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SOCIETARIOS
NULIDAD E IMPUGNACIÓN
Hernando Montoya Alberti / Oswaldo Hundskopf Exebio
Daniel Echaiz Moreno / Enrique Palacios Pareja
Erika Valdivieso López / Karla Aguirre Moreno
Carlos Alfredo Martinez Alvarez
ACUERDOS SOCIETARIOS
Nulidad e impugnación
PRIMERA EDICIÓN
NOVIEMBRE 2015
3,730 ejemplares
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN
TOTAL O PARCIAL
DERECHOS RESERVADOS
D.LEG. Nº 822
DIAGRAMACIÓN DE CARÁTULA
Martha Hidalgo Rivero
DIAGRAMACIÓN DE INTERIORES
Miguel Ángel Salinas Arica
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ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
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PARTE I
ENSAYOS
Supuestos de plena validez
y eficacia de los acuerdos de juntas
generales de accionistas, en relación
con el derecho de impugnación
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OSWALDO HUNDSKOPF EXEBIO
Suspensión del
Derecho de voto
Art. 133
1ª 2ª 3ª 4ª 5ª 6ª 7ª
Fase Fase Fase Fase Fase Fase Fase
Aplazamiento
de la Junta
Art. 131
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(1) URÍA, Rodrigo. Derecho Mercantil. 11ª edición, Imprenta Aguirre, Madrid, 1976, p. 250.
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(2) GARRIGUES, Joaquín y URÍA, Rodrigo. Comentarios a la Ley de Sociedades Anónimas. Tomo
I, Imprenta Aguirre, Madrid, 1971, p. 630.
(3) VEGA VELASCO, Jorge. “Impugnación y nulidad de acuerdos societarios”. En: Tratado de
Derecho Mercantil. Tomo I - Derecho Societario, Gaceta Jurídica, Lima, 2003, p. 527.
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(4) ELÍAS LAROZA, Enrique. Derecho Societario peruano. Tomo I, 2ª edición, Gaceta Jurídica,
Lima, enero 2015, p. 525.
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Sobre este tema, Amico(6) expresa que: “Sobre la naturaleza del dere-
cho de impugnación de los acuerdos sociales, se ha producido abun-
dante doctrina. En general, se ha señalado que el socio, al impugnar un
(5) Esta limitación también se encontraba recogida en la anterior Ley General de Sociedades - Decreto
Supremo Nº 003-85-JUS.
(6) AMICO ANAYA, Mateo. “Derechos y obligaciones del accionista”. En: Tratado de Derecho Mer-
cantil. Tomo I - Derecho Societario, Gaceta Jurídica, Lima, 2003, p. 457.
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(7) FLORES MIRANDA, María del Carmen. Impugnación de acuerdos en sociedades anónimas en
la legislación peruana. Tesis para optar el grado de bachiller en Derecho en la Universidad de
Lima, 1991.
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(10) ROMÁN OLIVAS, Manuel Alipio. El derecho de impugnación de acuerdos societarios. Grijley,
Lima, 2010, p. 257.
(11) Ídem.
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VALIDEZ Y EFICACIA DE LOS ACUERDOS DE JUNTA DE ACCIONISTAS
III.
VALIDEZ LEGAL DE LOS ACUERDOS ADOPTADOS
EN LA JUNTA GENERAL DE ACCIONISTAS
(12) URÍA, Rodrigo; MENÉNDEZ, Aurelio y GARCÍA DE ENTERRÍA, Javier. “La sociedad anóni-
ma: órganos sociales. Junta General de Accionistas”. En: Curso de Derecho Mercantil. Tomo I,
Civitas, Madrid, 1999, p. 868.
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(13) HUNDSKOPF EXEBIO, Oswaldo. “Los acuerdos de las juntas de accionistas como actos jurídi-
cos unilaterales, frente a las actas que los formalizan”. En: Derecho Comercial. Temas societarios.
Tomo X, Fondo Editorial de la Universidad de Lima.
(14) URÍA, Rodrigo; MENÉNDEZ, Aurelio y GARCÍA DE ENTERRÍA, Javier. Ob. cit. p. 885.
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VALIDEZ Y EFICACIA DE LOS ACUERDOS DE JUNTA DE ACCIONISTAS
En ese sentido, consideramos que cada una de las actas de los libros
respectivos constituyen un instrumento en el que se plasma de manera
precisa la marcha de la sociedad, pues en ella consta la voluntad social.
En tal sentido, servirá como medio de prueba de lo acontecido al interior
de la sociedad durante toda su existencia, y como base para el ejercicio
de los derechos de los socios, y para supervisar y acreditar los acuerdos
relacionados con el devenir de la sociedad.
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(16) MONTOYA MANFREDI, Ulises. Derecho Comercial. Tomo I, Grijley, Lima, 2004, p. 228.
(17) RICHARD, Efraín Hugo y MUIÑO, Orlando Manuel. Derecho Societario. Editorial Astrea,
Buenos Aires, 2004, p. 253.
(18) ELÍAS LAROZA, Enrique. Ob. cit., p. 511.
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Al ser ello así, resulta evidente lo siguiente: (i) que la redacción del
acta y el cumplimiento de los requisitos regulados en el artículo 135 no
constituyen una formalidad ad solemnitatem sino ad probationem; y,
(ii) que la nulidad del acta no conlleva la nulidad del acuerdo.
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(20) SÁNCHEZ CALERO, Fernando. Instituciones de Derecho Mercantil. Capítulo XXII, Editorial
McGraw-Hill, Madrid, 2003, p. 389.
(21) URÍA, Rodrigo; MENÉNDEZ, Aurelio y GARCÍA DE ENTERRÍA, Javier. Ob. cit., p. 886 y ss.
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(22) HUNDSKOPF EXEBIO, Oswaldo. “Solución de Controversias Societarias a través del Arbitraje”.
En: Derecho Comercial. Temas societarios. Tomo VIII, Fondo Editorial de la Universidad de Lima,
p. 83 y ss.
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g) Conforme al artículo 146, todas las acciones que tengan por obje-
to la impugnación de un mismo acuerdo, se sustanciarán y deci-
dirán en un mismo proceso, lo que representa en la práctica una
acumulación de pretensiones de impugnación, estableciendo ade-
más, que no pueden acumularse a estas, las de indemnización por
daños y perjuicios, o cualquier otra que deba tramitarse en el pro-
ceso de conocimiento, ni se admitirá la reconvención que por ese
concepto formule la sociedad, sin perjuicio de que se inicien pro-
cesos judiciales separados.
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moral, por sentirse afectados por los acuerdos nulos o por los efectos que
se devengan de estos.
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De conformidad con los artículos 388 y 392 del CPC son requisitos
de procedencia del recurso de casación los siguientes:
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Impugnación y nulidad
de acuerdos societarios
(*) Doctor en Derecho por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, con cursos de especializa-
ción en Administración y Finanzas en ESAN. Profesor de Posgrado de la Pontificia Universidad
Católica del Perú.
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estipulaciones del pacto social o del estatuto, o que lesionen los intereses de la sociedad en benefi-
cio directo o indirecto de uno o varios socios.
Son nulos los acuerdos adoptados por la sociedad en conflicto con el pacto social o el estatuto, así
cuenten con la mayoría necesaria, si previamente no se ha modificado el pacto social o el estatuto
con sujeción a las respectivas normas legales y estatutarias.
La nulidad se rige por lo dispuesto en los artículos 34, 35 y 36, salvo en cuanto al plazo estableci-
do en el artículo 35 cuando esta ley señale expresamente un plazo más corto de caducidad.
(4) Ley General de Sociedades
Artículo 142.- Caducidad de la impugnación
La impugnación a que se refiere el artículo 139 caduca a los dos meses de la fecha de adopción
del acuerdo si el accionista concurrió a la junta; a los tres meses si no concurrió; y tratándose de
acuerdos inscribibles, dentro del mes siguiente a la inscripción.
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(5) En esta sentencia se afirma: “En cuanto al concepto de orden público, no invocado en la deman-
da, pero sí añadido en el recurso para rebatir la caducidad de la acción, la sentencia de esta Sala
del 18 de mayo de 2000 (RJ 2000/3394) se inclina por concretarlo ‘en el área de los acuerdos
sociales’ como ‘protección de los accionistas ausentes, a los accionistas minoritarios e incluso
a terceros’, de suerte que infringirían el orden público los acuerdos, convenios o negocios que
atacaran esa protección que tuvieran la finalidad ‘de privarles de la tutela judicial efectiva que
proclama el artículo 24-1 de la Constitución Española’. Se opta así, por un concepto restringido
de orden público que se aparta en cierta medida de algo más atento a los requisitos formales pre-
sente en la sentencia del 21 de octubre de 1994 (RJ 1994/7678)”. Vale la pena recordar aquí que la
doctrina nacional, propone una modificación al artículo V del Título Preliminar del Código Civil,
en el sentido que basta hablar de Orden Público, pues las buenas costumbres están subsumidas
en este principio. ESPINOZA ESPINOZA, Juan. “El orden público y las buenas costumbres en
la experiencia jurídica nacional”. En: Ius et Veritas. Año XII, Nº 24, pp. 312-313. En la presente
jurisprudencia española el concepto de orden público se pretende restringir al ámbito societario
con características peculiares.
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Tal como afirma Jairo Cieza(7), lo que está en juego, con plazos de
caducidad breves, es un desarrollo idóneo y seguro de las relaciones
comerciales y del tráfico mercantil, y para esto es esencial contar con sis-
temas que permitan a los operadores tener certeza de que los acuerdos
que se tomen y que puedan adolecer de determinados vicios sean impug-
nados en su oportunidad, pero que no se presente una situación de incer-
tidumbre acerca de la validez de los acuerdos en el tiempo, ya que no
puede indefinidamente mantenerse abierta la posibilidad de solicitar la
impugnación o nulidad de determinado acuerdo social, pues esto sería
crear un clima nocivo e inseguro para el tráfico comercial(8).
Señala José Luis Argudo Périz(9), que el acuerdo nulo puede ser
impugnado por los acreedores cuando lesione sus intereses, supuesto que
a nuestro entender difiere de nuestra ley societaria por cuanto el terce-
ro no esta beneficiado con el derecho de impugnar, sino más bien con
el derecho de pedir nulidad del acuerdo si ello lo perjudica. En la ley
española el plazo para dicha “impugnación” es el establecido en el ar-
tículo 116.1 LSA, (Ley de Sociedades de España) es decir, un año. Por
ello, puede afirmarse que por las conveniencias de política jurídica antes
referidas, se ha establecido una nulidad que tiene un plazo de caducidad,
(6) PALAU RAMÍREZ, Felipe. “Nulidad y anulabilidad de acuerdos de la junta general de socieda-
des de capital en la jurisprudencia española de la última década”. En: Revista de Derecho Comer-
cial. Editorial Normas Legales, 2003, p. 92.
(7) Véase: CIEZA MORA, Jairo. “La prescripción o la caducidad en la impugnación de acuerdos aso-
ciativos y societarios”. En: Diálogo con la Jurisprudencia. Nº 95, Gaceta Jurídica, Lima, agosto
de 2006.
(8) NISSEN, Ricardo. Impugnación judicial de actos y decisiones asamblearias. Capítulo V. Edicio-
nes Depalma, Buenos Aires, 1989.
(9) ARGUDO PÉRIZ, José Luis. “Impugnación de acuerdos sociales. Concepto de ‘orden público’”.
En: Doctrina jurisprudencial. Recurso electrónico: <www.codigo-civil.org/nulidad/lodel/docu-
ment.php>.
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Impugnación de acuerdos
de la junta general de accionistas
INTRODUCCIÓN
(*) Profesor asociado de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Socio
del Estudio Benites, Forno & Ugaz Abogados.
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(1) GOZAÍNI, Osvaldo. La legitimación en el proceso civil. Ediar, Buenos Aires, 1996, p. 81.
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agregar que, conforme lo dispone dicha norma, los titulares de las accio-
nes sin derecho a voto tienen legitimidad para obrar solo para impugnar
acuerdos que afecten los derechos especiales que les corresponden.
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(3) BÉRGAMO, Alejandro. Sociedades anónimas. Tomo II, Prensa Castellana, Madrid, 1970, p. 725.
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(4) GARRIGUES, Joaquín y URÍA, Rodrigo. Comentario a la Ley de Sociedades Anónimas. Tomo
II, Madrid, 1976, p. 774.
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1. Acumulación objetiva
Este caso se presenta cuando en un mismo proceso un solo accionista
demandante plantea más de una pretensión. Para que este tipo de acumu-
lación proceda, el artículo 85 del Código Procesal Civil (CPC) exige que
las pretensiones que se acumulen sean de competencia de un mismo juez,
no sean contrarias entre sí (salvo que sean propuestas en forma subordi-
nada o alternativa) y que sean tramitables en una misma vía procedimen-
tal. Sin embargo, luego de la modificación de esta norma mediante Ley
Nº 30293, el requisito de la misma vía procedimental ha sido absoluta-
mente eliminado, pues se establece que, cuando para cada una de las pre-
tensiones acumuladas exista distinta en distinta vía procedimental, estas
se tramitarán en la vía más larga prevista para alguna de las pretensiones
acumuladas.
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Podría alguien afirmar que el artículo 146 LGS es una norma espe-
cial, que por lo tanto debe primar frente a la norma general del artículo
85 del CPC. Discrepo de este argumento, pues las vías procedimentales
sumarísima y abreviada son expresiones de Tutela Diferenciada Con-
servadora(5), es decir, formas de tutela en favor del demandante, quien
obviamente puede optar o no por ellas. Será el actor quien evaluará si le
resulta más económico procesalmente optar por acumular sus pretensio-
nes, tramitándolas en la vía más larga, o plantear un proceso abreviado
o sumarísimo para la impugnación y uno de conocimiento para la otra
pretensión.
(5) MONROY GÁLVEZ, Juan. “Del mito del proceso ordinario a la tutela diferenciada. Apuntes ini-
ciales”. En: Revista Peruana de Derecho Procesal. Tomo IV, Jemafi Editores, Lima, 2001, p. 164.
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(6) RAMÍREZ ARCILA, Carlos. Acción y acumulación de pretensiones. Temis, Bogotá, 1978,
p. 149.
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(7) Nos remitimos a lo expuesto en el último párrafo del punto 3.2. de este artículo.
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El artículo bajo comentario exige que esta medida cautelar sea soli-
citada por accionistas que representen más del 20 % del capital suscri-
to. Con ello, la LGS exige una legitimación mayor para solicitar la medi-
da cautelar que la que exige para la interposición de la demanda, ya
que como hemos visto la demanda de impugnación de acuerdo de Junta
General puede ser instaurada por cualquier accionista que cumpla con las
condiciones dispuestas en el artículo 140 ya comentado, sin que se exija
la titularidad de un número de acciones determinadas. Si recordamos que
el proceso cautelar es un proceso instrumental del principal, notamos que
la ley está exigiendo mayor legitimidad para iniciar el proceso instrumen-
tal que la que exige para dar inicio al proceso principal.
(8) PEYRANO, Jorge W. La palpitante actualidad de la medida cautelar innovativa. Medida innova-
tiva. Rubinzal Culzoni Editores, Buenos Aires, 2003, p. 25.
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(9) “El periculum in mora que constituye la base de las medidas cautelares (...) es, específicamente,
el peligro del ulterior daño marginal que podría derivar del retardo de la providencia definitiva,
inevitable a causa de la lentitud del procedimiento ordinario”. CALAMANDREI, Piero. Introduc-
ción al estudio sistemático de las providencias cautelares. Bibliográfica Argentina, Buenos Aires,
1945, p. 42.
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(10) Así lo dispone el primer párrafo del artículo 148 de la LGS al disponer que: “la sentencia que
declare fundada la impugnación producirá efectos frente a la sociedad y todos los accionistas,
pero no afectará los derechos adquiridos por terceros de buena fe a consecuencia del acuerdo
impugnado”.
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V. LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA
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CONCLUSIONES
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El cuestionamiento
de los acuerdos societarios
Análisis normativo y jurisprudencial
(*) Doctorando en Derecho y Magíster en Derecho de la Empresa por la Pontificia Universidad Cató-
lica del Perú. Abogado summa cum laude por la Universidad de Lima. Socio fundador de Echaiz
Abogados. Ex Presidente de la Comisión Consultiva de Derecho Empresarial del Ilustre Cole-
gio de Abogados de Lima. Catedrático de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) y
Universidad San Ignacio de Loyola. Miembro asociado del Instituto Peruano de Derecho Mercan-
til. Investigador académico del Instituto Argentino de la Empresa Familiar.
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DANIEL ECHAIZ MORENO
(1) Cfr. VEGA VELASCO, Jorge. “Impugnación y nulidad de acuerdos societarios”. En: Tratado de
Derecho Mercantil. Tomo I, Derecho Societario, Instituto Peruano de Derecho Mercantil y Gaceta
Jurídica, Lima, agosto de 2003, pp. 525 y 526.
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EL CUESTIONAMIENTO DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS
(2) Desde otra perspectiva, para Enrique Elías Laroza, “la LGS [refiriéndose a la Ley General de
Sociedades] contempla tres procesos de impugnación de acuerdos societarios: el que se tramita
como proceso abreviado, el que se lleva a cabo por la vía del proceso sumarísimo y aquel que uti-
liza el proceso de conocimiento. El primero puede ser ejercido en los casos previstos en el artículo
139 de la LGS, el segundo corresponde a los casos de defectos en la convocatoria y en el cuórum,
contemplado en el artículo 143. El tercero corresponde a cualquier persona que tenga legítimo
interés, de conformidad con el artículo 150 de la LGS”. ELÍAS LAROZA, Enrique. Ley General
de Sociedades comentada. Fascículo Tercero, Editora Normas Legales, Trujillo, junio de 1998,
p. 295.
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EL CUESTIONAMIENTO DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS
(3) Puede consultarse la jurisprudencia en: ECHAIZ MORENO, Daniel. “La impugnación de los
acuerdos de la junta general de socios. Análisis jurisprudencial”. En: Revista Jurídica del Perú.
Nº 147, Gaceta Jurídica, Lima, mayo de 2013, pp. 13 a 27.
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dejarlos sin efecto? Depende, pues habrá que analizar si pretende tener
efectos retroactivos o no; ¿dejar sin efecto los acuerdos de la Junta Gene-
ral de Accionistas equivale a revocarlos? Sí, en la medida que no tenga
efectos retroactivos; y ¿dejar sin efecto los acuerdos de la Junta Gene-
ral de Accionistas equivale a sustituirlos? No, pues la adopción del nuevo
acuerdo societario es independiente de lo anterior.
IV.
EL CUESTIONAMIENTO DE LOS ACUERDOS DEL
DIRECTORIO
(4) Puede consultarse la jurisprudencia en: ECHAIZ MORENO, Daniel. “La impugnación de los
acuerdos de la junta general de socios. Análisis jurisprudencial”. Ob. cit., pp. 13-27.
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- Primera ponencia
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- Segunda ponencia
- Fundamentos
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1. La lógica societaria
El Derecho se funda en la lógica y, en ese sentido, el Derecho Socie-
tario no puede ser ajeno a dicho análisis lógico.
(6) “(…) la naturaleza de la responsabilidad será diferente (la de los accionistas es ‘extracontractual’
(…)”. Cfr. MOLINA SANDOVAL, Carlos. “Nulidad de las decisiones de la asamblea y la respon-
sabilidad de los socios en la República Argentina”. En: Revista Jurídica del Perú. Nº 60, Editora
Normas Legales, Trujillo, enero-febrero de 2005, p. 83.
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EL CUESTIONAMIENTO DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS
(7) Cfr. ECHAIZ MORENO, Daniel. “Las facultades de administración del directorio”. En: Actuali-
dad Jurídica. Tomo 152, Gaceta Jurídica, Lima, julio de 2006, pp. 275-280.
(8) Cfr. ECHAIZ MORENO, Daniel. “Las facultades de administración del gerente general”. En:
Gaceta Civil & Procesal Civil. Tomo I, Gaceta Jurídica, Lima, julio de 2013, pp. 333-334.
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- Primera ponencia
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Análisis jurídico
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- Segunda ponencia
Análisis jurídico
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EL CUESTIONAMIENTO DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS
para el presente caso porque aquella norma está concebida para la impug-
nación de acuerdos de junta general de socios. Este es el criterio unánime
de la doctrina, tal como puede apreciarse en Enrique Elías Laroza, para el
cual aquella medida cautelar está prevista “para los casos de impugna-
ción de acuerdos societarios”(9); Doris Palmadera Romero, para quien
dicha medida cautelar se aplica “para los casos de impugnación de acu-
erdos sociales”(10); y Manuel Miranda Alcántara, el cual explica en torno
a esa medida cautelar que “el juez está facultado a iniciativa de parte
[para] disponer la anotación preventiva de la demanda de impugnación
de acuerdos de la Junta de Accionistas”(11) (en los tres casos el resalta-
do es nuestro). Igual criterio se aprecia en la jurisprudencia de la materia
cuando se manifiesta, por ejemplo en la Resolución Nº 071-2002-SUNA-
RP-TR-L de fecha 18 de octubre del 2002, “que la anotación de la
demanda de oposición al acuerdo de exclusión no suspende la inscripción
del acuerdo mismo”, pudiendo apreciarse que la medida cautelar aludida
(esto es, la anotación registral de la demanda) es respecto a una demanda
de oposición (entiéndase: impugnación) al acuerdo de Junta General de
Accionistas.
(9) ELÍAS LAROZA, Enrique. Ley General de Sociedades comentada. Fascículo Tercero, Editora
Normas Legales, Trujillo, junio de 1998, p. 306.
(10) PALMADERA ROMERO, Doris. Manual de la Ley General de Sociedades. Gaceta Jurídica,
Lima, noviembre de 2009, p. 265.
(11) MIRANDA ALCÁNTARA, Manuel. Derecho Procesal Empresarial. Librería y Ediciones Jurídi-
cas, Lima, setiembre de 2004, p. 29.
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DANIEL ECHAIZ MORENO
(12) El mencionado anteproyecto legislativo integró, como anexo, la tesis que elaboramos para optar el
título de abogado en la Universidad de Lima. Cfr. ECHAIZ MORENO, Daniel. Regulación jurí-
dica de los grupos de empresas en el Derecho Empresarial peruano (bases para una legislación
integral). Facultad de Derecho de la Universidad de Lima, Lima, julio de 2000.
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(13) ECHAIZ MORENO, Daniel. “Anteproyecto de Ley sobre Grupos de Empresas”. En: Revista
Normas Legales. Tomo 293, Editora Normas Legales, Trujillo, octubre de 2000, pp. B-24 y B-25.
Del mismo autor: Los grupos de empresas. Bases para una legislación integral. Fondo de Desa-
rrollo Editorial de la Universidad de Lima, Lima, 2001, p. 157.
(14) Cfr. Perú. Resolución Ministerial Nº 001-2000-JUS publicada en el diario oficial El Peruano el
19/01/2000.
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(15) Anteproyecto de Ley de Grupos de Empresas presentado ante el Ministerio de Justicia con fecha
10 de octubre de 2000.
(16) Cfr. ECHAIZ MORENO, Daniel. Sociedades. Doctrina, legislación y jurisprudencia. Fórum
Casa Editorial, Trujillo, 2005, pp. 45-54.
100
El control de los acuerdos societarios
en la Sociedad Anónima
¿Es necesario un doble régimen?
INTRODUCCIÓN
(*) Abogada. Magíster en Derecho Privado Empresarial por la Universidad de Piura, profesora del
Área de Derecho de la Empresa de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Santo Tori-
bio de Mogrovejo.
(1) Cfr. SOLOGUREN CALMET, citado por FLORES POLO, Pedro. Comentarios a la Ley General
de Sociedades. Estudio analítico. Cámara de Comercio de Lima, Lima, 1998, p. 17
(2) VEGA VELASCO, Jorge. “Impugnación y nulidad de acuerdos societarios”. En: AA.VV. Trata-
do de Derecho Mercantil. Tomo I, Derecho Societario, 2ª edición, Gaceta Jurídica, Lima, 2005,
p. 525.
101
ERIKA J. VALDIVIESO LÓPEZ
Para ello partiremos del análisis de las competencias del órgano deci-
sorio de la JGA y de la obligatoriedad de los acuerdos. También analiza-
remos el derecho de impugnación de acuerdos, como derecho mínimo
de los accionistas y su configuración en función del régimen de las accio-
nes. Luego trataremos el tema del interés social, cuya afectación se con-
vierte –en la mayoría de los casos– en el presupuesto para la impug-
nación de los acuerdos societarios. Finalmente, a partir de un estudio
comparado, analizaremos los efectos de la impugnación y la nulidad, con
lo que intentaremos determinar la idoneidad o no de mantener un doble
régimen para el control de los acuerdos societarios o si, por el contrario,
es mejor proponer una vía única de impugnación de los acuerdos societa-
rios en el que el efecto de una sentencia fundada sea la nulidad del acuer-
do, pero que a su vez, acoja la posibilidad de impugnar tanto acuerdos
nulos como anulables.
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EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
(3) Cfr. ELÍAS LAROZA, Enrique. Derecho Societario peruano. Tomo I, 2ª edición, Normas Lega-
les, Trujillo, 2002, p. 297. También, sobre los orígenes de las sociedades anónimas véase: DE
ROSSI, Guido. Genealogía y personalidad de la sociedad anónima. Lima, 1962. pp. 20-47.
(4) URÍA Rodrigo; MENÉNDEZ, Aurelio y OLIVENCIA, Manuel. Comentarios al Régimen Legal
de las sociedades mercantiles. Tomo V, La Junta General de Accionistas, Civitas, Madrid, p. 15.
(5) Al respecto, tomamos como referencia lo señalado por ELÍAS LAROZA, Enrique, Ob. cit.
p. 297 y ss.
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(6) Cfr. KÚBLER, Friedrich. Derecho de Sociedades. 5ª edición, Fundación Cultural del Notario,
Madrid, 2001, p. 330.
(7) Al respecto puede verse el prólogo de Rodríguez Artigaz al Libro de SÁNCHEZ LINDE, Mario.
El principio de mayoría en la adopción de acuerdos de la junta general de la sociedad anónima.
Aranzadi - Thomson Reuters, Pamplona, 2009, p. 21 y ss.
(8) Ídem.
(9) URÍA, Rodrigo; MENÉNDEZ, Aurelio y OLIVENCIA, Manuel. Ob. cit. p. 23. También se define
como el “órgano en cuyo seno los accionistas ejercen sus derechos”. KÚBLER, Friedrich. Ob. cit.
p. 330. SÁNCHEZ LINDE, Mario. Ob. cit., p. 71 y ss. Véase también ROMÁN OLIVAS, Manuel
Alipio. El derecho de impugnación de acuerdos societarios. Grigley, Lima, 2010, pp. 55-57. Tam-
bién: LÓPEZ TILLI, Alejandro. Las asambleas de accionistas. Editorial Abaco de Rodolfo de
Palma, Buenos Aires, p. 53.
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EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
(10) RIVAROLA, Mario, citado por HALPERIN, Isaac. Sociedades Anónimas. 2ª edición, Desalma,
Buenos Aires, p. 660. Sin embargo, esta posición ha sido criticada por Halperin, porque sostie-
ne que la JGA no posee tal calidad suprema, ya que sus decisiones pueden ser resistidas por el
accionista, el síndico o algún director y pueden ser impugnadas cuando sean violatorias de la ley,
del estatuto o del reglamento. Sólo estaríamos ante una asamblea soberana –a decir de Halperin–
cuando se reúne la totalidad de sus miembros y se resuelve por unanimidad. Aquí, en efecto, no
cabe la impugnación de los acuerdo en tanto que uno de los requisitos es haberse mostrado en
contra del mismo en la JGA.
(11) HALPERIN, Isaac. Ob. cit., p. 661.
(12) LOPEZ TILLI, Alejandro. Ob. cit., p. 53.
(13) Ídem.
(14) ELÍAS LAROZA, Enrique. Derecho Societario peruano. Ob. cit., p. 301.
(15) MARTÍ LACALLE, Rocío. El ejercicio de los derechos de minoría en la sociedad anónima coti-
zada. Thomson - Aranzadi, Navarra, 2003, p. 28.
(16) Ídem.
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ERIKA J. VALDIVIESO LÓPEZ
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EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
iii) Los acuerdos no deben ser contrarios a las leyes que interesan
al orden público, a las buenas costumbres, al pacto social o al
estatuto.
vi) Para tomar sus acuerdos, la JGA debe cumplir con las formalida-
des exigidas por la ley.
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ERIKA J. VALDIVIESO LÓPEZ
(19) En el mismo sentido el artículo 200 de la Ley General de Sociedades Mercantiles, (LGSSM),
México, texto vigente, última reforma publicada DOF 15-12-2011, señala: “Las resoluciones
legalmente adoptadas por las Asambleas de Accionistas son obligatorias aun para los ausentes o
disidentes, salvo el derecho de oposición en los términos de esta Ley”.
