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ESTUDIOS
DE LA (DES)CORTESÍA
EN ESPAÑOL
Categorías conceptuales y aplicaciones
a corpora orales y escritos
EDITORIAL DUNKEN
EDITADO POR
Diana Bravo
ASISTENTE DE EDICIÓN
Ariel Cordisco
COORDINACIÓN
Secretaría de Publicaciones del Programa EDICE
Directora: Diana Bravo
Subdirector: Antonio Briz
Coodinadora: Nieves Hernández Flores
CUIDADO TEXTUAL-BIBLIOGRÁFICO
Silvia Kaul de Marlengeon - Nuria Guerra
Índice ............................................................................................................. 7
Notas sobre los autores .................................................................................. 9
Agradecimientos .......................................................................................... 13
Presentación ................................................................................................ 15
PARTE I
Cortesía interaccional y estratégica: sus recursos y objetivos
PARTE II
Objetivos descorteses: estudios en discurso
12 Marcos de descortesía
Roles, imágenes y contextos socioculturales en una situación de visita en
un texto dramático argentino
Ariel Cordisco .................................................................................... 319
Ariel CORDISCO,
Universidad de Buenos Aires, Argentina.
(Tiempo.)
Roberto Cossa, Años difíciles. 1997.
1. Lo que introduce
*
Este artículo se enmarca en las actividades de visitas científicas del Programa EDICE (Estudios
del Discurso de Cortesía en Español) financiadas por STINT (The Swedish Foundation for
Internacional Cooperation in Research and Higher Education), Departamento de Español, Portu-
gués y Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Estocolmo (Suecia). Expuse versiones
previas (especialmente en cuanto al marco metodológico) en el I Coloquio Nacional de la IADA
(La Plata, mayo de 2003) y en el II Coloquio Internacional del Programa EDICE (San José de
Costa Rica, marzo de 2004). Agradezco a Diana Bravo, Nieves Hernández Flores y Silvia Kaul
por sus comentarios y correcciones realizadas. Los errores que quedan son, por supuesto, respon-
sabilidad mía.
1
“Es el silencio psicológico de la palabra reprimida (...). Percibimos con notable claridad lo que
el personaje se niega a revelar, y la obra se basa en esa dicotomía entre lo no dicho y lo
descifrable; el sentido del texto reside en saber justificar la oposición entre lo dicho y no dicho”
Pavis (2003: 421-422).
2
El proceso de entextualización es aquél que, según Bauman y Briggs (1990), produce textos en
unidades; es decir, posibilita aislarlo y descontextualizarlo de su naturaleza interactiva, en este
caso con fines analíticos (cf. Briones y Golluscio, 1994: 502; Golluscio et al., 1996: 88).
320 ARIEL CORDISCO
(1)
1 Mauricio. ¿Usted es el señor Stancovich... el Ruso Stancovich... el que jugaba
2 muy bien a la paleta?
3 (Federico hace un gesto de confirmación. Las risas siguen.)
4 Federico. ¿A usted le divierte la televisión? Disculpe... (Cambia.) Sí... jugaba
5 muy bien. Era el mejor del barrio.
6 Mauricio. Si usted es el señor Stancovich, el ruso Stancovich... que jugaba
7 muy bien a la paleta, se debe acordar de María Esther Valdés.
8 (Federico no se acuerda.)
9 Mauricio. La hija del Lustra Valdés... (Le aclara:) El Lustra Valdés... Lustra-
10 ba los zapatos aquí en la estación Colegiales. Hace muchos años.
11 Federico. Ah, sí... El Lustra Valdés, sí. ¿Cómo no me voy a acordar del
12 Lustra Valdés? Tenía la parada en el andén que va para el centro... Un maes-
13 tro, el Lustra Valdés. Ya no hay lustradores así. Lo mató el tren. Por perfec-
14 cionista. El guarda tocó el pito y el cliente le dijo: «Dejá Lustra... Se me va el
15 tren». Y salió corriendo. Y el Lustra Valdés detrás de él... “la última pasada
16 de cepillo, caballero... la última pasada, caballero”. El cliente se paró en el
17 estribo con el pie hacia adelante... El tren arrancó... y el Lustra Valdés co-
18 rriendo por el andén le dio la última cepillada... No se dio cuenta que el andén
19 se terminaba y...
