Está en la página 1de 8

L as viejas y nuevas tecnologías en la enseñanza.

Una perspectiva socio-cultural de análisis.

Argentina
Dra. Adela Coria
Abstract
La presentación se propone discutir en las escuelas, se aborda el lugar mo “cajas de herramientas” de la
la problemática de las viejas y de las tecnologías en los dispositi- cultura que favorecen procesos de
nuevas tecnologías en la escuela, vos didácticos de intervención pensamiento y la amplificación de
en particular, en los procesos de docente, puntualizando en la los mundos culturales para los
enseñanza. importancia de atender las formas sujetos de la edución.
en que los alumnos se vinculan con
En primer término, se pone en foco las tecnologías en la vida cotidia- Se esboza finalmente
el análisis de la relación tecnolo- na. Se destaca el valor de imaginar un enfoque
gía, escuela y mundos culturales, el uso de las tecnolo- para asu-
recuperando para ello algunas gías en contextos mir los
marcas históricas y mostrando su amplios de “cons- desafíos
especial configuración en la trucción metodoló- que
actualidad, desde una perspectiva gica” que elaboran hoy
socio-cultural. los docentes para la en-
enseñanza, poniendo frenta
En ese marco, y a partir de un el acento en las nuevas la forma-
enfoque amplio de la innovación y viejas tecnologías co- ción docente en el campo
de la Tecnología Educativa.
Introducción

La problemática de las tecnologías Invenciones tecnológicas como la a nuestros modos habituales de


en la escuela tecnologías nuevas y televisión, la radio o la computa- percibir y construir realidades.
viejas- forma parte de los debates dora, que en su momento histórico
propios del campo disciplinario de de emergencia revolucionaron en Precisamos analizar críticamente
la Tecnología Educativa y en un algún sentido las prácticas en diferentes maneras de entender el
sentido amplio, de los análisis de diferentes esferas de lo social, poco lugar de los recursos y medios en
las complejas relaciones entre las a poco se han ido naturalizando, las situaciones y actividades del
transformaciones socio-culturales, al punto que en algunos casos, se proceso de enseñanza, reconocer
los procesos tecnológicos y comu- dan por supuestas, no se cuestio- posibilidades y límites de las
nicacionales y la educación. nan, forman parte del universo de nuevas tecnologías de la informa-
objetos culturales aparentemente ción y la comunicación desde los
Al mismo tiempo, constituye una por todos compartidos. El mundo puntos de vista institucional, de las
cuestión que reclama procesos de pareciera inimaginable sin esos prácticas de enseñanza y los
interrogación y reflexión sistemáti- objetos, así como en los mundos procesos de apropiación de
ca de las prácticas en las aulas. de las aulas, con cada niño, con conocimientos, y abrir desde ello
Interrogación y reflexión necesarias cada maestro, es también cotidia- un espacio reflexivo y práctico que
por cuanto como sujetos sociales, no el hecho que “...hay siempre un recupere las mejores tradiciones en
docentes y niños de diversas eda- televisor encendido”. (Litwin, E., materia educativa al tiempo que
des, nos inscribimos en mundos 1995: 197). abra horizontes para dialogar con
culturales en los cuales las tecno- las rutinas consolidadas o en vías
logías van moldeando modos de Des-naturalizar aquello naturaliza- de imponerse.
pensar, gustos, deseos e intereses, do (Rockwell, E., 1984), inaugurar
hábitos y saberes, que no demoran nuevas preguntas en relación con Un camino posible es disponer la
en expresarse en la vida cotidiana los viejos y nuevos objetos que mirada hacia la historicidad de la
de la escuela de muy diversas acompañan el quehacer escolar, compleja trama que se configura
maneras. hoy con interrogaciones necesarias entre procesos y prácticas cultura-

23
les y tecnologías en las escuelas, interrogantes específicos sobre la necesaria.
para a partir de ello, plantear enseñanza y la formación docente

