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GANAR COMO JUGADOR INTERMEDIO

1
Observa cuidadosamente los
movimientos de tu
oponente. ¿Cuáles piezas desarrolla
y cuáles lados del tablero prefiere? Si
fueras él, ¿qué clase de estrategia de
largo plazo planificarías? Una vez
que hayas dominado los conceptos
básicos de tu propia jugada, tienes
que adaptarte constantemente a tu oponente. Si se está conteniendo, organizando
sus piezas cerca de su lado para un ataque, pregúntate cuál es su objetivo final.
¿Hay formas en las que puedas interrumpir o suspender su plan? ¿Tiene la
ventaja y debes ceder terreno y defender algunas unidades para evitar una
pérdida grave de material o puedes poner un poco de presión sobre él? [10]

2
Conoce cuándo trocar piezas. Trocar
piezas es obvio cuando terminarás con
la ventaja material, como ceder a un
caballo para obtener a la reina de tu
oponente, pero es mucho más
complicado cuando trocas piezas
similares. En general, no debes trocar
piezas en las siguientes
circunstancias:

 Cuando tengas la ventaja en posición, control del centro y desarrollo. Mientras


menos piezas haya en el tablero en total, tendrás una menor ventaja y será más
fácil que tu oponente se defienda contra ti.
 Cuando tu oponente esté apretado o atascado en una esquina. Cuando lo tienes
encerrado, es más difícil para él moverse o maniobrar muchas piezas, pero una
menor cantidad de piezas puede sacarlo del atasco y liberarlo otra vez.

 Cuando tengas menos piezas que tu oponente. Si tienes más piezas y las ventajas
son por lo demás similares, empieza a capturar piezas. Así abrirás más caminos
de ataque.

 Cuando duplicarías tus peones. Un peón duplicado es cuando tienes un peón en


frente de otro. Esto hace que ambos sean mucho menos útiles y obstruye tu lado
del tablero. Sin embargo, si puedes hacer que tu oponente duplique peones como
un efecto secundario de un trueque parejo, este podría ser un movimiento útil. [11]
3
Desarrolla de 5 a 6 movimientos
por adelantado cada vez. Es más
fácil decirlo que hacerlo, pero
tienes que pensar a largo plazo a
fin de ganar partidas de ajedrez
con regularidad. Cada pieza debe
moverse con tres objetivos
comunes en mente. Si mantienes
estos puntos en mente, encontrarás que puedes comenzar fácilmente a improvisar
planes de movimientos múltiples para ganar el juego.

 Desarrolla múltiples piezas (torres, caballos, alfiles, la reina) a una etapa temprana
y a menudo. Sácalas de sus espacios iniciales para abrir tus opciones.

 Controla el centro. El centro del tablero es donde se lleva a cabo la acción.

 Protege al rey. Puedes tener la mejor ofensiva del mundo, pero dejar a tu rey
desprotegido es una forma infalible de perder al último minuto.[12]
4
Retén tu ventaja hasta que puedas
sacarle el mayor provecho en lugar de
apresurarte. El ajedrez tiene relación
con el impulso y, si lo tienes, tienes que
conservarlo. Si tu oponente está
simplemente reaccionando a ti, moviendo
piezas fuera del camino con frecuencia y
sin poder montar ningún ataque, tómate
tu tiempo y ve eliminándolo. Recuerda: puedes ganar un combate y de todas
formas perder el juego. No avances si vas a dejarte vulnerable a un contraataque.
En cambio, acaba con sus piezas defensoras una a una, toma el control completo
del centro del tablero y espera a golpear a tu oponente hasta que realmente le
duela.
5
Aprende a clavar piezas. Clavar es cuando
atrapas a una pieza o la tomas de rehén, evitando
que tu oponente la use sin que pierda la pieza.
Esta clase pasiva de guerra es una gran forma de
controlar el juego y te ayudará a dominar a tus
oponentes. Para hacerlo, observa a dónde puede
moverse una pieza. Generalmente, las piezas con
opciones limitadas son tu mejor opción. Luego, en
lugar de atacar, posiciona tu pieza de forma que podría capturar a la otra pieza
independientemente de a dónde se mueva, haciendo que la pieza se vuelva inútil
durante un periodo de tiempo.

 Tomar rehenes es cuando le das a tu oponente la oportunidad de capturar tu


pieza. El único truco es saber que puedes capturar a su pieza enseguida. Tu
oponente puede capturar tu pieza o no; lo importante es que estás en control.[13]
6
Evalúa cada movimiento
objetivamente. Tienes que
observar todo el tablero, evaluando
cada movimiento posible que
tengas. No hagas un movimiento
solo porque tengas que hacerlo. En
cambio, tómate el tiempo de buscar
el mejor movimiento posible en
cada turno. Lo que hace que un movimiento sea bueno depende estrictamente del
contexto, pero hay algunas preguntas que puedes hacerte antes de cada
movimiento para ver si es el adecuado:

 ¿Estoy más seguro de lo que estaba antes?

 ¿Voy a exponer esta pieza, el rey u otra pieza importante?

 ¿El enemigo puede poner mi pieza en peligro rápidamente, haciéndome


retroceder y "perder" un turno?

 ¿Este movimiento pone al enemigo bajo presión para reaccionar a mí?[14]

7
Captura las piezas de tu oponente como
una unidad. Debes mantener el control del
centro pero también debes atacar como una
unidad. Tus piezas son como las partes de
una orquesta: cada una sirve un único
propósito pero funcionan mejor juntas. Al
eliminar las piezas de tu oponente, tienes una mayor oportunidad de poner a su
rey en jaque sin una pieza tras la cual esconderse y, al hacerlo con 2 a 3 unidades
como respaldo, te aseguras de conservar la ventaja en cuanto al material. [15]
8
Protege a tu reina en todo momento con un alfil
o una torre. La reina es la pieza más poderosa en
el tablero por algo y rara vez hay momentos
adecuados para trocarla por la pieza de un
oponente, incluso por su reina. La reina es tu
atacante más versátil y tiene que usarse como tal.
Siempre protege y respalda a la reina, ya que la
mayoría de los jugadores sacrificará prácticamente
cualquier pieza (aparte de su propia reina) para capturarla.

 Las reinas solo alcanzan su potencial completo con respaldo. La mayoría de los
jugadores observan instintivamente a las reinas de sus oponentes, así que usa la
tuya para forzar a las piezas hacia la línea de tus torres, alfiles y caballos. [16]

9
No cerques a tus alfiles con tus
peones. Los alfiles atacan desde un largo
alcance y es fundamental usar los dos para
controlar el tablero, sobre todo en etapas
tempranas del juego. Hay muchas estrategias
de apertura que puedes aprender, pero el
objetivo general es abrir rápidamente un
espacio para que tus piezas de mayor valor
se muevan con libertad.

 Mover tus peones ya sea a D4 o D5 o a E4 o E5 abre un espacio para que tus


alfiles se muevan y te ayuda a apoderarte de los recuadros centrales. Saca a los
alfiles pronto y usa su largo alcance a tu favor mientras desarrollas a la torre y a la
reina.[17]

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