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D ic c io n a r io
DE ADIVINOS,
MAGOS
Y ASTRÓLOGOS
D E LA
A n t ig ü e d a d
e d i t o r i a l t r o t t a
DICCIONARIO
D E A D I V I N O S,
MAGOS Y
ASTRÓLOGOS DE
LA ANTIGUEDAD
SANTIAGO
MONTERO
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Diccionario de adivinos, m agos
y astrólogos de la Antigüedad
Diccionario de adivinos, magos
y astrólogos de la Antigüedad
Santiago Montero
e d i t o r i a l t r o t t a
Esta obra ha sido publicada con ayuda de la Dirección General del Libro,
Archivos y Bibliotecas del M inisterio de Educación y Cultura
C O L E C C I Ó N P A R A D I G M A S
B i b t i o t o. c a d e C i e n c i a s d e ¡ a s R e l i g i o n e s
Diseño
Joaquin Gallego
ISBN : 84-8164-161-8
Depósito Legal: VA-852/97
Impresión
Simancas Ediciones, S.A.
Pol. Ind. San Cristóbal
C / Estaño, parcela 152
4 7 0 1 2 Valladolid
CONTENIDO
Presentación......................................................................................... 9
Introducción........................................................................................ 13
Bibliografía.......................................................................................... 29
Adivinos, magos y astrólogos de la Antigüedad
(por orden alfabético)......................................................................... 41
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PRESENTACIÓN
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DICCIONARIO DE ADIVINOS, MAGOS Y ASTRÓLOGOS
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PRESENTACIÓN
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DICCIONARIO DE ADIVINOS, MAGOS Y ASTRÓLOGOS
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Introducción
ADIVINOS, MAGOS Y ASTRÓLOGOS DE LA ANTIGÜEDAD
1. LOS ADIVINOS
En todas las épocas y en todas las culturas del mundo antiguo, el hom
bre ha sentido la necesidad de averiguar el futuro y en ocasiones tam
bién el pasado y el presente que le era desconocido y al que por vías
racionales no podía acceder. Se dice por ello en la litada del famoso
adivino Calcante, que sabía «las cosas presentes, las futuras y las pasa
das» (I, 70).
Las religiones oficiales e incluso los cultos mistéricos se preocupa
ron por satisfacer esta necesidad de los fieles; pensemos, por ejemplo,
en el trance profètico de la Pitia en el santuario apolíneo de Delfos. Sin
embargo, al margen de ellas, proliferaron adivinos, magos y astrólogos
que — sobre todo en épocas de crisis— fueron consultados también a
título individual.
Pero reducir la adivinación a la práctica de profetizar los aconteci
mientos futuros o de descubrir lo oculto y oscuro por medios sobrena
turales o agentes mágicos, no sería justo. En un sentido más amplio, la
adivinación debe entenderse como la comunicación con el orden sagra
do, con la divinidad, con las fuerzas naturales que se supone intervie
nen en la vida del hombre y de la comunidad. Como dice A. Neher en
referencia a los profetas bíblicos, «la profecía responde a la nostalgia de
un conocimiento; pero no del conocimiento del mañana, sino del co
nocimiento de Dios».
Entre los griegos la adivinación —considerada una técnica (téchne)
o un arte— se llamaba mantiké. Platón (Fedro, 244C) hacía derivar este
término del verbo máinesthai, «estar furioso», «loco», sin duda en refe
rencia a la exaltación profètica, la más extendida —pero no la única—
de las técnicas adivinatorias; mántis, por tanto, designa al adivino. Los
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En esto, como en otras muchas cosas, nosotros hemos actuado mejor que los
griegos, ya que hemos dado a esta facultad superior un nombre sacado de la
divinidad, mientras que los griegos, según la interpretación de Platón, lo hacen
derivar de «locura» (furor) (De div., I, 1, 1).
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INTRODUCCIÓN
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2. LOS MAGOS
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propias; así, los babilonios, los persas, los egipcios, los hebreos, los
galos, los marsos, los psilos o los tesalios.
La arqueología ha puesto al descubierto textos mágicos (sobre tabli
llas de arcilla) pertenecientes a la biblioteca del rey Asurbanipal en Nínive
y en las ruinas de Assur. Se trata de documentos que datan de los siglos
vm-vn a.C. pero seguramente inspirados en textos sumerios o acadios de
comienzos del segundo milenio. N o sorprende, pues, que los historiado
res griegos hiciesen a los babilonios maestros de los grandes magos
iranios, como Zaratustra, Ostanes o Histaspes.
Precisamente la palabra «mago» viene, a través del griego (magos),
del persa (magu). Designaba, en origen, una tribu meda (Herod., I,
101) que constituía —según los antiguos— una casta sacerdotal al tiem
po que una clase social, al estilo, pues, de los brahmanes entre los in
dios. Sus deberes religiosos eran muy variados (sacrificios y libaciones,
ritos funerarios, himnos rituales) y llevaban a cabo prácticas más de
tipo adivinatorio (como la interpretación de sueños) que propiamente
mágico. Muchos de estos magoi persas se vieron envueltos en las luchas
dinásticas que concluyeron con la toma del poder por Ciro y Darío.
Tampoco faltaron leyendas sobre los contactos de los magos iranios
con Egipto, donde la magia está documentada ya en los Textos de las
Pirámides del Imperio Antiguo; el clero egipcio hacía uso de ella sobre
todo para asegurar la felicidad del faraón en el M ás Allá. El Antiguo
Testamento es rico en alusiones a los magos egipcios que, al servicio del
faraón, llegan incluso a competir con el propio Yahveh.
Sin embargo, los magos egipcios no parecen haber existido como
tales. En Egipto, los sacerdotes desempeñaban un papel fundamental
en el mantenimiento del orden social y del orden cósmico, tan estrecha
mente ligados; como intermediarios entre los dioses y los hombres,
gozaban de un enorme prestigio. Pero, en particular, su poder les vino
tanto de su condición de depositarios de las tradiciones nacionales como
de su gran sabiduría. Desde la Baja Epoca, el sacerdote es un represen
tante culto y letrado, cuyo saber es de carácter universal (astrología,
farmacopea, filosofía, etc.), célebre, sobre todo, por su capacidad para
transmtir la voluntad de los dioses mediante la interpretación de signos
y oráculos y para intervenir en el ámbito de la magia. Este tipo de cono
cimiento, que en realidad constituía sólo una parte de las ciencias sacer
dotales, proporcionó a los sacerdotes un poder ilimitado sobre los seres
—vivos y muertos—, los dioses o las fuerzas del Universo. Recurrían
con frecuencia a fórmulas mágicas antiguas (cantos, exorcismos) reco
gidas en papiros celosamente custodiados en los sótanos del templo
(ádyta hypogaia). Dichos textos escritos se caracterizaban por su her
metismo; eran difícilmente comprensibles para quien no fuese sacerdo
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INTRODUCCIÓN
... por su parte los adivinos y sacerdotes itinerantes (agyrtai kai manteis) van
llamando a la puerta de los ricos y les convencen de que han recibido de los
dioses poder para borrar, por medio de sacrificios o conjuros [...] cualquier falta
que haya cometido alguno de ellos o de sus antepasados; y si alguien desea per
judicar a un enemigo, por poco dinero lo harán, sea justo o injusto, valiéndose de
encantos o de ligámenes, ya que, según aseguran, tienen a los dioses convencidos
para que los ayuden (364 b-c).
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por ello Agustín asoció los gnósticos a los teúrgos. Uno de los textos
más importantes del Corpus Hermeticum, el Asclepius, retoma el tema
de la simpatía universal propia de la magia atendiendo también al papel
del demiurgo y los daimones.
Para entender las diferencias entre goecia o hechicería y las formas
más evolucionadas de la magia, como la teúrgia, es necesario conocer
las palabras que Heliodoro (s. iv d.C.), pone en sus Etiópicas en boca
del mago Calasiris:
Sin embargo, hay que distinguir dos tipos diferentes [de sabiduría]: una es vulgar y,
por decirlo así, camina sobre la tierra; es servidora de ídolos y da vueltas entre los
cuerpos de los cadáveres; es muy aficionada a los yerbajos y sólo se sostiene con
encantamientos; ni tiende ella a ningún fin digno, ni se lo procura a los que la
emplean; fracasa por su propia culpa la mayoría de las veces y en los casos en que
tiene éxito sus resultados son dolorosos y mezquinos, como alucinaciones en que lo
irreal se toma como existente, y frustraciones en las esperanzas; es hábil para encon
trar todo lo que sea ilícito y magnífica cómplice en cualquier placer intemperante.
La otra, en cambio, la que verdaderamente hay que llamar sabiduría, porque la
primera no ha hecho más que usurpar y adulterar su nombre, esa en la que nos ejer
citamos desde jóvenes los consagrados a la divinidad y todo el linaje sacerdotal, mira
a lo celestial, convive con los dioses y participa de su poder connatural, investiga el
movimiento de los astros y logra pronosticar el futuro; se mantiene lejos de los males
terrenales y se aplica al bien y a la utilidad para los hombres (III, 16, 3-4).
3. LOS A STRÓ LO GO S
Los caldeos, pues, que se cuentan entre los más antiguos habitantes de Babilonia,
ocupan en la distribución del estado una posición semejante a la de los sacerdo
tes en Egipto: adscritos, en efecto, al culto de los dioses, dedican al estudio todo
el tiempo de su vida, disfrutando de la máxima reputación en el campo de la
astrología. Se dedican también en buena medida a la mántica, haciendo previsio
nes acerca del porvenir, y se esfuerzan en procurar el alejamiento de los males y
la cumplimentación de los bienes, en unos casos mediante purificaciones, en
otros mediante sacrificios y en otros mediante algún tipo de conjuro (II, 29).
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INTRODUCCIÓN
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cálculos de los babilonios. Entre los tres siglos que transcurren de Alejan
dro a Augusto la astrología oriental vencerá de forma definitiva.
Las doctrinas astrológicas de los babilonios o caldeos se difundie
ron pronto por el Mediterráneo, sobre todo cuando Beroso, sacerdote
de Baal, fundó —hacia el 280 a.C.— una escuela en Cos. Fue también
autor de una Historia de Babilonia, dedicada a Antíoco I Sóter, donde
exponía las ideas básicas de la astrología. Astrónomos griegos de la talla
de Hiparco (190-120 a.C.), considerado por muchos como el más sa
bio de los astrónomos de la Antigüedad, no tuvieron impedimento en
reconocer la superioridad de la ciencia astronómica oriental.
Pero no menos decisivas fueron también para Occidente las influen
cias de la astrología egipcia, pues también a los sacerdotes egipcios se
les atribuyó una gran cantidad de observaciones astronómicas sobre el
movimiento de los planetas o la duración del año solar. Dichos conoci
mientos eran celosamente guardados por la casta sacerdotal en el inte
rior de los templos, si bien la perseverancia de los griegos, siempre
atraídos por la cultura egipcia, permitió que algunos de ellos —como
Tales o Eudoxo— recibieran sus enseñanzas de los sabios egipcios.
Hoy se considera que la astrología egipcia, como tal, es tardía, pues
apenas existen huellas de ella en el Imperio Antiguo. Las paredes de los
templos de Denderah, Edfú y Athribis, donde se representa a divinida
des egipcias y signos zodiacales, serían los primeros testimonios conoci
dos. Dicha astrología, de origen babilonio, no se practicaría pues antes
de la dominación griega del país. Pero para el futuro de la astrología
tendría una particular influencia una obra atribuida al rey Nequepso (s.
vil a.C.) y a su sacerdote, Petosiris que, aunque publicada hacia el 150
a.C., incorporaba conocimientos más antiguos. Dicho tratado, escrito
posiblemente en Alejandría, impulsó el prestigio de la astrología egipcia,
cuya influencia sobre la vida política y religiosa de la Roma se hizo sentir
ya en el siglo i a.C.
Roma, poco interesada en la astronomía como ciencia matemática,
vio cómo la astrología, pese a ser conocida tardíamente, ganó adeptos
entre los diferentes medios sociales: la poesía (y, en general, la literatu
ra), la filosofía, la política e incluso la religión (una teología solar co
nectada a cultos mitraicos) quedaron también impregnadas por esta
pseudo-ciencia.
Es una astrología que llega del Oriente, de mano de los llamados
«caldeos», pronto también conocidos como mathematici o astrologi-,
ambos términos son usados, sin embargo, para designar también — du
rante el Imperio— al astrónomo: el término «astronomía» es atestigua
do sólo a partir de época neroniana (Sen., Ep., 9 5 ,1 0 ; Petron., Sat., 88,
6) y el de astronomus aún más tarde.
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Pero la astrología también pasó a ser, desde los primeros años del
siglo i a.C., un peligroso instrumento de oposición a la política oficial;
Tiberio Graco y Cneo Octavio fueron quizá los primeros políticos re
publicanos en recurrir a los consejos de la astrología. Las consultas a los
astrólogos, intensificadas a partir de Augusto, favorecieron las intrigas
sobre el futuro del emperador o de los miembros de la familia imperial.
Dichas consultas, efectuadas, sobre todo por los miembros de la aristo
cracia, acabaron constituyendo un crimen de maiestas.
A partir del siglo 11 d.C. se advierte una distinción cada vez más
clara entre astronomía y astrología, como pone de manifiesto, por ejem
plo, la obra de Sexto Empírico, Contra los astrólogos, y sobre todo la
producción de Claudio Ptolomeo, astrónomo y astrólogo alejandrino
de este mismo siglo.
Por último no podemos olvidar la «literatura astrológica», en la que
junto a tratados clásicos como el Tetrabiblos de Ptolomeo, las Antolo
gías de Vetio Valente o la Matbesis de Fírmico Materno se incluyen
también numerosos manuscritos y textos astrológicos que han sido re
unidos en los doce volúmenes del Catalogus Codicum Astrologorum
Graecorum (CCAG), publicados en Bruselas entre 1898 y 1953. Dichas
obras, de tipo teórico y doctrinal, daban a la astrología una apariencia
de rigor científico, contribuyendo así también, junto a la práctica diaria
de los astrólogos, a guiar los actos de muchos hombres. «Raramente
— escribió R. Turcan— una ideología ha regido la vida personal, fami
liar, política con tanta prepotencia».
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1. Adivinación
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INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
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DICCIONARIO DE ADIVINOS,
MAGOS Y ASTRÓLOGOS DE LA ANTIGÜEDAD
A
ÁBARIS / Ábaris (s. vi a.C.?).— Legen (quien sin embargo le considera un es
dario adivino y taum aturgo (iatro- cita) y por Hipóstrato3.
mantis) hiperbóreo, pueblo al que los En sus viajes4 se detenía para reali
griegos atribuían el conocimiento de la zar purificaciones, alejar pestilencias5
magia. Según la leyenda transmitida o desviar los vientos6, siempre sin to
por Licurgo1, atravesando los mortales mar alimento alguno. En época hele
un período de hambre y enfermedades, nística se le imaginó viajando a través
un oráculo de Apolo informó que sus de los aires transportado por una fle
penalidades acabarían cuando los ate cha mágica que le había entregado el
nienses realizaran cierto sacrificio propio Apolo7 y que le permitía llegar
(proérosiá) en su honor. Ábaris llegó a a lugares inaccesibles.
Grecia procedente de una isla fértil y Ábaris reconoció en el filósofo Pitá-
de suave clima, de extensión no menor goras una encarnación del Apolo hi
que Sicilia, situada «más allá de donde perbóreo. La relación de Ábaris con
sopla el viento del norte». Al verle, los Pitágoras (nacido en Samos hacia el
atenienses quedaron sorprendidos tan 580 a.C.) es mencionada por Aristó
to por su carácter y la sencillez de sus teles y Heráclides, aunque probable
costumbres como por su atuendo. mente se hablaba de ella ya en épocas
Atendiendo al oráculo, Ábaris reali anteriores; serán, no obstante, los filó
zó el sacrificio y logró eliminar las cala sofos neoplatónicos los que más insis
midades que padecían los mortales; tan en esa coetaneidad en la que hoy
dicho sacrificio parece ser una antigua no se cree. No tardó, pues, en hacerse
institución religiosa, probablemente de Ábaris un discípulo de Pitágoras, de
anterior a la fecha en que se creía había quien recibiría conocimientos sobre la
vivido Ábaris. Píndaro2 sitúa al perso naturaleza y los dioses e, igualmente,
naje en tiempos del rey Creso, es decir, sobre la adivinación por los números
hacia el 546 a.C. Según la Suda (s. x (cuando, hasta entonces, Ábaris sólo
d.C.), Ábaris habría llegado a Atenas utilizaba la observación de las entrañas
como embajador de los hiperbóreos de los animales8).
durante la LUI Olimpiada, es decir, Jámblico ' hace a Ábaris y Pitágoras
hacia el 568/565 a.C.; la misma fecha contemporáneos del tirano Fálaris de
es propuesta por Eusebio en su Crónica Agrigento (Sicilia), lo que es muy du
43
A B D íA S
doso. Según este autor, Ábaris plantea co18). Otros autores, como Hecateo de
ba diversas cuestiones de carácter cien Abdera, le prestaron también gran
tífico y teológico a Pitágoras cuando atención19. En la Antigüedad circulaba
éste era prisionero del tirano griego y, un Lógos pros Abarin atribuido a Pitá
viendo la lucidez de sus respuestas, goras.
pasó a venerarle com o a un dios. En Virgilio20 Ábaris es un guerrero
Fálaris decidió entonces actuar contra rútulo, muerto por Eusialo durante
los dos sabios, pero el mismo día en una salid a nocturna, m ientras en
que iba a ejecutarlos una conspiración Ovidio21 es un amigo de Fineo, y en
acabó con su vida. Ábaris es el destina Silio Itálico22 es un cartaginés.
tario de una carta del Pseudo-Fálaris10
seguida de una respuesta (falsa) del 1. Orat., fr. 86. / 2. Fr. 270 Snell-Mahler.
propio Ábaris. /3. Apud Harpokrat., s.v. «Ábaris»; Suidas, s.v.
El propio Jám blico11 nos dice tam «Abaris. Proerósia». /4. Herod., IV, 36; Steph.
Byz.,Hyperbóreioi./5.Jambl., Vit. Pyth., 135.
bién que Ábaris se detenía a veces en / 6. Porfirio, Vit. Pyth., 29 / 7. Jambl., Vit.
tierra, descendiendo de su flecha mági Pyth., 91; Porfirio, Vit. Pyth., 29; 140. / 8.
ca, para hacer una colecta con la que Jambl., Vit. Pyth., 147. / 9. Vit. Pyth., 215-
construir un templo al Apolo hiperbó 217. / 10. Ep., 56. / 11. Vit. Pyth., 91. / 12.
reo, a modo, pues, de los agyrtes o sa Diod., II, 47. / 13. Licurg., Orat., fr. 86. /1 4 .
Eq., 729. Cf. Suda, s.v. «Skythikoi». / 15.
cerdotes mendicantes de la Antigüedad.
Paus., III, 13, 2. / 16. Jambl., Vit. Pyth., 92. /
No han faltado mitógrafos que re 17. Plut., De aud. poet., 14 e; Anécdota
construyeran d itinerario geográfico Graeca, 1,178. / 18. Vit. Pyth., 215-221. / 19.
seguido por Ábaris a lo largo de su Diod., II, 47; Schol. Apoll. Rhod., II, 675. /
vida. Una de las escalas debió hacerla 20. Aen., IX, 344. / 21. Met., V, 86. / 22. Pun.,
en Délos, donde Ábaris renovó la anti X, 134.
gua alianza entre los hiperbóreos y los
habitantes de la isla12. Algunos autores [B ib l.: P. Boyancé, «Su r PÁ baris
d’Heraclide le Pontique»: REA, 36 (1934),
antiguos consideran que fue entonces pp. 321-352; G. Colli, La sabiduría griega,
— y no antes— cuando recibió de Trotta, Madrid, 1995, pp. 441-442.]
Apolo sus dotes proféticas13. En su
condición de profeta y purificador de
almas, Ábaris recorrió toda Grecia, re ABDÍAS / ‘Obadyahu (s. vi a.C.).—
velando los secretos del futuro y cu Uno de los doce profetas menores ju
rando las enfermadades mediante fór díos (nabi), asentado probablemente
mulas mágicas. en Palestina tras la deportación de los
Según un escolio14, Ábaris recopiló israelitas a Babilonia. Su misión va es
unos oráculos (los chrésmoi de Ábaris pecialmente ligada a sus ataques pro-
o chrésmoi Skythikoi) que, en su ma féticos contra el reino de Edom, en el
yor parte, eran prescripciones rituales. sur de Palestina.
Así, liberó a Esparta de una peste, sien La cronología de Abdías es, sin em
do recordada su presencia en la ciudad bargo, discutida. Para unos, su misión
con un monumento levantado en el tuvo lugar en el siglo ix; en este caso su
templo de Koré Soteira'5. De igual for hostilidad contra Edom vendría justi
ma purificó tam bién la ciudad de ficada por el ataque de este reino con
Cnossos en Creta16^ tra Jorán, rey de Judá.
La leyenda de Ábaris —que, por Parece más probable, sin embargo,
otra parte, tanto recuerda a la de que la figura del profeta haya que si
*Aristeas— fue tratada en una obra es tuarla en el siglo vi, cuando, tras la caí
pecial por Heráclides del Ponto17 (con da de Jerusalén (587 a.C.) a manos de
sultada quizá más tarde por Jám bli los babilonios, los edomitas llevaron a
44
ACÁNTIDE
cabo repetidos saqueos sobre sus tie la luna, transformar la tierra firme en
rras e invadieron parte de su territorio; agua corriente o convertirse en lobo.
el libro de Reyes’ denuncia a «las ban En un acto de magia simpática cegaba
das de Aram» (Edom) y tanto los profe a los maridos arrancando con su uña
tas como los salmistas posteriores a los los ojos de las cornejas. Acántide con
acontecimientos siguieron maldicién- sulta a los vampiros (striges) sobre la
dolos. Incluso después de la desapari muerte del poeta y con el propósito de
ción de Edom, el reino quedó como hacerle enloquecer elabora un filtro
prototipo de opresor del pueblo judío. (hipomanes) mezcla de hierbas y secre
Abdías cree y espera la llegada del ciones de yegua preñada.
«día de Yahveh» o día del juicio contra El poeta recoge las seductoras pala
las naciones (y en especial contra bras que Acántide, ahora en su faceta
Edom). Se le atribuye el libro más cor de alcahueta, dirige a Cintia, amante
to del Antiguo Testamento (21 versí del poeta, y con las que corrompe poco
culos), redactado, quizá, en el período a poco a la joven alejándola de éste:
posterior a la caída de Jerusalén (587
a.C.). En él se transmite el siguiente Si te agrada la aurífera ribera oriental
oráculo de Yahveh: de los Dorozantes [lejano pueblo del
Oriente, famoso por su oro] y la con
¿Acaso en aquel día no exterminaré de cha que se enorgullece en el fondo del
Edom a los sabios y de la montaña de mar de Tiro, y te placen los tejidos de
Esaú la inteligencia? Y se aterrarán tus la Minerva de Cos, patria de Eurípilo,
guerreros, oh Temán, de suerte que y la frágil imaginería arrancada de los
todo varón será extirpado de la monta lechos atálicos, o los vasos que para ser
ña de Esaú. Por la mortandad, por la vendidos envía Tebas rodeada de pal
injusticia, contra tu hermano Jacob, te meras, o los murrinos [vasos frágiles]
cubrirá la vergüenza y serás extirpado que se cuecen en los fuegos de Persia,
para siempre (Ab 8-10). ¡desprecia la fidelidad, derriba las imá
genes de los dioses, triunfen las menti
1 .2 R 24, 2. ras y quebranta las leyes de un pudor
perjudicial! Añade precio inventar un
[Bibl.: M. A. Arroyo, «El profeta Ab marido; haz uso de pretextos. El deseo
días»: Cult.Bib., 11 (1954), pp. 32-33; J. D. se acrecerá demorando la noche prome
W. Watts, Obadiah, Grand Rapids, 1969.]
tida. Si acaso te mesara los cabellos, su
enojo puede serte provechoso: hay des
pués que oprimirlo con una paz rega
ACÁNTIDE / Acanthís (s. i a.C.?).— teada [...] Suplicante, siéntate a tu
Hechicera (saga) y alcahueta citada por lado, tú dispon tu sillón, escribe cual
el poeta Propercio (50/47 a.C.-2 d.C.), quier cosa: si él teme tus artimañas
quien dirige contra ella una de sus ele ¡tuyo es! Muestra siempre mordiscos
gías1; el personaje es histórico, en opi recientes en tu cuello, que él piense que
nión de algunos autores. Propercio te los han dado en lid alterna [...[ Aco
maldice a esta saga, corruptora de jó módate a las costumbres de tu amante;
venes enamoradas, cuya muerte desea; si canciones vocea, acompáñale y, em
el tema fue tratado también por Hora briagada, une tu voz; que tu portero
cio (quien en Epodos2 execra a la lena esté despierto para los dadivosos: que
*Canidia) y Ovidio (quien en Amores3 se adormezca sobre el cerrojo bien
maldice a *Dipsas). echado, si viene desprovisto el que lla
Propercio destaca los poderes de la ma. Y no te desagrade un soldado rudo
hechicera, capaz de alterar el curso de en am or, ni un marinero, si en su
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ACHINAPOLO
46
AGESIAS
47
AGIAS
48
ALBICERIO
ció el cisma de Israel mediante una ac der al príncipe Abdías, hijo de Jero
ción simbólica1. Cuando en los últimos boam, muy enfermo, le anunció no sólo
años del reinado de Salomón (970-931 la muerte del niño sino la desgracia para
a.C.) Jeroboam salía de la ciudad de toda la casa real culpable:
Jerusalén, Ajías, que iba embozado en
un manto nuevo, le salió al encuentro. ...Así, pues, tú levántate y vete a tu
Cogiendo el profeta su manto lo rasgó casa; cuando tus pies penetren en la
en doce pedazos y, dirigiéndose al fu ciudad, morirá el niño. Todo Israel le
turo rey, le dijo: llorará, y le enterrarán; pues éste será
el único de los de Jeroboam que vaya a
Cógete diez trozos, pues así ha dicho parar a una sepultura, por cuanto que
Yahveh, Dios de Israel: He aquí que se ha hallado en él alguna cosa buena
desgarro el reino de la mano de Salo hacia Yahveh, Dios de Israel, dentro de
món y te daré diez tribus. La otra tribu la casa de Jeroboam. Yahveh se suscita
será para él, en gracia a mi siervo David rá un rey sobre Israel, que aniquile la
y a Jerusalén, la ciudad que escogí de casa de Jeroboam: ¡en ese día! Luego
entre todas ¡as tribus de Israel [...] Sin Yahveh vapuleará a Israel, como la
embargo no retiraré de su mano todo el caña es agitada por las aguas, y arran
reino, pues lo mantandré príncipe todos cará a Israel de este excelente país que
los días de su vida, en consideración a había dado a sus padres, y los dispersa
David, mi siervo, a quien escogí, el cual rá a l otro lado del río [Eufrates] [...]
guardó mis mandamientos y mis leyes; Entregará a Israel, a causa de los peca
pero retiraré el reino de mano de su hijo dos que Jeroboam ha cometido y ha
y lo daré a ti: las diez tribus; y a su hijo hecho cometer a Israel (1 R 14,12-16).
entregaré una sola tribu, a fin de que
David, mi siervo, tenga siempre una Los hechos no tardaron en confir
lámpara ante mí en Jerusalén, la ciudad mar las predicciones del profeta. Muer
que yo escogí para poner allí mi nom to Jeroboam, Nadab, su único hijo su
bre. A ti te cogeré y reinarás sobre todo perviviente, sólo gobernó durante dos
lo que tu alma desee y serás rey sobre años, siendo asesinado por Basá, uno
Israel (1 R 11, 29-37). de sus generales. Este, tras proclamarse
rey, exterminó a toda la descendencia
Con este acto simbólico el profeta de la casa de Jeroboam3. Más tarde, a
daba a entender cuál es la voluntad de finales del siglo viii a.C., se cumpliría
Yahveh: Jeroboam reinará sobre la también la segunda parte del oráculo:
mayor parte de las tribus de Israel, el exilio de Israel al otro lado del Eu
mientras que a causa de las infidelida frates.
des de Salomón, entregado al culto de
Astarté, éste sólo conservará la de Judá 1.1 R 11, 29-39. / 2 .1 R 12,26-33. / 3.1
(dos, en realidad, con la de Benjamín). R 14, 2-18; 1 R 15.
La promesa de Ajías, y en particular
el anuncio divino de una «casa firme»,
animaron a Jeroboam a acelerar sus ALBICERIO / Albicerius (s. iv d.C.).—
planes para asegurarse el poder. Adivino (divinus) de origen cartaginés
Pero una vez rey de Israel, Jeroboam citado por Agustín de Hipona en su li
apartó a su pueblo de la religión de bro Contra los Académicos', escrito
Yahveh incitándolo a practicar sacrifi hacia el año 368 d.C. A los que iban a
cios en honor de Baal2, lo que no tardó consultar a este «vidente» respondía
en desatar la cólera de Dios. Cuando cosas «maravillosas y ciertas». En el
Ajías fue llamado por la reina para aten diálogo agustiniano, Albicerio es de
49
ALEJANDRO
fendido por uno de sus personajes, Li lecturas), le advirtió que delante del
cencio, quien narra cuatro casos asom templo yacía tirada la estatua de un
brosos de los que fue testigo: antiguo sátrapa de Frigia, Ariobarza-
1) A una persona, a la que no cono nes; esta señal y otros presagios favo
cía, que había perdido en su casa una rables animaron al adivino a asegurar
cuchara le adivinó no sólo lo que bus al monarca macedonio que obtendría
caba y dónde se hallaba oculta, sino su la victoria en una gran batalla de caba
propio nombre. llería, especialmente si se daba la cir
2) A un niño que llevaba unas mo cunstancia de celebrar el combate en
nedas, parte de las cuales había roba los confines de Frigia, como poco des
do, le obligó a devolver las que había pués sucedería en la batalla de Gránico
hurtado sin haber visto la suma y sin (mayo/junio del 334 a.C.).
ser informado de lo que aquél había Finalmente anunció que con sus
hecho. propias manos Alejandro daría muerte
3) Estando Flaciano, un hombre de en el transcurso de un combate a un
alta posición social, en tratos para destacado general enemigo y que la
comprar una finca, preguntó a Albice- diosa Atenea colaboraría en su éxito.
rio si sabía qué asunto estaba llevando Como agradecimiento por el oráculo,
entre manos. El adivino manifestó la Alejandro dedicó su propia armadura
naturaleza del negocio y el nombre de como ofrenda a la diosa2.
la finca, que ni el propio Flaciano re
cordaba. 1. XVII, 17, 6 - 7 /2 . Diod., XVII, 18,1.
4) Un hombre joven le desafió en
una ocasión a que adivinase lo que es
taba pensando en aquel mismo instan A LEJAN D RO DE A B O N U T IC O /
te. Albicerio le respondió que tenía en Alexandrós (s. n d.C .).— Adivino y
mente un verso de Virgilio. Como él, mago fundador de un célebre oráculo
lleno de asombro, no pudo negarlo, le en Abonutico (Paflagonia), su ciudad
preguntó qué verso era y el adivino, natal. Sabemos de él a través de la bio
que apenas sabía gramática, se lo reci grafía que le consagra su enemigo per
tó completo. sonal, Luciano de Sam ósata (en su
San Agustín atribuye las dotes adi Pseudomantis) quien, sin embargo, re
vinatorias de Albicerio a demonios o conoce haber consultado el oráculo de
espíritus que embaucan a los hombres2. Abonutico en varias ocasiones con el
En otra de sus obras3 explica las causas fin de poner al descubierto las super
por las que Dios permite la adivinación cherías de Alejandro1, al que conside
de los demonios. ra un «falso adivino» {pseudomantis).
Existen no obstante otras fuentes, ar
1. Aug., C. Acad., VI, 17-18. / 2. De ordine, queológicas, epigráficas2 y numismáti
II, 9, 27 = PL, 32, 1007. / 3. De div. cas, que prueban la historicidad de
daemonum = PL, 40, 582-591. Alejandro.
Alejandro debió de vivir en época
de los Antoninos, es decir, a mediados
A L E JA N D R O / A lexandrós (s. iv del siglo ii d.C. Dotado de gran talen
a.C .).— Adivino (m antis) troyano. to, fue educado por un mago amigo y
Diodoro1 dice que una vez levantado compatriota de * Apolonio de Tiana,
el campamento de Tróade, Alejandro cuyo nombre no se cita. Concluida su
Magno se dirigió al templo de Atenea etapa de aprendizaje, decidió sacar
donde el encargado de los sacrificios, provecho de sus conocimientos. Se
Alejandro (o Aristandro, según otras asoció primero con un bizantino de
50
ALEJANDRO DE ABONUTICO
nombre ^Coconas, con el que acordó boca se abría o cerraba a voluntad del
fundar un oráculo en la ciudad de Abo- impostor y.
nutico bajo la protección del dios Una escultura marmórea hallada en
Asclepio. la antigua Tomi, considerada como
Para darle apariencia de autentici una imagen cultual, permite darnos
dad enterró unas tablillas de bronce en una idea de su apariencia: es de gran
el templo de Apolo en Calcedón —que tamaño (4,60 m) —enrollada al cuello
simuló después haber «descubierto»— y al torso de Alejandro aún tocaba el
en las que se anunciaba que «pronto suelo—, de cabeza «antropomórfica»
Asclepio, acompañado de Apolo, su —sobre todo los cabellos y las orejas—
padre, vendrían al Ponto y fijarían su pero también con partes propias de
residencia en Abonutico». El oportuno cabezas de perros y ovejas.
descubrimiento de estas tablillas difun Pronto estableció el método adivi
dió inmediatam ente la noticia por natorio del oráculo de Glicón-Ascle-
Bitinia y el Ponto y, sobre todo, entre pio, tom ando com o m odelo el de
los habitantes de Abonutico. Anfíloco de M alo (Cilicia). Indicaba al
La llegada de Alejandro a su ciudad consultante que escribiera en una tira
natal despertó una gran expectación. de papiro lo que deseaba saber y que
De larga cabellera rizada, iba vestido luego la atara y la sellara con cera. El
con una túnica blanca y purpúrea so mismo tomaba las tiras y, ya en el inte
bre la que caía un manto blanco y por rior del santuario, llamaba por orden a
taba una espada curva. Diversos orá los consultantes por mediación de un
culos hacían de él un descendiente de sacerdote. Después escuchaba al dios y
Podalirio (médico y adivino hijo de devolvía la tira sellada, sin abrir, tal y
Asclepio que participó activamente en como fue entregada, pero incluyendo
la guerra de Troya) y de Perseo, así en ella, debajo de la consulta, la res
como un gran profeta. Uno de estos puesta del dios4. Luciano de Samósata
oráculos decía: describe algunos de los trucos utiliza
dos por Alejandro para abrir los sellos
Este que veis aquí, hombre grato a sin que fueran advertidos5.
Zeus, de la estirpe de Perseo, / es el adi El precio de la consulta era caro:
vino Alejandro, partícipe de la sangre una dracma y dos óbolos6; un oráculo
de Podalirio (Alex., 11). emitido por Glicón había, sin embar
go, anunciado el desinterés por el di
Los habitantes de Abonutico fueron nero:
testigos del nacimiento de un nuevo
dios: Alejandro depositó en los cimien Os exhorto a conferir honores a mi ser
tos del templo de Asclepio (cuya cons vidor y profeta, / no me preocupo en
trucción se iniciaba) un huevo de oca, exceso de las riquezas, sí de mi profeta
previamente vaciado, que encerraba en {Alex., 24).
su interior una serpiente recién naci
da. Al «eclosionar» el huevo, apareció N o obstante, quienes pagaban más
la nueva divinidad, que recibió el nom podían recibir oráculos «autófonos», es
bre de Glicón (Glykón); algunos estu decir, pronunciados en voz alta por la
diosos (Eitrem) han relacionado el serpiente misma: un tubo acústico que
teónimo con el del dios de la gnosis salía de la cabeza del reptil permitía a
Chnubis o Cnumis, iconográficamente Alejandro simular el oráculo de Glicón.
afín. El dios tenía cuerpo de serpiente Las respuestas solían ser equívocas
y cabeza con rasgos humanos (la cabe y ambiguas recurriendo con frecuen
za había sido pintada o modelada y la cia a expresiones tales como: Todo su
51
ALEJANDRO DE ABONUTICO
cederá cuando yo quiera, y Alejandro, El niño murió a los pocos días, pero
mi profeta, me lo pida, y ruege por vo Rutiliano defendió al oráculo dicien
sotros7-, a veces incluso carecían de sen do que lo ocurrido era precisamente lo
tido. Glicón prescribía también medi que el dios había querido predecir,
camentos y dietas, recomendando con pues ambos — Pitágoras y Homero—
frecuencia las cytmides, nombre inven muertos muchos siglos antes serían sus
tado por él para designar un remedio maestros, pero en el Hades.
fortificante hecho con grasa de oso. En otra ocasión Rutiliano le pregun
Cuando el oráculo estaba en su apo tó de quién era el alma que él había
geo, Alejandro ideó un tercer método de recibido, a lo que el oráculo respondió:
consulta: los oráculos «nocturnos». To
maba las tiras de papiro y se acostaba Primero fuiste el Pelida, después de
sobre ellas, dando las respuestas como si esto, Menandro, luego el que ahora pa
las hubiese oído al dios en sueños8. reces, más tarde serás rayo solar, y vivi
Con las enormes sumas que obtenía rás ochenta, ad em ás de cien años
(setenta u ochenta mil dracmas al año, (Alex., 34).
dice Luciano9) pagaba a las muchas
personas que estaban a su servicio: una Luciano dice que el oráculo se equi
red de espías que le proporcionaba in vocó nuevamente con él, dado que
formaciones útiles, el personal dedica sólo vivió hasta los sesenta años.
do a la propaganda del oráculo, guar Fue precisamente gracias a la me
dianes del templo, falsificadores de diación de Rutiliano como Alejandro
sellos, etc. logró entrevistarse con el emperador
La fama del oráculo se extendió por Marco Aurelio. Según Luciano, duran
las ciudades vecinas llegando incluso a te la guerra contra los marcomanos
Roma, entre cuyos consultantes figu (hacia el 170 o 171 d.C.) el oráculo de
raron hombres de la categoría social de Alejandro prescribió arrojar «dos fie
Severiano, tetrarca de Galacia, que lle les servidores de Cibeles» al Danubio,
vó a cabo una expedición militar con junto con perfumes de la India y otras
tra Armenia siguiendo las indicaciones magníficas ofrendas, como garantía de
del siguiente oráculo autófono: victoria y paz:
Después de someter a partos y arme En los remolinos del Istro, el río que se
nios con diestra lanza / regresarás a nutre de las lluvias de Zeus, / mando
Roma, y al agua del Tíber luminosa en arrojar a dos fieles servidores de Ci
las sienes / llevando una diadema cen beles, / fieras en las montañas criadas,
telleante (A l e x 27). y cuanto cría el aire indio / de flores y
plantas perfumadas. Y al momento ha
Otro personaje de alta condición so brá / una victoria, y gloria magna, jun
cial que consultó repetidamente —me to con la anhelada paz (Alex., 48).
diante em isarios— al profeta fue P.
Mummius Sisentta Rutilianus, de fami El emperador, siguiendo las instruc
lia romana consular y procónsul de Asia ciones del oráculo, arrojó dos leones
en el 150 d.C. Una de estas consultas se al río; los animales tras alcanzar a nado
refería al maestro que debía elegir para la orilla enemiga, fueron muertos por
que dirigiese los estudios del hijo de su los bárbaros. Sin embargo el oráculo
anterior esposa; Alejandro respondió: se mostró poco efectivo, pues, poco
después, cerca de veinte mil soldados
A Pitágoras y a l excelente aedo mensa romanos fueron hechos prisioneros y
jero de guerras (Alex., 33). los bárbaros lograron penetrar en sue
52
ALEJANDRO DE ABONUTICO
53
ALEJANDRO DE ABONUTICO
nias sagradas. El primer día tenía lugar bañado con un color dorado, como el
la representación del parto de Latona que, según una tradición, tenía Pitágo-
(madre de Apolo), el nacimiento de ras; de esta forma aparentaba ser una
Apolo y su boda con la ninfa Coronis y reencarnación del filósofo griego. Para
la venida al mundo de Asclepio. El se resolver la polémica sobre si tenía o no
gundo día la aparición y el nacimiento el alma de Pitágoras, Glicón emitió el
del dios Glicón y, por último, el terce siguiente oráculo:
ro, las bodas de Podalirio (hijo de Es
culapio) y de la madre de Alejandro El alma de Pitágoras, ora se extingue,
(que se decía descendiente de Perseo). ora crece de nuevo, i La del Profeta es
Una última representación cerraba los flujo del espíritu divino. / La envió el
misterios: la hierogamia de Selene (la padre como una ayuda para los hombres
Luna) y Alejandro. El papel de Selene buenos; / y a Zeus de nuevo volverá ful
estaba encarnado por Rutilia, una her minada por el rayo de Zeus (Alex., 40).
mosa mujer hija del citado Rutiliano:
mientras Alejandro yacía dormido, ella Alejandro había anunciado en un
descendía sobre él desde el techo (que oráculo sobre sí mismo que viviría
simbolizaba el cielo) y, a la luz de las ciento cincuenta años y moriría fulmi
antorchas, se daban besos y abrazos nado por un rayo14, pero murió en el
ante los presentes. Fruto de esta unión 174 d.C., es decir a los setenta, vícti
nacería una hija, con la que más tarde ma de una pierna gangrenada «hirvien
contrajo matrimonio el propio Ruti do de gusanos». Al morir, sus colabo
liano, siempre siguiendo uno de los radores se disputaron su sucesión; su
oráculos de Alejandro. suegro, Rutiliano recibió el derecho a
Según Luciano11, muchas mujeres, impartir los oráculos «aunque él no
con la aprobación de sus maridos, pre estuviera». Algunos autores piensan
sumían haber parido un hijo de Alejan por ello que el oráculo pudo haber ad
dro. Posiblemente éste las fecundaba quirido un carácter necromántico. Las
sustituyendo a Glicón pues las mujeres, monedas de Abonutico con la efigie de
llevadas de la extendida creencia griega Glicón llegan hasta la época de Trebo-
de que un dios-serpiente podía dejarlas niano Galo (251-253 d.C.), si bien es
preñadas, se acercaban con ese fin al posible que el oráculo permaneciese
santuario. Precisamente una inscrip activo algunas décadas más.
ción12 alude a un sacerdote llamado
Miletos, «hijo de Glicón Paflagonio». La 1. Alex., 53. / 2. IGRom., IV, 1498; CIL,
madre de Miletos debió, pues, de haber III, 1021-1022. / 3. Alex., 17. / 4. Alex., 19. /
visitado el santuario de Abonutico don 5. Alex., 20-22. / 6. Alex., 23. / 7. Alex., 22. /
S. Alex., 49.19. Alex., 2 3 ./ 10. Alex., SI. 1 11.
de recibió el milagro de un hijo, natural Alex., 42. / 12. ÍGRom., IV, 1498. / 13. CIL,
mente con la mediación de su sacerdote. III, 1021 y 1022./ 14. Alex., 59.
En Dacia (Apulum y Alba Julia) fue
ron halladas dos inscripciones13 a Gli [Bibl. : Edición española del tratado de
cón (una de ellas hecha iussu dei). El Luciano: M. Giner Soria, Ello Arístides.
culto había penetrado más allá de los Luciano de Samósata. Discursos sagrados.
Cárpatos. Quizá esta expansión por Sobre la Muerte de Peregrino. Alejandro o el
falso profeta, Madrid, 1989. Sobre el per
tierras danubianas se debió a la in
sonaje: F. Cumont, «Alexandre d ’Abonoti-
fluencia de Rutiliano, el suegro de Ale chos: un épisode de l’histoire du paganisme
jandro, gobernador de la Mesia Supe au II siècle de notre ère», Mémoires de
rior entre los años 155 y 158 d.C. l’Academie Royale Belge, 40 (1887), pp. 3-
Muchas veces Alejandro se presen 54; E. Babelon, «Le faux prophète Alexan
taba en público mostrando su muslo dre d ’Abonotichos»: RNum, 4 (1900), pp.
54
A MÓ S
55
ANA
mer profeta cuyos oráculos se han con segador el que pisa la uva con el que
servado (en el Antiguo Testamento). esparce la semilla; y las montañas des
Amos denuncia, ante todo, los ma tilarán mosto y todas las colinas se de
les sociales de su tiempo: el lujo en el rretirán. Y repatriaré a los cautivos de
que viven los ricos de Samaria, el for mi pueblo Israel (Am 9, 11-15).
malismo cultural y la corrupción de los
profetas; también condena la violación Sin llegar a una concepción mono
de los «derechos humanos» entre los teísta, Amos presenta a Yahveh como
pueblos extranjeros (2, 1). Sus ideas Señor de la naturaleza y las Naciones,
fueron la causa de que Amasias, sacer an ticip án d o se así a las id eas del
dote de Betel, ordenase su expulsión al Deutero-Isaías.
reino de Judá3.
Destacan sus profecías sobre el jui 1. Am 1,1. / 2. Am 7,14. / 3. Am 7, lOss.
cio final, reservado a una minoría:
[Bibl.: A. Neher, Amos. Contribution á
Así dice Yahveh: «Como rescata el pas Vétude du propbétisme, Paris, 1950; H. W.
Wolff, Uenracinement spirituel d ’Amos,
tor de las fauces del león dos patas o el
París, 1974; A. González, «Semblanza de un
extremo de una oreja, así serán resca
profeta: Amos», en Profetas verdaderos,
tados los hijos de Israel que moran en profetas falsos, Salamanca, 1976, pp. 77-
Samaria, como un extremo de un le 95; J. L. Vesco, «Amos de Téqoa, défen-
cho, o como un pedazo de p ata de seur de l’homme»: Revue Biblique (1980),
cama» (Am 3, 12). pp. 481-513; A. G. Auld, «Amos and Apo
calyptic: Vision, Prophecy, Revelation», en
El día de Yahveh, entendido por Storie dei profeti, Brescia, 1991, pp. 1-14.]
Amos en un sentido escatológico, no
será lu m inoso — com o el p u eblo
creía— sino triste y lleno de tinieblas: ANA / Ana (s. i a.C.).— Profetisa he
brea, hija de Fanuel, de la tribu de Aser,
Ay de quienes ansian el día de Yahveh. citada en el Nuevo Testamento. Tras
El día de Yahveh, ¿de qué os servirá? siete años de matrimonio quedó viuda
Será tinieblas y no luz. Como cuando hasta los ochenta y cuatro. N o se apar
huye un hombre delante de un león y taba del Templo de Jerusalén, sirvien
topa un oso o entra en casa y, apoyan do a Dios con ayunos y plegarias día y
do su mano en la pared, le muerde la noche1. Por su condición de profetisa
culebra (Am 5, 18-20). se creía que en ella estaba el espíritu de
Dios y que recibía revelaciones divi
Israel perecerá por completo si no se nas2; una de ellas le permitió recono
convierte y hace el bien; sólo así situará cer al Mesías en el niño Jesús3.
a su pueblo en la tierra de la Promesa: Hechos4 alude a las cuatro hijas de
Felipe (cuyos nombres, sin embargo, no
En aquel día levantaré la cabaña de conocemos) también como profetisas.
David, que habrá caído, y repararé sus
brechas, y alzaré sus ruinas, y la recons 1. Le 2, 36. / 2. Le 2 ,25. / 3. Le 2 ,3 8 . / 4.
truiré como en otros tiempos de anta 2 1,9.
ño. A fin de que tomen a poseer el resto
de Edom y todas las naciones sobre las ANAXILAO DE LARISA / Anaxílaos
cuales es invocado mi nombre —orá (s. i a.C .).— Filósofo pitagórico y
culo de Yahveh que tal hace—. He aquí mago, originario de Larisa (Tesalia),
que llegan días —oráculo de Yahveh— expulsado de Roma e Italia por orden
en que el arador se encontrará con el de Augusto en el año 28 a.C .1. Dióge-
56
A N Fí L IT O
nes Laercio2 le atribuye un tratado So 175. / 7. Fr. 9 = Ps. Cypr., De rebapt., XVI. /
bre los filósofos, aunque también se le 8. Refut., IV, 28. / 9. NH, XIX, 21-26 y 28-
31. /1 0 . Ireneo, Adv. Haeres., 1,13; Ps. Cypr.,
considera autor de otros tres: Physikd,
De rebapt., III, 184.
Baphiká y Paígnia.
El motivo de su expulsión fue, más [Bibl.: Fragmentos: M. Wellmann, «Die
que sus enseñanzas filosóficas, la prác Physiká des Bolos Demokritos und der M a
tica de la alquimia, la astrología y la gier Anaxilaos aus Larissa. Teil I», en Ab
m agia. Los principales fragm entos handlungen der Preussischen Akademie der
conservados hacen referencia a los si Wissenschaften. Phil. Hist. Klasse, 1928; L.
guientes asuntos: T arán , «A n axilau s o f L arissa»: D SB, I
1) Propiedades ignífugas e insono- (1970), p. 150.]
rizantes del amianto3.
2) La tinta de la sepia posee poderes
tales que, puesta en una lámpara, la luz A N E B Ó N I Anebon (s. iv d.C.).— Des
precedente desaparece y hace aparecer tinatario de una Carta de Porfirio so
a etíopes. De igual forma, si el pulmo bre la filosofía de la religión y la
marinus se frota sobre un bastón, éste teúrgia. Debió de ser un mago y sacer
se hace fosforescente4. dote de origen egipcio, discípulo de
3) Si se deposita el hipómano (sudor Porfirio y, después, de Jámblico. Di
de yegua) en una lámpara, hace apare cha Carta se ha perdido pero podemos
cer cabezas de caballo5. hacernos una idea de su contenido a
4) Añadiendo azufre en un poco de través de los pasajes citados por Jám
vino y haciéndolo girar con los brazos blico, Eusebio de Cesarea y Agustín.
en alto se obtiene un reflejo que, al di Gran parte de la Carta estaba dedicada
fundirse sobre los invitados, hace que a las revelaciones oraculares, las epifa
éstos adquieran un color pálido y mor nías o las apariciones de los dioses du
tecino6. rante las sesiones teúrgicas', técnicas
5) Técnicas para hacer aparecer fue todas ellas en las que Anebón debía de
go sobre el agua7. ser un consumado maestro. Algunos
Existen algunas razones para creer autores proponen identificarlo con el
que Anaxilao conocía un método para «profeta egipcio» citado por Proel o2.
«fabricar» plata; la receta pudo apro
piársela de alguna de las obras de * Bo 1. Porf., Ep. ad Aneb., II, 3b Sodano. / 2.
in Timaeum, I, 29-255.
los de Mendes.
En opinión de algunos estudiosos [Bibl.: A. R. Sodano, Porfirio. Lettera ad
(Wellmann) Anaxilao es el autor de Anebo, Napoli, 1958.]
prodigios y milagros atribuidos más
tarde a * Simón M ago8.
Un siglo después de su muerte, Ana ANFIARAO.— *Anfíloco.
xilao seguía siendo recordado como
autoridad en su materia. Así, Plinio el
Viejo le cita como una de sus fuentes ANFÍLITO / Amphílytos (s. vi a.C.).—
en los libros de su Historia N atu ral. De origen acarn an io , el ad ivin o
Autores paganos y cristianos aluden a Anfílito era contemporáneo del tirano
él aún en el siglo ii d .C .10. ateniense Pisístrato (527 a.C.), quien,
durante uno de sus exilios, recibió de
1. Jer., Chron. OI., 188, 1. / 2. III, 2. / 3. aquél el siguiente oráculo:
Fr. 1 = Plin., NH, XIX, 19 / 4. Fr. 2 = Plin.,
NH, XXXII, 141. / 5. Fr. 3 = Plin., NH, H a sido echada la trampa, la red se ha
XXXII, 141. / 6. Fr. 4 = Plin., NH, XXXV, tendido / y los atunes se precipitarán
57
ANFÍLOCO
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ANFÓTERO
59
ANTICARES
60
ANTÍGONO
velocidad y el ímpetu de los caballos queña serpiente, que tras dar la vuelta
tenían ese significado. Pero después se alrededor de la cáscara del huevo in
dirigió a Antifonte quien le anunció: tentó volver a entrar por donde había
salido. Pero al meter dentro la cabeza
Estás destinado a perder; ino entien murió.
des que en el sueño cuatro corredores El intérprete, inspirado por un dios,
te precedían? (De div., II, 144). le explicó el significado de lo sucedido
a la luz del futuro nacimiento de su hijo
De igual forma, otro corredor ha Alejandro:
bía soñado ser transform ado en un
águila. Primero un intérprete de sue Rey, tendrás un hijo que ha de dar la
ños le anunció la victoria, ya que nin vuelta al universo entero sometiendo a
gún ave volaba con tanto ímpetu como todos a su propio poder, pero a l regre
aquélla. Pero consultado también An sar a su reino, al cabo de pocos años,
tifonte, le respondió: perecerá. El ofidio es un animal regio,
y es una imagen del universo el huevo,
Estúpido, ino entiendes que ya estás de donde había surgido la serpiente. Ya
derrotado? Este pájaro, el águila, dado ves que, después de dar la vuelta a l uni
que sigue y da caza a otros pájaros, vue verso y queriendo regresar allí de don
la siempre la última respecto a las de de había salido, murió antes de lograr
más (De div., II, 144). lo (Ps. Calist., Alex., I, 11).
