad en que

ser humano, hai en todos los corazones un fon pocos han parado mientes, i es que el pro
do de indiferiencia, de distracción que los greso tiende a minorarla felicidad del hombre.
salva. Paradoja i paradoja insostenible, seguro
No hai duda, i quien la abrigue concéntre estoi vá a esclamar mas de uno de mis lecto
se en sí mismo, la felicidad es cuando mas res al llegar a este punto.

una ilusión en este bajo mundo, todo nace, Convenimos desde luego con nuestros lec
vive, respira para mantenerla. tores en que esa verdad parece paradoja; pe
ro si convenimos con ellos en que tal es su
Luego, si en alguna parte está la felicidad
es en la ilusión, es decir, en lo mas fugaz, aire, es preciso que a su vez convengan con
en lo mas tenue, en lo mas delicado i vapo nosotros en oírnos probarles que es verdad i
roso que hai en la vida. Así, si la felicidad mui verdadera.
es algo, es algo como la gota de roció -que ¿ Qué es lo que pretende el progreso i que
muere con el primer rayo del sol. es lo que ya tiene obtenido?

Pero es lo peor del caso que el hombre no No te vayas a reír, lector amigo. Pues, el
solo no da jamas caza a la felicidad, sino progreso pretende nada menos que todos
nos
i
que siempre la anda espantando, por decir pongamos pantalones, que todos sepamos leer
lo así. escribir, distinguir lo bueno ele lo malo, lo
Desde que el mundo es mundo i el hom mejor de lo peor, lo bello de lo feo, que to-
bre hombre, cuanto paso ha dado éste, cuanto I dos sepamos, en una palabra, darnos cuenta
ha inventado, cuanto ha descubierto, sus usos, I de nuestra situación, que nadie atraviese por
1
sus costumbres, sus hábitos, sus tendencias e este picaro mundo como un autómata, es de-
38 LA SEMANA. Junio 4.

cir, i para abreviar, que todos seamos des Entonces; los recuerdos de la cuna i ía tumba,
graciados. —Cual huyen, las palomas del árbol, que abrigó
Tu dirás que lo que el progreso pretende Su nido allá en las selvas, cuando el hacha lo, tumba ,
Sin le.ier ya otro asilo* huirán así a su voz. ...

es santo. Pues yo digo que lo que el progreso ...

pretende es una crueldad, es una abomina Ahí Señor, no permitas tal duelo, tanta afrenta!;
ción, i me fundo: ¡No toleres, Dios mió, que humilde heredad
esa
Primero; en que obligarle a ponerse pan De una a otra mano pase en ominosa venta,
talones al que nunca los ha llevado, es so Cual campo de proscritos o albergue de maldad!
meterle a un tormento que nada puede jus
tificar. Que codicioso estraño huelle con pié insolente
un
De nuestra cuna el sulco en medio del verdor,
Segundo; en que nada hai mas triste, nada
hace al hombre mas desgraciado que el tener Al huérfano despoje, duplique i su oro cuente.
Do la indijenoia sola opulenta, se halló,
conciencia de su situación.
I tercero; en que valiendo mas la vida auto
I tu nombre blasfeme donde nuestros acentos
mática que la racional, por cuanto sus do Mi madre en tu, alabanza nos hizo modular!
lores son mucho mas reducidos i menos per Ah! prefiero mil veces que, prosa de los vientos^
sistentes, se hace un mal mui real al que de Cuelgue el techo en jirones, del muro al vacilar;
ella se le saca.
en las hendidas lozas, las malvas, los espinos,
¿Te han convencido mis razones, lector Que
Las flores de la tumba levanten su cerviz;
amigo?
Para hablarte con sinceridad, lo dudo i mu Que alce allí Filomena en la noche sus trinos
I se mire el lagarto al crudo, sol dormir!
cho.
Otra pregunta i concluimos:
Que bajo el ala abriguen sin miedo sus hijuelos
¿Me has entendido? Quién sabe. pue


, .

Las palomas fieles i el modesto gorrión,


de ser .
¿no es así?
. . ....
I a hacer su nido venga el ave de los cielos
A este sitio que un dia la inocencia albergól
J. Arteaga Alemparte,
Si el número que ha escrito en su libro el destino
El sítelo natal. Dilatase mis años hasta blanca vejez,
Anciano afortunado, concluya mi camino
de traducción de Lamartine.) Entre estos monumentosde mi sencilla fé!
(Fragmento una

I cuando en tristes ruinas el


hogar bendecido
Tu nombre, patria mia, los labios pronunciaron, **
I en su destierro espléndido mi corazón latió; Incorpóreas sombras tan solo poblarán,
Los nombres, los parajes, de tanto ser querido,
En mi alma enternecida sus ecos resonaron
La idolatrada
Cual la voz de un amigo, o de su andar el son. imájen puédanme retratar!

Montes que de sus brumas otoño revestía,


Valles que tapizaba la escarcha matinal,
Coronas de los sauces que el hacha desparcía, D. A. A.
Torres que plateaba la tarde al espirar,

LOS,
Paredes denegridas, laderas, clara fuente,
Do gota a gota vía tu manantial caer Cuentos de la Reina de Navarra
En su ánfora el labriego, mientras pacientemente o
Los otros platicando esperaban su vez,
EL DESQUITE DE PAVÍA.

Choza donde chispeaba la llama de almo fuego, Cojnedia en cinco actos (1).
Techos, que el peregrino ansiaba ver humear, Continuación.
Seres inanimados, ¿tenéis una alma, luego,
Que a la nuestra se enlaza i que la fuerza a amar? CARLOS v.

¡El buen Gattinara.!


así la vida
¡Como espiga en la hera, dispersó
GATTINARA.

A la madre i los hijos del campo paternal, Pero palacio aun todavía hubo
en el mas. Qué
I el dulce hogar semeja el nido, de do huida
recepción jgran Dios! tertulias, bailes. . . . fies
La golondrina, yace en larga soledad!
tas. ..
, Nuestras marquesas, nuestras duquesas,

por el suelo lo que habia de mas elevado en la corte, comen


La hierba que verdece en torno

Los senderos domésticos comienza a deshacer; zando por la princesa Leonor, vuestra hermana,
I la hiedra, flotandocomo un manto de duelo, venia todos los dias a rendir homenaje al vencido
Cubre a medias la puerta i se abraza al dintel. de Pavía que tenia corte plena i se entronizaba en
vuestro lugar! Todo esto me ha parecido un Cri
Talvez no dista el dia— ¡presajio tal evita, Sin contar que se
men de lesa majestad!. ...

Oh Dios!— que un estranjero con el oro vendrá


A hacerse dueño de estos lugares, do aun habita mejante recibimiento debe haber hinchado de
De mis antepasados la sombra sin edad; masiado su corazón. ... I hacerlo mas difícil
Junio 4. LA SE [ANA. 39

para los avenimientos. Yo me dije: puesto que V. cion, parapetada por una alta coquetería; nada co

M. me habia dejado pleno poder con respecto a nozco tan difícil de vencer como esa prudencia
ese asunto, que era necesario quebrantar su fuerza que siempre está de trisca. (Con aire descuidado).
i debilitar su valor por el abandono, la soledad, i Sabes, Gattinara, que yo debí casarme con ella?
substituir a una dorada cárcel, una verdadera cau gattinara.

tividad, Vos, señor.


carlos v, levantándose. CARLOS V.

Mui bien! La hice solicitar eh matrimonio, i desenfada


GATTINARA. damente me dio calabazas.
Pero lo que era entonces difícil, hoi lo es aun gattinara.

mas.. . Ya hace quince


.
diasque la hermana Concibo entonces que V. M. haya resuelto no

verla.
de Francisco 1, la princesa Margarita, está en Ma
drid. CARLOS v.

CARLOS v. Es laprimera persona que vi ayer a la tarde a

I bien? mi llegada de Toledo, en el aposento de mi her


GATTINARA. mana Leonor de Austria, al lado de mi futura la

I bien! . . . Para aquel hermano


llegar hasta princesa de Portugal. Acababa de bordar una es

carcela cuyo trabajo admiraba yo, i preguntándo


cuya vista le está prohibida, no ha dejado en vues
tra ausencia uno solo de los consejeros de la co le (lo que casi era obligarla a que me la ofreciese)

rona que no haya conseguido interesar en su fa ¿a quién destinaba aquella obra maestra?. ... Al

vor. A los unos les cuenta las fatigas i los peli mas leal de los caballeros, respondió con frial
dad. I la ofreció!
gros de su viaje, hecho en el rigor del invierno,
. . . no me . . .

en pais enemigo, para traer consuelos a aquel her GATTINARA.

En otros desper |Pues es orgullo. es insolencia!


mano, su ídolo i su Dios!.
...
...

tando los antiguos sentimientos de orgullo i jene- ESCENA II.


rosidad española, les recuerda que el Cid daba li
Los mismos; BABIEZA entra por la puerta de la
bertad, sin rescate, a que vencía.
los reyes moros
izquierda; trae una capa i un rico justillo en
En los salones de palacio trata de política con el el brazo.

presidente de la audiencia de Castilla, de versos carlos v, que lia permanecido absorvido en sus
con vuestro secretario, de teolojía con el gran
In
refecciones.
quisidor, i si por casualidad encuentra algunos
se
¿Quién está ahí?
veros e impasibles hidalgos, para quienes
sus se
GATTINARA.
se difije entonces
ducciones sean impotentes. .. .

Babieza, el ayuda de cámara i correo de V. M.


a sus mujeres. Con las mas jóvenes
toda es ternu
CARLOS v.

ra i galantería; se con las maduras del to


ocupa ¡'Qué vuelva!
cador i de las modas francesas: a estas las cuelga Gattinara.
bábieza, bajo a

de sus palabras recitándoles alegres i sencillos Ya he vuelto tres veces.

cuentos; inagotable aljaba de malicias


femeninas
gattinara, al rei que acaba de sentarse delante de
las mis
que las mas veces han provisto de dardos la mesa a la derecha i que mira un
mapa jeo
i íntima
mas que la escuchan. Confidente amiga gráfico.
sobre el
de todas, no hai quien no ia consulte, Dice que ya ha vuelto tres veces.
al
corte de un vestido de baile, la forma de una CARLOS v.
fin, aunque En mu
haja o el orden de una fiesta. Que esperel
la idolatran i la toman por
jer, todas las mujeres rabieza, bajo a Gattinara.
modelo. Asi es, que desde algunos dias, señor, .

No hago otro cosa.


a la gravedad es
vuestra corte está desconocible: (Babieza entra al gabinete del rei a la izquierda.
seria
respeto de la etiqueta, a la plática al rei que,
al Durante este tiempo, Gattinara se acerca
pañola,
i decente de nuestros salones, se ha visto desalojada sentado delante de la mesa de la derecha, estudia siem

aturdimiento francés; esto no es pre su mapa de jeografia).


por la alegría, el
mas que una continuada bulla
de conversaciones, de CATTINARA.

canciones, de risotadas; de manera que se diría Asi es ¿V. M. encuentra inútil


que la presencia
que con su rei cautivo, París entero
se encuentra de la princesa Margarita en Madrid?
carlos v, sin mirarlo.
en Madrid. '

caulos levantándose con gravedad. Sí.


v,
gattinara.
Sí, Margarita es tanto peligrosa, cuanto que
mas

a todas sus cualidades i defectos, añade la d e


sus 1 peligrosa.
i loca en carlos v, del mismo modo.
ser una mujer honrada. Virtud galante
en una verdadera devo- Sí.
apariencia, pero apoyada
40 LA SEMANA. Junio 4.

\ gattinara. babieza, con mal humor.


Entonces es preciso alejarla prontamente. Lo?, hai q\«e no tienen mejor vista que yo.
CARLOS v. . CARAOS-- v.
Nó, Le he dado pensión, lo he nombrado mi
una
gattinara, asombrado.
correo de gabinete. Ayer, no mas, por sus ruegos,
Pues ¿cómo es eso señor? ...
¿I por qué?
lo, he nombrado mi ayuda de cámara, i esto to
carlos v, mostrándole con el dedo el mapa jeo-
davía no basta..-.. .Veamos..,,, ¿quemas quieres?

,
, gráfico. qué otro destino se te ocurre?
He aquí Gattinara un mapa de la Europa que
BABIEZA,
a menudo miro. Cuando veo que, por desgracia, ai.
Que V. M, me quite uno.
"gima provincia angula o entre corta mis estados - ; ■
'

CARLOS y,
i cuya posesión pudiera alinearlos, o redondearlos; ¡Cáspitá! pues, por la rareza de la petición, con-.
semejante idea absurda o no, me ocupa i me ab cedido.....
sorbe hasta el momento en que la provincia, cueste BABIEZA
lo que costase, me pertenece. Después ya no.vuel. Como de
gabinete de V. M. me hace via
correo
vo a pensar en ella, sino en otra. Pues bien, vien jar de Madrid a los, Paises Bajos, de Francia a Ale
do ayer a esa atrevida princesa avanzar asi en
mania i de Ñapóles a Cádiz. Esto no importaba na.
mis dominios ,f una. idea me ha sonreído de re
da cuando yo era soltero..... pero ahora que soi
pente, casado, i bien, señor, puede decirlo. Gattinara, ca
gattinara.
sado con la mas bonita i coqueta niña ele vuestros
¡Oh cielo!'. , , , ¡una nueva provincia que con
estados
quistar! carlos v, sonriéndose.
garlos v, con calor.
Que son bastante latos, gracias a Diost
¡Tu lo has dicho! ,
. . La batalla está empeñada
BABIEZA.
desde mucho tiempo entre Margarita i yo. Ella se
invencible para arrebatar Demasiado que lo son! i se asegura que no pen
haaparecido aquí como
sáis sino en acrecentarlos mas. ¿Qué será de mí
nos nuestro prisionero cpn las armas, de sus en^
sin conceder entonces porque yo no puedo ocultar a V. M,...,
cantos. , .. .. Qué triunfo. , si,
. .

le nada. . obtuviese yo.


. ... i sí, dejando en que soi, celoso.,,., pero celosol. ...

,
CARLOS v.
Madrid su orgullo i a su hermano prisionero, se
'

Como, un
árabe,
volviese sin poder decir como él: Todo se ha per
BABIEZA,
menos. (con viveza.) Veamos. tu .

dido., . . .
. ... .

Como un marido que siempre está de viaje, siem


odio español no sonríe a semejante plan. . . .

pre ausente, i que,de vuelta a su casa, no puede ver


tiernos triunfado do! hermano, triunfaremos de la
mas que con un ojo. Así, V- M. que me creía ambi
hermana. ¡Vive Dios!, Margarita es tan bella, que
cioso, comprenderá que me hará un verdadera
su conquista equivaldría a una segunda batalla de
,

servicio quitándome este maldito empleo, tanto.


Pavía.
mas cuanto; que estoi
babieza, volviendo á entrar. seguro que me dará otro en,
Señor!..... cambio,
CARLOS v. CARLOS v.

Todavía tú, Pensaremos en ello Prepara mis vestidos: ya


¿qué quieres?
babieza.
te sigo.
Vestir a V. M. para ir a misa. gattinara, con
inquietud i a media voz.

CARLOS v.
V. M. cuenta con concederle
carlos v, del mismo modo.
¡Cierto! ¡lo habia olvidado!
BABIEZA. ¡Yo! ¡Dios me libre! ¡Un correo de gabinete
I V. M. para mí. celoso es un tesoro! siempre estará rabian
luego pedir a . . .

CARLOS v.
do por volverse..... nadie podria reemplazarlol
babieza, próximo a entrar al cuarto del rei vuel
Para tí! Por Santiago! ¡i que se diga que yo soi
ve sobre sus_ pasos.
el insaciable! Pueshé aquí uno aquicp yo con todo
mi poder, jamas he podido dejar satisfecho. Cuan Ah, señor, se me olvidaba. I esto no es-co

do era aun muchacho tuvo en una partida sa que a mí me atañe esta vez es de parte de
yo
de i por desgracia para mí la princesa Margarita
pelota
BABIEZA. CARLOS v.

La ventaja de que V. M. me sacase un ojo. Eh, habla pronto Por ahí debiste empezar.
CARLOS V. BABIEZA.

¡La ventaja! i dices bien! porque con ese pre Prefcríjcomenzar por mí; (presentándole una car
testo, no hai pretensión por exajerada que sea que ta) no porque esta noble señora no sea tan gracio
no parezca natural..... Precisoserá
te ¡Dios me sa, que apenas se sonríe cuando ya uno se siente

perdone! hacerte ministro. cautivado el corazón i ella siempre se sonríe.


"

Junio k. LA SEMANA. 41
GATTINARA. cuando un trono le estaba destinado, i ¡pretendéis
Cuando yo os decia, señor, que a todos los ha que debo renunciar a él, i para siempre, sinprévias
embrujado, hasta a los ayudas de cámara. indemnizaciones! No, no, por mas que digáis; por
BABIEZA. las mujeres, por la vuestra me elevaré, i llegaré,
¡Si le debo tanto! Me dijo el otro dia echan sin que lo sospechéis, a una fortuna que vos me
do una mirada al capitán de alabarderos, mi ínti labrareis i que ella me habrá proporcionado. [Se
mo amigo: ¿Cómo es que Babieza no repara en que abre la puerta del fondo). Ella es i la princesa
se le hace la corte a su mujer?.... Margarita la acompaña ¿Qué tendrán que de
gattinara, vivamente. cirse?
¡El capitán de alabarderos!.... ESCENA IV.
.
BABIEZA.
I era cierto. ...
GATTINARA, ISABEL, MARGARITA, UN PAJE.
carlos v, que acaba de recorrer la carta. (Isabel entra seguida de sus damas i hablando con

O cielo!.... Margarita.)
gattinara.
margarita, a. Isabel.
¿Qué hai, señor?
CARLOS v.
Sí, señora, V. M. debe de ser denuestra opinión,
Me i no titubear mas Ah! es terrible, es atrevi
pide salvo conducto para volverse, es de
un

cir,
do será una gran revolución qué importa.
para trastornar todas mis combinaciones. (Pa
GATTINARA.
seándose con
ajitacion) ¿Cómo se concibe que quie
ra salir de España, si yo no le dejo vera su her ¡AíDiosmiol ...

. MARGARITA.
mano, si hoi no resuelvo su rescate i su libertad?
Solo a vos os estaba reservado semejante golpe
gattinara, con intención.
Razón tenia yo para 'decir que la princesa Mar de estado.
GATTINARA.
garita turbaría no solamente a toda la corle
¿Pues de qué se trata?
sino también al mismo emperador.
MARGARITA.
carlos v, con calor.
consiento
Délos cuellos subidos, de las golillas encanuta
Que "parta que se Vaya en

ello Haz tu mismo ese salvoconducto


das. Digo, i creo que todos serán de mi opinión,
pero
que cuando se tiene tan bella, tan preciosa, tan
que se
vaya. Porque en cuanto a 'mujeres, Gatti como la de la reina, debe pros
ebúrnea garganta
nara, si solo se tratara desús falsedades i coque
cribirse para siempre una moda absurda, recurso
terías o traiciones Pero ellas ocupan i de tal
de la mediocridad, i que estoi segura que ha sido
manera, que lo hacen a uno perder el tiempo que
inventada por alguna princesa o emperatriz joro
consagrara a los negocios. Por eso ¡cuidado
bada ¡alguna que con razón deseaba guardar
con ellas! (aBabieza). Vamos ven (Sale con

Babieza por la puerta de la


el incógnito! pero nosotras, señora, nosotras ¿por
izquierda). .

qué no descubrirnos? tengamosese valor


ESCENA III.
la opinión pública estará por nosotras i los hom
gattinara, solo, mirando salir a Carlos V. bres también.
i hábil monarca, que por medio de
¡Oh grande GATTINARA. i

vuestros espías, o de vuestros embajadores creéis ¿Lo creéis?


conocer los secretos de todos los soberanos de la MARGARITA.

Europa, ¡cuan poco sabéis de lo que pasa en vues Comenzando por vos, señor Gattinara, i por el
tra casa, isobre todo aquí!.... (señalando el cora mismo emperador que según he creido notar,
zón). Ah! ¿con qué estáis en que yo no pienso en I no gusta del disimulo, en ese jénero al menos!....
ninguna mujer? yo que de buena gana las amara isabel, mirando el libro de oraciones que Margari
a todas. Ah! ¿con qué creéis que ellas conducen a ta tiene en la mano.

un hombre de Estado a su perdición?.... ¡Yo que ¡Ah! que devocionario tan bonito! (tomándolo i
espero deberles mi elevación! A tí, primero, divi mirándolo.) ¡Con las armas de Francia, (Abrién
na Sanchica, mi primer amor, a quien he casado dolo i hojeándolo) i con tan lindas láminas!....
con el señor Babieza, i colocado cerca de la futu Margarita.
ra reina de España; i a tí también a quien no me Pintadas por mí!.... se me figura que la prince
atrevo nombrar, flor desconocida que sombría
a sa Leonor que todo el dia está en oración tendría

en la corte de Lisboa, desapercibida pa deseo de poseer mi libro pero si él puede


yejetastes ser

ra todos, menos
para mí noble princesa del agrado de V. M.
tan insignificante como bella, tan simple como im isabf.l, vivamente.
prudente porque ya cartas i juramentos se ha Gracias, princesa, gracias!.... quiero mostrárse
bian cambiado entre nosotros i entonces, oh! lo al emperador!....
potente emperador, fué que no contento con todas gattinara, acercándose.
yuestras conquistas, vinisteis a robarme la mia, Acaba de encargarme un importante mensaje
6
42 LA MMNA, JuílÍ0'' r

para su augusta novia*..... para ella sola..... (toáss difícil divertirlo que apero oVm cualquiera
las damas se retiirm al foro a algunos pa¡sosde dis empeñándose el amor propio,
que es imposifeto
tancia. Margarita vá a sentarse cerca de te mesa, no salgamos airosas; le daremos rmísiea'..,..i si
a la derecha, i Gattinara desciendo con Isetbei al queréis, yo misma leeré un cuento que acabo
lo-
estremo del teatro a la izquierda!).. de terminan.... i cuyo titulo piGará quizas la c¡u-
gattinara,. a media voz.. riosidad de S* M. i de nuestros jóvenes caballe
El
emperador aguarda, a; Vuestra, Alteza" en mi- ros

sa~... e* preciso' ir. k-abe-l..

isabel,fastidiada* ¿Lo tituláis?/


Eso mas! (después de un instante de silencio) .
MARGARITA..

Gattinara me fastidio!..,.» Lo que agrada a las damas.


gattinara.. ISABEL.

Esa es la única ocupación de una reina de Es Me he salvado!... Ahí que buena sois, (locamen
paña. por masque digan....
te)
ISABEL» margarita mirando a Gattinara que hace un jesto¡

Sólo laq>rinceaai Margarita rae divierte.™.. para impedir que siga hablando Isabel..
GATTINARA.. , Por mas que diganl... Héaquí, señor Gattinara,.

¡<0h cielo !. la queréis! una declaración de guerra.™, que debe ser v.ues^
ISABEL... tra , ,

No pero ella me divierte


luego* siempre i gattinara-

me hace tan bonito&r.egalos! pnirad' qué lindo Mal me juzga V. A.;, no tiene V. A. cerca del
es este oratorio!.... quó*elegantes son sus adoraos! emperador un servidor mas solícito por sus inte
GATTINARA. reses.

Desconfiad de ella- margarita., con aire burlesco*.


ISABEL.. ¿De veras?
Pues es singular!, lo mismo- me dijo ella de vos. GATTJNARA...
GATTINARA. Puedo probároslo!..,..
Ah!.~.és. malo, saberlo!; { a media voz}.. Al
no- margarita., del mismo modo.
volver déla capilla con ef emperador,. V. A. podrá Para, eso os sobrará habilidad.,

darle las gracias por mi nombramiento de nainis- GATTINARA. , , .

troqueha producido el mejor efecto. V. A. podría V. A. habia encaminado esta mañana por con*- •

añadir qee ha recibido cartas del rei Manuel,, suido. ducto de Babieza una petición, que S-. M. parecía:
E3AJBEL.. hajlarse. poco, dispuesto a conceder i yo fui

¡No es- cierto!. quien ai fuerza.de instancias...... hice que el em^-


GATTINARA- perador consintiese. en vuestra, partida-
Lo mismo da! ..iegie a él le agradaría así Co margarita,. aparte*
mo a vos misma, que el rei de España me conce Oh'cielo!...
GATTINARA.
diese su orden del Toison.de oro,, complemento de
mi dignidad. ( Vivamente i en- voz baja viendo^ que encargado- anunciaros que: desde Im po
Me lia
Pero la déis dej^r a Madrid.... así es que voi a preparar
Margarita se levanta). princesa. Margarita
nos mira i quizás nos escucha.. el salvo conducto que necesitáis i que yo mismo
, . IS*BE1.. tendré el honor de poner en niazos de V. A, {Gú~
Pto Ho parece.. luda a Margarita i sale por la puerta de la íg-
GATTINARA.. quierda, mimtnas que Isabel i sw damas, salen pw
Por éso mismo,, (en alta voz). SI, señora, SL Mí. eLfemde.)
se lisonjea de ver a V. A- ahora en la capilla, i ma
ESCENA. V.,
ñana,, tales son stssipropias palabras, en. la recep
MARGARITA,, sola,,
ción que tendrá lugar en. vuestros aposentos-
isabel,. aterrorizada. fDejjaír a Madrédl... ¡me lo permite!... i yo so¡,
¡Ai! ¡Santa María!¡que- vá a ser de mí!...- quien por apresurada pierdo quizas la partida .

margarita, acercándose prontamente* Ayer tarde, san embargo, cuando me retiné sin
¿Qué cosa, señora, causa la turbaoianea que os. responder al emperador i sin mirarlo.... pareció
veo?1 me ver en, sus ój os un despechot una cólePí . . . . . ..

ISABES. .
que me daba buena esperanza.. (Con un suspiró)
¿Cómo? ¿no oís? el emperador nos pide- para Vamos!, todos se engañan, hasta las. mujeres. ;. i
mañana una tertulia [privada!.... ¿qué diversión yo puedo haberme engañado! (fon dolor).* fuerana.
pudiéramos?..... no mió,..., amado. hermano mío.... yo que alder
MARGARITA. jar pais juré libertarte i llevarte conmigpi; par-
mi
La verdad, es que en calidad de rei.,... es.mas to!... ¡sin verte,, sin abrazartey aró híJaerte habia-
Junio 4. LA SEMANA. 43

do déla Francia! Ah! que no me han faltado líi mujer de Un cobarde?—De un cobarde? di
audacia, ni valor;... ¡cuántas veces con la sonrisa ces... Guando ha empalidecido Pérez ante un
los labios i la el corazón-, he peligro , rehusado
a la debilidad su bra
en
desesperación en
zo... puesto ala vida un precio que no debe
pensado en tí, para tener el valor de ser coqueta,
i conseguir agradar. ¿Pero ahora qué puedo? sola asignarle un hombre? Cobarde, tres veces

cobarde es él hijo que no venga a su padre?


i sin amigos, en esta corte donde todo me aban
Gil Pérez permaneció inmóvil. En nombre

dona (viendo a Renrique d'Albret 'que entra i lan


del cielo, esplícate mas claro, Gómez que
zando un
grito >de alegría) ¡Ah! ¡Henriqae d'Al fatal misterio está encerrado ea tus pala
bret! bras!... Rompe el velo espeso que me oculta la
Uermojenes de Ikbisahri. verdad A la muerte de mi padre, estaba

'{Continuará.) yo lejos de Sevilla ; habia seguido a mi tio a


Carmona... A mi vuelta, Antonio Pérez ya no
existia Todo estaba lúgubre i heladoen
8J»a venganza. los lugares donde había dejado la calma i-la

(Histórico.)
alegría Muijóven entonces, no comprendí
sino vagamente la estensioo de la desgracia
Sin
I. que acababa de caer sobre mi familia
'A la falda de una montaña de la Sierra- embargo quise conocer su causa ; interrogué
Morena, sobre las risueñas orillas del Guadal con calor a mi madre; contentóse ella con

quivir, se levantaba en el siglo XIV, una responderme ; «mas tarde!» 1 ese —


término
no ha llegado todavía, no es cierto! Es que
¡pequeña habitación, envuelta en cañas i plan
tas marinas i bañada por las aguas dei rio. su corazón ha desfallecido, Pérez... Su amor a

El viajero que hubiese penetrado en esta tí ha sido fuerte crue su dolor


mas te ha

casita, cierto dia, a la hora de la siesta, ha preferido odio!—^Oh! habla, habla Gó


a su

bría podido contemplar un cuadro encantador. mez, tengo veinte años ahora : debo saberlo
Una cabeza de mujer, suave i graciosa, estaba todo!
apoyada sobre el hombro de un hermoso joven Julieta estaba temblando ; se echó sobre el
de fisonomía varonil i apasionada. Viéndo anciano, como para retener las palabras que
los estrecharse la mano en silencio, mirarse pendían desús labios: Silencio, padre mió,
largo tiempo, hablarse en ese mudo lenguaje silencio, si me amaisl—-Nó, dijo el pescador,
del corazón, tan lleno de atractivos, de elo- , el momento ha llegado. Acércate, Gil, i
cuéhcla, de poesia, se habría adivinado sin escúchame : Hace diez anos, habitaba la

felicidad en casa del zapatero Pérez Tu


«trabajo el tierno sentimiento que los unia.
'había su oficio nombre i
El joven se llamaba Gil Pérez, ejercía en , padre adquirido en

"Sevilla el oficio de "zapatero, i mas de una reputación, i el porvenir le prometía- una for
noble señora, al ir por la mañana ala catedral, tuna bien adquirida, honradamente acumula
volvía furtivamente la vista ;a la tiendecilla da... Por este tiempo, vino a establecerse en
del artesano. Sevilla el canónigo Henríquez Vastago de
La joven se llamaba Julieta; era sin /luda ! una casa ilustre, pariente de Albuquerque,

la criatura mas linda, la niña mas deliciosa dotado de todos los méritos de un cumplido
rei
que jamas trensó las mallas de una red. cortesano, figuraba entre los favoritos del
■Mientras que estaban allí, solos, sin testigos ¡ don Pedro. Sin embargo, esa posición tan co^-
importunos que espiasen su felicidad, que diciada i brillante nole hacia feliz ; una defor
intimidasen su amor, se abrióla cabana re midad atormentaba su existencia... Era cojo.
Instruido de la habilidad de Pérez, recurrió a
pentinamente, i un hombre entró. Llevaba los
ella ; pero toda la maestría de Antonio fracazó
pantalones arremangados i el pobre traje de
un pescador. Su estatura era elevada i flaca ; i contra una deformidad tan pronunciada. «Tu
el canó
su fisonomía ruda i tostada. Pareció descon torpeza merecería la horca!» esclamó
tento de encontrar en su casa una visita que tirándole a la cara. Aunque artesano, te
nigo
no deseaba ; adelantándose en seguida hasta nia tu padre dignidad, tanto como si hubiera
J>erez i Julieta, desprendió bruscamente sus cargado una sotana o una espada. «No debéis
a lana-
manos enlazadas. acusar de tal falta, le respondió, sino

A este movimiento- inesperado, dio Gil al turaleza.» Con esta respuesta, la cólera de
gunos pasos atrás, i lanzando al pescador una Henríquez se trocó en furor. Levantóse, tomó
un bastón, i tan terrible sobre
golpe
mirada inquieta : Qué tienes hoi, Gómez?

aplicó
un

ie dijo con sorpresa dolorosa. No sabes que la cabeza de Antonio, que tu padre cayó para
amo a tu hija pon todas las fuerzas de mi alma? no volverse a levantar.

No bas visto hace dos años crecer dia por dia Las manos de Gil 'Pérez se crisparon convul
ese sentimiento, convertirse én el blanco cons sivamente.
tante de mis esfuerzos, en mi mas cara espe —Qué te diré! Cuando vio tu madre que
ranza? Por qué separar nuestras manos, si el traían el cadáver de Antonio, un delirio furio
so se apoderó de su espíritu
i ele su corazón;
amor las enlaza i Dios las- unirá bien pronto?
i en la sangre
^-Wó., Gil, replicó el viejo con voz breve, Ju cojió un puñal, quiso vengar
lieta no puede perteneeerte, jamas será la ' del canónigo el asesinato de su esposo ; penj
44 LA SEMANA. Junio 4<
acordóse entonces deque tenia un hijo, un Ocho dias hace que te acecho cuando pasas,
pobre huérfano, para quien debía vivir : creyó para encontrarte por fin a. solas i decirte : Me
que la justicia le ayudaria a castigar al asesi matastes a mi padre ; has condenado a mi ma
no ;
depuso sus lágrimas i su dolor a los pies dre a diez lentos años de desesperación....'.,...
del capítulo. Bien sabe Dios qué patéticos Tu memoria se ha atravesado como un obstá
ruegos no dirijió a esos intérpretes de la lei, culo sangriento entre la felicidad i mi desti
que humildes palabras no la inspiró para en rio!... Reconcilíate con Dios, asesino! ha llega
ternecerlos su desesperación. Los jueces no do el momento de la espiacion... tus gritos
dejaron de escucharla sin interés i emoción ; no hallarán eco a esta hora ; tu sangre no se

prometiéronle una reparación ruidosa. i ocho . . verá en la oscuridad.


dias después, fué condenado el canónigo Al oir las palabras del artesano, al ver sus
A. ser ahorcado... interrumpió Pérez. —
A abs ojos chispeantes, pálidos sus labios, todos los
tenerse del coro por un año. síntomas ele una cólera inflexible, de una reso
Siguióse un largo silencio. Gil se leyantó : lución invariable, don Henríquez, que habia
Te doi gracias, Gómez, dijo con los labios podido hasta entonces creer que intimidaría
pálidos i los dientes apretados ; pero te enga al hijo de Pérez el carácter de que estaba re
ñabas hace poco : el hijo que no venga a su vestido, vio disiparse tal esperanza; compren
padre es mas que cobarde ; es infame. dió que el abatimiento, la humildad, el rue
Al contemplar su rostro descompuesto i lí go, eran los únicos medios de salvación que
vido, el viejo pescador sintió un punzante pe le quedaban en aquel momento, el único es
sar de haber levantado un huracán de cudo que podría acaso protejer su vida: Un
pasio

nes en el de Pérez hasta entonces tan


corazón asesinato involuntario no es un crimen, dijo
sereno, iapacible. Adonele vas Gil, le pregun juntando las manos, he muerto a tu padre;"
to con ansiedad, A abrazara mi madre!. I pero sabe el cielo que no deseaba su muerte.
después? Adiós, Julieta... ; Adiós, Gómez!. Hai ademas falta alguna que el remordimien
Oh! padre mió, dijo sollozando la joven Espa to no alcance a borrar! Qué quieres? qué de
ñola, qué habéis hecho? seas?... Tan elevada como sea tu ambición,
II. tengo el poder de satisfacerla.... Te arrancaré
En el, oscuro sitio vacio que habia en esta de la miseria; te aseguraré una fortuna bri
época a un laclo del Alcázar, se paseaba un llante; te haré poderoso, respetado... I feliz,—

joven a pasos ora lentos,


precipitados.
ora no es cierto?

Quizás. Tus dones resucitarán


Estaban sus vestidos desarreglados i cubiertos a tu Víctima? —


Servirán para levantarle una
de polvo ; sus cabellos desgreñados i sucios tumba...— I piensas que bajo tales condicio
cubríanle las sienes, i podia leerse toda una nes perdonaré a su asesino? Jesucristo per-,

historia de dolores en el resplandor sombrío donó a sus verdugos... Olvidarás mi falta para
de sus ojos, en la vivacidad convulsiva ele sus ver solo mi arrepentimiento! Oh! no, no, es

movimientos, en la mezcla de cansancio i odio clamó Gil Pérez, no rescatarás con lágrimas
que su fisonomía respiraba. tu crimen, aunque hubieses de pasar tu vida
Permaneció así largo tiempo, fija la vista en entera vertiéndolas. . Tu oro ha podido co
.

las columnas del palacio, como si hubiese


rromper a la justicia; pero yo seré menos ve
querido descifrar las inscripciones que al par nal que la lei... Seré mas severo que Dios!
tir para el destierro habian dejado los Moros Hablando de esta suerte, el hijo del zapate
en las murallas de la antigua mezquita. Poco ro cojió por el cuello al canónigo. Siguióse
a poco el crepúsculo difundió por Sevilla su una lucha terrible pero corta. Una
puñalada
bruma vaporosa, eclipsando con sus tinieblas i un indecible grito de dolor le pusieron fin.
los dibujos de las academias árabes i los cha Gil se inclinó sobre el cuerpo de Henríquez,
piteles dorados de las iglesias. Repentinamen como para buscar en él un resto de vida
que
te se detuvo el desconocido i tembló, al divisar no encontró: el sudor corría a grandes
gotas
en la oscuridad un monje que se adelantaba al
por su frente; miró con amarga tristeza, con
Alcázar. Una larga sotana de raso atada a la secreto espanto, la sangre que manchaba sus
cintura por un cordón con borlitas de oro, vestidos i manos. Oh! Gómez, Gómez, escla

descendía hasta los talones del monje, no en mó, cuánto valor no es necesario para vengar
cubriendo sino a medias unas elegantes sanda a su padre asesinando!

lias de terciopelo. III.


Cuando el recien llegado estuvo solo a mui Con policía tan vijilante como la de don
corta distancia del joven que le observabacon Pedro, no podia tal asesinato quedar ignora
ávida fijeza, dejó éste rápido el sitio en que se do, i era imposible que su autor se escapase
mantenía oculto un instante hacia, i se dirijió por mucho tiempo de las pesquisas i del cas
al monje gritando : Don Henríquez.... Soi yu! tigo.En efecto, no tardó Pérez en ser apre

Pero quién eres tú? murmuró el canónigo hendido. El proceso se instruyó con estrema
con una voz en que disputaba la sorpresa con da rapidez, porque Gil no vaciló en confesarlo
el temor. -No me conoces?... repitió Gil con un todo. No tomando para nada en cuenta las
acento salvaje ; no conoces al hijo de Antonio circunstancias que atenuaban la gravedad de
Pérez!... Has olvidado que tu víctima tenia Su crimen, lo condenaron los jueces a ser
un hijo, i que ese hijo llegaría a ser hombre.... ahorcado, quedó su prisión desapiadadamente
Junio 4. LA SEMANA. 45

cerrada para todos los que amaban al desgra Una distinguida artista.
ciado. En vano su madre vagó dia i noche por
delante de las sombrías murallas de su cala Se corre que la simpática pareja Thierry-
bozo; en vano intentó Julieta ablandar con su Bernardelli no formará parte, como lo aguar
lloro el corazón de hierro de los carceleros; dábamos, de la nueva compañía cjue debe en
en vano quiso Gómez verse con Pérez, para pocos dias mas empezar a funcionar en nues
solicitar el perdón del infeliz a quien habian tro teatro.
Si esto llegara suceder perderíamos, sin
empujado al abismo; todo íracazó contra una a

consigna bárbara, i Gil tuvo que sacar de sí duda, la mejor pareja de baile que hemos te

mismo fuerzas para soportar esa horrible sole nido i acaso tendremos por estos teatros.
dad de que solo el verdugo debia arrancarle. Grandes son, según se nos asegura, los sa
Entre tanto no tardó la sentencia de muer crificios que los nuevos empresarios, están dis
te en divulgarse por Sevilla. Instruido de este puestos a hacer para satisfacer las exijencias
asunto, el rei curioso por conocer sus parti de nuestra descontentadiza i difícil sociedad,
cularidades, ordenó que trajesen al condena esto ha sido parte para que no demos entero
do a su presencia. Don Pedro, joven enton

crédito a la voz que ha circulado sobre la
ces, en el primer período de su reinado puro partida de la señora Thierry.
todavía de los excesos i crueldades crae, mas Cuando se trabaja por formar una nueva
tarde, llegaron a deshonrar su memoria, se compañía completa, nadie dudará crue una
artista como la señora Thierry no solo no está
preciaba de gran veneración a la justicia.
Se presentó Gil a don Pedro, sereno i frió, de mas en ella, sino que contribuirá no poco a
sin jactancia como sin debilidad. Estás acu —

que ese fin se alcance.


sado del asesinato de don Henrriquez? le dijo Estamos ciertos de ser los intérpretes de
el rei. Lo he cometido. Porqué motivo?
— — —
los deseos de nuestra sociedad, al pedir a la
Para vengar a mi padre asesinado indigna empresa de nuestro teatro, no
deje abandonar,
mente!—Don Henríquez era noble... Don — si le es posible, la capital a la simpática pareja

Henríquez era hombre! Thierry-Bernardelli.


I en pocas palabras, con el acento de since
ridad que no pueelesalir sino de un noble cora
Ecos de 9a semana,
zón, contó Gil su historia a clon Pedro, las
razones de la venganza, la manera como se Santiago, junio 3 de 1859,
habia realizado. Gil fué elocuente, persuasivo
i veraz. El rei, sin embargo, no manifestó Sumario.— Los que van i los que vuelven.—Lo que di
cen .i maquinan dos solteras en estas tardes frías.
dejó sorprender ninguna

emoción ninguna, no

muestra de ínteres, ninguna señal de simpa El cementerio del otoño.— Puertas cerradas, ideas
abiertas.— De la instrucción primaria en Cliile,
tía; pero volviéndose al primer assermente:

hace Conversaciones de salón.


A qué pena, preguntó, fué condenado
algún tiempo el asesino de Antonio Pérez?—
A que se abstuviese del coro por un año. ¿Os gustan los ancianos, jóvenes lectores? Por
lo que hace a mí, declaro con vuestro permiso
Don Pedro arrugó las cejas.— Por Santiago! acendrada afección. De los
que les tengo la mas
exclamó, la leí no puede admitir diferencias que he, hallado en mi camino, pocos
son los que

ni reconocer privilijiados. Revocamos la sen no figuran en mi memoria entre las prendas mas
tencia del capítulo, i condenamos al hijo del queridas que el pasado nos deja transformadas en
a que se abstenga de hacer zapatos recuerdos. No tengo sino razones mui ambiguas
xapatero virtudes do mi sino;
por un año. para creer en las benéficas
así es que pienso que, en este punto, no ha per
Al oir estas palabras tan poco aguardadas, dido la fortuna su nivel ordinario en obsequio mió,
e inesperado, la fisono
este perdón repentino i que vosotros, como yo, al subir la colina habréis
mía de Gil palideció; sus piernas se doblega
encontrado muchos que de ella bajaban, i apre
ron, i cayó sin sentido a los pies del rei. tando su mano, la simpatía habrá dilatado vuestro
El gozo mata como el dolor; pero Gil, a lo corazón. Es grato, en verdad, i sobre todo prove
morir. Cuando volvió a choso mirar es»s cabezas canas que han dado la
que parece, no quiso
la vida después de un desmayo de muchas vuelta a la existenecia i leen con reposada aten
horas, se halló trasportado a la sombra de las ción las últimas pajinas de su propia historia, tra
tando así de retardar el temible desenlace. ¡Cuán
poéticas montañas de la Sierra-Morena,
so
tas alegrías, cuántos sinsabores, qué de aventuras
bre las riveras floridas del Guadalquivir, jun
i contrastes en cada capítulo de ese libro, reim
to a la casita de Gómez, delante del cielo i de Lectores bisónos,
preso i leido cotidianamente!
las olas que no esperaba volver a ver. Oyó la hemos hojeado con presurosa indiferencia la pri
voz áspera del pescador, que decía:—Eres
un
mera parte del nuestro i comenzamos la segunda
valiente mozo, Gil! con interés codicioso: la heroína aparece en la

La voz agradecida de su madre que decia:— escena, es una Circe a menudo,


i Ulises no es aho
Bendito seas, hijo mió! ra su huésped. Fuerza esentónces
buscar un Men
tor. Los viejos lo son siempre para nosotros,
i hai
La suave voz de Julieta que decia:— Recé
mosle a Dios, esposo mió! muchos que valen tanto como el compañero de
Benedicto Galle t. Telémaco. Sus pronunciadas con lenti
palabras,
tud, enlazadas sin esfuerzo, son siempre cuerdas, i
3—=

ft6 LA Junio 4.

mas de ana ve« de personalidad; sino dos


clocttéates, cuando las anima el principios jenerales
calor de una sonrisa discreta i avara. criaturas inareibtes, dos nietas de Eva, que os
Si hubiese Sido pintor, habría tentaban aunados los atractivos de la belleza, de
agrupado
en un
lienzo tres caberas i pretendido dar con ellas la la gracia i la frescura. Es mas difícil que lo que
espresión de la dicha mas envidiable i duradera : se piensa, encontrar reunidas estas tres condicio
En el centro, la enórjica lozanía de la juventud nes que, cada una de por sí, bastarían i han bas

impresa en el rostro varonil de un hombre a los tado en ocasiones para trastornar un imperio,
veinticinco años; a su izquierda el májico sem cuánto mas una república. En efecto, los correctos
illante de una mujer joven, envuelta en ese pres- perfiles de la belleza tienen cierta severidad que
tijioso velo que la belleza, la debilidad i el pudor rara vez es graciosa, por su parte la gracia es
echan sobre las cabezas femeninas, i a su derecha menos bella que risueña i bonita, i la frescura, con
Un veterano déla Vida, arrugada torrente, canos su injénuo candor, quita a aquella los encantos de
los cabellos, afable la mirada. ¿No es cierto que -su misterio i a ésta los secretos de su inocente
tal cuadro simboliza la historia del alma humana? malicia. La madre naturaleza, no obstante, habia
Razonador mas activo que profundo, poeta mas constituido con feliz acuerdo, en las dos creacio
que razonador, el hombre joven Hevaen su ser dos nes de que os hablo, esos tres poderes femeninos,
elementos que luchan de continuo i rara vez armo tan formidables, al menos, i tan-bien avenidos, on
nizan : la razón queguía,el sentimiento que empu el caso presante, como los tres poderes del Estado
ja. Dócil un momento a las inspiraciones de aquella, (que aunque son seis, tres de ellos, como es sa
arrastrado con mas frecuencia por los alhagos de bido, son nominales i puramente científicos).
éste, el espíritu creador de la juventud se per Sentadas cerca de la ventana, sostenían, según
vierte i esteriliza en las'fatigas de la ineeftidum- todas las apariencias, una conversación tan grave
;bre, cuando está obligado a andar su camino sin ■como pueden permitírsela a una niña sus diez i
práctico ni compañero. Realizad, por el contrario, ofiho años, ün airecito de seriedad, la mas cómi
mi cuadro, colocad a mi héroe entre la mujer ca i deliciosa, jugueteaba en sus semblantes casi

apasionada i el discreto anciano, haced que oiga infantiles. Hubieran ellas querido, de buena gana,
alternativamente el espansivo acento del corazón parecerse a Siéyes, pero nadie habría reconocido
i la voz cautelosa del juicio esperimentado, dad el fac-simile.
un móvil i una no'ma a su acción poderosa, i lo —I tú también, Inés? decia a este tiempo Ja
veréis tomar sin vacilaciones, recorrer sintropiezo una.
la senda déla felicidad. —

Sentir, pensar, obrar: —

Sí, María,... La noticia te sorprende?


tales son las tres unidades de la comedia hu —No tanto como me alegra.
mana. —De veras? Pues a mí, me gustó también en un
Hai, entretanto, quien piensa, i acaso vosotros,
principio, me gustaba ayer mismo; pero ahora....
benévolos lectores, también pensáis que la feli -—Qué! no te gusta ya?
cidad no pasa los límites de la infancia i se disipa —¡No exactamente, -sino que tengo miedo.
es eso
con ella. .¡Cuántos idilios no se han compuesto para
—Miedo!' i de qué?... o a quién?... Acaso al que
ensalzar ia venturosa inocencia de los primeros -n a ser tu marido?
años! Pero ellos son, mas que sinceros, vengativos; :—45s poco temible, no es cierto? I sin embar-
en buena cuenta, no son mas que un reproche,
£gO,.. .

hijo del despecho, contra las adversidades del —Pero entonces....


presente. Apreciada la cuestión con imparcialidad He soñado anoche.

(si esta es alguna vez posible), láíeliciuad no exis Me vas a contar ese sueño tan poco matrimo

te én la infancia, porque tampoco existe ra des


nial,' porque yo también....
gracia. El sentimiento dormita todavía, í lainte- —Tu también has soñado?
lijencia se despierta solo a medias con el ejercicio Sí; pero dime el tuyo ante todo.
déla memoria i comparación, i con los aguijones
.

—Olí! nó; me hace mal hasta recordarlo.


de la curiosidad. ! —No sabes que los sueños, si se callan, serea-
Pero hace un buen rato, a lo que creo, que os ;
lizan?
estoi hablando de viejos i jóvenes, demitoldjía i
—¡Me prometes no reirte del mío?...
pintura, de sentimiento e intelijencia i de algo
mas
muí amenas
-

—Qué pregunta!... Vaya! empieza.


que ya he olvidado, cuestionestodas I decirme el tuyo en seguida?
e instructivas, mui conformes sin duda
el

con

Sin duda.... Pero estoi esperando que prin-
titile et dulce de Horacio Flacco, i que sin embargo
suelen hacerse fastidiosas a la larga. Llevado de \ tipies.
éste temor, levanto mi bloqueo psicolójico i voi Soñé que me hallaba en un inmenso jardín.

acontaros una historia flamante i poco conocida, Guantas flores conozco ¡ muchas que jamas habia
asilándome así en mi primera intención, estricta i visto estaban allí, engastadas en el_ verde esmalte
mente narrativa, os lo juro. ¡ de innumerables plantas; fucsias, jacintos, mag-
\ nolias, margaritas, dalias, camelias, azucenas, ro-
No hace muchas tardes ni, de consiguiente, ; sas, juncos, violetas a millares.
Era un mundo
Julio estaba a mi lado,
hace mas dias que, pasando cualquiera de mis , entero de aromas i colores.
la mano eorriamos locamente por un
lectores por cierta calle, habría divisado sin tra , i asidos de
laberinto de calles infinitas. Aquella atmósfera
bajo, al través de los vidrios de una ventana, |
abierta en la fachada de una casa, modesta i ale 1 perfumada, en que marchábamos envueltos, nos
gre mas que vistosa
en su aspecto.... habría di emhriagaba deliciosamente, i nuestros ojos seguían
deslumhrados las primorosas fantasías, los jnde-
visado, digo, muchas cosas; pero entre todas ellas
i

habría distinguido i mirado, con peculiar atención oíbles caprichos de aquel diluvio de matices. Nues-

carrera se precipitaba gradualmente i salvaba


i múT complacido también, dos que no eran, pro j tra
cosas sino personas, i no co poco a poco todos los límites de la mas acelerada
piamente hablando, ,

a fuerza ! rapidez. Mi compañero no se mostraba, sin embar-


mo quiera personas vulgares, indefinibles
go, satisfecho de ella, i su marcha crecía en ve-
'
de definidas, condiciones ordinarias de fisonomía,
Junio 4- LA SEMANA, 47
locidad a cada nuevo, paso,
que dáh?mps. Hapia —Sí, nocabeduda.—M futuro es demasiaelo jo
muchas horas que corríamos de esta suerte por ven.

aquellas sendas floridas, sin habernos desayuna



I el' mió sobrado viejo.
do siquiera, i ya era tiempo de comer'. Pero Julio Julio nunea piensa sino con la imajinacion.
■—

no parecía que hiciese memoria de tal circunstanv. I don Prudencio Con el raciocinio i el cálculo.

cia; su. ardor, lejos de desmayar, cobraba por ins -rr-Las novelas i¡ los; versos lo cautivan de un mo
tantes nuevo aliento, i aquel paseo alado lo ena do exclusivo i temible.
jenaba. No así yo, que principiaba a ceder al can —Como, al m¡o las viñas ilasovejas.
sancio i a sentirme desazonada. Me hostigaba ya Tiene mucho corazón Julio, pero poca ca

el pródigo perfume de tantas flores, que mis ojos beza,


habian contemplado al principio con curiosa ale —

nSi don Pr.udencip no tuviese tanta!


gría, con indiferencia mas tarde, ¡ al fin con has Guardaron las niñas breve silencio, hasta
qpe
tío. En vano me esforzaba por detenerla impetuo sajtó Inés, cambiando de, tono:
sa carrera de Julio; no me oía ni sentía tampoco Te pesaría quedarte soltera?... nó para siem

la resistencia de mi mano, enlazada con la suya. pre sino por ahora...,.


Llegó al cabo un momento en que las fuerzas me -r-Quéidea!.,.. no es posible arreglado to
faltaron : abandoné su mano i caí al suelo tem do como está..,..
blando de fatiga. Julio ni aun volvió la cara para —
Lo mismo me pasa a mí, i sin embargo
mirarme; sealejó rápidamente i desapareció a mi —Qué?
visfa, que con trabajo pudo divisarlo un breve* —
Nó me caso.
espacio, la incierta claridad del crepúsculo na
a —
Pero tu mamá ha dado su consentimiento
ciente. Me vi sola, presa del pavor mas angustioso, lío permitirá-,
de la mas cruel desesperación; quise llorar i no —He imajinado un medio ete salvar ese incon
pude, iba a gritar.... i desperté. veniente.
Dichas estas palabras, miró Inés tímidamente a —Cuál?
su compañera, i haciendo una linda mueca buiio- —Hacer que Julio desista de propio motivo.
na, con que pretendía paliar su emoción, agregó : I cómo?

■™-
Qué tontería! no te parece? Diciéodole, cuando venga esta noche, que


Quién sabe! dijo María, que luchaba visible quiero, una vez casados, que. arrendemos una cha
mente con un pensamiento tenaz. cra, para poner una lechería. I en consecuencia,
A-I tu sueño? Me lias prometido.... le rogaré que me lea El arte de hacer quesos.

Sí, sí; —
i como hablando consigo misma, —Ai! no me queda a mí tal recurso.
añadió luego : —
Es estaña, la coincidencia! —
-Por qué no?
■—

Empieza pues. —Porque nada querría mejor don Prudencio eme


Viajábamos yo i don
Prudencio, el que de ese aprendizaje.
aquí, a poco, será mi marido, por un .camino des —
Pero no. querría leerte una. novela-
conocido i desierto. A uno i otro lado de la cal —
Es cierto! i podría mas no tengo ningún
zada se estendia una llanura sin árboles, sin ver libro
en casa; a mi tio no le
gusta que yo lea.
dor ni vejetacion alguna, que prolongaba su es- Creo que mi hermano trajo-uno endias

pasados.
tension hasta perderse dé vista. Íbamos dentro de Mi mamá me ha prohibido el leerlo, no el
prestar
un coche cómodo, arrastrado por cuatro caballos lo; va a servirte, a las mil maravillas. Debe de es
que trotaban con uniforme cadencia. De tiempo tar sobre aquella mesa.
en tiempo me asomaba a la puertee-illa del carrua Ah! sí, aquí está; La Dama de las

es came

je, para buscar alguna novedad en el espacio in lias.


terminable de aquel estéril i monótono camino. —Te la. presto por esta noche.
Engañada siempre mi esperanza, volvía a se
en

pultarme en el fondo del coche. Una que otra vez Al (ha siguiente, la madre de Inés recibia una
^k me dirijia la palabra don Prudencio, mas empe- carta ele Julio, i el tutor de María otra de don Pru
* nado en la lectura de El perfecto vinícola, que en dencio; renunciaban entrambos al matrimonio ,

dar pábulo a nuestra conversación insustancial i aquel por no hacer quesos, éste por no. leer La
pasajera. Los caballos continuaban trotando con Dama de lps caMeíias.
desesperante igualdad, sin fatiga ni afán ski prisa ni ,

lentitud; i las ruedas daban vuelta sobre el suelo sin En último análisis el orijen de toda existencia
-
hallar ol mas leve obstáculo a su jiro maquinal. Poco animal no es quizá sino el movimiento, i en todo
^ poco me fui haciendo insensible al suave movi- caso es este el medio
obligado por donde la vida
mifinto cV*l carruaje i me. adormecí en la inacción. se dá a conocer. Se engañaría mucho, sin embar
Corría entretanto el tiempo i el camino no cam go, el que dominado por esta creencia declarase a
biaba de aspecto ni me prometía, aunque remoto, nuestra sociedad materia inerte,
porque penetrada
el fin del viaje. Cuándo llegaremos, amigo mío?

de frió i de reposo, se mantiene en sedentaria
apa
pregunté a don Prudencio^—J^ujic-a,
me e.ontesr i
tía no se deja ver en la Alameda. Le acontece a
tó con 1.a mag. perfecta. tranquilidad. Creí en —

este paseo- lo que a ios hombres caidos en


desgra
tonces que iba a espiral- ele fastidio i desfalleci cia, que ven .desaparecer,, con los vestidos de la
miento; me lancé a la portezuela para escaparme prosperidad, -Ja, muchedumbre de sus amigos. La
(Je ¡ni prisípo;ambulan6e.,.. idqsperté como tú. alameda ha perdido a un' tiempo su follaje i sus
Quedóse Maria un momento pensativa i. dijo lue paseantes.
go a Inés;. Apenas si allá en cuando,, unos cuantos amigos
—Qué piensas de mi sueño? No es verdad, que fieles a.su. infortunio i soledad recorren sus calles
se .parece al tuyo? con semblante receloso i, acosados del frió. Enton

Como el otoño a la primavera. ces la conversación recae naturalmente sobre lo
—El uno trae el invierno i la otra el verano:,.,.
que todos sentimos ¡ai! demasiado bien, sobre la

I nuestros sueños nos traen también un a-viso. estación.

rAcasol —Me gustaría mucho este tiempo si fuese menos
48 LA SEMANA. >
Junio lx.

crudo, —
deciá anteayer un
optimista aficionado al Un militar. Descuide Vd, doctor, Pasado el

comfort, envuelto en una ancha capa,con que en invierno, tendrá V. bastantes, sujetos para sus au
cubría el scotchman, superpuesto a un paletot den topsias; le ofrezco, por mi parte, quinientos arau
tro del cual se escondía una levita. canos.

El otoño tiene para mí un encanto inconce Un Lo que bien podria no ser así.

escéptico. —

bible, observó un poeta lírico.. Es ahora cuan


— —

Dojiingo Arteaga Alemparte.


do puede comprenderse que la vejetacion ha vi
vido, porque la vemos morir, i esas hojas que mu
dan de color i caen son los síntomas de su ago
A nuestros suscriptores.
nía.
consiguientes al buen
Las dificultades

Es triste, mui triste! —
esclamó con acento

dolorido un poeta elejiaco.— Este paseo ha dejado arreglo repartición de un periódico,


de la
de ser tal, para convertirse en el Cementerio del han hecho que hasta ahora no hayamos
Otoño.
podido repartir la Semana con la exacti
tud que deseamos.
La apertura del teatro continúa en el estado po
co satisfactorio de simple esperanza.
Como es mui posible que algunos de
El Congreso ha abierto sus sesiones el miérco nuestros suscriptores no hayan recibido
les último, lo que acaso os interese saber e igno el segundo número, les suplicamos nos
rabais probablemente.
dispensen, i se sirvan mandarlo reclamar
quid pro quo, ocurrido esta semana, ha he
Un a esta imprenta o pedirlo al repartidor.'
cho reír a muchas personas a espensas de una so
próximo número empezaremos
Para el
la, lo que, bien mirado, es bastante equitativo.
La señora X.....cuyo buen gusto i elegancia
a
publicar la lista de nuestros suscripto-
son proverbiales, recibió tres días hace una visita. res, habiéndonos sido imposible hacerlo
Era un caballero de provincia que su marido ausen
en este, como lo habíamos prometido, por
te le recomendaba.
los motivos mas arriba indicados.
Presentó este a la interesante dama
sus respe -

tos i la carta de introducción, que fue abierta i leí


da Terminado lo cual, preguntóle índice.
aparentemente.
la señora X... con amable sonrisa:
Al fin de cada semestre recibirán nues
—Cuál es lagracia de Vd., señor?

La mas desgraciada, señora; la ha leido Vd.
tros suscriptores un índice de las mate
rias contenidas en todos los números del
sin poder retenerla.
—De veras?.... Ah! ya caigo periódico salidos 'en ese espacio de tiem
provinciano terminó su visita como la habia
El po, juntamente que una portada por si
empezado, es decir, anónimo; i salió a la
calle pa-- desean encuadernarlo.
ra soplar a la oreja de cuantos conocidos hubo a
leer!
mano que la señora X... no sabia Condiciones de la suscripción.
Entretanto, las campanas [del progreso tocan a
La Semana aparecerá todos los sá
muerto por la Sociedad de Instrucción Primaria.
bados i constará por ahora de diez 1 seis
La conversación continúa siendo el entreteni pajinas en folio. La protección del públi
i esclusivo de los mejores círculos. co decidirá de su incremento sucesivo.
miento capital
Oigamos, si os place, un instante lo que se dice. Reunido un número regular de sus
Uno {entrando). Qué frío! criptores empezaremos a formar la Bi

Otro ha entrado). Lloverá? blioteca de la Semana, a que se* refiere


(que

Me parece que está helando.


Un tercero. nuestro prospecto, dando lugar: en ella

la
Un abogado (a media voz).— Poco importa; a lo mas nuevo e interesante que se es
no influye en los pleitos.
temperatura cribe s^bre novelas, historia, viajes, etc.
Vd. tal! Si las
Un agricultor (alto).— lio diga Precio de la suscripción: 3 pesos por
no se hacen mas jenerosas, las cosechas se
nubes
trimestre adelantados.
rán malísimas.
ahora el estado del Se reciben suscripciones únicamente
Un comerciante.— Como es
en la Imprenta del Correo, pasaje Bulnes.
comercio, que está postrado.
se muestra únicamen
Un médico.—-La estación
te propicia al desarrollo
de unas pocas enferme IMPUESTA DEL CORREO, Pasaje; Bulnes, núm. 14.
dades sin persistencia.
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO

Jledactoteé ¡ l/ut-ko i Juommao Jwteaaa Jb&Wjíattfl,


Ano I. Santiago, Junio 11 ele 185®. Múni. -4k.

mentos poco homoj éneos, que constitu


LA SEMANA.
yen otros tantos poderes mal dispuestos
JDN10 H DE 1859. a avenirse entre sí. De suerte que, a
SANTIAGO,
pesar de la pródiga amplitud de signi
Juicios europeos de un escritor ficación que el autor les concede, su
americaiio,
enlace no es afortunado, i el concierto
Una imprenta de Paris acaba de dar que resulta, si puede llamarse un mo
a luz un libro interesante que lleva por numento admirable, nunca podrá serlo
título : Ensayo sobre el gobierno en Eu a lo menos
por su duración. No es pre
ropa, por A. Montt. La materia de ciso ser mui medroso para temer por la
este libro es europea, su autor ameri civilización de la Europa cimentada en
cano. Aunque en otro orden, los hijos tales apoyos; pero, es fuerza estar mui
del Viejo Mundo hacen frecuentemente deseoso de ver, para contemplar su uni
algo parecido a esto : toman de nosotros dad en la existencia simultánea de tres
las materias primeras i las transforman entidades que, si no son enemigas, no
en sus manufacturas. se dan tampoco la mano,
Es sin duda conocido para muchos La segunda i también última parte
de mis lectores el nombre de don Am del Ensayo analiza los aj entes de la ci
brosio Montt, redactor del Mercurio,
.
vilización europea, que la índole de las
como fue hace algunos años, su corres razas preponderantes clasifica natural

ponsal después desde Europa, i colabo mente en dos grandes secciones : los
rador de varias publicaciones periódicas Latinos i los Anglosajones, Personifi
antes de ser redactor i corresponsal. ca la
Inglaterra de un modo esclusivo
Fruto parece que es. el libro citado de la influencia anglo-sajona i la Francia
las detenidas observaciones que ha te representa hoi la influencia latina, que
nido su autor ocasión i voluntad de empieza a sentirse débil i fatigada i vé
acopiar, en cinco afios de viajes por un rival poderoso, i usurpador en la
Europa i de residencia en sus centros enérjica acción de la primera, mucho
mas populosos i activos. mas joven i de consiguiente mucho mas

«El equilibrio, o sea la unidad de la fuerte que ella. La una declina de su


espada, el cristianismo, la unidad de apojeo, adonde va a tocar la otra,
la fé, i la opinión, la unidad t\ú crite Sobre esta trama ha tejido el autor
rio i de las costumbres : tales son las su obra con tino i habilhdad.
Leyéndola
tres bases sobre las cuales descanea ese se echa de ver sin trabajo, que es un

admirable monumento que se |llama escritor de mundo, lleno de sagacidad


civilización o unidad de la Euro i buena crianza. No se afana mucho por
pa.» Son estas las palabras con que mantener la nacionalidad del idioma,
termina el autor la primera parte de usa de él con soltura i
gracia, i así co
su libro, presentando así en compendio munica a su estilo facilidad i movimien
un
enigma curioso i sorprendente, to. Jamas se da prisa a resolver la cues
que las ideas i razonamientos de que tión, fija el punto de partida, se pone
va
precedido no descifran sino a me en marcha i
llega al fin deseado con
dias. En verdad que la coacción de
segura tranquilidad; sin que el lector,
la espada, el imperio de la fé i la por su
parte, haya recordado muchas
influencia de la opinión son tres ele veces el camino andado, ni asastádose
7
50 LA SEMANA. Junio lf.

del que tiene delante. Aun habria la


que repartición de virfudesi buenas preña


decir muchos bienes del libro en cues das. Hai, sí, una circunstancia que influye
tión, si los elojios, como la crítica i bastante en el porte mas o menos venta
acaso mas
ésta, auto joso manifiestan i otra
que no
exijiesen con que se una

ridad competente. raza, circunstancia que nace de su ca

Observando el Sr. Montt, en los rácter EL amor patrio i lá


respectivo.
paises que ha visitado, los hechos mas discreción dotes marcadísimas en el¡
son

constantes i jenerales que forman su, vida ingles, en el norte-americano i en cual


actual, se ha empeñadoconciliarios
en quiera otro de orijen semejante, i unidas
otros i cifrar con una vanidad nacional un si es no es
unos con
conjunto la
en su
razón de existencia de la civilización excesiva, infunden en cada uno de ellos
europea. Apasionado del hecho? que po el deseo de realzar el prestijio de su pais
i mantener, con la propia importancia i
cas veces se
niega a justificar, alejado
del reserva habituales, entero su buen nom
derecho, que no siempre armoniza
con el hecho, concede a
aquel la fuerza bre, ocultas sus miserias. Es raro oirá
de este i se engaña con la realidad. Pro un
ingles que se lamenta del pauperismo*
fesa la práctica por sistema, adora en el i degradación horribles de la plebe de
triunfo de la acción consumada, i des Londres i de otras ciudades populosas,
deña los principios que no han salvado de la propiedad territorial, monopolio de
los umbrales de la teoría. Así es que a la unos pocos, de las farsas electorales, de

los tneetings o mascaradas políticas i de


par acepta i reconoce por instrumentos
de la civilización, el equilibrio europeo algunas otras calamidades británicas; un
tal como hoi existe, los ejércitos perma ciudadano de la Union jamas- se acuerda.
nentes en suplanta actual, i la interven sino de su marina mercante, de sus ma
ción de las grandes potencias en los ne nufacturas colosales, de Nueva-York i
del presidente Washington; pero noso
gocios de las pequeñas, por una parte, i
tros los miembros de la raza latina, afi
por otra, la tolerancia relijiosa, el Libre
examen i la libertad de la prensa. Su cionados a llorar o reir e incapaces de
toda gravedad-, nos complacemos en es
múltiple acción prepondera i con ella la
unidad, la justicia i el bien. El Sr. Montt carnecer las flaquezas i ridiculeces de
sabe latin i acaso ha hecho memoria de nuestro hermano el vecino, tarea que
las palabras deLucano: Causa diisvictrix suspendemos efe tarde en tarde para
placuit. jimoíear sobre nuestros propios infortu
La realidad, sin embargo, tiene tam nios, no siempre reales. Somos les hijos
bién sus ilusiones de óptica, i es fácil pródigos de la sinceridad.
ser deslumhrado Me parece queelSr. Montt es dema
por el esplendor de sus
victorias. Pienso que no ha dejado de siado severo con las teorías i los sistemas,
ceder un tanto a tal fascinación el autor que si producen, es cierto, en ocasiones
del Ensayo, cuando se detiene a contem la utopia, auxiliadas de la lójica formu
lan a menudo las prescripciones de la
plar el estado de la Inglaterra i de la
unión americana, las maravillas de su moral i se hacen así una; norma excelente
en el curso de las aplicaciones. Son ellas
organización, la liberalidad de sus ins
tituciones, los prodijios de su cultura i el los ajenies del progreso indefinido de la
bienestar i felicidad de sus hijos. Son. humanidad i, en consecuencia, una voz
por cierto grandes esos dos pueblos i ofre amiga que consuela i alienta alos que viven
cen al mundo un desheredados del presente i, con ánimo
ejemplo de cordura i
mui recto i tenaz, soportan sus traveses pasaje
vigor envidiables; pero no creo que
ellos sean tan grandes, cuerdos i pode ros i esperan en el dia de mañana 1 no creo .

rosos, que no tengan flaquezas, defectos porotra parte, que sea esta
creencia
una

i debilidades mui notables; ni creo tam ilusoria i estéril. Es fecunda en recursos

poco que la raza latina adolezca de vi para la desgracia, que se preserva con ella
cios mas capitales que los anglo-sajones déla depravación, i es verdadera
por mas
i fuese menos favorecida de la suerte en | argumentos que se la opongan. No hai
Junio H. LA SEMANA. 51

»no observar la humanidad en su his- 1


a reducido en escasos i miserables círculos, que

toria para conocer que anda. Sin tenerla apenas merecen mencionarse, donde el soplo
del materialismo o de la envida ha apagado la
fé de Galileo, se puede responder a los llama divina del espíritu. Entonces hemos
que la condenan al reposo : E pur as' creido de nuevo en la eficacia de los esfuerzos
mitove. secundarios, hemos encontrado muestras de
iQuién negará que la práctica i la es aprobación donde, solo creímos cosechar indi-
lerenciai desprecio i seguirnos adelante nues
periencia son útiles i positivas, asibles i tra humilde tarea, confiados en ei porvenir i
provechosos sus resultados? pero no lle apoyados en el noble deseo de arrojar tina
van en su seno toda la existencia ni, mu
piedra siquiera en los cimientos del inmenso
cho menos, son todo el código de sus edificio del progreso común.
A las inquietas declamaciones de los que,
leyes. La costumbre ha sido proscrita de sintiéndose con fuerza, abandonan latarea cul
la lejislacion moderna mas perfecciona
pando a la indiferencia de la sociedad, noso
da, los hechos son fugaces i transitorios tros responderemos diciéndoles que busquen
i el mundo moderno por fortuna no tiene en su voluntad la enerjía que su propia indi

que sufrir el yugo de una nueva lei, que ferencia les roba i hallarán en el trabajo i la
seria tan ciega, tan absurda como la del perseverancia su propio desengaño. Chile se
mundo pagano cuando dijo (mis lectores encuentra ahora como esos campos que solo
esperan la mano del cultivador para rendir
me
perdonarán esta nueva cita latina: ) frutos abundantes i sazonados ; la civilización
Fata volentcm ducunt, nolcntem trahunt. ha arrojado ya los cimientos que preparan la
Domingo Arteaga Alemparte, intelijencia : tened constancia i veréis conver
tirse en flores las que creiais zarzas i malezas.
No es el aprecio por los trabajos literarios lo
J>e los trabajos literarios en Chile. de
que falta, es la constancia i el entusiasmo
Tiempo es ya de establecer los que pueden cultivarlo.
en este mundo la dignidad de los El viejo mundo se nos dirá, nos envia las
talentos secundarios.
Ecjesio
producciones de su mas cultivado espíritu i las
Pelletas, Horas de tra fuerzas desmayan a la sola idea de luchar con
bajo. su inmensa superioridad. Nuestras conviccio
Las bellas palabras que por epígrafo de este nes a este respecto, sin apoyarse en una pre
artículo bernos tomado, deben ser la divisa de sunción pueril o desmedida, nos alejan de
todos en la difícil carrera de las letras. Sí, ya semejante temor. Nosotros creemos que la li
es tiempo de reconocer que es digno de teratura no es un palenque donde cada cam
apre
cio para todo el que aspira al bien de la hu peón, para obtener los aplausos de los espec
manidad i de su patria,' esta hermana predi tadores, necesita sobrepujar a los demás i te-r
lecta de cada cual en la gran familia humana, rrasar al adversario con el bote de su lanza.
el puesto de talento secundario. No es solo la En el campo pacífico del estudio, negamos que
luz de los planetas la que alumbra i fecundiza deba haber contendores i rivales : las inteli-
nuestro globo ; sus satélites le envían también jencias, por el contrario, se dan la mano para
sus resplandores, su calor i su luz, contribu
ayudarse en la empresa i el público acoje los
yendo al desarrollo magnífico de la creación. ensayos de cada cual, apreciándolos tarde o
El orgullo debe, pues, dejarse aun lado cuan temprano en lo que valen i animado las mas
tío se trata de entrar como labrador en eí fe veces de induljencia por todo lo que es obra
cundo i elevado campo de la intelijencia, por de los que han nacido en el mismo suelo. La
que todo esfuerzo, toda tentativa hecha para desdeñosa apreciación de alguno que solo se
enriquecer la mas brillante herencia del ser precie de leer libros de allende los mares,
nacional, recibe las nías veces del mundo su ademas de ser un juicio que por su peso a na
merecida recompensa. die arredra, merece mirarse como una opi
También nosotros, como muchos, hemos arro nión aislada i no como la fórmula del senti
jado a veces la pluma con el invencible desa miento social, A menos de ser un libro cuya
liento del desengaño ; también, en medio del comprensión demande conocimientos previos
trabajo, hemos creido divisar la sardónica i especiales, las producciones de amena litera
sonrisa de una sociedad a quien egoista i tura encuentran en nuestros círculos ilustrados
apática se ha hecho casi una costumbre el una acojida benévola i cordial.
apellidar ; pero después hemos querido pro En el dominio de las letras, sobre todo,
fundizar las causas que helaban nuestro entu nunca las sociedades han tenido que buscar a.
siasmo, nos hemos acercado para divisar esa sus trovadores o novelistas, sino que éstos
sonrisa i percibir mejor la bielde su sarcasmo : han debido inspirarles, por sus trabajos, el gus
nuestra indagación,
lejos de traernos desalien to por tan hermosa ocupación del espíritu.
to, ha vigorizado nuevamente nuestra fé i, Desde los cantos informes de algún oscuro
tratando de palpar mas de cerca, el bardo del Ejipto, que buscara su inspiración
egoísmo
tan decantado de la
sociedad, lo hemos visto en las misteriosas leyendas de la civilización
52 LA SEMANA.' Junio. 11.

primitiva, hasta los que en nuestros dias han marcha progresiva de la civilización a travez
marcado jénio una época en el catálogo
con su de los tiempos i de las naciones, nos manifiesta
grandioso de los siglos, no creemos que nin que cada pueblo ha recibido de otro las pri
guno haya esperado que la sociedad a quien meras bases de su futuro progreso i que esa
ihaa dirijirse, fuese un
juez competente para civilización en su paso ha ido enriqueciéndo
apreciar las obras de su injenio. Todos ellos, se con lo que cada raza ha podido legarle des
por el contrario, han hecho resonar su voz en pués de recibirla de otros climas.. Enesa
-mar

medio de sociedades que no se hallaban cha colosal emprendida desde la India (la' pri
pre
paradas para oirías, salvando las épocas mo mera cuna de las ideas puestas al servicio del
dernas solamente, i esas sociedades, las mas
progreso) a las ardientes i ejiones del Ejipto,
veces, han escuchado su voz, alentando sus de allí a Fenicia, de ésta ala Grecia, i de la
empeños. Grecia a la Italia, que envió sus irradiaciones
Entre nosotros, ademas, la crítica ha perdi a todos los
puntos de la Europa, ningún pue
do sus mordaces i punzantes sarcasmos, que blo ha desdeñado los beneficios de las luces
tiempos no lejanos, despleglara contra todo por no haber tenido orijen en su seno. Lo que
en

el que pretendía dar un paso en la via litera se observa de la civilización en jeneral, puede
ria : los escasos juicios que en los últimos
aplicarse a la literatura, esta espresión mas
tiempos ha producido nuestra prensa, en aná avanzada de la cultura social. Nosotros, al re
lisis de obras nacionales,' han llevado el sello cibirla de Europa, no debemos desmayar por
de la jenerosidad i del buen criterio recono
que parezca haber llegado a su apojeo ; talvez
ciendo el mérito ¡^ atenuando con induljencia la América está llamada a enriquecerla, si
los defectos. guiendo la lei que la historia puede atribuir a
Nada se opone, pues, a que todos los que la naturaleza. La orijinalidad, ademas, no es
sienten el noble deseo de emplear su pluma al obra de unos cuantos años ni de una sola jene-
servicio del porvenir literario de Chile, ensa racion; siendo una espresión del perfecciona
yen sus fuerzas en favor del cultivo social al miento jeneral, debe formarse delosadelantos
que todos deben su parte en la esfera de sus progresivos de las jeneraciones que van suce-
alcances, sin retraerse jamas por la modestia diéudose, las que buscarán su inspiración en
de la ofrenda, o la pequenez del impulso que su clima, sus costumbres i su suelo, dándole
sean capaces de dar a las conquistas de la ci necesariamente la nueva forma que ha de
vilización, por medio de la poderosa palanca constituir su ser con la marchadelos tiempos.
de las letras. Siendo nueva, ademas, nuestra Volveremos a repetirlo : lo que se opone,
sociedad, la misión délos escritores del dia es entre nosotros al desarrollo literario, es prin
echar los cimientos de un edificio que mas cipalmente la propia apatía de los que pueden
diestros artífices, después, vendrán a enrique ayudarlo. Si le falta el impulso de estraños
cer i a completar. Las sociedades americanas auxilios que pudieran vigorizarla en su mar
en ¡enera], i la chilena entre ellas, no han lle cha, punto que aquí no tocaremos, esos auxi
gado aun, en punto a cultura literaria i cientí lios pueden conquistarse, estamos ciertos, con
fica, a esa especie de saciedad que parece al la perseverancia i el estudio délos queinician
presente aquejar a los grandes mundos euro la obra, animados de desprendimiento i buena
peos. El espíritu délos pueblos jóvenes se ali voluntad. Si la vida material está ceñida a los
menta con mas sencillas producciones que el estrechos límites fijados por la naturaleza, la
ya gastado de las naciones que han vivido vida intelectual no reconoce término ni valla,
mucho de la vida intelectual ; entre nosotros por que no pertenece al hombre aislado sino a
puede ser nuevo lo que solo arrancaría al re la humanidad, su savia es la herencia de los
finamiento de aquellos pueblos, una fria mi pueblos. Qué importa que después del traba
rada de compasiva indiferencia. En América, jo los resultados sean modestos i oscuros :
pues, suelo pobre- aun de notabilidades litera valdrán al menos una ofrenda que habremos
rias, puede reclamarse mejor que en cualquie depositado en el altar de la civilización i que
ra punto de Europa la consideración i el apo será recojida por todos los que crean con
yo para los talentos secundarios : de ese mo sinceridad en la grandeza del porvenir!
desto círculo, bien podría mas tarde adelan de 1859.
tarse el hombre en cuya frente el dedo de Dios
Mayo
hubiese estampado el sello resplandeciente del Alberto Blest Gana.
jénio.
Pedir, por otra parte, a nuestra naciente La brisa.
literatura una completa orijinalidad, es exijir
la ajilidad del adulto al niño que empieza a Nuestra vida se desliza
dar sus primeros pasos apoyado en el brazode Cual la brisa
su madre. Aspirar a obtener esa orijinalidad Sobre las olas del mar,
antes que el estudio haya madurado las dotes Pues que siempre va corriendo
naturales de la intelijencia, es presumir mui Removiendo
alto, sin razones para ello, i olvidarse de que Nuestra dicha sin cesar.
todo ha menester de un principio para alcan
zar después al perfeccionamiento deseado. La I cual ella no nos deja
Junio 11. .LA SEMANA.- 53

Ni una queja La pena a veces con su amarga hiél


De oculto i traidor afea* ■
Del placer i la dicha nos despoja,
Pues las penas, los amores i' Como de otoño la ventisca cruel
I dolores Arranca de los árboles la hoja.
También con ella se van.
Es grato entonces espaciar el alma
Mas la brisa a cada- instante Por la azulada i silenciosa esfera,
Vaga errante I contemplaren deleitosa calma
Sobre pintado verjel, De los Andes la blanca cabellera.
I talvez con embeleso
Lleva el beso Yo amo esa brisa deliciosa i pura
De la rosa i el clavel. Que recoje perfumes del oriente,
I me gusta sentirla en la espesura
Asi nuestra alma pasando Resbalando fugaz sobre mi frente.
Va gozando Yo amo del bosque la encenada oscura
De una májica ilusión, I me embriaga el murmullo de la fuente:
I busca para su gloria Me siento renacer cuando la brisa
La memoria Arranca a cada flor una sonrisa.
De un amante corazón.
Mavo de 1859.

I la brisa sus pesares


a
Camilo H. Cobo.
I cantares
Dice amante el trovador,
Pues le trae en blando jiro La Candelaria.
Sarjenía (a)
Fiel suspiro
Del objeto de su amor. Hace dos años a que en una de esas largas i
pesadas noches de invierno me hice conducir
En su canto dolorido por un amigo a casa de la Sarjenta Candela
Suspendido, ria. Siempre habia tenido el deseo de conocer
Se extasía con pasión, a esta heroína i de pedirle que me refiriese

Porque el aura grata i queda ella misma la historia de las gloriosas proezas
Le remeda con que ilustró su nombre, durante la segun
Cuanto dice el corazón. da campaña restauradora del Perú.
Desde las primeras palabras que se cruza
I ya espresa el sentimiento ron sobre este tema, pude conocer que esta

Vago, incierto ban vivos en ella los recuerdos de Ancach i


De la ardiente juventud, Pan de Azúcar i que ni la distancia de los su
O ya melodiosa jira cesos ni la influencia de una naturaleza enfer-

Cual suspira misa habían alcanzado a amortiguar la enerjia


Menlancólico el laúd. de. su espíritu. El alma del soldado latia en su
pecho i sus palabras, sus actitudes mismas se
animaban de una ardorosa espresión cada vez
Luego pasa silenciosa
Vaporosa que le llegaba el turno en el relato a alguna
Sobre el tallo de una flor, de las peligrosas aventuras de su vida militar.
I le alaba sus primores Lijeros apuntes anotados entonces i corro
I colores borados mas tarde por la compulsa de docu
Murmurándole su amor. mentos i por la aseveración de testigos pre
senciales son los que hoi van a servirme para
O ya riza dulcemente delinear algunos razgos biográficos de la Sar
La corriente jenta Candelaria.
De un arroyo juguetón, El tema es digno de la prensa. Tiempo hu
O bien canta a la azucena bo en que la fama de ese modesto nombre se
Cuanto pena estendió por todos los ámbitos de la Repúbli
Por decirle su pasión. ca, inspirando por do quiera la simpatía que
inspira el heroísmo i conquistando el podero
so ascendiente que ejerce sobre la
Yo amo esa brisa i sin cesar anhelo imajinacion
Gozarla en la estación florida i bella del pueblo todo cuanto sale de la marcha or
Cuando su réjio manto viste el cielo dinaria de los sucesos humanos. Una mujer
I es un rico diamante cada estrella. sobreponiéndose a su sexo, combatiendo ani
mosa en los campos de batalla i excediendo

Cuando de verde se reviste el campo en valor i en entusiasmo a los mas bravos, se-

I la flor su grato aroma,


despide
Cuando calienta el sol con tibio lampo (a) Dispensen los puristas si esta a les suena mal.
A trueque de conservar la designación que da el pue
I canta sus amores la paloma. blo a un nombro glorioso, vale la pena de hacer un
desaire a la Gramática.
5d LA SBMANA. Junio 11.
rá siempre un
tipD de elevado interés, sea del Callao. A mas de los magníficos prepara
cual fuere el rd tivos de defensa qne convertían el castillo de
que le hay* católo desempe
ñar. Si es grandiosa la
figura de Juana de Felipe IV en una fortaleza inespugnable,
Are, salvando en Francia la relijion i el tro aquel activo lugar teniente tomaba todas las
no, por eso pierde sus poéticos colores la
no medidas de policía militar que le aconsejaban
¡majen guerrera de la Amazona a quien crea los apuros del momento o las animosidades
ciones fantásticas nos pintan encarnizada en consiguientes al estado de guerra. Los chile
los combates. nos, víctimas en el resto del Perú de una per*
(¡hile ha tenido también sus Amazonas, i secucion encarnizada, no podían esperar suer
ninguna por cierto mas digna de este nombre te distinta en el Callao; asi es que no bien
que la heroína de Yungai. habia asomado nuestra escuadra tras de la
No entraremos en minuciosos detalles sobre isla de San Lorenzo, cuando ya se les orde^
todas las incidencias de su vida. Mecida en naba abandonar el puerto en el perentorio
humilde cuna, la época de su infancia i la de término de veinte i cuatro horas i bajo aper
su primera juventud nada ofrecen que pueda cibimiento de severas penas.
interesal- a los lectores. La Candelaria que hasta entonces se habia
El año de 1833 la encontró en Valparaíso mantenido consagrada esclusivamente a su
al servicio de una familia holandesa que se negocio tomó el asunto a pecho i determinó
preparaba para ir a establecerse en el Callao. no solo burlar la orden sino mantener una

Ese instinto aventurero que caracteriza a actiya comunicación con la escuadra. Enten
nuestro pueblo i que ha poblado de chilenos dióse para el efecto con el capitán de un bu
casi toda la costa del Pacífico, la indujo a se que norte-americano que secundó sus miras a
guir a sus
patrones, aceptando propuestas de medida del deseo, conduciéndola abordo i vol
una mediana conveniencia. viéndola a tierra diariamente. Fácil es medir
Poco tiempo habia trascurrido después de las ventajas que de esta comunicación podían
su llegada al Perú i ya un digusto con aque reportar los jefes chilenos; pero como la em
llos la privaba de los únicos recursos, de la presa tenia sus peligros, ellas no fueron mui
única relación con que podia contar. Fué en duraderas. Una esclava de ¡a misma CandelaT
vano que intentara volverse a Chile; sabido es ria instruyó a la autoridad de lo que ocurría i
unos cuantos soldados hicieron lo demás. Po
que por lo que hace a estar quemadas las na
ves, todo pobre en pais estraño se llama cas horas después nuestra heroína se encon

Hernán Cortez: traba cargada de cadenas en un oscuro i es


I sin embargo, como no hai mal que por trecho calabozo, sufriendo insultantes burlas
bien no venga, según lo asegura un adajio, de sus guardianes i privada hasta de las mas
quizá fué la buena estrella de la Sarjenta lijeras comodidades de la vida.
En tan triste situación, ella veia pasar los
quien le suscitó esas dificultades. Vuelta a su
dias i los meses sin que viniera a consolarla
pais i lejos de los sucesos que la ligaron mas
tarde a las glorias del ejército restaurador, el ninguna esperanza de libertad. Habia oido el
nombre de Candelaria Pérez se habría perdido cañoneo cuando el ejército restaurador entró
en la oscuridad i en vez de hacer eco en dos a Lima; mas como las
tropas de la Confedera
ción permanecían dueñas del puerto, no du
repúblicas, apenas habría tenido otro teatro
nuestras ciu daba de la derrota de los chilenos, que por
que algún apartado barrio de
dades. otra parte le confirmaban los carceleros, mo
Sea como quiera, el hecho es que no pasa lestándola con la idea de una próxima ejecu
ron muchos meses sin que la Candelaria se ción.
estableciera de una manera ventajosa, merced Quiso al fin la
suerte que cierto dia pasase
a la protección desinteresada de un ingles que el Guarda por la puerta de su calabozo
jeneral
la habilitó para que pusiera una fonda. Ocu i que ella pudiera llamar su atención i obte
ner una audiencia. Por esa secreta
pada de este negocio, en el que permaneció simpatía
basta el arribo del ejército chileno, ofrecie- que'hai entre almas de templeenérjice, el jene
rónsele repetidas ocasiones de desplegar su ral se dispuso bien hacia la prisionera, i des
carácter altivo i sostenido, con cuyo auxilio pués de haberle oido impugnar en términos a-
cres i casi descomedidos la conducta de sus
logró tener a raya a la jente non sancta que
de ordinario frecuenta los establecimientos de propios ajenies, acabó por ponerla en libertad.
esa clase. Su reputación de valiente se habia Escusado parece decir que su primera dilir
estendido por el pueblo i no fué después una jencia fué dirijirse a nuestro ejército, todavía
sorpresa para los habitantes del Callao el
sa acantonado en Lima i que allí recibió de sus
ber que la chilena, como ellos la llamaban, futuros compañeros de armas la entusiasta
habia pasado a ser la bizarra Sarjenta del acojida a que la hacian acreedora su decisión
i sufrimientos. El jeneral Bulnes, que ya antes
ejército restaurador.
Lleguemos de una vez al año de 1838. De habia intentado con empeño su rescate, le
clarada la guerra entre Chile i la Confedera dispensó también espresivas muestras de
ción Perú-Boliviana, el Jeneral Guarda uno aprecio i simpatía i la hizo partícipe de la
de los mas decididos sostenedores del protec suerte del ejército, asignándole un sueldo i

tor, habia sido nombrado por éste gobernador ocupándola en asuntos del servicio.
Junio 11. LA SEMANA. 55

Como su larga residencia en el Callao le el hecho es que la noche sobrevino, sin que el
habia dado el conocimiento práctico de las lo combate se hubiese decidido.
calidades, confiésele desde luego la comisión Un indio desertor llegó entonces por fortu
de dirijir avanzadas que pusieran en alarma na a la
posición de los chilenos. La coyuntura
a los del castillo. Unida no podia ser mas ventajosa para éstos, que
para el efecto a una
compañía del Carampangue, no dejó pasar una desconociendo absolutamente las localidades,
sola noche sin hostilizarlos, matándoles jente, mal podían tentar una escapada al amparo de
echando salitre en los pozos de donde bebían la oscuridad. Asi pues, arriesgando el todo
los soldados i esparciendo proclamas en los por el todo i resueltos a morir si la fatalidad
contornos mismos de la fortaleza. Durante los o la traición los contrariaba en su tentativa,

treinta o mas dias que duraron estas escursio- dejaron su puesto i se entregaron a la discre
nes manifestó por su bravura, ni una vez des ción del indio para que los condujera a Re-
mentida, i por el acierto de sus movimientos euai.
que era digna de la confianza con que la ha La suerte les fué propicia. Después de liar
bian distinguido sus jefes. ber marchado toda la noche por caminos es-
Mientras esto ocurría, llegaba Santa Cruz traviados, llegaron a ese pueblo a las siete de
con su brillante
ejército a las puertas de Lima. la mañana.
Esta posición eradesventajosa para el núes- \ El jeneral Torrico, que tenia fundados moti
tro; así esque obligado a desalojarla,tomó vos para no esperara la Candalaria i a. los

naves en Ancón i desembarcó en Huacho a la suyos, encontró apenas palabras bastantes


mañana del siguiente dia. Fraccionado allí en con que encomiar su heroísmo i quiso que ella

dos grandes divisiones, encaminóse primero misma luera a Huaraz a dar cuenta de lo ocu
una de ellas hacia la provincia de Huailas, rrido al jeneral en jefe. Data desde entonces
siguiéndole los pasos no mucho después la su grado de Sárjente

otra al mando del jeneral Torrico. La Cande No pasaron muchos dias sin que las dos di
laria iba incorporada en esta última. visiones del ejército formaron un solo cuerpo,
YTo la dejaría llegar silenciosamente hasta el ni pasaron mucho tampoco sin que Santa
pueblo.de Hüaraz, capital de aquella provin- Cruz llegara en su busca.
eia, si durante la penosa travesía que conduce Mientras los restauradores mantenían su
a él, no hubiera hecho otra cosa que partici cuartel jeneral en Caraz, el protector estable
par de las fatigas del ejército. Pero es el caso cía el suyo en Ancach. Preciso fué buscarlo
en esta excelente
que en Chiquian, aldea intermedia, tuvo lu posición, i ya el 19 de enero
gar un suceso digno de especial mención. de 1839 solo dos jornadas escasas mediaban
Cansados los nuestros, después de una lar entre ambos campamentos.

ga jornada, se entregaban al sueño i a los pa Preámbulos sangrientos precedieron a la


satiempos, sin cuidarse de una numerosa par gran batalla que dio en el siguiente dia tantas
tida que, al mando del jeneral Moran rondaba glorias a las armas chilenas.
los contornos. Todo estaba en la descompos La altura de Pan de Azúcar, elevada sobre
tura de un ejército ajeno del peligro, cuando una pendiente casi
perpendicular habia sido
se hizo saber # Torrico que una avanzada ene coronada cpn cinco compañías federales, que
miga se acercaba. Ignorante este jefe del nú debían protejer amansaívp.el campo enemigo.
mero de tropas qué venían sobre él i temeroso Lanzarlas de su puesto era empresa tan teme
de comprometer un encuentro en la desventa raria como importante. El coronel
peruano
josa posición que ocupaba, dio inmediatamen Ugarteche i el valiente i malogrado coman
te la orden de marcha i entregó, como medida dante Valenzuela recibieron la orden de aco
preventiva, cincuenta soldados a la Candela meterla al mando de los cazadores de los ba
ria para que trepando sobre un cerro inme tallones Valparaíso, Carampangue i- Santiago
diato, espiara a los contrarios i les resistiese i de la sesta compañía de Cazadores del Perú.
si preciso fuera. No bien se había cumplido No nos detendremos en pintar los
razgos de
esta disposición, cuando una respetable parti heroísmo que por ambas partes contendientes
da de siete compañías enemigas tomó la falda ofrece ese glorioso asalto. Baste para el
pro
del cerro. La situación era crítica. Sin me pósito de este artículo recordar que la Sarjen
dios de escapar i viendo que el ejército se re ta Candelaria, avanzando en primera fila, fué
tiraba a marchas redobladas no habia otro también la primera que arrebató un estandar
partido que entregarse o desafiar la muerte en te al enemigo. Sus compañeros de armas re
una lucha desesperada. Nuestra heroína se cuerdan con admiración el arrojo que
desple
decidió por este último, i después de haber gó en aquel sangriento torneo, i ella misma
desplegado su jente en guerrilla, dio principio al hacer la relación del suceso refiere
que
a un vivísimo fuego que obtuvo digna contes cont'ibuyó grandemente a alentarla la presen
tación. cia las trincheras de un antiguo
en
enemigo
Prolongóse la lucha por tres horas. Sea que que le dirijía groseros insultos i a quien aco
faltase a los contrarios el empuje necesario, metió antes que a nadie, dejándolo en el sitio.
sea
que no se resolviesen a trepar la altura Inútil es decir que la batalla decisiva en el
por no divisar una prudente compensación campo de Yungai no fue para ella sino la con
entre el peligro i los resultados déla empresa, tinuación de sus anteriores proezas,
Siempre
56 LA SEMANA. Jimio 11.

a la vanguardia buscando loa


peligros, sirvió i
En un entreacto.
entonces, como antes, de poderoso aliento, a
los que combatían a su laclo i puso dignamen Allí qué de marchitas rosas
En su mañana!
primera
te el sello a su bien merecida fama de bra
Ahí que de ninas donosas
vura. Muertas en edr.rt tempranal
Un año mas tarde, el 18 de diciembre de '
Mezclados lleva el carro de la muerte
al niño, al delicado, al fuerte.
A,l viejo,
1839, los vencedores de Yungai entraban a
Santiago en medio de las entusiastas
mas (Andrés Bello.)
i
muestras del regocijo popular, La Sarjenta
Acababan de darlas ocho de la noche, cuan^
Candelaria con chaquetilla i gorra militares
do un coche tirado por dos briosos tordillos
cruzaba también por la Alameda al mando de se detuvo delante del peristilo, de nuestro tear
su mitad, recibiendo los aplausos i las aclama
tro,
ciones de la multitud. Dias de triunfo fueron
La noche era tan hermosa como fria, era
aquellos para ella. Los mas altos personajes una de esas noches de agosto en que, mientras
le prodigaban felicitaciones i \adonde quiera las estrellas parece como que tiritan, nosotros
que pareciese la galantería i la admiración le los mortales damos diente con diente.
ofrecían sus homenajes.
Esa época empero, fué breve como el entu
Apenas el coche se detuvo un lacayo, de ga
loneada librea corrió a abrir la portezuela.
siasmo. Apagado su pasajero brillo, una tris La primera persona que bajó fué un hom
te monotonía ha dominado en la vida de la
bre ya entrado en años, envuelto en una capa
Sarjenta, bastando apenas a disiparla de vez mas larga de lo que pide la elegancia, pero
en cuando uno que otro testimonio de que per
aun corta para lo penetrante del frío, que ha
manece aun vivo en el pueblo, el recuerdo, de
bría sido en esa noche un argumento en pro
sus glorias. de la realidad de la materia para el mismo
Era si no me engaña la memoria el 20 de Pirron.
enero de 1849, dia en
que se representaba en —

Cáspita! dijo nuestro hombre.


el teatro de la República un drama peruano I volviéndose al coche agregó :

titulado La batalla de Yungai, Uno de los —


Cuidado Mercedes, i tu también Maria.:
papeles principales de la pieza estaba consa abrígate bien porque la noche está cruda.
grado a nuestra, heroína que desde la testera —
No temo al (rio, papá, contestó, al mismo
de un palco veía a la Sarjenta Candelaria de bas
tiempo que saltaba sobre las húmedas piedras
tidores arrancar frenéticos aplausos a la con de la plazuela, con mas gracia i lijereza que
currencia. La coincidencia era curiosa por un gorrión al despuntar las primeras clarida
cierto, i el público que a poco andar se aper des del alba, una niña que tocaba ya a esa*
cibió de ella, volvió sus miradas hacia la Sar edad que el Dante llama la primavera de la
jenta del Pan de Azúcar i redobló sus aclama Vida.
ciones. Esta ovación ha sido la última de que Tras la jentil Maria, bajósu madre.
ha podido gozar. Cuando entraron en. el teatro el telón caia i
La Candelaria debe rayar a la fecha en los las últimas armonías de la orquesta se apa
cincuenta años. Es de estatura mediana i su
gaban.
cuerpo respetado de las balas, no lo ha sido de Los concurrentes del patio tomaban por
las enfermedades que casi la han reducido a asalto todas sus salidas i se desparramaban
la condición de inválida.
por los corredores,
A la época en que la conocí, «na pobre i re Los anteojos abandonaban sus cajas i empe
ducida pieza era su habitación. Chile ha sido zaban a ser apuntados en todas direcciones.
siempre parco para premiar las glorias de sus Los cuchicheos, las miradas de intelijencia,
hijos, i aun cuando hai mucho de bueno en las sonrisas, los furtivos suspiros, los arranques
este espartanismo, convendría aplicarlo en de celoso de despecho, las crueldades ilas bon
ciertos casos con menos rigor. dades de esas soberanas absolutas que. tienen
Una pensión vitalicia que permitiera a la
por solio los primeros asientos de los palcos,
Candelaria pasar cómodamente el último ter se cruzaban en todas direcciones.
cio de su vida seria un premio debido a la El telón cayendo había suspendido la ficción
singularidad de sus servicios i un estímulo para dar paso a la comedia real.
El valor del soldado tendría
para el porvenir. Pocas veces habia estado mas concurrido
una valiosa prenda que lo asegurase
siempre el teatro que ep esta noche. Si mal no recor
sinunca faltaran en nuestros ejércitos mujeres damos, la ópera que se cantaba era a benefi
pomo ella. cio de una de las cantatrices mas simpáticas
al público.
Vicente Reyes,
Solo un palco del segundo orden habia que
dado vacio durante el primer acto.
Mira Andrés, decia un joven vestido con

irreprochable elegancia a otro que a su lado


se sentaba, la señora Mercedes Cuadros no ha
venido.
Junio 11. IA SEMANA. 57


Lo mismo fe iba a hacer observar, Fran Una verdadera falanje de adoradores la cer
cisco, contestó Andrés. caba. Cada noche recibía diez protestas de
—¿Quesera? amor i por lo menos cinco declaraciones en

--

—Quien sabe. Dicen qne la señorita Maria toda regla. Pero todas las banalidades del
suele tener frecuentes indisposiciones desde mundo, todas esas protestas mentidas, todas
hace algún tiempo, i esas necias declaraciones pasaban por su alma

En este momento la puerta del palco soli como la luz por el cristal, sin quitarle nada de
tario abriéndose, vino a cortar la conversación su pureza.
délos dos jóvenes. Libresu corazón, pura su alma ¿porqué

La primera persona que entró eu él fué habia de sufrir? qué nube podia empañar el
Maria. Un murmullo de admiración acojió su i cielo de su existencia?
llegada. d Ahora, volvamos a nuestros conocidos del
Cincuenta anteojos, pov lo menos, le fueron patio.
apuntados. II.
Un suave carmín invadió sus mejillas. Dudó llegada de Maria vino a cambiar
La com

un momento ; pero, repuesta pronto de su pletamente el tema de su conversación.


emoción, ocupó con un embarazo lleno de gra Francisco al verla esclamó con una mal re

cia uno de los primeros asientos. primida alegría:


La madre para quien no habia pasado des Al fin! Qué bella está!

apercibida la impresión producida por la be De veras, dijo Andrés. Si está en su no


lleza de Maria, se sonrió i acercándose a su che Pero observa de todas partes


marido le dijo a media voz: se vuelven a mirarla.

—¿Has notado, Manuel? Francisco nada contestó: es que nada oía,



cosa? respondió este.
¿Qué ni nada veía sino a Maria.

Como ha sido recibida nuestra Maria. Clavados sus ojos en la joven, seguia con
una apasionada persistencia el menor de sus
¿Con qué les parece bien hé? Pues no he

mos descubierto nada nuevo. movimientos, su mas rápido e imperceptible


En seguida agregó, mirando a Maria con el ademan. Si hablaba, si se sonreía él también
orgullo del artista que contempla su obra : hablaba i sonreía maquinalmente, i echaba
'


Anjel mió! Cierto que está divina. hacia adelante la cabeza como si tratara de
Razón tenia el aneiano. Pocas bellezas mas oir el sonido de su voz, la armonía de su son
acabadas, mas simpáticas, mas dulces i puras risa.
que la de Maria. Era imposible mirar a esa Palabras inarticuladas se escapaban de sus
pina sin amarla; pero con un amor lleno de labios, suspiros comprimidos levantaban su
respeto i santidad. Parecia que la atmósfera pecho, relámpagos de pasión brotaban de sus
que la circundaba, que ella perfumaba con su ojos, sus mejillas, pálidas de suyo, se cubrían
aliento, alumbraba con su mirada, estaba car de un subido encarnado.
gada de emanaciones purificadoras. —

¡Qué bella es! decia a media voz, Oh! yo


Poned soíre un talle delicado i flexible co la amo! si me correspondiera, pero
mo el tallo de una flor, una cabeza de un corte —

¿Qué estás diciendo ahí? le preguntó An


admirable, realzada por una frente blanca drés.
eomo el mármol i diáfana como la porcelana. Nada, contestó Francisco con marcado

Agregad a esto una nariz sorprendente por la '■


embarazo.
fineza i la resolución de sus líneas, dos ojos Como nada: tú hablabas de correspon

verdes i rasgados, llenos de vaguedad en su i dencia.


'

mirar, labios de carmín, dientes de perla i una —Yo!


barba de corte puro i atrevido ; i aun así, solo • —

Sí, tú.
tendréis una pobre idea de la belleza de Maria. ,

Te has engañado.
Pero habia algo de mui estraño en esa jó- I —
Talvez.
ven : no se la podia contemplar, admirar sin
¡ Francisco tornó a sumirse en su contempla
sentir a poco andar el corazón oprimido, hú ción.
medos los párpados, sin que algo como un Andrés por su parte, no queriendo darse
por derrotado, se entregó a observarlo.
'
fatal presentimiento viniese a llamaralapuer-
ta de nuestra sensibilidad. j No le fué, por cierto, difícil adivinar lo que
¿Qué produciaesta impresión? Quién sabe, —

j pasaba en el alma de su amigo.


Notábanse sí en ese rostro, en todo el espíen-
¡ Después de un corto silencio, dijo a Fran
dor de la juventud, ciertas medias tintas me- ¡ cisco, tocándole en el hombro i con intención:
lancólicas, ciertas sombras fugaces que, a la ¡

¿Quieres que vayamos a hacer una visita


edad de Maria, solo el dolor o la desgracia a la señora Cuadros?

producen. ¡ Francisco guardó silencio.


Sin
embargo Maria no sufría, Maria no era i Sus ojos se encontraron con los de Maria,
desgraciada. la persistencia con
¡ que hacia rato advirtiera
Un coloreó sus
apenas hacia a que habia dejado el I que era mirada: un vivo encarnado
mes

colejio por el mundo, donde hasta aquel dia ¡ mejillas i bajó la vista.
su vida corriera en
perpetuos triunfos. i Pero un instante después sin quererlo, i sin
58 M SEMANA. Junio 11.

saberlo, sus mirada cayeron de nuevo sobre —Cuando* uno es feliz na se sabe hacer otra
felici
Francisco, que so cesaba de contemplar]* cosa que gozar, que embriagarse en la
Algo, como un poder estraño, llevaba su dad. Pasa tan pronto! Tu querrías que te es-
vista en la dirección del joven.. plieaí* peí qpé tóago miedo!, por qué tiemblo!
sé. na pue
A poeo andar sintió apresurarse los lMdbs jpor qué'tienabto, Andrés! pewnO
de su corazón, acelerarse su
respiración, amon do comprender, ni uno .aolQ'devlbS'senjámiea'r
tonarse en su pedio impresiones nuevas- i des» tos quese agolpan a- mi- corazón, uno sololde
conocidas hasta entonces para ella., lospresentiniientos que asaltan mi imajinaoiom
Una melancólica alegría se apoderé de su i están al trocar mi alegría en llanto, mi pía*
alma, i creyó verse rodeada, penetrada de una cer en; dolor. La amo, Andrés, la amo! pero
a de
atmósfera cargada con todas las armonías de me parece, que. yo no sé lo que iba
la felicidad, la esperanza i la ilusión., cir tengo miedo, Andrés, tengo miedo;!.
Parecíala ver la risa en todos los labios, la —

Pero, esestrafio,
Yo sé que habla en mi corazón i
alegría en todos los semblantes, bondad en —
no voz.

todos los corazones,! un mundo de placeres me dice.,...


para ella ignorados en; las miradas de Fran Srancisoo se detuvo. .

cisco.. te dice? le preguntó Andrés sobre


—¿Qué
Era la segunda vez que veía a ese hombre, saltado.
con quien apenas habia cruzado unas cuantas —
Mé dice Mira a Maria ¡qué pálida;
palabras de cortesía, i sin embargo en aquel estál
momento hubiérale entregado sin vacilar su —
Cuánta rareza, dijo Andrés echando la
destino, comunicádole sus mas íntimos secre vistahácia el palco donde se encostraba Ma-r
tos, dejádolo leer sin temoren el májico libro ria.: De veras!.

. .,
-

de su alma. Fiáncisco habia engañado: Máriá- es


no se

En una palabra, i para ahorrar digresiones, taba, estremadamente pálida, su respiración.


Maria amaba a Francisco. era penosa, sus ojos, sombreados por un GÍr-

Escusado nos parece decir, después de todo culo azulejo, tenian ese brillo enfermizo Lar-
lo que en este hemos observado i sorprendido, diente que procura el dolor...
que también amaba i con todas, las fuerzas. dé

¿Qué tienes hija mia? le- preguntó su ma


■a-alma i su corazón. dre con angustia..
Su amor, no por ser repentino, era menos- —María está enferma-» dijo al' mismo tiem
sincero i menos puro. po don Manuel conno menos angustia..
..

No sabremos asegurar si' las semillas de esa —


Sí: .no sé que tengo.... La cabeza me ar
pasión habian crecido i brotado en una sola de, el pecho
noche en su corazón, como sucediera a Maria; No alcanzó a concluir, una toz seca vino a.;

pero lo que si podemos aseverar es que en


cortar sus palabras. .

esa noche se despertaron, .se animaron, echa Su madre palideció, don Manuel arrugó -las-
;
ron raices i flores. cejas, Francisco que también la oyó, sintió*

¿Con qué vamos, sí o nó, a visitar a la oprimirse su corazón.


señora Cuadros? volvió a [preguntar' Andrés a

Vamonos, vamonos! dijo doña Mercedes..
Francisco.

Sí, vamonos, agregó don'Manuel.


^-¡La amo, nos amamos, Andrés! contestó

Pero, sino es nada, les replicó Maria mi-.


este tomando la mano de su.amigo i sin.dejar rando hacia el patio.
de mirar a Maria. Francisco ya. no estabaallí.,

Ya lo sabia.. —
Si Uds* quieren, agregó luego con dul
Lo sabias..
— zura.
T---SI, sí! dijeron a un
tiempo-Ios padres i su
Sí, ¿i qué tiene ello de raro?

Pero

si nada te habia dicho,,... si es pusieron de pié.
te amor que es para mí la existencia, masque En este mismo momento se dejaban oir las
la existencia, la felicidad en el presente i en el primeras armonías de la orquesta i el telón se
acaba de nacer, ha sido |la obra>de levantaba,.
porvenir, Todos los corredores i el salón, del teatro
un segundo.

Si no me lo habías dicho, lo habia adivi estaban solitarios, solo en uno délos arcos del;
nado. peristilo se mantenía apoyado un hombre que
Ah! Andrés, la

amo, la adoro! parecía presa de mil encontrados sentimientos.
Vamos: echarte |a sus pies.
ven a Cuando Maria asomó perla puerta de sali
í\ó, Andrés, nó La amo i sin da, nuestro hombre se enderezó, hizo ademar»:
tengo.... miedo de este amor. de acercársele, pero se contuvo, i un suspiro.
embargo,
Vava: te juro que no entiendo. Lo que no menos estrepitoso por ser comprimido, se*

romántica. escapó de su pecho.


me dices es pura metalísica
No, Andrés; es lo que siento. instante, llevó la mano
Maria se detuvo un
pues tienes modos de sentir que no te
a su corazón para contener sus latidos, i lanr
zó sobre nuestro hombre una de esas miradas,
envidio.

Dejemos esta conversación, que encierran todo un.mundo.de amor Lde es?
—Sea. peranza...
Jdnío 14. LA SEMANA» 59

Francisco, a quien ya han Conocido nuestros ¿Qué venia a aacer al cementerio?--Venia á


lectores, se estremeció: sus labios dejaran es orar sobre la tumba de María!
capar involuntariamente un: J. Arteaga Alemparte.
t— Te amo!
Que llegó claro i distinto a los oídos de Ma
ría, que se estremeció a su vez.
Quien hubiera logrado leer en el alma de Cuentos de la Reina de Navarra
esos dos jóvenes, cuántos
poemas llenos de ¡pa o

sión, de amor, dé pureza e inocencia no ha


bría sorprendido.
EL DESQUITE DE PAVÍA.
El que alcance alguna vez a dar un Comedia en cinco actos.
cuerpo
en el lienzo, o a describir can
palabras lo que Continuación.
pasa por dos corazones que se aman en un so
lo segundo, habrá hecho el mas gran. cuadro
ESCENA VI.
que hai por hacer, escrito el poema mas su
blime que hai por escribir, MARGARITA, HENRIQUE D'ALBRET.
Pero esto es imposible ¿cómo darle un cuer henrique, inclinándose delante de ella.
Señora!... señora!... al fin vuelvo ver!
po, cómo describir .la armonía? os a

El poema del corazón se adivina, se


siente, MARGARITA.

pero no se escribe. Vos en este palacio! vos, Henrique, a quién has


m. ta ahora be creído herido i prisionero....
DOS DIAS DESPUÉS.
HENRIQUE.
La tarde estaba triste i fria.
Estoi sano... ya estoi libre.... i corro a Madrid
Algunas nubes, que parecían como perdi a solicitar....
das, corrían el espacio.
MARGARITA.
El sol poniente doraba con sus pálidos ra
yos las cimas de los tnontes i bañaba el ruedo ¿Qué cosa?
de las nubes con los mas caprichosos HENRIQUE.
juegos
de haz i de color. El favor de ser encarcelado con el rei.
La luz se iba pesarosa. La noche con pedia MARGARITA.

imperio su puesto. ¿Es posible?


Un velo de vapores azulejos, que son como
HENRIQUE.
el manto de la naturaleza, empezaba a envol
Sé que no es fácil; pero con protecciones!!!..
verlo todo.
ílas tengo... desde luego, vos, señora Margarita.
Acababa de dar las seis.
En este mismo momento un coche se detu Jentil-hombre de vuestra casa, pertenezco a V. A.
vo delante de la R.... mas os pertenezco que al rei vuestro herma
puerta principal de nuestro
cementerio. no, i cuando supe que estabais en Madrid... me
Un joven completamente vestido de dije... Iré, que bien podrá la princesa hacer algo
negro
bajó de él. por un criado fiel.
Su andar era vacilante, la palidez de su ros MARGARITA.

tro, las profundas ojeras que rodeaban sus ojos, jÁh! pobre D'Albret.... cuando nada
puedo pa
su dificultosa respiración, los
suspiros que se_ ra mí misma... cuando ni siquiera he
podido acer
escapaban de su pecho, las lágrimas que hu carme al rei!... que si vos tuvierais protecciones,
medecían sus mejillas, todo indicaba
que un decídmelo luego, no soi orgullosa, me aprovecha
punzante i profundo dolor poseía el alma de
ese hombre.
ré de ellas.
Una vez en el patio se detuvo, miró hacia a HENRIQUE.

todos lados, lanzó un profundo ¡Vos, Dios mió!


suspiro, enju MARGARITA.
gó dos lágrimas que asomaban a sus ojos i
tomó a continuar su camino. En la posición en que nos encontramos... todo
A poco andar volvió a detenerse i a mirar puede servirnos.... es preciso no despreciar na-^
hacia todos lados. da.... veamos.., hablad...
Ningún otro ruido se oia que el de los ei- HENRIQUE.
preses mecidos por el viento. Os acordáis señora de aquel dia qué én Fontai-

Por aquí es, dijo, si no me
equivoco. Va nebleau, dictándome vos, escribía yo aquel cuen
mos adelante. Valor!
to tan interesante i tan verdadero, en que un po
Al mismo tiempo que pronunciaba estas
pa bre jentil-hombre hubiera querido a eosta de su
labras seguía de nuevo su marcha, i mas re
suelto que antes. sangre merecer solamente una mirada de una gran
señora...
Aquí es, esclamó cayendo de rodillas de

lante una tumba que se conocía habia sido MARGARITA.


cerrada hacía apenas
algunas horas. No me acuerdo.
Después hada se oyó. HENRIQUE.
¿Quién eraése jóYé'B?-Érá Francisco.
Por mas señas que el cuento ¡no estaba acaba-
60 LA SEMANA. Junio la
do....
i que
para conocer el desenlace os dije : HENRIQUE.
«mañana será, señora?» Pero V. A. con triste i se mí nadie me
Oh! nó, señora... (con tristeza). ¡A
vero semblante me respondió: «Mañana no, Henri ama!...
que, porque mañana todos los caballeros salen a la MARGARITA.

guerra con el rei de Francia.» Entonces, esa noche Mentis, porque os avergonzáis. Así que está
escribí a mi madre al Bearne, para que me en convenido, os amaba.... i vos también sin duda?...
viase bendición, i al siguiente dia vine, antes
su henrique, con calor.
V. A. que no
¡Oh por lo que hace a mí, juro
de partir, a pedir órdenes a V. A... a

MARGARITA. hai tal, i que eso era imposible!


Es verdad!.... MARGARITA.

HENRIQUE. I por qué?,...


I V. A. henrique, con embarazo.
dijo : «Yelad-porel rei, mi herma
me
razones.....
no, no os separéis de él.» Me he batido en Pavia ¿Por qué?.... por
a su lado, he sido herido a su lado i hecho MARGARITA.
prisio
nero con él... ¿no os lo escribió señora? Que no podéis decir.
MARGARITA, henrique.

¡Ah! tantas desgracias, tantos sufrimientos han Si, señora!..,. lia principal de todas es que

pesado sobre él desde aquel .día fatal,.. amo a otra!....


MARGARITA.
HENRIQUE.
Ba! para vosotros los hombres ese no es un obs
Que me ha Olvidado. (Con dolor). Yo solo le pe
dí una .cosa: que pusiese en noticia vuestra, táculo.
que
henrique.
vuestras órdenes habían sido ejecutadas.... Ah!
si supierais si conocie
¡todos los príncipes
Ah! qué blasfemia
son
ingratos! seis a la que amo
margarita, mirándole i sonriendo.
con viveza.
margarita,
I las princesas?... deseo saber el
No quiero conocerla..... pero
HENRIQUE. acaba.
desenlace de vuestra historia que nunca se
¡Ah! conozco algunas tan soberbias i tan te henrique.
rribles que no concederían aun a aquellos que
Allá voi, señora, allá voi. La sobrina del carce
mejor las sirven, una mirada de afecto o de com lero que habia venido a pasar algún tiempo con su
pasión,.,,
tío, la niña Sanchica, era casada con el correo del
MARGARITA, tendiéndole la mano.
rei, con el señor Babieza.
Pero yo no soi de ésas, Henrique. margarita, asombrada.
henrique, inclinándose i besándole la mano.
De veras!....
¡Ah! qué injusto era yo! Disponed de mí, seño henrique.
ra ¡hablad, ordenadl... I al volverse a Madrid, me dijo en voz baja:
MARGARITA. contad conmigo; antes de un mes estaréis en liber
Pues bien, solo os mando que acabéis vuestra tad. 1 en efecto, asi sucedió pero yo ignoro de
historia que quizas la habréis tomado demasiado
qué manera.
arriba. I
"-
MARGARITA.

HENRIQUE. Yo si que la sé. Porque Sanchica i su marido


Nó, señora, era necesario. . .
son potenciasen la corte. Ambos protejidos por el
MARGARITA.
emperador, por el nuevo ministro!.... i vos podéis
Cierto; nosotros los narradores o historiadores, en efecto por ellos —.

tenemos nuestros '. turbación.


privilejios henrique, con

HENRIQUE.

Es que yo no quisiera dirljirme a Sanchica
Cuando el rei fué trasportadoEspaña, quise a MARGARITA.

seguirlo, siempre por obedeceros; mis heridas no Por qué?


meló permitieron, i se me dejó solo en una for henrique, del mismo modo.
taleza..., es decir, entregado a los cuidados del No podría decirlo (con viveza).... i luego ten
carcelero i de su sobrina... era mi enfermera, i go otra protectora,....
protección.... margarita.
gracias a su

MARGARITA. Otra mas!....


Ah. esa es la protectora de que me hablabais... henrique.

una niña.,. En el momento que iba a habérmelas con un


en

HENRIQUE. capitán de alabarderos que me impedia el paso,


a quien
Nó, señora, una joven. aparece una dama joven hago una reve
MARGARITA. rencia i quien, oyendo mi nombre, esclama: «El
Que os amaba?... señor conde Henrique d'Albret, el fiel servidor de
v Junio 11. LA SEMANA. 61

tYancisco I ¿sois francesa? le dije— Nó, soi espa


SEONOR.
ñola..... pero confiad en Dios i en vuestros ami Es verdaií, princesa, yo no sé mentir. Se os
gos; yo os obtendré una audiencia del emperador, dice tan espiritual.... i de un mérito; tan supe
en esta mañaúa,
después de misa.» rior..... que eso asusta!...
margarita. margarita.

l\ quién tendrá semejante influjo?.... Desde lejos!... así como esos temidos castillos
henrique. donde se pretende que penan las ánimas! ¡se
Lo ignoro. Era una joven vestida de blanco, de acerca uno a ellos.... íque encuentra...... nada! Esto
triste i suave continente. Se diría que acababa sucede conmigo ¿no. es verdad?
de llorar, porque aun tenia los ojos colorados..... LEONOR..
i mirad hela aquí!.... Ah! nó, i loque estáis diciendo lo
prueba. Ade
ESCENA Vlí.
mas... yo soi española í devota! Mi confesor me

Los mismos/LEONOR precedida de dos pajes a quie


repetía que erais mala católica.
MARGARITA.
nes
despacha con un ademan después de su entra
El no sabe nada de eso!"
da, saliendo por la puerta de la derecha.
LEONOR.
margarita.
Que en Francia,, i para con el reí vuestro, her
¡La hermana de Carlos V, la princesa Leonor de
mano, siempre defendíais a los protestantes.
Austria!...
Hermojemes be Irrisarri.
leonor, avanzando precipitadamente hacia (Continuara.)-
Henrique.
Señor d'Albret.... Entrad pronto, entrad en esa Crónica de la quincena.
galería que esta sola.El emperador que sale de
EUROPA.
misa, pasará por ella para ir al consejo. No me La cuestión italiana
sigue siendo la gran preo
atrevo a aseguraros que os concederá vuestra pe cupación de los principales centros de la vida euro
tición.... pero, al menos le hablareis.... es todo lo pea.
La diplomacia cede ni un punto de sus pre-
no
que puedo hacer. tenciones de ver resueltas todas las
HENRIQUE. dificultades
por su solo medio. Sin embargo, la fé en la diplo
Ah, ¡señora! mi reconocimiento!... macia va perdiendo cada dia
mas terreno Los
LEONOR. mismos que le piden su
ayuda no cesan de prepa *
rarse a la guerra. ■

Id, id, no perdáis tiempo. (Henrique sale por la


Luis Napoleón hace diarias
puerta de la derecha). protestas sobre lo
pacifico de sus sentimientos; pero al propio tiem
ESCENA VIII. po hace venir sus mejores tropas de
en actividad todos sus
África, pone
arsenales i se prepara a mo
MARGARITA, LEONOR. ver una división de
38,000 hombres sobre la fron
margarita. tera reneana.
Lo mismo que la Francia obra la
Gracias, Leonor, gracias. A mí me habéis ser Inglaterra, que
hace colosales aprestos
vido protejiendo a un jentil-hombre de nuestra navales, la Prusia que se
prepara a levantar un empréstito, elPiamonte
casa. que
continua engrosando
LEONOR. tris.
su
ejército, así como el Aus-

¡Tan leal, tan valiente! Mientras tanto los partidarios de la


trance i los
paz a todo
margarita. diplomáticos continúan aguardando
con ansia la reunión del
¡Vos lo coneceis bien! Congreso de las cin-o
grandes potencias, congreso que nada ha de ha
LEONOR. cer, m nada tampoco
puede hacer,
I sin embargo tan modesto! Para que
¡tan respetuoso! _
ese
congreso zanjara de un modo sa
tisfactorio las dificultades
MARGARITA.
rio que
pendientes, seria necesa
Apenas atrevía empezara por dar al Austria ira
se
poner los ojos en mí,
a
uerte del que puede recibir con la golpe mas
No confiéis no hai
en eso....
jente mas temi s. la esadversa. Este guerra misma
ble.... que la que vé sin levantar la vista, la abdicación
primer paso es otro me So
¡i el que la renuncia formal hecha por el

mC^Ha*1 d°mÍnaCÍ°n S¡n° ^^


señor d'Albret ha notado bien que Y. A. acababa
de llorar!
LEONOR, turbada.
¿Yj?

Si
margarita,
se tratara de
con
prontliud. vinníi-fn0!^56 conSre?Vn
vinculan los amigos de la
q^ tantas esperanzas
paz, lo mas que puede
una felicidad!... yo seria dis
creta; pero cuando se trata de un sentimiento!..
por qué no se me ha de permitir que yo participe La guerra es
ya un hecho. Lo único que queda
de él? ¿por qué, desde por saberes si se realizará pronto, i si de ella
que llegué a Madrid, la única sal
ara la salud i la
persona a quien yo hubiera querido amar, parece libertad de la Italia.
Esta continúa
queme huye i me teme?... Yo lo he visto!... preparándose ella con ardor ' fé
a
i constancia cada vez
mayores. El entusiasmo ha
6Ü LA SEMANA: Jüriio 11.

ganado todos sus hijos sin distinción: nobles ¡


a conservador, ninguno ofrecería mas atractivos que
plebeyos, ricosi pobres, hombres i mujeres; todo el del jeneral don Francisco Narvaez que asi sellar
el que siente latir en su pecho un corazón verda ma el señor conde. Sin embargo, no hai nada que

deramente italiano contribuyen ala santa cruzada autorice a los golosos á dejarse llevar de sus ilu
de independencia ¡libertad, que creen alborea pa siones en este punto.»
El Senado se habia declarado incompetente pa
ra su patria. uno de sus
La iumigracíon al Piamonte se ha hecho jene ra juzgar en la causa entablada contra
miembros, el señor San taella, por malversación
o
ral. Los voluntarios incorporados en el ejército a las
sardo montan ya a 12,000 hombres, i la corriente sustracción de fuertes sumas pertenecientes
de inmigración no se detiene. bulas de cruzada. La decisión del Senado español
no deja de tener sus ribetes de peregrina:
desde
Sin embargo, es mui de temer que la desgra
ciada Italia no saque sino nuevos desengaños de luego queda reconocido no hai en España tribunal
al señor Santaella,
la guerra que se prepara. Ninguno délos campeo que pueda juzgar
nes que en ella tomarán parte combatirá por sus
\ Nuestro enviado cerca del gobierno español es
sus creden
intereses, todos son empujados, todos llevan por taba en Madrid i habja presentado ya
divisa el propio engrandecimiento, ninguno el de ciales.
la Italia.
América.
La situación americana es casi la misma que en
¿Será Napoleón, será el czar Alejandro los que anterior.
la darán libertad, los que gasten millones por su la quincena Was
La mala intelijencia entre el gabinete de
independencia? iba en aumen
Es triste, pero es cierto; la Italia sacara de la hington i el gobierno
de Nicaragua
sacrificios, de toda su abne to i con propensiones a tomar
un mal sesgo. El
guerra, de todos sus
un cambio de domi gabinete de Washington quiere la ratificación pura
gación, de todo su heroísmo
nación': dejará de ser austríaca para ser francesa! i simple del tratado Cass-Irisarri, mientras Nica
él sustanciales reformas. Se
¡Jamas la rejeneracion, la independencia,
ni la li ragua quiere hacer en
de las cree difícil un arreglo, i aun se
hablaba de la pró
bertad de un pueblo ha venido en la punta
xima salida de una escuadra para las costas nica
bayonetas estranjeras! Si la Italia quiere rejene- Esto prueba que el yankee es siempre
ser libre como lo puede
i lo merece, con ragüenses.
rarse

quiste la libertad, busque la rejeneracion por su yanlcee, i nó puede ser otra cosa.
Fuera de las repúblicas centro-americanas que
propia cuenta i riezgo. i dan cada dia
Todo, fuera de lo que con la cuestión
italiana se gozan de perfecta tranquilidad
toca, pasa desapercibido
en estos momentos en el un nuevo'ernpuje a sus progresos materiales, f[e
mundo europeo. .
California que camina de adelanto en adelanto i
la popa el viento de la fortu-
La disolución del Parlamento inglés que
en otras siempre llevando póY
de
circunstancias habría tenido un inmenso eco,
ha tuna, del Perú iBolivia, que realizan el milagro
casi desapercibida; estaren paz, el resto de las repúblicas americanas
pasado en estos momentos
ha provocado ha sido la son presa en estos momentos de la guerra civil.
Lo que esta disolución
derrota del gabinete en la
cuestión de la reforma Méjico, que se creía en via de salir pronto de
de su anárquica situación, vé enmarañada ésta de
electoral A pesar de la fogosa impugnación
se han opuesto nuevo por la derrota de Degollado i la ocupación
lord Palmerston i Mr. Bright, que
ésta tendrá lugar mal de la ciudad de Méjico por Miramon.
tenazmente ala disolución,
estadista i a sus partidarios; Venezuela, siempre en persecución de la rebe
oue pese al veterano
Disraeli en una de las ulti lión sin ultimarla/tiene que contemplar agotados
asi lo ha anunciado Mr.
o por lo menos retardados los frutos de su revolu
mas sesiones del parlamento.
ción.
Por lo que a los otros estados europeos respec
olrecede notable. La Nueva Granada alcanza una situación muí
ta su vida interior poco
'En Baviera habia tenido lugar una crisis minis- parecida. Sin embargo, todo lleva a augurar sal
drá de ella triunfante i dará un nuevo argumento

^La Holanda i la Béljica habian celebrado un tra


práctico de lo que puede la libertad.
mutuamente en caso de una El Ecuador sigue víctima de sus dos plagas:
tado para defenderse
auerra europea. .
anarquía interior i guerra es'terior.
contraer un empréstito ¡Silas sociedades hispano-americanas llegan a
La Rusia trabajaba por
amar vez el progreso, como aman en el
alguna
dia los trastornos qué espléndido porvenir se les
naíanTurouía sigue caminando mejor puede.
como
ofrece de notable, pero
La España esla que mas espera!
bien poco también, en su vida interior. Justo Arteaga Aiemparte.
dia con mas encarniza
El clero combate cada
i mas franqueza al ministerio O Donnell, el
miento frente en Ecos de la semana.
hacerle
qÜt dispone pori parte
se
su a
la
tffios terrenos
necesario.
dejar por emplear
a no
ni
Santiago, junio 10 de 1859.
fiiprza en caso Sumario.— Escollos de las definiciones. —
Poesía de la
como es de regla, rui
Continuaban circulando, materia i prosa del espíritu.—Modernos Pelasgus.—
dos sobre una próxima
crisis ministerial. Sin em-
tal cris* aun
E¿ es de creer i de esperar que
con este mo-
Defunción.

ffiejana. Hé aquí como se espresa Si hai algo difícil i embarazoso, es uña


trata de
defini
for
ción, obligado, como está, el que
IntpezadTa^lar
*XPAr.ral>r llamado reemplazar alpresi-
a
de que el conde, de
mularla a practicar dos operaciones delicadas i
opuestas: abstraer i concretar. En este esférico

f^fiXiSB **<» conde de í"mu-


planeta que habitamos, no hai nadie ni nada que
viva por sí mismo,— dificultad' de consiguiente pa

SUSTaíSK VÍ*U Cimente ra la abstracción; ni hai tampoco ser animado «


Junio 11. LA; SEMANA. 63

inanimado que exista bajo una sota forma i sin entre todas las chicas donosas de Santiago, con —

mutaciones de tiempo i lugar,— dificultad por testó el segundo interlocutor. No he tenido como

tanto para la concretacioa. Cuando nos Vd., la fortuna de soñar con ella previamente,
empeña
mos en la amenísima tarea de
abstraer, el uni pero la he encontrado, que era el punto de la di
verso nos echa de cabeza en el abismo de susinpx- ficultad; i desatado este nudo gordiano, estoi en
tricables relaciones, como en. un canasto colosal, vísperas, como Vd., de atar el nudo matrimonial.
tejido de sutiles einnumerables mimbres. Cuando, Si Vd..la viese, aprobaría mi elección..
por el contrario, nos afanamos en el trabajo, m- —
La apruebo i la celebro desde ahora. Acaso
v¡ers% en la cooeretacion, una mano inv;¡sjbte, ar Vd~ haría lo mismo, si éonociese a Carolina. Es
mada de un panecito de goma, elástica, borra los un ánjel L
perfiles, pasa el esfumino sobre los contomos, —
Ya me la figuro Será joven, por supuesto?
que se envuelven así en una incertidumbre cre —
Está en la edad de la vida que me gusta :
puscular, i desleídos i mezclados todos los colores treinta años mas o menos.
sin plan ni armonía, na queda a la vista mas que —
Treinta años,, dice Vd..?
olla inmensa Sí, la edad en que- el corazón;, deja de ser
naranja bañada en uu mar de liquida —

pintura. Todo lo cual no significa que precisa una quimera..


mente sea el mundo un canasto o una naranja, —
Buena edad para casarse si antes no ha
sino solo que tiene en ocasiones mucha semejan podido hacerse. 1 cuando la cutis no es mui deli
za con
aquel af tefecto i con esta fruía, como la cada, la fisonomía alcanza a mantenerse fresca..
tiene con el Laberinto de Creta, sin ser por ello —
Es cosa de poco momento.
mitológico ni pagano. Por fortuna, es hoi la tierra, —

Qué? la frescura de la cutis? Es cierto, dura


salvo las excepciones chinescas, índicas, mogolas, poco corridos los treinta.
tártaras, etc histórica i cristiana; lo que no im
,

No quiero decir tal, sino que la edad.,..
pide sin embargo que se produzcan a la luz del si —
Le parece a Vd. esa edad de poco momento?
glo i fecundados por su calor, reyes como Minos —
Sin duda! cualquiera......
i toros como el hijo de Pasifae. Son éstos en el —
En verdad... sin embargo, treinta años....
día mas abundantes i afortunados que las ¡Ariadnes convenga Vd, en que es un momento un poco lar
i los Téseos; las unas han dejado de hilar, tos go. Hai, no obstante hermosuras de larga vida que
otros vagan desorientados por el Dédalo déla vida hacen olvidar su calendario,
sin llevar en la mano la bienhechora madeja. — —

Sí, pero....,
Entrando en un círculo mas estrecho i menos am —
Por eso se dice
vulgarmente que nadie tiene
bicioso, las definiciones forman el Laberinto de mas edad de la que representa. 1 es bonita, no

lasintelijencias, que no siempre logran la suerte lo dudot


de Teseo i con mas frecuencia son devoradas por Un corazón celeste!
el Minotauro de las sutilezas escolásticas. —
Parecido a sus ojos? son azules?
Deseoso de daros, antes de entrar en materia, —

NÓ, creo que los tiene pardos.


benévolos lectores, una definición de la poesía,, —También los hai hechiceros de este color, i-
comencé por hacer las reflexiones que habéis cuando van acompañados, de cabellos rubios, for
leído i he acabado por desistir de tal definición man un contraste lleno de
gracia.—Es rubia, por
Arduas i espinosas son todas ellas, pero ésta mas casualidad?
que otra alguna. Es la poesía un ájente tan incor

A punto fijo no podría decírselo a Vd.,
pero,
póreo, tan poco palpable, í al mismo tiempo tan si mal no recuerdo, tiene pelo castaño.
esparcido por donde quiera i tan impregnado en la —

#h! el pelo castaño es incomparable para ser


existencia, que mas parece upa atmósfera que una vir de marco a una frente de nieve. Será blanca?»

cualidad de los seres. A muchos les pasa con ella —


Me parece que es morena... aunque no estoi
lo que al bourgeois gentilhomme de Moliere, que seguro,..,
habia estado hablando cuarenta años sin saber que Ya, ya! comprendo! Vd, es aficionado a
pin

hablaba en prosa. Monsieur Jourdain (era este su tura i está por losdibujantes en desprecio de los
apellido) tuvo la suerte de que su maestro de idio coloristas, no puede ser de otro modo.. Por eso
ma lo sacase de ignorancia; pero no todos tienen no ha. dado Vd. atención a la.
encarnadura, cauti
maestro de idioma, ahora sobre todo que el idio vado exclusivamente d.e- los puros perfiles, de las
ma se aprende sin maestro, cuando se aprende, líneas delicadas, délas curbas suaves.... Qué
tipo
O se toma maestro para no aprenderlo. De aquí tiene?
procede que la mitad de los hombres coi templa —No sé a ciencia cierta su tipo ni me afano
por
encerrada toda la poesía en los moldes de la mé saber ..

trica, i la otra mitad en la&imajinariones i pesa —


Pero veamos! la nariz es corba o recta?
dillas del ánimo, al paso que nadie lo vé palpitar —
Es bastante corta, i ancha... me parece.
i ajilarse en la vida real, bajo las apariencias mas —Bien! tipo griego aunque dice Vd. que es
domésticas i familiares. 9 ancha... Es realmente mui ancha?, o quizá....
•Para obtener un convencimiento práctico i fijar —
Estoi seguro. Es, mui ancha.
vuestras ideas en este particular, podéis tomar —
Entonces hai algo- del tipo tártaro.... La for
informes de dos novios que se daban, el martes ma de la cara es-oval o redonda?

último, recíprocos parabienes. Me quedan en la —


En este punto no sé mas que Vd.
memoria vestijios de su conversación, de que voi —
De suerte que Vd. 110 ha mirado a su novia?
a haceros Las dotes físicas no me preocupan; son los
partícipes. —

atractivos morales..,

Es la mujer eon quien estoi soñando liace —
Cree Vd. seriamente en tales atractivos?
veinte años!— decia el uno; que verosímilmente —

Qué si creo! Qué seria sin ellos la mujer:


no pasaba de los veintiocho, ni Hasta ahora habia
podia tener mas, —
110 me imajinado que esas
atendido que en nuestro siglo se empieza a soñar pamplinas.... —
De veras?
con la mujer a los ocho anos. —
I tanto, que no sé mas de mi consorte en pro
—No he gastado menos tiempo en buscar la mía
yecto, sino que es bonita.
64 LA SEMANA. Junio 11-

Pero esa belleza es fujitiva i tarde o tempra tirnos del nefando parricidio que cometeríamos
no.... haciendo armas contra los hijos de Lautaro i Cau
Bien puede ser, i a pesar de ello, estoi con

policán, que tantas veces hemos apellidado nues


tento de mi elección. tros abuelos.
I yo de la mia. No es hermosa Carolina, pero

Hai otros, entretanto, que renuncian a tal pa
es simpática i amable, loque es mui secundario ternidad i desisten de buscar el tronco de su es •

comparado con su alma. Qué alma! amigo mió, tírpe en aquellos robustos caciques. Piensan, al
qué alma! mismo tiempo, que no osla posesión titulo tan in
—Asi es -que su belleza, digo la que se vé, disputable i sagrado en manos de los bárbaros i
la que salta al ojo, es un problema, i la otra, la jentiles, cuando no fué parte para impedir al pue
que no se vé, o mejor, la que Vd. vé, es
un blo de Israel que entrase a sangre i fuego en la
axioma. tierra de Canaan. Argumento poco ortodojo pro

Pues! bablemente i quién sabe si impío.
—La opinión de Vd. es mui filantrópica. Si lle He repetido lo que se dice i creo a mi vez que
es una buena cosa, también lo es la
ga a propagarse i entrar en moda, se casarán
to si la justicia
das las feas. reciprocidad, i que sin faltar a la primera conven
—Con tal que no lo sean sino en la forma.... dría poner en obra algún medio que hiciese enten
—El fondo es siempre inescrutable. der a los ciudadanos de la República araucana la
—De suerte que Vd. no cree sino en la belleza moral del adajio ; no obres mal que esperes bien.
física?

Que es la que veo. Nuestra sociedad, poco dispuesta siempre a la


Qué materialismo el deVd.l risa, ha llorado mui sinceramente, al principiar la


ho

En cambio, es Vd. mui espiritualista, pero semana, lamentándola pérdida de una señora
en prosa. norable i distinguida, doña Ana Josefa Avaria, espo
Por prosa? sa del señor jeneral don José Santiago Aldunate.;

qué en

Porque le falla a Vd. el belloideal, Pocas veces ha tributado nuestra población, en



I Vd. piensa que lo tiene? el pésame dado a un marido inconsolable, un ho

Claro está. menaje mas justo i debido a la bravura del exper

La materia en poesía! to militar, encanecido en servicio de la República,
—Que es lo contrario de la fealdad en prosa. a la i
enerjía probidad del ciudadano i a la rara
-^-La suya es solo la poesía de la forma. hidalguía del hombre privado.

Ni roas ni menos; como la de Vd. es la pro
Domingo Arteaga Alemparte.
sa del espíritu.

La facultad dehablar, precioso monopolio de Fé de erraba.


los racionales, puesto que es fuerza creer
seres
no puede suspender su En la pajina 39, columna primera, linea
que lo son cuantos hablan,
ejercicio, necesita combustible sin. intermisión,
i 46 i siguientes del tercer número de la Sema-i
cuando la leña i el carbón le faltan, echa mano na, se lee: a la gravedad española, al respe
del coke 5 como de un recurso, supremo. En vano, to de la etiqueta, a la plática seria i decente
su propia expe
graves varones, aleccionados por de nuestros salones, se ha visto desaloja^
riencia, nos predican i avisan diariamente que la da, etc....
ciencia de saber callar, negativa como se ofrece a Debe leerse la la
tierra,
:
gravedad española, res->
laapariencia, es la mas positiva en nuestra petuosa etiqueta, la plática seria i decente de
nosotros hombres
paraíso del mutismo. Hai entre hablar toda la vi nuestros salones, se han visto desalojados etc.
eminentes que se han pasado sin
da, porque la han ocupado, en pensaiv-a lo menos,
sus ellos ni
amigos, que lo que es
así lo aseguran Condiciones de la suscripción.
aun eso dicen, A pesar de tan
mudos como elo
cuentes ejemplos, la turba multa de la jeneralidad La Semana aparecerá todos los sá
se empeña en mantener viva
la libertad de la len
no sea, sin dejar de reconocer la
bados i constará por ahora de diez i seis
gua cuando mas
eficaciadel sistema silencioso, Video meliora pro-. pajinas en folio. La protección del públi
boque, deteriora sequor. co decidirá de su incremento sucesivo.
A falta de combustible mas-activo, se ha acudi
La Reunido un número regular de sus
do esta semana al único que se presentaba.
cuestión-Indios ha sido el coke de la conversación.
en dos
criptores empezaremos a formar la Bi-
La opinión sobre el asunto se ha dividido blióte<}iv de la Semana, a
que se refiere
de Aménofis;
brazos, como el Mar-Rojo en tiempo dando ella
no hai por eso peligro,
de que la opinión, entre
nuestro prospecto, lugar en

nosotros, renueve aquella portentosa


i bíblica ab a lo mas nuevo e interesante que se es
sorción. cribe sobre novelas, historia, viajes, etc.
modernos Pelasgos
Para unos, los Araucanos, Precio de la suscripción: 3 pesos por
como los de marras, han
levantado gloriosos
nue
monumentos en las proezas de su tenaz resistencia trimestre adelantados.
acreedores a toda cla Se reciben suscripciones únicamente
a la conquista española, son
de atenciones i civilidades por sn heroísmo 1
se
en labiPREUTA del Correo, pasaje Bulnes.
ya que no por su
posesión indíjena del territorio,
rorrespondencia nuestros
a agasajos significada
la voz
hasta hoi con bastante ambigüedad. Ademas,
1 adver
de la sangre debe de hablaren nosotros IMPRENTA DEL CORREO, Pasaje Bulnes, núm. Í4.
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO]

Jledactoteé t^-^— Totóto i J)ow.mqo Jhtieaaóo Jtofeutoaite.

Año I. Saatiago, Junio 18 de 1*51». \ tí 111. 5.

LA SEMANA» lidades, de sus miserias, de sus injus


ticias, sin acordarse que al lado de la
JDN10 18 DE 18S9. debilidad está la fuerza, al lado de la
SANTIAGO,
miseria la grandeza, al lado de la injus
"" "
^ ■
i
==

Los reformadores. ticia la lei i el derecho.


Desde que consideran bajo un falso
II.
punto de vista, o por lo menos a me
Toda reforma, todo cambio, para ser dias, la hombre i la sociedad, cuanto
benéfico, tiene que ser obra de lá so imajinen, piensen, creen, es fuerza que
ciedad. se resienta de esa estrechez de obser

Cuando así nó sucede, esa reforma, vación.


ese cambio traen el descontento, la lu Así vemos que casi todos los sistemas
cha, encuentran en todas partes resis estirpan con un mal un bien: para cada
tencia, i se ven obligados a
imponerse injusticia que ultiman dan existencia a
o a volver grupas, lo que [siempre es otra o muchas otras que
vengan a reem
"mas prudente i mas útil. plazarla.
Nada hai toas falso i funesto que Quieren levantar al débil, i para con
creer se puede hacer aceptar a una so seguirlo dan
puntapié al fuerte.
un

ledad de grado o por fuerza lo que se Quieren librar al proletario de la es-


imajina su bien. plotacion del propietario, i lo que ha
La iniciativa debe venir de abajo : cen es
poner al propietario a mansalva
La realización de arriba. del proletario.
La felicidad misma, por el solo hecho Quieren la igualdad; pero en vez de
de ser impuesta, es una desgracia. ayudar a subir a los que están abajo,
Esto es cierto, aun para las socieda precipitan a los que están arriba.
des americanas en lasque la iniciativa, Esta es sin duda una reforma,
pero
la acción son casi nulas* ¿qué es lo que con ella habría obtenido
Pero los apóstoles de la reforma jua la sociedad?
gan de otro modo. I aquí está, ¿Habría obtenido la libertad?--Nó.
a no

dudarlo, la causa primera de todos sus ¿Habria obtenido la igualdad?— Tare»


estravíos, de sus delirios todos. Aman poco,
a la sociedad, pero no la respetan: ¿Habria puesto término a la explota
quieren curarla, pero sin oiría. ción del hombre por el hombre? Mu —

La organización presente de las so cho menos.


ciedades, se dicen, enjendra monstruo Lo que la sociedad alcanzaría seria
sas desigualdades, crueles padecimien atraso, lucha, caos.

tos, es mala; luego es necesario destruir Cosa rara, no hai uno solo de los
cuanto existe i sentar el edificio social reformadores que no crea i venere el
sobre nuevas bases. progreso, i sin embargo, jamas ha te
Partiendo de este supuesto se echan nido el progreso
amigos mas perjudi
a caza de una fórmula social sin tener ciales, enemigos mas encarnizados sin
para nada en cuenta el presente ni el quererlo i sin saberlo tal vez.
pasado, los deseos ni las aspiraciones Uno de ios primeros ajentes del
progre
del hombre. Miran el mundo por su so, la gran fuerza de impulsión, por de
lado sombrío, por el lado de sus debi cirlo así, de las sociedades, es esa
aspi-
9
G6 LA SEMANA. Junio 18.

ración constante del hombre Es fácil atacar la constitución pre


a
mejorar de
situación, a ser tanto como vecino si
su sente de las sociedades en que el bien
es menos que él, a sobrepujarlo si se i el mal, lo bello i lo feo, la justicia í
encuentra en idéntica la iniquidad' viven en
posición. perpetua lucha;
Ahora bien, organizada la sociedad pero si es fácil atacarla, si no es tam
como lo
pretenden los reformadores, poco mui difícil destruirla, és sí impo
obligado cada hombre a moverse en un sible dar al cuerpo social una nueva
círculo falal i estrecho, esa aspiración esfera de acción en que los ajenies del
queda de hecho sin fin hacia que ten mal no tengan entrada.
der, se adormece, muere, corriendo No vayaa creerse,
por lo dicho, que
igual o mui parecida suerte el progreso. somos partidarios de la inmovilidad, que
Imajínese, por un momento, una tratamos de probar se ha andado el último
asociación en que cada uno de sus miem paso materia de organización social:
en
bros sabe que tiene asegurado el dia de mui de eso, tenemos fé en el
lejos
mañana, que ahi llega i no puede pa progreso i en el porvenir de la huma
sar de ahi aspiración. ¿La actividad,
su nidad.
el movimiento, la vida hara'n parte de Lo que si combatimos es la reforma
esa asociación? Parécenos que la pre

por la violencia, es a esos que se afa


gunta no ha menester de respuesta. nan en sacar la luz del caos; la
justicia
Todos se dirán, i con sobrada justi de las inanimadas entrañas del dere
cia : —

para qué trabajar cuando el tra cho; la libertad de en medio de la ti


bajo nos traerá solo fatiga i ninguna ranía; la igualdad de en medio de la
satisfacción. I tras esta reflexión se en degradación; la última palabra de la
tregarán a un perpetuo dolce far niente, organización social de la desorganiza
dejando que todo marche como Dios i ción completa de todo lo existente;—
la fortuna quieran. la vida del seno de la muerte.
La vida para ser fecunda no puede Solo la libertad puede rejenerar al
pasarse sin trabajo, sin lucha, sin fati mundo.
ga. Estos son tres elementos indispen Sin embargo, hasta ahora solo hemos
sables para la virilidad i fuerza de una echado mano de la fuerza; la fuerza ha
sociedad :
suprimidos, traerían el ener sido el gran elemento para hombres de
vamiento, la molicie, la decadencia, la arriba i hombres de abajo, para pueblos
ruina. I ahí, como se vé, tenemos que i gobiernos.
ir a parar siempre que demos por base I aquí está, no hai que engañarse, la
al edificio social la igualdad de las for causa primera i acaso la única de la vida
tunas. de fluctuación, de desasosiego, de con
Pero, se objetará : el hombre
nos tinuas caldas que vienen llevando las so
tendrá que trabajar, porque cada uno ciedades. Vivimos ofuscados por el apa

será recompensado según su laborio rente poder de la fuerza. Pero éntrese en


sidad. el fondo de las cosas i se verá cuanto
Entonces, ¿para qué destruir lo exis de efímero, de engañoso no encierra
tente? Acaso no es esa misma lei la en sí.
que preside en el dia al desenvolvi La fuerza, se dice, es
orden; pero
miento social? también es anarquía;
Si ella no es, conduce por lo menos La fuerza dá consistencia a lo esta
a una organización que andando el blecido; pero también lo tumba por
vendrá a ser ni mas ni menos
tiempo tierra;
la actual. La fuerza es todo; pero también es
Desde luego, la las for
igualdad en nada.
tunas, ese sueño dorado de los refor La fuerza es en la realidad una
espa
madores, no puede tener existencia, es da de dos filos, un poder sin moralidad
imposible : volvemos, pues, a los ricos i i sin conciencia que está al alcance de to
a los dos los
pobres. hombres, de todos los partidos, de
Junio 18. LA SEMANA. 67

todas las ambiciones grandes i pequeñas, principios mas republicanos, se han puesto

nobles i ruines; que si hoi sostiene la en tela de juicio todos los errados principios
las
que sirven de base a la monarquía; pero
justicia i el derecho, mañana saldrá a oleadas de la revolución han ido a morir al
romper lanzas por el absolutismo i la pié del trono de Isabel, como la roca del mar
de la tormenta.
esclavitud; que es alternativamente bien que lamen las olas después
i mal, democracia i aristocracia, repú ¿Porqué esta inconsecuencia en la nación es
blica e imperio; pero nunca jamás li pañola? ¿Porqué los mismos que han procla
mado igualdad i libertad son los primeros en
bertad ni progreso. tomar en sus brazos a esa reina para salvarla
Dejémonos de andar buscando la reje del naufrajio? ¿Será acaso por un ciego fana
neracion social a cuchilladas, que ya tismo por la monarquía o porque todavía
bastante la hemos perseguido por ese creen allí en el orijen divino de los reyes?

camino, eduquemos a las sociedades Quien quiera juzgar a la España por lo que
es i no por lo que ha sido; quien vea i conozca
para la libertad i dejémoslas que mar en su historia parlamentaria los principios de
chen.
López, Olózaga i otros brillantes oradores (si
vía es errada, no ha es que se permite que la España tenga orado
Cualquiera otra
rá mas
que llevarnos de caida en caida, res); quien quiera juzgar a la España de Isa
de bel II i no a la España de Felipe II, compren
precipicio en precipicio. derá que no es la monarquía la que han que
Lo que no hace el hombre colectivo,
rido salvar, no al trono sino a la mujer que
la sociedad, mucho ménos¡puede hacer en ese trono se sienta; porque Isabel es para
lo el hombre individual. ellos juventud, talento, entusiasmo, amor a
El bien vive de espontaneidad. las artes i a las gloriosas tradiciones de su
historia.
Cesemos de pedir protección i amparo
Los esprits forts que salen del colejio cria
a la fuerza,
esperémoslo lodo de la li dos con la mamadera de Rousseau, no com
bertad. prenderán todo lo que hai de hermoso i poé
La fuerza es inmovilidad, estagnación, tico en ese culto de los españoles por una
cuando no retroceso. ■•* mujer; como liberales i despreocupados se es
candalizarán talvez de oir en boca de un repu
La libertad es movimiento, vida, vi
blicano elojios de una reina; pero la jente des
gor i progreso. preocupada nos permitirá que tengamos el va
La gran fórmula social de las socieda lor de nuestras propias convicciones, para no

des modernas debe reasumirse en una dejarnos arrastrar por una preocupación hija
de la ignorancia i de un falso patriotismo. Las
palabra :—Libertad! doctrinas hermosas
Justo Arteaga Alemparte.
íormas políticas i las mas

no son mas que bella mentira cuando no


una
hai en el corazón un afecto que les dé calor i
vida. Mas libres son hoi dia la España i la In
Exposición industrial de España
i Sud-Amériea. glaterra que muchas repúblicas que se llaman
democráticas, porque no siempre espresan los
La reina de España acaba de decretar la nombres la realidad de las cosas. El republi
construcción de un palacio en el Buen Retiro canismo es una idea, un principio; pero es
para una exposición industrial de los domi también un sentimiento i los sentimientos vi
nios españoles i las repúblicas sud-america- ven de virtudes i no de palabras. Allí donde
nas. Es la misma reina que ha mandado cons hai respeto a la lei i a la opinión, allí donde
truir un templo monumental a la Inmaculada la palabra pueblo tiene su significado, aun
Concepción de la Vírjen María; la misma que cuando se llame rei la persona que gobierna,
coronó al poeta Quintana «en nombre de las habrá república i democracia.
letras como alumna, en nombre de la patria Con todo, se está verificando entre nosotros
como reina» ; la misma que lia puesto cruces una reacción a favor de la España, i para la

de honor en el pecho de José Valero, de Ju juventud ilustrada no es ya sinónimo de in


lián Romea, de Rodríguez Rubí, de los poetas quisición i fanatismo. La jente que piensa co
i artistas distinguidos de su pais, sostituyendo noce la necesidad de estrechar con ella nues

la aristocracia del talento a la aristocracia de tra alianza, en la que fundan, con sobrado mo
la sangre; es esa reina liberal i patriota, entu tivo, una esperanza de salvación para las re
siasta por todo lo que es grande i bello, i que públicas de Sud-América, amenazadas por los
lleva en su pecho un corazón de artista con anexadores del Norte. Es preciso que no sea
mas orgullo que la diadema que ciñe su fren mos injustos para con ella. Los jóvenes ame

te. Mas de una vez se han desencadenado en ricanos que la lian recorrido, prefiriendo visi
España las tempestades políticas; se han pues»- tar sus monumentos históricos a pasearse en
to en conmoción todos los elementos de la los boulevards de Paris, vienen llenos de satis
sociedad, se han proclamado en las cortes los facción por el cariño con que se les lia trata-
68 LA SEMANA. Junio 1&

do, sin mas antecedentes


que el ser america lización de nuestras esperanzas-. Pero para
co
nos i hablar el mismo idioma. ¿Acaso la Aca buscar el remedio específico, es necesario
No
demia Española hizo alto en si era o no espa nocer el mal i las causas que lo producen.
ñol el Sr. Bello para mandarle a Chile el títu es la cuestión de gobierno, la cuestión polí

lo de académico? El distinguido escritor ame tica," la que hai que resolver para salvarsinoa
ricano don José María Baralt es igualmente estas repúblicas, porque no es el presente
miembro de la Academia de Historia, i cuando el porvenir el que debe alarmarnos; el porve
de som
las Constituyentes de 1854 estuvo a punto de nir! en cuyos horizontes recargados
Norte
ser
diputado, faltándole apenas unos pocos bras i temores se destaca el águila del
votos para obtener mayoría, sin que nadie le atraída por el olor del cadáver-
echase en cara su nacionalidad. Era hombre La causa de nuestros males está en nuestra.
un obs
de talento, hablaba el castellano, i esto les organización social, que será siempre No es
bastaba para darle un asiento en las cortes. táculo para la organización política.
los pue
Ya que no por gratitud, es preciso que por posible la república democrática en de caba
conveniencia tratemos de fomentar entre nos blos en que solo hai dos clases, una
i otra
otros esta simpatía. lleros i otra de plebe, una dominante
Conocidos son los tristes pronósticos que se dominada, una que es depositaría del saber,,
de la riqueza i los honores, i otra ignorante
i
hacen sobre las repúblicas de orijen español,
que encierran en su seno tantos elementos de pobre, condenada a lar mas completadeabyectodo»
desorganización, hasta el punto que muchos ción. Para que haya democracia es
necesaria la tercera entidad de la clase
desesperan de su porvenir. Estos vicios pro punto
vienen en parte de la violenta transición por media, que ocupe el lugar que le corresponde,
de contac
la cual pasaron estos pueblos del estado de que síiva de intermedio, de punto
i la última,
colonias alde repúblicas libres i democráticas, to, para que se toquen la primera
i caballeros-
poniéndose en contradicción con todos los para que se den la mano plebeyos
i los hábitos de la sociedad. Cos i formen el gran todo que se llama pneblo. En
principios
tumbres aristocráticas i formas republicanas, Chile, toda persona que se cree decente, tiene-
el
son un contrasentido, un absurdo. Verdad es a mengua ejercer un arte u oficio, porque
no ser abogado, agrimensor o clérigo, se
con
dias hemos
que desde 1810 hasta nuestros
sidera un desdoro para los cuarteles de noble
progresado en este sentido, pero todavía que
da mucho que hacer. ¿Cómo queréis estable za que cada uno pretende tener, sin acordar

se que el trabajo es el principal honor,


la pri
cer la democracia en un pueblo donde la li
mera de todas las noblezas. La falta de desa
brea degrada al hombre que vá a la trasera de
un coche, i donde el caballerito se desdeña de rrollo i progreso en las artes i la industria es
estrechar la mano callosa del artesano, de mie lo que hace que tenga tan poca importancia
do que el roce del poncho no descomponga los ta clase media, que es la fuerza i la opinión
de las naciones adelantadas, porque ella es la
pliegues de su camisa?
Los reformadores que quieren rejenerar a que dá soldados para los ejércitos, trabajado
los pueblos con nuevos sistemas políticos, sin res para los campos, artesanos para los inje-

hacer primero la reforma social, siguen una níos i fabricas: Este es el elemento que falta a
vía errada, porque quieren el efecto sin lacau- las repúblicas de Sud- América para ser libres
sin la base. En se escribe en el interior, respetadas en el estertor, i po
sa, el edificio vano

en la carta constitucional lo que no está gra


der llamarse naciones con toda la estension de
bado en el corazón del cindadadano. Si los la palabra. Fomento de la industria i de las
en ella consignados no tienen hon
artes: he aquí el primer remedio del mal, la
principios
das raices en el modo de ser de la sociedad, primera solución de la dificultad. La conclu
no será sino un cuaderno de cierto número
de sión no es nueva, pero es verdadera; i la ver
dad debe decirse se repita
pajinas que el primer soldado atrevidoEspuede hasta el cansancio. siempre aunque
ensartar en la punta de su bayoneta. pre
ciso que la tierra esté preparada, i que no se La otra tabla de salvación es la estrecha
eche semilla sobre las rocas vivas para que alianza de todas las repúblicas con la madre

produzca sus frutos. El cristianismo


comenzó patria, porque ella, interesada en la conserva
antes de rejenerar ción de la isla de Cuba, con una fuerte escua
por rejenerar al individuo
dra i mas de veinte mil veteranos en la isla,
la sociedad, i no dio al urando una nueva doc
daba moral. I es la que puede protejernos en el caso de un
trina sino porque le una nueva

I en medio de los males que aquejan a todas conflicto de raza a raza. Porque sin duda al
las repúblicas hispano-americanas, del desa guna i en tiempos no mui lejanos, la cuestión
del se llevará a ese terreno; que fascinados por
liento moral, del desmayo patriotismo que
el brillo de su'fortuna, i puestos en adoración de
producen los desengaños ¿debemos entregar
fuerzas en brazos del des su propio nombre, los hijos de Norte-América
nos sin aliento i sin
la voluntad i la conciencia del creen que hai para ellos un destino providen
tino, abdicando
la del cial. No hace mucho que su gobierno ha pro
deber? La vida de los pueblos, como

vez conocidas nunciado en pleno senado, respecto de la isla


hombre, es condicional, i una
de Cuba, el delenda cst Cartago, no por me
las condiciones déla existencia, podemos mar

ala rea dio de las armas, pues lanzas tiene Castilla,


char con pie seguro i ánimo tranquilo
Junio 18. LA SEMANA. 6»

sinp por medio del oró, como si pudiera po todas partes el mismo dolor, el mismo grito,
nerse precio a la existencia de un caminando de un abismo a otro abismo, de
pueblo. Pe
ro nuestra raza, que én los tiempos de la edad la anarquía al despotismo i del despotismo a
media dio la lei a los vencedores de Europa, la anarquía, sin hallar la solución de tan san
que les impuso su relijion, susleyes, su civili griento dilema. ¿I tan amarga ha de ser nues
zación en una palabra, no cambiará éstas glo tra suerte, que hayamos de caminar con la
riosas tradiciones por un puñado de monedas frente abatida bajo el peso de la desgracia, de
de oro «Si Isabel I, -ha dicho. la reina de Espa- jando pedazos del corazón en las zarzas del
ñ&, empeñó todas sos joyas para el descubri camino, regado con nuestras lágrimas? Nó, las
miento de Cuba, yo empeñaré las: mías para naciones caen, pero las naciones se levantan.
conservarla.» El cóndor puede fatigarse én sn vuelo, pero
La exposición industrial que esa reina trata vuelve a remontarse con mas valor, basta per
de realizar, será un estímulo para nuestra in derse en las nubes. Las naciones, eomo los
dustria, i una base segura, par* estrechar hombres tienen una misión que llenar en el
muestras relaciones de amistad i comercio con mundo moral, como la tienen en el mundo fí
la Península, que debe ser el fundamento, el sico el sol¿ las estrenas, i cuanto encierra la
punto de partidajde la alianza política, de nías creación. Ya no hai profetas que nos digan
utilidad para. nosotros que las que celebramos los misteriosos designios de la Providencia,
con otras naciones de distinto
orijen, única-: pero tenemos en la naturaleza la traducción
mente interesadas en espío tar las riquezas de de la palabra divina. En la majestad de los
nuestro suelo i nuestras disenciones políticas. Andes está escrita por la mano de Dios la ma
Conocidas son las innumerables historias de
jestad del pueblo.
-

las indemnizaciones- que en todas las re Si tenemos fé en el porvenir, i en naestras


públicas de Sud-Atiiérica han exij ido i están esperanzas, recibamos con entusiasmo toda
prontas a exijir la Francia, la Inglaterra i los idea que pueda servir al progreso de estos
Estados-Unidos. Sus numerosas escuadras paises. La exposición industrial nos abre nue
surcan continuamente las aguas del Pacífico, vos caminos para precipitarnos en los braaos

cuya desguarnecida costa está espoesta a su de la madre patria, que nos dirije una mirada
frir esos bloqueos, que han solido imponerse de amor. Ojalá que nuestras palabras no sean
conlos mas fútiles pretestos. recibidas con indiferencia, para que los hom
Tiempo es ya de que todos los pueblos de bres influyentes en la sociedad fomenten en
orijen español reconozcan sus fuerzas, cuen
Santiago i en las provincias este jeneroso pen
ten su número, i pongan en común sus inte samiento. 1 si falta autoridad a nuestra pala
reses i esperanzas, ; para alcanzar un porvenir bra i luces a nuestra intelijencia, que sirva
mas alhagüeño que las tristes decepciones que nuestro empeño para que traten la materia
producen las luchas fratricidas. El fértil suelo hombres mas entendidos i plumas de mas pe
de América solo ha sido trabajado por el in so. No olvidemos que es española la sangre
fortunio i regado con la sangre i las lágrimas que corre por nuestras venas, sangre que nos
de sus hijos. ¿Qué hemos hecho, qué frutos hace solidarios de las glorias de España, he
hemos' sacado de esta naturaleza vírjen i gran rencia de virtudes i de heroísmo que vale mas
diosa, en la cua] es cada flor un aroma, cada que las monedas de los mercaderes. Nuestra
ruido una armonía; en la que los bosques con bandera está ya enarbolada en las calles de
sus misteriosos rumores, con sus corrientes Madrid, ies preciso que Chile esté represen
rios, los campos con sus flores i el mar con tado en la exposición i que se pronuncie su
sus huracanes, parecentener una voz, poten nombre. Si la idea viene a estrellarse con la
te como Dios, para decir al hombre:
la de apatía que nos caracteriza, no nos faltará por
engrandécete] ¿Qué es de la joven América, nuestra parte una flor (de nuestros campos,
de este Edén en que los jugos de la tierra, no para mandarla como una ofrenda de cariño.
solo alimentan ¡la planta, sino que hinchan
a
Camilo H. Cobo.
sus venas, si hubiera en sus entrañas
como
un exceso de vida; cuya naturaleza parece que

habla, que siente i que palpita bajo nuestros En', un álbum.


pies, como el corazón de la mujer que recibe
la impresión de la primera caricia? Ah! en su En un jardín ameno
candida frente i en sus mejillas sonrosadas he La camelia a la rosa así decia :
mos impreso las arrugas del vicio, los plie

uOh reina de las flores orgullosa,
Al fin se te llegó tu último dia;
gues del dolor, i hemos convertido a la casta
Cede el puesto a rival mas venturosa.
vírjen en la impúdica cortesana, que el sol
dado i el lejista se disputan, con corrosivos Yo de algún albo seno
ardores, en las orjías del poder. Pasead vues Adorno voi a ser : la linda mano
tra vista por toda la.estension del continente, Que cultivo me dio, no miró en vano
i veréis en todas esas repúblicas la opinión es Abrirse mi botón en los jardines,
carnecida, abofeteado el sentimiento público, I entre nardos, jacintos i violas,
i la sociedad herida en el corazón por el sable Dar envidia a las rojas amapolas -

de un tirano o el puñal de un conjurfcio; i en I afrentar a los candidos jasminés.


LA SEMANA, Junio 18.
El cetro que Los padres forman a los hijos como los je-
usurpaste
A mi pié lo
depone : harto reinaste. nerales a los soldados.
El aura popular Queréis introducir la desolación en una fa
que me circunda,
Destruye tu poder i el mió funda. milia, separad a los esposos, haced que la
Es cierto que eres bella; mala intelijencia reine entre ellos i lo habréis-
Pero nadie en belleza a mí me iguala. conseguido.
Tu púrpura no temo, Pero, por una de esas aberraciones tan co
Ni tu frescura ni tu albor lozano : munes a nuestra naturaleza, nadie alescojer
Ni a mí me vieron lastimar la mano a su cara mitad se acuerda del porvenir, i na
Que hizo acariciarme, pocos ni aun del dia de mañana;
Ni jamas hice gala Este, se casa con Elena porque tiene un liñu
De esconderme entre espinas por vengarme. do pié.
I la rosa sonriendo le responde : Este otra, se casa con Julia porque tiene;

«Es verdad que eres bella; en tu belleza, una cara picante.. ■--.'.
Caprichoso juguete de fortuna, Aquel, se casa con Lucía porque tiene una
Has fundado un imperio pasajero : dote respetable.
El solo verdadero, Aquel otro, i como ese muchos otros, se ca
Aquel que dura,.. san por casarse, por tener mujer, por adqui
I que el poder de mi virtud estriba,;
en rir ciertas consideraciones sociales, que alas-
Aquel que nadie puede, mientras viva veees se tornan en condecoraciones matrimor-
La pudibunda
rosa niales.
De espinas circundada Nadie ó casi nadie se acuerda, en el momen
Disputarme jamas, ese se funda, to de ponerse bajo el yugo matrimonial» que
No solo la hermosura
en ese yugo es eterno, que impone deberes de
Que a flores i a tí te ha dado enojos;
otras cuyo cumplimiento va a depender la felicidad
Sino en que la natura el honor i la virtud, o la infelicidad, eldesho-
A mí me dio el perfume nor i el. vicio de mas de un ser inocente. No

De que avara te priva, i se acuerdan que una linda cara o muchsfe


pe-f-
A tí, flor inodora, ,
setas no es loque constituyen ladicha, latraiir
Que hablas solo a los ojos. quilidad, la pureza, la santidad del hogar .do
Yo soi la reina i la señora : méstico.
Yo llevo la corona, yo la palma; De este modo, pues, se toma el matrimonio
Por que hablando a los ojos hablo al alma.» como una partida de placer.
Así como la rosa, Rosalía, El hombre se casa con la misma soltura de
En el sereno cielo cuerpo que vaaun baile, si es amigo del placer
Do moran las estrellas ruidoso; quecomeun buen plato, si es gastrónor
El cetro te cedieron las. mas bellas, mo; que apuntaa unaearta, si es jugador; que
se mete unalevita
Queriendo tu fortuna según el último figurín, si es
Que entre tantas estrellas fueras luna, elegante; que se toma un reducto débilmente
I en el jardín del suelo, fortificado, si es militar i valiente; que boste
Tú eres aquella flor lozana i pura za o duerme, si es
perezoso o dormilón; que
Que corona su candida hermosura hace un buen negocio, .si es comerciante, o es
El perfume del rico sentimiento. quilma al prójimo, apurado por algún acree
Ese teda la pal nía, dor sin alma, si es usurero.
Ese es el complemento ¿I de aquí q ué resulta? Lo que no podia me
De toda perfección en la belleza, nos de resultar. Que pasados los dias de la
Que a tí naturaleza ilusión, la ¿una de miel, como ,se dice, se le
Mandar te hizo en los ojos i en el alma. empiezan a divisar las orejas a la realidad. Se
Setiembre de 1855. j comprende, aunque tarde, que lo que se ha
I hecho merecía una ^reflexión mas madura..
Hermojenes de Irrisarri.
El amor o la novedad pasando, van
, dejando
al descubierto todas las cualidades buenas i
Sin nías auto ni mas traslado, i malas de nuestra cara mitad. Advertimos en-
|
Antes que te cases !1 tonces que es amiga del lujo, de los
siira lo que haces.
paseos,
|; del teatro, del baile, de las tertulias, de hom-

bres sobre todo; que su amor por su marido,
Ah! si todos tuvieran presente antes de ha- ¡, no es de los mas esclusivos;
que tiene ciertas
cer la última calaverada el proverbio que nos , tendencias mui pronunciadas a la libre com-
sirve de epígrafe, cuanto menos fecunda en , petencia; que tiene un corazón mas sensible
desgracias, en dramas ora tristes, ora terribles 1 de lo necesario i conveniente,- a ciertas enfer-
seria nuestra sociedad. ¡ '
medades del prójimo barbudo; en una pala-
El matrimonio es la base de la familia. ! bra, el velo cae, i en vez de un ánjel encontra-
La existencia de ésta, la felicidad o la desgra- I mos una mujer tan flaca, tan antojadiza, tan
cia de sus miembros depende déla solidez o |¡ voluble, tan como las demás.

instabilidad (le esa base. i


¡ Né»o de mi ! yo que creía encontrar la fe-

Junio 18. LA SEMANA. 71

licidad! se dice el maridó, mezándose los ca distancia del objeto que me habia puesto la
bellos, o golpeándosela frente, o aluzándose el pluma en la mano.
bigote, si lo tiene, o recorriendo a pasos pre Mui lejos de mí estaba, caros lectores, el
cipitados la estancia, si no tiene bigotes -que bosquejaros una escena matrimonial. Mas ya
atuzarse, cabellos que mezarse i el golpearse que contra mi voluntad i mi intención así ha
la frente puede traer peligros para la mano. sucedido, dejemos lo dicho por vía de intro
Se trata entonces de enmendar lo hecho, de ducción, i entremos en materia.
Correjir las inclinaciones «demasiado pronun II.
ciadas de la esposa. Se le prohibe el qUe pa Un inmenso jentío llenaba los Salones de la
see, baile, vaya al teatro, frecuente tales o señora de X.... cierta noche de cierto mes,
cuales tertulias. La cara mitad se incomoda, cosa que nos importa bien poco.
i apoco andar se insurrecciona: habla, grita, El ruido de las conversaciones, de las risas,
chilla; llama a su marido tirano, monstruo; i el resplandor de las bujías llegaban hasta la
agota el" diccionario de los epítetos galantes: calle, que estaba llena de curiosos, como es de
si es sentimental, concluye llorando: si és va precisión. «

porosa, desmayándose. Tenemos al marido ^—


¿Qué haremos para entrar, niña? decia una
cojido en el garlito. tapada a otra que estaba a su lado.
Cree que ha hecho mal i hasta cree que su —¿1 para qué quiere Ud entrar Josefita? le
mitad es un ánjel; empieza a sentir remordi contestó su compañera.
mientos} procura disculparse. La mujer cede ^-La ocurrencia tuya ¿con qué para qué
al fin. Las paces quedan hechas; i, como pren quiero entrar? Para ver a los novios, para ob
da de su duración i de la buena fé de los con servar los tocados, para gozar de la vista de
tratantes, se concede entera libertad a la es los salones, que debe ser magnífica, para....»
posa para que arruine al marido, para que

Para tener mañana de qué murmurar, di
pasee, para para que haga su santa volun jo la otra entre dientes.
tad en una palabra. —

¿Qué dices, niña?


Sin embargo, lo que distingue estos armis —
Nada, tia, nada.
ticios, treguas, suspensiones de armas, tra —Cómo nada. Si estabas hablando ahí.
tados, o como quiera llamárseles, no es la du —
Hablando, ni he despegado los labios.
ración. La tia iba a contestar quien sabe qué, cuan
Algunos maridos, Se convencen al dia si do nn pasante dándole un feroz empellón ,
guiente, otros al mes, otros a los dos meses, cambió sus palabras en un :
algunos al año, i otros, para su desgracia, —Ai! Jesús, María, qué bruto!
cuando ven sus gabetas demasiado livianas, —
Calle la vieja bruja, respondió el pasan
de que han procedido con sobrada debilidad, te, continuando su camino.
i vuelven a las andadas. ■^No vé, pues, tia, lo que nos sucede por
Entonces la traji-comedia matrimonial se ser curiosas.
desenlaza por una separación, por un divorcio, —
Calíala boca, qué sabes tú mocosa: siem
o por una guerra perpetua entre marido i mu pre queriéndome dar lecciones.
jer; guerra que suele complicarse con la in I la tia entró en una larga disertación sobre
troducción de la reserva, que la forman la ma la petulancia de lá juventud, sobre] los perni^
má de la tiranizada consorte, las hermanas i ciosos frutos de la moderna educación, sobre
los hermanos, las primas i los primos i las lo mal que habian hecho las madres en supri
amigas i amigos de la mamá, de los hermanos mir el eficaz correctivo de la chancleta. Iba a
i de los primos. Ai! del marido que así se vé continuar; pero los primeros acordes de la mú
sitiado! Mas le valiera no haber nacido! El sica, que anunciaban el principio del baile,
hogar doméstico se trueca en un verdadero vinieron a interrumpirla.
infierno. <■ —

Ven, niña, ven, dijo doña Josefa, dejan


La esposa llora i se lamenta; do su disertación i tomando a su sobrina por
La suegra hace el panejírico de su'hija i e 1 brazo.

truena, cual nuevo Demóstenes, contra" el es Todos los curiosos habian hecho el mismo
poso; movimiento; asi es que en pocos segundos la
Las hermanas lloran la lágrima viva; puerta estaba de veras barricada por una mu
Los hermanos muestran los puños al pobre ralla humana. Entonces empezaron los gritos,
marido; las maldiciones, los juramentos i los insultos.
El pobre marido agacha la cabeza i deja ve —
Ai! que me ahoga, decia la una.
nir con una resignación, que es patrimonio es- —
Ai! que me rompe el pañuelo, decialaotra.
clusivo de las jentes de su oficio, el aguacero —
No me pise Ud. caballero, decia una mas
de insultos, de gritos, de juramentos i de ame prudente.
nazas
quecae sobre él.—
De cuanto corazonno —

Qué grosero! por nada me saca las nari


se arrepiente de su ces, esclamaban por otro lado.
disparate. Ah! si el dia de
su muerte siente por sus pecados un arrepenti —

Qué escándalo, Dios mió, decia una bea


miento igual, tendrá la bienaventuranza, irá supieran Uds. lo que ha querido
ta. Si hacer
camino recto i sin tropiezo al último cielo. conmigo este hombre de mis pecados.
Pero voi viendo que me encuentro a Mientras tanto, doña Josefa, como marino
gran
72 LA SEMANA. Junio 18»

acostumbrado bajo tonto brilló


a estas
tempestades, logró aco- jías, no siempre dejaban ver

dazos, pellizcones. a empellones, abrirse pa


a una cara fresca i sonrosada, sino una cara
so hasta la primera fila decuriosos, no sin gran toda obra de los adelantos del tocador.
detrimento, por cierto, de su basquina i su Por eso, tras la admiración venia lamurmu»
manto. ración.
Dos criados colocados a la puerta tenían to —¿Si se abrá mirado al espejo esa mujer?
das las penas del mundo para poder Gontener decia uno, señalando a una señora tan carga
las oleadas de |ese torrente de curiosos. da de años como de alhajas.
Viendo que las palabras i los empellones eran De seguro que nó-, decia un segundo.

infructuosos, iban a poner en juego argumen —Si lo hubiera hecho, decia un tercero, se
tos mas contundentes, cuando se les dio la or habria quitado tanto brillante i tanta perla
como trae, i con los que solo logra hacer
re^
den de cerrar la puerta. Los curiosos al oir es
ta óiden, quedaron un momento inmóviles i saltar lo moreno de su color i lo arrugado de
'•''
silenciosos. Pero en el mismo instante que los sus mejillas. .

criados movian la puerta sobre sus quicios, —Qué avechucho, decia un cuarto, flechan»
dolé el lente,
para darles coa ella en las narices, unaola mas
fuerte que todas ks anteriores cayó sobre ellos —Dios debe haber dejado escaparse estas
de improviso. Buena parte de los curiosos fue momias de stts tumbas, para desilusionarnos,
ron a dar al patio: unos andando con la cabe agregaba el primero.
ra; otros con la nariz; otros con las costillas;

Dicen que fué mujer hermosa, en sus
ninguno con sus pies. Doña Josefa se rompió quince, replicó el tercero de los murmura-»''-'
un codo-, su sobrina se magulló las manos, i dores.
salieron de las mejor libradas. —Así será, dijo el del lente; pero lo que
Doña Josefa «na vez en salvo, empezó a exa son sus cincuenta los tiene de un feo mui su

minar el terreno i a buscar el mejor sitio des bido. —

de donde poder dominar completamente el sa Una cuadrilla que empezaba vino a cortare
lón. Esto no le fué difícil: la forma de este, mld a tiempo, para la venerable señora, la
hacia que por cualquiera de sus entradas se conversación de los inurmuradoresv -

le pudiera dominar. Entonces todas las miradas se dirijieron a


Razón habia tenido la curiosa i empren una mujer de veinte a veinte i dos años, ves*

dedora tia en esponérse a riesgos tantos tida con una riqueza i una elegancia asom
i observarlo todo brosa». Su traje era de una finísima gaza
para penetrar en la casa
de cerca. blanca i oro. De bu hermosa i rubia cabellera
El golpe de vista que presentaba el salón caía casi hasta el suelo un velo de blondas,
que se sostenía en la parte inferior de
su pei*
era magnífico, soberbio. Quinientas bujías
luz en un es nado con cuatro alfileres de brillantes. Unos
por lo inénos, derramaban su
pacio de treinta i tantas varas. Esos torren pendientes de brillantes, tambien,;-i que figu
tes de luz cayendo sobre las piedras de los raban tres grandes gotas de roció desprendí-'
tocados, producían luces nuevas i de mil co das de la corola de una trinitaria-, adornaban
lores sobre el cuello, sobre las manos, sobre sus delicadas orejas. Su pura i modelada gar

las cabezas de las damas, haciendo de cada ganta estaba rodeada de tres hileras de perlas
«na de ellas el centro de un sin fin de estre del mas bello oriente, i que luchaban en blan
cura con, el seno sobre que caiam
llas, de rayos, de manojos de luz ora blan
cos, ora rojos, ora' verdes, ora amarillos,
ora Pero la mujer valia mas que todos sus ador^-
de un color indefinible, de un color que tenia nos. Un rayo de sus verdes, rasgados i me¿

de todos los colores. La vístase perdía, se lancólicos ojos valia por todas las-luces de sus
ofuscaba de tanto ver. Parecía todo aquello brillantes. Las dos hileras de perlas que aso
la realización de un sueño oriental. El idioma maban a sus labios, un poco gruesos, pero de
es pobre, es impotente para dar una idea si una gracia sin par, nno solo de esos dientes

valia por todas las perlas de Su cuello, Su na


quiera aproximada del sinnúmero de juegos
de luz que se presenciaban en un segundo. riz era afilada, su barba fina, el contorno dé
Cuando la primera impresión habia pasa su rostro de una pureza i una firmeza de lí

neas admirable: el conjunto era bello i re


do, cuando la vista se acostumbraba a tanta
luz, a tanto brillo, a tanto rayo loco como iba alzado por Una palidez llena de encanto. En
i venia, comenzaba, algo como un desengaño, fin, Adela, porque tal era el nombre de esta
a arrugar el entrecejo del espectador. Es que mujer, era una belleza que hacia creer fen la
lo que era bello, magnífico, sorprendente mi belleza ideal, que nos reconciliaba con cier
rado así de lleno, no lo era tanto en detalle. tos tipos que juzgamos imposibles, obra es>
Es que esos brillantes, esos ópalos, esos ru elusiva de la eesuberante imajinacion de I03
bíes, esas esmeraldas, esos topacios no siem poetas.
cabezas hermosas, senos ala Adela iba de bracero con un hombre de
pre adornaban
bastrinos, manos blancas i pequeñas, sino con veinte i seis a veinte i ocho años, de figura
mas frecuencia cabezas de cabellos
de ébano distinguida, de modales desenvueltos, i ves
con el favor de los cosméticos, rostros
mar tido con elegancia i sencillez.
'
mil bu La pareja detuvo momento el cen-
chitos, gargantas arrugadas; i esas se un en
Junio 18. LA SEMANA. 73

tro del salón, para recibir las felicitaciones do con llena de finjida conmoción: sí
una voz
varios que les salieron al paso. Después fué a I quiero! La fisonomía de Andrés irradió de .

colocarse en su testera, i abrió la cuadrilla. i gozo; yo me retiré abismado en mí mismo,


Ya tenemos en campaña a los novios,

casi sin poder dar crédito a mis propios ojos.
dijo el del lente, flechándoselo a Adela. Oh! Carlos, es imposible concebir una mujer
Es hermosa, dijo una joven de sonro

igual. I yo que la juzgaba un ánjel! I yo que


sadas mejillas. espuse dos veces mi vida por defender su

Sí, no es fea, le contestó su compañera fama, por hacer callar a la calumnia; i no sa


era mas fea de lo necesario i conveniente, bia que era a la verdad a quien ponía mor
que
con un aire que pugnaba por parecer indife daza. ¡Loco o iluso es el que pretende conocer
rente i era despechado. el corazón de una mujer: es mas insondable
.- —

En buena se ha metido el pobre Andrés, que el océano!


dijo unjoven de largos cabellos castaños,. A medida que hablaba, su palidez, su ento
de ojos penetr? ntes vivos, i vestido con Un nación de voz, los relámpagos que lanzaban
descuido lleno de al sus ojos iban dando a su fisonomía triste, pero
elegancia, dirijiéndose
de lente. apacible de suyo, un aire cada vez mas si
-

Que quieres, Alfredo, contestó éste. De



niestro. Parecía el remordimiento despechado
masiado le hemos predicado. Ayer mismo hice por no haber desgarrado con sus espinas el

un último esfuerzo para lograr disuadirlo; corazón del criminal.

pero, a las primeras palabras, me convencí Carlos lo observaba con interés, i con cierto
temor concentrado, por lo que leía o creía
que nada iba a obtener sino era perder un
amigo sincero, i desistí de mi propósito. leer en su alma.

Bien dice el proverbio que: mujer i mor Después de un momento da silencio, Alfredo
taja del cielo baja, agregó Alfredo. tomándose del brazo de Carlos, le dijo:

Sin embargo, Carlos, lo que es la mujer Aquí pueden oírnos; vamos al jardín. Esta
no le ha bajado a nuestro auúgo Andrés del atmósfera me ahoga; necesito aire Vamos
cielo. al jardín.

Ya lo creo, contestó Carlos. Corno se bailaba en el salón, el jardín es

Pobre Andrés, añadió Alfredo, que cree taba completamente desierto. Solo de cuando
todavía en las mujeres por su esterior; que en cuando pasaba algún criado.

cree que lo aman, porque le dicen: sí; que Nuestros dos jóvenes fueron a sentarse en
cree que son puras, porque ellas se lo asegu un rústico sofá, que colocado perfectamente
ran; que cree que un rostro sin reproche, nn en su centro los ponia a .salvo de oidos impor

seno de vírjen lian de ir por precisión acompa tunos.


ñados de un alma noble i de un corazón puro. Gomo Alfredo continuase guardando silen

Siempre con tus desencantos, Alfredo. I cio, Garios lo interrumpió diciéndole:


Parece que la última lección te ha aprove- ¡ Por tus palabras, Alfredo, he creído adi

chado. vinar que ha habido en tus relaciones con


Algo nías, amigo Carlos, me ha curado. Adela algo mas serio i de mas trascenden
cia que un amorcillo pasajero. El porvenir de

¿I cómo es que te has presentado en esta


casa después de lo ocurrido, i, mas que todo, Andrés me tiene de veras preocupado. Esa
en una noche como ésta? mujer lo engaña, esa mujer lo traiciona, ¿no
La palidez de Alfredo se aumentó al oir la es verdad Alfredo?
Puede ser, respondió Alfredo con flema.
pregunta de Carlos.
■—


Sabes porque me he presentado en estos Cómo puede ser.... Había por Dios... la

salones, que hace un ir es habia jurado no incertidumbre me mata. Creo adivinar algo
volver a pisar jamas, respondió Alfredo a ! mui infame en la conducta deesa mujer
media voz, pero con una entonación que te Habla, pues, Alfredo, habla: en nombre de tu
nia algo de siniestro i amargo, sabes porque \ amistad por Andrés, de su felicidad, de su por-
me he presentado, porque quería ver por mis l venir, te lo ruego, lo exijo de tí...!. Mira que
aun es tiempo de reparar en parte el mal.
propios ojos hasta donde puede llevar una
mujer su perversidad, su falta de corazón.

Aun es tiempo, digo Alfredo con voz
Creí que ini presencia, en semejante dia, hu ajitada i como maquinalmente... Ven, pues....
biera causado a Adela algún disgusto, que ¡ corramos.... Que Andrés sepa, ya que aun es

alguno de los mil aguijones del remordimien ! tiempo, que la mujer a quien va a dar su

to hubiera ido a posarse sobre su conciencia; nombre, su fortuna i su honor no lo ti.... la


pero esa mujer no la tiene. Aunque no había ! última sílaba como que se heló en los labios
sido invitado a la ceremonia de su matri i de Alfredo.
monio, me presenté en eila sin embargo. | ¿Qué ibas a decir, Alfredo? preguntó

Cuando debía pronunciar el sí, sus Ojos se Carlos con ajitacion.


encontraron con los mies, creí, necio de mí, Yo.... nada.... ni que puedo decir de la

que iba_a palidecer, que ¡a vista de una ele ¡ mujer ele Andrés. No dice él que es pura como
sus víctimas la contendric, la haría un ánjel, que reconcilia con la virtud, que-
siquiera
dudar de hacer otra nueva. Pero nada de eso: . hace 'c -ecr en la felicidad... Oh! Adela será
me miró con una sonrisa biubna, i una buena esposa, una madre virtuosa; \n-
pronunció ¡
10

LA SEMANA. Junio 18.


tires asi lo cree, asi me lo decia
ayer... Pobre elegante i de mundo, aun cuando saben que ese
Andrés... que... i Alfredo se
dejó caer sobre figurín lia de contar a lodos sus amigos, a to
el sofá del que acababa de levantarse. dos sus conocidos i hasta al primero que se le
—¡Por Dics habla! dijo Carlos con temor I aboque los favores que haya recibido de su
e impaciencia. No hai un minuto
que per | amada Adela tenia, pues, que enamorar
. . .

der.... Mira que tu puedes ser responsable de í le faltaba esto


se por precisión de Julio
. .

las desgracias, de los pesares, de los desen solo para ser mujer a la moda. Cuando tú,
gaños, del deshonor de Andrés.... mira, Al ahora ocho dias, presentaste a Andrés en su
fredo que puedes ser un amigo traidor. salón, Julio era el hombre de la casa : en las _

Quieres que hable, contestó Alfredo como tertulias, en los paseos, en el teatro siempre
vacilando. se veia a Julio al lado de Adela Las ma . . .


Sí quiero! replicó con firmeza Carlos. máes decían : aquí hai matrimonio Los . . .


Pues bien, dijo Alfredo, después de cer murmuradores guiñaban el ojo i se son
_

ciorarse que nadie los escuchaba: Adela está reían Tres dias después de la presentación
. . .

deshonrada!! de Andrés, Julio se retiró Todos creye . . .

Un rayo cayendo a los pies de Carlos habria ron que habia sido despedido con cajas des

producido en éste menos impresión que las templadas, i yo mismo participé del engaño.
palabras de Alfredo. Sin embargo para adquirir una completa cer

Adela está deshonrada! ¿Gon qué . . . tidumbre fui ayer en busca de uno de los ínti
está deshonrada, Alfredo? ¿Te he oído . . . mos de Julio A poco andar cayó la con
...

bien? .
No, no es posible
. . Pobre An . . . versación en el próximo matrimonio de Adela.
drés! el tan noble, tan jeneroso, tan franco, Entonces dije yo:
tan leal, tan digno de ser dichoso . . . verse «Vaya : al fin nuestro irresistible Julio ha

de la noche a la mañana, desgraciado, traicio tenido su fracazo amoroso.


nado, vendido Creyendo ir a beber la
. . . «Como así, me dijo el otro.

copa de la felicidad i la ventura, tener que «Gomo que sí



o quiere Vd. hacerme . . .

apurar hasta las haces la copa del dolor i la creer que no amaba a Adela.
deshonra No, Alfredo, no
. . lo que tú
. . . . «Con que el mundo dice que Adela lo ha

dices es imposible, volvió a repetir Carlos ca despreciado. Siempre el mundo anda errando.
si delirante. Las últimas palabras del amigo de Julio,
—Ojalá que así fuese, respondió Alfredo me hicieron comprender que era tan lijero co
con una calma sombría. mo él.
Un prolongado silencio, solo interrumpido «Como el mundojuzga por loquevé, nada

por la entrecortada respiración de Garlos, se de estraño tiene que crea a Julio despreciado,
siguió a estas palabras. porque esto es lo que se vé Ahora : si lo . . .

Mil ideas cruzaban la cabeza de éste : ya que no se vé es otra cosa, bien puede ....

el correr al salón i arrancar delante de todos a «Puedo asegurar a Vd. que el mundo an

la impura desposada de Andrés la careta de da errado en esta ocasión, me interrumpió.


vírjen con que cubría su deshonra i su infa —

«Vamos, amigo, vamos, confiese Vd. la


mia : ya ir en busca do un veneno i arrojarlo partida: al mejor jeneral lo derrotan alguna
en un helado que el mismo serviría a Adela: vez . Confiese Vd. que Andrés de S
. .

ya hacer saber la verdad a Andrés por medio ha logrado dar en tierra con los encantos de
de un billete. Pero todos estos proyectos se nuestro amigo Julio.
marchaban con la misma rapidez que habian —

Já, já, já, Con que Vd. lo cree, i


. . .

venido. reia con una impertinencia que en otra ocasión


Por fin, Callos creyó haber encontrado la le hubiera costadobien caro. Vaya que es Vd.
idea que buscaba. Se levantó del sofá i miran niño. Nunca han estado en mejor pié las rela
do a Alfredo con ojos escudriñadores le dijo : ciones de Adela con Julio.

¿Estás dispuesto a hacer un sacrificio por «Miente Vd. le dijo con colera, i, volvién

la felicidad, por el honor de Andrés? dole la espalda, me marche sin saludarlo.


Sí, contestó Alfredo con resolución.

Me encaminé a casa, i conociendo a Julio, le-
Pues bien : es necesario que esta noche

escribió una carta bastante fuerte en que no
misma dejes a Santiago i en tres dias mas a escaseaba las burlas a sus pretenciones de
Chile. hombre seductor e irresistible. Pocos mo —


Erami resolución ayer ; pero hoi mi
esa mentos antes de venir al baile he recibido por

partida en nada podría remediar las desgracias contestación este billete de Adela a Julio. .

de Andrés. No soi yo el único que tiene en sus Léelo, Alfredo, léelo, dijo Carlos con an

manos la honra de Adela. gustia.


se acercó entonces al farol mas

¡Esplícate, Alfredo, esplícate! Alfredo,


Tu sabes que Adela rompió sus relaciones cercano al sofá, de los que iluminaban el jar
conmigo, para aceptar los obsequios del bello dín, i leyó lo siguiente :
Julio de C ., de ese lindo fatuo, que, por
. .
«Querido Julio :
uno de esos caprichos del corazón femenino, «Tu carta me ha hecho mal. Parece que
se ha hecho el hombre a la moda, el amante » desconfías de nii. Bien sabes que tu eres el
uecesario de toda mujer que quiere llamarse » único hombre a
quien he amado en mi vida,
as

Junio 18. LA SE 75

«que todo cuanto hai de mas sagrado i precio- ' Una angustia dolorosa e inesplicable se ha
» cioso
para una mujer lo he sacrificado en aras bia apoderado de Andrés al recibir la carta.
»de mi amor por tí. Cuando llegó a su habitación el corazón le
«¿Que quieres de mí Julio? Quieres acaso palpitaba con fuerza, un sudor frió empapaba
«que rompa mi matrimonio? Lo haré, sin em- su frente, tenia miedo, i no sabia deque. . . .

«bargo de que como tu bien lo sabes, este ma- El sobre escrito de la carta decía : Al señor
»trimonio es una necesidad en la situación na- don Andrés de S. en propia mano.
. . . . . .

» da
lisonjera en que se encuentra la fortuna i mas abajo : urjentísima.
» de mi Andrés creyó conocer la letra del sobre ;
padre.
«Pero no : tu haz convenido en que este ma pero eso no hizo sino aumentar su inquietud.
trimonio se realice. De este uiodo nuestro Cuando abrió la carta i reconoció las pocas
«amor tendrá menos obstáculos : a Andrés doi
palabras que contenía, palideció.
»mi mano ; pero mi corazón es tuyo. La carta decia :
«Deja, pues esas tristezas sin motivo. «Se os engaña infamemente. Ahí va la
«Hasta la noche, tu Adela» —

prueba»
—I ha venido ese hombre, preguntó Carlos —¡Imposible! imposible! esclamó Andrés
con ira. con desesperación.

No, es demasiado cobarde para atreverse


Dentro de la carta que acababa de leer


a tanto. venia otra en papel rosado i mui perfu
Entonces, aun no está todo perdido.

mada.— Esta carta era la misma que pocos mo
En este mismo momento la cuadrilla se con mentos antes habia leido Alfredo a Carlos en
cluía i el jardín empezó a llenarse déjente. el jardín.
Los dos amigos se tomaron de nuevo del Andrés la desdobló con precipitación febril.
brazo i volvieron a entrar en el salón, donde A medida que la leia su palidezaumentaba,
todo era alegría, risas, cuchicheos, miradas sus facciones eran contraídas por la cólera, sus
ora significativas, ora malignas, ora burlo dedos apretaban el papel, sus manos tembla
nas Por aquí, se hablaba en voz alta; por
. . .
ban, sus ojos impregnados de sangre parecia
allí un poco mas bajo; mas allá en secreto :ya iban a saltar de sus órbitas Todas las . . .

era un sí o un nó mui acentuado ; ya un sus amarguras, todos los dolores, todas las des
piro comprimido; ya una lágrima furtiva; ilusiones, los celos son todos sus tormentos,
porque en los bailes también se llora ; porque el honor ultrajado con todas sus inspiraciones
el dolor busca en todas partes sus víctimas i de venganza, todas las angustias de un cora
encuentra corazones que herir tanto por en zón sorprendido por la desgracia en medio de
tre los arapos como por entre las blondas. la felicidad, se habian dado cita para ator
Después de dar algunas vueltas por el salón mentar a ese hombre.
Carlos i Alfredo se marcharon. Guando concluyó de leer la carta de Adela,
Cuando dejaban la casa de la señora deX.. esclamó con un rechinamiento de dientes es
daban las doce de la noche. pantoso:
Un cuarto de hora después un hombre en —
Maldición! maldición! . . .
sangre! ....

vuelto en un ancho paltó, cuyo cuello le cubría infierno! ....


venganza .... i se arrastró
completamente el rostro, dio tres golpes en la al asiento mas cercano.
puerta de la casa de laseñora de X..
¿Quién es? preguntó un criado.

Media hora después Andrés entraba de nue


—Abrid! respondió con imperio el hombre vo en los salones con la risa en los labios i el
del largo paltó. infierno en el corazón.
El criado abrió. Al poco rato toda la jente empezó abatir en
—Para el señor don Andrés en retirada: los unos bostezando, los otros mur
propia
mano i pronto, murando, estos maldiciendo entre dientes de
que urje, dijo el del paltó al
criado entregándole una carta. la trasnochada . .las jóvenes suspirando
. . . .

Dichas estas palabras se marchó •las mamáes descontentas muchas es


precipita
damente. perando para el dia siguiente la felicidad . . .

El criado fué en busca de Andrés, a i no pocas derramando una lágrima por la


quien
encontró charlando alegremente en el
jardín que talvez acababan de perder.
con algunos amigos. Nuestra conocida doña Josefa, lué de las
—Señor, le dijo el criado, últimas que se retiró, i no lo hizo sin echar
—Que hai Bautista, preguntó Andrés. una mirada de envidia al salón, i decir a su

Un caballero me acaba de entregar esta sobrina con cierta tristeza:
carta para Vd. díciéndome que urje.

¡Qué felices son los ricos!


—¿Quien es ese caballero? No te ha di... Se engaf.aba la buena señora.
cho su nombre? ,

No señor

traia la cara completamen


. . . Alástresele la mañana todo era silencio
te cubierta con el cuello del en esa casa poco antes tan llena de luces, de
paltó.
—Señores, un momento, dijo Andrés a los jente, de música, de risas, de locura i de ale
amigos que le rodeaban, i se dirijió con rapi gría.
dez a sus habitaciones. Cuando las primeras claridades del alba
7G LA SEMANA. Junio 18.

empezaban a teñir el horizonte de ópalo i gra


na, dos carruajes salían de I aquí termina nuestra historia, recomen
Santiago a todo es
cape. El uno con dirección lucia" Valparaíso: dando al lector, que baya tenido la amabilidad
el hacia la cordillera.
otro de seguirnos hasta el fin, que no olvide a An
En el primero, iba un drés i se precava mucho de caer en la tenta
joven de veinte i tres
a veinte i cuatro años de rostro ción de matrimoniarse:
alegre, de
facciones tan delicadas que tenian algo de Sin mas auto ni mas traslado.
mujeril, de cabellos rubios, de ojos azules i J. Arteaga Alempaute.
vivos; i que talareaba con la mayor indiferen
cia del mundo la donna e movile de
Rigoletto.
Este joven era Julio, el feliz amante de
A la señorita A....
Adela.
En el segundo, iba un hombre
cuya edad No es maspura ni galana
era
imposible descifrar, tal era la contracción Flor temprana
de sus facciones pálidas, casi lívidas. De cuan
Alzada en bello jardín,
do en cuando se golpeaba la frente o una son
risa horrible se diseñaba en sus labios, Que lo eres tú, niña hermosa;
que I tu semblante a la rosa
parecía cerno que proferían una maldición.
Este otro viajero era Andrés, el .marido enga Avergüenza i al jazmín.
ñado.
I el cielo no hai luceros
en
IIL Hechiceros
El dia hermoso. Ni una nube en el cie
era
Como tus ojos lo son;
lo. Todo convidar a la felicidad.
parecía
En un sajoncito, amueblado con mas como
Que, aunque con candor lanzadas,
Hacen arder tus miradas
didad que elegancia, se encontraban muelle
Al mas frío corazón.
mente sentados, cada uno en su butaca de

marroquí verde, dos jóvenes de rostro triste i Ni habrá clavel purpurado


preocupado. Sobre el prado
—Con qué se marchó 'Andrés, preguntó el
Que pudiera aventajar
uno que jugaba neglijentemente con su lente. A tu boca, donde ufano

Pobre Andrés! dijo el otro. Amor impera, tirano,
Sin embargo, Carlos, porque estos dos Seguro de cautivar.
— —

jóvenes no eran otros que Carlos i Alfredo,


nuestros c< n icidos, Andrés no hace mas que

Tu talle esbelto i gracioso


pagar su ligereza Un poco cruelmente es Mas airoso
cierto; pero por felicidad antes que ya fuera Es, que la palma jentil,
demasiado tarde. Guando vista a la distancia

Tienes razón, Alfredo. Por mas ciego que Ondea con arrogancia
sea un marido, por mas apasionadamente ena Su copa, al aura sutil.
morado que esté de su mitad, mas tarde o mas
temprano el velo cae i la realidad aparece Las huríes celestiales
Sabes que tengo como un remordimiento?..,. De orientales

¿Por qué? porque hemos librado a un Ensueños, bella ficción,


amigo del deshonor i hemos castigado a una I las silíides i ondinas
mujer criminal, arrebatándole al mismo tiem De tus gracias peregrinas
po su marido i sn amante? Desearan ia perfección.

Pero Andrés

Andrés se consolará bien pronto En I ¿quién te vé, niña bella,
ocho dias no se hace eterno un amor. Sufrirá La centella
un mes, dos, un año si quieres; pero al fin se De amor, sin sentir fugaz,
consolará i sabrá para en adelante que la vir I en su mente delirante
tud, la pureza de una mujer no la hacen solo Gomo una vírjen flotante
dos lindos ojos ni una garganta de alabastro. . . .
Constantemente no vas?....
Andrés vé a Adela le gusta a quien no

le gustan las mujeres hermosas Adela lo I sobre el alma abatida


conoce, le pone buena cara, se sonríe cuando ¡Cuan querida!
le habla, baja los ojos cuando la mira, hace Derramas supremo bien,
casi siempre ob I como ánjel trasparente
que Andrés crea sorprenderla
servándolo I hétenos aquí a Andrés ena Le convidas dulcemente
morado d? Adela e imajinándose correspondi Con los sueños del Edén.
do i casándose sin mas ni mas Vaya,
va va Yo creo que ha salido bien librado. ¡Ai! hermosa, es
imposible
A quien se le ocurre casarseasí, asi no mas.... One insensible
si Pueda mirarte un mortal,
co;::o dijéramos:
Sin m-r. 'iui o ni mas traslado. Sin (¡mo, te abra r-1 seno ansioso,
Junio 18. LA SEMANA. 77

Como el jazmín oloroso I aunque el sétimo no halle consonante


A la brisa matinal. De prisa pasaremos al terceto.
Allá viene el noveno correteando,
Yo te miré i el sosiego El décimo lo acosa i lo persigue,
Ai! al fuego I sin ninguna conjunción que ligue
Del amor, Diña, perdí; Al segundo terceto van pasando,
1 desde entonces penando I forman trece versos ya completos;
Vivo triste, i suspirando Ai! cuan difícil es hacer sonetos!
Constantemente por tí.
E. de la B.
Pues que la inefable idea
No recrea
A mi fino corazón, Ecos de la semana.

De que tu seno algún dia Santiago, junio 17 de 1859.


Por mí abrigue, cual la mia, Scjiario. Los hombres i los carneros.

Cuidado con

Una ardorosa pasión; las comparaciones. Costumbres i prospectos.



In —

convenientes del desliabille. -Cuestión de lioiticul-


tura —Una soirée i una carta.
I que pueda tierno amante
Cada instante ¡Qué espectáculo tan lleno de caprichosas con
Mirarte, hermosa, i gozar fusiones no ofrece la humana grei, cuando le echá
De tus caricias, i el alma rnosla primera ojeada! Si fuese posible conocer i
Mecida en plácida calma
clasificar las numerosas variedades contenidas en
Tanta dicha disfrutar.
todos los rebaños de los pueblos pastores, así anti

Mas si mi acento perdido guos como modernos, desde los Hicsos basta los
Va a tu oído Ingleses, hoi los mas entendidos en ganadería, ape
A murmurar mi canción, nas se lograría
por este medio tener una idea me
Ventura para mí fuera diocre de las multiplicadas condiciones de forma
Si un breve instante siquiera que se dejan ver en los rediles de seres raciona
La guarda tu corazón. les, carneros pensantes, provistos de dos pies en
vez de cuatro i apacentados por la costumbre, vie
Junio de Í859
jo pastor que se apoya en el cayado de las preo
Rafael Santos.
cupaciones. Fuera de este punto de semejanza en
tre los hombres i las
ovejas, es incapaz la compa
Lo que vale ración de ayudarnos a apreciar, por la índole i
un emperador.
tendencias de las segundas las complicadas evolu
Detúvose, en dias'pasados, un oficial Aus ciones, las inclinaciones e instintos contradictorios
tríaco, junto a la vidriera de un comerciante de los
de Placencia, i al ver en ella un pequeño re primeros. Colocados en este terreno, nece
sitamos un guia mas avisado que los carneros pa
trato de Gavour, entró a preguntar cual era
ra darnos cuenta de lo que nos rodea i no caer en
su preeió.

Cinco
francos, respondió el comer lastimosos errores. Se engañaría mucho,
por ejem
ciante, nada, nada menos. plo, el que identificase la causa que precipita unos

Parecióle mui caro al oficial, i preguntó en pos de otros a aquellos mansos cuadrúpedos
si tenia algún otro mas barato i también de en la dirección del primero que se movió, con los
mayor dimensión. motivos que arrastran a veces hacia un mismo
—Si deseáis, dijo el comerciante, una cosa
punto multitudes bípedas mas o menos considera
bien grande i barata, puedo satisfaceros in
bles. Qué notoria injusticia no seria negar un mó
mediatamente; i abriendo un cajón sacó de él-
vil de acción mas elevado a las
algunos retratos grandes i de todo lujo, del congregaciones
humanas, llámense estas eomo se quiera, pueblos,
emperador de Austria, añadiendo en seguida :
Este os lo daré por un centavo.

ejércitos, congresos, etc., etc. Ademas, no siem
Ved lo que vale el emperador en Italia. pre son dóciles los pueblos, subordinados los
ejér
citos, ni disciplinados loscongresos, i allí donde
(Nueva-Yorck. —
Del Eco de Italia.) aun

la táctica ha puesto bajo sus órdenes los


cuerpos
Soncío. colectivos, las individualidades se en empeñan
mantenerse independien tes de tan
paternal sujeción,
Imitación de Lope de Vega. Dicen muchos i algunos creen que esas
congrega
Pues que ciones
me que te dé un soneto,
pides so mueven constantemente i so mueven
A principiarlo voi en el instante,
ganando terreno, lo que en verdad se hace poco
Ya van dos en vanguardia, i
adelante, creíble respecto de algunos pueblos que io van
Un verso mas,
ya está el primer cuarteto. perdiendo, do muchos ejércitos quo lo abandonan
No sé si vá
cumpliendo con tu
objeto, derrotados i de no pocos congresos que so obstinan
Mas llega el sesto lácil i triunfante; en noocupn.rel suyo; p.-vi Ir ti hoi, si alguien ha
78 LA SEMANA. Junio 18.
dicho, nadie por lo menos ha creído que los hom nngnum de la tierra firme hai combates nava
le-
bres caminen como los de Navarino i Trafalgar, espedici onarios
siempre hacia adelante, aunque en
realidad adelantan siempre eu su camino. Es este un como Koock que se hacen a la vela para el polo
fenómeno que se reproduce todos lps dias i la con de la gloria, i modernos Argón aulas que buscan el
tradicción que envuelve aparentemente, queda vellocino de oro de alguna Medeasoltera. Pocosson
desvanecida cuando se recuerda que el mundo es los que navegan por puro placer i sinlhostiles pro
esférico. De frente o a reculadas, hemos de tocar pósitos, para ser víctimas inocentes de la guerra sin
por consiguiente la meta que buscamos. De aquí tregua que reina en todas las latitudes. Porque,
viene el adajio vulgar: por todas parles seváa dígaselo que se quiera, la lucha es el estado nor
Roma. Pero demos de ruano, siÓ3 place, aesta cues mal de la vida humana i todos nos vestimos- de los
tión incidente de tan obvia resolución, para rolrer despojos del enemigo. Quién desea ser hombre de
al tema i hacer por aclarar el turbio as
orijinario buen sentido i procara no sentir nada bueno, quién.
pecto que ofrecen a primera vista las combinacio pretende ser hombre público i se esconde de la pu
nes humanas. blicidad, este quiere ser respetable i desprecia a
Pienso, pues, que los puntos de contacto entre los demás, aquel aspira a mecerse en elcolumpio
el ganado menor i el rei de la creación no son tan de la fama i se empeña en suspender de la horca
tos ni de tanta consecuencia que se
paeda esplicar a los que tiene a mano, ambiciona el uno ser oido
la marcha del uno por la del otro. Meditan poco i no escacha, querría el otro (pero esto es mui raro)
los que tal creen i abusan mucho de la conexión escachar i es sordo, i siguiendo en

tan curiosa

que puede haber entre los hombres i los carneros observación podríamos llegar a peinar canas sin
sacando de ella una
comparación tan usual como verla completada.

poco galante. Nada es mas necesario i difícil que Hai, sin embargo, en el conjunto de hombres

precaverse del influjo que ejercen las aglomeran dentro


se de una ciudad, gustos
semejanzas que
sobro el ánimo, dispuesto a menudo a exajerarsus predominantes, aficiones comunes que hacen co

proporciones i alcance. En la creación, donde la incidir en un punto los caracteres mas opuestos.
esencia de las misterio im i Son estas afinidades mas o menos felices el su
cosas es un penetrable
el saber humano que relaciones,
no conoce mas es premo lejislador de sus costumbres. Observando
mui frecuente éstas en un pueblo, fácil conocer aquellas. En
capr en la red de tal fascinación. es

Aquí, todo se toca, se encadena i se parece, sin que Santiago, para no ir mas lejos, tenemos costum

por ello carezca cada cual de notables diferencias bres que todos conocen, ino obstante muchos ig
los otros i funde noran el orijen de donde vienen. Brota este sin
con en ellas su propia existencia.
El hombre tiene el ímpetu i no la fuerza del caba duda de las propensiones mas declaradas de sus
llo, la astucia i ñola presteza de la zorra, la hipo- habitantes, entre las que descuell a esa inclinación

crecía del lobo sin sus garras, las altanerías del capital, esa vocación decidida que tenemos a los
león sin melena, las infatuaciones del pavo sin
su prospectos. No es preciso afanarse mucho para
su graznido; como ellos a su turno tienen mucho leerlos, la vista los distingue en todas partes, así
del hombre sin alcanzar a
poseer la fuerza, velo en los hombres las cosas, porque hai en
como en

cidad i ardides de ni las encumbra tre nosotros hombres-prospectos i cosas-prospec


su
intelijencia,
das ambiciones de su voluntad. tos. Los ríeles de un camino de hierro, la fachada
Estas dos cualidades especiales de la humanidad de an edificio, la fisonomía de
político, cuan un

son, en último análisis, los ajenies que producen i do la tiene, el grave porte de
personaje no un

resuelven sus intrincadas complicaciones. Créala table, el ceño meditabundo de algún diputado,
intelijencia las necesidades del hombre i con los el armonioso traje de un fashionable, el aire de
medios de satisfacerlas le presenta una larga esca matamoros de subteniente, son otros tantos
un

la de goces i deleites, por la cual trepa la volun prospectos de una inédita, impresos en tipos
obra
tad encendida en codiciosos deseos, que acaban mas o menos gordos. Hasta la opulencia, acaso la

por convertirse en pasiones. Recordad ahora que mas positiva adquisición que han hecho hasta hoi
cada hombre tiene una intelijencia (a lo menos es nuestros progresos, todavía no ha dado a luz para
ta es la creencia mas común) i una voluntad, con nosotros sino su prospecto. Es bien sabido que la
las que conoce i desea de un modo distinto de los verdadera opulencia se compone del lujo, que al-
demás hombres i se forma de esta suerte placeres haga la vanidad i deslumhra la vista, i del bien

i anhelos singulares; i habréis descubierto el orijen estar, del comfort, como diria un anglomano, que
de la infinita variedad de gustos i aliciones, que, penetra en las intimidades del hogar i lo siembra
diversificando los caracteres, marca un rumbo es de pequeñas cuanto multiplicadas satisfacciones,
cada todos la vez, ocupación i encanto de la mitad de nuestras ho
pecial a uno. Navegan a mas

no todos con popa ni en la misma direc


viento en ras. hace que nuestra gloriosa capital pasa
Tiempo
ción. Los vientos de proa, las tempestades i cal por maestra en el arte dispendioso de la osten
mas son harto frecuentes i acarrean los choques, tación, pero lia aielantido poco, según se ase-
:
los ::a'.:f:T.¡io= i Lar-as navegaciones. En este man gira., en h ciencia de la buoni vitta. El bicne.3-
mi

i i „, n -, . ——- i inn-ir»

Junio 18. LA SEMANA. 79


tar, desconocido absolutamente de las clases in Los minutos corrían entretanto i la resignación
feriores, conocido a medías de las otras, aun está de la espectativa empezó a trocarse en el ánimo
por aclimatarse en nuestras costumbres.— De aquí de la señora C... en cansancio al principio, luego
la falta de hábitos constantes, la ausencia de mé al cabo de
en disgusto, en impaciencia ver que
todo, la volubilidad de usos i prácticas que se de nadie entraba. Concluyó por sospechar que se pre
jan ver en la sociedad. tendía desairarla, abandonó a toda prisa la habi
No hallo otra
causa que asignar a una ocurren tación, cruzó el patio, sumióse despechada en su
cia de esta semana, que seria mas deplorable si coche i se hizo conducir a su casa.

fuese menos cómica. Pero vais a juzgar por voso Entrado que hubo en ella, mandó venir a su
tros mismos de su verdadero carácter, si os to hijo Agamenón, refirióle lo acaecido i lo determinó
máis el trabajo de leerla. a escribir a la madre de Deidamia una carta en

que desistia de su empeño matrimonial.


a las dos de la tarde, se detenia un
El lunes, Esta vez el mensaje ro epistolar fué mas feliz
coche puerta de una casa de vistoso aspecto.
a la que la quisquillosa visitadora; no tuvo mucho que
Bajó de él una señora, ya entrada en años. Era sin hacer para entreg ar la carta en propia mano.

embargo agradable en medio de su vejez, gracioso Abrióla la madre de Deidam ia sin poder domi
sutraje aunque serio, elegante su toilette a pesar nar un receloso temor i te rminó su lectura dando
de su sencillez. Se echaba de ver que había renun muestras visibles de pesadumbre.
ciado hacia tuda La señora C... habia errado en sus sospechas i
tiempo a pretensión primaveral.
Pertenecía evidentemente al corto número de ma caido en el lazo de una pérfida apariencia. La ver
tronas razonables que, dotadas de perpicaz cordu dad del caso era ésta.
ra, abandonan a tiempo la milicia i se entregan a Cuando anunciaron su visita a Deidamia i su ma

ladiplomacia. No habia mucho trabajo en simpati dre, estaban ambas, como estaba la criada, en
zar con la afable sagacidad de su mirada i el pri completo deshabillé, desechos los tocados, los ves
mor i urbanidad de sus modales. tidos en espantosa anarquía. No era posible que
Era la madre de Agamenón Q. que venia a vi
.. la linda niña se presentase en tan deplorable gui
sitar a la madre de su futura nuera, la graciosa sa a su futura suegra. Es fuerza restablecer a to

Deidamia X. da costa el orden, sino la libertad, de su traje i

primer patio i se detuvo un momen


Entró en el de sus cabellos. Mas para conseguirlo necesita de
to sin hallar a quien dirijirse, lo que al fin la de la activa cooperación de su mamá. Pone ésta ma
cidió a anunciarse golpeando. Este procedimiento nos a la obra, trabaja con ardor i rapidez, hace
surtió efecto i atrajo al patio a un niño de la casa, saltar media docena de broches del justillo, frac

pero no bien divisó éste a la señora C... cuando ciona en dos partes la peineta que iba a introdu
se puso en retirada sin oponer la menor resisten cir en los cabellos, rompe i echa por tierra cua
cia, sindisparar un tiro, quiero decir, sin saludar tro frascos de esencias que la embarazan en sus
la ni decir palabra. movimientos, baña la alfombra en el cristalino rau

Creyendo la señora C... que no fuese aquella si dal que contenía un jarro de porcelana i conti
no una falsa retirada, esperó en paciencia algunos núa en devastaciones tales hasta terminar su

minutos, pero en vano. Apeló por segunda vez a tarea. Vestida Deidamia por su ma má, entran una
los golpes i apareció un nuevo interlocutor. Era i otraen el salón; pero ya estaba vacío. El tiem

una criada, puesta en el mas lastimoso deshabillé: po, poco observador de los hechizos femeninos,
Las señoras están én casa? la no se habia detenido un p unto
— —

preguntóla siquiera a con


madre de Agamenón. templar los de Deidamia durante la media hora
que

Creo que nó; pero iré a ver,— dijo la Mari consumió en su toilette.

tornes. Inútil seria deciros que Deidamia i Agamenón se



Toma entonces esta... han echado a buscar nuevamente, marido la una,
Una nueva desaparición dejó a la señora C... en mujer el otro.
la mitad de su frase. Comenzaba ya
impacientarse a

i dejar el campo, cuando se abrió Muchos de mis lectores habrán estado creyendo
se preparaba a

una puerta, la eclipsada sirvienta volvió a presen como yo, que lo que hacia falta al Teatro Munici
era solamente una compañía dramática o lírica,
tarse, siempre de trapillo, i murmuró entre dien pal
tes : mientras que habia en realidad otra cuestión pre

Dicela señorita que pase a sentarse.... que via por resolver, la de ha llar empresarios que to
sale al momento. masen a su cargo el primero i contratasen la
La condición local de la señora C... mejoraba segunda. La empresa del Teatro está todavía
nueva

notablemente. Podia ya cambiar la posición verti por constituirse. Asilo han declarado esta semana,
cal que tenia en el patio, por otra mas cómoda, bajo sus iniciales, las dos personas a quienes se
si menos matemática. Sentóse en una poltrona i atribuyen los propósitos de formarla.
aguardó. Ha sido hecha esta decl aracion con motivo de
80 LA SEMANA. Junio 18.
una discusión sobre horlicullura promovida por de sus caballeros esas mayúsculas colosales con.
el cronista del diario de esta
capital. que principia, en algunos libros, cada capítulo,
Sostiene éste que la empresa del Teatro, bajo mientras que las segundas no parecía sino que
las condiciones aceptadas fuesen lá puntuación do Sus parejas masculinas.
por la Municipalidad,' es
unaespeculación ventajosa que podría compararse Llegó el caso de hacer la poule, i entóneos el cua
con unabreva madura. No se la imajinan tal, sin dro adquirió nuevo interés i Viveza poria agrupa-*.
embargo, los futuros empresarios, que temen que cion de los contrastes. Extasióme en tan peregrino
la breva no esté Acaso andan muí i tardó sentir mí cabeza presa
en sazón. no
espectáculo no en

equivocados, pues en la presente estación es di de las mas fantásticas reminiscencias. Los Titanes»
fícil hacer madurar esa fruta. los el reí profeta i los Filisteos hio
Esquimales,
Sea comoquiera, evidente que hemos ade
es
ocuparon simultáneamente la imajinacion.
lantado mui poco hasta ahora en Ib
que hace a ver «He dormido poco i estoi fatigado. Hasta la
al fin abiertas las puertas del Teatro. Si en vista. Tu affmo»
algo ***
hemos ganado es en esperanzas; tenemos para en Miércoles 15.
adelante dos, en vez de una que tuvimos al princi Domingo Arteaga Alemparte.
pio. Hai, pues, la esperanza-empresa i la esperan- I
za-teatro. ESnitisíasmo íísslsasio.
La Italia es en estos momentos un verda->
Nopuedo aseguraros de un modo positivo que dero volcan. El entusiasmo por la libertad dé
nuestra sociedad so haya reido esta semana, sibien la oprimida patria sé deja notar por entre las
mismas .bayonetas del austríaco. Se aprove
tengo vehementes sospechas para creerlo asi; pero
sí puedo deciros con plena certeza que una chan las ocasiones mas insignificantes para
parte hacer las mas ruidosas manifestaciones,
de ella, i no la peor, ha bailado con entusiasmo. El
A este propósito un periódico italiano refie
calendario ha dado ocasión a una soirée, trayendo re el suceso siguiente que tuvo Tugar en Ve-
el dia de un santo tan milagroso como conocido. necia.
Aunque no tuve el gusto de contarme entre sus Presentóse en uno de los principales teatros
L-oncurrentes, estoi en posesión de curiosos por de esa ciudad, una bailarina cuyo traje 'b'lahéó
menores, merced a la oficiosa cooperación de un estaba adornado con cintas verdes i lacres,
amigo mió, que asistió a ella i me los ha trasmi Los concurrentes ál ver los colores queridos
tido én la carta que vais a leer: prorrumpieron en una verdadera salva de
<(Te prometí noticias de la tertulia de anoche j aplausos i bravos. Un ájente austríaco sobre
ya que no puedo ir a dártelas verbales, te las man vino i arrancó sus adornos. Pero ésta no se
do por escrito. dio por vencida i a la noche siguiente se pre
sentó vestida siempre de blanco i Completa
«He pasado una noche deliciosa. Sobrado cono
mente cubierta de camelias lacres. El públi
ces campechana jovialidad del dueño de casa,
tu la
co después de saludarla con redoblado entu
la injénua sencillez de su señora i la amabilidad siasmo arrojó a sus pies un sinnúmero dé Co
de sus hijas; de suerte que por este lado poco
ronas verdes que recojidas por ella formaron
habia que desear. No lo hubo tampoco por lo que el querido tricolor.
respecta al personal de la concurrencia, sobre to A esto se siguió una tempestad de aplausoá
do, al personal femenino. Lo integraban la adora que duró mas de un cuarto de hora.
ble A...-, la graciosa B..., la linda C, la hechicera
E..; habia enfin todo un abecedario de bellezas. Las 'C©radieí®i»®s dé ia'suserijMíBon.
combinaron letras tan
palabras que se con
preciosas La aparecerá lodos ios sá
Semana
fueron, como puedes imajinar, cuadrillas, polkas, bados i constará por ahora de diez i seis
redowas, etc.
en folio. La protección del públi
«Fué en una de estas artístic as combinaciones pajinas
codecidirá de su incremente/sucesivo.
donde tuve la fortuna, i todos los presentes con
Reunido un número regular de sus
migo, de contemplar una escena mímica que des
pertó todos mis recuerdos históricos i romanescos. criptores empezaremos a formar la Bi
Tocó la música una cuadrilla i cuatro parejas sa" blioteca de la Semana, a
que se refiere
fieren al mismo tiempo a bailarla i fueron a colocar nuestro prospecto, dando lugar en ella
se por mitad las unas en frente de las otras. La do a lo mas nuevo e interesante que se es

tación femenina de estas dos f.-acciones formaba el cribe sobre novelas, historia-, viajes, etc.
contraste mas encantador. Eran dos gallardas i ro- Precio de la suscripción: 2 pesos por
j
sadas niñas, reproducción sorprendente del bíblico trimestre adelantados.
Golialh, las que ocupaban un estremo, i se distin
Se reciben suscripciones únicamente
guian en el opuesto dos mujercitas microscópicas en la Imprenta del Correo, pasaje Bulnes.
que realizaban las mas delicadas
creaciones del !
ku primaras a! lado I IMPiíKYI'A DEL CORREO, Pasaje Búhícs, núm. íh.
capitán Gullivjr. S3mijaba:i
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO;

Jiedtxc.o'ceA :
Jrwto t kjJovnmao tAsúcaaa, Jbtéuipai.te.

Año I. Santiago, «Sianío '35 ele 5850. IWúm. I».

LA SEMANA. Cautivados, ofuscados por la teoría nos


acordamos bien poco déla práctica.
SANTIAGO, JUNIO 25 DE 18o9. Así, todos los dias estamos haciendo
i deshaciendo constituciones i leyes, pre
í.a cuestión de libertad. dicando i reconociendo grandes verda
No hai sociedades mas inclinadas, des, llamando nuevos principios a laya
mas
apasionadas a ciertas reformas que bien revuelta lisa de nuestras discuciu-
las americanas. nes, ganando terreno en el campo de da
Que el deseo de la reforma viva i especulación científica; pero cuando es
reina en todas las intelij encías i en to necesario pasar de las palabras a los he
dos los corazones, nada mas natural. chos, dar una realidad a las verdades,
La situación que, por lo jeneral, al un
cuerpo a los principios, la cosa muda
canzan los pueblos hispano-americanos, completamente de aspecto.
no es para traer la felicidad i el con De un estremo a otro de la América
tento, enjendros de la tranquilidad. española se pide libertad, república; i
Mui lejos de eso: su vida, llena de mientras tanto se deja a las masas en la
contrariedades, de desasociegos, de de ignorancia, se las exacerba i no se las
cepciones, de desgracias,
de lucha i des ilustra, se las estravia i no se las dirije,
los mantiene constan se las recuerdan sus derechos i nada se
confianza, en

te alarma, siempre en la plaza pública, las dice de sus deberes.


i, lo que es peor, con sobrada frecuen ¿ Qué resulta de aquí ?—

Lo que esta
cia en el campo de batalla, librando sus mos viendo: desborde de las
multitudes,
destinos a todas las volubilidades de la triunfo de bastardas ambiciones, los nom
suerte. bres propios usurpando su puesto a las
Cuando lleva vida semejante, el
se ideas, el patriotismo escarnecido u olvi
presente ingrato, i se corre sin tregua
es dado, la lei, la justicia i el derecho ce
tras el porvenir, sin escasear los sacri diendo el paso a las bayonetas, los hom
ficios ni tampoco, por desgracia, los bres de espada creyéndose los arbitros
errores. lejí timos i obligados de la sociedad, la
Esto, ni mas ni menos, es lo que» va sublevación de un cuerpo de guardia
sucediendo a las sociedades hispano-ame precipitando en plena guerra civil a mi
ricanas. llares de hombres, república en las
pa
Maltratadas por el presente solo tra labras, despotismo en los hechos.
tan de salvar sus límites cuanto antes. Los que esto observan con ojo preocu
Todo lo vinculan en el cambio. Todo lo pado sostienen que nuestra raza no ha
que es cambio les parece bueno, acep nacido parala libertad. ¡Error
estúpido,
table. mayúscula falla de sentido común! La li
Desde este momento su existencia tie bertad es la vida normal délos
pueblos,
ne
que ser una constante fluctuación. la única posible, estable i fructuosa.
Pero hai algo mas: quieren realizar I ahora ¿con qué derecho hacer res
todo lo bueno, sin tomarse el trabajo de ponsable a la libertad de la dolorosa via
prepararse para ello. porque marchan los pueblos américo-
Este es, a no dudarlo, el primer hispanos? ¿Dónde está la libertad sem
ájente que el mal tiene en nuestra orga brando la zizaña, desparramando
espi
nización social. nas i
abrojos en su camino? ¿O se cree que
11
82 LA SEMANA. Junio 25.

basta escribir esa palabra en cada felizmente no faltan. Lo que falla es el


hoja
de la carta fundamental de un método, la paciencia, el estudio detenido
pueblo,
para que ese pueblo sea libre? de los recursos con que la obra de organi
Muchos, por fatalidad, así lo imajinan, zación cuenta, de los obstáculos que la
tanto entre los amigos como entre los estorban el paso i pueden retardarla.
enemigos déla libertad. Sin embargo,

Todos los dolores que sufrimos, todas


qué distinta cosa no dicen los hechos. las fluctuaciones, los retrocesos, las cai-
Sin exajeracion puede asegurarse que das, los vértigos que hemos venido al
la libertad no ha sido hasta ahora entre canzando han tenido por orijen nuestro
los pueblos de nuestra raza mas que le amor a la teoría i nuestro olvido de la
tra muerta, una hermosa palabra con la práctica. Hemos pretendido aclimatar,
que se engaña a los crédulos, se pierde hacer crecer i fructificar las delica
a los inocentes,
especulan los farsantes i das simientes de la libertad i la repú
toman por hincapié los ambiciosos. blica en un suelo no preparado para re
Libertad es la primera espresión del cibirlas. Hemos creido bastaba decir a
credo político de los hombres de arriba un
pueblo: Marcha: sé libre! para que

i de abajo. ese pueblo marchase i fuera libre. Ños

Libertad es el estandarte de todos los ha estraviado nuestra buena voluntad.


partidos; de los que defienden la plaza Hai una verdad que, para nuestro mal,
del poder como de los que la sitian. tenemos mui echada en olvido. Esta
Por la libertad degollaba Bosas. verdad es que la felicidad, la libertad,
Por la libertad esterminan sus ,
discí el progreso de un pueblo no es tanto la
pulos. obra de sus instituciones cuanto de la
Por la libertadse hace déspota Linares: posición, del carácter de las tendencias i
la libertad pone el puñal en mano de sus costumbres de sus individuos.

asesinos. ¿Quién se aventuraría a sostener que
Por la libertad se ha hecho dictador las instituciones inglesas son mas libe
Castilla. rales que las de cualquiera de nuestras
Por la libertad se obran rebeliones en repúblicas? I sin embargo, no es mas
la Nueva-Granada. libre la Inglaterra que la Nueva-Granada
Por la libertad se trata de agostar la re misma, esa de nuestras hermanas que
volución venezolana. mas ha avanzado en el camino de la li

Por la libertad vive Méjico en la anar bertad?


quía. Los Estados-Unidos, esa tierra admi
¿Es esta, por acaso, la verdadera li ración i envidia de todos¡ los pueblos,
bertad, la que hace grandes, prósperos ¿tienen por acaso una constitución polí
ivigorosos a los pueblos, estables i fuer tica mas rica en libertades que la pe
tes a los
gobiernos? No, por cierto. ruana, que la venezolana?

¿Es esto siquiera una sombra de li f odos los bienes asi como los males de
una sociedad son
bertad? Tampoco. por lo jeneral su obra.

¿Qué es esto entonces? Cuando el conde de Maistre decia: «Los


Algo que carece de un nombre eon pueblos merecen su suerte» , no decia una
que significarlo, algo que se escapa de blasfemia, una iniquidad, como muchos
toda calificación. creen, decia una verdad, solo sí con al
Nada de raro tiene que tan estraña li guna aspereza.
bertad no haya echado raices en nuestras No hai que engañarse: bien poco o
sociedades, no haya logrado constituir nada pueden las instituciones mas ade
las. lantadas en una sociedad que no se en
Sin embargo, mui lejos estamos de cuentra a la allura de ellas. Mas agre

que las sociedades hispano garemos todavía: hasta la libertad es casi


pretender
americanas carezcan de hombres que tra un
peligro cuando impera en pueblos sin
bajen con fé, valor i perseverancia en ilustración. I esto fácilmente se concibe.
favor de su libertad, en la verdad de las Donde la ilustración falta, los malos
instituciones renublicanas. Esos hombres instintos del ser humano son preponde-
Junio 25. LA SEMANA. 83

rantes, la ignorancia tiene fuertemente Se oculta en vuestra enramada?


atada su Siempre busca melancólico
espesa venda sobre la mayoría Vuestras sombras solitarias,
de las intehjencias, que pertenecen en
tonces al primero que les tiende la mano,
Siempre su voz armoniosa
Resuena aquí enamorada
quedando de esta manera los destinos I, cual tierna mensajera,
sociales a mansalva del primer ambi Hasta mí la trae el aura.
MNAZILE.
cioso, del primer especulador afortunado.
Mui lejos estamos de negar la eficacia Onda, madre Üe las flores,
Trasparente, aerea nayada
e
importancia de las reformas. Mui al Que en este sitio de aromas
contrario; creemos las reformas el solo Tan vaporosa resbalas!
medio de salvar el abismo de las revolu Conducid aquí a mi Cloe
ciones. El objeto de mis ansias.

Lo que queremos sí, es no se re


Siempre en estas frescas máijenes
que Sus huellas veo grabadas,
forme por reformar, que no se nos dé un I con frecuencia las flores
verdadero granizo de libertades sin ha Que su inquieto pié desgaja
bernos preparado para recibirlo. Vengo a sellar con mis labios
Bajo estas sombrías ramas.
La felicidad, el progreso, la libertad CLOE.
de un pueblo no estriba en cambiar cada Si la inquietud amorosa
dos días, cada dos horas de hombres e Que hacia este sitio me arrastra
instituciones, sino en que ese pueblo Donde su imájen querida
Do quiera veo i me encanta
comprenda lo que tiene entre manos: El conociera, ¡ai! acaso
Sepa usar de sus derechos i cumplir Así su pecho me amara!
con sus deberes; MNAZILE.

Respetar i hacerse respetar; ¡Si algún jénio bienhechor


Obedecer, para ser obedecido; Mi timidez disipara
Ser mandado para mandar. Diciéndola que su nombre

Entonces la libertad deja de ser una Conmueve, májico, mi alma!


Mas yo invitarla debiera
palabra para ser un hecho, el pueblo es Con voz armoniosa i blanda
realmente el soberano i todo parte de él A. escucharme compasiva
para volver a él. I ser mi amante i mi amada.
¡Un pueblo que sabe ser libre es libre! CLOE.

Los pueblos son invencibles. Solo a — ¡Ah! le he visto, voi a hablarle :


las banderías, a los partidos se derrota. ¡No me abandonéis palabras!
MNAZILE.
Basta que un pueblo quiera, para que Qué ruido? ¡es ella! ojos míos
pueda. Hablad si mi lengua calla!
Pero para que un pueblo tenga volun CLOE.

tad es necesario que tenga ilustración. Qué! Mnazile aquí! mis pasos
Buscando el fresco del aura
La sociedad hispano-americana liene,
Sola, al bosque me han traido
pues, una gran campaña que abrir:

Sin que hallarte en él pensara....


la campaña de la ilustración contra la ig MNAZILE.

norancia! Solo también, a esta orilla


La esclavitud Que los tilos engalanan
ignorancia es siempre o
Me impulsó el calor, i a ella
o
anarquía. Nadie esperé que llegara....
Solo la ilustración es libertad!
Martin José Lira.
Justo Arteaga Alemparte.

A mei
pasajero.
Sfnazilc i Cloe.
(Traducción de Víctor Hugo.)
(Traducción de A. Chenicr.)
Viajero que en la noche sobro el desnudo suelo
ClOE.
Caminas, afanoso, seguido de tu can,
Flores, bullicioso bosque
A qué después del dia marchar con loco anhei:
Blandas i flexibles cañas
En donde murmura el céfiro Dónde tan tarde llevas tu dócil alazán?
Al dulce compás del agua;
Hablad, mi Mnazile hernioso No temes ver acaso entre la sombra oscura
8/t LA SE5 ANA. Junio 25.

De un aleve bandido brillar en la cintura I es el caso de dar pasaporte a un


aquí
El hierro matador? error que el hombre en su orgullo viene acep
No temes, insensato, que hambriento un lobo fiero tando i acariciando desde largo tiempo atrás.
Traidor te asalte súbito al borde del sendero

Este error es nada menos que la falsa creen
cia del sexo feo que se imajina el protector
Sus dientes en tus carnes cebando con furor?
obligado del sexo bello.
¿Adonde está esa protección, preguntamos
No temes que algnn duende en la avanzada hora nosotros? No vemos por lo jeneral sino todo
Presente ante tus ojos de ¡lama engañadora lo contrario.
¿Quién echa al hombreen la vida? La
mu —

El plácido lucir,
I te haga ¡ai! fascinado mirar, cual otros dias jer.
Tras límpidos cristales luminosas bujías ¿Quién lo sostiene en sus primeros pasos?

La mujer.
Que ante tus pasos, rápidas veraslas siempre huir?
¿De quién recibe el hombre las primeras ca
ricias, los primeros consejos? De la mujer.

Ai! guarda de acercarte a la infernal llanura I cuando ya se lanza en el torbellino del


Adonde los demonios con algazara impura mundo i sufre i llora i padece i siente su alma
Descienden a danzar : sofocada por la contrariedad, su corazón
Ai! de llegarte al májico palacio herido por el dolor, exhacerbado]por el desen
guarda
Cuyos vidrios se encienden en el oscuro espacio gaño ¿quién calma su sufrimiento, seca sus
I que las negras sombras se ven iluminar! lágrimas, vierte el bálsamo del consuelo sobre
su corazón, levanta su alma a la esperanza, a

la aspiración, a la fé? Siempre la mujer.


que tan veloz te alejas


Viajero solitario Entonces ¿quién proteje a quien?
En la sombría noche, seguido de tu can, Si algo por la mujer hace el hombre es pa
Después del sol ardiente por qué el reposo dejas? garle sus beneficios con ingratitudes, es abu
Dónde tan tarde llevas tu dócil alazán? sar de su bondad para esclavizarla, de su ab

Martin José Lira.


negación para dejarla en la oscuridad, de su
desprendimiento, de su jenerosidad para al
zarse con la dirección de la sociedad i llevarla

ILsas sm o jes-es i el eorazojn. a


traspiés, de tropeson en tropeson, de caida
en caida. ¡Cuánto mejor no marcharía el mun

La mujer es la poderosa locomotiva del do por las mujeres gobernado!


hombre. Que ahí hemos de fuera de
llegar es casi
¿Qué seria la vida sin la mujer, esa- bella duda.
mitad del humano linaje? Seria insipidez, —

Si la fuerza ha de ser reemplazada por la


hastío, inmovilidad. intelijencia, el odio por el amor, el egoísmo
Sin la mujer no existiría nielbien ni el mal, por la abnegación, la lucha por fa armonía, el
ni lo bello ni lo feo, ni el placer ni el dolor : hombre, mal que le pese, tiene que ceder el
cosas todas, que, por mas que en contrario se puesto a la mujer.
diga, dan variedad a la existencia. Ya me parece estar viendo a mas de uno de
En cuanto el hombre piensa, cree, imajina i mis lectores que se atusa el bigote con impa
obra la mujer entra por mucho. No hai un so ciencia o echa a juguetear sobre sus labios una
lo sentimiento, un solo deseo, una sola espe sonrisa de lastima con sus granos de incredu
ranza, una sola aspiración, goce alguno que lidad.
no brote i fructifique al calor de algún cora Sin embargo, el asunto no es para reído
zón femenino. sino para meditado. —Los adelantos del siglo,
El guerrero queariesga su vida por la patria, la marcha que todo lleva yan poniendo cada
el tribuno que gasta sus pulmones por darla dia mas en cuestión nuestra competería para
libertad, el poeta que pasa sus horas a caza de encaminar las cosas a derechas.
consonantes, el jugador que entrega su fortu De otra parte : desde que la opinión públi
na a una carta, el avaro que se hace el esclavo ca anda en camino de ser un
poder cuya exis
de sus talegas, el derrochador que lanza por la tencia emana del sentir ile la mayoría ¿no es
ventana Jo propio, pero mas comunmente lo mas que
posible i que probable, no es casi
ajene, el elegante que vive para su corbata i cierto que las mujeres imperarán? La esta

hasta el hombre de ciencia que dá la mitad dística de tocios los pueblos manifiesta la es
de sus dias a la meditación i al estudio, todos pantosa mayoría en que están las mujeres
ven o creen ver algún rostro de vírjen que los sobre los hombres: hai cuando menos dos
alienta, alguna boca de rosados labios que les mujeres para un hombre.
sonríe, alguii aliento cargado de puros i sua ¿I esto no nos asusta? Mui al contrarío,

ves perfumes que los penetra, alguna blanca nos hace reír :
prueba sin contra prueba de
i modelada mano que peina sus cabellos i que el poder hace ciego, sordo i hasta necio al
enjuga el sudor que empapa sus frentes. que lo posee.
Así, la mujer, o por lo menos su imájen, Vamonos con tiento : no seria raro
que la
acompaña al hombre de la cuna a la tumba. mañana menos esperada nos
despertásemos
Junio 25. LA SEMANA. 85

destronados.—I una vez abajo


¿cómo recupe ¿Quién siente i se deja llevar de su senti
rar la dominación perdida ni cómo miento? El hombre.
reconquis —

tarla tampoco? Los hombres son guerreros, hombres de


¿Por las armas? ¿Qué brazos esgrimirían

estado, hombres de negocios, poetas, perio


una espada ni distas, diputados; i las mujeres por acaso ¿no
qué espada iria a herir un seno
de nieve? son eso i mucho mas? Las mujeres son

algo
¿Por la persuacion? ¿Qué elocuencia igua que los hombres jamas han alcanzado a ser:

la a la que a torrentes brota de dos bellos son


coquetas.
ojos,de un suspiro, de una sonrisa, de una Con esto todo queda dicho.
promesa de amor? ¿Qué son los planes estratéjicos de un gue
Pero el hombreen todo piensa menos en es rrero, las combinaciones de un estadista, los
te peligro. cálculos de un negociante, las estancias de un
Somos los fuertes, se dicen, i de. los fuer poeta, las charlas de un periodista o de un

tes el imperio del mundo.


es
diputado, al lado de los planes, de las combi
¡Lastimosa infatuación! Creen poder el des naciones, de los cálculos, de los trozos del
-

precio, la altanería, el orgullo. mas acabado patético, de los millares de fra-


Se imajinan a la mujer un ser débil, volu ces, de agudezas, de salidas i entradas, de
ble, antojadizo, mui sensible i bien poco razo idas i venidas, de vueltas i revueltas de esa
nable, con mucho corazón i bien poca cabeza, mariposa de doradas alas que se llama co
cuando en estricta verdad sucede todo lo con queta?
trario. ¡Pobre del hombre que cae en manos de ese
El débil es el hombre, i de no : ser que mata sin herir, que ofende sin ofen
¿Quién solicita i quién concede? der, que destroza sin tocar, que desespera
¿Quién postra i ante quién?
se haciendo esperar; de ese verdugo que ultima
¿Quién d'á i quién recibe? a sus víctimas con una palabra, con un ¡esto,

¿Quién manda i quién obedece? con una sonrisa; de esa mentira que es alter

¿Quiénestá de pié i quién de rodillas? nativamente encantadora como un sueño i ás


A-hora : en k» de la volubilidad i los antojos pera como una verdad!
no hai razón una que es una para hacer esos
¿Qué suerte corren entonces la razón, la
achaques exclusivos del sexo bello; padéce tan preconizada cabeza del hombre? No hai
los también el feo i con no menos frecuencia. duda se van a reposar.
Existe sí una diferencia: la volubilidad i los Una de dos: o en el hombre puede mas el
antojos forman la mitad de los encantos de corazón que la cabeza, el sentimiento que la
Una mujer i son la última espresión del ridí razón; o no tiene ni corazón ni cabeza, ni sen

culo en un hombre. timiento ni razón, descubrimiento que, a la


Pero ya es tiempo de. que lleguemos al ar verdad, maldito el honor que nos haría.
gumento jefe, al título mas principal que el Pero dando de mano a esta cuestión tan
Iwmbre alega para- probar i sostener la lejiti- llena de cabezas i de corazones, de razones
midad de su dominación, la superioridad de i de sentimientos, veamos lo que se deduce
su naturaleza i otras mil lamentables equivo de cuanto dicho va.
caciones mas. Dedúcese primero, que el hombre es un
¿Sabéis, bellas lectoras, cuál es este título? ingrato: descubrimiento nada nuevo.
—Él que en vosotras se asegura domina el Segundo, que su poder peligra i 'eme la
sentimiento sobre la razón, el corazón sobre mujer vale mas que él.
la cabeza. Tercero, que si esta tiene mucho corazón
Esto puede ser mui exacto; pero lo que es también tiene mucha cabeza.
para nosotros, que juzgamos de todo por lo Cuarto, que es la mas encantadora de las
que vemos i no por lo que creemos, o imaji mujeres i el mas estimable de los hombres, la
namos o queremos ver, puede ser todo lu que lectora i el lector que hayan tenido paciencia
se desee, menos exacto. i calma para seguirme hasta este punto.
Tomemos al hombre i a la mujer en uno de I quinto... que aquí concluyo.
sus grandes momentos, cuando la pasión, el
J. Arteaga Aleiiparte.
amor los domina, los avasalla.

