TEORIA MARKXISTA
DE LA EDUCACIONTEORIA
MARXISTA DE
LA EDUCACION
B. SUCHODOLSK|I
La LITERATURA pedagégica en lengua espafiola se enriquece con esta
obra, bdsica para quienes pretendan Penetrar en las més profundas
rajces del cardcter y la naturaleza de Ia educacién.
No se trata de un estudio did4ctico 0 metodolégico, sino de un and-
lisis profundo de Ia esencia y principios que impregnan la activided
educativa, del carécter de clase de la educacién, def valor de la ensefianza
en la dinémica social y de los objetivos de la educacién segin sea fa
clase social que dirija cl programa educativo. Un estudio de esta natu.
raleza debia partir, y Parte en realidad, del concepto del hombre como
ente social integrado en una clase determinada. En Trorfa MARXISTA
DE LA EDUCACION, el concepto marxista del hombre queda perfilado
con toda nitidez. segin las determinaciones que de forma tan radica’
¥ detinitiva expusieron en sus obras los creadores del socialismo cien-
tifico,
El gran mérito de esta obra consiste en fa fidelided del autor a tas
concepciones de Marx y Engels en materia educative. Se trata de un
trabajo que resume en forma precisa las ideas pedagégicas diseminadas
en fa obra polifacética de los creadores de la ideologia revolucionaria
de ta soviedad contemporinea. Un texto de gran valor teérico.
COLECCION PEDAGOGICA
TEORIA MARXISTA
DE LA EDUCACION
BOGDAN SUCHODOLSKI
Traduccién del aleman por
MARIA ROSA BORRAS
EDITORIAL GRIJALBO, S. A.
México, D. F.INDICE GENERAL
PROLOGO DEL AUTOR PARA LA EDICION ALEMANA .
Carituto 1: Evolucién de los problemas pedagdgicos en los es
eritos de Marx y Engels ... . a
1. Comienzo de la actividad de Marx, 1—2. Comienzo de la
actividad de Engels, 8—3. Los fundamentos del materialismo
histérico y su importancia para la pedagogia, 1.—4. El co-
nocimiento de los hechos, 28—5. La lucha por Ja creacién de
un partido obrero, 31—6. El caracter de clase de Ia educa-
cién, 37.—7. Los problemas de la economia y la pedagogia,
41-8, El método dialéctico, 48—9. La tltima etapa de la
lucha de Marx y Engels por Ia formacién obrera, 52.
Cariruro 1: Diagnosis de la actualidad ...
1. El capitalismo como estadio del desarrollo histérico, 60.—2.
El hombre y la division del trabajo, 65.3. El individuo y la
clase en la sociedad capitalista, 72—4. La situacién del prole-
tariado, 76—5. El problema del tiempo libre en 1a sociedad
capitalista, 80.—€. El derrocamiento del orden clasista y la
liberacién del hombre, 82.
Cariruto im: Problemas de la alienacién y del fetichismo ........
1, La critica marxista de la concepcién hegeliana de la alie-
nacién, 88—2. En el camino de una teoria de la alienacién
materialista, 90-3. El caracter fetichista de la mercancia,
100.—4. La superacién de Ia alienacién, 106—5. La concepcién
marxista de la alienacién de los hombres en el capital
mo, 112—6, El significado pedagégico de la alienacién, 116.
Capiruco w: El signifiendo de la revolucién socialista para la edu-
cacién . - poceerscnenene
1. El cardcter de clase del sistema de ensefianza en la socie-
dad burguesa, 121—2. La educacién y la ensefianza de los
hijos de los obreros en el capitalismo, 125.—3. La vinculacién
vde la ensefanva y el trabajo: germen de la ensefanza socia-
lista, 127—4, La educacién para y por la revolucién, 132-5. Capituto mx: El signifieade de Marx y Engels para la historia de ia
La organizacién de las masas populares y la importancia de pedagogia mn ~ Sor
sus experiencias, 138-—6, La actuacién esponténea y Ja actua- 1. La pedagogia burguesa antes de Marx, 3022. Tendencias
cién consciente, 140.—7. La lucha por la concepcién materia- principales del posterior desarrollo de la pedagogia, 306.—
lista revolucionaria de la ensefanza, 148.—8. Problemas de la 3. Caracteristica general del significado de Marx y Engels
educacién moral, 155. para la pedagogia, 309.—4. La teoria metafisicn de la esencia
— itica de Ja teoria de 1a “esencia” de
Carituco v: Sobre los fundamentos de la teoria marzisin de la Fee otard De cae Ba toon del hombre, 322 —