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ANTIGONO
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ANUBIÓN
A N TÍO CO / Antíochos (s. vi a.C.).— 1. De arch., IX, 6,2. / 2. Diog. Laert., 4,64.
Adivino griego, de la familia de los
Yámidas. Vivió en la segunda mitad del
siglo vi. Era padre del mantis *Tisa- A NU BIÓ N / Annoubíon (s. i d.C.).—
meno. De él solo conocemos su nom Astrólogo autor de tratados y poemas
63
APFE DE CALCEDONIA
64
APOLONIO DE TIANA
tecen de día y los que se producen du i d.C., conocido a través de la biografía
rante una visión onírica. que le dedica Filóstrato a comienzos del
siglo m. En ella le presenta bajo los ras
1. Oneir., I, 32; III, 28. gos de un théios anér («hombre divi
no») con poderes sobrenaturales: Apo
[Bibl.: Riess, «Apollonius»: RE, II, 1 lonio es cap az de hacer m ilagros,
(1895), col. 161.] adivinar el futuro, expulsar démones,
evocar a los muertos, ver lo que sucede
a mucha distancia o entender el lengua
APOLONIO EL EGIPCIO / Apolló-
je de los animales. N o obstante, otros
nius (s. i d.C.).— Astrólogo egipcio
autores antiguos vieron rasgos negati
que desde su patria predijo la muerte
vos en esos mismos poderes extraordi
del emperador Calígula (37-41 d.C.),
narios, califican d o a A polon io de
por lo que fue detenido y trasladado a
mágos o, aun peor, de góes1.
Roma según sabemos por nuestra úni
Nació en la ciudad de Tiana, en la
ca fuente, Dion Cassio1. Respecto a
Capadocia (Asia Menor), en torno al
este traslado, caben dos posibilidades:
año 3 o 4 a.C. A la edad de catorce años
a) que Apolonio fuese ciudadano ro
estudió en Tarso con el retor Eutidemo
mano, en cuyo caso tenía derecho a
de Fenicia; poco después realizó sus
apelar ante la administración imperial
primeros estudios filosóficos en Egea
la sentencia de muerte dictada por el
recibiendo enseñanzas pitagóricas de
gobernador romano de la provincia; b)
Euxenos de Heraclea. A los 16 años
si no poseía la ciudadanía el goberna
adoptó el pitagorismo, viviendo cerca
dor, tras su sentencia, pudo haber con
del templo de Asclepio de Egea, donde
siderado el caso lo suficientemente
llevó a cabo reform as en los ritos
importante como para ordenar su tras
sacrificiales. Quizá ya entonces realiza
lado a Roma, quizá en la esperanza de
ra las primeras curaciones: reciente
que allí implicase a otros importantes
mente ha sido descubierta una inscrip
personajes.
ción, procedente de A igai, con un
Apolonio llegó a la capital del Impe
epigrama que evoca los poderes tera
rio pocos días antes de que el empera
péuticos de Apolonio2.
dor muriese asesinado víctima de una
Tras cinco años de vida pitagórica,
sedición (41 d.C.). Pese a ser hallado
Apolonio realizó un largo viaje visitan
culpable de un delito de lesa majestad
do a los magos persas, los sabios de la
(F. H. Cramer), la ejecución fue anula
India y los gim nosofistas etíopes.
da (quizá gracias a una amnistía o a una
Filóstrato pretende que en muchas ciu
orden del emperador Claudio) y pudo
dades llevó a cabo labores de media
salvar su vida. El episodio recuerda al
ción, lo que quizá en algún caso sea
del astrólogo *Largino Próculo.
cierto. Sus relaciones con los empera
dores romanos fueron muy irregula
1. LIX, 29, 4. res: malas con Nerón y —sobre todo—
con Domiciano y buenas con Vespa-
[Bibl.: F. H . C ram er, A strology in
siano, Tito y Nerva.
Román Law and Politics, Philadelphia,
1954, pp. 111-112 y 271-273.] También mantuvo un trato desigual
con otros filósofos de la época. Mien
tras se mostró enemigo del filósofo es
A POLONIO DE TIAN A / Apollónios toico E ufrates, entabló relaciones
(3/4 a.C.-97 d.C.).— Célebre tauma amistosas con Musonio Rufo, Dion de
turgo y filósofo neopitagórico del siglo Prusia o Demetrio el Cínico.
En tanto que filósofo neopitagórico
65
APOLONIO DE TIANA
66
APOLONIO DE TIANA
Ese cuello de tierra será cortado o, más Vitelio pocas semanas después y Otón
bien, no (IV, 24). se suicidó en Brixello, a orillas del Po.
Durante el trayecto de Siracusa a
Estando en Creta fue escuchado un Grecia, la nave en la que Apolonio via
trueno procedente no de las nubes sino jaba hizo una escala en Léucade (una
del interior de la tierra, al tiempo que isla frente a la costa de Acarnania). Al
el mar retrocedió unos kilómetros. La llegar a ella, Apolonio dijo a sus ami
población se asustó, pero Apolonio gos: «Desembarquemos de esta nave,
dijo: «Tened ánimo. El mar parió tie pues es mejor no hacer en ella la trave
rra». Al cabo de unos días se anunció sía hasta Acaya»10. Sólo los que le co
que poco después de producirse el fe nocían siguieron su advertencia: pocos
nómeno se había form ado una isla días después la nave siracusana se hun
emergida del mar, entre Tera y Creta8. día cerca del golfo de Corinto.
Días después se produjo un eclipse Tan pronto como llegó de Grecia y
de sol acompañado por el ruido de un Rodas a la ciudad de Alejandría, don
trueno. Apolonio, alzando su mirada de fue recibido por una multitud, vio
hacia el cielo, dijo: «Sucederá algo cómo eran conducidos al lugar de eje
grande y no sucederá»9. Interpretar sus cución doce hombres, acusados de ser
palabras fue algo imposible para quie bandidos. Entonces, dirigiéndose a la
nes le acompañaban, pero al tercer día escolta que los llevaba, les dijo:
de producirse aquel fenómeno todos
comprendieron el significado de su No todos, pues Fulano ha sido falsa
vaticinio: había llegado la noticia de mente acusado y se marchará [...] Os
que un rayo había caído sobre la mesa ruego que aflojéis el paso y lleguéis algo
de Nerón, destrozando la copa que se más tarde a la fosa, y asimismo que no
hallaba en sus manos. Al saberse, pues, matéis a este último, pues no tiene
que el emperador estuvo a punto de nada que ver con lo que se le acusa; así
morir fulminado, las palabras de Apo que vosotros obraríais con mayor pie
lonio cobraron sentido. dad si dejarais vivir por un breve mo
Cuando Apolonio llegó a Siracusa mento del día a los que mejor sería no
(Sicilia) supo que una mujer de la clase matarlos (V, 24).
alta había parido un monstruo de tres
cabezas, cada una con su propio cue La intención de Apolonio pronun
llo, pero unidas a un solo cuerpo. Tras ciando estas palabras en un discurso
convocar a sus amigos, les anunció: más largo de lo que en él era habitual
pronto se puso de m anifiesto, pues
Serán emperadores de los romanos los cuando ya se había cortado la cabeza a
tres a los que yo recientemente llamé ocho de ellos, un jinete llegó cabalgan
tebanos, pero ninguno acabará por ejer do hasta la fosa para ordenar que se
cer el poder, sino que, tras haber domi perdonase la vida de Farión, pues ha
nado unos en la propia Roma y otros en bía mentido por miedo a ser torturado,
la periferia de Roma, perecerán, qui pero los demás habían coincidido en su
tándose la máscara más deprisa que los declaración que se trataba de un hom
tiranos de los actores trágicos (V, 13). bre de bien. Conocido el desenlace, la
admiración de los egipcios por Apolo
Los acontecimientos producidos a nio creció aún más.
lo largo del año 69 d.C. aclararon la Fue también en Egipto donde tuvo
oscura interpretación del prodigio ofre lugar el primer encuentro entre Apolo
cida por Apolonio: Galba murió en nio y el futuro emperador Vespasiano;
Roma apenas hubo tomado el poder; éste le pidió que dado que siempre sa
67
APOLONIO DE TIANA
bía cuál era el deseo de los dioses, le la biografía de Apolonio da, pues, por
dijera si éstos apoyarían su deseo de sentado algo que no todos los autores
llegar al trono de Roma, a lo que el sostienen: que Tito murió envenenado
taumaturgo le contestó: por su hermano Domiciano con una
liebre marina.
Zeus Capitolino (pues sé que eres el En los últimos meses de su vida,
árbitro de la siguiente situación), con Apolonio tuvo en Efeso una visión del
sérvate para él y consérvalo para ti. asesinato de Domiciano (septiembre
Pues el templo que ayer quemaron m a del 96 d.C.). En el momento en que, en
nos injustas está determinado por el Roma, el odiado emperador caía vícti
destino que este hombre volverá a ele ma de una conjura, Apolonio paseaba
girlo (V, 30). por una alameda de la ciudad griega, en
compañía de algunos seguidores; pri
Se refería Apolonio al incendio del mero bajó la voz, atemorizado, luego
templo de Júpiter en el Capitolio (di siguió su explicación, pero siempre
ciembre del 69 d.C.), consecuencia de como si estuviera distraído por algo.
los enfrentamientos en Roma entre los Finalmente se calló, miró hacia el suelo
seguidores de Vespasiano y los del y, avanzando unos pasos, exclamó:
emperador Vitelio (meses después el
templo sería, en efecto, restaurado por ¡Golpea al tirano, golpéalo! ¡Ánimo se
Vespasiano, ya como emperador). La ñores, pues el tirano ha sido asesinado
noticia no había llegado aún a Egipto y hoy! ¿Qué digo hoy? ¡Ahora mismo,
Vespasiano quedó extrañado por las por Atenea, ahora mismo, en el mo
palabras del profeta; Apolonio añadió mento en el que callé en mi discurso!
entonces: (VIII, 26).
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APOLONIO DE TIANA
69
APOLONIO DE TIANA
los mostró llenos de fuego; los efesios decir, la buena novia es una de las
reconocieron inmediatamente en él a empusas, a las que la gente considera
un demon y lo lapidaron hasta quedar lam ias o m orm olicias. E sas pueden
completamente cubierto de piedras. Al am ar, y am an los placeres sexuales,
poco rato Apolonio los exhortó a que pero sobre todo la carne humana, y se
apartaran las piedras y conocieran la ducen con los placeres sexuales a quie
bestia que habían matado. Al ser des nes desean devorar (IV, 25).
cubierto, el que creían haber apedrea
do había desaparecido y en su lugar Su amante y futura esposa era, pues,
apareció un perro de gran tamaño que una empusa, es decir, una especie de
escupía espuma, como los rabiosos. vampiro infernal sediento de sangre,
El segundo ritual de exorcismo tuvo capaz de adoptar formas diferentes;
lugar en Atenas. En esta ciudad Apolo proporcionaba todo tipo de placeres a
nio hablaba a un pequeño grupo de Menipo con objeto de devorar su cuer
ciudadanos sobre las libaciones, cuan po y tomar su sangre. Con las palabras
do un joven soltó una extensa y des de Apolonio todos los ornamentos y
vergonzada carcajada; Apolonio, diri regalos de la mujer se esfumaron: co
giéndose a él, dijo: pas de oro, objetos de plata, los coci
neros, la servidumbre. La mujer, que
No eres tú quien te comportas con ese inicialmente se echó a llorar y pidió
descaro, sino el demon que te impulsa que no se la torturara, acabó recono
sin tú saberlo (IV, 20). ciendo su verdadera naturaleza.
En otra ocasión Apolonio tuvo opor
Estaba, efectivamente poseído por tunidad de expulsar al demon de un
démones, causantes de que pasara de la sátiro que, loco por las mujeres, fre
risa al llanto sin motivo, de que conver cuentaba una aldea de Etiopía; había
sara y cantara para sí mismo o de que matado, además, a dos de ellas, de las
actuara como si estuviera bajo los efec que parecía estar especialmente enamo
tos de la embriaguez. Al descubrirlo rado. Apolonio reconoció inmediata
Apolonio, el demon prorrumpió en ri mente al sátiro, poniendo en práctica
tos de pavor y cólera, prom etiendo para acabar con él un plan del que se
abandonar el cuerpo del joven y no decía se había valido el rey Midas enuna
apoderarse del de ningún otro hombre. ocasión: se escanciaron primero cuatro
Pero Apolonio, dirigiéndose encoleri ánforas egipcias de vino en un abreva
zado a él, le exhortó a que demostrase dero; después Apolonio pronunció un
sus buenas intenciones. El demon mo conjuro secreto. El sátiro no se dejó ver,
vió primero y derribó después una de pero el nivel del vino comenzó a bajar
las estatuas del ágora: inmediatamente como si alguien lo estuviera bebiendo.
el joven, como si acabara de salir de un Apolonio llevó entonces a los aldeanos
sueño, recobró su propia naturaleza. a una gruta de las ninfas donde les mos
Pero quizá el caso más célebre tuvo tró al sátiro, que dormía profundamen
lugar en C orin to. En esta ciudad te. Prohibió, sin embargo, que se le gol
Menipo, un joven filósofo dotado de peara o injuriara, asegurando que, en
singular inteligencia y belleza, era ama adelante, ya no molestaría a nadie más12.
do por una rica extranjera. Sin embar Nuestro taumaturgo era conocido
go fue Apolonio quien le reveló la ver también por su poder sobre los espec
dadera naturaleza de la mujer: tros. Mediante una sencilla invocación
—al estilo de las que hacían los in
...Pues no es materia sino apariencia de dios— logró entablar una conversa
materia. Y para que sepáis lo que quiero ción con Aquiles:
70
APOLONIO DE TIANA
71
APOLONIO DE LAODICEA
72
ARISTANDRO DE TELMISO
Cuando, pocos días después, Jeno dad de Libetra (al pie del monte Olim
fonte sacrificaba de nuevo, Arexión vio po), una estatua de Orfeo sudó ininte
un águila, signo de buen augurio, ex rrumpidamente. Pese a que, en general,
hortando a continuación al estratego a este tipo de prodigios era interpretado
abrir la marcha2. Por último, en los muy desfavorablemente, Aristandro
momentos previos al encuentro con el dio un significado bien distinto al afir
ejército de Farnabazo, Arexión sacrifi mar que Alejandro iba a realizar haza
có una víctima y las entrañas resulta ñas dignas de ser cantadas y celebradas,
ron —a la primera— favorables; el adi que darían mucho trabajo y sudor a los
vino no erró su p ron ó stico, pues poetas y músicos que compusieran sus
Jenofonte logró una victoria sobre himnos.
Farnabazo y los bitinios ’. En una novela tardía (Vida y haza
ñas de Alejandro de Macedonia, atri
1.Anab., VI, 4,13. / 2. Anab., VI, 5 ,2 . / 3. buida por la crítica moderna al Pseudo
Anab., VI, 5, 8. Calístenes), Aristandro, que aparece
con el nombre de *M elam po (como el
mítico adivino), ofrece una interpreta
ARISTANDRO DE TELM ISO / Arís- ción diferente del mismo prodigio:
tandros (s. iv a.C.).— Célebre adivino
(mantis) telmesio colaborador de Ale Del mismo modo que Orfeo, tocando
jandro Magno durante su expedición la lira y cantando, persuadió a los grie
asiática (334-323 a.C.). gos, ahuyentó a los bárbaros y amansó
La primera intervención conocida las fieras, así también tú, esforzándote
de Aristandro tuvo lugar poco antes de con tu lanza, los harás a todos tus súb
que naciese Alejandro. Según Plutar ditos (I, 42).
co’, Filipo de Macedonia soñó después
de su boda con Olimpide que imprimía A partir de este momento y hasta la
un sello con forma de león en el vientre batalla de Gaugamela (1 de octubre de
de su mujer. Mientras otros adivinos 331) Aristandro será consultado cada
no dieron im portancia a la visión, vez con mayor frecuencia por Alejan
Aristandro afirmó que la mujer estaba dro. La hepatoscopia, la onirocrítica y
encinta de un niño del ánimo de un la interpretación de prodigios no pare
león. La misma anécdota es narrada por cen tener secretos para él. Las consul
Tertuliano2, que sin embargo silencia tas de estos años se centran en los si
el nombre del adivino. Este episodio guientes casos:
prueba la presencia de Aristandro en la a) Durante el asedio de Halicarnaso
corte de Filipo desde el año 3S7/356. apareció una golondrina que revolotea
N o obstante, se trata de una profecía ex ba insistentemente sobre la cabeza de
eventu que debió ser divulgada cuando Alejandro, posándose una y otra vez
el Macedonio trataba de poner de ma sob re su n ido trin an d o de form a
nifiesto su carisma; en este sentido es estruendosa. Alejandro, dormido, es
probable que Aristandro haya divulga pantó con la mano suavemente la go
do la interpretación del sueño de Filipo londrina pero ésta se posó sobre su ca
no en el 357/356, sino hacia el 336. beza y no levantó el vuelo hasta que
En los meses previos al inicio de la hubo despertado por completo. Con
expedición asiática Aristandro demos sultado Aristandro, éste le contestó que
tró su habilidad para dar un significado aquello era indicio de la traición de al
positivo a prodigios aparentemente guno de sus amigos, añadiendo que, sin
ambiguos o, incluso, amenazadores. embargo, la conjura llegaría a ser des
Según Plutarco3 y A m ano4, en la ciu cubierta, pues la golondrina es un
73
ARISTANDRO DE TELMISO
pajarillo que convive con el hombre, de ñalar los límites que marcaran las obras
quien es su amigo. Poco tiempo des de fortificación; como no tenía con
pués se detenía a Alejandro, hijo de qué hacerlo utilizó la harina que los
Aréope, por tramar una conspiración soldados transportaban en unos barri
contra él5. les. Reflexionando sobre esto Aristan
b) Durante el asedio de Tiro, Ale dro, vaticinó que la nueva ciudad sería
jandro tuvo un sueño en el que creía próspera por muchas razones, y en es
aproximarse a los muros de la ciudad, pecial por su fertilidad en frutos de la
donde Heracles estrechaba su mano tierra10.
derecha y le introducía en la ciudad. e) Tras vadear el río Tigris, Alejan
Aristandro interpretó este sueño afir dro, aprovechando un eclipse de luna
mando que Tiro sería tomada a costa (21 de septiembre de 331), realizó un
de un laborioso esfuerzo, como ocu sacrificio conjunto a la Luna, al Sol y a
rriera con los trabajos de Hércules. la Tierra. A juicio de Aristandro, la
Tras el largo asedio, de enero a julio o coyuntura de la luna era favorable a los
agosto del 332, la ciudad fenicia cayó macedonios y a Alejandro, afirmando
finalmente en manos de Alejandro. que el combate contra los persas ten
Arriano6, Plutarco7 y Quinto Cur dría lugar en ese mismo mes y que las
d o 8 ofrecen sus particulares versiones víctimas presagiaban la victoria del
de la intervención de Aristandro, pero macedonio".
siempre favorables a Alejandro. Casi todas las fuentes coinciden en
Merece la pena, no obstante, recor reconocer la presencia de Aristandro
dar lo transmitido por *Artemidoro en junto a Alejandro en los momentos
su célebre Oneirokritiká: durante el previos a la batalla de Gaugamela.
asedio de Tiro, Alejandro soñó que un P lutarco12 y C u rcio 13 afirm an que
sátiro danzaba sobre un escudo. El in Aristandro hizo sacrificios en nombre
térprete descifró el sueño: «Tuya (sá) de Alejandro (a Fobos según Plutarco,
será Tiro (Tyros)». a Zeus y Atenea Niké según Curcio) y
c) Durante el asedio de Gaza, mien que al inicio del combate, vestido con
tras Alejandro preparaba un sacrificio, un manto blanco, indicó a los solda
ya a punto de ofrecer la primera vícti dos que soltaran un águila sobre la ca
ma, un pájaro carroñero que revolo beza de Alejandro como auspicio de
teaba por encima del altar dejó caer victoria. Arriano14 silencia este episo
sobre su cabeza una piedra que llevaba dio pero recuerda que A ristandro
entre sus patas. Interrogado sobre el anunció la victoria cuando se produjo
suceso por Alejandro, Aristandro res el citado eclipse de luna.
pondió: Tras la batalla de Gaugamela las in
tervenciones de Aristandro se espacian
Señor, conseguirás tom ar la ciudad, más observándose, sobre todo, que sus
pero tú deberás tener una extrema pre interpretaciones de los presagios son
caución en el día de hoy (Arr., Anab., cada vez menos favorables a Alejandro
II, 26). y su empresa.
Curcio afirma que tras el episodio
de las llamadas «Puertas persas» Aris
Desatendiendo u olvidando los con tandro renunció a sacrificar en nombre
sejos de su adivino, Alejandro arriesgó de Alejandro alegando que era inopor
su vida durante el combate, resultando tuno15. Poco después, cuando el m o
herido9. narca decidió luchar contra los escitas
d) Durante la fundación de Alejan y realizaba los sacrificios previos al
dría quiso el monarca macedonio se combate, Aristandro le dijo que las víc
74
ARISTANDRO DE TELMISO
timas indicaban algún peligro. Ante la Arriano, Plutarco y Curcio, que citan
actitud impaciente y hostil de Alejan de pasada a otros adivinos llamados en
dro, el adivino manifestó que no era lugar suyo, como *Demofonte, *Cleó-
posible interpretar los sacrificios con menes y *Pitágoras. Dicha desaparición
tra la evidencia de los signos del cielo podemos ponerla en relación con el
por más que Alejandro deseara tener último período de la vida de Alejandro:
mejores noticias16. Sobre la conclusión aquel en el que el héroe macedonio
de este episodio las fuentes no concuer- pretendió el reconocimiento de una
dan: según A rriano17 el adivino fue naturaleza divina. Las razones del dis-
obligado por Alejandro a repetir el tanciamiento de Aristandro no debie
sacrificio, que dio de nuevo resultado ron de ser muy diferentes de las del
negativo, rehusando modificar su in historiador Pseudo Calístenes quien,
terpretación de los signos celestes. Cur conforme a la mentalidad griega tradi
d o 18 sostiene que Aristandro, atemori cional, se había negado a aceptar la di
zado ante la ira de Alejandro, no sólo vinización del soberano.
repitió los sacrificios sino que extrajo El silencio del nombre de Aristan
de ellos presagios favorables para la dro en las fuentes historiográficas
empresa que el monarca macedonio pudo deberse, según unos (Robinson),
proyectaba. En cualquier caso ambos a la interrupción de la obra del Pseudo
autores ponen claramente de manifies Calístenes; según otros (Berve, Hamil-
to el deterioro de las relaciones entre ton, Greenwalt, Prandi) a la muerte del
Alejandro y Aristandro. adivino, un año después (327 a.C.).
Otro episodio, el de la muerte de Sin embargo, se ha demostrado re
Clito, pone también de relieve cómo cientemente (F. Landucci Gattinoni)
Alejandro iba perdiendo el favor divi que Aristandro no sólo pudo morir
no. Aristandro hizo ver al héroe mace después de esta fecha, sino que nada
donio que la fuga de tres ovejas duran excluye que siguiera formando parte
te un sacrificio celebrado por Clito era del grupo de manteis del séquito de
uno de los peores presagios posibles19. Alejandro hasta el 323 a.C. Es más,
Tras el asesinato de Clito a manos de Eliano23 sostiene que a la muerte del
Alejandro, Aristandro se limitó a impu macedonio sus generales discutieron
tar lo sucedido a la voluntad inmutable durante treinta días sobre el lugar don
del destino20. El filósofo Anaxandro de debía ser enterrado el cuerpo de
justificó el homicidio parangonando a Alejandro. Aristandro, que había pro
Alejandro con Zeus21. fetizado un poder eterno al diádoco
La última de las consultas a Aristan que sepultase a Alejandro en su terri
dro tuvo lugar a orillas del Oxo (en el torio, indujo a Ptolomeo a trasladar el
confín entre la Bactriana y la Sogdiana) cuerpo a su satrapía egipcia pese a la
en la primavera del 328 a.C. Cerca del oposición de Pérdicas. La noticia de
lugar donde se fijó la tienda de Alejan Eliano parece, sin duda, una reelabo
dro en el campamento brotaron dos ración tardía pero pone de manifiesto
manantiales, uno de agua y otro de una que muchos consideraban a Aristandro
sustancia oleaginosa (petróleo). Ante el vivo en aquella fecha.
prodigio Alejandro ofreció un sacrificio. La fama de Aristandro se perpetuó
Aristandro interpretó la fuente de aceite al menos hasta el siglo n d.C. Clemen
como indicio de futuros sufrimientos te de Alejandría24 le cita entre otros
pero también de una victoria que llega adivinos célebres. Luciano25 considera
ría tras algunos contratiempos22. a Aristandro una autoridad en la inter
A partir de entonces el nombre de pretación de los sueños, como también
Aristandro desaparece de los escritos de *Artemidoro. Algunos autores m oder
75
ARISTEAS DE PROCONESO
nos, aceptando lo que dicen de él Pli aquí, al de los isedones, donde recopi
nio y Luciano, creen que Aristandro ló noticias sobre otros pueblos legen
pudo haber sido autor de algunos tra darios. Sus experiencias fueron relata
tados sobre oniromántica y sobre el das en el citado poem a del que se
significado de los prodigios. conservan algunos fragmentos.
Aristeas tenía la facultad de desdo
1. Alex., 2, 4-5. / 2. De anim., 46, 5. / 3. blarse y viajar en espíritu, mientras
Alex., 14, 8-9. / 4. Anab., I, 11, 2. / 5. Arr., que su cuerpo esperaba el regreso del
Anab., 1,25,6-8. / 6.Anab., II, 18,1. / 7. Alex.,
alma en vuelo2. En Heródoto3 aparece
25, 1-3. / 8. IV, 2, 4. / 9. Arr., Anab., II, 26-
27.; Plut., A/ex., 25,4-5; Curi., IV, 6 ,1 2 /1 0 . como un personaje capaz de morir y
Arr., Anab., III, 2,1-2; Plut., Alex., 26, 8-10; resucitar varias veces, desaparecer y
Curt.,IV, 8 ,6 ./1 1 . Arr., Anab., III, 7 ,6 ; Plut., reaparecer en un lugar lejano. Este his
A/ex., 31, 8; Curt., IV, 10,1-7. / 12.A/ex., 31, toriador asegura que murió en un
9. /1 3 . IV, 13,15. / 14. Anafe., III, 15, 7. / 15. batán de su ciudad natal y que el
V, 4 ,2 . /1 6 . Arr., Anafe., IV, 4,3 . / 17. Anafe.,
IV, 4, 3. / 18. VII, 7, 23-29. / 19. Plut., A/ex.,
batanero, después de cerrar su taller,
50, 4-5. / 20. Plut., A/ex., 52, 2. / 21. A/ex., marchó a comunicarlo a los parientes
52, 5-7. / 22. Arr., Anafe., IV, 15, 7-8. / 23. del muerto. Difundida la noticia, un
HV, 12, 24. / 24. Sírom., I, 21, 134, 4. / 25. hombre venido de Artace sostuvo ante
Philopatris, 21-22. los vecinos de Proconeso no sólo ha
berle encontrado en aquella ciudad,
[Bibl,: Kaerst, «Aristandros»: RE, II, 1 sino incluso haber hablado personal
(1895), cois. 859-860; C. A. Robinson, mente con él. Cuando los parientes
«The Seer Aristander»: AJP, 50 (1929), pp. acudieron al batán para enterrarlo, el
195-197; M. Plezia, «De Aristandri vatici
cuerpo de Aristeas no apareció. Sólo
nio»; Eos, 59 (1971), pp. 227-230; W. S.
G reen w alt, «A M acedon ian M an tis»:
al cabo de seis años Aristeas volvió a
AncW, 5 (1982), pp. 17-25; F. Landucci Proconeso para componer el citado
Gattioni, «L ’indovino Aristandro e l’eredità poema, tras lo cual desapareció nue
dei Telmesii», en La profezia nel mondo vamente.
antico, Milano, 1993, pp. 123-138.] Aristeas está por ello muy ligado a
la figura de Apolo (cuyo culto se pre
ocupa en propagar) y comparte mu
A R IST E A S D E P R O C O N E S O / chos de los rasgos del hiperbóreo
Aristéas (s. vn a.C.).— Originario de *Abaris4. Así, después de su «segunda
Proconeso (una isla de la Propóntide), muerte», se le ve aparecer en la ciudad
fue un taumaturgo (iatromantis), entre de Metaponto, en la Magna Grecia,
mítico e histórico, al que se le atribuye para ordenar a los habitantes que ele
un poema hexamétrico titulado Ari- vasen un altar en honor de Apolo y,
maspeas, en el que relataba su prodigio junto a él, una estatua suya, ya que ha
so viaje al país de los isedones para in bía acompañado al dios a Italia bajo la
formarse en él de todo lo concerniente forma de un cuervo5; después, desapa
a las regiones más septentrionales de la reció súbitamente. Los metapontinos,
tierra habitadas por los arim aspos tras enviar una embajada a Delfos, pre
(hombres con un solo ojo), los grifos guntaron al dios qué significaba la apa
guardianes del oro y los hiperbóreos1. rición de aquel hombre; como la Pitia
Desde el estudio de Bolton se acep les ordenó hacer caso de la aparición,
ta que Aristeas vivió en el Proconeso ya que sería de gran provecho para
entre 650 y 625 a.C. Posiblemente en ellos, decidieron seguir el consejo de
la época en la que los griegos explora Aristeas. Además de su célebre poema,
ban las costas del mar Negro viajó has ya citado, se le atribuía una Teogonia
ta el territorio de los escitas y, desde en prosa cuyo contenido desconoce
76
ARISTÓNICA
mos6. Otros llegaron incluso a hacerle rio de Delfos que vivió en época de las
preceptor de Homero7. guerras médicas (h. 480 a.C.). Aristó-
Tampoco tenemos noticias de orá nica dio el siguiente oráculo a una de
culos pronunciados por Aristeas, pero legación de magistrados atenienses in
sabemos que de un laurel de bronce que teresados en conocer el futuro de los
los metapontinos levantaron en el ágora suyos ante la amenaza persa:
para conmemorar la visita de Apolo y
su profeta salía una voz o un ruido que ¡Oh desgraciados!, ¿por qué permane
provocaba el delirio extático de los céis sentados? / Huye a los extremos de
adivinos de la ciudad. Los pitagóricos la tierra, abandonando / tus casas y las
sintieron también gran interés por su altas cimas de tu ciudad circular. /Pues
figura, haciendo de Aristeas maestro o ni la cabeza permanece en pie, / ni el
discípulo del fundador de la escuela. cuerpo, ni los pies situados en las ex
tremidades, / ni por tanto las manos, /
1. Herod., IV, 16; Paus., V, 7, 9 ./2 . Pind., ni nada del centro queda, sino que se
frag. 194; Max. Tyr., Diss., XVI, 2; XXXVIII, encuentra / en estado lamentable. / Pues
3; Suidas, s.v. «Aristeas». / 3. IV, 13-15. / 4.
la destruye el fuego y el activo Ares, /
Herod., IV, 13. / 5. Herod. IV, 15. / 6. Suda,
s.v. «Aristeas». / 7. Strab. XIV, 1, 18. que conduce un carro de origen sirio. /
También aniquilará otras muchas for
[Bibl.: Fragmentos: A. Bernabé Pajares, talezas, / y ñ o la tuya sólo. / Entregará
Fragmentos de épica griega arcaica, Madrid, a l devastador fuego muchos templos de
1979, pp. 344-351; G. Colli, La sabiduría dioses, / que ahora se alzan bañados en
griega, Madrid, 1995, pp. 50-51 y 441-442. sudor, / temblando de miedo; y en lo
E stu d io s: Bethe, «A risteas»: RE, II, 1 más alto de los techos / se ha derramado
(1895), cois. 876-878; J. D. P. Bolton, sangre negra, / que presagia fatalidades
Aristeas o f Proconnesus, Oxford, 1962.]
de desgracia. / Ea pues, salid del santua
rio, / mostrad entereza ante las desgra
cias (Herod., II, 140).
A R IST O G IT Ó N / Aristogeíton (s. iv
a.C.).— Político y sykophante atenien
Al escuchar el oráculo, los enviados
se de la época de Demóstenes, quien le
atenienses quedaron sorprendidos y
cita en uno de sus discursos1 escrito
abatidos. Timón, una de las autorida
hacia el año 324 a.C.. Fue llevado a
des religiosas de Delfos, les aconsejó
juicio tras la batalla de Queronea por
entonces entrar de nuevo en el oráculo
falsa acusación y más tarde se vio impli
con traje de suplicantes y llevar ramas
cado en el proceso de Harpalos. Por los
de olivo en las manos. Esta vez Aristó-
discursos de Demóstenes sabemos que
nica les contestó así:
como hechicero fue iniciado en los se
cretos de los venenos y encantamientos
N o puede Palas aplacar a Zeus Olím
por la esclava de *Teóride de Lemnos,
pico, / aunque le suplica con muchas
con la que tuvo dos hijos. Demóstenes
palabras y / con prudente discreción. /
le acusa de componer sortilegios (tna-
Pero a ti de nuevo dirigiré esta respues
gganeúei), abusar de las gentes y preten
ta, / comparándola con el acero: / Mira,
der curar a los enfermos de epilepsia.
al ser tomado lo demás que contienen
1. Or. XXV.
en su interior I la frontera de Cécrope y
la gruta del divino Citerón, / Zeus, de
amplia mirada, concede a Tritogenia /
que una m uralla de madera / sea la
A R IS T Ó N IC A / A ristoníka (s. v
única inexpugnable, que te servirá a ti
a.C.).— *Pitia y promantis del santua
y a tus hijos. I Pero tú no aguardes in
77
ARNUF1S
78
ARQUÉSTRATO
79
ARRUNTE DE LUCA
era una figura destacada de la come Ante tales indicios (los dúo capita re
dia antigua. presentan a Pompeyo y César, que se
enfrentarán en la batalla de Farsalia) el
1. Apud Elian., HV, 10, 6. / 2. Apud Ate adivino se percata de la inminencia de
neo, XII, 552. / 3. In Hom., II, 1288, 46. grandes desgracias y exclama:
80
ARTEMIDORO DE DALDIS
81
ARTEMÓN DE MILETO
A S C L E T A R IÓ N / A scletario (96
d.C.).— Astrólogo, condenado por el ASTÍFILO / Astyphilos (s. v a.C.).—
emperador Domiciano en el año 96 Adivino griego (mantis y onirócrita),
d.C. por haber hecho predicciones y originario de Posidonia (en la Magna
haberlas propagado1. El historiador Grecia), que anunció al ateniense Ci-
D ion C a ssio 2, m ás ex p líc ito que món la proximidad de su muerte tras
Suetonio, revela el delito cometido por narrarle éste el sueño que había tenido
Ascletarión: éste había predicho a Do antes de emprender la que sería su últi
miciano el momento y la form a de ma expedición (450/449). En dicho
su muerte. sueño se le apareció una perra muy fu
Su nombre aparece citado por las riosa que emitía un ladrido mezclado
fuentes de diversas maneras (Asele- con voz humana que le decía:
tarius, Asclepion, Asclation), pero, en
cualquier caso, parece de origen egip Ve, porque has de ser amigo / mío y
cio (H. Cramer). Pudo, de esta forma, de estos mis tiernos cachorrillos (Plut.,
pertenecer a un reducido pero impor Cimón, 18).
tante grupo de astrólogos egipcios cuya
influencia fue creciendo desde finales Astífilo, al ser consultado por su
del siglo i a.C. y al que pertenecerían, amigo Cimón, declaró que aquello sig
por ejemplo, *Balbilo, *Queremón, nificaba su muerte, pues el perro es
*Ptolomeo Seleuco o *Pámmenes. enemigo de aquel a quien ladra y el
Ascletarión fue detenido en agosto mayor placer que se puede hacer a su
o septiembre del 96 d.C. y llevado ante enemigo es morir. En cuanto a la mez
el emperador el 17 de septiembre de cla de la voz, designaba un enemigo
ese mismo año. Según Suetonio3, Do medo, porque el ejército de los medos
miciano le preguntó si sabía cuál era la se compone de griegos y bárbaros1.
suerte que le estaba reservada, a lo que Plutarco2 dice que después de este
el astrólogo respondió que en breve los sueño, estando Cimón sacrificando a
perros le despedazarían. Para demos Dióniso, el sacerdote que le ayudaba
trar que su arte carecía de fundamen (quizá el propio Astífilo) troceó la víc
to, el emperador ordenó matarlo y dar tima; la sangre que se derramaba, ya
82
ATEYO CAPITÓN
cuajada, fue llevada poco a poco por (1898), pp. 96-105; Riess, «Astrampsy-
unas hormigas hasta ponerla pegada en chos»: RE, I, 2 (1894), cols. 1796-1798; G.
el dedo grande del pie de Cimón. M. Browne, «The C om position o f the
Cuando éste lo advirtió, vino el sacer Sortes Astrampsychi»: University o f London
Institute o f Classical Studies Bulletin, 17
dote mostrándole el hígado de la vícti
(1970), pp. 95-100; G. M. Browne, The
ma sin «cabeza» (caput hiecoris), con Papyri o f the Sortes Astrampsychi, Meisen-
siderado como el peor de los presagios heim am Gian, 1974.]
en las técnicas hepatoscópicas.
83
ATTO NAVIO
84
B
85
BA C IS
Hibris, que es terriblemente ávido pues Mas cuando Titoreo a Anfión y Zeto
cree que seducirá a cualquiera. En efec libaciones y plegarias y ruegos sobre la
to, el bronce chocará con el bronce, y tierra derrame, mientras el sol glorioso
Ares de sangre enrojecerá el mar. En permanece halagando al toro, entonces
tonces, el día de la libertad para la Hé- guarda a la ciudad de un mal no leve
lade trae el Cronida que ve a lo lejos y que la amenaza: pues los frutos perece
la augusta Nike (VIII, 77). rán en ella arrebatados del suelo, lleva
dos a la tumba de Foco (Paus., IX, 17,
3) El tercer oráculo se creyó referi 4-6).
do a la batalla de Platea (479 a.C.), en
la que los griegos derrotaron a los per Bacis alertaba a los tebanos de la
sas mandados por Mardonio; aunque iniciativa de los titoreos que, cuando
es probable que se haya perdido el el sol entraba en el signo del Toro, sa
principio (o que Heródoto no lo cite), caban la tierra del túmulo de Anfión y
en él se habla claramente del destino Zeto ‘en Tebas) para trasladarla al de
adverso del ejército persa: Foco (en Titorea) con el fin de acre
centar la productividad de sus cultivos
La reunión de los helenos a orillas del y empobrecer la tierra de los tebanos.
Termodonte y del herboso Asopo y un Según la leyenda, Antíope, madre de
grito de dolor de sonido bárbaro, don los gemelos Anfión y Zeto, construc
de por encima de la suerte y del destino tores de las murallas de Tebas, huyó
caerán muchos de los medos portado de la ciudad, refugiándose en Titorea,
res de arcos, cuando sobrevenga el día donde se casó con Foco compartiendo
fatal (IX, 43). después su tumba.
Entre la época de Heródoto (s. v
4-5) Las alusiones a los oráculos de a.C.) y la de Pausanias (s. n d.C.), Bacis
Bacis reaparecen algún tiempo después es parodiado en las obras de Aristó
de las guerras médicas, ya en el siglo iv fanes6, quien por primera vez utiliza el
a.C., y hacen alusión, sobre todo, al rey verbo bakitsein («profetizar»). Concre
Epaminondas, cuya política antiespar tamente en Los caballeros", el político
tana en favor de Mesenia se vio favore Cleón y el charcutero, tratando cada
cida por los oráculos de Bacis. El pri uno de ellos de atraerse al demos, apor
mero decía: tan en su favor gran cantidad de orá
culos (inventados). Cleón presume de
Y cuando de Esparta la brillante flor que sus predicciones son de Bacis,
perezca, Mesenia volverá a ser poblada mientras que el charcutero se inventa
por siempre (Paus., IV, 27, 4). el nombre de un supuesto hermano de
éste: Glaniss.
Pausanias declara haber descubier Todo parece indicar, pues, que en
to que otro oráculo anunciaba también el siglo iv a.C. sus profecías estaban ya
la toma de Hira: muy desacreditadas. En este mismo si
glo T eopompo4 consideraba a Bacis un
Los de Mesenia, con ruidos y fuentes «purifícador» y profeta apolíneo que,
domada (ibid.). siguiendo los consejos de Apolo, puri
ficó a las mujeres espartanas presas de
6) El último oráculo conservado es delirio (nymphomanía). El epicúreo
bien diferente de los anteriores y se re Boeto10 no tenía dudas sobre la false
fiere a una disputa de carácter agrícola y dad de los oráculos de Bacis si bien
religioso entre dos ciudades de Grecia admite alguno. Aun Luciano cita un
central: Titorea (en la Fócide) y Tebas: (falso) oráculo de Bakis".
86
BALAAM
87
B ALBI LO
áloes que plantara Yahveh, cual cedros dificultades). En ella Balaam no sölo
junto a las aguas. / Agua fluye de sus habla en nombre de los dioses, sino
nubes y su sementera abundante agua que su palabra se transforma en juicio
rebosa. / Más ensalzado que Agag será y castigo.
su rey, y exaltado será su reino. / El,
que le sacó de Egipto, es para él como 1. Num 22, 5. / 2. Dt 23, 4, 5. / 3. Num
los cuernos del búfalo. / Devora las na 31, 8 ,1 6 . / 4 N um 22, 9-21. / 5. Num 2 2,23-
ciones enemigas suyas, y quebranta sus 3 8 ./6 . Jos 1 3 ,22.
huesos / y con sus flechas los traspasa. /
[Bibl. : E. Puech, «Le texte ammonite de
Luego se ha agachado, se ha tumbado
Deir ‘Alla: les admonitions de Balaam», en
como un león y como una leona; / La vie de la Parole: De l ’Ancien au Nouveau
iquién le hará levantarf /¡Benditos Testament, Paris, 1987, pp. 13-30.]
quienes te bendigan; quienes te maldi
gan, malditos sean! (Num 24, 3-9).
BALBILO / Ti. Claudius Balbillus (s. i
El rey de Moab, indignado por el
d.C.).— Influyente astrólogo alejandri
cambio de actitud de su adivino, orde
no de época del emperador Nerón. Sus
na su inmediata expulsión, no sin que
orígenes son mal conocidos: según
antes Balaam emitiese un segundo orá
unos (C. Cichorius) sería hijo de Ti.
culo. En él ve el esplendor de la mo
Claudius Thrasyllus (T rasilo ), el as
narquía de David, al que llama «estre
trólogo de Tiberio; según otros, su nie
lla» y «gobernante»; la tradición judía
to. Si se le considera como su hijo de
y cristiana vieron en sus palabras un
bió de ocupar, bajo el reinado de
anuncio del futuro M esías, descen
Claudio, el cargo de archiereus Aegyp-
diente del rey David:
ti, un verdadero ministro del culto im
perial en la provincia.
Lo veo, mas no ahora; lo diviso, pero
Algunos autores (Piganiol, Schwartz)
no de cerca: / ha salido una estrella de
fechan en estos primeros años el inicio
Jacob, y ha surgido un gobernante de
de la hostilidad de Balbilo hacia los cris
Israel I y ha quebrado las sienes de
tianos (en particular hacia la comunidad
Moab y el cráneo de todos los hijos de
de Efeso); se ha creído ver una alusión al
Set. / Edom se va empobreciendo y em
astrólogo en la segunda bestia del Apo
pobrécese Se’ir, su enemigo, / mientras
calipsis', un falso profeta que seduce y
Israel adquiere riqueza. / De Jacob sal
engaña, valiéndose de magia y prodigios
drá Dominador y aniquilará el rema
raros, induciendo a dar culto al Anticris
nente de la ciudad (Num 24, 17-19).
to. Pero la documentación disponible
no permite confirmar esta hipótesis.
Balaam reemprendió así el regreso
Es posible que Balbilo entrara en
a su patria, pero, según el libro de
contacto directo con la corte a través
Josué6, fue muerto por la espalda du
de Agripina (madre de Nerón), vién
rante los combates de los hebreos con
dose así involucrado en las intrigas
tra los madianitas, que auxiliaban a
para eliminar a Británico. En el 41 d.C.
Moab.
Balbilo debió de ser (J. P. Martin) el
Además de la información que so
astrólogo que predijo a Agripina el des
bre Balaam nos proporciona el texto
tino que esperaba a su hijo (es decir, el
bíblico, disponemos hoy de un segun
trono) pero también que ella moriría a
do testimonio: una inscripción de fi
manos de él. Tácito2 atribuye a Agripi
nales del siglo vin a.C., hallada en Deir
na la célebre respuesta: «Que la mate,
Alia (de unas cincuenta líneas, aunque
con tal que reine». Se conserva una ins
la lectura del texto presenta muchas
88
BALBILO
89
BALTASAR
Se cree (H. Cramer) que entre los Politics, Philadelphia, 1954, pp. 108-141;
años 69 y 72 d.C. Balbilo debió de R. Merkelbach, «Ephe-sische Pererga 21.
mantener contactos con el emperador Ein Zeugnis für T. Claudius Balbillus aus
Smyrna»: ZPE, 31 (1978), pp. 186-187; J.
Vespasiano, conocido también por su
P. Martin, «Néron et le pouvoir des astres»:
fe en la astrología; es posible incluso
Pallas, 30 (1983), 63-73.]
que en los años siguientes (73 y 74)
Balbilo mediase en las malas relacio
nes políticas entre Roma y el reino de
Commagene, una de cuyas figuras más BALTASAR: * Melchor.
destacadas era precisamente su yerno.
Dion Cassio11dice que para demos
trar a Balbilo la consideración que le B A R D E SA N E S D E SIR IA / Bar-
profesaba, el emperador Vespasiano Daisan (154-222 d .C .).— Filósofo es
permitió que los habitantes de la ciu toico y astrólogo cristiano. Nacido en
dad de Efeso celebrasen juegos sagra Edessa (Siria) el 11 de julio del 154
dos en su honor. Dichos juegos —co d.C., sus padres eran paganos, pero él
nocidos como Balbillea o Balbilleia— se convirtió pronto al cristianismo.
fueron luego muy populares como re Según algunas fuentes tardías estu
vela la epigrafía12; los testimonios más dió en Hierápolis, según otras, en Apa-
antiguos datan del año 90 pero se con mea. Probablemente estuvo también
servan algunos del 105. en Babilonia, donde pudo haber segui
Se ha sugerido (F. Cumont) que do las enseñanzas de los astrólogos
Balbilo fue el autor de la interpretación (caldeos); en los primeros siglos del
astrológica del cometa aparecido en el Imperio dicha ciudad aún mantenía su
79 d.C., en lo cual era —como hemos prestigio cultural.
visto— una autoridad. Desconocemos Jerónim o1 cita a Bardesanes cuan
la fecha exacta de su muerte, quizá a do se refiere a los gimnosofistas indios
comienzos de la década de los 80 d.C., y le llama vir babylonius. N o obstante,
medio siglo después de la de *Trasilo. Bardesanes pudo haber recibido sus
Se conserva de Balbilo un resumen enseñanzas astrológicas en Siria. Se
en lengua griega de sus reglas sobre la cree que su padre era él mismo un as
duración de la vida en función de cál trólogo, ya que dicha disciplina, como
culos astrológicos. la de los magos, solía transmitirse de
padres a hijos.
1 .1 3 ,1 1 . / 2.Ann., XIV, 9 ,3 .1 3 . ZPE, 31 De su vida sabemos poco. Al frente
(1978), pp. 186-187. / 4. Ann., XII, 6 8 ,3 . / 5. de una delegación recibió a Abertius,
Suet., Ñero, 6, 2; 40, 2. / 6. N Q , IV, 2 ,1 3 . / 7. obispo de Frigia (hacia el 175) durante
Sen., NQ, VII, 17, 2; 21, 3. / 8. Tacit., Ann., el viaje que éste realizó por el Oriente,
XIV, 22. / 9. Suet., Ñero, 36, 1-2. / 10. Ñero, hecho recordado por una inscripción.
36. / 11. LXV, 9, 2. / 12. CIG, 2810; 3208;
3675; 5913; 6916. Escribió numerosos poemas, reco
pilados por su hijo Armonio pero pos
[Bibl.: Fragmentos: CCAG, VIII, 3, p. teriormente perdidos, que el pueblo
103; VIII, 4 cod. Paris, pp. 233-234. Estu cantaba en las iglesias y en las calles,
dios: F. Cumont, «Astrologues romains et pero que no gustaban a las autoridades
byzantinsl: Balbiílus»: MEFR(A), 37 (1918- esclesiásticas; algunos han llegado in
1919), pp. 35-54; A. Piganiol, «Balbiílus», cluso a considerarle instigador de cier
en Mélanges G. Glotz, vol. II, Paris, 1932, tas herejías de la época bajoimperial.
pp. 723-730; ]. Schwartz, «Ti. Claudius
Sus ob ras debieron escrib irse en
Balbiílus»: BIAO, 49, 1950, pp. 45-55; F.
H. Cramer, Astrology in Román Law and
siriaco, la lengua aramea hablada en el
norte de Siria desde el siglo i d.C.
90
BASÍUDES
91
BATACES
y pasteles, como era tradición en el BEO / Boió (s. iv a.C.?).— Según Pau-
país), del que no ignoraba que se encon sanias1 era una mujer de Delfos que,
traba enfermo, lejos de Alejandría, a quizá por inspiración del dios, compu
varios días de camino. Inmediatamen so un himno a su ciudad en el que afir
te preguntó a los sacerdotes si habían maba que el oráculo de Apolo fue esta
visto a Basílides entrar en el templo. b lecid o por lo s h ip e rb ó re o s que
Tras enviar a unos soldados, Vespasia- llegaron con Olén. Este era un adivino
no comprobó que Basílides se encon y músico que había sido el primero en
traba a ochenta millas del Serapeion. dictar los oráculos en hexám etros
Entonces interpretó lo sucedido como dactilicos.
una visión divina y, al mismo tiempo, Pausanias afirma también que, en
como oráculo favorable (pues Basílides época histórica, los delios cantaban him
deriva, en griego, de basileus, «rey»). nos en honor de la diosa Ilitia2, de Hera3
Algunos autores creen, sin embargo, y de Acaya4 compuestos por Olén.
que el sacerdote del Monte Carmelo y La noticia transmitida por Pausa
el del Serapeion son personajes dife nias parece ser una invención de época
rentes. helenística. El texto dice:
1. Hist., IV, 82. / 2. Hist., IV, 82. / 3. Vesp., 7, 1. Donde de cierto cumplieron un orácu
lo digno de recuerdo / los hijos hiper
[Bibl.: K. Scott, «The Role of Basílides bóreos, Págaso y el divino Agieo / [ ...] /
m the Events of AD 69»: JRS, 24 (1934),
y Olén, que se tomó en el primer profe
pp. 138-140; L. Herrmann, «Basílides»:
Latomus, 12 (1953), pp. 312-315.] ta de Febo / y en el primero que com
puso un canto de antiguos versos (Frs.
1 y 2).
BATACES IBatakes (s. i a.C.).— Gran
sacerdote y profeta de la Magna Mater Clemente de Alejandría^ alude a
(Cibeles) en Pessinunte (Asia Menor). Beo como cresmóloga y en el siglo x la
Llegado a Roma en tiempos de Mario, Suda6 menciona su m atrimonio. Su
aseguró ante el Senado que la diosa le nombre suele confundirse con Boios,
había anunciado en su santuario que al que Ateneo7 atribuye un tratado ti
los romanos obtendrían una victoria tulado Omithogonía (Sobre el origen
aplastante sobre sus enem igos, los de las aves) que manejó Ovidio.
cimbrios y teutones1. El Senado prestó
fe a la profecía e hizo erigir un templo 1 .1,18, 5; VIII, 2 1 ,3 ; IX, 27,2. / 2. II, 13,
a Cibeles como agradecimiento por la 3. / 3. V, 7, 8. / 4. X, 5, 8. / 5. Strom., I, 132,
3. / 6. s.v. «Palaíphatos». / 7. IX, 393.
victoria que les prometía.
Pero Bataces se presentó al pueblo
[Bibl.: A. Bernabé Pajares y H. Rodrí
con la intención de repetir las mismas guez Somolinos, Poetisas griegas, Madrid,
profecías. El tribuno Aulo Pompeyo se 1994, pp. 133-137.]
lo prohibió, llamándole charlatán y ex
pulsándole de la tribuna con injurias.
Aulo, poco después de ser disuelta la
BEROSO / Berossós (s. m a.C.).— Sa
asamblea, cogió unas fiebres tan eleva
cerdote babilonio del dios Marduk (su
das, que murió una semana después. Al
nombre originario era, quizá, Bel-
conocerse la noticia aumentó la con
re’usu), escribió en griego una obra muy
fianza de la población romana en los
consultada sobre la historia mesopotá-
oráculos de Cibeles.
mica (no exenta de referencias astroló
1. Plut., Mar., 17, 9-11.
gicas), en tres libros, Babyloniaka o
92
BEROSO
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BESOS
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BOLOS DE MENDES
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BRÁNQUIDAS
96
BRÁNQUIDAS
Es posible que los Bránquidas tuvie 2-4. / 3. apud Clem., Strom., V, 8 (243). / 4.
sen a los Evangélidas (Euangelidai), Ad Theb., Ili, 479. / 5. Varr., apud Lact. Theb.,
V ili, 198. / 6. Conón, Narr, frag., 33; Schol.
otro genos milesio, como colaborado
ad Paus., V, 8, 8; Str., VII, 421; 634. / 7. VII,
res en calidad de mensajeros de las res 5, 28-35. / 8. Met., IV, 32. / 9. Conón, Narr,
puestas o de intérpretes de su signifi /rag., 33, 44.
cado9.
