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***El Demonio Gélido***

- EH, mesero, trae otra ronda de cervezas aquí!!. Ahora, cuentanos esa historia, guerrero.
- Si tanto insisten, no tengo mucho tiempo. Seré breve.- Dijo el guerrero de vestimenta negra.
Hace 7 Años ocurrió el Holocausto de Brajhmegtar. Una masacre tan grande que el populacho
piensa que fue planificada por un ejercito, pero no, fue protagonizada por un hombre, un guerrero
exiliado... Un vikingo.
Un día, el jefe Mordivuz Raven, entrenaba a su primogénito para la gran prueba que se les daba
años vikingos para ser el defensor de cada pueblo. Al terminar esa cesión de entrenamiento,
Morviduz, le cuenta a su hijo una anécdota de antaño.
- Hijo, hace 100 años, una misteriosa arma fue encontrada en una cueva, una cueva que lleva el
nombre de La Cueva de la Muerte, por una razón. Ahí yace dormida en hielo negro, una bestia.
Cuando encontraron esa cueva vieron un arma, una nunca antes vista o fabricada por el mejor
herrero de estas tierras heladas. Dicen que unos hombres la intentaron blandir pero murieron,
como si su propia alma hubiera sido arrancada a la fuerza...
- A MI NO ME INTERSA LA MUERTE DE UNOS INEPTOS!!! -Le interrumpió su hijo-. Si
ellos fueron asesinados por un arma, debe ser que fueron débiles de cuerpo y mente, padre. Yo,
Viggo Raven, seré el futuro jefe de este pueblo y, no seré mano blanda como el jefe actual.
- Sigamos con el entrenamiento, Viggo.
Viggo era un joven guerrero que veía a su padre como un vikingo débil de carácter. El solo
pensaba en una cosa que, según él, era matar o morir. Viggo fue un berserker nato desde niño, en
sus 15 años asesino a sangre fría a su oponente en un ejercicio de entrenamiento, y ahora, él es
uno de los jóvenes vikingos de ese pueblo en ir al campo de guerra en tan corta edad. Al pasar de
los años, Viggo, aprendió a manejar toda clase de armas, cuerpo a cuerpo, distancia, corta
distancia, él sabia como desenvolverse en el campo de batalla con cualquier arma usándolas como
si fueran partes de su cuerpo. Al cumplir los 18 años, Viggo, después de haberle robado el libro de
jefes, a su padre, vio que había una advertencia al final de cada capitulo "Nunca te acerques a la
cueva" "Eso es indomable" "Los que la blanden MORIRAN" "Es el poder del fuego encarnado".
Viggo fue a presentarse ante su padre y los otros 9 ancianos del consejo del pueblo Raven, después
de volver de la batalla entre clanes por las tierras, solo. Cuando entro a la gran sala notó un aura de
desprecio y miedo en el ambiente.
- Ya llegue victorioso de la batalla, padre, ancianos. La conquista de las tierras cercana fue todo un
exito y, al juzgar por mis victorias en combates, preparación, dominio de armas y liderar solo un
batallon de 100 hombres, estoy listo para ser el próximo jefe...
- Silencio traidor!- Grito Morviduz- Liderazgo? Consideras liderazgo matar y utilizar a tu propio
batallón como si fueran carnada?! Responde y mirame a los ojos cuando te hable!
- Aveces se tiene que hacer sacrificios por un bien mayor en la guerra, padre. Solo hice lo que
considere táctico para...
- TÁCTICO?! Llamas a matar a tus soldados y usarlos como muñecos táctico? Estabas en un lugar
estratégico, donde pudiste considerar una emboscada en las montañas, aprovechar las sombras y
moverte entre ellas tú y tu batallon, no asesinarlos a todos y usarlos como distraccion!!!...
- No es mi culpa que ellos fueran una bola de ineptos que no aprovechan una oportunidad para
atacar. Yo solo hice lo necesario para la victo...
- CALLATE Y NO ME INTERRUMPAS, GUERRERO. Soy tu jefe y debes escucharme sin
responder. Viendo que Asesinaste a tu batallón mientras dormían, utilizarlos como cebo, no estas
preparado mentalmente y que no solo traicionaste a tu propio pueblo si no que también
traicionaste a tu padre... Quedas exiliado de mi pueblo, traidor. Largate antes de que te asesine con
mis propias manos.
- Exilio? Acaso vas a exiliar a tu propio hijo? Estoy mas calificado para ser el jefe de esta
porquería y llevarlos a la gloria, no como los ancianos casi muertos que están aquí presentes.
- Tu ya no eres mi hijo, te dejare conservar mi apellido para recordarte hasta el día de tu muerte
que eres solo un cuervo traidor. Vete antes de que tu muerte sea en este sitio -Lo dijo con una
mirada fría y llena de ira-.
- Bien, me voy, hare lo que ningún jefe en los últimos 100 años haya echó. Pondré fin a la
presencia oscura que hay en esta cueva -Lanza el libro al suelo- y volveré con la cabeza en alto y
tomare lo que es mio por derecho.