cultura : 161 7. Critica de Ia teoria existencialista del hombre, 328.8. La
1. La concepcién marxista de la actuacién humana, 162—2. pedagogia de Ia practica revolucionaria, 330.
La critica de Marx a la concepeién de la cultura de Hegel, . 336
167.—3. Contra los métodos de especulaciones abstractas, APENDICR ere ”
170.4. La herencia del hegelianismo en la pedagogia bur- 6
guesa, 175.—5. El posterior desarrollo de la tecria et ialista LITERATURA RECOMENDADA PARA UNA AMPLIACION DE ESTUDIO ....... .. 369
de la cultura, 183—6. Critica de la coneepcién naturalista de Noras aut
la cultura, 1857. El papel y la responsabilidad del autor
de la cultura espiritual, 190-8 La iniciacién en ta cultura
como preparacién para el futuro, 192,
Carituto vn Critica de la concepcién metafisico-idealista del hom~
BE ce nee ene sitet ign 195
1. Critica de las concepciones espiritualistas y naturalistas,
197.—2. Critica de fos fundamentos de Ja mixtificacién bur-
guesa, 201.3, El utilitarismo burgués como teoria errénea de
la motivacién del comportamiento humano, 204.4. La histo-
ria del origen y el verdadero contenido de los ideales bur-
gueses de hombre y ciudadano, 207.5. Critica de la educa-
cién burguesa del “hombre” y det “ciudadano”, 217.
Cavituo viz: Aciertos y errores del materialismo metafisico en }
el andlisis del hombre ......... oeeetsnonennnee coe BB
1. La posicién social del materialismo metafisico, 223.—2, Cri-
tica del materialismo sensualista 227.—3. Conclusiones pe-
dagégicas de la critica del materialismo sensualista, 2344.
Critica a la filosofia de Feuerbach, 240—5, Critica de la pe-
dagogia de la “reforma de la consciencia”, 247.—6. Critica de
las concepciones irracionalistas de la reforma dela conscien-
cia, 251—7. Las caracteristicas de pedagogia socialista, 256.
Carivuto vu: La lucha por la teoria materialista de la personalidad 259
1, La cuestién de 1a personalidad, 259.—2. La critica de la pe~
dagogia de los utépicos, 261—3. El origen clasista de la
pedagogia individualista de Stirner y su contenido, 269-4
Critica de los fundamentos del idealismo de Stimner, 277—
5. Critica del concepto de individualidad de Stirner, 280.—6.
El problema del desarrolio del hombre y de sus capacidades,
288.—T. El problema del ideal educativo, 293.
CgPROLOGO
En un pais que construye el socialismo, la actividad formativa
y educativa debe ocupar un lugar destacado en los asuntos socia-
les importantes. La wmica condicién para alcanzar el éxito en este
terreno, es la profundizacién cientifica de las leyes y métodos de
Ja actuacién pedagégica. Actualmente un trabajo en este sentido
debe ocuparse ante todo del problema ceritral de Ja relacién con la
ideologia de la herencia pedagégica. Es indiscutible que se han con-
seguido importantes progresos en el terreno de las ciencias pedagé-
gicas en la época burguesa de la historia europea. Igualmente es
también indudable que en este perfodo se han desarrollado corrien-
tes y concepciones totalmente falsas 0 surgidas en condiciones con-
cretas a las que estén estrechamente vinculadas, El derrumbamiento
del orden capitalista y la creacién dea la sociedad socialista plantean
un gran e histérico proceso que exige un nuevo contenido del pro-
blema pedagégico. Considerando esta nueva situacién, debemos es-
tar preparados para determinar e! contenido cientifico de la teoria
pedagégica. Seria un grave error querer separar la pedagogia so-
cialista de la amplia corriente del progreso cientifico, que es patri-
monio comin del mundo entero. Pero seria igualmente peligroso
y dafiino no destacar enérgicamente en qué nos distinguimos y en
qué consiste principalmente nuestra nueva problematica tedrica.