[Bìbl.: J . Fontenrose, Didyma. Apollo’s
1. Paus., I, 16, 3 y IX, 10, 12. / 2. Narr. Oracle, Cult and Companions, Berkeley,
frag., 33; Ludan., De domo, 24; Dial. Deor., 1988.]
97
c
99
CALCANTE
100
CAMPESTRE
101
C A N I D IA
1 02
CASANDRA
103
CASANDRA
ción de sign os, C asan d ra era una por la ciudad entera, anunciando a los
profetisa «inspirada»; corno las * pitias habitantes lo que sucedía:
y las "sibilas, el dios se apoderaba de
ella y, en pleno delirio, emitía orácu Venid aquí, troyanos y troyanas, / a
los. N o obstante, la tipología de C a contemplar a Héctor, / si alguna vez
sandra como profetisa inspirada por otrora os alegrabais / al verle regresar
Apolo parece fijarse definitivamente de la batalla I vivo, puesto que él era la
sólo a partir de Esquilo (525-455 alegría / de la ciudad y de su pueblo
a.C.): en su Agamenón5, Casandra apa todo (II., XXIV, 703-706).
rece con el epíteto de phrenománe, que
será retomado más tarde por Platón6 5) Casandra se opuso a que el caba
para aplicarlo a la Sibila. llo de madera arrastrado por los troya-
Las profecías de Casandra van liga nos fuera introducido en la ciudad, ase
das, sobre todo, a la guerra de Troya. gurando que el caballo estaba lleno de
1) Cuando Paris, cuya verdadera guerreros armados, pero tampoco en
identidad no era aún conocida, llega a esta ocasión fue creída por los suyos9.
Troya, Casandra anuncia que traerá la 6) Se atribuyen a Casandra nume
ruina a la ciudad. Sólo Eurípides7 sos rosas profecías sobre el destino de las
tiene que fue Casandra —y no *Esa- mujeres troyanas hechas prisioneras
co— quien aconsejó que se matase a tras la caída de la ciudad y, de igual
Paris, recién nacido. forma, los muchos sufrimientos de los
2) Ordenó el rey Príamo que el día aqueos para regresar a su patria. Así:
del aniversario de la exposición de su
hijo, al que se creía muerto, se cele ¡Desgraciado Ulises que no sabe qué
braran unos magníficos juegos fúne sufrimientos le aguardan! Mis desgra
bres. Paris llega a Troya para tomar cias y las de los frigios algún día le
parte de los juegos y ganar el toro pro parecerán deseables como el oro. Diez
metido al vencedor. Vence en todas años habrá aún de esperar, además de
las pruebas y a todos los concursantes, los que aquí ha pasado para llegar solo
incluidos sus hermanos, quienes, hu a su patria [...] (Verá) el angosto desfi
millados e indignados de que un pas ladero rocoso donde habita la terrible
tor los derrotase, quisieron matarlo. Caribdis; el montaraz Cíclope, devora-
En ese preciso instante, Casandra, in dor de carne cruda; Circe, la liguria,
vadida por el delirio profètico de que transforma a los hombres en cer
Apolo, reconoce en el pastor al hijo dos; naufragios en el salino mar; la
de Príamo, en otro tiempo abandona atracción del loto y las vacas sagradas
do. Es éste uno de los pocos casos en del sol cuyas carnes cobrarán voz un
que Casandra es creída, pues Paris fue día para augurar a Ulises amargas pro
aceptado y reconocido por el palacio fecías. Para abreviar, descenderá vivo
real8. al Hades y, cuando escape a las aguas
3) Cuando Paris regresa a Troya del mar, encontrará, al llegar, en su
con Helena, Casandra predice que casa mil calamidades. Pero ¿para qué
aquel rapto provocará la destrucción disparar como dardos los sufrimientos
de la ciudad. de Ulises? (Eur., Troy., 430-445).
4) Después de la muerte de Héctor
y de la embajada de Príamo a Aquiles, 7) Durante el saqueo de Troya, Ca
Casandra es la primera en reconocer a sandra se refugió junto al altar de la
su padre, de pie sobre el carro de mu- diosa Atenea; Ayax quiso arrancarla
las, y el cuerpo yacente de Héctor en violentamente de la estatua a la que
el lecho mortuorio. Vociferó entonces estaba abrazada, arrastrando a la mu
104
CASANDRA
chacha y a la imagen y cometiendo así mis hermanos. Y hay cosas que no quie
un grave sacrilegio (la escena fue fre ro decir. No quiero yo cantar el hacha
cuentemente representada en el arte que se abatirá sobre mi cuello y sobre
griego, como nos recuerda Pausanias10). los de otros, ni las luchas matricidas
Los aqueos quisieron lapidarlo pero el que causará mi boda, el derrumbe, en
héroe se refugió en el altar de la diosa y fin, de la casa de Atreo. Voy a demos
logró salvarse11. Apolodoro12 sostiene trar que el destino de esta ciudad fue
que Ayax, viendo a Casandra abrazada más venturoso que el que aguarda a los
a la estatua, la violó y por eso la imagen aqueos. Aunque poseída por el dios,
mira hacia el cielo. voy a salir, para probarlo, de mi delirio
8) En el reparto del botín, Casandra (Troy., 352 ss.).
fue entregada (como esclava) a Agame
nón13, quien se enamoró ardientemen También ve su propia muerte:
te de ella. Hasta entonces había sido
solicitada por un buen número de pre En cuanto a mí, las aguas impetuosas
tendientes y, en especial, por Otrioneo, de los torrentes arrastrarán mi cadáver,
el cual llegó a pedir a Príamo la mano arrojado desnudo a las quebradas, cer
de su hija a cambio de liberarlo de los ca de la tumba de mi esposo, para en
griegos, pero murió en el intento14. tregarme como festín a las fieras. ¡A mí,
Según algunas versiones la mucha la servidora de Apolo! (Troy., 365 ss.).
cha dio a Agamenón dos hijos geme
los, Teledamo y Pélope. A su regreso a En el siglo m a.C., Licofrón escribió
Argos, Agamenón fue muerto por su un poema cuya protagonista es Casan
esposa Clitem nestra, quien, celosa, dra (llamada en la obra Alejandra) a la
también m ató a C asandra15. Com o que enriquece con nuevos elementos.
consecuencia de este crimen, para ven Su autor imagina que Príamo, descon
gar a su padre asesinado, Orestes ma tento con las dotes proféticas de su
taría a su madre, Clitemnestra. hija, a quien nadie cree, y temiendo las
En el teatro de Esquilo, Casandra burlas de sus súbditos, la encierra en
no logra convencer al coro con sus una prisión donde no penetra la luz del
profecías sobre la muerte inmediata de día16. Las similitudes entre Casandra y
Agamenón: la sibila son evidentes: ambas viven
encerradas en una cueva; ambas son
¡Ay de mí! ¡Oh desventura! Nuevamen comparadas a la esfinge17 y los vatici
te / terrible, el mántico aguijón me azu nios de Casandra, como los de la sibila
za, / con siniestros preludios perturbán o la esfinge, son oscuros y enigmáti
dome / {...] /Me es igual que no logre cos18. N o sorprende, pues, que Casan
persuadirte. I El futuro vendrá; pronto dra acabara confundiéndose más tarde
tú mismo / lleno de compasión, has de con una sibila19.
llamarme / profetisa verídica en exceso El poema es, en realidad, un relato
(Ag., 1130-1134). que hace a Príamo el guardián encar
gado por el rey de la custodia de Ale
En Eurípides, Casandra anuncia su jandra: vv. 1-30: prólogo del guar
propia boda y las trágicas consecuen dián; vv. 31-1460: vaticinios de la
cias que ésta traerá para la familia de profetisa; vv. 1461-1474: epílogo del
Agamenón: guardián. Los oráculos abarcan mu
chos episodios: la destrucción de
Pues yo lo haré perecer [a Agamenón] y Troya, la muerte de los héroes tro-
destruiré su casa, tomando así vengan yanos; las desgracias de las mujeres
za de la ruina que causó a mi padre y a troyanas y las que se abatirán sobre
105
CATA
106
CIPRIANO EL MAGO
fue consultada por Cicerón, Séneca4 y tradición recogida por Tácito1 asegu
Plinio'. raba que un adivino cilicio, Támiras,
Cecina sostenía la existencia de tres antepasado de una familia vinculada a
tipos de rayos: a) consejero: cuando los Ciniras, introdujo el arte de la
estalla antes de un acto pero después hepatoscopia o extispicina en el san
de que el hombre pensase en llevarlo a tuario de Afrodita de Pafos (Chipre).
cabo; cuando en la vacilación de si «se
hará o no se hará», el estallido del rayo 1. Hist., II, 3. Cf. Hesych, s.v. «Támiras».
persuade o disuade; b) el autoritario:
cuando se produce después del hecho,
significando si éste es bueno o malo; c)
el de estado: cuando sobreviene de CIPRIANO EL M AGO / Kyprianós
manera impensada y o bien amenaza, (205-258 d.C.).— Retor y más tarde
o bien promete, o bien avisa. obispo de Cartago. En los últimos años
Se ha especulado mucho sobre una de su vida o posiblemente ya después
posible relación de esta rama de la adi de su muerte comenzó a circular en las
vinación con la filosofía; algunos au provincias griegas del Imperio una le
tores (Münzer) creen que, al menos, la yenda sobre Cipriano el Mago que aca
obra de Cecina no estaría desprovista baría por confundirse con su figura.
de ciertas influencias filosóficas. S. Dicha leyenda se recoge en unas Con
Weinstock ha probado en un minucio fesiones, una biografía (apócrifa) de
so artículo cómo la citada representa Cipriano. Cuando, un siglo después
ción de los tres tipos de rayos entronca (hacia el 379), Gregorio de Nacianzo
con ciertas clasificaciones propias de la escribió un panegírico sobre el mártir
ciencia y la filosofía griegas. cristiano, le resultó casi imposible dis
cernir unos elementos de otros, atri
1. Suet., /«/., 75, 5. / 2. Cic., Fam., VI, 5; buyéndole funciones y operaciones
VI, 6. / 3. Cic., Fam., VI, 6 ,3 .1 4 . NQ, II, 39. mágicas antes de su conversión1. En la
/ 5. NH, II, 137-146. misma línea de Gregorio de Nacianzo,
Isidoro de Sevilla sostiene que, después
[Bibl.: F. M ünzer, «C aecina»: RE, III.1 de haber sido mago, Cipriano fue obis
(1897), cois.. 1 2 3 7 -1 2 3 8 ; P. H ohti, «Aulus po y mártir2.
C aecina the V olterran», en Studies itt theRo-
Según las Confesiones, desde su in
manization ofEtruria, Rom a, 1975, pp. 812-
fancia fue instruido en todo aquellos
81 4 . Sobre su doctrina: S. W einstock, «Libri
fuigu rales»: PBSR, 19 (1951), pp. 122-153.] que existía sobre la tierra, en el aire o
en el agua. Siendo niño fue entregado
a Apolo, quizá en su santuario de
CIDEN AS / Kidenás (s. iii a.C .?).— Delfos, e «iniciado en la dramaturgia
Nombre de uno de los pocos astrólogos de la serpiente»; a los siete años fue
tardo-babilonios conservados (quizá iniciado en los misterios de Mitra y a
Kidinnu)'. Influyó notablemente sobre los diez en los de Deméter y Core. A la
los primeros astrólogos griegos. edad de quince años pasó cuarenta días
sobre el Olimpo, donde bajo la direc
1. Strab., XVI, 1 ,6 . ción de siete hierofantes asistió a toda
clase de ritos secretos. Después tomó
parte en los misterios de Hera en Argos
CIN1RAS / Kinirai.— Familia de adi y más tarde en los de Artemis Tauro-
vinos de origen chipriota. Conocemos polo en Esparta. Por último viajó a
sólo los nombres de algunos de sus Frigia, donde aprendió técnicas mánti-
miembros de época legendaria. Una cas y hepatoscópicas:
107
OLEANDRO
108
C LiT IDA S
¿Pero qué vale esto en comparación de gún Plutarco1cuando Clito, poco antes
los prodigios que nos hizo ver inspiran de su muerte (328/327 a.C.), se encon
do amores, evocando demonios, resu traba haciendo un sacrificio y fue lla
citando muertos antiguos, obligando a mado por Alejandro, los tres carneros
presentarse en forma visible a la tre que ya habían sido rociados con liba
menda Hécate y haciendo bajar del cie ciones, le siguieron. Informado Alejan
lo a la Luna? (Philops., 13). dro del hecho, lo puso en conocimiento
de los adivinos * Aristandro y Cleoman-
Por último describe lo sucedido a te, quienes le dijeron que se trataba de
Glaucias, su discípulo, quien apenas un mal indicio. El rey les ordenó que
fallecido su padre se había enamorado hicieran rápidamente sacrificios en fa
de Crisis. Cleodemo llevó a casa de vor de Clito. Pero antes de que esto
Glaucias al mago hiperbóreo, al que le sucediera, Clito moría asesinado duran
prometió una suma si lograba hacer te la celebración de un banquete, a
gozar a Glaucias de la mujer. Narra así manos del propio Alejandro.
los acontecimientos:
1. Alex., 5 0 ,5 .
Nuestro hiperbóreo aguardó al pleni
lunio, época en que son más eficaces
estos encantamientos; hizo un hoyo en C L E Ó M E N E S / Kleom énes (s. iv
el patio de la casa y comenzó a media a.C.).— Adivino (mantis), probable
noche por evocar a Alexicles, padre de mente griego, contemporáneo de Ale
Glaucias, muerto hacía siete meses. El jandro Magno. Arriano1le cita entre las
anciano, irritado por el amor de su hijo, autoridades que fueron a consultar al
comienza por enfurecerse, pero acabó oráculo de Serapis (=M arduk?) en Ba
cediendo. Evocó enseguida a Hécate, a bilonia sobre la conveniencia de trasla
la cual mandó traerse el cerbero, hizo dar a Alejandro, gravemente enfermo,
bajar la Luna, ofreciendo a nuestra vis al templo. El dios respondió que «lo
ta el espectáculo más variado y multi mejor» era que se quedara donde esta
forme, pues primero se presentó una ba. Junto a Cleómenes figuraban en la
forma de mujer, después un buey mag delegación el mantis *Demofonte, ade
nífico y, por fin, una perrita. El hiper más de altos oficiales macedonios, lo
bóreo terminó por hacer un pequeño que permite pensar que Cleómenes era
Cupido de barro a l cual le dijo: «Ve y también de origen griego.
tráete a Crisis». Voló el barro y poco
después llama Crisis a la puerta: entra, 1. Anab., VII, 26, 2.
abraza a Glaucias como loca de amor y
yace con él hasta que canta el gallo.
Entonces sube la Luna al cielo, baja al CLÍTIDAS / Klytídai.— Familia grie
infierno Hécate, desvanécense los de ga de adivinos, originaria de Olimpia y
más espectros, y casi al amanecer lle rival de la de los T ám id as, que decía
vamos a Crisis a su casa. Si hubieses descender de Clitio (hijo de Alcmeón,
visto esto [...] no negarías la utilidad nieto de *Anfiarao y biznieto de Oicles
de los encantamientos (Philops., 14). quien emigró a Elis porque no quiso
convivir con los hermanos de su ma
dre que habían d ad o m uerte a
C L E O M A N T E / Kleóm antis (s. iv Alcmeón1).
a.C.).— Adivino griego (mantis), naci En tiempos de Heródoto pasaban
do probablemente en Esparta, que vi por ser una rama de la familia de los
vió en época de Alejandro Magno. Se Yámidas2 con la que compartían la téc
109
CLODIO TUSCO
110
CRISANTIO DE SARDES
111
CRITODEMO
lo que iba a suceder (es decir, la muerte Eunapio, que además de discípulo
de Juliano y el triunfo del cristianismo), de C risantio era tío de su esposa
no edificó ningún templo ni se mostró Melita, evoca los paseos con su maes
duro contra los cristianos4. Crisantio, tro por las calles de Sardes. Tuvo un
pese a que sus convicciones eran firme hijo, llamado Edesio, como su maes
mente paganas y no mantenía actitud tro, muerto a la edad de veinte años5.
alguna de tibieza en materia religiosa, C risantio vivió hasta una edad
fue respetuoso con el cristianism o avanzada, superando los ochenta años,
— entonces en claro ascenso— y evitó sin preocuparse de los asuntos ordina
poner sus ideas al servicio de una polí rios de la vida humana a excepción de
tica pagana que no preveía duradera. su propia casa, de la agricultura y del
Así lo ilustra lo sucedido a Crisan dinero que pudiera conseguir de ma
tio con Justo, vicario de la diócesis de nera honesta6. Su dieta era muy senci
Asia entre los años 370 y 380. Este lla y nunca comió cerdo u otras espe
pagano venido de Roma celebró un cies de carne7; rara vez acudía a los
sacrificio público en presencia de los baños. Rendía culto a los dioses con
más sabios ciudadanos de Sardes. Fi devoción y asiduidad y nunca descui
jando la mirada sobre la víctima pre dó la lectura de los autores antiguos, a
guntó a los invitados qué presagiaba la los que citaba de memoria. Escribió
postura en que el animal había caído. numerosas obras, ninguna de las cua
Cada uno de ellos fue ofreciendo una les se ha conservado.
solución distinta hasta que Crisantio,
interrogado también, se negó a anun 1.23,21-101.12. Eun., 4 7 ,19-20./3. Eun.,
ciar el porvenir sin haber clarificado 50, 6-7. /4 . Eun., 93, 20-94, 6. / 5. Eun., 98,
23-25. / 6. Eun., 95, 14-17. / 7. Eun., 95,18.
previamente los puntos del método:
[Bibl.: W. Kroll, «Chrysanthios», RE, III,
Pero, si deseas que también yo dé una 2 (1899), col. 2 4 8 3 ; R. Penella, Greek
opinión acerca de esto, primeramente, Philosophers and Sophists in the Fourth
si tú realmente entiendes los modos de Century A.D. Studies in Eunapius ofSardis,
adivinación, dime qué modo de adivi Leeds, 1990, pp. 75-78.]
nación es éste, a qué tipo pertenece, qué
es lo que pretendes aprender y qué mé
todo sigues en tu inquisición. Si tú quie C R IT O D E M O / Kritódem os (s. m
res decirme todo esto, yo te diré cuál es a.C.).— Considerado como uno de los
el significado que para el futuro tiene primeros astrólogos griegos, sus cono
esto que vemos. Pero hasta que me di cimientos derivaban probablemente de
gas estas cosas, puesto que son los dio fuentes m esopotám icas1, quizás del
ses mismos los que revelan el futuro, propio *Beroso. Algunos autores le
seria indigno de mi parte, como res hacen contemporáneo de *Antípatro y
puesta a tu pregunta, responder a tu *Achinapolo, que vivieron entre el 290
cuestión y hablar a l mismo tiempo del y 250 a.C. A mediados del siglo n d.C.
futuro, vinculando de esta manera el *Vetio Valente2 le acusa de ser dema
futuro con lo que ahora mismo acaba siado críptico y *Fírmico Materno (h.
de ocurrir. Pues de esta manera surgi 355 d.C.) le incluye en el reducido gru
rían dos preguntas a la vez, y nadie po de padres legendarios de la astrolo-
plantea dos o más cuestiones al mismo gía, com o, por ejem plo, H erm es,
tiempo. Pues cuando las cosas tienen O rfeo , A braham y *N e q u e p so -
dos definiciones independientes, una Petosiris’.
explicación sola no se acomoda a am Vetio Valente atribuye a Crito-
bas (Eun., 91, 13-92, 12). demo fragmentos de un cierto número
112
CULÉOLO
de horóscopos que, sin embargo, fue de Padua. Plutarco dice que este per
ron escritos entre los años 87-115 d.C. sonaje era, además de pariente del his
(O. Neugebauer). De la obra astrológi toriador Tito Livio, un adivino reputa
ca de Critodemo conocemos los títu do (eudókim os... m antiké). Por su
los y parte de sus respectivos conteni parte Gelio deja bien claro que no se
dos de dos tratados. En su H orasis trata de un adivino cualquiera: era un
(«Visión») se propone revelar un men sacerdote ilustre por su nacimiento,
saje visionario divino; es conocida gra respetable por la santidad de sus fun
cias a los astrólogos * Veti o Valente4 y ciones y por la pureza de su vida.
Retorio (que escribe hacia el año 500 El relato de Plutarco es un tanto
d.C.), si bien Plinio (en los libros II y sorprendente, pues dice que el adivi
VII de su Naturalis Historia) alude an no, tras observar el vuelo de las aves
teriormente a ella. Su otra obra, Pirtax, (parece tratarse, pues, de un augur)
es mencionada por el astrólogo *He- conoció el comienzo de la batalla,
festion de Tebas5, que vivió en el siglo anunciando que los hombres se prepa
iv d.C. Ambas obras dejan traslucir su raban para el combate; poco después,
piedad, próxima a alcanzar un cierto mientras meditaba sobre los signos
misticismo entre religioso y astrológi augurales, saltó del lugar y gritó «en
co: la genetlialogía es para él el medio un transporte de entusiasmo»: Tú eres
de obtener la inmortalidad. el vencedor, César. La técnica augurai
y el éxtasis profètico rara vez fueron
1. Plin., NH, VII, 57, 193. / 2. Anthol., compatibles en Roma, pero el biógra
301,27. / 3. Fírmico, Math., 4 pr. / 4. Anthol.,
fo griego insiste, en cualquier caso, en
III, 12, 150. / 5. II, 10; CCAG, VIII, 1, cod.
París, p. 257. que la visión le llega al sacerdote por
medio de la adivinación natural o ins
[Bibl. : Fragmentos Horasis: CCAG, V, pirada.
2, 48 ss.; Fragmentos Pinax: Ibid., 3, VIII, Gelio, por su parte, nos dice que
1, 257 ss.] Cornelio Culéolo experimentó un re
pentino entusiasmo y anunció que veía
a lo lejos una batalla encarnizada, con
C U A D R A T O / Q u a d ratu s (s. n retiradas, persecuciones y heridas. La
d .C .?).— Eusebio de Cesarea' dice figura de Culéolo se ajusta a lo que en
que, según una tradición, Cuadrato Rom a se conocía com o un hariolus
«sobresalía en el carisma profètico, (adivino inspirado), ya que, como dice
junto a las hijas de Felipe». Se cree (G. Gelio, todo lo veía con claridad, como
Bardy) que nada tiene que ver con el si se encontrase en el campo de batalla.
obispo de Atenas del mismo nombre. El descrédito que en Roma merecía este
1 .H E, 111,37,1.
tipo de adivinación se refleja en el he
cho de que la profecía de Culéolo pasa
[Bibl.: G. Bardy, «Sur l’apologiste Qua se inicialmente por locura del sacerdo
dratus», en Mélanges H. Gregoire, voi. I, te, causando un profundo asombro la
Bruxelles, 1949, pp. 86 ss.] confirmación de su visión.
113
D
115
DANIEL
Tú, ¡oh rey!, estabas mirando, y hete medio de la tierra existía un árbol, de
aquí una gran estatua. Tal estatua era enorme altura, que creció hasta el cie
enorme y su brillo extraordinario se er lo y sobre los confines de la tierra. Su
guía ante ti y su aspecto era temible. ramaje era hermoso y su fruto abun
La cabeza de tal estatua era de oro fino; dante y había en él comida para todas
su pecho y sus brazos de plata; su vien las criaturas. De repente, un ángel san
tre y sus lomos, de bronce; sus piernas to descendió del cielo y ordenó talar
de hierro, y sus pies, parte de hierro y lo, desmochar las ramas y desparramar
parte de arcilla. La estabas mirando los frutos pero dejar en la tierra el to
cuando se desgajó una piedra sin que cón con sus raíces que debía ser atado
interviniera mano alguna e hirió a la con ligaduras de hierro y bronce entre
estatua en sus pies de hierro y arcilla y la hierba del campo. Con el rocío del
los pulverizó. Entonces se pulverizaron cielo debía ser bañado y tener contac
a una el hierro, la arcilla, el bronce, la to con las bestias del campo hasta que
plata y el oro, y vinieron a ser como el transcurran siete años7.
tamo de las eras en verano; el viento La interpretación ofrecida por Da
los arrebató sin que rastro alguno se niel fue la siguiente: el árbol era el rey,
encontrara ya de ellos; pero la piedra cuya enorme grandeza había llegado a
que hiriera la estatua se convirtió en los cielos. El ángel anuncia que el mo
una gran montaña que llenó toda la tie narca será arrojado de entre los hom
rra (Dn 2,31-35). bres y morará con las bestias del cam
po, com iendo hierba durante siete
La interpretación que el profeta años hasta que reconozca que el Altísi
hizo del sueño6 es bien conocida: la mo tiene dominio sobre los hombres y
cabeza de oro representa al rey y su lo otorga a quien quiere.
propio imperio; después de él se alzará Así sucedió, según el libro de Da
otro reino inferior al suyo, y luego un niel, pues, afectado por una especie de
tercer imperio de bronce, que domina demencia, el rey se creía un buey, su
rá toda la tierra; luego un cuarto impe «corazón de hombre» se transformó en
rio será fuerte como el hierro. La críti «corazón de bestia» y adoptó la forma
ca m oderna cree que los im perios de vivir de este animal. Transcurrido
aludidos serían los de Babilonia, M e cierto tiempo y vuelto a su primer es
dia, Persia y Macedonia. tado, proclamó la huella y la justicia
El que los pies y los dedos de la es de Dios.
tatua fueran en parte de arcilla y en El hijo de Nabucodonosor, el rey
parte de hierro indica que el reino de Baltasar, celebró en cierta ocasión un
Nabucodonosor será dividido, siendo gran banquete en el que se utilizaron
una parte fuerte y otra quebradiza. La vasos de oro y plata que su padre había
piedra que desgajada de la montaña sacado del templo de Jerusalén8. En
pulverizó la estatua simboliza al reino aquel momento los dedos de una mano
de Dios que se alzará tras desplomarse de hombre escribieron sobre la cal de
los anteriores. Tampoco aquí han fal la pared del palacio real, lo que produ
tado interpretaciones modernas: los jo un gran temor, especialmente en el
pies se refieren a los sucesores de Ale rey. Este hizo llamar nuevamente a los
jandro: unos de arcilla (los Lágidas), adivinos, caldeos y astrólogos para que
otros de hierro (los Ptolomeos). descifraran lo que había sido escrito,
Otro sueño de Nabucodonosor pro pero aquéllos se mostraron incapaces
porciona a Daniel una nueva ocasión de revelarlo. Sólo Daniel logró leer las
de poner de relieve la omnipotencia de palabras escritas, Mené, Medéd, Tekel,
Yahveh. El rey sueña esta vez que en Ufarsín, que anunciaban la muerte in
116
DANIEL
117
DÁRDANO
ción del ángel Gabriel se han ofrecido, II, 13, 7. / 2. NH, XXX, 9. / 3. Colum., X,
a su vez, otras muchas, sin que exista 358; Apul., Apol., 90; Tert., De anim., 57.
entre ellas plena coincidencia.
d) Visión de los sucesos desde el
hundimiento del imperio persa hasta DECENEO / Decaeneus (s. i a.C.).—
la persecución del pueblo israelita y la Gran sacerdote, mago, teólogo y juris
derrota del perseguidor14. ta de los dacios, conocido en la histo
ria y en la leyenda como héroe civili
1. De Judá: Dn 1, 6; Sangre real: Flavio zador de los getas. Según Estrabón1,
Josefo, Ant., 10, 10, 1; Jer. PL, 25, 518. / 2. Burebista, jefe de la tribu tracia de los
Dn, 1, 7. / 3. Dn 1, 6; 14, 22-42. / 4. 14, 14- getas ( 44 a.C.) y artífice de la unidad
20. / 5. Dn 2, 4. / 6. Dn 2, 36-45. / 7. Dn 4, 7 política de los dacios, se valió de él
ss. / 8. Dn 5,1 ss. / 9. Vulg. Dn., 13 y 14. / 10.
para someter a su pueblo.
Dn 14,23-26. /11. Dn 7. / 12. Dn 8. /13. Dn
9 ./1 4 . Dn 10-12. Deceneo, siempre según Estrabón,
habría adquirido durante su larga es
[Bibl.: F. A. Tatford, The Climax ofthe tancia en Egipto el conocimiento de
Ages: Studies in the Prophecy o f Daniel, ciertos signos prem onitorios con la
L ondon, 1953; D. Flusser, «The Four ayuda de los cuales era capaz de anun
Empires on the Fourth Sibyl and the Book ciar la voluntad de los dioses2. El geó
of Daniel»: Israel Oriental Studies 2 (1972), grafo griego lo presenta, pues, como un
pp. 148-175; A. Lacocque, Le livre de D a mago, «gran sacerdote de los dacios, a
niel, Neuchátel-Paris, 1976; J. J. Collins,
la vez profeta y asociado al trono». Por
The Apocalyptic Vision ofth e Book o f D a
niel, Missoula, 1977; A. Momigliano, «D a
esta razón lo compara con *Zalmoxis,
niel y la teoría griega de la sucesión de los un esclavo geta de Pitágoras que, al
imperios», en La historiografía griega, Bar regresar de Grecia junto a los suyos,
celona, 1984, pp. 257-264.] llegó a ser consejero del rey e incluso
elevado a la categoría de dios. Siglos
después, bajo el reinado de Burebista
DÁRDANO (Libros de) I Dárdanos.— (del que sería consejero), esta alta dig
Identificado por algunos con el mítico nidad sería desempeñada por Deceneo.
fundador de Troya, fue considerado Nuestra otra fuente sobre el perso
por los escritores tardíos como uno de naje, Jordanes3, sitúa a Deceneo entre
los más grandes magos, fundador de los godos. Es posible (Mircea Eliade)
los misterios de Samotracia e introduc que Jordanes, que utiliza como fuentes
tor en Frigia del culto de Deméter1. a Casiodoro y Dión Crisòstomo, trate
Plinio2 dice que era originario de de exaltar a los getas como «antepasa
Fenicia y que el filósofo griego Demó- dos» de los godos.
crito se desplazó hasta este país para Según Jordanes, Deceneo, recibido
buscar los volúmenes de Dárdano, de por el rey godo Sitalcus, ejerció sobre
positados en su tumba. Siempre según este pueblo una enorme autoridad en
el naturalista latino, Demócrito utilizó muchos ámbitos. Deceneo les habría
su obra junto a la del también mago dado una formación «filosófica» (qui
*Apolobex. zá entendida como una enseñanza de
El Papiro de París menciona un libro los doce signos del zodíaco, las fases
mágico titulado La espada de Dárdano. de la Luna y el Sol y el estudio de la
Los autores tardíos se refieren con fre vegetación). Prueba de su prestigio es
cuencia a las Dardanicae artes como que, pese a la belicosidad del pueblo
sinónimo de prácticas mágicas3. godo, logró que depusieran durante al
gunos días sus armas para dedicarlos a
1. Diod., V, 48, 4; Clem. Alex., Protrep., la observación astronómica. En el ám-
118
DEMOFONTE
119
DEXICREONTE
120
DIOPITES DE ATENAS
121
DIOPITES DE ESPARTA
122
DIVICÍACO
rece la primera teoría bien definida so (1905), col. 1147; W. Theiler, «Diotima
bre los démones, como categoría dis neuplatonisch»: AGPh, 50 (1968), pp. 29-
tinta y funciones especiales. Es preci 4 7; G. Fougères, Mantinée et l ’Arcadie
sam ente D iotim a quien en dicho Orientale, Paris, 1972, pp. 325-330.]
diálogo platónico dice:
A través de él [el demon Amor] pasa DIPSAS / Dipsas (s. i a.C.?).— Alca
toda la mántica y las artes sacerdotales hueta y hechicera citada por Ovidio1.
concernientes a los sacrificios, las Su nombre en griego significa «sedien
iniciaciones y los encantamientos y ta», en el sentido de «entregada a la
todo tipo de adivinación y magia. Los bebida». Se cree que bajo él se oculta
dioses no se mezclan con el hombre, alguna popular hechicera romana.
pero por medio de Amor les es posible El poeta dice de Dipsas2que domina
toda comunicación y coloquio con los las artes mágicas y los conjuros de Ea
hombres, en vigilia o en sueño (Plat., (es decir, de Circe). Para demostrarlo
Symp., 202e). recuerda sus poderes en este ámbito:
hace volver las aguas corrientes a su
Dicha teoría fue después elaborada manantial, los efectos de las hierbas, así
por Jenófanes y otros autores tardíos como la de las cintas movidas por la
como Plutarco, Apuleyo o Celso. rueda y las aplicaciones del veneno de
Las enseñanzas de Diotima se expli una yegua en celo. Con su sola volun
can en opinión de algunos autores (A. tad se aglomeran las nubes en el cielo y
Somigliana) por el hecho de que en los hace brillar la luz en la bóveda celeste.
templos apolíneos, como el de Apolo Hace aparecer los astros centelleantes
de Mantinea, a cuyo cuerpo sacerdotal con el color de la sangre. Convertida en
pertenecía Diotima, se cultivaba la fi pájaro revolotea en las sombras de la
losofía. noche y su cuerpo de anciana se recubre
Para otros autores se hace necesa de plumas. La doble pupila de sus ojos
rio disociar el carácter histórico del despide rayos. Hace salir de sus sepul
personaje de Diotima del uso filosófi turas a los muertos y con sus ensalmos
co que de ella hace Platón. Algunos logra abrir el suelo.
estudiosos han dudado de su historici En la citada pieza de Ovidio, los
dad, señalando que Platón la hizo ori Amores, el poeta, escondido detrás de
ginaria de la ciudad de Mantinea por unas puertas, escucha cómo la vieja
la similitud fonética entre el topónimo trata de convertir a su amada en presa
y el término mantis. El significado eti de otro hombre, más rico y generoso
mológico de su nombre permite supo que él, por lo cual desea su muerte.
ner también que Diotima pudo haber Dipsas, recuerda a otra célebre hechi
realizado iniciaciones mistéricas; de cera y alcahueta: la *Acántide de Pro-
hecho, en la Grecia clásica no faltaron percio.
mujeres expertas en teología, como re
l . A , 1,8, 1-20./2. A , 1,5-6.
cuerdan el propio Platón4 y Demóste-
nes5. A ella aluden aun autores tardíos
como Clemente de Alejandría6.
DIVICÍACO / Divitiacus, D(e)ivicía-
1. Symp. 201 d; 207 a-c. / 2. Diog. Laert., cus (s. i a.C.).— Druida y jefe de la
1,110. / 3. Plat., Symp., 201. / 4. Menón, 81a. tribu gala de los eduos (aliados de Cé
/ 5. 18, 259 ss. / 6. Strom., III, 31. sar en la guerra contra el rey germáni
co Ariovisto). Divicíaco se trasladó a
[Bíbl.: P. N atorp, «D iotim a»: RE, V Roma en el año 61 a.C. para pedir
123
DOROTEO DE SIDÓN
ayuda contra los secuanos y contra El poema comienza con una refe
Ariovisto1, siendo acogido probable rencia a la tradición hermética: Doro
mente por Cicerón. Según éste, Divi- teo se presenta a sí mismo como rey de
cíaco presumía de que gracias a sus co E gipto y dirige su libro a su hijo
nocimientos de physiologia, al arte de Hermes2. También nos dice haber via
los augurios y a la interpretación de jado por Egipto y Babilonia estudian
los sueños, era capaz de predecir el fu do con las autoridades más prestigio
turo2. sas en la materia.
Es el único druida histórico cuya La Pentabiblia fue utilizada por au
existencia conocemos, si bien no tene tores como *Fírmico Materno (en su
mos noticias de sus funciones rituales Mathesisi dice que es «hombre de gran
o religiosas. Su hermano, jefe del par ciencia que ha dejado escritos apoteles-
tido antirromano, se llamaba Dumno- máticos redactados en versos llenos de
rix; ambos tienen nombres paralelos: verdad y elocuencia»), Hefestion de
Diviciacus es el «adivino» y Dumnorix Tebas (s. iv d.C.), Palco y Retorio (s. vi
el «rey del mundo». d.C.); de ellos sólo Hefestion nos ha
conservado algunos fragmentos4.
1. Caes., BG, VI, 13-14. / 2. Cic., De div., La obra de Doroteo gozó de espe
I, 90. cial estima en el Oriente, siendo tra
ducida primero al pahlevi en el siglo
ni y después al árabe. Para los árabes
[Bibl.: F. Le Roux y Ch. J. Guyonvarch,
Les Druides, París, 1986, pp. 381-382.]
fue uno de los más famosos astrólogos
occidentales, precedido en la fama
sólo por Hermes, Platón y Claudio
* Ptolomeo.
D O RO TEO DE SIDÓN / Dorótheos El tratad o De fluviis 5 cita a un
(s. i d.C.).— Célebre astrólogo griego Doroteo «el Caldeo» como autor de un
que escribió la mayor parte de su obra Lapidario. Si al término Chaldaios se
en forma versificada. El primer autor le diera, como parece, el sentido de
que le cita es *Antíoco de Atenas, que «astrólogo», quizá pudiéramos identi
vivió entre los años 150 y 200 d.C. ficarlo con Doroteo de Sidón.
*Hefestion de Tebas1 le sitúa cronoló
gicamente después de *Trasilo (muer 1. II, 22; CCGA., VIII, 2. / 2. 5, 1, 2, p.
to en el 36 d.C.); parece, pues, haber 262; 1 pr. 1-5, p. 161. / 3. II, 29, 2. / 4.
vivido entre Trasilo y Ptolomeo; D. Apotélesm., I, 7; CG4G, VIII, 1, pp. 145 ss. /
Pingree data su actividad como astró 5. De fluviis, 23, 3.
logo entre los años 25 y 75 d.C.
[B ib l.: E d ició n : D. Pingree (ed .),
Su obra principal fue un largo poe
Dorothei Sidonii Carmen Astrologicum,
ma, la Pentabiblia o Pentateuco, divi Leipzig, 1976 (texto árabe con traducción
dido en cinco libros. El árabe Omar- inglesa). Estudios: V. Stegemann, «Doro-
ben-Farchan, autor de un comentario theos von Sidon»: RbM, 91 (1942), pp.
a la obra de Doroteo, nos ha trasmiti 326-349; Id., Die Fragmente des Dorotheos
do los asuntos sobre los que trataba von Sidon, Bonn, 1939-1943; Id., «Doro-
cada uno de ellos: teus von Sidon und Firmicus Maternus»:
I: De natalibus Hermes, 78 (1943), pp. 113-131.]
II: De epochis et periodis
III: De geniturae dominis
IV: De annorum natalicium D O SITEO / Dosítheos (s. i d.C .).—
conversione Profeta o «mesías» samaritano, funda
V: De actionibus incipiendis dor de la secta de los dositenos, con-
124
E
ELCESÍAS / Elkesat o Elkasaí o Elxat considerar que las ideas básicas se en
(s. h d.C.).— Profeta y fundador de la contraban ya en la filosofía griega o
secta gnóstica judeo-cristiana de los en los libros egipcios); dichas citas son
elcesaítas, originaria del este del Jo r fundamentales para conocer tanto al
dán. fundador como a la secta del elce-
En torno al año 100 d.C. Elcesías siaísmo4.
dejó por escrito la visión que tuvo en la
ciudad parta de Serae. En ella vio un án 1. Hipol., Haer., 9, 8. / 2. Hipol., Refut.,
gel, alto y bien proporcionado, en com IX, 13, 3; IX, 12. / 3. Haer., IX, 13-17. / 4.
Epifanio, Panarion, 53; Eus. Caes., HE, VI,
pañía de otros seres celestiales femeni
38.
nos que decía ser el hijo de Dios1; reveló
muchas cosas de interés sobre Cristo [B ibl.: A. F. J . K lijn -G .R .R ein in k ,
(como que tuvo una vida en la Tierra «Elchasai and Marci»: Vigiliae Cbristianae,
anterior a su nacimiento de la Virgen 28 (1974), pp. 277-289; G. P. Luttikhuizen,
María) y sobre cómo debían vivir los The Revelation o f Elchasai: Investigation
hombres sus vidas si querían salvarse. into the Evidence fora Mesopotamian Jewish
En su libro se señalaba que junto al Apocalypse o f the Second Century and Its
principio masculino, representado por Reception by Judaeo-Christian Propagan-
el hijo de Dios, existía otro femenino dists, Tübingen, 1985]
que era el Espíritu Santo2.
Un siglo después (hacia el 222), el ELEAZAR / Eleazar (s. i d.C.).— Bajo
Libro de las Revelaciones fue traduci el reinado de Vespasiano (69-79 d.C.),
do del arameo al griego y llevado a el judío Eleazar liberaba a los posesos
Roma por un misionero de la comu de los démones usando el «anillo de
nidad parta, Alcibíades de Apamea. La Salomón», donde se había engastado
obra causaría un tremendo impacto en un fragmento de raíz de la que Salo
la comunidad romana cristiana, divi món solía servirse. También recitaba
dida ya por las controversias de los encantamientos (epodai) y fórmulas de
dos aspirantes al obispado: Calixto e exorcismos que el rey mismo habría
Hipólito. Precisamente éste3 nos ha dejado por escrito, con las que prohi
transmitido fragmentos de la obra de bía al demon regresar al cuerpo de la
Elcesías para refutarla (a veces por víctima una vez expulsado1.
127
ELíA S
128
ELIAS
Éste le hizo el siguiente desafío: que asombro del rey Ajab, se desencadena
ante el pueblo, congregado en el mon ba una intensa lluvia que acababa con
te Carmelo, los cuatrocientos cincuen la larga sequía.
ta profetas de Baal más los cuatrocien Pero al conocer los hechos, Jezabel
tos de Aserá imploraran a su dios el descargó toda su furia sobre el profeta,
fuego del cielo que encendiera una pira que se vio obligado a huir a Betsabé.
sobre la que estaba preparada un novi Reconfortado en el desierto por un
llo para el sacrificio. El, por su parte, ángel que lo visitó llevándole pan y
invocaría el nombre de Yahveh para agua (los mjsmos dones que el pueblo
que respondiese igualmente mediante durante el Exodo), se dirigió a Horeb,
el fuego. donde, tras la aparición de terribles
Desde la mañana hasta el mediodía prodigios, le fue dirigida la palabra de
los profetas de Baal invocaron el nom Yahveh.
bre del dios, exclamando: «iOh Baal, Yahveh le da una nueva misión:
atiéndenos!»6; entre las burlas de Elias, ungir a Jazael como rey de Aram, a
danzaban, gritaban cada vez más fuer Jehú como rey de Israel y hallar un su
te y, conforme a sus ritos, se hacían cesor o discípulo que le sustituya en el
incisiones en el cuerpo con espadas y ministerio profètico8; será, en realidad,
lanzas hasta hacer brotar su sangre. ‘ Eliseo quien lleve a cabo las dos pri
Pero todo era inútil: nada ocurría. meras misiones, que se traducirán en
Llegada la primera hora de la tarde, el castigo de los israelitas infieles y de
Elias convocó al pueblo. Luego cogió la casa de Ajab.
doce piedras, tantas como tribus de Ajab, mientras tanto, había cometi
Jacob, y construyó con ellas un altar do aun mayor su impiedad asesinando
rodeado de una profunda zanja. Final a Nabot para apropiarse de sus ricos
mente ordenó derramar cántaros de viñedos y ampliar sus propiedades9.
agua sobre el holocausto y la leña, de Elias se enfrenta a él, recriminándole
suerte que tanto el altar como la zanja sus actos y transmitiéndole las palabras
quedaron anegadas, y exclamó a con de Yahveh:
tinuación:
Te he pillado, por cuanto te has vendi
Yahveh, Dios de Abraham, de Isaac y do para obrar lo malo a los ojos de
de Israel, conózcase hoy que Tú eres Yahveh. He aquí que yo acarrearé so
Elohim en Israel y yo soy tu siervo y bre ti la desgracia, barreré de lleno y
por mandato tuyo he hecho todas estas aniquilaré a Ajab y a cuantos orinan en
cosas. ¡Contéstame, Yahveh!, contésta pared, esclavos o libres, en Israel (1 R
me para que sepa este pueblo que Tú, 21 , 20 ).
Yahveh, eres H a-’Elohim, y así habrás
vuelto atrás el corazón de ellos (1 R 18, También anunció el destino de su
36-37). mujer, la reina Jezabel:
129
ELIEZER
comunicó a Elias que la desgracia sobre ELIEZER l ’Eli‘ezer (s. ix a.C.).— Pro
Ajab no se abatiría en sus días, sino que feta hebreo, hijo de Dodayá, origina
sería castigado en su descendencia10. rio de Maresá, que profetizó contra el
El profeta asistió al primero de es rey Yosafat por su cooperación con los
tos castigos. Ocozías, hijo y sucesor de reyes de Israel1.
Ajab (853-852), siguiendo las tradicio
nes religiosas paganas de la familia, 1. 2 Cro 20,37.
ordena consultar el oráculo de Baal-
Zebub (el Baal cananeo venerado en la
ciudad filistea de ‘Eqrón) sobre su en ELIMAS / ‘Elymas (s. i d. C.).— Mago
fermedad. Pero sus mensajeros traen hebreo citado en los Hechos de los
consigo un oráculo de Yahveh: «No Apóstoles' con motivo de su encuentro
has de bajar del lecho adonde has subi con los apóstoles Pablo y Bernabé en
do, sino que morirás de cierto»11. El Pafos (Chipre), hacia el año 45 d.C. Su
monarca mandó entonces hacer venir nombre quizá proceda del árabe ‘alim,
a Elias pero éste, invocando a Yahveh, «sabio» (el sabio en ciencias ocultas era
lanzó en repetidas ocasiones «fuego del mago), aunque sería más lógico que
cielo» sobre los destacamentos milita derivase de la raíz semita ‘LM, «estre
res que trataban de prenderlo. Final char», «atar» (en alusión a sus poderes
mente se dirigió por sí mismo al lecho capaces de someter y dominar a las
de Ocazías para confirmar el oráculo fuerzas ocultas).
de su Dios: En otros códices se lee Etoimas (o
Etimas) siendo por ello identificado con
Por cuanto has enviado mensajeros a un mago chipriota que en el año 54 d.C.
consultar a Baal-Zebub, dios de Eqrón indujo a Drusila a casarse con el procón
— ¿acaso es p om o haber Dios en Israel sul romano Félix después de haberse
para consultar su palabra?—, por eso divorciado de Azizo, rey de Emesa2, pero
no bajarás del lecho adonde subiste, se trata de una conjetura insegura. Tam
sino que morirás de cierto (2 R 1, 16). bién se alude a él como el «falso profeta»
(pseudomantis) Bar-Jesús3.
Elias muere durante el reinado del Elimas trató de apartar de la fe al
sanguinario Jorán (848-841). A orillas procónsul Sergio. Pero Pablo, indigna
del Jordán, en compañía de su discípu do, clavando en él los ojos y llamándo
lo Eliseo, al que invistiera con anterio le «hijo del diablo, enemigo de toda
ridad y en presencia de los «hijos de justicia» le dejó ciego, obligándole así
profetas», Elias fue elevado a los cielos a caminar en adelante llevado de la
en un carro de fuego tirado por caba mano. El procónsul, testigo de lo ocu
llos también de fuego12. rrido, se convirtió, maravillado, a la
doctrina del Señor.
1. 1 R 1 7 , 1 . / 2 . 2 R 1, 8 . / 3 . 1 R 16, 23-
34. / 4. 1 R 18, 20-29; 1 R 18, 30. / 5. Le 4, 1. 13, 6-12. / 2. Flav. Jos., Ant. jud., XX,
2 6. 16 .1 R 18,25. / 7. I R 18,40./ 8.1 R, 19, 142. / 3. Hch XIII, 7.
1 4-18./9.1 R 21,1-6. /10. 1 R 21,27-29./
11. 2 R 1, 4. / 12. 2 R 2,11.
ELISA: *Sibila.
[Bibl. : Elie le prophète. I: Selon les Écri
tures et les traditions chrétiennes; II: Au
Carmel, dans le Judaïsme et l ’Islam, Paris-
Brugge, 1956; G. F. Willems (éd.), Élie le ELISEO / Elishah (heb.), Elissaíos (gr.)
prophète. Bible, tradition, iconographie, (s. ix a.C.).— Profeta hebreo y tauma
Bruxelles, 1985.] turgo, discípulo y sucesor de *Elías.
130
ELISEO
Hijo de Safat, abandonó una vida aco Esto ha dicho Yahveh: Id y haced en
modada para seguir a Elias y ejercer el este valle aljibes y más aljibes; pues así
ministerio profètico, cuyo inicio vino afirma Yahveh: No veréis viento ni llu
marcado por el sacrificio de dos bue via, pero ese mismo valle se henchirá
yes. Permaneció al lado de su maestro de agua, y beberéis vosotros, vuestros
hasta que un día, cerca de Jericó, a ori ganados y vuestras bestias de agua.
llas del Jordán, un carro y unos caba Pero aún ha parecido esto poco a los
llos de fuego se interpusieron entre ojos de Yahveh, y va a entregar a Moab
ambos y Elias subió en un torbellino al a vuestra mano. Y destruiréis toda ciu
cielo’ . Con el manto de Elias (símbolo dad fortificada, toda ciudad importan
del poder), que había caído sobre él, te, talaréis todo árbol hermoso, cega
golpeó repetidas veces las aguas del río réis todos los manantiales de agua y
Jordán, hasta que éstas se separaron en echaréis a perder con piedras los mejo
dos; Eliseo pasó así a la otra orilla res campos (2 R 3, 16-19).
uniéndose a un grupo de «hijos de pro
fetas» que se prostraron ante él2. El error fue, pues, duramente paga
A partir de entonces realiza nume do, como había pronosticado Yahveh
rosos prodigios. El primero tuvo lugar por medio de su profeta.
en Jericó, donde las aguas de la fuente Una de las mujeres de sus discípu
eran malas y la tierra resultaba estéril3. los, había enviudado y sus dos hijos
Ordenó traer una escudilla con sal y, amenazados con ser vendidos como
dirigiéndose al manantial, la arrojó, esclavos, ya que el «código de la Alian
exclamando: za» permitía que se tomara por escla
vos a los hijos de un deudor5. Siguien
Así ha dicho Yahveh: Yo he saneado do las instrucciones del profeta, la
estas aguas, de las cuales no saldrá ya mujer pidió prestadas a las vecinas
muerte ni esterilidad (2 R 2, 21). muchas vasijas vacías; con una única
orza de aceite logró llenar todas las dis
Las aguas, que quedaron saneadas ponibles. El milagro le fue comunica
al instante tras la palabra del profeta, do a Elíseo, quien le dijo:
han sido identificadas con las de Es-
Sultan, al pie de la vieja Jericó. Ve y vende el aceite y paga tu deuda, y tú
Se narra también que en Betel unos y tus hijos vivid de lo restante (2 R 4, 7).
muchachos se rieron de Eliseo a causa
de su calvicie (quizá, la tonsura de con En otra ocasión, Eliseo, que solía
sagración). Volviéndose hacia ellos los alojarse en una casa de la ciudad de
maldijo en nombre de Yahveh; dos osas Sunem, hizo llamar a su dueña, una
salieron entonces de un bosque y despe mujer que no tenía hijos y su marido
dazaron a cuarenta y dos muchachos4. era ya viejo, para decirle:
Durante la campaña de Jorán de Is
rael y de Josafat de Judá, en coalición El año próximo por estas fechas abra
con el rey de Edom, contra los moa- zarás a un hijo (2 R 4, 15).
bitas, Eliseo hizo cavar fosos que se lle
naban de agua para dar de beber a los Transcurrido dicho tiempo conci
hombres y animales; sin embargo, esas bió y dio a luz a un hijo, tal como el
mismas aguas bajaban hacia el enemigo profeta le había anunciado. Sin embar
cargadas de arenas rojas como si estu go, el niño, ya crecido, murió6; la mu
vieran teñidas de sangre, lo que hizo jer sunamita viajó en busca de Eliseo,
creer a los moabitas que sus adversarios que se encontraba en el monte Car
se habían dado muerte unos a otros. melo, y le hizo saber lo ocurrido. Lle
131
ELISEO
132
EMPÉDOCLES DE AGRIGENTO
133
EMPEDOCLES DE AGRIGENTO
134
EPÉBOLO
135
EPERASTO
razada de él. Loco de rabia, Aristo- nos autores (W. Hyde) le consideran
demo mató a su hija y después abrió su incluso de comienzos del Imperio.
vientre demostrando así que no lleva
ba nada en sus entrañas. 1. VI, 17,6.
De nuevo intervino Epébolo pidien
do que algún otro ciudadano entregase
a su hija, pues la de Aristodemo había EPÍGENES / Epigénes (s. n a.C .).—
sido muerta pero no ofrecida a los dio A strólogo bizantino. Según ciertas
ses como la * pitia había ordenado. Al oír fuentes1 estudió directamente con los
al adivino, los mesenios quisieron matar astrólogos babilonios. Algunos autores
al amante de la muchacha, responsable modernos (Bouché-Ledercq) le consi
de dificultar la salvación de la ciudad5. deran un discípulo de *Beroso, mien
El rey Eufaes logró, no obstante, con tras otros (Rehm) rebajan la cronolo
vencer a su pueblo de que, muerta la gía haciéndole contem poráneo de
muchacha, el oráculo estaba obedecido *Apolonio de Mindos. Tanto Posido-
y bastaba lo hecho por Aristodemo. nio como Varrón lo utilizaron como
La última intervención conocida de fuente.