(20) Cfr. URÍA, Rodrigo; MENÉNDEZ, Aurelio y OLIVENCIA, Manuel. Ob. cit., p.27
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EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
a) Teoría institucionalista
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ERIKA J. VALDIVIESO LÓPEZ
b) Teoría transpersonalista
(22) GARRONE, José Alberto. Derecho Comercial. Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2003, p. 193.
(23) Ibídem, p. 194.
(24) Cfr. DE ROIMISIER, Mónica. El interés social en la Sociedad Anónima. Ediciones De Palma,
Buenos Aires, 1979, p. 5 y ss.
(25) Desarrollando las ideas de Rathenau, la doctrina posterior llega a la conclusión de que “debe pos-
tergarse el interés individual de los acreedores e, inclusive, del propio empresario, en pro del for-
talecimiento de la empresa y la continuidad de su actividad. Según la teoría de la Unternehmen
an sich, la empresa sería una nueva realidad, un bien en sí mismo, que es menester defender
hasta de sus propios dueños”. Véase al respecto: LÓPEZ RODRIGUEZ, Carlos. “¿Cuál es la
relevancia de Walter Rathenau para el Derecho Concursal?”. En: <http://www.derechocomercial.
edu.uy/RespConcursalGeneral05.html> (visto: 11/04/2013).
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EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
c) Teoría contractualista
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ERIKA J. VALDIVIESO LÓPEZ
(29) LÓPEZ TILLI, Alejandro. Ob. cit., p. 349 citando la opinión de Rafael Manóvil.
(30) El concepto de buen gobierno corporativo o corporate governance, surge a raíz de la comproba-
ción de que existía una disyuntiva entre la titularidad del capital y la gestión social de los admi-
nistradores y que la propiedad, entendida como el poder de disposición con facultades de uno y
abuso, en el caso de las acciones estaba dividida entre una titularidad nominal (la de los accio-
nistas) y el verdadero poder que suele estar atado a aquella (que ejercían los administradores).
Sin embargo, este poder ejercido por los administradores sociales distaba mucho de correspon-
derse con los intereses de los accionistas, hasta llegar a situaciones de abuso evidente genera-
das por el conflicto de intereses entre ambos. Esta situación dio lugar entonces a que se pensaran
en mecanismos que lograran morigerar las tensiones ocasionadas por el antagonismo citado y se
regulara la conducta de los administradores. Véanse los comentarios al estudio de Berle y Means
en: REYES VILLAMIZAR, Franciso. Derecho Societario en Estados Unidos. 3ª edición, Legis,
Colombia, 2006.
112
EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
(31) Hundskopf señala que es acertado vincular el derecho de impugnación con el derecho de voto y
también con el derecho a la previa información, sin señalar cuál es el derecho principal y cuál es
el accesorio, pero destacando que todos son derechos políticos de los accionistas que se pueden
ejercitar en defensa de la ley, del pacto social o de estatuto y del interés social. HUNDSKOPF
EXEBIO, Oswaldo. Derecho Comercial. Temas societarios. Tomo III, Universidad de Lima,
Lima, 2000, p. 64.
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ERIKA J. VALDIVIESO LÓPEZ
(32) Por esta razón, cabe la suspensión del derecho al voto cuando quien lo ejerce “tenga, por cuenta
propia o de tercero, interés en conflicto con el de la sociedad” (art. 133 de la LGS).
(33) URÍA, Rodrigo; MENÉNDEZ Aurelio y OLIVENCIA, Manuel, Ob. cit., p. 27. Véase además
sobre el tema de la constitución de mayorías: SÁNCHEZ LINDE, Mario. Ob. cit.
(34) Vicent Chuliá señala que: “Se trata de un derecho personal, irrenunciable e intransmisible sepa-
rado de la acción, pero no es un derecho personalísimo, ni inderogable”. Cfr. VICENT CHULIÁ,
Francisco. Introducción al Derecho Mercantil. 15ª edición, Tirant lo Blanch, Valencia, 2002.
p. 297.
(35) Cfr. ALONSO ESPINOZA, Francisco José. “Acciones sin voto y obligaciones convertibles en
acciones en la financiación de la sociedad anónima (primeras anotaciones a los arts. 90-92 y 292-
294 de la ley de sociedades anónimas según R.D. Legislativo 1564/1989, del 22 de diciembre)”.
Universidad de Murcia, p. 46 En: <http://digitum.um.es/xmlui/bitstream/10201/27949/1/Accio-
nes%20sin%20voto.pdf>. Acceso 04/05/2013. En ellas, puede afirmarse que la causa del contrato
de sociedad –la obtención de un beneficio repartible entre los socios mediante la explotación de
una actividad– está especialmente caracterizada en la medida que la ley trata de asegurar a sus
titulares la obtención de un rendimiento mínimo, así como reducir al máximo el índice de riesgo
empresarial.
114
EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
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ERIKA J. VALDIVIESO LÓPEZ
(39) Esta teoría “identifica una esfera de intereses sustraída de la esfera de los intereses sociales
y exenta de la aplicación del principio mayoritario”. Cfr. DE ROIMISIER, Mónica. Ob. cit.,
pp. 67-68.
(40) HUNDSKOPF EXEBIO, Oswaldo. Ob. cit., p. 63.
(41) Ídem.
(42) Cfr. ELÍAS LAROZA, Enrique. Derecho Societario peruano. La Ley General de Sociedades del
Perú. Edición puesta al día por el Estudio Rodrigo, Elías y Medrano, Tomo I, 2ª edición, Gaceta
Jurídica, Lima, 2015, p. 525. En el mismo sentido, MONTOYA MANFREDI, Ulises; MONTOYA
ALBERTI, Ulises; MONTOYA ALBERTI, Hernando. Derecho Comercial. Tomo I, 11ª edición,
Grigley, Lima, 2004, p. 229.
(43) VEGA VELASCO, Jorge. Ob. cit., p. 526. Se entiende por defecto en su formulación aquellos
que tienen que ver con los mecanismos de aprobación, formalidad, cuórum y todas las causales
de anulabilidad señaladas en el artículo 221 del Código Civil. Mientras que por defectos de con-
tenido tendremos aquellos acuerdos contrarios a la ley, al estatuto o los que lesionen la sociedad.
116
EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
En este supuesto se puede incluir aquellos acuerdos que afecten los intereses de los accionistas
minoritarios (art. 96 de la LGS).
(44) El reconocimiento de la existencia de diversos intereses en la sociedad se reconoce en el preám-
bulo de la Ley de sociedades anónimas española de 1951: “el postulado de la soberanía de la junta
general de accionistas no debe impedir que los acuerdos de este órgano social puedan ser com-
batidos judicialmente cuando exista en ello un interés digno de protección jurídica”. En: URÍA,
Rodrigo; MENÉNDEZ, Aurelio y OLIVENCIA, Manuel. Ob. cit., p. 18.
(45) Torres Carrasco sostiene en cambio que el derecho de impugnación “es uno de los más valio-
sos derechos con que cuentan los socios para defender sus intereses dentro de una sociedad” es
decir, otorga a este derecho un carácter eminentemente subjetivo que inicialmente solo tendrían
los accionistas sin derecho a voto. Sin embargo coincidimos con el autor cuando sostiene que
“el libre ejercicio de este derecho de impugnación es vital para el buen desenvolvimiento de las
sociedades”. Cfr. TORRES CARRASCO, Manuel Alberto. “El derecho de impugnación de los
acuerdos societarios”. En: AA.VV. Tratado de Derecho Mercantil. Tomo I, Gaceta Jurídica, Lima,
p. 554.
(46) El control directo sería precisamente el ejercicio del derecho al voto.
117
ERIKA J. VALDIVIESO LÓPEZ
3. El doble régimen
A diferencia de algunas legislaciones mercantiles, nuestra LGS, rea-
liza un tratamiento separado de las causas de impugnación de los acuer-
dos y de nulidad de los mismos, entendiendo que se trata de instituciones
diferenciadas por (i) los principios en los que se basa la nulidad absoluta,
(ii) el interés tutelado, (iii) gravedad de la causal, (iv) personas que pue-
den invocarla(48) y (v) la posibilidad de su revocatoria o sustitución(49). En
opinión de Vega Velasco(50), el fundamento para establecer una diferencia
entre la impugnación y la nulidad de los acuerdos radica en la naturaleza
del vicio o defecto del que adolecen los mismos en relación al nivel de
influencia que posteriormente desencadenen tales acuerdos. Es decir, si
los acuerdos permanecen en el fuero interno de la sociedad y únicamente
afectan a los accionistas, estos serán los únicos interesados en impug-
nar los acuerdos; pero si los acuerdos determinan consecuencias que tras-
cienden los intereses de los accionistas el ordenamiento jurídico prevé la
acción de nulidad a favor de aquellos que tengan un legítimo interés en
contradecirlos.
(47) URÍA, Rodrigo: MENÉNDEZ, Aurelio y OLIVENCIA, Manuel. Ob. cit., p. 305.
(48) BEAUMONT CALLIRGOS, Ricardo. Comentarios a la Ley General de Sociedades. Gaceta Jurí-
dica, Lima, 2006, p. 372.
(49) Sin embargo, Hundskopf señala que en realidad el artículo 139 no establece un trato diferencia-
do entre acuerdos nulos o anulables. Pero el hecho que no haya diferenciación no impide con-
siderar “como acuerdo nulo, al que es contrario a la ley y como acuerdo anulable el que atenta
contra el estatuto, el pacto social o el interés social”. HUNDSKOPF EXEBIO, Oswaldo. Ob. cit.,
pp. 64-65.
(50) VEGA VELASCO, Jorge. Ob. cit., p. 527.
118
EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
1. Presupuestos
a) La afectación a los intereses de la sociedad
El artículo 139 establece la afectación a los intereses de la socie-
dad como presupuesto para el ejercicio del derecho de impugnación y lo
complementa con una situación concurrente: el beneficio de uno o varios
(51) Elías Laroza, atendiendo a la vía procedimental utilizada sostienen que “la LGS contempla tres
procesos de impugnación de acuerdos societarios: el que se tramita como proceso abreviado, el
que se lleva a cabo por la vía del proceso sumarísimo y aquel que utiliza el proceso de conoci-
miento”. ELÍAS LAROZA, Enrique. Ob. cit., p. 525.
(52) En el presente trabajo no se aborda expresamente el derecho de oposición contemplado en el
artículo 219 de la LGS, toda vez que, si bien puede entenderse como un mecanismo de los acree-
dores para el control de los acuerdos sociales, sus efectos no inciden en la propia configuración
del acuerdo, sino que afecta la ejecución del mismo, que se suspende hasta que la sociedad pre-
sente garantías suficientes de protección del crédito del acreedor. La suspensión puede ser indefi-
nida –hasta la satisfacción de las garantías, dice la ley– pero no puede tener como efecto –ordena-
do por el juez– la modificación, anulación o declaración de nulidad de dicho acuerdo.
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ERIKA J. VALDIVIESO LÓPEZ
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EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
(56) Cfr. SÁNCHEZ CALERO, Fernando. “Impugnación y nulidad de acuerdos de juntas generales”.
En: AA.VV. La Junta General. 2ª edición, Thomson-Civitas, Madrid, 2007, p. 373.
(57) En el mismo sentido, véase BRIGANTY ARENCIBIA, Alfredo. Ob. cit., p. 567.
(58) Real Decreto Legislativo Nº 1/2010, del 2 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la
Ley de Sociedades de Capital (LSCE). Boletín Oficial Nº 161, del 3 de julio de 2010. Artículo
204.1 LSCE.
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ERIKA J. VALDIVIESO LÓPEZ
(59) Nos encontramos aquí con una de las primeras razones por las que el régimen adoptado por nues-
tra LGS podría resultar confuso hasta contradictorio.
(60) Cfr. Al respecto, BRIGANTY ARENCIBIA, Alfredo. Ob. cit., p. 566.
122
EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
las contradicen serán nulos. En este caso, nos encontraríamos fuera del
supuesto del artículo 139 si consideramos el vicio que afecta al acuerdo
y la existencia de una vía particular (la del art. 150 de la LGS). En el
segundo supuesto, se entiende que el acuerdo que las contradice será
anulable “en cuanto afecte la parte estatutaria que refuerza el mínimo
legal”(61), por lo que la vía a utilizar sería también la prevista en el ar-
tículo 139 de la LGS. Finalmente, en el tercer caso, habría que concluir
por la anulabilidad del acuerdo(62), y en este sentido, corresponde la apli-
cación del artículo 139 de la LGS.
• Legitimidad
(61) Ídem.
(62) Ídem.
123
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• Caducidad
(63) ELÍAS LAROZA, Enrique. Ob. cit., p. 541, citando a Víctor Verón.
(64) De acuerdo a lo señalado por el artículo 108 del Código Procesal Civil: “Por la sucesión procesal
un sujeto ocupa el lugar de otro en un proceso, al reemplazarlo como titular activo o pasivo del
derecho discutido”.
124
EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
(65) URÍA, Rodrigo; MENÉNDEZ, Aurelio y OLIVENCIA, Manuel. Ob. cit., p. 344.
125
ERIKA J. VALDIVIESO LÓPEZ
(66) Las causales de nulidad que contempla el artículo 219 del Código Civil son: 1. Cuando falta la
manifestación de voluntad del agente. 2. Cuando se haya practicado por persona absolutamen-
te incapaz, salvo lo dispuesto en el artículo 1358. 3. Cuando su objeto es física o jurídicamente
imposible o cuando sea indeterminable. 4. Cuando su fin sea ilícito. 5. Cuando adolezca de simu-
lación absoluta. 6. Cuando no revista la forma prescrita bajo sanción de nulidad. 7. Cuando la ley
lo declara nulo. 8. Cuando sea contrario al orden público y las buenas costumbres, salvo que la
ley establezca sanción diversa.
(67) BEAUMONT CALLIRGOS, Ricardo. Ob. cit., p. 389. Comentario al artículo 150 de la LGS
(art. 8 del Proyecto del Título preliminar del Código Civil).
126
EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
• Legitimidad
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• Caducidad
(68) Cas. Nº 46-94-Lima (29/08/1996). En: Pioner de Jurisprudencia, publicación mensual de Diálo-
go con la Jurisprudencia. Año 1, Nº 7, Gaceta Jurídica, Lima, enero de 2004, p. 13.
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EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
(69) ARIANO DEHO, Eugenia. “Algunos aspectos procesales de la Ley General de Sociedades”. En:
Ius et Praxis. Nº 34, Universidad de Lima, Lima, 2003, p. 94 y ss.
(70) Cfr. ROMÁN OLIVAS, Manuel Alipio. Ob. cit., pp. 158-159.
(71) En el mismo sentido, ABRAMOVICH ACKERMAN, Daniel. “La problemática de la impugna-
ción y nulidad de acuerdos en la Ley General de Sociedades”. En: Themis. Revista de Derecho,
Nº 47, Lima, 2003, p. 252 y ss.
129
ERIKA J. VALDIVIESO LÓPEZ
(72) En el mismo sentido, ARIANO DEHO, Eugenia. Ob. cit., p. 94 y ss. La autora señala que “la falta
de precisión en la ley (…) es definitivamente fuete de graves problemas, pues no es posible que
los mismos sujetos (socio ausente o disidente) puedan ampararse, a caducidad verificada, en los
mismos supuestos que podrían haber motivado una impugnación ex artículo 139 de la Ley Gene-
ral de Sociedades, en el artículo 150”.
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EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
(73) Aun cuando el artículo 38 de la LGS declara expresamente que “son nulos” los acuerdos (…),
hay autores que sostienen que esta referencia no es absoluta, en el sentido que el artículo 38 de
la LGS, “efectúa una descripción general de los acuerdos societarios inválidos, sean estos nulos
o anulables. Así, el significado de la aparente remisión que aparece en el artículo 150 de la Ley
General de Sociedades a la norma contenida en el artículo 38 (…) no es total sino parcial; puesto
que este acto de subsunción debe ceñirse única y exclusivamente a aquellos supuestos generado-
res de acuerdos societarios propiamente nulos, mientras que los demás supuestos contenidos en
el artículo 38 (…) corresponderán a la hipótesis de aplicación relativas a acuerdos anulables”.
Véase: ROMÁN OLIVAS, Manuel Alipio. Ob. cit., pp. 156-157.
(74) URÍA, Rodrigo; MENÉNDEZ, Aurelio y OLIVENCIA, Manuel. Ob. cit. p. 305.
131
ERIKA J. VALDIVIESO LÓPEZ
132
EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
3. Revocatoria o sustitución
La LGS prevé la posibilidad de que el acuerdo sea reemplazado o
sustituido por otro, antes de la presentación de la demanda. En este caso,
se configura como causal de improcedencia. Nada impide, sin embargo,
que la sustitución se realice incluso cuando la demanda se encuentra en
trámite. En este caso, el juez de la causa procedería a archivar el proceso
a pedido de la sociedad demandada.
(76) Véase el cuarto párrafo del artículo 2378 del Código Civil italiano.
(77) Véase el artículo 252 de la Ley de Sociedades Comerciales argentina (LSCA), Ley Nº 19.550.
133
ERIKA J. VALDIVIESO LÓPEZ
sido interpuesta por esta causa y no por defectos de forma). De ser así,
parecería que la de actuación correcta seria el archivamiento del proceso
y la presentación de una nueva demanda por parte del accionista interesa-
do si considera que el nuevo acuerdo aún vulnera el interés social. De lo
contrario, se estaría sometiendo a valoración del juez un nuevo acuerdo
dentro del proceso. En todo caso, debería tenerse como criterios para
aceptar la sustitución:
ii) Que en el orden del día de la nueva junta se exprese con claridad
el acuerdo objeto de subsanación o convalidación.
4. La declaración de nulidad
Ahora bien, si tenemos en cuenta que estamos frente a dos acciones;
una de impugnación y otra de nulidad, puede esperarse que ambas tengan
efectos distintos, debido a la gravedad de los temas que se discutan en
una u otra. Sin embargo, tenemos la siguiente situación: en ambos proce-
dimientos (el de impugnación y de nulidad) el resultado de una demanda
fundada es la declaración de la nulidad del acuerdo.
134
EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
Debe recordarse, por otro lado, que en el caso del artículo 139 de la
LGS el acuerdo puede ser subsanado o convalidado, y esta convalidación
puede darse en cualquier momento antes de la sentencia. No se llegará
en estos casos a la emisión de una sentencia, pues el juez archivará el
proceso.
(78) Elías Laroza, señala que la sentencia que declara la nulidad de un acuerdo determina que el
mismo no ha producido efectos jurídicos, al ser la nulidad la declaración de que el acto impug-
nado adolece de algún defecto sustancial en cuanto a su contenido o formulación y tiene efectos
ex tunc, es decir, se retrotrae al momento en que se produjo el acto. En: ELÍAS, Enrique. Derecho
Societario peruano. Ob. cit., p. 390.
135
ERIKA J. VALDIVIESO LÓPEZ
iii) Porque estas dos vías llegan a tener prácticamente las mismas
causas para iniciar el ejercicio de la acción si se vincula el ar-
tículo 38 al 150 de la LGS, generando inestabilidad jurídica.
Por esta razón, consideramos que puede existir una sola vía de control
de los acuerdos societarios, que puede enmarcarse dentro del ejercicio del
derecho de impugnación que tiene el accionista(80). De esta manera, para
los casos en que los acuerdos padecen vicios de anulabilidad, se puede
(79) Román Olivas niega la existencia de la “supuesta acción de nulidad al margen de un efectivo
derecho a la impugnación de acuerdo societario” pues, “no cabe separar la acción de nulidad del
derecho de impugnar, puesto que este último en tanto manifestación de la tutela procesal efectiva
en materia mercantil posibilita que el legitimado pueda denunciar la existencia de una situación
jurídica repudiada por el ordenamiento jurídico”. Cfr. ROMÁN OLIVAS, Manuel Alipio. Ob. cit.,
pp. 182-185.
(80) Con similar opinión, Torres Carrasco señala que “una buena alternativa sería eliminar de nuestra
Ley General de Sociedades la llamada acción de nulidad de acuerdos societarios, conservando
únicamente la acción de impugnación como única ruta por la cual los socios puedan cuestionar la
validez de los acuerdo de junta (…)”. Cfr. TORRES CARRASCO, Manuel. Ob. cit., p. 557.
136
EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
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ERIKA J. VALDIVIESO LÓPEZ
de valorar tanto los acuerdos nulos como los anulables”(84). Así, la Ley de
Sociedades de Capital española (LSCE) considera que son impugnables
los acuerdos sociales (i) que sean contrarios a la Ley, (ii) se opongan a
los estatutos o al reglamento de la junta de la sociedad o (iii) lesionen el
interés social en beneficio de uno o varios socios o de terceros(85). Permite
la sustitución de los acuerdos anulables incluso cuando ya se inició el
proceso (art. 204.2 de la LSCE). La acción caduca en el plazo de un año,
salvo para los casos en los que el contenido de los acuerdos resulte con-
trarios al orden público. En dicha situación la acción no caduca ni pres-
cribe (art. 205.1 de la LSCE)(86). Como se puede apreciar, si bien el pro-
cedimiento de impugnación se deriva de un mismo derecho de acción,
los plazos de caducidad varían en función de la gravedad de afectación al
orden jurídico que contenga el acuerdo.
138
EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
(89) Así, el artículo 190 del CCC señala que “las decisiones tomadas en una reunión celebrada en con-
travención a lo prescrito en el artículo 186 serán ineficaces; las que se adopten sin el número de
votos previstos en los estatutos o en las leyes, o excediendo los límites del contrato social, serán
absolutamente nulas; y las que no tengan carácter general, conforme a lo previsto en el artículo
188, serán inoponibles a los socios ausentes o disidentes”.
(90) Véase: artículo 191 del CCC.
(91) Véase: artículo 192 del CCC.
(92) Véase la LGSSM.
(93) Véanse: artículos 186, 187 y 188 de la LGSMM.
(94) Véase: artículo 201 de la LGSMM.
(95) Ídem.
139
ERIKA J. VALDIVIESO LÓPEZ
(96) CARRIÓN LUGO, Jorge. Ob. cit. p. 70, citando a Eduardo Couture.
(97) GOZAÍNI, Oswaldo. Ob. cit., p. 53. El autor considera como elementos esenciales de la preten-
sión el objeto y fundamento; siendo el primero “el efecto jurídico que se quiere obtener. El pedido
claro y concreto para que se dicte una sentencia favorable”, p. 54.
(98) Así, el artículo 222 Código Civil señala: “El acto jurídico anulable es nulo desde su celebración,
por efecto de la sentencia que lo declare. Esta nulidad se pronunciará a petición de parte y no
puede ser alegada por otras personas que aquellas en cuyo beneficio la establece la ley”.
140
EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
3. Vía procedimental
Si se asume que la pretensión y el petitorio coinciden en los supues-
tos establecidos por la ley, nada impide que se utilice la misma vía proce-
dimental para solicitar al órgano jurisdiccional el pronunciamiento sobre
la nulidad de un acuerdo societario, al margen de las causales que para
ello se invocaran.
141
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4. Causas de impugnación
En función de lo dicho hasta aquí, se considerarían acuerdos impug-
nables:
(100) La jurisprudencia distingue los tipos de normas que se encuentran previstas en la LGS, así: “(…)
la Ley General de Sociedades contiene normas imperativas, a las que necesariamente debe ceñirse
la sociedad, y normas dispositivas, contra las que se puede pactar en el estatuto. En algunos casos
la propia ley señala que se está ante una norma contra la que se puede pactar, como ocurre con el
artículo 21 que señala salvo estipulación expresa en contrario del pacto social o del estatuto (…);
en otros, la norma establece que contra lo dispuesto en ella no se puede pactar, como el artículo
200 (…); asimismo, en ocasiones la norma está redactada en términos mandatarios o prohibitivos
de modo que queda claro su carácter imperativo, mientras que en otros está redactada en términos
permisivos, dejando ver que se trata de normas dispositivas; en otros supuestos, en cambio, el
carácter imperativo o dispositivo de la norma no puede establecerse literalmente de la misma,
debiendo examinarse –en el supuesto concreto de las normas societarias– si está regulado un
aspecto esencial de las sociedades”. Véase: Resolución Nº 067-2001-ORLC/TR del 13/02/2001
En: ECHAIZ MORENO, Daniel. Manual de Derecho Societario. Grigley, 2012, p. 993.
142
EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
5. Legitimidad
La legitimidad para impugnar los acuerdos dependerá de los efec-
tos que se pretenden denunciar. Así, para la impugnación de acuerdos
nulos estarían legitimados los accionistas, administradores y los terce-
ros que acrediten un interés legítimo (sin perjuicio de los límites mencio-
nados líneas arriba). Mientras que para la impugnación de los acuerdos
anulables, se mantendría la legitimidad de los accionistas que manifesta-
ron su oposición al acuerdo y aquellos que no asistieron o fueron impe-
didos ilegítimamente de asistir a la junta. Asimismo, se podría pensar
en incluir como legitimados para impugnar este tipo de acuerdos a los
143
ERIKA J. VALDIVIESO LÓPEZ
6. Efectos de la sentencia
Como se ha señalado previamente, “el objetivo de la acción de anu-
labilidad no es la declaración judicial de anulabilidad, sino la declaración
judicial de nulidad del acto anulable”, que, además, es el mismo objeti-
vo que persigue a la acción que discute los acuerdos nulos. En otras pala-
bras, el efecto de una sentencia fundada cuando se ejerce la acción de
impugnación aquí planteada sería la nulidad del acuerdo.
144
EL CONTROL DE LOS ACUERDOS SOCIETARIOS EN LA SOCIEDAD ANÓNIMA
A MODO DE CONCLUSIÓN
145
Nulidad e impugnación
en el espectro societario
Evidencia de errores en su sistemática jurídica
(*) Abogada titulada por la Universidad de Lima con calificación summa cum laude, con estudios
concluidos en máster en Derecho Empresarial por la Escuela de Posgrado de la Universidad de
Lima, magíster en Derecho Empresarial por el Centro de Posgrado de la Universidad Autónoma
de Madrid (España). Actualmente labora en el Estudio Flint Abogados.
147
KARLA ALEXANDRA AGUIRRE MORENO
II. INTRODUCCIÓN
148
NULIDAD E IMPUGNACIÓN EN EL ESPECTRO SOCIETARIO
No obstante, tal como veremos más adelante nuestra actual Ley con-
tiene normas ambiguas e incluso duplicidad en sus causales (de nuli-
dad e impugnación) lo que a propósito nos lleva a esbozar varias inte-
rrogantes: Frente a esta oscuridad normativa ¿cuánto más se requiere
para evitar el detrimento de la seguridad jurídica? ¿Cuántas confusiones
(1) HALPERIN, Isaac. Sociedades anónimas. Examen crítico. Ley Nº 19.550. Ediciones Depalma,
Buenos Aires, 1978, p. 639.
149
KARLA ALEXANDRA AGUIRRE MORENO
150
NULIDAD E IMPUGNACIÓN EN EL ESPECTRO SOCIETARIO
(2) ALDEA CORREA, Vládik. Los acuerdos de accionistas y socios. Requisitos societarios. 2ª
impresión, Thomson Reuters EBC ediciones, Lima, 2013, p. 72.
(3) RUBIO CORREA, Marcial. Nulidad y anulabilidad del acto jurídico. Volumen IX, PUCP, Lima,
2013, p. 29.
151
KARLA ALEXANDRA AGUIRRE MORENO
(4) SACCO, Rodolfo. Il contratto invalido. Tomo III, 3ª edición, UTET, Turín, 2004, p. 945.
(5) A los efectos se toma en cuenta la posición de Donati quien estima que “la impugnación es
una acción individual ejercida contra la sociedad en protección del ordenamiento social”. En:
HALPERIN, Isaac. Sociedades anónimas. Examen crítico. Ley Nº 19.550. Ediciones Depalma,
Buenos Aires, 1978, p. 648.
(6) Enciclopedia Jurídica Omeba. Tomo XXIV, Edición Omeba, México.
(7) ABRAMOVICH ACKERMAN, Daniel. “La problemática de la impugnación y la nulidad de
acuerdos en la Ley General de Sociedades”. En: Themis. Revista de Derecho Nº 47, PUCP, Lima,
2003, p. 244.
152
NULIDAD E IMPUGNACIÓN EN EL ESPECTRO SOCIETARIO
(8) La relación de procesos en los cuales se cuestiona la posibilidad de impugnar o anular un acuerdo
del Directorio han sido expuestos por el Pleno Jurisdiccional Nacional Comercial 2013.
153
KARLA ALEXANDRA AGUIRRE MORENO
(9) ECHAIZ MORENO, Daniel. “¿Cabe la impugnación y/o nulidad de los acuerdos del Directo-
rio? A propósito del debate en el Pleno Jurisdiccional Comercial 2013”. Página web del Estudio
Echaiz. Los comentarios vertidos son resúmenes de las ponencias del Pleno.
154
NULIDAD E IMPUGNACIÓN EN EL ESPECTRO SOCIETARIO
Sobre esta primera causal nos queda claro que la intención del
legislador ha sido la de evitar que se lleven a cabo convocatorias
de junta de accionistas sin las garantías de antesala que implica.