¿Cuál es el primero que rompe a hablar?


¿Cuál es el que dice todo i mas de lo que ! E£S ssiosjje íle MremsiiiMEssier.
debería decir?
(Traducción de La Semana.)
¿Cuál el que pierde la cabeza antes de
tiempo? Cerca de Lintz, en la Suiza austríaca, hai
el que retirada ni un rico convento de Bernardinos, llamado
¿Cuál jamas se deja re
serva? í Kremsmünster. Este convento lia sido funda
¿Cuál, enfin, el que quema sus naves i cuál do por un príncipe bivaro cuyo hijo fué vícti-
el que siempre las conserva? 1
ma de un jabalí. Consagra la memoria del ac-
¿Dónde está aqm'la razón i la cabeza, donde \ cidente un bajorelieve de mediocre ejecución,
el sentimiento i el corazón? ! Tanto lugar se ha tomado el artista para su
¿Quién piensa i calcula i juzga? La mujer. i héroe, que casi no le lia dejado ninguno al
LA SEMANA. Junio 25.
vencedor jabalí, convertido en una de el otro estaba sembrado de puntos de color
especie
leclion. de púrpura casi negro.
El convento está circundado de un ancho —

Amigo mió, me dijo el monje, ya que os


foso, en que se pescan los mejores pescados vuelvo a ver, voi a partir con vos mis placeres;
del país. Muchos patos silvestres hacen allí yo pondré nombre a uno de estos claveles i vos
nido i cubren el estanque con su familia. Todo al otro. No hai manera mas tierna de fijar un
el país de las inmediaciones pertenece a los
pensamiento o un recuerdo.
Padres; país de buena caza si lo hubo. Llamaré al mió por el nombre de mi santo
Diez o doce años hace salia del convento,
patrón, i a causa de sus líneas doradas, aureo
adonde habia ido para visitar a un monje, sa la de sanct' Johann.
bio horticultor que poseía una colección de Qué nombre daréis al vuestro?
claveles de las mas hermosas i ricas que hai —
Mi querido padre, le dije, esperemos to
en
Europa; vi a poca distancia cuatro niñitas davía algún tiempo i quizá fijaré en él un her
vestidas de negro, la mayor de las cuales pa moso recuerdo, quizácada vez que florezca ese
recía que tuviese doce años. Las acompañaba clavel, tendré que dirijir al cielo sinceras ac
una criada; estaban
junto a un sepulcro re ciones de gracias; le daré el nombre de una
ciente, pues, único entre todos los que allí fecha, i si hai algo real i estable en las espe
habia, aun no estaba cubierto de yerba. ranzas humanas, si la flor del almendro es una
La campana de los Bernardinos tocó las garantía de su fruto, le llamaré primero de di
oraciones, las cuatro niñitas se pusieron de ciembre. —
Es un nombre muí frío para mi
rodillas i todas cuatro a un tiempo, inclinando pobre clavel, dijo el monje sonriéndose. Pa

sus cabezas rubias,


pronunciaron con voz in dre mió, respondí, el sol del verano no siem
fantil la oración para los muertos: pre calienta el corazón, i el dia mas nublado
tiene sol para el hombre feliz.
Grosser Gott, erbarme dich der lieben Ver-
Como saliese del convento, al caer la tarde,
blichenen nimm, etc. «Gran Dios, ten piedad
la campana tocó las oraciones, i oí pronun
de nuestros queridos muertos, etc».
ciar:
Descubríme la cabeza i repetí con ellas la
Grosser Gott, erbarme dich der lieben Ver-
oración; en seguida, cuando se hubieron le blichenen. «Gran Dios, ten piedad de nuestros
vantado, interrogué a su aya. Las pobres pe- muertos»
queridos .

queñuelas habían perdido a su madre, muer


ta un mes antes de una enfermedad al pecho; Volví la cabeza i vi dos niñas vestidas de
su padre,de viaje, aun no conocía la suerte negro arrodilladas junto a un sepulcro; una
de una mujer que idolatraba. Besó a las pre criada vieja se mantenía detras de ellas a cier
ciosas niñas i las dejé enternecido por la im ta distancia.

presión de tristeza que habia quedado en sus Me acerqué, me descubrí la cabeza i dije
rosados semblantes llenos de frescura. Todas con ellas:

cuatro eran lindas, i aunque no podia decirse «Gran Dios, ten piedad de nuestros queri
que se parecían, se las habria reconocido por dos muertos» .

hermanas en medio de una muchedumbre. Saludáronme con un gracioso signo de ca


Ocho años transcurrieron. El acaso me lle beza en muestra de agradecimiento, i partie
vó de nuevo a la Suiza austríaca, i me di prisa ron.

en ir a ver al monje i sus claveles. Cuando hubieron partido, me esforcé por


Nada habia cambiado para él; apenas apare leer la inscripción colocada en la piedra; ved
cían algunos cabellos blancos en su espesa lo que era:
cabellera; los acirates de su jardín acababan Una madre!
de enriquecerse con muchos objetos raros i Un padre!
preciosos. Era el mésele julio, i los claveles Dos hijas!....
estaban en la plenitud de sus flores. El monje Fui a alcanzar a las dos niñas. Al ver el se
era el hombre mas feliz. pulcro, habia vuelto a hallar un recuerdo.

Ved, amigo mió, me decia, esta alegre Hacia ocho años, habia visto cuatro niñitas
verdura i estos numerosos pétalos, de tan pre vestidas de negro junto a ese mismo sepulcro.
ciosa tela que la púrpura de los reyes a su lado No me engañaba.
casi no es mas fina que la lana de nuestro vesti —

Caballero, me dijo la mas joven de las


do; de colores mas suaves i ricos que los de dos, de las cuatro niñas dos están ya en ese
las piedras preciosas. Todo eso estaba encer sepulcro; las otras dos, las habéis oido rezar.
rado en un grano negro casi impalpable. Cier I cada una de las dos hermanas echó sobre
tamente, amigo mió, el que planta i el que la otra una mirada furtiva; temía cada una ver
si Dios, con su en el semblante de la otra los síntomas de la
riega trabajan inútilmente,
santa bendición, no hace crecer i fructificar lo enfermedad que al parecer debía segar toda
que cultivan. aquella familia.
Entre las nuevas conquistas del monje, dos —
Por fortuna, dijo la mas joven, mi her
hermosos claveles no habian recibido nombre mana está buena.—Por fortuna,
dijo la mayor,
todavía; tenían ambos el fondo blanco, el uno i Marthalena está rosada i fresca mas que nin-
remataba en un hermoso amarillo anaranjado, ! gima otra niña.
Junio 25. LA SEMANA. ; 87

Algunos dias después, tomaba leche en casa i ordinariamente se trata a todas las mujeres;
de una vieja, cuando entró Marthalena
seguida me ha
parecido que un joven no podia estar
de su aya. Al verla sin su hermana, sentí que junto a una linda niña como vos sin hacerle la
Se apoderaba de mi cueqjo un ftio mortal. corte; pero, aunque poséis cuanto puede tras
Dios mió! pensé, si estará ya sola? tornar la cabeza i cautivar el corazón, aunque
Pero no tardé en tranquilizarme; lejos de me sois
querida por mil motivos, os haré una
tener que deplorar una nueva pérdida, el confesión que a ninguna otra mujer me atre
tiempo de su duelo habia terminado, estaba vería a hacer: no os amo como enamorado;
vestida de blanco. No la acompañaba su her quiero ser su amigo, vuestro amigo. Oh! —

mana, porque era esta quien se encargaba, tanto mejor, dijo ella.
todas las tardes, de ciertos pormenores do I me tendió la mano.
mésticos. En cuanto a ella, hacia algún tiem —
I qué hacéis aquí? Espero, dije, una

po que se le habia prescrito tomar leche, i carta que acaso me hará mui feliz. También
obedecia de buena gana a una prescripción se trata para mí de un matrimonio i, a no ser
un accidente
que le daba pretesto i ocasión para un paseo que nada parece anunciar, estaré
a la hora mas hermosa del dia, al
ponerse casado el primero de diciembre. Cuánto me

el sol. alegro, repitió, de que estéis de novio; esto


Veníamos ambos todos los dias a casa de la me permite dejar ver mi amistad hacia vos.

vieja; saludábame con una sonrisa amistosa Oh! amaréis a VVilhelm, i "Wilhelm os amará!
i parecía que se alegraba de verme. Es tan bello, tan bueno, tan valiente, tan je-
Sentia yo hacia ella una viva amistad, mez neroso!
clada de un sentimiento de tristeza indefini Me mostró muchas veces el retrato de su
ble. En el espacio de un mes sus mejillas se prometido: era, en efecto, una fisonomía dulce
habian hundido; a sus frescos colores habian i agraciada.
sucedido otros mas duros i mas sombríos. También le hablaba yo de la mujer que
Me complacia en procurarle algún entrete amaba; menos feliz que ella, no tenia retrato,
nimiento con mis cuentos, con todos los me pero me escuchaba ella tan atenta, le hablaba
dios que podia imajiuar. Quería yo apresurar yo tan largo, que la conocía i aseguraba que
los placeres en el corto espacio de tiempo que la reconocería si la casualidad se la hicie
acaso le quedaba
para vivir. Pronto me dejé se ver.
dominar de una idea perfectamente necia; fi Venia a veces su hermana con ella, i no me

gúreme que seria ridículo a los ojos de todos, fué difícil conocer que de mis in
participaba
a los de Marthalena misma, que un hombre quietudes. Observaba a Marthalena en los mo
tan joven como yo pasase todas las noches en mentos que esta no podia verla i multiplicaba
el campo, solo con una niña joven i linda, sin para ella sus caricias i sentimientos afectuo
hacerle la corte; tanto que un dia le hice una sos, evitándola, bajo los pretesíos mas inje-
declaración de amor en lugares comunes. Se niosos, hasta la mas lijera íatiga.
mostró asombrada, i habia tristeza en su sor En ocho dias, no vino Marthalena al huerto
presa; bajó la vista, caviló un momento, i me de la vieja; cuando de nuevo la vi, me dijo
dijo: que habia estado enferma; estaba horrible
II. mente pálida i enflaquecida, i sus o:os brilla

Lo siento, porque yo no os amo, no os ban fantásticamente dentro de las órbitas. Me
amo como enamorada. Amaba a otro antes de mostró una carta de Wilhelm, su regreso se
conoceros; espero a mi prometido, vendrá de aplazaba por un mes mas.
aquí a dos meses.

Un mes, dijo, es mucho tiempo!
Me puse un poco colorado i me mordí los Calló algunos instantes, se puso la mano
labios; pero ella añadió con una naturalidad sobre el pecho, que le doiia, i dijo:
encantadora i en el tono mas amistoso, sa —
Un mes, es mucho tiempo! Qué no
. . .

cando de su seno un medallón i enseñán le volveré a ver?


domelo por uno i otro lado. 1 se echó a llorar.
Mirad , amigo mió, este es su retrato i és No hallé nadaal principio que decirle i sentí
tos cabellos suyos. que algunas lágrimas se agitaban en mis ojos;
Contempló algún tiempo el retrato i volvió pero no tardé en volver en mí i le dije cuanto
a meter en su seno el medallón, en seguida creí capaz de darla-ánimos i seguridad, i de
agregó tristemente: devolverla por algunos instantes las risueñas
Mucho siento que me améis; de otra

ideas que huian al parecer al mismo tiempo
suerte habia arreglado yo las cosas: habríais que la salud.
ido su amigo, nuestro amigo; le habríais Aquella noche su hermana estaba aun mas
amado. triste que de costumbre, i cuando nos separa
Habia en el sonido de su voz algo tan ver mos, lo que nunca habia hecho, aunque Mar-
dadero, tan profundamente sentido, que sa halena jamas dejaba de hacerlo, me estrechó
crifiqué mi vanidad i arriesgué un poco la la mano.
suya. Pocos dias después, recibí una carta. En

Marthalena, le dije, os he hablado como vez de la que aguardaba, era una carta triste
un loco; perdonadme que os hayo tratado como i amenazadora. Me prevenía un amigo que se
88 LA SEMANA. Jujiíq 2#
presentaban obstáculos insuperables; partí. la llorará, aella, la postrera?
Marthalna me dijo al decirle adiós: Añadí en mi oraciou la promesa
la noche a

Volved cuando hayáis triunfado de los de quedarme para rezar a lo menos una vez
obstáculos, Vilhelm estará aquí. Ahora estoi sobre la tumba de la última de las cuatro her
buena; el cielo ha escuchado los ruegos de mi manas, pues está ya estaba contajiada, i en
hermana, los i los mios; ahora puedo
vuestros alto grado, del mal hereditario que tan ho
esperar a Wilhelm; la
muerte se ha cernido rribles estragos habia hecho en su fáini^
un momento sobre mi cabeza, he sentido la lia.
sombra fria de sus alas negras; ha segnido Al dia siguiente fui al convento, aun preo
adelante. cupado enteramente de estas impresiones i de
La miré; jamas la habia visto tan pálida, mi propia desgracia.
jamas ojos habían brillado con fuego
sus tan Me recibió el monje con sonrisa benévola.
sombrío; partí con el corazón oprimido. —
I bien! dijo, qué nombre le ponemos al
Por lo que respecta a mí, no encontré sino clavel?
motivos de lágrimas i desesperación. Todo Padre mió, le dije, sus pétalos están man*

estaba perdido; creí que iba a volverme loco diados de lágrimas color de sangre; llamadlo
de rabia i dolor; caí en la postración luego, Felicidad del hombre.
i en un entorpecimiento mil- veces mas triste ' Sin duda muchos viajeros, al admirar la ri
que la desesperación. Estuve enfermo algún ca colección del monje de Kremsmunster, han

tiempo; después fué pretesto el cuidado de visto este nombre sin sospechar qué tristes- re
algunos asuntos para emviarme a la Suiza cuerdos tiene para alguien que está hoi mui
austríaca. lejos de allí.
Nada me dio tanta prisa como ir a ver a mi Alfonso Karr.
amigo el monje en el convento deRremsmuns-
ter, a-no ser sin embargo el ver a Marthalena,
contarla mis desdichas i llorar con ella. Pero Toilette, estilo i gramática.
la vieja del huerto ya no estaba en él, i diferí Leía en dias pasados un libro singular p-0r
para el dia siguiente mi visita a las dos her su estilo i por su dicción. Rivalizaban en su,s
manas.
pajinas las concepciones mas exhorbitantes
Me dirijí pues al convento i apuré el paso, con las frases mas increíbles. En cada perío
porque teinia no poder llegar antes de las ora do se encendía un reñido combate de ideas i
ciones. En efecto, como me acercase, a cau
espresiones, que metían un ruido atronador:
sa de los dias mas cortos, distinguía con difi
fuegos de guerrilla, descargas cerradas, caño
cultad los costados del edificio. Pero 'pi sonar neo, redobles i dianas, un estrépito en fin, in
la campana. terminable, desesperante, imposible. No hai

Vaya, dije, será fuerza que aguarde para qué decir que la lójica i la gramática ra
hasta que hayan rezado las oraciones, pues los ra vez salían ilesas de tales encuentros; pero

padres no tienen costumbre de admitir a los sí os diré que mi cabeza no quedó mejor para
estranjeros durante el tiempo consagrado a da, víctima como lué de un intenso desvane
los ejercicios relijiosos. cimiento intelectual, al concluir la lectura de
La tarde estaba hermosa, no quedaba en tan curioso libro. Dejólo sobre una mesa, to
el horizonte mas que un resplandor purpuri mé mi sombrero i me lancé en .la calle, empe
no que se disipaba; todo el resto del cielo se ñado en apagar, mirando a los que pasaban ;i
estrellaba magníficamente. moviéndome con ellos, las tenaces vibraciones
Contemplaba andando este imponente ^es de aquella sinfonía literaria, que aun resonaba
pectáculo, cuando oí una voz que decia: dentro del espíritu. En efecto, sus ecos fueron
Grosser Gott, erbarme, etc. disipándose paulatinamente i pronto iban a
«Gran Dios! ten piedad de nuestros queri estinguirse del todo, cuando distinguí a poca
dos muertos.» distancia el traje de una dama i en seguida a
Aquella voz me hizo palpitar. la dama que lo llevaba.
Acerquéine, i arrodillada junto a una tum Un vestido amarillo, cortado diagonalmente
ba, vi a una joven vestida de negro. por una quilla azul, i un pañolón del encarna
Una vieja estaba detras de ella. do mas vivo i sangriento que se puede imaji
Me acerqué mas, era la hermana de Martha nar, reasumían la toilette que se presentó a
lena. mis ojos. Era un prendido. anárquico, dema
Me reconoció i, echándose en mis brazos gogo, socialista, si los hai. Observándolo a
llorando, me señaló el sepulcro i me dijo: primera vista, pensé que la desgracia me de

Wilhelm no llegará hasta mañana. paraba una edición en folio del libro encuar
Piezamos juntos sin decirnos nada. to que acababa de leer. Pero no tardó en con-
La luna entretanto se levantaba detras de ¡ vertirse esta inquietud en grata satisfacción,
grandes tilos; alumbró el sepulcro i también cuando llegué a contemplar el agraciado sem
el semblante de la niña. Su semblante estaba blante que coronaba aquella toilette tan des
pálido i enflaquecido como el de Marthalena graciada. Tenia delante de mí a una mujer
el dia de mi partida. i joven i hermosa, despejada en sus movimirn-
!'
Ai! me dije, cuando la hube dejado, quién tos, irreprochable en sus modales. Se me fi-
JüSio 25. LA SEMANA. 89

guró una excelente idea femenina espresada jios déla urbanidad española, para nuestra
en un demasiado colorido.
lenguaje vida social.
De esta suerte, la lectura de un libro i el Variable, como es el estilo, sin fin ni me
encuentro de una dama dieron al dida, tiene sin embargo un elemento constan
peusamiento
motivo para una comparación,
que le hizo en te e inalterable,
representado por la gramá
hebrar una larga serie de raciocinios e induc tica, en los libros, por la educación, en los
ciones de la mas perfecta exactitud. Voi a ha modales. I si no hai en. estos mas que una
cer
por espresaros compendiosamente sus educación que sea buena, tampoco hai |en
conclusiones mas capitales e importantes. aquellos mas que una gramática, que sea acep
No puede negarse, desde luego, la mani table, la del idioma en que se escribe.
fiesta analojía que existe entre la toilette de Por eso es que los hombres sin educación i
una persona i el los libros sin gramática se parecen tanto. Los
lenguaje de un libro; entre
los modalesde la primera i las concepciones del unos son mal criados i los otros mal escritos.

segundo. Asi es que los hombres i los libros Domingo Arteaga AlemrabteV
tienen una condición común que es el estilo.
Nace el estilo, en estos como en aquellos,
del conjunto formado por la toilette i los mo A. tas Estrellas.
dales o, si se quiere, por ellenguaje i las con Ocultas lenguas del destino, oh estrellas,
cepciones. La moda i los gustos influyen en la No os llamaré, ni de la raza humana
primera, la educación i el carácter en los se Vijías, ni de reinos i tiranos
gundos. De aquí procede la infinita diversidad Sangrientos, luces hórridas; si es cierto
de estilos que se nota en uno i otro orden de Que ignorando la suerte de los hombres,
creaciones. Sobre nuestra desgracia, eternamente
Hai individuos bien vestidos i mal criados, Con simpática fuerza entrelazadas,
como hai libros mal
pensados i bien escritos. Tranquilas discurrís en vuestras órbitas.
Este es un estilo fácil i elegante, que divierte, Pero quiero que este himno, engalanándose
pero no cautiva. Es ademas, bastante común. Con vuestra luminosa alma sonrisa.
Hai, por el contrario, sujetos corteses i aten Un rayo robe a la eterna! belleza.
tos para todos, menos para su Que cabellera titilante
traje, que ten en vuestra
drían un estilo incomparable sin el desaliño de La mano del Poderoso
reflejó
su espresión. Que el seros dio. ¡Yo os contaré los bellos
Entre estos dos estreñios se coloca el mayor Fantásticos misterios que del hombre
número de los hombres i de los libros, Infiltráis en el pecho, yo que aun niño
porque
las medianías, aquí como en todas partes, I lejos de mi suelo, una
por una
forman la mayoría i, lo que es peor, deciden Tanto os preguntaba, i mis
pupilas
de la victoria. En vuestro aparecer i en vuestro tardo
Tarea siu término seria, de consiguiente, la Ocultaros, suave apacentaba!
de clasificar los variadísimos matices que se
ostentan en los innumerables volúmenes da Ya en las ondas
turquíes de los mares,
dos a luz cotidianamente por la prensa i los Sobre la vírjen tierra enguirnaldada
matrimonios; pero es digna de observarse la De plantas i de yerbas i de flores
marcada tendencia poliglota que descubren Que las auras de Dios nacer hicieron,
las producciones contemporáneas. Se estendian los cíelos azulados;
Trajes i literatura, entre nosotros, no son I vosotras aun no
componíais
sino copias mas o menos felices de otros Su
pue enjoyada corona, hijas inquietas,
blos, que nos presentan en su estado actual el I espléndidas del éter. Pero al mundo
fruto de muchos siglos de vida i esfuerzos. No eternas las tinieblas lo cubrían,
¿Es un bien o un mal esta imitación? es pro Que cuanto fué criado fulguraba
vechosa o estéril? debe ser censurada o con En vivaces colores,
salpicados
vendría alentarla? Creo seriamente que el |

Al derramar la luz su onda


primera;
móvil de nuestro progreso i hasta el principio La luz que a vuestro
inopinado vuelo
de nuestra orijinalidad debe buscarse en la Se conmueve asustada, i los torrentes
copia intelijente de los acabados modelos que Cediéndoos de sus fúljidos raudales
nos ofrecen los
que han nacido antes que no El bello rostro os adornó de
lampos,
sotros e impreso en sus
adquisiciones el sello j ¡Tan puras i galanas, circuidas
de la esperiencia. Tengamos sí bastante cor-
dura para no imitar sino lo bello i lo útil, I
j De vuestros rayos con plateadas
I en armónica danza discuriendo,
plantas,
para no perder lo que poseíamos ni alterar lo Tomasteis posesión de las -alturas!
que es invariable. Pensemos i calculemos con I desde el vasto
campo de zafiros,
la razón positiva i matemática del Con célica inefable melodía,
Ingles, con
cibamos e imajinemos con el
injenio i donaire Saludasteis al mundo en su alborada.
franceses, pero no echemos en olvido lo que ¡I toda a vuestra aparición modesta
nos es propio i muchos tendrían motivo Se alegró la natura, i vuestro
de influjo
envidiarnos: una lengua rica i
harmóniosa, Sintió por primer vez! Mas bello
entonces,
para nuestros libros, algunos preciosos vestí- h
De las ñores el pueblo enamorado
90 LA SEMANA. Junio 25.

Se ofreció a vista : en gozo el agua


vuestra Sus deseos i goces i esperanzas,
Conmovida, linfas deteniendo,
sus A vosotras calladas encomiendan.
Mas clara fulguraba al retrataros : La novia pudibunda que su lecho
Un perfume, una vida, una armonía, Sospechosa veló la última noche
Se difunde incesante, i de animales De su virginidad, antes del alba
La varia e inmensa grei sale a admiraros : A su balcón se asoma, al mismo tiempo
I con ella también los peregrinos Que del marino baño al levantarse
Habitantes del aire que, sus alas El lucero de Venus, su mas vivo
A vosotras tendiendo, en su plumaje Rayo a la frente de la hermosa vibra.
Vuestro esplendor primero reflejaron. Largo tiempo os espía el navegante
Que parece surcar el infinito
Mas la pupila que en brillante lampo En ignoradas mares, i al camino
Debiera aventajaros, no lucia, Os llama a todas. Unas tras las otras
Que la pupila de Eva aun no existiera. El rostro descubrís, i, semiocultas
¡Bendito i santo rayo que el Eterno Entre nieblas lejanas de las aguas,
De su esencia enviaba a la natura! Os reís con la risa del amigo ;
|Oh cuan dulce en larguísima velada Del cielo en la campaña ilimitada,
I vnelta a las estrellas, amorosas Del mar entre el altísimo silencio,
Cambiasteis ya miradas, ya sonrisas! En la calma del mundo, en las esferas,
Tú entre el quieto silencio de la tarde, Sublimando súmente os dice: ¡Salve!
En la tersa i tranquila onda del lago I si cuando al cantaros desde popa
Las buscaste, i hallaste a las estrellas El regreso deseado, en las sonantes
Que allí dentro la sien te coronaban. Ondas el noto brama i las incita,
A la ígnea exhalación que por la noche I en tempestad horrible las levanta,
A la tierra cayendo el cielo sulca Os invoca, i nacéis de entre las sombras
En pos llevando de su luz la cauda, I la rabia del mar, iris de alianza.
También estrella la creistes, oh Eva ¡I cuan triste brilláis sobre las tumbas
Inocente i sencilla, i al collado Que en solitario campo de difuntos
Donde el astro engañoso se estinguiera, El infelice riega! Hasta vosotras
Solícito corrías i anhelante Con sus ojos alzando sus suspiros,
De añadir a tu frente esa guirnalda. En vuestra pura esencia confundida,
Pretende hallar el alma que lamenta.
A menudo el lucero vespertino, ¡I todo en vano! vuestra luz callada
En rubicunda luz que mas enciende HÉffan solo le acompaña, descendiendo
El vermejo occidente i en purpúreas Desde el cóncavo cielo hasta la tierra,
Nubes brilla, el cabello te enjoyaba: I la chispa vital rememorando
A menudo a tu vista que del velo Que se estinguiera en la urna cineraria.
Mortal no tanto te cubrió, los anjeles
En los astros colgando sus diademas También, oh estrellas, moriréis vosotras,
Luminosas, i al Padre arrebatando I un dia ha de llegar que en vuestro jiro
El ílamíjero vuelo, de esos astros Perturbadas, vaguéis en desconcierto;
Por los rayos veloces descendían, I un dia ha de llegar en que el Altísimo,
I el himno enamorado de sus harpas De vosotras sus ojos apartando,
De luz i de existencia os prive a un tiempo.
Te enviaban, como a flor que en su perfume
No bañaba los célicos pensiles. H. de Irisarri.
I aunque, oh estrellas, en larga serie de
años

Circulasteis después al universo,


Mosaico.
Ni una chispa de luz habéis perdido.
I si la culpa del primer criado Poder de las La casualidad entra por
imájenes —

Condensó a vuestros ojos las tinieblas, todas nuestras acciones. A este


mucho en propó
Si fuera del terrestre paraíso,
Oscurecieron nubes a las auras,
sito oíd lo que se cuenta de un
joven pertenecien
i te a una familia distinguida.
No menos bellas esplendisteis, hora,
el triste manto Se encontraba en el campo, en el castillo de su
Al finar de la luz,
orientáis de la noche i compasivas, padre. Arrastrado por el mas pérfido de los con
Desde lo alto al dolor llovéis consuelos. sejeros, los celos, acababa de escribir una de esas
cartas cargadas a metralla, que deben causar infa
mira inspiradoras
Oh estrellas. ¿Quién no os liblemente horribles catástrofes, una de esas car
los ¡entiles
De recóndito afecto en tas anónimas tanto mas peligrosas cuanto que están
fantasías
Pechos que de propicias -rubricadas; para remitirla era necesario hacer
hasta vosotras
Se alimentan? Mas bello
con las alas partir un hombre acaballo; el joven furioso llama
El pensamiento vuela con violencia, la campanilla se rompe; grita, no
\trevidas del estro i confundidas
las vuestras : se le oye; toma entonces la luz que le habia ser
S"~ melodías vacen con
sienten, vido para sellar su odioso billete, i se dispone a
La* alma* que" el amor profundo
Junio 25. LA SEMANA. 91

bajar al patio para dar la orden fatal; Un hombre bien criado.


pero tiene

Un lord ingles habia
que atravesar para hacerlo una larga galería ador ofrecido a un duque francés mía
espléndida co
nada con los retratos de sus abuelos; era en otoño, mida, una de esas fiestas casi reales que los gran
a las
cinco, la noche cerraba; la bujía que le des señores ingleses tienen a orgullo dar a los so
alumbraba arrojaba una luz indecisa en la som beranos, i un placer en ofrecer a los desterrados.
bra de la galería; de los
pasó sin divisar ninguno En los postres, se trajo una botella de un mara
retratos que cubrían murallas, i que la luz
sus villoso vino de Constanza, sin igual, sin edad, sin
apenas alumbraba; pero, al ir a salvar la pienta precio. Era oro líquido, en un cristal sagrado; un
se detuvo; uno de sus abuelos estaba enfrente de tesoro derretido que se os admitía a gustar; un
él; lo miraba; parecía decirle— «¿Dónde vas?» I, rayo de sol que se hacia descender a nuestro vaso;
coincidencia estraña, ese de sus abuelos era pre era el néctar
supremo, la última palabra de Baco.
cisamente uno deesos nobles corazones para siem El lord quiso servir el mismo a su huésped este
pre célebres en la historia de los amores, por e' licor de los dioses. El duque tomó el vaso, gustó
desinterés mas puro i la mas sublime abnegación. el pretendido vino i k> declaró excelente. El lord,
Espantado el joven, despertó de su pesadilla de para apoyarlo, quiso beber a su vez; pero apenas

ínfemia, comprendió la negrura de sus proyectos, sus labios han tocado el vaso, cuando esclama
rtomando sin vacilar la carta maldita, la quemó con horrible disgusto: Ahí qué es esto? « Se exa

delante del retrato de su abuelo. mina la botella, se interroga el perfume: era aceite
de- castor! El duque habia bebido esta detestable
£7 caballo de palo* —
Una mujer,céfebre por su
droga sin pestañar Esto era llevar la política hasta
valor, acababa de recibir una noticia espantosa,
el heroísmo.
esperimentaba una de esas desesperaciones sin li
mites que hacen divisar solo ua porvenir sin re- Todos duermen menos un sordo.-. Se leía en casa —

fujio; en el vértigo de su dolor, resolvió morir; de una marisabidilla un drama mui fastidioso en

porque la muerte era para ella la fuga; cerrar cinco actos. A poco andar todos, todos dormían. ..

eternamente los ojos, era no ver mas el amenaza una sola


escepto persona: era un sordo a quien
dor horizonte. sus esfuerzos para aparentar que oia, sus sonrisas

Estaba loca, decia; todo lo habia olvidado, forzadas, sus miradas
chispeantes habian tenido
no era capaz de reflexión, pensaba con placer en despierto. Al dia siguiente todos esclamaban: Aque-
que habitaba en el
segundo piso, sobre un depar 11o era abrumador, el solo esclamaba: Aquello era
tamento mui elevado, i que arrojándome por la' muí interesante; i cuando hablando de este sordo
ventana mi caida seria mortal. 'se decia a uno de los dormilones: Pero el señor ta

Corre hacia la ventana... Pero para abrirla, era no ha dormido la lectura de


en ese drama, el mali
preciso separar uu caballo de palo, que se habia gno dormilón respondía: —
Ya lo creo, no lo oia!
colocado delante de ella: era el juguete de su hijo.
Al verlo se detiene súbitamente; un punzante re La poesia i la filosofía. El principe de Craon

mordimiento le oprime el corazón. No tu^o valor preguntaba una vez al señor Martínez de la Rosa,
de separar el caballo i abrir la ventana; cayó de embajador de España en Francia:
rodillas i se desmayó. Cuando se la levantó de los —¿Cuántos años ha estado Vd., señor embaja
pies del caballo, la crin estaba bañada con sus lá dor, en presidio?
—Seis años, príncipe mió, respondió el
grimas. embajador.
¿1 en que parte?

Conjugación de.un verbo. Un


ingles se quejaba

En los presidios de Ceuta: he


permanecido
amargamente de la irregularidad de los verbos en ellos desde los veinte i cinco años hasta los
franceses que aprendía; el verbo ir, decia, es im treinta i uno.

posible. Tenia todos los trabajos del mundo para —


Los años mas bellos de la vida.... ¿I quién o
retener el primer tiempo; i lo peor del caso es que hizo encerrar.

quería que todos se lo oyeran conjugar. Un joven —Como es que habláis de ella tan sin rencor?

francés que se daba por maestro de lenguas se lo —Soi filósofo.


habia enseñado así: —
El rei Fernando VII.
Yo voi I dio libertad.

quién os

Tu vienes —
El mismo rei.
El va habia hecho encerrar?
—¿I por qué os
Nosotros partimos —
Jamás lo he sabido.
Vosotros entráis
—¿1 por qué os ha hecho salir.
Ellos duermen. —
Lo ignoro todavía.

¡Que espantosa irregularidad! esclamaba el —¿Poro cómo habéis podido sopcrlar esa es
ingles. I volvía a
empezar su trabajosa conjuga pantosa cautividad?
ción sin que nadie tratara de desengañarlo. —
Era poeta.
92 LA SEMANA. Junio 25.

rehusando categóricamente la invitación de reduL


Crónica de la quincena.
cir su ejército al pié de paz i de aceptar la garaa-
EUROPA. ofrecida.
tía colectiva que le era
La guerra es ya un hecho consumado.— Los es «Esta negativa nos inspira un sentimiento tanto
fuerzos de la diplomacia, las tendencias pacíficas cuanto que, si el gobierno sardo
mas profundo
de la las protestas de Napoleón, los
Inglaterra, hubiese admitido nuestra petición, hubiéramos
pasos conciliatorios de la Rusia nada han podido considerado su adhesión como un primer
síntoma
contra la inflexible lójica de los sucesos?. de su intención de contribuir al mejoramiento de
La suerte está echada i los destinos de la Euro tan dificultosas
las relaciones desgraciadamente
a esta
pa quedan encomendados una vez mas a todos los entre tos dos paises desde algunos años
caprichos, a todas las volubilidades, a todas las En este caso, hubiéramos podido dar, por
parte.
continjencias de las armas. la dislocación de las tropas imperiales estacionadas
El Austriala que ha dado la señal pasando el
es en el reino Lombardo-Véneto, una prueba «tas-
Tesino. La Europa entera se ha puesto en movi de que no han sido reunidas alucón ua objeto- #
miento. adhesión contra la Cerdeña..
La Francia ha hecho marchar inmediatamente «Nuestra esperanza habiendo sido frustrada- has
sobre su frontera riniana una división fuerte de se ha
ta ahora, el Emperador, mi augusto amo,
80,000 hombres, a las órdenes del mariscal Pelissier. dignado ordenarme que intente directamente ura
AI mismo tionapo. otra división de 30,000 hombres esfuerzo supremo para hacer retroceder al gobier
no de S. M. en la decisión que parece haber
cruzaba \qs aguas del. Mediterráneo e iba a desem to

barcar en Jénova. La
posición asumida por la mado.
Francia es decidida. «Tal esr señor conde, el objeto de esta carta.
Tengo el honor de rogar a V. E. que se sirva
No sucede lo mismo la to
con Inglaterra, que hasta
este momento se mantiene a la espectativa. mar en seria consideración su contenido,, i me

La Rusia parece ha tomado fa'ier si el gobierno real consiente, si o nor


un
temperamento haga
disolver
semejante. Los r.imores, tan circulados, de una en reducir su ejército al pié de paz i en
alianza franco-rusa no se confirmaban» los cuerpos de voluntarios italianos.
Sin embargo, de esperar, a lo menos de par
es «El portador de la presente, a quien tendréis
te de la Rusia, que cuando el olor de la pólvora i la bondad, señor conde, de remitir vuestra con
el estrépito del cañón llegue hasta ella se sie^B testación, tiene orden de ponerse a su disposicion-
tentada, sea dominada por sus instintos bélicos j urante tres dias.

deje las marchas i contramarchas en la estratéjia «Si a la espiración de este plazo no reci
diplomática que senos despide con
, las dos últi biese contestación o esta no fuese completamente
mas notas cruzadas entre el Conde Buol i el conde satisfactoria, la responsabilidad de las graves
Cavour. fié esas notas: consecuencias que orijinara esta negativa recaería

aquí
« Viena, 13 de abril: enteramente sobre el gobierno de Su Majestad
((Señor conde: Sarda. Después de haber agotado en vano todos
«El gobierno imperial, V. E. lo sabe se ha apre los medios conciliadores para procurar a sus pue
surado a acceder a la proposición ;del gabinete de blos la garantía de paz, en la que tiene el em
Sau Petersburgo para la reunión de un congreso perador derecho de insistir, Su Masj estad se verá
de las cinco potencias para tratar de allanar, las en la precisión, con gran sentimiento, de recurrir a

dificultades surjidas en Italia. la fuerza de las armas para obtenerla.


«Convencidos, sin embargo, de la imposibilidad «En la esperanza de que la contestación que
de entablar con probabilidades de éxito delibera yo solicito de V. E. sea conforme con nuestros
ciones pacíficas en presencia del ruido de las ar deseos en favor del mantenimiento de la paz,
mas i de los preparativos de guerra efectuados en aprovecho esta ocasión, etc., etc.»

un pais -limítrofe, hemos pedido la reducción al «Buol.))

pié de paz del ejército sardo i la disolución de los «Respuesta del conde de Cavour.

cuerpos francos voluntarios italianos, previamen Turin, 26 de abril.


te a la reunión del congreso. «Señor conde: j

aEl gobierno de S. M. Británica encontró esta «El barón de Kellemberg me ha entregado el 23


condición tan justa i conforme a las exijencias de del corriente, a las tres i media de la tarde, la
la situación, que no vaciló en admitirla declarán nota que V. E. me ha hecho el honor de dirijirme

dose insistir, unión la Francia, el 19 de este pidiéndome nombre del


dispuesta a en con mes, en

en el desarme inmediato de la Cerdeña i a ofrecer gobierno imperial que responda por un sí o por
en cambio contra todo ataque de nuestra parte un nó a ia invitación que se nos hace do reducir

colectiva, la que por supuesto el el ejército al pié de. paz i do licenciar los cuerpos
una garantía
Austria hubiera respetado. formados de voluntarios italianos, agregando, que
i-Paijce que el gabinete de Turiu ha contestado si en el t-éruiin > de tres dias no recibiese V. E.
Junio 25. LA SEMANA. 93

respuesta, o si la respuesta que


se le diese no América.
fuese completamente satisfactoria, S. M. el La situación americana es,
empe como siempre, pobre
rador de Austria estaba decidido' a recurir a las i triste
en sucesos espectativas.
en
armas para imponernos a la fuerza las medidas La anarquía dueña de Méjico i de Venezuela,
que forma el objeto de su cumunicacion. vuelve a llamar de nuevo a la puerta de la república
«La cuestión del desarme de la Cerdeña
que peruana.
constituye el fondo de la demanda que V.. E. me Eí departamento del Cuzco ha levantado el es
ha dirijido, ha sido objeto de numerosas nego- tandarte de la- rebelión, no se sabe en nombre de
ciaejones entre las grandes potencias i el gobierno qué principio ni de qué hombre. La revolución
de Ss Majestad. Esas negociaciones han venido a del Cuzco seránié-
es anónima; pero, no por eso

parar en una proposición formulada por la Ingla nos duradera ni menos fecunda en desgracias que
terra, a la q,ue han adherido la Francia, la Prusia las anteriores. Laajitacion que en todo el sur de la
i la Rusia. república peruana reinaba, hace presumir que el
aLa Cerdeña la ha aceptado sin reserva ni alzamiento cuzqueño tendrás eco í prssélitos én al
ulteriores pensamientos. Como V,. E. no- puede gunos otros depart amentos. Puede que nuestra
ignorar ni la proposición de Inglaterra ni la presunción salga fallida i que las acertadas me
respuesta de Cerdeña, yo nada tendré que añadir didas del gobierno, i la actividad que parece está,
para hacer conocer las intenciones del gobierno desplegando logrará contener en tiempo la anar
del reí al respecto dé las dificultades que se opo quía. La empresa es difícil, pero es santa.

nían a la reunión del Congreso. Ya no tienen, pues, nada que envidiarse ni el


«La conducta de la Cerdeña en esta circuns Perú ni el Ecuador; ámbosse ven azotados por las.
tancia ha sido apreciada por la Europa. Cuales mismas plagas.
quiera que sean las consecuencias que ella traiga, Cada que se para la atención en la situación
vez

el rei, mi augusto señar, está convencido de que que alcanzan las repúblicas hispano-americanas, el
la responsaíalidad recaerá sobre los que se arma desaliento gana todos los corazones : por todas par
ron primero, sobre los que han rechazado las pro tes anarquía, por todas partes guerra, sangre, odíbr
posiciones formuladas por una gran potencia que rivalidades, egoísmo, especulación, desenfreno
Sart reeonocado por justas i nacionales, las otras político, inmoralidad social, postración intelectual,
sobre las que ahora sustituyen una intimación buenas ideas condenadas al olvido o a la burla,
amenazante. salvación de la patria i de la sociedad entregada
«Aprovecho esta ocasión, efe la casualidad, el presente sien do un constante
.
«Firmado —
C. Cavour.»
desengaño i el porvenir solo temores.
«Esta respuesta fué remitida al enviado aus
Sin embargo, es necesario tener fé. La América
tríaco el 26 a las cinco i media de la tarde.))
«A. Fronhet.» española- se salvará mal que pese a sus médicos
de espada, que en todas sus dolencias siempre se
La guerra, es, pues, la gran preocupación de
han ocupado la cabecera para curarla como la es
todos los centros de la vida europea. Ya no se
tán curando en Méjico, como la van curando en
habla, no se piensa ni llama la atención otra cosa
el Perú i como han pretendido curarla en la Nue
que los movimientos de tropas, que las conjeturas
va-Granada. Pierdan los pueblos americanos su

sobre próximas batallas.


afición a los bordados i entonces arribarán a algo.
Según el Times, ya se han quemado los prime
¡Mientras las bayonetas eleven, las bayonetas tie
ros cartuchos. El puente de Buffalora defendido
nen que bajar!
por una división piamontesa habia sido atacado
Justo Arteaga Alehpartk.
por respetables fuerzas austríacas, las que se ha
bían hecho dueñas de él a la bayoneta después de
reñido combate i de considerables Ecos cié ia semana.
un
pérdidas.
Pero tal noticia no está
apoyada en documento al Santiago, junio 24 de f 859.
guno oficial i bien puede ne« tener otro orijen que Sumario. Quiénes se aburren i quiénes se divierten.

ia imajinacion de algún hombre de bolsa. —


raseo retrospectivo. -Personal de un baile. —Las

Las simpatías de la Italia por la guerra han ga señoritas no tienen apetito. Los poetas i Ir. Univer

nado hasta la pacífica Roma. Habíanse hecho en sidad..— Elección académica.— Elocuencia simbólica.

esta ciudad varias manifestaciones en ese sentido; —Prologo de un drama silbado.


manifestaciones que, mal miradas por la policía Qué semana tan monótona la que está espiran
pontificia, habian ocasionado 'algunas prisiones. F.l do! Rumores sin importancia, chismes de coma
jeneral Gujon intervino o hizo poner en libertad a dres, que nunca faltan, dos 'o tres coches volca
los detenidos. dos, cinco o seis fracturas de piernas i brazos,
La Italia está alegre, porque espera mucho de! | muchos hombres serios i fastidiosos en las calles,
porvenir. ¡Pero es tan falaz la esperanza .sobreto
| muchas niñas risueñas i fastidiadas dentro de las
do cuando viene en alas de! estranjero! , casas, mucho lodo i mucho frió; tal es en com-
94 LA SEMANA. Jtmio 23.

pendió la vida que ha llevado i los placeres.de monólogo, ha comenzado el diálogo de la vida
que ha disfrutado nuestra culta capital en la pre otorgando su blanca mano al señor L....
sente semana. Sí ha habido ruido, no ha tenido Me es fuerza deciros, aunque lo sepáis, que la
eco, si ha habido desposada no desmintió esa noche la fama de su
movimiento, ha carecido de in-
'eres. En cambio, se ha bostezado en todos los to hermosura, de su donaire i esquisita elegancia*
nos i mas de un
elegante se ha desperezado es Su hermana, la señora de V..., llevaba también

pontáneamente en pleno salón. Asustados de tan con gracia un vestido de fantasía felizmente ele-
desoladora apatía i temerosos de sus resultados, jido, i la parte femenina de la concurrencia satis
han llegado muchos a opinar que debe proscri fizo, én jeneral, con sus toilettes las exijéncik-
birse el uso de las corbatas; largas, que podrían del buen gusto mas acendrado. Las solteras ha
dar tentaciones bían ido casi todas a los Andes el color-
a un
fashionable, enfermo de a pedir
spleen, de convertir la suya en cuerda para ahoi* de su manto de invierno ; estaban vestidas uni
carse. No creo, sin forme mente de blanco, matizado tan solo por ej
embargo mui fundado este
temor de las personas piadosas. El color mas o menos enérjico de los adornos. Entre
spleen no es
tanto una enfermedad como una moda de este estas constelaciones brillaban dos hermosos pla
invierno. No hai un hombre de buen gusto, a netas; el uno mui conocido en nuestro cielo i mas

quien preguntéis lo que hace, que no os respon admirado que conocido, la señoritaA.;.. L.... ief
da : Aburrirme,

i con esto no os ha dicho mas otro que empieza apenas a aparecer i ya tiene en
que a medias la verdad, pues que también aburre ejercicio muchos telescopios i deslumhrados a

a los otros. Solo un


amigo mío de provincia ha muchos astrónomos, la señorita M. del C. M...
hallado el medio de divertirse sin ayuda de nadie: En cuanto a la eom posición masculina de la re

ha de unión, qué podrá deciros sino que se ostentaban


comprado una cajita música, que no cesa
de hacer sonar. Es delicioso ver la candorosa bea en sus
fraques los cortes mas graciosos i artís
titud que respira la cara de mi provinciano, arru ticos de Chana i Pujos i en sus cabelleras las mas
llado por tan mediocres armonías. L03 vecinos armoniosas evoluciones de la peineta de DumiraiL
de la Las corbatas blancas, lasmas adecuadas sin duda,
capital, estragados con las golosinas de fri
volos placeres, son incapaces de apreciar estas estaban en mayoría, i algunos concurrentes sos

distracciones inocentes í sencillas, que resucitan tuvieron bajo el brazo toda la noche sus sombre
la verdad mui útiles tal sitio ni
los buenos tiempos de la edad primitiva í patriaf^ as, que a no son en

fe estricta necesidad bajo de techo. Entre los


cal, cuando las
zagalas apacentaban los ganados

i los zagales a las zagalas. Pastores i pastora fumables mas abonados, se hacia notar el sim
han muerto i las ovejas han descendido déla poe pático — O;. ...o, lleno de esa cortesía de buena
sia la prosa. Si la bucólica fuese de vuestro gus
a lei, de esa amabilidad sin esfuerzo que tanto lo

to, cuántas escenas de color campestre no podria distinguen. —


No faltaba tampoco, con sus preten
de mi Pero dudo siones de Ganimedes, el candido X....X... queapé-
pintaros ayudado provinciano.
mucho de vuestra, afición nas puede servir para tirar del carro de Juno, eu
a este jénero i desisto
de mi clase de pavo real. Dejábanse, por fin, ver esa
para rogaros que vol
propósito pastoril,
váis sobre vuestros pasos i retrogradéis conmigo noche las mas notables ilustraciones masculinas de
basta la pasada semana. Voi a solicitar de ella la moda i la toilette.
la extradición de dos acontecimientos refujiados Es en este baile también en el que ha hecho su
en su territorio : un baile i una elección acadé estreno la tierna Dorila P.„ festiva e injénua cria
mica. tura. Su natural sencillez, que hechizó a todos,
Hai he hablado ya del
quien pretende que os estuvo,sinembargo, a punto de desesperar a su
primero, pero bien sé yo lo que hablo i lo que mamá, Llegó la hora del buffet* hora- siempre

digo, i tan bien como yo sabéis vosotros, perspi avanzada i esperada con impaciencia de los gas
caces lectores, que la soirée del 14, pasada en trónomos.- Dorila i su mamá ocuparon, pues, sen*-
autoridad do cosa juzgada, no es el baíle,del 16- de dos asientos junto a una mesa bien provista, i la

que voi a hablaros. candorosa niña se entregó sin reserva a las pérfi
das inspiraciones de
su apetito. Comia con una
sinceridad tan admirable que llegó a alarmar a su
Ilumináronse en esa noche los solones del se
mamá. Inclinóseleésta al oido i la dijo :
ñor S... para recibir una brillante asamblea de
convidados, brillante 'sin hipérbole, pues hubo en

Las señoritas no tienen apetito.
ella piedras preciosas con profusión i algo mas —Sí, mamá,— replicóla Dorila un poco- contra
precioso todavía, lindas solteras i lindas casa riada.
das. A este tiempo, el caballero que la servia pre
Se trataba de celebrar bailando (cuestión que sentó a la niña un cuarto
plato de jamón di-
quedó resuelta) un matrimonio que habia tenido ciéndola :

l.i;"..- en ¡i ni:.r;?.:;:(. La señorita S.... cansada de' —

Sjüoiiía, estáVd. servida.


Junio -25. LA SEMANA. 95

Gracias, caballero, I tiempo hace abrió las puertas de su templo para


respondióle. Dorila;—no
— —

comeré mas. nuestro querido poeta.



Pensé que deseaba Vd.... Fué también propuesto, i no aceptado, otro

Si; pero mi mamá me ha dicho que


nombre conocido i simpático a cuantos tenemos
no tengo
la manía de creer que valen algo los esfuerzos de
apetito.
la intelijencia i son dignos de aprecio los nobles
enturíasmos. Yá comprendéis que os hablo de don
-Os decía al principio que en la semana pasa
da tuvo lugar una Renjamin Vicuña Mackenna, escritor fecundo i ar
elección universitaria. Era pre
diente corazón.
ciso, <en verdad, Henar el vacio que la muerte
La elección de la Universidad ha sido no obs
de don Joaquín Valle jo, el -eminente articulista tante tan feliz que ños ha consolado, cuanto es
Jotabeche, habia dejado en la Facultad de Filoso de la injusticia cometida con la poesía. Es
dable,
fía i Humanidades. Reunióse ésta integrada por
don Manuel Carrasco Albano quien debe ocupar
un distinguido sacerdote de la Musa chilena, dos breve el asiento vacante Jotabeche.
Críticos severos e historiadores brillantes, herma
en
que dejó
Conocidos i estimados que ha da
son los trabajos
nos por la sangre, el talento i la erudición, un
do a luz este hábil escritor, que comentó en años
gramático notable, i el autor des Ya no voi a Ca
pasados la Constitución vijente en una obra nota
lifornia. Presidía la docta sesión el señor Rector
ble, bien concebid! i bien ejecutada. Pero la cien
de la Universidad, que aglomera en ser vasta in
cia política i la jurisprudencia, que constituye su
telijencia la poesía, la crítica, la historia, la gra estudio profesional, no son las únicas esferas en
mática i mucho mas todavía.
que se mueve i trabaja la intelijencia de Carrasco
A pesar de los poderosos elementos poéticos Albano. Acaso mas que publicista i jurisconsulto,
que, como veis, entran en su composición, la Uni ei literato; i literato en elmejor sentido que tiene
versidad se ha mostrado hasta hoi poco propicia
esta palabra. En una variada i estensa lectura,
a los
poetas i, no falta quien lo diga, injusta con
proseguida con tenacidad por muchos años i fe
ellos. La sesión de que os hablo ha confirmado i
cundada por su talento, ha logrado hacer esa pre
paro muchos la realidad de esta tendencia repul ciosa adquisición que se llama buen gusto, clave
siva, que tampoco habian antes desmentido los
májica e imprescindible para descifrar los miste
biógrafos de los Poetas Americanos, aplicando sin riosos caracteres del arte i la belleza. Es esta clave
piedad el marco de sucrítica al inmortal Heredia™ 1
i tratando
Hque nos revela sus infinitas maravillas i nosdá
no con mas clemencia a algún otro baáffl
^psion de sorprender el secreto de la creación
do americano o nacional. —
Don Guillermo
Matt£|tartística. Cuántas veces los profanos leerán con
nuevamente propuesto, en aquella sesión, panr' indiferencia cien
pijinas de un libro, en lasque
miembro de la Facultad, ha sido rechazado nueva
habria hallado un literato mil motivos de grata i
mente. La Universidad se obstina en cerrar sus
elevada satisfacción. Carrasco Albano pertenece
puertas al popular poeta, al inspirado autor de los al reducido número de los iniciados i saborea un
Cuentos verso, al cantor vehemente i apasiona
en
hexámitro de Virjilio, una estrofa sáfica de Hora
do de la
América, laPatriaí el Arte. Es orijinal el
cio, una estancia de Hugo o una octava de Byron
contraste que forma este proceder académico con
con la misma delicia que catador de vinos pa
un
la admiración i aplauso unánimes que despiertan ladea una copa de topacio líquido, dormido veinte
en todas parles las estrofas del ilustre poeta. I si
años en la cuba de un hacendado de Jerez Mi
no fuera- mas que poeta! pero es algo mas, mucho
excelente amigo me permitirá
que, después de ha
mas : es un patriota enérjico,
que cree en la jus- ber hablado poco de las dotes de su persona
un
tícia i confia en lo que ha de venir. Lejos hoi de
'
(de su persona intelectual bien entendido), sea bas
nosotros, arrojado por la tormenta en una playa
tante indiscreto para denunciar sus
remota, piensa acaso en este momento en su que- |
achaques. Ca
rrasco Albano,
muchos de nuestros escri
como
rida tierra, con el corazón palpitante, i seca al ca- .

tores, está acometido de una enfermedad pérfida


lor de tales recuerdos las húmedas reliquias salva
como una Circe : la pereza. Ha desterrado las
das del naufrajio. O esclama quizá como en mejores plu
mas de su biblioteca i solo ha guardado unas po
días: ¡
cas para su estudio de abogado. Debe, sinembar-

Poeta, canta! Tu canto go, a la Universidad i a sus


apasionados un discur
i
so de introducción, que ojalá no sirva sino de tal
Vaya a secar todo llanto, j
A abatir toda maldad. |
a sus nuevas tareas de escritor i literato. Confío
Si un
pueblo a tu canto falta, i enque el adajio francés no miente : C'cst le pre
Crea un pueblol En bien alta mier pas qui coúle.
voz
j
Cantando a la libertad!
El primer dia de esta
se reunió por se
semena
La Universidad, negando Matta la entrada
a la directiva de la Sociedad
en
j gunda vez nueva junta
su santuario, se
espone a reñir con la Fama, que ¡ de Instrucción Primaria. Uno de sus miembros, el
Í)C LA SEMANA. Junio 25.

señor Beza, discurso br ¡liante, gato de mal humor, que penetrando brusca
no pronunció un no un

indicación de menos mente en el dormitorio de la niña de la casa la hi-<


propusp una mas o impor
tancia, no leyó un proyecto mas o menos útil i zo dar un grito, su madre (la de la que no
niña)
realizable, no hizo nada de todo esto, i se mostró estaba lejos, despidió tres, i los cuatro hombres
tu
qo obstante elocuente i empeñoso en el cumpli que habia en casa, al oir estos cuatro gritos,
miento de cargo. Presentó a la Junta una acta
su vieron cuatro ideas idénticas i lanzaron también
suscrita por ciento i mas-personas, que significaban euatro idénticos gritos: Serene* Los tres que habia

otros tantos suscritores a la^Sociedad,. Habian sido enla calle tuvieron a su ¡vez tres pensamientos müi
reclinados en el espacio de una semana. semejantes i tomaron también tres resoluciones
Cuando se hacen tan laudables como provecho mui semejantes. Huyeron, como habéis vistoV del
sos esfuerzos, para desesperar de que
no hai razón teatro del combate.

viva la Sociedad de Instrucción Primaria. Crei yo anoche i vosotros acaso principiabais a


creer ahora en la realidad de una historia intere

Imajínaos per momento, benévolos lectores,


un sante ocurrida esta semana. Mavs, para vosotros
el dia de ayer., que son las once ha disipado esta esperanza re
que aun estáis en como para mí, se

de la. noche i camináis por una. de las muchas ca suelta en el spleen de un gato. La enfermedad de
lles de Santiago. En tal dia, a tal hora i por tal si moda se ha estendido hasta la raza felina.
tio caminaba yo realmente, cuando sentí venir pri üfl qué -fastidio!
mero i luego llegué a distinguir la marcial figura Domingo Arteaga Alemparte.
de un sereno, caballero en un rocin que espoleaba
desapiadado, lanzándolo en la carrera mas exajera-

da que pensó poder dar alguna vez el infortunado Fé de errata.


animal. Seguíanlos a poca distancia un segundo En la pajina 70 del núm. 5, de La Semana, co
caballo i un segundo sereno, i por último una ter lumna primera, verso 31, dice: Yo soi la reina-

cera concordancia de la misma especie desfiló rápi


i la señora: i debe leerse:-— Yo sola soi la reina i
la señora:
damente por mi derecha. Donde hai humo hai fue
I antesen la misma pajina i columna, verso 10
go, donde hai juncos hai agua, me dije i comencé
se lee.— Que hizo acariciarme, debiendo leerse:
a sospechar que habia novedades en el barrio. Mi —

Que quiso acariciarme.


sospecha no podia ser mas verosímil; asi es
quej
tardó en hallarse corroborada.
A pocos pasos
lLccciones de canto.
precipitarsepor la puerta de una casa un horei
ñco
a medio vestir, que ofrecía las señales del pánii En el Ferrocarril he visto hace poco una in
mas cerval; una figura blanca, que no era sino una vitación que se me hace para dar lecciones de
sus pisadas, i sin inter
canto. Profundamente reconocida a la mani
vieja en camisa, perseguía
festación de tal deseo, me es demasiado satis
misión desprendieron del mismo punto un ter
se
factorio olrecer mis servicios artísticos a las
-

cero, un cuarto, un quinto ser racional. Mientras


señoritas de Santiago, que pueden descansar
en la calle se movia todo esto, podían oirse, o con
en la confianza de que no omitiré esfuerzo al
mas exactitud, no podían dejar de oirse, las repe
guno para complacerlas de la mejor manera
tidas i agudas notas que, en el patio de la casa
posible. Clorinda C. de Pantanelli.

en cuestión, daba una voz de soprano mui poco

ejercitada en la escala. Era esto prueba inequívo Condiciones de la suscripción.


ca de que la niña de la casa habia quedado desam
La Semana aparecerá todos los sám
parada.
Entretanto, cinco o seis corrillos numerosos es bados i constará por ahora de diez i seis
tacionaban en la calle; i como no me diesen mucha pajinas en folio. La protección del públi
iuz en el particular mis ojos ni mis oídos, me acer co decidirá de su incremento sucesivo.

qué, para tomar lenguas, al que creí mas leido Reunido un número regular de sus
juzgándolo por la ropa (que no es siempre la mas criptores empezaremos a formar la Bi
segura prenda de erudición). blioteca de la Semana, a que se refiere

Son ladrones —
decia uno.


Es un asesinato —

agregaba otro.
nuestro prospecto, dando lugar en ella
a lo mas nuevo e interesante que se es

Nó; si es un incendio replicaba un tercero.

Comenzaban a sabrías conjeturas de este terre


cribe sobre novelas, historia, viajes, etc.
no banal, cuando aparecieron de regreso ios once Precio de la suscripción: 3 pesos por
trimestre adelantados.
personajes de este prólogo dramático, a saber, los
i los cin
tres caballos con sus respectivos serenos, Se reciben suscripciones únicamente
co habitantes de lu casa lugar dé la acción. en la Impuesta del Correo, pasaje Bulnes.
Pesquisas, preguntas i aclaraciones hechas, re
sultó que la causa de aquella asonada habia sido üiPUENTA DEL COIUILO, Pasaje Bulnes, núm. íi\.
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO,

Jiettactoteé :—— litóto i oí/ottititao Jio&teaga Jb&uiuatte.

Año I. Santiago, Julio Sde £859. Iñm. 7.

dida por el humo de los combates. Se


LA SEMANA.
dejó a un lado el porvenir para gozar
solo del presente. Se destruyó a medias
SANTIAGO, JULIO 2 DE 1859. i se construyó como de paso. Se demo
lieron algunos lienzos de muralla de la
Presente i cima del edificio del pasado, colocando
porvenir.
en su
lugar bastidores de tela o de car
La época que la sociedad hispano tón. En una palabra, el rótulo de repú
americana alcanza es completamente de blica vino a reemplazar al de colonia.
transición. Del desconocimiento de esfe Hasta aquí llegó, ni un puntó mas
hecho trae su orijen buena parte de los allá, la primera evolución de la socie
males que la aquejan. dad américo-hispana.
Los que trabajan por que se detenga, Dióse entonces principio a la obra
como los que luchan de afianzamiento, si nos es posible es
por que marche
masaprisa de lo que puede, van contra presarnos así.

Esta es la segunda evo
sus verdaderos intereses. . lución: ya bien larga por el lado del
Los primeros, traban sus movimientos: tiempo i bien escasa en resultados.
"

Los segundos, la fatigan sin fruto. "nrque ¿qué es lo que hasta el dia he-
El desenvolvimiento de los pueblo: aílanzado ni que tampoco lo que
como el de los individuos, está subo iamos afianzar?
dinado a ciertas leyes fatales, que bdo estaba desquiciado, cierto.
es
es
posible violar impunemente. Siem *L"bs elementos sociales sin unaesfera
pre que se quiere pasar por encima de moverse se hallaban en
propia en que
ellas, el dolor, la enfermedad tocan a tregados a la casualidad, a continuos
nuestra puerta. choques. Era necesario volverlo todo a
De todas partes vemos ía fé vacilando su estado normal. Pero, para conse
en los corazones,
menguando las espe guirlo, debióse ante todas cosas prepa
ranzas, ganadas las almas por el desa rar el terreno, limpiarlo de las ruinas

liento; i esto es" mui natural: todos vie i escombros del pasado; i solo entonces
nen encontrando el
desengaño a la vuel emprender la grande obra de recons
ta de la esperanza, desde que viven de trucción i reorganización. No lo hicimos,
ilusiones i no de realidades, desde que i sin lomar en cuenta el pasado, ni las
quieren el fin sin los medios,- la conse necesidades de la nueva forma que íba
cuencia sin las premisas. mos a imprimir a la sociedad, nos echa

Cuando la sociedad hispano-ameri- mos a meter orden i armonía donde solo


cana
arrojó lejos de sí la mantilla de cabia desorden i antagonismo. Besul-

hierro de la colonia i rompió a marchar fó lo que no podia menos de suceder:


i a hablar, encerraba en su seno elemen Que tratando de afianzarlo todo nada
tos para todo bien, para toda grandeza, afianzamos;
se sentía dominada Que buscando la
por poderosas e in el orden caimos en

mensas
aspiraciones; pero su corazón tiranía;
recalentado por el fuego del entusiasmo, Que buscando la libertad caimos en
hinchado por el orgullo de la victoria, la anarquía;
dominaba sobre su cabeza abombada por Que buscando la república caimos en
el estrépito de las armas, ofuscada, per la dictadura;
13
98 LA SEMANA. Julio 2.

¡Sembramos viento, debíamos cose ¿A dónde vamos? se pregun tan todos


char tempestades!
pálidos el rostro, medroso el corazón.
He aquí reasumido el presente de ¡A la ruina! responden no pocos.
nuestras sociedades, presente ¡A la libertad! decimos nosotros.
lójico si los
hai. Pero a la libertad buscada por su
¿Cómo hacer libres por soto la obra verdadero camino, a la libertad adqui
de unas cuantas- batallas a pueblos a- rida pero no conquistada, a- la- libertad
mamentados por trescientos años con la obra de la sociedad i no de decretos-,
enervadora leche de la esclavitud? de leyes i mucho menos de batallas.
¿En dónde podían echarse los cimien «Creer que la libertad puede triunfar
tos de la república en sociedades sin vida »por la fuerza, dice Girardin,
es una

propia, sin vigor, sin espontaneidad, » ilusión


que nunca ha tenido dia siguien-
envueltas en la ignorancia i forradas en » te. La fuerza antes de vencer, se ha
la preocupación? » disfrazado mas una de vez:
pero victo-
Ño pudiendo crear nada estable, dar »
riosa, jamas se ha desmentido. Nuaca
vida sino a concepciones raquíticas con »ha venido a ser libertad: siempreTia
signos infalibles de descomposición i «quedado siendo la fuerza.»
muerte, los cobardes han dudado del pre A pesar de todas sus caídas, de sus
sente, temblado por el porvenir i tra retrocesos, de su desconcierto, de sus
tado, en su pánico, de volver atrás, de veleidades, lo que la sociedad hispano
echarse en pleno pasado. La exajera-

americana quiere, desea i espera es


cion llama a la exajeracion: al lado de libertad. Fáltanos, sí, hacer de ese deseo,
los cobardes han aparecido los temera de esa esperanza una costumbre.
rios. La obra es larga; los jérmenes del
La sociedad, sin una luz que la enca mal presente i de la esclavitud- pasada
mine, ha caído en la fluctuación, i de fuertemente asidos al corazón de nues-
fluctuación al desquiciamiento no sociedad la han procurado una
masque un paso. Sin personalidad, fermedad ya casi crónica cuyos prín

fé, sin creencias, sin ideas, sin un gales ajenies son:


^cierto hacia que tender se ha aliado La indiferencia i el desaliento por
todos i con nadie, ha dado oidos a todos una
parte:
los partidos, a todas las ambiciones, los La ignorancia i la preocupación por
ha protejido i abandonado, les ha cedido otra.
el puesto de soberana i señora de sus Es necesario combatir, estirpar esa
destinos i cuando ha visto o presentido funesta dolencia; perp no con remedios
el precipicio ha cerrado los ojos, se ha violentos, que solo' surten efectos en
lamentado; pero jamas ha encontrado la los males súbitos, sino con remedios,
voluntad de separarse de él por su pro si lentos, eficaces, que han menester
pio esfuerzo: ha sido indiferente i co

de tiempo, paciencia, calma i fé.
barde. Opongamos, pues, a la indiferencia
I de ¿qué es lo que en casi toda la
no i el desaliento, la creencia i la constancia:
América española estamos presenciando? A la ignorancia la educación:
Los partidos, las banderías, los hombres, A la preocupación, la verdad.
los de espada sobre todo, poniendo el De esta suerte el presente dejará de
pié en el cuello de la sociedad, esclavi ser un
desengaño, será una esperanza
zándola, despreciándola, burlando su i el porvenir una hermosa realidad.
buena fé, especulando con su ignoran Entonces veremos a la libertad asegu
cia, sin que ella diga palabra, sin que rando el orden, ultimando la anarquía
una protesta varonil venga a poner a i cimentando la república.
raya a tanto farsante, a tanto saltimban- Entonces veremos alzarse nuestro cré
a tanto cubiletero político como an dito de su postración, de su nulidad
que,
dan a las vueltas del poder invocando su
presentes.
la realidad
salud; pero tramando en su Entonces vendrán en nuestra busca
los capitales.
pérdida.
Julio 2. IA SEMANA. 99

Entonces el comercio tomará un


Un homicida (1).
■empuje que nos es desconocido.
Entonces las grandes empresas aco Acababa de espirarel año de 840. Pasada lame-
dia noche i marcando el reloj la hora primera del
metiendo la esplotacion de nuestros .

año nuevo, un hombre, montado en un brioso ca-


inmensos veneros de riqueza, harán1 bailo i cubierto hasta los pies porun largo calama-
a la sociedad floreciente, a las masas5 co, marchaba silenciosamente i paso a paso por el

morales i felices por el trabajo, a lat callejón de las Lajuelas hacia el norte de Chillan.
Sujeta la rienda del animal con poderosa mano, el
asociación un poder la verdadera fuer
,
"

impaciente bruto a pesar suyo modera su brio; pero


de trecho en trecho asustarse al
za de
impulsión i progreso de estas so eso no le impide
sentir el movimiento de un largo bulto atravesado
ciedades.
por delante del jinete i sobre el arzón de la silla.
Entonces inmensas redes de caminos3 Llegado a la niárjen del rio que lleva el nombre
de hierro, cortando en todas direcciones3 de aquella ciudad el hombre se desmontó i bajó su
carga al suelo, tomó una robusta piedra, atóla
con
el suelo americano, irán a espantar con ,

su lazo i la estrechó fuertemente a uno de los es-


el bramido de sus máquinas las fieras5 tremos del bulto que llevaba, i así que hubo ter-
de los bosques, a despertar de su1 minado esta operación, desde lo mas alto del bar
ranco arrojó el bulto con todas sus fuerzas en me
adormecimiento a los pueblos medite-
dio del agua. Este bulto era el cadáver de losé Ma-
r-áneos, a llamarlos a la vida de la1 nuel Barraza, sujeto a quien su íntimo amigo San-

intelijencia i de la civilización de quee tiago Palacios acababa de asesinar.


El cielo poco antes plácido i sereno cubrióse re*
hoi se encuentran proscritos.
pentinamente de negros nubarrones. El puelche
Entonces veremos la inmigración
1 comenzó a soplar con fuerza i en breve ya no pu-
espontánea Llover en deshecho aguacero0 do descubrirse ni una estrella, ni un corto espacio
de la transparente i azulada esfera. Las nubes cu
sobre nuestras costas.
brieron la atmósfera en cortos instantes i nuestro
Entonces tendremos lo que nos falta: hombre, como el que escapa de un gravísimo pe
• •

Libertad política; ligro merced a la oscuridad, presuroso trepó su


caballo i tornó a recorrer con paso algo mas rá
Moralidad social; pido el corto camino que acababa de andar. Lle
En el orden material,-riqueza: gado a la casa de donde habia salido penetró sin
En el orden rfMMk nadie lo sintiese hasta uno de los cuartos inte-
intelectual,-ilustraciong|
ii riires. Una mujer yacia allí media exánime sobre
Entonces todos los
todas las nobles
grandes pens«| Hecho,
desgreñada i anegada en llanto. El recién
lodE B»do se acercó a ella, contemplóla en silencio
alientos, ideas,
los elevados sentimientos no naceraír 3" ^or
algunos instantes, exhaló un suspiro, imprimió
'

un beso sobre sus labios llenos de lágrimas, i sin


solo para morir,
o
para permanecer enQ
proferir una sola palabra salió precipitadamen-
la la el
oscuridad, indiferencia, 0
desprecio
te para volver a tomar su caballo i caminar sin
o la burla. "destino".

Entonces, quizá, los pueblos ame II.


ricanos todos no harán que un solo
mas 0 Eran las siete de la tarde del 1 8 de enero de 1 811 .

pueblo, una sola república, libre en el


;1 El sol que en los climas templados se precipita
al occidente dejando apenas tras de sí un fugaz
interior, respetada en el esterior, i nos )S
crepúsculo, prolongaba amoroso sus últimos i va-
echaremos al mar, no en carabelas como 0 citantes rayos sobre la romanezca Concepción. Su
Colon, sino en vapores como el Leviatan n disco, rodeado de vapores encendidos, parecía jirar
como un carro de llamas sobre los sombríos bos
a
pagar nuestra deuda al viejo mundo 0
ques de San Pedro i de Lirquen, i sus rayos refle
llevándole: La libertad!

jados por las aguas cristalinas que circundan la


Que esto lo hemos de conseguir es ;s ciudad presentaban a primera vista el espectáculo
'
de un incendio.
magnifico
indudable! fé! constancia! i esperanza! ,1
Poco poco la bella claridad del crepúsculo so-
a
La sociedad américo-hispana ha dee lar fué perdiéndose, i cuando los arreboles del cie-
atravesar el océano de sangre que en n lo color púrpura hubieron completamente desapa

este momento la separa de su porvenir,> 1


recido, el astro de la noche en toda su plenitud

mal que pese a sus pilotos traidores i1 (1) El asunto de este artículo es histórico: el autor no
ha hecho mas que variar el apellido de los personajes
cobardes.
que describe porque así lo exijia el respeto debido
a

¡Dios i la fortuna van con ella! la desgracia de uno de ellos, que aun existe. En
cuanto a la forma, ha preferido a las interesantes
Justo Arteaga Alemparte. i animadas creaciones del romance fantástico, la nar
ración sencilla i fiel de un diálogo verídico, i no lo
siente: lo que siente es que su memoria haya retenido
tan pocos fragmentos del diálogo orijinal i que su plu
ma no sea capaz de reproducir con todo su brillante

colorido el estilo de su hej-oe.


loo LA SEMANA. Julio 2.

se vio alzarse, cual un mundo do


fuego, de entre ¡ preso tal cual acaeció: por ahora baste saber que
las montañas oscuras del oriente. Su luz diáfana | Santiago Palacios eran dos palabras que, en
i suave, traspasando una atmósfera pura como el i aquellos dias, todos los labios de Concepción pro
cristal i derramándose súbita por la llanura que ocu- ¡ nunciaban con una especie de terror pánico.
pa la población , semejaba la superficie de la 'I Desde luego creí conocer el objeto con que el
tierra sembrada de perlas, mientras que sóbrelas encarcelado me llamaba: sin duda quería enco
azules i remansas ondas del Biobio rielaba cual so- i mendarme su defensa. Pero ni yo tenia confianza
bre una ancha franja de plata que en curso tor- ¡ en mis conocimientos jurídicos, ni quería tampoco
tuoso i desigual se prolonga desde los Andes al , echar sobre mí inexperiencia de abogado un cargo
Océano. de tamaña responsabilidad.
El silencio natural de esta hora en que empieza Cualquiera, que fuese el crimen cometido por
,

el descanso de los trabajos del dia, el aire sur que [ Palacios i ya fuesen falsos o ciertos los accidentes
traia a la ciudad el fresco ambiente del agua i que se le atribuían, la causa que debia seguirse
con el olor embalsamado de los árboles i las fío-
i para su averiguación era sin duda una causa difícil;
res silvestres, el
transparente azul del cielo mas era la resolución de una cuestión ardua, delicada
hermoso i mas puro del mundo i las mil bellezas '■ i cuya importancia solo es dado calcular al que,
que engalanan a Concepción en el estío: cada una de ¡ en medio de la vida, se siente arrastrar a la muer
estascosasi todas ellas juntas]ensanchaban elalma, te por una fuerza superior e irresistible. En el
-

arrastraban los ojos i el pensamiento a contemplar éxito de esta cuestión nada menos se. jugaba que
las preciosidades de una naturaleza tan favorecida la existencia de un hombre, la vida terrenal i
del cielo, i traian sin quererlo a la memoria, los quizá la salvación eterna de un ser que siente i
heroicos recuerdos que con su primitiva belleza i que ama,. de un ser que con su muerte presentada
poesía conserva intactos hasta ahora aquel pueblo : al pueblo en espectáculo realizará talvez el estra-
encantador. vagante dogma de la venganza social o dará un
,
Extasiados estábamos dos amigos en la contem desmentido, después de tantos otros, a la ineficaz
plación de tan brillante espectáculo, cuando un i ridicula teoría de el ejemplo, pero que viviendo
hombre llegó a preguntar por el que escribe estas podría purgar su delito, mejorar su condición i
líneas i puso en sus manos una carta cuyo rótulo pagar con usura a la sociedad el daño que le cau
decia: «Al señor M. G. con toda prisa.» Para mí sara en un rapto fatal de enajenación o de estravio.
era; abríla al instante i al claro do la luna lei lo ¿Qué hacer en tal caso? Un instante de medita

que sigue: ción bastó a resolverme. el deber i la compa


...

sión me llamaban! Guardé, pues, la carta, hice


«Señor: No conozco a V., pero seque su alma
seña al portador i salimos.
es honrada i que su corazón es compasivo i hu
mano.
^M III.
«Residiendo V. desde
dad, supongo que no deben
algunos dias en
estájiM ^Cuando ocurrió
serle estraños mi
el hecho que queremos referir,
W cárcel dé Concepción estaba situada en un cos
nom1 re i mis desgracias. '-. ¡
ido del convento de San Juan de Dios. Después
«Creo que no estará en manos de V. el reflH Bre cuatro
minutos, de camino llegamos a ella i al en
diar estas últimas, pero creo que sabrá siquienrr trar al tocaban las' ocho las campanas del
patio
enseñarme a soportarlas o que podrá por lo me aruinado templo: su lúgubre tañido pa
contiguo!
nos ponerme a cubierto del baldón i la infamia \ reció
embotarse en las murallas desplomadas del
que me amenazan. claustro i quedar allí vibrando por largo tiempo,.
«Con este fin, i sin otro título para implorar Esta sensación, unida a la que producía el aspec
la compasión de V. que la ventajosa idea que to ele aquellos mustios i solitarios corredores-, in
tengo de su carácter i de sus bondades, me.
fundieron en mi alma uno de esos sentimientos
atrevo a pedirle que venga a verme un instan tristes i melancólicos, que al pincel mas que a la
te i le ruego que cuente por tamaño favor con mi
pluma es dado pintar con sus verdaderos colores.
eterna gratitud.» Detuvímonos en la puerta del cuerpo de guar
«Santiago Palacios.» dia i anuncióme el conductor al Alcaide, un ser de
El recibo de esta carta i su lectura no pudieron alta estatura. i cuyo aspecto semejaba la cárcel en
menos que sorprenderme por el momento. El carnada, la prisión hecha hombre. «Puede V. ver —

nombre de quien la escribía i su crimen (:pie él al reo,» me dijo. I tomando un manojo de llaves,

llamaba con estudio su desgracia) acababan por la caminó con lento paso hasta la puerta de un cala
primera vez de llegar a mis oidos. El nombre de bozo, vijilado por dos centinelas. Abrió, entré i se
Santiago Palacios era en aquellos dias el nombre retiró, dejándome solo con el preso, después de
de un asesino, pero de un asesino famoso, célebre, hablar en secreto dos palabras comino de los sol
extraordinario. Su crimen, envuelto todavía en el dados.
misterio i la oscuridad, pero adornado por el vul Hallábase Santiago Palacios recostado sobre su ca
ma i mirando torvamente hacia la
go con porción de accidentes fabulosos i raros, puerta. Al abrir
ante los ojos del pueblo fascinado i crédulo apare se ésta se
incorporó i luego que me vio quiso po
cía como un hecho atroz i rodeado de mil cir nerse en pié, mas no le
dejó hacerlo el peso i la
cunstancias agravantes i sobrenaturales incomodidad embarazosa de sus grillos: quedóse
Tres dias hacian que Palacios se bailaba en la ! sentado, acerquémele yo i sin decirme palabra es
cárcel i otros tantos que la curiosa muchedumbre tiró su nerviosa mano i la estrechó fuertemente
j
con la mia.
obstruía a todas horas la entrada de ese lugar de
miseria. Como buitres sobre un -cadáver se apiña- El cuarto en que nos hallábamos estaba alum
hombres i mujeres, unos I brado por una negra vela de sebo, i tendría hasta
qan allí niños i ancianos,
a! reo cual a bestia feroz, otros seis varas de largo sobre cinco de ancho, una ma
para examinar '

acaso con la esperanza de leer en su fisonomía la ciza puerta que daba al corredor i en el centro de
verdad de las voces que a su respecto circulaban. íj es!a una ventanilla con dos fierros atravesados en
Pronto veremos el hecho de que se acus::';aal .< forma de X. En uno de los rincones fronterizos a
Julio 2. LA SEMANA. 101

la puerta estaba, portodo menaje, la cama de Pala los rumores que sobre la naturaleza i circunstan
cios compuesta de un colchón, una cobija i una al cias de este hecho circulan en el pueblo?
mohada. —
Incomunicado como estoi, ignoro, señor, qué
El preso permanecía sentado. Su talla, mas que rumores sean esos, contestó; pero el hecho que

alta, parecía proporcionada a sus robustos miem les produce es cierto i yo jamas he pensado ne
bros. Sus ojos de fuego i su poblada i negra barba garlo. ¿Me acusan de asesino? Es verdad, soi ase
daban a su fisonomía un aspecto imponente. Cono sino si, maté aun hombre poseído portadas
cíase que el sol i la intemperie habian quemado su las furias del infierno; a un frenético que aparecía
rostro, pero su frente espaciosa conservaba su blan ante mis ojos, armado de una daga, con las fuer
cura, que era mas resaltante al ver sobre ella zas de un león i la cólera de un caníbal; aun
unos cuántos cadejos de pelo caídos en desorden. hombre medio loco i medio ebrio, que no habien
Individualmente consideradas las facciones de do podido apagar su sed con el vino, quería sa
Palacios nada tenian de notable, pero en su con ciarla con sangre; a un hombre, señor, que no
junto se advertía a primera vista cierta cosa que admitía por su estado convencimientos ni refle
escapa a la penetración déla multitud, algo que xiones i cuyo furor era imposible que se calmase
exita la sorpresa i la admiración, porque revela un sin una víctima.
corazón vehementísimo, una voluntad incontrasta Eu tales circunstancias i durante el primer mo
ble! decidida. Estamos ciertos que en la cabeza de mento, créamelo V., una especie de vértigo se
este hombre un discípulo de Gall habria descubier apoderó de mi cuerpo i de mi espíritu: me acome
to, a la primera mirada, el órgano de la magnani- tió ese tumulto de sensaciones, esa confusión de
dad desarrollado en todos sus sentimientos, en ideas en que se agota la fuerza, en que se pierde
todas sus 'afecciones,- en todas las situaciones de la voluntad i en que parece que el hombre está
su vida moral e intelectual; porque llevaba en su ligado a la vida por un solo punto. Pero hacién
frente i éh sus cejas, en sus arqueados labios i en dome superior a mí mismo i sacando fuerzas de
sus ojos de fuego, ese sello que marca de! modo mi accidenlal debilidad, tuve valor bastante para
mas pronunciado la capacidad para todo lo gran formar una seria resolución i para cumplir un de
de, para los grandes sacrificios i las grandes pa ber que me parecía impuesto por Dios. La casua
siones, para las grandes virtudes i los grandes crí lidad me presentaba también una justa venganza
menes. i la acepté. Aceptándola, creí cumplir con una
Tal era Palacios. —
Desde mi llegada habia per obligación sagrada- i perfecta; creí satisfacer una
manecido meditabundo i en silencio; pero repen acción noble por el sentimiento que me la inspi
tinamente alzó lá cabezal con voz entrecortada i raba; creí que arriesgando mi vida salvaba la vida
débil prorrumpió: de una criatura inocente i ponia un término a su

¡Ah señor Gl. Yo he importunado á Vd.,


. . .-
desgracia i sus pesares
le he hecho talvez abandonar sus ocupaciones i te —
Pero aun cuando esa venganza fuese justa a
llamo para pedirle un nuevo favor, para exijij ojos, repuse yo, debía V. saber que no podía
o a los ojos de la lei. ¿No
un nuevo sacrificio! Pero Vd. me escusará; el di -comprende V. todos
graciado tiene en sus infortunios un título para ii males que pesarían diariamente sobre la socie-
d si el hombre estuviese facultado para admi
plorar la compasión ajena, ¿no es verdad?
Sí, amigo mió, le respondí, asi lo han creido nistrarse la justicia por sí mismo? Antes pues, que
siempre los hombres sensibles a cuyo número me hacerse V. responsable de un asesinato, i de un
honro de pertenecer. Pero veamos, ¿qué me quie asesinato perpetrado a media noche, síu testigos,
re Vd? ¿qué desea que yo haga para mejorar su si i al parecer traidoramente, debió V. desarmar a
tuación? Si he acudido a su llamado inmediatamen Barraza, debió V. colocarle en la imposibilidad de
te, ha sido resuelto a hacer en favor de Vd. todo dañar i de ofender, pero no matarle, porque basta
cuanto me sea posible. que estuviese ebrio i a solas con V. para que las
Gracias, señor, replicó, gracias! Ningún mérito leyes no le den a V. crédito i para que la justicia
hai perdido para el cielo allí se premiarán califique la muerte de Barraza como un homicidio
las bondades de Vd., yaque aquí en¡Ja tierra yo inexcusable, como un asesinato traidor i alevoso.
no puedo remunerarlas sino con un pobre i estéril

Traidor! alevoso! ¿porqué? Acaso se ha po
reconocimiento Ya que Vd. se digna ofrecerme dido negar nunca a un hombre el derecho de su
sus jenerosos servicios, continuó, espero i solicito, propia defensa? Traición! alevosía! lié aquí las pa
señor, que Vd. se encargue de mi defensa. Sabrá labras obligadas del juez de mí causa! Desde mi
Vd. que me están procesando por la muerte de primera declaración hasta la última que he dado
Barraza. Acabo de prestar mi confesión, el suma esta tarde, en todos los cargos que me hace, me
rio está terminado, 'ha pasado en vista al Fiscal, i el culpa de asesino traidor i alevoso. Pero si el hom
juez de letras quiere que en 24 horas haga mi de bre vé en todo homicidio un crimen, la lei, que
fensa para concluir con el proceso en ocho dias. El simboliza en la tierra la justicia del cielo, ha sa
término no puede ser mas angustiado, pero se me bido, me parece, distinguir entre el homicidio
dice que así lo exije la naturaleza de la causa. criminal i el homicidio necesario. ¿No seria culpa
Siendo así, ya ve Vd. que sin relaciones, sin recur ble el que, pudiendo matarlo, dejase con vida i en
sos i cargado por el crimen de que me culpan con aptitud de ofender a un can rabioso? ¿I porqué
toda pública odiosidad, yo voi a ser precisamente hacer diferencia entre un perro atacado del mal
condenado a muerte; sí, a muerte! ¡1 es tan de rabia i un hombre poseído, un furioso atacado
triste morir, señor, cuando uno es joven, cuando por la mas horrible de las enfermedades, la hidro-
en el alma rebosa la vida, cuando a cada Instante fovia?
una idea nueva alegra la imajinacion ¡despierta en No crea V. que falto a la verdad porque tenga
nuestra fantasía alhagüeñas i dulces esperanzas!! interés en aparecer inculpable a los ojos de V. :

Amigo mío, le interrumpí, no se aflija V. an no señor, le hablo a V. con toda la sinceridad do

tes de tiempo: todavía no puede saberse cuál será mi aima Eran las doce de la noche cuando-
el resultado del proceso de V. Pero, dígame V., llegamos junios yo i Barraza a la casa que este
¿es cierto el hecho que se le imputa? son efectivos ocupaba con su mujer. En su estado ordinario
102 LA SEMANA. Julio 2.
Barraza era un hombre
provocador i pendenciero: razón, dejando llevarse a la corriente su siem
la riña era su elemento natural asi como la crá fardo de enojosos recuerdos.
pre pesado
pula i la disipación eran su vida. Por una incon
secuencia inexplicable

¡Quién no lleva escondido


para todo el que conociese
6u carácter i sus
inclinaciones, siempre exajeradas,

Un rayo de dolor dentro del pecho!
siempre viciosas, este hombre no acostumbraba i si bien
beber licor; pero en dos ocasiones que lo hizo a mi dijo un malogrado poeta español;
dejamos aparte los recuerdos tristes que pue
presencia sus propensiones camorristas i sus fe
roces instintos se desarrollaron en una den aquejar a los hijos varones de Adán para
progresiou
verdaderamente espantosa. Esa noche habia juga ocuparnos de los que una joven hija de Eva
do i perdido, habia pasado toda la tarde en casa de puede haber cosechado en su breve carrera,
N., donde mantenía, a pesar de todas las súplicas no dejaremos de conooer que alguna recuerda
de su adorable mujer, una relación escandalosa i
siempre con pena un vestido que nunca pudo
adúltera. Allí bebió contra su costumbre, i reco
procurarse, otra las veces que la enviaron a
cíase a su casa beodo cuando yo, que también me dormir habiendo mozos en el salón, ésta de un
recojia a la mia, le encontré. Tomóle del brazo i
marchamos. En medio del cariño que siempre me pérfido que la engañó regalando a otra -el
tierno cadejo que ella le obsequiara en jun fa
manifestaba, nunca dejaba de celar a su mujer
tal momento de abnegada pasión, i aquella en
conmigo. Ella me lo dijo muchas veces, i para
evitarla disgustos yo escusaba cuanto me era po fin, de alguna infausta noche de baile en que
sible mis visitas. tuvo que resignarse al rol pasivo de espectado
Exaltado esa noche por los vapores del vino, ra.—
Todos llevamos, pues, escondidos un
aburrido de suconstante mala suerte, i exasperado rayo de dolor dentro del pecho, i así no es
por los zélos i el desenfreno de sus pasiones, Ba pobre dicha la de lograr algún dia olvidarlo á
rraza quiso creer que yo salia en aquel momento
entregarnos a aspirar el perfume enervador
de i que venia de verme con su mujer mien
su casa
de ese encantado jardín que llamamos el por
tras él estaba ausente. Traté de desengañarlo,
venir. De aquí nuestra creencia, por consi
pero en vano, porque los celos embargaban su ra
zón i cerraban sus ojos. Llegamos,
pregunta por guiente, de que para una niña, que se casa
Rosario i sabe que está en cama, no obstante ha por su voluntad, hien entendido, el estado de
berle ordenado que le aguardase siempre en pió. novia debe ser una fuente de gratas esperan-
Entonces se desespera í furioso se lanza al dormi xas i deliciosos presentimientos.
torio de su mujer. Llega, la toma por los cabe Divisar entre las brumas rosadas del por
llos, la tira fuera de su lecho, la amenaza, la in venir la colosal i fantástica figura de ese ser
sulta, i, como indignado de su debilidad, trata. redentor que se llama marido; contemplar en
de arrastrarla por el suelo i pisotearla en castigo »nube que le sirve de auréola las encantado
■de su resignación. Hutónces me abalanzo sobre^, ras promesas del matrimonio: los lujosos ves-
le arrebato su presa i le saco a empellones p^ idos, los encajes fascinadores, las deliciosas
fuera del dormitorio, cerrando la puerta tras
sus pasos.
alhajas, ¡acaso también coqueton i elegante,
rato lucha deslumbrador i magnífico, un lindo coche cou
Largo -conmigo i no pudiendo ven
sus briosos caballos;
cerme, se desespera i prorrumpe en improperios porque en nuestros dias
i blasfemias, Su cabellera estaba tiesa sobre su de lujo i materialismo, de ostentación i de or
no podre olvidarlo; su barba parecía heri-
frente, gullo, ese vehículo i esos .animales son famosa
zarse por la misma horripilación; sus ojos, rodan
palanca en materia de amorosas conquistas,
do en sus órbitas, brillaban con un resplandor vi i
según aseveran esperimentados prácticos
drioso; la espuma de la ebriedad i de la cólera
observadores, ¿no será todo esto, preguntamos,
inundaba sus labios; el sonido producido por su una ventura incomparable?
gruesa respiración semejaba una especie de grito Ademos *1 marido representa la libertad,
sordo i gutural; al mismo tiempo blasfemaba,
la iniciación en una nueva vida de ese ser de
gruñía, pateaba i quería saltar sobre mí para llegar
hasta su víctima. licado i fuerte, débil i poderoso, siempre sujeto
a superior
jurisdicción que llamamos niña
soltera.
{Continuará). (¡asi inútil parece advertir aquí que habla
mos de las tres cuartas
partes de los matrimo
nios que se efectúan en nuestras sociedades i
Algunos matrimonios.
que escluimos la cuarta parte restante para
los matrimonios de amor. ¡No faltará
ESTUDIO DE COSTUMBRES. escép-
tico que nos califique de pródigos al hacer tal
Se nosfigura que la mujer que está a pun escepcion!
to de pasar el Rubicon de la soltería, debe Esos dias de bienandanza para una joven
hallarse en un estado moral inui semejante que va a casarse i
qu<; nosotros llamaríamos
al de los niños en la víspera del dia domingo; gustosos «el veranito de san Juan de las mu-
es decir: presintiendo los goces inefables de /eres» empiezan a re /estirse de su verdadera
una completa felicidad i olvidadas enteramen prestijio a medida que van llegando ios rega
te del pasado, lo que no es, por cierto, la mas los de boda con que la liberalidad de los
pa
despreciable de las humanas satisfacciones. rientes i amigos manifiestan su cariño a la

que
El matrimonio es entonces para ellas una es va a salir del
gremio de las devotas de San
pecie de Letéo, en cuyas aguas se baña el co Antonio. El brillo de los presentes
aleja, por
Julia 2. LA SEMANA. 103

supuesto, la i majen del futuro marido, así co pidencuando ya creen haberlo visto todo, de
mo
después de una Victoria todos olvidan
se jando las de la casa en la tarea de guardar
a
de las victimas' i doblar cuanto han mostrado.
para gozar de las [riquezas del
botín i de los placeres del triunfo. I en ver

Al salir, doña Ciprianita dice a su hija o a
dad que el matrimonio es una notable victoria la persona con quien ha venido:
alcanzada por la mujer en la guerra de la vi —
Tanta bulla que hacen con los regalos i
da. Rendir a discreción a un ricacho con el no sirven para nada.

fuego de unas cuantas ojeadas i conquistadoras La manteleta negra no me ha gustado


sonrisas; hacerlo- despreciar so libertad, el nadita, dice la otra, debajo del portal hai mu
mas precioso de los bienes cho mejoresque esa por tres onzas.
que de tejas abajo
le es dado disfrutar a un viviente; obligarlo a —
I ellas quieren hacer creer que ha impor
desatar los eóráones del boísiHo, infundiéndole tado cinco, replica la caritativa doña Cipria
un
desprecio arrogante por el vil metal tan nita.
desdeñado en las teorías de los filósofos i tan —

¿Qué te pareció el terno? es mui sin gus


acatado en la práctica de todos-, darle bastante to, nó?
arrojo, en fiia-, para abandonar la plácida —
I los brillantitos tan amarillos.
ribera del celibato i arrojarse intrépido err el I la conversación- continua animándose por
mar proceloso de himeneo,
¿no es aleanzar grados hasta que se ocurre otra mejor.
una gloriosa victoria? Cesar debió tanto tal

Entre tanto el novio ha llegado a la casa
vez a su esperiencia guerrera el acierto de los de su futura i tras él preséntanse nuevas visi
principios que estampó en sus Comentarios, tas atraídas, como las primeras, por la curio
como a su constante práctica en la lid amonh- sidad de los regalos. No podiendo mostrarlos
sa, i acaso Geopatra le dio con su amor sus en presencia del novio, la niña i las visitas
mas acertadas máximas. suelen escurrirse a las piezas del interior,
Los regalos deboda, como decíamos, son el donde se repite igual o parecida escena a la
sueño realizado de mas de una niña, el
primer que dejamos descrita, mientras la mamá bos
paso en la can-era de la satisfacción i del con teza al futuro yerno, el que cansado de espe
tento mundanos. Una novia sin
regalos es al rar se
contajia con los bostezos de la suegra.
go de mui incompleto como un amor sin ju Las que habian entrado vuelven al cabo de
ramentos i como un baile sin música. Ellos una hora o mas
tiempo i se despiden de la
dan pábulo a las sabrosas pláticas de las vi casa con gran
aplauso del novio, que a cada
sitas de confianza que vienen a ver a la novia,, cinco minutos de vana espectativa, las ha es-
la que los muestra con todo el pudor que k) enviando a los mas remotos lugares que
casos requieren, i haciéndose
talesli" le han ocurrido incluso el infierno.
siempre rogatg ^sc¿se
.

para exhibirlos a la curiosa observación de las^r -Mira, dice apenas han pasado la puerta

visitas. Estas llegan atraídas por la natural de calle una de las visitas a la otra ¿es ese el
curiosidad de ver los regalos i la conversación novio?
es traída a este terreno tanto Sí, pues, ¿que no lo conocías? responde
por ellas cuanto

por la dueñq de casa. la otra.


—Mira-bija, dice la madre, muéstrale a la Pero ahora que lo conozco no le alabo el

íiprianita ese cuello con Valenciennes que te gusto a la Panchita, ese hombre debe ser be
mando tu tia Críspula. bedor.

¿Cuál, pues, mamá? contesta la niña ha Con ese color tan zollamado que tiene;

ciéndose la ignorante. no sé como


pueden gustarles los hombres co

Ese de medallones, niña, replica la seño lorados.
ra. Mira, trae también el de
encaje de Inglate Este parece que está siempre con ver

rra. güenza.
Un instante despuesla novia aparece carga —
Pero ya sabes que tiene cien mil pesos.
da no solo con los dos cuellos
pedidos, sino — bien lo decia yo, si las mujeres
Ay hijita,
que con un alto de cajas de formas variadas i por casarse son capaces de
dimensiones diversas. I esta conversación continua animándose
Los cuellos son examinados con prolijidad i también como la primera, mientras que el in
alabados con amable complacencia. feliz novio siente que es el mas dichoso de los

¿I esto qué es? pregunta una de las visi mortales.


tas mostrando alguna de las cajas que la niña Pasa por fin el veranito de San Juan i llega
acaba de traer. tras largas horas, la noche designada para las

No, si es un vestido, dice está, abriendo nupciales bendiciones. En la casa todo es mo


distraídamente la caja. vimiento i aprestos, todo ajitaciones i estré
I se examinaaquel vestido i luego otro i lue
pito. Los criados están en ese dia de una tor
go una manteleta i después se hacen nuevos peza desesperante, los niños, porque ¿en qué
viajes adentro en busca de las alhajas, que con casa no hai niños? introducen por todas par

igual escrupulosidad por todas i cada una de tes la confusión i el desorden, las lámparas se
las visitas son observadas, orijinándose de ello taiman i no quieren prenderse, la caja de fós
prolijas disertaciones sobre lo que en tal o foros se pierde a cada momento: todos los
cual tienda se ha visto. Al fin las visitas se des contratiempos parecen haberse acumulado so-
— ffli

1P& LA SI IMANA. Julio 2^


bre la afanosa familia i, pasado el susto¡ pero sin acordarse .que tam
para colmo de inco
modidades, la modista-no ha llegado aun con bién se les han
pasado las üusiqnes i que una
el vestido de la novia. joven, por qnérjica que sea su voluntad, np
—Mamá, i la modista que no llega, dice la abandona sin temblar las risueñas creencias
niña con lastimero acento. de su estado, para entrar en otro velado; de

A qué te metiste a mandar componer el misterios e incertidumbres. .

vestido cuando estaba tan bien! ¡Niño, deja Ábrese entretanto la puerta i: la cara del pa
ese florero, esclama interrumpiéndose la ma dre asoma con ceño inquieto i resuelto a la vez,
má para contener los desmanes de uno de sus —Acabarán esta noche, dice, el padre, está
vastagos, que todo quiere tocarlo. -

, ,
aquí cuanto há i quiere irse luego. VamosPan-
En ése instante llega el papá que se¡ha pues chita, déjate de .'.-;
sonseras. ,.¡

to ya su frac, una verdadera curiosidad, que El cortejopone al cabo en marcha i la no


se
manifiesta lo caprichoso déla moda. via, conducida por la mamá, aparece con el

No hai porque apurarse, dice impuesto

rostro bajo i el clásico pudor en; la frente; ;pa^
de las ansiedades de la familia; todavía es tem sando por entre los grupos de convidados que
prano. se agolpan con curiosidad a verla. •

En fin, la modista llega, las lámparas se en Vamos, vamos, acabemos de'upa vez, di

cienden, los niños son enviados al interior, ce el dueño de casa, con la misma prisa con
de
entre gritos descomunales, i el orden se res que trataría un, comerciante de deshacerse
tablece calmándolos cuidados de la señora. un artículo calificado de hueso.

Esta con una hermana i sus hijas, ayudadas Colócanse los novios, luego los padrinos, i
por alguna amiga antigua, que ya se conside el sacerdote con mui breves palabras consa
ra como
pariente, pasan a la ardua tarea de gra una unión que ha de durar todo.la vida,
vestir a la novia, a la que de antemano el pe al paso que los espectadores ponen atento el
luquero ha prodigado los primores de su arte. oido para escuchar el sí de la novia.

El vestido' te sienta perfectamente,; dice Este es el instante solemnísimo de la fami
la tia acomodando los pliegues de la falda. lia. La novia dice sí i suelta el llanto, la ma
Está lindísimo, dice la amiga casi parien

má lo suelta también sin decir nada, arrójanse,
te ¿dónde está el velo? .
. - los unos en brazos de los otros, agolpándpse
A estas -palabras la mamá siente un. hielo todos sobre este grupo, i comienzan los comen
mortal discurrirle por todas las venas: no se tarios, las bromas, las felicitaciones i las risas.
ha acordado del velo! . La orquesta preludia entonces unas cuadri-
—El velo poco importa, dice la tia; soloA ¿las i el novio se adelanta hacia su mujer, las
necesita para casarse en la iglesia. Tsn Ttarejas se ponen, en movimiento idos, mozos
—No ínjita, replica con porfía la antiguípl Batallan por hacerse oir por ; sus compañeras,
amiga; el velo es indispensable, cuando yo me las que tienen sus ojos .fijos,en la recién ca
casé me acuerdo que sada, ,
. .
..... ,.. i ■
■ '
;.
'
•■■' '■
<-\i-

Pues yo me casé sin velo, replica la tia. t-
que V. dijo:sí, despacio, c-ice el; nue
Vaya
I yo también, añade la mamá.
— vo marido a su esposa, tratando, de. entrar. en

Esta discusión es interrumpida por el dueño conversación para desentenderse de d^nt^s mi


de easaque, asomando discretamente la cabe radas. : '; ., . .'. .
.-.-:,
: . ....

za: ¿No les parece mejor, dice, que les pongan Ai! si estaba tan asustada, responde la

de una vez las bendiciones, antes que llegue niña. ,.-.,;:-,


masjente?

¿I como yo no tuve susto?


palabras la novia se pone a temblar
A estas —¡Qué gracia, los hombresson tan distin
como una gelatina i los parientes a tranquili tos.- .■.-.'■•-.. .■■''■-,! ;
'

zarla con numerosos ejemplos tomados de la En los corrillos que pueblan el salón, las
crónica social, que en esto de aconsejar suce conversaciones se han animado también a fa
de lo mismo que cuando a un infeliz le ataca vor del ruido de la música.
un dolor de muelas: a todos los que lo rodean —-¡Jesús! dice una señora a la que liene al
les lian dolido también, pero se la han sacado lado, la novia parece que está enfundada con
sin sentir. ese vestido tan mal hecho.

No te se dé nada Panchita, la dicen: no




I el descote, hijita, yo no sé como hai
creas que es una cosa tan terrible: todas he madres que se permitan vestir así a una niña.
mos pasado por eso.

Parece que la hubiera peinado su mayor
Cuando yo me casé me dio un desmayo,

enemigo, dicen en otra estremidad del salón.


dice otra, que me caí sentada i arrugué todo

I lo pronta que estuvo para llorar. ¡Quién
el vestido; pero después se me pasó el susto. le irá a creer esos llantos!
El novio, por supuesto, es £n aquellos mo Las personas que rodean a la mamá apuran
mentos una especie de vampiro, objeto de por el contrario, todos los elojios imajiuablea»
horror de las que rodean a la teirhlorosa Pan baldándola de la hija.
chita.

Está en su noche la Panchita, la dicen
Otras citan nuevos ejemplos, todos alenta unas.
I divinamente vestida, añaden otras.
primeros, porque al fin i al
I
¿Por

dores como los


l le pusiste velo, hijita?
cabo todas concluyen por asegurar que les ha qué no
Julio 2. LA SEMANA. 105

Las cuadrillas entretanto se han terminado 1


Dichas regala que no son ficticias,
con jeneral animación i los amigos del novio | Por que él hace la vida seductora
lo rodean presurosos, dirijiéndole cada cual Dando encanto a las tímidas caricias
|
sus cumplimientos o sus bromas en las
que de ! Que presta un alma a otra a quien adora;
ordinario no reina el gusto mas esquisito. I Por que el amor es fuente de consuejo

Vaya amigo, le dicen, ya está pasado el Emanación purísima del cielo.


mal trago.

Pero hombre, ya te estoi encontrando Amar i ser amado! cuánto goza


cara de marido. No hai que ponerse a boste El alma que embriagada se extasía,
zar ahora. Cuánto placer el corazón reboza,
Uno que se precia de hombre de mundo lo Cómo feliz se inunda de alegría,
saca por fin del corrillo i comienza a darle sus Por que ya no lo hiela ni destroza
consejos, que para esto nunca falta un Mentor. La indiferencia que sufriera uh dia!
Ahora todo es goce, todo encanto,

Vaya hombre, le dice, ya estás casado,


es preciso que desde el principio te acostum 1 hasta en los ojos se ha secado el llanto!
bres a dominar a la mujer.

El hombre feliz, le dice otro que se acer ¿Quién ha escuchado el delicioso acento
De una mujer hermosa apasionada,
ca golpeándole el hombro ¡quién tuviera su
suerte! I respirando con su mismo aliento,
I así, unos en pos de otros, tanto i tantas La ha sentido cantar entusiasmada
cosas le dicen que el infeliz teme perder el Con dulce voz el grato arrobamiento
i En que se aduerme una alma enamorada,
juicio.
Dadas las once de la noche todos principian Sin sentirse de amor estremecido
a despedirse, dando las mujeres un fuerte I al mundo todo echarlo en el olvido?
abrazo a la novia i los hombres un apretón de
manos al marido, acompañándolo casi siem ¿Quién ha visto brillar en unos ojos
pre de una sonrisa, que creen mui adecuada Algún rayo de amor resplandeciente,
a las circunstancias, llevados de ese deseo que
I con él ha apagado los enojos

ajita al hombre de aparentar una malicia que Que antes sufría tímida la mente,
hombre I ha divisado nítidos sonrojos
lo haga a lo menos pasar por agudo.
En una pura i candorosa frente,
Nadie. Sin conocer que el corazón se ajita
* I éb un
placer sin fin se precipita?
'• ha sentido el inefable fuego
Amor. ¿Quién
De mirada lánguida de amor,
una

Que llega al alma cual fecundo riego


¡Oh qué bello es amar! bella i tranquila Llenándola de luz i de calor,
Entre placeres corre la existencia,
Sin extasiarse en májico sociego,
I el do!or en el alma se aniquila
I con la fuerza de amoroso ardor
Al respirar de la pasión la esencia;
I el corazón amante no vacila
Estremecerse al ver una sonrisa
la luz de la conciencia Cual débil hoja al soplo de la brisa?
Reflejando
En la duda feliz de la esperanza
bello Oh, es mui bello amar, vivir amando!
Que' siempre a un porvenir avanza.
Sin amor es mui triste la existencia,
la vida
amar! De los placeres al halago blando
Oh, qué bello es nunca

Mas alegre se ostenta i


risueña.
mas Puede vivir el alma, i la creencia
Ni encanta mas al alma adormecida No se vería con dolor dudando
Entre las tristes sombras de la ciencia;
Que en otras dichas ilusorias sueña,
Ni sería el misterio tan profundo,
Que cuando en el amor está embebida
Con una idea plácida, halagüeña, Que el amor es la luz, la vida, el mundo!
I con tiernos e incógnitos cantares Luís Rodríguez VelascOí
Del corazón se alivian los pesares.

Amar i ser amado! qué ventura


Sentir la vida resbalar dichosa
ür>ese©¿
Sin que el golpe fatal de la amargura
Venga a cortar la calma deliciosa Yo fuera uno de tus labios rojos
De dos almas henchidas de ternura Para beber del otro la ambrosía,
Que con pasión constante i ardorosa Pero si este deseo te da enojos
Gozando juntas sin dolerse aman ' Quisiera ser ia niña de tus ojos
I por do quier se buscan i se llaman. Para vivir en ellos noche i dia.

Amar i ser amado! mil delicias Enero de 1359.


El amor en sus fuentes atesora ÍM. :>:i?\:o.'
U
106 LA SEMANA. Julio 2.

Los Recuerdos. rayos! Un amargo recuerdo apareció en los


confines del horizonte e hizo huirla alegría, la


Mas de una vez heñios oido hablar con gran
juventud, la vida.
veneración de los recuerdos i hasta llamarlos Todo bien pesado, el recuerdo es el Convi
una
relijion. dados de PiedradecaAa hombre, el acíbar que
A punto fijo no sabríamos decir la impor
siempre encuentra en el fondo de todo vaso,
tancia i mucho menos las delicias, los buenos la espina que le punza entre los halagos de la
ratos que esa relijion procura al hombre. flor.
Hai en este ser una enfermedad crónica: su La mitad de sus desventuras son la obra
disgusto por el presente. Todo lo que vé, todo del recuerdo. Sin él la vida correría casi libre
lo que toca, todo lo que posee parécele malo, de tropiezos, porque no tendría pasado. Na
no satisface su ideal. die recordaría hoi lo que se hizo ayer ni en
Siempre encuentra me
jor lo que pasó o lo que ha de venir. memoria tendría mañana lo que hacemos hoi.
Quizá muchos creerán esta la causa de la Así, nada habria perdurable ni el pesar, ni el
importancia que al recuerdo dá. Para nosotros desengaño, ni el dolor. Todo el que sufre,
no es esta; i mui descaminados andamos cuan
padece i llora no es por culpa del presente es
do vamos a buscar en el recuerdo un olvido,
por obra del pasado, es el recuerdo lo que cau
un consuelo a la ingrata realidad.— Un re sa su aflicción i sus congojas.
cuerdo es casi siempre un pesar, un desen Pero si el recuerdo pierde, es preciso que
gaño i bien pocas veces una satisfacción. convengamos también que de vez en cuando
¿Quién no ha dejado en las zarzas del ca salva.
mino algún pedazo de su corazón? Quién no
¡A cuántos el pensar lo que atrás dejaban
ha visto disiparse mas de una bella esperan no los ba contenido al borde del precipicio!
za? Quién no ha sido despertado por la rea Cuántas veces el recuerdo de una esposa, de
lidad en lo mejor de un hermoso sueño? Quién un hijo, de un amigo no ha hecho caer de la
no ha sido niño i ha sentido, ha creído i ha mano la
pistola con que se iba a poner fin a
amado? una vida que era odiosa, o el puñal con

¿Dónde está el consuelo en todos esos re que se iba a ultimar a una víctima indefensa,
cuerdos? o los dados con que se iba a arruinar o a ser
Necesario se va haciendo convenir en que arruinado!— Pero el patético nos gana.
el peor enemigo del hombre es el hombre Bajemos a otras situaciones de la vida me
mismo. Nada lo prueba mejor que su pasión nos solemnes. Encontraremos en ellas al re

por los recuerdos. cuerdo ejerciendo a veces una buena misión,


¿Cuándo recuerda el hombre un placer pa dando acertados consejos.
sado? Cuando un dolor presente lo hiere i fti ¿Qué seria de un deudor que olvidase las

lo destroza. persecuciones de su acreedor? Gozaría, no


¿Cuándo recuerda la juventud perdida? —


hai duda, de mas calma, comería, dormiría,
Cuando la vejez con sus -debilidades, sus mi pasearía i estafaría cen mas tranquilidad i
serias, sus achaques i sus tristezas se ha holgura; pero en cambio seria atrapado en el
abrazado con él. instante menos esperado. Mientras que oyen
¿Cuándo hace memoria del primer amor? do llamar a todas horas a su puerta el recuer
Cuando sufre el primer desengaño. do de su deuda, viendo delante de su vista la
¿Cuándo echa de menos la vida, su esplen sañuda figura de su acreedor, está siempre
dor, su fuerza, su ruido? Cuando el helado

alerta contra los malos encuentros, no vuelve
viento de la muerte empieza a azotar su ros una esquina, no se aventura en una calle sin

tro, a entumecer sus miembros, a nevar sus haberse cerciorado antes que la sombra de ese
cabellos. nuevo Banquo no ha de venir a dejarlo parali

De este modo el dolor se hace mas punzan zado a medio camino»


te, la vejez mas triste, el desengaño mas ¿Qué seria de un cómico que olvidara su
amargo, la muerte mas dura. I sin embargo, papel? de un orador que olvidara su impro
todos quieren volver atrás, envían un suspiro visación? de un tonto que perdiera su grave
o una lágrima a lo que fué, i trabajan i ansian dad? de una mujer que olvidara que habia
i luchan por abandonar el puerto del presente. olvidado el año de su bautismo? de un es
El corazón humano es un misterio o por lo critor que recordara que sus lectores no tie
menos un embrollo en que la razón vacila, la nen mucha paciencia? —
El cómico seria silva-
cabeza se pierde i la oscuridad nos gana ape do, el orador reído, el tonto cojido por la
nas emprendido el viaje. oreja, la mujer.... quien sabe que seria de
¡Qué de veces no hemos visto a dos labios ella. I del escritor, ¿qué seria? preguntará
de carmín perder súbitamente su tinte i su algún curioso. No escribiría.

sonrisa i palidecer un rostro en lo mejor de su Por poco que se baya corrido nuestros sa
irradacio.n! Qué de veces no se lia marchitado lones, no se habrá dejado de notar en ellos
totlavia en botón mas de una bella flor! Cuán ciertos individuos que sin haber llegado a re
tas existencias no se han sentido agotadas solver el problema de la humanidad racional,
cuando e! so! de la juventud, la esperanza i el son sin embargo atendidos, festejados i hasta

amor las vivificaba con sus mas espléndidos respetados.— Nada hai en ellos que no seari-
Julio 2. LA SEMANA. 107

dículo. No saben reír ni hablar, ni aun siquie- \


ra llorar. Cada una de sus palabras es una A mi suerte.

necedad, despropósito que hace venir los


un
Por mas que viertas de tu negra copa
colores al rostro de la niña, la risa a los la
Sobre mi pecho la fatal cicuta,
bios de la mujer, la compasión al corazón del
hombre sensato.
Que yo doblegue la abatida frente
No esperes nunca.

¿Quién es este hombre, decimos al;prime-


ro que encontramos a mano. En vano, en vano contra mí preparas

Es hijo de D. Fulano o nieto de D. Sutano.
El dardo cruel de la calumnia impía,

Nada más?
*
Si al alma libre de nefando crimen
—I lo que Vd. vé.
Nada la humilla.

¿Es un hombre-recuerdo, entonces?



Ha acertado Vd. No de la envidia solapada, temo
Oh poder de los recuerdos! Por ser hijo La lengua vil que se desate aleve;
o nieto de un hombre importante se le tolera
Con el desprecio probaré a la torpe
que desgarre el vestido de la una, que diga Que no me ofende.
a la otra una grosería,
que vuelva la espalda
a la de mas allá,
que se lleve a los hombres Ni qué me importa, temeraria suerte,
por delante, que rocíe al hablar el rostro de Ver del amigo la traición infame,
los que le escuchan, que tenga criados que Cuando lealtad i corazón sincero
le sirvan i coche que le lleve. Puedo brindarle?
I no es esto todo : el poder de los recuerdos
llega a hacer hábil a mas de uno para los Si falsedad i fementido halago
puestos mas encumbrados. Los hombres-re Veo en la hermosa a quien adoro fino,
cuerdos sirven de verdadera compuerta al Bien sé que tú eres la deidad, que inspira
resto de los humanos. A menudo un hombre Su cruel desvio.
que vale por sí mismo se halla a lo mejor con
un hombre-recuerdo que le estorba el paso Pero no creas
maldiga i llore,
que
cuando no le toma la delantera. Porque propio de los hombres débiles,
esto es
Para el hombre hijo de sus obras todo es No para aquel que dentro el pecho lleva
dificultades, cada paso una fatiga, cada su Una alma fuerte.
bida un precipicio.
Para elhombre-recuerdo todo es facilidades, Cesa, tenaz, en perseguirme airada,
no anda sino que lo llevan, no sube sino que Que el cuello altivo no me harás que incline,

lo suspenden, no cae sino que lo bajan. I siempre en vano asestarás tus golpes
Mientras el primero lucha i sufre. Al pecho firme.
El segundo come, duerme i ronca.
Mientras el primero solo tiene quien lo en I en tanto, en tanto pediré a los cielos

vidie, quien lo combata i quien lo intrigue; Que te aniquile en tu rigor insano,


El segundo tiene quien lo ayude, lo proteja I el universo quizá vea un dia
i lo defienda. Que te he postrado!
Mientras al primero se le pregunta quién —

Junio de 1859.
eres?
Al segundo se le abre paso. Rafael Santos.
¡Bienaventurada relijion de los recuerdos!
¿qué vienes tú a ser en resumidas cuentas sino LOS
un pedestal para los necios?
Hace creído jeneralmente que solo los go Cuentos de la fleáisa de Navarra
biernos tenian el estraño talento de dar ocu o

pación a las incapacidades; pero ahora vemos EL DESQUITE DE PAVÍA .

que si los gobiernos saben ocupar a los inca


paces, los hombres saben erijirlos en dioses Cosísedía en chico actos.
i circundarlos de una aureolado divinidad.
Continuación.
¡Cuidado con tocar a los necios! acordémo
nos que son los unjidosde la sociedad.

¿Qué son en buena plata los recuerdos? MARGARITA.

He aquí una cuestión nada fácil de resolver. Cuando les oprimía. Siempre pertenezco al
se

Ya los venios apagando una sonrisa, hacien partido de los que lloran. (Con calor i amistosa
mente). Veamos confiadme vuestros pesa
do huir una esperanza, cerrando con doble
res.... yo os contaré los mios; porque tengo mu
vuelta la ferrada puerta de la felicidad; o ya
chos!...
trayendo al hombre al deber, sacándolo del LEONOR.
atolladero, siendo un viento propicio para la No tantos como yo. Diez años tenia apenas cuan
pesada nave de los bienaventurados. do el emperador Carlos V, mi hermano, me casó.
¿Qué son, pues, los recuerdos? Recuerdos!—

MARGARITA.
Justo Arteaga Alemparte. A los diez años?...
LA SEMANA. Julio 2.

LEONOR. LEONOR.
Para perfeccionar un tratado de comercio con ¡Oh, Sí!
un
principe valetudinario a quien yo nunca vi... MARGARITA.
I bien, lo que hoi terrible to-
me pasa aun es mas ¡No iréis
al convento... os casereis con él!....
daví.d Para saldar sus cuentas con el condesta leonor, asustada.
ble de Borbon, que ha contribuido poderosamente ¡Callaos, callaos!... Que ni las paredes os oi
a hacernos
ganar la batalla de Pavía.... le ha pro- gan!... obstáculos eternos, invencibles!... i en los
molido mi mano. cuales ni aun debe un momento pensarse...
MARGARITA. MARGARITA.
A un traidor a la Francia, a su patria! Pues por eso mismo debe pensarse en ello
LEONOR. No estoi mui segura de que no exista por ahí al
¡A Francisco I, su soberano! gún joven caballero que todo lo separa de Mar
MARGARITA. garita... ¡Pero quién se atreverá a decir que una
I obedeceríais?... cosa es imposible... con fé, con esperanza.... i
LEONOR. con un poco de caridad
para con aquellos qué...
t? Nunca! jamas será
mi mano et premio de] una amamos!...
traición. —
Me dijo mi
hermano «os casareis con LEONOR.
él o entrareis a un convento.» I yo le respondí: yo que estaba creyendo, que solo amabais
¡I en
Entraré al convento. el mundo a vuestro hermano!
MARGARITA. margarita, alegremente.
Oh! noble i jenerosa joven! Para todo hai tiempo (con seriedad). Pero decis
LEONOR. bien: A él primero! su libertad i su gloria... an
I como me viese anegada en llanto, díjome : tes que mi felicidad i mi vida... i tiemblo en este
((Acabemos; estoi do prisa. Os concedo hasta ma momento de verme obligada a dejar a Madrid!
ñana para reíleccionar i decidiros. I fuese espan LEONOR.
tosamente encolerizado a oir misa!... Qué bien ¿Qué me decis?... eso no es posible... es preci
le habrá aprovechado!... Pero no tenia necesidad quedaros, cueste lo que costase....
so ¡Pues qué!
desesperar... lo mismo será mañana que hoi... no sabéis que hace dos meses que el rei de Fran
MARGARITA. cia, separado de todos sus servidores, está ence

¿Entrareis al convento? rrado torrecilla estrecha i oscura... perte


en una
LEONOR. nencia del palacio.,., una celda de un antiguo
Con alegría; porque espero no estar en él mu convento... diré mejor, un calabozo?...
cho tiempo; i ifio Dios me llamará luego hacia é!. MARGARITA.
•-•v^jMARGARITA. ¿Quién os lo ha dicho?
Un abatimiento tan profundo... en la primavera leonor, con calor.
de la vida... en momentos en que todo es gozo i ¿Qué osimporta?... si yo lo sé!... presa de todas
esperanza!... Leonor, todo puede decírseme a mí. las torturas, entregado a la desesperación no
Yo soi francesa, i como tal, creedlo, tan buena ca creyendo ya volverá ver a la Francia, ni a su her
tólica como vos. (Mirándola atentamente i después mana a
quien llama...
de uninstante de silencio). ¿Estáis bien segura de MARGARITA.

que hallándoos en el convento, no pensareis allí ¿Quién os lo ha dicho?...


mas que en Dios? LEONOR.
LEONOR. Una fiebre ardiente lo devora en este momento,;
Yo!... sus dias están en
peligro, i ni el emperador, niel
MARGARITA.
consejo de Castilla saben lo que pasa; sus carce
No habria quizas en el fondo
Recapacitad bien... leros solo conocen la verdad i a todos la ocultan.
do vuestro odio hacia el condestable algunos —
MARGARITA.
sentimientos mas tiernos... para con algún otro?.. ¿I cómo lo sabéis vos?
leonor, prontamente. LEONOR.

¡Oh, nó! ¿I quéimporta? si de ello estoi cierta, i si


os —

MARGARITA.
vengo, bajóla relijion del secreto... ¡i por la salva
Tened cuidado... si lo negáis con tanta vivaci ción de mi alma!... a deciros a vos,' Margarita, que
dad... voi a creer que he dado en el blanco. no digáis que por mí lo sabéis, que no me bagáis
LEONOR. traición... ¡pero que salvéis a vuestro hermano que
¿I qué? ¿podríais suponer?. . .
se muere!... ¿Me creéis ahora?
Margarita, suspirando. margarita, besándola.
Yo siempre supongo con las viudasjóvenes co
hermana mia!...
mo i aunque no hubiera otra causa.
¡Gracias, gracias,
yo...
leonor, turbada.
leonor, precipitadamente.
Que! vos amáis también?... ¡Hermana mia!... Ah! semejante nombre!...
margarita, sonriendo. margarita.

¡También!... yo conociera otro mas dulce... os lo daría, a


¡Si
i aparte. vos que parecéis participar de mi penal...
leonor, confusa pero
no hai tiempo que perder.... es preciso que
¡Oh cielo! yo
margarita, vivamente. vea al emperador.

No os asustéis, yo no diré nada.... somos dos LEONOR.

aliadas naturales, dos oprimidas que debemos ha- El momento no es a propósito... no obtendréis
ar causa con.un... Veamos... (son sonrisa inte nada de él; porque ayer a la tarde estaba furioso
con vos!
rrogatoria). ¿Es buen mozn.... (Leonor hace señal J
de as::n>iri\¡.ut:i). ¿Valiente? 'La mismo, demostra- MARGARITA.

c-íV/.-,). de vos por su clase?


¿Digno ¿Estáis segura de elio?

J-ulip % LA SEMANA. 109

leonor, con, impaciencia. (Volviéndose a Babieza). I bien! habla, yate es


Ah sil . . da reconvención) Pues! cuan
.
(con tono . . cucho
do parecía desear tan vivamente esa escarcela bor babieza, inclinándose a Margarita que escribe i
dada por vuestras manos....;
¡que mal hicisteis en habiéndole a media voz.

no ofrecérsela!... No hace mucho que al entrar en mi casa miré


dudando. otros... por el ojo de la cerradura....
'

margarita, como como hacen


¿Lo creéis? margarita, siempre escribiendo.
LEONOR. Mui malacostumbre.... que trae fatales conse*
Por eso estuvo tan disgustado después que os cuencias.
fuisteis.... se quedó callado i se mordió los labios, babieza.

sonriéndose, lo que en él es señal de grande enco- Es lo que sucedió... porque el cerrojo estaba
lerizamiento. corrido i Sanchica escribía.
margarita, con alegría. margarita, con viveza.
¿De veras? Yo sé a quién!
LEONOR. babieza, del mismo modo.
I cuando los enviados de los Paises-Bajos vinie De veras?
ron a anunciarle la revolución de la ciudad de margarita, levantándose.
Gante... ni siquiera los escuchó... i se contentó ¡Oslo diré mas tarde.... el emperador aguar
con murmurar entre dientes vuestro nombre.... da!... Pero tú le llevas ahí una escarcela.
esclamando : «¡que nunca espere nada de mí!» . babieza.

margarita, sonriendoesperanza. con Que le gusta mucho.... porque hace largo tiem
Ah! ahora creo que puedo pedir... que el mo po que le sirve.
mento es excelente... llevadme a su presencia!... margarita.
■^ LEONOR. I que no es digna de un monarca tan poderoso
A estas horas es imposible.... El rei ha entrado como él.... cambio ésta (tomando la
Le darás en
hace mucho tiempo ala sala del consejo... la
que lleva), i le dirás (poniendo en la escarcela
margarita. carta que acaba de escribir) que es un regalo da
Mejor que mejor : es en el consejo donde quiero una dama.
hablarle! babieza.
LEONOR. I añadiré : de una noble i linda dama.
Vos! MARGARITA.
margarita, Como Anda pronto.
quieras.....
¡Como enviada de mi madre, Luisa de Savoya, BABIEZA. í-:"i3«'.-
rejente de Francia!... Si señora, pero V. A. pie dirá....
LEONOR.
margarita, siguiéndolo eon la vista.
•- ■

¡Nadie puede entrar allí, i menos Una mujer! Sin duda (Babieza sale). Llévete el cielo i apre
margarita, asustada. tu vuelta!
decis?
sura
¡^
¿Qué es lo que me
.¿Sí ESCENA X.
ESCENA IX.
mSeGARITA, LEONOR.
Los precedentes. BABIEZA, saliendo de la puerta
margarita.
de la izquierda lleva en el brazo un porta-plie
Si mi escarcela llega a manos del emperador,
gos, i en la mano un pañuelo, guantes i una li si él la rejistra... ¡raro seria que no lo hiciese!
mosnera.
el emperador es tan curioso como una mujer.,..
barieza, acercándose Margarita. si solo en eso se pareciesen ciertos grandes hom-
prontamente a .

Señora, seífbra, que sois mi ánjel bueno


vos bresalas mujeres....
¿no podria yo obtener de vos que me concedieseis
LEONOR.

un momento de audiencia?... ¿Cómo? señora.


margarita, con"despecho. margarita.

¡Pedirme una audiencia a mí eme no las puedo Digo que no solo en eso se parecen. También
obtener!... (A Babieza) Luego, Babieza, soi con se nos parecen en la vanidad. Soi franca. ¿Por
tigo. (Leonor.) ¿1 qué, si el consejo se prolonga qué no confesarlo? Son ellos acaso menos paga
hasta la noche, nadie podrá entrar en la sala de la dos de sí mismos que nosotras. No será el empe
sesión? rador quien pueda desmentirme, ni Gattinara tam
LEONOR. poco. A propósito ¿ved si soi curiosa? Gattinara
Solo los grandes de España. debe estar redactando el salvo conducto con que
babieza, adelantándose. me amenazó. Parece
que me profesa un desafecto
bastante regular.
¡I yo!...
margarita, mirándole con aire
lisonjero. LEONOR.

buen Babieza! Alguien viene.... él es!


¡Ah! ¡el
babieza, enseñándole las cosas que lleva. margarita, aparte.
Para llevar al ¡Mucho tarda Babieza!
emperador su cartera, sus guan
tes, su pañuelo i su escarcela. ESCENA XI.
margarita, poniéndose prontamente a la mesa

i escribiendo. Los PRECEDENTES, GATINARA.


Voi al momento. (Escribiendo.) «Señor : confe GATTINARA.
sándoos ayer tarde que bordaba una limosnera Traigo a V- A. el salvo conducto que le he pro
para el mas leal délos caballeros, era deciros que metido.
estaba destinada a vuestra majestad! Es así que LEONOR.
un leal caballero, no rehusa nada a las damas.» ¡O cielo!

110 LA SEMANA. Julio 2.

GATTINARA. Del rio el ronco acento


Lo he despachado tal
con ¡irisa, que creo que Lejano resonar.
nada se opondrá a su partida.
MARGARITA.
Ah! ven, mi dulce amiga,
Puede que sí!...
Mi tierna compañera,
gattinara, asombrado.
Ven adonde te espera
¿I qué pues?
ESCENA XII. Ansioso el corazón;
Los precedentes, BABIEZA entrando por la En este umbroso asilo
puerta
deja derecha. El engaño del mundo
BABIEZA. Con su soplo iracundo
El
emperador aguarda a la señora princesa Mar No agosta la pasión.
garita.
GATTINARA. atónito. Junio 25.-1858.
¡El emperador!... ¿i dónde?...
LEONOR.
Manuel A. "Hurtad®;
En la audiencia de Castilla.
GATTINARA.
Para qué?...
MARGARITA. Ecos de la semana.
■>¡Para defender en pleno consejo i contra vos,
Santiago, julio 2 de 1859,
Gattinara, la causa de mi herraanol Lánzase con
Babieza por la puerta de la derecha. Leonor sale Sumario. —
Síntesis de la semana. —

Apuntes de viaje
por el fondo i Gattinara queda inmóvil, de pié, i de un Norte-Americano. —
Dias de sol i dias nubla
como aterrado. Cae el telón.
dos. —
Historia de una constipación. Incendio de

t*¿k FIN DEL ACTO PRIMERO. Chiloé. Reacción


pastoril.
H. de Irisakri.
Si los vecinos de Santiago no gozamos, como
{Continuará.) los de París, del fúnebre placer de pasearnos por
una ciudad de vivos que sirve de techo a otra
Lia B*astorci!la. ciudad de muertos, tenemos sin embargo bastante
semejanza con los Parisienses, alo menos con los
Parisienses difuntos, i nuestra capital se parece
Dulce zagala mia, hasta dar miedo a sus famosas Catacumbas, pobla
Desciende a la pradera das de esqueletos. Para hacer de Santiago una nue
I alegre i placentera .&» va Necrópolis, no habria sino colocarla debajo de
Escucha mi canción; tierra, tan profundo es, por lo demás, el silencio,
Aquí en la verde sé tan perfecta la inmovilidad de sus habitantes,
Coronada de flores,
aparentemente próximos a convertirse en momias.
Cantando sus primores
lamas se mostró la ciudad de Pedro Valdivia con
Endulza mi aflicción.
un aire mas i solemne que en estos mo
sepulcral
mentos, en que apura con la resignación heroica
Aquí apartados, solos,
Pastando los ganados, del filósofo griego, no la copa de cicuta, pero sí
Sin pena ni cuidados, una fuerte dosis de aire frió ¡constipante, sin exha
Mi dicha encontraré; lar una queja, sin hacer el maslijero movimiento.
Alegres i serenos Inmovilidad i silencio son, pues, la síntesis de
Iremos por el prado, esta semana; silencio excepcional, inaudito e

I yo siempre a tu lado ha realizar dos verda


inesplicable que logrado
Mil flores te daré. La señora X.
deros prodijios : —
.., según se asegu

ra, no ha hablado en todo un dia sino tres horas


Tranquilos i gozosos en vez de doce, que habia sido ha sta entonces el
Iremos a la fuente
término medio de su locuacidad cotidiana; i se ha
I su fresca corriente
observado que muchos subditos del emperador
Nuestra sed calmará;
El ave vocinglera Napoleón III han permanecido sin despegar los la
En suaves, bellos sones, bios por espacio de treinta minutos.
Cien trinos i canciones No son mas creíbles los progresos que hace
Al vernos cantará; la inmovilidad. Al lado de la secta de los silencio
sos comienza a organizarse una nueva escuela, la
En claros arroyuelos
de los inmóviles, que buscan la celebridad en el
Verás la blanca luna.
quietismo, como aquellos en el mutismo radical.
Que hermosa cual ninguna
No es dado en adelante hombres de importan
ser
Su luz va a reflejar;
Oirás entre los árboles cia sino a los que renuncien por entero al uso de

Jugar el manso viento, la palabra i juntamente so emancipen de todo mo-


Julio 2. LA SEMANA." 111

vimiento. El camino de la hace cada bres i de las cosas. Ha dicho León Gozlan, no re
gloria se

dia masnegativo i difícil. —


Un norte-americano, cuerdo en qué parte ni con qué motivo, que el sol
recien llegado a Santiago, preguntaba en dias pa es la sombra de Dios; las criaturas tienen así mis
sados a su huésped : mo sombra, que es el miedo, mas o menos
su

¿Quiénes son aquí los hombres mas nota oportuno i razonable, pero siempre motivado. Ya
debéis esta semana el miedo a
bles? sospechar que en


Los que no hacen nada, —
le contestó. las constipaciones ha de haber sido el mas común

i también el mas fundado. Apreciad si nó en fi


Esta contestación, verdadera en el fondo, no era
historia que voi a contaros las perniciosas con
sinembargo precisa
tan forma que no re en su

cordase las respuestas del oráculo pagano. Así es secuencias de un resfriado.

que el hijo del Niágara se echó a andar por nues

tras calles, visitó nuestros monumentos i edificios el lunes de la presente semana. La


Estamos en

públicos, el futuro palacio del Congreso desierto tarde principia a celajes de


declinar. Unos cuantos
todavía i la presenta Cárcel Penitenciaria ya tan color macilento, de aspecto taciturno, languidecen
poblada, la Moneda i los Hospitales, el cuartel de en los confines del horizonte. No tardarán en

Artillería i los establecimientos de beneficencia, sentirsedisipados por la helada brisa de la noche.


el Instituto i la casa de Orates, la Catedral i la El crepúsculo de invierno es tan breve que si no
Escuela de sordo-mudos, la casa de Pedro Valdi damos curiosos lectores, vamos a que
nos prisa,
via i el ferro-carril del Sur, el Cementerio, donde dar en poco andar i nada veremos.
tinieblas a

viven los muertos, i el Teatro, donde mueren los Tomad por la derecha i apretad el paso. Dete
vivos, i descubriendo en todas partes pocos que neos ahora i mirad hacia arriba. Estáis delante de'
muchos que nada hacían, con
hiciesen algo i un balcónocupado por dos figuras humanas.
signó en su cartera del modo siguiente el resulta Acercaos algo mas i haced por distinguir sus sem
do de sus observaciones, terminado que hubo su
blantes a favor de la espirante claridad del dia.
veloz escursion: Son dos personas de distinto sexo, pero jóvenes
((Santiago, capital de la república de Chile, po entrambas i entrambas dignas de Ser miradas.
blada por cien mil i mas habitantes que no ha También ellos se miran en este momento i prosi
blan en ingles, i formada por la reunión de muchas a media voz una conversación que va ani
guen
casas, levantadas sobre cimientos. -En Chile se —

mándose por grados. srfÉMr


viaja en carreta i se pasea en ferro-carril. —
Los Dios mió! qué

preg|pPSesclanra la donosa
mas notables son mayor parte los que no
en su niña.
hacen nada, i los que no hacen nada forman la —Te disgusta»
mayor parte.» —
Acaso.
serás sincera.
Secuestradas la voz i la acción, aun ha quedado Di que tjPrBbaraza i mas

e! de la Embarazarme! i por qué?


en pié esta semana ejercicio vista, que —

tan fáciles e inofensivas distracciones. Na —Porque tú no me amas como yo te amo, por-»


procura
da se dicho, nada se ha hecho, pero se ha mi
ha que no vives, como yo, alimentada por un solo
rado. Como es natural, lo que se ha mirado con i una sola aspiración: tu amor! I
pensamiento
hoi
mas frecuencia ha sido el cielo, su sol que no ca cuando pienso que este inmenso tesoro, que
mañana, que esta dicha
lienta i sus nubes que no llueven. Sin llegar nun
poseo, pudiera perderlo
ca a emitir su opinión, ha pensado cada cual de inefable con que palpito pudiera tener fin, que
anima mi alma pu
distinto modo respecto de los dias de sol i los dias este vivo i delicioso fuego que
nublados. Los demócratas puros dan la preferen lí diera estinguirse, que las mil voces de felicidad
cia en sus adentros a estos últimos, que si a todos que escucho
en este instante pudieran apagarse
simbolizan no obstante el prin las vibraciones de una armonía querida, lle
dejan a oscuras, como
esté soñando, dudo de tan májica
cipio déla igualdad en toda su estension. Entretanto, go a temer que
me angustio, me deses
de la me acongojo,
los partidarios oligarquía simpatizan osten realidad,
forman sino sola
pero! Mi vida- i mi pasión
no una
siblemente primeros, que en sus matices
con los
de sombra i luz representan el pueblo i la aristo existencia; ya no vivo para amarte, te amo para
cracia. Desgraciadamente, el sol, como acabo de Dime, ah! dime que me. amarás siempre.
vivir! ...

notar, alumbra i no calienta en esta estación; de —Cuánta poesía! querido Temístocles. Seamos
cuerdos si queremos ser felices. Demos gracias
a
suerte que la aristocracia formada por sus rayos,
nos depara: viva
seria de color, pero estaria falta de calor vital. Dios de la ventura presente que
i no las dudas de
mos con la certeza de hoi
Por Dn, los hombres independientes esperan, antes con

de decidirse, que el sol caliente o lluevan las mañana.


habria si tu
nubes. —Las dudas de mañana'..... No las
La temperatura, como veis, atentos lectores, es me amases.

instante el arbitro universal de los hom sino es amarte?


en este —Qué hago pues
- —
*-»-iai

4 12 .A SEMANA. Julio 2.

I
me amarás
siempre? Los anales de esta sino des
semana no rejistran

Siempre. gracias intimas, como la que acabo de contaros, o


—Aunque un golpe de fortuna inesperado vi calamidades públicas, como el incendio de Ancud-,
niese a cambiar mi posición? en que ciento cincuenta casas han sido devoradas
Te perdono este temor, si lo tienes... Qué
por las Habías i sus dos mil pobladores reducidos

ideas tan caprichosas te han asaltado esta tarde! a alojar a la intemperie. Es un inmenso cuadro dé

I si las intrigas de un enemigo o la alevosía consternación i tristeza.
<ffe una calumnia lograsen cambiar las disposicio Tamaña desgracia ha despertado naturalmente
nes^ tu familia, poner obstáculos a nuestra unión, los sentimientos filantrópicos de la parte mas es-
me amarías todavía? de nuestra sociedad. Ha comenzado a for
cojida

Todavía! marse una lista de suscriciones en favor de los
—Me amarías a pesar de las contrariedades de incendiados que ya asciende a una suma de

la ausencia? iib están inscritos en ella


importancia, aunque

Por prolongada que fuese. sino unos cuantos nombres, de los mas distin
Eres un ánjel!.... Perdóname, Gabriela, mis lo Es de esperarse que tan espléndida filan

guidos.
cas exijencias, mis delirios dice Temístocles be —

tropía tendrá muchos imitadores. La opulencia


sándola apasionadamente la mano. quédala mano al infortunio es tan simpática Ó

Estas perdonado por esta vez.... Pero ya es interesante como este.
de noche..,, hace frió; entremos.
La puerta del salón se ha cerrado tras la ena Dé dia en dia la existencia azarosa i el estrépito
morada pareja. de las ciudades se hacen menos atractivos. Han
No podemos ver ni oir mas. Es fuerza, lectores, recordar IOS tiempos pasados;
principiado algunos a
que osrcontenteis con mi narración para conocer
la edad de oro sobre todo, i a echar de menos la
el estraño desenlace de esta historia. i quietud de la vida pastoril. La poe
simplicidad
i ..■.:....',%.....,:,.,-. ,...., a que hoi damos cabida en nuestras
sía bucólica
Vuelto Temístocles a su casa embriagado de columnas abunda en tan sencillas ideas.
amor i esperanza, comenzó a sentir los síntomas
Domingo Arteaga Aleiíparte.
del constipado; Dióse prisa a meterse en cama,
pero durmió maj&jCuando se despertó a. la ma

Lecciones dé canto.
ñana siguiente
vio^Hgsu,. persona habia sufrido
durante el sueño un áBhíeiito notable, visible e
En el Ferrocarril he Visto hace poco una
irregular: tenia inflamada una mejilla. Tampoco invitación que se me hace para dar lecciones
tardó en pronunciarse un dolor de muelas agudo de canto. Profundamente reconocida a lá ma--
i tenaz. -afct infestación de tal deseo, me es demasiado sa
Este lastimoso contratiempo lo t%o encerrado tisfactorio ofrecer mis servicios artísticos a las
señoritas de Santiago, que pueden descansaí
en casa todo aquel dia. Al siguiente, empero^ no
en ia- confianza de que no omitiré esfuerzo al
sobrellevar su reclusión; envolvióse el cuer
pudo
guno para complacerlas de la mejor manera
po en una
capa, la mitad de la cara en un pa
ñuelo, i de novia, consumando
posible.
se dirijió a casa su
Clorinda C. de Pantanelli.
de esta suerte el mayor sacrificio de amor propio
que puede hacerse a los veinticinco años.
Condiciones de la suscripción.
Poco satisfactoria fué la sorpresa que al verlo
en tan deplorable guisa esperinientó Gabriela. La Semana aparecerá todos los sá
Sofocó no obstante la maligna sonrisa con que bados i constará por ahora de diez i seis
iban a traicionarla sus labios i recibió a Temísto
cles con graciosa amabilidad.
pajinas en folio. La protección del públi
co decidirá de su incremento sucesivo»
El dolor físico i el ridículo se dan la mano i se
Reunido un número regular de sus
asemejan. Uno i otro son ciegos e irresistibles.
Terminada su visita, se retiró Termístocies a su criptores empezaremos a formar la Bi
casa, a donde no tardó en llegar la siguiente es
blioteca de la Semana, a
que se refiere
quela:
nuestro prospecto, dando lugar, en ella
«Mi buen Temístocles: Tenia V. razón cuando a lo mas nuevo e interesante que se es
temia anteayer por el porvenir; mas en su previ cribe sobre novelas, historia, viajes; etc.
sión de las continjencias futuras, olvidó V. la Precio de la suscripción: 3 pesos por
eventualidad que hoi lo aqueja. Por mi parte, me trimestre adelantados.
sentía capaz de amarlo a V. pobre, calumniado o Se reciben suscripciones únicamente
ausente, pero nó enfermo de las muelas.)) en la Impuesta del Correo,
Gabriela. pasaje Bulnes.
IMPUESTA DEL CORREO, Pasaje ¿úTñes, núm. líi.
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I GIERTIFICO,

Jiéclacíoief) :
Jatóto i ^Doitúuqo Jütteaaa ./bteitH>a-iU.

Año I. Séaaiíias-o, «B:iS5o 9 tía M§58>. Ni HUÍ. S.

LA SEMANA.
Entonces nos despertamos, abrimos
nuestra ventana, cerramos con dobíe
vuelta nuestra puerta, i si el peligro no
SANTIAGO, JULIO 9 DE 1859. está" cercano solemos aventuramos en la
calle para ir a tomar lenguas, i saber lo
Enervamiento social. que sucede. Casi nadie se acuerda que
la patria está en peligro i que pide i exije
Hai en nuestras sociedades un espan de sus hijos proieceion i ayuda.
toso fondo de inmovilidad i resistencia. De aquí nace que con un poco de au
Miramos de] reojo todo ,1o nuevo por el dacia i unos cuantos soldados sj puede
solo hecho de serlo, i pocas veces o nun cambiar de ia noche a la mañana eí,go-
ca nos tomamos el
trabajo de meditar bienio de un- pueblo, cimentar toda in
sobre los bienes que puede entrañar. justicia i toda tiranía, conculcar toda tei
Sale a luz una idea, un pensamien i todo derecho, hacer del. poder un cebo
to fecundo i transcendental: se char constante para las- revueltas, i a bs cons
la, se lee de prisa lo que en su apoyo piradores mas avisados sus lejítimos-
se escribe, se ríe de sus inventores i dueños.
sostenedores , se enumeran los obstá ■
Cuando esto sucede la sociedad ha ab
culos que encontrará su realización, la dicado su personalidad, la opinión pú
palabra- imposiblel asoma a todos los la blica, ese moderador i consejero de pue
bios, i el pensamiento o la idea quedan blos i gobiernos, es tan solo un fantas
condenados a la oscuridad, al silencio, que se espanta a los tímidos,
ma con una

a la muerte. bella palabra con que se cautiva a los


A esto se reduce nuestra acción so ilusos, una potencia que todos invocan,
cial, acción perniciosa si las hai. pero que nadie teme.
Esto no obsta, sin embargo, para que 1 de nó, ¿quién no [llama- en nuestras
se clame
por adelantos, para que cada sociedades i cree tener en su- apoyoí la
una de su
parte se queje i duela de opinión pública? quién no dice: respeto
la inmovilidad, del enervamiento en a la
opinión pública, obediencia a sus
que vivimos. Pero, no haya miedo de faltos?-— Todos ¿no es verdad? Pero nadie
que nadie vaya a llamar a la puerta del la respeta ni obedece porque no existe.
vecino, para buscar en unión con él un Para que esa potencia tenga vida es
remedio a los males que lamenta. ISo: necesario que la sociedad viva también,
cada uno espera que olro sea el pri que se hable, que obre, que
mueva, que
mero; i esperando la iniciativa se corren conozca i tenga fé en su fuerza i la haga
los dias, los meses, los años i se corre valer. Xada de esto hacen las socieda

rán, no hai que dudarlo, los siglos. des hispano-americanas casi sin escep-
De esta suerte nuestra vida es un per cion. Son sociedades
amilanadas, que
petuo sueño solo de cuando en cuando parecen resignadas a vivir siempre en
interrumpido por las farsas electorales tutela, que no se mueven aguardando
con sus tumultos, sus inmoralidades, su que las muevan, que no caminan aguar
compra i venía de votos, sus correteadas dando que las lleven, que carecen, en
i hachazos al
pobre pueblo soberano; una de iniciativa, de esponta
palabra,
cuando no por la fatídica trompeta de la neidad, de vida propia.
civil. Ilui un mal que remediar, un bien
guerra
13
lia LA SEMANA. Julio 9.

que obrar, un conflicto que superar: to biernos que imperen sobre sociedades
dos fijan sus ojos en el gobierno i si él sin vigor, sin amor i orgullo por su per
no se mueve nadie lo hace tampoco; i, sonalidad.
lo que es peor, ni por las mientes de la Esperar de un gobierno que de su
sociedad se pasa que ella podría i debe propio motivo abandone sus conquistas,
ría meter manos a la obra. ceda en el camino de las usurpaciones,
Así vemos los gobiernos siéndolo
a es la mas triste de las ilusiones i el mas
iodo i a la sociedad completamente anu falaz de los sueños!
lada, no siendo nada. Funesta situación Sin embargo, no es otra cosa lo que
de que es necesario salir a todo trance, pretendemos. Nada lo prueba mejor
si se quiere entrar en el camino de un que la completa absorción que en to
progreso verdadero, real i constante. das épocas i circunstancias ejerce la
Los gobiernos por su naturaleza tien cuestión política, la constante tendencia
den constantemente a la inmovilidad i a llevarlo todo a su resbaladizo terreno,

la concentración. Los gobiernos de ini a envolverlo todo en su manto de an

ciativa son un milagro, una rareza en la tipatías, preocupaciones i odios. -No hai
historia. El principio egoista los domina. cuestión que surja, pensamiento que
Lo primero en que piensan i trabajan aparezca, que no se le haga ir de grado
es en su afianzamiento. Todo lo subor o
por fuerza a dar la mano, a confra
dinan a ese fin. Jamas, por lo jeneral, ternizar con la política. Si se habla de
acometen nada que pueda hacer peligrar caminos, de ferro-carriles, de telégrafos,
.su estabilidad. Si se lanzan en la reforma de comercio, de industria, de instruc
es a medias, sin valor, sin intrepidez i ción, de relijion, de moralidad, de
con esa
perniciosa prudencia que vive sociabilidad, ahí está la política mes-
•de transacciones con los elementos, con clándose para dividir los pareceres, para
los jérmenes todos, buenos i malos, de la traer las rivalidades, para desvirtuar,
sociedad. Para que un gobierno realice para entumecer la acción social.
;o acometa siquiera algo bueno, entre en Si la sociedad no lo esperara todo
el camino de las innovaciones, es nece del gobierno , si no lo hiciera a él
sario compelerlo a ello i para conseguir responsable de cuanto sucede, si com
lo es necesario que la sociedad en masa prendiera sus deberes i derechos i se
Jo inste, lo aconseje, le imponga su vo penetrara de su fuerza, la cuestión po
luntad. lítica no seria la cuestión esclusiva, la
La iniciativa cuando viene de arriba gran cuestión a la que dedica todos
es infecunda i tímida. sus instantes, todos sus
pensamientos i
Solo la iniciativa que viene de abajo trabajos.
es fecunda i valiente. Mas no son estos los únicos males
La sociedad debe dar la orden: del enervamiento en que las sociedades
Los gobiernos deben ejecutarla. américo-hispanas viven, con mas pro
Pero en nuestras sociedades los pa piedad, vejetan al presente.
peles están* completamente trocados: La América española quiere la repú
Los gobiernos mandan! blica democrática, es decir, el gobierno
La sociedad obedece! de todos por la via de la discusión.
¿Qué resulta de esto? Que los go

Desde que la sociedad no tiene per
biernos mandan mal i la sociedad obe sonalidad, vida propia, esa forma gu
dece peor. bernativa es imposible, será cuando
Pero se dice: la acción de la sociedad mas una hermosa mentira, un edificio

no tiene en que ejercerse desde que la de naipes que el primer soplo tumba
acción gubernamental todo lo absorbe, por tierra. ¿.,
todo lo concentra, no permite ni sufre No es otra cosa la que estamos pre- '■'*?
de otra fuente, tenga otro senciando.
que nada parta
el Todos los estados hispano-américanos
orijen que suyo.
Estoes, por desgracia, tan cierto cuan se titulan
pomposamente republicanos.
to natural, i lo será mientras haya gen Sus cartas constitucionales no hai liber-
Julio 9. LA SEMANA. 115

tad que Fundemos periódicos para propagar


Apesar de esto
no reconozcan.

¿qué lo que vemos arraigado en casi


es i sostener la verdad;
todos esos estados? El Fundemos asociaciones para centra
despotismo o la

anarquía llevados a su última espre lizar i uniformar la acción social;


sión. Creemos la iniciativa social: i veremos
La razón de esta anomalía salta al entonces si hai gobierno que usurpe a
ojo. la sociedad sus fueros i si hai algo que
Tenemos libertades, es cierto; pero sobreponerse pueda a su voluntad.
también lo es que no sabemos ni usar Este es el solo medio, sino rápido,
de ellas, ni conservarlas, ni cimen seguro de salir con bien del enervamien
tarlas. to presente i entrar en la fecunda, ac
De aquí resulta que esas mismas li tiva i creadora existencia de una ver
bertades que están llamadas a afianzar i dadera sociedad.
hacer triunfar la justicia i la verdad, Si los obstáculos salen al paso, si la
son con frecuencia la
guillotina en que fatiga i el desaliento nos ganan, acor
se las decapita. démonos que la tarea es santa i la in
¿Qué la libertad electoral, por
es movilidad es la muerte.
ejemplo , libertad llave de bóveda
esa «El cielo está delante, el infierno de
del edificio republicano? Es trás,» como dice el Corán.
alguna vez
el pueblo quien
elije, su voluntad la ¡Adelante, pues, adelante!
que impera con el favor de esa liber- i
Justo Arteaga Alemparte.
tad? Mui engañados andaríamos al creer

tal cosa. El resultado de una urna elec


toral, jamas es la espresión del querer Im colonia i la república.
de la mayoría, sino de los abusos de
la fuerza, del poder de las influencias Queremos decir cuatro palabras sobre pol£
tica o sociabilidad, i cuyo sentido talvez se en
i las monedas.
contrará erróneo, porque se ha escrito mucho
I lo que con esta libertad sucede, que prueba lo contrario de lo que ahora nos
sucede poco mas o menos con todas atrevemos a sostener.

las demás. No pretendemos ser orijinales, i mucho me


nos echar por tierra creencias mui arraigadas,
De valde nos venimos, pues, afa
ni liacer ver que es blanco lo que hasta el día
nando en buscar la última palabra de de hoi se ha mirado como negro. Tareas son
la república i la libertad sin esas, dignas de don Miguel Cervantes Saave-
preparar
nos antes
para vivir en su atmósfera. Con dra, quien tuvo la feliz ocurrencia de echar a
volar un tomo titulado el Quijote, que dio al
venzámonos, una vez por todas, que traste con mil otros volúmenes que hasta en
nada puede conseguir una sociedad por tonces habian gozado de la estimación del

ajena mano. blico.
Siempre mui difícil el primer paso
Pongámonos a la obra por nuestra es
que
senda poco trillada, i mucho
se avanza en una
cuenta i
riesgo: pensemos, discutamos mas cuando la corriente de la rutina nos em
i realicemos la verdad i el bien
por puja en un sentido contrario al que pretende
nosotros mismos i veremos entonces lo mos llevar.

que sale, i si no es el bien i la felicidad, Con todo, el espíritu tiene una afición in
vencible a la novedad; i los peligros i espesu
desesperemos de encontrarlos en parte ras de un bosque poco transitado nos sirven
alguna. de aliciente i de estímulo para seguir adelante
¡Sean las sociedades lo que deben ser i penetrar en el fondo. En el orden moral i
i losgobiernos serán] lo que ellas quie metafísica esta tendencia es mas pronunciada;
i por nuestra parte confesaremos a Vds. , seüo-
ran
que sean!
res redactores, que es tal nuestra predilección
No es en la cuestión política en la
por lo desconocido, que a6Í como Voltaire se
que están vinculados los destinos de los esforzó en probar que la virtud era inferior al
pueblos, es en ?[la cuestión social que crimen , nosotros desearíamos demostraros
las abraza i las reasume todas. matemáticamente, i con lápiz i papel, que tres
i tres eran siete i a la verdad que si lo consi

Fundemos escuelas para instruir las


guiéramos, nos daríamos por mui satisfechos
masas; ji de haberos hecho pasar osa pildora, i segurar
116 LA SEMANA. Julio 9.

mente que Viles, nos mirarían con sumo res Lo nuevo es alarmante, agradable i poético
peto i admiración. como la infancia, como la salida del sol, como
La verdad misma necesita llevar un ropaje una rosa que recien se abre, como el primer
nuevo para ser aplaudida—pues cuando se sentimiento de amor, como el despertar de
nos presenta con los atavíos de costumbre, le un profundo sueño, comola' llegada de un via

dejamos el paso franco, pero, ni le movemos jero al seno de su familia después de una lar
«1 sombrero. ga separación, como el prólogo de un matri
Sépanse Vtls. que la mayor parte de mies- monio, como el momento en que se alza el
tres hombres cultos de hoi dia son mas fi telón en un drama que no se conoce. Ya veis
lósofos que Platón i que Sócrates—mejores que tiene muchas ventajas. Un escritor puede
■matemáticos que Arquíinedes, e historiadores decir lindezas, i mas verdades que las que
mas noticiosos i universales que Jenefonte i
profirió el verídico i sentencioso Sancho Panza;
a que le
que Tácito. --El que estas líneas escribe sabe pero Dios nos libre de que dé márjen
mas jeografia que Cristóbal Colon— i si Vds. digan «esas son vejeces» porque el escritor,

quieren una prueba de ello, recuerden que el caerá por tierra, i no se levantará hasta que
célebre navegante apenas logró saludarlas cos su mollera no produzca algo desconocido, algo

ías -del continente americano. Sin embargo, de inaudito, aunque sea una patraña.
•entre nosotros nadie conseguida, desplegan Un saltimbanqui hizo lortuna en Parismosr-
do sus labios, llamar la atención ni obtener trando al público una cosa fea i repelente, que
uno solo de los mil aplausos que resonaron al no tenia por de contado ni el mérito de la be

oido de esos personajes. lleza ni el de la utilidad positiva; pero. era una


1 por qué? porque ellos dieron a luz la ver cosa nunca vista, era una mujer con barbas

dad nueva, la verdad antes oculta, i nosotros mas largas i mas pobladas que las de Mustáfá,

no haríamos otra cesa que repetir una vejez i con unos bigotes tan marciales como los de
insípida, una sentencia arrugada i con canas. Víctor Emanuel.
La mas apetecida joya para los escritores Otro quiso burlar la curiosidad del público,
es la novedad. La verdad, no hai duda que es i con grande aparato presentó un hombre con
la base ; pero si no es nueva, nada se ha con nariz, boca, frente, cabeza i con todos los de
seguido.—Asi -vemos que los novelistas, los más enseres de un varón; inmediatamente vo

periodistas, los filósofos mismos i hasta los laron las .piedras sobre su cabeza: pero no
teólogos ¡los historiadores andan desvelados a faltó quienes lo aplaudieran, porque la -ocur
"caza de principios nuevos, de sensaciones no rencia les pareció orijinal.
■esperiinentadas, de hechos ocultos i desaper .Pero ahora recordamos 'SS. ItR. que prome
cibidos, de relaciones no observadas, de luga timos a ustedes cuatro palabras sobre política
res distantes, de costumbres estrañas e inau i sociabilidad i cuyo sentido talvez se encon
ditas. traría erróneo por cuanto se habia escrito mu~
Esta no es solo la manía del siglo, es la cho para probar lo contrario. El tema que nos
manía de los siglos. proponíamos desarrollar sobre nuestros ante:»
Mu ho -podría deciros sobre el papel que cedentes sociales lo creimosal principio, nuevo
este razgo de la especie humana ha desempe i desusado. Sin embargo, cuando dejábamos
ñado en el progreso de la sociedad, ya por el correr la pluma en esta digresión sobre lo nue

lado material, ya por el aspecto moral: pero vo, recapacitábamos al mismo tiempo que el
una disertación de esta especie no seria nue tal tema político no podría menos de ser una
va. Abran Vds. cualesquier tratado sobre de esas mil repeticiones viejísimas con que
filosofía, i verán lo que es el sentimiento de lo nos abruman los diarios opositores i ministe

nuevo. AHi se convencerán que tratar Je la riales, i asi creemos mejor no tratar la mate
novedad en ese sentido es cosa vieja i repe —

ria, i guardar la pluma para cuando encontre-r


timos ; tenemos horror a las vejeces. Puede

mos otro menos trillado i mas orijinal.

ser que incurramos en ellas; pero no será Estraño modo de concluir, dirán ustedes,
voluntariamente por este lado conocemos

Por nuestra parte celebramos que la ocasión


mui bien el corazón humano i sabemos que nos haya ofrecido casualmente un modo de
-solo es buena la fruta que no ha sido tocada. de salir por la ventana.
Pero, qué prueba mas palpable quieren Vds.
Ignacio ZentEmo.
que la que nos dio ahora seis mil i tantos aHos
nueitra madre Eva. No sé cuanto tiempo baria —
=w
a que estaba alojada en el Paraíso terrenal,
Un ds-attia el campo,
que según ine cuenta Moisés, acababa de salir
en

de las manos de Dios. La naturaleza se osten


I,
taba flamante; todo era nuevo, novísimo, hasta
el punto de no haber nada viejo, si se esceptúa En el interior de una casa de la calle Ahu
al padre eterno, --i sin embargo, Eva estaba marla, un joven hallaba
se en una
pieza pe-
hastiada ino pudo resistir a la novedad: lo des i
quena, sentado delante de un escritorio. Des-
conocido le importó mas que la felicidad pro | pues de arrojar el resto de un
cigarro que
metida comió el fruto ; i Vds. saben lo
,— \ humeaba entre sus dedos, tomó la pluma i se

tic-mas,
'
puso a escribir lo siguiente:
Julio 9, LA SEMANA. 147

Querido Pablo: en sus


ojos embellecidos por una espresiou
Al fin de tan larga indefinible de dulzura, en las formas de su
vamos a vernos,
después
separación. Con esta idea vienen en tropel a cuerpo delgado i vigoroso a la vez, cierta ele
oni memoria los
alegres juegos de nuestra dí- gancia natural, que decian bien claro que aquel
üez i los amores
fugaces de colejio: vuelvo a joven no habia vivido siempre entregado a las
■estar duras fatigas de las tareas campestres.
contigo, en una
palabra, i recorro una a
«na las horas felices de nuestra fraternal amis El otro formaba en toda su persona un sin
tad. gular contraste con aquel. Sus miradas reve
A todo esto se me olvidaba decirte el ob laban esa indomable fuerza de voluntad que
jeto de mi viaje, que te comunicaré en dos pa jamas retrocede; los labios abultados, la es
labras: voi, encargado por mi padre, a entre- pesa bai ba desgreñada i áspera, las pobladas
■gar la hacienda al nuevo arrendatario i como cejas, habitualuiente contraídas, quitábanle la
no me acomodaría vivir sólo en ese
viejo case- gracia natural de la juventud, imprimiéndole
ron donde he el sello que las pasiones fuertes hacen, de or
pasado mi niñez, voi a pedirles
A Vds.
hospitalidad por algunos dias. dinario, contraer a los músculos del rostro.
-Dá un abrazo en mi nombre a la buena tia, Cualquiera que hubiese tenido que dirijirse
«tro al selvático Antonio i tú mi
querido Pa- por casualidad a uno de estos dos jóvenes, ha-
-blo recibe uno mui cordial de tu amante Jbria elejido casi íiiaquinalmenteal primero.
A la entrada del viajero, las tres personas
primo
Emilio. volvieron la vista hacia la puerta. El huaso
avanzó en las puntas de los pies, haciendo
Esta carta llevaba la fecha del 23 de octu
que el ruido de sus espuelas se apagara por
bre de 1834. medio de esa precaución, i tomando su som
El joven que acababa de escribirla salió al brero con una mano, pasó con la otra la carta
patio después de cerrarla i la entregó a la señpra, mientras
que con la que sostenia
aun
Jiombre que esperaba al lado de un caballo el sombrero, llevaba hacia atrás un indómito
ensillado con el habió clásico de los campos. de pelo, que cayó sobre su frente apé
cadejo
alas le faltó el apoyo que lo sostenia.
II. —
Señor don Pablo Reina, leyó la señora en
Tresdias después, el hombre que había re- el sobre, pasando la carta al primero de los
rcibido la carta se bajaba delante de una casa jóvenes que describimos.
de campo de pobre apariencia, situada en la Este tomó la carta i abriéndola echó la vis
provincia de Colchagua. ta sobre la firma.

iDespues de acomodar las riendas de su ca —


Ai! mamá, esclamó lleno de alegría, es
balgadura con ese cuidado por sus arreos de de Emilio.
.viaje que distingue a nuestros huasos, el via —

¿A ver qué dice? esclamó la madre, en


jero penetró en una pieza en la que se veían cuyo semblante brilló también un rayo de con
.tres personas: una mujer, que parecía rayar tento.
en los cincuenta años i dos Mañana estará aquí, viene a entregar la
jóvenes entre los —

cuáles habria sido mui difícil conocer una di hacienda, esclamó Pablo levantándose radian
ferencia en la edad; pues ambos aparentaban te de felicidad: le manda un abrazo, mamá,
.tener de veinticinco a veintiséis años cuando añadió, i otro a tí, Antonio.
mas. —

¡Cuanto me alegro! dijo la señora.


En Ja figura de la mujer no resaltaba nada Antonio pareció hacer un esfuerzo para di
de notable. Cierta melancolía de la mirada, bujar en sus labios una sonrisa, encendió un
«ierto tinte de tristeza que reinaba en su per cigarro i salió sin decir una palabra.
sona, eran indicios que solo a un observador
-mui avisado i perspicaz, habrían servido para III.
adivinar los pesares que amargaban aquella Los dos jóvenes, Antonio i Pablo Reina com-
vida oscura, dejando apenas un rastro en el ponian con la señora a quien este último dio el
semblante, como tan 'amenudo acontece. El nombre de madre, la pequeña familia que ha

dolor es un huésped sombrío que las mas ve bitaba la casa de campo, a la que hemos in
ces gusta de aposentarse en el alma, sin reve troducido al lector.
lar al exterior su devastadora existencia. El padre de estos jóvenes, muerto cuando
Entre los dos jóvenes sentados junto a la el mayor de ellos contaba apenas diez i nueve
•señora se sentían notables i mui marcadas di años, habia legado por toda fortuna a su la-mi-
ferencias. lia una hijuela de trescientas cuadras en el
El uno, bien que vestido con el desaliüo departamento de San Fernando. En aquellos
-natural a la vida del campo, revelaba en su i tiempos, esa ostensión de terreno estaba mui
porte, en la gracia i finura de sus movimien- , lejos de tener el valor que en el dia han al
los, al hombre que en medio de las sociedades jj canzado los fundos rústicos, con el progresivo
i por una educación esmerada, lia recibido la aumento de la riqueza del pais. Así es que la

gracia que sabe conquistarse irresistiblemen- j familia de don Pedro Reina, el padre de los
te las simpatías de todos. Veíase ademas en jóvenes, quedó a su muerte reducida a un es
sus cabellos negros desarreglados con gracia, \) tillo de
jj
pobreza, vecino de la indijoncia.
"
■^=a^-— i -■ ■—
g i-.. — — -— ■ m
■■ ■

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*18 LA SEMANA. Julio 0.


Hasta entonces doña Manuela Esteros, la i
una palabra, Antonio, después de esperar
madre de los jóvenes i Antonio el mayor de una respuesta, continuó:
ellos, habian acompañado a don Pedro en sus —
Creo que ha llegado ya el momento de
trabajos de agricultura, mientras que Pablo -
reducir nuestros gastos en cuanto sea posible,
estudiaba en calidad de estenio en el Instituto para cubrir esa deuda.
de Santiago i vivía en casa de los
padres de —
Me parece, se aventuró a decir la señora,
Emilio Reina, su primo hermano. De manera que no se puede vivir mas económicamente
que Pablo, el hijo mimado, participaba de la que lo que hasta ahora lo hemos hecho.
ventajosa posición de su tio, mientras que An —
Bien lo sé, replicó Antonio; pero no basta
tonio se vio desde la niñez reducido a los duros la economía de la casa, es preciso suprimir
trabajos de una vida espuesta a las inclemen todos los gastos superfluos i que mi padre,
cias del tiempo. Esta desigualdad establecida contando eon mas larga vida, creía hallarse
por los padres en la condición material i moral en posición de hacer.
de los dos hermanos, desigualdad mui común —

¿Qué gastos? preguntó doña Manuela.


en la existencia de las familias, habia arrojado —
Los que orijina la educación de Pabla,
desde temprano entre los dos jóvenes el jér- dijo resueltamente el joven atacando de lleno
men de un odio sombrío, la cuestión. Me parece queVd. encontrará mui
que andando el
tiempo, habria de producir fatales e irreme justo que él venga también a contribuir con su
diables resultados. trabajo, en vez de estar gastando lo que no
Los rencores desarrollados a la sombra del tenemos. Piénselo Vd. bien, añadió sin espe
hogar doméstico, son la base de mil dramas rar una
respuesta, mañana voi a enviar un
íntimos ignorados por el mundo, pero que re mozo con caballos a Santiago para que pueda

fluyen sin duda contra el bienestar de la so venirse i creo que Vd. debe escribirle también,
ciedad en jeneral. eomo yo lo hago, manifestándole la necesidad
Antonio veía llegar a su hermano todos los de esta medida.
años en la época de las vacaciones, vestido Tras estas palabras, Antonio salió del cuar
con la elegancia del joven santiaguino que ya to de su madre, dejándola entregada a sa
pasea en la Alameda i gusta pasar en los dias dolor i a sus lágrimas.
festivos por las puertas de calle, donde las Doña Manuela pasó toda la noche de aquel
niñas que aspiran a ser grandes establecen con dia entregada al mas intenso sentimiento.
los que pasan un fuego de ojeadas, que no po Cortar la edueacion de Pablo, sobre quien se
cas veces acaba por rendir a ambos comba hallaban cifradas sus únieas esperanzas, era
tientes. Ademas, Pablo era festejado por los para ella una resolución casi superior a sus
padres con aquella ternura que resuena dolo- fuerzas; pero al propio tiempo conocía la in
rosamente en el corazón de los hijos abando domable voluntad de su hijo mayor i, bien que
nados i mientras él los estasiaba con el franco un tanto cegadaeon su preferencia por el otroy
i afable cariño del hijo preferido, Antonio sen sentía en el fondo de su conciencia la amarga
tía aumentarse en su pecho la honda i cons justicia de las pocas obserracianesque acababa
tante melancolía que infunde la conciencia i de hacerla.
acaso la previsión de un porvenir sin amor ni Al dia siguiente, como Antonio lo había
alegría. anunciado, un inquilino de la hacienda salió
A la muerte de don Pedro, Antonio sintió para Santiago llevando cartas para Pablo i
que la naturaleza, privándole del cariño de caballos para hacer el viaje.
sus
padres, lo habia revestido de la suprema Ocbo dias después la madre se encontraba
autoridad en la familia. Su voluntad, hasta con sus dos hijos en su
pequeña hijuela i Pa
entonces reprimida por el respeto a su padre, blo, abandonando los hábitos de la vida estu
se revistió con la dureza que le era propia i diosa i sedentaria que hasta entonces habia
resolvió hacer triunfar sus deseos, ya que su llevado, se entregaba, con el ardor de la ju
cariño habia sido injustamente desdeñado. ventud, a los trabajos que representaban su
Un dia, cuando el dolor habia calmado en único porvenir.
su madre la fuerza de sus primeros ataques, IV.
Antonio entró en su cuarto i comenzó a pa Desde entóaces se estableció entre los dos
searse, con el aire concentrado de un hombre hermanos una serie continua de parciales de
a
quien preocupa una idea única, haciéndolo savenencias, que debia convertir en abismo
indiferente a todo lo que pasa en derredor profundo la distancia que desde la niñez los
suyo. separaba. Esas dos opuestas naturalezas, en
Doña Manuela notó al instante la preocupa tregadas al choque incesante de la vida de
ción de su hijo i pareció adivinar la idea que familia, fueron encontrándose poco a poco por
se ajitaba en su mente. todos los puntos salientes de su. carácter ha

Me he ocupado ayer todo el dia, dijo el ciendo estallar el rencor por una parte i la im
joven continuando sus paseos, de arreglar las paciencia por otra; diverjiende por los gustos
cuentas de mi padre i vengo a decirla que, i por las antipatías i depositando, en el alma
lejos de poseer algo, nos hallamos debiendo de cada uno cierta hiél, que desarrollada ert
seis mil pesos. •
la estrecha esfera de una vida monótona co»-
Doña Manuela bajóla vista sin contestar bra al fin proporciones increíbles..
Julio 9. LA SEMANA. 119

a
Doña Manuela siguió la marcha del odio Imposible ¿i por qué? No me obligues

que animaba a los dos hermanos, con el sen decirte que no tendrías que pensar en gastos.
timiento i previsión profundos de la madre, —

Gracias, pero es imposible, a lo menos


sin poder jamas desprenderse de su preferen por ahora.
cia por el menor: de aquí. la imperceptible —
No te comprendo ¿quién te lo impide?
melancolía de su rostro, en el que los tintes Te haré francamente una confesión : estoi
sombríos de su intenso pesar, se hallaban enamorado.
templados por la tranquilidad de una exis —

¡Aquí! ¿de quién? de alguna huasa.


tencia oscura i entregada a la práctica cons —

¿Tú no recuerdas la familia de la hacien


tante de la virtud. da vecina?
Esta vida, con sus rencores i melancolías —

Ah, tienes razón, no me habia acordado


continuas, duraba ya cerca de ocho años. Los de Paulina Mendibel, pero te diré una cosa ya
cabellos de la madre habian encanecido en que tan franco te muestras.
ese tiempo i los dos niños se hallaban tras- —¿Cuál?
formados en los hombres cuya descripción li- —

Que te compadezco: el padre es de una

jera dejamos hecha. avaricia proverbial.


Tal era el estado de la pequeña familia ol —
I yo soi pobre, ¿no es verdad?
vidada en un rincón de una lejana hacienda, —

Precisamente, lo que quiere decir que no

cuando llegó a la casa Emilio Reina, el joven serás admitido como candidato.
que dirijió a Pablo la carta con que dimos

Pero eso no quita que pueda ser amado.
principios a nuestra narración. —
Es cierto. A ver, cuéntame esos amores,
ya que por mi parte ninguna confidencia ten
V.
go que hacerte.
Corría, dijimos, uno de los últimos
como —
Conocí a Paulina el año pasado, dijo Pa
meses del año de 1834. blo, cuando el padre compró la hacienda i vino
Emilio fué recibido con la cordialidad digna a establecerse aquí con la lamilia. Antonio i yo

de aquellos tiempos de hospitalaria memoria, lucimos nuestra primera visita a título de veci
tiempos en que la civilización no habia esta nos i las continuamos después en calidad de
blecido aun esa política reserva que aun entre vecinos i de amigos. Tú conoces el carácter de
miembros de la misma familia se va haciendo Antonio. En esas visitas poco hablaba, de ma
común en nuestros dias de progreso. nera que yo tenia que hacer todo el gasto de la

Pero la acojida de cada uno de los herma conversación; mas poco a poco la intimidad fué
nos se resintió naturalmente del carácter i estableciéndose a tal punto que la noche que
sentimientos de cada uno: Pablo se arrojó en no íbamos, yo me sentía triste i aun inquieto.

los brazos de su primo eon el placer del que Desde entonces abandoné mi idea favorita de
estrecha en un abrazo al hermano largo tiem volver a Santiago, i Paulina, en diversas con
po ausente i Antonio se limitó a pasarle su versaciones, ine manifestó igual gusto por la
mano, pero con una sonrisa que revelaba vida del campo, que en los primeros meses
que en su alma la amistad era todavía una parecía desesperarla. Esta simpatía de gustos,
creencia. como bien adivinarás, hizo mas frecuentes i
Tras esto siguiéronse las sabrosas conversa mas íntimas nuestras conversaciones, hasta

ciones de los recuerdos, campo en que el alma que llegamos a esas confidencias del corazón
del hombre se esplaya siempre con placer, con que los amantes principian por decirse in

como si conociendo la avaricia de la suerte, directamente lo que sienten. Te ahorraré la


quisiese contar siempre los goces pasados pa pintura de mi alegría, cuando Paulina, llena
ra ponerlos en lugar de los
que pudiera des de timidez, me hizo comprender que corres
vanecer el porvenir. pondía a mi amor. Duraute algunos meses fui
Dadas las once de la noehe, hora avanzadí mos completamente felices, pues vivíamos so

sima en los campos i en aquellos tiempos so bre nuestros juramentos, como si guardásemos
bre todo, Pablo condujo a Emilio a su propio el secreto de una dicha perfecta e inalterable:
cuarto, en donde le habia hecho preparar una ¡tú sabes que los horizontes del amor platónico
cama. son inmensos!

Sabes, dijo Emilio, que me dá pena verte Nada de mas espansivo, ademas, ni tan dis
así en el campo, abandonando tus antiguas es puesto a tiernos sentimientos como un enamo
peranzas. rado feliz. Así me sentía yo despuesde la con
Pablo dio un suspiro. fesión de Paulina, de modo que quise borrar

Cierto que al principio he sufrido mucho, con una prueba de cariño, la distancia que el

contestó, pero te aseguro que si ahora no soi carácter de Antonio ha puesto entre nosotros.
enteramente feliz, no me encuentro a lo me Lleno de confianza i olvidando nuestros repeti
nos desgraciado. dos disgustos, quise anudar ellazo de nuestro

No importa, la conformidad es una vir cariño, roto tantas veces, i establecer con él
tud, pero no
constituye la dicha: tú has na esa intimidad de hermano, que el mismo amor
cido para otra vida mas intelectual que ésta, no puede reemplazar en ciertas ocasiones.

vente conmigo a
Santiago. In dia que nos hallábamos solos, después

Imposible. >
de comer, quise realizar mi propósito.
120 LA SEMANA. Julio ft

Sabes, le dije con el acento mas cariñoso Como niño que era me |_
que pude encontrar en mi voz, que tengo una En el trompo- mostrarle mi destreza,
confidencia que hacerte. I lo hacía bailar i se lo daba
Al oir mis palabras se levantó del sofá so Recostando en sus hombros mi cabeza;
bre el que se habia recostado a fumar i me mi 1 su brazo talvez se estremecía
ró con una espresión de cariño, que nunca I el trompo de la mano se caía»
habia visto pintarse en su rostro. Hnbiérase
creído que su alma despertaba de repente de Yo- estudiaba latín i pretensioso1
un sueño
fatigoso i sonreía ante una halagüe Con mi infantil saber me envanecía,
ña realidad. I ufano le mostraba i orgulloso

¿A mí? esclamó. Los libros de latin que traducía-:


¿Por qué no a tí que eres mi hermano? le Mis ojos con susojo6 se encontraban,.
dije ¿puedo mejor amigo que tú?
tener Sus manos con mis- manos- se tocaban.

Bueno, bueno, contestó confuso, como si


hubiese tornado mis palabras como un repro En la iglesia también junto1 á su laclo
che dirijido a su constante terquedad; con- Mis ojos la miraban sin cesar,
fiándonie algo, me dwás una prueba de cari I ella al- verme allí cerca arrodillado
ño, ya te escucho; Se ponía el latín a deletrear;

¿Te has fijado en mis conversaciones- con Entonces me acercaba por servirla
Paulina? le pregunté. Los salmos de David a traducirla.
Su semblante se puso lívido i toda su san
grepareció agolparse a sus ojos. Ella de mí decía «¡Si es un niño!»

¿Por qué me haces esa pregunta? me dijo Yo la llamaba «señorita Elisa»


con voz apagada. I casi siempre al traducir de prisa-

Porque quiero decirte que la- amo. Me inclinaba a su libro mi cariño';


¿I piensas que tú solo tiene derecho de I tú lo sabes-que tocó, Dios mió,


amarla? eselamó levantándose. A su ardiente tefejilla
el labio ui-io.

A lo menos, le contesté picado del tono
...- \ : Camilo H, ,Gobo¿
de su esclamacion, creo que tengo mas dere
cho que tú.
Sus manos se crisparon de cólera i sus ojos,
Un lioiitáeida.
inyectados de sangre, brillaron con un fulgor
sombrío i aterrante. Continuación.
—Sí, tienes mas derecho que yo, me (fije'
IV.
principiando a pasearse, también siempre haz-*
tenido derecho de ser feliz a costa mia. En ver poder calmar la cólera de Barraza, yologr&
Sin
sin. embargo impedirle q.ue< pasara sabré: mi i al
dad, no sé por qué nacimos hermanos, cuan
canzara hasta su víctima, al principio por medio-
do la- suerte nos destinaba para enemigos. Tú
de razonamientos i de ruegos i cuando estos- fuer-
a-mas a- Paulina, me dices; pues bien, yo seré ron inútiles, valiéndome de mis fuerzas, superio
tan franco como tú: yo también la amo i he res a las suyas. Pero ciego de furor i sin ceden a
resuelto que será mia ¿entiendes? lo he re ninguna especie de convencimientos ni de súplicas
suelto. sino por el contrario dando rienda a su cólera,
I diciendo esto me dejó solo-, ski- esperar mi sacó una daga que llevaba siempre consigo r pa
sando sobre mis hombros su crispado brazo, trató-
respuesta.
de echarme a tierra para lograr aSi-s* intento de
Alberto Blest Gana.
abrir la puerta i llegar hasta- su esposa. Temiendo
(Continuará.) por la vida de esta infeliz mujer i haciendo- unv
esfuerzo extraordinario para dominar el ciego furor
que ya se iba apoderando de mi espíritu, vuelvo a
interponerme i a estorbarle el paso: entonces me
amenaza i queriendo descargar sobre mí su
pri
(Traducción de Victor Hugo. ) mer golpe, dame un fuerte empellón i logra abrir
con la caida de mi cuerpo la puerta del
Mis doce primaveras yo contaba aposento
donde la víctima arrodillada se disponía- al' sa
Cuando ella diez i seis mui bien tenía, crificio.
I para hablarla cuando el sol caía Semejantes escenas no eran raras en la vida de'
Que madre saliese yo aguardaba.
su ese matrimonio; pero aquella pasaba dé punto en
Yo perdido de amor la sonreía ebriedad del brutal i celoso marido.
esta vez por la

I mi loco placer la divertía. Fuera de mí por un momento a consecuencia del


golpe recibido, logró levantarme antes que mí
contendor hubiese alcanzado h sta su mujer, pien
¡Qué de tumbas cerradas! ; Qué de flores
so en mi situación i en la de esta desgraciada,
Que el tiempo para siempre ha marchitado! mido las consecuencias de un homicidio que el cielo
■Quién se acuerda ya mas de esos amores me hacia
aparecer como providencial i formo
Ni de las rosas que lamuerte ha hollado! la resolución de matar a Barraza para estor
Me amaba i yo la amaba; dos palomas

bar de ese modo mi muerte probable i lamuer


Tan puras cual la luz i los aromas! te segura de su interesante i desdichada
esposa.
Julio 9. LA ANA. 121

En mí, señor, toda determinación es rápida yo adoro a esa mujer Estas palabras, pro
como el pensamiento que me la sujiere. Redoblan fanadas continuamente por las almas vulgares,
do mis esfuerzos i haciéndome superior a mí mis dichas por mí probarán que, tratándose de su fe
mo, trabamos entonces una lucha cuerpo a cuer licidad, no ha podido imajinarse un solo sacrifici-
po i en un ímpetu vigoroso logro echar al suelo que me arredre. Oh! Mejor que esas palabras, se
a mi feroz adversario. Asido del
suyo mi brazo ñor, la enerjia de mi alma para soportarlo todo
derecho para impedirle que me hiriese con su demostrará al mundo el ardor de mi ternura.
daga, le oprimo el cuello con mi brazo izquierdo, Mi mano conserva todavía una mancha de san
mi
forcejo i a un impulso desesperado caigo sobre él gre que jamás se borrará; pero en medio de
con todo mi
cuerpo, póngole la rodilla sobre el arrepentimiento por un hecho fatal que las leyes
suyo, suelta entonces el arma con que intentaba califican de delito, quédame la satisfacción de
ha
traspasar dos corazones, tomóla yo i dóile con ella que esa sangre es la de un despota cruel i que
un golpe en el cuello
que le mata en el acto. sido derramada por salvar a la que amo harto
¿Hai, señor, en esto traición ni alevosía? Ya lo

mas que mi vida. No importa que yo cargue con
vé V., soi asesino; pero he muerto a una fiera a la tacha de asesino: no importa que el crimen de
quien no bastaba arrancar el puñal parricida, a Cain se haya grabado sobre mi frente con caracte
un hombre res indelebles: seguro está que nunca habrá sa
que me habria infaliblemente muerto
a mi si
yo no me le hubiera anticipado, i que bido amar ni ser amado aquel que se apresure a
habria ido después a consumar su obra en su pro condenarme. —
Esa mujer me amaba i yo debía ser
su vengador!— Ella me pertenecía por
el corazón,
pia mujer, la mujer mas amante i mas desgra
ciada que Vd. puede imajinarse. —única cosa que la tiranía no ha podido someter
i llegado a tiempo de salvarla, yo di por ella
V. todo lo que pude dar:—di la muerte a su feroz ver
Preciso es que Vd. lo sepa todo, señor. Yo ama dugo!
ba i amo inmensamente a esa mujer i sentía i justicia humana no reconoce
Sé mui bien que la
siento por ella una atracción inexplicable; yo ha una escepcion semejante i que el juez de mi cau
bria dado mi sangre por librar la suya del peligro sa no puede darse cuenta de la muerte
de mi ad

que la amenazaba; mi vida habría dado, señor, versario sino mirándola al travez de un crimen
por cambiar su triste suerte i hacerla feliz. Pero horrendo i considerándola ¡el insensible! no como
no hubo arbitrio: la fiera de su esposo quería la consecuencia natural de un sentimiento jenero-
acabar conmigo para después concluir con ella so i noble sino como el resultado
bastardo de una
i cerrar asi una amistad i un matrimonio que no premeditada i atroz. Oh, el asesino!., sí,
venganza
han sido otra cosa que una fuente perenne de su el asesino 1 Pero ¿qué me importan a mí las
frimiento i de dolores. I esa mujer es tan simpá calificaciones ridiculas de! vulgo? ¿el cumplimiento
mas precioso
tica como apasionada, tan interesante como her de un deber de amor, no es harto

mosa! Sí, sépalo V. todo , esa mujer me ama que la vida?


Sí, soi asesino! Yo veo todavía hervir
en mi
ba a mí también. Martirizada desapiadadamente por

su bárbaro marido mirábame a mí como a su solo mano i ante mis ojos la sangre de ese hombre: yo

amigo, como su protector mas decidido, como el le veo en su agonia salvaje provocar contra mí la
único amparo de su triste i atormentada existencia. cólera del cielo: véole con su voz ronca por la
El destino con fuerza irresistible me imponía, pues, beodez i la furia del hidrófobo pedir venganza:
el deber de velar por su vida, de protejerla, abre ante su voz impia por que
pero el cielo no se
de ampararla i de salvarla; porque, haciéndolo así, la iniquidad ni la venganza no encuentran eco allí
como en el mundo. Sin embargo, si la
salvaba con ella lo que hai para mí de mas caro eterna jus

en el mundo, el único
objeto terrenal que me liga ticia no venga su fin trájico pero merecido, los
a la vida i por el
que en verdad siento la muerte. hombres le vengarán: la justicia divina me absol
verá, pero la justicia terrenal sancionará mi
Sí: yo te amo, Rosario mia, i yo no te olvidaré ni muer

aun en la tumba.—

¡Ah! ¿i sabe Vd. señor, lo que es te con su lei horrible del talion. Bien lo conozco,
amar verdaderamente a una vo moriré, por que mi muerte está
escrita en cuan
mujer? Nq: Vd. es

leo hasta en los


mui joven todavía i en su corazón aun no ha pren to me rodea: esa sentencia atroz ía
dido ese fuego que a la vez consume i alimenta, semblantes del carcelero que me guarda i del hom
esa pasión divina i fatal
que a un tiempo torna bre que me juzga!
la vida del hombre en cíelo i en infierno. Pero morir 1 ¡ Ah, no, yo no debo yo no

¡Oh,
Dios mió! Vos que sabéis él secreto de todos los puedo morir! Si he cometido un crimen contra la
corazones sabéis también sociedad, es a ella a quien corresponde castigar
que yo no he vivido ni
vivo sino por esa mujer i que no la podré dejar me el destierro, la cárcel, los carros...! Pero
de amar mientras exista! A ella se lo juré i a no!!! morir mas bien que vivir privado de todo lo
su madre moribunda i
que la dejaba huérfana, queamo venga la muerte antes de tener que
maltratada por su indigno esposo i sumida en la atravesar una vida de sufrimiento i de dolores, sin
una ilusión, sin un sentimiento, sin
una sola de
desgracia, le prometí también velar por su honor i
aliviar su infortunio. I no obstante su virtud i sus las alegrías risueñas del mundo. ¿A qué vivir cuan
sufrimientos i apesar de su resignación i de las do la memoria no ha de ser para mí sino la tumba
dotes bellísimas de su alma, su celoso marido iba de una felicidad perdida? Sí.... venga la muerte mil
talvez a ultimarla cuando la infeliz entregada al veces antes que verme alejado de lo único que
amo i condenado a pasar el resto do mis dias
entre
sueño daba una corta tregua a su prolongado i
acerbo infortunio!! los muros de un calabozo, confundido con la hez
Pues bien : yo he creido
cumplir, señor, con un de los criminales, enjaulado como bestia feroz i
deber sagrado librando a esta mujer desgraciada condenado a sufrir el punzante aguijón del remor
de la furia del bárbaro que pretendía inmolarla : dimiento o el martirio continuo de una dolorosa i
he satisfecho un voto de mi corazón, he cumplido acerva meditación.
una obligación providencial, i sean cuales fueren
sus resultados, nada me importan. Yo amo
1G
122 LA SEMANA. Julio 9.

llamé mi amigo; pero pronto me veré yo ahogado


VI. |¡ en ella i el charco se aumentará, para ejemplo de
¡i
Después de un momento de silencio, dorante el I la sociedad i escarmiento de los asesinos, con la
cual Palacios quedó como rendido i fatigado por
j sangre que ahora corre por mis venas.
el esfuerzo de su ardorosa palabra, incorporóse Cuando medito en lo que me sucede maldigo
de repente i sacudió su cabeza diciendo sentir i de todo corazón la inconsecuencia de mi dest no.
en sus oides una especie de ruido incómodo i
Si alguno sabe mi historia, si un dia sedienta que
■estravaganle. Pero el tal ruido no existia : era sin después de tantos años de honor i felicidad
he ve
duda una preocupación de su espíritu o talvez, nido a tener la cárcel por última morada i el patí
materializando un poco la idea, era el ruido de sus bulo por lecho mortuorio, nadie querrá creer en
pensamientos que parecían estar hirviendo en su este año execrable por que acabo de pasar; en esto
cerebro. I'edíle que so calmara, dijele dos palabras año que empezó por una pasión irresistible para
■para tranquilizarle i pasada una breve pausa con venir a terminar por la muerte de un desgraciado
tieno: i el suplicio de dos seres que tenían delante de sí

Varias veces, en estos tres dias que lleve de una larga vida i que sobretodo se idolatraban.
Des
reclusión, he tratado de reconcentrarme en mis venturado de mí! Yo no nací para ser malvado i
-recuerdos, pero ellos pasan rápidos sobro todo lo sin embargo ¡miserables leyes i miserables hom
que no es -mi situación actual. Mi fantasía vuela bres! vais a sacrificarme estérilmente, vais a in
"un momento sobre lo pasado para venir un ins molarme a vuestra venganza inexorable tan solo a
tante en el presente.
después a
posarse ¿I qué título de criminal i de asesino!!!
puedo encontrar yo en el presente si ho es la rui
na de mis esperanzas, la ausencia de la luz i do Marcial González.
la vida, la pérdida de mi libertad i, lo que es peor
{Continuará.)
que todo, la terrible i matadora idea del deshonora
del crimen?
Del crimen he dicho i es la verdad; por que, sea
cual fuese la intención que yo tuve al matar a Remordimiento*
■Barraza, ese homicidio voluntario a los ojos de la
sociedad es un crimen que yo miro i miraré siem —
Pobre joven tú sufres, en tus ojos
pre con horror. Hablo en verdad, señor: me arre
piento de lo que he hecho i querría con mi sangre
Una brillante lágrima vacila,
redimirla de mi víctima, si esto fuese posible. Tehuyen del rostro los matices rojos,
Pero ¿de qué sirve mi arrepentimiento? ¿No me Vaga incierta tu lánguida pupila.
dice cuanto me rodea que todas mis protestas i
mis juramentos quedarán estériles? Afortunada tu suerte!
mente para mí, ese arrepentimiento apenas durará
Qué tienes infeliz? triste es

lo que tarde mi condenación: entonces no tendré ya No te alegra el lucir de la mañana!


lugar para pensar en otra cosa que en Rosario i en ¡Solo el dolor tu espíritu divierte,
la muerte! Sin embargo, yo querría sentir siempre Solo -en él piensas con locura iiisanal
¡un profundo pesar de haber cortado por mi mano

■el hilo de la vida de aquel hombre, basta que se


Ven! el sol entre nubes purpurinas
hubiese llamado mi amigo, basta que fuese mi se
Desciende presuroso al occidente:
mejante, aun cuando sus actos i sobretodo los úl
timos hayan sido brutales i bárbaros! Ven! sus últimas luces peregrinas
Cuando yo pienso en el pasado i recuerdo que
Empujarán tm lágrima doliente.
un hecho solo, un rapto de furor impremeditado,
nn sólo momento dc,vértigo i de estravíoha bastado
Sobre el opuesto monte esplendorosa
para echar por tierra la honradez de largos años i
el aprecio de toda mi vida: cuando pienso que mi La luna melancólica se enciende,
existencia, -feliz por tanto tiempo, ha de terminar Mece la brisa a la fragante rosa
con las borrascas de un proceso criminal i la afrenta
I grato a-roma por el valle estiende.
del patíbulo, i que mi cuerpo robusto i sane ha de
caer bajo el peso del verdugo o al golpe de la ba
la del soldado, confieso que tiemblo i que -todo Ven a
gozar! al pecho desgarrado
cuanto está pasando por mí me parece un sueño Naturaleza, brinda su consuelo —

atroz, una quimera estravagante i horripiladora. —


En la mísera vida del culpado
¡I vive Dios que esto no es por lo que en el Es duro contemplarla luz del cielo.
numdollaman miedo! Nólesporquenimisinstintos,
ni mi educación, ni el jénero de vida que he lleva
do me han permitido imajinarme siquiera que yo Pobre de mí! sus bellos resplandores
pudiese venir a terminar mi existencia en un pa Cual rayos del infierno hieren mi alma
tíbulo. I encienden el volcan de mis dolores
Ah! Cuan tranquilas i dichosas no fueron, señor
En vez de darme lisonjera calma —

G.,mi infancia i mi juventud! Mis pasiones han


jerminado bien tarde i por eso es sin duda que


ellas han sido mas impetuosas i ardientes. Mi exis —
El arroyo resbala mansamente,
tencia ha corrido dulce i apacible, i el tejido de Ven, i ahoga en sus aguas tus pesares —

mis dias ha sido para mí como una tela de bellisi-


moscolores, como un rico estambre dorado perocu-

Dejad para las flores su corriente,


Entre mi pasado i mi Yo tengo de mis lágrimas los mares —

ya estremidad es sangrienta.
presente ha interpuesto la fatalidad un chapeo de
El viento entre los árboles murmura,
sangre i esa sangre es la de un hombre a quien

Julio 9. LA SEMANA. 12&

Ven i tus quejas llevarán sus jiros —

] Todo era bello entonces, la mañana



Pobre de mí! sus ecos de dulzura | Lucia con brillante resplandor,
Destemplaría yo con mis suspiros —
! I su luz me mostraba, soberana,
! Do quiera escrita la palabra ¡amor!

El ave entona su amoroso canto, i

Ven a gozar su dulce melodía — I Mas esa edad pasó, también con ella

-Ai! solo anhelo en mi mortal quebranto J El dulce bien de mi árida existencia. —

Gozar de mis sollozos la armonía — 1 Se alza de la esperanza la flor bella.



'

Ah! nunca hai. esperanza de inocencia!

La noche coronada de diamantes I
Sobre el mundo se estiende silenciosa, | Por siempre la perdí! recuerdo un dia... .:

Disfruta de su calma Tos instantes i El cielo estaba como nunca, bello,


Abismado en su sombra misteriosa —
i El sol en el zenit resplandecía
Ni una nube empañaba su destello.
I

Triste de mí!" los astros brillador.es- i
esmaltan reluciente ! Alzábanse en el prado hermosas flores
Que su corona
Que la brisa sutil embalzamaban
Eclipsaran sus diáfanos fulgores
.

Al reflejar la mancha de mi frente!. i I mil tornasolados picaflores


La esencia de sus cálices libaban.
No hai placer para mí! la blanca aurora,
El rio resbalaba mansamente
La luna, el ave i deí arroyo el son
Como nunca brillante i cristalino;-
Ai! por mi mal en maldecida hora
El ave preludiaba alegremente
Me lanzaron su justa maldición.
Sobre la verde rama dulces trinos. ..

Donde quiera rae arrastre el pensamiento, Yo admiraba extasiado la grandeza-.


Do quiera fije mis llorosos ojos De este sublime cántico dé amor
La sombra del tenaz remordimiento
Que elevaba sin fin naturaleza
Me eubre airada elporvenir de enojos! Bendiciendo al Supremo Creador.

L'n tiempo ya pasó! sus rayos de



oro
I ante ese hermoso cuadro de armonía.
El sol sobre mi frente reflejaba,
Me vi pequeño, i acalló mi voz
Yo iuocente decíale, te adoro, I en la impotencia i la miseria mia
l ante el poder de Dios me prosternaba. Me revolqué infeliz, i ofendí a Dios!
Mi vista recoma el firmamento Como el niño mimado i presuntuoso
I al descubrir una radiante estrella, Que se
contempla en el luciente espejo.
Cual si pudiese oir mi triste acento, Ino hallando su rostro tan hermoso
Lleno de fé i amor, hablaba a ella. Se maltrata i maldice el fiel reflejo. .

Me extasiaba del el arrullo; Por para mí lá blanca aurora,


ave suave eso
Mi aliento sofocaba la alegría I el que en las ramas se asegura
ave

Cuando a merced de un bienhechor murmul I el murmullo del agua bullidora


En su nido de amor la sorprendía. Recuerdos son de triste desventura! .

Cuando en la tarde embravecido el viento Por eso para mí tan solo abrojos
Las ramas de los árboles tronchaba, Presenta por do quier naturaleza:
Tras una hoja con ímpetu violento A travez de las lágrimas, los ojos
Corría hasta que, ufano, la alcanzaba. Ai solo. alcanzan cuadros de tristeza!

Después, por el cansancio fatigado I por eso también en mis pupilas


Al maternal regazo me acojia Dos gotas de dolor brillan constantes,
I. lleno de inocencia i descuidado Ellas hacen mis horas mas tranquilas,
Al son.de un dulce canto me dormía. Recuerdan de mi infancia los instantes.

Si una sombra en mi espíritu inocente Son el único bien que no be perdido


De mis ensueños desataba el hilo, De aquellas horas por mí nial pasadas,.
A Dios rogaba en oración ferviente Consuelo de mi espíritu aflijido.
L me volvía a adormecer tranquilo. Reliquias de inocencia idolatradas.
124 LA SEMANA. Julio 9.

Siempre os vea lucir! I al cielo de mi pobre madre, doña Juana de Castilla, que
plegué
Que el sol la inmensa bóveda al cruzar siempre quena tenerlo en el palacio; i por esta
torre i esta escalera....
De ini vida infeliz no aumente el duelo
gattinara.
Viniéndoos en mis ojos a secar! Entiendo....
carlos v, poniéndose el dedo en los labios.
Martin José Lira. Secreto de familia.
gattinara.

Que os ha hecho aceptar este lugar para pri


los sión.
CARLOS v.
Cuento» de la Itcina de navarra
Cuando me lo propusiste.
o MARGARITA.
Creo también que V. M. me lo recordó.
EL DESQUITE DE PAVÍA .

CARLOS v.

Comedia en «¡neo aclos. Puede ser!


gattinara.
Continuación. I ¿cómoseñor, que apesar de la resolución
es,
Mar
que habíais tomado, permitís que la princesa
garita penetre en esta torre? Porque yo no la he
ACT® II. conducido sino por orden vuestra, i hace mas de
dos horas que se encuentra en ella.
(El teatro representa el interior de una torre circular. CARLOS v,
A la izquierda sobre el segundo plan un ¿alcon en
el angula. Al lado del balcón en el muro, un nicho Es culpa tuya!
donde se vé una vírjen de bulto. En el primer plan, GATTINARA.

la puerta del cuarto del rei. A la derecha, sobro el ¡Culpa mial


segundo plan i haciendo frente al balcón, en uno de CARLOS V.
los ángulos se halla colocado un retrato de cuerpo O indiscreción, de algunos guardianes —

entero de San Pacomio. En el primer plan dando GATTINARA.


frente a! cuarto del rei, la puerta de los guardias de Mas prisioneros están que su cautivo, i no sa
la torre. A la derecha del espectador, una mesa so
len de aquí; yo solo me comunico con ellos.
bre la qué se vé un azafate de flores i recado de
CARLOS v.
escribir.
Pues bien! entonces tú eres quien ha dadocuen-.
. ESCENA I. ta a Margarita del tratamiento que se, le daba a su
GATTINARA. hermano.
GATTINARA.
Margarita, mi mortal enemiga, reconciliada con '

el ¡Ah, señor!.. ■

;
emperador* ¡Margarita a quien acabo de con
CARLOS V.
ducir al lado de su hermano! Ah! por mas ele
vado que uno esté, siempre es preciso preveer i Tratamiento que yo mismo ignoraba i contra
temerlos caprichos del amo! el cual he debido protestar.... correspondía a mi
deber, a mi honor, acojer las quejas con que ella
ESCENA II. hubiera asordado a todas, las cortes de Europa,
CARLOS V, GATTINARA. quejas que valia mas escuchar.... entre nosotros...
en el consejo —

Durante estas últimas palabras, el cuadro de cuer GATTINARA. .


i:
po entero de San Pacomio, que está colocado ¿Luego ella habló en el consejo?
sobre el ángulo a la derecha, entra por la tapi CARLOS v.
cería. Carlos V pasa por él caminando lenta un calor, una elocuencia
¡I con una habilidad,
mente i se detiene detras de Gattinara a
quien que tú jamas te la hubieras esperado.... ni yo tam
escucha.
poco. ¡Por Santiago! ha defendido la libertad de
GATTINARA. su hermano i la paz con la Francia, de modo. que

¡Ah! ¿por qué ha de tener un amo?


so pos probó que era la España quien ganaba cúií
carlos v, la mano en el
poniéndole ella Si hubieras visto con qué arte, con qué
hombro. lisonja, con qué astucia rebatía todos mis argu
Porque todo el mundo lo tiene, Gattinara, hasta mentos, evitando herirme i no tratando sino solo
los reyes, que no siempre hacen lo que quie de desarmarme!... a cada momento.... yo me sen--
ren. tia perder terreno!., yo no tanto!., eso era nada...
gattinara, volviéndose asustado. porque yo me defendía: pero todos mis viejos
Vos, señor!... cómo es que V. M. viene así? consejeros, bajo el poder de -su. palabra i el fuego
CARLOS v. de su mirada, ni hacían caso délas señales de mi
De mi oratorio!... pabeza ni de mis jestos de descontento; solo a ella
gattinara. veian; i cuando esclamó : «Mi hermano está en pe
¿I cuándo fué que el rei hizo abrir esa puerta ligro, i si aquí sucumbe.... en el palacio de vues
secreta?.... tros reyes, la posteridad acusará a Carlos V. a ,

CARLOS v. ese monarca tan jeneroso i tan magnánimo, de


No fui yo.... fué el hermoso, el elegante Felipe haberse deshecho por el acero o el veneno de un
de Austria, que se encerraba allá todos los dias en enemigo temible; ella dirá, pues, que Francisco I
su oratorio... aun cautivo, ha asustado a la España; i vosotros,
gattinara. señores, todos sabéis que la España no teme a na-
die i lo probareis! Sí, sí, esclamaron todos le
El tan poco devoto. ¡ ...

CARLOS v. vantándose:... i casi he \isto el instante en


que
mejor diré al I ellos,
Para sustraerse a los celos, o amor por orgullo español, votan la libertad del
Julio 9. LA SEMANA. 125

rei de Frauda.... sin rescate!... Me apresuré, par GATTINARA.

ticipando de aquel jeneroso entusiasmo, a prome Porque ella me lo pidió, escribí al provincial de
ter una deliberación decisiva los dominicanos para que me enviase un fraile de
para la próxima se
sión del consejo, que yo me guardaré bien de su orden.
reunir. CARLOS v.
GATTINARA. I dos si se necesitan... nada omitas.
¡Eso sí! GATTINARA

CARLOS V. I yo discretamente rne retiré.


Pero después de habia medio de rehusar
eso no CARLOS v.
a Margarita el
permiso de ver a su hermano.... Hiciste bien.... También permití al conde d'Al
cuando todo el consejo lo pide i que uno mis bret, lo que él me pedia que era participar de
no
mo se siente inclinado.... Sin
embargo, la jenero- la cautividad de su señor, sino pasar hoi algunas
sidad tiene sus límites, sobre todo la jenerosidad horas a su lado....! suben la escalera.... es inútil
política , i no me gusta que esa con versación se que me vean! Si el peligro se aumenta, avísese
prolongue.... tanto mas cuanto que poco creo enel me.... o mejor será.... pronto volveré a saber

peligro del rei.. por mí mismo.... Adiós, adiós! (Sale por el cua
GATTINARA. dro de San Pacomio que se cierra tras él.)
El peligro es efectivo. gattinara, solo i mirando al cuadro que se ciei-ra.
CARLOS V.
Oh bienaventurado San Pacomio!... puede suce
Tu eres víctima de un ardid! der que yo también te invoque!...

GATTINARA.
H. de Irisariu.
V. M. se engaña!.... Cuando la princesa llegó
aquí conmigo, lanzóse al cuarto de su hermano.... {Continuará).
estaba pálido i sin conocimiento no respondía
ni a sus gritos ni a sus lágrimas ni a sus caricias;
entró ella entonces en una desesperación que hu L,uz i calor.
biera conmovido a su mas cruel enemigo
CARLOS v.
Empieza el alba a despuntar medrosa
¿Con que es cierto? Tiñendo de arreboles el oriente,
GATTINARA.
La oscuridad se aparta silenciosa,
Elgobernador de la torre os dirá que el rei no
La atmósfera se vuelve transparente,
puede estar peor,
CARLOS v.
Color i forma imprime en toda cosa
¿Pues qué tiene? La luz que se propaga en el ambiente,
GATTINARA. I desgarrando de una nube el velo
No se sabe. el confín del cielo.
El sol irradia en
CARLOS V.

Era preciso enviar por mi médico 1


GATTINARA. Fiel imájen del hombre i de su vida
El rei no ha querido verle. Son esa" aurora tímida i rosada,
CARLOS V.
De las sombras nocturnas desprendida,
Prodigarle cuidados! ....

GATTINARA.
En los rayos del dia disipada,
Los ha rechazado. I ese sol que a la tierra entumecida
CARLOS v. Lanza fecunda, cálida mirada:
¡Era preciso hacerle vivir por fuerzal
Albores de la infancia son aquellos,
CATTINARA.
Estos de ardiente juventud destellos.
¿Porque el rei lo manda?
CARLOS v.

Pues por eso.


Las de roció
perlas se disuelven,
GATTINARA.
Se evapora la diáfana neblina,
¿I si él dá en morirse?
la frente.
Luz i calor el universo envuelven,
Carlos v, golpeándose
I mui robarme mi prisione Todo despierta, ajítase i camina.
es capaz!.... para
ro privarme de su rescate. Es un plan diabóli No de otra suerte en fuego se resuelven,
co concebido i combinado con el objeto de En almo fuego i lumbre peregrina,
echar por tierra todos mis proyectos i de no de
De la niñez los candidos vapores,
jarme masque la vergüenza de haberlos concebido. Sus celajes de májicos primores.
GATTINARA.

¿Lo eréis asi?


CARLOS V.
Sol radioso ilumina la existencia;
Estoi seguro.. Esos guerreros solo saben mo
.

rir, ¡lindo mérito.... que si así fuera ¿quién podría La humana juventud brilla naciente,
desbaratar ese complot? Inunda en clara luz la intelijencia,
GATTINARA. En grato ardor el corazón latiente,
una sola persona, i esa por desgracia es Mar Luz i calor derrama en la conciencia,
garita. Fuego de aspiración dentro la mente,
CARLOS v.

lado I baña en sus ardientes resplandores


Que se quede pues.... que se quede a su

hasta que haya hecho ese servicio. La virtud, la verdad i los amores.
120 LA SEMANA. Julio 9.

Mil voces pueblan las etéreas salas, 1 tunería, simas menos espiritual. Hai
dijestiva,

Visiones mil divagaD por el cielo muchos que notan un parecido sorprendente en
Leves batiendo sus doradas alas, tre los fiscales i los traidores de comedia, i por
Flotau al viento en Licesante vuelo cierto que en ocasiones se parecen como dos cara
Pendones mil i deslumbrantes galas, neros do la casta Gallaway, que, como sabéis, no

De juventud el poderoso anhelo tienen cuernos. No se asemejan mas dos pesadi


Voz a la vida presta i armonía, llas que un escribano i un escritor ascético, que
Luz i calor a nuestro humano dia. ambos a porfía dan fé..... i sueño; aunque se ase

mejan aun mas a una pesadilla mi notorio coni

gafas i un místico que escribe en latín. Los alum


El aliento de férvido heroísmo,
nos de Terpsícore i los discípulos de Maquiavelo-
De la virtud austera los rigores,
La enerjía del santo patriotismo,
son taa parecidos que se ven confundidos vul
garmente en la denominación común de danzantes..
Del amor las promesas i las flores,
Por último, suprimida la diversidad de nombres,
De la ambición el ciego fanatismo,
Los cebos del deleite seductores apenas se distinguen los ladrones de lüs- "galanes.
sino por lijeras diferencias. Estriba sin duda la-
De la niñez sacuden la indolencia
Luz i calor vertiendo en la conciencia. principal en que los primeros sustraen valores em
cambio, como diria un economista, i los segun
solo valores en uso,
dos como corazones, etc. ;;

[Pero esa apagará a la tarde,


luz se bien que aun éstos llegan a ser algunas veces va

Ese calor se estinguirá, Dios mió, lores permutables. Por lo demás; unos i otros a-

1 en cenizas el fuego que ahora arde la par hacen abundante consumo de eslratéjia i'
Será mi crepúsculo sombrio!
ser
diplomacia en el ejercicio de su filantrópica pro
¡Haz que instante desgraciado tarde
ese fesión i la victoria el fallo de varia for~
piden a su

I mi espíritu pueda, en su alto brio, tuna. Galanes hai mas arteros i maravillosos que
Alumbrar con tu luz el pensamiento, el enamorado Padre Jove, trasmutado sucesiva
Rañar en tu calor el sentimiento! mente en sátiro illuvia de oro, en toro i en<
en

cisne para realizar sus intentos eróticos; i ladrones


Domingo Arteaga Alemparte.
hai también que no les van en; zaga a los grandes
capitanes déla historia, mui" hombres. de bien sin
duda.
líeos de la semana.
rigor, benévolos lectores, enanto queda di
En

8 do 1859, cho sino un ripio exorbitante tratando sim


no es
Santiago, julio
plemente de hablaros (tal era a lo menos mi prime
Sumario. —
Distinciones i semejanzas. —
La especie Ilu ra intención) de una plaga de esta semana. No
i los ripios. La plaga de esta semana. His
pienso por oso haber incurrido en un vicio muí

mina —

torio de un hurto oratorio. —


Cabellos negros i ca
censurable,. si se considera que los ripios son¡ el
bellos rubios. —
Efectos de una moción desechada. —

patrimonio del jénero humano i no son los mas


Perspectivas teatrales. -Cómo se pasa el tiempo en

Santiago.
capitales aquellos que se cometen hablando. En
nuestra especie, losuipios son tan frecuentes co

La multiplicada variedad de profesiones mas o mo los tontos, frases sin sentido que solo sirven pa
menos honestas que se fracciona la especie hu
en ra llenar la medida en las estrofas de la poesía ra

mana, mas es nominal que positiva. Se ha con cional. Los ripios se ostentan en todas partes i
venido llamar por nombres distintos a perso
en acompañan al hombre desde la cuna hasta la hue
nas que ejercen oficios mui semejantes, i esto es sa. Las orejas de un sordo, la lengua de un mudo,
todo. Así es que jeneralmente se cree, a pesar la conciencia de los hombres de estado, la bibüor-
de losengaños de la nomenclatura, que los sol teca de- ciertos eruditos, la cabeza de algunos jene-
dados i los médicos desempeñan una comisión aná rales, la libertad de muchos pueblos, constituyen
loga cerca de la humanidad. doliente :. los hijos de otros tontos ripios del gusto mas detestable. Hai.

Galeno alivian de sus achaques al hombre indivi quien pretende que tas crinolinas tampoco son
dual i los ejércitos al hombre colectivo llamado mas que un ripio.. Error lastimoso!' Los ampulosos

nación. No es menos común la opinión que iden miriñaques son el. símbolo de nuestro orgullo na
tifica a los poetas con los devotos : éstos con el cional:, henchido deaíreí se arrastra por el suelo
salterio, aquellos con- la lira, salmodian obstina esperando el gaz bienhechor que tarde o tempra
damente en honor de la Musa o de algún santo, mi no ha de elevarlo a las rejiones de la luz. ¡I habrá

i \ivendel frugal alimento que propor todavía necios que maldigan de las crinolinas!'
lagroso
ciona a los unos la inspiración de la fé i a los Pero, comenzaba a deciros que esta semana ha-
otros b. fé de la inspiración. que tam-

Verdad es ¡ hia sido víctima del azote de una plaga, lo que en
i devotos avezados a una clo- verdad no es estrictamcnle exacto, atendido que

[>•>■■:-> faltan p-v¡as


Julio 9. LA SEMANA. 127

entre nosotros hai emoción de Siguióse,


siempre vijentes mas de un azo su voz. como era consiguien
te i mas de una plaga. Sin embargo, ha habido una te, a este descubrimiento una discusión acalora
que, sin ser esclusiva, ha descollado de un modo da, que a poco hacer se vio comprometida en el
■alarmante en los últimos siete dias. peligroso campo do las recriminaciones mutuas.
Los ladrones han dado alimento a la conversa La palabra divorcio llegó a pronunciarse por el
ción de todos, al miedo de muchos, a los aves i la airado consorte i ya no era difícil preveer el des
mentos de las víctimas de tan brusco despojo, enlace de aquella escena. Sin embargo, la inmi
i a las
pesquisas de nuestra meritoria policía, que nencia del peligro aconsejó bien a la aflijida es
nunca deja de imponerse este inútil trabajo. Ha posa i la sujirió un argumento irrefutable, claro
habido toda especie de robos i de ladrones: robos como un axioma, certero como una flecha. Voso
de dia i robos de noche, robos cómicos i robos tras solas conocéis ese argumento, adorables lec
trájicos, ladrones economistas i ladrones eróticos, toras, ¡ sabéis por esperiencia sus maravillosos
adoradores de Mercurio i de Venus. Nada de esto, efectos. El fuego se apagó.

empero, puede sorprender cuando se sabe que Han quedado tan solo las cenizas de aquel in
hasta las personas de bien han cometido esta se cendio : —
una oración parlamentaria mutilada i
mana el crimen de hurto. Se cuenta a este transformada eu el patrón de unas mangas femc-
respec
te una ocurrencia que ha estado a
punto de ser

desastrosa:
Se bailaba hace dos noches en casa de la se

El joven orador Z.... para ilustrar


se preparaba ñora Q.... Era una soirée de confianza, casi de
con un brillante discurso el
proyecto de bancos familia, enque reinaba esa cordialidad íntima que
que hoi se discute en la Cámara de Diputados, solo se consigue en reuniones poco numerosas i
Habia estudiado la cuestión concienzudamente i no ofrece peligros entre personas bien criadas.
se proponía demostrara la honorable Asamblea Sin abdicar sus fueros, la urbanidad habia cam

las ventajas que reportaría nuestro crédito si se biado su casaca de


parada por un traje mas des
soslítuyese por el lienzo el papel de los billetes ahogado, que procuraba a sus movimientos una
de emisión. Como era natural, su elocuencia de- amplia e inofensiva libertad. Se charlaba sin afec
bia ser tanto mas irresistible, cuanto que previa tación, se reía con sinceridad, se bailaba sin pre
mente habia consignado su ardorosa improvisa tensiones. La milicia licenciada del bello sexo, las
ción en dos grandes pliegos de papel, manus mamas se ocupaban en hacer u oir la interesante
critos en caracteres liliputienses. Su triunfo narración de
par algún episodio doméstico, que inte
lamentario, soñado de antemano, iba a ser pues rrumpían de vez en cuando para escuchar algun
espléndido. Llega por fin el dia deseado, el mar

rasgo de sabrosa murmuración; mientras que el


tes de esta Acude
escritorio, tira cuerpo de operaciones femenino peleaba bizarra
semana. a su
de una de las gavetas, en que solia guardar los mente en la batalla a que se veia provocado por
tesoros de su elocuencia, i ¡oh rabia! sus la adoradores; Preciso
ojos galantería de sus era estar

despavoridos la encuentran vacia. Habia sido de humor muí recalcitrante para no


ro aprovecharse
bado execrablemente. Llama,
grita, patea i jura de las insinuaciones de aquella fácil alegría.
del modo mas enérjico i espontáneo; hace sin embargo que fuese el estado en
por fin Tai parecía
tal estrépito que su señora, joven i
graciosa bel que se hallaba aquella noche el ánimo de la seño
dad, se presenta consternada a saber lo que rita Jertrudis T..., que entre melancólica i mo
•ocurre.
llina dejaba ver la blancura de su frente lijera-
—He sido robado, Mercedes!,—csclama al verla mento convexa dentro del marco de sus negros
el infortunado Demóstenes. cabellos. Su aire casi borrascoso, contrastado por
—Cómo? la severidad de su belleza, imprimía en esta un

Me'han sustraído de esta gaveta atractivo. sin
.unos papeles caprichoso Contemplaba, mirarlo, a
de la mayor importancia! su novio semí-oucial, Alcibíades P..., empeñado
Dios niio!..

murmura —
a media voz la culpa en una viva conversación con la rubia mas hechi
ble consorte, presa de una turbación i angustia re cera que jamás holló con su pié infantil la alfom

pentinas. bra de un salón. Acababa de bailar por tercera


Porque en efecto era culpable la hermosa da vez con tan linda pareja. Sobrevino entre tanto
ma, i autora de aquel hurto.—-El dia anterior una una cuadrilla que la apartó de su lado, i
nueva

•amiga suya habia mandado a pedirla el molde de reeordó entonces que no habia saludado todavía
las mangas adoptadas últimamente. No hallando a Jertrudis. Acercóse
a a ella, quien a poco rato
mano papel en
que cortarlo, fué en busca de él a observó con intención:
las habitaciones de su marido i, como ya sospe Cuánto me. gustan los cabellos rubios!... I

cháis, inmoló la elocuencia a las tijeras. qué bien sabe Adela llevar los suyos!.... No es Vd.
Poco tardó Z... en adivinar la culpabilidad de de mi Alcibíades?
opinión,
su mujer, traicionada por su visible embarazo i la —
Si Vd. los tuviese adoraría cuellos; pero
.- 428 LA SEMANA. Julio 9.


Pero como no los tengo en sus varios círculos todos se ocupan de algo i

Adoro los cabellos negros.
en encuentran el medio de pasar el tiempo con mas o


Por Dios! qué mal gusto el de Vd.! menos amenidad.
—No piensan así los que saben Las niñas sueñan sonriéndose.

Que vano so casa Vd. conmigo. Los jóvenes fuman soñando.

Como! Los hombres maduros hablan pensando.
No permitió decir mas a Alcibíades un joven ca Los viejos recuerdan hablando.
ballero que, ofreciendo a este tiempo su brazo a Las viudas lloran riéndose.
Jertrudis, se lanzó con ella en los rítmicos jiros Los casados i las casadas menester seria,
de una mazurka. para saberlo, conocer la fecha del contrato matri
monial.
A. la mañana siguiente, Jertrudis escribia a una
Domingo Arteaga Alemparte.
amiga pidiéndole el romance de Saint-Pierre:
Pablo i Virjinía; i Alcibíades iba a tomar un ba
ño tibio a casa de Bouquet. A nuestros sMScriptores.
Ya lo veis robo i criminal
principal anhelo al
: un nuevo un nuevo
Gomo nuestro
femenino. Adela habia hurtado un matrimonio.
emprender la publicación de La Sema
La denegación de la Cámara de Diputados a la na ha sido darle toda la variedad, ame

mocion-Gandarillas ha influido perniciosamente nidad e interés posibles, nada hemos


en el ánimo de las personas piadosas i las hace ahorrado hasta hoi ni nada tampoco
caer en frecuentes distracciones. ahorraremos en adelante para conse
Una de ellas entró el miércoles en una tienda
de
guirlo.
para comprar algunas varas paño. Con este fin, estamos trabajando pa
Cuántas necesita Vd.?, —
le preguntó el mer
las dificultades que hasta aho
- —

ra vencer
cader.
ra se nos han opuesto para la ilustra

Diez mil, —
contestóle sin vacilar el compra
ción de nuestro periódico. Una vez —

dor devoto, preocupado con la idea de la reciente


vencidas éstas i contando con la deci
decepción.
dida protección i ayuda del público,
Los diarios de Santiago i Valparaíso han anun
ilustraciones.
empezaremos nuestras
ciado esta semana la compra del teatro de dicho
Consistirán éstas en retratos de hombres
los presuntos empresarios del Teatro
puerto por tanto nacionales como estran-
lo que hace esperar que este será abiei* notables,
.Municipal,
.to en algunos dias mas por una compañía h'rico- jeros, i en caricaturas de costumbres;
de la pero desterrando de ellas
toda alusión
. dramática. Si en efecto es así, el personal
nueva empresa da desde luego una sólida garantía personal o
política.
al buen resultado de sus trabajos.
. Han aparecido esta semana otros dos pensa
Condiciones «1© la suscripción.
mientos teatrales, que han estado a punto de inte
rrumpir el silencio majestuoso, como toda nulidad, La Semana aparecerá todos los sá
en templo de las Musas.
que yace el bados i constará por ahora de diez i seis
Por parte, la filantropía de nuestra juven
una
pajinas en folio. La protección del públi
tud inspiró a algunos de sus miembros la feliz idea
ca decidirá de su incremento sucesivo.
de dar en aquel vasto recinto un baile en beneficio
Reunido un número regular de sus
de los incendiados de Ancud. Para realizar este
propósito dirijieron una solicitud ala Municipali
criptores empezaremos a formar la Bi
dad, que no ha podido acceder a ella inmediata
blioteca de la Semana, a
que se refiere
mente a causa de unreclamo que va a entablar nuestro prospecto, dando lugar en ella
contra los antiguos empresarios del Teatro. a lo mas nuevo e interesante que se es
Por este motivo ha quedado también en suspen cribe sobre novelas, historia, viajes, etc.
so la solicitud que, por otra parte, ha elevado la Precio de la suscripción: 3 pesos por
pareja Thiern -Bernardelli para dar dos funciones trimestre adelantados.
de baile i canto. Se reciben suscripciones en Santiago,
Estos dos amagos de distracciones quedan pues, en la Imprenta del Correo, pasaje Bulnes;
sino disipados,aplazados indefinidamente. Imprenta Lirrebu
en
Valparaíso, i del

Falta nuestra sociedad de espectáculos i paseos


Mercurio.
se hace de dia en dia menos accesible
a
públicos, IMPilKMA DEL
obstante asegurarse que CORREO, Pasaje Bulnes, núm. 14.
la observación. Puede no
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIHSTIFICO,

Jlcoactotei : íttóto i Jjomuiqo Jüt-teaaa Jbíéiupaííe.


Año f. Santiago, «Julio 16 de 1S59. %úm. 9.

porvenir un bien empapado en abundantes


LA SEMANA. i Por manera
lágrimas no
poca sangre.

lo realizar un poco de
que que se pudo con

SANTIAGO, JULIO 16 DE 1859. valor i buena voluntad, viene a costar a la


sociedad inmensos sacrificios; lo que pudo

Plaza al progreso. asegurar sus destinos los viene a poner en


tela de juicio, i no teniendo que jugar nada
Los hombres serios son los qué no
conciben el : porvenir sino a la o casi nada en la partida,se vé empujada a
imájen del presente. A sus ojos jugarlo todo.
toda innovación es una quime
ra, toda reforma una perturba Siempre que una situación difícil surje,
ción. Suprimir un abuso les hallamos
que nos comprometidos en una
parece tan culpable por lo me
nos como matar a un hombre. senda tortuosa, se clama contra el espí
Es un asesinato. ritu de innovación, se le hace cargar, de
Emilio de Jlrakdis (Les 52, l. S.)
grado o por fuerza, con toda la responsa
-

Dos grandes enemigos tienen las socie bilidad.


dades: —
la cobardía i la incredulidad. Si una turba desenfrenada pone en peli
La cobardía que teme todo movimiento; gro la seguridad pública, Los innovadores

La incredulidad que lo niega. tienen la culpa.


Por Si soldado subleva
un cuerpo de guar
cualquier lado que se estudie la vida un

de los pueblos, siempre se encuentra en pri dia i se derrocar lo establecido,—


lanza a

mer término a esos dos ajentes de la Inmo Los innovadores son los únicos culpables.
vilidad, a esos dos caballeros del pasado Si un gobierno tiene que echar mano para
gritando a la sociedad: —
detente! atrave mantenerse, como de su solo sosten, de la
sando mil obstáculos en su camino. fuerza bruta, Culpa es de los innovadores.

Cada
traspié que dá una sociedad es la Error i ealumnia!
obra casi esclusiva de los cobardes i los Esas turbas que se entregan al pillaje,
incrédulos. carecen de moralidad.
Las sociedades han nacido para marchar Esos soldados que se insubordinan, se

sin tregua ni descanso. El movimiento es atreven a ello porque su poder i su fuerza


la primera necesidad de su constitución, in se ha exajerado.
dispensable elemento existencia. Todo
do su Esos gobiernos que buscan su sosten en
el que trate de detenerlas solo conseguirá las bayonetas, desconocen, i se han enaje
exacerbarlas, desesperarlas, arrojarlas en nado la opinión pública.
los caminos estremos, donde su salud o su ¿Dónde están los verdaderos i lejítimos
pérdida son el fruto de la casualidad. Esto representantes de la innovación
predicando
es lo que no se sabe, o- no se puede, o no a los
pueblos inmoralidad, a los ejércitos
se quiere comprender. indisciplina, a los gobiernos impopularidad?
De aquí el que constantemente estemos Señáleseles!
presenciando que, en vez de ayudar a la so Nosotros vemos todo lo contrario.
ciedad a marchar, de infundirle esperan ¿Qué piden los innovadores?
za i fé en lo que ha de venir, se le liguen Instrucción i bienestar para el pueblo;
los pies, se le predique el desaliento i el Gobiernos que vivan por la sociedad i
miedo. Así cada jornada que hace es una para la sociedad;
batalla que libra, cada paso un esfuerzo, La opinión pública en el pleno ejercicio
cada conquista que alcanza en la tierra del de todos sus fueros i privilegios;
17
130 LA S EMANA. Julio 16-

Fuerza en el derecho i no derecho a la revoluciones armadas, no hai mas medio que


fuerza. bajar a la fuerza de su
usurpado solio, arre

Ahora¿qué pretenden los que mantener batarle el arbitraje que, en un momento de


intentan a las sociedades en la inmovilidad, desaliento estravío, se le ha dado en los
o

las ideas compuertas? destinos sociajes. La lójica de Tos hechos


Esclavitud para las masas; húmanosos mas inflexible de lo que se cree.
Gobiernos sin responsabilidad; Lo que ha de nacer nace, lo que ha de cre
Opinión pública sin vida; cer crece, lo que ha de morir muere, lo que

Fuerza, fuerza i siempre fuerza! ha de suceder sucede, sin que sea parte
¿Cuál de estos dos sistemas está llamado para estorbarlo la compresión con todos
a obrar el bien i la felicidad?
El que coar —
sus recursos.

ta las leyes sociales


el que se somete a
o Es necesario abrir los ojos a la evidencia
esas leyes? El que vive contrariando los i convencerseque en vez de poner diques a
deseos, tendencias i esperanzas de la socie la corriente del rio social se le debe cavar
dad o el que en vez de contrariarlos los nuevos cauces i dejarla que corra.

ayuda a realizarse? Respondan los hechos


gobiernos debe limi


Toda la obra de los
por nosotros. tarse a encaminar, jamás a detener ni me
Cuando scatribuyeal ansia de movimiento, nos a compeler. Es no solo conveniente sino

de actividad, de progreso de una sociedad también preciso dejar a las sociedades su


los dolores que la aquejan, las vacilaciones, espontaneidad. Tan funestos resultados en-
las caídas por que pasa, se peca por ceguedad jendra detener el progreso social como com
o preocupación. No hai una sola fluctuación

pelerlo a realizarse. Por ambas vías se va


social que traiga su orijen del des
no a rematar a la violación del derecho, se va

conocimiento de las leyes del desenvolvi a inferir un ultraje a las leyes del desenvol
miento humano, de la negación del progreso. vimiento humano. ■:. ; ? :¡ ■
.-.

El siglo XIX es una prueba palpitante de No es otra cosa lo que con sobrada fre
lo que asentamos. Todas las revoluciones cuencia sucede en las sociedades hispano-
por que va pasando i le quedan aun por american as.
soportar, tienen su razón de ser, son los Unos tratan de detenerlo, de inmovilizar
lejítimos enjendros de esa negación. lo todo:
Si Carlos X retira sus ordenanzas sobre la Otros tratan de que todo marche a rienda
prensa, si Luis Felipe nombra un ministerio tendida. ■ -••

en conformidad con los deseos de la


opinión De aqui nace la creencia de que solo los

pública, si esos dos comprenden i


reyes gobiernos brutalmente fuertes pueden lograr
respetan el movimiento social, i en lugar de existencia en nuestras sociedades. Falsa
convertirse en el escollo en que vienen a estre creencia!
llarse las olas del torrente popular, tienen Hemos tenido gobiernos que se han ape
valor i fé bastante para levantar las esclusas, llidado liberales; pero que mas que todo
esos reyes quedan en su trono, el orden no fueron descabellados. Su táctica lo dice bien
se turba, no se quema un cartucho, no se claro: no fué otra que la de Alejandro, cor

sacrifica hombre, derrama tar el nudo en lugar de desenredarlo. Sin


un no se una gota —

de sangre, i sin embargo el progreso se obra; estudiar la sociedad sobre que venían a pro
i sin embargo se realiza una inmensa re ducir el bien, rompieron desde el primer dia
volución! lanzas con ella. En vez de enseñarla a mar
Lo que decimos de la Francia puede de char i de decirle: caminemos, le ordena

cirse también de nuestra América. ban caminar. Si la sociedad decia: no —

Para mantener una vida en constante puedo mas! aquí me detengo! se la obli
con las leyes sociales ha sido nece gaba a ir adelante: se la tiranizaba; para
pugna
sario emplear la coacción, echar mano de la obrar el bien «es verdad, pero se la tirani
fuerza. Se ha hecho de la tuerza un poder zaba!
cuando no debia ser i no es mas que un ájente. Por eso, si nos queremos ver libres de
toda tiranía, tanto en bien como en
Todo pecado trae su penitencia: la América mal,
española está purgando su culpa. huyamos de la cobardía, la incredulidad i la
de las exajeracion, demos plaza al progreso.
Si se quiere romper con la era
Julio 16. LA SEMANA. 131

Mientras la autonomía social no sea reco tiva, basada en un cálculo aritmético, mi


voluntad i mi espíritu se sintieron sin enerjía
nocida,* cimentada i respetada, es decir,
como sin argumentos. Los idilios de mis
mientras las sociedades no se rijan por sus
ensueños amorosos vinieron por tierra, como
propias leyes, los descarrilamientos sociales las flores de un jardin que los muchachos se
estarán a la orden del dia, viviremos siem divierten en destrozar con el primer palo que
pre fluctuando entre el i la encuentran a la mano. Sin sentirme humillado,
despotismo anar
vi que era preciso ceder a la omnipotente
quía.
la edad majestad del dinero i me retiré culpando solo
Trabajar por que concluya menor
al destino que me negaba mi primera i mas
de las sociedades, es el mas grande i el mas ardiente ambición.
fecundo de los deberes. El medio de conse En la noche no quise presentarme en casa
guirlo de Paulina i al dia siguienti me preparaba a
es dejar al
progreso camino franco
pa» que penetre, encamine i gobierne to imponerla, por medio deunacarta, de las razo
nes que me desterraban de su lado, cuando
das las esferas de la vida i de la actividad
recibí una de ella en la que a la mas tierna
social.
inquietud, venían unidas las solemnes protes
¡Plaza al progreso! tas de una eterna constancia. Mi contestación
al fué contándola mi entrevista con su padre i la
¡Plaza progreso!
redonda negativa que había recibido.
Justo Arteaga Alemparte. Desde entonces quedó establecida nuestra
correspondencia que dura hasta ahora. Desde
entonces también solo dos veces he podido
Un drama en el campo. hablar con ella, cuando la he encontrado
Conclusión. paseando a inmediaciones de la casa, acompa
ñada por una mujer vieja, sirviente antigua
VI. de su familia.
Al día de esta conversación nos
siguiente Paulina, en sus cartas me da cuenta una
bailamos, corno de costnuibre, en casa de Pau por una del empleo que hace délas horas del día,
lina. En todo el día Antonio i yo no nos había teniéndome'al corriente de todo lo que acontece
mos visto. Cada vez que conversaba con ella en su casa i que puede interesar a nuestro a mor.

i alzaba por casualidad la vista, encontraba la Hace pocos dias noté en su correspondencia
mirada de mi hermano fija sobre nosotros, una tristeza que rayaba en reserva, i conjurán
brillando con ese fulgor sombrío, que me dola, en nombre de sus juramentos, a que me
mostró al querer hacerle la confidencia de hiciese saber la causa de aquel cambio, me con
mi amor. fesó que Antonio la había declarado su amor i-
Varias semanas pasaron de este modo. habládola de mí con menosprecio i desden.
Paulina habia notado también la estraña espre Luego después, me anunció que mi hermano
sión de Antonio, que casi nunca la dirijia la se había retirado de su casa, cuando ella le

palabra: esa espresión, me decía a veces, la había dicho que me amaba, jurando que nun
causaba un indecible terror. ca me
pertenecería. Este juramento, me decía
Por otra parte, en nuestro amor, tras los Paulina, fue hecho con una espresión de rabia,
juramentos vinieron los proyectos: entre estos que a todas horas se presentaba a su memoria
se deslizó la palabra matrimonio, como el recuerdo de una pasadilla horrorosa-.
que nunca
me había atrevido a Desde aquel día nuestros disgustos i renci
pronunciar, i que Paulina
acojió con un placer franco i sincero que me llas con Antonio han sido cada vez mas agrias
probó la realidad de su amor. Venciendo la i frecuentes, hasta el punto de no vernos nun
timidez que me inspiraba mi pobreza i la gran ca, sino a la hora de almorzar i comer en-
fortuna del padre de Paulina, me dirijí resuel presencia de mi madre.
tamente a él i le impase de nuestro amor i Pero hace tres días, este jénero de vida
mis proyectos, solicitando la mano de su hija. cercado de contrariedades i pesares domés
La respuesta que obtuve, fué también de una ticos, sin mas placer que lascarías de Paulina
íranqueza desesperante : i la esperanza de verla, ha cambiado repenti

Amigo, me dijo este hombre, haciéndome namente. Paulina me anunció que su padre,

bajar la vista con la insolencia cíe sn mirada, i sintiéndose enfermo, acababa de arrendar la
mi hija aunque será rica no lo es todavía, por '■
hacienda i que había ordenado hacer los
consiguiente necesita un marido de fortuna :
aprestos para marcharse a Santiago. Bien
para no descender de la posición que por mi pensarás que ese golpe inesperado fué para
trabajo la he dado. La hijuela que Vds. culti j mí terrible: la idea de perder a- Paulina, hizo
van, apenas daría para comer a uno solo i i cruzar por mi cerebro mil siniestros proyectos,
mucho menos a su madre de Vd. , a su hermano, | en los que imperaba el mas profundo despre-
i a la familia que V. tendría. Siga un buen ! ció de la vida. Parecíame que en Paulina todos
consejo, que le doi por amistad: no piense en mis afectos se habían concentrado i sentía que
casarse hasta que no sea rico. perderla, era el principio de una agonía atroz
Ante la fría lójica de aquella redonda nega- i
que en breve cortaría mi vida.
132 LA SEMANA. Julio 16.

Mi respuesta a la carta de Paulina fué —¿Si? i sobre qué? contestó Antonio, como
naturalmente en ese sentido: en ella apuré los sacudiendo alguna idea que paréete domi
colores mas sombríos de mi desesperación, narlo.
sin ocultarla mis fatales presentimientos, ni —
Sobre varias cosas, replicó Emilio, que
las probabilidades de que pudieran realizarse. pueden reasumirse en una sola: desearía ver
Paulina me escribió entregada a la mas deses en sus relaciones con Pablo ese amor de herma

no que echo de menos.


perante inquietud, (lacla frase de su carta
respiraba esa abnegación del amor verdadero,

Ese amor de hermano, esclamó Antonio-,
encendido i aumentado por los obstáculos, ha muerto en mi cada yez que ha querido
renacer. ¿Quién tiene la culpa? Dios solo lo
que desconoce los sacrificios para arrostrarlos
con la sonrisa en los labios, como la fé relijio- ,sabe. Hai sin duda, primo, naturalezas des
sa hacía a los mártires sufrir los tormentos i graciadas, que la providencia o quien sabe
la muerte. Para ella, como para mí, nuestro quien, destina fatalmente a una lucha perpe
amor era la vida: sin él preferíamos morir. tua: la mía es una de esas. ¿Cree Vd. quejni
A la lectura de esta carta me resolví a corazón no ha sentido jamas la necesidad de.

un afecto? Una sola confesión de mi parte le


emplear el único espediente que nuestra angus
tiada situación me sujeria, i la propuse la fuga, dará la respuesta: yo he devorado los libros
diciéndola que iríamos a casarnos a San Fer de Pablo i hecho gala de mis conocimientos,
para que nuestros padres viesen que yo
tam
nando a casa de un amigo, de cuya fidelidad
no puedo dudar. Mi propuesta ha sido acep bién quería conquistar su cariño, aun cuando
tada, no solo con resignación sino con pla ellos pareciesenquerer negármelo. Sin embargo
cer, i como pasado mañana es el día fijado por de todo esto nada he logrado, cuando sentía
su padre para emprender el viaje a Santiago, en mí irresistibles impulsos hacía esa vida de

nuestra fuga estáconvenidapara mañana en la tiernos sentimientos, que solo podían endulzar
noche. la soledad a que me lie visto condenado desde
el mi infancia. Ahora ya es tarde. He querido

¿I has pensado bien, dijo Emilio, en

van a dar? buscar en una mujer toda esa dicha que me


paso que
hacer? replicó Pablo, yo puedo huiaconlos otros, i esa mujer ha preferido

¿I qué
resolverme a todo, menos a dejarla partir, también a Pablo; ya vé Vd. que entre nosotros
Pero tienes que abandonar a tu madre.
— toda reconciliación es imposible, porque yo
Será por poco tiempo; cuando me haya
-— también amo a Paulina i he jurado que si no
casado volveré con Paulina. llega a ser mía no será de nadie. ¡Alguna vez
—¿I su padre? siquiera me he de dar el placer de realizar
mi deseo!
—¡Queme importa! El arreglará sus cálcu hablar coa
los como pueda i sufrirá las consecuencias de Antonio, que habia principiado a

su ambición. un tono de reconcentrada tristeza, se animó


por grados hasta temblar de emoción al decir
Vil. su amor por Paulina.

A la noche siguiente de esta conversación



Vea Usted dijo después de una lijera
los dos hermanos, la madre i Emilio se halla pausa, como Pablo ha sido desde nuestros
ban en la pieza que servía de comedor. Doña primeros años el .ser con quien siempre me
mate sentada en un rincón han comparado deprimiéndome, yo he bus
Manuela, tomaba
del cuarto, mientras que Pablo,iEmilio conver cado el modo de hacerme superior a él en
saban a su lado. Antonio se paseaba fumando, cuanto he podido i en muchas cosas lo

sin tomar parte en la conversación. En aque he logrado. El no. me aventaja en ningún


llos momentos había algo de solemne i sombrío ejercicio del cuerpo i nunca se atreverá a;

en el cuadro que formaban estas cuatro per


arrostrar mi cólera, porque lo quebraría como

sonas. La escasa luz que alumbraba la estan


a un niño. Es verdad que él me ha vencido
hasta ahora en el amor, pero yo sabré vencer
cia, dejaba caer sus pálidos rayos sobre el.
al destino; voluntad i enerjía me sobran.
rostro melancólico de la señora i parecía
I al decir estas palabras empezó a reírse de
eclipsarse ante el fuego de las miradas que, al
un modo estraño i forzado que heló la sangre
dar vuelta en sus paseos, lanzaba Antonio
sobresu hermano i su primo. La conversación, de su primo.
Todo lo que Vd. me lia dicho, dijo Emi
ademas, era fría i trabajosa, como la de per

sonas que hablan preocupadas de ideas dis lio, prueba solo que Vds. no se han entendido
tintas a las que van emitiendo con distrac hasta ahora, pero que pueden amarse ....

ción.

Vea, replicó Antonio interrumpiéndole,


Así llegaron hasta las diez déla noche, hora dejemos esta cuestión, porque ella me afecta
en que Doña Manuela
se retiró a su cuarto i demasiado. Si Pablo renunciase a Paulina, des
de ahora mismo ¿me entiende Vd.?en el acto,
Emilio hizo señas a Pablo de retirarse también.
talvez nuestro porvenir seria mas feliz. De otro
Este salió dejando a su primo solo con Anto
a distancia. modo tendremos que conformarnos con nues
nio, que había tomado un asiento
tro deslino. Buenas noches primo.
--Primo, dijo Emilio rompiendo el silencio,
Los dos jóvenes se separaron i Emilio se di
desde ayer tengo deseos de hablar asólas
con Vd. rijió al cuarto de Pablo.
Julio 16. LA SEMANA. 133

—Es intratable, dijo al entrar, creo había un potrerillo de cortas dimensiones,


que nun
ca se alcanzará nada de él. terminado al frente por las altas murallas de

Lo siento, murmuró Pablo, al dar el adobe que circunvalaban la casa. En un rincón
pa
so a que me
preparo hubiera querido reconci se divisaba
apenas un punto oscuro, que era
liarme con él. la puerta que comunicaba el potrerillo con el
Emilio se guardó bien de decir la condición interior.
que Antonio imponia para olvidar su rencor. —

Espérame aquí, dijo Pablo a su primo,



Creo qne la hora ha llegado, dijo Pablo pasándole las riendas de su caballo i las del
tomando su sombrero i un par de pistolas que que había traído tirando: sobre todo ten
habia dejado sobre una silla. paciencia, pues será preciso esperar algún

Yo te acompaño, le dijo Emilio. tiempo.
—Para qué, sólo estoi bien. Diciendo esto, el joven saltó al otro lado de
En lugar de llevar un hombre la tapia i se dirijió al rincón, donde hemos

cualquie
ra, irás conmigo. dicho se hallaba la puerta que daba entrada a

Vaya, si tú te empeñas : gracias. la casa por la parte de atrás. Emilio siguió a


Emilio tomó su sombrero i amfos salieron su primo con la vista, sentándose sobre la ta

dirijiéndose detras de la casa, en donde habia pia, lo vio detenerse algunos instantes i per
tres caballos ensillados, derse después tras de la puerta, que se abrió i
que un hombre suje
taba por las riendas. cerró sin hacer el menor ruido.