Así fue, así fue como Viggo paso de ser un guerrero de las mejores líneas de ataque y estrategia, el
hijo de Mordivuz Raven, guerrero que, en su juventud, lucho contra 1000 guerreros del sur y salio
victorioso, a un traidor exiliado. Viggo, sabiendo lo poderosa que era la presencia oscura de esa
cueva por lo leído en el libro de jefes, se fue decidido a hacerle frente y acabar con eso de una vez
por todas. Al llegar a la mitad del camino de esa cueva observó en la lejanía dos aves, una que era
un cuervo y la otra una lechuza. Transcurridos unos segundos el cuervo se percata de la presencia
de Viggo vuela directo a su dirección aterrizando en una rama y observándolo fijamente con unos
ojos tan fríos y llenos de oscuridad, mientras que la lechuza desaparecía en la nieve. Cuando
Viggo volvió a la dirección del cuervo este, había desaparecido. Él pensó que había sido un Fylgja
y que de seguro, en esa cueva, le esperaba su muerte. No le presto mucho caso y siguio a la cueva.
Tras unas 5 horas, encontró la entrada a la cueva de la muerte, ya era de noche, el frío aumentaba
cada segundo y Viggo, con una mirada fría y llena de ira, entró en la cueva. Era oscuro, solo
escuchaba el sonido de las gotas cayendo del hielo derritiéndose del techo, por mucho frío que
hacia afuera en ese bosque, ahí dentro era como estar en el propio Muspelheim. Cuando llego a un
lugar donde, el reflejo que la luna, iluminaba un túmulo de hielo color negro que sobresalía de la
punta un mango de un arma pesada. Viggo, sin miedo, se dirigió al centro y tomo el mango del
arma y después de levantarla para sacar escucho una voz tenebrosa a su espalda que le susurraba
en el oído.
- Eso es, exiliado. Saca el arma del hielo. -La voz resonaba con eco y era sonaba como si fuera la
misma muerte en persona-
- Quien dijo eso? Muestrate y da la cara cobarde!!. -Grito Viggo feroz y enérgico-
- Aaaaa, tienes miedo. Se nota que tu alma tiene miedo de estar aquí jajajajaja. -La sienestra voz se
reía y era mas diabólica su risa que su voz- Quien eres, exiliado, dime tu nombre antes de morir.
- *Jum* sabiendo que te matare, te daré el honor de saber el nombre de tu verdugo. Yo soy, Viggo
Raven.
- AJAJAJAJAJA! Vikingos, todo lo que piensan sus miserables mentes es en matar, conquistar,
pelean sin miedo a la muerte y su único honor al morir es ir al Valhalla. Que diminutos son los
humanos de este mundo, por eso es que ninguno de los que han llegado hasta aquí viven para
contarlo, como tú.
- Crees que viene para acá sabiendo lo que puede llegar hacer? Juegas con la mente tus portadores
y los haces matarse entre si, pero ninguno es tan fuerte para que tú, espectro, lo uses para salir de
esta cueva que te tiene sellado. Me equivocó, arma?
- Eres muy observador, Vikingo. He de admitir que eres bueno, pero, noto miedo en tu corazón y
temor en tu empuñadura.
- No tengo corazón, deberías tener miedo de eso, espectro. -Dijo Viggo con una mirada que a la
presencia le pareció oscura-
- Por mucho que odie admitirlo, me agradas. Una pena que ses tu muerte jajajajaja.
- Mi muerte? No... La tuya. Ahora mismo he ideado 5, no, corrijo, 10 formas para matarte. Veré
cual será la correcta.
- Humano, insignificante. Porque no me dejas tu cuerpo y hacemos una siega? Suena muy de tu
estilo, no crees?
- Palabras, tu no eres nada sin alguien a quien controles, verdad? Te alimentas de su alma hasta
que sean un saco lleno de aire. Eso y mucho mas me di cuenta solo con esta charla que ya llego así
fin. -Dijo Viggo tan seguro que él ganaria-
- Suenas muy confiado, vikingo. Pero sera esa confianza que te lleve a la muerte y...
- Aun no término.
- Que?
- Esta arma, si no me equivocó, es tuya. Tú solamente eres un alma atrapado en este lugar sin
poder tocarla, por eso poseías a la gente, para ver quien era lo bastante fuerte para sacarla y
apoderarte de su cuerpo. Dejame decirte que he dominado a cada arma de este mundo, un arma
endemoniada no sera la excepción.
- No me digas que vas a... Sacar el arma del hielo negro. -Dijo el ente asombrado por la fuerza de
aquel vikingo-