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KARLA ALEXANDRA AGUIRRE MORENO
(10) El concepto de norma imperativa se contrapone al de norma dispositiva, pues en este último
supuesto la norma y su contenido están supeditadas al principio de autonomía de la voluntad.
(11) Enciclopedia Jurídica Omeba. Tomo XXIV, Edición Omeba, México.
156
NULIDAD E IMPUGNACIÓN EN EL ESPECTRO SOCIETARIO
Nuestra ley señala que son nulos los acuerdos contrarios a las
leyes que interesan al orden público y buenas costumbres. Se
trata de una causal que hace referencia al orden jurídico y, por
tanto, asegura los fines esenciales de la colectividad; esto es
cuando se transgreden normas por razón de moralidad, más
concretamente cuando se vulnera la observancia de un con-
junto de normas jurídicas cuyo cumplimiento es indispensa-
ble para preservar el mínimo de condiciones necesarias para
una convivencia normal.
Por último, es acá donde nos encontramos con un tercer error sis-
temático. Si lo que la ley ha querido plasmar son causales con-
cretas de nulidad, ¿por qué incluir la calificación de contrario “al
orden público y buenas costumbres”, si estos conceptos luego
de haber expuesto sus definiciones no son otra cosa que concep-
tos ligados al de “normas imperativas”? Incumplir con formali-
dades prescritas y/o contravenir normas que alteren la categoría
(12) STIGLITZ, Rubén Saúl. Autonomía de la voluntad y revisión del contrato. Volumen I, Editorial
Lexis Nexis, Buenos Aires, 1992, p. 27.
157
KARLA ALEXANDRA AGUIRRE MORENO
(13) ROMÁN OLIVAS, Manuel Alipio. El derecho de impugnación de acuerdos societarios. Grijley,
Lima, 2010, p. 143.
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NULIDAD E IMPUGNACIÓN EN EL ESPECTRO SOCIETARIO
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160
NULIDAD E IMPUGNACIÓN EN EL ESPECTRO SOCIETARIO
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KARLA ALEXANDRA AGUIRRE MORENO
del contenido del acuerdo. Por más increíble que parezca, la sola
incorporación de un término –“contenido”– sin un análisis cohe-
rente puede dar lugar a defensa a quienes no están de acuerdo
con la interposición de impugnación.
162
NULIDAD E IMPUGNACIÓN EN EL ESPECTRO SOCIETARIO
necesidad hubo para que la ratio legis del legislador haya sido
el generar una duplicidad de causales para acciones distintas? En
definitiva, estamos frente a una causal que bien puede ser objeto
de nulidad o impugnación. Y la elección de esta podría ser plan-
teada dependiendo del tiempo que tenga el accionista (impug-
nación) y/o tercero (nulidad), sumado a que su cuestionamiento
podría verse en vías procedimentales distintas.
Por otro lado, esta causal también nos trae a colocación la gene-
ración de una situación confusa. Se indica que será impugnable
cuando el acuerdo se oponga al estatuto. Hasta acá tenemos claro
el concepto, pero hay que recordar que en muchos estatutos no
siempre se plasma la voluntad de los socios siendo posible que
se transcriban artículos completos de la ley. Si resultará que el
acuerdo se opone al artículo transcrito en el estatuto, ¿qué acción
se plantearía?: una nulidad al fundamentar que se está vulneran-
do una norma imperativa –el artículo transcrito– o una impugna-
ción al vulnerar una norma del estatuto.
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KARLA ALEXANDRA AGUIRRE MORENO
(15) Real Decreto Legislativo Nº 1564/1989, del 22 de diciembre, por el que se aprueba el texto refun-
dido de la Ley de Sociedades Anónimas de España.
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NULIDAD E IMPUGNACIÓN EN EL ESPECTRO SOCIETARIO
b) Falta de cuórum
(16) BEAUMONT CALLIRGOS, Ricardo. Ley General de Sociedades. Análisis artículo por artículo.
Gaceta Jurídica, Lima, 2002, p. 344.
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KARLA ALEXANDRA AGUIRRE MORENO
(17) GALGANO, Franceso. Las sociedades. Derecho Comercial. Volumen III, Editorial Temis, Bogotá,
1999, p. 353.
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NULIDAD E IMPUGNACIÓN EN EL ESPECTRO SOCIETARIO
Existe una falta de precisión en nuestra ley en torno al tema que nos
ocupa y no solo por la presencia de incongruencias o duplicidad de cau-
sales para acciones legales distintas al mismo tiempo, sino también por lo
que respecta a la ubicación de los artículos (38, 139 y 150). Conforme a
una visión sistemática por ubicación, no entendemos cuál es la ratio legis
de considerar a la nulidad dentro del capítulo de reglas generales aplica-
bles a todo tipo societario y a la impugnación dentro del capítulo de junta
167
KARLA ALEXANDRA AGUIRRE MORENO
(18) ROMÁN OLIVAS, Manuel Alipio. El derecho de impugnación de acuerdos societarios. Editorial
Grijley, Lima, 2010, p. 134.
168
NULIDAD E IMPUGNACIÓN EN EL ESPECTRO SOCIETARIO
Sin embargo, acá hay dos temas interesantes por considerar: El pri-
mero está presente en la impugnación en el que abordamos una duda:
¿La ley entiende por socio tanto al que ostenta esa calidad como al que
siendo socio puede tener el cargo de director? Esta pregunta resulta váli-
da pues si líneas precedentes hemos indicado que, con relación a la posi-
bilidad de impugnar un acuerdo del directorio no existe regulación espe-
cífica que así lo indique, nada impide considerar que frente a tantos
vacíos e incongruencias se impida a un socio-director accionar su dere-
cho. El segundo tema se asemeja a este. Si se ha afirmado por buena
parte de la doctrina que los acuerdos del directorio no pueden ser cues-
tionados vía acción legal –esto es, nadie puede impugnar sus decisio-
nes– ¿por qué entonces sí concederles el derecho de que sean ellos los
que puedan cuestionar vía nulidad alguna decisión de la junta? Por qué
en un caso se les faculta a hacer uso de la acción de nulidad como suje-
tos con legítimo interés y cuando se les pretende cuestionar alguna deci-
sión se niega dicha posibilidad. Incoherencias y vacíos que demuestran
una falta de sistematización.
Bajo este orden de ideas se advierte que, para los casos de nuli-
dad, estará legitimado por la misma naturaleza jurídica de la acción
todo aquel que tenga legítimo interés, tal como lo indica el artículo 35,
empleado por remisión del artículo 38. No obstante, advertimos un vacío,
el artículo 35 tiene como enunciado la “pretensión de nulidad del pacto
social”, lo que a primera instancia correspondería sostener que solo
podrán bajo esta causal interponer la acción cualquier interesado ajeno a
la sociedad, por lo que nos preguntamos quiénes serían los sujetos legiti-
mados para las demás causales del artículo 38.
169
KARLA ALEXANDRA AGUIRRE MORENO
cualquier tercero que acredite legítimo interés”. Vemos cómo esta ley
extranjera protege cualquier posible situación, no se conforma con indi-
car la palabra “cualquiera con legítimo interés” sino que precisa de la
palabra “todos los socios, los administradores”. Si bien, en nuestro caso,
tenemos un vacío legal este puede ser cubierto pero por remisión inter-
pretativa, desvirtuando la regulación y dando pie a confusión. Contrario a
lo que sucede en la acción de impugnación, en donde el artículo 140 con
acierto especifica las situaciones propias de los sujetos que pueden ejer-
cer dicha acción.
Por otro lado, es bueno resaltar que existe un tema que no aplaudi-
mos y lejos de constituir un avance societario entorpece la seguridad jurí-
dica. Nos referimos en concreto a la condición de la que debe gozar todo
impugnante. El artículo 144 contiene dos requisitos bastante discutibles
cuyos efectos se generan en el ámbito procesal pero cuya normativa tiene
su base en nuestra ley societaria.
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NULIDAD E IMPUGNACIÓN EN EL ESPECTRO SOCIETARIO
(19) VEGA VELASCO, Jorge. Tratado de Derecho Mercantil. Derecho Societario, Impugnación y
nulidad de acuerdos societarios. Tomo I, Gaceta jurídica, Lima, 2003, p. 545.
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KARLA ALEXANDRA AGUIRRE MORENO
Si partimos del hecho de que existen causales que bien pueden ser
sujetas a una acción de nulidad o impugnación a la vez, podría pensarse
que el accionante puede interponer su acción dependiendo de los plazos o
pruebas que tenga para iniciar el proceso.
(20) ELÍAS LAROZA, Enrique. Derecho Societario peruano. Editorial Normas Legales, Trujillo,
1999, p. 310. La brevedad de los plazos se debe a la necesidad de brindar seguridad al tráfico
mercantil, permitiendo que los acuerdos societarios no puedan ser contestados por las causales
contempladas en el artículo 139 luego del transcurso de los plazos señalados.
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“Artículo 117.- Legitimación
• Legislación italiana
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KARLA ALEXANDRA AGUIRRE MORENO
CONCLUSIONES
(25) Esta propuesta ha sido planteada por el catedrático Javier García de Enterría en su exposición
“impugnación de acuerdos sociales: experiencia profesional” celebrada en el Colegio Notarial de
Madrid el 12 de noviembre del 2014 y transcrita en la Revista Nº 58, Sección corporativa, publi-
cado en Madrid, el 14 de diciembre de 2014.
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KARLA ALEXANDRA AGUIRRE MORENO
BIBLIOGRAFÍA
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NULIDAD E IMPUGNACIÓN EN EL ESPECTRO SOCIETARIO
183
La impugnación de acuerdos
como mecanismo especial de tutela
en las sociedades anónimas
INTRODUCCIÓN
(*) Abogado por la Universidad Nacional Federico Villarreal. Asesor empresarial de Contadores &
Empresas y exmiembro del área mercantil de Gaceta Jurídica.
(1) Esta pregunta se plantean: EASTERBROOK, Frank y FISCHEL, Daniel en su: The Economics
Structure of Corporate Law. Harvard University Press, 1991, pp. 34 y 35.
(2) Sobre la eficiencia como reducción de costos, nos remitimos a POLINSKY, Mitchell. Introduc-
ción al análisis económico del Derecho. Traducción J.M. Álvarez, Editorial Ariel, Barcelona,
1985, p. 19.
185
CARLOS ALFREDO MARTINEZ ALVAREZ
(3) Cfr. PAZ-ARES, Cándido. “¿Cómo entendemos y cómo hacemos el derecho de sociedades? En:
Tratando de la Sociedad Limitada. Fundación Cultural del Notariado, Madrid, 1997, p. 203.
EASTERBROOK, Frank y FISCHEL, Daniel. Ob. cit., p. 35.
(4) Cfr. CASANOVA, Miguel. La fundamentación de los Fiduciary Duties de los administradores de
sociedades y sus consecuencias en la acción social de responsabilidad. Tesis Doctoral, Facultad
de Derecho de la Universidad de Navarra, Pamplona, 2012, p. 91.
(5) Aunque tal afirmación llame la atención en un país como el nuestro, en donde la gran mayoría de
estatutos (incluso los de las grandes corporaciones) son copia fiel de la norma, con pocos visos de
creatividad.
(6) Existen muchas críticas a esta visión del Derecho, cuyo tratamiento escapa del objeto de este
artículo; sin embargo, para quienes estén interesados recomiendo consultar MATTEI, Ugo y
NADER, Laura. Saqueo. Cuando el Estado de Derecho es ilegal. Trad. Álvaro Bonilla y Roger
Merino, Palestra Editores, Lima, 2013, p. 152 y ss. Respecto al Derecho Societario, TENA,
Rodrigo. Instinto jurídico contra análisis económico. Documentos de trabajo del Departamento
de Derecho Mercantil de la Universidad Complutense, España, noviembre de 2010.
(7) El término corporación, similar al término inglés corporation, se utiliza aquí para hacer mención
a la sociedad anónima. Nos remitimos, para ello, a la traducción realizada a POSNER, Richard.
El análisis económico del Derecho. Traducción Eduardo Suárez, Fondo de Cultura Económica,
México, 1998, p. 372.
186
LA IMPUGNACIÓN DE ACUERDOS COMO MECANISMO ESPECIAL DE TUTELA
(8) Cfr. GARRIGUES, Joaquín. Hacia un nuevo Derecho Mercantil: Escritos, lecciones y conferen-
cias. Editorial Tecnos, Madrid, 1971, p. 125. Puede consultarse también nuestro trabajo: “Luces
y sombras del derecho a la responsabilidad limitada de las sociedades anónimas”. En: Revista
Jurídica del Perú. Nº 150, Gaceta Jurídica, Lima, agosto de 2013, p. 218.
(9) POSNER, Richard. Ob. cit., p. 372.
(10) Sobre los modelos societarios y las razones por las que debe preferirse el modelo a favor de los
accionistas, puede consultarse HANSMANN, Henry y KRAAKMAN, Reinier. “El fin de la histo-
ria para el Derecho corporativo”. En: Ius Et Veritas. Nº 27, Lima, 2003, p. 180 y ss.
(11) “[Aunque] para quien no se interese directamente por las consecuencias jurídicas de la relación
entre estos conceptos tienda a confundirlos en uno solo, en la medida en que sería más sencillo
otorgar a la empresa –aunque sea de modo informal– cierto carácter institucional para explicar
otras implicaciones y características del fenómeno. Considerando que la sociedad aporta dicha
institucionalización jurídica y el patrimonio de ambos coincidiría, las probabilidades de confundir
los términos [empresa y sociedad anónima] se incrementarían”. CASANOVA, Miguel. Ob. cit.,
nota 13 de la p. 27.
(12) La empresa –manifiesta el jurista español Garrigues, con la claridad que lo caracteriza– “está ausen-
te de todos los códigos; mejor dicho los códigos de Derecho Privado se limitan a levantar acta de
que la empresa está ahí, pero no se ocupan de ella”. GARRIGUES, Joaquín. Ob. cit. p. 273.
(13) Este término es utilizado por Freeman para hacer alusión a quienes puede afectar o son afecta-
dos por las actividades de una empresa. FREEMAN, R. Strategic Managemen: A Stakeholder
Approach. Pitman Press, Boston, 1984, p. 31.
187
CARLOS ALFREDO MARTINEZ ALVAREZ
(14) Para la economía es el empresario quien toma las decisiones de organización y gestión en las
empresas, ocupando tal posición, sus administradores y directivos.
(15) En este sentido, BROSETA, Manuel y MARTÍNEZ, Fernando. Manual de Derecho Mercantil.
Volumen I, 13ª edición, Editorial Tecnos, Madrid, 2006, p. 146.
(16) La sociedad anónima, en su condición de persona jurídica, es titular de derechos constitucionales,
dentro de los cuales se encuentra el derecho a la libertad de empresa. Puede verse, al respecto, el Fun-
damento 14 de la Sentencia del Tribunal Constitucional Nº 4972-2006-PA/TC. Sobre viabilidad que
las sociedades inicien procesos constitucionales, puede consultarse BEAUMONT, Ricardo. “Marco
constitucional de las sociedades”. En: A los 12 años de la Ley General de Sociedades. Cathedra Lex,
Lima, 2010, p. 51 y ss.
(17) ¿Podrían decir lo mismo quienes manifiestan que la sociedad anónima es la forma jurídica de la
empresa?
(18) Cfr. HANSMANN, Henry y KRAAKMAN, Reinier. Ob. cit., p. 181.
188
LA IMPUGNACIÓN DE ACUERDOS COMO MECANISMO ESPECIAL DE TUTELA
(19) Según la doctrina civilista, “la expresión legítimo interés parece referirse a aquellos intereses que
son jurídicamente exigibles a su arbitrio por el interesado. Se descartarían, por tanto, los intereses
de carácter genérico –como los del grupo de normas a los que el Código [Civil] califica de simple
interés–, y los de naturaleza expectaticia”. RUBIO, Correa. Biblioteca para leer el Código Civil.
Volumen III (Título Preliminar). Fondo Editorial de la PUCP, Lima, 1993, p. 119.
(20) Otro mecanismo es el previsto para los acreedores cuyo crédito no se encuentre debidamente
garantizado, quienes pueden oponerse a un acuerdo de reducción de capital social, fusión o esci-
sión (art. 219 de la LGS).
(21) Véase el artículo 111 de la LGS.
189
CARLOS ALFREDO MARTINEZ ALVAREZ
(22) ¿Se atreverían a invertir en una sociedad sabiendo que existe la posibilidad de que la mayoría o el
órgano administrativo la dirija solo en su beneficio y no puedan hacer nada para impedirlo?
(23) Cfr. AMICO, Mateo. “Derecho y obligaciones de los accionistas”. En: Tratado de Derecho Mer-
cantil. Tomo I, Gaceta Jurídica, Lima, 2003, p. 433. Estos derechos individuales se encuentran
consagrados principalmente en los artículos 95 y 96 de la LGS.
(24) Este interés también lo tienen los trabajadores, de ahí que se haya consagrado en el artículo 29 de
nuestra Constitución que: “El Estado reconoce el derecho de los trabajadores a participar en las
utilidades de la empresa”. El desarrollo de este derecho y sus límites, se encuentra regulado en el
Decreto Legislativo Nº 892.
190
LA IMPUGNACIÓN DE ACUERDOS COMO MECANISMO ESPECIAL DE TUTELA
(25) Respecto al derecho al voto, existe la posibilidad de que se emitan acciones sin este derecho; sin
embargo, nuestro legislador ha previsto otros derechos mínimos que necesariamente debe poseer
el titular de estas acciones. Véase los artículos 96 y 97 de la LGS.
(26) Cfr. ASCARELLI, Tullio. Principios y problemas de las sociedades anónimas. Traducción René
Cacheaux. Imprenta Universitaria, México, 1951, p. 62. GARRIGUES, Joaquín. Nuevos hechos,
nuevo Derecho de sociedades anónimas. Civitas, Madrid, 1998, pp. 44 y 45. AMICO, Mateo. Ob.
cit., p. 457. ELÍAS, Enrique. Derecho Societario peruano. Tomo I, Editora Normas Legales, Tru-
jillo, 2000, p. 306.
191
CARLOS ALFREDO MARTINEZ ALVAREZ
(27) La consecuencia procesal será que se declare la improcedencia de la demanda interpuesta, ya sea
de oficio, cuando resulte evidente la carencia de legitimidad, o producto de la formulación de la
excepción de falta de legitimidad para obrar.
192
LA IMPUGNACIÓN DE ACUERDOS COMO MECANISMO ESPECIAL DE TUTELA
Pero ¿por qué creen que nuestro legislador ha sido tan específico
en señalar que la impugnación solo puede ser ejercida por accio-
nistas que se opusieron al acuerdo y dejaron constancia de ello en
el acta de la junta? A mi modo de ver, la respuesta es una sola: la
impugnación –como ya manifestáramos– es una vía especial de
tutela para los accionistas, con la que se busca solucionar las irre-
gularidades y discrepancias corporativas que puedan surgir entre
sus intereses y el acuerdo adoptado(32). De lo contrario, no se
explicaría el motivo para restringir de esta manera dicho derecho,
(28) El computó de la mayoría se refiere a los votos que se necesitan para adoptar un acuerdo válida-
mente, lo cual dependerá del acuerdo a adoptar. Por ejemplo, para un acuerdo de reducción del
capital social se necesita, cuando menos, el voto favorable de la mayoría absoluta de las acciones
suscritas con derecho a voto; de tal manera que si una sociedad tuviera 100 acciones con derecho
a voto (sin importar que todos los titulares de estas acciones hayan asistido), el acuerdo se adopta-
rá con el voto de accionistas que sean titulares de más de 50 acciones. Véase el artículo 127 de la
LGS.
(29) Cfr. HUNDSKOPF, Oswaldo. Manual de Derecho Societario. 2ª edición, Gaceta Jurídica, Lima,
2012, p. 405.
(30) Previamente a la celebración de la junta general debe publicarse su convocatoria, conforme
a lo dispuesto en el 116 de la LGS. No se exige este requisito para el caso de la junta universal
prevista en el artículo 120 de la norma societaria. Al respecto, puede leerse nuestro trabajo: “Desa-
ciertos del Tribunal Registral (y parte de la Doctrina societaria nacional) en materia de juntas univer-
sales”. En: Diálogo con la Jurisprudencia. Nº 181, Gaceta Jurídica, Lima, 2013, p. 215 y ss.
(31) Véase el artículo 130 de la LGS.
(32) En esta misma línea, para el caso de la impugnación de acuerdos de las asociaciones civiles se
señala que “esta figura se refiere exclusivamente a los defectos cuya relevancia se circunscribe al
interés particular de los asociados (…) por tal motivo, la patología se concentra en las hipótesis de
discrepancia entre los fines de la voluntad corporativa y los fines de las voluntades individuales”.
GONZALES, Gunther. “Sobre la impugnación de acuerdos en asociaciones civiles. Una buena
oportunidad para demostrar la crisis del dogmatismo jurídico”. En: Gaceta Civil & Procesal Civil.
Nº 11, Gaceta Jurídica, Lima, mayo, 2013, p. 153.
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(33) Cfr. HUNDSKOPF, Oswaldo. Ob. cit. p. 405. PALMADERA, Doris. Manual de la Ley General
de Sociedades. Gaceta Jurídica, Lima, 2011, p. 261.
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LA IMPUGNACIÓN DE ACUERDOS COMO MECANISMO ESPECIAL DE TUTELA
(34) Si bien se suele manifestar que LGS ha consagrado tácitamente la tesis contractualista, el mencio-
nado artículo 133 evidenciaría una de las pequeñas conquistas de los institucionalistas, para quie-
nes el derecho al voto “debe ser ejercido en función del interés social, el cual aparece como un
interés distinto y superior al de ellos”. MAMBRILLA, Vicente. “Aproximación al estudio sobre la
naturaleza jurídica del voto del accionista”. En: Anales de estudios económicos y empresariales.
Nº 01, Universidad de Valladolid, España, 1986, p. 182.
(35) Véase el artículo 96 de la LGS.
(36) El artículo 97 de la LGS establece que los propietarios de acciones sin derecho a voto deben per-
cibir el dividendo preferencial que establezca el estatuto, el cual la sociedad está obligada a pagar
siempre que existan utilidades distribuibles y sin necesidad de un acuerdo adicional por parte de
la junta.
(37) CASANOVA, Miguel. Ob. cit., p. 146.
(38) En la legislación española, por ejemplo, sí se admite, textualmente, que un administrador pueda
impugnar un acuerdo societario (art. 206 de su Ley de Sociedades de Capital).
195
CARLOS ALFREDO MARTINEZ ALVAREZ
(39) Se suele señalar equívocamente que el acuerdo impugnable es el contrario a la ley (en general);
sin embargo, si nos ceñimos al texto del artículo 139, como creemos es correcto, se podrá apreciar
que los acuerdos impugnables son solo los contrarios a la LGS.
(40) Este ejemplo ha sido tomado de ABRAMOVICH, Daniel. “La problemática de la impugnación
y nulidad de acuerdos societarios en la Ley General de Sociedades”. En: Themis. Nº 47, Lima,
2003, p. 246.
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LA IMPUGNACIÓN DE ACUERDOS COMO MECANISMO ESPECIAL DE TUTELA
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Bajo esta línea, debemos señalar también que solo los acuerdos adop-
tados en contra de las normas imperativas previstas en la LGS pueden dar
pie a una impugnación, mientras que los acuerdos adoptados en contra de
una norma que interese al orden público o las buenas costumbres, tendrán
(45) Los acuerdos societarios se encuentran dentro del género de los negocios jurídicos y, por lo tanto,
deben respetar las reglas de validez previstas en el Código Civil. Cfr. ELÍAS, Enrique. Ob. cit., p. 396.
(46) ¿Advierte que en este caso existe una mayor carga de probanza para el tercero que demande la
nulidad?
200
LA IMPUGNACIÓN DE ACUERDOS COMO MECANISMO ESPECIAL DE TUTELA
que verse vía nulidad(47). No está demás recordar, para ello, que la nulidad
es un remedio que busca impedir que determinados actos surtan efectos
al albergar vicios graves que atentan contra el ordenamiento en su con-
junto, de ahí que pueda ser demandada por los mismos participantes del
acto, así como por terceros que acrediten legítimo interés. La impugna-
ción, sin embargo, no sigue esta línea, ya que tiene un margen de ataque
menos severo, que se circunscribe a la afectación de los intereses de los
accionistas dentro del marco de lucha corporativa entre quienes tienen el
control de la sociedad y quienes no lo tienen.
El tener las cosas claras sobre el sentido de cada uno de estos meca-
nismos, nos permite concluir, pese a los errores legislativos advertidos,
que las pretensiones de nulidad e impugnación son distintas y, por tanto,
no deberían confundirse ni emplearse de manera secuencial(48).
(47) Al respecto, MORALES, Rómulo. “Contrato inválido”. En: Derecho PUCP. Nº 58, Lima, 2006,
p. 128.
(48) Ante la pregunta sobre si es posible que una misma persona pueda demandar primero la impugna-
ción de un acuerdo y luego, ante la caducidad o improcedencia de esta primera pretensión, inten-
tar la nulidad prevista en el artículo 150 de la LGS, en el Pleno Jurisdiccional Nacional Comercial
del 2012 se impuso, con 96 votos a favor, la postura que señala que no es factible esta posibilidad.
(49) Véase los artículos 198 y ss. de la LGS.
(50) Cfr. ABRAMOVICH, Daniel. Ob. cit., p. 247.
201
CARLOS ALFREDO MARTINEZ ALVAREZ
(51) Por ejemplo, si nos remontarnos a la Alemania pos Primera Guerra Mundial, en el apogeo de las
tesis institucionalistas, era común que se considere al interés social como uno distinto y superior
al de los socios, que se entrelazaba con los intereses que existían en torno a la empresa; básica-
mente los intereses de los trabajadores. Esta tesis a criterio de parte de la doctrina debe ser descar-
tada, ya que la sociedad es un instrumento para que los socios “logren su finalidad común, y no
para someterlos, sojuzgando sus derechos”. MANÓVIL, Rafael. Los grupos de sociedades en el
Derecho Comparado. Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1998, p. 571.
(52) De ahí que, por ejemplo, si existiese un acuerdo que beneficia económicamente a todos los accio-
nistas en perjuicio de ciertos grupos de intereses, no podría utilizarse el mecanismo objeto del
presente artículo.
(53) En este sentido, TORRES, Manuel. “El derecho de impugnación de los acuerdos societarios”. En:
Tratado de Derecho Mercantil. Tomo I, Gaceta Jurídica, Lima, 2003, p. 560.
(54) Estas causales se encuentran reguladas en el artículo 221 del Código Civil.
202
LA IMPUGNACIÓN DE ACUERDOS COMO MECANISMO ESPECIAL DE TUTELA
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CARLOS ALFREDO MARTINEZ ALVAREZ
(56) En este sentido, ECHAIZ, Daniel. “¿Cabe la impugnación y/o la nulidad de los acuerdos de direc-
torio? A propósito del debate en el Pleno Jurisdiccional Nacional Comercial 2013”. En: Actuali-
dad Jurídica. Nº 253, Gaceta Jurídica, Lima, 2014, p. 146.
(57) Sobre las facultades que ostenta el directorio, que incluyen la posibilidad de disponer del patrimo-
nio de la sociedad, puede verse nuestro trabajo: “El directorio: funciones, facultades, obligacio-
nes y régimen de responsabilidad”. En: Contadores & Empresas. Nº 218, Gaceta Jurídica, Lima,
noviembre de 2013, p. 63 y ss.
(58) Este riesgo, de la divergencia de intereses de los administradores (agentes) con los accionistas
(principales), fue advertido y desarrollado por JENSEN, Michael y MECKLING, William. “The
Theory of the Firm: Managerial Behavior, Agency Costs, and Ownership Structure”. En: Journal
of Financial Economics. Vol. 3, Nº 4, New York, 1976, pp. 305-360.
204
LA IMPUGNACIÓN DE ACUERDOS COMO MECANISMO ESPECIAL DE TUTELA
CONCLUSIONES
(59) La demanda se dirige exclusivamente contra la sociedad, y no contra el órgano que adoptó el
acuerdo, los accionistas que votaron a favor de su aprobación, ni contra los directores o gerentes
encargados de su ejecución. En todo caso, los accionistas que votaron a favor puede intervenir
con terceros coadyuvantes.
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CARLOS ALFREDO MARTINEZ ALVAREZ
(60) Estos intereses en última instancia no son otros que los del hombre como tal.
