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“PRISMA”. ANDAMIOS INTERIORES. nunca.

1922. MANUEL MAPLES ARCE. ¡Y la locura de Edison a manos de la lluvia!


MÉXICO
El cielo es un obstáculo para el hotel
Yo soy un punto muerto en medio de la inverso
hora, refractado en las lunas sombrías de los
equidistante al grito náufrago de una espejos;
estrella. los violines se suben como la champaña,
Un parque de manubrio se engarrota en la
sombra, y mientras las ojeras sondean la madrugada,
y la luna sin cuerda el invierno huesoso tirita en los percheros.
me oprime en las vidrieras.
Margaritas
de oro
deshojadas al Mis nervios se derraman.
viento. La estrella del
recuerdo
La ciudad insurrecta de anuncios luminosos naufragada en el agua
flota en los almanaques, del silencio.
y allá de tarde en tarde,
por la calle planchada se desangra un Tú y yo
eléctrico.

El insomnio, lo mismo que una enredadera, coincidimos


se abraza a los andamios sinoples del en la noche
telégrafo, terrible,
y mientras que los ruidos descerrajan las
puertas,
la noche ha enflaquecido lamiendo su meditación temática
recuerdo. deshojada en jardines.

El silencio amarillo suena sobre mis ojos. Locomotoras, gritos,


¡Prismal, diáfana mía, para sentirlo todo! arsenales, telégrafos.

Yo departí sus manos, El amor y la vida


pero en aquella hora son hoy sindicalistas,
gris de las estaciones,
las palabras mojadas se me echaron al y todo se dilata en círculos concéntricos.
cuello,
y una locomotora
sedienta de kilómetros la arrancó de mis
brazos.

Hoy suenan sus palabras más heladas que


VURBE, super-poema bolchevique en Si te haces sacarrona
5 cantos 1924. Manuel Maples Arce. los guineos se te pudren.
http://urbanisticka.blogspot.com.ar/201 Una vecina sale a yantar.
0/11/urbe.html El cielo anuncia que va a llover
Tengo alas
Y parece que no las tengo.

“Aspiración”. 1916. Domingo


Moreno Jimenes. República
Dominicana.

Quiero escribir un canto


sin rima ni metro;
sin harmonía, sin hilación, sin nada
de lo que pide a gritos la retórica.

Canto que tuviera


sólo dos alas ágiles,
que me llevaran hasta donde quiere,
con su sed de infinito,
en las noches eternas volar el alma.

Canto que, como un río


sereno, fuera diáfano;
y en su fondo se vieran
como piedras cambiantes, mis
ilusiones,
como conchas de nácar, mis
pensamientos,
como musgos perpetuos, mis ironías
sobre los arenales de mi esperanza.

Y allí mostrarme todo


como soy en la vida
y seré tras la muerte
cuando la eternidad orle mi gloria
con sus palmas de luz.

“Viacrucis”. Domingo Moreno


Jimenes. 1918. República
Dominicana

Charcos de agua mugrienta.


Sahumerios de incienso para ahuyentar
los malos espíritus
Palmas y sol. Vírgenes
Por rubor de la vida.
Escolares carudos.
La dueña del ventorrillo
mima sus piñonates.
El marido en el patio
rasca el filo a la leña.
“Barcarola”. Pablo Neruda. Residencia sonarían sus negras sílabas de sangre,
en la tierra II (1931-1935). crecerían sus incesantes aguas rojas,
y sonaría, sonaría a sombras,
Si solamente me tocaras el corazón, sonaría como la muerte,
si solamente pusieras tu boca en mi llamaría como un tubo lleno de viento o
corazón, llanto,
tu fina boca, tus dientes, o una botella echando espanto a borbotones.
si pusieras tu lengua como una flecha roja
allí donde mi corazón polvoriento golpea, Así es, y los relámpagos cubrirían tus
si soplaras en mi corazón, cerca del mar, trenzas
llorando, y la lluvia entraría por tus ojos abiertos
sonaría con un ruido oscuro, con sonido de a preparar el llanto que sordamente
ruedas de tren con sueño, encierras,
como aguas vacilantes, y las alas negras del mar girarían en torno
como el otoño en hojas, de ti, con grandes garras, y graznidos, y
como sangre, vuelos.
con un ruido de llamas húmedas quemando
el cielo, Quieres ser el fantasma que sople, solitario,
sonando como sueños o ramas o lluvias, cerca del mar su estéril, triste instrumento?
o bocinas de puerto triste, Si solamente llamaras,
si tú soplaras en mi corazón cerca del mar, su prolongado son, su maléfico pito,
como un fantasma blanco, su orden de olas heridas,
al borde de la espuma, alguien vendría acaso,
en mitad del viento, alguien vendría,
como un fantasma desencadenado, a la desde las cimas de las islas, desde el fondo
orilla del mar, llorando. rojo del mar,
alguien vendría, alguien vendría.
Como ausencia extendida, como campana
súbita, Alguien vendría, sopla con furia,
el mar reparte el sonido del corazón, que suene como sirena de barco roto,
lloviendo, atardeciendo, en una costa sola: como lamento,
la noche cae sin duda, como un relincho en medio de la espuma y
y su lúgubre azul de estandarte en naufragio la sangre,
se puebla de planetas de plata como un agua feroz mordiéndose y
enronquecida. sonando.

