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EL CAMPO GRUPAL.

Notas para una Genealogía


ANA MARÍA FERNÁNDEZ

Capítulo VII
EL NUDO GRUPAL

*Lo grupal como campo de problemáticas

- Cuando surge la necesidad de poner juego organizadores socio-culturales para articular los organizadores
fantasmáticos de los grupos se presenta una dificultad. Es que la cuestión de los organizadores grupales se
encuentra “anudada”.
- A partir del trabajo en psicodrama psicoanalítico se investigó y aplicó en la clínica y docencia la técnica de
multiplicación dramática, para realizar esbozos conceptuales sobre anudamientos-desanudamientos
grupales.
- Dicha técnica se montó como laboratorio a través de la multiplicación de escenas. Esto ha hecho visible que
tanto en cada una de las escenas de una multiplicación como en su secuencia operan simultáneamente
inscripciones muy diversas de referentes deseantes, grupales, institucionales y sociopolíticos, lo mismo sucede
en los momentos discursivos del trabajo (tanto en lo dicho como de no dicho del discurso).
- Tales inscripciones se producen simultáneamente, no son homologables pero tienen en común que todas
escapan al registro conciente de los integrantes.
- Cada escena, como su secuencia es generadora de múltiples sentidos.
- No se puede leer dicho sentido exclusivamente desde la coordinación ya que los comentarios grupales
posteriores, en su dimensión de lo dicho y lo no dicho, hacen posible acceder a algunas de las líneas de
sentido operantes.
- O sea nunca se está en presencia de un solo sentido.
- Aparecen múltiples sentidos, y aún así “se sabe” que lo acontecido en una situación grupal es mucho más que
aquello de lo que se puede dar cuenta, siempre hay un plus que escapa a su inteligibilidad. Son rarezas,
sinsentidos que interrogan a las racionalidades construidas.
- Se tiende a pensar en el atravesamiento de diferentes organizadores para organizar el conjunto de
acontecimientos grupales, pero el pensar en una sola línea de organizadores se vuelve restrictivo para pensar
lo grupal.
- Se plantea la necesidad de abrir el pensamiento de lo grupal hacia lógicas pluralistas que legitiman
epistemológicamente atravesamientos disciplinarios.

- Los organizadores fantasmáticos son aquellos que hacen posible que el sujeto haga “nudo” pero hay otros
organizadores en juego, y aquí operan las variables institucionales que se transforman en organizadores
grupales.
- Para esto se necesita el abordaje transdisciplinario para la teorización de lo grupal, que supone:
a-Elucidación crítica sobre los cuerpos teóricos involucrados que desdibuje una intención legitimante de lo que
se sabe, para poder desplegar la interrogación para pensar de otro modo.
b-Abandono de cuerpos nocionales hegemónicos de disciplinas reinas y satelizadas.
c- Articular contactos locales y no globales.
d-Así los cuerpos teóricos funcionan como cajas de herramientas.
e-Desdisciplinar las disciplinas de objeto discreto.
- Hay que distinguir criterios transdisciplinarios de la “epistemología convergente” de Pichón Riviere, que
aspira que en tal convergencia todas las ciencias del hombre funcionen como una unidad operacional, y
aporten elementos para la construcción del campo grupal, es la “Teoría del Hombre Entero”. Esta noción de

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hombre es característica de los paradigmas vigentes en los ‘60 y no cuestionan a las ciencias positivas en la
territorialización de sus saberes.
- En cambio los criterios transdiciplinarios no buscan unificar los saberes disciplinarios. Más que una búsqueda
de universales, indaga matrices generativas. Y esto hace posible elucidar tanto las convergencias como las
divergencias disciplinarias.
- Las implicancias del atravesamiento de diferentes áreas de saberes son:
1- Pone en crisis muchas de las zonas de máxima evidencia.
2- Exige la constitución de redes de epistemología crítica para evitar patch-works teóricos.
3- Vuelve necesaria otra forma de constitución de equipos de trabajo.