206
PARTE II
CONSULTAS
CONSULTAS
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ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
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CONSULTAS
acredita que el acuerdo ha sido revo- los efectos del acuerdo, circunstancia
cado o sustituido. a la que ya se habría llegado por otros
caminos (esto es, ya sea por la sustitu-
Ahora bien, lo que no queda claro es ción o la revocación).
si este dispositivo está referido única-
mente a las sustituciones o revocacio- Por ello, en el caso materia de consulta
nes de acuerdos societarios producidos consideramos que no tendría sentido
antes de haberse iniciado el proceso de continuar con el proceso de impug-
impugnación o si es que, por el con- nación de acuerdo societario, en la
trario, podría abarcar a aquellas que medida en que si se ampara la pre-
se realizaron incluso después de inter- tensión, el principal efecto sería que
puesta la impugnación. Para dilucidar el acuerdo perdería sus efectos, situa-
tal problemática es necesario ver los ción a la que ya se habría llegado a tra-
principales efectos de estos institutos. vés de la sustitución del acuerdo. En
consecuencia, el sentido que debemos
En estricto, la revocación de un acuerdo darle al artículo 139 de la LGS es que
societario se produce cuando la junta toda revocación o sustitución, ante-
se reúne y decide derogar un acuerdo rior o posterior al inicio del proceso,
anteriormente adoptado, siendo ella la hará inútil una impugnación y por ello
única que puede realizarlo (legitimidad deberá declararse su improcedencia o
específica), además de que procederá dar por culminado el proceso.
en cualquier caso, sea o no ilícito o ile-
gal el acuerdo sometido y para realizar
ello no existe un plazo específico. Por
su parte, la sustitución de acuerdos se El gerente general no puede
da no solo en las hipótesis en las cua- impugnar un acuerdo a nom-
02
les se ha adoptado otra deliberación que bre de la sociedad
tiene el mismo contenido que una ante-
rior, sino también en todas las hipótesis
en las cuales con la deliberación suce- Consulta:
siva se regulan las relaciones sociales Los socios de la empresa Los Caba-
que recogía un acuerdo y que por ello lleros S.A. han acordado en junta
quedará sustituido. general aumentar el capital social
mediante nuevos aportes con el voto
En ambos casos mencionados, el favorable del 60 % de las acciones
acuerdo societario anterior deviene en suscritas con derecho a voto. No
irrelevante, por lo que iniciar o seguir obstante, el gerente general se ha
un proceso de impugnación al respecto percatado de que el estatuto esta-
no tendría sentido, en la medida en que blece que para modificar la cifra
el principal efecto de la declaración de capital se requiere una mayoría
impugnación es la eliminación de todos calificada no menor del 70 % de
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CONSULTAS
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(1) La voluntad social se forma no solo por los acuerdos de la junta general de accionistas, sino también
por los que asuma el órgano de administración de la sociedad, ya que este, dentro de sus facultades de
gestión, puede decidir sobre determinados asuntos de la sociedad. Cfr. ASCARELLI, Tulio. Principios y
problemas de las sociedades anónimas. Traducido por René Cacheaux, Imprenta Universitaria, México,
1951, p. 50.
216
CONSULTAS
patrimonio de la sociedad, toda vez que actos de disposición, pero, claro está,
el directorio, como órgano de gestión, dentro de los límites que fija el esta-
puede decidir sobre la celebración de tuto y la ley, entre ellos los referidos
actos de disposición que se encuentren al objeto de la sociedad. Sin embargo,
circunscritos a su objeto social y a los puede suceder que el directorio decida
límites que se puedan establecer vía celebrar un acto que extralimite el
estatuto o ley(2). objeto social; ante este caso, tal como
se nos consulta: ¿Se podría impugnar
Las facultades concedidas al directo-
los acuerdos del directorio?
rio se compensan con las responsabi-
lidades a las que se encuentran suje-
La impugnación de las decisiones del
tos sus miembros, quienes, conforme
directorio es un tema que ha sido poco
al artículo 177 de la Ley General de
tratado en nuestra doctrina, y ello se
Sociedades (en adelante, LGS), res-
ponden de forma ilimitada y solida- debe a que el artículo 139 de la LGS
ria por los daños y perjuicios que cau- establece expresamente que: “Pue-
sen los acuerdos o actos contrarios a la den ser impugnados judicialmente
ley, al estatuto o por los realizados con los acuerdos de la junta general cuyo
dolo, abuso de facultades o negligencia contenido sea contrario a esta ley, se
grave. Por último, no debemos olvidar oponga al estatuto o al pacto social o
el artículo 180 de la LGS, referido al lesione, en beneficio directo o indirecto
conflicto de intereses, el cual establece de uno o varios accionistas, los intere-
que: “Los directores no pueden adop- ses de la sociedad. Los acuerdos que
tar acuerdos que no cautelen el inte- incurran en causal de anulabilidad pre-
rés social sino sus propios intereses o vista en la Ley o en el Código Civil,
los de terceros relacionados, ni usar en también serán impugnables en los pla-
beneficio propio o de terceros relacio- zos y formas que señala la ley”.
nados las oportunidades comerciales o
de negocios que tuvieren conocimiento Como se aprecia, la norma antes glo-
en razón de su cargo”. sada restringe la impugnación a los
acuerdos de la junta general y no
De lo antes mencionado se infiere que hace referencia alguna a la posibili-
el directorio tiene facultades de gestión dad de impugnar acuerdos del direc-
que le permiten celebrar determinados torio. Sin embargo, cabe advertir
–––––––––––––––––
(2) Por ejemplo, los límites regulados en el artículo 77 (las adquisiciones a título oneroso de bienes cuyo
importe exceda el 10 % del capital pagado, realizadas por la sociedad dentro de los primeros seis meses
de su constitución, deben ser previamente aprobadas por junta general), el artículo 115, inciso 5 (enaje-
nación en un solo acto, de activos cuyo valor contable exceda el 50 % del capital social), entre otros, de
la Ley General de Sociedades.
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CONSULTAS
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PARTE III
JURISPRUDENCIA
Jurisprudencia de la Corte Suprema
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(1) ESCOBAR FORNOS, Iván. Introducción al Proceso. Editorial Temis, Bogotá, 1990, p. 241.
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JURISPRUDENCIA
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ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
Nicola Felice Aquiliano y don Pedro Kovacic Taramona contra don Salvatore Lettie-
ri, sobre impugnación de esquela de convocatoria a Junta General de Accionistas; y, el
pago de costas y costos del proceso; basando principalmente su decisión en la teoría de
los actos propios y precisando que el petitorio de la demanda se circunscribe solamen-
te a la nulidad de la esquela de convocatoria a Junta General Extraordinaria, de fecha
trece de agosto de dos mil nueve, mediante la cual el Presidente del Directorio convo-
có a Junta General de Accionistas citada, cuya agenda era: a) Elección del nuevo direc-
torio; b) Remoción de don Nicola Felice como Gerente General de la empresa y revo-
catoria de poderes; c) Desistimiento de denuncia penal presentada por la empresa y
d) Otorgamiento de facultades. Precisa que la referida esquela obra a fojas tres y die-
cisiete vuelta y en ella se señala que dicha convocatoria se dio de conformidad con lo
dispuesto por el Directorio, por lo que es necesario analizar este último, pues el pro-
pio demandante afirma que no existió acuerdo de Directorio alguno. Establece que del
acta de la Junta General de Accionistas, que obra a fojas veintiocho a cuarenta, su fecha
ocho de agosto de dos mil nueve, se infiere que se llevó a cabo dicha junta general con-
vocada por la esquela de convocatoria cuestionada a través del presente proceso. Agre-
ga que a fojas sesenta y cinco a setenta y seis obra la escritura pública de modificación
integral de Estatutos de la empresa Tabacalera del Oriente Sociedad Anónima Cerrada
donde establece en el artículo 22 que la Junta General de Accionistas es convocada por
el Directorio de conformidad con el artículo 116 de la Ley General de Sociedades y
para su celebración la anticipación de la publicación será no menor de tres días, forma-
lidad que se ha cumplido en este caso, según se constata en la esquela de fojas tres, cua-
tro, cinco, ciento cinco y vuelta; donde se aprecia que fue convocada por el Presidente
del Directorio Salvatore Lettieri y con una anticipación de tres días por lo que se cumple
con lo dispuesto por los artículos 116 y 245 de la citada Ley. El a quo además analiza
si existió o no el acuerdo de Directorio de la empresa Tabacalera del Oriente Sociedad
Anónima Cerrada, donde se decidió convocar a Junta General Extraordinaria de Socios
y los puntos detallados en la esquela de convocatoria materia de litis, por lo que al res-
pecto señala que en la sesión de Directorio, llevada a cabo el trece de agosto de dos mil
nueve, se aprecia del libro de actas de fojas noventa y cinco a noventa y seis, que se
acordó convocar a Junta General de Accionistas para tratar la agenda antes citada. Agre-
ga que si bien, el artículo 168 de la misma Ley, establece que el quórum del directorio
es la mitad mas uno de sus miembros, y el artículo 27 del estatuto de la empresa indi-
ca que el directorio está compuesto por cuatro miembros; sin embargo, el artículo 28 de
dicho estatuto señala que el quórum del directorio es de 2 miembros, si bien existe con-
tradicción de normas, por jerarquía, el artículo 138 de la referida Ley, debe ser aplica-
ble al caso de autos. Colige que a fojas noventa y tres a noventa y cinco, observa en el
acta de sesión, que la sesión del trece de agosto de dos mil nueve se llevó a cabo con la
presencia de dos de los cuatro miembros del Directorio: Gennaro Lettieri y Salvatto-
re Lettieri, donde se acordó entre otros puntos: “Convocar a la Junta General de Accio-
nistas para el día martes dieciocho de agosto de dos mil nueve con la agenda descrita
anteriormente”. Agrega que aun cuando no se cumplió con el quorum correspondiente,
el codemandante Nicola Felice Aquiliano, pretendió evitar la realización de la misma,
así lo prueba el acta notarial de comprobación de hecho (ver fajas noventa y cinco a
noventa y ocho), disponiendo que no se permita el ingreso de los demás miembros del
Directorio, dejando un letrero en la puerta del local indicando que la sesión de directorio
226
JURISPRUDENCIA
227
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
que debe analizarse a partir de la validez de la convocatoria y a la luz del artículo 245
concordante con el artículo 116 del mismo cuerpo legal. Al respecto establece que en
este caso, si bien la esquela de convocatoria de fojas diecisiete cumple los requisitos de
ley, sin embargo, también es inválida, en la medida en que como se tiene sostenido, la
convocatoria que la origina es nula, al haber sido realizada contraviniendo la ley acota-
da. Concluye que la conducta de los demandantes, tendiente a impedir la realización de
Junta General de Accionistas, no justifica la vulneración de las normas acotadas, en todo
caso los demandados debieron haber utilizado los mecanismos que la ley ha puesto a. su
alcance.
Sétimo.- Que, al respecto debe precisarse previamente que el principio denomina-
do “motivación de los fallos judiciales”, constituye un valor jurídico que rebasa el inte-
rés de los justiciables por cuanto se fundamenta en principios de orden jurídico, pues
la declaración del derecho en un caso concreto, es una facultad del Juzgador que por
imperio del artículo ciento treinta y ocho de la Constitución Política del Estado, impo-
ne una exigencia social de que la comunidad sienta como un valor jurídico, denomina-
do, fundamentación o motivación de la sentencia; el mismo que se encuentra contenido
en el artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Estado concordante con el ar-
tículo doce del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial e incisos 3
y 4 del artículo 122 y 50 inciso 6 del Código adjetivo.
Octavo.- Que, a su vez, siendo ello así, el juez debe, en su resolución motivada,
expresar el razonamiento que lo lleva a adoptar su decisión, lo que incluye expresar la
valoración conjunta y razonada de las pruebas obrantes en autos. Siendo así, el juez al
momento de fundamentar su decisión debe motivar por escrito su valoración probato-
ria y explicar por qué considera acreditado un determinado supuesto fáctico, al menos,
en sus consideraciones esenciales, de no hacerlo nos encontraríamos ante el supuesto de
motivación aparente o motivación inexistente, circunstancia que no permite a las partes,
conocer cuál es la razón por la cual, el juzgador da por acreditado determinado hecho o
atribuye un hecho una determinada consecuencia jurídica sin sustento normativo. Ante
ello, también debe tenerse en cuenta que, como ha señalado el Tribunal Constitucional,
“la Constitución no garantiza una determinada extensión de la motivación, por lo que su
contenido esencial se respeta siempre que exista fundamentación jurídica, congruencia
entre lo pedido y lo resuelto, y [que] por sí misma exprese una suficiente justificación de
la decisión adoptada, aun si esta es breve a concisa, o se presenta el supuesto de motiva-
ción por remisión”(2).
Noveno.- Que, el aludido principio tiene como vicio procesal dos manifestaciones:
1) la falta de motivación y 2) la defectuosa motivación, la cual a su vez se divide en tres
agravios procesales: a) motivación aparente; b) motivación insuficiente; y c) motivación
defectuosa en sentido estricto; en ese sentido y coincidiendo con la doctrina, la motiva-
ción aparente se da cuando la decisión se basa en pruebas no actuadas o en hechos no
ocurridos; la motivación insuficiente, que se presenta cuando vulnera el principio de la
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JURISPRUDENCIA
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ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
del Directorio, don Gennaro Lettieri y Salvattore Lettieri, acordando entre otros pun-
tos: “Convocar a la Junta General de Accionistas para el día martes dieciocho de
agosto de dos mil nueve con la agenda descrita anteriormente”; lo que no se materiali-
zó por impedimento del co demandante Nicole Felice Aquiliano, según el acta notarial
de comprobación de hecho obrante a fojas noventa y cinco a noventa y ocho, lo que
se haya corroborado en la audiencia especial de fojas ciento sesenta a ciento sesenta y
dos, pues reconoce haber estado en el local el trece de agosto de dos mil nueve. Con-
secuentemente al no haber sido materia de cuestionamiento por ambas partes el acta
de directorio de fecha trece de agosto de dos mil nueve, que aprobó la convocatoria
a la junta general de accionistas, sobre la cual se sustenta la esquela de convocatoria,
tampoco puede ser materia de controversia en el presente proceso. Por tanto, también
se ha configurado una arbitraria valoración de la prueba; lo que origina un fallo con
una motivación aparente que no corresponde a los criterios legales ni para la selec-
ción del material fáctico ni para la apreciación lógica y razonada de la prueba; razón
más que suficiente para que la Corte de Casación no pueda estar impedida de revisar
la actividad procesal en materia de la prueba; como ha sucedido en el presente caso.
Décimo tercero.- Que, sobre la base de lo expuesto se puede constatar que la Sala
Superior ha transgredido el principio de congruencia procesal previsto en el artículo VII
del Título Preliminar del anotado cuerpo normativo procesal, concordado con el inciso
Sexto del artículo cincuenta del mismo texto; incurriendo en un pronunciamiento extra
petita, es decir, en el que el Tribunal a[d] quem emite una decisión respecto de un peti-
torio no solicitado (nulidad de acuerdo de directorio); sustentándola en hechos no alega-
dos por las partes, lo que acarrea ineludiblemente la nulidad de la resolución cuestiona-
da por contravenir lo dispuesto en el artículo ciento veintidós incisos Tercero y Cuarto
del Código Procesal Civil, que señala imperativamente que las resoluciones contienen
los fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los respectivos de derecho, con
la cita de la norma o normas aplicables en cada punto, según el mérito de lo actuado,
además de la expresión clara y precisa de lo que se decide u ordena respecto de todos
los puntos controvertidos. Más aún cuando el aludido Tribunal no tiene la facultad para
afectar la declaración de voluntad del pretensor (demandante) y concederle más de lo
que éste ha pretendido en su demanda, ni sustentar en hechos no alegados por esta. En
tal sentido, el principio de la congruencia judicial exige al juez que no omita, altere o
exceda las peticiones contenidas en el proceso que resuelve. Por las razones preceden-
tes, se ha configurado la causal denunciada referida a la infracción normativa procesal
de los artículos 139 inciso 3) de la Constitución Política del Estado y 122, inciso 3) del
Código Procesal Civil.
DECISIÓN
Estando a lo expuesto y en aplicación del tercer párrafo del artículo 396 inciso 1
del Código Procesal Civil modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, publicada el
veintiocho de mayo de dos mil nueve declararon:
a) FUNDADO el recurso de casación interpuesto por la parte demandada confor-
mada por don Salvatore Lettieri, mediante escrito de fojas doscientos cua-
renta y cinco, en consecuencia NULA la sentencia de vista contenida en la
230
JURISPRUDENCIA
231
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
CAS. Nº 2146-2011-LIMA
Lima, trece de abril de dos mil doce.
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPÚBLICA
Vista la causa en el día de la fecha expide la siguiente sentencia:
MATERIA DEL RECURSO
Se trata del recurso de casación corriente de fojas doscientos doce a doscientos
veintiuno del cuaderno principal interpuesto por Lusta Sociedad Anónima y Guiller-
mo Ricardo Arturo Dasso Leguía contra la resolución de vista obrante de fojas ciento
noventa y dos a ciento noventa y nueve dictada por la Segunda Sala Civil con Subes-
pecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima que confirma la Reso-
lución número 1 de fecha diecinueve de julio de dos mil diez que declara improceden-
te la demanda de nulidad de acuerdos societarios interpuesta contra la Sociedad Minera
Puyuhuane Sociedad Anónima Cerrada.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO
Esta Sala Suprema mediante Resolución de fecha seis de julio de dos mil once que
corre de fojas treinta y ocho a cuarenta del cuaderno formado por esta Sala Suprema ha
declarado procedente el recurso de casación solo por la causal de infracción norma-
tiva material de los artículos 38, 139 y 150 de la Ley General de Sociedades res-
pecto a la cual los impugnantes alegan lo siguiente: a) La sentencia de vista equipara
232
JURISPRUDENCIA
el acuerdo societario con el negocio jurídico del derecho civil interpretando que los
acuerdos societarios pueden estar viciados de nulidad y anulabilidad lo que resulta con-
trario al régimen especial previsto en la Ley General de Sociedades; b) No es posible
señalar que el artículo 38 de la Ley General de Sociedades prescribe que los acuerdos
societarios pueden contener acuerdos nulos y acuerdos anulables pues dicha norma
por el contrario señala cuáles acuerdos deben ser considerados nulos de tal modo que
el acuerdo societario nulo no puede ser transformado por interpretación en un acuerdo
sancionado con anulabilidad tratándose en el presente caso de un acuerdo societario que
lesiona los intereses de la sociedad nulo de pleno derecho y por tanto no subsanable
mediante la confirmación ya que no se está ante un acto jurídico común sino ante un
acuerdo societario que pretende autorregular los intereses de la sociedad en su conjunto.
CONSIDERANDOS:
Primero.- Que, según lo establecido por el artículo 384 del Código Procesal Civil
modificado por la Ley número 29364 el recurso extraordinario de casación tiene por
fines esenciales la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto así como
la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia por ende
este Tribunal Supremo sin constituirse en una tercera instancia adicional en el proce-
so debe cumplir su deber pronunciándose acerca de los fundamentos del recurso por la
causal declarada procedente.
Segundo.- Que, en el caso de autos se advierte que no es materia del debate casa-
torio el fondo del asunto controvertido referente a la nulidad de los acuerdos adopta-
dos por la Junta General de Accionistas de la Sociedad Minera Puyuhuane Sociedad
Anónima Cerrada celebrada el treinta de junio de dos mil nueve y continuada el tres
de julio del mismo año los que a decir de los demandantes vulnerarían los artículos 38
y 133 de la Ley General de Sociedades y los intereses de la sociedad minera en bene-
ficio particular de los socios minoritarios Emerging Markets Investments Limitada y
Fernando de Trazegnies Granda consiguientemente el pronunciamiento de esta Sala
Civil Transitoria de la Corte Suprema de la República estará orientado únicamente a
dilucidar si la resolución expedida por la Sala Superior de origen que confirma la ape-
lada que declara improcedente la demanda por extemporánea se ajusta al ordenamien-
to jurídico.
Tercero.- Que, precisado lo anterior y absolviendo los fundamentos del recurso
extraordinario debe tenerse en cuenta que el notable desarrollo de las relaciones jurí-
dico-económicas en el país ha determinado que en las sociedades mercantiles espe-
cialmente en las sociedades de capital coexistan diversas clases de socios como los
socios inversionistas, los socios fundadores, los socios gestores y otros, coincidencia
que puede dar lugar al surgimiento de conflictos de intereses y enfrentamientos inter-
nos entre los asociados los mismos que de ordinario deben ser resueltos por el Órga-
no Supremo de la sociedad que es la Junta General de Accionistas lo cual no siempre
suele ocurrir pues los acuerdos de las juntas generales no llegan a solucionar las con-
troversias sino dan lugar a nuevos conflictos ente los socios tachando unos de ilegales
o de antisocietarios dichos acuerdos y otros calificando los mismos de válidos y efica-
ces disputa que finalmente solo podrá ser dilucidada con la intervención de la autori-
dad jurisdiccional correspondiente.
233
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
Cuarto.- Que, en tal situación queda claro que los conflictos de intereses relati-
vos a la validez o invalidez de los acuerdos societarios están comprendidos dentro de
la Resolución Administrativa número 006-2004-SP-CS de fecha treinta de setiembre de
dos mil doce que crea la Subespecialidad Comercial dentro de la Especialidad Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima norma que en su artículo primero atribuye com-
petencia a los Juzgados con Subespecialidad Comercial para conocer entre otras: “las
pretensiones derivadas de la Ley General de Sociedades así como las normas que
regulan las empresas individuales de responsabilidad limitada, las pequeñas y medianas
empresas y las empresas unipersonales de responsabilidad limitada” (negrilla agregada)
por tanto se ha establecido que a partir de la vigencia de la aludida resolución adminis-
trativa y por la especial naturaleza de las relaciones jurídico comerciales todos los asun-
tos relativos a la validez o invalidez de los acuerdos societarios solo pueden ser promo-
vidos y sustanciados ante los jueces con Subespecialidad Comercial o el que haga sus
veces quienes resolverán la litis aplicando preferentemente las normas especiales sobre
la materia.
Quinto.- Que, ahora bien, en relación a la invalidez de los acuerdos societarios la
Ley General de Sociedades no conserva una estructura ordenada, coherente y sistemáti-
ca que permita a los jueces la adecuada aplicación de las normas de derecho material al
caso concreto a tal punto que una interpretación literal y aislada de los artículos 38 de
la Ley número 26887 el cual expresamente preceptúa: “Son nulos los acuerdos socie-
tarios adoptados con omisión de las formalidades de publicidad prescritas, contrarios
a las leyes que interesan al orden público o a las buenas costumbres, a las estipulacio-
nes del pacto social o del estatuto, o que lesionen los intereses de la sociedad en benefi-
cio directo o indirecto de uno o varios socios. Son nulos los acuerdos adoptados por la
sociedad en conflicto con el pacto social o el estatuto, así cuenten con la mayoría nece-
saria, si previamente no se ha modificado el pacto social o el estatuto con sujeción a las
respectivas normas legales y estatutarias (...)”; 139 que prescribe: “Pueden ser impug-
nados judicialmente los acuerdos de la junta general cuyo contenido sea contrario a esta
ley, se oponga al estatuto o al pacto social o lesione, en beneficio directo o indirecto de
uno o varios accionistas, los intereses de la sociedad. Los acuerdos que incurran en cau-
sal de anulabilidad prevista en la Ley o en el Código Civil, también serán impugna-
bles en los plazos y formas que señala la ley (...)”; y 150 que señala: “Procede acción
de nulidad para invalidar los acuerdos de la junta contrarios a normas imperativas o que
incurran en causales de nulidad previstas en esta ley o en el Código Civil. Cualquier
persona que tenga legítimo interés puede interponer acción de nulidad contra los acuer-
dos mencionados en el párrafo anterior, la que se sustanciará en el proceso de conoci-
miento (...)” puede llevar a conclusiones equivocadas como aseverar que la validez de
los acuerdos societarios puede ser cuestionada hasta en cuatro supuestos: a) La impug-
nación de acuerdos propiamente dicha regulada en el primer párrafo del artículo 139 de
la Ley General de Sociedades; b) La anulabilidad prevista en el segundo párrafo del ar-
tículo 139 de la Ley General de Sociedades; c) La denominada acción de nulidad con-
templada en el artículo 150 de la Ley General de Sociedades; y d) La nulidad de acuer-
dos societarios que establece el artículo 38 de la Ley General de Sociedades cada una
de las cuales tendrían sus propias características y estarían sujetas a sendos plazos de
caducidad.
234
JURISPRUDENCIA
(1) Sobre esta definición es ilustrativa la opinión del profesor: TABOADA CÓRDOVA, Lizardo. Nulidad
del Acto Jurídico. 2ª edición, Grijley, Lima, 2002, p. 21.
235
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
236
JURISPRUDENCIA
cambio la acción prevista en el artículo 150 puede ser promovida por cualquier persona
que tenga legítimo interés en invalidar el acuerdo en el plazo de un año contado a partir
de la adopción del mismo.
Décimo primero.- Que, asimismo debe hacerse notar que el segundo párrafo del
artículo 139 de la Ley número 26887 ha previsto que los acuerdos de la Junta Gene-
ral de Accionistas pueden ser confirmados o convalidados por la misma Junta General
cuando señala que “no procede la impugnación cuando el acuerdo haya sido revoca-
do, o sustituido por otro” en tanto que las causales de nulidad previstas en los artículos
38 y 150 de la Ley General de Sociedades no pueden ser confirmadas ni convalidadas
por tanto una vez más resulta evidente que la Ley General de Sociedades determina que
los acuerdos societarios pueden ser impugnados por los propios socios o por terceros
interesados a través de las acciones de nulidad o anulabilidad de acuerdos societarios(2)
del siguiente modo: a) La anulabilidad prevista en el artículo 139 de la Ley General de
Sociedades en el plazo de dos meses desde la fecha de adopción del acuerdo, a los tres
meses si el accionista no concurrió a la junta o al mes si se trata de acuerdos inscribibles
y b) La nulidad absoluta del Acuerdo Societario prevista en el artículo 150 de la Ley
General de Sociedades en el plazo de un año a partir de la adopción del acuerdo.
Décimo segundo.- Que, en relación a los plazos de caducidad no está de más des-
tacar una vez más que cuando se trata de la impugnación de actos jurídicos de natura-
leza mercantil o comercial los plazos de caducidad no pueden ser otros que los espe-
cialmente previstos en los artículos 142 y 150 de la Ley número 26887 ya detallados
precedentemente sin que pueda en modo alguno aplicarse los plazos de caducidad pre-
vistos en el Código Civil pues estos solo podrían ser aplicables en caso no existieran
normas especiales que regulen dicho plazo.
Décimo tercero.- Que, en esta línea de interpretación resta precisar que el artículo
38 de la Ley número 26887 cuando refiere que son nulos los acuerdos societarios adop-
tados con omisión de las formalidades de publicidad prescritas, contrarios a las leyes
que interesan al orden público o a las buenas costumbres, a las estipulaciones del pacto
social o del estatuto, o que lesionen los intereses de la sociedad en beneficio directo o
indirecto de uno o varios socios está haciendo referencia en general a las causales de
invalidez de los actos jurídicos societarios las cuales como se tiene expuesto en los con-
siderandos sétimo a noveno desde luego comprenden la nulidad y la anulabilidad del
acto societario.
(2) En la legislación extranjera modernamente se ha adoptado este mismo criterio, baste con hacer referen-
cia a lo previsto en el artículo 115 de la Ley de Sociedades Anónimas de España que fuera aprobada
por Real Decreto Legislativo número 1564/1989 en la que considera como acuerdos nulos los acuerdos
contrarios a la ley y anulables todos los demás acuerdos, es decir los que sean contrarios al Estatuto o
que lesionen los intereses de la sociedad; el texto de la Ley expresamente reza: “Acuerdos impugnables.
1) Podrán ser impugnados los acuerdos de las juntas que sean contrarios a la Ley, se opongan a los
estatutos o lesionen, en beneficio de uno o varios accionistas o de terceros, los intereses de la sociedad.
2) Serán nulos los acuerdos contrarios a la Ley. Los demás acuerdos a que se refi ere el apartado ante-
rior serán anulables. 3) No procederá la impugnación de un acuerdo social cuando haya sido dejado sin
efecto o sustituido válidamente por otro. Si fuere posible eliminar la causa de impugnación, el juez otor-
gará un plazo razonable para que aquella pueda ser subsanada.
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ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
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JURISPRUDENCIA
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ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
CONSIDERANDO:
Primero.- La demanda interpuesta por la empresa Lusta Sociedad Anónima, y
otro, tiene como pretensión principal que se declare la nulidad de los acuerdos adop-
tados por la Junta General de Accionistas de Sociedad Minera Puyuhuane Sociedad
Anónima Cerrada, de fecha treinta de junio de dos mil nueve, y de la Junta General de
Accionistas de Sociedad Minera Puyuhuane Sociedad Anónima Cerrada, continuada
el día tres de julio de dos mil nueve, en atención a que contravienen lo dispuesto por
los artículos 38 y 133 de la Ley General de Sociedades, normas imperativas relaciona-
das con las formalidades que señala la ley, porque dichos acuerdos lesionan los intere-
ses de la Sociedad Minera Puyuhuane Sociedad Anónima Cerrada, en beneficio direc-
to de los socios minoritarios Emerging Markets Investments Limitada y Fernando de
Trazegnies Granda.