Tecnología, prácticas educativas y mundos culturales

En muy variados contextos sociales ras sobre la vida social, en este citar algunos de una larga lista de
y distintos momentos históricos, caso, sobre la vida educativa. recursos ya también tradicionales y
las preocupaciones del docente Metáforas que, como sugiere G. poco sofisticados ocuparon y ocu-
sobre cómo enseñar, en general lo Salomon, constituyen “... prismas pan actualmente un lugar central
enfrentaron con la necesidad de cognitivos a través de los cuales se en las aulas. Con el desarrollo
“inventar” recursos de apoyo o examinan e interpretan los fenó- tecnológico se incorporan a esta
bien recurrir a un conjunto de pro- menos” (1992: 145). enumeración incompleta la calcu-
ducciones para hacer más acce- ladora, los medios audio visuales y
sible la transmisión de conocimien- Pero con Comenio no sólo se trató finalmente las aplicaciones infor-
tos. Esta constatación permite pun- de la elaboración de referencias máticas, desde los CDRoms hasta
tualizar que hablar hoy de Tecno- metafóricas comparativas para las aulas virtuales. “Estamos con-
logía Educativa no constituye en sí explicar, didácticamente, su pro- vencidos señala M. Libedinsky
una novedad. puesta de transformación de las (2001:27) de que no hay, no ha
escuelas, que en su visión, era la habido, ni habrá en el futuro inno-
Desde las prácticas catequísticas que reclamaba su tiempo. vación en educación sin recursos
más antiguas, en las cuales el texto didácticos asociados”.
bíblico constituía un objeto me- Comenio también actuó, produ-
diador del encuentro con una ex- ciendo el primer libro de texto En ese marco de continuidades y
plicación del mundo, hasta la ilustrado en el espacio geo-político novedades, las funciones que se le
generalización del libro como un protestante El Orbis Sensualium asignaron a estos recursos sufrie-
recurso educativo en la institución Pictus o El Mundo en imágenes ron también cambios de importan-
moderna de la escuela, concebida (1658-1994), con el objetivo de cia, respondiendo a diferentes en-
como espacio obligatorio de edu- facilitar la comprensión de los foques sobre la enseñanza y el
cación desde el siglo XIX (Varela, contenidos esenciales de la reli- aprendizaje y por ende de la tec-
J, A. Uría, 1991; Torres Santomé, J; gión, la lengua, la matemática, las nología en la escuela (desde fun-
1994), constituyen referencias de ciencias, el arte, conjugando “di- ciones motivacionales, de refuerzo
práctica educativa que demandan dácticamente” imágenes, grafía y y de ejemplificación, hasta consi-
situar lo tecnológico en este campo onomatopeya. derarse como herramientas de ex-
como un proceso histórico. tensión de la mente).
Innovación perdurable, este libro
En dicho proceso, una referencia se utilizó en las escuelas hasta 200 Para sólo puntear esos enfoques, la
conceptual sobre la cuestión de los años más tarde (Comenio, J.A.; pedagogía tecnicista dominante en
medios y recursos en relación con 1658-1994;Torres Santomé, J; los ´70 justificada en las teorías
el quehacer didáctico y organiza- 1994). conductistas del aprendizaje y la
cional, se expresa ya en las formu- teoría de sistemas aplicada al
laciones de J.A.Comenio hacia Los recursos fueron variando con el campo educativo- fue ampliamen-
mediados del 1600. En la tiempo al igual que su función en el te cuestionada por teorías críticas e
Didáctica Magna, la escuela y los proceso de enseñanza, aunque interpretativas que permearon el
maestros fueron pensados en también se observan ciertas conti- discurso didáctico y curricular tam-
analogía con diversos objetos que nuidades. Junto con los libros de bién desde esa década (Bolívar, A.,
en su tiempo impactaron como texto, la tiza y el pizarrón, el cua- 1995), registrándose en simulta-
revoluciones técnicas: la escuela derno, las láminas de colores y neidad la emergencia o difusión de
como mecanismo de relojería, el variadas tipografías han formado teorías cognitivas y socio-históricas
arte de enseñar como el arte parte del paisaje de la enseñanza como lentes para comprender los
tipográfico (Comenio, J.A; 1657- desde las más tempranas historias procesos de aprendizaje y como
1994). modernas de la escuela hasta justificación radicalmente diferente
nuestros días. Diapositivas, revis- de la enseñanza y la tecnología
La tecnología, en este sentido, ha tas, periódicos, juguetes, mapas, educativa. (Bruner, J. 1988; Litwin,
sido potente para generar metáfo- diccionarios, manuales por sólo E., 1995).

