Está en la página 1de 6

5/1/2018 Hoja de Insumo

Número Sede Importancia Tipo

184/2017 Tribunal Apelaciones Civil 2ºTº ALTA DEFINITIVA

Fecha Ficha Procedimiento

08/11/2017 330-285/2011 PROCESO CIVIL ORDINARIO

Firmantes

Nombre Cargo

Dr. Alvaro Jose FRANCA NEBOT Ministro Trib.Apela.

Dr. Tabare Gregorio SOSA AGUIRRE Ministro Trib.Apela.

Dr. John PEREZ BRIGNANI Ministro Trib.Apela.

Redactores

Nombre Cargo

Dr. Alvaro Jose FRANCA NEBOT Ministro Trib.Apela.

Abstract

Camino Descriptores Abstract

DERECHO COMERCIAL->CONTRATO DE COMISION

DERECHO PROCESAL->PRUEBA->MEDIOS DE PRUEBA->PRUEBA TESTIMONIAL->PROCEDENCIA DE LA PRUEBA TESTIMONIAL

Descriptores

Resumen

Se confirma la recurrida que desestimó la demanda.

En el caso de autos, el Tribunal no tiene más que compartir lo afirmado en la recurrida en cuanto señaló que la parte actora no logró acreditar
debidamente el contrato que invocó al demandar. También se debe señalar que la demandada controvirtió el punto dado que de su contestación
de demanda se extrae sin ambages que a su juicio el contrato no existió y que por eso su negativa a abonar comisión (nums. 18 a 20, fs. 128).

Marcar Palabras Marcar Frase

Texto de la Sentencia

DFA-0005-000713/2017

SEF-0005-000184/2017

Tribunal de Apelaciones en lo Civil de Segundo Turno

Ministro redactor: Dr. Álvaro França

http://bjn.poderjudicial.gub.uy/BJNPUBLICA/hojaInsumo2.seam?cid=25059 1/6
5/1/2018 Hoja de Insumo

Ministros Firmantes: Dr. Tabaré Sosa, Dr. John Pérez Brignani y Dr. Álvaro França

Montevideo, 8 de noviembre de 2017

V I S T O S:

Para definitiva en segunda instancia este juicio que por COBRO DE PESOS sigue Antonio MORALES contra FACTEL S.A. (IUE: 330-
285/11), venido a conocimiento de este Tribunal en mérito al recurso de apelación interpuesto por la parte actora contra la Sentencia No.
34/17 de 25 de abril de 2017, dictada por la Señora Jueza Letrada de Primera Instancia de Rivera de 4º Turno, Dra. Stefania Barosio.

R E S U L T A N D O:

I.- La recurrida (fs. 320/329), a cuya exacta relación de antecedentes procesales útiles se hace remisión, desestimó la demanda con costas y
costos por su orden.

II.- Contra la misma se interpuso el correspondiente recurso de apelación en el cual se expresaron los siguientes agravios (fs. 331/337) que
hubo contrato de mediación, que la demanda no vulnera la teoría de la sustanciación, que su parte no celebró contrato de medicación previo
con Gladenur S.A. y que en general, se valora erróneamente la prueba sobre el punto.

Por otra parte, señala que aún no existiendo acuerdo sobre el precio, es de aplicación el art. 1834 C. Civil, siendo a su juicio el precio de
costumbre el 3%.

III.- Se contestaron los agravios (fs. 340/346) y se franqueó la alzada (No. 3146/17 de fecha 21 de junio de 2017).

IV.- Recibido el proceso en el Tribunal, los autos se giraron a estudio en forma sucesiva y en acuerdo celebrado al efecto (art. 203.4 in fine y
204.2 C.G.P. –red. Ley 19.090-), por unanimidad de votos se resolvió el dictado de decisión anticipada (art. 200 C.G.P. –red. Ley 19.090-).