Segundo.- El régimen general de ineficacia negocial se encuentra regulado en el
Libro II del Código Civil del año mil novecientos ochenta y cuatro, estableciéndose
tanto los supuestos taxativos de nulidad del acto jurídico en el artículo 219(3) del acota-
do Código Civil, así como también las causales de anulabilidad en el artículo 221(4) del
mismo Código. Sobre el particular, cabe precisar que un acto jurídico nulo es “aquel que
carece de algún elemento, presupuesto o requisito, o aquél que teniendo todos los aspec-
tos de su estructura tiene un contenido ilícito, por contravenir las buenas costumbres,
el orden público o una o varias normas imperativas”(5), lo que ocasiona que la estruc-
tura de éste se encuentre viciada, por lo que no solo es inválido en su emisión sino que
también resulta ser ineficaz al no producir efecto alguno en la realidad jurídica; en cam-
bio, en el caso de un acto jurídico anulable “es aquel que tiene todos los aspectos de su
estructura y contenido perfectamente lícitos, solo que tiene un vicio estructural en su
conformación”(6). Con relación a la anulabilidad, cabe precisar que conforme se ha cita-
do precedentemente, se presentan todos los elementos estructurales necesarios para su
producción, sin embargo se presenta algún vicio, pero que a diferencia del acto nulo
puede ser “subsanado o convalidado a través de la confirmación”(7) por quien es afecta-
do, por lo que este acto jurídico continuará produciendo sus efectos.
(3) Artículo 219.- El acto jurídico es nulo: 1.- Cuando falta la manifestación de voluntad del agente. 2.-
Cuando se haya practicado por persona absolutamente incapaz, salvo lo dispuesto en el artículo 1358. 3.-
Cuando su objeto es física o jurídicamente imposible o cuando sea indeterminable. 4.- Cuando su fin sea
ilícito. 5.- Cuando adolezca de simulación absoluta. 6.- Cuando no revista la forma prescrita bajo sanción
de nulidad. 7.- Cuando la ley lo declara nulo. (*) RECTIFICADO POR FE DE ERRATAS 8.- En el caso
del artículo V del Título Preliminar, salvo que la ley establezca sanción diversa.
(4) Artículo 221.- El acto jurídico es anulable: 1.- Por incapacidad relativa del agente. 2.- Por vicio resul-
tante de error, dolo, violencia o intimidación. 3.- Por simulación, cuando el acto real que lo contiene
perjudica el derecho de tercero. 4.- Cuando la ley lo declara anulable.
(5) TABOADA CÓRDOVA, Lizardo. Nulidad del Acto Jurídico. 1ª reimp., Grijley, Lima, setiembre de
2002, p. 13.
(6) Ibídem, pp. 13 a 14.
(7) Ibídem, p. 90.
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JURISPRUDENCIA
(8) Artículo 38.- Nulidad de acuerdos societarios. Son nulos los acuerdos societarios adoptados con omisión
de las formalidades de publicidad prescritas, contrarios a las leyes que interesan al orden público o a las
buenas costumbres, a las estipulaciones del pacto social o del estatuto, o que lesionen los intereses de la
sociedad en beneficio directo o indirecto de uno o varios socios. Son nulos los acuerdos adoptados por
la sociedad en confl icto con el pacto social o el estatuto, así cuenten con la mayoría necesaria, si pre-
viamente no se ha modificado el pacto social o el estatuto con sujeción a las respectivas normas legales
y estatutarias. La nulidad se rige por lo dispuesto en los artículos 34, 35 y 36, salvo en cuanto al plazo
establecido en el artículo 35 cuando esta ley señale expresamente un plazo más como de caducidad.
(9) Artículo 139.- Acuerdos impugnables. Pueden ser impugnados judicialmente los acuerdos de la junta
general cuyo contenido sea contrario a esta ley, se oponga al estatuto o al pacto social o lesione, en
beneficio directo o indirecto de uno o varios accionistas, los intereses de la sociedad. Los acuerdos que
incurran en causal de anulabilidad prevista en la Ley o en el Código Civil, también serán impugnables en
los plazos y formas que señala la ley. No procede la impugnación cuando el acuerdo haya sido revocado,
o sustituido por otro adoptado conforme a ley, al pacto social o al estatuto. No procede la impugnación
cuando el acuerdo haya sido revocado, o sustituido por otro adoptado conforme a ley, al pacto social o al
estatuto. El Juez mandará tener por concluido el proceso y dispondrá el archivo de los autos, cualquiera
que sea su estado, si la sociedad acredita que el acuerdo ha sido revocado o sustituido conforme a lo
prescrito en el párrafo precedente.
(10) Artículo 150.- Acción de nulidad, legitimación, proceso y caducidad. Procede acción de nulidad para
invalidar los acuerdos de la junta contrarios a normas imperativas o que incurran en causales de nulidad
previstas en esta ley o en el Código Civil. Cualquier persona que tenga legítimo interés puede interponer
acción de nulidad contra los acuerdos mencionados en el párrafo anterior, la que se sustanciará en el
proceso de conocimiento. La acción de nulidad prevista en este artículo caduca al año de la adopción del
acuerdo respectivo.
(11) RUBIO CORREA, Marcial. El Sistema Jurídico. Introducción al Derecho. 10ª edición aumentada,
Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 2009, p. 245.
241
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
(12) HUNDSKOPF EXEBIO, Oswaldo. “El derecho de impugnación de acuerdos de juntas generales de
accionistas en la Ley General de Sociedades y su ejercicio a través de acciones judiciales”. En: Manual
de Derecho Societario. 2ª edición, Gaceta Jurídica, Lima, febrero de 2012, p. 400.
(13) Artículo 142.- La impugnación a la que se refiere el artículo 139 caduca a los dos meses de la fecha de
adopción del acuerdo si el accionista concurrió a la junta; a los tres meses si no concurrió; y tratándose
de acuerdos inscribibles, dentro del mes siguiente a la inscripción.
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JURISPRUDENCIA
S. ARANDA RODRÍGUEZ
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ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
CAS. Nº 3655-2012-LIMA
Lima, nueve de setiembre de dos mil trece.
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPÚBLICA
Vista la causa número tres mil seiscientos cincuenta y cinco - dos mil doce, en
audiencia pública de la fecha, y producida la votación de acuerdo a ley, emite la siguien-
te sentencia.
MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN
Se trata del recurso de casación interpuesto por Luis José Arroyo Barrantes, a fojas
setecientos cuarenta y cuatro contra la resolución de vista de fojas seiscientos noven-
ta y siete, su fecha tres de julio de dos mil doce, expedida por la Segunda Sala Civil
con Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, que resuelve
revocar la resolución número nueve de fecha dieciocho de octubre de dos mil once en
el extremo que declara infundada la excepción de incompetencia; reformándola decla-
ró fundada dicha excepción, en consecuencia nulo todo lo actuado e improcedente la
demanda; en los seguidos por Luis José Arroyo Barrantes con Cooperativa de Ahorro y
Crédito de Sub Oficiales de la Policía Nacional del Perú Santa Rosa de Lima Limitada,
sobre Impugnación de Acuerdo.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE CASACIÓN
Esta Sala Suprema, mediante resolución de fojas sesenta y tres del presente cuader-
no, de fecha quince de noviembre de dos mil doce, ha estimado que el recurso de casación
es procedente por la causal de infracción normativa procesal. El recurrente denun-
cia la errónea interpretación del artículo 116 del Texto único Ordenado de la Ley General
de Sociedades, aprobado por Decreto Supremo número 074-90-TR, alegando que si bien
dicha norma señala que los casos no previstos por esta ley se regirán por los principios
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JURISPRUDENCIA
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ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
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JURISPRUDENCIA
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ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
puede ser modificada por acuerdo de las partes y puede quedar preestablecida por ellas.
Forman parte de la competencia absoluta, la competencia por razón de la materia.
Octavo.- La competencia por razón de la materia, es improrrogable, en tal sentido,
en la Casación número 1496-97-Lima, se establece que: “La competencia de los órga-
nos jurisdiccionales se rigen por el principio de legalidad. La competencia por la mate-
ria es improrrogable”. Nuestro Código Procesal Civil, en su artículo 35 establece: “La
incompetencia por razón de materia, cuantía, grado, turno y territorio, esta última cuan-
do es improrrogable, se declarará de oficio, en cualquier estado y grado del proceso, sin
perjuicio de que pueda ser invocada como excepción”, además el artículo 36 del acotado
Código, dispone “al declarar su incompetencia, el juez declarará asimismo la nulidad de
lo actuado y la conclusión del proceso, con excepción de lo dispuesto en el inciso 6) del
artículo 451”(1).
Noveno.- Que, el artículo 451 inciso 5 del Código Procesal Civil, establece: “Una
vez consentido o ejecutoriado el auto que declara fundada alguna de las excepciones
enumeradas en el artículo 446, el cuaderno de excepciones se agrega al principal y pro-
duce los efectos siguientes: (...) 5. Anular lo actuado y dar por concluido el proceso,
si se trata de las excepciones de incompetencia, representación insuficiente del deman-
dado, falta de agotamiento de la vía administrativa, falta de legitimidad para obrar del
demandante, litispendencia, cosa juzgada, desistimiento de la pretensión, conclusión del
proceso por conciliación o transacción, caducidad, prescripción extintiva o convenio
arbitral”; en tal sentido, al estimarse fundada la excepción de incompetencia, primera-
mente su efecto es de imposibilitar al juez de pronunciarse sobre las demás excepciones
que se hubiere interpuesto; luego también en la misma resolución se ordena la nulidad
de todo lo actuado (improcedente la demanda) y concluido el proceso.
Décimo.- Que, siendo la denuncia casatoria por causal de infracción normativa
procesal sustentada en la errónea interpretación del artículo 116 del Texto Único Orde-
nado de la Ley General de Sociedades y la interpretación sistemática de la Ley Gene-
ral del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la Superintendencia
de Banca y Seguros, toda vez que de los artículos 1, 2 y numerales 2 y 3 de la Vigésima
Cuarta Disposición Final y Complementaria.
Décimo primero.- Al respecto, cabe señalar que el artículo 116 de Ley General de
Cooperativas establece “los casos no previstos en la presente Ley, se regulan por los
principios generales del cooperativismo, y a falta de ellos por el derecho común. En
materias relativas a la estructura y funcionamiento de las organizaciones cooperativas,
son supletoriamente aplicables a éstas, sin perjuicio del párrafo anterior y en cuanto
fueren compatibles con los principios generales del Cooperativismo, las normas señala-
das a continuación: 1. A las cooperativas primarias y centrales de cooperativas: la legis-
lación de sociedades mercantiles (...)”. De otro lado, la Ley General del Sistema Finan-
ciero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros
(1) De conformidad con la Única Disposición Transitoria de la Ley Nº 28544, publicada el 16 de junio de
2005, las normas contenidas en la citada Ley rigen para los procesos judiciales que se inicien a partir de
su vigencia.
248
JURISPRUDENCIA
–Ley número 26702–, señala en su artículo 1 que: “Alcances de la Ley General: La pre-
sente ley establece el marco de regulación y supervisión a que se someten las empresas
que operen en el sistema financiero y de seguros, así como aquellas que realizan acti-
vidades vinculadas o complementarias al objeto social de dichas personas. Salvo men-
ción expresa en contrario, la presente ley no alcanza al Banco Central; el artículo 2 de la
acotada Ley, precisa que: ‘Es objeto principal de esta ley propender al funcionamiento
de un sistema financiero y un sistema de seguros competitivos, sólidos y confiables, que
contribuyan al desarrollo nacional’; y la vigésimo cuarta disposición final y complemen-
taria de la Ley número 26702 dispone:(2). El control de las cooperativas de ahorro y cré-
dito no autorizadas a operar con terceros, corresponde, en primera instancia a su consejo
de vigilancia y a su asamblea general de asociados; 3. La supervisión de las cooperati-
vas a que se refiere el apartado 2 está a cargo de la Federación Nacional de Cooperati-
vas de Ahorro y Crédito o de otras federaciones de segundo nivel reconocidas por la Su-
perintendencia, y a las que se afilien voluntariamente”.
Décimo segundo.- Este Supremo Tribunal determina que la posición de la Sala
Superior resulta congruente, teniendo en cuenta que ni la pretensión principal de impug-
nación de asamblea universal de la Cooperativa, ni las pretensiones accesorias referidas a
dejarse sin efecto de la elección de los miembros del Consejo de Administración (Asiento
C00077, Partida 11010037) así como cualquier otra inscripción registral generada a partir
de dicha Asamblea, corresponden a la subespecialidad comercial, considerando que el ar-
tículo 116 de la Ley General de Cooperativas, es claro al señalar que en los casos que no
se encuentren previstos en la referida Ley se regirán por los principios generales del Coo-
perativismo, o en su defecto por las normas del derecho común, que efectivamente son las
normas generales del Código Civil; y si bien es cierto, que dicha norma establece que en
materias relativas a la estructura y funcionamiento de las organizaciones cooperativas, son
supletoriamente aplicables a estas, a las cooperativas primarias y centrales de cooperativas
la legislación de sociedades mercantiles, también lo es, que el artículo 116 la Ley General
de Cooperativas hace la salvedad que ello sin perjuicio de que se aplique las normas del
derecho común (Código Civil) y en cuanto fueren compatibles con los principios genera-
les del Cooperativismo, por lo que se ha efectuado una correcta interpretación a la aludida
norma, tanto más que las normas de la Ley General del Sistema Financiero y del Sistema
de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros que invoca el recurren-
te no remiten para el conocimiento de la materia controvertida al juez civil con subespe-
cialidad comercial, si se tiene en cuenta que la regla general para determinar la competen-
cia de un órgano jurisdiccional es el principio de legalidad, conforme lo señala el artículo
6 del Código Procesal Civil que establece que “la competencia solo puede ser estableci-
da por la ley. La competencia civil no puede renunciarse ni modificarse, salvo en aquellos
casos expresamente previstos en la ley o en los convenios internacionales respectivos”,
por lo cual no se configura la causal de infracción normativa procesal denunciada, en vir-
tud a los fundamentos señalados.
Décimo tercero.- Que, cabe precisar, que al resolver estos autos, no se ha tenido en
cuenta que la subespecialidad comercial no es una materia distinta a la civil, sino que
249
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
pertenece al vasto ámbito de esta última, por ello ante conflictos de competencia entre los
juzgados civiles y de la sub especialidad comercial, la Resolución Administrativa núme-
ro 124-2010-CE-PJ, de fecha trece de abril de dos mil diez, emitida por el Consejo Eje-
cutivo del Poder Judicial, resuelve: “Artículo cuarto.- Disponer que cuando un Juez Civil
con Subespecialidad Comercial de Lima, no se considere competente para conocer una
demanda en razón que la pretensión contenida en ella es de materia civil, remita el expe-
diente al Centro de Distribución General de los Juzgados Civiles de la Corte Superior de
Justicia de Lima, para su distribución aleatoria entre jueces de dicha especialidad”.
Décimo cuarto.- Que, en tal sentido, la Resolución Administrativa número 124-
2010-CE-PJ, debe ser aplicada extensivamente al caso de autos, además considerando
que el artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Estado reconoce el derecho
de todo justiciable de poder acceder a la jurisdicción, como manifestación de la tutela
judicial efectiva, siendo que el Tribunal Constitucional ha señalado que la tutela judi-
cial efectiva es un derecho constitucional de naturaleza procesal en virtud del cual toda
persona o sujeto justiciable puede acceder a los órganos jurisdiccionales, independien-
temente del tipo de pretensión formulada y de la eventual legitimidad que pueda, o no,
acompañarle a su petitorio; en tal virtud, al amparo de los artículos 171 y 172 del Códi-
go Procesal Civil, habiendo el ad quem revocado la recurrida en el extremo que decla-
ra infundada la excepción de incompetencia, la misma que declaró fundada y en conse-
cuencia “nulo todo lo actuado e improcedente la demanda”, corresponde que se declare
insubsistente dicho extremo, y renovándolo se disponga que se declare nulo todo lo
actuado hasta el saneamiento del proceso, y se ordene que el juez Civil emita nueva
resolución de saneamiento, disponiéndose la remisión del presente proceso al Centro de
Distribución General de los Juzgados Civiles de la Corte Superior de Justicia de Lima
para su distribución aleatoria entre jueces de la especialidad civil para su conocimiento;
resultando procedente disponer la integración de la resolución recurrida en este extremo.
Por las consideraciones expuestas se concluye que no se ha incurrido en la causal
del artículo 386 del Código Procesal Civil; por lo que en aplicación de lo dispuesto en el
artículo 397 del mismo cuerpo legal, declararon:
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Luis José Arroyo Barrantes,
mediante escrito obrante a fojas setecientos cuarenta y cuatro; asimismo, INSUBSIS-
TENTE el auto de vista de fecha tres de julio de dos mil doce en el extremo que declara
nulo todo lo actuado e improcedente la demanda, y renovándolo dispusieron que se decla-
re nulo todo lo actuado hasta el saneamiento del proceso, y se disponga que el Juez Civil
emita nueva resolución de saneamiento; INTEGRARON la misma ordenándose la remi-
sión del presente proceso al Centro de Distribución General de los Juzgados Civiles de la
Corte Superior de Justicia de Lima para su distribución aleatoria entre jueces de la Espe-
cialidad Civil para su conocimiento; DISPUSIERON la publicación de la presente reso-
lución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Luis José
Arroyo Barrantes con la Cooperativa de Ahorro y Crédito de Sub Oficiales de la Policía
Nacional del Perú Santa Rosa de Lima Limitada y otros, sobre Impugnación de Acuerdo;
y los devolvieron. Ponente Señora Cabello Matamala. Jueza Suprema.
SS. TICONA POSTIGO, VALCÁRCEL SALDAÑA, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI
250
JURISPRUDENCIA
CAS. Nº 1676-2010-LIMA
Lima, veinte de julio del año dos mil diez.
VISTOS: con el acompañado; y,
CONSIDERANDO:
Primero: Que, el recurso de casación interpuesto por Jorge Manuel Rafael Zega-
rra Noblecilla, cumple con los requisitos de forma para su admisibilidad, conforme lo
exige el artículo trescientos ochenta y siete del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número veintinueve mil trescientos sesenta y cuatro, toda vez que se ha interpuesto
contra un auto de vista que puso fin al proceso, ante el órgano jurisdiccional que emitió
la impugnado, dentro del plazo de diez días contados desde el día siguiente de notifica-
do el referido auto de vista y adjunta el recibo de la tasa judicial por el presente recurso.
Segundo: Que, el recurrente sustenta su recurso en la causal de infracción norma-
tiva prevista en el artículo trescientos ochenta y seis del Código Procesal Civil, a cuyo
efecto alega: a) Infracción normativa por contravención de los incisos tercero y quinto
del artículo ciento treinta y nueve de la Constitución Política del Estado, pues la Sala,
primero, reconoce que la Ley General de Sociedades determina los requisitos para legi-
timar activamente al demandante para solicitar la Nulidad de los Acuerdos Societarios,
pero luego la Sala señala que dicha legitimación no resulta real sino que está supedita-
da a que deben cumplirse con los requisitos del ordenamiento civil que corresponden al
ámbito del derecho de familia respecto de los efectos patrimoniales de la patria potes-
tad para la legitimación activa en lo que se refiere a la solicitud de nulidad de acuerdos
societarios, es decir, la Sala sin ningún motivo lógico o fundamentación jurídica varía
su criterio, con lo que vulnera el derecho a obtener una resolución debidamente moti-
vada y genera indefensión ya que se ha impedido que el Juzgador valore adecuadamen-
te los elementos probatorios; y, b) Infracción normativa por vulneración del derecho de
251
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
probar, pues al haberse resuelto la excepción deducida por la parte demandada el auto
que confirma el de primera instancia impide que el recurrente pueda ejercer adecuada-
mente su derecho a la prueba.
Tercero.- Que, evaluando los requisitos de procedencia previstos en el artículo
trescientos ochenta y ocho del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
veintinueve mil trescientos sesenta y cuatro, se advierte que el recurrente cumplió el pri-
mer requisito previsto en el inciso primero del referido artículo, toda vez que no con-
sintió el auto de primera instancia que le fue adverso, y si bien precisa que su recurso
se sustenta en la causal de infracción normativa, cumpliendo así con el otro requisito
establecido en el inciso segundo del artículo aludido, sin embargo, esta causal exige
que tal infracción incida directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada, conforme lo requiere el inciso tercero del mencionado artículo, lo que no
ocurre, toda vez que respecto al acápite a) se tiene que [en la demanda] se solicita la
nulidad e ineficacia de todos los acuerdos adoptados en la Junta General de Accionis-
tas, ya que debían contar con una autorización judicial para el caso de la menor inte-
grante de la sucesión de Bernardino Wigberto Huaita Núñez, a cuyo efecto las instan-
cias de mérito han establecido con claridad y precisión que la legitimación está regulada
por el articulo cuatrocientos cincuenta del Código Civil que precisa de forma taxativa
y restringida al ámbito familiar (al ser los directos afectados) a los legitimados para el
inicio de las acciones judiciales por contravención del artículo cuatrocientos cuarenta
y siete del Código Civil: el hijo, sus herederos o su representante legal; pero el recu-
rrente no acreditó ninguna de estas condiciones y carece de legitimidad para cuestionar
los actos practicados por el representante de la sucesión, por lo que se advierte que no
existe contradicción en la impugnada, ni se ha infraccionado los incisos tercero y quin-
to del artículo ciento treinta y nueve de la Constitución, ya que se ha respetado el dere-
cho al debido proceso y se encuentra debidamente motivada por cuando expone su aná-
lisis en los fundamentos jurídicos; por otra parte, en cuanto al acápite b), el recurrente
no ha señalado con precisión cuál sería la norma infraccionada, limitándose únicamen-
te a indicar de forma genérica “vulneración del derecho de probar’, lo que no resulta
atendible.
Cuarto.- Que siendo así, de conformidad con lo dispuesto en el artículo trescien-
tos noventa y dos del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número veintinueve
mil trescientos sesenta y cuatro, el recurso de casación no es atendible. Por estos funda-
mentos; declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Jorge
Manuel Rafael Zegarra Noblecilla a través del escrito de fojas doscientos cincuen-
ta y nueve, contra el auto de vista de fojas ciento noventa y nueve, su fecha diez de
marzo del año dos mil diez; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el diario oficial El Peruano; bajo responsabilidad; en los seguidos por Jorge Manuel
Rafael Zegarra Noblecilla contra Minera “Santiago Tres Sociedad Anónima”; sobre
Nulidad de Acuerdo Societario y otros; y los devolvieron. Ponente Señor Ticona Posti-
go, Juez Supremo.
252
JURISPRUDENCIA
CAS. Nº 5089-2011-LIMA
Lima, quince de noviembre de dos mil doce.
LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPÚBLICA
Vista la causa número cinco mil ochenta y nueve-dos mil doce, en audiencia públi-
ca de la fecha y producida la votación de acuerdo a ley, emite la siguiente sentencia.
MATERIA DEL RECURSO
Se trata del recurso de casación interpuesto por la demandante, Sandra María
Camino Dentone contra la resolución de vista de fojas quinientos cuarenta y cinco, su
fecha dieciséis de setiembre del dos mil once, expedida por la Primera Sala Civil con
Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, que revocando
la apelada de fojas cuatrocientos once, fechada el dos de noviembre del dos mil diez,
declara Fundada la excepción de convenio arbitral; y, en consecuencia, declara nulo
todo lo actuado; y, por concluido el proceso; en los seguidos Sandra Camino Dentone
contra Playa Paz Soldán S. A. y otros sobre Nulidad de Acuerdos Societarios.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO
Esta Sala Suprema mediante resolución de fecha diez de agosto de dos mil doce,
declaró procedente el recurso por las causales de: 1) Infracción del artículo 139, inci-
sos 3 y 5, de la Constitución Política del Estado, así como el artículo 122, inciso 3
y 188 del Código Procesal Civil. Señala que, en su opinión, el Colegiado Superior no
253
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
motivó debidamente el auto recurrido; pues consideró que como la demanda cuestiona
los acuerdos adoptados en la Junta General de Accionistas y la pretensión demandada
se encuentra dentro de las controversias señaladas en el convenio arbitral establecido en
el Estatuto, la decisión sobre el tema planteado debía someterse a arbitraje; sin embar-
go, la recurrente alega que el órgano jurisdiccional no se pronunció sobre si un convenio
era oponible siempre a toda persona que adquiere la condición de socio de una socie-
dad vía sucesión; precisa también la impugnante que la Sala Superior tampoco valoró
los siguientes puntos: i) si Bruno Eduardo Olcese Chepote, apoderado de Carlos Aure-
lio Moreyra Prado, tenía o no facultades para adoptar todos los acuerdos que aprobó en
su nombre; ii) si dicho apoderado tenía o no facultades para instalar una Junta Univer-
sal en representación de Moreyra Prado; iii) si la Junta fue o no Universal, (iv) si dicha
Junta debió o no ser convocada por el Directorio; agrega, que la Sala Superior interpretó
equivocadamente que la pretensión planteada en la demanda no estaba referida a la con-
vocatoria a junta sino a la nulidad de los actos de disposición adoptados por el apode-
rado por no contar su poder en escritura pública; 2) Infracción del artículo 13, inciso
1 y 14, del Decreto Legislativo Nº 1071, porque en opinión de la recurrente la Ley de
Arbitraje no regulaba la obligación de los sucesores de respetar el convenio arbitral de
sus causantes, como sí lo hacía la antigua Ley de Arbitraje en su artículo 9, esto es, la
única forma bajo la cual podría extenderse el convenio arbitral al sucesor de un accio-
nista se daría si aquél pretende derivar derechos o beneficios del contrato, situación que
no ha ocurrido en el presente caso; 3) inaplicación del artículo 48 de la Ley General
de Sociedades y de la Sexta Disposición Complementaria del Decreto Legislativo
Nº 1071; porque en concepto de la recurrente, la nulidad pretendida en la demanda
se sustentaba en el hecho que la Junta General de Accionistas no fue convocada por
el Directorio como lo exigía la Ley General de Sociedades y el propio Estatuto de la
Sociedad; 4) inaplicación de los artículos 156 y 219, inciso 1, del Código Civil, por-
que a criterio de la impugnante, los actos de disposición adoptados por el apoderado
del accionista Carlos Aurelio Moreyra Prado devenían en nulos al no constar su poder
en escritura pública; 5) Inaplicación de los artículos 38 y 113 de la Ley General
de Sociedades porque en su opinión, el apoderado no podía convocar a Junta Gene-
ral, ya que a su entender dicha facultad solo podía ejercerla el Directorio y por excep-
ción los accionistas, 6) Inaplicación del artículo 2, inciso 1, del Decreto Legislati-
vo número 1071, los artículos 447 y 448, inciso 3, del Código Civil y el artículo IX
del Título Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes, porque en concepto de
la impugnante el Colegiado Superior no tuvo en cuenta estos dispositivos legales al no
valorar que el menor de edad Aurelio José Moreyra Camino (representado por su seño-
ra madre), adquirió la condición de accionista de dicha sociedad; y, en consecuencia, sus
derechos no eran “de libre disposición”, y, por ende, tampoco podría ser objeto de con-
ciliación y menos arbitraje; pues para ello se requería autorización judicial.
CONSIDERANDO
Primero.- Que, cuando se invoca razones de vulneración de las normas que garan-
tizan el derecho al debido proceso, en este caso el artículo 139, incisos 3 y 5, de la
Constitución, así como los artículos 122, inciso 3, y 118 del Código Procesal Civil, que
versan sobre la garantía procesal de la motivación de las resoluciones judiciales, es pre-
ciso examinarlas primero, pues de ser acogida, exime de todo pronunciamiento sobre
254
JURISPRUDENCIA
una eventual infracción de la ley material, por lo que sería inútil incursionar en los moti-
vos de fondo cuando el resultado de la casación obliga a reponer los autos al estado en
que se encontraban antes de cometerse el defecto procesal, anulándose todos los actos
posteriores, incluida la resolución de vista objeto de impugnación.
Segundo.- Que, en relación a la causal de 1) Infracción del artículo 139, inci-
sos 3 y 5, de la Constitución Política del Estado, así como el artículo 122, inciso 3 y
188 del Código Procesal Civil, corresponde señalar que dentro de la referida infracción
la recurrente denuncia diversos vicios que han sido resumidos precedentemente pero a
efectos de un debido pronunciamiento deben ser analizados de modo ordenado y estric-
tamente dentro del marco de los fundamentos declarados procedentes en la resolución
de calificación dispuesta por este Supremo Tribunal. Así, como primer vicio, se denun-
cia que el Colegiado Superior omitió pronunciarse sobre si un convenio arbitral podía
ser aplicado también a persona que había adquirido la calidad de socio pero que tenía la
condición de menor de edad.
Tercero.- Que, uno de los principios pilares del debido proceso es el principio de
motivación escrita de las resoluciones judiciales el mismo que se halla consagrado en el
artículo 139, inciso 5, de la Carta Fundamental, y el cual tiene como finalidad principal
el de permitir el acceso de los justiciables al razonamiento lógico jurídico empleado por
las instancias de mérito para justificar sus decisiones jurisdiccionales y así pueden ejer-
cer adecuadamente su derecho de defensa, cuestionando de ser el caso, el contenido y la
decisión asumida.