Bien está, déjanos los caballos, dijo Pa En esa espectativa trascurrieron diez mi
blo a este hombre. nutos, durante los cuales Emilio sintió pal
Los dos jóvenes montaron i tomando Pablo pitar su corazón i llenársele el espíritu de mil
la brida del tercer caballo, se pusieron a galo funestos presentimientos. A cada instante
par con dirección a la casa que habitaba Pau creía oir ruido de voces en el interior de la
lina. casa i el lejano
mujido de las vacas resonaba
en sus oidos como el lamento de una voz aho
VIH.
gada por el dolor.
Eran ya las dos de la mañana. —
Si lo sorprenden, se decía temblando,
La noche, sin ser de luna, tenia bastante tendría talvez que habérselas con los criados
claridad para distinguir los objetos a una dis de la casa, que lo tomarán por un ladrón.
tancia considerable. Entretanto sus ojos se fijaban obstinada
El silencio de los campos era profundo i so mente sobre la puerta, mientras esta reflexión
lo interrumpido de cuando en cuando, por tomaba .cada vez mas alarmantes proporciones.
el lejano mujido de los toros, que los ecos de Su vista, acostumbrada ya a la oscuridad,
los montes repetían. divisó por fin abrirse la puerta i aparecer un
Por lo demás, todos los ruidos nocturnos bulto que, proyectándose sobre ella, podía
que se oyen en los campos en las primeras apenas distinguirse. Pero el bulto continuó
horas de la noche habían cesado ya, dando avanzando haciaéliempezóa dibujarse mejor,
lugar a ese silencio solemne que predispone a medida
que se aproximaba. En la mitad de
el ánimo a la superstición i a los temores. la distancia, Emilio percibió distintamente dos
Los dos jóvenes galoparon durante un cuar personas: un hombre i una mujer.
to de hora sin dirijirse la palabra: ambos iban Entonces sintió desvanecerse, como por en
engolfados en sus propias meditaciones, que canto, sus temores i dilatársele el pecho con la
la calma de aquella hora favorecía. Al cabo vuelta de la tranquilidad. Pero no bien esperi-
de este tiempo, Pablo pasó del galope al trote mentaba esta consoladora sensación, cuando
i de este al paso poco después. Emilio dismi resonó en el aire el estampido de un tiro i sus
nuyó también la velocidad de su marcha, en ojos, que seguían el movimiento de las dos
la misma proporción que su primo. personas que avanzaban, vieron caerá una de
"-Ya vamcs a llegar, dijo Pablo rompiendo ellas i oyó un jemido que fué a confundirse en
el silencio, i es preciso caminar mas despacio los cerros con los ecos de la detonación.
para que el ruido no llame la atención de los
IX.
inquilinos que viven en los alrededores de
las casas con sus pandillas de perros, los que Emilio se lanzó del puesto que ocupaba i
esparcirían la alarma a mas de una legua a corrió cuan lijero le fué posible, hasta el punto
la redonda. en que uno de las dos personas acababa de
Ambos se detuvieron después de estas pala caer: Pablo se hallaba sin sentido en el suelo
bras. Hallábanse delante de una de esas ta i una mujer joven i bella hacía esfuerzos para
pias bajas de adobones, tan pintorescas en los sostenerlo.
campos por Jas hendiduras que a guisa de Emilio, sin decir una palabra, se puso a re
troneras se dejan al construirlas i por las conocer el cuerpo de su
primo: la bala habia
cuales pasan sus ramas caprichosas, el quilo i pasado a algunas líneas sobre la sien izquier
otras silvestres enredaderas. da, abriendo una herida que la sangre hacia
Allí los dos jóvenes echaron pié a tierra i parecer mas grave. —
Señorita, dijo a la niña
Pablo se alzó apoyando un pié en una de las que fijaba en él sus ojos llenos de inquietud,
hendiduras de la pared. Delante de su vista yo lie venid 3 con Pablo i me hallaba espe-
*34 LA SE Julio 16.
__^

rándolo cuando he sentido el tiro i lo he visto del caballo habian aumentado, lo privaba cas
caer: soi su de todo movimiento.
primo.

El me lo venia diciendo, contestó ella; Emilio i Paulina ayudaron al joven i lo
pero que haremos por Dios! ¿cree Vd. que la condujeron a su cuarto. Luego Emilio se diri
herida sea de gravedad? jió a la habitación de Antonio, después de
Imposible ine será decirlo ahora; pero es despertar a doña Manuela i de ponerla al co

preciso que Vd. vuelva a su casa antes que rriente de lo que sucedía.
noten su ausencia: de otro modo Vd. i él se La madre de los jóvenes llegó al cuarto de
pierden para siempre. Pablo un instante después i encontró a Pau

No, dijo la niña con resolución,
yo no lina que sostenia entre sus brazos la cabeza
puedo abandonarlo así. de su hijo. Después de darla las gracias con

En nombre de él- i de su amor; vuélvase lágrimas en los ojos, sepusieron ambas alavar
Vd. yo voi a conducirlo a su casa i la tendré i vendar cuidadosamente la herida. Hecho
a Vd. al corriente de su salud: si Vd. se esto se arrojaron en brazos la una de la ol^a i
queda, todo se descubre i están perdidos. confundieron sus lágrimas i sus ahogados

No importa, dijo ella, ya he resuelto sa suspiros, como si se hubiesen amado desde
lir de mi casa, i si pensaba seguirlo estando largo tiempo.
bueno, con mas razón lo haré ahora que su Doña Manuela, viendo que Pablo parecia
vida se halla en peligro. haberse dormido, se puso a contemplar coro
Emilio inclinó la cabeza ante aquella enér- curiosidad i cariño a aquella niña por la que
jica resolución i pasando sus brazos bajo el su hijo se hallaba al borde de la tumba.
cuerpo de Pablo, se enderezó con él i anduvo Paulina era una hermosa joven de diez i
hasta la tapia, en donde momentos antes lo ocho años, de regular estatura i facciones de
esperaba. una irreprochable delicadeza. En toda su
Allí el herido alzó la cabeza i fijó la vista persona brillaba ese aire de perfecta salud
sobre Paulina i su primo. que añade brillo i frescura a los ojos i al sem

¿Vd. no está herida?, dijo tomando las blante de la mujer, i su cuerpo, sin perder
manos de la niña. nada de su aristocrática elegancia cou urea

No, respondió esta, cuyo rostro se halla moderada gordura, hacia resaltar la gracia
ba bañado en lágrimas ¿qué siente V? i perfección de sus artísticas ondulaciones. Su

-Creo que la bala solo me ha rozado la rostro, tenia la dulce palidez del sentimiento
cabeza, dijo Pablo llevando una de sus manos i sus ojos pardos, animados por los resplando
a la herida; esto no será nada. res de un amor vivamente sentido, la presta
•— Pero me parece que lo mas prudente es ban un encanto indecible. Por un gracioso
dirijirnos a casa de tu madrj, dijo Emilio, i movimiento, maquinal en ella, alzaba sus se
que esta señorita vuelva a la suya antes que dosos cabellos cuándo cubrían la parte supe
hayan notado su ausencia. rior de su frente, dejándola asi despejada i-

Tienes razón, elijo Pablo, a menos que majestuosa con su franca pureza.
ella quiera ponerse bajo la protección de mi Doña Manuela hizo todas estas observacio
madre. nes de un solo golpe de vista i sintió una es

Mi resolución está tomada dijo Paulina, pecie de maternal orgullo al contemplar la
yo iré a donde Vd. vaya. belleza de la niña, que arrostraba por su hijo
Pablo estrechó con amor las manos de su querido los fallos severos de la sociedad i
querida por toda respuesta. acaso la cólera i maldición de strs padres.

Entonces, dijo Emilio, vamos pasando. —•¿I a qué han atribuido Vds. esta desgra
la tapia i a caballo, el tiempo urje, pues ese cia? dijo dirijiéndose a Paulina, que seguía
maldito tiro ha despertado todos los perros con inquieta solicitud la febril respiración del
de esta hacienda i creo notar en la casa un herido.
movimiento de luces, que manifiesta que se —
Pablo ha dicho que deben ser algunos -la
han puesto en movimiento los que la habitan. drones de los que no faltan en estos campo» i
Hasta entonces aquellas tres personas pa que tiraron creyendo sin duda que estábamos
recían querer evitar la conversación sobre el solos i han huido cuando han visto a su
orijen del tiro. primo. Pero la herida no es grave, añadió
Pablo, entre tanto, recobraba todas sus fuer con los
ojos llenos de lágrimas.
zas, porque después de pasar la tapia insistió —

¿I Vd. no teme que su padre pueda ve


en ayudar a Paulina a subir a su caballo. He nir? preguntó doña Manuela.
cho esto, montó lajeramente en el suyo i se —
Ai contrario, pienso escribirle diciéndole
pusieron en marcha, tomando Emilio la de lo que he hecho.
lantera para dejar conversar libremente a los \ Doña Manuela la abrazó cariñosamente i
dos amantes. ambas se sentaron a la cabecera de Pablo.
Al cabo de una hora llegaban a la casa de !
X.
doña Manuela, en la que reinaba el mas pro- ¡
fundo silencio. Al bajar del caballo Pablo j Como dijimos, Emilio se dirijió a la habita
sintió que las fuerzas ls faltaban: una violenta ción de Antonio, después de
despertar a doña
'
fiebre, que el frió de la noche i el movimiento Manuela. Al entrar vio a su
primo en su
Julio 16. LA SEMANA. 135

cama i al parecer, profundamente dormido. 1


jando correr de sus ojos el llanto que habia

Antonio, le dijo después de despertarlo, ! querido en vano reprimir.


Pablo acaba de ser herido i es preciso ir a i Emilio se acercó a él i trató de mitigar su
buscar un médico a San Fernando. | desesperación, haciendo favorables pronós-

¡Herido! esclamó Antonio levantándose l ticos sobre la salud de Pablo.


¿quién lo ha herido? j: A la mañana siguiente Paulina, como lo

No sabemos, contestó Emilio, sintiendo había dicho, escribió a su padre imponiéndolo
casi desvanecerse la idea con que habia entra de su conducta i anunciándole su firme re-
do al cuarto. ,
solución de no abandonar a Pablo. Después
En un instante Antonio se halló vestido. ! de escribir esta carta, dirijióse con doña Ma-

Vamos a verlo, dijo. ,
nuela al cuarto del enfermo, en donde se ha-

Mejor será ir a buscar inmediatamente al j Haba ya el médico con Emilio.


médÍGO, le replicó su primo, Pablo está dur ¡ Antonio se habia retirado al amanecer, en
miendo i conviene aprovechar el tiempo: si cargando que le anunciasen cualquiera ocu
yo supiese el camino, me habría puesto en rrencia nueva, en la salud de su hermano.
marcha ya. \ —

Señora, dijo el médico dirijiéndose a



Como quieras, dijo Antonio. . doña Manuela; el jó ven parece enteramente
;
I saliendo del cuarto, montó en uno de los fuera de peligro: la fiebre ha pasado casi del
caballos qne habia ensillados en el patio, i todo i creo que mui luego podrá levantarse.
partió a galope, camino de San Fernando. | Antonio entró al cuarto cuando el médico
Tres horas después, Antonio volvió a la i hablaba aun i después de oirlo, se acercó a la
casa acompañado por un facultativo de aquel ; cama de su hermano i volvió a salir al cabo de

pueblo. Ambos entraron al cuarto del enfer algunos instantes de muda contemplación, des
mo, después que doña Manuela i Paulina sa pués de echar sobre Paulina i su madre una
lieron, dejando a Emilio en la habitación. mirada de indefinible tristeza.
Antonio se acercó con el médico i éste des -
Media hora después, el encargado de llevar
pues de reconocer la herida, escribió una re la carta al padre de Paulina, volvió trayéndola
ceta i pidió un cuarto para retirarse. la siguiente lacónica contestación.

¿Qué piensa yd. del enfermo? le pregnn- «El paso que has dado te perjudica a tí úni
tó Emilio. camente, pues desde ahora quedas privada

La herida no es de mucha gravedad, de toda herencia.»
pero la fiebre puede hacerla mui seria, con- Palabras que retratan perfectamente el ca
íestó el médico. rácter del hombre que ha refundido todos los
Cuando Emilio i Antonio quedaron solos, sentimientos humanos en uno solo : la avaricia.
se arrojó a los pies del lecho de Pablo i pro Paulina pasó la carta sonriéndose a Da Ma
rrumpió en sollozos desesperados. nuela i estrechó con amor las manos de Pablo,

¡Mi hermano! mi pobre hermano! escla que principiaba a despertar. ¡

mó retorciéndose dolorosamente. En estos mismos momentos Emilio, llamado


Cálmate, le dijo Emilio, arrepintiéndose fuera de aquella pieza por un sil viente de la
ante aquel violento dolor, de haber juzgado casa, le entregaba una carta:
temerariamente de Antonio; cálmate, este no El señor don Antonio, dijo el criado, me

será nada. ha mandado traerle esta carta.


El joven no respondió porque el llanto Emilio la abrió i leyó lo que sigue.
ahogaba su voz. Parecía que aquella natura «Primo: Anoche, si hubiera creído en peli
leza de fierro esperimentaba por primera vez gro la vida de Pablo, me habria muerto a sus
el alivio de las lágrimas, pues rendido a su pies: ahora veo que sanará i he resuelto au
imperiosa fuerza, Antonio ocultaba su rostro sentarme para siempre. En Vd. he conocido
entre las manos i Lloraba como lloran los un corazón jeneroso, i por esto le
ruego que
niños. Trascurrida una hora de este modo, trabaje para que mi madre i mi hermano no
alzó su rostro i púsose de pié, fijando sus ojos maldigan mi memoria i compadezcan algún dia
escaldados sobre su primo, que permanecía mi desgracia. Adiós.
silencioso eu un rincón de la estancia. Nunca Su primo. Antonio.»
mas intenso dolor se habia manifestado tan Emilio sintió en sus ojos una lágrima de
visible i dejado tan profunda traza en unas profunda compasión por aquel ser al que la
cuantas horas. Los ojos encendidos, cóncavas naturaleza i las debilidades humanas habian
las mejillas por una mortal palidez, abatida la condenado a perpetuo sufrimiento,
ahogando
frente i los labios sin color; se habría creído los instintos jenerosos que ¡erminaban en su
que tan estraña trasformacion no podía sel pecho, para desarrollar únicamente las funes
la obra de un instante. Antonio, dio dos pa tas pasiones cotí que se hallaban confundidos.
seos por la pieza, i al querer de nuevo dirijir Después de esto, puso la carta en su bolsillo i
a Emilio la
palabra, sus labios balbucearon entró de nuevo al cuarto de que acababade sa
inarticulados sonidos, como las voces que un lir i encontró al instante la mirada de su primo
mudo se esfuerza por hacer salir de su gar i de Paulina que parecian decirle, en ese mudo
ganta i, dando algunos pasos hacia la puerta, lenguaje, su felicidad i su alegría.
cayó de rodillas al lado da su hermano, de- I Alberto Bllst Gasa,
136 LA SEMANA. Julio 16.

Los placeres de Santiago. pió fulgor, al mezclar sus rayos con los veci
nos resplandores de la que el espacio le dis
ESTUDIO DE COSTUMBRE. puta.
En esa mezcla de etereojéneas nacionalida
Diójenes, buscandohombre con su fa
a su des que han venido formando el carácter san
mosa linterna, habria ciertamente fracasado
tiaguino, han ido escollando uno a uno los
en su intento si se hubiese echado a buscar, intentos de los qué han querido, con laudable
no nn hombre, sino un solo entusiasmo, dar mas vida i espansion a este
placer, algo que
se
parezca a un pasatiempo, siquiera, en nues cuerpo sui jeneris llamado sociedad de San
tra soñolienta cuanto apática capital. En San tiago: el tal cuerpo se ha sacudido un instante
tiago, el clima que tan benigno se muestra con i ha vuelto a caer en el letargo sin fin de su
sus buenos habitantes, es de mortífera influen acostumbrada indiferencia.
cia para todo lo que semeje a una diversión. De aquí, por consiguiente, las causas qué
Aquí la ópera, los bailes, los paseos i cuanto hacen que nuestra sociabilidad se encuentre
contribuye a formar las delicias de la vida reducida, en último término, a los estrechos
civilizada, son plantas exóticas que ningún es límites de las visitas i de éstas, la mayor par
fuerzo consigue aclimatar o como esas má te de cumplo i miento, como decia el caste
quinas que la moderna agricultura, con tan llano viejo de Fígaro.
buen éxito emplea en Europa i que, introdu Una familia manda poner el coche (en San
cidas en nuestro bendito suelo, se deterioran tiago todas tienen coche, porque todo otro an
e inutilizan al cabo de muí corto servicio. Lo dar es andar a gatas, según el parecer de San
que dura por acá son los bostezos, porque cho). La familia se dírije a casa de la Fulana
nadie los da cortos; los frios i los calores son i llega después de atravesar nuestras calles,
también de larga duración; duran las antipa calculadas admirablemente para el lucro dé
tías i los odios, las esperanzas, porque rara los carroceros i la mortificación de todos los
vez se cumplen i los pleitos, en fin, que
gozan demás. En el medio del patio, sé encuentra
de una proverbial lonjevidad. Cualquiera di con un criado de
cualquier sexo, al que se dí
ría que la proximidad de los Andes nos aplas rije la pregunta siguiente: ¿Está laFulanita?

ta, apagando el hielo de sus nieves perennes, El doméstico, mira, titubea i acaba por res
ese calor vital que en otros pueblos hace a las ponder:
jentes mas espansivas i joviales. —
No sé, señorita, iré a ver,
El santiaguino, sin tener nada de oriental, I penetrando al interior, introduce la con

enciende sn.cigarrillo, se engolfa mirando el fusión las dueñas de casa, diciendo:


en

humo,. no dice nada i piensa menos. "'


Señorita, unas visitas.


La santiagíiina, andaluza por su donaire i —

¡Visitas! dice la señora, díles que rio es


su sal, se envuelve en su mantón, va a las toi. Aguarda ¿quiénes son?
tiendas, vuelve a su casa i bosteza. Luego asomándose por un postigo:
He ahí, con escasas escepciones, la vida de —

Ah, si es la Sutaná i sus hijas, eselamáj


la parte culta de nuestra población. Nada di es preciso recibirlas.

remos déla inculta, por que esavive como tal, I esto diciendo, desbándanse las niñas qué
i peculiaridades asustan mas que intere
sus la acompañan, porque aun no se han peinado,
san, al corre la criada a abrir la puerta i doña Fula
que se pica de .observador.
na sale arreglándose su desaliñado traje.
Principia el año en verano i entonces hace
demasiado calor para divertirse; llega la cua —
Ai hijita, dice a las recien llegadas, me
resma i necesario rezar i ajusfar las cuen
es han pillado sin vestirme, las niñas tienen la
tas atrasadas; viene el invierno i el frió hace culpa, que se les puso sacar unos moldes i me
cerrar las puertas de las casas, i así da vuelta han tenido hasta ahora.
el año i dan vuelta los proyectos lejislativos i --¿Qué moldes? Como está don Fulano i
municipales, quedando muchos de ellos pen tus niños.
dientes, como esperanza de minero, i dan vuel —
Todos buenos, hijita. Son unos moldes de
ta las modas, las golondrinas i todo lo que una chaqueta de la Clarita Q.

periódicamente vuelve i encuentran siempre a —

Ah, ya sé, una que le vi en casa de mi


la sociedad santiaguina, seria como si medita hermana el otro dia.
se un golpe de. estado; indiferente cual el mo —

¿Cierto es que la Clarita se casa?


zo que antes de haber vivido quiere darse los

En la familia lo niegan, pero todos dicen
humos de hombre fastidiado; apática asaz, que está hecho el casamiento.
hasta no interesarse por nada que salve los Aquí, durante una pansa, todos parecen
límites del círculo de la familia. Francamen reconcentrarse i siguen después la conversa
te nosotros, tenemos algo de ingleses en lo lu ción por algunos instantes.
náticos, de franceses en lo nimios i en lo tai —

¿Vamos niñas? dice después la señora de


mados de españoles, mientras que esas distin visita.
tas civilizaciones, que componen la nuestra, Por qué te vas tan luego.

al reunirse en Chüe, han perdido muchas de j Si no puedo llegar tarde a casa, por que

sus peculiares ventajas, como dos luces de de otro modo la cocinera nos deja sin comer,
¡
'

diítint?. naturaleza pierden cada cual el pro- si no la están apurando.


~

Julio 16. LA SEMANA. 137

Lo mismo pasa aquí: los criados son


reino animal, nos referimos principalmente, a


iguales en todas partes. los niños precoces que se permiten esta rega
Ai, yo ya no hallo que hacerme con mi

lía antes que las leyes sociales los habiliten para
cochero. visitar. La inania, en efecto, sale en la noche a
Mi criado de la mano es tan torpe que no

las tiendas i mientras ella i el vendedor deba
me deja tasa con oreja. ten el precio, con mas escrúpulo que si se
Figúrate, dice doña Fulana, que hoi no

tratase de una cuestión de límites entre dos
he podido conseguir de mi cochero que des naciones vecinas, las niñas, lánguidamente
haga el taco. apoyadas al mostrador, envían sus tiernas mi
El taco es unaenfermedad endémica de la radas a los Narcisos encargados de recibirlas i
que padecentodas las casas de Santiago. de retornarlas otras no menos acarameladas.
-

Lo mismo nos pasa en casa i allí que nun —
Las cosas de Vd., dice la mamá al co
ca se echa una sola basura. merciante, nunca he pagado este jénero mas

I aquí, pues hijita, todo se lleva al ca de doce reales.
rretón. —

Señorita, contesta éste, es el precio de


Axioma: En ninguna casa de Santiago se factura.
arrojan basuras a la acequia i todas padecen La factura es para el comercio lo que era
de inundaciones. Lazarillo en la comedia española: nunca deja a
El único modo de evitar esto es de que

su amo en un aprieto.
manden poner rejas, añade una de las seño —
No importa, replica obstinada la señora,
ras, repitiendo como descubrimiento de su es mui caro; mira, Dominguita, añade diri-
■cosecha, lo que nos han dicho ya las pasadas jiéndose a una de las hijas ¿a cómo se lo dieron
a la
jeneraciones. Pepita en la otra tienda?
De paso advertiremos aquí que esta con Pero Dominguita no atina con la respuesta,
versación tenia lugar antes de la reciente por que se ha lanzado a vogar en el rio Tierno
aprobación de la ordenanza municipal, que de amorosa memoria.
tiende a atajar los tacos i con ellos los males I como son tan pocas las madres que re
que acarrean. cuerdan la viveza que los ojos i las pasiones
Después de este aforismo sobre las rejas tienen a la edad de Dominguita, la señora
las visitas se despiden por fin, para continuar vuelve a su discusión diciendo:
de este modo tan locas diversiones i las de la —

¡La memoria de esta chiquilla! nunca se


casa vuelven a sus moldes i demás faenas do acuerda de nada!
mésticas. Sin pensar que la memoria í el corazón vi
Los hombres por su parte emplean el dia ven en perpetua desavenencia: cuanda este se
de mui diversas maneras. El empleado va a su ajita o desea, aquella se paraliza, i cuando el
oficina con la puntualidad del buei a su bebe segundo reposa, la memoria recobra su luci
dero; el comerciante a su tienda o almacén; el dez.
médico a sus visitas, i los que tienen la dicha Pasada la hora de la tiendas cada cual se
de ser ricos salen a aplanar las calles hasta* la retira donde mas le cuadra, para quejarse de
hora de comer, i a divertir el ojo, como suele la insipidez i monotonía de nuestra bienaven
decirse, cuando se trata de mirar a las buenas turada capital.
mozas: de estos últimos es el reino de este Así lo hize yo, en dias pasados, aunque sin
mundo. haberme paseado por el Portal, que huyeron
Llega la noche i se iluminan las tiendas. A ya de mí los años en que la diversión que he.
esta hora emprenden los mozos de la capital la apuntado podia llevarme allí con tan juvenil
tarea de recorrer el Pasaje i el Portal, i des objeto. Llegué a la casa en que suelo visitar,
pués el Portal i el Pasaje i luego viceversa co cuando la tertulia estaba en todo su esplen
mo si trataran de inventariar las losas del dor. Las niñas i los jóvenes conversaban ale
pa
vimento. En esta diversión de Santiago, en la gremente de importantes nimiedades; en otro
que solo los enamorados pueden hallar nn grupo dos caballeros de esos que luchan a
verdadero placer, se emplea, como en todos brazo partido con la edad para conservar el
los paseos, la seriedad característica del chi título de jóvenes, sostenian con la mamá de
leno. Haciendo un dia esta observación a un las niñas una reñida cuestión, sobre que en
amigo: este año ha hecho mas frió que en el anterior,

¿I cómo quieres que anden? me contestó, olvidándose de que el último invierno es el


quieres quevayan riéndose como tontos? mas frió, por que los doce meses
que lleva
Nada hallé en verdad que replicarle, por mos de mas acuestas que en el otro, nos co

que recordé que en nuestra tierra hai un ho munican un nuevo hielo que el termómetro no
rror instintivo a la tontera, parecido al que marca; i, por fin, en un salón contiguo juga
todo hombre pobre tiene por el aumento de la ban malilla los padres de familia i los que han
familia. dado ya valerosamente su dimisión de Love-
Bien nos fijamos al decir que en los paseos laces. El aspecto de la tertulia era en jeneral
por el Portal los enamorados solo pueden ha animado i me hacia pensar que son de esta
llar algo de recreativo, i ai hablar aquí de ena clase los únicos pasatiempos que nos quedan
morados, especie talvez la mas variada del en Santiago; porque, si bien la señora niani-
18
133 LA SEMANA. Julio' 16.
festaba cierto sospechoso saludo que la
con recordar las peripecias de su destino i al dis
cuestión de temperatura no alcanzaba ,1 des-ve currir principalmente sobre una cuestión como
lada completamente, a lo menos, como la de su proceso en que se jugaban su vida o
dicen,
mataba la noche, i no mata el
tiempo quien su muerte.
quiere sino quien puede, lo que bien pensado Pero, por vaga que fuese en algunos mo
no e3
poco, ya que el tiempo a tantos mata ia mentos sumirarla i por mas que su palabra-
alegría. Por otra parte las niñas amenizaban pareciese de vez en cuando indiferente, el he
con sus risas, los intervalos en que la conver cho es que, al ver o escuchar a este hoinb''S*
sación se cortaba, i en todo reinaba ese aire
cualquiera se habria sentido vivamente: im
de felicidad que ciertos pintores flamencos presionado, porque en su jesto i sus ideas,
dan a sus cuadros de interior. en sus movimientos i su estilo se reco*
Di súbito ss alza en la vecina pieza un rui nocia al instante ese poder misterioso de
do atronador de voces, que en esGala ascen las almas superiores, ese encanto que nos
dente, iba alcanzando a los mas estrepitosos hace interesarnos por todo cuanto les concier
sonidos que al gaznate humano le es dado ne, ese ascendiente que no puede esplicarse,
producir. Lo ¡distintos tonos que se mezclaban pero que se siente i que subyuga a los seres
a la vez formando
aquel concierto descomunal, de corazón.
paralizaron las conversaciones de nuestro sa Así como los p'ijaros jimen aterrorizados i
lón i llevaron hacia el de la malilla todas las sin embargo no pueden huir de la serpiente
miradas. que los atrae con su aliento, o bien como el

Válgame Dios, dijo la señora, ya están gavilán que perturba i envuelve en sus círcu
disputando de política. los májicos a las palomas débiles, así debió ser

I sobre qué lei disputan, pregunté auno para sus relaciones queridas la mirada de este
que parecía salir, huyendo de tan poco parla hombre, porque habia en ella algo de irresis
mentaria discusión. tible para toda persona a quien él quisiese in

¡Eli, señor! me dijo! qué lei, ni qué niño teresarle.


muerto, estamos hablando de la revolución. Rara vez la sonrisa asomaba a sus labios i

Si se tómala cosa como armonía imitativa, aun entonces su sonrisa no parecía sino una

pensé para mis adentros, sin duda que la dis chanza contra la grandeza o el infortunio, la
puta remeda perfectamente el ruido de la ba malevolencia o la injusticia de los hombres.
talla; pero mucho me temo que tratada de ese Sus grandes ojos negros movíanse rápidos
modo la cuestión política, acabe con la poca como su pensamiento, para quedar inmediata
sociabilidad que nos queda, como relujio úni mente inmóviles, como si el desden o la duda.
co de tan insípido pueblo. le privasen de cambiar su adusto ceño. Inves
I vi en efecto, al cabo de un cuarto de hora, tigando en sus facciones los instintos de su
que las visitas saliau huyendo de aquel pací alma, distinguíase fácilmente un aire de no->
fico salón convertido en campo de Agramante. bleza en su siniestra fisonomía, porque el vi
Vuelto a mi casa escribí lo que precede, cio i el crimen, debian ser ocasionales en su
echando a rodar el siguiente certificado que existencia i no habrían degradado aun su espí
nadie se negará a suscribir : Conste por el ritu altanero. El vulgo no percibe sino las ex
presente que en julio de 1859, Santiago es la terioridades de un culpable perseguido por la
ciudad mas estúpida del globo. desgracia o el remordimiento, pero un obser
vador sagaz, estamos seguros, habria recono
Julio de 1859.
cido a la primera vista en el hombre de que
Nadie. hablamos una alma de ilustre orijen.
No obstante, ¿de qué le servían esos dones
preciosos, una bella figura i uii carácter no
tl'sí ÍJOaíllciíla. ble, estilo i maneras insinuantes, talento e
ilustración poco comunes aun en los espíritus
Continuación. cultivados, cuando el crimen i la disipación
los habian manchado todos llegando hasta el
VIL
estremo de hacerlos inconocibles? Sin duda
Al terminar estas palabras con la unción i que no era una vil criatura aquella a quien
elocuencia que le eran naturales, Palacios el cielo los habia otorgado, i no obstante, ella
conmovido. no inspiraba en su situación sino terror al
pareció quedar profundamente
Los movimientos acompasados de su bella mayor número e interés i compasión a unos
cabeza i los rayos que lanzaban sus ojos, pocos. Así es como el viajero desdeña las rui
decían bien claro i sin que él lo asegurase, j nas de un pobre rancho que encuentra en su

cuánto impresionaba su espíritu el rudo con- i camino, mientras que los restos de un antiguo
i i sólido edificio, una piedra, una columna, un
traste que formaban su pasado su
presente.
Hablando de todo con entusiasmo i con una
'-
'
chapitel derruido imponen respeto a todo el
facilidad de elocución verdaderamente asom- que los mira en nombre de su primitiva belle
brío i sus pen za i
brosa, su estilo cobraba mas esplendor.
de lo que
samientos mavor fuerza al tratar
de Rosario, al ■■

tanto le interesaba, al hablar


Julio 16. LA SEMANA. 139

manera traidora i brutal. El i la sociedad


juez
VIII.
parecian, pues, interesados la pronta con
en

Después de varias entrevistas con el reo clusión del proceso i en que se impusiese al
i pasadas las
pruebas, careos i confrontaciones reo cuanto antes un castigo tremendo i
ejem
de estilo, fué preciso
consagrarse a escribir su plar.
defensa. Su causa,
aunque grave, era clara
IX.
para todo el que quisiera juzgarla alta i desa
pasionadamente; pero las declaraciones de Pa Aunque el término fué angustiado, la defen
lacios le habian comprometido i sn crimen, sa no
pecó por fria ni diminuta. Las pruebas
confesado desde el principio paladinamente, indirectas, únicas posiblesensemejaiitecausa,
aparecía injustificable a los ojos de la lei i ro se rindieron en gran número. Todo cuanto
deado además de una muchedumbre de cir permitieron las circunstancias, otro tanto se
cunstancias agravantes i estañas. En el rejis- hizo por salvar la existencia del procesado, o
tro que se hizo de su
persona al momento de su al menos por librar su nombre del vilipendio i
aprehensión, el mismo entregó la daga que, con de la infamia. I al hacerlo así no servímos a
el hallazgo del cadáver i su reconocimiento pe la simpatía que nos inspiraba un hombre inte
ricial, vino a constituir el cuerpo de su delito; resante i desgraciado : servímos mas bien a
i luego, én una los dictados de la "razón i de la conveniencia
inquisición ulterior, se le en
contró sobre el corazón i
bajo la pechera de su pública: servímos a la causa del sentido co
camisa un medallón con el retrato de Rosario,
munique, entonces como ahora, nos hacia de
un
cadejo de su pelo i un curioso I lacónico sear
que se suprimiese de nuestro código
documento en que, después de jurarse un criminal la palabra castigo, pbr que revela
amor eterno impio, «ambos una idea inmoral de
pero se obligaban, parte déla sociedad, i que
ante Dios, contraer matrimonio el dia en cambio se sustituyese
por la palabra colec
a en que
uno i otro
pudieran ser libres.» ción, que sería mas filosófica i humana. Las
Aparte de esta especie de amuleto, cuya pasiones se dominan mas bien por la dulzura
sola posesión le bastaba i el amor que porelrigori la crueldad: por eso
para creerse feliz e
invencible, Palacios traía también consigo i la diabólica doctrina del Talion nuucaha hecho
pegados a su cuerpo dos cuadernos, uno de tantas conquistas para la moral como las sua
los cuales contenía en copia todas las cartas ves i caritativas máximas del
Evanjelio.
que él i Rosario se habian escrito durante el En efecto, no solo la filosofía sino que has
año feliz de sus amores, así como letrillas i ta el simple buen sentido basta
para no su
décimas, trovas, idilios i poesías eróticas ins poner la existencia de un crimen allí donde el
piradas por ella, siendo muchas de estas últi hombre que lo ejecuta no haya sido bajo todos
mas escritas con
lápiz mientras el procesado, aspectos intelijente i libre. Cuando no hai in
huyendo de las persecuciones de la autoridad, telijencia ni libertad moral, ya sea por caren
peregrinaba por los bosques de Aranco i cia absoluta o por enfermedad transitoria de
Concepción. Figuraban en el otro cuaderno, las facultades mentales, el crimen se reduce a
con todos sus
detalles, hasta los mas pequeños una desgracia
mayor o menor, cuya repetición
incidentes de la vida privada de entrambos,. debe la sociedad evitar a toda costa pero que
sus dulces i clandestinos
coloquios, sus secre en rigor no
puede justamente castigarse. Ni
tas entrevistas, los celos del furibundo marido el perro que muerde ni el niño
que mata son
i su mala conducta, las
quejas de la mujer, delincuentes: ambos cometen un mal, pero no
las protestas del amante i, en simia, todos ¡os cometen un crimen: la conciencia los absuelve,
incidentes i peripecias de ese drama que se aunque la razón i el ínteres social deban coar
abrió por un matrimonio sin inclinación, con tarles la facultad de causar en adelante iguales
tinuó por las visitas de amistad, se desarrolló daños.
mediante la licencia i el desenfreno de una Donde la voluntad no impera, no hai verda
mala vida conyugal i vino a terminar
por la dera responsabilidad. Por consiguiente, todo
muerte de ese infeliz, a
quien la justicia tra castigo es injusto para el demente o el idiota,
taba de vengar despachando a su asesino al i aun lo es para el hombre de razón
pero cuya
otro mundo como si con ello
pensase resus- intelijencia se encuentre cegada por pasiones
citar al occiso. absolutas e irresistibles. Enestecomoen
aque
Todas estas cosas i muchas otras que el vul llos la voluntad, en la mayor parte de los ac-
go repetía i adornaba con porción de acciden ! tos criminosos, no tiene fuerza bastante
para
tes fabulosos i raros, traían
predispuesto el sobreponerse a los deseos ; i parécenosquehai
ánimo del juez de la causa i hacíanle creer que ■

gran diferencia, i debe haberla sobretodo para


el asesinato de Barraza,
lejos ele ser obra de el filósofo, el lejislador i el juez, entre el de-
nn sentimiento noble i
jeneroso, era por el .
sear de los instintos i el
querer de la voluntad!
contrario el resultado de una venganza calcu Un hombre dotado de
lada i atroz, i que en vez de haberse ejecutado 1
pasiones ardentísimas
pero cuyo espíritu no haya sido debidamente
como una medida de
propia defensa i por sal cultivado, rigorosamente" hablando no es un
var a la
esposa inocente del furor de su bár criminal: mas bien es un demente, i castigarlo ■

baro marido, era, al revés, un crimen


preme por homicida cuando solo obra impelido porla
ditado desde largo tiempo i de una '
perpetrado pasión, importa tanto como el
castigar puñal
HO LA SEMANA. Julio 16.
de que se sirviera para ejecutar su crimen. lidad verdadera i la justicia de la sanción pe-
Asi como cae la piedra nal no existen.
por que es pesada, así
peca este hombre por que es violento. La razón Aparte de los castigos humanos, al lado de
no impera en él,
porque, estando dominado pol eada transgresión de la justicia la Providencia
lina
pasión indomable, no raciocina, no piensa ha impuesto una pena i ella basta para refre
ni discurre: obra solo según el impulso de su nar a la mayor parte de los hombres educa
corazón: la dos: los perversos a quienes esta pena no les
pasión mueve su brazo, nola volun
tad, i en el acto de cometer su delito cede co arredra, no se detienen tampoco ante la con
mo al poder de un fatalismo sideración de la pena convencional. La espe
orgánico del que
nadie puede ser responsable sino Dios. riencia prueba que se cometen mas numerosos
i graves delitos allí donde mas se castigan; i
X.
Chile sabe mui bien que los crímenes mas
Pero entre la de una pasión i la
ceguedad célebres que rejistran los fastos de su judica
demencia, idiota i el que se deja
entre el tura son precisamente los que se hanicome-
arrebatar por sus instintos, está el sentido tido inmediatamente después de nuestras mas
común del jénero humano, están la razón de famosas ejecuciones públicas.
la sociedad i el criterio del juez que analizan Sobre todo, para los hombres capaces de
i comparan, reflexionan i resuelven. La razón arriesgar la vida contra unapasion que los do
social es la que debe restablecer el necesario mine, para aquellos a quienes no detendrían
equilibrio entre la intelijencia i las pasiones los peligros de ninguna empresa que los con
del hombre. Es a ella a quien corresponde dujese al fin que anhelan, la muerte dada o
educarlo para que se perfeccione, correjirlo recibida por un motivo análogo a su pasión
para que se enmiende, enseñarlo para que predilecta es como un timbre de honor, es
aprenda a domeñar sus malos instintos; por como una nueva causa que sobre -excita sus

que, de lo contrario, el hombre será siempre instintos. Asi como centenares de chilenos han
arrebatado i demente i entonces sucumbirá no muerto con gloria en los campos de batalla

por quererlo, sino porque no puede dejar de reclinando su frente de héroes sobre el seno
querer lo que le aconsejen su naturaleza in de su patria agradecida, así un hombre como
culta o su espíritu depravado i pervertido, ya Palacios u otro de los muchos de su linaje,
que no perverso. dará su vida gustoso por haber salvado al
La primera de las prescripciones de la mo ídolo de su amor de los peligros i sufrimientos
ral que se haga siempre i en todas partes
es que amargaban su existencia. I su muerte
el bien. Sin embargo, no siempre hai crimen decretada por la justicia o la lei humana no
cuando se causa un mal, i asi es que no solo servirá ni siquiera de escarmiento para. los
no debe caer la pena sobre el que no sabe o no que se sintiesen tentados a imitarle, porque
puede hacer el bien, sino que tampoco debe los críme nes, en vez de atenuar, parece como
imponerse al que hace un mal pero sin desear que inflaman los instintos de destrucción in
hacerlo. Los seres dotados de intelijencia te herentes a la naturaleza del hombre no edu
nemos completo poder sobre muchos de nues cado.
tros actos; pero algunos hai que, apesar XI.
nuestro, se hallan solo sujetos a la lei de un El ejercicio, no hai una duda, refina i vigo
organismo desgraciado; i de ahí procede que, riza las pasiones i asi es que no pudiendo servir
muchas veces, el crimen no es mas que la ac de ejemplo, las ejecuciones capitales quedan re
ción de algún afecto a quien la razón no pudo ducidas, parala filosofía i el buen sentido, auna
reprimir, ya por debilidad, ya por ignorancia, simple venganza legal. Por eso la lei que castiga
ya por que los instintos de la materia fueron al asesino, (sea cual fuese, no siendo involunta
superiores a los deseos de la voluntad i a los rio) la lei cruel que lo castiga con la pena de
preceptos de la razón. muerte es tan irracional, como la
que autori
Nada hai mas vario que la acepción de la zase la devastación de un
pueblo por la sola
palabra crimen. Por eso es que el juez nunca razón de qne este pueblo hubiese caído en la
debe olvidarse de que no siempre existe un debilidad de destruir a otro pueblo.
crimen cuando se quebranta una lei, porque Con el cristianismo concluyó la idolatría i
hai leyes cuya observancia no pende muchas acabaron los Dioses; la república concluyó
veces de la voluntad del hombre, como hai con los Reyes; la civilización a su vez, no

otras tan inobservables que su sola existencia, dudamos, también acabará con el Verdugo. «I
en tiempos de ilustración i cultura, el orden, ha dicho un poeta, no por eso desapa
importa
una especie de criminalidad social. Mientras recerá con el verdugo. £1 crimen se mirará co
tanto, es un hecho incuestionable que el ver mo una enfermedad i ella tendrá sus médicos

dadero crimen solo existe cuando se hace que reemplazarán a la horca i al banquillo de
voluntariamente un mal; porque, dígaselo los ajusticiados. La libertad i la caridad se aso
que se solo la obra de la razón i la
quiera, ciarán para verter el bálsamo i el aceite allí
aquiescencia de la voluntad pueden revelar donde antes se aplicaban el hierro i el fuego.
la verdadera existencia del crimen. Donde Asi un gran mal se habrá remediado solo con
ellas no se encuentran, solo se advierte el mal curar
por medio de la caridad lo que antes se
i la necesidad de reprimirlo, pero la crimina curaba por la cólera.»
Julio 16. LA SEMANA. 144

En efecto, para aquellos a quienes la educa «Ah, jazmín! tu lo has dicho,


ción haya sido ineficaz, opónganse a sus accio La madre selva esclama:
nes fuerzas impeditivas i El hombre obedeciendo a su capricho
después de prever el
crimen, trátese tan solo de evitarlo. No mas Por injusto baldón talvez me llama
ejecuciones capitales i mucho menos por cau- Inspiradora de pasión impura;
saspolíticas, aun cuando ellas se ejerciten con I juzga solamente
tra los reos a pretesto de homicidio u de incen Por aquello que mira esterionnente
dio voluntario. A los violentos hai que repri I jamás de lo interno se asegura.
mirlos, a los ignorantes que ilustrarlos, a los
enfermos que curarlos. Pero lo que importa, Vio se alzaba una rosa
sobretodo, es difundir i jeneralizar la educa I hallándola de espinas circundada,
ción, porque ella es la fuente principal de la La llamó pudorosa:
moderación i de la virtud, de la riqueza i del Hacia mí tendió luego su mirada
honor. Oiga estos votos el cielo i haga que I no viendo asperezas en mí el hombre,
Chile los realice cuanto antes! Los que ama Me dio distinto nombre:
mos de corazón el progreso social i los La virtud, la pureza siempre es suave,
que
tenemos fé en el adelantamiento providencial I-el mortal si lo sabe
de los pueblos, confiamos i esperamos! No la dá ni el respeto que merece
I acata lo contrario i la escarnece.»

(Continuará.) I por sus hojas con precioso encanto


oculto roció
De su

Rodó una gota como leve llanto,


Un cuento de flores. I el sedoso atavio
Plegó la madre-selva sollozante
En el álbum de
Alejándose al punto de su amante.
Deciánme de niño Cuando veo una hermosa
Que enel jardin las olorosas llores Joven que candorosa
De la luna a los plácidos albores Un necio alarde no hace de pureza
O al nítido fulgor de las estrellas, Levantando soberbia la cabeza
Bellísimas se alzaban Como lo hace la rosa.
I sus tiernas querellas
Ver imajino en ella
I sus finos amores se contaban. La madre-selva perfumada i bella.
I tú eres niña así; pero esta historia
Crédulo en una noche salgoafuera
Conserva para siempre en la memoria.
Ibajo un
pabellón de enredadera
Que en el jardin habia, Julio de 1859.
Me oculto silencioso;
Rafael Sístos.
Ciando un jazmín que leve se mecía
Al soplo del ambiente cariñoso,
A una madre-selva que igualmente
Se mecia al ambiente,

A <í.
I su aroma purísimo esparcía
( Soneto. )
Díjola con ternura:


«No creyera en verdad que tan ingrata
¡Feliz quien puede contemplar tus ojos
Fueras tú, madre-selva, cuando el hombre
I a contigo respirar la brisa!
par

De vínculos de amor te ha dado el nombre.


¡Feliz quien goza cíe tu dulce risa,
I oye el acento de tus labios rojos!
¿A qué amante tiernísimo se trata
Como me tratas tú, tan desdeñosa?
¡Feliz, quien ha probado tus enojos
aquella tan galana rosa
¿No ves
I paz en tu mirar divisa!
luego
Que tierna se doblega,

I del tosco "clavel que está a su lado


¡Feliz mil veces quien tu senda pisa
Poniendo flores i quitando abrojos.
A las caricias i al amor se entrega?

¡Feliz, quien bebe en el arroyo terso


I sabes que le ha dado De tu pureza deliciosa calma,
Espinas punzaduras I hace de tí su gloria i su universo!
El cielo i por lo mismo se ha llamado
Símbolo de impiedad, i representa de tu amor la palma
¡Feliz, quien logre
Altiva ser a la pasión violenta. I fortuna o lance adverso
en
próspera
Estrechémonos pues finos amantes, Pueda en tus brazos estasiar el alma !
1 la vida enojosa
Que nos brinde de amor gratos instantes Fidel Palacios.
En vez de indiferencia fatigosa.»
U2 LA SEMANA. Julio 16.

EUROPA. cie. La verdad, en último análisis, no es mas que


la unidad realizada, en la intelijencia, que escluye
La lucha está ya
empeñada entre el Austria i
los ejercites aliados.
toda duda, todo error i todo escepticismo; la vir
A las escaramuzas de mas o menos considera
tud no estampoco sino la unidad realizada en la
ción de que nos trajo noticia el vapor de la quin abnegación, que escluye todo egoísmo i toda ini
cena, ha sucedido batalla ia aldea
quidad; i la belleza no es otra cosa que la
una
campal en
unidad realizada en la armonía, que escluye todo
de Monte-Bello, que los austríacos a pesar de
en

numérica han sido completamente desorden, toda discordancia i toda deformidad:


su superioridad
unidades finitas todas tres, que emanan de la uni
derrotados por una división del ejército franco-
dad infinita realizada en el tiempo, el movimiento
sardo, dejando mas de dos mil hombres en el
i el espacio, de la existencia absoluta, de Dios, en
campo.
una palabra. De esta suerte se esplican satisfacto
A este encuentro se han sucedido otros de no

tanta riamente la pluralidad i abundancia del mal,


consideración; pero en los que siempre se
han visto rechazados, i con grandes pérdidas, los contrastado por la monótona uniformidad del
bien. Gracias a aquel, estamos en aptitud *e
soldados del Austria.
Garibaldi a la cabeza de seis mil voluntarios conjugar en. todas sus personas el verbo de la
existencia que a no ser así quedaría reducido
italianos habia pasado el Tesino. Después de hos ,

a la pobre condición de verbo unipersonal. Si


tilizar en todos sentidos al enemigo i de hacerle
buen número de fué
i no temiese abusar de los tropos, diría que el mal
prisionero?, se a encerrar en

Varesa.
es politeísta i el bien monoteísta.
El conde Buol habia la cartera de rela
Pero mal de mi grado me veo comprometido en
dejado de la
una peligrosa ascención a las altas réjiones
ciones esteriores. —
El rei de Ñapóles habia
filosofía moral; el aire principia a ser rarefacto
muerto.
i yo también principio a temer por vuestra pacien
Todos los puertos de la confederación Jermá-
cia i mis pulmones. La cordura me aconseja
nica quedaban bloqueados por la escuadra fran
descender.
cesa, que habia capturado veinte i seis buques
Os decia que el ser animado no puede estar
austriacos.
sino bueno o malo. —
La tendencia de la creación a
La Francia estaba tranquila.
En reproducirse en sus diversas manifestaciones,
Inglaterra habian tenido lugar algunos mee-
hace que esta lei de los animales impere asimis
tings pidiendo la estricta neutralidad de esa na

ción en la guerra actual. Kossuth habia sido el


mo sobre el tiempo, que tampoco puede estar" o-,
mejor dicho, correr sino malo o bueno; malo

grande orador de todos ellos. El gabinete Derby


cuando hai nubes el cielo, cuando hace frió,


en
veía aumentar sus peligros de pronta muerte con
cuando llueve, cuando graniza, cuando hiela o
el mal resultado de las últimas elecciones.
cuando nieva, —
i bueno, cuando no está malo.
Toda la atención continúa fija guerra Ita
en la
Con tantas facilidades por una parte como incon
liana, cuyas peripecias tornan cada dia mayor
venientes por la otra, no es estraño que el abuelo
interés. Se aguarda ver a la Italia independiente.
Saturno sea, en la presente estación, bueno casi

Así seal
nunca i malo siempre. Estas reflexiones i
casi —

otras tales ocurrían espontáneamente al espíritu

Ecos cíe Ja seaiana. al principiar la .semana, inaugurada por un dia


hermosísimo. Era un verdadero dia de primavera
Santiago, julio 15 de 1859, con su sol cariñoso, su ambiente puro i liviano,
Sumario. —

Temperatura i conversación. Las redes —

sus brisas avaras i su tibio calor; un tiempo increí


de un C2clií-nez. De Santiago a los Linderos. Co
que provocaba la charla, el
— —

blemente delicioso
secha de esta semana.
movimiento i la alegría. Como nada es mas fe
En dos condiciones diversas puede hallarse todo cundo en ingratos que la felicidad, no había uno
S2ranimado, incluso el racional llamado hombre, que no mirase con el mas compasivo desprecio
que vosotros i yo, benévolos lectores, tenemos el las reminiscencias de invierno que tenia a la vista:
honor de representar con nuestras respectivas el paraguas protector, los zapatos impermeables,

personalidades. Toda criatura que siente i se la discreta capa, el menchicoff tártaro, el scotch-
muévese halla sometida a una disyuntiva fatal: j man septentrional, i el execrable cache-nez, bozal
no puede estar sino buena o mala. Pero es digno poco gracioso adoptado por ambos sexos. Empero,
de observarse si posee el hombre muchos
que, esta usurpación primaveral no ha durado mas que

modos de estar n.a'o, no tiene mas que una ma cualquiera otra dicha, i mucho menos que cualquie
de estar bueno: no estar enfermo. Este carác ra usurpación. El frió i las nubes se han dado
nera prisa
a restablecer el orden de la estación, lo
ter de unidad esdusiva, que se manifiesta en la que no se
salud, es coman a todos les beneficios de que goza ha conseguido sin grave daño de la libertad indi

L creación animada i en particular nuestra espe vidual, entorpecida de nuevo en sus movimientos.
Juh'o 16. LA SEMANA. 141
No hai dada que el matrimonio órden-libertad es 1 ha hecho hasta ahora lastimosa
una
excepción
el peor avenido entre nosotros, favor suyo: le ha sido constantemente adversa.
que contamos tan en
tos matrimonios tan mal avenidos. No por eso desespera. Ha renunciado, es verdad,
Así pues, el carbón ha vuelto a arder en el bra a entender los Tristes de Ovidio en latín, pero
cero, la leña en las chimeneas, i nuestros mejores nó a
practicar las máximas de otro libro de este
círculos, describiendo en tomo de éstas la mitad clásico, que ha leido vertidas al romance. Se
de uno, se han puesto a conversar. La conversa halla la edad del hombre, los
en mas ambigua —

ción hoi en dia, absorve todos los ocios de nuestra diez i siete años, en que el bozo apunta, la voz
sociedad i constituye su pasatiempo esclusivo. Po cambia, la fisonomía se transforma, las preten
co o nada se hace, pero todo se conversa: política, siones la vanidad la
se hiperbolizan, preludia a

relijion, costumbres, moralidad, progreso, cien ambición, i la cordura aguarda los contrastes para
cias, artes, revoluciones, conspiraciones, lealtad, nacer. Casi no es niño i es casi joven. Pasa lista,
buena fé, justicia, todo eso se conversa en Santiago. de el i la
como es rigor, en colejio en guardia
Hai ademas unos cuantos corrillos, devorados de nacional i a veces lleva mas de un par de guantes,
un mezquino despecho, en que se prodigan ala no todos comprados en la Villa de París.
banzas en voz alta i falsete, i difamaciones En soiréeáe la tuvo el pre
en a una semana pasada
media voz. En ellos, comonatural, han ido a
es maturo galán motivo de ver a la señora **, casada
hacer su nido los necios i los cobardes; no es es no ha mucho, i celebrada hace tiempo por su be
treno de consiguiente afanen lleza i discreción. Yerla i
que se quitar a
en quedar prendido en la
los otros lo que ellos no
poseen: honradez i digni red de sus hechizos solo fué cuestión de algunos
dad. segundos. No tardó en hallar medio de bailar con

Por lo demás, los temas que con mayor frecuen ella i decirla que era adorable.
cia ha ejecutado la conversación de esta semana Dos dias después tuvo otra oportunidad para
son: decirla que habia soñado con ella. „


La libertad de la
Italia; en menoscabo del
— En una tercera ocasión se mostró mas esplícito
adajioque dice: la caridad bien ordenada, etc. e insinuante i,
por último, creyendo llegado el
La cortés amonestación que será posible nos
— momento propicio de decidir el combate, formuló

haga nuestra hermana mayor, la del Norte, por sus pretensiones i pidió una cita.
ciertos pecadillos recientes. La señora **, que hasta entonces no habia
Un futuro concierto en el Teatro creído en la seria intención de tan tierna galante
Municipal,

en que la filantropía femenina cantará con entu ría, pudo asi desengañarse i quiso pagar en ma

siasmo lignidad la pasión de Dario. Otorg ó la cita sin mu


en obsequio de los incendiados de Ancud.

Un baile también futuro el citado Teatro,
en
cho trabajo.
El miércoles de esta semana, el perfumr-do sá
en que la filantropía de ambos sexos bailará a mas
i tiro era introducido en una habitación de la casa
mejor, también en obsequio de dichos incen
diados. de la señora **.
Era de noche i una lámpara ardia sobre la me

La apertura del antedicho Teatro, que tendrá
sa. Preocupado de la inefable
dicha que iba a al
lugar el 28 del presente mes, en obsequio a las
canzar, no sintió que la llave de la puerta habia
personas fastidiadas i en perjuicio de las fastidio
sas, que no quieren resignarse a la condición pa jirado en la cerradura después de su entrada, ni
distinguió sobre la mesa una carta i un paquete que
siva de espectadores.
dormían en su cubierta. En
aquel momento, sus oí

El desafío artístico entre Cicarelli i Charton,
no tendrá lugar, i la espulsion, que ha tenido dos eran incapaces de percibir otro ruido que el de
que
un traje femenino, ni su vista otra especie que la
lugar, de los alumnos de la Escuela de Pintura em
de una figura femenina. Tan profunda abstracción
peñados en que se diese a oposición la dirección
femenina lo dominó durante dos horas, consagra
de esta enseñanza, como si en el dia estuviese en
das a una expectación llena de palpitante ansiedad.
vigor otra oposición que la que hace la luna.
Al cabo de este tiempo, rompió su inmovilidad i se
Algo mas se ha conversado todavía, en
pero
acercó a la mesa para encender un cigarrillo. Sus
una escala mas estrecha i en la sabrosa intimidad
ojos se detuvieron entonces en el sobre-escrito de
.de amigas i amigos de confianza. —
Se ha reido sin
la carta: 5. D. Dario Z
economía de la injeniosa trampa que acaba de en
Abrióla rápidamente i leyó su contenido que
caer un Ganirnédes imberbe. -Es una ocurrencia
decia :
histórica que no debo pasar eu silencio.
«Caballero: Con esta esquela hallará Vd. un pa
quete que encierra cuatro onzas de lana de tejer.
Dario Z.... cuenta en el número de los caza Le quedaré a Vd. mui agradecida si logra con ella
dores furtivos que-inundan nuestros salones. Mal | hacerme un cache-nez. Para decidirlo a Yd. a cum-
adiestrado aún en el
peligroso ejercicio de Diana, j plir mi deseo, le prevengo que está Vd. incomuni-
sus tiros son poco certeros, i la voluble fortuna i cado eu esta habitación i sometido a la dieta mas
144 LA SEMANA. Julio 16.

estricta todo el concluir su dos, álamos desnudos, matorrales secos, todo


tiempo que gaste en

tarea. Su atenta servidora.» pasa i desaparece galopando con uniforme rapi


**
dez, mientras que el convoi ronca con obstinación
desesperante, como el gato a la orilla del fuego.
Et le matou qui fait ron ron
Entretanto, la ausencia de Dario, prolongada .

comenzó Pero este es un ron ron desmedido que los


hasta la mañana siguiente, a despertar
las maternales i movió las pesquisas miembros todos de la raza felina, reunidos én
inquietudes
mas dilijentes. comité filarmónico, no alcanzarían a igualar.
el que viaja en ferrocarril, los ojos son
Sospechóse a poco andar su captura; i la Sra.** Para

tuvo que entregar al prisionero, sin que llegase a inútiles i las orejas molestosas.
dar cima a su obra. En tan larga velada no habia Ya podéis calcular que llegamos a los Linderos

atinado a formar sino cuatro carreras, que no sin gastar mucho tiempo, pero acaso no sospe

hacian, eu verdad, mucho honor a sus disposicio cháis que el regreso no se efectuó así como quie
ra. La locomotiva, 'mal avenida con los rieles,
tuvo
nes fabriles.
una veleidad de dos horas, en que se negaba a
hable de la abrazarse con ellos. La desabrida monotonía del
Pero ya es tiempo de que os

el progreso
de esta se halló de esta suerte interrumpida por un
novedad mas positiva semana: paseo
reciente del Ferrocarril del Sur, que ha alcan episodio, que no es una novedad, pero sí la re
zado ayer con sus trenes hasta los Linderos. petición de una novedad.
Restablecida la armonía, nos fué dado volver a
Embarcarse en él no es una cuestión que pueda
Santiago i oir llover.
resolverse a priori. Antes de conseguirlo, es a ver

A la ida la vuelta, toda una escuela de


ingresar en un carro del ferrocarril de
como a
fuerza
medio a la estación con niñas, encumbrada en un tabladillo,regaló nos
sangre, llegar por este
la boletería, i provisto con su canto. Daba pena ver a las
pobrecillas,
toda felicidad, acercarse a

de un billete encaminarse a la fila de coches que vestidas de blanco i penetradas de frió, gritar
en un momento mas van a ser arrastrados por la con una sinceridad lastimosa:
locomotiva. Libre al fin i triunfante se vé.
poderosa
Satisfechas estas formalidades indeclinables,
Bien considerado todo, la semana que termina
voi a buscar un asiento entre la numerosa concu

el tren de las dos i media,


nos va a dejar abundante cosecha de esperanzas.
rrencia que invade
Se espera:
al mismo tiempo que una pareja turista abunda en
Que la lluvia cese,
iguales propósitos.— Componíasela espresada pare Que los norte -americanos nos bloqueen,
entrada
ja, o mejor descomponíase en unaseñoraya Que la Italia seindependice,
en años i en un señor que la servía de punto
Que la filantropía cante i baile,
de apoyo. Debia de ser su sobrino, a juzgar el teatro se abra,
de la
Que
por las respectivas apariencias cronológicas Que haya un duelo a brochazos
una i el otro. Llevaba este último unas botas de
I que el Ferrocarril del Sur, llegue'al Sur alguna
la parte inferior del pan
campana que anulaban V62*
los tacos,
talón, un par de espuelas abrazadas de Domingo Arteaga Alemparte.
un latiguillo de montar en la mano derecha i
la
sobre la cabeza una gorra modelada por
mitad de de azúcar; la elipsis de una Condiciones «le la suscripción.
pilón
un

casaca completaba su traje hípico.— Al embar La Semana, aparecerá todos los ja


carse en el tren, la señora parece que vacila
i
bados i constará por ahora de diez i seis
volviéndose a su caballero, con aire manifiesto
pajinas en folio. La protección del públi
do recelosa inquietud, le dice: co decidirá de su incremento sucesivo.
Si sabrán estos gringos el camino?... No fue

Precio de la suscripción: 3 pesos por


ran a perdernos?
trimestre adelantados.
—Pierda Vd. cuidado. Son mui prácticos,— le
Se reciben suscripciones en Santiago,
contesta el presunto sobrino.
en la Imprenta del Correo, pasaje Bulnes;
1 suben mas tranquilos al coche, mientras que
buscando colocación en otro en Valparaíso, Imprenta i Librería del
vo sigo su ejemplo
cercano. —
Ya era tiempo. El silbato despide una Mercurio.
prolongada, se hace sen
estridente i Serena. D. José Domingo Cortez.

nota aguda,
tir un breve sacudimiento i el tren empieza a mo Copiapó. Libreria del «Mercurio.»

verse. La tierra desfila a uno i otro lado de los Caldera. Editores del «Tren.»

rieles con velocidad creciente, i el paisaje se es


Concepción— Libreria del «Mercurio.»
capa de las miradas,
como un pensamiento que
'
no alcanza a formularse. Casas, praderas, gana IMPUESTA DEL COK11EO, Pasaje Bulnes, núm. 14.
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO:

UXcbackcué : Titóto i oDoiMtitao Jbtteaqa Jb&tupatfc.


Año I. Santiago, Julio 33 de 185». Núm. ÍO.

sociedad a pobres cuestiones de tranquila i


LA SEMANA. holgada existencia. —
La historia de casi
todos los gobiernos es una serie no interrum
SANTIAGO, JCL10 23 DE 1859. pida de sacrificios sociales en aras de las
conveniencias gubernamentales.
La fuerza i el derecho. De este en vez de
modo los gobiernos
encaminar estravian; 5n vez de ser centi

«Los tribunales políticos, las


dictaduras, jamas han salvado a nelas avanzadas del progreso i la felicidad
los poderes condenados. Los
de los asociados se tornan en el enemigo
que quieren la dictadura no so
lo son malos ciudadanos, son siempre en acecho; en vez de traer la

injenuamente imbéciles.» siembran la desconfianza;


tranquilidad en

(Xacional del 30 de setiembre


del8ít.)
vez de ser una garantía son un peligro.
Nada es mas natural.
«.... En los tiempos moder
nos no hai mas que un verda ¿Cuáles son los apoyos que por lo jeneral
dero lejislador, la esperiencia.» se buscan los gobiernos? En que hacen estri
(Thiers, Histoire du Consulat bar sufuerza, su consistencia i estabilidad?
et de VEmpire. 1. 1, páj. 7.)
Tristees confesarlo, pero es cierto: en

Para gobernar a los pueblos se necesita vez de procurarse el apoyo de la sociedad,


una memoria a toda prueba i un inagotable esaunpartido, aunabanderíaalaqueatraen,
buen sentido. sostienen i de la que se rodean.—Desde
Memoria para no olvidar el pasado; este momento cuanto paso dan, cuanta me
Buen sentido para no perderse en las dida toman, cuanta inspiración reciben se
encrucijadas del presente. resienten de la estrechez i mezquindad de
Cuando estas dos cualidades faltan solo las miras de partido. Así, cada acto guber
nativo, cuando no va a herir a una parte de
puede caminar a tientas: se hace el mal
se

casi
siempre i el bien por casualidad. la sociedad, la desatiende, la olvida. -El —

Desgraciadamente, esas cualidades nun descontento aparece, i tras él las recrimina


ca o mui pocas veces
llegan a insinuarse en ciones, las rivalidades, los odios.
las altas rejiones del poder. Parece que e! Entonces la nación se convierte en un

aire que en ellas se respira fuese demasiado verdadero campo de batalla.


rarefacto para sus pulmones. El gobierno olvidando su misión de cus

Esta proposición está mui lejos de ser todio de la sociedad i ejecutor de sus volun
aventurada. —
No hai un solo hecho del tades lejítimamente espresadas, viste la ar

común de los gobiernos que no acuse una madura, entra en liza i rompe
lanzas a
lamentable carencia de memoria i buen nombre i por el engrandecimiento de una
sentido. fracción mas o menos reducida de la socie
Tómese al acaso cualquier gobierno amé- dad. —
Una vez abandonado su solio, su
rico-hispano, con mui limitadas
excepciones, prestijio vacila, su responsabilidad es puesta
i se dará con una
prueba de la realidad de en duda. —
Una
descendido al rango de
vez

lo que decimos. combatiente tiene que someterse a tedos los


El gran fin que persiguen es sostenerse, albures de la lucha, tiene que ser vencido o

cueste lo que cueste. Todo lo demás es para vencedor. Su vida se precaria. Con
hace
ellos secundario, lo colocan en segundo tér virtiéndose en luchador deja de ser admi
mino. Por eso no es nada raro ver nistrador: solo piensa, trabaja i obra por su

pos
puestos los mas trascendentales intereses de la ; sostenimiento.
19
146 LA SEMANA. Julio 23.

Incalculables son los males que de aquí pestad; en que gobernar es luchar, es vivir
resultan : al borde de un abismo; en que los hombres
El descontento social se hace perma se fatigan, se estenúan, se gastan sin arribar

nente ; jamas a nada estable ni fructuoso.


La estabilidad del gobierno peligra; Por. esoque cada paso que da una so
es

La administración i dirección de la cosa ciedad en la via del progreso apareja por


desatiende; precisión un desquiciamiento social. Para

pública se

Falto el poder del apoyo moral de la opi que una idea surja es necesario que un

nión, tiene que entregarse al brutal de la gobierno caiga.


bayoneta. ¡Funesta necesidad!
I. tenemos la fuerza entronizada i a las Pero lo que es de veras triste es que pu
sociedades dando vueltas en un círculo sin diendo librarnos de ella, no lo hagamos, i
salida, salvando todo por obra i gracia del mas lamentable i
precipicio para caer en
un

otro no profundo, agotando sus fuer


menos grosero de los errores.
zas en un estéril desperdicio, durmiendo hoi Un poder para ser respetado necesita ser
el sueño del despotismo para despertar ma fuerte. Esta es una verdad. Lo que falta es
ñana en ía embriaguez de la anarquía. decidir en donde reside i en que consiste la
fuerza real i efectiva de un poder. Hé
¿Qué gana el gobierno qué gana la sociedad

con esta situación?—No ganan para sustos. aquí lo que la jeneralidad de nuestros go
Pero si en lugar de hacerse el gobierno biernos no comprende.
el representante i el caballero de una frac- Engañados por la apariencia van a bus
fuerza en la inmovilidad, en la com
oion de ia, sociedad, deja la bandera del car esa

esclusivismo para tomarla de la verdad, el presión, en vez de ir a buscarla en el mo

bien i la justicia, i la sostiene i


planta el en vimiento i la libertad.
centro del edificio del poder; si en lugar Todos los males sociales arranean de esta
de pedir ayuda i consejos a un partido, es ilusión : siempre las ilusiones se pagan de
cucha lo que todos dicen i aprovecha sin masiado caro!
distinción de sus concepciones felices i de Cuando se estudiar la marcha de
entra a

-sus hombres hábiles; si en lugar de con -un gobierno de los diarios esco
represión,
cebir i reduce a ejecutar i
deja llos que encuentra en su camino, lo perni
ejecutar se

a la sociedad que conciba ¿cuál será enton cioso de su existencia para la felicidad i el
ces su situación? progreso social, la admiración, el asombro
No cabe duda que bien distinta. ganan al pensador. —
Un gobierno de re-

Ya no tendrá enemigos sino consejeros; i


presión es la violación de todas las leyes
Ya no habrá una facción que trabaje i tra del desenvolvimiento humano, es una na

sino sociedad que lo vegación contra la corriente, es pretender


me su pérdida, una

sostenga; que la sociedad respire sin tener aire, se

escollo para convertirse eleve estando atada, se desarrolle metida


Dejará de ser en

en brújula. una corta i angosta caja de fierro; es la


entonces la fuerza? ¡Nada! negación, el desconocimiento mas lastimoso
¿Qué será

entonces el derecho? ¡Todo! de la inflexible lójica de los sucesos huma


¿Qué será

Sin embargo, hasta lo


presente jamas los nos, es la ruina de un
pueblo o la revolución

gobiernos liispano-americanos han ¿ni si en permanencia.


esto vé, siente, toca i palpa en cada
quiera tratado de ensayar ese camino. Quien

El primer trabajo de todo gobierno es bus manifestación de una sociedad a ese absurdo
carse un partido, un círculo de su devoción yugo sometida, se pregunta ¿por qué abra
al que festeja, halaga i eleva. Es decir, se zan los gobiernos este camino? ¿por qué se
estrena restrinjiendo su esfera de acción, aferran al mal cuando el bien les está ten
debilitando sus puntos de apoyo, bastar diendo la mano? ¿por qué toman el rumbo
deando su misión. —
De manera que se crea de la tempestad, cuando el de la bonanza
se les ofrece ancho i espléndido? Todo no
vigor ficticio una vida de continuos de

un ,

la calma los temo es obra sino del error que cree, no tiene un
sasosiegos, en que huye,
res sobran; en que los horizontes siempre poder mas medio d-- -'mentarse qu,e H in-
están cargados de nubes mensajeras de tem ;! movilidad ib
Julio' 23. LA SEMANA. 147

Es preciso que este error reciba su carta Así como don Bernardo Vera se distinguía
de retiro del pais de la ciencia política, que de sus contemporáneos en lo físico por un
color albino, que llamábala atención de cuan
no debe tener otros
consejeros que el buen tos le miraban en una comarca donde tal color
sentido i la buena fé. era desconocido, así se distinguía también de
Es preciso que los gobiernos se 'conven ellos en lo moral por la escelencia i cultivo
zan una vez
por todas que es indispensable, de su entendimiento, que eran singulares.
Habia principiado su educación en la uni
imprescindible respetar las leyes sociales,
versidad de Córdoba,1 esa Salamanca de la.
que no es
comprimiendo como se encami América española durante el coloniaje, donde
na i que la inmovilidad no es fuerza, sino la habia merecido ser llamado en estilo escolás
última manifestación de la impotencia. tico el Fénix del ergatismo cordobés, i habia
Para concluir con tanto absurdo político venido a concluirla en la de San Felipe con no-
no hai mas que una justicia que obrar: menor brillo hasta graduarse de doctor en teo-

Destronar la fuerza! lojía i en leyes. Los individuos de aquellos


Entronizar el derecho!
tiempos apartados que aún viven, cnando quie
ren manifestar,
por no confesarse inferiores en.
Entonces los gobiernos serán fuertes sin nada a sus nietos, que la cultura intelectual
ser represivos. de la época del señor presidente don Luis
Entonces las sociedades obtendrán el bien Muñoz Guzrnan no era tan despreciable como
ahora se pretende, recuerdan todavía con com
sin empaparlo en lágrimas ni en sangre.
Tendremos libertad sin tumultos!
placencia que habiéndose mandado proveer
por real cédula todas las cátedras de la uni
Tendremos progreso sin revoluciones! versidad de San Felipe, hubo una persona,_

Justo Arteaga Alemparte. que fué el doctor Vera, capaz de hacer oposi
ción a todas ellas, teolojía, leyes, cánones L
artes, i lo que es mas, de arrancar unánimes
aplausos en los diversos actos que tuvo que,
D. Bernardo Vera i Pintado.
desempeñar con dicho objeto,
Pero lo que conviene saber es que don Ber
El personaje refiere la corta
a quien se nardo Vera, junto con ser un consumado
noticia biográfica que va a leerse fué uno de doctor in utroque, tan sabio como los mas
los que mas activamente
prepararon e impul sabios de sus colegas, era ademas un literato
saron el movimiento revolucionario
que prin que habia leído, releído i aprendido de memo
cipió en 1810, i que trajo por resultado la ria los clásicos latinos, i ademas todavía un,
independencia de Chile. poeta que componía versos de amor a las da
En esa época, tan famosa en la historia
mas, e improvisaba en los convites brindis.
hispano-ámericana, Vera cumplió treinta años sobre toda especie de materias, talento espe-^
de edad, esto es, llegaba al
período de la vida cialísimo i mui raro entonces que daba una.
humana en que el hombre alcanza de ordi fisonomía particular a aquel docto miembro
nario la plenitud de sus facultades. La casua de la grave universidad de San Felipe. .

lidad hacía que el héroe de esta


biografía Esta diversidad de aptitudes habia granje ido
pudiera entrar armado de todas sus fuerzas a Vera una gran nombradla, haciéndole
respe
en la lucha memorable
que debia convertir en tado por su ciencia i amado por su gracia i
naciones soberanas i llenas de
las pobres colonias que crecían
esperanzas a agudeza.
raquíticas i Vera estaba mas o menos íntimamente rela
macilentas a la sombra de la bandera de Cas cionado con todos los magnates de Santiago,
tilla desde el golfo de Méjico hasta el cabo de
cuyas tertulias alegraba con lo ameno i varia
Hornos. do de su conversación, i el donaire desús
Al tiempo de que hablo, solo hacía once
chistes, a los cuales mezclaba, según suelen
años, que don Bernardo Vera i Pintado resi hacerlo los buenos conversadores, algunos
día en Chile. Nacido allende los Andes, a las
granos de sátira o de mordacidad, que le
márjenes del Paraná, en la ciudad de Santa hacian temible a las personas a quienes no
Fe de la Vera Cruz, habia pasado a nuestro estimaba.
país en 1799, cuando vino de gobernador i Para completar el retrato del doctor Vera
capitán jeneral don Joaquín del Pino, que debo advertir que su popularidad e influencia
estaba casado con una hermana de su padre. en Santiago resultaban, no solo de las sobre
La protección de tan encumbrado
patrono le salientes dotes de su espíritu, sino también
habia durado poco. Al cabo de unos tres años, de las prendas de su carácter jeneroso, franco
Pino habia sido promovido a virrei de Buenos- i servicial. No contaba para sostenerse mas
Aires, adonde Vera rehusó seguirle, prefi que con los productos de la profesión de abo
riendo quedarse en Santiago. Pero aquel joven, gado que ejercía; pero sin embargo era suma
estranjero i sin relaciones de familia, como mente desinteresado con sus clientes. «No solo
era, habia sabido adquirir una grande i mere servia gratuitamente a cuantos le ocupaban
cida influencia. Voi a esplicar como. en su oficio, si le decían
que no tenían corea
148 LA SEMANA. Julio 23:

pagarle, dice don Joaquín Campino en una i de abogado «-edito i clientes por la suer
con

necrolojia que publicó los poeos dias de


a te nada un reo de estado de
envidiable- de
haber muerto Vera, sino que se hacia el ájente, aquellos tiempos; la consideración social de
procurador i patrono de todos estos miserables, que gozaba por la reprobación que debia li
que imploraban su protección, haciendo los garse a uu traidor. La contemplación de se
costos procesales de su propia bolsa.» mejante cambio le abrumó.
La opinión de un hombre de tales condi Bajo el imperio de tales impresiones escri
ciones debia por necesidad ser mui atendida bió con fecha 13 de junio a un alto potentado
entre sus contemporáneos, que le eran natu una carta para disculparse e interesarle en su
ralmente adictos por admiración a su talento, favor. Después de haber dado esplicaciones
o
por gratitud a sus servicios. sobre los hechos que en su concepto debian
Don Bernardo Vera era uno de los que haberle ocasionado la persecución que sufría,
creían ya en aquella época que el sistema termina su esposicion con los siguientes tro
colonial de España pecaba por absurdo i per zos oratorios que descubren la ajitacion de su

judicial a todas luces para los criollos. Mui ánimo.


ligado con los patriotas de Buenos Aires, «¡Oh Dios inmortal que me oyes, i ves mi
entre los cuáles se contaba su primo político, corazón poseído de los sentimientos mas dig
el después tan célebre don Bernardino Riva nos del mas fiel vasallo! ¡Oh reí mió- a'quien

davia, mantenía con ellos unacorrespondencia amo, e imito en la prisión no merecida! ausin
sostenida i les servia de intermediario' con los liadme i confortad mi espíritu para que no de
patriotas chilenos. Al mismo tiempo, aunque sespere o piérdala razón! .

por lo bajo, atizaba el descontento, i procu «Me contentaré con lina providencia que
raba sacar provecho en favor de su causa de salve mi honor, i la nota a mi hija de serlo de
ras circunstancias difíciles en un reo de estado ¡Oh Dios! ¡reo de estado! Ha
que la invasión
francesa colocaba a la metrópoli. Dando rienda ced, señor, que conozcan mi inocencia, i que
a sus inclinaciones satíricas, no no me consuma la
desperdiciaba contemplación de ser sin
oportunidad de ridiculizar al arrogante virrei culpa el ohjeto de los juicios arbitrarios del
del Perú don Fernando Abáscal i al menguado vulgo, i ele la posteridad que me confundirá
presidente de Chile clon Francisco García con los delincuentes. v -

Carrasco, propagando asi entre, burlas i chis oSeñor, yo.no sé lo que escribo; mi cabeza
tes Contra los mandatarios españoles las ideas sé desvanece!' son1 ya las tres de la mañana;.
revolucionarias que tan serias consecuencias acuérdese Vd.de quien es, de quien soi; i des
debian producir. pués de tener la gloria de salvar a un inocen
El gobierno no tardó en notar el papel de te tendrá én él un esclavo de su agradeci

ajitador' que habia tomado Vera, yendo de miento, o un amigo sin la infamia>
qué hoi' le ■

casa en casa, a manera de gaceta viva, para cubre i horroriza.»


esparcir noticias i promover discusiones des Qué lección tan provechosa corítieñeri ios,
favorables a las autoridades reales; i natural pasajes que acaban de leerse!
mente le colocó uno de los primeros en la lista Lo que Vera encerrado éii lirio de los cala
'

de" los díscolos a quienes era menester vijilár. bozos deljcastilló de Valparaíso juzgaba una
Es sabido que en mayo de 1810, el presi infamia ha llegado a ser su gloria.
dente Carrasco se lisonjeó de poner fin a la El no haber sido fiel vasallo, i sí buen ciu
ajitacion pública con la prisión de los vecinos dadano es lo "que le ha válido que su memoria
:t quienes consideraba ■como'' los principales' séá 'venerada, i que su nombre sea inscrito en
fautores de ella. Como podia esperarse, don los trofeos de las fiestas nacionales.
Bernardo Vera fué contado en ese numero, i Su hija, en véz'clé tener a mengua el deber-'
trasladado junto con otros dossujetos'respeta- la existencia a tal reo de estado, esto és,' á uno
bles a uno de los castillos de Valparaíso. de los fundadores de la república Chilena, Tía
Cuando Vera se vio encerrado en un cala querría cambiar ese bejlo título por el de hija1
bozo, guardado de vista por un centinela i de -un cortesano1, aunque fuera conde o ''mar
acusado de traidor al soberano, tuvo miedo, ques.
El mismo- don Bernardo Vera ha: contradi-
'

se estremeció. Su imajinacion de poeta, turba .

da por las visiones pavorosas que habitan en chó los falsos ConcteptóSen 'que. se calúnjniaba
la oscuridad délas cárceles, desplegó ante asi' mismo: dé sú carta de 13 de junio dé1 1'810
sus ojos el mas triste i sombrío porvenir. por estos ciertamente mas verdaderos délhim-:
'

Para concebir la tribulación de Vera en no que cornpuso'en 1812


para la primera ce
la prisión, es preciso trasportarse a aquella lebración d'éi 18 de setiembre.
Las jeneíaciones
época, i recordar que entonces la simple sos
pecha de ser alguno inclinado a novedades ¡ Nos bendecirán, •

políticas era mil veces mas peligrosa que hoi j Cuando a1 nuestro esfuerzo
'

dia la de ser luterano o pánteista. Libres se Verán.


Vera veia trocarse su hogar doméstico don- | De padre a hijos
de esperi mentaba las dulzuras de esposo i de La voz pasará ,
padre, i todas las delicias del estudio por los I esta noble historia,
L-.r.-ore? cíe un calabozo: suposición ventajosa ¡Qué honor nos hará!
Julio 23; LAS 149
-i

El mismo cuya mano no temblaba al escri Vera volvió entóuces a la capital donde fué
bir el nombre del rei Fernando Vil inmedia recibido en triunfo.
tamente después del de Dios era quien algu La revolución siguió su marcha sin que
nos años mas tarde debia
componer nuestra nada pudiera contenerla. El 18 de setiembre
canción nacional donde se leen estos dos de 1810 un gobierno nacional sucedia al esta
versos. blecido por la Metrópoli. Vera, con un des

Arrancad el al tirano, prendimiento i un patriotismo ejemplares,


puñal puso al servicio del nuevo orden de cosas sus
Quebrantad ese cuello feroz.
bienes de fortuna, su talento, cuanto valia.
; Los partidarios de la libertad i del pro Conocido en las provincias del Plata, donde
greso no deben perder jamas la fé. Los triun residía su familia, i respetado en Chile, donde
fos de sus enemigos Son momentáneos, mien él se habia formado, nuestro héroe habia to
tras que el porvenir es mado desde el principio de aquel gran tras
siempre de aquellos.
La victoria de los que combaten la injusticia i torno social el papel de intermediario entre los
los abusos-es solo asunto de tiempo. hombres que dirijian el movimiento en Bue
Ese momento de debilidad que acabo de re nos-Aires, i los que lo impulsaban en San
velar en Vera nos está manifestando cuanto tiago. Desempeñó desde luego ese importante
debemos a los que nos dieron independencia. eargo privadamente, i haciendo valer sus re
Cuando las grandes revoluciones sociales han laciones personales; pero desde agosto de
llegada a ser hechos consumados, nonos figu 1811 comenzó a ejercerlo con un carácter pú
ramos bien todo lo blico i oficial habiendo sido nombrado dipu
que ha costado llevarlas a
cabo. Nos parece por ejemplo que era mui tado, como se decia en el lenguaje déla época,
natural ser patriota, i mui absurdo ser rea ájente diplomático, como se dice ahora, del
lista,- La tribulación de don Bernardo Vera en gobierno arjentino para entenderse con las
el castillo de Valparaíso está ahí para contra autoridades chilenas.
decir una idea tan equivocada. La realización El tino i la actividad con que desempeñó
-

de la independencia ha costado tanto, como este empleo hicieron concebir a los gober
nos cuesta en la/ actualidad la consecución de nantes bonarenses una idea tan elevada de
las reformas que los buenos ciudadanos tra Vera, que le instaron para que se trasladara
bajan por plantear en Chile. El presente sirve a Buenos Aires;
pero él rehusó por los moti
también para esplicarnos el pasado, asi como vos que espone en la siguiente carta escrita

el pasado ilustra el presente. con lecha 24 de


julio de 1812 a su primo po
A. pesar de las disculpas i protestas de fide lítico don Bernardino Bivadavia, en aquella
lidad de la carta de 13 de junio, Vera conti sazón secretario de la
junta gubernativa del
nuó preso, pues Carrasco i sus allegados com Plata.
prendían perfectamente lo que ellas importa dCuando Vd. se empeña en convidarme con
ban, i la clase de vasallo que era el doctor esa
capital, me hace mas honor del que me
poeta. rezco, porque no me conoce. Permítame que
No es este el caso de referir los motivos que le hable con toda la franqueza que me carac
repentinamente influyeron en el ánimo del teriza. Yo no soi apropósito para comisión al
gobernador para ordenar que sin tardanza los guna militar: abomino esta carrera. Tampoco
tres sujetos a quienes mantenía arrestados en tengo aquellas luces de alta política que en
el castillo de Valparaíso fuesen enviados al las circunstancias exije la grande estension
Perú * disposición del virrei. del gobierno superior de un estado naciente.
Vera en particular tembló de verse entre Mis talentos no pasan la raya de comunes: tal
gado al resentimiento de Abascal de quien era cual espedicion en la pluma i el deseo de for -

mui mal querido, pues este magnate no igno marine por


principios de pura reflexión i es
raba que nuestro héroe le tomaba con fre tudio sobre el hombre, acaso los hagan apa
cuencia por blanco de sus chistosas burlas. En recer mas de lo
que son. Carezco de erudi
trance tan apurado, recurrió al arbitrio de fin- ción, porque ni he sido mui aplicado a la his
jirse enfermo siquiera para ganar tiempo, lo- toria, ni me ha sobrado tiempo para dedicar
grando-así que la orden de Carrasco se sus me; ahora empiezo. Casado cinco años. hace
pendiera solo por lo que a él tocaba. Sus dos en Chile con una
¡oven idolatrada i con dosiñjos,
compañeros de prisión fueron conducidos a el foro ha hecho toda mi subsistencia. Lo
Lima, mientras Vera consiguió quedarse en desamparé desde que acepté la diputación de
Valparaíso.•" Buenos-Aires. Su corta renta es la que sufra
Una serie de sucesos inesperados vino a ga a las urjencias diarias, porque nada he
concluir lo que la astucia habia comenzado.
j guardado, ni he podido guardar de los hono-
Es sabido que el vecindario de Santiago, vio rarios de la abogacía que siempre lian seguido
I
lentamente ajitado, llamó a cuentas a Carras ; la naturaleza de mi jenio desprendido de inte-
co al tener noticia de su resolución respecto ! reses. Así ninguno poseo que me detenga en
'
délos presos políticos de Valparaíso, i que al Chile, siempre que en esas provincias pueda
'

fin de-¡ cinco dias de conmociones forzó a este contar con un


empleo seguro para la
mandatario a que renunciara d gobierno del
-
.mantención de mi familia que debe ir en
reino. aumento, pues a no contar con un destino
i 50 LA SEMANA. Julio 23.

fijo, si he de verme
obligado a volver al bufete, cia del comercio, alcanzasen a imajinílrse
sería imprudencia dejar el país donde soi siquiera, no obstante su culto por esta bené-*
conocido i buscado como fica divinidad, que con el trascurso de los si
abogado; a menos
que pudiese en tal caso retirarme a Santa Fe glos habría de inspirar a los mortales tan inje-
en donde me ha tocado un
pedazo de tierra 1 niosos medios de sacar honradamente e} dinero
por muerte de mis padres, que hoi se hallará del bolsillo del prójimo. Las celebres ferias
pro derelicto. Hé aquí la relación sincera que de los antiguos pueblos de Europa a las que
V. desea. Diré mas: soi honrado, amo la jus acudían mercaderes de todos los puntos de
ticia, i mi corazón solo deja de ser benigno, esa parte del mundo; las modernas espósi-
cuando ve que se le ataca. Los derechos de ciones donde los magníficos inventos del huma
los pueblos i la libertad bien reglada son mi no injenio se acumulan; las espléndidas-; i
manía.»
espaciosas tiendas que reciben un suspiro de
Este proyecto de pasar a las provincias del cada mujer que pasa sin poder entrar a ellas;
Plata quedó sin efecto. Vera continuó desem los suntuosos bazares que ostentan reunidos
peñando el cargo de diputado del gobierno de tantos objetos de una superfluidad necesaria;
Buenos Aires, escribiendo prosa i versos para todo esto, i mucho mas aun, son .miserables
los periódicos de la época i prestando a la pamplinas, comparadas con el moderno i es
causa de la
independencia cuantos servicios pantable descubrimiento de nuestra- era de
pudo» ,hasta que la pérdida de la batalla de progreso: ¡la baratura! la imponderable bara-»
Rancagua en octubre de 1814 le obligó como tura! Diríase que no contento nuestro glorioso
a tantos otros de los
patriotas chilenos mas siglo con el vapor, los telégrafos, el dague-
comprometidos a poner los Andes entre él i rreotipo i las carabinas Minié, quiso rematar
las encarnizadas persecuciones de los realistas. su obra dejando la baratura para asombro i
Don Bernardo Vera volvió a Chile de secre embeleso de las venideras jeneraciones. Hecho
tario i auditor jeneral de guerra en el ejército esto puede ya, sin duda, reposarse el tiempo.
dé dpn José de San Martin, habiendo Conser quéle queda de: vida:, su misión» quees.ei
vado este empleo hasta después de labatalla
* progreso de la prole quejumbrosa de Adán,
de Maipo. .
, .
■ .
. ":-...• parece tocar los límites de su resplandeciente
Desde esta época, Vera se dedicó esclusi- carrera,! sin duda que Galiléo tuvo un confuso
vámente a la enseñanza, al foro i a la prensa. presentimiento de las baraturas cuando pro
Aunque fué diputado al congreso de 1824, i nunció su famoso <ie pur si muove.»
su presidente, tomó
siempre una parte poco La baratura es, ano dudarlo, Ja última, i ,

actisra en las contiendas civiles que siguieron mas refinada espresión de los adelantos de un
a la lucha contra
España. Semejante en esto a pueblo, i bien que' esa manía de innovación1
su amigo i colega en la prensa el padre, de la que perpetuamente nos trabaja, haya querido
bnena muerte Camilo Henríquez, el único inventar después otros nombres para- signifi
partido por el cual se acaloró i comprometió car la misma cosa, ; los -grandes, rótulos de;
cuanto valia fué el de la independencia; miró «Verdadera realización» «Verdadera ganga»,
,

todos los demascon frialdad. «La calidad mas i otros que en estupendas banderas vemos
notable del carácter del doctor Vera, dice el flamear por las calles delante de las tiendas»
señor Campino, era un espíritu conciliador i palidecen todos i pasan desapercibidos, ante
de complacencia, i esto, en tiempo de revolu el primitivo i fascinante letrero de ¡baratura!
ción en que las facciones i partidos se hallan que hiere como un golpe eléctrico a los. habi
tan exaltados, lo esponia a ser tenido por débil tantes de Santiago de un confín a otro de la,
o tejedor (como sedice en el idioma del tiempo) , estensa población. '■■.■■
i a que ninguno de los partidos o facciones le La baratura alhaga uno de los mas pronun
tuviese por un decidido o acérrimo suyo. Pero ciados instintos del hombre: la-:; economía,,
esta circunstancia también le ha libertado de este ideal de los viejos, i acaricia cariñosa-,
tener enemigos encarnizados.» mente los ensueños de la; mujer a, quien sus
Vera es el autor de la canción nacional medios no la dan lo bastante para satisfacer
Ghilena antigua. sus dispendiosos i adorables caprichos. A todos
Este eminente patriota murió el 27 de agos ataca la fiebre-baratura, como antes la de la
to de 1827 tan falto de recursos que con fre lotería pública, en la que las viejas jemian
cuencia tuvo que recurrir en sus últimos dias sobre sus malogrados cuaternos, después de
a la jenerosidad de sus
amigos. Su muerte llevarse calentándolos durante un mes. La
dio lugar a un duelo jeneral i produjo mani madre de familia divisa en los grandes car
festaciones de dolor público que hasta entona teles Con que la baratura se anuncia una infi
ees nadie habia obtenido. nidad de vestidos para sus niños, de artículos
Miguel Luis Amckátegui. para ella i toda la casa, hasta corbatas para el
marido, i el elegante pobre que lucha con las
exijencias de la moda, encuentra a veces en

Las baraturas. ellas, a mas


bajo precio, los guantes con que
ha de conquistar al objeto de su fogosa o llamar
Mui difícil parece que los pueblos que per ! la atención en el paseo. Grandes i chicos,
sonificaron en el alado Mercurio la importan
!
niños i viejos, pobres i millonarios, todos en-
Julio 2*. LA SEMANA. 151

cuentran, pues, en la baratura una


esperanza

Fuera de broma, dijo, aquí hai cosas mui
o alo menos un engaño, que equivale a un baratas, vean Vds. : medias para señora a un
deseo realizado,
peso la docena. Este si que les compraré, por
Un mi llama la vida
amigoque «un perpe que mi mujer esta sin medias.
tuo antagonismo» i que, aficionado a cuestio Tras esto continuó la lectura del cartel, ha
nes económicas, define el comercio con una ciendo al mismo tiempo el inventario de lo
Verdad de Pero Grullo, diciendo que es la que a su familia faltaba i hallándolo todo a
guerra a los bolsillos, trataba un dia de pro precios fabulosamente baratos. Mi pariente se
barme la verdad de su definición, citándome restregaba las manos lleno de júbilo i me
las baraturas como irrecusable argumento de declaró que comprando los encargos en la di
su aserto. Nuestra conversación fué interrum chosa baratura, le resultaba una economía de
pida por la llegada de uno de mis parientes, dos onzas a lo menos. La noche lo sorprendió
habitante de una provincia i provinciano neto en tan alegres i paternales proyectos i se fué
si jamas lo hubo, que se hallaba hospedado a la cama esperando con impaciencia el dia
en mi casa en' el último
viaje que hizo a esta siguiente en que la baratura debia abrirse al
capital, en vísperas del inmortal 18. Mi pa público.
riente me dijo que- el objeto de su viajé era Al dia siguiente lanzóse mi provinciano a la
surtirse i al efecto, sacó de su bolsillo un papel , calle después de almorzar, na sin haberme
que desplegó al sentarse. mostrado antes una larga lista de objetos que
-^-Pariente,me dijo,
¿sabe que ya no se se proponía comprar para la familia. Al verlo

puede comprar nada en Santiago? tan alegre i henchido de esperanzas nó pude


—Eso es según i conforme, le contesté. menos que compararlo con el hombre, cuan
—Quiero decirle que todo está tan caro que do salido recien de la adolescencia, se lanza
es imposible
comprar una hilacha. He andado al mundo a caza de ilusorias ficciones, pues
por todas las tiendas ¡jesús! cada comerciante un secreto presentimiento me decia que mi
es
unjudio. pariente realizaría hasta el fin la verdad de
Mi amigo me miró con el aire triunfal de la semejanza, volviendo, cual el hijo pródigo,
un hombre que encuentra un nuevo al hogar doméstico, con sus quiméricos en
ejemplo
en apoyo de su sistema. sueños desvanecidos-, vaya que solo un pro
Ya ves, me dijo, antagonismo? perpetuo

vinciano de buena lei puede despertar tan fi
entre el comprador i el vendedor ¡guerra a los losóficas ideas!
bolsillos! Una vez en la calle, mi pariente se enca

Vd. tiene razón, esclamó mi pariente, minó a la parte de la población que todos co
«guerra a los bolsillos.» Ln estos tiempos nocen con el nombre de «el comercio» La .

un pobre padrede familia, para dar abasto baratura tenia lugar en la calle Ahumada i
a las necesidades de la
casa, necesitaría trans una enorme bandera que ostentaba en gordas
formarse en la máquina de acuñar de la mo letras la palabra irresistible, atrajo al buen
neda.
pariente como el imán al acero. Al llegar a

Bien acuñados estamos así, pariente, le la puerta hallóse que una masa compacta de
dije i es preciso considerar que el progreso individuos de ambos sexos, le obstruía com
del pais pletamente el paso.
A mí poco me importa que el pais

Parece que muchos han tenido la misma


pro —

grese, replicó él, lo que yo quiero es tener con idea que yo, pensó él, tratando al mismo tiem
qué vestir a mi familia. po de divisar por encima de las cabezas.
Pero con el incremento de la

Mas como no lograse su intento, formó en


pú riqueza
blica un instante la resolución de abrirse
paso i

No señor, qué incremento, ni incremen consecuente
empezó a avanzar, con su idea,
to, lo que hai de cierto es que ya no se
puede tratando de hendir la muchedumbre con el
entrar a las tiendas. ausilio de los codos i de los hombros alter

I ese papel que tiene ahí, ¡le dije
gran nados. Empero mui pocos pasos alcanzó a dar
para discusión.
cortar la hacia el interior de la tienda, cuando un coro
Ah, este es un cartel de baratura, que

de voces de variados tonos le manifestó que


me dieron por la calle. la tarea presentaba sus graves dificultades.
No se fie Vd. en las baraturas, le
dijo mi Eh, señor, no peche pues, le gritaba

amigo con sentencioso tono. una mujer.



Sí, ya entiendo, replicó mi pariente con —
Miren el futre también, añadió un hom
aire ladino: son baraturas para ganar. bre, le parece que porque tiene leva, puede

Hasta ahora no he conocido a nadie que rempujar a los pobres.
venda para peí der, le dije yo. Quítese, no sea
cargoso, le decia

una

Hombre, esto si que es barato, dijo mi beata, que sintiéndose atacada por la espalda
pariente leyendo .en el cartel: ¡Botines de ni creyó talvez que mi pariente se entregaba a
ños a veinte centavos! una intentona ofensiva para su recato.

¿Qué cosa? los niños o los botines? le —

¡Jesús! que hombre tan bruto, murmu


preguntó mi amigo. raba una voz.
El pariente lo miró con aire de intelijencia. burro, esciamaba
—Atajen ese otro.
152 LA SEMANA: Julio 23;
A dónde va Córtese la manga i vuelva
amigo, le decia un tuno, después por

tirándole de la levita. ella, decían muchos.


Que llamen al vijilante, vociferaban las Mientras él, con el rostro encendido, hacia
mujeres. esfuerzos inauditos para sacar el brazo de
I entretanto, mi empeñoso proyinciano, sin aquella nueva tortura i daba terribles voces
atender a tantas voces, no contento ya con para intimidar a los de adentro.
. . ,

los codos i los hombros empleaba, a la par, Por fin, el de la puerta pareció apiadarse
las rodillas i los pies, introduciendo una te de su situación i abriéndola con gran cautela
rrible confusión en aquella apiñada muche lo introdujo en el recinto de la baratura., :¡ . .,

dumbre, que a su vez lo apretaba i repelía, Las tres de la tarde sonaban en el reloj de
haciéndolo sudar arroyos i lanzar ahogados la plaza cuando mi. pariente se halló en el. in,-r
suspiros de impaciencia i sofocación. En tan terior de la tienda. Su primer cuidado alli
ajustado trance, consolábale solo la idea de fué de tomar aliento en un .rincón i sacar ,

haber ganado ya algún terreno i de hallarse del bolsillo la lista que en casa habia forma-

próximo a la puerta, aunque no le bastó esta do. Delante de él una cuádruple hilera;:de
esperanza para quitarle por un momento el hombres i mujeres, la mayor; parte- del pueblo,
deseo de retroceder ; pero parecióle al mismo le impedían el acceso al mostrador. Sin em
tiempo que las dificultades eran casi iguales bargo, aquel obstáculo era insignificante para
para la contramarcha, pues el camino se ha quien habia vencido el primero, así es. que , ;

bia cerrado tras él, de modo que apelando de mi pariente emprendió su, nuevo ataque con
nuevo a su por segunda vez
enerjía, empezó la intrepidez desesperada, que le conocemos i
su ataque viva fuerza, levantando mas atro
a
aquel mar de cuerpos humanos comenzó sus
nadora grita que al principio. Las voces de oleadas, arrojando por tierra a los mas débiles
«atajen ese burro» i demás lindezas que su i haciendo estrellarse a muchos contra las.
arrojo impertérrito le valiah, no parecieron ya paredes de la tienda. Los gritos i las impre
suficientes a los vecinos de la puerta para , caciones no fueron menores allí que. en M;:
contrarrestar el ardor de tan denodado agre parte de afuera, pero al fin la victoria fué
sor i principió sobre el infeliz una lluvia de completa, pues mi pariente tocó coíi las mar,.
mojicones i golpes, de pellizcos i bollazos que nos al deseado mostrador. > ¡:-i ■
.

devueltos por él con shrigual intrepidez, pro Una docena de botines para niño, dijo

ducían la mas feroz batalla que en puerta de al primer ¡dependiente que'se paró junto a él, ,

tienda se haya dado' i el mas alegre golpe de Pero el dependiente parecia sordo i solo se ;
vista para los que desde lejos presenciaban ocupaba de mostrarunos pañuelos a otro com
esta escena. prador. Mi pariente repitió su pregunta dos i
Por fin, el pariente consiguió tocar los um tres veces, hasta que por fin consiguió llamar
brales de la pnerta i ya iba a entonar en su la atención. -

mente un himno de alabanzas i gracias al —¿Botines para niño? dijo, el dependiente;


Eterno para entrar a saco en la plaza cuyo ase son concluidos.
dio tantos sudores le costaba, cuando uno de —Medias para señora entonces, replicó mi
los empleados de la tienda le dio con la puer pariente. .

ta en los hocicos, haciéndolo casi caer de es Trajéronle las medias i no bien tomaba una
para examinarla, cuando todos los que
esta
paldas sobre sus vencidos contendores.
—Nadie entra hasta que no salgan algunos, ban a su lado hicieron otro tanto, sin dejarle
dijo el. que cerraba la puerta. tiempo para pagarlas. .

I mi pariente, cambiando por aquel con Páseme otra docena, dijo mi pariente con

traste su himno de gracias en furiosas-impre- un peso en la mano.

caciones, juró que no lo vencerían a porfiado Mas el dependiente se hallaba ya distante i


i que dormiría allí, antes que abandonar el récibia el dinero de otra persona que habia to
puesto que su valor le conquistara. mado la primera docena.
Al cabo de media hora, sintió mi pariente No desmayó sin embargo mi pariente con
que la puerta se movia i poniéndose en guar semejante contratiempo i apelando a su lista
dia para entrar él primero, la vio entreabrirse se preparabaa
pedir otros artículos, cuando
poco a poco i salir con gran dificultad a una una nueva oleada déjente invadió la tienda,
mujer que invocaba en su ayuda a todos los rechazándolo, mal de su grado, fuera de su
santos del calendario; lijero, mi pariente como ventajosa posición. El quiso asirse del mostra-
un gamo ¡[trató entonces de introducirse, pa doren un esfuerzo supremo, sin escuchar la voz
sando casi sobre la que salia; pero el guardián de la prudencia, i en vez de encontrar el pun-,
de la puerta la cerró con tal presteza que un to de apoyo que buscaba, sus manos se afe
'

brazo de mi pariente quedó tomado entre las rraron del mantón de una mujer que por de

dos manos de la puerta. lante se hallaba, al mismo tiempo que la mu


—Tire señor, le decían riéndose los truanes. chedumbre lo repelía hacia atrás con irresisti
—Ahora le van a romper la manga, anadian ble violencia. Cedió a la fuerza mi infeliz
otros. pariente, arancando el mantón de la cabeza
—Quítese la leva i se manda cambiar, gri de la mujer, después de hacer saltar los alfile-
'
taban por otro lado. res que lo sujetaban.
Julio 23. LA SEMANA. 153

hicieron volver al preso


Agarren a ese picaro que me está roban-
-

— a su celda con up
do el mantón, gritaba ella. disgusto visible.
El juez me ha dicho,
Aquí lo tengo señora, gritaba un hombre prorrumpió a su lle

tomando por la cintura a mi pariente. gada, «que no será él sino la lei quien me con
I éste, sacado ya de los últimos límites de dene; que mi muerte talvez será inmerecida i
su paciencia, dio un feroz bofetón al que que que él la sentirá profundamente, pero que no
ría estrecharlo entre sus brazos i el apresador estará en su poder el evitarla.» Con esto lo he
de ladrones fué a rodar a los pies de la mu sabido todo: ¿qué esperanza alimentar enton
ces? ¿No valdría lo mismo
chedumbre, lanzando la mas enérjica de las que me hubiese
anunciado llanamente mi condenación? ¿i no
imprecaciones, la que se confundió con el chi habría sido este un proceder mas humano i
llido de un muchacho a quien en su caida ha
mas lójico,
bia aplastado i que por librarse de aquel peso pero sobre todo mas [franco i mas
enterraba sus uñas en las piernas de uña mu digno del majistrado i del hombre? A esa pro
testa imbécil, al parecer nacida del miedo mas
jer, que atronaba a su vez la tienda con espan
tosos alaridos. Mi pariente no pensó ya mas que de un verdadero interés por mi causa,
infierno abreviado, i solo le he contestado: «que lavarse las manos
que en huir de aquel
la jeneral confusión, sé como Pilatos no será malo,
aprovechándose de pero que impedir
escurrió como pudo hasta la puerta que no le que corra la sangre sin necesidad seria sin
fué difícil abrir i lanzóse a la calle, en donde duda mucho mejor.»
tuvo que emplear el último resto de sus fuer Este juez, por otra parte, ha sido desde
zas para abrirse paso por entre la apiñada que nos conocemos un objeto curioso para mí:
es un hombre
turba. que parece que solo puede ga
A las siete de la noche llegaba a casa, nar su vida mandando a los otros al cadalso..

cuando nos habíamos sentado a la mesa can Por todo lo demás, él es ud caballero bien ha
sados de esperarlo. Su levita, pantalones i blado, que sabe de memoria el testo de la Par
sombrero se hallaban en el mas lamentable tida 7." asi como el formulario de las sen
estado. Quiso sacar el pañuelo para secar el tencias criminales, que cita sin equivocarse i
sudor de su frente i una ahogada esclaraa- relata por orden cronolójico los decretos su
clon nos anunció que su bolsillo estaba vacío. premos sobre heridas i riñas, así como la
Sentóse entonces haciendo un ademan de re lei de don Alfonso que condena el homicidio
signación i después de referirnos sus percan voluntario, i que interesa finalmente su amor
ces, atacó la comida con devorador apetito, propio de juzgador i de abogado en todo
jurando que jamás volvería a encontrarse
en
aquello que de cualquiera manera compro
baraturas. mete la vida de los otros.
Ciertamente que yo no puedo quejarme del
Julio de 1859.
modo como me trata, porque, aparte de las
Nadie. crueldades obligadas de su oficio, confieso
que seha conducido conmigo caballerosamen
te i me ha guardado i hecho guardar toda la
Un homicida. consideración compatible con mi causa. Pero
así él como el fiscal parecen estar siempre del
Continuación. lado del patíbulo i con sus palabras almibara
das i su lenguaje culto, ambos a dos creo que
XII. solo cifran su empeño en sacrificar al proce
Presentada al juzgado la defensa de Pala sado so pretesto de la dureza de la lei. Yo me
cios dióse al fiscal la vista de estilo i una vez los imajino, al uno poniendo en prensa su ce
evacuada ésta el proceso quedó concluido para rebro a fin de idear cargos i reconvenciones
sentencia. Desde ese momento no se hizo mas para sacarme, como dicen vulgarmente, de
que disponer el ánimo del reo i aguardar el mentira verdad, o bien elaborando tranquila
fallo, que, improvisado durante una semana, mente en sn bufete la sentencia que ha de
no tardó sino el tiempo necesario para que el cortar con una lei mal hecha mi cabeza, i al
amanuense lo copiara en limpio. Mientras esto otro sudando sangre i agua para convencer a
se hacía el juez mandó llamar al reo a su pre su compañero, convencido ya mucho antes
que
sencia, i cuando le hubo oido que no deseaba él, de la incuestionable justicia con que debe
alterar ni suprimir un ápice de sus declaracio mandar que caigan sobre mi cuello las dispo
nes, le dirijió algunas estériles palabras de siciones bárbaras de un código vetusto e ine
consnelo i le devolvió en seguida al calabozo xorable. Mui probable me parece que mien
donde habíamos quedado aguardándole. tras uno i otro escriben o
piensan sobre mi
La curiosidad que despertaba la vista de causa, ambos tengan ante su vista la imájen
Palacios entre sus compañeros de prisión i las del verdugo que se alegra con ellos de ver
jentes del pueblo, el peso de sus enormes gri acercársele su presa.
llos que apenas le permitían moverse, pero
mas que todo, la presencia i el palabreo de
XIII.
dos centinelas que marchaban a sa lado cual Al decir estas palabras, una sonrisa sarcás-
|
si temieran que se les escapase por el aire, ticaieveló en las facciones del reo su despe-
20
ob» i su cólera.
Después de calmarse' én un

Ño
i mil véceShó! El' de "log espectáculo
corto momento de silencio., prosiguió: no Qorrije" ni
suplicios mejora sino qué poi"
Poíloque a mi toca, confieso que jamas el contrarió desmoraliza i pervierte, Lejos dq ¡

habiapensado en la curiosa misión que la so:- morijeraf. a los pueblos, las ejecueiónes ca- ,

cietlad tiene conferida a estos hombres, ni hacen depravar natu


pitales-íip '
mas que su

nunca me había ocurrido tampoco la idea dé raleza i malear sus instintos, destruyendo- su
reflexionar sobre las ventajas o inconvenien sensibilidad. que es el jérmfiri.de toda virtud,.
tes i la justicia o injusticia de la pena capital, Eii lugar del patíbulo. toda lejis'jacioh. debería
Sea como fuere, yo me Sorprendo' dé qüeháya establecer la prisión más ó. menos larga, 'tal-j
individuos que acepten voluntariamente el vez: perpetua p'ai'a los reincicléntes, i entonces
oficio de verdugos, porque mi verdad .no 'son el escándalo, de las ejecuciones dejará ele ser
especie de llaga' social.
'

«tra, «osa el fiscal, él juez i el ejecutor, de las como hasta ahora/una


sentencias crimínales, así como creó que es '[ Pei-o ja prisión ¡ah! la prisión 'es también
exorbitante el derecho que : la sociedad se ¿na espéciede ser horrendo, completo, 5 riel i -j-
arroga al imponer uría pena que1 es la menos visible, mitad (ái'í ¿{litad hombre; Yo 'soi
íepsífableentre-todaS las penas irreparables. ahora su cubre con, SUS, rnufos,
presaiéi me'
Al obrar así; páreteme, qué la sociedad nó solo me hierros i vipla' hasta el
é'néáclé'iia. 'cóií sus
traspasa sus- faeifltndfeísino^u'e quita lo qtte roen oí- de ro'is movimientos con su, alcaide }
ella no ha dado ni puede fl-ar'.i Fusilando a, un sos centinelas. ¡Miserable dé nú"! ¿por qué h(?

ydwklúÓ'iciKÜIquíei'a;: o sé castiga una

fección de la -WátSraiez&i'cM destinó si el cri


imper dejailó'jo prenderme? La muerte, -Sí, láúiúér-
t'e por ini' propia mttao debí dá'rmé'CieW vecé§
minal es un hombre inculto, désvalido'! litiéí- antes que entregar voluntariamente mi cabe
£ano,-o cse decajjita a toda una familiar si él za al verdugo p qué" venir a .pasar los pocos
tiene madre, esjioáa'o hijosj-i'énúüo u otro días que me restan de vida «n éste iríflernó,1
casó no hai duda qué 'es torpe i ciega la pena Sin üna!esperatiza, sin iitia 'ilusión i alejado
lidad -que, dfe; cualquier lado qué se vuelva, para siempre dé todo lo qué amo, "dé Bosário
'póf Castigar -al Culpable sólo'híei'e al inocente. que a estas horas' piensa sin duda en' mí 'i
-

"Diíáse talvez que estas son reflexiones de siifré por mi 'causa cuando yo solo q^iísíérá
¿puro -sentimiento,' 'nacidas ho de un Criterio v'érfá-feliz a costa de mi: sangré!
desapasionado1 sino de mi situación; pero ten
go en mi apoyo la lójica i el ínteres social
'

,

+ -,
(iCoiítvnawá.). f.'. ■'■"■;•'; . '■■■>
fuetfe.de qué yo -he preferido siempre las 're
flexiones del sentimiento a las 'razones déla
razón. La pena de muerte, aplicada coñforott Debemos a la pluma de qfia. ,-señ.orifa,dé
'

al- testo- dé; las leyes vijentes, me 'parece no


Valparaíso elinteresante artículo qué 'va a

sólo antisocial i-absurda sino, también inicua


leerse. Pdétergado a pesar nuestro algunos
i bárbara. Yo1 creo qiie antes del fallo: defini
dias, nos apresuramos a dar respetuosamenr
tivo, toda causa de pena capital debe pre
en

viamente declarar el juez/por un auto en de


te a su autor nuestras escusas por la demora
i nuestros agradecimientos 'per su amable
bida forma, si -el acusado ál ejecutar su orí-
. ,

men ha procedido por interés o por pasioi). colaboración.


En este último caso entiendo que no puede
ni debe haber condenación a muerte, porqué ñ. las. niñas*
la misión de la sociedad noes otra que la de
;
Srtómo la pluma en nombre dé vóáotras,
impedir la repetición' de los- delitos i oponerse
es

a que el que la lia dañado pueda volver a por que. rJreo conoceros i comprenderos; si óá
dañarla. El castigo es superior a ella, pero dirijo estos renglones,' "es
pórque'sé que sois
la venganza es también indigna de sa piiinír capaces desbandes cosas, i que si pasáis vues
tra vida en la inaccipn no esculpa vuestra. Sé.
potencia. Ella no debe castigar para vengarse;
sino que debe pura i simplemente -correjir que si permanecéis indiferentésá todq' lo qué
de ésta suerte la os rodea tanto a la. ruina como ál engrande
para mejorar. Transformada
teoría de nuestra lejislacion criminal todo el cimiento de vuestra patria, como a todos los .

mundo comprendería su justicia, los pueblos acontecimientos de la vida, ño tenéis vosotras


ganarían con la reforma, i la moral i la filo laculpaV . .

sofía dejarían de ser holladas i escarnecidas Si perdéis el tiempode vues mas preciosa
en nombre de disposiciones vetustas i bár tra vida, el vestido, 'en arreglar
en
pensar en

baras. el peinado i ser las reinas de 3a moda,, nó té-


Pero, el ejemplo', dicen, porque es necesario neis vosotras la culpa; que si os enfadáis de
escarmienten i que se arre vosotras rnisiuas i buscáis el remedio contra
que los criminales
dren por ladñreza de la pena todos aquellos el fastidio en el baile, en. el paseo, en el bu
sentirse tentados a imitarlos. llicio de la sociedad, sin encontrar jarifas la
que pudieran
suave i verdadera satisfacción, tampoco es
Vana quimera! pretesto ridículo de venganzas
vuestra la culpa.
cobardes i ruines! ¿Qué ejecución, por mas
Decidme ¿no os sentís algunas veces cóii el
-cruel i salvaje que sea, puade poner espanto
-en el de un verdadero criminal? corazón oprimido por efecto de un sentimiento
pecho
"ri355iíb LA SESIANArr loo

desconocido que en nada se parece a todo ío ocupar su tiempo en trabajos mas serios sin
que antes habéis esperimentado, por que este
*

que por eso dejasen de ser agradables.


os hteva a
pesar vuestro i se os revela hasía ¿Qué és lo que impide, a las niñas ocuparse
en las cosas mas comunes? d,e estudios sólidos i elevados? Estosíormarian
Decid ¿cuando levantáis la vista i contem su corazón,, desarrollarían su intelijencia, or
pláis detenidamente el firmamento, no os sen narían su frente de una aureola mas brillante
tís a qué sulendeble belleza, i las prepararía!! .para
veces_ conmovidas sin, sabfij' p§r qué? ¿si
miráis a la tierra i veis lá naturaleza en todo su atravesar con pié seguro- el penoso camino de
'

esplendor, no suspiráis paréciéndoos que el pe ,1a vida.


cho es estrecho para -quedo habite e! corazón? •Las ventajas de este cambio de hábitos i
I al leer una comppsicion de Lamartine o al ocupaciones son incalculables, i serian de im
escuchar una aria de Dohizeti o de Bellini, inmediato provecho para ellas.. Así se .verían
¿no os séntis a veces* palidecer iiencendei se libres del fastidio, el enemigó mas terrible de
súbita i sucesivamente vuestro semblante, a la mtíjér, serian justamente apreciadas, i.tal-
impulso dé un .sentimiento siempre nuevo i ve.z casi sieuipré felices, porque las desgracias _

creciente? ¿I cuando os encontraisdomiñádas qué pesan sobré una mujer, de cualquier jé-
por esas impresiones que revelan toda la ri néro que sean, traen sú orijéh principalmente
queza de la organización, no inclináis la cabe del ocio i de la ignorancia.
za sobre fel Fáciles comprender los cambios de trascen
peehó i se desprende una lágrima
de vuestros ojos? . .
dencia: que se operarían en la sociedad i hasta
Si todoestó feentis, si gozáis i sufrís de este en los altos destinos del pais, si á las mujeres
modo, creedi&e; sois capaces de grandes co seles educase, no para adornar su estérior i su ,

sas, i no tenéis vosotras la cnlpadevefos con fantasía, sino para que fuesen útileshációndose
denadas a] martirio dé un sórdó-mudo que, tan intelijentes i necesarias, como los ham
con sentimientos elevados, i conociendo todo bres, para todo lo que es importante i serio, .

lo que hai de infinito en el alma, de graude i Porque si él hombre es superior a la mujer


bello en la intelijencia del hombre, nada p$e- por la naturaleza, én fuerza i enerija, no lo es,
de espresar, nadie loeomprenderájamás, i mo en- todos-Ios demás dotes ínoralés'qúe forníáü-
rirá como ha vivido, para nada, i para nadie. él complemento dé-su Ser,
Como os: tengo dicho, no es la culpa de vo La mujer mirada como madre de familia^
sotras; es del tiempo que hasta' hoi ha sido sin duda que merece elilias alto aprecio. Si,-
insuficiente para elevar nuestra civilización jqúé' cuadro mas digno de admiración i respe
hasta el alcance dé la nrujer. to puede haber que el que presenta.una joven.
Chile es un pais mui joven todavía, i hasta madre rodeada desús hijos, i contraída á Tas -

hoi, como espaturalj el hombre ha sido el ocupaciones domésticas-!—Pero, cuánto mas

solo quese ha ocupado en construir el gran laudable, cuánto no cambiaría la sociedad, s!


monumento, adonde debiéramos ocurrir todos éh vezde limitarse al cuidado de laseosas ma
a depositar la paite que nos corresponde efl la teriales de la vida, i ser puramente el ama de
civilización i las luces. suéasa, la mujer' se elevase mas alto por stí
Pero ya para la mujer sé aproxima, í noso edüéáción i fuese la base del porvenir de SUS
"

tros debiéramos -abreviar/, el tiempo en que hijos, i el sosten moralde su marido?


debe acudir también a poner su piedra en Una madre qué con' tanto esnié'ro cuioVdcr
esa grande obra. rizar el Cabello de su hijo i hacerle lindos ves
"Pero si algo os detiene, si permanecéis ama tidos, ¿có'n cuánto mas esmero no debériíi cüi--
rradas por las preocupaciones, por el hábito d dai'dé hacer un caudal rico de saber i virtud,
por la timidez talvez, pensad que vosotías sois para que, a medida que su querido niño Va
la base del gran monumento social, que sin creciendo, vaya ella adornándole su' corazón í
vosotras nada habrá completo. El hombre tra desarrollando su intelijencia?
bajará con esterilidad, se afanará en vano i Hai muchas cosas que los nulos deberían
sus esfuerzos 5 serán perdidos, si la mujer no aprender desde. chicos i queuna madre aman
se encuentra a uña altura superior para poder te i con traída debería estudiar, para inocular

comprenderle e coa sus instintos


infl-oénciarie conocimientos preliminares en sus tiernas aÍL
beneficiosos i nobles. mas por medio de anécdotas, lecciones o
pre
Abreviemos el tiempo paraquela mujer deje ceptos, debiendo ellos ser un ejemplo vivo da
de ser úh ser curioso i divertido. Es precisd cultura i modales donde los. niños modelasen"
'

su gracia 'fisicá i* sú. ser moral. Por


que las niñas conípreíidaii que para ser inte ejemplo el
resantes jp o basta que tengan.uh ésteriór her- jiro de los planetas, el movimiento de la tie
inoso, 'i agradable, que pasen íós.añoS en pade rra, el cultivo délas plantas, la Historia natu
cer bien físicamente, pues que la mujer bella ral, lá Santa i la dé Chile, son estudios agra
sin el desarrollo de-. la intelijencia, i el cultivo dables e importantes que, una vez que la
de todas las facultades del ahitó, és 'cómo la ciadrs los hubiese fijado por medio de conver
flor que aparece- en -la mañana fresca i lin saciones familiares en la mente de los niños,

da, i que al esparcir' el : sol desde el cénit Sus éstos no los olvidarán jamás.
De esto resultaría que la mujer, tomando la
J'ajos vivificantes, se marchita i desaparece: '

La uiujei joven, es decir la soltera, debería Costumbre de ocupar una parte de su tiempo
156 LA SEMANA. Juho 23.
en algo que no sea la moda i la adoración de si los
misma, iria insensiblemente desarrollándose
(nonios do la Reina de Navarra
cada dia i enriqueciéndose con un caudal de
facultades tales que, sin notarlo ella misma, o

la elevarán sobre la multitud, haciéndola su DE PAVÍA.


EL DESQUITE
perior las
mezquinas rivalidades i pasiones
a

Comedia cinco actos.


pequeñas que contribuyen a su desgracia pro en

pia, i muchas veces hasta a la ruina de su fa Continuación.


milia.
Así pues, si sois amantes a vuestro pais,
pensad que la prosperidad i engrandecimiento ESCENA III.
de este se conoce porlacultura de sus mujeres.
Si mucho amáis a vuestros hijos, dadles el HENRIQUE, GATTINARA.
ejemplo mas laudable familiarizando sus juve henrique, entrando por la puerta del fondo.
niles almas, con todo lo que hai de sublime, Gracias, camarada, ahora si que
gracias!...
de bello o infinito, en un corazón cuidadosa veo.... Esa escalera de caracol es tan oscura como
mente dírijido i cultivado. el zaguán del infierno.
gattinara.
Os recomiendo sobre todo, la bella litera
¿Qué quiere Vd. señor? ¿Quién es Vd.?
tura. No os asuste esta palabra; precisamente
ENRIQUE.
este es un arte que
parece formado para la El conde Henrique d'Albret, subdito i oficial del
mujer. Yo no pretendo que os hagáis literatas rei de Francia, detenido como prisionero en esta
en el sentido lato de esta
palabra, nó; pero sé torre a la cual difícilmente se la tomaría por una
que desde el pié de la cuna de vuestros hijos réjia morada.... Por otra parte, tengo un permiso
podríais producir pensamientos útiles i eleva del emperador (se lo presenta) para ser. adniitido
dos, sé que cada una de vosotras cooperaría cerca de mi soberano.

cpn mui felices resultados, si sus produccio gattinara, mirando el papel.


Por pocas horas solamente.
nes, por humildes que fuesen, tuvieran por
HENRIQUE. !•'!--'■■
objeto mejorar la suerte de esa porción débil todos los días se me permitirá des
i desgraciada de la sociedad. Espero que
empeñar para con él, los deberes de un buen
Tendedles vuestra mano; pero no soló para
servidor, los que tenia el honor de llenar a su la
darles et pan que los ha de alimentar, i él do en el Louvrei en Fontainebleau.
vestido que cubrirá su desnudez, algo mas gattinara.
'

reclaman de vosotras las infelices, puesto que Cuando era rei!


no solo de pan se alimenta el hombre sino HENRIQUE.
también de espíritu i verdad. ¡Siempre lo es, señor!., i mas aun.... es desgra*
ciado. Os ruego que me introduzcáis a él.
¿Por qué no aprovecháis vuestras facul
,

GATTINARA.
tades en favor de la desgracia, procurán
dole el pan benéfico que dá vida i salud al al
Está hacia ese lado.... (señalando a la derecha.)
HENRIQUE.
ma, el alimento que los ponga a cubierto des
¿I la princesa Margarita?
de la cuna del infortunio i la miseria? . GATTINARA. - ,

Por ejemplo ¿por qué no os interesáis por Hela aquí (dirijiéndose a Margarita). El empe
el progreso de la instrucción primaria? voso rador me manda deciros, señora, que V- A. puede
tras podríais prestar numerosos e importantes permanecer con su hermano todo el tiempo qué
servicios a esta institución, ya frecuentando juzgue necesario i conveniente.
HENRIQUE.
las escuelas, ya alentando a los alumnos con
vuestra presencia i estímulos, ya haciendo tra
Qué felicidad!... (Gattinara saluda ala princesa
i sale por la puerta del foro )
ducciones de libros útiles para lecturas popula
res, o para facilitar el aprendizaje de aquellos,
-
ESCENA IV.
influen
ya interesando, por medio de vuestra MARGARITA, HENRIQUE.
cia, a vuestros parientes i amigos en favor de
una institución que contiene en jermen el
henrique, que Gattinara haya salido.
esperando
Heme aquí, señora... si he tardado ha sido para
progreso moral de este joven pais. cumplir mejor vuestras órdenes, i ya habréis po
Así pues, creedme, sois capaces de grandes dido saber por el reverendo padre dominicano que
i mui importantes acciones. ¡Sacudid yavues- todo caminaba a medida de nuestros deseos.
tra soñolienta indiferencia, i dad mas valor MARGARITA.
al tiempo que pasa sin provecho; distribuid No se trata ya de nuestros proyectos; nó pen
vuestras horas quitando una parte de ellas a semos mas en ellos, Henrique; antes de que mi
todolo que es vano i superficial, para utilizar hermano recobre la libertad, es preciso volverle
a la vida.
las de una manera mas digna de vosotras!
HENRIQUE.
Adquirid el gusto por el estudio de la lec ¿Qué decis? Gran Dios!...
tura, que si esta es bien dirijida, no tardará MARGARITA.
en llegar el dia en que vuestras delicadas
ma
Que lo lie encontrado en un oslado de abati
nos den un fuerte i saludable impulso
a nues
miento que nadie puede esplicárselo. Está sin fie
tra naciente civilización. —

Valparaíso julio 12 bre, nada le duele, i sus fuerzas le abandonan! i


de 1859. Usa Madre. mi vista que lo hacia derramar lágrimas de ale-
JulioM ÍA ¡SEMANA. 157

gría, no podia sin embargo distraerlo.... de un nebleau, i aquel palacio que por mis cuidados em
pensamiento tenaz que lo preocupa.... (con deses bellecieron las maravillas del arte. (Vmlveel ros
peración) en el alma tiene un designio secreto que tro i se enjuga una lágrima. )
quiere ocultar a los ojos de todos. margarita, alegremente.
HENRIQUE. La verdad es, señnr, que allá nos. recibíais me
¿También a los vuestros?... jor que aquí.... Lo primero allí nos dabais de ce
MARGARITA. nar!. i yo tengo una hambre que.
. . ...

¡Lo espera vano!... Tiemblo de haberlo adi


en francisco i.
vinado!... Poniendo de acuerdo la situación en que ¿De veras, pichona?
le veo con la relación de sus guardas, quienes MARGARITA.

pretenden que desde algunos dias, no ha tomado No he tomado nada desde esta mañana.
ningún alimento.... me ha asaltado un horrible francisco ¡.

pensamiento.... D'Albret.... di a mis guardas que me traigan


henrique, asustado. esa colación.... esa que habian dejado en mi cuar

¿Cuál? to ayer, según creo, o antes de ayer. (D'Albret


"''
MARGARITA. sale). ■■■■
.'■
El rei Francisco I a
quien se le ha privado de ,
ESCENA VI.
todo medio de atentar contra su vida,
quiere ma FRANCISCO I, MARGARITA.
tarse de hambre!
HENRIQUE. MARGARITA, COIl VÍVCZa. '

¿Morir de hambre? ¡Antes de ayer!... ¿V. M ño la habia proba


MARGARITA. do!...
Sí... Mira su cautividad como la carga, como la FRANCISCO I.
ruina de la Francia.... quiere evitársela con su ¡Pues es un enfermo no tiene hambre...
claro!...
muerte. un cautivo, mucho menos.... Para eso es preciso

HENRIQUE. el aire libre... el cielo de la libertad.... mientras


i libre...
¡Nosotros no lo consentiremos! que tú, pichona, tanjóveni tan fresca...
MARGARITA. Mira, mira, hé ahí que te traen tu cena (a los
Nó, nó!..: Pero nodebemos decírselo.... porque carceleros) ¡bien, bien!, ¿.ahora, dejadnos. (Des
a quienes hace
si a él ya se le ha puesto.... nó desechará la pués de la salida de los carceleros
idea. señal de que se alejen.) ¡Aquí, cerca de mí, que yo
HENRIQUE. te mire.... que yo no te quítelos ojos!
¡Escuchad... es.su voz... ■
margarita, sentándose a la mesa.

MARGARITA. Ah.... Mas níe hubiera gustado.,., partir esta


Me llama (adelantándose). colación con V. M..-.. (prontamente). Yo no quiero
Aquí estoi, aquí estoi;
hermano mió!... instaros, señor... no lo quiera Dios!... Pero cuan
HENRIQUE. do pienso en nuestras comidas de familia!... Mi
¡Oh mi rei! Vencedor de Marinan. (Fran
¡oh rad, nuestra madre que desde vuéstraiauseñcia
cisco I aparece sobre él umbral de la puerta de en todo pone los ojos.... que ha levantado tro
'

la izquierda conducido por Margarita.) pas.... guarnecido nuestras plazas fuertes....


francisco i.
ESCENA V.
Con: que en verdad... ¿no ha desmayado... no se
HENRIQUE, FRANCISCO I, MARGARITA. ha asustado? -'

francisco i, a Margarita. margarita. - ■: -

¡Me habíais dejado?.... este cuarto es tan som Ni solo instante. Mientras que mi-hijó -viva
un

brío i tan triste.... como la España! mientras que me decía, "no temo a nada. Su nombre solo vale

tu, tu eres la Francia!... Ah d'Albret. un ejército.... todo mal deseo es sofocado en el

HENRIQUE. reino por el temor -continuo de su vuelta.


Señor!... francisco i.
FRANCISCO I. ¿Eso ha dicho mi madre?
¿I tus heridas? MARGARITA .

HENRIQUE. - I volverá... continuaba. ¡Dios me lo dice, estoi


¡Gracias a Dios, todavía estebrazo puede servir segura de ello... porque yo no quiero morirme
a V. M. (sostiene al rei i lo conduce hasta el sillón.) sin verlo i sin abrazarlo!
francisco i. francisco i.

¡D'Albret,.. hermana mia!... a vuestro lado ami ¡Oh, madre mia!... mi buena madre!
gos mios, no hai destierro!... margarita.
MARGARITA. ¡Que Dios nos la conserve! (sirviendo en el vaso

¡Destierro!... se suavizará al menos. Pues el se que está delante del rei). A su salud, hermano,
ñor d'Albret ha obtenido permiso (Fmncisco titubea). ¿No queréis beber por ella con

HENRIQUE. migo?
Para ver algunas horas a V. M. francisco i. -

MARGARITA. ¡Sí, sí,dame.... dame.... algunas gotas (le


I yo para quedarme con vos, señor, trido el vantando su vaso). Madre mia! (bebe). Ah! este vi
no meha reanimado!...
tiempo que guste.... Ya hai mejores noticias... así
vamos a pasar los tres una buena noche.... como MARGARITA.

otro tiempo en Chambord. I vuestro el Delfín, aunque tan niño, ¿si


hijo
HENRIQUE. vierais como se acuerda de vos?... «Tia Marga
(
O Fontainebleau.
en rita,» me gritaba al momento de partir, «dile a
francisco i, mirando con sentimiento las mi padre que lo estoi esperando.
paredes
de su cárcel. francisco i.
Sí, mis hermosos i sombríos bosques de Fontai ¿De veras?
158 LA SEMANA. Julio 23,

MARGARITA. FRANCISCO I. . ¡

«Para que me enseñe a manejar la espada i a ¿Tú eres déspota siempre, Maegarita?
montara caballo!» ,, MARGARITA, ...- '.-

francisco i. ¡Mas que nunca! '-.,■.-.


Mi hijo.... ¡nú hijo!... me está esperandol .
FRANCISCO. I.
MARGARITA. ¡Entonces!... (come]., tmajuiate, pichona, que ;
,

¡Eh, si, señor, noche durante -mii sueño, me parecía ver


que os espera! (sirve vino a.F.tm-
una

cisco). I él no es el único..;, muchos otros tam una mujer joven i bella inclinándose hacia míi
bién.... lindas damas! MARGARITA.; ., .,,,-; ,
;. '-.
EBANCISCO i. Siempre mi hermano Francisco ha .tenido, esa

¡Ehl ¿qué dices? clase de sueños! ,


:, ;-,
MARGARITA.; FRANCISCO I. , i
,: i

para <Jue vos me encargaron tan' tiernas me Era una realidad!... porque al despertar encoi>
morias. .
tré cerca de mí un guante de mujer.... ¡i la manó
FRANCISCO I. mas linda.... la mas preciosa!... -.- :■ .

Cierto que.... la MARGARITA.


(lleva mano a su
vaso).
MARGARITA. En. cuanto a. -guantes, la imajinacion.loliaceito-
La hermosa duquesa deChatéaubrian (echando un dp (golpea en el" plata del rei para, que, coma). ,. .,-.;
bizcocho en el vaso del rei) que creo que se mori FRANCISCO' I. !.,-„-. --i,
í-i-,^
ría sino volviese a veros! Espera, (Margarita sigue golpeando i et reí
.FRANCISCO.!.. : , come). Desde aquel momento ai una semana se. ha
¡La duquesa., .piensa todavía en mí! (se come él pasado sin que me. haya liegadó' algún recuerdo.
misterioso .de,la-b,ella,.d£;scpnócida. ■-■
? -.-■
bizcocho). .

MARGARITA... MARGARITA.- .. ...

fElla! decid mejor, todas las


mujeres de la Gorte! ¿Entonces ella se entiende con' los carceleros?,,,;.
....FBftwelSco 1,-ípí» alegría.
■■■• FRANCISCO- 1-

T«dasi Iasauijeres!¡., (We). ,;..-■ -


¡Qué sé yo!... ya és una' carta, erL.qus. me pro
-
■ •

'-, MARGARITA. V , i.-.., ....,- diga consuelos, ya cant.qs franceses que oigo* al
¡Si supieíais como las', habéis vuelta devotas i pié déla torre p al otro lado del Manzanares,-.. -ya;
asistentes a la iglesia! (sirve conservas de frutas flores! (mostrando el azafate de la, derecha) ;p%%-
al rei), cómo van allí a. rogar por el rejl,... i cuan lásl... éstoi sogiíro' qué eílainé las envía para éflár
do supieron que yo Venia a veros ¡>qué de encar bellece'r mi prisión! .
.,.

gos! (pone una cuchara en el plato -del rei) i, rosas MARGARITA... .„.

,
-. 'i.

de cintas!... ¡cabellos!..:. ¡bandas!... ;,; ¡Lindo asunto paracuentb-í.íí úh Pero- éri fin¡
FRANCISCO U . ..;

-.
i- ella,,.la descpnocidfí,?'.., ..,.'.' '..
"

FRANCÍSCÓ'i..
-

¿De veras? . ...


.,..-..

...'i,; :,'■'■ MARGARITA. ■:; , Siempre invisible!.,., solamente una noche.....


ifl también biHeticos mui tiernos! -

¡ hape-un mes.,-- yO'.batallaba ponfra la ..fiebre -i, el,


sacando rn¿ brazo fuérá d§ )$
FRíANcasao i, tmnttndo por. sí'mismo un biieoeho., deliripi'^e repent^,..mi
mano una lágrima, ¡QuierQ

cama, siento sobre


¡Billetes!..; i de quién? "

MARGABlTAi gritar!... i «¡Silencio, ine dijo a media vozf.'.'.—


Ya os losdaré... los leerás....:. Ah comprendo Soi yo. Vos?... mi -bienhechora? Sí, para cuida-
— —

de encontraros en Madrid , ros.r^Pero' ¿quién. sois^íío:. puedo defiícRSlo, ni


vuestra desesperación , .

hai ni bonitas mujeres... ni aventuras tan a vos ni a nadie, sin perderme. Yo soi, yo soi la
aquí no
picantes.'.'...- :■-.- .,-.- mujer que os. arria! Silencio,.! dormidl»-n:Ei'fi; tam
vivamente i dejando- su vaso.
/francisco i, -
bién déspota cómo tú. Puso sil maño" sobré ;mj¡
,

Pues bien, Margarita, estás muí engañada! frente i, ya fuese influencia de aquella rñanp, ya
JllARGARITAí fuese debilidad, yo trié dór'rní; i'al 'despertar todo -,

,;,:.-il

.;„..-.:: •-.: ,,

¿Qué me decis? ..,.--. .


habia desaparecido!.'...' -
.
-

-_,

MARGARITA »
FRANCISCO.!.,
"

m¡ cautiverio.
Que aquí hai un misterio
en ... [Es raro! ¿I ella era jóv'éríi' hermosa-?, .
... . >.

francisco, i..
inaudito... ün. secreto de que yo no- podía ha
blar.... porque aquella a quien todo, se lo cuento, ■.- .¡Si era hermosa! Téñia ú.na gracia-i un ademan
mi hermana, estaba lejos de mí. i a
pesarle llevar meiTio velado él semblante, ojos;
.

MARGARITA, COn Calor.


i diéhtes'admirables!
MARGARITA.
Pues ya .'está de vuelta.... así que nuestras plá
.- -■■-.:.

ticas nocturnas.... nuestras cenas a dúo. ¡rbien, aunque mujer (levantando-'su vaso) Üebo
francisco i, encarándose vivamente a por la bella desconocida,, i por todos sus encantos):
Margarita. ,,..
franc.iscó.í.
Como en Chenonsó! ¿te acuerdas, pichona?... ¡Cáspital ¡Pues ya. tendríamos harto por, quf
MARGARITA.
beber!
Vais a fatigaros. JA. de, Irisarri.
FRANCISCO I. (Continuara). .

: íyó, PÓ tengas cuidado!


MARGARITA. ...,,.- Ecos-de :!» «e?5>atsa. . .•..'.. ,.,;,
Pues si no cobráis fuerzas para vuestra re
185$.'
"

lación. Santiago,' julio 2,2 de


FRANCISCO i. .
Sumario.—Un buen ralo de buena lectura.'— Dos nove
dades bibliográficas. Antes de levantarse ql telón.

Es inútil. .

—Un domador de fieras presunto.— Moneda corriente,


MARGARITA.
nó.... comeréis primero.... o si nó, no os En la noche del sábado pasado, tomé en la
¡Nó,
escucharé nada.'... mano uno de dos volúmenes que habia recibido
LA SEMANA. 159
Jüíio 23!
en la mañana, abríhojas con calma i comencé
sus unos jigantes i unos cuantos millones <ta
cuantos
a leerlo perezosamente. Sus primeros capítulos pigmeos, la que Balzac ha copiado en La Comedia
fueron recorridos sin trabajo, los siguientes con Humana, después de halierla depurado en el cri
marcada satisfacción, i me. hallé a la mitad del sol de la idealización artística. El mismo teatro
libro dominado por el mas vivo interés i encarni con los misinos actores ha servido a Blest Gaw
i en esta
zado en su lectura, que a cada paso burlaba mis para la ejecución de El priiner Amor;
difícil empresa, sembrada de escollos i peligros,
propósitos de suspenderla hasta el dia siguiente.
■^-El libro en cuestión era «na novela, que pasaba los ha salvado todos con tan buena fortuna, con
de esta suerte por la prueba más difícil a que tan envidiable destreza, qui nos lia sorprendido
deben someterse las obras dé imajinacion: habia agradablemente aún a los que conocíanlos su ta-r
lento i sospechábanlos a memas el picanee desús
despertado el interés del lector, lo habia mantenido
i acrecentado a medida que las pajinas se sucedían fuerzas.
unas en pos de otras. I sin embargo, no habia «n Después que uno ha doblado la última hoja: de

el curso déla narración ni estraiíos lances, ni este libro, se siente en verdad conmovido i des
peripecias inesperadas, ni acontecimientos extra alentado; pero, por qué?-^porque su lectura le ha
ordinarios; siaó la vida: real, la vida cotidiana, hecho conocer que la induljencia de. una madre
avara- de poesía, de risas i Aeres, abundante en puede ser excesiva, la severidad de ún padre e'xa-
prosa, en lágrimas i espinas, eterna para el que jerada, i entrambas funestas; que lá Venganza de
liií amor despechado es a menudo atroz, i no siem
espera, ;breve para el que goza, querida de todos,
.

ora les
pague su amor en desdenes o los" obligue inspiraciones dé la-prime
pre leales i buenas las
con sus codiciados .favores. íaojpócb eran los ra juventud, encendida en voraz ambición;1 i que
la virtud de una mujer joven es una planta deli

personajes de la^fábíilfe mas eicípcionales i raros '

cada que no puede abandonarse impunemente en


que su acción; simples mortales como vosotros i
medio del campo sin que el huracán la tronché 0
yo, benévolos lectores, sin una pulgada mas de
estatura que la ordinaria, ni mas sentidos corpofa- se marchite bajo un sol demasiado ardiente. La
Ifeí qrfe los cinco enumerados en el CaíondelcPa- reflexión sucede poco a poco a la emoción i al
dre Astete; no eran, en una palabra, taumaturgos desaliento, i pensamos entonces que es preciso
o energúmenos, Titaues o habitantes de Liliput, combatir en tiempo con la lójica inflexible déla ra;-
sino modestos vecinos de Santiago, de median^ zon la exijente tiranía délas pas'pnés, que esfuezi
sentir i pensar a la vez, ya queDios há dado al calor
talla, corno .sonieneralmente, salvo algunos pleo moral que se
nasmos o elipsis poco comunes.

De dónde uacia que fecunda la luz que guía.— Esta
•estonces el interés de aquella lectura? del fecundo

desprende de aquellas pajinas no subyuga -srn-efflr


manantial.' de las; creaciones artísticas; la tenaz bargo las intenciones del autor, np tuerce el Cur^-
-observación del corazón humano, el estudio per- so de los sucesos, ni falsea la verdad d> la ob
-severante de sus pasiones de tan complicados servación; sino que brota espontáneamente del
jiros, de marcha tan desigual, impetuosas i pro cuadro, como el efecto de la causa. La conclusión
moral no preside a la acción, antes bien emana de
gresivas en éste, tenaces i estacionarias en aquel, :
ella.
caprichosas, mutables, incomprensibles a veces.
La pasiou .observada en sus manifestaciones diver La Fascinación i Engaños i Desengaños son dos
sas, seguida paso a paso en el curso (Je sus evo novelas interesantes, mas perfecta la primera que
luciones, en sus combates a menudo sangrientos la segunda, dignas una i otra de su distinguido
i en su fin trapeo de ordinario, la pasión compren autor, pero también una i otra inferiores a El Pri
me.' Amor. Por lo que hace a Juan de Aria, con
dida, apreciada i sentida en la plenitud de su fuer
za, en 'el vigor de su omnipotencia, tal es la varilla fieso que la miro como una ráfaga de concepción
májica con que despierta en él espíritu, no la poco feliz.
Si ejerciese en este momento el oficio de criti
"

-curiosidad de la fantasía, sino el verdadero inte


rés, -el interés de las emociones, la lectura del co, tendría por cierto algunas faltillas que echar
libro de que os hablo:—El Primer Amor, por le en cara al simpático novelista. No dejaría, por
Alberto Blest Gana, pues estos son el título de la ejemplo, de acusarlo de inconsecuencia en la con
novela i el nombre del novelista. ducta de Marcos, el filósofo sibarita, carácter rea
lizado por otra parte con gracia i maestría; i do
'

La «Imprenta del Mercurio» acaba de publicar


«los volúmenes que contienen cuatro romances de arbitrariedad en la profusión inconsiderada de ad
este autor: La Fascinación, Engaños i Desenga jetivos ciertas reminiscencias c'el idierra tran
i en

ces, que dañan a la franqueza i movimiento de su


ños, Juan de Aria. i el que antes he mencionado.
Todos cuatro pertenecen evidentemente al jéne- hermoso estilo, tan fácil i pintorezco. Pecados ve
ro de la novela social, si hemos de ajustamos a las niales, como veis.
dos divisiones, tan estensas como poco precisas, Los que hasta ahora han dudado de que la no
én que muchos clasifican hoi en dia estas produc vela, i sobre todo la novela social, pudiese acli
ciones literarias, denominándolas novela social i matarse i cultivarse con fruto en el campo de nues
novela histórica. Pero no es ahora que solo trato tra literatura, alcanzarán un feliz desengaño leyen
■de reproducir las impresiones de mi lectura, el do El Primer Amor, de. Alberto Blest Gana, que
momento oportuno para una discusión sobre uno de seguro los tentará a leer todas sus obras i atri
i otro jénero, que abundan a poriía en grandes buirle la gloria que le es debida.
creaciones. A los Walter Scott i [os Dumas do la
novela histórica, puede oponer la social sus Jorje
Sand i sus de Balzac Es este último, sin duda, el No paran aquí las novedades bibliográficas.— La
modelo que mas ha estudiado el autorde El Primer «Imprenta del Correo» ha dado a luz la primera
Amor,- i en algunos de sus cuadros hai pinceladas entrega de las PoesíasdeD. Manuel Blanco Cuw'tin,
dignas de tan sabio maestro, de tan admirable ob ya ventajosamente conocido por las numero
servador de la vida real. Porque es ella con sus sas composiciones en verso que lleva publicadas.
grandezas i miserias, vestida de gala rara vez, He tenido ocasión de hojear la entrega que va a
cubierta de harapos casi siempre, poblada por aparecer i leer algunas de sus armoniosas estrofas,
160 LA SEMANA. Julio 23.

obliga los ciudadanos norte-americanos acaso* pueden


que rilaría de buena gana si no estuviese
do por hoi a economizar espacio. también domesticarse.
Se ha dicho esta semana que el gobierno, hala
gado de tan buena esperanza, piensa enviar
a
La edición de las Poesías de Guillermo
nueva
nuestros hermanos de! Norte un ministro extraor
Matta ha puesto por fin avenía, i el público,
se
dinario en calidad de domador.
como era natura!, no ha andado remiso en hacer
tan preciosa adquisición. Los admiradores del
Un paseante.—Conoces a ese matrimonio que
eminente poeta, que no son pocos, se apresuran a
acaba de pasar?
leer íie nuevo sus cantos, que halagan cariñosa
Otro paseante. Sí.

mente la memoria. El primero.— Qué te parece?


Ya que 'rio ahora, en una oportunidad próxima
El segundo.— Moneda corriente.
me prometo hablaros con mas reposo de esta nue
va. edición, que rio será la última, de las podero
Elprimero. Cómo?

i

El segundo.—novecientos milésimos de fino


sas armonías dé Matta.
representados por la mujer, los cien milésimos
restantes por gastos de acuñación etc
., Ós diré algo, si no lo tenéis a mal, de Ja nove
Elprimero.— De suerte que el marido....
dad mas palpitante i para muchos mas atractiva No logré oir mas. f>-
_

lie esta pemana, que no es otra, como es fácil sos Domingo Arteaga AlempJuí'e.
pechar.'. que 'a" apertura del Teatro irrevocable
mente1 fijada para el 28 dpi presente mes.
Entre las muchas dotes, mas o menos estima poesías
bles,, q^e forman el patrimonio de la humanidad, DE
figuran ,en .primera línea las manías, en parte pe
culiares .detestado, o profesión de cada individuo,
en parte casi toda nuestra especie. Ma
.comunes a 11.- BLANCO' vCUARTÍ^.;
nidos hai que estasían mirándolos crecientes
se ;'
LA PRIMERA ENTREGA
de la luna i abpgados que adoran en el busto de -^
Témis. Aunque rio. sean maridos, ni abogados, ni de ésta obra acaba de darse a luz póf
cosa equivalente, tos hombres por lo jeneral anhe
lan por todo jénero de ficciones, sin hacer memo esta i se encuentra a la dis-
Imprenta,
ria .dé que su vida entera no está tejida con tie del en la misma Im
pocicion público
sas mas consistentes. Bostezan a menudo eni cola único
prenta, donde se venderá.
punto
jppmediareal, deque son actores cotidianos,
rren a divertirse en. la comedia oficial, .desempe
ñada por cómicos de oficio. Merced a esta singular
manía, no es difícil esplicarse el orijen de la afi
POESIAST
ción al Teatro i de los maniáticos teatrales. Exis DE
ten estos aquí como, en todas partes i ya han em
pezado a preludiar a la inauguración de la D. GUILLERMO MATTA.
nueva

compañía lírico-dramática con sinfonías tan pre-


.maturas como poco benévolas. No eran de espe dos tomos en cuarto.
en vista
rarse, en verdad, acordes mas cristianos Se venden en la librería de R. Morel,
de los progresos que hace entre nosotros el pesi
mismo asolador. calle de los Huérfanos, casa de
Recuerdan los tales pesimistas que hai en al la Sra. Contador.
traficantes dedi
gunas capitales europeas ciertos
cados al comercio de pergaminos antiguos, autó Condiciones de la suscripción.
grafos de hombres célebres i otras reliquias histó todos los ja
ricas cuya autenticidad mas positiva es el precio La Semana aparecerá
enorme que por ellas paga la pródiga vanidad
in-
bados i constará por ahora de diez i seis
glesa. Mediante una serie de silojismos i compa en folio. La delprotección públi
raciones, de que os hago gracia, han llegado a con pajinas
co decidirá de su incremento sucesivo.
cluir que se les quiere tratar como a Ingleses, vo-

cabio que para el vulgo es sinónimo de herejes. \ Precio de la 3 pesos por


suscripción:
En la opinión de muchos, tales recriminaciones ¡
trimestre adelantados.
son intempestivas, e injustas al sentir de algunos

que saben los crecidos gastos que ha exijido aja Se reciben suscripciones
en Santiago,
nueva empresa la organización de una compañía en la Imprenta del Correo, pasaje Bulnes;
compuesta de cuarenta personas, contratadas por Imprenta i Libreriv del
sueldos subidos. Asi es que el mayor número
en Valparaíso,
piensa que debe fiarse mas en los intelijentes
em Mercurio.
no olvi D. José Cortez.
Domingo
presarios encargados del Teatro, quienes Serena. —

darán que la propia conveniencia debe conciliarse Copiapó. Libreria —del aMercurio.»
con la del público. En este caso, esperar es
cor
Caldera. Editores del «Tren.»

dura.
Concepción— Libreria del «Mercurio.»
Antes he tenido el gusto de hablaros de los osos Talca. —
Sres. E. í S. Uondanelli.
norte-americanos domesticados, a los que ahora Chillan.—Abraban Siredcy.
han venido a agregarse las culebras norte-america
domesticadas. Estas dos conquistas de la do
nas
IMPRENTA DLL COUULO, Pasaje Bulnes, ruin, -k-
mesticación han inducido a algunos a creer que
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO,

uíedactouó ; ——

'Jitóttf i J)om'mao Jbiteaaa, Jx>lenwa,úe.

Año I. Santiago, .luí ¡o SO de S850. Sbáni. 11.


_

descontento, en vez de dar razón al espíritu


LA SEMANA. de innovación se ensañan en su contra, le
declaran guerra sin cuartel. Desde este
santiago, julio- 30 de 1859. momento, se convierten en el escollo adonde
tienen que venir a estrellarse los deseos, las
Las reformas.
esperanzas i aspiraciones de la sociedad.
—-

«El Media de hacer las revolu De hecho adquieren i alimentan los pueblos
ciones meaos frecuentes se la convicción de quees indispensable derro
ria hacer las reformas mas
fáciles.» car gobiernos para conquistar reformas. —

(Duqce b'Orleaxs, Corta al Entonces empiezan:'


obispo de Lansdoff.) Por parte de los pueblos,- las conspira
Las sociedades están sujetas a ciertas ciones, los tumultos;
evoluciones que podernos llamar necesarias. Por parte de los gobiernos, las medidas
Esta .necesidad de movimiento, de cam de represión, el olvido de la lei.
bio, es tan imprescindible i fatal,
que no hai Cuando se dice i cree que está en manos

fuerza humana que ante ella iio se doblegue. de los gobiernos el haCer imposibles las re
—Todo obstáculo que a su cumplimiento se voluciones armadas, rio se anda fuera de ca

opone, trae un desquiciamiento, esa san mino. —


Lo que los no pueden ni
gobiernos
ción de las. leyes del desenvolvimiento podrán- jamas contener es las
reformas, esto
social. es, el movimiento, la vida de una sociedad;
Una vez esa necesidad reconocida, es pero las revoluciones armadas, las guerras
preciso buscarle ún camino por donde pueda civiles, siempre!
realizarse sin contrariedades, sin peligros, El medio es
espedito: —
satisfacer los de--
sin luchas. seoslejítimos i razonables de la sociedad.
Este camino es=Ia reforma! Porque, es necesario convenir, no hai asalto
. Inmenso es el poder de las reformas para posible pueblos a lo constituido sin
de los
la tranquilidad i próspera vida de una socie una causa
que lolegalice i santifique. Es
dad. —

-Las reformas bien entendidas, bien torbar la aparición de esa causa debiera ser
concebidas, i
a tiempo ejecutadas, son a la el primordial trabajo de todo gobierno.
máquina gubernativa lo que la válvula de Pero al indicar a los poderes públicos como
salvamento es a la máquina de vapor. verdadera fuente de estabilidad, dé orden i
Sin embargo, por una.: lamentable abe felicidad social, la. reforma, estamos mui le
rración, nadie siente por las reformas miedo jos de sustentar las innovaciones a diestro i
mas cerval que los gobiernos. Para la —

siniestro, las innovaciones por innovar. La —

jeneralidad de ellos reforma i trastorno son inmovilidad como la movilida'd


exajeradas
sinónimos. rematan en la
anarquía. Tanto se tiraniza

Incalculables males arrancan de aquí. a una sociedad obligándola a no moverse

como obligándola a moverse sin


Cuantas fluctuaciones vienen alcanzando quererlo i
las sociedades américo-hispanas tienen su | sin poderlo. -I aquí está el único peligro de

orijen, son los enjendros lejítimos del miedo las reformas.


a las reformas. Ninguna sociedad talvez ha recibido mas

Pero los gobiernos no quieren dar fé a severas lecciones que la hispano-americana


esta verdad. por su tendencia constante a laexajeracion.
Cada vez
que sienten
poder flaquear, su Parece que no comprende el progreso gra
amenguarse su popularidad, crecer el público dual. Si un poder represivo viene a tierra

162 LA SEMANA. Julio SO.

casi siempre le vé reemplazado por su


se Así, la primera reforma es prepararse a
contrario. La
impaciencia nos posee i nos

la reforma.—Una vez conseguido esto, lo
pierde. Dominados por ella perseguimos demás es la obra de un dia, de una hora.
el fin sin curarnos de los medios. —
Esto es- El gran sistema de pueblos i gobiernos
plicanuestros adelantos en teoría i fraseolojia debe ser:

política i nuestro lamentable atraso en todo Huir de las reformas prematuras;


lo que es práctica. —
La mas absurda de las Aceptar franca i Iealmente las necesarias
constituciones américo-hispanas encierra un i benéficas.
abundante caudal de libertades capaces de Toda otra senda que se adopte ya sabe
hacer la felicidad i la grandeza de mas de mos sobrado que nos lleva,
un pueblo; i, sin embargo, el despotismo en A la anarquía!
toda su
irresponsabilidad o la anarquía en O al despotismo!
todo su desenfreno reinan i
gobiernan. Pongámonos a la obra con fé en lo que
Nada es mas natural. Mientras —
recono ha de venir. —
bien por el ca
Busquemos el
cemos í proclamamos todas las libertades mino de la realidad, no por el de las qui
que forman el edificio republicano, nos meras. Pensemos, no soñemos.

cuidamos nada o bien poco del terreno don Pidamos en vez de nuevas constituciones,
de vamos a construirlo. leyes saludables sobre instrucción pública;
¡Triste carencia de
lójica i buen sentido! —
Es necesario rom Hagamos en vez de decretos i leyes que a
per con ella. Esta es la primera de las re nada arriban, cartillas i catones;
formas que las sociedades americanas tie Enseñemos a los pueblos a pensar, en vez

nen
que emprender i realizar. Esto de — de enseñarlos a gritar;
querer la república i la libertad por obra i Llevemos al artesano a la escuela, en vez
gracia de decretos, de leyes i constitucio de llevarlo al club ;
nes es una ilusión como cualquiera otra, es Hagámoslo ciudadano digno, buen pa
de los engaños el mas pernicioso: «lo que —
dre, hombre laborioso i económico, en vez
está escrito nada,» dice de Maistre.
no es de esclavo o energúmeno.
Es preciso que nos dejemos de reformar Que el arado rompa la tierra antes de
en ella la semilla.
por solo reformar. arrojar
Antes de ponerse en camino es cordura Si desde que entramos en la vida de na
avituallarse de todo lo que ha menester una ciones independientes hubiéramos marcha
larga travesía: saber de donde se parte i a do de esta suerte, cuan diverso no seria
donde No obrando así hai mil pro
se va. —
nuestropresente i con cuanta tranquilidad i
babilidades de quedarse a media jornada confianza no pondríamos la proa de la nave
contra una de llegar al término del viaje. de nuestros destinos hacia el puerto del
Tiempo ha que nos venimos afanando por porvenir.
tener cartas fundamentales que sean la úl Tendríamos libertad i anarquía ;
no

tima espresión de la república i la libertad. Tendríamos gobiernos i no despotismos;


Mas de una de nuestras sociedades ha lo Tendríamos pueblos i no rebaños ;
grado dar una realidad a esa esperanza. I Tendríamos república i no farsa.
qué ha cambiado en su situación? Nada! —

¡Pero tarde para hacer el bien!


nunca es

Ayer como hoi, antes como después de la Con poco de menos egoismo de parte
un

carta ha sido-patrimonio de los hombres de de los gobiernos i de mas calma de parte


espada, juguete de la anarquía. de las sociedades, no es solo posible, es fá
Lo que decimos del Perú, puede decirse cil andar el camino que nos separa de la
con no menos razón de todas las repú república verdadera en las palabras i en los
blicas de la América española. hechos.
Cuando Saint-Just sostenía desde lo alto La situación presente de las sociedades
de la tribuna francesa que la libertad no hispano-americanas es mas solemne de lo
debe estar en un libro sino en el pueblo i que muchos creen. —
En el fondo de todos
reducida a práctica, proclamaba una verdad sus disturbios, de todas sus versatilidades,
i nuestras socieda de todas sus caidas, de todas sus miserias
que la Francia primero
des han encargado de com políticas, hai para ellas una cuestión de vi
en seguida se

da o muerte. Ni el despotismo ni la anarquía


probar.
163
Julio 30. LA SEMANA.

tria inc.inarse en señal de asentimiento, para


estados normales para una nación: —

son
declarar por nuestra la razón.
tiene que salir de ellos o perecer. Sin averiguar las causas de tan marcada .

Salgamos, pues, del pantano de sangre, tendencia en los habitantes de nuestro suelo,
el hecho con la mira
lágrimas, corrupción i miseria en que nos nosotros solo apuntamos
vemos encenagados en este momento; pero de estudiar algunas de sus variadas conse
cuencias.
salgamos pronto, mañana puede ser dema —Hombre ¿i cuándo te casas? es una pre
siado tarde. los varones
habernos gunta qnea menudo se dirijen
Para conseguirlo solo dos cosas
chilenos? sustituyéndole esta variante cuando
menester : el que se interroga se halla ya en su elemento,
los es decir casado:
De valor en gobiernos;
De calma en las sociedades. jl. .
¿ya tenemos familia?
. .

Pregunta que se diri.je a un hombre que


a

¿Las obtendremos?
ropa con una naturalidad inimitable,
aun
ma
diez meses de marido. I con
Justo Arteaga Alemparte. que solo cuente
no poca frecuencia i sin que el que pregunta

se asuste, responde su interlocutor


con una

i los modestia digna de encomio:-


Los padres padrinos. —

Sí, he tenido mellizos.


estudio de costumbres. ¡Bravo, amigo! reciba Vd. mis felicita
ciones, dice el otro, despidiéndose del autor
Talvez pocas naciones como en la chile
en de los jemelos.
con mas buen éxito lajdoctrina Tiénese un dia en una familia la noticia de
na se practique
salido con bien, que en
de Goldsmith que reputaba como mucho mas que la Fulanita ha
benéfico para su pais al hombre que tenia i esto de salir no es poco librarse así, ya que
educaba una larga familia que el que solo se con tanta frecuencia se sale mal. Al instante

contentaba con hablar constantemente de po todos los que tan fausta noticia reciben, no
blación i estadística. Entre nosotros, en efec dejan de preguntar :
to, el celibatario es una planta exótica, un

¿I qué ha tenido? hombre o mujer?


Como si una criatura humana pudiese dar
paria que lucha por salir de su aislada po
sición i alistarse en el numeroso bando de los a luz alguna nueva variación de la especie.
hombres casados. El muchacho que recibe su —

Mujer, señorita, responde la criada que


ha traído el recado.
diploma de Bachilleren Humanidades i el hijo hará siete
imberbe de Marte que alcanza su título de —
Pobre Fulanita ¡.qué con mu

Subteniente, cediendo al espíritu que nos dis jeres!


I apenas tiene cuatro hombrecitos.
tingue i domina, principian a formar proyec

tos matrimoniales, con un ahinco parecido al



Pues a mi me gustan las hijas mujeres,
del minero que catea una veta por entre ris dice una.

cos i cerros. No faltan hasta seminaristas que,



Yo también soi de tu gusto, añade otra;
arrojando la sotana a las ortigas, se hayan lasmujeressirven para acompañar a la madre...
lanzado con igual ardor a cumplir la nacional —
Mientras que los hombres, apenas cre
afición al matrimonio, lo que nos hace ver que cen, se lo- llevan en la calle.
todos los estados sociales contribuyen con su —

Pero, hijita, las niñas tienen necesidad de


casarse i los buenos partidos se van haciendo
continjente de precoces aspirantes al sétimo
de los sacramentos i que el' chileno tan poco dia a dia mas escasos.
animado del espíritu de asociación, en mate La que asi habla se refiere a los hombres
rias comerciales, parece dotado de una ten que quieren casarse i de ninguna manera a
dencia innata a asociarse en matrimonio, por los partidos políticos, en cuyo easo caería en
lo cual es mirado como notable excepción el un error, sobre todo quitándose el adjetivo

que pasa de loscuarenta sin haberse sometido, que ha empleado.


I los hombres necesitan educarse, lo que
siquiera una vez, a la dorada coyunda de

himeneo. Bajo este punto de vista pocos hom también cuesta caro, replica otra.
bres se consideran tan incompletos como los Esta conversación es interrumpida por una
chilenos, bien que no es la humildad por lo turba de niños de ambos sexos, que invaden
la pieza en que tiene lugar, i prueba por el
que brillan, pues desde niños anclan
a caza

de la cara mitad que ha de ser su comple crecido número que la forma, que los que asi
mento. I si muchos se alzaran para decirnos discuten tienen razón sobrada para ocuparse
tanto en estos de la materia.
que nuestra regla ha fallado un
últimos años, podemos contestarles con el En la tarde todos los parientes de doña Fu
victorioso argumento de que también los tri lanita se reúnen en casa de la paciente. El
gos se apolvillan, sin que deje Chile por
esto padre de la nueva criatura los recibe con la
de ser un pais esencialmente productor de afabilidad i paciencia digna de su estado i
ese grano. Al decir esto parécenos ver las ca todos van colocándose en derredor del bra
bezas de todos los hacendados de nuestra pa cero o chimenea si es infierno, o al lado de
16ft LA SEMANA. J«tíovT30.
las ventanas abiertas si es verano. Después de - —
A mí
Rosa, no hai como los nombres (
examinarse respetuosamente sus trajes las se de (lores, dice una de esas que aplican el ro
ñoras con una i certera ojeada i de ha manticismo a la botánica.
rápida
berse ofrecido un I siguen de este uiodo apurando' el calen
cigarrillo los hombres, la
conversación principia por grados a animarse. dario i todos hablando' ala vez, hasta que poi'
I a que 'horas nació la nuiita, pregunta

fin suspenden la conversación sin haberse* po-* .

una voz. dido avenir en la eleoeionfqu.e; discuten.


-j-A las ocho, no he visto parto mas líjero. Algunos parientes o amigos ma,s. van l]e^
-

¡Vea qué suerte! gandp-entre tanto i se acercan al dueño cíe


I Vd. estará mui contento con la nueva


que oye aque'llA revista de noriibres con

casa,
hija, preguntan al padre, que en los diez que la sangre fria del hombre aguerrido en ese
tiene ya ha podido curarse de tales emociones. jénero de campañas. : ;-■■! ■

Como nó, contesta sonríéndose.- ¿Con que ya tenemos nueva familia?' le



¿i hasta cuándo piensa tener niños? :


dice uno de los que llegan..


Que quiere Vd., Dios los manda. Asi parece, contesta con frialdad ePfe-

1
todo esto pregunta una voz ¿han pen

a liz multiplicador de la especie humana.
sado ya en el nombre ¿I qué ha sido?
que han de poner a la

niña? - -
.
-—Una mujercita.
Yo les dejo ese cuidado a los padrinos,
— —

¡¡Hombre, otra mujer mas!


dice el padre restregándose las manos, como —

Aprenda de mí, amigo, esclama "uno de


diciendo, «yo ya hice lo que me tocaba;» esos padres fatuos que abundan en todas las
Las miradas se dirijen entonces hacia uno sociedades, yo tengo ya siete i todos hombres;
de los parientes que debe ser el padrino de la vamos, ne hai duda que en Vds. la: raza va

recién nacida. dejenerando.


--Yo creia, dice éste, que- el nombre estaba

Esta es la primera de una serie de bromas


ya decidido. que llueven sobre el dueño de casa, las que
A ver

busquemos un nombre, dicen


,
si bien no se señalan por su finura ni gracia,
todos. procuran alo menos alos que hablan la oca
—Lo mejor es que se llame como su madre. sión de vanagloriarse de sus personales proe
Eso no quiere ella, busquen otro;

zas, que ellos; juzgan otros tantos títulos que


¿Qué les parecería Deidamia? dice uno.

se han
conquistado- para empeñar la. conside-

No, mejor es Crispina¿ racion i el agradecimiento del pais.
I el santo del dia pues, ¿cómo no se

Gomo consecuencia 'natural de esta conver
acuerdan de él? dice una que ha venido, con sación se habla de las mas numerosas familias
mantón. i concluyen por un ataque en forma de chiste,

El nombre del santo se pone después del. eni contra de algunas de las casadas presen
otro, contestan algunos. tes, queno. ha tenido; hijos;
—María es mui lindo nombre. - .

¿Cómo le pon dría- a su primer niño? la


Sí, pero luego le dicen Mariquita. dicen.



Yo le pondría Amanda. —

¿Por qué no hace un viajecitoa los baños


■—
Nó, nó, ese es nombre de novela. de Colina? añaden otros, sazonando lo dicho

lEdelniira? con indirectas picantes al marido, que sostiene

Es bueno para una niña, pero de vieja ya heroicamente el ataque.
no pega. En ese instante se para una de las parien

Yo a mis hijas, les ha puesto cualquier tes mas cercanas, estirándose las faldas del
nombre, dice una. vestido.

Pues eso es lo que buscamos, la con ¿A dónde vas? le pregunta una.

testan. Voi a ver a la enferma, dice ella.



Mi dice una señora re
primer marido, Mejor será que no vayas, quien sabe si es¡-

cargada de años i de anillos, elejia siempre tá durmiendo.


nombres romanos, al segundo le gustaban Nó, si sé que está despierta.

mas los nombres franceses, pero éste prefiere Deja tu pañuelo, entonces, porque tiene

los españoles i . . . olor a agua de Colonia.


Catalina, seria lindo nombre, esclama

—Ai ! i la capa también está pasada al mis
mo olor.
una voz interrumpiendo aquella cronolójia
matrimonial. No vaya a darle dolor de cabeza.

¡Jesús! dice otra: Ca-ta-Ii-na. Es mui largo, A mí nunca me ha sucedido nada, dice la

a mí me gustan los nombres cortos: como viuda dé dos maridos i casada en terceras nup
Luisa. cias.

Pónganle entonces Catalina-Luisa, dice Pues a mí cualquier olor me vuelve loca ,


dice otra.
une que se precia de conciliador.

A mi me parece que deben ponerle An- El dueño de casa entre tanto no se atreve

jela. a
impedir que vayan al cuarto desumujeri
tras la que ha dejado la capa i el

A mí Críspula. pañuelo en

A mí Estefanía. tran otras que no dejan nada.
Julio 30k LA SEMANA. 165

Sígnela charla en el salón durante la. au zozobra, pues de una ojeada se asegura que el
sencia de las señoras. Hablase allí de trigos i local está desierto i se felicita de la hora que
de política, de la crónica social i de las últi ha elejido para librarse de las asechanzas de
mas- quiebras, sin
que ninguna de estas mate los pihuelos del barrio.
rias alcance a distraer el ánimo del dueño de Entra la comitiva a la iglesia, se avisa al
easa, hasta borrar de su semblante la preocu cura de su llegada, enriéndense las luces i el

pación que lo domina, mientras que: «n sus sacristán se insinúa a los padrinos por medio
adentros maldice a las visitas qué su han obs de atenciones i amabilidades, para que no se
tinado a entrar al cuarto de su mujer. En olviden de su propina. El padrino siente con
medio de su inquietud cree oir el ruido dé ri esto renovarse sus temores i al lado del bau
sas sofocadas hacia el lado tisterio viene a asaltarlo la idea que las ojea
por donde las
señoras han desaparecido i abandona su asien das del sacristán han despertado en su espíri
to como movido
por un resorte. Asómase a la tu. Termínase en esto la ceremonia i la comi

puerta del cuarto nupcial, donde se debate de tiva vuelve a desfilar en sentido inverso al que
nuevo la cuestión del nombre i se
esplica la ha traído. El sacristán los precede i en la
forma de unas nuevas gorritas de niño llega puerta de la salida se recomienda a la jenerosi-
das a la modista en voga. El infeliz marido dad del padrino. Allí principia para éste la
pa .

lidece i desespera, mira a los del salonc;on aire realización de sus temores, porque apenas
aterrado, vuelve a la puerta, se rasca, en salva los umbrales de la- puerta se halla rodea
tra al cuarto de la mujer i hace do por una turba de muchachos que con su
por fin tantos
ademanes, que consigue ahuyentar a las visitas, acostumbrada perspicacia han adivinado lo
las que se despiden de la que el- coche parado delante de la puerta
paciente, encargán
dola sobre todo que hable mui
poco i no con significa.
sienta bulla en el cuarto, hecho lo cual salen —
-Viva el padrino, grita con agudo tiple
del aposento, formando con el roce de sus tra uno de ellos i repiten esta voz los demás en-
jes de seda un ruido que produce nerviosas diferentes i prolongados tonos.
crispaciones al atribulado dueño de casa. El héroe victoreado siente que se encuenn
-

El dia siguiente es el señalado tra en el trance difícil i apela a toda su ener-


para el bau
tizo de la niña, eon gran alegría de las cria jía para llegar hasta el coche, mas la madri
das de la casa que han estado inquietas por na i el ama del niño no tienen igual ajilidad-

que la criatura está mora i esperan por otra i para abrirlas el paso lanza al aire algunas
parte tocar algo de las larguezas del padrino. monedas, que los del soberano pueblo recojen
Esta ceremonia sacramental varía según la con extraordinaria velocidad i vuelven a ro
fortuna i carácter de los padres i va perdiendo dearlo antes que haya podido subir al car
de dia en dia la pompa i solemnidad que nues ruaje. Nuevos vivas vibran entonces por los
tros abuelos la daban, como van aires i algunos de los mas osados se cuelgan
perdiendo
también tantas de nuestras costumbres el de los faldones de su levita, amenazando con
sello nacional que las amenizaba i distin vertirla en chaqueta. El padrino se debate i
guía. Mas lo que hasta ahora no ha caido en defiende como puede, hasta que consigue su
desuso son los percances que casi siempre bir al coche, el que parte con velocidad al rui
aguardan al padrino en el desempeño de sus do de la puerta cerrada con la fuerza de la
funciones, pues si bien las leyes sociales no le desesperación.
imponen forzosamente la obligación de regalar Con esto terminan los azares del padrino;
algo a los parientes, amen de las naranjitas pero no los de los padres del nuevo cristiano,
compuestas, arbolitos i pájaros de mostacilla, que desde ese dia comienzan una eterna i
i las lozitas de las monjas, con su escudo de
fatigosa lucha con la nodriza del hijo. Hablad
oro o plata
colgado de una cinta, que antes con uno que se encuentre en este caso i lo
era de rigorosa observancia oiréis formular mas quejas sobre ese asunto
repartir en tales
casos, el pueblo i los chiquillos de la calle que un padre que ha errado el capítulo o un
sobre todo, no se dan aun por notificados de
poeta que ensaya sus primeras rimas contra
Jas nuevas costumbres i reclaman a grandes las veleidosas bijas de Eva. No bien ha encen
voces el
cumplimiento del pacto, que un uso dido su cigarro en el vuestro, a la vuelta de
inveterado ajustara entre ellos i los padrinos una esquina, cuando os dirá que tener
hijos es
del oleo. una desgracia por las
inquietudes i cuidados
La hora de las oraciones es muchas veces
que las amas acarrean; que mas vale criar a
la señalada para llevar al niño a la los niños con leche de cabra, porque tener en
pila bau
tismal i hacerlo entrar en el gremio de los su casa una ama es entronizar una nueva i
cristianos. El padrino i la madrina sacan a la despótica potencia en el hogar doméstico. Os
eriatura envuelta en su larga capa i suben a hablará de la tos del chiquillo i de sus clien
un coche
que en la puerta los espera, acom tes i concluirá luciéndoos como antes
que
pañados por alguno de 'o; de la casa. Desde casi es mejor no tener familia.—
El casi es de
ese instante el
padrino observa con inquietud una injenuidad envidiable,
porque no alcanza
el movimiento de la calle,
creyendo que todos a disfrazar
completamente la tendencia del
sospechan el objeto de su vespertina escursion. chileno hacia la reproducción infinita de su
Al llegar a la parroquia cálmase un tanto su individuo. Acerca do esta tendencia se hallan
166 LA Julio 30.

contestes las opiniones de nuestros estadistas, pre i que sus desgracias eran comunes i la
pues todas ellas dicen que partiendo de la lloraban ambos a la vez. .

capital hacia el sur la tendencia crece en pro No era estraño, pues, que no sabiendo nada
porción al cuadrado de las distancias i decrece de Rosario i creyéndola talvez envuelta en
al norte en una insensible progresión. I sobre unproceso criminal comoelsuyo, elbombre que
este dato científico se apoyan muchos de los había ofrecido su vida en holocausto por la felici
que pretenden que en ningún pais como en el dad de su amada se sintiese poseído por la de
nuestro han tenido tanto eco las palabras del sesperación i la cóleraal imajinarse que su, sa
divino Redentor : Creced i multiplicaos. crificio había siáo totalmente estéril. Las an>-

Julio de 1859.
gustiasdeldolorserían placeres en comparación
de este vacio espantoso, de esta árida soledad
Nadie. de un corazón cuyos sentimientos todos se han
desvanecido. No solo en Ja oscuridad i
los rigores de una cárcel, aun en medio, de la
Un homicida. sociedad i del mundo, ¿de qué serviría la vida
no teniendo un objeto a quien1 amar? ¿quiéiil

Continuación. querría verse condenado, como el Judio erran


te, a vivir eternamente, pero a contemplar
XIV.
siempre un horizonte sin luz i sin aire, sin sol i
Discurriendo como lo hemos visto, Palacios sin nubes? Para el náufrajoque se siente morir
habia llegado a tocar la cnerda simpática de en una isla desierta, la idea de no poder arros-,
su alma, i el nombre solo de Rosario, trar los peligros del océano es mucho mas
aunque
pronunciado por él mismo, basto para alterar terrible que el bramido de las olas, por que
su fisonomía i venir a dar un nuevo rumbo vale mucho mas ser anonadado por la tempes
a los sentimientos de su
espíritu. Los cora tad que estarse acabando a pausas en medio
zones tiernos se rinden fácilmente al amor, de una roca triste i árida.
pero demasiado tímidos para sufrir sus dolo XV.
res o arrostrar la desesperación, jamas en Pero, ¿cómo se habia formado i desarrolla
tregan al amado su vida toda entera. Mas
ser do una pasión semejante?— Vamos a verlo
los corazones bien templados son otra cosa; en trascribiendo un breve capítulo del cuaderno
ellos las heridas del amor frecuentemente son de correspondencia de que ya hemos hablado,
eternas. El metal que produce la mina no se Peroánte todo, digamos allector que Rosario, a
pule sin fundirse, pero el fuego que lo funde la fecha de esta historia, era una mujer que
lo derrite sin cambiarlo. Así es como las se tendría de 25 a 30 años. Palacios que la habia
ducciones de una mujer pueden ablandar un conocido i amado desde su infancia, pero que
corazón de bronce: la
operación podrá ser dejó de verla durante un viaje que hizo al
larga i difícil; pero una vez que el corazón Perú, a su vuelta la encontró casada con Ba
haya recibido su forma ya no mudará: antes rraza, i desde que la vio sus antiguos afectos
se hará pedazos
que volver a tomar otra for renacieron i se propuso interesarle, seguro
ma diferente. (decia él) de que la voluntad humana es
Tal debió sucederle a Palacios con su crimi una fuerza material semejante al vapor, un
nal i desgraciada pasión. Combatida porlas di
poder al que nada se resiste cuando el hombre
ficultades, ella habia crecido i desarrolládose se acostumbra a concentrarlo i aprende a di-
hasta venir a identificarse con su existencia. No rijir sobre los corazones la proyección de esta
era su fantasía sino su corazón lo masa de fluido magnético.
que hablaba
cuando el hombre decia: «este amor es mi El cuerpo de Rosario era esbelto i su talle
vida.» Efectivamente, su vida i su amor ha jentil; pero las facciones de su cara, mas que
bian llegado a ser para Palacios una sola j perfectas, eran graciosas i simpáticas. Hablaba
cosa. El no vivia para amar a Rosario sino poco pero bien, el sonido de su voz era dulce
que parecía amarla para vivir, porque ella i armonioso, su palabra clara i su lenguaje
era la correcto i lacónico. Decia lo que quería pero
ocupación de todos sus instantes, era
ella el único objeto que le interesaba en el siempre con brevedad i en términos propios,
mundo. Alejado ahora de su lado i sin tener i sus frescos labios al moverse rápidos dejaban
noticia alguna de su situación, privado no ver unos dientes grandes i blancos como per
solo de su vista sino hasta de la luz i del las. Su cabello castaño i ondeado daba realze
aire i sometido a un proceso cuyo término al negro de sus ojos i al color anaranjado de
fatal no podia ser otro que su muerte, este sus párpados, cruzados de
pequeñas venas,
hombre que veia suceuerse a su desgracia la que hacían un contraste de claro oscuro i mar
soledad i para quien el fin de su existencia caban en su mirada otros tantos puntos lu
no
podia menos de ser una especie de con minosos como los del ópalo. Quien no la co
suelo; este hombre, decimos, cuyo corazón nociese de cerca habria encontrado un cierto
habia pasado súbitamente del amor a la nada, aire de dureza en su semblantei en sus pobla
de la vida a la muerte, habria bendecido al das cejas, que casise juntaban sobre el ángu
que le hubiese asegurado que él no
era solo en lo de su arrogante i flexible nariz. Su cuello
sus padecimientos, que Rosario le amaba siem- revelaba todo jénero de encantos i el amor pa-

-I
■ I I I I I I - - I I

Julio SO. LA SEMANA. 167

recia escrito en su ceño i sus facciones, en su antiguo amorsino que tus atractivos por una
pecho ien sus ojos, pero principalmente ensu parte i por otra el
espectáculo de tus desgra
labio superior, un poco grueso i lijeramente cias domésticas, han hecho estallar en mí,
sombreado como el de las mujeres del norte como
por el sacudimiento de un golpe eléc
de Chile. trico, todos los instintos buenos i malos, vi
Para Palacios, que la había querido con el ciosos i nobles, materiales i elevados que al
amor inocente de un niño i
que después de berga mi corazón. Pero sí animado de una
ser hombre parecía como organizado para ins voluntad firme logré tener en los principios
pirar i sentir las pasiones ardientes, Rosario un cierto ascendiente sobre mí, pronto la
debió ser mucho mas que una mujer, debió —

pasión ofuscó mi espíritu, después ya no


ser todoun romance ; i el conjunto armonioso he sido dueño de mí mismo, he abdicado en

de sus líneas i el encanto que su rica estruc las aras de tu amor mi libertad i mi albedrio
tura prometía a. su pasión, debieron ser tanto i me siento ¡te lo juro! totalmente subyugado
mas poderosos cuanto que ella sabia como ve
por el poder de tus encantos.»
larlos por una constante reserva i por una mo En otra carta datada a principios de Enero
destia rara, que contrastaban con la espresión de 39 le decia: «Yo no sé bien lo que el vul
de toda su persona. Como complemento de go llama amor; pero el sentimiento que tu
estas dotes corporales ella poseia, ademas, las me has
inspirado jamás lo he visto pintado ni
dotes inapreciables de la intelijencia i del es espresado en parte alguna. Nada en el len
píritu, unidas a una alma bellísima, cuyas guaje humano, ninguna traducción del pen
emanaciones comunicaban a su fisonomía ese samiento hecha por las palabras o el sonido,
encanto que fascina i subyuga, ese ascendiente por los colores i el mármol, nada bastaría a
moral tanto mas interesante cuanto que se ar espresar la espontaneidad i la grandeza de
moniza tan bien con las simpatías del deseo. este sentimiento de mi alma. Por transforma
Ah! maldición sobre mí! esclamaba el

ciones infinitas ha debido pasar este amor an
preso en medio de su desesperación i desu cóle tes de mezclarse para siempre con mi vida i
ra. Cuando pienso en lo teñirla con el color de su llama inextinguible.
que me sucede, ¿cómo
podré resignarme con mi suerte? El amor, lo he leido no sé donde, es una fuen
¿cómo dejaré
de protestar mil i mil veces contra la incon te que cambia a menudo de naturaleza i de
secuencia i crueldad de mi destino? Feliz V. aspecto, para venir a arrojarse al fin en el océa
señor, continuaba: sí, bendiga Vd. al cielo por no de la realidad eterna, donde los
espíritus
haber apartado hasta ahora de su vida la incompletos solo ven la monotonía, pero don
tempestad de las pasiones. Por mi parte, de las almas grandes se abisman en perpe
yo he vivido poco, pero he apurado la copa tuas contemplaciones.»
del placer i muchas veces también la del su Pocos dias después decíale en otra carta:
frimiento i del dolor. El ardor de mi sangre —
«Anoche, en la tertulia de M. estuviste be
,

me ha hecho buscar en todo los estremos. He llísima, admirable, encantadora! Al fin pude
sufrido i he gozado a Ja vez i, gracias a esos verte, hablarte i estar a tu lado sin temor;
momentos de satisfacción i de
peligros, he pude estasiarme contemplándote i es inútil
procedido conforme a mi naturaleza i me he decirte cuánto gozéen losbreves instantes que
librado asi del fastidio de una vida monótona. pasamos juntos. ¿Cómo describirte tampoco
Mas hoi que no me resta ya nada mil faces transitorias del sentimiento, esas
que amar ni esas
aborrecer, hoi que nada despierta mis esperan pequeneces que tienen para mí tanto precio,
zas ni mi orgullo,
quiero morir, quiero ser un esas palabras tuyas cuyo acento
agota los te
vil insecto como los que se arrastran por este soros del lenguaje i esas miradas mas fecun
calabozo antes que tener que vivir solo, das que los mas bellos i elocuentes poemas?
torturado por el remordimiento i condenado a Créemelo, vida mia, en cada una de las esce
una incesante i mortal meditación. Desde nas que desplega ante mis ojos tu cariño,
que yo
veo la proximidad de mi fin, fuera de descubro un abismo capaz de tragarse todas
Rosario,
no hai mas en mi corazón
que un deseo secreto las poesías humanas juntas. ¿I cómo podia en
de reposo, pero de un reposo que yo solo com tonces con palabras reproducirte aquí las vivas
prendo; i el cielo que tan cruel ha sido con ajitaciones de mi alma cuando la palabra es
migo en este último tiempo escuchará siquiera insuficiente aun para pintar los simples miste
ese deseo, inocente, el último de los deseos del rios de la naturaleza visible?
hombre, haciéndome dormir un sueño eterno Después de un paseo al campo, escribíale
en que me olvide de lo que soi i lo que fui. otra vez: «¡Qué de fascinaciones! ¡Cuántas

XVI. horas no he quedado ayer sumido en éxtasis


Veamos ahora los párrafos del cuaderno inefables, ocupado nada mas que en mirarte i
de que hablábamos. oirte! Mi felicidad ha sido completa: ¿por qué?
«Si cuando niño tuve inclinación
por tí, ¿a causa de qué? Yo lo ignoro. Pero si en los
(decíale Palacios a Rosario en una de sus momentos que ayer pasamos
juntos, tu pecho
cartas, fechada en diciembre de 838) des se ajitaba
,
por cualquiera emoción, operábase
pués que he vuelto de mis viajes i te he visto en tí yo no sé
qué fenómeno qué te hacia a mis
mujer me he sentido doblemente seducido i ojos diáfana i resplandeciente. El vello imper
encantado, Desde entonces no solo renació mi
ceptible que doraba tu cutis a los rayos del
168 LA SEMANA. Julio -30.

sol medio velado


por la sombra de los ave i i me arrastra involuntariamente hacia tí....
llanos, dibujaba tus contornos ante la luz que I alejarme de tí sería rni muerte».... ¡Obi antes
te acariciaba uniéndose a tí, o
que se esca I de regresar a Chile yo he visto otias mujeres,
paba haciendo de todo tu ser una figura mas I he conocido a las-célebres hijas délSOl forma
radiosa para mí que la luz misma. Cuando a das solo para querer i ser queridas; pero nin
la vuelta de la caminata que hicimos por el guna ha podido inspirarme este ainor'-que por
cerro i después de mi acalorada disputa con tí siento, este tormento de todas las -horas;
B., noté que un secreto recelo se pintó sobre esta ajitacion, esta inquietud de todos los
tu frente de mármol, tus ojos parecieron en instantes.
rojecerse, vaciló tu párpado, tus mejillas se «Cuando estoi cerca de tí, bien lo sabéé,
movieron ajitadas por -el miedo, el coral de sufro, suspiro i te llamo incesantemente en
tus labios se apagó i yo no sé qué reflejo de voz baja. Si en el
paseo de las tardes salgo
tu alma vino a arrojar tintes oscuros sobre en tu busca i no té encuentro, maldigo mi

tus frescas mejillas. "Pero, aunque asustado mala estrella i sin embargo te adoró; Estando
yo mismo por verte tan demudada, eThecho a tu lado pero en presencia de otros, espío
tus
es que mas te amaba entonces, ,cada menores movimientos, sigo sobre tu frente
porque
faz de tu belleza te daba nuevo encanto a mis hasta la sombra de tus meditaciones: i eré-'
i
ojos revelábame en tí gracias desconocidas yendo alguna vez qué se contraen a un objeto
antes a mi corazón. Yo leía un temor i una estraño a nosotros dos, tiemblo, temo, quiero
esperanza en cada cambio de tu fisonomía; huirte i no obstante me siento como encla
vado delante de tí por un poder irresistible,
-

talvez tu leíaslos también en la mia; i estos


discursos mudos nos estasiában a ambos pro superior a mi voluntad.
«Lejos de tí ¡oh! tú no sabes todavía cuan
'

digándonos esas alegrías i dolores pasajeros


pero que en almas como las nuestras dejan to sufro!

Durante las horas que nos 'separan
sin embargo recuerdos profundos, ando errante i como abrumado bajo el peso
«Tu voz, le decia en otra carta, me causa de una existencia que no puedo soportar. En
Siempre un delirio que no puedo dominar. tonces la sociedad me fastidia pero la soledad
Tu vives fija en mi pensamiento i tu memo i el silencio me abruman. ES.ós indiferentes
ria sola puede librarme del fastidio que me que me observan i que sin embargo no cono
causa el no estar a tu lado. Yo puedo decirte cen lo que pasa por mí, que me miran con

en verdad: una curiosidad sin interés, con envidia talvez

Por do quiera que mire, pero sin lástima, esos hombres que se atre
Donde quiera que voi, ven -a hablarme de otra cosa que de tí causan
a mi alma un fastidio insoportable i un dojor
Siempre tuimájen veo,
Siempre Contigo estoi. mortal. Huyo de ellos, pero inútilmente bus*'
¡
Porque, realmente, tu preciosa imájen está co un aire que ensanche mi pecho oprimido.-
como grabada en mi mente i en mis ojos; yo Arrojóme al suelo i coloco mi cabeza sobre las
la veo en todos los objetos, pero mas que en piedras frías que debieran calmar la fiebre
parte alguna en inis sentidos i en mi corazón. que me devora. Vana esperanza! Mis ardiera-
Estando cerca de tí el mundo es para mí tes deseos no se calman i mis esfuerzos por
como si no existiera i a la manera de los an alcanzar la felicidad única a que aspiro son
cada dia mas dolorosos i estériles.
tiguos estáticos, o de ciertos individuos po
seídos por un magnetismo superior a sus «Privado de verte i perseguido en esos mo
mentos por el spleen, recorro las calles i subo
fuerzas, paréceme que en presencia tuya po
dría yo tener en mi mano un carbón encen muchas veces a la torre de la parroquia, des
dido sin quemarme. í cuando no te veo con de cuyas ventanas diviso tu casa por entre
mis ojos, véote sin embargo en el mundo de los árboles de la vecindad, i quedóme allí lar
las apariciones, te saludo como la mas bella gos ratos pensando en tí, clavados los ojos en
de mis esperanzas, pídote que me hagas oir tu la puerta de tu habitación por ver si sales, o
voz arjentina i después de soñar contigo por iinajinándome cuan felices seríamos si el des
medio del espíritu, despierto ala vida real tino cruel nos hubiera reunido en vez de se
triste o alegre, riendo o llorando según el pararnos al uno del otro. Ah! maldición! Dios
viento que sopla i el aspecto que presenta no es ni puede ser el autor de estas desgra

nuestro amor. cias; es la fatalidad qué me persigue'.


XVII. «Cuando esas horas de delirio han pasado r
«¿Porqué desconfias de mi lealtad? decíale cuando llega el momento feliz en que puedo
en otra vez. ¿Por qué dudas de mí cuando solo verte, tomo temblando el camino que me
en tí pienso, cuando por tí solo aliento, cuan conduce'atu morada i hágolo temiendo que
do tu amor es para mí mas precioso que la todos los que me encuentran me adivinen i
vida?—
Bien sabes cuánto no he hecho por nos comprometan i calumnien. Ya mar
combatir este amor, cuántas dificultades, cho rápidamente o ya me detengo i retardo a
cuántos obstáculos no he atropellado por ven pesar mió el momento de mi felicidad, felici
me creo siempre en peligro de per
cerlo, vo que por mi naturaleza i mi carácter dad que
tan raras veces he logrado dominarme. Pero der, felicidad imperfecta i turbada i contra la
me arrebata

cual conspiran a la vez los acontecimientos
¡imposible! Una fuerza poderosa
LA SEMANA. 169
íuiio 30.

adversos, la envidia, las miradas celosas de , La inspirada poesía inserta a continua


B. i sus brutales caprichos, pero mas que j ción es un nuevo presente que hace a La
todo tu propia debilidad, bien lo sabes. Semana, nuestra amable colaboradora de
«Llego al dintel de tu puerta i al abrirla un Valparaíso, de quien publicamos' en el nú-
nuevo temor me sobrecoje. Adelantóme a sa- :
moro pasado un artículo titulado: Á las ni
ludar como un culpable i pido gracia a todos '

ñas. Sentimos mui de veras que so. autor" no


cuantos se presentan, como si todos fuesen !
suscrito tan hermosos versos.
mis enemigos, como si todos pudiesen arre- j baya
batarme la hora de suprema felicidad que voi I
A mi pluma.
a
pasar a tu lado. Cerca de tí temo todavía |
que algún obstáculo no venga a interponerse i Bello es lanzar con la flexible pluma
entre nosotros. Al fin te veo, te hablo, te con- ¡ Sobre un papel blanquísimo i pulido
templo, respiro tu aliento embalsamado i án- J Del corazón el fuego que me abruma
tes de tomar tu ruano me detengo como el fu- i I ea cifras dar un lánguido jemido.
jitivo cuando llega a pisar el suelo protector j
■que debe salvarle de la muerte. I Bello es pintar las galas de natura,
«Pero aun entonces, cuando todo mi ser se j Del amor las delicias i pesares,
transporta al tuyo i cuando empiezan a cal- j De María la espléndida hermosura
marse mis angustias, todavía necesito repri- ; I el triunfo de la gloría i sus azares.
inirme con violencia; porque a tu lado mas
j
que en parte alguna debo yo vivir una vida Ji Es bello derramar con mano leve
de esfuerzos i de contrariedades sin término, Las ideas que brotan de la mente,
Ni un solo instan te depura satisfacción, nada! Bello es sentir que otra alma se conmueva
ni un solo momento de gozo i de abandono. A la presión de un sentimiento ardiente.
Tus miradas me contienen, las estrañas nos Grato es dejar que nuestra pluma eleve
observan i las mias bastarían por sí solas para Ya canto alegre o yarabí doliente,
demostrar mi impaciencia i turbación. El I que latan los duros corazones
tiempo vuela i sin embargo ni tu ni yo pode Al descifrar mis tiernas emociones.
mos retardar el instante que debe separarnos.
Ya no puedo ni mirarte siquiera con libertad Bello es cantar como cantaba Homero,
i huyo de tí como para ocultarme a las sos Sentir brotar del alma la armonía,
pechas que me rodean. Dejóte entonces, pero I al mundo sorprender cual Cancionero
te dejo cada vez mas ajitado, mas adolorido i Que nuevas notas del laúd envia.
contrariado el corazón, mas obcecada i per
turbada la mente.... alejóme para volver a mi Pluma querida, estrénate harmoniosa,
triste soledad, torno a mis angustias i cavila Sé como un rayo arrebatado al cielo,
ciones i no encuentro un solo ser amigo que Toca con tu influencia misteriosa
llene lejos de tí el vacio insondable de mi co i rasga de mi mente el denso velo,
razón , Sé de mi vida antorcha luminosa
Si quisiéramos continuar la reproducción I da a mi jénio el inspirado vuelo,
de las cartas de Palacios acabaríamos por ha Sé tú mi estrella en la tormenta oscura
cer esta historieta interminable. Baste saber I dame asi la paz i la ventura.
que todas ellas no eran otra cosa que varia
ciones sobre un mismo tema. Pero todas pro Valparaíso, julio 20 de 1859.
baban hasta la evidencia que aquel era un
hombre dominado por una pasión absoluta,
vehemente, irresistible: que la naturaleza de Flsiolsijá» del cronista.
una parte i de otra la educación habian sin

duda maleado sus inclinaciones i sus costum El célebre M. de Buffon lia clasificado en su his
toria natural las diferentes especies de animales
bres, pero que su corazón estaba lejos de ser
el corazón de un liombre depravado: que su que, mediante el inapreciable favor del Criador de
todas las cosas, habitan nuestro globo terrestre.
alma era pervertida mas no perversa i que su
Balzac, el fecundo e inmortal autor de la Comedia
crimen no fué tanto la obra de la volun
Humana, ha trazado con su inspirado i escéptico
tad cuanto de las circunstancias: su crimen fué pincel los verídicos retratos de muchas variedades
el resultado lójieo de un afecto inmoral pero de bípedos masculinos i femeninos; otros escrito
dominante i espontáneo: fué talvez, en resu res no menos célebres han
seguido sus huellas i
men, la consecuencia forzosa de ese organis diseñado también infinitas
fisíolojías; pero nin
guno de éstos se ha dignado escribir ¡a de un cro
mo desventurado
que determina el destino de
nista entre nosotros, tal vez
los individuos i del que en rigor solo puede por que nunca ha pi
sado las hospitalarias plavas de Chile, o tal vez
hacerse responsable al Cielo.
por que el sujeto no les ha" parecido digno de su
G. atención.
Se comprenderá fácilmente que no pretendemos
(Concluirá.) codearnos con los distinguidos jéiiios que acabamos
de citar; mas como no tenemos los mismos moti
vos que ellos para guardar silencio i
disponemos
*>2
170 LA SEMANA. Julio 30»,

de un rato de ocio, procuraremos, eu pocas líneas, l fatal; de un concierto en que lucirán sus hermosos
dar a conocer a los lectores lo que es realmente tocados, i de un desastroso incendio que ha devo-
ese ser considerado por muchos como asaz insig rado la fortuna de un centenar de familias.
nificante, pero que no obstante tiene su importan Nada hai que se pueda comparar a ese grató
cia i no pequeña en la máquina periodística. Dicho entretenimiento que ayuda tan maravillosamente
esto a manera de prefacio, empezamos. a ladijestion ,..

A pesar de no ser la sección de crónica, o hu Pero desgraciado del pobre cronista si su cose
ellos locales, de un diario, su parte mas impor cha de noticias se limita al cuadro de la mortalidad,
a un coche volcado, a un taco de acequia o a la
tante, las -columnas que llevan este título gozan
enton
del innegable i dulce privilejio de ser leidas en pri imposición de multas .municipales, porque
ces las lindas manos que, con
tanta complacencia
mer lugar, o por lo menos recorridas por todos
los suscriptores i aun por los que, bien sea por han tomado el diario lo arrugarán con despecho;
costumbre, bien sea por economía, jamás se sus i en tan triste estado lo pasarán al papá quien ló
criben a publicación alguna. leerá a su turno para saber si no le ha cabido en
o ins
El diario se distribuye liabitualmente,- en San suerte algún nombramiento de subdelegado
desde las ocho hasta las diez de la mañana. pector (ambición mui lejítima por cierto), i el que
tiago,
Dícese jeneralmente que el cuarto de hora que al ver defraudada su esperanza se unirá con sus
precede a la comida es mal escojido por los pre amadas hijas i su cara mitad, para esclamar en
coro:— qué tonto es el tal cronista!
El criado llevará
tendientes. Este axioma no es aplicable al diario
a la ca
sin do de ese calificativo a la cocina, de .ella pasará
que, embargo no carecer pretcnsiones, la ca
es siempre bien recibido. lle: i héteme aquí, juzgada sin apelación,
a veces
exajeradas, en todo el barrio. Así se escri
Es natural que se reserve la lectura de los edito pacidad del cronista
riales, artículos de fondo, si bien escritos, poco be la historia i se establecen las reputaciones!
divertidos para la muchedumbre, lo mismo que la Creemos en verdad que, para cierta clase de
cometiese al
de las revistas estranjeras i folletín (cuando salen jentes, seria preciso que el cronista
el dia en que no tuviera
a luz), para otro momento mas oportuno, del dia, gún crimen espantoso
la
en que la cabeza de los interesados se halle mas nada de interesante que publicar, a (in de cebar
de los lectores, nunGa satisfecha.
dispuesta a recibir la nutrición intelectual que se curiosidad
les proporciona por un precio tan módico; i que Uno de nuestros amigos, que desempeñó largo
de Valpa
la crónica tenga el eminente honor de interesar tiempo ese cargo en uno de los diarios
cronista
a todos, desdo el jefe de la familia hasta el úl raíso, estampó en letras de molde que el
timo doméstico, desde que todos ansian por sa era un semi-Dios! Cuan distante estamos de su
al contrario el Ahasve-
ber si ha ocurrido la víspera algún hecho im parecer. El cronista es mui
rus cristiano al cual la voz de su deber grita
sin
a fin de tener el gusto de difundir su
portante, El cronista modelo tiene
cesar:— Anda! andal
conocimiento entre los vecinos i amigos. Por este

al amanecer i asegurarse
motivo, tan presto como se recibe la deseada hoja, que saltar de la cama
la plaza está siempre
las niñas la desdoblan con impaciencia, i sus por sus ojos que la pila de
han
lindos ojos (cuando los tienen lindos) recorren en su puesto, que las carretas de legumbres
con avidez los distintos epígrafes de la sección su llegado sin estorbo a la recoba i que los vecinos
sodicha. Entonces, la tasa de té en una mano i el de tal o cual punto no tienen motivos de queja por
esto o por aquello. Aunque suele agregársele
un
diario en la otra, en presencia de su auditorio,
corredor de noticias, no debe fiarse de las que és
compuesto de la familia que asiste al almuerzo,
leen en alta voz los pasajes que merecen su ama te le suministra, porque se espone a que salgan
ble atención. ¡Feliz el cronista cuando las cir falsas o erróneas, i de consiguiente a los desmen
cunstancias le han permitido escribir en gruesos tidos que algún cólegMe otro diario no dejara,
a título de amigo, de echarle en cara
al día si
caracteres estos títulos alhagüeños: Robo escanda
veces la
guiente, cuando no a repetir dos mas
o
loso,—

Venganza de un marido celoso.— Gran fun


ción teatral. —
Horrible asesinato. —
Concierto.— relación de un suceso. Hemos visto, en estos últi
en el mismo
mos tiempos, aparecer cinco veces
Ejecución capital.— Nuevas crinolinas.— Terri diario la noticia de haberse encontrado un herido
ble incendio, etc.! Feliz él decimos, porque entonces
en cierto lugar i habérsele llevado al hospital
cinco
puede estar persuadido que su prosa i sus flores veces también; i dos, la del asesinato
de la mis
retóricas serán leidas con sumo placer desde la
Por lo jeneral, los corredores son unos
primera hasta la última línea, i le harán el honor
ma mujer.
de los comentarios. Efectivamente, cuan grande bárbaros. . .

Después de matutino paseo, hace una visita


su
lio es el gusto de saborear a un mismo tiempo unos
a las tiendas mas concurridas, porque
allí tiene
manjares delicados (cuando lo son), i la lectura
de un robo perpetrado en la casa del vecino; de facilidad de hacer una amplia mies de chismes i
cuentos mas o menos verosímiles, que servirá a sus
los excesos del marido de una chinchosa a quien se
lectores a manera de apetitoso guisado. En seguida
aborrece; de una nueva función teatral a la que
asistirán Arturo, Alfredo, Carlos i muchos otros vá en busca de los datos oficiales, para lo cual pe
netra en todas las oficinas públicas, en los
mi
de quienes se podrá admirar la encrespada cabe
llera, los guantes pajizos i el corte de la levita; nisterios, la intendencia, el cuartel de policía, en
de un asesinato bien acondicionado en el que todas partes en fin, sin que esto le impida pescar
nada se ha omitido ni los ayes desgarradores de la al vuelo una que otra noticia sin la menor proba
bilidad do verdad; al dia si
aparecerá
víctima, ni la ferocidad del homicida; del invento pero que
de una nueva crinolina jigantesca que puede trans guiente encabezada por palabras: Se ase
estas
; pues tiene miedo que
el colega lo
formar instantáneamente la mas bella mitad del gura que
anuncie antes que él. La noble emulación i la riva
jénero humano (estilo consagrado),
en un enor

una ejecución capital lidad le hacen esponerse a los comunicados iró


me globo areostático; de
sin olvidar las úl nicos, a las rectificaciones i a mil cosas poco agra-
pintada con sombríos colores, convul- dab'ej.
timas palabras del reo i el número de sus
capilla hasta el banco Cuando cree haber agotado todos sus recursos
«•'ones desde la salida de la
folio SO/ LA SEMANA. 171

¡ntelectu?les i físicos par» descubrir algunas nove próximo una fulminante acusación contra el servi
dades, pone rumbo hacía la imprenta. A su lle cio doméstico.
gada, el director del diario i los demás redactores Aun todo no está terminado: en las noches de
que, sin contradicción, tienen derecho a los función, el cronista va al teatro para confeccionar
primores noticiosos que ha recojido, le dirijen la su artículo crítico sobre los actores que represen
misma e inevitable tan en él. Elojia a los que. a su juicio, lo merecen,.
pregunta:— Qué trae lid. de
nuevo? Si el dia ha sido favorable, el cronista to habla poco o nada de los insignificantes i critica a
ma asiento con gravedad, i cigarro en mano i los que son acreedores a este bocado. Pero,
cartera sobre la mesa, comunica sus apuntes con cuántos disturbios no causa entrebastidores! cuán
majestuoso despacio. Pero, apenas ha empezado tos odios i desprecios no se acarrea! Los descon
a referir tal o cual caso, se le contesta un —
Vá lo tentos lo acusan de ignorancia, el corista estrena

sabiamos, o bien:— Eso no sirve, i algunas otras que no haya distinguido su horrible voz, que tiene
eosas- que conáernan al la pretensión de creer
pobre cronista, a quien le justa i afinada, entre las de
ha costado sudores conseguir lo sus compañeros i no
que suponía haga de él una mención hon
iguorado o capaz de interesar a los lectores. rosa; —
los artistas a quienes prodigad incienso de
Si su paseo ha sido poco productivo oh! enton los elojios no ¡eagradecen sus lisonjas por quetie-
ces es mui distinto: hace su entrada en el nen la convicción de merecérselo todo; i la pri
gabinete —

de la redacción con el sombrero mera dama a


encasquetado has quien un amigo pregunta si ha leido
ta las cejas, tiene un aire el artículo en que se la compara con la diosa del
lúgubre qne asusta a los
preguntones, i contesta con tono sepulcral: No —

canto, del baile o de la comedia contesta con tono


he sabido mas que de una riña de perros i la protector i algo desdeñoso: Sí, —
no es del todo
captura de un borracho! El descontento es jeneral malo, pero es demasiado largo. Porqué?... porque
por que se ha reservado una columna entera para no ha
comprendido quizá lo que en él se ha dicho,
la crónica del dia siguiente i difícil es llenarla cod o su autor ha cometido la
torpeza de no escribir
tan importantes hechos-. el nombre de esa deidad en cada renglón.
El cronista debe, para reunir todas las cualida
Llega por fin para el cronista la hora suprema
de- des del empleo, poseer una memoria a toda prue
Consignar en el papel los productos de su
caza. Le es
indispensable, cuaudo hai ausencia ba, ojos de lince, olfato sutil, estómago fuerte,
manos lijeras, lengua dorada,
casi total de materias, forjar alguno que otro pies de gamo i mu
canard ( mentira descomunalmente gorda chos pares de botas; a mas de todo esto una salud
) con dé hierro, capaz de resistir a la intemperie de las
que llenar este vacío. No desmaya, pone ma
ños a la obra, i consigne después de haberse tor estaciones. Regla jeneral:— en invierno no debe sa-
turado el cerebro, inventar un artículo mas o
'
lir a la calle sin un ancho paraguas que lo
proteja
menos parecido al contra la lluvia que se deleita en rociarlo a su
que hemos leido en uno de gus
los diarios parisienses, i que hasta ahora ha que to, vengándose de algún artículo en que se queja
nuestro hombre del calor, de la
dado como modelo del jénero. El citado artículo sequedad, etc:

en verano debe armarse con un


comenzaba así: «Anoche, i a orillas del Sena, a la grueso bastón
n altura del Puente real se encontró en un saco
de para hacer frente- a los ataques de los perros que
b lienzo el lo conocen a larga distancia, i lo juzgan, no sin mo
cuerpo de un hombre cortado en pe-
k dazos » el autor del canard llenaba en
segui tivos, como un encarnizado enemigo de su raza;
da media columna con muchas reflexiones huma bien sea porque alguna ama caritativa les lea los
nitarias i relijiosas, i concluía con estas palabras: furibundos párrafos en que el cronista pide a la
« todo nos hace
suponer que esta muerte nú es el policía su destrucción, o bien porque el instinto de
« resultado de un suicidio» esos.animales les sea suficiente para adivinar a su
¡sic) que tal? Vive Dios!
eso nos parece de una fuerza
superior a la gran perseguidor.— ISo hemos hablado del físico por ser
esta cuestión de poca
serpiente de mar del Constitucional francés, de que importancia siéndole permi
se ha hablado tanto allende los mares. tido al cronista ser feo o buen mozo, i hasta tener
cabellos rojos..
Embebido en sutarea, el cronista es interrum —I cuáles son los gajes i
pido por los que le piden a gritos orijina-
cajistas compensación de que
goza el cronista?— Ya los conocéis lectores. A de
les, porque estos caballeros quieren desocuparse cir verdad son poco brillantes, pero él tiene el al
temprano i no queda mas por componer que la ma grande, i lleva su cruz a cuestas con
sección de hechos loeales. Este se apresura de tal una pa
ciencia anjelical digna de.
modo que casi siempre su estilo' se resiente de .. .. . una
.
mejor suer
te. Amen!
esa lijereza, a la que se
agrega el descuido de los Hemos encontrado el fragmento
correctores que se complacen en hacer que precede so
aparecer bre la mesa de un ex-cronista, nuestro mas íntimo
monstruosidades tales como: Parto en lugar de
amigo; lo publicamos sin haber tenido la malévola;
Rapto, deudas en lugar de deudos i otras mil
por intención de molestar a los suscritores de la Se
el estilo, que cambian estraordinariamente el sen
mana. Si nos hemos
tido del texto, i hacen ridiculas las cosas mas se equivocado, lo sentimos mui
de veras pero. a mal
rias. Esas faltas se achacan al cronista
.

qua no tiene reme


por los dio, etc.
que ignoran los detalles íntimos de una im
prenta, i el apodo de tonto le es prodigado a ton
Eugenio Montigny.
tas i a locas.

Le es permitido, después de semejante trabajo,


esclamar con el emperador romano: Mi dia ha sido

A la vejez viruelas.
bien empleado! e irse a comer. Emprende su mar
cha renegando del mal estado de los Doña Manunga
empedra
dos, i de seguro que al dia siguiente la policía ur La sesentona,
bana recibirá su picotón. Como se ha demorado Miren que mona
mas que de costumbre, encuentra la I que galana,
sopa fria en
su casa, lo que también
producirá cu el número i A su ventana
172 LA SEMANA. Julio 30.
Se asoma ya nuestros escritores mas espirituales, que
1 hecha una. almíbar hoi viaja por
Europa, hace algunas apre
Suspira amores, ciaciones curiosas sobre el estado presente
Cuando dolores,
del Viejo Mundo i la sangrienta cuestión
1 desengaños
Sus muchos años que hoi discute a cañonazos.,
Solo le dan. «Por los diarics euioieos supongo a Vd. ál
corriente de la guerra en Europa, pero no lo
La fea momia
supongo tanto como para creer que esta 6É3
Fuego de infierno. una guerra continental, i lo es sin la menor
Mas que de invierno' duda. Bajo las apariencias de neutralidad
La nieve fria,
armada, todo está arreglado, i nadie duda
¡Cómo querría que tendremos una guerra de 12 años, una
Poder lucir!
guerra de titanes, según los elementos que se
Un solo instante
preparan: tendrá Vd. de un lado al Piamonte,
No se está quieta,- la Francia, !a Rusia, la España también i las
Sube, i coqueta, nacionalidades, la Suiza i la Béljica;idelotro,
Baja, entra i sale, el Austria, toda la Alemania, comprendida Ja
Dale que dale,
Prusia, la Sicilia i, sin duda, la Turquía. ;
Sin darle fin. La prensa de los respectivos paises descubre

I mil ya sus tendencias i no menos las demostra


en revueltas^ ciones de los gobiernos.
I en mil meneos,
Se calculan actualmente en Europa cuatro
Isarandeos-, millones de soldados Con sus reservas. I>.
¡ Huí 1
qué manóla. Luis, nuestro emperador, que pasaba revista
Cómo cabriola, a 500,000 hombres solamente, tenia en reali
Luciendo el pié!
dad 800,000 i asi respectivamente los -eternas.
Luce e? zapato,
En estos dias hice un viajecito a los Alpes i
Luce el vestido,
hemos caminado 15 leguas desde Chambery
Luce el prendido,. hasta San Juan Maurienne, dejando iodo ese
Luce pintura,
I en la cintura
espacio cubierto de soldados, sin haber lugar
Luce el corsé,
ñipara bajarse de la dilijencia; itodpesto
después de haber metido en el Piamonte
150,000 hombres en h cuerpos. .
-

¿I qué pretende* Un amigo mió que ha venido de Milán en


Doña Manunga,
estos dias me lia contado la misma historia de
Con su sandunga,.
los austríacos. De manera
Con sus monadas, que tiene Vd. en
el pequeño estado del Piamonte, que será co-;
I sus bobadas
mo el llano de
Que risa dan? Maipú hasta la Angostura -de
Paine, no mas absolutamente, un millón á&
¿Quiere estar siempre soldados dispuestos a estrujarse de un mo-;
En devaneos
mentó a otro. Yo he tentado acercarme a ver
I galanteos?
la fiesta, pero es imposible. Los hoteles en
¡Tiempo perdido! todas estas ciudades cuestan para los curiosos
¿Quiere marido? 60 francos por dia, nn caballo cuesta 3-000
¡No falta mas! francos, i su mantención 16.
¡Zape! demonio, Aquí estamos como en el campo de batalla,
No hallaras loso por él telégrafo, aunque a 150 leguas. Las no
ticias llegan por minutos: principian los tiros,
Que con el peso
se adelantan, se retiran, murió el
De viejo armario jeneral
Sin numerario Beuret, oye Vd. en la Bolsa a todas horas.
Hace media hora se niovian los austríacos
Quiera cargar.
hacia adelante i la impaciencia es. grande.
¡Zape! a esconderte Cien mil personas abordan constantemente la
En vieja hermita,
Mujer maldita; Bolsa, de los amigos i deudos de los com
O allá al imperio batientes.
Del cementerio En la última batalla que se dio en Montebe-
Vete a reinar» 11o, veia Vd. las caras largas en la multitud
especiante i oia Vd. esclamaciones que toca
Eduardo de la Barra, ban el corazón: ¡Mon Dieu! ¡Mon
fils! ¡Mon
pérel de los hijos, padres i madres del ejército
La cuestión Iguana. francés.
La batalla de Montebello no ha sido
Creemos que será leído con iuteres el si-
ganada
por los franceses, es una historia: unos i otros
■uicnte capitulo de carta, en que uno de han conservado sus puestos. Unos i otros
9
'
'" ""

JoKo ^. LA SI IMANAí "Í7&


han disminuido sus pérdidas, que no
bajan de Su testamento ha sido la. pauta por donde se
5,000 hombres de cada lado. De parte de los ha rejido hasta aqui el Sr. "D. Luis, a que no
franceses ha tenido Vd. en el campo Xa.' élite de han dejado de contribuir las bombas de Orsi-
sus tropas; los zuavos, cazadores de Vincen- I ni i su famosa carta al emperador, en que le
:

nes i parte de la
guardia. De los austríacos decia que no habia otro modo de alejar las
han entrado los Croatas (antiguos Hunos) i los bombas que dar la libertad a la Italia. Hé.
cazadores del Tirol que matan un picaflor al ahí una sangre fecunda, si es verdad, cómo
vuelo. Se ban despedazado dos divisiones de algunos creen, que esa carta lo ha hecho todo.
15,000 hombres cada unaén «ioco horas de Tenemos en América una idea mui exagera
carnicería. Es preciso, amigo, ver lo que son da del poder de la marina inglesa. Aqui se
estas tropas i el estado a que ha llegado sn asegura que antes de lanzarse Napoleón a ta
disciplina i la calidad del armamento. Los fu presente guerra ha reconocido bien que podiá
siles que se llaman de precisión, tiran a 500 por sí solo tener cabeza a la marina inglesa
toesas i la puntería es casi fija. por el número i la calidad de sus iiaríos."~La.
El emperador Napoleón acaba de quitar las Francia, admírese Vd. , tiene embarcados
divisas a sus oficiales en el campo de batalla. 150,000 marineros. La Inglaterra Ilarnando
He visto uno i otro ejército i puedo asegu batallones de voluntariosapénas cuenta 60, 0O0j
rar a Vd.
que los franceses son superiores en con la diferencia que los franceses por la.nue-
todo a los austríacos, el individuo i el soldado. va táctica son marineros i soldados, i ips in
Hai cierta cosa en la tenue de los austríacos, ó' marineros soldados, lo que dismi
gleses o

que les hace parecer máquinas. El manejo del nuye un poco su, fuerza.
arma i las evoluciones
parece que las hicieran Ahora.-'pnés, agregue Vd. el peso- de la
por mecánica. El soldado no piensa i se fatiga Rusia, que después dé 'Sebastopol bar levan
estraordi nanamente. tado todos sus navios i á mas 60 grandes fra-
¿Ahora pues, el objeto de esta guerra es la ¡ vapor. Lo que mas que todo convences
gatas a
libertad de la Italia? Nadie lo cree. El Times de la inferioridad de la Inglaterra, es su mo
.
de Londres de ayer contaba esta historia. deración actual, las medidas defensivas en sus
nEstandq Napoleón emigrado en esta ciudad, costas i sobre todo, la prensa misma, que
'habitaba el quinto piso de la casa tal, calle cómo se sabe, lo habla todo. En dias pasa —

de tal. Mr. tal, üu amigo suyo, ingles,


-

dos, décia él Times que era necesario buséáV


vivia él. Una noche tomaban el café juntos
con la alianza de los Estados-Unidos, si la Rusia,
con un amigo común, Mr. tal, Napo
tercer como nadie lo duda, se ligaba a la Francia, i
león tomaudo su tasa de café, se retiró a la aun asi cree la prensa inglesa, que no liarían
chimenea i dejó a sus dos amigos, embebido, mucho para contrabalancear.el poder unido_de
según parecía, en grandes meditationes. Mr. lias dos graudes potencias. Ayer mismo -se
tal se le acercó mui despacito por la espal 1
queja amargamente el Morning-Post dé vid
da i dándole una palmada en el hombro, le i haber notificado la Francia al gobierno inglés
dijo: Soñáis en el imperio?— Sí, le respondió
'

el bloqueo del Adriático i de haber hecho- ya


Napoleón, son tres mis sueños; el primero es 50 presas austríacas i aun rejistrado un Correo
el imperio; el segundo, los Tratados de 1815; de Malta con la bandera inglesa.»
el tercero, la conquista de Inglaterra.—Estáis
loco? le repuso Mr. tal.—Nó, contestó Na
poleón, lo primero es un poco difícil, lo de- Al 3Iar.
mas viene
por sí solo.»
El Times cita las dos personas que viven
Yo te saludo, majestuoso océano,
aun en Londres i se
corresponden con Napo Aunqne distantejle tu hermosa orilla,
león.
I me gozo en llamarte maravilla
Lo que puedo decir a Vd. es que la
Europa 1 obra grandiosa de la excelsa mano.
Será dividida aun otra vez al placer del ven
cedor. ¿Quién será éste? Hé ahí los cálculos.—
Por tu cerúleo i estendído llano
Napoleón I decia en Santa-Helena, que si Do la luz de los cielos siempre brilla,
hubiese dado a ios rusos la Turquía Europea,
Yo quisiera llevarla navecilla
no se encontraría en
aquel peñón. Ahora se De mi vida que ajita hado tirano.
dice que todo está acordado, que los rusos
tomarán a Constantinopla i las provincias del
Fuérame grato el escuchar tu acento
Danubio. Que los franceses pondrán los an

De noche i dia 'al par de mi quebranto,


tiguos límites en el Rin, ocupando las provin Cual ronca nota de áspero instrumento.
cias Rinanas de la Prusia.— Que la Sicilia
volverá a la dinastía Napoleónica i en lugar
I alguna vez, bajo el celeste manto
de un Murat, irá el señor Jerome. Que la

Del estrellado i limpio firmamento,


Lombardía pasará a manos de Víctor Emma-
Entre tus olas exhalar un canto.
nuel i los Estados Romanos nadie sabe a
quien. I Fidel Palacios.
Esta es la historia,
amigo, mi del primer I
imperio, daguerreotipada por Napoleón III. '
*74 LÁ SEMANA. Julio 30,

IMosaieo. i pos para el Ocio, convendréis sin dificultad en qtie


los seis dias de esta semana que el tiempo lleva;
Elpeligro de los elojios. Un epigrama no —

''
incomoda sino al que con él se siente herido, devorados, han sido abundantes en diversiones
divierte a los amigos de la víctima que cono pasatiempos de incontestable variedad.
cen mejor
que nadie sus defectos i ridículos, Haced sino memoria del primer dia de la sema
i regocija a todos sus enemigos. Un elojio por na, el domingo, en que habéis asistido simultá
el contrario, tiene suerte menos feliz : ave neamente al de la Merced i a la resurrec
Corpus
ces disgusta al que se quiere lisonjear, hiere ción de la Guardia Nacional, o a lo menos a la re
a los
amigos envidiosos'^ irrita a los enemigos. surrección de su batallón 5,°, que salió a campaña
Un elojio bien hecho i merecido no se perdo
aquel dia de invierno después de largos meses de
na. Por eso no deben olvidarse estas
palabras reclusión en cuarteles de verano.
de un viejo cortesano:
Poseídos de la esperanza de ver antes de mucho
Tengo setenta i ocho años, decia, i he
- —

llegado a esta edad sin haber tenido jamas un el renacimiento completo de nuestra milicia cívi
solo enemigo. ca, os habéis dirijido en seguida, por el ramal de

¿Jamas habrá Vd. triunfado? se le pre sangre, a la estación del Ferrocarril del Sur i en
guntó. contrado ahí pábulo para la vista, estrépito para

He obtenido grandes triunfos. el oido, aguijones para la curiosidad i motivos para

¿Entonces nunca ha sido Vd. amado? la admiración. Porque era en tal punto donde se

Al contrario he sido mui amado.

I bien! cuál es la receta de Vd.?
habian dado cita el domingo las dos variedades de

Jamas he hecho el elojio de nadie.
nuestra especie, los dos fluidos de la electricidad
humana, los dos rieles por los que se desliza nues
tra vida, los corpinos i las levitas, las descendien
Navegación entretenida. Un hombre de —

tes de la incauta Eva i los ascendientes del fútino


talento preguntaba a otro cierto dia :

¿Cómo pasa Vd. su tiempo? Se divierte Antecristo. La prole de Adán ostentaba allí toda ,1a
Vd. en este picaro mundo? riqueza de sus matices i la pródiga multiplicidad
—Yo, sí, rne he formado una existencia de sus formas en una numerosa concurrencia, áyi;
aparte; vogo en un esquife tripulado con jente da de vapor i locomoción. Las rosadas tintas de
de talento por un océano de imbéciles, una cara infantil, los graciosos perfiles de una mu
,- Cuidado, le replicó el que preguntaba, las

jer joven, el aspecto anticuado i descolorido de la-


tempestades de imbéciles son mui peligrosas.
vejez, cabellos rubios i ojos azules, negros ojos i
Lo que vale el Acababa de negros cabellos, cabezas canas i frentes arrugadas,
,
juicio público. —

drama de gran mérito, pero


un risas bulliciosas, sonrisas musicales, conversacio
representarse
obra de un escritor poco simpático a los dia nes tranquilas, chicos alegres, criaturas adorables,
rios. Hablábase en un corrillo bastante nu graves personajes, políticos algunos e impolíticos

meroso de él i se decia : no pocos,



ardientes secuaces de la moda i la ele
—Es abominable! gancia, hijos de Marte de todas las jerarquías,
Es detestable!

desde el subteniente imberbe hasta el achacoso


Es execrable 1

jeneral;— nuestra sociedad habia enviado a la Es


Es deplorable!

tación una o muchas muestras de los innumera


Es miserable!


Es digno de lástima!
bles tipos, que contrastadas i agrupadas de mil

Es nauseabundo! maneras formaban un cuadro lleno de movimiento,
Uno se aventuró a preguntar a los críticos : de capricho i novedad. El interés del curioso i el

¿Lo han visto Vdes.? del observador se despertaban sin esfuerzo a la



Nó. vista de aquel estenso panorama, poblado de so

¿I Vd., señora? agregó ditijiéndose a una nidos, de colores i formas animad as, palpitanle de
dama cuya crítica rayaba en frenesí. vida i expresión.

Nó, no he podido conseguir palco. Entretanto, han sonado las dos i media, el sil

¿Cómo, pues, lia sabido Vd. que era tan bato del conductor dá la nota preventiva i el tren
espantoso? Ya de partido

Lo he leido en mi diario....
va a partir. —
es tiempo tomar un
de los dos que ofrecen. Desde luego podéis,
se os

si os place, formar parte del convoi i lanzaros en


Ecos de la semana,
busca, no de una posición social ni de la mejor
Santiago, julio 29 de 1859. de las repúblicas como Paturot, pero sí de los
Scmario. El (lia de la semana.
primer Tres temas

Linderos, que vale. O si acomoda i


tanto mas os
de conversación. Elementos variables Poesías de
— —

del de linea. no gustáis de las escursiones a lo Paturot, podéis


G. Matta. Entrada
— 7.° Apertura del

Teatro diferida. Los —


Amenes de va Así sea. tomar el camino eme os trajo, abandonar sus co
Si como La Fontaine, el de los apólogos, tenéis ches al llegar a la estatua de Ncptuno e ingresar
la variedad por divisa, benévolos lectores, i bus en la multitud de paseantes que miden la esten-

cáis en ella distracciones para el ánimo i pasatiem- sion de la Alameda. No tendréis por que arropen-
Julio 30. LA SEMANA. 175
tiros de tal determinación, envueltos como vais en sido penoso ademas renunciar un momento a admi
una concurrencia de jente bien vestida i mejor rar al
poeta para constituirme en su crítico.
parecida, la flor i nata de la belleza i buen gusto El fango de las calles i los amagos de las nubes
femeninos, de la fashion i juventud varoniles. Un os impidieron probablemente ser espectadores do
cielo despejado os sirve de techo, el sol os pro una ocurrencia de anteayer: la entrada del 7.° de

diga luz i calor con sus rayos i quizá habéis creido línea. Agolpábanse a su paso numerosos grupos
un momento
respirar en un día de primavera. Pero de hombres, mujeres i niños del pueblo, que
esta ilusión os ha durado poco; ahí estaban para devoraban con sus miradas las filas del batallón
desvanecerla los Andes, al frente, cubiertos de su buscando entre ellas un rostro querido i honda-
-blanco ropaje, los álamos sin hojas a uno i otro i mente impreso én la memoria. La esperanza de
lado del paseo, i los caballos de algunas festivas II los unos se convertía bien pronto en una dichosa

cabalgatas que dejaban notar la felpa de su piel realidad; la esperanza de los otros espiraba ane
empañada i crecida. gada en un torrente de lágrimas. Era aquel un

Consumido de esta suerte el dia, acaso no fué cuadro de emoción profunda i desgarradora
•la noche mas avara de atractivos pasatiempos i tristeza.
os dio ocasión de medir bailando los compases de Mientras tanto, la novedad que prometía ser
Una mazurka, o de jugar una partida de malilla. la mas interesante de esta semana, la
apertura
0 a lo menos de charlar en buena compañía i al del Teatro, ha sido postergada, aunque solo hasta
amor de la lumbre sobre el futuro paseo a los Lin mañana, según se asegura. Ya que os hablo de —

deros, que amaga a este apacible lugar con una apertura de Teatro, os hablaré también de un
irrupción de fashionables de ambos sexos, alumnos artículo de Teatro que casi tiene relación con él.
todos de Terpsícore. De seguro que al meteros

en cama
aquella noche, el primer dia de la sema Quiero gastar algunos min utos en responder a
na habia dejado de existir. un Comunicado, Teatro Municipal, inserto eu el
No por eso quedada cegado el manantial de las Ferrocarril de ayer i suscrito por Así sea, que
distracciones para los dias siguientes, en cuyas tantohabria valido no suscribirlo o suscribirlo
noches han tenido lugar muchas soirées mas o por Un quídam.
menos íntimas, debidas a motivos mas o menos Ahora bien, el señor Así sea pretende que es de
plausibles. La conversación, por su parte, ha su deber entenderse con «La Semana» i empieza
continuado encendida merced a tres cuestiones por confesar que no ha entendido claramente lo
capitales que la sirven de tópico: que decia yo relativo a Teatro en los Ecos de
La cuestión italiana que,como toda cuestión, número anterior. Por mi parte, no convengo con
aún está por resolverse, este señor en el deber, que cree suyo, de enten.
La cuestión norte-américana, que estrictamente derse con «La Semana» ni jamas se me habria
hablando no es una cuestión, sino mejor un manda ocurrido tan estraña idea, a no haber venido al
miento de prisión i embargo, sorprenderme con sn brusco e inmotivado ataque.
I por
último, la cuestión teatral, que tampoco En lo que sí estamos conformes, es en lo de no
es una cuestión, atendido que el público tiene por entender mis Ecos, pues yo he tropezado con la
un axioma
que los precios de entrada son exor misma dificultad leyendo su Comunicado. Traba-
bitantes i los empresarios tienen por otro axioma he tenido para
jillo comprender a medías, no el
que tales precios son los que mas les convienen. lodo, sino una parte de sus
párrafos,
numerosos
El tiempo ha contribuido también a la amena envueltos en la anar quía gramatical mas
variedad de estos seis dias rociándonos con un
deplo
rable. A fuerza de leerlos i releerlos, he venido
chaparrón, que ha desleído lastimosamente el a descubrir unas cuantas verdades de Pero
Grullo,
fango de nuestras calles i desesperado a los hom unas cuantas inexactitudes i unos cuantos chistes,
bres activos i a los oficinistas. La lluvia ha sido
que se asientan en el fondo de su Comunicado,
pasajera, pero las nubes se han mostrado mas como otros tantos guijarros en el fondo de una
tenaces i continúan escondiendo el cielo i amena
laguna:
zándonos con una nueva rociada. En lo que hace a las verdades de Pero Grullo,
Así es que muchos, recelosos de estas inten las mas capitales son estas:
ciones, se han confinado en el
hogar doméstico Que considerado el Teatro como una escuela de
j
abreviado sus largas veladas con la lectura de Ias costumbres, es necesario indispensable (lo indis
e

poesías de Matta. I al nombrar a nuestro poeta, no pensable incluye lo necesario ) que la empresa nos
creáis que he olvidado mi promesa de hablaros dé piezas en este sentido.
detenidamente sobre la última edición de sus can Que dé comedias
no nos en un acto en las que
tos. Solo que no seré yo quien llenará esta difícil i ridiculas
aparecen feas figuras,
tarea, sino uno de nuestros colaboradores. El cam Que un actor bueno no se vale de tales recursos
bio es tan ventajoso que no podréis menos que (como enormes narices, anteojos, tiznes, pelo ala
felicitaros de él como yo me felicito. Me habria i
zán piernas delgadas) para sacar
partido, por
-■ ■ ■*

176 LÁ S MANA. Jubo &&

ti contrario, los desprecia, porque don esas ridicu En segundo lugar, le pide Vd. raronés a IA
leces í MUESCAS
(sic), solo consigue divertir a la Semana. —
Razones sobre qué? sobre los precios
jente alta dé gatería, etc., etc. de entrada al Teatro? Pero esta cuestión- no es

Por lo que respecta a las inexactitudes, escojo suceptible de razonamientos; está formulada i re

entre algunas las suelta cuatro palabras :—El Teatro es caro? se


en
siguientes:
La Semana (dice ) que porque pedimos
cree bajan precios.— No quieren bajar Tos1 Empre
los

rebaja en los precios exhorbitaÁtéS anunciamos con sarios? no se va al Teatro. Bajan los empresarios
anticipación él rtial éxito de ib iímpreict.—Lti Se al verse solos? se vuelve a ir al Teatro-.— ¿O quie
re Vd. que entremos a juzgar de una compañía
'

mana puesto que no la ha di


no cree tal cosa

cho; antes bien cree corrió Vd., i asilo détia éíilós lírico i dra
que no conocemos i de un repertorio,
Ecos del número anterior, que la cuestión de pre mático que tampoco conocemos?
Por último, desea Vd. qué La Semana
'

cios será resuelta por él público. no sea

i La Semana vez que Se


Ni encontramos (agrega mas abajo) razones tam' personal, quiere a su

poco que puedan alarmar ald Semana» 'etc. —


La le digan las personalidades que ha herido. No se
Semana no se alarma de razones; por el contra1 rá por cierto lacle Vd., a quien no tengo el gusto
tío, es tan difícil de
.alarmarse que ni el Cvmuni- de conocer i que se mantiene púdicamente envuel
lo que nos co
'eadoñeVá. há logrado esparcir la alarma en sus to en el discreto velo del anónimo,
columnas. loca en una situación mui equívoca.—Ya- lo vé Vd.,
Pero vengamos á Tos chistes, que tienen la vir vale que desistamos de entendernos.
mas

tud de ser breves i poder contarse.- Por lo demás, le confieso a Vd. con franqueza
Él primef chiste, con que principia el Comuni- eme su artículo me ha gustado. Verdad es que

eado, es Amen, chiste ascético a todas luces. cada uno de sus chistes aisladamente nü me há
El segundo chiste, es llamar cuaderno a La hecho reir gran cosa, pero en cambio el conjuntó
Séiiíaná. Este chisté está tomado del Diccionario.

del Comunicado me ha producido una hilaridad
-El tercer Chiste es la repetición del primero. tan poco frecuente, que a duras penas he podido
con Vd. de un modo serio.
'

El cuarto chisto eá la repetición del tercero. hablar


El quinto chiste sobre las lunetas i poltronas Réstame solo pedir a Vd. una exención, teme
rénuncioa citarlo.' Corno chiste, tiene mui pbco al roso como estoi de que no tardará Vd. en reinci
cance, i como frase, es deYríala crianza. dir en sus debilidades de escritor i seguro dé que
El se'sto chisté es lá' repetición del cuarto. no ha dé curarse tan pronto de su manía de ar

El sétimo chiste és la repetición del sesto. ticulista crítico ¡—Renuncie Vd. a entenderse coíi
I por último el octavo chiste es la traducción es La Semana i déjela dueña de su santa inde

pañola del' chisté hebreo primero, tercero, cuarto, pendencia. El redactor de los Ecos (pierda Vd.
áéstóí sétimo : Asi éea. cuidado!) rte doblará su voluntad para decir a to»
El Señor Así sea nos amenaza con hacer un aná do^-Amen. Está habituado a tomar consejo solo
lisis de cdda de las obras que noche a noche se
una de la opinión pública i decir su pensamiento todo
exhiban. Efeta promesa qué, sea dicho sin ofen entero, sin mas sujeciones que su propia dignidad,
der su modestia, tiene un -si es no es de preten el respeto a los otrosí la buena crianza.
ciosa, despierta naturalmente algunas inquietudes. Domingo Arteaga Alemparte.
—¿Será buen Crítico él que' se ha acordado del
moderno teatro español para citar La rueda dé Condiciones de la suscripción.
la Fortuna, creación de las mas defectuosas, i ha
Precio de la suscripción: 3 pesos por
olvidado sus obras maestras? Será una crítica fun
trimestre adelantados.
dada, útil i provechosa para el actor la del que ha I
Se reciben suscripciones en Santiago,
escrito el chiste quinto (que no hé mencionado) ¡
en la Imprenta del Correo,
taostrádose así ignorante de la pulcritud i decoro pasaje Bulnes;
del lenguaje? Ademas, el señor Así sea confiesa
— en Valparaíso, Imprenta i Libreru del

con una injenuidad mui laudable, que el mismo se Mercurio.


fia puesto mia venda en la vista que es necesario ya Serena. D. José
Domingo Cortez.

arrojar. ¿I si no la arroja, o si después de arroja- Copiapó. Libreria del «Mercurio.» —

da, la vuelve a tomar? Caldera. Editores del «Tren.» —

Veamos, para concluir, lo que Vd., señor Asi sea, Concepción Librería del «Mercurio.» —

exije de La Semana. Talca. Sres. E.íS. Rondanelü. —

Quiere Vd. en primer lugar comprenderla, lo Chillas.—Sr. D. Abrahan


que hasta ahora
no ha conseguido. Bien desearía —
Siredey.
de Lima. Establecimiento delSr. Ricor- —

yo hacer algo en obsequio


su comprensibilidad,
si no temiese hacerme inintelijible a mis lectores di, calle de las Mantas
sospechar j Arequipa. Sr. D. Manuel G. de Cas- —

por favorecerlo a Vd. i no principiase


a

oue Vd. i vo no hemos nacido para entendernos, i


tresana.
IM1T.ENTA DEL COIUIEO, .saje Búlues, núm. 14.
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO.

9íedactoteó : —-
litóte- i Jjonmiqo jbiteaaa, Jbtéuwat-tc.

Año I. Santiago, Agosto 6 de iS59. Xiiui. «S.