C O N S I D E R A N D O:

http://bjn.poderjudicial.gub.uy/BJNPUBLICA/hojaInsumo2.seam?cid=25059 2/6
5/1/2018 Hoja de Insumo

1) El Tribunal procederá a confirmar la recurrida por compartirse sus fundamentos y por lo que se dirá.

2) Ahora bien, con carácter general pero trasladable al caso de autos se debe tener especialmente presente a los efectos de la solución del
caso lo siguiente. El contrato de consignación o comisión es de naturaleza consensual, sin formalidad alguna, bastando para su
perfeccionamiento o celebración que el consignatario obre a nombre propio pero por cuenta ajena, sin necesidad de expresar el nombre,
identificar o individualizar para quién se realiza el encargo. El comisionista queda directamente obligado hacia las personas con quienes
contratare, sin que éstas tengan acción contra el comitente, ni éste contra aquellas, a no ser que el comisionista hiciere cesión de sus
derechos a favor de una de las partes (arts. 300 y 337 del Código de Comercio; MEZZERA, Curso de derecho comercial, vol. III, ed. 1997, p.
229 y ss.; Curso de derecho comercial, t. III, contratos comerciales, 8ª edición actualizada por RIPPE, p. 332/334; ADCom. III, p. 74; TAC 4º
SEF-9-32/13, SCJ No. 566/13, de la Sala No. 5-162/15).

Ese obrar a nombre propio es, como lo destacan la doctrina y jurisprudencia, el carácter típico de la comisión (SCJ en LJU 12708). Como
enseñan FERNÁNDEZ - GÓMEZ LEO (Trat..., t. III-A, p. 256) son presupuestos para que exista contrato de comisión o consignación que el
comisionista actúe en nombre propio, que tenga por objeto actos de comercio y que tales actos -uno o varios- sean individualmente
determinados; es una especie del mandato comercial que se caracteriza porque el mandatario actúa en nombre propio frente a los terceros,
aún cuando lo haga por cuenta ajena; de ello se sigue que si actúa en nombre del comitente, no habrá comisión o consignación, sino un
mandato representativo.

Lo expuesto conduce a concluir que existe la gran diferencia de que en la comisión la persona que desempeña el negocio obra a nombre
propio, mientras en el mandato obra a nombre de la persona que se lo ha encomendado. La comisión resulta ser, entonces, un mandato sin
representación (A.D.Com. No. 6, c. 79 p. 342; ROCCA, Contratos Comerciales, t. II, p. 366; A.D.Com. No. 2, c. 57, p. 22 y No. 3, c. 93, p.
178; LJU 14565).

Como afirmara la Sala en anteriores pronunciamientos (Nos. 68/12 y 5-50/14) en conceptos enteramente trasladables a la sub lite: “el
Tribunal en su anterior y actual integración admite que el derecho al cobro de la comisión por parte del mediador se genera cuando el negocio
es concluido y existe relación causal con la labor del mediador. Así se sostuvo en las sentencias 42/01, 79/03 y 293/04 (ADCU T. XXXII c.
514, XXXIV c. 467 y XXXV c. 481)”.

“El concepto de mediación o el contrato de tal no está reglamentado por la Ley. Por ello, ha sido definido doctrinariamente como la
convención por la cual se comete a una de las partes, llamado mediador, poner en relación a dos o más personas para la concertación de un
negocio mediante el pago de una comisión (Carnelli, “Contrato de mediación”, RDJA, t. 67, p. 33).

