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CENTRAL
a. En el versículo 21 donde dice que el Padre de Familia, o el Rey, según el Texto de Mateo, da
la orden que inviten a todos. Esta invitación es universal. Noten que invitan a los enfermos, a los
lisiados, a los pobres. En los tiempos Bíblicos, eran los que no eran deseados. Eran gente sin
nada. Algunos eran mendigos. Pero el llamado de Dios es sin acepción de personas. En Mateo
22:10 dice: «10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron,
juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.»
b. Noten como el llamado es a buenos y malos también. En toda sociedad se puede distinguir dos
tipos de personas por su carácter moral. Delante de Dios TODOS necesitamos arrepentirnos y
alejarnos del pecado. Dios llama a todos al arrepentimiento y a la conversión. El apóstol Pedro le
dice a la gente reunida que le preguntan qué pueden hacer: «Arrepentíos, y bautícese cada uno
de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo.» (Hechos 2:38).
c. Sigamos con el siguiente punto que es muy importante.
3. Las excusas. Noten que, en ambos Textos, la gente da excusas a la invitación. Es normal que
cuando uno hace una fiesta, no todos pueden asistir. Habrá muchos que tendrán excusas
legítimas. Pero los humanos somos buenos para dar excusas, aun cuando no existen. Eso lo
vemos aún más en las cosas espirituales donde la gente da todo tipo de excusas para no asistir a
la Iglesia, y aun para no aceptar la salvación. Veamos algunas de las excusas que dice el Texto
de Lucas que hemos leído, y que son las mismas que la gente ha dado por dos mil años.
a. “He comprado una hacienda, y necesito ir a verla”. Como si no hubiera tiempo para ir en otra
ocasión.
b. “He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos”. Otro que ofrece una excusa sin razón.
Sean las yuntas de bueyes, o el negocio, o el automóvil que se tiene que probar, son solo excusas.
c. “Acabo de casarme”. Otra excusa muy común. ¡No tengo tiempo!
d. Otras excusas son sobre lo difícil que se hace ir al Templo. O seguir el Evangelio es duro.
e. El fin de todo el tema de las excusas, es que son una mentira del diablo. El Evangelio no es
difícil. El dejar el pecado no es ningún sacrificio. El que una persona deje la borrachera, u otro
vicio, o el juego, o el sexo ilícito, no está dejando nada bueno. Puede que le cueste dejar el
alcoholismo o cualquier otro vicio por las consecuencias que el mismo vicio produce, pero no es
ningún sacrificio. Al contrario, dejar el pecado es lo que produce vida Eterna.
h. Si analizamos la Eternidad, no hay nada que debe estorbar el estar presente en las Bodas del
Cordero con nuestro SEÑOR JESUCRISTO. El no tener tiempo para Dios, nos excluye de la
Eternidad con Él. Sigamos con el siguiente punto.
4. No hay infiltrados en el Cielo. Mateo 22:10-13 dice: «10 Y saliendo los siervos por los
caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron
llenas de convidados. 11 Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que
no estaba vestido de boda. 12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de
boda? Mas él enmudeció. 13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos,
y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes»
a. En las escrituras que hemos leído, podemos ver que el lugar de la Gran Cena se había llenado.
Hay un vestuario que la gente típicamente debe usar en una boda. Así en el Cielo todos los
presentes estarán vestidos de ropas dignas que solamente Dios nos puede dar. La Justificación
por la Fe solamente la puede dar Dios. La limpieza que Dios hace en nosotros después del
arrepentimiento al santificarnos lo hace Él solamente. Nadie puede llegar al Cielo a través de otra
forma, o de otra persona. JESUCRISTO dijo en Juan 14:6: «Yo soy el camino, y la verdad, y la
vida; nadie viene al Padre, sino por mí»
i. Para ir al Cielo hay que arrepentirse de los pecados, y aceptar a JESUCRISTO el Hijo de Dios
como Salvador Personal.
b. Noten el castigo al que no estaba vestido de bodas. «Atadle de pies y manos, y echadle en
las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.» (Mateo 22:13).
c. Concluimos con el último punto.
5. Muchos los llamados y Pocos los escogidos. Aquellos que son llamados y rehúsan aceptar,
morirán en sus pecados. ¹ Los escogidos son los que aceptan el llamado de Dios para ser salvo.
No es una coincidencia que usted esté aquí en esta noche. Nadie viene por primera vez a un Culto
de hogar o al Templo, por casualidad. Dios nos llama a todos al arrepentimiento y a la salvación.
Aquellos que responden al llamado, son escogidos para asistir a la Gran Cena o la Gran Boda del
Hijo de Dios con Su Iglesia.
a. Podríamos decir como el gran predicador del siglo 19, D.L. Moody, que dijo que él había fallado
a muchas citas importantes en su vida, pero que había una cita que él estaba seguro que iba a
cumplir y era la de asistir a la Gran Cena con Dios. Las Bodas del Cordero y Su Iglesia. Solamente
los que han lavado sus pecados en la Sangre de JESUCRISTO podrán asistir a esa Gran Cena.
6. RESUMEN:
a. Todos somos invitados a la Gran Cena, las Bodas del Cordero. Los que aceptamos la invitación,
somos escogidos para estar presente.
b. Nadie puede llegar a ese Banquete por sí mismo, solamente por el arrepentimiento y la sangre
de JESUCRISTO.