Poesías de D. Guillermo Matta. gurarle una gloriosa carrera que comenzó con
rara felicidad, había dejado caer su lira en

A mediados del año de S53 la «Imprenta el letargo de una pereza tamo menos discul
Chilena» dio a luz un libro que con el mo pable cuanto que el público retribuía sus ver
desto títnlo de Cuentos en verso, se lanzaba sos con abundante aprecio. Como los pájaros
en la arena de la
publicidad para formar un de las repones equinociales que cantan solo
acontecimiento, una revolución casi, que en la maña na para dormirse durante los ar
nuestra historia literaria habrá de consignar dores del sol, Lillo festejado por los amigos,
como uno de los hechos mas notables de sus mirado por el bello sexo' concierta simpatía
fastos. El libro aquel era tan orijinal en la que no alcanzan los mas afortunados galanes,
concepción, tan raro en la espresión, tan mimado por la gloria apenas se lanzó en su es
poco chileno en todo, en pugna declarada cabrosa senda, se cansó en los primeros pasos
con el carácter nacional, que debia
provo recostándose en sus palmas como el guerrero
car la atención cuyos fáciles triunfos no fueron bastante a es
publica; pero en tan di
verso sentido, en tan vario
concepto, me timularle para mas arduas empresas. Otros
reciendo tan distintos juicios i despenando poetas habian p-obado sus iuerzas en diversos
tan diferentes semiiiiienios cuanta era la ¡eneros de composición con mas o menos acier
diversidad de opiniones, de ideas I de educa to, pero ninguno con la voga universal, con el
ción de los lectores. La juventud entusiasta éxito inmenso, fenomenal entre nosotros que
siempre por lo nuevo e independiente, qoe no obtuvo Maiia. Deprimidos o ensalzados, los
poca.-, veces anda divorciado do lo bueno i Cuentos ev caso consiguieron lo que pocas o-
prudente, leyó el lib>'o con el ansia que excita bras consiguen; ser leídos, i leídos con la aten
un manjar estimulante, i encontrando en él ción del admirador que paladea cada belleza,
revelados con vivo colorido los mas simpáti con p1 microscopio de la rivalidad, de la envi

cos alectos del corazón, rasgarlo con osada dia o de, contrarias opiniones, que de cada pe
franqueza el velo qne cubre los mas ardoro queña mancha hace un feo lunar i de cada de
sos sentimientos, atacadas ¡as creencias re.li- fecto una deformidad; i cosa inaudita en Chile,
jiosas de que muchos prescinden por egoís la edición de la obrase agotó en breve; bien
mo, por comodidad, '■ no pocos po'- ignorante que no faltase quien lo atribuyera no tanto al
imitación, proclamó a su autor como el jiri- entusiasmo de los amigos, cuanto a la piadosa
mero délos jinetas nacionales, admiró sus be solicitud do ot'-as ¡entes, que. daban pábulo a
llas estrofas que aprendía de rr/emor'a como ;us braseros con esas
pajinas que en su con
él traslado de sus propias ¡deas i emociones, cepto encerraban un veneno de fatal contajio.
confiriéndole e! laurel de una popularidad Mientras la juventud aplaudía con frenesí, la
que hasta entonces no había alcanzado nin [larte timorata i i-clijiosa do la sociedad, mi
guno de nuestros vates. Saofneoi.es el mas rábalos Cuentos en verso como un brulote
culto, el mas clásico do. nuestros poetas, que incendiario arrojado a' campo de la moral i de
ha tenido sin embargóla desgracia de desleír las creencias, i alzando una voz de reproba
su inspiración en lai-gnísimos
poemas, de ver ción, fulminó contra el poela el anatema de he
sificar demasiado para no oscurece'- las belle reje i panieisía, cuyas doctrinas erannna nue
zas] que es necesario 'Chusca' en un océano va
agresión nova lora qu? justificaba los rigo
de estrofas, logro con su justamente famoso res con qu-° se
quiso poner atajo a esa per
«Campanario» elevarse a una altura descono niciosa íeudpnria, cuando en años anteriores
cida en la poesia chilena; peo el carácter do la o.jioioo I e' jurado impusieron severo cas
su estro calmado, de ciclo jico antiguo, falto tigo a Francisco Bilbao por su voceada So
del fuego que vivifica e1 sentimiento, regular ciabilidad Chilena. Los Cuentos en verso,
i tranquilo en su curso, granjeándole el con como tintes fueron un verdadero
dijimos ,

cepto de algunos iotelijentes, le alejaba de la acnniecimíento, el tema de acalorada discu


multitud, del aura de jeneral aplauso que no sión, i el autor enaltecido por los unos, era
los jénios mas sólidos sino los mas orijinalcs por los otros considerado como un ser daño
o simpáticos suelen
conseguir. Ensebio Lillo so a la tranquilidad social. Los años transcu
cuyas amorosas trovas eran el encanto de las rridos desde la aparición del libro de Matta,
mujeres, cuya fácil versificación, delicados han debido colocarnos en la situación de apre
conceptos, i brillante fantasía, parecían ase ciar ese trabajo con una crítica concienzuda
*73 LA SEMANA. C.
Agosto
que no erade esperarse en la escitacion de los Matta la distancia qiíé media entre la
corre
primeros tiempos, en los arrebatos estremo- sabia de cuidadosa ejecución, de estu
poesía
sos
que siempre nacen de toda controversia i diada forma, de templada inspiración, i el eco
que con frecuencia saltan la valla del buen desgobernado de una alma henchida de poético
sentido i del sano criterio. La reciente publi sentimiento que, sin miramiento a la forma,
cación de una nueva edición de los Cuentos derrama el torrentoso raudal de la fantasía,
en verso i de otras obras del mismo
autor, nos rompiendo el dique de las reglas, -en busca de
ha parecido una oportuna ocasión para con nuevos campos que fecundar con su impetuosa
sagrar unos cuantos rasgos al estudio del jé- corriente. Noque Matta pertenezca a la escuela
n'io de nuestro poeta cuyas composiciones pa romántica exaj erada cuya voga era una traición
probar en el crisol de la crítica, sin al buen sentido, ni que el clásico gusto de
lomos a

' ^^que la amistad sea parte a inclinarnos a la in- Bello le haya hecho despreciar las bellezas de
Y\?-V'vdujWcia, ni la diversidad de opiniones nos la literatura moderna; pero entre ellos (sin
lY^ „.í.*fiagaVquivar la franca espresión de la jus-' pretender compararlos, como que mal se colo
¿?'~' caría en línea de parangón al sacerdote cono
JÜ0-J
r«flIermo Matta sin duda está dotado de cedor de los misterios, con el neófito que co
organización moral e intelectual poco co mienza a descifrarlos,) nose divísala mas pe
mún i no solo orijinal por lo
que mira al tipo queña relación que pudiera indicar el vínculo
dominante en el carácter nacional, sino mas de maestro i discípulo. Matta, colocado en una
rara todavía por la ninguna influencia
que so situación que solo él ocupa en la literatura
,

bre ella han ejercido su nacimiento i educa sud-aniericana, sin antecesor en su camino,
ción. Nuestro poeta cuenta apenas treinta no ha debido el carácter de sn poesía ni a su

años, i es hijo de una estimable familia que educación moral, ni a la instrucción, que reci
con la pureza de las antiguas costumbres, con bió en las aulas; débelo a su organizado!) en
serva en todo su primitivo vigor el profundo que no es dado adivinar los elementos chilenos
sentimiento relijioso que las modernas jenera- i a los estudios que después emprendió dé pro
ciones hacen gala de despreciar. Destinado a pia cuenta, sin otro guia que la natural incli
la carrera del foro en el Instituto Nacional, no nación; i así como en sus obras desaparece .el
fué mui aventajado en las clases, sea que su recuerdo de los principios relijiosos i sociales
natural independiente no supiera avenirse a que dirijieron su primera edad, así también se
las obligatorias trabas del estudio escolar, o pierde la influencia de la instrucción literaria
-que no despertase todavía su poderosa inteli que recibió de tan esclarecido maestro. ,
.

jencia que como la de Lillo i otros de nuestros No era de esperarse que nuestro poeta co4-
escritores, se veía oscurecida i torpe delante brase a Justiniano el afecto que no supieron
de la mui mediana de otros estudiantes que, inspirarle los clásicos latinos. Apenas saludó
siendo el portento del colejio, desaparecieron de lejos la instituía, cuando volviéndole es
mas tarde entre el ignorado vulgo. No fué paldas con descortesía propia de los sectarios
Matta mui aficionado a Cicerón o Salustio, ni de las musas, desistió de seguir la profesión i
llamaba la atención de sus profesores o condis se dedicó a otras ocupaciones. Es de creer
cípulos, sino era por su simpática i hasta her que en ellas no manifestase mejores aptitudes
mosa figura, llena de frezca robustez, por la que lo jeneral de los poetas ; pero a lo menos
bondad que revelaba su risueño semblante, pudo de esta manera entregarse con profunda
por la sincera amabilidad de su carácter, en el consagración al estudio de la literatura, le
que habría sido imposible rastrear el jérmen yendo centenares de volúmenes, escudriñan
cíe la nerviosa inspiración, de la osada valen do los autores de las lenguas estranjeras,
tía, del metafísico atrevimiento que distinguen aprovechando una feliz memoria que le ha
su numen. Concluido el curso de humanidades permitido reunir una inmensa copia de cono
en que nuestro poeta no habia dado mucha cimientos literarios, en grado tal que pode
ocupación a la fama escolar, pasó a continuar mos asegurar que ninguno de nuestros litera

sus estudios bajo la dirección de don Andrés tos si tío es Diego Barros Arana puede compa
Bello con el cual estudió filosofía, literatura i rársele en lo universal i variado de su instruc
creemos que también los
primeros rudimentos ción. Pero por la peculiaridad de su índole
del derecho, i sin duda entonces debió ser dada a lo nuevo i desusado, mientras Matta
cuando principió a desarrollarse en él su gusto leía cuanto encontraba digno de leer, se dedi
por las bellas letras que se ha convertido des caba con particular esmero al estudio de la
pués en la entusiasta pasión del artista. Pero poesía i de la filosolía alemanas, las menos
cualquiera que lea las obras de Matta, tratará adaptables sin duda al jénio chileno, las me
en vano de vislumbrar la mas tenue reminis nos conformes al fondo i forma de la literatu

cencia de su maestro, que si logró estimularle ra


española, i las que en sus adeptos requie
al cultivo de la literatura, no pudo en nada ren mas sólido criterio, para no caer en los

modificar la naturaleza de un jénio peculiar devaneos del esplritualismo, no menos ridí


que, abandonado a sí propio, dando suelta al culos que las sentimentales hipéiboles del mal
espontáneo arranque, ha conservado el mérito romanticismo. Nuestro poeta sabia también ad
de su orijinalidad, con los resabios naturales mirar a Dante i comprender a Byron con el a-
de toda tendencia independiente. Entre Bello i precio no mui jeneral en los pueblos que hablan
Igoisto <£ LA SEMANA. 179

el idioma de Castilla, i es de los pocos que en breve iba a tomar el poeta, era sin embargo-
tre nosotros conocen la literatura inglesa en la de notarse el acertado tino con que huía la
que, por la peculiaridad que acabamos de no viciosa tendencia de la jeneracion precedente,
tar, Matta parece preferirá Shelley, el poeta qne si eseeptuamos a Sanfuentes, Irisarri i na
,

del escepticismo i de las fantásticas creacio


siempre a Lillo, se envileció en el vasallaje del-
nes. Esa
orijinal i nada chilena tendencia de mas servil
proselitismo de la escuela románti
su instrucción individual, ha ejercido un in ca francesa;, i no del romanticismo de Victor

flujo decisivo, harto notable en el desarrollo Hugo, sino del de mui baja lei que nos habian
del jénio del poeta, dándole un tinte pronun
importado las malas traducciones. Por otra
ciado i característico, que en mucha parte no
parte, Matta parecía desear enaltecer la mi
creemos digno del
aplauso que se le ha tri sión de la poesía, que la postiza inspiración
butado. La poesía i la literatura alemanas, i de la mayor parte de nuestros vates habia cir
aun la
poesía de Byron i Shelley que no con cunscrito a llorar las cuitas del amor quejum
fundiremos con aquellas, son en nuestro con broso, martillando siempre en el mismo yun
cepto las fuentes menos fecundas de imita que, entonando siempre idéntica cantinela,
ción, los modelos menos suceptibles de dar que sobre no dar una idea- mui favorable de la
provechosas lecciones ; porque aunque admi fecundidad de la musa nacional-, era por de-
rables como esfuerzos del
espíritu humano, la mas vulgar i de falso sentimiento.
misma orijinalidad
que las caracteriza mues Pero por mui lisonjeros que hubieran sido
tra que, apartándose de la vía ordinaria del los pronósticos que se fundaron sobre las pri
desenvolvimiento intelectual, de lo que natu meras composiciones de Matta, nadie se ha- -

ralmente debe esperarse del corazón i del ra bria aventurado a designarle el papel que con
ciocinio, no es lícito seguirla sin poseer cier sus Cuentos en verso entró a
desempeñar de
tas cualidades
especiales,, sobre las que no es- lleno en nuestra literatura. Como un viajero
posible formar una escuela desde que ellas que llegando de ignotas tierras, maravilla a
constituyen raras escepciones. Sobre todo, si las jentes con estrañas narraciones, el poeta
queréis la poesía filosófica, dadle una filosofía arrojó su libro a la sociedad pasmada con la
clara i comprensible, i
dejaos de aquellos con revelación de un mundo ignorado, en que se
ceptos que a fuerza de remontarse se pierden confundian lo bello i lo grotezco, la amarga
de vista ; porque la
poesía no es una loza sátira i el delicado sentimiento, el dolor i la
ejipciaca llena de jeroglíficos, ni una fracma- alegría, la creencia i el escepticismo, las mas
sonería cuyos signos saben solo los iniciados. elevadas creaciones, i las mas bajas realidades r
Si pretendéis cantar lo
que únicamente vos esfuerzo desesperado déla iniajinacion, que
comprendéis, habréis logrado escitar la ad rompiendo toda rienda, vagaba como una ba
miración de los necios, para quienes tanto es cante embriagada saltando
por diversas rejio-
mejor producción cuanto menos la entien
una
nes, o como la pitoniza griega poseída del
den; pero el buen gusto os
compadecerá como fuego sobrenatural que admiraba a los oyen
una víctima del
espíritu de novedad i la pos tes con la estrañeza de sus
conceptos.
teridad os reservará una condenación, de Ante todo, preguntábanse los lectores
que ¿a
no
podrán rescataros los irreflexivos aplau qué escuela pertenece el autor de los Cuentos
sos de la
preocupación a
que sacrificasteis en verso,
porque entre nosotros concibe se
vuestro, jénio. difícilmente que pueda crearse algo
de bueno
Las primeras composiciones de Matta que en el terreno
llamaron la atención fueron
orijinal; i no era mui
hacedero
publicadas en la comprender que Matta^se hubiera avanzado
Revista de Santiago de los años de 49 a con tal atrevimiento en tan- resbaladiza senda
51,
cuando su malogrado hermano don Francisco sin seguir la huella trazada por mas
de Paula tomó la dirección ele espertes
aquel periódico caminantes. El poeta tuvo cuidado de decirnos
que don Victorino Lastarria fundó en 848, pro pretendía no seguir modelo
moviendo la asociación de varios de sus discí
que alguno.
«Yo escribo lo que quiero; i a mis anchas
pulos, quepor mucho tiempo fueron los únicos Me burlo de la crítica envidiosa.»
campeones de la literatura nacional deudora a
Lastarria no solo de sus hábiles esfuerzos
per «Copiad, necios, copiad, ya que no alcanza
sonales, sino del estímulo que supo infundir A crear vuestra corta
intelijencia.»
a casi todos los
que hoi cultivan las letras. i así en varios lugares en que hace os
otros
Desorganizada la primera redacción de la tentación de selvática independencia. Pero
su
«Revista» con la crisis política
que principió a nuestro juicio
(con perdón del poeta i de
a
ajilarse en 8¿9, los Matta continuaron la pu los que creen en su absoluta
blicación, i desde luego losleetores acojieron orijinalidad) si en
el fondo de su obra, en el carácter de su con
con
simpatía los primeros ensayos de nuestro cepción es de notarse mas de una reminiscen
poeta, que comenzó a ejercitarse eon felices cia de la filosofía panteista de la escuela ale
imitaciones del italiano i del francés i unas
mana, la forma de la narración, trae a la me
cuantas
composiciones orijinales éntrelas cua moria el Child-Harold i el clon Juan de
les Los últimos cantos de By
Safo revelaba dotes ron, con la acción desnuda de incidentes, sem
poéticas nada comunes. Si entonces no habria brada de digresiones que dan ocasión al
sido posible presentir el alto vuelo poeta
que mui en para soltar la rienda a la fantasía. Ya había
< 80 LA SEMANA. 6.
Agosto
Lillo notado esta circunstancia, cuando a la
¡ men que iba a llenar con prodigalidad aquel
aparición de los Cuentos en verso pagó a su \i vacío. I aun en la escasez de acontecimientos
compañero de armas el justo tributo desús i¡ de que adolece la historia, el poeta ha ¡un
tado los pocos que componen su narración,
proezas; i a esa observación añadiremos que
el sistema narrativo adoptado por Malla, ni es i, con un colorido que solo el jénio inspirado
mui ele aplaudirse en los introductores ni 1 puede prestar a las creaciones artísticas. Léase
la última escena del Cuento endemoniado
'

menos de celebrarse en los imitadores. Byron


1
con jénio siugu- ! i no podrá menos que admirarse la realidad
que en Chiltl ílarold empleó
del fantástico cuadro: la terrible actitud de
'

lar las digresiones, abusó do ellas en clon |


Juan, i Matta usando del misino resorte, al |
; Clarimunda, el terror de Fantasio, las espan-
mismo tiempo que ha manifestado el poder de | tosas caricias de su querida que
;

su talento, ha Gaido en las tentaciones consi- ¡i «Cada vez lo estrecha mas, lo enlaza
guien tes a ese sistema. Nos habla por ejemplo ¡¡ I en sus brazos coléricos lo abraza.»
en bellísimos versos del amor, i a renglón se- [ la lucha
i que entre ambos se traba al borde
guido lanza una tremenda sátira contra la del abismo, todo forma una escena en estremo
,

sociedad, contra la pretendida sabiduría i j dramática apesar de la inverosimilitud. Com-


,

otros vicios, mezclando en estraña incoheren- i a esta la cena de los amantes, cuadro

párese
cía, mil diversos asuntos en
que posible ; lleno de sensual molicie, de inefables deleites,
no es

encontrar otra relación que el antojo del poeta. i; i se verá con sorpresa que el poeta cuya ima-
El jenio puede reclamar lamas amplia líber- ; jinacion parece gustar con predilección de te?
:

tad; pero' ella tiene los límites del buen gusto : rribles impresiones, derrama los tintes mas
que en una composición poética,
como en
i suaves, la mas delicada voluptuosidad, la mas
toda obra de arte, prescribe ciertas propor esquisita ternura en escenas hasta diversas de
ciones, cierto vínculo entre los detalles, sin la que antes citamos. La poesía de Matta sin
el cual la mas feliz creación seria un cuerpo sujetarse a un círculo esclusivo, canta mil
informe. Preciso sin embargo se hace a la crí impresiones diversas, se adopta a mui dife
tica reconocer que si es Matta reo de ese pe rentes tonos, i siempre vigorosa, siempre fe
cado, debe calificársele de venial, en conside cunda en una inspiración que brota a rauda
ración a las numerosas bellezas de su obra, les. Ceguera o envidia sería no confesar que
bástanles para resarcir con usura no ya la el poeta tiene lo que pocas veces so encuen
falta que indicamos sino mayores, si el poeta tra; jénio, jénio como nunca habíamos visto
las hubiera cometido? Qué importa tampoco desplegarse en la poesía chilena, aun en la
averiguar si ha seguido tal o cual modelo, si sud-americana; pero jénio que ha sufrido
ha sabido desenterrar riquezas desconocidas, también sus errores, que por mas pronun
si en víijen o en trillado campo ha logrado ciada simpatía que le profesemos no debemos
acopiar tan abundante cosecha? silenciar
No busquemos en los Cuentos en verso un
argumente, ni pidamos
al poeta las emociones Joaquín Blest Gana.
un acontecimiento dramático
que nacen de (Concluirá.)
desarrollado en sus peripecias. Matta dejando
caminar tardadamente su narración, olvidán
dose de ella muchas veces, busca las impre Los banquetes patrióticos.
siones en los diversos cuadros, que sin curar
con admira
se del principal, va bosquejando ESTUDIO DE COSTUMBRES.

ble profusión. El cuento endemoniado es una


Los chilenos tenemos época precisadel
leyenda fantástica sin trama i sin sucesos:
una

año para manifestar nuestro enlusiasmo pa


Fantasio, héroe del poema, es el amante
de una mujer estraordinaria llamada Clari- triótico, asi como los árboles tienen una pa
ra florecer: la época de nuestra florescencia es
munda que no es otra cosa que el mismo Sa
en setiembre. No que entonces hayamos arro
tanás que embriagando a Fantasio con diabó
lico amor le lleva al infierno en cuyo dintel jado las hojas viejas de nuestras preocupacio
nuestro héroe aterrorizado, preten nes i echado nuevos retoños de mas verdes
despierta
diendo huir de la infernal mansión en que le ideas, sino que simplemente llegamos a ese di
detienen los brazos de Clarimunda. El infeliz choso mes con el ánimo acostumbrado de an
temano a divertirnos en él necesariamente, así
Fantasio se siente desfallecer en los lazos del
como bostezamos sin tregua durante los otros
poder inferna!, i se encuentra ya próximo a

acuerda de once meses restantes. Recordar el mes de se


ceder, cuando repentinamente se

su madre invocando su
e nombre se salva del tiembre es llamar a los labios de los viejos la
aquí todo el argumento, que no
He sonrisa de los recuerdos felices, en los jóvenes
suplicio. hacer brillar un rayo de alegría i tocar al oido
ni mucho que
sorprende por lo nuevo ha dado de los niños las melodías de la esperanza, a cu-
a la imajinacion que lo forjó; pero
trabajar
Matta necesitaba argumento cualquiera, i yo suave com paz palpitan con tanta felicidad
un

lienzo, i la única condi


un sus corazones. Para las mujeres el mes de se
como un pintor tiembre, es como para las mariposas la esta
ción que le exijia era que le diese espacio
i

lanzar ¿i su fecundo nú ción de gala, eu que ostentan a la luz del sol


oportunidad para por
Agosto 6. LA SEMANA. 181

de primavera.la gracia i novedad de sus ves ya su brindis i toma la copa dándose aires de
tiduras i tocados.
recapacitar profundamente.
Sin entrar nosotros en la los que
descripción de las —

Señores, dice con tono inspirado,


costumbres a que la celebración de nuestro nos dieron libertad nos dieron patria; para
glorioso aniversario dá lugar, i que merecen darnos patria i libertad tuvieron necesidad de
un estudio
especial, queremos limitarnos aqui grande abnegación : brindo pues por la patria,
a describir una de sus peculiares espresiones. la libertad i la abnegación, piedras angulares
Sin duda por ser la mesa «el único punto de la felicidad de los pueblos : he dicho.
en donde nadie se fastidia durante los I el orador se sienta, saludado por un coro
pri
meros momentos» como lo asegura Brillat- frenético de bravos i de hurras, que hacen
Savarin, el mas clásico délos gastrónomos, es temblar las vidrieras del aposento. Sucédense
tan jeneral en el mundo entero la costumbre
después algunos brindis, vaciados en aquel
de celebrar en comidas las festividades tanto molde, honor de los cuales el creciente en
en
nacionales como domésticas. La gloria de

tusiasmo de los patriotas rompe muchas copas,
ganar una batalla i la desgracia de tener un porque es sabido que nada hai de mas rom
año mas se solemnizan igualmente en un
pedor que el entusiasmo.
banquete. Por el mismo medio se da la des

—Don Tito tiene la palabra, grita una voz


pedida a los parientes o amigos que van a avinada, que sale del gaznate de un ciudada
emprender un viaje, como a los que llegan no
que no solo ha olvidado a los padres de la
después de una larga ausencia i empléase patria, sino que hasta el nombre que le pusie
idéntico modo para solemnizar la época en ron en la pila.
que nuestros padres sacudieron el pesado yu —

Señores, dice don Tito; a Carrera, O'Hi


go de la Metrópoli, como para celebrar los ggins i San Martin, esos grandes....,,,
efímeros triunfos de la politica en que lo pri —
Esos tres nombres no deben ir juntos,
mero que se sacude en todos los
paises es la esclama un partidario de Carrera; los dos se
buena fé i el patriotismo. En todo esto los be gundos fueron unos tiranos.
neficiados son los fondistas, que esplotan por —
Carrera fué un ambicioso i un malvado,
ese lado la
inagotable mina de la vanidad hu grita un O'Higginista, ahí está Rancagua para

mana, que jamas ha estado en broceo i déla probarlo.


cual todos formamos alguna parte de barra, —
San Martin fué un cuyauo ladrón, voci
por modestos que hayamos nacido. fera otrofrenético, subiéndose sobre su silla.
El banquete a que queremos convidar al —
I O'Higgins un guacho tirano, añade otro
lector es uno de aquellos en que se bebe a carrerista, con los ojos inflamados.
las glorias de setiembre i en que uno paga con I siguen de esta manera arrojando lodo i san
diez pesos el derecho de saludar desde acá, gre a la reputación de los héroes que se han
con
copa en mano, al año de 1810, que bien reunido a celebrar, despertándose los odios i
debe reírse de nuestro fosfórico entusiasmo al
viejos rencores que desde el año de 1810 traen
volvernos el saludo. dividida a la sociedad chilena, la que parece
Los ciudadanos vuelven en grupos
intelijen- guardarlos con mas perseverancia que la que
tes de la Alameda, después de haber
paseado empleaban los romanos para la conservación
su patriotismo con levita nueva i
guantes de del fuego sagrado. En este punto todos los
Préville. La mésalos espera en un hotel a don chilenos se declaran vestales, para echar pábu
de llegan los patriotas con un apetito digno de lo a la llama que consume la reputación del
la solemnidad que celebran. La sopa es ataca
guerrero contrario al de sus simpatías.
da con decisión i osadía: luego el pezcado, el Al fin las voces i el ruido de los vasos que
filet, el vol-au-vent i demás guisos franceses se chocan confúndense de tal modo,
que los
¡son aprisionados en los carreristas i o'higginistas pierden el hilo de su
estómagos con pronti
tud. En esos momentos, por supuesto, nadie discusión patriótica i acaban por olvidar lo eme
se acuerda todavía de Carrera, de
O'Higgins querían decir. En esos momentos la anima
ni San-Martin i solo alguno de aquellos ción de los concurrentes va llegando a un gra
que
esperan hacerse oir mas tarde, suelen dejar en do superlativo. Cada patriota principia, gra
suspenso un bocado por recordar el brindis que cias al májico poder del vino, a sentir en su
traen improvisado desde la casa. Satisfecho el
pecho el fuego de los héroes, la abnegación
estómago, ya se puede ir pensando en los pa sublime de los mártires, o la inspirada arro
dres de la patria, junto con los postres. A esa
gancia del reformador político i social. Bajo
hora los vapores del vino principian también a este punto de vista es una lástima
que el chi
encender los cerebros donde reside casi todo el leno no ancle siempre con sus
vaporcitos de li
amor patrio de nuestra jeneracion i las cor en el cerebro,
lenguas para que estos lo arranquen
vuélvense poco a poco mas locuaces que de de su habitual materialismo. ¡Unas cuantas co
costumbre.
pas vierten tan nobles inspiraciones en los

Don Craco tiene la palabra, dice uno de seres mas indiferentes i apáticos !
Nuestro
esos que se
encargan por sí solos de ofrecer banquete es una
prueba de
conocida ver
esta
la, como si fuese agua bendita. dad: uno que trata a los inquilinos de su ha
No señores, dice éste,
que hable D. Pirro. cienda con el látigo en la mano, habla de la

Don Pirro es de los que han improvisado fraternidad de los hombres con un calor digno
182 '

LA SEMANA. Agosto 6'.


de ejemplo-, otro" que
paga los peones de st; puesto" que usurpan contra el! roto sagrado'
fundo en valores que solo son admitidos en el de la soberanía nacional.
bodegón del mayordomo a quien él mismo ha —Es cierto, ¡abajo los tiranos!
habilitado, perora en favor de la libertad del ¡Mueran los enemigos del pueblo.

comercio i de la abolición del estanco, con una —¡Viva Chile!


elocuencia que le envidiaría cualquier minis I estas voces se repiten en variedad de to
tro de hacienda; éste que mira a los
estranje- nos, breves o prolongados, seguir las fuerzas
así
ros como malditos herejes,
aboga desatenta que quedan a cada patriota, formándose
do por la libertad de cultos, i aquel que guar un himno capaz de hacer taparse los oídos a
da empaquetadas las calificaciones de todos un elefante. Los convidados entre tanto se
sus inquilhios,
para hacerlos votar en su fa abrazan i felicitan, con los semblantes ilumi
vor, alza el grito hasta el lecho ensalzando la nados por el amor al páis cuya felicidad juran
libertad del süfrajio. Todos luchan en jenero- hacer a costa de todo. Uno estrecha enlre sus
sidad i grandeza de alma, todos se sienten brazos al criado que viene a pasarle su plato i
inspirados por un civismo repentino, que pue otro apaga su cigarro encendido en el rostro
de considerarse, por su intensidad, como la del vecino que le abre los brazos: todo es fra
espresión del que les ha faltado durante sus ternidad i contento, votos por la muerte de los
vidas. En ese momento sienten que la repú tiranos i aspiraciones al amor del bello sexóy
blica es la mas bella forma de gobierno ; por que no hai borrachera sin amor, como sermón;
que la-república, dicen, es la fraternidad, i sin San Agustin.
los hombres con botella i copa alzadas son los Pero llega la hora del teatro i los convida
mas tiernos hermanos: algunos llegan a exa- dos principian a retirarse quedando solólos
,

jerar sus fraternales ímpetus hasta brindar que no han podido formular su brindis patrió-
por un cosmopolitismo que jamas habian so tero i que se obstinan en pronunciarlo, aunque
ñado. sea delante
dejos mozos del café que les'rien
En ninguna de estas reuniones faltan indi a las nariees.

viduos de aquellos a quienes incesantemente En el teatro los patriotas van a seguir dan
preocupa alguna idea política i que creen que do las manifestaciones de su entusiasmo con
los gobiernos pueden derrocarse a banqueta- perjuicio del público i de los actores, que no
ios. Eslos conocen que el momento es oportu aciertan a esplicarse ciertas voces afoogad-as
no'
para esplotar el entusiasmo patriótico de los que salen del fondo de la platea, eu donde
convidados en favor de sus ideas i uno de ellos varios banquetistas se han reunido.
álzala copa con el ojo encendido, la nariz osa Al dia siguiente algunos de los que juntos
damente hacia el cielo, el cabello desgreñado han brindado la noche anterior por la cons
i 'temblorosa' la mano, mientras que los demás tancia i valor republicanos, por el bienestar
con el jesto i la voz reclaman silencio i aten i felicidad de los pueblos, se encuentran en la;
ción. calle o en el paseo. El entusiasmo se ha eva

Señores, dice el Robespierre de sobreme porado con los humos del licor: encienden su'
sa, hasta aquí hemos brindado por los padres cigarrillo, se ríen de los brindis que oyeron
de la patria, por su' valor i virtudes; yo brin i pronunciaron, critican a los que pasan i se
do ahora porque nosotros cumplamos el sa burlan de los oficiales cívicos que vuelven del
grado testamento de esos héroes i trabajemos campo de marte, después de batir simulada
de consuno, con abnegación i fé por realizar mente a los godos.
la verdadera república. Las flores del patriotismo principian, a mar
Esto de la verdadera república, a que se chitarse; pero como el entusiasmo es una
apela al fin de todo banquete patriótico, es planta que no fructifica en nuestro suelo, esas
algo como el Huemul de nuestro escudo de flores caen sin dejar fruto ninguno i solo que
armas, que "casi nadie ha visto i cuya existen da el árbol para engalanarse al año siguiente
con la pompa estéril de un amor
cia ponen en duda la mayor parte. No obs patrio de
tante, a esa voz, todos se sienten electrizados, circunstancias.
Hai también otra clase de banquetes patrio
porque cuando se bebe no hai necesidad de
-

saber porqué se grita, i muchos toman la pa ticos cuyos insidentes varían algo de los que
labra a la vez. hemos querido describir, por la categoría de

La verdadera república, señores, dice los convidados que lo componen. En ellos la
uno que ha conseguido hacerse oír, es la reu animación es parecida, menos los brindis
nión unísona de las fraternidades de los pue contra la tiranía, que se cambian en felicita

blos, enlazados por los inmarcesibles vínculos ciones por la prosperidad del pais; pero los
del Evanjelio i yo resultados son análogos a los del primero, lo

-Bravo, bravo! gritan todos frenéticos. que prueba, en último término," que todos so
mos buenos chilenos.
¡Qué lindoel brindis! dice uno alborozado.
-Eso si que es bueno! grita otro llorando de 1859.
Agosto
de júbilo.
Señores, esclama otro, no puede reali Nadie.
zarseel verbo que encierra la felicidad de los
buenos sin arrojar a los tiranos del
patriotas,
6. LA SEMANA. 183
Agosto
I.5i «te nombre. I Luego que estuvo con José, le preguntó: —

poesía un
¿Eres feliz?
I. ---Si soi feliz! esclamó José entusiasmado;
El don
fatal que pudo darle al hombre
mas soi dichosísimo. Rodeado de consideraciones,
'la naturaleza, fué la imajinacion. Sin ella nos mujer buena irozá i plata, ¿qué mas, puede
contentaríamos con esa felicidad. que está al desear un hombre? Con esto se come i se diier-
alcance de todos i que. a cada paso encontra .
me bien. 1 tú? ..'...-. .-,-..,. "-
mos sin darnos mas trabajo que el de vivir. —
"Yo contestó solo Marcelo.
Pero el hnmhre marchando siempre en senti —

¡Qué vida tan venturosa la del hombre


do contrario al que le señalan sus naturales casado! ... .A propósito, tuno conoces mi
instintos, se deja gustoso arrastrar por el po mujer? >

der de la imajinacion i levanta altares a los


poetas, jente, sin duda alguna, nacida con un —Mírala. .
;
¡■cerebro enfermo. Marcelo se acercó ala ventana, —-Es esa

Sirva esto de prefacio. niña que atraviesa el paíio?


Un dia un amigo mió, llamado Marcelo, re -~-La misma. y. .

cibió una carta concebida en los términos si •

-Ti-Esniui hermosa.
guientes : —Es preciso casarse, amigo Marcelo., En
«Mi amigo querido : R muchas veces me acordé ( de tí. Hai
'
allá una niña. que. te --convendría mucho; es
«Hoi solo he llegado deK. ; sabrás que
. . .
buena moza i tiene una regular fortuna.
vengo casado con una buena moza. Espero —-Tú estás loco.
que pronto pasarás a darme los parabienes, —

-Quisiera que como yo la hubieses cono


adelantándome yo por ahora a escribirte esta
cido. Qué hermosura! qué inocencia! qué al
carta para mostrarte que de tí no se olvida tu
ma tan sencilla i tierna! Es una flor oculta, es
amigo José.» un diamante de inapreciable valor. Cierta
—Hai hombres verdaderamente afortuna mente, si no hubiera estado enamorado de
dos, pensó Marcelo tirando la carta sobre su mi mujer, me habria casado con ella.
escritorio; mi amigo José después de haber ---Apostaría, dijo Marcelo sonriéndose, a
recibido unas calabazas de aquellas que hacen que no es tan rica como dices?
tiritar al valiente, encuentra, como quien
mas —
No lo es tanto como mi mujer, és verdad,
dijera a vuelta de correo, mujer hermosa i pero para un hombre como tú, su fortuua es
con plata.
¿Por qué despierta en, el vulgo mas que suficiente.
ideas un si es no es ridiculas la palabra casa Marcelo fué convidado a quedarse a comer.
miento? Para mí es un poema, pero un poe Ademas de ser mui hermosa la mujer de José
ma en el
que el alma se anega en deliciosos i era amable i
espiritual. Ella también se em
plácidos deleites; es el principio de una nue peñó en ponderar la hermosura de la niña de
va vida,
pero de una vida de eterna prima que hablaba su marido i en instar a nuestro
vera héroe para que hiciera un viaje a K. Con . . .

I Marcelo fué cayendo poco a poco en una tanto entusiasmo i con tan vivos colores le

especie de somnolencia que le era habitual, hicieron el retrato.de la bella i para él desco
resultado de la concentración del pensamien nocida niña, que pronto en su imajinacion
to i que hace abstracción completa del mundo tomó una forma anjelical.
esterior. Después de la comida varió el asunto de la
Algunos dias
se vistió después
para ir a ver conversación, considerando todo lo que se
a cuidado especial en peinar
José; puso un habia dicho antes como una de las muchas
sus cabellos i acomodar el nudo de su corba futilezas que sirven para llenar el tiempo i dar
ta: sin duda tendría que encontrarse con la
ocupación a la lengua. Marcelo se retiró a las
mujer de su amigo, i era preciso en ese caso j ocho. —
Esta noche me han dado ustedes ñor
producir efecto. Producir efecto es la regla via i no me han dicho siquiera su nombre, di
del hombre de mundo. jo en tono de broma al despedirse.
Numerosa concurrencia encontró en casa —
Se llama Margarita.
del amigo José, lo que no dejó de admirarle, De casa de José, Marcelo se dirijió al teatro.
pues siendo soltero habia sido un poco tu Durante el camino se decia para sí:— Dichoso
nante i la jente formal i de peso raras veces es mi amigo José de tener
por mujer tan be
pasaba el umbral de su habitación. Pero ahora lla i amable niña. Cuándo se realizará tam
estaba casado, i lo que es mas, era rico. Con bién mi sueño dorado! Cada vez que
pienso
esto un hombre puede estar
seguro de tener en esta
esperanza, hasta aquí falaz, mi imaji
por amigo al mundo entero. Marcelo se en nacion reviste con formas tan celestes a ia
contró como un
gallo en corral ajeno, como mujer de cuyo corazón sea yo absoluto due
una letra torcida en medio de una
palabra ño, que al mirarme i al ver que soi un ser
impresa; se sentó en un rincón todo aver
_
como los demás
que ruedan en este bajo mun
gonzado i se
ocupó en jugar con la cadena de do, que he de hacer consistir toda mi felicidad
su reloj. Felizmente en el salón no se encon en una
palabra cariñosa, en una mirada
traba la dueña de casa. Pero bah! Mi amigo José que es sin duda uno
184 LA SEMANA. Agosto 6.
de los mas
pesados i terrestres
personajes que , elegante postura que toman cuando de rodi
conozco, no se contenta, estoi seguro, con una llas en la iglesia adoran o parecen adorar a
mirada i mas de su Dios. El tierno enamorado que contempla a su
no
mujer, que es cierta
mente belleza como puede desearla un
una
querida i que adora en ella al mismo Dios por
hombre. considerarla como una de sus mas bellas crea
_
Hai mementos en que el alma está mas pre- ciones, es imposible que deje a veces de mi
dipuesta al amor, como hai dias mas hermo rarla como un ánjel qno ruega por el que es
sos en que las aves trinan con mas contento. dueño de su corazón. Marcelo no era sil aman
Esa noche- daban Julieta i Romeo. Nunca te ni estaba enamorado ; pero tanta hermo
Marcelo habia sido impresionado por la músi sura le pareció imposible, en un rostro- huma
ca de una manera tan dulce como esta vez.
no, i a no ser por la realidad de las cosas que
Cada nota respondía a una palpitación de su echa por tierra los encantos que le presta la
corazón i su alma se bañaba con deleite en fantasía, habria dicho también que era un án
la suave meledía con que el jénio del maestro jel desprendido del coco celeste qué rodea el
inmortalizó su obra. trono de la vírjen, o á lo menos que un es
Todavía bajo tan agradable impresión i píritu distinto del que anima a los deinas se
mucho tiempo después de haberse retirado del res habitaba tan
preciosa morada.
teatro, se encontraba en su cuarto con la ca Hermosa era sin duda la joven devota. Sus
beza caida sobre el pecho i los brazos cruza abundantes cabellos que dejó ver en un mo
dos, entregado al dulce encanto de la revene. mento en que desprendido el manto de su ca
Al fin fué interrumpido por una voz que gri beza cayó sobré sus hombros, eran negros i
tó en la calle: Margarita!

Marcelo se lucientes, i tanta suavidad habia en ellos, que


estremeció sin saber porqué ; luego sacó su el enredar solo los dedos en sus sedosas gue
reloj i se dijo:— Las dos! vamos a dormir. dejas, debia ser un deleite, sin igual. Sus
II.
ojos negros sombreados por largas pestañas,
a la
par que espresaban dulzura, eran vivos i
La mañana estaba magnífica. El pecho se animados ; revelaban una alma que sentía
ensanchaba al respirar una brisa fresca i apa fuertemente i capaz de resoluciones estremas,
cible. Marcelo empezó a vestirse. Mientras i en el vago tintó de sombría tristeza que
tanto su pensamiento iba i venia, forjando mil habia en su mirada, se descubría que algún
quimeras, proyectos ilusorios i hermosos cua pesar oculto atormentaba su alma. Su boca
dros de futura felicidad que soló podían exis un poco grande í de labios un
poco abultados,
tir en una cabeza algo estravagante como la húmeda i fresca como una rosa de primave
suya. Se sentía alegre i su ánimo estaba dis ra que guarda aun en su Cáliz el roció de la

puesto a recibir aquellas dulces impresiones noche, era tan voluptuosa i atractiva que solo
que ablandan el corazón como un pedazo de allí parecía encontrarse el placer ; por ella
cera a los rayos del sol. pasaba su fresco i puro aliento que embriaga
Luego que concluyó de vestirse abrió el al ba de amor al que cerca de ella se encontra
manaque para ver la fecha; era el trece de ba, como la brisa de la tarde que nos llega
abril. —
El trece de abril esclamó ; hoi cum preñada de perfumes después que ha pasado
plo veinticinco años. Dia trece! fecha de mal por entre las flores de un jardin. Sin duda era
agüero para nacimiento. Después salió a la un ánjel de hermosura, i en sus brazos los

puerta de calle. Allí estuvo un largo rato pa terrenos goces debian cambiarse en celestia-
rado sin saber que dirección tomar. De repen les deleites.
te pasaron por delante de él dos mujeres en Pero Marcelo que todo esto adivinaba, o
traje de iglesia, una de ellas como de cuaren mas bien que creaba en su viva fantasía, ni
ta años, i la otra joven, fresca i hermosísima.' por un momento paró mientes en que podían
Un instante solamente demoraron en pasar ser falsas todas sus
suposiciones. Bastaba el
por delante de él, i en ese instante Marcelo hecho mui natural de que fuera casada para
tuvo tiempo suficiente para admirar la mas que el ánjel se convirtiera ay! en mujer con
hermosa criatura que hasta entonces hubiera vestidos de seda i corsé. Toda flor pierde su
visto. Trabajo inútil seria describir las per pureza desde el momento que otra mano que
fecciones de un rostro hechicero cuyo blanco la nuestra la ha ajado ya. La belleza de una
color resaltaba mas en el cuadro oscuro del mujer es un accidente de la naturaleza, i él no
manto que descendia desde la cabeza. Sus ojos sabia si esa hermosa forma encerraba un es
que sombreaban largas pestañas negras se píritu pesado, o si estaba en armonía con el
fijaron un momento en el joven que estaba rayo de divina luz que la animaba.
parado en la puerta, i en esa mirada llena de Terminada la misa, que no fué larga, Mar
suavidad i a la que se mezclaba cierto tinte de celo las siguió siempre para conocer la casa
vaga tristeza o melancolía, Marcelo creyó ver que habitaban ; pero al llegar a Ja Plaza toma
revelarse toda el alma de la niña. El traje ron un coche i se alejaron con toda la
rapi
iban a misa; como dez de que son susceptibles los cuadrúpedos
que llevaban indicaba que
nada tenia que hacer las siguió a la iglesia. de alquiler. Allí quedó plantado como el aman
La gracia fascinadora con que las mujeres te que desde la orilla del mar vé
alejarse la
llevan el manto i la basquina, realza la vela que lleva la mitad de su alma. Una ma-
fcASJBMANAi 185
4go«o6.
no cayendo sobre su hombro lo despertó de nía&a nn;¡M5tO).ÍOT'9luntariC' o por lo ménps
su letargo.
"
nacido no del interés sino djela pasión, i que»
¡¿Qué haces aquí? le dijo una voz.
*— . caUficá;ndp¡ne;j4e asesjnp'itraidor ialeve, acaba
^AhL mi amigó José!. -Miraba ese . . por condenarme ,a<Ja pena, .cje-inuer^eicomo lo
i
-eodhe que se aleja.- i -.,<-. pjdjó.el Seaor ¡Fiscal; ¡Miserables hombres
or Bribón! siempre detras de las mujeres, ii

miseraüle§.:^yeg!l ; :■/■..:
...-,.. Vi;; c.--.

<, .

■^¿¡Conoces :a la niña qae.va^ adentro?. -..-; EstOjánonié ha .soFgrfindjdo*, porque, ya me


Cómo nó! es la hija de Marialva. ; r¡: ¡ ,,:
— lo
espfecaba.;LQúnicp que ¡he replj.cadq al.viejo
De Marialva el jiígádor?

noíaóri&:es íjuo mi sentencia debe ¡cj#' ip-uclio
—4Sí.;' .-"->-Y ■..:--.'.n-_ -.' .'-í'):-,,;. :.;,.'! giísto»; ejsosgei5oí:esfj4 a.algufl otro de los dé
-
-

es soltetó? estápara casarse?! su. gi$oaJe gue ha ^r£esponSich> misíeryicios.


-

—¿No no : :

—-'Es viudo. '; y


'-'t --"j i:~;-:=jt '■'■■'■ i;
coiiíjlaírias. negra, : jagyati.tud, por.que -nial po^
r^-ía yo %urarnj^^ue-es©s, «¿balleros solicita
'

la ¡hermo-r
ilátc^íoíñubierapagadoporque; ,

■sa hija ide MarjalvEt hubiese sido


hija de un sen Uíi uiuerteicsn tan-to; enipejiosi ella hubiera

padJpeinas hébrado»- Tálvezla amaba ya. :-.-..- deberles tcrtaÍmentejndij'erente,4,ero, loque si


Amai'J-. ■« ,-i los que entienden en esta mat me ináigWjjviyesRiogL^Ja fórmula con que
'"lefia tíiceñiqué siu el amor no hai felicidad teriflUia; *aa SeirteQcia;i.rohécil. Tan solo de
posible. '■■■■.•:¿.k:--: -'::n<y.¡ n:. :■- -■:-'■■-,-- -

pensarl^-me^rrojizc»-,.,! Manda mi benévolo


Mar%étó-$fa"uií mozo jjssrBgülar figura, go
;'
jujee? que jgalga y<) de la grision caballero sqbse
maba de un&nsafed ¡perfecta, Itevaba'iuná veia un ásoó i quctdlesde; Jagpiüería de;la: cárcel se
me aiTaátret, en -unjiGUSr.O hasta £l lugar de]
4iídejpeñéiente i'tranqiiilhY pues; tienia '
sus ¿est?

léfe, yért) no^eía felaz^ : ■ v Y ■«,


jíaWb.ulo,fril;H4a<íJíiÍ0: que PS he podido so7
? ■:■■■.-
pctt'tár- con¡ealma: flft! Jtodráji quitarme la vida
-

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José J(AisTomo
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,-,- -:",,, Dososq. cien veces, ,pe;rfir;}io,i]je ultrajarán impune
tCoaelienS.} mente: Jiadüs; echasí sobre mí un oprobio
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eleaie,; Ah,: ¿poj-^vté agregar ft.Ia, crueldad el


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". ] «Uipei)di(^.--4píB9p^".wlüfi-?-:* la; ¿atrocidad la


:"• osi,Ti- -:...-;..- '■■" -

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:•-■■ ,/?■:••• ruí^Kibojii^cf'da. infemift? ... .í-y : j.jí co/.;;. .", ,'.;
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casclusíon. ";■ 'i -.:-'h i Al .decir .esjtag paíafeas, una espeqie. ; de
,

.-■/■ia-'.-. ..:;.. ': . ■, .


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■...>&■.... . .- "..,, -
convulsión' Begviosa'.aie;uapqdeiróp de Palacios,
XVIII. -..:■'.- <k fijárQnse-.;.sus.¡íOJOS,: sus /Jábiog.' se apartaron,
'

:,,.:.. ■

f'.:<£tiando en da. tarde de aquel, dia volvimos sus arterias, pareció coijio quehubieran cesado
a Vc*aF!r^v' eneontrámoslecbarto mas preo delatir.^spuesáealguftc^fljomentosdemuda
cupado i adusto qué de ordinario. Al ino- concentracÍQft,ylpgcó jcalíaarse un tanto iprpsi,-
iBéüto conociínos qne algo.inuevo ocuctía
en' so situación: en; e&Gtai ,su causa estaba , Mí ha.pregun.tadOi,fsl escribano si apelo

afinada i él acababaide esperimentar esa .sen^ ieh electo lebi respoijdido con cólera que si,
sacion horrible que produce la notifieacion.de pQi^ue.¿cónaQisqnieterme, a una resolución tan
una sentencia de pena- capital en. temeraria? .¿bónio consentir en que ge .haga
cualquier
hoióbre, pero priBcipalmente en, aquellos qae, sobre: -..nu' Un asesinato jurídico, i, lo que es
como Pálacies, creyéndose felices! encontraos todavía más ;hor,rihIe, -en semejante -;forma?
¡dosei-obnstos, sanca Ljen. la. mitad de.su iexisr Nada sintímbargo-se obtendrá en la apelación:
teneia, se sienten- ala sinenabargó arrastrar todos. los jueces son iguales para mí: sucederá
muerte por una fuerza superior
irresistible. e en la segunda .instancia Jo propio
que en la
de algunos momentos de muda primera, no lo dudo! Ah! ¿cómo pudiera yo
Despugs
concentración el reoprorámpó: -. íugarmie?,Pero .¡oh jrabia! Neeesitaria meses
:^- El escribano acabade.venir a notificarme
para cohechar .a ; mis guardianes- o,jim,ar mis
ai' sentencia i «l bárbaro ¡ha empezado por ,

gtállog... .,-. .'.i i el-tiempoapura, no me han dejado


preguntarme sí estoi preparado, -como si una lima, ni.ua clavo, ni tango siquiera un
fuese ííosa tan fácil esto de prepararse a morir SDlp.real dentro dcyni faltriquera. Maldición ! !
cuandó-en el cuerpo i jel alma reboza la vida! ...
■jF.-xüfe
■DoSiinandoaii -justaindignácion.le he tespan» -

-Unajcartaentregadasal.reo en estas circuns


dido SI, pero mi vista se lia : turbado; nn
-

tancias desarrugó ceño i


su pareció, pqr un
sudor frió ha corrido. por mi cuerpo i he sen^ momento espjrku de la ajitacion en
sacar su
tido como telárseme la sangre: mis sienes se que le había dejado -#\ acto porque acababa
tóncharon i mis oidosresonaron largo rato con de pasar. Asi que la abrió rodáronse sus
lágri
ún ruido: mortificante e indescifrable. mas i -taino su rostro un aire de mansedumbre
Ese hombre, a quien llaman ministrada fé idedutóura. iDespues que la leyó cerrólos
«in 4uda por ironía, con acento entre meticu
ojos, quedó algunos instantes sumido en una
loso i compasivo se ha
puesto entonces .a leer meditación profunda, luego tornó a leerla i
me el difusísimo fallo de mi
benigno jaez, que exelam.0:
asienta los hechos i los desnaturaliza, i los fal-í Al
,-,

fin, después de tantos


dias de amar
sea á su antojo,
que encuentra un crimen cifra- gura, tengosiquieraun instante
de felicidad....
de no hubo mas que un Rosario me ha escrito.... ella vive. i
procedimiento justi piensa en
ficable a les ojos de la sana razón, que anate- mí, hoi como siempre. Su causa no es como la
25
186 LÁ SEMANAl Agosto36t.
mia: el juez la absuelve hedió de mi existencia, un aborto del infierno.
creyéndola inculpable
i asilo es en efecto He gozado, es verdad; pero mis sufrimieutes
juro! Después de
¡yo lo
esto bajaré al han excedido.con mucho/mi lote da ventura en
sepulcro resignado i tranquil»,
yaque no conforme, i podré alguna vezaj esta ¥iyaiifaiserabÍe..Asíiiabthénos heilogrado
menos olvidarme del presente para pensat su insipidez i resignarme:a;mitles-
soportar
siquiera un corto momento enel pasado,....' •> tino-. ¡FélizjmeiríteíiyarespQitpooó; desde boi no
en la
Después de una breve pausa continuó: tengo ya;; que pensar sino en. Rosario,:A,
-

■■'

VeaVd., señor, Ib qde es-él- destino,1 lo muerte! .uvin.-.r..:. id ,<;! .-..- ';-¡: ■■•.- 1
'•■--
que es una pasión predestinada i podré decir ..AJÓÜk "fid"--,
también providencial. No recuerdos'!-' se<ló he Palacios decia la verdad: pocos, bieftpocos
dicho a Vd. antes de ahora; pero iyoeonocí a eraniíos dias: que le quedaban- de vida— Su
la mujer que adoro siendo ¡niaoi.i hoiratpefl- sentencia fué confirmada por. da ¡Corte. -Su-
sar en ella i al saber
qué siempre -me finia-, prema.de' SantiagoV» devueltos ldsiáutostíles-
vuelvo a creerme tal i a imajinát*m&, como pues desnegado el indulto íique,, se: p,idi¿ al
entonces, rlsueño-i juguetón, alegre i vivoj Consejo.de Estado, dl.juez de ¡Goiicepcipíbes.-
triscando i retozando con miscon'discíptílosde táwpó: en. ellos elieúmpjasel de .estilo** i^.Ho
escuela i decolejió en las calles i en'elJcampoi breve: perón irreviocablfe colino los 4e¡ PJOSiiiel
en el rio i en el cerro, en las -¡-arboledas! ;en reo fué puesto en capilla inmediatamentei,-- ..-■:
lá' casa donde pasé mis primeros años, tneeídio YEsfinútil háblanacjuí .-idel sufritniento: moral
por les sueños dorados de la juventud i alen •réet las lideas' .horribles ,qu éi dtaFante; sus. tres
tado por la esperanza i por ' el sol- vivificante dias de-; agonía, a.todáhqraiía'n todo instante
déla patria. La pequeña ROsaRd con Su- piel asediaron a este hombré,rsin iabaftdoflarie.n,{i
tostada por los calores! sus -Ojos negros i sus solo monjento i cada vezpias espantosas I mas
rosados labios, era mi vecina i muchas veces crueles' a'mérjítfá- que su término se acercaba.
también la compañera de mis' juegos infantil ¿Para que referir tampoco las vióle'ratas i Jss-
les. Nuestras madres se -querían 'i nosotros ju trañas^euiociqnes que tuvo que esperimentar
gábamos ensupresencia, pase^thpíni§s rearriaí en terrible situación v encerrado" én un
tan
mos juntos, contábamos cuentos, nos ocupaba-* i sombrío calabozo, rodeado de guardias, abru
mos en mil entréterisíones i habláb'ambsde tóelo, mado por consuelos ;que-£l creía estériles i
como niños déla misma-edad péfOno del' mis asediado constantemente por una sola idea,
ino sexo.
.Después, ya notJorríamossinoqNe lu la idea del crimen LdéTíastigo, del asesinato
chábamos unO con otre. Yo dispiítábaa-Rosa- ifdel éadalsb? Baste¡decir.que¡eKfSu;oora2on,
rio el triunfo en'- ia carrera, la fuerza-para le-^ eomo en >el de iodos los condenado»! dfesa es-
vantar- bultos de peso, la destreza, ©n ¡los mo^ peciev-hu&óen ésos aciagos dias u tiat ¡terda-
vimientos, la ajuiciad para saltar o para na- derai tempestad,i una lucha incesante éntrela
dar en el rio ert las tardes de véráitoi Cuando vida -i la muerte, una frajedia:qué empezó con
ella' se veia vencida, enfadábase' á veéek, i yó la conclusión dé suiprócesó i vino atQEOjiríW
toe enfadaba también! la replicaba: .'.«mejor! cóuel patíbulo." Y ni. y ¡ ''''-'■'' ! ím':.¡:,-
-■

tanto mejor!» i luego íbamos a daría queja á Cierto es- que la ¡historia de sus sufrimien
nuestras madres, que nos reprendían ¡en alta tos ihorai por hora, minuto por minuto, supli
voz para darnos inmediatamente la' razan en cio por su-plicioi- envolveriajtalvez: una'grave i
voz baja, a cada cual de nosotros. Mas tarde, profunda enseñanza. Su lectura habri&jíalyez
en nuestros
paseos, ella se apoyaba:, sobre mí hiecho menos- lijera-la mano de los que- arro
brazo i yo me sentia orgiillósode'íilevarla i jaron con su conciencia,' en la balanza ; de la
como enmudecido por su contacto. Marchá justicia;5 la cabeza dehese ser intelijenteque
bamos entonces lentamente i hablábamos des pensaba i aunaba, la capeza de ese hombre de
corazón quedeseabala vida i que nunca pudo
pacio i sin que nos oyesen. Una tarde ¡la re

cuerdo como si fuese -ayer! en i el huertóda



sentirse dispuesto a la muerte. Mas ahora
su casa una carrera: era : un mo esa historia dé nada serviría i escribirla sería
apostamos
mento en que nuestras rñapos temblaban al trabajo inútil, porque la justicia, a quien les
tocarse. Ella echó a correr delante de mí i yo antiguos figuraban ¡ciega,' no puede aun' abrir
la alcanzó a cierta distancia: vuelve >' tomar sus ojos a la luz dé los tiempos modernos; ¡por

que las leyes no establecen diferencia entre Jfis


¡
me la delantera, pero yo torno a alcanzarla:

entonces corremos jútltos i al- llegar al término eriminalés,:iii¡ distinguen ál que delinque por
me le adelanto i con aires de vencedor la tomo ínteres de aquel que obra solo arrastradopor
una pasión espontáneaiardiehte o movido como
por la cintura i la obligo a sentarse conmigo
bajo un manzano. Pero una vez sentados, i por una fuerza orgánica irresistible; i final
mientras mirábamos la marca bordada con su mente, porque ni nosotros ni nadie logrará
pelo en el pañuelo con que enjugaba sií fren jamas convencer a; los pesimistas de que el
te, nuestras mejillas se tocaren, confundióse crimen solo impera allí donde ;sé causa volun-r
nuestro aliento i un casto beso vino -a ser el tariamente un daño, pues que solo la obra de
la razón i el ■■■ consentimiento de la volun
premio de mi yictoria i el principio de -un
amor tan desventurado como eterna!. tad pueden1 revelar su verdadera existencia.
Ah! en aquella tarde yo tuve el paraíso en Donde ellas uo imperan soto se advierte el
«nicorazoii pero despueslos contratiempos han
,
! mal i la necesidad de evitarlo en adelante.
.
187
Agosto 6, UCSEIMANA. '_
aias tei criminalidad verdadera! laí-ju¿ticia de críínen digno de castigarse con la muerte es
JS sanción penal no existen a los ojos de la fii- un demente o por lo menos un maniático-, i es

losofía i del interés social- bien.entendido.'; ¡ . indudable que, conociendo su enfermedad,


Pero, el ejemplo, se nos dirá todavía.*™ i ningún filósofo, léjislador, ni juez, ningún
tóego^iel! condesado ai pena, capí tal? por eual- hombfequecsfecreyese.racioual mandaría ja
cfóier eMinén es necesariamente: ün¡ pecador más; al patíbulo a los maniáticos ni a los de-
arrepentido, que'mtfere con todo&lossaux'dfos mexUesl , . . ..
■-

i a quien- la relijion 1© abre elmuüdoidelíespí- k . k ■. xxr.


ritu cuando la sociedad le cierra el de, la-ma -
Pero ¡conejuyamos.— Después de tres dias
teria;; i eomO-;tódo&iieneB ná¡as;o ménbs eh-su do preparación- i de martirios la sentencia de
pechóla conciencia de Dios que adquirieron) naúerte; de Palacios recibió su ejecución. Al
!

ensu ifl&ncia o queei sacerdote les üiítóde, principio todos:; los. oficiales de la guarni
-

de ahí procede que la horca o el banco de los ción se, p-etestaron enfermos i ninguno quiso
ajusticiados no' soopai-a ello» otra cosa ¡que
'
salir. al mando del piquete que debia fusilar
la escala del cielo;». •;•(:; -oí icncq lo: el horror primitivo despueblo-, por su crí-
'--
Vanas,jperoque: vanasv?rklt<tnlas: qw-
mas men vino,así a convertirse en una compasión
ilimitada ien,un interés
vivísimo por la sal
■sepas L; ¿fronde
estáai k>s. cristianos: de .estos
tiempos que querrían cambiar su mísera exis vación del condenado* Díjgsea éste, i aun se

tencia terrenal spnr ese suavísimo escalón1: ce denunció a la intendencia, que el dia de la eje
leste? Si ehia cuasi totalidad de los casos está. cución, 'habría un movimiento popular para
probado que el ejemplo de las ejecuciones ca escaparlo. En efecto, porción de individuos,
pitales es ineficaz para retraer ál verdadero arabos suyos o que simpatizaban con su

eriminal,sestá probado también que en la ma causa, no se todos aquellos dias


..apartaron en

yor parte de esos casos los consuelos rélij i q-h del;pórtico déla cárcel.—Pero nada: la auto-
sos son estériles para-individuos que,; por una . ridad toinó Sus medidas, i un sárjente coman
tei de propia- naturaleza, no pueden ¡prepa
su dóla tropa encargada del fusilamiento, que se
rarse a morir en medio de la; vida i alumbra hizo en larfmadnigadá del cuarto dia i siu mas
dos aunpor la luz delaesperanza. 1 luego ¿por que un corto número de espectadores.
qué razón castigarla; muerte: con., la muerte? El réO:Salió,: de la capilla por sus pies i, así
¿acaso:se resucitaal decusa ultimando asu< ase* llegó hasta, el patíbulo, alta la vista, enteroel
sin»? ¿i con qué derecho acortar voluntaria-^ semblante,; sin manifestar ia-menor emoción
mente la vida: Cuando la mortalidad natnral^ ensus: p.alaiiras ni en sus acciones desde que
se hubo convencido de que su muerte era ine
por-sí sola,' es entre nosotros tan espantosa de
swyo? ¿Por qué suprimir los irazoá trabajadoj- vitable. Llegado al lugar fatal elevó al cielo
pueblos cuya primera necesidad es la una. mirada de
inspiración, la vista de la es
'

ros en

inmigración i donde se gastan caudales para cena qué sé presentaba a sus ojos inflamó su
traer individuos qué cultiven nuestros de cerebro, el torrente contenido de la pasión pa
siertos campos o que vengan a fomentaren reció cornóT qiie devoraba su alma; pero un
nuestras ciudades la industria i las áftes?.¿por momento.de reflexión provocada por las pa
qué eliminar al hombre ea un pais donde, ia ci vi- labras dei sacerdote que le acompañaba vino
Kzacion i la riqueza, la educación i la produce a calmarle;
pidió a los que le rodeaban que
cion i todo se encuentra estacionado i restrisi- rogasenpór sü almái dijo ün adiós mudo pero
jido por -falta de hombres? 1 én fin, ¿por qué elocuente al ídolo de sú amor i luego se arro
desesperar del arrepentimiento? ¿no demuestra dilló i una descárgale tendió en el acto por
nuestra propia esperiencia que el trabajo i, la tierra hecho cadáver! La sociedad esta,
prisión solitaria bastan para dulcificar el fes» ba vengada.... lá justicia humana quedaba
píritu i para correjir hasta los caracteres mas satisfecha.,.. ;péro, aparte delosinocentes hi
depravados i perversos? ■•-'■■''-:. jos huérfanos, dos víctimas propiciatorias dé
. Parécenos por todo esto que la aplieacíon la incorrupta Témis quedaban también sa
de la pena de muerte ei* casos como el.de qué crificadas en aras de una venganza inhumana
venirnos hablando, pero mucbo>mas todavía

i estéril!.
én causas políticas aun cuando- sean por -in
cendio u homicidio voluntarios ,'■ es ún absurdo

Cumplida así su sangrienta misión los sol


social que solo revela una verdad dolorosí- dados se retiran, i satisfecha la curiosidad de
sima; un hecho que desacredita nuestra ¿atu- la muchedumbre i el interés de los amigos
raleza i pugna con- la humanidad; a saber : cpie del ajusticiado, estos se alejan también como
el hombre convertido en majistradoparececo- huyendo presurosos del espectáculo patibula
maque se complace en elseotimiento detesta rio. La triste comitiva no marca ya mas que
ble: de la venganza i del odio, cuando por el una línea ondulante en la vasta ribera del
contrario- debiera considerar como divino el Biobio.... apoco no es ya sino un punto i este
pensamiento del léjislador o del tribunal de punto también desaparece en el espacio. :
justicia que solo viese enfermos allí donderrla
sociedad do vé mas que criminetles. Tiempo El cadalso está desierto, pero una mujer
hace que la ciencia médico-legal ha demos desgreñada i anegada en llanto aparece i corre
trado, que todo el que se arroja a cometer un entonces a abrazarse del cadáver. Sus miradas
188 EA SEMtANÜ. Agosto 6*

estraviadas buscan peW nada encuentran: Fija ranzas No sediga^u* no és 4^1. El^ue Id du
ios1 ojos' eü -sf-uSfemU- i¡ al insíanté los cierra da pon^lamano'sohiie'su(0oilatzoüii( procure
/•orno pnrá-escapar del v$*íO
espantoso qué lai comprender lo que espesan sua latidos. c ,

6ircunda¡ LO ííriice"ique-'ó^e
s*n -sus propióa i La espdranz&.ds eLprindpiodé-vidactetcída
alma, es-síi aire^ .so hja l s'uealoft Cuantío!
'

suspiros i es td«pt<óTúhatfisHi'ielótor qpe loqué


h» resta de existencia no paíe^tt- peftéaecen ■

eUá'nos/deja,- :tod.Q¡ho3 :¡dejia también. De lai


sino a la muerte. Sola i mísera, sin aféet&8MH espfiraaKaí-partei a la esperanza, viene todo;
vínculos que la ligueiiaíimindo, ella se siente ehqestli' mondo; lia vidte eá uflál-constatíte; es-i
morir sin qiielá-é§p^anz-«'veft'g"*'ít'pt}Sargíílun is ■■>! h¡J ->í -;i ■

pectativaii ¡.r.oir. -i -
iv ;¡¡ - "ir;

momento sobre sii '!***« tnpi-ííftiáeiíii'j'il SÚ


■ '
íSiüel±ciinbre>i<teseav; oree i ,amát-^és por
cadáver, devorado' poTlá tíiittíédUd'delisuelo,
: draeosberk, ;..''!V-I; slin^h -.-.o j.Y- xkj
'

después de sei*yir dé'''i)astO'1 a?tó*i,ept»!te§i¡ií5? Siieíihonibre^iensa, ¡trabaja* .s'ufoeiluchaí)


cTéjárá eri aquél ltfgSi1' áiíft) 'hüBSos qW| vengaií r-^ks por qna espera;-. i ¡1 ¡ .■,¡'L> ;-.!.->-)o- ■
,

;iSinl' 'homfo»'aoííenebastante,vigor,páráiso;-r.
a
poner espantó e'fl 'e^'ánluifo déteítonbhei'bs
que Stráviéiáair-fctlifek '¡-^lura-.q
W "d :■; :«!
portar los abrojos i espinas del-.cftroioOu sinoi
cae rendwlcííeii ¡la-mitad -de sit¡ si
-!: Sin embárgb/uño dé-égfósr' nambíes q«« jornada,/
sé hahíá llevado^ consigo1 'ét cHdá'vei- 4<A-ffflb desafía, dolores; i malaá fortunaájt^r€&. pOKq-Hfi;
le ■tenfa!déiitr,or'd^sti<fer^a'rt;á¿íí)*í- pbt enca*y ■■'■■b: k up '-^.':aaiJ

; ;■'■ ¡- ¡.¡sin
espera/: .., ....

go de te? deudos,' •a.péffc'íbe:'á¡:ia¡déséspe»ádá'


-
:
{LaíésperaiTzá és: fe primera íftor/fpue hroím
éünuestra alhrá. inñéstro éorazort,¡IoSperfuf>I
mujer, la- sócoi'ré ¿orno puede ,-': SáMa de; Stí
'■' '-
maj alienta i sostiene, di es tanihiendasultlnia-

letargo i la' Vuelvé'á-láividá.-


-

,:-
a la misisa queisé-maréhitai muere!,¡Y'
l: i¡
Desde entontes; todos' los diais^
:
•' ;' &' ¡¡

libra 'én que las ' tdmjJátttó- 'ÜtéTSafl- FilaH(eigee> Pero la éspenañza tieáé suq ingíaíosiLsúS
•■
- ¡

ahüriciarón eñ aquel- -la" 'iiMíéffe dé PalatíiiteV incrédulosi-«áíaiqBÍén.Kla-aGusa db ser nada


ésa mujer, recléák"tíast&!l-hoi éfi'él monasterio raen os¡ quefnéiizá; kresistible i que n os¡ eni-
!\a •■ -

dé Trinitarias dé ^]oncepcióB,';Cubiefito Com puiavqneinos empelloiiea' tras, las huejlafe del


pre' él rostro iia¥iegaiiií'en-'lálgiiS|iníis,ífx«ga toddengaño,' que¡ nbs- mantiene én iperpetua
constantemente '¡íflTodftláda ál pié ¡
d%'> la ' Cfuí riña; con él presente- i en ¡acechó dte>se(ifinjidó.
cTé'iíuó'de los'-'cladstrosV patá' Vttlvéiídeí-púes úiasallá ji|u8c venimos; biiscarido en jtodoneii
a'énCéri-árse ensúxéldá gótoáriá; sinótóconi^ eurso; de lá existénoiaV- hasta q¡u-e¡fatigadosv

jíafiíá; que sus rp.énsáníiéi!!*o.s: -ni Otrd tíéíisúeto jadearrtesy; aniquilados, damos ef almaia Dios;
éh-sus desgraciáis' cjiie lá-míseriookíia'de Bio§ i !ei cuenrrio á iúriat sepultuba, -n-Sin' éllaj sin los;
i el récüerdó'dé -su: irifálistoái»cJW,r^ ocml süeñoá etn quenas¡¡ínecei, sin:la3ÍLuíranesidq
'
: .

quíe noá roefea,- ¡sindósioastillosen ebairg. qw


"ÍÍAKCÍA.L, GÓN¿A¿E!¿. .',
'
nbs;fabrica; nos detéadrianios- ért -e3( primer ■

puerto ¡inedioi abrigada,que: encontrái'áanos en


>bifi:' esta tormentosa;návegacion que Iláriísmos v&
da. -Pero rio: es necesario seguir adelantó!
adelante! i siempre adelanté! El viento arnaeia;
eü/riiar,; ¡etral corcel ¡salvaje^ ¡sacude. sus iie*
vad'asicrinles;::lás;ve&s sé rasgan;;. lofe irerástiles
sí o no Y-la -felicidad s el ¡placer, en se ¡qüejany se bambolean;
¿Existe, erájenv parece cjuei
este bajo mundo?-í-Hé aqúi^riná pregunta a la caen; ebeaseb deTánáve-tierñbkV'Sé saqudei,;
que jamás -le hamos hallado ¡satisfactoria: cóhi- cotoopara.ce|pátitar ,sn, miedo; no importa:.
testación;.' '; -Y ..,.!■-• aki.-, "(! ¡ ; ">-- = = "■
ahí vendrá: la bon^iMÓx i la bonanza no viene-,
.
Unos dicen:^la vida es elidolorj .y:;;;--' rd
i
biique se; feumerje^i. todo concluyé.-W^
i el
'

i Otros:—-la vldi es ¡upa.Hiiseeláneádédo- ^Pobres cobardes!' .:' ; i


:

■■'-•; ...
.
i. ;.;; ¡¡.

lores i placeresí; 1;.,.:.;;:7 ¡-.- '<■■ ,-■■ ;-'i -¿>Y ■■•;


- ■.
¿Adonde está ese puerto-enque'podeivecbafc

Los de mas.alláí^la vida es algo que rio se


- anclas: i del que la esperanza nos ai'Vaiíéa?
puede definir;; .; -n. -'l ■■&■ :;;"> MqstAdnoslopues, que para nosotros es cómfe
'
<":-•■
¡ - -■■
-

Pero nadie se ha aventurado todavía; a Id pletámtente deteonoeidol- < '.¡¡--.i.;;:. ;•;. .'-.■■ '..-..' ;

asegurar, que. la vida -es la fe ¡¿Será por ventura, que llamaiBOsdicha?!


-

-a. eso
que sepamos,
licidad.— Sin embargo: ¿cóxao comprended el desgraciado del, que en¡ olla érée; i.a ducha •

amor que se la: profésáy las congojas i feíhoí- e'ff-algbde ítah vaporoso como una ilusion:ide
res qnc al hombre asaltáis cuando^Ve llegar sü tan¡ mentido coriip nn;súeño. Lá dicha noee
desenlace? .' . -
ffl>as:quénn engaiño de la apariencia.- i ; . ... ,

Para' amar la vida é.inecesatio qudalgoá Siempre binies resanar ái nuestro. lado ; la
pila nos amarre. es Nadie,
posible creer, ame palabríi dicha i el adjetivo- dichoso: Nos vol«
instantes á defender i ali- vemos—*¿i que>es lo qiie encontramos? Algdri
j entregue todos sus

írieniar el sufrimiento;-— Entonces ¿la felici hombre a quien todos sonríen i saludan .o al
dad, «1 placer -existen?. Paréceno's qué nó: lo galia mujer a quien asedian necios énmon-
qtie'existe es la esperanza de encontrarlos. -
tórtj' a cuyos piessfe postran mil corazones de
, Por eso lo que a la vida, nos ata, loqué nos estopa, i que está obligada a escuchar coii 1»
hace, llevarla en paciencia i abandonarla con risa eri los labi^ i éfl- tedio, el aseé en el co -

la esperanza i ñadainas que la espe razón, las lamentaciones del uno, los suspiros
pénales
Agosto fu L4 /SEMANA, m

del obro, los chistes impertinentes de este, las j I estos son los- seres que el mundo llama
mentiras groseras de aquel. dichosos! Se vé la risa que pliega los labios;
^Qilé mn|er tán'dichosa! se ésclansia por pero no se vé la arruga que surca la frente ni

"'
todas partes. ;'r:
''; Y. menos la espina que hiere el corazón.
I
algunos, áifegMí) el nudo de la corba Por todas partes se pye¡¡ ¡

ta, estirado el chaleco | los cabe-- compuestos; —

¡Qué hombiFe tan djehoso!


llds, tratan do ábriise paró hásfa dll»pafa: —

¡Qué mujer tan d^ehosa! ;


aumentar el número de sos atorfiiéntadoresi I todos, nuevos Colones, nos echamos a
; Mientras los hombres la asedian, la abru cruzar él océano «té la vida en busca de esa
man, la exasperan, la confunden, la ahogan a anhelada tierra.
lisonjas,. las mujeres,; teniendo p^r vanguardia Estelse dice: No hai dicha mas completa

los prétehdientesr que han hecho fiasco, era-, que el matrimonrorMSoíéasai—Al cabo de un
prendéheh su contra una campaña en regla. mes, de dos, cuando no al dia siguiente, se
¡Vaf ¿, vaya! dice una fea,^—que sonTas

encuentra eSn que dicha i matrimonio no son


que siembre inician esta Clase.de náláílas, i —

sinónimos.
lá crédula, pobreeita! Segura éstóí quese inla:-/
"

El oírd sédíéeí--Todo se compra en este


jiña és verdad cuantoTé hriénteri; múrido? íengátabs oro i tendremos dicha.— -

-¿Lqúe dovéras-se cíeéra hermosa? pre


Sé'porie Wn busca: dé una fortuna, anda, tra


gunta la que a la fea se sigue. -■*'"
baja, suda, esquilma ál uno, apura ai Otro,
j—Sgria$hi¡steSo! agrega -fat de mas aHá! estafa al de mas alia: ya tiene oro. Pero cada
.;
A poco ánd^r se.ronipeel, fuego ett toda la , rhonedk le recuerda algún triste drama reasu
línea, quedando encomendados a las mamás; mido én un susplrÓ,.en.unaiágr¡ma, en un ai!
los buenos i decisivos oficios, de la artillería;
partido dé lo mas íntimo dé un corazón deses
Por aquí se dice:—Es una'pérfida! perado. Quisó cómpfaí la dicha i compró el
Pot allí: Es una coquétaf
'

'

remordimiento.
Por el centro:— Es riña descocada!' ; En todas partes -tireemos encontrar la di
Por la izquiércfet:-^-Es una perdida! cha: vamos a asirla ¿i qué nos queda—Piada!
Por la dérecháí— Se necesita mucha des El hombre que ama es dichoso: amadnos; i-
vergüenza! i ■■-■"..'■'■ ■■'■' :::.'- -;í'¡
en vez déla dicha damoscon los : celos que ;
■ '
- -
- - ;

Hasta, que por fin truena la artillería— Esto


. nos ehyenerian o con el iiástío que. nos mata.
es una inmoralidad!!- .-: , . La gloría és la dicha-, vamos tras esa som
¡Cuánta dicha, caro leetpr, cuánta dicha ! bra tan herniosa coirio falaz; i éh'su lugar ha
Pero corramos este velo, avancemos un poco llamos lá envidia que nos araña o la calum
mas. Por aquí también anda cíe boca en boca nia-que nos escupe ál rostro sus nauseabundas
la pálahra— dichoso, Pongamos el oido a lo salivas.
qué se charla: Los placeres son h. diGha: nos lanzamos en
—Es un. hombre que Sabe gozar. eHos ¿i qué .encontramos?—Acibaren el- fondo
—Qué trenes tan soberbios tiene!
:
de todo.;va60s una ilusión de menos i nri des
Qiié hermosa es su mujer!
;—

engaño de unas en cada noche de orjia: i, por-


■'- ;
—¿De verás? ;
reinale, la degradación del cuerpo, la muerte
-

-i-Sí.Y "'-'■•- •■■- '■'-'■


del sentimiento, la duda sofocándonos el
-—Paes él;: es bien fea,' bien viejo i bien re alma. . .

pugnante. ,. ,,¡
¿A dónde está entonces la dicha? sé nos
Tiene dinero."
preguntará.— -En la esperanza!

.— Calle Vd.: coneso iodo queda dicho i es-


¿Qué es entonces la vida?---Uoapérenne
plícado, lucha entre el dolor i la esperanza!
.—Qué ciega i vqtuble
' '
es la fortuna!
¡Suframos i eéperemosl
Hombre dichoso!

Justó Arteaga Alemparte.


—¿Lo envidia Vd?
^-Nó: pero quisiera: poseer lo que él posee.
—Menos SuS desgracias^ ¿rió es así?
—Cómo; ¿ese hombre es desgraciado?
: Consejo.
—Sí: porque aína a su mujer i ella no lo
-

aína; porque quisiera ser .joven i és viejo; por (Soneto)


que quisiera ser hermoso ¡¡ es feo-, poique
búscala soledad i el ruidqlp persigue; por Si quieres algún dia con tu acento
que,, tiene celos i se vé obligado a devorarlos Revelarme el amor que mi altea anhela,
en silenció; porqué sí su lecho es de plumas, Ese amor infinito que desvela
para él és de espinas, desde que los celos háii Al pecho rebosante de ardimiento;
espantado el sueño de sus párpados i la tran
quilidad dé su corazón. No me
digas con falso sentimiento

Pero eso que Vd. dice es imposible. Que porque tu alma no recela
me amas

Sin embargo, es la realidad. Falsía en mí, ni por que ves que vuela

Triste realidad, por cierto. Siempre del bien en pos mi pensamiento.

Como .todas las realidades.
¡
190 LA SEMANA. Agosto 6.
Dime que : me amas, si, como se aman ''V ,
derecho ítiui 'disputa ble i mui disputado, i el do
Ias nubes con el viento mujeres! derecho claro i perfecto.'
que las riza, naire de nuestras
Las gotas de roció con las flores, Sin' embargo, la semana que transcurre ha per
.■.■;;;•,-■• •>
.
j i¡:ii .- ;'■]?:• -■;! '-'■■'-■■ - <

mitido observar sfntornas fliprgraves de una reac


Tan solo por amarme! Nunca inflariiari -

ción española, que, iniciada, pn el< -teatro, ha, priado


Amores que se explican, son ceniza. ''•'-''.
piado también a dejarse sentir en ebtaipednad o dé;
¡Los que solo se sienten sóii amores! ';.
"*

, r .,..,.; •-.- 1 , ■■.,■'. '■■ -.- r ;.!. .-.'!;•,,, i las calles, Hemos:oido primeramente!»!» zaratea
i-i ; Martjn José Lira. .<; ¡ española,: ejecutada porcantantes españoles, :un
la
¡drama español, desempeñado por actores espa
'

''■■:.:. j.ii.-ji-j- icii O '■ :■


ñolea," i una pétipieza najo idénticas condiciones,
.¡.■i Feos de'Jii semanai 'sin -contar uiiáJ canción española, 'cantada con
'
.'¡'b í.-; ;.i: :hí;;:¡;> ,-. '■ oh
a i

,:.i YG.íSkntülgcb
,

íuna.iráciiádéítb'áóespañoia, i un bailé esriañouen


agqsta;§de;i859i¡. ¡

que la Thiérryl/Bernardelli hubieron de^cbsírazarr


tuvo tentaciones dé se„dei majos españoles i Corby
Sumario. —

f.a madre Uosliijw.,.-Ti%^$íI$f^>eBl»^e-


mana.— Un ¡disfrazarse de zapatero espaw^ParUefldo del teñir;
pintor esjpañol.-i-Pre.QCjjpa.cioin esj¡$jp.la,
,— Una adquisición -de la, rooda_.^i¡ibliograf¿a,— In?-; pío de las Musas; lavoga espalóla há-. dado lá¿ vuel
.

credulidad.— Semana teatral., ;;,,r,.,, y,,, ,'.;-. r ta a nuestra capital i ¡arrastrado ,eh su cursó 'hasta
las piedras de nuestras vías públicas, que la auto
Lo qiie es hasta 'ahora, 'á decir 'verdad, rió' ridad local se afana, tíacé algunos años, por 'dejar
hemos manifestado grande a ficjori a las cosas de,
transitables, a
ejemplo'-de' kv España i Otras na-,
España ni conservado muí, relíjiosámente ¿ijftpia- tiempo, con1
ciorié's!ctúétrab^án;'rnohace
,

rnénos
ternales tradiciones, salvo una que Otra reminis
cencia del reinado de
igual propósito éli/lps caminos' de su política.
piadoso
Felipe IL Asi qus de Nuestra autoridad local, poseída .de una perseve
jamos las andaderas, antes, de tiempo según se' ase- rancia enteramente ha vuelto la obra
española, a -.

gura,,perdíihosIos hábitos i costumbres' i' 'hasta la ardor i cerrado entreunto la! entrada de
con nuevo
memoria de la''dMnad<m-'eSpa-9cil&1&ic^'^imi- ¡muchas calles a cuantos no tienen h : fortuna de
tiva'por suJhórtesto reposó- i oscuridad", épócáciá-' andaj.en dosipiés..Sii¡iel:fln justifica 'jo* atedies,
sica por latinidad dé siimoiiotoniai época romáji-'
como creen algunos hombres: deiestádó^es'de es
tica por siis duendes, brujas i aparecidos, qué eran;
perarse qiief. éstos' médioá' tan' poco' lffi>éralé§i!qrie-
la cuestión, italiana 'dé entonces, es decir, un ...tema; cfárfin tarde o temprano justificados éoii 'sil' jln. No
de conversación inagotable, yá que no, como aho-; Iraj razón para desconfiar ; de "cjíle,', andando" los,
ra, el manantial mas fecundo para las colamnaSr: ; tíempos,:~ tenga la España1 Buenos' gobiernos i riOso-,
de loso diarios í revistas: Departe denn. todo,\ >que '"•
tros buenos empedrados, ...,,. ,, ¡. '.-,'-, -r.
éramos,: paramos: a ser un todo con sus partes, Por último, Já patria .del'Ciíha querido, tatnbien
transición ¡rfluií'iácibde conciebirsíe pói* ibedío del recordarnos qué np,;ha perdido ^(¡memoria de sus-
calcule infíniffesimaly e inen¥rímóVén la ingratitud'1 Velasquez i Murilíos. Las bellas «antea y españolas
filial mas lastimosa.' Olvidados de' nuestra antigua acaban de enviarnos a uno de sus adeptos, el-se-
madre, hemos buscado' dondequiera fuesé^ que no'
ñoriMarüñez, distinguida pintor i grabador espa
la Península modelos que, imitar, elem.eutosrdé cul ñol^ de quien tendré mas tarde ocasión dé ha
tura,nuevos órganos para, nuestra vida. ¿É?..és,ta- '<
blaros. r
- '

culpa de.la España, que no ha podido, procurarnos Ya podéis sóspecbar que merced a esta irrup
lo que pediapapSi ocle nogptíos, qge -ñola hemosi ción española se lia dejado ,en paz a la guerra eu
lo que podia próciaramos? ''No es. dado re
pedido ropea corí sus 'Franceses, ¿Jardos. í Austriacós i a
solver a priori esta cuestión,
que. me contento con los Norte-americanos con sus -cuatr o vapores,
que
enunciar, pero es innegable que nuestras inclina- ya hacen esperar deiJiasia.íiov;N1 ha íogradojd.is-
se

eiones i carácter son tan poco españoles como pa traer mas la atención pública de; su, -preocupación
;
co orijinales. La actividad inglesa se ha apoderado
española, la: ¡formal ^declaración ique- ha. hecho de
«le nuestra industria, él Injenio. francés de nuestros :
nuestra aéutcalidad ¡;en:la:-.cuestAon ¡¡italiana el-mi-
gustos, la música italiana de nuestros oidos, el nistro de Relaciones Exteriores,; contestando a una?

realismo norte-americano de nuestras jerarquías nota del E. dé N. del imperio francés. Flijalmen-t-
sociales, i la España se ha quedado sin lote en la te, para que la; señiaria no fuese sino española;'
rifa. Bien cierto que no falta quien^crea que la
es el enemigo mas encarnizado del vino i de las fies
vieja metrópoli nos domina todavía con" su políti- tas, el águá, sé cernió el domingo sobre Santiago
ca. ¿Con cuál de las dos? porque hai Sin duda dos i dejó desierta la Estación del Ferrocarril. Apenas-
políticas: la política de la jente española i la polí sí tal cual soirée,' mas o menos concurrida pudo r

tica de losgabinetes españoles, como hái cometas realizarse en la noche de aquel dia, aniversario
celestes i cometas de papel.— Bien mirado todo, del padre de los- hijos de Loyola, que no es! otro,
bo
poseemos mas títulos a la herencia española como sabéis, queel fundador San Ignado;i esto
que el idi.jcia castellano, que creemos hablar, atención a que el santo era español.
'
en en - -
"

Agosto 6. \¡k iSKI^M. 191

Una nueva conquista de la moda femenina, que novedades -esi-, fuerza. trasladarnos al -Teatro Muni
en otras ocasiones habria
esparcido- el pánico en la cipal, quei ha alcanzada; esta semana el aura po
numerosa falanje de los maridos i papas, ha pasa pular de las conversaciones* .

do esta semana sin despertar .mas que raras que Qué le ha parecido a Vd- -.la zarzuela?"
...— . ,¡

jas i lamentos, sofocados sin trabajo. Quiero ha,- —Me ha gustado ¡mucho la Mur.
blar de la reciente innovación introducida.en los ■
^Qué le ha pareddo a \'cL el drama?
vestidos del bello sexo, que ha-,sostítujdo,el-antÍ7- —
La Mur me ha gustado macho?

guo corte diagonal por el corte al sesgq o al tra rQué le Ife parecido a Vd., Maruja?

..-
'
vés, alteración mui oportuna i en estremp propi- Mucho me ha gustadola.Mur,

cia al consumo. De. treinta, a treinta i cinco me Qujájle ha parecido a Vd., la canción anda

tros; se calcula que sea la cantidad media de tela luza' , ,: ;.-, ;..-:.
exijida por un vestido de la nueva forma,, dado
■—

La¡Mtit me ha gustado muchísimo.


caso que no lleve mas que una falda, quesiempre Tal ha sido en efecto el feliz, estreno que ha

vale llevar ,hecho.en ,nue§tra escena la señorita Mor. Notable


mas precaución una segunda, i sin
a

tomaren cuéntala quilla, adorno marítimo, que como cantante por su vgz simpática i estensa, es

ya descubre tendencias ahumanarse, convirtién .sobresaliente. .como actriz, ya caracterice la pasión


dose en devantal.— Esta amplificación pe trajes. ha dramática o el ridíctilo cómico. El desembarazo j
protoovido lina cuestión importante,
que.es su con naturalidad d§ su acción, su jestiGulacion siempre
secuencia. ¿Seguirá vijente la crinolina o debe ca dóci) a. las enjpeiones.i la pureza de su pronuncia
ducar? ción fácil, armoniosa i clara^que, emite las pala
Teatralmente esta semana, la bras sin tropiezos ni, vacilaciones, satisfacen am
española como es

conversation no obstante ha-dado un momento de pliamente las exijencias de la declamación i serian


mano al teatro i la
España para ocuparse de un
a bastadles a
hacgr tde ella. ama actriz distinguida, sí
libro notable que ha visto la luz pública : El- Por na, aS,adi£se a estas dotes los, atractivos de la her
venir del hombre, por D. Pedro Félix Vicuña, fía! mosura i de ún donaire encantador, i no fuese de
hermosas pajinas en este libro,.dictado por el amor esta suerte una' artista eminente como acaso no
a la democracia i a nuestro pais, en que abunda su habíanlos tenido,, ocasión de aplaudir de mucho
honorable autor. tiempo a esta .parte. ¡Cuánta pasión i sentimiento
Fuera de éstas, seria nuestros cír en la Matilde de Es un
Anjel, i en la Maria de
vano pedir a

culos otras novedades, Amor de Madre! qué gracia tan insinuante en la


la
ruptura de un
a no ser

contrato matrimonial, que estaba a punto de per- I condesa Maruja i en la buena muchacha Juana!
feccionarse. Acaso os interese su relación, que qué jentil desenfado para hacer palpitar. las notas ,

debo a la amabilidad noticiosa de


amigo. un vulgares de una canción andaluza!
Es el caso que el Sr. H. padre de la her
. . .
,
Cerca de la Mur está
Clapera, el airoso capitán
mosísima Lesbia, fué en dias pasados a hacer una Alegría de El Valle de
Andorra, que hasta, Jjo¡
visita a su futuro consuegro el Sr. Z. padre ...
,
continua en su grado de capitán. Solo una vez ha
también de un gallardo" mozo bautizado con el hom dejado oir su voz de barítono poderosa i agrada.
bre, de Aristoméno. Preguntó a un criado que ha
— ble. Clapera, es- un hábil zarzuelista i no faltan
bia el zaguán por el dueño de casa, i el mas
en motivos, para sospechar que también puede ser un
tuerzo, después de haber ido a tomar lenguas en buen actor dramático. ¿Porqué entonces, no de ,

elinterior, volvió a responderle con una


injenui- sempeña lus papeles de galán? .

dad desesperante: A juzgar por la primera impresión, los demás



Dice mi patrón que no está en casa. cantantes de la zarzuela se. hallan colocados en el
Fácil es comprender que el Sr. H. . . . se reti modesto rango de amateur?, i, en defecto de otro
ró mui poco satisfecho. cualquiera, podemos incluir en este mismo a los
Seis dias después, hubo de ir el Sr. Z.. a coristas, nuestros amigo s de marras, que si no
..
pa
garle su visita al Sr. II.... Apresuróse éste a reconodsteis a la simple vista, tampoco tardarían
salirle al encuentro i detenerlo con estaspalabras, mucho vuestros oídos en recordaros eficazmente.
dichas en tono seco. No deja de haber cierta satisfacción en reanudar

No estoi en casa. antiguas relaciones,, aunque hayan de traernos al


Cómo!— esclama desconcertado el Sr. Z. gunos malos ratos.

,
. . .


Pardiez! —
le replica con ira el Sr. H. Sin correr igual peligro habéis tenido
. . .

.

oportu
yo he tenido no ha mucho la dignación de creerle nidad de celebrar la reaparición de otros antiguos
a su criado
¿i Vd. no tiene la cortesía de creer conocidos ; de Gáitan, por ejemplo, actor cómico
me a mí? de merecida nombradla, de la señora López de
Reñidas asi las partes contratantes, Gaitán, la aplaudida característica, de Corby, el
que no son
las mas veces los contrayentes, del matrimonio, | popular bailarín, i sobretodo de la pareja Thierry-
Lesbia i Aristoméno continúan solteros.
j! Bernardelli. Vosotras, adorables lectoras, habréis
Para entrar en el dominio de las verdaderas '' recordado los diáfanos círculos en eleva el
qué se
192 ■'LÁ 'SEMÁfÍA. •Agostó 6.

rahumerio quemado en vuestros dormitorios, i cá¡é él telón se siente ajitadó í-'éntéhiecido.— Un


-Vosotros, benévolos lectores, las anuladas espira^ riiflo', rio hiño Ü^dóbe años apenas, desempeñaba
les en que se resuelve el homo de vuestros -ciga anoche ei'papel'dé Arturo, i Colocado entre dos
rros, i prestando a aquellos cíenlos o a estas es- verdaderos arlístífs, ía Mur i Gaitán, obtuvo un
piralesla májiade* ritmo i la' armonía, habréis merecido triunfo.' Es una organización precoz
procurado explicaros poí esté mediólos jiros pro' mente desenvuelta, que' sorprende i deja esperar
dijiosamente artísticos de la Sra; thierry. mucho desü'tálentoJ
Preciso es convenir que el Teálro-es en este
en

Un viajero ingles,' a quien nie ha1>ian presenta


momento un almacén de novedades! variedades. do en el dia,'pcupaba lá noche del sábado un asien
platea vecino déí mió. ^Él pobre irlozo de


Entre las
novedades, la mas flamante es sin to dé

disputa la zarzuela, de que aun no pueden darse Coldé pronuneió eri riiala hora el hombre de la
cuenta nuestros oídos, monopolizados largO tiem ciudad dél:;Prdfetá, i mr'vecíiio," viendo el éntu-
po por la música italiana. -En lo que hace a 'va siasmó0i regocijo' 'dé "los ¡espectadores, me pre

' ■■"■"■■"
riedades, hai por lo menos en campaña cinco de guntó sobresaltólo:
las Nueve Hermanas. jAsi es que, sin" contar la —
Por qué! serien? "

:
música i el baile, hemos- asistido, entres repre —Es Un recuerdo... Ji '■/'
sentaciones, a una caricatura exorbitante : MaL fiientbfén! un rétuerdó histórico..::.

dé —Precisamente- no' ¡és un recuerdo histórico


;
•ruja, a una preciosa comedia en un acto
' '
' ''
"Scribe: La pena del Tallan, i a dos dramas dé lá !:''" ' ' ' '

sirio '..;';
'
'"
",' '
•-

escuela moderna: Es un ánjel i Ámorde mdd¥c. ,..; ""..'"'


'

'.
—Ahí -., .

él primero de González Bravo i"el Segundo tornan -^--Sirib memoria tm de


qne1esriárvehidd á;ía '
■•■•;■■-'.■-■' '

do del teatro francés. licioso poeihita: Catalán : lós'pér'fiih.es dé Barcelona.



El drama de González Bravo es, a no dtidáHo,
''
'■
—No lo conozco. '"; ;" -

Una concepción hermosísima/ Lá pasión 'cíe úría """'i-i-I^o es estrañe. ,."'.';"''


madre jóvení i la de su "hija despertada^ 'pói1 un í mttúr'istá británico quedó, Si'ilo'tniír enterado,
;
mismo amor, concentradas en e! misino individuo, nerfecta'merité satisfecho dé :fflí esplifeatíón.
••
,-' ;
--
',:.-, ■..'■- .';.; r, I ;:;:.-V!->-¡.: b fil ;:

que ama a aquella ífinjé amar á esta, la estéril ab


Domingo Arteaga Aii^irartíe... ;,
negación de la una, que sofoca laívóz de sü cora

zón enamorado i quiere ser madre antes que mu

jer, i la engañada credulidad de la hija qñepaga la


al fin a su madre la deuda- de su doloroso sacrifi CrOj^^íielones de síisejrípcion»
;
sin: esfuerzo situaciones animadas, los sá
cio, acarrean :
La «S'émáná» áp&réíct? todos
dramáticas, la lucha de la pasión i iáriónA diez l'seis
escenas

moción de los sentimientos-. Sin embarco, el mo»


bados i consta por
del pú
,

ahpr^Üej
simiente del drama es lánguido i su' Ínteres se
papuas eri tollo. Xja protección,
adormece de cuando en cuando. Formado eí en
dico decidirá de,. su .incremento suce-
#0;,,,
'

:.:,-¡|- .•> ■',. :■;■„.. -;,.; : .

redo en las primeras escenas, la acción décáeí-'no


.

vuelve a reanimarse sino en elültimo acto. El Rrecio .dejasuseripcionij pesos- par


carácter de la hija, qué°acaba por ser kiíi ánjel, trimestre ¡adelantados
no es hasta' entonces masque elde una hiña poco Se recibensuscripciones en
reservada i bastante curiosa, que revela á sirma-
SÍntiago. Imprenta del Correo,, pa-

dre el nombre de su ídolo, a su ídolo lá pasito de


su madre i sustrae por fin a ésta un retrató' qué sajeüBwlnes. ;, y —

ella no vé, pero que permite que otro vea.— Lá


;: y^LPARuso..—emprenta i librería ¡del
excelente versificación del drama seria mas viva
Mercurio.
si fuese menos lírica. , Ser-ena.-— D. José ©omingo Cortez.
El primer acto de Amor de madre, mediocre ' -

Copiapó.--^Librería del "Mercurio.


descolorido, solosirve alaesposiciondeestedrama, •Galbéra.—Editores del Tren.
encerrado todo entero en el segundo. María ¡es uña Concepción Libreria del Mercurio.

madre desventurada, si lasftai, que está sóriiétida Talca.— Sres.E. i,S. Ilondanelli.
cruel disyuntiva: renunciara hijo o de
ChiUañ.—Sr. D. Afeaban Sirédey.
a una su

fraudarlo de un brillante porvenir. Quien tal dis


LíaiÁ. —Establecimiento del Sr. Ri-
yuntiva le ofrece no es otro que un lord ingles,
motivos mas cordi, calle de las Mantas
que la engañó hace algunos años, por
vive creído de sé Arequipa. Sr. D. Manuel G. de Gas-

o menos plausibles, i no quépatra.


.1 tresana.
ñas aristocráticas, en que también creen muchos
otros que no son ingleses ni lores. El cuadro, como
veis, está impregnado de interés i emodon. El es IMPRENTA' t)EL CORREO, Pasaje Búlaos, núm. 14.
pasa fácilmente del uno a la otra, i cuando
pectador
PERIÓDICO WOTICIOSO, LITESASÍO E CIENTÍFICO

-
'£'
ülédactoiei) : litólo i oí/ouiiuao <X)iicaqa <.bleu.pa.u-'.

Año I. Santiago, Agosto S3 sic 1S50. Xtissi. fiS.


Pero esto es io que no ven :ii comprenden
LA SEMANA. hasta donde debieran los que se echan sobre
sí el pesado i difícil encargo de dar rumbo
SANTIAGO , AGOSTO 13 DE 1859. a la nave de una sociedad. —
Si acatan a la
libertad no es por amor, porque tengan en

•Los que sueñan. ella por necesidad, por temor.


confianza, es

Desde este momento la mala fé es el ple
oLa idea ha vencido siempre al sable.»
nipotenciario de los gobiernos en sus nego
(Capóleos en Santa Helena.)
ciaciones con la libertad.
A la verdad es época, estraña la que al Este es el gran mal de tocias las organiza
canzamos. ciones gubernamentales del presente. Hai
Casi en todos los pueblos de la raza lati en ellas miedo a la libertad. —
Jamas se la
na vemos a la -fuerza avasallando al dere acepta sin reserva, se ia abre de par eu pai
cho, la
compresión siendo la última palabra
a la puerta de la dirección de la sociedad.
táctica de-lapolííicade los gobiernos; i sin em Siempre se la pide sacrific^^pie la des
bargo la libertad gana terreno i no hai quien naturalizan, se la obliga a trancar, a firmar
no la
invoque, quien no gaste sus colores alianzasmonstruosas, imposibles. En último —

i se declaresu caballero. Ivi el poder mas —


resultado se la convierte por lo jeneral en un
omnímodo, mas irresponsable mas brutal ,
rodaje incómodo, que en vez de alejar los
mente fuerte atreve ya por dias de
se estos a
peligros una perturbación, de un estallido,
romper lanzas con ella en campo abierto. los hace hasta cierto punió fatales, —
I todo
Si un pueblo se insurrecciona es por la por falta de fé en su poder.

libertad. Cuando se pasan en revista las desgra


Si un gobierno despotiza es
por

la li cias que han venido aparejando a las socie
bertad. dades los incrédulos de ia libertad, uno se
Todo hace nombre i para lo que
se en su su pregunta ¿qué es enjer.dre. la duda?
mayor honra i gloria. In error: —
Se cree responsable -a la liber
Esto manifiesta que la libertad no es una tad de todo malestar social.
de tantas ilusiones como el hombre persigue, Error es nada justifica.
este que Por —

sino la gran necesidad, el constante deseo, donde quiera que un desquieiamento se obra
¡a perenne esperanza de las sociedades. la libertad ha desaparecido o está aherrojada.
Verdad es esta que -encuentra sus
pruebas Este hecho tiene su comprobante en cada
cada manifestación de la vida de un pue
en
estrepitosa manifestación de la vida ele u.¡
blo. Lo que el hombre busca individual
pueblo. Asi vemos: siempre que la oía

t—

como colectivamente es -

libertad! popular empieza a ajilarse, se la pone es


El ignorante que pide instrucción, —

pide clusas en lugar de abrirla cauce, se ia com


libertad. prime, no se la dirijo.
El pobre que pide bien estar, —

pide li De aquí nace que io que debi-j ser un


bertad. suceso natural se trueca en un fon '-mono, lo
El trabajador que pide obra, —

pide li que debió ser un movimiento saludable se

bertad. trueca en una perturbación que pono enpe


I así cada uno. —
La libertad es el norte ligro ios mas caros i sagrados intereses de
del hombre. la sociedad.
Por toda lucha para cerrarla -1 paso
eso Pero la libertad triunfará, no hai que du
es temeraria, infecunda i siempre f.mesia. darlo. ¡os pueoios es
194 LA SEMANA, Agosto 1%.
a la estabilidad en el
progreses al orden sin ! hai todavía quienes creen la fuerza el solo
compresión'; i estos bienes no pueden alcan medio de llevar en orden una sociedad.
zarse sino en el terreno de la libertad.
¡Ceguedad o ignorancia!
La fuerza ha hecho su 'fceiapo.—Desde Adonde ha cimentado la fuerza ese orden
que un pueblo conoce sus atrechos, com^ tan decantado? Señálesenos un solo pueblo
prende sus necesidades i
es capaz de buscar de nuestra raza -en que tal cosa haya su

por sí mismo los medios de satisfacerlas, cedido !


solo la razón puede gobernarlo, es decir, la Francia que vive sobré un
:¿Será en
la discusión i la libertad.— Todo lo demás volcan?
soñar. la
que vive
es
¿Será en la España con mano
Para penetrarse de la verdad de nuestro eii la cartuchera?
aserto, basta parangonar la respectiva si ¿Será en Méjico que Vive en permanente
tuación de las naciones en que la fuerza es
anarquía?
el principal ájente con aquellas en que lo es
¿Será en el Perú que hace una revolución
la libertad.
por dia?
¿Qué vemos en las primeras?—-Intranqui Bolivia?
¿Será en
lidad constante, recelos, antipatías entre ¿Será el Uruguay?

en

pueblos i gobiernos, orden intermitente,—


¿Será én la República Arjentina?


temores siempre permanentes,— a los go En todas estas naciones no vemos sino el
biernos sospechando en cada ciudadano un despotismo o la anarquía disputándose el
.

conspirador, —a los ciudadanos mirando en* gobierno de la sociedad,— la intelijencia


sus gobiernos enemigos obligados de la fe
comprimida,— la acción progresiva de los
licidad i prpgteso social.
pueblos anulada, el ciudadano convertido —

En las segundas ¿qué es lo que vemos? —

en siervo,— la dignidad humana puesta en


Todo lo contrario. El orden no es un mi

la picota.
lagro sino un hecho, la libertad no es una

He aquíles opimos frutos de la fuerza!


ziermosa palabra sino una realidad,— los
Triste i desconsolador es su presente;
ciudadanos no conspiran porque mandad
los gobiernos no temen porque obedecen la pero aun mas lo es su porvenir, si lo tiene..
voluntad social legalmente espresada. Porque ¿cuál es el porvenir que se la es
lo que las pera que la ilustración i el bien es
una vez
Así, —
en primeras provoca una desarrollen i formen mayorías pensa
tar se
revolución,— en las segundas es un pro doras e independientes?—Desprestijio, des
greso ;
tronamiento.
Lo que en las primeras necesita años para
«Todos los errores, como dice "Vauvenar-
obrarse, —en las segundas solo ha menester
de horas, de dias; gues, perecen por sí mismos una vez aclara
dos.»
Lo que en las primeras pone en tela de
La fuerza es la negación de la intelijencia
juicio los mas trascentales intereses de la social. Desde que esta intelijencia adquiere
sociedad, —
en las segundas los afirma, les
consistencia i poder i es capaz de revindicar
procura nuevos caminos en que esplayarse, su propia personalidad, no es posible gober
nuevos elementos de vida ;
nar comprimiendo, solo se puede gobernar
Lo que en las primeras jermina de entre dirijiendó. Creer lo contrario es alimentar

la sangre ,— en las segundas es enjendro de ilusiones tan vanas como funestas. —


Buena
la felicidad; seria que nos penetráramos de esta verdad.
Lo que en las Convenzámonos: si la fuerza es un mal en
primeras es armonía,-—en
las segundas es antagonismo. el presente, es un imposible en el porvenir.
I no puede ser de otra manera. La tendencia natural del hombre
como de

En el sistema de la fuerza hai obstáculos la sociedad sacudir toda carga, a rom


es a

materiales que vencer. per toda traba, a entrar en el pleno goce de


En el sistema de la libertad solo hai vo la mayor suma posible de derechos. Ir en
luntades que uniformar. pugna con esta tendencia es luchar contra
Sin embargo, apesar de la historia, apesar las leyes del desenvolvimiento humano, leyes
de lo que dia por dia estamos presenciando fatales sí las hubo.
AgostoJl3. LA SEMANA. 195

¡Paso a la sociedades! —
Todo lo demás tencia no la liberta de la tentación, que bajo
es soñar. la apariencia de un apuesto mancebo, Love-
lace de oficio, se apodera de su inesperto co
hace que la fuerza manda i opri
Siglos
me al mundo. La sangre ha corrido a torren
razón
entregándola indefensa en brazos del li
bertino. Natural es naciera entre ambos jóve
tes. No se ha quedado arbitrio
por inventar nes una
pasión cuyos resultados puede sin
para afianzar su dominación, desde los ver esforzarse preveer el lector; pero lo que talvez
dugos hasta los ejércitos permanentes; i sin
no adivina es
que el galán, verdadero tipo de
desalmado sibarita, con notable mal gusto,
embargo no ha tenido un dia tranquilo, abandona a la nueva Ariadna por bellezas de
siempre ha vivido temiendo i desconfiando, baja estraccion i licenciosas costumbres, con
sobresaltada por el mas leve ruido, viendo las que consume las noches en impúdicas or-
enemigos por todas partes, cuando no en jías. La pobre Magdalena cansada de esperar al
infiel durante seisdias, se dirije encaminada por
guerra, en paz armada eon la sociedad.
secreto instinto a la ciudad, (cuya existencia
Es preciso ceder a la evidencia. No hai —

edificio
jeográfica también ignoramos) i vagando por las
gubernamental alguno estable si la calles llega por fin atraída por el ruido de bá
sociedad no pone su hombro para soste quica francachela al lugar en que se encuen
nerlo. Todo debe de la sociedad i tra su Arturo compartiendo sus románticos

partir
venir a ella. pesares con unas cuantas mujeres perdidas.
Artnro con poca edificación de los lectores ni
El pasado ha sido de la fuerza; pero el mucha pro del poeta, pronuncia un brindis,
porvenir es de la libertad. que de paso diremos es una pieza bien pobre,
El pasado ha sido lucha. en que
después de algunas estrofas en que re
El presente es desconfianza. pite lo que muchos han dicho sobre los place
res i el vino,
El porvenir será armonía. concluye con estos versos :
Ciego de quien no lo crea. «Goza tú mientras vivas» ,£
Los incrédulos de la libertad son los ver
Del vino i las mujeres
I si mañana mueres
daderos soñadores del siglo diez i nueve.
Te reirás de Dios.»
Justo Arteaga Alemparte.
No tanto nosestraiía que Matta escribiera
tan estravagante concepto, cuanto que le con
Poesías de O. Guillermo Matta.
cediera los honores de la reproducción en la
(Conclusión.) segunda edición de sus poesías : parece que la
estrofa fuera la burla de un mal enemigo del
No es
injenioso el argumento de La
mas
poeta! La infeliz Magdalena que esto escucha
mujer misteriosa que el del Cuento ende comprende que el suicidio es el único reme
moniado, aunque tiene el último siquiera dio posible de su desgracia, i como toda he-
la máquina sobrenatural que reanima la na roina romántica apura un tósigo después de
rración entrecortada con frecuentes digresio escribir a su amante una carta perdonándole
nes. La mujer misteriosa es la historia de sus desvíos i perfidia. Viejo asunto, trama
todos los dias, sin incidente alguno de la in vulgar, desenlace preciso i que sobre no ser
ventiva del poeta, sin una sola circunstan nada moral, recuerda involuntariamente las
cia que despierte el ínteres en sucesos cuya pinceladas con que otros maestros han sabido
marcha i catástrofe adivina el lector desde dar vida á la vetustez de estas escenas. Sin
que
comienzan a relatarse ; i si en el Cuento en detenernos a comparar la carta de Magdalena
demoniado estamos dispuestos en obsequio con la de Elvira, deEspronceda,
¿cómo encon
de lo fantástico del asunto, a olvidar su inve trar en el héroe, en la heroína o en los suce

rosimilitud, debe el poeta esperar igual


no sos, el interés que le han quitado los novelis
indnljencia segundo poema, destinado
en su tas, dramaturgos i poetas que tantas veces
a cantar una acción
humana, que como tal no nos han referido idénticos acontecimientos?
puede tolerar la licencia de la Musa que con Confesemos que la imajinaciou del poeta tan
el pasaporte de
Apolo, se cree dispensada de pródiga en tropos, no anda mui fecunda en
respetar no ya solo las reglas del artev sino inventar argumentos para sus poemas; i lo
también las que la naturalidad prescribe en que es peor, esclavizado por la decantada
todo acontecimiento que se supone acaecido elección de su- asunto esteriliza sus brillantes
en nuestro mundo.
Magdalena, la heroína del dotes, descendiendo de la altura de su talen
poema que nos ocupa, se encuentra en la soli to a confundirse en la esfera común de los va
taria morada de un
bosque qne la ha regalado tes adocenados, como
oprimido con el peso de
el poeta, sin que
sepamos quien es ni como su error, removiendo las cuerdas de su lira,
vino a aquella romántica mansión, en que vi que lanzan entonces los vulgares sonidos que
ve completamente
sola, apartada del mundo otros antes que él i mucho después habian
que no conoce ; bien que tan estraiía exis producido i producirán con poca gloria de las
19G LA SEMANA. Agosto 13.
-as. • O
que La niu-.'r //i-'..-'.'/ (''.-■",' sea una mino, hasta la negación sistemática de las mas
c-)ii:;-.(!.-ic'Kin despreciable, si"o que a un poeta necesarias, de las mas consoladoras verdades?
que ha mo-trado feliz injeni > en otras obras, El incomprensible, el absurdo panteísmo,
se. le deben miserable subterfugio del espíritu que, com
reprochar esas composiciones, .

hijas de la ncglijcncia o del flrurito de llenar prendiendo las nociones déla relijion, se niega
vibiiüones que ;-on ¡os títulos de la reputación rebelde a respetarlas, como él presuntuoso
de las iY.-a'ij-.'iicias mediocres. Nuestro poeta navegante que abandona su segura barca por
lab 'ion lia ¡agrado amenizar con mas de una echarse a nadar en un océano sin playas, en
belleza la leyenda que analizamos; i la in que se ahoga invocando en vano el ausilio que
troducción, ia descripción del bosque, los la- despreció orgullo. ¿No comprendéis por
en. su
i.rentcs de .Magdalena, son
pasajes dignos de otra parte que ese panteísmo, parodia poco
so numen. injeniosa de la mitolojía pagana, no puede
Después cié la publicación de los Cítenlos jamás servir de base a ninguna sociedad, ni
e,.' re, Matta ha dado a luz en los periódi
.¡-,9, menos ofrecer a la intelijencia i a la imajina
cos varias
composiciones i últimamente ha cion la fuente inmensa de inagotable inspira
nido .oes obras en dos tornos impresos en ción que el cristianismo i el catolisismo, sobre
-!,-:,l Desde los Cuento'; eu verso ha sido
todo, abrió a las artes, a la arquitectura, a la
el mas popular, el mas aplaudido de nuestros poesía, a la pintura? Arrancad al alma sus
poetas, gozando siempre de Creciente favor. creencias, i habréis cegado el manantial de la
Permítasenos sobre este hecho una observa verdadera poesía i el canto del poeta será el
ción que no envuelve crítica. ¿Por qué pre graznido del cisne llevado de su laguna a la
go otare mos ha logrado Matta esa voga jene aridez del desierto. Para nosotros, la tenden
ral, cuando el carácter ele su poesía es el mas cia escéptica o panteista de la poesía debe
contrario a nuestras costumbres i creencias, combatirse como un contajio dañoso a la so
cuando el vuelo melalísico de su musa es el ciedad i perjudicial para el mismo desarrollo
menos comprensible a ¡o jeneral de los lecto dolarte; porque de otra manera tendríamos
res, cuandapnra saborear las bellezas de sus que aceptar la lei de Platón que, admitiendo
versos, se requere un grado de cultura inte a los poetas en el recinto de su líepública,
lectual no mui común de hallarse en todos los les paseaba por ella sin permitir el contacto
que admiran sos obras? inconsecuencia es es con los demás ciudadanos i los conducía des

ta que solo el prestijio de lo que se cree oriji


pués a las puertas de la ciudad.
nal puede esp'icarnos, ya que este sería tam (ion tesemos que no anduvo errada la. porción
bién el único que pudiera esplicar la estraiía de nuestra sociedad que condenó como per
anomalía que presentaba nuestro público niciosas algunas doctrinas del poeta, i tanto
aplaudiendo en el teatro el Himno de la de- menos cuanto que ellas contenían en materias
hiccraci-:/, que era un cántico filosófico a la sociales principios de una influencia mas di
idea así tan popular como una doctrina de Es recta, presentándose bajo una apariencia mas
pinosa. engañadora que los que acabamos de notar.
La crítica no puede adoptar siempre la opi Matta, célibe como jeneralmente gustan de
nión diel serlo los independientes hijos de Apolo, si
público irracional i' preocupada mn-
chas v ecos como el barómetro de sus
juicios; guiendo la equívoca teoría de Jorje Sand sobre
nomuí ; ei hubiéramos de encadenaría al irre- la misión social de la. mii.er, i que todo el ta
feeaivo entusiasmo nos provoca una peligrosa lento déla amazona ele la literatura moderna,
oi-ijinaüdr.cl, tendríamos que sacrificar la con no ha podido conciliar con las leyes inaltera

ciencia de! buen gusto, las leyes eternas de la bles do la moral, parece querer rehabilitar
sociedad a la pasajera voga de toda innovación. aqueila hermosa parte del linaje humano, de
Lejos de nosotros el pensamiento de sujetar la la humillación en que erróneamente la divi
intelijencia en el círculo tradicional de añejas san sus paladines. De aquí ciertas declamacio

ideas; pero si la poesía asumo como lo creen nes sobre la esclavitud de la mujer, sobre su
o
oía misión social civilizadora, postración intelectual, sobre su libertad que
es
que la cumpla eu bien de sí propia no se cuida el poeta de decirnos a
que leyes
ib e-.eion en cuyas filas combate sin se
sujetaría, i de aquí en fin una doctrina no
I misino edificio que debiera con sos mui nueva tampoco i hasta funesta, lo diremos
robustecer. ¿(cuno aplaudir ia teñ sin rebozo, a cuyo término se tropieza con el
óle. ni'1, el espíritu deao ;auizador desconocimiento del matrimonio, que si nues
o 0.3 Illü- tra relijion consagra con un bello sacramento,
cbos bao celebre-do la victoria de la in-
c o, ¡o la sociedad acata como la piedra angular del
Y'i'eoela qae ;\e. ¡pe i, s grillos remachados al edificio social. Ya que los novadores olvidan
:ijr.--peiis-ami-:¡LO por i.i preocupación de la el divino orijen del matrimonio ¿con qué ins
lee-.-: anead? ¿'Jet pee! -.-:...: a ti poeta darnos en titución humana podrían remplazarle? Dígase
ieee .e de ese críYionisnao que sodnz-a i quiere lo que so quiera; ios instintos morales del co
r -fe e, tierra, qaé eos carian ios campeones razón se rebelan contra una teoría
cuyas con-
se dilatarían hasta la
sscuencias^ prostitución,
hasta las últimas relajaciones del vicio, i
e „-.o i:¡.'e;*.ua;b con funesto eutu-iasmo,
que
envuélvela desteeeciou de! santuario de la fa-
197
A&osto I3i LA SEMANA.
albe-
tiernos vínculos, ha sido para entregarla a su caprichoso
niilia, la ruptura de los mas
olvide su propia
el trastorno de las relaciones que constituyen drio, hasta permitiile que
naturaleza descendiendo indignamente del alto
la felicidad terrenal. Ciegos soñadores que ven Sin pre
la esclava en la compañera, la repugnante puesto que a las artes corresponde. de la
ciarse de clásico ¿qué pensará el lector
obligación en el recíproco afecto, í un contrato única en su es
leonino en esa santa unión de dos existencias siguiente estrofa, que no es la
enlazadas para la dicha común! pecie en los Cuentos en verso.
Por desgracia no son los errores que aca «La mujer es un fuelle que se hincha
bamos de apuntar los únicos en que ha incu A. voluntad del hombre, esclava en todo,
rrido el poeta. Sin embargo de su afición al I el honor es a veces una cincha
Para apretarla bien i de otro modo.
esplritualismo, se complace con frecuencia
en

la pintura de escenas sensuales; pero de un Cuando el deseo en su nariz relincha


Ei hombre entonces el siniestro apodo
sensualismo inconciliable con la índole ele la
Abdica de tirano i comooreo
poesía, i que con razón le quita el priyilejio Ante su esclava póstrale el deseo.j)
de poder ser leido en todas las edades i con
diciones de la vida. El recargado colorido, la
detallada insistencia que emplea en algunos i el poeta que así escribe es sin embargo el
del arte, qoe procura
cuadros amorosos, la tendencia a manifestar campeón de la pureza
rehabilitar los sentimientos del prosaísmo
i
los sentimientos en su espresión material, no
de un siglo materialista. En la pri
r.os parecen muí conformes a ninguna compo corrupción el pú
sición poética, tanto porque el autor debe pre mera edición de los Cuentos en verso

sumir que será su obra leida por mui diversas blico podia haber perdonado este i otros des
ad
clases de lectores, cuanto porque dando a la lices; pero repetidos en la segunda, no es
ese jiro materialista se la aleja de su mirable que se formule sentencia contra el reo
poesía
verdadero terreno. ¡Estraña inconsecuencia del contumaz i reincidente.
fanático por lo bello i que busca su Por otra parte, en la absoluta libertad que
poeta,
ideal eu la impura fuente del sensuaüsmo! ha querido conquistar el poeta falseando el
Rara, tendencia la de aquella poesía que ago carácter peculiar de la poesía, i muchas veces
tando por una parte con el escepticismo el violando los mas usuales preceptos del buen
i pensa
manantial de las mas hermosas creencias, gusto, si por lo que hace al fondo
hallar en el materialismo la inspira miento ha llegado a arrastrarse hasta humil
procura
ción cuya verdadera fuente se ha empeñado des, cuando no chocantes objetos, no ha da
ella misma en esterilizar. ñado menos la espresión, el lenguaje poético,
Anteriormente observamos que el autor de ! empleando locuciones que si el purismo con
los Cuentos en verso, siguiendo la escuela de dena, tampoco ha consagrado el uso en el vo
j
Bvron, se habia dejado arrastrar lejos del cabulario de las musas. Parece que Matta no
asunto por continuas digresiones, i ahora j se diera gran trabajo para arreglar
sus estro

añadiremos que ese falso jiro dado a su musa ¡ fas, ni que se empeñara en pulir la espresión
con ilimitada licencia, le ha hecho resbalar en j de sus ideas, para ias cuales acepta las pri
meras voces que halla, con tal que sean signi
mas de una pendiente. De aquí la desi- j
gualdad en la forma i pensamiento, la brusca
j ficativas, aunque no brillen por lo pulcro o
transición de una idea a otra mui diversa, la castizo, i ese descuido que no es quizá mas que
asimilación de conceptos do contradictorio j un abuso de la amplia libertad con que desea
carácter i de mui distinta -esfera, que se ha- j manifestar su concepción, introduce en sus
ciñan i confunden en un mismo pasaje, tal- j obras una apariencia de desaliño i neglijencia
vez en una misma estrofa, sin que pueda el que el poeta podría fácilmente evitar, pues
en

lector allegarlos en una unión comprensible, mas de un pasaje se nota que conoce como el

sin que pueda formarse una impresión pro- j quemas la índole del idioma i el encanto de
funda i duradera destruida la primera emo- una fluida versificación. La historia de Clari
j
munda i alguos trozos de La Mujer endemo
cion con otras mil que le suceden, hasta que
el espíritu se fatiga en aquel incesante revol- niada contienen muchas estrofas cadenciosas
-

ver. Con ese método que hace imposible el de bella armonía; bien que creemos que el
interés dramático en la narración, que con- autor de los Cuentos en verso nunca podrá
vierte la poesía en la espresión egoísta de los distinguirse como versificador de nota; porque
sentimientos individuales del poeta, se vicia el mismo jénero de su talento, le aleja de ese
también la inspiración arrastrándola de la mérito que cuando no se funda en un don de

cúspide del idealismo, a los sarcasmos del la naturaleza, solo un estudio paciente i una
panfleto, arrancando la deidad de su empíreo, minuciosa prolijidad suele suplir.
para hundirla en las bajas rejiones de una sá Pero para la verdadera crítica, al juzgar las
tira que no es la de Horacio o Beaumarchais. producciones de Guillermo Matta hai otras con
Por cierto que no queremos condenar la poe sideraciones con mucho preferentes a los deta
sia a ia inmutable gravedad que le imponía lles que acaban de ocuparnos; porque si con
el rigoroso clacicismo; pero creemos que si la cedemos ala poesía una misión i una influen
civilización moderna ha roto muchas trabas cia social; si ese bello desarrollo del espíritu
que la agobiaban en la antigua severidad, no humano, importa algo mas que el frivolo pro-
198 LA SEMANA. Agosto 13.
pósito de halagar el oido con la estructura mu diablo i otro pudo ocnrrírsele perder tan
no a
sical del lenguaje, preciso será convenir en anjelical criatura.
que con la sociedad contrae la obligación de Ah! el amor de una mujer como Margarita,
servirla en sus verdaderos intereses, de con cuando mas no sea por una hora, es sufícien -

tribuir a su bienestar con la pequeña o grande te para perfumar el resto de uaia vida de te

parte que le quepa en el jeneral trabajo. De dio i sinsabores.


aquí es que todo poeta que pretenda un papel Estas i otras muchas refecciones- análogas;
mas importante que el de las jentes que hacen hacia Marcelo recorriendo las calles de San
versos porque no se les ocurre otra cosa tiago después de comer. I hacia estas refiec-
mejor que hacer, asume una responsabilidad ciones porque acababa de leer el Fausto. Co
que le priva de la facultad de convertir la mo jeneralmente sucede, la lectura de un libro

poesía en instrumento de sus pasiones, de nos impresiona tanto, que llegamos a tomar
sus sentimientos o deseos
particulares i mu por realidades lo que no es mas que sueños
cho menos de sus creencias i opiniones si estas de poetas ; pero en Marcelo fué tan profunda
no andan acordes con la felicidad social; i de esta impresión, que le pareció haber conocido'
aquí el deber de rechazar, de combatir como el ya a la humilde víctima de Mefistófeles.
primer enemigo, el espíritu escéptico i des Al entrar a una calle atravesada, Marcelo
tructor que ha querido dominar en la poesía vio una niña parada en la puerta de una casa
moderna. Matta i los demás poetas que se han de modesta apariencia. Al momento conoció a,
dejado contajiar por ese espíritu, han creido la hermosa devota de la mañana. Ella lo miró.
talvez labrarse un camino orijinal cuando no i se sonrojó. Entonces apresuró el paso teme
han hecho mas que obedecer al impulso de roso de que se entrara antes de llegar enfren

una escuela antisocial, te de ella, i en efecto, apenas fue si tuvo tiem


en que ni cabe ya
buscar la gloria de iniciador i que alza contra po de saludarla con una audacia que nada dis
la civilización a la misma poesía que se hace culpaba, cuando una voz gritó desde aden
desertar de las filas de la buena causa. ¿Por qué tro : —

Margarita!
los poetas prefieren la faina de Byron que des —
se dijo Marcelo; este es el
Margarita!
truye la morada que la relijion i la moral ha nombre de la niña de que tanto me habló José-..
construido para el refujio de -la humanidad Margarita! el nombre de la víctima de Faus
que ellos dejan a la interperie del desier to!. ¿Qué májica influencia tiene para mí
. . .

to , a la reputación de Chateaubriand que este nombre? -Mas despacio, corazón, añadió'


reconstruye el templo arruinado por la fi repitiendo las palabras de un poeta chileno.


losofía del siglo precedente? Sin embargo, IV.
hagamos a nuestro poeta la justicia de recono Entonces estaban de moda las tertulias cíe
cer que en algunas de sus últimas composi doña G. A. i sus salones eran el punto/de reu
ciones parece querer modificar el desvío de su nión de la juventud elegante. Aunque Marcelo
no tenia la
musa, dedicándola a cantar la gloria i el por pretensión de contarse como parte
venir de la patria, con una fé i una esperanza de esa respetable falanje, también asistía de
que seria de desear encontrase también en cuando en cuando, i esta noche lo llevaba no
otras materias que mas que aquellas las ne tanto la costumbre de pasar un par de horas
cesitan. agradablemente, cuanto el deseo de conocer
Los límites de este artículo no nos han per al jugador Marialva que según se decia, debia
mitido analizar las composiciones sueltas que casarse con una de las hijas de !a señora.

contiene el segundo tomo de las obras de En vez de tomar parte en la conversación,


Matta. Recomendaríamos a los aficionados Marcelo se puso a recorrer el salón con la vis
Los últimos cantos de Safo i varias produc ta. Su mirada se detuvo en la novia de Ma
ciones dedicadas a la memoria de su hermano rialva; era una niña verdaderamente hermo
sa. Su corazón se
Francisco de Paula, en que se ostenta el deli oprimió dolorosamente. Es
cado gusto, el esquisito sentimiento del ver taba destinada a ser la presa de un viejo cíni
co i
dadero poeta, título que juzgamos nadie se corrompido, i la veía allí radiante de pla
atreverá a negar a Don Guillermo Matta. cer i de alegría.

¿Qué venturoso porvenir puede divisar esta-


Joaquín Blest Gana. desgraciada niña? pensó Marcelo al verla tan
feliz.
Ai! bien se vé que nuestro héroe no era mui
La poesía de un nombre. conocedor del corazón humano i en particular-
de! femenino.
Conclusión.
Algunos solo ven al través del prisma de
III. sus ilusiones, i otros solo ven la realidad des
Una de las mas bellas creaciones que han conociendo la poesía de las cosas. De aquí na
salido de la pluma de un poeta es la Margarita cen las diferentes apreciaciones
que hacemos
de Goethe. ¿Pudo pintarse con mas verdad de este mundo.
el candor i la inocencia de una niña de quin Marcelo vivia solo de ilusiones, i su corazón
ce años? Quién es el que no lee una i mil ve herido al tocar a menudo el desengaño, se
1
ces la deliciosísima escena del jardin? Solo al concentró en sí mismo como esas flores que
Agosto 13. LA SEMANA. 199

solo abren su capullo en el silencio i oscuri tertulia, Marcelo hablo mui poco o nada; en
dad de la noche i cierran sus hojas a los rayos su defecto los demás hablaron por ciento. Es
del sol. Por esto es que pasaba entre muchos taba triste i ansiaba la soledad. Un estraño
por un ser sin intelijencia, por una de esas sentimiento ajitaba su alma. Temprano se re
criaturas que viven de la vida de los pólipos, tiró. Distraídamente tomó su sombrero i al sa
es decir sin alma, sin sensaciones. lir de la cuadra, después de haberse despedi
¡Hai tan-
ios individuos que no comprenden la delica do con una fria i seca inclinación de cabeza,
deza del sentimiento! Cuántos hai que a todo caminó sobre los pies de una persona que a
el mundo hacen confidentes de sus amores, ese
tiempo entraba. Volvió precipitadamente
por ejemplo, i están inquietos cuando no en la cara i se encontró frente a frente de Marga
cuentran a quien mostrar una prenda o una rita, sus rostros tocándose casi. Ni una pala
carta de sus queridas! I cuántos que revelan bra de escusas profirió, ni an movimiento hizo
los mas misteriosos encantos del amor! Estos para dejar libre la entrada. Hubiérase dicho
hombres se asemejan a una mujer que a todo que estaba clavado en el dintel de la puerta.
el mundo dijera: Ved mi seno, qué hermoso

Ella turbada, con el rostro encendido, no dio
es.... Nuestros deseos, nuestros mas muestras del dolor que le causara el
pensamientos peso
i nuestros gustos también tienen su pudor. del tosco pié del joven, que una sonrisa anje-
también se ruborizan de ver la luz del dia. lical que vagaba por entre sus rosados labios.
Una de las niñas de la tertulia se sentó en —

¡Es un ánjel! se dijo Marcelo haciéndose a


el piano. A los primeros preludios, todos un lado.
guar
daron silencio. Marcelo puso una pierna sobre El amor casi siempre se revela en un solo
■otra, apoyó el codo sobre la rodilla i su cabe- instante, i ese instante es en una época deter
xa sobre la minada de la vida.
palma de la mano para escuchar
mejor. —

¡Es un ánjel! se decia recojiéndose a su


¿Cómo se llama este romance francés que casa.


va a cantar Adela? preguntó una voz. Creo que no habrá quien no convenga con
Marguerite, respondieron. migo que solo el amor puede procurar goces

Al momento, Marcelo cerró los ojos i evocó capaces de hacer concebir la dicha del paraí
la imájen de Margarita. No la veía ahora en el so. Natural es entonces
que, si en brazos de la
traje de iglesia, ni con el modesto vestido con mujer encontramos celestiales deleites, crea
que en la tarde estaba en la puerta de su ca mos que
participa en algo su naturaleza de
sa. Lujosamente adornada, eclipsaba a todas la naturaleza del ánjel.
las mujeres por su belleza i la elegancia de Marcelo creyó que Margarita era un ánjel, i
sus maneras. la adoró.
Mientras tanto la niña cantaba : La adoró con todas las fuerzas de su alma,
«Cuando reclinada esta noche en tu lecho como la cercana
esperanza de un bien inmen
virjinal los sueños alados ajiten tu corazón, si so, como el símbolo de una felicidad celeste,
ves en la sombra un como.... se adora, en una palabra, a una mu
espíritu que vela cerca de
tí, O Margarita, no te asustes. jer hermosa, i como tú, lector, habrás adora
nSi cuando el sueño cierra tu bellos do alguna
ojos, vez.
como el ruido Marcelo
que hace la brisa al despertar, era una de esas cabezas estrava-
un tierno i blando
suspiro viene a ajitar tu co gantes que admiten sin reflexión cuanta
qui
razón, O Margarita, no te asustes. mera nace cerebro. Se sintió dichosísi
en su

«Porque el espíritu que ves en la oscuridad, mo; le pareció que todas sus potencias habian
es ini alma
que vela cerca de tí, i ese suspiro desplegado nuevas fuerzas para sentir, i que
es la voz de mi corazón sus sentidos aumentando de
que te dice: yo te amo! vigor, le habian
i de mi amor, O Margarita, no te asustes.» dado a sualma mas enerjía para gozar con
La voz de la niña era bastante suave aun mas ansia de la vida.
Margarita con su rostro
que no de las de mayor alcance; pero la espre macilento, con sus
grandes ojos negros i su
sión i el sentimiento con que cantaba, abundante cabellera, era no solo una hermosa
suplian
la falta de su voz. Marcelo hubiera criatura; sino la mujer dichosa en cuyos bra
gustado del
recojimiento para no ser
interrumpido en las cos podia gozar de todos los encantos i place
meditaciones que la música i el canto desper res de la existencia.
taron en él. Pero en un salón de tertulia des —

¡Qué dulce cosa es la vida! se dijo, i sin


pués de oir un trozo de música o de canto, tiendo una estraña necesidad de
movimiento,
vuelve come antes la bulla i la algazara, como en lugar de
recojerse a su casa, se echó a an
si todoshubieran estado dormidos cuando reso dar sin dirección las calles de
naban melodiosamente las teclas del
Santiago.
piano.La Mientras tanto se hacia las. siguientes refle
primera que levantó la voz fué la dueña de casa. xiones:
¿Dónde está Marialva? preguntó.

Aunque tengo padres i hermanos, bien pue


—En la pieza de tertulia de los do considerarme sin familia i solo en el mun
hombres,
le contestó una de sus do, pues nunca ha habido entre nosotros ese
hijas.
Gana como tres mil
pesos, le dijo otra

cariño que liga de tal modo los miembros de


persona al oido. una misma familia
que son solidarios unos de
Durante todo el la
tiempo que estuvo en otros de sus acciones.
300 LA SEMANA, ÍSk
Agosto
Tengo una fortuna independiente, gracias a I Amigo José, estoi enamorado.

la herencia de mi madre i a mi
trabajo.
(.reo pues que estoi enteramente libre pa
j
Enamorado! No es cstraño. ¿Quien no

lo está alos veinticinco años?


ra hacer de mi
persona i -de todo lo que tiene Si, enamorado, amigo mió, pero de una

relación con ella, lo que mas me plazca sin te mujer tan bella i de carácter tan anjelical,
que desde la primera vez que la .vi la amé con
ner
que guardarle consideraciones a nadie.
Según todas las probabilidades, tarde o tem la misma fuerza de sentimiento, con la misma
prano tendré que casarme, i teniendo una re vehemencia con que se ama cuando una pa
gular fortuna, he de buscar una mujer a mi sión ha llegado a su completo desarrollo.
gusto a quien yo ame sin tener en considera* Ya se sabe. La mujer querida es siempre

cion si es rica o pobre. la mas hermosa i el amor brota de repente co


Hasta ahora ninguna mujer he amado. Mar mo los hongos desjiucs de un aguacero.

garita es la primera que me inspira tan dulce Sin embargo hasta ahora no le he cíiri-

sentimiento. jido aun la palabra; la he mirado solamente,


Que la unión perfecta de dos almas que se pero he leido en sus ojos los sentimientos de
•aman es la su alma i creo conocerla como si tuviera su
suprema felicidad, no hai duda al
guna. corazón en mi mano.

Que esta unión soloconsigne santificán


se —¿Cuanto tiempo hace entonces que la
dola por el matrimonio, es innegable. conoces?
Luego.... —
Solo veinticuatro horas.
Pero al llegar aquí dio vuelta una esquina —

¡O prodijios del amor¡ ¿I en tan corto


sin fijarse i se dio un encuentro con un francés
espacio ele tiempo has perdido el juicio?
que venia cantando : —

¡Que quieres! asi estamos hechos. I es


natural; no pudo ser la voluntad de la jirovi-
Marguerite dencia al echarnos a rodar sobre esta bola
Qni m'invite todos mezclados, que cada cual encontrara a
A te conter mes amourS
la mano la compañera que habia de hacerlo
Dis-moi vite
Ma petite feliz. No todas las mujeres son igualmente
j
-Si dois l'aimer toujours. hermosas i no todas tampoco inspiran amor.
je
Hai necesariamente una cuyos encantos formó

Ay! que me ha roto Vd. las narices, dijo la naturaleza para mis sentidos, cuya alma
el francés. puede unirse solo a la mia. Cuando encontra

Dispense Vd., caballero; el mal ha sido mos esta mujer, el amor nace espontáneamente

para los dos, contestó Marcelo. i oímos como una voz interior que nos dice:
El autor hace aquí una observación. Los ena es!
esa
morados que no piensan en casarse, se afanan Pobre visionario! I como se llama esta

mucho en saber de sus queridas si son corres nueva Dulcinea?

pondidos. Los aficionados al matrimonio es lo Se llama Margarita, como la niña encan


último en que piensan. tadora de que me hablaron ustedes antes de


V. ayer. Ah! ese dulce nombre que entonces, te
A la mañana siguiente Marcelo se levantó lo confieso, me impresionó sin saber
porqué,
eon un gran proyecto en la cabeza. Inmedia no lo pronuncia ahora mi labio sin
que al ins
tamente se dirijió -a casa de su amigo José. —
tante se presenten a mi alma conmovida los

Tengo que hablarte, le dijo. mas frescos i puros cuadros de una. dicha
jslá-

Ya escucho, le contestó José. cida i tranquila, dicha que antes soñé como
Después de un momento de silencio. imposible i que ahora me parece ver cerca de

¿Qué piensas, tú, del matrimonio? le pre realizarse. Ah! si supieras


guntó. Pero antes de continuar debo de adver


Grave cuestión es. El matrimonio fué tirte que hai muchas Margaritas; i sin ir mas
instituido por el mismo Dios en el paraíso. lejos, mi cocinera....,, :.,
Compañera te doi i no siereva, le dijo al pri Es una niña a quien tú conoces, la

que
mer hombre. San Pablo en su epístola a los ayer miraba en la plaza alejarse. en un coche,
Calatas.... la hija del jugador Marialva, en fin.

To no quiero la opinión de San Pablo ni Alabo tu gusto. Es en efecto una donosa

la del ])adre eterno, sino la tuya. muchacha, i mas de un elegante suspira por

Mi opinión es que si Pluto no preside el ella.
matrimonio, hai peligro inminente de naufrajio •

Ay! quien no la amará? Si yo llego a


en el mar proceloso de Himeneo. obtener el amor de Margarita, si consigo ha


Quiero todavía una respuesta mas pre cerme dueño del mas puro i tierno corazón

cisa. que se encierraen pecho de mujer, estoi seguro,



El matrimonio es una triste necesidad de mi amor, mi fortuna, mi nombre, todo lo
pon
aquellas que tienen cara de hereje. dré a sus pies con orgullo.
.Marcelo guardó otra vez silencio. Después, No entiendo bien.

como quien tiene que hacer una confesión- Quiero casarme con
Margarita.

penosa, le dijo.
'
José volvió la vista admirado-, fácil era leer
Agosto 13. LA SEMANA. 201

en sus ojos lo que en su interior pensaba. ¿S labios purpurinos de Margarita han besado
se habrá vuelto loco mi amigo Marcelo? sin embargo esa boca cavernosa.

Gasarte, dices? —

¡Qué horror! esclamo Marcelo, i tomando


—Sí. precipitadamente su sombrero, huyó como

¿I Margarita?
con si lo persiguiera una espantosa visión. En la

Con Margarita, puerta de ealle lo sujetó José.

Amigo mió, mucho lo celebraría; pen —

¿A donde vas? le dijo.


hai un pequeño inconveniente. —

;Qué se yo! le contestó Marcelo.


Marcelo se asustó. —

Escúchame, amigo mío:


¿1 cuál es? Se puede decir que los hombres aman de


Que Margarita es casada. dos distintas maneras, con la cabeza o con el


Marcelo se quedó helado. Habia levantado corazón.
un altar en su corazón para adorarla, i al oir Cuando Byron decía que le era desagrada
las palabras de José siutió que quizá habia ble ver comer a Una hermosa mujer, era poi
quemado incienso ante un ídolo As barro, que no podia sino con la cabeza. Este
amar

talvez impuro e indigno de adoración i amor. amor no resistela miseria ni a las flaquezas
a

Dobló la cabeza sobre el pecho como bajo el de nuestra pobre humanidad.


peso de un profundo dolor i guardó silencia. Heloisa i Abelardo se amaron con el corazón
José soltó una carcajada de risa. i ni el tiempo ni la desgracia fué bastante para

Es tu -amor, _por ventura, amor plató entibiar su amor.
nico? El que ama eon la cabeza ama a una mujer

Mi amor era amor, i nacía mas. imajinaria; el que ama con el corazón ama a

¡O caballero andante! O nuevo Don Qui la mujer tal como la naturaleza la formó.
jote! ¿Estamos o no en el siglo XIX? eselamó De estas dos clases de amores, el primero
José. dura solo un instante.

La vita senza amore e un
sogno amaro, £1 segundo dura toda la vida.
dijo máquinalmente Marcela

Es una verdad a cierta edad del hombre, Jóse Antonio Donoso.
mentira diez años después.
I quién es el dichoso mortal que

posee a iLas Elecciones.


Margarita?
Helo aquí.

TSTUDIO SOLO BE COSTUMBRES.


A este tiempo entró a la pieza
que con en
versaban los dos amigos, un caballero gordo i Entre las portentosas de la civi
conquistas
retaco, como de cuarenta i cinco años de edad, lización, mui pocas, según habrán
creemos,
con un
ojo de menos, una nariz aplastada, una causado tan inmensos males como el vapor i
boca que tomaba de oreja a oreja, la cabeza las elecciones. Los hombres de ciencia nos
como un escobillón, i como mirarán con ceñudo aspecto, i los republicanos
suplemento un lu
nar peludo en un carrillo. acalorados se escandalizarán tal vez con la lec
Este es el maride? pregnntó Marcelo des

tura de nuestra paradójica proposición;


pero
pacio. nosotros, humildes observadores, sostendre
El mismo, te presento al Señor Don Jovi- mos nuestro aserto sin
desmayar. Muchas son,

no Jovellamos, dijo en voz alta a Marcelo. es cierto, las miserias


que la invención de al-
El aspecto de este estrafio personaje levantó ¡ guna máquina nueva, ha arrojado a veces en
el blanco i candido velo al través del cual veia
| poblaciones laboriosas que con el nuevo inven-
Marcelo a Margarita, i le mostró en vez de un I to veían morir sus industrias i huir con ellas
ánjel, una criatura terrena, indigna e incapaz el pan cuotidiano; es verdad, también que los
I
de levantarse a la altura de los sentimientos J
telégrafos, anunciando siniestras o prósperas
que le habia inspirado. noticias, han arruinado a mas de un intrépido

¿I como pudo hombre tan feo llegar hasta especulador; pero todo eso puede mirarse' co
el corazón de Margarita? le preguntó en voz mo males pequeños en la gran familia huma
baja Marcelo a José. na, como desgracias parciales que solo afectan

Ay! se convirtió, como


Júpiter, en lluvia a reducidos puntos del mundo
civilizado, com
de ero.
parándolos sobre todo con los inmensos estra
¿I como está la señora, Don José? pre

gos habidos en el mundo entero por causa i


guntó Don Jovino. | desde el descubrimiento del
vapor i con los
Está buena, a la disposición de Vd. con

, ¡ mayores i mas imponderables que las eleccio-


testó José. ríes han
j orijinado en los pueblos,
A mi diposicion, eh? dijo Don Jovino sol —¿1 los bienes? nos gritarán do todas par-

tando una
carcajada de risa en la que mostró ! tes los partidarios del
progreso a los que te
cuatro dientes amarillos que le quedaban, i ¡a nemos también la honra de
mitad de otros cuatro
pertenecer,
negros va por la po re ! —
Los bienes son inmensos i
dundare. reconocidos,
j les contestaremos i por eso nosotros vamos a
El amigo José se acercó al oido de Marcelo hablar de sus males,
i le dijo con una sonrisa mefistofélica:—Los j
I dejando a un lado el o mas
vapor, bien
26
202 LA S 5MANA. Agosto 13.
dejándonos élnosotros por sérmenos denso,
a cias del mejor amigo nunca dejan de causar
nosocuparemos solo del azote de las presentas nos un secreto
placer;» máxima queaplicada a
i venideras jeneraciones,
aplicando nuestro un caso particular, podía enunciarse diciendo
estudio, a lo que pasa en nuestra buena tierra que: la maledicencia es la clave de la armonía
republicana. social.
Si la soberanía se midiese por la ignorancia, Para tales contiendas, los campeones de la
ningún pueblo mas soberano queel nuestro: prensa política inventan un vocabulario espe
' cada proletario debia ser una testa coronada, cial, en el que cada palabra es una zaeta des
en vez de ser, como lo son en el dia, una testa tinada a rasgar la reputación del adversario
mui cerrada. Aquí apelamos a las reminiscen en cuantos jirones sea posible, mientras que se
cias del lector sobre todo lo que se ha escrito acuerdan tanto de los principios i convicciones
i escribe en materia de instrucción popular, le de los candidatos, como el hombre de decir re
damos un segundo de tiempo para el cálculo quiebros a su consorte después de la luna de
del efecto que tales esfuerzos han producido i miel.
seguimos adelante, si mal no le place, saltan —Don Fulano no puede ser buen diputado
do, junto con él lo escabroso de la materia, porque su abuelo tuvo un bodegón i su bis
para entrar al terreno llano de las observacio abuelo vendia pellones en la plaza.
nes jenerales. Don Sutano, es igualmente inapto para el

Apunta el almanaque el dia que nuestras cargo, porque es calvo i se ha puesto peluca
leyes han señalado para que el voto popular para engañar a los pueblos.
envié a las cámaras a los representantes de Don Mengano debe ser un hombre despre

su soberanía. Esta es la única circunstancia, ciado por la nación entera, porque anda con
entre paréntesis, en que los ricos consienten un levita mui
largo con el fin de alucinar a las
i desean ser mandados por los pobres: cada pobres provincias, que seguirán inocentes la
aspirante a la diputación es entonces una es moda i tendrán que consumir muchísimo jiaño
pecie de Mario con bastón i levita, que aspira del que él ha hecho un considerable abarrote
al aura popular, invocando las mas exajeradas en su tienda.

doctrinas republicanas en favor de sus her Los candidatos se consideran como mui fe
manos del pueblo, salvo a mirarlos
después lices cuando los periódicos jiolíticos se encie
de pasada la pasajera influencia de estos con el rran en tan razonada i prudente discusión, i

desprecio característico de todo buen caballero. se restregan las manos de contento, recordan
Ya de antemano los periódicos han publi do que a clon Pedro, a don Diego i a don Juan,
cado a son de trompa los nombres de los que losa-tacaron en su vida privada en las anteriores
deben improvisarse lejisladores, porque es re elecciones, poniéndolos no solo a ellos en la
cibido entre nosotros que para lejislar no es picota, sino que también a sus mujeres, a sus
menester mas que ser elejido: en cuanto a co madres i hasta a sus abuelas, los que en tales
nocimientos especiales, estudio de las mate casos no gozan jamas del uso perfecto de sus

rias administrativas, convicciones asentadas dos ojos.


sobre principios económicos o sociales, nadie Con tan activa propagando las masas se
se inquieta por ello. Esas cosas son meros ac ilustran en poco tiempo i quedan en un par de
cesorios, que así tienen que ver con la dipu meses ventiladas las mas arduas cuestiones

tación como saber bien el latín para decir políticas i administrativas: cado partido cuenta
misa. Lo principal es ganar las elecciones, el triunfo de su parte i los comisionados salen
que para eso de lejislar no faltará algún deso bien provistos ele numerario a la compra de
cupado que formule proyectos. Luego para dar votos, mientras que los periódicos lanzan furi
en ellos el voto no hai mas cjue estarse un bundos anatemas contra los que tengan la in- /
poco despierto ¿quién no sabe decir si una famia de vender el mas sacrosanto cíe los de
cosa es buena o mala? únicamente los tontos, i rechos. El pueblo, entre tanto, sube la cotiza
nadie se cree con derecho de reputarse tal, ción de ese derecho a medida que el dia su
por miedo de ofender a su modesto amor premo se aproxima, i los políticos de cada bando
propio. vaticinan el resultado de las elecciones según
Conviniendo pues en que ninguno tenemos los datos privados que tienen de las sumas
impedimentos dirimentes para ser diputados, gastadas en azuzar el patriotismo de los ciu
reúnense los partidos, fórmanse las listas i dadanos.
Yo creo que los opositores se la llevan
publícanse como dijimos en los periódicos.

Los que mas se ocupan de esto son ordinaria dicen en un círculo de hombres de pro.
mente diarios creados adhoc, especies de an- —No lo crea, amigo, le contesta un pesi
damios donde cada partido trepa para lanzar mista, los ministeriales principiaron a comprar
con mas holgura denuestos e improperios al calificaciones mucho tiempo antes.
contrario. El público se aficiona entonces Pero yo sé que los opositores llevan gas

a la lectura, porque sazonada tada mucha plata.


repentinamente
con tales condimentos, pocos dejan de encon No lo crea, si son contados los que dan

trarla un sabor que despierta el mas vivo ins- | algo en estos casos ¡I no será mucho que
tinto del hombre, que Larochefoucault ha for- i quieran ser diputados sin gastar nada! bonitos
'
inulado con esta terrible máxima olas desgra- políticos!
Agosto 13. LA SEMANA. 203

En estas conversaciones se habla tanto del ¡ rales, mui pocas variaciones. Los comisio-
con
estado de la opinión como de lo que pasa en ¡ nados, que son los héroes de la jornada, condu-
la luna; pero todos, sin embargo, se creen en | cen al
pueblo de un punto a otro, lo animan i
el desempeño de sus altas funciones de ciuda entusiasman con diuero i discursos, inflamán
danos i tacharán de nula, mas tarde, la vic dose el sagrado amor a la patria de los ciu
toria del opuesto bando. dadanos con mucha mayor enerjía i prontitud
Llega por fin el dia en que el soberano pue por medio del primer espediente que por el
blo debe, según la espresión consagrada, de segundo.
positar en las urnas el mandato de su sobera Así pasan las horas del dia en medio de la
nía, cuando ya muchos de los que lo componen ajitacion i el tumulto, leyéndose proclamas i
han reducido a licor su sagrado derecho i de- comentándose los incidentes que tienen lugar
positádolo en la urna de sus estómagos. Desde en cada mesa, hasta
que llega la hora del es
las primeras horas de la mañana los lugares crutinio. Al dia siguiente repítense las mismas
inmediatos al recinto de las mesas receptoras escenas i resultan por fin nombrados los lejis-
se hallan ladores del pais, llamados por el voto del pue
ocupados por grupos de ciudadanos
de poncho i chaqueta que esperan a los comi blo a dirijir sus destinos.
sionados de cada partido, para ver el que ofrece Evitamos mayores detalles de tan delieado
mas por la calificación. Allí se habla de los asunto, porque no queremos herir las sucep-
puntos donde las están pagando mejor, se dan tibilidades de nadie i creemos que sin mas
las señas de los encargados de la comentarios dejamos probado lo que al prin
compra i se
muestran las listas que las comisiones direc
cipio dijimos, para todo el que quiera sacar las
tivas han hecho repartir anticipadamente. consecuencias de la pintura que con fidelidad
A la hora fijada establécense las mesas i da hemos tratado de hacer.
principio el combate electoral. Una turba de Agosto de 1859.
individuos las rodea, levantándose en ese ins
tante una grita
capaz de hacer llorar a un Nadie.
sordo.

Presidente, yo protesto, esclama una voz


atronadora. A la naturaleza del oriente de

Ese no se llama así. Bolivia.

Sí me llamo.

No señor, es un paco disfrazado. (Inédita.)
Ese ya votó, es una infamia
dejar votar

dos veces. Al rasgar con furor la mar su seno


He visto aparecer el negro abismo
La elección es nula, yo reprotesto.

Debajo de mi planta:
Mejor será que declaren haber ganado,

Encrespada la ola turbulenta,


si no han de dejar votar a todos. La he visto levantar en la alba espuma
Ese ha estado en la penitenciaria:
yo lo

El soberbio bajel, cual leve pluma.


conozco. He visto el Illimani i el Sorata,

Señores vocales, Uds. son
responsables de En nocturna tormenta,
Al rápido fulgor del rayo ardiente,
estas tropelías.
I al compás de este concierto de Cual inmensos fanales que colgara
voces la
De Dios la mano en el celeste
muchedumbre se apiña en derredor
delamesa, dombo,
Mas nada iguala al cuadro que
se
empuja, codea, grita, suda, brinca, se pisa, contemplo
En estasis divino embebecido.
da golpes, jadea, apostrofa al
presidente i a Coronado de selvas tan antiguas
los vocales, recula para volver con mas fuerza,
Que de la creación los años cuentan,
se precipita sobre la urna en oleadas amena
Inmensurable el llano
zantes i forma en fin la mas confusa i desco A lo lejos remeda al océano.
munal batahola que sea posible En su torcido curso
imajinar.
Durante este tiemjio, los comisionados de cada Como serpiente que los polos toca,
i vuelven El caudoloso rio se presenta,
partido van conduciendo a los del
soberano que acaban de vender su voto o de Lento arrastrando su onda amarillenta.
Hermosa poesía,
recibir una calificación cualquiera con la que
No es la del hombre, sin colores,
van a influir en los destinos de su
pais, mien fria,
Sucesiva, sin luz, sin movimiento,
tras que en ellos viene ya
influyendo el jene- Sino viva, brillante, simultánea,
roso
vapor del. anizado "o de la'bai/a.
Muchos Divina poesía,
de estos, bien entendido, llevan a tal punto su Creación do se muestra
decisión por la prosperidad de la patria que ,
Del Poeta inmortal la fantasía.
'
no
trepidan en presentarse a votar por un
partido cuando acaban de servir al otro. Aquí, colinas, llanos i florestas
Estas escenas, i las que orijina la fuerza En donde reina eterna
ar primavera:
mada a que los señores de la mesa Allí, hondos valles dó en menuda lluvia
apelan al El agua cristalina se desliza
cabo de poco rato, en las
que los culatazos i De la escarpada altura.
golpes se
distribuyen con arrogante profusión, Por la verde i florida colgadura
se repiten idénticas en todas las mesas electo- Que la roca entapiza,
204 LA SEMANA. Agosto 13.

Aquí la muda soledad La luz con que colora


impera:
El aura no susurra Otros mezquinos climas, do aparece
En la selva callada i solitaria: Pálido, triste, frío, oscurecido.
1.a canora avecilla Aquí, centro de luz radiante i clara;
En las franjadas flores no se posa Domina en el espacio
De fresca pasionaria: De rubí engalanado i de topado.
Del vol; do; insecto no se escucha Cuando brillante en el zenit se muestra,
El sordo i melancólico zumbido, Contra su rayo intenso el pajarillo
Ni el arrullar de la torcaz sentido. Busca la sombra grata:
Aquí es todo silencio i todo sombras: Solo el cóndor i el águila su vuelo
Del astro rutilante Levantan hasta el cielo.
No se mira la luz pura i brillante: En la serena i deliciosa tarde
Aquí el cuadro retraLa Lento lleva su carro
Esos dias sombríos en que jime Al lejano confín del occidente,
El corazón en soledad ingrata. Donde oculta su frente.

Allí se muestraal ojo deslumbrada El solitario véspero su rayo


Un cuadro diferente, Sustituye la llama
a

Magnífico, encantado panorama De la antorcha del dia, en cuya ausencia


Do su inflamada lumbre el sol derrama. El orbe desfallece en el desmayo.
Entre juncos, adelfas i jazmines, Dulce melancolía
Murmurando desata Se apodera del alma: el universo
El limpio arroyo su raudal de plata, De una dicha falaz que ya no existe
El colibrí, el matíeo, Con muda voz nos habla:
El ruiseñor, el tordo i el jilguero-, Con lo pasado enlaza lo présenle,
En notos melodiosas, I aun en el negro porvenir se lanza,
Al aura dan su no aprendido canto. I nos habla de májica esperanza:
Las pintadas i bollas mariposas, Su palabra postrera i elocuente
Cual voladoras flores, Encaminada al hombre
En jiro irregular el aire hienden, Es del Eterno Ser el santo nombre.
Sus primorosas galas
En el matiz mostrando de sus alas. Teñida de r.ármin muestra la luna
Su refuljente esfera;
Aquí lapalma, el ceibo, el cocotero, Su hermosa claridad que se retrata
El
guapurú, el ambaibo, En el terso cristal de la laguna
El nogal, el naranjo, el limonero, Baña la sierra, el bosque, la pradera.
Su copa aéreá'hasta las nubes yerguen: Las estrellas del austro resplandecen:
Enlazados de plantas trepadoras, El mar azul del cielo
I ostentando su fresca lozanía, De Argos la nave cruza luminosa.
A las aves ofrecen Mas de improviso electrizadas nubes
Habitación en la enramada umbría. El éter oscurecen.
Descuélgase la lluvia estrepitosa:
Allí la selva secular ornada Del trueno el estampido,
Do festones de varia enredadera El rujir del jaguar, el estallido
Que se esmalta de flores Del árbol que desgaja
Do bellos i suavísimos colores, El huracán en su funesto vuelo,
I la La voz de la tormenta, en un concierto
alegre pradera
Do perfumadas llores alfombrada, Infernal i sublime se combinan,
Forman el templo augusto que consagra Solo el brillar fosfórico del tucu
La creación d Dios, a quien ofrece I la luz del relámpago interrumpen
Deliciosos perfumes por incienso, Del cielo i de la tierra la tiniebla.
1 por ofrenda el fruto delicado En medio de esta escena aterradora
Que el estival calor ha sazonado. Aun el hombre mas fuerte
Tiembla al ver el aspecto de la muerte.
Como ardiente pasión, ciego, impetuoso
¡El hombre..! ¿Qué es el hombre aquí delante
Aquí el torrente, de elevada roca,
So lanza el abismo, do fenece
en
De este grandioso cuadro?
Domado su furor, como perece En el espacio un punto imperceptible,
La ilusión que ha tocado I en el tiempo un instante;
Del desengaño el término funesto. Mas la razón, presente de Jehová,
Mas lejos corre manso el claro rio Engrandece al mortal: jNaturaleza!
Entre llores cruzando la espesura, Ella admira tu pompa i tu belleza:
Como corre la vida sosegada, Admira, mas no adora; porque solo
Cuando con mano pródiga el destino Delante de tu autor se postra muda
La copa ofrece del placer colmada. I en santo acatamiento le saluda.

Maxcel José Cortés.


Es bello contemplar bajo este ciólo
A la naturaleza en la mañana
Teñida de oro i grana.
En el oriento, ved, engrandecido
Del sol el disco ardiente
Cual si en estas rejiones no bastara
Agosto 13. LA SEMANA. 205

Crónica de la quincena. cierto es que el Austria concentra sus fuerzas en

el Mincio, para esperar en tan fuerteposición a los


EUROPA. ejércitos aliados, que no se harán aguardar.
Apesar de la no interrumpida sucesión de ba
La cuestión italiana continúa siendo la gran
tallas libradas la guerra va aun larga. —
Se asegura
preocupación Europa.de la
que Napoleón ha pedido a Francia nuevos re
Como no era de esperarlo, la cruzada franco-
fuerzos. —
Esto desmiente hasta cierto punto los
sardo va realizando sus propósitos con 'maravillo
ruidos de su próximo regreso a Paris. ¿Cómo
sa
rapidez i no poca felicidad. Desdo que los —

abandonar la Italia cuando el éxito de la campaña


austríacos iniciaron la lucha pasando el Tesino hai nada
aun no es indudable? —
De otra parte no
no han hecho mas que perder terreno. De esta
a lo que
traspira que pueda hacer indispensable
se
suerte la campaña italiana va siendo para los alia
su presencia en Francia. Esta, apasionada por el
dos un glorioso paseo i para los austríacos una
estrépito de las armas i celosa de su honor está
serie no interrumpida de tristes i hasta vergon
masdispuesta que nunca a sostener a su emperador.
zosas retiradas.
Que tras la guerra surjan complicaciones, es po-
Después de la batalla de. Montebello, en la que, baten
j sible; pero que mientras sus ejércitos
se
apesar de todos los partes i boletines del Austria,
piense en otra cosa que en seguir anhelante todos
el campo quedó por los franceses, han obtenido
.-sus movimientos, es no conocerla.
los aliados dos nuevas victorias aun mas incon
Por otra parte, si la Prusia, como se asegura i
testables i de mas inmensos resultados : las de
parecen manifestarlo las medidas militares que
Magenta i Melegnano. La primera ha dado por

toma, se compromete en la guerra italiana, esta se


resultado la evacuación de Milán por los austría
complicará aun mas i hará todavía mas necesaria la
cos, i la segunda la de Pavía i Lodi i el repaso del de medio de
presencia Napoleón en susejércitos.
Adda.
Fuera de la caida del ministerio Derby i de la
Cada triunfo de los aliados dá nuevo aliento al vuelta al poder de lord Palmerslon la vida interior
entusiasmo de los de la Italia i provoca
pueblos de los diversos estados europeos ofrece poco o

espléndidas manifestaciones en toda la estension


nada de notable.
de su territorio. La
popularidad de Víctor Emma-

Mucho se conjetura sobre la táctica que adopta


nuel crece a la par
la fé en la independencia.
con
rá el ministerio Palmerston en las complicaciones
Por todas partes se le proclama dictador en el
actuales. —
La situación de la Inglaterra es triste i
presente i rei de Italia para después de la guerra. bien secundaria en estos momentos. Ella que has
Todo parece hacer aguardar que la nacionalidad
ta hace poco se consideraba i era tenida por arbi
italiana, por que lo contrario sostengan los
mas
tra en los destinos de la Europa i el mundo, se
pesimistas i dudemos todos, se ha de ver recons
encuentra ahora casi olvidada i teniendo que asu
truida tras esta guerra. En la proclama que Na mir el rol bien secundario de potencia neutral,
poleón III ha dirijido desde Milán al pueblo ita cuando los destinos de la Europa están jugándose
liano se encuentran a este respecto las notables dia por dia en los campos de batalla. ¿La sacará
palabras siguientes : "Si hai hombres que no pue-

lord Palmerston de esta situación? Hé aquí lo —

» den
comprender la época en que viven, yo no que nadie se aüeveria a La estrella de
asegurar.

»
pertenezco a ese número. A los ojos de la opi- la fortuna palidece o se eclipsa en el momento
» nion
pública los hombres llegan hoi dia a ser menos esperado. El mundo por mas que en con
i) mas
grandes por la influencia moral que ejercen trario se diga va llegando a una época en que la
»
que por medio de estériles conquistas. Trato sin
espansion, la jenerosidad i la abnegación son solo
11
orgullo de alcanzar esa influencia moral contri-
capaces de gobernarlo i dominarlo. El egoismo va
«
huyendo a libertar el mas hermoso pais de la Eu- en fuga.
»
ropa.»
Mucho se hablaba de bases para A11ÉEJCA,
un arreglo en

tre el Austria i los aliados, presentadas por la Ru Poco de notable ofrece la vida de los estados
sia, i que el emperador Napoleón no estaba distante americanos en la
pasada quincena.
de aceptar. Sin embargo, tales bases no
pasaban Los Estados-Unidos
compran i venden, i sueñan
de un rnmor, obra de las presunciones de la
diplo con protectorados i anexaciones.
macia. Si Napoleón III, entrará en arreglos en este
Méjico sigue buscando una salida a su situa
momento perdería la mas bella ocasión de conso ción anárquica.
lidar su poder, de dar a su dinastía el de
prestijio California prospera.
la justicia i del bien. Luis Napoleón necesita hacer Las repúblicas de la América central van cami
olvidar el dos de diciembre, i que mejor medio no del progreso.
que dar la libertad i la independencia a un pueblo Venezuela cobra cada dia mas fé en la demo
tan simpático i grande desgraciado.
como cracia i la libertad.
Sea lo que quiera de estos ruidos, lo que hai de La Nueva-Granada vive alerta contra los coias-
206 LA SEMANA. 13.
Agosto
piradores del poder, (¡ue no cesan de tramar el Pues asi sobre el
alma, i mas grato,
menoscabo de sus libertades. El placer delicioso se anida,
El Ecuador so prepara a la guerra. Siempre al alma llevando mecida
El Perú continua sofocando pronunciamientos i Como en alas de bella ilusión;
mostrando el puño cerrado al Ecuador. I rayo de amor que la abrasa
esc

Bolivia espera de Linares, lo quo Linares no Como puro aromático aliento,


Pilona darle: un congreso.

Es do todo ol divino alimento
Que osa vida le dá al corazón.
Justo Arteaga Alentarte.

Estrechémonos, pues, tiernamente


la triste existencia;

I dejemos
A. C. J.
Do ol amor no derrama su esencia
Canción. Nunca asoma siquiera algún bien,
Paguen otros allá con su llanto
¿Es verdad, verdad quo on tu
os pecho
Al sufrir abundantes primicias,
El amor ha encendido su llama,
I los dos, entre finas caricias,
I la intensa pasión que me inflama
Transformemos el mundo en Edén.
Sabrás Liorna i constante pagar?
¿O tus labios, acaso, me dicen .
Agosto 9 de 1859.
Lo que tu alma jamás ha sentido,
Rafael Santos.
I to gozas en verme rendido
Sin quo premio a mi amor pienses dar?

Ee«s de ia semana.
Pero no: creer no puedo que intentos
Engañarme con dulces promesas, Santiago, agosto lá de 1859,
Que no pueden finjirse ternezas
Que inspirar solo sabe el amor, Sumario. —

Pérfidas como ¡as olas. —


El despotismo del

Bien tiempo. guardia cívica agostada.


La Recuerdos de
pudieron mentirme tus labios
— —

California.— La. cstratejía europea i la diplomacia


I engañarme pudieran tus ojos,
nacional. —
Los maestros de Proudhon. —
Semana
Poro no los preciosos sonrojos
teatral.
Que en tu rostro dibuja el candor.
Shakespeare, que llamó a las mujeres pérfidas
¿Mas por qué temerosa vacilas como las olas, pudo llamarles con igual razón pér
I no dejas le estreche en mis brazos, fidas como las nubes, sin que por eso tuviese ra

I nos unan al fin esos lazos zón para llamarlas pérfidas. Nada es tan profundo,
De feliz i perpetua pasión? en verdad, como la perfidia del océano, espejo de
Si probaras tan solo una gota los cielos i sepulcro de los mortales, i la perfidia
De la hiél que en la duda yo apuro, de la atmósfera, que ya matiza la túnica celeste
No sabrías decir, te aseguro, con la púrpura i topacio do sus celajes, o batiendo
Si vivir puede así el corazón. la tierra con violento chaparrón disuelve i amasa

el fango, i comoel miércoles de caliza, recuerda


¡Dame, dmáe a gozar él encanto a la especie humana su común orijen; pero la per
Que el amor en mis sueños retrata; fidia del bello sexo esotra cosa. Los hombres, que
La existencia, en ventura 'mas grata, so han apropiado el derecho de hacerlo todo hasta
Imposible es que pueda gozar! el diccionario de la
lengua, han hallado en la per
Son, entonces, la pena i la angustia, fidia femenina palabra salvadora i fecunda que
una

Falsas sombras de un triste delirio; encubre sus miserias, disculpa sus flaquezas i los
1 el inundo la copa de un lirio
os consuela de sus reveses. Esta cómoda palabra es
Quo se entreabre, la aurora al brillar. la clave universal de que se sirven para traducir
los misterios de la pasión i justificar las traiciones
¿I no has visto en la flor perfumada de La vanidad masculina
su amor propio. se cree
Como terso se posa el rocío, lo menos, dice
o, a siempre engañada, pero ja
se
1 prendido en el suave atavío mas so confesará vencida. El pretensioso galán que
La regala existencia mejor; hace su provisión de ternezas en la retórica i vé
I al nacer la hechicera mañana contrariado la ineficacia de los tropos; el importu
Ese rayo fugaz que la envía, no amador que cree candorosamente en la infali
De cáliz, en dulce ambffisía,
su bilidad deladajio: quien persevera alcanza; i el
Convirliendo el oscuro licor? seductor avieso cojido en la red de sus propios ar
dides, son otras tantas víctimas, no del gusto acá-
Agosto 13. LA SEMANA. 207

démico, o de la tenacidad impertinente, o de la ¡ Así el mal tiempo, coartando la facultad de lo-


astucia
burlada, como habria motivo de sospechar comocion, ha condenado esta semana a nuestra ■

lo, sino de la perfidia de otras tantas mujeres. i capital a la monotonía de los pasatiempos seden
Para los enamorados la perfidia es como la falta de tarios. A la cabeza de éstos han figurado la con-
1
municiones para losjenerales en jefe, que con este versación, como es de costumbre, i la lectura, quo
argumento esplican satisfactoriamente cuanto hi I no es la mas jeneral de nuestras costumbres.
cieron a medias i cuanto dejaron de hacer. Los 1 Pero la lectura ha encontrado un aguijón eficaz
'
gobiernos también poseen otras dos frases pare en los Recuerdos de California, por Pedi-o Isidoro
cidas, aunque un tanto desprestijiadas : la salud Combet-, que bajo esto título acaba de publicar
del estado i el bien del pais. Imparcialmente ana ,
la primera entrega de un libro interesante, cuya
lizada, la perfidia del bello sexo no es mas que 1
edición está ya agotada. Difícil seria darse cuen-
una ilusión que se crea la vanidad del hombre pa 1
ta déla circulación fenomenal de esta publicación,'
ra satisfacer su
despecho, i si la perfidia del tiem ; si no se recordase que su autor la ha repartido

po no fuese mas verdadera, seguro está que hu ¡ graciosamente. M. Combet ha querido que su
biésemos tenido en la semana dias nublados, noches ■
libro fuese
ameno a la par que económico, i su-
oscuras, sol de i agua de mas, con todas péríluoesdecir que ha realizado su propósito. Los
-

menos

sus lastimosas consecuencias. Pero la perfidia at . Recuerdos de California se adquieren sin gravá-
mosférica mui
positiva i muí real, principal
es i men ileen con agrado. Escritos con gracia i
se

mente en invierno, en que mantiene


suspendidos '■ viveza de injenio, son una relación animada de
sobre nuestras cabezas sus plomizos nubarrones, i las aventuras i padecimientos de M. Combet en
como otra espada de Damócles. Nuestra su peregrinación a California, adonde fué a bus
republi
cana
independencia, que ían mal avenida se halla car oro i dedonde volvió con un tesoro de espe
con las dictaduras, acepta de buen grado sin em riencia. En aquella escuela del infortunio aprendió
bargo el despotismo del
tiempo, que en esto tiem a conocer las funestas consecuencias del hambre i

po es el mas crudo despotismo. Nada hai que no la sed, i restituido a nuestra capital, se consagró
esté sometido a la caprichosa lei de los aguaceros desde entonces al servicio de la humanidad ham
i las nubes, inclusos los tres poderes vijentes del brienta i sedienta. El almacén de M. Combet es.
estado. A ellos ¡a los aguaceros, no a los tres po como sabéis, uno de los órganos mas acreditados
deres) obedecen sin murmurar gobernantes i go del arte de Brillat-Savarin.
bernados, i si las ranas no se conformaron con En cuanto a la
conversación, no hai que darse
tener por rei una viga, nosotros con mas cordura mucho para adivinar las materias com
trabajo
vivimos contentos de tenor la lluvia por dictador. bustibles que ha hecho arder. Los recientes lan
En esta época, los vecinos de Santiago lo pasa ces del drama italiano lian sido, como ora de ri

mos con los ojos levantados al cielo, a


quien gor, el tema mas favorecido por la locuacidad
pedimos ya no solo nuestra eterna salvación si de nuestros círculos. Las batallas do Magenta i
no también nuestra libertad civil. Si deseáis ir al Marignan, la intrepidez de los zuavos i do Víc
teatro o a los Linderos, pasear en la Alameda. tor Manuel, las proezas de Garibaldi, los azares
hacer una visita o bailar en una soirée, pedís al cie corridos por el emperador francés, en una
palabra,
lo que no llueva; si sais diputados, i diputados los eventos i episodios todos de la presente cues
asistentes, pedis al cielo que no llueva; si tenéis tión europea, leidos primero i después comenta
una solicitud pendiente
queréis ver despacha
quo dos hasta el fastidio, continúan proporcionándo
da, pedis al cielo que no llueva; si lleváis entre nos un curso
práctico de estratejia militar, que
manos un negocio por concluir, pedis al cielo
que dia por dia desarrolla nuestras inclinaciones beli
no llueva; siaguardaís la cosas de un modo mas alarmante.
llegada de una persona
querida, pedis al cielo que no llueva : el cielo Concentrándose círculo
en un mas local i estre
es hoi en dia el regulador universal de nuestros cho, la conversación se ha ocupado
seguida de en
movimientos, el arbitro supremo de la situación. propalar el que anuncia un cambio próx;,
rumor

Ni la Guardia nacional ha podido libertarse de mi en la política del gabinete. Se asegura


que el
esta húmeda influencia. Su glorioso renacimiento, primer paso que ha de darse en el nuevo camino
que debió tener lugar el primer día de la semana, es el envió de una legación cerca del rei de los
ha quedado diferido Dios sabe hasta cuando. La Belgas. Si así fuese, podríamos decir que se ha
llovizna del domingo revocó la orden de la Ins puesto una pica en Flandes, sabido, como es, quo
pección jeneral i defraudó las esperanzas de cuan la Béljica
no es otra
que la antigua Flandes.
tos se preparaban a sor
testigos de tan fausto Mientras que una parte de nuestra
población
acontecimiento. El hermoso plantel de nuestra mi se entrega de esta suerte a los fáciles
goces do
liciacívica, menos feliz i mas delicado que los la conversación i la lectura, otra, i no pequeña,
duraznos, es de temer que no florezca en este se vé presa de las mas punzantes tribulaciones.
frío mes de agosto. El barrio de Yungay contempla, de algún tiempo
208 LA SE MANA. Agosto 13.
a estaparte, sobrecojido de espanto las crecien justificando ventajosamente su reputación do exc
tes devastaciones de las abejas, que entrando a edentes cantantes. Tampoco ha desmentido aquella
huertas i vida, la primera impresión que como actriz produjo en
saco
jardines, no dejan flor a e

inmolan a su insaciable codicia plantas i árboles el público, de quien es ya la favorita. Acaso Cla
frutales. Parece que estos laboriosos insectos, pro pera alcanzaría igual fortuna si se prestase a hacer
puestos tantas veces por modelo a las naciones, los papeles de galán i aliviase así a Millan de una
desconocen una de las bases fundamentales de la carga demasiada pesada para sus débiles hombros.
sociedad civil : —
el derecho de propiedad. Vero A las tres funciones de esta semana el baile ha
símilmente es deudora la humanidad a las abejas dadosucontinjente de armoniosos jiros i vaporosas
de algunos modernos sistemas de organización vueltas. La Thierry no se cansa de bailar ni el pú
social. Ellas inspiraron sin duda a Fourrier los fa- blico de aplaudirla. El domingo en La Madrileña,
'lansterios, que tantas analojías tienen con las el martes en La Araña, ayer en la Noche de Boda,
colmenas, i a Proudhon su famosa máxima : La la ha acojido siempre con entusiasmo perseverante.
propiedad es el robo. Esto no debe sorprender, Tomados en cuenta el gusto de nuestro público
si recuerda que una manzana enseñó antes a
se i el personal de la compañía que hoi funciona, es
Newton la lei de la fuerza centrífuga. Así es co de desear que la empresa prefiera en sus exhi
mo la naturaleza se complace en abatir nuestro biciones la comedia al drama. Poco gustado, como
orgullo dándonos por maestros, ora los insectos, es este último, cuando no pertenece a lo obras
ora las frutas. Empero, algunos vecinos de Yun maestras del Teatro moderno, la comedia ofrece
gai, que no hallan
dispuestos a recibir tales
se ademas menos escollos én su ejecución a los ac

lecciones ni profesan las


abejas la admiración
a tores que contamos.
con El abundante repertorio

que nosotros, han elevado sus quejas a la autori cómico de Bretón de los Herreros, alternado con
dad, pidiendo la reforma de la constitución de los Dramas de Dumas (padre e hijo) i algunos otros

:tan industriosos insectos. del Teatro 'francés i del español, satisfarían bien
De aquí «n fuera, preciso es buscar nuevamen nuestras predilecciones dramáticas.— La empresa,
te el ínteres de las novedades en la semana teatral, tan dispuesta como está a complacer al público,
<jue también ha sufrido la contajiosa influencia de no pasará por alto esta opinión, bastante esparcida
la temperatura. entre los aficionados al Teatro.

La de las -Los arreboles presajian hoi la vuelta del buen


importancia funciones, su ejecución i
su concurrencia han corrido parejas, siguiendo las tiempo. Quiera Dios que vuelva en efecto a rea

variaciones del barómetro. El domingo, un público nimar la actividad de nuestra población, devol

■numeroso llenaba el teatro para oir una lindísima viendo a las calles la facultad de transitarse, a

■zarzuela: El Postillón dele. Rioja, que a los encan los.paseos la


-concurrencia, al teatro sus numero

tos de su música insinuante, añadía


viva, graciosa e sos; espectadores i sobre todo sus adorables es

el interés de una -feliz combinación dramática, pectadoras, i las novedades a los periodistas, que
no podemos, como el comandante de un cuerpo
sembrada de escenas cómicas i oportunos lances.
Bien ejecutada, fué aplaudida estrepitosamente. de guardia, redactar nuestros partes diciendo : sin

Ni el desempeño fué tan cabal ni tantos los aplau novedad. j?r \ .

sos i la concurrencia mucho menor en la zarzuela Domisgo Arteaga /Alempjarte.


\ k. '■
del martes:
no en la

música,
El Duende, inferior
a lo
el argumento.menos en
a la primera, si
Jk
Puntos de suscripción.
falto de movimiento i naturalidad. Finalmente —

anoche, en presencia de unos pocos Santiago.


espectadores Imprenta del Conreo,

pa
mojados i mohínos, se ha representado un drama
en cuatro actos: La gracia de Dios, que maldita

saje Bulnes.
Valparaíso.— Imprenta i librería cM
la gracia que le hizo al público. Tampoco su au
Mercurio.
tor cuando lo compuso debia de estar en gracia de
Serena. D. José Domingo Cortez.

Dios.-— Trapisondas por bondades una pieza que


hace reir desabridamente i acaba por fatigar de
Copiapó. Libreria del Mercurio.

risa al espectador. Es natural que La Ponchada



Caldera. Editores del Tren.

hiciese también reir mucho a los Españoles vein Concepción Libreria del Mercurio.

te años atrás. Talca. Sres. E. iS. Rondanelli.


Merced a las tres zarzuelas cantadas hasta hoi, Chillan. Sr. D. Abrahan
Siredey,

nuestros oidos e mpiezan a gustar de la música es Lima. Establecimiento del Sr. Ri-

pañola, creación naciente, sin carácter propio al cordi, calle de las Mantas
gunas veces, pero siempre animada, lijera i sim Ariquipa. Sr. D. Manuel G. de Cas-

pática. tresana.
La Mur i Clapera, a quienes debemos los me
jores ratos que nos procura la zarzuela, siguen IMPRENTA DEL CORREO, Pasaje BúTncs, núm. 1/,.
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO

Uledactoteó : 'któto t
Jjoimuqo .

Jhiteaqa JuteHipatU.
Año I. Santiago, Agosto S© de 1859. ftíúni. 14.

prosa es la vida en Chile como en Paris, como


LA SEMANA. en Londres i Pekin.

Pero si en todas partes la vida es prosa, en


todas partes, también, encierra el corazón te
SANTIAGO, AGOSTO 20 DE 1839. soros de
poesía que nada basta a agotar.
Para negar a la novela la entrada en una
sociedad, es necesario empezar por negar el
Cuatro novelas de Alberto Blest sentimiento, la pasión. Donde existen, la nove
Gana. la i el drama son posibles porque coexisten con
ellos. —

¿Por ventura no se siente, no se llora,


Pocas sociedades faltas que la nuestra
mas se se ama, se odia, se padece i goza en
rie,
de nacional bien entendido. Lo que es América como en Europa, eu Santiago como
orgullo
orgullo importuno i añejo, eso sí que no nos en Paris?
Bajo todas las latitudes el hombre

falta, nos sobra. es


siempre la misma mezcla de bien i ir. a1, de
Esto es parte para que muchos errores cor grandeza i pequenez; es leal o traidor, derro
ran el campo de la opinión, mas libres, holga chador o avaro, jeneroso o miserable, compa
dos i atendidos que la verdad misma. Lo sivo o cruel, ánjel o demonio."
es, también, para que el progreso, la vida de Rompamos alguna vez con errores que nada
casi todas las esferas de nuestra actividad sea justifican, que no tienen otro apoyo, otra razón
lento, intermitente, difícil i en rio pocas oca de ser que el desprecio de unos, la indiferen
siones imposible, cia de otros, la ignorancia de no pocos i la pu
En la literatura es donde mas de lleno se nible apatía del mayor número.
han venido dejando notar estos estravíos so En medio déla tristeza, de la monotonía, cíe
ciales. lo conventual de la vida de Santiago, es casi
Es jeneral creencia que nada bueno pode cierto que no corre dia sin que mas de ua dra
mos producir. Basta que una concepción haya ma
ignorado se realice. Es verdad que no habrá
nacido eu suelo para que pierda todo
nuestro en él ni condes, ni marqueses, ni lores, ni

prestijio, para que sea mirada de reojo i con banqueros, ni millonarios, ni escribanos a lo
denada sin apelación. Preocupación! A ella de Ferrand, ni hipócritas ambiciosos a lo Piodin,
bemos —la esterilidad en el pasado, el desa —
ni malvados como el Maestro de Escuela, ni
liento en el presente, las dudas en el por

monstruos como la Lechuza, ni niños defor
mes de alma i
venir. cuerpo como eIR.engo, ni caba
Asistidos de fé ciega en nuestra impotencia lleros de industria como San-Remy; pero eso
literaria nos echamos a despreciar cuanta crea no quita que entren en campaña grandes pa
ción no viene garantida por un nombre estran siones, que. haya cruda lucha de encontrados
jero. afectos, que haya drama, eu una palabra. Lo—

Pero entre todos losjéneros literarios a nin que puede ser que nos falte son las esteriori-
guno ha cabido suerte peor que a la novela. dades déla novela, el fondo nó; ese no falta en
Época ha habido eu que se la consideraba parte alguna.
parto de irnaj ¡naciones enfermas, i en que el Pero ya esta cuestión ha pasado en autori
vulgo de las jeates no tenia empacho para reir dad de cosa juzgada desde la aparición de las
a las narices del que de tan lastimosa manera cuatro novelas de Alberto Blest Gana. Elias

percha su tiempo. son la


mejor i mas espléndida defensa que ha
I mientras tanto ¿qué hacíamos i qué hace cerse puede de la novela nacional. —

¿Qué di
mos?— Leer las mal traducidas i muchas ve rán ahora los pesimistas de la literatura si se
ces insípidas novelas que, por conducto del toman el trabajo de hojear esos dos volúmenes
Correo de Ultramar, nos envían los traditores que nosotros hemos devorado?
españoles. Esas novelas vienen firmadas Du

Las novelas de Blest Gana parecen escritas
mas, Sue, Jorje Sand, Feval, Emmanuel Gon de propósito para vindicar a nuestra sociedad
zález, i esto nos basta. Sobretodo su acción pa de su tan gritada i compadecida esterilidad. —

sa en Paris, en Londres o cu Marruecos, i no Todas las figuras que dibuja en sus cuadros
en Chile. Porque hai otra creencia i es que no tienen un
pié, ni una pulgada mos que cual

nuestra sociedad es la mas prosaica del mun quiera ele los vecinos de nuestra buena capi
do, como si todas las sociedades no lo fueran: tal: cuanto les rodea es prosa. El mundo eu
27
210 LA SEMANA. Agosto 20.

que viven, los círculos que frecuentan son los ciones del arte ; es una prueba de que el sen
mismos que frecuentas, tú. lector, i yo: mundo timiento es la mitad del jénio.
En desacuerdo andan las opiniones de los
insípido, círculos donde la vulgaridad está a la
orden del dia, donde se bosteza mucho, se hombres de gusto i de crítica en lo que al
Aria respecta. Quien la
juega malilla i cada uno se ocupa en martirizar mérito de Juan de
a los demás. En una palabra, cada uno de juzga, como nosotros, la creación mas oriji-
esos cuadros es un daguerreótipo de nuestra
-

nal de nuestro novelista, quien sostiene un


sociedad, solo si iluminado con los colores de ' > parecer del todo encontrado.
va rico estilo. —
I sin embargo, ¿quién se atre | Cuando se sentencia sobre Juan de Aria
\ de una primera lectura, es
verla a negar que todo eso es interesante sin por la impresión
hacer un agravio al arte? \ con verdad difícil informar favorablemente.
es feliz el
Esto se comprende. Blest Gana no va a bus i Esto nace de que si la concepción
car los efectos de sus cuadros en las circuns i desarrollo es desgraciado. Los personajes del
tancias estertores, los va a buscar en la espre ' cuadro son hermosos; pero están .vestidos
con

i pobre, lo que casi echa


sión, en la fisonomía que dá a sus personajes. ' un traje impropio
en el conjunto.
De aquí el que la materia tenga poca o nin- por tierra toda belleza
influencia en el éxito de sus creaciones. ! Blest es ante todo observador, hombre de
.guna
no en el mun-

Presenta siempre ante los ojos del lector 1 razón, que busca sus efectos
I do de los sueños sino en el mundo de la
al hombre moral : son sus sentimientos, sus
con toda su mi
ideas, sus pensamientos, sus pasiones en lu i realidad con toda su prosa,
seria con toda su pequenez i toda su vul
cha, sus impresiones mas fujitivas las que ha ,

de las
cen todo el gasto. I qué delicadeza de observa garidad.— Esto, que es sin duda una
de adivinación cualidades de su talento, es lo que
ción, qué maravillosa facultad grandes En
en algunas escenas, qué pinceladas tan maes mas daño ha hecho a su Juan de Aria.

tras i felices para comunicar cuerpo, vida i novelas de ese jénero es necesario que la
lo
movimiento al personaje que retrata! —
Cuando imajinacion tome la delantera a la razón,
imposible a lo posible, la mentira la verno
a
se termina la lectura de una novela de Blest

Gana, uno cree haber conocido a sus persona dad, el corazón a la cabeza. Se necesita
haber vivido en su intimidad. La ilusión del estilo reposado del anatomista del corazón,
jes,

es completa. sino de ese estilo fogoso, rápido, cortado, lle


no de fuegos si fatuos brillantes,
de constan
Sin embargo, preciso es confesar que la es
de nuestro novelista de tes luces i sombras que vienen i van, cruzan,
crupulosidad para
es enjendro
linearnos sus figuras, para seguir paso a paso corren, vuelan, de ese estilo que
las alternativas, el constante ir i venir de la lejít'uno de la imajinacion.
Pero entrando en el fondo de esa novela, todo
pasión ; para no dejar nada al lector por adi
vinar, ni la arruga que surca la frente, ni el cambia. Juan de Aria es la vida : empezamos
de o de despecho, ni la son riendo i concluimos llorando.— Juan i el Ma
jesto impaciencia de la novela, son
risa, ni la lágrima furtiva, niel ai! a media voz, yor, los dos protagonistas
ni el estremecimiento mas rápido, ni el tono dos personajes que visten, andan, comen,
con que cada palabra es pronunciada, ni el rien como buenos habitantes de este bajo mun
menor incidente de su vida i
presente pasada, do, i que sin embargo tienen algo de miste
suele dañar de vez en cuando a la desemba rioso en su voz, en su andar, en su sonrisa.
razada marcha de la acción i perjudicar de al Juan de Aria es la juventud, la ilusión, el
modo al interés. Mayor es la edad viril, la realidad persiguien
gún
Blest, como Balzac, su maestro, parece se do a aquella, agostando sus mas bellos brotes.
cura poco de las horas, se toma todo el tiem Juan de Aria ama,—
ahí está el Mayor pa -

cree necesario, sin acordarse para na ra nublar el cielo de su amor.


po que
da del lector. «Quiere escribir la psicolojía de Juan de Aria rie,— ahí está el Mayor para
la sociedad ; penetra hasta el último pliegue helar la risa en sus labios.
Juan de Aria corre tras la felicidad,

ahí
de la conciencia (•!).»
Con todo, pecado es ese de que pronto se está el Mayor interponiéndose en su camino.
le absuelve, porque donde falta la acción so Juan de Aria cree haberla alcanzado por
bra la observación, donde la imajinacion re

fjn> ahí llega el Mayor para arrebatársela.


con todos Este perenne contraste, esta luchaentre la
posa se presenta la razón ataviada
los esplendores del estilo. realidad i la ilusión, entre la sombra i la luz,
De las cuatro novelas de Alberto Blest Ga entre la duda i la creencia, entre el bien i el
na, la mas superior por la concepción es, sin mal que forman el tejido de la asendereada
disputa,— Juan de Aria; por el desarrollo,

existencia humana, es a nuestro entender di
El Primer Amor; por la belleza i pureza de los fícil personificarlo mejor que lo que Blest lo
rostros, por la suavidad de las tintas,— Enga ha hecho en su Juan de Aria.
ños i desengaños. La Fascinación es un estu Donde Blest está en su verdadero centro,
dio feliz del poder, de la inmensa i fecunda donde domina, avasalla, esclaviza i desbarata
influencia del amor sobre las grandes crea- todas las dificultades, es en su Primer Amor.
Si el argumento de esa novela no es tan nue-
(1) Eugene Pelletan, Heures
de travail, 1. 1, p. lOi. •
vo como el de Juan de Aria, si no hai en ella
20. LA SEMANA. 211
Agosto
individuo a quien un periódico tuvo la descor
Gguras tan simpáticas como en
Engaños i des
engaños, hai en cambio una admirable fir tesía de llamarle ñato:
meza de líneas en el trazo Nada se me dáque lo digan aquí, escla
dejas figuras, un

empleo siempre feliz i a veces maravilloso de mó él, al ver el brusco ataque del diario hostil
la luz i la sombra. —
No hai una escena en El a sus narices; pero ¿qué dirán en Europa?

Prüner Amor que no sea la realidad; pero la Se-Hos figura que la posteridad se ocupará
realidad evocada, llamada al movimiento, a la tanto de nosotros, como el viejo mundo de la
vida por la májica varilla del estilo. —

¡Qué desgraciada facción de aquel individuo.


abundancia de profundas reflexiones, qué na Sea como fuere, nosotros nos conteníamos
turalidad en las situaciones, qué lójica en la con
algunas lijeras señales de aprobación,
marcha i desarrollo de la acción! Tocio suce talvez porque ignoramos lo mucho que jene-
de como no podia menos de suceder. ralmente se nos critica por perder el tiempo, i
Pero Blest no ha dicho aun su última pa seguimos con nuestra pluma a cuestas, figu
labra. Sus obras manifiestan que no se duer rándonos modestamente que vamos camino de
me sobre sus laureles i cree en el estudio i en la gloria en derechura.
la vigorizacion de la intelijencia por su medio. A esta clase de vivientes pertenece un mi
De Engaños i Desengaños de pobre, ama amigo de quien puede decirse que es literato
nerado i difícil desarrollo al Primer Amor hai de nacimiento, así como tantos nacen sordo
de por medio todo un mundo de observación mudos. Pedro, cultiva el comercio de las mu
sas con una decisión digna de mejor suerte i
perseverante, de labor intelectual, paciente i
concienzuda. de mas productivo suelo que el que el sol de
Constancia en el presente i fé en el porve estas rejiones alumbra i en muchas ocasiones
nir es lo que pedimos a nuestro novelista. la llama vacilante de una vela, que ha consu
Quien ha creado El Primer Amor no es ya mido ya la última gota de estearina, le avisa
un neófito del arte, es uno de sus caballeros que la noche está a punto do terminarse, sin
que puede romper lanzas en su pro en campo que él se haya acordado una sola vez, que es
abierto i sin temor de verse desarzonado. preciso dormir para ganar el pan del dia si
Ya es tiempo de que rompamos las atadu guiente. Porque Pedro es pobre, como la

ras de la
preocupación, que no dudemos de la mayor parte de nuestra jente de pluma, que
amplitud a que puede i debe llegar nuestro los favorecidos de la suerte tienen hartas co
horizonte literario i tengamos buena voluntad sas de mas provecho en que pensar.

para acojer, protejer i animar a los talentos Hallábame en dias pasados bajo la melan
que se alcen. cólica impresión que las tardes de invierno
¡Qué la intelijencia sea una felicidad i no arrojan en el espíritu, si este no es, sobre
una desgracia! —

Qué de hoi mas solo quede todo como el mió, muí propenso a risueñas
encomendado a los imbéciles el armarse con ideas, cuando veo dé golpe abrirse con es
tra ella! truendo la puerta de mi cuarto i penetrar a
Lo que nos falta para conseguirlo, es fé en Pedro como una flecha, cerrándola tras él con
el talento. una precipitación febril, que desmentía sus

Busquémosla! hábitos pacíficos i moderado carácter.

Justo Arteaga Alemparte.


¿Qué hai? díjele al instante con cierta in


quietud ¿qué te sucede?

Vengo huyendo de la algazara de mi


casa, me dijo arrojándose sobre una silla; allí
Poesía i familia. no se puede estar
después de comer, cada
niño grita mas que un actor en la escena del
ARTICULO DOMESTICO.
puñal de un drama romántico i quieren tam
No es en Chile un beneficio la literatura i bién que los acompañe a jugar.
apenas si alcanza a constituir un placer; sien Pedro es casado i es padre de cinco niños, a
do las mas veces el cultivo de planta tan esté los que tiene la debilidad de criar regalones.
ril, la satisfacción de una manía, como tantas —
Pero hombre, le dije; cálmate, la desgra
de las que trabajan el ajitado cerebro del cia no es irreparable, porque con salir de tu
hombre. Empero mui pocos de los que con tal casa a esta hora
inclinación han nacido, se cuidan de arredrar —
Pero yo no puedo andar todos los dias
se al saber
que aun no florecen en esta tierra como el Judio errante, i es
preciso que a al
los laureles con que la gloria corona a sus guna hora tenga reposo.
venturosos hijos, ni paran mientes en que los —

Convengo en que esas delicias del hogar


trabajos de imajinacion nunca pueden redu doméstico tienen sus inconvenientes; mas
cirse a numerario. Modestos aspirantes al cul ¿qué quieres? ¡al fin eres padre!
tivo intelectual, todos se contentan con las pa —
I ojalá no lo fuese tanto, que mas tran
sajeras satisfacciones de alguna alabanza reco- quilidad tendría. Ah! tú te imajinas que esta
jida de paso, con el aprecio de mui pocos
_
es talvez una desgracia mui llevadera!
Óyeme,
amigos i con una aspiración vaga i acaso sin Nadie, voi a hacerte juez: tu verás si no he
forma, de pasar algún dia a la posteridad: menester para estar tan tranquilo, como es
esto último, nos hace recordar aquello de un toi, de la paciencia de tres santos i aoaso mas.
21:
LA SEMANA. 20.
Agosto
A ver.

sillo i se acercó a la luz que yo acababa de


Con hacerle la relación de lo ocurrido el

encender.
dia de hoi me hallarás razón i acaso me com —
Dice así :
padecerás.

A a te escucho. -
¿
«AnTimo. •

Esta mañana dejé la cama Mi vida ha sido un sueño i un martirio.


alegré i ani

mado, pues en la noche concluí de arreglar el Clorinda (3 parte.)


plan del tercer acto de un drama que me puse ¡Pobre Arturo, su rostro está mui flaco!
a escribir en dias pasados. Es ARTURO.
domingo, me
dije, i tengo el dia libre para escribir a mi Yo le amaba, Clorinda, como un loco,
antojo. Animado de esta idea almorzó con en- Soñando para lí, gloria i palacios.
\idiable apetito, oí misa lleno de devoción i No es el amor que pintan los poetas
volví a mi casa prometiéndome concluir el ac El qué te quieren murmurar mis labios,
to-de mi drama. Ni la dulce ilusión de un niño tierno
años se siente enamorado.
,
—¿Qué vas a hacer? me dijo mi mujer, a Que a quince
tiempo que iba a tomar la pluma i a releer lo Es un amor que quema 1¡\ existencia,
que tenia escrito. Vitriolo agostador, fuego volcánico,

Voi a concluir el drama. Que Inerve en lo interior del pecho mió
—Acuérdate que acabas de almorzar i que Como »

puede hacerte mal el escribir tan pronto.



Pero hija, se me pasará el dia.

Aquí llegaba, me dijo lanzando el cua


derno sobre la mesa, cuando un ruido atrona

¡Qué idea! apenas son las doce. Mira, ven dor de voces de niños me anunció que la fami'-
a ver los vestiditos
que compré anoche para lia llegaba de misa con las criadas, i antes que
los niños.
yo hubiese tenido tiempo de pararme a cerrar
Resignóme i asistí a la exibicion que ella la puerta, invaden los cinco chiquillos el cuar
fué haciendo de cada pieza, mientras que en
mi imajinacion volvía i revolvía la interrumpi to, apoderándose de mis plumas, rompiendo
el papel, sacando los cigarros de la cigarre
da escena de mi drama, mirando maquinal-
ra i luchando todos por subirse sobre mis ro
menle lo que mi mujer me mostraba.
Tras los vestiditos de los niños vinieron dillas, para lo cual los mas fuertes lanzaban a
los otros a rodar por la alfombra entre llantos
unos encajes i después unos vuelos bordados,
i desesperados chillidos.
i unas manguillas, i una cinta, i dos pañuelos,
i que se yo cuantas cosas mas, mostradas con
■—

María, Juana, Peta, grité desesperado


llamando a las amas, vengan a llevarse estos
tal habilidad que yo no tenía tiempo para inte
niños.
rrumpirla. Mis nervios entretanto se crispa Pero todas habian desaparecido, dejándome
ban de impaciencia i sentía que las'inspira-
el cuidado de calmar aquella tormenta infantil
ciones de la noche me abandonaban. En esta
que amenazaba dejarme sordo. Necesario me
ocupación sonó la una i yo me retiré a mi fué abandonar la mesa, jugar con unos, con
cuarto, después que mi mujer salió a hacer
tentar a los otros, quitar a éste mi cuaderno,
algunas visitas. cerrar el
Sentóme, pues, delante de mi escritorio; cajón en que otro revolvía los pape
les i perder así mas de media hora, hasta que
tomé la pluma i comenzé. a leer. Es preciso
por fin tuve que ciarles plata para dulces i con
que te advierta que estoi en una escena en que
un amante desdeñado hace su última declara
seguí dejarlos jugando en el cuarto vecino cus
todiados por las criadas. Hecho esto, volví de
ción a su querida, porque ha resuelto matarse.
nuevo a mi drama i me
puse a leer lo que es

¡Matarse por desdenes de amor! esclamé taba escribiendo, pero no bien llegaba al últi
interrumpiéndole, hombre, vas a falsear las mo verso, cuando un espantoso grito de la ve
costumbres.
cina pieza me hace saltar de mi silla i correr a

¡Ya no sucede ¿no es así? pero ¿qué quie


res? no me quedaba otro recurso. Hacerle ca indagar lo que sucedia. Uno de los niños se
habia caido de una mesa donde se acababa
sarse con otra,
por despecho, habría sido mui de trepar i tenia ya un cardenal en la frente.
prosaico; irse al campo a cultivar su fundo,
me
parece mui común; que se entre a un con
Mojé un papel i lo apliqué encima diciendo a
la criada.
vento mui inverosímil: no me quedaba mas

que el suicido i me decidí por él. La detona


¿Cómo se ha caido este niño?


No sé, señor, si yo no lo vi.
ción de una arma de fuego es siempre dramá
Jamas unacriadavé cuando se cae un niño,
tica i hace estremecerse a las mujeres.
ni lo que rompe, ni nada de lo que está paga
Arturo, que es el amante
da para ver. Moderé mi indignación, viendo

Aii, si se llama Arturo, tiene derecho de


matarse; porque en literatura casi todos los
que el niño se callaba i volví a mi escritorio
donde me esperaba la inconclusa estrofa.
que lievan ese nombre son sentimentales e in
clinados al suicidio. (¡Esun amor que quema la existencia,

Bueno; Arturo está solo con Clorinda. Te «Vitriolo agostador, fuego volcánico
k-eiti un pedazo. «Que hierve en lo interior del pecho mió
I ¿Ick'.k.o e~*o sacó un manuscrito del bol «Como »
Agosto 20. LA SEMANA. 213

La incomodidad me arrebataba el último —


El material para la lavandera, señor,
verso que tenia casi formulado a la caida del dijo ella, con una sangre fria que acabó de

chiquillo. No me desalenté, sin embargo, i releí desesperarme.


mi estrofa con un tesón desesperado, buscan —
Yo no entiendo de eso, esclamé exaspe
do el asonante que se me escapaba : rado, que espere a la señora i se entienda con

ella.
«Como hierve en la grasa algún pescado.» En instante llegó mi mujer, arregló el
ese
me pareció una comparación vulgar aunque asunto i volvió a mi cuarto cuando yo termi
osada i verdadera. No obstante, en vano bus naba la cuarteta. Pero ya era hora de comer
caba : nada se me ocurría sino la misma com i en vano quise continuar.
,^
paración que retumbaba cadenciosa en mi ce Tuve que ir a la mesa i doblar mi cuer
rebro. Ibame a decidir por ella para pasar a no, con el desconsuelo de haber empleado un
otra estrofa, cuando otro de los niños abre la dia para una sola cuarteta.»
puerta i se me presenta con una manzana en Consolé a Pedro como pude i se despidió
la mano. ¡Una manzana, para un niño que lle de mí, prometiéndose concluir el acto en esa
va un mes de
empacho! Figúrate la desespe misma noche i dejándome maravillado de su
ración que se apoderaría de mí! pues no de perseverancia literaria.
jó de ocurrírseme que por una manzana esta
mos todos penando en este lacrimoso valle. Al Agosto de 1859.
instante dejé la pluma, olvidé mi verso i salí Nadie.
colérico a buscar a la criada, a la que prodigué
las mas amargas e irritadas reconvenciones,
decidido ya a dejar mi drama i a quedarme
; Gloria !
con los niños el resto del dia. Pero el
pilluelo
a
quien acababa de quitar la malhadada fruta Al eco gloria despierta el alma mía
de la
dejó de gritar, los otros estaban jugando con I se arde
ígnea llama de noble inspiración:
en
tentísimos i mi estrofa se puso a bailarme en
Yo quiero gloria inmensa! i acaso vendrá un dia
la memoria, hasta que maquinalmente volví a
En que se embriague en ella mi ardiente corazón.
encontrarme delante de mi escritorio. Relella

por la cuadrajésíma vez i al cabo de algunos


minutos empleados en volver a posesionarme ¿Qué importa si entre sombras mi vida se dezliza,
de la inspiración pude terminarla así : Si ignota se marchita mi triste juventud?

«Es un amor que quema la existencia, ¿Qué importa, si a mi muerte, fecunda mi ceniza
Hace brotar la palma del fúnebre atahud?
«Vitriolo agostador, fuego volcánico
«Que hierve en lo interior del pecho mió
«Como lava que un cráter ha arrojado,» Honores i riquezas que el vulgo necio anhela
De mi alma no despiertan la mísera ambición.
Pero no creas que tuve tiempo de estampar
Su estrépito brillante arrulla, no desvela
en el papel mi feliz idea, porque al entintar
la pluma se me presentó una de las criadas. El sueño funerario del lúgubre panteón!

¿Qué hai? la pregunté, fuera de mí.



Allí está la lavandera, señor, contestó Honores i riquezas son ¡ai! pesada carga
ella. Que en el mar del olvido nos hace naufragar:

Bueno, recibe la ropa i que se vaya. Jamas, ni espuma que juzgo tan amarga
con su

Es quequiere llevar la puerca. Salpiquen mi memoria las olas de ese mar!

Que la Heve i me deje en paz.


se

Pero hai que apuntarla i la señorita no
Jamas! pero oh locura, delirio presuntuoso!
ha llegado.
Me paré apelando a toda mi paciencia, pre- Qué be hecho en mi existencia o qué de grande haré?
j Acaso sé, del tiempo
sencié la cuenta de la ropa con una resigna- siquiera, presuroso
cion estoica de la que me creía incapaz, apun- I Los dias, los instantes que el aire alentaré!
tando cada pieza escrupulosamente. Esta ope- i

ración se terminó por fin i volví a mi cuarto j El tiempo, siempre el tiempo rijiendo los destinos!
felicitándome de haber terminado la estrofa. I 1 al tiempo, el hombre, haráse superior?
nunca
Mas yo creía- haber escrito el último verso i al
: ¿Jamas podra a su marcha cerrarle los caminos
leer vi que ni lo había escrito, ni lo recordaba
Dictándole, imperioso, sus leyes de señor?
tampoco. Nueva lectura i nuevo afán para re
cordar el verso que vino a sorprenderme en |
El tiempo! siempre el tiempo! océano infinito!
una de las molduras del techo, cuando alzaba i
los ojos en busca de la inspiración. Mas no te El hombre te consulta! obedece a su voz.

Responde! aunque retiemblen ios mundos a tu grito :


figures que pude escribirlo, porque apenas
conciuia la palabra lava cuando la criada se ¿Eres acaso el hombre? Eres acaso Dios?

presentó de nuevo.

¿Qué hai todavía? grité saliendo de qui En vano! el eco solo repite mis acentos
cio i sintiendo agotada la paciencia. Burlando desdeñoso, mi loca vanidad:
214 LA SEMANA. 20.
Agosto
Lo verdadero existe? o son los elementos Tú no eres mas
que lodo justicia terrenall
I el mundo i aun el hombre ruinas de la verdad? Ahí gracias! una losa detiene mi carrera:
Sus letras ígneas dicen: ¡El hombre es inmortal!
Ohl si así, del jénio dadme la luz radiante,
es

Con ella los espacios veloz recorreré, Es Sócrates magnánimo, el jénio de la gloría,
I nuevo Prometeo, del cielo rutilante El rayo de los cíelos que al mundo iluminó:
El velo misterioso quizá desgarrarél Aquel que al hombre dijo: Eterna es mi memoria!
Para que la veneres, eterno te hago yol
Sino, ¿de qué me vale la mísera existencia
Ni a qué admirar mi mente la vasta creación; Es Sócrates! su noaibre el alma refrijera;
Si no he de hallar un dia su animadora esencia, Hai algo de divino en esta excelsa voz!
Si no ha de comprenderla mezquina mi razón? Si el Dios que concebiste, mentira, sueño fuera
Tú, Sócrates, del hombre debías ser el Dios!
Si esta sed de grandeza, si esta ansiedad de gloria
Nunca, ¡terrible idea! satisfecha he de ver, Postrado ante tu losa, tu sombra veneranda
Apagúese en buen hora la luz de mi memoria Revéleme el misterio que anhelo descubrir!
Que ¡imbécill solo sabe que nada he de saber! ¿Cómo de las tinieblas la oscuridad infanda
Se razga, i cómo llega la mente a concebir?
¿En dónde de la gloria se ocultan los misterios?
I cómo de los grandes se llega a la mansión? I tú que en paz reposas, teniendo tu cabeza
Dejadme ir recorriendo en tristes cementerios Por almohada el mundo que un dia sustentó;

Sepulcros de jigantes que alumbren mi razón! Del astro que en la senda te guió de lagrandeza,.
Colon! tu muerte acaso, los rayos apagó?
Aquí una gloria se alza! la funeraria loza
Ostenta en líneas trémulas su nombre: ¡Napoléonl Espíritu sublime! Orijen de la ideal
Parece que el artífice con mano temblorosa Con la liaraa del jénio ilumina mi ser!
De miedo horrible víctima, grabara la inscripcionl I al asombrado mundo en cada estrella lea
Verdades que hasta ahora no supo comprender!
Ohl cómo hasta la tierra su gloria fertiliza!
Miradl ya al Cielo alcanzan las hojas del laurel! Si es gloria que exije sacrificios
ídolo la
No le toquéis! el mundo sus ramas diviniza! Bien!cúmplase en buen hora en mí su adusta lei,
I sangre, sangre humana! a arroyos vierte de él! Desgarren mi existencia los bárbaros suplicios;
¿Qué importa vivir mártir si se ha de morir rei?
Mas ¿dónde las verdades están que al mundo diera?
Oídlas! Esterminio! Muerte! Desolación! Gloria! sin fin mi nombre repita el llano estenso,
I el mundo, ¡mundo imbécil! su azote en él venera
Repítanlo los montes, repítalo la mar!
I besa a su verdugo con cínica abyección! I ondeando en los espacios cual estandarte inmenso
La noche de los siglos le vea fulgurar!
Oh! no, no es gloria la que desea mi alma
esta

Ni este el laurel sagrado que en sueños concibió: Martin José Lira.


Al tacto de la sangre marchítase la palma!
La gloria es del que crea, del que destruye, no!
Plácemes i pésames.
Los reyes del Ejipto pirámides alzaron
Siempre han parecido bastante raras,
me
Para dormir en ellas el sueño sepulcral: i hasta ridiculas las prácticas so
caprichosas
Con sangre de mil víctimas sus piedras afianzaron; ciales que guardan relación con el título de
Nególes el Ejipto su lápida inmortal! este artículo.
Presumo que los lectores, benévolos o ma
I el mundo, el mundo esclavo venera la memoria lévolos, han de participar también de la mis
su orgullo insano los pueblos inmoló! ma opinión. Si ellos pertenecen a la raza hu
Del que a
mana, lo que Dios me libre de poner en du

Ciérrense estrepitosas las puertas de la gloria


da, habrán tenido que rozarse mas de una

A aquel que sobre cráneos su templo levantó!


vez con esa interminable cadena de penas i de

los nombres allí miró


goces que marca el sendero de la vida; i ora
De César i Alejandro
adquiriendo esperiencia en cabeza propia, ora
También sangre tintos sus laureles están:
en
adquiriéndola en cabeza ajena, pocas serán las
También fué de los pueblos uno i otro, vampiro, faces del dolor o del placer que no les sean
sus nombres también adorarán! conocidas.
Los pueblos ¡ai!
Desde que esto sucede, su discreción res
I en modio a tantas sombras ninguna luz siquiera? ponde de lo demás. Estoi seguro que opinando
Agosto 20. LA SEMANA. 215

con las manos sobre el corazón o con las ma Subiendo al orijen de las cosas, no seria
nos en los bolsillos, que para el caso da lo talvez desatinado creer que nosotros, republi
mismo, todos a una han de confesarme que canos como somos, hemos ido a rastrear las
en orden a plácemes 1 pésames el mundo es prácticas de los príncipes para calcar sobre
una traji-comedia, alternativa de llanto i ellas nuestros usos de simples ciudadanos o,
risa i de risa i llanto, en la que actores i es sea si se
quiere, de ciudadanos simples. Sa
pectadores concurren con igual empeño al bido es que para que se case una princesa, no
éxito de la farsa. basta que el cura o el obispo le eche las ben
Figurémonos sino algunos de los muchos ca diciones, ni que haga vida conyugal con su
sos que ocurren en el mundo i ellos harán re esposo, ni que tenga mas hijos que Artajerjes,
saltar esta verdad. pues si la cosa se limita a esto i no corren no
Don Roque, hombre de juicio, no solo a to tasen opuestas direcciones, avisando el enlace,
das luces, que así pocos hai que no lo sean, soltera se ha de quedar su alteza en el con
sino también a oscuras, completa las setenta cepto de todos los monarcas i ministros de
primaveras, sufriendo los rigores de una se relaciones esteriores de ambos mundos. Dado
gunda viudedad. Cuando menos se lo imajina, el aviso con la oportunidad debida, ¡ay de los
un
par de ojos traviesos le pican el deseo de que no se alegren ni manifiesten complacen
prender nuevamente esa maldita antorcha del 1 cia! que mui luego han de venir cañones a
himeneo, a cuya luz importuna tienen tantas despertar su adormecida sensibilidad; pero si
veces de que sonreírse los profanos; i enamo la nota se perdió en el viaje, si hubo por ven
rado nuestro viudo en grado heroico i emi tura un traspapelamiento o un olvido, todo
nente, cásase al fin en forma con la Dulcinea o deber de complacencia cesa i el primer diplo
con la Agreda que su suerte le tenia deparada. mático del mundo podrá salir ala palestra con
El caso es de parabienes. Los parientes i su archivo, probando i extraprobando que la

amigos de Don Roque están en el deber de tal princesa es tan vírjen como las once mil
celebrar este suceso i de significarle la grata del calendario.
complacencia que produce en ellos su feliz Estas prácticas de las altas rejiones venidas
reincorporación al gremio de los cónyujes. hasta nosotros (profanum vulgus) por la via
Durante cinco i seis semanas, el enlace da de la imitación o por la via de Panamá, que
tema a todas las conversaciones. La notable da lo mismo, deben haber sido seguramente,
desproporción entre la edad de los novios, el como arriba dijimos, las que han quitado a
jenio díscolo i movedizo de la niña i el incon nuestras costumbres esa sencilla simplicidad
movible aplomo del esposo acaban por impri que tanto echan de menos los patriotas del
mir en él todos los signos de la predestinación. año X.
Las aves de rapiña celebran el augurio i las Verdad es sin embargo que llevando la ob
beatas divisan místicamente tras del matrimo servación a otros casos de parabienes, no
nio ciertas conveniencias sociales que lo han siempre se ha de hallar testas coronadas o
acelerado. usos internacionales a quienes
culpar de las
Apesar de todo, los amigos i parientes es- formalidades importunas eu que estamos en
tan, como antes dijimos, en la obligación de vueltos.
celebrar tan fausto acontecimiento. Para proce El mismo Don Roque, cuyo matrimonio
der a regocijarse i a cumplimentar a la víc acaba de servirme de verbi-gracia, tiene ya
tima no falta sino que ella misma les dé parte un año mas que legar a sus
biógrafos. Mui
de su nuevo estado, porque regocijarse antes apesar suyo, el almanak anuncia el dia de su
de este trámite sería invertir el orden de las santo, que es también el aniversario de su
cosas i faltar a las reglas que la sociedad ha bautismo.
prescrito. Decentemente, ellos no pueden ha Quien quiera" que sepa lo que esto signi
cer nada mas que posponer el
regocijo a la fica en el último tercio de la vida, compren
tarjeta o a la visita, i esperar a que llegue una derá hasta qué punto debe estar nuestro
de ambas para alegrarse entonces como se amigo satisfecho de su cumple años. Añádase
alegra el sacerdote que resa el aleluya cuando a sus poco alegres reflecciones una jaqueca
el maestro de ceremonias se lo apunta. impertinente que lo molesta i se tendrá en re
La etiqueta es inflexible a este respecto: yo sumen la idea de su situación en la mañana
sé, vosotros sabéis, todos saben que el museo del dia de San Roque.
de novios ha agregado un nuevo bípedo a su Los amigos i parientes, de quienes he te
colección; pero todos, vosotros i yo hemos nido ya el honor de hacer mención, salen
jurado por la pierna de Mahoma no tener noti nuevamente a nuestro paso,
respirando re
cia alguna del suceso mientras no venga Don gocijo por todos los poros de su propiedad.
Roque mui peripuesto a referírnoslo. 1 para Con la mayor impertinencia del mundo, se
llenar esta e.xijencia social, forzoso le ha de han encaprichado en creer que el anciano está
ser salir con sus setenta navidades a cuestas, de parabienes, i mientras uno se introduce de
pregonando su locura i evocando la tormenta rondón en su gabinete disparando una salva
de parabienes que está de Dios que caiga so de felicitaciones, dos resuelven sin apelación
bre su casa para no dejarlo gozar tranquilo de acompañarlo a comer para beber una copa a
los encantos de la luna de miel. su salud, tres mas contratan una banda de
216 LA SEMANA. Agosto 20.
música para ir a tocarleserenata, cuatro
una ,
dad será siempre igualmente imperiosa i na
se quedan agraviados porque los sirvientes les die podría eximirse de desempeñar al natu
dijeron que el señor no estaba en casa, i todos ral el papel que le toque en esa comedia de
en fin los
que por sí o apoderado no han po sonrisas.
dido solemnizar el acto con su presencia se Los espectáculos de llanto están también
apresuran a remitir tarjetas para hacer enten- sujetos a reglas inflexibles, de cuya observan
der a don Roque que están mui al cabo de que cia ninguno puede prescindir impunemente.
pesa un año mas sobre sus hombros. Supóngase que muere doña Bríjida, a la
La tortura es horrible. Cualquier hombre temprana edad de noventa años, después de
de buena crianza que encuentra una mujer o haber pasado cinco o seis en completo entre
una cabeza blanca eu su camino evita, como dicho con sus facultades intelectuales. Solo a
importuna, toda conversación que por nefas o un olvido de la muerte puede atribuirse que
por fas tenga relación con la edad de sus la honrada matrona no hubiese ido tiempo ha
oyentes. Sabido es que en orden a fechas, la a rendir la cuenta de su juiciosa vida.
del temblor grande es el máximun a que la
urbanidad nos permite estendernos cada vez
Llegado al fin el trance duro, pásalo ella. _

como si fuera blando, que no está su sensibili


que queremos interrogar a una crónica vi dad para otra cosa, i deja a sus parientes en
viente. envidiable longa
cuarto grado una
-

tercero o
Sin embargo, i a despecho de estas pru niza de haciendas, de casas i de minas.
dentes consideraciones, no hai hijo de vecino
que, llevándose la cuestión al terreno del al-
Figúrense ustedes cual deberá ser la pena
de esos buenos afines i consanguíneos que ves
manak, como diría un diputado, no se con
tidos de punta en negro se instalan a media
sidere perfectamente autorizado para abo
luz en los salones de sus respectivas casas i
carse al mismo Matusalén en persona i darle
reciben con admirable seriedad el pésame de
cordiales parabienes por su cumple-años.
sus amigos i vecinos. Uno de ellos, pobre has
I es todavía lo mas orijinal que ese mismo
ta entonces de solemnidad, si es que puede
individuo a quien habrían sobrado razones
haber solemnidad en la pobreza, lamenta con
para calificar de indiscreta toda alusión a la
tales muestras de ternura el fallecimiento de
fecha de su bautismo, se siente i se amostaza
la anciana, que cualquiera creería que hablaba
si alguna de las personas que conoce falta al
la verdad. Otro, usurero de primera fuerza,
precepto social de echársela bruscamente en cara de tres por ciento que acaba de inventa
cara el dia de su santo ¿Cuántas amistades no
riar hasta las sábanas del lecho mortuorio,
se han cortado cuántas antipatías no han

contesta con ahogados suspiros a las no menos


nacido, por el estravío casual de una tarjeta?
falsas manifestaciones de pesar que le prodi
Líbreos Dios, lectores i lectoras, de que al
gan todos los hipotecarios,
escriturarios i va-
los
guno de vuestros sirvientes, mecido por listas de su Cada uno en fin de
de amorosa baya, vacie vuestras tar
dependencia.
vapores los miembros de la honrada parentela compone
jas un dia de San Juan o de San Pedro en el como Dios le ayuda su cara i sus palabras i
primer buzón que encuentre a mano! Los Pe se cala el disfraz de doliente, sin el cual sería
dros i los Juanes, las Juanas i las Petas que
mal mirado aun por aquellos mismos que en
basta entonces os hubieren mirado como
vidian su cambio de situación i que, a trueque
amigos, se creerán lejítima i completamente de esperimentarlo en cabeza propia, serían ca
desligados de la obligación de celebrar el dia a la huesa de to
i de paces de desear la desencion
en que nacisteis. I de omisión en omisión das las señoras mayores de ambos mundos.
desconfianza en desconfianza, tiempo llegará
en que aquella funesta incontinencia del do Así pues, para cumplir con los preceptos
méstico os deje sin Pedros i sin Juanes con sociales i no dar lugar a que se moteje su con
quienes cultivar relaciones de amistad!!!! ducta, los alegres herederos, o sea los afli-
Ved pues porque he dicho anteriormente jidos parientes, necesitan hacer la de Jeremías
en este valle de lágrimas que atravesa i hasta darse, mui en ello, por sentidos si al
que
mos, todos concurrimos, cual mas, cual me gún bonus vir, de esos injenuos que abundan
nos, a la representación de una
farsa. La en el mundo, les da campechanamente el pa
rabién en la primera ocasión que los en
agradable espontaneidad que alguna vez de
bió presidir a la manifestación de los afectos cuentra.

ha sido sostituida por trabas importunas que Sin embargo de todo esto, i de lo demás
han de acabar con ellos. Determinados están que pudiera decirse contra la poca sinceridad
los casos en que es forzoso alegrarse o sufrir, de ciertos duelos, preciso es convenir en que
i así como se anuncian con fijeza los eclipses no
siempre las apariencias del dolor son en
del sol o de la luna, así también cada uno co gañosas. Casos hai i por desgracia demasiado
noce al empezar el año los dias en que
debe frecuentes, en que la muerte del padre, del
felicitar a los demás i aquellos en que el mis hermano, o del amigo esparce sobre el alma
mo debe recibir felicitaciones. Por
mas
que cir negras sombras i lleva amargo desconsuelo al
cunstancias adversas, dolencias o contratiem corazón.

una mentira para el En su impertinente prurito de encadenarlo


pos hagan del parabién
lo^da o para el que lo recibe, su necesi todo a fórmulas i ceremonias, la sociedad no
que
Agosto 20. LA SEMANA. 217

ha respetado tampoco esas circunstancias so- 1 el tino de elejir partes nobles en donde estam
lemnes de la vida. par la muestra de la pena. Un lazo negro sobre
'
Quiera que no quiera, el doliente se ha de el corazón pudiera talvez tener algún signifi
vír importunado por una turba de compun- \ cado para los análogo-maniáticos; pero, poner
jidos, tan sinceros en sus manifestaciones de ! mostacilla oscura en el pescuezo del sacerdo
pesar como aquellas plañideras de la antigua te, crespón en la sangradura del militar i, lo
Roma a quienes se pagaba para que llorasen que es todávia mayor abuso, crespón también
j
en los cortejos fúnebres. en el sombrero del ciudadano, es lo mas ridí
Ni
es en buena ; culo i detestable que lleva sobre sí, eso es ya
justicia exijible que seme-
jantes manifestaciones sean menos falsas. | a no dudarlo, el último de los caprichos o el
¿Qué hemos de hacer todos los prójimos sino i primero de los desatinos. Para que un indivi
mentir groseramente ya que se nos pone en la duo represente la triste figura, basta por si
obligación de protestar sentimiento cada vez solo el sombrero, sin que sea necesario profa
que tiene difunto en casa la señora tal o el ca nar el dolor, simbolizándolo solemnemente en
ballero cual con quien nos ligan someras re tan risible i feo cucurucho.
laciones?. Que el muerto haya sido un su
.. . Pero está escrito que todo ha de marchar
jeto apreciable, o bien un quídam bueno para fuera de camino tratándose de dolores o de
el Limbo i nada mas; que gozos. Los acompañamientos al panteón, con
deje en el corazón
de su viuda el vacio del caso, o que el verda los cuales pondremos término a nuestra re
dero vacío fuera él para ella, todo da lo mis vista de plácemes i pésames, vienen a dar La
mo. Tras de la jeremiada del -cronista
que I última confirmación a esa verdad.
acompaña a la familia en su Ved una turba de carruajes que en pos
justo dolor, pre- i
ciso que se lance la turba de profanos i
es ! unos de otros se dirijen al cementerio, a íin
cada haga présente a la citada viuda de que los enlutados que van dentro hagan
que uno
i al hijo i al hermano
j ! alli la última farsa en obsequio de Doña Nie
que están sufriendo una
equivocación, pues es cosa
averiguada que la ! ves i de su inconsolable esposo.
muerte es mucho mejor que la vida; que así i Tras un momento de muda contemplación,
lo aseguran los santos padres i otros varios ! uno de los dolientes, reclinado en la testera
escritores de nota, i que como el finado era tan I de su coche, pone en tabla la siguiente cues
bneno i tan.... i lo deinas, Dios lo ha de tener ¡ tión:
en su santa
gloria, por lo cual deben consolar- ¡ —

¡Que picaro tan feliz! Viudo i rico, des


se algo de la
pérdida que ellos mismos les ¡ pués de ocho meses de matrimonio!!
acompañan a lamentar; todo sin perjuicio de í —Dice Vd. bien; ha sido un hombre-cuer
reservarse in pectore I vo, a quien nunca pillará la muerte de sorpre
para no acordarse mas
de los parientes ni del muerto uiia vez ¡ sa porque alcanza a olería desde lejos.
que el
duelo se despida en el zaguán. —
Pero que, como comerciante, arriesga el
Los parientes por su parte, tristes i i todo por el todo. En virtud de la mutua ins
afliji- '
dos como están, -tienen también titución de heredero que arregló con su mujer,
reglas fijas a
que amoldar su dolor. Entre otras cosas, exí- i la buena señora habria asegurado su porvenir
jeseles como indispensable el rigoroso traje si él se hubiese despachado primero.
!
negro con su correspondiente acompañamien- —
A lo menos habiendo muerto de enfer
to de crespones, aderezos sin los cuales todo 1 medad algo larga, no habrían faltado frascos
sentimiento es imposible. ¡Infeliz ele ! que inventariar.
aquel
que en lo mas rigoroso del estío deplora la I —I qué dicen ustedes de la función de ano
muerte de su padre bajo una bluza color cas- i che? esclama en otro carruaje un doliente me
cara, o metidas las piernas en blancos panta- j nos mordaz. Parece que el barítono estaba con
Iones! Sin hacer justicia a la sofocación ¡ catarro.
que
lo acosa, todos hallarán argumentos en los —
I el bajo con gota: no he visto un pararse
mismos pantalones i en la bluza contra su re- desairado. Mañana veremos como se sa
| mas —

prochable insensibilidad. Quémese o no se cude en el Ernani, que si no anda bien de Sil


queme, preciso le ha de ser al acalorado ciu- j va, la silba andará bien.
dadano llevar sobre su cueipo las
insignias i Harto me temo no poder ir, sí como es

del dolor, exibiéndolas por mas o menos tiem- i probable, la maldita madrugada de hoi me de
po, según la proximidad del parentesco que I ja constipado, con notable perjuicio mío i nin
lo ligaba al difunto. La muerte del
padre de- i gún provecho del difunto.
berá sentirse por seis meses, la del hermano En medio de estas i otras conversaciones

por tres i la de la mujer o del marido hasta ¡ por él estilo, nuestro cortejo llega al cemente
nuevas bendiciones. Durante estos rio con el pesar en el traje i la indiferencia en
plazos fi
jados al pesar, o por io menos a su manifesta- el corazón. Unos cuantos bostezos mas, algu
¡

cion, los bailes i los paseos no serán fruta ve nas


protestas de no volver en lo sucesivo a
dada para el doliente con tal
que la costurera ! acompañar ningún muerto, i él deber social
o el sastre llenen con la debida exactitud sus
j
quedará exactamente cumplido. En obsequio
negros deberes. de la brevedad, prescindamos de los discursos
I es lo peor del caso
que al materializar los fúnebres, que son en ciertos casos el comple

afectos del alma, no S3 ha tenido ni '


siquiera mento de la farsa i que. talvez eu el nuestro.
28
218 LA SEMANA. Agosto 20.

no estarían distantes de pronunciar aquellos ! MARGARITA.


mismos dolientes a quienes debe el viudo tan La del rei.... que está concluida! (¿V reí
cena

favorables conceptos sobre su actual felicidad. hace señal a los carceleros que quiten la mesa. Los
dos carceleros se llevan la mesa por la puerta del
Véase pues como la mano sacrilega de la
mentira ha entrado a profanar hastael asilo de foro i desaparecen.)
los muertos, después de ejercitar sobre los
margarita, bajo a Henrique.
Ni ufía palabra a mi hermano sobre sus desig
vivos Su acción desoladora. Cuan diversa no nios. Se avergonzaría quizas a nuestra vista,
seria nuestra condición si la verdad hubiese mientras que ya los lia renunciado. (Mirando a su
conservado su imperio! alrededor i viendo que los carceleras se han ido.)
Sabido es que entre los hechos que revelan En fin, señor, estamos solos.... ¡ha sonado la hora
el instinto de sociabilidad con que la natura- de la libertad!...
francsico i.
leía ha dotado al hombre, pocos hai tan sig
¿Qué quieres decir?
nificativos i elocuentes como ese anhelo de co
margarita.
municación que siente el alma, cada vez que del
Que hai un proyecto concebido por nosotros
la oprimen los pesares o que el placer le ofre- no nos atrevíamos a hablar a V. M., antes de
que
-ce sus encantos. estar seguros ele que 'podría secundarnos.... ¿Os
Anhelo es este tan pronunciado i cierto que sentís con bastante valor.... no.... quiero decir,
mas que los desengaños hayaii minado con bastante fuerza, para caminar una 0 dos le
por
nuestra fé, por mas que la misantropía haya guas a caballo?...
FRANCISCO í.
echado raices en nosotros, siempre hallare
I aun mas!... aunque me costara la vida... Mo
mos un suave lenitivo a nuestras penas en la
rir libre!... (con sentimiento). ¡Pero os lisonjeáis
voz consoladora del amigo, i un aliciente po
con una vana esperanza!... ¿Ignoráis que dia i
deroso a nuestros goces en la participación sin noche hai soldados que velan al pié de esta torre?
cera que le quepa en ellos.
HENRIQUE.
Sucede empero según se deja ver por las ¡I hoi a las órdenes del conde de Villareall
prácticas sociales, materia de este artículo, MARGARITA.

que mientras mas interesados estamos en con La de Medina responde de él.... Nada
duquesa
servar la sencilla injenuidad de aquellas ma oirá... nada verá... está convenido!...
nifestaciones simpáticas, mas hacemos por co HENRIQUE.
Dos caballos nos esperan en la ribera del Manza
rromperlas, mas nos empeñamos en desvir nares," i mas lejos un carruaje i caballos apostados.
tuarlas.
francisco i.
Parece que los hombres se hubiesen dicho
¿Por quién?
rnnos a otros: «puesto que nuestros pesares se margarita.
atenúan i que nuestros placeres se aumentan ¡Por el marques de Santa-Fé,el gran escuderol
siempre que encontramos una alma que goza FRANCISCO I.

i siente con nuestras propias emociones, pre Un enemigo miol... a quien habrás suplicado.
ciso es que ideemos el medio de que esa lei margarita, atrevidamente.
Un esclavo a quien he dado órdenes.
benévola de la naturaleza quede completa
FRANCISCO I.
mente sin efecto. La voz sincera del amigo
deberá perderse, de hoi mas, entre las finji-
Comprendo... pero una vez en carruaje... ¿para
atravesar le
España?...
das protestas de una turba indiferente, i será HENRIQUE.
en vano que pretendamos distinguir la verdad Ya ha dado, bajo nombre
senos supuesto, un pa
de la mentira, la realidad de la farsa, el cora saporte hasta la frontera!
zón de la lengua. Haremos de los plácemes i francisco i.

de los pésames un riguroso precepto de eti ¿Por quién?


queta i, poniendo lágrimas en todos los ojos,
margarita.
Por el almirante de Castille.
risas en todos los labios, conseguiremos al fin
francisco i.
quedarnos solos en medio de nuestras penas i ¿1 conque pretesto?....
ele nuestros goces.»
margarita, riendo.
Si se ha conseguido'o no este resultado, dí Con el pretesto de que me adora i de que le he
ganlo los lectores, a cuya franca confesión me hecho perder la cabeza! Qué queréis? quince dias
remito nuevamente. hace que me ocupa; a mí nomo gusta perder tiem
Vicente Reyes. po, i mientras que yo no podia veros....
francisco i.

¡Oh sublime i virtuosa coqueta!... Pero, para ba


jar esa escalera i saltar estas murallas?... esto es
Cuentos de la Reina de Navarra mas difícil.
margarita.
Continuación.
No hallando recursos en la tierra me hubiera
ESCENA VIL dirijido al cielo. He hecho venir un fraile.... un
dominicano.... ahí está!...
FRANCISCO i MARGARITA a la mesa, HENRIQUE francisco i.
entrando por la puerta de la derecha i seguido hacer el fraile
de dos carceleros.
¡I qué tiene que con.....
margarita.
HENRIQUE. Es un fraile que nos pertenece. Saldrei', señor
¿Qué veo? cubierto cou su capilla.
Agosto 20. LA SEMANA. %l&
FRANCISCO I. zos.... me gustan.... eso me conviene, son mi di
I¡ Yol! — Francisco I ¡encapillarme! ¡vestir el versión.... vamos pronto (A Henrique que aca
...

hábito de un fraile!!! ba de lanzarse al balcón.) Mira si esa llave abre


margarita, riendo. j la roja?... (A Margarita.) No tengas cuidado, que
¿I qué importa?.... por un cuarto de hora. rida hermana, dentro de algunos instantes estaró
FRANCISCO I.. al pié de esta torre.. i gracias a tus trabajos, al
..

¿I si esa jugarreta se descubriese, sise me arres carruaje, a los caballos apostados, al salvo-con
tase? ¡Esponerme yo a las burlas de estos orgu ducto, (a Henrique). ¿I bien?
llosos españoles, con semejante uniforme!.... en- henrique, saliendo del balcón.
cogullado!. Mas valdría que me raparan, me
.. La reja está abierta!
tonsuraran i me pusieran de patitas en un con francisco i, abrazando a su hermana i
vento... .
Nó, un puede ser venci
rei de Francia dirijiéndose al balcón.
do i hecho prisionero, pero ridículo... nunca! ¡Adiós, adiós, pichona mia,... mi querida Mar»
henrique, con viveza. garita!
S. M. tiene razón. margarita, siguiéndolo-.
francisco i. Tened mucho cuidado, señorl...
así? sí que francisco i, ya en el balcón i dirijiéndose
¿No es ¡Tú me comprendes!
MARGARITA.. a d'Albret.
Hé aquí que se nos atraviesa el pun
¡Vamos! Desenvuelve la escala para que yo pueda ama
tillo caballeresco. Oh maldito orgullo masculino. rrarla.
¡Por tan frivolo, por tan absurdo motivo, hacer fra margarita.
casar un
proyecto tan soberbio! ¡una evasión tan ¡Bien fuerte!
bien combinada! (acercándose al azafate de la de FRA-NdSCO U
recha i cojiendo muchas flores.) ¡Buscad vosotros i ¡No tengas cuidado!
hallad otro medio mejor. (Arrojándose en un si margarita.

llón.) Yo ya no pienso masen ello! ¡Nó, no tengo miedo.... pero, apresuraos....


henrique.. apresuraos.... Oh cielo!... oigo pasos.... suben...
¿Cómo haríamos, señor, cómo haríamos? vienen.... la puerta se abre.... entrad! (cierra con
fra.xcisco i.. prontitud las dos hojas de ventana. Henrique arro
Dios
abrirá camino! Dios, o mi ánjel bueno.
nos ja por tierra en un rincón la escala que comenza.
margarita, componiendo las flores para ba a desenvolver. Se abre la puerta del foro.)
hacer un ramo. ESCENA VIII.
O cielo en medio de estas flores he creído no
tar... un papelito doblado.. MARGARITA, cerca del balcón a la izquierda,
francisco i, dando un grito.
HENRIQUE que desciende al teatro en el mismo
No lo decia yo.... será de mi desconocida... lado, CARLOS V, entrando por la puerta del
margarita, presentándole el papel que acaba foro, precedido de algunos señores i seguido de
muchos oficiales. Se adelanta al medio del
de encontrar.
teatro.
Es para vos, señor.
francisco i. margarita, aparte.
«Tras de la estatua de la Vírjen encontrareis un El emperador!... (acercándose a él) ¡Qué, señor,
regalo, un recuerdo que he trabajado en secreto os habéis dignado venir....
durante tres meses ¡ojalá pueda seros útil....» ¡Sn CARLOS v.
retrato!... A informarme personalmente de una salud que
margarita, con
desprecio. me es tan cara como preciosa. ¿Cómo se siente
Vaya un hallazgo! mi hermano el rei de Franci.t?
henrique, que lia metido la mano tras de margarita.
la estatua.. Mucho mejor, señor.
Nó, es unaeseaía de seda! CARLOS y.
MARGARITA. ¿Vos me respondéis de su vida?
Ya eso es algo! MARGARITA.
HENRIQUE.. Sí, señor.
I una llave con un rótulo : (leyendo).. «Llave de CARLOS V.
la reja del balcón » Alabado sea Dios!... porque no quiero oculta
francisco i, subiendo al balcón a la- roslo he tenido de
un momento inquietud ter
izquierda. rible!
La ventana enrejada de este balcón.,., dá sobre MARGARITA.
ana plataforma al otro lado del Manzanares. Por desgracia.... está todavía mui débil
para
henrique. tener el honor de recibir vuestra visita.
Hé aquí lo que necesitábamos,. señor! CARLOS v.
francisco i.. Lo sientohubiera celebrado tener al cabo con
:

Un partido aceptable. él, sin etiqueta, sin ceremonias i


como buen her
mano esa entrevista por tanto
margarita.. tiempo deseada.,..
Que puede matarlo... me opongo! las cen
a uno Preciso será, contra nuestra voluntad dejarla para
tinelas colocadas sobre el bastión de la, derecha os otra ocasión.
verán bajar! margarita, con emoción.
francisco i. Sí.... señor.... Vamonos.... porque el aire que
¡Si está oscuro! aquí se respira.... me oprime!...
margarita. a los oficiales.
carlos v,
Os oirán,.. . tirarán sobre vos! También daremos órdenes para que el rei de
francisco i. Francia sea trasportado, luego que lo permita su
I me errarán los tiros, a mas de que arcabuza- salud, a otro departamento mas convenientel ..
220 LA SEMANA. Agosto 20.
MARGARITA. decíais, señor, sin etiqueta, sin ceremonias, i co
Doí las gracias V. M..
a
pero vamonos....
.
mo buenos hermanos,
arreglad vuestras diferen
Carlos v,
ofreciendo la mano a Margarita cias.
i dando algunos pasos con ella para francísco i.
salir. Pronto estoi para escuchar todas vuestras pro
Una persona contra la que tenéis grandes pre posiciones, señor.
venciones.... me preguntaba hace poco con mucho margarita, a Carlos V.
interés por la salud del rei. ¿I Vuestra Majestad?
MARGARITA. carlos v, después de un instante de silencio.

¿Quién, señor? Seal


CARLOS V. margarita, bajo a Francisco I.
Un francés... el condestable de Borbon! ¡Prudencia!... i sobre todo moderación!., (acer
margarita, viendo que la ventana del bal cándose a Carlos Va quien hace profunda reve
ajita lijeramente ¡hablando a
cón se
rencia). Señor,... padece toda via.... no lo apu
media voz con Carlos V. réis!...
En el nombre del cielo, señor, no pronunciéis carlos v, gravemente.
aquí semejante nombre! Yo os prometo que no' me incomodaré i quo no

CARLOS v. seré yo quien eche a perder las cosas.... al con


¿I por qué? trario. (Un oficial acerca un sillón a Carlos V.
MARGARITA. Henrique pasa otro a Francisco I.) Dejadnos!
Si lo oyera mi hermano!... (Margarita sale por la puerta de la izquierda,
CARLOS v, bajando la vos. Henrique la sigue, los oficiales salen por el foro.)
Es verdad... callo! pero convendréis vos misma
en que la corte de Francia ha cometido faltas
ESCENA IX.
para
con él.
FRANCISCO I, CARLOS V, ambos de pié.
margarita, asustada al ver que la ventana
del balcón se entreabre, carlos v, invitándolo a sentarse.

¡Faltas!... Señor!...
CARLOS V. francisco i, del mismo modo.
I aun hai ingratitud ...
porque en fin, en la ba Vuestra Majestad!
talla de Pavia, V.
me
dijo que él le habia salvado la CARLOS

vida al rei. Estoi en mi mi palacio!...


casa... en

francisco i, empujando con fuerza la ven francisco i, mirando las paredes de su cárcel
tana i apareciendo sobre el umbral del i sonriendo.
balcón. En vuestro palacio!... sea! (Siéntase i Carlos V
Pues ha mentido! (Movimiento jeneral.) después de él. Momento de silencio.) Primero, her
CARLOS v. mano, i para no tratar otra vez del asunto, quie
¡Cielos! ¡el rei de Francia! ro daros una queja : ¿cómo habéis tardado tanto
francisco i. en concederme esta entrevista? ¿Cómo habéis po

¡El mismo! i aunque sea en medio de nuestros dido añadir al horror de mi cautiverio, la espe
ranza tantas veces fallida de veros.... de quejar
enemigos nos gusta presentarnos!
carlos v, con cólera. me a vos mismo, de las privaciones que me impo
Esa reja abierta.... ¡una evasión!... (Mirando a nían, sin que vos lo supieseis, vuestros criados?
Margarita) cuando yo me conüaba en vuestra Dispensad, no tengo intención de incomodar a
lealtad!.... (mirando a Francisco 1) en vuestro V. M.,..
honor! carlos v, con franqueza.
francisco i, ¿Incomodarme? al contrario! todo lo que me
¿Estaba yo preso bajo mi palabra.... os la he decis, señor, a menudo yo mismo me lo he echa
dado alguna vez? ¡Nó! ¡que he conservado todos do en cara, mas amargamente aun que vos pudie
los derechos del oprimido contra el opresor, i del rais hacerlo.... pero la culpa no es mia.
cautivo contra su carcelero! francisco i.
CARLOS v. ¿I de quién, pues?...
Sea! i puesto que lo habéis querido, conserve CARLOS v.
mos nuestros papóles (dando un
paso para salir). Entonces cuan celoso de sus derechos
ignoráis
Adiós!... iprivílejios el consejo de Castilla? Siendo em
es

margarita, colocándose delante de Carlos V. perador de Alemania no se me ha permitido ser


Nó, señor, nó, V. M. no representará jamas un rei en Madrid, sino dividiendo el trono con doña
papel indigno de ella! Ese proyecto de evasión Juana, mi madre... i a pesar de su estado de de
que os mortifica, yo sola soi quien acababa de ima- mencia, todos los actos del poder están siempre
jinarlo; el rei que lo rechazaba, no ha cedido sino refrendados con su aprobación, o diré mejor con
solo vencido por mis instar.cias, i el cielo que a la del consejo que la representa; i vos no cono
menudo nos proteje a pesar nuestro, no ha que céis lo que es el yugo de estos viejos preceptores
rido que semejante designio se ejecutase por cau de los reyes, sobre todo cuando es a ellos a quie
sa mia, para reservaros a vos, señor, mas digno i nes se les debe la corona, i con quienes, bajo la
mas noble empleo. pena de ingratitud, no se atreve una a romper
CARLOS v. abiertamente,
¿Qué decis? francisco i.
margarita. ¿De veras?
Que Dios que os ha juntado de esta manera
pa CARLOS v.

rece haber conducido por su mano esta entrevis Yo habia


querido que se os diese por cárcel un
ta. es:aconferencia que parecía imposible. ¿Que palacio, con una legua de bosque para la caza i el
nejcíirad tenéis de intermediarios?... Así como paseo.... pero mis viejos consejeros pretendían
Agosto 20. LA SEMANA. 221

que V. M. trataría de escaparse (movimiento de CARLOS V.

Francisco/....) i su prudencia exajerada.... Aun no puedo por desgracia, sin la última con

FRANCISCO I. dición.
Mal debia acordarse con vuestra franqueza.... francisco I, con impaciencia.
No hablemos de eso. Vuestras condiciones, se Todavía otra?...
ñor?... CARLOS v.

CARLOS v.
I esta es la justicia misma!... vuestra lealtad no

¿Mis condiciones?.... ninguna! obli Pero me veo podría rehusarla!


La larga i terrible FRANCISCO i.
gado a traeros las del consejo.
guerra que acabamos de sostener contra V. M., de ¿Cuál es? veamos.

tal manera ha empeñado nuestras rentas, que se CARLOS v.


El rei Luis XI, que fué un gran político i que
e.xije para reparar nuestras pérdidas, que un res
cate de un millón i doscientos mil escudos de oro conquistaba mas provincias con su pluma que otros
con su espada, usurpó a nuestros padres, i anexó
sea pagado
por la Francia.
a la Francia el ducado de Borgoña....
francisco i, con frialdad. francisco i, no pudiendo contenerse.
Por la Francia?.... Nó; pero sí por mí. Venderé
El ducado de Borgoña..,. I habéis podido ima
mis tierras, mis pertenencias, mis diamantes. Con
jinaros que yo consentiría en abandonarlo!... en
venido!
cedéroslo!
CARLOS v.
CARLOS v.
Es natural que con tan temible enemigo se to
Es decir, en devolverlo!...
men garantías! Se
exije que abandonéis toda pre francisco i.
tensión sobre la Italia i los Paises-Bajos.
¡Ah! esto es demasiado probar mi paciencia!...
francisco i, con dolor.
CARLOS v.
Perderás!, con un razgo de pluma, esas con
quistas compradas tanto oro i tanta ¡Calmaos, señor; que vuestra moderación iguale
con sangre! a lamia!
vivamente.
carlos v,
I pudierais añadir; con tantas inmortales haza francisco i, violentamente.
ñas! Pero, injusta o no, la suerte de las batallas os Basta de burlas, señor, o por Dios que no res

las ha hecho perder! ponderé de mí!


carlos v, con altivez.
francisco i, con calor.
I si Dios Cómo se entiende?
me
ayuda, aun puedo recobrarlas, francisco i.
CARLOS v.
De ello, señor, sois mui capaz; i eso precisa Habréis creído engañarme con vuestra finjida
moderación; con i vues
vuestra falsa injenuidad
mente es lo que se trata de impedir.
tras pretensiones de joven en tutela? Me he con
francisco i, con mal humor i levantándose,
¡Sea!... convenido! tenido, sin embargo, i por crueles que fuesen
los sacrificios que se exijian, cuando después de
CARLOS v.
A mas.... todo, solo a mí me concernían, cuando solo se di-
francisco i, sentándose. rijian contra mi bolsillo, contra mis propios bie
A mas! nes, contra mis conquistas o mi orgullo, todo lo
he concedido; pero hacer presa de la Francia; pe
CARLOS V.
Este es un acto de reconocimiento i de buena dirme que la destrozo i que la deshonre!... en
fé, solerrne contraído por la Es- tonces se alza el soherano i os dice : Mientras yo
un
compromiso
con el condestable de Borbon.... viva no la tocareis!
pana, para
CARLOS v.
francisco i.
¿El condestable? ¡ese infame!. .. ese traidor!.... ¡Mui bien! sí estuvierais en Francia, i en vues

CARLOS v.
tro reino; pero ¿olvidáis que os encontráis en Ma

Que sin embargo ha servido lealmente!... i


nos
drid?
el consejo pide, que en francisco i.
premio de sus servicios, I también lo olvidáis, puesto que insultáis a
vos
V. M. lo indemnice, con usura
por todos sus bie
nes confiscados en Francia. un enemigo desarmado! Pero el rei prisionero tie
ne un pueblo que no necesita de jefe para comba
francisco i, con cólera.
tir i rechazar al estranjero; el rei cautivo tiene
¡Pagarlo, por haberme vendido! (conteniéndose].
Tened cuidado, señor.... no deis por vuestro in aliados que están indignados de vuestra ambición,
terés i el de Inglaterra, Henrique VIII....
un
ejemplo semejante!... que puede haber
CARLOS v.
peligro en
pagar a los traidores.
Puede levantar ejércitos i equipar armadas para
carlos v, con
frialdad.
También puede haberlo socorreros; encontrará a Carlos V en todas par
en no
pagarlos.... es....
francisco i, mirando a Carlos V con
francisco i.
desprecio. Ménosen los campos de batalla?...
¡Temerlos vergonzoso todavía que ser
es mas
carlos v, con altivez.
virse de ellos; i V. M. carga con una mui
pesada ¿I por qué?
obligación a sus arcas agotadas, porque si en tan francisco i.
alta estima tiene a la traición,
ignoro con que Porque nunca habéis empuñado una espada!
precio podrá pagar la lealtad de sus subditos fie-
CARLOS v.
lei!... Eso os concierne, señor. Convenido!
Yo! (Henrique sale por la puerta de la derecha.)
r arios v, con alearía.
J henrique.
Ah!... lo que hai?
¿Qué es
FRANCISCO I. francisco i, con amargura.
Démonos, pues, la mano i firmemos nuestro tra Estupendoscombates han tenido lugar desde
tado.
que alcanzasteis la edad de hombre; i no habéis
222 LA 1ANA. 20.
Agosto
visto ninguno. Vuestro reino se ha enriquecido fandedlo aun a costa de vuestra sangre; porquo
con numerosas
conquistas.... Pero vos no habéis es preciso que llegue a manos de mi madre, Lui
hecho ninguna. ¿Quién mandaba a los do Saboya, rojente de Francia!...
españoles sa
vencedores en Navarra : Villalba! ¿quién en el Mi- MARGARITA.
lanesado? Colona! ¿I en Castilla: el conde de Ha- Yo os lo juro.... ¿pero qué es?
ro! pero Carlos V,
lejos... siempre lejos. FRANCISCO I.

carlos v, fuera de sí. Toma, toma.... yo te lo confio.