Doctrina y jurisprudencia han insistido en que el derecho a percibir la comisión queda subordinado a la tarea, labor o trabajo desplegado, el
que no debe limitarse al acercamiento de los eventuales contratantes, sino que debe efectuarse una activa aproximación entre ellos
colaborando en la etapa de las tratativas para reducir o eliminar las posibles divergencias, de manera que la conclusión del negocio sea el
efecto directo de su actividad. Esto es, el derecho a cobrar comisión surge desde que el mediador logra el acercamiento de las partes que se
transforman en contratantes en función de su labor de acercamiento activo, con abstracción de la naturaleza jurídica (contrato definitivo o
preliminar) y de las ulteriores vicisitudes del contrato (retractación, anulación, rescisión o actuación de cualquier medio extintivo extraño a la
gestión mediadora) (ADCU XVIII c. 644 a 646; XIX c. 418 a 423; XX c. 429 a 432; XXI c. 606; XXIV c. 703 a 708; XXV c. 590 a 591; c. 447 a
450, entre muchos otros)”.

http://bjn.poderjudicial.gub.uy/BJNPUBLICA/hojaInsumo2.seam?cid=25059 3/6
5/1/2018 Hoja de Insumo

3) En el caso de autos, el Tribunal no tiene más que compartir lo afirmado en la recurrida en cuanto señaló que la parte actora no logró
acreditar debidamente el contrato que invocó al demandar. También se debe señalar que la demandada controvirtió el punto dado que de su
contestación de demanda se extrae sin ambages que a su juicio el contrato no existió y que por eso su negativa a abonar comisión (nums. 18
a 20, fs. 128).

Lo precedente se ve reafirmado al punto que de la prueba testimonial no se puede relevar la existencia de declaraciones que avalen la
existencia del contrato, tampoco se advierte la existencia de un sólo documento que vincule a Morales contractualmente con la demandada,
como bien se señala por la “a quo”. No se ha probado que la reclamada haya encargado al actor buscar y/o encontrar un comprador para su
lote; no hay elementos para concluir que el pretensor hubiese recibido instrucciones de parte de la demandada, circunstancia fundamental en
la relación interna del negocio que se trata (FERNÁNDEZ – GÓMEZ LEO, Trat..., t. III-A, p. 257/258, Depalma, Bs. As., 1988). Al contrario,
surge probado que el actor fue contratado por la compradora para buscar y/o encontrar un vendedor del ganado que necesitaba, su encargo
culminó exitosamente y así le fue abonada la comisión por el único que la debía, su comitente.

En puridad, estando fuera del pleito que el actor fue encomendado por la compradora a buscar y/o encontrar un vendedor de la especie
requerida, su apersonamiento frente al vendedor -o sea, la demandada, el tercero con quien debe ser tratado el negocio- no es más que una
forma de otorgamiento del contrato de consignación con la compradora (BOLAFFIO, ROCCO y VIVANTE, Derecho comercial, t. 10, Del
contrato de cuenta corriente y del mandato comercial y de la comisión, vol. I, p. 136, Ediar, 1951). Así, como enseñan los citados en último
término, es en la esfera jurídica del mandante, para quién únicamente se adquieren los derechos como se imponen las cargas de la
operación concluida (op. cit., p. 325).

Más precisamente, en el contrato de comisión el que desempeña el encargo -en el caso, el actor- debe rendir cuentas a quien se lo confiere -
en el caso, la sociedad anónima compradora del ganado-, por tratarse ésta de una obligación legal (art. 382 C. Com.) e incluso, de buena fe y
de correcto uso en la práctica comercial (OBRARRIO, Curso de derecho comercial, p. 251, ed. Félix Lajouane, Bs. As., 1900). Tratándose la
comisión de un contrato -sinalagmático y oneroso aún no se haya fijado precio, art. 379 C. Com.-, de una especie de mandato con notas
especiales (BROSETA, Manual de derecho mercantil, p. 444, 8ª ed., Madrid, 1990), es obvio que quien debe sufragar el encargo es quien lo
contrató, que en la especie fue la sociedad anónima compradora del lote. Esto no es más que una expresión del principio básico contractual
de que todo contrato obliga como la ley misma a las partes que acudieron a celebrarlo (art. 209 C. Com.).