Epébolo tuvo lugar algún tiempo des Según Plinio2, Epígenes sostenía
pués, cuando, muerto el rey mesenio que el hombre no podía vivir más allá
sin haber tenido hijos, compitieron por de los 112 años3, mientras que otros
el trono Aristodemo, Cleonis y Damis. astrólogos como Beroso y *Nequepso-
El parecer de los dos adivinos, Epébolo Petosiris aumentaban ligeramente la
y *Ofioneo, fue contrario a que la dig esperanza de vida. La influencia de los
nidad real recayese en un Epítida, mal astros en la duración de la vida del
dito, sobre el que pesaba la muerte de hombre era entonces una extendida
su hija. Sin embargo, Aristodemo fue creencia astrológica.
elegido rey. Plinio nos dice también4 que, según
Epígenes, al que califica de gravis
1. Paus., IV, 9, 5. / 2. Paus., IV, 9, 3. / 3. auctor, existían entre los babilonios
Paus., IV, 9, 3. / 4. Paus., IV, 9, 5. / 5. Paus., ladrillos cocidos con observaciones as
IV, 9, 8-9. tronómicas incisas que remontaban a
720.000 años antes de su época.
Séneca5 nos ha transmitido algunas
E P E R A ST O / E p érasto s (s. i-ii enseñanzas de Epígenes sobre los co
d .C .?).— Adivino (mantis) pertene metas. Otras observaciones de Epíge
ciente a la rama elea de la familia de nes se referían al momento del naci
los *C lítid a s (K lytiadas), hijo de miento; así, afirmaba que la mujer
Teógono. Obtuvo una victoria en los podía alumbrar en el séptimo mes de
Juegos Olímpicos (en la carrera con su gestación6.
armas). Pausanias1 vio su estatua en
Olimpia con esta inscripción: 1. Sen., NQ, VII, 4 ,1 . / 2. NH, VII, 160. /
3. Fr. 33 Schnabel. /4 . VII, 193. / 5. NQ, VII,
De la raza de los Clítidas de lengua sa 4-10. / 6. Cens., De die natal:, 7, 5, 6.
grada me glorío de ser adivino, de la
sangre de los Melampódidas iguales a [Bibl.: Fragmentos: CCAG, IV, 150 ss. y
los dioses. VIII, 2, 117 ss. Estudios: A. Rehm, «Epíge
nes»: RE, VI, 1 (1907), cois. 65-66.]
A juzgar por el contenido de la ins
cripción, Eperasto no parece haber vi
EP IM ÉN ID ES / Epim enídes (s. vi
vido antes de Alejandro Magno; algu
a.C.?).— Taumaturgo y adivino (cres-
136
EPIMÉNIDES
137
EPIMÉNIDES
138
E S P IR I D Ó N
139
ESPU RINA
Así, por ejemplo, las vírgenes vestales pues es únicamente su vox la que opera
podían retener, mediante la plegaria, a el milagro del diálogo y no las técnicas
los esclavos fugitivos que aún no habían mágicas que son propias.
abandonado Rom a3. De igual forma, la Espiridón debió de morir en el año
Historia monachorum4 narra un mila 343. Una Vita del santo escrita en ver
gro parecido al de Espiridón obrado en sos yámbicos a fines del siglo v por
este caso por el monje Theón. Leoncio de Neápolis se ha perdido. Se
El segundo factum mirabile relata conserva un Panegírico del obispo T eo
do por Rufino es aún más espectacular, doro de Pafos leído en 655 ante una
pues trata de demostrar que Espiridón reunión de obispos en el que se enu
podía franquear los límites de la condi meran diecisiete milagros hechos por
ción humana entrando en contacto con Espiridón, entre ellos la resurrección
el más allá mediante la evocación de un de Irene.
muerto. Muerta Irene, la hija del obis
po, se presenta un hombre para recla 1. Apología secunda contra Arianos, 50, 2.
mar una suma de dinero (o un brazale / 2. Rufino, HE, I, 5. / 3. Plin., NH, XXVIII,
te de oro, según otras fuentes) que en 2. / 4. 6, 2-3. / 5. V, 92. / 6. XI, 90-135. / 7.
VI, 679-891.
el pasado había confiado a la mucha
cha. Se buscó por toda la casa, pero sin [Bibl.: P. Van den Ven, La légende de S.
éxito. Conmovido por las lágrimas del Spyridon, évêque de Trimithonte, Louvain,
hombre, Espiridón se acercó hasta la 1953; F. Thelamon, Païens et chrétiens au iv
tumba de su hija; tras llamarla por su siècle. L ’apport de l ’«Histoire ecclésiastique»
nombre, con voz fuerte, mantuvo con de Rufin d'Aquilée, Paris, 1981.]
ella el siguiente diálogo:
140
EU C LID ES
141
EU C LO
142
EU N O
este Eudemo resistió porque se prove sentes, ordenó que el sacrificio fuera
yó con antelación de un antídoto: a cumplido conforme a las instrucciones
partir de la séptima dosis bebía un trago de Eufrántides. El relato, que contiene
de vinagre fuerte espolvoreado con pie sin duda elementos fantásticos, puede
dra pómez, y después otro sorbo de vino encubrir, según algunos autores, la
con los mismos ingredientes. Asegura práctica de sacrificios humanos en vís
ba Eudemo de Quíos que la piedra peras de la batalla de Salamina.
pómez era tan poderosa que, si se echa
ba en una tinaja de vino en fermenta 1. Tucid., 13; Ansí., 9.
ción, éste deja de cocer en el momento
gracias a la virtud desecadora de la pie [Bibl.: Kirchner, «Euphrantides»: RE, VI
dra. Con este antídoto Eudemo resistía (1907), col. 1195.]
los efectos del heléboro, pese a tomarlo
en grandes dosis.
E U N Á C T O R / E y n ák to r (s. iv
d.C.?).— Adivino egipcio citado como
1. HP, IX, 17, 2. / 2. HP, IX, 17, 3. colaborador del emperador Juliano
(361-363 d.C.) por un tratado sirio
pseudo-histórico compuesto entre los
EUFRÁNTIDES / Eyphrantídes (s. v años 502/532 d.C.
a.C.).— Plutarco1, siguiendo a Fainias
de Eresos, constituye nuestra fuente [Bibl.: J. Richer, «Les Romains Syria
principal sobre este adivino griego, ori ques (vi' et vu' siècles)», en L'empereur
ginario de Atenas o de alguna ciudad julien, De l ’histoire à la légende (331-1715),
de Asia Menor y colaborador de Te- Paris, 1978, pp. 181 ss.]
místocles en vísperas de la batalla de
Salamina frente a los persas (480 a.C.).
Cuando Temístocles ofrecía un sa EU N O / Eunus (s. n a.C.).— Esclavo
crificio en la trirreme de mando le fue originario de Apamea (Siria) que pro
ron llevados ante él tres prisioneros de tagonizó una sublevación servil (135-
magnífica presencia, vestidos con ro 132 a.C.) en Henna (Sicilia) al frente
pas costosas y adornados con oro, que de 20.000 hombres.
decían ser hijos de Artayktos y de Según Diodoro1, pasaba por mago
Sandaucé, hermana del rey persa. En y era capaz de realizar milagros (an-
el preciso instante en que el adivino thrópos magos kaí teratourgós), fin
Eufrántides los vio, el fuego del sacri giendo también recibir en sueños ór
ficio resplandeció con gran brillo y se denes divinas (sobre todo de la diosa
produjo un estornudo que sonó a la siria Atargatis) y predecir el futuro.
derecha (presagio favorable entre los Cuando profetizaba, echaba fuego de
griegos). Eufrántides, tom ando la su boca, lo que producía gran asombro
mano de Temístocles, le recomendó entre los presentes2; según el historia
dar muerte a los tres jóvenes, ofrecién dor griego, dicho efecto se debía a un
dolos como víctimas en honor de Dio- truco (una nuez de azufre introducida
niso Omesta (Omestés, «crudívoro»), disimuladamente en la boca). Durante
a quien aconsejaba dirigir plegarias; de el trance extático, sus cabellos estaban
esta form a —anunció— los griegos desordenados como los de una ‘ sibila.
conseguirían a un mismo tiempo la sa Euno, valiéndose de sus profecías,
lud y la victoria. logró hacerse nombrar rey con el nom
Temístocles se sorprendió del vati bre de Antíoco, ciñéndose una diade
cinio pero, ante el deseo de los allí pre ma como símbolo político y dominan
143
EURICLES
144
EZEQUIEL
el adivino tampoco logra entender que por una esterilidad general. Sus habi
sus familiares se irriten con él por ha tantes acudieron a consultar los orácu
ber acusado a su padre. El episodio es, los de Dodona y Delfos para conocer la
probablemente, histórico. causa de tantas calamidades; los dioses
Pero es en otro diálogo platónico, respondieron que ésta no era otra que
Crátilo, donde uno de los interlocuto haber privado de la vista al guardián
res, Sócrates, hace alusión, siempre en Evenio, advirtiendo también que de
un tono irónico, al estado de posesión bían de concederle la satisfación que
de Eutifrón bajo el cual emitiría sus exigiera por la injusticia que se había
oráculos1. En este mismo diálogo2 pa cometido con él. Finalmente los orácu
rece que Sócrates atribuye a Eutifrón los anunciaron que una vez satisfecha
alguna actividad en el estudio etimoló la indemnización, los dioses le harían
gico, pero carecemos de pruebas sobre un regalo a Evenio tan grande que
el particular. muchos hombres le envidiarían.
En suma, del testimonio de Platón se Una em bajada se entrevistó con
deduce que Eutifrón era un adivino Evenio para preguntarle por la recom
inspirado y un experto en materia reli pensa que aceptaría de los apolonios en
giosa, puesto que pretendía poseer la caso de que quisieran éstos satisfacerle
ciencia de las cosas divinas y era capaz por su error. Evenio, que nada sabía de
de interpretar la voluntad de los dioses. los oráculos, declaró darse por satisfe
cho con las dos mejores tierras de
1. Crat. , 399e, 407e, 409d. / 2. Crat., Apolonia y una magnífica casa. Una vez
399e. satisfecha la indemnización, Evenio
recibió de los dioses el don de la profe
[Bibl.: Platón. Diálogos, I. Crátilo, M a cía por el que fue muy celebrado2. Dejó
drid, 1981, pp. 218-242.]
un hijo, ‘ Deifono, también adivino.
145
EZEQUIEL
146
EZEQUIEL
147
F
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FANOTEA
150
FERÉCIDES DE SIROS
151
FILINA
dioses por haberse negado a ofrecerles templo de Atenea Polias y una estrella
sacrificios. Su cadáver dio la victoria a que permaneció en el cielo tras la salida
los efesios tras su combate contra los del sol. Ambos presagios fueron inter
habitantes de Magnesia. pretados — acertadam ente— com o
anuncio del regreso de los exiliados ate
1. s.v. «Ferecides». / 2 . 1,116; II, 122. / 3. nienses promacedonios sin que ello su
Suda, s.v. «Ferecides». 1 4 .1,119. / S. I, 5. / 6. pusiera la caída del gobierno en el po
Paradox. Vat., 30; cf. Teop., 2. / 7.Apol., 1,5;
der5.
Teop., 2. / 8. Teop., 2. / 9. Teop., 2. / 10.
Antig., I, 88. Otro fragmento6 le menciona como
intérprete del eclipse de luna del año
[Bibl.: Fragmentos: G. S. Kirk y J. E. 413 a.C. (*Estílbides); según Filócoro
Raven, Los filósofos presocráticos, Madrid, el fenómeno anunciaba la huida del
1966, pp. 76 ss.; F. L. Lisi, «La teología de ejército ateniense de Nicias (en Sicilia),
Ferécides de Siró»: Helmantica, 36 (1985), si bien sabemos que la tardanza de
pp. 251-276. Estudios: Von Fritz, «Phere- Nicias hizo imposible el regreso.
kydes»: RE, XXII (1938), cois. 2025-2033; La Suda7 asegura que Filócoro fue
P. Tozzi, «Ferecide di Siró»: Rend. Accad.
eliminado por los seguidores de Antí-
Une., 22 (1967), pp. 207-235.]
gono G onatas a causa de su anti-
macedonismo, víctima, por tanto, de
un asesinato político; sucedía en torno
FILINA / Philíne (s. i a.C.?).— Hechi
al año 262 o 261, tras la capitulación
cera tesalia citada en un papiro mágico
de Atenas.
griego1del siglo i a.C., junto a "'Sira de
Su obra principal (en diez libros),
Gádara, como autora de un conjuro
consultada por Asinio Polión, trató so
contra el dolor de cabeza:
bre la historia de Atenas, pero también
escribió cuatro libros sobre adivina
Huye, dolor de cabeza, huye y desapare
ción (Peri mantikés) y otro Sobre los
ce bajo la piedra: huyen los lobos, huyen
sacrificios, así como varios sobre calen
los solípedos caballos a golpe de...
dario y fiestas religiosas áticas. En to
1 .PGM, XX.
tal se conservan 230 fragmentos.
152
FINEO
sus Apelleiacos de Tertuliano, hoy per Harpías, demonios alados que lo ator
dido), Filomena aseguraba haber reci mentaban continuamente:
bido revelaciones de una especie de
fantasma que aparecía bajo la forma de Ya que no sólo la Erinis me ha golpea
un niño y se presentaba unas veces do con su pie en mis ojos, y tengo que
como Cristo y otras como Pablo2. arrastrar hasta el fin una interminable
Fue Filomena quien indujo a Ape vejez. Aún otro amarguísimo mal se
les a modificar sus primitivas convic añade encima a mis desgracias. ¡Las
ciones doctrinales, persuadiéndole de harpías que arrebatan de mi boca el ali
que las profecías vienen de un espíritu mento y que me caen encima de impro
contrario al principio único3, que las viso con increíble furia! [...] Y si por ca
almas poseen un sexo antes de entrar sualidad me dejan alguna vez una pizca
en los cuerpos4, y que el cuerpo de de alimento, éste apesta a putrefacto
Cristo era cuerpo verdadero pero no con un intenso hedor insoportable...
había tenido nacimiento5- (Apol., Arg., II, 211 ss.).
153
FiRMICO MATERNO
les pidió que regresaran. Ante la insis administración imperial (la Mathesis
tencia por parte de los hijos de Bóreas está dedicada a un personaje de la aris
de nuevos detalles sobre la suerte del tocracia romana, Egnatius Mavortius
viaje tras cruzar las dos Rocas, éste les Lollianus, quien debió de favorecer su
respondió: carrera).
Su Mathesis, escrita antes del 337
Hijo, una vez que hayas cruzado a través a.C., no pone de manifiesto los grandes
de las destructoras rocas, puedes tener conocimientos astrológicos de su au
confianza. Porque una divinidad guiará tor; se trata, más bien, de una obra de
el resto de vuestra navegación desde Ea; compendio en la que se vierten al latín
e incluso hasta Ea tendréis suficientes fuentes del Egipto ptolemaico (*Ne-
guías. Pero amigos, procuraos la astuta quepso-Petosiris, Hermes, Asclepios,
ayuda de Afrodita, que en su mano tiene »Anubión). La Mathesis está desprovis
los decisivos resultados de su empresa, y ta de toda crítica, si bien junto a las
ya no me preguntéis más sobre estas fuentes principales maneja otras griegas
cosas (Apol., Arg., II, 425 ss.). (»Doroteo de Sidón, Hiparco) y latinas
(Frontón, Navigius). La Mathesis inclu
Tras partir la expedición, Fineo si ye un horóscopo' de Caeionius Rufius
guió siendo visitado por sus vecinos Albinus, prefecto de la ciudad del 335
que, como de costumbre, le llevaban al 337.
comida en agradecimiento porque sus Mientras que la Mathesis fue escrita
profecías habían evitado muchas des durante la etapa de su autor como pa
gracias. gano, su otra gran obra, De errore
profanarum religionum, publicada en
1. Apol., Arg., II, 178; Apolod., I, 9, 21. / el 350 y dirigida a los emperadores
2. Schol. Apol. Rod., II, 178. / 3. Apol., Arg., Constante y Constancio II, responde a
11, 178. /4 . Hesiod., Fr. 254. / 5. Schol. Odis., sus ideas cristianas. Dicha obra ha sido,
12, 69. / 6. Apolod., Bibl., I, 9 ,2 1 ./ 7. II, 84.
pues, considerada como un panfleto y
—como su conversión— parece enten
[Bibl. : D. Bouvier, «Phinée ou le père
aveugle et la marâtre aveuglante»: RBPh, derse bien a la luz de la dura legisla
61, 1 (1983), pp. 5-19; S. Protomártir, «EÍ ción antipagana del 341 y 346.
mito de Fineo», en Homenaje a E. Segura
Covarsi, B. Muñoz Sánchez y R. Puente 1. II, 29,10-20.
Broncano, Badajoz, 1986, pp. 139-146.]
[Bibl.: Ediciones: J. R. Bram, Theory
and practice, Mathesis libri VIII, by F. M a
F ÍR M IC O M A T E R N O / Ju liu s temus, Park Ridge, 1975; P. Monat, Firmi
cus Matemus. Mathesis. Tome I: Livres I II,
Firmicus Matemus (s. iv d.C.).— As
Paris, 1992; Tome II: Livres 1II-V, Paris,
trólogo romano, autor de un tratado 1995. Estudios: L. Thorndike, «A Román
titu la d o M ath esis. O rigin ario de astrologer as a historical source: Julius Fir
Siracusa (Sicilia), debió de nacer entre micus M atem us», Classical Philology, 8
el 300 y el 310 d.C. Realizó estudios (1913), pp. 415-435.]
como abogado, pero pronto su voca
ción se dirigió hacia la astrología. Las
fuentes le citan como vir clarissimus, F O N T E Y O C A P IT Ó N / Fonteius
lo que parece implicar que pertenecía Capito (s. i a.C.).— Autor de escritos
al orden senatorial y que muy posible sobre adivinación etrusca. Comentó
mente era propietario de latifundios en los libri Tagetici (*Tages) de la antigua
Sicilia (R. Turcan); no hay que descar Disciplina Etrusca y escribió una obra,
tar que alcanzara un alto puesto en la Tonitruale, sobre los truenos y su sig
154
FULONIO SATURNINO
nificado (según el día en que son escu mico Materno'. Algunos autores pien
chados)1. Según Weinstock, combinó san que su nombre es una deformación
la tradicional hatuspicina etrusca con de *F o n te y o C ap itó n , am igo de
la astrología, que poco a poco se im *Nigidio y Varrón. Fírmico nos dice
ponía en la Roma de su tiempo. Fue, que retomó el sistema de los antiscia
como *Tarucio de Firmo (con cuya de Hiparco y asegura2 que en sus trata
obra guarda ciertas similitudes), con dos existían fórmulas exactas de pre
temporáneo de Varrón. Algunos auto dicción y consultas astrológicas, si bien
res le identifican con el pontífice máxi se muestra crítico con sus métodos.
mo y cónsul sufectus del año 33 a.C.
X.Math., II, 1; 4 . 1 2 . 11,4.
1. Lyd., De Ost., 39-41; 88-92.
155
G
GAD / Gád (s. xi-x a.C.).— Profeta he nuevo a su profeta para que transmi
breo citado en el Antiguo Testamento tiera a David, arrepentido, un nuevo
como «vidente de David»1 (1015-975 mensaje divino: la erección de un altar
a.C.). Según el Cronista2 fue enviado en la era de Arauná el yebuseo5; en él
por Yahveh al lado del profeta * Natán ofreció «sacrificios pacíficos» que pu
para que procediese a la organización sieron fin a la plaga que gravitaba so
del culto en el santuario davídico. bre Israel y que él mismo había escogi
Conocemos dos intervenciones del do como castigo.
p ro fe ta . G ad con v en ció a D avid De las «visiones» de Gad nada se ha
(quien, perseguido por Saúl antes de conservado así como tampoco de una
su llegada al trono, se había refugiado obra sobre los hechos de David que el
en la caverna de Adulam) para que re cronista6 le atribuye.
gresara a Judá3.
En los últimos años del rey David el 1. 2 S 24, 11; 1 Cro 21, 9 . / 2 . 2 Cro 29,
profeta Gad reaparece nuevamente. El 25. / 3.1 S 22,5. / 4 . 2 S 24,11-14; 1 Cro 21,
monarca había ordenado un censo4, 9-13. / 5. 2 S 24, 18-19. / 6 .1 Cro 29, 29.
considerado en los ambientes sacerdo
tales como pecado por tratarse de una
irrupción en el terreno de los exclusi GALEOTAS / Galeótai, Galeot.— Fa
vos derechos de Yahveh. Gad se pre milia o corporación sacerdotal de adi
senta ante él para transmitirle el cas vinos originaria de Hiblas (Gareátide)
tigo dictado por Dios; David debía en Sicilia1.
escoger entre una de estas tres cosas: Recibían este nombre quizá porque
se servían de lagartos (gr. galeotes) con
iQuieres que te sobrevengan siete años fines adivinatorios, si bien es preciso
de hambre en tu país, o tres meses en recordar también que este animal, tan
que huyas ante tu enemigo y él te persi proclive a buscar el sol, estuvo siem
ga, o que haya tres días de pestilencia pre muy vinculado al dios Apolo.
en tu país? Ahora reflexiona y ve qué Las primeras referencias a los galeo
he de responder ha quien me ha envia tas aparecen en la comedia ática2, ha
do (2 S 24 ,1 3 ). cia el 410 a.C.
Según Filisto3, los Galeotas eran in
Poco después, Yahveh utiliza de térpretes de portentos y sueños desta
157
GALLICENAS
cando sobre otros pueblos sículos por GARM ANES / Garmánes.— Pueblo
su celo religioso. Antes de hacerse con indio citado por Estrabón1famoso por
el poder, el tirano Dionisio de Siracusa sus adivinos, magos y filósofos exper
(405-367 a.C.) consultó a los Galeotas tos en fórmulas y en ritos funerarios
cuando un enjambre de abejas se con que ofrecían sus servicios de forma iti
centró sobre su mano; éstos le respon nerante. Algunos de ellos eran acom
dieron que era un signo de monarquía4. pañados de mujeres que también re
Años antes, la madre del tirano, hallán nunciaban a los placeres del amor. El
dose encinta de éste, los había consulta geógrafo griego recuerda que a los
do sobre el significado de un sueño5. médicos de los garmanes se les consi
Clemente de Alejandría6 los inclu deraba capaces de hacer fecundas a las
ye, junto a los *Telmésidos, entre los mujeres estériles así como, a base de
chresmologoi. suministrar ciertas drogas (phármaka),
de que se pudiera dar a luz a elección
1. Hesich., s.v. «Galeotai». / 2. Archip., hembras o varones.
Ichthles apud St. Byz., s.v. «Galeotai». / 3. apud
Paus., V, 23. / 4. Elian., HV, 12, 46. / 5.
1. XV, 1, 60.
FGrH., 556 ss. / 6. Strom., I, 21.
GASPAR: * Melchor.
GALLICENAS / Gallizenae.— Sacer
dotisas o «druidesas» de la isla de Sena
(Sein) conocidas sólo por la Chorogra-
pbía1de Pomponio Mela (escrita hacia G A U M A T A / G a u m ata (s. vi-v
el año 43 d.C.). Eran nueve sacerdoti a.C.).— Célebre mago persa que du
sas de una divinidad gala a la que con rante el reinado de Darío (521-485
sagraban su virginidad a perpetuidad. a.C.) protagonizó una sublevación co
Según el geógrafo podían calmar los nocida como la «revuelta de los ma
mares y los vientos con fórmulas mági gos». Según la inscripción de Behistun,
cas, m etam orfosearse a voluntad en dicho personaje se hizo pasar por
cualquier ser animado, vencer enfer Bardiya, hermano menor (asesinado)
medades incurables y, sobre todo, co de C am bises. Durante siete meses
nocer y predecir el porvenir. Sus facul (522) logró el control del Estado su
tades eran reservadas a los navegantes primiendo los impopulares tributos y
que viajaban hasta la isla a veces con el reclutam ientos y destruyendo los
único propósito de consultarlas. ayadanas (donde eran adorados «los
otros dioses»).
1.111,48.
Los magos, con Gaumata a la cabe
za, fueron ejecutados por Darío I1 con
ayuda de Ahura Mazda, según reza una
inscripción. Para celebrar esa victoria
G A N N A / Gánna (s. i d.C.).— Profeti instituyó la fiesta de la magophonia
sa germana, sucesora quizá de *Véleda («ejecución del mago»).
y colaboradora del emperador Domi-
ciano (81-96 d.C.), conocida entre las 1. Herod., 111, 79.
tribus germanas también por su inspi
ración divina. Dion Cassio1 dice que,
después de ser honrada por el empera GÉM IN O / Géminos (s. iv a.C.?).—
dor, regresó a casa. Originario de la ciudad fenicia de Tiro
es conocido a través de una cita de
1. LXVI1, 5, 2. *Artemidoro de Daldis1, quien sostie
158
GREGORIO TAUMATURGO
ne que compuso una obra sobre oniro- guardián recurre entonces a la ayuda de
crítica en tres libros (recogiendo mu Gregorio convencido de que si él había
chas de las milagrosas curaciones otor sido capaz de impedir al dios la entrada
gadas por Serapis mediante visiones también podía obligarle a regresar. Al
oníricas). Gémino es mencionado por hacerlo, el guardián se da cuenta de que
Artemidoro junto con »Demetrio de el ser venerado por Gregorio es mucho
Falero y *Artemón de Mileto. más potente que el dios pagano. Este
personaje fue el primer cristiano de la
1. Oneir., II, 44. provincia convertido por Gregorio y,
más tarde, sucesor suyo como obispo.
Tras el episodio, Gregorio hace una
G R E G O R IO T A U M A T U R G O / posterior demostración de sus poderes
Gregórios (213-270 d.C.).— Célebre trasladando sobrenaturalm ente una
taumaturgo cristiano. Nació en el seno roca a otro lugar.
de una distinguida familia pagana en el En otra ocasión, cuando Gregorio se
año 213 en Neocesarea del Ponto, ciu encontraba predicando el mensaje cris
dad de la que llegaría a ser obispo. Del tiano a una multitud, inesperadamen
233 al 238 estudió —junto a su herma te, un joven salió de ella gritándole a
no Atenodoro— con Orígenes en Ce- voces en tono desafiante. Gregorio ex
sarea, donde los dos hermanos se con pulsó también a este demon diciéndo-
virtieron al cristianismo. Al despedirse Ie: «No soy yo quien te lo ordeno, sino
del maestro pronunció un discurso de Cristo quien te ha arrojado al mar jun
gratitud, que todavía se conserva. to a los cerdos [Mt 8 ,3 2 ]: ¡abandona a
Gregorio escribió varias obras teo este joven!»2. El demonio, al escuchar
lógicas pero destacó, sobre todo, como el nombre de Dios, gritó fuerte, dicien
hombre de acción y predicador del do: «¡Pobre de mí, por Jesús! ¡Pobre de
cristianismo en el Ponto, realizando mí, a causa de su discípulo!». El mismo
milagros extraordinarios que, en épo diablo3, furioso porque el obispo le
ca del emperador Constantino, fueron había expulsado de su territorio, indu
recopilados en una Vida. Dicha obra se jo a una mujer a calumniarlo. Ésta, una
perdió, pero conservamos una traduc prostituta, le acusó de ser uno de sus
ción siriaca; existen también algunas amantes; pero Gregorio expulsó tam
versiones latinas y griegas, si bien me bién al espíritu maligno que la poseía4.
nos fieles. En dichos textos se relatan Siempre según las fuentes, sabemos
tres asombrosos episodios protagoni que Gregorio desvió el curso de un río
zados por Gregorio. para prevenir así daños irreparables
El prim ero de ello s1 narra cómo debidos a las crecidas de primavera5;
Gregorio, viajando por la provincia del igualmente, desecó un lago que era
Ponto, se refugió, al llegar la noche, en causa de disputa entre dos hermanos6.
el interior de un templo solitario don Pero Gregorio sabía no sólo hacer
de, como era costumbre en él, pasó las milagros, sino también castigar —me
horas rezando. Al amanecer llegó el diante procedimientos sobrenatura
guardián del templo para reanudar la les— a quien lo merecía. Dos hebreos
actividad oracular (que se realizaba quisieron arrancarle una limosna me
mediante las respuestas del dios a las diante el engaño: uno de ellos fingió
preguntas que le formulaban los fieles). estar muerto para, de esta forma, con
Pero el «demon», es decir, la divinidad mover al obispo7. Sin embargo éste,
tutelar del templo, se negó a entrar en advirtiéndolo, le hizo morir fulmina
su propia morada donde aún resonaban do, resucitándole después mediante
las plegarias del viajero cristiano. El sus plegarias. Los dos hebreos acepta
159
GREGORIO TAUMATURGO
160
H
161
HECAS
tanza y ruina en aquéllos / y este mal busque una nueva desdicha (O d.,
cogerá a muchos otros varones que hoy XXIV, 454-462).
/ habitamos en Itaca insigne. Pensemos
con tiempo / en el modo de dar fin a esto: 1. II, 157. / 2. II, 209 ss.
que sean los galanes I quienes luego se
arredren, pues suya será la ganancia. / [Bibi.: Friedländer, «Halitherses»: RE,
Mi presagio no es vano, en verdad, que VII, 2 (1912), col. 2271.]
bien sé lo que digo (Od., II, 161-170).
Después les recordó el anuncio que HECAS / Hékas (s. v a.C.).— Según
le hizo a Ulises y cuya veracidad el Pausanias1 se trata de un adivino grie
tiempo se encargó de confirmar: go (m antis), descendiente de otro
Hecas que llegó a Esparta con los hijos
Para Ulises también rico en trazas cum de Aristodemo.
plido ha quedado / cuanto yo le anun A comienzos de la «segunda guerra
cié que le habría de pasar aquel día / mesenia» (según Pausanias), o de la
que embarcó para Troya en unión de «tercera» (hacia el 490 a.C.), según in
los otros argivos: / «Mucho —dije— terpretaciones modernas, Hecas repre
tendrás que sufrir, perderás a tus hom sentó a los espartanos en los sacrificios
bres / e ignorado de todos vendrás a tu preliminares a la batalla que iniciaba las
patria». Ya todo a su término toca hostilidades contra los mesenios de
{Od., II, 171-176). Aristómenes, aconsejado por el adivino
*Téoclo. Ambos bandos, según el his
Uno de los pretendientes, Euríma- toriador griego, animados por la inter
co, escéptico ante el anuncio del adivi pretación de sus respectivos adivinos,
no, da una interpretación diferente e se dispusieron a combatir con especial
interesada2; pero en el poema el trági coraje. La guerra duró, sin embargo,
co final de Eurímaco pone de manifies cerca de once años pues los mesenios
to la certeza del pronóstico. sublevados, haciéndose fuerte en la for
El segundo anuncio hecho por Hali- taleza de Hira, hostigaron con sus fre
terses tiene lugar al final de la Odisea, cuentes salidas a los espartanos.
cuando, muertos ya los pretendientes, En el último y decisivo combate de
durante los funerales tiene lugar una la guerra, se desencadenaron truenos y
deliberación de los ítacos en el ágora relámpagos. Pausanias2 afirma que el
para discutir la conveniencia de formar adivino Hecas consideró como buena
una pequeña tropa frente a Ulises. Ha- señal que relampagueara a la derecha,
literses intenta disuadirles del proyecto: lo que, a su vez, reforzó la moral del
ejército espartano. Al mismo tiempo
Habitantes de Itaca, oíd lo que voy a fue también él quien discurrió una es
deciros. / Vuestra propia flaqueza, ¡oh tratagema que más tarde se mostraría
amigos!, os trajo estos males; / nunca a decisiva: puesto que los espartanos,
mí ni a Mentor, el pastor de su gente, pese a ser muy superiores en número,
atendisteis / en frenar las locuras que no lograban vencer dado que la batalla
aquí vuestros hijos hacían; I grande ha se hacía en distintos lugares de la ciu-
sido su crimen en largo furor de desma dadela y con poco espacio, mandó que
nes; / destrozaron los bienes, trataron algunos hombres se retirasen al campa
sin honra a la esposa / de un excelso mento a comer y dormir y que por la
varón que pensaron jam ás volvería; / tarde relevasen a los que habían parti
mas ahora haced esto, seguid el conse cipado en el combate3. De esta forma,
jo que os doy: / no vayamos allá, nadie descansando y combatiendo por turno,
162
HEGESÍ STRATO
163
HÉLENO
164
HÉLENO
Otras tradiciones señalan que, si los lagos del infierno y la isla de la dea
guiendo el consejo de Héleno, Neop- Circe, / antes de que puedas fundar tu
tólemo renunció a la Tesalia y se esta ciudad en una tierra segura. / Te diré las
bleció en el Epiro13. Según Eustacio14, señales, tú tenias guardadas en tu me
Héleno le había aconsejado mediante moria (Aen., III, 374-388).
un oráculo que se estableciese donde
las casas tuvieran cimientos de hierro, Ante todo le revela cuál será el sig
paredes de madera y tejados de tela; no enviado por los dioses que le per
los indígenas de Epiro vivían en tien mitirá saber el lugar escogido para fun
das con estas características. dar la ciudad (Palanteo, a orillas del
Cuando Neoptólemo es muerto en Tíber, sobre la que más tarde se levan
Delfos por Orestes, Héleno le sucede tará Roma):
como rey del Epiro (Virgilio15 dice que
había hecho de la ciudad epirota una Cuando, angustiado, junto a las aguas
Pérgamo y una pequeña Troya copia de un río escondido / encuentres bajo
das de la grande) y como esposo de las encinas de la orilla una enorme cer
Andrómaca; de dicho matrimonio na da / blanca echada en el suelo, recién
cería más tarde Cestrino al que las parida de treinta j cabezas, con las
fuentes no atribuyen dotes adivinato blancas crías en tomo a sus ubres, / éste
rias algunas. Sin embargo, Héleno no será el lugar de tu ciudad, éste el seguro
pasó el trono a su hijo sino a Moloso, descanso a tus fatigas. / Y que no te es
hijo de Neoptólem o. Otros autores panten los mordiscos que ciarás a las
antiguos creen que antes pudo haber mesas: / los hados encontrarán el ca
contraído matrimonio con Deidamia, mino y Apolo llegará si le invocas
mujer de Aquiles16. (Aen., III, 389-395).
Virgilio, que presenta al troyano
Héleno como un «intérprete de los Después le advierte de uno de los
dioses» experto en los trípodes del peligros que debe evitar en su largo via
Apolo Clario, en las estrellas, el len je marítimo: la costa italiana oriental
guaje de las aves y los auspicios de su
vuelo17, recoge en su Eneida el largo Sin embargo estas tierras y esta ribera
oráculo que el vidente troyano da a de Italia / cercana que baña la marea
Eneas (hijo de Anquises y de la diosa de nuestro mar, / evítalas; todas las
Afrodita) en su palacio de Butrotis; en murallas están llenas de malvados grie
él le advierte los peligros de su próxi gos (Aen., III, 396-398).
mo viaje a Italia:
Héleno aconseja a Eneas que sacri
Hijo de la diosa [...] / poco de mucho te fique, una vez llegado a Italia, velato
voy a aclarar con mis palabras, para que capite, es decir, con la cabeza cubierta
más seguro / recorras mares hospitala para evitar ver durante el rito, hostiles
rios y arribes / al puerto ausonio; pues facies:
saber el resto lo prohíben / las parcas a
Héleno y hablar me impide Juno Satur Y cuando tras cruzarlo al otro lado del
nia. / De Italia primero, aunque tú ya mar se detenga la flota / y estés cum
piensas, ignorante, / que está cerca y te pliendo ya tus votos en altares dispues
dispones a entrar en puertos vecinos, / tos en la playa / oculta tus cabellos cu
lejos te separa un largo y difícil camino briéndolos con un manto de púpura /
por largas tierras. I Antes debes hincar tu para que entre los fuegos sagrados en
remo en la ola trinacria / y recorrer con honor de los dioses / no acuda alguna
tus naves la llanura del mar ausonio / y aparición hostil que turbe los presagios.
165
HÉLENO
/ Guarda tú esta costumbre en tus sa te aconsejaré repitiendo una y otra vez:
crificios y así tus compañeros; / que fie / de Juno la grande adora lo primero el
les permanezcan a esta devoción tus numen con tus plegarias. / a Juno can
descendientes (Aen., III, 403-409). ta en tus libaciones y a la dueña pode
rosa / aplaca con dones de súplica; así
al fin vencedor, / serás enviado a las
Después vuelve a advertirle de los
ítalas tierras dejando atrás Trinacria. /
peligros de la navegación en el viaje de
Una vez allí llegarás a la ciudad de
regreso, en especial los escollos de
Cumas / y a los lagos divinos y al Aver
Escila y Caribdis:
no resonante de bosques, / veras a la
vidente frenética que al fondo de una
Y cuando tras tu partida el viento a la roca / canta el destino y confía a las
sícula costa te empuje / y ralas se vuel hojas señales y nombres. / [...] Ella te
van las barreras del estrecho Peloro, / hablará de los pueblos de Italia y de
habrás de buscar las tierras a tu izquier las guerras / venideras y de cómo evi
da y a tu derecha los mares / en largo tar o soportar todas las fatigas, I y, si
circuito; evita la costa de la derecha y la veneras, te marcará caminos favora
las olas / [...] Ocupa Escila el lado de bles. / Esto es cuanto me está permiti
recho y la implacable Caribdis / el iz do que con mi voz te advierta. / Ponte
quierdo, y en el profundo remolino de en marcha y lleva la gran Troya con
tu abismo tres veces / sorbe de pronto tus hazañas a los astros (Aen., III, 433-
vastas olas y otras tantas las lanza de 462).
nuevo / al aire, y azota las estrellas con
el oleaje. / A Escila por su parte una En Ovidio, Héleno (vate y vidente)
caverna la encierra en ciegos escondri aparece prediciendo a Eneas, cuando
jos / y ella saca la cabeza y atrae las Troya estaba a punto de caer, el renaci
naves a los acantilados. / Por arriba, un miento de la ciudad en la futura Roma,
rostro humano y es doncella de hermo así como la grandeza de ésta bajo Au
so pecho / hasta la ingle, monstruo gusto:
marino de enorme cuerpo por abajo /
con panza de lobo terminada en colas Hijo de diosa, si conoces lo suficiente
de delfín. / Es mejor recorrer la línea los presagios de mi mente, no caerá
del Paquino trinacrio I en tu ruta y dar Troya por entero salvándote tú. El fue
un largo rodeo / que contemplar una go y el hierro te dejarán paso: escapa
sola vez en su enorme antro a la defor rás y arrebatando los Pérgama [dioses
me / Escila y las rocas resonantes de domésticos] te los llevarás contigo has
cerúleos canes {Aen., III, 410-433). ta que Troya y tú alcancéis un suelo
más acogedor que el de tu patria, y es
Finalmente le aconseja que, para toy viendo también que los descendien
tener éxito en su empresa, haga votos tes de los frigios tienen destinada una
a la diosa Juno e interrogue a la * sibila ciudad tan grande como ni existe ni
de Cumas para despejar las últimas in existirá ni ha sido vista en tiempos an
cógnitas de su misión: teriores. A esta ciudad otros paladines
la harán poderosa durante largos siglos,
pero un descendiente de la sangre de
Por último, si aún queda sabiduría en lulo la hará señora del mundo; cuando
Héleno el adivino / si aún confianza, si de ese hombre haya terminado de be
llena aún su corazón Apolo con la ver neficiarse la tierra, pasarán a gozar de
dad, I una sola cosa te he de advertir, él las moradas celestes y el empíreo será
una sola por todas, / hijo de la diosa, y su fin (Met., XV, 439-449).
166
HERENio s ì c u l o
167
HERMÁGORAS DE ANFÍPOLIS
mentó en que iba a dar comienzo la la noche o el día, erraba por diversos
ejecución de la sentencia. lugares y volvía a entrar en él; refería
Veleyo Patérculo2 narra el hecho entonces muchas noticias de lugares
con ligeras variantes; cuando Herenio lejanos que no podían ser conocidas de
Sículo era conducido a prisión, pre no haber estado alguien presente allí.
guntó dirigiéndose a su amigo: «¿Por Un día su mujer entregó el cuerpo
qué no haces así?». En ese instante se inanimado de su esposo a sus enemi
abrió la cabeza contra el dintel de pie gos (llamados Cantáridos) que lo que
dra de la puerta de la prisión (el cere maron en su casa2.
bro quedó asomando) y murió. Según algunos autores3 el alma del
filósofo se habría reencarnado poste
1. IX 12, 6 ./ 2 . II, 7, 2. riormente en Pitágoras.
168
HIG IN IO
169
HILARIO
170
HISTASPES
171
HOCHMEA
172
I
ID M Ó N / ídm on.— Adivino argivo IDO / ídos (s. x a.C.).— Profeta he
(hijo de Abas o de Anficos) y miembro breo testigo del cisma de Israel. Se le
de la expedición de los Argonautas; su atribuye la redacción de una crónica
nombre puede estar relacionado con la titulada Hechos de los reinados de
raíz griega que significa «ver». El prin Roboán y de Abías'.
cipal método adivinatorio practicado Se le suele identificar con Yedó el
por Idmón era la ornitomancia1, pero Vidente, que dejó un escrito sobre sus
Apolonio de Rodas2 dice que también visiones relativas a los reinados de
aprendió de Apolo a explicar los sig Salomón y Jeroboam; de ellas sabemos
nos de las víctimas sacrificiales. sólo por las Crónicas2.
Como Anfiarao de Tebas, conocía
1.2 Cro 12,15; 2 Cro 13,22. / 2 .2 Cro 9,
por los augurios la proximidad de su
29.
propia muerte, pese a lo cual no dudó
en incorporarse a la expedición3. Mu
rió en el país de los mariandinos, en el ISAÍAS / Yesa ‘yahu (s. viii-vii a.C.).—
lugar donde más tarde se levantaría la El primero de los grandes profetas de
ciudad de Heraclea, pero las versiones Israel. Hijo de ‘Ames, nació en Jerusa-
sobre las circunstancias de su muerte lén en el seno de una familia acomoda
difieren: atacado por un jabalí4, de una da, familiarizándose con el culto desde
mordedura de serpiente5 o a causa de la niñez. Oyó la llamada de la voca
una enfermedad mortal6. En el mo ción hacia el 740 a.C. (bajo el reinado
mento de fundar Heraclea un oráculo del rey Ozías) cuando, según él mismo
ordenó a los niseos y beocios tenerlo narra en su libro1, vio en el interior del
como protector de la futura ciudad. Templo de Jerusalén a Yahveh sentado
Idmón tuvo un hijo, Téstor (sacerdote sobre un trono mientras los vuelos de
de Apolo) y un nieto, el célebre adivi su manto llenaban el Templo; unos
no ^Calcante. serafines, de seis alas, se mantenían er
guidos por encima de él. Después de
que uno de ellos tocase con una brasa
1. Higin., Fab., 14. / 2. Arg., 1 ,142 ss. / 3.
Higin., Fab., 14. / 4. Apol., Arg., II, 815 ss. / del fuego del altar la boca de Isaías
5. Orph. Argón., 185. / 6. Val. Flacc., Argón, para expiar sus pecados, Yahveh se di
5 ,2 . rigió a él para dictarle su misión:
173
ISAÍAS
174
ISAÍAS
superioridad de los asirios sobre los ella baluartes; / por el camino que tra
egipcios; el propio profeta se mostró jo habrá de volverse / y en esta ciudad
desnudo por las calles de Jerusalén en no penetrará — oráculo de Yahveh—. /
señal prefigurativa del estado en que Yo ampararé esta ciudad para salvarla
iban a quedar egipcios y etíopes como en atención a M í ¡ y a David mi siervo»
cautivos de los asirios: (Is 37, 33-35).
175
ISAÍAS
nen la reconstrucción del Templo (h. [Bibl.: J. H. Hayes, «The usage of ora
520). cles against foreign nations in Ancient Is
rael»: JBL (1962), pp. 81-92; J. Vermeylen,
1. Is. 6 ,1 . / 2. 8, 3. / 3. 7, 3; 8, 3. / 4. 3,16- Du prophète Isaïe à l ’apocalyptique, 2 vols.,
24. / 5 .5 ,2 3 ; 5,11-22. /6 .7 ,1 - 9 ./ 7. 7,10-12. Paris, 1981; G. R. Hamborg, «Reasons for
/ 8. 2 R 16, 3-9. / 9. 8, 5-8, 23; 9, 6; 11, 1-9. / judgement in the oracles against the nations
1 0 .1 8 ,1 -19, I S . / I I . 20; 1 8 ,1 -6 ./1 2 .1 0 ,5 . of the prophet Isaiah»: VT, 31/2 (1981), pp.
/ 13. 22, 8-14; 30, 15-17. / 14. 8, 11. / 15. 6; 145-159; P. Cesare Bori, «L’esperienza pro
28, 19; 5, 9; 22, 1 4 ./1 6 . 2; 5, 1 -6 ./1 7 . 7,11. fetica nell’Ascensione di Isaia», en L'estasi
/ 18. 7, 16; 8, 4; 29, 1. / 19. 1, 2-4. / 20. 7, 17. del profeta, Bologna, 1989, pp. 17-30.]
176
J
1.1 R 16,1 y 7 ./ 2 . 2 Cro 16, 10. Para afirmar sus palabras, el falso
profeta cogió el yugo que Jeremías lle
vaba al cuello como símbolo de sus
JA N A N I AS / Ananías (s. vn-vi a.C.).— ideas y lo quebró. Jeremías le anunció
Nombre de un «falso profeta», hijo de entonces el castigo que iba a recibir de
Azur, originario de Gabaón y contem Yahveh por haber engañado al pueblo
poráneo de * Jeremías. Ambos se en con sus mentiras: su muerte en ese mis
frentarán abiertamente, con sus pro mo año.
fecías, en tiempos del rey de Judá,
Sedecías (hacia el 597 a.C.). Jeremías 1. Jr 28,10. / 2. Jr 28, 16.
creía necesaria y conforme al deseo de
Yahveh, la sumisión a Babilonia y a su
rey, Nabucodonosor. Jananías, por el JE R E M ÍA S / Yirm eyahu (h eb r.),
contrario, profetizaba la inminente li Hieremías (gr.)(650-586 a.C.).— Pro
beración de Judá, la pronta restitución feta hebreo, quizá el más grande de los
177
JEREMIAS
178
JE REM ÍA S
179
JEREMÍAS
180
JEZABEL
and Content in the Proclamation of the guerra, siete años después, se le oía in
Prophet Jeremiah»: BST, 4 (1970), pp. 49 cansablemente el mismo lamento que,
ss. ; P. M. Bogaert, Le livre de Jérémie. Le en los días de fiesta, era de tono más
prophète et son milieu. Les oracles et leur
elevado. Cuando, por fin, la ciudad de
transmission, Louvaine, 1981; L. Wisser,
Jerusalén fue cercada por las legiones
Jérémie, critique de la vie sociale, Genève,
1982; A. G. Auld, «Prophets and Prophecy romanas (mayo del 70 d.C.), todos en
in Jeremiah and Kings»: ZAW, 96 (1984), tendieron el significado de sus pala
pp. 66-82; J. M. Asurmendi, «Jeremías y las bras. Jesús se sosegó, gritando desde el
naciones», en N . Fernández Marcos, Sim muro:
posio Bíblico Español, Madrid, 1984, pp.
325-343.] ¡Ay, ay de ti, ciudad, templo y pueblo!
(ibid.).
181
JOEL
La mayor parte de los críticos con Por otra parte, se insiste en los orá
sidera, sin embargo, que Jezabel es un culos contra las naciones: después de
nombre simbólico, tomado de la espo la caída de Jerusalén y el exilio, Yah
sa fenicia de Ajab (rey de Israel) para veh traerá la salvación para Israel y la
evocar las depravadas costumbres de destrucción de las naciones impías:
la secta.
Pues he aquí que en aquellos días y en
1. Ap 2, 20. / 2. Ap 2, 20. aquel tiempo / en que Yo repatríe a los
cautivos de Judá y Jerusalén, / congre
garé a todas las naciones y les haré ba
jar al valle de Josafat, / y entraré allí en
JO E L / Yo’el (s. iv a.C.?).— Profeta
juicio con ellos por mi pueblo y mi he
hebreo asociado al Templo cuya doc
redad, / Israel, a quien dispersaron en
trina era, sobre todo, de tipo escatolò
tre los gentiles, / mientras se repartían
gico. Ocupa, cronológicamente, el úl
mi tierra-. / y sobre mi pueblo echaron
timo lugar entre los profetas menores.
suertes, y entregaron muchachos por
Su nom bre sign ifica «Yah[veh] es
prostitutas / y muchachas vendieron
Dios». Parece haber vivido en Judá en
por vino, y bebieron (Jl, 4, 1-3).
época posexílica.
Su obra comienza anunciando dos 1. Jl 1,4-9. / 2. Jl 1,10-12./ 3. Jl 1,13-15.
terribles plagas para el país: una inva
sión de langostas1 y una gran sequía2; [Bibl.: A. Lods, Les prophètes d ’Israël et
como consecuencia de ambas ni siquie les débuts du judaïsme, Paris, 1969.]
ra los sacerdotes del Templo dispon
drán de los productos necesarios para
los ritos sacrificiales. JO N Á S / Jonah (s. vin).— Profeta he
Para apaciguar la cólera divina, el breo (nabi), hijo de Amitay1, origina
profeta invita a los sacerdotes a hacer rio de Gat-Jefer (Nazaret); su misión
penitencia, a prescribir un ayuno ofi tuvo lugar bajo el reinado del rey
cial y a convocar al pueblo a una litur Jeroboán II (783-743 a.C.). El nombre
gia especial3 del profeta («paloma» en hebreo) hace,
Pero dos son, en particular, los men quizá, alusión a Israel2.
sajes que aparecen en su libro. Por una Según el Libro de los Reyes anunció
parte las tradiciones concernientes al que, conforme a la palabra de Yahveh,
tema del «día de Yahveh» que, en sen Israel restablecería sus antiguas fronte
tido escatològico, no se refiere a la sal ras desde la entrada de Hamat hasta el
vación de Israel, sino, por el contrario, mar de Arabá3. Parece que, en efecto, el
a su destrucción: rey Jeroboán logró ampliar notable
mente los límites de Israel.
¡Sonad el cuerno de Sión! ¡Y tocad a El nombre del profeta fue dado pos
rebato sobre mi monte santo! / Tiem teriormente al héroe del Libro de Jonás
blen todos los moradores del país, pues (en el Antiguo Testamento), redactado
viene el día de Yahveh; / en verdad está quizá en época posexílica (s. v a.C.).
próximo. Día de tinieblas y oscuridad, En él, Jonás es un profeta judío que
/ día de nubes y densa niebla. / Como trata de eludir el mandato recibido de
la aurora se extiende sobre los montes, Dios para que vaya a Nínive, capital
un pueblo numeroso y fuerte; / seme del imperio asirio, y advierta a sus ha
jante a él no ha existido jamás, / ni des bitantes que Dios ha decidido destruir
pués de él se dará en los años de gene los, a menos que se arrepientan4. La
ración en generación (Jl, 2, 1-2). intención del autor era demostrar que
182
JUDAS
Yahveh deseaba el bien tanto para los cía no haber probado ni pan ni alimen
judíos como para los gentiles. to alguno cocido. Recomendaba la pu
rificación del corazón mediante la pu
1.2 R 14,25. / 2. Os 7,11; 1 1 .1 1 ./3 .2 R reza de intención. La gloria postuma
14, 25. / 4. Jon 4, 2. de Juan fue explotada por los monofi-
sitas de Egipto, que hicieron del asceta
[Bibl.: A. Feuillet, Le livre de Joñ as, cristiano el interlocutor profètico de su
Paris, 1957; V. Mora, Jonás, Estella, 1983.]
enem igo, el em perador M arcian o
(450-457 d.C.).
JU A N DE LICÓPOLIS / loánnes (s. iv 1. CD, V, 26; Rufin., HE, XI, (II), 32;
d.C.).— Asceta egipcio originario de la Sozom., HE, VII, 22; Philost., HE, XI, 2. / 2.
Tebaida, famoso por sus poderes para Pali., Hist. Laus., 35. / 3. Cap. 1.
curar y realizar profecías, por lo que
era conocido como el «vidente de la [Bibl.: P. Peeters, «Une vie copte de S.
Tebaida». Juan de Lycopolis»: An. Boll., 54 (1936),
Mantuvo estrechas relaciones con el pp. 359-381; J. Festugière, Historia mona-
emperador Teodosio, quien insistió en chorum in Aegypto, Bruxelles, 1960, pp. 9-
35; Id., Les moines d ’Orient VI/1, Paris,
vano para que Juan se incorporase (si
1968, pp. 9-28; P. Devos, «La “ servante de
guiendo el ejemplo de *Arnufis) a su Dieu” Poemenia d’après Pallade, la tradi
comitiva imperial. Durante la campa tion copte et Jean Rufus»: An. Boll., 87
ña contra el usurpador Máximo (388 (1969), pp. 189-212.]
d.C.) y, más tarde, contra Eugenio
(394 d.C.), tuvo que contentarse con
enviar mensajeros al desierto egipcio JUDAS / Yehudah (s. n a.C.).- Profeta
para consultarle —siempre en calidad esenio citado por Flavio Josefo, de
de servus Dei— sobre el desenlace del quien asegura que «nunca erró en pro
encuentro'. Juan le predijo en ambos fetizar ni jamás mintió»1. Solía rodear
casos una victoria segura (nuntia vic- se de un nutrido grupo de discípulos y
toriae certissima), que posteriormente gentes que venían a pedirle consejo.
se produjo. En la segunda de las con Narra el historiador que viendo pa
sultas también anunció a Teodosio su sar al príncipe Antigono (hermano de
próxima muerte en su propio lecho, Aristóbulo I, rey de la «gran Judea»)
pero a consecuencia de una extraña por el Templo de Jerusalén, Judas dijo
enfermedad (más tarde se supo que el en voz alta:
emperador murió de hidropesía).