Y suena el corazón como un caracol agrio, En la estación marina


llama, oh mar, oh lamento, oh derretido su caracol de sombra circula como un grito,
espanto los pájaros del mar lo desestiman y huyen,
esparcido en desgracias y olas sus listas de sonido, sus lúgubres barrotes
desvencijadas: se levantan a orillas del océano solo.
de lo sonoro el mar acusa
sus sombras recostadas, sus amapolas
verdes.
“Arte poética”. Pablo Neruda. Residencia
Si existieras de pronto, en una costa en la tierra I. 1925-1932.
lúgubre,
rodeada por el día muerto,
frente a una nueva noche, Entre sombra y espacio, entre guarniciones
llena de olas, y doncellas,
y soplaras en mi corazón de miedo frío,
soplaras en la sangre sola de mi corazón, dotado de corazón singular y sueños
soplaras en su movimiento de paloma con funestos,
llamas, precipitadamente pálido, marchito en la
frente Un poco más de consideración
y con luto de viudo furioso por cada día de en cuanto será tarde, temprano,
vida, y se aquilatará mejor
ay, para cada agua invisible que bebo el guano, la simple calabrina tesórea
soñolientamente
que brinda sin querer,
y de todo sonido que acojo temblando,
en el insular corazón,
tengo la misma sed ausente y la misma
salobre alcatraz, a cada hialóidea
fiebre fría
grupada.
un oído que nace, una angustia indirecta,
Un poco más de consideración,
como si llegaran ladrones o fantasmas,
y el mantillo líquido, seis de la tarde
y en una cáscara de extensión fija y
profunda, de los más soberbios bemoles.

como un camarero humillado, como una Y la península párase


campana un poco por la espalda, abozaleada, impertérrita
ronca, en la línea mortal del equilibrio.
como un espejo viejo, como un olor de casa
sola II
en la que los huéspedes entran de noche Tiempo Tiempo.
perdidamente ebrios, Mediodía estancado entre relentes.
y hay un olor de ropa tirada al suelo, y una Bomba aburrida del cuartel achica
ausencia de flores
tiempo tiempo tiempo tiempo.
—posiblemente de otro modo aún menos
Era Era.
melancólico—,
Gallos cancionan escarbando en vano.
pero, la verdad, de pronto, el viento que
Boca del claro día que conjuga
azota mi pecho,
era era era era.
las noches de substancia infinita caídas en
Mañana Mañana.
mi dormitorio,
el ruido de un día que arde con sacrificio El reposo caliente aún de ser.

me piden lo profético que hay en mí, con Piensa el presente guárdame para
melancolía mañana mañana mañana mañana
y un golpe de objetos que llaman sin ser Nombre Nombre.
respondidos ¿Qué se llama cuanto heriza nos?
hay, y un movimiento sin tregua, y un Se llama Lomismo que padece
nombre confuso. nombre nombre nombre nombrE.
Trilce (1922). César Vallejo
I IX
Quién hace tanta bulla y ni deja Vusco volvvver de golpe el golpe.
Testar las islas que van quedando. Sus dos hojas anchas, su válvula
que se abre en suculenta recepción que corre hasta la playa.