iEn qué aspecto la pedagogia socialista es una continuacién del
desarrollo histérico de Ja teoria de la educacién y de la practica,
qué delimitaciones plantea y qué nuevos problemas soluciona? Tal
es la cuestién esencial de nuestra época, planteada tanto a los cien-
tificos como a los amplios circulos de maestros y educadores.
En el presente libro se intenta dar una respuesta a esta cuestion
apoyandose en un detailado andlisis de la actividad teériea y prac-
tica de Marx y Engels. Pese a que no se ocuparon directamente
de la pedagogia, y sélo relativa y fragmentariamente hablaron y
escribieron acerca de los problemas de la formacién y educacién,
tienen una decisiva importancia en la historia del pensamiento pe-
mxdagdégico en cuanto creadores de una nueva concepcién de la cul-
tura y de la historia, de la sociedad y del hombre.* Esta concep-
cién constituyé un punto de partida no solo para la critica principal
de los fundamentos de Ja polftica cultural burguesa y de su pedago-
gia, sino también para los principios de la pedagogia socialista.
La critica realizada por Marx y Engels no es svlamente una
critica histérica de relaciones humanas y corrientes ideolégicas.
pues el sistema capitalista impera hoy todavia en muchos paises
del mundo y las tendencias ideolégicas contemporaéneas desarre-
lian las concepciones que surgieron hacia mitad del pasado siglo.
Al analizar Ja teoria marxista de la sociedad, la cultura y Ja edu-
cacién nos desenvolvemos en plena actualidad. En la lucha ideolé-
gica por el triunfo de la pedagogia socialista nos situamos natural-
mente en contra de estas corrientes que ya Marx en su estadio
inicial combatid. Asi, las cuestiones fundamentales del naturalis-
mo, psicologismo y sociologismo en pedagogia; de la pedagogia
utépica y de Ia cultura; de la pedagogia del Ideal y la “Existen-
cia” se encuentran no sélo ante el tribunal de la historia, sino tam-
bién ante el de Ja actualidad. Por ello creemos que nuestro estu-
dio, al analizar los problemas fundamentales de la pedagogia en
las obras de Marx y Engels, esté muy vinculado a la superacién
de las dificultades tedricas que surgen en el desarrollo de las
ciencias pedagégicas en el periodo de transicién del capitalismo al
socialismo.
El libro esta dividido de la siguiente forma:
En el capitulo I intentamos facilitar un cuadro de las opiniones
3gicas contenidas en las obras de Marx y Engels. Conservan-
do la sucesién cronolégica, remitimos a Jos trabajos de ambos au-
tores que poseen un contenido pedagdégico rico y caracterizan de
un modo general las etapas de desarrollo de su concepcién Sobre
Ja educacién y sus fundamentos.
Los capitulos siguientes estan ordenados sistematicamente: se
plantean y analizan en ellos determinados problemas, comprobando
la cronologia solamente en los casos en que el desarrollo de las
ideas lo exige. Por esta razén consideramos que la caracterizacién
de Ja ensefianza por Marx y Engels comprendida en el capitulo
tiene importancia para la pedagogia como necesaria intreduccién
para los pensamientos sistematizados en los dem4s capitulos. He-
mos decidido por esto, pese a que ello conduce a evidentes repe-
ticiones, que resultaba imprescindible presentar el material en dos
aspectos —cronolégico y sistematico—.