24
Con la complejización del desarro- para moverse en ellos en todos los que se articula en el mundo virtual
llo tecnológico y la configuración casos; sabemos de su participa- con la heterogeneidad de la his-
de las redes como nuevo espacio ción en competencias internacio- toria y realidad cotidiana de los
social, la escolarización concebida nales con juegos que construyen sujetos sociales.
desde sus inicios con claros y fuer- virtualmente la guerra; sabemos en
tes límites espacio temporales sufre síntesis, de la seducción de estos También es un tiempo de fuerte
transformaciones que marcan una novedosos bienes simbólicos y de convulsión cultural. Las prácticas
discontinuidad más profunda en la las nuevas formas de control sobre de consumo cultural dan cuenta de
comprensión de usos y prácticas en los modos de pensar que comien- un proceso progresivo de configu-
ese proceso histórico. zan a ejercerse a través de ellos. ración de la mente, en el sentido de
(Burbules, N. Y Callister, T., 2000; los aprendizajes espontáneos de la
Ya el pasaje del medioevo a la Lander, E. (Comp.), 2000). hegemonía audiovisual modelo
modernidad implicó una ruptura que se articula sobre lo efímero,
entre las viejas relaciones amplias Estas transformaciones no son superficial y fragmentado a la vez
de la infancia con el mundo adulto lineales ni homogéneas, se expre- que se encubren otras prácticas
ligadas a la formación junto al san de modo contradictorio y con culturales bajo esa hegemonía.
maestro artesano y la entonces importantes matices. Según San
novedad de la escuela a la que Martín Alonso (1995), desde los En la perspectiva del autor, hoy
comienzan a asistir niños de sec- ´90 nos encontramos frente a una nadie duda en afirmar que la
tores populares espacio cerrado, coyuntura de cambios estructura- cultura audiovisual se muestra co-
que inaugura fronteras, que posi- les, en otra fase de la evolución mo documento activo y público,
bilita el control. Hoy se observa esa tecnológica centrada en torno con estructuras de significación
ruptura pero con sentido inverso, de las tecnologías avanzadas, socialmente establecidas e im-
siendo lo tecnológico un factor particularmente de la información, puestas, a partir de las cuales la
esencial en el resquebrajamiento que están alterando la relación gente hace y entiende cosas. Ha
de los contornos definidos y espe- consuetudinaria que el individuo logrado introducir importantes mo-
cializados de la misma escuela. En mantenía con la realidad, en su dificaciones en las formas de
cierto modo, podría sostenerse la entorno inmediato, y ello producto pensamiento y los contenidos de la
hipótesis que las redes permean el de una compleja relación ciencia - interacción social, sistema de va-
cerco de la escuela. Las categorías desarrollo, que puede distorsionar lores, estructura de actividades,
de espacio y tiempo, concebidas el sentido que hasta hoy se atribuía concepción y distribución de espa-
de modo uniforme y sincrónico, se a la producción de conocimiento cios familiares, del tiempo de ocio
ponen en cuestión. Niños, jóvenes científico. muy asociado en países latinoame-
y adultos aunque de modo diferen- ricanos a procesos de desempleo-
cial según su posición social com- Cambian las vías de acceso al pautas de consumo, estrategias
paten un universo simbólico atra- mundo al tiempo que no es comerciales, vías de acceso a los
vés de multiplicidad de medios, igualitaria la posición de todos los bienes culturales, patrones estéti-
entrando en crisis la creencia que sujetos para apropiarse de ellas, y cos, en suma, en las prácticas cul-
el ámbito escolar es el único posi- menos aún de modo crítico. Las turales y las relaciones sociales.
bilitador de apropiación cultural, tecnologías se incorporan a los (San Martín Alonso,1995).
aún cuando el mandato social sistemas sociales y productivos
específico de la escuela sea la respetando las reglas ocultas del El despliegue tecnológico ha
transmisión de la cultura legítima. modelo social y político dominan- configurado “...un orden casi má-
Al mismo tiempo, el control social te, siendo tangible el incremento gico en torno a la tecnología y sus
ejercido por la escuela encuentra de las diferencias económicas y potencialidades” (Aparici, R.
otros espacios donde desplegarse. culturales entre los pueblos. 1998: 179) creando una serie de
conceptualizaciones que requieren
Los docentes sabemos del gusto La enorme y creciente brecha entre un trabajo de desconstrucción y
que sienten tanto niños como riqueza y pobreza acompaña la análisis contextual respecto de las
adolescentes frente a los juegos hipersegmentación de las identida- condiciones y prácticas educativas
electrónicos en los ciber café; de la des sociales, étnicas, religiosas, latinoamericanas (Litwin, E., 1998).
navegación en espacios virtuales regionales, sexuales, y muestra el
sin disponer de criterios críticos antagonismo de la globalización Ciertamente, las transformaciones