20 Mauricio. El Lustra Valdés tenía una hija: María Esther.
3
“Instrucciones dadas por el autor a sus actores (en el teatro griego, por ejemplo) para interpretar
el texto dramático. Por extensión, en el uso moderno del término, indicaciones escénicas” Pavis
(2003: 130).
4
También reconocido en la literatura especializada como “puntos ciegos”, “agujeros” e “incons-
ciente del texto” (consúltese Ingarden, 1971; Iser, 1972, 1975; Ubersfeld, 1989). En diferentes
entradas, Pavis (2003: 130 y 472) entiende que “todo texto es incompleto por naturaleza,
incoherente, modelado por los presupuestos y lo implícito”, por lo que “las diversas lecturas y sus
concreciones divergentes revelan los lugares de indeterminación del texto, las cuales –por otra
parte- no son universales ni están determinadas para siempre, sino que varían en función del nivel
de lectura y, sobre todo, de la elucidación del contexto social”.
ESTUDIOS DE LA (DES)CORTESÍA EN ESPAÑOL 321
21 Federico. No me acuerdo.
22 Mauricio. Trabajaba de sirvienta aquí en el barrio.
23 Federico. Una grandota que...
24 Mauricio. No. Era delgadita.
25 Federico. Ah... la morocha... que andaba siempre con dos o tres hijos a
26 cuestas...
27 Mauricio. Tenía catorce años y era rubiecita.
28 Federico. La verdad...
29 Mauricio. Tenía un defecto en la mano... (Junta los dedos de la mano derecha
30 para ilustrar una limitación.)
31 Federico. (Reacciona con alegría.) ¡La Lauchita! ¡Pero sí! ¿Se llamaba María
32 Esther? Los chicos del barrio le decíamos la Lauchita. ¡La Lauchita! Sí, ahora
33 me acuerdo. ¡Éramos chicos..! ¿Qué se habrá hecho de la Lauchita?
34 Mauricio. Vengo de su entierro.
35 Federico. ¿Murió? Pobre Lauchita. Joven... Más joven que yo, seguro. ¿Usted
36 la conoció?
37 Mauricio. Soy el hijo.
38 Federico. Mire usted...
39 → (Tiempo. […])
40 Federico. […] ¿Así que usted es el hijo de la Lauchita?
41 Mauricio. Soy el hijo de María Esther Valdés. […]
5
Silverstein (1992: 36) asigna una función metapragmática a todo signo que presupone y crea su
contexto de ocurrencia.
322 ARIEL CORDISCO
6
Contextualization cues: en su artículo de 1992, Gumperz define las pistas de contextualización
como todo signo que el analista asume es tomado en cuenta por los participantes de una situación
comunicativa para el procesamiento de información en-línea y que pasa a ser parte de sus marcos
de interpretación (pág. 234).
ESTUDIOS DE LA (DES)CORTESÍA EN ESPAÑOL 323
7
Consúltese Eelen (2003: 95-105) para una discusión detallada de estos y otros autores.
324 ARIEL CORDISCO
var una interacción “armoniosa” entonces puede derivarse que los com-
portamientos considerados descorteses propenderán a quebrar esta su-
puesta armonía, evidenciando expresiones de disputa, agresión y/o vio-
lencia. En su primer trabajo, Culpeper estudia la descortesía como “el
uso de estrategias [comunicativas] diseñadas para tener el efecto opues-
to; esto es, el desequilibrio social” (1996: 350)8, que “atacan la imagen
social, y por las cuales se causa conflicto social y desarmonía” (2003:
1546). Se desprende que la descortesía cumple la función de crear un
clima socioemocional negativo, “desarmónico” y “desequilibrante” para
la interacción. Este punto de partida ubica al trabajo de Culpeper (op.
cit.) en la línea conceptual lakoff-brownlevinsoniana para definir la
descortesía e identificar comportamientos acordes; es decir, un punto
normativista que depende de cuáles comportamientos son considerados
corteses para luego establecer en contraste los descorteses. Asimismo,
se asume cierta intencionalidad por parte de los interlocutores para
apartarse de la posición “no marcada” (lo cortés) y producir entonces
descortesía. Esto se evidencia en cuanto el autor estudia estrategias que
se valoran como ataques a la imagen social de un individuo (1996:
350), “agresiones” a las cualidades positivas que una persona reclama
para sí durante una interacción social. Tal idea se basa en Goffman
(1967: 14), quien enumera tres acciones que se pueden constituir como
posibles amenazas a la imagen: (a) acciones que son promovidas en la
interacción por una intencionalidad manifiesta y maliciosa por causar
un insulto9, (b) acciones incidentales que emergen de la interacción de
forma secundaria e inesperadamente10, y (c) acciones accidentales que
son productos de la impericia o desconocimiento interactivo de alguno
de los participantes del encuentro comunicativo11 (mi énfasis en a, b y
c). La noción de descortesía que maneja Culpeper (2003: 1550) se
8
De aquí en adelante, mis traducciones del original en inglés.