Los capitulos del IJ al IV amalizan problemas basicos de la filo-
-soffa y actividad de Marx y Engels, en lo que atatie a sus reper-
cusiones en las concepciones sobre cuestiones de ensefianza y edu-
cacién, Nos esforzamos en mostrar cémo vieron Marx y Engels el
mundo de su tiempo (capitulo II) y el papel del hombre en este
contexto histérico, su visién sobre la posibilidad de liberacién (ca-
* Observaciones del autor. Véase arennice, prélogo, 1).
x
So oneeRmine
pitulo III), el modo como analizaron sobre estos fundamentos el
sistema educativo en Ja sociedad burguesa y lo que comprendieron
debia ser la preparacion del proletariado para las tareas histéricas
de la “revolucion permanente” (capitulo IV).
Los capitulos del V al IX tienen un caracter distinto. La actua-
cién y ensefianza de Marx y Engels estaban, es cierto, unidas es-
trechamente a la situacién histérica determinada y a la lucha po-
litica conereta por la liberacién de la clase obrera, pero, al mismo
tiempo, sus concepciones filoséficas y cientificas —precisamente
debido a este vinculo— rebasan los limites de la época y represen-
tan, con la elaboracién de las leyes del materialismo histérico y
dialéctico y su utilizacién en las ciencias sociales particulares, un
hecho decisivo para el desarrollo de la ciencia actual. Precisamente
sobre este aspecto tedrico del problema deseamos llamar la aten-
eién al analizar en este capitulo la importancia de la ensefianza de
Marx y Engels para la pedagogia. Marx y Engels se ocuparon
de problemas de la cultura (capitulo V), del hombre (capitulos
VI y VII) y de la personalidad (capitulo VIII). En el andlisis de
estas cuestiones prestamos, naturalmente, una especial atencién a
la lucha filosdfica que Marx y Engels llevaron a cabo por la defen-
sa de su ensefianza materialista comtra las teorias burguesas. En
este aspecto, exponer los elementos bdsicos de la teorfa de la edu-
cacién materialista y los principales rasgos de la critica de las
concepciones idealistas en pedagogia significa, ademas, mostrar el
valor permanente de la ensefianza de Marx y Engels y lo que ésta
significa para la lucha por el progreso en las ciencias pedagégicas.
En el capitulo IX no sélo se compendian las explicaciones ex-
puestas a lo largo de todo el libro, sino que se amplian. Indicamos
Ja importancia de Marx y Engels para el desarrollo del pensamien-
to pedagégico y queremos ante todo destacar su caracter filosdéfico
y cientifico.
El libro contiene ademas amplias observaciones. Tienen a veces
caracter de documentacién historica y bibliografica, en otros casos
cumplen tareas distintas. Kin el transcurso de nuestras investiga-
ciones nos referimos frecuentemente a cuestiones en las que las
ideas de Marx y Engels —tanto en. sentido positivo como en Ja cri-
tica de falsas concepciones— resultan especialmente actuales. Sin
embargo, no ha sido posible en la parte principal del libro abar-
car toda la importancia del pensamiento marxiano para la critica
de la pedagogia contemporanea, sin aludir a los principios histé-
ricos y sistematicos de su construccién. Por ello, en el texto del
libro nos limitamos a indicar estos problemas sélo de un modo ge-
neral. A este respecto nos ha parecido necesario tratar algo més
detalladamente —aunque no exhaustivamente, desde luego— estas
exigencias actuales. Por esta razén las observaciones del anexo
—especialmente las de los capitules del V al IX— Tepresentan una
esencial ampliacién y complemento del propio texto. Quiza estas
observaciones faciliten a algunos lectores poco preparados la com-
xtprensién filoséfica e historica del papel que desempefia para la
pedagogia el analisis del pensamiento de Marx y Engels, papel que
queda claro en las cuestiones abstractas, filoséficas y cientificas
de dificil solucién, planteadas por elles.
El presente libro ha sido realizado por etapas. Su primera par-
te, planeada como estudio independiente que trata de la critica
de la pedagogia burguesa en las obras de Carlos Marx, se terminé
en el afio 1950. La segunda parte, andlisis de la concepcién pe-
dagégica de Marx, se finalizé en 1952. Continuando el trabajo so-
bre este tema he ampliado considerablemente la versién original
y reelaborado todo el material como un unico libro.