25
de soporte del libro impreso al En ese marco de coexistencia, hegemonía del nuevo entorno o
soporte electrónico- en el análisis desde una perspectiva socio- configuración social de las redes,
de Roger Chartier (1999), implican cultural para pensar en el terreno como educadores, tenemos el
cambios sustanciales en la forma educativo, es preciso registrar co- desafío de pensar con Chartier que
en que se escriben los textos, en la mo fenómeno de interés que puede “La imposición de modelos cultu-
simultaneidad que favorecen las cambiar el medio de producción o rales nunca anula por completo
redes informáticas, en la posibili- de reproducción de textos, “... pero la creatividad de la recepción y
dad de constitución de una biblio- los usos que se pueden hacer están de la apropiación” (Chartier, R.
teca universal, transformaciones abiertos a la decisión humana, a 2000: 128), al mismo tiempo que
que crearían condiciones para el las selecciones o a las ignorancias serán coexistentes múltiples espa-
desarrollo de nuevas prácticas de quienes tienen el poder de cios sociales, también socio-
culturales. actuar y de decidir sobre los usos económica, política y culturalmen-
de la revolución técnica” (Chartier, te desiguales.
Sin embargo, sugiere que es pre- R.; 1999: 223). Es por ello que
ciso analizar que seguimos vincu- sostiene que el modo de acceder Poner en foco los usos y prácticas,
lados al texto escrito como pocas de los sujetos a los nuevos textos las formas diversas de apropiación,
veces antes en la historia de la distaría mucho de ser uniforme. Las es ya situarnos en la contracara de
humanidad. Basta con observar el prácticas dan cuenta de que las la hegemonía cultural, es decir, la
peso de la industria editorial de apropiaciones de los códigos, las diversidad cultural, los mundos
una parte, como de la cultura tex- reglas, los mensajes compartidos, posibles. Ejemplo de ello serían
tual que aún persiste en el formato son diferenciadas, desiguales y diferentes movimientos sociales
del correo electrónico o del hiper- conflictivas (Chartier, R. 2000: que hoy cobran visibilidad en el
texto, a pesar que se modifique el 125). Esas desigualdades podrían mundo de la red Internet (León, O;
soporte de papel impreso al domi- atribuirse a la heterogénea Burch, S. Y Tamallo, E., 2001).
nio informático. Para Chartier, lo distribución del capital cultural
más probable es que durante las entre los sujetos; a su apropiación También esa diversidad produce
próximas décadas se dé la coexis- crítica de criterios para “moverse” tensiones y desafíos en el espacio
tencia, no necesariamente pacífi- en el nuevo entorno; a la familiari- concreto del aula, inaugurándose
ca, entre las dos formas del libro dad con el uso de las nuevas un conjunto de problemas para las
y los tres modos de inscripción y de herramientas; a su apropiación de
prácticas de enseñanza con el uso
comunicación de los textos: la es- las claves de comprensión de los
de tecnologías en la contempora-
critura manuscrita, la publicación códigos, entre otras cuestiones
neidad.
impresa, la textualidad electróni- destacadas (Coria, A., Pensa, D. y
ca”. (Chartier, R. 2000: 105). otros; 2002). Ante el discurso de la
Enseñanza y tecnologías para amplificar mundos culturales