Viggo alzó el arma, el hielo que la cubría comenzó a agrietarce, en un momento, el hielo se
rompió y Viggo saco el arma y se dio cuenta que era un hacha, pero no cualquier hacha, una que
podía alargarse y servir como un espadón.
- Este arma... (Puedo sentir la energía oscura y el fuego que transmite. Que es esto?)- Pensó
Viggo.
- *Clap* *Clap* Bravo, vikingo, BRAVO!.-Elogio a Viggo mientras aplaudia- Lograste sacar mi
arma de ese hielo negro. Nunca nadie lo había hecho. Como digiste hace unos momentos? A, si,
ya recuerdo, "Te dare el honor de sabe el nombre de tu verdugo" Yo no tengo nombre, pero usare
el del lugar donde vengo, como si lo fuera... Soy Muspelheim.

- Muspelheim, me seras útil para probar mi nueva arma. Trata de no quitarle filo.
Viggo se abalanzo contra Muspelheim pero, ni siquiera intento esquivar el ataque, cuando Viggo
la atravesó se dio cuenta que no lo traspasó, el espector se reía y le dijo a Viggo
- Esa arma no puede dañarme, solo un filo de hielo negro es capaz de cortarme, solo eres un necio
jugando a ser el jefe.

Muspelheim atravesó el pecho de Viggo dejando agonizando en su propio dolor mientras él le iba
sacando su alma lentamente. Viggo le sujeto el brazo y le dijo
- No me rendiré... Aunque me este desangrando... Voy a luchar... No pienso perder, ante alguien
como tú!!! AAAAAAARGH!!
Viggo torció el brazo de Muspelheim y se lanzo hacia atrás para hacer distancia ante él. Ya en el
piso, desangrándose, vio otra vez aquel cuervo. Estaba furioso, señalándole que ese seria el sitio
de su muerte...
-No voy a morir aquí... -Dijo Viggo mientras se levantaba del piso- Me oíste? No pienso morir en
este sitio, Muspelheim.
- Cierto, aun tengo algo que hacer antes de eso jajajajajaja. -Dijo Muspelheim con una risa
psicópata.

Muspelheim, en cuestión de segundos, se apareció en frente de Viggo y le atravesó con su mano


oscura y fue poco entrando al cuerpo de Viggo
- Que haces?! No me mataras, inútil?
- Matarte? Voy a tomar tu cuerpo por el resto de tus días JAJAJAJAAJAJAJA
Una explosión hizo añicos esa montaña, el humo se desipaba, solo se veía una cirueta... Cuando el
humo se disipo, se encontraba Viggo de pie, débil, con una herida en el pecho y el arma de
Muspelheim en su mano empuñada.

