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Liceo Tecnológico Mataquito Prof.

Magaly Hernández Barra


Departamento de Lenguaje NMI

Aristófanes y la comedia griega

Los orígenes de la comedia griega son difíciles de precisar. Según los datos que se tienen parece ser que la
comedia derivaría de las procesiones fálicas, autenticas carnavaladas donde abundaban las obscenidades y los
insultos. De hay viene el origen del nombre "komodía" (canto del cortejo), que hace referencia a estas
procesiones.

En un principio fueron improvisadas y muy posteriormente se estructuraron literariamente. Muchas regiones se


disputan el origen de la comedia, pero su aparición literaria sucede en Atenas, asociada a Dionisio. Se
representaba en las fiestas Leneas dedicadas al dios en enero-febrero y desde el año 442 a.C. tienen carácter
oficial.

Soy dramaturgo, nací en el año


444 a.C. Desde joven escribí
comedias, defendí los mitos
religiosos y fui reacio a la doctrina
filosófica, por ello no me gusta
Sócrates.

Características de la comedia griega

Las comedias griegas tienen una serie de rasgos comunes con las comedias actuales, pero otros rasgos son
completamente diferentes. Siempre la acción recae sobre una empresa que debe llevar a cabo el héroe cómico,
empresa que finaliza con el éxito del héroe y la derrota de sus oponentes.

El coro entra en la acción apoyando o poniéndose en contra del protagonista que gana el enfrentamiento contra
sus enemigos. El coro lo acompaña en el triunfo final aunque haya estado en contra de él al comienzo de la
historia.

Los personajes de la comedia son contemporáneos del poeta o personajes mitológicos o de la historia griega.
También aparecen dioses inventados o personificaciones y los coros pueden ser reales (caballeros,
agricultores…), personificaciones (nubes, ranas, ciudades…) o fantásticos (sátiros…)

La comedia normalmente exponía y criticaba sin miramientos todo aquello que irritaba al poeta, dirigiéndose al
público en un lenguaje que éste entendía perfectamente.

Así se suceden las críticas a todos los temas que preocupa a la sociedad; se suceden las sátiras políticas,
literarias, la representación grosera del libertinaje, la reflexión sobre los males de la vida, la degeneración de las
costumbres y de la política…

Y todo ello en medio de la burla a las cosas y personas, plagado de chistes y groserías. Como la tragedia, la
comedia comienza con una situación angustiosa que debe ser aliviada, algo que ocurre al final, siempre a
través de la risa y la fantasía.

Historia de la comedia en Grecia

El cultivo de la comedia se sucede en Grecia a lo largo de dos siglos: desde mediados del siglo V a. C. hasta
mediados del siglo III a. C.
Los alejandrinos dividieron en tres etapas este periodo: la época Antigua (hasta el 400 a.C.), Media (hasta el
330 a.C.) y Nueva (hasta el 250 a. C.).

Lee atentamente el siguiente fragmento:

LISÍSTRATA. Si las hubieran invitado a una fiesta de Baco, a una gruta de Pan, o al promontorio Colíade, al
templo de la Genetílide, no se podría ni siquiera pasar por culpa de sus tambores. Pero, así, ahora todavía
no se ha presentado ninguna mujer. (CLEONICE sale de su casa.) Bueno, aquí sale mi vecina. ¡Hola,
Cleonice!
CLEONICE. Hola, tú también, Lisístrata. ¿Por qué estás preocupada? No pongas esa cara, hija mía, que no te
cuadra arquear las cejas.
LISÍSTRATA. Cleonice, estoy en ascuas y muy afligida por nosotras las mujeres, porque entre los hombres
tenemos fama de ser malísimas...
CLEONICE. Es que lo somos, por Zeus.
LISÍSTRATA.... y cuando se les ha dicho que se reúnan aquí para deliberar sobre un asunto nada trivial se que-
dan dormidas y no vienen.
CLEONICE. Ya vendrán, querida. Difícil resulta para las mujeres salir de casa: una anduvo ocupada con el
marido; otra tenía que despertar al criado; otra tenía que acostar al niño; otra lavarlo; otra darle de comer.
LISÍSTRATA. Pero es que había para ellas otras cosas más importantes que ésas.
CLEOLICE. ¿De qué se trata, querida Lisístrata, el asunto por el que nos convocas a nosotras las mujeres?
¿En qué consiste, de qué tamaño es?
LISÍSTRATA. Grande.
CLEONICE. ¿Es también grueso?
LISÍSTRATA. Sí, por Zeus, muy grueso.
CLEONICE. Entonces, ¿cómo es que no hemos venido?.
LISÍSTRATA. No es eso que piensas: si no, ya nos habríamos reunido rápidamente. Se trata de un asunto que
yo he estudiado y al que he dado vueltas y más vueltas en muchas noches en blanco.
CLEONICE. Seguro que es delicado eso a lo que has dado vueltas y vueltas.
LISÍSTRATA. Sí, tan delicado que la salvación de Grecia entera estriba en las mujeres.
CLEONICE. ¿En las mujeres? Pues sí que tiene pocas agarraderas.
LISÍSTRATA. Cuenta que están en nuestras manos los asuntos de la ciudad; si no, hazte a la idea de que ya no
existen los peloponesios....
CLEONICE. Mucho mejor que ya no existan, por Zeus.
LISÍSTRATA.... y de que los beocios perecerán todos, por completo.
CLEONICE. No, todos no; excluye las anguilas.
LISÍSTRATA. De Atenas no voy a pronunciar nada de ese estilo: adivina tú mis pensamientos. Pero si se reúnen
aquí las mujeres, las de los beocios, las de los peloponesios y nosotras, salvaremos todas juntas a Grecia.
CLEONICE. Y, ¿qué plan sensato o inteligente podrían realizar las mujeres si lo nuestro es permanecer
sentadas, bien pintaditas, luciendo la túnica azafranada y adornadas con el vestido recto y con las zapatillas
de moda?
LISÍSTRATA. Pues eso mismo es lo que espero que nos salve: las tuniquillas azafranadas, los perfumes, las
zapatillas, el colorete y las enaguas transparentes.
CLEONICE. Y, ¿de qué manera?
LISÍSTRATA. De manera que de los hombres de hoy en día ninguno levantará la lanza contra otro...
CLEONICE. Entonces, ¡por las dos diosas!, me haré teñir una túnica de azafrán.
LISÍSTRATA.... ni cogerá el escudo…

Lisístrata está convencida de que los hombres de Atenas son incapaces de acabar con la guerra que mantienen
con Esparta, y es por ello que decide reunir a las mujeres de toda Grecia. Propone un plan que no puede fallar:
no mantendrán relaciones sexuales con los hombres hasta que éstos no acaben con la guerra y llegue al fin la
paz. En un principio las mujeres griegas no parecen aceptar el plan de Lisístrata, hasta que una espartana se
une al plan y muestra que es posible su realización. Por otra parte, las mujeres viejas de Atenas se han hecho
con el poder en la Acrópolis donde están los tesoros públicos, y han cortado el suministro económico a la
guerra. La treta planeada por Lisístrata se pone en marcha y se siguen manifestaciones, alborotos... Hasta que
un oráculo dice que las mujeres alcanzarán la victoria. Los hombres no pueden aguantar más, y firman la paz
con los espartanos, un tanto precipitada, pero paz al fin y al cabo, y es más, la firman ante la misma Lisístrata.

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