Los análisis precedentes permiten Muchas son las experiencias ins- (Libedinsky, M., 2000). Hablamos,
formular interrogantes específicos titucionales y de maestros innova- por sólo nombrar algunas, de
acerca de la enseñanza con me- dores, que dan cuenta de usos experiencias de bibliotecas virtua-
diación tecnológica, entendiendo creativos de viejas y nuevas tecno- les; uso de diferentes formas na-
que enseñar supone contribuir a la logías, entendiendo la innovación rrativas en la enseñanza; propues-
construcción de conocimientos, desde una perspectiva amplia que, tas didácticas con el uso de los más
apropiación de saberes socialmen- como señala M. Libedinsky (2000: diversos formatos; experiencias
te relevantes y desarrollo de com- 27), “... no puede ni debe de innovadoras en relación con los
prensines enriquecidas y críticas ninguna manera asociarse con el museos y la enseñanza de la his-
sobre el mundo natural y social. último software o el último disposi- toria; el uso del correo electrónico
Desde un punto de vista didáctico, tivo inventado por la tecnología” para conformar redes de colabora-
se trata de diversificar y enriquecer ni con la sola introducción de ción entre alumnos de distintas
las estrategias de enseñanza, in- medios, pues en sí mismos no escuelas, de distintas localidades o
corporando las posibilidades que revolucionan los escenarios edu- países, incluyendo también a la
ofrecen las tecnologías e integrán- cativos. Las innovaciones refieren, familia; la producción de progra-
dolas en proyectos educativos que entre otros, a la emergencia de mas de radio o televisión educativa
abran múltiples caminos de inicia- nuevas misiones en la escuela, y el uso educativo de programas
ción a los procesos de apropiación nuevas producciones y nuevos des- radiales y televisivos (por ejemplo,
de conocimientos que la escuela tinatarios de la educación, nuevos series de divulgación, programas
debe promover. métodos pedagógicos y experien- culturales, políticos, de entreteni-
cias de integración curricular, etc. miento, etc.); experiencias en
26
encuentro con obras literarias, no ten no obstante con posibilidades tecnologías de la información y la
como recursos didácticos para la de acceso a artefactos tecnológi- comunicación ya han tenido y
enseñanza “tradicional” de ciertos cos como la TV cuya distribución tienen sobre los modos en que los
temas del currículum sino experien- está más o menos generalizada, y docentes construimos conocimien-
cias que promuevan centralmente y que el tiempo no escolar se distri- to, además de los propios
sean cuidadosas del goce estético. buya entre juego, trabajo, y perma- alumnos. (Maggio, M; 1997).
Sabemos también que las innova- nencia frente al aparato televisivo.
ciones tecnológicas no llegan a Puede ser también común la posi- En cualquier caso, inscribir la
formar parte del paisaje escolar -a bilidad de acceder a juegos elec- discusión del uso de tecnologías
pesar de las inversiones estatales trónicos que desafían destrezas y viejas y nuevas en relación con la
para la incorporación de recursos, cierta cuota de imaginación lo enseñanza de diferentes conteni-
como tv, video, e incluso, computa- virtual construye realidades o de dos escolares, nos obliga a poner
doras y acceso a internet. ponerse en contacto con libros de de relieve el lugar que esas
cuento donde es el propio niño tecnologías ocupan en los dispo-
Registramos regiones o zonas de lector quien construye el recorrido sitivos didácticos construidos para
extrema pobreza en los países posible, aún en un marco limitado intervenir en situaciones y contextos
latinoamericanos, en las cuales la de opciones, análogo en el papel institucionales singulares.
más elemental modernización de las propuestas hipertextuales.
parece no haberse instalado aún, Construir la “clase” articulando de
careciendo de condiciones básicas Señala en este sentido E. Litwin: modo creativo en ella el tratamien-
para la aplicación de esas innova- “Hay chicos que llegan a la escuela to de temas, conceptos y relaciones
ciones al campo educativo (por habiendo visto el mundo sólo por ricos y centrales de las disciplinas y
ejemplo, carencia de corriente televisión, otros llegan con múlti- la cultura en general y un modo de
eléctrica). Investigaciones en nues- ples experiencias y contactos enri- acercarse a ese conocimiento, a
tro medio dan cuenta, por otra quecedores con otros adultos y con través de propuestas de actividad
parte, que cuando se produce la el medio. Los mensajes que emiten que incluyen recursos y medios, es
incorporación de nueva tecnología los medios son parte de la vida un trabajo complejo que demanda
en escuelas denominadas urbano- cotidiana. Importa integrarlos al superar una visión artefactual y
marginales en no pocos casos no aula como elementos constitutivos restringida de lo tecnológico.
está muy claro su sentido pedagó- de la vida diaria y del conocimiento
gico; se suelen tratar como arte- experiencial”. (Litwin, E.; 1995: Trabajo que a su vez demanda
factos respecto de los cuales los 189) pensar en quienes aprenden y ser
docentes no disponen de forma- analizado por lo tanto desde una
ción especializada para trabajar Esa integración no se dará sin perspectiva socio-cultural de la
con ellos; se presentan problemáti- conflictos, si atendemos al hecho cognición y la comprensión y
cas organizacionales de alta com- que en las aulas se expresarán las construcción de significados.
plejidad e intensidad (desde la diferencias de historia social y
incorporación de nuevos profesio- cultural de los sujetos alumnos - Como formas objetivadas de la
nales al ámbito escolar, como los con sus formas particulares de cultura, los medios y tecnologías
técnicos en informática, hasta la percepción y apreciación (Bour- de la información y la comunica-
resolución de los problemas de dieru, P..; 1995) conformadas en ción constituyen sistemas simbóli-
seguridad respecto de artefactos su vida cotidiana al tiempo que se cos altamente complejos, parte
de alto valor económico) y también pondrán en contacto con patrones importante de esa “caja de
problemas institucionales vincula- de valoración cultural considera- herramientas“ que constituye la
dos con nuevas formas de ejercicio dos legítimos, transmitidos por los cultura (Bruner, J; 1997: 36). En el
del poder en las relaciones entre maestros y que muy probablemen- marco de propuestas de enseñan-
diferentes actores en la institución. te se distanciarán de aquéllas. za, abren posibilidades para an-
(Martínez, M.T., 2002). damiar o construir apoyos a los
Por otra parte, los propios maestros procesos de construcción de “múl-
Sin embargo y aún de modo hete- como sujetos consumidores y pro- tiples representaciones” contactan-
rogéneo a este tipo de escuelas ductores de bienes e interpretacio- do con ejemplos, analogías, de-
asiste una importante población nes culturales, también construi- mostraciones, narrativas (Litwin, E;
escolar que suele encontrarse en mos versiones de mundo, y nos 1995: 194).
sus espacios socio-familiares con encontramos tan expuestos a las
algunas de estas transformaciones. influencias mediáticas como los Como señala Bruner, “... las obras
Puede ser frecuente que los niños niños en edad escolar con quienes y las obras en preparación crean en
para quienes la situación de extre- trabajamos. un grupo formas compartidas y
ma pobreza impide la apropiación negociables de pensar”, facilitan o
cotidiana de bienes culturales legí- Algunas investigaciones dan hacen más accesibles los esfuerzos
timos en múltiples ámbitos, cuen- cuenta del impacto que las nuevas reflexivos, permiten abrir el paso a