¡Señor!!! margarita, mirando i dando un
grito.
henrique avanzándose al lado de Francisco I. ¡Ah vuestra acta de abdicación!
Señor, en nombre de Dios! FRANCISCO i.

francisco i. En favor de mi hijo el Delfín. Ahora hará Car


¿Eres tú, Henrique?... el cielo te envía.... Habrá los V, lo que quiera, el reino está en Madrid,
un testigo de mi venganza (a Carlos V.) En fin, está en Francia.
los españoles han vencido a los franceses en Pa HENRIQUE.
vía.... ¿I quién los mandaba? el marques de Pesca ¡Señor.... señor!
ra, i un francés....
francés felón los aviliaba.
un FRANCISCO I.
Sí que para vencer a la Francia, os ha sido nece Nó... Francisco I ya no os mas que un simple
sario comprar la ayuda de la Francia, comprarla jentil-hombre, quien quizás podrán atormentar;
a

por la traición, por la corrupción.... que ese es pero cuya mano vano puede firmar tratado al
vuestro valor. guno; Francisco I puede todavía exclamar desde
CARLOS v. el íondo de su prisión : ¡Qué Dios salve a la Fran
¡Ah! no puedo soportar semejante ultraje! cia! (El rei está de pié, Henrique i Margarita de
francisco i.
rodillas.)
¡Probadlo
pues, cargáis una espada, d'Albret FIN DEL ACTO SEGUNDO.
me prestará la
suya, i con las armas en la mano,
terminaremos aquí nuestra querella, como caba H. de Irisarri.
lleros, con Dios por juez, (enseñando a d'Albret.,.) (Continuará).
i un jentil-hombre por testigo.
carlos v, con frialdad.
Concibo efecto que semejante partido os aco
en
Elees «le la ssessiana.
modaría; pero aunque se me asegurase la victoria,
yo le pediría a V. M. permiso para no privarlo de Santiago, agosto 20 de 1859.
una existencia
que me es tan cara como útil; que
en cuanto a la mia Sumario. La guardia nacional constipada.

Placeres. —

yo la tendré en preciosa i dig El cielo i lapo-


na guarda,
del domingo. Annibal ad portas.
— —

para probaros que, sin igualaros en liria. Et



tio de Temístocles.— Plan de campaña del
pretendido heroísmo, se os puede sobrepujar en
príncipe de Tounens. —Desenlace de un, enlace.

-

nombradla. Mientras permanezcáis inmóvil i en Semana teatral.


cadenado.... avanzaré siempre.... siempre, ino
me detendré en mi camino hasta Alejandro cometió- imprudencia bañándose-
que la Europa una
entera me pertenezca, comenzando por la Francia. en las aguas del Cidno ; Federico Barbaroja co
Adiós. (Sale.) metió otra no menos grave i mas funesta zabu
lléndose en el Selef, i por último la guardia nacio
henrique, con indignación.
¡La Francia suya.... ¡nunca! nal ha cometido el domingo una tercera, aventu*
francisco i, del mismo modo. rándose temerariamente en el campo de Marte,
¡Dices bien! cuando el sol no se había dado tiempo a enjugar
el llanto reciente de las nubes. La humedad de. la
ESCENA X.
madre tierra ha sido fatal a nuestros bizarros mi
Los precedentes, MARGARITA acudiendo
licianos, i no parece sino que Cibeles hubiera
al ruido.
querido como su esposo Saturno, matar a sus
,

MARGARITA. propios hijos. Los romadizos i constipaciones,


Señor, señor! qué sucede. consecuencias lastimosas de tamaña lijereza, han
francisco i, con
exasperación. venido a recordar a nuestra milicia cívica que
Si ha creido que por tenerme prisionero, tenia el agua del cielo ofrece a sus vidas un peligro
a la Francia encadenada, si mas real e inminente que el fuego del enemigo..
espera imponerle sa
crificios para que me rescate, se engaña, nada De un resfriado a una pulmonía i de ésta a la-
sacará. Se le escapará su prisionerol muerte, no hai mas distancia que del Capitolio a
MARGARITA. la Roca Tarpeya: un brinco.— Por lo demás, —

¡Cómo! nuestra población fo.shiono.ble es deudora a esa im


FRANCISCO 1. prudencia de mil agradecimientos. Merced a ella,
Espera! espera! (Pónese a la mesa de la de cruzaban el domingo, a pié la Alameda, a caballo o
recha.) en coche el campo de Marte, centenares de muje
MARGARITA. res adorables i hombres adoradores, sin contar o-

Señor, ¿qué queréis hacer? tros grupos mas modestos i menos fervientes.. Por
HENRIQUE. que es este primer dia de la semana en el que se
¿Qué designio es el vuestro? (Escuc/iando cerca despierta nuestra facultad de locomoción, embar
del cuadro de San Pacomio) Es estraño.... tras gada en los seis restantes. Entre nosotros, el do
de ese cuadro he creido oir.. Nó, nó! .

mingo está consagrado esclusivamente a andar i


francisco i, después de haber escrito oir misa. En el de esta semana, sobre todo, si los
con
ajitacion se levanta i dice, vecinos de Santiago no han oido mas misas, han
colocándose entre los dos. tenido mas movimiento que en otro cualquie
ra. La reaparición de la guardia nacional los agui
Henrique!... hermana mia!... vijilad mucho so
bre -:Ye popel, ocnltadlo a tolas las miradas. De- joneaba eficazmente a moverse, i presajiando las
' ' ■ i -l i ■ i nr

Agosto 20. LA SEMANA. 223

volubilidades del tiempo se movieron aquel dia gas. Espera confundir con él a su sobrino i a los
cuanto han dejado de moverse los siguientes. empresarios del alumbrado.

A la verdad habría sido poca cordura salir de Escrito estaba en el almanaque del destino que
casa esta semana después que el grito de ladro •
esta semana habia de ser fecunda para las armas
nes! habia dado la señal de alarma, corrido todos i los descubrimientos. A la resurrección de la guar
los cerrojos, dado vuelta a todas las llaves, dia nacional, a las proezas de la policía, es decir,
atrancado todas las puertas i difundido la tribu de los ladrones vijilados por ella, i a la aplica-
lación i el espanto en nuestro honrado vecindario. cacion del gas a los coches, es menester añadir la
El grito de Annibal ad portas! no fué mas formida comunicación que ha dirijido el príncipe de Tou-
ble para los Romanos que este grito de ladrones! nens al diario de esta capital. Con ella queda re

para los Santiaguinos, si bien no habia para éstos suelta en cuatro palabras la cuestión-indios, que
iguales motivos de susto i congoja que para aquellos. ha sido orijen de tan largas discusiones para la
De seguro que los nietos de Eneas no se habrían prensa. Asegura dicho príncipe que podrá darse
consternado de tal suerte, a haber tenido para de feliz cima a la conquista de Arauco mediante el
fender su libertad i sus muros una Brigada de Po empleo de cuatro mil hombres i algunas máquinas
licía como la nuestra. A ella, después del cielo, de guerra adecuadas a la ignorancia i sencillez de
debemos la seguridad i aseo de nuestra población; aquellos bárbaros. Si el gobierno acepta, como po
i digo después del cielo, porque la Providencia ha dría suceder, el plan de campaña del mencionado
tomado a su cargo de algún tiempo a esta parte príncipe, los aficionados a la pezca i a la caza po
ciertas funciones peculiares de la policía. Con sus drán proporcionarse mui buenos ratos con solo ha
aguaceros se ocupa de lavar las calles, que vijila cer un viajecito al teatro de la guerra. Curioso ha
en las noches serenas con sus estrellas innumera de ser el espectáculo de aquellos candorosos indí-
bles. Acaso no tardará tampoco en llover piedras jenas que picarán en el anzuelo como pescados, o
sobre nosotros i aliviará asi a la policía de la ím» se pegarán en la liga como jilgueros, o caerán en

proba tarea de los empedrados, suplicio mui se la trampa como ratones. Las tiampas de ratones
mejante al tonel de las Danaides. Esta mancomu especialmente son las que han de dar mejores re
nidad del cielo con la policía aparece de manifies sultados contra los golosos habitantes de Arauco.
to en la organización de la segunda,
que sin embar ¡No sospechan ellos la que se les espera!
go aún no ha logrado realizar por entero el sistema
planetario. Los serenos, por ejemplo, no son has Tampoco sospechaba Térsites H.... el trájico
ta hoi sino estrellas fijas en cada
esquina, i seria desenlace del enlace que iba a contraer con Creu-
de desear que se convirtiesen en planetas i pudie sa B.... Es una triste ocurrencia
que lo ha colo
sen jirar rápidamente en torno de su órbita. Dia cado entre el ridículo i el suicidio; i de dos par
vendrá, no lo dudemos, en que nacerán para tidos tan lisonjeros ha optado por el último. Pero
nuestra policía los Copérnicos i los Newtones no debo anticiparme a mi narración,
que que vais a
han de someter a nuevas leyes las evoluciones de leer, si os acomoda.
su esfera. Térsites H.... tiene veinticinco años, honrados
sentimientos, intelijencia despejada, figura i fortu
Pero los progresos no pueden llegar a término na modestas, i una timidez cerval. Sin este último
sino paulatinamente i el tiempo les marca siempre habria
achaque, gozar de los beneficios que
podido
las jornadas de su viaje. En la marcha de las co otorga el mundo al de los hombres;
común el —

sas es él quien traza el itinerario, que en vano sosiego de la vida i la benevolencia de sus seme
pretenderíamos alterar locamente. No por eso fal jantes. No era tan superior a ellos que pudiese
tan personas que tal intenten. Sin ir mas allá de ser envidiado, ni tan inferior
que pudiese servir
esta semana puedo contaros una ocurrencia de inerme víctima al engaño i la doblez; de
que
justifica mi aseveración. suerte que estaba a salvo de dos
plagas ruines:
Un rico propietario de nuestra capital, el S. X, los envidiosos i los malvados. Pero dotado de
que tiene mas afición a la luz del gas que a otra un espíritu encojido i pusilánime, ha figurado
cualquiera, inclusa la luz de la intelijencia, envió hasta hoi entre los mas desventurados
hijos de
el martes mui de mañana a llamar a su sobrino Adam. Jamas ha entrado en un salón sin
que
con urjencia suma. le hayan venido las colores a la cara, i la tur

Temístocles,— le dijo luego que hubo llegado, bación al ánimo; i rara vez ha

te he hecho venir para comunicarte una idea
dejado, en tan
lastimosa situación, de trastornar un
ha ocurrido anoche.
me
mueble, des
que garrar un traje, o verter en el suelo el contenido

Una idea! le replicó el sobrino un poco alar

de la taza de té o de la copa de helados. Nunca


mado de ver a su tio convertido en
ideólogo de la ha salvado, de consiguiente, los límites de
una
noche a la mañana.
primera visita. Si concurría a un bailo, su pare

Sí; i una idea que quiero realizar hoi mismo. ja olvidaba el compromiso contraído con él, que

I es

La de ponerle gas a mi coche.
por su paite no se atrevía a recordárselo; si'asis-
tia al teatro, su asiento de platea estaba
Pero, tio, ocupado
eso es imposible!

anticipadamente por algún intruso, de quien no



Cómo imposible! osaba reclamarlo; si paseaba en la

Le aseguro a Vd. que no hai medio Alameda, las
cintas mal anudadas de sus calzoncillos se ha'cian
—Qué sabes tú! Ven conmigo a la oficina del visibles entregándole a las mas crueles confusio
gas i verás si no hai medio. nes, que no acertaba a disimular; i estos
I de grado o fuerza arrastró a Temístocles ai peque
por ños
contratiempos i otros tales, que su mala estre
ser testigo de su decepción; porque, como y.i su- <
lla le procuraba i su timidez acreció, difundieron
ponéis, la obtuvo mui manifiesta en aquella ofici- ! a poco andar en su alma una
na.— Empero el Sr.
amarga e invenci
X, que es hombréele firmeza ble tristeza. Con ésta empezó a dominarlo esa
si los hai, ha escrito a su corresponsal de
Europa rencorosa antipatía
que el débil profesa al fuerte:
pidiéndole la remisión de un coche alumbrado por i se sintió humillado e
impotente delante de la so-
224 LA SEMANA. Agosto 20.
Ciedad, renunció a ella i se confinó
despechado en Si estuvisteis el lunes en el teatro, benévolos
el aislamiento. En él ha vivido hasta hace dos lectores, no dejaréis de recordarlos
personajes do
meses. esta creación.— Jenaro, consorcio de Manfredo i Lo-
Fué por ese tiempo cuando hubo de reconci velacc, loco i escéptico según el poeta, es el hombre
liarse con el mundo mediante la intervención de mas cuerdo, mas razonable i fácil de convencer.
una alegre i atolondrada niña, Creusa B..i. És Cuando viene a notarse su locura es después que el
ésta una criatura indefinible que ríe dos horas autor le devuelve el juicio. Entonces sí que proce
bulliciosamente para caer por otras tantas en las de como un loco casándose inopinadamente cort
imajinaciones de la melancolía. Una casualidad se una mujer a quien no ama i solo conoce hace doá
la hizo conocer a Tersités, que no tardó en quedar dias.—
Sofía ,fen vísperas de tomar el velo, no
aprisionado en la red de su gracia i atractivos. pierde la ocasión de procurarse un marido, i asi
Parecía que la suerte se habia condolido de su que se hace con él, manda al olvido su vocación
víctima. Las pequeñas contrariedades habian ce i piadosos proyectos. —
Matilde es; una esposa es
sado para Térsites, su amor era correspondido, i timable i un hábil dialéctico, que silojiza como un
el himeneo dobia en breve colmar sus votos i ha» discípulo de Port-Royal, enhebra conceptos como
cerle amable la vida. el mejor Conceptista italiano i se encarga de la
Empero, en la semana pasada comenzó a notar conversión i enmienda de Jenaro no bien le ha
cierta fria reserva en la familia de su prometida, sido presentado : filantropía tan laudable como in
que lo habia acojido hasta entonces con afable cor verosímil. —Por último Félix, el dichoso marido
dialidad. Térsites veía repetirse cotidianamente de tan sabia mujeres un personaje sin fisonomía
estos indicios desfavorables sin poder explicárselos a fuerza de ser vulgar.
ni ahogar su inquietud. Por fin, el segundo dia de Si los Caracteres son falsos el diálogo és impro
esta semana, se le dio a entender de un modo eS^ pio. Es siempre Rubí qnien habla én bonitos ver
plícito que debia renunciar a la mano de Creusa, sos, i nunca sus personajes.
después de hablar largo tiempo de las tristes con La pasión para nada interviene en esta come
secuencias de la embriaguez. dia, huérfana de escenas dramáticas, floja en sú
Cualquiera otro que no hubiese sido Térsites enredo, lánguida en su movimiento.
habria pedido alguna esplicacion i tratado de sa Entonces ¿porqué fué aplaudida, se me pregun
ber la eausa de tan súbita mudanza. Mas el desdi tará?
chado apenas tuvo fuerzas para dejar aquella casa —Por tres motivos múi naturales. En primer
i llegar a la suya, desgarrada el alma por los mil lugar, porque la Mur tuvo bastante talento para
puñales de la desesperación. salvar los escollos de las falsas situaciones i fué
Su razón flaquea, su corazón lacerado se exa^ bien secundada por los demás actores ; en se
cerba; amartilla una pistola, fíjase el cañón en la gundo lugar, porque la pieza está sembrada de
frente i hace caer el pié de gato sobre el pistón-, moralidades mas o menos oportunas, que un pú
que estalla sin que salga el tiro. blico sensato acoje siempre con favor ; i finalmen
El estallido del fulminante alarma a las personas te, porque no podemos desmentir nuestra proce
de la casa, que acuden presurosas a la habitación dencia española i nos dejaremos siempre cautivar
de Térsites. Este, mortalmente despechado, acaba por los encantos de la poesía i la rima.
de desconcertarse viendo entrar a su tio, que le En los tres fatigosos actos de Cecilia la Ciegue-
pregunta los motivos de su intento tan poco cris cita ha tenido su autor oportunidad de hacernos
tiano, i a quien concluye por revelárselos. gurtar su fácil i armoniosa versiíicaciom
Impuesto do ellos, no tarda mucho en descubrir Gracias a Dios que está puesta la mesa, jugue
el orijen de la estraña resolución de los padres de te lírico dramático, i No hai humo sin fuego, pieza
Creusa. Habian sidoengañados por las apariencias. l en un acto, en que Gaytan hizo su papel a las mil
El criado de Térsites, recien entrado a su servi maravillas, han contribuido a diversificar agrada
cio, empleaba para quitar las manchas de los ves blemente los espectáculos, junto con El Ingles en
tidos el aguardiente anisado. España Una noche de Boda i La Reina de las
,

flores, bailes todos tres en que la Thierry ha lo


Pero ya es tiempo de dar de mano al estrépito grado hacerse aplaudir estrepitosamente de sus
de las armas, a las maravillas de los descubri admiradores.
mientos i a las tristes historias, para pedir al tea La Mur no ha cesado de corresponder un mo
tro cuenta do sus novedades. mento a su nombre de pila. La ventura le perma
Las tres funciones de esta semana, felices por el nece fiel en sus numerosas metamorfosis. La mu

desempeño de sus actores i amenas por su varie jer de bnen tono, la candorosa niña o la mucha-'
dad, no pueden preciarse de igual fortuna en la cha alegre i maliciosa no desmienten jamás su ca
elección dramática. Nada hai que decir de la pre

rácter personificadas por nuestra simpática artista.
ciosa zarzuela; —
El Valle de Andorra, mal apre Sabe inspirarse maravillosamente en cada situa^
ciada la primera vez i justificada plenamente en clon, siente de veras i jamás falsea la naturalidad,
su repetición a los oídos del público; pero una co triunfo supremo del arte sobre el arte.
media de Rodríguez Rubí seguida de un drama de Clapera, que a la par de la Mur es el alma de la
Gil i Zarate, son dos punibles traiciones a Melpó- zarzuela, solo una vez se ha dejado oir esta se
mene i Talía. mana. Canta bien i representa
mejor. Su voz en
tera se insinúa agradablemente al oido i su decla
Mejor es creer, título de aquella comedia, es un
aforismo que, sí se tomase en un sentido absoluto, mación es irreprochable.
nos sometería al yugo de la mas despótica cre La aparición do Alonzo hizo creer un instante
dulidad. Pienso que hai cosas en que es mejor en la desaparición de Millan; pero no fué sino un
creer i otras en que es mejor no creer. Así, por eclipse parcial. Don Enrique se tomó el jueves el
ejemplo, mejor es creer en las dotes líricas de D. trabajo de desengañarnos.
Tomas Rodríguez Rubí i mejor es no creer en sus Gaitán.... Millan.... decididamente, la compañía
dramática está apurando el consonante de galán.
disposiciones dramáticas. Nada lo prueba mos que 1
la cemedis üe que os hablo. Domingo Arteaga Alemparte.
Imprenta del COR FILO, Tasaje Bülncs.
PERIÓDICO NOTICIOSO, Í.5TEBARIG 1 CEIÍTÍFIGO

JíccXx cloici : iiwto cDcmtuqo Jlotteaqa ^btéuipattc


Año I. Santiago, Agosí© eSt «Se fi§5@. i\aS2533. a¿?.

La mayor parto de los sistemas gu'oerna-


LA SEMANA. mentales del presente empiezan por negar a
j
j la sociedad su personalidad, por arrebatarle
SANTIAGO, AGOSTO 27 DE 18-59. toda vida propia, por desconocer i aun- com
batir su iniciativa. De esta manera sus ene

migos mas directos sino mas declarados son


Estafoállílsd.
los mismos que tienen misión de defender i
ota política no es el arte de
vigorizar sus derechos. Esto esplica el—

» domar el curso de las cosas,


«sino de adivinarlo i compren
constanteantagonismo gobernantes i entre
» derlo. »
gobernados, entre el poder i la sociedad.
(Philarete Chasles. Carlos I, Por eso gobernar es luchar.
Introducción, páj. xv.1
Procurar encontrar la estabilidad en se
Triste es la suerte de la ciencia política. situación sueño. Sin
mejante es un
equili
En ninguna como en ella tienen entrada, hai estabilidad
brio no posible.
amparo i aclimatación mas errores. En nin Pero lo peor es que los gobiernos al obrar
guna tampoco entraña el error mas perni así se imajinan fomentar sus intereses, ase
ciosas consecuencias.
gurar su existencia. Creen que su poder i su
La política esla mitad de la vida i la fe fuerza aumentan a medida que el poder i la
licidad de una nación. Toda perturbación fuerza social disminuyen, que mientras mas
en su esfera no
deja sin dañar un solo inte anulada i oprimida esté la voluntad de la
rés social. —
I sin embargo en nada se jue sociedad, mas consistente i libro es la suva.
ga mas ala gruesa ventura. La la

opresión es vida, se dicen, —


i se
Hombres de abajo i hombres de arriba, echan la coacción i la violencia.
en

pueblos i gobiernos a.bandonan por lo jeneral Lo engañoso de tal creencia salía a la


a la
en su
campo pasión el dominio de la

vista. Si la razón
para probarlo faltara, so
razón; a la ilusión el de

la realidad. De brarían siempre los hechos. No hai —


una
esta suerte cuanto paso dan lleva el sello sola perturbación en la marcha ele una so
de su orijen : —
es impremeditado como ¡a
ciedad, un solo desquiciamiento en su má
pasión —
o falso como la ilusión.
quina que no arranque de aquí. En tardo
Esto esplica la debilidad, la inconsisten esa creencia sirva de norma a la táctica no-
cia de todos los edificios
políticos del pre lílica de gobierno, la estabilidad es im
un
sente. Su solidez es siempre un engaño. Por
posible.— Cuanto gobierno pretende o iodo
eso el menor
choque conturba a sus orpuí- o nacía, casi constantemente se
tectosi hace peligrar su equilibrio. queda sin
As!, la —

nada.
gran preocupación de todo gobierno es la Muchos siglos hace que se viene traba
estabilidad: nace, vive i muere asegurán jando por cimentar i engrandecer los de
dola. rechos gubernamentales sobre el aniquila
¿Qué enjendra esa
preocupación? —
La ca miento i hasta la ruina de los
rencia de observación i de respeto a las
derechos so
leyes ciales. ¿Que se ha
conseguido?— Sangrientas
del desenvolvimiento social. Años hace crac
revoluciones de mas,
venimos espléndidos progresos
trabajando por descarrilar a las so de menos.
ciedades en lugar de ponerlas en camino. Nada mas natural :— La tendencia del
No es oíra cosa esío de querer i
organizar individuo como de las sociedades no es a la
cimentar de un modo ficticio lo que tiene
compresión sino a ia espanjion, no es a la
su organización i cimiento natural. disminución de esfuerzos i
personalidades
22G LA SEMANA. Agosto 27.

sino a su aumento, es a la rapidez i cons que si buscan un idéntico fin lo hacen con
tancia de la marcha por la armónica profu menos franqueza i valor?
sión de los rodajes. Si la época de la lucha Hacer responsable a la fuerza de todos
-no ha pasado, ha los desquiciamientos sociales no es mas
pasado sí la de la destruc que
ción. Nada de lo que existe es inútil, todo creer en la historia. Ni una sola de las re

■tiene su empleo, su fecunda esfera de acción voluciones que han venido marcando con
en que moverse. El reconocimiento de esta sangre cada paso de las sociedades hacia el
verdad es el mas grandioso paso que puede progreso ha dejado de ser su obra.
darse en la via del progreso. En tanto no Nada es mas cierto que esto. Todos los —

reconocida estaremos fuera de la males sociales arrancan de la fuerza. —


Ja
sea lójica.
Ya sabemos lo que eso importa. mas hai estallido sin compresión.
de los
La vida, la acción, el movimiento, una Pero apesar de la evidencia
no :

en la sociedad, no son hechos, de los clamores constantes de la


personalidad propia
historia, casi todos los gobiernos cierran los
contrarias, por mas que se trate de sostener,
i lanzan en los caminos de la vio
a la vida, a la acción, al movimiento, a una ojos se

efectiva personalidad gubernamental. Lejos lencia : dudan de la estabilidad que no tiene


de eso, la segunda recibe buena parte de un ejército permanente i un
por apoyos
su poder de la primera. verdugo.
¿Qué vienen obteniendo de esta perseve
Minorar, limitar la primera, no es forta
debilitar la rancia en Verse constantemente
el error? —

lecer, es segunda.
Toda traba puesta a la primera es , una combatidos, hacer de la sociedad un cam
es lucha tras
dificultad para la segunda. po de Agramante en que todo
La primera es a la segunda lo que el va- lucha, batalla tras batalla, ruina sobre rui

a la locomotora. na ; desvirtuar todo esfuerzo, bastardear


por
La está cada paso de so todo bien, amordazar toda verdad, ator
prueba en una

ciedad. mentar i ser atormentados.


los frutos del despotismo, Los gobiernos de la fuerza son una cons
¿Cuáles son que
es la negación de toda acción, de toda ini piración en permanencia contra la propia i la
ciativa social? —

Enervamiento, degradación, pública felicidad. Contra la propia, porque


amilanamiento, atraso! solo saben i pueden lastimar intereses i con


citarse antipatías, odios profundos. Con —

¿Cuáles son los de la libertad, que es con


firmación i respeto de esa acción, de esa ini tra la pública, porque son los decapitadores

ciativa? Actividad, vigor,


dignidad, pro de cuanto noble pensamiento, de cuanta fe


liz idea propenda al engrandecimiento so
greso!
dónde lleva el despotismo? Ala cial. Ya es tiempo de eme nos penetremos
¿A
— —

muerte! de esta verdad.


Si la fuerza es la causa primera de cuan
¿A dónde lleva la libertad? A la vida!

Penetrando en la existencia íntima del tos dolores vienen aquejando a las socieda
despotismo se comprende mejor cuanto de des, es necesario eliminarla de la dirección
ilusorio tiene su preconizada solidez. ¿Qué de sus destinos, despedirla pronto i para
solidez csesadela que es necesario vivir en
siempre del puesto que usurpa.
perpetua desconfianza, que el menor em Esto es lo mas lójico. Si queremos es-

bate hace peligrar cuando no destruye? —


Si tinguir toda intrancjuilidad i perturbación,
no fuera por la fuerza bruta no habria vida debemos empezar por destruir los elementos

para el despotismo. Verdad es esta que na que la producen. Si donde la fuerza entra a
die puede poner en duda. ¿I hai apoyo mas obrar aparece a su lado la subversión, es

precario que ese?



La estabilidad impo
es tingamos a
aquella i esta quedará de su pro-
sible bajo su imperio; donde no hai tranqui pie motivo estinguida.
lidad, confianza en el presente i esperanzas Pero, para alcanzar este resultado aban

para el porvenir
la estabilidad es un enga donemos el absurdo sistema de combatir el
ño, no existe. mal con el mal ; combatamos el mal con el
Si la última espresión del sistema de usur bien, la mentira con la verdad, la fuerza

pación sobre los derechos de la sociedad a con la libertad. Mientras asi no proceda

nada arriba ¿a qué arribarán otros sistemas mos, estaremos haciendo dar vueltas a las
Agosto 27. LA SEMANA. 227

sociedades en un círculo sin salida, en que esta escena mundanal nos han precedido, de
los sacrificios quedarán estériles i el movi jándonos las que los pensadores de Europa
nos envían confeccionadas i elaboradas, sin
miento no vigorizará sino que debilitará.
que nosotros tengamos mas trabajo que el de
El primer precepto de toda atinada cien
dijerirlas en nuestro cerebro, con lo cual diz
cia política, es ahorrar cuanto mas se pueda que mas de una conjestion- se ocasiona por
los trances difíciles. Para estos mundos de Dios. Esta evolución social,

conseguirlo es

necesario, por la que han pasado todas las naciones que


ahora llamamos cultas, tiene, como todo en la
Que la pasión ceda el paso a la razón; vida, su lado bueno i malo, su anverso i su re
Que la fuerza lo ceda a la discusión. verso, puesto que a las veces hace desaparecer
En tanto ahí no lleguemos el progreso no alguna buena costumbre de las que formaban
nuestros mas recomendables timbres de pue
se logrará sino tras violentas luchas entre el
blo feliz i patriarcal, bien que en cambio nos
porvenir i el pasado i el presente en su con

tra coaligados.
regala con la adquisición de algún uso civili
zado, que nos hace crecer algunos codos
Oponer la fuerza a la fuerza es no tener fé en nuestra propia estimación. I siendo
progre
ni esperanza en el triunfo del derecho. Ai! sar la lei del siglo, es fuerza conformarse al

de los que dudan o se desalientan! fin de cuentas, que lo demás seria mostrarse
asaz retrógrado i recalcitrante con exceso. Si
Oponer la fuerza a la fuerza es buscar el
con lijeras observaciones consignamos
orden el algu
en desorden, la vida en el seno de nos de los rasgos sociales
que las anteriores
la muerte. reflexiones nos han sujerido, al propio tiempo
Oponer la fuerza a la fuerza es no sacu que nos darán el placer de los recuerdos, que
dir nunca su
tanto los poetas encarecen, no dejarán de ser
yugo.
vir de punto de comparación a los venideros
Creamos en el poder de la discusión. —

observadores, para advertirles la marcha gra


Los que discuten están en camino de enten dual de nuestras sociedades i ver lo que he
derse. Los que luchan solo saben odiarse

mos avanzado sobre nuestros


padres en esto
i esterminarse. que llaman sociabilidad de los pueblos.
Todos, pueblos i gobiernos, aspiran a la Antes, por ejemplo, siendo mas reducida la
sociedad, mas estrechas también eran sus mu
estabilidad, los unos para prosperar , los
tuas relaciones i mas cordial el trato de las
otros para vivir. Entonces armonicemos,
jentes entre sí. Preparábase en una casa una
equilibremos la acción social i la acción comida o un sarao i al punto se destacaba
a las vecinas una de las criadas mas
gubernamental que es el solo medio de con esper
tas para dar recados, délas cuales cada fa
seguirla. Siempre que una de esas dos

milia poseía por lo menos un ejemplar de la


acciones está contrariada no hai estabilidad
conocida raza de las mulatas. Esta
posible. llegaba
golpeando con cautela la puerta i después de
La estabilidad es el respeto al derecho. responder «yo soi» a las de adentro, con lo
Establescámoslo.' cual quedan siempre los que preguntan tan
enterados como antes, la mulata avanzaba dos
Justo Arteaga Alempabte. o tres pasos en la estancia i
empezaba la si
guiente invariable relación.

Manda decir mi señorita que cómo está,
Contrastes, que se alegrará mucho de que su merced lo
pase bien, que cómo está el caballero i los
LO DE ANTES I LO DE AHORA. niñitos, que está con muchas ganas de verla i
que todavía le está gustando el ratito que pa
Por poco que uno se detenga a pensar en só con su merced el otro dia i
el estado actual de la sociedad chilena, no tar
que espera
que esté sin novedad.
da en convencerse de que hemos
llegado pre Aquí la mulata hacía una pausa para respi-
cisamente a esas épocas de equilibrio entre los rar, habiendo dicho su recado de un resuello.
pueblos, durante las cuales las viejas i las nue Durante esta pausa la dueña de casa
podia to
vas ideas, ¡as
preocupaciones i el progreso, el mar la
palabra.
elemento antiguo i el moderno, libran su últi —I por allá, ¿cómo están?
ma batalla, eu la
preguntaba.
que las leyes de la naturale —Todos buenos, señorita,
za tienen
para que su mer
de antemano asignada la victoria al ced los mande, continuaba la del recado; man
empuje irresistible de la civilización. En Chi daba decir mi señorita que es su hijita, i
que
le, con efecto, comienzan a desaparecer las I le baga el favor de prestarle los moldes
para
costumbres de nuestros abuelos, abriendo pla hacer budín, i la pailita para hacer dulce, i los
za a las
que por importación directa recibi candeleros de plata, i el servicio para la mesa,
mos del
viejo mundo i esas costumbres se lle i los platillos para helados, i el cubo
grande, .

van en su coméntelas creencias de los


cpie en si su merced no lo tiene
ocupado.
LA SEMANA. Agosto 27.
La dueí.a de casa, con la
mejor voluntad haciendo cada dia mas difíciles las relacio
del mundo enviaba todos los artículos
pedidos, nes que únicamente pueden amenizar la mo
agregando sus finos recuerdos i mil amicales notonía de nuestra vida civilizada.
congratulaciones a la amiga. Pasando ahora a la vida individual i to
No eran únicamente las solemnidades de mando al hombre por sí solo ¡cuántas varia
una casa las
que daban lugar a esta clase de ciones en un corto número de años! ¡Qué de
características escenas, que muestran el grado tipos nuevos i desconocidos de nuestros pa
ce cordialidad
que por entonces reinaba entre dres lian surjido del mas estrecho trato de
amigos, pues una necesidad imprevista, como nuestro pais con las naciones del viejo mundo.
una enfermedad, verbi
gracia, era motivo su Si uno de nuestros antepasados abandonase el
ficiente para que la mulata o el chino, que era sepulcro adonde no ha muchos años ha bajado
un muchacho sacado de los Huérfanos o dado a dormir el sueño eterno, se creería sin duda
a la señora
por alguna madre desprendida; trasportado a otras rejiones desconocidas si
fuesen a la casa vecina i pidiesen yerbas me viese desfilar ante sus ojos el escuadrón de
dicinales i aun varios instrumentos de uso do seres nuevos que la civilización ha creado en
méstico que 110 es del caso nombrar. En estas tre nosotros. Vería con asombro pasar al lite
ocasiones solía entablarse el siguiente diálogo, rato, ser que marcha con la cabeza erguida
que no deja de dar alguna luz sobre el estado porque se figura que va hollando bajo su
intelectual de aquella época. planta los abrojos de la ignorancia i cree que ,

¿Qué es lo que tiene tu patrón? pregun ha nacido en una época incapaz de compren
taba la señora. derlo; mas no tardaría en reconocer su tierra

Si creo señorita que está con cólico, decia al ver las miradas de desprecio que casi
la mulata. todos arrojan sobre él i al oir las conversa

¿I lo vio el médico? ciones de los corrillos en que compadecen al



lia ido dos veces i ha dicho que le.... infeliz. Luego divisaría al Lovelace, al irresis

Bueno, bueno: dile a la fulanita que no tible, flamante de pies a cabeza, arreglado al
les haga caso a los médicos, que yo le iré a último figurín de Paris, que va mirando a
hacer a don fulano un remedio que lo ha de cada mujer que pasa como el sultán a la oda
aliviar. lisca, con aire triunfador i coqueton, mirada
I la señora, abandonaba su casa por la de amorosa i garbo seductor; pero su memoria
la amiga, en donde ponía en práctica los co lo orientaría al instante, viendo cruzar la ca
nocimientos de la terapéutica casera. lle, con un legajo de papeles bajo el brazo, a
Inoficioso creemos, por supuesto, presentar ciertos ministriles de laboriosa i ajitada exis
a los
ojos del lector un cuadro análogo de tencia, que conservan i perpetúan el tipo in
nuestras actuales costumbres, en las que la variable de los de su clase i que tanto se cui
civilización ha destruido la amistosa confianza dan de seguir la moda como aquellos de no
de aquellos tiempos, reemplazándola por una perderle la pista. Vería en seguida al comer
etiqueta llevada casi hasta los límites en que ciante moderno: rápido en el andar, afanoso,
cesan la cordialidad i la franqueza. De los años lijero, intrépido parala transacción, leyendo
aquellos quedan mui pocos vestijios así en siempre alguna carta de negocios i luego cae
personas como en costumbres, las que han ido ría en que se hallaba en Chile, viendo que hai
a refujiarse eu algunas familias, que mal de muchos que conservan los antiguos métodos
su grado también, sienten introducirse en su de comercio, guardándose de emplear en
recinto las nuevas usanzas con mui corto mi sus personas i en sus tratos otros usos que los
ramiento de las antiguas. La sencilla fraterni conocidos ya de larga fecha i pasados en auto
dad que aquellas lijeras escenas acusan, se en ridad de cosa juzgada. Su vista hallaría un
cuentra al presente limitada a mandar pedir a recreativo momento al ver bajar de algún co
casa de las amigas los moldes de algún nuevo che a una de las elegantes del dia, calzada
vestido, la última pieza musical en voga, o al con un botin delicioso ele los que jamas so

gunas flores para adornar las mesas en un dia ñara, llenando media calle con su gracioso
de dias. traje, perfumada i bella como el ensueño de
Tratábase en otros tiempos de una fiesía de un poeta i al volver la vista reconocería que

familia o queríase improvisar una reunión de no se hallaba espatriado, mirando a alguna

confianza i para eilo no había menester mas que de las que han hecho del mantón una paite
dar en el misino dia el aviso a los amigos i a- integrante de su persona i encuentran a toda
niigas, con lo cual todos acudían ala cita para iior; ¡go que rezar en !-,
la iglesia.
divertirse con una alegría parca i natural. Cualquiera que sea, en suma, el lado por
Ahora las reuniones improvisadas se han he donde se considere nuestra vida, siempre na
cho imposibles, porque los e\ijencias del lujo cerá en la mente del observador la idea que
señera presentarse ai principiar estas líneas emitimos. Su vista
no permiten a una con i::¡

vestido cualquiera i es preciso que el convite encontrará lo moderno desterrando a lo anti


se calcule para clejar a cada cual el tiempo guo, que lucha aun por conservar su dom'nio.
nece.-.ario para preparar ei traje i los adornos, Verá al lado de las magníficas obras de la
¡az3u cueva estinuiuenuo poco a poco todo nueva arquitectura las ya ruinosas
aunque re
t.~-u;!:u de iOk.:kkkk.l ¿n n YStros nuvl-los i faccionadas cbl tiempo del coloniaje; al salir
Agosto 27. LA SEMANA. 229

de una casadonde lo han recibido entre bro- como se hallaba Qtievedo en el espacio: sin
catos i muebles de Boule, tropezará con un subir, ni bajar, ni estarse quedas.
ejército de pordioseros, unos con placa de per Felizmente no ha desaparecido de entre los
miso i otros sin ella; pero todos con andrajos, hombres la raza de los Marco- Curdo i no fal
que lo hirán dudar de la riqueza del pais; al tarán quienes hagan completa abnegación ría
pasar por una puerta oirá salir del interior su persona
por inclinar la balanza de nuestro
alguna de las mas hermosas melodías de los destino hacia el lado del progreso.
modernos maestros i dos pasos mas allá el
son de la vihuela i la voz nazal de alguna Agosto de 1850.
pri
ma donna de baja esfera, que entona la zama
de los Nadie.
cueca entre las avinadas voces que rin
den a Baco su tributo cuotidiano. Por todas
partes hallará contrastes, propios del suelo
americano, curiosos sino instructivos, i el Algo sobre libertad.
que bien observa, si encuentra en lo nue
vo mucho que por la felicidad común de
Toda persona de buen sentido habrá obser
bería modificarse, no podrá dejar de convenir vado que el hombre es una contradicción vi
viente. Tiembla por ejemplo delaute de una
que buscando en algunos de ellos el sentido
moral que representan, hai algo que no causa fiebre, i marcha cantando a una batalla.
desconsuelo i hace formar lisonjeros pronós Entre las infinitas aberraciones del espíritu
ticos para los que vendrán después de noso humano, hai una observada desde muchos si

tros. glos atrás i que a la fecha anda trayendo el


Hasta aquí solo nos hemos contentado con mundo mas revuelto que nunca; esta es la de
hablar de ciertos contrastes que resultan de que no podamos entendernos sobre nuestros
la comparación de las viejas con las nuevas verdaderos intereses.
costumbres, sin entrar al dominio de las ideas En el presente siglo todas nuestras desgra
i eu donde naturalmente no son menos abun
cias nos vienen de la política, i la política está
dantes ni variados. Allí también impera la lu reducida a la sola cuestión de la libertad.
cha de esos contraríos elementos, trayén- Cuestión de palabra, i no mas.
donos la constante ajitaciou en que vivimos.
Es cosa bien orijinal que no se dispare un
Pero, merece observarse un hecho en este solo tiro de fusil que no sea en nombre de la
caso, que abiertamente pugna con nuestras
libertad. Pueblos i gobiernos, subditos i mo
primeras observaciones i es que si en la vida narcas, todos se destrozan eu nombre de esta
social i material de nuestros pueblos lo mo
derno a lo antiguo va ganando la palma, en el palabra falaz. ¡Hasta Luis Napoleón está guer
reando en nombre de la libertad! !
terreno de las ideas ambos elementos perma
necen en perfecto equilibrio, sin que el uno ni La mayoría de un pueblo, según la opinión
el otro parezcan aventajarse. Prueba es esta, de esta misma mayoría, se compone de tontos
e ignorantes. Entre estos no cuento a los
por lo menos, del gran orgullo del hombre, que,
sin saber leer ni escribir, son ciudadanos por
que siempre se resiste a creer que haya quien
la Constitución.
pueda pensar con mas acierto que él i de lo
poco que' en realidad avanzamos a pesar de lo Todos a una voz claman por la libertad , i
mucho que nos figuramos haber andado. Así todos a una voz después de la palabra libertad
cuando vemos que tantos sostienen todavía ponen un pero Lo que quiere decir que
que el mejor modo de enmendar a los crimi cada uno la entiende a su modo.
nales es el de enviarlos al otro mundo, como God and liberty! dijo Franklin a propósito
si alguno hubiese vuelto de allá a mostrarnos de no sé qué como las cosas mas bellas que
la eficacia del sistema; cuando sabemos que afianzaban la felicidad del hombre. Lo cierto
no pocos individuos pretenden
que la educa es que si ni una ni otra cosa se hubieran co
ción para la mujer es un mal, porque sabien nocido en el mundo, talvez se habria ahorrado
do escribir se inclina al momento a ejercitar mucha sangre humana.
se en el estilo amatorio
epistolar; cuando éste Yo quisiera que alguien me definiese de una
dice que la dicha de los hijos de Adán no
manera precisa lo que es la libertad. Veo en
puede existir sin libertad i aquel que el hom esto tantas contradicciones que no hallo a
bre es un animal a quien es necesario tener que
atenerme.
amarrado para preservarlo de las desgracias a
No he visto todavía ni un solo hombre, i
que su mala índole lo arrastraría si fuese due
ño de sus acciones; cuando advertimos, en
creo que exista, que entusiasta de corazón
no

fin, que no hai entre nosotros idea nueva a la por la libertad, no sea al mismo tiempo entu
siasta de corazón por la esclavitud. Porque
que deje de salude al encuentro alguna añe
ja preocupación, como en el juego de la barra ¿es acaso libertad solo la libertad civil o polí
de los muchachos, no podemos menos que tica?
convencernos deque Libertad es la facultad que tiene todo hom
atravesamos una época
de fluctuación incertidumbre i que bre de hacer lo que se le antoje.
sociedades se
e

encuentran ni
nuestras
ni menos
;j!l dice
mas Eso no puede ser, un hombre chiquito
230 LA SEMANA. Agosto. 27.
i débil, cualquiera puede entóneos tirarme |

Quiero la libertad de comercio.


de las orejas. —

¿Qué lei hai que le prohiba comprar bue


Eso no puede ser, dice un hombre pobre, yes i vender cesina?
los ricos nos estrujarían. Así como este ciudadano son la mayor par
Eso no puede ser, dice un hombre feo, te de los que claman por libertad; no tienen

cualquiera seduciría nuestras mujeres. necesidad de ella. A no ser así, nunca podría
Eso no puede ser, dice un ciudadano que lee entronizarse el despotismo. En Francia millo
los periódicos, cualquier escritor tendría de nes de individuos viven contentos i felices ba

jo el poder del déspota que tiene oprimida


a
recho para ponernos en ridículo.
Eso no puede ser, eso no puede ser, grita su
patria. En una palabra, no hai conciencia
mos todos en fin porque no queremos esa li de lo que es libertad.
bertad para los demás, aunque mucho nos Los al invocar la libertad, la llaman
poetas
cuadraría para nosotros. hija del cielo; creo que con mas propiedad se
la podia llamar hija del infierno. La mitad de
¿Qué hacer entonces?
los males que han aflijido a la humanidad,
Mui íacil es. Nos reunimos todos en congre
han nacido en su' nonbre. ¿Abriré ia historia
so i acordamos lo que mas convenga para la
del mundo para probar una verdad como esta?
tranquilidad i bienestar común. Así se hizo. Cualquiera lo puede hacer i convencerse por
I el pacto que se firmó se llamó lei.
sí mismo.
1 hubo entonces un filósofo que dijo: El me decir todo esto que debemos deses
¿Quiere
jor de los gobiernos es aquel en que la lei es perar de ver reinar algún dia la paz i la liber
el tirano. tad sobre la tierra?
Triste cosa es que para llegar al afianza Entendámosnos.
miento de la libertad, tengamos que recurrir Creo firmemente que los pueblos mas libres
a alguna tiranía. I es asi en efecto. Yo tengo
son los pueblos salvajes.
mí que la verdadera libertad no puede
para Del mismo modo, i en el estremo opuesto,
existir sino está protejida por una buena poli
habrá tanta mas libertad cuanto mayor sea la
cía. ¿De qué servirían las leyes mas liberales
ilustración, es decir cuanto mayor sea el nú
del mundo si no tuviésemos jendarmes?
mero de los hombres ilustrados.
Los hombres han creido dar un gran paso
Tiendo la vista por todas las naciones del
al decir que la libertad de cada cual concluye
globo i no diviso ninguna que reúna todas las
allí donde empieza la libertad de otro. I ¿quién
condiciones necesarias para ser enteramente
determina los límites de esta libertad? La ver
libre. En cambio veo en todas ellas hacer em
dad es que la intelijencia humana es mui li
mitada, que no hai dos hombres que piensen
peño por llegar a ese fin..
Mientras tanto nada se consigue si no se
del mismo modo, i de aquí por consiguiente
destierra ele la Bepública:
que jamas podremos entendernos.
A la fuerza, que es el apoyo déla anarquía i
La libertad, dice uno, es la República. el
La libertad, dice otro, es la Monarquía.
despotismo;
Al fanatismo, que por principio i por siste
La libertad, dice la mayor parte, es que yo ma se opone a toda libertad;
viva tranquilo.
I sobre todo i ante todo, mientras no se
No hai gobierno'que no asegure la libertad
borre del carácter americano esa comezón in
de comer, de dormir i de trabajar para tener nata por la revuelta, ese deseo desenfrenado
i en que dormir
que comer con abundancia por el poder. Nadie se conforma siquiera con
con comodidad.
que el vecino sea cabildante, i nadie quiere
Eso no me basta, dice un ciudadano que abandonar un destino, aúneme sea el de sub
ha leido el compendio de la historia romana.
delegado.

¿Qué quiere Vd. entonces? El nombre de la patria es el que primero se


Quiero la libertad de pensar. invoca. El patriotismo es una grosera mentira


¿I quien le prohibe a Vd. pensar lo en los tiempos modernos; cuando mas es una

que quiera? reminiscencia de las edades primitivas.


Quiero la libertad de escribir. Nulne veut le bien •onblic que quand il s'ac-
—Para qué quiere Vd. esa libertad si no corde avec le sien, dice Rousseau. Esta verdad
sabe ni escribir una carta? es entre nosotros una
injuria. No es permitido
amar a la

Quiero la libertad de elejir un diputado patria sino a la manera que aman


que represente los intereses de mi pueblo. los enamorados a sus queridas, i esto plató
Es decir los suyos, porque en cuanto a nicamente.
los de su pueblo no me parece que le impor Dos ciudadanos, un proletario i un propie
ten mucho, pues que dá un suspiro cada vez tario, se encuentran en la plaza pública.
la contribución ele alumbrado i Señor, dice el proletario, no le duele
que le cobran a

sereno. Vd. patria oprimida?


ver a su

—Quiero la libertad reíbiosa. I —¿Cuál es su patria? pregunta el propic-



para qué? no es Vd. católico? ¡i taiio.
Agosto 27* LA SEMANA. 2JI


Mi patria es Chile! A ¡mí KsaJre.
Pues la mia, contesta el propietario, es

mi bolsillo i mi familia, i donde yo pueda Ah! qué dolor iguala al que sentimos
ganar plata i vivir tranquilo i contento con mi Cuando venios cadáver macilento
El cuerpo de la madre que quisimos,
mujer i mis hijos, está mi patria. Árido el seno que nos dio alimento,
¡Hombre egoísta! esclama el proletario, i

Adonde tantas veces nos dormimos


se aleja murmurando el verso de Horacio: qué Al blando arrullo de su suave acento,
dulce cosa esmorir por la patria! Muda la boca, inmóviles los brazos
Cuando yo miro a ini alrededor i veo los Pródigos en cariños i en abrazos?
hombres de que se compone nuestra sociedad, Gdilleemo Matta.
no puedo por menos que admirarme al ver la
facilidad que hai en un gobierno para hacerse En la primera orilla de la vida
tirano; de donde deduzco que los pueblos de Me abandonaste, madre, cuando apenas
ben de agradecer cualquiera libertad que Aparecían para mí serenas
les venga de sus mandatarios. Las horas de la candida niñez;
I por esto también fué sin duda que dijo un Cuando empezaba en mi inocente pecho
escritor: los pueblos merecen su suerte. A nacer para vos mi amor de niño,
De paso quiero hacer una observación, i es Puro, sublime, celestial cariño
que hasta ahora no ha habido un solo gobier Que no alcanzaba a comprender talvez.
no revolucionario. I esto se esplica mui bien.

Tres, cuatro o mas hombres ele que se com ¡Qué tiempo tan feliz, cuando bebia
pone un gobierno, no pueden hacer una revo El néctar puro de tu puro seno,
lución, por mas avanzada, liberal o progresista I me daba tu labio de amor Heno
que sea, sin caer en la tiranía. I lo que digo Un inocente beso maternal!
de un gobierno se aplica lo mismo a los hom
¡Cuándo talvez sentado en tus rodillas
bres de un partido. Por consiguiente: Te llenaba de encanto mi sonrisa,
Los pueblos solos hacen las revoluciones Tierna como el aliento de la brisa,
sin gritos ni algazara, sin disparar un solo ti
Lijera como el aura matinal!
ro de fusil ni derramar una
gota de sangre,
i sin que ellos se aperciban siquiera. «Toda Ah! yo vivía plácido a tu lado
guerra civil, dice Chateaubriand, que no pro Respirando mi alma la fragancia
duce alteraciones notables en una sociedad, De la edad perfumada de la infancia,
cualquier movimiento parcial de una nación Que como el viento rápida pasó.
momentáneamente insurreccionada, no son I tú sentías revivir en tu alma
para mi revoluciones. En efecto, si no cambia El amor maternal, luz de consuelo,
el espíritu de los pueblos, qué importa que se Nítida i pura emanación del cielo,
hayan ajitado algunos instantes por misera Que la muerte cruel me arrebató.
bles intereses, i que su nombre o el de sus
mandatarios haya cambiado?» Yo niño entonces ¡ai! no comprendía
¡Hombres ciegos! ¿Vale por ventura la cau Que es una madre el dulce complemento
sa de nuestras revoluciones el sacrificio de De la vida de su hijo, i ni un tormento
una vida? Nada
pesan las lágrimas de nna Al perderte sintió mi corazón.
viudao de un huérfano?.... Apenas dura un Pero ¿cómo sentir? aun en mi mente
instante nuestra vida, i no contentos con los La luz de la razón no penetraba
males que nos aflijen, andamos buscando me I en mi pecho de niño no alcanzaba
dios de destrozarnos mutuamente! ¿La historia A esparcirse la hiél de la aflicción!
de Cain i Abel ha de durar hasta la consuma
ción de los siglos? No sé si alguna lágrima de duelo
Hai una lucha constante entre gobiernos i
Por tu muerte mis ojos derramaron
pueblos, i aunque aquellos emanen de éstos, O si mis voces tristes te llamaron
no por eso la lucha
deja de existir. Estos cla Porque entonces no sé lo que sentí.
mando por libertad i aquellos respondiéndoles Ni sé si tuve algún dolor al verme
que son libres. ¿Cuando llegará el dia en que De las caricias de tu amor privado;
nos entendamos?
Perolioi en cambio, madre, he derramado
Lo que en América se ha llamado hasta A torrentes las lágrimas por tí!
aqui revoluciones, no han sido sino insurrec
ciones. Esta clase de movimientos traen siem Hoi que ya empiezo a conocer el mundo
pre la tiranía. Que nunca da felicidad ni
Solo la paz dá la libertad.
calma,
Hoi he sentido renacer en mi alma
La memoria querida de tu amor;
José Amonio Donoso.
I un dolor i un recuerdo solo guardo
Mientra en el mundo sin saber me pierdo;
La mente llena está de ese recuerdo
I Heno el corazón de ese dolor,
J-2 LA S aiANA. Agosto 27.
Nunca he sabido, madre idolatrada, i cer bella lo mas que puede a la verosi-
se acerca
Como fué tu existencia con la mia ; militud. El espíritu humano trata, en casi todas
Ni si te di pesares o
alegría sus operaciones, de
producir la belleza ; pero ja
El corto tiempo que tu amor me vio.
mas llegará a su verdadero
No tengo ni un recuerdo de mi infancia objeto, si no consigue
Mientras viviste tú, madre querida; comprender la naturaleza do las cosas. Un hecho
físico no es mas que la traducción de una idea, la
Solo he sabido que al concluir tu vida
Otra mui triste para mí empezó. cual es casi siempre representada por un objeto
de arte, objeto tanto mas bello cuanto mas verda
I ahora lloro por tí, porque conozco dero es, es docir, cuanto mas justas i naturales

Oue todo sin tu amor es amargura, sean las relaciones que lo ligan con la idea que re
Que unamadre es purísima ternura, presenta. Quien llegue al conocimiento do esa ín
Infinito raudal de adoración. tima relación, i obre en tal virtud, llegará a lo per
I siempre, siempre te amo; aqui en mi
pedio fecto en materia artística, porque habrá imitado a
Te he formado un recóndito santuario la naturaleza, la cual jamás hace cosas supérfluas
Do guardo tu memoria, relicario
i sin relación. Ella es la verdadera maestra en
Que idolatra con -fé mi corazón. materia de belleza : nunca se contradice, i esla
bonando estrecha i sencillamente los medios de
Si, yo te adoro, madre, i mientras marcho
De puras dichas en mi loco anhelo, que vale para conseguir sus finos
se es como

Elevo siempre el pensamiento al cielo muestra el camino que debe seguir todo que aquel
Do tal vez ruegas al Señor por mí. quiera imitarla. Separarse de ella separarse de la
es

I siempre te he adorado, desde el dia verdad, i buscar en vano la belleza en donde no


En que se abrió a la luz mi pensamiento puede existir. Toda cosa contraria a la naturaleza,
I teniendo del hijo el sentimiento la obra de de
a Dios, no puede menos ser un con
Cuanto vale una uiadre conocí. trasentido chocante la
a razón ¿cómo podría ser

Ah! si hubieras vivido hasta el presente


bella? ¿Cómo que el hombre produzca
será posible
Para poder dormirme en tu regazo la belleza, variando el camino que el mismo Autor
1 haber gozado el maternal abrazo de lo creado nos indica en la obra de sus manos?
I el tierno beso del materno amor! Desgraciadamente se encuentra esto mui fácil, i la
¡Cómo hubieras amado a tu hijo tierno, prueba está en que para producir un efecto tal se
I hubieras conducido su existencia han escojitado medios mui diversos de los emplea
Por la senda feliz de la inocencia, dos por la naturaleza : pero esto es no comprender
Consolándolo siempre en su dolor! los seres creados ni las relaciones que los ligan en

tre sí.
Pero lo quiso el cielo; me dejaste El hombre busca la belleza por instinto ; tiene
Abandonado sin sosten ni guia; en el fondo de su alma cierta idea, cierto tipo
allá
I talvez no has sabido, madre mia
de belleza mas o menos
perfecto : asi os que se le
Las mil desgracias que he sufrido yo;
ve dar a los diversas formas que casi nun
objetos
•Que he marchado infeliz por un camino
Sembrado de miserias i pesares, ca le contentan. Su espíritu no queda satisfecho

Espuesto mui temprano a los azares porque no halla en dichos objetos aquella armonía
Del destino fatal que me tocó. sencilla que debe existir para que agraden. Mi
voces se separa del camino del buen gusto para
Mucho he sufrido i todavia sufro volver otra vez a él, creyendo jeneralmente que
Sin poder saber nada de tu vida ; el buen gusto consisto en el capricho i desordena -

Si fué triste o feliz; madre querida, da variedad de las formas. Poro entonces es cuan
Oue eres un ánjel solamente sé. do se le ve fuera de su centro; i como
Mas siempre, mientras viva en este mundo embriagado
Ya sea en la miseria o en la gloria, por la misma variedad de ideas, trata aunde intro
ducir otras nuevas, semejante al infeliz que se
Conservará mi mente tu memoria,
I el corazón conservará su fé. diento de felicidad , busca con ahinco aquellos ob

jetos quo labran su propia desgracia. No parece


Agosto de 1858.
sino que teniendo la convicción de su propia impo
Lcis Rodríguez Velasco.
tencia para alcanzar la verdadera belleza, so hu
biese ya contentado con su imperfectibilidad; i so
lamente tratase de buscar el contento, no en tra
Influencia social de las ideas so

bre lo bello. ducir el bello ideal, sino en buscar esa diversidad


de objetos que trastorna su espíritu. Parece que la
Justamente célebres son las sencillas i profun vista de uno de estos enjendrara en él un nuevo

das de Boileau en donde enseña que la capricho, deseo por verlo de otro modo;
un nuevo
palabras
verdad es la base de la belleza : i tan cierto ea i lo cambia, i lo torna a cambiar do mi! modos di-

esto, que la mentira misma coando quiero parc- verses. Su espíritu, corrompido ya, ¡lega a
apote-
LA 233
Agosto 27.
SEMANA^
cer, no lo bello sino lo que es nuevo solamente. negocio se empobrecerá el pais que es víctima,
Eu la única cosa que no le gusta cambiar es en la -
enriqueciéndose el otro que lo esplota. No hai
manía de cambiarlo todo, i verlo todo de otro mo- , para que citar ejemplos de esto.
do. ¿Cuándo le cansará esta manía? ¿Yerémosle Cada pais para su enriquecimiento i para el de

siempre pasar de lo bueno a lo malo con el mismo


sarrollo de su progreso social, ha menester el fo


mento interior de alguna industria que le perte
ahinco con que pasa de. lo malo a lo bueno? Ansia !
cambiar la forma de su vestido, no porque este no nezca] especialmente. Casi todos cuentan con al
cumpla su objeto sino porque ya es cosa vieja ; i guna que los ha enriquecido. Por otra parte, dicha
pasa cada dia por nuevas molestias por salo la lo industria, para que sea estable, tiene que ser una

cura de querer siempre vestir, comer, dormir i verdadera necesidad en el que la cultiva: tie
pais
respirar a la moderna. Tiene horror a todo lo an ne que ser una verdadera necesidad repito, to

tiguo, no importa que mil cosas antiguas sean bus i mando en consideración los elementos con que
-

ñas ¡Si veremos algún dia a estos hom- ¡ puede contar i las diversas circunstancias en que
bres enemigos de todo lo antiguo, hastiados de! puede hallarse. Mas si por un efecto de nuestro
calor del sol, de la frescura de los bosques, del descamino, i solamente por querer vivir de una
canto de los pájaros, del ruido encantador de las manera diferente a como debemos vivir, despre-'

cascadas i torrentes i en fia 'de todos los ciamos dichos elementos, ¿no obramos en contra
encantos de la naturaleza por solo ser demasiado de nuestro propio progreso? Cada territorio tiene

viejos! sus necesidades especiales, i la naturaleza los ha


Hai costumbres i modas traídas de otros paises dotado sabiamente con los medios para cumplir
i aclimatadasen el nuestro, por ejemplo, modas con ellas. Pues bien, ¿no es una verdadera locura
que seguimos solo porque nos vienen de paises a despreciar estos medios? El África tiene sus de

quienes tenemos costumbre de imitar. Aun mas : siertos de arena; Laponia los tiene de nieve, i en
creemos mui de buena fé que amoldar nuestros los paises templados se ven praderías cubiertas de

gustos a seguir sus costumbres brillan


los de otro i vejetacion; por esto es qué allá vive el camello,
tes(aun cuando para ello no baya fundamento al acá el reno i aqui el caballo; i quo diríamos de un

guno) creemos, digo, que esto es estar a una gran ¡apon que por vivir o. la africana se le antojase
altura en civilización. Porque hai basta quien juz cabalgar en un camello? Diríamos lo mismo que de

ga de la civilización de un pais par el modo como un español que despreciase sus caballos por ser
se calzan las botas sus habitantes. ¿Es allá racio cosa del pais, i tuviese el raro capricho de reco

nal unamoda i aquí no? No importa i nuestro de rrer susbellos campos en un hermoso trienio, solo
ber seguirla, si queremos parecer hombres ci
es porque ya era moda andar en tan incómodas lo
vilizados. ¿Hai algún hombre cuerdo que nos echa comotivas. ¿De dónde tal contrasentido? De hacer
en cara nuestra necedad en andar de esta o de uso de un objeto que no cumple con el ün para
aquella manera ridicula? Es un tonto les contesta se le destina, es decir de encontrar bello
que a

mos nosotros, los copiadores de otras costumbres; este porque si no se le hallase tal, se en
objeto:
es un tonto que no comprende la verdadera civi contraría necio su uso i se despreciaría. En abe
lización. —
Asi hablamos nosotros, los de la civi rraciones parecidas cae el hombre cuando no se
lización de las modas, los poseedores i estricta acostumbra a reflexionar sobre el verdadero ña
mente observadores de las costumbres de imi de los objetos, es decir, sobre las relaciones que
tación. deben ligar a estos con los fines a que se les des
Esta falta do dignidad en los pueblos es causa tina.— He aquí el orijen de las modas necias i sin
del atraso que suelsn yacer; porque no miran
ea sentido, modas que nada significan i que solo do-
la mejor manera de satisfacer sus necesidades, si muestran nuestra flaqueza de espíritu i poca re
no que tratan de inventar otras nuevas para tener flexión.
el placer do satisfacerlas al modo i manera da otros Al decir modas digo maneras, modas de ser o
pueblos. La costumbre de imitarlo todo del estran costumbres del pais. Toda nación digna tiene sus
jero (haya o no razón para ello), so suele hacer un modas especiales, que son como la base de las
hábito tan pernicioso quo es causa de la pobreza costumbres fijas o inalterables. Ellas le dan el ca
real i efectiva de muchas naciones. Algunas de és rácter propio, i es donde debe estudiársela. Por
tas podrían vivir bien i adquirirse comodidades,
que hablar de un pais por las costumbres de im
atendidas sus necesidades i los elementos que po
portación es hablar de la nación a quien se imita
seen para satisfacerlas; pero haciendo a un lado i estudiar la influencia social sobre- sus imitadoras.
estas necesidades, se crean otras nuevas i des Quien emplea su razón en reflexionar sobre la
precian dichos elementos coma innecesarios i a manera de vivir de otro para vivir él mismo doí
veces coma resulta de
perjudiciales. ¿I qué aqui? ; mejor modo posible, emplea su razón mui digna

quo tienen por precisión que comprar a ose pue mente: tomar lo bueno que se vea en los demás
blo cuyas necesidades
plajian, caro i mui caro los '
para imitarlo, i despreciar lo malo, he aquí el
nuJi-os de satisfacerlas. I no ini duda quo en tal Virdadero camino del que trata de progresar
30
254 LA S ¡MANA. Agosto 27.

— -; ■-- ' ■
.... ■ - - I Ti

Pero tomarlo todo sin discernimiento alguno, i lo, atendido el fin que iba a cumplir. Estas re
con
ansiar por saber de flexiones solamente puede hacerlas quien com
que modo se vivirá mañana
£lra cambiarlo por la manera de vivir de hoi, es prende la verdadera belleza, es decir la relación
fío «tar jamas contentos con nuestra costumbre que un ser creado o inventado tiene con su destino,
'ad|pl:ÍB
"

contradecirnos todos los dias i ser mise- —


Lo diremos de pueblo que no mira
una vez: un

p BífclesJPnitadores en todo i por todo de quienes esencialmente esta relación no progresará jamas
:
V .

espéfculan con nosotros. De este modo un pueblo en artes ni en industria; su gusto se refinará sin

*
pic|Ere su carácter propio i su fisonomía especial, educarse convenientemente para la verdadera ci
■*1 llegando a veces a no tener ninguna, porque no vilización, i solo marchará a la retaguardia de a-

siempre un pueblo es buen copista de otro. Ca quellos otros que mira como a sus maestros.
yendo sus habitantes de aberración en aberración, Cuando el hombre posea verdaderas ideas sobre
corromperáso su criterio; se enjendrará la molicie la belleza física estará en disposición de tenerlas
i el lujo con la pasión por las cosas superfluas; i también sobre la belleza moral, i sóbrelo bueno ¡
no buscando ya la verdad en los objetos, que es lo útil para la sociedad: porque nada hai útil sin
lo que constituye su belleza, se llegarán a usar ser bueno al mismo tiempo. Jamas será útil lo
cosas contradictorias i opuestas a su verdadero fin. malo, considerada la utilidad tal como debe oca
En este estado nada le falta al buen gusto para sionalmente considerarse, esto es, en su relación
corromperse enteramente; cada dia se hará este con el mayor número de societarios. La herma-
mas complejo, separándose de aquella sencillez nacion de estas ideas no puede menos que hacer
con la cual debe siempre conformarse. Cuando la nacer acciones rectas i loables, pues la rectitud
variedad i multiplicidad de los objetos tienen em en el creer enjendra la rectitud en el obrar. En
briagados los sentidos, estos ya no buscan la ver tonces, digo, mirará el hombre lo principal como

dad objeto mismo (que es, como se ha dicho,


en el principal, i lo accesorio como accesorio, i fiján
lo que constituye el fondo del buen gusto), sino dose solo eñ las verdades bases, despojará los he
que reducidos por el follaje, solo miran a la supe chos de todo aquel follaje brillante con que suele
rabundancia en los adornos inútiles i sin sentido. quedar reducida la razón del individuo. Los he
Esta influencia se sentir tanto respecto de los
deja chos mismos serán estudiados en sus cimientos, i
objetos materiales como de las cosas intelectuales. se juzgará con tanto mas acierto, cuanto mayor

La belleza de los discursos solo consiste en la sea el conocimiento que se tenga sobre dichos fun
bambollosa palabrería antes que en la profundi damentos. He aquí el pensamiento, cuya jerinina-
dad, sencillez i elegancia que el verdadero gusto cion es necesaria para que la humanidad alcance
demanda. Así mismo, una casa, un vestido, una la verdadera civilización. Pero en apartándonos de
obra de arte cualquiera no son ya objetos bellos, este camino, ya nuestros sentidos dominarán a

sino están recargados de adornos inútiles i sin re nuestra razón; seremos difíciles de contentar,
mas

lación alguna con el fin para que son aquellos des ino se sabrá como hacerlo, desde que, siendo
tinados. He aquí el estremo adonde pueden lle

nuestro capricho la base de nuestros razonamien^

gar esos pueblos que se acostumbran poco a poco tos, no se reglas seguras i positivas para
tendrán
a mirarlo todo sin discernimiento alguno, esos ello. —
leyes mismas tendrán su principal es
Las

pueblos que solo tratan de recrear sus ojos ya co collo en el pueblo que las va a cumplir, i un tira
rrompidos por los malos ejemplos, sin querer no hábil podrá hacer seguir otras, con tal que sean

agradar al buen sentido i a la razón; como si la buenas en la apariencia. Una mala acción será loa
belleza fuera -una cosa contraria al buen sentido i da, si es brillante, i mui pocos alabaran el fondo
a la razón de los hombres! antes que la forma de los hechos hermosos. Será
De resulta también otro mal para la prác
aqui entonces mui fácil seducir a la multitud, pues bas
tica misma de la vida. Ya se ba indicado que acos tará para ello tener un poco de atrevimiento para
tumbrándose el hombre a buscar la belleza en presentarla dorado el embustero sofisma: i la mul
donde no existe, mira estasiado objetos físicos que titud creerá a quien sepa engañarla; i la lijera in
nada tienen de bello; i despreciando la sencillez en constancia i volubilidad que al fin obtendrán por
la forma tipo objetos, solo'-busca con los o-
de ios este medio serán las principales causas de sus ver

jos el recargo en los adornos. Esta especie de apa daderas desgracias. Una imajinacion -brillante es

rente belleza no despertará en su alma ninguna capaz de adornar el absurdo de los mas bellos co
idea : su pensamiento duerme por que solo admi lores; i seducida nuestra intelijencia, ella doblará
ran sus sentidos; para nada se acuerda de su razón, la cabeza ante la mentira: porque no estando el
si no es para admirar la destreza de la mano en la hombre acostumbrado a buscar la belleza en las

ejecución i no de la intelijencia la
concepción
en formas jenerales de los objetos, i fijándose solo en

de las obras artísticas. El verdadero objeto pasará los detalles que los adornan i que los hacen desa

desapercibido para él, pues si lo vé sin adornos no parecer para el ojo que no escudriña hasta el fon
lo mirará siquiera, ni reflexionará sobre su forma do, tampoco tratará de sondar las ideas, cstudian-
actaal o s.ii re la q le mas !e habria convenid i da. -

! do el fondo o Lase de las cuestiones, i so dejará


Agosto 27. LA SEMANA. 235

seducir por los brillantes accesorios que los acom Solo quiero vivir en el presente,
pañan. Seducido el espíritu por esta brillantez, Ya sumido me vea en desventura,
bebe la mentira, i O resbale mi vida dulcemente
a veces no llega a conocer su

error, sino por los malos efectos de des En brazos de una dicha siempre p
su propio
camino, i cuando le es mas difícil el volver atrás. Qne el recuerdo al sarjir allá en la
Un cáliz me presenta de amargura
De aquí las aberraciones sociales en relijion i en
Que el acíbar, aumenta, que reboza,
política, que tantas desgracias han causado i ten O entristece la dicha que se goza.
drán que causar a la humanidad, mientras no sepa
reflexionar. El recuerdo! el recuerdo! que en su nil
Para siempre el olvido lo sepulte;
Dasiel Babeos Grez.
Cuando contemple mi fatal quebranto
No quiero que sarcástico me insulte.
Ni que en mis horas de placer i encanto
EU Recuerdo.
Negro i cruel en mi memoria abulte,
eCn recuerdo es casi siempre Una pajina oscura de la vida
un pesar, un desengaño i bien Que al alma deje en el pesar sumida!
pocas veces una satisfacción.»
(Justo A. Aleitpárib, Los re
cuerdos.) Agosto 17 de 1859.
El recuerdo! el recuerdo! cruel
memoria, Rafael Santos.
Nunca le traigas a la mente mia.
Que él me presenta la pasada historia
LOS
Como fantasma que amenaza
impia:
Si es una bella de Cuentos de la Reina de Xavarra
pajina gloria,
Tristísimo es leerla en la
agonía;
I si es sombría i de
amargura llena, EL DESQUITE DE PAVÍA.
En medio del placer nos envenena.
Comedia en cineo actos.
.No quiero recordar que
ayer dichoso Continuación.
De dulce realidad feliz gezaba,
Cuando hoi me dice un ACTO TERCERO.
desengaño odioso
Mentira ser lo que verdad juzgaba.
No quiero ver el cuadro delicioso
Una sala del palacio; dos puertas a la izquierda; dos
puertas la derecha; una en el foro. A la izquierda,
a
De cuando una beldad me acariciaba, en el primer plan, una mesa, centelleros, ¡recado de
Cuando otra a quien adoro mas constante escribir. Un juego de Ajedrez. A la derecha, un ve
lador sobre el que hai obras de costura i una escri
Se muestra desdeñosa al
pecho amante. banía de mujer.

No quiero recordar, nó, de la infancia ESCENA I.


Los candidos ensueños de ventura, LEONOR trabajando. ISABEL na hace nada, ám'w.s
Hoi cuando de los años la distancia sentadas una al lado de la otra i calladas.
A la vejez sombría me asegura;
después de algunos itistantes de
Que cual de lindas flores la fragancia ^osor,

silencio.
Es doloroso ver que edad tan pura,
¿Hoi ha estado bonita la revista?
Se haya ido, i el aura que la envuelve
ISABEL.
Murmure en lontananza que no vuelve. . . .
¡Soberbia!
LEONOR.
Un recuerdo—si es grato i trasparente ¿Ibais al lado del emperador'...
Como el rayo primero de la aurora, ISABEL.

I nos halaga cuando el pecho siente Mui a su lado!


LEONOR.
Un terrible pesar que lo devora,
Dicen que hoi ha tenido uua entrevista con el rei
Es como ver al lejos una fuente
de Francia.
Deslizando su linfa bullidora,
ISABEL.
Que la sed , el cansancio i la fatiga, ¡Ah!. . no losé!
Se goza en aumentar i no mitiga. LEONOR.
Ha debido decíroslo.
Ln recuerdo —
si es triste i se levanta ISABEL.
En medio del contento que gozamos, Puede ser!... como yo no escuchaba! yo no aten
Es meteoro fatal que nos espanta día mas que a ver si la compostura de las damas
Cuancio el cénit purísimo mirarnos; era mejor que la mia....

I la bella ilusión que al alma encanta LEONOR.


Pero os esponiais a disgustar al emperador!
Enturbiarse a su aspecto contemplamos,
ISABEL.
Cual la nube que se alza cenicienta
;Iosus Maria!... ¿i por q>:,-..
Fatídica anunciando la tormenta. LEONOR.
El quiere que se piense en h política.
LA SEMANA. Acostó 27.

ISABEL. gattinara.
¡Ks tan fastidiosa!... Intriga puramente diplomática i mui embrollada!
• LEONOR. ¿Desea V. A. precisamente conocerla?
concibo!
¿.i'.... ¡poro contal que una aparente ocu ISABEL.
pen* Nó, nada! solo por sabor (encontrando
ora una
* '

ISARFL. mirada de Leonor). Pero sin embargo!


$
Pues... i ¿como hará una?... gattinara.
LEONOR. El asunto os largo!
¿Cómo?... isabel, haciéndole señal con la mano.

anunciando.
un paje, Basta, basta!
Su excelencia el conde Gattinara. gattinara.
leonor,media voz i con prontitud a
a Entóneos no diré mas sobre el asunto!
Isabel. leonor, aparte.
Cuando se está con un ministro, se indaga, se le ¡No mas! (alto i Tomo que mi pre
levantándose).
pregunta lo quo sucede, so hace una dar cuen sencia incomodo a V. A. i yo que nada comprendo
ta.... en fin, es preciso que la reina desee saber! de los negocios de estado i que jamas mo mezclo
(Leonor vuelve a ponerse a trabajar). en ellos, os pediría, señora, permiso para retirar

me. (Hace una cortesía i


ESCENA II.
sale).
ESCENA II!.
LEONOR, ÍSABEL.GATTINARA.
hablando a los de afuera
ISABEL, GATTINARA.
gattinara, a

la puerta de la derecha. gattinara, aparte.


Sí, ya os be dicho que tengo que hablar a S. A. En fui, se vá (alto). Cuando hace poco en Iré al
su sombrero sobre el velador a la salón donde encontré a V. A., sola conversando
(Deja derecha,
se adelanta, i viendo a Leonor). Cielos! la princesa con el emperador, no pude con la turbación i el

Leonor, sentimiento que tenia.... saber si os habíais digna


ISABEL. do hablar a S. M. de la necesidad de conferirme su
¿Qué hai? orden del Toisón de oro.
gattinara, alto a Isabel. ISABEL.
Me be
apresurado a traer a V. A. cartas de Fran ¡Sí, de veras! El lia contestado: «No
emperador
cia, cumplidos, felicitaciones de. la rejente Luisa de corre prisa, esperaremos quo nuestro nuevo minis
Saboya a propósito de vuestro casamiento. tro se haya probado i que nos haga algún señala
isabel, tomando la carta. do servicio.»
Una carta de Paris!... es singular, cuando a pe GATTINARA.
nas acabo de dirijir allá... un mensaje mui ur- Bien está, señor, ya nos
¡Eso dijo!... (aparte}.
jente para que se me envien guantes i cintas! acomodaremos para hacernos necesarios. (Alto)
gattinara, ¿Ha insistido V. A.?
Dios mió! ¡mucho lo siento! Pero no podrá
¡Ai! ISABEL.
caminar la carta de V. A. Acabo de dar orden para Oh señor mió, nó!... No pensaba yo mas que eu
que todos los correos que vayan a Francia sean de todo aquel pueblo, en todos aquellos oficiales que
tenidos, excepto los del emperador, i para abrir to gritaban «¡Viva la reina!...» i luego dentro de los
das las cartas. salones, toda aquella corte atenta i prosternada,
isabel, con
indiferencia. todos aquellos jóvenes caballeros, tan elegantes i
¡Ahbahl de tan buen porte, que parecían espiar cada una
leonor, en voz baja. de mis miradas.... ¡Ah! ¡qué bello es ser reinado
¿Preguntadle por qué? 0t..-. España!
del mismo modo,
isabel, GATTINARA ,
COll Celos,
¡Preciso! no me acordaba (alto) Por cuales moti ¿Os parece?
vos, señor Gattinara? ISABEL.

gattinara, inclinándose. Recien comienzo!... porque hasta aquí confieso


Motivos.... políticos! que me fastidiaba. I luego, a un ademan del roí,
leonor, bajo a, Isabel. todos se han retirado. Nos hemos quedado en el sa-
Por lo mismo! loncilo.,.. solos!...
ISABEL. gattinara, aparte.
Por lo mismo... yo la reina debo saber.... ¡Ai! Diosmio.!
gattinara, asombrado i aparte. ISABEL.

Será posible! (alto). Se trata de un asunto de Es- Tenia la cara mas amable, mas graciosa que do
lado, de un grave complot que se ha descubierto. costumbre.
ISABEL. GATTINARA .

¿De veras? ¡Cómo es dia de gala!


gattinara, aparte. ISABEL,
¡Gracias Sun Pacomio! (alto). Complot del que
a ¡Probablemente! eso me, ha alentado.... be ha
mo empeño en cojer las pruebas... Por eso he pro blado mucho!!
hibido que s-lga de Madrid ningún francés ni que gattinara, '
aparte.
--.:-, '-O
se los dé pasaporto.
isabel, con aire de indiferene'-a. ISABEL.
Miren eso! El rei no me escuchaba.
GATTiNAP.A, Uparle.
P¡eg..uta: le que complot es e=

ISABEL. ISABEL.
Pcr.mc ini^ba.
Agosto 27. LA SEMANA. 237

ISABEL.
gattinara, aparte. -i

Ai! tanto I quizás todavía estén en ella.


peor?...
.GATTINARA.
ISABEL.
Ah la pista; [dando algunos pasos
1 me
«qué elocuentes.... qué alma hai i
decia.... va he cojido
en esos ¡osmios!... Luego, haciéndome \
ojos». .,. en para salir). Yo sabré.... ¡Cielos! El emperador!....
con la mano senal de
que callase, esclamó : Ah! de- i H. de Irisarri.
judíos, dejadlos que hablen, ícojiendo mi mano la !
dio un beso. . . En ese instante entrasteis vos. (Continuará).
GATTINARA.

¡Ah! si supiera V. A. cuanto he padecido!


ISABEL. Crónica «Se la «iiiimceisa,
Si lo hubiera sabido... habría retirado al momen
to mi mano.
EUROPA.
GATTINARA.
O cielo.... Cuidado con que lo hagáis.... Desde
Una nueva i mas espléndida victoria de los alia.
que yo me sacrifico, desde que yo me inmolo.... i
no miréis mas dos sobro el Austria es el gran suceso de la quin
que a vuestra felicidad.. a vuestra 1 .

gloria... olvidada un desgraciado es decir, nó, I cena. La espulsion de los dominadores estranjeros
no me olvidéis... al contrario! Pero sed reina!.... hecho.
j de la Italia empieza ya a ser un
reina todo poderosa para vos.... i para vuestros I '
La batalla de Solferino será de inmensas con
amigos. :
secuencias para el desenlace final de la presente
ISABEL.
olla supremos
Eso fué lo que me dije! guerra. El Austria ha hecho en
gattinara, aparte. esfuerzos de valor i de táctica que de nada han
¡Sanchica, mi único amor, Sanchica al menos me servido ante la intrepidez de los aliados. De boj
quedará! mas es necesario reconocer en los franceses los
ISABEL. 1
I para probaros mi confianza.... primeros soldados del mundo i en sus ejércitos
gattinara. sus jenerales los hijos mimados de la fortuna.
Hablad pronto. La rápida marcha que llevan los acontecimien
ISABEL. maravillosa i se toda conjetura.
a
tos es escapa
Sabréis que esa joven camarera, tan bonita, tan ¡
viva, tan
Cuando se esperaba una larga guerra para arrojar
alegre.... que habéis colocado a mi ser
Italia han
vicio.... los últimos soldados del Austria de
cuantas batallas para conseguirlo.

gattinara.
bastado unas

La niña Sanchica.... la señora de Babieza! Magenta pone en manos de los aliados a Milán; —

ISABEL.
Melegnano hace encerrarse a los austríacos en su
Os prevengo que tiene su inclinación.... viene Solíerino
célebre cuadrilátero del Mincio; —

gattinara, aparte i turbado.


i les rompe ese cuadrilátero i pone a sus enemigos
¡O cielo! ¿Quién ha pedido decirle.. ..(ato i cor
a solo al guo.as jornadas de Mena.
tado]. ¿Lo eréis?
ISABEL. Este triunfo por el lado estratéjico es la obra
Estoi segura de ello.... Ahora no mas, sentada
allí cerca de la puerta de mi cuarto
del emperador Napoleón i por el déla ejecución del
(mostrando la jeneral Niel, que ha sido nombrado mariscal de
primera puerto, de la izquierda), he oido sin que
rer.... toda una conversación Francia. Sin el vigoroso ataque ordenado por el
gattinara, asustado. empeestdor a la división Niel sobre el centro aus
¿Cómo así? tríaco, la batalla hubiera sido quizás adversa a las
ISABEL.
Loa mui fresca i mui agradable decia; «San-
voz
armas izquierda, formada por los
aliadas. El ala

chica Sanchica es preciso que me obtengáis un



piamonteses a las órdenes de su rei, arrollada pol
pasaporte para Francia.» la superioridad del número tuvo que ceder el cam
i
GATTINARA. po después de inauditos esfuerzos de constancia
¡Un pasaporte para Francia! ¿1 quién decia eso? bravura. Lo propio sucedía a la derecha compues
ISABEL.
ta en su totalidad de franceses. Pero la línea de
No veia, oia solamente.... i Sanchica respondía:
«nunca; porque os marchareis i yo no volvería a
batalla del ejército austríaco demasiado estensa,
veros.» «Harto sé.» continuaba llorando,
«que vos pues ocupaba un espacio de cinco leguas, tenia
no me amáis!» por precisión que ser débil en el centro. Napo
gattinara, aparte. león lo comprendió o, mejor dicho, lo adivinó. La
¡Vaya en gracia! división Niel hizo lo demás.
ISABEL.
«Pero yo os amo, i dígalo sino un gran señor de A las últimas fechas el ejército francos conti
la coito que en otro tiempo me agradaba i que aho nuaba pasando el Mincio, Napoleón tenia su cuar
ra no
puedo soportar.» tel jeneral en Volla, los piamonteses sitiaban a
gattinara , enfurecido. Peschiera i los austríacos se preparaban a dar una
¡Ah con quó asi!
nueva batalla sobre el Adigc.
isabel, inocentemente.
Si señor, así misino! Las pérdidas del Austria
se avalúan en 20,000

gattinara, mostrando la izquierda. hombres entre muertos, heridos, dispersos i pri


¿1 decis que estaban allí, en esa pieza?
sioneros, treinta cacónos en peder de los Lance-
23S LA SEMANA. Agosto 27.

ses i tres banderas. Entre los muertos hai 300 ofi En los Estados-Unidos el filibusterismo volvien
ciales de todas graduaciones. do a levantar cabeza con Walker i amenazando la

El desaliento que
ante una tan completa derrota i tranquilidad de los pueblos débiles e indefensos; —

se haapoderado de los soldados del Austria es \ el gabinete de Washington tomando medidas con
inconcebible. Las deserciones son numerosas, so tra Nicaragua ¡Méjico i los Mormones apareciendo
bre todo en los cuerpos italianos, en los qué de nuevo.

los síntomas de insurrección son mui marcados. En Méjico la anarquía reinando i gobernando.
Mientras tanto el entusiasmo de todos los pueblos En Venezuela la guerra de partidarios tomando
de Italia aumenta espantosa progresión. Roma
en mayores proporciones i manteniendo en constante
misma no está
paz sino aífavor de las tropas
en alarma al gobierno i la sociedad.
francesas. Ciudades, villas, aldeas sacuden el yugo En la Nueva-Granada dando malos frutos la fe
i proclaman a Victor Emnianuel deración.
por dictador. To
das las provincias desde Bolonia, que dio la se En el Ecuador preparándose a rechazar la in
ñal, hasta los Apeninos están pronunciadas contra vasión peruana.
sus dominadores. En el Perú disponiendo esta invasión haciendo
La a Castilla cada dia mas omnipotente, gracias a los
política romana corre, por desgracia, cada
dia mas en desacuerdo con los dictados de la ra desaciertos de los especuladores i los calaveras
zón, la justicia i la humanidad. Las tropas envia políticos. —

¡Qué situación!
das por el pontífice para sofocar los levantamien
Justo Arteaga Alemparte.
tos habidos en sus
legaciones, han cometido toda
clase de depredaciones i actos de crueldad. En
tradas en Peruza, una de las ciudades rebeladas, Ecos de la semana»

por la traición de unos frailes, cometieron en ella


Santiago, agosto 26 de 1859.
toda suerte de estorciones i lo propio se
disponían
a hacer en Rimini, Forli, Cesena. Esas
tropas pa sumario. —
La parroquia i las opiniones. —

Huéspedes
rece no van a volver la obediencia sino del otro mundo. El campo de Marte. Círculo lite—

pueblos

a esterminarlos. rario. —
Conversaciones extraordinarias. Semana —

Tanta ha sido la teatral. —

Jrg ¡r con
fuego.
indignación que ha despertado
la barbara conducta de las tropas pontificias, Pasado, presente i porvenir son tres palabras
que
la confederación Helvética ha declarado que los mui socorridas, quo se prestan a millares de com
dos mil suizos que formaban parte de esa división binaciones mas o menos injeniosas. Esta trinidad
no eran tales suizos sino austríacos i alemanes. de vocablos es para el escritor una verdadera al
¡Pero la hora de la justicia ha sonado ya para le máciga de bonitas fraces i felices conceptos. Un
Italia! historiador escudriña el pasado para esplicar el
Mucho se habla de la parte activa quo se cree presente i adivinar el porvenir; un poeta ilumina
tomará la Prusia en pro del Austria. Si esto llega con las claridades del porvenir las brumas del

se a suceder, lo que los círculos diplomáticos po presente i las tinieblas del pasado; un reformador,
nen en duda, después de las terminantes indica arquitecto del presente, levanta el edificio del
ciones hechas por la Inglaterra al gabinete de Ber porvenir sobre las ruinas del pasado; un moralis
lín, la Rusia cojeria también cartas en la partida, i ta echa de menos la perdida fé del pasado, deplo
los intereses del Austria quedarían- tan complica ra la impiedad del presente i presajia las expia

dos como al presente i quien sabe si mas. La Hun ciones del porvenir; i así todos los demás. Pocos

gría daría entonces el grito de libertad i las sim escritores hai que resistan a la tentación de a-
patías de los aliados por su causa se convertirían grupar donosamente esas tres palabras. I aunque
a nada se opondría. El teatro aura popular, es fuerza conve
en hechos i la Rusia no gozasen de esta
de la guerra se haría mas estenso, nuevos ejér nir en
que siempre serian tres voces mui estima
citos entrarían en campaña, las batallas serian bles, que nos permiten clasificar la especie huma
mas frecuentes, mas numerosas i mas sangrientas, na de un modo exacto i completo. Los viejos, —

mas intereses, acaso los de la Europa entera, se que viven de memorias, pertenecen al pasado; los
verían comprometidos; poro ol Austria no por eso hombres a medio camino, que viven de realidades,

habia de reconquistar un palmo del terreno que pertenecen al presente, i los jóvenes, que viven
las bayonetas aliadas lo lnn hecho abandonar mal de esperanzas, pertenecen al porvenir. Las muje
de su agrado. res no tienen edad (a lo menos así lo creen algu

El Austria ha perdido sus posesiones en Italia i nos amigos mios), pero pueden tomar estado; i en

ya nada será parto para hacérselas recuperar. atención a esto so dividen también
por en tres

ciones. Las memorias son viudas, las realidades


AMÉRICA.
son casadas, las esperanzas son solteras, Merced

La América continua la misma situa a tal clasificación es fácil darso cuenta de los cis-
siempre en

la anterior i: mas de opinión cpie aflijón auna sociedad. La fé de


ción que en quincena.
27. LA SEMANA. 239
Agosto
bautismo o la fé de matrimonio bastan las mas veces I de la semana pasada para hablaros del motín so
a esplicarel perpetuo antagonismo de los parece focado en el cuartel de Artillería. Un sarjento que
res i hacen de la parroquia un regulador soberano quiso por este medio saldar cuentas con la caja
de nuestras ideas i creencias. Sin acojer una teme de su cuerpo se vio reducido a saldarlas con este
ridad picaro mundo compañía de unos cuantos de sus
podría asegurarse que, si la mitad femenina en

de nuestra especie fuese toda casada, reinaría en camaradas.


sus juicios la mas laudable
ortodojía, en vez de la Morir es dormir.... i tal vez soñar, decia Ham-

herética desavenencia que hoi desordena sus filas. let; i si así fuese, deberíamos creer que los ajusti
Tampoco es mas gramatical la concordancia en ciados del sábado no hacen ahora otra cosa que

las opiniones de la otra mitad, sometida a las in los perezosos i los enamorados: duermen i sueñan.
fluencias de lacronolojía. En este acelerado trán Pero aquellos infelices no habian leido a Shakes
sito de la al sepulcro, que forma la vida
cuna peare i se dijeron simplemente: morir es ser fusi
humana, el hombre empieza su viaje riendo i lo lado. I qué hombre, pregunto yo, pudo tener de

termina llorando. En las primeras jornadas mira recho para decretar la muerte de otro hombre? —

siempre hacia adelante animoso i contento; en las El juez, dirá, apoyado en la lei. I la lei en
se me —

últimas echa la vista hacia atrás agobiado de fa qué se apoyaba? En el pacto social, de que es

tiga i amargas decepciones. El mundo le ha reve espresión. Mas ese pacto social no tiene factil-

lado sus misterios, ya no tiene la existencia secre tad de quitar alos asociados lo que no puede dar
tos para él. Pero los
abrojos del camino han
en les: la existencia. Si no hai un derecho que no co

una obligación, la sociedad que es


quedado prendidas las galas de su espíritu: e\ rresponda a

entusiasmo i la imajinacion. Desnudo i triste se impotente para crear debe serlo también para
siente desfallecer, cree que el universo participa destruir el ser humano. No
pudiendo satisfacer
de su propia decadencia i esclama entonces como aquella obligación, tampoco ha podido arrogarse
Hora tio: este derecho, de que Dios es único dueño. Ah ! se
£tas parentum, pejor avis, tulit, etc. ñores lejisladores que habéis estatuido en vues

lo que traducido en mal romance significa poco tros códigos la pena de muerte, os desafio a que
-mas o menos: infiltréis en las arterias de un cadáver una sola
Peores los padres gota de esa sangre que derramáis sin economía en

Que los abuelos, los patíbulos. Incapaces de conseguirlo, sois reos


Hijosaun peores de impiedad exijiendo de los hombres un home^
Al mundo dieron, naje que solo es debido a Dios, ala patria i al ho
Que darán hijos nor: el homenaje de la vida.

Aun peores que ellos.


Oid sino los encontrados pareceres de nues Para borrar la penosa impresión de este suceso,
tra sociedad respecto al aniversario de la patria, nuestra sociedad corría el domingo al campo de

que se nos acerca con el mes de setiembre. Marte a tener un encuentro pacífico con la guardia

La celebración del 18, dice un viejo, se pa nacional. De parte de ésta no habia que temer un
rece mucho a la muestra de café que ya no
un exis nuevo fusilamiento, vacías como estaban sus car
te. Su dueño, al abandonarlo, se olvidó de supri tucheras. Los de Belona mostraban aquel
hijos
mir el rótulo. De la misma manera, hemos deso dia un carácter
inofensivo, que disipaba todo te.
cupado nosotros el pais de patriotismo i virtudes mor i permitía mirarlos de cerca. Sus evoluciones
cívicas i conservamos no obstante las festivida se confundían con las de los coches i alegres ca

des nacionales. balgatas que cruzaban el estenso llano en todas


Al oir tales cosas, los muchachos se sonríen direcciones i dejaban admirar al paso el esbelto

■compasivamente, montan a caballo i se lanzan al talle o la donosa cara de alguna notabilidad feme
campo de Marte esclamando como Pelletan: El nina. La señorita A C...., transformada en

mundo marcha! jentil amazona, arrastraba pos de sí un grupo


en

Entretanto, los que han dejado de ser jóvenes numeroso de caballeros, tributarios do su perfecta
i aún no son que el mundo es hoi
viejos piensan belleza.
tan bueno como lo era ayer i lo será mañana, i el

18 de setiembre de este año ni peor ni mejor que Fue también el domingo cuando tuvo lugar la

los diez i odios pasados futuros. Cren que todas


o inauguración de un círculo
literario, que dá osta
las cosas, si no todas las personas, están en su lu noche principio
a sus tareas.
Proporcionar a los
gar, i nada les parece estraordinario, ni las mis j hombres estudiosos i amigos de las letras un cen-
mas facultades estraordinarias, que van dejeno- ! tro de unión que apoye i fecundize su esfuerzos
rando en sistema ordinario de buen gobierno. 1 con el comercio de las ideas i la identidad de los

propósitos,tal es el modesto fin a que propende


Mas no debo adelantarme hasta el porvenir I por ahora esta naciente asociación. Es a Lastarria.
cuando tengo que retrogradar a los últimos dias I nuestro famoso orador parlamentario i eminente
240 LA SUMAN A. Agosto 27.
quien debe esto i sn jor, i que otra pieza en un acto; Una base consti
publicista, a se
pensamiento
realización, quo no han titubeado en secundar las tucional fué poco gustada;
de nuestra En tercer lugar i con ocasión de la comedia de
reputaciones mas capitales i merecidas
literatura. De hoi mas queda abierta al talento i al Scribe, volver a hablar do la Mur, que es inimita
saber una franca liza en que sus probados adali ble en el papel do duquesa del Puerto, como no
des vendrán a recibir aplausos i coronas, i alentar lo es menos cantando por la duquesa de Medina o
a tal punto que oslas
eon su ejemplo i advertencias a los injenios na
por la baronesa del Olmo,
cientes, que tampoco se hallan escluidos de estas ilustres damas quedarían mui satisfechas si se vie

justas do la intelijencia-. sen reproducidas tan ventajosamente;


I finalmente, recordar que la Thierry, sola o a-
La conversación ha realizado esta semana pin compañada de Corby, ha recibido con exactitud
la extraordinaria oferta dividendo de que el público distribu
gües utilidades merced a su aplausos,
que ha tenido de novedades extraordinarias.
Sin ye a prorata entre sus artistas favoritos.
Ar
poner en cuenta el motín extraordinario de la
tillería, de que os hablaba hace poco, ni el frió La noche del domingo próximo nos ofrece oca

extraordinario de la estación, de que os hablan en sión de volver a oir la hermosísima zarzuela:—


toda visita, ni la apatía extraordinaria de la capi Jugar con fuego. A parle de que es una preciosa
tal, de que os hablan vuestros conocidos de pro creación lírica i combinación dramática mui
una

vincia, nuestros círculos-han hablado a mas i mejor acertada, encierra una provechosa lección para las
de un combate extraordinario empeñado el mar tiernas solteras i los solteros tiernos.
Buines, en que la policía
i tiempo al
tes entre Jendarmes Frescos pimpollos que jugáis a un

observó la mas estricta neutralidad; de las victo amor i a las muñecas, id a ver Jugar con fuego.
rias extraordinarias obtenidas por los aliados sobre Imberbes tan en el mundo i
galanes, precoces
los Austríacos; de un baile extraordinario que ten tan tardíos en las aulas, id a ver Jugar con fuego.
drá lugar en el Teatro; de una gratificación ex
Domingo Arteaga Alemparte.
traordinaria de 600 pesos al año con que premíala
República los servicios de un jeneral de división;
i por último, de las facultades extraordinarias del
Condiciones de Sí& sií9cpi|>cifflíí.
gobierno;— no tiene, sino de las que
de las que

pide.— Esta cuestión, como era de estilo, no La «Semana» aparece todos los sá
tan

solo ha provocado las conversaciones, sino tam bados i consta por ahora de diez i seis
La Cámara
bién las discusiones parlamentarias.
de le ha consagrado una parte de sus pajinas en íolio. La protección del pú
Diputados blico decidirá de su iincremento suce-
dos últimas sesiones i ha hecho de la cuestión .ún
Precio de la suscripción: 3 pesos por
punto incuestionable. Para orientarnos mas en este
trimestre adelantado.
asunto podemos, si os place, benévolos lectoras,
penetraren el recinto de -la legislatura. . Se reciben suscripciones én
Pero no Estoi mirando el semblante
IPwmíes «le sssscri¡>ei©Bí.
compu njido de mi edi tor responsable que,
me ,
exhor
ta a desistir de mi empeño parlamentario, extraor Santiago. Imprenta del Correo, pa

dinariamente peligroso.— Renunciemos, pues, a


saje Bulnes.
este teatro i busquemos otro cualquiera; el teatro Valparaíso. Imprenta i librería del

municipal, por ejemplo. Mercurio.


seria esta semana, Serena. D. José Domingo Cortez.

La historia del teatro para


tomase el de escribirla, tan bre Copiapó. Libreria del Mercurio.

quien- se trabajo
ve como fácil de contarse. Caldera. Editores del Tren.

Bastaría, en primer lugar, decir muchos bienes Concepción—-Libreria del Mercurio.


do la Mur, sin peligro de decirla todos los que Taica. Sres. E. iS. liondanelli.

merece, decir otros tantos de Clapera, i dar fé de Chillan.—Sr. D. Abrahan Siredey.


los esfuerzos que los demás zarzuelistas i coros Lima. Establecimiento del Sr. Ri-

hacen para cantar, sin quo siempre lo consigan;


cordi, calle de las Mantas
En segundo lugar, reconocer quo el Postillón de
Arequipa.— Sr. D. Manuel G. de Cas-
la Rioja es una linda zarzuela; que Jugar con fuc
tresana.
ilo es otra que la aventaja i fué puesta en escena
con raro tino i habilidad; que La.
esencia de las co

es una feliz creación del afamado Scribe;


quetas
la nie.-a en un acto: Lobo i Cordero se ol-
cr r- oí. IMPüi-.Yl'A DEL CUÍ'.KEO, PurijC' Búln'Y tlám. l.'i.
enemigo de h ,..c-
vi lo Cauco de que lo bueno es
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO

Jiedactottó : T<uóto t Jjowmtao JvKÍeaaa Jbwu*pattí,


Año I, Santiago, Setiembre 3 de 1S59. i&tkm. 1G.

vajes. ¿Cuál es su situación? La fuerza


— —

LA SEMANA.
imperando como absoluto soberano i dis
pensador de todo goce, beneficio i prero-
SANTIAGO, SETIEMBRE 3 DE 1859. gativa; el capricho siendo lei, la esclavitud
siendo justicia, la debilidad delito, el cri

Sociabilidad i
men poder.
progreso.
Mas no es necesario ir a rastrear hechos
La sociabilidad es un poderoso ájente de que comprueben laparticipación de la so
progreso. Donde ella no existe el progreso ciabilidad en el progreso en las épocas pri
lleva una marcha dificultosa, intermitente, mitivas ni en el corazón de la barbarie.
casi nula. Basta investigar lo que retarda o acelera la

Para penetrarse de esta verdad, no hai vida de cualquier pueblo civilizado del
mas que pasar en revista la respectiva si presente para encontrar espléndidas mues
tuación de los pueblos de la gran familia tras de la fecundante i vivificadora influen
humana. Cada uno de ellos es mas o menos cia de la sociabilidad.
adelantado, según es mas o menos efectiva ¿Qué naciones llevan en este momento
su sociabilidad. la palabra, cuales son los nautas que mues
Esto se comprende bien. La sociabilidad tran a la humanidad los derroteros que con
acercando a los miembros de una sociedad, ducen al porvenir? No dudamos en afir

haciendo que no haya idea, pensamiento marlo, —


-los Estados-Unidos i la Inglaterra.
ni verdad alguna que no sea patrimonio de Nada hai en las vias del adelanto que
todos, alimenta i sostiene el progreso, que esos dos países no emprendan i no reali

no es otraque la luz de la verdad


cosa cen. —

quiere que el vapor acorte las dis


Se
alumbrando el mayor número posible de in- tancias entre continente i continente, que
telijencias. —
Por eso todo lo que tiende a la el mar con sus olas i el viento con sus ve
prepotencia del individuo sobre la sociedad leidades no opongan obstáculos a la activi
ataca el progreso. dad del hombre:- ahí están los Estados-

Tanta la unión que reina entre la so


es Unidos aplicando los primeros esa maravi
ciabilidad i el progreso que casi se con llosa fuerza de impulsión, que ha hecho al
funden : océano el esclavo del hombre, que ahorran
Donde no hai sociabilidad no hai pro do los brazos los ha centuplicado, que ha
greso. dado animación i casi una vida propia a

Donde no hai progreso no hai sociabi la materia inerte. —


Se quiere unir los con

lidad. tinentes, hacerlos que se den la mano, que


Pero, por una de esas aberraciones tan estén costantemente sintiendo sus latidos,
frecuentes a la humana razón, no falta participándose sus inspiraciones de cada
quien crea que en el poder de las individua hora, de cada momento: —
-ahí están los
lidades está el engrandecimiento de una so Estados-Unidos enlazando la Europa a la
ciedad. —
Esto vale tanto como sostener América por medio del telégrafo sub-mari-
que el mas perfecto de los gobiernos es la no, i ahí está la Inglaterra para secun
anarquía, la mejor máquina aquella cuyos darlos.
rodajes se mueven cada uno por su propia Donde que un nuevo invento apa
quiera
cuenta i riezgo. rece, que fuerza se crea o descubre:
una —

En parte alguna es mas real el indivi ahi están los Estados-Unidos i la Inglaterra
dualismo que en el seno de las tribus sal aprovechando de ella, desenvolviéndola,
<> i
ol
Hll'2 LA SEMANA. Setiembre 3.

perfeccionándola i aplicándola de cuantas I] dores. Nada cambia en su modo de ser: sí


maneras es
susceptible. Todo por obra i ignorante era antes de la revolución, igno

gracia de la asociación. rante sigue siendo después de ella.


Nada hai mas contrariado i débil que el De esta suerte las crisis sociales que al
hombre individualmente considerado. Cuan canzamos dejan tras sí las huellas de la bala
to existe es
para él un escollo cuando no i de la bayoneta; pero nunca- por nunca la
un peligro. Hasta la materia inerte puede vivificadora de una idea o de un principio.
mas que él, lo vence perpetuamente. Pero Así, no son las ideas las que triunfan o son
ni el hombre aislado es la encarnación de la vencidas, son los hombres; no son evolucio
impotencia, los hombres
cogaliados, pres nes sociales las que se' operan, son cuando
tándose mutuo apoyo hai dificultad que
no mas evoluciones I para
gubernamentales. —

no venzan, barrera que no salven, elemento ello ¡cuántos males no se nos han venido en
que no aprovechen. cima! cuántos jérmenes de ruina no hemos
Por donde quiera que el individualismo sembrado!
impera, vemos alentado el egoísmo, rei Si en lugar de la débil, de la casi nula so
nando el miedo, las vacilaciones, la incre ciabilidad que poseemos hubiéramos tenido
dulidad siendo los de una sociabilidad efectiva, es fuera de duda
consejeros obligados
la sociedad. sola de las contrariedades que
que ni una

Mui lejos de sostener que en la


estamos nos cercan habria encontrado los medios de
muerte de la personalidad individual esté el realizarse. El sin fin de revoluciones
en que

triunfo de la colectiva, su incremento i vi- nuestras sociedades se ven envueltas, o ha


gorizacion. Pretender tal cosa'sería nada brían rematado en el progreso o no habrían
menos que tratar de levantar un edificio só tenido efecto.
lido i duradero destruyendo sus materiales Pero pudiendo el primer titiritero político
de construcción o desmejorando su calidad. afortunado declararse el representante i sos

Lo que combatimos como fuente de des tenedor de los derechos i libertador de la so
gracia para una sociedad son las personali ciedad, i turbarla, i despedazarla i anegarla
dades sin espansion, es esa tendencia que po en la sangre de sus miembros, sin que ella

see en alto grado a las sociedades hispano


oponga resistencia, nada de raro tiene el que
americanas para no revindicar jamas, para la revuelta reine i nos gobierne como abso
dejar entregada a un perpetuo sueño toda luto dueño i señor de nuestros destinos.
acción, toda iniciativa, toda manifestación Cuando los tímidos se espantan de los ma
colectiva. les que nos rodeaíi hacen mal: deberían ma
Ni en el pasado ni en el presente de nues ravillarse de que esos males no seanmayo-
tras sociedades hai un solo hecho en orden resaun. Porqué, en buena lójica, ¿qué pue

alguno que acuse vida, poder social. De es den aguardar sociedades cjue caminan a la
un fin cierto hacia
ta manera el respeto a la sociedad no exis ventura, que no tienen qué
te. Sus derechos se ven constantemente ho tender, que cada dia varían de rumbo i tan
llados, intereses sirven de biombo para
sus
pronto se hacen la vela camino del porve
a

el fomento de los intereses de la ambición nir como vuelven proa i navegan viento en
o de la especulación política. Todos se dan popa a los bancos del pasado?
por sus representantes, i ella a todos los a- Para que una sociedad prospere, esté li
cepta, siempre que vengan premunidos por bre de constantes descarrilamientos, es nece

un salvo-conducto de la buena fortuna. sario que sepa de donde viene i a donde vá,
¿De qué otra mmeraesplicaí ni menos com cuales son los vicios que desea estirpar i
prender, esa serie no
interrumpida de cam los bienes qcte quiere realizar ¿i cómo con
bios que casi dia a dia están obrándose en los seguirlo sin una sociabilidad real i efectiva,
paises hispano-americanos? constante i poderosa?
Hoi trepa las gradas del poder un partido Lo que en la esfera política acontece, a-

que busca la libertad hasta en la anarquía : contece con mas o menos fuerza en todas las
Mañana se vé reemplazado por otro otras esferas de la vida i de la actividad de
que
busca el orden hasta en el despotismo. una sociedad. En todas ellas es preciso reu

La sociedad acepta a ambos, i vive lo mis nir, concentrar, armonizar la acción. Cuanto
mo con los liberales que con los despotiza- la divide la debilita.
Setiembre 3> LA SEMANA. 243

Sí queremos, pues, romper con el atraso su camino; el que lleva una luz en un
mas como

i entrar con un abundante bagaje de espe paraje oscuro el que tal vez se aprovecha
es

menos de la claridad que ella arroja, esta es


ranzas de éxito en el
campo del progreso, la causa de que el orgulloso rei de la creación
procuremos ante todas cosas hacer efectiva i dé tan feroces traspiés alumbrado por la llama
poderosa nuestra sociabilidad, desenvolverla que forman aquellas tres cualidades morales
en todos sentidos, de su ser.
vigorizarla lo mas posible.
Mientras así no obremos siempre nos que Abandona el muchacho los bancos del cole-
daremos a medio camino o iremos a traspiés jio (que en cuanto a los libros los tiene de an
temano abandonados) i se lanza al torbellino
la senda de la vida. —
Para que una sociedad del mundo, rico de esperanzas si pobre de jui
marche de veras, es indispensable que toda cio i de esperiencia. Su primera aspiración es
ella se ponga al mismo tiempo en movimien amar. En esa aspiración se confunden todas

to. Todo adelanto que si las ambiciones que mas tarde se irán desarro
no es jeneral, o no es
llando en su pecho. Entre tanto, lo mas apre
fatal, poco provechoso.
es
miante i necesario es buscar un amorcillo que
La gran necesidad que trabaja a los pue
corresponda al suyo. El camino que casi todos
blos es la necesidad de libertad. Esta no toman en semejantes casos es el de la casa de
pue
de echar raices, dar frutos ni ser una verdad, las primas. La prima es la piedra de toque en
donde el equilibrio, es decir, la igualdad fal la que el hombre ensaya sus primeras facul

ta. La sociabilidad, desarrollada en todas sus


tades amatorias, cuando sus cortos años lo
alejan todavía de los salones i tertulias de la
faces, está llamada a conseguirlo. sociedad. Por poco que el chico se sienta pi
¡No hai progreso sin sociabilidad! cado de la vena poética, al instante convierte
¡Union es progreso! a la
primita en el ánjel de sus ensueños, que
Justo Arteaga Alemparte.
primero habria dia sin luz que poeta sin en
sueños. Gracias a las facultades líricas del
principiante, la infeliz Laura del imberbe Pe
trarca sufre mas metamorfosis que de colores
ILa vida. cambia el camaleón: ora es la maga de un
nuevo Edén, por que si Dios nos privó del
Estudio primero : El hombre.
suyo, acá nosotros nos fabricamos cada cual
Tres cualidades acompañan constantemente uno no menos florido i que posee la ventaja
al hombre en la vida desde que alcanza el de no tener ni árboles del bien i del mal, ni
prin
cipio de su desarollo físico i moral : el amor, manzanas que lo hagan indijesto como el pri
la esperanza i la vanidad. Los demás atributos mero. Según sopla el viento en el Edén, la
de su racionalidad lo van abandonando a me niña es maga, ánjel, silfide, nube, flor, mari
dida que marcha en su carrera hacia un mun
posa i cuanto hai de vaporoso, dulce o tierno,
do que supone mejor, cediendo a un esfuerzo cambiándose con no poca frecuencia en de
de esa esperanza que se empeña en mostrarle monio, vampiro, ola del mar, verdugo, fierro
mirajes mas allá del sepulcro, así como en la candente, tortura i todo lo que pueda servir a
tierra se los ha mostrado para llevarlo al tér
espresar o ser causa de un sufrimiento amo
mino de su peregrinaje. La inocencia se des roso. Si al enamorado no le dá por la rima, no

pide de su alma al divisar el bozo que apunta deja por esto de darle por la prima i es con
sobre sus labios i a los que la conservan mas frecuencia el terror de las tias que aborrecen
allá se les convierte mui pronto en
pobreza de los enlaces entre parientes, a menos que el
espíritu, o como vulgarmente se dice : en bo- sobrino tenga un argumento de cincuenta o
beria; lo ataca después la ambición, la codi sesenta mil pesos para convencerla de su
cia, la jenerosidad, el patriotismo, la envidia, error. En este caso los niños han nacido el
el desprendimiento, la
misantropía i la filan uno para el otro, porque un mozo a quien sus

tropía, la emulación noble i también la mez padres tienen el buen sentido de dejar aquella
quina, el entusiasmo i el desaliento, todo, en suma" de patrimonio, encuentra con facilici-
fin, lo que del hombre hace un ente multifor dad niñas que hayan nacido para él, así como
me, grande i pequeño, sublime i ridículo, no para los pobres no nacen mas que percances
ble i mezquino; pero en cualquier
período de i tribulaciones.
su vida,
cualquiera que sea la influencia de Sea la falta de primas, lo que es raro en
la pasión a que se halle sometido,
siempre nuestra tierra, sea afición a la variedad i mu
tendrá necesidad de amor, nunca
podrá faltar danza, lo que en todas partes es común, otros
le la esperanza i
jamás dejará de considerarse 1 se dedican al bello sexo en jeneral, dirijiendo
como un ser
escepcional a consecuencia de su | sus ataques por do quiera que existan crino-
infatigable vanidad.— A la edad de las ilusio I linas. Cada uno de sus paseos por calles, tien-
nes, a la de los desengaños i a la del catarro,
¡ das o alameda, es un fuego graneado de ojea-
siempre hai amor, esperanza i vanidad. Di | das lánguidas i amorosas, de declaraciones

ñase que la providencia


quiso que el hombre | confiadas a la elocuencia de los ojos i la es-
tuviese estos tres atributos 1
para alumbrarle en presiva movilidad de las facciones. El enamo-
844 LA SEMANA, Setiembre 3.

rado novel conoce a las niñas que recien se , obstante, en sus primeros amores hai todavía
han bajado el vestido i hecho moño, está pa la suficiente injenuidad i frescura para que su
tente que dan las madres a sus hijas para in corazón palpite al oir un dulce juramento, para
dicar que ya puede enamorárselas; él sabe la que guarde con ardiente' veneración una flor,
hora en que las mamáes se descuidan i en un cadejo de pelo o un guante' roto de su que

que las niñas salen a la puerta de ealle; co rida i hasta para llorar sinceramente por un
noce desde
lejos los caballos i el coche de la engaño-, esta especie de letra de cambio que
familia i lleva su arrojo a las veces hasta las mujeres firman a la vista i al portador, con
emplear el cohecho con los criados* los mas tanta frecuencia, i que en realidad puede lla
cohechables de los seres racionales,- para ha marse así, pues según un" modisno chileno esto
cer llegar a manos de su
prenda alguna epís es mandarnos cambiar, tomando, no las de
tola en la que por las cuatro caras palpitan Villadiego de veloz remembranza, sino liís de
sus juveniles ardores. Villatriste o de cualquiera otro que se retire a
Mas como en este mundo todo es fugaz i llorar les desdenes de la pérfida que se la ha
efímero, la edad de esos amores pasa con la jugado.
huida de los años alegres, o mas bien con la En este de su vida, el hombre sien
período
llegada de los mas serios que tras ellos se te' las demás pasiones dormidas
despertarse
presentan. El niño, convertido en hombre, se hasta entonces en el fondo de su pecho i se
lanza a la sociedad, es decir para él, a los lu sirve de muchas de ellas como un recurso
gares en donde hallará mujeres; porque aun contra las borrascas amorosas: uno bebe para
está lejos de haber perdido en sus primeras ahogar sus pesares, bien que muchos beban
campañas su afición a los lances de amor, ni por amor a Baco, lo que al fin i al cabo es
su incansable necesidad de ser amado. Allí también un amor; otro se hace jugador o ga
visita por amar, baila por amar, habla por lo llero; otro se toma a brazo partido con la po
mismo, muestra los dientes por igual motivo, lítica; esotro practica la usura, este se dedica
se acicala i perfuma con esa intención, se a sabio i aquel a escritor; fulano se hace es-

hace festivo con ese fin, sentimental por ese céptico i mengano beato; machos buscan el
objeto i pone a contribuciou todas las gracias olvido empleando el principio de los semejan
con que el cielo lo ha dotado por hallar una tes, es decir buscando otro amor, í no pocos
alma de mujer que responda a la suya, pues ¡quién lo creyera! terminan la comedia casán
es cosa averiguada que la del hombre está dose por igual motivo. Durante eada una de
siempre llamando i no és su culpa si a to estas crisis, el amor, o la necesidad de amar,
das horas no le contestan eu esa alegre mú ha ido modificándose en el paciente a medida
sica que llaman correspondencia, Esto hace que los años lo van empujando hacia el que
pensar que el hombre es como esos órganos llega: pero siemprejesa necesidad subsiste en él,
de Barbarie que tocan en todas las calles has perenne, tenaz i exijente como cara de acree
ta que alguien los llame, se entretenga un dor, para quien no puede pagar. Esa idea- lo
rato con su música, i los despida a continuar persigue cuando reposa su cabeza sobre la
la misma tarea ¡Ah, las mujeres que envidian almohada; entre loS renglones del íibro que
la suerte de los del sexo feo, no se figuran el lee; se intercala entre las cifras de la cuenta
chasco que se llevarían si la naturaleza escu corriente del comerciante; acompaña en sus
chase sus votos, trasformándolas en seres de jiros la tijera del sastre i la del que no lo
pantalón i levita! Bajo ese engañoso aspecto es, porque no es indispensable ser sastre
de fuerza i majestad alienta un ente mas débil para ser cortador; baila sobre la visual del
que ellas, mas inquieto, mas descontentadizo agrimensor; zapatea sobre las cartas de una
mas esclavo que la mujer mas mujer de am mesa de juego; aparece como fuego fatuo al

bos hemisferios. Su fuerza consiste en la debi hombre que siempre es fatuo sin ser fuego, en
lidad con que cede a sus pasiones i caprichos; el paseo, en el teatro, en la iglesia, en el cam
por esto es que el hombre es un débil de pri po i en la ciudad, por todas partes, en fin,
mera
fuerza; su majestad no es mas que la donde sus necesidades o su destino lo arras
del pavo real que está pelechando: nosotros tren, donde quiera que pasee su fatidio, su
nacemos un si es no es brillantes i vistosos, alegría o su constante tristeza. En esta lucha,

sobre todo en la parte moral; pero mientras ha llegado a la vejez.


vivimos estamos pelechando de nuestras bue Dejemos a los que tienen nietos, bisnietos
nas cualidades, sin
que estas tornen a nacer o reumatismos i ocupémonos del hombre que

i somos calvos de corazón así como encalve ha llegado al invierno desús años en estado
cemos de la cabeza. de soltería o de viudez ¿Se ba apagado el fue
El hombre, como dijimos, llega al segundo go? Una inmensidad de voces nos responde
con la negativa. Nó, el hombre se halla siem
período de su vida con tanta o mayor necesi
dad de amar que en el primero. Solamente pre espoleado por esa necesidad de amar; es
hai una dilerencia en el segundo i es que ha la cruz que ha de llevar a cuestas en su trán
perdido ya la candida pureza de sus senti sito sobre la tierra, amen de muchas otras en
mientos i sensaciones, así como en su rostro que los achaques físicos no forman la menor
la barba i el uso de la navaja han hecho desa parte; pero aquella es la gran cruz, la cruz
parecer lo aterciopelado de su mejilla. 1N0 alta que todos cargan i de la que solo se ven
Setiembre 3. LA SEMANA. 245

libres algunos hombres escepcionales, que na ! menteiguales, ocultan el fondo del alma a
na influyen en contra de nuestras observa cualquiera que no sea unprofundo observa
ciones. dor! Si fuese dado, al pasar por delante de
Sabéis que don Crispido acaba de enviudar nosotros, abrazarlos a todos con una mirada
después de cuarenta años de vida matrimo i leer en sus corazones como en un libro, se
nial, i bueno i compasivo como eres, lector conocería el secreto de los goces i miserias
amigo, esclamas compadeciéndolo: de un pueblo grande.

¡Pobre don Crispulo! enviudar a los se I cuando dejamos nuestro puesto de obser
senta i cinco, qué desgracia! vadores para confundirnos con la muchedum
I recordáis con los amigos o amigas que el bre ¿no es curiosísimo prestar oidos a las
buen caballero pasaba una vida tan feliz con conversaciones de los que encontramos? En
su esposa, pues salia después de almuerzo tonces, una sola frase retrata al que la pro
para llegar a la hora de comer i volvía a salir nuncia; una sola palabra revela el secreto de
hasta las once de la noche , hora en que su una miseria o de un sufrimiento. ¡Cuántas
mujer se hallaba en el segundo sueño. Con —
necedades no se escuchan ! cuántas maldades
este método de vida, don Crispulo i la consor no se adivinan!

te se veian cerca de tres horas diarias. ¡Qué No sé porqué me llamó una vez la atención
mas, para cuarenta años de matrimonio! cierto personaje que a pasos lentos i con mi
rar distraído cruzó
Algunos meses después, vais una noche al por delante de la ventana
teatro i recorriendo los palcos con vuestro an de una habitación en que me encontraba. Un
teojo, veis al lado de una joven de diez i seis amigo mió, a quién le pregunté si lo conocía,
años a un anciano rejuvenecido, Icón guantes me dijo: —
Ese caballero esD. César.... ex-in-
i ropa a la moda. tendente de la provincia de.. ...,1o que los Es

¿Quién es ese? preguntáis. pañoles llaman un cesante.



Don Crispulo, se os responde. En verdad que su rostro no revelaba un

¡Don Crispulo! ¿el viudo? esclamais en hombre caido; antes bien habia en él la beati
tonces. tud del hombre rico que vive de su renta i no
El mismo, os contestan los amigos. se
preocupa del dia dé mañana. Informándo

Pero hombre, se ha rejuvenecido. me acerca de su vida


pasada, vine a ser cono



Tanto que va a casarse mui pronto. cedor de un suceso que hoi pienso referir al

-¡A. casarse! esclamais otra vez estupefacto lector, i espero que le será de algún provecho
¿i con quién ! por la esperiencia que con su lectura puede

Con esa niña que está a su lado. adquirir.

¡Jesús! Jesús! decis en el colmo del ho-- La relación sencilla i desnuda de un hecho

rror i de la admiración, como no se les cae a es a veces mas elocuente que esa misma rela
los dos la cara de vergüenza! ción comentada ¡analizada, así como en oca

Eh, a nadie se le cáela cara por tan siones la vista de un cuadro produce mas efecto
poco , os dice vuestro amigo. Si vas a averi que la lectura del mas bello poema. De consi
guar la clase de amor que don Crispulo puede guiente, evitaré en cuanto sea posible todo
tener a esa niña, talvez no hallarás que es el comentario e inútiles digresiones.
amor casto i puro de los veinte años, ni el im La escena pasa, o mejor pasó, en un
lugar
perioso i venerador de los treinta; pero es de cuyo nombre no quiero acordarme ahora,
también un amor i don Crispulo, a la vez que i por los años de mil ochocientos i tantos,
ama, tiene la esperanza de ser correspondido dejando al lector cincuenta i nueve proba
i quiere satisfacer su vanidad teniendo familia. bilidades para que adivine la fecha precisa
No lo dudes: el amor, la esperanza i la vani de este acontecimiento.
dad acompañan al hombre toda la vida! Séame permitido dar a conocer a mis
perso
de 1859. najes antes de ponerlos en escena, i los ante
Agosto cedentes de esta historia para su mejor inte
Ñame. lijencia
Nombraron intendente de una provincia a
D. César hombre pacífico por
,
carácter,
suave en sus maneras i conciliador en su
Las desgracias de D. Cesar. tra
to. Creia, como el doctor
Panglors, que todo
I. está bien en este mundo
perfecto, i nunca
Cuando puestos al balcón en una ciudad encontró malo nada de lo
que estaba organi
populosa, echamos la vista sobre las personas zado, mirando a los innovadores como seres
que cruzan sus calles en diversos sentidos, i maléficos que quieren destruir la armonía
que nos son desconocidas en su mayor parte universal. Hai muchos hombres de esta natu
¿no sentimos a veces tentaciones de tomar al raleza. La duda para sus entendimientos li
acaso una de ellas, seguirla i averiguar su vi mitados es no solo desconocida, sino también
da, con la probabilidad de encontrar un dra inconcebible, como que jamas se toman el
ma mas o menos interesante? ¡ A cuántas ca
trabajo de pensar sobre nada; de donde re
vilaciones no da lugar el aspecto de los tran sulta naturalmente que todo lo reciben hecho
seúntes, que con sus
figuras, todas aparente- de manos ajenas, i sus acciones todas son
¡2/io LA SEMANA. Setiembre 3.

dirijidas por una voluntad que no es la suya. | mui ufano de haber sido toda su vida conse
Las criaturas de esta condición son esce- cuente con las suyas. En efecto, nunca habia
lentes padres de familias; tienen mui desarro
dejado de ser opositor; lo que en él era tanto
llado el órgano de la filojenitura. Así es
que una
especie de tema, como incapacidad de
D. César, adquirido
que hubo una decente comprender la bondad o malicia de las medi
fortuna, buscó mujer i se casó, sin que el das de un gobierno. Ademas, el que es oposi
amor entrase
para nada en su elección. Era tor, con solo serlo se coloca a los ojos ,de los
un hombre organizado como un
reloj, i su necios auna altura mui conspicua, que al-
matrimonio no formó época en su historia ni haga su vanidad.
siquiera logró alterar los hábitos de su vida. El nombramiento de D. César era un su
Siguió durmiéndose i despertándose a las ceso de mucha consideración para los habi
mismas horas i no faltó a su oficina (era en tantes de la provincia. Amigo i pariente por
tonces empleado) ni el dia que sucedió a la su mujer con D. Cornelio i otros vecinos no
noche nupcial. De él podia decirse
que era el tables del pueblo, venia precisamente a ser el
hombre-planta por excelecia. apoyo de un partido, o mas bien el centro de
En Chile, los intendentes de provincia son un círculo que se titulaba
progresista i del
como los vizires
que el sultán envía a los pai que era jefe, o cosa parecida, el mismo D.
ses conquistados. No se
esplica de otro modo Cornelio. Asi es que las habladurías i los
el odio de los provincianos, que se creen es- chismes estuvieron a la orden del dia. En
plotados por la capital i esperan la hora de la aquellos que con el nuevo mandatario no te
redención con la misma impaciencia que los nían relación de ninguna especie, i en otros
pueblos sometidos a estranjero yugo. Invadi que se avenían, mal con D. Cornelio, este
dos umversalmente los empleos por hombres acontecimiento despertó el odio i la envidia,
de afuera, cuando no por santiaguinos, el amor' que se lanzaron a desahogar su furor, no solo
propio i el orgullo provincianos se sienten he empleando la calumnia, sino valiéndose de la
ridos, i burladas las muchas esperanzas que prensa, resumidero de anónimos denuestos i
esos mismos empleos hicieron nacer. Agré malas pasiones en épocas de ajitacion po
gase a esto el desprecio innato del santiaguino lítica. Pero sucedió que el nuevo intendente
al provinciano; desprecio tanto mas punzante en vez de plegarse al círculo de I). Cornelio,
cuanto que a menudo viene del primer men se inclinó al lado opuesto, dejando fallidas to

drugo a quién cupo en suerte ser enjendrado das las esperanzas de los cornelistas, como
en la capital i que llega a la provincia vomi los llamaban , de donde resultó una declaración
tando humos de gran señor. Mas para dicha del de guerra cuyos resultados debian de serle fa
pueblo en que pasó esta historia, les llegó con tales a D. César.
D. César un intendente incapaz de cometer Al salir de Santiago para su nuevo destino,
tropelías i arbitrariedades fuera del caso D. César trajo de secretario, por recomen
en que los intereses de su partido lo exi- dación del ministro, a un joven empleado en
jian. el mismo ministerio i cuyo nombre era Martin
Entre las notabilidades de aquel pueblo se A.... La vida de este joven ha sido bastante
contaba un caballero llamado don Cornelio trajediosa; habria con ella materia para un
Conejero. Dueño de una fortuna mas que mo volumen. En el dia es uno de los que figuran
desta i de una manía mas que común de hacer en la política i es prohable que con el
tiempo
oposición a toda clase de gobiernos, servía de sea todo un personaje. Entonces era solamen
cabeza a un partido i era el primero a quien te un joven como de veinte i seis años, lleno
cada nuevo mandatario de la provincia trataba de ambición i de esperanzas. Habiendo em
de atraer i reducir. De esta suerte, no tardó pezado a vivir mui temprano, adquirió pronto
en formarse de sí propio una alta idea, atri una triste esperiencia de las cosas del mundo,

buyendo a sus principios liberales el no haber i su alma, a la que no eran estraños los no
ocupado hasta entonces un puesto distinguido bles sentimientos, se corrompió con el roce de
en la administración; ilusión confirmada por las jentes de mala vida con quienes su escasa
la prensa, que lo pintó muchas veces como fortuna lo obligó a mezclarse. Su figura no
un furioso demagogo. Pero tan lejos estaba era la de un bonito mozo,
pero sus ojos, que
de serlo el tímido i pacato D. Cornelio, que revelaban mucha viveza, ciaban animación a
acaso jamás pensó siquiera en los principios su rostro escuálido i macilento en el
que ya
se podia leer una vejez
que le suponían. Su carácter medroso i sus prematura. Su cuerpo
achaques nobiliarios lo eximían de derecho flaco i pequeño estaba dotado de una ajilidad
de las ideas democráticas que toda oposición estrema; habríase dicho que era un mono al
proclama hoi en dia. No por eso dejaba de verlo a veces subir a los árboles o hacer cual
estar, como jefe de partido, en todas las intri quiera otro ejercicio. Sin embargo era tímido
gas i movimientos del pueblo i desplegar en i pusilánime como una mujer, i talvez por
ocasiones un ardor i constancia sin iguales; esto mismo se encontraba a menudo mezclado
salvo los casos de revolución armada, porque i en asuntos de peligao, de los que no siempre
ahí estaba la salia airoso. Si hubiese nacido hombre de
para hacerse matar, pensaba él, j
canalla. En medio de los vaivenes que sufren ¡ fortuna, habría sido jeneroso i pródigo; po -

las ideas políticasde los hombres, se sentía ! bre i sin mas recurso que su intelijencia, se
Setiembre 3. LA SEMANA. 247

agarró de la vida
como
pudo sin atender a ■> esa oposición,seguro estoi que no es el bien
otra que a pasarla lo mejor posible.
cosa estar del paislo que lo lleva a ser tan ene
He aquí pues los personajes que intervienen migo del gobierno. No hai duda que algún in
en este episodio de la vida de un hombre pú terés oculto es el móvil principal de su pa

blico. triotismo. Yo por mi parte le confieso con


Pasaron dos años, desde que D. César to toda franqueza que si soi conservador es solo
mó el mando de la provincia, sin que nada por conservar mi empleo de secretario.
sucediera. Empero durante este tiempo estu

Pues, si es así, amigo mió, debe Vd. ser


vieron preparándose las cosas de modo que liberal.
vinieran a tener un resultado seguro. Los ene La consecuencia no es del todo exacta.

migos del intendente a cuya cabeza estaba Qué! no sabe Vd. que ya vacila el poder

D. Cornelio, tanto mas encarnizado cuanto del intendente D. Cesar?


que habia sido desconocida su influencia por Así dicen, pero yo he creido siempre que

la autoridad, i herido en lo mas vivo su amor es solo un ruido esparcido por sus enemigos.

propio, trabajaban con ardor en echar por Ademas el intendente no dá ningún motivo de
tierra al inocente D. César. Tenian altos per queja.
sonajes en Santiago que los ayudaban en su —
Esolo que desespera al partido liberal.
es
tarea, i esperaban conseguir su objeto median Síb hai muchos aqui en el pueblo
embargo
te ciertas intrigas en las que era preciso tu
que nos preciamos de ser profundos políticos,
viera parte el secretario. i nos hemos dicho : puesto que el intendente
no dá ningún motivo de queja, será necesario
II.
hacer nacer circunstancias que lo hagan con
Un dia que Martin estaba solo en' el despa ducirse mal.
cho de la intendencia, sentado en el escritorio Sin duda esa propuesta lué de algún Ma-

i ojeando un cuaderno, entró don Cornelio, quiavelo de provincia?


con quien tenia alguna amistad. Después de —

Pero, nos dijimos : ¿quién mejor para es


las vulgaridades que principia siempre I
con to que el secretario?.... Viviendo tan cerca de
una conversación, habiéndose, tocado la polí sn persona, ninguno mejor que él puede des

tica, le preguntó Martin: ¿Qué se dice en el



cubrir alguna de aquellas faltitas que a todos
público del nuevo bando? se nos escapan i que con destreza se saben

El bando? Si he de decirle la ver
nuevo abultar de manera que parecen una gran cosa.
dad, contestó D. Cornelio, a la mayor
parte Ya las elecciones se acercan, D. Martin, i si
de la jente honrada le ha parecido mui mal. nosotros pudiésemos estar al cabo de las me

Piensan, i con razón, que ese bando coarta la didas ocultas que se toman por la intendencia,
libertad del pueblo. si tuviésemos por nuestra parte al secreta

Libertad del pueblo! Con esas pala rio.... digo, si convencido de la justicia de
bras se llenan la boca todos los partidos i han nuestra causa....

sido siempre i serán solamente el disfraz de —


se atreve a hablarme de esa ma
I Vd.
la ambición i del interés. En el dia se ha he nera, D. Cornelio?.... dijo Martin, levantán
cho moda en muchos hablar de principios, de dose de su asiento.
ideas i qué sé yo de qué otras cosas. Sin em No se inmute Vd.; los dos liemos nacido

bargo la mayor parte de los que así hablan para entendemos. Lo único que yo quiero es
no ven mas allá de la punta de sus narices. su propio bien, la felicidad de Vd....

Repiten mui ufanos las frases huecas que han Martin se sentó. En este momento entró D.
aprendido en los periódicos, encargados de César. Tan luego como vio a D. Cornelio se
pensar por ellos, i se creen con esto grandes dirijió a él con la sonrisa en los labios a estre
políticos. Aquel que talvez no sabe ni gober charle la maco como a una potencia enemiga
nar su casa, desde su asiento i con un cigarro de quien se quiere conquistar la voluntad. D.
en la boca cree que es mui fácil gobernar un Cornelio lo miró como un ciudadano romano
estado. Pero examine Vd. a esos libe ales habría mirado a un decemviro i respondió fría
compañeros suyos, i verá que son piezas va mente a su saludo. Pronto se retiró para pre
cias en que hace eco la voz del que grita. I servarse del contajio de los tiranos, i hacien
hablando claro, D. Cornelio, la patria es un do alarde de su valentía, se fué a dar cuenta
objeto que. tiene solamente valor nominal i la a los suyos de la conversación tenida con el
amamos mientras ella nos dá algo i no nos secretario i de la lección que acababa de darle
pide nada. El patriotismo fué palabra que in al intendente.
ventó-la ambición para deslumhrar a los ne
cios. El bien del pueblo! ¿De qué pueblo? de José Axtoxio Doloso.
ese que se arrastra por las calles sucio i he

diendo, con una manta hecha jirones i un


sombrero todo raido? A ese lo desprecia Vd.
i le dá de punta pies cuando no le cede la
acera a la que tiene igual derecho. Vamos!
Vd. cpie es uno de los principales caudillos de
248 LA SEMANA. Setiembre 3.

A penas se levanta, la flor pura,


El ideal de Schillcr. El árbol secular, todo, hermosura,

Amor i vida para mí tenia.


TRADUCCIÓN TESTÜAL DEL PRISIONERO DE HAM,
El melodioso ruido
HOI EMPERADOR DE LOS FRANCESES (1).
Con que blando murmura el arroyuelo,
Imitación en castellano, Era para mí oido
A ***.,. .
Deliciosa armonía;
I hasta en lo inanimado
Dov é mia giuventú? dove i beati
Ánni d'amor? Que vive sin sentir en yerta calma
Un eco me parece hallaba el alma...,
Silvio Pellico,

(Inédita.) Mi volcánico pecho, dilatado


De esfuerzo omnipotente,
¿Huyes de mí con vuelo presuroso, Un círculo abrazaba inmensurable:
Único feliz tiempo de mi vida? De fuerza insuperable
¡Me abandonas cruel! ¡Ah! con tu huida Sintiéndose impulsado,
Te llevas, sin piedad, tus ricos dones, Entrar quería en la vida, ardiente
Tus gustos seductores, En dulces ilusiones,
Tus penas, tus dolores, En deseos de ruido i de pasiones.
I tus dulces sublimes ilusiones..., ¡Cuan grande, oh Dios, cuan grande
¿Nada en el mundo en tu fugaz carrera Era ese mundo, en tanto
Detenerte podrá? Arrebatadas Que duraba el encanto,
Por fuerza inevitable I para mí se hallaba todavía
Tus fujitivas ondas ajiladas, Como un botón de rosa que en sus rojas
A sepultarse van en la insondable I purísimas hojas
Eternidad ¡oh Dios! precipitadas? Se oculta ruboroso al claro dia!
Mas ¡ai ele mí! era nada
Los astros que fuljentes alumbraron Abierta al sol la flor tan esperada....
La aurora de mi vida
Su esplendor han perdido i se apagaron. En alas del valor arrebatado
El ideal delicioso El mancebo feliz ¡cuál se ajitaba!
Que el corazón henchía de esperanza Del porvenir ansiado
Se disipó también; i nada alcanza ¡Con cuánta audacia la rejion cruzaba!
A devolverme aquella mi perdida Su alma aun no abatida
Dulcísima creencia Por el duro martirio,
En los májicos seres Feliz en sus afectos,
A que mi mente sola dio existencia, Ajena de congojas,
Mis ensueños hermosos, Dichosa en el delirio
Tan llenos de placeres, De sus sueños de amor i de ventura,
De triste realidad la presa han sido, Lanzábase en la vida ;
I todos ¡ai Dios! desparecido. El vuelo altivo, audaz, de sus proyectos
Le alzaba al alto espacio ;
Como Pigmalion perdido, ciego, Nada habia lejano, ni en altura
Delirando de amor, estrechó un dia Que en su feliz delirio no tocase,
I nada su vuelo no alcanzase...,
Sobre su corazón la piedra inerte, a que
Hasta que el sentimiento
El mármol animó, i con su fuego ¡Con qué felicidad inconcebible
Dio a sus fibras heladas movimiento; Colmaba de sus gustos la medida!
Así yo a la natura Para él ¿qué era imposible?
Con juvenil ardor ¡ai! he tenido, Iba fácil el carro de su vida
En estasis de amor i de ventura, Rodando la pendiente sobre flores,
En mis brazos sujeta, I su marcha triunfal era seguida
Hasta que, ya animada, se ha movido De aéreos amigos, jemos seductores;
Con el dulce calor que le prestara Con su áurea diadema la fortuna
Mi corazón de poeta. Sus pasos presidió desde la cuna ;
Hechicero el amor le sonreía
Grata correspondiendo a mis jemidos Con sus dulces favores;
Ella por mí sentía La gloria desprendía
También igual ardor, i se animaba Sobre él las luces bellas
11 eco de mi voz, i los latidos De su frente radiosa
Del corazón amante comprendía.... Coronada de espléndidas estrellas ;
que del suelo 1 la verdad hermosa
La humilde yerbecilla También sobre su senda derramaba
francés en un precio*) fo
tí) Encuéntrase el texto Esa su luz de sol esplendorosa.
lie o escrito por Mr. F.
Brifault. El orijinal alemán en

de Schiller.
Segunda edición de las obras
Setiembre 3. LA SEMANA. 249

Mas
cuando se hallaba
¡ai! men i dos caballeros mas. En el del compañe
Apenas mitad de su carrera,
en rovenían el comandante de policía i otros ofi
Le abandonan crueles ciales del cuerpo.
Sus amigos mas fieles, ¡Pobre doñaGabriela! dijo con timidez

Los dulces compañeros que adoraba ; una mujer


que llevaba unniñito en sus brazos.
Ya con planta lijera Qué golpe tan terrible para ella!
La dicha habia fugaz desparecido; Calla! replicó otra mujer de sollamado

De la ciencia la sed mui mas ardiente rostro i poco tersa cutiz, lo que indicaba alas
Le devoraba aun, i las oscuras claras su intemperancia, ella tiene la culpa.
Nieblas horribles de la negra duda, ¿Porqué ha asesinada a su marido?
De la augusta verdad las luces puras Oh! eso no se sabe todavía, esclamó la

Con sus sombras cubrían, primera.


I su imájen radíente oscurecían. La prueba

de que el hecho es cierto es

que la van a poner presa, i también a otros


He visto la sagrada bribones que son sus cómplices, dijo láclela
Corona de gloria marchitada rubicunda cara.
Sobre frentes vulgares. ¡Cuan fugace —Pues yo no lo puedo creer, agregó la pri
Ha sido la hechicera, mera; conozco a doña Gabriela, todo el mun
Lá dulce primavera do la considera como una santa, i quería de
Del tiempo del amor! I mas horrenda, masiado a don Jervasio para que se ¡a pueda
Mas solitaria se hace sospechar
Cada dia mi senda, —
Allá lo veremos: la justicia sabrá desen
Crece la oscuridad : crece con ella redarlo todo.
El silencio i pavor. I ni una estrella Esta conversación i muchas otras se habian
Hai en el firmamento entablado entre los curiosos. Como sucede
Que ahuyente las tinieblas un momento. siempre en casos análogos, se habia formado
¿Dó llegaré infeliz? Plegué al destino, un gran círculo en rededor de ¡os
que daban
Que con su luz dudosa, pretendidos pormenores del suceso: i esos de
-
En mi marcha penosa talles llevados i aumentados de boca en boca
"Ahmibre aun la esperanza mi camino. tomaron al cabo de pocos minutos jigantescas
proporciones. Ya no se decía sino que se ase
\ Sucre, niayo de iS5á.
guraba, que jamás se habia oido hablar de
Makiaxo Ramaleo. atrocidades iguales a las que los asesinos ha
bian ejercido con ia víctima. Las mil versio
nes contradictorias
que se susurraban sobre el
crimen i sus autores, contribuían en alto
-

) Uia error judicial (1). gra


-
. do a aumentar el desorden causado por la no
ticia de un suceso que, media hora antes, na
El 13 de Agosto de 185., una muchedum die hubiera sospechado; pero del cual hablan
bre, compuesta en mayor parte de jente del
su todos en aquel momento como si lo hubiesen
pueblo, se hallaba reunida a inmediaciones de adivinado o previsto de antemano, en virtud
una hermosa quinta situada en el barrio de del privilejio que adquieren los hechos consu
Yungai. Ese barrio tan desierto i apacible de mados.
ordinario, se encontraba poseído en el mo La turba, aumentada considerablemente
mento que empieza nuestra historia, de una desdela llegada do los coches i de los solda
animación tan súbita como poco frecuente. La dos, hizo mas de una intentona para penetrar
curiosidad se reflejaba en todos los semblantes, en el interior del-a ca=a;
pero fué rechazada
i apenas si la presencia de varios ajenies de
por los ajenies de policía que hicieron despe
policía bastaba para impedir que una espan jar en un dos por tres las avenidas de la quin
tosa irrupción de curiosos cayera sobre la casa, ta e impusieron silencio a los mas
gritónos.
cuya puerta principal estaba guardada por jen- Toctos se resignaron a referir en voz baia i a
darmes. Dos coches, cuyos conductores eran respetuosa distancia lo que habian oido o sa
asediados por varios grupos, estacionaban bían, menos ía verdad que ignoraban como es
frente a la fachada de esa casa blanco i pasto de regia.
de curiosos. Efectivamente, de los coches de que hemos

Dime, Pedro, preguntó un hombre del hablado, habian bajado uno de los jueces del
pueblo a uno de los cocheros, ¿será cierto crimen de Santiago, el comandante cíe
que policía,
ha venido el Señor Intendente? un escribano con su amanuense i des
ajenies

No b conozco, contestó el interpelado. subalternos.
He traído en mi coche al señor Juez del crí- La comitiva judicial entró en el
patio, cau
sando no poco estupor en el ánimo de varias
(I)Los hechos principales' que- forman e! fondo de
señoras i caballeros
nuestra narración son escrupulosamente históricos, que se encontraban en él,
como se verá mas adelante. Memos cambiado tan so
atraídos por el bullicio esterior. .Veto continuo
lamente el lugar de la escena i el nombre (le los acto penetró en el salón principa!. En él se ia es
res que fiVuran en este real i verídico drama. peraba un
espectáculo imponente.
253 LA SEMANA. Setiembre 3.

En una
pieza contigua al salón se veia un 1 Después que se hubo estendido por el es
féretro alumbrado por colocados
cuatro cirios cribano el auto cabeza del proceso, el majis-
en sus ángulos. Cerca del féretro, oraba un trado "encargado de la pesquiza recibió las
sacerdote de venerable aspecto. declaraciones de los sirvientes, mientras que
En rico paño cubría el cajón mortuorio, los oficiales de policía ejecutaban un minucio
so rejistro en los muebles de las piezas de ha
espléndido i obligado atavio de la muerte; pero
que en aquella circunstancia contrastaba dolo- bitación.
rosamente con la absoluta desnudez de la ha En el momenio'en que se encendieron lu
bitación. Parecía que todo lo mundano habia ces, se anunció la" llegada de los tres médicos
mandado llamar,
huido de ella espantado por la última i talvez que de oficio, el juez habia
la única realidad de este inundo, la muerte. Díjoles en breves palabras el servicio que la j us-
Movidos por un invencible sentimiento de ticia esperaba de ellos. Los facultativos entra
respeto, el juez i su comitiva se descu ron en el aposento fúnebre i procedieron a la

brieron. Pasada esta primera impresión el autopsia del cadáver. Mientras tanto el juez
representante de la humana justicia entró en examinaba los papeles pertenecientes tanto a
el pleno ejercicio de sus deberes. Hizo poner la víctima como a su viuda.
en estricta incomunicación a toda la servidum Durante media hora, todo fué en esa casa
bre i no esceptuó de ella a la señora, a quién silencio i misterio. El mas leve ruido se perci
la ordenó de la manera mas cortes que le fue bía claro i distinto. Los médicos fueron los
posible. Las visitas fueron despedidas.

primeros en interrumpirlo viniendo a dar


El salón quedó solo ocupado por los minis cuenta al juez del resultado de la autopsia.
tros de la justicia. Con tono solemne i dolorido a la vez, informa
ron unánimamente que— el sw/'c/o habia sucum

En la tarde de ese mismo día, la primera bido víctima de una fuerte dosis de veneno,
autoridad administrativa de la provincia habia tomada, según cálculo aproximativo, veinte
recibido por escrito el denuncio de un crimen horas antes. Los estragos del cloroformo, cu
no les
espantoso (1). Según lo aseveraba la comuni yos vestijios estaban palpables, deja-
cación anónima que habia llegado a manos t barí la menor duda a este respecto.
del Intendente, una mujer habia envenenado Firmado el correspondiente certificado, se
a su esposo, teniendo por cómplice en la perpe retiraron.
tración del atentado a un joven que se asegu La ciencia habia cumplido su augusta mi
raba ser su amante. La víctimahabia fallecido sión; correspondía a la justicia terminar ahora
la víspera. Se revelaba el nombre de los culpa la suya.
bles, i ciertas particularidades que tendían a El majistrado habia quedado absorto i pen
afianzar la verosimilitud del denuncio. No obs sativo. En esto un oficial de policia vino a de-
tante esos datos casi positivos la autoridad no depositar en la mesa que servia de escritorio un
podia obrar sino con la mayor prudencia i trasquilo conteniendo algunas gotas de líqui
cautela; las personas que se designaban como do, i un pequeño bulto formado por algu
autores del crimen eran respetables por sus an nas cartas atadas con un lazo de cintas celes

tecedentes i ocupaban un distinguido lugar en tes. El juez desató maquinalmente el nudo


''a sociedad. Por este motivo, se procedió con que sujetaba las cartas, i en cumplimiento del
sumo tiento en las primeras averiguaciones. triste deber que le ordenaba penetrar en
De ellas resultó que, un caballero mui cono los secretos mas íntimos i sagrados, los del
hogar doméstico, empezó su lectura. Sin duda,
'

cido i jeneralmente apreciado, habia muerto,


la víspera, repentinamente, sin poderse atri- i debió parecerle insignificante la primera que
buir esta desgracia a ninguna causa conocida, ; recorrió pues que la dejó caer con indiferen
i sin que la mas leve señal de enfermedad cia sobre la mesa. Abrió otra. ; pero ape

hubiese precedido a su fallecimiento. Existia, ! habia leido algunos renglones, una súbita
nas

de consiguiente, un presunto cuerpo de delito; ; palidez cubrió su rostro. Esta alteración de


era menester descubrir la verdad. \I su semblante desapareció casi repentinamen-
La Intendencia oficio al Juez del Crimen, ,
te para dejar lugar a esa máscara impasi
.

dándole cuenta del denuncio, i encomendando ble de austeridad que se nota en los altos em-
'1
a este funcionario diese los pasos necesarias empero, un observador
picados judiciales;
hubiera podido conocer que un violento com-
para obrar cual convenia al asunto. Esas di-
!
'

lijencias fueron las que causaron tanta conmo- bate se trababa en su corazón Con efecto, dos
.

cion en el solitario barrio de Yungai a lascin- ', elementos bien distintos se habian deslizado
,

co de la tarde del (lia en que empieza nuestra , en él, la consoladora duda i la inexorable

narraccion; conmoción justificada, debemos


: convicción!
decirlo cu honor de la ciudad de Santiago, por Sin dar crédito a sus ojos, volvió a leer
..

la rareza de los crímenes que en ella se co aquella carta que debia arrojar una sinies-
! tra
meten. evidencia sobre el misterioso drama en
que esempeñaba un rol de tan alta im-
.

f! r.ccoruarún nu':--t"ss lectores, que de e=!a mane- j portancia. Se levantó de su asiento i empezó
i -

¿e 'descubrieron los
asesinatos cometidos por la -

m i a recorrer el salón con pasos inseguros. Una


El'oisa Quevedo i su cómplice Joaquín Coliarte en el ¡i viva emoción lo
i-.Tio de 155. poseía. Da sus trémulos lá-
Setiembre 3. LA SEMANA. 251

biosse
escapaban confusas estas palabras : — —
Han osado profanar el cadáver de mi es
Desgraciada! desgraciada! ,
poso, interrumpió la desgraciada levantán
Pagado ese lejíti mo tributo a la naturaleza, se dose de su asiento, i con .un jesto soberbio.
aterrorizó de sn debilidad. El inflexible deber —
Cálmese Vd. , señora. La justicia no debe
alzó ante su imajinacion rendir cuenta de sus actos sino a Dios.
para recordarle
se

que antes de ser hombre era el mandatario Gabriela volvió acaecen su sillón, intimi
de la lei i de la sociedad; dada por el tono severo del juez.
que ambas tenian
derecho de pedirle cuenta de sus acciones en —
Del denuncio que este juzgado lia reci
un caso tan
grave. Ese combate moral fué de bido, de las declaraciones indagatorias que
poca duración, pronto desapareció el hombre; se han tomado i de las pesquisas que se han
solo quídó el majistrado. Preguntó entonces hecho, resulta que dos personas sou culpa
al oficial : bles del crimen,

¿Dónde se ha encontrado tste frasquito? —

¿Cuáles son, señor? dijo Gabriela con


Bajo del catre del difunto, señor, con exaltación. ¿Cuáles son? para aborrecer sus de
testó éste. testables nombres, para llamar sobre su ca
I las cartas?

beza los rayos de la justicia divina i hu


En un costurero del dormitorio de la

mana!
señora doña Gabriela. —
Se acusa a Vd., señora, i también a don
Despuésde haber radiado «ún algunos Federico Varnela, dijo el juez con voz casi
minutos el juez ordenó que S3 hiciera com imperceptible.
parecer a su presencia a la dueña de la casa. Un grito espantoso i desgarrador se escapó
de la garganta de Gabriela. Federico!....

Entró doña Gabriela, Vestía de rigoroso yo.... culpables!!....


luto. Parecía tener a lo sumo veinte i cinco El esfuerzo sobrehumano que hizo para pro
años de edad. Era alta i delgada. Por entre i nunciar estas palabras, determinaron en ella
los pliegues del ancho mantón que le cubríalos una crisis nerviosa seguida de un largo des
hombros se alcanzaban a adivinar los suaves mayo. Una mujer de su servidumbre, llamada
contornos de su espléndido talle. Su ovalado al instante, logró volverla en sí haciéndola
i fresco rostro; sus rasgados ojos ds un color respirarun frasco de sales.

azul mui oscuro, ora vivos i alegres, ora tristes —


Se siente. Vd. indispuesta, señora? pre-
i melancólicos; su encantadora bocaisusencar- gnntóel majistrado. En ese caso, pudiera pos
nados labios que dejaban escapar el armonio tergarse su interrogatorio.
so sonido de una voz deliciosa; su cabellera —

Indispuesta! señor, dijo Gabriela con ve


castaña naturalmente partida sobre una fren hemencia, después de un corto silencio....
te pura i despejada i su lindo cuello delineado Indispuesta! cuando se trata del asesinato de
congracia i perfección, formaban un adora mi esposo, del honor de Federico ultrajado,
ble conjunto que, si bien no era la personifi del mió No, agregó con una convulsiva
cación de la ideal beldad, que solo existe en sonrisa, siento con bastante fuerza para
me
la vaporosa imajinacion de los poetas, al me confundir a mis acusadores.
nos era el
tipo de una de esas hermosuras Su acento desmentía la verdad de sus pa
graciosas i simpáticas en presencia de las labras-, empero, como ellas eran claras i posi
cuales tenemos que pedir al corazón que lata tivas, el juez prosiguió.
mas
despacio. Las lágrimas que se desprendían —
La sumaria ha revelado que existen en
en ese instante de sus ojos, eran un testimo tre Vd. i el señor Varnela, ilícitas relaciones
nio irrecusable de su acerbo pesar. de amistad.
¿Me ha llamado Vd. , señor? preguntó al
— —
Es falso, contestó indignada la infeliz
entrar dirijiéndose al juez.
mujer.
¿Digame Vd. , por Dios, lo que aquí

Niega Vd. también haber recibido, hace


pasa, lo que significa este rumor, este apa tres dias, carta firmada por él... ; i el juez
esa
rato judicial? ordenó al escribano que leyera dicha carta en

Siéntese señora, la dijo el juez con
Vd., alta voz.
bondad; luego lo sabrá Vd. todo. Durante la lectura, aterrada Gabriela ape
Gabriela obedeció. nas podia contener sus sollozos. Cuando

El cargo que desempeño me ha obligado terminó se puso de pié con nobleza i reso
a trasladarme a casa de Vd. , señora, lución
para ha
cer las pesquizas conducentes a la averigua Confieso, dijo, que me condenan las apa

ción de un horrendo crimen que en ella se riencias, pero, lo juro en presencia del cadá
ha perpetrado. ver del que fué mi esposo, i estendió el brazo
Mi esposo!

esclamó Gabriela. i hacia la liabitacion mortuoria; lo juro sobre la

Ha muerto envenenado por una mano ¡ sagrada memoria de mi madre, Federico i yo
homicida, continuó el juez con frialdad. somos inocentes del crimen
que se nos imputa!
Envenenado!

No sé cuales son las consecuencias que puede


El certificado de los facultativos que ¡ deducir Vd. de esa carta i de las ciernas, señor

acaban de practicar la
autopsia no permite | juez, pero lo repito, somos inocentes!...
"

la mas leve duda n


Este último esfuerzo cas sobrenatural ¿go-
232 LA SEMANA. Setiembre 3.

tó su? fuerzas físicas i Gabriela rodó sin cono cattinaiia, aparte.


cimiento por la alfombra. ¡Gran Dios! i mientras tanto....
A un llamado del juez, volvió la misma carlos v, colocando
su sombrero a la izquier
da i mirando salir a Isabel.
criada a prodigar ala desdichada los socorros
Ni una idea siquiera on tan hermosa cabeza, ni
que reclamaba su estado. una solal I hé allí la que debe compartir mi trono
El oficial superior de policía que habia sa i ayudarme a gobernar el mundo! (Severamente a
lido anteriormente por orden del majistrado Gattinara que está cerca de la puerta de la iz
volvió a entrar en el salón. quierda). Ya te he dicho Gattinara, que tenia que
Las órdenes deJJsiaJse ^han cumplido,

hablarte.
contestó a la interrogadora mirada del juez: gattinara, inclinándose i acercándose.
don Federico Varnela está arrestado. I Señor, tanto honor! (aparte). I ese complot, ese

El interrogatorio sufrido por Gabriela habia rival, que van a escapárseme.


CARLOS v.
sido transcrito por el escribano. La tarea de idea que según
Me ha. hablado la infanta de una
la justicia estaba concluida por ese dia. Des veo te preocupa.
pués de haber impartido algunas órdenes a GATTINARA.
sus subalternos, el juez del/ crimen i el ájente
¡A mí, señor!
superior de policía subieron en el carruaje CARLOS V.

La orden del Toisón de


cjuc los habia traído a la casa teatro del cri
oro.
GATTINARA.
men, i se dirijieron a Santiago.
bien, sí, señor
I quiero merecerla por mis
Mas de cuatro horas habian durado las es
servicios, i tan luego como haya cojido todos los
cenas que hemos procurado describir. Eran las
hilos de una trama que nos amenaza....
nueve déla noche, i no obstante una lluvia fria
CARLOS v,
i que habia empezado a caer, la
penetrante ¿De veras?
muchedumbre ansiosa, que esperaba en [la GATTINARA.
calle el desenlace del primer acto del drama Pero temo que por desgracia, sea ya demasiado
no habia disminuido; mui al contrario, son tarde, i pido a V. A. permiso para....
tan raras las diversiones gratuitas que se pro CARLOS v.

Dejarme.... Anda... anda pronto.


porcionan al" pueblo, que éste se deleitaba
gattinara, retrocediendo hasta la puerta
gozoso con el espectáculo que la casualidad de la izquierda.
le habia deparado.
Gracias sean dadas a V. M.... Ah! que los mis
Poco después de la partida de los funciona
mos que pensaban burlarse de mí, han de servir
rios públicos, dos carruajes salían de la casa, a mis proyectos (encontrándose cerca de la mesa de
el uno era el carro fúnebre que conducía al la izquierda i tomando el sombrero (/ue se encuen
cementerio el cadáver de la víctima; el otro, tra en ella). Pronto, señor, volveré i V. M. sabrá
escoltado por una respetable fuerza, llevaba a lo que he hecho. (Sale por la puerta de la dere
Gabriela, i se dirijia hacia la cárcel pública. cha llevándose el sombrero) .

EüGEHIO MOWTIGNV. ESCENA V.


(Continuará.)
CARLOS V.

carlos v, solo, mirando salir a Gattinara.


L03
Ese se encumbrará, sí es que la ambición i el
C«ejBÍ®s de la EScina de ^Navarra deseo de subir no le hacen perder la cabeza....
o
(mirando a la mesa de la izquierda). 1 bien i
EL DESQUITE DE PAVÍA .
bien.... ¿qué es lo que ha hecho? Se ha equivoca
do!.... (riéndose). Robarle a un rei su corona, pa-.
Comedia en tinco acias.
se!... pero robarle el sombrero! (notando a Mar
Continuación.
garita que entra). ¡Ahí la princesa Margarita! Qué
ESCENA IV. animación en sus facciones: nunca me ha pareci
do mas seductora!...
ISABEL, CARLOS V, entrando" per el foro.
GATTINARA. ESCENA VI.
CARLOS V.
CARLOS V, MARGARITA,
Tú aquí, Gattinara?...
¡GATTINARA turbado. margarita, aparte.
Sí, señor.... Vuestra augusta novia me daba no Veamos, cueste lo (¡ue cueste ahora es preci
ticias.... es decir lástrala yo a S. A.... cartas do so partir para Francia! (alto). Venia, señor, a des
felicitaciones do la rejente de Francia. pedirme de la reina i ce V. M,
caiilosv, con humor. carlos v, apiarte.
Llegan a tiempo (.1 Isabel). Es preciso con
...
O cielo! (altó). Vos, princesa...,
testarlas luego... íloi en vio un correo, un espreso al i margarita.
conde de Haro, nuestro embajador en Paris; i si Cuando toda esperanza de avenimiento se ha des-
quisierais aprovecharos.... | ; vanecido para siempre. . . .

GATTiN.vaA. dando un
poso pora salir. j CARLOS V.
Pues yo voi a saoer.... ¿Por qué tal?
CARLOS v. MARGARITA.
O YHiY, C'ítinnra, tengo q:i5 hablarlo (Isabel Vengo, señor, a pediros permiso para dejar a
/, k- u.i i o-jrteiac ol rei i sale prr el fmio:. 1 ;
Madrid.
Setiembre 3. LA SEMANA. 253

\. n. »v
CARLOS v. nen m 111 capaciuau puiuica....
enerjia,
¿Por qué, decidme, tanto apresuraros?., quien os es de esas. Ella hubiera sido un ministro plenipo
ha dicho que el rei, vuestro hermano no reflexio tenciario precioso.
nará, sobretodo si vos permanecéis con él, si cal margarita.
máis con vuestra presencia i vuestras palabras, un ¿Por el talento?
primer movimiento de irritación i de cólera^ CARLOS v.

MARGARITA. Primero, i luego por la obstinación. En nada ce-

El rei de Francia no cederá. deis.


CARLOS v. MARGARITA.

¿Acaso lo sabe él mismo? Sí, pero ni vos tampoco, señor.


MARGARITA. CARLOS V.
Lo ha jurado! i si me quedara no haría otra co Quizás!... meditaba hace poco una combinación
saque recordarle su juramento; ruego a V, M. que política difícil... pero no imposible..... 'estraordi-
me haga dar un pasaporte. naria..., rara tal vez... i que no me disgusta 1 nue

CARLOS v. vo ultimátum que queria someter, no. al rei Fran


Asi.... ¡sois vos la que queréis que vuestro her cisco I, porque nos hemos indispuesto, sino a la
mano quede prisionero I rejeote de Francia, vuestra madre,
MARGARITA. MARGARITA.

Sí, señor!... ¿Será alguna cesión equivalente a la Borgoña?


CARLOS V. CARLOS V.
Ese hermano a quien tanto amáis.... ¡Puede ser! lo que deseo
: es que ambos hable
MARGARITA. mos de esta negociación, i que vos me digáis vues

Sí, señor!... tro parecer. Por esto os ruego, princesa, que


CARLOS V, consintáis eu quedaros aun ocho o diez dias en
I si yo me obstinara del mismo modo? la corte de Madrid. La infanta Isabel asegura que
margarita, con firmeza. mañana debéis leer en su tertulia, un cuento pre
¡Serio eterno sucautiverio! cioso; quise decir,, un cuento vuestro..,., así se lo
carlos v, asustado. habéis prometido, i, a nuestra vez, reclamamos la
¡Eterno! fé de los juramentos (haciendo una cortesía). Pido
margarita. a V. A. permiso para despachar la corresponden
En nombre de la Europa i en el de todos los prín cia que debe esperar Babieza (saluda respetuosa
cipes de la cristiandad! ¡mi salvo conducto, se mente a Margarita i sale).
ñor!
CARLOS v. ESCENA VII.
L'n instan te...
margarita. MARGARITA, luego HENRIQUE.
No me quedaré un instante mas en Madrid!
CARLOS v. margarita, asombrada i reflexionando.
Pero permitid.... ¿Qué significa esto?..., quizas alguno de esos
MARGARITA. cambios súbitos que en él son tan frecuentes.... Si
Quiero partir! habrá de repente modificado sus ideas?... o con.
esa graciosa sonrisa, ocultará alguna traición?..,.
carlos v, con impaciencia.
¿I si yo no quiero? (viendo a Henrique). Sois vos Henrique? qué no
margarita, aparte. ticias?
¡Oh cielo!... trataría ahora de detenerme? HENRIQUE.
carlos emoción.v, ton Mui alarmantes.... Por orden del ministro Ga
Cuando concedierais algunos dias.... no a mí; ttinara, ningún francés puede salir de Madrid,
pero si a aquel hermano, que reclama ruestra ter MARGARITA.

nura i vuestros cuidados... no se os debería com ¿De veras?


padecer por..., HENRIQUE.
MARGARITA, Prohibición bajo las penas mas severas de dar
No a mí, señor... Vos si que seríais digno de les ningún permiso o salvo conducto.
eompasion! MARGARITA.
CARLOS v. ¡Pero eso no es posible! ¿Por quién lo habéis
Yo!... sabido?
MARGARITA. HENRIQUE.
Vos, que contra el derecho de Por la princesa Leonor, que pasando rápidamen
jentes, queréis
detener prisionera a una mujer. te a mi lado, me dijo que os lo comunicase,
CARLOS v. MARGARITA.

Yo!... ¿La princesa Leonor? Entonces debe ser


MARGARITA. cierto!
¡Prisionera en vuestra corte!... HENRIQUE.
CARLOS v. Iba añadido que todos los correos, excepto los
No espero que sea V. A. quien
¡Perfectamente! del emperador, son detenidos, i abierta i rejistrada
me arrastre ante el tribunal de la Europa i me acu la correspondencia.
se de barbarie o despotismo... cuando hace una MARGARITA.
hora que sola con Carlos V, ni os dignáis siquiera ¿Algo sospechara ese Gattinara?
escucharlo i concederle audiencia!... HENRIQUE.
MARGARITA. Lo temo así!
Ya os escucho, señor,... ya os escucho!.... MARGARITA.
CARLOS V. ¿Si se imojinará la importancia del acta que te
Acababa de hablar de princesas.,., que no tie- nemos en nuestras manos.
254 LA SEMANA. Setiembre 3.

HENRIQUE. I
sus paseos i fiestas a cielo raso. Mas antiguo quo

¿Pero cómo?... ¿ni qué instinto hubiera podido el hombre, de quien es padre, i tan antiguo como
encaminarlo? el mundo, en que es. omnipresente, ofusca como
MARGARITA.
I luego.... ¿no sabéis Henrique? hasta el empe la gloria- i ciega como la pasión. A ningún vecino
rador no quiere que me vaya, pretende detenerme de Santiago es dado desde hoi hasta el invierno
en Madridl caminar exento de su asidua compañía, que ha ve
HENRIQUE. nido a hacer juego con la del ánjel de nuestra
¿Es posible? Como la mancha de sangre de la blanca
MARGARITA. guarda.
Porlo menos.... ocho dias.... lo ha exijido! manecila de Lady Macbeth, es inseparable de
henrique, asustado. nuestro lado i seria empeño vano que tratásemos
O cielo!... se ha enojado.... de habria perseverancia ni cepi
ahuyentarle: no
MARGARITA. Ya
a realizar tamaño propósito.

llos bastantes
Nó... he sido yo!... benévolos lectores, que se trata de
HENRIQUE. comprendéis,
1 él ha ordenado?... la reciente aparición del polvo, sucesor del fango
margarita, reflexionando. i nuncio de la primavera. Las flores están todavía
Nó... fui yo.... él al contrario, me rogó.... con han madurado las
espigas, pero
en botón, aún no
tal instancia.... tal ardor.... que es preciso que se llo
le haya metido alguna idea en la cabezal
el polvo, mas prematuroque las espigas i las
con viveza. res, se ostenta ya triunfante en paseos, calles i
henrique,
Ah! esas no son ideas políticas.... plazas. Caprichoso i festifo, ora nos envuelve en
MARGARITA. una nube como al piadoso hijo de Anquises, ora
¿Qué decis? el nimbo de las di
circunda nuestras cabezas con
henrique.
Oirás... que es bien fácil.... adivinar.... ñoqui- vinidades antiguas, haciendo de cada Santiaguino
zá por vos... pero si por mí. un héroe de epopeya o ufl dios de la mitolojía. Si
margarita, dando nn grito de alegría. a ser mas difícil, en cam
la respiración empieza
Ahí si fuera cierto!... bio la animación i morimionto se aspiran de dia
henrique, resentido*
en dia con mayor facilidad. Como la traspiración
O cielo!
el polvo para una ciu.
margarita, con alegría. para el cuerpo humano,
i
¡Eli! qué no?... sí... si...
¿por todo es posible!.. dad representa una condición necesaria de vida
Gracias, Henrique!... porque si no fuera por vos, I i dia domingo es ade
desarrollo. en Santiago en

jamas me lo hubiera iinajioado. mas la mas divisa de la fashion i del


preciosa
HENRIQUE.
Ah! buen tono. Una linda cabeza o una levita empol
es indigno....
MARGARITA. vadas significan claramente que la dueña de tal
es permitido para salvar el dueño de tal levita han. corrido, en co
Callaos! ¡callaos! mucho cabeza o
rei i a su hermano.... Pero semejante pen
caballo, el campo de. Marte disputando a la
a su
che o a
samiento están absurdo... tan inverosímil....
HENRIQUE. guardia nacional la gloria del polvo olímpico,
Muí
¿No es así? pulverem olympicum, de que habla Horacio.
MARGARITA.
poco advertido ha de ser el hombre
de gusto que
Sin embargo os despreciarlo (cotí se
preciso no
pasee por la Alameda con sus vestidos limpios i se

riedad). Pero seria una insensatez pensarlo o fun resigne a solo andar en dos pies. ¡Ai de su
fama
dar en ella menor esperanza de salvación. (Re
i buen nombre si no solicita la cooperación de los
sueltamente). Es preciso ver a Sanchica.
henrique, con disgusto. cuadrúpedos!— Dominada por esta convicción,
La he visto. nuestrasociedad anduvo poco el domingo, galopó
margarita, mirándolo i sonriendo.
mucho i rodó con entusiasmo.
veras!.... ¡i no Jo decíais.... caballero
¡De re

cosido!
HENRIQUE. Aún no se habian disipado las nubes de polvo,
Alcáncela a divisar en la antecámara de la rei levantadas por los coches i cabalgatas, i ya otras
na... i le hablé de ese salvo conducto que le ro-
nubes mas densas se esparcían por nuestra atmós
gué quo me obtuviese.... imposible.... no quiso... fera i turbaban su claridad. A poco andar nos vi
H. de Irisarri. mos envueltos en las tinieblas de la duda i las
(Continuará).
conjeturas; mas la oscuridad no fué tanta que im
pidiese a la policía distinguir i aprehender a dos
Ecos de la seEiíasss». de com
personas de esta población, sospechadas
2 de 1859, el motin frustrado de la Artillería. Don
Santiago, setiembre plicidad en

Sciiario. El mensajero de la primavera. Prisiones i




Antonio Carmona i don Bartolomé Vergara fueron
malos partos. Cosas de agosto i fiestas de setiem

reducidos prisión el martes de esta semana,


a
bre. Arquitectura política. -Sociedad literaria.— mientras que en Valparaíso eran objeto de iguales
Un ex conspirador. Dos nuevos dcscubrimienlos.

Semana teatral. precauciones varios individuos a quienes se atri


Con la buena estación nuestra capital ha reco buían análogos propósitos. A visto do tales sín

fiel i un convidado inevitable de tomas habría motivo para creer en el aborto do


brado un amigo
Setiembre LA SEMANA. 255

una conspiración, si la esperiencia no recordase verse reunidos. De suerte que si los


llan de solo
mas de un quid
pro gao de nuestros comadrones, dueños de tales nombres parasen en efecto por
tan recelosos en achaque de partos. congregarse en un gabinete, no hai duda alguna
que habrían de arañarse.
En medio de la semana se despedido de no
ha
sotros el mes de agosto, después de haber hecho
Én tanto que los poetas de la política ejercitan
de las suyas. Habréis oido a todo el mundo que su numen en las cuartetas ministeriales, los ami

jarse de mala salud, hablar de matrimonios des gos de las letras acuden a la sociedad literaria-,
hechos i contrastes domésticos, lamentar la des que ha inaugurado sus tareas como os lo anunciaba
en mi revista anterior. Pocos son los hombres es
graciada realización de un proyecto, deplorar los
de la de tudiosos que no han simpatizado con este pensa
contratiempos mi paseo o suspensión un

baile, o llorar alguna otra desventura mas o me miento i entrado a formar parte de la naciente a-
nos real, i habréis dicho como —
Cosas de sociacion. Ella no ha
promovido en verdad ese
yo:
agosto! caloroso hijo de la novedad que, tan
entusiasmo
Por fortuna empezamos a septembrizarnos-, si
fácil de arder como de apagarse, emprende animo
so la primera jornada, llega jadeante al término
me espermitido tan execrable galicismo. Los
de la segunda i va a caer rendido poco mas allá;
franceses se degollaron i nosotros nos emancipa
mos en este glorioso mes de setiembre, mes de pero el convencimiento de su utilidad principia a
comilonas i ropa nueva, de salvas i blanqueos. En infundir en los afiliados del nuevo círculo ese espí
efecto, ¿quién no pronuncia un speach, quién no ritu de tranquila perseverancia que camina paso a

estrena un vestido, quién no quema un cartucho paso elidiendo sus fuerzas i evitando los escollos,
si es guardia nacional, o repinta la fachada de su progresivo sin impaciencia, cauteloso sin miedo i
casa si es propietario, sn justo firme en sus propósitos. Estos ya los conocéis: fe
homenaje de gra
titud i admiración a los prohombres del año 10? cundar los esfuerzos intelectuales entablando un

¡Benditos sean ellos que, a costa de cruentos sa


comercio recíproco de ideas, i para lograr este fin,
crificios, abrieran un nuevo campo a la elocuen reunir en un centro común a nuestros literatos,
cia, dieron fecundo tema a las tijeras de los sas así los que han conquistado como a los que am
a

bicionan este nombre; de modo que los caudillos


tres, fomentaron el consumo de la pólvora i con
virtieron los albañües de la intelijencia tengan soldados i los soldados
a en reguladores del pa
triotismo! castillos.
Pero los de Platón Las dos reuniones que hasta hoi ha celebrado
bípedos no son los únicos a
la sociedad literaria ofrecen bastante ínteres. La
quienes aprovecha el mes de setiembre. Ved ahora
que los cuadrúpedos se presentan reclamando su primera tuvo lugar el viernes de la pasada semana
i la segunda esta noche. En aquella se propusie

parte de esfuerzos i laureles en la gran festividad


nacional. Los caballos ron dos temas, en verso el uno i el otro en prosa,
se preparan disputar
a a

sus semejantes el premio de la carrera, mientras que darán ocasión a un certamen fijado para el 30
del presente mes. Como se encargase a la suerte
que los toros ensayan sus mejores cornadas para j
obtener la prez del triunfo en la próxima lucha i de nombrar los jueces que han de presidir este
torneo, hizo una de las suyas designando para
que deben sostener contra los osos. Este inusi
tado combate encierra elocuente i de secretario del jurado a un distinguido i honorable
una
alegoría
injenio i para presidente a vuestro interlocutor se
seguro va a dividir las opiniones i los votos en
dos opuestas facciones. Los maridos se contarán manal. Merced a la oficiosa cuanto galante indi

la una, ien la otra los solteros cación de no sé cuál de mis amigos presentes, que
en que hacen el
fue mi ausencia un alter ego,
oso a las casadas. Sí la Edad-Media tuvo el juicio en
quedó^ndicado
de Dios, nosotros vamos a tener el juicio del toro. sin dilación aquel agravio de la ciega *& -ma. ü^
trances tales es donde se prueban los a_ gos. De-
Apenas si preocupados de tamañas novedades ; bo a mi Pflades de aquella noche los mas sinceros
nuestros círculos han dado importancia a los ru ¡ agradecimientos.
mores inciertos de un cambio
en el personal del Terminada la elección, uno de nuestros escrito-

gabinete. Estas cuatroparedes del ejecutivo en ¡ res mas disortos hizo la lectura de un trabajo crí-
cuentran siempre arquitectos que las derriben i 1 tico, que podréis en breve juzgar por vosotros
vuelvan a levantar en su fecunda imajinacion. Es | mismos. Es esle un análisis del curso do Econo-
'

este un agradable pasatiempo de la fantasía, que mía Política de M. Courcelle Seneui!, escrito por
fatigada de soñar en brujas sueña en ministros. A : don Marcial González, que aparecerá en el próxi-
no ser así, habría motivo para alarmarse de las ¡ mo número de La Semana.
increíbles combinaciones ministeriales que se pro ; Esta lectura, promoviendo una discusión rela-
palan de algún tiempo a esta parte. Cada una do | tiva a la utilidad, dio motivo a una disertación so-
ellas es un verdadero traje de Polichinela i los : bre estepunto que el señor Miquel ha leido esta
nombres que entran en su composición mau i noche. No habiendo oido ni esta disertación ni
. ,
"
-T-T-i-T-nVI
, ,

256 LA SEMANA. Setiembre 3.

aquel análisis, me veo obligado a callar su mérito Este acontecimiento astronómico, tan estraordi-
ideplorar mi mala fortuna. nario como es, no ha logrado sorprendernos. Las
No ha sido esta sin tan completa que facultades estraordinarias le habian tomado la de
embargo
lantera i alcanzaron ponernos sobre aviso.
gozar de los lindísimos ver
alcanzado a
no haya a

sos en que nos ha cantado don E. de la Barra


Solo dos funciones ha contado el teatro esta
Los Delirios de Safo. Aunque no tendréis mucho semana.— En la dol domingo, la zarzuela: Jugar —

que esperar para leerlos por entero, voi a antici con


fuego aplaudida como la vez
fué tan feliz i
paros una parte de esta satisfacción trascribiendo
primera. Claro está que la Mur i Clapera obtuvie
dos estrofas tan diáfanas i delicadas como un en-
ron con justicia la mejor parle de las ovaciones.
ciaje de Bruselas. Safo dá el último adiós a la vida, Es cierto que la función de anoche fué mas va
i estas estrofas cierran la composición: riada, pero no tanto que fuese mas interesante qué

Dice, i las aguas en murmurio leve la anterior ni tan afortunada como ella-. El poeta —

Dánle benignas en su seno asilo; i la beneficiada, comedia de circunstancias, en que


Nevadas bellas su doliente lira realza el entre
la oportunidad injenio, no figura
Llevan en triunfo. nuestra
las obras capitales de Bretón i en escena

-Crespas ondinas conmovidas tiemblan es de mediocre efecto. Este fué anoche casi nulo
Trémulos circos delineando en torno,
I el mans» viento su
mediante laimpetuosa recitación de Gaitán, qué
postrer suspiro
absorvió en su carrera todas las maravillas del
Blando remeda.
diálogo. En desquite, la Thierry no se hizo, co

D.Joaquín Blest Gana i el Sr. Vockmann se han mo el domingo, sostituir por la Matilde, i la zar

encargado de hablarnos, para la próxima reunión, zuela: Buenas noches, seriar don Simón fué gusta
«1 primero sobre la naturaleza equinoccial i la cor da i aplaudida a mas i mejor.
dillera ecuatorial, i el segundo sobre los docu Domingo Arteaga Alemparte¿
mentos mas antiguos de la humanidad.

Disnelta ya la reunión de esta noche i retirados A nuestros siascs'átoi'Cs.

muchos de sus concurrentes, charlábamos tan solo Vencidas las dificultades que hasta ahora hemos
unos cuantos remisos en abandonar el campo, encontrado para la ilustración de nuestra publica
ción, empezaremos desde el siguiente número a
cuaíldo presentó a nuestros ojos sorprendidos
se
dar a nuestros suscriptores una ¡evista cómica
el corresponsal del Mercurio. Habia sido puesto en mensual en caricaturas.
libertad esta tarde i dejaba ver en Su semblante
descolorido i preocupado las huellas de sus recien la
Coiidíeioncs süe suscripción»
tes padecimientos. A primera vista creí contem
la sombra de Silvio Pellico, i el aire frío i mor La «Semana» aparece todos los sá
plar
tífero de los Plomos de Venecia heló un momento bados i consta por ahora de diez i seis
mi frente. Por fortuna no tardé en abandonar tan pajinas en folio. La protección del pún
lóbrega ilusión; mas por desgracia' tampoco
tardé Mico decidirá de su incremento suce-^
un senti
en acojer una mala idea, inspirada por Precio de la suscripción: 3 pesos por
miento puramente literario. Si Garmoña, pensé, trimestre adelantado.
se hubiese quedado por algunos meses en
el cuarte
Se reciben suscripciones en
de policía, habríamos tenido, como los italianos;
Plintos de suscripción.
un libro interesante: Mis prisiones.
De la historia verbal que nos hizo de sus infor Santiago. imprenta del Correo,

pa
tunios íY-alta que el orijen de su aprehensión no saje Bulnes.
Parece que
__^<ié sino 'ef haberse vendado la cara. Valparaíso. imprenta i librería

del
esta medida, estimada por la mas prudente con
Mercurio.
tra el dolor de muelas, no lo es tanto para cons
Serena. D. José Domingo Cortez.

pirar. Copiapó. Libreria del Mercurio.


Caldera. Editores del Tren,


Dos cosas he ignorado hasta esta semana: que


Concepción Libreria del Mercurio;

el corresponsal conspirador i
del Mercurio fuese
hubiese vecinos de Santiago despiertos alas dos Talca. Sres. E. iS. Rondanelli.

que
de la mañana. Pero no podían dejar de estarlo Chillan.---Sr. D. Abrahan Siredey.
los que anoche fueron tesligos de un fenómeno Lima. Establecimiento del Sr. Ri-

hemisferio fre
celeste tan raro en nuestro como
cordi, calle de las Manías
cuente en las rejiones hiperbóreas. Larojiza cla Arequipa. Sr. D. Manuel G. de Cas-

ridad que invadió nuestro cielo a aquella hora tresana.


fué sin duda una aurora boreal, espectáculo lu
menudo,
minoso de que los Lapones disfrutan mui a IMPUESTA DEL COiülL'J, Pasaje Bulnes, uúui. 14.
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO.

jiedactweé : litófo i JDomuiao Jbiteaaá Jbtempaíté.


A&O I. Sanféag-q, SeíseBafea-e 1© de £85í Rfóna'. Í7.

cuenta dé las leyes que forman la ciencia de


Un nuevo test© de EeomoEiiás la riqueza pública o bien del arte de admi
Poíí'íieís. nistrar con ventaja la fortuna soéial.
Análisis crítico leido en el Como sabéis, lá economía política, hace
poco mas de medio siglo, no esa otra cosa que
Círculo de amigos de las letras- el arte de administrar los bienes de una so
POK ciedad con cierto fin; era; en vez de una cien
D. Marcial González. cia, una especie de piedra filosofal adminis
trativa i política; era el alquimismo de los si
glos XVII i XVIII aplicado al manejo de los
ARTICULO PRIMERO. caudales públicos. Pero el estudio de los fi
siócratas sobre la riqueza i los valores fué con
La prensa francesa ha dado a luz reciente
duciéndolos al examen de una multitud dé
mente una obra escrita en Chile i por un ca
cuestiones de alto ínteres social cuya solución
tedrático de nuestro Instituto Nacional: es el—

lia abierto el campo a la ciencia de hoi dia.


Tratado teórico i práctico de economía polí
tica que, en su curso de los dos últimos años, Quesnay i sus discípulos quisieron esponer
las leyes que rijen en todos los ramos déla
dictó en aquel establecimiento el profesor J.
activicla.d humana; pero lo vasto de esta em
G. Courcelle Seneuil(l).
Desde las primeras pajinas de esta obra co presa les impidió realizarla i hasta en la ob
servación de los simples fenómenos relativos
nócese que el autor, al escribirla, ha querido
como dar razón a los que creen que la econo
a^ la riqueza cometieron graves errores. Sin
mía política es una ciencia de buen sentido. embargo, una vez dado: el impulso, espíritus
El no se ha dejado arrastrar por la manía de superiores no titubearon en seguir la via que
acababa de abrirse a las especulaciones de la
las innovaciones, tan común en los economis
ciencia.—

Turgot analizó los fenómenos del


tas europeos que buscan ante todo la orijina
cambio i la teoría del interés: —
Adam Smith
lidad, ni ha pensado tampoco hacer un tratado rectificó las ideas que dicen relación con los
completo de la ciencia económica, que abraza
desde sus altos puntos de vista la sociedad capitales i describió de una manera superior
la división deltrabajo i su poder:— Say trató
entera, pero principalmente la moral i la le
de separar el estudio de la riqueza del de los
gislación cuyas aplicaciones tienen por objeto otros ramos de la ciencia e hizo una esposi
la actividad voluntaria del hombre. Limitán
cion metódica de los principios de la economía
dose a un cuadro maS estrecho, él solo ha que
rido considerar esa actividad en la industria i política, demostrando esta verdad tan sencilla
como fecunda de que «todos estamos intere
en la. formación i distribución de la
.

riqueza, sados en la riqueza de todos» : Malthushaes-


«proponiéndose únicamente, según lo dice en tablecido las relaciones entre la población i la


su prospecto, formular una
esposicion de los suma de las riquezas sociales, estudiando el
principios de la econvmía política, mas sen pauperismo i sus efectos así como el de los
cilla pero á la ve: mas comprensiva que to
da? las publicadas hasta ahora.» procedimientos empleados para remediarlo: —

Ricardo ha reducido a un pequeño número dé


I ciertamente que tan modesto i útil objeto
fórmulas la teoría de la distribución de las ri
lo ha conseguido con usura! Su libro es sabio
quezas;

i Storch ha demostrado la parte que
a toda luz i
aparte cíelas dotes de un estilo ele tienen siempre en la producción la intelijencia
gante i caloroso, tan poco hermanable de ordi i la moralidad. Én suma, porción de pensa

nario con los trabajos didácticos, yo creo que


dores eminentes rectifican i comprueban, desde
por la lucidez de sus principios, por la recti entonces acá, el análisis de sus antepasados,
tud de sus doctrinas i por la claridad de sus
comparan los hechos a las fórmulas, ensan
esposiciones analíticas, no solo será estimado chan los conocimientos adquiridos i se esfuer
como el
mejor de los testos para la enseñan
za de la economía
zan
por constituir sobre bases sólidas la cien
política, sino que habrá de cia que llamamos economía política.
ser consultado con fruto
por todos los que En el número de estos distinguidos escrito
tengan amor a este estudio i quieran ciarse res (i ciertamente
que no entre los últimos) se
Paris, cliez Guillaumin i Cié., libraires-éditéurs, rué.
ha colocado nuestro profesor el señor Cour
FLicIielien núm. líi. 1858. i vol.
— —
celle Seneuil, áníes cíe ahora por su famoso
33
258 LA SEMANA. Setiembre 10.

Manual de las empresas industriales, comer absurdos i equivocaciones, que largo tiempo
ciales i agrícolas i después por su excelente han embarazado su marcha i dejado la incer-
Tratado teórico i práctico de las tidumbre en sus conceptos. Este mal ha que
operaciones rido remediarlo el señor Courcelle poniendo
de Banco, pero mas hoi por la publicación del
estimable libro de que damos cuenta. Al es un particular cuidado en las definiciones i en

cribirlo, a masde hacer fructífera la enseñanza el uso de los términos económico-políticos.


del ramo que le encomendó el Gobierno de El ha hecho este trabajo examinando el sen
Chile, ha tratado sobre todo de comprobar en tido en que los han empleado los economis
■el criterio de la ciencia los principios admi tas mas distinguidos, i, comparando después
tidos por sus antecesores bajo el aspecto de las definiciones con la cosa definida i las pa
su aplicación práctica. Este es para nosotros labras con los fenómenos económicos que re
-uno de sus mas relevantes méritos. presentan, hace aparecer con brillo en todo el
Casi todos los economistas, i principal cuerpo de su escrito las dotes de un espíritu
mente los ingleses, han abusado de lajene- sagaz i justísimo.
ralizacion i, con la esperanza de simplifi El volumen 1°. contiene dos libros, que tra
carlo todo, no han tomado estricta cuenta tan, el uno de laproduccion i consumo ele las ri
En aquel,
de los elementos que concurren a k forma quezas, el otro de su distribución.
ción de los .hechos económicos, ni acordádose a la
acepción jenérica de las palabras necesi
-tampoco de que-existen causas cuya actividad dad, trabajo, valor, servicio, utilidad, produc
no ha sido hasta ahora debidamente recono ción, consumo, capital etc., sigue el estudio del
cida i averiguada. Por eso el señor Courcelle, movimiento económico i el de las formas prin
antes de redactar la parte teórica de su obra cipales de la industria, la descripción analí
/que él denomina Plutol&jia, ha cuidado prin tica del poder productivo i de las diversas
clases de consumos, del movimiento de la
cipalmente de someter todos los fenómenos
de la ciencia a un examen prolijísimo, a fin de población i de las leyes de la renta, (¿orno se
apoderarse de todas sus partes constitutivas i •vé, esta parte solo es relativa a la producción
arribar así con sus consecuencias a la -verdad i consumo de las riquezas. En cuanto a su dis
completa cuyo signo es la posibilidad práctica. tribución, el autor examina detenida i sabia
En esta sección de su trabajo, que sin duda mente los dos sistemas elementales en que
es de las mas importantes, háse conducido ella se opera; analiza el valor i los cambios;
con una notable habilidad. Las teorías en que estudia el crédito en sus relaciones con el co
funda sus observaciones sobre los principios mercio i la industria; determina los elementos
tlel valor, la renta, los salarios, los sistemas constitutivos del valor i sus oscilaciones; des
de distribución i los cambios, son verdaderos cribe el Fenómeno de las crisis comerciales;
modelos de análisis lójico i de profunda ob compara los dos sistemas de distribución, es
servación; i «un en aquellos puntos en que poniendo la parte que corresponde a cada uno
sus opiniones aparecen contestables, aun en de ellos en el movimiento industrial; i, des
ellos derrama luces i descubre nuevos hori pués de tratar del efecto de las limitaciones
zontes que la ciencia desde luego habrá de naturales i artificiales de la libertad, concluye
utilizar. Esas teorías son en su mayor parte por un estudio de los inconvenientes de la
las mismas de Say, Adam Sinith, Ricardo i concurrencia i por un examen del impuesto en
4Stuard Mili; peroellas han sklo esta vez sim cuanto a sus electos sobre la producción i dis
de las riquezas.
plificadas por una lójico. severa i aclaradas tribución
un estudio detenido i circunspecto. Al Por este breve resumen fácil es venir en
por
emitirlas, es cierto que el autor noha venido a conocimiento de que la obra de que tratamos
es lo que se llama una obra de conjunto.
decirnos la última palabra de la ciencia; pero
ellas habrán de ser tanto mas útiles cuanto Hai pensadores que se encierran en un asunto
de los errores i preocu limitado i que le estudian a fondo i en todos
que están .purificadas
detalles llevando el análisis hasta su últi
paciones que las oscurecían en muchos de los sus
economistas anteriores. mo término; pero hai otros que acercan, com

La propiedad de las definiciones i -el justo pulsan i reúnen las verdades comprobadas
de los términos en mi opinión, otro por los primeros para venir a deducir de ellas
empleo es,
de los méritos que recomiendan altamente el verdades nuevas i mas fecundas. Así es como,
libro de que me ocupo. Todas las ciencias ne por la cooperación sucesiva de los unos i los
cesitan determinar el verdadero sentido de otros, se realiza el progreso de las ciencias; i
las palabras de que se sirven: el acuerdo so ciertamente que un progreso positivo i verda
bre el valor real de los términos es indispen dero importa, para su especialidad, la publi
sable a su progreso; pero esta condición es cación del Tratado económico de Courcelle.
tanto mas difícil de obtener cuanto que las El autor ha hecho lo que otros recorriendo
ciencias se forman con lentitud i tardan en un
campo ya esplorado; pero sus miras han
sido mas altas i su trabajo ha tenido mayor
perfeccionarse. Los primeros economistas to
maron sin duda del lenguaje vulgar espresio alcance; porque, dejando frecuentemente las
nes cuya acepción no
tenia nada de preciso, cuestiones de nomenclatura, ha hecho escur-
en las cuales se ocultaban
aun ideas siones atrevidas en el dominio de la economía
palabras 1 social i ha estudiado i revelado con claridad
diferentes; i de ahí nacieron, por necesidad
Setiembre 10. LA SEMANA. 259

los problemas científicos, combinando para i apreciadas bellisimamenfe en el libro de


su solución los principios de la filosofía con Courcelle: o libremente o por coacción. Si lo
la enseñanza elocuente de los hechos econó dejamos libre, los resultados serán forzosa
micos. mente idénticos a los que hoi estamos viendo;
Al tratar de la parte teórica de la ciencia, pero si empleamos la .coacción, no haremos
es cierto que el otra cosa que destruir el principio mismo que
profesor solo ha entrado en
consideraciones jenerales sobre la organización se trata de sostener. En efecto, ¿quién podrá

social, reservándose para hacerlo mas esten- negar que el ínteres personal, desarrollándo
samcnte en el segundo volumen de su obra; se libremente, es el
mejor juez i el indicador
pero desde luego nos ha esplicado sabiamente mas seguro de lo
que a todos nos conviene?
los elementos constitutivos de la riqueza i del Pero el mayor de los inconvenientes de es
capital, de la propiedad en oposición al comu tos sistemas i la mas grave objeción que pue
nismo i sobre todo de la competencia bajo los de hacerse contra ellos, es la falta de prepa
dos sistemas, únicos reconocidos, de autori ración de la especie humana en jeneral i de
dad i de libertad. De modo que puede decirse las clases pobres en particular, i su estrema
que la ciencia entera está comprendida en ese incapacidad, al menos hasta lo presente, para
breve catálogo, cuyas partes las ha encadena fundar i desarrollar un orden de cosas que
do de tal suerte que cada una de ellas es una exijiría en los pueblos una suma considerable
consecuencia natural de la que la precede i co de intelijencia i de virtud. Los amantes del
mo que prepara las doctrinas de la
¿pie la si verdadero progreso, según opinión de Stuard
gue. Nosotros damos, sin embargo, mayor Mili, deben propender únicamente a que la
importancia a la parte que se refiere a la or especie humana vay a acomodándose aun es
ganización social, a la constitución del crédito tado social en que se combine la mayor liber
i a la solución de los problemas económicos tad individual con la mas justa distribución
que hoi preocupan a la Europa i al mundo, de los productos del trabajo i en que los ca
por cuanto ella contiene trabajos de aplica pitales i el salario guarden la debida propor
ción i bellísimos estudios sobre la situación ción. Cuando este estado de cultura moral
económica de los Estados Sud- Americanos. i material se haya alcanzado, la propiedad
Nadie desconoce al presente la gravedad individual, bajo cualquiera forma, o bien la
de estas cuestiones, apesar de que la resolu comunidad de derechos en cuanto a los ins
ción de algunas de ellas no tiene ni tendrá trumentos de producción i a la igual reparti
en mucho tiempo para nosotros el interés
que ción de los productos, crearán las condiciones.
para los pueblos del viejo mundo. En efecto, mas favorables
para hacer llegar la naturale
¿han de considerarse como violaciones de las za humana a su
mayor perfección.
leyes de la naturaleza i como contradicción de Pero esta es una cuestión cuya solución co
las miras de la Providencia la desigualdad rresponde solo al porvenir: ni a nosotros nos
de las fortunas i jerarquías, los derechos del afecta gravemente, ni nuestros contemporá
propietario, la privación de estos derechos en neos europeos son tampoco competentes para
el que no loes, i todos los demás resortes cons fallarla. Un hecho solo conquistado por la es
titutivos de este vasto mecanismo que llama periencia de estos últimos tiempos, i el único
mos sociedad?. —
Yo creo desde luego que nó, realmente importante en materia de organiza
porque, dígase lo que se quiera, este mecanis ción social, es el excelente resultado de las
mo encierra un fenómeno admirable en
que asociaciones obreras i los prcdijios que en la
no se ha
fijado bastante la atención, i es que economía de los pueblos está llamado a produ
cada hombre consume en un solo dia harto cir el principio de asociación. Mr. Courcelle,
mas de lo
que podría producir talvez en mu atribuyendo a este principio toda la impor
chos años. Yo tengo para mi que semejante tancia que merece, ha indicado justamente
ventaja, mayor en sí misma que todos los en su
Plutolojia las tendencias i resultados de
inconvenientes insinuados, sería imposible en la transformación social que él ha de traer
cualquier otro orden social distinto del pre tarde. o temprano; pero al mismo tiempo ha
sente, esto es, en una organización en que separado la causa del trabajo común de las
no hubiera declamaciones exajeradas i erróneas contra la
pobres i ricos, capitalistas i jorna
leros, productores í consumidores, gobernantes concurrencia a que sus defensores se han en
i gobernados, tregado con tan poca reserva como justicia.
Por mi parte, yo pienso que los reformado Nadie ignora que los cambios que la indus
res, jeneralmente hablando, exajeran los ma tria i los progresos de la civilización
operan
les así como las injusticias que emanan de constantemente en la existencia de los indi
este orden de cosas. Si la especie humana no viduos, han provocado i provocan cada dia
adelanta, ¿cómo se combina este aserto con tristes censuras i protestas elocuentes en fa
la 'perfectibilidad indefinida que proclaman vor de las clases menesterosas i
perjudicadas.
ellos mismos? ¿No es el interés personal el «Mas todo lo que prueban estas quejas, dice
móvil único que los impulsa a cambiar lo que mui cuerdamente el sabio profesor, es que en,
existe por lo que a ellos les parece mejor? nuestro estado actual, como en todos los
que
Pues este móvil no puede obrar sino de una le han precedido, hai abusos que necesitan
de las dos maneras reconocidas por la ciencia reformarse, í que en el desenvolvimiento e;n-
260 LA SEMANA. Setiembre 10.

pírico espontáneo de la civilización i en sus


i está formada, pero el egoísmo la falsea i el
progresos todo no se ha acomodado de la monopolio en todas partes la combate i la te
manera mas racional i satisfactoria. Pero me! Por eso es
que para fJhile, como para
cualesquiera que sean las coudiciones a que ha casi todos los pueblos, está
lejos aun el tiem
ya sometido al individuo el movimiento de la po enque las instituciones realizen, no solo
industria, la esperiencia nos dice bien alto en la esfera económica sino también, en las es
que si queremos mejorar mal podremos ha feras social i política, esta fórmula ele los eco
cerlo tentando un retroceso imposible hacia nomistas tan cristiana i democrática a la vez;
el pasado, porque una sociedad no hacer el mayor bien del mayor número.
puede re
troceder ni quedar estacionaria sin desapare Al asentar sus prolegómenos, el autor del
cer pronto
bajo los pies de las que marchan Tratado que nos ocupa considera la economía
adelante.»
política a la vez como ciencia i como arte, dis
Sin embargo de que la
Plutolojia del señor tinción metafísica i nueva en la forma, pero,
Courcelle no sea sino un trabajo- didáctico i verdadera i justa en el fondo, sin embargo de
aunque algunos de sus teorías, aun las mas que en muchísimos casos el hábil profesor se
completas i sintéticas, no han arrancado hasta vería embarazado talvez para decirnos, dónde
ahora el asentimiento universal de los hom
concluye la ciencia i principia la acción del
bres estudiosos, ella importa no obstante un arte o al contrario: para establecer los límites
paso mas avanzado en el terreno verdadero del uno i de la otra apara determinar cuán
de la ciencia, por cuanto ha fijado do un hecho económico es científico u artístico,
principios
basados sobre la observación i el análisis que Pero es indudable que, como ciencia, ella
ya no serán parte a derrocar ni la sofistería busca las causas jenerales por las que la hu
de los escritores venales ni el sórdido interés manidad o un grupo de hombres se encuen
de los monopolistas. Después de leerla con tran mas o menos ricos, es decir, que han sa
ánimo desapasionado me parece que todo el bido apropiar mas o menos materia ala sa
mundo comprenderá que ya no es lícito,, eii tisfacción de sus necesidades; mientras que,
lo económico, entronizar el interés privado considerada como arte, la economía política
sobre el público, ni en lo político sacrificar. tiene también una misión especial, que con
los intereses de la mayoría a los de un peque siste en aumentar el estado de riqueza i es -

ño círculo de individuos: se entenderá que si


cojitar los medios de alcanzar mas fácilmente
la sociedad tiene derechos sagrados, también este fin. Para ello estudia en todas sus faces,
tiene deberes imprescriptibles: que los intere la actividad industrial del hombre i por eso
ses privados están identificados con los del es que se relaciona con todas las ciencias i

cuerpo social i los de cada nación con los del con todas las' artes i las instituciones sociales.

jénero humano: se comprenderá que el aisla En efecto, mientras e\ hombre no sea un


miento de los pueblos debe amatematizarse puro espíritu i en tanto que no esté separado
como el egoísmo de los individuos i abrirse al de su cuerpo como de uña envoltura incomo
comercio todos los puertos con iguales condi da, es indudable que todos los hechos huma
ciones para todas las banderas^ comprenderá- nos estafan forzosamente subordinados acier^

se, por fin, que los fenómenos de la produc tas leyes materiales i físicas. Así, si el réji
ción i del consumo están sujetos a leyes fijas men industrial no crea la libertad por sí solo,
como las de la mecánica o ¡a astronomía, i que no por eso deja de ser cierto
que él es indis
el poder público ha de someterse en la direc pensable al establecimiento de esta libertad,
ción de la riqueza no ya a las eventualidades, sobretodo desde que Se trate de Ta clase so
nacidas de. la imprudencia o la prodigalidad, cial mas numerosa, del gañan i del proletario,
sino a los oráculos infalibles del saber i a los del artesano i del roto; porque solo apoyán
resultados demostrables del cálculo i la ob dose en la industria es como la jeneralidad de
servación. Ejemplo de la veracidad i utilidad los hombres dá un empleo útil a sus faculta
de estoslprincipios, que dilucida perfectamente das i puede aspirar al grado de fuerza i dig
el profesor, son los pueblos vivificados por una nidad a que debe llegar la especie humana.
circulación activa, i por las maravillas del cré tomada en su conjunto. Por eso es que si la in
dito público afianzado por la moralidad i de dustria, desarrollada por la ciencia, llama hoi
fendido por una recta administración de jus la atención de todos los estadistas i si sus
pro
ticia; i el reverso de lame-dalla es la perspec gresos ensanchan los corazones animadas de
tiva de las naciones sordas al lenguaje de la simpatías populares, no es tanto porque ella
sabiduría, i ¡sensibles alas lecciones de la es- sea poderosa i benéfica: es porque el arte, que
periencia i '■ntorpecidas en la carrera de! pro- la estimula i la mejora i perfecciona, tiene el
•}-■ iV-,
greso previo por motivos dignos mas poder de subministrar a la clase social mas
uien de compasión que de respeto. numerosa le sustancia de la libertad i los ele
.No hai una duela. Por mas que algunos nie- mentos naturales de todo progreso así- en lo
Erue.n que la ecoeomío política sea una ciencia, moral como en lo físico: es, en suma,
porque
la verdad es que ¡a ciencia está 'i"; i si no todos los amigos de la democracia vemos en
porción de escr
i. ilcera una la una i el otro los ajenies
ce
indispensables de
prueban. tcr.soelsolo lib que :Y¡za- la buena política, que nos obliga a mirar a los
para dor.coYrarl hombres como nuestros i de la
semejantes,
Setiembre 10; LA SEMANA. 261

relijwB.-crae níos recomienda el amarlos como ca


podrá elevarse a la concepción de las leyes
hermanos. -.;-..
jenerales que rijen los fenómenos de la indus
Pero, mírese como ciencia, o como arte, pa- tria de todas las edades i de todos los pue
réceme que nadie puede. negar el inmenso va blos.»
loree lá éconoinía plutolójicao teórica, puesto.
(Continuara).
que. la ciencia i el arte dan los principios i las
leyes de casi todas nuestras relaciones socia
les, Sin embargo, fuerza es confesar que el Delirios de Safo.
mayor galardón i el mas bello triunfo, de la
economía estriba en sus aplicaciones a la- Poesía leida en el

práctica. Entonces isolo entonces es cuando Círculo de amigos de las Letras.


puede decirse qiaie se aprende para la vida i POR
no para, él
ccdejiD. Si de las teorías que allí D. EDUARDO DE LA BARRA.
se estudian no
pasamos a laapreciacion i lue
go a-la reforma de las instituciones existentes, Cl lima cuerda de mi lira amada,
todeJslos esfuerzos del espíritu i toda la; eru Cnerda gastada de la acerba angustia,
Harto cantaste mi martirio; ahora
dición gastada en la metafísica del arte o de la
Muere conmigoí
ciencia no serán otra cosa que una especie de
Gcillermo Matta.
prodigalidad intelectual. Por el contrario,
esas ideas
especulativas, aplicadas a las con I.
diciones presentes de la vida privada o públi
ca, producen frutos inmediatos i mucho mas Safo en la cumbre del peñón sagrado,
ricos i nías útiles Suelta i ondeante la melena al viento,
que los que podría dar cual
quier otro trabaj o teórico. Así es cotnojen el go La crespas Olas del profundo ponto
bierno de una nación reconocemos fácilmente Triste contempla.
la muestra de unaintelijencia ilustrada i recta
cuando vernos en él una tendencij. franca ha Ornan laureles su inspirada frente,
cia la aplicación, inmediata de las bueñas doc Lágrimas tristes sus mejillas ornan
trinas económicas. Por desgracia no todos los Como el rocío que en su seno ostenta
pajses se
prestan en igual grado a esos Tímida rosa.
planes i aplicaciones, ni todos los Gobiernos
las toleran, ni muchos de ellos tan siquiera Mudas están las armoniosas cuerdas
las admiten. Por eso es que muchas veces los De la sonora celebrada lira,
proyectos mas racionales quedan sin aplica Do en otros tiempos se cantaron tantos
ción, i per eso es también que los buenos es Tiernos amores.
píritus se desalientan en ocasiones i se ale
jan de la cosa pública que se sienten incapaces
deservir con buen éxito. II.
Aunque joven todavía, la economía políti «Vedle, allí está, escucha mi lamento,
ca, ha dicho Courcelle, «presenta una serie de
Tierno, amoroso, i de placer radiante;
trabajos cuyo objeto, fin i método son idén delirante,
ticos i que forman un cuerpo i establecen una Aguárdame, Faon,.,. mas

Siento mi frente arder, morir me siento.


tradición i creencias comunes: es una ciencia
en que las
¿En donde estás?..., acércate un momento...
concepciones, aunque imperfectas, Junta tu pecho al mió palpitante,
sirven de base a teorías mas perfeccionadas.
I ebrios de amor, de amor enloquecidos,
Conforme a sus principios, pueden calcularse
las consecuencias de talo cual acto, i en ésta ¡Queden los labios para siempre unidos!»
facultad de prever los hechos futuros es don
Safo oprimiendo el pecho enamorado,
de ella encuentra, como la física, la contra
Así prorrumpe en doloroso acento;
prueba de sus teorías i el signo de su certi Delirios son de un corazón llagado,
dumbre.»
Delirios son que acrecen su tormento.
Así es como el hábil profesor reasume en
Cree ver a su Faon idolatrado,
estas breves palabras el objeto i fundamento
Pulsa la lira i débil, sin aliento,
de laciencía, i luego combate la válida
qui Hasta el funesto abismo se adelanta
mera de
que la economía política debe tener I allí inspirada sus amores canta:
siempre un carácter nacional, «como si las
ciencias (dice) pudieran tener otra patria que
III (*).
la verdad! como si las leyes que varían según I
los lugares i los tiempos pudieran tener ja- I Ardientes besos, que el deseo finje,
más un carácter científico! Nó: el que consi-
dere los hechos industriales de su época i de
j
Queman mis labios i ini rostro encienden.
Rápido fuego por mis venas corre
su
pais como permanentes i universales, sin ! Siempre creciendo.
pensar que la forma en que se manifiestan no i
(*) Las tres estrofas cíe la tercera parte,
biempreha existido ni existirá siempre: nen- son imitación deprimeras
¡ la Oda de Salo a su amante.
262 LA Sekicmbre 40.

Trémulo el pecho, respirando apenas, diar la de algunos locos, que los hace vivir en
Turbios los ojos i la lengua inmóvil, un mundo
imajinario, mui distinto del nues
Dulce desmayo, languidez lasciva tro, donde respiran libres de las miserias que
Túrbame el alma! acibaran nuestra vida de hombres cuerdos.
Mas para llegar a la luna de miel es indispen
Cuanta es mi dicha cuando al pecho amante sable pasar antes por la bendición nupcial, ni
¡Creo estrecharte i respirar tu aliento! mas ni menos que para ser Presidente de una

¡Hasta los dioses de la exeelsa cumbre República es preciso jurar la Constitución del
Tiénenme envidia! estado, que allá se va un estado con otro,—
No está sembrado de rosas el camino déla victy
Hijo querido de la diva Venus, i para alcanzar las pocas que en él florecen es
Único dueño de sus gracias todas, fuerza resignarse a ser clavado por algunas
Otras resistan tus encantos, otras. espinas. No que por esto queramos dar a en*
¡Yo no lo puedo! tender que es clavarse aquello de pasar por
la bendición nupcial, sino que atendiendo al
IV. espíritu independiente del hombre, lo conside
ramos como una dura condición de sn felici
Dice, i la nube que su vista empaña dad en esta tierra. Ni con ello pretendemos
Densa al principio se disipa al punto;
atacar el matrimonio, institución tan domes-
Tristes verdades, ilusiones rotas
tieacbora, puesto que al fin i al cabo concluye
Solo contempla.
por domar a los mas selváticos, sometiéndo
los resignados a la única coyunda contra la
Pasa el delirio que su mente abruma,
cual nadie se atreve a rebelarse a lo menos en
I hondo suspiro de su pecho exhala;
voz. alta. Estudiando ademas la época mas
Lágrimas tristes, de sus negros ojos. florida del estado conyugal, mui poco senta
Trémulas ruedan. ría buscarla defectos cuando es la fuente de
muchas felicidades parciales que casi alcanzan
Rompe las cuerdas de la Eolia lita,.
acomponer una dicha perfecta.
Ultimo lazo que la liga al mundo,
En esas circunstancias de la vida, los no
Grato recuerdo de sus verdes años
vios semejan mas a los locos que a los cuer
Llenos de dicha.
dos; porque todos los dias amanecen con la
luna, i por ser esta de miel, como dijimos, ella
Callan los vientos i las auras callan;. les descubre las dulzuras de la existencia, de
Mansas las olas levemente ondean-,
I ella entre tanto la cabeza alzando.
jando allá en la penumbra el acíbar con que
Súbito esclama:
siempre van mezcladas. Gracias a sus máji-
cos fulgores los novios penetran en un mundo

hasta entonces ignorado, con las manos sua


V.
vemente entrelazadas i creyendo a pié juntillas
todo lo que se dicen en el camino. Él joven
«Déjame en
paz, mentida inútil gloria,
Que el mismo que me inspira te desprecia; que ayer se reia del amor, entra entonces a ese
mundo con el fervor de un convertido a una
.
Déjame en paz morir, sombra ilusoria,
nueva creencia i el que nunca ha dudado de
Del hombre indigno a quien adoro necia.
Termine aquí mi dolorosa historia —
tan sublime atributo de la especie humana,

Voi a morir, perdóneme la Grecia..., avanza con planta firme i con la ciega fé del

Vivir sin él, vivir así no quiero, carbonero: de ellos es el reino del amor, en
de i de muero!» el qae todos nacen de sangre real, puesto que
¡Muero amor despecho
todos pueden ser soberanos si alguna vez les
toca ser amados, aunque en rigor bastaría ser
VI.
casados. Esta sola reflexión debe convencer

Dice, i las aguas murmurio leve


en a los
poetas de que la vida no es tan mala co
Dánlebenignas en su seno asilo; mo pretenden hacérnoslo creer en variedad de

Náyades bellas, doliente lira


su
metros, porque no es poca cosa esto de creer
Llevan en triunfo. en el amor eterno, en el desprendimiento del

verdadero amor i en todas las modificaciones


Crespas Ondinas, conmovidas tiemblan amorosas imajinables, a lo menos una vez en
Trémulos circos delineando en torno, la vida, cuando uno es novio, o está en peligro
I el manso viento su postrer suspiro de serlo.
Blando remeda.
Siguiendo, empero, la dura lei a que la
providencia sujetó todas las cosas humanas,
la luna de miel pasa por cada una de las mo
Los novios. dificaciones que sufre la casta Diana, su ho
mónima.
Segundo estudio de algunos matrimonios.
Hai en el matrimonio luna nueva, luna lle
En materia de lunas, yo estoi por la de na i luna
menguante como en el sistema pla
miel, bieneme a veces no he dejado de envi- netario. Nuestras observaciones se dirijen solo
«————-^.»—~—~— I—————.. , II ■ ———I -II ■■...! **
g——¿—-

Setiemhre 10. LA SEMANA. 266

a la época del plenilunio


que dura mas omé-

I el novio ¿estaba allí también?
nos en cada matrimonio según la índole de los —

Llegó cuando nosotros salíamos, tenia


contrayentes i las condiciones de la existencia cara de espantado.
en que cada uno de ellos ha entrado a la nae- —

¿Cómo estaba vestida ella?-


va vida. A este Mui elegante : estaba con aquel vestido
respecto, ningún observador

ha podido basta ahora sentar reglas fijas para que habia en aquella tienda del pasaje i esos
determinar tal duración, pues no -es muchas aros de brillantes que vimos la otra noche en

veces el mas acendrado amor lo


que mas aquella joyería i un adorno en la cabeza como

prolonga el plenilunio, ni los que mas jura ese que la Mengana tenia el año pasado en el
mentos se hacen antes de casarse, los que se teatro.
empeñan mas en cumplirlos después. De mo — —
la madre?
.¿I
do qne puede, en vista de esto, decirse que la —
Tenia ese vestido verde que se puso ahora
duración déla luna de miel, en -el orden social, dos años para la filarmónica, con el canesú
está sujeta a leyes tan desconocidas i variables que tenia la modista de la calle de...., igual
como el fenómeno físico del al de la sotana, etc. , etc.
flujo i reflujo de
los mares. Los eme hablan contra la versati Mientras los parientes i amigos de los no
lidad femenina, dirán que la causa de esto es vios se ocupan así de lo poco que hai de que
mediar eu dicha duración la veleidad de la ocuparse en sociedad, para la novia han lle
mujer; mas la mayoría de las jentes vive gado talvez los mas hermosos, dias del matri-
convencida de que el hombre no es tampoco monio, puesto que en ellos puede concurrir
lo que podría tomarse por modelo de la cons a los
paseos, bailes i teatro si los hai, lo que
tancia en amor, pues en lo único que la tiene, no siempre sucede en la populosa capital de
i mui reconocida, es para atesorar dinero, así Chile i menos en las provincias. La mujer,
como la bella mitad del entonces, ha completado su vida, porque ha
jénero humano se dis
tingue por su gusto para gastarlo, lo que se tomado estado, lo que no es poco tomar, por
halla en perfecta armonía con el carácter de que ya es libre, aspiración mui lejítima en
cada uno. todo ser racional i porque puede ya usar en
Sentado ya que los primeros dias del ma su traje i adornos muchas prendas que las le

trimonio forman una de las épocas mas felices yes sociales destierran de los atavíos de la ni
de la vida, podemos examinarlos en su rela ña soltera: sin contar, ademas, que no es poca
ción social, puesto que los novios van a pasar satisfacción ia de mostrarse a las amigas que
sus dias sometidos a las viven en la espectativa, gozando ya de sus
exijencias de la socie
dad en que viven. nuevos privilejios i pudiendo salir sola adonde
Los padres de la novia han avisado ya de mejor le plazca.
antemano a los parientes i conocidos que su En el paseo, la novia baja del coche dando
hija va a contraer matrimonio con Fulano «a el brazo a su marido i ostenta sus galas a los
quien se servirá Vd. contar en el número de ojos de los observadores de ambos sexos, pa-
sus
amigos;» el enlace se ha efectuado como seándose a la largo de nuestra Alameda i atra
en nuestro artículo sobre
Algunos matrimo yendo sobre ella todas las miradas,
nios lo describimos, i los nGvios se hallan vi —
Mira a la novia, dice uno ¡qué bien está!
sibles para el público, que durante estos dias —Parece que estaba ansiosa ele que la vie
ha conversado poco mas o menos lo siguiente: sen, porque sale después de cinco dias de ca

Anoche se casó la Fulanita. sada, dice una de esas personas que atóelo en

¿I cómo estuvo el casamiento? cuentran algo que criticar.


—Dicen que mui alegre. —

¡Qué lindo el vestido! esclama una niña.


¿Qué no lloró la novia? —Sí, pero muí corto i enfundado, dice una

Sí, todos lloraron, pero después estuvo elegante.


mui animado. -—
La manteleta es preciosa.

La fortuna que tiene Da. Fulana para ir —
Pero los encajes son de imitación.
estableciendo todas sus hijas. —
I el novio que no halla donde poner las

¡Qué giacia! así quién no las puede esta manos.


blecer! —

¡Si huaso!
es tan

¿Por qué? —

¡Qué hombre tan feliz!



Nada, yo sé lo que me digo. —
Pobre mozo, aunque ella lo jure es impo
Lo cierto es que há sido una suerte loca,
■—
sible que lo quiera.
porque la niña se iba pasando. —Se ha casado como todas : por tener ma
Entre tanto los que han recibido parte se rido.
apresuran a visitar a la novia, la que según el I así van suscitando a su paso las alabanzas
código de la etiqueta debe permanecer un mes i las críticas, contando las mas veces con las
cabal esperando las visitas. Estas regresan a primeras i sin siquiera suponer las últimas,
sus
hogares hablando de lo que han visto. porque se figuran que no habiendo hecho mal

¿Cómo estaba la novia? a nadie, nadie tampoco puede tener placer en


¡Ai, hijita, si vieras lo fea que se ha criticarlos: son jóvenes i enamorados, dos
puesto! cualidades que equivalen cada una a una ben-
'

¿I cuándo ha sido bonita? da sobre los ojos!


364 LA SEMANA; Setiembre í&

En el paseo, como hemos visto, la condición —¡Hombre, le dice tino* tú bailando! ¡


'■' : '

de ambos novios es poco mas órnenos igual; —I nó.


porque
c..
■"
-

pero en un baile la escena cambia Completa ¡Un hombre casado! eso está bueno para

mente, perdiendo el marido en razón directa los solteros: a Vds. ya no les pegan estas
de lo que gana su mujer, pues ésta entra en cosas.
tonces en la época brillante de su vida, mien -

—Déjale el puesto á los moiíósi anda a ju


tras que su marido acaba de salir ele la suya, gar malilla.
¿No le parece señorita que los casados
no
La novia es naturalmente una de las mas
':
elegantes del baile i sobre ella se dirijen la defien bailaa? .

por qné nó? dice


lá niña qtíé írtí
mayor parte de las miradas: todos los galanes —¿Pero,
Y
quiere desconsolar a su compañero,
<...
solicitan su turno para bailar con ella i mas
ve li
de una joven soltera se ve relegada al rol de Principia en esto el baile i el novio se
espectadora por falta de un compañero, mien bre de los importunos por algunos momentos.
tras que a la recien casada la falta la memoria Mas apenas ha'terminado la primera figtírai
para recordar el turno asignado para la danza citando él novio ha conseguido entablar con
-a cada uno de sus admiradores. Mientras la versación, llegan otros' amigos irenuévanseloS
hasta
novia baila, el novio tiene que recurrir a fu cumplidos que los otras le han dirijido,
con los de su gremio o con veces convencen al inespertó de
mar un
cigarrito que no pocas
renunciar a bailes i pa
aquellos que se han retirado a cuarteles de in que los casados deben
vierno i asisten a los bailes porque no tienen satiempos. Con tal convicción el inoviio se.dice
a su casa i-.se pone en
nada mejor que hacer. En tales casos, el infe que es mejor retirarse
liz no debe acercarse a su mujer, ni pararse busca de su mujer ; pero ésta anda paseándo
junto a ella, ni mirar a los que la rodean, por se por el salón i tiene que dar mil vueltas i
•'

que no ha de faltar quien lo apellide celoso i rodeos antes de encontrarla;


está convenido qué el novio no tiene derecho —¿Vamos hijita? la dice cuando llegajunto
*■
de manifestar su cariño en los bailes, ni. mos a ella, .:

trarse enamorado ele su mujer, sino que debe de esta polka, estol compro
—Después '

ostentar un indiferentismo i una filosofía inal metida. ': -


• ■

terable.- -¡Desgraciado de él, siintentá infrinjir I yo estoi ya cansado i con sueño.


estas leyes, promulgadas i sancionadas por la Mira, siéntate mientras en mi lugar para

nos iremos.
voluntad de los demás: menos ridículo sería que no lo tomen indespues
que se pintase monos en la cara!

le está diciendo su marido señorita?
¿Qué
Si el novio es de alegre, carácter i cree que dice llega en ese momentos : ■

un
amigo que
!'
aun tiene derecho de divertirse en los bailes,

Quiere que vayamos. nos

suele pagar bien caro sü inesperiencia e in- —¡Jesús! estos maridos son insufribles: lid
jenuidad. Oye que la orquesta pueludia unas le haga caso. Como él se ha cansado ya de di*
cuadrillas i Sé dirije a una de sus antiguas vertirse. ">
....
'

conocidas, la que solo acepta su invitación



Sí, mucho me he divertido', dice. el novio
cuando ha perdido la esperanza de bailar Con bostezando i se va a 'ocupar la silla donde su
algún soltero, porque en casos tales éste es al mujer ha dejado la capa, el abanico, el ramo
novio lo que un guante nuevo i limpio es a un de flores i el pándelo. de narices; de todo íó
guante mareado: solo se usa este último en cual tiene qué hacerse -cargo hasta que ella
;
caso de absoluta necesidad. vuelva,
No pocas veces sucede al novio que, com-, Otra noche de las] de la luna de miel, los
novios se dirijen al teatro. Llegan al- palco i los
prometida ya la compañera, la encuentra que
da el brazo a otro cuando se acerca a sacarla anteojos apuntan á los -recién llegados: la no
para la danza, via ocupa el primer asiento i el novio se eo-

Señorita, Vd. estaba en baile conmigo. loca a su lado. Como han pasado juntos 'él
—Como no, responde la niña, para las otras día, cada uno se entretiene en mirar la con
cuadrillas. currencia i en lo que menos piensa es en lía-»
Vd. me dijo para las segundas i las Se
-■— blar ; pero el público no lo entiende así i. prin
gundas son éstas. cipia al instante a formar sus comentarios.

Vd. no me entendió bien o yo me espli- Mira, que callados están los tjWtóSi di

pliqué mal, pues quise decirle para las ter cen unos.

ceras.

En toda la
noche no lian hablado Una
£1 novio abandona el campo a su feliz rival palabra, añade Otro. ■■■

i se va a fumar el vijésimo Cigarrito, sin sos- -^-Parece que estuvieran peleados.


—Para estar así, mejor era que se hubiesen
.

pechar quizá que es víctima de lo que en 'tér


minos de baile se llama una trampa. en su casa.
quedado
Si la niña a quien ha convidado a bailar no —I ella ¡qué pálida está!
le hace trampa, el novio se coloca en unas —
I él ¡qué colorado!
cuadrillas í se dispone a bailar. Algunos ami --Cualquiera diria que se han arrepentido^
en este. instante a su lado, mientras si los hombres Cuando
gos pasan

¡Pobrecita! se ca

que él trabaja por entablar conversación con san se ponen tan tercos.
Solo son amables antes de casarse.
compañera.

su
Setiembre iO. LA SEMANA. 2§5
-— I las mujeres que nunca escarmientan. i los arranques impetuosos de las pasiones,
De esta i otras maneras formula cada cual cosas por ella desconocidas :o cuando mas pre
su opinión sobre los novios,
que no sospechan sentidas, se le ofrecieron a la .imajinacion,

que para parecer felices es necesario conver enardecida por la lectura, con brillantes colo
sar mucho en presencia del público. La so —
res i la
despertaron a una nueva vida, Creyó
ciedad, que siempre se erije en juez, quiere que hasta aquel momento habia sido -desgra
que cada cual viva esclavo de sus estrafias ciada, porque sospechó otra felicidad distinta
exijencias. Felizmente los novios se hallan

de la que en realidad habia gozado, i toda su

nn tanto libres dé la jurisdicción social a me- ambición, todos sus. deseos /?$; cifraron en la
clida que van pasando los dias i cuando vie- esperanza de beber «¡n este cepa,; encantada
nen otros a ocupar -el puesto, para quelosana- que su fantasía le presentaba colmada de de
licee i desmenucen conio a ellos. leites. ■-■•
-_;,:,

Julia creyó ver en Martin al. joven, d.e sus


'.'? áetiémbre 6 de 1859.
sueños^ íd .héroe -de las novelas que babja
I Nadie, leido, i se empapó en la ¡dea de, que era el
clichoso mortal que hacia vibrar las fibras
amorosas de su .corazón. I era natural. En la
Las desgracias do O. Cesar. sociedad én que vivía podia- asegurarse que
vi el secretario era entre la juventud el mozo
; (Conclusión.)
roas cumplido, tanto por j3uSiHjodfd.es como
.„:Haéta ahora,-es un secreto que ¡solo conocen por su talento e instrucción. Hasta por $u
talyez Martin i D. CorBelio. las cosas que en modo ce vestir sobresalía ele los demás, i aun
tonces sucedieron en el puebla. Se les vio mu
que su figura no era de. las mas hermosas,
chas en conferencias secretas, i es de
veces una levita bien hecha, una corbata puesta con
sospechar que estaban de acuerdo en las ma -elegancia, lo hadan a los ojos de las mujeres
niobras que emplearon los enemigos del in mas interesante que cualquier Apolo de pro
tendente para desacreditarlo, no solo_ a los vincia. Así pues no era estraño que Julia lo
ojos del pueblo sino también a los del mismo distinguiera sobre todos los otros, mucho mas
gobierno, de quien era quizá el mas fiel servi estando en continuo contacto con él i pudien
dor. El hecho es que desde entonces D. César do por consiguiente apreciar mejor que:nadie
empezó a cometer desaciertos los mas garra las gracias seductoras del secretario.
fales sin que pudiera él mismo esplicarse el Martin era avezado en el arte de seducir.
mal resultado desús medidas ni las causas Es verdad que sus conquistas nunca habian
que
motivaban ciertas notas del jefe
Supremo del pasado del círculo medio que separa los dos
Estado, en
que se desaprobaba su conducta. hemisferios formados por los estrenaos de
Hombre de pocos alcances intelectuales, tenia nuestra sociedad; pero un hombre de su pers
una ciega confianza en su secretario, en
quien picacia i de su habilidad, debia de salir con
reconocía una superioridad manifiesta, i ha honor cuando .acometiera la empresa de con
bia hecho de él no solo su confidente, sino
quistar el amor de una señora. Era ademas
también su consejero privado. Pero el este uno de aquellos deseos que la vanidad
pobre
D, César estaba destinado a beber hasta las oculta en el fondo del alma, que 1.a imajina
heces ej cáliz de la amargura. cion acaricia con indecible deleite, i que en
Por esta época, Julia, .Martin habia tomado las proporciones de.uri
su
mujer, era una
niña de veintisiete a treinta años. Su matri capricho de niño regalón. Para realizarlo no
monió habia sido estéril, circunstancia que perdonó ninguna de aquellas maniobras que
coaseraaba en su belleza una intacta frescura en tales circunstancias emplean los enamo
i en su semblante la apariencia de los veinte rados: miradas penetrantes, aire sentimental
años. Un tanto desengañada de las ilusiones i melancólico, suspiros ardientes, turbación i
que se habia formado de su marido, fasti timidez al hablar Julia mordió en el an
diada de la vida de provincia que no satisfacía zuelo sin que lo .sintiera, i las cosas empeza
sus deseos ele mujer i su ambición a figurar, ron a cambiar ele tal modo que ya era fácil
con una alma i un corazón vírjenes i ávidos divisar una nubécula parda en el horizonte
ele emociones, aislada i estraña a los consuelos matrimonial del desdichado D. César.
que procuran los cuidados de la maternidad, Mientras tanto en el pueblo los enemigos
buscó en los libros un paliativo a estas dolen del intendente mostraban la sonrisa en los
cias. El primero que le cayó en las manos fué labios i en la cara la víspera ele una novedad.
Valentina de Jorje Sand. Sea efecto de la ca D. César, apesar de sus seguridades, acaba de
sualidad, o bien un acto premeditado por perder las elecciones i no acertaba a darse
Martin, que era quien le procuraba los libros, | cuenta de la defección de sus
parciales. No
fué sucesivamente devorando todas aquellas renunciaba sin embargo a su cargo ni venia
novelas mas a propósito para
perder el corazón de Santiago un reemplazante. Para, precipitar
de una mujer en las circunstancias -de Julia. este desenlace formaron
sus enemigos un
El mundo desde entonces se le club
presentó bajo enque se alistaron las personas,. mas
un aspecto enteramente diverso. Los
goces influyentes del pueblo. El intendente, mal
del alma, las ilusiones del amor, los caprichos
aconsejado por Martin, se dio prisa a cerrarlo
34
266 LA SEMANA. Setiembre 10.
iprovocó una poblada que aturdió sus oiclos se vuelven a encontrar i
océano del mundo,
'conlos gritos de:
abajo el tirano! muera D. se ven
por un abismo. El impulso
separadas
César! El pobre 1). César no comprendía del amor es tan fuerte que ese abismo queda
semejante fermentación i se contentaba con salvado. Entonces ambicionamos la posesión
decir, al vera algune de los suyos -entre los de un mundo para ponerlo a lospiés de nues
facciosos—/ M también tra amada i decirla: Julia, yo te amo!

HI. Caballero! no sé™... dijo Julia ruboriza


•Por fin amaneció el dia destinado a formar da i bajando los ojos.


época en la vida de D. César. Todo estaba

Olí! este secreto "de mi amor era «n vol

tranquilo, i el mismo intendente renacía a la can que necesitaba espansion, dijo Martin,
confianza contemplando el pacífico
aspecto acercándose a Julia, con acento apasionado,
de la jente que cruzaba las calles. Sí, Julia, yo la amo a Vd. como jamás en la
Martin estaba solo en el despacho, »na ca tierra mujer ninguna fué amada. Este amor
sualidad fatal hizo qne Julia, como digna des es un delirio que me roba él sueño, que ha
cendiente de Eva, tuviese que informarse del ce el tormento de mi vida i que me matará,
secretario desiertos chismes matrimoniales sí, estoi seguro, si las palpitaciones de su co
que circulaban en el pueblo. De aquí a hablar razón no responden a las del mió.
de amor no habia mas que-wn paso, i de este * Olvida Vd. que eséWnOres orimteal?

menos
que un paso al objeto que se proponía Criminal? cuándo la dicha fué un crimen?

Martin. La conversación no tardó en procu Todos en esta vida corren tras ella, i cuando
rarle ocasión propicia. yo la encuentro, por una vana preocupación
Está Vd. enamorado? le preguntó Julia.

la habia de abandonar? Nó; obtenga yo él


Enamorado?.... sí, lo estoi. Lo estoi ele

amor ele Julia i el mundo diga lo que quiera
una
mujer.... nó, de un ánjel en quien adoro. que a mi ya nada me importa.
Imajínese Vd. los mas hermosos ojos que ha Qué triste cosa es ser mujer! esclanró

ya visto, los de Vd. por ejemplo.... íulia. Con cuanta facilidad adivinaíel hombre
Qué comparación !

•el camino de nuestro corazón! Pero, ai! ló
Es también la única con que podria pintar que él ni calcula siquiera, es la horrible lucha

sus cabellos tan negros como sus


ojos, con que tiene que sufrir nuestro pecho entre el
trastados por el alabastro de su cuello; sus deber i las aspiraciones de nuestra alma.......
mejillas teñidas con el rosado trasparente de -Oh! Julia rae ama!

Qué" -mas puedo


. . .

la mañana- su 'voz dulce i melancólica como desear en esta vida? dijo Martin arrojándose
una música
que se apaga; en fin, sus infinitas sobre la mano de Julia i estampando en ella
perfecciones, sus innumerables hechizos un "beso apasionado.

Vaya! no lo sabia a Vd. tan poeta!


—Qué hace Vd! dijo Julia retirando


.....

I lo soi tan poco que mi pintura está


vivamente su mano.
aún mui lejos déla realidad. En este momento se oyeron pasos en el pa
¿I podria saberse, sin indiscreción, quién tio de la casa.

es tan rara beldad.... o,-^ lo menos, si corres Retírese Vd. alguien viene.

ponde a tanta pasión? Fatalidad!—

Auno losé

No sé si-mis suspiros le Dios mío! qué he hecho! me voi.


— . . .

habrán -dicho alguna vez lo qne siente mi co No podré hablar con Vd. a solas, Julia?

razón. tengo tantas cosasque decirlal


Qué! la ha declarado Vd. sn amor?


no —
Que lo que exije 'dé' mí! una cita!
es . . .

Ah! temo, temo mucho no hallar mas


— —
Esta noche
que desprecio.... Me contento con adorarla Pero Martin no tuvo tiempo de continuar
en silencio. Además es casada.... porque Julia se levantó vivamente i se retiró
Casada? santo cielo!.... i de qué sirve

al sentir que la persona que venia, iba ya a
una mujer casada? entrar a la habitación; sin embargo el secre
De qué!. ...dijo Martin con cierto aire de

tario volvió a tomarla de nuevo la mano i sus
finjida ternura i con una mirada que hizo ba labios imprimieron en ella otro beso mas ar
jar los ojos a Julia. diente que el primero. A este tiempo entró
Como el fin del amor es casarse, dijo es

I). Cesar.
ta, no
comprendo eme se pueda querer a una Las conmociones eléctricas que recibe el
mujer casada. alma de ciertos individuos en determinadas
El fin del amor

es casarse?.... nunca lo he circunstancias, son tan súbitas i dolorosas
creido así. Casarse es enajenar laiñdependen- como el efecto que produce la noticia de la

cia del corazón: amar es un imperioso anhelo muerte de una persona querida en medio de
de felicidad que la naturaleza puso en el fon- .
la alegría de un festin. D. Cesar al entrar
do de nuestra alma, i no hai valla ni vínculo oyó el sonido de un beso i sus ojos vieron el
tan sagrados que puedan detenerlo. vestido de su mujer que en ese instante sa
Jesús! qué ideas tan estrañas las de Vd! lía; el secretario, sereno, estaba ele pié junto
Pero, mas que estrañas, verdaderas. Fi- al escritorio. El ruido de un beso es en rea
gúreseVd. que dos almas hermanas, aleja lidad una cosa mui insignificante ; poro para
das por la ciega casualidad , perdidas en el algur.es puede ser una música celeste i para
Setiembre. 10. LA SEMANA. 267

oíros una puñalada que llega al corazón; tal La conversación, al principio, rodó sobre
fué para D. Cesar. cosas indiferentes. Como los dos tenianun pen

¿Eran celos los que sintió? Sí, i de la peor samiento fijo, era interrumpida a cada instan
clase. En realidad nada vio, pero stas oidos te por
largos silencios. En uno de estos le dijo
no lo engañaron; habia
pues lugar a la duda, Martin: —
usted estará talvez enojada conmigo?
i esta duda es la mas horrible en casos seme —

Porque? le contestó Julia.


jantes. La infidelidad de una mujer para cier —
Por mi atrevimiento de esta mañana.
tos maridos sencillotes es «na cosa ¡Saudita, —
Puede ser, le dijo Julia poniéndose colo
cgiuo que no tienen la idea de lo que-
menor rada i con cierta sonrisa que decia todo lo
es el alma i el corazón femeninos, i viven si- contrario.
glos enteros siendo la risa de la sociedad i de —
Alil crea Vd. que nunca mis labios han
sus consortes;, pero que \m accidente no les
i
espresado cori mas verdad los sentimientos de
haga descubrir que son engañados, porque-
,
mi corazón. Si la felicidad que hoi he alcanza
eutónees se convierten, no-. en leones furiosos, da, etc. , etc Martin en éste terreno, al
sino e.ii> ¡pobres carneros heridos cruelmente que quería llegar, se encontraba como un mi
que el; elolor hace sucumbir. Asi el pobre D. litar en el campo debatalla; podia con.toda se
Cesar suitió,.np los furores de Ótelo, sino los guridad abrirse paso hasta llegar al objeto que
sufrimientos. del desengaño. i de la pérdida se
proponía conseguir.
de un. bien, inestimable^ era natural, la conversación fué ani
Como
Hai ciertos dolores morales que desgarran mándose por grados. Julia bajo el encanto de la
el corazón i para el alivio de los cuales el úni seductora palabra de Martin, no se apercibió
co bálsapio favorable es el tiempo, i esto no. del terreno que perdía ni de la audacia de cier
siempre. Uno de estos dolores era el qoe ator tas espresiones. ¡Oia por la primera vez el
mentaba ahora a D.. Cesar.. El demonio di-, los lenguaje del amor!, i como no le faltaba vo
celos se cebaba en su ajina, i creyó perdidos luntad para corresponder a una pasión que
para siempre su buen humor i su tranquilidad. con tan vivos colores se le pintaba, hubo de

Le preguntó a Martin si era su mujer la que abandonar una de sus manos cjue el dichoso
salia, i nose atrevió a indagar siquiera el ob Martin cubrió con ardientes i respetuosos be
jeto de su presencia en el despacho temeroso sos. Por fin,
poniéndose de rodillas delante
de descubrir la horrible verdad. Se fué a casa de ella, le dijo: —

Julia, Julia, me ama Vd?


de un amigó i alM permaneció bástala horade Julia iba a responder. Tenia ya sus labios
comei\ Después se encaminó a la alameda entreabiertos para contestar cuándo golpéa
,

buscando siempre distracción ; pero el sonido lo» a la


puerta i la voz de D. Cesar se hizo
del beso lo pereeguia por todas partes como el oir a fuera.
zumbido enojoso de un insecto. A las ora —

Julia, dijo éste, está mi paltó sobre la


ciones cuando ya no quedaba nadie en el pa cama? ábreme la puerta.
seo, se echó a andar sin dirección fija i reco Es mas que probable quesi Julia hubiese es
rrió la población de un estremo al otro. A tado conversando sobre cosas indiferentes con
donde quiera que iba, le acompañaba el ruido Martin, no habria tenido embarazo ninguno
seco de un beso i le
producía el efecto de un en abrirle la
puerta a su marido; pero culpa
fierro candente sobre el corazón. Por fin a las ble, su primera idea fué ocultar a Martin.
ocho, hora en que comunmente salia a su ter Desgraciadamente la pieza era pequeña i no
tulia, se fué a su casa para tomar un nuevo, tenia salida ninguna. El catre era de madera
abrigo. i -tan bajo que el cuerpo de un hombre no
IV. cabia bajo de él. En tal apuro Martin no di
A esta misma hora, Julia i Martin se ha visó mas salvación que meterse dentro de la
llaban reunidos en una pequeña habitación, caja del reló.. Asi la hizo.,
que tenia entrada por una sola puerta i reci Julia abrió temblando la puerta». D. Cesar
bía luz de una sola ventana, abierta a la calle. entró impasible sin que su semblante revelara
Era una alcoba alhajada de modestos muebles, la menor sospecha. Tomó su paltó sin decir
entre los que figuraba un reló de colgar em una palabra i se puso tranquilamente, a lim
butido en una enorme caja de madera, seme
piarlo. Ocupado en esta operación atinó a mi
jante a los eme aun suelen verse en las ofici rar al reló.
nas i comedores. La ventana i la puerta es^
— —
Es cosa rara, dijo. entonces; el reló está
taban cerradas para resguardar la habitación. parado.
del aire frió ele la noche. Parado? nó, si está andando, dijo Julia

El secretario, aunque buen fisonomista, no con aire aparente de serenidad*


leyó, en el rostro de I). Cesar la sospecha que Me he puesto sordo por ventura? esclam4

concibió al entrar al despacho. Se retiró tem D. Cesar dirijiéndose al reló.


prano i se encerró en su cuarto a acariciar en —¿No hai cabildo esta noche? dijo Julia
la soledad las mas dulces esperanzas. Aunque mas muerta
que viva para llamar la atención
Julia nada prometió, no le era difícil a Martin de D. Cesara otra parte.
adivinar que podia presentarse audazmente a Pero ya D. Cesar tenia la mano puesta
la cita que habia pedido sin incurrir en su de sobre la llave de la caja. Decir lo que en este
sagrado, i asilo hizo. momento pasó ea el interior de los dos
culpa-
268 LA SEMANA, SetiemtWlO;
bles, seria imposible» Martin, que era timiáo cia que he hedió del cargo db intendente cíe
como una
mujer, sintió qué una nube pasaba este provincia i nombrar en mi lugar a una
por dolante ele bus ojos i toda la sangre desús persona cuyos méritos lá hacen más acreedo
venas se
agolpó al corazón. ra que
yo al puesto que hasta «llora he ocu
1). Gcs.ii- abrió la puerta,
pado. Depongo el mandó én' las manos de

Un hombre! esclamó retrocediendo es V. S. ¡OjaUlqué, coh la misma -intención,
•.■■■' i-
pantado!, .■..,.-■ —

sea mas feiia


que yo! Seíldr DI Martin, oóntlu
Mas luego que pasó la primera impresión i nuó dirijiéndose al secretario^ aqui tiene Vd. ¡
hubo reconocido a Martin, dijói-^Mlsecretís- a su. nuevo jefe á cuyo servicio pasa desda''
:
rio! ¿que haceVd. ahí? .oí-. esté momento, '■*■ ■ ''■''■'
'' :


No hai bombroy por mas valiente? c|oe sea, Máñítí- se inclinó i por debajo echó1 una
qaémstieíftb'k delante detin maiidotiltrajado, mirada a D. ''CSrííéflid? ©ti la ; que decíate
Martín guardó sijefieíoi, ■
r- ¡
ttiitfifamoy! :•' ''■>''■<'■'> >'-'- d ■

Qiteliaco Vdí <ahi, caballero? Volvió a Julia /miéiitrasi tanto refleilóaaba proflrn":'
repetir Di César, dataente sobre lo que át&ba'de'SucWlei'i $»'
-^-Yoí.v,. natía..,.. me pafeeb. ;'
habla itdq&Mdó'imá dspeu.,
'

mén os Üei una hora >



- ■

Estai respaesta sublime del .miedo', qaétíií: Herida de mas db diéü !tiñó9''.';'. --.-•*■ v-» Vi ¿
cualquiera otra circunstancia habria>< béChó
reii?a D. Oéeár, no hteo otra coas que exaspe
rarlo mas. Tomé 'de ún brazo'.' a Manirillo1 D, César abandonó lá. ¿artera1 dé loa 6is.
puso en medio de laipieza. o-"..-.
-

-. ._i
pieos i se Vino a vivir a Santiago dónde -p«t8a
El ruido elél tesó qué' oyó e«! él flcispáchó i el'fliá leyendo los periódicos i recorriendo lasY1
qtoe siompre le andabatrotando en la cabezas calles, i lá noche jugando malilla.
le 'espllcó: todé.-Echó sobi'e sü mujer una Julia se ha hecho- beata. El resitltíido de
rfliradK capaz de Conmover a un corazón de reflexiones fué a/quel
sns adájió español; nó
mármóí,:i se conté r»tó solo con decuria:' In -

ganamos para sustos.


grata!..^. Ella bajó ruborizada los ojos i las Martin; signe subiendo cómo la espuma, y
'

lágrimas A3l
"■-.-'..;
ai'repgntimiento'ródaroncjjof-
sus
•'
La moral cié esta historia' es propiedad fléj
mejillas. . "■■■
lector.
♦^-Miserable!, w., de rodillas! lé: elijo con ttf¿ <

Martin al mismo José Antonio Donoso,. •.


no
imperioso a tiempo que
levantaba su teaston. ■• :-¡

El secretario creyó cpw había' llegado SU >

última hora. Las rodillas se le doblaron i con fin cs-ror judicial.


vt¿z balbuciente eiclaiiió;— Perdón! Continuación.
Julia, al ver la bumillacion'de: aquel horn»
'

bre, le lanzó iiná mirada del mas profundo III.