Cuarto.- Que, esta motivación escrita de las resoluciones judiciales constituye un
deber para los magistrados, tal como lo establecen los artículos IX del Título Prelimi-
nar, 50, inciso 6 y 122, incisos 3 y 4, del Código Procesal Civil; y dicho deber impli-
ca que los juzgadores señalen en forma expresa la ley que aplican con el razonamiento
jurídico a la que esta les ha llevado, así como los fundamentos fácticos que sustentan su
decisión, respetando los principios de jerarquía de normas y de congruencia; por tanto,
este principio de motivación garantiza a los justiciables, por un lado, que las resolu-
ciones jurisdiccionales no adolecerán de falta de motivación o defectuosa motivación,
esta última conforme lo ha señalado el Tribunal Constitucional, queda delimitado en los
siguientes supuestos: a) motivación aparente; b) falta de motivación interna del razona-
miento; c) deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas, d) moti-
vación insuficiente y e) motivación sustancialmente incongruente; y, por otro, que se
emitirá pronunciamiento sobre todos los puntos materia de controversia; de modo tal
que de presentarse estos supuestos, se estará violando el referido principio y dando lugar
a la nulidad de tal resolución.
Quinto.- Que, siendo esto así, del análisis de autos fluye que frente a la excepción
de convenio arbitral propuesta por la parte demandada bajo el argumento que dicho con-
venio había sido establecido en los Estatutos de la empresa demandada, Playa Paz Sol-
dán S.A., la demandante a través de su defensa técnica, jamás alegó, en su escrito de
absolución a dicha excepción de fojas cuatrocientos, la inaplicabilidad del convenio a
su hijo por su condición de menor de edad. Del referido escrito absolutorio de excep-
ción se puede apreciar que dicha parte manifestó únicamente: a) que el convenio arbitral
es inexigible a los sucesores del socio (sin alegar la edad del sucesor; b) que el convenio
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JURISPRUDENCIA
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JURISPRUDENCIA
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JURISPRUDENCIA
aplicación y correcta interpretación de las leyes especiales sin ninguna afectación del
derecho de un menor, tal como la Fiscal Supremo en lo Civil ha opinado en su dictamen.
Trigésimo primero.- Que, dados los fundamentos expuestos, ninguna de las
infracciones invocadas por la recurrente se configuran; por consiguiente, no hay lugar
a casar la sentencia de vista; sino más bien a desestimar el recurso conforme al artículo
397 del Código Procesal Civil.
DECISIÓN: Estando a las consideraciones que preceden y de conformidad con lo
dictaminado por la Señora Fiscal Supremo en lo Civil: declararon a) INFUNDADO el
recurso de casación interpuesto de folios quinientos cuarenta y cinco, por Sandra María
Camino Dentone; en consecuencia NO CASARON la resolución de vista que corre
de folios quinientos cuarenta y cinco, su fecha dieciséis de setiembre de dos mil once.
b) DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Sandra María Camino Dentone, con
Bruno Eduardo Olcese Chepote y otros, sobre nulidad de acuerdo societario; interviene
como ponente el Juez Supremo Calderón Castillo.
261
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
CAS. Nº 4518-2013-CAJAMARCA
Lima, cuatro de marzo de dos mil catorce.
AUTOS Y VISTOS; con el acompañado y,
CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
obrante a fojas cuatrocientos diecinueve interpuesto por Wilson Edilberto Mego Rodrí-
guez contra el auto de vista emitido por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Cajamarca el nueve de setiembre de dos mil trece que declara la sustracción de la mate-
ria respecto a la nulidad de acuerdo demandada por haberse emitido pronunciamien-
to sobre el mismo acto en el expediente número 924-2010 según sentencia de vista de
fecha veintiséis de marzo de dos mil doce careciendo de objeto emitir pronunciamien-
to sobre la apelación de la sentencia formulada, correspondiendo calificar los requisitos
de admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio conforme a lo previsto por
la Ley número 29364 que modificó entre otros los artículos 386, 387 y 388 del Código
Procesal Civil.
Segundo.- Que, verificados los requisitos de admisibilidad de dicho medio impug-
natorio se advierte lo siguiente: a) Se recurre contra una resolución que pone fin al pro-
ceso; b) Se interpone ante la Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de
Justicia de Cajamarca como órgano que emitió el auto de vista adjuntando las copias
certificadas de las resoluciones de primera y segunda instancia; c) Se presenta dentro del
término de diez días establecidos por ley; y, d) Se adjunta el arancel judicial por recurso
de casación.
Tercero.- Que, el impugnante cumple lo previsto en el artículo 388 inciso 1 del
Código Procesal Civil por cuanto no dejó consentir la sentencia de primera instancia
que le fue desfavorable.
Cuarto.- Que, como causal de su recurso el recurrente invoca lo siguiente: Infrac-
ción normativa del artículo 220 del Código Civil, artículo 321 inciso 1 del Código
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JURISPRUDENCIA
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ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
los estados financieros correspondiente al periodo dos mil ocho tienen plena validez no
siendo necesaria su ratificación; siendo esto así y estando a lo señalado es de apreciarse
y colegirse que el fallo adoptado ha sido emitido con arreglo a ley respetando los linea-
mientos del debido proceso siendo evidente que lo que en realidad el impugnante busca
a través de su denuncia es que se revaloren los medios probatorios a efectos de ampa-
rar su pretensión lo cual no resulta viable por contravenir los fines extraordinarios de la
casación deviniendo por tanto en improcedente el recurso de casación.
Razones por las cuales y en aplicación de lo dispuesto por el artículo 392 del Códi-
go Procesal Civil declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación obrante a fojas
cuatrocientos diecinueve interpuesto por Wilson Edilberto Mego Rodríguez contra el
auto de vista emitido por la Sala Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia de
Cajamarca el nueve de setiembre de dos mil trece; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el diario oficial El Peruano bajo responsabilidad; en los seguidos
por Wilson Edilberto Mego Rodríguez y otros con Empresa de Transportes y Servicios
Señor de los Milagros Sociedad Anónima sobre Nulidad de Acuerdo Societario; y los
devolvieron. Ponente Señora Valcárcel Saldaña, Jueza Suprema.
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JURISPRUDENCIA
CAS. Nº 3389-2012-LIMA
Lima, ocho de mayo de dos mil trece.
VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, es materia de pronunciamiento de la presente resolución el recur-
so de casación interpuesto por la demandada empresa EL POLLITO Sociedad Anó-
nima, representada por Marcelino Quispe Montoya (fojas 302), contra la sentencia
de segunda instancia contenida en la resolución número cuatro (fojas 273), del tres de
julio de dos mil doce, –corregida mediante resolución número seis (fojas 286), de fecha
dieciocho de julio de dos mil doce–, que confirmó la sentencia apelada contenida en la
resolución número catorce (fojas 203), del treinta y uno de enero de dos mil doce que
declaró: a) fundada la demanda de impugnación de acuerdo societario presentada
por Donato Cruz Sime, en el extremo referido a la restitución de las ciento seten-
ta y un acciones, en consecuencia: declaró la ineficacia de los acuerdos adoptados
en la Junta General de Accionistas realizada el seis de noviembre de dos mil diez,
y restitúyase las ciento setenta y un acciones de propiedad del accionista y deman-
dante por el traspaso de la propiedad ubicada en la manzana treinta y cinco, lote
número 1E, etapa tercera sector Vallecito Bajo, Pueblo Joven José Carlos Mariá-
tegui, distrito de Villa María del Triunfo, provincia y departamento de Lima, por
la suma de veintisiete mil ciento ochenta y tres nuevos soles con seis céntimos
(S/. 27,183.60); b) improcedente la demanda incoada en el extremo referido a la
entrega de los dividendos adeudados por la cantidad de cuatrocientos diecinueve
acciones, dejándose a salvo su derecho para que lo haga valer en la vía de acción
idónea pertinente; y, c) expresó condena del pago de costas y costos; preciso que se
declaran nulos los acuerdos objeto de la presente demanda. Por lo que corresponde exa-
minar si el recurso cumple con los requisitos dispuestos por los artículos 387 y 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364.
265
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
(1) Artículo 392-A.- Procedencia excepcional (Código Procesal Civil). Aun si la resolución impugnada
(entiéndase el recurso) no cumpliera con algún requisito previsto en el artículo 388, la Corte puede con-
cederlo excepcionalmente si considera que al resolverlo cumplirá con alguno de los fines previstos en
el artículo 384. Atendiendo al carácter extraordinario de la concesión del recurso, la Corte motivará las
razones de la procedencia. Artículo incorporado por el artículo 2 de la Ley Nº 29364, publicada el 28 de
mayo de 2009.
266
JURISPRUDENCIA
Quinto.- Que, sin embargo, incumple con las otras tres obligaciones –procesales–
exigidas por los incisos 2, 3 y 4 del referido artículo 388; pues primero, no describe con
claridad, ni precisa en cuál de las causales sustenta su recurso, si es i) en la infracción
normativa o ii) en el apartamiento inmotivado del precedente judicial (conforme a los
términos del artículo 400 del Código procesal Civil), previstas en el artículo 386 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley aludida; segundo, no cumple con demos-
trar la incidencia directa de la infracción normativa sobre la resolución impugnada, con-
forme lo requiere de forma patente el inciso tres del artículo 388 del mencionado Códi-
go; y, tercero, tampoco indica si el pedido casatorio es anulatorio o revocatorio.
Sexto.- Que, a pesar de las deficiencias del recurso de casación, por el principio de
motivación de las resoluciones judiciales, debemos precisar que los Jueces Superiores
han subsumido y administrado con cuidado la ejecución de la norma al ponerla en con-
tacto con el caso en concreto –pues se trata de un proceso de impugnación de acuer-
do societario–, toda vez que han comprobado las circunstancias fácticas para la aplica-
ción de las normas correspondientes a la controversia y que determinaron la decisión; es
así que se verifica que eligieron la norma pertinente y no se han equivocado en su signi-
ficado, ya que las instancias de mérito han dado el sentido o alcance que le corresponde
a la norma que determinó la decisión, y así, de forma concreta, han resuelto el conflic-
to planteado ante el órgano jurisdiccional, al establecer con precisión y claridad que por
Junta General de Accionistas de fecha seis de noviembre de dos mil diez (fojas
21), se aprobó la transferencia del inmueble sub litis, y es con el testimonio de escritu-
ra pública del dieciséis de diciembre de dos mil nueve (fojas 18), por medio del cual la
recurrente empresa EL POLLITO Sociedad Anónima transfirió al demandante el terreno
aludido, que fue cancelado al contado; es así que se acreditó la transferencia del domi-
no del predio así como el pago, por lo que no se puede dejar sin efecto las obligaciones
contenidas en el contrato; por ello que los acuerdos adoptados en la Junta General de
Accionistas impugnada, no se encuentra arreglada a la norma civil, es decir, no se puede
modificar un contrato de forma unilateral, dejando sin efecto sus términos, como tampo-
co se puede disponer de un bien ajeno.
Sétimo.- Que, en tal contexto fáctico y jurídico, y de conformidad con lo dispuesto
en el artículo 392 del Código Procesal Civil, reformado por la mencionada Ley, corres-
ponde desestimar el recurso de casación en todos sus extremos. Por estos fundamentos,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la empresa EL
POLLITO Sociedad Anónima, representada por Marcelino Quispe Montoya (fojas
302), contra la sentencia de segunda instancia contenida en la resolución número cua-
tro (fojas 273), del tres de julio de dos mil doce, corregida mediante resolución núme-
ro seis (fojas 286), del dieciocho de julio de dos mil doce; DISPUSIERON la publi-
cación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Donato Cruz Sime contra la empresa Pollito Sociedad Anónima,
sobre impugnación de acuerdo societario; y, los devolvieron. Interviene como ponente
la Jueza Suprema señora Huamaní Llamas.
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ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
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y otro para la minoría; tampoco se trata de elegir en dos grupos a los accionistas, uno
de los accionistas mayoritarios y otro de los minoritarios”. El artículo treinta y tres de
los estatutos precisamente lo que hace es establecer que el directorio se constituya con
representación de la minoría, lo cual está en absoluta armonía con el artículo ciento
sesenta y cuatro de la Ley General de Sociedades.
Cuarto.- La denuncia contenida en el apartado a) se sustenta en un hecho falso,
por cuanto el ad quem ha establecido en la sentencia impugnada que la modificación del
artículo treinta y tres del estatuto contraviene lo dispuesto en el artículo ciento sesen-
ta y cuatro de la Ley General de Sociedades; por tanto, al ser esta una norma legal debe
entenderse que el artículo treinta y tres referido es contrario a la Ley, por lo cual tal vul-
neración si importa la verificación del supuesto establecido en el artículo ciento treinta
y nueve, ab initio, de la Ley General de Sociedades (“Pueden ser impugnados los acuer-
dos que de la junta general cuyo contenido sea contrario a esta ley (...)”; por consiguien-
te, no existe la infracción denunciada, motivo por el cual no se da cumplimiento, en
rigor, a la exigencia del artículo ciento treinta y ocho, inciso segundo del Código Proce-
sal Civil.
Quinto.- En cuanto a la denuncia contenida en el apartado b) el ad quem ha inter-
pretado la norma del artículo ciento sesenta y cuatro de la Ley General de Sociedades
en el sentido que las sociedades deben cautelar la representación de las minorías socie-
tarias; en tal sentido, al constatar que la modificación del artículo treinta y tres del Esta-
tuto de la empresa demandada implica la contravención de lo dispuesto en el artículo
ciento sesenta y cuatro de la Ley General de Sociedades, así como el Decreto Supremo
número 010-2007-VIVIENDA, en razón de que al disponer la participación de todos los
accionistas en la segunda etapa para la elección del director que represente a la mino-
ría, la mayoría votará a fin de elegir al candidato o candidatos propuestos por la mino-
ría, lo cual importa que en definitiva quien elija el candidato de la minoría será siempre
la mayoría. Por consiguiente, en la interpretación hecha por el ad quem no se aprecia
infracción normativa alguna, por lo cual, al igual que en la denuncia anterior, no se da
cumplimiento, en rigor, a la exigencia del artículo trescientos ochenta y ocho, inciso
segundo del Código Procesal Civil.
Por las consideraciones expuestas, de conformidad con lo previsto por el artículo
trescientos noventa y dos del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la Municipalidad Pro-
vincial de Trujillo representada por Luis Alberto Valdez Farías contra la sentencia de
vista de fecha dieciséis de septiembre del año dos mil diez obrante a fojas trescientos
noventa y seis; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario
oficial El Peruano; en los seguidos por la Municipalidad Provincial de Chepén y otro
contra Sedalib Sociedad Anónima, sobre Impugnación de Acuerdo Societario; y los
devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.
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ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
270
JURISPRUDENCIA
de la minoría, lo cual está en absoluta armonía con el artículo 164 de la Ley General de
Sociedades.
Quinto.- Conforme a lo previsto en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
quien recurre en casación debe describir con claridad y precisión la infracción norma-
tiva o el apartamiento inmotivado del precedente judicial, asimismo debe demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Sexto.- Examinado lo argumentado por la entidad recurrente en el fundamen-
to cuarto de la presente resolución relativa a la infracción normativa material, se apre-
cia que ha cumplido con precisar cuál es la incidencia directa de la infracción normati-
va material denunciada en casación, asimismo ha indicado cuál es su pedido casatorio,
razón por la cual se debe declarar la procedencia del medio impugnatorio interpuesto.
Por tales razones y en aplicación de lo dispuesto en el artículo 391 del Código
Procesal Civil, MI VOTO es porque se declare PROCEDENTE el recurso de casa-
ción por la causal de infracción normativa material; interpuesto a folios cuatrocien-
tos veintiséis, por la Municipalidad Provincial de Trujillo a través de su representante
Luis Alberto Valdez Farías, contra la sentencia de vista de fecha dieciséis de setiem-
bre del año dos mil diez, obrante a folios trescientos noventa y seis; en consecuen-
cia, DESÍGNESE oportunamente fecha para la vista de la causa; en los seguidos por la
Municipalidad Distrital de Chepén y otro contra el Servicio de Agua Potable y Alcanta-
rillado de La Libertad Sociedad Anónima - SEDALIB S.A. y otros, sobre Impugnación
de Acuerdo Societario; notificándose.
271
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
CAS. Nº 918-2010-LIMA
Lima, quince de junio del año dos mil once.
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPÚBLICA
Visto el proceso número novecientos dieciocho - dos mil diez, en Audiencia Públi-
ca llevada a cabo el día de la fecha y emitida la votación del Supremo Colegiado confor-
me a la norma orgánica, se expide la siguiente sentencia.
MATERIA DEL RECURSO
Se trata de los recursos de casación interpuestos por Peruvian Trains & Railways
Sociedad Anónima y Contour Holdings Inc. a través de los escritos de fojas dos mil
ciento cincuenta y seis y dos mil ciento setenta y uno del expediente principal, contra la
sentencia de segunda instancia –resolución número nueve– de fojas dos mil cuarenta y
dos, del quince de diciembre de dos mil nueve, que pronunció la Primera Sala Civil con
Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO
Que, los recursos de casación se declararon procedentes por resolución del vein-
te de enero de dos mil once, por la primera causal del artículo trescientos ochenta y seis
del Código Procesal Civil, pues los recurrentes invocan la causal de: a) Infracción nor-
mativa de los artículos cincuenta y cuatro y ciento quince, inciso segundo y quinto,
de la Ley General de Sociedades, respecto del tercer y cuarto punto de la resolución
impugnada, que declaró fundada la pretensión de nulidad de acuerdo societario adop-
tado en la sesión de Directorio de Peruvian Trains & Railways de fecha veinticuatro
de diciembre del año dos mil cuatro por modificar el estatuto y fundada la pretensión
de nulidad de la inscripción registral del mencionado acuerdo, pues cuestiona los con-
siderandos décimo octavo, décimo noveno y vigésimo de la resolución impugnada, al
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JURISPRUDENCIA
273
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
lo que al vencimiento del plazo de dicho contrato tal ejercicio retornará a Peruvian Tra-
ins & Railways Sociedad Anónima por lo que no cabe afirmar que se trate de una ena-
jenación de activos ni extender los alcances del inciso quinto del artículo ciento quince
de la Ley General de Sociedades a un supuesto de hecho que no constituye una enajena-
ción, más bien el Directorio de la Sociedad se encontraba facultado de acuerdo a la Ley
General de Sociedades, para acordar la celebración de ese tipo de actos lo cual ocurrió
en la sesión de fecha tres de enero del año dos mil cinco; d) Infracción normativa del
artículo cincuenta y cuatro de la Ley General de Sociedades, concerniente al déci-
mo punto de la sentencia de revisión, que revocó la Resolución número sesenta y uno
–que integra la sentencia de primera instancia– y reformándola declaró fundada la pre-
tensión de nulidad del segundo acuerdo adoptado en la sesión de Directorio de Peruvian
Trains Railways Sociedad Anónima de fecha veinticuatro de diciembre del año dos mil
cuatro y en consecuencia nulo el acuerdo por el cual se otorgan facultades de represen-
tación a Lorenzo Alejandro Víctor Sousa Debarbieri, al rebatir los considerandos déci-
mo tercero, décimo cuarto, décimo quinto y décimo sexto de la sentencia materia de
recurso, que incurren en error al considerar que la estipulación contenida en la Cuar-
ta Disposición Final del Estatuto respecto a los actos que requieren participación con-
junta del Gerente General y del Director López Aliaga forma parte del Estatuto, y que
por tanto el acuerdo de otorgamiento de facultades adoptado por el Directorio significa
una modificación del Estatuto, pues la designación de los primeros administradores no
forma parte del Estatuto sino forma parte del Pacto Social; e, indican que sus pedidos
casatorios son revocatorios y deben declararse infundadas las pretensiones cuestionadas;
se precisa que mediante el recurso de casación presentado por Contour Holdings Inc.
también se impugnan los puntos quinto, sexto y sétimo de la sentencia de segunda ins-
tancia y se expresan argumentos semejantes a los señalados por su codemandada recu-
rrente, por lo que de igual forma deben entenderse como agravios de la recurrente Con-
tour Holdings Inc. los acápites b1) y c1) de la presente resolución; y,
CONSIDERANDO:
Primero.- Que, Edward Rodolfo Yabar Gutiérrez representante de Rafael Bernardo
López Aliaga Cazorla en calidad de Director de Peruvian Trains & Railways Sociedad
Anónima y representante de Rafael Bernardo López Aliaga Cazorla como accionista –
propio derecho– de la referida empresa, el día cinco de setiembre del año dos mil cinco,
interpuso demanda contra Peruvian Trains & Railways Sociedad Anónima, Lorenzo
Alejandro Víctor Sousa Debarbieri, Contour Holdings Inc. y Perú Rail Sociedad Anóni-
ma, luego se integró a la relación procesal como litisconsorte necesario activo a la
empresa Peruval Corp Sociedad Anónima, Panamá representada por Rafael Bernardo
López Aliaga Cazorla –ver Resolución obrante a fojas doscientos diecisiete–, para que
se declare 1) La nulidad de los Acuerdos Societarios adoptados en las sesiones de Direc-
torio de Peruvian Trains & Railways Sociedad Anónima, de fecha veinticuatro de
diciembre del año dos mil cuatro y tres de enero del año dos mil cinco, 2) La nulidad de
la inscripción registral de los referidos acuerdos, 3) Nulidad del contrato de cesión de
derechos políticos y económicos celebrados entre Peruvian Trains & Railways Sociedad
Anónima, y Contour Holdings Inc., 4) La remoción del cargo de Presidente del Directo-
rio de Peruvian Trains & Railways Sociedad Anónima, de Lorenzo Alejandro Víctor
Sousa Debarbieri, 5) Indemnización por Daños y Perjuicios por la responsabilidad civil
274
JURISPRUDENCIA
derivada de los actos contrarios al interés de las sociedades Peruvian Trains & Railways
Sociedad Anónima, que hayan sido realizados por el Presidente de Directorio Lorenzo
Alejandro Víctor Sousa Debarbieri por una suma no menor a cien mil nuevos soles;
y, 6) La no inscripción del ilegal acuerdo de transferencia de derechos a favor de Con-
tour Holdigns Inc. en el libro de matrícula de acciones de Perú Rail Sociedad Anónima;
para cuyo efecto expone respecto a la nulidad del contrato de cesión de derechos políti-
cos y económicos celebrado entre Peruvian Train & Railways Sociedad Anónima, y
Contour Holding Inc. el día seis de junio del año dos mil cuatro se constituyó Peruvian
Trains & Railways Sociedad Anónima, cuyo objeto social es la explotación de servicios
de telecomunicaciones, así como actividades civiles y mercantiles; los directores desig-
nados en el acto de constitución fueron Lorenzo Alejandro Víctor Sousa Debarbieri –
Presidente–, Rafael Bernardo López Aliaga Cazorla y Lorena Solange Sousa Debarbieri,
cargos que se encuentran vigentes; que el codemandado Lorenzo Alejandro Víctor
Sousa Debarbieri viene realizando una serie de actos contrarios al Estatuto Social y a la
Ley General de Sociedades que atentan el derecho de los accionistas de la sociedad,
el patrimonio de la empresa, la propiedad de los activos empresariales, las irregularida-
des de la sesión de directorio de fecha veinticuatro de diciembre del año dos mil cuatro,
fecha en que se celebró una supuesta sesión de Directorio en la que solo participó uno
de los Directores, no se cursó la convocatoria a la que se refiere el artículo ciento sesen-
ta y siete de la Ley General de Sociedades, entonces no participaron todos los Directo-
res, solo estuvo presente un Director, el codemandado Lorenzo Alejandro Víctor Sousa
Debarbieri propuso, debatió y acordó él solo, revocar las facultades de representación
otorgadas por la sociedad al director Rafael Bernardo López Aliaga Cazorla a título per-
sonal y en su calidad de director, con las facultades que se ha otorgado puede incluso
transferir los activos de la empresa sin tener que rendir cuentas, y se constata el perjui-
cio a la sociedad cuando a los pocos días de haberse autoproclamado único representan-
te, apoderado y gobernante de facto de la mencionada empresa Lorenzo Alejandro Víc-
tor Sousa Debarbieri celebró una cesión de derechos políticos y económicos de los
derechos de Peruvian Trains & Railways Sociedad Anónima a favor de una empresa
vinculada a él –Contour Holdings Inc.–, representada por una persona cercana a él,
Augusto Larco Deza, dicha cesión es ilegal y nula por cuanto falta la manifestación de
la voluntad prevista en el inciso primero del artículo doscientos diecinueve del Código
Civil; respecto a la nulidad de la inscripción registral de dichos acuerdos, pese a que
dichos acuerdos han sido tomados en forma ilegal se ha llegado a inscribir en las Parti-
das Registrales de Peruvian Trains & Railways Sociedad Anónima, número uno dos
nueve tres uno cinco siete del Registro Mercantil de Personas Jurídicas de Lima y
Callao; en cuanto a la remoción de cargo de Presidente del Directorio de Peruvian Tra-
ins & Railways Sociedad Anónima, el demandado Lorenzo Alejandro Víctor Sousa
Debarbieri, el día tres de enero del año dos mil cinco en uso de facultades ilegales que
se otorgó él mismo, celebró una sesión de directorio de Peruvian Trains & Railways
Sociedad Anónima cediendo a favor de Contour Holdings Inc. los derechos políticos y
económicos sobre las ciento un mil - 101,000.00 acciones emitidas por Perú Rail Socie-
dad Anónima, de propiedad de Peruvian Trains & Railways Sociedad Anónima, la que
fue comunicada mediante carta de fecha treinta y uno de enero del año dos mil cinco a
la empresa Perú Rail Sociedad Anónima, para que proceda con la inscripción; luego
mediante comunicación de fecha tres de febrero del año dos mil cinco la empresa Perú
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sin que ello signifique una disminución patrimonial de la empresa; respecto a la remo-
ción del cargo de Presidente de Directorio del señor Lorenzo Alejandro Víctor Sousa
Debarbieri, por supuestamente existir conflicto de intereses no puede ser ejercida por el
Poder Judicial sino únicamente por la Junta General de accionistas o del propio Directo-
rio según el caso; que no se han probado los pretendidos daños causados al demandante
por tanto dicha pretensión de indemnización por daños y perjuicios no resulta ampara-
ble; con relación a la pretensión de no inscripción del acuerdo de transferencia de dere-
chos a favor de Contour Holding Inc. en el libro de matrícula de acciones de Perú Rail
Sociedad Anónima, al ser accesoria debe seguir la suerte del principal la que es mani-
fiestamente infundada; en este mismo sentido el demandado Lorenzo Sousa Debarbieri
como persona natural contesta la demanda mediante escrito obrante a fojas ochocientos
ochenta y dos del expediente principal de fecha veinticuatro de agosto del año dos mil
seis, en el que reproducen los mismos términos de la contestación de Peruvian Trains
& Railway Sociedad Anónima, luego el demandado Contour Holdings Inc. a través del
escrito que consta a fojas mil cuarenta y siete del mismo expediente de fecha veintiocho
de febrero del año dos mil siete, también contestó la demanda en semejantes términos;
y, además por Resolución número dieciocho obrante a fojas novecientos setenta y cua-
tro, de fecha veinticuatro de octubre del año dos mil seis se declaró rebelde a la code-
mandada Perú Rail Sociedad Anónima, de Panamá.