9
Goffman (1967: 14): ...the offending person may appear to have acted maliciously and spitefully,
with the intention of causing open insult.
10
Goffman (1967: 14): ...there are incidental offences; these arise as an unplanned but sometimes
anticipated by-product of action –action the offender performs in spite of its offensive consequences,
though not out of spite.
11
Goffman (1967: 14): ...the offending person may appear to have acted innocently; his offence
seems to be unintended and unwitting.
ESTUDIOS DE LA (DES)CORTESÍA EN ESPAÑOL 325
12
Culpeper (1996: 352): mock impoliteness.
326 ARIEL CORDISCO
2. Lo que constituye
2.1 `çåíÉxíçë,=ÉíÅ.
nes, etc.). Schegloff asevera (1992a: 195) que estos dos tipos de contex-
tos no son “disjuntos”, y hasta pueden solaparse, pero adscribe sola-
mente al contexto intra-interaccional una característica “discursiva” en
tanto que “estratégico” y potencialmente “transformativo”. Según este
autor, los factores contextuales de la interacción son establecidos por
los propios interlocutores, quienes configuran estos factores momento-
a-momento según las consecuencias procedimentales para el intercam-
bio. De tal manera, el contexto ocurre por los comportamientos
comunicativos de los interlocutores –ya por conocimientos comparti-
dos, ya por expectativas– y no (o no tanto) por variables apriorísticas.
Esta posición teórica asume una relación interna y dialógica entre con-
texto e interacción, nociones que se co-constituyen y que se actualizan
a medida que avanza el intercambio comunicativo. Es en este tipo de
contexto (endógeno, interno, intra-interaccional, discursivo) donde ubi-
co la idea de marco.
De acuerdo con Tannen y Wallat ([1987] 1999), los distintos
usos del término marco coinciden en referir a ciertas “estructuras de
expectativas” por las cuales los participantes de un encuentro orientan
sus comportamientos comunicativos. Estas estructuras pueden enten-
derse desde dos ángulos: el primero supone un marco de interpretación
que establece “lo que está pasando en la interacción, y sin los cuales
ningún enunciado (o movimiento o gesto) puede interpretarse” (pág.
348); el segundo presenta la noción de esquemas de conocimientos, por
las cuales se representan “las expectativas de los participantes en cuan-
to a las personas, objetos, eventos y entornos del mundo, de forma
diferenciada a los alineamientos que se negocian en una interacción
particular” (pág. 349). Por un lado entonces, el concepto de marco da
cuenta de las relaciones sociales e interpersonales de los interlocutores
desde una perspectiva socio-interaccionista, mientras que al mismo tiem-
po se asume que estas relaciones son propiciadas y contenidas por
esquemas cognitivos traídos a la interacción por cada uno de los parti-
cipantes de un encuentro. Goffman (1981) supone al marco conjunta-
mente con la noción de “posicionamiento” (footing), el cual precisa
como los alineamientos, configuraciones, actitudes y/o proyecciones del
“Yo” (self) de los participantes para establecer, mantener y cambiar sus
relaciones interpersonales durante el encuentro. Hablar del posiciona-
330 ARIEL CORDISCO
2.2 Iã~gÉå,=êçä,=ÇÉëÅçêíÉëí~
13
Brown y Levinson (1987: 69) señalan cinco superestrategias por las cuales se intenta mantener
la imagen social del destinatario ante un acto amenazante a la imagen (face threatening act),
ordenadas en relación directa con el grado de amenaza. Directa (Bald on record): el acto de
amenaza a la imagen se realiza de manera directa, sin actividad de cortesía. Cortesía positiva:
estrategias que apuntan a satisfacer los deseos de imagen positiva del destinatario. Cortesía
negativa: estrategias que apuntan a satisfacer los deseos de imagen negativa del destinatario. Off-
record: el acto amenazante es realizado de forma ambigua. Sin realización: no se realiza el acto
amenazante.