Una rica mujer, la noble Poemenia, Ahora me es a m í bueno morir, pues la
emparentada con el emperador, afron verdad murió, quedando yo en vida, y
tó en el año 394 serios peligros (aun se ha hallado alguna cosa falsa, en lo
que acompañada por obispos y servi que yo tenía profetizado, pues vive ese
dores mauros) para visitar a Juan en su Antigono, el cual debía hoy morir. Te
gruta de Licópolis (Asiut, a 400 km al nía ya por suerte señalado lugar para
sur de El Cairo), donde fue curada de su muerte en la torre de Estratón, que
su enfermedad y recibió consejos pro- está a seiscientos estadios de aquí: son
féticos2. ya las cuatro horas del día y el tiempo
Los autores de la Historia mona- no pasa, y con él mi pronóstico (BJ, I,
chorum in Aegypto3 encontraron a 3 ,5 , 78-80).
Juan poco antes de su muerte, cuando
ya contaba noventa años de edad. Se Cuando Judas, entristecido, se puso
alimentaba únicamente de fruta y de a meditar sobre las causas del fracaso
183
JUDAS DE GALILEA
1. BJ, II, 118; 433; VII, 253; Ant. jud., Algunos especialistas advierten que
XVIII, 4-10; 23-25. / 2. Hch 5, 37.
en el oráculo de Juldá puede haber sec
ciones posexílicas, si bien, en general,
[Bibl.: J. S. Kennard, «Judas of Galilee
and his Clan»: Jew ish Q uart. Rev., 36
parece escrito antes de la muerte del rey.
(1945-1946), pp. 281-186.] La actividad de esta profetisa podría
mos situarla cronológicamente, pues,
entre la de los profetas *Sofonías y "'Je
remías. Con anterioridad a ella sólo dos
JU LD Á / Huldah (s. vil a.C.).— Profe mujeres, Miriam (hermana de Moisés)
tisa hebrea, esposa de Salún (guardián
y Débora (juez y autora de un largo
del vestuario litúrgico del Templo de cántico), reciben el título de «profetisa».
Jerusalén). Bajo el reinado de Josías
(hacia el 622 a.C.) tuvo lugar, durante 1 .2 R 22,12-14.
los trabajos de restauración del Tem
plo, el descubrimiento del Libro de la
Ley (valioso manuscrito del Deutero- JU LIA N O EL TEÚ RGO / ¡oulianós (s.
nomio), oculto quizá por alguna mano n d.C.).— A Juliano el Teúrgo, que vi
184
JULIANO EL TEÙRGO
vió en época del emperador Marco «teúrgos» como autores de la obra. Al
Aurelio (161-180 d.C.), se atribuye la gunos autores antiguos (como Pselo)
autoría de los Oráculos caldeos (Logia sostienen que Juliano padre formuló en
chaldaiká). Todo lo que sabemos de él versos sus doctrinas, m ientras que
nos ha sido transmitido por la Suda’, un Juliano hijo las «escribió» también en
diccionario bizantino del siglo x d.C. versos.
Era hijo de Juliano el Caldeo, que Los Oráculos caldeos se han perdi
debió de vivir bajo el reinado del em do; sabemos que la obra estaba com
perador Trajano (97-118); se le llama puesta en hexámetros y que contenía
ba así no por su origen oriental sino ideas platónicas, medioplatónicas (Nu-
por su conocimiento de «ciencias» cal m enio), neopitagóricas, estoicas y
deas (magia, astrología, adivinación). orientales, siendo calificada de «biblia
Escribió una obra titulada Sobre los dé- de los neoplatónicos». Entre éstos,
mones, en cuatro libros, hoy perdida, Porfirio, Jám blico, Siriano y Proclo
en la que afirmaba la existencia de dedicaron mucha atención a su inter
amuletos para cada parte del cuerpo, pretación y comentario.
citando expresamente los amuletos te- Su contenido — al margen de las
lesiúrgicos caldaicos. Una fuente muy ideas filosóficas— es extraordinaria
tardía (Anastasio, en el s. vn) le cita mente variado, incorporando supersti
como rival de Apuleyo y de *Apolonio ciones orientales, magia y teúrgia, me
de Tiana en la purificación de Roma tafísica y astrología. Se conservan
durante una pestilencia; en este «con algunos fragmentos de estos Oráculos
curso» entre magos, Juliano se mostra en numerosas citas de autores como
ría como el más poderoso, capaz de li Proclo, Damascio y Pselo. Fueron re
berar a la ciudad de la epidemia gracias cogidos por primera vez por Kroll, dis
a su dom in io sob re las fu erzas cutidos y traducidos luego por Lewy y
demoníacas2. La competición teúrgica magníficamente publicados por Des
entre los tres personajes carece, sin Places.
embargo, de base histórica. A Juliano el Teúrgo se le atribuyen
En un pasaje, Pselo3 sostiene que otras obras también perdidas: una con
Juliano el Caldeo, en el momento en sagrada a la teúrgia (Theurgika), otra
que iba a engendrar a su hijo, pidió al dedicada a la técnica de la animación de
dios Ensamblador (o Supremo) del uni estatuas (Telestiká), unos oráculos en
verso un alma arcangélica para él; una verso (Logia diepóri) y tratados donde
vez nacido, le puso en contacto con revelaba los secretos de la teúrgia.
todos los dioses y, en particular, con el Algunos autores le hacen protago
alma de Platón: por medio del arte nista del célebre episodio de la «lluvia
hierático elevó a su hijo hasta la visión milagrosa», aunque todo parece indi
directa del alma del filósofo para inte car que, en realidad, su autoría corres
rrogarle sobre lo que quisiera. ponde al mago *Arnufis. Sozomeno5
Dicho pasaje ha sido interpretado recuerda un «m ilagro natural» de
(E. R. Dodds) en el sentido de que Juliano el Caldeo, que hizo reventar
Juliano el Teúrgo hizo de médium para una piedra con la sola fuerza de su pa
su padre con el fin de que éste pudiera labra. Anteriormente Luciano6 alude
recibir oráculos. en uno de sus escritos a un Caldeo que
Heredó de su padre, Juliano el Cal resucitaba muertos, atraía a las ser
deo, la ciencia oracular y el arte de pientes mediante fórmulas sagradas,
ponerla en versos. Es posible que los etc., y en el que algunos autores mo
Oráculos caldeos fueran escritos por el dernos (Cracco Ruggini) han creído
padre y el hijo; Proclo4 habla de los reconocer a uno de los Julianos.
185
JULIO AQUILA
1 .1,433; 1,434. / 2. Anast., Sin. Quaest. et es identificado por unos (Müller) con
resp., X X = PG, 89, coll. 517-532. / 3. Psel., un liberto de Mecenas2 (el amigo per
27. / 4. In Cra., 72,10-11. / 5. HE, I, 18. / 6.
sonal del emperador Augusto) inven
Philops., 12.
tor de una técnica taquigráfica; otros
[Bibl.: Ediciones de los oráculos: E. Des (M. Torelli) proponen identificarlo
Places, Oracles Chaldaiques avec une choix con C. Iulius Aquila, praefectus Aegyp-
de commentaires anciennes, Paris, 1971; F. ti en el año 10/11 d.C.
García Bazán, Oráculos caldeos con una se
lección de testimonios de Proclo, Pselo y M. 1. NQ, 1 4./2. Suet., fr. 136 Reifferscheid;
Itálico, Madrid, 1991. Estudios: M. Lewy, Dion Cass., LV, 7, 6.
Chaldaean Oracles and Theurgy. Mysticism
Magic and Platonism in the Later Román
Empire, Cairo, 1956; H. D. Saffrey, «Les
Néoplatoniciens et les Oracles Chaldai JU N IO /Junius (s. i d.C.).— Mago (ni
ques..: REAug, 27 (1981), pp. 209-225.] gromante) rom ano consultado por
Druso Libón, en época del emperador
Tiberio (14-37 d.C.), para que con sus
JU LIO AQUILA / Iulius Aquila (s. i encantamientos hiciera aparecer las
d.C.).— Autor de diversos tratados so sombras infernales. Libón fue denun
bre Disciplina Etrusca que fueron con ciado por el propio Junio ante el cón
sultados por Séneca1 y Plinio (en los sul Fulcinio Trión (31 d.C.).
libros I y XI de su Naturalis Historia).
Sin duda de origen etrusco (Acvilna}), 1. Tac., Ann., II, 28.
186
L
187
LARGINO PRÓCULO
188
LISfSTRATO
Éste1 nos dice que Antíoco, el úni leyó en uno de sus oráculos la promesa
co hijo del rey Seleuco, se había ena de que con el tiempo Mesenia — en
morado perdidamente de su madras tonces en guerra— recuperaría su es
tra Estratónice; pero dándose cuenta plendor1; decidió por ello enterrar una
de lo infame de aquel amor trataba de reliquia sagrada considerada como se
disimularlo. Este afecto escondido le milla del porvenir. Los oráculos de
hizo caer en el lecho en una extrema Lico debían ser recientes y, pese a sus
languidez, ante la preocupación del pretensiones, nunca alcanzaron la ce
padre por la suerte de su único here lebridad de los de *Bacis o ‘ Museo.
dero (h. 294 a.C.).
Leptines, sentado a la vera de An 1. Paus., IV, 20,4.
tíoco, observó que cuando entraba en
la estancia Estratónice, el joven se en L IS ÍM A C O / L ystm acb os (s. iv
cendía de rubor y su corazón latía con a.C.).— Adivino (onirócrito) griego,
más fuerza; en cambio, cuando salía de sobrino del célebre político Arístides;
ella, Antíoco palidecía y su corazón según Plutarco1 se ganaba la vida in
excitado recobraba inmediatamente su terpretando los sueños en las inmedia
ritmo normal. ciones del laccheion de Atenas sirvién
Una observación más atenta le hizo d ose p ara ello de un p inákion
llegar a conocer la verdad: cogía disi oneirokritikón, es decir, de una «tabla
muladamente el brazo del príncipe, onirocrítica» considerada por unos
cuando entraba y cuando salía Estrató como un tipo elemental de libro o
nice, y descubrió que el latido de sus prontuario de los sueños y por otros
venas era más fuerte al entrar y más como un simple reclamo publicitario
débil al salir su madrastra. Inmediata
para llamar la atención de los clientes.
mente informó de su descubrimiento al
rey Seleuco, quien no dudó en ceder a l.Arist., 23, 6; Demost., 20,115 ss.
Estratónice a su hijo Antíoco.
189
LOCUSTA
LOCUSTA / Locusta (s. i d.C.).— He un crimen tan odioso; fue, por tanto,
chicera gala («langosta» quiere decir su obligada por Nerón a preparar en su
mote), célebre por sus envenenamien presencia y en su propia alcoba un ve
tos. En tiempos del emperador Clau neno mucho más rápido y efectivo. Lo
dio fue condenada por envenamiento; ensayó inmediatamente en un cabrito
Tácito' dice que, sin embargo, «fue lar y como éste viviera aún cinco horas, lo
go tiempo tenida como uno de los ins hizo cocer y recocer varias veces hasta
trumentos del reino», en alusión a que que, al término de muchos preparati
sus servicios fueron solicitados por las vos, lo suministró a un cochinillo que
instancias oficiales. Fue ella precisa murió al instante. Sólo entonces dio la
mente quien elaboró el veneno que, orden de que lo llevaran al comedor y
echado en una seta y suministrado por lo pusieran en la copa de Británico,
el eunuco Haloto, acabó con la vida que cenaba con Nerón; aquél cayó ful
del emperador Claudio (54 d.C.). minado al primer sorbo. Suetonio con
Pocos años después intervino en el cluye afirmando que Nerón concedió
asesinato del joven Británico. Estaba a Locusta, por los servicios prestados,
entonces bajo la custodia de Julio la impunidad, vastos predios e incluso
Polión, tribuno de una cohorte preto- discípulos.
riana, siendo llam ada por N erón. La popularidad de esta hechicera
Suetonio2 dice que fue ella, como «ex está fuera de toda duda. Juvenal, citán
perta en drogas», quien proporcionó el dola como Lucusta, dice que enseñaba
veneno al emperador. Pero al actuar a las mujeres inocentes «cómo llevar a
más lentamente de lo previsto, ocasio enterrar a sus lívidos esposos en medio
nando a Británico únicamente una des de las habladurías de las gentes»3.
composición intestinal, Nerón, inquie
to, la golpeó con sus propias manos, 1. Ann., XII, 66, 2; XIII, 15. / 2. Ner., 33,
acusándola de haberle dado una medi 2-3 / 3. Sat., I, 71; cf. Dion Cass., LX, 34;
cina en vez de un veneno. Locusta se LXIV, 3.
excusó diciendo que había suministra [Bibl: S. M azzarino, «Locusta»: Or-
do una dosis pequeña para disimular pheus, 3 (1956), pp. 81-82.]
190
M
191
MALAQUÍAS
192
MANI
glo ni a.C. De hecho el tratado, dividi nica a sus padres la visión que el ángel
do en cuatro partes, data del siglo i a.C. le ha enviado y les convierte a la fe.
al ii d.C. y expone las teorías comunes Un año después, cuando Persia y
sobre la duración de la vida y el siste Roma intensificaban la guerra, viajó a
ma de las Iniciativas (es decir, el exa la India, de donde regresaría hacia el
men de una configuración planetaria 243, fecha en la que el rey Sapor I (fun
en un momento determinado). dador de la dinastía sasánida) sucedía
a su padre Ardashir.
1. Math., II, 30, 4. / 2 Ed. de Kochly, Predicó desde entonces en Persia y
Leipzig, 1858. en el país de los partos contando con
el apoyo del rey. En Babilonia operó
su primera gran conversión: el herma
MANI / Manes (216-274 d.C.).— Pro- no de Sapor, Mihrsah, no cree en la
feta fundador del maniqueísmo. Perte predicación del Apóstol ni en la exis
necía a una familia noble, ya que tanto tencia del Paraíso de la Luz que éste
el padre, Patek o Patekios, como la promete, pero Mani, gracias a su po
madre, Myriam, estaban emparenta der milagroso, le hace aparecer ante
dos con la dinastía arsácida que reina sus ojos el Paraíso, con sus dioses, el
ba en Persia. soplo inmortal de la vida y un maravi
Su propia fam ilia (originaria de lloso jardín. El príncipe, que cayó a tie
Mardinu, en el norte de Babilonia) su rra inconsciente, pasó a ser uno de sus
fría la crisis espiritual propia de la épo primeros fieles.
ca. Patek se estableció en Seleucia- En la primera de las tres ocasiones en
Ctesifonte (capital del Imperio); allí, que el rey conversó con Mani (abril del
en la Casa de las imágenes divinas, es 243) recibió de éste un escrito, el Sah-
cuchó por tres veces una misteriosa puhrogan («Escrito dedicado a Sapor»),
voz que le invitaba a renunciar al vino, cuya lectura le impresionó. Sapor le
a la carne y a las mujeres, tras lo cual autorizó a predicar libremente por el
se retiró a las zonas pantanosas de Ba Imperio y a acompañarle en sus campa
bilonia, donde se unió a la secta de los ñas, llegando a ser una persona influ
bautistas (quizá un movimiento judeo- yente en la corte.
cristiano). Esta conversión pudo haber Siempre protegido por el monarca,
influido notablemente en su hijo Mani. Mani escribió una amplia obra (Escri
A los doce años (228-229) recibió turas maniqueas) y fundó una iglesia;
la visita de un ángel (at-Ta’um), quien muchos de sus discípulos dieron a co
le probó ser su doble celestial; este ge nocer su doctrina en ciudades del
melo es el Paráclito, que en nombre de Oriente y Occidente.
Dios (rey del Paraíso de las Luces) edu Muerto Sapor (272), le sucedió uno
cará al profeta y le preparará para su de sus hijos, Bahram I (273-276). Bajo
misión. A partir de entonces tuvo al este nuevo reinado, Mobed Kartir asu
gunas visiones en las que se veía a sí mió enormes poderes. Se le considera
mismo. Bien instruido, entró al servi fundador de la Iglesia nacional sasáni
cio del rey Ardashir I. da, maestro de ceremonias, señor del
En abril del 240 (con 24 años) el templo del fuego de Anahita y jefe del
ángel se le apareció de nuevo para ini templo de la ciudad de Istar. Algunos
ciarle en su carrera como Apóstol de la autores le atribuyen el intento de hacer
Luz. El Señor le envía a salir del silen del zoroastrismo la única religión auto
cio, a anunciar la verdad y a proclamar rizada del Imperio. El renacimiento del
públicamente las enseñanzas recibidas culto zoroástrico vino favorecido por
(quizá de tipo gnóstico). Mani comu las instancias oficiales así como por la
193
MANILIO
fusión de dos clases sacerdotales riva la ciudad. El resto del cuerpo fue se
les: la de los magos (con sede en Siz, en pultado por sus discípulos en la ciu
la Media) y la de los herbad (Persia). dad de Ctesifonte.
Fruto de esta fusión será el renacimien Hoy día Mani es visto como un pro
to de la iglesia estatal zoroástrica y la feta, inteligente y cultivado (músico,
redacción canónica del Avesta. Bajo el matemático, pintor, astrónomo, médi
mandato de Kartir, los magos persas co), que intentó conciliar Oriente y
comenzaron a hacerse más fanáticos e Occidente. En su doctrina no faltan
intolerantes, persiguiendo a los heréti elementos de la moral búdica, del cul
cos (maniqueos) y a los adeptos de otras to mitraico e incluso de procedencia
religiones (cristianos). cristiana. En el llamado Evangelio de
En enero del 276, por orden de la infancia se cuenta que sus primeros
Bahram, Mani fue encarcelado en la años estuvieron marcados por las en
ciudad de Gundesapur (Susiana). Los señanzas gnósticas.
maniqueos fueron acusados de apartar Tras su muerte el rey Bahram orde
a los súbditos de la religión oficial y nó una dura represión del movimiento
ser incapaces de hacer algo provecho si bien no logró impedir su progreso,
so. El profeta se defendió ante el rey, que culminaría en los siglos siguientes.
inútilmente, recordando los muchos
milagros realizados y el bien hecho a la [Bibl.: H. Ch. Puech, Le manicheisme,
familia real; el fragmento de un ma son fondateur, sa doctrine, Paris, 1949; G.
nuscrito del Turquestán oriental pone Widengren, Mani und der Manichaismus,
en boca del profeta las siguientes pala Stuttgart, 1961; O. Klima, Manis Zeit und
bras dirigidas al monarca: Leben, Praga, 1962; L. J. R. Ort, Mani: A
religio-historical Description o f his Perso
nality, Leiden, 1967; Fr. Decret, Mani et la
No 05 he hecho nada malo. Siempre he
tradition manichéenne, Paris, 1974; M.
hecho buenos servicios a vos y vuestra
Tardieu, Le manichéisme, Paris, 1981.]
familia. Y es grande el número de servi
dores vuestros que he librado de demo
nios y falsos espíritus. Grande es el nú
M A N ILIO / Manilius (s. i d. C .).—
mero de los que he levantado de su
Autor de un poema en cinco libros titu
enfermedad. Y grande es el número de
lado Astronómica, dedicado a la astro
los que he redimido de toda clase de
nomía y astrología, compuesto entre los
fiebres y enfermedades. Y grande es
años 9 d.C. y 16 d.C., y dedicado al
también el número de los que murie
emperador Tiberio. Aunque se le han
ron y he vuelto de nuevo a la vida (H. atribuido los más diversos lugares de
H. Osten, E l mundo de los persas,
origen, probablemente nació en Italia.
Madrid, 1965, p. 125).
El argumento del libro I, en el que
sigue al astrónomo Arato, es astronó
Mani murió, semanas después, muy
mico y tiene como objetivo introducir
debilitado tras varios días de tortura
a los otros cuatro, de tema astrológico,
(en la cárcel llevaba tres cadenas en
sobre las propiedades de los cuerpos
las manos, tres en los pies y una en el
celestes, sobre las técnicas para elabo
cuello que le impedían todo movi
rar el horóscopo y sobre la influencia
miento y le causaban atroces dolores).
de cada constelación en el destino de
La pasión —que los maniqueos desig los hombres nacidos bajo tales signos.
naron con el término cristiano de
M anilio se enorgullecía de haber
«crucifixión»— se prolongó casi un
sido el primero en versificar en latín la
mes. Tras ser decapitado, su cabeza
materia astrológica1, si bien debió ha
fue expuesta en una de las puertas de
194
M A N I L I O
cerlo sobre materiales anteriores escri signos en las distintas partes de la tierra
tos en prosa. (vv. 587-817); 7) males que afectan a
Siguiendo la reciente traducción es los signos que presiden los eclipses lu
pañola de F. Calero, el contenido de nares (vv. 818-865); 8) epílogo de ca
los libros astrológicos puede estable rácter filosófico (vv. 866-935).
cerse de la siguiente forma: Libro V: 1) proemio (vv. 1-29); 2)
Libro II: 1) proemio (vv. 1-149); 2) paranatéllonta o conjunción de dos
clasificación de los signos zodiacales constelaciones, una zodiacal y otra
según sus propiedades (vv. 15 0-269); 3) extrazodiacal, en su orto o en su ocaso
relaciones geométricas entre los signos (vv. 32-709); 3) magnitudes de las es
(vv. 270-432); 4) tutela de los dioses trellas (vv. 710-745).
sobre los signos (vv. 433-452) y de éstos El poema de Manilio está elabora
sobre cada una de las partes del cuerpo do también sobre ideas de la filosofía
(vv. 453-465); 5) otras relaciones entre estoica y, en particular, sobre la «sim
los signos (vv. 466-692); 6) divisiones patía cósmica» que, en opinión de es
de cada uno de los signos en dodecate- tos filósofos, garantizaba la validez de
morias (vv. 693-721), término emplea las predicciones astrológicas.
do también para indicar la posición de Se trata, pues, de una gran síntesis
la luna (vv. 722-737) y los dominios de donde confluyen temas tales como el
los planetas en cada uno de los signos destino, la presencia del mal, la evolu
(vv. 738-787); 7) los cuatro puntos car ción y el progreso o la estructura social.
dinales en un nacimiento son el Medio
del Cielo, el Fondo del Cielo, el Horós 1. Astronom., 1 ,1-6 y III, 1-4.
copo o signo ascendente y el descenden
te (vv. 788-855); 8) desarrollo de la vida [Bibl.: Ediciones: A. E. H ousm an, M.
a través de los doce lugares del Dodecá- M anilii Astronom ica. Editio minor, C am
tropos (vv. 856-959). bridge, 1 932; G . P. G oold, M anilius. Astro
Libro III: 1) proemio (vv. 1-42); 2) nom ica, London, 1 9 7 7 ; Id., M. M anilii As-
división de la eclíptica con las doce tro n o m ica, L e ip zig , 1 9 8 5 ; trad u cció n
«suertes» (vv. 43-159); 3) modo de en e sp añ o la: F. C a le ro y M . J . E charte,
contrar la suerte de la Fortuna (vv. M anilio. A strologia, M adrid , 1996. E stu
160-202); 4) cálculo preciso del horós d ios: V an W ageningen, «M an iliu s»: R E ,
X IV , 1 (1 9 2 8 ), co ls. 1 1 1 5 -1 1 3 4 ; F. F.
copo (vv. 203-509); 5) explicación de
Liihr, R atio u n d F atu m . D ich tu n g und
la «cronocratoría» (influencia de los Lehre bei M anilius, D iss., Frankfort a.M .,
signos sobre los años, los meses, los 1 9 6 9 ; L. Baldini M oscadi, «M agia e pro
días y las horas (vv. 510-617); 6) des gresso in M anilio»: A &c R, 25 (1980), pp.
cripción de los cuatro signos trópicos 8-14; C. Salam m e, Introduzione agli A stro
(Aries, Cáncer, Libra y Capricornio) y nom ica di M an ilio, N a p o li, 1 9 8 3 ; J . H.
excursus final (vv. 618-682). Abry, «L ’astrologie à Rom e: les Astronom i
Libro IV: 1) proemio (vv. 1-118); 2) ca de M anilius»: Pallas, 3 0 (1983), pp. 49-
influencias de las constelaciones zodia 6 1 ; W. H übner, «M anilius als A strologe
und Dichter»; ANRW, II, 32. 1 (1984), pp.
cales en los nacimientos (vv. 121-293);
126-320.]
3) influencias de los decanos (signos
que dominan en cada división en 10
grados) (vv. 297-407); 4) partes dant-
nandae o grados nefastos en cada cons M A N ILIO A N T ÍO C O / M anilius
telación (vv. 408-501); 5) influencias Antiochus (s. i a.C.).— Plinio1le consi
de algunas partes de los signos sobre los dera conditor astrologiae («fundador
nacimientos (vv. 5 02-5 84); 6) geografía de la astrologia» [en Roma]). Según el
astrológica, esto es, influencia de los naturalista latino llegó a Roma como
195
MÁNTICLO
196
MARCOS EL MAGO
197
MARCOS EL MAGO
198
MARSOS
199
MARTA
200
M A X I MI Ll A
201
MAXIMO DE ÉFESO
apóstoles e incluso a Cristo. Para los lamentando ser tratada por sus adver
montañistas, Maximila y Prisca eran, sarios como un lobo:
junto a Montano, los profetas que el
Señor había prometido enviar a los Me persiguen como a lobo lejos de las
hombres7; el Espíritu mandado por ovejas; yo no soy lobo, soy palabra y
Cristo había hablado por boca de espíritu y poder'6.
Montano y Prisca8. Los propios mon
tañistas justificaban el profetismo fe Por su parte, Epifanio17 dice que
menino recordando los ejemplos de las Maximila se sentía enviada como se
hijas de Felipe y de Débora. guidora, reveladora e intérprete de la
Los adversarios creían que M axi nueva doctrina religiosa y obligada a
mila y Prisca estaban poseídas por un aprehender — quisiera o no— el cono
espíritu diabólico y las acusaban de cimiento de Dios.
profetizar en estado de éxtasis, tras De Prisca, la «santa profetisa», cono
haber perdido la conciencia9. Es posi cemos algunos oráculos transmitidos
ble que después de ellas no hubiera por Tertuliano. Uno de ellos, conside
existido dentro de la secta ningún otro rado como «anuncio evangélico», exal
caso de profetismo10. Durante sus años ta la castidad como causa de la armonía
de ejercicio las dos profetisas llegaron interior e instrumento para tener reve
incluso a elaborar nuevas normas so laciones útiles para la salvación18. Otro
bre los ayunos, las fiestas y el régimen («Soy carne y odio la carne») condena a
alim enticio11. N o faltaron intentos, aquellos que negaban la resurrección
por parte de algunos obispos orto de los cuerpos19.
doxos de Asia Menor, de «refutar el
espíritu que había en M axim ila»12 y de 1. E p„ 133, 4. / 2. Eus., HE, V, 1 8 ,3 ./ 3.
exorcizar a Prisca, pero la oposición de HE, V, 18, 7 .1 1 ./ 4. HE, V, 18, 1 1 ./ 5. HE,
sus seguidores lo impidió. V, 1 8 ,6 .1 0 . / 6. Refut., VIII, 19,1-2. / 7. Eus.,
H E, V, 16, 12. / 8. Cipr., Ep., 75, 7, 3. / 9.
Las profecías de estas mujeres goza Eus., H E, V, 16, 9; Epif., Pan., 4 8, 3-8. / 1 0 .
ron de especial popularidad en Asia (y Eus., H E, V, 17, 4. / 11. Hipol., Refut., VIII,
especialmente en Ancira) provocando 19, 2; Tert., De ieiun., 1, 3. /1 2 . Eus., HE, V,
el enfrentamiento de las iglesias. Ter 16, 16. / 13. H ip o l, Refut., VIII, 19, 1. / 14.
tuliano cita al obispo de Roma, quizá CTh, XVI, 5, 34. / 15. Eus., H E, V, 16, 18;
Epif., Pan., 4 8 ,2 ,4 . /1 6 . Eus., H E, V, 1 6 ,1 7 .
Ceferino (198-210), entre quienes, ini
/ 17. Epif., Pan., 4 8 ,1 3 ,1 . / 18. De exh. cast.,
cialmente, manifestaron su adhesión al 10, 5 ./ 1 9 . De res., 1 1 ,2 .
movimiento.
De los oráculos de M axim ila y [Bibl. : C. M azzucco, «E fu i fatta m as
Prisca existían varias compilaciones, chio». L a donna nel Cristianesim o prim iti
realizadas por sus seguidores (Asterio vo, T orino, 1 989; M . J. H idalgo de la Vega,
Urbano es uno de ellos). Según sus de «El profetism o fem enino en la tradición
tractores, dichas compilaciones eran cristiana»: Studia H istórica, 9 (1991), pp.
valoradas en mayor medida que las 115-128.]
Sagradas Escrituras13. Todavía en el si
glo iv circulaban por diversas provin M ÁXIM O DE ÉFESO /Máximos (371
cias, pues una disposición imperial del d.C.).— Famoso filòsofo neoplatóni-
año 398 ordena su destrucción14. co y teùrgo del siglo iv d.C., maestro
Se conservan algunos de los orácu del emperador Juliano1, condenado a
los de Maximila, generalmente de tono muerte en época de Valente. Teodore-
apocalíptico, anunciando la llegada de to dijo de él2 que parecía un filósofo,
guerras y revoluciones15. Asterio Urba pero que en realidad era un mago.
no recogió unas palabras de Maximila Originario de la ciudad de Efeso3,
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MÁXIMO DE ÉFESO
pertenecía a una rica familia; fue discí Llegado Juliano al poder, en el 362
pulo de Edesio4 y maestro, entre otros, d.C. mandó llamar a sus dos principa
de Eunapio, quien nos dejó algunos les maestros: *Crisantio y M áxim o7.
datos biográficos de M áxim o en su Ambos recurrieron a los augurios para
Vida de los sofistas5. Le describe como conocer la voluntad de los dioses,
un hombre, con barba gris, que emana quienes, sin embargo, dieron signos
ba «armonía» cuando se le escuchaba o prohibitivos y hostiles. Pero mientras
se le miraba, que movía rápidamente Crisantio quedó aterrorizado e intimi
sus ojos y hablaba con rapidez; ni si dado y decidió no abandonar su ciu
quiera los más elocuentes se atrevían a dad, Máximo, al contrario, determinó
contradecirle en los debates filosóficos. tener un encuentro en Constantinopla
Una de las primeras intervenciones con el nuevo emperador:
célebres de Máximo, según nos dice
Eunapio, tuvo lugar en el ámbito de la Sin embargo, Crisantio, pienso que has
magia (o de la teúrgia). A petición de olvidado que hemos sido educados para
Sosípatra llevó a cabo un hechizo creer que es el deber de los genuinos
—por medio de su «poder sacrificial» helenos, especialmente si éstos son
y de ciertas plegarias— para romper el hombres instruidos, no ceder en modo
encantamiento amoroso que sobre ella alguno ante los primeros obstáculos
había obrado Filométor6. que se encuentren; sino más bien lu
En otra ocasión, cuenta Eunapio, char con los poderes celestiales hasta
Máximo invitó a Eusebio, otro maes conseguir que éstos se inclinen en favor
tro de Juliano, a entrar en el templo de de su servidor (Eunap., Vit. Sophist.,
la diosa Hécate en compañía de un VII, 3, 9).
grupo de discípulos. Tras rendir los
honores a la diosa, les dijo: De esta forma, Máximo ensayó to
dos los métodos —propios de la teúrgia
Tomad asiento, queridos amigos, y ob o de la magia— hasta que obtuvo los
servad atentamente lo que va a ocurrir resultados que deseaba. Aunque debió
y en qué grado tan notable aventajo yo de ejercer en la corte un influyente pa
a la m asa de las gentes comunes pel, siempre según Eunapio, Máximo
(Eunap., Vit. Sophist., 89). comenzó a hacerse insolente, llevaba
vestiduras demasiados costosas para un
Dicho esto quemó un grano de in filósofo y se fue haciendo cada vez mas
cienso y recitó para sí mismo un him inaccesible e irritable. Debió de ser du
no. La imagen de la diosa comenzó rante estos años cuando, según Zósi-
primero a sonreír y luego pareció in mo8, acusó a Valentiniano de impiedad
cluso reír a carcajadas. Todos se ate hacia las leyes divinas a causa de su fe
morizaron ante la visión, pero M áxi cristiana.
mo les dijo: Fue entonces cuando el emperador
decidió llamar al filósofo griego Prisco
Que ninguno de vosotros se aterrorice que llegó finalmente a Roma en los
con estas cosas, pues ahora mismo has primeros meses del 363 d.C. Ambos,
ta las antorchas que la diosa lleva en Máximo y Prisco —junto con otros
sus manos se encenderán hasta dar lla sofistas y neoplatónicos— acompaña
ma (Eunap., Vit. Sophist., 89). ron a Juliano en su célebre expedición
contra Persia; según Amiano, Juliano,
Antes de que acabara de hablar, las en su lecho de muerte (junio del 363)
antorchas ardieron en un torrente de discutió sobre la inmortalidad del alma
luz. con Máximo y Prisco’ .
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MÁXIMO DE ÉFESO
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MELAMPO
Vit. Sophist., VII, 4 ,1 6 -1 7 . /1 2 . Vit. Sophist., espartano despidió a sus aliados poco
VII, 5 ,9 - 6 ,1 ; 6 ,1 -2 . /1 3 . Vit. Sophist., VII, antes
6, del choque, quiso que Megistias
1-2. / 14. Vit. Sophist., VII, 6, 3-6; Amm.
regresara a Esparta para que no perecise
M arc., X X IX , 1 ,4 2 ; Soc., Ill, 1. /1 5 . Eun., fr.
39; Vit. Sophist., VII, 6 ,7 ; Amm. Marc., X X IX , en su compañía4. Pero éste se negó a
1, 4 2 ; Lib., Or., I, 158; Zos., IV, 15, 1. /1 6 . abandonarle, diciendo: «Fui enviado
Ep., 1 9 0 ,1 9 1 . / 17. E p., 694. como combatiente, no como mensaje
ro»5; Megistias se contentó con despe
[Bibl.: Praechter, «M axim us»: RE, XIV, dir a su único hijo, que servía en el ejér
2 (1930), cois. 2 5 63-2565.] cito, sucumbiendo posteriormente en
la derrota.
Heródoto nos ha transmitido tam
M Á XIM O / Máximos (s. iv d.C.).— bién el epitafio (un epigrama) que su
A strólogo neoplatónico, originario amigo el poeta Simónides redactó para
quizá de Efeso. Según la Suda1escribió su tumba:
un poema astrológico, Peri Katarchon,
del que se conservan 610 versos. Este es el monumento sepulcral del cé
Según la posición de la Luna en el lebre Megistias, a quien un día mata
Zodíaco y en las constelaciones de los ron los medos, después de haber atra
planetas, en ella examina: 1) nacimien vesado el río Esperqueo; de un adivino
to; 2) compra de esclavos; 3) travesías que, a pesar de ver claramente que en
marítimas y com ercio; 4) viajes; 5) tonces se le acercaban las Keres [perso
matrimonio; 6) enfermedades; 7) tra nificaciones de la muerte], no soportó
tamientos quirúrgicos; 8) huidas [de abandonar a los jefes de Esparta
esclavos]; 9) educación del niño; 10) (Herod,, VII, 228, 3).
agricultura; 11) cautividad; 12) robo.
Filóstrato, autor griego del siglo m
d.C., le cita junto a *Aristandro de
1. s.v. «M áximos».
Licia como uno de los mejores adivi
[Bibl.: Strauss, «M axim us»: RE, X IV , 2 nos en el arte de las visceras6 y a través
(1930), cois. 257 3 -2 5 7 5 .] de uno de sus personajes declara su
admiración por el adivino, «pues de
seó participar en lo que sabía que les
M E G IST IA S / M egistías (s. vi-v iba a ocurrir, teniendo miedo, no de
a.C.).— Adivino (mantis) acarnanio1 morir, sino de no haber muerto junto
de la familia de los *Melampódidas, a tales hombres»7. Plutarco recuerda,
que vivió en época de las guerras mé de forma más abreviada, la historia de
dicas. Eliano2 le cita, junto a *Silano y Megistias, que, sin embargo, aparece
*Euclides, entre los «impresionantes con el nombre de Temísteas8.
expertos» en interpretar los significa
dos de las distintas posiciones de las 1. Herod., VII, 221; F ilo s«., VA, VIII, 7,
48. / 2. HA, VIII, 5. / 3. H erod., VII, 219. / 4.
visceras. Herod., VII, 221. / 5. Mor., 221 D. / 6. VA,
M egistias form ó parte del grupo VIII, 7 ,1 5 . / 7. IV, 23. / 8. Mor., 221 D.
que, conducido por Léonidas, esperó a
los persas en el paso de las Termopilas [Bibl.: M iller, «M egistias»: RE, X V , 1
(480 a.C.). La primera noticia que tuvo (1931), p. 332.]
el ejército espartano de la proximidad
de sus enemigos la recibió de Megistias,
quien observando las víctimas sacrifi MELAM PO / Melámpous.— Adivino
cadas, anunció que al asomar la aurora (iatromantis) mítico, originario quizá
les esperaba la muerte3. Cuando el rey de Tesalia, aunque protagonizó en el
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MELAMPO
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MELAMPO
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MELANCRERA
«M é lam p o u s et les P ro itid e s»: REA , 6 7 insisten en que sólo ellos eran posee
(1965), pp. 2 5 -3 0 ; P. Scarpi, «M elam pus e i dores de un escrito muy antiguo (que
miracoli di D ionysos», en Perennitas. Studi remontan a Set, un «hijo de consola
in onorediA . Brelich, Rom a, 1 980, pp. 431-
ción» de Adán y Eva) donde se decía el
4 4 4 ; E. Suárez de la T o rre, «Les pouvoirs
des devins et les récits m ythiques: l’exem ple
lugar y el día en que iba a nacer Jesús.
de M élam pous»: L E C , 60 (1992), pp. 3-21.] En la cadena de trasmisión de ese es
crito arcano aparecen N oé y su hijo
Sem, Abraham y Melquisedec, «rey de
M ELA N CRERA / Melanchraíra .— Salem y sacerdote del Altísimo por
Nombre dado en ocasiones a la * sibila cuyo conducto llegó a conocimiento
a causa de la oscuridad de sus orácu de nuestro pueblo que los magos de
los; lo recibe, por ejemplo, la profetisa cían proceder de Persia en tiempos de
*Casandra' o la sibila de Cumas. Ciro». Melkon, el portavoz y el más
importante de los magos, «tomó el li
1. Licofr.,j4/e*., 1464. bro del Testamento», dirigido a Adán,
y lo ofreció al niño, diciendo: «Ábrelo
y léelo, pues está a tu nombre». Este es
M ELC H O R / Melkon (s. i a.C .?).— el texto de la profecía:
Uno de los magos «reyes» o «hijos de
reyes» que, según la tradición cristiana En el año seis mil, el sexto día de la
(evangelios canónicos y apócrifos), jun semana y a la hora sexta [666 es un
to a Baltasar y Gaspar, fueron a adorar número mágico que identifica al dia
a Jesús recién nacido «siguiendo una blo] enviaré a mi H ijo unigénito, el
estrella». Como «magos» (Mágoi) son Verbo divino, quien tomará carne de tu
citados en el evangelio de M ateo' el descendencia y vendrá a ser hijo del
único de los sinópticos que alude a la hombre. E l te reintegrará a tu prístina
visita de los magos a Jerusalén y luego dignidad por los tormentos terribles de
a Belén en cumplimiento de la profecía su pasión en cruz. Y entonces tú, ¡oh,
hecha por Miqueas2, y también en el Adán!, unido a mí con alma pura y
Protoevangelio de Santiago3, en Act. cuerpo inmortal, serás deificado y po
Pilatii'' y en el Evangelio del Pseudo drás, como yo, discernir el bien del mal
M ateo5 (que se refiere a ellos como (Ev. Armen. Inf., X , 23).
tnagi). El evangelista hace proceder a
los magos «de Anatolia», en tanto algu La tradición oriental habla de doce
nos códices del Protoevangelio y el magos y los armenios de quince. La
Evangelio armenio de la infancia, obra versión etiópica del Protoevangelio fija
ésta posiblemente del siglo vi, puntua también en tres el número de magos y
lizan claramente de Persia. Sin embar da los nombres etíopes: Tanisuram,
go, hay contradicciones en cuanto al Malik y Sissebá. Cuando, de vuelta a
número de los magos y a su condición, su países, éstos cuentan qué regalos
nunca claramente expresada. Sólo el han recibido a cambio de sus presentes
Evangelio armenio6 ofrece datos de in —oro, incienso y mirra— responden
terés que ha seguido la tradición occi que el niño les dio un trozo de pan,
dental (a través de san León Magno y que ellos «escondieron en la tierra». El
Máximo Tauronense): que los magos rey que los escucha les pide que desen
eran tres, así como sus nombres: Mel tierren el pan y se lo lleven. Cuando
kon, rey de los persas; Gaspar, de los excavan la tierra, de donde estaba el
indios, y Baltasar, de los árabes. pan sale una llamarada de fuego; «por
En la entrevista que estos magos tal razón —acaba el relato— los ma
mantienen con Herodes en Jerusalén, gos adoran todavía el fuego».
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MELCHOR
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MENÉCRATES DE SIRACUSA
por los judíos y que luego subiría al cie Gayo, «M ito griego y literatura cristiana:
lo», y que el día del nacimiento les se los Reyes M agos», en E stu dios de religión y
ría anunciado por una estrella. La iden mito en G recia y Rom a. X Jo m a d a s de F ilo
tificación de Zaratustra con *Balaam logía clásica de C astilla y León, León, 1995,
pp. 103-122.]
(el profeta-astrólogo), por hablar de
una «estrella» en sus vaticinios, se debe
al empeño de los cristianos primitivos
de hacer de aquél un profeta mesiáni- M E N É C R A T E S D E SIRACUSA /
co apoyándose en la tradición antigua, Menekrátes (s. iv a.C .).— M édico y
la de los mazdeístas, según los cuales taum aturgo griego. Se atribuía una
Saosyant, su «mesías», había de venir y naturaleza divina y se denominaba a sí
aparecer en el Monte de la Revelación. mismo Zeus. Según Eliano1, envió al
Según este Evangelio árabe, el presen rey Filipo de Macedonia una carta que
te que los magos llevaron a su país (a decía: «A Filipo, M enécrates-Zeus:
Persia, dice la versión siríaca), de re que seas feliz». El monarca le respon
greso, no era un pan, sino un pañal dió con otra, en la que sutilmente daba
mágico que les había dado María. a entender que estaba loco: «Filipo a
M enécrates: que tengas salud. Te
[Los magos] celebraron una fiesta y, aconsejo que viajes a la región de Anti-
según su costumbre, encendieron un cyra». En esta localidad de la Grecia
fuego y lo adoraron. Después arrojaron central crecía el eléboro, que se creía
el pañal sobre la hoguera y al momen un remedio contra la locura. También
to fue arrebatado y consumido por el otros autores confirman esta autode-
fuego. Mas, cuando éste se extinguió, nominación divina del médico2.
sacaron el pañal en el mismo estado Sus dotes especiales residían en la
que tenía antes de arrojarlo, como si el curación de los epilépticos. A quienes
fuego no lo hubiera tocado. Por lo cual, curaba los obligaba a entrar en su sé
empezaron a besarlo y a colocarlo so quito y les daba nombre y dignidad de
bre sus cabezas, diciendo: «Esto sí que dioses (theios choros), peregrinando
es una verdad sin sombra de duda. Es por distintos países3.
portentoso que el fuego no haya podi
do destruirlo» [«pues es el vestido de
1. HV, XII, 51. / 2. Clem. Alex., Protr., 54,
los dioses», añade la versión siríaca]. 3; Plut., Ages., 2 1 ; Mor., 191 A, 213 A. / 3.
Por lo cual tomaron aquella prenda y Ateneo, VII, 289.
la guardaron entre sus tesoros (Ev.
Árab. Inf., VIII).
[B ib l.: O. W ein reich , «M en ek ráte s,
1. M t II, 1. / 2. Miq 5 ,1 . / 3. X X I, 1. / 4. Zeus und Salm oneus»: T ü b. Beitr. Altertum
IX, 3. / 5. XVI. / 6. V y XI. / 7. De Inf. Salv., W issenschaft, 18 (1933).]
89. / 8. Isidor., Etym., V, 39, 7. / 9. Isidor.,
Etym., XIV, 3, 12. / 10. Isidor., Etym ., XIV,
3, 12 = Serv., adAen., I, 642.
MÉROPE / Merópe.— Adivino griego,
citado en la U f a d a Conocía el arte de
[B ib l.: M . R. Ja m e s, L atín In fan cy la m ántica y no dejó a sus hijos,
G ospel; a new text, with a paralel versión Adrastos y Anfios, ir a la guerra, pese a
from Irish, C am bridge, 1 9 2 7 ; texto del ms.
lo cual éstos desobedecieron; ambos
H ereford en pp. 3-9 5 ; G . M essina, IM a g ia
Betlem m e e una predizione di Z oroastro,
morirían más tarde abatidos por
Rom a, 1 933; U. M onnetey de Villard, «Le Diomedes.
leggend e orientali sui M ag i evan gelici»:
StT, 163 (1952), pp. 136-137; G . M oroch o 1. II, 831; XI, 329.
210
M I LTAS
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MIQUEAS BEN-YIMLAH
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MITROBARZANES
213
MOISÉS
que, tras despedirse del mago, logró libro sagrado. En otro papiro, un exor
llegar el filósofo. cismo con invocación al Acéfalo, crea
dor del cielo y de la tierra, se dice:
1. 6 -22 .
Yo soy Moisés tu profeta, a quien en
tregaste tus misterios, que son celebra
MOISÉS (Libros de) / Mósheh (Tiebr.), dos por Israel, tú mostraste lo húmedo
Moiisés (gr.), Moyses fíat.).— Del Moi y lo seco y todos los alimentos. Escú
sés del Antiguo Testamento se hizo chame (PGM, V, 110).
uno de los magos más famosos en la
Antigüedad clásica. Tal asociación se
La receta mágica de un papiro6 para
basa fundamentalmente en el famoso
hacerse invisible y conseguir el amor de
capítulo del Éxodo1 en el que Arón y
una mujer está tomada de una obra ti
Moisés compiten en gestas taumatúr
tulada Diadema de Moisés, quizá algu
gicas con los magos del faraón.
na colección mágica. Por su parte,
Los Hechos de los Apóstoles2 dicen
PGM, XIII, 1-5 y 344 (el papiro griego
también de él que fue instruido en
J 395 del M .° Antigüedades de Leiden,
toda la sabiduría de los egipcios y que
datado a mediados del s. iv d.C., que
era poderoso en palabras y obras, lo
contiene en dos redacciones la célebre
que equivale a decir que practicaba la
Kosmopoiía), recoge el libro sagrado
magia. Los medios judíos helenizados,
llamado La Mónada u Octavo Libro de
de donde provienen los Hechos, reco
Moisés. Dentro de la Kosmopoiía se
nocían en Moisés a un mago, lo que
alude a otros escritos o colecciones de
se explicaba por su larga estancia en
Moisés como La llave 7, El Libro del
Egipto.
arcángel11o La epíclesis oculta de Moi
Un amuleto de Acrae (Sicilia) descri
sés a la luna y El décimo libro oculto de
be cómo Moisés se transforma en un
Moisés (XIII, 1078). La mención de
mago (physikós) después de haber su
todos estos escritos permite pensar que
bido por la montaña sagrada3. El natu
bajo el nombre de Moisés circuló en la
ralista latino Plinio4lo consideraba fun
Antigüedad pagana un corpus de litera
dador de una escuela mágica (magices
tura mágica, al estilo de los escritos
factio).
mágicos de Hermes, Tot, *O stanes,
Pero es posible que el mago Moisés
*Histaspes o *Zaratustra.
hubiese sido conocido ya en el mundo
pagano desde época helenística. Algu
1. 7,8 ; 8,15. / 2 .7 ,22./3.IG , XIV, 2413,
nos autores (Bidez-Cumont) conside 17. / 4. NH, XXX, 11. / 5. III, 444. / 6. PGM,
ran, de hecho, que el catálogo pliniano VII, 620. / 7. XIII, 21 y 383. / 8. XIII, 974.
de los magos, del que Moisés forma
parte, remonta al filósofo griego Her- [Bibl.: Sobre el profetism o de M oisés:
mipo (s. m a.C.). Dos de los magos L. Perlit, «M ose ais P rophet»: EvTh, 31
egipcios que compitieron con Moisés, (1971), pp. 5 8 8 -6 0 8 ; F. G arcía López, «Un
*Iannes y Mambres (o Iambres), apa profeta com o M oisés. E studio crítico de Dt
recen ya en un texto apócrifo de época 18, 9-22», en N . Fernández M arcos (ed.),
Simposio Bíblico Español, M adrid, 1984,
helenística y, más tarde, también en los
pp. 2 8 9 -3 0 8 . Sobre el M oisés del paganis
catálogos de los magos más celebres de m o: J . G . G ager, Moses in Graeco-Roman
la Antigüedad realizados por Plinio y Paganism, N ashville-N ew Y ork, 1 9 7 2 ; N .
Apuleyo. Fernández M arcos, «M otivos judíos en los
En los Papiros Mágicos Griegos5 su papiros m ágicos griegos», en Religión, su
nombre es citado en un amuleto de perstición y magia en el mundo romano,
predicción que ha sido copiado de un Cádiz, 1985, pp. 101-127.]
214
MOPSO ARGONAUTA
215
MUSEO
Apol., Arg., I, 65; 80; IV, 1502; Hyg., Fab., llegó a Eleusis en un tiempo en que la
XIV, 173; Sen., Medea, 652. / 5. IX , 5 ,2 0 ,2 2 . iniciación estaba presidida por Museo.
/ 6. V, 1 7 ,1 0 .
Como poeta fue considerado pre
[Bibi.: B. Kruse, «M opsos»: RE, XV I, 1 decesor de Homero y Hesíodo, com
(1933), cols. 241-242; E. Simon, s.v. «M op poniendo numerosas obras, entre ellas
sos»: U M C , VI, 1 (1992), pp. 650-652.] una Titanomaquia, una Teogonia, un
Himno a Deméter y una Eumolpia.
Según Pausanias11, en el poema ti
M U SEO / Mousaios (s. vi a.C .?).— tulado Eumolpia Museo afirmaba que
Poeta, sacerdote y adivino semilegen el oráculo de Delfos era, en origen, de
dario griego. Según unos, siguiendo Poseidón y Gea (Tierra); ésta respon
alguna tradición pro-ateniense1, era día por sí misma, mientras que el in
originario de Eleusis. Era situado por térprete de Poseidón era Pircón:
los Eumólpidas en la cuarta generación
de su genealogía, es decir, como hijo Enseguida habló su palabra sabia Gea
de Antifemo2 (Orfeo, Tamiris y Linos Ctonia / y con ella Pircón, servidor del
aparecen en otros autores como padres ilustre que conmueve la tierra (Paus.,
de Museo). Otros le creían tracio3 y X, 5, 6).
compatriota, por tanto, de Orfeo; am
bos nombres se asociaron frecuente Existen dudas sobre la autenticidad
mente en la leyenda a partir, sobre de estos pasajes. El propio Pausanias12
todo, del siglo v a.C. dice que de la obra de Museo lo único
También existían varias tradiciones auténtico es el Himno a Deméter.
sobre la identidad de su madre: ésta Como adivino13compuso perilyseis,
pudo ser una ninfa o, más concreta teletaí, katharm of4 y, sobre todo, orá
mente, una musa4; pero la creencia culos. Estos habrían sido reunidos por
más generalizada es que Museo era *Onom ácrito15 y presentados a los ate
hijo de Selene, es decir, de la Luna5. nienses en época de los Pisistrátidas (s.
De su esposa Deiope tuvo un hijo, Eu vi a.C.). Las profecías de Museo nunca
molpo, al que tradicionalmente se atri alcanzaron, sin embargo, la populari
buyó la fundación de los misterios de dad de las de *Bacis. El hijo o el niño
Eleusis6. alimentado por las musas permaneció
Como Orfeo (algunos estudiosos le siempre como un poeta hierático en el
consideran, incluso, una «réplica» ate cual la presciencia se combinaba con la
niense suya), Museo pasó por ser un inspiración poética, aunque predomi
gran músico7 (según Estrabón fue uno nando ésta (Bouché-Leclercq). Museo
de los fundadores de la música, junto a era, más que un cresmólogo, un chres-
Orfeo y Tamiris), capaz de curar en modós, y por tanto sus oráculos eran
fermedades con sus melodías. Durante más cantos místicos, inspirados por un
su juventud, Museo cantó sobre las soplo de entusiasmo religioso, que ver
colinas de las Musas, obteniendo de daderas profecías.
Bóreas, como recompensa, el don de Sus predicciones relativas a las gue
volar8. Según Aristóteles9 Museo afir rras médicas (s. vi a.C.) eran citadas
maba que para los mortales no existía como complemento de las de *Bacis16.
cosa más agradable que cantar. La única cita textual que se conserva de
Se le atribuía también la introduc los «oráculos de M useo» es recogida
ción en el Atica de los misterios de por Pausanias17 para corroborar la cer
Eleusis, de donde fue sacerdote (hiero- teza de un oráculo de la ‘ Sibila. Se ale
fante). D iodoro10 dice que Heracles gaba como prueba de que dos jefes ate
nienses, T ideo y Adimanto, fueron
216
MUSEO
sobornados por Lisandro para traicio Tras morir a edad avanzada, Mu
nar a los suyos en la batalla de Egospó- seo fue enterrado en la colina de las
tamos (405 a.C.): M usas15, o, según otra tradición, en
Falero20.