- Hay que pensar, entonces a los grupos como campos de problemáticas más que como campos intermediarios
entre lo individual y lo social, o como objetos teóricos, en este sentido es que se los enuncia como “nudos
teóricos”.
- Una eventual teoría de los grupos tendrá que efectuar un doble movimiento investigando en la especificidad
de lo que en un grupo acontece y trabajando al mismo tiempo el entramado de tal especificidad en
inscripciones más abarcativas.
- Con la noción de Atravesamiento:
a-En cada acontecimiento grupal operan todas las inscripciones transversalmente, no todas se vuelven
evidentes pero siempre están ahí, eficaces y productivas.
b-Se pueden desdibujar los grupos islas, y repensar lo singular y lo colectivo por fuera de la tradicional
“individuo-sociedad”.
c-Se puede incluir a los grupos en campos de análisis más abarcativos. Y esto desdibuja el grupo isla, ya que
remite al anclaje institucional de los grupos
d-Desmarca la antinomia individuo-sociedad en tanto implica significantes sociales operando no con efecto de
influencia sobre el individuo sino como fundantes del sujeto.

*La relación texto-contexto grupal

- Fernández se pregunta ¿Cómo puede ser pensada la articulación entre todo aquello que sucede en un grupo y
el acontecer social en que tales actividades se desarrollan, ya que tradicionalmente suele pensarse como el
adentro y el afuera grupal.? ¿Puede hablarse de cómo o cuando lo social “influye” sobre lo que acontece en
un grupo.
- Toma una frase de Pavlosky que dice “El grupo es hablado por el argumento del drama social” y observa
como la división texto y contexto se vuelve cada vez más difícil de delimitar.
- En este sentido el llamado contexto es texto del grupo, es decir no hay una realidad externa que produce
mayores o menores efectos de influencia sobre los acontecimiento grupales, sino que tal realidad es parte del
propio texto grupal, en sus diversas modalizaciones, es por ende fundante de cada grupo, más que
escenografía, o drama grupal.
- Delimita el sentido del término texto, al utilizarlo en el campo de lo grupal:
1-No se circunscribe a su sentido verbal-escrito. Se hace referencia a las formas propias que el grupo
construye, desmarcando el término texto de su connotación lingüística y rescatando su sentido más
amplio que refiere a su productividad.
2-El texto grupal tiene un poder generador de sentidos. Implica un juego infinito donde el sentido que se le
otorga no agota su productividad. Como el texto del sueño los textos del grupo son inagotables.
3-Es más que un sentido oculto, sustancial que la interpretación debe develar, el texto mismo es un
permanente generador de sentidos, así no sólo lo dicho y lo dicho, sino también los movimientos

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corporales, espaciales, los silencios los pactos etc. van conformando un complejo entramado de las
configuraciones o formas de un grupo, que a su vez son generadores de otros múltiples sentidos.
4-Sentidos que operarán particularizadamente en y desde los diferentes integrantes “abrochando” en forma
singular en cada uno de ellos.

-La intervención interpretante no constituye una unidad cerrada, no quiere encontrar el sentido, puntúa: algún
sentido, señala un sinsentido, resalta una paradoja. En ese movimiento no descubre sino que crea las
condiciones de posibilidad para que otros sentidos puedan ser enunciados.

(Ver ejemplo pag. 150-151)

- Al desdibujar el adentro-afuera, el arriba-abajo, los nudos grupales pueden ofrecerse como anudamientos-
desanudamientos de subjetividades, como complejos entramados de múltiples inscripciones.
- En el nudo todo está ahí, latiendo, todas las inscripciones están presentes en cada uno de los acontecimientos
grupales, variarán sus combinatorias en cada momento como también su nivel de relevancia en tal momento.
- Pensar de este modo implica aceptar que en un grupo se están generando muchísimas más producciones que
aquellas que pueden leerse o enunciarse.