A mayor abundamiento, es posible señalar que teniendo en cuenta el dato de la realidad de la vida comercial en general -y por ende aplicable
al supuesto de marras-, indicativo de que en la mayoría de los casos la iniciativa por formalizar un negocio de esta naturaleza parte del
comitente (art. 141 CGP), el C. Com. establece normas específicas sobre la aceptación del comisionista, que difieren sustancialmente de las
establecidas respecto del mandato civil. De esta forma, de acuerdo a cómo se sucedieron los hechos según la demanda, la comisión que se
invoca perfeccionada con la sociedad reclamada se habría dado de forma anormal -por contrario a lo que es norma en los hechos-, es decir,
que el comisionista habría ido a buscar un comitente (lo que no es indebido ni ilegítimo, ya que puede ser que el comisionista sea quien
oferte sus servicios profesionales de diversas formas; véase BAUDRY – LACANTINERIE y WAHL, No. 499), y no a la inversa como es de
regla y por ello, una afirmación de esta índole debió ser demostrada con toda contundencia, puesto que es valor entendido que cuando se
quiere acreditar una circunstancia de hecho diferente a lo que es la norma en la materia, la apreciación de la prueba debe ser más rigurosa y
ha de interpretarse de forma restrictiva.

Tampoco escapa al Tribunal la ostensible contradicción del memorial de agravios, cuando expresa que en la demanda no invocó contrato
alguno (fs. 321 v.), lo que no es cierto (v. específicamente num 11º, pár. 3º, fs. 108 “in fine”) y a la vez, sostiene la existencia de contrato para
fundamentar el cuestionamiento de la sentencia hostilizada. De la misma manera sucede con la afirmación de que ninguna de las partes del
negocio principal solicitó expresamente la intervención del actor (fs. 333 v.), cuando él mismo fue quien en su demanda se encargó de

http://bjn.poderjudicial.gub.uy/BJNPUBLICA/hojaInsumo2.seam?cid=25059 4/6
5/1/2018 Hoja de Insumo

señalar que había sido contratado por Gladenur SA (sociedad compradora del ganado) para la operación que finalmente se materializó (fs.
106 y ss.). Aquí el accionante confunde lo expreso con lo escrito, cuando no necesariamente ello es coincidente.

Finalmente, impide a la actora acreditar por testigos una obligación del porte que reclama, por imperio de la preceptiva del art. 193 C. Com.,
así como la de los arts. 1594 a 1599 C. Civil. Y además, todas las actividades que Morales alega haber desarrollado (y en algún caso se
hallan acreditadas) para el éxito del negocio, deben reputarse realizadas en su carácter de comisionista de la sociedad anónima compradora,
o sea, la comitente del negocio, la mandante, y no como intermediario entre ambos contratantes principales.

En suma, no obra elemento convictivo alguno que permitan tener por probados los hechos alegados en la demanda y por tanto se arribará a
la solución ratificatoria de lo decidido en el grado precedente.

4) La correcta conducta procesal de las litigantes en el grado impone que las costas y costos de la presente instancia deban sufragarse por
su orden (arts. 56 [red. L. 19.090] y 261 [red. L. 16.699] C.G.P. y 688 C. Civil).

Por los fundamentos expuestos y normas citadas, el Tribunal,

F A L L A:

Confirmase la recurrida sin especial condenas en el grado.

Notifíquese personalmente y oportunamente devuélvase a la Sede Letrada A Quo con copia en la forma de estilo (honorarios fictos 10 bpc ).

Dr. Tabaré Sosa Aguirre

Ministro

Dr. John Pérez Brignani

http://bjn.poderjudicial.gub.uy/BJNPUBLICA/hojaInsumo2.seam?cid=25059 5/6
5/1/2018 Hoja de Insumo

Ministro

Dr. Álvaro França

Ministro

Esc. Rodolfo Benzano

Secretario Letrado

Concuerda bien y fielmente con el tenor que tengo a la vista.

Cerrar Imprimir Texto Imprimir Hoja Insumo

http://bjn.poderjudicial.gub.uy/BJNPUBLICA/hojaInsumo2.seam?cid=25059 6/6

También podría gustarte