Pues sobre los atenienses vendrá una
lluvia salvaje, / por la maldad de sus 1. Aristoxenos, Fr. 91, Wehrli; Harpocr.,
jefes, pero habrá un consuelo I de la s.v. «M ousaios». / 2. Paus., X , 12, 11. / 3.
derrota; pues no pasarán desaperci Suidas, s.v. «M ousaios». / 4. Platon, Rep., II,
bidos a la ciudad y pagarán la pena 7. / 5. Scbol. Aristof. Ran., 1033; 1065. / 6.
(Paus., X , 9 ,1 1 ). Märmol de Paros, A 1 5 ./7 . X, 3 ,1 7 ./8 . Paus.,
I, 22, 7. / 9 .1 3 3 9 , b, 21-22. / 10. IV, 2 5 ,1 . /
I I . X , 5, 6. / 1 2 .1, 22, 7; IV, 1 , 5 . / 13. Sof.,
Heródoto18 se refiere también a un Fr. 1 1 1 ./ 1 4 . FGrH, 328, F, 208. /1 5 . Herod.,
oráculo de Museo en relación con otro VII, 6; Paus., I, 22, 7. / 16. Herod., VIII, 96;
episodio de las guerras médicas: la ba IX, 43. / 17. X , 9, 11. / 18. VIII, 96. / 19.
talla de Salamina. Una fuerte ráfaga de Paus., I, 25, 8. / 20. Anth. Pal., VII, 615.
viento Céfiro se llevó muchos de los
restos de naufragio hacia una playa del
[B ibl.: K . Freem an, The Pre-Socratic
Atica, llamada Colias, cumpliéndose Philosophers, O xford, 1966, pp. 19-21; G.
plenamente los oráculos pronunciados C olli, L a sabiduría griega, M adrid, 1996,
por Bacis y por Museo sobre esta bata pp. 2 9 7 -3 2 6 ; fragm entos: ibid., pp. 435-
lla naval. 440.]
217
N
219
NASAMONES
220
NEQUEPSO-PETOSIRIS
221
NESTORIO
222
NIGIDIO FÍGULO
Nestorio narró su vision a los magistra 1. IV, 105; cf. Mel., II, 7.
dos de la ciudad, éstos pensaron que
desvariaba a causa de su avanzada edad [Bibl.: Herrmann, «Neuroi»: RE, XVII,
y no le tuvieron en cuenta. El teúrgo 1 (1936), cois. 158-161.]
recurrió entonces a un subterfugio: fa
bricó una pequeña imagen del héroe
que depositó en un templo en miniatu N IC O / Nikó (s. ii a.C.?).— Hechicera
ra y la situó a los pies de la estatua de griega (originaria de Larisa) citada en
Atenea, en el Partenón; finalmente un epigrama anónimo probablemente
cumplió en honor de la diosa y el héroe de época helenística1. Nico ofrenda a
los ritos tradicionales. Dicha celebra Afrodita un instrumento mágico, la
ción religiosa fue decisiva para la ciu rueda capaz «de traer por los mares a
dad, pues fue la única que quedó a sal un hombre y sacar de su alcoba a las
vo de un terrible terremoto que asoló la niñas». El instrumento es bien conoci
geografía griega. do gracias a la descripción de Teócrito
Como hierofante, Nestorio ocupó en su Idilio II (*Simeta); en este caso
un gran cargo sacerdotal en Eleusis, tiene la particularidad de ser muy lujo
siendo quizá él quien inició al empera so, con incrustaciones de amatistas,
dor Juliano en los misterios eleusinos. adornado con oro y ceñido por suaves
Eunapio silencia su nombre para no bandas de lana purpúrea.
delatarlo en tiempos de persecución
1. Anth. Pal., 726 = V 205.
del paganismo; pero en un pasaje que
se refiere a él4 sostiene —como Zósi-
mo— que tenía el don de conocer el
porvenir. N IG ID IO FÍG U LO / P. Nigidius
Figulus (98-45 a.C.).— Filósofo, adivi
no, astrólogo y mago nacido en torno al
1. Proclo, In Remp., II, 6 4 ,6 . / 2. In Remp.,
año 98 a.C. (Cicerón1afirma que Nigi-
II, 6 4 ,6 ; II, 3 2 4 ,1 1 ss. / 3. IV, 1 8 ,1 -4 .14. Vit.
Sophist., 7, 3 ,1 -6 . dio era pretor en el 5 8 a.C., magistratu
ra que en Roma solía alcanzarse a los
[Bibl. : E. Evrard, «Le maître de Plutar- cuarenta años). Fue contemporáneo de
que d ’Athènes et les orígenes du néo-plato- Varrón, am igo de Cicerón (según
nisme athénien»: AC, 29 (1960), pp. 108- Plutarco2, Cicerón afirmaba que los
133 y 391-406.] mejores y más importantes consejos,
con los cuales había salvado a la patria,
los había recibido de Nigidio) y segui
NEURO S / Neurot.— Tribu escita fa dor de Pompeyo3, lo que le costó ser
mosa por sus prácticas de licantropía. enviado por César al exilio, junto a
H eródoto1 afirma que una generación otros pompeyanos. Cicerón se esforzó
antes de la expedición del rey persa por lograr que regresara a su patria e
Darío, es decir, a finales del siglo vi incluso es probable que preparara una
a.C., los neuros abandonaron su país cuarta Oratio ad Caesaris clementiam
invadido por una plaga de serpientes, en favor de su amigo (Della Casa).
viéndose obligados a refugiarse entre Nigidio fue un pitagórico conven
los budinos. El historiador griego los cido, restaurando en Roma la doctrina
califica de hechiceros (góetas), ya que del filósofo griego (Cicerón4 usa el ver
no existía ninguno de ellos que una vez bo renovare en el sentido de «restau
al año no se convirtiera en lobo duran rar»). En la capital creó una sociedad
te unos días, volviendo después a recu (,sodalicium) secreta pitagórica que fue
perar la forma humana. acusada de sacrilegium5.
223
NIGIDIO FiGULO
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NOADIA
225
o
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OLENO
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ONOMÁCRITO
229
ONOMÁCRITO DE LOCROS
a.C.), con el que hasta entonces había 6 ,3 .1 4 . VII, 6 ,4 ./ 5 . VIII, 27, 5. / 6. Fr. 189
venido colaborando, cuando fue sor Kern. I 7. Ad Od.,V, 604.
prendido (por Lasos de Hermione) en
el flagrante delito de intercalar en la [Bibl.: Fragmentos: O. Kern, O rphico-
rum fragmenta, Berlín, 1922, núms. 182-
recopilación de Museo un oráculo se
195. Estudios: Stoessl, «Onomakritos»: RE,
gún el cual las vecinas islas de Lemnos XVIII, 1 (1939), cois. 491-493.]
desaparecerían en el mar3. Ignoramos
si la interpolación de Onomácrito ha
bía disgustado al tirano griego porque O N O M Á C R IT O D E L O C R O S /
constituía una acción deshonesta o por Onomakritos (s. vn a.C.?).— Adivino
que contrariaba las pretensiones del griego (mantis), originario de Locros y
gobierno de Atenas sobre las regiones compañero de Tales (quizá no Tales de
vecinas del Helesponto. Mileto sino un cretense a quien se lla
Desterrado de Atenas, Onomácrito mó también después Thaletas). Aristó
se dirigió a Susa, donde no tardó en teles1 dice que Onomácrito fue el pri
unírsele Hipias, hermano de Hiparco, mer experto en legislación, aplicándola
expulsado en el 510 a.C. por los es en la isla de Creta donde vivía ejercien
partanos; ambos entablaron amistad do el arte adivinatorio.
olvidando el pasado. Siempre según
Heródoto4, cuando Onomácrito reci 1. Pol., 1274a 27.
taba varios oráculos en presencia del
rey persa Jerjes, lo hacía con el elogio
del pisistrátida. Si alguno de estos orá OPIO PLÁ CIDO / M arcus Oppius
culos pronosticaba al rey persa algún Placidus (s. i d.C.).— Harúspice (ha-
tropiezo, lo silenciaba, mientras que, ruspex primario de sexaginta) a quien
por el contrario, escogía y entresacaba el ordo sanctissim us de Lugdunum
el que profetizaba éxitos como, por (Lyon), es decir, el ordo decurionum,
ejemplo, que era conforme al destino sufraga una sepultura, según consta en
que un puente fuese echado sobre el una inscripción1. Se ha pensado que
Helesponto por un persa. De esta for pudiera pertenecer a un Ordo roma-
ma Onomácrito fue alimentando la no-etrusco creado en esta ciudad de la
expedición persa que Jerjes proyecta Galia, pero parece más probable que,
ba contra los griegos (480 a.C.). aunque originario de Lyon, pertenecie
Además de su actividad como adivi ra al célebre Ordo LX haruspicum res
no sabemos que Onomácrito era tam taurado por el emperador Claudio.
bién un filósofo órfico, autor de unos
Orfiká sobre cosmogonía y teogonia de 1. CIL, XIII, 1821 = ILS, 4952 a.
los que se conservan algunos fragmen
tos en la edición de O. Kern. Por su
parte, Pausanias5 dice que Onomácrito O RTÁ G O RA S / Ortbagóras (s. iv
compuso versos en honor de Dióniso a.C.). Adivino griego (mantis) de ori
en los que presentaba a los Titanes gen desconocido, quizá corintio, que
como autores de los padecimientos del vivió en la primera mitad del siglo iv
dios. También es conocido como autor a.C. Es citado como Ortágoras por
de himnos «homéricos»6; un escolio T eopom po1 y Eforo2, mientras que
homérico7le atribuye la falsificación de Timeo3 le cita como Satyros y Clemen
unos versos de la Odisea. te de Alejandría4 como Timaios.
Fue amigo y colaborador del tirano
1. VII, 6. / 2. Clem. Alex., S t r o m 1,131, de Siracusa, Timoleón. Antes de que
1; Eus., Praep. ev., X, 11, 30. / 3. Herod., VII, éste llegara al poder, Ortágoras, en
230
OS T A Ñ E S
compañía del propio Timoleón se en varios hijos a los que dio nombres sim
trevistó con el im popular tirano bólicos (Yizreel, No-am ada, No-mi-
Tim ofanes (hermano de Timoleón) pueblo) en los que se expresa la cólera
para que depusiera la tiranía (365 de Yahveh contra la infiel Israel. Los
a.C.). Viendo que éste no cedía, Timo- anuncios de castigos son reiterados:
león se retiró a un lado, pero
Ortágoras y Esquilo (hermano de la No te alegres Israel; no jubiles como
mujer de Timofanes) le atravesaron los gentiles; / pues te has prostituido
con sus espadas5. abandonando a tu Dios; / amaste el sa
lario de la prostitución / sobre todas las
1. FG rH , 115, F, 334. / 2. FGrH, 70, F, eras de grano. La era y el trujal no los
221. / 3. FGrH, 556 F 116.14. Strom., 1 , 135, sustentarán I y el mosto les fallará. No
1. / 5. Plut., Timol. , 4; Clem. Alex., Strom., I, morarán ya en el país de Yahveh, /mas
135.
Efraim regresará a Egipto, y en Asiría
comerán manjares impuros. / No ha
rán a Yahveh más libaciones de vino /
OSEAS / Hosea' (s. viii a.C.).— Profe ni le ofrecerán los sacrificios de ellos; /
ta hebreo cuya actividad podemos si como pan de enlutados será su pan,
tuar entre los años 750 y 730 a.C. Pa todos cuantos lo coman se contamina
rece que ejerció su ministerio en algún rán. / Pues su pan será sólo para sí mis
santuario de Samaría antes, pues, de mos, no entrará en la Casa de Yahveh.
que la ciudad cayera (721 a.C.). Se / ¿Qué haréis en el día de la solemni
considera que a juzgar por la forma de dad y en el día de la fiesta de Yahveh? /
expresarse debió ser educado posible Pues he aquí que se han marchado por
mente en una escuela sapiencial. desolación, / Egipto los recogerá,
Se caracteriza por sus profecías con Menfis los sepultará; / sus objetos pre
tra la corte y, en general, contra todas ciosos de plata las ortigas los hereda
las estructuras del Estado (rey, culto rán; / cardos habrá en sus tiendas (Os
del tem plo, sacerdocio, etc.). Para 9, 1-6).
Oseas la época dorada fue la del de
sierto, cuando Israel no tenía reyes ni Después de la caída del reino del
funcionarios de palacio, ni sacerdotes Norte, amigos del profeta llevaron sus
(quienes deberían haber transmitido al profecías a Judá, donde serían revisa
pueblo el espíritu de Yahveh), ni sacri das posteriormente. Oseas ejerció una
ficios, ni terafim'. El libro de Oseas notable influencia sobre "Jerem ías,
pone, pues, al descubierto los elemen que volverá a retomar los principales
tos sincretistas que se habían introdu temas de su predicación.
cido en la primitiva religiosidad judía.
Es posible que sus ideas continúen 1. Os 3, 4 . / 2 . Os 1 y 3.
—sin el elemento violento— la visión
política de Eliseo. La atrevida expre [Bibl.: P. G. Borgone, II libro del profeta
sión de «espíritu de prostitución» que Osea, Torino, 1990.]
dice haberse apoderado del pueblo en
sus relaciones con Yahveh se explica
por la experiencia personal del profe OSTANES / Vistana, Ostánes (s. vi-v
ta, ya que Oseas amaba a una mujer, a.C .).— Sacerdote, teólogo y mago
Gomer, devota de los cultos de Baal y persa que acompañó al rey Jerjes en la
Astarté y quizá antigua prostituta sagra campaña contra los griegos'.
da2. De ésta (si realmente se trata de una A su fanatismo religioso se atribuyó
sola mujer y no de dos diferentes) tuvo el incendio de la Acrópolis de Atenas2
231
OSTANES
232
p
PÁCULA ANNIA / Pacula Annia (s. n tumio llevara a cabo en el 186 a.C. la
a.C .).— Matrona de la Campania y célebre represión de las Bacanales, que
ciudadana romana que, según Livio1, en adelante fueron prohibidas en
introdujo como sacerdotisa del dios Roma.
Baco «cambios radicales» en dicho cul
to, siempre «bajo inspiración de los 1. Liv., X X X IX , 13, 9. / 2. Liv., X X X IX ,
dioses» (tamquam deorum monitu). 13, 8; X X X IX , 15.
Esta mujer, calificada de «sacerdotisa-
vidente» (J. Bayet), fue la que comen [Bibl.: J . M. Paillier, Bacchanalia. La
répression de 186 av. J.C . à Rome et en
zó a iniciar a los hombres en los ritos
Italie, Roma, 1988.]
báquicos. Hasta entonces, las Bacana
les eran celebradas en Roma exclusi
vamente por mujeres2. Lo hacían atraí
das no tanto por el exotismo del ritual PA FN U C IO / Pafnutius (s. i i i - i v
como por los nuevos valores que el d.C.).— Monje egipcio famoso como
dionisismo encerraba; su participación taumaturgo y exorcista. Según Rufino
constituía, además, una forma de reac de Aquileya había sido condenado por
ción contra la religión oficial, de cuyo el emperador Maximino a las minas
culto estaban excluidas. después de haberle hecho reventar el
Pácula Annia es también expresión ojo derecho y cortarle los tendones de
de uno de los principales aspectos de la pierna izquierda1. Según este mismo
las liturgias dionisíacas: el éxtasis pro autor eclesiástico2 con su sola palabra
fètico. Además de las danzas con rit expulsaba a los demonios y con su ora
mos corporales bruscos, de la música, ción curaba a los enfermos, lo que ha
de los vestidos de pieles, dicho ritual cía de él un «hombre de Dios» y no un
comprendía también vaticinationes. mago. Describiendo Rufino los mila
Como consecuencia de las importan gros obrados por Pafnucio, que no
tes reformas de Pácula Annia, según eran inferiores a los protagonizados
Livio, los hombres, como posesos, ha por los Apóstoles siglos antes, recuer
cían vaticinios entre frenéticas contor da que había devuelto la vista a los cie
siones corporales. Esta fue una de las gos y puesto en pie a paralíticos.
razones de que, siguiendo instruccio Pafnucio llegó a ser nombrado obis
nes del Senado romano, el cónsul Pos- po de una región de Egipto y participó
233
PÁMMENES
en los trabajos del concilio de Nicea l.Ann., XVI, 14./ 2. Suet., Domit., 10,5.
(325). / 3.Syncellus,td. Bonn,4 7 1 ./4 . HA, XVI,42.
1. HE, I, 4. / 2. HE, I, 4.
PANCRATES / Pankrátes (s. ii d.C.).—
Famoso mago egipcio (hierogramma-
PÁMM ENES / Pamménes (gr.), Pam- teys o «escriba sagrado»), originario de
menes (lat.) (s. i d.C.).— Según Tácito' Menfis, admirado por el emperador
Pámmenes era un célebre astrólogo Adriano, en cuyo honor escribió un
que fue desterrado en tiempos de N e poema y a quien acompañó durante su
rón; en Cerdeña, el lugar de destierro viaje por Egipto. En un papiro griego
(hacia el 66 d.C.), conoció y entabló mágico1 se recuerda a un Parates, pro
amistad con Antistio Sosiano, castiga feta de Heliópolis, que demuestra al
do también con el exilio por haber emperador Adriano la fuerza de su
compuesto coplas infamantes contra magia haciendo enfermar en dos ho
Nerón. ras, matando en siete y enviando sue
Dándose cuenta de la importancia ños al emperador para demostrar toda
que el emperador concedía a las dela la verdad de su magia. Adriano, admi
ciones y del partido que de ellas podía rado por sus técnicas, ordenó que se le
sacar, Antistio Sosiano decidió delatar duplicaran sus honorarios.
le: robó al astrólogo documentación Luciano nos ha dejado en su Philop-
con los horóscopos de ilustres perso seydés2 un cuadro de los principales
najes romanos, como Publio Anteyo rasgos de su personalidad. Con la cabe
(que pagaba a Pámmenes una retribu za rasurada y cubierto con un vestido
ción anual por sus consultas por co de lino, como cualquier sacerdote egip
rrespondencia) u Ostorio Escápula. cio, era alto, de labios gruesos y piernas
Sosiano escribió al emperador comu delgadas; siempre meditabundo, no
nicándole que Anteyo y Escápula hablaba muy bien griego. Luciano no
conspiraban contra el orden estableci duda en calificarle de «hombre divino».
do y especulaban no sólo con sus pro Tras permanecer durante 23 años de
pios destinos sino también con el del semiclausura en los santuarios subte
emperador, por lo que fue llamado a rráneos de los templos egipcios, donde
Roma. Tras la denuncia, Anteyo se Isis le reveló los secretos de la magia,
suicidó inmediatamente; al segundo le salió al exterior para poner a prueba sus
fue enviado un centurión para que pu conocimientos. Luciano ofrece dos de
siese fin a su vida2. Se supone (F. H. liciosos ejemplos de sus terástia: el pa
Cramer) que Pámmenes fue condena seo de Pancrates en el dorso de los co
do a muerte acusado de un crimen de codrilos3 o su poder para nadar entre
lesa majestad. fieras que se le sometían y le halagaban
Es probable que este astrólogo fue con las colas y la novela del mago
se también conocido en su tiempo aprendiz4.
como alquimista3. En cualquier caso es En ésta Luciano narra cómo Pancra
recordado aún por los autores del si tes, al llegar a un lugar donde alojarse,
glo ii d.C .: Eliano4 cita una de sus cogía una tranca de la puerta, una es
obras, Sobre los animales salvajes, en coba o una mano de mortero, lo vestía
la que Pámmenes aseguraba haber vis y pronunciando una fórmula mágica
to personalmente en Egipto escorpio de tres sílabas lo hacía andar y parecer
nes alados provistos de un par de agui un hombre. Este servidor traía agua,
jones y serpientes bicéfalas con dos guisaba, preparaba los alimentos y lo
patas en la cola. preveía todo siempre con la mayor des
234
PELÉADAS
235
PELEADAS
sas de Dioné (hija de Océano y com peléadas y luego otra, hasta quedar en
pañera de Zeus). Contrapartida feme época tardía sólo una (como rival de la
nina de los *selos (Selloi), las peléadas *pitia de Delfos).
se identificaban con las palomas del Sobre sus técnicas oraculares no sa
oráculo (en griego péleiai). Estrabón1 bemos mucho. Se ha propuesto (G.
señala que, entre los molossos y los Rachet) que la profetisa (o profetisas)
epirotas, la palabra tenía también el se sentaba bajo la célebre encina de
sentido de «m ujeres de avanzada Dodona para emitir su oráculo (de la
edad». misma forma que la pitia de Delfos se
A esta ambigüedad que caracteriza sentaba en el trípode), bien escuchan
a las sacerdotisas del oráculo, mujeres do el ruido del viento en las hojas del
o palomas, se suma su propio nombre árbol, bien después de haber bebido de
(péleiai), que las califica de «negras» u la fuente sagrada. En el árbol vivían
«oscuras». Si eran negras, estas muje también las célebres palomas, pero no
res originarias de Egipto estaban en su parece que éstas fueran utilizadas
ambiente natural, ya que en la región como medio de adivinación.
del Epiro (que se llamaba Skotoyssa), Las láminas de plomo escritas con
habitaban las dríopes, descendientes de la respuesta oracular y halladas por los
Melaneo o de Mélas. arqueólogos permiten pensar que, con
H eródoto2 revela los nombres de trariamente a lo que ocurría en Delfos,
las tres sacerdotisas dodoneas más an las sacerdotisas no eran consultadas de
tiguas: Promenia, Timarete y Nican- forma directa, sino que su respuesta
dra. Pausanias3 dice que las peléadas era redactada por los sacerdotes del
fueron las primeras mujeres que canta culto.
ron los versos: «Zeus fue, Zeus es, Elio Aristides6 dice que las sacerdo
Zeus será, oh gran Zeus. Gea produce tisas de Dodona vaticinaban invadidas
frutos, por esto glorificad a la tierra por el espíritu del dios Apolo, lo que,
madre». de ser cierto, parece responder a una in
El hecho de que Homero no men novación tardía. Por su parte Cicerón7
cione más que a los selos como intér es el único autor que habla de clerono-
pretes del oráculo ha hecho pensar mancia (extracción de sortes) en Do-
(Frazer) que el culto de la diosa Dioné dona.
y las palomas ha sido introducido tar De la legendaria sacerdotisa peléada
díamente en el santuario oracular. Sin llam ada Myrtila nos habla Eforo.
embargo, Pausanias4 sostiene que las Cuando los beocios entraron en gue
peléadas eran más antiguas que rra con los pelasgos de Atica (en época
*Fem onoé, la primera intérprete de legendaria) ambos pueblos decidieron
Apolo en Delfos, lo que nos llevaría a consultar^ el oráculo de Zeus en
una época pre-doria; las peléadas pu Dodona. Eforo sólo nos transmite la
dieron, pues, haber desaparecido con respuesta dada por la sacerdotisa de
las invasiones dorias (G. Rachet). Cier Zeus, Mirtila, a los beocios: «Un sacri
to o no, en cualquier caso, en época de legio os dará la victoria»8. Los beocios,
Heródoto (s. v a.C.) las tres sacerdoti desconfiaron de la respuesta, sospe
sas fueron restablecidas en sus funcio chando que la profetisa servía los inte
nes coincidiendo con la reaparición del reses de los pelasgos, por lo que, tras
culto de Dioné en Dodona. capturarla, la arrojaron a una hoguera
Por otra parte, un pasaje de las ardiente; pensaron que de esta forma,
Traquinias de Sófocles5 permite pensar si había mentido, el suplicio sería su
que quizá a partir del siglo v a.C. se castigo y que si —por el contrario—
suprim ió prim ero una de las tres había dicho la verdad, se cumpliría el
236
PEREGRINO PROTEO
oráculo y, por tanto, la victoria sería dor de Asia2. Luciano dice también que
suya. Los dodoneos detuvieron a los estranguló a su padre porque no podía
asesinos y los juzgaron ante un tribu soportar a un viejo que había sobrepa
nal compuesto por dos peléadas y dos sado ya los sesenta años3. Cuando el
sacerdotes varones. suceso se divulgó, se condenó a sí mis
Pero los beocios fueron absueltos, mo al destierro y anduvo sin rumbo de
dada la igualdad de votos; el oráculo un sitio a otro hasta que — en las pri
era obedecido sustrayendo cada año de meras décadas del siglo ii d.C.— entró
uno de sus templos un trípode para en contacto con una comunidad cris
enviarlo secretamente a Dodona. Esta tiana establecida en Palestina.
leyenda trata de explicar por qué los Allí estudió la «admirable doctrina»
beocios en sus consultas oraculares a de los cristianos hasta llegar a hacerse
Dodona no recurrieron, desde enton «profeta», «guía de los actos religio
ces, a las peléadas sino a su sacerdocio sos», «jefe de la sinagoga», «único y
masculino, los citados selos. para todo» de la comunidad. Según
Luciano, los cristianos le reverencia
1. VII, Fr. 2-3 / 2. II, 57. / 3. X , 1 2 ,1 0 . /4 . ban «como a su propio dios»4 (aunque
X , 12; X , 5. / 5. v. 171. / 6. Or., 171. / 7. De siempre después de Cristo) y le dieron
divin., 1,34. / 8. apud Strab., IX, 2 ,4 ; c£. Plut., funciones de legislador. N o sólo inter
Prov., 9; Foc., ¡3(6/., 987.
pretaba y explicaba algunos de sus li
[Bibl.: A. H. Krappe, «Les Péleiades»: RA,
bros, sino que él mismo escribía los
36 (1932), pp. 77-93; G. Rachet, «Le sanc- suyos; imbuido de la paideia griega,
tuaire de Dodone: origine et moyens de era llamado «el nuevo Sócrates», lle
divination»: BAGB (1962), pp. 86-99;H . W. gando en una ocasión a ser encarcela
Parke, The Oracles ofZeus. Dodona, Olym- do5. Enterado de ello el gobernador de
pia, Ammon, Oxford, 1967; A. Gartziou- Siria, un hombre culto que gustaba de
Tatti, «L’Oracle de Dodone. Mythe et rituel»: la filosofía, quizá siguiendo el ejemplo
Kemos, 3 (1990), pp. 175-184.] del filósofo griego, decidió dejarlo en
libertad y expulsarlo de la provincia6.
Peregrino volvió a su tierra, don
PEREGRINO PROTEO / Peregrinas de encontró una gran hostilidad de la
Proteus (s. n d.C.).— Filósofo cínico población, que no había olvidado la
que, por su estilo de vida, reunió mu muerte de su padre. Siempre según el
chas de las características de un profeta panfleto de Luciano, para aplacar a
e incluso de un theios anér («hombre la población se presentó ante la asam
divino»). Conservamos una biografía blea con el atuendo que en la época
suya obra de Luciano de Samósata (So llevaban los filósofos cínicos o estoi
bre la muerte de Peregrino) que consti cos: el cabello largo, un sucio manto,
tuye nuestra fuente principal aunque es una alforja que colgaba del costado y
muy contraria a su figura. un cayado en su mano. Anunció ante
Nacido en Parion (Asia Menor), sus ella que hacía entrega al pueblo de
primeros años fueron agitados y oscu todo la herencia que su padre le ha
ros si hemos de creer a su biógrafo. bía dejado. El odio y las amenazas se
Sorprendido cometiendo adulterio en tornaron así en elogios, olvidándose
Armenia, Peregrino fue apaleado y la muerte en la que Peregrino estaba
tuvo que escapar por el tejado1. Poco implicado7.
tiempo después por corromper a un Partió, pues, por segunda vez, deam
muchacho tuvo que pagar tres mil bulando de un sitio a otro, siempre
dracmas a los padres de éste a cambio protegido y sustentado por las comuni
de no ser denunciado ante el goberna dades cristianas hasta que fue acusado
237
PEREGRINO PROTEO
238
PEREGRINO PROTEO
239
PERI ALA
téa, kyna é sophistén («Proteo el Cínico a.C. surgió en Esparta una querella
o Sofista») en el que recuerda la invec entre sus dos monarcas: Cleómenes y
tiva de Proteo contra el lujo del ninfeo Demarato. Aquél discutía la legitimi
construido por Herodes Atico, si bien dad de su colega, ya que sostenía que
años después debió elogiar la filantro no era hijo del rey Aristón. Ante tal
pía de este ilustre ciudadano. discusión, según Heródoto', los espar
Algunos autores consideran que tanos decidieron consultar al oráculo
Proteo intentó fundar una nueva reli de Delfos si Dem arato era hijo de
gión a base de elementos tomados de Aristón.
la filosofía cínica y de la religiosidad Pero la consulta fue preparada por
popular. Cleómenes, quien, por medio de Co-
Los oráculos emitidos por Peregrino bón (hijo de Aristofantos, personaje
(ya muerto) en su santuario y quizá al muy influyente en Delfos) persuadió a
guno de los que emitió en vida pasaron la profetisa Periala para que declarara
a formar parte de colecciones tardías. que Demarato no era hijo de Aristón,
como así hizo. Sin embargo, la intriga
1. Luc., Peregr., 9. / 2. Peregr., 9. / 3. fue descubierta: Cobón tuvo que aban
Peregr., 10. / 4. Peregr., 11. / 5. Peregr., 1 2 ./6 . donar Delfos y la profetisa Periala fue
Peregr., 14. / 7. Peregr., 14-15. / 8. Peregr., 16.
destituida de su cargo.
/ 9. Cf. Hch 15,28; 1 Cor 8. / 10. Peregr., 17.
/ 11. Peregr., 18. / 12. Peregr., 19-31. / 13.
Peregr., 20. / 14. Peregr., 21-23. /1 5 . Peregr., 1. VI, 64-66.
22. / 16. Arrian., Anab., VII, 3 ,6 ; Dion Cass.,
LIV, 9 ,1 0 . / 17. Peregr., 27. /1 8 . Peregr., 35-
36. / 19. Peregr., 39. / 20. Peregr., 39-41. / 21.
PERPETUA / Vibiana Perpetua (s. n-m
M4, VIII, 3; XII, 11. / 22. Oratio ad Graecos, d.C.).— Profetisa montañista. Pertene
25, 1. / 23. Legatio pro Christianos, 26, 3-4.
ciente a una rica familia africana (quizá
[Bibl.: Trad. tratado de Luciano; M. C.
de Thuburbo Minus), fue célebre por su
Giner Soria, Luciano de Sam ósata. D iscur profetismo onírico y carismàtico.
so s Sagrados, Madrid, 1989. Estudios: M. Como otras profetisas de esta secta
Caster, L u d en et la pensée religieuse de son cristiana ( * Maximila, Prisca), advir-
temps, Paris, 1937; J. Schwartz, D e morte tiendo que el Espíritu Santo le había
Peregrini, Paris, 1951; R. Pack, «The enviado el don de la profecía, abando
Volitization of Peregrinus»: AJP, 67 (1946), nó libremente a su marido y su hijo
pp. 344-345; G. Bagnani, «Proteus and (contaba unos 22 años) para abrazar
Christians»; H istoria, 4 (1955), pp. 107-
—pese a la oposición de su padre— las
112; C. P. Jones, C ulture an d Society in
L u d a n , Cambridge, Mass., 1986; M.-O.
ideas de Montano.
G oulet-Cazé, «Le cynisme é l ’époque En tanto que practicante de una
impériale»; ANRW , II, 36.4 (1990), pp. religio illicita y en aplicación estricta
2720-2823; F. Gaseó, «Vida y muerte de de un edicto del emperador Septimio
Peregrino Proteo», en H eterodoxos, refor Severo, Perpetua fue detenida junto a
m adores y m argin ad os en la A ntigüedad otros cristianos y encarcelada en Car-
C lásica, Sevilla, 1991, pp. 91-106; D. Clay, tago. Fue allí cuando recogió por es
«Lucian of Samosata: Four Phílosophical crito —a modo de diario— sus sueños
Lives (Nigrinus, Demonax, Peregrinus, Ale-
y visiones (que, tras una reelaboración,
xander Pseudomantis)»: ANRW, II, 36.5
(1992), pp. 3406-3450.]
figuran en las Actas de los Mártires);
este diario de sus experiencias religio
sas (de cuya autencidad, no obstante,
han dudado algunos especialistas),
PERIALA / Pert'alla (s. vi-v a.C .).— constituye un material inapreciable
Pitia de Delfos. A finales del siglo vi para el estudio del imaginario cristia
240
PERPETUA
241
PETOSI RI S
242
PITIA
ya que en poco tiempo iba a desapare unión amorosa con la divinidad que la
cer; dicha carta llegó el día antes de inspira (E. Fehrle). Esquilo y Eurípides
que Hefestión muriera. la llaman «vieja» y D iodoro Siculo2
A continuación Pitágoras sacrificó precisa que, al ser elegida, debía tener
otra víctima a propósito de Alejandro no menos de 50 años.
y tampoco se pudo encontrar el lóbulo La pitia pronunciaba sus oráculos en
del hígado del animal, por lo que es trance extático tras ser «poseída» por
cribió una nueva carta a su hermano Apolo, transform ándose en medium
en idénticos términos que la anterior. del dios; generalmente se la represen
Sin embargo, Apolodoro no guardó taba en un estado de agitación alocada,
el secreto, dando parte a Alejandro de como las ménades o las * sibilas, si bien
lo sucedido, lo que éste agradeció. Una en autores tardíos com o Lucano3 la
vez llegado a Babilonia, el macedonio pitia es descrita en un estado de quie
preguntó a Pitágoras por los indicios tud corporal.
en los que se había basado para hacer Solía admitirse que en el adyton del
su anuncio; éste le remitió a la ausen templo (también llamado manteion o
cia del lóbulo del hígado de la víctima. khrestériari) la pitia recibía las exhala
Al preguntarle Alejandro qué significa ciones provenientes del subsuelo que
ba dicha anomalía, el adivino le con le facilitaban la inspiración profètica.
testó: «Algo muy serio»3. Alejandro, Dicha tradición es recogida por auto
lejos de irritarse por esta respuesta, res greco-romanos como Cicerón4, Es-
aumentó su estima hacia él por haberle trabón5, Diodoro6, Plutarco7 o Justi
revelado sin engaño toda la verdad4. no*, pero se trata, probablemente, de
Más tarde Pitágoras vaticinó tam una invención helenística, según han
bién las muertes de Pérdicas (cuando señalado algunos autores modernos
iba a atacar a Ptolomeo en el 321 a.C.) (Gruppe, Dodds).
y de Antígono (en vísperas de la batalla El trance de la pitia parece más bien
contra Seleuco y Lisímaco en 301 a.C.). un fenómeno de autosugestión análo
go al trance de las ménades. La teoría
1. Alex., 73,3-5. / 2. Anab., VII, 18, 2. / 3. del «vapor adivinatorio»9 (pneüma)
Anab., VII, 18, 4. / 4. App., BC, II, 152. debió ser sugerida por la convicción de
que bajo el templo existía una caverna
(stómion), de la cual habla ya Esqui
PITIA / Pythía.— Nombre genérico de lo10, de donde emanaban las exhalacio
la sacerdotisa y profetisa del oráculo nes; las excavaciones arqueológicas,
de Apolo en Delfos (Fócida). Desde sin embargo, no han probado su exis
que en el siglo viii a.C. el dios llegara a tencia. Algunos autores (G. Roux)
Delfos se practicaban en el santuario creen que dicha «caverna» o «brecha
ritos adivinatorios que exigían la inter en el suelo» fue, en realidad, una cons
vención también de numerosos sacer trucción artificial.
dotes. El nombre de pythía proviene A esta sugestión contribuían unos
de python, la serpiente telúrica mata rituales previos que la pitia debía cum
da por Apolo en Delfos. Las pitias eran plir antes de transmitir la respuesta del
escogidas entre las familias —honradas dios: bañarse (quizá en la fuente Cas
pero no ricas— de Delfos, y se com talia); beber de una fuente sagrada; re
prometían a mantener su virginidad citar determinadas oraciones y ofrecer
(«pura y casta a lo largo de su vida», sacrificios; entrar en contacto con el
dice Plutarco1); en el pensam iento dios por medio del laurel (árbol que le
griego la castidad de la profetisa está estaba consagrado y que se encontra
generalmente vinculada con la idea de ba en la parte occidental del templo)
243
PITIA
244
PITIS DE TESALIA
peí y ofreced a Latona [madre de son oracle et ses dieux, Paris, 1975 ; A. Piñe-
Apolo] y a los dos Latonígenas [Apolo ro, «Sobre la inspiración de la Pitia deifica.
y Diana] piadoso incienso acón, paña- Breve historia de una polémica»: Durius, 3
(1975), pp. 406-416; J. Fontenrose, The
do de plegarias, y entrelazad vuestros
Delphic O racle. Its Responses and O pératio
cabellos. Por mi boca lo manda Latona ns, California, 1978; M. Delcourt, L ’oracle
(Met., VI, 159-162). de Delphes, Paris, 19 81 ; A. Iriarte, «La Pitia:
figura histórica y personaje literario», en A.
Según Servio19, Manto se trasladó a Pérez Jiménez (ed.), E studios sobre Plutar
Italia tras la muerte de su padre. Este co, Málaga, 1990, pp. 187-193.]
comentarista añade que, según otras
fuentes, Manto era hija de Heracles.
Conocemos otras dos mujeres del mis PITIS D E TESA LIA / Pítys (s. i
mo nombre: la hija del adivino *Polii- d.C.?).— Mago citado en el iv de los
do y la de *MeIampo. papiros mágicos griegos, tradicional
Aún en tiempos de Pausanias, en el mente llamado Gran Papiro Mágico
siglo ii d.C., se exhibía en Tebas una Parisino. Fue hallado en Tebas y per
piedra donde Manto se había sentado tenecía quizá a la biblioteca de un
llamada el «sillón de Manto»20. gnóstico egipcio (L. Lenormant), sien
También Xenocleia es mítica, mien do datado en el siglo ni o ¡v d.C.
tras que históricas parecen *Aristónica Sobre la identificación del mago
y *Periala. Pitis (que se autodenomina rey) exis
La importancia político-religiosa de ten grandes dificultades. Quizá (K.
los oráculos de Delfos se mantuvo has Presidanz, F. Graf) se trate de Bithus
ta el siglo iv d.C., si bien su auge se de Dyrrhachium, médico y mago men
sitúa entre los siglos vu y iv a.C. cionado por Plinio1 inventor de dos
recetas que neutralizaban el poder no
1. De Def. Orac., 435d. / 2. XVI, 26. / 3. civo de la sangre menstrual; durante la
Fars., V, 64 ss. / 4. De div., I, 38 y 79; II, 117. regla la mujer debía evitar pasar delan
/ 5. IX , 3, 5, 419. / 6. XVI, 26. / 7. De Def.
te de un espejo o debía llevar consigo
Orac., 42. / 8. XXIV , 6 ,9 . í 9. Strab., IX, 3 ,5 ,
419. / 10. Choeph., 807 y 953. / 11. De Def. un salmonete (mulleus).
Orac., 9; Q G, 9. / 1 2 . 1'lut., De Def. Orac., 49. Jám blico2 pudo haber transforma
/1 3 . Apolod., III, 7 ,4 ; D iod.,IV ,66,6 (Dafne); do el nombre en Bitys, un «profeta
Paus., VII, 3, 3; IX, 2 3 ,2 . / 14. Diod., IV, 66. egipcio», autor de un escrito dirigido
/ 15. VII, 3, 2. / 16. Apolod., Ep., 6, 3. / 17. al rey Ammon; ambos nombres pare
Eurip., apud Apolod., III, 7, 7. / 18. X , 198-
200. / 1 9 . Ad Aen., X , 198. / 20. IX, 10, 3.
cen ficticios.
Pitis aparece en el citado papiro
[Bibl.: A. M om igliano, «M anto e como autor de conjuros de diverso tipo:
l’oracolo di Apollo Clario»: RFIC (1934), a) Como autor de una fórmula para
pp. 313-321; R. Flacelière, Le fonctionne evocar a los démones de los muertos al
m ent de l’oracle de Delphes au tem ps de Plu- servicio del mago:
tarque, Paris, 1938; P. Boyancé, «Sur les
oracles de la Pythie»: REA, 40 (1938), pp. Fórmula de evocación, del rey Pitis,
305-316; R. Flacelière, «Le délire de la sobre cualquier cráneo. Petición a
Pythie est-il une legende?»: REA, 52 (1950),
Helios de la entrega [de un demonj.
pp. 3 0 6-324; P. Amandry, L a m antique
apollinienne à Delphes, Paris, 1950; H. W.
Ponte de pie frente al sol saliente y di de
Parke y D. E. W.W ormell, The D elph ic esta manera: [fórmula]. Fórmula de éste
O racle, 2 vols., London, 1956; Fauth, (Pitis) a Helios cuando el sol se pone:
«Pythia»: R E, X XIV (1963), cols. 517-547; [fórmula]. Quema en su honor armara
J. Defradas, Les thèmes de la propagande e incienso en grumos y retírate. Consul
delphique, Paris, 1972; G. Roux, Delphes, ta: hiedra de trece hojas. Empieza por el
245
PI T U A N I O
lado izquierdo pintándolas una por una va a explicar, la figura que te será co
con tinta de mirra; corónate con ella y municada y, en forma circular, la fór
pronuncia los mismos nombres también mula; pónlo debajo también, al instan
sobre el cráneo; la misma incripción en te lo traerá a tu lado y, si no se resiste,
la frente, con las expresiones acostum sin demora, sin dejar pasar ni un solo
bradas [fórmula]. La tinta: sangre de día. Muchas veces no se utilizará la
serpiente y polvo de oro sublimado hoja de lino, sino que por segunda vez
(PGM, IV, 1930-2005). se pondrá la tablilla cuando tú lo orde
nes que se ponga a tu servicio.
b) Como autor de una receta necro- El conduce hacia ti y hace enfermar
mántica incluida en una carta a *Osta- y envía sueños y conjura y obtiene sue
nes (que, en realidad no fue rey, sino ños para ti a la vez. Esto es lo que con
consejero del rey persa Jerjes al que sigue la práctica sola; según lo que bus
acompañó en su expedición contra los ques a l realizar la práctica, debes
griegos y una autoridad en prácticas modificar únicamente los formularios.
mágicas3): Muchos magos que llevaban consigo
sus utensilios los dejaron y utilizaron
Al rey Ostanes saluda Pitis. Puesto que este [demon] como asistente y realiza
en cada ocasión me escribes sobre la ron lo que antes se ha descrito con toda
consulta de los cráneos, creí necesario rapidez; pues él es quien, sin ningún
comunicarte que este procedimiento es tipo de palabras superfluas, sino con
muy deseable y capaz de satisfacerte lo toda sencillez, realiza rápidamente las
necesario. A continuación te adjunto el palabras antedichas [fórmula] (PGM,
procedimiento, pero después se te mos IV, 2005-2140).
trará la tinta. Toma una piel de asno y
ponía a secar en la oscuridad; luego c) Y por último se le atribuye la fór
graba sobre ella la figurilla que se te va mula de una consulta a un cadáver:
a describir y, en forma circular, la fór
mula siguiente: [fórmula]. Después di Consulta de Pitis el tesalio a un ca
rígete de prisa al lugar donde alguien dáver. Escribe en una hoja de lino esto:
está encerrado o donde hay alguna cosa azel balemacho (doce letras). Tinta:
desechada (del muerto) si no puedes con bermellón y mirra quemada y
tener un cadáver, y extiende la piel en zumo de artemisa cruda y siempreviva
el suelo en dirección a la puesta de sol. y lino. Escribe y pónla en la boca [del
Vete a tu casa y se hará presente por muerto] (PGM, IV, 2140-2144).
completo y se pondrá a tu lado aquella
noche. El te contará cómo murió y te 1. NH, XXVIII, 82; cf. Solin., I, 38. / 2.
preguntará antes si puede hacer algo o De mysteriis, VIII, 5; X, 7. / 3. Plin., NH,
prestarte algún servicio. Toma una hoja XXX, 8-11.
de lino y dibuja, con tinta que se te va
[Bibl.: Las tres recetas de Pitis en: J. L.
a explicar, la diosa que te será indicada
Calvo Martínez y D. Sánchez Romero, Tex
y, en forma circular, la fórmula que si tos de magia en papiros griegos, Madrid,
gue (y pon sobre la cabeza de él la hoja 1987, pp. 148-153. Estudios: K. Preisen-
extendida y estará junto a ti por entero danz, «Pitys»: RE, X X , 2 (1950), cois.
en sueños a través de la noche y te ro 1882-1883.]
gará diciendo: «Ordena lo que quieras
y lo haré): [fórmula]
Cuando estuviere de acuerdo, ponte PITUANIO / L. Pituanius (s. i a.C.-i
en pie enseguida, tom a un papiro d.C.).— Astrólogo arrojado desde la
hierático y dibuja, con la tinta que se te roca Tarpeya acusado (junto a P.
246
POLÍCRITO
PNUTIS / Pnoüthis (s. m d.C.?).— Uno [B ibl.: Ziegler, «Polem ainetos»: RE,
de los papiros griegos mágicos1, data X X I (1954), cois. 1251-1252]
do en el siglo m d.C., conserva una
«carta» del mago Pnutis, «escriba sa
grado», dirigida a Cérix sobre la forma PO LÍCRATES / Claudius Polycrates
de conseguir un «demon asesor». (s. m d .C .).— Perteneciente a los
El texto comienza así: *Yámidas, prestigiosa familia de adivi
nos originaria de Olimpia, su nombre
Pnutis saluda a Cérix que adora al figura entre los adivinos citados en las
dios. Como iniciado, he designado para tablas sagradas1 de la 256 y 261 olim
ti este asesor (libro) para que no cometas píadas (245-265 d .C .), junto al de
errores cuando celebres esta [práctica] Claudio Tisameno.
sagrada. Dejando aparte todas las pres
cripciones que se nos han transmitido en 1. I G , 2665
innumerables libros, te he mostrado una
sola, entre todas las que describen cómo
captara este asesor para tu servicio, [con PO L ÍC R IT O / Polykritos (s. ii
el deseo de que] captéis a este santo [ase a.C.?).— Magistrado etolio transfor
sor] y solamente... oh amigo de los espí mado en fantasma después de muerto
ritus aéreos que circulan, me habéis con y padre de un niño cuya cabeza profe
vencido con palabras llenas de divina tizaba. El personaje es citado, junto a
sabiduría [...] pero ahora te he enviado su hijo, por Flegón de Trales (s. n d.C.)
este libro para que aprendas todo. Pues en su obra Sobre los prodigios'.
la palabra de Pnutis tiene poder para Polícrito era un magistrado de Eto-
convencer a los dioses y a todas las dio lia de la segunda mitad del siglo i i a.C.
sas (I, 2, 45-54). casado con una mujer de Lócride. Tras
haber compartido con ella el lecho du
1. PGM, I, 2. rante tres noches, murió. La mujer per
maneció, viuda, en la casa, dando a luz
un niño que tenía dos órganos genita
PO LEM ÉNETO / Polemaínetos (s. v les, el masculino y el femenino. Asom
a.C.).— Adivino (mantis) griego, de brada por el nacimiento, la familia lo
origen desconocido, que vivió en la llevó al ágora para que la asamblea de
segunda mitad del siglo v a.C. Algunos liberara sobre él.
autores (A. Wilhem) han tratado de Los adivinos y especialistas en pro
identificarlo con un [Pol]e[m]aínetos digios dieron al nacimiento interpreta
que aparece citado en una inscripción ciones diversas; unos creían que anun
griega de finales del siglo v a.C. como ciaba la separación de los locrios y de
epistates ateniense1, pero dicha identi los etolios, mientras otros creían que
ficación no es segura. era necesario purificar la ciudad expul
Las fuentes le atribuyen la autoría sando a la madre y al niño fuera de las
de una obra Sobre la mántica (Peri tes fronteras para quemarlos.
mantikes) que Poleméneto entregó, Pero, de repente, apareció ante la
247
POLlCRITO
248
POLIDAMANTE
249
POUFIDES
nión, / si, en verdad, este agüero ha ve Hiperasia (en la Acaya) donde dio sus
nido / por los troyanos que estaban an oráculos2. Un autor tardío, Ferécides3,
siosos / de atravesar la fosa: / un águila dice que vivió en Eleusis como marido
de altísim o vuelo / que iba dejando de Aichme. Polifides tuvo un hijo,
aparte, hacia la izquierda, / a las hues *TeocIímeno, y una hija, Harmónide.
tes troyanas I y llevaba apresada entre N o debemos confundirlo con el héroe
sus uñas / una roja serpiente color san sicionio del mismo nombre.
gre, t enorme, viva, aún jadeante, / que
de pronto soltó, / antes de haber llega 1. XV, 253. /2 . XV, 254-255. / 3. FGH, I,
do a su nido, I y no pudo cumplir el 91,116.
cometido, / para el que la llevaba entre
sus garras, / de dársela a comer a sus
polluelos. / Así nosotros, si de los PO LIID O / Polyidos.— Adivino
aqueos / las puertas y murallas con gran corintio (m antis) descendiente de
fuerza / lográsemos romper y nos ce *M elampo con el cual se emparenta
dieran I terreno los aqueos, / no habre (en la genealogía que conoce Homero)
mos de volver desde las naves / por los de la manera siguiente: Melampo tuvo,
mismos caminos y con orden, / sino que entre otros hijos, uno llamado Mantio
dejaremos detrás nuestro / a muchos de del que nació Ecles; éste, a su vez, tuvo
entre las huestes troyanas, / a los que un hijo, Cérano, padre de Poliido.
los aqueos / matarán con el bronce, / Su nombre parlante (poly-eidos: «el
luchando en defensa de sus naves. / Así que ve mucho» o «sabe mucho») es
respondería un adivino / que en su alma muy apropiado para un adivino. Es
supiera claramente / de los prodigios el mencionado ya en la Ilíada', donde se
significado / y a l que las huestes le hi narra la muerte de su hijo Euquenor
cieran caso (XII, 217-229). (nacido de su matrimonio con Eurida-
mía). Poliido le había vaticinado que
Pero Héctor le responde que él ni podía elegir entre dos destinos: morir
vuelve su atención hacia las alas des de enfermedad en su casa o caer en el
plegadas ni hace caso de ellas6. Su fama campo de batalla a manos de los troya-
no parece haber sido olvidada en los nos. Euquenor escogió lo segundo,
siglos siguientes, pues Eliano, en el si siendo muerto por Paris.
glo ii d.C., le cita aún —junto con *Ti- Pausanias2 recoge una tradición
resias, * Poliido y *Teoclímeno— en megarense según la cual las hijas de
tre los ornitóscopos más famosos7. Poliido (Asticratea y Manto) estaban
enterradas en el Dionysion de la ciu
1. III, 146; XIV, 450; XVI, 808; XVII, 40. dad construido por el propio adivino
/ 2. Serv., ad Aett., II, 318; Eustath., II., XII, (en el que también depositó la estatua
228. / 3. II, 318 ss. /4 . XIV, 425,449 ss.; XV, cultual del dios).
339; XVII, 597. / 5. XV, 520. / 6. XII, 238. / Poliido interpretó a Belerofonte el
7. HA, VIII, 5.
sueño que éste tuvo en la fuente Pirene,
en el que la diosa Palas Atenea le dio las
PO LIFID ES / Polipheídes.— En la instrucciones pertinentes para domar a
Odisea se dice de él que fue «el mejor Pegaso; las palabras de la diosa fueron3:
adivino en la tierra al morir Anfiarao»1.
Era hijo de Mantio y, por tanto, nieto ¿Duermes, Rey, estirpe de Eolo? / ¡Va
de *M elam po y recibió del dios Apolo m os1., para los caballos recibe este em
el don de la profecía. brujo, / y muéstralo a tu padre, «el D o
Tras una discusión con su padre, mador», sacrificándole un cándido toro
abandonó Argos para establecerse en (Pind., O/., XIII, 67-69).