27
las mejores tradiciones comparti- de fragmentos de historia personal niños despliegan de modo espon-
das de una cultura, permitirían o social, supone una perspectiva táneo fuera de la escuela.
ayudar a “inventar tradiciones”. educativa que discute la distancia
(Bruner, J.; 1997: 41-43). La exter- de la escuela con la vida (Litwin, E.; Dado que en esa “espontaneidad”
nalización en obras señala el au- 1995), que imagina a la escuela también se condensan formas ri-
tor- “... rescata a la actividad cog- como un escenario y caja de reso- tualizadas y canónicas de la cultura
noscitiva del estado implícito, ha- nancia de los procesos y objetos (Bruner, J; 1997), modos de perci-
ciéndola más pública, negociable con los cuales los sujetos se vin- bir la realidad a través de clasifi
y solidaria” (1997: 43), más acce- culan y constituyen en su vida caciones heredadas, en definitiva,
sible a la reflexión y a la metacog- cotidiana. “Salir” de la escuela al la imposición de ciertos patrones
nición. “El mayor hito en la historia encuentro con la vida y la historia de consumo en la determinación
de la externalización fue probable- en los museos o en la urdimbre de los intereses en la infancia
mente la escritura, poniendo el urbana aún exponiéndonos en ella (Carli, S;1999: 15), se tratará al
pensamiento y la memoria “ahí a tomar contacto con diversas mismo tiempo de abrir la escena
fuera” en tablillas o en papel. Los situaciones de injusticia, como la cotidiana de las aulas a una mira-
ordenadores y el correo electrónico infancia en la calle-, suele ser el da capaz de interrogar las formas
pueden representar otro paso antídoto que se busca al excesivo estereotipadas que suelen plas-
adelante”. encapsulamiento de los procesos marse en el imaginario infantil, a
de escolarización. través de identificaciones con los
La enseñanza implica un proceso “héroes” de turno y los valores a
de transformaciones sucesivas de Sin embargo, no se trata sólo de ellos asociados que construyen los
los saberes culturales en varios postular esa necesidad de apertura medios de comunicación social. En
niveles (desde el currículum oficial ni será suficiente con “salir a dar un este sentido, las aulas deben
y los manuales escolares hasta los paseo al barrio” para dotar a esas convertirse en lugares de expresión
programas docentes), proceso que experiencias de valor educativo. de la ya tradición latinoamericana
también incluye el tratamiento es- Será un desafío “construir opciones de “lectura crítica de los medios”
pecializado de sus múltiples pro- metodológicas” (Edelstein, G; Co- (A.Mattelart, 1987), sometiendo
ductos.. La escolarización de la ri- ria, A., 1995) que aspiren a re- las múltiples lecturas e imágenes a
queza y variedad de relatos y crear aún con límites el placer del procesos de desconstrucción de los
visiones de mundo que circulan en goce estético, la manipulación mensajes (Litwin, E., 1995) y favo-
producciones como revistas, pelí- activa, el descubrimiento, la crítica, reciendo su re-interpretación críti-
culas, textos literarios, fotografías la creación de sentidos que los ca.