-

desprecio, D, César en ése momentecestaba Las malas nuevas sé esparcen eon la velen
los ojos de mas alto cidad del rayo, i no se estrañará que el tema
a su
mujer, un
cuerpo
obligado de todas las conversaciones fuese,
'

que el secretario;
■'■ -<c

..Durante esta escena.se habia sentido a lo al dia siguiente, el suceso que acabamos d©
narrar. Empero, i obedeciendo a ese eterno
lejos un ruido, que pocó.iapoeo habia ldtf'AU-i
mentándose i apro^imádose. Eran pasos i vo impulso de movimiento perpetuo que arrastra
ces de muchos hombres, conko en eliasde fes consigo el torbellino de la vida, la pública
tividades o de revolución, en lb's qne sobresa curiosidad se satisfizo al cabo ele pocos dias.
len Ibs gritos de: viva la: libertad! Una criada- El teatro, los bailes, las tertulias, todos los
vino corriendo a la puerta a anunciar que mu placeres de este bajo mundo recibieran en Su
chos caballeros preguntaban pot- el señor in seno el mismo número de aficionados é hickn
tendente, ■
-. ron casi olvidar el crimen que poco antes
—Levántese Vd.! le dijo D, César a¡Martm,
-
causara tanto pavor, 4sí vá el mundos la cu
i oai'gue con el remordimiento de su villanía. riosidad febril que se apodera de la sociedad
Engañar a un hombre honrado es una proeza con motivo de tal o cual suceso reciente, des*

digna solo de un miserable, Serénese Vd., aparece pronto para dejar lugar a Otro de
añadió; no castigaré su traición por no dar distinta naturaleza, El tiempo que todo lo en-.
que hablar en el público. No quiero que se vuelve en sus alas \ borra con ellas hasta las
sospeche siquiera de mi mujer. mas imperceptibles huellas de los.recne'rdbd-
En esto 1). César, coincidía sin saberlo, con dulces o terribles desempeñó su obra de dés^.
su ilustre homónimo. truccion. Gabriela i Federico permanecían pre
Abrió la puerta i se encontró en la antesala sos. ™Para los dichosos el tiempo vuela; solo

có'u varios sujetos notables del pueblo eiiea- para los desgraciados permanece estacionario.
bozados por 1). Cornelio. Una persona desco El celo desplegado por la justicia en esa
nocida para él salió de entre ellos i le entre ocasión, hizo que fueran pronto conocidos
gó mi pliego cerrado. Después de haberlo lei los antecedentes que motivaron la acusación
do, le dijo con calma i serenidad: El Co- del crimen atroz cjue se imputaba a los reos.

bierno !¡a tenido a bien admitirme la renun Los referiremos desnudos de todo comentario,
StJfeabUe 10. LA SEMANA.. 269

i dejando a un lado las aerea i apasionadas el triste sentimiento que la tiranizaba erad
reflexiones, que algunos no temieron hacer en vanos. Comprendió que, si bien profesaba a -

los primeros momentos de efervescencia.,lia su marido lina gran-estiniacion i un agrade

incestad de 1» desgracia, hace de la impaif- cimiento, que inujinaba tan ilimitado como
cialidad un deber, por lo que jamás se .debe perdurable, no se sentía hacia él atraída por
prejuzgar; sobre todo^, cuando, se ignoran las ese po sié.
qué que une a Jas almas, en las tpie
circunstancias ocultas que impulsan al estraH ha brotado esa chispa ¡celeste que se llama
\k> desús deberes a la débilhumáiRidacL; ./. -, amor, y ■'-,-■■

Gabriela X.... [lertcnecia a una familia dis


i En los salones, que merced a su nueva po- ;

tinguid», a k que malas especulaciones habian sicion, frecuentaba, distinguió Gabriela eutre
reducido a un estado próximo de la miseria. los jóvenes que la cercaban a uno al cuál las
El carácter de su padre, antes rico comercian mundanas conversaciones atribuían muchasY
te, se había modificada de tal suerte después aventuras galantes* que batían de él unaaspes- •'
de su ruina que, involuntariamente, su desa cié de Lovelaee.. Su-nombre era Federico Va»»-.,
liento i misantropía hacían sufrir un martirio nélát—
Sin. embargo, las sombrasque laca-.
continuo a su esposa i a su hija única. PriY totuma azuzada por Ja. envidiaii por di .odio,
vada de las dulzuras del amor fraternal, le tratabade; echar sobre; la reputación, de Fe
faltaba a Gabriela un corazón que correspon derico no tenían nada que las justificara. -Era
diese afe ternura del suyo,.i éri el :ctíal pu al contrario tm hombre notable bajo muchos
diera depositar las amargas lágrimas arranca respectos i digno-de ser amado.
das por su triste existencia. Sobrellevó con Gabriela.-cón esa facultad de adivinación
■•'
valor este estado de cosas hasta la únierte de qHe presta la pasión al corazón de la mujei^
su madre, que acaeció cuando Gabriela ape vio en Federico no un seductor avieso, no ua
nas
cumplía veinte iños. Un año después, calavera sin corazón i sin cabeza, sino lo que
quiso la casualidad, que entre su padre i un realmente era, un Joven azotado poc las des
acaudalado minero se volviesen a anudar re gracias desde demasiado temprano i cuya :

laciones q«e habian sido interrumpidas solo alma desgarrada por el dolor habia caido en
por la diferencia deposiciones, :. las. oscuridades de la duda. -¡-Federico era
D. Jervasio A. era dueño da una inmensa
...
pobre habiendo nacido rico, vivia descono
fortuna i no obstante sos canas,—contaba se cido i olvidado, cuando cria una voz interior
senta otoños,— la dulzura i beldad simpática que murmuraba a su oido quejas contra la
de Gabriela hicieron en él una profunda im fortuna,
presión. La amó, i creyendo como muchos Gabriela supo o adivinó todo esto: amó i
otros qué el amor se compra con dinero, pi fué amada.— Nada mas natural Gabriela i
dió la mano de Gabriela. Ella se negó al prin Federico eran desgraciados; el dolor hace
cipio a cumplir tamaño sacrificio; pero cuan hermanos a los corazones.
do conoció qaé éste era el único medio de de Después de esas manifestaciones si mudas
volver a su padre la quietud, proporcionán elocuentes, con que siempre principia todo .

dole un camino de restaurar su fortuna, no amor, se aventuró Federico a escribir a Ga


opuso ya resistencia alguna a la voluntad pa briela una primera carta, que quedó sin contes
terna. Hizo abnegación entera de su porvenir tación. Pcesolvió entonces combatir su pasión,
¡se ■sacrifico. tan criminal como poderosa, con la ausencia.
Pocos dias después Gabriela era la esposa Un año se corrió. Dicen que el tiempo es efi
de D. ; Jervasio. . . .
caz calmante de pasiones; sin embargo no fué
Los primeros meses de esta unión nada
.

parte para curar a Federico. Cuando menos


ofrecieron dé notable. La conducta observada lo esperaba su amor por Gabriela volvió mas
por D. Jervasio para con su esposa era ca fuerte que nunca a hacer irrupción en su cor
ballerosa i apasionada. Cuantas ésteriorida- razón.
des pueden constituir, según el vulgo de las Escribió una segunda carta que era una re
jentes, la felicidad de una mujer, eran prodi velación de las torturas morales que sufría.
gadas sia medida por D. Jervasioa Gabriela; Después de largos i numerosos combates inte
trajes espléndidos, magníficos aderezos venían riores, Gabriela resolvió contestarle, i lo hizo
a amontonarse en el guarda
ropa i en el co en efecto. Su respuesta fué tan digna como
fre de la novia. Las fiestas se sucedían sin in sencilla.
terrupción. Mas nada, ni el mido aturdidor Desde entonces las cartas se siguieron a las
de los placeres, ni la ajitaejon febril
que en- cartas, —

Compadezcamos a la mujer que cae!


jendran, ni el brillo* deslumbrador de los to La larga correspondencia de los amantes
cados, eran parte para disminuir la tristeza cayó, como lo saben nuestros lectores, en
po
que habia apoderado del alma ele Gabriela
se der de la justicia.
desde el dia de su matrimonio. Al contrario La primera caria ele Gabriela dá a conocer
de las demás mujeres, los testimonios de afec los combates sin fin que se empeñaban en su
to que le prodigaba su marido le causaban un interior entre el amor i el deber. En ella en
punzante dolor por qué? tiene tantos mis
— —

contramos los párrafos siguientes:


terios el corazón! Todos sus esfuerzos para «Amigo mió:» « Su carta me ha impresio

borrar de su semblante ya que no de su alma nado sobre manera. Mil encontrados senti-
270 LA SEMANA.! Setiembre :!&'

imentos se disputan mi alma i mi corazón. No ser


intérpretes de sncerazou apelan a la plú- '■
sé, puedo i hasta en ocasiones temo com
no
roa, i le confian los ecos de su alma.
prender k> que por mi pasa? pero puedo ase D. Jervasio sufría horriblemente; pero su- je<-
gurarle a Vd. que es algo tan desalentador nerosidad le hacia disimular sus padecimien
como el imposible. tos. En vea de reprochar a Gabriela sus tor
«Cuan feliz hubiera sido yo, Federic», si mentos se acusaba- de babor hecho su desgra
hubiese podido responder libremente al amor cia.
de Vd. que aunque sea para mí fuente de tor Nada cambió1 en> sn manera dé vivir, A
mentos sin medida, refrezca mi espíritn'ii mi
excepción, áél malvado que le habia revelado
ulcerado- corazón. „i He leomprendiitoitalvéz!
. .
su desventura, nadie hubiera sospechado sus-.
demasiado tarde qoedebiarenunciaraesa di torturas- wioialés¿. ;■ ■•■■■ ••" ■■

cha, que es una falta i puede sor uivcrinaen, Félix, siempre eu aceebo, logró por fin in
i renuncio a ella; Mucho' me cuesta;, pero
terceptar laúlti día carta que ios amantes sev
nada; hai-imposible escribieron i¡- que- tanta turbación causó en el;
para qnién. va' a busca*
-
.

fuerzas para su voluntad en las fuentes del ániiuo del juezi—Después de leería lá: entrégóií
deber. Ahí heicJoiá'bascáriiii resolución i la a Bt-. Jervasio,- quien; instruido- de< siKconteni-
he encontrado. Haga Vd. otro tanto Federico. do, la láz» llegan ¡secretamente -.ataanós de-sai<
:a.) ;-.::: /i
'■

«Seamos hermanos i que nuestro amor se


r
esposa.--
-•'•'■.
,-
:i--í.--:-,o-- -
ci. J.

transforme eii 1111» f«mca i sincera amistad, Paralaintelijehcia de las escenas quevam-
que nada sea parte a alterar. Confió en la no a seguir, forzoso es que la reproduzcamosi
bleza cte sus sentimientos, i estoi segura qtíe aquí. La carta decía : iv">
Vd. comprenderá i apreciará mi proceder. Es* (¡Gabriela mia i: :■>'■<■'■

pero que tendrá bastante jenerosidad para «He interrogado mi corazón. Ya no puedo»
perdonara ia que tanto sufre con los pesares vivir sin el achócele Vd. Apenas si la confusión»;
que a Yá. tiene que ocasionar. demis ideas me permite traza*- estas lineas;....
: «Creamos en el deber i
respetémoslo.» El obstáculo que impide nuestra felicidad es;
^G....» .» el esposo de Vd.; brisquemos la libertad en la»
El alma de Federico no fué sorda al lla fuga. Sí, huyamos ; pues de lo contrario eso
mado que le hacia la desventurada Gabriela: hombre o yo debemos morir. .-» ....... ..-. ..

comprendió que- era necesario olvidar, tra Las lágrimas habían borrado los dos ren~
bajó por conseguirlo; pero ya era demasiado glanos siguieníes:—¿Quién las habia vertido,
tarde. el marido, la mujer o el amante? ...;.,- . . -.-

Prometió a Gabriela poner freno a su pa « .- ,


. el suicidio será mi último recurso,.
.

sión i darle toda, la paz, quietud i pureza de si salgo victorioso, pero antes habré satis--
los fraternales sentimientos. Gabriela lo creyó, fecho mi venganza! Huyamos Gabriela! aun es;
i ambos se imajinaron haber salvado los es tiempo, no sea Vd. la esóinplioe voluntaria de
collos áe la sttriacion cuando no bacian sino un espantoso crimen. '. .¡. ..'.
Esperaré tres. .

correr al
precipicio. Desgraciados!

dias la respuesta de Vd. Vencido este térmi
Dosauos se pasaron. —Durante ellos Fede no, pondré en ejecución mi irrevocable pro
rico frecuento con gran asiduidad la casa de yecto. Caiga entonces sobre Vd., todo su ho
Gabriela. rror!!! Oh! perdón, amor mió, per-
.
D. Jervasio tenia cerca de sí a un tal Fé don Estoi loco! tenga Vd.¡piedad? ....

lix, hombre que jamas habia sentido latir su de mí. Visiones sangrientas abruman
.....

corazón al impulso de ningún noble senti mi imajinacion Mi amor me disculpa--


rá.' Gabriela!- te amo! , te amo!
miento. —

penetración que dá la
Coa esa fatal .... . . . . . .

infamia, comprendió luego que no era am's'.ad F. .» .

sino amor el sentimiento que predominaba en Esa estravagante cuanto apasionada carta
las relaciones de Gabriela i Federico. escrita en el paroxismo de un desenfrenado
amor fué la señal precursora de la muerte do
Despreciado en otro tiempo por Gabriela,
creyó llegado el momento ele vengarse. Ha D. Jervasio.
ciendo ele sus conjeturas una realidad, clavó Tres dias: después habia dejado de existir;....
en el
pecho de D. Jervasio los mil puñales del
Eítghuo Móíticüy,
desengaño i láscelos. El anciano le ordenó

(Continuarán),
guardar el mas completo silencio, resuelto co
mo estaba a 110
proferir ni un jemido ni una
una queja por sus muertas
esperanzas, por AI anior..
sus disipadas ilusiones, por su desvanecida

felicidad. Para qué, tirano, abrasas-


Tal estado de cosas no podia dorar largo Mi pecho en tu llama activa,
tiempo, una catástrofe era inminente, inevi Si a que selle cruel mis labios-
table Gabriela habia exijido de Federico

A la desconfianza obligas?
menos asiduidad, motivoque esplica la corres Si te gozas en que arrastre
pondencia seguida que existia entre ambos. Tus cadenas noche i dia.
De lejos o ele cerca los amantes quieren siem Aleja ele mí temores
pre estar juntos i cuando no pueden sus labios Que tanto me martirizan,
Setiembre fO. .
LA SEMANA. 271

l pueda a la que idolatro Ecos de I» semana.


Mi tierna pasión decirla.
Santiago, setiembre 9 de 1858.

No me presentes en sueños
SOM&rto.— Kl patriotismo de fuerza de dos mi) caba
La imájen de mis delicias
llos. —
La* Mercedes. Güpidos dormidos.— Contra

Altiva, porqne mis labios danzas históricas.—El frió i la.paz 4e. Villa/ranea.—
Mi ardiente afecto la pintan;
Circulo de amigos -de las letras.—Semana teatral. —

Pues cuando a su lado estoi,


Caretas pleonásticas. Defunción. —

Presente en mi fantasía
Está aquel sueño terrible ■La cifra nacional se cierne ya sobre nuestras
I calla mi lengua tímida, cabezas i principia a descomponer seis dieciocho
I por temor de perderla .
unidades en otras tantas decenas de alegres fies
Nada me atrevo a decirla. tas i bulliciosos paseos. —
Los coches han rodado
esta semana mas numerosos que de COstumfefé;
Dime un instante siquiera tos caballos han escandido en tropel el famoso
Que en su corazón aviva
verso de la Eneida; en el teatro í eí campe» de
Tu.llaina, i que por mí siente
Marte se ha jugado con fuegv; i en la Alameda i
Pasión cual la que me inspira.
Dime que ella también me ama ias soiréesno han faltado tampoco galanas niñas

Aimqne como yo vacila i niños galanes entregados incautamente a tan


Om idénticos temores peligroso pasatiempo. El patriotismo entusiasta

Que su pecho martirizan, -

•de nuestra capital se despierta visiblemente, i


I entonces podré mi afecto nada es mas fácil que medir su poder como el
Arrebatadodecirla. del vapor. Ayer, por ejemplo, no dejaría de te
ner la faerza de dos mil caballos, míe no era me
Saz que cuando esté a su lado
nor el número de los que cruzaban nuestras calles.
Sus bellos ojos me digan,
Lo que su boca me calla
1 disfraza su sonrisa. Las Mercedes, por sa parte, han traido a la se

Haz que en su rostro aparezcan mana un gran continjente de animación i movi


miento. Las unas, i no las menos adorables, con
Aquellas preciosas tintas,
Que el fuego del corazón vertidas -en graciosas amazonas recibían a su
paso
Suelen retratar purísimas; plácemes por su cumpleaños, plácemes i por su jen-
I entonces peder mi afecto tileza, mientras que las otras llamaban a sus salo
Enajenado decirla. nes numerosas parejas animadas del mejor espíri

tu de baile. Mas ele veinte soirées han tenido lugar


Pero ai! amor, tú te gozas
en la noche de ayer, provocadas todas por el ca
En aumentar mi desdicha,
lendario. Dos de entre ellas han dado pábulo es
I ni á la esperanza dejas
Que un momento me sonría. pecialmente a los comentarios de la conversación.

Pero si eres tan tirano,


Ya no mas mi lengua tímida La déla Sra X... ofrecía en el conjunto de su

Enmudezca ante la herniosa personal masculino la tierna lozanía de la infan


Por. quien el alma delira, cia. Loscaballerosque representaban nuestro sexo
I cuando me halle a sn lado en reunión eran todos susceptibles del
aquella
Mi intensa pasión la diga. diminutivo, es decir, imberbes caballeritos, rosados
niñosde catorce a diez i seis años, que muchas ,

Quiero mas que un desengaño damas no habrían recelado de tomar en las faldas
Venga a aniquilar mi vida si no hubiesen llevado el espantajo del frac. A las
Que adorar, i a la que adoro
once de la noche todos ellos dormían envidiable
Nunca mi pasión decirla....
mente en sus asientos, i desde aquel momento
Pero nó : quiero callar
quedó interrumpido el baile. Las niñas podian
Que así al menos mientras viva no

Podré admirar a su lado bailar solas, i forzoso ademas ocuparse de


era

Su belleza peregrina, transportar cuidadosamente a la cama aquel en


I cuando mas mis miradas jambre de Cupidos, traicionados por Morfeo.
Mi intensa pasión la digan.
La tertulia de la Señora H... no ha sido mas
Setiembre 6 de 1859.
propicia a las alumnas de Terpsícore. La variedad
Rafael Santos. masculina de su concurrencia, si no estaba com

puesta en su totalidad de patriotas del año 10, no


era por falta de edad competente. Las convidadas
de la señora H. tuvieron que resignarse
. . a bailar
únicamente contradanzas.
272 LA SEMANA. •
Setiembre iX)
Dos contralieuiposhai quelaraentafesta semana: La compañía ha vuelto anoche Wkjw éon fue
el frió i la paz de Villafranca. Si nadie se ha liber go.. Esta lindísima zarzuela ha pasado fiín qiiej
tado del primero, nadie tampoco se ha libertado marse por la prueba de una tercera exibicion, en

con la segunda, que acaba de servir deinesperado que la Mur i Clapera han dejactó ver nuevamente
desenlace sangrientas peripecias de la cues
a las que incombustibles.—No hái niotivo para
eran

tión italiana. La Italia organizada en una confede abrigar igual .certera respc^to.de.lo^ptrps.cantan-'
ración de estados que tendrá al papa por presidente tes, que acaso habrán ai,rapa(to algunas Gjaamus-
honorario, la Lombardía hasta el Mincio adjudica -
cadurás precursoras de. las -del purgatorio.— El
da al tei del Piamonte, i Venecia retenida por el público convino anoche en tomar tos s iwwloá ji
emperador de Austria i «o obstante incluida en la ros de la Thierry por hs flaties mimadas Üe que
federación; tales son las bases de aquella paz, po hablaba el cartel. •■'■'■
co fecunda en Tesultadosi. mal recibida de, losita-

baaos, que creian.a .pié juntiñas ea laí3 aptitudes Aun no ha espirado la semana teatral, í está
de L»is Napoleón para hacer §1 papel de liberta destinada sobrevivir ala semana del; almanaque,
a

dor. -Empiezan a comprender que¡pensaron con H- mediante el baile de má^aiás qué debe tenner lu
'

No fué el -cuervo, gar la noche de mañana.


Esté espectáculo goza
jereza.I afeíjue tienen
;
razón.

sino la.patoma quien llevó a Moé encerrado en el ; entre nosotros de un atractivo que ,po alcanza en
Arca laoliva de paz. otros pueblos. Nos sucede constantemente que
conocemos el disfraz, pero po al disfrazado 5» lleSa

El eú'eulo de amigos de
las tetras ha celebrado a descubrirse. La careta es un verdadero pleonas

¡ esta noche sureunión. En <slla hemos he


tercera mo en nuestros máscaras.

cho, guiados por M. Volckmann, una .-rápida ex


cursión por los espacios colestes en compiañía 4e Una familia honorable llora desde ayer la pér
dida de e interesante tfsposá, la Sra.
joven
los Caldeos, los Ejipcios, los Indios i los Chicos, i una

de pasoalgunas fechas importantes rela Da. Micaela Armstrong de Hüneus, 4fetima4e una
recojido
tivas a los tiempos ante-históricos de la especie violenta enfermedad. El duelo i consternaron de
-humana, sus deudos han sido contajiosos i participadps por
Atraídos luego por el hermoso estilo de D. Joa una porción considerable de, nuestra sociedad," ¡Es
quín Blest ,Gana bp tardamos m bajar a la. tierra tan triste ver cómo marchitan -. te? flores i se
se

-i trasladarnos al Ecuador para admirar tos pro- estingue, con la vida, JajuveníiMlí l?i beJteya! La
dijios de su lujosa vejetacion, el tesoro inago memoria entonces ayuda a babter aL«¿w¡8>iÍ¡
table de variadas producciones i los caprichos
sus i-;,.'1 ■■■"-.•:'} k\-
¡Pobre rosa! lío has vivido .

jiintorezcos de :su suelo, cortado de mil maneras '-..-'


lili— Mas que viven tus liertna¿ás|
por los Andes i vijilado eternamente por el
Naciste con el rorio \ '?',".
roani. j Espléndidos cuadros que Blest pana con
en otro tiempo i nos ba descrito I has muerto con la máfianS. '.'
templó estasiado
ahora con el colorido i animación que tan fieles
Domingo Arteaga A iemp*kté.
se muestran a su pluma!

El teatro ha ofrecido esta semana mas varie


dad e interés que la anterior i alcanzado mejor ILUSTRACIONES DÉ ¿A. SEMANA.
éxito en las repeticiones que on las novedades. de nuestra voluntad ;
Un atraso independiente
Amor de madre, puesto en escena por segunda
casi inevitable en casos tales baqe /que; ;el presente
vezel domingo, fué acojitlo favorablemente! aplau
número no aparezca i|ust?íw¡toj;pero -el próximo lo
dido calor. La Mur, Gaitán i su hijo interpre?
con
será indefectiblemente.
■ •

¡ •

taron con notable acierto esta gran creación de


La Semana tendrá 'por ahora dios ilustracio
Scribe. Los prodijios coreográficos de la Thie

nes mensuales: una revista cómica del mes en ca


rry i la festiva música de la zarzuela:—Buenas ricaturas i pajina del Álbum ée Celebridades
una
noches, señor don Simón completaron la buena for
nacionales, que figurarán tóaos los hombres
en
tuna de la función del domingo.
notables de nuestro pais, vivos o muertos. Cada
El marques de Caravaca, zarzuela en dos actos
estrenada el martes, fué oida sin entusiasmo a pe
pajina contendrá el -retrato fiel i esmeradamente
sar de la Mur, a pesar de Clapera i a pesar de al
grabado del personaje, seguido de su biografía.
felices de su composición. La in
gunas melodías
diferencia con que el público ha recibido esta zar
zuela prueba la ineficacia de las vindicaciones, que
Impuesta del CORISEO, Pasaje Bulnes, núm. 14.
no se leen escritas ni se escuchan cantadas. —Me

jor suéltele cupo al injenioso juguete cómico en un


acto \—E. 11-, gustado jenerahnente.
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIA ! CÍÉÍST IFICÓ

ÍHe?actot¿* !-■-*• litólo i j}oiuutqó Jbtkctá Juléiwpa-Ue.


T r
AS* I. Santiago, Setiembre 17 ite 1S50. Mam. 18.

testo de Economía bia que profesa tal creencia i que yace, dea*
Un nuevo

Política. pues de tantos siglos, a las orillas del Indostan


i del Gánjes, sumida en la servidumbre i la
Análisis crítico leido en el abyección? ¿Qué es de las poblaciones salva
KXrcuh de dé las letras jes i dejéneradas que han hecho consistir el
amigos bienestar en el ocio? tina pequeña porción de
POR
la espeeie humana ha creido, por el contrario,
D. Marcial GoíHsáleí-. que el hombre ha sido formado para él trabaja
i hoi, apesar de sus errores i de sus uiiserisá¿
ella doñiiná el mundo i es sUpéi-ior Sil cíenels
ARTICULO SEGUNDO-. i én fuerza como en 'moralidad i en Virtudes al
ti trabajo es como la piedra angular dé lá resto de lá humanidad.»
economía política. Para satisfacer sus necesi A propósito del trabajo i de los ajenies nM~
dades él hombre necesita de mi esfuerzo mo (tírales o fuerzas productivas ha habido en la
ral o físico i esto es lo que se llama trabajar. escuela económica largas controversias, asi
El trabajo iudustrial lo dividen regularmente como sobre la parte que corresponde al uno 0
a los otros en la formación jeneral de la
en dos especies: ya Consiste en la transforma rique
za. Sobre este último, yo creo con Stuard radi
ción de un objeto material o bien en 1111 esluer^
zo de la intelijencia. Pero, cualquiera que sea que es tan difícil determinarlo i pof demás la
s"u forma, el trabajo demanda siempre una empresa es tan vana, como lá de averiguar cuál
de las hojas de un par de tijeras opera mas so^
pena,' por más que algunos digan que es
atractivo i que hasta se haya fundado sobre bre la tela que cortan-. En cuanto a lo prlme^
esta afirmación todo uñ sistema de organiza ro, algunos economistas lo reducen todo al tra
ción social, pues el razonamiento, la observa bajo; pero el Señor Courcelle Seneuil reconoce
ción de los hechos i testimonios Unánimes de dos fuerzas: la tierra considerada como foco
toda especie protestan contra semejante doc natural de elaboración, i el trabajo humano
trina. El señor Courcelle Seneuil, dando á es aplicado a la transformación, traslación ti
te poderoso ájente del poder productivo toda conservación de los productos.
lá importancia que merece, ha introducido a En escritor mui competente, analizando el
su respecto én la ciencia económica una ver
Tratado de que doi cuenta, impugna esta divi
dadera novedad. El cree que el trabajo no solo sión i sé admira de que él autor no haya intro-'
sé opera transformando o
transportando los diluido en ella una tercera fuerza productlvaj
el arte industrial— ,resultado de los esfuei-
objetos sino también conservándolos; i de ahí

zos intelectuales que sobreviven ál hombre i


há sacado un nuevo jénero de trabajo,-— el del
ahorro, fórmula orijinal que la Ciencia guar

que Constituyen en el seno de cada grupo hu
dará i tendrá que agradecerle tanto mas cuanto mano Un fondo cemun de esperiencia i Un ideal

ella es justísima i fecunda. de ejecución. Pero, leyendo el libro de que tra


que
Antes que ningún otro economista, el sabio i tamos, yo no sé cómo puede dudarse ni por un
momento que en la división del autor esté vi
profesor ha tenido la feliz idea de considerar
cOmo un trabajo la acción de conservar lo ad siblemente Comprendida eSá fuerza producti
El que ha sabido hacer notar con tanta
quirido. I en verdad, el ahorro és en sí mismo va.
i i ele ha deducido claridad como injenio las marcadas diferen^
un esfuerzo una pena, aquí
el señor Courcelle Seneuil hasta la lejltimidad cias que existen entre la ciencia i el arte, i el
del contrato denominado de wsi«-«obien del que ha clasificado el trabajo en intelectual í
ínteres ele los capitales acumulados.— 1 como físico, vapor que consiste en la transformación
con un símil todo la de un objeto material o ya en un esfuerzo cíe
para acabar de demostrar
de este ajenié productor, después las intelijencia, ¿cómo imajinar que no haya
importancia
de probar que toda sociedad se civiliza desde comprendido en esta nomenclatura, i aun con
como una necesidad i siderado en primer término, como elemento
que considera el trabajo
como un deber, nos recuerda que
existe una productor de la riqueza, a ese arte industrial,
antigua relijion cuyos sectarios dicen: Vale mas poder colectivo e Impersonal, pero al mismo
estar sentado que de pié, acostado que sentado, tiempo fuerza productiva eficaz e importantísi
muerto que vivo. «Pero ¿qué progresos (dice] ma? Es verdad que peco después el misino crí
ha hecho en el mundo esa raza iiijeníosá i sa tico, tratando de la clasificación de las riquezas,
35
274 LA SEMANA. Setiembre 17.

(punto en que también han disertado larga para que constituya una riqueza, es necesario"
mente los economistas sin llegar a ponerse de que ella'pueda poseerse porrino o por varios
acuerdo), ha reconocido testualmente, que con individuos; i es evidente que lo que la natu
la nomenclatura ele las fuerzas productivas raleza subministra a todos los hombres en
propuesta por el señor Courcelle Seneuil, no cantidad ilimitada, como el aire respirable
habrá ya que discutir a propósito de riquezas por ejemplo, no podría nunca,,..- apesar de su
materiales o inmateriales, lo cual prueba que el reconociera utilidad, formal-' una" propiedad
crítico mismo se encuentra satisfecho i con ni constituir valor objetiva ni subjetiva
un

vencido de lajusticia de aquella división. .... mente. Hai no obstante cosas útiles cuja,;Canr
Otro ]}u'nto importante en la Plutolojia eco tictacl és limitada i que sin embargo no tienen
nómica es el que trata ele la utilidad de las co- valoren cambio, tal es y. g. el calor, del sol.
,

ías.qúeel señor Courcelle define: «la.propieelad J. 'lí."Say fuiícla también la utilidad sobre el
de servir, manifestada por un deseo i medida valor cambiable i los costos de producción. El
por él, sin otro juicio que el de la persona que entiende por utilidad «aquello qáe hace a un
espérímenta la necesidad.» «La utilidad, según objeto propio para satisfacer nuestras necesi
el ilustrado profesor, es una relación entre la dades o que motiva su demanda.» Compren
cosa dotada ele esta propiedad i el hombre; i dida así la utilidad, yopreguntaría al sabio se
como esa relación (dice) puede ser modificada ñor Courcelle Seneuil, ¿si el valor en cambio
no solo por los cambios que se manifiestan eola puede o noexistir, de una manera absoluta, en
cosa o el objeto sino también por los que so un objeto provisto de utilidad meramente s«¿-
brevienen al hombre o sea al sujeto, dedúcese jetiva? O bien querría me dijera si el valor en
de aquí que hai utilidades objetivas i subjeti cambio podria o no existir en un objeto útil,
vas, de las cuales estas últimas, por mas im pero cuya producción no exijiese ningún gas
portantes que sean, escapan a todo cálculo.» to, ni presentase ninguna dificultad, sino.
Es indudable, en efecto, que la relación de que se obtuviese inmediatamente, a discreción
utilidad está constituida por dos términos: el i por "la sola obr-a del deseo o de la voluntad?
hombre que es el sujeto i la cosa que es el ob Si a estas cuestiones no puede responderse si
jeto; i también es cierto que la utilidad puede no negativamente, yo creo que por el mismo

aumentar o disminuir sea por un cambio en el hecho se reconocerá que la utilidad subjetiva,,
estado del hombre, en cuyo caso el aumento o si se quiere las creces o diminuciones sub

o la disminución sería subjetiva, sea por un jetivas de la ittilidad, no pueden existir abso
cambio en el estado de la cosa i entonces po lutamente sino cuando ésta se halle represen
dría calificarse de objetiva. Pero, con todo el tada por los gastos ele producción o por el va
respeto que me merecen las opiniones del dis lor cambiable, pues que la ausencia de una u
tinguido profesor, yo creo sin embargo que el otra fie estas circunstancias hace desaparecer
carácter subjetivo de la utilidad, por lo mismo toda utilidad absoluta, en el sentido recto dado
que es inmensurable e incapaz de calcularse, por la ciencia a esta palabra.
constituye, rigorosamente hablando, *Tina dis Para concluir cou esta cuestión de mera no
tinción vana, metafísica i ajena a la ciencia menclatura, yo avanzaré todavia que las varia
económica; porque la utilidad, sea cual fuere, ciones subjetivas de la utilidad, aun cuando
es una propiedad absoluta de la riqueza i del implican Ja existencia ele un hecho incontes
valor, ni mas ni menos como la estension es table, como ellas no pueden medirse, calcularse
una propiedad de la materia. Yo creo con Gar- ni apreciarse, ni admiten una fórmula com
nier que la utilidad es«la cualidad que hace a pleta, ni están sujetas a reglas ni a soluciones
los objetos propios para satisfacer nuestras ne positivas, so deben por consiguiente teneren-"
cesidades o nuestros gustos, pero no manifesta tracla en el cuadro de la ciencia económica.
da solo por un deseo'j medida por él, sino por su Vulgarizando los términos, talvez podriadecir-
importancia verdadera o su valor en cambio.» se
que esas variaciones subjetivas de la utili
La utilidad subjetiva no existe, pues, sino con dad constituyen solo utilidades afectivas o lo
referencia al valor, o si existe en algún caso que llamamos valores de afección, al revez de
escepcional, que no puede comprobarse por el las objetivas, sujetas a la lei económica de la
análisis, ni medirse, ni calcularse, ni aprove oferta i la demanda i que podrían apellidarse
charse por la ciencia, no podrá nunca ser ab utilidades reales o valores positivos i cambia
soluta, sino meramente relativa a la persona bles. «Las ciencias, ha dicho el mismo señor
que siente la necesidad. Así la riqueza, en je Courcelle-Seneuil, deben definirse siempre
neral, no es otra cosa que el conjunto de uti por los hechos que ellas estudian para sacar
lidades consideradas indistintamente, al paso sus deducciones.» ¿I qué consecuencias lóji-
que la riqueza social o particular solo se cons cas i seguras podrán sacarse de hechos que

tituye por las utilidades provistas de valor escapan a toda probabilidad i a todo cálculo?
cambiable. ¿No lo ha creido así el sabio profesor cuando
Yo creía qiíe el sabio profesor habia signi compara las variaciones subjetivas de la utili
ficado esto mismo cuando asienta, en el Lib. 1 ." dad con la variable independiente de los ma
can. 1." de su obra, que «mas o menos rique temáticos? «La utilidad, dice el autor de un
zas, equivale a decir maso menos utilidades.» apreciable Tratado de economía social (1),
Para que una cosa ulil tenga valor, esto es, (l) "(I. A. Ott. Uut de la Production. Car., 1.* § ••}».
LA SEMANA. 275
Setiembre 17.
del capricho individual, sino II i definido de una manera evidente i satisfac ■

nunca depende
que se funda en la naturaleza de las cosas i | toria; porque solo los pensadores profundos
el autor del libro que analizamos, saben
puede siempre determinarse científicamente.» I| como

<(Lo útil, dice en otra parte, es todo lo que cuánto poder filosófico se ha menester para
tiende al fin que la sociedad -se propone, todo formular i vulgarizar esas verdades primor
lo que contribuye a la conservación social o diales i fecundas, que existen latentes aunque
individual, todo lo que constituye «na mejora indefinidas en todos los espíritus. Es innega
real i un progreso efectivo.» Pero esta es, lo ble, entre tanto, quecuando la distribución de
las riquezas sociales se efectúa por la autori
repito, una cuestión de mera nomenclatura a
la que yo no. doi la menor importancia; i el dad o es influida por ella poderosamente,
este
mismo señor Courcelle parece haberla conside aparte de los mil inconvenientes anexos a
rado de igual suerte cuando dice: «que las va sistema, la observación i el estudio no pueden
riaciones subjetivas de la utilidad son estrañas ni aun siquiera establecer deducciones cientí
al cuadro verdadero de la ciencia, i que las ficas sobre los hechos nacidos del fenómeno
señala solo como causas de perturbación i de económico; al paso que en el sistema contra
error, por la sencilla razón de que el conoci rio, es decir, en la hipótesis de una distribu
miento de los límites e imperfecciones ele la ción donde nada obste a la libertad de los con
ciencia hace parte de la ciencia misma.» tratantes, todo se hace normal i racionalmen
Parte i mui principal de la obra del eminen te, las aptitudes i los esfuerzos se encadenan i
te economista es aquella en que espone cómo armonizan como por encanto, la lucha entre
las cosas producidas i aplicadas a las necesi los que cambian se hace menos funesta en sus
dades del hombre llegan hasta los consumido efectos, está menos influenciada por instintos
res. Esta sección es la mas nueva i orijinal, egoístas i se acerca mas i mas cada dia a la
pero al propio tiempo la mas característica i justicia i a la igualdad que son como la meta
talvez kj, mas fecunda del libro que examina de la ciencia social.
mos. El fenómeno de la producción de las ri En economía, como en política, el principio
de autoridad encuentra sin duda la razón de
quezas está dominado por las leyes esenciales
e invariables espuestas en la Plutolojia, mas su existencia en las diversas faces que presen

no sucede otro tanto con su distribución, por ta la actividad humana en su desarrollo histó

que este segundo íenómeno varia incesante- rico; pero es innegable que, sacado de sus
uiente en virtud de causas fortuitas i de los justos límites, él atrasa la industria i difi
culta los cambios, i es entonces cuando la ne
reglamentos arbitrarios o sistemáticos de c&áa.
cesidad de libertad se hace sentir para reavi
pueblo. Pero ¿dedúcese de aquí que los ac

cidentes de la distribución sean casuales i es- var las fuerzas sociales que la arbitrariedad

t ranos a toda coordinación científica? —


No por ha paralizado. Asi es como se esplica esa
cierto: sometidos esos fenómenos al análisis mezcla de autoridad i de libertad, que se pue
de discernir siempre en la situación econó
lójico del autor, éste ha hecho sobre ellos un
estudio de profundaobservacion, i después de mica de los pueblos, especialmente en nues
tras modernas sociedades hispano-america
apoderarse de todas sus partes constitutivas
ha llegado cou sus consecuencias a la verdad nas, pero con mayor particularidad en Cihle
donde se administra demasiado, i donde el self
compleja cuyo signo es la aplicación práctica:
ha establecido la síntesis que demuestra que governement político i económico no es otra
todos esos fenómenos pueden reducirse a los cosa, jeneraluiente hablando, que una vana
dos síntemas elementales deque antes se ha quimera o cuando mas una teoría gubernativa
hablado, el sistema de distribución por la que en mucho tiempo no tendrá su debida apli
autoridad i el sistema de distribución por la cación. Es un hecho, sin embargo, que este tra
libertad. Los luminosos principios que nacen bajo lleno de dolores i de misterios que se opera
de la simple comparación de estos clossistemas en el seno de los pueblos i que se llama vaga

saltan a la vista desde las primeraspájinas del mente el progreso, tiene por objeto restablecer
al hombre social en la plenitud de su actividad
capítulo, i después de leerlo ya no puede po
nerse en duda el rol simultáneo de la liber asi como de su responsabilidad personal; por
tad i la autoridad en la distribución de los que si la libertad crea la riqueza, ésta, a su
turno, como medio de educación pública, se
productos del trabajo. De hoi mas es forzoso,
axiomas convierte en una garantía de moralidad, en
pues, clasificar este hecho entre esos
científicos tan sencillos i tan evidentes que un baluarte sólido del orden; i asi se encuen

admira ver a un escritor distinguido tomarse tra siempre, en definitiva, que el grado do

la pena de demostrarlos. libertad económica o política ifidica exacta


Centenares de libros se han escrito sobre eco mente el lugar que ocupa cada Estado en la
nomía política, porción de hacendistas han escala de lá civilización.
la luz ele su intelijencia sobre las Lo que tenemos dicho sobre las teorías eco
proyectado
este impor nómicas i sobre las cuestiones que ha desper
múltiples cuestiones ligadas con

tante ramo del saber humano; pero hasta hoi tado su aplicación en los paises europeos i
no se conoce un solo tratado anterior al del aun entre nosotros, prueba que los trabajos he

señor Courcelle donde estos sistemas ele chos hasta aquí en esta ciencia han carecido
mentales de distribución se havan establecido de conjunto i aun de autoridad. Eu efecto, sus
276 LA SEMANA. Setiembre 17.

intérpretes mas famosos no habían logrado de la ciencia, sino para el estudio de los he
hasta ahora establecer su lejitimidatl, ni rea chos económicos i para la aplicación de sus
sumir sus
principios dé una manera clara i doctrinas, sea en el manejo délos negocios
comprensible para todas las intelijencias; pero privados; sea en el gobierno de la fortuna so
esa obra de compilación i de análisis filosófico, cial.
esa obra de
dificultosa facilidad i para la cual (Concluirá),
hubiera debido reunirse un Congreso de eco
nomistas, es la que ha ejecutado por sí solo i
con un éxito admirable el señor Courcelle Se
JLa utilidad en su carácter sub-
neuil. A falta de un trabajo semejante, mu
chos que no han querido ciarse cuenta de lo jeíivo.
que ven, habian creido mas sencillo empezar Contestación al juicio critico de D. Marciax
por negar la ciencia i decir que la actividad González sobre el Tratado de Economía Po
humana no está sometida a leyes de ninguna lítica de i\I. CoimcELLE Seneuil.
especie én su desenvolvimiento i desarrollo. leída en el
Pero, después de la publicación de este libro,
negar la efectividad déla ciencia económica Círculo de amigos de las Letras.
es como negar lá existencia de la luz que nos
En la reunión anterior la Sociedad tuvo la
alumbra, i desconocer los importantes servi
cios que los economistas han hecho a la so satisfacción de apreciar en todo su mérito el
ciedad con sus escritos, sería como cerrar los estensó i erudito juicio crítico que D. Marcial
oídos a la voz elocuente de la historia de to González ha hecho de la primera parte del
dos los pueblos cultos. En poco mas de me Tratado de Economía Política de M. Courcelle
dio siglo esa escuela, tomada en sucon.uiito, Seneuil, recien publicado en Francia. Por mi
la es
ha disipado infinitas preocupaciones, ha re parte, me complazco en manifestar que
mediado males inmensos', ha mejorado bajo cuché con un placer que iba en aumento a "me
todos aspectos la condición del individuo, ha dida que su autor avanzaba en la lectura. Pon
como estol
curado el estado social de las injusticias que que, en verdad señores, convencido
de la importancia de la Econo*
lo aquejabani ha lanzado en sus discursos i profundamente
obras hasta en artículos de perió-
i mía política, era para mí mas que satisfacto
Sus
ilicós todo un tesoro de ideas útiles i fe rio oir al Sr. González espresarse en su juiciq
cundas. crítico con la fé i el entusiasmo que le iiíspU
Sin mezclarse en esta polémica de opinio raban las verdades i principios de esta ciencia
cuenta en Chile, i que
nes i sin dirijír la mas lijera crítica a ninguno que tan pocos adeptos
de sus predecesores en la ciencia, el sabio desconocida en su verdadera naturaleza i ob

profesor,con una gravedad i una reserva ja jeto es mirada por algunos con una indiferen
más desmentidas i sin inquietarse nunca pol cia que raya en el menosprecio. NO creáis que
este aserto es exajerado; jóvenes hai de los
las preocupaciones populares, no ha pensado
sino en coordinar los elementos científicos que seprecian de mas ilustrados, que nie^
ha encontrado ya formados; i aplicando gah toda importancia a la Economía política,
que
otros solo la creen de estudio esclusivo para
el método recomendado por los filósofos para
la investigación de las verdades naturales o los que aspiran a ser ministros de hacienda, i
no falta entre ellos quien en su ilustrada igno-.
abstractas, reasumiendo los trabajos de sus
antecesores, comprobándolos en el criterio de
rancia haya llegado a decir que se ha preten
dido hacer una ciencia de los principios eco^
su
propia observación i juntándolos a los cia nómicos, como se ha pretendido hacer otra de
tos primordiales de la filosofía i de la historia,
ha logrado constituir realmente una verdadera
los principiosque deben seguirse en las lidias '

de toros. '_
síntesis de la ciencia. Las dos partes de su
obra relativas a la teoría i a la práctica valen
Mas mi objeto po- ahora no es probar la im-¡
portancia de la Economía política que por otra
mucho separadamente, pero juntas componen
un libro precioso que todas las jentes instrui parte bien de manifiesto se presentó eii'el juW
das consultarán con fruto, i cuyas luminosas ció crítico del Sr. González. Discípulo de M.
doctrinas habrán de 'ser útiles no solo a los Courcelle Seneuil, penetrado con toda la fuer
de una convicción arraigada de los princi-»
hombres ele Estado sino a los negociantes i za

mercaderes, r. los padres de familia todos i nios económicos que con brillante claridad i
aun a las intelijencias que juzgan de las cosas
sutil i severa lójica sentó, desarolló i consoli-
solo por las luces del simple sentido común. d i el hábil profesor en las luminosas lecciones
La solida ligazón de sus argumentos, la exac- del curso que ha publicado, vengo a sostener
una de sus definiciones controvertida por el
titud de sus observaciones, ajustadas todas al
Sr. González en uno de sus términos, i creo que
método racional, la novedad de muchas ele
i en esto no hago mas que cumplir con el deber
sus demostraciones prácticas i la lucidez

rectitud desús principios científicos, harán de que tengo de mantener


en
pié cualrruiera de
esas verdades que nos inculcó con la fuerza
rstelibro el resumen de la economía política
del raciocinio.
.
contemporánea, i el mejor de los testos que
no solo para la enseñanza
Hasta de preludios i entremos a la cuestión.
pueuH.i ador.ial se
LA SEMANA. 277
Setiembre 17.
en las campañas de la
M. Courcelle Seneuil tratando de definir I que brilló con gloria
el martiliero iba a dejarla en
económicamente la utilidad ha dicho : Independencia: se
cuando un militar que recien llega
«De los dos términos que constituyen la re su lugar
i deseoso de conservar esa
lación de utilidad, uno, el hombre, es el si ije impone del hecho i la toma por
arma como un recuerdo ofrece
to, el otro, la cosa, es el objeto. La utilidad
cinco valor en que fué vendido ese
puede aumentar o disminuir, ya por un cam pesos. ¿El
tuvo lugar?
bio en el estado del hombre, en este caso, el sable, en virtud de qué utilidad
la naturaleza
aumento o la distniuucion es subjetiva, o ya ¿Acaso por la que presentaba ofreció un
de la cosa i enton misma del objeto, no, porque nadie
por un cambio en el estado únicamente una rela
centavo él: fué por
ces el aumento o la disminución es objetiva.» por
Desde luego el Sr. González no ha podido ción de utilidad puramente subejtiva.
de
menos que reconocer esta verdad tan sencilla I éste es el caso de preguntar ¿en virtud
térmi utilidad se venden por cantidades enor
i clara i acepta la existencia de los dos qué del vence
nos i las diversas clases de aumento o dismi mes, ya sea un botón de la casaca
la utilidad. Pe dor de Marengo i Austerlitz, la pluma de Yol-
nución que pueden imprimir a
ob
ro a
pesar de esta aceptación,
i lo que es taire, un libro de la Rachel i otros tantos
célebres? na
algo esttaño, el Sr, González opina «que el ca jetos pertenecientes personajesa
utilidad
rácter subjetivo de la utilidad, rigorosamente da mas que en virtud de su relación de
de
hablando, no es mas que una distinción meta subjetiva, nada mas que por las necesidades
i afección nacen en el sujeto ique
física i vana, e inútil por tanto parala ciencia aprecio que
económica; porque la utilidad, sea cual fuese, la hacen dar utilidad a los objetos aun inde
físicas que
es una propiedad absoluta de la riqueza i del pendientemente de las cualidades
la estension éste tiene, a la verdad, ¿qué utilidad
valor ni mas ni menos como es porque
i el
una propiedad de la materia.» ¿Pero acaso, objetiva podrían tener el botón, la pluma de
la circunstancia de serla utilidad libro para los que daban por ellos miles
pregunto yo,
una propiedad absoluta de la riqueza i del
Irancos? i hé aquí como respondemos a la pre
ha hecho a
valor impide en algo que ella pueda constar gunta que el señor González
Mr. Courcelle Seneuil sobre si el valor cam
de dos términos, que ella pueda tener una
relación subjetiva u objetiva? de ningún mo biable podia existir en un objeto provisto de
utilidad meramente subjetiva; i creemos tam
do, i por el contrario, la riqueza i el valor mis
mo teniendo por base la utilidad tienen que bién que queda demostrado como los gastos
sufrir las alteraciones de los dos términos que de producción no tienen que ver en nada con
obran en ella. la utilidad en su carácter subjetivo; i sino, fi
Para hacer mas clara esta verdad como para jémonos que en el ejemplo ele los dos fraques,
dar mas amenidad a la disertación recurrire eldel año 10 talvez tuvo mayor costo de pro
mos a ejemplos que hagan innegable la utili
ducción que el del 5í), i siu embargo, su uti
dad subjetiva. lidad subjetiva eradeltodo nula; i en los ejem
i el libro
?

Suponed que a alguien se le ocurriera venir plos mismos del botón, de la pluma
sus cos
a vendernos dos fraques, uno de magnífico ¿qué relación podria establecerse entre
cortado a la uzansa del año 1810 tos de producción i su relación de utilidad pura
paño, pero
mente subjetiva? de que modo estaba ésta
re
i otro de paño mas inferior pero hecho según
opina el señor
el último figurín. No necesitamos decir que presentada para aquellos según
arrojaríais lejos el frac que cargaron nuestros González?
abuelos a pesar de ser un objeto de mejor ca I no se nos diga que la relación de utilidad
lidad i tener mas paño en las colas, preferi i subjetiva nace solo en las necesidades creadas
la admiración i ej
ríais, encontraríais únicamente útil el frac mo por la afección; el aprecio,
derno. ¿I por qué? Acaso por que este era me refinamiento de la civilización; la encontramos
ademas en las necesidades que deben satisfa
jor en la calidad material que el anterior? i
cerse con las cualidades físicas de los objetos,
Nada de eso; la razón no seria otra que el
lo con un ejemplo.
hombre, el sujeto, daba mas utilidad a uno que probaremos
a otro, por que el hombre, el sujeto, considera
Un comerciante creyó que siendo útiles los
en 1859 inútil loque pudo ser mui útil en el patines i las pieles en Rusia debian serlo tam
ano de 1810. I lo que decimos del frac deci
bién en Rio-Janeiro; mirando pues, solo la re
mos de todas las modas i caprichos del lujo lación de utilidad objetiva de estos artículos,

cuya relación de utilidad es pura


i casi del to cargó un buque de ellos i arribó a esc puerto.
do subjetiva. I A poco tiempo ele estar en él, observó que no
mismo 1 se vendía ni un solopatin, ni una sola piel ápe-
Os citaré un ejemplo que yo presen
cié de la utilidad en su relación subjetiva ! sar de sus costos
de producción i de haber te-
Se remataba el ! nido en Rusia un valor mui cambiable:
bus
perfectamente carecterizada.
de un Jeneral de la República; sobre
li cando la causa de este fenómeno no tardó
ajuar
na mesa estaba su sable de campaña.
Tocóle ¡ mucho en encontrarla, i se persuadió que te
su turno, i el martiliero lo levantó
ante una niendo el Brasil un clima cálido, incompatible
con las nevazones i una temperatura fria, los
multitud apiñada para que alguien hiciera o-
ferta. Todos permanecieron callados i nadie hombres no sentían allí la necesidad niel pla
cer de patinar sobre el agua a su estado na-
ofreció ni siquiera un centavo por esa espada
278 LA SI Setiembre 17.

tural ni de abrigarse cuando se asaban vivos Ni te diré: «Si no escucha


bajo el sol abrazador de los trópicos. De esto «Tu corazón mi suspiro,
resultó que el comerciante por no fijarse en la «Por término de la lacha
relación de utilidad subjetiva que cambia se «O me planto la capucha
gún los diferentes climas, tiempos, lugares i «O me descerrajo un tiro.»
estado de civilización en que viven los indivi
duos o sujetos, perdió algunos miles de pesos. No, Rosa, no, mis pasiones
I ya podrán estimar los He aprendido a reprimir;
señoras que me escu
chan, si esa relación de utilidad cuyo olvido Entraremos en razones;
puede hacerse sentir tan pesadamente en el Yo comenzaré a exijir, •

bolsillo, será una distinción metafísica, vanae !i Tú dirás síes o nones.


inútil, o mera cuestión de nomenclatura como i
ha dicho el señor González. Que si bien me despepito
Podria citaros millones de ejemplos como Por tí, no me lo
reproches:
los que acabo de esponer, pero no quiero can (Cada cual sigue su rito)
sar por mas
tiempo vuestra atención. "Yo conservo el apetito
Finalmente basta considerar que la cuali I duermo todas las noches.
dad esencial de la utilidad es la de satisfacer
nuestras necesidades, que éstas residen en el Ancho es el mundo; no temas
hombre, en el sujeto, que ellas cambian por Si calabazas me dieres
mil diversas causas independientes de los ob Que te fulmine anatemas,
jetos que han de satisfacerlas, que han cam Ni maldiga las mujeres
biado infinitamente desde nuestro padre Adán Ni me entretenga en pamemas.
que usaba por todo traje unas hojas de parra
hasta sus numerosos descendientes que se vis No me oirás reconvención
ten de los pies a la cabeza de finísimo paño, Sobre la cruel estocada
se cubren con un sombrero de forma cilindri Que ine parta el corazón;
ca i llevan un traje con dos colas llamado frac; Yo tocaré retirada
basta considerar todo esto, decimos, después de En completa formación.
lo espuesto anteriormente, para convenir en
que M. Courcelle Seneuil ha tenido razón mas No me esponga a nn
quid pro qua
que de sobra para sentaren su tratado de Eco Sonrisa, dengues o seña;
nomía Política que «la utilidad dura tanto co Lo que solicito yo
Es redondo un sí o nn no
mo la opinión
que la ha hecho naeer, de tal
suerte que, no solo puede cambiar subjetiva Como Cristo nos enseña,
mente sino que es ante todo i sobre todo sub José Pardo,
jetiva.»
-- ■

Manuel Miqüel. Mentira i verdad.

Dicen que eltriste lote del hombre es


mas
A Rosa. Por nuestra parte no pen
la inconsecuencia. —

Bendígate el cielo, Rosa; samos; lo mismo. Mui al contrario, creemos

Bendiga Dios de ese talle que la inconsecuencia es la mas fecunda i felia


La oscilación majestuosa de las cualidades del ser raciona!, o si se
Con que andando por la lasa quiere de sus defectos.
Obstruyes toda la calle. El mundo no habria dado un solo paso sin
la inconsecuencia. ¿Cómo se hubiera hecho sin
En romántica canción ella de bárbaro civilizado, de idólatra cristia
Quien te dirá : ánjel de luz; no, de santificador de los groseros, instintos
I te traerá a colación del bruto purificador de los nobles afectos,
Herética maldición de adorador de Júpiter i Venus adorador da
Una tumba i una cruz. Cristo i María? Luego, ni una sola de las gran

des revoluciones que han cambiado la faz de


Yo no, chica, pues confieso, las naciones ha podido obrarse si no es por
(Aunque inocentada tal su medio. El progreso, bien considerado, no

Puede costarme es sino la inconsecuencia legalizada, respeta


un
proceso)
Que nunca con buen suceso da, venerada i alentada.
He sido sentimental. Condenar la inconsecuencia es condenar el
progreso. Quien pretende que el hombre i la
Yo no te diré iracundo sociedad no quemen hoi lo que adoraban ayer
Con rostro grave i mollino: pretende inmovilizarlos.
«Me aqueja pesar profundo; Pero la inconsecuencia no es solo movi-
«Conozco que es mi destino | miento, actividad, progreso para el hombre i
l la sociedad, es también felicidad. ¿Qué es la
'Padecer en este mundo.»
LA SEMANA.
279
Setiembre 17.
a la vida la esperanza, se
conei-
resignación, su núcleo, sino inconsecuencia?

poeta, viene
be i comprende la belleza; el amor que.puebla
Donde no hai resignación no hai felicidad.
al acaso los horizontes de la existencia de encantados
¿Se quiere una prueba?—Tómese su
panoramas, que rodea, que empapa, que un
cualquiera desventura del desventurado
ser
me, que ahoga, el
alma i el corazón en
racional.
lo aman; océano de armonías, no es sino la mas sober
Ama, i loque es mas frecuente, no
bia de todas las mentiras.
—no ame i lo am\aránt
de enga Donde la ilusión desaparece el amor estaen
Lo engañan; —

engañe od jarán la otra. ¿\


fu"-a. El uho na puede existir sin.
ñar. envuelta
la ilusión sino la mentira en
Busca la gloria, los honores i no los. encuen qué es
espléndidos ropajes, la mentiracon pintada, dora
tra;— desprecíelos, ódiejos- i lo vendrán
a im
todos los re
da, empenachada, circundada
portunar. .

lumbrones, con todos los oropeles, con todas


Gusta de la sinceridad i sufre con la hipo lu
de la las atractivas formas, con todas las suaves
cresía; desprecie la primera i revístase

ces i colores sin fin que en perpetuo aguacero


segunda. caen de las nubes de la imajinacion
sobre loa
En cuanto emprende, fracaüft'^no empren
da nada i en nada fracazará. espacios del alma?
La primera promesa, el primer juramento
Todos se le rien a las barbas;— riase a las de la
de los enamorados es la eternidad pa
liarbas de todos i nadie se reirá a las suyas. este
sión. Gran mentira! nada hai eterno en
Todos especulan eon él;—especule con to de la pa
dos i nadie con él especulará. mundo, i mucho menos en el campo
sión. Por eso en amor siempre se empieza
I así para cada uno de los percances de este
riendo i se concluye llorando: se empieza min
bajo mundo.
fatalidad ínes- tiendo i se confluye diciendo la verdad.— A
Pero el hombre que, por nna
nadie, sin embargo, espanta mas la
mentira
en labrar
plicable, se empeña perennemente La cree mal jénio,
que a un enamorado.
su
-su propia infelicidad,* persigue
con sin igual
for
cuando es al contrario la fragua en que se
-encarnizamiento la inconsecuencia. combates
¿Para qué sirve la inconsecuencia? dice jan las mejores armas para esos
se llaman declaraciones.
uno.
cuerpo a cuerpo que
La inconsecuencia degrada, dice otro. Como no hai posible de tomar sin la as
plaza
rinda sin la raep-

hai corazón que se


—La inconsecuencia es odiosa, agrega el de tucia, no

tíra.
mas allá.
,

Tan cierto es esto qué si decimos a un


ena
Inconsecuencia i traición se dan la mano,
bilioso. morado: Vd. está mintiendo, se sonríe. Pe

•esclama mas de un político se turba, pa


ele ro si le decimos:— Se le miente,
—La inconsecuencia hace la desventura la ace
las naciones, prorrumpe algún lacrimoso pa
lidece, siente su corazón desgarrado por
el ene
rada uña de los celos. La igualdad en
triota.
le hace dudar del triunfo,
-

.

la inconsecuencia! grita i con


a migo
¡Gnerra Lo que en amor sucede, sucede
ni mas ni
toas frecuencia chilla el airado
i severo tribuno.
del hom
a la verdad, una ceguedad
im menos en cuanto eon las relaciones
¿No es esta,
I sosténgase ahora que el hom bre con el hombre se toca.
perdonable?— El de la
bre sabe lospies que lo cargan! ¿Qué es la educación?— aprendizaje
la incon mentira. Mientras mejor i mas miente un hom
Vituperar, condenar, anatematizar humana i bre mas su educación. ¿Hai uu
esmerado
hacer imposible la vida
es
secuencia es
hai mala crianza semejante a
mas que todo la sociabilidad.— Si el hombre importuno igual,
la del que siempre anda con la verdad en la
fuese consecuente i en consecuencia dijera
cuanto siente, cuanto piensa, cuanto cree, ¿se punta de la lengua?
talento de decir
ria hacedero mantener por un segundo siquie ¿Qué esla amabilidad?— El
i vecino, entre ma mentira pronto, fácil i desembarazadamente.
ra la armonía entre vecino de
es la sociedad?— Una congregación
rido i mujer, entre amigo i amigo i hasta
entre ¿Qué ele ne-
nosotros los que hombres i mujeres, de viejos i jóvenes,
e hijo? Contesten por
padre vez la ciosi jentes de talento en que se ha jurado
han tenido el candor de decir alguna
solemnemente no decir la verdad. ¡Desgracia
verdad. Por nuestra parte estamos resueltos
i
do del peijuro ú olvidadizo!
decididos a no decirla nunca: sobrado espen-
es el mejor político, el mejor diplo
mentados tenemos sus riezgos. ¿Quién
mático, el mejor comerciante, el mejor
corte
trae por pre
Cada verdad que se aventura de los
cisión un amigo de menos i un enemigo de sano, mejor amigo, el mas amable
el
de las muje
mas.— Lo peor del caso
es que no puede ser consejeros, la mas adorable
los hom
estimable i estimado de
Todo esto tierra está basado res, el mas
de otro modo. en
bres?— El que nunca dice la verdad.
en la mentira.— El amor, fuente de los mas ciencia de
es la política?— La
de vida i movimiento Porqué ¿qué
puros goces, principio al número posible de personas.
lo creado; el amor por cuya virtud engañar mayor
para todo La diplomacia ¿qué es?— El arte
de engañar
el hombre,
brotan mundos de la nada, nace
alumbra la haciéndose el engañado.
crece la planta, perfuma la ñor,
;E1 comercio? La facultad ele hacer creer
1
corre el arroyo, canta el

estrella,trina el ave,
280 LA SEMANA. Setiembre 17,

a todo el mundo que especula con uno cuando Los que queráis se¡\dÍcliosos¡ amados, res

seespecula con todos. petados, todos las caminas.» trepar tol


correr

¿La cortesanía? Tener bastante abnegación


— das las escalas, pedid a la mentira un borde
para parecer necio i hacer imajinar a los de- de su inmenso manto i -envolveos en él.—~Men->
mas-que tal achaque no padecen. tid! Mentid!
¿La amistad?. , . ,
¡Desventurado del que dice la rerdadi
Pero para definiciones sobra. Lo que hai —

Justo Arteaga AlemPÁrTÉi


tlé cierto es qué sin mentira no hai amor, no
hai educación, no hai amabilidad, no hai so
ciedad, ni política, ni diplomacia, ni comercio, En la muerte de una niña de
ni cortes, ni cortesanos, ni amistad, ni consejos quince años*
dulces, que son los únicos aceptables, ni

¡Cuando apenas las flores


mujeres adorables ni adoradas, ni hombres so-1
De la decimaquinta primavera
portables-,^que lo que es insoportables a- Lucieron sus primores
bundan.

Sin la mentira caeríamos de nuevo én plena En su frente hechicera,
barbarie. Quien así no lo crea jamas ha medi Abandonó del mundo los dulzores! ,

tado sobre las realidades de la vida. .


*s*"^
-

pueblo
un momento un Del ciliz de la vida ..." -,-s. \
Supongamos por Y
No probaron sus labios la amargural
-

en qué todos dijeran la verdad^ ¿Seria dable


en él la armonía un minuto siquiera? Ca — La dicha apetecida,
La plácida dulzura
lles, plazas, paseos, salones, cafées i teatros
serian un verdadero campo de batalla, o ca —
Do quier hermosa, le brindó natura*
da habitante tendría que vivir sin ver ni oir a
Jamas deseo ardiente '.-. Y
su vecino.
.

Ni loco anhelo conturbó su almai


El mundo está de tal suerte organizado que
,

Cual corriente
límpida
la verdad es tomada como un reto, como una
Que desliza en calma.
se
injuria, como una calumnia, Resbaló de la vida en la pendiente.
Si Vd. dice a un necio que lo es, —se inco

moda.
Ella amó la existencia,
Si Vd. dice a una fea que no'es hermosa¡
- —

Mas como sé ama todo a ios quince años!


lo araña.
siendo Con paz, con inocencia
Si Vd. dice.. ..dice lo que quiera, en

trae por precisión un percance. Sin conocer engaños


verdad, le
Ni de fuertes pasiones la vehemencia,
¿Quién no huye de un hombre franco como
de la peste i de una mujer sincera como de un
Su humanó
corazón
desengaño? Amó frenesí las llores bellas,
de contradic con
¡Pobre humanidad! siempre -

ción én contradicción, de caida en caida, de Quizá porque temprano


mentira en mentira, i, para colmo de males, Creyó morir como ellas: ,

hermano!
elevando altares a la consecuencia i la verdad! ¡Tanto al ser se ama en la desgracia
El mundo es una mascarada i el hombre
un máscara forzado que maldice perpetua
En la postrer rtiáííaha
ojos a la luz del dia
mente ele antifaz. ¡Ai! del que la aban
su Que abrió sus

Encontrará por todas partes labios Vio en su jardin,. lozana


dona! —

miradas para aterrarlo, ros I llena de ambrosia


para maldecirlo,
Una azucena en su belleza ufana.
tros para espantarlo, sonrisas para despreciar
lo, antipatías sin fin, odios, odios i mas odios.
La acarició un momento
La sociedad en masa lo declarará su mas da
ñoso enemigo i hará alianza contra él. Las
mas I cual si ansiara dilatar su vida,
En los pliegues del viento,
aceradas puntas del sarcasmo vendrán a he
Con alma enternecida,
rirlo medio a medio del corazón; la calumnia
echará atodos los vientos su reputación en ji Envió a la flor su postrimer alientó¡
rones; suvida será un martirio sin tregua ni
descanso, e ira su camino apurando los amar ¡Jamás fué su desvelo
i sufriendo con La muerte de los hombres tan temida
guras del desengaño, viviendo
Ni la asustó su velo;
las deformidades de la sociedad.
Solo la mentira sabe cubrir con flores las Porqué, como la vida,
La en su pureza, bien del Cielo!
asperezas de la humana via, velar
los contras juzgó
tes entre lo que se sueña i lo que se toca; por
su medio la impura cortesana
habla el lengua No turbó su agonía
malvado la virtud, Esa sed de vivir devoradora
je de la vírjen, el predica
valor el cobarde, lealtad el desleal; por su me ¡Ai! qué desgarra impia
En hora
dio todo se alcanza desde la consideración en
su postrera
il que obstinado, en el Señor no fia!.
el presente hasta la gloria en el porvenir.
SetieDjbre 17. LA SEMANA. 281

Cual la brisa armoniosa cultades de mi espíritu. Rechazo pues el cafgd


De las flores se aduerme en el regazo, de intencionalidad que se me imputa. Si bien
De sil madre amorosa és verdad que lá pasión frenética que me po
.

Buscó para dormirse el dulce abrazo seía habia dado lugar á que el odio contra el
I en él se entregó al sueño en que hoi reposa. hombre que consideraba como un obstáculo a
mi dicha, jerminase én mi corazón, jamás
Murió! feliz su suerte! abrigué la detestable idea de un cobarde ase
sinato. No, señor; los términos mismos en que
¡Es dujce el morir de la inocencia!
tan
está concebida mi carta demuestran evidente
La vida duradera ¡dolor fuerte!
mente que solo esperaba obtener el consenti
Del temor de morir nos da la ciencia:
miento de Gabriela para emprender con ella la
Para quien no la teme ¿qué es la muerte?
fuga. Si su respuesta no hubiera sido cuál la
Martin José Lira. anhelaba, confieso que mi intención era pro
vocar én duelo a clon Jervasio; lo habria
muerto tal vez, si asi lo quería la suerte; pero
lo habria muerto lealmente i cual cumple a
Uu error judteial; hambres de honor. La hora de ini victoria
hubiera sido también la de mi muerte. El sui
Continuación. cidio era mi único reíujio: comprendía que- el
honor me impediría por siempre salvar la san
IV;
grienta barrera que de Gabriela me separaba.
El contenido de la carta que hemos repro Aun cuando aseguró ademas que desde el dia
ducido en el capítulo anterior formaba, en que había escrito la carta fatal hasta el de
sola, —


la base de la tremenda acusación que pe su aprehensión, no habia vuelto a casa ele don

saba sobre los reos, pues las declaraciones Jervasio, ni visto a Gabriela en ningún otro
de los testigos oidos en la prosecución del. lugar, Federico no pudo convencer ál repre
proceso nada agregaban a las circunstancias sentante dé la lei de la inocencia de la pobre
conocidas por ei lector. La vindicta publica se mujer.
hallaba gravemente ofendida, era menester Tuvieron lugar los careos entre los acusa
una
pronta i estrepitosa reparación. Este mo dos que, fieles a su sistema de denegación,
tivo hizo que los trámites legales marcharan guardaron maravillosa impasibilidad al con
testar las
con rapidez musitada.
preguntas capciosas que se les diri-
Llamados varias Gabriela i Federico
veces jian, con el fin de arrancarles una confesión
ante el juez de su
negaron ambos su
causa, que cortase el hilo de su vida i echase un bo
rrón sobré su honor. El candor i simplicidad

participación en el crimen; pero confesaron


los vínculos de amor puro que los unían. A los con que se espresaban hacia, a veces, vacilar

la conciencia del juez; pero las gravísimas:


ojos de todos, i aún a los del majistrado, esa
confesión era un fuerte cargo contra los presunciones que existían influenciaban de
acusados. Sin embargo, en realidad eso no masiado su ánimo para destruir las huellas-
alumbraba en un ápice la misteriosa oscuri profundas de. la primera impresión. Los mis
mos defensores de los reos,- no obstante las se
dad que cubila el terrible drama. -

La prisión preventiva con todo su cortejo ¡aciones, amistosas que en otro tiempo más
dichoso les ligaban con Federico i Gabriela, -

de morales i físicos sufrimientos obraron en


Federico Una reacción saludable. Su exalta participaban de la opinión jeneral i se inclina
ban a creerlos culpables. —Solo Dios podia
ción se calmó; pero su corazón se vio desga
rrado por las mil aceradas puntas del remor rasgar el velo que ocultaba la verdad. Mas-
la hora designada para el cumplimiento de l&
dimiento: se creía el solo culpable de las des
voluntad Suprema no habia sonado:! Forzosa
gracias que rodeaban a su amada. Aseguró, era someterse a los secretos
bajo su palabra de honor, que Gabriela no designios de la
Providencia i juzgar humanamente hechos
habiá contestado a la irreflexiva carta que
servia de cabeza de proceso. Pero, ¿de qué que ella sola podía apreciar.
Uii incidente trascendental vino, como a
sirve la palabra de honor de un reo?... se la —

considera como una irrisión amarga, como poner un término a la incertidunihre i oscu
ridad que reinaba en ios ánimos. Durante las-
Úná insultante burla a la justicia. Un reo
siempre miente para la justicia cuando dice largas noches de insomnio, que aumentaban
los dolores físicos- i morales de Gabriela, veía
algo que pueda atenuar su crimen: a un reo
ésta pasar
no se le cree.
un
lúgubre cortejo ante su dolorida
Asi el juez oyó con la duda en el alma i la
imajinacion, su existencia toda
sus dia con
rias desventuras, con sus
incredulidad en el semblante las siguientes perdidas esperanzas,
con sus disipadas ilusiones, su
palabras de tina declaración de Federico, en fin, tronchado en la
porvenir, eu
primavera cíe su vida.
que trataba de justificar, de probar la inocen Ella que también ambicionara refrescar su
cia de Gabriela, Federico decía:
I corazón en la copa nunca alcanzada de la d¡'_
—En el acto de escribir esa fatal misiva, i :' cha, había solo
'! apurado hasta las heces el cá-
una fiebre violenta habia
embargado las lá- liz de las amarguras. Su esnsranza muriendo
06
282 LA SEMANA. Setiembre l1.

habia apagado toda luz en los horizontes del n traron, algo estraordinario pasó por sus almas.
Consuelo. Habia llegado para ella el momento i Esas almas hermanas se habian compren
supremo eu qtie la Criatura empieza a dudar | dido. ¿Qué les importábala vida? qui
ele la divina clemencia. Lá duda sino perdo- ¡ sieron morir, morir juntos i quedar unido»
nable a lo menos disculpable a nuestra fra-
para siempre en la eternidad ya que no po
jílidad, empezaba & aposentarse én su llagado dían esperar esta felicidad en la tierra. De co
corazón. mún acuerdo variaron nuevamente sus dichos,

—Soi inocente! pensaba la infeliz, pero ja i confesaron que ambos eran cómplices i ha-'
más persuadiré a mi juez ni a la opinión. bian preparado de consuno- -la ejecución del
Federico sufre i sufre por ini causa. Qué me crimen....... .. -

espera yá en este mundo?- Nada. Oh! la


Tras esto pidieron, como único favor, qué


muerte es mil veces preferible a tantos dolo se librase la sentencia sin mas trámites, i se ne
res..... Mi pobre espíritu se confunde... mí
garon a contestar a toda nueva interrogación.
cabeza es un caos... la fíente me arde.... Oh! Como era indudable suponerlo, el Ministe
yo estoi loca! Dios mió! esclamaba de re rio Público reclamó la pena capital. Esta se

pente siFederico fuera culpable?... Oh! noy.


decretó contra los reos.


nó, eso seria demasiado horrible;.... pero, las adivina
Como nuestros lectores lo habrán
apariencias He defendido bastante mi ho
do, el denunciante Félixtambién el autor
era
nor; mi enerjía se agota. No puedo sostener
ele la comunicación anónima que orijinó la
esta lucha desigual por mas tiempo; venga la
muerte, ella es el olvido. Seré deshonrada en
prisión de Gabriela i Federico. Citado ante el
tribunal forjó con inaudito talento an tejido
este mundo, pero no pesará sobre Federico
de pormenores agravantes contra los acusa*
el oprobio de un crimen. El vivirá i derra
dos. Juró que habia visto a Federico penetrar
mará acaso algunas lágrimas sobre mi tum
clandestinamente en casa de don Jervasio la
ba. Sí, moriré pero le salvaré!
víspera de su muerte i que los reos habian
Una heroica resolución acababa, de nacer en tenido una larga conversación. Los dos aman
su pecho. —
Al dia siguiente solicitó, una au tes no quisieron contestar a esta falsa acrimi
diencia del juez i le declaró que ella sola era nación. Ya no era solo el amor propio he
culpable, que no pudiendo soportar por mas rido lo que empujaba a Félix en la diabólica
tiempo la sujeción en que la obligaran a perma senda en que se habia comprometido, era la
necer las consideraciones sociales se habia de
avaricia, era la pasión del oro que dominaba,
cidido aquitar la vida a su esposo, i que para que tiranizaba, que corroía su miserable cora
ello se habia servido de un frasquillo de clo zón. Nombrado albacea de los cuantiosos bie
roformo por éste comprado hacia algún nes del difunto clon Jervasio quería desha

tiempo para usos medicinales. El majistrado cerse de cuanto pudiera embarazar sus pro
quedó estupefacto al oir tan estraña declara yectos de entrarlos a saco.
ción. Hizo a Gabriela varias preguntas a las -La Corte Suprema ele Justicia confirmó la
que respondió con sangre fria é impasibilidad sentencia de primera instancia no obstante
admirables. los laudables esfuerzos de los .abogados en
Esta nueva faz del proceso produjo en el cargados de la defensa de los reos. Solo falta
una dolorosu impresión. Pero Gabrie del
público ba para rematar la trajedia la decisión
la no desmayaba en su propósito. Interrogado Consejo de Estado, llamado a desempeñar

a su turno, Federico dijo:



Esa mujer está lo la mas noble i envidiable délas misiones. la —

ca, señor, quiere salvarme acostó de su


vida: del perdón. Los condenados rehusaron su fir
soi indigno de tal sacrificio. Yo, yo, óigalo ma al recurso de súplica que no obstante su

Vd, bien, señor juez, soi '-el único culpable. negativa presentaron sus abogados. La resolu
I suministró a su vez algunos detalles casi ción del consejo no se hizo esperar. Mantuvo
idénticos sobre la perpetración del envene la sentencia impuesta a Federico i conmutó
namiento. —
Hasta ahora ini cobardía me habia la de Gabriela en quince años de reclusión en
impedido asumir la responsabilidad del cri celda solitaria.
men porque esperaba engañar a la justicia; El dolor-no mata instantáneamente. Gabrie
pero conozco que ha llegado para
mí la hora la resistió el nuevo i último golpe que la de
de la expiación i no quiero sacrificar dos vícti cisión del consejo le procuraba. Federico iba
mas. Tomad mi vida, señor, la ofrezco como a morir; i ella, que tenia valor suficiente pa

holocausto a los manes del desgraciado que he ra


permitir que la sociedad la afrentara, no
inmolado; pero que Gabriela se salve: es ino lo tenia para buscar un término a sus males
cente! i no sobrevivir a su amante.
Esas confesiones contradictorias aumentaban Esa idéala desgarraba. De que le servia

la confusión del juez i estorbaban la acción de entonces su sacrificio? Pedia la muerte, i esa
la lei. Puestos en presencia ambos reos, sos sociedad que ya la habia rechazado de su se
no por un refinamiento de crueldad, se la ne
tuvieron con enerjía ese nuevo sistema afir
mativo. Mas en una segunda audiencia, estre gaba. Según ella no podia tener tal derecho.
los raciocinios del majistra i Lo que la sociedad apellidaba u esc caso cle-
chados por lójicos .

do, titubearon un instante sus ojos se encon mencia la parecía una burla a esc santo sen-
-
Setiembre 17. LA SEMANA. 283

timiento. No qneria vivir, i en consecuencia fin. El sol estaba resplandecien


Llegó por
se dirijió al Consejo pidiendo el triste favor te i la naturaleza parecía haberse engalana
de morir (1) do para asistir a la destrucción de uno de
Solo faltaban tres días para que se cum sus hijos. Desde mui temprano una multitud
pliese el fallo de la humana justicia. La im ansiosa de sangre i espectáculos ocupaba la,
pasibilidad de Federico no se desmintió un plaza de armas i impaciente la salida
esperaba
solo instante. Mui al contrario, un inmenso del condenado
gozo rebozaba en su alma. Se sacrificaba pol Eugenio Mosticny.
lo que mas amaba en el mundo, i ese con
suelo endulzaba sus últimos momentos. El (Concluirá.)
término fatal se acercaba i lo veia aproximar
se con deleite.

AI Sol del Diez i ocho de Setiembre,


(1) Por mas inverosímil que parezca este he
cho, él es histórico. Ya hemos hablado en una (Soneto.)
nota anterior de la causa seguida contra la Eloisa
Quevedo i Joaquín Coliarte su cómplice, en el año Álzate ¡oh sol! en el sereno oriente
55. Han llegado a conocimiento de todos los de
I en almo fuego nuestro pecho inflama:
talles de ese ruidoso proceso criminal; pero lo
Un pueblo libre con amor te aclama,
que es conocido por un número mui reducida de
I orlar quisiera tu radiosa frente.
personas es que, cuando se le notificó a la Que
vedo su conmutación de pena, ella prorumpió en
jemidos e hizo llamar a su abogado para suplicar Bendita la memoria eternamente
le redactara en su nombre una solicitud al Supre Sea del dia en que lució tu llama,
mo Gobierno, en la que renunciaba el beneficio de I do quier llegue tu gloriosa fama
su conmutación. El licenciado don Pastor Román,
La libertad te acate reverente.
su defensor, se negó como era de presumir a esa

exijencia de su defendida, mas fueron tantas i tan I ya que nuestra fé prohibe altares
repetidas las instancias de esta última, que al fin
vencido i deseoso de saber hasta donde llegaría Alzarte en nuestros templos a porfía
el estraordinario temple de alma de esa mujer, I titularte Dios en los cantares;
dictó esa solicitud que la infeliz firmó de su puño
i letra con sin igual serenidad i entereza. Conser Al menos pueda el entusiasmo hoi dia
vamos en nuestro poder ese auténtico documento A par de bendiciones a millares
i lo copiamos a continuación por no creerlo desti
Consagrarte en la lira una armonía.
tuido de interés. Dice así:
«Exmo. señor. Fidel Palacios,
Eloisa Quevedo prosternada a los pies de V. E.
con el mas profundo respeto, digo: que se me ha
hecho saber la resolución de Vuestro Consejo de los
Estado por la cual, ejerciendo el acto mas augusto
de Vuestra Soberanía, me ha conmutado la pena Cuentos de la Reina de navarra
de muerte eu la de quince años de encierro en la o

casa de corrección, debiendo sufrir siete i medio


de ellos en celda solitaria, i a mas presenciar la
EL DESQUITE DE PAVÍA.
ejecución de un desgraciado. Comedia en cinco netos.
«El indulto que se me ha concedido es mas gra
voso que la muerte misma, porque la vida de na Continuación,
da me servirá si he de arrastrar una infamia tan
MARGARITA.
tremenda. Sin embargo, soi reconocida ala gene
¡Ella! rehusaros!... No insististeis!...
rosidad que se ha obrado conmigo; pero, seame
hexeiqce.
permitido renunciar a ella i conformarme mas
bien con la sentencia que me condena al último Nó, señora.^
margarita, vivamente.
suplicio. En él, encuentro el término a todas mis
.

I bien! habéis hecho mal! Nos rodea una mul


desgracias, porque él borrará para siempre un titud de i de intrigas secretas, que no po
tramas
nombre que es altamente odioso a la sociedad por
demos conocer, sino por Sanchica. Primero, una
la calificación que inmerecidamente se le atribu
dama misteriosa, una gran señora que se introdu
ye. —
De este modo evitaré que mi hijo cargue
ce por la noche a la prisión del rei.... Losé, él
con un baldón ignominioso i maldiga talvez a la
me lo ha dicho, pero ¿quiénes ella?... Ha sido por
autora de su existencia (*) como asimismo que mi
indiscreción suya (porque yo respondo de vos i de
nombre sea el blanco de las calumnias o imputa
ciones, pues la muerte todo lo estingue, mí) que esa acta, confiada a nuestro honor, esa
acta de abdicación, ha venido a divulgarse, a co
Confiada, pues, en los altos conceptos de V. E. nocerse o a sospecharse por Gattinara? ¿I ese Ga
que sabrá pesar el mérito de estas consideraciones ttinara mismo, en qué términos, en qué relaciones,
con su estensa sabiduría,
concederme la gracia que im
en qué cambios de secretos se encuentra con San-
Dígnese S. E.
chica o con cualquiera otra?.... Eso si que será
ploro,
Exmo. Señor. importante saber.... i eso no lo confesará Sanchi-
| ca, sino a quien.... tenga bastante, habilidad para
Ei.otsa OuF.vr.no,»
I ganar su confianza.... Va veis, señor,... que en el

(*) Estaba encinta. !¡ inferes del rei do Francia,., eso os concierne.


2S'i LA SEMANA. Setiembre 17.
iikniuoi:;:. colérico. henrique, con aire de reconvención.
Yo... presentarme en su casa!... nunca!... ¡Ah, señora!
mmioarita, con
finura. MARGARITA, instando.
Fila os lo lia prohibido? ¿Ese papel?...
hi-.>uiqi:k. coi! mal humor. henrique, sacándolo de su bolsillo.
Oh nó ... al contrario... cuando su marido esté Helo nó.... me equivocaba. Gomo .está
aquí....
ausente.... Felizmente nunca Ja desampara. doblado del mismo modo (abriendo el papel). Es
margarita, vivamente. ese cuento tan lindo que acabáis de concluir, i que
Vá- a partir! me permitisteis leer, ¿o qué agrada alas damas...

HENRIQUE. os ruego que me le dejéis!


No es posible! MARGARITA.
MARGARITA.
¿I para qué?
Ahora mismo..., llevando correspondencia del HENRIQUE.
emperador... no puede ser masa tiempo! ¡iqué fe Para estudiarlo!...
licidad! margarita, impaciente.
henrique, con cólera. Soltad (tomándole el papel) que vos no tenéis
¿Qué felicidad... decis? necesidad de aprenderlo. Ahora, el otro, el papel
MARGARITA. de Estado.
¡Ailpor Dios, Henrique, mucho os incomodáis HENRIQUE.
sin haber por quél Aquí está, señora.... (Margarita toma ambos pa
HENRIQUE. peles i los guarda cuidadosamente en su escarcela).
¿Por qué? Ah! es porque es horrible i cruel que Pero antes de dejaros prometedme al menos....
vos, sonora, seáis. quien con esa tranquilidad.... MARGARITA.
esa sangro fría...'. Yo nada prometo. Harto es ya que no me inco
MARGARITA. mode. Felizmente para vos.... "los negocios de es
Os propone salvar a su hermano... ia vuestro rei! tado nos absorven de tal modo, que una no tiene i

HENRIQUE. tiempo para nada... ni siquiera para enojarse....


Pedidme mi vida i mi sangre.... todo me será henrique, volviendo.
posible... excepto... excepto amar a otra que vos! I si el emperador.... como un secreto instinto
MARGARITA. meló dice.... tuviera ciertas ideas.... de conquis-;
¡He-niiqne!... Henrique!.... ¿por qué me decis ta....
eso? margarita, fastidiada.
HENRIQUE. ¿Carlos V?
Porque me estoi muriendo de amor! HENRIQUE.
MARGARITA.
¿1 por qué nó?
infeliz i pensáis lo se? margarita, del mismo modo.
¡Ai! que no

iienrioue, dando un
grito. ¿El emperador Carlos V?
¡Ah! HENRIQUE.
MARGARITA. ¿Pero en fin, si sucediera?
¡Cuántas veces ha sido necesario que cierre yo margarita, riendo.
losojos para no ver imprudencias que deberían Andad, Henrique,,.. andad pronto....
perderos.... ¡Cuántas ocasiones no me habéis dado HENRIQUE.
motivo para retiraros mi privanza.... i despedi Pero sin embargo, señora!...
ros. ¿Me he aprovechado de ellas?... 1 sin em
... margarita, del mismo modo.
bargo ¿qué os pedia?... que callaseis, nada mas! No Os digo que os vayáis?... ya calen de ese gar
henrique. binóte!...
¡Callaré... 1 callaré! HENRIQUE.
MARGARITA. Pues bien, sí. Tan luego como Babieza se haya
¡.Y tiempo! i ¿en qué situación me colocáis? i ido, iré a su casa, a la de Sanchica; os obedeceré.
buen
¡Obligarme a despediros.... cuando mo erais tan MARGARITA.

necesario... privarme de vos... cuando no os pue Eso es lo que quiero!


do dejar!... ¿Eso es bien hecho?... es delicado?.... ¡¡ENRIQUE.
Pero si fueseis sumiso, si supieseis obedecer!.... I me haré querer, i mas todavía; también trata
¡Dios mío! ni son tan grandes las exíjenciasque se rá dé. amarla.... (volviendo) Sí. la amaré.
tienen, como vos pensáis; tampoco se os obliga a margarita, sonriendo.
una adhesión sin límites; no se pretende que seáis No mucho ! [Henrique le besa la mano i sale por . . .

un adorador.... Basta con que agradéis.... nada el foro) .

mas. Olía cosa.... seria malo... i el mérito, señor,


ESCENA VIII.
consisle cu ejecutar las órdenes que se dan, sin fi
nias alia.
BABIEZA. calzado con botas i espuelas, "saliendo del
HENRIQUE.
Vo donde estoi... yo no sé nada
no se- sino
gabinete de la derecha. MARGARITA (pie se ha
acercado al gabinete del primer plan de la iz
que vuestra voluntad será la mia. quierda.
MARGARITA, CSCUCtl/lulo.
¡Silencio!... hablan en el
gabinete del empera babieza, al paño.
dor.... Idos... (llamándolo) ¡A'n nó! instante! I
un Me es ofensiva una conducta semejante.
puesto que no hai manera de salir de Madrid.... margarita.

KENRiOUF.. Oh! Dios mió! ¡Babieza! ¿con quién estáis tan


Ninguna. enojado?
MARGARITA. babieza.

Ni como enviar a Francia este escrito dádme Es decir que uno ya no


puedo cpnnarse en la pa
lo. Lsin'j'ií cíuj con ve; cYé nrubaudo f.ular.a. labra de un rei.
■Sétiéfnbíe 17. ■

LA SEMANA. 285

MARGARITA.
I tú ESCENA IX.
también, tú hablando de política?
BABIEZA. Los mismos, CARLOS V, saliendo del gabinete de la
El rei me habia prometido esta mañana que ya izquierda. Ha oido las idtimas palabras de Mar
no me
emplearía como correo de gabinete.... i en
garita.
este instante lile manda decir que esté pronto a

salir dentro de un cuarto de hora para Francia, careos v, adelantándose a la orilla del
teatro.
MARGARITA.

de ello?... ¿para Francia? Qué cosa, señora? (A la voz del rei Margarita
¿Estás seguro ha vuelto a colocar en su escarcela el papel que
BABIEZA.
habia sacado de ella i Babieza se ha retirado apar
¿I qué importa terrible
el es tener
lugar?. Lo te en el fondo del teatro). Con qué comisión honra
que marcharse en momento como éste... Imajinaos, bais a nuestro correo Babieza, i con'tan vivas re-
señora, que ahora... en casa. coniendciones?
margarita, aparte sin escucharlo. MARGARITA.
a Francia! Con menos que nada, señor, con un cuento com

a mi madre, la
puesto aquí por mí i que remitia
BABIEZA. a

nadie responde... sigo golpeando... no


Golpeo, señora rejente de Francia, para distraerla.
abren... voi a echar abajo la puerta.... i solo en CARLOS V.
tonces llega mi mujer...-. -restregándose los ojos...
¿Un nuevo cuento compuesto por vos en Madrid,
i quejándose que la habia despertado de repente. i cuyo asunto quizás está sacado de la misma cor
MARGARITA. te española?...
MARGARITA.
¡Esposible!
BABIEZA. No digo quemó!...-
i con un estrépito semejante! CARLOS V.
¡Tanto dormir
{colérico) i habia un olor a ámbar i a almizcle! Soi mui curioso.... lo confieso....
Era sin duda algún gran señor... que no tuvo tiem MARGARITA.

Es el cuento que debo leeros mañana, señor, i


po masque para escapar por la ventana.... no hai
.otra salida! seria privar a V. M. del placer de la sorpresa!.. ..

CARLOS V.
MARGARITA,
Pero daríais el deel primero que admi
ser
Qué visión! { me
el papel de su escarcela
BABIEZA. rara..,. (Margarita saca

Una visión.... ¡Precisamente!... eso es lo que i lo presenta al rei que lo abre i lee.) Lo cpie agrada
me ha sostenido Sanchica.... i a falta de poder pro a las damas. Hé aquí un lindo título.... Loqué
barle lo contrario, (cosa que nunca he podido con a las damas, mucho trabajo me costana
agrada
seguir i es lo que mas me desespera), me habia decirlo!
MARGARITA.
quedado solo i a toda carrera meA'eslia de pies a
cabeza para acudir al llamado del reí. Puestas tenia vos, señor?... pero a nosotrasl
¿A
V.
mis botas, mis espuelas, i ya tomaba mi sombre CARLOS
lo....
ro pera salir I digo!..., i espero que ésta no ¡I. bien, por favor, que es

será una visión! ¡que en lugar de mi fieltro acos MARGARITA.

mandar, señor, i dueña en su- casa.... ya


tumbrado, con su sencillo alamar rojo i amarillo, Es ser

me hallo en la mano (sacando un sombrero de de sea esa casa una cabana o un palacio!
CARLOS v.
bajo de lacapa) con éste que no es el mío! ¿Es esto
claro? ¿es evidente? Dios, que es cierto!... I en efecto....
Por (reco
MARGARITA. rriendo el cuento). Está desarrollado de mía mane,

ra injeniosa i picante (siempre legendo).


Precioso...
¡Puede séf! [
BABIEZA. i Faccioso.... Yo tal vez hubiera preferido que la he-
¡I partir en semejante momento, sinpóder matar ■
roina no conviniese en su inclinación a dominar..,
a alguno! I
'
i que consiguiera su objeto sin confesarlo....
MARGARITA. MARGARITA.
i V. M. tiene muchísima razón.... seria mas deli-
¡Eh! ¿I a
quién queréis malar?
; cado i sobre todo mas verdadero.
bzbíeza, fuera de si,
; CARLOS v.
¡Qué sé yo! si yo no lo- conozco!
masculi-
..

i ¿No asi?
es (conteniéndose) ¿en el jénero
margarita, viveza i a media voz.
con '

no al menos?
Pues bien, yo todo io sabré, le hablaré de ello MARGARITA.
al emperador, en secreto si fuese, preciso.... con la reina que
I también en el femenino!... dígalo
una condición... que partirás al momento sin decir
está aquí!
nada!... porque el ruido i el escándalo alarmarían
e impedirían saber. . . . ESCENA X.
BABIEZA.
Es justo!... ¡Cuánto os agradezco!... i Los mismos, ISABEL, entrando por la puerta del
i-
foro, con uno. carta en ¡amano.
.MARGARITA.

En recompensa te pediré a mi vez.... un servi garlos v, moviendo la cabeza.


cio.... un gran servicio. ¿Tu vasa Francia? I ¡Oh la reina.... en materia de opiniones!
BABIEZA. ISABEL.

Nunca tendrá otra que la de V. M.


¡Ai!
escarcela CARLOS v.
margarita, sacando de su un
papel. 1
Pues bien! prométeme entregar tú mismo... fiel Pues! ¡lo decia yo!.... que hubiera podido adi-
mente" i sin decirlo a nadie.... a madama Luisa de ¡ vinar vuestra contestación.... (tomando el papel
'¡ h-,:q ¡?!.bc/ le piresentu, i haciendo una cortesía). He
Saboya, rcjente de Francia...
286 LA SEMANA. Setiembre 17.

aquí vuestra carta para madama Luisa de Sabo- toma i lo junta a sus otras cartas, todo lo que cie

ya rra
boj o una sola cubierta).
ISABEL. CARLOS v.

Si," señor. Doi las gracias a V. A.... (al tiempo que pone el
CARLOS V. último sello ala idtima cubierta). ¿Tú Babieza esta
¡Mui bien! (Siéntase elrei cerca de la mesa a ¡a rás do vuelta dentro de diez dias..., ¿no es así?
izquierda, un ujier de la sala trae dos centelleros BABIEZA,
encendidos. El rei hace un solo cierro i dentro I aun antes, si puedo, señor.
de él pone las cartas que ha escrito i la que acaba CARLOS v.

de entregarle Isabel que se ha sentado al otro lado 1 si estás do vuelta antes do


¡Bien contestado!
de la mesa. Luego dirijiéndose a Margarita que ese término, haremos que se te cuenten dos mil
a la derecha del teatro observa sus movimientos). doblones. Vete, pues.... i al momento.
Quiere V. A- (mostrando el escrito que siempre tie BABIEZA.
saca de debajo de la capa
ne en la
mano) que yo mismo me encargue de su Sí, señor.... (Babiem
remisión a la señora rcjente, vuestra madre.... es el sombrera que te-nía oculto hasta entonces, i se lo
tos despachos irán con los mios i el de la Infan pone para disponerse a salir).
ta.... isabel, mirándolo.
un correo.
margarita, vacilando.. ¡Ah que linde—sombrero!..., para
A Francia!... acepto, señor, i os lo agradezco CARLOS V.

(acercándose al rei) pero antes me- permitiréis, que ¡Soberbio, en efecto!.,.. En! ¡por Santiago,, si. ea
haga una sola correcciona mi obra.... la que V,. M. el mió!
acaba de indicarme con tanto, tino como gusto! margarita, alegremente.
rebosando i dando el El vuestro!...
carlos v, alegría,
a salir, deteniéndose
papel a la reina quien lo pasa a babieza, próximo
cerca de la puerta.
Margarita.
Por Dios, señora!... que hacía mucho tiempoque ¡Oh cielo].
margarita, bajo, al rei.
no se me lisonjeaba do una manera tanesquisita.. Silencio..,, señor,,.
llevando el papel i dirijiéndose
margarita, carlos v, del mismo modo.
.

hacia la mesita de la derecha.


¿Pues por qué?....
Tened .cuidado, señor, que la lisonja es la que margarita
pierde a los reyes.... pero esta vez al menos.... ¡Yo os lo diré!
no es masque la verdad.... aterrada,
babieza,
CARLOS v.
¡El rei!...
Tú, Babieza, acércate aquí.... vas a andar lije- Babieza..
margarita, bajo a

ro
¡Márchate!
babieza, acercándose. retrocediendo asustado i repitiendo:
babieza,
V, M. me prometió esta mañana.... diversas veces.
CARLOS v.
rei!...
¡El rei!... ¡el
¡Cállate!... "demasiado necesario....
me eres tu margarita,
calidad de hombre casado es una garantía....
BABIECA.
¡Márchate! .

BABIEZA,.
No para mí, señor! .,

CARLOS v.
¡El rei!
margarita.
Para el servicio del rei i del Estado. ¡que te va la cabeza!
¡Márchate....
BABIEZA. babieza.

Yo no sé lo que el estado ganará con- ello,.... ¡Harto lo veo!... si el mismo rei..,.


viéndolo salir.
pero por lo que hace a mí yo sé qué... (llevándose margarita,
la mano a la frente) con Dios! ya se vá, i mi
despacho con él!
.

¡Anda
CARLOS v.
H, de Irisarri.
Está bien habrá indemnizaciones proporcio
nadas.... (Continuará.)
babieza, moviendo la cabeza,
bas
Proporcionadas!... las minas de América no
LA SEMANA.,
tarían!
CARLOS v.
santiago, setiembre 17 be 1859.
Digo que está bien!...
margarita, aparte.
Oh hermano mió! (Durante el diálogo preceden El Diez i ocho de Setiembre.
te entre Carlos V i Babieza, Margari'.a se ha acer
cado a la mesito.de lo. derecha volviendo la es .
fece cincuenta años, el diez i ocho de
palda al rei que está sentado al frente de la mesa setiembre no tenia para nosotros mas im
de la izquierda. Guarda en su cscaivela el papel
portancia que cualquiera otra fecha de otro
en donde está escrito el cuento, i saca de ella el acta

de abdicación de Francisco I, i lo cierra en una


mes cualquiera, Un año mas tarde, marca
cubierta que toma de encima de la mesita de la de
ba el nacimiento de nuestro primer Gobier
recha. Pone el sobre a esta cubierta, luego camina no nacional i el punto de partida de un nue
hacia Carlos V que siempre está sentado delante vo estado independiente en el camino de la
de la mesa de la izquierda hablando eon Babieza. civilización. Mas esta transformación glo
Busca lacre que Carlos V. le pasa galantemente :
riosa no se realizó en un dia ni en el seno de
sella e\ sobren vista sugo, en la misma bajía i le '
la paz. Iniciada cautelosamente; i sin ruido,
prc.c.-.'?qr*eio;oo>en<<! el despacho. Carlos V lo
'

Setiembre 17. LA SEMANA. 287

fué menester completarla a costa de sangrien descanso ni desaliento mejorando su con


tos combates, de inmensurables sacrificios, dición i llamando Cada dia nuevos fieles a
de fatigas i esfuerzos no siempre coronados la comunión" de lo bello, lo verdadero i lo
por la victoria, de heroica constancia i cons bueno. Por su medio, lá violencia se sosti-
tante heroísmo* Los apóstoles, con su ar tuye por la libertad, la libertad se corrijo
hoi se pro-
diente e inspirada palabra, i los mártires. por la armonía, i la armonía, que
con su abnegación i audacia, trabajaron de j duce por la justicia de la lei, acaso brotará
consuno en esta obi'a de justicia i verdad. mañana espontáneamente de la fraternidad
La intelijencia, animada por la fé de la con del amor, principio fecundo de todo bien,
vicción, i el corazón, dominado por la fé del alma del universo i primera emanación de
deber, predicaron con irresistible elocuen Dios.
cia i santificaron con sangre jenerosa la re Esta luz amiga, fiel compañera de la hu
lijion de la patria. ¡Sublime consorcio de la manidad, fué la eme brilló en el camino de
virtud i el talento! los hombres del año 10, i su almo fuego el
¿Quién no conoce uno por uno los mara precioso amuleto que preservó el espíritu
villosos lances, las grandiosas peripecias, los ¡ de nuestros padres de las inquietudes de la
interesantes episodios, los vaivenes i zozo- \ duda i de las supersticiones del miedo. Ba
bras de aquella lucha jigantezca? Quién no ñada la intelijencia en sus rayos i el cora
j se lanzaron al combate
lleva en la memoria los nombres i las proe- zón en su calor,
¡
zas de cada uno de aquellos adalides? Es fuertes con la verdad i el entusiasmo i ava
una ilustre i atractiva historia que cautiva la | sallaron la victoria después de una lucha te
curiosidad del niño, enciende el entusiasmo ¡
naz i sangrienta. Desde entonces quedó ase

del joven i lisonjea la vanidad del hombre, j gurada la independencia de nuestro "suelo,
Los padres la cuentan a sus hijos en las ve- i emancipada la industria i el comercio, libres
ladas de invierno, al amor de la lumbre, los | nuestros puertos de un monopolio ruinoso,
maestros la enseñan con placer a sus discí- j desencadenado el pensamiento i proclamada
los historiadores se encargan de con= i la soberanía popular.
pulos,
servarla fielmente i trasmitirla a nuestros ! Tal fué la herencia que aquellos hombres
nietos, los poetas la cantan i glorifican, esforzados legaron al espirar a sus descen
¡
i ios campos de nuestro suelo la recuerdan al dientes. Dueños éstos de tan rico patrimo
caminante mostrándole aun frescas las hue- nio, un porvenir espléndido les estaba de
lias impresas por la planta de tantos héroes. | parado. La civilización i el progreso les
¡Cuántos de entre éstos apenas alcanzaron

mostraban espeditas sus anchas vias i les


hacían las promesas mas seductoras.' ¿Han
a saludar, como Moisés, desde las lejanas
j —

alturas la tierra prometida! Otros mejor ] alcanzado ya a verlas cumplidas i acrecen


afortunados entraron en ella i la consagra tado con ellas el legado paterno?—Aventu
ron con sus cenizas, i unos pocos viven to- | rado seria afirmarlo cuando los elementos
davía entre nosotros circundados de revé- de nuestra vida social se hallan aun mez
j! clados en lastimosa confusión i estraños a la
rente prestijio. A todos ellos debe en este
dia la nación que es su obra, un homenaje i iníluencü de todo equilibrio. Porque sí es
de admiración a sus altos hechos i de gra- : verdad que algunos de esos elementos se
titud a sus beneficios. ¡Rindamos el mere mueven libremente i aumentan su fuerza i

cido culto a los sanios del patriotismo! poder, también es cierto que no pocos se
I para hacerlo dignamente, reconozca ven detenidos o embarazados en su marcha,

mos i acatemos la lei providencial de que i que de consiguiente falta a todos el con
•ellos fueron gloriosos instrumentos, el ele cierto que acarrea la unidad i aleja funes
tas perturbaciones.
vado impulso a que obedecieron sus es- i

fuerzos, la inestinguible antorchaque los Contemplad sino los rápidos adelantos


j
guió constantemente en su larga i esca- de nuestra industria esterilizados por el atra
|
brosa peregrinación. Ella alumbra a los in- i so de nuestra, intelijencia i por un escepti
dividiros como a los pueblos i enciende en ¡ cismo egoísta que se niega a reconocer en
los unos i los otros esa eterna aspiración al el bien de todos el bien de cada uno i subor
-

éste a aquel.» l mientras que así no


progreso que constituye la perfectibilidad i dinar

es fuerza confesar
humana, forma una cadena infinita de con- i suceda, que nuestro pro
soladoras esperanzas, i enlaza el dia de hoi greso será lento e incompleto. No puede ser
con el de mañana, la vida del hombre con más acelerado ni cabal todo el que no pro

la del hombre, los' destinos de las naciones ceda de la armonía i se regule por la jus
entre sí, i la creación con su Creador. Mer- :j ticia.
ccd a esa lei, nuestra especie camina sin :
Nuestros padres nos legaron la indepen-
288
f
LA SEMANA. Sctipmbre 17.
ciencia La Batelera, de. Pasajes, no. qjyde- las. mejores,
c^el suelo i la soberanía de la nación.
A nosotros toca, ahora levantar sobre estos creaciones de Bretón, poro lia sido si imada las' mas

cimientos el edificio de la democracia. Para gustadas por el público. I con razón: la Mur tuvo
momentos espléndidos-, GlaperS: gustó mucho,
realizar tan grande obra, inspirémonos en Gaitán hizo reir no poco. Solo el. capitán, masco.
la historia de nuestraemancipación i pida un. si es no es su-papel: ¡que Dios le haya perdo
mos a sus héroes la fé que nos abandona. nado su. falta de memorial
Todo ayudó al éxito de la Batelera de Pasajes,
Creamos como ellos:
los actores con su buen desempeño i los empre
En el poder del patriotismo, sarios regalándonos la visLa con mi soberbio bos
En el poder de la intelijencia, que del joven artista español señor Martínez
He- .

En el poder del trabajo, bert. La España nos ha probado ampliamente en


1 adoremos a nuestra patria en espíritu i la noche del jueves,— con la señorita Mur que
sabe sentir i con el señor Martínez que sabe

en verdad.
pintar.
"
Pero, no todas son felicidades, en este miníelo.:

Domingo Arteaga Alemparte.
Para rematar la buena noche del jueves la Thie
,

rry habia empezado a maravillarnos una


vez. mas.

De repente se detiene: un pió traidor ha faltado a


Crómica ele Ess se-inana»
su deber. Los concurrentes so asustan i hacen que

"El teatro lia sido en esta semana, que fenece el


caiga el telón.Desgracia seria que el rebelde pié

de nuestra bailarina se empecinara en su rebe


linico campo de la novedad, tanto para los que la
buscan para entretener sus ocios como para los que
lión ¡Que Terpsicorc proteja los pies de la Thie
andan a su caza para entretener al público con rry!
Clla. de Amigos de las letras se reunió;
se nos. dio -Mateo el Veterano i el
Él Circulo
El domingo como de costumbre, anoche. Las. lecturas qus en:
jueves la Batelera de pasajes., La primera no tie

él se hicieron interesantes al igual de siempre,


ne mérito que digamos : si es un veterano su pro
fueron numerosas como nunca.
tagonista os un recluta su autor. En Francia i en ia introducción a una obra del
Empezadas por ,

los-boulevares puede que el tal Mateo haga efecto;


señor Cruchaga sobre el estado do la hacienda pú
pero en Chile i en el teatro municipal su fiasco blica de Chile durante el coloniaje, seguidas de
ha sido, icón justicia, completo.
unos sálicos, a la Brisa del señor Barra,- fueron co
Mateo el Veterano es pieza mui enredada, no hai
ronadas por una robusta oda al Sol de Setiembre
duda, pero sin enredo, sin interés, sin verdad en los de don Hermójenes de Irisarri.
caracteres i sin naturaüdaclen la marcha de la acción.
La introducción del señor Cruchaga prueba en
El drama concluye, porque el autor cansado de fa
su autor, mui joven aun, vasta erudición, per
tigar ál espectador so le antoja que así suceda: bien severancia i método en el estudio, una claridad
podia haber durado un par de horas i hasta u'.ri par de intelijencia i una abundancia de ideas bien
de dias mas : para hacer entrar i salir jen tes que colorido
poco, comunes. El estilo en jeneral tiene
digan necedades maldita la dificultad con que ha i está vivificado por el caliente sol de los veinte
de tropezar no digo el autor de Mateo el Veteru-.
años.
no ni. el del Asedio de Vierta de que nos habla el La composición a la Brisa del señor Barra está
célebre Moratin en su chistosa comediad Café.
llena do estancias suaves, atractivas i simpáticas.
De veras hemos sentido que la señorita Jims-
Lo que es espléndido, lo decimos como loasen-,
nes haya escojido para su estreno tan pobre com
timos, es la oda al Sol de Setiembre del señor de
posición. Sin embargo, por el imperfecto juicio Irisarri. E! que no tenga fé en la independencia
que de su talento dramático hemos podido formar, léala i la tendrá. El que quiera sentir el entusias
la aconsejamos que no desmaye. Tiene bastantes
mo golpearrecio, bien recio a la puerta de su co
intenciones de artista. léala i comprenderá ese sentimiento, que
razón,
Pero si Mateo el Veterano nos aburrió, la zar
hace los grandes hombres i los grandes pueblos. .

zuela El estreno de un Artista nos encantó- Le


Irisarri es poeta i- es patriota, siente lo que dice
tra i música, parte dramática i parte lírica corren
i dice lo que siente en versos tan varoniles come*
parejas. Si en la letra hai chistes no pocos, en la correctos.
música abundan las armonías.
La Mur fué, como siempre, íiel a su nombre. Justo Arteaga Alémpárte.-
Clapera tuvo suslapsus de oido, mas supo hacerlos
olvidar por la felicidad con quo caracterizó al as
tuto, intrigante i trapacero director.
Si la Thierry con sus aéreos jiros nos volvió a la
vida i se llevó entre sus nubes cíe encajes todo nues Hemos creido qua debíamos retardar hasta la
tro mal humor, El estreno de un Artista puso
mañana del domingo la repartición de la La Se
fin a su obra lanzándonos Cuerpo i alma, en un
mundo de alegrías envuelto i cortado en todas di mana a fin de acompañar a ella la primera Revis
recciones por un mar sino profundo, grato de ar ta cómica del mes, que ha sufrido un pequeño
monías. atraso i que junto con nuestro periódico recibirán
La Batelera de Pasajes do Bretón de los Herre
los suscriptores.-
ros, lleva el sello, tiene buena parte délas gráfi
cas cualidades que distinguen a las composiciones

del fecundo dramaturgo : versificación quo corre,


quo vuela; dialogo animado i salpicado do chistes, I Imprenta di:l COitílEO, Pasaje Búln-es, núm. l.'i.
situaciones naturales o interesantes.
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CI

dicdac.ox.et> : litólo l Jjoiimiao ¿vüeaqa Jbteutpaite.


Año I. Saniiag-o, Seíícíüfos's !S-S ííc 1S59. S61S53.

Un nuevo íesío de Economía minar el método administrativo déla hacienda


Política. pública i de los gastos i atribuciones facultati
vas del gobierno, así como el empleo de la au
Análisis crítico leido en el toridad en lis reformas económicas; deslindar
las facultades i definir la misión ele los parti
Círculo de amigos de las letras
culares i de los en ¡as cuestiones do
gobiernos
POR
sociabilidad; dar reglas fijas para la acertada
D. Marcial González. jestion ele las empresas industriales, i concluir
por llamarnos' elocuentemente la atención
so

bre nuestro estado económico para que lo es

(Conclusión.) i
tudiemos, conozcamos sus imperfecciones
de haber el i." tomo de acción los medios indicados para
en
Después fijado en pongamos
su obra los
principios consiliativos de la cien mejorarlo: he aqui, en esquicio, la segunda
Courcelle
cia, el autor se contrae en el 2." a su aplica par-e de la excelente obra del, Sr.
ción tomando como punto de partida el estado Seneuil. I ciertamente que- esto es haber tra
actual de las sociedades cristianas; mas corno tado i resuelto, en un solo libro, ias cuestio
todas ellas se encuentran en distintas circuns nes económicas mas vitales a que antes se ha

tancias i como exijiría un trabajo especial el bian consagrado docenas de volúmenes; cues
determinar ios medios de mejorar la situación tiones que nunca pueden ventilarse demasia
de cada una, ha querido consagrarse a aplicar do, porque para Chile, como para todos los
en
jeneral las teorías científicas antes que a pueblos, son de caca dia i de cada momento.
resolver tales o cuales problemas económicos. Esto ha sido como concentrar en un foco lumi
Por eso es que, después de algunas observa noso los innumerables rayos de verdad que

ciones preliminares, detalla solo en el libro 1.° brillan en los diversos sistemas económicos, i
de este volumen las atribuciones de los gobier reunir en un centro común todas las teorías,
a Las verda
nos, que divide en dos clases: atribuciones le- para estudiarlas todas i sosiituir
des meramente ideales los conocimientos po
jislativas o reglamentarias i atribuciones ejecu
tivas i administrativas; trata en el libro 2.° de sitivos i prácticos de la ciencia de hoi dia.
las atribuciones de los particulares i en el 3.° Aunque solo se trate en este volumen da
de-
de la locomoción de los hombres, de las inmi puras aplicaciones, el sabio autor, después
haber demostrado que cualesquiera que_ sean
graciones i emigraciones, cíela colonización en
las condiciones en que se ejerce la actividad
jeneral, de la fundación de las colonias espa
ñolas en América, del réjimen administrativo productiva de los pueblos distínguense siem
de
i de los medios que deben emplearse para me pre ciertos fenómenos que se reproducen
una manera constante, universal, i ciertos re
jorar el estado económico de las sociedades
sultados que cambian incesantemente a cansa
hispano-americanas,
Esta última pacte de laobra del Sr. Courcelle de las circunstancias locales o de ios regla
Seneuil es para nosotros la mas interesante i mentos arbitrarios, ha continuad;) separando

la mas útil, porque en ella se ventilan, a la luz la lei permanente de! hecho accidental; i des
de la práctica i en el terreno de los hechos, to pués de reconocer i
determinar" la existencia
das las altas cuestiones a cuya solución está de esos fenómenos, que se manifiestan siempre
en todos los paises como que previenen de
vinculado nuestro porvenir, pero mas aun,
los instintos de la humanidad; después de in
porque lo que hai de verdaderamente grande
en la ciencia política son sus resultados, asi
dicar las causas que los producen o las necesi
como lo que hai verdaderamente útil en las
dades providenciales que están llamados a sa
ciencias de aplicación son sus aplicaciones. Es tisfacer: i después de haber investigado por
tudiar en este sentido las bases de lalejislacion medio del análisis cómo esos fenómenos esen
los dos sistemas de au ciales se modifican por los arregles variables
económica, i comparar
de ios o las sociedades, ha conclui-
toridad i de libertad confrontando en cada uno gobiernos
de ellos las teorías con los hechos; fijar las re ! do por establecer las combinaciones prácticas
I que pueden elevar a estas ultimas a la riqueza
gias jenerales de la propiedad i de las leyes
sobre los contratos; investigar i detallar el j i al progreso que son el objeto de las teorías
sistema de impuestos menos desfavorable al I económicas.
desenvolvimiento del poder productivo; deter A ia luz de eaas teorías, tan bien comproL-a-
37
2íT0 LA SEMANA. Setiembre 24.

das por el análisis lójico del señor Courcelle un mayor número de pobladores. ¿Pero cómo' i
como acreditadas por la práctica i la observa con quienes colonizar? ¿De qué manera i coi!
ción, el hombre de Estado que quiera entre qué clase de hombres establecer una coloni
nosotros hacer un bien a su pais; que trate- zación positiva i no quimérica, provechosa ken
vez de inútil, durable i no problemática ni
por ejemplo, de la conversión de nuestra deu,
da estertor, de extinguir la mendicidad, de eventual como la que tenemos?
establecer el crédito público chileno fundando Cuestiones son éstas que podrían resolver
un Banco Nacional, de mejorar la condición se fácilmente conforme a las doctrinas i ob-
del inquinilaje o áelproletariado,etc. tendrá servaciones prácticas del libro del seiíofCour-

forzosamente que estudiar el mal en sus cau celle; pero ellas son materia de un trabajo
sas i el remedio en sus relaciones con la nece que publicaré mas tarde i cuyas ideas no po-
sidad que trate de satisfacer. Entonces será cirian contenerse en este lijero análisis. Báste
cuando conozca toda la importancia de esos me por ahora decir que el autor, reconociendo
en primer término la necesidad de una autori
principios jenerales i de esas fórmulas que
constituyen la ciencia pura ; entonces será dad vigorosa para el progreso ele toda colonia,
cuando estime todo el valor de esas observa demuestra sin embargo con la historia, que los
ciones, así como la posibilidad de reducirlas pueblos militares i autoritarios han sido en to
a la
práctica. Las nociones abstractas sobre do tiempo mediocres colonizadores, mientras
las fuerzas productivas, el trabajo de ahorro, que aquellos donde las atribuciones indivi
el arte industrial, los diversos sistemas ele dis duales son mas estensas han colonizado mejor
tribución de la riqueza, los cambios, las leyes i con mas facilidad. Los primeros no han po
de la población i las subsistencias, de la renta dido formar colonias sino con sus desterrados
i los salarios, obrarán sobre su espíritu i ven o
presidarios, al paso que los segundos han
drán en su ayuda, así como para un injeniero colonizado directamente con comerciantes e
la ciencia de los números o la vista de un industriales, do donde ha resultado que aque
llas colonias han sido siempre pobres i nulas
plano vienen a ser, sin que él se lo imajine,
el instrumento de una grande obra. mientras que estas últimas lian rendido de
He dicho que la última parte del Tratado ordinario excelentes frutos.
del señor Courcelle contiene algunos estudios Pero ¿cuáles son entonces los mejores colo
nuestra situa nos? Antes de responder a esta pregunta el
particularmente aplicables a

ción; i ciertamente que la reconocida compe señor Courcelle ha creido necesario desvanecer
tencia del autor en cuestiones de este linaje un error
jeneralmente admitido i es el que
bastaba para hacerla a mis ojos doblemente atribuye a la diferencia de raza esa diferencia
interesantes. Permitidme hablaros un momen en la
prosperidad o decadencia de las colonias.
to de la colonización i llamar vuestra atención Nada hai en verdad menos racional que seme
sobre un hecho de importancia no pequeña jante preocupación, nacida de la pereza, al de*
cir del autor del Tratado, o, como dice J. Stuard
para nuestro pais.
Todos conocen aquí las ventajas de la colo Mili, «de la manera vulgar con que algunos
nización, así como la grande influencia que quieren librarse del estudio de las influencias
ella está llamada a ejercer en el desarrollo de sociales i morales sobre el hombre, atribuyendo
la población i la industria, en el incremento las diferencias de conducta i de carácter a di
del comercio i de la producción, pero sobre ferencias orgánicas, indestructibles e inevita
todo en la mejora de los hábitos i costumbres bles.» Nada hai menos cierto en materia de co
de nuestros inhábiles i perezosos rotos, por lonización, como en todas materias, que esta
curiosa i por demás absurda teoría de las razas:
que el mas poderoso estímulo para el trabajo
es el ejemplo i porque un artesano europeo la observación de cualquier pais donde indivi
honrado i laborioso es el mejor i el mas duos de todas nacionalidades trabajen libre
elocuente catecismo. Considerada bajo estos mente, por su propia cuentai en concurrencia,

i otros aspectos, la colonización es, pues, basta para probar que las cualidades requeri
lo es das en todo colono, paciencia, enerjia, espí
para nosotros una cuestión vital, pero

el vicio de la ritu de invención, sobriedad, economía i labo


principalmente porque orijinal
constitución económica de Chile es el des riosidad, no abundan ni escasean enlosindivi*
dúos de una raza mas que en los de otra. Al
parramo de nuestra escasa población sobre un
territorio demasiado estenso. Todos los obstá decir del señor Courcelle no hai entre ellos
culos que encuentra en nuestras sociedades sino esta diferencia : «que los unos pueden
el progreso ele la civilización derivan de ese estar acostumbrados ala disciplina de la ac

vicio ose adhieren a él inmediatamente, i asi ción colectiva i no los otros; o en otros tér
es
que todos los esfuerzos que tengan por minos, que el que sale de una sociedad libre
tiene un sentimiento mas justo déla autori
objeto operar en ellas una mejora económica,
seria i durable, deben propender principal dad que el que viene de un pueblo donde se
mente a que él desaparezca. Ya que no es gobierne demasiado. El primero sabe mejor
en qué consiste la autoridad i cómo nace i se
posible aglomerar nuestras poblaciones sobre
ú n espacio menos vasto, i puesto que no es consolida, en tanto que el segundo no «abe
dable reducir los cuadros, debemos tratar a i sino aprovecharse de ella cuando la vé bien
loda costa de llenarlos por la introducción ele. l! constituida i obedecerla,!)
Setiembre .24. LA SEMANA. 291

Tan cierta es esta observación del profesor, ¡I para los propietarios que quieran contratarlo
que diariamente i a todas horas la estamos i a su llegada. Piensa también el señor Cour-
viendo comprobada en nosotros mismos. Aquí j "celle que convendría mas emplear a los inmi-
donde se gobierna damasiado, o por lo menos ! grantes en talleres que mezclarlos con la po
donde toda manifestación déla actividad que li blacion indíjena, i que importa traerla pobla-
toca al interés colectivo entra en las atribu j cion no solo a los centros principales sino a
ciones del gobierno, nadie o casi nadie se | las estremidades, de manera, que su enseñanza
siente dispuesto a obrar por sí propio i bajo i irradie sobre todo el pais. Opina, en suma,
su sola responsabilidad en todo lo que con
j que para provocar las grandes inmigraciones
cerne al ínteres aquel. Por el contrario, los i no hai sino un medio, i es que los inmigran-
que vienen de un pueblo en que las atribu j tes escriban a su
patria en términosque sus
ciones de la autoridad son menos estensas ino
j parientes i amigos se estimulen a seguirlos.
abarcan toda la esfera de los intereses colec- | En efecto, así i no de otra suerte es como se
tivos,^saben poco mas o menos cómo los par j mantiene la corriente inmigradora de Europa
ticulares, combinando sus esfuerzos, pueden j en los Estados-Unidos. Toda inmigración atrai-
proveer al servicio de esos intereses, i con ! da de esta manera aumenta naturalmente
mayor razón nada piden ni esperan de nin | con el número de los inmigrantes, i adquiere
guna autoridad en todo lo que toca al servi i fuerzas mayores en razón de su mismo
pro-
cio de sus intereses privados. Fuera de esta | greso, al paso que la inmigración
que no es
condición de ser educados en paises libres i fomentada por ese medio es estéril i sin por
sin tomar para nada en cuenta la raza a que venir.
pertenezcan, paréceme como al profesor que Como un arbitrio fácil para* mejorar nues
los mejores colonos deben ser aquellos que tra condición económica, el autor recomienda
posean mayor instrucción industrial i social i también la introducción de industrias caseras,
que traigan consigo el mayor poder produc que ocuparían al proletario todo el tiempo que
tivo, que posean algún capital propio o pres malgasta en la vagancia, le librarían de la
tado i que tengan mayores analojías con los mendicidad, le darian necesidades que le
ciudadanos del pais colonizado; que, por lo faltan i fortificarían en él la vida de fami
tocante a su prosperidad i a la de las colonias, lia. Sobretodo, i sin desconocer laexcesiva es-
lo que principalmente se requiere es que cuen tension de la autoridad entre nosotros, pide
ten con un territorio fértil, dotado de comu que la acción del gobierno sobre la industria
nicaciones fáciles i accesible sobretodo al co no sea sino indirecta, i clama
porque los pro
mercio de la madre patria. Por lo demás, pietarios i jefes de esa industria tomen mayor
como esta parte del libro del señor Courcelle parte en los arreglos sociales i guien a la ad
contiene un verdadero tratado de coloni ministración en la via de las reformas. Permi
zación, basta con que remitamos a él a todos tidme en este punto trascribiros testualmente
los que quieran estudiar i conocer a fondo la sus mismas
palabras. «Conviene al menos
materia. (dice) que la clase ilustrada de la socie
Otro tanto decimos de la parte relativa a la dad tome la iniciativa del progreso indus-
situación económica de los paises sud-ameri- ! tria], particularmente en la agricultura, i
canos. En este punto el autor emite suscinta- | que sostenga i eleve a la clase inferior no por
mente las ideas que le han sujerido sus estu ! limosnas humillantes sino por la enseñanza,
dios sobre la condición física, intelectual i mo i por buenos
consejos i buenos ejemplos i sobre
ral de estos paises, i ellas son tan adelantadas, I todo por el honor discernido al trabajo i a la
tan oportunas i tan prácticas, que ,*aun en
j economía. Importa que ella inicie los trabajos
aquellas que parecen contestables, siempre de interés colectivo, i no solicite siempre una

se descubren nuevas i ventajosas miras que la i ampliación desmedida de las atribuciones


gu-
ciencia administrativa habrá de utilizar. Re ¡ bernatnentales, porque esto podría crear obs
comienda con especialidad la inmigración pol táculos invencibles a los progresos futuros.
la población que trae consigo i por la ense Importa, en fin, que la clase superior se ocupe
|
ñanza que introduce, indicando dos métodos en los negocios
públicos, no por accidente i
igualmente seguros pero desigualmente es- ¡ bajo el imperio de las emociones dramáticas.
peditivos: «obrar sobre la opinión "pública sino con constancia i discreción puesto que se
a la
por medio ele la instrucción i dejar hacer : trata de su propio negocio; que
adquiera mas
libertad.» Encarece los estímulos para obte : derechos a la preeminencia de que goza i oue
nerla, considerando como uno de los princi i dé menos lugar a poner esla preeminencia en
pales la admisión fácil i sin reserva a! goce de j una cuestión cuyo resultado pudiera talvez
todos los derechos civiles i políticos. Pero no | serle funesto.» —
Esto es a toda luz conveniente,
estamos de acuerdo con el hábil profesor, j racional i justísimo. Ahora resta so!o que apro-
atendidas las circunstancias de nuestro ¡¡ais. -, vechemos tan útiles indicaciones: su observan-
en que la iniciativa en esta materia pertenez i; cia importa para nosotros un progreso nc-cc-
ca desde luego a los particulares, desoíros i sario, providencial i
que está como en la fuer
creemos, por el contrario, que la sola inter za de las cosas. La industria marcha hoi dia

vención del gobierno en el negocio será siem con la rapidez cíe la electricidad i
j parece que
pre una garantía para el inmigrante, así el ideal de los pueblos cuites no es otro que
como
■!■•'
LA SEMANA, Setiembre 24.
clavar mas ¡ mas su
poder predr.Yivo. Para brada a manejarlas. La
prensa europea le ha
real zarie en Chile sobran elementos: lo hecho justicia diciendo
que cpie nunca los princi
lalta ca celo, inferes
por la cosa pública, res pios de la economía política han sido estudia
peto a la opinión, pero mas que todo volun das, ni espuestos, niaplicados con mayor inje
tad romper con las tradiciones de la ru nio i lucidez que lo que lo ha hecho nuestro
para_
tina, de la inercia i del egoísmo. Tengámosla! acreditado profesor del Instituto. El mérito re
Si yo hubiese de seguir en todos sus intere- levante de su obra será confesado por todos
santes detalles el libro de que doi cuenta, el los amigos del saber modesto i sólido, siendo
análisis que he bosquejado se haría intermina
parte principal a constituirlo la jenerosidad
ble, i voi viendo que importa concluirlo. Pero de sus sentimientos, la constante elevación el»
lo que mas importa, i me complazco en consig sus ideas, la
simpatía de sus opiniones i su
narlo aquí, es que el Tratado de Economía ardiente amor al arte i la libertad, que nos ha
po
lítica- del señor Courcelle Seneuil, dónde la cen admirar en él no solo al escritor
moral i el buen sentido se asocian a la ciencia,
distingui
do sino también al amigo i al hombre.
es el mas completo de los
publicados hasta
ahora i es per consiguiente el mejor testo que Marcial González.
puede recomendarse a los que tengan amor
por este estudio i a cuya vista quieran a-
brirse los vastos horizontes que él enseña ;.
AS Sol de Setiembre (1).
descubrir. Su lectura es tan alhagüeña como
instructiva i las sanas teorías contenidas en
él, así como la claridad con que esplica los fe ¡Sol de setiembre! el mas hermoso dia
nómenos de la ciencia i supere la aplicación De ios fastos de Chile en tu carrera
de sus principios, bastan para convencer a to Para siempre alumbraste! ¡Tu luz pura,
dos de que la economía política es el auxiliar Tu vivífica luz, allá en la sierra,
mas poderoso de la filosofía i de la moral so-
Se difunde en oleadas portentosas,
ciad. El hábil profesor no solo ha comprendido I esparciendo tu rubia caballera,
Tines en rosa i nácar de los Andes
perfectamente esta íntima relaciónele las cien Las blanquísimas moles i altas crestas;
cias entre sí, sino que la patentiza i la enseña
i la practica en cuasi todos loscapítuloscle su I, al cénit avanzando, en vivo fuego
Areles el cielo i la espaciosa tierral
preciosa obra. Al tratar cíe cada una de las
cuestiones sociales que se ligan con la econo
La estación invernal huye i se esconde,
mía, ello ha hecho siempre poniendo sus prin
I bajan de la helada cordillera,
cipios teóricos i su vasta ciencia práctica al En musicales i espumantes saltos,
servicio de la causa liberal. Como prueba de
esta, verdad citaré por la última vez sus doc
Cien riachuelos que hasta el mar serpean.
trinas acerca de la producción i del consumo; La campiña, recobra su verdura,
su justísima fórmuladela población, en la cpie,
La flor galana su perfume suelta,

impugnando victoriosamente la opinión de.'íal- I, con trinar suave, el pajarillo


thus que implica la fatalidad de la miseria, Alborozado canta en la floresta.

liga i subordina c! incremento o disminución ¡Sol de setiembre! para tí osten tosas


de los pueblos nada mas que al movimiento Sus galas revistió naturaleza;
I en el dia mas grande de la Patria
industrial; sus teorías sobre el cambio i los va
Te sale a saludar la Primavera!
loree, el crédito i los impuestos, la concurren
cia, las atribuciones de los gobiernos i de los
particulares, pero mas que tocio sus sistemas ¿Qué viniste a alumbrar, sol de setiembre?..
de distribución de la riqueza i sus elocuentes ¡Era un pueblo que alzaba una bandera!...
capítulos sobre los efectos naturales i artificia ¡Era un pueblo que daba un grito santo!....
les de lá libertad. I ese grito al sonar decia ¡guerra!
Reasumamos. En el primer volumen de su 1 en la bandera tricolor escrita
-,} .tio profesor ha vulgarizado i Esta májica voz ¡ ¡Independencia! !
■Y.c :uio : jre una base, de hoi mas indes-
o Y-. :ra¡jí:c3 verdades de la economía
Al sonar cíe la voz curioso muévese
cío tocio L'n pueblo entero (¡ue a vivir despierta;
sus principios ;
*.Hn-l
cífm.' '.-•[¡'ñcmn r:¡ :rosa, fria, inflexible de los
Se ajita i corre i sorprendido invade
Yere-mas de 3a ci neis. En el segundo ha des-
El centro todo en muchedumbre inmensa.
arrobado eses n pines principios en el t-erre- Repite la palabra, i balbuciente
Traduciéndola-vá de mil maneras;
no de ia práctica que es su verdadero campo,
i aereditádoir-s c n la utilidad que es el punto I al conocer su prodijioso alcance,
donde ha cojido us inspiraciones. La deteni- Rompe a decir en coro ¡guerra! ¡guerra!
da lectura que here.'.-s Ir-cho de ese libro Ya deja la labor i sale al- campo,
aasc-gu! arque ti es una verdadera
ni-: a c'A-ica ?n ene sn autor ha desplegado to
íl) La oda que va a leerse fué declamada en p]
so? de una int-e!i;e:.cia vigorosa i
u¡ ¡ i c i p r. L o ! dia 19 (le
entro '■. .
setiembre, por la actriz
:;'-:a ¡víralas ciencias i acostum iüeaa Ya. i'otoir.a-'or.
Setiembre 24. LA SEMANA. 293
1
la palabra vá de lengua en lengua; Hoi brotan de las artes las primicias,
I al
grito que subleva a las ciudades, Tempranos frutos ya nos dan las ciencias,
Xa aldea i la campaña se sublevan. I como en armas vencedor ha sido,
Por el fusil i la cortante espada También lo ha de ser Chile por las letras.
El artesano su herramienta trueca,
I el canon a servir se ofrece osado ¡Sí, pueblo de valientes, tanto pudo
Quien solo supo manejar la reja. Quien quedó vencedor en la pelea!
Cunde el ardor, se alistan las escuadras.. . Hoi por la fuerza del vapor movida,
El mar se cubre de artilladas velas ¡Nadie calcule cual será tu fuerza!
Que señoras serán del océano Si, cuando aun niño, tanto la ostentaste
I, al fin, se ven en la revuelta arena I coronada vióse la alta empresa;
Al uno i otro ejército embestirse, ¡Recuerda que venciste en otros pueblos,
I a la fortuna detener su rueda Juntando tu pendón a otras banderas!
¿Quién venció? ¿quién cayó? Pudo un instante
Chile caer: pero al tocar la tierra, La pluma de oro de la historia ha escrito
Cual otro Anteo recobró la vida, En sulibro de pajinas eternas
Recobró su vigor i su potencia; Que unida ha sido vencedora i libre
1 el sol le ciñe una triunfal corona Esta rejion vastísima de América;
Si antes luto vistió por las tinieblas. I unida ha de vivir, si quiere siempre
Conservar su preciosa Independencia.
¡No, padre de la luz, no fueron vanos Entregada al furor de las pasiones
Ni tu rojo esplendor ni tus promesas; De su mismo furor ha sido presa;
Que en el banquete de los pueblos libres, I el camino mostró de sus entrañas
Hoi, por tí, Chile con honor se sienta! De la discordia al encender la tea. ...

¡Hoi puede, con orgullo, alzar ufano ¡El armiñado manto que ha cubierto
Su pendón tricolor, i de esa enseña, A la hija de Colon i de Isabela,
Recibir en la sien el puro lampo No en jirones los fuertes lo arrebaten,....
De la preciosa i celestial estrella! No en la lanza del bárbaro se prenda!....
¡Contra ella se conjuran en secreto
¡Esa es ¡a misma que al combate rudo Las sitibundas hordas flibusteras
Le ha guiado en los mares i en la tierra; Que, para horror del mundo, han abortado .

1 es la misma también que ha de lucirle Otra lei, otra raza, no la nuestra;....


Para orientar al pueblo en las tormentas! I en el velado porvenir se alcanza,
Solo en la unión la salvación ele la América!
Si,raza de valientes, sangre noble

Derramasteis en campos que hora muestran, Si, pueblo de valientes ¡Goza en la obra
No ya de aquella luclia de jiganíes De tus ínclitos padres! ¡Brille eterna
Las tristes descarnadas osamentas; Tu gloria sin mancilla! ¡Luzca siempre
Mas sí la espiga del dorado grano, Sobre tu frente altiva, de tu estrella
La riquísima en frutos arboleda, El rayo rutilante! ¡En los altares
La vid enamorada que se enlaza De la patria también caiga la ofrenda
Para dar mas opima la cosecha. Que deba de inmolarse en sacrificio,
Campos que solo ayer estaban yermos, I el holocausto las pasiones sean!
Hoi caseríos por do quier ostentan; ¡El corazón ardiendo en fuego sacro,
I ele las minas manantial perenne Palabras sonorosas dé a la lengua,
Saca a brillar metálicas riquezas. Que entre vapores incensados, se alcen
Al trono de la Suma Omnipotencia!
La playa solitaria que de chozas
Harto infelices salpicada apenas, ¡Sol de setiembre! el coro de mil vírjenes
Sustento escaso al morador desnudo Que para tu alabanza se concierta

Trabajosa le daba con la pesca, Como un órgano inmenso en armonías,


Hoi el comercio ha transformado en rica Suba a vibrar en la rejion etérea.
¡Truene el canon! ¡sonoros estampidos
-

Mansión de movimiento i ele opulencia.


Los ámbitos recorran por do quiera;
La nave voladora, en raudo empuje I el fausto nombre del chileno dia
El mar cruzando, llega a las riberas, Asordadas lo escuchen las esferas!
1 en cómodos bazares deposita II ^

De las artes e industrias estranjeras ji ¡Sol de setiembre! invoquen las edades!....


El soberbio tributo. Enjambre activo ¡ ¡Solde setiembre! canten los poetas!
De intelijeníe juventud las puebla, Que para tanto, ya del harpa solas
Donde el francés idioma i eí britano, Vibrando están las numerosas cuerdas!
1 el materno español, distintos suenan; Pulsadlas, pues; i en poderoso acento,
Que el comercio así importa, ya la industria, i Con voz robusta i con fecunda vena,
Ya las vastas ideas, ya las lenguas. Al cantar de los héroes las hazaña;.
j|'' Enseñad a las ¡cutes venideras,
294 LA SEMANA. Setiembre 24.

Que Chile dio una vez un grito santo, tesías, las falaces sonrisas de la sociedad, se

Que aquella vez se despertó a la guerra; echa la conciencia i emprende la


a
espalda la
1 que enseña tricolor ha escrito conquista de varilla
en su esa májica.
Para siempre jamas ¡¡Independencia!! Así, pues,
se vive para la riqueza
como en

tiempos ele mas atraso, cuando no se viajaba


Hermojenes he Irrisaeri.
en ferrocarril sino en carruaje o a lomo de

muía, en buque de vela i no en vapor; i se


hacia testamento para ir de Chile al Perú, i
Un hombre a íá Btioda. nos confesábamos para ir de América a Espa

ña, se vivía para la patria, para la libertad,


para el honor i no sabemos para cuantas otras
No hai duda, el mundo marcha.
simplezas ya ignoradas u olvidadas.
Casi dia por dia nuevas fuerzas aparecien Oh! el mundo se hace cada dia mas positi
do vienen a aumentar el poder del hombre, vo. El honor, la patria, la libertad son pala
su bienestar, su riqueza, su felicidad, si eso

bras sonoras que hacen encojerse de hombros


que llamamos felicidad i en cuya persecución a los
partidarios de la realidad.
todos vamos de la cuna a la tumba, consiste El honor, ten oro i tendrás honor, dicen los

en comer bien, en dormir


abrigados, en viajar hombres de buen sentido.
con rapidez, en vestir con la patria es la riqueza: el hom
elegancia, en en La patria, —

contrar sin grandes


penalidades los medios bre rico en todas partes esta en su patria; i
de subsistencia, en la bona vita, en los goce?
poco 3e importa que mande este o aquel, que
materiales, en una palabra ; que si en esto no haya tiranía o no la haya, que haya justicia
consiste, ya la cosa muda de aspecto, i ten o no para los demás; porque, lo que es para
dremos que confesar que el progreso no ha él, siempre la habrá, porque la justicia la
alcanzado a tanto. hacen los talegos.
Pero esta es cuestión de poco momento, La libertad, —el hombre que tiene oro tiene
como diria un hombre
positivo, i vamos ade libertad de sobra: puede robar no con ganzúa,
lante. no escalando paredes; pero si con las cartas o
No hai duda, volvemos a repetir, todo mar con los dados;
puede asesinar, no con puñal;
cha i al vapor en la venturosa época en que pero si con esas armas ocultas i no por eso
vivimos. menos pérfidas que van directamente al co
La riqueza afluyendo a torrentes a las ma razón i lo hieren profunda, sorda e incura
nos de ¡os
poderosos, ele los privilejiados de blemente. La herida no arroja sangre: enton
lafortuna, derrama por todas partes el lujo ces nada tiene que hacer la justicia social.
con su
oropel, su fausto, sus
prodigalidades, Cómo se atrevería ningún tribunal del
disipaciones, desenfrenos dorados i ruidosos, mundo a perseguir, a encarcelar, a encausar
i, lo que es peor, con carta blanca para os a un millonario
que juega, cuando juega
tentarse i ser saludados, aprobados, festeja por tono. La lei habla cíe los que juegan en
dos, cortejados i alentados siempre que vayan garitos, sobre un tapete sucio, con cartas
cubiertos de tul, de terciopelo, de blondas, ajadas, dados manchados; i no de los que
con

de encajes i de diamantes, i caminen en coche, juegan en un gran salón tapisado de tisú de


i se aniden entre dorados, entre brocato, en oro, muellemente recostados sobre otomanas
tre brillantes espejos i ricos tapices; porque de terciopelo, con cartas de hilo i en un rico
si visten quimón i gastan zapatos ordinarios tapete verde. Oh! la sociedad pondría el grito
i se anidan entre cuatro paredes sucias, rui en el cielo contra' tal desacato: mas de un

nosas i engrietadas; i tienen por campo las periodista la sentiría conmovida hasta en sus
tabernas en lugar de retretes elegantes, es cimientos, i derramaría gruesas lágrimas sobre
diverso: la sociedad se indigna, pone el grito la muerta inviolabilidad del hogar domés
en el cielo, perora en favor de las buenas cos tico.
tumbres, i pide a la justicia su espada ven Pero esto es atroz, dirá alguno que solo ha
gadora. divisado el inundo por un prisma dorado, por
Oro! Oro! pues, dicen todos: i todos se el prisma de la ilusión i el engaño Pero es
lanzan en su busca; sin pararse en medios, ta es la verdad, i verdad amarga, como bue
con la de que si son llevados por el
seguridad na verdad.

rápido wagón ele la fortuna, i lo alcanzan, La deshonra, la cárcel, los códigos, con to
todo les será perdonado por la sociedad, (¡ue das sus penas infi mentes i crueles, se han
jamas pregunta: ¿de dónde os viene esa for

hecho para el pobre, para el ratero que hurte
tuna? Le basta saber que la tenéis, para que un pañuelo o
algunas monedas, para el ban
os cuente en el número de sus escojidos. dolero que asalta al caminante i juega con él-

Entonces ¿porqué detenerse? Los cami su vida; pero no para esos rateros, para esos

nos honorables están cerrados: qué importa!


bandoleros de salón que cambiando el puñal


se toman los caminos infames. La sociedad o la pistola
por el dado, arruinan en unos cuan
nos pide oro, i no se cura de nada mas. tos golpes a un
padre inesperto, i sumen a
Hecha esta reflexión el hombre que ambicio su familia en la borfandad i la miseria. No,
nn
llegar a la cima, que estima en algo ¡as cor ese es un bandolero de tono, tiene patente pa-
Setiembre 24. LA SEMANA. 295

ra arruinar al padre, para seducir a la hija, ! vivos i penetrantes se fijaban en un alto ele
para introducir en el hogar hasta entonces papeles de diversas formas, tamaños i colores,
honrado tras la miseria, la deshonra, la co tirados en desorden en una mesa de escribir
j
'
rrupción i el vicio ¡ colocada junto a él.
Esta mesa era, sin duda, el mueble mas ele
¡El mundo marcha, señores, el mundo gante del salón. Sus patas de un tallado ad
marcha! mirable con incrustaciones de nácar, soste
Pero basta de reflexiones i entremos en ma nían una cubierta de forma caprichosa, i de
teria. un gusto sin igual. Estaba rodeada de cajones,

II. que ajustaban tan bien, que a no haber estado


Las doce acababan de sonar. El dia estaba abiertos casi todos ellos, no se hubiera sabido
hermoso, con esa hermosura de que solo se que los habia.
goza en los primeros dias de la primavera. Cada uno de estos cajones lleno cíe fantásti-
Todo parecía incitar a la felicidad, al amor, a ■ eos relieves en su parte esterior, era, en el in-

las ilusiones, esas mentiras del alma, que nos j terior, un verdadero dédalo de pequeños ea-
mecen en brillantes i encantadas esferas, que jencitos, que se abrían en. diverso sentido.
evocan ante nuestra vista, como por la virtud ¡ Aun forzada la cerradura principal nada se ha-
ele un golpe de majía, mundos de luz, de be :
bria conseguido: quedaba por alcanzar lo mas
lleza, de-poesía, de goces sin fin ni medida. i difícil, i era abri r los cajones interiores. Por
¿Quién mirando el cielo sin una nube, los I todas partes se divisaban botones de oro, que
árboles que empiezan a ataviarse con todas formaban las mas estrambóticas figuras, i
sus galas, teniendo por tocador cristalinas i parecían como los resortes década uno de esos
mansas aguas, los campos matizados de flores i
pequeños; cajones; pero desgraciada la mano
de mil caprichosos i variados colores, la na ¡ que hubiera apenas oprimido cualesquiera de
turaleza toda ostentando llena ele orgullo i de ellos, una corba, afilada i delgadísima cuchi-
|
placer su poder i su grandeza; quién, volve lía, saliendo de uno de los estreñios del botón

remos a repetir, no se siente feliz, no olvida ¡ oprimido, cortaría esa mano en menos tiempo
los dolores, angustias i contrariedades, las a- \ que el necesario para exhalar un:

ay!
marguras de cada hora, para entregarse a la Para abreviar: la mesa esta tenia mas se-
contemplación de tan hermosa i galana rea i cretos que una mala conciencia; pero secretos
lidad? | a salvo de todo
riesgo. Su dueño podia dormir
Parece imposible que ese sol, bajo cuyos i I tranquilo.
rayos templados i dulces, todo nace a la vida; jjh En uno délos estremos de la habitación i
que esa brisa suave i perfumada, como el a- entredós elegantes i muelles divanes, habia
Heuto de una vírjen, que azota blandamente j | una mesa de arrimo adornada con dos floreros
las hojas del árbol i hace inclinarse la flor so de china i tres pequeñas estatuas en bronce,
bre su tallo; que esa brisa que es como la son-
jj
r representando una de ellas el
gladiador herido,
riza de alegría de la naturaleza, no disipe el ¡I otra a Napoleón sobre las rocas de Santa He-
pesar del alma que padece, no seque las lá . lena i la tercera el hermoso grupo de Diana i
grimas en los ojos que lloran. Parece imposi !| Endimion.
ble que ese sol i esa brisa, que traen la vida, De las paredes, tapizadas de tisú rojo i oro,
el movimiento, la armonía al árbol, a la planta, colgaban unos cuantos cuadros de bastante
|
a la flor, al ave i al
arroyo, no lo lleven tam 1 1 mérito, i que habian sido colocados con un
bién al corazón que sufre, al alma que se eva i | esquísito conocimiento de la
perspectiva i de
pora, a.l cuerpo que se aniquila. ¡ la luz.
Por eso, en estos dias, nuestra creencia en Los claros que dejaban los cuadros estaban
la desgracia es menos firme. —
Si somos felices ; cubiertos con panoplias de armas antiguas i
creemos en la felicidad. Si somos desgracia

| modernas, empezando por la corta espada ro-


dos vemos nacer la esperanza. mana, i concluyendo por la mas perfeccionada
ji
Pero, lo que hai de cierto, es que, tanto en j pistola de duelo.
la primavera como en cualquiera otra de las Todo aquello era elegante; pero de una ele-
estaciones del año, el mundo sigue su carrera, gancia estraña, fantástica, graciosa i severa al
.

i el hombre no es ni mas feliz ni mas desgra i mismo tiempo; pues, las cortinas de la venta
ciado; i rie en la niñez, espera en la ju na, de un rojo subido como los muebles i el
— —

ventud, duda en la edad madura i llora i d empapelado, ciaban a todos los


objetos un vi-
— —

recuerda en la vejez. i so sangriento.


En uno de esos hermosos dias de primavera al entrar en esta habitación i
Cualquiera
i en un salonciío de trabajo, en que la elegan ■

j llevado a del hombre por las esterio-


juzgar
cia, la riejueza i el confort luchaban con armas ; ridades, habria creido vistos los cuadros i su
iguales, se encentraba, muellemente echado i colocación, que su dueño era artista: otro, al
sobre una otomana de brocato de un ¡-ojo su : ver las panoplias, lo habria creido un militar-,

bido, un hombre de rostro lleno de distinción un tercero, en


presencia de la mesa cuyos ca
i belleza. jones i cubierta estaban atestados de papeles,
De cuando en cuando se enderezaba en su ,
lo tomaría por un hombre de estado: i no ha-
asiento i sus ojos negros, razgados, hermosos. bria faltado un cuarto que, al reparar en los
'
296 LA SEMANA. Setiembre 24.

sangrientos con que todo estaba colorea


tintes cuanto papel contenían éstos. Unos los arro
do, hubiese imajinado aquel saloncito el
se jaba sin mirarlos, otros se quedaba conside
rándolos un instante como indeciso, algunos
gabinete de trabajo de algún poeta bayro-
niano. leia mentalmente, i, ora se mordía el labio in
Sin embargo, su dueño no era ni artista, ni ferior, ora arrugaba el entrecejo o una risa
militar, ni hombre de estado, ni poeta, era infernalasomaba a su boca.
En el fondo de uno de los cajones que aca
simplemente un amigo de la elegancia i del
baba de desocupar, yacia un billete en papel
confort, i de muchas otras cosas mas que lue
amarillo ajado i deslustrado. De repente los
go sabrán nuestros lectores. ,

en él. Su rostro
Enrique de Cumba, porque tal es su nom ojos de Enrique se detuvieron
bre, era un hombre de treinta i cinco años, cambió súbitamente ele espresión.
i cinco. Tomó el billete con supersticioso respeto;
pero que apenas representaba veinte
Para héroe de novela no tenia precio. Sus Le imprimió un beso estrepitoso i ardiente
i una lágrima silenciosa rodó por sus mejillas.
perfecciones físicas parecían casi imposibles.
Sus ojos i sus cabellos eran negros. Su ca Lo abrió, lo leyó i releyó, i volviéndolo a do
beza, de un corte bellísimo, se encontraba blar, fué a guardarlo en una cajita de nácar
realzada por una frente ancha, preñada i ter colocada en uno de los estreñios de la mesa,
sa. Su nariz, de una línea firme i delicada, i donde habia otros del mismo color.
era perfecta. Su boca pequeña, adornada por —Mientras he sido feliz, dijo con-voz con
un sedoso bigote negro, hacia resaltar la movida i mirando con ternura la cajita, mien
blancura sin igual de sus dientes. El corte de tras llevado por el torbellino de las pasiones,

su barba era tan fino como el de una mujer. esclavizado por ellas mi vida ha sido cons
Con todo, el conjunto de esa fisonomía en tantemente azotada por la tempestad del
vicio cuando tu recuerdo me ha asaltado, ánjel
que todo era pureza de lineas, perfección,
delicadeza, tenia un no sé que de varonil, ele de bondad i de pureza, no he tenido para tí,
i mi primero, mi único amor, ni un pensamien
imperioso que subyugaba, que imponía-
Perdó
hasta atemorizaba. to, ni un suspiro, ni una lágrima...
A pesar de estar envuelto con una ancha name.

i larga bata de cachemira, se alcanzaba a I dos gruesas lágrimas volvieron a correr

distinguir por entre los duros pliegues de ese por sus mejillas.
Pero el momento es poco a propósito
desgraciado vestido, la esbeltez de su talle i

Miora es necesario que


las bellas proporciones de su cuerpo. Enrique para entristecerse...
era de mediana estatura. hable la cabeza i que el corazón se calle,
de haber mirado con ojo distraído
Después agregó con cierto despecho desesperado...
los papeles que yacían en desorden sobre la Soi loco... Me dejo llevar de sentimientos tier
nos, nobles i puros, cuando
el odio i la ira me
mesa, cayó en una meditación profunda.
De cuando en cuando sus cejas se arruga abrazan... Insensato de mí!... pensando en

ban, una sonrisa nerviosa contraía sus labios felicidades que fueron, cuando... cuando... la
a ini
i como una nube pasaba por su frente en la desgracia, la ruina, el deshonor toca
no debe imperar
que se notaban dos imperceptibles arrugas. puerta... No., en mi corazón
asiento, sino el odio... Fuera, recuerdos de me
repente se enderezó
De en su como
el medio de
_

jores tiempos! Pensemos en


sobresaltado, i esclamó:
lo he perdido hasta el honor! El atajar mi tuina.
—¡Todo asien
honor!... el honor!... el honor! repitió tres Enrique se dejó caer de. nuevo en su
veces con vez apagada i como ínaquinalmen-
to i se entregó a una sombría meditación.
Pocos momentos después se presentó, con
te i volvió a entregarse a su meditación.
una carta en la mano, el criado
de Enrique.
Al cabo de un rato se pasó la mano por la
trata de introducir algún Al ruido que hizo al abrir la puerta volvió
frente, como cpiien
éste sí.
orden en el confuso laberinto de las ideas que en
tra
se atrepellan a una cabeza
debilitada por la —¿Qué hai? le preguntó con un tono que
meditación i la fiebre, i dijo con ese tono taba de ser calmado i era angustioso.
brusco i breve que ;indica una firme resolu

La contestación, señor, respondió el cria
ción : do entregándole la carta.

Es necesario... le escribiré! Está bien... retírate.

Tomó una pluma i trazó con rapidez febril Enrique rompió el sello con precipitación.
Mientras leia o mejor devoraba el contenido
algunas palabras.
En seguida se levantó i fué a tirar ■con mal de la carta, una respiración dificultosa levan
humor del cordón de la campanilla. taba su pecho. r■

Se presentó un criado. Lo aguardaba.... Paso inútil. ..'Es tan


pronto esta carta a don José de Ayala, miserable, dijo dientes, i arro
apretándolos
le' dijo Enrique entregándole el pliego. jando ia carta lejos de sí.
El criado salió después de hacer una cor La carta decia lo siguiente:
tesía. «.Mi buen amigo:
empezó abrir (¡Siento infinito no poder acceder a su deseo.
Enrique volvió a sentarse i a
'
rabia los de la mesa, i a sacar (Tene-o compromisos de honer que ncce-
con cajones
Setiembre 24. Í*A SEMANA, 297

sito satisfacer ; hoi mismo. Sin esto lo espera- Abrió entonces uno, de los cajones eme aun
lia a Vd. el mes que me pide. Pero como así permanecía cerrado, i sacó de él ün paquete
no
puede ser, aguardo tener la suma que Vd. de poco volumen ligado con una cinta rosada.
me adeuda a las cuatro de la tarde ea
punto. Después de mirarlo ün rato con atención, di*
«Mande Ud. a su servidor, que desea serle jo, con tono sentencioso;
Útil. José de Ayala» —Vaya, vaya...., quien creyera que dees*
Setiembre 25 ■» —
tos miserables pajpeles depende el honor, la

Pues bien, agregó Enrique^ después Áe dicha, la tranquilidad de una mujer — ,,

ün -momento de silencio, no me das cuar-; Después de un corto, silencio agregó!


tel.„ . .
¡Quieres humUlarme. . . : quieres,
que mi —Por esta vez estoi salvado tendremos
ruina sea públitia; pero no lo conseguirás. . . . . llantas, reproches, ruegas, unas.cuantasísce-
I fué a tacar con íuersael cordón de laGam- nas del patético nías sublimado ;,.... pero todo
panilla. se arreglará. Ama tanto a su hija

pobre
Se presentó el criado. mujerl
-^Que, enganchen el coche, dijo Enrique 1 algo como ün sentimiento de compasión
sin mirarlo, se retrató en las facciones ele Enrique, que
El criado salió; Enrique pasó a una pieza añadió, como arrepentido de su impresión.
•contigua al salón. -—Pero no: no es este el momento de ser

Arrojó su bata sobre Una butaca colocada compasivo.... Si aun queda algún sentimien

enfrente de un espejo de cuerpo entero con to moble i digno ea este corazón es necesario
marco deja'carandá. Arregló sus caballos, pei que cade, que enmudezca) que muera, sí, qué
nó con cuidado su bigote i se puso una ele muera!. ;..q.ue miiera!
gante i bien cortada levita. Enrique estaba Guardó los papeles .en el bolsillo i salió con
de veras hermoso. Ya no era el mismo hombre precipitado.
paso ■.

que hemos visto hace un momento presa dé. En la puerta le 'aguardaba una elegante
mil encontrados sentimientos: su sonrisa, su berlina, tirada por dos briosos alazanes, que,
aire, su apostura todo parecía decir: Ese es —

impacientes por partir, tascaban el freno i


im hombre feliz. golpeaban el suelo con sus ferrados cascos.
Después de haberse mirado varias veces al Enrique subió a la berlina de un brinco, i
tespejp, dijo a media voz: di¡o al coChero::
-r-^Éstábien ¡Quién ha de creer ahora que

-Tira, calle de los Huérfanos abajo: adon

soi un hombre arruinado. ...que tengo el in de sabes.


fierno aquí?.., ..i se tocó el corazón. Nadie... Jdsto Arteaga Alempáríe.
ni el mismo don José miserable!.. ..La vi-
tía es una comedia i es necesario -qué Cada (Continuará.)
unarepresente hasta el fin su papel se me

tfee rico i feliz pues que se me siga cre


yendo tal Ai de mí! -si la verdad llegase a Um error judicial.
traspirarse-, los elojios que el mundo me tri Conclusión-,
buta se tornarían en crítica; en vez de im
ponerla lei me la querrían imponer.....I los V.
que ayer me recibieron con aplausos, hoi me Cuántas amargas reflexiones no asaltan al
recibirían con silvidos; los que ayer se creían pensador al i uiajinar todas las angustias qué
honrados con mi saludo i lo buscaban, lo men i esperimenta un hombre en esos supremos mo*

digaban, volverían la esquina para no encon mentos que preceden al tránsito de esta vida
trarse conmigo, El dado está echado... .ya a la eternidad ; sobre todo- cuando el ser que

no ésjposible volver atrás. .....adelante! vá a perecer está lleno de juventud, de vigor,


í Enrique dejó el gabinete i volvió al salón de esperanzas; cuando su corazón palpita al
donde lo esperaba su criado. j calor de algún noble sentimiento, cuando su

Señor, el coche está puesto, le dijo el alma Se levanta en alas de alguna elevada
criado. aspiración: i todo por obra de una lei absurda

Está bien, le contestó Enrique; i empezó i hasta impía, poruña invasión injustificable
a revolver los en -los dominios del que todo lo cree i todo lo
papeles amontonados sobre la
mesa. Pero, parece que no encontraba lo que destruye. Pero el hombre en su orgullo no te
buscaba, porque después de haber vuelto i me poner su mano, profanar, aniquilar la obra

revuelto con precipitación cuanto encontró a de Dios.


mano, dijo: 1 los hombres, sienten tranquila su concien
¿Que es esto?

¿También esta última cia i se aplauden de su rectitud porque no ven


tabla se me escapa? ¿Dónde pueden estar es de manifiesto i palpables los efectos de la có
tas cartas? i se pasó la mano por la frente,

lera celeste ; pero, después cuan terribles,
como quien procura detener un recuerdo que talvez, no serán las represalias! El —

se escapa i
agregó. juez cree haber cumplido con un alto deber:
Ah! ya sé
■—
hoi tengo perdida la ca ha hecho la aplicación literal de la lei: no
beza Hasta para tener memoria es necesa abriga remordimiento alguno. ¿Cómo imaji
ria la felicidad! narse responsable de los vicios cíe que adoíe-

38
298 LA SEMANA. Setiembre 24.

oen los códigos? Descansa en la sociedad que I mente por el lado del acierto i del prestíjio
los ha promulgado, i a fé que ella es la verda que nunca es malo acompañe a todas sus de
dera culpable. cisiones. Esto ele dejar al cargo de un solo
Leyes vetnstas, confeccionadas en tiempos hombre la vida, el honor de uno de sus seme
ele ignorancia i barbarie, subsisten aún, para jantes, dá de sí cierto desprecio por los fueros
mengua de la humanidad, en sociedades com de la humanidad mui contrario a la ilustración
pletamente rejcneradas por las ciencias, las i al progreso.
artes, la industria, es decir, por ese rayo vivi Hace pocos dias que nobles palabras se
ficador que todo lo transforma: la Civilización! hicieron oir en el recinto del congreso so
A-quién se puede reprochar ese defecto sustan bre la necesidad- de hacer revisar las sen
cial? —
Sin duda alguna, a la misma sociedad tencias fulminadas por los jueces letrados en
que, con apatía culpable i cobarde para ha locriminal, por otro de igual categoría (1).
cer el bien
ya que no para ejecutar el mal, no Todos los corazones leales i jenerosos par
se cura de remediar tamaños i tan funestos
ticipan de esa idea eminentementehtimanita-
contra-sentidos sociales. Esa indiferencia es rial liberal, pero de desear serta se tuviera el
vituperable i hasta criminal, porque importa valor de ir mas allá. Los majes no se reme
nada menos que un nuevo escollo puesto a la dian con términos medios. Los paliativos ve
rápida marcha del progreso. lan la injusticia sin quitarle por eso nada de
Toda la argumentación que suministra el los perniciosos jérmenes que entraña. El gran
raciocinio empapado en los mas nobles senti remedio a todos los males que se lamentan
mientos i envuelto con todos los esplendidos es la institución <lel jurado -en materia cri

atavios de la imajinacion se han aunado para minal.


combatir la pena capital. La victoria ha que No es nuestro objeto entrar aquí en largas
dado por los enemigos de esa absurda penali i fatigosas disertaciones jurídicas; líbrenos
dad: la conciencia humana protesta contra Dios de querer procurar tal percance a nues
ella i pide a grito herido el que sea testada de tros lectores, de conspirar de tan clara manera
los códigosinspiradosi hechos bajo elinflujo de contra su paciencia. Cuanto hemos dicho i nos
la civilización. Pero si las sociedades caminan queda por decir es con relación a la verídica
sus leyes no dan un paso. El buen sentido §3 historia que venimos bosquejando. En ella, figu
subleva; pero la costumbre i la preocupación ran en primertérmino dos individuos a quienes
pueden mas que él en el ánimo de loslej isla- las apariencias designan como culpables:
mi

dores. denuncio anónimo ha sido suficiente para -que


Sin embargo ya es -tiempo de que algo se seles arrebate violentamente del seno de su fa
favor de la completa estincion de la milia i se les prive del bien mas grande que
haga en
existe sobrefa tierra: lalibertad. Ese denuncio,
pena de muerte i de los irreparables errores
que enjendra. tramado talvez por la maledicencia i la calum
Seria bueno usar desde luego de gran mo nia, ha bastado para formar el primer eslabón
deración i discernimiento en su aplicación, i déla cadena del proceso. Se han tomado in
hacerla solo en casos en que no exista la mas dagaciones para inquirir la verdad. Quien ha
leve duda respecto de la criminalidad del practicado esas primeras dilijencias?— El mis
acusado. mo i solo juez que ha librado la sentencia

Para alcanzar un fin tan moral i benéfico condenatoria, obrando, según lo ha creída
preciso e indispensable es reformar sin pér concienzudamente en justicia, por los indi
dida de tiempo la tramitación del proceso cios que el denuncio i las circunstancias le
criminal. Chile, esa república reina de todas han suministrado. Pero, habrá sabido apre

las demás de Sud-América no permanecerá ciar con la debida prudencia el justo valor
sorda al grito jeneroso de la ilustración! Chile de esos indicios?— La certeza moral que le
asistía no pudiera acaso atribuirse a algu
que ha sabido libertarse del yugo estranjero
sabrá también desembarazarse de las trabas na
predisposición física producida por el
vergonzosas que oprimen su lejislacionl temperamento mas o menos bilioso, sanguí
El momento es oportuno para emprender i neo o nervioso de ese juez; por su imajina
llevar a término grandes i útiles reformas en cion mas o menos impresionable?— De se

materia criminal, desde que un nuevo código guro que si entonces, aunque sea indisputable
que esa -convicción moral que arrastra
su
sobre ese ramo de la lejislacion se redacta en
este instante. conciencia es errónea, desde que puede estar
La mas trascendental de las reformas seria se moralmente cierto de un hecho destituido

de todo fundamento, cómo destruir el in


en este
punto la creaeion de un

para nosotros
ventilar en primera instancia las flujode esa misma convicción? No titubea —

jurado para
causas criminales. mos en decirlo; los procedimientos actua
con

Es necesario que la sociedad


en masa dé su les eso no solamente nos parece difícil, sino
veredicto enla violación de la lei cometida
por uno de sus
miembros. Donde quiera que (1) Discurso pronunciado por el señor don José
los jurados han sido instituidos en materia Miguel Barriga en una de las últimas sesiones de
la Cámara de Diputados, del mes próximo pasado
criminal, la justicia, sin perder nada de su > de Agosto.
prontitud i efectividad, la ganado inmensa
Setiembre 24. LA SEMANA. 299

imposible; i por consiguiente el acusado ten ciar la vertlad o la falsedad de una alegación
drá forzosamente que padecer las consecuen criminal, remitiría su información al jurado
cias de esa convicción que, aunque sea ais' para que éste declarase previamente si há o
latía, única, lo empujará tal vez al patíbulo. no lugar a la acusación. —
Llamado a presen-*
La opinión del majistrado suele nacer tam cia del tribunal que la suerte hubiera desig
bién de este o el otro incideute ocurrido en nado para decidir de su destino, el acusado
las confesiones del reo. Habrá pesado el juez gozaría ampliamente de todas las sagradas
con toda imparcialidad las circunstancias es-
prerrogativas de la defensa que la justicia i
cepcionajes en que se encuentra el acusado? la humanidad prescriben. Los debates serian
Habrá comprendido las angustias lejítimas ele públicos, el reo podria oirías declaraciones de
que es presa, las torturas que le procura una los testigos i confundirlos en caso de impos
estricta incomunicación, de la que no sale tura, como así mismo desvanecer presuncio
casi nunca sino cuando el juez ha arrancado nes que, a los ojos sobrado
penetrantes de la
de su boca una confesión que le condena? Se lei, son de un gravísimo peso, pero que a los
habrá hecho cargo del estado vecino a la im de hombres llamados a juzgar según su con
becilidad en que sume al reo el verse cargado ciencia pierden el carácter espantoso que el
de prisiones? Habrá comprendido la confusión juez de derecho les atribuye. También el ju
.

de sus facultades intelectuales, cuando se vé rado tendría que declaran si en la perpetra^


envuelto en un inestricable tejido de imputa cion del crimen militan algunas circunstan
ciones falsas i calumniosas, contra las cuales cias atenuantes en favor del acusado.
no puede aducir de Las leyes españolas no reconocen sino una
pronto ninguna prueba
fehaciente de su inocencia? Entorpecimiento sola escepcion a este respecto, la de lejítima
moral aumentado considerablemente por las defensa, loque equivale a decir ninguna, pues
preguntas capciosas que, en forma de cargos, que en ese caso el crimen no existe. Convic
le son dirijidas i son otras tantas acusaciones to el reo se le hace la aplicación testual de
parciales-, porque, preciso es confesarlo, en el la lei; jamás se toman en consideración los
orden presente de cosas, el majistrado encar mil azares, ajenos muchas veces de su volun
gado de la prosecución de un proceso crimi tad, que lo han impulsado. I no puede ser de
nal, no es un juez tal cual lo requiere la recta otro modo, la lei escrita no ha penetrado en
imparcialidad; es mas bien un acusador que los arcanos del corazón humano cuyos estra
tiene siempre suspendida sobre la cabeza del víos no pueden ser juzgados por ella. Es ne
reo la espada de Damocles. Busca acaso al cesario que él hombre juzgue al hombre, que
guna prueba de inocencia? Nó, solo quiere el corazón que ha sentido el empuje de la pa
encontrar indicios de culpabilidad, porque sión juzque al corazón que ha sido precipi
está persuadido que esto es el medio de dar tado por ella en los abismos del crimen.
testimonio de su profunda sagacidad i conoci Las naciones mas adelantadas del viejo
mientos mundo poseen esa preciosa institución. La In
¿No puede suceder entonces que el reo, glaterra, esa monarquía donde existe la verda
hastiado de torturas sin fin quiera concluir dera igualdad ante la lei; la Francia, de
de una vez con su miserable existencia i se quien un eminente jurisconsulto ha dicho,
declare culpable de un crimen que no ha que bien se le podia perdonar su sangrienta
cometido? Invoca al ser Supremo, se revolución de 93 por haber nacido de ella el
entrega a su divina misericordia i espera!!.... jurado; muchas otras naciones europeas; i en
Con esa confesión, consigue al menos una America los Estados Unidos han reconocido la
cierta tranquilidad de espíritu; su incomuni excelencia ele ese tribunal. No podemos pues,
cación cesa; los grillos que lastimaban sus creer que Chile, pais republicano por su cons
miembros caen; el carcelero es menos adusto; titución i masque todo por el corazón se que
vé el cielo i sus pulmones pueden respirar dará atrás, se mostrará reacio a la reforma.
mas libres. Se ha obtenido de él lo que se Alejémonos para siempre de los tiempos en que
deseaba, ha confesado su crimen ¿para qué los Calas, Lesurques i tantas otras víctimas de
atormentarlo mas? Semejante a las vícti una precipitación i error injustificables han ex
mas déla
antigüedad, goza de los mismos piado en el cadalso crímenes imajinarios. La
privilejios: su corona de espinas se ha tras- justicia no debe ya engañarse nunca. Basta de
formado en una guirnalda de flores; pero ella tribunales cuyos trámites secretosloshace ase
se
empapará en sangre el dia de su inmola mejarse a la inquisición. El progreso no admi
ción en el altar déla vindicta social, si el Om te esas sentencias elaboradas i fulminadas a
nipotente no se digna convencer a la socie puerta cerrada; pide la luz de la publicidad
dad de su error!!! que solo se podrá conseguir con la institución
Con la institución del jurado esos males del jurado —
Se obtendrá?. ...confiemos,
desaparecen, sobre todo si éste existe para la i esperemos!
acusación i el juzgamiento definitivo. El rol VI.
del majistrado encargado de perseguir los de En la mañana del dia fijado para la eje
litos se reduciría entonces al de juez instruc cion de Federico, Gabriela habia suplicad
tor. Este después de haber empleado todos I le trajera de su casa un cofrecillo que si
los medios que la lei le concede para eviden poso le habia obsequiado el dia de su u
i» i n tu Wnfrfri
ii1iÉ..niill^iÉa»MaMtbÉO.;'-"— t- -—r-"'- VliV, ■" i i i ■«■
'

300 •LA "SEMANA. Siembre 24.


monio i que además de valiosas Sacrificio inmenso de un' heroico corazón
alhajas conte
-

nía bienes mas


preciosos para ella— unos bu para cuyo encomió son impotentes las pala
cles de cabellos de su madre i el retrato de su bras.
amante. Quería santo re Una orden Suprema hizo Suspender la- eje?
acaso
pedir a ese
cuerdo el valor que necesitaba para resistir al cucion.
choque de este último acto de la trajedia en Los clos amantes fueron Salvados (i )!..;-...,
que acababa de representar el rol de protago Pocos dias después de estos dramáticos su-<
nista? Quería tal vez pedirla a Ja dulce ¡majen cesos, espantado el juez clel crimen de la'enor-:
del que tanto amaba i que no volvería a ver si me responsabilidad que pesaba sobre él i acu
no en el cielo?—Se defirió a su deseo. sándose por exceso de delicadeza dé haber
El cofre llegó; pero antes de ser entregado condenado a dos inocentes, renunciaba al
a su dueño tuvo
que pasar por el r-ejistro de mundo i se encerraba para siempre ép urt
la justicia. -r^-El juez ordenó forzar la chapa, claustro (2),
porque en la confusión que se habia seguido
a la Eugenio Montigny.
muerte de don Jervasio i -prisión de Ga-,
briela se liabia estraviádo la Báv*, , , . '. •

,-.', .
.Una multitud ansiosa de sangre i I*oba*oza i Etiqueta.
espectáculos ocupaba lá plaza de armas ies-
Regla jeneral? —
-el hombre no sabe ni lo,
peraba impaciente el condenado, .;:. Y
-
De repente, se v}ó salir a todo escape déla que piensa, ni loquedice.iii Joqueliace.
Por cierto que bo es necesario,- imponerse
portada, de la cárcel al ordenanza del juzgado
.

clel crínienque, montado en. ún 'brioso caballo mayores afanes para probar. Ia exactitud, de
esa regla, Basta con tomara la -casualidad a ,

se'dirijiaa media rienda hacia el palacio pre


sidencial. Era portador de un oficio: sii sem Cualquier ser racional, procurar sorprender
blante radiante anunciaba que sü -misión tí- una esperanzas, una so-la de sus aspit
de sus

raciones, el menor de sus deseos para que


nia, en ese instante, algo 'de elevado! conso
lador, Una sola palabra pronunció-, palabra plena justicia sea hecha a la verdad de nues
tra observación.
que fué recojida con entusiasmo por los es
Se asegura que lamas perseverare ocupa*
-

pectadores: Inocentes!— habia gritado el


cion del hombre, lo que absorbe todos sus


mensajero de perdón. Todos los Corazones
instantes, lo. que le hace andar, apurar el. paso
jenerasos palpitaron al oiría. -.
... . . . .

i. hasta correr, lo que hace de su vida un clr-,


í[é aquí lo qué habia sucedido:.
culo vicioso de llanto i risa i de risa. i llanto,
Abierto el cofrecillo, i encima de las alha
esla manía que lo posee de dar casa a esa do-,
jas i délas -perlas que descansaban muelle rada ilusión, -aese ensueño -color de rosa que
mente sobre un lecho de razo color cereza
se ha conyenido en llamar felicidad.! —

realzado con -brillantes bordados de oro, el


majistrado vio ün papel escrito con Suma ¿Quién no hace por enderezar la nave de su
,

destino hacia ese -puerto? Todos trabajamos, —

pausa, i que revelaba la firme determinación sufrimos, lloramos, esperamos i desespera-!


del que lo habia suscrito. Lo leyó, i corrosivas
mos. navegando en su -busca. Vamos decaída
lágrimas brotaron desús párpados. Renuncia^
qn caida, de alegría en alegría, de dolor en
ínos, a pintar los diversos sentimientos que
La omnipotencia -di dolor, de espina en espina, de desengaño en
oprimieron su alma..
vina se había manifestado. Una carta .habia desengaño, haciendo de ese algo inelefenible
estado a punto de perder a Gabriela i Fede que constituye nuestra-peregrinacion
por este
bajo verdadero vestido, de polichi
mundo un
rico, una carta venia a salvarlos. Estaba fir
mada por dqn Jervasio i contenía, estas pa nela, en que todos los sentimientos, todos los
labras: bienes i todos, los males, todas las virtudes, i
(.Gabriela, Consecuentes que liemos ofre
(1) con la-prueba
T/ú no me amas i tengo la prueba de elle, cido dar en nuestra primera nota, sóbrela reali
Demasiado tarde me he convencido que mi dad de los hechos referidos, citamos el caso idén
amor por rendido que fuese no podia ciarte la tico acaecido en Castromarino, pequeña villa si
dicha que tú merecías. Te quiero feliz, feliz a tuada cerca del mar, a la estreinidad Sud-Éste
toda costa, aún de mi vida. del Portugal, a fmes del año pasado de 1858. Sien
Si he sido egoísta, perdóname! Ai! estaba do del dominio público el suceso i las personas

cegado por la felicidad que he disfrutado has que en él figuran, damos aquí sus nombres; El
señor de Agamoule, distinguido militar retirado,
ta el dia en que conocí que no, era correspon^-
su esposa i el conde Aviz de Niebla. (Correspon
dielo. Perdóname pues los pesados deberes
dencia de Paris, Ferrocarril de 25 de enero de
que te he impuesto con una unión despropor 1859.)
cionada, cuyos lazos rompo ahora para devol hacemos alusión personal alguna: i sin
verte tu libertad....... No puedo vivir con este
(2) No
querer escuriñar los motivos que para ello tenia
pesar, pongo fina mis dias, seguro de amarte él hábil majistrado do igual clise que, en el año.
?.un mas allá de la tumba!! de 55 pronunció sus votos en un convento de
El que te adora. ! esta capilal, rejisíramos este hecho por ser vorí^
Jervasio.» dico.
Setiembre 2fi. LA SEMANA. SOI

todos los vieiós, todas las grandezas i todas las arrugas de su frente cuando piensa, las palpi
miserias idos prestaa un pedazo pava confec taciones ele su corazón cuando siente; corred
cionarlo. en todas direcciones su morada, encontrareis
Si lioi esperamos —
mañana desesperamos. el lujo en todo su desenfrenó, muebles de tisú
Si hoi creemos— mañana dudamos, de oro, soberbios espejos, magníficos tapices,
Siliói amamos mañana aborrecemos.

el oro que podia hacer la ventura de una fa
Si hoi' el placer nos penetra mañana él

milia, evitando la deshonra de la hija, las


hastío nos mata. angustias de la madre, el crimen del hijo, di
Donde, hemos creido ¡pobres ileisos! haber sipado en un capricho de fantasía o de orgu^
encontrado la dicha solo hemos estirado la lio: pisareis, ajareis, respirareis oro; pero en
mano, abierto los ferazes -para asir qué?—* El parte alguna, os lo aseguro, daréis con la fe'
vacío i nada mas que el vacío. licidad.
Sin embírfgb, i apesar de la esperiencia con Mientras el pobre corre el mundo sin te>
sus realidades, no hai un solo mortal "que no mor de las críticas del vecino, de fas caluña

desoiga i tenga en menos el aprovecharse de nias del enemigo, de las asechanzas del espe
Jos ajenos piereances, para gozar del equívoco culador;— el rico de todo tiembla, por todo se
placer de recibir por sí mismo las nuevas lec preocupa, empezando por el que dirán fantas

ciones que en cada paso que dá, en cada senda ma- que no se aparta un momento del hombre

en que se compromete, en cada deseo que que ha trepado a las altas esferas de la socie
alienta, en cada
esperanza que concibe, -en dad. Una palabra mal dicha, un paso en fal
cada ilusión que sé forja i en cada'necedad que so, una franqueza intempestiva

si hai alguna
hace, le reserva la vida. Por eso nada es mas que no lo sea- basta para haoerle el blanco

cierto que el rigor solo es parte para -meter ele las murmuraciones de los unos, del des
orden en los negocios del hombre. Este po

precio saturado de envidia de los otros, del


bre engañado solo sabe aspirar, martirizarse odio de no pocos. Tiene siempre que vestir sn
í morir por lo que hade venir a aumentar el fisonomía mas ele parada! pobre de él si al-.
púmero de sus contrariedades. gun sinsabor, si alguna contrariedad deja tras-
¿No se nos cree? Traslado al siglo actual.

lucir¡— todo el mundo tratará de penetrar los


Nadie duda que en él se ha alcanzado a ver misterios mas santos de su existencia íntima,
mas claro que en los pasados, gracias a la tan se hará de ellos materia de conversación,, se

cacareada lei efel progreso, Lei es esta que hará de su alma i de su corazón un campo
tendrá mucho <be verdadera; pero que asegu abierto a todas las curiosidades, a todas las
ramos tiene también mucho de mentida, como conjeturas, a todas las presunciones, a todas
cuanto por estas terrestres rej iones se roza i las perspicacias, a todas las malas intelijen
codea con el hombre, animal que posee la cias, i donde hasta la necedad tendrá derecho
eminente cualidad de soñar demasiado i exa- de ir a manchar con sus salivas puros, nobles
jerar no poco.. Ahora bien: en este nuestro i elevados sentimientos,

siglo se cree a pié júntillas que la riqueza es Mientras el pobre sigue su camino bien que
él núcleo de la dicha, es la dicha hecha mo mal. sin curarse del que a su lado pasa, de
neda, la dicha sonante i contante, porque lo que habrá pensado o dejado de pensar,
con ella todo se obtiene; como si en obtener dicho o dejado de decir; —
el pobre rico ten-
lo todo estuviera la felicidad. Eríor! La felici drá que saludar al que le importuna, reir con
dad está en no desear, no poseer, ni esperar, el que le desespera, apretar la mano al que
ni lograr nada: si la dicha existe, la dicha es querría ahogar entre sus brazos.
Ja pobreza! I esto es solo en cuanto con las esteriorida-
¿Qué deseo ha visto jamas el hombre ple des de la vida se toca. guando se penetra en

namente satisfecho? —

Ninguno. Cada deseo el interior clel alma, en el santuario de los afec


es otro i otros
por realizar por jerminar. tos, entonces la riqueza suele ser una abomi
¿Qué posesión no le ha traielo un cuidado? nación, la espina que nos hiere por entre la
¿Qué esperanza no lo ha hecho rabiar mas mas hermosa flor, la hiél que siempre encon

que al célebre rei de qne_ nos hablan las his tramos en el fondo de todo vaso, un sarcasmo
torias? para la creencia, un poder, una fuerza que
Luego nada es mas funesto que Ja riqueza sin descanso, ni compasión, ni tregua nos em-
que es madre del deseo, de la posesión i de pellonea hacia las oscuridades, los tropiezos, las
la esperanza. —¡Vosotros los desheredados de desconfianzas i los martirios de la duela.
la fortuna golpead las manos, plaudite cives! ¿En qué puede creer el rico?

-. Cuando se os dice que sois desgraciados se ¿En el amor? No será su oro el amado? No

os miente! —
Cuando se trabaja por sacaros estrechará entre sus brazos en vez de una mu
de vuestra vida sin placeres ni dolores, sin jer amante una mujer vendida? Quién podria
ilusiones ni desencantos, sin aspiraciones ni decirle que esa hermosura que le trueca el
desengaños se conspira contra vuestra felici mundo en un paraíso, que hace de su existen
dad! —
Si queréis convenceros, soplad en los cia una cadena sin término de gratas i pene--
falsos dorados que cubren las existencias opu trantes armonías, que levanta su alma a las
lentas, descorred las cortinas del suntuoso le esferas de lo grande, de lo puro, cíe lo inmacu
cho cuando duerme su dueño, observad las lado: quién le diría que ese ser que al pasar su
302 LA SEMANA. Setiembre 2ft.

modelada mano por su frente disipa todo eno De un


amigo la mano compasiva
joso pensamiento, que posando sus labios en Busqué; mas la amistad mostróse esquiva.
los suyos, que perfumando con su tibio aliento I heme tras tanta malandanza,
aquí que,
la atmósfera que respira, hace palpitar su co
razón al
impulso de las mas celestiales impre Estoi cual comencé: pobre i sin gloria, i ;
siones de la pasión; quién le diria que esa mu
Sin un dulce recuerdo en la memoria.
jer que cree un ánjel es quizá una cortesana, entera mi
que ese corazón que oprime contra el suyo no
'■

¡Pero me queda esperanza!


late ni ha latido jamas, que en el fondo de Alemparte.''
Domingo Arteaga
tantas protestas, de tantas manifestaciones de
amor no se oculta toda una horrible comedia
en que el
ánjel no es mas que una actriz con Ecos «le la semana.
sumada?
Es rico! —
es la frase
que el mundo es-
con Santiago, setiembre 23 cíe 1859.' ,

plica todas las prosperidades de los hijos mi


mados de la fortuna. Al escucharla estos ¿no sumario.— Lo que va de ayer a hoi. Hojas amarillajf

han sentido a su sangre helarse, a su corazón que fueron verdes. Teatro.


— —
Círculo de amigos de

detener sus latidos, un involuntario suspiro las letras. e

escaparse de su pecho, una lágrima furtiva a


edición de la gran
arrancada por el despecho asomar a sus pár
La cuadrajésima novena fes-^
tividad nacional acaba de archivarle en los arma
pados?
Ahora: que vale, pues, mas ¿la pobreza o la ¡a
rios del tiempo, lo que en lenguaje racional sig-

nitica que el 18 de setiembre del presente año


riqueza? Si hai felicidad en este bajo mundoo
¿en dónde se encuentra? En el corazón del

si figura ya en el pasado, i sus regocijos públicos
en la memoria. El humo de las salvas
que vive en el palacio o en el del que se alberr- iprivados

ga en la choza? En el de aquel que nada piensa,», i cohetes se ha disipado; las banderas han aban
ni espera, ni desea, o en el de aquel cuya vidala donado sus astas; las músicas han exhalado sus

es una serie no interrumpida de deseos satis- \ se han las luces,


postreras vibraciones, apagado
fechos i por satisfacer, de esperanzas nacidas is
i deshecho los trofeos;
borrado las inscripciones
solo para morir?
el entusiasmo se ha ido con el vino, i el ruido con

Después ele esto ¿cuándo el hombre busca ^a


el movimiento; los caballos han entrado en la
la riqueza sabe lo que busca? Creemos que nó. ó.
cuadra, los carruajes en la cochera i los hambres

El siglo XIX que ha hecho del oro la pasión >n
en la vida ordinaria; el viento norte se ha. llevado
que domina, carcome, roe, degrada i mata todas as
los últimos ecos de la algazara patriótica, i la llu
las almas i todas las conciencias, reduce a
mercadería desde la belleza de la mujer hasta ta via estinguido los últimos destellos del patriótico
el heroísmo del guerrero, es el mas abominable le fuego. A la impaciencia ha sucedido el hastío, a la
de todos los siglos. inquietud de la expectación la fatiga del desaliento ,

Desamparados de la suerte no vayáis a la inercia desmayada a Ja ardorosa ajitacion, el


dar oídos a esos que diciéndose vuestros pro3-
desengañado recuerdo a la esperanza engañosa.
tectores tratan de nivelar las fortunas, de haa-
El tiempo es d puente pordonde hemos pasado
cernos a todos ricos; no les deis oidos, por or
de la una orilla a la otra, dejando a nuestra espal
Dios, que lo que pretenden es hacernos a todosos ,

da el cadáver defina realidad. Poco satisfechos do


desgraciados. hemos detenido un momento contraria
ésta, nos

¡Felices los pobres!


dos i mohínos i empezado a desesperar. Pero el
¡ Pobres de los ricos!
deseo, enardecido por la imajinacion, no tardará en
Justo Arteaga Alemparte. traernos esperanza que, realizada, nos
una nueva

dejará recuerdo
un o, fallida, una decepción. I
otra vez volveremos a esperar, a asir acaso una

Esperanzas íntegras. realidad mas i a perderla apenas asida, para llo


rarla amargamente i enlazarla en breve con una
(Soneto.) nueva esperanza satisfecha o frustrada. Esperar

i desesperar, tales son las dos tareas alternativas


Ansié renombre, i mi menguada estrella
en su acelerado
En vez de glorias dióme negro duelo; que ocupan al hombre sin cesar
tránsito de la vida a la muerte, las dos fuerzas
Pedí riquezas al avaro suelo,
I desoyó enojoso mi querella; centrífuga i centrípeta que le obligan a describir
invariablemente su órbita en torno de la felicidad,
como a los planetas en torno del sol. Ni los plane
Entre los brazos de piadosa bella ni
tas alcanzarán nunca a tocar el fuego del sol,
Quise a mis males deparar consuelo; centro
el hombre el sol de la felicidad. Mas este
¡Ai! triste desengaño de mi anhelo
Con sus desdenes me hizo gustar ella! de incstinguible atracción, haciéndonos jirar fa
talmente, sostiene el equilibrio de nuestro ser.
Setiembre 24, LA SEMANA. 303
Así es como el engaño de ayer convierte el labras de cariño: la i el arte hacían de
se en filantropía
desengaño de hoi, las aspiraciones de la víspera en él un paseo lleno de interés i amenidad. El arte,
las decepciones del dia siguiente, la aurora de las en obsequio de la filantropía, habia puesto en
esperanzas en el crepúsculo de los recuerdos. Así juego mucha parte de sus recursos. Los atractivos
es también como nuestra de la
capital, que no ha mu gastronomía, los encantos de la música i so
cho esperaba anhelante, bre todo los delicados placeres de la pintura con
desespera ahora profun
damente i mira con tristeza sus rosadas ilusiones citaban una concurrencia ansiosa de emociones
de la semana anterior reducidas a estériles ceni artísticas. —
Era fácil distinguir, entre los nume
zas. ¡Cuántas grandes esperanzas fraccionadas por rosos cuadros que poblaban los salones de la Es
la realidad en pildoras homeopáticas i transfor tación, un niño Jesús de Martínez Hebert, adora
madas por el tiempo en desabridas memorias! I ble Dios i admirable i varias
como como pintura,
cuántas otras desvanecidas sin realizarse o avorta- excelentes obras de los maestros Cicarelli i Char-
das parios contratiempos! ton, ya tan famosos al menos por su vocación po
El campo de esta semana, como la tierra en lémica como por su paleta.
otoño, está sembrado de hojas amarillas i secas —
Verdes i frescas acaso estaban todavía cuando
que un viento glacial arrastra en todas direcciones. la tarde el rumbo a la Alameda i co
pusisteis por
Recorred conmigo, jentiles lectoras i lectores cris menzasteis a navegar en el océano de cintas i en
tianos, teatro.de ruina i desolación, i no de
este
tules i gazas, seda i terciopelo que inun
cajes,
jareis de recordar que algunas de esas hojas se os daba sus calles. La población entera, vestida de
tentaban hace poco verdes i frescas en vuestros
parada, se precipitaba como un torrente i cubría
corazones.
toda la estension del paseo con sus injentes olea
—Verdes i frescas estaban sin duda el dia 17, en que rodaban envueltas en lastimosa con
das,
■ciijando cruzabais las calles de Santiago envueltos fusión la majestad de las damas principales, la
en un alegre jentío. El
pabellón nacional fla modestia festiva de las niñas humildes i la franca
meaba en todas partes i permitía apreciar los alegría de las hijas del pueblo. Era una indecible
iuenos oficios de la pimienta o del alcanfor, que
anarquía de trajes, figuras i condiciones, en me
en su larga reclusión habian mantenido su inte dio de la cual no se podia ni reconocer a las co
gridad contra los ataques de la polilla. Era grato nocidas, ni conocer a las desconocidas. Las sacer-
.-extasiarse ea la contemplación de
colores,
sus tres dotizas del buen gusto i los .sacerdotes de la moda
■símbolo de las tres virtudes teologales del patrio flotaban desorientados en aquel mare magnum de
tismo : —
La ardiente constancia, la celeste abne un vulgo profano e irreverente.
gación i las puras intenciones. —
Marchitas las
hojas, perdían su color el dia 19.
^— Terdes "i "frescas se conservaban al espirar la —
La supresión repentina de la revista militar que
tarde, que llevados de vuestra afición pirotéc
en
debia tener lugar en el campo de Marte no detuvo
nica corríais a los fuegos de artificio. El artífice
sin a los coches i caballos, que invadie
embargo
de-aquellos fuegos, quede seguro no tuvo parte al roninnumerables el estenso Hano; mas no con ei
guna en el pretendido descubrimiento de Schwartz,
impetuoso ardor de otras ocasiones, sino poseidos
salió no obstante .artificiosamente del paso con
de indolente pereza.
el auxilio de la historia. Quemó sus naves como

El 20 quizá fuisteis a ser testigos del singular
Hernán Cortez, i
imposible que andando el
no es
combate entre el toro i el oso. 1 a laverdad que
tiempo llegue a conquistar a Méjico; pero hai mo
fué un combate bastante singular. Aquellos fero
tivo para temer quejamas se conquiste el aplauso
del público si persiste en cultivar la pirotecnia.
ces animales, dominados de una .súbita cordura,

Verdes i frescas lucían aún al dia siguiente a comprendieron que no exi stia entre los dos causa
bastante para un duelo a muerte i, satisfecho el
pesar de las esplosiones de la pólvora. De consi
guiente, subisteis alborozados, después del Te punto de honor con algunas lijeras demostracio
del ferrocarril de sangre i
nes mutuas, fraternizaron cordialmente. El san
Deum, a nn carro
griento interés del espectáculo habría quedado
él un asiento.
vuestra dilijencia procuró os en
del todo burlado, si el circo que sustentaba a los
¡Desgraciado, sin embargo, del hombre que no
espectadores no se hubiese desplomado coa opor
tuvo entonces ocasión de ceder el suyo a alguna
tunidad i arrastrado en su caida una fracción
donosa criatura o, a lo menos, a alguna afable
numerosa de la concurrencia en medio del sordo
mamá! Hizo en verdad mas cómodo su camino,
estruendo de las tablas i atronadora grita de las
mas dejó de alcanzar una sonrisa de gratitud de
víctimas —
Tan grave sacudimiento desprendió del
los labios de la palabra
bija o una afectuosa de
árbol do vuestro entusiasmo nuevas hojas desco
boca de la madre, i no pudo, al bajar del carro,
loridas i marchitas.
esclamar parodiando a Tito: no he perdido mi :

—Estaba destinado recibir las últimas el Tea


viaje. Esto no significa que tal viaje tuviese por

j a

funciones en la sema
único objeto cosechar sonrisas agradecidas i pa- I tro Municipal, que cuenta seis
*■

304 LA SE? lANAt Seticmbiie 24.

na. Las novedades se han alternado eu ellas cou ínun, despertado desde luego por la lectura de don!
las repeticiones. Mareial Gónsálefc con que-icompletó su notable jui
Entre las primeras aparece la alocución pronun cio1 crítico del Tratado de Economía Política de
ciada el 18 por la Sra. Mur. Es una profesión de Coürc.elle Seneuil, i en seguida por otra lectura
fé chilena escrita en hermosos versos. Por ella de don Adolfo Valderrama, que bajo el. título des
sabemos cómo la Sra. Mur es hija de Asturias i El Dolor i el alma, ha escrito unas cuantas pajinas'
destinadas perseguir, con el tesón
alumna de Apolo, cómo fué arrebatada de sus sorprendentes a

lares Cómo lloraba una alta filosofía i el apo


clel análisis, la luz de
ton profundo dolor, acongaja-
da misero destino la alondra que de vastos conocimientos, el- misterioáo enlace
su semejante a yo
deja su nido i vá quejándose por dondequiera del alma i del cuerpo humanos, la repercusiou in
en lastimosa canción, i cómo por fin llegó a esta cesante del espíritu sobre la materia i de ésta so-^
bendita tierra, que dotada, a lo que parece, dé la bre aquel.—.Médico í poeta, hombre de ciencia {
literato, el señor Valderraiqa cautiva con su. -es^
»

virtud del Leteo la ha hecho olvidar su pena,


sus quejidos i hasta su patria. Can tal motivo nos tilo ardiente i fácil, maravilla con sus observa-1
saluda, etc.—^-Por mui lisonjera que deba ser para ciones i: subyuga Con stj Jójica inflexible i.pejv'-
hosotros la nueva nacionalidad de la Sra. Mur, es severante,- y

-..-•' Y <i-
justo confesar que no elijió el momento mas DoMidGo Arteaga AíÉmpaSte. ;

propicio para hablarnos de sí misma. Én el dia


de nuestro aniversario vale mas contarnos las
glorias de la patria que la historia de privados BLANCA DE LERMA
infortunios.
El 19 tocó
to: Al sol
su turno al valiente e
inspirado can
Hermójenes de
de setiembre de dbn
Irisarri. La Sta. Sotoniayor, encargada -de decla
M-A€KkmBÉ%-' EPISODIOS HISTÓRICOS Y''/i
marlo, lo hizo con propiedad, enerjía i sentiniien- ,

por Manuel B. Cuartán;


to. Es esta una actriz joven que principia su ca
rrera i se muestra empeñosa en no quedarse esta Se* encuentra a venta en la librería
cionaria. Sus dotes cómicas, cultivadas con per del señor Morel.
severancia, pueden conquistarle, en nuestra escena
un lugar distinguido cuando tenga de su parte,
Condiciones de Isa suscripción*
como la Sra. Mur, la esperiencia del teatro i,de
lósanos. .
.

La. «Semana» aparece todos los sá


De las otras novedades El héroe por fuerza fué bados i consta por ahora de diez i seis
sin duda la mas aplaudida: El público aceptó de
buen grado a Garees por el héroe de esta co pajinas en folio. La protección del pú-1
buco decidirá de su incremento suce
media, bien dialogada e injeniosaraeiite urdida, .

Bretón de los He sivo,


¡Qué distinta suerte cupo a

rreros con su hermosa comedia en cuatro actos : Precio de la suscripción: 3 pesos por
Muérete i verás, cruelmente desollada por los ac "mestre adelantado.
tores encargados de suejecución I Puntos de suscripción.
El de la Rioja salió triunfante de la
postilion
repetición mercedal poderoso apoyo de la Mur Santiago.— Imprenta del Correo, pa^
iClapera, que lo negaron tampoco a El Valle
no
saje Bulnes.
de Andorra i Jugar con fuego, otras dos repeti Valparaíso. —

Imprenta i librería del


ciones felices. Mercurio.
La Mur vé crecer con cada nueva representa Serena.— D. José Domingo Cortez.
público, que aplau
ción el favor i las ovaciones del
Copiapó. Libreria del Mercurio.

de sus palabras, sus ademanes, sus jestos i has


Caldera. Editores del Tren,

ta sus miradas. Es en los papeles lijeros i festivos


Concepción Libreria del Mercurio,

en los que con mayor justicia i mas estrépito pro

mueve la admiración, En el carácter de criada, Talca. Sres. E. i S. Rondanelli.


inimitable. Chillan. Sr. D, Abrahan Siredey.


por ejemplo, es

La Thierry se reparte con la Mur de los me Lima.— Establecimiento del Sr-. Ri=
jores i mas dignos aplausos. La eminente bailarina cordi, calle de las Mantas
marcha de victoria en victoria. Arequipa. Sr. D. Manuel G. de Cas-

tresana.
La reunión del Círculo de amigos de las letras

que tuvo lugar anoche ofrece un interés poco co- 1 Imprenta drl CORREO, Pasaje Bulnes, núm. 14.
ift.&etm
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO

íJíetWtofceó :- —
Aiié.o t <J)oiwuiqo Jiotteaaa Jbtéiiipatte
Año I. Santiago, ©etobre 1.» «le 1850. rVúm. £©.

La independencia es rá pidacomo la fue r za

LA SEMANA. La libertad es lenta como la costumbre.


La primera se conquista.
OCTUBRE L° 1859. La segunda se adquiere.
SANTIAGO, DE
Esto lo olvidaron o desconocieron los pue
blos hispaho-americanos.— Quisieron llegar
{Las sociedades hispano-anteri-
a la libertad por el camino que a la inde
canas.
pendencia. De aquí sus males

pasados i
I. dudas, desilusiones, fluctua
presentes, sus

Dolorosa historia esla de la raza latina ciones i caídas.


en América.—Nacida en las oscuridades del La ignorancia de esta verdad hace a mu
coloniaje, encorbada alma por la igno
su chos imajinar que al lanzarse en la repú
rancia i su cuerpo por la cadena del esclavo, blica i la democracia las sociedades amcrico-
su vida ha sido, en los primeros albores de hispanas 110 comprendieron su situación, 110

la existencia, un perpetuo sueño, una au supieron medir vigor,


su por i tomaron

sencia perpetua de todo noble deseo, de toda realidades las ficciones del deseo, por hechos
alta esperanza, de toda grande aspiración. consumados los mirajes de la esperanza.
■—
Esa raza vivía porque respiraba. Juicio es este inexacto a todas luces. —

Los años corrieron, las fuerzas se aumen Esas sociedades al constituirse como lo hi

taron, la sangre empezó a circular, las in cieron obedecían a las leyes do su desen
volvimiento. Cuando pueblo abnega,
telijencias a despertarse al calor de las ideas, un se

los horizontes del pensamiento se estendie se sacrifica, lo entrega todo a los azares de

ron, un principio santo vino a golpear a la la fortuna, no es para quedarse en la mi


tad de su camino, es para ir al triunfo o a
puerta de los corazones, una palabra fué
la muerte.
pronunciada, acojldai sustentada, i un mun
do la libertad ya antes La independencia sin la república, caso
conquistado a como

lo habia sido a la ciencia. —


Sublime rejene de haberse alcanzado, habria cambiado bien
racion de obrada por el poder de
una raza poco en nuestra manera de ser, habríala
hecho quizás menos llevadera. Mas, desde
una gran necesidad: 'la independencia!

Satisfecha necesidad,
esa probada en cien que fué sustentada, amparada i llevada a su
combates la virilidad de los pueblos ameri consumación en brazos de los pueblos, no
podia de ella otra forma gubernamen
creyeron eslos, no sin razón por
se nacer
canos,
cierto, en estado i con derecho de lanzarse tal ni social sino que tuviera por
aquella
cuerpo i alma en las esferas de la luz
i la base, trabazón i coronamiento la igualdad
de la i el bien, en la liber de todos en la libertad.
verdad, justicia

Para comprobarlo basta recordar los per


tad i la República.— Paso de jigantes que
severantes esfuerzos en contrario de algunos
basta para caracterizar a una raza, para
de los prohombres de la emancipación;
medir el alcance de sus esperanzas, el vigor es

de su voluntad, el temple de su alma. fuerzos que remataron en su desprestigio, en


su impopularidad i en que de
«Desgraciadamente 110 es tan fácil obtener
mas una negra
viniera arrojar sus tristes som
la libertad como la independencia. sospecha a

La independencia se gana con unas cuan bras sobre su reputación.


tas batallas. La America estaba consumida por la ne
cesidad, por el deseo, por la aspiración a
La libertad 110 se alcanza sino tras largos
la igualdad. La desgraciada suerte de los
años de paz, unión i constancia cu el trabajo.
306 LA SEMANA. Octubre 1."

caudillos de la revolución lo manifiesta so el corazón. Hai «na revolución que hacer!


brado : —ahí está media sociedad del lado del tras


Bolívar muere en el destierro. torno. —
Hai un progreso que realizare-
A O'Higgins cabe igual destino. nadie viene en su
apoyo.
San Martin tiene que abandonar también ¿Es esto la obra de la república i la liber

por la imperiosa orden de loa sucesos la tad?—De cierto que nó.— Ambas están lla
tierra americana. madas a levantar a los pueblos en vez de
Garrera rinde en el patíbulo la vida. humillarlos, a vigorizarlos no a debilitarlos,
Sucre es asesinado. a unir las fracciones todas de la sociedad en
Cuanto se elevaba un pié, una pulgada el bien i la verdad no a dividirlas en el odio
del nivel común atraía sobre sí la sospecha i el error. Su obra no es oscuridad, miseria,
luto i llanto, sino luz, bienestar, fraterni
i primera oportunidad era a ella inmo
la —

en

lado. Entonces podia decirse con razón que dad i felicidad. La nación que e3to no alcan
no habia mas que un paso del Capitolio a la za, que en esta atmósfera no vive está lejos,
Roca Tarpeya. mui lejos de la república i la libertail.
La República estuvo lejos de ser, apesar Es calumniar esa última palabra de la or
de cuanto se diga, prematura. Mui al con ganización presente de las sociedades el a-
trario: lanzándonos en ella, hemos ahorra
— tribuir a ella, el hacerla causa eficiente i

do la mitad de la labor. Nunca el bien i—


acaso única del
martirolojio que hace la vida
la verdad llegan demasiado temprano. actual de la América
española.
Pero lo que sí arguye una lamentable No es la república, ni la libertad el mal
ausencia de observación i estudio de nues jénio que hacia el mal nos empuja, no son
tras sociedades, de las peripecias porque su sus inspiraciones las que nos pierden, no es

vida ha pasado, es el querer hacer respon por su causa que nos vemos atados al poste
sable a la república i la libertad de sus males de la ignorancia i la preocupación, es nuestra
i dolores. La culpa no es suya, es nuestra. falta de fé, nuestro miedo para confiarnos a
Nada lo manifiesta mejor que la situación ellas lo que nos lleva camino del abismo.
de los diversos estados de la Amé Nada es mas fácil de comprender i cer
presente
rica Española.—Por todas partes la instabili tificar. ¿Dónde está la libertad realizada, la

dad, portadas la lucha, laconfusion, el caos república hecha verdad abriendo las csclu~
es lo cure reina. Los destinos de los pueblos sas al torrente de la revuelta?

están entregados a las decisiones do la ca ¿Será en el Perú?


sualidad. No existe, o si existe, no tiene

¿Será en la Nueva-Granada?

vida propia ni el poder social ni el poder


¿Será en Venezuela?
gubernamental. No hai ni conciencia ni opi ¿Será en Méjico?
i todo lo el ¿Será las repúblicas dé allende las
nión pública. Surje puede no en

que debe sino el que lo alcanza.—La


sobe Cordilleras?
ranía popular, base i punto de partida de la En todos estos estados lo que vemos es la
democracia i la verdadera república, es una aspiración a la libertad quemando, consu
ilusión, una mentira. Donde no es el sable miendo el corazón de los pueblos i a los es
el que la encadena, es el oro el que la co de arriba i de abajo, de todas
peculadores
La dignidad i los fueros del -esos im
i cataduras estrav-iando
rrompe.

categorías
hombre i del ciudadano son arrastrados i pulsos jenerosost
El capricho usurpa casi siem Los unos trabajando por- apagarlos ;
pisoteados. —

pre el solio de la lei. La justicia es bastar Los otros trabajando por exacerbarlos.
deada, adulterada i manchada por la pasión De esta hace de la sociedad
manera se

i el odio. Todo tiende a la división, nada a. un cementerio infierno, una cárcel o


o un

la unión. La sociedad i sus grandes inte un campo de batalla. Resultando de aquí


*es
reses se ven constantemente sacrificados a la que cuando la sociedad no es oprimida
de los unos, las ambiciones cuando no se la comprime se
especulación a
engañada, que
personales de los otros, a la ceguedad del la hace despedazarse, que tiene que ser

mavor número. —
Jamas nos detenemos en autómata o furioso.
la senda clel mal, —

siempre anclamos la del 1 para obrar tanto mal, para llevar a los
bien con el miedo eu el alma i el espanto en |; pueblos entre dos abismos a cual mas pro-
Octubre i." LA SEMANA. 307

fundo i espantoso, se invocan los santos no es la unidad en todo, que la pluralidad le


fatiga i que si la soporta como medio de estu
principios de la democracia ¡Impiedad! La —

dio trata ele desprenderse de ella cuando en el


democracia no ha tenido hasta hoi en la
silencio de su intelijencia quiere concentrar
América española, casi sin una sola escep- sus conocimientos i abrazar el vasto horizonte

cion, sino calumniadores a traidores! de un principio jeneral. El hombre tiene esta


Así, nada es mas natural que la confu idea en el alma, quiere ver las relaciones de
sión todo lo que existe i está contento cuando des
en
que vivimos, que el desconcierto
pués ele haber trabajado por largos años, su
que aqueja a las esferas todas de la activi mano trémula puede escribir en el libro de la
dad i el movimiento social. Ninguna ocupa cienciaun principio que relacionahechos aisla
su único i propio centro. Cada fracción, ca dos hasta entonces. Dios mismo uno i trino
da elemento la ventura, a la casua
corre a parece que no ha creado las particularidades
lidad. Ya se echa ruano del bien para pro

sino para dar al hombre la gloria de encontrar
sus relaciones i probarle al fin ele su carrera
ducir el mal, ya del mal para que abra

que hai algo de maravilloso en el fondo de su


los caminos que al bien conducen.
organismo. ¿Qué vienen a ser, los conoci
De todas parles' se grita en el paroxismo mientos humanos sin estas relaciones? Dn lar
del miedo: —
Nos perdemos! El atraso, en go catálogo de hechos inconexos sin fin, sin
vuelto de áangre, utilidad. ¿Qué viene a ser un nuevo ani
en un mar azotado por los
mal añadido a los que hasta ahora conocemos
tempestuosos vientos del odio i la pasión, sino se le puede colocar en alguna de las uni
amenaza sumerjirnos, i todos espantados i dades colectivas mamíferos, aves, etc? En fin
confusos, perdida la cabeza, paralizado el qué vienen a ser tocios los fenómenos de la
corazón lo miramos naturaleza entera sino se les puede agrupar
llegar, sin que nadie se
atreva a lanzar sobre sus
encrespadas olas lógicamente i elevarlos hasta la concepción ele
una lei? Anaximeno, aquel célebre filósofo de
el esquife de la democracia que es la única
la antigüedad, devorado por esta idea de jene
tabla de salvación que nos queda. ralizacion i de causa única trata de buscar el
La cobardía ha perdido siempre a los infinito: por un enérjico esfuerzo de su inteli
hombres i a los pueblos! No lo olvidemos!

jencia hace abstracción del aire en el planeta
que habitamos, i al mirar el vaciVde la atmós
Jlsto Arteaga Alemparte. fera queda asombrado; las plantas se marchi
tan, los pescados suben a la superficie de las
espumosas aguas i se vuelven desconsolados a
Eí dolor i el alnia(l). morir en el fondo de los mares, las aves aba
ten su vuelo i mueren asfixiadas en los llanos,
lleas legróla in corpori dolenti. el hombre i los otros animalesmueren también
Jrvziui,,
desesperados por la falta de elemento tan im
I. portante, i cuando el filósofo ha visto en su
Tomar aisladamente los hechos i las cosas imajinacion la destrucción del mundo, escla
es el defecto de la sociedad actual, que orgu- ma alborozado:
elinfinito es el aire. Este solo
llosa con su inmenso catálogo de conocimien principio envuelve en sí solo todos los fenó-
tos quiere a toda costa que se la llame progre menosorgánicos de les seres vivos, todas las
sista i sabia. Pero cualquiera que se tome el profundas i misteriosas elaboraciones ele la or
trabajo de arrojar a un lado los libros para ganización microscópica.
dejar pensar a su alma, libre de las ligaduras Ved, pues, que la antigüedad estabasedienta
de la autoridades, se convence fácilmente que de principios jenerales i aunqueria encontrar
este no es el espíritu que debiera guiar a la un
principio único del cual se desprendiesen
humanidad en el laberinto ele las ciencias. los demás, con el cual todo pudiera esplicarse
La humanidad ha adquirido muchos cono satisfactoriamente. Este espíritu de jenera
cimientos para que se la pueda llamar sabia, lizacion nos eleva sobre las particularidades
po ripie la sabiduría no consiste a mi modo insignificantes de materialidad para colocarnos
ele ver en acumular conocimientos sino mas en la esfera ele las relaciones esenciales de las
bien en entrar en el fondo de las cosas i ver cosas i elevarnos así a la jeralizacion i de aquí

la relación ele los fenómenos para poderse ele ala unidad.


var a la concepción ele una idea jeneral. Este Un dia oí preguntar a una persona si habia
espíritu de jeneralizacion es inherente al hom realmente la seguridad, de conocerá un hom-
bre i en verdad que no sé porque lajeneracion |
1
bre por su estilo; yo creo que se puede hacer
actual lo rechaza. Todos saben que una de las algo mas que responder afirmativamente a es-

de
grandes aspiraciones clel entendimiento huma- i ta
pregunta, yo creo que puede sacarse un

i
grupo de personas desconocidas al autor de
(1) Este interesante articulo eslá lomado fielmente un trabajo
cualquiera, si se ha leído con de
de la memoria que con el misino título leyó su aulpr
tención. Una persona que ha escrito un libro
en la penúltima reunión del Circulo de amigos de ta-s
letras.
i ha hecho su retrato, en osa obra está vaciado
sos LA SEMANA. Octubre 1."
todo el autor, allí cslá su carácter, su inlcli- llama i quiere que le curéis: su cabeza árele,
jencia, su individualidad entera, i si se pudie del fondo clel estómago se levanta una mano
ra desarrollarla obra en una personalidad, se de fierro que vá a apretarle el corazón, su voz
confundiría con su autor, pudiéndosela consi es temblona, su fisonomía contraída, su
pala
derar como una abstracción
jeneral del hombre bra desigual i hasta desordenada, 110 hai le
que la produjo. sión apreciable ele ningún órgano importante.
II. Recetad.
Es indudable que estas relaciones. entre los Pero 110 lo hagáis, veo que vais a mandar
fenómenos i las cosas existen; i ¿por qué con una porción de medicamentos que 110 curarán
el conocimiento ele esta verdad la medicina se al enfermo; dejadle abandonado a su dolor,
empeña en no ver que hai un hombre que cu eso os evitará un sonrojo. Si no tenéis en el
rar? por qué no se acuerda que el hombro es cerebro la fuerza suficiente para inspirar la
un todo
compuesto de órganos i de intelijen confianza i hasta la adhesión, si no podéis en
cia? por qué no velas relaciones íntimas del contrar entre vuestros recursos uno que des
cuerpo con el alma, de la materia con el es cargue esa alma angustiada, que determine la
píritu? ¿qué es este malestar, síntoma de to crisis de la angustia, 110 hagáis nada; el tiem
das las enfermedades mas que el grito de una po hará por sí solo lo que no habéis podido
alma que en el nauírajio clel organismo se hacer vosotros con vuestra ciencia venerada,
siente oprimida e imposibilitada para lanzar III.
al inundo esterior las señales -claras de su ma. Un gran observador ha visto en la cara do
ñera de existir? Francamente, no los niños enfermos ciertas líneas particulares
compren
do estaá inconsecuencias clel espíritu hu que anuncian el sistema que se encuentra
mano. afectado, o mas bien la cavidad que es el sitio
Las enfermedades atacan al hombre como de laaf'eccion. ¿Qué son estas líneas? Sin eluda
auna totalidad psicólogo-orgánica i no como alguna el resultado de la modificación de su
a materia solamente, por consiguiente hai alma trasplantada sobre el rostro, constitu
también en las enfermedades de la organiza yendo una fisonomía especial. Estos son da
ción una irradiación mórbida hacia el alma. tos preciosos en los niños que todavía 110 sa
Desconocer esta Influencia del cuerpo sobre ben hablar, pero en el hombre 110 nos pueden
gl espíritu es una blasfemia filosófica, es no servir estos signos; primero, porque para po
comprender las leyes ele la naturaleza. Mil derlos observar es preciso que se presenten
-

en una fisonomía vírjen i que no haya sido


ejemplos se presentan todos los dias que de
muestran claramente esta hermosa relación. herida por el soplo venenoso de las pasiones,
Cuando el príncipe Eujenio de Saboya esta i 2." porque el alma no se empeña en. esas
ba causando, los mayores daños a la Francia, manifestaciones mímicas teniendo para ma
esclamaba un grande observador de la corte nifestar su. estado el órgano maravilloso ele la
de Luis XIV: «Oh! si pudiera enviarle la dia palabra. En el niño hemos visto un fenómeno
rrea desde luego se convertiría en el mayor material i do él nos hemos elevado a la conr
cobarde de Europa! (Descuret.) «Aplicando cepcion de su existencia intelectual; ahora te
este, principio decia un jeneral ingles mui en nemos que obrar de un modo enteramente
tendido en materia ele valor: «Apresuremos la diverso; el hombre nos da su estado intelec
acción mientras nuestros soldados tienen en tual i tenemos que descender al fondo del or
sus estómagos el pedazo de vaca. (loe. cit.)» ganismo para buscar el símil de ese estado
Estos hombres estaban convencidos de una traducido en' materialidad, en organización
verdad que nosotros
no
negamos, pero que mórbida. Aquí está la grandeza de la medi
tampoco ocupamos de estudiar; i del con
nos cina, aquí está la belleza del arte, acpú está lo
vencimiento de ]a recíproca influencia del maravilloso de este microcosmo, átomo miste»
alma i clel cuerpo brotaron esas palabras cuyo rioso lanzado al mundo como un problema de
valor se comprende fácilmente. Hroussais, el la Providencia:- pero también es aquí donde el
inmortal Broussais escribió .un libro en el cual médico necesita ele toda su fuerza de intelU
como un soberano ofendido emprende una cam jencia, aquí donde el misterio suele triunfar
paña contra la filosofía, la ataca, la oprime bajo cíela intelijencia humana aun la mas clara i
el peso de sn palabra inspirada, la echa en tie robusta.
rra, la vence i la hace tributaria de la Medicina. En esta lucha en que el médico, para ven
Pero Broussais murió, ya no se leen sus obras cer, debe ser también filósofo, puede haber
i nó falta, ignorante que le llame, loco i visio falta ele datos, porque no lodos los hombres
nario ¿Qué nos ha quedado? bien poco por ¡ dicen lo que sienten gracias a los progresos
■supuesto; nos han quedado los médicos de de lo que se llama civilización. Pero también
los ungüentos i de los cáusticos, los médicos aquí la intelijencia resuelve el problema, es
de la anatomía patol-.íjica i de las medidas, -

preciso arrancar su secreto a ese hombre, i la


nada mas. habilidad clel práctico, la fuerza de su argu
!
Pero 1:0 ssya ele inflamaciones ni de
trata mentación, la dulzura do su voz, el ínteres
-cánceres: védese hombre, acaba de sufrir una que to,ma por su enfermo le abrirán las puer
'

desgracia irreparaL'e, lia perdido su fortuna, tas de la confianza i entonces es fácil llegar a
su
hijo, lodo lo que amaba en la tierra; 03 -¡
ia confidencia, El médico debo conocer el te-
Octubre 1.» LA SEMANA. 309

rreno eu
que tiene que ajilarse, i marchar con , continua, vacilación entre la esperanza i
esa
calma la adquisición de los datos 1
en
que ne el desengaño, esos enérjicos latidos de un co-
cesita-, obrar de otro modo es perderse, inspi ! razón antes perezoso i lánguido, en fin, toda
rar la desconfianza '
que es el enemigo mas esa vida borrascosa del amante es la que
grande de la medicina. ] principalmente vá a obrar sobre su cerebro i
Vemos pues que i
querer considerar al Iioiiv- a
producir un movimiento perturbador en su
bre como una existencia intelectual. Pero hai también otros
organización, es no compren
derlo; la concentración de sus dos naturale mil medios de llenar esta indicación según el
zas en una totalidad, es absolutamente nece individuo que tenga que curarse; siempre es
saria para poder llenar conexactitud las in -

preciso sin embargo que el elemento moral


dicaciones de la medicina práctica. El cuerpo : perturbador que entre como medicina ele su
no puede sufrir solo; si el dolor es el
grito si ] alma, sea una pasión espansiva, una ele
lencioso ele un órgano que sufre, la fisonomía | aquellas que obran principalmente sobre
i la palabra son los espejos en que el alma | los órganos contenidos en la cavidad del
refleja su estado, la declaración de su interno pecho; para fijar allí la actividad del orga-
sufrimiento. ¿Porqué no entra el estado moral ! nismo, para activar el movimiento vital
en la
sintomatolojía de las enfermedades? En i arrancarle de la inercia en que le ha arro-
verdad que no lo sé ;
jado una pasión deprimente. La hipocon-
Acordémonos sin embargo que este estado I dria que yo definiría el miedo de estar enfer
moral no debe ocupar únicamente nuestra mo, la hipocondría como todas las pasiones
atención; si es verdad que la materia obra deprimentes, no produce jamas estados pato-
sobre el espíritu hasta hacerle cambiar de lójicos agudos, sus resultados son como elfo
rumbo i modificar profundamente su modo lentos i crónicos, produce aflujo de sangre so-
j
de existir, no es menos cierto que el espíritu bre la cavidad del vientre; pero un aflujo casi
|
obra a su vez sobre la materia determinando ! mecánico, sin actividad, verdaderas conjes-
en el organismo lesiones mas o menos im ! tior.es que no son capaces de elevarse a la ca-
portantes. De esta unión misteriosa de la ma : tegoría de estados inflamatorios. Por contrapo-
teria, i del espíritu, de esta fusión grandiosa de | sicion, el amor, la cólera, etc. determinan mui
,

los elementos mas eterojéneos de la creación, | comunmente apoplejías, inflamaciones fnlmi-


resulta un todo compacto, una individualidad S! liantes, ruptura de losórganos i en fin todo el
humana. I cortejo ele enfermedades que existen de una
Ahora bien, esta individualidad es laque se 'I manera igual a la
pasión que las produjo; hai
confia al médico para que la trate no como ![ en fin espausibilidad mórbida,
permítaseme
una organización, siuo como un hombre; no | esta espresión verdaderas sinerj ias que envuel-
,

como materia, sino como una combinación ¡| ven en sus activas i francas manifestaciones
misteriosa de organismo e intelijencia. I; la idea de ias pasiones espansivas. Estos son,
Hecoiramos akera rápidamente algunos de ¡i pues, los elementos que entran comomedica-
los estados en que la vida intelectual se afecta |! mentos principales en la curación déla hipo
mas profundamente i estudiemos las
leyes de condría considerada bajo el punto de vista de
su tratamiento moral.
su curación
por un tratamiento moral apro i
piado. Tomemos otra afección cualquiera, tome-»
IV. mos un ejemplo de las neurosis o alecciones
Supongamos un hombre víctima de una [ de los nervios. Sea una mujer de la alta socie--
gran melancolía, que vive solo, que no tiene I dacl que tiene un temperamento nervioso»
mujer, ni padres, que se queja de malas di- ¡¡ mui pronunciado, envenenada con la lectura
jestiones, que acusa a su hígado de no tra de novelas i poesías románticas; no sabe decir
bajar con bastante enerjía; en una palabra, lo que siente, pero se vé en su fisonomía que
supongamos lo que se llama un hipocondría ¡
hai un desorden en su sistema nervioso, tieue
co.
¿Cuál seria el tratamiento de esie hombre ele cuando en cuando dolores en la cara, pal-
en el círculo de io
que llamaremos medicación j; pitaciones .del corazón, manías periódicas»
moral?- ¡i
bochornos; su palabra es viva, pero ondulosa,
El matrimonio contestan en coro todos los ¡I desigual Se trata de curarla i se quiere
prácticos; pero es preciso entenderse sobre el que el tratamiento sea moral. ¿Qué debe ha-
:

particular ?Cómo vá a obrar el matrimonio en :. cerse?


is.e caso? ¿Es .puramente por el hecho de vi En vista de su estado moral caracterizado
vir con ima compañera por lo que el enfermo por una espausibilidad mórbida de la fuerza
encontrará su curación en este estado? ¿Esta imajinativa; si una mujer pudiera tomar se
evolución tranquila cíe! alma de un esposo se riamente interés por el estudio de las mate
rá bastante para librarle de su afección? máticas, yo la encerraría entre las cuatro pa
Yo no lo creo; es otra la indicación que hai redes deesa lójiea severa, vo la haría ajitarse
que llenar. Si es cierto que la existencia
mate en el
campo helado del raciocinio i de este
ria! del esposo contribuirá mucho para modi modo la obligaría a fijar su intelijencia i aban
ficar la hipocondría, no es esta el elemento donar esa viga idealidad producto de la exal
mas importante. Esos prolegómenos obliga tación mórbida de su imajinacion. Pero des
dos del matrimonio, esa estado de ajiiacion graciadamente la mujer no tiene gusto por
i 10 LA SEMANA. Octubre i.*

e>ta clase de estudios, i emprender un tra


bajo de este ¡enero seria
para ella poco menos A ini madre.
que imposible; es preciso pues buscar en otro
tratamiento la esperanza de su curación. Ea AL PARTIR.
lectura ele libros sagrados tiene muchos incon
venientes, porque las personas que tienen una De la calma el contento
gran movilidad nerviosa pasan mui rápida Sobre tu faz en vano, madre mia,
mente del coquetisino a la beatitud i terminan Esfuerzas sin aliento;
a veces
por contraer la manía relijiosa, la mas Llegó la hora sombría
terrible de todas. Seria preferible en este caso Nuncio de duelo, fin de mi alegría.
echar mano de las obras clásicas de historia
escritas en un estilo claro i sencillo, de las Tiembla tu labio mudo,
obras de viajes, etc., etc., etc. Anúblanse tus ojos, palidece
En una palabra, la lei de las indicaciones Tu semblante i un nudo
morales en los estados mórbidos de lainteiijen- Tu garganta entorpece,
cia puede formularse ele la manera siguiente: Que vá a decir: a Dios! i desfallece.
Producir el reposo de ciertos fenómenos in
telectuales por la exaltación intencional ¡Cuál resuena en el alma
de otros fenómenos de diverso carácter. Esto Ese breve, tristísimo sonido!
en cuanto al estado moral; Del océano en la calma
pero he dicho i lo
repito de nuevo que el espíritu obra sobre _ Pavoroso rujíelo
la materia. ¿El estado mórbido de la organiza Con que preludia el huracán temido!
ción será también modificado por la medica
ción moral? Ya en tropel proceloso
Creo que esto es indudable i para'coaipren- Los recuerdos se agolpana la mente;

derlo mejor tomaremos un ejemplo que nos I a su soplo impetuoso


demuestre esta modificación. Desátase inclemente
Se sabe que las pasiones deprimentes tie Dentro mi corazón borrasca ardiente.
nen una cierta influencia sobre las visceras

del vientre, influencia crónica i lenta. Si en La lumbre ele tus ojos


una persona que se encuentra en este estado No volverá a brillar como solia,
Cuando en nubes de enojos
podemos producir una
pasión espansiva como
el amor, por ejemplo, habremos llenado todas La fortuna sombría
las indicaciones necesarias para que la cura Mi fatigada frente Oscurecía.
ción se verifique. En primer lugar habremos
Ni tornará en mi oido
producido el movimiento perturbador ele la
A resonar tu acento de dulzura,
■intelijencia que influirá sobre el estado moral,
en segundo lugar la Cuando vague perdido
pasión espansiva que he
mos producido, teniendo unainfluencia marca En la opaca espesura
da sobre los órganos contenidos en la cavidad De afanoso pensar, que me tortura.
del'pecho, llamará toda la actividad vital sobre
librando así a los órganos Mañana al despertarme
aquellas visceras,
del vientre de su estado mórbido; este último Con sus rayos fantásticos la aurora,
fenómeno eslo que en medicina se llama re Ai! no vendrá ya a darme
vulsión. Tu voz encantadora
No olvidemos, en fin, que hai una manera El matinal saludo, bienhechora.
de obrar que es propia de cada clase de
Solitario i callado
pasiones: la actividad orgánica jeneral se au
menta con las pasiones espansivas i se dismi Contemplaré del sol el curso ardiente,
Desde el monte nevado,
nuye con las pasiones deprimentes; el amor,
De do álzase esplendente,
pues, producirá en el organismo una actividad
con la cual el estado conjestivo crónico de los Hasta caer dormido en occidente.
órganos abdominales, es incompatible. De este
modo vemos desaparecer un estado mórbido I en pos vendrá la noche,
del organismo bajo el influjo de una medicación De misterio i vapores mensajera,
enteramente moral. I en su plateado coche > -

Recorrerá la esfera
.-' noi.ro Vai.derbama. La luna, de los tristes compañera,

I su fulgor dormido
Las cenizas aun tibias alumbrando
Del hogar bendecido,
Me encontrará callando,
De mi dicha las ruinas contemplando.
Octubre 1.° LA SEMANA. 311

Todo parte contigo: espantosamente larga, colorada, abultada


i

Las alegrías ele hoi i los albores cargada de nauseabundos restos de polvillo,
De tanto ensueño amigo. que asomaba por entre los barrotes de una
De recuerdos traidores ventana clel tamaño í forma de una gatera.
Los escombros me quedan i dolores. La persona a quien se dirijia, era a una
vieja que frisaría en los sesenta i cinco abriles,
madre mia,
¡Pero tú, arrugada de cara, en cuyo centro tenia un
Tú olvidarás! Del patrio suelo,
no me botón entre azul i colorado que se daba los
Que mi alma tanto ansia, aires de nariz, i en.su parte superior dos ojos
Enviaráme tu amoroso anhelo redondos i pequeños, en cuyo fondo se divi
De una memoria el celestial consuelo! saban dos luces en continuo movimiento. Dos
1857. dedos mas arriba empezaba una cabellera de
color indefinible: por unas partes era negra,
Domingo Arteaga Alemparte.
por otras castaña, por otras roja como la san
gre i mas allá blanca como la nieve. Una pei
neta de búfalo, barnizada ele grasa, sostenia
L'n lioüihi'e a la inocSa. en la cima de la cabeza las dos tornasoladas

Continuación. trensas que formaban esa rara cabellera.


Cuando doña Cleta se vio así cojida en el
III.
garlito, trató de ruborizarse, dos chispas de
La berlina de Enrique fué' a detenerse en
!
pudor ofendido o mas bien de curiosidad tur
íma casa de modesto aspecto i de un solo
piso. bada, brotaron de sus ojos, que fueron a cla
El lacayo abrió la portezuela, i Enrique j varse en el narigón. Después de haberlo con
bajó con la misma precipitación que habia templado, no a él sino a su nariz, por un mo
subido. mento, se dijo para sí con tono sentencioso:
La casa estaba silenciosa : no se percibía ni [ —
No habia de ser feo para ser impertinen
el mas leve ruido. Todas sus puertas i ven te i curioso. Avechucho! ¿Cuándo me veré
tanas completamente cerradas i cubiertas de
j libre de este monstruo? Ha pretendido correr
tierra i dé telas de araña i el patio de una alta i me;
pero no lo ha de conseguir.
i menuda yerba, Ja daban cierto aire de tris- j I con cierta resolución, volvió a sacar su
teza i abandono que oprimía el corazón: aque
agraciado rostro por el postigo de una de esas
lla casa o estaba sola o era el albergue ele un ! puertas, que ya van desapareciendo, i que son
dolor, de una desgracia, de una pena mui pro una de las últimas muestras de la
carpintería
fundos. colonial.
Muchos eran los ruidos que corrían i los co- i —
Eso es vecina.... así me gusta.... Fuera
nientarios que en la vecindad se hacían, con gasmoñerias, le dñ,o el narigón, al ver a doña
respecto a esta casa. Jamas se habia visto sa- ; Cleta asomarse de nuevo, i después agregó:
lir de ella a alma viviente. Solo de vez en i —Qué coche i qué caballos tiene el elegan-
:
cuando habia entrado un joven hermoso i ele- ton. Vamos, doña Cleta ¿cuánto diera Ve!, por
gante; pero sus visitas se iban haciendo cada \ ser la misteriosa persona a quien nuestro fu
dia menos frecuentes. lano viene a visitar?
No entraremos a relacionar a nuestros lee- Déjese Vd. cíe preguntas necias, ve
j —

tores todas las hablillas, conjeturas, suposi cino.... Si alguien lo oyera.... capaz que fue
ciones a que se entregaba el vecindario, com- ; ran a creer... la jente es tan mala, i doña Cleta
puesto en su mayoría de viejos i ociosos, para j se lamia los labios i hacia unos pucheritos ca
penetrar el misterio que encerraba la casa si paces de hacer reir a un ingles.
lenciosa. La empresa sería sobrado larga, i \ —

Vamos, doña Cleta, vamos, diga la ver


tras larga inútil, cuando nuestros amables lee- í dad. Entre vecinos i a nuestra edad...
tores van a saber la verdad i a tener el derecho I —

Viejo impertinente, le interrumpió doña


de hacer en esa casa lo que mejor les cuadre. Cleta rabiosa, i cerró con estrépito el postigo.
Cuando la berlina de Enrique se detuvo El narigón, al ver la cólera de doña Cleta,
junto a la casa tormento i pábulo ele curiosos, i se entregó a una risa tan inmoderada que to
varias puertas del vecindario se entornaron, dos los que pasaban se detuvieron asustados.
i no pocas ventanas se abrieron con cierta j
l'ejro cuando, buscando al risueño, se en
precaución, asomando por aquí una nariz Ion- '; contraron con su nariz todos esclamaron a
jitudinal; por allí dos ojos sin pestañas, pero una voz:
no
por eso menos atisbadores; mas allá un ¡i —

¡Qué narices!
rostro apergaminado, última espresión de lo3 !! —

Esperad, esperad, dijo un pilludo, voi a


insultos del tiempo, ese eximio caricaturista; j llevarme esta nariz
para el museo, i corrió a
sin que faltara tras él para formar su con- ! la ventana.
traste alguna cara fresca i sonrosada con lá- [i Pero el narigón, que todo lohabiaoido,puso
bios de coral i dientes de perlas. su nariz a buen recaudo.

Mi amiga doña Cleta, no se esconda Vd. jj Doña Cleta asomó la cabeza, no sin precau
dijo una voz gangosa, que salia, no ele una I- ción, por el postigo, i dijo con sonrisa triun
boca, sino, con mas propiedad, de una nariz !• fadora:
312 LA SEMANA. .
Octubre L°

Bien castigado por -reparón. Vuelve a vejez traidora que traen envuelta en sus man
Andarme con qué •somos de la misma edad, tos el dolor i la desgracia.

viejo Matusalén, i verás si no te saco a danzar —

Carmen, dijo Enrique sin poder contener


la pesca ele tu nariz. su sorpresa.
Pero volvamos a la casa silenciosa. Carmen lo miró con cierta persistencia, i
después agregó con tono pausado i con inten
Luego que Enrique entró al patio una puer ción:
ta, menos tierrosa que las demás, se entrea Parece que te he sorprendido Enrique,

brió, con cierta precaución, i asomó por ella Estarías talvez mui entregado a tus pensa
el risueño i candido rostro de una milita, en mientos... Los hombres como el señor ele
cuadrado por largos bucles de cabellos casta Camba siempre tienen mucho de que ocu
ños, i cuyos verdes i razgados ojos se fijaron parse. . .

en
Enrique al mismo tiempo que en sus ro —
Parece que el humor está bueno hoi,
sados labios empezó a revolotear una sonrisa contestó Enrique con embarazo.
de sorpresa i alegría. Carmen sin prestar en apariencia atención
Todo esto fué tan rápido que Enrique nada a las palabras de Enrique añadió:

notó. —

Pero, hacemos de pié?... Vamos a


qué
Cuando ifca a llamar a la puerta, que aca sentarnos.
baba de entornarse, esta se abrió con gran sor —Como gustes, dijo Enrique casi maqni-
presa suya i apareció en ella una mujer alta, nalmente.
pálida i vestida de riguroso luto. Lo que yo decia: continuó Carmen, al

Todo en esa mujer imponía respeto. Su an mismo tiempo que atravesaban el salón, el
dar lleno de nobleza i dignidad, la tranquili señor de Camba está absorvido por grandes
dad de su rostro bello a pesar de lo marchito pensamientos.
de su tez; la tristeza de sus grandes ojos par Enrique se dejó caer negüj entórnente sobre
forrado
dos, realzadas por largas i sedosas pestañas, , unapoltrona colocada junto a un sofá
como la poltrona i el resto de los muebles
i surcados de profundas i azuladas ojeras. en

Era imposible ver a esa mujer sin adivinar un damasco de un verde mui oscuro. Las corj
que mas de una horrible tempestad habia tinas que caían sobre las ventanas i el en%v
azotado su vida, que habia apurado hasta pelado eran clel mismo color.
las heces la copa clel placer i la clel dolor, que Todo era triste, sombrío en esta habitación.
habia gozado i sufrido, reido i llorado. Esa El sol que penetraba con dificultad por entre
mujer debia Comprender mui bien cuanta ver las cortinas, como que perdía algo de su bri _

dad encierran aquellos dos versos del poeta: llo, como se tornaba pálido i triste a la
que
lo rodeaban.
Junto a la horrible tempestad clel alma par de los objetos que
Nada se encontraba en esa habitación que
Las tempestades de la mar, qué son!
pudiera despertar la alegría.
Apenas tenia treinta i cuatro años, i áu En uno de sus costados habia una mesa
rostroempañado i su frente surcada por arru adornada con dos floreros de porcelana de co
gas casi profundas, la hacían representar se lor oscuro. En medio de ellos, un reloj de so
senta largos. Es que la edad no la hacen los bremesa de esfera de oro, figurando una pi
años sino la desgracia. rámide truncada.
Enri
Que un dolor verdadero i profundo os sor Después de un momento de silencio^
prenda empezando el camino de la vida, que como volviendo de un sueño i dirijiéndo
que,
ese dolor se aferré a vuestra alma, la nuble se a Carmen le dijo:
sus ilusiones, la destruya sus esperanzas, —I Laura, la linda Laura, mi buena amiga,
que penetre en vuestro corazsm i lo hiera i lo come está. Me había olvidado el preguntarte
destroce; i os veréis sorprendidos por la vejez por ella.
—Como! no la has visto; piles ella filé
a
en medio de la juventud, i viviendo como ella

de recuerdos, de desengaños, de lágrimas i anunciarme tu llegada. Creía que hubiese


de impotencia, aun cuando vuestro cuerpo estado contigo.
tal vez rebose la salud i la fuerza. —

Nó, nó!
Hai vejeces como hai dolores que el mundo —Pero ¿qué tienes Enrique? qué es lo que
de to
no
comprende, i son esas que tienen su asien te preocupa? Tú bien sabes que apesar
con
to en el alma i el corazón, i que sin
embargo do— Carinen pronunció estas palabras
me in
son las mas terribles i las nías reales. . cierta amargura,— siempre tus pesares
El mundo llama viejo al que peina canas, teresan.
tiene la tez arrugada, los ojos sin brillo i no —Nada, Carmen, nada.
ancla sino que se arrastra. Pero quizá es esa —

Nó, Enrique.. ..tu me ocultas algo. Vaya!


la menos triste de todas las vejeces: esa viene habla.
poco a poco, se la siente venir; no nos sor —Lo quieres, Carmen pues- bien... .pero
prende en medio de un festin, en lo mejor de no
un ensueño color azul de cielo, al ir a
impri —
Habia Enrique, habla
mir un beso lleno de pasión i fuego en la son Enrique palideció. Sus
manos crispadas
rosada mejilla de nuestra amada; como esa

apretaban con fuérzalos brazos ele la polírona:


Octubre 1." LA SI 313
sus cejas se arrugaron; su respiración se hizo de un momento de pausa en que
-i
Después
difícil. Algo luchaba en el alma de ese hom-
bre.
j las nublaron sus ojos continuó:
lágrimas

Como sufro. Nunca, jamas lograré, Dios

-
Carmen, que lo observaba de hito en hito, j mió, arrancar lo que tengo aquí, i apretaba
corno que tuvo miedo i echó sus delicadas i enflaquecidas manos contra su
maquinalmente
la vista al cordón de la
campanilla. corazón.

¿Qué tienes, por Dios, Enrique? dijo con —

P#ero qué tienes siempre los mismos


angustia. Tu estas malo. presentimientos, los mismos fantasmas te per
Enrique nada contestó. siguen i atormentan Pero es necesario
Siguióse un nueva silencio. hacer un esfuerzo. ¿Dónde está tu antigua
De repente el rostro de Enrique se serenó: fuerza de voluntad?
sus cejas se
desarnigaron, i respiró con cierta —
Ai! Enrique: hai sentimientos, hai dolo
contenida satisfacción. i se
res que una vez
aposentados aquí
Después mirando a Carmen, a quién su mal" ñalaba su corazón vencen la voluntad
estar habiadejado pensativa, dijo para sí: mas firme, nos anonadan, debilitan la
imajina

Esta mujer aun me ama... Quizás no ne cion i solo nos permiten ver lúgubres ¡enaje
cesite recurir a los últimos estreñios... Pero nes Oh! el remordimiento
también ama tanto a su hija! I Carmen ocultó el rostro entre sus manos.
En seguida fijando en Carmen, La alegría de Enrique empezaba de nuevo
que perma
necía siempre metitabunda i con los ojos cla a
desaparecer: su frente se nublaba.
vados en la alfombra, una de esas miradas Ln largo silencio se siguió, interrumpido
que
tratan de leer en el fondo del alma,
agregó:* solo por la entrecortada respiración de Car

Carmen, ¿qué es lo que tan pensativa te j men.


torna? Acaso habré venido a enturbiar uno de Elreloj dio las tres.
los raros i cortos instantes plácidos de tu exis- Enrique al oir esas tres campanadas se
tencia? Como lo sentiría.... enderezó en su asiento. Sacudió su, cabeza co

Nó, dijo Carmen fijando en Enrique sus \ mo tratando ele


disipar algún pensamiento
tristes i melancólicos ojos. Tu entristecerme... '■ importuno, i dijo a Carmen -con resolución.
tu turbar mis cortos instantes de calma... Estoi perdido, i tU sola puedes salvarme.
nó, —

Enrique, nó!....Ap=sar de todo.... Carmen nada oyó, parecía sumida en su


Carmen no pudo concluir la frase, las pa arrobamiento.
labras se detuvieron eu su garganta i una lá- i Enrique apoderándose con cierta impacien
grima silenciosa corrió por su pálida i mar- i cia, que trabajaba por ocultar, de una de sus
chita mejilla. manos, agregó:
Una infernal sonrisa de triunfo asomó a los me oyes? estoi
Carmen, no perdido, i tú

labios de Enrique. Pero fué tan rápida que puedes salvarme.


Carmen nada advirtió. Carmen se estremeció; levantó sus apaga
Enrique se levantó de la poltrona, fué a dos ojos hacia Enrique i le contestó maquinal
sentarse a su lado en el sofá i tomando una: mente:
de sus manos, sin que esta tratará de retirarla, ¡ —
I a mí quién puede salvarme?
le imprimió un beso estrepitoso sino sincero. Enrique quedó un momento como paraliza
La miró ele nuevo un instante, i luego esclamó, do. La inesperada respuesta ele Carmen lo ha
con voz al parecer enternecida: bia contrariado.