*La dimensión institucional de los grupos

-Fernández se pregunta: ¿La relación de texto y contexto es privativa de situaciones sociales límite o es una
constante del funcionamiento de los grupos?
-Podría pensarse que este entramado es constitutivo de lo grupal.
-Se debe reconocer que esta no es una manera habitual de pensar la relación de los grupos con su contexto,
más bien opera como un impensable de lo grupal.
-Tal vez sólo se hicieron visibles en las formas límites de lo social.
-Lo social siniestro comenzó a refutar el artificio de los grupos-islas, y también mostró la necesidad de reflexionar
sobre las formas permanentes de relación entre lo grupal y lo social. Una de ellas es la dimensión
institucional.
-Fernández toma la noción de Altamirano: La dimensión institucional tiende a normativizar el tipo de
enunciados que es pertinente en cada una de las necesidades sociales, autorizando algunos y excluyendo
otros. Y la noción de Catoriadis: Una institución es una red simbólica socialmente sancionada en la que se
articula junto a su componente funcional un componente imaginario. Desde estas nociones puede pensar a los
grupos desplegándose en lo imaginario institucional donde inscriben sus prácticas, lo imaginario institucional
puede promover o dificultar las actividades de grupo.
Por ejemplo: Un grupo de transferencia positiva con la institución en la que inscribe sus prácticas puede operar
movimientos grupales que favorezcan la productividad del mismo. En sentido contrario hay grupos que
alcanzan sus momentos de mayor despliegue desde utopías grupales fuertemente contrainstitucionales. Sólo
desde un proyecto severamente contrainstitucional pueden sostenerse prácticas rodeadas de tanta adversidad.
De esta manera se considera restrictivo leer los procesos sólo desde los dinamismos propios de un grupo o
desde el producto de las resonancias fantasmáticas de las singularidades que componen tal colectivo.
-Por ejemplo cuando se le pide a un grupo que se agrupen en círculo pueden verse dos dimensiones diferentes
del referente institucional. En el grupalismo el propósito de la organización se sostiene en la intención de
favorecer determinado tipo de enlaces-desenlaces de las subjetividades que se supone ha de propiciarse al
estar todos a la vista de todos. Sin embargo para los participantes esto se inscribe en un eventual propósito de
vigilancia y control.

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-La dimensión institucional trasciende los edificios. En tanto red simbólica que articula componentes funcionales
e imaginarios, su presencia en los grupos puede tener diferentes grados de visibilidad o invisibilidad. Por
ejemplo: grupos que no inscriben su práctica en instituciones públicas, la dimensión institucional en el grupo no
ofrece demasiada relevancia, sin embargo ésta se constituye a partir del sistema de reglas que el coordinador
instituye conformando un sistema simbólico.
-La membresía del coordinador a determinadas instituciones teórico-profesionales hace que éste sea investido
como “representante” de ellas en el grupo.

- Las instituciones forman parte de las redes del poder social. En circuitos macro o micro, la institución
constituye un factor de integración donde las relaciones de fuerza se articulan en formas: formas de visibilidad
como aparatos institucionales y formas de enunciabilidad, como sus reglas.
-En tanto figura intersticial, la institución será un lugar donde el ejercicio del poder es condición de posibilidad de
un saber y donde el ejercicio del saber se convierte en instrumento de poder.
-Es un lugar de encuentro entre estratos y estrategias, donde archivos de saber y diagramas de poder se
mezclan o interpretan sin confundirse.
-La inscripción institucional de los grupos constituye, al decir de Lapassade, su impensado, el negativo, lo
invisible, su inconsciente.
-Las producciones de un grupo nunca dependerán exclusivamente de la combinatoria de identificaciones
transferencias etc. entre sus integrantes. Tampoco será mero reflejo donde lo imaginario institucional podrá
desplegarse, En cada grupo la combinatoria de sus diferentes inscripciones producirá un nudo propio, singular
irreductible.
-Se piensa en un movimiento tal donde grupo e institución se significan y resignifican mutua y permanentemente.
Porque si bien no hay grupos sin institución, no podría haber institución si no está habitada por grupos por
momentos aliados o antagónicos, en conflicto o naciendo a redes solidarias.
-Un grupo se inscribe en un sistema institucional dado, de la misma manera que la institución sólo vive en los
grupos humanos que la constituyen.

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