de multiplicando a multiplicador,
Aire, aire! Hielo!
su condición excelente para el placer, Si al menos el calor (__________ Mejor
todo avía verdad. no digo nada.
Busco volvver de golpe el golpe.
A su halago, enveto bolivarianas Y hasta la misma pluma
con que escribo por último se troncha.
fragosidades
a treintidós cables y sus múltiples, Treinta y tres trillones trescientos treinta
se arrequintan pelo por pelo y tres calorías.
soberanos belfos, los dos tomos de la Obra,
“Llegada” (1931). Sóngoro Cosongo.
y no vivo entonces ausencia,
Nicolás Guillén
ni al tacto.
Fallo bolver de golpe el golpe. ¡Aquí estamos!
La palabra nos viene húmeda de los
No ensillaremos jamás el toroso Vaveo
bosques,
de egoísmo y de aquel ludir mortal Y un sol enérgico nos amanece entre las
de sábana, venas.
El puño es fuerte
desque la mujer esta Y tiene el remo.
¡cuánto pesa de general!
En el ojo profundo duermen palmeras
Y hembra es el alma de la ausente. exorbitantes.
Y hembra es el alma mí. El grito se nos sale como una gota de
oro virgen.
Nuestro pie,
XXXII Duro y ancho,
999 calorías Aplasta el polvo en los caminos
Rumbbb...Trrrapprrr rrach...chaz abandonados
Serpentínica u del dizcochero Y estrechos para nuestras filas.
engirafada al tímpano. Sabemos dónde nacen las aguas,
Y las amamos porque empujaron
nuestras canoas bajo
Quién como los hielos. Pero no. Los cielos rojos.
Quién como lo que va ni más ni menos. Nuestro canto
Quién como el justo medio. Es como un músculo bajo la piel del
alma,
1,000 calorías. Nuestro sencillo canto.
Azulea y ríe su gran cachaza Traemos el humo en la mañana,
el firmamento gringo. Baja Y el fuego sobre la noche,
el sol empavado y le alborota los cascos Y el cuchillo, como un duro pedazo de
al más frío. luna,
Apto para las pieles bárbaras;
Traemos los caimanes en el fango,
Remeda al cuco: Roooooooeeeis...
Y el arco que dispara nuestras ansias,
tierno autocarril, móvil de sed,
Y el cinturón del trópico,
Y el espíritu limpio. lo tuyo es mío;
Traemos toda la sangre
Nuestro rasgo al perfil definitivo de formando un río.
América.
La ceiba ceiba con su penacho;
¡Eh compañeros, aquí estamos! el padre padre con su muchacho;
La ciudad nos espera con sus palacios, la jicotea en su carapacho.
tenues ¡Que rompa el son caliente,
Como panales de abejas silvestres; y que lo baile la gente,
Sus calles están secas como los ríos pecho con pecho,
cuando no llueve en la montaña, vaso con vaso
Y sus casas nos miran con los ojos y agua con agua con aguardiente!
pávidos Yoruba soy, soy lucumí,
De las ventanas. mandinga, congo, carabalí.
Los hombres antiguos nos darán leche y Atiendan, amigos, mi son, que sigue así:
miel
Y nos coronarán de hojas verdes. Estamos juntos desde muy lejos,
¡Eh, compañeros, aquí estamos! jóvenes, viejos,
Bajo el sol negros y blancos, todo mezclado;
Nuestra piel sudorosa reflejará los uno mandando y otro mandado,
rostros húmedos todo mezclado;
De los vencidos, San Berenito y otro mandado
Y en la noche, mientras los astros ardan todo mezclado;
en la punta negros y blancos desde muy lejos,
De nuestras llamas, todo mezclado;
Nuestra risa madrugará sobre los ríos y Santa María y uno mandado,
los pájaros. todo mezclado;
todo mezclado, Santa María,
“Son número 6”. El son entero. 1947. San Berenito, todo mezclado,
Nicolás Guillén todo mezclado, San Berenito,
San Berenito, Santa María,
Yoruba soy, lloro en yoruba Santa María, San Berenito,
lucumí. ¡todo mezclado!
Como soy un yoruba de Cuba,
quiero que hasta Cuba suba mi llanto Yoruba soy, soy lucumí,
yoruba, mandinga, congo, carabalí.
que suba el alegre llanto yoruba Atiendan, amigos, mi son, que acaba
que sale de mí. así:

Yoruba soy, Salga el mulato,


cantando voy, suelte el zapato,
llorando estoy, díganle al blanco que no se va…
y cuando no soy yoruba,
soy congo, mandinga, carabalí. De aquí no hay nadie que se separe;
Atiendan, amigos, mi son, que empieza mire y no pare,
así: oiga y no pare,
beba y no pare,
Adivinanza coma y no pare,
de la esperanza: viva y no pare,
lo mío es tuyo, ¡que el son de todos no va a parar!
Se incorporan los siguientes textos fugaz mina animada,
referidos en la clase teórica. No calofrío del campo,
forman parte del corpus seleccionado lagartija misántropa.
para el desarrollo de las Vanguardias.

Jorge Carrera Andrade, Ecuador,


Microgramas, 1926 Guacamayo:
El trópico le remienda
Colibrí: con candelas y otros su manto
El colibrí, hecho de todas las banderas.
aguja tornasol,
Nuez:
pespuntes de luz rosada Nuez: sabiduría comprimida,
dá en el tallo temblón diminuta tortuga vegetal,
cerebro de duende
con la hebra de azúcar paralizado por la eternidad.
que saca de la flor.

Tortuga: HAIKUS. José Manuel Tablada,


La tortuga en su estuche amarillo México, 1920
es el reloj de la tierra
parado desde hace siglos. LA ARAÑA

Recorriendo su tela
Abollado ya se guarda
esta luna clarísima
con piedrecillas del tiempo
tiene a la araña en vela.
en la funda azul del agua.
LOS GANSOS
Nuez:
Sabiduría comprimida Por nada los gansos
diminuta tortuga vegetal, tocan alarma
cerebro de duende en sus trompetas de barro.
paralizado por la eternidad.
EL PAVORREAL
Moscardón:
Uva con alas. Pavorreal, largo fulgor,
Con tu mosto de silencio por el gallinero demócrata
el corazón se emborracha. pasas como procesión.

LA TORTUGA
Golondrina:
Ancla de plumas Aunque jamás se muda,
por los mares del cielo a tumbos, como carro de mudanzas,
la tierra busca. va por la senda la tortuga.
Lagartija:
Amuleto de plata HOJAS SECAS
o diablillo con bocio,
criatura del alba. El jardín está lleno de hojas secas;
nunca vi tantas hojas en sus árboles
Memoria de las ruinas, verdes, en primavera.
LOS SAPOS ¿Asierran un bambú en el gradual?
¿Canta la guacharaca?
Trozos de barro, Rac... Rac... Rac...
por la senda en penumbra,
saltan los sapos. LIBÉLULA

EL MURCIÉLAGO Porfía la libélula


por emprender su cruz transparente
en la rama desnuda y trémula
¿Los vuelos de la golondrina
ensaya en la sombra el murciélago EN LILIPUT
para luego volar de día...? Hormigas sobre un
grillo, inerte. Recuerdo
MARIPOSA NOCTURNA de Guliver en Liliput...
Devuelve a la desnuda rama, VUELOS
mariposa nocturna,
las hojas secas de tus alas. Juntos, en la tarde tranquila
vuelan notas de Ángelus,
LUCIÉRNAGAS murciélagos y golondrinas.
Luciérnagas en un árbol... EL BURRITO
¿Navidad en verano?
Mientras lo cargan
EL RUISEÑOR sueña el burrito amosquilado
en paraísos de esmeralda...
Bajo el celeste pavor
delira por la única estrella UN MONO
el cántico del ruiseñor.
El pequeño mono me mira...
LA LUNA ¡Quisiera decirme
algo que se le olvida!
La Luna es araña
de plata PANORAMA
que tiene su telaraña
en el río que la retrata Bajo de mi ventana, la luna en los
tejados
LA LUNA y las sombras chinescas
y la música china de los gatos.
Es mar la noche negra;
la nube es una concha; TONINAS
la luna es una perla...
Entre las ondas azules y blancas
HONGO rueda la natación de las toninas
arabescos de olas y de anclas.
Parece la sombrilla
este hongo policromo
de un sapo japonista

LA GUACHARACA

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