334 ARIEL CORDISCO
14
Culpeper (1996: 358) enumera las siguientes superestrategias para expresar descortesía. Des-
cortesía directa: el acto amenazante se realiza de forma directa, clara y sin ambigüedades, con la
intención de atacar la imagen del interlocutor. Descortesía positiva: el uso de estrategias para
dañar la imagen positiva del interlocutor. Descortesía negativa: el uso de estrategias para dañar la
imagen negativa del interlocutor. Sarcasmo o cortesía simulada: el acto amenazante se realiza de
forma insincera o falsa, en donde el acto amenazante se realiza de forma indirecta, mediante una
implicatura. Sin realización de cortesía: ausencia de estrategias de cortesía en situaciones donde
son necesarias.
15
Zimmermann (este volumen) habla también de “sociocentrismo”.
ESTUDIOS DE LA (DES)CORTESÍA EN ESPAÑOL 335
3. Lo que describe
3.1. bå=ëáíì~Åáóå
3.2 bå=àìÉgç
3.3 bå-ã~êÅç
grandota ↔ delgadita
morocha ↔ rubiecita
con dos o tres hijos ↔ catorce años
a cuestas ↔ sirvienta
16
En el Diccionario del habla de los argentinos (2003, pág. 407), la palabra “morocho/a” posee
dos entradas: 1. de color que tira a negro, moreno; y, 2. se dice de la persona que tiene pelo negro
y tez blanca, y del moreno.
ESTUDIOS DE LA (DES)CORTESÍA EN ESPAÑOL 343
grandota ↔ delgadita
morocha ↔ rubiecita
con dos o tres hijos ↔ catorce años
a cuestas ↔ sirvienta
gesto ↔ defecto en la mano
Lauchita ↔ María Esther Valdés
olvido ↔ recuerdo
[…]
En la televisión todo es falso. Como cuando mataron al boliviano. Los de la
radio llegaron enseguida. La televisión, ¿quiere creerlo?, dos horas después.
¿Sabe qué hicieron? Contrataron al hermano del boliviano… le dieron unos
pesos… y le hicieron hacer de cadáver. Falso. Todo falso.
Y luego:
Mauricio. Soy el hijo de María Esther Valdés. Hace algo más de 52 años se hizo un
torneo de paleta en este barrio… Los muchachos inventaron un trofeo. Fue
mi madre. ¿No se acuerda?
Federico. Trofeo había todas las semanas. Y siempre los ganaba yo. Yo era bueno
para la pelota a paleta.
Mauricio. Ése fue un trofeo especial. Mi madre. Nueve meses después, nací yo.
Alguien se llevó el trofeo… Y ése fue mi padre.
4. Lo que interpreta
4.1 bå=äç=ÇÉëÅçêíéë
4.2 bå=ä~=ÇÉëÅçêíÉëí~
Mostrarse indiferente,
complacido por las atenciones
molesto y a disgusto.
del anfitrión.
Invitado Mostrarse presuntuoso: exaltar las
Mostrarse modesto con sus
cualidades propias en detrimento a
propias cualidades: exaltar las
las del anfitrión.
del anfitrión.
Mostrarse predispuesto hacia la
Mostrarse distante, evasivo, falaz:
Visita situación y el interlocutor:
afirmar distancia social y poder
desconocida establecer cercanía social y
relativo.
minimizar poder relativo.
Mostrarse considerado, Mostrarse indiferente, distante,
solidario, comprometido desafectado con la madre.
Sociales
Hijo adulto
con la madre. Mostrarse intolerante, severo,
respecto a la
Mostrarse conciliador. insensible.
madre
Mostrarse “independiente” Mostrarse “libre” afectiva y
afectiva y emocionalmente. emocionalmente.
5. Lo que concluye
6. Referencias
7. Anexo
Ámbito
Una muy antigua cada del barrio de Colegiales donde hace muchos años no se
compra un objeto nuevo. Una casa que en la década del veinte compró don Juan
Stancovich, contratista del ferrocarril. Ahora viven sus dos hijos y su nuera, maestro
jubilados.
La casa tiene varios ambientes. Lo que está a la vista del espectador es un comedor
(el clásico “lugar de estar”) que tiene salidas a la cocina, al baño, a la habitación de
Alberto y a la calle.