250
POLIIDO
251
POLES
252
PSI L O S
pientes que eran hipnotizadas por su los psilos succionaban el veneno. Con
olor (en otro pasaje3 insiste en que bas gran rigor científico, Celso11 observa
ta el olor de los psilos para poner en que no hay nada de extraordinario en el
fuga a las serpientes). El poder de los hecho de que los psilos curen las mor
psilos sobre las serpientes pasaba sólo deduras de las serpientes succionando
a los hombres, no a las mujeres. Cuan el veneno de las heridas, desde el mo
do aquéllos tenían dudas sobre la legi mento en que esta operación podía ser
timidad de sus hijos, solían exponer realizada por cualquier persona.
los, recién nacidos, a las mordeduras Como los *m arsos, los psilos some
venenosas de un áspid ya que si eran tían a las serpientes con el simple con
legítimos salían indemnes de ellas4. tacto de su mano12. N o obstante, los
Además de por su inmunidad, los psilos eran capaces también de preve
psilos eran conocidos por su habilidad nir las mordeduras de serpiente en los
para curar las mordeduras de serpien campamentos del ejército romano pri
tes5. Plinio6 y también Estrabón7 dicen mero mediante ensalmos y palabras
que la saliva de los psilos era un antído mágicas y después encendiendo un fue
to contra el veneno de las serpientes. go en torno al perímetro del campa
Sobre la antipatía entre los psilos y las mento en el que quemaban ciertas hier
serpientes Plinio vuelve a insistir más bas (yezgo, gálbano, tamariz, costos,
adelante8. panacea, centaura, cervato, cañaheja,
Lucano nos ofrece una descripción alerces, abrótano) mezcladas con cuer
detallada del tratamiento dado por un nos de ciervo13.
psilo a los soldados de Catón afecta Silio Itálico14 cita al psilo Athyr, al
dos por picaduras de serpientes: que califica de doctus, por ser capaz de
desarmar a la serpiente de su funesto
Pues ante todo delimita los miembros veneno y probar la legitimidad de un
con saliva, que frena el virus y reduce la niño, si ésta era dudosa, aproximán
infección a sola la herida; entonces re dolo a una cerasta.
vuelve con su lengua espumeante nu Otro psilo, Synhalus, es citado tam
merosísimos encantamientos en ininte bién por el poeta. Dice de él que sobre
rrumpido m urm ullo: el curso de la pasaba a los demás en el arte de curar
herida no le concede resollar, o es que una herida con el jugo de las hierbas15
los hados no le permiten callarse lo más (herbarum [...] sucis) y de extraer frag
mínimo. Y realmente, con frecuencia la mentos de hierro mediante un encanta
ponzoña, aun ya infiltrada en los enne miento (cantu)16, siendo capaz, además,
grecidos meollos, huye ante los encan de hacer dormir a una serpiente (chely-
tamientos; mas si algún veneno se retra dré) con el solo contacto de su mano17;
sa excesivamente en escucharlos y, aun esta última técnica la había aprendido
evocado y conjurado, se resiste a salir, en el país de los garamantes (donde se
entonces, tendiéndosele encima, lame encontraba el santuario de Júpiter
la lívida herida succionándole el vene Amon). Curaba también las mordedu
no con la boca, le restaña los miembros ras de las fieras18. En los Púnica es lla
con los dientes y, conseguido su inten mado por el cartaginés Aníbal para cu
to, escupe la muerte que ha extraído del rar a Magón, herido en la batalla de
cuerpo yerto; y los psilos son capaces de Cannas (216 a.C.).
acertar, gustando el veneno, la especie
de serpiente cuya mordedura han neu 1. Plin., NH, XXVIII, 30; Solin., II, 29;
tralizado (Fars., IX, 922-937). Gel., NA, XVI, 11,1; Luc., Fars., IX, 891./2.
NH, VII, 14. / 3. NH, VIII, 93. /4 . Luc., Fars.,
IX, 900 ss.; Plin., NH, VII, 14. /5 . Eiian., HA,
Plutarco9 y Plinio10 confirman que
253
PTOLOMEO SELÉUCO
1,5 7; Paus., IX, 28,1. ¡6.N H , VII, 14. / 7. XIII, uno de los astrólogos favoritos de Ves
1,14. / 8. XXI, 78.19. Cat. mm., 56. /10. NH, pasiano5. De esta forma, pese a la acu
XXVIII, 30. /11. V, 27,3 B ./12. Sil. Ital.,Pan.,
sación pendiente por un crimen de
VIII, 499. / 13. Luc., Fan., IX, 913 ss. / 14.
Pun., 1,411-413. /15. Pun., V, 352-353. / 16. maiestas, Ptolomeo Seléuco no sólo
V, 353-354. / 17. V, 354. / 18. V, 358. fue perdonado sino que pudo seguir
ejerciendo su arte en la corte imperial.
[Bibl.: H. Treidler, «Psylloi»: RE, XXIII, Es difícil que Ptolomeo viviese en el
2 (1959), cols. 1464-1476] momento en que Domiciano decreta
una nueva expulsión de astrólogos (89
PTOLO M EO SELÉUCO I Ptolemaios y 93 d.C.); no obstante, su sólida posi
(s. i d.C.).— Astrólogo originario de ción pudo haberle permitido permane
Alejandría que sirvió a las órdenes del cer en Roma.
emperador Otón. Antes de que éste lle
gara al poder, quizá en la Lusitania, 1. Plut., Galba, 2 3 ,4 . / 2. Hist., I, 22, 3. /
3. Sat., VI, 557-559. / 4. Suet., Vite/., 14, 4. /
donde Otón vivía exiliado (69 d.C.),
5. Tac., Hist., II, 78.
Ptolomeo le había anunciado repetidas
veces que Nerón no le quitaría la vida
y que moriría antes que él así como que PTO LO M EO / Klaúdios Ptolemaios
llegaría a gobernar en Roma, lo que
(h. 100-178 d.C.).— El más famoso
acabó cumpliéndose (15 de enero-25
astrónomo y astrólogo de la Antigüe
de abril del 69)1. dad. De su biografía sólo sabemos que,
Tácito2 señala que Ptolomeo era nacido en Pelusium (Egipto), vivió en
uno más de los muchos astrólogos que la Alejandría del siglo n d.C.
acompañaban a Popea (primera espo
Como astrónomo escribió una obra
sa de Otón) y le acusa de ser instigador
en trece libros, Sytttaxis mathematica
del crimen de Galba, a quien los preto-
o Almagesto (nombre transmitido por
rianos asesinaron para proclamar a
la traducción medieval árabe) donde se
Otón. Se cree (H. Cramer) que Juve
recogían sus observaciones efectuadas
nal se refiere a él en los siguientes ver entre marzo del 127 y febrero del 141
sos de una de sus sátiras: «El principal
y que llegaría a ser considerada como
de ellos [de los astrólogos] es el que ha la «suma astronómica» de la Antigüe
sufrido más destierros, aquel por cuya
dad. Hiparco es una de sus fuentes
amistad, y documento de fidelidad, ha principales. Utilizando un método co
sido asesinado un ciudadado ilustre
herente trata en ella de los movimien
[Galba] y es temido por Otón»3.
tos del Sol y de la Luna, de los eclipses,
Cuando Otón se suicidó tras ser de
de la teoría de los cinco planetas y de
rrotado por Vitelio (69 d.C.), Ptolomeo las estrellas fijas.
debió huir de Italia, si bien no puede Pero como astrólogo su fama no fue
descartarse que se llevase a cabo alguna
menor, dejando un célebre tratado ti
acción legal contra él. También su des
tulado Tetrabiblos (según Robbins) o
aparición pudo producirse cuando el
Apotelemástica (según Bóll), que utili
nuevo emperador decretó la expulsión
zaba como fuente principal el célebre
general de los astrólogos, en el verano
compendio astrológico de *Nequepso-
de aquel mismo año4.
Petosiris. En él trataba, de manera crí
Pero con la caída de Vitelio y el ad
tica y racional, las diversas ramas de la
venimiento de Vespasiano (69 d.C.) se
astrología: la astrología «pura», la ge-
inicia una nueva fase de su vida. Ptolo
netlialogía, los pronósticos sobre la
meo regresó a Roma donde, a través
duración de la vida y una clasificación
de su amistad con *Balbilo (hijo del
minuciosa de las estrellas fijas, planetas
famoso astrólogo *Trasilo), llegó a ser
254
PTOLOMEO
255
PTOLOMEO
25 6
PTOLOMEO
257
Q
259
QUINTILA
260
s
SAL VIO / Salvius (s. 11 a.C.).— Escla Una noche, cuando descansaba jun
vo sirio con dotes adivinatorias que to al Arca, oyó una voz que le llamaba.
protagonizó en Sicilia la llamada «se Era la voz de Yahveh, que le anunciaba
gunda revuelta servil» (104-100 a.C.). su propósito de castigar a Eli a causa
Como T u n o , recurrió a técnicas adi de la mala conducta de sus hijos hacia
vinatorias (en concreto a técnicas ha- él. El anuncio fue comunicado por
ruspicinales, conocidas por los sirios y Samuel a Eli. Desde entonces, Samuel
por los cananeos') para consolidar su recibió revelaciones divinas con mucha
carisma como cabeza del movimiento frecuencia y su fama como verdadero
servil. profeta de Yahveh comenzó a exten
derse por todo Israel2.
1. Diod., XXXVI, 4, 4; 5,1-2. La primera de las predicciones no
tardó en cumplirse. En la batalla de
Afee, los israelitas fueron claramente
SAM UEL / Shamuel (s. xi a.C.).— Úl derrotados por los filisteos; el Arca fue
timo de los «jueces» hebreos y profeta capturada y los hijos del sacerdote Eli
(«vidente»), desempeñó un papel deci cayeron entre las víctimas. Al serle
sivo en el establecimiento de la monar anunciado los acontecim ientos, Eli
quía en Israel, revelando las exigencias murió3.
de Yahveh en relación con su pueblo, Se inició entonces un largo período
su política y sus jefes. de dominación de Israel bajo el yugo
Era hijo de Elcaná (de Ramá, en el de los filisteos. Samuel hizo ver a su
país de Suf) y de Ana; ésta fue estéril pueblo que lo sucedido era consecuen
durante mucho tiempo hasta que las cia de haberse apartado de Yahveh y
oraciones de los esposos fueron escu adorar a los ídolos:
chadas. Como agradecimiento por el
nacimiento de Samuel («Nombre de Si os convertís a Yahveh con todo vues
Dios»), el niño fue llevado al santuario tro corazón, apartad de en medio de
de Siló, donde era custodiada el Arca de vosotros los dioses extranjeros y las
la Alianza, para ser consagrado al servi Astartés y disponed vuestro corazón
cio de Yahveh1. Allí fue instruido en la hacia Yahveh y servidle a El solo; y El
Ley, ejerciendo como ayudante del sa os librará del poder de los filisteos
cerdote Eli. (1 S 7, 3).
261
SAMUEL
262
SAMUEL
trario la mano de Yahveh pesaría so que él, lanzándose al botín, se había
bre ellos7. Para probar la veracidad de apartado8; al rechazar la palabra de
sus palabras les dijo: Yahveh —le anunció— Él también le
rechazaría de la dignidad real. A pun
éNo es hoy la siega de los trigos ? Voy a to ya de marcharse el profeta abando
invocar a Yahveh, y enviará truenos y nando a Saúl, éste le cogió por el ex
lluvia, para que comprendáis y veáis tremo del manto y se lo rasgó. Samuel
cuán grande es el delito que habéis co se dirigió de nuevo hacia el rey anun
metido a los ojos de Yahveh al pedir ciándole la próxima llegada de su su
para vosotros un rey (1 S 12, 17). cesor, David:
263
SÁTIRO
N o obstante, aun muerto, sus po SÁTIRO / Sátyros (s. iv a.C.).— Hijo
deres siguieron siendo invocados. Saúl, de Lisianax, pertenecía a la familia de
acorralado por sus enemigos políticos los *Yámidas de Elis, lo que hace su
y por los filisteos, se hallaba atemori poner que fue un mantis, si bien de su
zado, sin saber cómo actuar. Yahveh actividad como tal nada sabemos. Por
no contestaba a sus ruegos «ni por los el contrario, tenemos noticias de que
sueños, ni por los ‘Urim, ni por los fue un destacado deportista, lo que
profetas»'2. Pese a haber desterrado de entonces no era incompatible con la
Israel a los nigromantes y adivinos para profesión de adivino. Pausanias1 dice
ajustarse a la Ley, contraviniendo sus que triunfó cinco veces en las pruebas
propias normas, decidió consultar per de pugilato en Nemea, dos en Pitó y
sonalmente a una nigromante clandes dos en Olimpia. En honor suyo fue le
tina, una «pitonisa» que vivía en En- vantada una estatua2, obra de Silanión
Dor, a la que pidió que evocase la de Atenas (hacia el 328 a.C.)
sombra de Samuel, quien no tardó en
subir de la tierra cubierto con un man 1. VI, 4 ,5 . / 2. Plin., NH, XXXIV, 51.
to. Al exponerle Saúl su situación, el
profeta le respondió:
SELOS / Selloi.— Profetas del oráculo
¿Y por qué me consultas a mí, puesto de Zeus en Dodona (Epiro), cuyas res
que Yahveh se ha apartado de ti y se ha puestas obtenían, entre otros medios,
hecho tu adversariof Ha obrado Yah interpretando el sonido de las hojas de
veh respecto de ti conforme predijo por un roble sagrado al ser sacudidas por el
mi medio; y ha arrancado el reino de viento. Com o intérpretes del dios en
tu mano y lo ha dado a David, tu com este santuario están documentados ya
pañero. Como no escuchaste la voz de en la Ilíad a', donde son designados
Yahveh y no pusiste en ejecución el ar como hypophetai («profetas» o «intér
dor de su ira contra Amaleq, por eso ha pretes» de Zeus). En el momento de
obrado hoy contigo Yahveh de esa ma separarse de su amigo Patroclo, Aquiles
nera. Y Yahveh pondrá también a Is invoca la protección de Zeus de Dodo
rael contigo en poder de los filisteos, y na recordando que es allí donde moran
mañana estaréis tú y tus hijos conmi los selos «que no se lavan los pies y
go. También a l ejército israelita entre duermen en el suelo».
gará Yahveh en manos de los filisteos Un texto de Hesíodo2 trata de de
(1 S 28,16-19). mostrar que, antes de pasar a ser una
casta sacerdotal, los selos constituían
Según el Libro de las Crónicas, la un pueblo. Estos tendrían como ante
muerte trágica de Saúl y los suyos fue pasado epónimo al leñador Helos (los
consecuencia no sólo de sus pecados selloi eran también llamados Helloi),
sino de haber evocado a los muertos13. que abandonó su hacha cuando, dispo
La batalla de Gelboé, protagonizada niéndose a cortar una encina, fue ad
por los temibles carros filisteos, hizo vertido por una paloma que se había
cumplir todas las predicciones formu posado en sus ramas del gesto de impie
ladas por la sombra de Samuel. dad que iba a cometer3. Para algunos
autores (A. Lesky), Helo sería la divini
1.1 S 1,1-2 y 9-20. / 2 .1 S 3,1 9 . / 3.1 S dad prehistórica del hacha doble.
4 ,1 -1 8 ./4 .1 S 7, 7-12./5.1 S 10,17-22./6. La costumbre de no lavarse los pies
1 S 1 1 ./7 . 1 S 1 2 ./8 .1 S 15, 18-19./9. 1 S no está atestiguada en el ritual griego y
15,31-33. / 10.1 S 15, 9-35. / 11.1 S 19,18- se ha pensado en una influencia venida
20. / 12. 1 S 28, 6. / 13. 1 Cro 10, 13-14.
del exterior, posiblemente de origen
264
SEPTIMA
265
SERAPION
todos los miembros de todo su cuerpo, muerte, así como que sería sucedido en
a él, Sextilio, hijo de Diortysia. De lo el trono por el prefecto del pretorio
contrario, yo descenderé a l santuario Macrino, el cual tampoco viviría mu
inviolable de Osiris, romperé su ataúd cho tiempo. Según el historiador Dion
y lo arrojaré para que sea arrastrado por C assio1 esta predicción le costó ser
el río. Pues yo soy el gran Decán del gran arrojado a los leones pero, una vez en
dios Achrammachalala. la arena, con el simple contacto de su
mano logró que los animales no le ata
La imprecación iba dirigida a un casen. Serapion pudo escapar a la eje
difunto cuyo nombre, aunque figuraba cución invocando a «ciertos espíritus»,
al principio, no se ha conservado. Se pero el aplazamiento de la pena capi
gún algunos autores (Bréal, Bernand) tal solo duró un día más.
Sextilio debía de ser un liberto y Sépti
ma una esclava. La operación mágica, 1. LXXVIII, 4,4-5.
como sucede en otros casos, trata, pues,
de salvar las barreras sociales.
Los dioses invocados pertenecen a SIBILA I Síbylia.— Nombre que recibe
varios panteones. El «gran dios» nom la sacerdotisa encargada de enunciar los
brado en primer lugar es, quizá, Osi- oráculos de Apolo, invadida por el dios
ris. Al final del texto la hechicera (al estilo de la * pitia o de *Casandra),
Séptima se dirige a él amenazando con pero sin estar ligada a ningún santuario.
descender en la cámara donde reposa El término aparece por primera vez
su momia (Osiris, dios de los muertos hacia el año 500 a.C. en la obra de He-
era custodiado por otros dioses para ráclito de Efeso1, designando a una
impedir que su cuerpo fuera nueva sola profetisa. Ésta parece ser la única
mente despedazado por su enemigo conocida hasta el comienzo de la épo
Tifón); al final del texto la maga se ca helenística; así, Eurípides cita una
presenta precisamente como uno de sola, a la que llama Libissa en el prólo
los Decán que montan guardia en tor go de su tragedia, perdida, no sabemos
no al sarcófago de Osiris, mostrando si titulada Lamia o Busiris2. Heródoto
así a los dioses su enorme poder. no la menciona, lo cual parece deberse
Séptima cita también a dioses grie (Hildebrant) a que la profetisa habría
gos como Antérôs y utiliza algunos de permanecido confinada durante siglo
los epítetos judíos de Yahveh. y medio en centros de poco renombre,
considerada en general como un pro
1. A. Audollent, Defixionum Tabellae, ducto importado de algún culto ex
París, 1904, núm. 270. tranjero. Aristófanes3 considera ridicu
la y absurda la creencia de esta sibila.
[Bibl. : M. Bréal y G. Masperó, «Tabella Platón4, que también se refiere a una
devotiones de la nécropole romaine d ’Ha- sola, habla de ella con respeto, como
drumète (Suesse)»: Bibliothèque égyptolo- profetisa inspirada que adivina el por
gique, 2 (1893), pp. 297-303; A. Audollent, venir, y análoga a la pitia de Delfos.
Defixionum tabellae, Paris, 1904, núm. Aristóteles5 asocia las sibilas a los adi
270; A. Bernand, Sorciers grecs, Paris, 1991, vinos que llevan el nombre de *Bacis.
pp. 299-301.] Uno de sus discípulos afirma que la
primera sibila es contemporánea de
Solón (594 a.C.) y Ciro6.
SERAPION / Serapion (s. m d.C.).— Es, pues, en el siglo iv a.C., cuando
Astrólogo egipcio que en el 217 d.C. se consolida la creencia en una plurali
predijo al em perador Caracalla su dad de sibilas7, lo que también sucede
2 66
SIBILA
con el adivino *Bacis. Su número irá suelen ser citadas como madres y Apolo
en continuo aumento hasta que como padre, amante o hermano. De
Varrón8, en el s. i a.C., establece una igual forma se hace frecuente alusión a
lista de diez sibilas con arreglo no a un los viajes de las sibilas: la eritrea se ha
criterio cronológico, ni onomástico, bría desplazado a Cumas17, la frigia se
sino conforme al lugar donde ejercían habría desplazado a Delfos18, la marpe
su actividad profètica: 1) la sibila per sia habría visitado Sam os, Claros,
sa; 2) la sibila libia; 3) la sibila dèlfica; Délos y Delfos1’, etc. Según se ha ob
4) la sibila cimeria; 5) la sibila eritrea; servado (J. J. Caerols), los lugares a los
6) la sibila samia; 7) la sibila cumana; que se desplaza la sibila coinciden con
8) la sibila helespóntica; 9) la sibila centros del culto apolíneo; en algunas
frigia; 10) la sibila tiburtina. ocasiones (Hildebrant), la sibila susti
Otros cánones posteriores, como el tuye a la sacerdotisa del culto apolíneo
de Suidas o la Crónica Pascual (del s. x local.
d.C.), incluyen otros nombres más. En La sibila profetiza en estado de éx
esta misma línea, pocos son los autores tasis20, como la pitia, si bien no parece
de época imperial romana que aceptan perder su personalidad en el momento
la relación de Varrón, puesto que la en que es poseída por Apolo. Cuando
reducen y varían sus nombres. Así: vaticina lo hace apoyada en una roca,
Marciano C apela9 nombra dos (una según declaran Herófila de Eritras en
eritrea, Simáquide, que vivía en Cumas, su epitafio y la sibila de Delfos21. La
y otra frigia, llamada Herófile); un es sibila cristiana anunciaba el futuro sen
coliasta de Aristófanes10, tres (una her tada en el Capitolio en medio de oli
mana de Apolo, una eritrea y otra de vos22. En la Eneida23 de Virgilio sus
Sardes); Solino11, también tres (una oráculos vienen registrados en hojas de
dèlfica, una llamada Herófile y una ter palmera que el viento dispersaba en el
cera de nombre Aniena); un escoliasta antro continuamente.
de Licofrón12tres (una sibila de Cumas, Si bien sibilas como la cumana nos
hermana de Apolo, la eritrea y la de son presentadas alcanzando una ex
Sardes), traordinaria longevidad, existieron lu
Otros autores creen que las sibilas gares que reclamaron para sí el em
fueron cuatro; así, Tibulo13 (Amaltea, plazamiento de su tumba (la Tróade,
la marpesia Herófile, Fito Graia y la Eritras, Cimme, Sicilia).
Aniena del Tíbur), Eliano14 (eritrea, Ofrecemos a continuación la clasifi
samia, egipcia y la de Sardes) y Pausa- cación varroniana (s. i a.C.) de las sibi
nias15 (la libia, la de Marpeso o Eritras, las, enumeradas por el erudito latino24:
la de Cumas y la de Babilonia o egipcia, 1) Sibila persa.— Una de las sibilas,
llamada Sabe). Clemente de Alejan también llam ada caldea, hebrea o
dría16 habla de nueve (Samia, Colofo babilonia. Su nombre era el de Sabe
nia, Cumana, Eritrea, Tesalia, Tespro- (Sábbe) o Sambethe. Según Pausa-
tia, Fito, Taraxandra y Macétide). nias25, quien la cita por primera vez,
Por lo general se consideraba que la era hija de Beroso y Erimante, mien
sibila de Gergos o Gergitio era la más tras otros la presentan como hija o
antigua o, al menos, una de las prime nuera de Noé; ambos aparecen repre
ras, en disputa con la de Eritras. Era en sentados en las monedas de la ciudad
el templo de Apolo de esta localidad de Apamea del siglo ni d.C. Anuncia
donde la sibila ejercía su actividad pro los sucesos de la torre de Babel y las
fètica. victorias de Alejandro Magno. La iden
Sobre la filiación de las sibilas no tificación de la sibila babilónica con la
existía acuerdo, si bien Hidole y Lamia judía debió de operarse en el seno de
267
SIBILA
268
SIBILA
des de Italia no habrás probado con Virgilio es el único autor que cita a
ruegos! / La causa de tamaño mal, de Deífobe com o nombre de la sibila.
nuevo una esposa huéspeda de los Varrón42 conoce los de Amaltea, He-
teucros, I y de nuevo un matrimonio rófila y Demófila. Dicha elección pa
forastero. I No cedas tú a estos males y rece explicarse por el origen troyano
hasta sigue avanzando lleno de valor / de la adivina; Livio y Servio43 creían
por donde te permita tu Fortuna. De la que la sibila cumana había llegado a
salvación el camino primero / (nunca Italia del exterior. En este sentido
lo creerías) habrá de abrirte una ciudad Glauco, su padre, es el nombre no sólo
griega (VI, 83-97). de una divinidad marina sino también
de varios personajes troyanos.
Tras pasar los efectos del éxtasis, La sibila cumana era distinguida por
Eneas pide que le acompañe a través del la tradición anterior a Virgilio de la
infierno para encontrar a su padre sibila cimeria. Nevio44 y Pisón45 la pre
Anquises. Deífobe le impone dos condi sentan custodiando el Nekyomanteion
ciones: coger la rama de oro consagrada del Averno. Probablemente fue Nevio
a Juno inferna] y sepultar a Miseno. quien introdujo en la literatura la con
Concluido el sacrificio a los dioses sulta de la sibila cimeria por parte de
infernales en la boca del Averno, Deí Eneas. Virgilio no hizo sino fusionar la
fobe entra con Eneas en la caverna que sacerdotisa de Hécate del Nekyoman
conducía a las profundidades de la tie teion y la de Apolo de Cumas; en VI,
rra guiándole por el reino de los muer 35 aparece citada como «sacerdotisa
tos: le prohíbe el uso de la espada con de Febo y de Trivia». De esta forma no
tra los monstruos, le explica la suerte es difícil explicarnos el doble papel que
de los insepultos37 y consuela a Palinu desempeña Deífobe como sibila y guía
ro (piloto de la nave de Eneas) con el de Eneas en los Infiernos.
siguiente anuncio: Virgilio tampoco olvidó relacionar
a la sibila cumana con los Libros Sibili
No confíes en torcer los hados con tus nos custodiados en época augústea en
súplicas, / pero guarda en tu corazón el templo de Apolo Palatino. En la pro
estas palabras, consuelo de tu dura fecía de *H éleno46 se presupone la fi
suerte. / Que los comarcanos, conmo jación por escrito de las respuestas; se
vidos a lo largo y ancho en las / ciuda gún Varrón47 la sibila usaba hojas de
des por prodigios del cielo, expiarán tus palmera. En el s. iv d.C., Servio48 le
huesos / y un túmulo levantarán y ho atribuye un Carmen Euboicum o Chal-
nores rendirán al túmulo, / y tendrá el cidicum.
lugar para siempre de Palinuro el nom 8) Sibila helespóntica.— Una de las
bre (VI, 376-381). sibilas anteriores a la guerra de Troya,
la segunda más antigua49. Predijo que,
Después calma a Caronte y Cerbe para perdición de Asia y Europa, He
ro38, aconseja a Eneas que abandone a lena se habría de criar en Esparta, y
Deífobo (hijo de Príamo), le describe que, a causa de ella, Troya sería toma
el Tártaro, al que el héroe no puede da por los griegos.
entrar39 y le ordena poner la rama de Algunas fuentes la llaman Herófila;
oro ante la puerta de Júpiter40. Por úl había nacido en Tróade y según algu
timo, Deífobe interroga a las ánimas nas tradiciones, más concretamente, en
felices dónde se encuentra Anquises41, Marpeso. Los habitantes de esta región
quien, una vez hallado, asumirá el pa mantienen estrecho contacto con las
pel de guía que la adivina venía desem gentes de Cime (Eolia), de donde par
peñando. ten los colonos que fundarán Cumas,
269
SIBILA
270
SIBILA
próxima a aquella localidad y materia 4; Serv., ad Aen., VI, 321. / 18. Heraclid.
les epigráficos (cipo de Tor Tignosa) Pont., Fr. 130 W. / 19. Paus., X, 12. / 20.
Virg., Aen., VI. / 21. Plut., De Pyth. or., 398c;
con importantes dedicatorias al Lar Paus., X, 12,1. / 22. O rae. Baalbek, II, 12-13.
Aenias y a las Parcas. / 23. III, 444. / 24. Varr., Gramm., 179. / 25.
Servio57 señala que sus escritos se X, 12, 9. / 26. Nicanor, 146, FGH, 1; Callist.,
conservan, junto con los Libros 124, FGH, 14; Strab., XVII, 143; Varr.,
Sibilinos y los Carmina Marciana en Gramm., 179. / 27. Chrysipp. Stoic., 1216;
tre los documentos oficiales de la reli Paus., X, 12; Apollod., 422; Clem. Alex.,
Strom., I, 108. / 28. Paus., X, 12; Suda., s.v.
gión romana. En la Edad Media circu «Síbylla Kaldaía». / 29. X, 12. / 30. Nev.,
laban aún profecías atribuidas a la Bellum Poenicum, Fr. 12; Calp. Piso, 41. / 31.
sibila tiburtina. Heraclid. Pont., Fr. 130 W. / 32. Calisth.,
Después de la clasificación de 124, FGH; Strab., XVII, 143. / 33. Eratosth.,
Varrón no faltaron otros intentos por 241, FGH, 26; Isid., VIII, 8, 4. / 34. X, 5, 7. /
35. Ps. Arist., 838, 5-14. / 36. Aen., VI, 35. /
alargar la lista de las sibilas: Suidas
37. Aen., VI, 322 ss. / 38. Ant. rerum div., Fr.
(s.v. «Síbylla») añade la tesalia (identi 56a, 10 Cardauns. / 39. Aen., VI, 562. / 40.
ficada con M anto, hija del adivino Aen., VI, 628. / 41. Aen., VI, 669. / 42. apud
*Tiresias, representada en monedas de Serv., ad Aen., III, 444; Inst, div., I, 6, 10. /
las ciudades de Tricca y Pelimna), co 43. Liv., I, 7, 8; Serv. ad Aen., VI, 321. / 44.
lofonia (llamada Lampusa, hija del Bellum Poenicum, Fr. 12. / 45. Varr., apud
Lact. Inst, div., I, 6, 9. / 46. Aen., III, 441-
adivino Calcante), tesprótica, siciliana 460. / 47. apud Serv., ad Aen., III, 344; VI,
(cuya tumba según Solino58 se encon 74. / 48. ad Aen., VI, 322 ss. / 49. Paus., X,
traba en Lilibeo), rodia, lucana y la 12,2; Suidas, s.v. «Herophila». / 50. X, 12, 5.
sarda. La Crónica Pascual59, compila / 51. I, 55. / 52. apud Lact., Inst. Div., I, 6,
ción del siglo x d.C., cita doce sibilas 12; Suidas, s.v. «Sibylla Kaldaia». / 53. Tib.,
(las diez de Varrón más la judía y la II, 5, 69-70. / 54. Carm., I, 7,12-13. / 55. CIL
XIV, 4262. / 56. VII, 82-84. / 57. Ad Aen., VI,
rodia), sin duda con el propósito de 35. / 58. II, 17; 5, 7. / 59. Chr. Pasch., 201
igualar su número con el de los Após Bonn, / 60. Ad Aen., VI, 71; Varr., Ant. rerum
toles (J. J. Caerols). div., Fr. 56a, 12. / 61. De Pyth. or., 398d.
Existen escasas referencias de un
culto a una sibila que, si existió, debió [Bibl: P. Corsen, «Die Sibylle im 6.
de ser anulado por el de Apolo; tan sólo Buch der Aeneis»: Socrates 1 (1913), pp.
una alusión en Servio®’. Como Thea, 1-16; Rzach, «Sibyllen»; RE, II, A, 2
aparece sólo en las monedas de Eritras. (1923), cois. 2073-2103; Th. Zielinski, La
Sibylle, Paris, 1924; J. Hubeaux, «Deipho-
Suele ser representada como una
be et la Sibylle»: AC, 8 (1939), pp. 97-
mujer sin edad determinada, vieja en 109; S. Eitrem, «La Sibylle de Cumes et
ocasiones, a veces parcialmente desnu Virgile»; 5 0 , 24 (1945), pp. 88-120; J. H.
da (quizá en alusión a su virginidad). Waszink, «Vergil and the Sibyl of Cumae»:
Según Plutarco61, la cara de la sibila Mnemosyne, 4 (1948), pp. 4 3 -5 8 ; M.
muerta era identificada con la Luna. Guarducci, «Albunea», en Studi in onore
G. Funaioli, Roma, 1955, pp. 77-99; R. J.
1. Diels, Vorsokr., 22B, 92; Plut., De Pyth. Clark, Catabasis: Vergil and the Wisdom-
orac., 397c; Clem. Alex., Strom., I, 70, 3. / 2. Tradition, Am sterdam, 1979, pp. 204-
Varr., apud Lact., VI, 1, 6. / 3. Eq., 61; Pax, 2 11; H. W. Parke, Sibyls and Sibylline
1095,116. / 4. Fedr., 244a-b; Thg., 124d. / 5. Prophecy in Classical Antiquity, London,
Pr., 354, 35. / 6. Cic., De div., I, 34; Elian., 1988; J. J. Caerols, Los Libros Sibilinos en
HV, 12, 35. / 7. Heracl. Pont., apud Clem. la historiografía latina, M adrid, 1989; E.
Alex., Strom., I, 108, 3. / 8. Gram., 179. / 9. Suárez de la Torre, «Sibylles, Manrique
II, 159. / 10. Schol. Aristof. Av., 962. / 11. II, inspirée et collections oraculaires»: Ker-
18. / 12. Schol. ad Lyc., 1278. /1 3 . II, 5, 67- nos, 7 (1994), pp. 179-205; M. Caccamo
69. / 14. HV, 12, 135. / 15. X, 12. / 16. Caltabiano, s.v. «Sibyllae», en LIM C, VII,
Strom., 1 ,132, 3. / 17. Ps. Arist., Mir., 838, 5- 1, pp. 753-757.]
271
S I LA
SILA / Sylla (s. i d.C .).— Astrólogo Silano^ se refiere al momento en que la
consultado por el emperador Calígula expedición había llegado a Heraclea.
al que, según Suetonio1, predijo su Los estrategos realizaron sacrificios
muerte inmediata. sobre el lugar pero Silano de Ambracia
ya no se encontraba presente, pues ha
1. Calig., 57, 5. bía huido de Heraclea en un barco. En
su lugar le sustituyó otro adivino, * Are-
xión de Arcadia.
SILANO / Silanós (s. v a.C.).— Adivi
no (hieróscopo) originario de Ambra- 1. Jenof., Anab., passim-, Filóstr., Vit.
Apoll., VIII, 7, 48. / 2. Anab., I, 7, 18. / 3.
ciajuna colonia de Corinto fundada en Anab., V, 6, 17-18. / 4. Anab., V, 6, 34. / 5.
el Epiro) al servicio del príncipe persa Anab., VI, 4, 13.
Ciro el Joven (quien encabezó una ex
pedición para destronar a su hermano
Artajerjes hacia el año 400 a.C .)1. SILAS / Syllas (s. i d.C.).— Cristiano
En vísperas de la batalla de Cunaxa de la comunidad de Jerusalén, quizá
Ciro le dio tres mil dáricos porque ciudadano romano, muy estimado por
once días antes le había anunciado en sus dotes como «profeta». Su nombre
el curso de un sacrificio que el rey no es una forma aramea de Saúl («solicita
presentaría batalla en diez días2, como do por Dios») y es llamado Silvano en
así fue. las epístolas de Pedro y Pablo.
Posteriormente le vemos al servicio Junto con Pablo, Bernabé y Judas
de Jenofonte (mercenario de Ciro al Barsabás se trasladó hasta Antioquía
frente de los Diez Mil), cuando aquél para dar a conocer a la comunidad
decidió fundar una ciudad. Antes de cristiana las decisiones tomadas en el
comunicar sus proyectos a ningún sol Concilio de Jerusalén1. Allí Judas y
dado llamó a Silano; éste, que quería Silas exhortaron y animaron a los her
regresar cuanto antes a Grecia, pues manos con un largo discurso2. Poste
había conseguido mantener intacta la riormente, acompañó a Pablo hasta
suma entregada por Ciro, reveló al Filipos (Macedonia), donde una escla
ejército la intención de Jenofonte de va «que tenía el don de la adivinación»
permanecer en tierras persas para fun iba detrás de Pablo y Silas gritando:
dar una ciudad y tener fama y poder3.
Al producirse las primeras divisio Estos hombres son esclavos del Dios
nes en el seno de la expedición, Jeno Altísimo que os anuncian el camino de
fonte habló públicamente para decir la salvación (Hch 16, 17).
que tras los últimos sacrificios el adivi
no Silano le había comunicado que las
Pablo la liberó de un «espíritu divi
víctimas eran favorables, pero que las
no» que habitaba en su interior, pero los
entrañas ponían de manifiesto un en
amos de la muchacha, que se beneficia
gaño y conspiración contra él. Después
ban económicamente de su actividad
propuso abandonar el proyecto y re adivinatoria, denunciaron a los misio
gresar a Grecia. Como no todos que
neros y lograron encarcelarlos. Aquella
rían, Silano4, gritando, intentó decir
noche, cuando Pablo y Silas cantaban
que lo justo era que se marcharan los
un himno a Dios3, se produjo un fuerte
que quisieran, pero los soldados lo
terremoto que abrió las puertas de la
amenazaron con castigarle si le sor
cárcel y libró de los grilletes a todos los
prendían escapando.
presos. El carcelero, postrado ante Pa
La última alusión de Jenofonte a
blo y Silas, se convirtió al cristianismo.
272
S I M ET A
273
S I M E TA
fuego. ¡Ea, Luna, muestra tu hermoso Mas mi dolor dentro del pecho no guar
brillo! Pues a ti, diosa, te cantaré con da silencio, / sino que toda me abraso
voz queda, y a Hécate soterraña, que por aquel que, cuitada de mí, en vez /
incluso a los perros hace temblar cuan de hacerme su esposa me ha llenado de
do sobre los sepulcros de muertos y ne oprobio sin ser ya doncella. / ¡Mágica
gra sangre transita. ¡Salve Hécate terri rueda, arrastra tú a mi casa a mi hom
ble!, y hasta el fin préstame asistencia, bre! I Por tres veces una libación te de
haciendo estas pócimas no menos efica dico, Señora, por tres / veces esta fór
ces que Circe ni que Medea ni que la mula pronuncio: «Que ya si a su lado
rubia Perimeda! (vv. 1 ss.). yace / mujer, ya si hombre también, a
tal grado se olvide de ellos / cuanto
El núcleo del poem a consta de dos Teseo una vez, según dicen, un día se
partes: en la prim era se recoge el con olvidó de / Ariadna la de trenzas her
juro con su lenguaje ten eb roso (no mosas». / ¡Mágica rueda, arrastra tú a
exento de cierto hum or); el elemento mi casa a mi hombre! / La fárfara crece
clave es la rueda (como instrum ento en Arcadia y con ella en el monte /
m ágico) que Simeta maneja durante el enloquecen todas las potras y yeguas
ritual, quizá girándola cada vez que veloces. Que así / también vea yo a
pronuncia la fórm ula del estribillo: Delfis y como un loco llegue a esta casa
/ desde el gimnasio aceitoso. / ¡Mágica
¡Mágica rueda, arrastra tú a mi casa a rueda, arrastra tú a mi casa a mi hom
mi hombre! t Primero he aquí la harina bre! /Esta orla Delfis perdió de su capa:
de cebada que se consume en el / fuego ahora yo hilo a hilo la / arrojo en el
[...] Espolvorea [Téstilis] a la vez que fuego cruel. ¡Ay! Amor doloroso, epor
ve diciendo: / «De Delfis los huesos es qué me has / chupado toda la negra san
polvoreo». / ¡Mágica rueda, arrastra tú gre de mi cuerpo, como sanguijuela /
a mi casa a mi hombre! / Delfis me ha del pantano ofertándote a mí? / ¡Mági
lastimado y yo por causa de Delfis que ca rueda, arrastra tú a mi casa a mi
mo el / laurel. Que lo mismo que éste hombre! / De salamandra machacada
crepita abrasándose y tan /presto pren te llevaré mañana una mala poción. / Y
dió y ni cenizas vimos de él, así se con tú ahora, Téstilis, toma y vete a untar
suma en / la llama la carne de Delfis. / sobre su umbral / este emplasto de hier
¡Mágica rueda, arrastra tú a mi casa a bas (en tanto que yo aún ahora tengo /
mi hombre! / Tal como yo derrito esta atada mi alma y él no me hace caso) y
cera con ayuda de la diosa, así se / de di en murmullo: / «De Delfis los hue
rrita de pasión al momento Delfis el sos abraso». / ¡Mágica rueda, arrastra
mundo. Y tal como /gira, por Afrodita tú a mi casa a mi hombre! (vv. 16-64).
movido, este disco de bronce, que así /
aquél venga a girar a mi puerta. / ¡Má La segunda y últim a parte (vv. 65-
gica rueda, arrastra tú a mi casa a mi 166) es una rem em oración sentimen
hombre! / Quemaré ahora el afrecho. Y tal que Sim eta hace en presencia de la
tú, Artemis, que puedes mover / las Luna (invocada com o H écate) del en
puertas de acero del Hades y todo cuentro con el am ado y su posterior
cuanto haya más firme / [...] (Téstilis, infidelidad.
por la ciudad aúllan las perras: en las /
encrucijadas anda la diosa. ¡Deprisa, 1. Idil., II, 1-166.
haz que el bronce retumbe!) / ¡Mágica
rueda, arrastra tú a mi casa a mi hom [Bibl.: J. B. Sutphen, «Magic in Theokrit
and Vergil», en Studies in honour o f Gil-
bre! / He aquí que guarda silencio la
dersleeve, Baltimore, 1935, pp. 315-328; A.
mar y guardan silencio los I vientos.
274
SIMÓN MAGO
S. F. Gow, Theocritus, vol. II, Cambridge, así al Espíritu Santo. Simón, maravilla
1952, pp. 25 ss.; F. Graf, La Magie dans do, intentó comprar a los Apóstoles el
l ’Antiquité gréco-romaine, Paris, 1994, pp. poder de transmitir el don de Dios
200-216.] («Dadme también a mí ese poder: que al
que le imponga yo las manos reciba al
Espíritu Santo»2), siendo duramente cri
SIM Ó N / Simón (s. i a.C./i d.C.).— ticado por Pedro («¡Que tu dinero se vaya
Adivino e intérprete de sueños, de ori contigo a la perdición, porque creiste
gen esenio, contemporáneo de Arque- poder comprar con dinero el don de
lao (hijo de Herodes el Grande, etnar- Dios»3). El término simonía designa por
ca de Judea desde el año 4 a.C.). ello el tráfico de cosas santas.
Según Flavio Josefo, Arquelao soñó Justino M ártir (100-165 d.C .),
que unos bueyes comían nueve espigas, copaisano de Simón (había nacido en
las mayores y más llenas. Para conocer Naplús y éste en Gitton), se refiere a
su significado llamó a unos adivinos él en su Diálogo con el hebreo Trifón
entre los que se encontraba Simón. asegurando que Simón Mago era ve
Éste le dijo que las espigas simboliza nerado por sus seguidores como si fue
ban años y los bueyes grandes cambios ra un dios; también Hechos4 afirma
en las cosas de la vida, porque al arar que todos decían de él: «Este es la
los campos revolvían toda la tierra y la fuerza de Dios que se llama Grande».
trocaban; y que había de reinar tantos Justino refiere que Simón se hacía
años cuantas espigas eran en el sueño y acompañar siempre por una cierta He
que, después de haber visto muchos lena que había ejercido la prostitución
cambios y mutaciones en todas sus co (en la ciudad de Tiro, según Ireneo) y
sas, había de morir1. que había sido rescatada por él. A par
Nueve años después de haber llega tir de estos hechos biográficos Simón
do al cargo, en el año 5/6 d.C. (es de elaboró un sistema gnóstico cuyos
cir, durante el principado de Augusto), puntos fundam entales eran los si
fue juzgado y destituido a petición de guientes: sus seguidores — samaritanos
los notables de Judea y Samaría, sien o no— le adoraban como el «primer
do exiliado a Vienna, en la Galia. Dios» y reconocían en Helena «la Idea
primordial procedente de él»5. A tra
1. BJ, I, 6; Ant. Iud., XVII, 13, 3.
vés de esta Idea o Ennoia primordial
habían sido creados todos los seres,
permaneciendo Simón por encima de
SIM Ó N MAGO / Simón Magus (s. i
ellos.
d.C.).— Llamado «el M ago» tanto en
Ireneo6 aclaró el sistema de Simón
los Hechos de los Apóstoles1 como en
asegurando que Simón se había pre
otras fuentes, vivía en Sam aría a la
sentado entre los judíos como Hijo,
muerte de Cristo. Por sus prácticas
en Samaría como Padre, en otras na
mágicas tenía atónitos a los habitantes
ciones como Espíritu Santo; decía de
de Samaría (una zona propicia para el
sí m ism o que era la sublim issim a
sincretismo religioso), pero él mismo
Virtus y super omnia Pater (lo que
quedó vivamente impresionado por las pone de manifiesto la influencia de
curaciones y por los milagros del diá
los Evangelios sobre el pensamiento
cono Felipe, siendo bautizado por él y
de Simón). Por medio de Helena con
convirtiéndose a la nueva religión.
cibió desde el principio con la mente
Cuando Pedro y Juan llegaron a
crear los ángeles y arcángeles, pero
Samaría, muchos acudieron a ellos para
tras haberlos engendrado, Helena fue
que les impusieran sus manos y recibir
hecha prisionera por la envidia de
275
SIMÓN MAGO
2 76
SOFONÍAS
277
SÓSTRAT O
Ley. / [ ...] / Por eso, espérame en el día isla por Támiras3, adivino ligado a la
en que me levantaré como un testimo familia de los *Ciniras.
nio; / pues mi resolución es reunir a las Los pronósticos anunciados debie
naciones, congregar los reinos, / para ron ser favorables, pues Tácito dice
derramar sobre ellos mi ira, todo el fu que Tito llegó junto a su padre con los
ror de mi cólera / porque con el fuego ánimos acrecentados y con gran con
de mi celo será devorada toda la tierra fianza en el porvenir.
(So 3, 1-8).
Otros oráculos dirigidos contra los 1. Tacit., H ist ., II, 1; Suet., Tit., 5, 1. / 2.
filisteos, los moabitas y los hijos de H ist., II, 4, 2. / 3. Tacit., Hist., II, 3, 1.
Amón2 son más tardíos y no parecen
proceder del profeta.
Un sello inscrito con el nombre de SPURINNA.— *Espurina.
Sofonías y datado en el siglo vi fue ha
llado en Lakish. La inscripción parece
referirse al profeta. Si esto es cierto,
Sofonías fue padre de un Jeremías (pro SUDINES / Soudínes (s. ni a.C.).— As
pietario del sello) perteneciente a al trólogo y adivino colaborador del rey
gún colegio de profetas. de Pérgamo, Atalo I (241-197 a.C),
con quien luchó frente a los gálatas (h.
240 a.C.). Polieno1 le llama «adivino
1. S o l, 1 ./2 . So 2, 4-11.
caldeo», lo que hace pensar que no era
de origen griego. Estrabón2le cita tam
[Bibl.: K. Seybold, Satirische Prophetie.
bién como astrólogo, junto a Seleuco y
Studien zum Buch Z efanja, SBS, 120, Stutt-
gart, 1985; P. R. House, Zephaniah. A Pro- Naburiano. Sus conocimientos astroló
phetic Sram a, Bible and Literature Series, gicos debieron de ser grandes, pues
16, Sheffield, 1987.] *Vetio Valente, cuatro siglos después,
utilizaba todavía sus tablas lunares3.
También debió de tener conoci
mientos de hepatoscopia. Según Fron
SÓSTRATO / Sóstratos (s. i d.C.).— tino4, durante el reinado de Eumenes
Sacerdote y hieróscopo del templo de (197-159 a.C .) com etió un célebre
Afrodita de Pafos. Durante el viaje de fraude: grabar en el hígado de una víc
Tito, hijo del emperador Vespasiano, tima caracteres que prometían la vic
a Judea, hizo una escala en Pafos (Chi toria en vísperas del combate contra
pre), atraído por la fama del oráculo los galos.
de Afrodita. Primero interrogó al orá Polieno5 narra con más detalle el
culo sobre su travesía marítima y des engaño, si bien lo sitúa en época de
pués, tras sacrificar una buena canti Atalo I. Según este autor fue el monar
dad de víctimas, sobre su propio ca quien (quizá por oden del adivino),
futuro1. Según Tácito2 fue Sóstrato, después de triturar agalla de roble, es
sacerdote de la diosa, quien vio que cribió en su mano derecha —de iz
las entrañas de las víctimas se mostra quierda a derecha— las palabras: «vic
ban propicias y concordes y que la toria del rey». Cuando se extraían las
diosa asentía a sus designios; pidién entrañas de la víctima colocó la mano
dole a Tito una entrevista a solas le bajo ellas, imprimiendo la inscripción
descubrió su futuro. Del relato taciteo en el hígado aún caliente y blando.
se desprende que, al menos, una de las Sudines, tras examinar los lóbulos, la
técnicas empleadas por Sóstrato debió vesícula y otras partes del hígado, dio
ser la hepatoscopia, introducida en la la vuelta al lóbulo «descubriendo» la
278
SUDINES
279
T
TAGES (Libros de) / Tages.— Profeta Numa o con la ninfa etrusca *Vegoia.
etrusco legendario al que se vincula Aunque se le atribuía la revelación del
ban los orígenes de la Disciplina Etrus- contenido de los libros sagrados
ca. Cicerón1, Ovidio2 y otros autores3 etruscos, sin embargo sólo una parte
narran con ligeras variantes lo sucedi viene explícitamente referida a él; con
do a un campesino mientras araba en cretamente a: a) los libri haruspicini, es
el territorio de la ciudad de Tarquinia: decir, aquellos relativos al ámbito del
vio cómo un terrón se movía espontá sacrificio y a la lectura de los designios
neamente y sin que nadie lo empujara divinos en las entrañas de las víctimas y
y enseguida tomaba forma de hombre: b) los libri Acherontici (que formaban
era Tages, un sabio pero con forma de parte de los libri fatales), relacionados
niño. A los gritos del campesino todos con la vida de ultratumba. Lido6, autor
los etruscos se concentraron sobre el bizantino del siglo vi d.C. pero bien
lugar aprendiendo de él los fundamen informado, atribuía a Tages una obra
tos de la disciplina o adivinación etrus- sobre el valor adivinatorio de los terre
ca; los lucumo-nes (o reyes etruscos) m otos (tá seismotropiká), traducida
pusieron después por escrito esas en por ""Vicelio al latín, y otra sobre los
señanzas. truenos, manejada y quizá completada
Para los etruscólogos se trata de un por *Nigidio Fígulo.
mito etiológico del saber adivinatorio Durante la Antigüedad tardía, las
de los etruscos creado en el momento obras de Tages cobraron una autori
de máximo esplendor de la Dodecá- dad enorme, siendo comparado con
polis o Liga de doce ciudades etruscas. figuras como Platón, Pitágoras o Só
Fue entonces cuando se elaboraron crates. Los autores cristianos no duda
unas normas rituales que sirvieron de ron en considerar a Tages un equiva
vínculo entre los populi a los que, se lente de los profetas, m ientras los
gún Festo4, iban dirigidos los precep griegos lo asim ilaron a Hermes
tos de Tages. Chtonio. En Macrobio7 aparece ligado
El origen divino del fundador de la a la fundación de ciudades.
doctrina viene asegurado por su genea Otra fuente de primer orden para el
logía; según Festo5, Tages era hijo de conocimiento de este personaje es la
Genius y nieto de Júpiter. Algunos au iconografía. Un espejo de Tuscania
tores han intentado com pararlo con (datado hacia el 300 a.C., hoy en el
281
TAGES
282
TARQUENNA
decir, los cristianos) estaban presentes utilizado en la época para dar mayor
en la ceremonia2. fuerza a la acción mágico-religiosa. Di
Según Lactancio, Tages, furioso, cha práctica era utilizada por los
ordenó que sacrificasen no sólo los orfeotelestas en sus ritos purificatorios.
ministros del culto, sino también todos Según Eliano5, que le cita como
los que se encontrasen en palacio y, «purificador», fue hecho venir siguien
caso de que se negasen, que fuesen do el oráculo de la pitia de Delfos. En
obligados a ello a fuerza de azotes3. la Antigüedad fue frecuentemente
Asimismo dio órdenes escritas a los je comparado con el también cretense
fes de las unidades militares para que *Epiménides, ya que ambos efectuaban
se obligase también a los soldados a ritos catárquicos siguiendo tradiciones
realizar los sacrificios so pena de que locales. Polimnesto de Colofón escri
quienes desobedeciesen fuesen expul bió para los espartanos unos versos
sados del ejército. sobre Taletas6.
El historiador cristiano señala tam
bién4 que, poco después, el emperador 1 .1, 14 ,4 . / 2. 9, 926. / 3 . 1, 38. / 4 . FHG,
Diocleciano envió un harúspice al orá II, 24 F 4. / 5. HV, XII, 50; cf. Plut., Mor.,
culo de Apolo Milesio para consultar 1146, B. 16. P a u s.,1 ,1 4 ,4 .
al dios sobre la conveniencia de iniciar
una persecución contra los cristianos.
Es posible que este harúspice, hombre TALO / Thallus (s. n d.C.).— Joven
esclavo utilizado por el literato y filó
de confianza del emperador, haya sido
el propio Tages. sofo neoplatónico Apuleyo (s, n d.C.)
para que le revelara el porvenir.
1. De mort. persec., 10,2. / 2.1 0 , 2-3.Apuleyo
/ 3. fue acusado de haberlo lleva
10, 4 ./ 4 . 11, 7. do a un lugar apartado para obligarle a
que le revelara el futuro, según él mis
[Bibl.: S. Montero, Política y adivina mo cuenta1. El filósofo enumera las
ción en el Bajo Imperio: emperadores y ha- cualidades que deben reunir estos ni
rúspices, Bruxelles, 1991, p. 141.] ños profetas para que la «fuerza divi
na» pueda encontrar una morada dig
na en su interior: un bello cuerpo sin
TALETAS DE G O RTIN A / Thalétas tara, espíritu delicado y palabra fácil2.
(s. vi a.C.?).— Taumaturgo cretense Apuleyo se defendió de la grave acu
(nacido en la ciudad de Gortina, según sación que se le hizo, alegando que Talo
Pausanias1) llamado por Esparta para era epiléptico y, por tanto, impuro para
«curar» (o armonizar) a sus habitantes, acoger en su espíritu a la divinidad.
enfrentados socialmente, y liberar al
país de una pestilencia; para ello recu 1. Apul., Apol., XLII, 5.12. Apol., XLIII, 4.
rrió a la música (según Marciano Ca-
pella2, a su cítara).
Diógenes Laercio3 lo hace contem TAM IRAS.— *Ciniras.
poráneo de Hesíodo, Homero y Licur
go, pero según Glauco de Regio4Tale-
tas vivió después de Arquíloco, a TA R C O N TE.— *Tages.
mediados del siglo vi a.C.