Bocpan SucwoponsKr
Varsovia, 1957.
x
i
PROLOGO DEL AUTOR PARA LA EDICION
ALEMANA*
La pedagogia, segun 1a teoria tradicional de la educacién, tiene
la tarea de adaptar la joven generacién a las relaciones humanas
vigentes en la sociedad. No es su cometido prepararla para crear
nuevas relaciones. En el feudalismo el destino del hombre en la
sociedad venfa determinado no por la ensefianza, sino por su pro-
cedencia. Cada hombre recibia la educacién que su posicién exigia,
La educacién no era el factor que decidfa la posicién a ocupar en
la sociedad, sino que lo determinante era la situacién social. En la
sociedad capitalista era ya posible que los hombres alcanzaran un
rango y consideracién en Ja sociedad por su formacién, pero dado
que el sistema social debia permanecer invariable en su conjunto,
la educacién tuvo que conservar su caracter de adaptacién, Se con-
sideré como su principal tarea adaptar la joven ‘generacién a las
condiciones de vida vigentes en la sociedad de clases capitalista.
Sélo los utopistas intentaron considerar el papel de la pedagogia
desde otro punto de vista completamente distinto, esperando que
Ja educacién en el futuro darfa lugar a una total transformacién
de la vida del hombre. Debe considerarse a J. A. Comenio el crea-
dor de una verdadera pedagogia moderna y no sdlo porque fue el
primero en analizar las relaciones de las que depende la eficacia
de los métodos educativos, sino también y principalmente porque
fue el primero, profundizando y analizando los pensamientos uté-
picos, en esbozar una concepcién pedagégica que permitiera con-
cebir la educacién como factor principal de la mejora de las rela-
ciones humanas “emendatio verum humanorum”. La. creencia en
que los hombres podian crear un nuevo orden social, mejores con-
* Las notas de pie de pagina relativas a transcripeiones de textos, ex-
cepto en las de La Sagrada Familia, corresponden a ediciones alemanas, polacas
y rusas de las obras que se citan. Por esta razén hemos creido conveniente re~
unirlas en seecién aparte y ofrecerlas al lector a continuacién de Ja ltima
seccién de esta obra. (N. del E.)
xndiciones de vida para todos los hombres y pueblos, mediante la
educacién, encontré a partir de este momento activos partidarios,
Y a partir de entonces se afianzé la conviccién —expresada espe-
cialmente en la obra de Pestalozzi Nachforschungen iiber den Gang
der Natur in der Entwicklung des Menschengeschlechts (Investi-
gaciones acerca del proceso de la naturaleza en el desarrollo del
género humano), 1797— de que una auténtica educacién humana
en el orden social capitalista entra en conflicto con las inhumanas
relaciones materiales entre personas. Sin embargo, este amplio pro-
grama educativo debfa despertar dudas incluso entre gus parti-
darios. Ya Helvecio afirmé, pese a su convencimiento del papel
dominante de la educacién, que el “arte de la formacién de los
hombres en todos los paises esta tan intimamente vinculado al sis-
tema politico, que no resulta posible una transformacién esencial
de la educacién popular sin un correspondiente cambio de la cons-
titucién del pais”. .
Del mismo modo, también Kant advierte al final de su Anthro-
pologie im pregmatischer Hinsicht (Antropologia en el aspecto
pragmatico), 1798, scbre las basicas dificultades que surgen al con-
fiar en el] papel creador de la educacién para el Progreso de la hu-
manidad: “El hombre debe ser educade para el bien, pero quien
ha de educarle es a su vez un hombre que permanece todavia en
la incultura de la naturaleza y é] mismo necesita de lo que ha de
efectuar.” ?
Acerca de estas radicales dudas expresadas por Helvecio y K:
Marx plantea en su critica a Owen la pregunts, de quién xuuend
al educador?