Eres im ánjel! —
Me ama, se dijo para si con un jesto da
Carmen, se sonrió i dijo con amargura: despecho; pero pueden en ella mas sus remor
—Ojalá! dimientos que su amor por mí.... Pero labora

Si, Carinen, volvióa decir


Enrique con se
pasa, i miró el reloj.
fuego i besando de nuevo la mano que Carmen
le habia abandonado, eres un ánjel que mere
j —Carmen, agregó con resolución, es nece

sario que me
que procures dominar por
oigas,
ce ser adorado de rodillas Ai! desgraciado i un momento tus tristes fantasías
de mí que I —
3Iis remordimientos, querrás decir, le in

Demasiado tardólo has conocido, le im- terrumpió Carmen. Ah ¡Enrique cuánto mal
¡
terrumpió Carinen, con un ¡esto de incredu- ¡ me has hecho Este era el porvenir que con
lidad que trataba de ser gracioso i era deses- j palabras de fuego me pintabas? E:-.ín estos los
pereció. ¡ goces sin fin ni medida que me reservaba tu

Perdón, Carmen, perdón.... He sido mui I amor?.... Era este el mundo encantado, esc
cruel para tí; pero siempre aun en medio ele mundo que habia de ser la realización de un
¡
mis estravios, cuando por mi causa el dolor cuento de las Mil i una noches, que tu me pre
¡
i los remordimientos i venían a destrozar parabas, i en el que habia de olvidar io que yo
j
tu noble corazón, siempre siempre I llamaba mi falta? Ah! Enrique, cómo me has
te lo juro, Carmen, te he a i mentido cómo te has burlado de mi credu

Cállate. Enrique, cállate, no me recuer- ; lidad — Eres un pero nó nó perdo
des un pasado que trabajo por olvidar I ■■
na ih! si tu supieras cuanto sufro te com
que sin embargo siempre tengo delanto de j padecerías, Enrique, de esta pobre mujer a
mí ''
quien has perdido....
'|0
31'. LA SEMANA. Octubre 4.*

Señora.... Carmen. hai vacilación posible; porque la vacilación



Temes que vaya a turbar tu felicidad? no significaría ruina, miseria, indiferencia sino
es así, Enrique? Temes que mi tristeza, mis desprecio de parte del mundo. I tú bien sa-^ —

remordimientos vayan a contajiarte Pero bes lo que eso importa para los hombres como
nada temas, Enrique Los hombres feli yo... Todo, todo Carmen, todo estoi dispuesto*,
ces, los que como tú viven eu el torbellino decidido a arrostrarlo, a emprenderlo para

del mundo, nunca tienen tiempo de oir a so detener, sino conjurar la tempestad que ni jo
las a su corazón I porqué te habia de ga sobre mi cabeza... Nada hai en este instante
nar la tristeza a tí que corres de placer en pla que capaz de emprender sea bueno o
no sea

cer a tí que por donde quiera encuentras malo, digno o infame, virtud o crimen, con
bellos rostros que te sonríen, corazones que tal de que me lleve a mi fin; detener mi rui
por tí palpiten, senos liónos de amor i de pa na;... nó, ocultarla... Carmen necesito tu di
sión en que reposar tu cabeza cuando un nero, la dote de tu hija i lo tendré...
amargo pensamiento trate de turbarla. Oh! Carmen quedó un momento anonada. Pa
recíale un sueño lo que oia. Tras un corto si
Enrique, eres mui feliz!

Así lo crees, Carmen, la interrumpió En lencio, miró a Enrique como alelada, maqui-
rique. nalmente, casi sin poder darse cuenta de lo
En

No solólo creo, sino que lo sé Apesar que acababa de oir. Creia imposible que
ele mi aislamiento, los ruidos del inundo sue de el mas cruel de to
rique tratara imponerle
len llegar hasta mi puerta. Esos ruidos me dos los sacrificios, el que despedazara la fibra
han hecho saber debes casarte con una rica mas delicada de su corazón de mujer de ma

heredera, con una joven hermosa i pura, con dre, el esponer a su hija a la horfandad i la
un verdadero ánjel, capaz de volver al camino miseria, sacrificando el porvenir, la dicha ele
a Satanás mismo, ele hacer palpitar el corazón ese pedazo querido de sus entrañas a los vi

mas gastado ¿La amas, Enrique, la a- cios, a los cálculos, a los proyectos talvez in
mas?... Nádame contestas.... No creas Enri fames de un hombre sin alma.

que tengo celos, i porqué los había de....


Cuantos dolores, cuantos reproches jenero-

Dejemos, Carmen, esta conversación.... sos i nobles; cuanta elocuencia, de esa elo
No es este el momento de pensar en ese ánjel, cuencia toda corazón, sentimiento i verdad;
como tu dices, la interrumpió Enrique.... Te cuantas suplicas también habian en él silencio

decia que estoi perdido i que necesito que me de esa mujer i de esa madre.
salves Me entiendes, Carmen, que me Enrique vaciló. Sus ojos se encontraron con
salves! la apagada mirada de Carmen, mirada sin
Cómo así, dijo Carmen con interés.
— brillo, sin persistencia; pero de esas que no es
lado. Por
Sí, Carmen. Hace tiempo que estoi casi

posible soportar, ise apartaron a un

fué clel lado del Teló}: marcaba las


arruinado. Solo el juego con sus alternativas desgracia
ha sostenerme. En este momento1 has tres i inedia.
podido
el se ha negado a suministrarme re El dolor, la desesperación, las lágrimas de
ta juego
cursos.Anoche he perdido una fuerte suma Carmen lo habian impresionado hasta hacerle
una hora, i no olvidar su Situación; habia habido en ese co'-
que debes pagar antes ele
un cuarto... razon gastado, cerrado al sentimiento tin ins
tengo
I qué puedo hacer yo, Enrique?
— tante de arrepentimiento, de flaqueza virtuosa;
el egoísmo volvió
Como ¿qué puedes hacer? Salvarme.

pero la hora todo lo disipó:
Pero dónde encoñtraréel dinero que ne
— a recuperar su imperio un momento perdido.
cesitas? Yo nada tengo. ....
_
Enrique puso de pié. Dio algunos pa
se
volviendo a
Pero tú me has hablado de una suma,
— sos por la habitación, i luego
sentarse al lado de Carinen le dijo con voz le
último resto de la fortuna de tu esposo, i que
dejó depositada vemente alterada:
éste, antes de suicidarse, en

una casa de comercio de Santiago. —Qué decides, pues, Carmen ¿me salva
Pero lo que quieres rás?

Entiendo, Enrique.
Ese dinero es Te he dicho que es imposible, le contestó
imposible

es
no puede ser,
mundo.... Carmen Con resolución. Si quieres mi vida
el dote de Laura... Por nada en
este

—Entonces te niegas. Quieres que me eles- aquí la tienes... Todo: todo estoi dispuesto a
que confiese mi ruina,
sacrificarlo pór'tí... por que apesar de todo,
honre, que me pierda,
mis planes todos, que Dios mió, amo a este hombre.... Pero el por
que vea desbaratados
cuando voi a tocar a la cima, a enderezar
el venir, el pan. de Laura, de mi pobre hija ja
mas... Me has hecho esposa indigna,., ío se
edificio de mi fortuna tenga que dejarlo arrui
una miserable su ria otra i mil veces por tí... pero mala madre
narse... 1 todo por qué? por
ma... Tú, que no lias
dudado en sacrificarme jamas1..-,
tu honor, tu felicidad.....
tranquilidad, tu ¿Con que nada harás por mí? la interrum
^—


Basta Enrique, por Dios, no continúes. pió Enrique, con abismadora sangre fria i fi
en ella una mirada concentrado i escu
—Sí, sí, me oirás, es necesario que
te pene jando
mi situación, Carmen; es necesario que driñadora.... Pues bien: tu lo has querido
tres de
a uno ele esos ins- Desabotonó con calma su levita, sacó del
comprendas que he llegado "

ta-nte= en que es preciso no vacilar,


en
que no bolsillo del pecho el paquetito atado con una
Octubre 1." LA SEMANA. 315

cinta rosada que con tanta impaciencia re de Enrique que partía, esclamó dejándose
cordaron nuestros lectores buscará en su me caer sobre el sofá.
sa, i presentándole a Carmen agregó sin per —
I sin embargo, amo a este hombre, Dios
der nada de su sangre fria: mío!

¿Conoces estas cartas? Pues bien; en diez J. Arteaga Alemparte.


minutos mas estarán en manos del tutor de
Laura. {Continuará),

¿Qué lo que intentas, Enrique? Serias


es

capaz de tanta infamia?


De todo, de todo, dijo Enríeme eon fuerza. El i los
relojero relojes.


Eres un
Fábula.
■—
Señora

Sí, lo entiendes un Después de ha En otro tiempo habia


bernos arruinado lanzando a mi marido en
un relojero
En la habla de relojes entendido:
el juego e introducido la
corrupción i el L'n dia que se hallaba entretenido,
vicio en un hogar honrado.... aun no te bas
ta,... No estas satisfecho con haber causado la Tenaza i lima en mano,
muerte del padre, la deshonra i la infelicidad ojo la lente,
En el
de la madre, quieres también la miseria de la 1 algunas piezas de reloj, en frente,
hija... Oh! esto es horrible... Dios mió! Dios Oyó a un reloj vecino,
mió! despertadrne de esta atroz pesadilla...
Cuyas piezas, con ruido platicaban,
mi cabeza se pierde... Yo me vuelvo loca....
I en su lengua metálica charlaban.
I un torrente de lágrimas empezó a bañar
La cuerda así decía:
las pálidas i ajadas mejillas de la pobre Car
¿Porqué la manecilla, cual señora,
men.
Li honra se ha llevar de dar la hora.

No estoi para oír insultos, arrepentimien
I la llueca campana, vanidosa,
tos ni declamaciones, dijo Enrique con voz
breve.... Elije pues: orne das inmediatamente Sin hacer otra cosa

una orden Que anunciarla, lia de encumbrada,


estar tan
para que se rae entreguen los veinte
mil pesos de tu depósito: o estas cartas que Mientra una ha de vivir aqui encerrada,
prueban nuestras relaciones i nuestra.... pero En esta caja obscura
quiero ahorrar las palabras duras.... son Sin ver la luz del dia?
entregadas antes de diez minutos al hermano No, señor; que ya en todas las naciones
de tu esposo....
La
igualdad se procura

Enrique, por compasión!... Establecer; i nuestros graves males


Elije....

No tienes corazón! Dependen de que en nuestras condiciones
Somos tan desiguales!

Elije, volvió a
repetir Enrique.
Sálvese mi Carmen con resolu

Sil gritaron las ruedas interiores:

hija, dijo
ción.,.. Entrega esas caitasa mi cuñado. ¡Que viva la igualdad! ¡No haya señores!
Un memento después agregó: El artífice sabio;

Pero es necesario que entiendas que desde Pero cansado ya de tanta charla:
el momento qne nuestras relaciones, hasta Pobres pedazos de metal, les dijo,
ahora cubiertas con el velo de una amistad
¿A. qué conduce esa arrogancia vana?
desde la infancia, sean conocidas por el tutor
¿Podréis hacer lo que hacen la campana
de Laura... ésta será separada de tu lado,..,.
1 el puntero prolijo?
I el mundo todo le sabrá, i quedaras... sin...

-Nó! respondieron con sonoro labio.
honra... i... sin... hija!

Dios mió! Dios mío! esclamó la pobre

Pues entonces callad: sin la aparente
madre i ocultó el rostro entre sus manos. Desigualdad que veis, tan necesaria,
Siguióse un profundo silencio interrumpido No os podríais mover regularmente;
solo por los sollozos de Carmen. Que ella equilibrio da a la maquinaria.

Es necesario concluir, dijo Enrique a me
Dejad vuestro charlar -necio, importuno,
dia voz, i acercándose a Carmen, añadió: I sabed que lo justo, en vuestro estado,

¿Qué decides? Es gozar de aquel bien proporcionado


Carmen se levantó sin pronunciar una pala Al servicio que presta cada uno.
bra, enjugó sus lágrimas i con paso firme i
resuelto pasó a una pieza contigua. Trazó a- Daniel Barros Gkez.
presuradamente algunas palabras en un pa
pel, lo dobló, i volviendo, de nuevo a la habi
tación donde la esperaba Enrique, le dijo, I.n mentira.
alargándoleel papel.
Fíbula.

Tomad!
Enrique tomó el papel i salió. Al ver la fea mentira
Cuando Carmen oyó el ruido del carruaje El horror que al mundo inspira,
316 LA SEMANA. Octubre 1/

Dice airada: Carlos v, avanzando un


peón.
Pues me he de vengar del hombro! ¿Si yo pudiera ayudaros?
1 apareciendo .
margarita.
ataviada.
(ion la vestidura misma Con mucho gusto!.... imajinaos, señor!..,
De la verdad, toma el nombre isabel, levantándose i acercándose a

De sofisma.
Margarita.
Una historia!
Desde entonces no fué estraño margarita.
Ver al cisma Que pobre Babieza.... (deteniéndose). I
ese esto
Divisor; engaño
ver al
bajo el mayor sijilo al menos....
Derramarse por el mundo, isabel, escuchando con curiosidad.
Que cubren de Ciertamente.
error profundo margarita.
Los que con facilidad
De mentira hacen verdad; Por otra parte, él mismo me ha autorizado para

Esos mil talentos, bellos que lo diga a V. M.


garlos v, continuando su
partida de ajedrez.
Ergotistas; ¿1 luego?
Filósofos según ellos; margarita, jugando siempre.
Según los demás, sofistas, I bien, Babieza.... ha encontrado, ha
ese pobre
ce una hora, encerrado en su casa, a todo un noble
(El mismo.) i poderoso señor.
CARLOS v.

LOS .
¡De veras!
ISABEL.
Cfisessícs «I© la IteÉEía «Se Ríavarra k un señor de la corte....
o MARGARITA.

Sí.... i ose gran personaje, que esto áfe lo céleba


EL DESQUITE DE PAVÍA. clel cuento, sé ha visto obligado con todas sus cam
Comedia ea eiaico «fies. panillas, bajar por la ventana,
CARLOS v.
Continuación. Eh; cuáles su nombre?
ISABEL.
ESCUNA XI.
,

¿Cuál es?
CARLOS V, sentado cerca déla mesa de la izquier MARGARITA.

da, MARGARITA de pié al otro lado de la me No fe sé.... ni Babieza tampoco. ¡El.no lo vio! \
aun dudara de la traición, si el galán, con la tur
sa, i a la izquierda ISABEL, cerca de la mesa de
la derecha. bación de una súbita retirada, no se hubiera lleva
do el sombrero del marido, dejando en cambio
ISABEL. otro de riqueza i elegancia réjias.
¿Qué significa esto?... yo no entiendo palabra... carlos v, aparte.
a sentarse. cerca del velador de la derecha i to
(vi ¡Ah ya caigo!
ma una obra de costura o de bordado. MARGARITA.
carlos v, aparte, complicar la situación de una
1 lo que viene a

¡Ella¡..,. i mucho que se lo creo (a Margarita) manera admirable. en un cuento es que su


...

perqué yo mismo.... ceda..... sin que se sepa cómo, que ese sombre
margarita, a media voz i alegremente. ro....
Oh vos, señor,... vos sabéis mui bien.... carlos v, alegremente.
carlos v, sentándose cerca de la mesa de Era el del emperador, quien de esa manera se

ajedrez. encuentra enjuego sin pensarlo


Absolutamente nada. ISABEL.

margarita, sentándose enfrente del rei i ¡Es posible!


siempre a media voz. CARLOS V.
V. M. ño ha tenido hoi una conferencia diplo I por una casualidad conoce solo el en
quien
mática.... súbitamente interrumpida? redo, i todavía mas, conoce al héroe de la aven
carlos v, acomodando las piezas sobre el tura.
tablero. MARGARITA.
Protesto quo ignoro lo que V. A. quiere decir!.. Vuestros son los honores, señor.... Vuestro es
es la verdad. el desenlace.
marcasita, acomodando también su
juego. carlos v, riendo i confidencialmente.
'

¡Verdad imperial! Ese sombrero es el que por distracción, me


CARLOS- v. fué llevado de aquí hace una hora (no diréis nada
Al contrario. a nadie), por mi nuevo ministro Gattinara.
üas,c a rita ,
alegremente. isabel, arrojando un
grito de indignación
Esa es otra cosa!... 1 bien entonces.... ya pode i de desp/echo.
mos conversar en alta voz. Hablabais en este ins ¡Gattinara!
tílate, señor, de anécdotas e historietas que pro MARGARITA.

porcionaba la corte de Madrid. He hecho repertorio El.... con Sanchica ...

de algunas admirables, con las cuales compondré CARLOS V.

a la vez cuentes galantes, o ruis-mnosos, o diver 1 yo que lo cumplimentaba por su frialdad i su


tidos, o iiit-splicablcs, incluyendo entre ellos el indiferencia!
euen'o del evnlnro.... cuyo desenlace r.o se me margarita, en tono de reconvención.

ocurre todavía. ¿Cómo es eso, señor?


Ofctubre !.• LA SEMANA. S17

CARLOS V. isabel, a la derecha i a media voz.

Quiero decir queyo no le creía con ninguna pa ¿Con qué es cierto, señor?
sión absolutamente ninguna ¡Icómo nos en- MARGARITA.

gañamosl... con los ministros!... ¡es espantoso!... De quien estáis enamorado!...


isabel, que próxima a
desmayarse se del mismo modo.
isabel,
apoya
sobre la mesa a la derecha. ¿Con quécierto?es
Ah ¡es indigno!... gattinara, fuera de si.
lo
margarita, sonriendo, ¡Qué impostura!..,, ¡qué traición!... ¿quién os

No tanto es
preciso induljencia. ha dicho?
v, sonriendo, a Isabel.
carlos margarita, riendo.
Así es, lo tomáis mui a pecho.... mientras
vos ¡El emperador!
que no tenga otra inclinación mas seria que
la de carlos x, riendo,
Sanchica.. yo perdono!
.. ¡La princesa!
gattinara, a
Margarita
ESCENA XII.
¡Ah! ¿queríais perderme? pues yo os perderé a
vos.... i vos, señor.... quizas me escuchareis cuan
CARLOS V, a la izquierda, cerca de la mesa, así
do se os diga que Francisco I vuestro cautivo....
como MARGARITA. ISABEL a la, derecha, UN
CARLOS v.
UJIER o .unciando.
¿I bien?
*
EL UJIER. GATTINARA.
Su excelencia el señor conde de Gattinara. (Ga Está próximo a escaparse.... si a estas horas ya
ttinara entra, i se adelanta por el lado del rei a no se llalla fuera de vuestro poder.

quien saluda profundamente). carlos v, levantándose.


isabel, aparte. ¡Eh!... ¿qué significa esto?
Nó, yono puedo creerlo todavía! GATTINARA, di alta VOZ.

GATTINARA. en favor de su
Que el rei de Francia ha firmado
Desde que me separé de V. M.... no me he ocu Delfín una acta de abdicación en debida
hijo el
pado sino en probarle mi celo forma.... acta que ha confiado a su hermana Mar
carlos v, riendo. garita....
que también se ha puesto
En verdad.... el pobre Gattinara!... margarita,
gattinara, co;i orgullo. de pié.
¿V. M. lo dudaría? ¡A mí!...
carlos v, tratando de contener la risa. GATTINARA.
de sino Estoi seguro.... para encaminarla a Francia.
Nó, veras.... pero perdóname, querido,
puedo dejir de reírme.... ah... ah... ah... margarita, aparte.
gattinara .
¡Ah!...
hablar V. M. de los carlos v, bajo a Gattinara.
¡Cuando vengo a a peli
gros... Una acta de abdicación! ¡Todo se nos escaparía!
riendo.
margarita, ¡todo seria perdido!
Que habéis corrido.... ah, ah, ah. GATTINARA.

garlos v. Tranquilizaos.... yo vijilaba..,. todos los correos

Ab, ah, ah, ah. han sido detenidos. . . .

gattinara, mientras el rei está riéndose. CARLOS v.

¡Pero si esto es lo que hai de mas serio en el Mui bien....


mundo!... ¡Escuchadme, señor, escuchadme! GATTINARA.

carlos v, ahogándose de risa i mostrando Escepío les de V. M.


a
Margarita el sombrero que tiene CARLOS V.

Gattinara. ¿1 esa acta, donde está?


¡Ah!... todavía tiene.... el otro!.., GATTINARA, bajO.
gattinara. Margarita la lleva consigo,
Vuestros enemigos se aprontan.... a su vez.... margarita, mirando a Isabel a la derecha.

para reirse a vuestras espensas.... Oh Dios mió!... la princesa se ha desmayado!


margarita, del mismo modo. carlos v, con impaciencia.
El del.... marido.... ah!.... (ambos se ríen). En momentos éste!....
como

gattinara, comenzando a desconcertarse. margarita, corriendo hacia ella.


Os digo que... se aprontan! Llamad, pues, o antes, no..., (mostrando su li
CARLOS V Í MARGARITA. mosnera que ha dejado sobre la mesa a la izquier-.
Ah, ah, ah, ah. da). Allí, en mi limosnera.... mi pomo.... mi sal...
GATTINARA. buscad pronto!... ¿Hallasteis?..., (Margarita vol^
No veo que cosa.... pueda causar. ..
semejante viendo la espalda, al rei i a Gattinara, hace aspirar
risa. el pomo a Isabel, quien poco a peco vuelve en si.
carlos v, enseñándole la
con mano i sin Mientras tanto Gattinara repara en el suelo un pa
poder hablar. pel que él acaba de dejar caer de la limosnera. Lo
levanta i dice al rei con un grito de alegría. Ah! si
¡Ese sombrero!
GATTINARA. fuese!....
CARLOS v.
¡Oh cielo!
MARGARITA, riendo.
siempre ¿Qué cosa?
Que no es r-J vuestro.... i que habéis tomado.... ! GATTINARA.

garlos v, del mismo nodo. Esa acta de abdicación! {abriéndolo i recorrién


Ai Babieza. dolo). ¡Qué desgracia!... no es esa!
pobre
MARGARITA. CARLOS V.

En el aposento de Sanchica. ¿Qué es, pues?


318 LA SEMANA. Octubre 1.
GATTINARA. vierno i la bienvenida a la festiva estación de las
Una conseja. cuentol Lo que las
- un .
agrada a
Musas i las Gracias, que
cobija en su dorado man
damas.
to mil seductoras
carros v, asustado i llevándose la mano promesas,— mañanas color de
rosa como las
a la frente. ilusiones, dias ardientes como uu
¡Cómo!... Ese hace un instante yó
cuento que alma enamorada, tardes lánguidas i tibias como
mismo dirijí a la
rejente Luisa de Saboya, está allí la pereza, noches fugaces como el deleite i se
todavía.... no ha caminado?...
renas como una buena conciencia. Todas las eda
margarita, aparte i mirándolos.
Qué es lo que hai, pues? des, todos los sexos i todas las condiciones con

CARLOS V," ciertan sus voces para cantar en coro universal


Pero entóneos.... ¿qué es lo que he cerrado i se sus alabanzas al tiempo rejuvenecido. Los niños.
llado con mis armas?... ¿qué es lo
que yo mismo he saludan la de los volantines i colum
enviado a Francia?:., con Babieza.... mi correo de reaparición
gahinets? bran en el horizonte de su esperanza la época de
GATTINARA. vacaciones ; los viejos se despiden hasta el año
El único que haya podido salir. (Mirando a entrante del catarro, del constipado i el romadizo;
Margarita). Ah! reparad.... en esa rápida mira
los jóvenes, viendo reverdecer los árboles, pre
da.... esa sonrisa que acaba de escapársele
apesar
suyo (con viveza). Señor,... esa acta de abdicación disponen su espíritu a los placeres dercampo Lse
está en camino de Francia.... i es V. M sueñan todas las noches trasportados al espeso
quien ,.,.

acaba de remitirla., la discreta enramada, donde convertidos


.
bocaje o
CARLOS v. sátiros o faunos
si fuera cierto! si
en persiguen a alguna tierna ninfa
¡Yo!... se hubieran burlado de
desdeñosa timicla
mí hasta
o esquiva, o altanera; las muje
ese puuto!...
MARGARITA.
res recobran el abanico i el quitasol, i los hom
A la verdad que sé lo que decir Vues bres destierran la camiseta i el paraguas; los apa
no
quiere
tra Majestad.... sionados de la locomoción se complacen de saber-
carlos v, colérico i enseñándole el papel los caminos i
expeditos se aprestan dilijentes a
que tiene en la mano.
Pero este este cuento, señora?
sus correrías; los inmuebles hacendados esperan
papel....
margarita, riendo. impacientes que las espigas se vuelvan rubias; los
I bien, señor.... es un cuento ricos apagan la lumbre de sus chimeneas, i los
garlos v, del mismo modo.
Lo entiendo!... Pero como sucede que
pobres se confortan i regocijan al amor de esa otra
se halle
lumbre inmensa que el Padre común mantiene en
allí.... allí.... i no en otra parte?...
cendida en el hogar de sus criaturas. Revive lo
margarita, del mismo modo.
Pues eso es porque.... porque quizás será una que estaba muerto, se reanima lo que estaba ale^
copia. targado, se despierta lo que estaba dormido, se
CARLOS v.
viste lo que estaba desnudo, i todo se alegra i a-
Nó... no esperéis alucinarme!.. Hai apesarvues-
tro en vuestras facciones.... un aire burlesco que jita en medio de las risas del nacimiento i los pro-
revela la victoria i el orgullo del triunfo. dijios de las transformaciones. El corazón de la
MARGARITA. naturaleza i el del hombre precipitan sus latidos.
Señor..,, qué idea!... Pero donde la influencia de la primavera se
CARLOS v.
deja sentir con mas fuerza, es en el mundo de la
Ah!... pues yo sabré la verdad!... Que corran al
alcance de Babisza.... moda i el buen gusto, que ha sufrido en su aspec
GATTINARA. to una metamorfosis completa. A los majestuosos
Lleva mucha ventaja i vuela el vieelo.
como
pliegues de la cachemira, a la inflexible densidad
CARLOS V.
del terciopelo, a las espesas combinaciones de la
¡No importa! ¡Mis despachos.... que me traigan
mis despachos! ¡La gracia, el favor (¡ue se quiera seda, vénse suceder tijeras creaciones de telas va
para aquel que me traiga a mi correo!... porosas i aéreas, verdaderas sutilezas de la ma
margarita, aparte. nufactura. El pleonasmo i la gravedad de los tra
¡Felizmente está léjosl de invierno han
jes desaparecido: la nueva esta
JE de Irisarri. ción busca el ideal de sus vestidos en los blancos
(Continuará.) vapores de la madrugada, en los pintados celajes
déla tarde, en el aire que respiramos i en el espí

Ecos de la semana.
ritu que nos anima. Una nube tejida, un suspiro
de la brisa hilado, una idea risueña convertida en
Santiago, setiembre 30 de 1859,
La la naturaleza.— La prima
muselina, un pensamiento de amor reducido a
sumario. —

primavera en
vera en las manufacturas. La primavera en los sen

gasa de seda, tales son los modelos mas acabados,
tidos.— Prodijios del deshabillé.— Honores fúnebres. propuestos a los trajes.de primavera.

Al que fué.— Semana teatral. Circulo literario, —

Este cambio de ropas esplica perfectamente el


El tiempo i el almanaque se han puesto por fin aire de profunda observación que-so nota en los
de acuerdo para colocar a nuestra población bajo diversos círculos de nuestra sociedad. En las ter
elimperio de la primavera. Los vecinos de San tulias se conversa poco i se mira mucho; en el tea
tiago lian dado va el último adiós a! aterido in tro se escucha poco i se mira mucho; en la álamo-
Octubre A.° LA SEMANA, 319

da se anda poco i se mira mucho, i en donde quie provincia; el batallón Buiü desfila a continuación;
ra que hoi se congrega nuestra sociedad cuatro de los jefes i oficiales francos de la Guarnición i la
los Sentidos permanecen ociosos para dejar uno milicia cívica cabalgan detras del Buin; i el rej
solo en ejercicio :^-el (felá vista> jimiento de Granaderos a caballo completa i cie^
Sin contar los nuevos vestidos de la estación, rra el prolongado convoi. Entre tanto, habéis po

han tenido los ojos abundante pábulo a sus mira- dido distinguir, en el interior de los coches mez
radas el lunes i martes de la presente semana, con clados con la comitiva de infantes i caballeros, las
ocasión de los funerales del jeneral Vidaurre, muer comisiones del cuerpo lejislativo, el cuerpo de la
to valerosamente, como sabéis, en la última revo Municipalidad o sea la Municipalidad, en cuerpo,
lución de Valparaíso. La traslación de sus restos
— i los tres cuartos existentes de la unidad minis
de la capilla del Salvador, donde estaban deposi terial.
tados desde el domingo, a la iglesia de la Compa Coches i personajes, caballos i caballeros, fu
ñía, atraía el lunes un numeroso jentío i lo sem- siles i soldados, músicas i estruendo, han desapa
¡
braba en toda la es'tension de la alameda. La hora recido desembocando o, con mas verdad, embo
no podia ser mas propicia al incremento de la con cándose en la calle de la Bandera para detenerse
currencia : -a las doce del dia es lícito salir a la ca delante de la iglesia de la Compañía. La sed
lle -de trapillo i ocultar entre los pliegues del pia insaciable de bélico aparato i fúnebres pompas
doso manto la del talle i la ausencia del no tarda arrastrar por el mismo cauce la
gracia en

tocador. Ninguna razón de toilette podia a tal hora corriente de los espectadores, que corren a la
-detener en casa a nuestra población, que en conse plaza de Armas a ver dispersarse las tropas i es

cuencia acudia sin embarazo a ver desfilar la fú pirar la ceremonia. —


Pero la ceremonia no haLia
nebre comitiva. Pero ésta-, como era de rigor, se espirado sino momentáneamente, ni d ebia com

hizo esperar i dio tiempo a la vista para descubrir i pletarse hasta el siguiente dia con las suntuosas
admirar los mas delicados tipos femininos en la exequias, celebradas en la Catedral, i los postre
condensada multitud. —

¡Cuántas bonitas muje ros honores militares tributados al jeneral difunto

res de cabello rubio i cuántas mujeres adorables al confiar sas restos al Cementerio.
■de cabello negro, qué de frescos pimpollos de ojos Hecho esto, todo quedaba concluido para el
azules i qué de niñas pensativas de negros ojos, deber oficial i la curiosidad indiferente; mas nó

qué de pliros perfiles, qué de tiernas mejillas, qué para la aflijida familia i los amigos del muerto, que
de labios de púrpura, qué de sonrisas deliciosas i lo recuerdan con lágrimas i la lloran con justicia.
miradas trascendentes, no habia que ver i codi- El Jeneral Vidaurre fué un hombre honrado, un

-ciar los grupos innumerables que se encadena


en amigo sin doblez i un militar fiel a sus deberes i
ban desde la estación del'Ferrocarril hasta la en encanecido en el vivac i el campo de batalla. El
trada de la calle de la Bandera! De esta suerte, la estambién, paramí, el joven camarada de campa
largacarrera que iba a andar el convoi se hallaba mento, el viejo amigo i el adversario leal de una
cubierta de ñores animadas. Tan florido prodijio persona que me es querida i venerada; i séame
era debido indudablemente a te curiosidad i al permitido a este título enviarle un adiós de sin
deshabillé. cero sentimiento.
-Dos cañonazos anuncian por fin que el doliente

cortejo ha dejado la capilla del Salvador i pués-


tose en marcha. Largo es el trecho que tiene que La semana teatral, parca en funciones, —

que
recorrer, i el dia, aunque no despejado, ardiente; han pasado de dos, parca también en con

no

conviene, pues, darse prisa i salvar ala mayor bre currencia, que ha sido el jueves frugalmente es

vedad las continjencias de una insolación. Las casa,



ha sido en cambio pródiga de interés i va
bandas de música aceleran, en esta virtud, el riedad.
compás solemne de la marcha funeral hasta con domingo, si El estreno de una
En la función del

vertirla paso redoblado, i desprenden de los


en artista fué repetición medianamente feliz, el
una

instrumentos vivos i alegres sonidos, que des Carnaval de Sevilla, bailado por la Thierry, i un
miente el destemplado parche de los tambores, i criado para dos amos, desempeñado por Garces i
las negras corbatas de las banderas. El convoi secundado por Gaitán a las mil maravillas, fueron
camina con velocidad; ya se divisan los morrio felizmente aplaudidos.
nes i sables de la Brigada de Policía, que abre la La función del jueves" ha superado sin embar

marcha; la sigue el cuerpo de Artillería arrastran go, i con mucho, a la del domingo. Una linda co-
do trenes de pos de la
campaña; i en mediado Bretón : Un novio para la niño, dialo-

pesados i

Guardia cívica, que ha enviado a los funerales


! gada como él solo sabe dialogar, es decir, en
sus compañías de preferencia,
rueda pausada versos increíbles a fuerza de ser propios, i mara
el enlutado encierra el cadáver villosos e inesperados a fuerza de ser naturales: i
mente carro que
del veterano difunto. Camina tras sus huellas, do tales versos recitados por la Mur, por Gaitán i su
i el militar de la mujer, i por Clapera, habian de producir sin tía-
cerca i a caballo, el jefe civil
320 LA SEMANA. Octubre 1."

el resultado que dieron delicioso sit i es debida a la pluma de don Bernardo Li


bajo : —
un rato

para el espectador i justos aplausos para los acto ra, quedó sin leerse, ausente como estaba su
res. El público siempre previsor, reservó empe

distinguido autor. Es una producción que figura


ro una porción de su estruendo entusiasta
buena sin desventaja al lado de las que oimos leer
; anoche.
para la Thierry o la Silfide, Corby i la Matilde,
asistió en su compañía a la Boda escocesa. Fi —
Mis lectores tendrán eri breve oportunidad de

nalmente, Clapera cantó con buena fortuna Las apreciar por sí mismos oslas composiciones, que
Ventas de Cárdenas. empezarán a publicarse desde el próximo .número .

Superfluo seria recordaros que la Thierry i la en las columnas de La Semana.


Mur están siempre en candelero. Los aplausos mas ',
Domingo Arteaga A LKMifeRi£.tt-
<

briosos, las ovaciones mas ardientes, las admira


ciones mas espansivas, las saludan al entrar, las

acompañan la escena i las despiden al abando


narla: de esta suerte,
en

se ven celebradas en el por


BLANCA DE LEMA,
el presente i el i
venir, en en pasado.

El Círculo de Amigos de las letras atraía ano MAGKAN-DAiL.:


che mas que de ordinario el interés de sus miem EPISODIOS HISTÓRICOS ,
-
'

bros, que acudieron en gran número. Se trataba


en prosa i verso,
de saber el éxito del certamen pos* Manuel B. Cuaríiri.
abierto hace un mes por el Círculo i cerrado
brillantemente con cinco producciones notables, Se encuentra a venta en la librería
dos de las cuales han obtenido el premio i las del señor Morel.
restantes el accésit o una mención honorífica.
Don José de Pardo inauguró la lectura con la de
Condiciones de ia sasscrípciois.
su canto premiado, en el que campean los primo
res de su estilo pintoresco i clásico, la entonación

elevada de su estro, i la difícil facilidad del diestro La «Semana» aparece todos los sá
versificador, como lo es él a todas luces.
bados i consta por ahora de diez i seis
Oyendo, en seguida a don Martin J. Lira leer las
folio. La protección del pú-1
calientes estrofas de su canto, era difícil escapar pajinas en

del entusiasmo i encumbrada inspiración que las buco decidirá de su incremento suce

han dictado. ¡Qué vigor en el pensamiento, qué


sivo, i

fuego en las imájenes, qué grandes ideas, qué no


bles aspiraciones! Lira, como algunos otros vates Precio de la suscripción: 3 pesos por
de nuestra edad, ya no se inspira tan solo en las trimestre adelantado.
tiernas emociones del corazón, en las galas i ma
ravillas del mundo visible, sino que también se
la humanidad, busca
IPsimtos de suscripción.
ajita i vive con sus leyes
eternas i las canta, siente sus dolores i los llora, Santiago.— Imprenta del Correo, pa
adivina su porvenir i lo anuncia; en esta escuela, saje Bulnes.
el poeta i el pensador se dan la mano —
Mas ¿por
Valparaíso. —

imprenta i librería del


qué nuestra simpático poeta desprecia el ropaje Mercurio.
de la intelijencia i no se empeña encobijarlos
tesoros de su talento en la hermosa túnica del Serena.— D. Joíé Domingo Cortez.
arte?— Séale permitida, o a lo menos perdonada Copiapó.— Libreria del Mercurio.
sin
esta pregunta a un amigo apasionado i a un
Caldera.— Editores del Tren.
cera admirador ds sus cantos.
Concepción Libreria del Mercurio
— i

Uno de los miembros del jurado leyó a continua

ción, en ausencia de su autor, una oda bellísima Talca.— Sres. E. iS. Rondanelh\
de D. E. de la Barra, que obtuvo el accésit. Chillan.—Sr. D. Abrahan Siredey.
A su turno don Joaquín Blest Gana nos hizo la Lu¡a.— Establecimiento del Sr. Ri-
lectura de su memoria sobre el tema en prosa, que
cordi, calle de las Mantas
fué la que obtuvo el premio. La concepción bri
llante i el no menos brillante desempeño de este
Arequipa.— Sr. D. Manuel G. de Cas-
la merecida repu tresana.
trabajo justifican nuevamente
tación de su autor.

La otra memoria en prosa, que murció el accé


Impuesta dk.l COi'YKO, Pasaje Búlues, núm. Ui-
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CH2STIFICO

Jíec\cictoieó Tuéb S).OllM.Hl iWileaqix JbuMvatlc


r la r
Año I. Santiago, Octubre 8 de S8SO. ISiiua. Si.

Dictamen del Jurado de la historia. El simultáneo levantamiento de


las colonias españolas contra su metrópoli, i ¡a
EN EL CERTAMEN ACIERTO POR EL tenacidad de la lucha que a él se siguió, prue

Círculo de amigos de las Letras. ban, a juicio clel autor, que tal levantamiento
no era sino fruto de la labor oculta que traba
Reunido el lunes de la presente semana el jaba, largos aüos habia, a pueblos colocados
jurado elejido a la suerte i encargado de juz bajo idénticas condiciones de vida, i el éxito
gar las composiciones que concurrieren al cer de tamaña lucha el único posible, porque no
tamen abierto por el Círculo, procedió a leer era sino el efecto
preciso de una causa fatal.
seis trabajos que se habian presentado. Tres
.
¿Dónde residia esta cansa? En el progreso in
de éstos cumplían con las Condiciones del te cesante clel espíritu humano, que levantó so
ma en verso, i los otros tres eran relativos al bre las ruinas clel mundo antiguo el edificio
tema en prosa. Todos ellos, salvo uno que ha de la civilización moderna i ha hecho recorrer
quedado exento de toda apreciación, son esti a ésta un
largo camino sembrado de trastornos
mables por mas de un motivo, i dan una prúe- i vicisitudes, que produjeron sucesivamente el
ia lisonjera de la actividad intelectual que se feudalismo de los primeros siglos, las monar
ajita i trabaja entre nosotros, a pesar de las quías absolutas de los siglos siguientes, la Re
perturbaciones nacidas de las luchas políticas forma i lá revolución de Inglaterra, la filosofía
i del desaliento inherente a ¡a falta de estímu i la revolución francesas del siglo décimo octa
los. vo, la independencia de la América clel Norte i
El llamamiento hecho por el Circulo ha te finalmente la nuestra. Este progreso indefinido,
nido, pues, eco en la intelijencia de los hom consignado en Ja historia, que es el itinerario
bres estudiosos i dado por fruto tres Cantos de la humanidad, arrastró en su cursóla eman
A la indejiendencia de América, de mérito cipación de ¡a América española; i si ésta pudo
poco común, i dos memorias en prosa, en que postergarse algunos años o frustrarse én la
se discute i resuelve, con marcado acierto, la
primera ocasión, habia de realizarse tarde o
cuestión propuesta: La revolución de las colo temprano, necesario, fatal como era su cum
nias
hispano-americanas ¿fué un hecho nece plimiento. El autor reconoce, pues, en la In
sario o accidental. —
Habiéndose apartado de dependencia de Sud-América un hecho nece
este tema la tercera de las composiciones en sario e inevitable.
prosa, ha quedado excluida del certamen. En el estenso desenvolvimiento que ha dado
En el compendioso juicio que se va a formu el autor al terna propuesto, ha podido el juran
lar de los cinco trabajos restantes, el Círculo do reconocer manifiestamente la abundante
tendrá facilidad de apreciar su importancia res copia de sus conocimientos, la sagacidad de
pectiva i el lugar que en consecuencia les ha sus investigaciones i Ja exactitud de sus
apre
¡asignado el jurado. Si es honroso para éste ciaciones i razonamientos, dotes realzadas por
pronunciar su fallo sobre producciones tan no las de un estilo correcto, elegante i colorido.
tables, no por eso es menos ardua i peligrosa De esta suerte, el fondo i la forma de la memo
su tarea. Así es
que solo después ele un dete ria han contribuido de consuno a inclinar de
nido examen i comparación ele los trabajos, se su laclo la balanza de nuestro juicio i atribuirle
ha decidido a colocarlos en el orden de prece el premio.
dencia que se espone a continuación. La segunda memoria en prosa, que lleva
De las composiciones en prosa, la que lleva por contraseña : Regna fluunt; series nova re-
por contraseña una estrella i por epígrafe esta rum
surget et ordo, se recomienda asimismo
cita de Monteagudo: «La Revolución de! Mun por la facilidad, pureza i brillantez de su es
do Americano ha sido el desarrollo de las tilo, a tal punto que el jurado no ha vacilado
Ideas del siglo XVIII» es la que el jurado cree
,
en declararla mui merecedora del accésit. En

mas acreedora al premio propuesto. la primera parte deella, consigna el autor que
El autor de esta memoria principia por es la emancipación hispano-americaua, fué con
tablecer que la independencia de América no secuencia de las leyes eternas de desenvolvi
fué un hecho accidental, provocado por una miento a que las naciones, como los individuos,
causa momentánea, sino el resultado inevita viven sujetas. Empero, al mismo tiempo
que
ble de la marcha de los sucesos humanos, so conviene en la necesidad de la independencia
metidos ala lei clel progreso, que es la lójica de Sud-América, no encuentra en el hecho de
-í-1
o'2-2 LA SEMANA. Octubre 8.

nuestra emancipación, sino el efecto de tui ac arroje impuro lodo


.....

cidente casual. Hai pues, entre estos dos jui Sobre, su propio nombre: el nombre godo,
cios ele la memoria una contradicción, que por creíirros oír al duque de Frías cuando dice t\
fortuna es mas aparente que positiva, i acaso los ele esta América Española:
hijos
procede únicamente ele no haber formulado el
autor con bastante precisión sus convencimien
I yft del indio esclavos o señores,
'
;Es[>p¡ip)es seréis, no auiericaiTOs.
tos, ni definirlo con claridad la p^rte-que en la
revolución americana corresponde a la causa Porque recuerda con orgullo nuestro pocla
ocasional, a la oportunidad queda hizo estallar que desciende de aquella raza -de Corteses i
en un tiempo dado, i la que no fué sino efecto Pizarros i Valdivias, porque no puede menos
de una causa orijinaria i real. de ser mui española aquella tierra por quien
Cada -una de las tres composiciones en ver ha dicho el vate peninsular:
so
que se han presentado, es una obra digna
Qn™ ahora i siempre el argentadla osado
del teína propuesto.
Que del mar arrostrare los furores,
Cuando el jurado tomó sobre sf la ardua ta Al arrojar el áncora pesada
rea ele calificarlas, no En las playas antipodas distantes,
pensó ciertamente que Verá la cruz clel Colgóla plantada,
hubiera de serle tan penosa i arriesgada,
i escuchará la lengua de Cervantes.
puesto que todas ellas tienen dotes i cualida
des sobresalientes que embarazaron -tm mo ¡I cuan bellos no son aquellos versos coil
mento el fáílo. <qtre nuestro poeta canta la emancipación!
En la una brilla el ardor i el entusiasmo. Dejando atrás el pasado, contempla a la Amé-
'

Esta, que se ha presentado anónima, acaso rica que se despierta i levanta de su.sueuo, que
hubiera tenido otro lugar que el de ;la mención se lanza a la. guerra, que lucha i vence, i acom

honrosa que se le ha asignado, si hubiera es paña su triunfo con votos de eterna bienaven
tado escrita en otro metro mas difícil que. el turanza.
c[ue escojió su autor, i a no haber sido supe No hemos querido hacer estractos de :esta
rada por otras en el plan i en el desempeño. bellísima composición: debe apreciarse en su
La que. ha merecido el accésit. lex a. por con conjunto : seria defraudar a los lectores del
traseña Patria i Libertad ; es una oda en que placer que esperimentarán al leerla entera.
el autor se muestra colocado a la altura del Decimos lo "mismo por las demás. En cada
una ele las tresrcomposiciones en verso, halla
grandioso tema propuesto. La versificación es
correcta i fácil : ideas frescas i conceptos poé -
rán los aficionados -a esta clase de obras mu
ticos nuevos la engalanan, i quizá habria. he cho que tomar en cuenta para el arte, mucho
cho trepidar el juicio del jurado, si algunas que elojiar i bien poco que criticar, a no ser
descuidos en la elección de las rimas no la hi que la crítica quiera ejercerse con el rigprismo
cieran inferior, a nuestro entender, a la erue i la destemplanza que no gon propios tampoco
ha obtenido el premio. de este lugar.
Esta es la que solo tiene una señal por con No concluiremos sin notarqne por una rara
traseña. Su autor ha dividido su trabajo al pa coincidencia, en mas de una de las composi
recer en tres partes. La belleza de la inmensa ciones que hemos examinado, se ha exhalado
un quejido de dolor, al contemplar el triste
parte del globo que se llama América, lo ha
arrebatado; i ha descrito en preciosas estrofas cuadro que ofrece a la vista del americano es
ele relevante mérito poético, el privilej'iado pañol el inmenso territorio que puebla su ra
suelo que habia de ser descubierto por el in za. ¡Por todas partes la devastación, por todas

mortal jenovés. En esta linda descripción ha partes la guerra civil, por todaá partes la ven
lucido el autor la gala del decir, la facilidad ganza i el esterminio! ¡Infelices! ¿a dónele ca
la minamos? ¿A la muerte quizá?
para versificar-; i a la corrección lia unido
Los poetas lloran, los poetas piden paz para
galanura i el desahogo que son tan difíciles de
hermanarse. la patria i, cerno el autor ele que nos ocupa
No ha hecho menor justicia que al intrépi mos, levantan las manos al cielo para implo
do nauta, a la noble matrona, su protectora, :a rar del Supremo Hacedor que se apiade de

la insigne Isabel, modelo de soberanos i mo nuestra fortuna impia, que ahogue las pasio
delo de mujeres. El autor ha querido ajustarse nes
a la historia i sin apartarse de la senda que
€ón que sus hijos crueles
ella le tiene trazada, llega al coloniaje i en ro Atizan la anarquía
bustos versos, describe su importancia i nom En constantes, civiles disensiones,
bra sus defectos, salvándolos con el tino con Porque dé en su clemencia
la A la América toda
que el inmortal Quintana los descarta de Paz, unión, libertad, independencia.
hacerlos recaer sobre los
España para tiempos.
Pareciónos que el autor se habia empapado Santiago, setiembre 29 de 4859,
en la lectura de excelentes modelos: su ento
nación nos recordaba la de los maestros de la Herma jenes de Irisarri. Manuel Carvallo.

lengua en composiciones ele carácter semejan Gabriel Izquierdo. llené Moreno. —Do
— —

te a la que tanto nos llamaba la atención; i al mingo Arteaga Alempartc.


oido decir que no seria él quien
Octubre 8. LA SEMANA. V2S

Para la lójica de la historia el hecbo de la eman


JLa revolución «8c las colonias
cipación de las colonias de Hispano-amárica, no
hispano-americanas ¿fué un hecho
puede ser un acontecimiento accidental; porque
necesario o accidental (i)? al juzgarle sometido a la antojadiza leido la ca
sualidad, ¿cómo esplicar lo simultáneo de la ajita-
«La revolocion del mundo Ame cion que conmovió a los pueblos desde Méjico
ricano lia sido el desarrollo de las hasta Magallanes, la semejanza de los principios quo
ideas del siglo X.VÍIL» la revolución en tan diversas latitudes,
proclamó
(Moxteagddo, Ensayo íg(w'í> la en sociedades tan diferentes que sin embargo de
necesidad de tma confedera
la comunidad de orijen, ocupaban tan distintos
ción jeneral entre los estados
hispano-ame:ricanos.) puestos en la escala de la civilización? Entre la
opulenta corte de Méjico i la pobre Presidencia de
La revolución, que derrocando la dominación es Chile corría una inmensa diferencia ; i la indómi
ta fiereza de los. llaneros de Venezuela no habria,
pañola, produjo la independencia hispano-ameri-
eana, no fué por cierto el irracional desahogo de podido parangonarse con la tímida humildad de la
un capricho. Guando la mitad de un mund-- aban pacífica raza que poblaba la sierra del imperio de
donaba la patriarcal tranquilidad en que vivió
por Atahualpa. ¿Cómo esplicar tampoco por el volu
tres siglos, para lanzarse a los azares de dudosa ble capricho del acaso, la uniformidad clel desa
pelea, cuando acallaba la rrollo de la revolución en las diversas secciones,
imperiosa vozdel hábito,
i rompiendo tradiciones veneradas
por las costum- \ situadas a tan considerables distancias, separadas
bres de trescientos años, robustecidas las unas por el océano, las otras por fragosas mon
por la edu
cación, acatadas como dogmas nunca discutidos, tañas o dilatados desiertos, sin medios de comu
se. labraba una trabajosa ruta en
que cada paso era
nicación, sin prensa para transmitir las ideas, sin
uo combate, preciso es que le moviera un buques que con el.comercio transportasen la si
impulso miente
mas poderoso que el egoísmo, i méuos transitorio revolucionaria, viviendo cada cual en ei
que la veleidosa novelería. Si los pueblos obceca zefoso aislamiento, que era uno de los resortes
dos a veces por errores, convertidos en verdade políticos de la maquina clel coloniaje? Buenos-
ros principios, por la Aires inauguró el año de 809 arrancando las rien
engañosa pasión del mo
mento , llegan a quebrantar las leyes consagradas das de ia administración a las autoridades peninsu
de su existencia; i si la historia ños ofrece mas lares, para entregarlas a una junta popular: poco
de un ejemplo en que las modificaciones después, dos ciudades centrales enclavadas en las
políticas
o sociales, no
importan mas que la espresión de faldas de los Andes, secuestradas de toda comu
la voluntad de un caudillo, el resultado de casua nicación, La Paz i Quito, se alzaron contra sus
les circunstancias, o la consecuencia de teorías gobiernos, organizando juntas con que afectaban
utópicas elevadas a la línea de doctrinas, no es imitar a la de Cádiz; i en 1810, el fuego revolu
menos cierto que para esplicar los grandes acon cionario encendido espontáneamente , reventaba
en abierta rebelión en Caracas,. Bogotá,
tecimientos que trastornan la existencia de las na- Santiago i
giones, i mayormente los de un carácter semejante Méjico. Aquel levantamiento, unánime como nn
a la revolución esfuerzo combinado, aquella idéntica transición de
hispano-americana, debe rastrear
se su
orijen en reglas naturales coexistentes con pueblos tan diversos que se precipitaban en la
el jénero humano. Las sociedades en ocasiones se misma via, no era una conjuracrojj» porque sus
autores al lanzarse por igual camino no se habian
dejan seducir por la propaganda de falaces nova
dado aviso de. la partida; porque al apercibirse al>:
dores, i suelen sacrificar el bienestar presente en
los movedizos altares de divinidades ideales combates" ninguno volvía los ojos para mirar si su
que
mui luego reniegan : pero en casi todas las revo vecino tenia prontas sus armas; porque cada pue
luciones hai un fondo de justicia, una verdad mas blo ponía hombros a la empresa de propia cuenta,
o menos benéfica, un cifrando sus esperanzas en el valor desús hijos,
principio fecundo ; i sobré i en
todo una queja, que envuelve la protesta de! mal sus propios sacrificios.

estar actual i la esperanza del futuro El carácter de la porfiada lucha que sostuvie
mejoramien ron las colonias con la
to. Casi todas las revoluciones tamb;en son el fru Metrópoli, manifiesta cla
to de una ramente que en ella forcejaba por triunfar, un
prolongada labor, imperceptible muchas
veces para la
época en que se verifica, i los suce principio aferrado con las raices de la convicción,
sos que
provocan su estallido solo sirven de pre- que no eran bastantes para anonadar ni los. des -

ti.sto al desarrollo de la causa remola, como la c ¡labros da las derrotas, ni las miserias de la

chispa que inflama el combustible largo tiempo proscripción, ni las hambrientas cuchillas de los
hacinado. La invasión de los Eárbaros, no hizo patíbulos, que en ella pugnaba una idea determi
mas que ultimar a Roma nada i consecuente, que solo es de hallarse en las
decrépita que agonizaba contiendas
en los brazos de sus eunucos i cortesanas
; Carlos I provocadas por un estímulo anterior a
los hechos casuales que las hacen, estallar. La te
pereciendo en el cadalso mas que el holocausto
exijido por el furor del Parlamento Puritano, fué naz obstinación, laño desmayada constancia,con
la víctima espiatoria de los errores que los americanos prosiguieron una empresa de
que el poder
tan incierto i dificultoso resultado,, mal
rea¡ venia cometiendo desde atrás; la revolución pudieran
francesa habia sido predicada por ios apósto avenirse con la suposición de una causa transito
les de la filosofía muchos años antes de abrir la ria o casual: los pueblos no derraman su sangre
con la
sangrienta campaña contra los tronos, i la hispano prodigalidad del heroísmo, no dejan incen
diar las ciudades", talar los campos, no sacrifican a
americana, fué el eco necesario del movimiento in
telectual i- político del viejo niunJo i la consecuen sus
mejores ciudadanos, ni sostienen un combate
cia precisa del mismo sistema colonial de catorce años, por alcanzar el devaneo de un
español. momento. Las revoluciones nacidas de accidentes,

(1) Esla memoria fué la que obtuvo el premio en que no se relacionan a un jérmen constante en su
el certamen abierto por el Círculo de anegos de las le acción, que no remontan su orijen a motivos arrai
tras, en setiembre de 18i9. gados en el corazón de las sociedades, están des-.
324 LA SEMANA. Octubre 8.

tinadas a morir sin eco con los sucesos acciden sombra en los llanos de Venezuela, sobrenadando
tales que las producen; porque solo a los trastor en el mar de sangre en que habia creido- ahogarla
nos
políticos o sociales que so derivan de un prin Morillo, para alzarse coa robusto cuerpo en Var^
cipio encamado de antemano, que tienen por | gas i Boyaca; i cómo el pueblo de Quito seatrevió
fuente una idea justa o verdadera, corresponde el a organizar la
segunda Junta, sobre los cadáveres
privilejio de dejar en su tránsito una huella lumi de los miembros de la primera, i renovó con sus,
nosa, que encienda el entusiasmo del heroís opresores el duelo a muerte en que no supo ce
mo, la abnegación del sacrificio , una semi jar, hasta que disparó su. ultimábala i pereció su
lla fecunda que brota bajo las plantas de los último héroe?
misinos que la oprimen, que jermina en el interior La América Española combatía por- un princi
para romper la corteza por mil partes. El terror, pio, luchaba defendiendo una conrtecion, i al aco
el rigoroso escarmiento, el desencanto de la pri meter la empresa obedecía a una lei lójica i fe
mera derrota, sofocan las mas veces en su cuna. tal, cuyas consecuencias tenian que desarrollarse
aquellos sacudimientos que nacen de un suceso mas tarde o mas temprano. La memorable revo
accidental sin ligarse a una idea jeneradora; mien lución social iniciada por la filosofía del preceden
tras las verdaderas revoluciones, cobran nueva te siglo, que halló en Francia una forma determi-.
vida en la desgracia, conquistan nuevos prosélitos nada, debía encontrar en las colonias Españolas un
en el martirio, cavan en el silencio una honda mi
rellejo simpático, vago i pequeño en los principios,
por la resistencia do la ignorancia, del hábito
na, cuya erupción es tanto mas tremenda, cuanto de
mas grandes han sido los esfuerzos para ahogarla. tres siglos, de una civilización amurallada en el
La historia de las colonias hispano-americanas nos polo opuesto a las nuevas ideas; pero que poco n
ofrece mas de un corolario de estas lójicas verda poco penetrando, con el estudio entre las clases mas,
des : la sublevación del pueblo de Quito, a media elevadas de, la sociedad, crecía i ge fortificaba has
dos del pasado, siglo, se cslinguió con el severo ta formar el jórmen. de un trastorne* radical.. En,
castigo inllijido a los principales perturbadores; vano la España, que habia pretendido salvara 1*

que si excitáronla compasión, no infundieron ei península del jeneral contajio, procuró cerrar la
ejemplo, i la sangre de Tupac-Amaru apagándola entrada en sus colonias a las ideas que dominaban.
revuelta que, con rapidez contajiosa, «india por en el antiguo continente, circunscribiendo la ilus
las provincias del Perú, borró hasta, el recuerdo de tración científica en los rudinaentosescolásticos de
aquel suceso, calificado de locura, cuando no ol las ciencias profesionales, i prohibiendo la intro
vidado como todo accidente que carece ele signi ducción de los nuevos libros como la de una peste
ficación social o política. Mui de otra suerte acon asoladora, Nuestros padres, con la avidez de los
teció en aquellos mismos pueblos con la revolución niños que devoran un manjar prohibido, se da-.
de la independencia : los primeros apóstoles fue ban maña para obtener los peligrosos volúmenes,
la medita
ron también los que encabezaron el martirolojio que leian en el silencio, saboreaban en
patriótico ; pero sus cenizas abonaron, la tierra ción i comentaban en la espansion de la íntima
revolucionaria, haciéndola fecunda en nuevos már amistad, empapándose en las atractivas doctrinas
de proselk
tires ansiosos de ocupar el puesto de los que caian; que contienen hasta formar el espíritu
i cada contraste, cada fusilamiento, no hacían mas tismo, la fé profunda que, con la convicción de la
(¡ue provocar una pronta represalia encarnando verdad, iba estendiéndose por la sijilosa propa
mas profundamente la idea de la revolución, hasta ganda. La filosofía de la historia no ha estudiado
tornarla en una pasión, con el descarrio de la ven todavía lo bastante entre nosotros, la relación que
ganza, con la grandeza délos nobles afectos, con une la revolución hispano-americana con la.aj.ita-
ia tesonera constancia i el despego de los intereses cion que en el continente europeo sembraron los
egoístas, que siempre se hermanan con los senti novadores del siglo XVI II; pero desde luego, sin,
mientos dominantes i esclusivos. Desde que, por recurrir ia prolijo escuadriñamiento, no parej
un empuje superior al impulso que recibía de los ee mui aventurado asentar que, si las doctrinas de

acontecimientos actuales, comenzó a moverse el los filósofos sirvieron de fuente a los principios
carro de la revolución, pudo alguna vez detenerse proclamados en la revolución francesa, estos i
en su carrera, vacilar quizá, exhaustas las fuerzas aquellas entraron en no pequeña parte para pre
ele los que lo dirijian; pero jamás intentó retro parar el levantamiento qu.a trajo la indepen
gradar, nunca estacionarse en su camino, ni menos, dencia de las colonias españolas. La tradición
intimidado con lo áspero ele la jornada, dar la refiere que Morales i Quiroga, los. principales co
vuelta al punto de la salida. La revolución se ama rifeos de la revolución quiteña, se reunían en el.
mantó con la sangre de sus hijos mas queridos, fondo de un profundo barranca para leer a Filan-
creció alimentándose con el sacrificio del bienes- geri que por acaso habia caido en sus manos; i en
lar, de la riqueza, de la posición social; i sin em todos los manifiestos con que las diversas seccio
bargo, las familias mas esclarecidas, pueblos en- nes americanas mostraron los motivos de la revo

ie-ros se disputaban el honor de tri utarle su ho lución, es, mui de notarse la similitud de ideas po
locausto; i en las épocas mas azarosas, cuando líticas i sociales, i mas que todo, la visible remi
todo se aunaba para helar el entusiasmo mas niscencia de los principios que sobre los derechos
ardiente, para matar la esperanza con mas predi del hombre, la soberanía popular i la igualdad,
lección acariciada, cuando todo presaiiaba el com habian predicado la fiiosofía i la revolución fran
cesa. Estudíese el carácter de los escritos de Ca
plot-) naufrajio de la causa da la independencia,
del seno del conflicto nacia uuevg aliento para milo Henrique?, Vera, Irrisarri, Martínez Rosas, los
sacudir la postración, inspirando nuevo brío, Si preámbulos de los (lecretos ele las Juntas, i no
fué la revolución únicamente parto de la casuali podrá menos de reconocerse, que la jeneracion re
dad, ¿como no sucumbió en Rancagua, cómo tras volucionaria se. habia impregnado de las teorías,
del desastre de Cancha Rayada cobró fijezas bas que tan grande conmoción causaron en el antiguo
tióles para descargar el golpe de Maipo; cómo inundo, produciendo en América un efecto menos
¡í directo talvez, pero no por eso menos derivado
pudo Icvan'arse en el Perú después de Tonda, ¡! de! mismo orijen. Monteagudo, e(
Moque-'iiaiel Desaguadero, asomar como una lejana político mas
8. LA SEMANA. 325
Qctubre
profundo de nuestra revolución, el injenio mas sa cia oportunidad para que acontecieran los mismos
gaz, mas filosófico entre nuestros pensadores, de hechos, cuya ocasión se halló tan adaptable en la

cia con el dogmatismo que sacaba del conocimien prisión del monarca i en la invasión de la penínsu
to de los hechos, en su notable folleto sobre la la por los ejércitos franceses. La América españo
Federación de los pueblos americanos: «La re- la, al levantarse contra sus dominadores, obedecía
« volucion del mundo americanoha sido el desarro- a la misma regla lójica que reconoció Santo Domin

« lio de lasideas del


siglo XVI II, i nuestro triunfo no go, desafiando a todo el poder del consulado con
n es sino el eco de los sus huestes triunfantes en Italia i Ejipto, i por
rayos que han caido sobre
u los tronos
que, desde la Europa, dominaban el cierto que no hacía un descubrimiento, cuando se-
n resto de la tierra.»
guía el camino que cou singular acierto habia tra
Natural es que la influencia del estado social de zarlo la Confederación de allende Méjico.
la Europa no se hiciera sentir mas que en la clase Podria sin embargo creerse que soló la situación
mas ilustrada, mas instruida de las colonias, no escepcional de la metrópoli proporcionó el moti
vo de la insurrección délas colonias; pero si esto
pudiendo el pueblo, la masa jeneral, comprender
las sino con el contajio del ejemplo, con el presti fuera exacto, no parece con ello conciliable la
insistencia tenaz de la revolución, cuando Fernan
gio que sobre ella ejercían los caudillos: i por esto
es que la revolución de la independencia fué en su do Vil, restablecido en el trono i purgada la pe
principio esencialmente aristocrática, reducida a nínsula de enemigos, pudo dirijir contra nosotros
la esfera mas elevada de la sociedad americana, todas sus armas i recursos, i había desaparecido
ideada por los lejistas, por los profesores de las el pretesto ostensible de la contienda. Desde que
ciencias, i sostenida con noble desprendimiento los americanos pretendieron organizar Juntas gu
por los Condes i Marqueses, por los miembros de bernativas a semejanza de las de la península, en
los Ayuntamientos i por no escasa parte del Clero. contraron franca i sostenida resistencia, no solo
Por esto es también que entre los Corifeos de la en las autoridades, sino también en todos los es

revolución se distinguieron tantos jóvenes educa pañoles; porque estos no se engañaban ai traslucir
dos en la madre patria, o que habian tenido oca- en aquellas manifestaciones de entusiasmo monár

rion de observar la situación europea: don Carlos quico, la tendencia revolucionaria con los resulta
Montúfar i el Almirante Blanco asistieron a los cur dos que produjo. ¿Si la revolución no estaba pre-
sos del colejio de nobles de Madrid: San Martin parada, si en la sociedad no se ajitaba desde antes
i Carrera sirvieron en el ejército español; i Bolí mi elemento de revuelta, contrario a la existencia

var, i otros muchos visitaron la Europa, recojiendo del poder español; porqué temer los mismos me
involuntariamente el espíriturevolucionario. El pue dios que empleaba la madre patria para conser
varse en bien de su rei; por qué no permitir el sacri
blo, mientras tanto, no comprendía quizá la causa fi
losófica, el principio teórico del movimiento, deján ficio de amor i lealtad que querían ofrecerle sus
dose llevar por la corriente, con el instinto que eu subditos de América? 1 es de notar que asi como
las masas suple al convencimiento de las grandes la revolución encontró sus adeptos en los america
verdades. Las mismas autoridades peninsulares no nos mas ilustrados, del mismo modo la monarquía

llevaron su ceguera hasta no comprender que el orí- se apoyaba en las audiencias, en los empleados de

jen de la revolución debia rastrearse en el influjo categoría, en los españoles mas entendidos, lo que
de la civilización europea que, no alcanzando al a la verdad era bien racional; porque si los pri

pueblo, tenia invadida la primera clase; i esta cir


meros vislumbraban
que del cautiverio del rei po
cunstancia esplica la cruda hostilidad con que los dia nacer la libertad de las colonias, no descono
mandatarios españoles perseguían a todo aquel que cían los segundos que las protestas de fidelidad al
se daba al estudio, ejercitando la libertad del pen- monarca, servian alos revolucionarios para ga
sa miento, la guerra a muerte declarada a la casta narse las simpatías del pueblo i de los indecisos,
de los doctores que el jeneral Morillo se envanecía engrosando sus filas con el hipócrita lema de su
de haber escarmentado con el sacrificio de mas de bandera.
No dejará tampoco de notar el observador que
trescientas víctimas, escojidas entre los represen
tantes mas ilustres que las ciencias i las letras con los sucesos de España, ni habrían podido servir de
taban en Venezuela i la Nueva Granada, causa suficiente a la revolución, ni menos se ha

La revolución hispano-americana habia sido, bria esta declarado por aquel único influjo, de-.
rivado de acontecimientos naturalmente transito
pues, preparada de antemano por un hecho estra-
ño a la manera de ser especial de las colonias, por rios, susceptibles de súbila variación, i en que a
pl curso natural de la civilización, por la crisis que los americanos no era dado cifrar fundadas espec-
abarcaba a casi todo el mundo, porla situación que ! tativas. Preciso es por otra parte confesar que los
atravesaba la humanidad. Verdad es que la influen i acaecimientos de Bayona, la renuncia de Carlos,
cia del estado de la Europa sobre las posesiones i la prisión de Fernando, i la invasión francesa, na

españolas no hubiera sido bastante inmediata, bas I eran de aquellos mativos tan directos en su efec-

tante poderosa por sí sola, para producir median I to, tan fuertes en su manera de obrar, para encen-
te su sola acción el movimiento unisono de las co |
der una revolución tan rápida en su nacimiento,
lonias; pero sí era un motivo mas que suficiente I tan semejante en todas las colonias i tan conse-
! cuente de_spues en su progresiva marcha. De los
para formar la causa remota de la revolución, pa
a que acabamos de aludir ni remotamente
ra dejar depositado, en el seno de los pueblos, un I sucesos
principio fecundo en consecuencias mas o menos se deducía que la América debia ser independien-
tardías, aunque siempre precisas, como el resultado l¡ te, ni ellos trastornaban las sociedades america-
de una lei fatal en el desarrollo de la civilización. i ñas, en términos que tuvieran que discurrir una
1
Lii decenio, veinte años antes o después, no im 1 nuera constitución para salvar del peligro. ¿Qué
el amado monarca jimiera en la
porta; en cualquiera ocasión; la insurrección cons j) importaba que
titucional de España contra el absolutismo de Fer^ i i cautividad, si ese acontecimiento no rompía los
nando Vil, las contiendas entre don Carlos i la ;|
vínculos de las colonias con la metrópoli; qué la
rejencia, la libertad de la Grecia, la separación del j" organización de Juntas cuando ellas no pretendían
Brasil, un pretesto cualquiera habria dado propi mas que formar núcleos de acción para a-legar los
326 LA SEMANA, Octubre 8.

elementos del patriotismo fiel a la monarquía? Si del derecho;: i fuerza era que a medida que en los
en
lugar de levantarse la España para rechazar la pueblos fuesen penetrando las lucos de la civiliza
oslraiyjera conquista, hubiera sido aquel hecho ción, cuyo reflejo puedo ofuscar la opresión, pera
una pugna entre la nación i el monarca, la lucha
jamás borrar del todo, surjiera en el pecho ame
de una revolución contra la autoridad lcjítima, se ricano, un sentimiento tan natural como el re
concibe fácilmente que acontecimiento tal, conta- chazo de injusta agresión, que paulatinamente
jiando las colonias, habria sido vigorosa palanca llevase a las colonias al deseo de modificar su
para mover la rebelión-, poro cuando la península triste suerte. Esperi mentado al principio como la
so alzo cabalmente vindicando la
integridad de su vaga conciencia de un malestar indefinible, for
territorio, amenazada por la invasión; cuando el mulado después en humilde queja, debia con el ,

encarnizado combate e|ue sostuvo, con el francés, tiempo, con el desprecio de los opresores, con
era la protesta mas elocuente de su
apego a su vertirse en el. odio de simpática bandería i formar
antigua existencia, mal puede buscarse en la si el programa de una revolución, en que se comba
tuación de la madre patria el orijen de la. revolu tía por el derecho, por la libertad, por la existen
ción americana. Fué sin dgda el pretesto, la oca cia social de toda una raza, la mas numerosa i la
sión hábilmente csplotada en beneficio de las que mejores títulos podia presentar en apoyo do
idoas de antemano alimentadas, el accidente im sus: pretensiones.. Recórrase la prensa de la época

previsto; pero de ninguna manera la causa, el mó de la. revolución, léanse las piezas en que los di
vil jenerador del movimiento que, a no tener ra ferentes estados consignaron sus amargos repro
dicado un principio anterior, no habria logrado ches, contra la España., manifestando a las demás;
desarrollarse con sucesos eme con él no guarda naciones los justificativos de sn conducta, i se
ban relación alguna de similitud o de causa i efecto. vendrá en cuenta que la emancipación- se deriva
Prescindiendo de las circunstancias que acaba estrechamente de los yerros i vicios del coloniaje,
mos de notar, existia también en las colonias una el hen
que hacían, necesario, fatal e indispensabje
causa mas próxima i directa, dió déla independencia.
que desde largo
tiempo venia preparando la revolución. No siem Las colonias, españolas llegaron a emanciparse-
pre acompaña al valor de los conquistadores el siguiendo un camino harto distinto, pero no me
liábil pulso que se requiere en los colonizadores: nos lójico qvve el que a igual término habia con
la España tan heroica en la conquista; la España ducido a la América del Norte. En esta, el des
que con pasmosos hechos manifestó que no eran ligamiento de la metrópoli, los hábitos de libertad
imposibles los prodijios de los semi-díoses de la i gobierno propio que arraigó una colonización,
fábula pagana; infatuada con las ideas de la-época, independíente,, aquella existencia individual que
preocupada con errores naturales en aquellas tiem cada colonia logró labrarse, llevaban derecha
pos; planteó el sistema de colonización menos a mente a la independencia,, con el pretesto del des
propósito para asegurarle la tranquila posesión de conocimiento ele cualquier derecho consagrado
sus dominios de América. Sin embargo que la por- la lei i la costumbre,, del mismo modo que
raza vencida habia casi completamente desapare la opresión i 1* injusta desigualdad que presi
cido, o perdido del todo su influencia, las colonias, dieron en las posesiones, empanólas, las arras-.

mas que como tales, eran miradas como conquis traba, con una fuerza constante en su impulso, a
tas, sometidas a estricto réjimen, a severa legisla buscar en la emancipación ol remedio de sus ma-,
ción, a desigualdades penosas que levantaban una les. Parala América del Norte,, era la indepen
valla insuperable entre americanos 'i españoles. dencia el reclamo del pupilo que, llegado a la:
En su egoísta codicia, la madre patria prohibió el edad varonil, exije la administración de los nego
comercio reservándose únicamente para ella los cios que el mismo tutor le ha. enseñado a dirijir;
deles-
tesoros de las colonias, imponía a cada una, si jé- para las colonias españolas, el esfuerzo
nero de industria a que tenia forzosamente cuie clavo sometido a arbitraria servidumbre, que pre
dedicarse en provecho de otro esclusivamente mo tende romper la opresora coyunda: para la pri-
nopolizado por la vecina, mantenía sistemática mera como parala segunda la sanción de una lei
mente la ignorancia i condenaba a los americanos, necesaria ea sus consecuencias, el desarrollo de
por el hecho solo de haber nacido aquende los un principio lójico como las eternas prescripcio
mares, a ocupar una posición social con mucho nes que regulan la marcha de la humanidad.
inferior a la de los. peninsulares. Rentas, honores, Sino debe la historia ajuslar sus fallos al ciege
no podria esplicar muchos de los
títulos, empleos, influencia, riqueza i mando,, todo fatalismo, que
se hallaba concentrado entre los españoles que, grandes hechos que constituyen las épocas huma
si
cuando mas permitían a los americanos el misera nas, escasa andaría su filosófica averiguación
ble privilejio de comprar una vara de rejidor, o con ella no. descubriese, que la mayor parte de
los
una plaza de juez de. abastos: españoles eran los acontecimientos, nacen de ciertos principios mas
Virreyes i Capitanes jenerales; españoles los que ornónos cercanos que tienen que producir resul
mandaban los tercios, los que ocupaban losasien tados positivos. La historia se funda también en la
tos de las audiencias, los que gozaban pingues lójka ; i si para ella, el descubrimiento de la Amé
sueldos sacados de los tributos i do las minas de rica no tuvo otra causa el incomparable in
que
los americanos. —

Imposible que dos razas colo jenio de Colon, su emancipación fué el resultado
cadas en tan diversa situación, pudieran jamas preciso ele ¡a influencia de la civilización europea
unirse con el afecto del nacionalismo; imposible fortalecida con los elementos especíales que le
que los americanos amparados por mas lejítimo. suministraba el estado social de las colonias.
derecho aceptasen sin murmurar la cspoüacion de
lo que debia pertenecerles, i mirasen sin celos el Joaquín Blest Gana,
desdeñoso desvio con que los trataba la metrópoli.
Por mas ignorantes i sumisas que fueran las colo
nias, no era dable aue la egoísta i mal calculada
organización que se les impuso dejara de desper
tar el instinto de la justicia, ya que no la noción
■Octubre 8. LA SEMANA. 327

Soberbio el mar la temeraria quilla


A la Independencia de AiȎrica(l). i
Despedaza se traga;
Mas al llegar a la feraz orilla
DEDICADO ALSR. D. j. V1C1ORIN0 LAS1AÍRRÍA. Se sosiega i la alhaga.

Pródiga derramó naturaleza


Sus mas preciados dones; Un cielo azul, diáfano, esplendente
Áureo disco abrillanta;
Engalanó ele espléndida belleza
Las índicas rejiones.
I cual fanal inmenso, trasparente,
Guarda riqueza tanta.

Sus dilatados campos entapizan


-Pródiga derramó naturaleza
Las llores ele ambas zonas;
Sus estensas llanuras fecundizan
Sus mas preciados dones;
Engalanó de espléndida belleza
Manioré i Amazonas.
Las índicas rejioues,

Entre montes torrente se desata


Apurímac umbrío;
l superficie de bruñida plata -

Arcanos de la eterna Providencia


Presenta el Bio-bio.
Qué lengua audaz interpretarlos osa!
Si pueblos de robusta intelijencia
Eterna nieve ;en la empinada cumbre
Poblábanla rejion maravillosa,
De los Andes altivos;
En ocio vil, en torpe indiferencia
En sus espejos la celeste lumbre
Arrastraban su vida vergonzosa;
Hiela sus rayos vivos. 1 cada raza, i cada jerarquía
Ostentaba diversa idolatría.
I los mismos rayos en la Jalda
con

Acaricia i abriga,
De ambición noble i de la fé guiados,
Entre valles cuajados de esmeralda,
Eu toscas naos, frájiles bajeles,
Inagotable espiga. A la mar se lanzaron arrojados

la catarata despeñada
Navegantes intrépidos i fieles.
Aquí Mas que de lona i jarcia, pertrechados
Abre profundos cauces;
De arcabuces, de espadasi broquele:-.
I no lejos la brisa embalsamada
Dios a Colon de conductor elije
Susurra entre los sauces.
El instrumento de Dios, él los dirije.
Brota de entre las peñas manso arroyo Del furor de encontrados elementos
I en sus cristales baña
Las pobres carabelas combatidas,
Plátano, cocotero, chirimoyo, A merced de los ímpetus violentos
I dulcísima caña.
De las soberbias olas, sacudidas;
Las cuerdas i las velas por los vientos
Su indomable altivez el potro aplaca En trozos i jirones desprendidas;
Cuando sus aguas bebe; Azares i peligros incesantes
Mientras que a la vicuña i a la alpaca Corrieron los osados navegantes.
Solaz presta la nieve.
Sin brújula, sin norte, sin mas guia
En tropel espesísimo agrupados
Que la sagrada inspiración que escuda
Circundan las colinas, Tanta temeridad, tanta osadía;
Los nogales, los robles, los granados, Colon ahoga la naciente duda,
Los cedros, las encinas. Sofoca la traición que ya surjia
Entre la jente acobardada i ruda;
De tupidas montañas el ramaje 1 con su fortaleza í su confianza
Sacuden de contino Vuelve -a los corazones la esperanza,.
Pájaros mil de espléndido plumaje,
I de armonioso trino. Mezclados de las ondas con la espuma
indicios son de tierra no remota.
Los árboles, las flores i los frutos Fruto desconocido, blanca pluma,
Que mas el hombre estima; Yerba que solo en las orillas brota;
Las pintorescas aves i los brutos Hasta la densa impenetrable bruma
Del mas contrario clima, La apetecida realidad denota;
Un nuevo sol con ansia se apetece
De América el inmenso continente I el nuevo sol el desengaño ofrece.
En sus espacios cierra,....
La mano del Señor Omnipotente Mancha tenaz que el horizonte empaña
Posó sobre la tierra. Una mañana al cabo se divisa;
Esplendoroso sol las naves baña
Red caprichosa de enredadas vetas I mas densa la sombra se precisa.
Revela su tesoro; No hai ya dudar, magnífica montana
Entre los rudos cortes de sus grietas Quiebra" del mar la superficie lisa;
Brilla la plata i oro. Dilatase en terreno ancho i fecundo;
Érala sombra aquella.... ¡El nuevo mundo!
(1) Canto premia-Jo por el Circulo de amigos de las
letras, en el certamen dj Setiembre de ÍSi'J.
328 LA SEMANA. Octubre 8.

Sublime, inmarcesible fué la gloria Las descarnadas peñas que amontona


De la Conquista. Si la ruin codicia Én su empinada cumbre
Knlodó muchas veces la victoria; Asemejan titánica corona;
Si ambición torpe i sórdida avaricia I el mismo cerro colosal figura.
Pajinas dieron a la triste historia Inmenso Mausoleo,
De luto, sangre i bárbara injusticia; De rejia inmensurable sepultura;
Tanto borrón i repugnante hazaña O j ¡gante dormido
«Crimen fué de los tiempos no de España» (1), De planeta mas grande desprendido)
Pero sin signo alguno que revele
De Isabela los timbres no amancilla Pudiera despertarse
De su sueño profundo
Ningún recuerdo cruel. —
Noble matrona
Dechado de humildad pura, sencilla, I al despertarse desquiciar el mundo.
En su santa piedad lo que ambiciona
La católica reina de Gastilla, I despertó! i el fuego comprimido
No es ceñir a su sien Otra corona, En su pecho abrasado,
Sino amparar idólatras naciones En estertor horrísono bullendo
Con la fé i con la cruz de sus pendones. Rompe la eterna costra que lo encierra
Con estampido horrendo,
Demos a eterno olvido las escenas Que conmueve los cielos i la tierra;
De oprobio, de venganzas i de horrores Por satánicas fuerzas impelidas
De sU cráter" se lanzan
Que aquella lucha envenenó; las hienas
No se encarnizan mas en sus furores. Columnas encendidas
Desecadas, América, tus venas Que a los astros furiosos se abalanzan,
A su fulgor siniestro
Dejaron, i tus campos i tus llores.
I a aquel periodo de recuerdo amargo El universo todo
Parece consumiera
Siglos siguieron de mortal letargo.
Grande, voraz, inestinguíble hoguera.

América tampoco revelaba


Letargo sí, chira servidumbre
no De impasible indolencia
Ni infame esclavitud; antes mi lengua En letárjico sueño,
Se anude en mi garganta i
Que la májica voz de independencia,
a

Que una sola espresión pronuncie en mengua Hostigada leona.


De la tierra lejana Pudiera un dia levantarse erguida
Que fertiliza el Tajo i el Guadiana. Llena de robustez, llena de vida;
I que al alzar con el potente brazo
Que no merezcan popular aplauso El estandarte noble de los libres.
Mis humildes canciones Mas soberbia que el mismo Chimborazo,
Si para merecer tan alto premio Sus hijos convirtiera
Es preciso alhagar ruines pasiones. En héroes denodados
Quién clel vulgo pretenda Por tan heroica madre entusiasmados.
Víctores- i coronas,
Cubra de vilipendios i de ultraje, Guay! que el grito sonó! rápido partej
Maldiga en frases huecas Abraza el continente americano
El duro coloniaje, Como eléctrica chispa; el estandarte
I arroje impuro lodo De independencia o muerte se levanta;
Sobre su propio nombre: el nombre godo. Esforzados guerreros
Con sus pechos le amparan;
De santa libertad e independencia Desnudan los aceros;
La aurora refuljente I en alas de la gloria
No por contraste de la sombra oscura De victoria en victoria,
Irradiará mas pura; La patria reconquistan
Ella abrasó con fúljidos destellos I eternizan_sus nombres en la historia,

La América española;
Ella sin tintes a su luz opuestos Nobles campeones que en la heroica lucha
Pudo sola brillar, i brilló sola. j Cual bravos sucumbisteis!
'
í
Vosotros que escribisteis
Su soberbia oabeza el Chimborazo ! Con vuestra propia sangre las hazañas
Eleva entre las grandes j De aquella empresa; los que dura suerte
Moles inaccesibles de los Andes, j Llevó a tierras estrañas;
Sin que nada revele en sus contornos, ¡ 1 los que a lenta muerte
Tétricos i severos, i Condenaron atroces desengaños.
Que guarda en sus entrañas 1 Oh sombras venerandas! Si el Eterno
De fuego eterno candesceñtes hornos. | Permitiera que alzarais la cabeza
Si a su aspecto tal vez electrizada j Desde la helada tumba!
Ardiente fantasía ;
Si vierais la belleza
A la del ideal se lanza
rejion ¡ De América marchita!
I a sus perfiles presta I Sobre su frente pura
Con Cormas conocidas semejanza; j Hondo sello de bárbara amargura!
! Av! como verteríais
Endecasílabo del insigne poeta español D. Ma- ¡ De vuestros ojos huecos
(1) dolor lágrimas tristes,
nuel Quintana. ¡ De profundo
Octubre 8. LA SEMANA. 329

la encar
Ay! como rogaríais que era rico, habriase dicho que -era
Al Supremo Hacedor que se apiadara _ nación clel hambre.
De su fortuna impía, Don Braulio lo encontró en la cuadra em
Ahogara las pasiones bebido en la contemplacaon del grabado-de la
Con que sus hijos crueles
toma de Maíakolí. .

Atizan la anarquía Guando ua hombre como don Salustio


fen constantes, civiles disensiones;
I diera en su clemencia mira con tanta detención ese dibuja, es una

A la América toda prueba evidente qus no es una abra cual


Paz, unión-, libertad, independencia. quiera, pensó juiciosamente don Braulio.

Buenos dias, dou Salustio, dijo después
José Paudo. de esperar un largo rato. .

—Buenos dias, mi señor don Braulio. ¿Có


mo está la salud de Vd?
•Se despide para, el oir© mesado. —Siempre buena. ¿Miraba Vd. ese dibujito?

Es verdad. Contemplaba este mamarra
Jai soavent oul en proverbe vnlgake
cho, dijo don Salustio con la mayor sangre fria»
(Quuu íol euseigne bien ua saje. i hacia nacer en mí ideas estrañas. ; . .
..

íilVÜELAIS.
Una-impertinencia es siempre disculpada e.c

I. un rico.
Era una. máñaua. Dou Braulio aifa no se í ¿qué pensaba Ycl.? preguntó don Braulio»

fcabia levantado. En un ancho catre de made curiof o de conocer Jas ideas de don Salustio^
ra de Jacaranda dormía a pierna suelta al

Pensaba cu estos tontos europeos que se
lado de su cara esposa. ¡Qué cuadro tan iníe- hacen matar por una cosa que les importa
resante se ofrecía allí a los ojos del observador! tanto como a mí que el sultán turco tenga la
Roncando como un bienaventurado, su boca cabellera lisa o encrespada.
mas que abierta destilaba ua líquido transpa Don Braulio quedó pasmado de tanta pro
rente que cayendo sobre la almohada dibujaba fundidad.
cartas jecgráficas de paises desconocidos, ¡tie 1 a mi también se me ocurre lo mismo que
rno la naturaleza se ríe de las vanidades hu a don Salustio. De tocios los disparates, que

manas! Su majerjóven i hermosa, descolori hacen los hombres en su vida, ninguno, ma


do el semblante, desgreñada la cabellera, yor que el de morirse. Pero morir en una ba
también por su lado roncaba sotto voce ¡1 los . talla es el non plus ultra de la estravagancia
poetas cantan la belleza de las mujeres dor humana.
midas! Bienaventurados los que duermen El aguijón del hambre empezó -a hacerse:
porque ellos no se ven sus caras. sentir. A poco rato pasaron .pues al comedor.
Una mosca que andaba zumbando por Ja Don Braulio era uno de los muchos aficiona
pieza, no hallando donde detenerse, escojió dos a la buena mesa; su abdomen prominen
ia nariz de don Braulio para reposarse en ella. te i su rostro rubicundo daban claras mues
La cosquilla causada por las patas de! animal, tras de sus gustos gastronómicos.

fe-provocó tan feroz estornudo que a su ruido ¿Qué clase de vino be-be Vd. , don Sahis^-
■—

despertaron él i s« mujer. tio? le pregunto don Braulio.


—Hija, dijo don Branllo.'esto es anuncio de —
Yo solo bebo las lágrimas de mi corazón,
romadizo, o algún ratón me ha metido la co contestó don Salustio con acento mas triste
la en la narices. que una campana que llama a hermanos.

¡Las nueve ya! esclamó su mujer, i don Don Braulio lo miró despavorido. Entonces
Salustio que quedó de venir a almorzar hoi solo se fijó en la palidez del semblante ele su
eon nosotros! amigo. Sobre todo eu su modo de mirar noto
Don Salustio esperaba ea la cuadra que los cierta estrañeza que nunca había observado
dueños de casa se levantaran. Estaba entrete en él.

nido contemplando un grabado que represen Estos hombres flacos, pensó don Braulio,

taba la toma de Malakoff. son los mas insulsos personajes cjue conozco-.

Don Salustio rayaba eu los treinta i cinco i I ahora se me ocurre aqui también lo mis
años. Era hombre, según la opinión jeneral, ¡ mo que a cion Braulio. Del hombre Caco al
notable bajo muchos aspectos: alma noble, i hombre gordo hai la misma diferencia que de
intelijencia cultivada i figura distinguida. un vino dulce a un vino agrio. Razón tenia Cé
Talvez había alguno que le negaba estas bri- : sar en desconfiar ele tales hombres. Regla jene
liantes elotes, pero ¡a qué estremo no condu ral, los c|Ue no son sensibles a los goces mate
ce la envidia! Tampoco faltaban otros (¡ue con riales de la vida, a la buena mesa, al vino, a
la mejor voluntad clel mundo no le encontra las mu ¡eres, etc., tienen unaahna estéril-. Pero
ban tan relevantes méritos, pero estos ignora- \ me callo: en esta cuestión yo soi parte inte
ban una cesa, i es que don Salustio era rico. resada.
Dije que s¡i figura era distinguida, i en .Muchacha, dijo don Braulio dirijiéndose

efecto por lo elevado de su estatura, io exiguo a una sirviente, t ráeme una botella de vino de

ele su cuerpo i lo macilento cíe su rostro, ss j lacre verde.


de los demás hombiis. Ano sabéis ): El que no sab: beborcj digno do lástima;
distinguía /, ?
MO LA SEMANA. Octubre 8.
»n eluda alguna tiene un sentido de menos. hecho sopa, si es invierno, o abrasado por los
es el aficionado al vino i a la mesa
¿Cuál que rayos de fifi sol ardiente, si es vei*ano( pasan
n<> sea amable? do malos dias i peores noches.

Siento en el alma que no le guste a Vd. Esto prueba lo que ya mas de mil veces se
el vino, don Salustio, dijo don Braulio desta ha dicho, que nadie está contento con su suer
pando la botella. Vea Vd. qué buen color tie te, aunque todos lo están con su individuo.
ne! Este es i'egalo dé nn amigo mió del sur; En cuanto a esto ninguno como don Salus
viene de las iiiárjenes fortunadas del Longo-1 tio. Vino al mundo con todas las condiciones
milla. precisas para ser feliz, i concluyó por ser el

Mi alma está triste, don Braulio; todo es hombre mas desgraciado. Cayóle en mala
acíbar a mi paladar. hora en las manos una Biblia impresa en Nue

Pruebe Vfl. de este mosto generoso, don va-York i se empapó en la lectura del libro
Salustio. del Eclesiástes. El mas profundo hastío de la
Don Salustio tomó una copa, la llenó, i ele vida se amparó de él. Todo es vanidad, se di
un soló trago la sorbió. Luego clavó los ojos jo con el autor sagrado. ¡Infeliz don Salustiol
en el techo,
quedóse un corto rato en silencio, lo habia leido sin notas ni comentarios!
i después esclamó-s A la más negra melancolía se unió el pro

¡Qué cosa tan bofena! yecto estravagante de encontrar la solución



El vino, dijo sentenciosamente don Brau al problema de la vida. Inútil empeño! Su ce
lio, no solo fortalece el cueípo sino que tam rebro empezó á dar vueltas como una rueda
bién refresca el alma¡ de molino i no vio mas que estrellas. Sin énr-
El aire tétrico dé don Salustio comunicó feargo sacó en limpio que mas le hubiera vali
Cierta frialdad al almuerzo que hasta el buen do no haber pensado jamas en semejantes co
humor de don Braulio huyó despavorido. La sas; talvez asi-rcs habría perdido la tranquili
tristeza es siempre un convidado importuno. dad de su espíritu.
Se cuenta de paises én que ha sido costumbre Empezó, para distraerse* á escribir un tra
celebrar con banquetes tos funerales de nn tado sobre la Razón humana; pero esto lo con-
muerto; para mi es éviderite que los que asis dujo a consideraciones tan ajenas de su asun
tían a ellos o no tenían -sentimientos de pie to, que se rjuedó eíi las definiciones. Dedujo
dad, o trias de uno tuvo que tomar magnesia que la vida se componía de goces i miserias,
para librarse ele una indijestion. ¡Dios me li que los primeros eran solo ilusiones i las se
bre de córner *ón femé triste i de mal humor! gundas tristísimas realidades, i arrojo de sí
Por estas razones el almuerzode don Brau la pluma.
lio fué corto. Tan pronto como concluyeron se Un día tuvo una especie de ilüminácioni
Vio el mundo como «na casa de orates en fo
pararon de la mesa. Entonces don Salustio
llamó aparté a su *amigO; que todos se empeñaban en enterrar a la ra

Señoreen -Braulio, le elijo, siempre lo he zón obteniendo mayofes aplausos aquél 'quo

estimado a Vd. Creo también que no dudará con mas empeño trabajaba. Solo él, en medio

de la sinceridad de mi afecto, Por este motivo, de tantos insanos, conservaba su sano


antes de partir, he querido almorzar con Vd, juicio, Desde entonces una idea fija se clavó
en sn cerebro, como una estrella en el firma
por la última vez,
Cómo! se nos va Vd?
— mento. Salir ele este mundo a todo trance fué

—Si, amigo riño; parto, i para siempre. para él su único pensamiento.


Esta es la postrera vez'ípje nos veremos. Un sn amigo que se apercibió del jiro que
Don Braulio lo miró-asombrado. Decidida iban tomando sus ideas, le aconsejó que via
mente haliia algo en la mirada de don Salus jara. ¿Pero adonde dirijir sus inciertos pasos?
tio que revelaba un estado insólito de su al En nuestro pais no hai mas que un punte que
ma. ver, i este punto es la capital. Olí! ira Santia-

para donde se marcha Vd.?


¿I gol sueño dorado de los provincianos, sobré

Para el otro mundo. Adiós, amigo mió, todo de las provincianas! ¿Quién es aquel que
añadió apretándole la mano; adiós! ya no nos no lo mira realizado en el horizonte luminoso

veremos mas! del porvenir? Peregrinación obligada, como la


Don Braulio se quedó estúpido. —

¡Qué dia del musulmán a la Meca, 'todo- hijo ele provin


blos tiene don SaIustio?íle preguntó a su mu cia se encuentra en la necesidad de hacerla
a fuer de pasar por hombre inculto. Pero don
jer rascándose la cabeza.
II. Salustio era nacido i criado en el empedrado
de Santiago.
¡No hai placer como él tle viajar! esclama
mas ele un apático ciu aciano sentado en su Ir
a
Europa? i quien le aseguraba que no
el camino de cambiar de rumbo
poltrona, calentándose a la orilla de un ancho tentara
se en

brasero de fuego i con un libro de viajes en la eirá visitar el pais de las sirenas? Ademas,
mano en el que el autor píntalas cosas que no habia leido cuanta novela han escrito los fran-
vio i que jamas existieron en pais alguno. ¡ ceses i conocía, sin haberlas visto, tan bien o
•■No hai como estar en su casa! dirá también ! mejor que los mismos parisienses las calles
mas de un viajero que la necesidad obliga a | ¡ de
Paris.
:i
andar lejos del hogar doméstico con el cuerpo ¿Por qué no lie de hacer ua viaje al otro
Octubre 8. LA SEMANA. 331

mundo? se dijo para sí. Dante Alighieri se ha Don Pedro Pablo le dijo un dia a su hija
hecho inmortal por un viaje semejante. 1 no Mercedes:— don Salustio, hija mia, solicita tu
se diga que fué una ficción; sus co ni mano. Es hombre rico, de una fortuna mas
temporá
neos, que debian saberlo mejor que nosotros, que regular; un ventajoso partido que todas
cuando pasaba por las calles decían: —
ved al i las mujeres envidian i que te hará feliz ¿Quién
hombre que vuelve de los Infiernos. mejor que él para marido?
Es evidente que el" gusto de viajar consiste La hija de don Pedro Pablo tenia uno do
en haber viajado.
¡Qué placer, a la vuelta, aquellos deseos cuya vehemencia hace que se
desengañar a los volterianos que no creen en pierda el sueño, i que en razón de su misma
el infierno! dejar pasmados a los católicos con intensidad quedan ocultos en el fondo del co
tándoles que un papa ardia en las llamas eter razón. Para, olla un marido era un terno de
nas! Goces son éstos que solo los conciben brillantes.
aquellos que saben mentir, —
La voluntad de mis padres as también la
—Pero; dijo don Salustio, deteniéndose en mía, le contestó bajando la vista,
el curso de susheflexiones, i mi novia?..... I el casamiento se hizo,
Se me habia olvidado que don Salustio, te I don Pedro Pabla corrió de casa en casa a
niendo la envidiable dicha de ser soltero, se dar parte del próximo enlace de au bija Mer-
le vino un dia a las mientes la singular idea des con don Salustio.
de casarse. En verdad que nada de raro tiene I todos dijeron que don Pedro Pablo casaba
que un bombre piense en casarse: es un fin a su lija por el vil interés del dinero,
al que casi todos llegan tarde o temprano, Pero don Pedro Pablo, se restregaba las ma
pero en don Salustio esta idea nació i cobró nos ele contento pensando en que todos los
cuerpo en un solo instante. que asi se espresaban eran movidos por ia mas
El matrimonio es talvez el paso mas serio baja de las pasiones, la. negra envidia.
que dáun hombre en su vida, i todos sin em En efecto. La pobre naturaleza humana en
bargo entran en él con una lijereza imperdo tre sus innumerables defectos tiene este de no
nable. Probablemente tiene esto su causa en perdonar que la felicidad golpee en la puerta
una especie de presentimiento, del vecino cuando piído golpear en la nuestra,
que hace tomar
el matrimonio como una lotería en la que solo —
lmi nowa!.....se dijo,don Salustio.
tiene suerte el que saca un buen número. Don Salustio era hombre ele honor. No po
La mujer, comerciahiiente hablando, es un dia emprender su v¡aje faltando a un compro
artículo siempre abundante. Pero el que bus miso sagrado. Las bodas estaban ya arregla
ca esta especie exije tres cualidades in das. Encomendóse a la casualidad i se dirijió
dispensables, a saber, hermosura, juventud i a casa de su futurajsuegro.
fortuna, cualidades lan difíciles ele encontrar
¿ose Antonio Donoso,
reuriidas[en una sol* persona como un ministe-.
río que concibe a todos los partidos. No quie (Concluirá.)..
ro decir que este sea un tesoro fantástico
que
no exista en nuestra sociedad; raro es, mas al

fin se encuentra; pero para pretenderá su po i' ll hoii)Itre » la moda,


sesión se necesita ser un viejo millonario o un
Conlir.u.acion.
tonto afortunado.
Don Salustio ¡cosa rara! conocia esta verdad. IV..
La primera dificultad que se le presentó fué, Algunas horas, después ele los sucesos que
no la de encontrar mujer, sino la de tener
que acabamos de referir, Enrique se paseaba, con
pasar por todos los amorosos trámites que para visible ajitacion, @¡n el mismo., sa'qai en que
llegar a obtener la mano de una niña se requie hemos hecho con é.l conocimiento al princi
ren. Esto de tener que hacer el papel ele ena pio ele esta historia.
morado le pareció una empresa mas ardua que Era ele noche.
la de tener que improvisar un brindis en un tina lámpara de trabajo proyectaba una,

banquete político; noconociala retórica amoro luz indecisa sobre todos los objetos.
sa, ni nunca habia podido mirar a una mujer Enrique estaba pálido, las arrugas de su
sin ponerse colorado, pero sabia que el hombre frente como que se habían .ahondado, su mi
que se presenta con pretensiones matrimonia rada era estraviaela, sus labios se apretaban
les, si tiene una regular fortuna, es siempre maquinalniente, ei conjunto ele su fisonomía
mirado con ojos cariñosos por todos los ¡la dejaba ver sin dificultad que algún amargo
dres de familia i considerado por las niñas pensamiento, que algún doloroso i punzante
solteras como una persona interesante, califi recuerdo poseía, dominaba, el alma ele ese
cativo por demás espresivo. hombre.
Recorrió el repertorio ele niñas donosas quo De cuando en cuando palabras sin htlacion,
conocia para cscojer ele entre ellas la que ha sonidos sin significado, i que parecían, ora mi
bia de tener la dicha ele llegar a ser su esposa, suspiro, ora una blasfemia, salían de su boca.
i a satisfacción jeneral, le arrojo el pañuelo aja Entonces se golpeaba con fuerza la frente, sa
señorita Mercedes González, hija del mui cono cudía con rabia la cabeza i se detenía como
cido comerciante don Pedro Pablo González. tratando ele escuchar quién s;>be qué.
r>rv2 LA SEMANA. Octubre 8.

Es-" hombre irntia en su alma i en su co quieren atravesare en mi camino.. Veremos


raron e-1 rcmordimienlncon todas sus espinas. quien vence a quien!...
!•n conciencia hasta Píllemeos adormecida aca
Enrique, empezó de nuevo a pasearse, pero
llaba <te despertarse i ponía delante de su ya sin ajilacion, Con calina i como absorvida
▼isla su tocias sus faltas, sus es
pasado con en busca de un
pensamiento.
travíos, vicios i sus crímenes.
sus Al fin se detuvo; una sonrisa, de satisface
Ese::liombrc veia, por fin, delante de sí, cion asomó a sus labios.
o
compadeciéndolo, o acusándolo, o maldi- —

fcyoque no me acordaba... dijo... Su pa


ciéndolo' todas las víctimas sacrificadas en dre está en el campo... pues que se vaya a
aras de srrs pasiones i de sus vicios; veia sus. reunir con su padre.
íágrimas de desesperación o de dolor; creía Se acercó a la mesa; abrió varios cajones, i
sentir el doloroso i profundo ai! de los cora rejistró toctos los papeles que contenían., Al
zones que habia engañado, perdido, corroni- fin dio con una carta del padre ele Salvador.
])ido i muerto; veía las contorsiones, los gri- Después cíe haber observado por nn buen
los ele rabia, las maldiciones, las blasfemias rato la firma, elijo:-
de los rncarites a qnienes habia nfruiriado,
-
—Es fácil, niiw fácil... la cosa saldrá a Jas
para sel- él también arruinado a s». vez. Creia mil maravillas...'
tener el infierno en el pecho, i io que tenia Tomó un
pliego elepape!, escribió algunos
era et remóreFíihiento que hincaba sus rafias renglones, i puso al pié la firma del padre do
en su corazón, i lo desgarraba; que soplaba Salvador, con una maestría i: una facilidad

su quemante aliento en, su aliña, i- la sofo- asombrosas. No faltaba ni el rasgo mas imper
ceptible. Su dueño misino no líabria podido!
Después ele haberse pascado aun por largo

negar que era su firma.


i-ato, se detuvo por fin, i fué a recostarse

Magnífico, soberbio! esclamó con cierto


sobre el diván con marcadas muestras de de orgullo de artista... Ahora enviémosla a su
saliento. destino....
Oh!- d'sjo de repente, echando bacía atrás

Dobló el pliego, le puso el sobre i fué a ti
sus hermosos i negros cabellos qué fati rar del cordón de la campanilla.
Se presentó un criado.
gado estoi... Pa-réccme que he vivido muchos
años en estas cuantas horas Qué encontra —

Inmediatamente, le- dijo Enrique, quo


das situaciones- perlas que he pasado... Oh! Marcial- inoiite- a caballo i- vaya a dejar esta
estecha (fucilará grabado con buril de fuego carta a casa ée don Salvador Paredes.
en mi memoria...... —Está bien, señor, contestó el criado re^
Tras un corto silencio añadió medio ende cibiendo la carta i salió.
rezándose en. el. diván:. —
Ahora, dijo Enrique tomando su som
—Pobre Carinen?.. Sí habré amado a esa brero i envolviéndose en Sn ancho paltó, va
mos a cortarle las alas al amigo don José...
mujer?... Aun me parece que la veo anegada
en l lauto, pidiéndome-compasión liara su bija... Estos diez mil pesos de Carme» que aun me
I también ¡qué horror!... también creo vera quedan me traerán fortuna:- estoi seguro. Po

la inocente Laura que clava en mi sus dulces bre Carmen!...


i verdes ojos: Dios mío! Dios mió!.... i I un involuntario suspiro se escapó del pe

Enriqne se cubrió los ojos con las manos... cho de Enrique.


—Oh! yo deliro... la cabeza se me pier J. Arteaga Aleiipaute.
de'... me vuelvo loco... eselámó poniéndose
de ¿Me habré dormido q>or ventura?....
pié... tfimtirmwá}.
Peroné... yo estalla completamente despier
to... Sin embargo be creído ver a Dolores es

pirante... al marido ele Carmen revolcándose ÍL« prensa fn»»aí»c'Ra Jiazg-ada pos'
en su sangre con l'.s agonías de la muerto, o-I Sis*. Hfioutt.
lanzar contra mí una maldición horrible... Si
será una verdad la conciencia?.... Pero no... Cuandosc dice que la prensa es el termó
nó... qué conciencia... Esto no es mas que metro que señala los grados de civilización de
un resultado de la sóbroescitacion mental en mi pueblo, menester es distinguir mas de una

la tárele. clase particular de civilización. La prensa no


que me han sumido las escenas de
...

Procuremos olvidar. . .
es absolutamente un signo de civilización, si

so entiende por esta palabra el desarrollo de


Después de una nueva pausa, continuó:

Viiva! va va ! sei i a o k m: .1... Yo sentirme algunas partes delicadas de. la naturaleza hu
tale? el arte, la filosofía, el arrojo
impres onado ¡' or h -3 11 ■>¡ :í¡ ¡eos ele una mu-
mana como

rei ría el espiritual del la elegancia de


pensamiento,
jer... vo ver i-- nías ñas. c mío S5

inundo si lo sup i era. i !']


¡ue trat de soii-
.. , las costumbres, etc. Iloi.dia, no es al lado ele
reir Varaos, va- ic-s: i o¡ iaut C-SI .;o a un la piensa mas -desarrollada adonde es uocesa-s
ia-io i ¡ ieui-'enios en oq> e ]V;¡- .l-.s n es '[ rio buscar los productos mas delicados del
cosario oue Sal vado r au ¡i cíe 11 c cua lío á::t?s :i arte i del pensamiento. ¿Quién duda, porejem-
;- "^~
1 ;! '
■-•'•"i S -..-r;-¡¡- -> es! 01 a ¡ec (io i José de ; pío, (¡ue la prensa inglesa ha llegado a un

punto mui superior de dcsancillo al (le la


Octubre 8. LA SEMANA. 333

prensa francesa; i sin embargo, quien se atre- .


bertad). Cuándo ha visto el señor Montt queJu-
verá a decir que la Inglaterra escivili-
mas lesJanino Théophile Gautier, esos diaristas in
aada que la Francia bajo el
punto de vista fatigables, (1) hayan estado faltos ele lágrimas
del arte i clel pensamiento"? La prensa es posi para deplorar el duelo público o de elocuen
tivamente el signo mas cosíante i fiel del pro tes palabras de cólera e indignación contra los

greso de un pueblo en el jénero ele civiliza escándalos del vicio i del crimen? Cuándo han
ción relativo a la política, a la libertad. Esto dejado ele oponerse con arrojo a la corrupción
es tan verdadero que la prensa reproduce i a la licencia del teatro? I el señor Montt que
exactamente las vicisitudes de la libertad po ha leido ios Estudios literarios de M. de Sacy,
lítica i la sigue tan invariablemente como la redactor del Diaria de los Debates, no ha pues
sombra al cuerpo que la -produce. to atención en la admirable intolerancia con
cSi una catástrofe repentina, dice un dis que ese crítico eminente trata a Janin su ami
tinguido diarista francés (1) arrasase todos
, go de corazón, colaboradores del mismo dia
los monumentos de la civilización moderna i rio? Tampoco recuerda el señor Montt cómo,
no quedase de cada nación masque un solo dia el diarista Mirecourt, redactor de la Revista
rio; nos atrevemos a decir que bastaría pasar contemporánea, trata a Veulliot, Luis Blanc,
la vista por cada trozo de papel, comparar la Guizot i Thiers, o como Paulin Limayrac rer
loruia, los caracteres, i descifrar algunas lí dactor de la Patrie tiene la mano severa para
neas, para tener una idea exacta del grado de Salvandy, Montalembert i Cnusin? Nó; el dia
civilización política i por consiguiente ele la rista francés, como lo hemos dicho, tocante a la
libertad que habian alcanzado esos pueblos en crítica déla literatura i de las costumbres, a la
el momento de desaparecer de la faz de la tie filosofía, a las ciencias i a las artes, jamas es
rra.» débil, jamas se deja arrastrar por la mas mí
Esta Importante clasificación ha sido olvi nima ráfaga de prevención o de miedo. Ani
dada por el señor ilontt en su obra titulada: mado por el mas profundo amor de la verdad,
Ensayo sobre el gobierno en Europa, en la si alguna vez se engaña, se vé en ese engaño
parte que dedica a la prensa francesa. En el error de la intelijencia, no el del co
efecto, al tratar del Garáeter mas resalíante de razón!
esa prensa, el no ser anónima, el señor Montt El Sr. Montt no tiene en cuenta para juzgar
se esplica de la maneía siguiente : «Cómo es la prensa francesa mas que su carácter jeneral
de un escritor, dice, que vive en el mun ele no ser anónima. De allí resulta que sus
perar
do, es padre ele familia, acaso funcionario pú argumentos son poco variados i sus errores
blico del Estado, que se erija en censor des mui frecuentes. Vamos por nuestra parle
cubierto i conocido de la sociedad.» I poco —
a hacer un rápido examen de algunas parti

después. uLa prensa actual de la Francia nos


cularidades de la prensa francesa que se es


muestra en el hecho la condición clel diarista capan continuamente al Sr. Montt o que las
que firma. Su pluma es una eterna i fastidio juzga desacertadamente a nuestra manera
sa salmodia. Si sale el emperador fuera de su de ver,
casa inmensas aclamaciones lo reciben; si un Es. necesario reconocer ante tocio que entre
majistrado pronuncia unaharenga vulgar i lle los caracteres de la prensa francesa, i las ha
na de lugares comunes, el diarista la encuen bitudes del espíritu francés, hai una analojía
tra sublime i compara el autor a Cicerón; si de tal manera palpable, querouestra bien que
fe publica un libro sin talento ni irérito el la primera es hecha a imájen clel segundo.
diavista sabrá hallar medio ele alabar al escri La prensa francesa está en jeneral mal infor
tor; si se representa un drama plebeyo e in mada i continuamente sus opiniones sobre la
moral c! diario que firma no tendrá, valor de política estranjera reposan en los rumores mas
censurarlo i maldecirlo como se debe: si hubo vagos e indeterminados. Existe en Paris una
una ceremonia pueril i ridicula dirá que fué oficina común que traduce bien o mal, con mas
o menos discernimiento, algunos pasajes de los
majestuosa i solemne.»
Como se vé, el señor Montt no respeta en diarios estranjeros. Estos estrados litografia
nada la libertad de que goza el diarista fran dos se reparten a todos los diarias i ocupan en
cés al tratar de las cesas relativas al arte i ellos el lugar cíe las correspondencias especia^
al pensamiento. Permítanos pues dudar ele su les i constantes que posee la prensa Inglesa.
opinión. La prensa francesa es la amalgama La situación política ele los diarios france
del desprendimiento mas digno ele elojio para ses bastaría para esplicar este estado de cosas.

censurar al amigo i al hermano si es debido, Es evidente que si cada diario tuviese vm


de la mas amplia libertad para criticar las servicio regular ele correspondencias, los de
faltas de la sociedad, al mismo tiempo que ele talles mas minuciosos serian precisamente los
la restricción mas espantosa para los actos re que espücita o implícitamente les fuera pro-
lativos a la política i a la libertad. (Al decir
¡1) Estos diaristas comenzaron su carrera poco
aquí libertad queremos señalar ese fiuíopre- maso menos en la misma época. Durante 30 años
cioso de la política, porque apenas merece ¡al | ha redactado el
primero los folletines del Diario
nomine la política que no tiene en vista la ¡i- j de los delates i ol segundo ha escrito sucesiva
mente los f ¡HYinos de la Presse. del Finara, de la

; i fc-vosí-Paradol, del ¡dario di losTk'o's.


'
Rica, de i':- . -> i p:¡r fin los del Mor.itei'r.
334 LA SEMANA. Octubre 8.

liibido el publicar. Esto es una razón pasajera del fondo de la cuestión : mira la forma, la
i secundaria; el gusto clel público es la razón gracia esterna i si se apasiona de una idea no
)iermanente i perentoria. El público francés es
porque la idea sea buena sino porque sabe
ajeno a esa idea de equilibrio Europeo, a esas esplotarla mejor que otro en beneficio de su
nociones de derecho internacional que son gloria personal. -Los partidos i las causas son
felizmente vulgares entre los
ingleses, con para él meros excesos. M. Girardin ha escoji-
templa los negocios estranjeroa con una fa do el teatro liberal, M. Veulliot el ultramon
tal simplicidad. La situación jeográíica de la tano, M. Cassagnac el imperial absolutista,
Francia, las largas guerras que ha sostenido así como Chateaubriand creyó hallar su tribu
na en el catolicismo, Cairel en la república,
contra la Europa, las consecuencias igualmen
teinauditas de sus victorias i sus derrotas han Luis Blanc en el socialismo,, Proudhon en la
habituado al francés a considerar al estranje incredulidad sin límites.»
ro como su subdito o como su amo, mas bien Hagamos antetodownocer al Sr. Montt que
que como su igual. Como si no hubiese para siendo como esla prensa francesa, una prensa
él otra alternativa que la de dominar la Eu de partido, sus corifeos no hacen mas que se
ropa o ser abrumado por ella, no vé en la guir los instintos de una -sociedad de que son
política estranjera mas que una ocasión de or el eco. Cada sistema tiene sus sectarios mas o
gullo o de desesperación. Cuando el diario menos numerosos que -quieren encontrar en el
quiere tenerlos de buen humor, les dice que el diario el eco de sus ideas i de sus votos,
estranjero les obedece; cuando por el contrario como motivos cotidianos para perseverar en
quiere irritarlos les dice que el estranjero los sus opinionesi en sus esperanzas. De allí la
domina. Si el diario sale de uno u otro tema, consecuencia rigurosa de ideas que se encuen
se desconfía de él o no se le comprende. Así, tra en el diario franees; de allí la perseve
no son las noticias mas seguras las que ne rante monotonía de sus doctrinas i de sus po
cesita ese público sino las mas agradables; no lémicas. La de agua que despedaza la
gota
las mas frescas i mejor probadas sino las mas piedra no es mas costante ni maseficaz que su
propias para adoctrinarlo corno él quiere- ser predicación incesante.
adoctrinado. El Si'. Montt conoce que la prensa francesa es
No se encuentran en los diarios franceses una prensa departido, pero no ve en esto la

esas quejas, esos recitados, esos llamados al fuente de su grandeza i ele su miseria. Hai gran
deza en efectúen permanecer indócil a los mo
público, esas reflexionesque hacen de la prensa
inglesa, tan justamente popular, el refujioco- vimientos de la fortuna i contra los ataques do
muii de los oprimidos. No es porque la pren la opinión. Hai grandeza al luchar por unaídea,
sa no es anónima, como diría el señor Montt, a veces conla opinión de la multitud, a veces

ni porque el diario sea tímido o neglijente, por solo, tanto ala corriente de los acontecimientos,
lo que tiene lugar tal fenómeno. Nó; es menes tanto contra su corriente. Hai grandeza en fin
ter buscar como causa el gusto del público, al esperarcontra la esperanza i luchar cada dia
fuerza i vigor. Desgraciadamente esa
que toma poco int3ies por las penurias ajenas. con nueva

El francés tiene ami r por la humanidad i sue es también la fuente de su debilidad, como ya lo
ña el mas bello porvenir para el mundo; pero hemos dicho. Es débil porque se encadena a
las injurias vulgares le conmueven poco. La i la suerte de los partidos i divide con ellos loa
prensa le parece mezquina e insípida si se triunfos bien escasos i las derrotas harto fre
rebaja hasta la defensa ele los individuos, ella, cuentes.
Si se hiciese la suposición de existir en Fran
que está encargada exclusivamente de salvar
el mundo i de hacer justicia de un solo golpe cia un diario independiente de todo partido
a la humanidad entera. Este sentimiento es como el Times, estrechamente ligado con el

ían natural al espíritu francés, que aquellos público, seria menester reconocer que tal
que han ocupado la prensa para contar sus
diario no podria sostener su libertad, ni mó^
nos asegurar su existencia contra los podero
propias desgracias, han recibido el desden o
la nías A'ía indiferencia. sos móviles de que dispone el gobierno. Cuál

Es únicamente en sus ideas políticas i en el puede ser la suerte de ésos diarios intimamen
desarrollo continuo de esas ideas en lo que la te apegados a sus paises i destinados como los
vencidos a encorbarse bajo el derecho de la
prensa francesa funda su fuerza i su autori
dad. Cada diario représenla en Francia un espada? En un pais como la Francia, donde el
sistema particular de gobierno. No son peque poder central ha llegado a una fuerza tan pro-
ñas diferencias las que dividen estos sistemas, dijiosa,no es estraño vera la prensa tan débil

son abismos lales como los que existen entre cuanto fuerte fué en otra (¿poca.
la libertad i la anarquía o la libertad i el ah-- La prensa francesa, como lo prueba el Sr.
solutismo. El señor Montt ataca a los corifeos Montt, no goza hoi dia de lamas mínima liber
de estos partidos como meros esplotadores sin tad, i
como hemos tratado de probarlo nosotros

conciencia ni convicción. Cuando analiza des al principio de este artículo, esa libertad es me
nester dividirla en libertad política para tratar
pués la prensa inglesa, llegan parecerle estos
a

sistemas el resultado funesto de la prensa no de las cosas relativas al gobierno i simplemen-


anónima, su tema favorito. Hé aquí lo que di I te libertad para tratar de las cosas relativas
ce : i-EI diarista que firma se ocupa inui poco I al arfe i al pensamiento.
Octubre 8. LA SEMANA. 335

La prensa francesa se encuentra hoi entre


la
Ecos de la semana.
manosde-la autoridad central como Gulli-
Ver se encontraba entre las manos del jigaute:
Santiago, octubre 7 de 1859.-

«Me tomó por la mitad del cuerpo con solo
dos dedos i me colocó a toesa i media de sus «e-MARio.— Panacea.—Teatro.—Circulo literario.
ojos para observarme mas de cerca. Adiriné
su intención i resolví no hacer resistencia al
Eu las estériles llanuras de la Sierra peruana, el
guna mientras me tenia en el aire a mas de 6 taciturno indíjena, tendido en su pobre choza,
pies del suelo, aunque me apretaba horrible deja correr las horas i los dias mascando hojas de
mente las costillas dé miedo que nó me esca
coca; sumerjido en las exajeraciones de una veje-
pará por entre sus dedos. Todo lo que me tacion colosal, el habitante del Indóstan se anona
atreví a hacer, fué elevar los ojos hacia el cielo,
da i desfallece contemplando la naturaleza; sentado
juntar la manos a manera de un suplicante i
acento triste sobre dóciles almohadones, el Musulmán languide
proferir algunas palabras con un

conforme al estado en me encontraba. Te ce i se embriaga en los- aromas de su pipa; recos


que
mía cada instante que quisiera tada la hamaca i mecida por lentos vaive
a
despedazar en sus

me como nosotros despedazamos los animali- nes, se desmaya voluptuosamente la hija de Cuba;
los que nos disgustan.» i los vecinos de Santiago, si hombres con un ciga

30 de 1859. rrillo en la boca, i si mujeres con una obra de cos


París, julh
tura entre las manos, dormitamos charlando i
Lauro Babtos. charlamos harta dormirnos. El Indio americano i el
asiático, el Musulmán i la Habanera, obedecen co
mo nosotros al mismo influjo, porque todos viven
fatty, sometidos la pereza, que mastica maquinalmente
a

con el uno, se extasía con el otro en mística con


Imitación de Lord Byron.
templación, sigue con los ojos distraídos de acmé!
Be solitaria noche en la honda calma, fas inciertas espirales del humo, se columpia vaga
Eaiiy avanza con planta Cautelosa^ mente con esta al impulso de dormido, movimiento,
Mas no es a contemplar la luna hermosa o charla a todas horas i en todos los tonos con los

capital. Término medio entre


-Suspendida del mundo en el dosel. habitantes de nuestra
Si al pié se sienta de lozana palma, ia vida i la muerte, mitad indolencia i mitad fasti
¡No es a admirar la rosa que naciente, dio, la pereza es el opio del espíritu i amortigua
©oblándose al soplar del fresco ambiente,
al mismo tiempo aspiraciones de la intelijencia
las

Ixhala
i les latidos clel corazón. Bajo su imperio, se imaji
su perfume en el verjel. na mas que se medita, se sueña mas que se piensa,
se oye i no se escucha, so charla i no se conversa.
Escucha, pero no de Filomena
■Es paciente como la resignación, inactiva como el
'La tierna i regalada melodías
deshaliento, floja como la cobardía, confiada como

■Una historia mas grata todavía la imprevisión, cariñosa como una brisa de vera

En su cruda ansiedad espera oir. no i vaga como una vibración que espira a la dis
Al travez del follaje espeso suena tancia. En ella embotan sus tilos el dolor i la ale

tejero un paso, i Fany se estremece^ gría, i apágala voz de toda acción. La pereza,
se

Su rostro anjelical se
palidece; en una palabra, es una desgracia para los felices i
una felicidad para los desgraciados.
Siente veloz su corazón latir.
De consiguiente, Santiago debe de ser mui des

Articula una voz dulces sonidos :


graciado en este momento, en que se adormece
en la charla, hija predilecta de la pereza. No pa
Huye el temor clel pecho de la hermosa -;
rece sino que quisiera sepultar en ella los pesares
Su pálida mejilla se sonrosa ;
del presente i las inquietudes por el porvenir. Na
Su corazon'palpita de placer. die hace nada i todos charlan de todo: se charla
Un solo instante mas, i están unidos. en voz baja, se charla a media voz, se charla en

Pasa con rapidez aquese instante : voz alta, se charla a voz en grito, i este concierto
De dicha enajenado el tierno amante universal de gritos i voces forma un himno inmen

De su adorada bella está a los pies. so con que nuestra capital ensalza i glorifica a la
pereza, consuelo del despecho i asilo de la impo
Sucre, 1856. tencia.
Vosotros, benévolos lectores, no habréis de
Maklel José Cortés.
jado de poner el oido i acaso también de coope
rar a tamaña charla: seria, pues, peligroso echar

sobre mí la civil responsabilidad ele repetiros lo


336 IA SEMANA. Octubre 8.;

que sabéis. Cediendo al jeneral conlajio, mi pluma Primeramente! don Francisco Marin leyó algu
renuncia a tal empeño, i apenas si so atreve a de nas pajinas sobre el porvenir de Amét'ien impreg
teneros a vosotros i correr ella un momento mas nadas de calorosa elocuencia.

para ocuparse del Teatro i del Círculo de Amigos Én seguida, don Gabriel Izquierdo, que' .cuenta
de l«s Letras, únicos centros en que no ha pene como sabéis entre nuestros mas hábiles matemáti
trado la plaga de esta semana i de que os ha ale cos, leyó una memoria titulada: Influencia de las
jado quizá vuestra pereza. estaciones sobre las facultades del hombre. En es
te notable trabajo se esfuerza por mostrar, con el
Lá semana teatral ha sído mas fecunda eñ risas argumento contundente ele las cifras, el yugo que
que en lágrimas i acertado mejor a divertir que a
imponen a la naturaleza física i moral del hom
conmover. bre la temperatura Leí clima.
Borrascas del cor&ion, drama sentimental dé Ager i hoi, preciosa composición ert Verso que
del Sr. Cam-
D. Tonlas Rodríguez Rubí, puesto en escena el do se leyó después-, es debida a la pluma
mingo, altanzó produ
cuatro actos a pnzano, joven poeta poco conocido acaso, pero
-

no con sus

cír verdadera emoción en espectadores. I no


los digno de serlo.
podia menos de ser así>—Blanca, joven esposa de Por fui, D. Adolfo Valderraiña, de quien nó lia
os he hablado, leyó la introducción ele
ún viejo a quien por supuesto no ha visto, mucho nú
ama,
hace ún año i én una noche de baile a don Luis estudio de alta importancia que lleva por título !
Su estilo
Fajardo, noble adalid,
celebré por su hidalguía, Ensayo médico-filosófico sobre la muerte.
es el mismo que habéis podido apreciar en
nuestro
sus proezas -i triunfos. Las palabras de cortesía

ejucla éste al pasar i los encomios que de él


elijo número anterior: ardiente e incisivo-. —
No puedo
oyó hacer mas tarde, convirtieron én Una intensa resistir al deseo dé trascribir aquí algunas líneas
la aspiración del au^
pasión la simpatía despertada en Blanca por su que formulan en cierto modo
vista. En vano trata la pobre mujer de despedir tor en este trabajoi
veo morir, pero no
de su corazón a este huésped importuno; no son «Hace mucho tiempo que
parte a conseguirlo ni la voz imperiosa del deber, siempre he por qué se muere.
podido espl'icarme
ni el aislamiento i prácticas relijiosas. En este —
No me satisfacía el ver un hombre demacrado i tí
sico para ese desmoronamiento de la
punto empieza el drama —Conocido en las prime csplicarme
Yo me he acer
ras escenas el 'temple de alma de Blanca i Fajardo, organizaciónque llamamos muerte.
cado muchas veces al lecho de los moribundos,
he
es difícil no adivinar el funesto desenlace de una

tan inverosímil. La situación patética, crea puestomi oido sobre su corazón i sentido el mo
pasión
da por la lucha de dos sentimientos encontrados, se vimiento vermicular del centro circulario, últimas
desvirtúa prolongándose i dejenera en monotonía; oscilaciones de un péndulo que va a pararse; -pero
al paso que la unidad de acción queda rota por los ojos de mi intelijencia quedaban siempre asom

los amores episódicos de la hermana de Blanca, brados delante del cadáver i no alcanzaba» a ver
Yo escribía en
contrariados momentáneamente i luego coronados jamas la necesidad del fenómeno.
tonces los síntomas de la enfermedad sobre el
eú estos el
por el matrimonio. Inútil seria buscar
caliente aún
lecho que reposaba el cadáver
,

interés, que tampoco está sostenido por un enredo en

encerraba i me preguntaba
i de lances. En cuanto a la ver corría a mi cuarto, me
flojo desprovisto hombre?
lírica a mí mismo : qué ha muerto ese
brillante qué natural, por

sificación, es mas mas

¡Ai! cuan pocas veces pude darme una respuesta


cjuo dramática.
La sociedad de los trece, injéniosa creación de satisfactoria!»
Scribe, i Maruja, que ya conocéis, fueron gusta Domingo Arteaga Aimiparte.
das sin restricción en la función del jueves, la

cual, por improvisada, no dejó de ser amena.


ser

—A ésta, la del domingo, trajo la Thierry


como a
BLANCA DE LEMA
sucontijentede graciosos movimientos, de increí i
bles jiros i pasmosas vueltas, i se llevó otro contin-
jonte no menos abundante de ruidosas ovaciones.
La Mur, aplaudida en el drama de Rubí, afor MACRANDAL.
tunada en la pieza de Scribe, fué inimitable en
EPISODIOS HISTÓRICOS
Maruja.
Pero la semana teatral no ha dicho todavía su K. Cuaa-ísn.
por ¡»Iannc5
última El teatro abre esta noche sus
palabra.
a los sacerdotes de Momo. Se encuentra a venta en la librería
puertas
del señor More!.
El Circulo de Amigos de las letras reunía ano
che a un gran número de sus miembros para oir
;.\ta Día OOliKEO, Pasaje Bulnes, uúm.lil.
cuatro lecturas interesantes.
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITEBAHIO I CIENTÍFICO

uieDaciote& : (vtóto t ¿Voimuao tjhtteaqa, JbteMuxttte.

Año I, Sísiiíiago, Octubre fl5 de 2 §59. Hnm. 9«.

los gobiernos i que eleva i derriba, según sus de


La Independencia de la America signios siempre sabios, los imperios de la tierra,
¿fué un heeiio necesario puede permitir alguna vez que ese principio de
o accidental
(1)? igualdad se desconozca, que la violencia del mas
fuerte arroje a sus plantas los derechos del débil;
Ilegtia fluunt; series nova rerum surget, et ordo.

Camilo Hesriqlez. pero ¡cuánto se engañaría el que creyera poder per
petuar estos triunfos efímeros! La Providencia, que
I. fijó a los planetas órbitas insuperables, no abando
La vida de las naciones es como la vida del hom nó la especie humana a una ciega fatalidad; i el
bre. Como éste, ellas nacen débiles, crecen i se que para castigar la ceguedad i la obstinación de
desarrollan para morir decrépitas o en el vigor de ese pueblo ingrato que había sido el escojido en

ia juventud. En el movimiento universal que ajita tre las naciones, le quitó su independencia i su
a la creación, elaborando i combinando los ele personalidad, no había de establecer como una
mentos orgánicos de nuevos seres o perfeccionan regla ni de sancionar como un principio de justi
do i destruyendo los que ya existen, las naciones cia el señorío perpetuo de una nación ni la escla
obedecen también a esa lei de mejoramiento i de vitud sin término de otra.
destrucción a que nace sujeto el hombre; i como Si son ciertos estos principios, la independencia
él, tienen su infancia, su juventud, su virilidad i de la América nunca ha podido ser problemática.
su vejez. Ella era tan necesaria como el desenvolvimiento de
Preguntar pues si una nación, sujeta hoi aun nuestra propia naturaleza, como el desarrollo de
nuestras propias fuerzas.
poder estranjero, ha de estar siempre bajo tutela,
o si ha de llegar una época en que suene para ella 1 si de aquí pasamos a analizar las crueldades
iahora de la edad madura i de su emancipación, de aquella avara i sangrienta conquista, la heroica
es preguntar si ella morirá en la juventud o vivirá e invencible resistencia de algunas tribus de este
uua vida mas larga. continente, los abusos de nuestros mandatarios,
En los tiempos antiguos, cuando la voluntad de las violencias del sistema restrictivo i opresor del
aquel pueblo que se llamó el soberano del univer antiguo gobierno i la imposibilidad de impedir para
so era el único derecho público que ligaba a las di siempre que la luz de ia civilización penetrara en
ferentes porciones de la humanidad; cuando los el hogar de este pueblo, dormido en la ignorancia
afortunados conquistadores del mundo desprecia i aletargado por los golpes de una tiranía lenta i
ban por bárbaro a lodo el eme no habia nacido ro tenaz: entonces ese sentimiento de justicia i de
mano; cuando se veia a este pueblo, temido i res confianza en la Providencia, que nos consuela de
petado en toda la estension de la tierra, próspero nuestras desgracias presentes con la esperanza de
en la paz, feliz en la guerra, insigne en las artes; felicidades futuras, nos dirá que esta hermosa por
celando se contemplaba con orgullo i con espanto ción del mundo, conquistada con tantas atrocida
el poder de ese brazo a que nada era capaz de re des, despoblada, empobrecida i mantenida por
sistir: entonces pudo creerse que habia en la tierra tres siglos en la esclavitud i en la ignorancia, ha
una voluntad suprema con el derecho de encade bia de alzar alguna vez su frente, i, rotas sus ca
nar para siempre a su capricho la suerte de las denas, adelantarse feliz a ocupar su asiento en el
naciones. Roma, embriagada con sus triunfos, banquete de las naciones.
ofuscada por el brillo de su gloria sin ejemplo, pudo Los que llenaron de desolación este vasto con
creerse inmortal i lisonjearse con la esperanza de tinente nos han negado el derecho de presentarnos
del Universo. entre los pueblos de la tierra como una nación de
perpetuar su grandeza i la esclavitud
Pero la luz apareció en el oriente; i el que era hombres libres, hermanos i no esclavos de los que
de
verdad i justicia trajo ala tierra una nueva doc nostrajeron las luces de esa relijion caridad,
trina, un nuevo derecho. El Dios de los cielos vi enemiga siempre"de la esclavitud.
no a consolar a la humanidad, ensenándola que
no El historiador de la «Revolución Hispano-Amé-
habia entre los pueblos de la tierra, ninguno que ricanan nos pregunta cuál de las diferentes clases
pudiera llamarse señor, ninguno que debiera
lla de subditos americanos era la que podia tener de
marse esclavo. La unidad -de su ser que
él predicó recho de declarar la guerra al lejítimo soberano,
i que se colocó pronto sobre las ruinas del poli al protector de la América, cuál la que debiera
teísmo pagano, reveló la unidad del jénero huma reconocer por estranjero el dominio de Fernando
no i la igualdad de las naciones. VIL ¡Cuál! ¡Quiénes! Todos los que habian visto

Ya sabemos, pues, que hai para éstas como para en América la luz del dia; todos aquellos a quie

los individuos leyes supremas que presiden a su nes decia por primera vez el Consejo de Rejencía

desarrollo i dirijen misteriosamente su marcha. en su proclama de líi de febrero de 1810: «Desde


las riendas de lodos este momento, españoles americanos, os veis ele
Aquel que tiene en sus manos
vados a la dignidad de hombres libres; no sois ya
Esta memoria obtuvo el accésit en el cerlámen
(1) los mismos que antes, encorbados bajo un yugo
de amigos
de setiembre de 1859, abierto por el Círculo
mucho mas duro mientras mas distantes estabais
de las letras,
43
338 LA SEMANA. Octubre 15.
del centro del poder, mirados con indiferencia, no fué mas que una causa ocasional de nuestra
vejados por la codicia i destruidos por la ignoran emancipación; pero es preciso que fué
reconocer
cia, a Sí, ya no debíamos ser los mismos que an la mas jeneral i la mas poderosa de todas. El deseo
tes. Pero nuestra emancipación política debia ser de independencia, que comenzaba a brotar ya en
el primer paso de nuestra rejeneracion social. Én América, miró pronto en los conflictos que esa
un mundo en que cuanto existe lleva en su seno situación creaba la aurora brillante de un dia risue
un jéruien de destrucción i de muerte, en un ño; mas como no encontró preparados los recursos
mundo en que tenemos de Dios la libertad i la necesarios para producir ese trastorno radical que
igualdad, nosotros no podíamos ser perpetuamente cambió la suerte de este mundo, tuvo que disfra
esclavos, nosotros debíamos de ser hombres -li zarse bajo diversas formas para combinarse con
bres. los distintos elementos que la situación particular
de cada pueblo proporcionaba. Asi invocó en unos
II.
ellemor de una invasión estranjera i la necesidad
Pero si la independencia de la América era ne de conservar estos dominios a su desgraciado so
cesaria, el hecho de su emancipación ¿lo fué tam berano; se aprovechó en otros de la crueldad de
bién, u obró en ello principalmente el influjo de los mandatarios, con la odiosidad que ella desper
un accidenté casual? Yo no vacilo en decidirme taba; i se alentó en losiíltimos con el ejemplo feliz
por el segundo estremo de esta alternativa. de sus hermanos. Esto eslo'que a mi juicio esplica
Las naciones, como los individuos, necesitan, la diversidad de la revolución hispano-americana.
para vivir emancipadas i ser felices, la esperien Franta i decidida talvez desde el principio en el
cia de la vida i los medios de llenar los fines de vireinato de Buenos-Aires, sangrienta en Colombia,
su existencia, necesitan instrucción, industria, co lenta e indefinida en Chile i en Méjico, solo lució
mercio i espíritu público. I ¿teníamos nosotros es en el Perú, centro del poder español, cuando habia
tos elementos cincuenta años há? Desgraciada paseado ya sus armas victoriosas por todo el con
mente nó. Educados en la ignorancia de nuestros tinente americano.
derechos, degradados a nuestros propios ojos, ■Pero si la revolución tuvo en América tan dis
apartados del trato de las demás naciones i sin tintos caracteres, enninguna parte apareció como
un campo de acción en que desarrollar esa supe una obra nacional, como el resultado necesario de

rabundancia de vida que e» el principio de la per la opinión pública. ¿Se quiere una prueba de este
fectibilidad de nuestro ser, los pobres americanos aserto? Ahí está la indecisión do sus primeros

de nuestros pa
vejetábamos sin sospechar que podíamos reclamar pasos, la tímida i prudente reserva
los mismos derechos que los demás hombres, sin dres políticos. Los primeros gobíern&s nacionales
atrevernos a preguntar siquiera quién era ese amo se instalaren aparentemente en nombre de Fer

cuya voz, de allende los mares, sentíamos entera nando Vil i a imitación <Ie la -Junta de Cádiz. La
resonar en nuestras playas. Si el ejemplo reciente independencia de k patria, el verdadero i único
de la patria de Washington exaltaba a nuestros objeto de su formación, solo se reveló cuando la
proceres políticos, si no faltaban en América co sangre de nuestros primeros mártires habia fecun
razones jenerosos que en el silencio de la servi dado en cien combates memorables el suelo que se
dumbre palpitaran a las emociones de la libertad, preparaba a la libertad. A diferencia de lo que su
todo el entusiasmo de quo se sentían animados cedió en nuestra hermana del Norte, la revolución
debia de convertirse en desconsuelo i desaliento, de la en la América española fué en
independencia
al considerar, que sus esfuerzos lenian que estre todas obra de unos pocos varones ilustres,
partes
llarse contre las costumbres del pueblo, contra en ningunadel pueblo (1).
sus hábitos inveterados, contra suspreocupaciones, No queremos acusar de precipitados a nuestros
cobijadas por laignorancia i consagradas por el padres. Reconocemos por el contrario en ese en
fanatismo reljjioso con. que se calumniaba al Evan tusiasme uno de sus primeros títulos a nuestra ve
gelio para mantener el fanatismo político. Si antes neración. Sin ese ardor jeneroso que la Providen
de encenderse la lucha gloriosa miraron nuestros cia acept-H coronó tan espléndidamente ¿qué seria
padres la apatía política de nuestros pueblos
i la hoi de nosotros, colonos, «vejados por la
pobres
dificultad casi insuperable ele arrancarles sus fal codicia i destruidos por la ignorancia?» La España,
sas creencias para inspirarles el entusiasmo que la porfiada metrópoli que agotó sus recursos en la
los llevara a la conquista de sus derechos ¿quién defensa de sos colonias .¿nos habria reconocido
ver entonces
podria dudar que ellos debieron de al alguna vez por un acto espontáneo de justicia nues
marchitarse la flor de sus esperanzas soplo de tro derecho de ser hombres libres e independientes?
una atmósfera sin vida?
La revolucióna que debemos nuestra indepen (d) Esta verdad resalta a la vista cuando se com
paran las fechas <Je los primeros pronunciamientos
en
dencia política no fué pues un efecto necesario del América con las de las respectivas declaraciones de la
estado de nuestra sociedad, en la que todo estaba la lüclia comenzó el 8 de
la domina independencia. Así en Méjico
preparado para manlener por siglos julio de 1808 i la declaración 'de la independencia
se

ción de la España. Fué preciso que acontecimien hizo el 20 de júliode 1820; -en Colombia la guerra co
tos inesperados e independientes de nosotros pre menzó en 1806, la independencia vino en julio de 1811;
el entusiasmo Buenos-Aires se dio un gobierno provisorio el 25 do
pararan aquella lucha i encendieran en julio de
de nuestros pueblos, haciéndolos instrumentos mayo efe 1810 i declaró su independencia
1816; i en Chile se formó la junta el 18 de setiembre
de una causa santa que desconocieron jeneralmen- su independencia en 12 de fe
te i por la que muchos combatieron
sin sospechar de 1810 i se proclamó
los reyes brero de 1818.
lo siquiera. La prisión i el cautiverio de I no que para dar ese último paso
se crea era nece
la metrópoli i la falta de
españoles, la ajitacion de sario que los gobiernos nacionales se encontraran ya
un "-obíenio firme i jeneralmente reconocido alen- firmes i seguros. Nó, cuando nuestros padres juzgaron
en secreto por la inde
laron a los que suspiraban llegada la hora de descubrir sus proyectos, los ejérci
de la América i les brindaron una oca tos españoles pisaban todavía poderosos el suelo ame
pendencia
sión de tentar sus esfuerzos. _
ricano, i la sangre de nuestros héroes no habia conclui
do aun de derramarse en los campos de batalla.
,..„.,,,,.

F.s cierto (¡ue la situación difícil de la España


Octubre 15. LA SEMANA. 339

Concluyamos. La independencia de la América Los pueblos la contemplan extasiados;


era necesabia; el hecho de su emancipación fué I al escuchar de América naciente
accidental.
«De morir» el sublime juramento
José Bernardo Lira. «O recobrar su libertad perdida,»
Aplauden entusiastas
I gritan: «adelante»
A la joven América triunfante.
ODA
Al primer eco de la voz sagrada.
a la independencia de América (1).
Los opresores de la vieja Europa
En sus tronos caducos retemblaron:
¡Patria i Libertad!
Las selvas de la Helvecia resonaron
Con plácidos acentos; .

si "dado me fuera
¡Oh! Los ecos discurriendo por los vientos
Cantar cuál yo querría v
Jérmen llevaron de esperanza i vida;
Mi lira la primera
I hasta los héroes de Polonia i Grecia,
En celebrarte, América, serian
Los viejos béroes de la edad perdida,
En ella cantaría
En sus tumbas también se conmovieron;
Con acento robus ¡o i vigoroso
I las cadenas del francés coloso
Al gran Colon, al hijo de la gloria,
Hechas pedazos, destrozadas fueron!
Al hijo predilecto de la historia;
l al sol demandaría
Buenos Aires es libre. Entre sus soles,
Su diadema esplendente
En la alta Cordillera,
Para ceñirte ¡oh Washington! la frente.
Gallardo el joven tricolor ondea;
De libres la falanje
¿I tú, Vírjen del Sud, yaces postrada, Triunfante la rodea,
jimiendo bajo férrea tiranía?
f cuál peñasco enorme, desprendida
Mira cuál rompe la cadena impía Desde la cima irresistible rueda.
I libre se alza el águila del norte.
Llega, triunfa, i el mundo sorprendido,
América, despierta,
¡Victoria i Chacabuco! ha repelido.
Prepara tu cohorte,
Que luce para tí de gloria el dia; Cual fuerte encina de elevada copa
Nazca en tu pecho el entusiasmo ardiente,
I del polvo do yaces sepultada,
Que de improviso por el rayo herida
Sobre el humeante tronco se desploma,
Alza gallarda la abatida frente,
Así la tiranía
Mas ¡ai! mi voz no escuchas,
Que con su negro manto
Que de virtud i de valor escasa,
El sol de libertad nos encubría,
Eres juguete de opresora raza.
Maldita i execrada.
Fué por el fuego santo,
La lira del marcial Tirteo,
quiero Por el rayo de Maipo derribada.
inspirado siento.

Que arder las venas


Volcanes de mi patria,
Desde el sublime portentoso instante
Acompañad mi canto En que a la voz del Hacedor Divino
Con formidable irresistible acento.
¡Guerra! los montes con fragor horrendo, Surjiste de la nada,
Ser libre, como el cóndor
¡Guerra! repiten; los torrentes ¡guerra!
Fué, Chile, tu destino.
Clamando van con pavoroso estruendo. I si un tiempo en el polvo del pasado
Jemiste aprisionado,
Indignados los Andes colosales
Tornastes anacer siempre triunfante.
Encienden sus fanales,
Cómo el sol que hoi se oculta en occidente
Ruje ya en sus cavernas fuego ardiente, Para lucir mañana mas brillante,
I amenazan lanzar impetuoso Noble i erguida la esplendosa frente:
De lavas un torrente
I así como ese sol en su carrera
Sobre el pueblo impotente
Las negras nubes que su carro empañan
Que no sabe ser libre i poderoso;

Al mido pavoroso Dispersa por la esfera,


La Vírjen se despierta,
Así, tú, si pretende
Nación estraña profanar tu suelo,
ligante selevanta, Suene la trompa, i a su ronco acento
Destroza sus cadenas, i la tierra
Desnuda al punto el formidable acero,
Tiembla bajo su planta. Tus estandartes, desplegando al viento;
Tus hijos volarán a tu defensa
Orgulloso repite el libre viento I si hai uno, uno solo que no acuda
Los golpes del acero A custodiar la tricolor bandera,
Con que Ella hiere el retumbante escudo,
Sus hijos convocando a la pelea.
¡Ese cobarde de vengüenza muera!
Su voz de libertad sonó en el Plata,
Amada patria mia,
1 el eco repetido por los Andes,
Si bárbaro destino
De polo a polo al punto se dilata,
Vuelve a eclipsar de libertad el dia,
del Recuerda tu pasado
(1) Esta Oda obtuvo el accésit en el certamen De glorias monumento,
Circulo de amigos de las letras, celebrado en setiem
De ser libre recuerda el juramento;
bre de 1850.
340 LA SEMANA, Octubre 15.

I si ¡oh mengua! quisieras olvidarlo «Al fin están ya rotas tus férreas cadenas,
Así manchando el pabellón sagrado, Al fin señor estraño no te impondrá su lei;
Indigno seras Chile de ser Chile Mas oyel tu destino no es solo el de ser libre.
Por que no eres el Chile del pasado. Mi fallo poderoso te impone, reina serl
I entonces vengadoras
Cumplid vuestro deber, nobles montañas, Tus fértiles llanuras que flores mil traspiran.
Fieras lanzando a la nación perjura Tus montes seculares que abrigo dan al león,
Cataratas ardientes, destructoras. Tus rios caudalosos, tus bellas cataratas,
Del fuego que encerráis en las entrañas. Tu cielo de mil mundos constante ebullición;
¡Chile perezca!. ....pero nó; mentira,
¿Qué osó cantar mi delirante lira? Todo es en tí un lenguaje magnífico, elocuente
Siempre noble i valiente, Que dice donde quiera, aliento! vidal aceion!
¡Oh! patria de los héroes, Tú América lo entiendes! pues al trabajo apréstate;
líastantes pruebas de grandeza has dado; Tu perezosa noche pasó, ya viene el sol!
1 tu rico i espléndido pasado
Un porvenir te augura
Apréstate a la luchal magnánima es la empresa:
Coronado de gloria i de ventura. Tú sola, sola debes el camino cruzar;
Al peso de los siglos se dobla el viejo mundo,
Sus pasos vacilantes tú debes ayudar!

Tiernas, radiantes, amorosas, bellas, Tú debes en sus lares, en donde ya se estingue


Del seno de Orinoco caudaloso De la alma intelijencia la vivífica luz.
Se elevan tres doncellas. Irradiar brillantes los límpidos destellos _

Frescos laureles sus cabellos ornan, juventud.


Que ardientes se desprenden de tu ígnea
Brilla en sus manos el sangriento acero;
«Colombia es libre, sus cadenas rotas La Europa ¡pobre Europa! no es ya la de otros dia s,
Están,» repite su clarín guerrero. Cansados del trabajo sus miembros tiemblan ya:
Sus manos no fahrican>ino almohadones muelles'
Para dormir su noche/que tan cercana está!

Coloso cual los Andes sedas,


Bolívar se levanta,
Unjida de perfumes i envuelta en blandas
En oriental molicie contemplóla yacer;
I el pabellón hispano
I de su sol poniente, el oro i pedrería
Altivo huella con osada planta;
I Ayacucho i Junin nueva corona
Reflejan tibiamente el macilento arder!
De verde lauro ciñen a Belona.
Magenta! Solferino! dos pajinas de gloria,
Son de antigua grandeza el lúcido estertor:
La América es ya libre, El ruido del combate atruena los espacios!....
Oh!padres venerados, ¡Ah! siempre el moribundo revive al dar su ¡adiós!
¡Dormid tranquilos que ya estáis vengados!
Los déspotas cayeron
Mirad sino! los hombres rendidos desfallecen,
Por el Dios de Justicia reprobados,
Con mano temblorosa firman mezquina paz:
I de ignominia i de baldón marcados
La empresa acometida cobardes abandonan:
Tras de los mares a ocultarse fueron.
¡En ellos solo es farsa la voz,.de libertadl
Sóbrela cima de los altos Andes, Antes que la semilla al campo vírjen lance,
Llena de majestad, llena de gloria,
Maleza por maleza desrraiga el labrador:
La Libertad se ostenta.
El campo de la idea prepara así tú, América,
Nueve estandartes a su lado ondean;
I arranca de él, arranca la vil preocupación 1
I en arpas de oro, con sublime acento,
Sus cantos de victoria acompañando,
Nueve ninfas gallardas la rodean,
Ella no es oriunda de tu ferace suelo,
En donde el bien tan solo jerminara hasta aquí:
Verdes corónasele laurel llevando.
Nutrióla el viejo mundo, e inmensas sus raices
I Ella amorosa, el mundo comtemplando
Cruzando las distancias, llegaron hasta tí.
Desde su grande, portentoso trono,
Súbito crece, i con jigante mano
Amenaza al tirano, No, nada te detenga! destruye lo ruinoso!
Independencia i Libertad grabando Presida a tus acciones del hombre el solo bienl
En la esfera del cielo americano. Tú fórmate tus leyes i en ellas vea el mundo

Barra, Que libre ser merece quien sabe darse lei!


Eduardo de la

Extirpa de tu código el sórdido egoísmo,


A la Independencia de América (1), Ahoga en él eljérmen de mísera ambición;
En él aprenda el hombre que puede hacerse grande
¡Mirad! en los espacios sus alas sacudiendo Sin que a los otros tenga que hacerse superior.
Eljénio de los siglos se mira aparecer:
¡Oid! su voz de trueno ¡silencio! nos demanda; Con firme borra aquellas viejas leyes
mano

¡América, levántate! i escúchale de pié. Que mengua de los hombres rijieron hasta aquí.
en

Aquellas que una era abyecta i miserable


(1) Este canto mereció una mención honorífica en
el certamen de1. Circulo de amigos de las letras, cele Dejó cual marca innoble en su frente imprimir!
brado en setiembre de 1839.
Octubre 15. LA SEMANA. 341

La luz radiante brilla! divina inte'ijencia, No la fuerza bruta domine poderosa.


mas
Abi-ásate en los rayos ardientes de esa luz! Impere la donde el sable imperó:
justicia
América! el sol eres a cuya luz benéfica Alza tu voz, América! el mundo ya te escucha,
Reanimarán los pueblos su triste senectud! I ansioso oir espera la voz de redención!

Mas antes da el ejemplo: domine en tus hogares ¡s Invoca los derechos sagrados de los pueblos,
La sola lei eterna del hombre, la razón; Propon a sus discordias un santo tribunal
La fuerza... atrás la fuerza! los tigres la reclaman,
i, Eu donde la justicia pesando sus derechos
Pió el hombre que respira el hálito de Dios! La palma dé del triunfo a aquel que tiene mas!

Arranca de sus manos el látigo al verdugo, Desgarra la orgullosa librea del soldado,
Recuerdo de otra época de dura esclavitud: Arranca de sus manos la bala i el fusil;
No es tu misión esclavos formar, sino jigantes Fabrica con sü hierro arados penetrantes
A quienes nunca el Cielo se les presente azul! Que puedan de tu suelo la savia descubrir!

Arranca de sus manos el látigo al verdugo El sable que en la lucha segara mil cabezas
I afrentoso nombre deslié de su faz:
ese De fértiles cereales conviértase en la hoz;
La leí que infama al hombre, es también lei infame!! I el brazo que en un tiempo le fulminó mortífero,
Rechácela, orgullosa, la noble humanidadl En vértigo afanoso le ajite bienhechor!

Las leyes que castigan como la lei que premia América al trabajo! Al noble pensamiento
Por siempre venerandas, sagradas deben ser: De cerca, vigorosa, la acción debe seguir:
Del bien aquesta marca el término anhelado, Cobarde i perezoso es quien el bien concibe,
Aquellas el camino por do se llega al bien! I espera lo realice el tiempo por venir!

Sea la lei escuela sublime de grandeza, El hombre es instrumento de la infinita idea


Su dignidad al hombre enseñe a concebir: Que solo vivir debe para morir de acción;
La lei que a la vergüenza le espone, i al oprobio Pues su destino cumpla! hombre, trabaja i muere!
Virtudes no le enseña, enséñale a ser vil! Ejecute el obrero lo que concibe Dios!»

Abajo aquellas leyes feroces, sanguinarias, El jénio dice. Atentos su voz oian quedos

De salvaje ignorancia dignísimo padrón! Las fieras i las aves, los vientos i la mar!
La humanidad no es fiera que se harta en la matanza, Calló su voz! i al punto, a su mandato dócil,
Ni es idioma la sangre que entiende la razón! Natura por do quiera comienza a jerminar!

De muerte i sangre basta! los viles instrumentos; El viento entre los bosques murmura bullicioso,
Tú debes del suplicio, América, romper: En vértigo imponente columpiase la mar:
La muerte del patüiulo es muerte de venganza, La creación un punto su aliento ha contenido
I la venganza es crimen i el crimen no es la lei! I vuelve con mas fuerza la vida a respirar.

¿Oís? guerreras trompas al'áire dan sus ecos; I en medio de este coro grandioso de armonía,
Alarma! una voz suena temblante de rencor: Vivifico respiro del jérmen creador.
Los hombres se levantan! el sable i lanza empuñan, Los ecos de la gloria, cual raudos mensajeros,
"

I al campo precipítanse en loca^confusion! lI Del mundo a los confines dilatan esta voz :

Oh! qué aparato es ese? gran Dios, qué estraña fies- «¡Soi libre! en las montañas feraces de mi suelo
La seña allá a lo lejos tronando dá el cañón: ta? Lozano i fértil prende el árbol de verdad;
Los unos a los otros intrépidos se lanzan! ¡Escala ese árbol sea
para alcanzar al Cielo,
Miradlos cuál se estrechan con bárbaro furor! I antorcha de mis pasos el sol de libertad!»

Martin JosS Lira.


Erizado el cabello, los ojos chispeantes,
Los labios entreabiertos, ardiente el respirar,
Parecen del contrario querer beber la sangre
Aun antes que el acero la llegue a derramar! Poesías de Juan ILeon ¡llera.

¡Venganza! aquílos unos frenéticos esclaman, El poeta ecuatoriano D. Juan León Alera ha
I los otros ¡venganzal reponen mas allá, puesto al frente del volumen de poesías que
¡Venganza! en los espacios repite triste el eco; corre impreso bajo su nombre el
siguiente
¿I quién, o Dios eterno, ¡justicia! pedirá? dístico en que el poeta latino Marcial aprecia
sus epigramas;
El ruido cesa: el humo disípase en jirones-,
La calma restablécese, pasó la tempestad; AD DE SEIS EPIGRAMMATIS.
AVITC5I,
¿Mas dónde están los hombres, nó.digo mal, losti-
Murieron! muertos solo, los tigres tienen paz! gres? Sunt bona, suntquaedam mediocria.suntmalaplura
Quae legis híc: alicer non fit, Avite, líber.
América, levántate! la luz del pensamiento
Derrama sobre el mundo, la luz de la verdad!
A AVITO, SOBRE ESTOS EPIGRAMAS.
La guerra a tu voz cese! no loca i delirante De todos los epigramas que lees aquí, algunos
Consume su suicidio la pobre humanidad! buenos, otros son mediocres, los mas son ma-
son
I los: un libro, A vito, no se hace de otro modo.
342 LA SEMANA. Octubre 15*

D. Juan León Mera tiene razón en el juicio Del ánimo nacida, si se aparta
que ha dado acerca de sus producciones. Algo del cielo, se hunde hasta el abismo.
El fallo es tan justo como imparcial. Entre las Traducción de Burgos.
composiciones que ha publicado se encuentran
las tres categorías indicadas por Marcial. Es Las poesías de Mera no tienen un sello pe
verdad que esto sucede en todo libro de poe culiar que las caracterice i distinga; les falla
sías: lo bueno, lo regular, lo malo, i a veces lo orijinalidad: la mayor parte de ellas son sim-
pésimo, son los ingredientes que combinados 1 pies imitaciones de los poetas españoles. El
i

en dosis autor dice en la dedicatoria de su obra que-


mayores o menores entran a formar
sus versos son flores que han brotado ele su
1
toda colección ele versos que se elá a la es
seno ardiente. Acepto la metáfora con tal que
1
tampa. ¡Feliz el poeta que acierta casi siem
se reconozca que las simientes de donde esas
pre, porque será inmortal! ¡Desgraciado de |
han sido importadas de
aquel que dormita con frecuencia, porque el flores han jerminado
olvido sepultará en la oscuridad sus obras a- tierra estranjera. Las pequeñas variaciones-
1
en su color o en su perfn-
pénas hayan visto la luz! Los libros son como que puedan notarse
los hombres: mezcla de perfecciones i de de I me son esos cambios lijeros que la diferencia

fectos, ele virtudes i de vicios. del clima o del suelo hace esperimentar a las
'

D. Nicolás Fernandez de Moratin ha escrito i plantas de la misma especie o familia. Sirva.


de muestro la siguiente composición :
un soneto, que no es mas que la traducción
difusa clel dístico compuesto por Marcial, Helo
EL CANTO
DEL LLANERO.
aquí:
Con ronca voz i altanero
AL LECTOR. Por su vetusta costumbre,
A la luz de escasa lumbre,
O tú, cualquiera que del claro dia
Así cantaba un llanero:
Las horas blandas, mudas i lijeras,
Faltando acaso a loque hacer debieras, de las pampas;
Soi el hijo
Gastas en repasar mi poesia; En la pampa está mi hogar;
Si cuanto ves alabas a porfía, Yo nací para la guerra,
De necedad son muestras verdaderas;
I es mi oficio batallar.
1 si todos los versos vituperas,
De envidioso también te argüiría. A la luz del sol ardiente
Que hai muchas cosas malas, es sin duda, Puso mi madre mi cuna,
I que hai algunas buenas, yo lo digo; i al reflejo de la luna
Otras medianamente se disponen. Me mecia el aquilón;
Lo bueno i malo i lo mediano ayuda; I entre confusa
Pero te hago saber, lector amigo,
Vocinglería
Que así todos los libros se componen. Me adormecía
Su ronco son.
Lo que hai terrible para los poetas es que Soi el hijo de las pampas....
muchos críticos fundados en la autoridad de
Horacio sostienen que en poesía no hai térmi Aun no contaba dos lustros
no medio, i que lo mediocre debe considerarse Cuando empuñaba la brida,
como malo. I en la llanura eslendida
Domaba el potro veloz;
1 el toro erguido
.... Certis médium et tolerabile rebus
Recte concedí : consultes juris, et actor También domaba,
Causarum mediocris abest virtute diserti Cuando bufaba
Mui mas feroz.
Messalae, nee scit quantum Cascellius Aulus;
Sed tamen in pretio est: mediocribus esse poetis Soi el hijo de las pampas,...
Non homines, non Di, non concessere columna;.
L't gratas inter mensas symphonia discors, El estallido del rayo,
Et crassum unguentum, et sardo cuín mellepapaver El rujir del raudo viento,
Eran mi mayor contento,
Offendunt, poterat duci quia cama sine istis:
Sic animis natum inventumque poema juvandis,. Eran mi gloria mejor;
Si paulum summo discessit, vergit ad imum. I cuando vía
Algún cobarde
Hai mil cosas en que la medianía Yo hacia alarde
Suele sufrida ser i aun estimada: De mi valor,
Jurisconsultos viven i oradores, Soi el hijo de las pampas....
Que jamas a Cas"elio o a Mésala
En ciencia o en facundia igualar pueden, Hoi me gusta el retumbanto
1 sin embargo todos los acatan; Estridor de la batalla;
Mas medianos poetas, ni mortales, El volar de la metralla,
Ni númenes, ni aun postes los aguantan. Del bridón el relinchar;
Mala música, esencias corrompidas, Del fuego vivo
Granos de adormideras con miel sarda Los resplandores,
En un banquete ofenden; pues gran cena De los tambores
Sin múbica haber puede i sin pomadas. El redoblar.
La poesia así. p:¡ra recreo Soi e1 hijo de las pampas....
Octubre 15. LA S 3Í|3

a cada momento un diccionario


Cuando tendido al escape rejistrando
Mi trotón veloz avanza, o consultando una nota. Por mi parte confieso
I en ristre pongo ini lanza, en tro
que no he encontrado el menor placer
I hago el hitrra resonar,
pezar con vocablos como los que siguen, cuyo
De mi presencia
el
significado mehabriasido completamenteinin-
Huye Ibero,
Si el
golpe fiero
telijible, si el autor no hubiera cuidado de dar
lo a conocer en un vocabulario formado al
^Quiere evitar.
Soi el de las pampas.... efecto:
hijo
El ver morir no me arredra, /D)-a=Maiz jerminado de que se hace la chicha.
Mucho menos ver heridos; o vino de los indios.

Pues me placen los jemidos, Illapa El rayo.


I me agrada el combatir; Nusta Doncella de -sangre real.


I si una bala Palla Princesa.


Me dá la muerte, Inti—n Sol.


«Gloria a mi suerte» Pachacamac Dios. —

Diré al morir. Amancay Azucena.


Soi el hijo de las pampas..^. Haravec o Haravico Poeta. —

Tola Sepulcro.

En cien reñidos combates Lillac Sacerdote.


Heridas sufrí crueles; Ga;i/a— Llovizna.


Pero en cambio cien laureles Amanta —

Astrólogo.
He arrancado al español.
I es de mi gloria Si Mera ha buscado la orijinalidad emplean
La luz tan clara, do estos u otros términos análogos, no podrá
■Qne no cambiara menos de concederse que es una pobre ori
Con la del sol-
jinalidad la que consiste solo en las palabras.
La circunstancia de que el poeta ecuatoriano
Soi el hijo de las pampas;
se haya supuesto un poeta indiano al entonar
En la pampa está mi hogar;
los cantares en que aparecen esas voces exóti
Yo nací para la guerra
cas no justifica su uso; porque, si ha tomado
I es mi oficio batallar.
a los indíjenas de América algunas de sus es

Aun cuando el autor no lo diga, es evidente presiones, no ha sabido apropiarse Con la per
fección debida ni sus ideas, ni sus afectos, ni
que el Canto del llanero es una imitación ma
sus costumbres, ni Sus creencias, lo único que
nifiesta de la Canción delpirata de Espronce-
habria podido autorizar ese lenguaje. Hablar
da, que tedos saben de memoria. El asunto,
como un salvaje cuando se piensa i siente co
el modo "ele tratarlo i hasta la forma métrica
mo un hombre civilizado, es un absurdo tan
están revelando la procedencia de esta compo
sición, no obstante que el argumento sea es- grande como lo seria hablar como un pagano
elusivamente americano; pero tal particulari cuando se piensa i siente como un cristiano.
dad do alcanza a variar su naturaleza, ni -a No hai para qué cambiar el rótulo de una be>-
darle orijinalidad, bien que haga grata su lec tella> si no se ha variado el líquido que con^
tura. tiene. La mitolojía de los griegos, que con
Advertiré de paso que en castellano no se justicia ha sido rechazada de la poesía mo
dice imitación a Zorrilla, imitación a Frai derna como un anacronismo sin objeto, me
Jerundio, frases que usa Mera, sino imitación parece todavía mas aceptable que la mitolojía
de Zorrilla, imitación de Frai Jerundio. Pue de los indios; porque al cabo aquella tiene so*
de decirse, i efectivamente se dice, he imita bre esta la ventaja de ser nías conocida i ele
estar consagrada por las obras maestras quo
do, imitando, imitar a tal persona; pero no
nos ha dejado la antigüedad. No veo qué se
podría tolerarse imitación a tal persona, lo
que es algo peor que un estranjerismo, porque ganaría con llamar al sol Inti en lugar de
es un barbarismo. No todas las palabras que Febo, i a Dios Pachacamac en lugar ele Jú
proceden de un verbo gobiernan el mismo ré piter ; i prefiero naturalmente que se les de
jimen que ese verbo, sino solo las que D. An signe con el nombre que todos les conocemos
de Dios i sol, a no ser que la materia de que se
drés Bello denomina en su Gramática deriva
trate exija imperiosamente io. contrario.
dos verbales, esto es, el infinitivo, el jerundio
i el participio que se junta con un ausiliar. Gregorio Víctor AsrexÁTLcn.
Mera ha tratado de dar a sus producciones
métricas cierto aire de novedad intercalando (Concluirá.)
en ellas una multitud de palabras indianas;
innovación
pero dudo mucho que semejante
sea una belleza. Si los arcaísmos, cuando
abundan demasiado, afean una composición,
¿por qué, ni cómO, la hermosearían las
voces

de una lengua bárbara? No es cosa agradable,


por cierto, tener que leer un libro ele poesías
• - -
■ - ■ - - ■ ■
■ ,.— ■■■ ■ i, i i't m ii- ii i | ■—J-MaaXHMMÉ-^Mn^
^ |

344 LA SEMANA. Octubre 15.

Se sible. ¿Qué prueba la ceremonia relijiosa? Na


despide para el otro mundo.
da mas que los hijos serán lejítimos.
Jai souvent oul en proverbe vulgaire Pasmado estoi, querido don Salustio,

Qu'uu fol euseigne bien un sage. oyéndolo espresarse de una manera tan estra
Rabelais. iía. ¿La echa Vd. de filósofo? También yo soi

(Conclusión.)
filósofo, pero filósofo práctico. En jeneral,
amigo mió, los hombres se casan por uno de
III. los tres motivos siguientes: por amor, por in
En el salón principal de una casa situada terés, o por tener mujer. Fuera de estos ttes
en la calle de las Monjitas, tres personas con casos, los demás son excepciones. La esperien
versaban tranquilamente. Don Pedro Pablo, cia demuestra que de cien matrimonios, hai:
una de ellas, le dijo a su mujer: Diez por el primero.

Manuelita, bueno seria ya ir pensando Quince por el segundo.
en las personas que deben convidarse el dia Setenta i cinco por el tercero.
de las bendiciones. Francamente, amigo, Vd. está mui distan
Para qué? aun no sabemos si se casarán

te de ser un lindo don Diego. No es, pues, un
en la iglesia o en la casa, contestó doña Ma
blanco a propósito para que Cupido dirija con
nuela. tra Vd. sus flechas. Su fortuna es mas que

Me parece.

.... regular, i no es hombre Vd. de sacrificar al

Cómo es. eso me parece! dijo doña Ma ínteres la tranquilidad de su vida. Si pensó,
nuela; lo que don Salustio diga eso se hará. pues, en casarse, era por el solo gusto de ca

Yo, digo Merceditas, quiero casarme


aqui sarse, por tener mujer eu una palabra. ¿Pien
en casa.
sa Vd. que yo no lo conozco?
Tenia un magnífico vestido de novia i era Nó, don Pablo, no me conoce; yo soi un

lucirlo el dia de las bendiciones. hombre escepcional en el linaje humano. Para


preciso

Aquí viene don Salustio, él decidirá la que Vd. pudiera comprenderme era preciso
cuestión. que Vd. tuviera una revelación divina,- que
Don Salustio entró con su aire fatídico i sa su
intelijencia se iluminara súbitamente i pu
ludó como si pasara por delante de una tumba, diera leer en el fondo de mi corazón.

A tiempo llega Vd., querido yerno, dijo —Una de dos, dijo don Pedro Pablo, o Vd.
don Pedro Pablo. divaga o se burla de nosotros.

Pase Vd. al sofá, le dijo doña Manuela. La verdad es la que habla por ini boca.

Merceditas no dijo nada; pero le acercó el —En fin, amigo ¿qué es lo que Vd. pre
tende?
brasero con fuego.
Almorzó Vd.? le el dueño de Don Salustio tomó un aire triste, se acercó

preguntó
a don Pedro Pablo i le apretó las manos cari
casa.
ñosamente: Amigo mió, le dijo, soñé un
Sí; acabo de almorzar con mi amigo don

momento con la felicidad i este sueño se ha


Braulio.
—Buen hombre es. ¿No íuraa Vd. un ciga disipado como el humo. Ya no puedo casar
me.
rrito?
El padre, la madre i la hija quedaron ate
Todo era amabilidad i atenciones con el fu
rrados,
turo yerno; se le cuidaba como a un niño re
galón. ¡Placeres inocentes que se gozan
en el —¿Qué es loque Vd. dice? le preguntó don
Pedro Pablo no pudiendo creer todavía lo que
interior de nuestras familias! ¿Cómo pintar la
satisfacion de un padre i de una madre cuan oia.
Ya no puedo casarme.
do encuentran un novio rico para su hija?

Merceditas vio el terno de brillantes í el


Queremos conocer la voluntad de Vd.,
si vestido de novia criar alas de repente, vo
querido yerno, dijo don Pedro Pablo, sobre larse por la ventana i perderse de vista allá
mi casa.
piensa casarse en la iglesia o en en el horizonte. Echó a llorar amargamente.
Don Salustio guardó silencio.— Escúchen
Don Pedro Pablo i doña Manuela esclamaron
me Veis., les dijo después de
un corto rato.
furiosos:— ¿I porqué no puede casarse?
La unión de las almas es el pedestal sobre que
reposa la felicidad de las criaturas humanas. Porqué me marcho para siempre.

momentos en que nuestra Se llevará Vd. a su mujer, dijo el padre


En uno de aquellos
mano de la
abandona, yo solicité la irritado.
razón nos
i mi reputación eran Si ella quiere seguirme?

hija de Vds. Mi fortuna de la felici I para dónde se va Vd?


para Veis, las mejores garantías Para el otro mundo!


dad de su hija: aceptaron pues con placer. Pe

de que el amor.... Merceditas levantó la cabeza. Don Pedro i


ro, ai! se olvidaron
interrum doña Manuela recularon espantados. Como
Lo creia a Vd. mas sensato,
a hablar de amor don Braulio, notaron inmediatamente en la
pió don Pedro Pablo. ¡Venir
mirada de don Salustio algo de tan estraño
tratándose de matrimonio!
per0 ai' el amor, continuo
clon Salustio, que, habiéndolo conocido siempre por un hom
une el hombre bre sensato, sospecharon eu él alguna grave
es el vínculo
mas sagrado que
enfermedad.
no hai felicidad po
a la mujer; no existiendo
Octubre 15. LA SEMANA. 345
En este momento entró un criada con una
1 la historia; pero, aunque ya tenia el ejemplo
carta para don Pedro Pablo. La abrió con in I de Erostrato, reflexionó en que era hacer de-
diferencia, echó la vista por ella, se puso I masiado caso de la opinión de los hombres, i
pálido i esclamó: ¡cielo!....

esto era cosa que él despreciaba


profunda
Doña Manuela tomó entonces la
carta, la mente.
leyó rápidamente, se puso verde i esclamó:— Habria deseado dejar escritas, ántés cíe
¡gran Dios!... partir, ciertas curiosas observaciones sobre la
Merceditas la tomó a sil turno, la leyó tem razón del hombre
que creía ele grande utili
blando; se le cayó dé las manos, cayó ella so dad para el jénero humano;
pero encontraba**
bre un asiento i esclamó
despavorida:— que además de faltarle ya el tiempo, parecía
¡Jesús!.... apelar a esa misma razón que él trataba de ne
Don Salustio la-tomó entonces i la
leyó en gar. Entre todas estas observaciones, una de
Voz alta. Decía así: -

«Mui señor mió, Nuestra las mas curiosas era la


familia celebraba infinito el enlace de mi her
siguiente:
«Todas las profesiones viven de las miserias
mano don Salustio con la
apreciable señorita humanas. Luego, un pueblo será tanto mas in
iija de Vd. Una desgracia que nos tiene a to feliz, cuanto mas necesidad haya de estas pro
dos aflijidos hace
imposible este matrimonio. fesiones.»
¡Don Salustio se ha vuelto loco!....» Al dar vuelta una esquina fue detenido de
Todos se miraron para calcular la las colas del fraque por un su
impre amigo que a
sión producida por tan inesperada noticia. El tranco largo venía detrás ele él.—

Hombre! le
padre, la madre i la hija ésclamaron a un dijo, ¿no sabe Vd. lo que sucede?
tiempo:— Es cierto!.... Don Salustio soltó la —

Nó, en verdad, contestó clon Salustio.


mas franca
carcajada de risa que pueda —-Su hermano de Vd. ha pedido al
juez
oirse. su interdicción
por causa de demencia.
—lo loco! dijo afirmándose en una silla —
I eso qué importa?
para reírse con mas comodidad. Loco!. ..Esto —

'Importa que se quieren echar sobre su


es mui curioso! fortuna.

Amigo don Salustio, dijo don Pedro Pa —


Yo soi un hombre solo i la lei tiene
para
blo, mucho siento la desgracia que lo aflije hacerse obedecer un batallón dejendarmes.
ia Vd ■—
La lei! esclamó el amigo de don Sa

Cómo! también lo cree Vd. don Pedro lustio con cierta sonrisa burlona; la lei!
Pablo? Nosotros los abogados sabemos bien lo
que

Cómo dudarlo, amigo, después de las ella vale: con facilidad se le tuerce las narices
íestravagantes ideas que acaba Vd. de manifes i respeta siempre a los mas diestros.
¿Quiere
tar? Vd. encomendarme su causa ele interdicción?

Pobre hombre! dijo don Salustio; sepa Verá Vd. qué brillante defensa! Tenemos en
Vd. señor don Pedro Pablo que yo soi el hijo nuestro favor no solo el nuevo
Código! las le
predilecto de la razón. yes de partida, sino hasta al mismo filósofo
—No lo dudo. Erasmo que hizo el elojio de la locura.
—Que la humanidad vá por un camino es- —

Haga'Vd. lo que quiera. Divídanse mi


traviado fortuna entre parientes, abogados i ministriles

Debe de ser cierto. como los Judíos se dividieron la túnica de

I que si me Voi de esté mundo, es por no Cristo; ¿qué me importa a mí cuando luego
tener que encontrarme a cada paso con jente voi a dejar de ser un habitante de este mundo?
que carece de un sano juicio. Hace rato que estoi por hacer sabedor al

Hace Vd, mui bien. lector de un hecho que me es enteramente

Adiós, amigo; ya no ños veremos mas! particular,

Lleve Vd. buen viaje. Me sucede que he solido espresa? ideas en
Don Salustio tomó su sombrero i salió. abierta contradicción con ciertos
No hai cosa peor que contrariar a los lo
principios

jeneralmente recibidos como verdades, i na


cos, dijo don Pedro Pablo. Vamos! consuélate, die ha creido que yo pensara de tal
modo;
hija. A Dios gracias no faltan hombres en este cuando mas favor me han hecho, ha sido el dé
bajo mundo. imajinarse que yo quería pasar por orijÍDal.
IV. Ahora bien, si en vez ele
callarme, como lo
Don Salustio iba por la calle pensando mui hago, diera rienda suelta a mi lengua i empe
seriamente en qué modo emprender su viaje zara a
predicar las verdades de que yo creo
a las
rejiones de ultratumba. Recorrió la lista ser conocedor, d.a seguro que iria a parar a la
ele suicidios célebres desde Catón de Utica casa ele orates. Por este
motivo, me atrevo a
hasta nuestros dias i encontró que ninguno le dar a todos el
siguiente viejo consejo formula
cuadraba. No dejó de ocurrírsele la singular do ele este modo en regla jeneral:— Pocos se
idea de cometer un crimen espantoso en pro arrepienten de haber callado, muchos de ha
vecho de la humanidad (que también hai ber liablado.
crímenes que aprovechan a la humacYdad'! i ¿Quién puede asegurar que no es loco?
marchar sereno al patíbulo con su. conciencia ¿Quién puede asegurar que no es tonto?
tranquila dejando uu nombre, imperecedero a Confieso que estas dos preguntas me han
iftfl LA SEMANA. Octubre 15.

tenido varias veces perplejo. ¡Dios libre al —


Hombre! no puede ser, contestó el otro'j
lector de semejantes eludas!— Prosigo. si es diputado al Congreso.
Don Salustio pasó a un café i pidió un vaso —

¡Oh! entonces!
de limonada para refrescar sus ideas. Un ca Don Salustio tenia amistad con un boticario
ballero estranjero, de aspecto venerable, ancha italiano. (En esto de vender drogas es sabido
frente despojada de cabellos, barba canosa i que los italianos han sobresalido desde tiempo
patriarcal, como de cincuenta años de edad, inmemorial). Le esplicó fria i claramente el
bebia, en una mesita contigua a la en que él asunto en dos palabras. He mirado la vida

se sentó, un vaso de grog. Este es algún fi por todos sus lados i ninguno me ha sonreído,

lósofo, se dijo, para sí don Salustio. le dijo. He pesado los goces i las miserias de

Caballero, dijo dirijiéndole la palabra, este mundo i he visto que la balanza se incli
na al lado desfavorable. Además, estoi ínti
qué piensa Vd. dé la vida?
El estranjero lo miró, sorbió un trago, i mamente convencido de que solo la muerte

luego contestó mui seriamente: La vida es


puede revelarnos el secreto de la vida; de


nacer i morir. suerte que Vd. me hará ün gran bien indicán
dome un medio de salir dé este mundo sin ha-
'

'Bien elécia yo que era un filósofo, pensó
don Salustio; luego añadió en voz alta: Se —
cer ruido i sin que el cuerpo tenga mucho que

gún eso, lo mejor es no nacer para no tener sufrir.


quo llorar ni morir? El boticario, con una calma que hubiera

Seguramente, le contestó el estranjero; envidiado un lord ingles, le preparó en pocos


pero como nadie puede evitar la fatalidad de instantes un tósigo que débia darle -la iiiaerte
nacer, buscamos alivios a nuestros niales para mas dulce que se conocía. Don Salustio en

lío tener que llorar i alejamos por medio de volvió cuidadosamente el frasquitoque lo con^
tenia i al mismo tiempo de retirarse le dijo:
estratajemasla hora de morir.

¿1 dónde encontrar esos alivios de que Amigo, le dejo a Vd. el encargo de escribir
habla Vd.? minecrolojía.

Hai hombres dedicados al alivio ele la hu Luego que llegó a su casa, empezó a hacer
manidad doliente. Yo soi uno ele ellos. los preparativos de su último viaje. De un ca

En verdad! jón de su escritorio sacó un atado de tarjetas
'—Caballero, soi pedicuro, di ¡o él estranjero i al pié de cada una de ellas escribió: se des
haciendo una inclinación de Cabeza. pide para el otro mundo. Después las cerró en

Hombre! esclamó don Salustio; i yo que su sobre correspondiente i las dirijió a cada

lecreiaaVd, francés! uno de sus amigos i conocidos. Juntó las



No se engañaba Vd., yo soi el mismo Mr. puertas 1 ventanas, echó última mirada
una

al sol que carrera sin


Coropié, pedicuro ele S. M. el Emperador de seguia tranquilo -su

Haití, miembro de lasociedacl de flebotomis- preocuparse de que hubiera un hombre de


mas o de menos sobre la tierra, se tendió so
tas de Londres, corresponsal de la ele Berlín,
bre su poltrona i apuró el tósigo con una cal
etc., etc. ¿Necesita Vd. de mis servicios?
hombres produce la-F rancia! escla- ma i una serenidad admirable.

¡Qué
•mó don Salustio. Las últimas palabras de un moribundo han
,

—Oh! la Francia! gritó entusiamado Mr. inspirado siempre mucho interés. Quizá los
hombres creen encontrar una revelación déla
Coropié, patria de Voltaire i también mia!....
otra vida. La vanidad, que es el último senti
Qué poder puede compararse al suyo? Ca

miento que nos abandona, hace jeneralmente


ballero, lamitad de la Francia tiene agarrada
a la humanidad por la cabeza, la otra mitad que los que mueren dejen algo escrito para
por los pies. Nosotros
franceses o.pelu-
somos que todavía se ocupen de ellos después de
muertos. Nuestro héroe, que era un hombre
epjeros o pedicuros.
Don Salustio pagó su vaso de limonada i excepcional, no se preocupó en nada de la so
salió del café repitiendo allá en sus adentros: ciedad i solo pensó en salir lo mas pronto po
•—
I dicen que estoi loco! sible de este mundo sin dejar mas rastro de
Al salir del café se encontró Con dos perso tras de sí que la tarjeta de despedida enviada

nas conocidas que conversaban paradas


en la a sus amigos.
i le dijo; Don Luego empezó asentir una pesadez en todo
puerta. Una de ellas lo detuvo

Salustio, díganos Vd. francamente si es opo el cuerpo i cierta languidez que no dejaha de
sitor o ministerial? tener suYa que la muerte es una co
encanto.

—Caballero, Contestó don Salustio, una lei sa necesaria,


probable
esque produzca una
ele Solón castigaba severamente al ciudadano sensación agradable como la satisfacion de to
un partido en las disensiones da necesidad. Sus ideas se embrollaron, su
que no tomaba
de Atenas. Yo no manifestaré mi opi razón lo abandonó i poco a poco se fué ale
políticas
nión mientras no venga un gobierno que san targando hasta quedar en la inercia de la
cione unalei análoga. muerte.
I siguió sereno su camino. V.
Este clon Salustio, dijo uno de los dos, Omnia mors
poscit;lex est, non
pena, pe-
ron su aire melancólico i profundo,
me
parece rire.
Confieso que pongo aquí este latin por
un mentecato perfecto.
Octubre 15. LA SEMANA. 347

echarla de sabio; en mi vida he estudiado cómo ha ido por el otro, uní ndo? fe pre

¿I
la lengua de Horacio i de
Virjilio. Sé que guntó el boticario.
trata sobre la muerte, i esto basta a mi
pro

¿Por el otro mundo? contestó don Salustio


pósito. como quien no entiende bien lo que se le pre
Buffon escribió un artículo tan bello* sobre gunta. Ah! ya estoi, añadió sonriéndose; escú
la muerte, que al leerlo dan chenme Vds., les haré relación de mi
ganas de morirse. una
Teoría de sabio. He visto últimamente morir viaje.
un hombre, i este mundo está lejos de
puedo asegurar que no hai co Que ser perfecto
sa que inspire mas terror i
compasión. Al es una verdad incontestable.
contemplarlos horribles sufrimientos i la de Que habiendo, según noticias que tenemos,
sesperación causada por la desorganización otro mejor, tratemos de ir a él, es una conse
del cuerpo, un pensamiento, talvez temerario, cuencia natiu-al i precisa.
cruzó por mi mente.
¿Qué lazon tienen los Esto fué lo que yo hice o traté de hacer.
hombres, me dije, de adorar a acrael que pu
Llegado que hube a las rejiones de la eter
diendo haber evitado el mal hizo
que por el de ceremonias me co
contrario hiera herencia de la humanidad?.... na beatitud, un maestro

A veces me han venido tentaciones de creer locó en un


punto desde-doncle podía contem
plar la faz del Todopoderoso, gloria reservada
que los hombres obedecen solo al terror.
a todos los elejldos. Sin duda los primeros
Dije que habia visto últimamente morir una
momentos fueron bien agradables, pues siem
persona. Mientras duraba la agonía i cuando
toda la familia estaba entregada a la desespe pre he tenido un verdadero placer en contem
ración, el sacerdote encargado de administrar plar la figura de los grandes hombres; pero
los últimos ansiüos, dormía ai! la-monotonia, aun en el placer, trae al fin
tranquilamente el fastidio:
en un sofá al lado del lecho mortuorio.
¡I eran
las doce del dia! Cuando recuerdo el contras Talvez llevaba todavía parte ele mi natura
te que hacia la figura de este buen clérigo al leza terrestre, pues la envidia empezó a picar
lado del dolor, me clan ganas de reir, pero las me el corazón. Vi que la igualdad de los go

lágrimas se m» vienen a los ojos ces, proclamada en las reyes fundamentales del
Todo muerto es importuno. Sino fuera que cielo, no era observada con exactitud. Aque
estamos ligados por algún lazo de llos que en la tierra fueron canonizados goza
parentezco
o amistad con los ban de mas prerogativas que nosotros los sim
que nos sobreviven i que tie
nen cuidado ele nuestros
pobres cuerpos, nos ples inmortales, i aun entre ellos habia algu
echarian al carro como una inmundicia que nos cuya influencia, implorada en la tierra por

los beatos, hacia variar a menudo los justos


se arroja con
enojo.
Al esparcirse la noticia del fallecimiento de designios clel Padre Eterno. Como enemigo
don Salustio, solo tres personas concurrieron que he sido siempre de los abusos i clel favo
a su casa, el
boticario, don Braulio i don Pe ritismo, me puse a borronear una cuartilla de
dro Pablo. Sus demás amigos al encontrarse en papel en contra clel gobierno celeste, i luego
la calle se saludaban diciendo: ¿Con qué

que hube concluido me fui en busca de una
murió clon Salustio? no hace mucha falta. I imprenta. Ai! era mueble desconocido en el
esta fué toda su oración fúnebre, Su hermano, paraíso! Interpelé entonces a los ministros de
que heredaba su fortuna, se apresuró en Dios, i por respuesta suscitaron en ini contra
una turba de almas que en la tierra habian
poner un gran crespón a su sombrero,
Los tres amigos entraron a la pieza i encon habitado cuerpos de beatas i fanáticos, lla
traron a clon Salustio tendido en su poltrona mándome hereje, ateo i malvado, i pidiendo
con el rostro lívido i desencajado: —

¡está que me arrojaran clel paraíso, como en otro


muerto! elijo don Braulio. tiempo se hizo con Adán por haber probado
El boticario se sonrió. clel fruto prohibido. Para evitar una injusticia,
Don Pedro Pablo i clon Braulio empezaron yo mismo me condené al ostracismo i eché a
correr por las esferas celestes perseguido
a murmurar entre dientes un
padre nuestro i una multitud de almas atrabiliarias hasta
por
un ave maria. que,
El boticario sacó ele su bolsillo un frasquito próximo a ser alcanzado, me desperté con
i vació en una cuchara algunas gotas clel lí gran sorpresa mia, en ese mundo que para
quido que contenia; luego se las hizo beber al siempre creia haber abandonado.
muerto. Con. asombro de los otros dos amigos,

¿Entonces fué un sueño? dijo admirado^


los colores, em.pezai on a volver al rostro de clon Braulio.
don Salustio i al poco rato abrió tranquilamen —
Sueño o realidad, lo mismo es para mí..

te los ojos. ¿Quién tiene conciencia de su existencia mien




Caballeros! esclamó don Salustio viendo tras duerme?

tres personas en su cuarto, dispensen Vds..; —Caballeros, dijo el italiano, puedo asegu-.
i raides
me habia quedado dormido.. que a la fecha nuestro amigo es otro
Don Braulio no hallaba que pensar clel pro- hombre. Veo que se ha operado en él un eam-
:

dijio operado por el boticario delante de sus i bio favorable. Lo que siento solamente ea que
ojos. Don Pedro Pablo creyó que el italiano ''I no haya alcanzado hasta los infiernos; tenia
era un nuevo Cagliostro. curiosidad de saber si existia todavía en la
t-\

*vJ3S&
LA SEMANA, Octubre 15.
>^>3,
gtff^ jjj^OiTa Ja inscripción que vio el Dante cuando respetable que estaba a su lado, lo que me
k
*.ív*\^ vj^ájrTjior esas rejiones. impresiona este trozo cada vez que se lo oigo
Amigos mios, elijo don Salustio, ya que tocar a Julia... Talvez no me creerá Vd. ; pera
la suerte hizo que naciéramos en este planeta, ha habido veces en que, a mi pesar, se me
quedemos en él hasta que naturalmente ten han escapado las lágrimas.
gamos que abandonarlo. La vida, es cierto, ¿I qué pieza es esta? le pregunto su com

no es cosa
alhague mucho; pero pudiendo
que pañera, que no parecía ele las mas impresio
comprenderla talvez no se haga tan odiosa. nables.
Señor clon Pedro Pablo, esta noche misma me Qué, no conoce Vd.? Es el Delirio de

hago poner las bendiciones, Lucia.



Crea Vd. que será uno de los dias mas Ab'- sí, sí,

eso me estaba pareciendo,.,..,
felices para mí i para mi hija, contestó don Pero mire Vd.: ahí tenernos ya al gran ad
Pedro Pablo, mirador de Julia, a don Enrique de Camba,
—Amigo clon Braulio, continuó don Salus La señora de la butaca echó la vista hacia
tio, de aquí en adelante seré un comensal mas el lugeir que le indicaba su oompañera e hizo,
amable; espero beber con Vd. buenos tragos a Enrique una amable señal ele intelijencia.

de mosto, Este estaba ele pié a la entrada clel salón



Mi mesa estará siempre puesta para Vd. i neglijentemente apoyado en una silleta.
amigo mío, Pocas veces habia estado Enrique mas her-.
Creo que la felicidad empieza a sonreir-
• —

moso. Su rostro, mas pálido que de ordina-,


me, dijo don Salusüo. ¡Ojalá no sea una ilu rio, hacia resaltar el brillo de sus grandes i
sión pasajera! rasgados ojos negros. Su traje era elegante»
¡Dichosos aquellos que no piden a la vida pero de una elegancia sin pretensiones,
mas de lo que ella puede dar! Lector amigo, Arestiá un fraque azul de botones dorados,
sufre con paciencia los males inevitables, go un pantalón de color oscuro, bota charolada
za cuanto i de cuanto puedas, i te aseguro i guantes color paja, que calzaban una mano
ejue si no eres feliz andarás mui cerca de digna de una mujer.
serlo. Después de haber vuelto, su saludo a doña.
Mercedes, pues tal era el nombre de la, se
Jóse Antonio Donoso. ñora de la butaca, sus ojos fueron a clavarse,
por decirlo así, en Julia.
Contemplóla un rato en silencio, i dijo a.
Jes hoiaibre a lu moda. media voz,
Continuación. —Qué bella es! De veras que tiene algo de
ánjel... Casi creo amar a esta joven... Pera
ella... pero ella... no me ama...
Las diez acababa ele dar, cuando el coche I una sonrisa triste i fria entreabrió los lá^
de Enrique de Camba se detuvo delante de bios de Enrique.
una casa de aspecto elegante, i situada en uno .
Doña Mercedes mientras tanfo era todo,
ele los barrios mas centrales de Santiago. oidos. A cada instante se volvía hacia su com-,
Todo en esa morada era riqueza, animación pañera para hacerle notar la belleza de esta,
i alegría. o la otra armonía..

En el mismo momento en quo Enrique en Su compañera a todo decía sí, porque,


traba en los salones, una joven ele cabellos tanto valia para sus oidos una armonía de
rubios, de mirada de ánjel, bella i mas pura Donizzetti, de Rossini o de Bellini, como esas,
(¡ue los primeros ensueños ele un poeta de piececitas chillonas, diversión ele chicuelos i
quince años, se sentaba al piano i dejaba oir tormento de jenfes que tienen orejas algo mas
los organillos en
las primeras notas de una de las mas melan que por adorno, que tocan
cólicas, dulces, suaves i penetrantes armonías las calles de nuestra pacífica Santiago.
de Donizzetti. Así, pues, maldita la atención que prestaba
Las conversaciones, las risas, ¡as miradas a lo que Julia tocaba: sin embargo la artista

de intelijencia habian cesado. Todos tenian bien lo merecia.


fijos sus ojos en el piano. Los hombres con Pocas veces se había hecho dar a las teclas
encanto, las mujeres: unas con encanto tam

de un piano quejidos mas dolorosos, mas.
bién, otras con cierta persistencia distraída,

simpáticos i dulces. Parecía, como decia mui



varias con despechada benevolencia, las —

bien doña Mercedes, que Julia ponia algo de


mas por no haber cosa mejor que observar, su corazón,

Ilion! bien! elijo una señora que frisaría Bastaba cilla tocar, para comprender que
en los cincuenta i que estaba sentada en una esa alma era presa de sufrimientos mui reales,

espaciosa butaca, en uno ele los estreñios del que el corazón de esa joven temblaba de verse
sa'on... a nadie he oido tocar con mas maes- despedazado, que un ara or desgraciado bullia
t: ia i espresión que a Julia este trozo de Do- en él.
rizze'ti... Parece como que pone algo de su Cuando concluyó de tocar, un murmullo
cor".z"i¡ en é!... .No se puede Vd. figurar, ele admiración se dejó oir en todo el ámbito
continuó dirijiéndose a otra señora también del salón. Julia se ruborizó.
Octubre 15. ■.
LA «
EMANA. 349
v

Admirable, señorita, la dijo Enrique que Sustrajes imitados por todos esos<f¡&-_,
eran
se habia acercado res anfibios, que no son ni hombre ni mujer,
a
poco al piano, ofre ..';v_',
-■

poco *

ciéndole el brazo.
que aun esperan un entendido i paciente na--,.,
-


—Gracias, caballero, le contestó Julia tra turalista que venga a describirlos, i a hacernos'
"•
fk. •

bajando por sonreír, pero sin lograrlo. costumbres, la ma- '»


'. 4
conocer su organismo, sus .

Enrique lo conoció, i sus cejas se arrugaron teria ele que son formados.
'-
.

imperceptiblemente, i sus labios se apretaron Hoi, imitaban el lazo de su corbata.


con cierto concentrado despecho. Mañana, el corte de su pantalón.
Julia cojió su brazo con marcado disgusto, Pasado mañana, su sonrisa.
i fué a sentarse en medio de un corrillo de En fin, para ellos Enrique era un figurín
jóvenes bulliciosas i vivas, ambulante, el prototipo ele la elegancia.

Vaya, vaya, le dijo una de ellas con petu Una verdadera falanje de necios iba siempre
lancia, apuesto a que te ha incomodado el que tras sus pasos, lo buscaba, lo halagaba, lo adu
el señor de Camba te ofrezca su brazo. De ve laba, i, como es ^mui natural, también lo hos
ras que eres mui rara, Julia, Yo lo digo como
, ,
tigaba.
lo siento, me habria paseado mui orgullosa Sin embargo, Enriqne los soportaba, por
■con él, i estoi necios hacian su poder i su fuerza,
segura que todas nuestras ami que esos

gas piensan ni mas ni menos Como yo. llevaban de salón en salón la fama de su her
Razón tiene Elena, Julia, agregó otra de mosura, de su riqueza, de su jenerosidad, de

cara picarezca i
que habia mirado mas de lo su lujo, de sus
prodigalidades, de sus buenas
necesario a Enrique,- que mejor puede una

fortunas; todo ello ribeteado i coloreado según


querer que recibir las atenciones de un hom el desenvolvimiento que el chichón de la ma-
bre tan amable como el señor de Camba, de ravillosidad tenia en el cerebelo del narrador.
un hombre a quien todos
elojian, que en todas
partes es recibido con murmullos de admira —

Carlos, te has fijado en Enrique de Cam


ción, a quien todos se lo disputan, el rei de ba, dijo uno que elevaba entablillada, por
la elegancia i de la moda, decirlo así, su garganta entre los cuellos, di

Misterios del corazón son esos Carolina, rijiéndose a otro que estaba mui empeñado ea

interrumpió una tercera a la que hablaba. contener la rosa de su corbata que a cada ins
Julia nada contestó. A las primeras pala tante se le subía a la barba.
bras de sus amigas había caido en una pro —

Sí, sí, contestó Carlos, está elegante como


funda meditación. pocas veces... Pero esta corbata me tiene em
Pobre niña! no amaba a
Enrique, lo temia bromado, i bajaba su rosa con tanta persisten
i se la obligaba a casarse con él. cia como ésta tomaba en subirse.
Alimentaba profundo i sincero por
un amor ■—
No hagas caso de tu corbata, Carlos... le
otro hombre, un amor
protejido, alimentado contestó el otro. ..
¿Sabes ya la noticia?
en mejores tiempos por sus padres; i ahora —
Nó: nada sé.
¡esos mismos le mandaban olvidar, desarrai —

Vaya que andas atrasado. Pues no se ha . .

gar ele su corazón ese amor que era su vida, bla de otra cosa, .
, ,

su esperanza, su porvenir, el aliento, la savia —


Pero cuál es esa noticia? le interrumpió
de su existencia. Carlos.
I todo porqué? Porque se habia presenta
— —
El matrimonio de Don Enrique de Camba
do un hombre que se decia mui rico a pedir su con Julia Paredes,
mano; un hombre que talvez no la amaba,

¿Con qué se casa don Enrique?... I qué


que iba en busca no de su corazón sino de su dirá aquella que tu sabes?
fortuna, que era inmensa. —Qué ha de decir; se conformará; A mal
I sus padres le habian dicho: olvida! como que no tiene remedio...,

si bastara con una palabra para, mudar el —

Sí, sí, ponerle buena cara... Pero,., pero


cauce de un rio, para desbaratar todo un dicen que la de Puente por él se ha separado
mundo ele ilusiones, de sueños, de recuerdos, de su marido i.,,
de suspiros i de promesas. —Va! va! acaso ella es la única... I sobre
I sin embargo esos padres amaban, adora todo no hará mas que pagar su pecado... A
ban a su hija, estaban dispuestos a sacrificarlo ella la acusan ele la muerte de la pobre Dolo
todo por ella, por sn ánjel; pero habian olvi res de Avala... Por ella rompió Enrique su
dado lo que es un corazón a los quince años, proyectado matrimonio con esa desventurada
lo que es el anior cuando sus raices han pe niña, ruptura que le costó la vida.
netrado hasta el pliegue mas íntimo de ese —
Pobre Dolores! me aseguran que Enrique
Corazón. la amaba de veras.
En ellos solo hablaba la cabeza.... —
Así dicen... Lo que yo sé de cierto es que
E iban a inmolar a su hija creyendo hacer su hermano clon José odia a Enrique con toda

su felicidad su alma i que ha jurado perderlo



I parece que lo vá consiguiendo... Desde
Razón tenia la despabilada Carolina: Enri hace algún tiempo le viene ganando fuertes
que era el rei de la elegancia i de la moda. sumas.

Cada noche era para él un triunfo. —


Sí: pero don Enrique es tan rico.
350 LA. SEMANA'., Octubre 15.

1propósito del de Ayala. dicen que su
a .
Pero habiá tenido, hasta aquel dia un grai*
amigo Salvador está apasionadamente enamo delecto: —
el -juzgar a los hombres por lo quo
rado ele Julia i que esta le corresponde. ¿Cómo en si sentía.
es que ahora se casa con don
Enrique? Creia divisar la -sinceridad en todos los co
Eso te admira. La inconstancia es la-mas razones, la honradez en todas las almas.

recomendable cualidad de la mujer. El mundo con tales creencias es, no hai


Pero Salvador ¿qué dice? qué hace? duda, un paraíso, mientras no se topa con la

Velo: ahí esta conversando con su amigo realidad, mientras el velo de la ilusión no se
Ayala... En toda la noche no se han movido rompe i deja al desnudo todas las miserias,
de ese rincón,.. Juraría que están tramando las pequeneces, las inhumas, amarguras, de
alguna contra don Enrique. Denantes los ob silusiones, mentiras L vicios de que está ama
servé mirándoles: al de Ayala con una sonrisa sada esta pobre vida humana..
mui mal intencionada, i al de Paredes con-ra^ Para Salvador ese triste momento estaba
bia i despecho. apunto de llegar.

Talvez tus no son erradas. El
conjeturas .
Un interés, mal entendido pugnaba por
uno deseará natural vengar a su her
como es arrebatarle la mujer que amaba con un amor
mana, i el otro el que no leescamotena.su verdadero,.,inmenso, inestinguible; que habia
amada prima. brotado, en, su corazón casi antes de que pur
—Si! sí! estoi seguro... i he de buscar una diera darse cuenta de sus impresiones.
coyuntura para advertirlo a don Enrique. Es Salvador Paredes amaba a su prima Julia
nn
amigo que me interesa i cuya felicidad de Paredes desde su niñez.
seo, Este amor, que los. padres de Julia habian
Mejor fuera, le dijo Carlos, tratando siem

advertido desde temprano, habia formado has
pre de volver al orden el rebelde nudo ele su ta hacia poco su alegría. Tenían confianza eu
corbata, que no tomaras cartas en el asunto. Salvador, conocían la nobleza de su alma, la
baria feliz.
Está bien, está bien, le contestó su amigo. pureza de su corazón, ^esperaban

I se fué a dar vueltas en torno de una pi a su querida Julia.

cante morena, con quien varias veces durante Pero de repente sé presenta Enrique ele
la conversación, se habia hecho sus señales Camba, i todo cambia. ,

de intelijencia. Enrique empieza por enamorar a Julia;


Pocos momentos después, Enrique de Cam pero contra su costumbre nada consigue.
ba,, una vez libre de los saludos ele las mamas, Todos sus atractivos, toda su hermosura*
ele las miradas, de las sonrisas, de los repro toda su elegancia, toda su. riqueza, toda la
ches de las jóvenes; de las adulaciones, de las pasión que la finje, la brillante aureola que
impertinencias de los necios, contra quienes lo acompaña, todo, todo palidece, se estrella
habia sido mas pródigo, quede costumbre, ante el, amor de Julia por Salvador.
en dichos sangrientos-, pero tan sangrientos El amor propio de Enrique se siente herido:.
como corteses; se acercó a don José de Ayala i lo que en su principio habia sido para él
se true
i Salvador, que siempre continuaban hablan cuando mas una buena especulación,
do a media voz en su, rincón. ca en un punto de honor..
Ayala era un hombre de cuarenta años, de Julia tiene que ser suya i lo será!
fisonomía distinguida.. La contracción de sus Se dirije entonces a los padres, los ofuzca,
facciones, lo distraído de su aire, la indiferen los trastorna, les llega a hacer concebir que
cia con que todo lo observaba, dabau a conocer es una fortuna loca la que a Julia aguarda en

que ese hombre estaba absorvido, dominado lazando su. destino al suyo.
Los padres de Julia deciden hacerla que
por un. solo pensamiento.
Salvador ele Paredes, mucho mas joven, que olvide a Salvador i se upa a Enrique.
él, pues, apenas tenia veinte i seis años, era —Tendremos llantos, decia el padre, pero.
tras el llanto vendrá la alegría, cuando se
un hombre que
podia pasar por hermoso. Sin
embargo de que las líneas de su rostro eran calle la. pasión i hable la razón... No he co
incorrectas, habia en él algo de tan franco, nocida nada mas funesto que esos matrimo-v
nios por inclinación... Cuando se va a decidir
simpático, dulce, i resuelto al propia tiempo,
sobre el es necesario, oir a la cabeza..
que era imposible no sentirse atraído.. Salva porvenir,
dor era uno de esos jóvenes que tienen,, co Pero detalles a un lado,.
.

mo se dice, el corazón en la mano. Los padres ele Julia dieron a Enrique su,
lo
Habiendo llevado basta entonces una vida palabra, i el matrimonio, debia realizarse
antes posible-
tranquila, no habiendo encontrado tropiezos
en su camino, aun no conocia clel mundo sino Cuando Salvador lo supo, quedó abismado,
las esteríoridades. se creia presa ele un sueño.

Creia en el amor, ¿i porqué no habia de Cuanto veia delante de sí le parecía cam


creer cuando amaba i era correspondido? biado por un golpe ele majía.
Creia en la amistad, porque era capaz de Lo que hasta entonces habia formado el
sentirla. magnífico sueño ele su vida, su esperanza, su
Creia en la lealtad, en el honor, en la honra alegría, era ahora su desesperación, le arran
dez, poique él era leal, honorable i honrado. caba quemantes lágrimas de dolor: el cielo
Octubre 15. LA SEMANA. 351

se habia trocado infierno, la verdad como el


en en
jebera!, esperamos impacientes un
mentira, la existencia en una atroz pesadilla. éxito cercano; como el viajero, caminamos,
Salvador estaba en uno de esos momentos sin luz ni guia por una senda peligrosa; i
que deciden del porvenir. como todos tres, respiramos en el presente,
Se -sentía débil,
desalentado, jadéanfe, co pero vivimos en el porvenir, preñado de mis
rroído por el dolor i la duda cuando menos lo terios i amenazas, de esperanzas i promesas.
esperaba, cuando creia divisar a puuto de ¿I qué vecino de Santiago querriavivir ahora
realizarse el bello panorama de dicha, de en el
presente, convertido, como está, en Un
tranquilidad i amor que habia imajinado inmenso teatro de muerte i desolación? En —

efecto ¿quién no ha tenido que lamentar en


Arteaga Alemparte. el discurso ele la semana alguna desgracia

(Continuará). irreparable, o algún grave contraste, o algún


contratiempo lijero o pesado, o a lo menos
alguna leve desazón? Si no habéis muerto re
Ecos de la semana.
pentinamente, benévolos lectores, habréis sido
Santiago, ectubre 15 de 1859, atropellados por un coche; si no habéis sido
scirAiuo. ^-Pavores, inquietudes,
calamidades, presen
atropellados por coche alguno, no habrá fal
timientos i spleen. Fiesta de Monie.

Los cuadrú

tado un potro indómito que os triture elbrazo;
pedos i la ilusión en las máscaras.— Dos funciones si tal potro ha faltado, habréis sido -víctimas
teatralts. —Uno sesión literaria. ele alguna tos o de alguna fiebre de lasque
Vivimos en estos momentos bajo la pre hoi corren por Santiago; i si habéis sido bas
sión del terror. El miedo, con sus tante agraciados de la sitefte para evitar un
pálidas me
jillas, sus miradas recelosas, su lengua bal
encuentro con tantos enemigos combinados,
no habréis de oir hablar de ellos, ele
dejado
buciente, su semblante desencajado i su ali
sus conquistas i desvastaciones, i participado,
gar inseguro, oprime a nuestra
capital en un como todos, délas pavorosas alarmas que ta
abrazo convulsivo i apenas la permite respirar
mañas plagas han sembrado en el campo de
trabajosamente. Las ideas aias supersticiosas, esta semana.
las inquietudes mas negras, los temores mas
Taciturno i desolado es el aspecto que pre
punzantes se ajitan en todos los pechos i so
bresaltan el espíritu de todos. Nadie se mueve
senta nuestra gloriosa capital. Sus «abitan
de miedo de caer en un abismo, nadie mira
tes han perdido'toda alegría i toda tranquili
de miedo ele ver algún horrendo fantasma o dad; ^i duermen no reposan, si se ajitan no
caminan, desean sin esperanza, i esperan des
algún esqueleto amenazante, nadie escucha confiados. Ha largo tiempo que ha desapare
de miedo de oir ías imprecaciones de Ja de
cido el bullicio de las fiestas; pero la serena
sesperación o las blasfemias del crimen. El
sueño i el apetito se alejan esquivos de noso gravedad de la paz no ha vuelto todavía. En
la inquieta inacción en que todos yacen, fácil
tros. Las noches se prolongan en fatigosas
es sentir las palpitaciones ele mi
veladas, i cuando alguna vez logramos conci vago anhelo,
de una aspiración indefinida que cada cual
liar el sueño, no tardan en despertarnos des
lleva en el espíritu i de que nadie se da cuen
pavoridos las congojas i agonías de la pesa ta. ¿Qué queremos, qué
dilla. Si, solicitados de la sed, tomamos por pedimos, qué bus
camos? Acaso ninguno podria decirlo a punto
acaso un vaso de vino o una taza de té, o ce
diendo a las eiijencias del hambre, gustamos fijo; i sin embargo, todos conocen por instin
to que hai un vacio que Henar, una necesidad
ele tarde en tarde algún manjar, nos pregun
tamos luego temblorosos si no habremos apu
que satisfacer, un bien que alcanzar, dudas
rado incautamente ün tósigo infernal. Exal que desvanecer, temores que destruir, peli
tada la imajinacion por el pavor, damos aco^ gros que conjurar. Én la cabeza de todos zum
ba un pensamiento informe que aún no ha en
jida a los presentimientos mas desgarradores contrado su espresión; i ese pensamiento en
i formamos los mas siniestros vaticinios. La
cierra a la vez los murmullos del descontento,
pálida desconfianza nos aguijonea; recelamos las quejas del malestar, las congojas de la es-
de todo hasta de la fortuna, cuyos dones te
memos como Laocoon los de los Griegos;
pectativa, las impaciencias del cleseo i los sin
sabores del desaliento. En tan ingrata situa
timeo Dañaos etdona ferentes.
ción, las risas se hielan antes de dibujarse en
El pánico cerval tiraniza en este instan
mas los labios, i las lágrimas se secan antes de
te a desmintiendo el adajio vulgar
Santiago, humedecer los parpados. El fastidio mas ne
eiue dice: cada cual es dueño de su miedo. Hoi buloso, el spleen mas británico, semejante a

en dia el miedo es dueño de cada cual. la boa imperial, atrae i absorbe en el abismo

¿I por qué tememos? se preguntará. Por la de sus fauces, los destellos del regocijo i las
misma razón que teme el niño en una pieza a emanaciones clel buen humor, incautas aveci
en la víspera de
oscuras, que teme el jeneral
llas que revolotean en torno de la colosal ser
una batalla, teme el viajero solitario e piente.
que
inerme en el sombrío bosque que cruza a me Corramos al teatro, benévolos lectores, a
dia noche. Como el niño nos hallamos en disipartantos pavores e inquietudes, Mas,
vueltos en las tinieblas ele la incertidumbrc; para dar con él, es preciso que hagamos
352 LA SÉ&IANA. Octubre 15.

como cierto marido Cuya carft mitad se ha tuaciones! Como era de rigor, aplausos entu
bia echado al rio: la buscaba aguas abajo; siastas lé fueron tributados a ella i a Clapera,
seguro ele que el Capricho femenino habia so- 1 el simpático zarzuelista. Una nueva cantante,

brevivido a la muerte. Caminemos nosotros; la Álvarez, sé estrenó con la nueva zarzuela


también contra la corriente clel tiempq¡ hastaj i se estrenó con buen éxito. El grumete, sin

llegar al sábado ele la semana pasada i en'trai't embargo, pudo ser mejor cantado, i es de es
en el baile de máscaras de
aquella rinche.- perar que', mejor ensayado én la segunda
ex
i
Un curioso espectáculo despierta desde liie hibición, sea también mejor apreciado i mas
vuestra atención: la metamorfosis de Corby
go aplaudido;
en príncipe hípico i la de sii comitiva en cua La función del jiiéves rió dejó nada que'
drúpedos. Pero, tened cuidado! hacen su pa desear al público; aunque mucho a la em
pel tan a lo vivo, que no seria imposible que ostensión de
presa, que veia nadar en la fasta
atrapaseis alguna coz. la platea unos Cuantos espectadores i recor
Satisfechos plenamente de las disposiciones daba acaso el nanfrajio de Eneas:
ecuestres de los comparsas, recorréis ahora el nantes in vasto.-
.-..:.. Aparent rari glirgite
vasto salón, sembrado de máscaras mas o me
Por él ipormíi comedia en tres actos de
nos silenciosos, mas o menos insípidos, mas O
Scribe arreglada al teatro español por Ventura
menos grotescos. Coino es natural, vuestras
entre las prime
miradas se dirijen de preferencia a los más
de la Vega, figura sin disputa
ras i inas hermosas Obras del fecundísimo dra
caras femeninos, i tratáis de adivinar, por loa
del
contornos de la figura i el aire de los movi maturgo. Bien se echa de ver la mano
maestro en el feliz enredo de esta pieza, salpi
mientos, las frescas mejillas de alguna donosa
cada de lances i escenas cómicas, en la verdad
muchacha o el semblante melancólico de al
i precisión de sus caracteres i en la viveza i pro
guna sensible beldad, mal escondidos bajo la
careta. Mas, si tal pretendéis, apartaos de esa piedad del diálogo; eri que jamás habla el au
tor i siempre el personaje.-— La Mur interpre
robusta encina que trae a la memoria el -ma
tó dignamente al maestro, i en la ejecución ele'
dero histórico de Caupolicán, ¡Qué talle tan
su papelhizo un excesivo de gracia i
gasto
inamovible, qué formas tan exorbitantes, qué
énfasis de buenas carnes i nial 'tono! No miréis arte, de que el público la reembolsó con pró

tampoco aquellas manos, dignas de un héroe de


digas ovaciones. No fueron menos- meritorios
ni menos recompensados los esposos Gaitán,
Homero, hipérbole abusiva, pleonasmo intole
i los demás actores recitaron sUs partes, los
rable en el Cuerpo de una mujer. Ni fijéis la
unos de corrido i los otros a medio correr.
vista en ciertos pies que estoi divisando mas
El domingo i el jueves, los admiradores de
allá, los pies mas sinceramente espansivos que
la Thierry, es decir la concurrencia toda, hari
divisé jamas. Hacedf en una palabra, por sal-
1
var los innumerables escollos en que podría
seguido con la misma tenacidad, con el mismo
interés, con el mismo ardor i estruendo que
encallar vuestro deseo; i si al cabo os depara i artísticos
la suerte un esbelto dominó; una graciosa ba- ya les conocemos, los graciosos
movimientos de nuestra insuperable baila
yadera o una encantadora pastorc'illa; que con rina.
sus apariencias realizen el ideal de Vuestra es
Pero dejemos el teatro para encaminarnos
peranza, no os acerquéis a él, no tratéis de oir al Circuló literario, en qué acaso estáis incor
lo que habla; por el contrario, apartaos, con

templadlo de lejos i después idos a dormir porados, estudiosos lectores.


Vale lá pena de oirse lo que' lee en este
tranquilos. Así, i solo así, lograréis llevar de momento don Alberto Blest Gana. Es un
ro-
las máscaras lo que el mayor número deja en
manCe escrito como él sabe escribirlos;
con
ellas: la ilusión;
intención e interés; i eri un estilo pintorescóv

Al dia siguiente; las Nueve Hermárias vol


vían a ocupar el puesto usurpado por el dios
espontáneo, gracioso i animado. .

Don José Bernardo Lira lee en seguida la


Momo. —
En la función del domingo, una al certamen i de que yá
comedia en dos actos, Una zarzuela en un ac
memoria que presentó
os he hablado.- Pero no para aquí sU lectura;
to i un ballet diversificaron el interés del es bri
sino que continúa con la de Uií trabajo
pectáculo i formaron un conjunto ameno. ideas de las
llante, en que precisa algunas
El tio Pablo o la educación, creación de dá una
emitidas en aquella memoria i nos
Emilio Souvestre, es una pieza de argumento de sus buenas do
nueva i luminosa prueba
bien combinado i sostenido por un diálogo
tes de escritor i pensador, .

vivo i natural. Ejecutada con bastante acierto


Para terminar, D. José Victorino Lastarria
la Sotomayor i
por Gaitán i su mujer, por se propone empezar a hablarnos
de la filosofía
Carees, fué aplaudida mucho del público. de Spinosa, i seria inoficioso advertir que
lo
El Grumete es una nueva zarzuela, que he
hizo con la claridad de pensamiento i limpieza
vez el domingo. Su mú
mos oido por primera tanto distinguen al eminente
i ele expresión que
sica, llena de movimiento, de gracia lijereza, literato;
española.
¡enuíiiamente Convertida en ella
es
Domingo Arteaga Aibmparíé.
otravez mas la fle
la Mur en grumete, probó
xibilidad ele su talento artístico i el natural de-
las si IJIPREXTA del CORISEO, Pasaje Bulnes, núin. 14.
sen) i- arazo con que se coloca en todas
rftiittti
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO 1 CIENTÍFICO -

JÍedci¡xctoteó : i neto i ¿Vomuiao


Jhücaqa, Jbtéuipculc.
Año 9. Santiago, í&ctísSíS'e g® de I8SÍK »Yiíeí.Y®3>

cuando no
deja tras sí conquista alguna en
LA SEMANA. el del bien i la verdad, cuando se
terreno
combate por combatir, como sucede en toda
SANTIAGO, OCTUBRE 22 DE 1 850.
| la América española.
Éntrese en la historia de los trastornos
•JLsas soeáeclsscles porque viene pasando, i cada uno de ellos
laíspimonattica*ií-
cssísas.
'

r ,será un comprobante de esa verdad. —


He
mos tenido motines de
soldadezca, tumultos
1*.
de populacho, contiendas civiles, jamas una
El desengaño está llamando constante
revolución, es decir, la sociedad levantán

mente puerta de nuestro corazón i de


a la dose como un solo hombre empujada, apo
nuestra alma, cuando se trata de seguir dia idea
yada por una o un principio..-"
por día,. jornada por jornada la dolorosa De esta manera cada movimiento de" los
vida de la sociedad américo-hispána.— En pueblos, cada perturbación en lo establecido
parte alguna se dá con un consuelo, con
solo trae males i ningún bien, rompe o .aflo
una esperanza. Todo es guerra i
presajios ja todo lazo sin que nada venga a servir de
de guerra. Aquí la —

anarquía nos despe contrapeso al desequilibrio que esto acarrea.


daza:—allí el miedo nos pierde: acá la —

Esto nace de que la política nó es para el


tempestad que vemos venir nos hace tem de los que cii ella tienen voz
mayor número
blar: mas allá el odio prendiendo en los
pueden dominar i dirijií hasta

e influencia,
ánimos, nos hace ir a buscar en el extermi donde es posible los acontecimientos,' el en

nio i la sangre la palabra, de salud i rejene grandecimiento de las libertades i derechos


racion. de la sociedad. -¿Qué es lo que aguarda o

Hacia jadonde quiera que se echa la vista busca casi todo el que en ella toina una
par
no se observa sino la mas espantosa confu te mas o menos activa i directa?
sión, el mas lastimoso desperdicio de tiem El ambicioso, la satisfacción de
, su am

po i fuerzas. Nadie sabe de dónele viene ni bición;


a donde vá. Todo se aguarda de la casua E! especulador, hacer un buen negocio;
lidad, ese Dios, esa Providencia del inca El que nada tiene, tener algo;
paz i el débil. El que a nada aspira, su entretenimiento;
En esta situación lósanos se suceden solo Las masas, espectáculos i gritos.
para menguar las esperanzas, aumentar la , Son mui pocos los que se olvidan de sí,
estenuacion social i hacer de pueblos jóve propios para solo pensar en los íriíc'reses de
nes i primeros albores en la existen
en los la sociedad. —

El egoísmo esla cualidad ca

cia una mezcla incomprensible de creencia i racterística de! politiqíásta americano.


duda, de esperanza i desengaño, de vigor Esta es la realidad de la política. —

Así,
e
impotencia, de juventud i vejez. los vaivenes por que pasamos son tan funes
Cosa natural: en ese batallar sin tregua tos como lójicos.
a
que nuestras sociedades viven entregadas Toma un partido la dirección de la socie
la decadencia es su desenlace preciso. Si —
dad: mil pretensiones cercan a los hombres
los pueblos han nacido para luchar con ira que forman el gobierno. Todo el mundo
el obstáculo, para aspirar perpetuamente a
quiere ser recompensado por imajinarios o
reales servicios hechos la causa triunfan
un porvenir mejor que su presente, si. el a

combate los robustece, también los debilita, te. A poco andar, la nueva administración

los anonada, los irrita cuando es incesante, encuentra cu su marcha tantos o mas obstá
is
354 LA SEMANA. Octubre 22.

culos que la fenecida. Be valde hará el ignorancia tendremos pueblos burlados i


bien del pais, si no hace alite todo el de los gobiernos impotentes, tendremos una far

que le dieron el ser. sa llamada soberanía de la nación i otra far


Pero, lo que es peor, al lado de las exa- sa llamada autoridad. Siendo una mentira

jeradas pretensiones de los suyos vienen a la libertad, una burla cruel el derecho, un
colocarse las justas del pueblo, creando al verdadero juego de azar la dirección de la
poder la mas estraña de las situaciones. Tie sociedad; esta será el patrimonio no de la —

ne que decidir entre la nación i el partido, en intelijencia sino de la audacia, no del pa—

triotismo sino de la ambición, no de la


tre los intereses de la patria i los intereses de

círculo: trata entonces de conciliarios i se dignidad sino de la desvergüenza,



no de
los mejores sino de los peores.
pierde.
estamos viendo todos los dias go Es verdad casi olvidada en América aque
¿No
biernos que trepan a la ciudadela del mando lla de que los grandes pueblos hacen los

en hombros i aclamados i victoriados por la grandes gobiernos. Sin embargo, pocas ver
dades mas útiles en su aplicación i en sus
mayoría, ser al cabo de poco tiempo el
blanco del mas completo desprestijio, de consecuencias.
odios encarnizados?— Entráñese enel por Nada es mas estúrjtido que el antagonis
estarán siempre viven los pueblos i los
qué de tal cambio, i de seguro mo en que
obrándolo intereses personales desengaña gobiernos. Un constante recelo, una per
niciosa desconfianza, una mala fé punible es
dos, mezquinas ilusiones disipadas, bajas
lo que se nota en sus relaciones.
pasiones enfrenadas.
Hai hecho que pone al descubierto me
un ¿Cuándo terminará error, preocupación,
observaciones pudieran ha desconocimiento tan lastimoso de la respec
jor que cuantas
cerse las verdaderas causas de nuestras per
tiva situación de los pueblos i los delegados
turbaciones. Ese

hecho es la diversidad de su soberanía? Hai nada mas absurdo que

de miras i marcha de los gobiernos hispa- ir a buscar la fuerza i el poder secando los
no-americanos i la casi idéntica suerte que manantiales de donde parten?
sin Convenzámonos: no existe gobierno, so
embargo corren:
Enunos puntos se les ataca por demasia ciedad, orden ni libertad posibles sin buen
do liberales; sentido i buena fé.
En otros por demasiados retrógados; El buen sentido encamina al bien i la
En el de mas allá por tímidos para aco verdad.
La buena fé enjendra'la confianza i la
meter la reforma.
unión.
Haga lo que haga, diga, piensa i
acome
En tanto que ambos no sean los que dirijan
ta lo que quiera, todo gobierno tiene que
todos los pasos, trabajos, empresas, pensa
ser malo.
mientos, esperanzas i espectativas de las so
Estoprueba que existen en el fondo de la perturba
las sociedades jérmenes de perturbación su
ciedades hispano-americanas,
no se les ción será su vida i ía perturbación sin objeto,
periores a todo bien. En tanto que
sin motivo i sin fin cierto hacia que tender.

desarraigue, es vanatarea andar procurando


Nos levantaremos solo para caer. La paz no se
la estabilidad.
rá sino una tregua. La guerra, pero guerra en
¿Cuáles son esos jérmenes?
carnizada como las pasiones, innoble como el
El primero, ya lo apuntamos, es— el egoís
como el odio, será su estado
mo.
egoísmo, ciega
normal.
El segundo,—la ignorancia de las masas.
Mas, si ya solo sentimos sino que co
no
La forma democrática no puede aclimatar
nocemos, palpamos el mal que
nos posee,
se, dar rendimiendo alguno provechoso si no
i la ilustra el vicio que nos pierde ¿por qué nos dete
es ayudada por la abnegación
por qué trepidamos en aplicarle
el
ción. —Donde ellas faltan no hai gran per
nemos,
remedio que lo combata i lo desarraigue?
sonalidad colectiva ni acertada dirección en
ni hai sociedad La obra es larga, pero es santa. Qué las
la individual: no hai hombre
hombre a medias i una sociedad dificultades no nos arredren!
o hai un
fuerza. Acordémonos que las sociedades no pue
sin trabazón, sin unión i sin
el egoísmo i la den volver atrás; que el retroceso es la muer-
Mientras no ultimemos
Octubre 22. LA SEMANA

te- Si ferencia. Se internó por Panamá i Lima al reino de


proclamamos la democracia: —
va

lor, i adelante! Quito, i llegando a la cercanía de Rlobamba, moró


algún tiempo en el territorio de Guamote-,. a dis
Patriotismo para los hombres de inteli tancia de cuatro leguas de la villa. Vivió en las
jencia,: ilustración para los esclavos de la

cuevas que hacen las peñas en la misma vía real,
manteniéndose de la limosna de los pasajeros. La
ignorancia, fé en la democracia, sensa
— —

pedia siempre con el disyuntivo de que se la die


tez en la libertad, confianza en el porve sen por Dios o
por el diablo; i como nunca faltan

nir, hé aquí las armas con que debemos



devotos del diablo i de Dios, recojia las limosnas
combatir los dolares-, fluctuaciones, dudas,
con abundancia. Era de
aspecto venerable, i re
presentaba la edad como de sesenta años. Se ig
desencantos i fatigas del presente. noraba quién i de dónde fuese, porque nunca lo
Creamos en la república, quiso^decir; mas se conocia que era estranjero por
lo mal que hablaba el castellano. Tampoco se sabia
Respetemos el derecho^ de qué relijion fuese; porque teniendo cercana una
Adoremos en la justicia, iglesia parroquial, nunca se le vio oir una misa ni
l nada temamos! entrar en ella. Por lo poco que algunos entendie
ron de él mismo, hicieron juicio que fuese de pro

Justo Arteaga Alemparte. fesión luterana, i por eso lo miraban comunmente


conhorror los pasajeros.
«Observando un dia aquel ente peregrino que
Poesías «le Jnan ILeon Riera. pasaban muchas jentes desde la mañana hasta la
tarde, le hizo novedad i preguntó adonde iban. Di-
(Conclusión.)
jéronle que aRiobamba por verlas solemnes fies
D. Juan León Mera ha escrito tres roman tas que anualmente se hacían ea obsequio de su

ees titulados Elvinia, el Proscrito i el Lute patrón principal, San Pedro. Siguiendo a la misma
rano, que son censurables por la insulsez de
jente, entró a la villa el primer dia déla fiesta en
sus que no se hacia otra, cosa que la misa cantada con
argumentos.
Elvinia es una joven que se desnuda para
panejírico en la iglesia principal. Confuso éntrela
multitud de forasteros, entró a la iglesia sin ser
bañarse en una fuente i que, apenas se ha conocido de ninguno, i se puso mui cerca del altar
deslizado en ella, oye la voz ele su amante, que mayor, donde se cantaba la misa con asistencia de
le canta una canción amorosa, lo que le obli gran concurso. Oyó el panejírico, i prosiguió oyen
ga a salir en el acto del agua donde se sola do la misa hasta el tiempo de la consagración. Le
zaba, i a retirarse presurosa i mal vestida. vantándose entonces ajilado de todas las inferna
Nada mas, nada menos. Este romance ha su les furias, se avalanzó de la hostia consagrada al

ministrado ocasión al poeta para hacer tres tiempo de elevarla el sacerdote i la hizo pedazos
con mas que diabólico atrevimiento.
descripciones bastantes frías e insípidas de la
«Apenas observaron los asistentes su sacrilego
mañana, del prado i clel baño, las cuales no atentado i la turbación de los sacerdotes del altar,
son notables mas
que por su trivialidad. cuando loscabildantesque tenían cercano su asiento
El Proscrito es un desterrado político que sacaron todos sus espadas i le dieron tantas heridas
se queja
amargamente, aunque en versos mui que cayó muerto mui cerca del mismo altar. El prodi-
poco enérjicos i sentidos, de los enemigos que jio grande que obró Dios en ese- caso, fué el no per
le han separado de su cara patria, a la que mitir que se manchase su iglesia con la sangre de
habia sacrificado su tranquilidad, sus bienes, aquella infernal furia, porque no arrojó ni una sola
su vida; i
que le han alejado de la mujer a gota con los centenares de estocadas con que esta
la atravesado de parte a parte. Sacaron el cadáver
quien amaba i por quien era correspondido. de la iglesia, i al mismo punto de estar fuera, arro
Aun cuando la pieza se prestaba a la espresión
de ciertos afectos, el autor no ha acertado a
jó tantas plumas de negra sangre, cuantas eran las
heridas. Atado i arrastrado a la cola de un caballo,
pintar la tristeza profunda del proscrito que, fué arrojado su cuerpo en un campo distante, i
según las palabras de Lammenais en una pa autenticado todo el suceso, el cabildo de la villa dio
jina sublime consagrada al mismo asunto, cuenta a la corte.

marcha errante de pueblo en pueblo como las «Era correjidor a la sazón don Martin de Aran-
nubes que arroja la tempestad, i en todas par da, nativo de la Imperial de Chile, quién, como
tes se encuentra solo. cabeza del cabildo, fué el primero en herir al lute
El argumento del Luterano, que es el mas rano. Lab-ándole a este caballero mas i mas por
momentos el prodijio de no haberse manchado la
largo de los tres romances, está tomado de nn
iglesia, se hizo devotísimo del sacramento i se con
pasaje de la Historia de Quito, escrita en 1789 virtió de buena a mejor vida, tan eficazmente que
por el presbítero don Juan de Velasco, que voi regresó a su patria solo por disponer desús bienes
acopiar al pié de la letra, no solo para dar una en obras pías i pidió con instancia ser admitido en
idea de la composición, sino también porque la Compañía de Jesús, cuyos estudios habia cursa
figura en el suceso un chileno cuyo nombre do con crédito i aplauso. Recibido en ella, i ordena
suena en nuestros anales. do dentro de breve de sacerdote, fué premiado de
Dios por su acción heroica i tierna devoción al sa
ALGUNOS SUCESOS NOTABLES RELATIVOS A LA VILLA
cramento, porque murió mártir ilustre a manos de
DE RIOBAMBA.
los bárbaros llicuras.»
uEl mas memorable de todos fué el de un lu
terano, acaecido hacia el año de 1620 con poca di ¿Hai en este suceso tema para una leyenda
ar>o •
la- seí ANA. .
Octubre 22.

ele esrribirse i de leerse Do Marica, i con rogón.


digna susceptible con
Pues ele todo su auditorio.
gusto? Ouizá.
El injenio humano rs capaz de sacar una Solo para ella es notorio
Lo bueno de su sermón.
.ficción interésame ele los datos iras pobres i
mezquinos, como Moisés hacia brotar el agua Mera ha vapulado. en susversos con extraor
<le las rocas mas estériles. Se concibe fácil dinaria tante dureza a lasociedad ecuatoriana.
mente que un hombre de una imajinacion fe La pintura que hace de ella en una sátira bas
cunda pueda dar Ínteres i animación alarela-i tante larga que ha titulado:- Fiesta de toros en
cion de! presbítero ¡-Ve-lasco, suponiendo otros! carnaval en una ciudad de la república del
incidentes, oagregando nuevos personajes. Losj Ecuador la presenta, bajo un aspecto poco
antecedentes clel loco, a quien se lia bautizado! favorable. Si el retrato se asemeja al orijinal,
con elnonibre.de luterano, quedados en la som-: es preciso confesar que éstees feísimo. El atra
bra, i la Vida misteriosa que llevaba en Rióbajn-' so material i moral de aquel pueblo seria la

ba,de¡abau algún campo para que la fantasía; mentable; la degradación a- que habria llega
pudiera desplegar susalas. con entera libertad.; do seria estrenada.. Es probable, sin embargo,
Tero también os menester convenir en que si que haya muchísima exajeracion en la crítica;
esa narración
puede suministrar los primeros a 1» que se agrega que, como el poeta no es

elementos, unjérmen, nn embrión para un; presa a qué ciudad se refiere, es lícito supo
cuento, está mui distante de ofrecer uñ todo, ner a la. distancia que no se trata de la capital

completo i acabado. El hecho en sí, i tal como' u otra


población importante, sino ele alguna
aparece en el pasaje copiado, con sus ribetes aldea infeliz, a la cual se ha condecorado con
de conseja, es por Síselo sobrado insignificau-, el pomposo título ele ciudad. Jente que se
te para cjüé merezca los honores clel verso, i aderida; arruina i trampea, por asistir a una
atraiga la atención del lector. Esto es evidente; miserable corrida de toros; que juega con una
aun
para quien no sea literato consumado. I).] avidez i codicia desenfrenadas lá corta suma
Juan León. Mera pudo -encontrar;,, e-ii esa a-i-iéc-1 de unos cuantos reales; que se atreve, a concu
dot-la algunos hilos para. tejer la urdiembre de rrirá un 'bal le con la cabeza boba, los pies
su eyenda; pero de ningún mbclo uiía tela
torpes i la lengua balbuciente por el vino; i
preparada i en estado de cortarse. En vez- de que ejecuta todas las demás torpezas que se

soltar la rienda a su .imajinacion, el poeta ha describen, pertenece a Ta mas ínfima, cíase.


seguido frase a frasca! historiador, i eso le ha Tipos de esa
especie pueden servir para una
cuadro. Toctos los
perdido; todo su trabajo se ha limitado a ri caricatura-, pero no. para un

mar la pajina arriba trascrita.' Careciendo de vicios que en la sátira mencionada se vitupe
inventiva, o uo. queriendo- agregar nada a la ran son rastreros, ignobtes; porque
pequeños,
.tradición, ha compuesto una obra, insustancial hai también una escala, en el vicio, como la
en su parte in.trínsecaá prosaica en su. forma. hai en la virtud. La humildad del asunto ha
Era imposible, hiaíerialmente imposible, que dañado al buen desempeño de lá obra, resul
pudiera' hacfirse'una composición litorariade tado que era de esperarse. La llama de la ins
algún mérito con tan insulso argumento, piración solo alumbra lo. que es grande i ele
cónio es .imposible que se fabrique una esta vado por cualquier motivo que sea, como la
tua espléndida con piorno o barro vil. llama de los volcanes solo, en la
resplandece
Las composiciones festivas ele Mera tienen cima de los'' altos montes.
el gravísimo inconveniente cíe carecer da gra Mera ha compuesto un gran número de fá
cejo, ida producir .por lo tanto un electo di-, bulas que ha dividido en políticas, forenses i
verso, del que sn autor esperaba. Así como. las: diversas. Son mui poco injeniosas; no tienen
ligrimas i sollozo? «pujados por falta da ga'-¡ gracia ni naturalidad. Las mejor desempe
na.» según una-, espresión. ele Queved).. lejos ñadas las dos que copio a continuación.
son

de entristecernos," nos, hacen reír; así también Seriada desear que las eternas fuesen parecidas,
los chistes forzados, lejos ele alegrarnos, nos a éstas ;

causan fastidio o incomodidad. N ) hai papel EL CIERVO I LA LIEBRE,


mas desairado en el mundo, que e! de gracio

so, cuando no se tiene chispa para ello. En un bosque dilatado


i, os siguientes son, los niej-ires epigramas Grande silencio reinaba,
I un ciervo que allí emigrado
<p¡c vienen cu la colección
:

Llegó, dijo consolado :


v; Hallé lá paz que buscaba!»
ic¡,.:

«Este silencio no es paz.
i ) i.- lii-il" i-.l l'.-i.i su \
Yaitesio la liebre triste.

I I ,->:: '-S I, _'-'., t ll'ilii r -.- -Ya. Aquí hai un tigre \uráz,
Que arredra hasta el mas audaz,
1 uo hai de miedo quien chiste.»
El cura de mi lugar
lie tal numera prc-.hca, A-sí pueblos conocemos
Donde un tirano opresor
Yie ap-nasie oye Marica
i .i;a;i.l-.i comieaz.t a r jurar: Silencio impone, i creemos
Vas de') al cu-"a agr.tdar

Que es paz loque en ellos vemos,
Cuando es tan solo terror.
Octubre 1% LA1 SEMANA. 357

EL CATO I LOS RAT0XES, ■


-
AL SOL. ■;..''
Un pueblo de animales, Desde la cima del Panicillo.
De esos do tercer orden.
Como zorras i gatos,
Aquesta ¡ai sol!' abandonada cumbre,.
Ardillas, monos, gozques, Del medroso silencio hoi habitada,
Un mandarín quisieron
Que en estaliora tu espii'antcPlümbre
i
Elejír, juntóse Baña apenas, Yin tiempo consagrada
Para tan grave asunto A tus misterios era
Un congreso en un bosque,. Cuando te fué la suerte lisonjera.
Después de choques varios
I varias discusiones, ■:
Sí, en este lugar vestido hoi día
.

A Mísifuf la suerte
De vil rastrera yerba, i adornado
.

Do la elección tocóle.
De míseros escombros, se veia
Al punto un mono en lo alto.
De fabricado
ricaspíedrasioro
Se encaramó de un roble, Tu magnífico templo,
I la elección publica
Va de la nada miserable ejemplo.
Desde allí en altas voces:
-.— «¡Viva el ilustre gato!

Gritan todos entonces; Sí, do asiento mi planta temblorosa,-


Ante tu imájen prosternados viste
El pueblo ele, los brutos
Los Scyris éc-í'ríran (í)-il'a gloriosa
Unánime elijióle.» ; .

Ultima prole tuya, i. recibiste


Mas una gran manada
De infelices ratones,. ¡Oh sol! tal vez ulano,
Votos de su alma, ofrendas de su mano —.

Que estaba temerosa


Que el gato la destroce.
Mas ¿dónde está, me di, tanla riqueza?
Saliendo un poco afuera,
«Mentira, contestóles:

¿Dónde tu selcitud, dónde tu gloria?
La ratofima jente, ¿Qué bárbaro poder tanta grandeza
Parte del pueblo pobre, Del sucio arrebató, que aun su memoria,
De este estrago a la vista,
A Misifuf no elije,
El alma oprime, el corazón contrista?;
Porqué es su fiero azote.» —

Pero maulló el gatazo,


1 huyeron los, ratones.. ¿Qué se hizo el sabio, amunta a quien tu. fuego-,
Lo .misino. entre nosotros^.... Sacro mostraba tu carrera? ¿el pío
Pero ¡chiton! que se oye Sacerdote do está con cuyo ruego.
Maullar al gato, ¡El diablo Tu cólera aplacabas? ¿do el cabrío
Montes i la paloma
Que hoi. haga aplicaciones! .

Del sacrificio i el precioso aroma?


La versificación de Mera es mui poco rr>-
busta i sonora: sus versos son frecuentemente ¿Qué es de la vírjen inocente i pura
duros i. desapacibles. En cambio su lenguaje Qae en su elevada abnegación eterna
Te ofrecía su amor i su hermosura,.
•es claro, i por lo jeneral correcto. Ue cuando

en cuando -incurre, sin embargo, en faltas ga


I en oblación te daba su alma tierna?

rrafales de gramática, de las cuales voi a no ¿Dónde el muro se alzaba


Que a los ojos del mundo la ocultaba?'
tar solo una por referirse a. un defecto que es
mui común también en Chile, tal es el empleo
¡Todo, todo acabó!,.. En vez del grave
del adverbio donde por la espresión a casa Acento de Uíllac lúgubre suena
de, a lapresencia de. En la fábula El Lobo, De la nocturna melancólica ave
la Zorra i el Mcon, el lobo i la zorra fueron Ea voz que aquestas soledades llena :

donde el alcon. En la titulada El Alcon liti ¡Vi! Sola ella parece


gante, este pájaro entra de rondón donde su Que aun a tus males su lamento ofrece!
enemiga; i así en otras ocasiones. Las frases Ni aunla viuda tórtola acosada
citadas no espresan lo que el autor quiere dar
a entender, sino una cosa mui diversa. En cas
A este lugar acude; no hai divinas.

tellano, voi donde fulano, es un modo de ha Fragantes flores; solo la menguada


Chicoria es mofa aquí de estas, ruinas»,
a donde va fula
blar elíptico que significa voi I alguna parda nube
no i novoi a casa de fulano, que es.lo que se del humo del incienso subo.
Que en vez

pretende decir con esa locución.


No obstante las críticas que anteceden, clon
Juan León Alera esnn poeta de esperanzas. Se maldad de los hombres! ¡Oh funestos
¡Olí
conoce que ha estudiado los buenos modelos l'asos del tiempo siempre inexorables!
de la literatura española; que ha leído a frai Estos despedazados tristes restos.
Luis de León i a Mioja, i que en algunas oca ¡Ai sol! que ven mis ojos
No sonde tu santuario los despojos!...
siones se ha propuesto imitarlos. La escuela
no puede ser mejor. Es casi seguro, que La
Sobre ruinas los hijos de la Hesperia
pieza titulada Al sol i dedicada a nuestro com Soberbias Lüitcs levantar osaron;
patriota el poeta'don Guillermo Blest (¡ana ha
sido escrita después ele una lectura de las ¡lia
(I) r.eyes de Quilo únlcs de la conquista do Huai
nas de Itálica. íiü-Capac.
358 LA SEMANA. Octubre 22.

Pero el tiempo llegó de su miseria, Blando acompañas, murmurando leve


1 sus obras en minas se tomaron; Dulce concento de amoroso encanto
I ruinas la memoria Junto con ella:
Fúnebres son de su< pasada gloria.
Tú, que mi Filis contemplaste ansioso».
Masque los>siglos la protervia humana
I sus suspiros hasta mí, trajiste,
Sobre escombros escombros acumula,
Como el otoño la he>jarasca vana
Mas que los besos del amor primero
Sobre la-pompa hacina seca i nula Dulces i gratos:
Que a la selva florida
Robara él mismo en su anterior venida. ¿Dime si acaso de bellezas tantas
Vistesalguna cuál mi ninfa bella!
Pero ya tras los Andes tu abrasada
¿Dime si acaso cual la inia- viste
Frente despareció; la misteriosa Dicha en la tierra!
Lóbrega noche viene, i tu sagrada
Faz en pos de ella- ha de tornar hermosa, Eduardo de la Barra.
Así en perenne jiro
Alumbrando impasible este retiro.

I ¡¡oh sol! acaso un dia ¡dia aciago! Influencia Je las estaciones sobro
Al despertar desde tu rojo oriente las facultades del hombre (1).
Verás ruina mayor, mayor estrago
I ¡ai Quito, Quitot un ferovaetor<ioliente Inclusivamente consagrado a los estudios
Cual yo, versos funestos- matemáticos, cuya aridez i aparente oscuridad
Vendrá a entonar sobre tus mustios restos. son harto conocidas, no poco he vacilado

D.. JEuan León Mera es un joven de pocos para escojer el tema de un trabajo que pudiese
leer ante vosotros. I de seguro que no me ha
años aejuíen está reservado sin duda un bri
bría decidido nunca, si éntrelos que cruzaron
llante porvenir. La composición que acabo no hubiese encontrado
de copiar es una garantía segura de lo que ha>- por mi imajinacion
uno que, no siendo una pura serie de abstrac
rá coa el tiempo.
ciones i cálculos matemáticos, sino que ofre
Gregorio Víctor Amunátlgui. ciendo un punto curioso ele enlace entre las
ciencias naturales i las ciencias filosóficas i,
sociales^ podrá en cierto modo llamar vuestra
AI Céfiro. atención-, ya que no despertar vuestro interés.
Uno de los principios mas fecundos en las.
Nuncio- divino de la fresca aurora,. ciencias ele observación es que los efectos son
Grato consuelo del estio ardiente, proporcionales a. las causas. Estemas principio
curio
Piiega¡ tus alas i benigno escucha tan simple presenta los resultados
Dulces cantares^ sos en todo lo que concierne al estudio
del
desarrollo- de las facultades del hombre.
no menos importante, i
Tú, qjie a la aerear blanquecina nube Hai otro principio
Formas variadas a tu antojo imprimes, mirarse como un
que podría por otra parte
I ella obediente tu capricho adora corolario del precedente, i es que las causas
Siempre sumisa: periódicas tienen igualmente efectos periódi
se puede
cos. Un ejemplo mui notable de esto

sacar de la periodicidad ele las- estaciones,


o
Tú, cfíe, amoroso,, de la selva vírjen.
Trémulo meces las floridas ramas,, lo que es lo mismo de las diferentes posiciones,
1 entre su* hojas susurrando amores ele la tierra con respecto al sol. Esta periodi
Vagas perdido: cidad se hace sentir no solamente en el globo
la ve-
por las modificaciones que esperimenta
i todos los ajenies físi
Tú, que allí escuchas déla amante tórtola jetacion, la atmósfera
la electricidad,
Tiernas querellas del amor nacidas,. cos, tales como el calor, la luz,
I te detienes balanceando el nido sino también en todo lo que tiene relación con
Lleno de dichar la vida de los seres animados. El hombre par
ticularmente esperimenta del modo mas raro i
Tú, qrae recorres el ameno prado- eficaz la influencia ele las estaciones, i cuando
de sus
Vida en tus besos a la flor llevando; hayamos estudiado mejor el desarrollo admi
de
Tú, a cuyo paso el delicado césped diferentes facultades, no dejaremos
Tímido tiembla: rarnos de haber reconocido, demasiado
tarde
produce la
talvez, los efectos sensibles que
Tú, que adormido en el virjíneo seno
de las estaciones en lo concer
periodicidad
De la fragante purpurina rosa, niente a nuestra especie.
Ávido libas en su cáliz de oro Está diarias observaciones, que
probado con
Grato perfume:
Memoria leida en el Circulo de amigos de las
(1)
'< letras.
Tú, que la linfa del arroyo manso
Octubre 22. LA SEMANA. 359

obran poderosamente en el jenio i costumbres algunos otros, pues poco de esto nos presentan
los datos estadísticos hechos hasta el día
de un pueblo, el clima i el aspecto jeneral de en
los
la naturaleza en que vive,- i si no es
posible de Chile. Para hacerlos sensibles, he reducido
terminar con caracteres mui fijos i precisos el hasta la fecha en el
que yo tengo recojidos
modo como influyen las estaciones sobre el cuadro siguiente que manifiesta la proporción
pensamiento i la sensibilidad del hombre, es de los nacimientos i de las muertes en los dife
por la naturaleza misma de esta influencia, i rentes meses del año.
porque la ideolojíai la estética no han hecho
aun los
progresos necesarios para arribar a este NACIMIENTOS. MUERTES^
punto de su estudio tan elevado i culminante.
« LA EN LOS
Pero no es por esto menos fácil de percibir los EN LA EN LOS |
CAMPOS «ICIDAD CAMPOS
efectos que esas alteraciones de la naturaleza CIUDAD.

producen en nuestra vida espiritual. La pri 888


980 995 980
mavera, en que todo torna a la vida, en que Enero. ......
Febrero.. ... 977 100-9 1008 934
las plantas comienzan a revestirse de su pom
Marzo 10H5 1009 1033 935
pa i de sus galas, en que la presencia del sol, 1618 1022 1084 1030
Abril
prolongándose mas tiempo sobre nuestras ca «67 1102 1166 1212
Mayo........ .

bezas, entibia las brisas de la mañana i de la Junio..... w. 1122 1177 1096 1198
tarde, esas brisas que nos traen los ruidos Julio.,. ...... 1083 1137 1058 1192
misteriosos de las puras i estrelladas noches 1035 1-814 1010 1120
Agosto... w..

de octubre i noviembre; la primavera despier 971 927 954 978


Setiembre..-.
ta i aguza nuestra imaiinacion adormecida i em 917 862 909 882
Octubre... .-

893 838 883 809


botada por el invierno, enciende nuestro cora Noviembre.
932 908 919 822
zón en vehementes deseos i en vagas aspira Diciembre.
ciones,! es-la mas a propósito délas estaciones de las estaciones es
Se ve que la influencia
para escitar en nuestra alma el sentimiento mucho maspronunciada en los campos que en
estético de lo bello o lo sublime. ¿Quién no ha
las ciudades, lo que parece mui natural, pues
sentido su ánimo abatido i marchito, quién no to que en los campos no hai
tantos medios
ha visto agolparse a su memoria los tristes de la desigualdad de
para poder preservarse
recuerdos de lo pasado, en su corazón avivarse la temperatura. El máximun de nacimientos
las penas i sinsabores de lo presente, e inquie el máximun de
en junio i julio supone también
tarse su espíritu con dudas i temores acerca el mes de setiembre i octu
las concepciones en
del porvenir, en esos dias frios del invierno en tomar toda
entre
bre, cuando la fuerza vital vuelvea
que el sol esconde sus vivificadores rayos su 'actividad de los rigores del in
después
sombrías i pesadas nubes? vierno.
Se sabe que existe una estrecha unión i de
. .