Taletas es un «maestro de la ver
dad» (M. Detienne) y como tal pudo T A R Q U E N N A / Tarquenna (s. i
modificar una realidad desfavorable a.C .?).— V arrón1 nos transmite una
con su palabra y la música, medio éste fórmula mágica, atribuida a Tarquen-
283
TARQUICIO PRISCO
na, destinada a tratar ciertos dolores de Éste trata sobre el significado de los
pies: tonos polícromos que pueden aparecer
sobre la lana de las ovejas, de los cua
Cuando a uno comienzan a dolerle los les el purpúreo afecta, en especial, al
pies si piensas en ti puedes curarlo; yo emperador:
pienso en mí, cura mis pies. La tierra
tenga el daño, la salud permanezca Si la oveja o la cabra se colorean de
aqu í[en mis pies] (Var., RR, I, 3). púrpura o de oro, al príncipe del orden
y de la estirpe (principi ordinis et gene-
Se ha pensado (A. M. Tupet) que la risj aumentará su munificencia con
locución verbal dolere coepissent hace suma prosperidad, la estirpe propaga la
alusión a un dolor intenso, pudiéndo descendencia en esplendor y la hace más
se tratar de un ataque de gota. Tar- vigorosa (Macr., Satur., III, 7, 2).
quenna prescribía recitar en ayunas la
fórmula mágica veintisiete veces, tocar b) Macrobio nos informa igualmen
la tierra y escupir. te de otra de sus obras, un Ostentarium
Los autores modernos se han esfor Arborarium, donde se recoge una lista
zado por identificar a este personaje. de los árboles y plantas leñosas con las
Para unos podría tratarse de Tarconte que poder quemar vivos los monstra o
(*Tages), mítico fundador de la ciudad prodigios, es decir, aquellos seres ani
de Tarquinia al que se atribuirían cu males o humanos nacidos con defor
raciones milagrosas. Sin embargo des maciones físicas:
de los estudios de J. Heurgon se le
identifica con *Tarquicio Prisco, céle Los árboles que están bajo la protec
bre harúspice contem poráneo de ción de los dioses infernales y que ale
Varrón. jan los males se llaman infelices (de
mal augurio): son el linterna, la caña
1 .RR, 1,2,27. sanguínea, el helecbo, el higo oscuro y
aquellos que producen bayas negras y
[Bibl.: J. Heurgon, «Tarquitius Priscus frutos negros; análogamente el acebo,
et l’organisation de l’ordre des haruspices el peral selvático, el ciruelo y el arbus
sous l’em pereur C lau de»; L atom us, 12
to espinoso con los que es necesario
(1953), pp. 4 0 2 -4 1 7 ; A. M. Tupet, La
magte dans la poésie latine, Paris, 1976, pp.
hacer quemar los prodigios y los presa
172 ss.] gios funestos (portenta prodigiaque)
(Macr., Satur., III, 20, 3).
284
TARUCIO DE FIRMO
285
TEÉNETO
rucio), se desprende que existía una ban sitiados por los peloponesios y
tradición, sin duda anterior al propio beocios, el adivino Teéneto elaboró
Tarucio, según la cual Roma había sido con Eupómpides un plan consistente
fundada el 21 de abril, coincidiendo en que todos los sitiados salieran con
con la fiesta de las Parilia. Lo que el juntamente, atravesando las barreras
astrólogo romano «aportó» fue la de de los enemigos2. La mitad desistió
terminación de la constelación bajo la por considerarlo muy arriesgado, pero
cual Roma había sido fundada (llama cerca de doscientos cincuenta hom
da Libra por los romanos y zigós por bres se ofrecieron voluntariamente:
los griegos, es decir, «yugo» o «yugo éstos, aprovechando las inclemencias
de la balanza»). La «elección» del sig de una noche invernal, lograron esca
no zodiacal parece haber sido hecha par, rompiendo el cerco enemigo, has
porque prometía a la capital la domi ta llegar al Ática5. Quienes optaron
nación universal; quizá Varrón, con su por permanecer fueron ejecutados por
consulta al astrólogo, pretendía buscar los espartanos o sometidos a esclavi
una justificación del imperialismo ro tud (agosto del 427 a.C.); Platea, arra
mano. Es precisamente en la obra de sada, pasó a manos del Estado espar
Varrónj donde encontramos la prime tano. Aunque nada nos dice Tucídides
ra definición de Libra. hay que suponer que tanto Teéneto
Tarucio fue autor de un tratado, en como Eupómpides, autores del plan,
griego, titulado De astris (Sobre las es figuraron entre los escapados, si bien
trellas), que Plinio cita4 como una de el historiador añade que a Atenas sólo
sus fuentes en materia astrológica. Al llegaron 212 hombres, pues algunos
gunos autores (Bouché-Leclercq) con de los que ya habían emprendido la
sideran que Tarucio fue un harúspice huida decidieron regresar en el último
interesado por la astrología, lo que no momento a Platea.
parece probable.
1. Tuc., III, 20, 1. / 2. Tuc., IV, 20, 2. / 3.
1. De dw., II, 47, 98. / 2. Rom., 12, 4; cf. III, 20, 1-2.
Lyd., De mens., I, 14. / 3. LL, VII, 14; cf. Q.
Cicerón, Carm., Fr. 8. / 4. N H , «ind. auct.»,
XVIII.
TELÉN IC O / Telénikos (s. v a.C.).—
[Bibl.: W . K roll, «Tarrutius»: RE, IV, A, Adivino griego (mantis), probablemen
2 (1932 ), cois. 2 4 0 7 -2 4 0 9 ; A. G ra fto n , te de origen ateniense, que vivió en la
«T he H o ro sc o p e o f th e F o u n d a tio n of segunda mitad del siglo v a.C. Teléni-
Rom e»: CPh, 81 (1986), pp. 148-153; J. H.
A bry, «L’H o ro sc o p e de R om e (C icéron, co formó parte de la expedición ate
D iv., II, 98-99)», en Les Astres. Les corres niense a Egipto, donde debió de morir
pondences entre le d e l, la terre et Vhontme, en los primeros años de las operacio
M ontpellier, 1996, pp. 121-140.] nes militares (459/458 a.C.).
Telénico es conocido sólo a través de
una inscripción1que recoge su nombre
T EÉN ETO / Theaínetos (s. v a.C.).— entre los caídos de la tribu Erechthei's.
Adivino (mantis) griego, hijo de Tol- Conocemos a Teleas, hijo de un Teléni-
mides1, quizá originario de Platea, que co, del demos ático de Pergase, que era
vivió en la segunda mitad del siglo v escritor hacia el 415/42; quizá se trate de
a.C. durante la llamada guerra arqui- un hijo o nieto del mantis.
dámica.
En el invierno del 428/427 a.C., 1 . 1G, 1:, 929/128. / 2. ¡G , I; 246/174; cf.
cuando los habitantes de Platea esta Aristof., A v 1025.
2 8 6
TELMESIOS
287
TEMISTEAS
ordenó que regresara a aquel sitio e hi 1. A ir., Anab., II, 3, 4. / 2. NH, II, 30, 6. /
ciera un sacrificio a Zeus, pero Gordio 3. Anab., II, 3. / 4 . 1, 78. / 5. Cíe., De div., I,
pidió a la muchacha que le acompaña 91; Arr., Anab., IV, 4, 3. / 6. Telmiss., 537
Koch = ap. Athen., 7, 308-309. / 7. Schol.
ra para celebrar el sacrificio conforme Greg. Naz., Or. 1 c. lulian. 7 = PG, 3 6 , 1022.
a sus indicaciones; de sus relaciones
con la muchacha nació un hijo llama
do Midas. T EM IST EA S / Themistéas (s. vi-v
En los años siguientes se produjo una a.C .).— Adivino griego (m antis) de
guerra civil entre los frigios. Un orácu origen desconocido. Plutarco1 le atri
lo había anunciado que un carro les buye un vaticinio al rey espartano
traería un rey que pondría fin a su gue Leónidas similar al del adivino *Megis-
rra fraticida. Cierto día apareció el jo tias (con el cual parece confundirse): la
ven Midas, acompañado de sus padres, derrota de su ejército y su propia muer
e hizo detener el carro ante la asamblea te en la batalla de las Termópilas. El rey
entonces reunida. Los frigios, recor quiso entonces enviarle a Esparta con
dando el oráculo, reconocieron en él al el pretexto de anunciar lo que iba a
hombre que los dioses les habían anun suceder, pero en realidad para que no
ciado, haciendo de él su rey. muriera con los demás; sin embargo, él
Los Telmesios fueron consultados no quiso apartarse de Leónidas y le
también por el rey de Lidia, Creso dijo: «Fui enviado como combatiente,
(560-546 a.C.)4, cuando las inmedia no como mensajero»2.
ciones de la ciudad de Sardes fueron
invadidas por serpientes que eran co 1. Mor., 221, C. / 2. Herod., VII, 221;
midas por los caballos, ofreciendo la Plut., Mor., 88, C.
siguiente interpretación del prodigio:
un ejército extranjero estaba a punto
de llegar al país de Creso y, una vez TEM IST O C LEA I Themistókleia (s. vi
en él, sometería a sus habitantes, pues a.C .).— Pitia citada también com o
la serpiente era hija de la tierra, y el Theocleia' y Aristokleia1. Según Dióge-
caballo, enemigo y venido de fuera. nes Laercio3, Pitágoras recibió de
Cuando los consultantes regresaron a Temistoclea los dogmas de Delfos. Pa
Sardes con la respuesta, Creso ya ha rece tratarse de una de tantas tradicio
bía sido hecho prisionero por los per nes que vinculaban al filósofo con el
sas. culto de Apolo.
Las formas de adivinación practica
1. Suda, s.v. «Pythagoras». / 2. Porph., Vit.
das por los Telm esios fueron: a) la Pyth., 41. / 3. VIII, 21,8.
hepatoscopia o haruspicina5; b) la ob
servación del vuelo de las aves
(Aristófanes6habla de melanopterygon T E O C L ÍM E N O / Theoclymenos.—
korakínon); c) según los escritores cris Adivino griego (mantis), originario de
tianos también la adivinación por sue Argos, hijo de *Polifides y descendien
ños7. A juzgar por el más famoso de los te de *M elampo. En la Odisea' el pro
Telm esios, *A ristandro, adivino de pio Teoclímeno nos dice que, tras ha
Alejandro M agno, aquéllos también ber dado muerte a un hombre, tuvo
debieron de destacar en la interpreta que abandonar su patria y buscar refu
ción de prodigios y portentos. gio en Pilos; allí se encontró a Teléma-
La obra de Aristófanes titulada Hoi co, a quien acompañó hasta Itaca.
Telemesses parodiaba probablemente Sus virtudes mánticas son puestas
las supersticiones asociadas al lugar y a de manifiesto en el poema homérico
sus habitantes. en tres ocasiones:
288
TÉOCLO
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TEÓCRITO
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TEOTECNO
291
TESALIOS
cuando fue muerto (313 d.C.) por or velar el futuro: transfunde sangre hir-
den del emperador romano Licinio por viente al pecho abierto, lim pia de
haber animado a Maximino Daia a lu podre los meollos y le administra en
char contra sus enemigos y a perseguir abundancia el «virus lunar»; éste es
a los cristianos. Por ello Eusebio1 dice m ezclado con espuma de perros
de él que era hombre temible, charla hidrófobos, entrañas de lince, vérte
tán, malvado y que no hacía honor a bras de hiena, meollos de ciervos ceba
su nombre («hijo de Dios»), Teotecno dos con serpientes, etc.
llegó a ser nombrado, según dice el Viene a continuación una plegaria
propio Eusebio, curator civitatis de que consta de dos partes diferenciadas:
Antioquía. en la primera emite sonidos similares al
ladrido de los perros, al aullido de los
1. HE, IX, 2-3. lobos, a los gemidos del búho y el vam
piro, al silbido de la serpiente, todos
ellos en «una única voz». La segunda
TESALIOS / Thessalii.— Los habitan parte va dirigida, ya en el lenguaje hu
tes de la región griega de Tesalia, y en mano, a las divinidades infernales (Caos,
especial sus mujeres, eran famosos por Perséfone, Hécate, Cerbero, Caronte):
sus prácticas de hechicería. Conocemos
pocas hechiceras tesalias históricas Si os invoco con boca suficientemente
(*Aglaonicé, *Filina), pero la literatura sacrilega y mancillada, si jam ás canto
latina se interesó frecuentemente por estos ensalmos ayuna de carne huma
ellas siendo especialm ente celébres na, si a menudo he lavado pechos to
Ericto, Meroe y Mícale. Aun tratándo davía llenos de espíritu humano, des
se de recreaciones poéticas será útil re pués de hacerlos rajar, con cerebro aún
cordarlas, especialmente para conocer caliente, si todo crío del que he coloca
sus técnicas. do cabeza y entrañas en vuestros pla
La primera, Ericto (Ericthó), prota tos iba a vivir, obedeced a mis ruegos.
goniza el libro VI de la Farsalia' de No reclamamos un alma oculta en la
Lucano (39-65 d.C.). Es Sexto Pompe- gruta del Tártaro y de tiempo acostum
yo, hijo de Pompeyo Magno, quien en brada a las tinieblas, sino una que aún
el poema decide consultar a Ericto so desciende, abandonada la luz poco ha;
bre su suerte en las guerras civiles de todavía está parada en la primera hen
finales de la República. La hechicera didura del lívido Orco; aunque preste
parte para el campo de batalla en bús oídos a estas hierbas, una sola vez ha
queda de un cadáver que conservara los brá de llegar a los Manes. La sombra
pulmones para poder hacerle hablar. Se pompeyana de un soldado, hace poco,
trata, pues, de una escena de uno de los nuestros, cántelo todo al
nekyomanteía (consulta adivinatoria a hijo de su jefe, si es que las guerras civi
través de la sombra o el alma de un les merecen vuestro beneplácito (Fars.,
difunto), como la protagonizada ya por VI, 706-719).
Ulises en la Odisea (a ’’Tiresias). Ericto
viste un manto variopinto, lleva el ros Algunos autores (F. Graf) conside
tro descubierto (apartando los mecho ran que esta plegaria adopta la estruc
nes del rostro) y ciñe su cabellera con tura de cualquier plegaria greco-roma
una guirnalda de víboras. na, articulada, pues, por una invocatio,
El ritual es simple. Después de ha una narratio y, finalmente, unas preces.
llar un cadáver y transportarlo hasta el Pero, naturalmente, tanto la plegaria
bosque, el cuerpo del soldado muerto como los sacrificios constituyen una
es preparado con el fin de hacerle re
292
TESALIOS
inversión deliberada del culto ordina Dime lo que requiero a cambio de una
rio romano. gran recompensa; pues si dices la ver
Ericto, viendo que sus palabras no dad, te haré inmune a las artes hemo-
surten el efecto esperado, recurre a una nias mientras dure el mundo: en tal se
segunda plegaria muy distinta de la pulcro y con tales leños incineraré tus
anterior: esta vez es una invocación miembros al son de una fórmula de la
mágica (carmen) dirigida en un tono Estigia, que tu sombra no volverá a es
amenazante e imprecatorio: cuchar encantada a ningún mago. Sea
éste el precio de haber vivido por se
Tisifone y tú, Mégera [dos de las tres gunda vez: ni palabras ni hierbas osa
Furias o Erínias], indiferente a mis pa rán interrumpirte el sueño de un pro
labras, écómo no empujáis con crueles longado Leteo una vez que haya dado
azotes, a través del vacío Erebo, a esta yo la muerte. A los trípodes y adivinos
alma desgraciada? Ya os provocaré yo de los dioses les cuadra un hado enig
a salir mentándoos el nombre auténti mático: vuélvese cerciorado quienquie
co, y abandonaré los canes estigios en ra pregunta la verdad a las sombras y
la luz de aquí arriba; os perseguiré, acude esforzado a los oráculos de la
guardesa, por tumbas y funerales, os muerte inexorable. No andes con mi
arrojaré de los túmulos y os echaré de ramientos, te lo ruego: di las cosas por
todas las urnas. Y a ti, escuálida su nombre, di los lugares; presta tu voz
Hécate de lívido rostro, te mostraré a para que por ella los hados hablen con
los dioses, ante los que sueles presen migo (Fars., VI, 762-774).
tarte con otra fisonomía, y te impediré
cambiar tu cara del Erebo. Difundiré, Finalmente el cuerpo sin vida del
Hennea [Perséfone], qué manjares te soldado prorrumpe en llanto y describe
retienen bajo el peso de la tierra, a cos los principales acontecimientos que
ta de qué pacto amas al tétrico rey de marcarán las guerras civiles romanas.
la noche, qué lacras sufriste que deter Tras el relato, reclamó nuevamente la
minaran a Ceres a no volver a llamar muerte. Nuevas fórmulas mágicas y
te. A ti, el peor de los árbitros del uni hierbas son precisas para que el cadáver
verso [Plutón], te introduciré al Titán, se desplome pero, al no mostrarse efec
hendiendo tus cavernas y una súbita tivas, Ericto decide levantar una pira
luz diurna te herirá. ¿Me obedecéis, o funeraria donde el cadáver es quemado.
será preciso dirigirme a aquel a cuya La hechicera tesalia Mícale (Mycá-
invocación jam ás la tierra deja de tem le) es citada por Séneca (4-65 d.C.) en
blar sacudida, que contempla descu su tragedia Hércules en el Eta (vv. 525
bierta a Górgona y castiga a la Erinis ss.). La «docta Mícale» era la única en
con sus propios látigos, que habita los tre todas las magas a quien seguía la
Tártaros fuera del alcance de vuestra luna. A ella se atribuía una pócima, con
mirada, para el que vosotros sois los la que debían empaparse las vestiduras
dioses de arriba, y al que perjura por del esposo o la persona amada en caso
las ondas de la Estigia? (Fars., VI, 711- de que una «odiosa rival» la hubiera
749). robado el lecho.
Finalmente, la hechicera tesalia
Al momento el cadáver se incorpo Meroe es citada en las Metamorfosis de
ró («fue despedido por la tierra», dice Apuleyo (h. 155 d.C.). Se la describe
Lucano). La hechicera, dirigiéndose a como mujer entrada en años pero to
él, le promete que, si habla y revela el davía muy elegante. Uno de los perso
futuro, nadie volverá a interrumpir su najes de la novela, Sócrates, la encuen
sueño eterno: tra al frente de una taberna en las
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TÉSALO DE TRALES
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TÉSALO DE TRALES
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TÉSALO DE TRALES
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TI M A R C O
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TIMEO
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TIRESIAS
nuda quedara impune (si bien en el mos y la caída de Tebas, saqueada por
poema de Calimaco Atenea dice sólo los Epígonos). Hesíodo pone en boca
que se le castiga porque a los dioses no suya la siguiente plegaria a Zeus:
se les puede ver sin su consentimien
to): cegó a Tiresias pero, apiadada por Zeus padre, ojalá, ojalá me hubieras
las súplicas de la madre, lo convirtió dado un tiempo de vida más corto y ver
en adivino de larga vida y le concedió en mis entrañas preocupaciones iguales
el privilegio de ser el único que, una a las de los hombres mortales. Pero aho
vez muerto, pudiera conservar su arte ra ni un poco me honraste tú que me
adivinatorio en el Más Allá. La cegue hiciste tener un largo tiempo de vida y
ra es, en cualquier caso, una caracte vivir siete generaciones de hombres
rística común a muchos adivinos grie mortales (apud Tzetes, Licofr., 682).
gos (*Fineo, *Evenio).
Por su parte Hesíodo6, seguido por Sólo el apenas conocido Sóstrato10,
otros autores 7, ofrece la tercera ver que escribió un poema elegiaco titula
sión: paseando Tiresias por el monte do Tiresias, se aparta de los autores que
Cilene halló unas serpientes copulan siguen la versión hesiodea, pues dice
do; tras herirlas (o tras separarlas) fue que el adivino cambió siete veces de
transformado en mujer. Siete años des sexo.
pués, pasando por el mismo lugar, vol Desde entonces Tiresias — en su
vió a ver otras dos serpientes acopla papel de transmisor de los anuncios
das y, actuando de la misma forma, divinos— aparece como un viejo, a
recuperó su sexo original. O vidio8 veces cansado de la vida, sin ambicio
pone en boca de Tiresias el siguiente nes. Juega, sin embargo, un destacado
razonamiento: «Si el poder de los gol papel en Antígona y Edipo Rey de Só
pes que recibís es tan grande que hace focles y en Las Fenicias y en L as
que se transforme en su contraria la Bacantes de Eurípides.
naturaleza de quien os los da, voy a Se le atribuían muchas profecías re
heriros también ahora». Algunas fuen lativas a los acontecimientos más im
tes añaden que el cambio de varón a portantes del llamado ciclo tebano:
hembra se produjo al golpear a la ser a) Revela a Anfitrión la infidelidad
piente hembra y el de hembra a varón involuntaria de su esposa, Alcmena
al golpear al macho. (Zeus había tomado la apariencia de
Finalmente, cuando Zeus y Hera Anfitrión), de la que nacería Heracles11.
discutían sobre quién disfrutaba más b) Descubre los crímenes de Edipo
en los encuentros amorosos, si la mu y aconseja a Creonte que expulse al rey
jer (como creía el dios) o el hombre para librar a Tebas de la mancha que
(como pensaba la diosa), decidieron éste le impone.
llamar a Tiresias, que conocía por ex c) Durante la primera guerra tebana
periencia el amor desde ambos sexos. (Expedición de los Siete Jefes), Tire
Este dijo que, si el placer tuviera diez sias revela a los suyos que el único
partes, «una sola parte de diez goza el medio de salvar la ciudad y vencer a
hombre; las diez satisfacen a la mujer los argivos era que Meneceo, hijo del
deleitando su mente»9. Entonces Hera, rey tebano Creonte, fuera sacrificado
encolerizada por la respuesta, lo cegó, a Ares. El sacrificio de Meneceo pare
pero, en compensación, Zeus le con ce ser una innovación de Eurípides. En
cedió el arte de la adivinación y una Las Fenicias el adivino dice a Creonte:
larga vida, en opinión de algunos anti
guos, de hasta siete generaciones (se le Escucha entonces, pues, la senda de
hacía vivir entre los tiempos de Cad- mis predicciones (eso que, si lo hacéis,
299
TIRESIAS
300
TIRESIAS
teíá) con el fin de conocer cómo re dos de orgullo te comen los bienes / pre
gresar a Itaca: tendiendo a tu esposa sin par con ofer
tas de dotes. / Verdad es que a l llegar
¡Oh Laertíada, retoño de Zeus, Ulises vengarás sus violencias; mas luego / que
mañanero!¡ ¿Cómo ha sido, infeliz, que, a los fieros galanes des muerte en tus
a la luz renunciando del día, í has venido salas, ya sea / por astucia, ya en lucha
los muertos avery el lugar sin contento? leal con el filo del bronce, t toma al
/ M as aparta del hoyo, retira el agudo punto en tus manos un remo y empren
cuchillo, / que yo pueda la sangre beber de el camino / hasta hallar unos hom
y decir mis verdades (Od., XI, 90 ss.). bres que ignoren el mar y no coman I
alim ento ninguno salado, ni sepan
Tiresias, empuñando un cetro de tampoco / de las naves de flancos pur
oro, anuncia a Ulises que llegará a su púreos ni entiendan los remos I de ex
patria solo y en un barco extranjero; pedito manejo que el barco convierte
que tendrá que vengarse en ella de los en sus alas. / Una clara señal te daré,
pretendientes de Penélope, pero que bien habrás de entenderla: / cuando un
después deberá partir nuevamente con día te encuentres al paso con un cami
su remo al hombro hasta que llegue a nante / que te hable del bieldo que lle
un país cuyos habitantes, no conocien vas a l hombro robusto, / clava al punto
do el mar, le preguntarán qué bieldo en la tierra tu remo ligero y ofrece / al
es ése que lleva: allí deberá realizar un real Posidón sacrificios de reses hermo
sacrificio expiatorio en honor de Po- sas, / un camero y un toro, un montés
seidón, tras el cual podría regresar nue cubridor de marranas; / luego vuelve a
vamente al hogar. Finalmente le anun tu hogar, donde harás oblación de
cia su propia muerte que le llegará, en hecatombes / uno a uno a los dioses que
edad avanzada, lejos del mar: pueblan el cielo / anchuroso; librado
del mar, llegará a ti la muerte, / pero
Claro Ulises, en ansias estás de tu dul blanda y suave, acabada tu vida en la
ce regreso, / pero un dios te lo va a ha calma / de lozana vejez; entretanto tus
cer penoso. No pienso que olvide l el gentes en tom o / venturosas serán. E s
que bate la tierra las iras que puso en tas son las verdades que anuncio (Od.,
su pecho / al entrar en furor contra ti, XI, 100-137).
que cegaste a tu hijo; / mas con todo,
entre muchos trabajos vendréis a la La imagen del adivino impartiendo
patria / si decides tu gusto frenar y el sus profecías desde el mundo de ultra
ardor de tus hombres. / Una vez atraca tumba explica que en Orcómene exis
da tu sólida nave en la isla / de Trina- tiera desde muy antiguo un oráculo de
cria después de escapar a las cárdenas Tiresias.
aguas, / unas vacas pastando verás en Se ha observado que las profecías de
tre recias ovejas: / son del Sol, el que Tiresias no están ligadas al dios Apolo.
todo lo mira, el que todo lo escucha. / Su saber le viene de Atenea o de Zeus
Si a esas reses respetas, atento tan sólo (Píndaro17 le llama «profeta de Zeus»),
a l regreso, / a la patria podréis arribar lo que explica el enorme prestigio de
aún con grandes trabajos; / mas si en este adivino a lo largo de la historia.
algo las ¿lañas, entonces predigo ruina /
para ti, tu bajel y tu gente. Y si tú la 1. Apolod., III, 6, 7; Teocr., Idil., XXIV,
esquivases, / irás tarde, en desgracia, 65; Ferecid., Fr. 16. /2 . Apolod., III, 6,7 . / 3.
con muerte de todos los tuyos, / sobre apud Apolod., III, 6, 7. / 4. Apolod., III, 6, 7.
nave extranjera y allí encontrarás nue / 5. vv. 57 ss. / 6. Fr. 275. / 7. Ovid., Met., III,
vos males: / unos hombres que henchi 316-318; Higin., Fab., 75; Ant. Lib., 17; Fleg.
301
TISAMENO
Tralles, 257 F 36; Lact. Plac., Theb., II, 95. / con dinero para que colaborara con el
8. Met., Ill, 328-330. / 9. Hes., Fr. 275. / 10. ejército espartano. Tisameno, hacién
apud Eust., 1665, 40-64. / 11. Apolod., II, 4,
dose de rogar, puso entonces como
8. /1 2 . Apolod., Ill, 7, 3; Diod., IV, 66. / 13.
Paus., IX, 3 3 ,1 ; Diod., IV, 67, 1. / 14. Paus., condición que se le concediera la ciu
VII, 3 3 ,1 ; IX, 18, 3. / 15. Paus., IX, 16, 1. / dadanía espartana con todos sus privi
16. Ovid., Met., Ill, 349 ss. / 17. Nem., I, 60. legios e incluso, algo después, exigió
idéntica pretensión para su hermano
[Bibl.: C. Garcia Gual, «Tiresias o el adi- Agias. Atemorizados por la suerte de
vino como mediador»: Emerita, 43 (1975), la guerra contra los persas, los esparta
pp. 107-132 = Mitos, viajes, béroes, M a nos cedieron finalmente a sus recla
drid, 1996; L. Brisson, Le mythe de Tirésias. maciones, quizá poco después de la
Essai d'analyse structurale, Leyden, 1976; batalla de las Termopilas (480 a.C.);
A. Paparizos, «A utorité mantique et
según Heródoto los hermanos fueron
autorité politique: Tirésias et Oedipe»: Ker-
nos, 3 (1990), pp. 307-318; G. Ugoldini,
los dos únicos extranjeros que obtuvie
«Tiresia e i sovrani di Tebe: il topos del liti- ron la nacionalidad espartana. En com
gio»: MD, 27 (1991), pp. 9-36; N . Loreaux, pañía del ejército espartano Tisameno
The experiences o f Tiresias. The femenine participó en cinco expediciones: Pla
and the Greek Mon, Princeton, 1995.] tea (contra los persas), Tegea (contra
tegeatas y argivos), Dipea, Itome (con
tra los hilotas) y T anagra (contra
argivos y atenienses).
TISAM ENO / Tisamenós (s. v a.C.).—
Tisameno se convirtió no sólo en
Célebre adivino griego (m antis) y
garante de las victorias del ejército es
sacrificador, hijo de *Antíoco y her
partano sino en un hábil y prudente
mano de Agias, de la familia de los
consejero militar. Heródoto3 dice que
*Yámidas', originario, por tanto, de la
durante la batalla de Platea (479 a.C.),
Elide. Tisameno fue, a su vez, padre
las víctimas sacrificadas por Tisameno
de *Agéloco, abuelo de * Agias y quizá
anunciaron una victoria para los grie
también de ‘ Tisameno. Vivió en épo
gos si los invadidos se mantenían a la
ca de las guerras médicas, muriendo
defensiva, pero señales desfavorables
quizá tras la batalla de Tanagra (457
en caso de querer pasar el Asopo y ata
a.C.)
car los primeros.
Heródoto2 dice que en una ocasión
En el asedio a los hilotas sublevados
Tisameno consultó a la pitia de Delfos
de Itome, los espartanos dejaron salir a
si tendría o no descendencia, a lo que
todos aquellos hilotas y mesenios que
la profetisa le respondió que saldría
lo desearan (con el fin de evitar una
vencedor en cinco famosas contiendas.
masacre inútil) obedeciendo, según dice
Pensó Tisameno que con esta oscura
Pausanias4, los consejos de Tisameno
respuesta la pitia se refería a los jue
(secundado a su vez por el oráculo de
gos olímpicos, presentándose al pen
Delfos). A su muerte se construyó una
tatlón (competición que comportaba
tumba a cargo del Estado para él y los
cinco modalidades atléticas), pero fue
suyos; sus descendientes siguieron ase
vencido por su rival, H ierónim o
sorando espiritualmente al ejército es
Andrio.
partano.
De su derrota dedujo inmediata
mente que la respuesta de la pitia se 1. Herod., IX, 33, 1. / 2. IX, 33. / 3. IX,
refería no a las competiciones deporti 36. / 4. III, 11,8.
vas sino a contiendas militares. Los es
partanos, que no desconocían la res [Bibl.: Schwahn, «Teisamenos»: RE, V,
puesta de la pitia, procuraron atraerlo A, 1 (1934), cois. 135-136.]
302
TRAS í BULO DE ÉLIDE
303
TRAS(BULO
indoeuropeo, era utilizado por los ejér Trasilo era amigo y huésped del
citos macedonio y beocio. La estatua de mantis *Poleméneto, de quien heredó
Trasíbulo dedicada en Olimpia simbo sus libros sobre la adivinación y una
lizaría, pues, no las dos técnicas adivi parte de su fortuna, lo que le hizo muy
natorias citadas sino la predicción del rico. Fue éste también quien le inició
porvenir (mediante la observación de tempranamente en el arte de la adivi
los movimientos del lagarto) y los ritos nación. Muerto su maestro, Trasilo
de purificación mágica del ejército en la ejerció el arte de la adivinación, via
apertura de la campaña militar. jando por Grecia; tras un largo perío
Plutarco3 cita a Trasíbulo entre los do ausente, regresó nuevamente a su
asesinos de Aristótimos, tirano de Elis ciudad natal.
(270 a.C.), y Pausanias4 como donante Isócrates le cita en uno de sus dis
de una estatua del rey Pirro en cursos, la Eginética, cuyo asunto es el
Olimpia, lo que parece poco probable. siguiente: Trasíloco, hijo de la tercera
Agatino, hijo de Trasíbulo, recibió, a mujer del adivino Trasilo, adoptó en
su vez, una estatua de los habitantes de su lecho de muerte a un sobrino de la
Acaya5. primera mujer de su padre y le designó
para casarse con su hermana. Pero una
1. VII, 2, 4. / 2. Liv., XL, 6, 1-3; Curdo, hermanastra de Trasíloco, hija ilegíti
X, 9, 12. / 3. Mor., 253, b. / 4. VI, 14, 9. / 5. ma de Trasilo, reivindicó la herencia.
Paus., VI, 13, 11.
Trasilo murió en el 395 a.C. según
sabemos por el propio Isócrates, con
[Bibl.: S. Montero, «La estatua del adi
vino Trasíbulo», en Hommage offert a Ro-
temporáneo suyo.
bert Turcan (en prensa).]
1. Isocr., XIX, 45.
304
TRASILO DE ALEJANDRÍA
305
TRIFOSA
ban llamados por los astros a ocupar Quizá por ello se cree (H. Cramer)
altos destinos9. De igual forma sabe que fue él (y no Trasilo de Mendes)
mos10que Trasilo, en colaboración con quien escribió un lapidario o tratado
Tiberio, examinó el horóscopo de Gal- sobre las propiedades de las piedras,
ba; anunciándole Trasilo que Galba Peri líthon, en tres libros, que con fre
llegaría a ser emperador, pero en una cuencia eran puestas en relación con el
fecha avanzada (lo que sucedió en el Zodiaco. El Pseudo-Plutarco19 la atri
69 d.C.) Tiberio decidió nombrarle buye a un Trasilo de Mendes.
cónsul (33 d.C.)11. Pero Trasilo fue conocido también
Pero Trasilo es descrito también por por su actividad como editor y filólogo.
las fuentes en su papel de moderador Basándose en los trabajos de los alejan
del emperador: Suetonio12 dice que si drinos procedió a realizar un catálogo
Trasilo no hubiera inducido al empe de los escritos de Demócrito en trece
rador a aplazar algunas ejecuciones tetralogías. También cuidó una edición
haciéndole creer que le quedaban aún de Platón, si bien parece poco probable
muchos años de vida, aquél hubiera que fuera él quien diera una división
hecho perecer a muchas personas más. tetralógica a los diálogos platónicos.
También Dion C assio13 insiste en esta Plinio le cita como una de las fuen
falsa predicción de Trasilo. tes de sus libros20, pero mucho más tar
Cuando Tiberio se preocupó por la de * Ve ti o Valente21, en el siglo n d.C.,
figura de su sucesor, consultó también y Hefastion de Tebas” , en el iv d.C.,
a Trasilo; éste declaró que Cayo [es seguían utilizando sus trabajos. Trasilo
decir, Calígula, su futuro sucesor] «te debió de morir poco antes de Tiberio,
nía tantas probabilidades de ser empe en el año 36 d.C.23.
rador como de atravesar a caballo el
golfo de Bayas»14. Quizá para dar la 1. Ann., VI, 21. / 2. Tib., 14,6. / 3. LV, 11.
razón al astrólogo, Calígula —siendo / 4. Tib., 14, 4. / 5. CIL, III, 7107. / 6. Or., V,
ya emperador— hizo construir un gi 8; 11; 34. / 7. Epist. ad Themist., fr. 265, C-
D. / 8. Aug., 9 8 ,4 ./ 9. Dion Cass., LVII, 19. /
gantesco puente de madera que cruza 10. Tacit., Ann., VI, 20. /11. Dion Cass., LVII,
ba dicho golfo. 19, 4; Suet., Galb., 1. /1 2 . Tib., 62, 3. / 13.
Trasilo fue un escritor polifacético. LVIII, 27, 3. / 14. Suet., Calig., 19, 3. / 15.
Escribió un tratado de astrología titu Hefest., 8, 2, 99. / 16. Hefest., 100, 19; 101,
lado Pinax, que dedicó a un cierto 16-17. / 17. Schol. luv., VI, 576. / 18. Vita
Plot., 20. / 19. De fluuiis, XI, 4. / 20. NH, II, 9
Hierocles15, probablemente un sacer
y 31. / 21. Anthologiae, 9, 11 ed. Kroll / 22.
dote rodio, lo que hace pensar que fue Cat., 6 , 100,11. / 23. Tib., 6 2 ,3 ; Dion Cass.,
redactado en la isla (W. Gundel); en él LVIII, 27, 1.
cita y maneja las obras de astrólogos
legendarios como *Nequepso y Her- [Bibi.: W. Gundel, «Thrasyllos»: RE, VI,
mes Trismegisto16. A, 581 ss.; C. Cichorius, «Der Astrologe
Según un escolio17, también fue au Thrasyllos und sein Haus», en Römische
tor de varios libros sobre pitagorismo Studien, Berlin, 1922, pp. 390-398; H. Cra
mer, Astrology in Roman Law and Politics,
y platonismo que aún en el siglo iu d.C.
Philadelphia, 1954; J. Gagé, «Tibère à
seguían siendo consultados; Porfirio18
Capri: histoire, légende et thèmes astrolo
los consideraba como los mejores en giques»: Revue des Etudes Italiennes, 8
esta materia. Los autores tardíos le (1961), pp. 25-35.]
atribuyen un tratado titulado Sobre los
siete tonos (Peri ton eptá témon) pero TR IFO SA / Tryphôsa (s. n d .C .).—
no queda ningún fragmento de él; el Nombre de la única sacerdotisa que
título, sin embargo, tiene resonancias conocemos del santuario oracular de
pitagóricas.
306
TU MA N T E
307
u
309
URANIO
310
V
VALENTE / Valens (s. iv d.C.).— As lativo de Lasa. Los libros de Vegoia
trólogo consultado por el emperador aparecen citados en el corpus de agri
Constantino (306-337 d.C.) sobre el mensores romanos en un pasaje que
horóscopo de la ciudad de Constanti- trata sobre la limitación de las propie
nopla por él fundada. El día oficial es dades rústicas. A esos libros pertenece
cogido para la fundación (el 11 de la célebre «profecía» («decisiones de
mayo del 338 d.C.) el Sol se encontra Júpiter y de la Justicia») que Vegoia
ba en Tauro, la Luna y Saturno en Leo, reveló a Arruns Velthymnus; dicho
Venus y Júpiter en Cáncer, Mercurio y anuncio trata de la inviolabilidad de
Marte en Géminis'. Con base en estos los confines de las propiedades. Se
datos, Valente predijo que la ciudad conserva completa y dice así:
estaba destinada a vivir 696 años, es
decir, hasta el 10262. Con anteriori Sepas que el mar ha sido separado de la
dad, "T arad o había elaborado el ho tierra. Cuando Júpiter reivindicó la tie
róscopo de la ciudad de Roma. rra de Etruria estableció y ordenó que
las llanuras fueran medidas y los cam
1. CCAG, IX, 2, 177. / 2. Zon., XIII, 3. pos limitados. Conociendo la avaricia
humana y la pasión suscitada por la tie
[Bibl.: D. Pingree, «The Horoscope of rra, quiere que todo fuese definido con
Constantinople», en Prismata. Naturwissen- signos de los confines. Estos signos,
schaftsgeschichtliche Studien. Festschrift W. cuando alguno, un día, llevado por la
Hartner, Wiesbaden, 1977, pp. 305-315.] avaricia al acabar el octavo siglo, no
contento con los bienes que ha recibi
do, desee los de otros, serán violados
VEGOIA (Libros de) / etr. Vecuvia, lat. con maniobras dolosas, removidos y
Begoe.— Ninfa etrusca (cuyo nombre desplazados por los hombres. Pero
aparece citado otras veces en las fuen quien los haya removido y desplazado
tes como Begoe o Bacchitis) a la que se para engrandecer su propia propiedad
atribuía una obra sobre la interpreta y disminuir otras será, por este delito,
ción de los rayos. Su nombre es asimi condenado por los dioses. Aquellos que
lable al gentilicio etrusco Vecu (en par hayan desplazado los signos serán a l
ticular en su forma femenina derivada canzados por las peores enfermedades
Vecuvia) que encontramos como ape y afligidos en los miembros más débi
311
VÉLEDA
les. La tierra será después sacudida por ciente a la tribu de los brúcteros. Su
tempestades y tormentas que la harán nombre es de origen celta (vales, vele
vacilar; las cosechas irán mal, serán ta) y significa, según algunos autores,
arruinadas por la lluvia y el granizo, «vidente». Tácito1, a quien debemos la
morirán bajo la canícula y serán des mayor parte de nuestra información
truidas por la herrumbre. Habrá nume sobre ella, dice que gozaba de gran au
rosas discordias entre pueblos. Sepas toridad sobre los brúcteros, pues había
que estos castigos tendrán lugar cuan predicho los éxitos de los germanos y
do tales delitos se verifiquen (Gramati- el exterminio de las legiones romanas.
ci Veteres, [K. Lachman, ed.], pp. 350, Su figura debemos situarla entre los
17-351, 11). año 69 y 70 d.C. (siendo, pues, con
temporánea de *M aricco) durante la
En general la profecía, que recuerda revuelta galo-germana encabezada por
ciertos pasajes del Génesis, es una im el jefe bátavo Ju lio Civil de quien
precación de venganza contra aquellos Véleda fue la auténtica inspiradora re
que transgreden las leyes sobre la pro ligiosa y consejera política.
piedad de los campos decretada por El profundo respeto de su pueblo y
Júpiter. La profecía parece haber sido otras tribus vecinas hacia su figura se
dictada en un momento en que la tierra tradujo en su actuación como árbitro
etrusca estaba amenzada por la reforma ante la que se sancionaban pactos2 así
agraria de los Graco y de sus continua como en diversos actos de sumisión:
dores. Aunque existen muchas discre Véleda recibía de los suyos, como ges
pancias sobre su cronología, la profecía to de ese reconocimiento, prisioneros
de Vegoia parece haber sido dictada romanos (como el propio legado de la
coincidiendo con el nacimiento del legión Munio Luperco) o regalos tan
noveno siglo etrusco, datado (según asombrosos como una trirreme captu
Plutarco1) hacia el año 88 a.C. Fue pro rada a los romanos.
bablemente un harúspice quien, usur La santidad de esta virgo, identifica
pando el nombre legendario de Vegoia da por muchos según Tácito con una
e imitando el estilo y las fórmulas de la diosa, explica las medidas para mante
adivinación etrusca tradicional, reno nerla en un cierto aislamiento, hacién
vó la maldición de los libros sagrados dose inaccesible incluso a los suyos3.
contra aquellos que removiesen los mo Pero la suerte de Véleda cambió ra
jones (termini) limítrofes. dicalmente tras su captura y posterior
Los libri Vegoici o Vegonici (tradu traslado a Roma: aquélla se produjo
cidos al latín por *Tarquicio Prisco) durante la victoriosa expedición de
fueron conservados, por orden de Au Rutilio Gálico (78 d.C.) contra las tri
gusto, en el interior del tem plo de bus germanas del Bajo Rin. Es probable
Apolo Palatino junto a los libri *Marcii que la sacerdotisa fuese exhibida en el
y a los libros sibilinos. triunfo celebrado en Roma por Gálico,
pero poco después debió de ser reclui
1. Sita, 7. da en un templo en las proximidades de
Roma.
[Bibl.: A. Valvo, La «profezia di Vegoia». En el año 1926 fue hallada una ins
Proprietà fondiaria e aruspicina in Etruria cripción en la localidad latina de Ardea
nel i secolo a.C ., Roma, 1988]
que, aunque en mal estado de conserva
ción, conserva una respuesta oracular
no de Véleda pero sí sobre ella. Es pro
VÉLEDA / Veleda (s. i d.C.).— Sacer bable (M. Guarducci) que Vespasiano
dotisa y profetisa germana pertene- consultase algún oráculo itálico o grie-
312
VETIO VALENTE
313
VETURIO RUFO
314
VULCANIO
315
Y
YAMIDAS / lamídai.— Prestigiosa fa ra más tarde los celebres juegos que
milia de ilustres adivinos, originaria de darían fama a la ciudad. Apolo le otor
Olimpia (Grecia). Se decía descender gó el don de la profecía o, en palabras
de Yamo, héroe de Olimpia. Otro de de Píndaro, escuchar la voz que nin
los primeros miembros míticos de la gún engaño conoce2.
familia sería Eúmantis («el buen adivi En Olimpia, los Yámidas transmi
no»). tían el sacerdocio de Zeus y su oráculo
Son, sobre todo, Píndaro1 y sus es por línea hereditaria. Sus consultas se
colios quienes nos han transmitido su efectuaban en el gran altar de Zeus tan
leyenda. Su madre, Evadne (hija de to mediante la extispicina (siendo ellos
Poseidón), fue amada por Apolo; de la quienes quizá la introdujeron en Gre
unión nació Yamo, pero aquélla, aver cia) como mediante la empiromancia3.
gonzada de haber sido seducida aban Píndaro (que dedicó la sexta de sus
donó al niño, que fue alimentado con Olímpicas a *H agesias, miembro de
miel (símbolo de la adivinación) por los Yámidas por su triunfo en el carro
dos serpientes de ojos brillantes (sím de muías en el año 468 a.C. y muerto
bolo de la sabiduría). Cuando el padre dos años después en Siracusa, víctima
«humano» o adoptivo de Evadne, el de una revolución) menciona dichas
rey arcadio Epito, interrogó al oráculo técnicas adivinatorias:
de Delfos sobre el niño, el dios le res
pondió que sería un célebre adivino y ¡Oh Madre de los certámenes de aúreas
padre de una estirpe de sacerdotes y coronas, Olimpia reina de la verdad!,
adivinos que nunca cesaría. Yamo fue donde varones adivinos, atisbando en
hallado oculto entre juncos y zarzas; llameantes ofrendas, tantean el desig
su cuerpo estaba rodeado de violetas nio de Zeus señor de los rayos por si
en flor, por lo cual su madre decidió tiene oráculo alguno acerca de los hom
llamarle así {ion, «violeta»). bres que en su corazón se esfuerzan por
Años después, Yamo invocó a ori lograr recompensa de grandes virtudes
llas del río Alfeo a su padre Apolo y a y respiro después de fatigas {Olimp.,
su abuelo Poseidón. Apolo, tras pedir VIII, 2-7).
le que siguiese su voz, le condujo hasta
Olimpia, donde le ordenó que se esta Sin embargo, el escoliasta de Pínda
bleciese allí hasta que Heracles funda ro dice también de ellos que sacaban
317
YANNES
presagios de las pieles de animales sa Los nombres de los magos aparecen
crificiales que examinaban y disecaban también en un tratado apócrifo de Ni-
siguiendo un procedimiento especial4. codemo’ y en la Passio Petri et Pauli.
Pero los Yámidas fueron más cono El naturalista latino Plinio alude a
cidos por el libre ejercicio de su profe Yannes y Mambres4 formando parte de
sión. Según A. Bouché-Leclercq, los una «secta mágica». Apuleyo5 los cita
primeros miembros fueron Eumantis, entre los magos de mayor prestigio.
‘ Téoclo, ‘ Tisis, ‘ Epébolo y ‘ M án
delo. Posteriormente los Yámidas se 1. Ex 7, 8. / 2. 2 Tm 3, 8. / 3. Cap. 5. / 4.
desgajaron en varias ramas asentadas NH, XXX, U ./S .A p o l., 90.
en diferentes lugares: a) Olimpia (has
ta el siglo n d.C.); b) Arcadia (‘ Eneas, YED O .— ‘ Ido.
‘ A gesias); c) Esparta (‘ Tisam eno,
* Agéloco ‘ Agias, Sichares); d) Mesenia
(Téoclo, ‘ Mándelo, ‘ Epébolo), Siracu- Y EH U ! Yehu’ (s. x a.C.).— Profeta
sa (* Agesias) y Magna Grecia (‘ Calías). hebreo, cuyo nombre significa «[hom
bre] de Dios», hijo del vidente ‘ Jananí.
1. Olimp., VI, 46-71. / 2. Olimp., VI, 66- Atacó y maldijo al rey de Israel Baasá
67. / 3. Schol. Pind. Olimp., VII, 111. / 4. por haber arrastrado a su pueblo a la
Schol. Pind. Olimp., VIII, 2-7. idolatría; anunció que la maldición de
Yahveh caería sobre su dinastía. Las
palabras divinas transmitidas por el
Y A N N E S (Libro de) / latines (s. i profeta fueron:
a.C.?).— En el Antiguo Testamento1,
unos magos egipcios, anónimos, com Por cuanto Yo le había exaltado del
piten contra ‘ Moisés y Aarón dotados polvo y constituido príncipe sobre mi
de poderes sobrenaturales gracias a pueblo Israel, y tú has marchado por el
Yahveh. San Pablo los llama Yannes (o camino de Jeroboam y has inducido a
Yambrés) y M ambres, nombres sin pecar a mi pueblo Israel, irritándome
embargo no egipcios, sino hebreos; el con sus pecados, he aquí que Yo decido
Apóstol parece recoger estos nombres lo que resta de Baasá y de su familia y
de algún escrito judío del siglo i. Afir dejaré tu casa como la de Jeroboam,
ma Orígenes que san Pablo2 conocía hijo de Nebat. Al que de Baasá muera
un libro sagrado que se titulaba El li en la ciudad le comerán los perros, y a
bro de Iannes y Mambres», pero éste quien muera de él en el campo le co
no es citado por otras fuentes. merán las aves del cielo (1 R 16, 2-4).
318
z
319
ZALMOXIS
cibir una educación helénica y habien (epifanía). Los elementos más caracte
do sido liberado por su amo, el filósofo rísticos de su culto (andreon y banque
Pitágoras, regresó cargado de riquezas tes ceremoniales, ocultamiento en la
a Tracia. Allí se hizo construir una sala morada subterránea y epifanía pasados
de recepción (andreon) donde acogía a cuatro años, inmortalidad del alma y
los principales ciudadanos; en el curso creencia en una existencia en el otro
de la fiesta les enseñaba que ni ellos ni m undo), hacen que Zalm oxis se
sus descendientes morirían jamás, sino aproxime, sobre todo, a los cultos mis
que irían a un lugar en el que sobrevi téricos.
virían para siempre y gozarían de una El mito de Zalmoxis llamó podero
felicidad completa. samente la atención de Platón5; Sócra
Mientras tanto, se hizo construir tes considera en este diálogo a los mé
una morada subterránea a la que des dicos del «rey tracio Zalm oxis»
cendió, viviendo en ella durante tres capaces de conferir incluso la inmorta
años. Al cuarto año com pareció de lidad, pues su rey «es también un dios».
nuevo ante los hombres, quienes no A comienzos de la era cristiana, Es-
tardaron en creer en sus mensajes y, en trabón6 presenta una nueva versión del
particular, en la existencia de una vida mito de Zalmoxis, para lo que se sir
después de la muerte. vió ante todo de los datos recogidos
H eródoto menciona también un por Posidonio (s. i a.C.). Zalmoxis fue
rito muy significativo: cada cuatro un esclavo de Pitágoras, pero de su
años, un mensajero era lanzado contra maestro habría aprendido no la doctri
las picas o jabalinas sostenidas por tres na de la inmortalidad, sino la astrolo-
guerreros. El alma de este hombre sa gía, es decir, la ciencia de predecir el
crificado era recibida en la «morada futuro mediante la observación de los
subterránea», la gruta donde habitaba astros; según el geógrafo griego fue
Zalmoxis durante el tiempo que per también Pitágoras quien previamente
manecía oculto. Así se restablecía la le había puesto en contacto con los sa
comunicación y se reactualizaba la cerdotes egipcios. Gracias a sus cono
manifestación de Zalmoxis. cimientos astrológicos y mándeos rea
La inspiración de Zalmoxis parece lizó grandes prodigios y logró que el
haber sido de naturaleza ctónica: como rey lo asociara al gobierno. Com o
otros profetas míticos (Minos, Rada- sumo sacerdote y profeta, Zalmoxis se
mantis, *Epiménides), desaparecía du retiró a una cueva situada en la cum
rante tres años tras descender por una bre de la montaña sagrada Kogainon
cavidad subterránea. Diodoro2dice que donde sólo recibía al monarca y a sus
tenía comunicación con Hestia. N o servidores.
obstante otros mitógrafos griegos han En esta nueva etapa de la religión
tratado de establecer vínculos entre geto-tracia Zalmoxis aparece sensible
Zalmoxis y Heracles3 o Cronos4. mente modificado respecto a la época
Pero es Eliade, máximo estudioso clásica: no existe alusión alguna a una
de la figura de Zalm oxis, quien ha estructura mistérica, tal y como apare
ofrecido la interpretación más acepta ce en Heródoto. El culto del dios (de-
da. Los ritos de Zalmoxis son, en su mon) Zalmoxis está dominado por un
opinión, de tipo iniciático, muy simi gran sacerdote (identificado con aquél)
lar por tanto a los misterios griegos y que vive solitario en la cumbre de la
helenísticos (Orfeo, Dióniso). Del tex montaña pero que, al mismo tiempo,
to de Heródoto se deduce la existencia es consejero del rey.
de un complejo mítico-ritual de «muer Estrabón recuerda que cuando Bu-
te» (ocultación) y «retorno a la tierra» rebista reinaba sobre los getas, las fun
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ZARATUSTRA
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ZATCLAS
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ZMINIS DE TENTIRA
dando vida al cadáver para que pueda ZM INIS DE TEN TIRA / Zminis (s. iv
testificar en un juicio. d.C.?).— Mago, quizá de origen egip
Apuleyo lo describe vestido con tú cio, autor de una receta para elaborar
nica de lino, calzado con sandalias de un «emisor de sueños». Se trata, pro
fibra de palmera y la cabeza totalmen bablemente, de una figura histórica,
te afeitada. El «profeta», tras pronun aunque nada sabemos de ella. El obje
ciar una plegaria, aplica cierta hierba tivo de la receta, recogida en los
en la boca del cadáver y otra en su pe Papiros Griegos Mágicos', es atraerse al
cho y, mirando hacia el oriente, invo demon bueno para que se introduzca
ca en silencio al Sol. Con este ritual, el en casa de cualquier persona y, duran
milagro surte efecto: el cadáver se le te el sueño, transmita a ésta todo cuan
vanta y comienza a hablar, pidiendo to se quiera que esa persona sepa. El
que se le deje en paz. Pero Zatclas le primer requisito es dibujar una extra
increpa diciéndole: ña figura:
323