Mostré, mucho més claramente que Helvecio y Kant, que la
creencia en el poder de Ja educacién para crear nuevas condiciones
de convivencia humana prescinde de Ia realidad, que la educacién
misma es resultado de las anteriores relaciones humanas: al mismo
tiempo indicé el camino que posibilita galir de este circulo vicioso
mediante la préctica revolucionaria, Marx ensefia cémo por su ac-
cién revelucionaria los hombres pueden crear nuevas relaciones
materiales entre las personas, incluso a pesar de ser ellos mismos
un producto de las viejas relaciones. ¥Y por eso la educacién, tan.
sélo siva unida a la actividad revolucionaria de los hombres, Hlega
a satisfacer Jas esperanzas que en ella se han depositado, no. pu-
Glendo evidentemente determinarse cémo ni en qué medida serén
Vivimos en una época en la que la “practica r i ia”
conduce, en muchos paises del mundo, al dernanberione guamia”
tema capitalista y a la construccién de un nuevo orden. Precisa-
mente por esto la educacién puede —por vez primera en la histo-
ria— ayudar a construir un nuevo futuro para la humanidad: y
ello no aisladamente, como los utopistas esperaban, sino al servicio
de las fuerzas sociales que levantan el nuevo orden social.
xv
canal
Por esta razén el papel social de la educacién no debe funda-
mentarse en algo utépico y ajeno a la realidad, como formacién de
un nuevo hombre que debe construir un nuevo sistema social, sino
exacta y cientificamente como formacién del hombre, adecuada a
las necesidades y tareas de la sociedad socialista que se constituye
y desarrolla.
Esta enorme tarea historica que la revolucién svcialista plantea
a la pedagogia, exige de los educadores una gran dedicacién al
trabajo y un nuevo impulso. Por ello adquiere una gran importar-
cia el intercambio de experiencias practicas y de investigaciones
teéricas entre pedagogos de los paises socialistas, lo cual contribuye
al desarrollo y enriquecimiento de la pedagogia socialista, Después
de muchos siglos de enfrentamiento entre Polonia y Alemania en
el campo de Ja educacién, la que servia a objetivos notoriamente
distintos, ha Iegado actualmente la época en que las tareas educa-
tivas basicas, la formacién del hombre socialista, son idénticas en
nuestros dos paises, Polonia y la Republica Democratica Alemana.
Por ello saludo con satisfaccién esta edicién alemana, que creo
puede valorarse como un paso hacia una mas estrecha colabora-
cién entre los pedagogos de ambos paises.
Ademas de referirme a las grandes tareas histéricas deseo ex-
presar mi satisfaccién por motivos estrictamente personales. Esta
obra, como el lector observard, constituye un intento de critica
filoséfica fundamental de la teoria de la educacién idealista; preci-
samente en mis afios de estudiante en la Universidad de Berlin
durante la Republica de Weimar, conoci de cerca estas teorias. En-
tonces, la tradicién de la filosofia clasica idealista alemana estaba
a la orden del dia y especialmente en el terreno de la pedagogia.
La gran mayoria de los pedagogos alemanes de este tiempo se ba-
saban en Hegel, Fichte y Humboldt. En Ja actualidad la herencia
de Ia filosofia idealista se somete a critica desde el punto de vista
marxista y se valoran sus limites y errores; se efectiia también
en el campo del pensamiento pedagégico un proceso de negacién y
asimilacién dialéctica —proceso de superaci6n—. En este aspecto
crea afiadir un nuevo capitulo a mi biografia intelectual como filé-
sofo y pedagogo al participar en este proceso histérico de confton-
tacién ideolégica.
La publicacién en lengua alemana de mis meditaciones y juicios
encuentra su justificacién en la gran influencia que la filosoffa ale-
mana del pasado siglo ha tenido y tiene todavia en la pedagogia
idealista del siglo xx.
Espero que este libro, que describe la lucha filoséfica por una
teorfa pedagégica conforme a las exigencias y tareas de la revolu-
cién socialista, contribuya entre los pedagogos alemanes, como asi
ha sido entre los pedagogos polacos, a configurar los fundamentos
filoséficos de la teorfa marxista de la educacién.Capiruto I
EVOLUCION DE LOS PROBLEMAS PEDAGOGICOS
EN LOS ESCRITOS DE MARX Y ENGELS
El punto central, alrededor del cual cristalizaron todas tas cues.
tiones principales de la pedagogia, fue la actividad revolucionaria
de Marx y Engels y su teoria. A este respecto carece de importan-
cia el hecho de que estos problemas pedagégicos fueran_directa-
mente abordados o resulten consecuencia de determinadas tesis.