- Ja...jajaja... JAJAJAAJAJJAJA!!! Viggo, apenas eres un principiante, no lo ves? Apenas puedes


mantenerte en pie con mi poder dentro de ti!!! JAJAJAJAJAJAJAJA. Aaaargh, estos
pensamientos, esta ira, me gusta! Que te parece si le vamos a decir a tu padre que ye eres digno
para el puesto de jefe y si dice que no... Lo tomaremos a la fuerza, que dices? Un buen vikingo
debe hacer lo necesario para la victoria, VER-DAD?
Muspelheim pego un salto y comenzó a correr tan rápido qué se le veía en ese bosque. Iba
cortando todo a su paso, arboles, rocas, animales que estaban ahí... Él iba dejando un rastro de
muerte a su paso. En pueblo de Raven era famoso por sus lineas de defensa impenetrables, hasta
ese día. La entrada del pueblo estaba custodiada por 50 hombres armados, nadie pasaba vivo de
esa defensa.

- Hey! Miren allí, parece que es un hombre. Tiene una herida en el pecho!! Esta armado, alerten al
jefe, debe venir, creo que es su hijo!!
- Aaaaa, ves eso Viggo? Son solo rebaños de ovejas que deben ser guiadas porque son lo bastante
inútiles para valerse por si mismos. Ahora verán... Como... Este cuervo a ataca a sus presas!!!!
- No puedes pasar, son ordenes de...
Muspelheim le arrancó la cabeza de un golpe, el que estaba a su lado lo atravesó y luego partió en
dos el cuerpo, ya Muspelheim mato a dos guardias, faltan 48.
La torre de arqueros que estaba a unos metros de él, unos guardias, lo veían con un catalejo, en un
abrir y cerrar de ojos, Muspelheim desapareció y su mira y apareció a sus espaldas y, con un tajo
del arma en modo espadón, corto a los 5 guardias de ahí y explotó la torre en la que estaban.
Muspelheim salto hacían dentro del pueblo, 30 guardianes se apercieron y se abalanzaron contra
Muspelheim.
- Humanos insignificantes, no se dan cuenta que no le pueden ganar?!! Los matare a todos de una
sola vez!!
Muspelheim agarro con firmeza si arma y, acumulando su poder oscuro, lo libero de tal modo que
liberó una ráfaga de fuego que, no solo quemo y mato a los guardias, si no que también las casas y
los aldeanos dentro de ellas. Mordivuz vio que el causante de eso fue Viggo, su hijo. Cuando
Muspelheim llego a las puertas de la gran sala de jefes, se detuvo. Las puertas se abrían
lentamente y desde dentro salio Morviduz Raven, listo para matar y ponerle fin a quien el cree que
es su hijo, pero en realidad es Muspelheim.

- Te dije que no volvieras mas a mi pueblo, traidor!! Te atendras a las consecuencias.


Mordivuz desenvaino su espadón y apunto al corazón del cuerpo de Viggo.
- Pero que tenemos aquí? Un padre que esta dispuesto a morir a manos de su único hijo, que...
Glorioso jajajajajajajaja. Preparate a morir!!!.

Muspelheim se lanzo contra Mordivuz, un choque de espadas tan grande que hasta la nieve se
levantaba, cada uno lanzaba sus golpes al corazón con furia y tenacidad, un choque de titanes,
ambos movían sus armas con tal rapidez, sutileza que parecían si sus armas fueran una extensión
más de su cuerpo. Hasta que el final llego... Mordivuz aprovecho una brecha en el ataque de
Muspelheim que le atravesó con su espadón y, en un silencio, Muspelheim tomo la hoja del
espadón de Mordivuz y la introdujo mas en el cuerpo de Viggo
- Yo no... Puedo morir, anciano!!!
Aprtio en dos el espadón de Morviduz y, de forma muy rápida, tomo su hacha y la puso en modo
de espadón y le corto el brazo a Mordivuz luego, con un ligero pero fuerte golpe le hizo una herida
en el pecho tan profunda que soltó una cantidad de sangre indescriptible. Mordivuz cayo al suelo,
Muspelheim se paro en frente de él y lamió su sangre que había quedado en su hoja.