El cuadro que precede no hace distinción de


entre las facultades del alma. Si la
pendencia las edades de los individuos; esta distinción es
intelijencia se ilustrai ia sensibilidad se excita,
sin embargo importante, puesto que nos en
inmediatamente la voluntad se decide i obra. seña cuales son las épocas de la vida
en que

Así, pues, si las estaciones ejercen su influen son mas temibles los grandes
calores o los
cia sobre el pensamiento i el sentimiento, la he hecho
grandes frios. En el cuadro quea sigue
ejercen también sobre la voluntad, i por con esta distinción con respecto los meses ele
siguiente sobre las acciones del hombre, i so enero i julio, únicos que he
considerado pues
bre los hechos i fenómenos jenerales de la vida to que presentan los límites estreñios.
vejetativa i moral de la especie humana. Hé —

a este
aquí el resultado de mis investigaciones MUERTES DURANTE LOS
MESES DE
respecto.
El número de muertes tanto en las ciudades EDADES.
como en los campos es mucho mayor en invier ENERO. JULIO.
mas o me
no que en verano; la razón es poco

nos de 3 a 2. Desde 1 diaa 1 año. 1719 3321


Sucede lo mismo con el número de naci 1 año a 6 años. 600 878
447 616
mientos; por cada dos niños que nacen en 6 » a 12 »

enero, cuentan tres poco mas o menos que


se 12 » a 16 » 420 409
nacen en junio o julio. Estos resultados, 545 502
es a 20
16 » »

verdad,no sino sobre un corto número


reposan 20 ¡> a 25 » 796 861
de observaciones. Para deducirlos solo he te 25 » a 30 » 724 793
nido a la vista los datos, que con gran trabajo, 30 » a 45 » 613 818
he recojido de los libros de tres de las parro ¿5 » a 65 » 525 968
i de los que 658
quias de la ciudad de Santiago,a la 65 » a 81 » 332
tomé ahora dos años en un viaje provincia | 81 » a 90 » 09 252
del Maule, de dos parroquias ele los campos en
el de Itata. Sin embargo, com Resulta de estos números, que la influencia
departamento
de veinte, años consecutivos. Mui de las estaciones es mui pronunciada según
prenden mas
las diferentes edades. En jeneral las muertes
sensible me ha sido no haber podido recojer
3$ó LA SEMANA. Octubre 22.

en i las muertes én enero se encuentran


julio contra las personas en el verana i en el otoño;
en la de 5 a 4; pero no sucede así cuan
razón i entonces procuré esplicar las causas que po-1
do se tonsulera las edades dolos individuos. tifian producir tales efectos.
Así tenemos que es el momento en que el niño Hubiera deseado también hacer un acopió
apenas vé la luz del dia en que se hace sentir suficiente de observaciones acerca ele la influen
mas vivamente la influencia de las estaciones; cia de las estaciones sobre las enfermedades
tenemos que por cada dos niños cjue mueren mentales del hombre, como la locura, la mo
en julio, no se
pierde mas que uno en el mes nomanía, etc. Con muchísimo .trabajo-, he po
dé enero. Esta mortalidad mayor en invierno, dido recojer algo a este respeéto, i ello sé
disminuye de tal modo que es casi iguálala encuentra reunido en el cuadso siguiente, que
mortalidad en el verano hacia los doce o ca indica el número de enlerinos ele que lie tenido
torce años; después de esta ¿popa i durante la noticia i los meses en que se han enfermado.
pubertad i los años qiie la siguen, el calor Enero, 47. Febrero, 49. Marzo, 35.
— —

vital se desarrolla tan abundantemente, que Abril, 52.— Mayo, 37. Junio, 49. Julio,
— —

es mas bien, la acción del verano laque se debe 53. —

Agosto,58. Setiembre, 44-^-Octubre,


temer para un joven: podemos decir que en 70. —

Noviembre, 61.—-Diciembre, 64. To —

esta edad el calor vitai clel hombre esta en tal, 619.


exeso. Hacia la época del matrimonio i durante Lo único qué puede notarse aquí es que el
el tiempo de la reproducción, la influencia de número de crímenes Contra las personas, sé
las estaciones es casi nula. El invierno vuelve encuentran poco mas o menos en la misma
a
principiar a ejercer sn funesta acción des razón qué el número dé locos; lo que confir
pués de la edad de cuarenta años, i sus efec ma la observación que muchos hacen, de qué
tos son ya tan sensibles después de los sesenta la mayor parte de los homicidios i de los gran
i cinco años, que el frió es casi tan : temible des crímenes tienen lugar én momentos en qué
para los ancianos como para los niños recién el criminal se encuentra elemente o en los mo
nacidos; sucede aun que lo es mucho mas des mentos próximos a una enajenación mental.
pués de los noventa aíios, puesto que por eada Resulta de lo que precede, que la periodi
uno de los ele esta edad que mueren eu enero, cidad ele las estaciones se encuentra mui fiel
hai tresque mueren en julio. mente reproducida en sus efectos en todo lo
Los pocos datos que tengo, no me han per concerniente a los nacimientos i muertes dé
mitido presentar aquí un estado dé -los matri individuos de la especié humana, al desarrollo
monios durante las diferentes estaciones; sin ele súspasiones, asu mayor.o menor inclinación
al crimen, a su disposición ala enajenación
embargo, ele ellos hé deducido la misma pe
riodicidad tan pronunciada como la que se re mental, i al enardecimiento dé sus ideas polí
fiere a las coucepcionesi nacimientos: es decir, ticas. Buflbn habia notado ya que el acrecen
que hai mas matrimonios que se verifican
en tamiento del cuerpo Cs mas rápido en el ver
los
invierno que en verano, lo que supone que ano
que en el invierno; la mayor parte de
durante los meses de verano, es cuando las médicos reconocen también la influencia de
las estaciones sobre la naturaleza i duración
pasiones enardecen mas al hombreí Esta pe
riodicidad se muestra también en los atentados de las enfermedades del hombre. No dudo qué
contra el pudor, como podemos cerciorarnos investigaciones ulteriores relativas a las dife
hojeando la Gaceta ele los Tribunales. rentes facultades del hombre puedan establecer
En un trabajo estadístico que estoi haciendo i confirmar Ja observación que he hecho ya en
sobre las revoluciones en Chile deslíe 1830 otra oCasion (1), a saber que: todo lo concern
hasta la fecha, quedará también ele manifiesto niente a la especie humana considerada en
la gran influencia que ejercen las estaciones masa está sujeto a las leyes ele los hechos

sobre las pasiones políticas de los hombres; físicos; que mientras mayor sea el número de
-Quizás en tiempos menos borrascosos cpie los individuos sobre que se observa, tanto mas la
que atravesamos pueda leerlo, i entonces ma libertad individual desaparece, i deja predo
nifestaré las grandes verdades científicas que, minar la serie de hechos jenerales que depen
sometiendo al cálculo infalible ele los números den de las causas en virtud de las cítales lá
i a las consecuencias seguras clel análisis ma sociedad existe i se conserva. Aquí debo hacer
temático, se deducen do los grandes trastornos sin embargo Una distinción que nO habia con
a que dá lugar el espíritu público cuando se siderado otras veces, i es, que si el sistema
despierta en la sociedad a causa de los abusos social esperimenta la influencia ele las causas
verdaderos o supuestos de los gobiernos. con la misma fidelidad que cualquier otro siste

Se puede considerar la influencia de las es ma, también tiene fuerzas morales capaces
taciones sobre las pasiones i la moral del de modificar esta influencia, sino de un modo
hombre en todo lo que se refiere al crimen. poderoso, por lo menos de un modo sensible.
En una memoria que leí en julio del presente Estas pocas observaciones, bastan para pro-;
año ante la facultad de matemáticas, sobre las bar de una madera segúrala poderosa influen^
causas que modifican la represión del crimen, cia que sobre nuestras facultades i sobre el
hizo ver 'también que la mayor parte cielos
crímenes contra las propiedades se ejecutaban (1) Memoria sobre la posibilidad de medirlas causas

i los crímenes que íuoeliíican la rqu-osion del crimyn.


en invierno i en la primavera, ¡
Octubre 22. LA SEMANA. .... 3jH
hombre ed jeneral tienen los cambios periódi Por toda la mesa se veian montones de oro,
cos de la naturaleza. Cuando la Solo el tallador casi nada tenia.
estadística sea
entré nosotros lo La respiración de ese hombre era angustio
que etebé ser, cuando se
haya récójidó mayor número de datos a esté sa, dri sudor frió, corría pofc- s'¿ calva Érente^
respecto, se aprovecharán de ellos con sobrada sus manos sudaban frío también i temblaban

ventaja, no solo la fisiolojía i demás ciencias como- las


hojas ele un árbol sacudidas por un
médicas, sino también la filosofía para esplicar suave viento de
primavera.
entre otras cosas las relaciones clel
espíritu Dio dos o tres barajos; estendió las cartas •

con la materia, del alma sobre el cuerpo; las sobre la mesa, las revolvió; recojiólas i tras
ciencias políticas i sociales para calcular sa- esio tornó a barajarlas de lluevo..
biamente la eficacia délas leyes; i la ciencia Los jugadorescomerizabari a impacielitarse.
administrativa de esté modo.podrá sentar re El uno hacia un jesto de cansancio.
glas mas precisas en- el arte ele gobernar a los El otro renegaba entre dientes.
pueblos: . :-, Este tosia.
El de mas allá daba golpecitos sobre el ta
V'
V Gabkiei Izquierdo;
pete.
Todos, en fin, estaban contrariados por lá
tardanza del tallador.
'■'
l¿lft'~'|fr>lnbre ss la moda; Uno, que paresia él mas ganancioso de to
dos; a juzgar por el oro que tenia delante;
':■■'/ Conclusión, i, como era natural, el mas impaciente de apro
vechar el buen tiento cjue le soplaba, dijo, dU
i'k ■""' . .
Ví.
rijiéndoseal tallador:
l, Tí11 .eraIa situación ele Salvador cuando —
Iremos si Vd. quiere, señor don Ma
-Enrique se acercó a ellos.
nuel, aechar un sueño mientras Vd. baraja,
^
Vamos, señor don José, dijo Enrique diri

Concluyo! concluyo! contestó el de la


jiéndose al de Ayala, al mismo
tiempo que calva con voz conmovida, i dio a alzar.
hacia una atenta cortesía a Salvador,
que éste —Esta es la nuestra, dijo Ayala a Enrique
apenas contestaba... Vamos señor clon José que se habia quedado mirando el tintero.
¿qué hace Vd. tan arrinconado?... Recibi —

Voi, voi, le respondió Enrique acercán


ría Vd? . ,
dose a la mesa.

Sí, señor, sí, le contestó Ayala con En ese momento el montero colocó sobre
frialdad. el tapete nn caballo.
me dará Vd.
—¿I desquite, Jo espero? Ayala sin trepidar tiró sobre él uria tarjeta
—domo nó: coa' o nó: i desde
luego le voi con la cifra diez mil. .

á Vd. los diez mil pesos que me ha


pagado El tallador lo miró asustado.
hoi a la primera carta que salga, le replicó —
Yo respondo por eso, le dijo Enrique.
Ayala con voz breve. —
Ah! bien. ...bien... .contestó el tallador,

Aceptado, elijo Enrique con calma. Va i tiró la segunda carta.


mos, . . .
Esta fué un rei.
—Vamos, respondió el ele Ayala. Esa es mi carta, dijo Enrique con
ju
- —

Salvador al oir tal apuesta, como


principio bilo, pondría a ella mi fortuna sin temor.
de la partida, palideció! quizo detener a Pues si queréis, le replicó el.de Ayala,
Aya- —

la. Este lo comprendió i le


elijo: doblaremos la apuesta.
Nada timas!

Dios me guia! —

Nó, nó, le contestó Enrique.


I se marchó con
Enrique. —
La sota, el siete, el as decia el tallador.
Se dirijieron a un saloncito
que hacia ángu Rei trae as, dijo uno de los jugadares'
.
• —

lo con tós salones principales. Todo su adorno mirando a Ayala.


consistía en unas cuantas ele tercio poltronas Este se sonrió:
pelo lacre, sofá del mismo color, una me
un —
El caballo, agregó al mismo
tiempo él
sita de arrimo, de Jacaranda, sobre la
que ha tallador.
bia un tintero ele alabastro de forma Todos los ojos se clavaron en Enrique, i
capricho
sa, algunas plumas i varios pliegos cíe papo!. todos quedaron admirados ele no .notar Con
Cuatro candeleras de
.

plaqué, con bujías de moción alguna en su fisonomía, Mui ái con


finísima esperara, alumbraban la habitación. '

En su centro habia otra mesa ele forma ova


trario, dirijiéndose á Ayala i e'ri t-onó alegré
le dijo:
lada, bastante espaciosa i cubierta con un ta —De buena suerte está Vd; amigo don José.
pete -vercle. í le paso una cartera de billetes de banco.
Como diez personas estaban sentadas en
torno de la mesa central, i tan
Ayala lá tomó sin contestar una palabra.
preocupadas Pocos momentos después vino una' nueva
que no notaron la ¡legada de Enrique i Ayala. talla i el juego volvió a hacerse jeneral.
Un hombre como de cincuenta
a~,os, ele Renunciamos a pintar todas sus alternati
rostro pálido, dé
ojos hundidos i vidriosos i vas, el ir i venir del oro, los encontrados semi-
casi calvo, barajaba en momento un aquel timientos que luchaban en eláhiiadecadk uno
naipe. de los jugadores, la esnresion ele sUS ffis'oiio-
46
MU LA SEMANA. Octubre 22.

mías, en epje la pasión venciendo a la edu i cuya alma está libre de remordimientos i sa
cación, dejaba ver en toda su desnudez el fon corazón de dolorosos recuerdos.
do ele esos corazones. De repente se dejó oir en el silencio de la
Junto a une- que juraba 'i renegaba de su noche el ruido de un llamador. Uu momento
suerte— habia otro
que rein. después una puerta jiro sobre sus quicios.
Junto a este que contaba i arreglaba con —¿El señor ele Camba e^stá en casa? pre
amóre sus monedas, habia otro que rejistraba

guntó un hombre de mediana estatura, i en


todos sus bolsillos, i encontrándolos vacíos, se vuelto en una ancha i larga capa al criado que
desesperaba, bramaba, juraba i blasfemaba. salió a abrir.
En todas las fisonomías se pintaba la codi Este iba a contestar; pero viendo que el dé
cia descarada, desvergonzada, cínica. En nin la capa venia acompañado por cuatro mas,
guna asomaba, ni por un momento, un pálido uno de ellos cubierto de polvo i lodo, calza

rayo de dignidad, de nobleza. das las espuelas i el chicotillo en la mano,


Ahí no habia hombres sino esclavos débi dudó, tartamudeó unas cuantas palabras i
les, miserables, atados ala argolla cíela pasión clavó sus asustados ojos sobre el hombre dé
i revolcándose en su cieno. la capa.
•Pero apartemos la vista de tales cuadros. —Este necio tiene miedo, elijo el ele la
Son tan indescriptibles como nauseabundos. capa con impaciencia.
Hai quien di'ce'que en el juego se conoce a Tomando por el brazo al criado le tornó á
los hombres. Mentira! En el juego lo único

preguntar:
que se ve, se reconoce i se mide, es hasta

¿El señor de Gamba está en casa? res-


dónele puede llegar la humana degradación. -ponde estúpido, i al mismo tiempo le sacudió
Con las primeras claridades del alba que con fuerza el brazo que le tenia asido.

despuntaba, empezaran a retirarse les juga —


Sí señor, si está, respondió el criado con
dores. 'voz conmovida por el miedo.
■Don Enrique de Camba i don José de Aya- —
Pues avísale que don Salvador Paredes i
la fueron de los últimos. don José de Ayala le buscan. Anda! i como'el
Al ir a abandonar el salón le dijo Enrique criado no se moViérá, lo puso en marcha
a
Ayala. dándole un fuerte empujón.

Hoi a medio dia será Vd. pagado señor —
Ven Salvador, agregó dirijiéndose al de
de Ayala. las espuelas. Vds. dijo a los otros tres, espe
—Está bien, le -contestó este con frialdad, ren aquí atentos a mi primer llamado.

i entre clientes:
agregó Momentos después volvió'el criado i con
Quién sabe si así será, no

siempre hai dujo a Ayala i Paredes a un salón alhajado con


dos antiguas queridas a quienes esplotar. rara
esplendidez, capricho i gusto.
Nada habia en el que no fuese elegante i
¿Qué dice Vd.? le preguntó

Enrique que
alcanzó apercirbir algunas palabras rico desde la alfombra hasta los caprichosos 4
—Nada! liada! le contestó el de Ayala, fantásticos arabescos clel cielo raso, de cuyo
Ambos salieron. centro Colgaba taha araña ele cristales de mil

Casi a la misma hora que Enrique i Ayala colores, que producían los mas variados i fan
abandonaban el salón de juego, un joven en tásticos juegos de luz.
vuelto en un ancho paltó ele viaje i jinete en Los muebles de Jacaranda con incrustacio
nes de concha de perla, estaban forradosen un
un fogoso tordillo, salia a media rienda de
tisú del rosado mas tierno i amoroso-.
Santiago.
Este joven era Salvador Paredes. El empapelado era del propio color.
La carta ele Enrique habia surtido efecto. Las mesas, del gótico mas exajerado i ele
A las once de la mañana de este mismo dia gante, estaban cargados ele preciosidades en

el mayordomo ele Enrique se presentaba en mármol, en porcelana i en bronce.


casa cíe don José de Ayala con veinte mil pe Ertíin, aquel salón era, sin hipérbole, rejio;
sos en billetes. pero de un rejio en qué la gracia jamas cedía
el paso a la majestad, én que hacian buenas
VII,
migas, i cada una desempeñaba su papel.
Lr.s nueve de la noche acababa de dar. Salvador, que por primera vez entraba en
Ocho dias iban ya corridos desde los suce casa ele Enrique, se admiró a la vista de tanto

sos que hemos referido. lujo i sin poderse dominar esclamó.


La noche era fria. El cielo estaba cargado —Qué espléndido salón! No es verdad, José?
Avala iba responder cuando se presentó
de nubes. Un fuerte viento clel norte harria a

las no mui limpias calles de nuestra buena don Enrique.


Este entró en el salón con la sonrisa en los
Santiago.
Las calles estaban solitarias. Solo de cuan labios. Sin embargo, un observador atento
do en cuando se dejaba oir el discordante habría notado que su fisonomía, a pesar del
dominio que ese hombre tenia sobre sí mismo,
pito ele algún sereno, que buscaba alguna
puerta en que guarnecerse
del hielo i entre- era intranquila, dejaba traspirar que algún
erarse en brazos del sueno, ese amigo
sin par cuidado poseia su alma.
rie todos los que en nada tienen que pensar, Después de saludar a Ayala i Parceles con
Octubre 22. LA SEMANA. 863'

cortesía, les indicó con desembarazado i de Vd. el que renuncie a la mano de Julia Pa
gra
cioso ademan un diván
cercano i fué a rodar redes...
una
poltrona, donde se sentó en cierta pos Enrique miró a Ayala de alto a bajo i una
tura que decia a las
claras quería desocu sonrisa de desprecio asomó a sus labios.
parse cuanto antes. Viendo que Ayala se detenía, le dijo con un
Siguióse un momento de silencio. tono aza.s insultante:
El de
Ayala-fué el primero que lo rompió. •—Continúe Vd., señor de Agala, continúe
Dirijiéndose a Enriqne le dijo: Vd... Ansio por saber todo lo que Vd. o Vds.
---Sin duda que ahseñcir de Camba le cs- exijen de mí... Desde luego la primera exijen-
cia es. la llamaremos peregrina, por no de
pero ella era ne
trañará algo nuestra visita; . .

cir ridicula.
cesaria.
—Sí, sí, señor, continuo, le replicó Ayala
Enrique nada contestó ele
pronto. Echó la
con voz levemente alterada
por la cólera... Pero-
_

vista sobre sus dos interlocutores i


dijo: no solo venimos a
-—Confesaré al señor de Ayala exijir de Vd. que renuncie
quo no ha a la mano de la señorita de
Paredes, sino
dejado de llamarme algo la atención su
pre también que abandone esta noche misma, an
sencia en mi casa.... a la
que hacia tiempo, i tes dedos horas ¿lo entiende Vd., señor de
se sonrió, le- habia hecho.
la. cruz, como vul Camba? antes de dos horas a Santiago i en
garmente se dice. cuatro dias á Chile...
Ayala se mordió los labios, sus ojos lanza
ron

¿Con queme destierra Vd., señor de


relámpago i, a pesar ele su profunda
un
Ayala? le preguntó Enrique riendo. Sabia ...

palidez, sus mejillas se colorearon de un vivo


que Vd. era hombre orijinal; pero nunca creí
encarnado.
que tanto... Porque, confiese Vd., que es ori
vio que sus palabras habian tocado
Enrique
en lo vivo i sin dejar de sonreírse, añadió di jinal esto de meterse en casa de un hombre
con quien se ha cortado toda relación i decirle
rijiéndose a Salvador: de buenas a primeras: Señor mió, le mando

—También confesaré que no menos que la.


aVd. que rompa.au, proyectado matrimonio
visita del señor de Avala, me llama la aten
i que se espatrie inmediatamente.
ción, me estraña la del señor de Paredes, a
Ayala por toda contestación sacó del bol
quien es la primera vez que tengo el gusto sillo de su levita dos letras ele cambio, las
de ver en mi salón.
desdobló, i mostrándolas a, Enrique, agregó
Al mismo tiempo que pronunciaba estas con. calma:
palabras, miraba de un modo por demás sig ^¿Conoce Vd: estas letras?
nificativo las espuelas i enlodadas botas cíe
Salvador.
Enrique, a pesar ele' su dominio sobre si
mismo, se puso pálido,, tartamudeó algunas-,
Pero parece, continuó, que el motivo

palabras como de disculpa, i. después añadió. .

que trae a Veis, a -mi casa es demasiado, im con voz


que puguabapor ser serena i era an
portante. El señor de Paredes acabará de
desmontarse del caballo, i después de ha
gustiosa: ,


Sí señor... ¿Pero como han llegado esas
ber dado un largo galope a juzgar por sus es letras a poder de Vd?,
puelas i por el lodo i el polvo que íocubrede —
Eso por ahora importa poco? .Tengo o no
pies a cabeza. tengo derecho para. exijir, para ordenara Vd.
La observación i el tono en .ciue fué hecho
cuanto quiera?- le, preguntó
eran soberanamente
Ayala con seve
impertinentes. ridad.-
Salvador se revolvió en su asiento como un
Después mudando de tono i como parodian
hombre que se siente desasonado, i replicó do el empleado poco antes por Camba, con
con embarazo: tinuó:
Sin duda... En otro caso.,.,.

¿Con qué siempre sigue Vd. hallándome


Sin duda, le interrumpió Ayala, sin. eluda mui,orijinal, señor clon Enrique?
que lo que aquí nos trae es1 mui importante Enrique fuera, de sí i sin hacer caso ele lo
para el señor de Camba i para nosotros.... que Ayala le decia, se puso de pié i esclamaba
Para mí, dijo Enrique con un jesto ele
paseándose de un estreinp a otro del salón:

incredulidad... Prometo a Vds. que no puedo -T-Pero esto es imposible!... Pero esto no
adivinar.... puede, no debe, no quiero que sea!

Ya lo creo, le contestó el de Ayala... Don José i Salvador lo miraban pasearse sin

Pera abreviemos, si gustan Vds... ¡va
pronunciar una palabra.
mos al motivo desn visita, le
interrumpió En Un momento después, vuelto Enrique de su
rique con una impaciencia que no pudo con primer aturdimiento, fué- a sentarse de nuevo
tener. i dijo a Ayala:

Pues bien, señor de Camba, dijo Ayala —
Pero señor lo. que hace Vd. es una villa
con tono brusco i clavando sus ojos en En nía... Pero es imposible que yo acceda a lo
rique con mirada escudriñadora... Yo tam que Vds. pretenden.
bién estoi con Vd. porque ahorremos las pa
Ayala después ele haberlo contemplado por
labras inútiles.... El objeto que aquí nos trae,
algunos segundos le contestó con flemática
añadió después, de una" corta pausa, es calma:
exijir
SGi LA SEMANA. Octubre 22.

—Lo que hacemos, señor de Camba, es un !!¡ hace mucho tiempo me son conocidos los mas
de justicia... i de nuestra parte ¡vive
acto
¡ insignificantes pasos de Vd. Sus criados i su
Dios! i levantóla voz, no hai vi. lanía... al | mayordomo me pertenecen. Por ellos supe la
contrario hai sobrada nobleza. Podemos hacer ! carta que Vd. finjiendo la firma del padre de
prender a Vd. como falsificador, porque estas Salvador habia enviado a este, llamándole
firmas son falsas, i le mostraba las letras, para apartarlo de Santiago i hacer correr, como
porque estos caballeros jamas han debido a ha -hecho correr Vd. estrañas ruidos respecto
Vd. nada, cómo lo prueban estas cartas, i a su
repentino viaje, viaje que no pude ¡impe
sacó dos cartas, que alargó a Enrique. dir porque el aviso me llegó demasiado tarde.
Léalas Vd., léalas Vd. por ellas se me

Felizmente, poco se ha perdido; el amor de


pide encarecidamente que persiga a Vd. como Julia.por ¿Salvador/ha sabido resistir a todos
I'a'sificador, que lo entregue a Vd. a la justi los endemoniados encantos de Vd Pero
cia... sin embargo no he
querida hacerlo, i no esta conversación se ya haciendo demasiado
lo haré sino en el último caso... Ahora, señor larga. ¿Qué decide Vd., pues, señor don En
ele Camba, hai villanía en nuestra conducta? rique?
Enrique nada respondió, porque nada tenia Me marcharé, contestó Enrique con voz

que responder. apagada; pero no tan pronto como Veis.- lo,


Avala continuó: pretenden... Necesito arreglar mis negocios..,
Ino es Vd., señor de Camba, quien pue

Reunir algún dinero... Vender estos muebles
de tachar de indigno el proceder de los de i la casa....
más... Recorra Vd. su vida a ver si encuentra Vaya! vaya! le interrumpió Ayala ¿ha

C.n alguna parte un destello siquiera dejené- olvidado" Vd cjiie estoi al corriente de todos
rosidad, ele hidalguía. Vd. no ha hecho sino los pasos de Vd? Esta casa con cuanto contiene
-manchar, degradar, corromper, matar cuanto muebles, 'objetos de lujo, coches, caballos,
'

•lia tocado.... A cuántas mujeres no ha lan etci nó es de Vfl. es ele sus acreedores o mejor
zado Vd. en el vicio, para después de haber mia... Con que así puede Vd. marcharse.,.
las perdido abandonarlas... A cuántos hom Anule quedan a Vd. diez mil pesos de las
bres no ha -atraído Vd. al borde del abismo? letras falsificadas. Esos diez mil pesos me
una vez ahí los ha
empujado traidoramenle a pertenecen; pero no los quiero, llévelos
sus Ah! señor ele Camba!
profundidades... Vd.... Vamos, pues, ¿se marchará Vd. in
«hántas. existencias ha envenenado Vd!... Pero mediatamente?
el momento espiacipn ha llegado... i la
dé la Después de un momento de silencio contes
tendrá Vd. como, toilosdosgrandes criminales! tó Enrique con despecho:
Tras una breve pausa prosiguió: —
Me marcharé!
—Juré arruinarlo a Vd. d lo. he arruinado... seguida agregó a media voz:
En
Si Vd. creyó que impunemente podia despe ¡Cuánta infamia, Dios mió!

dazar mi corazón arrebatándome el único ser Callad! le interrumpió Ayala con voz de,

que me amarraba a la vida, que endulzaba trueno, callad! Os he podido deshonrar i no


mis pesares, que encantaba mi aislamiento, os deshonro, os he podido matar i; os per

¡a mi pobre Dolores!... I dos gruesas lágrimas dono la vida. Vamos! albergad alguna vez un
corrieron por las mejillas de Ayala... se equi sentimiento elevado!
vocaba Vd: sobre.su tumba juré vengarla-no Enrique se mordió lQsdábios.

he conseguido ¡Desventurada hermana mia!
Ah!' señor de Camba, Vd. no sabe cuanto A la misma hora que pasaba en casa dé
mal me ha hecho. Los hombres como Vd. son Camba la escena que'veiumos de referir, Car
men ele X entregaba su alma a Dios después
■ificápaces de comprender los grandes senti-
¡in je n tos! de una lenta i dulce agonía'.
sin decir palabra. Una nifiita-.de' ocho años i una anciana,
-

Enrique permanecía :

Cuando el nombre de Dolores, se incor


oyó criada velábanla último sueño,
poré en su asiento i esclamó con voz conmovida: Las catreras'1 palabras de Carmen habian
Oh! la amaba, señor, la amaba!. sido para :su hija i para Enriqne.
—No somos mujeres, le interrumpió 'Ayala Enriquedamataba; pero-sha embargo moría
con fria severidad. Las haces trájicas no nos
. . .
amándole.
-
conmueven. ...^Cpr día no iiago pesar sobre ¡Pobre inujer!
Al tila siguiente, era el tema obligado
'

-Vd. todo el marco de la lei.


Enrique -se cubrió el rostro con las manos. de todas las conversaciones la muerte 'dé.
Avala twnt'nuó: «Carmen i la repentina desaparición de En
Lo mismo eleeia'Vd. de Carmen de X; i

rique.
sin embargo, ahora ocho dias no ha dudado Las que, sobre este último su-
conjeturas
Vd. eu sumirla en la miseria, en arrancarle la , ceso, hacían eran mil i una.— Las ahorra-
se

el; íp ¡le su hija para hacer frente a sus deudas | remos en favor de la brevedad.

i vicios.
a r-tis Lo que habia de cierto en todas ellas era
'

levantó la cabeze i miró a Avala


Emiqe que andaban a gran distancia de la realidad.
como maravillado. "
Quince dias después todos se habian olvi-
'¿e ivkk.scí V¿.. prosiguió Ayala. D;sde
— dado de ia muerte i del desaparecido.
Octubre 22. LA SEMANA. 365

Un nuevo suceso habia venido a llamar la suceder a la profunda oscuridad que todo lo
atención: el matrimonio de Salvador de Pare- envolvía una claridad rojiza.
,des con su
prii»a,Julia. Con el favor de- esta rápida luz vio Salvador

a un hombre de horrible
yin. aspecto, cubierto
IJOS AÑOS DESPUÉS. .con un pantalón i un paitó hecho jirones i
'Era el corazón del invierno i de uminvieroo chorreando agua dedos pies a la cabeza, que
ifrio i lluvioso como pocos. •tenia asidos los caballos por las bridas.
La noche -sé acercaba. El El hombre que también distinguió las fac
agua caia a to
ciones de Salvador, dio un- rujíelo que do
rrentes. 'Un fuerte viento sacudía como débil ,

¡caña los árboles mas corpulentos. minó los bramidos del viento i soltando las
Los pojaros asustados ¡atravesaban el es- bridas se abalanzó sobre él, esclamando-

papioccon sus alas ..estendielas j -dando gritos -¡El infierno ine lo envía: meiVengané!

■fentrecortadosscomo por la angustia. Acababa de pronunciar estas palabras


Todo era silencio i "sombras en la natura cuando un tiro partido del pescante, la hizo
leza. No se oia otro ruido qúe-el rebramar .del .detenerse, llevarse las manos a la cabeza,
bambolearse i caer lanzando cuta maldición.
.■yieúto i el azotar del agua contra la tierra,
Esos dos ruidos confundiéndose -de-.éuan- La bala le habia atravesado el cráneo.
do en cuando producían como lastimosos i Todo esto fué tan rápido, ciue, cuando Sal
desgarradores quedes.'' vador se preparaba a ponerse ¡en defensa, ya
Todo presentaba un cuadro grandioso, im- el hombre habia caido ¡raívoleáfldase ¡en $ii
¡fjongute i triste. sangre.
La-aíoche cayendo vino a sumirlo todo en .¡Salvador dio paso hacia él.

un

$as sombras. Pareeia como


que un negro su ■Al niisiho tiempo un nuevo relárapago.Tas-
dario habia raido solare la' naturaleza para .
gandes las nubes vino a alumbrar el rostro
ocultar su angustia. del moribundo. Salvador se echó hacia: alfas
De repente, de en medio 'del ruido del agua coiiio asustado i esclamó:
i del viento, se dejó oir distintamente el reh -—
¡Enrique de Camba!
ilado de un carruaje. Eii este mismo justante él moribundo dio
Este era un comento i seguro coche de viaje, terrible rujíelo, hincó sus agarrotados de
un
en el lodo i espiró.
dos
¿irado por dos caballos ya fatigados.
Se dirijia a Santiago por el camino del Sur. —Justicia ele Dios! ¡dijo.. Salvador, i corrió al
Coche, caballos -i cochero iban calados de -coche, donde Jjdia .¿«leja medio muerta de
-

agua, ¡temar.
A cada momeisío "los caballos se detenían iAdelaníe! en marcha! gritó al conductor.

como para¡ tomar, aliento. Solo el chasquido

4lel litigo i ¿js gritos del cochero los hacían Tres horas despuesentrába en Santiago ei
■•seguir su marcha jadeantes. coche de Salvador,

Apura,¡-4>ablo, „ap»ira, dijo una vmdesde


.Jcsro Arteaca Alemeaate-
adentro del cerche dirijiéndose al conductor.
—Éso hago, señor, contestó éste; pero los
^caballos van mui faíigadcjs i el camino está
endiablado. i Aj'ér i lioj.
— le jo decia, Salvador, dijo'-uñavo^ suave :

4 cariñosa, que iio podia ser sino de -aüa inu- jA-Mt AM4G0 A. VAL.©£RKA,VA.

,j$r, dirijiéndose a su com pañero.


Es cierto, querida Julia, es cierto: ha

No ¡lia mucho, amigo, por florida áencla
-sido .«na temeridad ponernos en camino con íTericlióse alegre mi segura planta,
¡ I el cielo, i sus lejanos horizontes
•«ste tiempo, le, contestó1 §alvador.
necesidad .de decir
tenemos Abarcaron. ardientes mis miradas.
Pareceqne no

a nuestros lectores que los dos .viajeros del


coche eran Salvador i Julia Paredes, suprima ¡Cuánto habia de bello i-majestuoss
Eu la ancha tierra i lásirnjiensas aguas,,
j' esposa.^ Y'
.Cuánta grandeza en la celeste bóveda,
Apíénas hídbia concluido de hablar Salva
dor, cuarto una voz breve, imperiosa i fuerte ¡Por remotas estrellasialumbrada!
gritó al-cochero:
Detenté! i El aire tenue que? feliz mormura,

Retenté! Las altas nybes c¡ue veloces pasan.


A este gi'Atd í, sé gignió un vigoroso latigazo '

ílíído'p«r el cochero ajos caballos; pero el co Todo hacia vibrar suaves! ;tiernas
Notas ■desconocidas en mi al nía..
che '
ae, movió!
no
Señor,. pronunció él-cochero como diri
I comido el suelo silenciosa tarde
jiéndose a Salvador.
Pero ya este habia abierto la portezuelas Con sus suaves aromas empapaba,
sin temor a la lluvia ni ál lodo, brincado.«I yo sentía bullir aquí en mi pecho
suelo. ¡Una ansia didee. mía delicia cstraña.
En esto un
relámpago cruzando el cielo ¡hizo
3GG LA- SEMANA. Octubre 22.
¡Cuan feliz era entonces! Divagando LOS
Como el ave jentil de rama en rama, Cncntos de In Reinn tic iVnvníro
Mi mente, presa de rosados sueños,
o
En cada jlor prendía una
esperanza.
EtcDESQUITE DE PAVÍA.
Era que habia en mí una fuerza oculta,
Comodín en cinco actas..
Alienta ele riquísima fragancia,
Que ele mi verde juventud el campo. Continuafíon.
Con .prósperos colores me pintaba*
ESCENA XttJ.
I yo, ignprante i pobre viajero, Los precedentes, BABIEZA entrando por >■
Llegué a dormirme en deliciosa calma. la puerta del foro.
Soñando dulcemente desvarios, TODOS.
Amor eterno i existencia larga.
¡Rabjezal,
babieza, hjileándose, a los pies del rei.
Contemplé a la divina poesia yo soi.... ypquevengoa entregarme a
Sí, vues
Allá a b lejos estender sus alas, tra cólera.... a vuestra justicia.... porque he podi
1 yo invoqué su^ misterioso espíritu, do un momento pensar que Y¡. M
Que en mar de luz resplandeciente vaga.
CARLOS -\.
¡Responde!...
Soiíó-ftambien que un átomo de fuego,. babieza, recio a todos-Ios que oyen.
Ella propicia al corazón me enviaba, ¡Estaba engañado.... estaba.... equivocado.......
lo séilo .recuerdo! El emperador no, ha salido do
I me sentí valiente- i¡ poderoso
Para volar veloz- como. las auras.
su gabinete desdemedio día....
CARLOS v.

¡Respóndeme!
babieza.

Hoi rota la ilusión i hecho pedazos, ¡Pero entonces era otro.... i los celos, la rabió
me han hecho volver!.-..
El cuadro, venturoso que soñara,
■ -
CARLOS v.
He tendido. la vista a otras rejiones
¿Donde estáa tus .despachos?...
.

Por. sombrío horizonte limitadas. BABIEZA.

Aquí los tengo, señor,.... pues si V. M. supic^:


Adiós a la risueña poesia ra..:...
ía su celeste inspiración que estásia;,. •

carlos v, con cólera.


Ella vive ele. un sueño venturoso, ¡Tus despachos!...
I de él ayer se despertó mi alma. BABIEZA.
_! Helos aquí, señor.,..
Como ese espeso manto ele vapores" MARGARITA.

Que los lagos encubre en la mañana. ¡Todo seha perdido!


1 de estraño misterio los envuelye carlos vvco)i ironía a Margarita.
Hasta que el sol brillante lo anonada, ¡Aun no estáis tan victoriosa, señora!... (a'media
\voz). Comprendereis que es preciso que hablemos
marcha-.
'

de repente (a. Babieza). En cuanto tí,


a, te perdono,...
Así se han, dispersado .

Las engañosas nieblasde mi infancia,.. te, márchate....


isabel, bajo a.Gattinara.
Así ha segado en verde primavera
¡Es preciso que me devolváis mis cartas, señor!
Soplo vetó, Jas juveniles plantas- GATTINARA.
¡Oh cielo!
I que, al ppsar la vista en el presente:
¡ai! isabel, debmis.-.io modo.
El exánime desmaya.
corazón
¡Mañana mismo, yo lo quiero!...
¡Cuan desierta a la luz del desengaño , CARLOS v.

La llanura se vé, cuan solitaria! Osruego'que dejéis (Gattinara


nos i Babieza
salenjsor la puerta del foro,. Isabel por la puerta
Dilatados i secos arenales.. de la derecha).
I ni una flor siquiera en lontananza,
ESCENA XIV.
Un sol de opaca luz que desconsuela,,
I sombrío color da a la montaña. CARLOS V, sentado a la derecha, MARGARITA
de pié.
¡Qué vale así una vida indiferente carlos v, después de ün instante de silen*-
En monótono curso arrebatada.
ciü i enseñando a Margarita el papel que
Seca raíz que huérfana i perdida... todavía tiene en la mano,
Llevan a perecer las tristes aguas! I bien, señora... ¿esto contiene alguna traición...
sí o nó? Vos lo resolvereis.... ¿Qué tenéis que res
La nada i la existencia se confunden, ponderme?
Que la vida i la muerte son hermanas MARGARITA.

Si vivimos sin goces, sin amores, Nada.


Si al morir no nos mece una esperanza. carlos v, arrojando el papel sobre
la mesa.

David Campl'zano. Así es cjue no me habéis engañado.... que. eso.


Octubre 22. LA SEMANA. 367
quizás lo dispensaría.... pero si ¡me habéis burla necesitáis estrépito én vuestra carrera.... yo os
do.:;. a.mi....al
emjiefaábr!... •

diria : Allá está el Oriente, allí están los infieles


margarita.
-v..-*...-. ., ,
:que en este momento, amenazan la gloria, las artes
me hubiera
^iflidádefendido
lu Bien» de
dado Valor i fuerzas.... no i la civilización déla Europa.... cs'el Oriente
a mi hermano i
esa manera
a la I' rancia. Soi
es Solimán
quien os brinda con un digno rival vues
meijerl i para'-prbtejer i salvara

tro 1 bien! que Carlos V i Francisco 1 se unan


todo o que amo, mesirvo de las cínicas armas que para esta nueva cruzada; como Felipe Augusto i
el cíelo me ha concedido :
la astucia i la maña. Ricardo, i que, dándosela mano, como compañeros
¡Que. si preciso fuera, mas tai-de-qcie- yo sufriese de armas, olviden sus injurias para salvar a la
¡ipor mi causa o la de ¡os mios, si es necesario que cristiandad!... Héahí loque yo hiciera si fuese Car
la enerjía, la paciencia i el dolor 'continuos, os en los V.
'

señen de lo que es
capaz una mujer; ya podéis, CARLOS V.
señor, hacerla prueba conmigo -iio vereisi hílenos i mui
.

Consejos que me parecen mui


carlos' v, leva/Sántiose. bellos.
"Cualquiera al oiros pensaría que trato decalca v MARGARITA.
ros de cadenas... Tranquilizaos-... Tranquilizaos.-..
¡Pero que vos no seguiréis'!
Yo contentaré coií'fruslrar vuestros
me
intentos, , CARLOS V.
e-impedir esa comedia de abdicación. Aun mrtshabíáyo hecho todavía.:.-, mirad! (rom
margarita-.
piendo el sello que arroja sobre Ib 'mesa i sacando
i Una comedia! ¡Ah, señor,. si no compréíi- 'varios
deis todo lo que hai de heroicoi de sublime en ese
papeles) para mí esta a'Cta de abdicación!
para vos, esa carta
dirijia-yo "a. fcuisa de Sa
que
reí que renuncia a sil corona,
para salvar su honor, baya, vuestra madre, rejente de Francia:.... (mien
sil pueblo i su pais
compadezco a V. M, i Vcfi tras que Margarita recorre la
carta). Ya veis que
davía mas.... a la España! .

lepedía que osenvíase todos sus poderes a vos....


CARLOS v. a 'vos sola,
para discutir desdé luego las bases de
■"i Señora! r
un tratado....
JÍARGAlilfÁ. margarita, aparte.

¡Sí, que nunca el rei ds Francia-fia sitio mas -dig- ¡Oh cielo! (leyendo
;rfo del trono, que el dia en que de esa manera
en vaz
baja) Cuya primera
condición-hubiera sido una alianza entre el rei de
baja sus gradas....... i si yo fuera Carlos V, no España...:, i la hermana de Francisco 1. •

quisiera que en el fondo do su calabozo Francisco I CARLOS v.


vencido,' apareciese mas grande que su vencedor! Alianza de que se habia tratado hace
algunos años.
carlos v, aparte i mirándola:
margarita, turbada i devolviendo la carta.
¡Vive Dios! que está hermosa asi! ! (alto) I bien, Pero que por desgracia se hacia
imposible
Sbñora, si como decíais, vos fuerais Carlos V.v:-. por vuestros compromisos con el reí Manuel i la
veamos, ¿qué haríais? Infanta vuestra novia.
margarita. kc arlos v.
¡Yo!;.-. Lá política tiene sus privílejios
(jesto de repro
CARLOS V. .... , ché' de Margarita) que ya Veo que no hubiera
apro
¡Vos, que tenéis tanto talento i tan buen conse bado mi prudente consejero! i su
opinión, que qui
je.,., hablad! zas vale mas
que la mia, me prueba de nuevo que
margarita.
yo tenia razón en querer asegurarme para siem
Carlos V no me oiría. el auxilio i los. de
pre consejos una
mujer de talen
CARLOS v. to, de una mujer de corazón; do una verdadera
¡Puede que sí, trataría do ello al monos! reina. Escuchad,. princesa;
después de lo que aca
margarita. ba de suceder 'i de decirse entre
nosotros, no po
¡Ibíenlcomoseñor de un inmenso imperio,:, que demos ya ser sino enemigos
implacables o amigos
no puede dejar de
perder en fuerza a medida que para siempre.... Pues bien, sin enviar esta carta a
gane en estension, yo no trataría de acrecentarlo, vuestra madre, sin que como tercero entre nadie
sino de consolidarlo. en uñ pensamiento....
en un sueño
que no saldrá
CARLOS v.
quizás del recinto de este palacio, i
que debe re
¡¡Eso quizás seria mas prudente'! servarse entre nosotros, todavía os
digo : Margari
MARGARITA; ta, ¿queréis ser reina de España?
Para consolidar mi poder, yo pretendiera rodear
lo de alianzas fuertes i duraderas; i fuertes i dura
margarita, arrojando uú
gritó dé
asombro,
deras lo son solo las honrosas..-.. Un tratado hu Yo!... (aparte con alegría). Oh hermano mío!...
millante, no es mas que una tregua, que se hace (deteniéndose con dolor). ¡Oh! Henrique HenJ
para tomar aliento, contar los combatientes i em rique!
puñar de nuevo las armas. CARLOS v.
CARLOS v, ¿I bien?
Bien, Margarita, i ¿qué mas? MARGARITA, ert la rnayor turbación.
margarita. .
¡Señor, señor,..*, lan alto honor.:., honor tan
Yo quisiera tener del Otro lado de los Pirineos, inesperado!....
no un enemigo en acecho..-., sino un aliado en garlos v, con alegría.
alerta, i para que lo estuviese en rñi defensa; yo ha Os Sansa efecto tina emoción de que necesi
en
ría de manera
que en ello encontrase
honor i su táis algún tiempo para recobraros. Mañana alas
su interés. Que sí por acaso, esta política fuera; dos me daréis vuestra respuesta. Pero
! pensad so
para Carlos V, política demasiado sencilla, políti- lamente en quo es secreto de Estado, (mostrando
'
ca de mujer, política casera, que es la que hace el dedo la
con
frente) i que debe quedar....
felices a los pueblos, aunque no. dé brillo a los i margarita, llevando la mano al corazott
reyes.... que sí vosotros, metéoros resplandecien Aquí, os lo juro, señor. (Carlos V le besa, la ma
tes i terribles que os llamáis grandes hombres, ■

no. Aparte). ¡Inspírame, Dios mió!


368 LA SEMANA. Octubre 22..

carlos v, saludando*
que un ha de terier muchos lances
tejedor no
Hasta mañana. (Margarita vaciliinte se apoya en vida
el sillón de la izquierda* Carlos V: sale por la de-
en su
paira hacerla interesante
casera
a un
público entero. Así Rrittiq el Tejedor
recita). es, como su nombre lo.inmca, hastó —

donde;
Flix DEL ACTO TERCERO. pueden los nombres indicar algo,— una pobre':
figura cuyoforiclO'rcuyo marco no valen, mai
H. DE kíSARRI.
(Contimidfá:f que eHa. . ,
1(
,

Ésa jne2üi es buena intención; pe-ro efe*


una

biíenas intencionen están los infiernos repletos-


Circulo literario. i mas ellos las bpefegas. de hv dramática mO-^
que
derna:— Bruno el tejedor i su esposa, son los
El Círculo dé' amigos de las letírás tuvo and- dos proíágoríistas del drama, tienen grandes'
íhe su reunión ordinaria. iiiteiícíonés de ser interesantes;; pero no lo lo
El señor 1). Demetrio Rodríguez Peña leyó Iií
gran, como siícede con tanta frecuencia.

:a primera parte ele un estenso, erudito i atina acción es pesada, iassítikiciones cómicas o dra
do trabajo sobre nuestra literatura-nacional, máticas faltanT tói va-rLos. personajes, mas no'
i las tendencias que cree¡ i creemos
íu presente hai ningún, carácter:
él, deben dominarla. li. gtotdmaydr i Gíírces hicieron
son
abundancia de
Gaytari,
Campean en ese trabajo una
cuanto estuvo de parte para sacar con bieií
su

conocimientos, una superabundancia de inves a la pieza í tó consiguieron bastó doude erat


tigaciones, una altura de miras, bien poco co dable i posible.
munes:— El esfilerés siempre Uenride colorido, A Bruno- el Tejedor se siguió el Vizconde;
de felices golpes i de agrado que hace in juguete lírico-cómico en un acto;- efáe no desa
-

ese

teresantes las cuestiones mas abstractas.


gradó al público. La Mur hizo en el tfn gasto
,

co'trto lo hace notar iriui


Es una desgracia, tan considerable como encantador de marcia
bien el señor Peña, que nuestra literatura haya les1 ademanes, la Álvarez dé suaves notas i
ido a mendigar a un mundo ya caduco en que Clapera- ele robusta entonación.
el desaliento toma la delantera a la esperanza, Mis dos Mujeres .cantada1 el martes a bene
la duda a la creencia, en que la vejez del alma ficio' de la Mur, fué mui aplaudida. Esta es^
i del cuerpo, del corazón i ele la intelijencia una zarzuela de largo aliento en que la, parte
en Cada hora que
ganan encada dia que pasa, lírica es mui superior á la dramática,. Mientras
suena mas i mas terreno, el fondo i el espíritu tó primera estallen» de melodías' iirtéres^ates,
de sus cuadros, los colores qué los animan i ele trozos preciosos';— la segunda es insípi
realzan. da por lo combn, cansada a veces i ridicula de
Esto hace que nuestra literatura se pierda cuando en cuando.
en estériles labores i no consiga
ni ser útil ni La Mur, apesar de no estar en su cuerda»,
ser popular. I esto cuando los elementos para hizo mas de lo que se le podia pedir en
una vi
crearse una personalidad suya propia, la caracterización i ejecución de su rol:, hizo
da suya, una manera ele ser suya también le ún verdadero taur cíe forcé. La concurrencia
sobran. su-pd recompensarla con estrepitosos aplausos
Mucho tendríamos que decir apoyo de en i no pocos ramos i corabas, ,

las opiniones del señor Peña. Pero el tiempo Glapera, el simpático! i popular coronel,
es

i el espacio nos faltan. Pedimos sí i aconseja tuvo en vena. Los que lo lían oido, saben lo
de las letras lean co:i medi
mos a los amigos que esto significa.
tación i asiento el trabajo clel señor Peña. El Herrera i la esposa Gaitán contribuyeron-
las éxito de Mis dos mujeres,
lo merece por su fondo i por s>tt forma, por por su parte al
ideas que contiene, por las teiHÍen'cias qu'e salieron' airosas a pesar de la batahola'
que
trata de desarrollar i por las útiles i
nada co de chillidos, notas' falsas, atraganta-
gritos.,
munes observaciones que encierra. ínientos de voz" que algunos padecieron.
Como la hora era mui avanzada, tuvimos El postillón déla Mioja, cantada el j.uéves,
un interesante i luminoso La Ba
que privarnos ds oír fué reida i aplaudida como siempre.
estudio médico filosófico clel señor don Manuel ronesa con sus temores, el postillón
con su»

Blanco Guartin. el conde del Arco con sus ma


oí-finalidades, entre-
nías i el criado con sil filosofía supieron
Ée ner 1 divertir.


. .

Seranna teatral. de
Por fin, el baile' la Posadera del Ramo
i admi
Las novedades teatrales nos han compen Oro, en que la Thierry fué aplaudida
elfo
sado hasta cierto punto de la (monotonía,
del rada como se ha hedió de ordenanza.,
a la función?
dolec far niente en que ha corrido Ja vida de un remate todos
para agradable
En
nuestra sociedad en lá semana que espira. del jueves'.
su recinto siquiera ha
habido novedades, no Justo Arteaga At.emtarte.
novedades al fin.
grandes novedades; pero
°

El tuvimos
domingo la representación de ¡a
ai teatro Imprenta d'f.l' CORREO; Pasaje Bulnes, núm. 14'.'
comedia Bruno el Tejed ir, arreglada
esoañolpor Ventura de la Vega.— Por cierto
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO

JleDi'actotei 3),ominad tirotea aa JlsiciuvAtlc


'-} itóto

Año 1. Santiago, Octubre 39 de S85Í». Núm. 341.

cada irrupción del progreso, de cada mani


LA SEMANA, festación de la verdad; no gozar jamas po:
completo del bien obtenido; ser sorprendidas
SANTIAGO, OCTUBRE 29 DE 1889-, por el dolor en lo mejor de la alegría, por
las lágrimas en medio de la risa; oir entie
L,as sociedades los hurras de la victoria los aves del mori
hispano-ameri-
canalSi
bundo, los desgarradores jemidos del des
graciado.
III. He aquí la obra de la fuerza. Sin em

tOS EJÉRCITOS PERMANENTES,


bargo se adora en ella i hai quien la cree
salud i felicidad, orden i seguridad para los
Por demasiado tiempo la fuerza pueblos.
ha rejido al mando: la libertad
que esto maravilla; pero la ad
a
De veras
toca aflora
gobernarlo.
miración sube de punto cuando nada se en
Gikardin, (Les -52, páj. 139, t. 5.)
cuentra que pudiera justificar el respeto que
La política verdadera i fecunda es i debe se la pfofesa. -Tentado está uno a anatema

éer la ciencia de las realidades. La ilusión tizar, a entregar a las maldiciones de la pos
'ts sti peor enemigo, la desnaturaliza, la es- teridad a esOs políticos del pasado que la
tfavía, la arrastra maniatada a los abismos. han hecho su gran ajenie, casi un medio
^-Desgraciadamente los hombres i los pue único de encaminar los destinos de las socie
blos i que ellos los gobiernos, cierran
mas dades.
•casi siempre los ojos a la realidad i se com Uño
se pregunta -¿en qué se ha podido

prometen cuefpó i alma en las neblinas del tal creencia? por qué ha nacido si

apoyar
engaño. quiera? 1—
la contestación no se encuentra;

Siguiendo la marcha de uña sociedad, en pero si se encuentra a la fuerza que devasta,


ün período cualquiera de
vida, se dá, en
su a la fuerza qué oprime, a la fuerza qué degra
cada hoja del libro de su historia, con una da, la fuerza que
a aniquila, a la fuerza que
prueba del hecho que apuntamos. arruina i mata.
¿En qué se ha fundado hasta hace jioco la Traidores! esclainan machos. Mas nó, no

grandeza de una raza, de un pueblo i de un hai tal traición; lo que hai es ilusión, es preo
hombre?— En el espanto del vecino, cupación, es superficialidad, es engaño. >
ser

en

haber hecho el mayor número de esas carni Comprendiendo mal la mañera de ser de los
cerías aj por mayor que se llaman batallas, pueblos, sus tendencias, los impulsos que
en haber hecho retemblaría tierra con las los dirijen, se lia tratado desde ün principio
vez de
descargas de sus cañones o ahogado el ruido de contrariar esos impulsos en apro
de la ola, turbado la sombría soledad de los vecharlos, de apagarlos en vez de alentarlos.
mares con las andanadas de sus bajeles. Eñ Se ha tenido miedo al porvenir, miedo a la
fin, la destrucción, el estrago, la ruina i la autonomía social, i se la ha violado. Para
muerte derramados a manos llenas, es lo cambiar el curso de uii rio son necesarios
apellidado
locura ha los diques: la fuerza el dique de lá cor
que el hombre
en su

es

riente natural i de las sociedades.


poder i gloria. Aberración estúpida! lójica
¿I qué han sacado con esto las sociedades? Pero, el siglo XIX que parece destinado
abarrer con las ilusiones, las preocupaciones
««^Empapar en sangre i lágrimas cada bien
evolución de i falsas creencias, a hacer triunfar la verdad
que obtienen; marcar cada
su

vida con horrores sin cuerdo; temblar de i la realidad en todo i por todas partes, se
47
370 LA SEMANA. Octubre 29.
- ■ ■

viene encargando de probar cuan efímero i fuerza basta para apre


cuantos cualquiera
delesnable es el pretendido poder de la fuer tarlo, comprimirlo i batirlo
eri todos sentidos

za. —
En donde quiera que ella impera des i direcciones. Cuando el trastorno es la —

truye i no consolida; bastardea los mejores obra de la sociedad en masa todos los ejér
elementos de progreso sin dar por eso auje citos del orbe no son parte parai detenerlo.
alguno a los malos que impone; da el orgullo, El ej¿rcito francés es el primero del mun-
la altanería del mando sin dar su conciencia ¡ do. El soldado francés es el mas acabada
i su prestijío; lleva a todas partes la intran modelo de subordinación, disciplina, valor i
j
'

quilidad i lá desconfianza sin coíñüñicár a lealtad. ¿De qué ha valido esto a Carlos X
nada ni a nadie certidumbre ninguna en el i ni a Luis Felipe? Millares de bayonetas Jos
dia de mañana. 1 rodeaban: sin embargo cayeron.
Entre todas las manisfestaciones, entre
j Las naciones mas libres i tranquilas de la
todas las creaciones de la fuerza ninguna j época son los Estados-Unidos í la Inglaterra.
mas funesta que los
ejércitos permanentes. I, cosa notable, es en esos dos estados en
j

Esa institución es tan antigua como el ] donde menos poder tiene él militarismo. Los
mundo, se dice. Tan antiguo como el mun

Estados-Unidos i la Inglaterra son pobres
do también la guerra, el cadalso i el mal.
es en jente armada; pero ricos en verdadero

Cuando los pueblos no solo respiran i se orden, en verdadera libertad i verdadero
mueven, sino que andan, que crecen, que progreso,
se ilustran, que progresan, que cambian en Pero localizando la cuestión, confrayén-
su manera de ser i de existir, la antigüedad donos a la América-Española ¿dónde esta
nada lejitima ni justifica. el militarismo salvando la libertad o conso
¿Qué son los ejércitos permanentes? No —
lidando las grandes formas gubernamentales
otra cosa que un poder dentro del poder, que hacen la felicidad de los pueblos? No —

una asociación cuyos intereses están en pug lo vemos enparte alguna. —


Donde el mal
na con los jenerales de la sociedad. Para —
existe solo Donde empie
sabe agravarlo. —

que el ejército prospere es necesario que la za a insinuarse solo es desarrollarlo.


parte a

nación peligre. La paz es la mayor de las



Del deshecho aguacero de revoluciones
fortunas que pueda desear un pais. Pues que sobre las sociedades de Hispano-américa
bien: la paz es la mayor de las desgracias

han caido i continúan cayendo, casi no hai
que pueden caer sobre un ejército. una sola que no haya tenido por esposícion
Hai lucha, hai antagonismo, encuentro algún motin de cuartel. Por donde quiera
•cuando menos entre la sociedad i una de la piedra de escándalo es el ejército perma
sus íraccionos. Esto solo bastaría para hacer nente.
-de los ejércitos permanentes una verdadera Vivos están aun los trastornos del Ecua

«spada de Damocles pendiente siempre so dor i Costa-Rica. ¿Qué es lo que desbarató,


mbre la cabeza del cuerpo social. como un edificio de naipes, a esos dos go
La primera i quizas la única efectiva ga biernos? —
Una sublevación de cuerpo de
rantía de seguridad que tiene una sociedad guardia; es decir, algunos hombres-má

es la armonía en las necesidades, esperanzas quinas dirijidos por un ambicioso cualquiera.


i aspiraciones de sus diversas clases. Donde De esta manera la voluntad de los pue
esta armonía falta el desequilibrio o el temor blos puede verse burlada, pisoteada? humi
al desequilibrio domina constantemente. —
llada, anulada por el primer farsante que
El choque entre los intereses es el orijen de gasta casaca i arrastra sable.—De esta mane
toda ra un jefe de batallón es superior a la lei, a lá
perturbación.
Por esto los ejércitos permanentes en vez justicia i al derecho. —
De esta manera un

de una prenda de estabilidad son una pro- subteniente audaz puede prohacerse de su

babildad constante de revueltas. Es pio motivo el mandón de una nación. De




una

quimera fiar a ellos la consolidación i la es esta manera la bayoneta es el señor absoluto


tabilidad de un poder. de los destinos de la sociedad.
Se cree que por su medio los gobiernos A la verdad, los que defienden los ejércitos
cuentan con una barrera segura que oponer permanentes como la salva-guardia de lo
a las invasiones del trastorno. Mentira! —

establecido, como una prenda de poder, de


Caando un trastorno es la obra de unos respetabilidad i prestijio páralos gobiernos,
Octubre 29. LA SEMANA. 371

no sabe», con toda certeza, loque defienden. llegar a donde debe i está llamada a trepar
Las
ejércitos perjudican a todo el mundo, haga de sus balas tipos de imprenta, de sus
a hombres de lanzas arados, de sus cañones rieles, de sus
abajo i hombres de arriba, a
pueblos i gobiernos, Exajerándose unos i

carros de artillería wagones, robustezca i no
otrossu valor, los
acarician, los alagan, los debilite, cree i no destruya.
adulan, los miman,-~los hacen sus favori Los ejércitos permanentes son o la de—

tos. Resulta de aquí que el militarismo


gradación de la sociedad, o los motines


invade todas las esferas de la sociedad, que en permanencia.


se hace su clase mas influente i vá a en Los ejércitos permanentes son la gran
espíritu en todo.
carnar sti causa perturbadora de la América española.
Por cuánto
tiempo no ha sido en nuestras ¡Abajo ©1 error!
sociedades una condición indispensable para ¡ Paso a ia verdad!
alcanzar altos puestos el cargar charrete
¡Abajo la fuerza!
ras? Bien reducidos son aun los estados
¡Paso a la libertad!

de América de tal procupacion se ven


que Justo Arteaga Alemparte.
libres.
En donde quiera que se obra un trastorno
De la Literatura Chilena.
lo primero en que sepiensa es en militarizar-
ío. —
Se.haee una espantosa improvisación SU NACIONALIDAD. SU CARÁCTER I SU INFLUEN
de jenerales, coroneles i subalternos. Esto —
CIA ES EL PROGRESO I FELICIDAD DEL PAIS.

llega a tanto en algunas repúblicas de His- O SEA

pano-américa que, tras cada guerra civil, De la Literatura Chilena, considerada en sus
queda una verdadera población flotante de fuentes, i en el carácter que debe revestir
su naciona
jentes de uniforme, con peligro o daño mui para llenar las condiciones de
lidad e influir en el progreso i felicidad del
real para la nación. Si se les licencia, con

6u licencia reciben el despacho de


pais(i).
conspi- I.
dores..-^Si se les mantiene en servicio, se
La literatura en su acepción mas elevada,
hace pesar sobre el erario, vivir a su costa eonsiderada en su naturaleza, en su primitivo
una numerosa
fálanje de parásitos, de im destino, en su influencia sobre el bienestar i la
productivos. dignidad de las naciones, en sus grandes resul
Desde largos años atrás se viene obser tados, ha llegado en su vasta esfera, vulgari
zándose i abrazando a todas las otras ciencias,
vando que mientras mas militarizada es

ana de nuestras sociedades, mas frecuentes


prestando a todas sus dotes divinas, a constituir
la ciencia de las ciencias, indispensable atodas,
i largas son sus disensiones intestinas. como medio imprescindible para ser escucha
Ahi está, en primera línea, Méjico. das, atendidas i comprendidas.
Ahi está, tras él, el Perú. Pasaron ya los tiempos en que el pueblo
era nada i no se escribía para él. Separado de
Tras el Perú, la Confederación arjentina. las elases privilejiadas por una gran distancia
Los sableadores son los peores enemigos i un aneho abismo, que habian de cegar un
que tienen la paz í el progreso de estas so dia cadáveres humanos amasados con sangre;
ciedades, Si el cáncer de la Europa es el
— aislados los sabios mismos aun de estas cla
ses, desdeñaban el lenguaje de los pueblos i
pauperismo; el cáncer de la América Espa
escribían, hablaban i pensaban en latin.
ñola son— los matones!
Pasó ya el tiempo en que los literatos eran
Basta ya de ejércitos permanentes. Abajo unos pocos hombres mirados con lástima por
el militarismo! la humanidad, como una especie de locos ino
Cuanto tienda a mantener ese meléfico fensivos, pero miembros inútiles de la socie
dad, condenados a existencia
arrastrar una
espíritu en el corazón de nuestras sociedades, miserable, tolerados curiosos en la
como seres
traiciona sus intereses mas vitales, sus des mesa de los grandes o de los soberanos. Humi
tinos mas manifiestos, no comprende su mi llado i torcido a veces el vuelo de su injenio
sión ni el siglo en que vivimos. por la limosna misma que se les hacía, desco
Desde que la prensa i el telégrafo eléc nocidos casi siempre por sus contemporáneos,
estos seres escojidos por el soplo del jenio i la
trico lian dado alas al pensamiento i los fe veian condenados a ser nada
inspiración, se
rrocarriles a los pueblos, los ejércitos per
manentes nada son ni nada pueden. (1) Estudio leído en el Circulo de amigos de las
letras, por D. Demetrio PiOdmguez PeKa, en la eur-
Si la sociedad hispano-americana quiere nion del viernes 21 del présenle.
37*2 LA SEMANA. Octubre 29.

mientras eran algo, i a ser algo en el re deras fuentes de inspiración de esa literatura
cuerdo i la gratitud ele los hombres, cuando esencialmente nacional que apetecemos, serán
llegasen a ser nada! .... fácilmente comprendidas i aun adivinadas, por
Asi debia ser en épocas en que pocos espí los claros talentos que me escuchan i que tan
ritus se preocupaban en investigar i consignar opimos frutos prometen al cultivo de las letras
las tradiciones de la humanidad, los recuerdos entre nosotros.
de tiempos pasados i el pensamiento i las as La literatura según la concibe mi espíritu i
piraciones ele los tiempos presentes. según la considero como base de este estudio,
, Eu el dia, ensanchado inmensamente el comprende todas las artes i las ciencias lo mis
campo de la instrucción, entrelazadas estre mo que todas las obras i producciones, que tie
chamente las ciencias, necesitando todas ellas nen por objeto la vida i el hombre mismo, pe
de la literatura como espresión del pensa ro
que sin tener por fin ningún acto estenio,
miento, invadidas todas ellas por el espíritu de no obran mas
que por el pensamiento i el len
mocrático cpie es el rasgo prominente e in guaje, i solo se manifiestan con el auxilio de
contrarrestable de nuestro siglo; obligados los la palabra hablada o escrita.
hombres a hacer valer i sostener sus títulos al Considerada la literatura, desde el punto de
saber i a la virtud, únicos valeables en el dia, vista en
que yo me coloco, claro es que uo
en la
plaza pública; tenemos el hermoso es puede haber pueblo, esto es, reunión de hom
pectáculo del cultivo jeneral, de la vulgariza bres de la misma raza, del mismo orijen, obe
ción de la ciencia antes misteriosa de las le deciendo a iguales leyes o influencias sociales
tras, en sus resultados al menos, cuando no en i climatéricas, que no tenga una literatura
sus procedimientos. propia i peculiar a ese pueblo; puesto que no
El cultivo de las letras, pues, en alas del es
puede concebirse hombres reunidos sin pensa
píritu democrático que todo lo i vivi
renueva miento i sin lenguaje: dotes divinos que comu
fica, al esparcirse, al vulgarizarse, se hizo a la nes a todo hombre, cultiva i desarrolla la ci

vez mas nacional, mas vigoroso, i vino a pres vilización: dotes naturales que imprimen en
tar en el concurso jeneral i armónico de sus sus variados matices a cada pueblo, un sello

fuerzas, un gránele apoyo a las investigacio indeleble que lo distingue i que tanto sirve en
nes filosóficas de la historia. el dia a las investigaciones de la historia.
La historia no buscó ya solo en la interro Es tan vasto, es tan inmenso el campo que
gación de la pintura, de la escultura, en los se abre a mi mente en este instante, Señores,

sepulcros i en los monumentos, el orijen i la que temo perder la cabeza i estraviarme. Solo
marcha déla humanidad, sino que buscó i ha una idea me sostiene i me guia i espero quo

lló en el lenguaje, como espresión del pensa me llevará a buen fin; i es el convencimiento

miento de los pueblos, tradicional i escrito, el profundo en que estoi, de que la literatura
en su esencia divina i filosófica, como el pen
orijen i marcha de esos pueblos, i hasta la hue
lla de sus emigraciones por los diversos puntos samiento, como la palabra, existe en todos los
del globo. pueblos para atestiguar su orijen, su civiliza
Interrogue el que quiera a los astros, o a la ción, su historia, sus necesidades, sus aspira
ciencia que enseña las leyes de sus movimien ciones, su pensamiento en fin.
tos, para averiguar la historia de este planeta El otro convencimiento que se deduce del
i la ele los seres que lo pueblan: el investiga anterior con la rijidez de un corolario preciso,
dor histórico filosófico, la buscará con mas es que Chile posee i ha poseído una literatura

acierto i preferencia, en lo que tenemos mu propia, indíjena, que debe revelarnos no solo su
cho mas cercano i ala mano; en la jeolojía pa orijen, su historia, su progreso, su civilización,
ra la historia clel globo que pisamos, en la li sino también sus actuales necesidades, sus as

teratura para la ele la humanidad que nos ro piraciones, su pensamiento en fin.


dea; interrogará al globo mismo sobre los Si esto es así, como lo creo, el punto a que
misterios de su existencia, al hombre en su dehe encaminarse nuestra literatura contem
palabra, para la revelación del pensamiento poránea para no apostatar de su verdadera na
del hombre. cionalidad, para ser grande, útil i popular, es
IL a las fuentes del
pensamiento chileno en sus
Antes de entrar en los detalles i aplicaciones diversas manifestaciones, en su lengua, en sus
c¡ne me he propuesto, permítaseme sentar, co cantos, en su vida, en sus dolores, en sus aspi
mo base ancha i firme en este estudio, lo que raciones, en su historia:
entiendo por literatura considerada en su in Cuadro que cierra en magnifico
grandioso
fluencia sobre los destinos de las naciones i de marco, una lujosa, variada i prodiga naturale
la humanidad entera, i no como simple estu za, i que iluminan ios reflejos del mas bello cie
dio de la lengua o examen frivolo del arte, lo del Universo,
Si logro esplicarme bien sobre este punto; Vamos a examinar esa primera fuente, la
si logro hacer ver el orijen divino de la lite lengua.
ratura, en su esencia inseparable del hombre III.
en todas las situaciones, las aplicaciones que En la historia del mundo i de la literatura,
liaga a la literatura chilena, i las investigacio que es la del pensamiento humane, la palabra
nes a que os invito para encontrarlas verda hablado ha precedido de mucho tiempo a la
Octubre 29. LA SEMANA. 373

palabra escrita: esto es, la literatura ha existi rio, marcha, se desarrolla, crece i se fortifica,
do sin letras, bien, si se me permite la
o mas
envejece i se marchita.»
espresión aparentemente contradictoria, han Según los principios a que obedece la nue
existido las letras sin la escritura. va ciencia, del mismo modo que un botánico
La palabra hablada las cordilleras de Atacama
fué, pues, el único i pri al encontrar en
mitivo medio de comunicación del pensamien una
planta desconocida, sabe como clasificar
to, i en la palabra se busca la primitiva fuente la, en que familia ele plantas colocarla i darla
de la literatura. a conocer de un modo intelijible, almundo en
Analizando la palabra, hallamos en los so tero; así la Filolojía comparada, a la vista ele
nidos primordiales, en lo que los modernos la Gramática Araucana que posemos, sabe co
llamamos las vocales, la inspiración divina, mo clasificar ese idioma, i determinar lafamilia
la parte musical, el principio del alma, el ele de lenguas a que pertenece, las trasformacio-
mento divino del espíritu: las combinaciones nes
que ha sufrido, su edad íel grado de ci
diversas de esos sonidos formando otros por vilización que representa.
movimientos de los labios, la lengua i las as Desde luego, fácilmente se comprende la
piraciones, son la parte del arte humano, son diferencia que existe entre el estudio antiquí
empleos diversos que hace el hombre de la simo de los lenguas, ensí o comparadas con
base divina del lenguaje, según sus necesida alguna lengua dada, de la Filolojía propia
des, según su civilización. mente dicha, i la ciencia moderna ele la Filo
Las raices constituyen, pues, lo que hai lojía comparada, cuyo plan i objetos trataré
po
sitivamente de divino en el lenguaje humano, de dar a conocer mui sucintamente i solo en
la fuente orijinal de la revelación natural, con cuanto juzgo indispensable a mi propósito.
fiada i espresada por palabras, como las des Una esposicion prolija ele esta doctrina inte
cubrió la intelijencia del primer hombre en resante, que tiene ya su cátedra de enseñan
una luz za en la Sorbo na, ciaría materia mui sobrada
orijinariamente pura-todavía. Las for
mas gramaticales del
lenguaje i toda su es a un estudio
especial que procuraré presentar
tructura artificial, son obras de la razón; las en otra oeasion.

figuras i los tropos, son los elementos de la La Filolojía comparada, cuya patria por
imajinacion, espresando en las ondulaciones ahora es la Alemania i que cultiva como plan
del ritmo i en el movimiento métrico, el flujo ta aun exótica la Francia, tiene por objeto esta
i reflujo del deseo i de la voluntad. blecer, por la comparación de las palabras i de
En el orijen del mundo, las sensaciones de los formas gramaticales, las leyes del desenvol
bian ocupar el primer lugar en la vida del miento de la palabra misma: i en los diversos
hombre, i el pensamiento era eminentemente modos de aplicación de esas leyes, llegar a
sintético. En tal situación del espíritu, las pa conocer el orijen, la edad de un idioma, i el

labras eran frases, se hablaba por frases mas grado de civilización que representa, arrivan-
bien que por palabras, i se suplía a la imper dopor el conocimiento de las lenguas, al orijen
fección de. aquellas, se les completaba por la i clasificación de las sociedades humanas.
actitud i el ¡esto. Cada espresión era un orga Lo que constituye el fundamento, a la vez
nismo completo cuyas partes se enlazaban es que el fin, de la Filolojía comparada, es la
trechamente; i a esto es a lo que los filólogos reconstrucción del trabajo mental eme ha da
han dado el nombre de polysintetismo. do orijen a las lenguas i que ha presidido a
sus variaciones. Esta ciencia,
Considerado así el lenguaje, aun sin el ausi- cuyos verdade

lio de la escritura, lleva en sí mismo la marca ros fundadores son Guillermo Humboldt, F.

de su orijen, su edad, i las huellas del progre Bopp, i Jacques Grimm, recorre dos órdenes
so, desarrollo igradodecivilizacion a que han ele estudios. El primero se reduce a retrazar
llegado los pueblos que se han servido de él la historia interior, interna de una lengua o
familia de lenguas. El segundo clasifica las
para la comunicación del pensamiento.

Hai* una ciencia, ramo importante ele la lenguas conocidas, cuenta las familias, i de
literatura, que en nuestros dias ha hecho ta termina a cual ele ellas pertenece cada lengua,
les progresos, que el público ha venido a i como en la botánica o la ornitolojía exami
conocer casi al mismo tiempo que su exis na i descubre las afinidades que ligan entre sí

tencia, su madurez. Esta ciencia es la Filo- a esas familias. El conjunto de las


primeras
/ojia comparada, ciencia nueva, que ha ve investigaciones pone en la via de las segun
nido a colocarse ele intermediaria entre la das. Los principios que permiten trazar la his
Psicolojía i la Etnolojía. toria de una lengua seguida en todas sus tras-
Un idioma es un organismo, sometido como formaciones i derivaciones, enseñan a fijar la
todo organismo, a una lei ele desenvolmiento. edad de un idioma, el período a que pertene
ce la forma que nos
«Es preciso, escribe Guillermo Humboldt, no presenta, i ya no hai el
considerar una lengua como un producto peligro de tomar por diferencias específicas
muerto o acabado; es un ser viviente i siem- | meras desigualdades de desenvolvimiento, i

de caer en el error frecuente en la ornitolojía,


pre creador. El pensamiento se elabora con j
los progresos ele la intelijencia, i el lenguaje i de lomar por especies diversas, individuos
es la manifestación de este pensamiento. IJn específicamente idénticos, pero cuyo plumaje
idioma no puede, pues, permanecer estaciona- \ difiere en razón de la edad o del sexo.
874 LA SEMANA. Octubre 29.

Permítaseme intercalar aqui una anécdota perder del todo el sello de su individualidad.
curiosa que hallo consignada en uno de los Las cuatro grandes familias de lenguas eu
espositores mas entusiastas de esta doctrina, i ropeas, de orijen iiido-jernjiáñico; que clasifi
quedoi como la encuentro» Cuentan que Ale ca la ciencia moderna, son; - .
<

jandro Humboldt en sus últimos viajes en La céltica. ¡ *

América, encontró en Maypure, a orillas del La jermánica. »

alto Orinoco, un loro viejísimo, que hablaba La eslava.


j
t¡¿:-0,
una
lengua antigua que nadie comprendía. La Lapelásgica, que compW¿fe.las, lenguas
lonjevidad del loro es conocida, i la posesión griega, latina i las que de ellas se derivan-
en
que se hallaba aquel de un idiomaignorado, la nuestra.
llamó la atención de Humboldt, quien se puso Se le llama pelásgica, por que habiendo si
a recojer del loro, miembros dispersos de do la Grecia i la Italia orijinariamente pobla
aquella lengua fósil, que consignó al papel i das por una raza común, los Pelasgos, el idio
remitió a su hermano Guillermo, para que ma da estos forma la savia del griego i del

allá en Berlín, con sus compañeros lingüistas, latín. La primera de estas lenguas no es, co
les buscase forma i colocación científica. —
mo se ha creido por algunos, la madre ele la
Los de Berlín se pusieron al trabajo, cuyo re otra: son simplemente dos hermanas, i si fue
sultado fué el descubrimiento de un idioma se necesario asignarles edades diferentes, el

usado en aquellas comarcas, por la tribu ex latin tendría el derecho a ser considerada la
tinta de lo* Astarés, que al estinguirse dejó al mayor. El dialecto mas antiguo del idioma
loro único poseedor de su lengua. Es así,

helénico, el de los Eolios, se asemeja al latin


esclama el que relata el cuento, conidia Provi en mayor grado que los dialectos mas recien
dencia por el intermedio de un loro, conservó tes del griego. El latin presenta en sus ele
a la ciencia una de las muchas paradas o pos mentos gramaticales, como en su vocabulario,
tes que le faltan, para marcar el camino re analojias i relaciones, con el sánscrito. —
El
corrido por la humanidad. mismo no era otra cosa que una rama de la
Si non é vero ¿ ben tróvalo. antigua familia de las lenguas itálicas, que a

Las
lenguas Europeas, según la Filolojía su vez comprendía otras tres ramas, el japy-
comparada, pertenecen todas a una gran fa jiano, el etrusco, el italiote; los que se sub-
milia, que dividió mui pronto en muchas
se dividian en otras que constituían, la primera
ramas, i cuya madre común es ignorada, pero el latin, la segunda comprendía los dialectos
que reconocen en el sánscrito, el jefe de una de los Ombrios, los Marsos, los Voleos i los
de las mas antiguas líneas colaterales. Samnitas.
Los idiomas persa i zéndico son hermanos Los límites de este estudio no permiten
del sánscrito: en el griego i lenguas eslavas, examinar separadamente los caracteres de
trasciende notablemente el sánscrito; mien cada una de las cuatro familias lingüisticas
tras que las lenguas jermánieas se aproximan que dominan la Europa, ligadas por tan gran
mas al persa i al zendico. des recuerdos a la historia déla humanidad;
La Filolojía comparada forma de todos los solo me permitiré descubrir brevemente, el
idiomas europeos cuatro grandes clases, corno hilo que nos liga por la parte española, con la
otras tantas hermanas hijas de una msdi;e co familia pelásgica. Mas adelante veremos de

mún; pero estas hermanas no han sido llama donde proviene la individualidad lingüistica
das a una igual participación en la herencia Araucana, que la ciencia conoce eon el nom
de la humanidad; i cuanto mas se avanza ha bre de chilena.
cia el Oriente, mas rica es la parte que ha ca De que la historia de las lenguas indo-euro
bido a las lenguas en esa herencia.— Es así peas sea la mejor guia para reconstruir la
como mientras que los idiomas eslavos i en marcha de las emigraciones que han invadido
particular la familia lituania, han conservado i poblado a la Europa, no se deduce que esas
casi sin alteración el molde sánscrito, las len emigraciones hayan poblado soledades i no
guas célticas, arrojadas hacia el occidente, solo hayan mas bien encontrado otros pueblos que
recuerdan mui lejanamente la lengua madre. han desalojado o conquistado, recibiendo el
Esta distribución de las lenguas en Europa, conquistador del conquistado, al mismo tiem
correlativa en su afinidad con los antiguos po que daba, influencias filolójicas.
idiomas hablados a orillas del mar Caspio i La ciencia nos muestra desde luego tres gru
del Canjes, es un indicio incontestable del pos de lenguas que salian al encuentro de las
orijen asiático de los pueblos Europeos. Es conquistadoras, influenciándolas en gran ma
claro que tribus salidas del Asia se han em nera: estos eran, la lengua vasca, ola euskaria,

con dos dialectos; la lengua finesa, que com


pujado unas a las otras, i que los Celtas de los
primeros en ese movimiento, llegaron a sel
prende lalaponesa, la finlandesa o Suomí, la es
los habitantes mas occidentales. Allí, a orillas tonia, la livona; i la lenguamadgyar o húngara.
del Océano que oponía una barrera a nuevas La vasca, también llanada ibérica, es la que
nos interesa i la que, refujiada en el mediodía
emigraciones, ha venido a morir lalengua cél
tica. Invadidas por las populaciones latinas o de las Galías, en una parte de la Italia Occi
jermánieas, las razas célticas perdieron en su dental i en España, salió al encuentro i se in
mayor parte, el lenguaje que las distinguía, sin corporó con la pelásjica, formando una indi-
~^ ■
— ■ ■ ■«—*—— I
g j ■ ■ i ■
BjMgÉMM

Octubre 29. LA i H 575


Vidualidad específica de esa familia,—Esta luces de lingüistas í etnólogos ya eminentes
individualidad importada con elevanjelio, por de los Estados-Unidos, de esa naciou que co
los conquistadores de la América
del Sud, 1 nocemos mas por su lado brusco, grosero, ma
traída a
éstas comarcas
por los Almagras 1 terial, que por las eminentes cualidades que
Valdivias, es la madre de nuestro idioma civi también encierra; que conocemos mas por su
lizado, del chileno, como yo lo comprendo en faz maquinal, mercantil i política ejne por sus
el carácter literario de este estudio, esfuerzos i adelantos en las cienciag físicas i
Ahora en cuanto al otro idioma, a la
lengua sociales.
de los clueíios
primitivos i salvajes de este También, aunque en una esfera mas modesta,
pais, su jenealojia aun no bien determinada, aparecen contribuyendo dos nombres honora
es sencilla, bien bles chilenos. Las gramáticas araucana i hay-
que larga de seguir i de
narrar. Guillermo Humbold
maraens que sirvieron a
El araucano, en sus diversos matices o dia en sus investigaciones i clasificaciones fiiolóji-
lectos, de que sé servían los habitantes de estas cas, pedidas por elinismo Humbold, entré otros
comarcas, desde Atacama hasta Magallanes, a don Francisca Huídohro, fueron
proporcio
está incluido én la
gran familia lingüistica nadas a éste por el Aldunate.—Me
jeneral
Americana, el guaraní. El guaraní, como el hago un placer en estos nombres
consignar
quichua de los Incas, como el leuca de Hon de dos verdaderos devotos de las ciencias í de
duras, comoel quichomaya de Yucatán, como Cuanto tiende al progreso de su patria. Este
el nahualt de los Mejicanos, como él otomí, hecho ademas por poco insignificante que pa
son familias que acusan un
gran desenvolvi rezca, favorece mi propósito de demostrar en
miento gramatical, i como todas las lenguas
que gran manera él nacionalismo en los tra
del nuevo mundo, en alto grado, el carácter
bajos literarios (mui diverso por cierto, del
polysintético, pero que la ciencia no ha llegado narcisismo nacional, obstáculo invencible a
aun a clasificar. todo progreso) está llamado a propender al
De esas familias principales se derivan una adelanto de los conocimientos de la huma
infinidad de dialectos que llevan consigo en su nidad.
existencia vagamunda, tribus subdivididas al «Las lenguas americanas, diee Alfredo de
infinito i fraccionadas en su vida nómada i sal- -

Maury, han pasado por faces de desenvolvi


vaje. miento mui diversas; pero aun euando han
Sin embargo las lenguas ele la América pre alcanzado, como en el quichua i el guaraní,
sentan en conjunto puntos de semejanza,
su a un grado remarcable de elaboración, no han
de parentezco con los idiomas polynesiano i podido salir de las formas elementales que lea
aun africano, i una sirvieron de andamio. Ellas han tenido su
homojeneidad gramatical,
un aire de familia mui pronunciado. molde determinado, su término predestinado,
Los polynesianos acusan una familia ele len del mismo modo que las lenguas africanas que
guas bien caracterizada; familia por otra parte recuerdan singularmente por su índole, su
estrechamente relacionada con las lenguas del dulzura; pero a las que dejan mui atrás en
Nor-Oeste de la América i de la Siberia Orien poder aglutinativo. Este fallo indica que los
tal, al grado que pueden considerarse como americanos no han llevado mucho mas alia que
los restos déla población de un vasto continen los negros la facultad del lenguaje.»
te hoi sumerjiclo, i del que solo aparecen ¡nu «Si me fuese permitido, concluye Maury,
merables grupos de islas, Faltan los datos clasificar las lenguas del universo según su
para resolver, aun de una manera conjetural, grado de desenvolvimiento, i sin tomar en
este problema curioso; pero por ciertos rasgos cuenta ciertas riquezas propias, tendríamos la
característicos puede concluirse, que los poly siguiente tabla ascendente:
nesianos constituyen el vínculo que une a las 1." Grado. Lenguas monosilábicas o de la

poblaciones indíjenas de la América con el familia indo-china.


Asia. 2." Grado. Lenguas malayo-polynesianas.

La familia guaraní, a que pertenece la len 8." Grado. Lenguas americanas.


gua chilena indíjena, acusa según se ha dicho, 4." Grado. —Lenguas africanas.
un desenvolvimiento gramatical bastante con 5." Grado. Dravidianasi negro japonesas.

siderable, i fué hablada en una vasta estension 6.° Grado. Lenguas semíticas.

de territorio al Sud i al Oeste de la América 7." G. i mas alto. Lenguas indo-europeas.


Meridional. Inferior al quichua, lo eran am Si por la lengua araucana, salimos un gra


bas al Nahualti do los mejicanos, que ha deja do inferiores a los africanos, no tenemos mo
do monumentos literarios en signos aproxima tivos para quejarnos del lugar que ocupa nues
damente jeroglíficos. Debajo de todas en la

tra bellísima lengua literaria, la lengua de

jerarquía de ios idiomas americanos, vienen Quintana i de Cervantes, con las modificacio
Jasdos familias pampas, o moxa i caribe, de nes no
desventajosas que le presta nuestra be
escesiva simplicidad gramatical. llísima naturaleza.
Debo hacer notar aquí porque conviene mu Estudiada asi por las lenguas la etnolojia
cho a mi propósito, que en la parte relativa a chilena, la marcha de su civilización : exami
las lenguas de la América del Norte, la filo nando a Chile salvaje, en el espíritu indo-ame-
lojía comparada es deudora al concurso de las ,
icano que reflejaban sobre él las influencias
876 LA SEMANA, Octubre 29.

que habia recibido i continuaba recibiendo del el paralelo de Atacama marchemos hacia el
Asia por el Occidente i por .el intermedio de sud hasta Magallanes, hasta la Tierra del Fue-1
los lucas, esos romanos de este inundo igno go, interrogando a españoles, a mestizos en
rado: considerando a Chile invadido por el todos sus matices, a los indios mismos, sobre
espíritu i el lenguaje de paz i caridad, el evan- su orijen, su estado actual de civilización, su

jelio, al mismo tiempo que por la guerra, la pensamiento, su esperanza.


Opresión i la avaricia, la conquista; por el es ¿Hablaré yo aquí de la rica herencia que
píritu i la lengua indo-europeos que le venian nos cabe en la riquísima lengua de Castilla?
del Oriente: luego a Chile colonial i trasfor- ¿De esa lengua que no cede a ninguna, como
mándose, después a Chile transformado e in instrumento literario, en grandeza, en sonori
en armonía i en una felicísima combina-"
dependiente por la Razón i la Fuerza!.... dad,
Fuentes son estas de literatura, capaces de cion musical de todos los resortes del organis
mo humano? Hablaré de los grandes maestros
inspirar a la nuestra salud, robustez, lozanía
i ur.a Vida propia i peculiar que la distinga de deesa lengua? —
Tarea inútil seria para los que
toda otra» conocen ya la índole, la historia i los inago

Es a la luz de la filolojía comparada, que la tables tesoros de la literatura españolai Para


ciencia moderna busca i encuentra el orijen i mi objeto me basta hacer constar, que la lite
la historia de un mundo aun mas nuevo que ratura chilena posee en su lengua, un instru
el de Colon, la nueva Holanda, la Australia^ i mento de trabajo de primer orden.
ha de ser la luz de esa ciencia, la que ha de Estudiada la lengua, paso a ocuparme do
guiar a los injerios chilenos en la ardua pero los caracteres que anhelo revista nuestra lite-4
bellísima tarea, de retrazar la historia i el pro ratura, para ser verdaderamente nacional e in
gresóle! pensamiento de nuestro .pueblo, des fluyente,
de la época presente, al travez ele la obscuri .IV.
dad que envuelve a esa marcha, en medio de Estraño parecerá sin duda, que yo tan lúe-1
las lucias i las alianzas, de la pugna i de la go, que me precio de esencialmente ccBaiopo-
mezcla de diversas razas i matices de razas, lita; yo que repudio la conciudadanía del ban
de diversas lenguas i matices de lenguas, dido que haya nacido en el mismo barrio o
hasta descubrir el orijen, la edad i la marcha pueblo que yo, i llamo mi compatriota n todo
hombre de bien i útil a la humanidad que en-
seguida por nuestra sociedad, i hasta el vía-
culo que nos une a los pueblos primitivos de cuentro en el mundo, que yo tan luego decia,

estas comarcas, i a estos con el resto de la venga a reclamar a la literatura chilena el sello
claro e indeleble de su nacionalidad, a la úl
gran familia humana*
I este estudio no es de placer, no es de tima mitad del siglo XIX, en que ei alambre
elección; es de necesidad, Sin él, el porvenir

eléctrico i el vapor, echan por tierra los
será precario: no puede haber construcción límites mezquinos de las nacionalidades diplo
sólida, sin un conocimiento del terreno sobre máticas, i tienden cada dia mas, a unir a los
que se construye: nada
sólido puede hacerse pueblos en estrechos lazos de confraternidad.
en provecho de un pueblo, de una sociedad, Pero fácilmente se descubre que no es en
medio de la cual somos nombre de un interés mezquino i egoísta que
que no se conoce i en
estraños. Los ensayos que hasta aqui se han yo pido de los amigos de las Letras en Chile-,
hecho nos lo demuestran: el pueblo ha sido un chilenismo en sus estudios i el sello de su na
mito i los que en su nombre flan obrado, ni lo cionalidad, sino en el interés de la historia»
oven ni lo comprenden. El se hará
oir un dia, i del progreso de la humanidad, i del mejora
desde miento social i político del pueblo chileno.
para ponernos en guardia, oigámosle
En el ínteres ele la humanidad está que ei
ahora, estudiémosle i esta es la misión de la
literatura chilena. pensamiento de' Chile se encuentre represen
del monarca de la Gran- tado en su jenuina espresión, en el gran con
Una proclamación
Bretaña, ha declarado en estos dias, iguales greso de la humanidad, i que el investigador
sus subditos indios a sus subditos ingleses; i filosófico, el historiador, el político, el viaje
esa nación enseguida, aleccionada por
una ro, halle en nuestra literatura el pensamiento
dominios del Asia, ha en ele este pueblo, que ha sido i es gran cosa, i
guerra cruel en sus
trado con ardor en la tarea del estudio de las que vendrá a serlo mucho mas: de ese pue-
necesidades, las aspiraciones, las creencias, bloi señores, masa-animada de hombres bien
las costumbres, la etnolojía en fin de la India. organizados, que cada dia recupera una por
ción creciente de sus derechos; pueblo cuya
¿A. la luz de qué ciencia? de la literatura: ha
ido a buscar en las tradiciones riquísimas de aproximación temen con horror algunos, mi
ran con aversión los unos, tratan de repeler
la India, en la filolojía comparada, los medios
de asegurar su gobierno sobre la única base los otros; pero al que eS preciso dar el puesto
sólida de los gobiernos, el bienestar, la liber a que el
porvenir lo llama.
tad, la felicidad de los gobernados. ¿Quéimportaal mundo, alabistoria, aias Íea
Hagamos nosotros para con nuestro pueblo, tras¡ el gasto estéril de preciosas dotes en imi
lo que el previsor gobierno británico hace con taciones serviles del romance francés? ¿Qué im
el de la ludia; principiemos la obra del retra- porta al mundo i a las letras, que a orillas del
I Mapocho, cante Un poeta chileno como canta-
zamiento de la historia de ese pueblo, i desde
Octubre %{). JA -SEMANA. 877
fía orillas del Sinao del descubre al inunde*
a -•

jifcaiwanares»- m» cada una de esos obras


poeta .francés o un
español,— Lo que el mun una llaga, una herida, enfermedad so
una
do pretende .con
.derecho, del poeta chileno, cial nacional, i con una franqueza, un valor,
es que presente, embellecidos encantos <sa- que es
preciso que imitemos» la sondea, la
denciosos i sublimes, los recuárdas examina et! todas sus faces, e'u toda su esten-
las tradiciones de los
gloriosos i
de Chi
tiempos pasados sion i profundidad, sirviendo de esta ma
le; que presento a la imajinacion cuadros cla nera a la causa del
pueblo i de la justicia,
ros,, animados de.la vida chilena, de ésa na.tn-
"

que es la de la humanidad.
üaleaa estupenda i esencialmente Dickens hace mas de veinte años que ataca
poética que
nos rodea. Lo que el arte de la .humanidad

incesantemente cuanto hai ele pernicioso en las


pide al arte chileno es, que en la invención i instituciones sociales de la Gran-l^etaun^ ata-*
en la
esposicioiiisea, como eu la inspiración, ca el reiímen de las Escuelas; los vicios de las
chileno: que la poesia chilena, en su alma i eri instituciones caritativas parroquiales, reve
sa forma, sea ciiileim. lando el panperismo creciendo i propagándose
¿Qué os lo que dá tan gran precio en Euro impelido por esas mismas instituciones," el
pa a cuadros de pintaros mediocres, que repre vicio i el crimen, naciendo, creciendo i desa
sentan con fidelidad, los contrastes rrollándose con el hombre ailiipHtso dé tai»
grandiosos
de la naturaleza de América, sus costumbres, instituciones mal ideadas para cottipfhiíirtoi
Su vida, sus montañas, sus prados, su ropaje el materialismo mercantil Comprimiendo í aho*
peculiar i salvaje? Es el sello el1, nacionalidad gando los sentimientos elevados i naturales del
quo llevan i que se busca en ellos.
'
hombre. I así en todas sus obras ardientes, es-
Era niño yo, i lanzado desde Chile, de las
pansivas, grotescas, bufonas hasta la caricatu
antípodas, me hallaba en un .liceo ele Inglate ra, dolorosas, sensibles, dominando el alma por
rra. En invier'ríe, rodeando el fuego, contá

la risa i. por las lágrimas; ieiúo a veces en el


bamos' cuentos,-! eos frecuencia tema o
y -qué retoque fantástico de ciertos cuadros, come»
contarlos.— "Habíanos de la América,, clama conviene ál gusto ínglesYpferO siémpréen de
ban auna los muchachos, ele la cordillera, del fensa de algún gran principio social, de algu
Cóndor, del Avestruz, del arriero, del gaucho: na causa santa la de los sentimientos natura

de San-Marti-n, de Boüvar: cántanos las can les,. Ia dé la justicia, la de la debilidad i la


ciones de tu patria: los cantos populares. inoee.neia, contra instituciones viciosas.
¿Qué buscaban aquellos niños en mí, vestido
como, ellos cpie hablaba ingles como ellos?. Mi
Demetrio Ropríoüez Peña,..,.
nacionalidad americana: mi alma hispano

(Continuará.) .Y .
— -

americana al través del ropaje: ingles que me


envolvía.
I. sin salir del campo de las letras: ¿A qué POESÍAS,
debe atribuirse la voga prodijiosa del romance '

A....
'poco notable como obra de ingenio, de.Harriett
Beecher Stowe, La Cabana del Tio-Toml Hai un solemne instante en la; existencia:
Claro está que a sn carácter esencialmente En el que candorosa el alma siente
Americano. —Sin ese carácter, sin .eso sello de Un deseo de amar indefinible,
actualidad, de nacionalidad, de verdad, i de Vago, sin causa, dulce, tierno, ardiente.
alto interés social que le da la llaga ele la es
clavatura en los Estados-Unid.es-, ¿habria al Entonces clel mortal la fantasía
canzado reputación tan grande? Un ser tan puro i tan hermoso crea.
¿Qué ha hecho de Dickeus, pobre proto de Como es pura, de un ánjel en la mente,
una imprenta, uno de los escritores mas alta De Dios la excelsa, la divina idea.
mente situados, mas populares, mas ricos de
Ja Gran-Bretaña? La nacionalidad, la sociabi Esa ilusión dorada i misteriosa
lidad de. sus trabajos. Se convierte después en realidad, -

¿Qué ha hacho de Feníraoré Cooper, el Wal I sus sueños magníficos el alma


ter Scott déla América del Norte? La naciona De una mujer adora en la beldad.
lidad, el americanismo de sus obras-, i en prue
ba de ello es que el autor clel Ultimo Mohicano, És la dicha suprema i el suplicio
siempre que ha salido de sil terreno, su pais, Del corazón esa mujer querida:
aun cuando, como ea El Bravo,
haya ido a bus Ella, el destino, inevitable,
como

car sn teatro en Venecia, i sus héroes entre El porvenir señala de la vida.


pescadores i gondoleros, sus ensayos han sido
comparativamente efímeros. Deja en el alma una memoria dulce,
Pero es que la popularidad de la Cabana del Cual ele la vida la ilusión primera.
Tio Tom, como láclelos Misterios de Paris, Amarga, eual de amor el primer llanto,
como la do las obras de Dickcns,
proviene de Como nuestra existencia, duradera. —

¡otro carácter mui marcado que también revis


ten, dependiente en lazo estrecho del de su Eres tú esa mujer; eres la copia
nacionalidad, i es el de su sociabilidad: es que De esc ser que creó mi fantasía;
48
378 LA SEMANA. Octubre 2 <

Eres el Dios a quien sumisa el alma copa esférica sobre su tronco recto i elegante'
Eterna adoración rendir debia. i todo el conjunto es animado aun por el canto
de mil clases de pájaros..,. Un esterillo se ve
Es tuya, solo tuya esta existencia casi siempre culebreando por el fondo del valle,
Ya la cerepien placeres o dolores; consus verdes márjenes cubiertas de maitenes,
Una fatal cadena a tí la liga sauces i arrayanes.... Ah! para un pobre cole
Ya cubierta de espinas, ya de flores. jial que pasa todo el año encerrado entre las
* * »
cuatro paredes de un eolejio ¡qué belleza no
se encuentra en cada una de estas cosas! Cada
uno de estos pormenores es un bellísimo epi
En el álbum de la Sriía. D. A. C. sodio del gran panorama, i el corazón del

Gual flor que el valle en primavera cria joven reboza de contento, respirando libre
mente el puro aire de las montañas. En cada
A orillas del arroyo transparente,
vallecito que pasa, en cada collado que sube,
Envuelta en densa nube de ambrosia,
reconoce una senda, un árbol, una quebrada,
Nunca secada por el sol ardiente;
Así se pase nn dia i otro dia que le indica la proximidad mayor i mayor de su
querido lugar. Renuévanse mil veces las esce
De tu preciosa vida eternamente,
nas del camino, principahnentecuando se via
Bajo las ilusiones que hoi a tu alma ja por el quebrado i variadísimo territorio del
Amor le dan i venturosa calma,
litoral, ino pocas veces sucede que uno se en
Santiago, abril de 1859. gañe creysndo encontrarse con los lugares que
desea ver, tras de este o aquel cerrito, subido
Z. Rodríguez.
el cual, se ve desde su cumbre lo que no se
esperaba. Entonces es cuando el caminante
Escenas de aquel tiempo. impaciente le pregunta a su guaso baqueano:

¿A qué horasjlegaremos?

Antes de horas de mediodía, señor.
VELORIO DE UN ATJJELITO.

¿Mui distantes estamos aun?



No, señor; está aquí lueguito.
Siempre me ha gustado observar con aten I después de haber andado tres o cuatro le
ción las costumbres populares, porque me guas en silencio:
encanta ese candor que el pueblo
demuestra —

Pero, hombre, ¿no me decia Ud. que íba


en sus costumbres comunes. Aquí es donde mos cerca?
creo que debe estudiarse al hombre : en el —

Sí, señor; si ya vamos a llegar. Luego


pueblo es donde debe observársele principal que pasemos esta llanáa, subimos aquel por
mente, con todas sus pasiones i afectos natu tezuelo, i cortamos después por l'orilla el
rales, cuando aun no han sido cubiertos con cerro, hasta llegar a un recoo el cerro, i al
■el barniz de la mentida civilización que si otro laito, ei no mas está la posáapnde heimog
'bien hai preocupaciones en el pueblo, no es de hacer medio dia.
inénos verdadero que las revela con ese sim —
Bueno: pero cuanto habrá de distancia?
pático candor del sentimiento, porque el pue —
Habrá habrá como una legua i un
blo es'todo corazón.... poco.
de andar
Pasaba un dia por una de nuestras mas I llega uno a la tal posadadespues
ricas provincias, i acababa de obtener el per dos leguas laígas.
miso de mis maestros para pasar las vacacio
nes con mi familia. Iba con todo el
placer que Pero quiero tomar el hilo de lo que me pro
puede experimentar un colejial de catorce años, puse contar. Hacía un calor extraordinario, i

que después de haber rendido satisfactoria mi fatigado caballo parecía pedir descanso, se
"Yo iba
mente sus exámenes, corre a disfrutar de la gún lo de mala gana que caminaba.
holgura que se leda. Allá, mui allá, ¿no veis?

muerto de sed, i deseando apagarla, torcí la
■tras;déíiquellos cerros azules le esperan con rienda hacia unacasita, j«nto a cuya puerta vi
los brazos abiertos seres queridos que desean una mesa cubierta con un pequeño mantel,
ardientemente estrecharle junto a su cora sobre el cual habrá puestos unos cuatro panes,
zón. El también lo desea: bien se echa de ver una sandía i un melca,
su impaciencia en el modo como
aguijonea su —
Buenos dias, señora, le dije a una mujer
cabalgadura, ya cansada de tanto trepar i ba que hilaba a la puerta.
jar colinas. Después de un cerro, a donde con —Mui buenos dias, señor, me contestó, de
dificultad se sube, la vista dá con montes em jando en el suelo su uso i su copo de lana,
pinados, cuyos precipicios hacen estremecer, mientras que huían para dentro del rancho
o con lomajes bajos, cubiertos de
vejetacion. dos o tres chiquillos que la acompañaban.
El boldo con «us granos de oro; el maqui de —

¿Tiene alguna sandía que venderme?


dulcísimo fruto; el litre, el lingue i los jigantes —

Sí, señor; apéese Ud.


quillai i peumo ostentan aqui i allí sus diversas I diciendo esto, se levantó de su asiento, i
i variadas formas. Una que otra palmera que corrió a acercarme un banquillo en el cual me
descuella sobre los ciernas árboles, eleva su senté a descansar. Luego me trajo una o dos
Octubre 29. LA S MANA. 37»
——
---= **

sandías, que partió i me puso delante. Invitado honrada i conocia en mi lugar, i nunca jamás
por el bello color de grana de la fruta, tomé habia sucedió en mi casa jénero e cosa; hasta
hasta apagar la sed que me maltrataba; i como
que vino esta mujer a echar bolas a la raya i
a
con refrescarme me viniese el hambre, que dar que hablar i naa mas.
en toda la mañana no me habia Me habria espetado la buena mujer toda la
acudido, le
pregunté si tenia algo que darme de comer. historia de su familia, sino hubiese sido inter
—No hai mas que unos
porotitos, me dijo, rumpida por la llegada de un hombre, que ea
bajando la cabeza i sonriendo. el momento de saludarnos conocí ser el dueño
—I pollos, no tiene Ud.7 de casa. Venia montado en un caballo tordillo,

Sí, señor; pero no hai grasa; i también ensillado con una montura de pieles de car
faltan las papas, i.... nero como las
que usan nuestros guasos; i
---I no habrá por aquí donde comprar todo cuyos estribos eran tan excesivamente grandes,
eso que falta?
que llamaron mi atención. Pero no me admi
-No hai mas que en el bodegón de ñor Pe

raron menos su sombrero de lana, tamaño
dro: sí, señor; allí está, en aquella casita onde como un paraguas; su gran
poncho que le cu
se ve aquel álamo bría hasta mas abajo de las rodillas, i sus no
grande.
I me mostraba con su mano un rancho de mui pequeñas espuelas de hierro, cuyo tem
no mejor parecer
que el suyo. Envié allí a mi plado sonido anunciaba desde lejos los des
mozo, quien me trajo todo lo necesario para compasados pasos del guaso. Saludóme cor-
una casuela. Hízola la buena
mujer; i en me tesmente, i sentóse junto a mí. Luego nos em
nos de dos horas ya mi inquieto
estómago es peñamos en una conversación que me confirmó
taba contento. Mientras tanto entablé con la

todo cuanto la mujer me habia dicho, con la
patrona el siguientediálogo: diferencia de que en el hombre se notaba mil
Ud., será casada, sin duda?

veces mas reserva que en la mujer.



Sí señor: mi mario está trabajando en la Agradóme mucho la buena razón que mani
chacra el patrón. Nosotros somos de allá el festaba Pancho (este fué el nombre que le oi
otro lao e Rio Claro; pero nos heimos venio dar por su mujer). Díjome como era verdad
aquí, porque el rico le tiene prometió a mi que habia tenido intención de irse a Santiago,
mario que lo hará, mayordomo e la estancia. porque en las campañas era barburidá lo poco

Mucho tiempo ha que se vinieron? que se pagaba a los trabajadores, principal
Nos heimos venio agora poco no mas; an

mente a los gañanes. ¿Qué podrá hacer, señor,
tes de las cosechas i si nos va bien con este me decía, un gañan con un real diario, sobre

rico, nos queamos viviendo aquí; pero si nó, too cuando hai que mantener una mujer i cua
yo le hei dicho a mi mario que los vamos pa tro o seis chiquillos? Por eso es que uno se
Chile, pues halla siempre empeñao con los patrones; estoes

En Chile estamos, pues, señora, le inter cuando se da con patrones que le avien a uno.
rumpí con toda la irreflexión de un chiquillo. —Es verdad, amigo. ¿Pero no es mas que
Ah! si señor; los vamos pa la ciudá le un real el jornal del peón
por dia?

diré, por que me ha mandao llamar una pa- —


De antes, sí señor; aunque agora en ia
rienta que tengo allá. utualiá se han alargao los ricos a real i cuar

Ha estado Ud. alguna vez en Santiago? tillo, con comia; pero no les dan cena.

El año pasao estuvimos con mi mario ; i —Eso ya es algo mas. Pero cuando un ga
juimos siguiendo a una prima que vivia con ñan se porta bien, deberían elevarlo a otro des
migo, i que se jue con unos pasaieros que alo tino que le diese mas, o por lo menos aumen
jaron en casa.La buscamos hasta que los tarle su diario, por gratificación.
cansamos por toas partes, i no pnimos hallar —Algunos ricos lo hacen así. De gañanes
ni una razón: hasta que al cabo nos dijeron los suelen hacer pasar a mayordomos, capata
que la habian pillao los jueces i que la habian ces o
potrerisos, que pagan un tanto anual,
echao a la casa e corrucion. quedándoles las manos libres para hacer otros

Es a donde va a parar esa clase de jente: negocitos.
¿i no la trajeron? —1 ¿cuánto gana un mayordomo, un va

No señor. ¿Cómo la habíamos de trer nos quero ?
otros que somos unos pobres i no teníamos a —

Siguu i conforme es la estancia, pues se


naide que hablara por nosotios? Se queó allá; ñor: algunos rieos pagan cuarenta o cincuenta
pero los dieron esperanzas de que la soltarían pesos a un mayordomo e piones. En otras es
dentro de un año. tancias pagan mejor. Los vaqueros ganan hasta
—Entonces Uds. deben ir a buscarla. cien pesos, con raciones.

Si alquirimos algún moo con que poer ir, —¿Qué i aciones son esas?

heimos d'ir i naa mas; porque yo le hei dicho —


Raciones pues señor que los patrones.dan
a mi mario de que no es conciencia ejar esa de grasa i charqui a sus sirvientes en
tiempo
mujer sola en la ciudá, onde hai tantísimas de la matanza. En algunas estancias, ademas
tentaciones. A mí me han echao la culpa de

de las raciones para los mayordomos, vaque
too el sucedió, como si yo juera una mujer de ros i capataces, les dan a todos los sirvientes

esas arrastraas; que gracias a Dios, naide ten un


pedacito de chacra para que siembren con
drá que tomarme en boca; pues soi una mujer aperos de la misma hacienda.
fc¡0 LA SEMANA. Ocíubrc 2ÍV

MfemrSs hablábamos esto, la mujer prepa lainsjéf: por ganar cofc'cíl chiquillo lo hoce i
'

raba a sn marido un
banquillo, sobre el cual naa mas.

puso una cuchara de cuerno: luego trajo nn —

¿Como ganar?
plato de barro negro Heno de IVejoles, i lo pre —SI señor; por gáriáf: 'por qub como efl.V
sentó a sn nutrido. No vi que la mujer comiese; tiene en su casa pan, éftfclia i oti'asf cosas de
pero cuando entró noté cpie se saboreaba de comia, i con el' velorio se junta lmrta jente „

Cuando en cuando, lo cual me hizo sospechar le córrela venta que da- gusto. Poi* esto anda
t(ue ya habia contentado su estómago en la pidiendo niños muertos que se los- preste1» p»
' ""
'
rocina. El hombre comia con una gana tal que velarlos ella.
abriera la mia, si' yo no hubiese hedió lo mis —Calla la boca, mujer, la dijo ibOtle'rada:
-' ! '

ino, momentos antes; i a cadacucharada, daba mente Pancho.


SH calla mujer! Miren qkié óíra'arpreHa!


'

nn' resoplido sobre ella, como talvez les haría *—

Sancho Panza cuando se halló en las pondera Con f|ue no conoceré yo a la tia Chepa? No té"
das bodas dé Camacho. Yo estaba ocupado de acordáis vos cuando Jé pidió pvestao a ta'Ci-
examinar la vivienda de mis huéspedes. Un priaiía el chiquillo (pié ste k? iñurió' él aña
fciuehito de paja de diez adoce varas de largo, pasao? 1 sigun la razón que corre-, dice*' aquí
id travez de cuya mal embarrada quincha pa en el lugar qhe'e! -ruño se murió ele lili daño
la-tia Chepa/
saba siíi dificultad el aire i la luz, contenía en que la- tia Chepa"fe Hizo;, por qué
su interior varias clases de granos, pieles de esbrujaza; esto no meló quiía unido -dte l;í
ovejas, yugos, hachas, barretas, látigos r de cabeza. Pa que vean no mas! Sí! no sabré yo lo
más aperos ele labranza: todo a granel, sin judia que es esta vieja bruja, ave María; Dios
me perdone: pero lo que es, se ha de ccir
i
órdelí, i tan lleno de vasura aquello, que mas
bien pareciá un corral que la morada de un naa mas. Pues, señor, como se lo cuento hu-
hombre. Como era un niño sin experiencia, cedió: que.se lo pasó toa la .¡ente bebiendo i
ine admiré de que pudiesen vivir aquellas ¡en remoliendo ei en su casa, que era horror; "hasta
la votaría sí
que el rico la amenazó deque
no
tes casi a la abierta intemperie, pero, anclando
el tiempo, he visto a la mayor parte de nues enterraban luego al anjelito, (pie ya estaba he
tro pueblo tan mal alojado, i viviendo con tan diondo.
en sus pobres ranchos, que Yo creia, interrumpí, que estos velorios
gran satisfacción

he llegado a creer que no hai animal como el eran solo en casa de la madre.

hombre para acomodarse a las circunstancias



Si se usa también, me dijo Pancho, el que
de la vida. Por otra parte, siempre que les he las madres presten a sus hi¡os pá que los velen
en otra casa; i también hai veces que suelen
preguntado a los inquilinos de las estancias el
sus vivien revender al anjelito, por que el negocio es
por qué nó acomodan mejormente
das, me han contestado con esta frase: güeno.
un negocio! esclamé horrorizado.

\ pa qué, pues, señor? De aquí a mañana —

Vaya
lo votan a uno, i le qúea el rancho a otro, 3í señor: el negocio.es mui güeno, sobre
—.Pero, hombre, ¿por qué no les tapan- si too en el mes de mayo, porque como enton
ces és- cuando la jente mata sus chanchos pa
quiera los preservarse del aire
agujeros, para
i de la lluvia? venderlos, sale mas lucía la función, i se ven
No señor, si está güeno así! ¡Pa loque hei
— de too el chancho sin quedar ni pizca. Too
¡le dorar en esta estancia! eso que le ha icho ini mujer es cierto; pero yo

Hé aquí el carácter de nuestros guasos: por tengo mieo de e¡ue hable así por lo que puede
i el ham succderho's, pues la tia Chepa tiene mala lama;
la-pereza sufren con paciencia el frió i como dice el refrán: no hai que creer en bru
bre; i la pereza misma enjendra en ellos esa icho a
tispanlosa conformidad con la miseria. No me jos: pero no fiarse de ellos, yo le tengo
ncnerdo de las reflexiones que por entonces esta mujer que no sea tandesbocaa cuando ha

hacia yo, viendo comer tan de buena gana a ble de la ña Chepa.


I a mí que se me dá, (contesto la mujer)
Pancho, cuando acerté a mirar hacia el cami
•—

no de en frente, a tiempo pasaba una mul de los enojos i daños ele la tia Chepa? ¡Por lo
que la ña Claudia! Esa
titud de muchachos, despedazados i desgracia poco amigas que somos con
sí que sabe artel Es capaz dé arle una i las
dos, corriendo, saltando i gritando.— Seguialos
Una pandilla de diez o doce personas, com guachas a la meica.
Picóme todo esto la curiosidad, i quise ver
puesta en su mayor parte de mujeres. Pregún
tele a Pancho sobre que podia ser aquello, i pormisojos una cosa que solo conociade oídas.
me contestó que sin duela era el acompaña Prometióme el bueii Pancho que en cuanto
se desocupase de su trabajo en la tarde
volve
miento del velorio de un anjelito que iba a
haber en la casa de la ñu Chapita: ría para acompañarme al velorio. Como niño
la

1 quien es esa ña
Chepita? que era, no se me paso por la imajinacion
Es la meica del niño mala noche que me iba a dar, pues no habia

lugur, señor: ese se

allá arriba, en las cercanías ni la mas miserable posada


}e n u ió a una mujer que vive pu
en donde alojarse.
i lo iban a velar en su casa; pero la tia Chepita
se lo pidió a la madre pa hacer el velorio
en la Después de haber recorrido una gran parte
suva.
del vallecito, i cuando ya el sol se habia es
'_Si es tan lince esa vieja, dijo a ci'.a sazón condido debajo del horizonte, llegó Pancho a
Oetúhro 29. LA SI MANA. :
381
' - -■"
■ -

^y>y^.-»TJ-
todo el galope de su caballo. Encaminámonos
multitnd de milagros i apariciones cuyo héroe
entonces, seguidos de mi mozo hacia el el anjelit-ó en cuestión. Era dé ver la.áteñ,-
ele la
lugar era
función. Desde lejos se echaba de ver cion que todos poniaií en la narración dé ía
cual era la casa del
i
regocijo mortuorio, por la bruja, la cual era solo interrumpida por, las
sonaja gnta, tanto como por el ruido de los instancias de uno que otro hombre ebrio quo
voladores que se elevaban i corrían
por el aire venia con sus empeños de hacer beber a todas
como metéoros luminosos.
las mujeres clel corro. Hallábanse allí las pa
Cuando llegamos, estaban en lo
mejor de la cientas del difunto ánjel, pariéntas que por
remolienda. En frente del corredor de la casa deber no manifestaban dolor
habia una gran viga atravezada sobre dos hor alguno, pues sa
bían que su feliz
primita habia ya de ocupar
cones bajos, viga crujía a los recios em
que
"? ?sienío en el cielo. Asi es que aunquo-
-

pellones de varios caballos


topeadores, cuyos séntian en realidad al" niño, nó demostraban
jinetes pugnaban por ganar el mejor puesto. dolor alguno; antes mas bien se unían a la
Al otro lado, Una mujer freia unas sopaipi alegría jeneral. .Ya Ja madre habia recibido.
llas, las cuales vendía en el momento de sacar los parabienes por tener un
de la sartén, al mismo hijo entre los alí
tiempo que varios mu
jeles del cielo. Yo hice que Pancho me la mos
chachos animaban' esté guirigai trayendo ios a trara. Su semblante indicaba tristeza;
pero
topeadores sendos vasos ele, iicor.
Desaforados no lloraba: i en vez ele
oponerse a la alegriá
eran los
gritos que se daban afuera, i ele vez ele los demás no parecía sino
que les agrade
en cuando salían de la casa los
de: ¡viva! ¡vi ciese las cordiales manifestaciones de
va el
que su
anjelito! ¡Qué anjelito tan glorioso!!' hijo era objeto.
Apéeme de mi caballo, i luego que comí Hasta entonces no habia notado una ave
alguna cosa de lo que allí habia,. me acerqué .
colgada en frente del altar i a la altura ele la
a la reunión con el objeto de observar la es cabeza del niño; era una
paloma blanca. Pre
cena interior; lo cual hice desde afuera
pol gúntele a Pancho ¿qué significaba aquello?—
lina ventana, pues no era
posible entrar den Es el alma del ánjel, me contestó,
que ha vo
tro de la pieza. La multitud obstruía la lado al cielo.
puerta
de tal modo, que era de temer por los que Agradóme sobre manera el signo, i me com
querían salvar aquella barrera de jente ebria plací al ver en aquella escena grotesca por
i hambrienta de desórdenes i trastornos. Pues demás algo que manifestase la elevación del
to yo en mi observatorio, vi en frente de mí
espíritu humano. A poco rato se levantó la
una
especie de altar, hecho sobre una mesa madre de su asiento, i acercándose a la mesa,
con cortinas i ramos de flores. Varias velas ar miró a su hijo unos pocos momentos: besóle
dían sobre la mesa alumbrando a un niño en seguida en la frente, i abrazándole con sin

muerto, como de seis o siete meses de edad igual ternura, le elijo entre sollozos, i en
sentado bajo el docel o nicho que las cortinas vueltas en un agudo jemido estas
palabras:
formaban. Unas cuantas mujeres rodeábanla A Dios, hijo mio\ ¡Ruega a la
vírjen por mí,
mesa, charlando, comiendo i bebiendo; i en por tu madre! Al tornar a sentarse, vi que
tre ellas, una cantora, rasqueando su gui algunas lágrimas corrian a lo largo do sus
tarra, cantaba de cuando en cuando algunos mejillas. Era aquello un grito de la naturaleza
yersos referentes a la actualidad, i compues que se^ anunciaba, a pesar de las preocupa
tos sin duda por los poetas del lugar. ciones i groserías humanas. Algunas
amigas
Una ele las recuerdo epie decia: de la madre, llegándose sucesivamente al
coplas le
niño, sacaban, ya una cinta, ya un pequeño
Mí señor don anjelito, trozo clel vestido; todo lo cual
guardaban con
Cogollito e peral; supersticiosa relijiosidad. Otros, arrancándose
Quo pareéis garza triste un mechón ele sus
Paraa en un pieiregal. propios cabellos, lo deposi
taban en las manecitas del inanimado infante,
Reímedel disparate; pero nri risa se duplicó para que (según me lo dijo Pancho) los ele
cuando la cantora volvia a su canto: vase hacia el cielo.—Estas
prácticas, aunque
supersticiosas, me parecieron demasiado tier
Que glorioso el anjelito nas; i formaban contraste singular con los
De divina majestá:
Pues sois la quinta persona grotescos i ridículos jestos ele algunos borra
chos que rodeaban la escena. Muchos
De la sesta triniá. que ya
no
podían tenerse de pié, caían al suelo, ce
I toda la concurrencia esclamó a una: diendo a la narcótica acción del vino; i mu
chos otros, marchaban para allá i
¡Que viva el anjelito! para acá a
medio sostenerse, pugnando aun
¡Viva, viva el anjelito! por estar
derechos.
Renuncio poner aquí los demás versos
a Como era demasiado tarde, traté de retirar
que oí; i tal cuando quisiera hacerlo,
vez aun me de allí, i mandé a mi mozo
que preparase
no podría, por no poder hacer memoria de los caballos. Rogóme el buen Pancho
que me
ellos. Mi atención se fijó bien pronto en una fuera a alojar a su casa, diciénelome: siento
vieja a quien por mal nombre llamaban la j
]
mucho señor, que no haiga comodidad en mi
bruja negra. Esta se encargó de contar la .casa; pero está a su
disposición lo que tengo.
382 LA SEMANA. Octubre 29.'

Acepté la oferta agradeciendo la buena vo agobiados bajo el peso de una conversación que
luntad que fué hecha, aun cuando tuve
con es siempre la misma,, uniforme, monótona, deses

que dormir en el corredor de la casa. perante. Edificar i hablar, tales son nuestras dos
Cuando al dia siguiente les pregunté a mis ocupaciones favoritas. Los que son propietarios le
huéspedes por el valor de su hospedaje, me vantan casas en nuestras calles, i los que no lo son
contestaron:
levantan castillos en el aire. Los capitales de les

Naa señor: dispense usté lo malo.
unos duermen a pierna suelta convertidos en la

Les agradezco a ustedes su buena volun-
drillos i estucos, mientras que la actividad de los
tud; mas espero que me digan cuanto les debo
otros duerme también sin cuidado, convertida en
por su trabajo en darme de comer ayer.

Lo que a usté le naciese de corazón, me frivola i estéril charla. I lodo duerme, loS hom
dijo la mujer, sonriélidose i bajando la vista. bres i las cosas, los muebles i los inmuebles, el
Saqué algunas monedas i se las di, las que espíritu i la materia, la esperanza i el deseo, la
recibió, dándome el mas agradecido Dios se lo intelijencia i la voluntad, la discusión i la acción.
pague. Subiendo en seguida a -mi caballo, En medio de esta universal modorra en que nos

proseguí mi viaje hacia donde varios amigos tiene sumidos el hijo de la Noche, si hai algo que
me esperaban. mirar i admirar es el aire de indolencia i beatitud
Daniel Barros Grez. de tanto dormilón, si hai algo que oir son sus ron
quidos, si hai alguna novedad son sus sueños i pe
sadillas.
¡Soneto. No vayáis, pues, curiosos lectores, a buscar
historias interesantes ni sucesos ruidosos en las
Bailando juntos la pisé el vestido
horas de la vijilia, en el bullicio del dia, en el mo
I quejoso de mí jimio al instante;
vimiento de la población despierta, en el campo
Yo incliné, avergonzado, mi semblante
I la di mil escusas sin sentido. de la vida real. Seria inútil vuestro afán, tiempo
perdido lastimosamente el que gastaseis en seme
Ella al verme confuso i aturdido jante tarea. En vano correríais en todas direccio

Bajó también su frente rozagante, nes persiguiendo novedades, en vano penetraríais


I entre excusa i perdón, con voz temblante en todas partes para descubrirlas, en vano acecha- \

Murmuraron sus labios: «nada ha sido!» riáis todo momento para cojerlas al paso; por
a

que al fin rendidos i desesperanzados tendríais que


Yo al ver su aturdimiento inesperado
exclamar: nihil novum sub solé!

De su mismo candor fórmeme escudo


Id sino a la Alameda, i a la incierta luz del
1 vuelto sobre mí la dije en calma:
crepúsculo, haced por distinguir entre lá concu
«Nada debe estrañar que un golpe rudo rrencia alguna nueva belleza, o siquiera alguna
Rompa el lino sutil, quien ha logrado nueva fealdad. ¡Falaz esperanza!— si la abrigas
Con su mirada desgarrarme el alma!» teis.— Las mismas fealdades nuevas o viejas, las

mismas bellezas viejas o nuevas, paseaban ayer.


Martin José Lira.
los mismos
pasean hoi i piscarán mañana;
con

trajesde verano prematuro, sutiles, «porosos, im

Ecos de la scutana. palpables. —


A no ser que se quiera contar como no

octubre 29 de 1859.
vedad, el predominio creciente del color blanco
Santiago,
sobre las telas, que amaga destruir todo matiz. 1
sdjiario. —
La vida es «¡icho.— El mundo de la viji— en verdad que el número de los vestidos blancos
lia. —La Alameda 'de blanco.— Los boletos en blan-
co.-El tealro enblanco.— Las novedades en blanco. aumenta de un modo alarmante. ¡Qué candor, que

El mundo de los sueños -Una soltera que suena. pureza de colores, que
nevada de blancos trajes!
Un novio que sueña. Un fashionable que sue
imajina

Momentos hai en el paseo, en que uno se


ña. -Bretón i la compañía dramática.— El vizconde.


—Un beneficiado benefactor.— La empresa del tea atravesar lo mas crudo de la cordillera.
tro. Circulo de Amigos de las letras. ansio
comprar boletos de rifa,

Id después a

si hubieses
llegado sos de hallar ellos alguna novedad. ¡Pérfida
¡Ah! Calderón, Calderón! en

hasta nosotros, como tu fama imperecedera, i ilusión! Estaban blancos como los vestidos que
conocido a nuestra gloriosa capitaL, con cuánta acabáis de ver en la Alameda; i por segunda vez

mayor razón no habrías dicho entonces:— la vida sois víctimas del color blanco.
es sueño! Porque ¿qué otra cosa sino sueño es Id en seguida al teatro, pedidle novedades, i re

esta vida que llevamos los vecinos de Santiago, o cibiréis otro amargo desengaño. Los espectadores

mejor, que arrastramos, tan pesada es ella? Salid han dejado en blanco la función del martes, i la
a la calle, i no tardareis en quedar cegados por el neuraljia cefálica de la Mur ha dejado en blanco
polvo de las demoliciones; entrad en nuestros me a los espectadores de la función del jueves, I la
jores círculos, i tampoco tardaréis en sentiros Mur ha vengado a Clapera, i la concurrencia del
Octubre 219. LA SEMANA. 383
jueves i el beneficiado del mártes.han sido también do de esmeraldas, que me vibraban sus verdes
i

víctimas -del color blanco. I la berlina volaba acelederamente,


puros reflejos.
Id finalmente a ver el termómetro i hallaréis i la casa caminaba a toda prisa, i los vestidos co
que sigue marcando los mismos grados sobre ce man i el cofrecillo volaba. 1 todo esto no tardó
ro; i cansados de no encontrar novedades ni aún en llegar, i
se detuvo delante de mí;
pero empezó
en la
temperatura, extenuados de i fatiga langui al punto ajilarse de un modo estraño, a descom
a

decidos de calor, iréis cambiando insensiblemente ponerse i perder su forma, hasta convertirse en
vuestraposición vertical por otra horizontal, jun un hombre. No sé si
aquel hombre era joven o
taréis paulatinamente los
párpados, comenzaréis a viejo, feo o hermoso; solo sé que estaba bien ves
pensar distraídamente i acabaréis por quedaros tido i me decia; Esposa mía! Pero yo no lo mi

profundamente dormidos. raba; inquieta i pasmada volvía los ojos a todas


[Cambio ventajoso! feliz transición! El mundo de partes buscando la
berlina, la casa, los vestidos i
la vijilia, el pretendido mundo de la realidad, árido, el cofre que habian desaparecido; i el .cofre i los
silencioso i abrasado como el desierto de Sahara, vestidos no volvían a mis ojos, i la casa i la berli

barrido como él por el simoun de las contrarieda na tampoco reaparecían. Llena de


angustia i de
des i el desaliento, ha desaparecido: el mundo de sesperación, me eché a llorar, quise dar voces i....
la fantasía se hace visible a vuestros cerrados ojos desperté.
con sus jenios todos alados, con sus mujeres todas Oid otro sueño, que ya no lo parece, tan largo
bonitas, cuadrúpedos que hablan, sus pes
con sus seha hecho: comenzó hace algunos dias í aún no
cados que vuelan i sus pájaros que nadan, con sus ha terminado.—Cierto amartelado galán, en vís
rios de topacio, sus mares de zafiro, sus bosques peras de casarse, tuvo no ha mucho la ocurrencia
de esmeralda i sus montañas de rubí, con todos lastimosa de echarse a dormir la siesta; i mientras
misterios atractivos, sus prestijiosos absurdos la dormía soñó, i soñó que se hacia
sus
'
conspirador,
i maravillosos caprichos. ¡Inmensurable campo! que tomaba parte en una intriga política, que
La dueño absoluto de vuestro era descubierta la intriga, i
imajinacion, ser en que la policía cobraba
este momento, esparce én ese campo sus semillas, repentinamente el mas decidido interés por su per
i los «ueños brotan como Jas espigas, crecen como sona.El no quiere, sin ^embargo, cambiar los dul
ellas, i ellas se vuelven dorados. ¡Qué de vi
como ces lazos del matrimonio por los tiernos abrazos
siones deslumbradoras, qué de trasformaciones de Ja policía, i trata de huir; pero un hombre dorr
portentosas, qué de lances increíbles, quede histo mido no puede huir mui de prisa; así es
que la
rias inverosímiles, cuánta luz, cuánto raido, cuán policía lo captura sin mayor trabajo, lo pone en
ta animación un coche i pone el coche en
no ha despertado vuestro sueñol A camino, I ved aquí a
'a inacción de la vijilia ha sucedido la actividad nuestro novio despierto, transformado en prisio
del reposo; hace un instante dormíais
despiertos, nero dormido.Hasta ahora nada de estraordina-
ahora vivís dormidos. Calderón lo ha dicho: —
la rio: lo que es increíble i no por eso menos
mas

vida es sueño. cierto, es que el coche continúa rodando i el no


¡bienaventurados los que sueñan, porque
Así vio durmiendo hace muchos dias, i que ni
aquel
viven! i de consiguiente, bienaventurados los veci da esperanzas de detenerse ni éste de
despertar.
nos de Santiago duermen para soñar, can
que se I lo que es mui creíble i no por eso menos falso,
sados de velar para fastidiarsel es que tan famoso dormilón
haya conspirado, que
El sueño ha sido,, pues, el pasatiempo mas jene ta enamorada policía lo haya pretendido i mucho

ral, la distracción mas amena i la novedad mas menos que haya llegado a
desposarlo. Entretanto,
variada de la semana; i con el sueño han venido la Sta. X. ... su verdadera desposada, se ha can
los sueños, i todos i todas han soñado. sado de esperar que despierte, ha conocido toda
Matilde 2... la seductora la perfidia de un sueño pesado, prometido no vol
¿Conocéis a mas mo

rena de ojos negros i rasgados, la criatura ver a mirar a


ningún somnámbulo i cantado ale.
mas festiva i simpática, entre todas las criaturas gremente el estribillo de la canción con
que la dis
creta A Itisidora despedía don Quijote:
simpáticas i festivas? La Jinda niña ha> soñado,
— a

como era de rigor, i contaba su sueño en noches Cruel Vireno, fujitivo Eneas,
pasadas a algunas amigas suyas: Barradas te acompañe, allá te avengas.

Me hallaba no sé donde,— las decía, i vi venir —

háciamí una berlina de color verde, fina, lijera i ¿Queréis oir todavía otro sueño? queréis saber
tirada por dos alazanes hermosísimos; i lo que ha soñado el gallardo Z. el niño mi
elegante, ...

acerté entonces a mirar al lado opuesto i vi que niado de las niñas. de sus ojos, el hijo pre
...

también venia hacia roí una casita preciosa, pinta dilecto de las buenas fortunas, el padre de la mo

da de verde; i volví la vista a otro punto i vi que da i la elegancia, el repertorio mas completo de

se adelantaba hacia mí una procesión de vestidos aventuras galantes? Soñaba en dias pasados que

innumerables, todos verdes; i finalmente vi acercár llovia, pero nó agua, sino billetes de banco, i nó
seme por otra dirección un lindo cofrecillo henchi a cántaros, sino a puñados. I las codiciadas tiras
384 LA SEMANA. Octubre 29:
de papel calan i caían i caían. I al caer, se Rabia
... res no
gustado eii su estreno;, los eSpfectado»
hegaban las unas a las otras c ¡han formando un res tienen poca afición á la bigamia, i condonaron
cuerpo esférico, coronado luego por otro mas pe la zarzuela, sin acordarse del beneficiado, eme no
queño, que remataba en otro mas pequeño toda fué en realidad sino beneficiable i ál día siguiente se
vía, hasta dibujar sucesivamente la crinolina, el convirtió benefactor de la Casa de Maria.
en

justillo i la cabeza de I ejta furnia


una mujer. La prevención del público contra está zarzuela
femenina movía, respiraba, hablaba i lo miraba.
se
es, sin Si la fábula dramática no
embargo, injusta.
El también la miraba de cuando en cuando, cambio la música pocas veces deja
pe es feliz, en

ro nó de hito en hito, porque un maldito billete ro ele serlo, abunda en mélodias graciosas, tiefiO
sado que habia entrado en la composición de los brillo i movimiento i se desliza con soltura.
ojos i la nariz, comunicaba a la cara de la visión El personal de. la compañía lírico-dramática aca

un aire tan poco atractivo, que el. gallardo Z. . .


ba, según se asegura, de hacer una excelente ad
a pesar de-su probado valor, tenia miedo i vacila quisición con tros nuevos artistas; los esposos
ba. Asf estuvo perplejorato, en que la
un largo Cortes i un tenor zarzuelista, Florez.
visión no cesó de lanzarle ternísimas miradas, dig Sí así la empresa del Teatro Municipal
fuese,
nas de mejores ojos. Al fin, el intrépido mancebo habría contestado, de un modo contundente a más
midió sus fuerzas, cerró la vista i corrió a ella los violentos ataques que le ha diriji-
no poder, a

exclamando:— esposa inial Al ir a abrazarla des do la prensa últimamente. 1 si así no fuese, no por
pertó. .... . . .
eso sería la empresa digna dótales reproches. Ll
Pero ya tiempo de que nosotros despertemos
es
verdad es que si la actual compañía incompleta,
es

también, i
dejando el mundo dé los sueños i sus es también la única que pudo contratar, la empresa;
ficciones, vayamos a pedirle al teatro las suyas. que si cuenta en sú número cantantes bisónos i
Mui avarode ellas ha sido por cierto en la pre- también algunos
actores mediocres, cuenta exce
ísente semana. Sin el beneficio de Clapera, habría lentes artistas, i que si la empresa no hubiese
mos teñido que limitarnos a las Cuentas atrasadas abierto con ella el Teatro, cerrado se estaría hasta
i Ei Vizconde, qué compusieron la función del do hoi.
mingo. Antes de concluir, detengámonos Un momento,
'

Es sensible
que Bretón de los Herreros no ha ilustrados lectores, para oir, en. el Circulo de
ya nacido para la compañía dramática que hoi fun- Amigos de las letras, una hermosa lectura de don
'ciona, o lo que tanto vale, que esta compañía Manuel Blanco Cuarlin.
dramática no baya nacido para Bretón; pero es la Ya sabéis qué Blanco Cuártín es un distinguido
Verdad : verdad comprobada por cuarta o quinta literato, pero acaso no sabíais que es también un
vez con la ejecución de las Cuentas atrasadas, fe hombre de ciencia, cebado en ios estudios filosó
licísima creación del Moliere español i sin embar ficos i médicos, avezado a las investigaciones pro
go nial gustada del público. Esto no quiero decir fundas i armado de buena lójica. Después de sa
que la esposa Gaitán no fuese acertadísima i bri ber esto, noentrañaréis que en la lectura de ano
lla; te en el desempeño de su papel; que su mari che, principiada i no terminadla aún, siguiese el
do, aunque no estaba en su cuerda, .no hiciese curso histórico de la filosofía i la medicina con un
el suyo con habilidad, i los demás actores no lle tino i habilidad relevantes, con abundante copia

nasen en jeneral la medida de sus fuerzas; mas, con amena erudición, i


de justas apreciaciones,
por desgracia, exijo algo mas, mucho mas.
Bretón en un estilo atractivo, animado, brillante i colori
sus piezas, es menester gustarlas
Para apreciar do, "En el número próximo, principiara este tra
como un vaso de vino jeneroso, sorbo a sorbo, os
bajo a ver la luz, i entonces comprenderéis que no

decir, verso por verso, palabra por palabra. os he dicho sino Una pequeña parte do su mérito.
Mas afortunada que las Cuentas atrasadas fué la Ün estudio sobro la prostitución do Santiago,
zarzuela El Vizconde; i era natural. Ahí esta
que clon Adolfo Valderrama leyó en seguida,
: —
nos

ba la Mur, convertida en el vizconde mas apuesto las deplorables conquistas


permitió apreciar que
i donos ) quo pisó jamas oslas playas, siempre ad este terrible enemigo hace sobre nuestra capital.
mirable i siempre admirada; ahí estaba Clapera, Inútil es deciros que Valderrama no so desmintió
justamente aplaudido, Herrera, insinuante i opor en su estilo vigoroso i ardiente, figurado e inci
tuno, i la Álvarez, que rio ha desmentido su es sivo.
treno.
Domingo Arteaga Alkmparte.
Lleguemos al martes i al beneficio de Clapera.
¡Qué punible deserción, qué inesplicablc pereza
la quo acometió al público armella noche! Cómo!

¿Clapera, el hábil zarzuelista, el simpático can

tante, el gallardo actor, el favorito dolos dilettan-


ti, se vé abandonado i solo en la noche do su be ■LuiREüíA bel GOr.üEO, Tas.-ijí üiilnes, n.im. l.'i.
neficio? Qué queréis! La zarzuela: Mis dos moje-
PERIÓDICO NOTICIOSO, LITERARIO I CIENTÍFICO

Olcóacioieó
ctoted : íuéto i Jjómmao Jlotteaqa Jtatéutpatte
Año I, Moiicmbre 5 de 1859. múni. «5.
Santiago,
el Corazón del hombre, i vigorizar i engran
LA SEMANA, decer a la sociedad.

¿Qué puede hacer con bárbaros i sibari


se

SANTIAGO, NOVIEMBRE O DE 1859. tas? Qué puede esperar de los ignorantes i


se

los egoístas? Cómo levantar altares a la justi-


íjas sociedades ticia i el derecho donde falta la virtud para
Iiispano-aincrí-i
canas.
comprenderlos i el valor, la abnegación para
sostenerlos?
IV. Si el cuadro que sombrío, la
bosquejamos es

Cuanto las sociedades culpa de la realidad de la si


en
américo-hispanas nuestra,
no es es

Sucede es lójico. —
Si algo debería admirarnos tuación americana que cada dia deja al des
én la combatida existencia que arrastran, no nudo una nueva fealdad, una nueva llaga
es los vicios que las roen, las mas
repugnante i gangrenosa, Queremos
pasiones que

las decir la verdad entera por amarga que sea.


despedazan, las preocupaciones que las

ciegan; es que esos vicios, pasiones i preocu Queremos descorrer todos los velos, .'Sondear
paciones, no las hayan precipitado ya en la todas las heridas, soplar én todos los oropeles
decadencia. esteriores, poner el oido a todos los latidos
Estudíenselos elemeiitos que Constituyen en del corazón social, comprender todos los mis
este momento el cuerpo social americano, i no terios de la actualidad, apuntar todas las do
se encontrará nada de lo lencias que nos aquejan, todas las infamias
que forma la gran
deza de los pueblos i la virilidad de las razas. que nos degradan, sin vergüenza ni miedo, sin

En cada paso que se avanza en ese reticencirS ni palabras dulces.
penoso
estudio, deja alguna aspiración, algún de
se Ya tiempo de hablar claro i alto.
es

seo, alguna creencia. Todo parece imposible siglo vá pronto a Correrse desde que
Medio
no solo de realizar sino aún de acometer. las sociedades americanas se conquistaron
Hacia donde quiera que se echa la vista se una vida propia i sUya, i nada han hecho sino

tropieza con sociedades ele raquíticajuventud, es despedazarse, caminar de guerra civil en

presas de las miserias i dolencias combinadas guerra civil, ele destrucción


destrucción, en

del atraso i la civilización; con todo el orgullo abriendo así anchas vias al mal, obstruyendo,
de la ignorancia i toda la debilidad de la pos haciendo intransitables las que ai bien condu
tración; Con pueblos esclavos del sable i la cen. Tan lastimoso desperdicio de tiempo i
degradación, i altas clases sin valor, sin patrio fuerzas es imperdonable. Estas sociedades ne-
tismo, sin dignidad, sin lealtad, sin alma, sin ,
cesitan oir la verdad entera, ser escarnecidas,
corazón, sin sin otra creencia que
intelijencia, azotadas en su nombre.
el oro, sin otro Dios que el oro, sin otra patria Vamos a esa verdad.
que el oro, sin otra aspiración que el oro, sin Las sociedades americanas no son una so

otro amor que al oro, Por todas partes se


ciedad, son ruinas, despojos, intenciones de


grita —

república! —
democracia! i por todas sociedad. —
Una sociedad es la consecuencia
partes esas dos verdades se ven vendidas o de ün verdadero comercio, una verdadera in
traicionadas, convertidas en farsa i mentira. dustria, una Verdadera ricpieza, un verdadero
El desaliento en presencia de esta triste gobierno, —
No es preciso un trabajo mui per

perspectiva es tan consiguiente cuanto natu severante para Convencerse de que esos pri
ral. Nohaifé, ni creencia, ni convicción que re mordiales ajentes detoda sociabilidad pode
sista ante la duda jeneral, ante la ausencia rosa i raal nos faltan. —
Su carencia hace quo
de cuanto es capaz de elevar la intelijencia i la civilización i el progreso, el bienestar i la
380 LA SEMANA. Noviembre 5.

moralidad sean débiles, intercadentes; que la i ñola: —


la corrupción pública i privada, el de
jeneralidad de los miembros ele la asociación sorden del estado i del hogar correr parejas i
se hallen colocados entre la pobreza i el cri adquirir cada intensidad i brios.
vez mas

men, entre la virtud asperezas i el vi


con sus Si se hacerla estadística de las pro
fuera a

cio con sus tentaciones, entre las adustas rea fesiones, estamos ciertos que las de conspira
lidades del buen camino i las provocativas dor i jugador tendrían la mayoría. ¿Quién no
ilusiones del estravío. juega i conspira en América?
Esta es tal vez la fuente mas principal i Espreciso convencerse: las sociedades amé-
efectiva de la revuelta vida que la América es rico-hispanas van haciendo un camino errado,

pañola alcanza. falso i funesto, cuyo remate no puede ser sino


Poniendo a un lado los que nacen deshe
a un abismo en que el vicio, la degradación i la

decadencia las harán Es pre


víctimas.
redados ele todas las ventajas ele la fortuna i a sus —

los que nacen bajo su espléndida protección, ciso que no miren la situación que alcanzan
con la indiferencia del idiota o del egoísta,
¿qué sendas en que perseguir la realización de
sus deseos i esperanzas, la satisfacción de sus por el vidrio délas pasiones ele bandería, sino
necesidades se ofrece al resto de a la clara luz del patriotismo.
losjniernbros
de la sociedad? El foro, la iglesia, fa espada o Cuanto hasta hoi llevamos acometido o rea

la oficina. lizado solo ha sido parte a agravar los males


De esta manera Ja mayoría de las clases in del presente i a oscurecer los horizontes del
termedias, tiene que componerse de togados, porvenir. Egoisuio e ignorancia, estrechez de

de sacerdotes, ele militares o de empleados. pensamientos i aspiraciones, cobardía para se



Soberbias entidades para hacer avanzara cundar el bien o destruir el mal, falta de ac

un pueblo! Admirables profesiones para


ción, de vida, de espansion, de vigor en los


pueblos i en los gobiernos,— tales son los rasgos
crear parásitos e improductivos!
En todas ellas son'muchos los llamados i po mas distintivos i característicos ele la situación
cos los escojiclos. Resulta de esto que hai cons i política americana.
tantemente una inmensa población flotante Por esto venimos viendo tras cada revolu
sin oficio cierto, ni beneficio seguro. Porque —
ción que se obra, tras cada gobierno que cae o
es necesario no olvidarlo: sin embargo de que se levanta a su impulso, quedar siempre a la

nos apellidamos pomposamente sociedades re orden del dia las propias dolencias e imperfec
ciones. Toda revolución suceso produ
publicanas, no hai añeja preocupación que no con

nos domine. Un hombre que cree tener cuarte ce un cambio de hombres, jamas un cambio ele

les de nobleza en su
pretendido escudo, se de ideas.

jaría matar antes que buscar la subsistencia en Esto que esas revoluciones no se
prueba
una de esas ocupaciones que se imajinan he hacen nombre i por el engrandecimiento
en

rencia de las clases bajas. Así, nuestrajuven-



de la patria, no tienen por móvil el triunfo de
tud prefiere siempre al trabajo honorable pe estas o las otras ideas, de estas olas otras ver

ro oscuro ganar el pan de cada


la ociosidad, a dades, de estos o los otrosprincipios, sino de
dia tras mostrador, el ganar la degrada
un intereses individuales egoístas i esclusivos.
ción del alma i del cuerpo, del corazón i de la ¿Qué es lo que las sociedades de hispano-
américa han menester? Ilustración para sus
intelijencia en el verde tapete de una casa de

juego. masas; patriotismo para la mayoría; seguras

El que prospera por el foro, el que no


no bases para su crédito; encarnación en todos los
vestir la sotana, cargar casaca o corazones de las grandes i salvadoras verdades
consigue
de la república i la democracia; alientos para
atrapar un empleo ¿se dejará morir de ham
comercio i industria, para su civiliza
bre? irá a
mendigar socorros de puerta en su su

La verdad que no. Sobre todo, si es ción i su progreso. ¿Le dan algo de esto las
puerta?

si la sangre circula i quema las venas, revueltas por que pasa continuamente? Los —

joven,
si elcorazón late aprisa, si la intelijencia dice hechos, lo que se ve, se toca, se siente i la
algo, trabajará por conquistarse a viva fuerza menta, se encargan de contestar.
lo que no ha obtenido de grado: Se hará —
De cuanto en estas sociedades vá aconte

conspirador jugador!
o según las épocas. ciendo se desprende una gran verdad:— es que
avanzará mientras no se deje ele
¿Qué se orijina de aquí? Lo que estamos la América no

la de la América espa- revoluciones armadas, ele revoluciones pura i


viendo en jeneralidad
Noviembre 5. LA SEMANA. 387

exclusivamente políticas.— Revoluciones so- j especie humana; encontraría pequeño para sus
merecimientos el epíteto de divino que los espa
cíales las que la América ha menester.
son
ñoles han aplicado a Herrera; i tendría que colo
Nada sacaremos con mudar todos los dias
carle al lado de Homero, Dante, Goethe, Byron, i
de gobierno, de los demás de igual jerarquía.
constituciones, de leyes, si
primero no mudamos de manera de ser, si no Con el propósito de no infrinjir la regla litera
ria de la graduación, que ordena pasar de lo me
creamos sociedades capaces de comprender i nos a lo mas, me
adoraren el derecho i la justicia, de usar de la
permitiré alterar el orden de las
fechas para hablar de la segunda de esas compo
libertad, ele trabajar siciones antes que de la primera.
por el imperio de la mo Don José María
ralidad, de levantar altares al honor, al pa Quijano dice que Fernandez Ma
drid era «una palma jigante entre palmeras mil;»
triotismo, a la abnegación i al heroísmo; de «un astro de relucientes
arreboles;» «un sol que
elevar la brillaba entre brillantes soles;» «un
intelijencia a las
grandes concep águila audaz
del Ande colombiano;» «un sol
ciones i arrastrar los brazos a las grandes ac que vino a alum
brar el suelo americano
para gloria del mundo.»
ciones. Agrega que «su pensamiento era tan inmenso
como el mar;»
Pero mientras tengamos en vez de que «el ánjel de la gloria recojió
pueblo, sus bélicas canciones;»
que «su renombre eterno
populacho; en vez ele hombres fuertes, pacien ha pasado las tempestades del olvido;» que «años
tes, industriosos i sensatos, masas raquíticas, sin fin, innúmeras edades
guardarán, sin manci
impacientes, ociosas i atrabiliarias; en vez de llar, su memoria.»
¿No parecería que era imposible llevar mas le
patriotas, demagogos; en vez de políticos de jos la hipérbole? Pues no es así; Don Santiago Pé
convicciones i principios, farsantes sin ideas i rez ha
dejado atrás al señor Quijano.
Pérez da desde luego a Fernandez Madrid el
especuladores sin conciencia, las constitu —
_

dictado de «grande Homero que ha contribuido a


ciones mas perfectas, el sistema de
gobierno asegurar la inmortalidad a Jirardot i Bolívar;» le
mas acabado, no serán llama «profeta que con sn lira de oro ha anuncia
parte a librarnos del
atolladero en
do la redención de la América; i cuyos cantos son
que nos vamos comprometiendo
entonados por los anjeles tras el raso azul del fir
mas i mas en cada hora que pasa.
mamento;» califica en fin de la manera siguiente
Basta ya de ilusiones. Basta ya de dar oidos la inspiración del vate a quien celebra:
a las aberraciones de un necio i ciego orgu Es a veces tu musa la tormenta

llo. —
Convenzámonos de que nada somos. Em Que rueda desgreñada en el vacío;
Del rayo en alas, huracán bravio,
pecemos por ser algo. Que truena i se desboca en el confín!
I
¡Qué medio siglo de dolores, de sangre de a veces mansa, juguetona brisa,
Cargada del perfume de las flores,
rramada sin fruto, de amargura i hiél, de mar
Quo rélrata de un ánjel la sonrisa,
tirio i desencanto, de lucha i destrucción, nos O el canto celestial de los amores!

enseñe algo! La pendiente de la exajeracion es tan resbala


El mal que nos aqueja es orgánico: perfec diza como
cualquiera otra. Después de lo qne
acaba de leerse, el tono de la alabanza sube to
cionemos nuestro defectuoso organismo, i él
davía, i esta fervorosa deprecación viene como
desaparecerá. una cosa natural :

Paciencia, fé i buen sentido es lo que pedi ¡Sol que prendido en el cénit


irradias,
mos a los hombres de voluntad i Quisiera tu sombra! Un rayo envía
ser
patriotismo.
Que ilumine mi oscura fantasía,
Paciencia para sobrellevar el presente. 1 el espacio mis calilos poblarán.
Fé para creer en el porvenir. Señálame tu espléndido camino;
Haz que me inspire tu inmortal memoria,
Buen sentido para no perder el rumbo. Si acaso es mi destino, tu deslino,
I si no es para tf, toda la gloria.
Justo Abteaga Alemparte.
El canto del señor Pérez es, según se ve, algo
mas que un panejírico exajerado; es una adora
!>. José Fernandez Madrid. ción, una idolatría. Pero lo que he estractado
hasta aquí es poco *un; es solo valiéndome de
una espresión musical un andante
POESÍAS. que va a rema
tar en un alegro estrepitoso. No contento con

Tengo la vista dos composiciones poéticas


a ponderar la inmensa influencia de Fernandez Ma
escritas en honor del patriota neogranadino cuyo drid sobre los hombres,- Pcrcz lleva la hipérbole
nombre encabeza este artículo. Una fué publicada hasta suponerle obrando sobre la voluntad misma
del que tiene por alfombra el firmamento, del que
por don Santiago Pérez el año de 1851 en sus .En
sayos líricos i dramáticos, i la otra por don José ajita i calma la tempestad, del que con una pala
Maria Quijano el de 185G en el Liceo granadino, bra creó la luz, del señor del cielo i de la tierra,
de de Dios.
periódico Bogotá.
a juzgar a Fernandez Madrid pol
Quien fuera Dicen que al escuchar tu himno profundo
los desmedidos olojios que lo tributan estos dos Dios para libertar tendió su brazo;
apasionados compatriotas suyos, lo tomaría por [ I que libre i sin lin alzóse un mundo
uno de los mayores injenios que han ilustrado la A las plantas del alioChimboiazo.
388 LA REMANA. Noviembre 5.

Aunque este lujo de.


exageraciones estupendas, mas glorioso no haber hecho traición, ni
por un
vicio bastante común enalgunos de los poetas his- instante, a mi conciencia, i haber ieki al patíbulo
pano-ainericanos, produzca -por lo jeneral en el proclamando mi fé política; pero no tuve la fuerza
animo de los lectores, un efecto enteramente con de alma necesaria para ello.»
trario al que se propone el panejírista, creo sin Esa representación, dice el doctor Restrepo,
embargo que los que no conozcan las obras de salvó a Madrid la vida; pero no el honor.
Fernandez Madrid no podrán jamás rebajar esas «¡Quél contesta en su manifiesto el acusado al
hipérboles estraordinarias lo suficiente para for tremendo fallo del historiador neogranadino, ¿per
marse una ¡dea exacta del mérito del poeta derá su honor el infeliz que puesto en el tormento
que
nos ocupa. Solo puedo esplicarme los juicios tan se calumnia a sí mismo suponiendo hechos que

equivocados de los señores Pérez i Quijano, presu jamas existieron i cuya falsedad se demuestra por
miendo que sus cantos a Fernandez Madrid son en los documentos mas irrefragables, por la conducta
sayos poco meditados, escritos en edad temprana. de su vida entera? ¿Tan ríjida es la moral del señor
¡.os escritores citados, particularmente el pri Restrepo, que no perdona a la víctima el crimen
mero, que es aquel de los dos que mas se ha se de engañar a su verdugo? ¡Cuántos de los patrio
parado de este plan, deberían haber admirado en tas que hoi se cuentan justamente er. el número
su ¡lustre compatriota al hombre mas que al poe de los mártires de la libertad hicieron lo mismo!
ta. Fernandez Madrid es una de las figuras mas ¡Cuántos documentos supuestos, cuántos falsos
simpáticas que aparecen en el drama revolucio servicios en favor de la causa de España no ale
nario de Colombia. Interesa i conmueve. Su hon garon los virtuosos ciudadanos sacrificados en
radez, el tierno afecto que profesaba a su esposa 1816!»
i a sus hijos, su amor a la libertad i al estudio, El proceder de Fernandez Madrid en aquella
sus dolencias físicas, aun ese momento de debili
apurada situación no es digno de elojio; pero sí de
dad seguido de tantos remordimientos, de que induljencia. Ciertamente la conducta que observó
luego hablaré, le recomiendan a la estimación de no habría sido la 'de aquel héroe de la fortaleza

las almas jenerosas. pintado por Horacio, a quien no es capaz de ate


Don José Fernandez Madrid nació en la ciudad rrar ni la gritería de la plebe, ni el ceño de un ti
de Cartajena por el año de 1786. En 1810 fué vo rano, ni el furor de los elementos, ni el rayo vi
cal de la primera junta patriótica que se organizó brado por Júpiter, ni el desquiciamiento del orbe.
en esta ciudad; i en 1811 defensor entusiasta de

la misma plaza, cuando las fuerzas españolas in Justum, el tenacem pioposili viruní
tentaron apoderarse de ella. Kan civium ardor prava jubenu'um,
Non vultus instantis tyranni
Elejido diputado al congreso jeneral de las pro Mente quatit solida; ñeque Auster,
vincias unidas de Nueva-Granada i Venezuela, se
Dux inquieti luibidus Adria;,
distinguió en esa asamblea, dice Restrepo en la Nee fulminanlis magna Jovis manus:
Historia de la revolución de Colombia, por sus Si fraclus illabatur orbis,
buenos talentos, su elocuencia i lo mucho que ha Impavidum ferient ruinai.
blaba sobre las grandes medidas revolucionarias
ejue era preciso tomar para salvar la patria. Bien De ciega plebe el yocear insano
pronto fué llamado a traducir sus discursos en ac No conmueve al varón constante i justo, -

ciones; pero en circunstancias tan aciagas, que es Ni tuerce sus propósitos adusto
El ceño del tirano;
taba condenado a salir deslucido. Habiendo sido
Ni el austro, que deí Adria remujenle
nombrado presidente de las provincias unidas en
Su rabia en la onda maestra;
1816 cuando el partido do la independencia se Ni de Jove potepte'
hallaba aniquilado por una serie de desastres, tuvo La fulminante vengadora diestra.
el sentimiento ele ver al terrible Morillo enseño Si los orbes.-se7 hundieran,
rearse de todo el pais. El infortunado Madrid no La's ruinas impertérrito le hirieran.
supo, según él lo dice, hacer el milagro de resu Traducción de Burgos.
citar un muerto..
Nuestro poeta anduvo entonces prófugo con su ¡Qué hacer! El hombre es débil; i el modelo de
familia i algunos amigos por las ásperas i desier firmeza que Horacio ha trazado con tanta maes
tas montañas de Barragan, huyendo de los espa tría queda reducido demasiado frecuentemente,

ñoles; pero no pudo lograrlo, i cayó prisionero. por desgracia, a una de esas visiones de otro mun
Es seguro que los realistas le habrían arrastrado do que los poetas contemplan en sus sueños. Esta
a un cadalso, como lo hicieron con tantos otros
reflexión debe inclinarnos a absolver a los que su
cumben en las pruebas difíciles ele la vida, i a
preclaros varones, si no hubic-ra dirijido a Morillo
una sumisa representación fecha 29 de julio de conceder, sin tasa, nuestra admiración a los que
1816, en forma de mea culpq^ en la que protestaba logran la victoria en la lucha.
se ha Fernandez Madrid fué condenado a salir de Nue
que no era amigo de la independencia; que
bia opuesto a la declaración ái ésta; que había va-Granada para España; pero consiguió, a causa
del mal estado de su salud, que le dejaran perma
aceptado el fatal destino de presidente solo por
evitar una sangrienta revolución que se preparaba necer en la Habana, donde se dedicó a las letras

contra los amantes del soberano, i por restablecer i al ejercicio de la medicina, que era su prof.-sion.
el orden jurando al rei-, i en la que seguía ha Mas tarde, cuando la causa de la independencia
ciendo valer otros méritos de lá misma especie. volvió a triunfar en Colombia, Madrid fué nom
«Por mas horrible que fuese mi posición, dice brado ministro plenipotenciario de esa república
Fernandez Madrid en uno de sus manifiestos, por en la corte de Londres, cargo que desempeñó
natural que fuese el deseo de conservar la vida, basta su muerte acaecida el año de 1830.
i-n el que también tenia mucha parte la esperanza La sucinta relación que precede manifiesta que
de poder servir i vengar a mi patria algún dia, si Fernandez Madrid no fué, según falsamente lo
confesaré, sin embargo, que nunca be podido per- pretenden los señores Pérez i Quijano, un poeta
dcinrm; aquella debilidad. Sin duda hubiera sido

de primer orden, fué en cambio, lo que vale mas,
Noviembre 5. LA SEMANA. 389
un buen
ciudadano, que en una época critica •
dé ser contradictorias, son efectos de un mismo
•presto servicios importantes a su
patria. Por este sentimiento, el candor. Fernandez Madrid abulta
motivo, si yo tratara de honrar su
encontraría dispuesto a
memoria, me | los objetos al pintarlos, pero lo hace, no por ar-
hablar, no de las produc j tificio, sino sinceramente. Los representa grandes,
ciones del escritor, sino de las acciones del hom-
nre.
aun cuando no lo sean tanto,
porque los vé así.
Colgaría su retrato en una de las oficinas pú Su exajeracion es nacida de inesperiencia, i no de
blicas del país a
cuya emancipación contribuyó; cálculo o de sistema. La hinchazón de Fernandez
]os es,antes menos visibles de
l001^-??-3™
lasbibliotecas
en

colección de poesías publicada


su
Madrid es mui diferente, por ejemplo, de la que
aparece en las composiciones de los señores Pé
en Londres él año de 1828. No condeno ese libro rez i Quijano,
a un cuyo estrado forma el principio de
perpetuo olvido, porque me parece que si este artículo. Madrid
no sobresale por su mérito literario, tiene al me pondera las cosas, porque el
entusiasmo i la inesperiencia le irnoiden verlas
nos un mérito histórico. Es interesante el
estudio como son; mientras
de las ideas i de los sentimientos que Pérez i Quijano les dan
que animaron a formas colosales, porque a toda costa quieren cau
los padres de la
independencia americana, aun sar efecto. Fernandez Madrid es un visionario a
que esas ideas i esos sentimientos se hallen mal
quien la juventud de la intelijencia i del corazón
desenvueltos i peor espresados. Esta razón hará le hace ver por un vidrio de aumento el mundo
que se conserve el libro de Fernandez Madrid, no en que vive; i Pérez, i
como una obra literaria
Quijano son literatos jóve
notable, sino como un nes que se esfuerzan en hacer sonar alto su trom
documento de la época. Comprendo
que este autor peta para conseguir que el auditorio venga a es
fuera un gran poeta a los
ojos de los habitantes es cucharlos.
pañoles del nuevo mundo en el primer tercio del Casi todos los individuos de la jeneracion a
que
presente siglo, cuando en Chile pasaban por poetas perteneció Fernandez Madrid incurrieron en el
Camilo Henríquez, D. Bernardo Vera i D. Juan mismo error. Educados por la España en la inac
Ega-
na; mas desde entonces acá, gracias a la libertad, ción mas completa, i lanzados de
el gusto literario, como todo lo demás, ha improviso a una
progre vida ajilada, en la cual cada dia era una
sado. El público ha llegado a ser mas exijente, i peripecia,
pero que la esperanza coloria con las mas bellas
no otorga el
diploma de poeta de nota al que tie promesas, aunque maduros por la edad, se encon
ne simplemente talento
para versificar los concep traron en la misma situación del
joven que co
tos mas vulgares. mienza a gustar las dulzuras del placer i las satis
Aquí los admiradores entusiastas de Fernandez facciones de la actividad. Todo era para ellos ilu
Madrid, si hubieran leido el Mercurio chileno, pe siones; todo les parecía grande, admirable, por
riódico que redactó en Santiago el célebre literato tentoso; todo les parecía posible, hacedero. La Amé
don José Joaquín de Mora, podrían invocar en rica despoblada e inculta era una tierra de
contra de lo que he
promisien ,
sostenido la autoridad de todo mas
que eso, un paraíso; las viejas i atrasadas
un miembro de la, academia española. Mora ha es ciudades fundadas en este suelo por los
crito en ese periódico que 'Fernandez Madrid es españoles
eran cunas de
imperios; nuestros jenerales impro
un verdadero poeta, i
que la colección de sus poe visados eran héroes iguales, superiores a los de
sías es una de esas publicaciones que servirán a Grecia, a los de Roma, a ios del mundo entero;
las jeneraciones futuras, como de faros luminosos nuestros pueblos ignorantes i serviles, émulos
en medio ele la oscuridad en
por
que las circunstancias su
desprendimiento i patriotismo de los mas ilus
del dia (1829) envolvían el buen gusto de Es tres que recuerda la historia. Era esa la
época en
paña. que un poeta americano componía la siguiente
A e¿a observación, si se me hiciera, podria con estrofa, qiíe el pueblo arjen tino cantaba orgulloso,
testar con
palabra. La opinión
una de Mora es como si fuera la
simple espresión de la realidad;
una complacencia de huésped deseoso
de agradar.
Sus virtudes calle Esparta;
Se trataba de una obra americana, i el crítico era
Sus proezas calle Roma;
un español
que residía entre americanos. ¡Silencio! que. al orbe asoma
Por lo demás, la lectura de las poesías de Fer La gran capital del sur.
nandez Madrid seria en todo caso la mejor res
Fernandez Madrid, como la mayoría de sus con
puesta.
He consignado con franqueza mi juicio acerca temporáneos, se dejaba arrastrar por eso senti
del conjunto de las obras poéticas de Fernandez miento exaltado, que fué el móvil de tantas no
bles acciones, de tantas hazañas heroicas. Asi na
Madrid; paso a examinar los rasgos característicos
es estraño que
de su estilo. apareciera en sus obras ese tono
La calidad que domina en él es cierta sencillez estreñidamente hiperbólico que ofende ahora la
delicadeza de nuestro gusto, pero
candorosa de ideas i sentimientos que agrada, que entonces
pero que frecuentemente dejenera en el prosaísmo parecía muí propio i conveniente. Hé aquí como
hace el retrato de Bolívar:
mas pobre.
Las composiciones A mi banadera i la Hamaca ¿Dónde cslá de Bolívar el modelo?
son las dos obras suyas en que mas luce esa na ¿Acaso entre las ruinas
turalidad, i por lo mismo pueden contarse entre De las siele colinas?
las mejores que ha dado a luz. La primera con ■
¿En la ciudad del mundo, bajo el cielo
tiene un cuadro vivo i jentil de los juegos de sus Inspirador de Italia? ¿Enlre los héroes,
Se llalla de Maratón i Salamina?
dos hijos, que travesean i retozan, mientras oí
¿En los campos de Leuclrcs i Platea?:
poeta está bañándose; i la segunda se hace notar ¿O en el famoso estrecho,
por una indolencia que cuadra bien al asunto de En que, a mil muertes presentando et
la pieza. pecho
Solo, detuvo al Asia conjurada
Cuando Fernandez Madrid trata materias mas El inmortal Leónidas con su espada?
elevadas, abandona el tono natural i sencillo, i
toma otro altisonante i encumbrado. Sin embargo, De Venus Citerea,
esa naturalidad i esa elevación
hiperbólica, lejos I Divina madre del amor, (jUrriendo.
390 LA SEMANA. ,
Noviembre 5.
Apeles trasladar las perfecciones, desde luego Buenos-Aires, que lleva un manto de
:\o lo pudo alcanzar hasta
que uniendo azul resplandeciente, i que desplega al aire sus
Todas las hermosuras de la «recia,
pendones; Chile, coronado a un mismo tiempo de
Kscojió, de cada una entre los dones, laureles i d* pámpanos por el' airado Marte i la
I.» majestad, la gracia, la belleza,
Con que las distinguió naturaleza. placida Pomona; i Colombia, cubierta de hondas
Así yo, si quisiera cicatrices, i armada de la tremenda lanza
Bosquejar de Bolívar las acciones, Pavor del castellano,
De cuantos héroes celebró la lama
Señal de libertad i de venganza.
Los grandes hechos recordar debiera.
Asombro de la fiera Urania, Vienen la horrenda Discordia, la negra
Arde en su corazón la viva llama
en seguida
Del patrio incendio que abrasaba un dia Traición, la santa Libertad, la Gloria, Innocencia,
I el Deleite, la Superstición, el Fanatismo, la Paz, la
L§s nobles corazones
Del formidable Harmodio, ■ | Victoria, la vil Tiranía, i todo el mundo de las pa
siones, de las virtudes, de los vicios i de los crí

I de Aristójílon. Washington nuevo,
Bolívar une lodas sus virtudes. menes. Creo escusado detenerme a demostrar los
De, Fabio la prudencia, defectos de semejante procedimiento.
Del intrépido Aníbal la osadía, Otro de los recursos poéticos que emplea ame-
De Cesar el saber i la elocuencia; nudo Fernandez Madrid es el de colocar de trecho
I cuanto han producido
en trecho pensaniientos sentenciosos, a lo Séneca,
De mas esclarecido
destinados a hacer impresión. Esos son uno de sus
Pelópidas, Temístocles, Pociones,
Camilos i Scipiones, principales medios de efecto. Así en la Oda a la
Todo en Bolívar se halla reunido. muerte de Jirardot pueden notarse los versos si
guientes :
Como si Fernandez Madrid hubiera creido que
este hacinamiento de nombres históricos era toda ¡Qué! ¿noha-vivido Jirardot bastante?
Vivió parasu gloria demasiado,
vía pequeño para pintar a su héroe, agrega, refi
Vivió parasu pstria un solo instante.
riéndose siempre al libertador de Colombia, en el
Fragmento de una oda a lturbide en 1823 : El débil niño al héroe presajiaba
Su gloria pasará de jente en jente;'
I siempre vencedor murió triunfante.
I el Cincinato, el Washington moderno,
El virtuoso Tell, estos un (lia
Sus renombres serán de honor eterno.
En lacomposición Al Libertador el dia de su
cumpleaños, este otro, que pone en boca de Bolí
Nosotros, los individuos de la jeneracion actual, var :

por mucho cpie admiremos a Bolívar, encontramos Mientras haya que haeer, nada hemos hecho,
ridiculas semejantes alabanzas; pero los contem
í los siguientes :
poráneos debian hallarlas mui exactas i oportunas.
Todos los pueblos jóvenes i medio civilizados no ¡Cuál se levanla
tienen ni una intelijencia bastante aguzada, ni la Colombia de sus ruinas, majestuosa,
instrucción suficiente para saber apreciar la dife Llena de heridas si, mas victoriosa;
rencia de los caracteres i ele las situaciones. El Pobre, pero vengada, independiente
griego Temístocles, el romano Cesar, el suizo Tell, ¡Europa esclavizada!
el yankee Washington eran para los americanos
Todo tus reyes, i tus pueblos nada.
de la revolución hombres parecidos entre sí i com
parables al gran Bolívar, según Fernandez Madrid, En el Ditirambo a la memoria de Portier i Lacy-.
del héroe clel siglo, cuya fama llenaba la inmensa
¿Do están Portier i Lacy?— ((Sepultados,*
ostensión de doj mímelos, i cuyos hechos excita Estas sus tumbas son, aquí reposan,
ban un concierto de aplausos tan prodijíoso, como Responde España; pero ya vengados.»
nadie los habia merecido jamas.»
Fernandez Madrid es tan exajera'do en su odio, Honor de la nación, esclarecidos
""'

como en su admiración: los soldados de España Porlier i Lacy, vuestra es la victoria;


no son para él mas que tigres por la ferocidad i
Triunfasteis aun después de fenecidos;
ciervos por la cobardía ; Francisco Pizarro, «un Moristeis, mas en brazos de, la gloria;
Moristeis, mas los déspotas vencidos
pérfido asesino, un salteador infame de caminos;» Fueron por vuestra muerte.
lturbide, (¡un tirano abominable, un déspota ruin,
un monslruo coronado,» Estas frases de efecto, que Raynouard, el autor
de los Templarios llamaba el chicotazo, son una
Que al trono descendió por el sendero
De la traición i el crimen.
ele las cosas que pueden notarse en las
mejores
producciones de Fernandez Madrid. Son a la ver
Esta hinchazón de mal gusto causaba las deli dad tan inferiores al Restat Medea de la trajedía
cias de los lectores a quienes se dirijia, i conquis latina, al Qu'il mourut de los Horacios, i al Les
taba a su autor el título de poeta eminente. chants avaient cessé de los Templarios, como Fer
A pesar déla sencillez candorosa de ideas i sen nandez Madrid lo es a Séneca, a Comedie i a Ray
timientos, i aun muchas veces de espresiones, que nouard; pero al fin, son las piedras mas brillantes
mala ca
domina en las obras de Fernandez Madrid, adopta que aparecen engastadas en el metal de
sin embargo de cu-.ndo en cuando algunas formas lidad que el poeta ha empleado para su obra.
poéticas que descubren artificio. Añadid al uso de los chicotazos i al abuso de la
Cusía de poner en escena una numerosa com máquina filosófica, la declamación en las piezas
parsa de abstracciones personificadas que apare- , serias i las puerilidades anacreónticas de un amor
cen en «si todos sus cuadros; lo que cía a estns I sin pasión en las piezas galantes que dirije a su es
de la receta
i;;i aspecto frió i un tinte convencional, que desdo posa; i tendréis todos los ingredientes
j
Jéj -:; huc-len a retorica. Esas personificaciones son
'•'■
poética de Fernandez Madrid.
Noviembre 5. LA SEMANA. 391

En dos palabras, hé ¿En vez de unirse con estrechos lazos,


aquí el resumen de mi jui
cio sobre este autor: candoroso hasta la simplicidad Tus propios hijos, en su horrible saña,
en el fondo, es declamatorio a veces hasta él exceso Al enemigo prestarán sus brazos?
en la forma. La reunión de esas dos cualidades ¡Olí ignorancia, execrable fanatismo!
Eu el sangriento altar del despolismo
opuestas, pero que no se escluyen, componen un
La patria de Lanuza i de Padilla,
conjunto que halla mui distante de ser bello.
se Victima voluntaria a la cuchilla,
La primera de ellas saca su Estiende la garganta; ¡oh mengua, oh crimen!
orfjen del carácter del
autor i de las circunstancias en que le tocó vivir; i I ante el ídolo atroz de los tiranos
la segunda del estudio i de los modelos que se Se prosternan i jimen
Los altivos i fieros castellanos!
propuso imitar.
Las composiciones de Fernandez Madrid son un
ELmismo poeta pide en otra ocasión con el ma
documento importante para estudiar la naturaleza
yor encarecimiento la unión de los españoles
eu
de los sentimientos que en la época de la indepen
ropeos i de los españoles americanos, pero libres
dencia, i después de ella, han rejido las relaciones unos i otros, i sin que los segundos fuesen esplo-
de los españoles americanos con los españoles eu
tados por los primeros. En una oda que compuso
ropeos. Se sabe que los habitantes de la península A la restauración de la constitución española en
echan en rostro a los del nuevo mundo un odio
1820, se encuentra el siguiente pasaje :
ciego e inmotivado hacia ellos. Sostienen que los
ciudadanos de las nuevas repúblicas aborrecen a No mas, no masdiscordia, no mas guerra.
muerte todo lo que es español, solo porque es es De cruentosraudales
Demasiado anegada está la tierra.
pañol. Esa acusación es un error que se halla des Todos somos iguales;
mentido por los hechos; es una calumnia que no
Nuestro idioma es el mismo, i nuestro suelo;
merecemos. La guerra contra la metrópoli há sido
No huya pues el hermano del hermano;
una guerra contra ciertas ideas, no contra las per
Leal amigo del león hispano
sonas. Los americanos no hemos renegado de Bata las alas, i con raudo vuelo
nuestra raza; lo que hemos hecho ha sido comba Elévese el cóndor americano,
tir la superstición política i la superstición relijio- Elévese hasla el cielo;
I con la dignidad i la grandeza
sa, la monarquía i la inquisición. Hemos obrado en
nuestra tierra, como muchos españoles han obra Que convienen de un mundo a ia señora,
América a la Europa se presente
do en la suya, sin que por eso hayan sido tachados '

Colosal vírjen, de inmortal belleza;


de anti-españoles.
1 la Europa, en un tiempo su opresora,
Si hubiera habido un individuo llamado a ali Con oliva de paz ciña su frente,
mentar ese odio ciego e inmotivado, habria sido Estiéndale una mano protectora,
Fernandez Madrid, caudillo de los insurjentes, I sea el nuevo mundo independiente.
poeta de la época revolucionaria mas exaltada,
perseguido por los parciales de la metrópoli hasta ¿Habrá individuo de buen sentido i de cora
un

obligarle a buscar un refujio en los montes. Sin zón recto que repruebe las ideas de Fernandez
embargo, eso no ha sucedjdo. Fernandez Madrid Madrid acerca de los españoles, que quedan es
se ha espresado en sus poesías categóricamente puestas?
sobre este particular, i hé aquí lo que ha escrito : Pero se dirá talvez: el poeta neogranadino abo
rrecía tanto a la nación cuya sangre circulaba por
Sangre española corre por mis venas; sus venas, cuya lengua hablaba, i cuyo Dios ado
Mío es su hablar, su relijion la mia,
raba, que ha ido hasta identificar su causa con la
Todo, menos su horrible tiranía. de los indíjenas, [primitivos poseedores del suelo
No aborrezco a la España; solamente
Abomino a los tigres de la Iberia, americano.
Que de sangre inocente, Es cierto; Fernandez Madrid ha llorado el cs-
De lágrimas, de luto i de miseria terminio de los incas, ha maldecido la crueldad,
Han llenado este nuevo continente. la codicia i el fanatismo ele los conquistadores.
¿Qué importa eso? francés, o enemigo
¿Sería mal
Fiel a estos principios, el poeta deja estallar su
contra los peninsulares opresores de la
ele este pueBlo, aquel reprobase la San Bar
que
indignación tolomé, o que mirase con indignación las turpitu-
América; mas solo tiene palabras de simpatía i de
des de Luis XV? Hai una cosa superior a toda
afecto para los españoles de alta intelijencia i de
mancomunidad de raza, a todo espíritu de nacio
noble corazón que trabajaban a fin de que en Es
nalidad: la justicia. La verdad debe obtener el
paña reinase la justicia, i no el estúpido capricho paso sobre el patriotismo. Cuando el pueblo a que
-
de un Fernando VIL Si ha cantado a Bolívar, a Ji
pertenecemos ha cometido un crimen, debemos
rardot, a Sucre, a Urdaneta i a Rivas, ha cantado lamentarlo; pero no ocultarlo, ni mucho menos
igualmente a Riego, a Porlier, a Lacy, a Quiroga, defenderlo. Fernandez Madrid, sin ser indio, ha
a Sardinó i Estrada. Se ha manifestado enemigo
a
podido i ha debido protestar contra los abusos del
implacable, no solo de los españoles, sino también pasado para que no se repitiesen en el porvenir.
de los americanos quo se empeñaban en encade .La acriminación quo los españoles europeos di
nar un mundo entero a una península de la Europa;
de todos los que rijen a Fernandez Madrid i a los republicanos de
pero se ha declarado hermano la América recae sobre el ilustre Quintana, el
defendían la libertad en uno i otro hemisferio,
poeta laureado de España. Leed las biografías de
cualquiera que fuese el cielo bajo el cual hubieran Las Casas i de Francisco Pizarro, escritas por este
nacido. Si ha tratado de estimular el ardor de la noble injenio, i su famosa oda A la espedicion
América para que combatiera sin descanso contra
los ajentes del despotismo, ha procurado inflamar
española para propagar la vacuna; i decidme
si en lo sustancial espresa otra cosa que los
también para el mismo objeto el entusiasmo de escritores liberales de la América. ¿Sostendréis
España. En la Oda a los pueblos de Europa en que Quintana abriga un odio infundado a sus com
1824, dice :
patriotas, quo escribe con hiél i con encono, que
¿Qué haces? ¡España, España! es un mal español?
' ■■ ■
■ ■ ■ ■-■■ » '■ I l«

392 LA SEMANA. Noviembre 5,

Los republicanos del nuevo mundo defienden '


toria, i de que le dispensaban hasla cierto punto
con entusiasmo las ideas que creen santas; pero las leyes poéticas, no le ha impedido exornar opor
no atacan sin motivo a las personas. Me parece no tunamente la acción. La catástrofe de la imperial
engañarme al asegurar que las opiniones i los sen Tenochtitlan, i los afectos de padre i esposo que
timientos de todos ellos en este asunto son los hermosean el carácter de Guatimóc, suavizan el
mismos, que acaban de leerse en los versos cita tinte jeneral del cuadro; i entonces es cuando el
dos del autor de que se trata. ¿Podria alguien cri poeta, dando suelta a su vena naturalmente dillco
ticarlos por eso con justicia? i tierna, hace una impresión mas profunda en el
A mas de sus poesías líricas, Fernandez Madrid alma. La acción se ha conducido con mucho jui
ha dejado unos ((Fragmentos de una traducción cio; los caracteres (no obstante la opinión de un
de un poema de Delille titulado Los tres reinos de crítico respetable en la Revista enciclopédica) nos
parecen tan conformes con la historia como
la naturaleza» i dos dramas, Átala i Guatimozin. natu
El nombre del primero de esos dramas está in rales i bien sostenidos; i aunque el Guatimóc no
dicando que ha sido tomado de la famosa novela está ni debió estar en la especie de estilo en que
de Chateaubriand. Eso solo basta para juzgarlo. mas sobresale el autor, hallamos en esta, como en

No era posible, como dice Mora, calzar el coturno casi todas sus obras, una prenda sumamente re
a la vírjen de los primeros amores. Átala es un comendable, un tono de naturalidad i verdad, sin
argumento propio para una tierna e interesante esfuerzo, sin énfasis afectadas, sin trasportes vio
elejfa cuya escena se suponga en las selvas de lentos, sin estudiados adornos de dicción. Verdad
América, mas no para un drama que pueda repre es que tampoco en esta deja de entregarse con de

sentarse. Esa historia que no tiene por personajes masiada confianza a la facilidad de su injenio;
mas que dos jóvenes indíjenas i un anciano sa-s pero nada es mas raro que el acertar con aquel
cendote, i por comparsas dos tribus, una de indios punto preciso que está a distancia igual do la des
salvajes i otra de indios cristianos, no ofrece la nudez i del fasto, de la negligencia i de la présun^
complicación de elementos necesaria para una cion; i si se ha de pecar por uno de estos dos es
obra teatral. Pero prescindiendo de esto, la com treñios, el buen gusto será siempre mas induljen-
te con el primero.
posición dialogada de Fernandez Madrid (no me
rece otro nombre), es una copia infiel de su bello «El Guatimóc es mui superior a la Átala, (pro
Ciertamente se necesita mucha osadía, o
orijinal. ducción de la misma pluma que se ha represen
mucha inocencia, para atreverse a provocar la com tado, según creemos, en la Havana i en otras ciu
dades de América), i posee en mucho mas alto
paración con un gran talento. La Átala de Fer
nandez Madrid se asemeja a la de Chateaubriand gradólas cualidades necesarias para hacer efecto
como la hoja de lata se asemeja a la plata. El en el teatro.»
de Diré en conclusión que et autor no estaba con
poeta neogranadino, a ejemplo de la criada
tento ni de Átala, ni de Guatimozin o Guatimóc.
posada de que habla Iriarte, ha convertido en
«Si alguna vez cediese yo de nuevo, decia al fren
Un azador hecho i derecho
^
te de la edición de sus poesías, a la tentación de
Lo que una espada fué de honra i provecho. decirlo asi,
componer unatrajedia, trabajaría, por
Hé aquí ahora el da el Repertorio mas a mis anchas, i sobre un plan mili diferente
juicio que
americano acerca del segundo de los dramas men del de Átala i Guatimozin.»
cionados, juicio que no acepto en aquello de que
muchas veces énfasis afec
Miguel Luis AmpSa^égui. .

nuestro poeta no tenga


tada:
«El Guatimóc es el mejor de todos los ensayos
que hasta ahora se han hecho por
americanos en
'
«■
Soneto,
. V %■ ""'[

uno de los jéneros de composición


mas difíci X. <

les, i en que después de las tentativas de Huerta, Nace la vida el inocente niño,
a
-^
Moratin, Cienfuegos, Quintana i otros excelentes I al mundo viene en lágrimas deshecho: ...

injeníos, no hai todavía una sola pieza castellana El lácteo jugo del turjente pecho
%

asunto de la pre
que pueda llamarse clásica. El
.

sente tiene el mérito de su celebridad histórica, Con llanto pide al maternal cariño.
i del grande interés que el nombre solo del héroe
basta para inspirar a los americanos; pero bajo
Mas blanca i pura su alma que el armiño,
otros respectos no lo juzgamos felizmente esco-
i los espa Grece al abrigo del paterno techo;
jido. La contienda entre los mejicanos bastante
ñoles pon la posesión de Un tesoro no es I a la burla del mundo, i al despecho
i a pesar del
digna de la gravedad del coturno; Su llanto brota en turbio desaliño,
arte con que el poeta ha sabido realzar la impor
tancia del objeto que se disputa ligándole con la la cuna!....
salud del imperio, un montón de oro i plata es ¡Llorar para existir, esa es

al fin un ser inanimado que no puede hablar al ¡I llorando vivir, esa es la suerte!....
corazón, como, por ejemplo, el hijo único que
una a los seres llorar que amamos tanto!,,..
¡1
madre tierna quiere sustraer a la crueldad de un
tirano; como la madre delincuente, pero llena de otra fortuna,
remordimientos, que un hijo respetuoso, instru
Si no es dado aspirar a

Esa tumba que me abra a mí la muerte,...


mento involuntario de la venganza celeste, inmola
sobre la tumba de un padre. De aquí resulta que Vengan los míos a regarla en llanto.
"el sacrificio de Guatimóc no aparezca suficiente
mente motivado, i que los españoles se nos pre Hermojenes de Irisakbi.
sentan animados de una pasión sórdida, que los
Pero el
hace aun mas despreciables que odiosos.
con que el señor-Madrid ha tratado la his
respeto
*
"

£.,- S9&
Np^fnfSre .

pí'SBifáNAi"
Algo sobro i a p«s ahva «Palabra,»
'

teAtulia^^n^Yle jiap JÍbrado»¡mi querido lec


tor, esa^ .
rg¿d¿bj;as.;vacjajs i sin sentido qae-
ni»9

Pocas palacras hai de maís variado "senti'dof de, úiik yezhabsáSit^iidQ q»ed«c¡r>? : ,,

que ésta VOzí pocaS cpa¡e den irías elegancia, -ÍUs- .palalraa deijesQ §on' dichas prJr hom-,
precisión i movimiento al bien decir: pocas bres,tambien|ide¡;peisfl.. Np'q-uiero decir, cónias*
mas acomodaticias i más llenas de diversos to' .que Reatas j»l^asseW pesadas. Las pa*
significados, :E11^ ge-presta y^pa^íj, presar labras pesadas s,q¡o, son. ditihas pof: cíeiitoá)
una iclea,
ya para llenar un vacio del idioma, hombres francotes, .con. quienes -nca asolemos
3$para.-isigntfioar an objeto, un eaíiíteatrvo,; eijcpntrareu- sociedad, -hombres tan poco su
ün nao/vinjleptoi ,, .» , .;.■. ¿ En tatte partssise la fridos, ,q,ue a Ja; menor- cosa nos .espetan una
ve sirviendo de admirable recurso: en la sa ápriati&da,. que;iii;fa:bocade un cañón iguala
grada cátedra^ en la bonVei'sacion familiar ( en boca,
fea; acontecido quedar
a su ¿A-íiit^imo
elpqpular discúi'süi i hasta en el cansado li se chiquitito al recibir cíe -repente una cle;esas.
bró de algun'tétrico sabio se halla. .,'-'.. , ¿En rociadas de¡ calibre i medio? L de no. dígame'
,

dónde no está esta palabra? k'k'k'-' usted*, sgñorita, -si iciertas -palabras, i-tlichife
La voz palabra significa acción; Dios es la : cuand-a menos usted lo. espera* jio3a-hftn:hev-
palabra por excelencia; i al impulso' de su choarrepentirse de. haber entrado en, iconyeiv;
fecunda palabra, salió lá creación llena de sacion ppn- cierta clase de jente? Se- coneke: ■

vida; la nada obedeció- i fué algo; la.forma mui, bieii; que :no hafete «on aquellas; niñas que-
:
■■

ajafeció, .iluminada por la luz-v contó- el. tiem después, ele haber recibido. ; con gústela, pala-.
po rStts horas, i las estrellas i pjaneías rodaron. brería.íi veces, insultante 1 deseo niie.clida ele ■..un,
por Ia inmensidad tle Íos.: espacios. ... .,¿Np; ríipsaivfite sin yejlexionj yiyaiiaého¿ sequeda
.

es- esto, no es la. creación una bella i eioeuen-, tan ancha:, .agradeciendo- las-agradables ctern* .

te. palabra eeti que la divinidadJia significado zas ,i;e}ÍQÍeííidoles ;al pido a ;sus-ájnigasí ■qes-

§u poder, su sabiduría.i.sji atíior?,Iel cuítp: tnuchp.este fulano! iJ!an¡mak> que lo. hamúe-
que'en ncambiode tantos beneficios rinde ei- veri '$iempr.e-eori sus chistes. i sus. casas ¿aim

niorut -a
Improvidencia ¿no es también uiia, cuando u%a (míe. de ,e,noj,avse con. é//'<Lp ciar-;
humilde palabra que espresa nuestro rpcanfi-v to es que si -trata de enejarse-per dos ciisíenU
cimiento, grandeza, i nuestra debili
nuestra no s,e^nojan;unQ,a!.yo.lo.sé-,J>ien. -.-•>[ y'.'!'
dad? ', .-,., _
.,Ño-..;é.s inenestein espresa,rse,í)eí*-tó>»í^ííe pa-:
Pero ljajemosi pablemos j«.undana»ep}e.
.
ra decir una palabra, pues el silencio .o u'rajesK
Cnadé las inas, bellas significaciones detesta to: a -iiempp son casl-sieinpre fias palabras nias
Voz es \ii A^ Áomadez. ,Va l^mbrB qae tuerté elocuentes. *. -... --■-■--:

palabra es, «ri hombre honrado: qi^ien np res-; ,La8 palabras :amftrosas son Üamaeías asípor
peta su pabfca.rU) sB; reispeta, ire.nía!1j!i.spn dicjias: casi siempre: a media voz
'"En ün hombre tle honor.su palabra es su porlps q.ue,hace-ri eí¡ papel de pi-imeros.galat-
rirí^ai. Estas palabras -son las ,paiab ras de ho nes ,en las ¿oinedífs deestradoi Las niñas las

nor; porque también b¡ai palabras .que no son reciben taitibipUiaiinedia -OPej»; que no parece
de honor, s,in embargo de tenerlas por-íiiui
.
sino ,q.ue ufl^s i. otros estuviesen jngajido al:
honrosas .en la -soqiedapV El lector me, en-. jutíguecito dft'ua que tus-led no-xneengañffi'-!-
tienda '. .
Estas palabras cpmo dichas en: una tempera-;
(itíri hombre de palabra» suele significar . tura mui elevada, se evapQra)).,!Ípoco'de&.pues.
tamblen'un hombre ¿e-talento; al menos ,esí;a ya no se hace casO(de- ellas. Solo, cuajidoílas
esia opinión común, opinión que no vá al pa^ señoritíisqu.e.las reciben.se enoj;an, es.éuando-
recér ..indi .fuera, de camino, puesto que es, proelucen^íecto ¡pero qué;efectQ!".
mui natural creer que quien produce,pal abras Éíi: Cuanto alas
pal-abms .galantes, ya ;es
tiene ideas- A veces es verdad que no se yeri- , otra:eósaíjaniás he visto, por .ellas:; enojarse)
fioa. asi:, las palabras .suelen estar tan baratas nianiñasni a moza, ni a vieja. Por mas em
ni
que las emiten siii significar idea alguna, palagosa que sea la con-vei-sacíoh de uft.gajan
mas ni menos «amo un ¿aneo délos llamados \ ele profesión, que meló clavéhe.nla frente,,
de emisión emite billetes en blanco para lle si no es: bien recibido por todas. ¡Qué.palabras ,

nar .ciertos deíicites del negocio, Así, también tan -útílesson estas para .abrirse pago por en
)jss palabras en blanco &ón de gran utilidad tre las- ejnpip.fis"i zarzales -enredados': efe -este

epl,las sociedades para llenar ciertos huecos mundo!: •

dela-conversacion. Sin dichas palabras una Las palabras de amor también gen palabíiási "

tertulia carecería de aquella sonoridad que pero .- .

de dura
constituye su sal i pimienta; i no pocas veces La palabra amor

de tono. Lo que dura la hermosura


sop ellas el saínete ele las comidas
.
,

Yo copio al pié de ¡a letra el refrán que co


Hombres graves i de capacidad se ven tam
rre por el mundo; i no tengo culpa alguna, si
bién obligados a decirlas, si no quieren pare
el refrán nó es verdadero.
cer tontos, cosa'por la cual nadie quiere pa
Pero la palabra merengue para las niñas es
sar, pues es cosa averiguada ya que cualquier
hombre de juicio mas bien quema ser necio la palabra de matrimonio. ¡Esta si que es pa
en realidad que pareeeiio. Por otra parte;. ¿de labra! En. lo antiguo una palabra ele estas va
cuantas posiciones embarazólas en Ja sociedad lía como escritura pública: ahora es ele otra
;w;¡ LA IffifevT lfÓYlefiffire'5'
7=

modo. Otros tiempos, otras costumbres: i co lumna, por -.lo mAnoá-de-io, Síejh<i>ia£»8egüi)il«t
mo nuestro código civil no las considera ya' porque siempre es bne^o seguir U> .costumbre.
como
firmas que se pueden hacer valer .en
juicio dejando obrar en todo a la conciencia Daniel Barros G n r.z.
del individuo •i;d, !r. i-ifi ,íiiÍ7.i,u i -.'■■
que las'dá, no hai duda que ellas ~
'

solo tienen fuerza cuando ce trata de •-. ':•:■< l«íh-.--'.--. ■"• -."'.<

de honor, es decir de hombres de


hoirdires;
íJ ' ''''■ '

palabra! líe la Litcralur» CEulcim.


Hai palabras medias, usadas
porciertos hom
bres a quienes no es posible sacarles las Sil NACIONAIIOAD. —
SB CARÁCTER : I S© ImtVtf.-'
bras enteras. No tienen opinión, sinb media
pala t3A EN EL PROGRESO I FELICIDAD' DEL -1'-
':-■
I>A!lSv
opinión sobre ios negocios. Sus palabras pro
ducen también un 'medio dictamen sobre los
De la Literatura Chilena, considerada enjiis.
asuntos que se Jes consulta, i el medió
pare i en el carácter que
fuentes, (debe, revestir
'

cer
que dan comba media voz los deja en.dis-1
de para llenar las condiciones de siu naciena-
posición poder decir después lo contrario
de lo que antes han dicho, sin .•lÍd^¡eMflvir.^i.el.pr.ogr'esai,/éíiindad
'" '
del
que por'estó paisi ¡' ,'
-r ■:. :-:o\v¡ -i
haya temor de que aparezca contradicción. .-. ¡
-Y:q ., .; ;,-. i •■ - ■-

Esta manera de decir las tosas Os un bellí .-. ,


,-. ,., .
.,.•
Continuación., ,

,{~i ; .

simo espediente para que Saiga de 'Esufifi pee tiliarídáddél siglo dé' positivismo
apuros ún
sabio cualquiera. Dando'su Opinión á medias/
eTÍque'viVitoos^él'qué a todas las prodúcelo-'
i con un significado entre lo blanco' i lo ciohés del ar'Éé'o: del' injenio se léséxija íiná
négró;
él se quedará tan eábio cOmó utilidad social. .Nada' se. produce én' el'dfá sin
,
siempre T él
consultante tan. ignorante como antes /de la' qne :la fiíasófíá 'iíitéfpóngá s"u eter'rio por: qué,
consulta. Verdad esfe}úV para ser sabio dé i la sociedad su éterríb para qué- No basta qué
esta manera,' por lo niiskio' lá obra séa'biVena bajó el ás'pefcto'c?el-árté',;séíá
qué no sé' necesita
mucho saber, se ha menester ele" uíucfto ta bien acabada; í ñjéniósá'; es.' precisó que' séá
'

lento, pues de lo contrario-uno puede ser pi útil; que en'éíferre unbíérírivértla'deíó,;vuha'nfe'^


llado en algún renuncio. Soló al talento vivb:
-
césMacl:sé*ntidííi; ím dolor, üiia';pén'Jl¿ 'tina as
i üjero le es dado poder decir un disparate piración, -una esperanza "social, 'que ell^sea
,;J
que tenga todos los visos de una Sentencia -sa útil en fin. .
, •'.'
lomónica. '-■■■ i ";- ; ''■''
■ « líií toda
producción de] injenio es preciso
Así como hai palabras que éspresáih alguna cniécampeeh.'dós. intenciones reveladas, Soste
cosa, hai también algunas cosas que ésprésan' nidas i elésehvue'Has en la obra; misma; 'ía in'-
palabras. íde fio, pongo por ejemplo ál peúi-, tertción' literaria';' la¡ÍTit'éri'cióh social i 'política;
lante:/¿quién duda deque un petulante sea Todo lo qup sea sejiárarsé' deestadpble mira,
'

alguna cosa? Pues bien,; ún petulante, decía,;


'
é¿ egoi'sta,' qs efímero:
produce palabras sonoi-ás por excelencia, 'qué "'El'c'áhtdá mis amores, a'lós ojos dé Elisa,
sirven para recitarnos el Óido. Son éstas-pa- a mi esperanza, a mi dolor, 'fós. retratos éti
labras huecas como las campanas/ i vienen verso; Sóri' flores de'.tiri 'cflíi,rjirriiiástida de lá
casi siempre preñadas dé necedades, Én cier riinái del- injéntr/, ribcís'ra poesía 'en fin qué
tas ocasiones es tal su vaciedad; que ni nece debo, considerar en este estudio. La poesia
dades traen siquiera. cmriÓ'yo.la'concibó í la déséB para los jóvenes
Hai palabras hombres, ó'mas bien hombres talentos, es esa poesia eh'qüe 'corrlós colo
palabras, palabras ambulantes,-éncárrifidás'eiT res del arte
qúe^corabina el poeta en su fanta
una
especie de hombre, con figura'; caí-a;' bra sía, ñbs presefite'ctTadros anifhacltis i magnífí-
zos i piernas COmotál. Se ven en todas partes: cosde lavidareálqnenos rodea, de los dolores,
eít loscafés, en las. salas de. billar, eri las igle db;lás esperanzas del pnéblO;.cuádros que de
sias, teatros, paseos, tertulia^,.... ¿en dónde ben ser juzgados dé la altura del arteT cíelas
no están? Son sacos ambulantes: ele palabras, i'deaW'i necesidades democráticas; 'porvenir
que se derraman sin tasa ni 'añedida/ Todos irresistible de nuestras sociedades.
callan en su presencia: no parece sino que Existe un inundó ideal para él arte; pero Si
ellos se hubiesen encargado cíe hablar por los en él .Vuelo a esa idealidad, perdemos de vista

demás. Hé aquí porqué les falta el' tiempo los intereses' positivos de lá sociedád'éri qtre
para pensar lo que dicen; pero ¿cómo también vivimos,, ¿que estraño será que ella nos pierda
lo han de hacer todo ellos? ¿No basta qne-ha- de vista, tí nosotros, i iíí' pos 'escuche ni nos
blen por ciento? Eso ele tener ideas i reflexio cóiVi prenda?'
nar se queda para los menos locuaces. T'o'dó libro, tddó trabajo deí. espíritu, debe
Aquí no mas he venido a notar que me he enseñar algo; pues en la época efel ferrocarril
salido algunas veces del camino, quiero decir que atravesamos, nó estamos para perder tiem '

del asunto que me había propuesto. Confieso po. Si esto es así, 'toda producción del injé-
mi yerro i quien confiesa su pecado merece hio, clebéen'sefiár en términos que puedan ser

perdón. Bien podria borrar lo que estuviera comprendidos por aquellos a quienes es desti
de mas en mi pobre articulejo; pero no lo hago nada; esto es, toda producción ha dé ser na
por dos razones: primera, porque' éste me cional para ser popular. El escritor chileno eri
quedaría mui corto, i yo quiero llenar una co fin qne escribe jfera su pai3 i eu 3Ú provecho,
" "

,
oyiembrcT & LA MU APJA[.
debe., Juncar los- medios f}e :ser bien compren ,Y,€uand«, ¡invito, a nuestra literatura a ser so?

dido lipr'él'puéljIo-jCh'ileño;^ ,élpu£bl#cp,u}#


na cjal.-i g^aórSOfiial a ser .nacional, i siendo
el que se reúne en esta sala, sino el pueblo pa> nacional aiser popular, dairivito a .obedecer
derpso de.que formamos una., pequeña parte, a^ mía ¡inspiración nacida de una necesidad co
<ju.4 se nos
viene encima.i qué es i
preciso' que mún aotrospueblos mucho mas civilizados que
'

venga" como amigo; piíe's. ,ai! de po&otros si


,
'
el nuestro,, A;en los que trabajan i se combaten
viniere como «iemigo! '. k .
... ,

como ; en el nuestro, elementos opuestos que
¿I ¿ómo hacer para que rio haya, ese anta se desea armonizar;, la' muchedumbre arrodi~
gonismo/. tan temido?—Preguntadlo a vuestra %da,ayer que hoi s,S levanta impelida por la
conciencia:" ..estudiad á'ése pueblo, ilustrad
. .
fuprza nueva democrática inoculada en ells;
lo, ..cóinbatid, moderad al menos, sus malas la aristocracia, las- clases privilejiadas por la
tendencias,, favoreced eí desarrollo de losbue- posición, el {alentó, el: dinero, que temen que
nos jérmenes que en. él existen, sed. justos el^antagonismo existente pueda traducirse en
¿ara el, i no habrá para nosotros cata
pon,,, lucha,: fatal siempre para ella,
clismos sangrieoios como los de .89 i 93: en
. ,' Eri -la, Gran^Bretaña, donde: existe entre
esa tormenta social'horíible que llamamos Re otras hondas llagas sociales, comeen los Es-
volución- Francesa, —I ese estudio del pueblo tados-línidos, una esclavatura mucho mas te

chileno, combatiendo defendiendo


sus, errores, rrible aunque de distinto color, la esclavatura
sel justicia, descubriendo i mitigando sus do^ del trabajo,, la esclavatura industrial, la lite
lores, la .nobilísima tarea de' lá literatura
es ratura fiel -a su; nacionalidad británica i a su

caleña* de la literatura nacional. :


sociabilidad, ha creado i esplota en todos los
."Hai en el Chile de otros tiempos, anteriores, sentidos útiles imajinables, el romance que allí
i posteriores a Ja revolución, fuerzas morales, llaman. de Costumbres Industriales: i los mis
i, tradiciones poderosas que es necesario ; no mos principios, i los mismos motivos quedic-t

desdeñar. A la miserable presidencia colonial taron las pajinas i dieron tanta vida i senti
de otros tiempos, se quiere sostituir una na miento, en un lado del Atlántico, a los Cuadros
ción democrática, poderosa i feliz; al hacerlo, de negros déla Cabana del Tio Tom, han dic
no podemos, debemos romper tan comple
no tado, al otro Jado de ese Océano, pajinas i cua
tamente con el pasado, que junto con la bar dros distintos en el color i en la escena, pero
barie e. ignorancia en que ese pasado abunda, idénticos en su tendencia social i literaria.
perdamos también algunas influencias bienhe Hé aquí el plan de uno esos romances, que es
choras, algunos instintos de progreso moral mas bien un cuento filosófico, mui injenioso

que en él se encuentren. Esta obra de sepa


i que espresa perfectamente el antagonismo
'

ración debe ser la tarea fecunda de la litera que trabaja i que, merced a la índole de aquel
tura, chilena: ella, combatiendo errores i su pueblo libre i a la elasticidad de sus institu
persticiones, combatiendo a la barbarie i la ciones, se inocula ¡amalgama en aquella socie
ignorancia, sabrá conservar i trasmitir toda dad; plan que ademas esplica mui bien mi
influencia benéfica: ella hará que la sociedad pensamiento respecto del carácter i tendencias
chilena, estudiándose a s! misma, concilie su que deben marcar i dar impulso a nuestra li
jenio con las exijencias! de la civilización i de teratura. --...-:.

fa democracia. Vamos al cuento o plan del romance: tra-r


El movimiento reformador en nuestros pai duzco. '_
ses, ha recibido i recibe dos impulsiones mui «En un pais imajinario vivia una sociedad
conocidas i definibles: la una gubernamental, imajinaria, sin unidad, compuesta ele dos gru
oficial; la otra, la destinada a ser la mas pode pos de hombres netamente marcados i sepa
rosa, la mas eficaz i que se desarrolla mas i rados: el uno viejo, el otro nuevo. Uno.de—

mas cada dia, es la que proviene clel pueblo los dos grupos se componía de hombres estre-
mismo, de sus recursos, de sus ideas, de su madamente cultos i corteses, con los cuales
La literatura chile era mui agradable vivir, verdaderos caballe
progreso moral i material.
na debe estudiar, ayudar, ilustrar, armonizar ros en sus maneras elegantes, en su vestido, en
de vida, en su lenguaje; pero de un jénero
esta doble impulsión, presentándose viva, ro su

busta i bienhechora, como emanación de Dios, carácter debilitado.


¿n todas partes. «El otro grupo lo formaban hombres de labor
La literatura chilena fiel a su misión esen i de negocios, ásperos de carácter, groseros,
cialmente revolucionaria, traerá entonces por desagradables; pero fuertes, sólidos i acti
'

su verdadero camino, sin trastornos ni zozo vos. Es inútil decir que la tal sociedad, —

la revolución verdadera i benéfica que se así compuesta i así dividida, marchaba mal.
bras,
dos grupos no tenían entre sí relación
dibuja en el porvenir de nuestra sociedad: no Los
esas revoluciones de lucha, sangre,i, estermi- alguna, si se esceptua la perniciosa del vi
nió, remedos hechos muchas vecespor mino cio; no se frecuentaban, i abrigaban la una
rías audaces en provecho de intereses peque por la otra, odio i el mas perfecto despre-
I ció. Aislados sin embargo, ninguno de los dos
ños i egoístas, sino esas revoluciones 'que Ler-
niinier, con tan propia vehemencia, define «las ] se bastaba a sí mismo, i llegó el dia en que
dos tenia bastante ascendiente
inspiraciones ele los pueblos» i como tales pa ' ninguno de los
,

cificáis, por sü ,naturajeza misma irresistible. sobre él otro para elevarse al poder i domína-r
S¿a- Z*s4
306 •É-aMÁNa, iWKtoítore 5J.
«ambos. Los unos representaban, por decirlo ñierósá i bien constituida pi'ojénitWá. La raiá
asi, formas sin- fealidadeá; los este: enlacé fué etí efecto Ja lla
representar .
proveniente' dé
oíros representaban-realidadessin formas. LbS mada a gobernar esa sociedad i a terminar esa
unos son rodo superficie con poco fondo; los
antagonismo por 'tarito tiempososíériido. unien
otros son elementos brutos sin do en el arte de gobernar, la flexibilidad i el tá'ci
superficie re
gular, trozos de granito mal cuadrados Hales to con el vigor i el
cónocinüerttó'práctiéo' délos
cuales: habian salido de las profundidades dé hechos. Entonces nnasociedad supellór se está-
la tierra; pedazos de hulla negros i polvoro 1
bleció, civilizada sin molicie, áCüva s¡in exceso,
sos, mineral bo' desemÉantzádo todavía de ideal sin sutileza, práctica shl s'ei'gí-oser'á.»'
sos escorias tierrosas, materias Hasta aqüíiel cueri^ i érilaejecucioii del
pfhheras'lDtJ ''
:i;f
piepajad&s, > - ■
plan: fnjenjoso que él encierra, se hallan i'énn'l-
:■ <iSe estableció desdé lüégíví pói'séntadé; éií ! ñidás' todas las condiciones que yó apetezco
esta sociedad, el mas
perfecto sMii^üo dé eu'elróinanée'Chiíeiió: hai Verdad i naciona
anarquía.—Era precisó sin embargo^ quieráS lidad én los caracteres1 i eri lká apreciaciones,
qne iiovqüterasi, elejir ün rei; i ninguno de los verdad en1a,s¡tuácion,Í un glande objeto sb-
dos grupos «céptaha el rei del otro.' Éii fin I cial, iltili'ihóral,
quese persigue, te dé'sarro-
nuestros caballeros élegántés.'viniérén'a serlas ! Ha
de:.niH: maneras i se' alcanza. Ouiteihos'lá
víctimas dé ais propias inclinaciones; cayendo persona dé la reiría tp^é'nádá en el
sígñlftcá
pí-esa~de 'uhd especié dé elegante o ddñd^miú gobierno; pongamos los elementos sociales dé
astuto", niitád italiano iimltád-'rusp,' quien de lá Grán^Bretaña eh luóhá párii llevar' sus 'Hoú.-
masiado sagaz para hacer- de éllod sWbditps; i bres al Ministerio, .atPafíáMiéntq,' i recordemos'
sabiendo que podria góbérh&rlOs asi, los atrae ijué úri Pee), hijo' dé un fabricáiité'db Lán-
eérca dé su persona, ipor medio de sühífsasi éástér; hnhijo del'ghipo dé las máquinas, del
de cariños i de albago*, pcfr medio dé* palabras carbón, del granito, ha gobernado desdé el .

suaves i api-opósito, los'' rédütté al estado dé mismo puesto qué lian ocupado altérriativa-
domesticidad.-^ÉHos' por nada eri el mundo mehte Palinérstón, RÜ'ssél, D'érby, miembros
habrían obedecido, si se'-léS Irufeíésé maridado del griipo:; daridy; pero después' de haber pa
en nombre de Ja justicia;
pero héaqüf qué con sado Péél, como' Palmerstó'h, como JRussel,
un jegto elegante i una frásé injémósá. Sé
por el matrimonio ele lá hija delréi daridy, la
agolpan a servirle, al grado que nada iguala al aristocracia, con el hijo vigoroso del réi bru
apresuramiento bufón1 con que descienden has to, la democracia.
ta relucir sus botas i arreglar los pliegues dé ¿I no habrá en está tela dé manufactura in
su manto. glesa, algo que merezéá. estudiar la manufac
«El otro grüpó', el de los brutos,- que no se tura chilena? Lá ihateria primera existe, la
deja llevar de bellas apariencias ni de buenas mano del artífice también existe, tenemos én

maneras, no acepta semejante rei, i elije para nuestro rico idioma instrumentos de trabajo
que lo gobierne un jiganté vigoroso, musculo inmejorables; adópteirips entonces el próce-
so e infatigable, que come mucho, bebé' mu dióiérito i produzcamos tepdos análogos á nues
cho, fuma sin CeSar, no duermé^rabája s'iéin- tra sociedad' i á los; diversos elementos quelá
pre i exije de todos que hagan otro tanto.— trabajan,' rriáá o menos oculta, mas o iriénoá
Estás costumbres' Yarikees reducen a l᧠po ostensiblemente.
bres jentes a la esclavitud, los tortura i- ésíé-
Demetrio Rodríguez PeSa.
núa pronta a tal grado, que los deja én la piel
i los huesos, —
Goahéad-^-adelante, les grita, (Continuará.)
i la maquilla humana estirada- como un resor
te1, se halla próxima a estallar.
«Los elegantes del grupo aristocrático ho Una paíaíira ál iíífortíiC del
sé encuentran mejor. Cada dia nuestros hom Jurado (1) ...

bres de superficie pulida Se rebajan un poco


mas, rde dégi-adacioh en degradación caen al Señores:
fin en putrefacción. Permitidme agregar vfna Iljéra éiplícáéi'óii
«De un lado estenuacion, debilitación dé al trabajo que acabo de leer; permitidme lle
fuerzas por exajeraeion de actividad; del otro nar el vacío que los señores del Jurado encon

puerilidad, senectud, debilitación por ausen traron eri él i responder a lá contradicéión que
cia de actividad real. El pais sufre horrible descubrieron éri el modo de resolver la cues
mente, i podria creerse que iba a desaparecer tión propuesta.
en un término dado, si la Providencia no hu Sin pretensiones de ningún jéneró i^descon
biese venido én su socorro, como vino en efec fiando de mis opiniones propias con masjustíciá
to, terminando el cuento como todo cuento dé que de las ajenas, yó no vengo a sostener asfer-j
hadas. El elandy rei de los hombres pulidos,

¿iones combatidas por personas a quiénes prestó


tiene una hija encantadora que, injeniosa i sa deferenciái estimación portnasde un título. río1

gaz como su padre, no se deja seducir por las vengo acombatir sus doctrinas ni menos a im
apariencias, i toma por esposo al hijo del ji pugnar uh falló en que encuentro ilustración,
ganté bárbaro, hermoso mancebo, sólido i vi
el Cireute de de' tas- ktras.
'

goroso, que no puede dejar de" tener


una nu-
(1) Leido «n amigos
Noviembre. Sí LA '-SEKAcNAJ 397

acierto i-fusticiai Milis lejosde ésu^yo^quiérríar Axnótf ca.b enlos hechos estragos qtieiesténdia»
agrega*: el débil; eco deí mivozíaria.áuyá para iu.jniluencia.sióbre nuestro suele» habia algur»
ensalzar^eseijti'aiKijo ^célente; quéi supo; coiut jéraien fecundo r necesario de independencia,
binar.con la gracia: i- algún elementó de einancipacioiipara estesne-
l«GJmiénto eteganc-ia.de
nri.estdl.epinitaitahlé co»laprofiíHtlidftd.j¡gi'aji- ló avasallado por tres siglos a un amo desco
déTWi-tíel.pensamiejiíto.l'ero' aunque imBca ha nocido i lejano: se. preguntó si en la lójica de
sido mi intención otra Ja historia, en sus altas i profundas lecciones,
que la de .desvanecen
esa comridic¡sioii¿ yio-hévacfiladaantesdéHto- se'divisaba algún principio de ventura para
íhar- lá
pluma,, he meditado seriamente i me esta sociedad que Bobera feliz i que podía de
he-préguntadoi -muchas veces si podría expli sear meforarsu
suertej-rporque para el qué
carse ella-coino el
désáhogopuériide! una sus penetra en él fondo de las- cosas i mira en los
ceptibilidad ofendí da, como mía queja ar-ran-r
•-
jiechos. históricos algo- mas que.las apariencias.*
cada ae-Paluiapor el desvanecimiento de' una la; historia no eá la sucesión, ciega i fatal dé
espenatm inal fundada, como la- espresión de guerrasl estermhiio, no es el cuadro inudfl i: sin
una desconfianza injusta sobre lárintegridád i significado de las desgracias del hombre; es la
competencia de los ilustrattos. miembros del

maestraide la, sociedad, la depositaría de la
Jui-adó; yo ño habria escrito,; Señores, si mi esperiencia dé los siglos, lá indicación del ca
conciencia hubiera apoyado de, cualquier modo mino seguido; por la huaiantdad eri sudesen-r
alguna de estas suposiciones.: Pero oolníieso que volvimifento progresivos '

el eco de- esa voz augusta que sabe hacerse oir '. I ¿nó és cierto que desde que se trataba de
sobre el sordo mUnimllo.de nuestras pasiones, teyéaniorales; era preciso considerar én ellas
me ha
respondido siempre si» vacilar que no no .solóla naturaleza- de los objetos en que se

habia aquí nitiuejá injustani reproche amargo,: desarrollaban sino también las. modificaciones
que no habia falsedad ni hipocresía en el res que en este: desarrollo debia de' ejercer la vo-
peto eon que acato i apruebo el fallo delJurado, lun'iadilibl'e delhómbre?-r-Porque el serrariio-
i que acaso- pudiera no parecer mal el .volver ■
nal i libiretiene una parte mui efectiva en sri
sobre: la- cuestión propuesta,: manifestando en ventura i en: sü desgracia; qué le vienen las
este mismo empeño el interés'; con que se la mas veces desús actos Voluntarios; i porque
mira i la estimación enque sá tiene la opinion- lo que es moral puede ser en abstracto i de ua
quedá orijen a este trabajo;. modo jeneral í vago morataente necesario,.
Voi ahora a mi objeto-: : pero es precisamente continjente, accidental
Dice el informe qué podría encontrarse con en sü manifestación, en la época de su desar

tradicción en esa respuesta- q,ué reconociendo rollo.—


«La virtud triunfa del vicio;» «La pros
la necesidad dé la independencia de las colo peridad del malvado nó puede ser duradera,»
nias americanas, cree accidental el logro ele he aquí principios morales, necesarios en, abs>-
esa misma independencia; tracto, pero continjenles, accidentales en su
Diré lo que juzgo de ésta contradicción.
*
manifestación, en su aplicación particular i
-
1. ■

esterna. ¿Quién podria sostener que el vicio


Pero antetodo ¿cuál era la cuestión propues habia de insultar perpetuamente a la virtud i
ta?— Al preguntar si la independencia de las hollar siempre con su planta impura su ino
colonias hispano-americanas era un hecho, ne cencia, su candida belleza?-^-¿Quién podria
cesario o accidental ¿de qué. (necesidad sé ha? sostener que el malvado pudiera saborear para

bló?-^¿De la necesidad metafísica, es decir, siempre sin zozobras el fruto de sus perfidias i
de la imposibilidad de que exista ¡o contrarin de sus violencias? —Pero aquí tenéis a un ino
de lo qué ella indica, del absurdo que resulta cente calumniado i cargado con el peso ele un
ría-de negarla? Yo creó que nó, porque en

delito que no ha cometido; podéis asegurarle*
este sentido no podria preguntarse si puede talvez que algún dia se vindicará, i recobrará
concebirse la nóindependiehcia de la América; su honor i su felicidad: pero ¿le fijaríais la
porque en este sentido hada es mas continjente época precisa de esa reparación? Allá está un

que esa independencia, que puedo aniquilar malvado que cubre vicios horrendos eon un
en mi pensamiento, que puedo negar sin ab manto hipócrita de virtud; le conocéis; creéis-
surdo. ¿Se habló de la necesidad física, es talvez que su prosperidad aparente no podrá
decir de la imposibilidad de alterar los fenó ser mui duradera; pero ¿podríais decir hasta

menos de la naturaleza, del encadenamiento de cuándo la tendrá?:— Ah! ¡nadie podria fijar esa
las leyes del mundo físico?— Tampoco; porque época! Reconocemos la verdad de los princi
la independencia de la América no era un he pios jenerales, confiamos en ellos; pero aguar-:
dió de la categoría del Orden físico, no era un damos que acontecimientos inesperados i en
hecho del dominio délas leyes que rijen él gran parte casuales vengan a realizarlos i apli
mundo puramente material. Se habló, a mi jui carlos a nuestra suerte. El pueblo hebreo sa
cio, de la necesidad moral, es decir, del enca bia que habia de concluir su esclavitud en
denamiento de los fenómenos que llamamos Ejipto; pero Moisés era ya hombre i vivia des
morales, de esos en que el enlace de las cau conocido. El pueblo escojido de Dios sabia que
sas con sus electos es mas libre i menos ciego habia de tener un Redentor; pero necesitó de
la voz inspirada e infalible desús profetas para
que en los del inundo material: se preguntó si i
'
en losjiecbos que se habían desarrollado en conocer la época precisa ele su venida. Tal es
LA SEMANA,! N&vieríibre 5*'

el carácter de los hechos morales: las vóídé psepaeblo qac sé áliobami todas partes
eternas que dirijen su desarrdflo son moral rompiendo co» su pasaddi bollándolos dogmas
mente necesarias, táTde o temprano' han de veneradosdéias ti adiciones, d» Sus padres, nn
tener su cumplimiento-; pero ¿cuándo será? eía mas' qué élecw de «ha lei suprema i eterna
•cuándo vendrá su manifestacioo?—-nadie W queer&lpíediso reconocer, lavo* del que pedia
sabe, nadie lo:-sabrá, porqae estq no puede coii justicia importunidad lo que era forzoso
"''
menos de ser continjente^ i accidental.-" ; í k. concederle-. "
> ■

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;'1'" "'' ■"

'.-:--. il.: : i¡;:. ....... :■'■■■ Si es cierta ladoctrina que acabe* de esponer
-'.
.^
-

Teniendo en vista éstos principios! aplicán sobáe'-él carácter de los fenómenos 'rnóra¡les;. si
:
dolos a la- cuestión prepuesta, me- pregunté, si es cierto ¡ ciue en ellos es precisó .considerar
en las leyes morales ^ «fué dirijen el desarrollo; tauíbtai laiacaion del ser libre que tiette en ¡su
de las naciffnes.'cpmo el: -ele los individuos; desBnvedfirhnianws una parte tan principal que
había algún principio- consolador :q¡uaáuguri.rá puede acelerarlos «¡retardarlos;; i si!es vtrlad
a un
pueblo esclavo dias de-véntura i libertad^ cji'je la independencia de Aínéricáyde urna 'ae-
i encontré enfel movimiento jenei-al del miiver* césidadabsólutaeíiabsteaictti, 'habia de encon
so, én elóldenlíivariabló teterno délaiíatu- trarse enlapráetica objeto-de una lucha encar-
rateza, en ios principios dé igualdad i de jus^ hizáda-eiitre los, interesados en obtenerla i los
liria, que si para todassón tiociones dejvercíad; qíie'tuvierafc empeño en retardárki; es induda
para los pueblos cristianos son también pro ble que ni podiáinos'ya. aplicara ésta segunda
mesas divinas Lpprfft mismo necésaríasjijailéi eues-tión solo aquellos principios ieneíales, ni
'

deisu desarrollo, la certezaele sü felicidadvl» erafóríosodarlelamisniasol'ucioibiO- ! ;


garantía de sus: derechos» apoyados en3afpala>< Pues- bien, yo cae puse en ptíeserteiRi de esa
bra divitíáj' i exclamé entonces:; ¡¡Lá indepen sociedad que intentaba .vindicar ssós dereenos;'.
dencia de la ¡América Ora necesaria! .; ■_>
; - .-■ -

penetréen su hogajibara soi'ph^hder sns arY


Recorriendo, i analizan dodespueslós4iechos «ias;¡;ari-ebatésus proyectos;; i consideré su
histórieos-denuestro pasado, Ia#rgsas5aaclcii jmcio-'i su esperiencia para calcular la oportu
de nuestra sociedad colonial i las- esperanzas nidad; dé sus 'Reclamos i, las probabilidades de
sd empresa^-Yo vi entonces! (¿porqué no he
que en; ésta habian dejado las lágtó-mas delire
lamentables fastos, me pregunté cambien sí de decirlo; cuando esta; verdad no insulta la
esos>princi píos abstractos de- progreso-, de memoria gloriosa demuestres padres?); yo vy
igualdad i de justicia se encontraban etiAmé^ señores, solo ignorancia, degradación, inespe
rica apoyadosjporlas condiciones particulares riencia absoluta; no hallé instrucción, no hallé
de su organización i dé sus antecedentes; i las comercio, no' bailé sabiduría para dirijir con

atrocidades de la conquista, las violencias del acierto los' destinos de un ¡ pueblo fue iba a
sistema que fundó, la tiranía de los mandata nacer a la libertad en un laberinto espantoso

rios que --trajo,- la ignorancia que pretendió de intereses opuestos, en el caos inevitable^de
mantener, poniendo una valla insegura a la pasiones violentas que iba adespertar. Vi que
marcha irresistible de lá civilización, se agol al iniciarse, prematuramente, esa lucha santa
im en su esencia, forzóza e inevitable, los ejérci
paron a mi mente para; gritarme: 'Nuestro
perio no puede ser eterno en este pueblo jene- tos que se levantaban para sostenerla por una

roso que ha sabido defender con tanto herois- parte carecían ele pericia i'de usonyiecion, los
Bío'süü.iiid'ependericia iosus' derechos, en este vipelear dichosamente engañados, sin saber
pneblo que hemos derrotado tantas vece6, que por qué peleaban" o -creyendo -que sostenían
no hemos vencido siempre, en este pueblo precisamente -la causa misma que combatían.
que solo domináremos! mientras conserve
el ¡Cuan pocos eran los que tenian conciencia de
alma de un niñb con su inocencia i su candor; su empresa, los que inspiraban: un ardor sen

i al oirías, yo repetí: ¡La independencia de la tido i alentaban el entusiasmo de sus compa


América es necesaria! ñeros,: los que -dirijian sus esfuerzos i derra
'■ -III.- <:- o ':<■■■> maban su sangre a sabiendas por la consecu
■;_-. ,

Pero esto solo era resolverla cuestionen ción de ese bien, que alcanzaron sin duda a
abstracto; era preciso aplicar estos principios obtener, pero que cuan contados fueron los que
al hecho histórico ele la emancipación de la pudieron gozar tranquilos én el suelo querido
América, no solo porque así debia entenderse de la patria!— Mirando pues sus elementos, no
el espíritu de la cuestión propuesta, sino tam pude Creer no digo necesario, probable siquier
bién porque esta aplicación, esta materializa ra su triunfo; no pude creerlo el efecto preciso

ción, si puede decirse asi, es unalei denuestra de su situación; i lo llamé accidental.


naturaleza, una necesidad de nuestro ser, es ese triunfo se obtuvo. 1 ¿porqué se
Pero

piritual i corporal. Ni en el mundo corpóreo ni obtuvo? ¿porqué la sociedad habia llegado a


en el mundo de la intelijencia vivimos de me ese estado de madurez en que debiera sentirse

ras abstracciones; i sies cierto que vamos con capaz de gobernarse por sí sola? Seguro que
tinuamente a buscar la verdad en el orden nó. La América logró su independencia porque
la arrebató a un poder que no tenía ya fuerzas
especulativo, también lo es qué bajamos al
punto al mundo real para examinar
en él su
para mantenerse por mas tiempo. Debilitada
práctica. Era preciso, analizar la España por sus desgracias domésticas! lu
aplicación pues
ese h?ebo de la emancipación i preguntar si la chando en dos mundos, llena, de conflictos,
Ifjov¿etir>t>re 5-i U*SBMWA.i
agof3ida,jpeEO:sieu>pfle decidieiai iMsíóica»' tuvo .
Y¡ ; Rispe;» en. -tanto, un femenil jeinido .....
que- dejar escapar S}ibdjjt(wrque no tenían, mas r¡, QofljlflSiíiiignasnoyíiFesi con deficia-r
-,
■■

elementos cH^e.J^dehilidai de ejk inisma.:¡ ■¿.sifA jenercteo ^echo eatefne;sida: ..'-..-.--■-■-


Sí la América peleaba proclamando a una


voz
la< necesidad de su -independencia ¿porqué
¿us hijos cóiGpÓniañ casi soló ios ejércitos del s r.Romneí'su.tlobJervenda lajusticiel, r-

rei? ¿por qué éstos coifibátian éh todas partes pronunciarse el fallo de clemencia Y.iY
I al

c^i^&as^cohViécíoW ejiW'ids'qué défeiHlián 8ii; ■/•.- Respiran :la: virtud' i lá; inocemciai-
libfel'tadr— Porqué la idé^dé sepa<ia*rsé'de*¡! Meróédés TMarki pie Soiaií.
nietrópofi pdra lanzarse- a una vida k)dépén-r ',,-
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diente, no estaba todavkréncarnada-eñ la socie
dad,' noieraieBmpreudidasiquieFa por muchos ■
.-,!■■ :■-:;•, Ecos do |a semana» ..■-.■■:■
de los que la seiwian. ;y

'•'■'r- -

Sftnltagoi noviembre S dé'l&59;


, .Observando;, estos: hechos i viendo, qué.^dé
sus, relaciones, pendía la emancipación dp .,.
la sumario. —rEl dia de iifuritosi— Santiago reza i duer
me. —La 'Serharia teatral. -± El circulo literario:
América, no pude creerla! efecto necesario dé

ninguno de ellos, i .no


'''
"■
vacilé éh declararla ac
'•'
■' '"
'"'
'
' Los i¡niie.rto.s;rhari, yenidp a,-su Jucnp a^ tomar ;
cidental.
r-
Táltís' fueron mis convicciones. Si al 'espre par;tp,..eiv)ps.dia§;d$, la .primavera. E1.2,de no
sarlas en aquel trabajo, no aparecieron 'Con viembre, que;acaUa de. ,pasap,es, como sahej%,el
la claridad necesaria, culpa mia fué i no de cUat,de!dÍfi!ntos,,¡L,3 jéyen..c^taciqn,:en,;cji«ien todo
éllasV Confiaba empero én qtieíel Fésúmbirüon nacf p,reJvive<,r.esufiita: también, alos.que vivieron
que' Conchita Tevselaria la distinción ele mi ayer enl:ja;mem.aria .dslQSiíüS.'Vlyen hoi:;,EJIft'
peusafuáfento: llamé allí necesarialn indepen- que trae, eglps aKla;luz,.,.h%as;,a^,,ár^p),iflorpsla,ja
deitcia; aecidentpdi Aa emancipación; .recono pJ^nta,jesperanz.as,al;deseo,,,clcis^&^,lw,\Kil,^ntad¡1
ciendo en estes dos palabras, una diferencia juventud al universo, trae asimismo un -día ele
n,otabl¡e: Ja. primera; significaba para mí ei esta recuerdos- h ) WQohe.r.-de. oly,idp. en-, que;.yacen;>,los
do de jun.iñdiviciuo ó de una nación que'nó'sé
difuntos., I éstos, nft& Pifien.,' en; ese di?, pria.ciones
hajla sujeto a otro; lá segunda- la acción por
i .flores;:- oraciones. brótelas .-.ejc^, corazón i- flior.es
la' cual sé pbtiené'ésé éstatfo/'el ñéiho de'eoiU
' 'íiJl -"' ■'"'■> ''"' ''•'"' •■" '" ; "•"' '" '"
■""•' Bacidfis. d%,la primavera:, perfiunacíjaSiCifrendasdél
sfegüirlOY alma ida naturaleza. Aquellas suben Jijeras al tro-
[ :
AcasO'ún séntimléíito 'éxajerado de justicia
otin amor ¡irreflexivo a la libertad' me hayan npde Ui-oS:, i estas caen-enle^sepulcrios para servir
hecho aceptecon lijereza la necesidad de la de, compañeras a- los so) itarips muertos.: ¡ Pobres
,
.

inctepeiidancia déla Awér¡ipa; acaso también flores); ellas tfUíippcp. tardarán.en. maíclutarse j
imain^linariun ciegai sincéra,al orden me ha^ morir,., i. .sus, ;graciejsas íorijaas, i sus mil-, colores.,
yan arredrado o estraviado, al considerar ca conver.tidps en pplvp .informe: i ciescolorido, irán ,

sual i prematurp.el oríjen de- nuestra indepen aíffiezcla.rse cen el pel.yo de. la (íum^idad. :,-;.l¡; ,..:
dencia presenté, En cualquiera de éstos casos, .
Nuestra,, socÍedad,..¡pc.upada de. tejer. ,guh;i)a¡daa
estoi dispuesto á ceder á(la opinióri mejor for
fúnebres i rezar a los difuntos, absorta. fin. sn pie- '
.

mada de personas mas competentes.


•dadi en s-ustristes: ineinorias,, lia dejado pasar es
La discusión medida no soleies el camino
ta semana.:,sin novedades, sin movimiento -i sil?
mas
filosófico^iara llegar, a} conocimiento de
la vérdacl, sino que és también en este caso la ru-iclo, Sí.-no supiésemos la. .piadosa ocupación en ,

mejor prueba ele que apreciamos estas cuestio que lia empleado: .su tiempo-, podriamos. creer. que
nes i veneramos dignamente la memoria dé su inacción i silencio haasido obra, ele. Ja pereza; ]a
¡t.
pa«híe§ ¡políticos,* :- »■ •■■

nuestros
-
=« .; n
cual-, semejante al -pagano Júpiter en sus
empresas
amorosas, mil. .formas ..diversas para sedii-
.; vi&te,
.,'.:,-; s.-.i-.'.'-. •'<■: ¡ '.José Bi}RKA*Be: Lira. ¡fj
cirnps .i aprjsipna-naos en., sus redes;.- .Pero .^ó;
nuesti-a .pobiacien ha dejad'o de hablar j reír para
AI indulto deí 14 de ©cásalbre. rezar,- ha dejado de andar -i .pasear para rez;aF;i
spIp ha dejado ele rezar spara: dormir, .1 Al decir
'■'- '
■•

(Soneto.) in desear. a los muertes eterno


requiescant pace'i
Son-i la hora, fatal : la horrible muerta reposo, .ne-se ha oivid:ado::de pedirloi buscarlp pa^
^us víctim,as reelama deapiadada;; .
ra sí¿: ■;'-. '..-;*. :-. ; ;- .-;-.-,-■

¡jQuéntalas con su mano descarnada. ..,,


El teatro mismo, último asilo de los pasatiem^-
1 Ja guadaña apresta a] golpe fuerte. pos, ha most'rado!.esta semana un aspecto frió i
desolado. En vano las funciones se han multipli
Llora la compasión i iriuclá, inerte, cado i competido on variedad las unas con las
Por la sorpresa i el horror turbada^ otras; los espectadores han practicado una opera
En los reos contempla desolada, ción aritmética inversa i rivalizado eii la mas

Irrevocable el fallo de la suerte. uniforme i lastimosa deserción. .


La semina teatral, que aún no ha expiradOi ya


■TT^N'
hm LA SEMANAL JfoviCrobré 6".
cuenta sin embargo tres funciones, a qtte han lle ojtras dos damas. Los demás atores per
ces, i las
vado sn continjente respectivo ta zarzuela' con manecieron !rf<sjtrálé&i nó' traicionaron;' algunos
Mis áos mujeres; é\ drama con La ñust'on minis de ellos, contra' su Costumbre, 'Itabiah apreriftldo
'

terial, El Tio Pablo i dos piezas acto; i el


en un su papel. '-'
'".u .,', ;
y > "¿. .'.... .

baile con Pepa la Valenciana, la Sandunga i la Las clós repeticiones : el Tio:Pq!¡joi Un iñhdo
Siljide. para dos-mm^e^p^.^afisiVirli^s mercedla
Mis dos mujeres quedó reconciliada el étómin ■

G*it<an i Garpes, ^fertiiiaíi(|qs( siempre, en sus,j^


■gotea el público, qHe la .oyó con placer i la {«eraos.; -No pedia t?míipcs; cWsJar.dqserlo 1>*>Pí
aplaudió sin trabajo. Era de rigor que así_fuera, vedad t Una romántica, o. mejor, lo. Mur qwdft
pues la zarzuela en cuestión abunda en graciosas caract«riaat«vporq«.te loqueies la;ipieza o jugue
■armonías, en música viva i lijera. ¡Qué- lindos co te bíiífterate^tíaoi ser *ttil «porttino en otro Ubai->
ros los dos del ultime acto, i qué bien cantados! —

pp, pero hpl en. diji es mui imptírtahó,


La Mur fué aquella noche feliz como siempre i ',^0 parece sirio' qué la T,liierry séha empcfwdo
aplaudida eomo nunca deja de serlo. 1 después"dé eft desm'entír'esÍá''semSíiá''él Calificativo póV|ja-
'

la Mur, se aplaudió Clapera, un poco á


mucho a iante á,e.)artísta de pies que tjiyó la ocufrencia tle
Herrera i otro poco a 'González, que bien fo mere darle no sé qué diario, ¡tan bien ha baíla4o.'f.t'áa-
cía-. Es éste un tenor qué principia, que apenas to-ha;he^bp-pc^.wp.yj^tlr. en alas sus prestyjqsea
conócela música, íque- aun no sábé-'vocálizar i ea¿ piésl :!-'--;','lr-:r-:.'¡). :■■ ,.-•:,';•.: ;".: Y

oo -
,

Vece todavía de método; pero qúetiene'unaher-


meftá vo¿,>qiíe estudia-cor» téson'ii'-qué ádélantadiá : En la LreBnihii-ípiéítívo ;anflehe;ed;(?M$uj'9.rf<?
por dia í -sóbréteidó es «úia cóft&iefóri inevitable Amigos dttas: Letras, don ¡Ramón Bnséño,¡queen
para -pesáet-pir eusílqáiera zamiefa. Justó és.pues, comp sabéis1, profésorde iálosoíía i fflósefi» dfe pro*
«ientárléiTémerit» «sí las féficés dótés que ettí-i fpsion, leyó úri interesante éstéditi sobre él pan-
pieza Ja iJescú'bí'irv teisiriqi'Wén' penSaÜd1! me^Pr escrito. Én -Ól,¿;«om^
La ilusión ministerial, comedia en tíés actos de bátela teoría 'déla 'Substancia de.épiüosa í la del
<ta í¥swc$sep'de P.Morítéírfar, fué ¡ejecutada él abspiútp ,de 'kantj .¿pcirioüsuriái. ótfá panteistas;
«mrértes éon-ilíejotacierW i mas estudió que él que i tratando de fijar cemrp.ihm'ftesja.Ja 'filpsofía,

^iitíeB'empleaí nuestros actores. -Sia-ser una ©brá los encuentra en el campo de ¡a ebservaíjioni la

esptarie?Qiá., úftkcfi bjrwjjuhi iSQgujja ea !e¡,Qc^i¡ipdo


'

«tóest^ra, esta ¡comedia esilíasfáíite divertida « in


teresantes ! Utf'diputadó [qúe "legra- éem sus embes las especulaciones ciéntífkas. La; exactitndide ¡ es-i

abajó él miriist©-
tidas p&rtemefft&rias hacer venir presión S él -estito>eb«ecto 'i etega»te;S(Í8l oséñor
«oi'aspi'Fa-lnfatüaéte areémplazaílo; la. mujer dé Bnseño'tontribiiyereñ, 'fdt s«-pake,::»híOCér<iattié¡
que'fctése'tjída interés esta'nótófelfeléfc'
«ste diputado, entrégala -fea
'cuenpo i amia aía-po;. hai a cen
"'

JiXtea ¡<a 'k>ínéné)&tón ambiciosa i engañada «Hilé) tUrá. ;; ..;;


.
.'"'.' k ,'k- -

','
;

su marido; la twjá de este diputado; tan coejueta fío 1o; és'ménps' lá; ;de don, Manuel Blanco ÍCu'át-
cerifo; deseosa de casarse; un sobra» dé éstedi- tin^de,que yaos,,Jjéj,|i?,hlacl'pv la que, fué [termi
puSado, hastanté rústico i bastante ííeo,<tjUe pre nada aneche dejand» cpnfu'maffí.i3; primer^pinípri
tende la maño de la niñaí ®n -aimajarado ;sico- que (deeUa «e, foifinóí
fanta de la prosperidad; <¡ue tiene igual preten fiÓlttKGb'ABTEACA ACKkPARTÉ."'
'

sión para id «aso -éa ejue' ehdiptftdto ¡sé ¡convierta


en -ministro;, i imlíeHranó delM»thoso diputado,

hombre de buen juicio, qué deplora tes feiaces-ih*.


siones de !a familia i acaba por -servirla de paíio
A ntíCíítros su»c*i|»top«s.
de lágrimas': tales son los personajes 'ele 4a come» Con-él-prtsefifentfméí-odé'ifLo Semana recibi-
dia, la cual se desénlaaa por dos amargas decepi riii^ niiesirps.siiscritp res ün aijáemeiito ,q4ie con
ciones,—ladddiputado i su mujer, que tío llegan tiene la conclusión de la interesante comedia:—
a ser ministros, i Ia¡de su hija, que no liega a- ca Los ce ehtos :iw la feíSAt^íflVAiiRa: .'ífó^ifeiáes-va-
sarse. pretendientes, el uno -huye de
De losaos cilado en hacer este obsequio a nuestros suscrito-
la mujer coqueta i el Otro 3e la m,ujer sin dote. res a fin de dejar suspensa
no esta pieza hasta e'
Este es en compendio argumento de la comedia,
el
próximo trimestre, que principia' én él numero si

dalogada en versus fáciles, graciosos i ppprtunps, guiente. Ceu el número de hoi se completa un

i de escenas cómicas de mui buen efecto, cuyo índice i


-fji'i pajinas;
provista hermosc volumen dé
¡No.p.>r eso está exenta de lunares:—'la personifteaf- nuestres suscritores con el
pertada repartrremes a
cion de algunos caracteres raya en caricatura, no númerc^p'ftfnwr*»a£ajlue puedan encuadernarlp.
siempre están justifieadaslas salidas i entradas de
Íes perspnajes, i Ja acción languidece de ¿uando
en cuando. Gaitán, que era el protagonista i es

taba cuerda, se desempeñó


en su a las mil ma^

ravillas, fehiiaente secundado por su esposa-, Gar-

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