Las etapas de desarrollo de esta actividad, igual que el desarrollo
del pensamiento filoséfico y de las investigaciones cientificas en
el campo de la economia y Ja historia, coinciden con las etapas de
desarrollo de los problemas pedagégicos,
Resulta destacable de entre todos los periodos aquel en que
Marx y Engels —sin conocerse personalmente—, independientes
mutuamente, superaron la influencia de la ideologia burguesa y
elaboraron gradualmente un nuevo punto de partida materialista
en sus numerosas polémicas filosdficas y politicas. Se trata del
periodo que abarca aproximadamente hasta fines del atio 1844.
1. Comienzo de la actividad de Marx
Este periodo constituye para Marx una época de actividad poli-
tica y de publicista, que le fuerza a abandonar su pais, y, al
mismo tiempo, de las divergencias filoséficas con Hegel en que
construyé su ideologia propia. Son los afios de estudio universi-
tario, publicacién del Reimicher Zeitung y mas tarde del Deuisch-
Franzésichen Jahrbiicher, afos de dificil trabajo filos6fico cuyo re-
sultado fue un amplio y critico andlisis de la Filosofia del derecho
de Hegel, publicado por vez primera después de la muerte de
Marx. Junto con la Introduccién de esta Critica, aparecié en los
Jahrbiicher el articulo histérico-filoséfico Zur Judenfrage (Sobre
la cuesti6n de los judics}, asi como la extraordinar‘amente impor-
tante, aunque incompleta, elaboracién sobre economia y filosofia,2 ENCLUCION DE LOS PROBLEMAS PEDAGOGICOS EN MARX Y ENGELS,
la cual expone de medo convincente la superacién de las concep-
ciones idealistas y abre perspectivas completamente nuevas. Este
trabajo cierra el perfodo juvenil de Marx tanto de su vida como de
su filosofia y abre el camino a Ja época de madurez.*
En el proceso de su evolucién politica, el javen Marx llegé a
una critica cada vez mas consecuente del Estado absolutista, a una
formulacién cada vez mas radical de Jas exigencias democraticas.
Primeramente Marx formulé sus opiniones politicas vinculado a los
circulos de tendencia izquierdista de la burguesia alemana y de su
intelectualidad, y mas tarde, cada vez mas acusadamente, como
“secesionista” al formular la transicién del democratismo revolu-
cionariv al comunismo. Desde Ja aparicién de los Deutsch-Franzé-
sischen Jahrbicher estas opiniones adquirieron un cardcter cada
vez mds radical.
El escenario en el que se representa “la comedia del despotis-
mmo” es como un “barco de bufones”: conduce inevitablemente a
su destino contrario, la revolucién! “E] mundo viejo —escribe
Marx— pertenece al filisteo.” Sin embargo, en realidad, es un
“mundo deshumanizado”, un mundo en el que se quiere vivir y
reproducirse exactamente igual que en el mundo animal; un mun-
do en e] que e! despotismo y el sistema de produccién, el sistema
de la propiedad privada y de la explotacién de los hombres ha de
conducir a su destruccién. Hay que oponerse —escribe Marx— a
Ja absurda idolatria de este mundo, asumir audazmente la posicién
de la “humanidad pensante’” y colaborar con el nacimiento del nue-
va mundo que va madurando.”
La critica al orden social constituido y su clase dominante, la
conviccién de que la tarea del pensamiento humano consiste en
desenmascarar al mundo burgués y cooperar con la revolucién
que se anuncia y reconstituye Ja dignidad humana, todo esto re-
presenta una parte de la lucha politica de Marx. Rapidamente em-
pezd a perfilarse el segundo frente, gue estaba dirigido contra las
concepciones utépicas y abstractas de los Ilamados bienhechores
de la humanidad. Marx cita aqui a Cabet, Dézamy, Weithing y
Fourier e indica que su “principio humanista” era limitado, leno
de contradicciones, dogmatico y abstracto. Reconocié claramente
la diferencia que ya se perfilaba entre el punto de partida demo-
cratico, el punto de partida del socialismo utépico y el suyo propio.