Desafíos para la formación de maestros y la escuela

Las modificaciones estructurales culturales dominantes en diferen- prensivos. Ello implica situar el
que hoy vive la escuela, las nuevas tes esferas de la producción cultu- papel de recursos y medios en
y variadas formas de producción y ral, para a partir de allí, problema- construcciones metodológicas
transmisión de conocimiento críti- tizar su inclusión en la enseñanza para la enseñanza que favorezcan
co sobre la realidad histórica, de contenidos escolares específi- la comprensión crítica de conteni-
socio-cultural, natural, emergen- cos. Así, será preciso tratar en una dos culturales relevantes, atiendan
tes, entre otros factores, por el perspectiva amplia tanto la pro- a su especificidad, diversifiquen los
avance de las tecnologías de la ducción y uso de medios y recursos modos de acceso y apropiación de
comunicación y la información, pensados estrictamente para el conocimientos, tiendan a una sis-
tienen importantes implicancias aula, como de aquellas produccio- temática amplificación de los uni-
en relación con la formación de nes culturales elaboradas con versos posibles de cultura.
docentes. Estos procesos plantean propósitos no-didácticos. Perspec- Construcciones metodológicas ca-
el desafío y la necesidad de incluir tiva amplia que posibilite observar paces de reconocer diversidad de
la problemática de la Tecnología en las prácticas y abordar concep- usos y prácticas de los sujetos
Educativa con un lugar diferencia- tualmente la temática desde los alumnos con los que habrán de
do en las propuestas curriculares aportes de diversas disciplinas las trabajar los futuros maestros, siem-
a ello destinadas, en estrecha re- teorías de la comunicación, la pre cuidadosas de no reforzar desi-
lación con las instancias de prác- semiótica, la psicología, lecturas gualdades injustas.
tica o residencia. socio-antropológicas, la didácti-
ca- que ayude a reconocer la espe- El Taller es una opción metodológi-
Será preciso en primer lugar, cicificidad y riqueza de los diversos ca de formación docente (Edels-
acompañar a los futuros docentes lenguajes involucrados; que per- tein, G; Coria, A; 1995) que debe
en un examen crítico de las formas mita identificar estilos, géneros y en este campo de las tecnologías
en que ellos mismos se aproximan rituales comunicacionales, con el educativas proponerse articular
a los mundos de las tecnologías, eje articulador de los problemas tres dimensiones: teórica, técnico-
de su comprensión de los códigos del enseñar y el aprender com- instrumental y crítico-situacional,
28
(8)Ministerio de Educación: Pedagogía (colectivo de autores). Ed Pueblo y Educación. Ciudad de la Habana, 1981. p.208
en función de las cuales los futuros El espacio de taller, como práctica logía educativa así como vincular
maestros se apropien de criterios y como proceso de análisis y refle- las posibilidades de innovación y
de valoración de medios y recursos xión sobre la misma, debería apun- los contextos de trabajo, definien-
para el desarrollo de sus prácticas tar a facilitar la apropiación de la do opciones particulares para
de enseñanza. lógica de producción, circulación y cada situación de enseñanza y
recepción de los diversos lenguajes evaluando procesos concretos de
implicados en opciones de tecno- implementación.
Para un cierre
Desde un punto de vista amplio, el ción crítica de universos culturales La segunda perspectiva alude ya
registro hasta aquí realizado de múltiples, espacio colectivo donde particularmente a la incorporación
posibles realidades, complejas, no los “otros” sujetos niños y maes- de experiencias de análisis crítico
uniformes, con matices, nos permi- tros y sus historias deben ser reco- de diversos medios y mensajes, y a
te resituar la discusión de la rela- nocidos. En el plano de las apues- la apertura de un ámbito de inter-
ción tecnología - prácticas educa- tas por el valor educativo de las cambio colectivo de múltiples sig-
tivas y permite a la vez re - significar experiencias escolares, la produc- nificaciones, enriqueciendo los
la función de la escuela, al menos ción y uso de múltiples artefactos procesos cognitivos y sociales, a
desde dos perspectivas de valor culturales como herramientas o través de favorecer la interpreta-
formativo. recursos articulados en buenas ción y apropiación de la lógica y
propuestas de enseñanza en sen- códigos con los cuales se expresan
Una perspectiva implica pensar la tido ético-político, cognitivo y so- dichos medios y mensajes que en sí
escuela como un espacio social y cial (Litwin, E.; 1995)- constituirían mismos son transmisores de formas
cultural no sustituible, espacio de formas de intermediación particu- de pensar la realidad y actuar en
intermediación en los procesos de lares que es un desafío construir y ella.
construcción de sentido y apropia- ayudar a construir.