Tercero.- Que, la sentencia –Resolución número cincuenta y ocho– integrada por
Resolución número sesenta y uno, obrante a fojas mil seiscientos treinta y cinco y mil
seiscientos ochenta y cinco del expediente principal, de fecha treinta y uno de diciembre
del año dos mil ocho y veintitrés de enero del año dos mil nueve, declaró: 1) Infundada
la pretensión de nulidad de acuerdos societarios adoptados en las sesiones de Directorio
de Peruvian Train & Railways Sociedad Anónima, de fecha veinticuatro de diciembre
del año dos mil cuatro y tres de enero del año dos mil cinco por indebida convocato-
ria; 2) Infundada la pretensión de nulidad de acuerdos societarios adoptados en las
sesiones de Directorio de Peruvian Train & Railways Sociedad Anónima de fecha vein-
ticuatro de diciembre del año dos mil cuatro y de fecha tres de enero del año dos mil
cinco por falta de la pluralidad necesaria para adoptar los acuerdos; 3) Fundada la
demanda respecto a la pretensión de nulidad de acuerdo societario adoptado en la sesión
de Directorio de Peruvian Train & Railways Sociedad Anónima de fecha veinticuatro de
diciembre del año dos mil cuatro por haberse modificado el estatuto social por el Direc-
torio de Peruvian Train & Railways Sociedad Anónima contraviniendo lo previsto en el
artículo ciento quince inciso segundo de la Ley General de Sociedades; 4) Fundada la
pretensión de nulidad de la inscripción registral del acuerdo societario descrito en el
punto anterior por el que se modifica una disposición del estatuto social a partir del
acuerdo de sesión de directorio de fecha veinticuatro de diciembre del dos mil cua-
tro; 5) Fundada la pretensión de nulidad de acuerdo societario adoptado en la sesión de
Directorio de Peruvian Train & Railways Sociedad Anónima, de fecha tres de enero del
año dos mil cinco por infracción de lo previsto en el artículo ciento quince inciso quinto
de la Ley General de Sociedades; 6) Fundada la pretensión de nulidad del Contrato de
Cesión de Derechos Políticos y Económicos celebrado entre Peruvian Trains & Rai-
lways Sociedad Anónima, y Contour Holdings Inc el día diecisiete de enero del año dos
mil cinco; 7) Fundada la pretensión de no inscripción en el Libro de Matrícula de
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JURISPRUDENCIA
Acciones de Perú Rail Sociedad Anónima, del Acuerdo Cesión de Derechos Políticos y
económicos celebrado entre Perruvian Trains & Railways Sociedad Anónima, a favor de
Contour Holdings Inc.; 8) Improcedente la pretensión de remoción del cargo del Presi-
dente del Directorio de Peruvian Trains & Railways Sociedad Anónima Lorenzo Alejan-
dro Víctor Sousa Debarbieri; 9) Improcedente la pretensión de indemnización de daños
y perjuicios; y, 10) Infundada la pretensión de nulidad del segundo acuerdo adoptado en
la sesión de directorio de Peruvian Train & Railways Sociedad Anónima, de fecha vein-
ticuatro de diciembre del año do mil cuatro –este último extremo fue integrado por
Resolución número sesenta y uno obrante fojas mil seiscientos ochenta y cinco del
mismo expediente, de fecha veintitrés de enero del año dos mil nueve– pues se advierte
que el Régimen del Directorio de Peruvian Train & Railways Sociedad Anónima se
remite a lo previsto en la Ley General de Sociedades, en tal sentido conforme al artículo
ciento sesenta y siete de la citada Ley corresponde al Presidente del Directorio o quien
haga sus veces convocar a las sesiones de directorio en la forma que señale el estatuto y
en su defecto mediante esquelas con cargo de recepción y con una anticipación no
menor de tres días a la fecha señalada para la reunión expresándose en la convocatoria
el lugar, día y hora de la reunión y los asuntos a tratar; al veinticuatro de diciembre del
año dos mil cuatro y tres de enero del año dos mil cinco, ostentaba el cargo de Presiden-
te de Directorio Lorenzo Alejandro Víctor Sousa Debarbieri –según consta de la Partida
Registral de la empresa– a quién a efectos de la sesión de directorio del fecha veinticua-
tro de diciembre del año dos mil cuatro cumplió con remitir cartas notariales en las que
citaba a Rafael Bernardo López Aliaga Cazorla y Lorena Sousa Debarbieri –los otros
dos directores de la empresa– según consta de las copias legalizadas obrante a fojas tres-
cientos noventa y nueve y cuatrocientos del expediente principal, las que se recepciona-
ron el veinte de diciembre del año dos mil cuatro, igual cosa ocurrió con la sesión de
fecha tres de enero del año dos mil cinco, según las cartas remitidas por vía notarial a
los citados directores, que constan a fojas cuatrocientos uno y cuatrocientos dos, de lo
que se desprende que en materia de las convocatorias a las sesiones del directorio de
fecha veinticuatro de diciembre del dos mil cuatro y tres de enero del año dos mil cinco
no se incurrió en causal de nulidad; respecto a la causal de nulidad de la sesión de direc-
torio de fecha veinticuatro de diciembre del año dos mil cuatro al haberse celebrado con
la sola participación de uno de los Directores, de la revisión del acta de directorio de
dicha fecha se verifica en la parte introductoria que la sesión de directorio se realizó con
la participación de Lorenzo Alejandro Víctor Sousa Debarbieri quien actuó por derecho
propio y en representación de la Directora Solange Sousa Debarbieri, al respecto el ar-
tículo veintiuno del estatuto social establece que cabe la representación de un Director
por otro Director, de tal manera que siendo la voluntad de la Directora Lorena Sousa
Debarbieri que Lorenzo Alejandro Víctor Sousa Debarbieri la represente para la citada
sesión, según se prueba con la copia de la carta obrante a fojas cuatrocientos tres, se
contó con el requisito de pluralidad necesario para la adopción de acuerdo válidos al
haber participado en ella dos directores sin que se haya configurado nulidad alguna por
dicho aspecto; con relación a la causal de nulidad de las sesiones de fecha veinticuatro
de diciembre del año dos mil cuatro y tres de enero del año dos mil cinco, basada en el
hecho que por la sesión de fecha veinticuatro de diciembre del año dos mil cuatro, se
revocan –sin contar con facultades para ello–, las facultades otorgadas en el Estatuto
Social de Peruvian Trains & Railways Sociedad Anónima, al también director Rafael
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acto la enajenación de activos cuyo valor excede el cincuenta por ciento del capital de la
sociedad, contraviniendo el artículo ciento quince incisos quinto de la Ley General de
Sociedades por lo que al amparo del artículo treinta y ocho de la misma ley, resulta nulo
el acuerdo adoptado en la sesión de directorio de fecha tres de enero del año dos mil
cinco; con relación al acuerdo adoptado el día veinticuatro de setiembre del año dos
mil cuatro al amparo del artículo ciento quince del a Ley General de Sociedades y
doce del Estatuto Social, según los cuales la revocación de las facultades de López
Aliaga Cazorla únicamente podía haberse efectuado por la Junta General de Accionis-
tas; de la revisión de la escritura pública de constitución de sociedad de Peruvian Tra-
ins & Railways Sociedad Anónima se verifica que las facultades otorgadas al deman-
dante fueron conferidas según la Cuarta Disposición Final del Estatuto social como es
de verse a fojas ciento sesenta, tratándose de una disposición que forma parte del esta-
tuto social, según el artículo ciento quince, inciso segundo, de la Ley General de
Sociedades es de competencia de la Junta General y no del directorio, la modificación
del estatuto; en tal sentido, el acuerdo adoptado el día veinticuatro de diciembre del
año dos mil cuatro es contrario a lo previsto en la Ley General de Sociedades y resulta
nulo por aplicación de lo previsto en el artículo treinta y ocho de la misma Ley; decla-
rada la nulidad de los acuerdos adoptados en las sesiones de directorio de fecha vein-
ticuatro dé diciembre del año dos mil cuatro y tres de enero del año dos mil cinco pro-
cede anular las inscripciones de dichos acuerdos; el convenio de cesión de derechos
políticos y económicos sobre acciones de fecha diecisiete de enero del año dos mil
cinco la manifestación de voluntad expresada en su celebración no correspondió a la
determinada en la Ley General Sociedades, según la cual es la junta General la com-
petente para la celebración de actos que supongan la enajenación en un solo acto de
activos cuyo valor contable excede del cincuenta por ciento del capital de la sociedad
por tanto dicho convenio deviene en nulo; en cuanto a la remoción del cargo de presi-
dente del directorio o de cualquier director debe existir un acuerdo del órgano máxi-
mo de la sociedad o de la junta especial que lo eligió, situación que no se ha dado,
ello en razón de que la autoridad judicial no puede sustituir la voluntad de la sociedad
en la elección de sus órganos sociales; y, de la resolución que integró la sentencia, en
el segundo acuerdo materia de análisis se produce la delegación de facultades del
directorio a favor de uno de sus miembros según lo previsto por el artículo ciento
setenta y cuatro de la Ley General de Sociedades el directorio puede nombrar uno o
más directores para resolver o ejecutar determinados actos, siendo que para una dele-
gación permanente como la que es objeto del acuerdo, se requiere del voto favorable
de las dos terceras partes de los miembros del directorio y de su inscripción en el
Registro, en el presente caso el Directorio de Peruvian Trains & Railways Sociedad
Anónima estaba compuesto a esa fecha por tres personas y habiendo sesionado válida-
mente en dicha sesión dos de ellas, el segundo acuerdo de otorgamiento de facultades
a favor del señor Lorenzo Sousa Debarbieri resulta válido y consecuentemente debe
desestimarse este extremo de la pretensión demandada.
Cuarto.- Que el demandante Rafael Bernardo López Aliaga Cazorla y Peruvian
Corp interpusieron recurso de apelación en los extremos que se declaró infundada la
pretensión de remoción del cargo de Presidente de Directorio de Lorenzo Alejandro
Víctor Sousa Debarbieri de la empresa Peruvian Train & Railways Sociedad Anónima
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Noveno.- Que, en ese mismo sentido y con la misma facultad conferida por el refe-
rido segundo párrafo del artículo trescientos noventa y siete del Código Procesal Civil;
ahora, se procede a efectuar la corrección correspondiente, en lo que se refiere al acápi-
te d); en tal contexto, se precisa que conforme al objeto social de la empresa Peruvian
Trains & Railways Sociedad Anónima y dentro del Estatuto societario, en la Cuarta Dis-
posición Final, se dispuso que el Gerente General conjuntamente con el Director, Rafael
Bernardo López aliaga Cazorla, ejerzan en forma conjunta las facultades contenidas en
el artículo veintiséis, incisos a) y c) del estatuto, referidas a la representación financiera,
económica y administrativa y contractual; así se tiene, que es una disposición que forma
parte del estatuto social, por lo que es facultad de la Junta General, y no del Directo-
rio, otorgar facultades de representación; lo que se corrige en el sentido que es un tema
de facultades a tribuidas a la Junta General y no al Directorio, que no implica la modi-
ficación del estatuto. A mayor abundamiento, la representación financiera, económica y
administrativa y contractual, comprende que al constituirse la sociedad, los socios han
visto por conveniente que para determinados actos no haya una representación indistin-
ta, sino que dos personas sean las que representen conjuntamente a la sociedad, estruc-
tura que evidencia que se requería una intervención más reflexiva al proceder en bene-
ficio de la empresa, lo cual se lograría con la representación conjunta, y no individual.
Por lo que el referido acuerdo adoptado en la sesión de directorio aludida, es contra-
rio a la Ley General de Sociedades, y en aplicación correcta del artículo treinta y ocho
de la Ley General de Sociedades, se determinó la nulidad del segundo acuerdo realiza-
do en la sesión de directorio del veinticuatro de diciembre de dos mil cuatro, por el cual
se le otorgó facultades de representación a Lorenzo Sousa Debarbieri, caso contrario se
habría vulnerado el artículo ciento quince, inciso segundo, de la Ley General de Socie-
dades. Por tales fundamentos, tampoco se configura infracción normativa; toda vez que
la sentencia impugnada aplicó de forma correcta y coherente la norma pertinente.
Por estos fundamentos, declararon: INFUNDADOS los recursos de casación inter-
puestos por Peruvian Trains & Railways Sociedad Anónima y por Contour Holdings
Inc a través de los escritos obrante a fojas dos mil ciento cincuenta y seis y dos mil cien-
to setenta y uno; en consecuencia: NO CASARON la sentencia de vista –resolución
número nueve– obrante a fojas dos mil cuarenta y dos, de fecha quince de diciembre del
año dos mil nueve, que expidió la Primera Sala Civil con Subespecialidad Comercial
de la Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presen-
te resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Rafael Bernardo López Aliaga Cazorla contra Lorenzo Alejandro Víctor Sousa Debar-
bieri y otros, sobre. Nulidad de Acuerdo Societario; y los devolvieron. Ponente Señor
Ticona Postigo, Juez Supremo.
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JURISPRUDENCIA
que justifique que expedición de una sentencia inhibitoria, y siendo necesario efectuar
previamente el análisis conjunto y pormenorizado de los elementos probatorios incor-
porados al proceso, labor que es ajena a esta sede casatoria y que corresponde realizar
a las instancias de mérito, corresponde declarar excepcionalmente la nulidad de la recu-
rrida para efectos de que la Sala Superior, en revisión, cumpla con pronunciarse sobre el
fondo de la materia controvertida, en salvaguarda del principio de doble instancia pre-
visto en el artículo décimo del Título Preliminar del Código Procesal Civil.
Sexto.- Que, por tanto, al verificarse la causal de infracción normativa, el recur-
so de casación debe ampararse en calidad de reenvío y proceder conforme a lo norma-
do en el inciso primero del artículo trescientos noventa y seis del Código Procesal Civil
declararon:
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Mauro Rojas Izaguirre median-
te escrito de fojas quinientos sesenta y cinco; CASARON la resolución impugnada,
en consecuencia, NULA la sentencia de vista de fojas quinientos cuarenta y nueve, su
fecha treinta de julio del año dos mil nueve; MANDARON que la Sala Superior emita
nueva resolución, con arreglo a derecho y a lo actuado; DISPUSIERON se publique la
presente resolución en el diario oficial El Peruano; bajo responsabilidad; en los segui-
dos por Mauro Rojas lzaguirre contra Empresa de Transporte Urbano “Víctor Raúl Haya
de la Torre” Sociedad Anónima, sobre Nulidad de Acuerdo Societario; y los devolvie-
ron. Ponente Señor Ticona Postigo, Juez Supremo.
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CAS. Nº 1768-2012-JUNÍN
Lima, siete de junio de dos mil trece.
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPÚBLICA
Vista la causa signada con el número mil setecientos sesenta y ocho - dos mil doce,
en Audiencia Pública llevada a cabo en la fecha, y producida la votación con arreglo a la
ley, se ha emitido la siguiente sentencia.
MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN
Se trata del recurso de casación interpuesto por Edelmira Norma Yarasca Cipria-
no, de folio cuatrocientos diez, contra el auto de vista de folio trescientos ochenta y dos,
de fecha catorce de diciembre de dos mil once, expedido por la Segunda Sala Mixta de
Huancayo de la Corte Superior de Justicia de Junín, que resuelve confirmar la resolu-
ción que declara la conclusión del proceso por sustracción de la materia, en consecuen-
cia, concluido el proceso.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE CASACIÓN
Mediante resolución de fecha seis de agosto de dos mil doce, de folio ciento diez
del cuadernillo de casación, esta Sala Suprema ha declarado procedente el recurso de
casación interpuesto por Edelmira Norma Yarasca Cipriano por la causal de infracción
normativa procesal y material: a) Infracción normativa procesal; toda vez que: i) La
concesión de la medida cautelar a su favor ha sido analizada por el superior de mane-
ra muy superficial a tal punto de considerarla como un superfluo argumento de defen-
sa, a sabiendas de que el referido acto procesal, tiene plena incidencia para resolver el
conflicto, tanto más, si está vigente en el tiempo, en el derecho y además goza de plena
eficacia jurídica, por lo que al haberse resuelto la causa sin respetar los efectos legales
y jurídicos del objeto de la medida cautelar de no innovar, se atenta contra el derecho al
debido proceso; ii) El acuerdo de convocatoria de Gerencia General adoptado en segun-
da oportunidad mediante Junta General de fecha diecisiete de enero de dos mil once, ha
sido adoptado con posterioridad a la inscripción de la medida cautelar en el Registro de
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JURISPRUDENCIA
Sociedades, tanto más, si la referida Junta General se ha llevado a cabo sin advertir la
prohibición expresa de mantener el estado de hecho y de derecho que ordenó la medi-
da cautelar de no innovar; iii) No se ha efectuado juicio de valor sobre la constancia de
inscripción de la medida cautelar de no innovar de fecha once de enero de dos mil once,
ni sobre la denuncia policial presentada para la oposición a la Junta sustitutoria que el
mismo superior reconoce que no se ha tomado en cuenta; iv) El superior no se pronun-
cia en ningún extremo y mucho menos sustenta debidamente las razones por las cuales
una medida cautelar de no innovar dictada con anterioridad, influye o no en la conclu-
sión de la presente causa por sustracción de la materia; v) Se ha aplicado en forma inde-
bida el artículo 630 del Código Procesal Civil, pues lo que se discute en el presente caso
es la solicitud de la parte demandada, consistente en la conclusión del proceso por sus-
tracción de la materia, la misma que resulta improcedente por cuanto existe trabada una
medida cautelar de no innovar, la misma que obra debidamente inscrita en el registro
respectivo y goza de protección registral, no siendo tema de discusión la cancelación de
la medida cautelar ya que esta no fue objeto de su agravio y mucho menos invocada por
la demandada al plantear su pedido de conclusión del proceso; vi) Se ha inaplicado el
artículo 687 del Código Procesal Civil, pues el superior no fundamentó debidamente y
mucho menos tomó en consideración la naturaleza jurídica de la medida cautelar de no
innovar, la misma que se planteó con el objeto de que se mantenga la situación de hecho
y de derecho a la fecha de presentación de la solicitud cautelar y consecuentemente se
suspenda, paralice y/o se impida la inscripción o anotación de suspensión de funciones
y revocatoria de Gerente, exclusión de socio y de cualquier otro acto modificatorio del
pacto social, del estatuto y/o de la estructura orgánica de la sociedad, pretensión que fue
concedida mediante resolución de fecha seis de enero del año dos mil once, la misma
que fue debidamente inscrita en la Partida Registral número 11003909 del Registro de
Sociedades de la Zona Registral número ocho - Sede Huancayo, de fecha once de enero
del dos mil once; b) Infracción normativa material por interpretación errónea del
artículo 135 último párrafo de la Ley General de Sociedades, toda vez que el acuer-
do de revocatoria del Gerente General, adoptado en segunda oportunidad y que supues-
tamente sustituye al primigenio de suspensión en las funciones del Gerente General, ha
sido adoptado con posterioridad a la inscripción de la medida cautelar en el Registro de
Sociedades, y estando a que dicha medida ha suspendido el statu quo de la Sociedad,
por cuanto conforme se desprende de su contenido, el a quo ha ordenado que se man-
tenga el estado de hecho y de derecho al momento de la presentación de la demanda;
c) Infracción normativa material por interpretación errónea del artículo 139
segundo y tercer párrafo de la Ley General de Sociedades, toda vez que se ha lleva-
do a cabo una junta general en forma irregular, es decir, que ésta resulta siendo nula ipso
iure, por no tener validez jurídica alguna, por cuanto no se tomado en cuenta la natu-
raleza jurídica de advertir la prohibición expresa de mantener el estado de hecho y de
derecho que ordenó la medida cautelar de no innovar; d) Infracción normativa por
inaplicación del artículo 2012 del Código Civil, toda vez que las instancias de mérito,
el Notario ante quien se efectuó la convocatoria, y los socios de la empresa demandada
pueden alegar que desconocían el contenido de la inscripción de la medida cautelar de
no innovar, máxime cuando por imperio de este dispositivo legal dichas personas tenían
pleno conocimiento de dicha medida cautelar por lo tanto, no se podía llevar a cabo
una junta general, siendo preciso indicar que no podría llevar adelante una convocatoria
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JURISPRUDENCIA
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(1) HINOSTROZA MINGUÉZ, Alberto. El embargo y otras medidas cautelares. 2ª edición, Editorial San
Marcos, Lima, 2000, p. 13.
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Jurisprudencia de las Cortes Superiores
EXPEDIENTE Nº 01725-2010-0-1401-JR-CI-05
Ica, 29 de agosto de 2014.
PRIMERA SALA CIVIL - SEDE CENTRAL
VISTOS: En audiencia pública el recurso de apelación de la sentencia e intervi-
niendo como ponente la Jueza Jacqueline Chauca Peñaloza.
CONSIDERANDO:
Primero.- Sobre la Resolucion Nº 5. Es materia de apelación la resolución Nº 5
que declara infundada la nulidad interpuesta por la codemandada Elsi Consuelo Tataje
Barriga, y, aclara la resolución Nº 1 que la demanda versa sobre Impugnación de acuer-
do de exclusión de socio adoptado en la Junta General Extraordinaria del 15 de junio del
2010, y como pretensión accesoria la impugnación de todo acuerdo posterior como es la
reducción d capital y modificación parcial de estatutos, inclusión de socios, aumento de
capital y modificación parcial de estatutos, transformación de sociedad, revocación de
administradores y nombramiento de gerentes, así como la segunda pretensión accesoria
de nulidad inscripciones registrales contenidos en los asientos 12,13, 14 y 15 de la par-
tida Nº 02027588 del Registro de Personas Jurídicas de la Oficina Registral de Ica. El
recurso de apelación es presentado por Elsi Consuelo Tataje Barriga, quien en el escri-
to que obra de la página 157 a 165, solicita se revoque la impugnada y reformándola se
declare fundada la apelación y declare improcedente la demanda.
Segundo.- Como antecedentes de la resolución apelada se tiene que la demanda-
da Elsi Consuelo Tataje Barriga, por escrito que obra de las páginas 135 a 142, solicitó
la nulidad de lo actuado hasta la resolución Nº 1 que admite la demanda, porque debió
ser declarada improcedente, dichas acciones a la fecha de presentación de la demanda
habían caducado, por contener indebida acumulación de pretensiones. En consecuencia
se tiene que se ha solicitado la nulidad de una resolución que es la Nº 1.
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ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
Tercero.- Por mandato de la ley, específicamente artículo 356 del Código Proce-
sal Civil, la actividad impugnatoria se puede ejercer a través de la vía recursiva, de los
remedios y de la pretensión autónoma de nulidad. Los recursos son medios de impug-
nación de los actos procesales, la parte agraviada por él, tiene dentro de los límites que
la ley le confiera, poderes de impugnación destinados a promover la revisión del acto
y su eventual modificación. El recurso es el medio de impugnación más importante, la
impugnación es el género y el recurso la especie. Los recursos son aquellos actos pro-
cesales en cuya virtud quien se considera agraviado por una resolución judicial puede,
en el mismo proceso y dentro de determinados plazos, computados desde la notificación
de aquella, que un órgano superior en grado tal que la dicto, o en su caso este mismo,
la reforme, modifique, amplíe o anule. Los recursos pueden clasificarse en ordinarios
y extraordinarios, los primeros son aquellos que la ley prevé con el objeto de reparar
genéricamente la extensa gama de defectos que puede exhibir las resoluciones judicia-
les y que fundamentalmente consisten en errores de juzgamiento derivados de una des-
acertada aplicación de la ley o de la valoración de la prueba o vicios producidos por la
inobservancia de los requisitos procesales que condicionan la validez de la correspon-
diente resolución y en irregularidades concernientes al procedimiento que precedió a su
dictado. El recurso ordinario opera al interior del proceso, tanto por la facilidad con que
es admitido como por el mayor poder, que se atribuye al órgano jurisdiccional encarga-
do de resolverlo. Son considerados recursos ordinarios los siguientes: aclaratoria, repo-
sición, apelación, nulidad y queja por denegatoria de apelación. En tanto que los reme-
dios para nuestro código procesal civil, son medios de impugnación que se formulan por
quien se considere agraviado por actos procesales no contenidos en resoluciones; por
citar el cuestionamiento de acto de notificación o el cuestionamiento de la ejecución de
un embargo en forma de depósito. Atendiendo a las premisas normativas citadas se tiene
que si se pretende cuestionar un acto procesal contenido en resolución, como es la Nº 1
que admite a trámite la demanda, la forma correcta no es el uso de la nulidad (remedio),
sino el recurso; empero la parte apelante uso el remedio de tipo de nulidad, según se
colige de las páginas 135 a 142; y en este contexto la nulidad no es procedente.
Cuarto.- Además, una vez resuelta la nulidad de la resolución Nº 1, por resolu-
ción Nº 5; la codemandada Elsi Consuelo Tataje Barriga, ha impugnado la resolución
Nº 5 en esta parte; cuando está prohibido por mandato expreso del artículo 365 inciso 2)
del Código Procesal Civil. Así el texto legal referido prescribe que “Procede apelación
(…) 2. Contra los autos, excepto los que se expidan en la tramitación de una articula-
ción (…)”; en este caso la resolución Nº 5 en la parte que desestima la nulidad de reso-
lución es una articulación. El fundamento es que todo acto procesal tiene la posibilidad
de la impugnación, como un mecanismo orientado a corregir errores en su producción,
en ese sentido lo prescribe el artículo 355 del Código Procesal Civil, y para ejercer la
impugnación nuestro sistema procesal acoge tres mecanismos: el remedio, la pretensión
autónoma y recurso. Una expresión de los remedios, es la nulidad de acto procesales no
contenidos en resoluciones; por tanto si utilizo el remedio (nulidad) ya no pudo usar el
recurso; lo contrario implica articulación. Siendo así el recurso de apelación concedido
contra la resolución Nº 5 en este punto es improcedente lo cual se califica así a mérito
del artículo 367 del Código Procesal Civil, previa nulidad del concesorio contenido en
la resolución Nº 6 de la página 166.
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e Isabel Cecilia Tataje Barriga (…)”; y este título fue presentado a Registros Público el
21/07/2010 e inscrito el 9 de agosto de 2010. Ahora bien existe diferencia entre presen-
tar que es “Poner a la vista una cosa para que pueda ser examinada con detenimiento”
según el diccionario; con inscribir que es “Tomar razón en un registro de declaraciones,
documentos” “según diccionario; y artículo VI del Reglamento del Registro de Socieda-
des RESOLUCIÓN DEL SUPERINTENDENTE NACIONAL DE LOS REGISTROS
PÚBLICOS Nº 200-2001-SUNARP-SN. La norma sobre caducidad referida ordena que
el computo del plazo de caducidad se inicia desde la inscripción, que fue el 9 de agos-
to del 2010 y a la fecha de presentación de la demanda que es el 8 de setiembre de 2010
–según sello de recepción de la página 50– se tiene que no transcurrió el mes siguiente a
la inscripción, por lo cual no ha operado la caducidad.
Décimo quinto.- En el fundamento cuarto de la sentencia el juzgado precisa
que: “(…) El artículo 92 del Código Civil, establece que: “Todo asociado tiene dere-
cho a impugnar judicialmente los acuerdos que violen las disposiciones estatutarias. Las
acciones impugnatorias deben ejercitarse en un plazo no mayor de sesenta días conta-
dos a partir de la fecha del acuerdo. Pueden ser interpuestas por los asistentes, si hubie-
ran dejado constancia en acta de su oposición al acuerdo, por los asociados no concu-
rrentes y por los que hayan sido privados ilegítimamente de emitir su voto. Si el acuerdo
es inscribible en el registro, la impugnación puede formularse dentro de los treinta días
siguientes a la fecha en que la inscripción tuvo lugar (…)”; texto legal que no es apli-
cable al caso de autos conforme lo advierte el apelante, pues este es un caso de Impug-
nación de acuerdo societario de sociedad civil de responsabilidad limitada, en tanto que
el artículo 92 del Código Civil, es de aplicación a la persona jurídica de tipo asocia-
ción, que son dos diferentes; empero la cita normativa de dicho texto legal no ocasiona
la nulidad de la recurrida, dado que no es trascendente su mención; pues para que opere
la nulidad –según artículo 171 del Código Procesal Civil– no basta la existencia de un
vicio si el defecto no perjudica la resolución, y este es el caso porque con o sin la pre-
sencia de este párrafo el contenido de la sentencia esta debida y lógicamente motivada,
dado que en otros párrafos hace cita a las normas legales pertinentes y los hechos; que
dan la conclusión de la parte decisoria.
Décimo sexto.- En cuanto al numeral 4.5 de la sentencia, que se remite al Tribunal
Constitucional en la sentencia recaída en el Expediente Nº 5215-2007-PA/TC y precisa
que ha señalado: “(…) en el presente caso nos encontramos frente al ejercicio del dere-
cho disciplinario sancionador que una persona jurídica de derecho privado puede apli-
car a sus miembros cuando estos cometan faltas tipificadas como tales en sus estatutos,
siempre y cuando se les garantice un debido proceso y se respeten los derechos funda-
mentales consagrados en la Constitución (…) Sobre el particular y respecto a los proce-
dimientos disciplinarios sancionadores llevados a cabo al interior de asociaciones, existe
abundante y uniforme reiterada jurisprudencia expedida por el Tribunal Constitucional.
En el caso de autos, si bien no se trata de una asociación en sentido estricto (conforme
la entiende el Código Civil), sino de una Sociedad Civil de Responsabilidad Limitada,
queda claro que dichos criterios resultan perfectamente invocable y, por ende, aplica-
bles a la controversia de autos (…) En diversas oportunidades este Colegiado ha seña-
lado que el derecho al debido proceso es un derecho cuyas potestades se encuentran en
esfera de protección no solo se titularizan en el sino de un proceso judicial, sino que se
304
JURISPRUDENCIA
305
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
Décimo noveno.- La Junta General Extraordinaria del 15 de junio del 2010 que
excluye como socios a los demandantes, fue realizado cuando la demandada tenía la
forma de sociedad civil de responsabilidad limitada, por lo tanto era de aplicación la
norma contenida en el artículo 293 de la Ley General de Sociedades cuyo texto dice:
“Exclusión y separación de los socios. Puede ser excluido el socio gerente que infrinja
las disposiciones del estatuto, cometa actos dolosos contra la sociedad o se dedique por
cuenta propia o ajena al mismo género de negocios que constituye el objeto social. La
exclusión del socio se acuerda con el voto favorable de la mayoría de las participaciones
sociales, sin considerar las del socio cuya exclusión se discute, debe constar en escritura
pública y se inscribe en el Registro. Dentro de los quince días desde que la exclusión se
comunicó al socio excluido, puede éste formular oposición mediante demanda en pro-
ceso abreviado. Si la sociedad solo tiene dos socios, la exclusión de uno de ellos solo
puede ser resuelta por el juez, mediante demanda en proceso abreviado. Si se declara
fundada la exclusión se aplica lo dispuesto en la primera parte del artículo 4. Todo socio
puede separarse de la sociedad en los casos previstos en la ley y en el estatuto”.