“La ventaja de la nueva tendencia consiste precisamente —escribe
Marx— en que nosotros no anticipamos dogmaticamente el mun-
do, sino que queremos encontrar el nuevo mundo solamente a
partir de la critica del viejo.” Era precisamente caracteristico
de los utopistas que su “critica del viejo mundo” no conducia a
un punto de partida para un nuevo cuadro del futuro. Este futuro
era expresién de deseos y sueios, una “construccién dogmatica”.
Marx queria deducir de la “critica del viejo mundo” los “princi-
pias” del nuevo mundo. Esto significa que la critica debe descubrir
* Observaciones del autor. Véase apénpicz, cap. 1, 1}.
COMIENZO DE LA ACTIVIDAD DE MARX 3
cada ceso histérico real que conduzca en su desarrollo posterior
a la destrucciéf total del orden mundial constituido y a la crea-
cién de uno nuevo. Exactamenie este desarrollo histérico objetivo
es lo que no supieron ver Jos utépicos. Imaginaban que el futuro
depende de la buena voluntad del hombre. El conocimiento de un
proceso histérico objetivo no debe conducir a la proclamacién de
un principio de pasividad. Todo Io contrario, la eritica no debe 1i-
mitarse a la teoria. “Nada nos impide —escribe Marx— enlazar
nuestra critica con la critica de la politica, con la participacién
en la politica, es decir, con la lucha real e identificarla con ella.
Nosotros no irrumpimos doctrinarios en el mundo con’ un nuevo
principio: jAqui esti la verdad, arrodillaros! Nosotros desarrolla-
mos nuestros principios a partir de los principios del viejo mundo.
No os decimos: jAbandona tu lucha, es un instrumento tonto; ve-
nimos a gritar la verdadera consigna para Ja lucha!”4
Precisamente este principio de la lucha revolucionaria se trans-
forms en Marx paralelamente en factor basico de su evolucién fi-
loséfica y encontré en ella su ratificacién y desarrollo. En Jas notas
filosdficas, eartas y polémicas, en la disertacién sobre Demécrito y
Epicuro maduré en él, en su contacto con Hegel, aunque también
en oposicién a éste, la conviecién de la dependencia dialéctica
reciproca del Ser y la Conciencia. Dado que Marx ya no acepté,
mas incondicionalmente Ja coneepcién hegeliana del desarrollo in-
manente del Espiritu, rechazé también las concepciones del joven
Hegel que conducen facilmente a la posicién del idealismo subje-
tivo fichteano. Concentré su atencién sobre las relaciones histé-
Tieas en las que advirtié Ja unidad dialéctica entre el Ser yla
Conciencia.’ Esto significa que la filosofia, que trata al Ser simple-
mente como una consecuencia de la Conciencia, no le satisfizo mas.
Indiferentemente de si estos conceptos poseen un caracter objetivo
como en Hegel o subjetivo como en Fichte, segtin Marx, el error
comtin consiste en el desconocimiento de la real contraposicién y
relacién entre Ser y Conciencia. Marx observé e} mundo con ojos
de hombre social y determind que el mundo no es en absoluto
“racional” y no se subordina a los ideales humanos objetivos; que
se requiere mucha lucha para realizar todo lo moral e histérica-
mente correcto. :
Un importante factor para Ja superacién del idealismo fue ens
tonces la filosofia de Feuerbach; Marx, sin embargo, percibié ya
sus limitaciones. Acerca de ello escribié que no podia aceptarla
por completo porque alude mucho “a la naturaleza y muy poco a
la politica. Esto es, sin embargo, la unica ligazén mediante la
cual la actual filosoffa puede [egar a ser verdad”.® Tan sélo la ac-
tividad social v no la conciencia en si transforma Ja realidad so-
cial. A partir de este punto Marx critica enérgicamente la filosofia
de Hegel, principalmente su teorfa del Estado y del derecho. Esta
aguda critica debia demostrar que la evolucién del Estado y del
derecho no es la expresién del desarrollo de una Idea abstracta,