- Tu... No eres... Mi hijo... -Jadeo Mordivuz mientras aun seguía consiente-


- No me digas? Que observador eres, mereces un premio al mejor padre del año
- Eres aquella presencia... La de la cueva de la muerte... Sabia que Viggo era imprudente pero no
crei que hubiera ido a ese lugar... Te maldigo, monstruo, te maldigo por haber matado a mi hijo!
- Ahora si es tu hijo, no? No me hagas reír, ya estas muerto. Dejame aliviar tu dolor, me diste una
pelea digna... Saluda a Odin de mi parte jJajajaja

Con golpe certero, Muspelheim parte a la mitad el cráneo de Mordivuz Raven. En un escenario de
llamas y nieve, Muspelheim se da la vuelta y sigue al próximo pueblo... Muspelheim acabo con
todos los pueblos de Blajhmegtar y solo le quedaba uno, un pequeño pueblo bien escondido entre
el bosque, un pueblo llamado Crystallie... Muspelheim entro y arraso con todo el pueblo
degradando todo a cenizas, el jefe de ese pueblo se enfrentó a el en una lucha que él sabia que
perdería, pero solo lo hizo para darle a su esposa tiempo de correr con su hija recién nacida.
Muspelheim atravesó el cuerpo de aquel hombre y lo soltó en el fuego que estaba creciendo en el
medio del pueblo, pero no sin antes decirle unas palabras.
- Eres aquella presencia que moraba en la cueva que esta al otro lado de aquella montaña... Seguro
piensas que no hay nada en este mundo capaz de matarte... Pero te equivocas, si hay algo, y ese
algo un arma oculta en esta tierra que solo la puede blandir un Crystallie...
- Palabras, solo palabras, no hay nada que me puede matar así que, gastaste tu vida protegiendo
algo que no sabes si existe *Escupe* arde en el fuego!!
- BORJH, NOOOOOO!!
Un grito de una mujer se oye, es la esposa del jefe de ese pueblo
- Vaya, así que tú lo quieres acompañar también? JA! El matrimonio es tan lindo... Hasta que la
muerte los reúna!!!
Ese día fue nombrado como el Holocausto del demonio Gélido. Según las fuentes hubo un
sobreviviente en esa tragedia, nadie sabe quien es o si sigue con vida... Ese fue un episodio oscuro
en la historia de Sylpharion.

- Y como sabes todo eso con tantos detalles, guerrero de vestimenta negra?.
- *Jum* Lo oí en uno de mis viajes - Dijo el Guerrero mientras ya estaba ebrio de tantos tragos.
- Hey, y esa arma que tiene cubierta en vendas?...
El guerrero tomo su brazo y lo apretó muy fuerte.
- Si no quieres perder el brazo... Aleja tus manos de esa arma, inepto!.
En ese momento llega un hombre, pelo largo ondulado, una tunica morada oscura, un ojo
totalmente ciego, no cabía duda que por su vestimenta y ese símbolo en el cinturón se trataba de
un mago.
- Bah, los magos de hoy en día son unos fraudes, solo hacen su abra cadabra y listo. Son todos
unos cobardes que usan magia y no puños.!!!!- Grito el guerrero.
El mago no parecía importarle lo más mínimo lo que dijo, mas bien, solo lo ignoraba por ser
salvaje
- EH, tú, mago!! Te estoy hablando no oyes o aparte de ser ciego también eres sordo? EH!!.
- Tenga señora, gracias por el té.- Dijo en mago pagando su taza se té e ignorando al guerrero.
- No me ignores hijo de...
- Que salvaje eres, si quieres pelea solo para aliviar ese poco de cerebro subdesarrollado que
tienes, pues bien. Vamos afuera, no quiero molestar a estas personas con tu escenita.
- Pagaras por eso, mago.
- Intentalo, salvaje.
Los dos hombres salieron del bar y tomaron distancia, el guerrero se puso en posición de ataque
pero no quería usar desenvainar la espada, el mago solo se paro y le dijo algo al guerrero.
- Dime tu nombre, guerrero de vestimenta oscura.
- Mi nombre es Viggo, Viggo Raven. No lo olvides, es el nombre de quien te ganara ahora mismo.
- Ja, que salvaje. Mi nombre es Thalion, Thalion Darknight.
Continuara...

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