Vigésimo.- En este caso de autos según transcripción de la Junta General Extraor-
dinaria del 15 de junio del 2010, contenida en la contestación, una de las causales por
las cuales fueron separados los accionantes fue: “POR HABER REALIZADO GESTIO-
NES A TÍTULO PERSONAL, UTILIZANDO LA INFRAESTRUCTURA Y EQUIPOS
DE LA CLÍNICA TATAJE BARRIGA SCRL PARA LA SUSCRIPCIÓN DE CONVE-
NIO DE PRESTACIÓN DE SERVICIOS DE SALUD CON RÍMAC (…) CONFORME
SE CORROBORA DE LA CARTA (…) UNA VEZ SUSCRITO POR EL DR. JULIO
ZENÓN TATAJE BARRIGA (…) CON LO CUAL ACREDITA QUE SE VIENE
DEDICANDO POR CUENTA PROPIA AL MISMO GÉNERO DE NEGOCIOS QUE
CONSTITUYE EL OBJETO SOCIAL DE LA CLÍNICA TATAJE BARRIGA SOCIE-
DAD CIVIL DE RESPONSABILIDAD LIMITADA”. Resulta que dicha carta a que
hace referencia dicha acta no consta en autos, lo que si obran son cartas notariales remi-
tidas por la codemandada ELSI CONSUELO TATAJE BARRIGA a RÍMAC INTER-
NACIONALES S.A ENTIDAD PRESTADORA DE SALUD, a RÍMAC INTER-
NACIONAL COMPAÑÍA DE SEGUROS Y REASEGUROS, a MAFRE PERÚ, a
PACÍFICO SALUD, a PERSALUD S.A, a la POSITIVA CÍA DE SEGUROS, y a la
SUPERINTENDENCIA DE ENTIDADES PRESTADORAS DE SALUD; –según pági-
nas 97 a 104–, comunicando el uso del accionante JULIO ZENÓN TATAJE BARRIGA
usa a título personal instalaciones y demás bienes de la sociedad demandada; pero es la
afirmación de la co demandada que obra por escrito sin medio probatorio que lo corro-
bore; entonces no se acredita esta causal que ha motivado la exclusión de los accionan-
tes. Cabe resaltar que en la contestación y anexos referidos, se considera como autor de
estos hechos a Julio Zenón Tataje Barriga, pero además del demandante citado, han sido
excluidos y separados otros socios como es la codemandante Rosario Virginia Tataje
Barriga e Isabel Cecilia Tataje Barriga –según inscripción registral de la página 21– sin
que hayan motivos de su exclusión ni separación, porque a decir de la propia demanda-
da ellas no usaron los bienes de la sociedad a título personal.
Vigésimo primero.- De otro lado, la exclusión y separación de los socios accio-
nantes se fundamenta en la existencia de dos denuncias penales, que se acreditan de
la demanda y contestación y disposición Nº 18-1949-2010-1°DISFPPC-ICA del caso
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JURISPRUDENCIA
acumulado Nºs 2010-0657 y 2010-1837 que obran de las páginas 93 a 96; que a decir
de los demandados violenta el pacto social y estatuto vigente perdiéndose el animus
societatis –ver página 110–. Al respecto no se colige de autos artículo del Estatuto o
pacto social donde se prohíba la presentación de denuncias en contra de los socios por
presuntos actos contra la sociedad; entonces no se colige la violación de estatutos. Las
sociedades se forman con convención de las partes; y cuando esta se acaba; es una cau-
sal de disolución y liquidación de la misma, empero la sola presentación de denuncia
penal por presuntos actos ilícitos en contra de un socio en agravio de la sociedad, no
acredita la pérdida del animus societatis, por tanto no es causal de exclusión o separa-
ción de socios. En consecuencia; la Junta General del 15 de junio de 2010 vulnera el ar-
tículo 293 de la Ley General de Sociedades, tanto más que esta exclusión de socio debió
comunicársele a los socios excluidos, para que puedan formular su oposición; empero
esto no ha ocurrido con lo cual se corrobora la violación de dicha norma; según lo expu-
so el juzgado en la sentencia específicamente en el considerando 4.6; que concuerda con
el artículo 139 de la Ley General de Sociedades que dispone que: “Pueden ser impugna-
dos judicialmente los acuerdos de la Junta General cuyo contenido sea contrario a esta
Ley (…)”; que es el caso de autos. Cabe precisar que por el principio de limitación este
colegiado solo se pronuncia por los agravios denunciados y al no haber sido acreditados
se confirma la sentencia.
POR ESTOS FUNDAMENTOS:
1) DECLARARON NULO el concesorio del recurso de apelación contenido en
la resolución Nº 6. Proveyendo el escrito de las páginas 157 a 165: DECLA-
RARON improcedente el recurso de apelación de la Resolución Nº 5.
2) CONFIRMARON la sentencia contenida en la Resolución Nº 22 que falla
declarando FUNDADA la demanda interpuesta por Julio Zenón Tataje Barri-
ga por derecho propio y en representación de Rosario Virginia Tataje Barri-
ga contra la Clínica Tataje Barriga S.A.C. y doña Elsi Consuelo Tataje Barri-
ga, sobre impugnación de acuerdos de exclusión de socio adoptado en Junta
General Extraordinaria del 15 de junio de 2010; con lo demás que la contiene;
y, los devolvieron.
PONENCIA
SENTENCIA DE VISTA
1ª SALA CIVIL - Sede Central
EXPEDIENTE Nº 01725-2010-0-1401-JR-CI-05
RESOLUCIÓN Nº 29
Ica, veintinueve de agosto
Del dos mil catorce.
VISTOS: En audiencia pública el recurso de apelación de la sentencia e intervi-
niendo como ponente la Jueza Jacqueline Chauca Peñaloza.
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ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
CONSIDERANDO:
Primero.- Sobre la Resolucion Nº 5. Es materia de apelación la Resolución
Nº 5 que declara infundada la nulidad interpuesta por la codemandada Elsi Consue-
lo Tataje Barriga, y, aclara la resolución Nº 1 que la demanda versa sobre Impugna-
ción de acuerdo de exclusión de socio adoptado en la Junta General Extraordinaria
del 15 de junio del 2010, y como pretensión accesoria la impugnación de todo acuer-
do posterior como es la reducción d capital y modificación parcial de estatutos, inclu-
sión de socios, aumento de capital y modificación parcial de estatutos, transformación
de sociedad, revocación de administradores y nombramiento de gerentes, así como
la segunda pretensión accesoria de nulidad inscripciones registrales contenidos en los
Asientos 12,13, 14 y 15 de la Partida Nº 02027588 del Registro de Personas Jurídicas
de la Oficina Registral de Ica. El recurso de apelación es presentado por Elsi Consuelo
Tataje Barriga, quien en el escrito que obra de las páginas 157 a 165, solicita se revo-
que la impugnada y reformándola se declare fundada la apelación y declare improce-
dente la demanda.
Segundo.- Como antecedentes de la resolución apelada se tiene que la demanda-
da Elsi Consuelo Tataje Barriga, por escrito que obra de las páginas 135 a 142, solicitó
la nulidad de lo actuado hasta la resolución Nº 1 que admite la demanda, porque debió
ser declarada improcedente, dichas acciones a la fecha de presentación de la demanda
habían caducado, por contener indebida acumulación de pretensiones. En consecuencia
se tiene que se ha solicitado la nulidad de una resolución que es la Nº 1.
Tercero.- Por mandato de la ley, específicamente artículo 356 del Código Proce-
sal Civil, la actividad impugnatoria se puede ejercer a través de la vía recursiva, de los
remedios y de la pretensión autónoma de nulidad. Los recursos son medios de impug-
nación de los actos procesales, la parte agraviada por él, tiene dentro de los límites
que la ley le confiera, poderes de impugnación destinados a promover la revisión del
acto y su eventual modificación. El recurso es el medio de impugnación más impor-
tante, la impugnación es el género y el recurso la especie. Los recursos son aquellos
actos procesales en cuya virtud quien se considera agraviado por una resolución judi-
cial puede, en el mismo proceso y dentro de determinados plazos, computados desde
la notificación de aquella, que un órgano superior en grado tal que la dictó, o en su
caso este mismo, la reforme, modifique, amplíe o anule. Los recursos pueden clasifi-
carse en ordinarios y extraordinarios, los primeros son aquellos que la ley prevé con
el objeto de reparar genéricamente la extensa gama de defectos que puede exhibir las
resoluciones judiciales y que fundamentalmente consisten en errores de juzgamien-
to derivados de una desacertada aplicación de la ley o de la valoración de la prueba o
vicios producidos por la inobservancia de los requisitos procesales que condicionan la
validez de la correspondiente resolución y en irregularidades concernientes al proce-
dimiento que precedió a su dictado. El recurso ordinario opera al interior del proceso,
tanto por la facilidad con que es admitido como por el mayor poder, que se atribuye al
órgano jurisdiccional encargado de resolverlo. Son considerados recursos ordinarios
los siguientes: aclaratoria, reposición, apelación, nulidad y queja por denegatoria de
apelación. En tanto que los remedios para nuestro Código Procesal Civil, son medios
de impugnación que se formulan por quien se considere agraviado por actos procesa-
les no contenidos en resoluciones; por citar el cuestionamiento de acto de notificación
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JURISPRUDENCIA
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ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
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ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
nos remitimos a Ley General de Sociedades para verificar el plazo y si de los actuados
se verifica este agravio.
Décimo cuarto.- El artículo 142 de la Ley General de Sociedades, sobre el plazo
de caducidad dispone que: “Caducidad de la impugnación. La impugnación a que
se refiere el artículo 139 caduca a los dos meses de la fecha de adopción del acuer-
do si el accionista concurrió a la junta; a los tres meses si no concurrió; y tratándo-
se de acuerdos inscribibles, dentro del mes siguiente a la inscripción”. El computo
del plazo de caducidad supone considerar el decurso desde su inicio hasta su ven-
cimiento, computándose todos los días sean hábiles o inhábiles, por las caracterís-
ticas de perentoriedad y fatalidad de los plazos de caducidad su decurso es indete-
nible y, por ello se computan desde su inicio hasta su vencimiento, sin vicisitudes,
esto es, sin causas suspensivas ni interruptivas, salvo la determinada por la imposibi-
lidad de reclamar el derecho ante el tribunal peruano como lo ha previsto el artículo
2005 del Código Civil. En este caso el acuerdo cuestionado es la exclusión de socios
adoptado en Junta General Extraordinaria de Accionistas del 15 de junio del 2010
–según página 51–; este acuerdo es inscribible conforme se colige de la página 21,
y artículo 3 del reglamento de Registro de Sociedades. Ahora bien de la página 21
que se ha referido se tiene fotocopia legalizada de la partida registral Nº 02027588
de donde se colige que la Clínica Tataje Barriga Sociedad Civil de Responsabilidad
Limitada, ha reducido su capital y modificado parcialmente su estatuto; entre otras
decisiones, así dice lo siguiente “Mediante Junta General de fecha 15/06/2010, se
acordó por unanimidad la Reducción de capital social (amortización de capital social
de manera automática) en la suma de S/ 1,125.00 como consecuencia de la exclu-
sión de los socios Julio Zenon Tataje Barriga, Rosario Virginia Tataje Barriga e Isa-
bel Cecilia Tataje Barriga (… )”; y este título fue presentado a Registros Público el
21/07/2010 e inscrito el 9 de agosto de 2010. Ahora bien existe diferencia entre pre-
sentar que es “Poner a la vista una cosa para que pueda ser examinada con deteni-
miento” según el diccionario; con inscribir que es “tomar razón en un registro
de declaraciones, documentos” “según diccionario; y artículo VI del Reglamento del
Registro de Sociedades RESOLUCIÓN DEL SUPERINTENDENTE NACIONAL DE
LOS REGISTROS PUBLICOS Nº 200-2001-SUNARP-SN. La norma sobre caduci-
dad referida ordena que el computo del plazo de caducidad se inicia desde la inscrip-
ción, que fue el 9 de agosto de 2010 y a la fecha de presentación de la demanda que es
el 8 de setiembre de 2010 –según sello de recepción de la página 50– se tiene que no
transcurrió el mes siguiente a la inscripción, por lo cual no ha operado la caducidad.
Décimo quinto.- En el fundamento cuarto de la sentencia el juzgado precisa que:
“(…) El artículo 92 del Código Civil, establece que: ‘todo asociado tiene derecho a
impugnar judicialmente los acuerdos que violen las disposiciones estatutarias. Las
acciones impugnatorias deben ejercitarse en un plazo no mayor de sesenta días contados
a partir de la fecha del acuerdo. Pueden ser interpuestas por los asistentes, si hubieran
dejado constancia en acta de su oposición al acuerdo, por los asociados no concurren-
tes y por los que hayan sido privados ilegítimamente de emitir su voto. Si el acuer-
do es inscribible en el registro, la impugnación puede formularse dentro de los trein-
ta días siguientes a la fecha en que la inscripción tuvo lugar (…)’”; texto legal que no
es aplicable al caso de autos conforme lo advierte el apelante, pues este es un caso de
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JURISPRUDENCIA
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ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
que, en virtud del pacto social, hayan sido encargados a los administradores. Los acuer-
dos se adoptan por mayoría de votos computada conforme al pacto social y a falta de
estipulación, por capitales y no por personas; y se aplica la regla supletoria del artículo
anterior al socio que solo pone su profesión u oficio. Toda modificación del pacto social
requiere acuerdo unánime de los socios”; aplicación normativa que se refiere a la socie-
dad civil, mas no a la sociedad civil de responsabilidad limitada que es el caso de autos;
–según actos postulatorios–; sin embargo; esta cita normativa no ocasiona la nulidad,
porque no perjudica trascendentemente la sentencia, dado que del resto del contenido de
la misma si es factible de advertirse la motivación interna y externa de la decisión arri-
bada, esto por aplicación del artículo 171 del Código Procesal Civil, por lo tanto no oca-
siona la nulidad de la misma.
Décimo octavo.- El artículo 51 de la Ley General de Sociedades, cuya aplicación
solicita el apelante dispone que: “En la sociedad anónima el capital está representado
por acciones nominativas y se integra por aportes de los accionistas, quienes no res-
ponden personalmente de las deudas sociales. No se admite el aporte de servicios en la
sociedad anónima”; empero su aplicación no es coherente con lo demandado, dado que
lo que se cuestiona es el acta de Junta General Extraordinaria del 15 de junio del 2010
–según demanda de la página 51–; que ocurrió cuando la demandada tenia la forma
societaria de Sociedad Civil de responsabilidad limitada; así se acredita de la propia
contestación que trascribe parte de dicha Junta –según página 109– cuando dice “(…) se
da inicio a la Junta General Extraordinaria de Socios de la CLÍNICA TATAJE BARRI-
GA SOCIEDAD CIVIL DE RESPONSABILIDAD LIMITADA (…)”, por lo tanto no
se acredita el agravio de la apelación.
Décimo noveno.- La Junta General Extraordinaria del 15 de junio del 2010
que excluye como socios a los demandantes, fue realizado cuando la demanda-
da tenia la forma de sociedad civil de responsabilidad limitada, por lo tanto era de
aplicación la norma contenida en el artículo 293 de la Ley General de Sociedades
cuyo texto dice:
“Exclusión y separación de los socios. Puede ser excluido el socio gerente que
infrinja las disposiciones del estatuto, cometa actos dolosos contra la sociedad
o se dedique por cuenta propia o ajena al mismo género de negocios que cons-
tituye el objeto social. La exclusión del socio se acuerda con el voto favora-
ble de la mayoría de las participaciones sociales, sin considerar las del socio
cuya exclusión se discute, debe constar en escritura pública y se inscribe en
el Registro. Dentro de los quince días desde que la exclusión se comunicó al
socio excluido, puede este formular oposición mediante demanda en proce-
so abreviado. Si la sociedad solo tiene dos socios, la exclusión de uno de ellos
sólo puede ser resuelta por el juez, mediante demanda en proceso abreviado.
Si se declara fundada la exclusión se aplica lo dispuesto en la primera parte
del artículo 4. Todo socio puede separarse de la sociedad en los casos previs-
tos en la ley y en el estatuto”.
Vigésimo.- En este caso de autos según transcripción de la Junta General Extraor-
dinaria del 15 de junio del 2010, contenida en la contestación, una de las causa-
les por las cuales fueron separados los accionantes fue: “POR HABER REALIZADO
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JURISPRUDENCIA
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ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
colegiado solo se pronuncia por los agravios denunciados y al no haber sido acreditados
se confirma la sentencia.
POR ESTOS FUNDAMENTOS:
1) DECLARARON NULO el concesorio del recurso de apelación contenido en
la resolución Nº 6. Proveyendo el escrito de las páginas 157 a 165: DECLA-
RARON improcedente el recurso de apelación de la resolución Nº 5.
2) CONFIRMARON la sentencia contenida en la resolución Nº 22 que falla
declarando FUNDADA la demanda interpuesta por Julio Zenón Tataje Barri-
ga por derecho propio y en representación de Rosario Virginia Tataje Barri-
ga contra la Clínica Tataje Barriga S.A.C. y doña Elsi Consuelo Tataje Barri-
ga, sobre Impugnación de Acuerdos de exclusión de socio adoptado en Junta
General Extraordinaria del 15 de junio de 2010; con lo demás que la contiene;
y, los devolvieron.
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JURISPRUDENCIA
EXPEDIENTE Nº 12754-2007-0
Miraflores, 19 de agosto de 2014
PRIMERA SALA CIVIL CON SUBESPECIALIDAD COMERCIAL
Interviniendo como Juez Superior Ponente el señor Lama More; y,
CONSIDERANDO:
Primero.- Que, el apelante LATIN AMERICAN CASINO DEL PERÚ S.A. al fun-
damentar el escrito de apelación de fojas seiscientos ochenta y seis, refiere primordial-
mente lo siguiente:
1. El juzgador incurre en error al ir más allá del petitorio al declarar en el ítem
c) de la parte resolutiva, la nulidad de la Escritura Pública de fecha treinta de
mayo del dos mil siete, en la que el apoderado Carlos Alberto Gonzales Bar-
zotti designa apoderados judiciales de la empresa demandada; no obstante no
constituir tal acto, parte del petitorio demandado.
2. El juzgador incurre en error al omitir pronunciamiento sobre lo invocado por
el recurrente en la contestación de demanda, respecto a que el acto cuya nuli-
dad se pretende es un acuerdo societario que tiene más de diez años sin que
ningún socio, accionista o director o tercero haya formulado oposición.
3. El juzgador ha violentado las normas del derecho societario al haber admitido
y declarado fundado un proceso donde ya ha operado la caducidad tanto del
derecho como de la acción, toda vez que la demandante pretende la nulidad de
acuerdos societarios adoptados por el directorio, a las que le son aplicables las
normas de la Ley General de Sociedades (art. 150) y no del Código Civil.
4. El juzgador –sin perjuicio de lo indicado precedentemente– incurre en error
al declarar fundada la demanda, no obstante que el plazo civil para accionar
317
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
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JURISPRUDENCIA
ahí que no le sea aplicable a la pretensión sub litis, el artículo 150 de la Ley General de
Sociedades, norma que se encuentra restringida a la nulidad de Junta General de Accio-
nistas, supuesto distinto al caso de autos, razón por la cual el agravio expuesto en el acá-
pite 3) merece ser desestimado.
Quinto.- Que, a fojas cuatrocientos nueve y cuatrocientos diez corre la resolución
número siete de fecha dieciséis de noviembre del dos mil nueve, que resuelve declarar
INFUNDADA LA EXCEPCIÓN DE CADUCIDAD deducida por la demandada, deci-
sión que precisamente se sustenta en la inaplicación del artículo 150 de la Ley Gene-
ral de Sociedades al caso en concreto; auto que al no ser apelado –no obstante haber
sido notificado(1)– ha adquirido la calidad de cosa juzgada formal al amparo del artículo
123 del Código Procesal Civil, lo que proscribe a este Colegiado todo pronunciamien-
to sobre la caducidad de la acción; correspondiendo precisar en este extremo, que tal
defensa de forma se sustentó –entre otros– en el trascurso del plazo de 10 años, 1 mes y
27 días desde la fecha de la sesión de directorio a la fecha de notificación de la deman-
da (ver fundamento tercero de la excepción), argumento que se entiende ha sido resuel-
to a través de la acotada resolución siete y que no es posible ser reevaluado en el acto de
apelación de sentencia, en la cual solo es materia de análisis las defensas de fondo de las
partes; por lo que el agravio expuesto en el acápite 4) merece ser desestimado.
Sexto.- Que, por otro lado, si bien la demandada ha deducido diversos remedios
y recursos contra actos procesales que inciden en la actuación probatoria de las partes,
como es el caso de la nulidad contra la resolución número once que fija los puntos con-
trovertidos y admite los medios probatorios(2) o las apelaciones(3) contra las resolucio-
nes números veinticuatro(4) y veinticinco(5) que ordenan al Abogado Carlos Gonzales
Barzotti prestar su declaración personal y exhibir los Libros de Actas de la empresa
demanda; es de indicar que tales actuaciones no constituyen señal de deficiente actua-
ción probatoria, por el contrario, pone de manifiesto la irrestricta libertad de defensa
asumida por el demandado, recursos que han sido resueltos por el a quo y confirma-
dos por el superior jerárquico(6), por lo que su interposición en nada afecta ni vulnera el
debido desarrollo del proceso, por el contrario, su revisión y ratificación por el Superior,
garantiza el debido tramite del mismo, por lo que el agravio detallado en el acápite 5)
merece ser desestimado.
Sétimo.- Que, por lo demás, no se aprecia de autos mayor dificultad en el desa-
rrollo de la actuación probatoria, verificándose del expediente, que el recurrente no
ha podido desvirtuar el sustento esencial de la actora, referido a que el Presidente del
Directorio no estuvo presente en la sesión de fecha 1 de julio de 2007 por hallarse en
319
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
dicha fecha, fuera del país, limitándose a señalar que “al recurrente apoderado no le
consta tal aseveración pues ninguno de los apoderados nombrados participamos en la
sesión de directorio de fecha 01 de julio de 1999”(7); a lo que se suma que los medios
probatorios ofrecidos por la demandada, no han resultado suficientes para acreditar el
fundamento principal de su defensa, consistente en que la ausencia del señor Lloyd
Lyons no genera duda o contradicción sobre la forma como se ha firmado el acta de
sesión de directorio, al admitirse la posibilidad de sesiones no presenciales, conforme
lo regulado en el artículo 169 de la Ley General de Sociedades (lo que se explicará más
adelante); incluso, de la revisión de autos se aprecia la poca colaboración brindada por
Carlos Alberto Gonzales Barzotti en la resolución de la controversia, persona que no
cumplió con brindar su declaración personal ni exhibir los Libros de Actas de la empre-
sa demandada en las audiencias programadas para tal fin, siendo renuente a la citación
del juzgado(8); situación que lejos de favorecerlo, genera que el a quo tome en considera-
ción tal conducta procesal conforme a lo indicado en el artículo 282 del Código Procesal
Civil.
Ante lo señalado y respecto al agravio detallado en el numeral 7), es de indicar
que ciertamente, el juez en el fundamento 11 de la recurrida ha señalado: “Que, de todo
ello fluye claramente que la referida sesión de directorio sub-materia resulta nula por ser
contrario a los Estatutos de la sociedad por cuanto en ella no se prevé la realización de
sesiones de directorio no presenciales, siendo a su vez contrario a lo previsto en el Art.
167 y siguientes de la Ley General de Sociedades”; motivación en la que efectivamente
hace referencia al Estatuto de la sociedad demandada, sin embargo, tal reseña no resul-
ta incorrecta, pues del escrito de demanda de fojas 60, se advierte que la actora Lina
Hurtado Márquez ofreció como primer medio probatorio, el Merito del Testimonio de
la Escritura de Constitución de Sociedad Anónima denominada Latin American Casi-
no S.A. (sic), el mismo que fuera admitido mediante resolución número once(9) de fecha
03 de agosto de 2010, en cuya calificación de medios probatorios del demandante, cita:
“ADMITIR los medios probatorios señalados en el punto 1 al 6 y 11 a 12”; siendo lo
relevante de tal prueba documental, que si bien se denomina “Testimonio de Constitu-
ción de Sociedad Anónima”, contiene en su cláusula octava el Estatuto de la sociedad,
por lo tanto, el juez, en los fundamentos 10 y 11 de la sentencia, sí se ha basado en un
medio probatorio ofrecido y admitido en el proceso.
Incluso, aun dando la razón al agravio del recurrente, ello no genera la nulidad de
la recurrida en virtud al principio de Subsanación previsto en el artículo 172 del Código
Procesal Civil, en razón que el artículo 169 de la Ley General de Sociedades, que regula
las “sesiones no presenciales”, cita:
“(…) Las resoluciones tomadas fuera de sesión de directorio, por unanimidad
de sus miembros, tienen la misma validez que si hubieran sido adoptadas en
sesión siempre que se confirmen por escrito.
(7) Ver acápite quinto del escrito de contestación de demanda de fojas 251.
(8) Ver actas de fojas 504 a 505, 619 y 680.
(9) Obrante a fojas 448.
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JURISPRUDENCIA
(10) BEAUMONT CALLIRGOS, Ricardo. Ley General de Sociedades. Gaceta Jurídica, Lima, 2002, p. 384.
(11) Sentencia del Tribunal Constitucional, tomado de <http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2002/1291-
2000-AA.html>.
321
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
(12) PICOY I JUNOY, Juan. Las Garantías Constitucionales del Proceso. Bosch, Barcelona, 1997, p. 61 y ss.
(13) ESQUIAGA GANUZAS, Francisco Javier. Iura Novit Curia y Aplicación Judicial del Derecho. Lex
Nova S.A., Valladolid, 2000, p. 49.
(14) Ídem.
(15) Ver fojas 448.
322
JURISPRUDENCIA
323
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
324
ÍNDICE
GENERAL
ÍNDICE GENERAL
Presentación........................................................................................................ 5
PARTE I
ENSAYOS
327
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
Impugnación de acuerdos
de la junta general de accionistas
Enrique A. Palacios Pareja
Introducción.................................................................................................. 55
I. ¿Qué pretensiones se pueden plantear?.............................................. 55
1. Las pretensiones contrarias a la ley, al estatuto o a los intereses
de la sociedad.............................................................................. 55
1.1. Acuerdo contrario a la LGS................................................ 56
1.2. Acuerdo cuyo contenido es contrario al estatuto o pacto
social................................................................................... 56
1.3. Acuerdo cuyo contenido lesiona, en beneficio directo de
uno o varios accionistas, los intereses de la sociedad........ 56
2. Las pretensiones de impugnación sustentadas en causales de
nulidad contempladas en la LGS o en el Código Civil............... 57
II. ¿Quiénes pueden demandar?.............................................................. 57
1. La legitimidad para obrar activa.................................................. 58
2. La legitimidad para obrar pasiva y la intervención de terceros.... 59
3. El accionista que dejó de serlo en el transcurso del proceso....... 60
III. La acumulación de pretensiones......................................................... 63
1. Acumulación objetiva.................................................................. 64
1.1. Acumulación objetiva originaria........................................ 65
1.2. Acumulación objetiva sucesiva.......................................... 66
2. Acumulación subjetiva de pretensiones...................................... 67
2.1. Acumulación subjetiva de pretensiones originaria............. 68
2.2. Acumulación subjetiva de pretensiones sucesiva............... 68
IV. Las medidas cautelares....................................................................... 69
1. La medida cautelar innovativa en la LGS................................... 69
328
ÍNDICE GENERAL
Introducción.................................................................................................. 101
I. Apuntes sobre la junta general de accionistas.................................... 103
1. Orígenes, evolución y naturaleza jurídica................................... 103
2. Competencia de la Junta General de Accionistas........................ 106
3. Obligatoriedad de los acuerdos................................................... 108
II. El interés social................................................................................... 109
III. El control de los acuerdos societarios en nuestra LGS....................... 113
1. El derecho al voto como sustento del derecho de impugnación
de acuerdos.................................................................................. 113
329
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
330
ÍNDICE GENERAL
Introducción.................................................................................................. 185
I. El Derecho Societario y los mecanismos de tutela a favor de los
grupos de intereses de la empresa....................................................... 187
II. Sobre los derechos individuales de los accionistas y su importancia
en la vida societaria................................................................................ 189
III. El derecho de impugnación como vía especial de tutela de los
accionistas........................................................................................... 191
1. ¿Cuál es el sentido del derecho de impugnación?....................... 191
2. ¿Quiénes están legitimados para ejercer este derecho?............... 192
3. ¿Qué acuerdos societarios pueden impugnarse?......................... 196
IV. Consecuencias de la impugnación...................................................... 205
Conclusiones................................................................................................. 205
PARTE II
CONSULTAS
331
ACUERDOS SOCIETARIOS. NULIDAD E IMPUGNACIÓN
PARTE III
JURISPRUDENCIA
332
ÍNDICE GENERAL
333