29
Bibliografía

• Aparici, R. (1999) “Mitos de la Pictus), Ed. Porrúa, México. •(1995) Los medios en la escuela.
educación a distancia y de la •Comenio, J.A. (1994, 1era. Ed. En Litwin, E. (Comp.). Tecnología
nuevas tecnologías”.
tecnologías” En Acerca 1657) Didáctica Magna. Editorial Educativa. Política, historia,
de la distancia. RUEDA. Córdoba. Porrúa. México. propuesta . Ed. Paidós. Buenos
•Auge,
Auge, M. (1995) Hacia una •Coria,
Coria, A., Pensa, D., y otros. Aires.
antropología de los mundos (2002). El uso de nuevas tecnolo- •Maggio,M. (1997). ”Concepcio-
contemporáneos. Ed. Gedisa, gías en el campo de las ciencias nes didácticas en la incorpora-
Barcelona. económicas. un estudio explora- ción de nuevas tecnologías en el
•Bolívar, A. (1995). El conocimien- torio de las interacciones en el aula aula”. En Mattelart, A. y M.
to de la enseñanza. virtual. Mattelart. (1987). Pensar sobre
Epistemología de la investigación •Chartier,
Chartier, R.(1999). Cultura escri- los medios. Comunicación y críti-
curricular. Universidad de Gra- ta, literatura e historia. FCE. ca social. Ed. Los Libros, FUN-
nada-FORCE. Granada. México. DESCO. Madrid.
•Bruner, J. (1988) Realidad mental •Chartier,
Chartier, R. (2000). Las revolu- •Litwin,
Litwin, E. (Comp.). Enseñanza e
y mundos posibles. Editorial Ge- ciones de la cultura escrita. Innovaciones en las Aulas para el
disa. Barcelona. Diálogo e intervenciones. Barce- Nuevo Siglo. Ed. El Ateneo. Bs. As.
•Bruner, J. (1997).
(1997) La educación, lona: Gedisa.(1995). Sociedad y (tecnología educativa)
puerta de la cultura. Ed. Visor. escritura en la Edad Moderna. •Martínez, M. T. (2002). "Las TIC:
Madrid. Instituto Mora. México. sus huellas en la enseñanza. Entre
•Burbules, N. y Callister, T. (2000). •Edelstein,
Edelstein, G. y Coria, A. (1995). mitos y realidades". Tesis Docto-
Educación: riesgos y promesas Imágenes e imaginación. Inicia- ral. UNSalta. Salta.
de las nuevas tecnologías de la ción a la docencia. Ed. Kapelusz, •Poloniato,
Poloniato, A. (1993). Géneros y
información. Bs. As. Buenos Aires. formatos para el guionismo en
•Bourdieu, P. (1991) El sentido •León, O., Burch, S. Y Tamallo, E. televisión educativa. ILCE.
práctico. Ed. Taurus. Madrid. (2001).
(2001) Movimientos sociales en México.
•Bourdieu, P. Wacquant, L. (1995). la red. Agencia latinoamericana •San Martín Alonso (1995). La
Respuestas. Por una antropología de la Información. Quito. Escuela de las Tecnologías. Uni-
reflexiva. Ed. Grijalbo. México. •Libedinsky,
Libedinsky, M. (2000). La versidad de Valencia. Valencia.
•Carli, S. (1999).
(1999) De la familia a la innovación en la enseñanza. •Torres,
Torres, J. (1994). Globalización e
escuela. Infancia, socialización y Diseño y documentación de ex- interdisciplinariedad: el curriculum
subjetividad. Ed. Santillana. periencias de aula. Ed. Paidós. integrado. Ed. Morata. Madrid.
Buenos Aires. Buenos Aires. •Rockwell, E. (1995). ¨De huellas,
•Canclini,
•Canclini, G. (1995) •Litwin, E. (1999) “La educación a bardas y veredas¨. En Rockwell,
Consumidores y ciudadanos. distancia para el nuevo siglo: E. (Comp.). La escuela cotidiana.
Conflictos multiculturales de la desafío y perspectivas”. Confe- FCE. México.
globalización. Ed. Grijalbo. rencia central. En Acerca de la •Salomon, G. (1992). “Las dever-
México. distancia. RUEDA. Córdoba. sas influencias de la tecnología
•Castro Gómez, S. (2000). Litwin, E. Comp. (1997) “La en el desarrollo de la mente”. En
“Ciencias sociales, violencia tecnología y sus desafíos en las Infancia y Aprendizaje. Nro. 58.
epistémica y el problema de la nuevas propuestas del aula”. En P.p. 145-159.
invención del otro”. En Lander, E. Litwin, E. (Comp.).Enseñanza e •Varela, J. y Alvarez Uría, F. (1991)
(Comp.).La colonialidad del Innovaciones en las Aulas para el Arqueologia de la escuela. Ed. La
saber. CLACSO-UNESCO. Nuevo Siglo. Ed. El Ateneo. Piqueta, Madrid.
•Comenio, J.A. (1658-1994)
(1658-1994 El Buenos Aires.
mundo en imágenes (Orbis

30

También podría gustarte